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Agua Embotellada
Es agua potable envasada en botellas individuales de
consumo y venta al por menor o mayor. El agua puede
ser agua glacial, agua de manantial, agua de pozo, agua
purificada o simplemente agua del abastecimiento público
de agua (el agua del grifo). Muchos países, especialmente
los países desarrollados, regulan la calidad del agua
embotellada a través de estándares del gobierno,
normalmente utilizados para garantizar que la calidad del
agua es segura y las etiquetas reflejan con precisión el
contenido de la botella. En muchos países en desarrollo, sin
embargo, tales normas son variables y suelen ser menos
estrictos que los de las naciones desarrolladas.
El Consejo de Defensa de las Fuentes Naturales, Sierra Club y el Fondo Mundial para la
Naturaleza han insistido en la importancia de consumir menos agua embotellada, y han
surgido varias campañas contra el agua embotellada. Muchas de estas campañas afirman
que el agua embotellada no es mejor que el agua del grifo. Además, se genera basura:
organizaciones como Corporate Accountability International dicen que millones de botellas
de plástico acaban en vertederos.
La producción del agua embotellada cuesta entre 0,25 y 2 dólares por botella. De acuerdo
a Bottledwaterblues.com, el 90 % de este coste consiste en hacer la botella, la etiqueta y
los tapones.
Historia
En los años setenta, las empresas refresqueras
comenzaron a notar que sus ventas se
estancaban debido a que había un límite en el
consumo y a lo poco saludables que eran estas
bebidas, mucha gente volvía a tomar agua de grifo
para dejar de tomar refrescos. De manera que la
industria de las bebidas decidió idear un producto
que cubriera ese mercado "saludable" que se
necesitaba: el agua embotellada.
Agua Embotellada Michel Alejandra Santos Mejía DNM-24 25/Febrero/15
La publicidad incitó el miedo entre la población hacia el agua de grifo diciendo que:
Economía
Actualmente, por unidades vendidas, las aguas Premium ostentan cerca de 10% de
participación frente al agua embotellada regular, pero en
ingresos se quedan con el 45% del valor de mercado,
debido a que su precio suele ser entre 63% y hasta
163% más caro que el de las bebidas comerciales,
según datos de productores como la mexicana Bui.
Un litro de agua embotellada cuesta entre ocho y hasta
16 pesos, mientras que las marcas Premium valen entre
13 y hasta 42 pesos en promedio.
El alto consumo de agua embotellada en el país se debe a la mala calidad del agua
potable, pues hay un manejo poco sustentable de los recursos hídricos y ausencia de
estándares de servicio y mantenimiento a la red de suministro, acorde con el Instituto
Mexicano para la Competitividad (Imco).
Agua Embotellada Michel Alejandra Santos Mejía DNM-24 25/Febrero/15
Bonafont
Bonafont nació en 1992, como un proyecto de
inversionistas mexicanos para desarrollar el mercado de
agua embotellada y para contribuir a la salud y bienestar
del público, a través del consumo de una bebida natural.
Ciel
E pura
Es un agua sin sodio y contribuye al buen
desempeño del cuerpo y, por lo tanto, un
bienestar profundo. Con E Pura, el
consumidor tiene la opción de tomar agua sin
sodio y experimentar todos los beneficios que
esto implica para su cuerpo y mente.
Esta marca tiene un precio un poco más elevado que otras por lo tanto su consumo no es
muy excesivo y se encuentra en el tercer posicionamiento del mercado con 8%. Sus
ventas anuales corresponden a los $3 378 900.
Nestlé
Nestlé llega a México como importador de productos
alimenticios.
El agua Nestlé pureza vital puede ser una buena opción para
que completen su hidratación y mantengan un correcto desempeño físico y mental todos
los días.
Graficas
AGUA EMBOTELLADA
8000000
7000000
VENTAS EN MILLONES
6000000
5000000
4000000
3000000
2000000
1000000
0
Bonafont Ciel E pura Nestle
6%
8%
Bonafont
Ciel
22%
55% Épura
Nestlé
Agua Embotellada Michel Alejandra Santos Mejía DNM-24 25/Febrero/15
Salud
Es de todos conocidos los beneficios y necesidad de beber suficiente agua, sin embargo
el mayor consumo se realiza vía agua embotellada, lo cual
no es del todo saludable si se reutilizan o rellenan
los envases plásticos de forma reiterada, sugieren varios
estudios.
Riesgos
Beber agua embotellada o reutilizar los envases plásticos puede implicar el consumo de
diversas sustancias como desinfectantes, químicos plásticos, restos de productos
farmacológicos y otras sustancias que se desprenden de los mismos, lo que representa
un riesgo para la salud:
1. De acuerdo con un estudio publicado en la revista PLoS ONE, los diversos tipos
de plásticos contienen productos químicos disruptores endócrinos, lo cual se relaciona
con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, ovario, útero, tiroides y próstata.
4. Cuando abrimos una botella de agua, su interior puede contaminarse con distintos tipos
de microorganismos, como bacterias y hongos, que pueden proceder de distintas fuentes,
como nuestra boca (si bebemos directamente a través del envase de plástico) o el
ambiente, según la universidad australiana.
5. Dejar las botellas de agua expuestas a sol o a altas temperaturas pueden generar una
mayor concentración de antimonio, químico empleado como catalizador para
fabricar botellas de PET que, en elevadas cantidades, puede ser tóxico y se ha
relacionado con un aumento en el riesgo cardiovascular, además de que también se
considera un agente cancerígeno.
Impacto Social
Hoy más de 3.000 millones de personas, es decir, casi la mitad de la población mundial,
no dispone de agua sana. Podemos decir que vivimos en un país en el que el agua que
sale del grifo es de buena calidad.
Ecología
El envasado del agua utiliza combustibles no renovables.
La mayoría de las botellas están hechas de polietilen
tereftalato (PET), un plástico derivado del petróleo. Cada
año se utilizan en todo el planeta unos 2,7 millones de
toneladas de plástico para embotellar agua. Asimismo,
este tipo de plásticos acaba con el paso del tiempo
desprendiendo determinadas sustancias, como el antimonio o
el bis fenol A, perjudiciales para la salud, de ahí que se recomienda evitar rellenarlas o
guardarlas de manera prolongada.
Gran parte de estos envases acaba en la basura sin que llegue a reciclarse más de un
20%. Y éste es otro de sus grandes problemas: Una botella de este plástico abandonada
en un entorno natural puede tardar hasta 1.000 años en biode gradarse. Por su parte, los
envases que llegan a las incineradoras aumentan los riesgos de emisiones tóxicas, ya
que pueden generar subproductos nocivos como el gas clorado o ceniza similar a los
metales pesados.