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UNIVERSIDAD ANDINA

“NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”


FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

ASIGNATURA : PRINCIPIOS DEL PROCESO CIVIL


TEMA : LA ACCIÓN
PRESENTADO POR :
DOCENTE : MG. JUAN ECHENIQUE CÁCERES
SEMESTRE : IV “B”

Juliaca – Perú
2017
DEDICATORIA

 A nuestro docente por motivarnos y enseñarnos sus


conocimientos que nos serán muy útiles para el futuro.
PRESENTACION

Acción es una forma de indagación colectiva emprendida por participantes en


situaciones sociales con el propósito de mejorar la racionalidad y la justicia de
sus prácticas sociales o educativas

Acción es un enfoque de investigación colaborativa que proporciona a la gente


los medios para llevar a cabo acciones sistemáticas que resuelvan sus
problemas; se formulan los procedimientos consensuados y participativos que
permiten que la gente. Investigue sus problemas. Formule interpretaciones y
análisis de su situación. Elabore planes para resolverlo

Analizar acciones humanas y situaciones sociales, las que pueden ser


inaceptables en algunos aspectos (problemáticas); susceptibles de cambio
(contingentes), y que requieren respuestas (prescriptivas).
AGRADECIMIENTO

A la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez de Juliaca que nos permite


estudiar a fin de culminar nuestros estudios.

A la plana docente de la E.P de Derecho quienes, con su conocimiento y


experiencia, permiten la formación de para llegar a ser buenos Abogados y así
aplicar este valioso conocimiento en nuestra vida profesional.
DE LA ACCIÓN

Concepto general de acción y diversos significados

En términos generales hablamos acción por oposición u omisión, y esta se usa


a su vez para determinar la actividad del estado en cierto sentido, también se
hace uso en el campo del derecho civil, penal o administrativo.

- para identificar el derecho que se quiere proteger se le llama acción


reivindicatoria.
- cuando nos referimos al derecho comercial, a estas llamamos acciones al
portador o normativas.
- para distinguir la rama del derecho material o la relación jurídica que trate,
hay hablamos acciones civiles, administrativas o laborales.
- Es por los diversos significados que este posee a veces se le usa para
iniciar un proceso o de acuerdo a la rama jurisdiccional.

La noción de acción en derecho procesal

El estado no solo tiene el poder y derecho de someter a su jurisdicción a quienes


necesitan obtener la composición de un litigio o la declaración de un derecho
sino también la obligación de actuar mediante su órgano jurisdiccional para la
realización o verificación de los derechos.

En materia civil esa petición es necesaria para que el estado ponga en


funcionamiento en su jurisdicción.

En materia penal, exige el ejercicio de la acción por el ministerio público o por el


perjudicado con el delito.

Ha regido como principio general la iniciación de oficio, tanto de la investigación


previa o del sumario como el juicio o proceso propiamente dicho que se inicia
con el auto de proceder o con el que dispone el enjuiciamiento.
Mucho se ha discutido a cerca de la naturaleza, el fin del fundamento de acción:
puede clasificarse dos grupos de doctrina:

- teorías que consideran la acción como un elemento del derecho


sustancial o material subjetivo o como este derecho mismo en ejercicio
o movimiento.
- teorías que sostienen que la acción es autónoma y diferente del
derecho sustancial o material objetivo.

Teoría de la acción como elemento del derecho material subjetivo y como


este derecho en movimiento

Esta es la teoría antigua o clásica cuya esencia consiste en ligar la idea de acción
a la de lesión de un derecho sustancial, por lo que la consideran como el poder
inherente al derecho de reaccionar contra la violación o el derecho mismo en
tendencia con la actuación.

Savigni va más adelante y considera la acción como un derecho nuevo que nace
de la violación del derecho material subjetivo y que tiene por contenido la
obligación. Sin embargo, en muchas ocasiones existe acción y proceso a pesar
de la ausencia de violación de los derechos sustanciales y aun de controversia
o litigio entre personas.

Tiene esta doctrina también el defecto de concebir la acción como un derecho


contra el demandado, lo que es un rezago del concepto de justicia privada. El
derecho moderno concibe la acción como el derecho a obtener justicia, dirigido
al estado a través del juez, no al adversario.

Teorías de la acción como autónoma e independiente

Esta es una doctrina moderna, en el que no se detuvo la discusión, ya que quedo


por resolver el problema de la naturaleza, del fin y del fundamento de la acción.
A este respecto ha existido una evolución que va desde los autores alemanes
de mediados del siglo XIX hasta las obras de chiovenda, Carnelutti, Rocco y
otros procesalistas contemporáneos. No en su orden histórico riguroso, sino de
progreso hacia la concepción verdadera, podemos considerar como principales
doctrinas.

Teoría de la acción como facultad del derecho de la personalidad

Es la doctrina expuesta por kohler, asigna a la acción la naturaleza de simple


facultad y le niega el carácter de derecho autónomo. La acción es la facultad,
emanada del derecho a la integridad de la propia personalidad o derecho a la
libertad, que toda persona tiene de dar vida a la demanda judicial dirigida contra
el adversario y que produce el efecto de colocar a este en la situación jurídica
que con ella se origina, de lo cual nacen relaciones procesales, pero únicamente
sobre las partes. El Estado se limita a darles valor a los actos de las partes.

Al excluir al Estado o el juez como sujeto de acción, convierte al demandado en


su sujeto pasivo y de esa manera se regresa por ese aspecto a la doctrina
clásica, se desvirtúa el concepto de jurisdicción y de proceso ya estudiado, y se
convierte el proceso en una etapa de la autodefensa o defensa privada, con lo
cual se desconoce su esencia de derecho público y de actividad jurisdiccional
del Estado para fines públicos y de interés general.

La acción es un verdadero derecho subjetivo, individualizado y determinado;


porque el derecho de libertad emana una obligación de carácter negativo: la de
respetar de actividad, al paso que de la acción se deduce una obligación positiva
y especifica del Estado de prestar su función jurisdiccional para ese caso.

Teoría de la acción como derecho subjetivo público para obtener la tutela


del estado por sentencia favorable

Fue formulada por Muther y desarrollada en forma completa por Wach, y acogida
también por kisch, en Alemania.
La acción es un derecho independiente, autónomo y anterior al proceso. En esta
forma quedaron las premisas para la moderna doctrina, que en este punto es
unánime. Pero como según ella la acción es un derecho concreto cuyo objeto es
obtener una sentencia favorable.

Teoría de la acción como derecho concreto, autónomo, potestativo y


privado

De acuerdo con Chiovenda, la ley concede, en muchos casos, a una persona el


poder de influir con la manifestación de su voluntad en la condición jurídica de
otro, sin el concurso de la voluntad de este. La acción es el poder jurídico de dar
vida a la condición para la actuación la voluntad de la ley.

De estas facultades, unas se ejercen directamente por la persona y otras solo


mediante la necesaria intervención del juez.

Diferente del derecho sustancial que alega tener el actor y es también distinta de
la obligación que hay en cabeza del demandado.

Tres objeciones debemos hacer a la doctrina de Chiovenda:

1) Como nos habla solo de condición para la actuación de la voluntad de la


ley, lo cual ocurre tenga o no derecho de actor, y séale favorable o no
favorable la sentencia, en su definición libera el concepto material.
2) Considera el que como el interés perseguido por el actor es privado,
también la acción es un derecho privado, que puede ser cedido.
3) La noción del derecho potestativo, según la concibe Chiovenda, adolece
de demasiada sutileza, y lleva a dos errores: a colocar como sujeto pasivo
de la acción a la contraparte, pues la considera como aquella que debería
sufrir el efecto jurídico considerado como objeto del derecho, y a confundir
el derecho subjetivo con la facultad.
Teoría del derecho subjetivo procesal, abstracto y público, para el
cumplimiento del proceso

Esta teoría, enunciada por Francisco Carnelutti, constituye un trascendental


avance y un gran esfuerzo jurídico para darle a la acción una estructura sólida y
científica. Consta de las siguientes proposiciones:

- La acción constituye, sin duda, un derecho autónomo y anterior al


proceso, pero un derecho subjetivo procesal abstracto, porque no
persigue la sentencia favorable, sino que haya un proceso en el cual se
resuelva sobre las pretensiones del demandante.
- El interés que la acción protege no es el interés que se halla en litigio, sino
el interés de que el litigio tenga una justa composición.
- Para que el particular tenga la acción debe gozar de cierta idoneidad, la
que resulta de una especial situación respecto al litigio.
- La acción es un derecho subjetivo procesal, porque impone al juez una
obligación procesal: la de proveer, que es completamente diferente de la
obligación sustancial del demandado y que se afirma en la demanda, esta
obligación procesal, que es el contenido de la acción.
- Sujeto pasivo de la acción es, por lo tanto, el juez o la oficina judicial ante
quien se presente la demanda.
- Esta obligación del juez consiste, como es lógico, únicamente en proveer,
pero no necesariamente de manera favorable, al actor; es decir que la
acción le exige al juez proveer, pero no le fija como debe hacerlo.
- La acción no es un derecho subjetivo privado, sino un derecho subjetivo
público y más exactamente forma parte de los derechos cívicos.

Como puede observarse, Carnelutti separa definitivamente el derecho sustancial


pretendido y el derecho de acción.
El desarrollo de la doctrina después de Carnelutti, los estudios de Ugo
Rocco, Couture y otros.

a) Para Ugo Rocco

La tesis de Rocco se sustenta en los siguientes puntos: La acción es un derecho


subjetivo, ya que entre el Estado y el particular existe una relación que
corresponde al derecho subjetivo, caracterizado por una reciprocidad de
derechos y obligaciones; La acción es un derecho público, dado que la obligación
del Estado de dar jurisdicción, es una actividad y función soberana de derecho
público; La acción es un derecho autónomo, toda vez que es independiente del
derecho material o de la relación sustancial sobre la cual se pide la declaración
de certeza, por lo que la acción siempre tiene una misma naturaleza o contenido;
la prestación de la jurisdicción, mientras que la relación material es diversa o
variada; La acción es de carácter abstracto, dado que se presupone una
sentencia, sin tener en cuenta la decisión tomada en ella; La acción es diferente
a la pretensión, puesto que esta última se dirige contra el adversario y para
obtener una prestación individualizada de los órganos jurisdiccionales; y La
acción es relación obligatoria con elementos indeterminados pero determinables,
ya que tiene como sujetos al demandante, en calidad de activo, y al Estado,
como pasivo, siendo su objeto la prestación de la jurisdicción.

b) Para Couture

Couture la define como: “El poder jurídico que tiene todo sujeto derecho de acudir
a los órganos jurisdiccionales para reclamarles la satisfacción de una
pretensión”.

Podetti por su parte nos dice: “La facultad de pedir protección jurídica, aspirando
el individuo el fin del proceso para cada litigante en particular; pero para el Estado
que tiene como fin la paz social, el fin de cada proceso es la sentencia justa”.

La acción primitiva no necesitaba la existencia de la jurisdicción, hoy resulta


imprescindible. La intervención de la jurisdicción, requerida ante la inobservancia
de la norma, produce el fenómeno de transformar la obligación, instituto del
derecho privado, en sujeción contra el obligado: la relación será ya entre Estado
y demandado, regida por la ley procesal de naturaleza pública.

La potestad jurisdiccional es puesta en movimiento por el particular por


intermedio de la acción deducida ante el tribunal, a través de un escrito de
demanda.

La acción tiene fundamentos constitucionales, por lo cual se la define como: “El


derecho constitucional que tiene todos los habitantes del país a efectos de
solicitar se le administre justicia por parte del Estado, a través de sus órganos
judiciales, para obtener la satisfacción de una pretensión deducida mediante la
demanda, y lograr la paz social”.

La acción no sólo corresponde al actor sino también al demandado, pues éste


tiene derecho a peticionar del juez una sentencia declarativa de certeza negativa
que rehace la pretensión del actor de sujetarlo al cumplimiento de una obligación.
La excepción es la contracara de la acción.

La bilateralidad supone: que el proceso se desarrolla y resuelve gracias a la


actividad que el actor y demandado ejercitan frente a la jurisdicción, pero en
colaboración con ella.

c) Demás doctrinas

Las anteriores conquistas logradas principalmente por Carnelutti y Rocco,


secundadas por Calamendrei, Couture y otros, forman parte de definitiva de la
doctrina procesal contemporánea, aunque algunos autores como Santi Romano,
Enrico Redenti Allorio y Marco Tulio Zanzuchi consideran la acción como un
poder y no como un derecho subjetivo, y otros como Enrico Redenti y Salvatore
Satta no separan bien el concepto de aquella del de pretensión; el ultimo,
además, la consideró inicialmente como un simple hecho (ni poder, ni derecho)
pero en la última edición su obra ya no aparece este concepto.
Nuestro concepto de la acción

a) Es una actividad jurídica por naturaleza


b) Es un derecho subjetivo
c) Es un derecho autónomo, publico, individual o abstracto
d) Sujetos de acción son únicamente el actor (sujeto activo) y el estado a
quien se dirige atreves del juez, que es el órgano mediante el cual actúa
(sujeto pasivo)
e) Su fin es proteger primordialmente el interés público y general en la tutela
del orden jurídico y en la paz y armonías sociales
f) Su objeto es iniciar un proceso y mediante el obtener la sentencia que lo
resuelva (inhibitoria o de fondo, favorable o no, condenatoria o
absolutoria)
g) La relación de jurisdicción contenciosa es, pues, doble: relación de acción
(entren el estado y el demandante o ministerio público cuando promueve
el proceso penal y la parte civil en este, por un lado) y relación de
contracción (entre el demandado o sindicado, y estado)
h) Se distingue del derecho material subjetivo y de la pretensión
i) Pertenece a toda persona material o jurídica, por el solo hecho de querer
recurrir a la jurisdicción del estado, pue existe siempre un interés público
que le sirva de causa y fin, como derecho abstracto que es
j) Definición acción es el derecho público, cívico, subjetivo, abstracto y
autónomo, que tiene toda persona natural o jurídica, para obtener la
aplicación de la jurisdicción del estado a un caso concreto mediante una
sentencia, atreves de un proceso, o para pedir que se inicie la
investigación penal previa al proceso.

La acción en el proceso penal

La acción es una categoría pura y única desde el punto de vista de la teoría


general del proceso, que se encuentra íntimamente relacionada a la Jurisdicción,
ello en la medida que ambos forman parte del servicio de justicia que presta el
Estado. La acción es presupuesto necesario de la jurisdicción, ya que la función
jurisdiccional permanece inmóvil mientras no reciba un estímulo externo que la
ponga en movimiento.

El concepto jurídico de la acción surge recién cuando nace el proceso. La


facultad de obrar se sustituye por la de hacer obrar o la de pedir que se obre.
Con razón se ha dicho que la acción viene a ser el sustituto civilizado de la
venganza.

En consecuencia, la acción es el derecho público y subjetivo del accionante a


exigir, al órgano jurisdiccional, la emisión de una resolución motivada y
congruente que se pronuncie sobre la procedencia o no de su solicitud para
iniciar el proceso.

Aunque la acción como concepto de la teoría general del proceso es unitario, en


el proceso penal adquiere características especiales, dado que su origen radica
en la configuración de un probable hecho delictivo.

En el proceso penal, la acción no puede concebirse como un derecho a que se


dicte una sentencia condenatoria o una pena determinada ni como un derecho a
que se realice todo el proceso y a que se dicte en él una sentencia de fondo;
pues, el derecho de acción puede darse por satisfecho, si solo se expide una
resolución motivada que deniegue la incoación del procedimiento preliminar o
instrucción por considerar, por ejemplo, que el hecho afirmado no es constitutivo
de delito.

La acción penal no solo se manifiesta con el inicio de la investigación judicial,


sino que estará presente a lo largo de todo el proceso, en sus distintas etapas,
pudiendo alcanzar hasta tres momentos.

Clasificación correcta o incorrecta de las acciones

a) Sentido material o sustancial incorrecto.

Se usa para distinguir la clase de bien o de derecho subjetivo sustancial, cuando


se habla de derecho sustancial o de persona mixta, mueble o inmueble,
prescriptible o imprescriptible, sensible o insensible, renunciable o irrenunciable,
caducable o no caducable, transferible por causa de muerte o intransferible; pero
es el bien o el derecho sustancial lo que tiene esa calidad jurídica.

En sentido material se mira a la pretensión que tiene el demandante considerado


el caso concreto y por lo tanto su demanda, pero refiriéndose a siempre al
derecho sustancial o la relación jurídica material.

Clasificación en el sentido material en el otorgamiento de derechos subjetivos:


Acción de dominio, posesoria, de filiación, de divorcio, etc.

b) Clasificación procesal de las acciones

Ahora se clasificará desde el punto de vista rigurosamente procesal.

Se pueden clasificar en:

- Según la jurisdicción: Acciones civiles, penales, laborales, contencioso-


administrativas, militares, eclesiásticas, fiscales.
- Según lo que la ley otorgue a todo el mundo: Acción pública y privada.
- Según los particulares: Acción arbitral
- Según el proceso que se trate: Acción represiva o preventiva, singular o
colectiva, contenciosa o de jurisdicción voluntaria.

Acción de naturaleza mixta

La acción que inicia un proceso es siempre una. La que puede ser múltiple es la
pretensión; ya que toda acción conduce a la sentencia mediante el proceso, por
lo tanto, una es jurisdiccionalmente suficiente.

La acción es de naturaleza mixta, ya que persigue una actividad completa y mixta


del juez. Pero jamás puede hablarse de ejercicio de varias acciones en una
demanda, en sentido procesal; a no ser que el término en sentido material, para
referirse a los distintos derechos materiales objeto de la demanda o a las
diversas pretensiones que de ellos quiere deducirse.
La mal llamada acumulación de acciones

Es un error hablar de acumulación de acciones del mismo demandante en la


demanda, lo que existe es acumulación de pretensiones y no de acciones, lo
mismo sucede con la mal llamada acumulación en una demanda de acciones de
varias personas, en este caso lo que ocurre es que se unen varias personas,
razón de vínculos jurídicos en las pretensiones de cada una, para ejercitar una
acción en una sola demanda, y así mediante el mismo proceso y la misma
sentencia, perseguir sus respectivos intereses, existe aquí una acumulación de
pretensiones, pero en el paso anterior se trata de un demandante con varias
pretensiones, en estos son varios los demandantes con pretensiones iguales o
conexas entre sí.

Tres verdaderos casos de acumulación de acciones en un mismo proceso:


la demanda de reconvención, la acumulación de procesos y la intervención
“ad excludendum”

Hay acumulación de acciones cuando el demandado, dentro del término que


tiene para contestar la demanda, procede a demandar por su parte en el mismo
proceso a su demandante; es lo que se conoce por demanda de reconvención,
y es posible en los procesos civiles ordinarios y en los abreviados. Es un medio
para defenderse contraatacando en este caso sí existe acumulación de
acciones, porque hay dos demandas separadas, e independientemente se está
ejercitando la acción e imponiendo al juez la obligación de proveer sobre
aquéllas.

También la hay cuando se acumulan procesos iniciados por separado, y cuando


se formula demanda para una intervención ad excludendum.

Extinción, caducidad y accidentes de la acción. El problema de su renuncia.

Ejercitada la acción, puede ocurrir que el juez no la atienda por faltarle alguno de
los presupuestos para su válido ejercicio, o por no reunir la demanda que la
contiene los presupuestos requeridos.

Pero si el juez atiende la acción y acepta la demanda e inicia el proceso, la suerte


normal de la acción consiste en producir sus efectos a lo largo del proceso hasta
obtener la sentencia (cualquiera que sea su contenido y alcance), sin embargo,
para que ese fin normal de la acción pueda obtenerse, se requiere, además, que
los presupuestos procesales se cumplan, pues de lo contrario fracasará la acción
de manera definitiva.

Cuando la ley otorga varios procedimientos para ventilar una misma pretensión,
se tienen en verdad las acciones correspondientes a cada uno, desde que surge
la necesidad de recurrir a la jurisdicción del Estado para su declaración,
realización, satisfacción coactiva, o tutela cautelar. Entonces, si se escoge una,
lógicamente hay una renuncia al ejercicio de las otras; renuncia que puede ser
definitiva, si utilizada una, ya no es posible adelantar el otro proceso, y temporal
o transitoria, cuando queda la posibilidad de otro.

Puede ocurrir la caducidad o perención temporal o definitiva de la acción, no


solamente antes de su ejercicio (por el vencimiento del término legal para
ejercerla, como ya lo vimos), sino también después, cuando la ley sanciona la
inactividad del demandante en el proceso, poniéndole fin.

Cesión de las acciones y del derecho de contradicción y su transferencia


por causa de muerte.

Existe, verdadera cesión o transferencia de la acción, cuando en el curso del


proceso o después de ejercitada en la demanda, el demandante cede el derecho
sustancial litigioso por acto entre vivos y el cesionario sustituye al cedente en el
proceso, es decir, cuando se produce la llamada sucesión procesal del cedente
(que deja de ser parte) por el cesionario que lo sustituye, lo cual sólo ocurre
excepcionalmente, cuando el demandado acepta la sustitución pues en caso
contrario el cesionario sólo puede concurrir como litisconsorte de su cedente, y
también ocurre cuando se transfiere el derecho sustancial litigioso por causa de
muerte al heredero o legatario que concurre al proceso en tal calidad, o cuando
por extinción de la persona jurídica demandante se transfieren sus derechos al
adjudicatario, o cuando por extinción del derecho sustancial pretendido por el
demandante en caso de fideicomiso, usufructo, derecho de uso o habitación,
condición resolutoria, rescisión por lesión enorme o nulidad, sucede al
demandante en el proceso, quien queda como titular de ese derecho, y desplaza
a aquél.

Ocurre lo mismo con la relación jurídica procesal de contradicción, respecto del


demandado. Esta puede ser cedida o transferida a título singular o por causa de
muerte, o bien por sucesión del demandado en los otros casos mencionados, en
el curso del proceso, junto con el derecho sustancial litigioso, cuando el cesio-
nario sustituye al cedente en el proceso; pero en caso contrario apenas podrá el
cesionario o sucesor concurrir como litisconsorte del demandado.

Pero no se concibe que la acción o la contradicción puedan ser objeto de cesión


en el curso del proceso, independientemente del derecho litigioso que el
demandante o el demandado tenga y de la sustitución de éstos por el cesionario.

La cesión del derecho litigioso está reglamentada por los códigos civiles. La
definen muy correctamente como la cesión del “evento incierto de la litis, del que
no se hace responsable el cedente”, lo que significa que se cede la pretensión
que en el proceso se tiene.

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