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La reforma

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de la
formacioón docente
El lecho de Procusto
Por Laura Marrone
.
La reforma de la formacioón docente
El lecho de Procusto
Por Laura Marrone

Según la mitología griega, Procusto era un posadero


que invitaba a pasar la noche en su morada, pero
cortaba los pies y las cabezas a los viajeros que
sobresalían del lecho que ofrecía. El mito se ha
usado para graficar las falacias seudocientíficas
que fuerzan los datos de la realidad a una hipótesis
teórica. Es el caso de la UniCABA: quieren cortar los
pies y la cabeza, cerrando los profesorados, para
que quepa en los planes del gobierno.
Con la presentación del Plan Maestro en el Congreso
de la Nación en Marzo de 2017[i], el gobierno de Macri
inició una ofensiva de medidas tendientes a producir
una reforma estructural de nuestro sistema educativo
que afecta sus fines: para qué educamos. No estamos
frente a una mera reforma pedagógica, curricular, o de
ajuste. Se trata de todo eso y mucho más. La Evaluación
externa censal (Operativo Aprender), la Secundaria del
futuro, el cierre de bachilleratos de adultos y escuelas
especiales y el proyecto de UniCABA, de creación de
una única universidad para la formación docentes en la
Ciudad de Buenos Aires, con el consecuente cierre de los
29 profesorados públicos (no se especifica que harían con los privados), no son medidas aisladas. Tampoco
son originalidad del actual gobierno. Se trata de un “copie y pegue” de propuestas de cambios para educación
de los Foros mundiales de educación, del Banco Mundial contenidas, entre otros documentos, en Profesores
Excelentes. [ii], y que, además, serán foco de atención en la reunión del G20 que se realizará este año en
nuestro país.[iii]
En el presente trabajo nos detenemos a analizar la reforma de la formación superior que es nodal en este
plan pues articula todo el sistema. El proyecto de la UniCABA, presentado por la Ministra de Educación del
gobierno de Larreta, Soledad Acuña, está pensado como antesala de una reforma nacional del nivel superior.
La pobreza de su fundamentación, sin embargo, sorprende. Evidencia que no fue escrito por profesionales
en la materia, con conocimiento del nivel superior. Vamos a detenernos en tres de los argumentos que han
sido dados en distintas instancias para fundamentar la UniCaBA[iv]:
1) La Sociedad del futuro necesita docentes del futuro para un mundo de trabajadores autónomos.
2) Los cambios tecnológicos revolucionan la tarea pedagógica
3) Se requiere jerarquizar la carrera docente para lograr atraer más estudiantes porque faltan docentes.

1) “Formar para un mundo de trabajadores autónomos”


El Subsecretario de Planeamiento Educativo, Ing. Diego Meiriño[v] sostuvo que: “la sociedad del futuro
necesita docentes del futuro para un mundo que será con trabajadores autónomos”. Efectivamente, a nivel
mundial, el capital tiende a ir progresivamente reduciendo el número de trabajadores empleados, con
derechos laborales, y reemplazándolos por relaciones tercerizadas , con los llamados “emprendedores”
o más claramente, cuentapropistas con monotributo a la AFIP. A veces esta relación adopta la forma de
convenios por proyectos, programas con asociaciones, ONGs. Terminado el proyecto, o el programa, se
termina el vínculo. La intención es hacer caducar más de 100 años de derechos laborales conquistados con
luchas: convenios, vacaciones, obra social, jubilación, indemnización por despido.
La reforma de la educación iría en sintonía con este nuevo perfil del mundo del trabajo que el capital
añora. Se trata de sujetar casi en forma directa y sin grandes mediaciones nuestro sistema educativo a esas
nuevas demandas. Para ese mundo del trabajo de marginados por un lado y privilegiados por el otro, el
Elypsium[vi] del siglo XXI, necesitan la reforma laboral y la reforma educativa, que irían de la mano. Se
busca que los docentes preparen a sus alumnos para pensarse a sí mismos como sus propios empleadores
y no para buscar un empleo estable y hacer valer sus derechos. Requieren que la escuela forme para el
“emprendedurismo, y la autonomía”.Los fines de la educación se desplazan de la formación del ciudadano,
el sujeto crítico, transformador, hacia la formación para habilidades y destrezas según demandas del mundo
empresarial. El correlato en el nivel medio de esta reforma es la llamada Secundaria del Futuro, donde, como
en China, el 5to año es un año de pasantías gratuitas en las empresas y cursos de emprendedurismo en lugar
de ser un año de estudio con disciplinas.
2) “La revolución tecnológica modifica las relaciones pedagógicas”
Otro argumento para justificar la reforma es el anuncio de la llegada de la Cuarta revolución tecnológica,
que comprendería la inteligencia artificial, la robótica, la nanotecnología y las interfaces entre lo biológico,
lo ambiental y lo digital[vii]. Compartimos que en el mundo existen cambios tecnológicos acelerados aunque
podemos prever que no parece nuestro país el centro de sus aplicaciones en la industria y los servicios, como
se deriva de la falta de inversiones de las grandes empresas. En cambio, nuestro nicho en este concierto,
decidido por grandes multinacionales imperialistas, parece más pensado para un país como mero consumidor,
arrasando sus viejas fábricas con productos importados, sin barreras aduaneras desde casas matrices en
otros países.
Sin duda tales adelantos tecnológicos van a modificar nuestras relaciones pedagógicas y nuestra vida toda.
En realidad, nuestro sistema educativo, recién está entrando en la que denominan Tercera revolución, la de
internet y las computadoras, que surgió en las últimas décadas del siglo XX, con todas las dificultades que
conocemos. Pero, si efectivamente ese fuera el desafío, ¿quién dijo que una universidad se adaptaría mejor
a estos cambios que los profesorados?, ¿o acaso las universidades existentes, públicas o privadas, ya han
revolucionado sus prácticas en esa dirección?, ¿dónde están los ejemplos que lo demuestran?
Alrededor de los cambios tecnológicos en cierne, aún incipientes en nuestro país, hay, sí, una clara
discusión que la propuesta elude develar. ¿Serán cambios dispuestos para la mejora del nivel de vida del
conjunto de la sociedad, repartiendo las horas de trabajo y reduciendo el promedio de la jornada de cada
trabajador?, La mayor productividad del trabajo, ¿abrirá las puestas del reino de la libertad a partir de una
mayor distribución de la riqueza en el conjunto de la sociedad, dejando de lado el reino de la necesidad como
prehistoria de la humanidad?[viii] ¿El disfrute de la cultura, del ocio productivo, ¿será para toda la sociedad
y no para unos pocos? ¿O serán parte de una nueva ofensiva del capital para incrementar sus ganancias
produciendo despidos y exclusión de cada vez más sectores de la sociedad?
Solo una formación de docentes, crítica, independiente del poder político, puede disputar estos fines de
la educación. Necesitamos que el espacio educativo sea de intercambio entre sujetos que se subjetivan
mutuamente, o como decía Freire, de educadores y educandos en interacción. Eso supone que el lugar de la
tecnología es el de una herramienta auxiliar de la tarea pedagógica y no un reemplazo de los docentes por
plataformas digitales preformadas. La entronización de la tecnología supone el desplazamiento de la docencia
en la relación pedagógica y su reemplazo por facilitadores que administrarían las plataformas digitales, para
lo que se requeriría menor calificación y conduciría, consecuentemente, a menores remuneraciones.
3) “Jerarquizar la tarea docente para atraer más estudiantes y resolver la falta de docentes”
Es cierto que en algunas disciplinas y niveles faltan docentes. Esta situación es particularmente evidente en
las disciplinas como Inglés, física, química, y el nivel primario, donde desde hace varios años se jubilan más
profesores de los que se reciben. Pero a este indicador le falta un diagnóstico. ¿Por qué? Sin responder a este
interrogante, el gobierno dispara su propuesta de universidad afirmando que sería en sí una jerarquización
de la profesión que atraería nuevos aspirantes. Es un argumento falaz. La verdadera razón por la que faltan
docentes son las condiciones de la cursada y las condiciones laborales.
Actualmente, en los profesorados hay una respetable cantidad de ingresantes, incluso en algunos su
matrícula está creciendo. Pero cuando llega la hora de hacer las prácticas la carrera se transforma en un
embudo que pocos pueden atravesar. La formación docente, tal cual está hoy organizada, demanda un
compromiso de horas de práctica a contraturno durante los 4 o 5 años de la carrera previstos que no pueden
ser satisfechas por gran parte de nuestros estudiantes que trabajan en un porcentaje que ronda el 70%. Gran
parte de ellos no logra que sus patrones les permitan hacer uso de licencia por estudio, prevista en la Ley
de Contrato de trabajo, estén registrados o en negro, lo que provoca el desgranamiento de la matrícula a
medida que avanzan las exigencias de prácticas.
El actual sistema de becas Progresar para estudiantes de formación docente es insuficiente. Alcanzará en
2018 a 3.000 estudiantes en todo el país para un total de 1.315 institutos, y 485.000 estudiantes[ix]. Solo
el 0,6% de los estudiantes podríá acceder a este beneficio, y cada instituto podrá disponer de 2 becas en
promedio. Además, no está previsto que atienda a los estudiantes sin recursos, sino a quienes tengan buen
rendimiento en exámenes de acceso a este beneficio, lo que no resuelve el problema del 70% de estudiantes
que trabajan.[x]
En cuanto a las condiciones laborales, estas pesan sobre la decisión de los egresados de las escuelas
secundarias para abrazar la carrera docente. Hoy hay docentes con título que abandonan la docencia
porque no sostienen el peso de las condiciones laborales en el aula. El 47% de la pobreza de nuestra
niñez y adolescencia se concentran en las escuelas públicas a niveles superiores a ese porcentaje, con una
complejidad agravada. Pero la pobreza, los niveles de exclusión social de nuestros alumnos, no tendrían
que provocar esta deserción si el sistema brindara los recursos para compensarla. Hablamos de la falta de
equipos de profesionales de apoyo, sicólogos, asistentes sociales, que, por ejemplo, en el nivel primario
están en una relación de 1 cada 2.500 alumnos aproximadamente. Hablamos de docentes que tienen hasta
4 alumnos integrados[xi] en zona sur, en grados de hasta 35 alumnos, sin maestros integradores salvo una o
dos horas por semana. Con patologías graves, y el corazón en la boca para que no se lastimen y con el temor
de padecer un juicio por mala praxis y perderlo todo. Hablamos de bajos salarios que llevan a que la docencia
trabaje hasta 60 hs cátedras en algunos casos, lo que es en sí mismo insalubre y provoca la famosa “cabeza
quemada” (burnout), o enfermedades laborales. Comparemos esta realidad con España o Francia donde la
semana laboral ronda las 18 horas frente a alumno y 10 horas extra clase con salarios muy por encima de la
canasta familiar.
Pero el argumento de que la creación de una universidad resolvería esta cuestión se cae al escuchar al
gobierno nacional. Macri y Bullrich, el ex ministro, han sostenido en
reiteradas oportunidades que nuestras universidades tienen las más
bajas tasas de egreso del mundo: 30%[xii]. Argumentan que, por tanto,
habría que direccionar mejor los recursos del estado. Esta afirmación
refuta a la del Ministerio de Ciudad que sostiene que la sola organización
de la formación docente en universidad garantizaría que tengamos más
egresados. En realidad, las medidas pensadas por el Gobierno nacional no van
en la dirección de sostener un mayor egreso, sino en la de reducir
los ingresos mediante el proyecto, por ahora encubierto,
de reinstalar los erradicados exámenes de ingreso a las
universidades de nuestro país. Muy probablemente
éste no sea el camino inicial de la UniCABA, restringir
el ingreso, por las causales antes enunciadas. En
cambio, es dable pensar que el objetivo es regular el egreso
con acreditaciones de título emitidas por organismos por
fuera de los profesorados. El Plan Maestro establece, por caso,
en su artículo 39 pág. 54 que “para el año 2026, el CIENTO POR
CIENTO (100%) de las carreras contempladas en el artículo 43
de la Ley de Educación Superior, cumplimenten los estándares de
calidad establecidos, a través de procesos de acreditación”[xiii]. Este mecanismo indirectamente disciplinaría
los planes de estudio, y los enfoques pedagógicos e ideológicos de cada docente, según los requerimientos
antes señalados.
El gobierno del PRO pretende manejar la opinión pública como a un mercado de consumo, apelando
a especialistas en el oficio. Así, la UniCABA es presentada envuelta en el atractivo paquete de una mayor
jerarquización que provendría de la transformación de los profesorados terciarios en una universidad. Se
presenta el título universitario como superior a los actuales. Sin embargo, no fundamenta tal afirmación.
En realidad, el número de horas cátedras de las carreras de los profesorados es, a veces, mayor que en no
pocas carreras universitarias. Tienen concursos públicos abiertos tanto a profesores egresados de institutos
terciarios como a universitarios. El ingreso a la docencia es por concurso de puntaje y oposición. Las carreras
tienen programas más específicamente orientados a la docencia, motivo por el cual aún, existiendo carreras
universitarias pedagógicas, los profesorados cuentan con alta matrícula.
Dinamitar la autonomía de los institutos para disciplinarlos al poder político
Desmontemos esta falsa disyuntiva. Si nuestra formación docente fuera universitaria, inventarían otra
fórmula para lograr el instrumento de esta reforma: terminar con la autonomía de las instituciones de
formación docente respecto del poder político, dinamitar sus estructuras de gobierno democráticas, electivas,
modificar el régimen laboral del formador docente para que salga del Estatuto Docente y pase a ser parte del
proceso de precarización laboral, digitado, en ingreso y permanencia, por el poder político.
El mencionado documento del Banco Mundial lo dice con claridad:
“El principio de la autonomía universitaria vigente en América Latina impide legalmente a la mayoría de los
ministerios de educación controlar de manera directa las normas de ingreso a los programas de formación
docente previos al servicio. Unas pocas universidades prestigiosas son selectivas, pero en la mayor parte de
los países, la mayoría de los profesores nuevos son producidos por prestadores privados de baja calidad y de
institutos de capacitación docente no universitarios sujetos a un escaso control de calidad.”
Y para este diagnóstico de situación realiza propuestas más claras aún.
“Para abordar estas cuestiones, los ministerios de educación de la región aplican cuatro estrategias
principales: a) cerrar las instituciones de baja calidad que están bajo el control directo del ministerio (por
lo general, institutos de formación docente no universitarios); b) establecer una universidad nacional de
educación controlada directamente por el ministerio, como el Instituto Nacional para la Educación de Singapur;
c) crear becas especiales para los mejores estudiantes, y d) elevar los requerimientos de acreditación de las
instituciones de educación superior autónomas, de modo de forzar su cierre o su adaptación.” [xiv]
El debate no es profesorados versus universidad. El debate es, instituciones de formación docente autónomas
del poder político, con autoridades electivas y programas de estudio debatidos democráticamente, con fines
de la educación pensados desde una perspectiva de pensamiento crítico, no reproductor, emancipador, o
una universidad con un rector y estatuto decididos por el Ministerio de Educación, y disciplinada al gobierno
de los CEOS y las demandas de los empresarios.
La única vía para defender esa autonomía hoy es defender los institutos existentes, profesorados de más
de 130 años, con una tradición que ha ido diseñando una estructura democrática de gobierno colegiado y de
construcción del conocimiento pedagógico.
El proyecto de la UniCABA nació soberbio, improvisado, autoritario y torpe. Se ha señalado la falta de
consulta democrática a los actores de nuestra educación superior en su confección, sean estos rectores,
consejos directivos, docentes o estudiantes. Agreguemos a este muestrario de autoritarismo, que no fue
incluido en el Proyecto de presupuesto 2018 que el Ejecutivo presentó a la Legislatura en octubre de 2017,
no formó parte de la exposición de la política educativa 2018 de la Ministra Acuña en la Comisión Educación
de la Legislatura en noviembre pasado, ni se lo consideró al momento de la sanción de la ley en diciembre.
Al igual que los actores antes mencionados, las legisladoras y los legisladores se enteraron por los medios de
prensa.
La UniCABA tampoco sería expresión de la tradición de la universidad de nuestro país. Pretende una matriz
totalmente autoritaria desde el momento en que, hasta su estatuto fundacional y su rector interventor, sin
límite de tiempo, sería digitado por el poder político. Las universidades públicas actuales son herederas de
la tradición de la Reforma de 1918. La generación de entonces defendió el principio de que la formación
universitaria necesitaba autonomía de los gobiernos para
poder desarrollar el pensamiento científico y crítico,
libre, público, y no condicionado al partido gobernante y
a la iglesia. Para ese propósito, defendió y conquistó los
concursos públicos y un gobierno tripartito propio, electivo
de todos los claustros.
Hoy diríamos que esa autonomía es más necesaria que
nunca para formar científicos, profesionales y docentes, autónomos de los intereses empresariales,
que cada día pretenden condicionar más la educación superior al proceso de acumulación de capitales, en
desmedro de proyectos al servicio de las necesidades sociales y de la nación. Necesitamos formar docentes
para poner la ciencia, las humanidades, el arte, al servicio de la sociedad toda, con un sentido emancipatorio
de toda forma de explotación, opresión y exclusión, y no para ser meros reproductores del triste mundo hoy
existente.
La reforma de la formación docente, antesala de la reforma de la carrera docente
El proyecto UniCABA, vago en su articulado, esconde, sin embargo, la reforma de la carrera docente. El Plan
Maestro, en el cual se inscribe, anuncia que ésta dejaría de ser una y tendría dos caminos diferentes: el de
las funciones directivas y de supervisión por un lado y por otro, el de los docentes de sala de clase. Para que
éstos no se “frustren” por no poder llegar a cargos directivos, se les ofrecería ser monitores de los docentes
recién iniciados[xv]. La propuesta se apoya en lo dispuesto en la Ley 26206 artículo 69[xvi], sancionada en
base al proyecto del entonces Ministro Filmus. Durante las últimas décadas hemos asistido a una creciente
tecnocratización de los ministerios de educación que desconocen la importancia de la construcción del
conocimiento pedagógico del docente de aula a la hora de proponer reformas, relegándolos a la tarea de
meros ejecutores de sus diseños. Ahora, habría un salto más para despojar a la escuela y a la docencia de su
carácter de productores de conocimiento pedagógico. Ya no solo por los tecnócratas, sino de gerentes de
recursos humanos. Se pretende destruir la unidad de nuestra carrera que supone, entre otros aspectos, que
la función directiva no es de gerentes de recursos humanos, como se definió a sí mismo el propio ex ministro
Bullrich o lo es toda la plana mayor de los actuales ministerios de educación, sino una tarea de coordinación
pedagógica de docentes con experiencia de aula.
Más ajuste y privatización
A este panorama tenemos que incluir la dimensión del ajuste y de la privatización. El ex Ministro Bullrich
sostuvo en reiteradas oportunidades que nuestro sistema de formación docente está sobredimensionado. El
proyecto supone la reducción de cargos docentes, cursos y hasta profesorados enteros, como ya ha empezado
a ocurrir en otras provincias. Al mismo tiempo se busca profundizar el proceso de privatización en curso y
el destino de los fondos del presupuesto del estado para la tercerización de servicios educativos. Los Ceos
de empresas de servicios educativos, como las plataformas digitales, por ejemplo, ansían hacer negocios
con el porcentaje del PBI que el estado destina a educación. Además, estos servicios permitirían un mayor
control ideológico de lo que se enseña. Para ese futuro necesitan formar nuevos docentes, desprovistos de
todo resabio cultural de la cosa pública. Necesitan meros facilitadores que administren plataformas digitales
preformadas sin originalidad, por agencias y empresas extranjeras, un salto hacia una recolonización
ideológica de nuestro país a través del sistema educativo por parte de empresas extranjeras.
El derecho a la educación en jaque
Por último, afirmamos que está en juego el derecho mismo a la educación. La extensión a 14 años de escolarización
en nuestro país es un producto de las luchas por derechos democráticos. En gran parte de las potencias ricas son
de 9 como en China o 10 como en Alemania. Este gobierno quiere derrotar todas las formas de democratización
en el acceso a la educación que fuimos conquistando en las últimas décadas. Nos referimos al ingreso irrestricto
a cualquier tipo de escuela secundaria. La intención de la Secundaria del Futuro es transformarla con circuitos
diferenciados donde algunos otorgarán título con acceso a estudios superiores y otros quedarán en carácter de
técnicos o de oficios como era antes de la caída de la dictadura o lo es en Alemania o China. Nos referimos al
derecho a ingreso a estudios superiores y a la acreditación de títulos sin restricción por parte del poder político. La
liquidación del 5to año como año de estudio para transformarlo en un año de pasantías no pagas, apunta a reducir
progresivamente el número de años obligatorios, a cargo del estado.
La propuesta “alternativa”: la disolución lenta
Algunos sindicatos y miembros de la oposición parlamentaria en forma explícita y otros, velada, deslizan
la alternativa de formular un proyecto alternativo que paralelice la UniCABA sin que suponga la disolución
de los profesorados. Esta alternativa es la clásica propuesta de quienes buscan los atajos para no enfrentar
las políticas que hemos descripto. Seamos claros y sinceros. No hay forma de derrotar la destrucción de los
profesorados sin enfrentar la UniCABA porque ese es el propósito de esta última. Una eventual convivencia
pacífica entre ambos no sería sino la muerte lenta de la autonomía política y pedagógica de los profesorados.
La imposición de acreditaciones de títulos de los profesorados en la UniCABA terminaría siendo una variante
de sujeción de sus actuales programas y autonomía, y lograría los mismos objetivos.
Recuperar el espíritu de la Reforma de 1918
Si se quiere mejorar la formación docente, hay que retirar el proyecto de la UniCABA y tomar medidas que
realmente jerarquicen la formación docente. Para ello proponemos:
• Un sistema de becas universal, para todos los que no tengan recursos, equivalente al valor de un salario
mínimo que permita sostener la cursada a contraturno a quienes no tienen recursos. Boleto estudiantil para
el nivel terciario.
• Salarios docentes dignos para que nadie tenga que trabajar más de 30 horas semanales.
• Que la semana laboral incluya un tercio de horas extra-clase para la formación continua, la preparación
de clases, la reflexión pedagógica, el trabajo entre pares.
• Un plan de formación docente continua, sistémica, como parte de la semana laboral.
• Una relación docente-alumno frente a clase no superior a 25 alumnos.
• Un equipo de Orientación escolar o DOES cada 500 alumnos.
• Maestras integradoras y Apoyos no docentes durante toda la jornada escolar para todos los niños
integrados, independientemente de que posean o no obra social.
• Plena vigencia del artículo 70 inciso I para uso de licencia por una año para estudios cada 7 años[xvii]
• Opción ampliada del uso del 70 I, para el caso de no optar por estudios superiores, como relevo a tareas
de apoyo pedagógico sin estar a cargo directo de alumnos cada 10 años a fin de evitar la “cabeza quemada”
o burnout.
Invoquemos al espíritu de la generación que logró la Reforma universitaria de 1918, de la que este año
se cumple su centenario. Para que impregne la confianza de nuestros estudiantes y docentes en esta lucha.
Revivamos su ejemplo, hasta lograr el retiro del proyecto UniCABA y sigamos trabajando por mejorar nuestra
formación docente, para hacerla más democrática, más crítica, más emancipadora, más humana.
[i] Ver El Plan Maestro y la Secundaria del Futuro (I) en Revista Docentes en marcha. Noviembre 2017 o en versión digital http://
lauramarrone.com.ar/la-reforma-educacion-pretende-acompanar-la-laboral/
[ii]https://www.google.com.ar/search?q=profesores+excelentes+pdf&rlz=1C1AOHY_esAR708AR708&oq=profesores+excelente&aqs
=chrome.4.69i57j69i59j0l4.12008j0j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8
[iii] http://www.telam.com.ar/notas/201701/177294-davos-esteban-bullrich-formacion-docente-global.html
[iv] El CESGE, Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal compuesto por rectoras, rectores y consejos directivos de los
profesorados públicos de CaBA presentaron documentos que fundamentan el rechazo a la UniCABA cuyos argumentos suscribimos
plenamente. Ver https://comunesup.wordpress.com/. Así mismo lo hizo Ademys. Ver http://www.ademys.org.ar/v2/carta-abierta-del-
cesge-consejo-educacion-superior-gestion-estatal-los-las-docentes/
[v] Ver presentación de Diego Meiriño el 20 de marzo en Legislatura de CaBA. https://www.youtube.com/watch?time_
continue=1485&v=7RH_CaLQcVo]
[vi] Elipsium es una película de ciencia ficción que anticipa un mundo totalmente fragmentado socialmente, incluso hasta en espacios
planetarios. Las fuerzas de seguridad contienen a los marginados que desean entrar a Elipsium donde se disfruta de un ambiente no
contaminado y de los adelantos de la medicina.
[vii] Ver Plan Maestro pág. 40.
[viii] Esas fueron las palabras de Marx en El Capital preanunciando que la reducción de las horas de trabajo, socialmente necesarias para
la reproducción de la vida humana, abriría una nueva etapa histórica de la humanidad, la de la libertad: “Al otro lado de sus fronteras
comienza el despliegue de las fuerzas humanas que se considera como fin en sí, el verdadero reino de la libertad, que, sin embargo,
solo puede florecer tomando como base aquel reino de la necesidad. La condición fundamental para ello es la reducción de la jornada
de trabajo.”
[ix] Ver Anuario estadístico 2017 con datos de 2015 http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL005536.pdf
[x] https://www.infobae.com/educacion/2018/03/27/pagaran-hasta-7-400-por-mes-a-estudiantes-de-profesorado-donde-hay-vacantes/
[xi] Se denomina integrados a los niños y niñas con algún tipo de necesidad educativa especial (motora, visual, auditiva, mental, etc.
Algunos van a escuelas especiales y otros son integrados, requiriendo apoyo de maestras integradoras y APND, personal no docente)
[xii] https://www.infobae.com/educacion/2017/10/30/una-de-las-tasas-de-graduacion-mas-bajas-del-mundo-la-unica-y-deliberada-
referencia-de-macri-a-educacion/
[xiii] Esta es una de las propuestas del Banco Mundial, contenida en su documento, Profesores Excelentes. También la sostienen usinas
de pensamiento en la materia en nuestro país, el CIPPEC a través de su vocero Axel Rivas y Gustavo Iaies del CEPP, entre otros.
[xiv] Ver Profesores Excelentes. Banco Mundial. https://www.google.com.ar/search?q=profesores+excelentes+pdf&rlz=1C1AOHY_
esAR708AR708&oq=profesores+excelente&aqs=chrome.4.69i57j69i59j0l4.12008j0j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8 Pág. 30
[xv] Ver Proyecto de Ley Plan Maestro. Pág. 27
[xvi] Ley 26206. Art. 69.- El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, en acuerdo con el Consejo Federal de Educación, definirá
los criterios básicos concernientes a la carrera docente en el ámbito estatal, en concordancia con lo dispuesto en la presente ley.
La carrera docente admitirá al menos dos (2) opciones: (a) desempeño en el aula y (b) desempeño de la función directiva y de
supervisión. La formación continua será una de las dimensiones básicas para el ascenso en la carrera profesional.
[xvii] Estatuto Docente Ordenanza 40593. Art. 70 l) Se otorgará a pedido del docente, y en todos los cargos en que reviste como titular
en situación activa en jurisdicción de la Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, hasta un año de licencia
con percepción íntegra de haberes, a fin de realizar estudios de perfeccionamiento no previstos en el capítulo XXIV del título I. Esta
licencia se concederá cada siete años cumplidos en el ejercicio de la docencia. Para solicitarla, el docente deberá tener concepto no
inferior a «Muy bueno» en los últimos cinco años de su actuación, y no registrar en el legajo, ninguna de las sanciones disciplinarias
establecidas en los incisos c) a e) del art. 36 de este estatuto. El docente que haya obtenido esta licencia deberá presentar ante
el organismo técnico superior del área respectiva, un informe del cumplimiento de su cometido, monografías, trabajos o estudios
realizados, en el término de sesenta días de concluidos los mismos. La Secretaría de Educación determinará anualmente el porcentaje
de docentes titulares en actividad que podrán acceder a esta licencia, en el que deberán incluirse docentes de todas las categorías
de los distintos escalafones. El otorgamiento se efectuará dentro del plazo de treinta días de recibida la solicitud, de acuerdo al orden
de mérito vigente para ese año, formulado por la junta de clasificación respectiva. Esta licencia no será acumulable, y no podrá ser
solicitada por el docente que se encontrare en condiciones de obtener la jubilación ordinaria en su máximo porcentaje, o se hallare
en período de permanencia.

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