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UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA

FACULTAD DE CIENCIAS
ESCUELA PROFESIONAL DE CIENCIAS BIOLÓGICAS

INFORME DE PRÁCTICA 03

TÍTULO:
Transpiración

ALUMNO:
Mogollón Villalta, Saory
Niño Mendoza, Lya
Núñez Rodríguez, Carlos Martín
Ruíz Polo, Archi Alejandro

DOCENTE:

Mcblgo. Jaime Fernández Ponce MSc.

CURSO:

Fisiología Vegetal

FECHA:

Martes 19, Junio del 2018.

PIURA – PERU.
I. INTRODUCCIÓN

La transpiración es un proceso físico, en el cual se produce la pérdida de agua en una


planta, en forma de vapor de agua (U.N.P.S.J.B).

Tal fenómeno puede tener lugar en cualquier parte del vegetal que esté expuesta al
aire, pero son las hojas los órganos que lo realizan con mayor intensidad (Lallana &
Lallana, 2003).

En general, las plantas pierden por transpiración grandes volúmenes de agua. Por
ejemplo, se ha determinado que ciertas variedades de maíz transpiran alrededor de
225 kg de agua para producir 1 kg de biomasa (materia seca). En principio, esta
aparentemente excesiva pérdida de agua ocurre porque el CO2, necesario para el
proceso de fotosíntesis, se encuentra muy diluido en la atmósfera (0.03% en volumen)
y los lugares por donde éste ingresa a la planta son los mismos por los cuales se
pierde el agua desde la hoja, los estomas (Brevedan et al, 1996).

A medida que el agua se evapora de las células del mesófilo en las hojas, su contenido
de agua disminuye. Cuando esto ocurre, el agua se mueve por osmósis hasta estas
células desde las células circundantes, lo que ocasiona que el nivel de agua del tejido
disminuya y entonces fluya agua por ósmosis desde las venas o nervaduras (xilema
y floema) hasta el mesófilo. A medida que el agua del xilema pasa por ósmosis hacia
el mesófilo, las propiedades de adhesión y cohesión de las moléculas del agua las
halan hacia arriba por el tubo. A este fenómeno se le conoce como fuerza de
transpiración. Junto con la presión de raíz, esta fuerza conduce el flujo de agua hacia
arriba, carga los minerales y otros nutrientes y alimento que las plantas necesitan para
sobrevivir (UBA).

La importancia de la transpiración radica en que permite el intercambio gaseoso, el


ascenso de la savia, el movimiento de elementos minerales y nutrientes y la disipación
de la energía radiante. Por ello en prácticas agrícolas medir la transpiración permite
determinar la velocidad con que los vegetales están perdiendo agua, el efecto de la
sequía sobre las diferentes especies, calcular las necesidades de riego, etc.
(U.N.P.S.J.B).

Cuando la planta lleva a cabo el proceso de fotosíntesis, esto ocurre sólo en un cierto
intervalo de temperatura. Si las hojas de las plantas se calientan por encima del límite
de este intervalo o se enfrían demasiado, el proceso de fotosíntesis se inhibirá. Así
pues, el proceso de transpiración en las plantas, hasta cierto punto, controla la
temperatura de las hojas (Ballesteros, Casimiro, Zavala, Tovar & Rodríguez, 2011).

Los objetivos de la práctica fueron medir la evaporación a través de orificios y


determinar la eficiencia estomática en la transpiración.
II. MATERIAL Y MÉTODOS

Materiales

-Vasos plásticos
-Hoja peciolada de Hibiscus rosa-sinensis “Cucarda”
-Hoja de papel cuadriculado
-Aceite
-Balanza electrónica de sensibilidad 0,01
-Regla
-Papel aluminio
-Agua destilada
-Cinta adhesiva
-Alfileres
-Plumón marcador

Procedimiento

Se evaluó la transpiración en 3 sistemas. El primero fue un vaso de plástico, al cual


se le agrega agua de peso conocido (Peso inicial), aquí se tomó como área de
transpiración la abertura del vaso. El siguiente sistema fue un vaso de plástico al cual
también se le agrego una cierta cantidad de agua de peso conocido, luego se le colocó
una “tapa” de papel aluminio con 100 agujeros hechos con alfileres. Se trató de
distribuir equitativamente los agujeros ene l papel aluminio; Se tomó como área de
transpiración, al área formada por la suma de los 100 agujeros. El último sistema se
conformó por un vaso plástico al cual se le agregó agua. Seguido se determinó el área
foliar de la hoja a utilizar, para esto se calcó el contorno de la hoja en un papel de
cuadriculas de área conocida, contando el total de cuadros que abarca la superficie
de la hoja. Se asumió que el 2% del área foliar representa el área estomática. Luego
de esto se introdujo el peciolo de la hoja al agua, y se sujetó la planta a la pared del
vaso utilizando cinta adhesiva. Luego se agregó una capa de aceite, lo suficiente para
que no queden espacios de agua que se pueda evaporar, así la única forma que el
agua salga del sistema sería a través de la hoja. Se pesó este último sistema (Peso
inicial).

Los tres sistemas se dejaron en los laboratorios debidamente rotulados, durante un


periodo de 48 horas, a una temperatura promedio 20,5 °C. Pasado el tiempo se volvió
a pesar los sistemas (Peso final) y se obtuvo la diferencia de pesos (Agua perdida por
evaporación o transpiración).

𝐀𝐠𝐮𝐚 𝐭𝐫𝐚𝐧𝐬𝐩𝐢𝐫𝐚𝐝𝐚 = 𝐏𝐞𝐬𝐨 𝐟𝐢𝐧𝐚𝐥 − 𝐏𝐞𝐬𝐨 𝐢𝐧𝐢𝐜𝐢𝐚𝐥


Por último se determinó la tasa de respiración expresándola como la masa de agua
transpirada en un área conocida por un tiempo determinado.

𝐠 𝐝𝐞 𝐚𝐠𝐮𝐚 𝐭𝐫𝐚𝐧𝐬𝐩𝐢𝐫𝐚𝐝𝐚
𝐓𝐫𝐚𝐧𝐬𝐩𝐢𝐫𝐚𝐜𝐢ó𝐧 =
𝐀𝐫𝐞𝐚 𝐱 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨

III. RESULTADOS

Cuadro 1. Tasa de transpiración expresada en gramos de agua perdida por


área por unidad de tiempo.

Sistema Peso inicial Peso final Área Transpiración


(g) (g) (cm²) (g/cm².h)
Vaso sin 85,39 79,69 33,18 0,0036
tapa
Vaso con 90,52 89,38 0,79 0,0300
tapa
Vaso con 100.44 99,22 1,24 0,0205
hoja de
cucarda

Cuadro 2. Porcentaje de agua transpirada en cada sistema.

Sistema Agua transpirada (g) % Agua transpirada


Vaso sin tapa 5,7 6,67
Vaso con tapa 1,14 1,26
Vaso con hoja de 1,22 1,215
cucarda

A pesar de que el sistema sin tapa, tiene una superficie evaporante y un porcentaje
de evaporación mayores, los otros dos sistemas que presenta una superficie
evaporante reducida y un porcentaje de evaporación menor, tienen una tasa mayor
de transpiración, es decir son más eficientes.
IV. DISCUSIÓN

La transpiración de una planta o una hoja puede variar de un momento a otro, debido
a efectos de los factores ambientales que modifican condiciones fisiológicas
intrínsecas del vegetal (pH, potencial agua, etc.). Estos factores pueden ser: radiación
solar, humedad relativa, temperatura, disponibilidad de agua en el suelo, viento
(Barceló, 1987).

De acuerdo con lo antes mencionado y basado en los resultados, el día martes en que
se realizó la práctica se registró una temperatura ambiental promedio de 20°C, igual
que al siguiente día, y el jueves que culminó el experimento, una temperatura de 24
°C en el día. Obteniéndose 5,7 g de agua evaporada (Vaso solo), 1,14 g de agua
evaporada (Vaso con tapa de aluminio) y 1,22 g de agua evaporada (Vaso con hoja
de cucarda) respectivamente, por lo que se evidencio que los factores ambientales
modifican las condiciones fisiológicas de las plantas (Barceló, 1987) y como resultado
de aquello se obtuvieron las anteriores cifras de agua evaporada.

Según información de la Universidad complutense de Madrid, las cifras de agua


evaporada en temperaturas ambientales altas (Superiores a 25 °C, entre 30 y 35°C)
la cantidad de agua que se pierde en vegetales suele ser mayor, dicha reacción se
debe a que la energía solar permite el movimiento (Transporte) de agua a lo largo del
cuerpo de una planta (UCM).

Además de acuerdo con Sutclife (1984), la transpiración presenta una periodicidad


diurna relacionada con las condiciones meteorológicas. En general es baja durante la
noche, aumenta con rapidez después del amanecer hasta un máximo al final de la
mañana o principios de la tarde y luego disminuye gradualmente hasta la noche. Por
lo tanto teniendo los registros de las temperaturas en que se tejaron los vasos al
ambiente en los días antes mencionados, al ser estas bajas y teniendo en cuenta que
la transpiración disminuye durante la noche, los resultados de agua evaporada que se
obtuvieron no fueron altos, en efecto el factor temperatura tiene que ver mucho con
las reacciones fisiológicas que se dan en una planta.

V. CONCLUSIONES

- Se aplicó el método gravimétrico para la determinación de transpiración.

-Se determinó la evaporación a través de orificios.

- Las mayores tasas de transpiración se presentaron en los sistemas con menor


superficie evaporante.
VI. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Ballesteros, G., Casimiro, A., Zavala, F., Tovar, H. & Rodríguez, L. (2011). Manual de
prácticas de fisiología vegetal. Garabato Editorial: México.

Barceló, C. (1987). Fisiología Vegetal. Ed. Pirámide.

Brevedan, R., Curvetto, N. & otros. (1996). Guía de Trabajos Prácticos de Fisiología
Vegetal. Departamento de Agronomía, Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca.

Lallana, V.H. y Lallana M. (2003). Manual de Prácticas de Fisiología Vegetal - Edición


digital.

Sanchez, M., Garcia, A. & Calvo, M. El ciclo del agua – Transpiración. Universidad
Complutense de Madrid.

Sutcliffe, J. (1984). Las plantas y el agua. Ed. Omega S.A. Cuadernos de Biología,
Barcelona.

UBA. Cátedra de Fisiología Vegetal. Facultad de Agronomía.

U.N.P.S.J.B. Facultad de Ciencias Naturales- Departamento de Biología general.

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