Pero Ned Ludd personificó el derecho de los pobres a ganarse la vida y defender la costumbre de su comercio

contra depredadores capitalistas deshonrosos.

Ned Ludd puso de manifiesto la sólida autosuficiencia de una comunidad preparada para
resistir la noción de que las fuerzas del mercado, más que los valores morales, deberían
modelar el destino del trabajo.

Ned Ludd no era solo un símbolo de la resistencia plebeya; también era una figura ideológica, alguien que
reflejaba el profundo sentido de la historia que sustentaba los valores tradicionales de las comunidades
trabajadoras en los distritos manufactureros.

-se nombraron a sí mismos luditas o seguidores de Ludd gentes de distintas regiones.

El esparcimiento del nombre de Ludd a nuevas regiones era no sólo una amenzada para las nuevas
tecnologías y sus propietarios, sino también a la seguridad del estado.

-cartas anónimas en diarios como forma de #negociacion”.

Esta opacidad del ludismo, la solidaridad de la comunidad que impedía a las autoridades obtener información
efectiva sobre los autores de los ataques, la ubicuidad del nombre en una geografía tan extensa y la forma en
que la alarma se apoderó tanto de los magistrados como de los ministros del gobierno.