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Rodolfo L. Gallardo
(AA [1]
) El 25 de mayo es una de nuestras principales fechas patrias; en este día celebramos la institución de nuestro primer gobierno
autónomo, decisión a la que se arribó en virtud de los graves acontecimientos que por aquella época ocurrían en Europa. Ahora bien
este hecho trascendental es maliciosamente tergiversado
, con el propósito de aniquilar nuestro auténtico ser nacional por la suplantación de nuestro pasado. Es preciso, pues, decir aunque
más no sea unas pocas palabras sobre estas mentiras y rescatar nuestra verdadera historia.
El mayo libertario
Nos referirnos ala versión liberal sobre los acontecimientos de 1810, hoy en día tan difundida
. Pues cada vez se insiste más, contra toda la verdad histórica, que aquel proceso autonómico habría sido la culminación de una
revolución ideológica (inspirada y alentada por la revolución norteamericana de 1776 y la francesa de 1789) por la cual los pueblos
hispanoamericanos se sacudieron el tiránico yugo español, concretando así un largo anhelo libertario e inaugurando en Hispano
América la era de la democracia.
Esta falsedad ideológica se remonta a la década de 1880y fue instalada por Vicente Fidel López en su
Historia de la República Argentina y por Bartolomé Mitre, en sus obras Historia de Belgrano y la Independencia Argentinae
Historia de San Martín y de la Emancipación de SudAmérica
. En estos textos sendos autores se dedican a la "reinterpretación" de nuestra historia, conforme a
los dogmas de la masonería liberal
-verdadera quinta columna británica en el mundo Hispano Católico [1] -instalada en el poder desde su triunfo en Caseros.
El mayo histórico
Nada más alejado de la realidad. El profesor Enrique Díaz Araujo dedica el primer volumen de su obra Mayo Revisado
a demostrar la falsedad de estos mitos, apoyado en la más abundante, variada y autorizada bibliografía nacional y extranjera;
para luego mostrar con absoluto rigor científico las verdaderas causas que llevaron finalmente a la designación de la Primera Junta.
Desde estas páginas también nos hemos referido a dicha cuestión [5], siguiendo a Díaz Araujo.
Mayo -de 1810- fue autonomía; no revolución
, en el sentido ideológico y actual de la expresión. La América Hispana, El Reino de Indias, en el orden político era un reino
independiente de la España peninsular. La soberanía sobre América correspondía al Rey sucesor de la Corona de Castilla, que
también reinaba sobre España. Y en 1810 este Rey se encontraba prisionero de Napoleón Bonaparte. España misma como reino
no existía: Invadida en el norte por las tropas revolucionarias francesas y dominada en el sur por Inglaterra, se debatía en una
guerra de guerrillas contra las fuerzas napoleónicas a la vez que era manipulada por Inglaterra como escudo humano contra
Francia. Para peor, era traicionada por una porción de sus propios hijos, liberales afrancesados unos y anglófilos otros, que se
encontraban enfrentados entre sí y luchaban para alcanzar el predominio a costa de su propia Patria.
No hubo entonces la intención de sacudir ningún yugo, a no ser aquel que pretendía ser arrojado por los mismos liberales
europeos sobre América. No se pretendió en ningún momento conquistar una supuesta libertad anhelada; todo lo contrario,
se intentaba resguardar la efectiva libertad existente de la ambición de Bonaparte y de Gran Bretaña y,
por lo demás, se repudiaba en extremo la revolución liberal, nacida de una cosmovisión esencialmenteanticatólica.
Son innumerables las pruebas y documentos que corroboran esta verdad
histórica; de todos ellos, quedémonos sin más con lo dicho por un testigo presencial de aquellos sucesos,
Don Juan Manuel de Rosas, que en meditado discurso ante el Cuerpo Diplomático el 25 de mayo de
1836, en una ceremonia de muy tocante proporción realizada en el Fuerte de la ciudad de Buenos Aires, sostuvo: "
¡Qué grande, señores, y que plausible debe ser para todo argentino este
día, consagrado por la Nación para festejar el primer acto de soberanía
popular que ejerció este gran pueblo en mayo del célebre año mil
ochocientos diez! ¡Y cuán glorioso es para los hijos de Buenos Aires haber
sido los primeros en levantar la voz con un orden y una dignidad sin ejemplo!No para sublevarnos
contra las autoridades legítimamente constituidas, sino para suplir la falta
de las que, acéfala la Nación, habían caducado de hecho y de derecho. No para revelarnos
contra nuestro Soberano, sino para preservarle la posesión de su autoridad,de que había sido despojado por un acto de perfidia.
No para romper los vínculos que nos ligan a los españoles, sino para
fortalecernos más por el amor y la gratitud, poniéndonos en disposición
de auxiliarnos con mejor éxito en sus desgracias. No para introducir la
anarquía, sino para preservarnos de ella y no ser arrastrados al abismo de males, en que se hallaba sumida la España " [6].
Y aquí se encuentra el más arcano y profundo sentido de esta fecha patria nuestra
: La incansable e inacabable batalla por la defensa de nuestro ser hispano católico que, como sostuvimos en abril [7], se
manifiesta en los diversos planos de nuestra existencia, político, militar e internacional; pero también en lo económico, cultural y,
fundamentalmente, religioso.
Batalla que desde los inicios mismos de nuestra existencia, como Virreinato primero y Nación Independiente después, no nos da
tregua.
Batalla en la que actualmente nos encontramos casi derrotados y en trance de desaparecer; pues ese veneno contra el cual hace
ya 202 años decidimos darnos nuestro primer gobierno autónomo, hoy lo invade todo, hasta nuestro mismo gobierno...
Por eso, esta fecha tan cara a nuestros sentimientos debe ser motivo de reflexión tanto o más que de festejos. Los mitos
que hoy se nos machacan hasta el cansancio, sólo tienen por objeto prolongar nuestra postración, engañándonos con la
mentira más grosera acerca de nuestros orígenes y de nuestra misión histórica. Urge entonces, hoy como en 1810, salvar a
nuestra Patria y para ello, debemos comenzar rescatando la verdad sobre nosotros mismos.
Porque, contrariamente a lo que presupone ese espurio eslogan liberal,sabemos bien de que se trata...
Notas
[1]Ver, por ej., Rottjer, Aníbal Atilio,La masonería en La Argentina y en el mundo, 6ta. ed. (Bs. As., Ed. Nuevo Orden, 1983).
[2]Historia de Belgrano... págs. 242-244; Historia de San Martín... T I, págs. 46,51, 69, 77, 98; cit. p. Díaz Araujo, Enrique,
Mayo Revisado, 1ra ed. (La Plata, Ed. UCALP, 2.010) T I págs. 20-21.
[5]Las dos Argentinas. Reflexiones a partir de los sucesos de mayo de 1810, en revista
¡En Marcha!, año 2, N° 6, mayo de 2011, págs. 10-13.
[7]El profundo significado de la gesta de 1982,en revista ¡PARA QUE ÉL REINE!, año II, N° 8, abril de 2012, págs. 6-8.
Fuente: Revista mensual de interés general Para que El reine.Mayo 2012, Nro 9. (paraqueelreine@gmail.com[2])
Etiquetas: Historia[3]
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