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VIA CRUCIS

PRIMERA ESTACIÓN:

Jesús es condenado a muerte. Reflexiones

En nuestra comunidad, ¿actualmente de qué manera están condenadas a


muerte nuestras familias?

Cuando en las familias ya no le dan el valor, sentido, interés y


dedicación a la educación de los valores humanos, la familia entra en
crisis desde su corazón

familiar y entra el desorden, la división, el pecado, la desobediencia


y la falta de amor destruyendo la armonía, la fe, la unidad.

Es fácil percibir en una familia como se va desmoronando el amor.


Cuando viven como si Dios no existiera, siempre en pleitos y discusiones sin
razonamiento. Manifestando caprichosamente sus impulsos.

Que cada uno de nosotros reflexione como vamos condenando a muerte la


unidad familiar y la comunicación, acerquémonos a Dios fuente de unidad y
amor para recuperar la felicidad y alegría que se han perdido en el hogar.

OREMOS. Padre nuestro, Ave María y Gloria.

SEGUNDA ESTACIÓN:

Jesús con la cruz a cuestas

La cruz a cuestas sobre nuestros hombros hoy día, son aquellas situaciones
difíciles que vamos enfrentando con fe, valentía, disposición y amor en
nuestra vida personal y familiar. Problemas, angustias, necesidades,
enfermedad, crisis económicas, problemas delicados, pero también,
¿Qué cargamos sobre nuestros hombros y que no nos santifica ni nos dan
merito ante Dios ni ante los hombres? Son aquellas vanas cosas que nos
quitan la paz y el gozo espiritual. Los vicios, defectos, venganza,
odio, maldad. También, la irresponsabilidad, la ociosidad, la desidia, la
vida comodina, los pecados capitales, etc.
Reflexionemos como vamos caminando en la vida en la familia y cada uno de
nosotros y reconozcamos que estamos llamados a renovar propósitos para
crecer como personas y como hijos de Dios. Propongámonos retomar las cosas
buenas que nos hacen felices y alegres. OREMOS. Padre nuestro, Ave María
y Gloria.

TERCERA ESTACIÓN:

Jesús cae por primera vez

Seguramente ustedes padres de familia recordaran aquellas primeras


veces cuando sus hijos/as cayeron por primera vez en algún vicio o error
significativo. Esas primeras veces son delicadas pues si se repiten
conllevan a un hábito que se torna frecuente y que puede condenar a la
persona en un error más grave. Ante esta realidad hay todavía padres ciegos
que no quieren ver ni modificar ese error en sus hijos/as y se hacen cómplices
del mismo error que sus hijos/as cometen.

Que los padres de familia pierdan la cobardía y puedan enfrentarse a un mal


que a tiempo puede modificarse y no lamentarse cuando sea ya tarde.

Recordemos que los valores no pierden su valor y sentido si tú y yo no los


vivimos. Pero hay mayor satisfacción viviéndolos cada día. OREMOS. Padre
nuestro, Ave María y Gloria.

CUARTA ESTACIÓN:

Jesús encuentra a su Santa Madre

En nuestra cultura el valor de una madre de familia tiene mucha importancia


en nuestra sociedad que cuando se atenta contra alguna de ellas propicia
desconcierto. Lo mismo sucede con Nuestra Santa Madre la Virgen María. El
maligno atenta contra ella, pues llena de Gracia supo responder al llamado de
Dios y su cometido, es decir, su plan de Salvación. El maligno atenta
también contra nosotros pues desea desviarnos de ese amor Mariano y
ponernos contra ella, la Bendita entre todas las mujeres, y no accederemos
a violar el pensamiento de Dios de darnos a María, como Madre e
intercesora nuestra.
Que todos acudamos al auxilio de María, nuestra Santa Madre con el fervor
diario de la Oración a Dios por intercesión de Ella, la preferida de
Dios. Tengámosle un amor predilecto pues Ella, tiene en primer lugar el amor
de Dios eternamente. OREMOS. Padre nuestro, Ave María y Gloria.

QUINTA ESTACIÓN:

El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz, En nuestros tiempos, la


solidaridad, la ayuda al necesitado ya no se dan de manera cotidiana,
generosa como antes. Cada uno de nosotros solo piensa egoístamente
por sí mismo y los de su familia. Toda persona fuera de su familia ya
no importa en casi nada. Pero, seguro estoy que cada uno de nosotros
hemos sido ayudados por personas que poco nos conocen, pero su
apoyo, ayuda, consejo, luces para la vida, su presencia han estado ahí
en el momento correcto. Quienes hemos perdido el sentido y el valor de ser
solidarios, es momento de reconocer que necesitamos recuperar aquellas
cualidades que el mundo nos ha quitado. Cada uno de nosotros se hace
más persona viviendo, practicando aquellos dones que Dios nos ha
regalado. No los tires a la basura como aquel a quien le dieron un talento
para trabajarlo y prefirió por egoísmo enterrarlo para no dar cuentas buenas
a su patrón.

Ojala que estas ideas, la oración y la buena disponibilidad nos favorezcan


trabajando los dones perdidos. OREMOS. Padre nuestro, Ave María y Gloria

SEXTA ESTACIÓN:

La Verónica limpia el rostro de Jesús

Al meditar esta estación viene a la mente una característica muy


significativa y que nos enseña mucho y es la valentía, el atrevimiento, la
audacia de esta mujer conocida por todos LA VERONICA. Actualmente
muchos son atrevidos para defender lo incorrecto, la mentira en la
familia, en la calle, con los amigos, etc. ¿Por qué no mostrar esa
audacia / atrevimiento para conocer mejor la fe católica? Hay veces
que la gente defiende inútiles objetivos, metasno miran hacia la Luz, la
Verdad y defenderla. ¿Porque no hay atrevidos para ir a misa, para
estudiar la biblia, para vivir los valores, para enseñar a sus hijos lo bueno,
para corregirse en familia? ¿Por qué no hay arriesgados para evangelizar,
para colaborar en el Reino de Dios? Que todos limpiemos el rostro de nuestro
pueblo de aquellas sucias manías que tenemos y recobremos la transparencia,
la pureza de corazón y mostrar la alegría del Señor que vive en nuestra
comunidad con valores y virtudes que construyen. OREMOS. Padre nuestro,
Ave María y Gloria.

SÉPTIMA ESTACIÓN:

Jesús cae por segunda vez

Las caídas duelen y/o dejan dolor como también cicatriz en grado
significativo. Jesús vivió la maldad de un pueblo entero quien le dio la
espalda por hacer el bien. Por mostrar el rostro bueno de Dios en las buenas
obras al necesitado, le costó la vida por anunciar la Verdad y denunciar la
injusticia. Los profetas pasaron también la misma suerte.

Nosotros no quedamos excluidos de la misma realidad. Las caídas nos


enseñan ser más fuertes, más sabios, más expertos, más prudentes, y
no porque sean buscadas sino por obligación de responder a la Verdad,
nos muestran que por un mal viene un bien que beneficia a todos. Las caídas
son un signo del difícil camino de la vida, muestran el camino recorrido con
dolor pero también con amor. La exhortación hoy será que no caigamos
en los mismos errores, no perjudiquemos a nadie sin razonamiento, sin
verdad en la mano. Un corazón vacío de Dios se expone a toda mentira,
todo lo cree como verdad pues su mente esta cegada por el maligno.

Que todos sepamos buscar la Luz que da vida para que no cometamos los
mismos errores como comunidad y evitar frecuentes caídas buscadas por
nuestros errores. OREMOS. Padre nuestro, Ave María y Gloria.
OCTAVA ESTACIÓN:

Jesús consuela a las piadosas mujeres

VIA CRUCIS

Reflexiones

Misionero Armando F Bravo. – Jux, Oax. 2009

Si te encontraras en una difícil situación/ocasión y

fuese tan delicada aquella realidad, ¿te gustaría que

alguien se ocupara de tus propios problemas,

angustias, necesidades y te apoyara de cualquier

manera para aliviar un poco tu situación, lo valorarías?

Seguramente cualquiera de nosotros lo agradecería y lo

tendría como significativo aquel apoyo que recibió de

aquella persona.

Lamentablemente en nuestra realidad solo queremos que eso suceda en

favor nuestro, que nos apoyen, ayuden, pero nosotros preocuparnos por la

realidad difícil de otra/s personas no nos importa lo mínimo. La falta de

caridad cristiana en nosotros se ha perdido por que nos dejamos vaciar del

rio de agua viva y es la Oración diaria. ¿Cuántos desastres suceden en el

hogar movidos por el maligno? Pero, ¿a quién le importa rezar? ¿a quién le

interesa tomar un libro y rezar? Nosotros, buscamos nuestras propias

realidades buenas o malas.

Pidamos a Dios verdadero sentido de fe y de buenas obras para manifestar

nuestro compromiso cristiano congruente con nuestro bautismo. OREMOS.

Padre nuestro, Ave María y Gloria.

NOVENA ESTACIÓN:
Jesús cae por tercera vez

Esta tercera caída de Jesús nos recuerda la fragilidad humana, nos recuerda que
nuestras solas fuerzas no son quien nos sostiene sino el amor misericordioso de Dios que quiere
que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad. Cada experiencia
drástica, difícil, buscada es una llamada de atención a reconocer el único Camino, Verdad
y Vida a quien necesitamos sea nuestra Luz en el caminar de nuestra oscuridad. Cada uno
sabremos interiormente de que se trata. Hace falta la humildad de corazón que nos lleve
reconciliarnos con Dios y con la Iglesia a quien hemos herido con el pecado por tantas caídas en el
mal. Roguemos a Dios que escuche nuestra oración en todo tiempo, que alcancemos la
humildad como cimiento de nuestra vida. Que María nuestra Madre nos ayude a pedir este don
que tanta falta nos hace para asemejarnos a ella. OREMOS. Padre nuestro, Ave María, Gloria.

DÉCIMA ESTACIÓN:

Jesús es despojado de sus vestiduras


Jesús se vio expuesto a la burla, a las ofensas, a la desnudez públicamente humillando
su dignidad de persona, despojándolo de sus vestiduras. Así, ofrendando su vida en rescate
por todos nosotros, nos redimió y nos abrió las puertas del cielo pues quedaron cerradas por el
pecado de desobediencia (pecado original) de nuestros primeros padres Adán y Eva. Muchas
ocasiones nosotros también somos despojados de nuestros valores humanos, virtudes, carismas,
cualidades. Somos despojados por la múltiple maldad que hay en el mundo, la vida libertina, la
ociosidad de la juventud, la desidia de los padres de familia, la indiferencia religiosa, la falta de
amor a Dios, la perdida de oración y la falta de los valores. Actuamos como pájaros del cielo que
solo se conforman en comer y volar libremente por doquier sin que alguien les limite su
libertad. Queremos imitarlos pues no trabajan ni hilan, sin en cambio queremos todo fácil sin
mover un solo dedo. Es entonces cuando nos despojamos nosotros mismos de aquella
dignidad que Dios nos concedió para ser alguien en esta vida. Que cada uno de nosotros medite
en que realidad se encuentra y reconozcamos que mucha falta hace la Palabra de Dios para
iluminarnos y percibir mejor la ruta de la perfección. OREMOS. Padre nuestro, Ave María y Gloria.

VIA CRUCIS

Reflexiones

Misionero Armando F Bravo. – Jux, Oax. 2009

DÉCIMA PRIMERA ESTACIÓN:

Jesús es clavado en la Cruz

La cruz fue un instrumento de tortura en aquel tiempo. A todos los malhechores los llevaban
allí para causar escarmiento al pueblo. Hoy día hay muchas cruces que encaminan a la perdición
y que tenemos que cambiar ese sufrimiento que destruye en medios de santificación que
construyen para que tenga sentido llevar la cruz renunciando continuamente y me refiero
a aquellos defectos, vicios, pecados capitales que por tenerlos en cada uno sepamos ofrecer a
Dios nuestra fragilidad y apoyados de la oración logremos significativamente la alegría del
Señor en nuestra vida y familia. Muchos prefieren seguir clavados en la cruz del vicio y no
quieren cambiarlo en medio de santificación y liberación, pidiendo a Dios reciba nuestra
debilidad y nos favorezca con la fortaleza para renunciar al mal. OREMOS. Padre nuestro,
Ave María y Gloria.

DÉCIMA SEGUNDA ESTACIÓN:

Jesús muere en la Cruz

Con la muerte de Jesús en la cruz, se cumple el plan de Dios de Redimir al mundo de sus
pecados. Este ejemplo de amor de Dios por nosotros nos compromete también a morir a todo
aquello que no beneficia nuestra vida y nuestra familia. Necesitamos morir constantemente a
muchas ociosidades, a muchas malas costumbres, hábitos desordenados, mentalidad
corrompida, desidia de aprender y conocer la fe. No somos felices porque no queremos morir al
pecado. No vivimos la alegría que Dios quiere porque vivimos las ataduras del mal. Cada uno sabe
en su interior a que tenemos que morir para encontrar aquella felicidad anhelada por Dios y
muy buscada por nosotros. Que la muerte de Jesús no sea vana por nuestra indiferencia en la
práctica del amor a nuestros semejantes. Pidamos a Dios piedad de nuestros pecados de
omisión en nuestras obligaciones diarias. OREMOS.Padre nuestro, Ave María y Gloria.

DÉCIMA TERCERA ESTACIÓN:

Jesús en los brazos de María Santísima

Jesús cumplió su misión de Redimir al mundo y con ello cumplió la voluntad del Padre. Nosotros,
tenemos también una misión que realizar y la principal es nuestra propia santificación, es decir,
hacernos santos desde aquí en la tierra. Aunque nadie piensa en eso, es una realidad.
La santidad es una vocación, un llamado de Dios para cada uno de nosotros, SIN SANTIDAD
NADIE VERA A DIOS (Hch 12,14). Todo lo demás que tengamos que hacer va unido a la
santidad. Pensemos en la vida eterna, pensemos que no viviremos quinientos años aquí en
la tierra. Al final de nuestra vida y en brazos de Santa María, Madre nuestra nos reciba
en sus brazos por haber cumplido la voluntad del Padre. Que cada uno de nosotros pensemos en
serio nuestra santidad. Trabajemos nuestra vida eterna lo más pronto posible porque no sabemos el
día ni la hora. OREMOS. Padre nuestro, Ave María y Gloria.

DÉCIMA CUARTA ESTACIÓN:

Jesús es puesto en el sepulcro

Al final de su vida Jesús como hombre cotidiano también llego al lugar de los muertos. Jesús fue
sepultado según la costumbre de su pueblo. El sepulcro es el lugar de los muertos, en un
sepulcro todo es podredumbre, en un sepulcro no hay nada agradable sino polvo y huesos.
Esto nos recuerde que nosotros no nos convirtamos en un sepulcro donde nuestro corazón
este corrompido, donde solo exista la muerte, donde sale solo olor mal oliente de
maldad, destrucción, odio y todo lo que perjudica al prójimo. No nos convirtamos en vida en un
sepulcro desagradable en su interior, pestilente al que no se puede estar cerca por el
hedor que sale de su corazón. Vivamos el amor, la verdad, la justicia y la paz. Estamos
llamados a la vida hoy y siempre. La Palabra de Dios es vida, es Luz, guía, corrige,
levanta, reprende, alimenta, robustece, endereza. La Palabra de Dios calma las tempestades de
nuestras penas. Si conocieras el don de Dios y te atrevieras a mirarlo, ya no
esperarías más y te arriesgarías a buscarlo definitivamente y agradecerías su Palabra que da
vida a nuestra fragilidad. Que nuestra comunidad sea más sensata en su manera de pensar como de
obrar el bien. Necesitamos ser verdaderos hijos de Dios, manifestando nuestro compromiso
bautismal y no ser infierno que irradia la maldad en los corazones de buena voluntad. OREMOS.
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
P R O M E S A S para los devotos del Vía Crucis

1. Yo concederé todo cuanto se Me pidiere con fe, durante el Vía Crucis.

2. Yo prometo la vida eterna a los que, de vez en cuando, se aplican a rezar el Vía Crucis.

3. Durante la vida, Yo les acompañaré y tendrán Mi ayuda especial en la hora de la muerte.

4. Aunque tuvieran más pecados que las hojas de la hierba que crece en los campos, y más
que los granos de arena en el mar, todos serán borrados por medio de esta devoción al
Vía Crucis. (Nota: Esta devoción no elimina la obligación de confesar los pecados
mortales. Se debe confesar antes de recibir la Santa Comunión.)

5. Los que acostumbran rezar el Vía Crucis frecuentemente, gozarán de una gloria en el Cielo.

6. Después de la muerte, si llegan al Purgatorio, Yo los libraré de ese lugar de expiación..


7. Yo bendeciré a estas almas cada vez que rezan el Vía Crucis; y mi bendición les acompañará en
todas partes de la tierra. Después de la muerte, gozarán de esta bendición en el Cielo, por
toda la eternidad.

8. A la hora de la muerte, no permitiré que sean sujetos a la tentación del demonio.


Al espíritu maligno le despojaré de todo poder sobre estas almas. Así podrán reposar
tranquilamente en Mis Brazos.

9. Si lo rezan con verdadero amor, serán altamente premiados. Es decir, convertiré a


cada una de estas almas en Copón viviente, donde Me complaceré en derramar Mi Gracia.

10. Fijaré la mirada de Mis Ojos sobre aquellas almas que rezan el Vía Crucis con frecuencia y
Mis Manos estarán siempre abiertas para protegerlas.

11. Así como Yo fui clavado en la Cruz, igualmente estaré siempre muy unido a los que
Me honran, con el rezo frecuente del Vía Crucis.

12. Los devotos del Vía Crucis nunca se separarán de Mí porque Yo les daré la gracia de jamás
cometer un pecado mortal.
13. En la hora de la muerte, Yo les consolaré con Mi presencia, e iremos juntos al Cielo.
La muerte será dulce para todos los que Me han honrado durante la vida con el rezo del Vía Crucis.

14. Para estos devotos del Vía Crucis, Mi Alma será un escudo de protección que siempre
les prestará el auxilio cuando recurran a Mí.

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