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TAN SZEMINSKI
Hebrew University of jerusalen
Muchas fuentes nos indican que los españoles eran considerados seres
malignos. Al iniciar su insurrección, el Inca José Gabriel Túpac Amaru (a quien
en adelante se le llamará Túpac Amaru) proclamó sus objetivos: "Acabar con todo
Europeo como principales autores de" todas las malas instituciones. Al mismo
tiempo declaró en quechua "Que era Uegado ya el tiempo en que debían sacudir
el pesado yugo que por tantos años sufrían de los Españoles, y se les gravaba
diariamente con nuevas pensiones y hostilidades: que sus arbitrios iban hasta
executar iguales castigos en todos los Corregidores del Reyno; exterminar a todos
¿POR QUE MATAR A LOS FSPmOlFS? 165
Las fuentes sugieren con frecuencia que los españoles tenían fama de herejes.
Muchos de los documentos atribuídos a Túpac Amaru acusan a los Corregidores
y europeos de no temer a Dios (CDIP 1971-75: 11: 2: 263), de rebelarse contra el rey
(ibid: 11:2: 272), de ser herejes (ibid: 11:2: 462), de ser: ... "apóstatas condenados al
infierno y traidores a su rey, no cristianos", por que sus acciones eran "perversas
imposiciones", mi~ntras que los actos delinca eran verdaderamente cristianos
(ibid: 11: 2: 461,463: Túpac Amaru y la Iglesia, 1983: 209; CDTA 1980-82:.3: 207,215,
218). .
En la Proclamación Real de Túpac Amaru, los reyes de España y sus
funcionarios era n acusados de usurpadores y criminales, y de no temer a Dios
(CDIP 1971-75: JI: 2: 578-79).
El Inca hablaba de europeos, de españoles de España. Sin embargo, no había
manera práctica de diferenciar entre éstos y los criollos, cuya identificación con
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los españoles hada presumir que también eran herejes, apóstatas, y rebeldes
contra la Corona. La audiencia del Inca, analfabeta y quechua-hablante, no
comprendía sus palabras del mismo modo. Uno de los escribanos del Inca relató
que en Guaro, éste ''empezó a predicar a los indios de aquel pueblo y a los que
llevaba~ que hasta·ahora no' había conocido a Dios, ni sabían quién era, que sólo
tenían por dioses a los ladrones de los corregidores y a los curas, y que el venia
a poner remedio en ello". Lo repitió en otras oportunidades también (CDTA 1980-
82:5:12~128) . .
Micaela Bastidas, la esposa del Inca, creía que los españoles eran traicioneros
y deseaba que fueran destruídos (ibid: 4: 9). Uno de los gobernadores del Inca
trataba muy mal a los españoles y a los mestizos: ... porque eran unos "traicione-
ros, dos caras, que estaban revelados contra el Inca ... y que así por traicioneros
mandaba el Inca que todos los·pasasen a cuchillo y acabasen" (ibid: 3: 629-30).
En Azángaro, Diego Cristóbal Túpac Amaro (a quien en adelante se llamará
Diego Cristóbal) sostenía que los funcionarios españoles eran criminales que no
cumplían las órdenes reales y: "estrangeros Leogardos corregidores y otros mu-
chos" que hadan que los· indios se volvieran herejes. También decía que eran
apóstatas, y no verdaderos cristianos, como lo eran sus propios seguidores (ibid:
2: 341-344).
Diego Cristóbal incluso dirigió una carta al Virrey de Lima~ en la que repetía
estar convencido de que los eapañoles eran criminales, ap6statas y rebeldes
contra la Corona de España (CDIP 1971-75: 11: 3: 127). El líder macha Tomás Katari
empleó un argumento muy parecido (ibid: II: 2: 244-59). Los seguidores de Julián
Apasa Túpac Ka tan (a quien en adelante se llamará Túpac Katari) acusaron a los
españoles de haber matado a los tributarios del Rey sin la autorización de éste
(Valle de Siles 1980: 103), lo cual equivalía a rebelarse contra la Corona. En
Copacabana, los insurgentes no permitieron que se enterrara los cuerpos de los
españoles, "atento a que eran todos los Españoles unos Excomulgados, y también
unos demoños" (CDIP, 1971-75:2:2: 804)".
Si por lo menos algunos de los rebeldes pensaban que los españoles eran
demonios, entonces no pueden haber sido aceptados como cristianos y seres
humanos. Un testigo anónimo de la muerte del Inca en Waqay Pata recordaba
que, a ojos de los indios, los españoles que mataban al Inca eran "inhumanos é
impíos" (CDIP 1971-75: 11: 2: 776). En La Paz, los insurgentes llamaban a los
españoles 'demonios' (lbid: 11:3: 82), mientras que en todas las regiones de habla
aymara se les llamaba 'perros', 'bestias', y 'demonios', o 'excomulgados y demo-
nios' (ibid: II: 2: 804-14).
Estas referencias nos permiten comprender otros ejemplos. Micaela Bastidas
se refería a los españoles con horror (ibid: II: 2: 736). Túpac Katari prohibió todas
las costumbres españolas y ordenó matar a todos los españoles y a todo aquél que
vistiera a la usanza hispana (ibid: Il: 2: 802-803). Recibía las cabezas de los
españoles muertos y·les perforaba los ojos (ibid: II: 2:811 ). En Tupiza,los rebeldes
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e•) Nolil del editor. La investigación d e Szemilíski sobre el 'degollador' se basa en trabajos de
campo contemporáneos en Ay~cucho. Sin embargo, adquiere una mayor credibilidad gracias a
evidencias históricas de la misma región . Ya en el siglo XVI, los Indios de la región expresaron el
temor de·que lós espalloles quisieran utilizar la grasa de sus cuerpos con fines medicinales (Cristóbal
de Moüna, Rel11cidn dt 1115 fábwlllS y ritos dt les lnCIIS, tal como aparece en lAs cróniazs de les Molíruas,
Francisco A. Loayza, ed. en Lima en 1943, p. 79). Y en 1780, los indios de los distritos de Huancavcllca
en la región de Ayacucho se rebelaron contra las patrullas de soldados porque, según dcclan, éstos
iban a degollar! os (Relllcionts de los mtyts y IIWditrtcillS qiiL hlln gobtrnlldo ti Ptní, 3 vols., Madrid, 1867-
tsn, 3: sn.
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262). El Inca viajó a Urna para obtener el reconocimiento oficial de sus orígenes
incas, y al mismo tiempo presentó en Lima varios documentos destinados a
obtener la exoneración de la mita para los pueblos de Canas.
Los casos de Túpac Amaro y Tomás Katari se rigen por pautas casi idénticas.
Ambos viajaron, uno a Lima y el otro a Buenos Aires, a fin de obtener algunos
privilegios especiales para sus pueblos. Ambos retomaron y fueron respetados
por detener supuestos poderes extraordinarios. Ambos lucharon contra el régi-
men español y dijeron haber recibido Reales Cedulas para hacerlo.Su poder era
transmitido a sus seguidores y colaboradores. Ambos términos, Katari -en
aymara- y Amaro -en quechua- significan 'serpiente'. La serpiente pertenece a
la familia del trueno, que simboliza cambios y es uno de los ancestros de los Incas
como habitantes (d. Hocquenghem 1983; Szemiñski 1984: 83-200).
Podemos resumir la vida de ambos de la siguiente manera:
Distribuidor de la Piedad Divina por Erario sin Par." Este documento fue
analizado por el experto Luis Durand Aorez (1974:141 -147, 173-176), quien de-
~.ostró que no se trataba de una falsificación española. Túpac Amaru habría sido,
por la gracia de Dios, Inca Rey de todos los dominios de España en América del
Sur. También ostentaba el título de Duque de la Superlativa, siendo ésta un ser de
sexo femenino, de Señor de los Cesares y Amazonas con dominios en el gran
Paititi, de Comisario y Distribuidor de la Piedad Divina como un tesoro sin igual.
Todos los reyes cristianos lo son por la gracia de Dios. Sin embargo, este rey
también era Inca por la gracia d e Dios, y el dios por cuya gracia los Incas eran reyes
era el sol, su padre. Todos los reyes son distribuidores de la piedad divina, pero
esta función normalmente está implícita en el propio título de rey. El ser
Comisario Distribuidor de la Piedad Divina implica una relación más directa con
Dios, pero ¿de cuál dios estamos hablando?
Mis investigaciones sobre la imagen de la religión incaica, tal como la presen-
tan los famosos cronistas de los primeros años de la Colonia -don Felipe Guamán
Poma de Ayala, don Juan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua y
Cristóbal de Molina- y la comparación de estos datos con los que obtuve en el
Ayacucho del siglo XX, me dieron la certeza de que en la base del panteón del
Tawantinsuyu existía un dios creador. Según el contexto, su componente mascu-
lino llevaba el nombre de Wiraquchan, Pacha Karnaq, In ti, etc., mientras que el
componente femenino generalmente se llamaba Pacha Mama, la madre del
tiempo y del espacio o la señora del mundo. Hoy en día se le identifica con la
Virgen en diversos contextos (d. Mariscotti 1978; Ansión y Szcmiñski 1982;
Szemiñski 1983). Esa Superlativa femenina que aparece en el título completo d e
Túpac Amaru, ¿será la Pacha Mama?
En un momento dado Túpac Amaru declaró que los gritos de los peruanos
llegaban ~1 cielo, por lo cual él, el Inca, había dado numerosas y variadas órdenes
que restaurarían la salud social y la moral.
En muchos otros documentos el Inca repitió que había actuado con la gracia
de Dios y en contra de aquellos que se rebelaban contra Dios (CDIP 1971-75: ll:
2:321;TúpacArnaruyla Iglesia 1983:210,215; COTA 1980-82: 1:328-330). A veces
insistía en que Dios lo obligaba a actuar. Después de haber descrito las causas
económicas y sociales de la insurrección, el Inca escribió: "Todo lo que me ha
precisado a repararlo que es de mi obligación, pues ya que Dios N u estro Señor me
ha dado sin atender a mis graves culpas, quiero hacer algun merito ... expeliendo
solo a los Corregidores y a todos los Chapetones que quieren ir contra mis sanas
ordenes" (CDIP 1971-75: 11:2: 463).
Argüía que, gracias a su intervención, el pueblo podría conocer al: "verdade-
ro Dios" (ibid: 1:2: 397) cosa que no pudieron hacer durante la era de dominación
española. El, quien por gracia de Dios descendía de los reyes Incas, acusaba al
gobierno del Perú de haber introducido costumbres malsanas, y al clero del Perú
de haber olvidado al verdadero Dios del cielo y de la tierra. Comparaba a los
indios con los israelitas en Egipto, y se veía a sí mismo como un David o un
Moisés. A consecuencia de sus acciones, los fieles conocerían al Todopoderoso y
creerían en El. El camino del Inca era el camino de la verdad (CDTA 1980-82: 2:
206, 218, 327; 3: 113).
Diego Cristóbal también actuaba con la gracia de Dios. Era un noble Inca por
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la gracia divina, y por servir al Altísimo y al rey de E.s paña acusaba a los españoles
de ineficiencia en el proceso de cristianización de las Indias (Cornejo B. 1963: 426-
431). Ordenó a los cristianos que adoraran a Dios y a su Santísima Madre, ya que
por el favor divino había llegado el fin de la esclavitud de los indios en manos de
los Corregidores. Diego Cristobal informó al obispo d el Cusco que los reyes de
España tenían la obligación de cristianizar a los indios, pero que también perde-
rían tal vez el reino de las Indias porque aHí los Corregidores no ejecutaban la
voluntad d e Dios (CDT A 198()..82: 2: 354). Esta misma convicción d e que el Inca
y sus seguidores habían recibido de Dios una misión figura en muchos otros do-
cumentos.
¿Cuál era el sistema de referencias conceptuales en el que los rebeldes
invocaban la noción de Dios? ¿Era un sistema católico, andino, o tal vez ambos?
Los rebeldes afirmaban repetidamente ~r católicos y cristianos. ¿Pero qué
significaba ser cristiano para un indio peruano del siglo XVIII? Hoy en día, todo
peruano católico sabe que existen ceremonias y ritos d e los que el sacerdote no
debería enterarse. Podría descubrirse la diferencia en las referencias conceptuales
a través de las descripciones de este tipo, pero son tan poco claras que es difícil
comprender a quién dirige el rito. También cabría la posibilidad de d emostrar la
existencia de sacerdotes no cristianos, pero soy incapaz de distinguir entre los
sustitutos nativos de los sacerdotes católicos españoles y los sacerdotes andinos
no católicos. La última opción consistiría en demostrar que los conceptos cristia-
nos servían para encubrir y legalizadas imágenes andinas. Las referencias a Dios
y a la Virgen podrían servir para evidenciar una relación de este tipo, pero
también podrían ser totalmente católicos. Como no tenemos a disposición ningún
modelo histórico detallado d e la religión andina, la única posibilidad que nos
queda es la de demostrar la presencia d e creencias no cristianas entre los rebeldes.
En Livitica, el25 d e noviembre d e 1780, Túpac Amaru dijo a los pobladores
que perdonaba a todos aquéllos que lo habían combatido con las armas, porque
a partir d e ese momento comenzaría un nuevo régimen. Los indios "le saludaron
con estas palabras: Tu eres nuestro dios y señor y te pedimos no hayan sacerdotes
que nos importunen; a estos les respondió el indio no podía ser así, porque quien
nos absuelve en el artículo d e la muerte" (ibid: 3: 76-77).
A partir de esto podría interpretarse que en el siglo XVIII la religión andina
había incorporado al clero y a las creencias católicas con referencia especial a la
muerte. También resulta ob vio que el pueblo de Livitica no sentía la necesidad de
contar con la presencia de un sacerdote católico en la vida diaria. Según el Corre-
gidor de Puno, antes de una batalla "Adelantóse a responder por todos los otros
un Yndio con baston en la mano y ... dixo resueltemente que no havian menester
aquel Yndulto, ni reconocían por Soberano al Rey de España; sino a su Ynca Tupac
Amaru: añadiendo lisonjeras amenazas d e que acabarían con toda nuestra tropa,
libertando solamente a este Eclesiastico, para tomarlo d e Capellan". Después de
la batalla (CDIP 1971-75: 11: 2: 407-412), el capellán al que intentaban conservar
con vida trató de confesar y absolver a los rebeldes m oribundos. Sin e mbargo
éstos morían" sin tomar entre los labios el dulce Nombre del Señor" (ibídem).
Si era así, ¿entonces para qué necesitaban un capellán? El obispo del Cusco
d escubrió la manera en que los Incas celebraban el Corpus Christi en esta ciudad.
Tomaban parte en la procesión, portando escudos con la imagen del sol o del rey
174 SlEMIÑSI<I
Los argumentos de Quispe Tupa Ynca sugieren que en el año 1776 existían
en el Cusco varios otros significados de la palabra Wiraqucha aparte de los
más obvios. Estos significados podrían haberse derivado de los que existían
en el sig1o XVI, cuando Wiraqucha podía referirse a cualquiera de los siguientes
conceptos: Wiraqucha o la representación más importante de Dios; Wiraqucha
Runa o los ancestros o primeros seres humanos, considerados divinos; Wiraqu-
cha Inca, fundador de uno de los linajes cusqucños; Wiraqucha como término
usado para cualquier español u hombre blanco; Wiraqucha Qhapaq o rey de
los Wiraquchas, es decir, el rey de España. También era posible encontrar otras
acepciones, como la de cacique o fundador de algún linaje. Wiraqucha fue el
creador del mundo y de los ancestros de todos los grupos étnicos, a quienes
envió a sus 'paqarinas' o lugares de origen. Luego los habría traído de las
paqarinas para poblar la tierra, el Kay Pacha.
En el siglo XVIII, existían al menos dos significados diferentes de la palabra
"español, tal como figura en los textos: el español malo, que vivía en el Perú y
debería morir con el retomo del Inca; y el español bueno, en particular el
bondadoso rey de la España de ultramar, jefe de todos los españoles. En quechua,
tanto en el siglo XVIII como hoy en día, la palabra para español u hombre blanco
es Wiraqucha. En buen quechua, Wiraqucha Qhapaq significa rey de España,
pero¿a qué alude este término en realidad?¿ Cuál era su sentido en el siglo XVIII?
Wiraqucha Qhapaq, el rey de los Wiraquchas, el más poderoso de todos ellos y
jefe de los ancestros, debe haber tenido en el siglo XVIII, los siguientes significa-
dos: (1) el dios creador, que creó el mundo y los antepasados, y (2) el rey de la
España de ultramar, que no forma parte del Kay Pacha, pero está presente en él
a través de sus representantes. El Kay Pacha corresponde aproximadamente al
mundo habitado por seres humanos (es decir, indios), de modo que tanto el dios
creador como el rey español residen en reinos que se hallan más allá del Kay
Pacha. Los españoles Wiraqucha eran seres que no pertenecían del todo a este
P\Undo, porque su mundo se hallaba al otro lado del océano y no aquí. Aquí, en
el Tawantinsuyu, estaban fuera de su lugar.
Las fuentes que hablan sobre la rebelión casi no mencionan la palabra
Wiraqucha. Sólo la encontré en el título de un cacique, a quien la fuente llama
mestizo y español, pero al mismo tiempo también menciona que era miembro de
un ayllu (ibid: 4: 487, 493- 495). Cabe preguntarse si esta referencia a Wiraqucha
significaba que el cacique era español, o si indicaba que era descendiente legítimo
de los fundadores de un linaje de los kurakas.
Quispe Tupa Inca señaló que el primer lugar donde aparecería el Inca sería
la Capilla del Señor de los Temblores. Este Cristo de los Temblores es una imagen
cusqueña del Señor de los Milagros, también llamado Señor de Pachacamilla
(pequeño Pachacámac). Varios estudiosos han llamado la atención sobre el hecho
de que el Señor de los Milagros ocupa hoy en día exactamente el mismo lugar,
en el espacio social y geográfico, que el antiguo Pacha Kamaq andino. Basándome
en las crónicas de Guamán Poma, traté de demostrar que Pacha Kamaq es una de
las representaciones del dios creador andino (Szemiñskí 1983). Pacha Kamaq (el
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Alma del Tiempo y del Espacio) se asocia con el oeste, hacia donde van el sol y la
noche, con el Ukhu Pacha o Hurin Pacha, el mundo subterráneo y profundo, y con
Pacha Mama, la madre tierra. Es el causante de lo_? terremotos, de todos los
cataclismos y de todo cambio, en especial de los cambios irregulares. Cualquier
acontecimiento importante recibía el nombre de Pacha Ku ti, es decir, cataclismo
o revolución del tiempo y del espacio. Los pequeños Pacha Kutis señalaban los.
períodos en la existencia de un individuo o de una familia. Los grandes dividían
el Pacha, la continuidad del tiempo y del espacio, en épocas o sectores. En el mito
contemporáneo de lnkarrí se dice que el Inca regresará con un cataclismo que
exterminará a los españoles. La Capilla del Señor de los Temblores es, en
realidad, el lugar adecuado para el retorno del Inca. El razonamiento de Quispe
Tupa Ynca indica que el dios que otorgó a Túpac Amaru, Túpac Katari, Tomás
Ka tari y a los demás rebeldes la obligación de actuar, tenía todas las característi-
cas de Wiraqucha o Pacha Kamaq. Esto implica que el Dios cristiano del siglo
XVIII, en particular Dios padre, era concebido como una versión española y
oficial del dios creador andino. Esta identificación explica también cuáles eran
las virtudes de un buen cristiano. Todo indio que observaba los ritos de su
comunidad (común) y cumpliera con las obligaciones que le impusieran la
tradición y la comunidad tal como le fueran enseñadas por sus padres, podía
considerarse un verdadero cristiano. Si éste fuera el caso, no habría ningún
español que fuera un buen cristiano, y todos ellos serían herejes.
Según el obispo del Cusco, todos los indios deseaban el retomo de la edad de
oro de los Incas. El obispo insistía en que las profecías sobre el regreso del Inca
circulaban a través de libros impresos, sobre todo como consecuencia d.e la
popularidad alcanzada por los Comentarios Reales de Garcilaso de la Vega
(ibid:2: 633-637). Es posible que los textos escritos tuvieran influencia sobre los
miembros más ricos y mejor educados de la nobleza india. Sin embargo, en 1780,
la mitad de los 24 electores era incapaz de firmar documentos. Los 24 electores
pertenecían a· las familias incaicas más nobles y acaudaladas. Por lo tanto, los
libros resultaban insuficientes para propagar una creencia general. La fe en el
retomo del Inca se basaba en imágenes andinas generales de la historia, y se
transmitía en forma oral. la presencia de los santos católicos peruanos podría
indicar que la identificación de los personajes del panteón inca con los del
panteón católico alcanzó niveles más profundos. También es posible que algunos
curas católicos hayan participado en conspiraciones regionales previas al levan-
tamiento.
Túpac Amaru conocía esta profecía. Un ex-prisionero de Tungasuca, declaró
que el Inca "solía decir que havia llegado el tiempo de la profecia de Santa Rosa
de Lima, en que había de bolber el rcyno a poder de sus antiguos poseedores y que
en este concepto hiba a exterminar y dar fin con todos los europeos que existían
en él" (ibid: 2: 380).
Hubo una ocasión en que incluso expresó su sorpresa por el hecho de que
el obispo del Cusco no conociera la profecía (ibídem).
Esta misma profecía sobre el retorno del reino a manos de sus legítimos
dueños fue escuchada en varias ocasiones por el Padre de la Borda, en presencia
¿POR QUE MATAR A LOS FSPAÑOLES? 179
de Túpac Katari (CDIP 1971-75: Il: 2: 81ü-816). En este caso, sin embargo, no se
hacía mención de ningún santo. Parecería que el comienzo de los nuevos tiempos
se hallaba ligado a una purificación moral. El15 de noviembre de 1780, un testigo
de los inicios de la rebelión declaró que había visto como un Parupuquio: ''Todos
los indiosdearmamento, traían por armashondasysables, y sedaban el para bien
abrazándose unos a otros diciendo que ya se les habían acabado sus trabajo y
padecimientos" (CDT A 198ü-82: 3: 85).
Sacerdotes y Dioses
Virgen del Rosario, Santo Domingo y Santa Rosa de Lima (CDT A 1980-82: 2: 420).
Diego Cristóbal ordenó que "todos los christianos se dediquen al culto divino
adorando a Dios y a su Madre Santísima" (ibid: 2: 348).
Estos ejemplos indican la presencia de la Pacha Mama, cuya representación
oficial es, en la actualidad, la propia Virgen.
La orden de Túpac Katari de orgarúzar las asambleas en la cima de las
montañas(CDIP 19071-75:11: 2:802-804) correspondía a la realidad. En las cerca-
nías de Paucartambo, los rebeldes solían reunirse para discutir en la cima de un
cerro llamado Apu (ibid: 11: 1: 144). Apu -que en quechua sigrúfica 'señor'- es el
título que llevan hoy en día todas las grandes montañas que son consideradas las
protectoras de una comunidad o región. Como su culto se halla aún generalizado,
no es necesario demostrar su existencia en el siglo XVIH. El propio levantamiento
implicaba una preferencia por la protección de los cerros como guardianes de la
vida social y biológica, en vez de las iglesias y de las aldeas coloniales establecidas
en el siglo XVI. Las asociaciones actuales entre las grandes montañas y las
imágenes de Cristo nos permiten explicar el motivo de la devoción de Túpac
Amaru al Señor de Tungasuca, su lugar de nacimiento (CDT A 1980-82: 3: 557,
288). Hidalgo L. (1983) señaló que también existía en la rebelión otro elemento del
panteón tradicional andino: los ancestros. Según su criterio, la frecuencia con que
se mencionan los cementerios como lugares para asambleas y proclamaciones, es
señal del culto a los ancestros.
El Inca
Se dice que Túpac I<atari habría convencido a sus seguidores de que el rey
Thupa Amaru los·resucitaría al quinto día de su muerte en batalla. La resurrec-
ción a l quinto día corresponde a una antigua tradición andina (CDIP 1971-75:11:
3: 81 ). Túpac I<atari negaría luego sus promesas de resurrección (ibid: ll: 3: 180),
pero este desmentido tuvo lugar durante su propia confesión legal. Después de
todo, el mismo decía ser la reencarnación de Tomás Katari (Valle de Siles 1983: 48).
Según los mitos de Huarochirí, la resurrección al quinto día ocurrió durante
los tiempos de la primera y más antigua humanidad, denominada hoy en día
como 'los gentiles' o machu. Guamán Poma los llamaba Wari Wiraqucha Runa
o Wari Runa (d. Szemiriski 1984: 97-137). Esta tradición andina de resurrección
podría indicar que también cabía la esperanza del retomo d e los ancestros. Esto
confirmaría la interpretación de Hidalgo Lehuede sobre las asambleas y procla-
maciones en los cementerios. Asimismo denotaría que la llegada del Inca a la
creación de la primera generación de indios, los Wari Wiraqucha Runa. ¿Sería
posible que todos los seguidores del Inca se convirtieran en nuevos Wari
Wiraqucha Runa, en fundadores de nuevos linajes en un mundo nuevo? Túpac
Amaru era el nuevo fundador del ayllu real. Se le asociaba con el Gran Paititi,
lugar en que se dice que aún hoy reinan los Incas. Paititi está al este, de donde
viene el sol y de donde debiera surgir todo lo nuevo (cf. ibid: 185-186).
Era mi intención delinear más claramente la imagen del Inca entre los
rebeldes, pero no logro añadir nada significativo a lo que ya escribí en el año 1978.
He hallado tres casos en los que el Inca era llamado Dios, pero sólo uno de ellos
parece verosímil, y ya lo he citado anteriormente (CDT A 1980-82: 3: 76). Según el
padre M. de la Borda, los indios ejecutaban las órdenes de Túpac Katari como si
éste fuera realmente una d eidad (CDIP 1971-75: II: 2: 810). Diversas fuentes
indican que ellnca era considerado inmortal, o que al menos era visto como una
persona que no debía y no podía morir. Felipe Velasco Thupa Yupanqui, Diego
Cristóbal y muchos otros líderes rebeldes sostenían que el Inca no había muerto
en Waqay Pata: uno decía que estaba en Lima, otros afirmaba n que se había ido
al Gran Paititi. Su muerte fue descrita como la desaparición de un ser que traería
orden al universo (Szemiriski 1984: 181-182). En una chichería de Acomayo, un
indio, "poniendose muy triste y compungido, haciendo mucho dolo dijo que al
inca Thupa Amaru le quitaban la vida el día martes ... que su Majestad mandó lo
llevasen vivo y que no quería le quitasen la vida y el Señor Visitador, fingiendo
por d isculparse, ha dicho que lo entregaron muerto y que sólo la cabeza la
despachaba a su Majestad" (COTA 1980-82:4: 347-348).
Merece la pena señalar que la muerte de Túpac Amaru (es decir, el Inca) era
interpretada como una prueba de que los españoles se habían rebelado contra el
rey de España.
No es necesario repetir todos los títulos que los seguidores otorgaron alinea:
Bienhechor de los Pobres, Padre, Majestad, Rey, etc. Los pobladores de las
provincias a veces recibían de rodillas a sus representantes. Hubo el caso de un
sacerdote católico que ponía los Evangelios sobre las cabezas de los líderes
rebeldes antes de cada acción (CDIP 1971-75: Il: 2:651). El Inca solía ser llamado
Libertador y Redentor(Lewin 1957:340). Segúnel obispo del Cusco,el Inca ostenta-
ba los títulos de: "Libertador del reino, Restaurador de privilegio~ y padre
¿POR QUE MATAR A LOS ESPAÑOLES? 183
comun de los que gemían bajo el yugo de los repartimientos", mientras que el
pueblo lo llamaba Redentor (CDIP 1971-75:11:3: 332).
También se le creía invencible (COTA 1980-82: 5: 37). El mismo dijo que
nombraría a los líderes que conducirían al pueblo por el camino de la verdad
(ibid: 3: 113). Los indios veían en él al representante de su pueblo, así como
del Perú, de la tierra y de la genté (Szcmit1ski 1984: 138-139, 178-190). Asimismo
representaba a los valores morales tradicionales, cosa que debiera ser analizada
por separado.
Conclusiones
Los rebeldes poseían una imagen de la historia, cuyas tres últimas épocas
serían: el mundo antes de los españoles, el mundo de los españoles y el mundo
después del retorno delinca. He intentado ofrecer un esquema de estas épocas
(cuadros A, By C>.
El mundo creado por Dios Padre y por la Santísima Madre tiene, básicamen-
te, una estructura tripartita, compuesta por el cielo,la tierra y el mundo subterrá-
neo, cuyos nombres en quechua son Hanaq Pacha, Ka y Pacha y Hurin Pacha res-
pectivamente. En cada pacha existe una jerarquía de seres que son representado-
. nes locales de Dios: el sol, el Inca y Jesús (Pacha Kamaq). Cada ser masculino tiene
una contraparte femenina. Ya que las fuentes sobre la rebelión no contienen
ninguna información concreta sobre la imagen de estas jerarquías, he utilizado la
versión más simple, que se basa por igual en las crónicas del siglo XVI y los mitos
contemporáneos. La jerarquía del ciclo, que no ha cambiado, me ayudó a hallar
el orden de las entidades en las demás jerarquías (por ejemplo Venus, en su
calidad de representación del trueno, también sirve par~ señalar el lugar de
Santiago Apóstol). No estoy seguro si los Wiraquchakuna debieran aparecer dos
veces en el mundo subterráneo, una vez como españoles y otra vez como ances-
tros de todos los humanos. En este mundo, su presencia se lími ta a la de
fundadores de linajes, identificados con los kurakakuna o caciques, sus herede-
ros.
El cuadro A explica por qué era inevitable la conquista. En este mundo,
los Willaqkuna o sacerdotes andinos no sabían cómo rczarle y respetar a Jesús.
Naturalmente doy por sentado que entre 1770 y 1780, Jesús y Pacha Kamaq se
hallaban totalmente identificados, cosa que podría no ser cierta por completo. El
Inca y los Runas eran culpables de descuidar y olvidar a Jesús (Pacha Kamaq) y
a toda la jerarquía del mundo inferior. Esto constituía una ofensa a Dios Padre,
quiendecidiócastigar al Inca y a los Runas pormediodeuncataclismo, y les envió
a los españoles. Estos tenían el deber de castigar al Inca y a los Runas, y de
enseñarles a respetar a Jesús y a la jerarquía del mundo inferior, estableciendo así
una relación correcta entre ambos mundos (cuadro B).
Los españoles, enviados por Dios o, en este caso por Jesús Pacha Kamaq,
vinieron y conquistaron este mundo. Introdujeron la manera correcta de respetar
a Jesús y a la jerarquía del mundo inferior. Castigaron al Inca y a los Runas.
También mataron al Inca, y abolieron la jerarquía que gobernaba este mundo,
para luego comenzar a administrarlo a su manera. Mataron a los indios para su
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retorno del Inca fue posible porque Jesús lo pennitió. La guerra entre el Inca y sus
enemigos era una guerra entre cristianos que se acusaban unos a otros de herejía
y rebelión. Naturalmente queda aún por investigar el peso real de las creencias
y de-los dogmas católicos en la religión andina del siglo xvm. Sin duda se trataba
de creencias católicas, ¿pero hasta qué punto resultaban importantes? ¿Será que
los elementos cristianos constituían simplemente una serie de cultos especializa-
dos que se relacionaban con el mundo subterráneo? ¿O tal vez habrán estado
presentes también en otros aspectos de la religión andina? ·
(a): No tengo una idea cbra sobre si Wiraqucha Qhapaq, rey de España, correspondía a Dloa
Padre o a Jesll&-Pacha Kamaq. Tal vez era sólo un rey de ancestros humanos en el anmdo Inferior.
He preferido omitirlo del diagrama. Los seres femeninos, ccntrapartes de cada ser masculino, sólo
aparecen cuando resulta necesario. Hay estrellas, santoe y montañas femeninas. La rompoeidón de
la familia lllapa (CltaJka, Santiago, Amaru, etc.) es poco ccnodda.
(b): El Pacha tiene otras secciones, y también es factible subdividirla más. Supongo que Uma,
Buenos Aires, Paititi y Africa, 111 igual que ESpaña, forman parte del Hurin Pacha al que también
pertenecen la noche y los muerto8.
(e): Hay rezos del siglo XVI, que mencionan a Runa Kamaq, o alma del hombre, garante del
orden en la sociedad humana. Lo he identificado oon el Inca, debido a la oposición entre éste y Pacha
I<amaq-Jesús.
(d): Cada ser del Kay Pacha tiene un prototipo en el cielo, que posiblemente se identifica can una
estrella o una oonsteladón.
186 S2F.Ml!ÍISKI
Nota: El subrayado indica a los miembros de la jerarqufa del Kay Pacha que existen pero han
perdido su lugar allí. Los signos de intenogaci6n sei'\alan a los representantes dell<ay Pacha que
probablemente han sido transferidos al Hurin Pacha.