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Resumen
Se presenta un programa de trazado de rayos en el que hemos
querido poner en práctica algunas ideas no habituales ni en los cursos
de óptica geométrica ni en otros programas similares.
1. Introducción
La ley de Snell es el primer tópico que se encuentra en cualquier texto de
Óptica geométrica. A continuación, se suelen estudiar los sistemas paraxiales.
En muchos de los textos populares, el tratamiento es ”clásico” y se resuelve
por trigonometrı́a elemental. En otros se adopta el tratamiento matricial,
mucho más potente y sencillo. Mientras que en los textos del primer tipo la
sencillez de la trigonometrı́a queda oscurecida por la necesidad de adoptar
un embarazoso criterio de signos, en el segundo suele omitirse la discusión
de este extremo: se propone un rayo sobre el que se hace la discusión y
se acepta que el resultado obtenido es válido para los demás rayos. Y casi
siempre, el trazado de rayos queda como un ejercicio costoso, ya que no añade
nada al tratamiento analı́tico. Hemos comprobado además que la mayorı́a de
los programas de trazado de rayos se limitan a representar gráficamente los
resultados paraxiales, de forma que las aberraciones son invisibles.
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eje, de que respecto a la normal el rayo incidente se encuentre por arriba o
por debajo y de que el rayo pase de un medio a otro con ı́ndice de refracción
mayor, o viceversa; 3) Obtener una salida gráfica de alta calidad. Algunos
programas de trazado de rayos se limitan a la obtención de un listado de
coordenadas y se delega luego en algún programa externo (como una hoja
de cálculo), para que realice la representación. Nosotros queremos generar
código PostScript para obtener una representación en alta calidad tanto del
sistema óptico como del trazado del rayo o los rayos.
Nuestro programa puede extenderse sin dificultad para que incluya tan-
to superficies esféricas como asféricas, centradas o no, además de elementos
como diafragmas o espejos. Sin embargo, mantendremos la exposición nota-
blemente más clara limitándonos a sistemas esféricos centrados.
2. Suposiciones
Supondremos por tanto que tenemos sistemas ópticos centrados, compues-
tos por superficies esféricas cóncavas o convexas. Aquı́ introduciremos el único
convenio necesario: que el radio de las superficies convexas es positivo, mien-
tras que el de las superficies cóncavas es negativo. Suponemos que la luz se
propaga de izquierda a derecha y que situamos el origen de tal forma que el
sistema se encuentra en el semiplano x > 0. Suponemos que las superficies
separan regiones ópticamente homogéneas e isótropas. Suponemos que los
centros de las superficies que forman el sistema se encuentran todos en el
eje x. El sistema de referencia se completa con los ejes y y z, formando un
sistema dextrógiro donde si x, y y z son los vectores unitarios según los ejes,
entonces x × y = z.
3. Elementos analı́ticos
3.1. Ley de Snell
Denotaremos mediante i1 al ángulo de incidencia, y mediante i2 al de
refracción, respecto a la normal a la superficie en el punto en que incide el
rayo de luz, siendo n1 el ı́ndice de refracción a la izquierda de la superficie y
n2 el ı́ndice a la derecha. Como es sabido, la ley de Snell establece que
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3.2. Representación de un rayo
Un rayo queda determinado por un punto (x0 , y0 ) y una dirección, dada
por un vector unitario u de componente (u, v). Si r̄ es el vector de posición
del punto (x0 , y0 ) y s̄ el de un punto contenido en la recta determinada por
éste y por u, entonces existe un escalar λ que hace s̄ = r̄ + λu. Resolviendo
en componentes y eliminando λ se obtiene la recta y = a + bx con b = v/u y
a = y0 − x0 b.
A = 1 + b2
B = 2(ba − c)
C = c2 + a2 − r 2 (2)
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q
n
u u’
r s
p
t
Figura 1
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Estos dos casos se reducen a uno sólo si se adopta como matriz de giro la
siguiente:
cos i2 w sin i2
G=
(5)
−w sin i2 cos i2
donde
(u × r)
w= = ±1 (6)
|u × r|
u′ = G(i2 )r (7)
Puede suceder que se dé reflexión total. En ese caso, es fácil comprobar que
la nueva dirección se obtiene girando la dirección original un ángulo π − 2i1 ,
y que el criterio de si el giro es en sentido horario o anti-horario se sigue
manteniendo, es decir
6. Algoritmo
El algoritmo de trazado se compone los siguientes pasos
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4. Calcular el vector r = (c − p)/r, donde c son las coordenadas del
centro de la superficie, p las del punto intersección y r el radio (con su
signo) de la superficie. Si la superficie no es esférica, basta dividir por
el módulo de c − p
5. Calcular el ángulo de incidencia a partir de cos i1 = u.r
6. Calcular i2 a partir de la ley de Snell
7. Calcular w a partir de u × r
8. Calcular la nueva dirección u′ = G(i2 )r
9. Si existen más superficies por delante, tomar la intersección encontrada
y el vector u′ como valores iniciales y volver al paso primero. Si la
refracción calculada es la última, encontrar un punto perteneciente a
la recta determinada por (x, y) y u′ y tomarlo como el punto final de
la trayectoria del rayo. Por ejemplo, si el rayo intersecta al eje puede
prolongarse hasta esta intersección, o hasta un valor determinado de la
coordenada x.
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3. Un último valor que contiene el ı́ndice de refracción a la derecha de la
última superficie
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8. Resultados
El programa genera salida en PostScript encapsulado, que puede enviarse
directamente a la impresora o incorporarse a un documento. Si se trata de
un documeto LATEX, es preciso declarar
\usepackage[dvips]{graphicx}
Figura 2
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9. Conclusiones
La formulación matricial de la óptica paraxial es sencilla y potente, pero
el salto desde ahı́ a la teorı́a general es dificultoso, y pueden ser útiles herra-
mientas de cálculo analı́tico de rayos que permitan visualizar toda la gama
de las aberraciones, cromáticas o no.
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Figura 3
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Figura 4
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