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Jessica Martínez Cano

Tendencias actuales de filosofía

¿Hay una o más tareas para quien quiera ser filósofo hoy en día?

En el trasegar contemporáneo el que desee ser filósofo debe enfrentarse y tener por deber
determinadas tareas. En primera instancia, hay que perderle el miedo al término, es decir; se
percibe que hay cierto temor y vergüenza en denominarse “filósofo” como si eso no estuviera
a la altura de nuestras capacidades, o no pudiera competir con las exigencias sociales
imperantes, si se quiere ser filósofo, hay que a apropiarse del termino sin caer en la insensatez
de creer de que eso no sirve para nada. No es de extrañar que la sociedad no mira con buenos
ojos a aquellos que nos dedicamos al ejercicio del pensamiento, pero tal y como lo expresaba
Deleuze:

Cuando alguien pregunta para qué sirve la filosofía, la respuesta debe ser agresiva, ya
que la pregunta se tiene por irónica y mordaz. La filosofía no sirve ni al Estado, ni a
la Iglesia, que tiene otras preocupaciones. No sirve a ningún poder establecido. La
filosofía sirve para entristecer. Una filosofía que no entristece o no contraria a nadie
no es filosofía. Sirve para detestar la estupidez, hace de la estupidez una cosa
vergonzosa. Sólo tiene éste uso: denunciar la bajeza del pensamiento en todas sus
formas.1

Ironía y mordacidad es la “modestia” de las personas que consideran que el ser filósofo es
ser un “ocioso” por naturaleza es decir, alguien que no sabe qué hacer con su tiempo libre.
Por lo tanto, quien desee ser filósofo, tendrá que enfrentarse a un ambiente hostil y
desencantado frente a su oficio. Pero tal y como lo manifestaba Deleuze hemos de mostrarnos
agresivos, no en un sentido violento, sino en la firmeza de mostrar el valor del oficio al cual
nos dedicamos. Tal tarea empieza por nosotros mismos, hay que tener ímpetu y energía en
nuestro quehacer cotidiano, la filosofía no puede caer en el despotismo intelectual de aquel
que no se esfuerza por hacer eso que ama.

1
Deleuze, Gilles. Nietzsche y la filosofía. (España: Editorial Anagrama, 1971)
Es menester mencionar también que vivimos en una época de la inmediatez y la
especialización. Todo lo que sea técnico y utilitario tiene especial atención en una sociedad
cada vez más industrializada. El filósofo de hoy tendrá que hacer uso de la Alétheia es decir,
la verdad como un recurso para desocultar aquello que no es evidente ante los hechos y la
realidad. ¿Cómo se puede mostrar en esta época? Si bien la ciencia entendida como materia
tecnológica ha brindado especiales comodidades y múltiples avances en nuestra cotidianidad,
esta como lo expresaba Heidegger “no piensa” y es deber del filósofo hacer que piense, es
decir que tenga un verdadero fundamento humano y epistemológico. Borges afirmaba que:
“Si la eficacia de la ciencia se mide por su capacidad de asumir el control del objeto explicarlo
y predecirlo por ejemplo, la de literatura y la filosofía –la de la religión también- radica en
proporcionar sentido.” 2 En mi opinión considero que esta separación es injusta, ya que si no
hay una fundamentación filosófica en la ciencia, esta es una ciencia vacía, nihilisante que
carece de una comprensión más humana. No es de extrañar pues, a lo largo de la historia las
consecuencias que ha tenido para la humanidad cuando se toma a la ciencia por mero objeto
sin un soporte filosófico. Eric Hosbawm el historiador inglés, afirmaba que el gran fracaso
de la filosofía fue la bomba de Hiroshima y Nagasaki, “Tanto hablar de ética, y del imperativo
categórico para terminar en una de las peores atrocidades de la humanidad” Se queja en el
libro Historia del siglo XX, se le puede refutar a Hosbawm que el error no fue de la filosofía,
sino de la ciencia al dejar atrás la responsabilidad humana que antaño la regía.

Son múltiples los ejemplos a los que la filosofía debe intervenir en son de la verdad,
cuando no se desea pensar en la ciencia, la política, o la cultura es más fácil para algunos caer
en el engaño y la manipulación de ciertos personajes que buscan a través del control del otro,
beneficios propios. Ya advertía Martha Nussbaum que: “las personas que no desarrollan un
pensamiento crítico, pueden ser altamente influenciables.”3 Es por eso que una de las
principales tareas que tiene el filósofo de hoy es sin duda la educación filosófica.

Son atroces algunos sucesos mundiales en los que la intolerancia –como es el caso de
los grupos fanáticos- , la violencia, el irrespeto, la discriminación, toman lugar en nuestro
acaecer cotidiano. No es extraño que aparezcan los siguientes interrogantes: ¿Qué es lo que

2
Borges, Jorge Luis. La penúltima versión de la realidad. (Obras completas: edición crítica. Buenos
Aires: Emecé. 2014)
3
Nussbaum, Martha. Sin fines de lucro. (Colombia: Katz Editorial, 2010), p. 39
sucede en la mente de las otras personas que los lleva a cometer semejantes hechos o, tomar
determinadas decisiones? ¿En dónde quedo la ética y la responsabilidad hacia el otro? Al
respecto Nussbaum afirma que “las personas que viven la vida sin reflexión son por lo
general, las más violentas e irrespetuosas.”4 ¿Cómo podemos contra restar este mal en la
medida en que despertemos conciencia en el otro? Evidentemente en la educación.

¿Qué es la educación? Volvemos otra vez a retomar la voz de Nussbaum con una
bella definición: “La educación es el proceso por el cual el pensamiento se desprende del
alma y, al asociarse con cosas externas, vuelve a reflejarse sobre sí mismo, para así cobrar
consciencia de la realidad y la forma de esas cosas […] es un proceso de autoconocimiento.”5
La filosofía en esencia es educación, tanto del pensamiento como de la argumentación critica.
El ejercicio de hacer partícipe a los hombres de la verdad, el dialogo y la reflexión, es
filosofía. La labor es pues, educar en la responsabilidad, en el respeto y en la aceptación de
la singularidad del otro. Hacer que ese al que se educa en el pensamiento crítico, pueda
vislumbrar el mundo de una forma diferente, tal y como lo afirmaba Wittgenstein: “¿Cuál es
el objetivo del filósofo? Hacer salir a la mosca de la botella.”

4
Ibíd.…, 47
5
Ibid…, 93

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