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Escritura e informática

Por: Yasmina Mendieta Grenald

La formación académica es la adecuada


interacción entre la teoría y la práctica. En el
ambiente de aprendizaje acontecen, ya sea
el desconocimiento o la lenta incorporación
de las tecnologías de la información. Sumado
a lo dicho, tenemos que se presentan
deficiencias en torno a la escritura desde las
diferentes áreas del conocimiento. Ahora
bien, la formación integral implica obtener
otra mirada en torno a los procesos educativos, ya que permiten al ser humano
desarrollar su propio pensamiento, organizar las ideas y producir conocimientos.

Enseñar las particularidades discursivas de cada saber siempre ha sido


fundamental, pero ahora se necesita de un modelo educativo que integre las TIC,
con la orientación del docente, para entrenar habilidades para el futuro. Por lo
tanto, la transformación de los espacios, tiempos y saberes requieren de la
integración de áreas, ciclos y campos de pensamiento, para lo cual se hace
necesario implementar un modelo educativo que integre aspectos pedagógicos,
técnicos y comunicativos de acuerdo a las necesidades del contexto escolar de
nuestros estudiantes.

El debate sobre la influencia de las TIC es valioso, porque nos ayuda a establecer
quiénes somos, qué estamos tratando de hacer, qué conocemos. El trabajo
docente tradicional organizado, basado en un enfoque centrado en las formas
tradicionales de escribir para que los alumnos se desempeñen en una actividad
discursiva (respuestas cortas al momento de ser evaluados, mini escrituras,
desarrollar un proyecto de escritura en un taller o
ensayos) no requieren que los estudiantes usen los
nuevos conocimientos de la era digital como medio
de expresión escrita en la clase, porque son trabajos
en una sola vía: la textual. La superada máquina de
escribir no facilitaba las (auto)correcciones o
ampliaciones antes de llegar a la versión final.

Si bien es cierto que alrededor de las nuevas tecnologías no todo son ventajas y sí
se presentan algunos inconvenientes importantes, como la limitación de que la
escritura manuscrita se convierte aceleradamente en escritura tecleada
manualmente o con el uso de pantalla táctil. En cuanto a los hábitos de escritura,
es evidente la marginación de formas más tradicionales, frente al uso de soportes
y canales informáticos.

Percibo que en la Sociedad del Conocimiento o de la información nuestro aporte


como educadores está ligado a la creación y prueba reflexiva de ambientes que
hagan el mejor uso pedagógico de los medios tecnológicos. En todo caso, es
preciso tener en cuenta que la escritura electrónica rebasa los límites de la
comunidad de habla, al tener enlaces a fuentes como los diccionarios electrónicos,
personas, comunidades virtuales, etc.; un cambio histórico y tan revolucionario
como lo fue la invención de la imprenta en el siglo XV. Esto tiene implicaciones
muy evidentes en las producciones de los estudiantes: apenas piensan en el texto
antes de ponerse a escribir; están más pendientes de la forma que de lo que
quieren expresar; y tampoco suelen revisar su texto antes de entregarlo, porque
para eso ya están las correcciones de los profesores.
En su momento los educadores logramos aprender cómo
Benjamín Bloom desarrolló la taxonomía que categoriza y
ordena habilidades de pensamiento. Esta taxonomía sigue
el proceso del pensamiento para orientar las experiencias
de aprendizaje. A medida que los niveles progresan,
partiendo de conocimiento, comprensión, análisis,
aplicación, síntesis y llegando a evaluación puede
considerarse que el proceso va de lo básico a lo complejo,
mediante niveles que se incrementan no solo en el desarrollo intelectual, sino
también en la utilidad. Es conveniente desaprender la aplicación de la taxonomía
de Bloom centrados solo en aspectos parciales del lenguaje escrito y reaprender la
taxonomía cognitiva de Bloom adicionándole la implementación de las TIC
(Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) según la categoría de las
habilidades del pensamiento, encaminadas a la comprensión y producción de
textos escritos.
Primer nivel: conocimiento
Verbos para las actividades y otros procesos: identifica,
define, nombra, relata,reconoce, organiza....

Con el proceso del pensamiento en el nivel de conocimiento,


se recuerda el material aprendido como hechos, términos,
conceptos básicos, posiblemente haciendo un listado de los
componentes más importantes y dándoles algún tipo de
organización. A nivel técnico, no hay salida diferente a
conocer las pulsaciones del teclado y los demás detalles de
hardware y software necesarios para tener éxito. A nivel de
contenido, los quehaceres del escritor propios de una disciplina y modos de escribir
necesarios en cada materia. Se pautan y corrigen ejercicios de escritura. De estos
detalles va emergiendo un argumento narrativo a medida que los estudiantes
avanzan por el proceso de planeación y las etapas finales de esta taxonomía.

Segundo nivel: comprensión


Verbos para las actividades u otros procesos: explica, contrasta, demuestra,
infiere, ilustra, describe, transfiere...

Con el proceso del pensamiento en el nivel de comprensión, se demuestra el


entendimiento de hechos e ideas organizando, comparando, traduciendo,
interpretando, revisando la mecánica del lenguaje, gramática, puntuaciones y
exponiendo las ideas principales. En el proceso, a nivel de contenido, la lectura
solo tendrá éxito si demuestra una comprensión de cómo se relacionan los hechos
y qué significan. A nivel técnico, el estudiante debe transferir la destreza de
escritura a situaciones nuevas.

Tercer y cuarto nivel: aplicación y análisis


Verbos para las actividades u otros procesos: investiga, selecciona, organiza,
demuestra, evidencia, examina, resuelve, contrasta, diferencia, justifica, asume,
concluye, relaciona, asume, completa...
Estos dos niveles se presentan juntos pues tienden a confluir en este
momento en el curso de la creación de una historia. En el proceso de
desarrollo de medios, la aplicación y el análisis se relacionan con ciertas
partes del proceso de planeación, a medida que las líneas narrativas se
someten a pruebas de sentido. Resolver o solucionar problemas
aplicando el conocimiento adquirido, hechos, técnicas y reglas, de
manera diferente. A medida que los estudiantes se toman el tiempo para
autocorregirse, lograr captar el mensaje del texto, examinar en detalle
su historia, en decidir cómo ilustrarla, fortalecen qué necesitarán para
apoyar su argumentación. Mientras los estudiantes crean sus historias
digitales, examinan lo que realmente quieren expresar y por cómo
expresarlo.

Quinto nivel: Síntesis


Verbos para las actividades u otros procesos:
construye, integra, debate, formula, estima,
decide, propone, implementa, adapta, elabora,
aprueba, desaprueba, complementa,
recomienda, justifica, compara diversos
elementos dentro de un todo para crear nuevo
significado...

Con el proceso del pensamiento en el nivel de


síntesis, los alumnos integran información y la
relacionan de diferente manera combinando elementos con un nuevo patrón o
proponiendo distintas alternativas de solución. Los alumnos se encuentran en
etapas de expresión más avanzadas cuando reconocen relaciones más complejas
del lenguaje y completan la planeación de la historia, luchando simultáneamente
para establecer formas de integrar las piezas de sus historias, de manera original y
reflexiva. La meta en el proceso de escribir es, en el fondo, la síntesis de una serie
de ideas y de medios que se integran perfectamente en un producto final.

Sexto nivel: evaluación


Verbos para las actividades u otros procesos: valora, juzga, evalúa, predice,
percibe, acepta, aprueba, defiende, prioriza, respaldar, establece criterios,
concluye, optimiza...

El proceso de valoración interactiva compromete a los alumnos a media que se


analizan textos para reconocerlos y "practicarlos", también se realizan juicios sobre
información, validan ideas sobre trabajo de calidad en base a criterios establecidos
para la comprobación y la crítica.

Las adiciones digitales y sus justificaciones son


las siguientes:

Validar: Con la abundancia de información a disposición de los estudiantes,


combinada con la falta de autenticación de los datos, los estudiantes de hoy y del
mañana deben estar en capacidad de validar la veracidad de las fuentes de
información. Para lograrlo deben poder analizar y evaluar esas fuentes y hacer
juicios basados en ellas.

Blog - comentar y reflexionar: Tanto criticar constructivamente como reflexionar,


con frecuencia se facilitan usando blogs y video blogs. Cuando los estudiantes
comentan y responden a las publicaciones (entradas), deben evaluar el material
dentro de un contexto y responder a éste.

Publicar: Realizar y publicar comentarios a blogs, participar en grupos de


discusión, participar en discusiones en cadena. Las buenas entradas
(publicaciones) así como los buenos comentarios, no son simples respuestas de un
renglón, por el contrario, se estructuran y construyen de manera que evalúen el
tema o el concepto.

En el corto plazo, el aprendizaje en sí no ha cambiado, pues el contenido,


estudiante, la evaluación docente, la interacción (tal vez), y, en diversas
combinaciones, siguen constituyendo el núcleo de la educación, pueden aún tener
éxito. En el largo plazo, los alumnos deben ser modelados en las tecnologías
digitales, tomar ventaja de la actividad social conjunta / colectivo. El Docente del
Siglo XXI ha de orientar el aprendizaje de los estudiantes, construyendo sobre la
base de recordar conocimiento y la comprensión para llevarlos a usar y aplicar
habilidades o competencias parcelables; al análisis y evaluación de procesos,
resultados y consecuencias. Incluso, Lorin Anderson y David Krathwohl (2001) en
la revisión de la taxonomía de Bloom, contextualizan al proceso de conocimiento la
categoría crear o innovar. Los docentes y los alumnos deben integrar el uso de un
amplio rango de herramientas de información y comunicación actualmente
disponibles, los cuales pueden aumentar en el futuro, ya que la tecnología ahora
ha permitido a las generaciones exteriorizar las ideas a través de video, fotos,
audio, texto y simulación; por lo tanto los sistemas que fomentan el aprendizaje de
la escritura deben relacionarse con el modelo digital.
Bibliografía
Bloom, Benjamín (1972). Taxonomía de los objetivos de la educación. La clasificación de
las metas educacionales. Buenos Aires: El Ateneo editorial.
Camarero, J.(1997). “Escritura e interactividad”. En: Literatura y multimedia. Madrid;
Visor Libros.
Cuervo, Clemencia y Flórez, Rita. (2005). El regalo de la escritura. Bogotá:
Universidad Nacional de Colombia.
Galvis, Álvaro. H. (2004). Oportunidades educativas de las TIC. [En línea:
http://www.colombiaaprende.edu.co/html/investigadores/1609/articles-73523_archivo.pdf ]
(Consultado el 20 de mayo,2015)
Guskey, Thomas (2012). Benjamín Bloom. USA: R&L Education.
Krathwohl, D. L, Anderson, L. W., et al (2001). A Taxonomy for Learning,
Teaching, and Assessing: A Revision of Bloom’s Taxonomy of Educational
Objectives. Allyn & Bacon. Boston, MA (Pearson Education Group)
En http://www.scribd.com/doc/933640/Bloom-Revised (Consultado el 20 de mayo,2015)
Nemirovsky, M. (2004). “La enseñanza de la lectura y la escritura y el uso de soportes
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Olson, D. (1998). El mundo sobre el papel. El impacto de la escritura y la lectura en la
estructura del conocimiento. Barcelona: Gedisa.

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