Sie sind auf Seite 1von 3

Hernández Álvarez Saúl

Filosofía Política
5/04/2018
República
La Politeia es uno de los textos más extensos de la obra platónica, de los que se han
conservado, además de ser uno de los más importantes que se refieren al tema de la política.
La cuestión que ronda la obra platónica se concentra, sobre todo, en el cuestionamiento de
varios valores, sin embargo, el problema que cruza de manera transversal la politeia es el
cuestionamiento sobre la justicia (Dikaiosyne). La cuestión que Platón coloca por medio de
Sócrates y sus interlocutores obedece a cuestiones que refieren a la forma de gobierno y a la
especificación de la forma de vida de los individuos dentro de la polis. Así entonces podemos
decir, de manera preliminar, que el tema que se abordará, esencialmente, dentro de la obra
política se refiere al tema de la Dikaiosyne en un ámbito extenso de la vida individual y de la
vida colectiva.
El libro I de la República presenta una serie de concepciones respecto de la justicia:

a) Cefalo: el dialogo de que se plantea en esta parte se presenta a raíz de la problemática


de la vejes, de la pasión y de la riqueza, sin embargo, se establece el problema de la
justicia a la que el viejo Cefalo responde que la justica corresponde a que cada quien
devuelva lo que se debe y, además, decir la verdad (Platón, República I, 331c).
Socrates responde a su interlocutor que esta definición no es del todo cierta puesto
que no es correcto ya que no se puede decir verdad y devolver lo que se le debe a
alguien que a perdido el juicio.
b) Polemarco: Tras la partida de Cefalo su primogénito, Polemarco, argumenta una
cuestión respecto de la justicia y es que el joven heredero responde que la justicia no
es más que aquello que se realiza en beneficio de los amigos y en perjuicio de los
enemigos (ibídem, 332d )
c) Trasímaco: La discusión del Sofista Trasímaco responde a una de las cuestiones más
interesantes de la República. En esta parte del dialogo se expresa la visión más radical
sobre la dikaiosyne y es que el interlocutor de Sócrates defiende la idea de que la
justicia corresponde a cuestiones meramente de poder, es decir, lo que conviene al
más fuerte (ibíd. 338c); la concepción de Trasímaco corresponde a una visión tiranica
del ejercicio del poder y es por ello que la respuesta dentro del dialogo platónico no
resulta azarosa, sino que más bien pretende una elaboración más precisa del concepto
de la justcia.

A pesar de las varias propuestas sobre la definición de la justicia que se presentan Sócrates
logra refutar todas y cada una de las definiciones, sin embargo entra una nueva problemática
que se articula a lo anterior: ¿es mejor la justicia que la injusticia? La cuestión presentada por
Platón dentro del dialogo resulta concordante de acuerdo a la forma en la que se ha ido
desarrollando el dialogo, pero la respuesta de ello, por necesidad, se establece respecto de la
función (ergón) del alma, que a final de cuentas se establece como sabia y excelente.
La polis al igual que el alma son tripartitas y en ellas reside los elementos que le
califican de forma de gobierno o desgobierno, en otras palabras, se encuentran las virtudes y
las cualidades que determinan el orden y, por añadidura, el de justicia. Estas virtudes se
localizan calificadas por Platón de acuerdo a las virtudes cardinales y que encuentran su
similitud en la polis de acuerdo a los estamentos de la ciudad ideal (politheia). La Justicia
platónica, por lo tanto se refiere a la misma unidad que establece entre los elementos que
fueron mencionados anteriormente, y las virtudes suelen estar referidas a las partes del alma
y de la ciudad.

Así encontramos que la idea homologada entre el alma y la polis refiere a las
divisiones estamentales y de la organización social; en primera instancia se encuentra la
sabiduría (sophia), encausada a los gobernantes (filósofos) y que corresponde a la parte
racional (To logistikon) del alma. En segundo lugar se encuentra la parte irascible (To
thimoeides) del alma, que encuentra su similitud en el la valentía (Andreia) de los guerreros.
Por último, se encuentra la moderación (sophrosine) que encuentra su equivalencia dentro de
la parte apetitiva (To epithymetikon) del alma.

Esta división del alma y de la polis sustenta el orden de la justicia (Dikaiosyne). Patón
argumenta, por lo tanto que la justicia no es otra cosa sino que cada quien haga lo que le
corresponde sin intervenir o sin interferir dentro de las demás funciones que se encuentran
fuera de ello (Platón, República IV, 432e-434a), es decir, que Platón, a final de cuentas,
sustenta una idea basada en el principio y la función (Ergón), tanto de los individuos como
de la polís en su totalidad.
Ahora bien, la cuestión que establece respecto del filósofo como gobernante de la
politeia se establece en el libro VII de la República; la cuestión que establece Sócrates a sus
interlocutores gira en torno a su teoría epistemológica, la teoría de las formas, en la que
establece la división del mundo sensible con el mundo de las ideas, es decir, con una visión
que refiere a lo verdadero y a lo aparente. En tal sentido es que refiere a la alegoría de la
caverna¸ que sin más establece un supuesto de hombres oriundos de una cueva, cuya posición
los remite a mirar siempre al frente y a observar sombras producidas que se encuentran a sus
espaldas.

La labor del filósofo es la de poder liberarse y salir del cueva para poder aprehender
las formas verdaderas, y poder regresar a la cueva donde se encuentran los demás. En este
sentido la idea platónica del gobernante o del llamado rey filósofo se establece como una
cuestión referida a la idea de poder mostrar a los que sólo ven sombras lo verdadero y lo
justo. Sin embargo Platón, a través de Sócrates, especifica que esta labor no es fortuita y no
es tan simple, pues depende de una serie de conocimientos: aritmética, geometría,
estereometría, astronomía y armonía.
Esta cuestión, supone Platón, se encuentra referida a las capacidades que el filósofo
debe ostentar para poder conocer la verdad y el mundo inteligible, de tal suerte que a final de
cuentas establezca como fin su desarrollo dentro del campo de la dialéctica, ciencia perfecta
que permite, de acuerdo con Platón, alcanzar la verdad.

Bibliografía:

 Platón, República, Gredos, Madrid, 2014.

Das könnte Ihnen auch gefallen