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Diferencias entre derecho

alimentario y obligación alimentaria


[Casación 1398-2008, Ica]
POR
SANDRA GUTIERREZ IQUISE
-
MAYO 2, 2018
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Fundamento destacado: Décimo Segundo.- Que, la impugnante denuncia la


interpretación errónea del artículo trescientos cincuenta del Código Civil,
mediante el cual se ha dispuesto el fenecimiento de la pensión de alimentos,
alegando que no se ha diferenciado correctamente el derecho alimentario de la
obligación alimentaria. Al respecto resulta necesario hacer algunas precisiones
sobre el cese de la obligación alimentaria dispuesto por la Sala de mérito en
aplicación de los previsto en el artículo trescientos cincuenta del Código Civil.
[…]

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

SALA CIVIL TRANSITORIA

CASACIÓN Nº 1398-2008, ICA

Divorcio

Lima, 11 de diciembre del 2008.-

LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE


JUSTICIA DE LA REPÚBLICA. Vista la causa signada con el número mil
trescientos noventiocho – dos mil ocho, con los acompañados, en Audiencia
Pública de la fecha, y producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente
sentencia.

MATERIA DEL RECURSO:

Se trata del recurso de casación de fojas ciento noventiséis interpuesto por doña
Lilliam Silvana Girao Harvey contra la sentencia de Vista de fojas ciento
ochentinueve, emitida por la Sala Mixta Descentralizada de Pisco de la Corte
Superior de Justicia de Ica, su fecha veinticuatro de octubre del año dos mil siete,
que Confirma en parte la resolución apelada de fojas ciento cincuenticinco, de
fecha treintiuno de mayo del año dos mil siete, en cuanto declaró fundada la
demanda de divorcio, disuelto el vínculo matrimonial, fenecida la sociedad de
gananciales, sin objeto pronunciarse sobre la indemnización, improcedente la
pretensión acumulada sobre fenecimiento (cese) de la obligación alimentaria; y
Revoca en el extremo que mantiene vigente la pensión de alimentos declarada
judicialmente a favor de la demandada y reformándola declara fenecida la
pensión de alimentos.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO:


Este Supremo Tribunal por resolución del diecinueve de junio del año dos mil
ocho declaró procedente el recurso por las causales contempladas en los incisos
primero y tercero del artículo trescientos ochentiseis del Código Procesal Civil,
en virtud de lo cual la recurrente denuncia:

I.- La interpretación errónea del artículo trescientos cincuenta del Código Civil,
pues no se ha diferenciado correctamente el derecho alimentario de la obligación
alimentaria. El derecho alimentario no puede ser materia de fenecimiento ni cese,
pues entre sus características encontramos la de ser intransmisible, irrenunciable,
intransigible e incompensable, mientras que la obligación alimentaria sí puede
ser materia de cese, exoneración o extinción; en tal sentido, se concluye que el
citado artículo no Contempla el fenecimiento del derecho alimentario; y

II.- La contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido


proceso. Por cuanto la Sala Superior:

a) No ha analizado debidamente la partida correspondiente al matrimonio


realizado entre las partes, con la que se acredita que la suscrita sólo contaba con
quince años de edad cuando contrajo nupcias con el demandante, quién la
desposó por encontrarse embarazada y para no ser denunciado por violación y
perder su trabajo

b) Se analiza la partida de nacimiento dos hijas extramatrimoniales que tuvo el


demandante con otras mujeres y que obran en el expediente de Reducción de
Alimentos que corre acompañado, teniendo además que la primera de aquellas
hijas nació incluso dos años antes que la hija de la recurrente

c) La sentencia de vista adolece de nulidad, pues la apelación formulada por el


demandante es únicamente respecto al extremo que mantiene vigente la pensión
de alimentos declarada judicialmente, por lo que, respecto a los demás extremos
no apelados, la Sala debió absolver la consulta y aprobar la pretensión principal
de divorcio

d) Asimismo, la Sala ha confirmado en parte la sentencia de primera instancia,


entre otros, en el extremo que declara improcedente la pretensión acumulada
sobre fenecimiento del derecho alimentario, sin embargo, de manera
incongruente revoca el extremo que mantiene vigente la pensión alimenticia y
declara fenecida la pensión de alimentos declarada judicialmente

e) Finalmente, cabe acotar que el demandante solicitó como pretensión


acumulada el fenecimiento del derecho alimentario, pero la Sala viene
declarando el vencimiento de la pensión de alimentos, lo que importa un
pronunciamiento extra petita y de esta forma afecta el debido proceso.

CONSIDERANDO:

Primero.- Que, existiendo denuncias por vicios in iudicando e in procedendo,


corresponde verificaren primer lugar si se ha configurado o no esta última causal,
pues en caso de ser estimada, se dispondría el reenvío de la causa al estadio
procesal correspondiente, impidiendo que sea factible el análisis de las normas
materiales cuya interpretación errónea se denuncia.

Segundo.- Que, conforme se desprende de la revisión de los actuados, Oscar


Martín Huertas Gonzáles interpuso demanda por la causal de separación de
hecho para los efectos que se declare disuelto el vínculo matrimonial que
contrajo con doña Lilliam Silvana Girao Harvey ante la Municipalidad Provincial
de Pisco el diecisiete de mayo de mil novecientos setenticuatro, con quien tuvo
dos hijos, uno fallecido y el otro a la fecha mayor de edad. Alega que se
encuentran separados de hecho desde mil novecientos ochentinueve habiendo
suscrito un acuerdo privado el treintiuno de agosto de dicho año, fecha en que
también se comprometió a pasar alimentos a sus hijos y a partir de dicho acuerdo
la demandada dejó el hogar conyugal. Agrega que no obstante el acuerdo suscrito
entre las partes, la emplazada lo demandó por alimentos para ella, habiéndose
fijado por el órgano judicial el cuarenta por ciento de sus remuneraciones, monto
que se ha reducido en veinticinco por ciento, los que viene cumpliendo; sin
embargo, la demandada ya no requiere de dicha pensión por hacer vida
extraconyugal con tercera persona con quién ha tenido una hija, razón por la que,
peticiona el cese del derecho alimentario.

Tercero.- Que, por su parte, la demandada conviene en la separación de hecho,


alegando que ello ocurrió hace muchos años y tuvo como detonante la infidelidad
de su cónyuge, reconociendo que ha cumplido con sus obligaciones alimentarias,
sin embargo, cuestiona la pretensión de extinción de alimentos, por haberlo
fijado el órgano jurisdiccional, además conforme al artículo trescientos
cuarenticinco – A del Código Civil, el Juez debe velar por la estabilidad
económica de la recurrente.

Cuarto.- Que, tramitado el proceso con arreglo a su naturaleza, el juez expide


sentencia declarando fundada la demanda de divorcio, en consecuencia disuelto
el vínculo matrimonial, fenecida la sociedad de gananciales, vigente la pensión
de alimentos declarada judicialmente, sin objeto pronunciarse sobre la
indemnización e improcedente la pretensión acumulada sobre fenecimiento
(cese) de la obligación alimentaria, considerando que la propia demandada ha
reconocido encontrarse separada de hecho del actor desde mil novecientos
ochentinueve, sin embargo, en cuanto a la pensión de alimentos, se concluye que
no existe razón suficiente para que deba declararse su fenecimiento, y el hecho de
que la emplazada haya procreado un hijo no da lugar a establecer la existencia de
una relación convivencial, determinándose que no puede establecerse quién es el
cónyuge perjudicado, sin embargo, al haber estado el cuidado de los hijos desde
la infancia a cargo de la demandada, debe mantenerse la vigencia de la pensión
como medida de protección, dejando a salvo el derecho del actor para que lo
haga valer en vía y forma de ley.

Quinto.- Que, apelada que fue la referida sentencia por el actor, el Colegiado
confirma la sentencia del juez y revoca la apelada en el extremo que mantiene
vigente la pensión de alimentos declarada judicialmente en el proceso signado
con el número dos mil – ciento treintinueve, y reformándola declara fenecida la
pensión de alimentos, tomando en cuenta que el A quo ha dejado vigente la
pensión de alimentos, sin tener en cuenta que con el divorcio cesa la obligación
alimentaria entre cónyuges, además que con la partida de nacimiento de fojas
catorce, se evidencia que la demandada ha hecho vida en común con el padre de
su hija, por tanto estaba en condiciones de mantener una nueva relación
sentimental y por ende velar por el sustento de su integridad y de su hija en unión
con el padre de ésta.

Sexto.- Que, en el primer extremo de la causal procesal (acápite a) la recurrente


sostiene que no se ha analizado debidamente la partida de matrimonio contraído
entre las partes, con los que acredita que contrajo nupcias a la edad de quince
años, estando embarazada siendo desposada por el actor para no ser denunciado
por violación y perder su trabajo como miembro de la Fuerza Aérea. Al respecto,
si bien resulta cierto que a la fecha que las partes contrajeron nupcias, esto es el
diecisiete de mayo de mil novecientos setenticuatro, efectivamente el actor
contaba con veintidós años y la demandada con quince, los motivos por los que
se casó no han sido señalados en la contestación, por tanto, carece de asidero
legal alguno que dicha situación sea invocada recién en sede casatoria, máxime si
acepta la separación de hecho desde muchos años, advirtiéndose que lo que
pretende es ser calificada como cónyuge perjudicada, invocado argumentos no
expuestos en forma oportuna, cuando las instancias de mérito determinan que tal
situación no ha sido acreditada en autos, por lo que, el primer extremo de la
causal denunciada debe ser desestimada.

Séptimo.- Que, en el segundo extremo de la causal procesal (acápite b) la


demandada alega que sólo se analiza la partida de nacimiento de su hija
extramatrimonial, pero no de los hijos extramatrimoniales del actor, habiendo
incluso nacido una de ellas con fecha anterior a la de su hija. Al respecto, al
margen de lo dicho por la impugnante, en relación a la falta de valoración de las
partidas de nacimiento de los hijos del actor, cabe indicar que las instancias de
mérito han establecido que la separación de hecho data del año mil novecientos
ochentinueve, y la mayor de las hijas del actor ha nacido el veintitrés de mayo de
mil novecientos noventiuno (así aparece del folio cinco del acompañado de
reducción de alimentos), esto es, con posterioridad a la separación de hecho
producida entre las partes, por ende, resulta irrelevante se analicen las aludidas
instrumentales, advirtiéndose que la demandada pretende nuevamente incidir
sobre un supuesto perjuicio, al sostener que el actor tuvo hijas con fecha anterior
a la que tuvo ella con su actual pareja, sin embargo, como se ha dicho, ello ha
sido desestimado por las instancias de mérito, habiendo señalado que carece de
objeto emitir pronunciamiento sobre la indemnización, extremo que aun cuando
es desfavorable a la hoy impugnante, no apeló de la sentencia del juez que así lo
declaró, con lo cual ha consentido dicha decisión, razón por la cual éste extremo
de la denuncia procesal también debe desestimarse.

Octavo.- Que, en cuanto a la alegada nulidad del fallo porque el actor sólo apeló
del extremo que mantuvo vigente la pensión de alimentos, y la Sala sólo debió
absolver la consulta y aprobar la pretensión principal de divorcio (acápite c), es
necesario precisar que por regla general, cuando se falta a alguna de las
formalidades establecidas se incurre en un vicio, mas éste no siempre acarrea una
nulidad, pues conforme al segundo párrafo del artículo IX del Título Preliminar
del Código Procesal Civil, las formalidades previstas son imperativas, sin
embargo, el juez adecuará su exigencia al logro de los fines del proceso; y es que
el principio de conservación del proceso, por el interés social que cumpla sus
fines y se restablezca la paz social, exige que sólo se declare esa nulidad cuando
se afecta el interés social, por causales expresamente señaladas (Principios de
legalidad y trascendencia) y siempre que no se den los principios de
convalidación, subsanación, integración, interés y oportunidad.

Noveno.- Que, efectivamente aparece que la demanda fue amparada en parte,


desestimándose el extremo que dispuso se mantenga la vigencia de los alimentos
por parte del actor a la demandada, que sólo fue impugnado por el demandante,
no habiendo la actora cuestionado la decisión respecto a la disolución del vínculo
matrimonial, ni tampoco del extremo que no fija una indemnización, lo que ha
sido efectivamente apreciado por la Sala en el segundo considerando de su
resolución, sin embargo, aun cuando luego se pronuncia sobre el divorcio, lo allí
señalado no agravia a la impugnante, toda vez, que se reconoce que la separación
está acreditada desde mil novecientos ochentinueve, máxime si la propia
demandada reconoce que la Sala debió aprobar la consulta sobre la pretensión
principal, que es precisamente lo que ha hecho el Ad quem, sin que ello pueda
importar la nulidad, en aplicación de los principios de economía y celeridad
procesal prevista en el artículo IV del Título Preliminar del Código Procesal
Civil, por tal razón, el agravio que se expone en el punto c) de la causal procesal
igualmente debe desestimarse.

Décimo.- Que, finalmente en cuanto a los demás agravios que se exponen en la


causal procesal (acápites d y e) sobre la alegada incongruencia del fallo por haber
confirmado en parte la sentencia del juez, entre otros, el extremo que declara
improcedente la pretensión acumulada sobre fenecimiento del derecho
alimentario, y por otro lado, revoca la misma sentencia, declarando fenecida la
pensión de alimentos, si bien de la lectura de la parte resolutiva, se advierte una
aparente contradicción, al momento de expedir la parte resolutiva, ello no es así,
toda vez, que la Sala Superior, yerra al reproducir la parte resolutiva de la
sentencia del juez que incluía el fenecimiento del derecho alimentario, sin
embargo, al ser objeto de apelación por la parte accionante, consideró que debía
revocarse por los argumentos allí expuestos, lo que no constituye una
incongruencia, sino un error al elaborar la parte resolutiva, a lo que cabe agregar
que tampoco el fallo contiene un pronunciamiento extra petita, toda vez, que si
bien el actor al demandar la pretensión acumulada en forma expresa invoca el
fenecimiento del derecho alimentario, la Sala se ha pronunciado precisamente
sobre ello, al concluir sobre el fenecimiento de la pensión de alimentos de la que
gozaba la recurrente, independiente de las motivaciones a la que alude para llegar
a dicha conclusión, con lo cual es evidente que no se afecta el debido proceso a
que se contrae la impugnante, razones por las cuales devienen en desestimables
lo expuesto en los acápites citados, correspondiendo efectuar el análisis sobre la
causal sustantiva.

Décimo Primero.- Que, existe interpretación errónea de una norma de derecho


material cuando concurren los siguientes supuestos:

a.- El Juez establece determinados hechos, a través de una valoración conjunta y


razonada de las pruebas aportadas al proceso

b.- Que estos hechos, así establecidos, guardan relación de identidad con los
supuestos fácticos de una norma jurídica determinada

c.- Que elegida esta norma como pertinente (sólo ella o en concurrencia con
otras) para resolver el caso concreto, la interpreta (y aplica)

d.- Que en la actividad hermenéutica, el Juzgador, utilizando los métodos de


interpretación, yerra al establecer el alcance y sentido de aquella norma, es decir,
incurre en error al establecer la verdadera voluntad objetiva de la norma, con lo
cual resuelve el conflicto de intereses de manera contraria a los valores y fines
del derecho y, particularmente, vulnerando el valor superior del ordenamiento
jurídico, como es el de la justicia.

Décimo Segundo.- Que, la impugnante denuncia la interpretación errónea del


artículo trescientos cincuenta del Código Civil, mediante el cual se ha dispuesto
el fenecimiento de la pensión de alimentos, alegando que no se ha diferenciado
correctamente el derecho alimentario de la obligación alimentaria. Al respecto
resulta necesario hacer algunas precisiones sobre el cese de la obligación
alimentaria dispuesto por la Sala de mérito en aplicación de los previsto en el
artículo trescientos cincuenta del Código Civil. En el presente caso, es de
advertirse que el demandante viene abonando a la demandada una pensión de
alimentos en virtud a un mandato judicial recaído en el proceso de alimentos
(Expediente número cuatrocientos cuarenticuatro – noventiocho) y de Reducción
de Alimentos (Expediente número ciento treintinueve – dos mil) seguido ante el
Juez de Paz Letrado de Pisco; en tal contexto, si bien a tenor de lo dispuesto en el
artículo trescientos cincuenta del Código Civil, es consecuencia del divorcio
respecto de los cónyuges – entre otros – el cese de la obligación alimenticia entre
marido y mujer, dicha norma debe ser entendida dentro de un contexto en el que
los cónyuges se hubieran prestado mutuamente, y sin coerción alguna, los citados
alimentos, circunstancia que no se presenta en este caso, pues fue la demandada
quien ha tenido que recurrir a la vía judicial para obtener un fallo que compele al
demandante a cumplir con prestarlos, los que incluso, a la fecha se han vista
reducidos, por el proceso de reducción de alimentos que el demandante le ha
seguido. En tal sentido existiendo una decisión judicial previa recaída en un
proceso de alimentos tramitado con anterioridad a la presente causa, la sentencia
de mérito no podía pronunciarse sobre el cese de una obligación que ya fue
determinada por otro órgano jurisdiccional.

Décimo Tercero.- Que, interpretar lo contrario implicaría contravenir


abiertamente la dispuesto en el inciso segundo del artículo ciento treintinueve de
la Carta Política, ya que se estaría ordenando el cese de la pensión de alimentos
dispuesta en un proceso judicial distinto al que nos ocupa, vulnerando de esta
manera la independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional, en
concordancia con el artículo cuarta de la Ley Orgánica del Poder Judicial, pues
es en dicho proceso, y no en éste, que el actor debe hacer valer las razones por las
cuales estima que ya no le corresponde seguir abonando los alimentos ordenados
por el Juez, proceso en el que, además, se deberá verificar si los presupuestos
para su otorgamiento subsisten; acorde con los presupuestos establecidos en el
artículo cuatrocientos ochentiuno del Código Civil; por lo que debe dejarse a
salvo el derecho del actor, para que lo haga valer en la vía que estime pertinente,
teniendo en cuenta que las decisiones emitidas en materia de alimentos no
constituyen cosa juzgada.

Décimo Cuarto.- Que, siendo así, configurándose la causal material denunciada,


el recurso de casación debe ampararse, y en atención a lo regulado en el inciso
primero del artículo trescientos noventiséis del Código Procesal Civil,
corresponde a este Supremo Tribunal resolver el conflicto de intereses, sin
devolver el proceso a la instancia inferior. Por tales fundamentos: declararon
FUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas ciento noventiséis por
Lilliam Silvana Girao Harvey; en consecuencia, CASARON la resolución
impugnada de fojas ciento ochentinueve, su fecha veinticuatro de octubre del año
dos mil siete, únicamente en el extremo que, revocando la sentencia apelada,
declara fenecida la pensión de alimentos otorgada a favor de la demandada; y,
actuando en sede de instancia, CONFIRMARON la sentencia apelada de fojas
ciento cincuenticinco, su fecha treintiuno de mayo del año dos mil siete, en
cuanto al extremo referido que dispone se mantenga la pensión de alimentos
otorgada a favor de la demandada; dejando a salvo el derecho para que el actor lo
haga valer en la vía pertinente; DISPUSIERON se publique la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos
por Oscar Martín Huertas Gonzáles contra Lilliam Silvana Girao Harvey, sobre
divorcio por separación de hecho; y los devolvieron; Vocal Ponente señor
Castañeda Serrano.

S.S.
TICONA POSTIGO
SOLÍS ESPINOZA
PALOMINO GARCÍA
CASTAÑEDA SERRANO
MIRANDA MOLINA.

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