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En este sentido, se nos abre –por lo menos en el plano teórico– una interrogante
acerca del significado de las “formas”, es decir, ¿Qué implica la utilización de la noción
“formas” para aproximar un análisis de las organizaciones políticas? ¿Cuál es el
carácter y la naturaleza de las formas? ¿Tendrán las “formas” particular importancia
para el análisis de los actores o sujetos objeto de nuestra investigación?
De las formas
Las formas sociales que constituyen los mecanismos de construcción de poder político
instaurados por el capital, deben considerarse a su vez, como ontológicamente
constitutivos, es decir, necesarios para su existencia. Dicha materialización demanda
historicidad, puesto que estas formas sociales están presentes y actúan en la
configuración de las dinámicas políticas societales, siendo mecanismos que instituyen
y legitiman al bloque hegemónico.
Lo anterior, parte de la premisa por la cual “no es la conciencia de los hombres lo que
determina su ser social, sino por el contrario, es su ser social el que determina su
conciencia” (Marx, ) esta concepción base del materialismo histórico, es asumida por
Rethel como una metodología que permite explicar la determinación de la conciencia
de los hombres por su ser social en cualquier circunstancia.
Hay que advertir, sin embargo, que la temática de las formas sociales no se encuadra
en la funcionalidad que estas puedan proveer a la reproducción del sistema. Debe
asumirse en cambio, como formas que van atadas a la existencia misma de las
relaciones sociales capitalistas. “Esto es, mercancía, moneda, Estado y derecho no son
resultados que se expliquen de manera lógica porque los necesite el capital
preexistente, sino porque son parte misma de la relación capitalista. Son sus
dimensiones categóricas, sin las cuales es inconcebible la existencia de la relación
capitalista.” (Moncayo, 2004: 52)
Este abordaje del carácter histórico del Estado significa entender que este no se da
naturalmente, y que no es una creación del Espíritu o de la razón, sino que, en lo
fundamental es una forma o abstracción real, entre otras varias, del sistema de
dominación capitalista.
Un interesante abordaje de las formas sociales es el que ofrece Slavoj Zizek, al
interrogar la emergencia de la noción de síntoma social en el análisis de la forma
mercancía desarrollada por Marx, a partir de un trabajo realizado bajo un
procedimiento de interpretación que encuentra homología con el análisis de la forma
sueño efectuado por Freud.
En este sentido, se inquieren las formas y su significado, estas no solo representan las
categorías con las cuales se capta un fenómeno, siguiendo a Rethel, Zizek señala que
las formas ya están presentes en la efectividad social antes del que el pensamiento
llegara a la pura abstracción. Es decir, las formas son una abstracción real, actuante.
(…) así pues, “la abstracción real” no tiene nada que ver con el nivel de realidad, de las
propiedades efectivas, de un objeto, sería erróneo concebirlo por esa razón como una
abstracción pensamiento, como un proceso que tiene lugar en el “interior” del sujeto
pensante: en relación con este “interior”, la abstracción que pertenece al acto de
intercambio es de un modo irreductiblemente externa, descentrada, o, para citar la
fórmula más concisa de Sohn-Rethel: “La abstracción del intercambio no es
pensamiento, pero tiene la forma de pensamiento” (Zizek, 2008: 43 - 44)