Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
AUTORES:
Castro Cruz Yon Alex
Estela Bustos Gerlis Jhunior
Pinedo Cayotopa Libni Areli
Ciencias Ambientales
MOYOBAMBA - PERÚ
2018 – I
1
ÍNDICE:
I.INTRODUCCION……………………………………………………………………………3
II.GENERALIDADES…………………………………………………………………………5
2.1 Objetivos…………………………………………………………………………….5
2.2 Antecedentes……………………………………………………………………5
2.3 Conceptualizacion………………………………………………………..…5
3 Fallas de mercado………………………………………………………………………16
3.1 Externalidades…………………………………………………………………..……17
3.2 Bienes Publicos………………………………………………………………….....21
3.3 Rendimiento de Crecimiento…………………………………………..….…24
4 Fallas de Gobierno……………………………………………………………...….27
4.1 Internalidades……………………………………………………………….….28
4.2 Costos crecientes…………………………………………………………….……34
4.3 Introduccion de efectos externos……………………………….………..38
III. Analisis de problemática……………………………………………….……..40
IV. Analisis de Solucionatica……………………………………………………..41
V. conclusiones y recomendaciones………………………………………….45
VI. Referencias Bibliograficas………………………………………….……….48
VII. Anexo…………………………………………………………………………………49
2
I. INTRODUCCIÓN
3
Por lo tanto, es importante determinar el rol que los recursos naturales
han desempeñado en el crecimiento de nuestro país. Ello permitirá
elaborar una serie de lineamientos que deberán introducirse en
la política económica, de manera tal que se permita el mejor
aprovechamiento de los recursos que poseemos.
4
II. GENERALIDADES
2.1. Objetivos:
Comprender los conceptos fundamentales que abarcan los
recursos naturales ambientales, las fallas de mercado y del
gobierno
Explicar cómo intervienen las fallas de mercado y como
solucionarlas.
Identificar la problemática concerniente al tema para poder ser
capaces de proponer alternativas de solución.
2.2. Antecedentes:
La explotación de recursos naturales, se concibe como la relación
conceptual entre el hombre y la naturaleza, en el movimiento
platónico donde la naturaleza tiene un lugar dependiente y en el
que el hombre sufre la dolorosa ruptura de su unidad entre alma y
cuerpo, entre sensibilidad e inteligencia (Ángel, 2001).
En la Edad Media (período histórico de la civilización occidental
comprendido entre el siglo V y el XV), el hombre comenzó a
separar la actividad manufacturera de la actividad agrícola, donde
fue necesario crear espacios urbanos hasta el punto de convertirlo
en una actividad económica, lo que posteriormente se llamaría
capitalismo. Este nuevo sistema económico, fue creado sobre 3
principios: la propiedad privada, la acumulación individual y el
mercado, cuyo proveedor principal era la naturaleza (Gómez et al.,
2007).
Posteriormente, en el siglo XIX, surgieron otros pensadores como:
Sergei Podolinsky quien fue pionero de la Economía Ecológica
en 1880, al plantear que la economía se debía estudiar como
un sistema de conversión de energía (Correa, 2007; Gómez et
al., 2007).
5
Ernst Haeckel en 1866 introdujo el concepto de ecología, el
cual fue entendido como la ciencia que estudia las relaciones
de los seres vivos con su ambiente, abarcando más adelante el
estudio de las características del ambiente, transporte de
materia, energía y su transformación a través de comunidades
biológicas. Actualmente, es una ciencia limitada que utiliza
métodos científicos (Gómez et al., 2007).
En 1931, se publicó el artículo de Harold Hotelling llamado “The
economics of exhaustible resources”, el cual se refirió a los
recursos agotables, postulando la regla sobre explotación óptima
que consiste en la comparación de la rentabilidad entre el costo de
oportunidad de la explotación del recurso con el costo de
oportunidad del capital inmovilizado. Incluye temas como el
riesgo, la incertidumbre matemática y otros; funciona con base en
el uso racional y eficiente de los recursos naturales, y el manejo
racional de los residuos, fórmula de economía ambiental
(Hotelling, 1931; Gómez et al., 2007).
En 1944 se realizó la Conferencia de Bretton Woods en New
Hampshire, donde 44 naciones llegaron a acuerdos financieros, la
cual sirvió de base para la posterior creación del Fondo Monetario
Internacional, el Banco Mundial y una serie de organismos de
cooperación, fomento y desarrollo económico a la cabeza de la
ONU, para evitar una Gran Depresión (Urquidi, 1994; Correa &
Rendón, 2001).
6
La aparición del primer texto económico, sobre la problemática
ambiental y de cómo la economía puede intervenir en
problemas ambientales, llamado “Economics of the
environment” escrito por Robert Dorfman (Gómez et al.,
2007).
En 1974 la publicación llamada Environmental Economics,
elaborada por D.W. Pearce, plantea el reconocimiento de la
dependencia del sistema económico sobre los sistemas ecológicos,
recursos naturales y sus interrelaciones, que proveen materiales y
servicios para soportar un estándar de vida moderno y no al
contrario. Así, se extraen materiales naturales y se procesan en
productos finales para el consumo, los cuales están compuestos
por una cantidad de químicos que posteriormente retornan
nuevamente al ambiente; plantea, problemas prácticos en la
estimación de los costos del daño y control de los problemas
ambientales; analiza el uso de recursos renovables y no
renovables, y por ultimo analiza la economía de un campesino al
de un hombre del espacio (Pearce, Turner & Bateman, 1993).
A finales de la década de los años setenta, se presentó una
bifurcación entre el tratamiento teórico de la Economía y Medio
Ambiente, de donde surgió la línea de Economía Ambiental y la
Economía Ecológica, ya que la economía neoclásica era incapaz de
corregir fallas en el mercado que generan problemas ambientales
(Gómez et al., 2007).
En 1992, durante la Conferencia de Río, se habló de un
compromiso ciudadano con su entorno, al ejercicio responsable de
actitudes y conductas de valores contempladas en la Agenda 21
(Fiksel, 2012); también se dieron 2500 recomendaciones sobre
Medio Ambiente y Desarrollo y planearon 27 principios (Gómez,
2006).
7
En 1995 Martínez Alier, en otro aporte a la Economía Ecológica,
consideró que los servicios de la naturaleza en la economía
humana no están bien estimados, por lo que se necesita de una
garantía, un suministro adecuado de energía, materiales y residuos
de manera no contaminante, que proteja la biodiversidad (Gómez
et al., 2007).
Desde la prehistoria los recursos naturales, vistos como fuente de
energía, han estado fuertemente vinculados al desarrollo y
evolución de la vida del hombre y la sociedad. De ahí que sea
relevante realizar una mirada histórica sobre el papel que estos
han desempeñado, con el fin de resaltar dicha relación y el impacto
del uso de las diferentes fuentes de energía en los procesos
económicos que se llevan a cabo. La hipótesis que se asume es que
los recursos naturales y la energía son factores que explica el
proceso de crecimiento económico que se ha registrado
especialmente desde los inicios de la Revolución Industrial. Con
esta revisión teórica y conceptual, se llega a la conclusión de que
los recursos naturales y energéticos constituyen la base para el
crecimiento de los países, así como para la construcción de
herramientas tecnológicas que permitan a los seres humanos
satisfacer sus necesidades y avanzar hacia mejores niveles de vida
(Abramovitz, M.1870).
Se indica que "el concepto de falla de mercado se contrapone a
otro que puede ser bastante más grave, la falla del gobierno, que
es cuando la regulación que se crea para remediar una falla de
mercado conduce a una situación en la que la sociedad se aleja aún
más de la eficiencia (Cabieses, 3003).
Un caso emblemático de una falla de gobierno es la prohibición de
emitir publicidad para remediar asimetrías informativas, cuando
justamente la publicidad está pensada para transmitir información
8
y reducir esa asimetría; otro, la obligación de revelarle al
consumidor absolutamente toda la información existente respecto
de un producto, como en el caso de las ventas por internet, en
donde el consumidor recibe mucha más información de la que
puede y quiere procesar, optando por ignorarla. En ambos casos,
sin embargo, los precios suben y el consumidor está peor, con
productos más caros y menos información (Cabieses, 3003).
Las externalidades se solucionan con derechos de propiedad bien
definidos, más que con impuestos o indemnizaciones. Mientras
que los bienes públicos, como la seguridad, por ejemplo, son
cuestionablemente mejor provistos por el Estado que por los
privados. Si ese no fuera el caso, no serían necesarias las policías
privadas, los guardaespaldas o los guardianes particulares en las
calles (Cabieses, 3003). .
2.3. Conceptualización:
2.3.1. Definiciones de recursos naturales ambientales:
Los recursos naturales son todos aquellos bienes materiales y
servicios que proporciona la naturaleza para satisfacer las
necesidades o deseos humanos. Estos recursos son valiosos para
los seres humanos porque contribuyen a su bienestar y desarrollo
de manera directa. Por ejemplo: las materias primas, los minerales
y los alimentos. (Vega & Ramírez, 2014, p. 3)
Los recursos son los materiales de la naturaleza que los seres
humanos pueden aprovechar para satisfacer sus necesidades
(alimentos, vestido, vivienda, educación, cultura, recreación,
etc.).Los recursos naturales son la fuente de las materias primas
(madera, minerales, petróleo, gas, carbón, etc.), que
transformadas sirven para producir bienes muy diversos. (Brack &
Mendiola, 2010, p. 264)
9
Según el economista norteamericano, ERICH W. ZIMMER MANN
(1957:7) los recursos naturales son “los elementos de la naturaleza
que los hombres puedan aprovechar”. Los elementos o dones
de la naturaleza son gratuitas como el suelo , el clima , la cobertura
vegetal, los animales , las aguas ,el aire, la morfología , la situación,
la configuración ,etc. Que están envueltos en una serie de
condiciones de resistencias naturales que dificultan su utilización
por el hombre. (Hurtado, 2007, p. 40)
CASTRO - LESSA (1973:15), define los recursos naturales como
“elementos incorporables a las actividades económicas
.Constituye un variado conjunto en el que destacan el suelo
cultivable, los bosques, los yacimientos minerales, los recursos
hidrobiológicos etc.”. (Hurtado, 2007, p. 41)
WILBUR ZELINSKY (1971:130), profesor de geografía del Estado de
Pennsylvania dice: “Podemos definir un <recurso> como cualquier
sustancia o propiedad física de u lugar que puede utilizarse de
alguna forma para satisfacer una necesidad humana .Entre los
recursos se incluyen a las potencialidades física y biológicas de los
minerales, suelos, agua y atmosfera de una localidad tal como lo
aprecian sus ocupantes. (Hurtado, 2007, p. 41)
ANTONIO NUÑEZ JIMENEZ (1972:338), profesor de geografía de
Cuba, dice de los recursos naturales “Son las fuerzas y los
materiales que la naturaleza pone al alcance del hombre,
susceptible de ser aprovechado por la industria y el comercio .Por
ejemplo la fuerza del viento, es un recurso natural aprovechable
para las montañas pueden ser explotadas para construcciones, los
peces para alimentos gran parte de la población. (Hurtado, 2007,
p. 41)
Según UMBREIT HUNT (1959:38), los recursos naturales se refiere
a las cosas proporcionadas por la naturaleza en el medio físico del
10
hombre y que se halla en condiciones de contribuir a la satisfacción
de los deseos humanos. (Hurtado, 2007, p. 41)
NACIONES UNIDAS: El “Informe de la conferencia de las Naciones
Unidas sobre la Aplicación de la Ciencia y Técnica en las regiones
poco Desarrolladas” (1964:20 t.2), en el volumen II que trata de los
<recursos naturales> dice “son recursos naturales todos aquellos
elementos del medio físico que son útiles real o potencialmente
para los seres humanos que viven en este. La energía que nos llega
que la filtra y la hace utilizable ,y que proporciona el oxígeno
necesario para la vida y para la combustión .la luz del sol y el aire
sobre los cuales los hombre tienen hasta ahora muy escaso
control, si es qué tienen alguno”. (Hurtado, 2007, p. 41)
DAVID KUCZYNSKY (1982). Define los recursos naturales como
cualquier producto de la naturaleza, que puede usar el hombre: la
luz, el agua, las montañas, los minerales, etc. (Hurtado, 2007, p.
42)
ALAN RANDALL (1985:28).Profesor del departamento de
economía agrícola de la universidad de Kentucky, dice “Un recurso
es algo que resulta útil y valioso en el estado en que se encuentra
.En su estado natural o no modificado, puede ser un insumo para
el proceso de producción de algo de valor, o bien ir directamente
al proceso de consumo y ser valorad por tanto como un
satisfactor”. (Hurtado, 2007, p. 42)
ROLANDO MENDOZA HERNANDEZ (1981:7), Profesor de la Escuela
De Ciencias Biológicas De La Universidad Nacional de costa rica,
dice “Recursos naturales es todo aquello que le sirve al hombre
para satisfacer sus necesidades físicas y espirituales”. (Hurtado,
2007, p. 42)
11
2.3.2. Clasificación de los recursos naturales:
Los recursos naturales son de muchos tipos y se pueden clasificar de varias
maneras, es así que Brack & Mendiola (2010), establecen la siguiente
clasificación.
2.3.2.1. No renovables o agotables:
Son aquellos que una vez utilizados se agotan, porque no se
regeneran. Son inorgánicos y existen en cantidad fija. Son los
minerales, que pueden ser de dos tipos:
Metálicos: Minerales de los cuales se obtienen diferentes
metales (hierro, oro, plata, cobre, etc.).
No metálicos: Se usan en forma directa como la arena, la
grava, las arcillas, las piedras, etc.
2.3.2.2. Recursos naturales energéticos:
Son aquellos que sirven para producir energía. Pueden ser:
A) No renovables agotables: Que existen en cantidad fija.
Los combustibles fósiles: Se denominan así a la energía solar
almacenada durante millones de años:
Petróleo: Es una de las fuentes de energía más utilizadas,
especialmente para el transporte (gasolina y diésel). Las
zonas petroleras con reservas probadas están en la costa
norte (Tumbes y Piura), en el zócalo (especialmente en el
norte) en la cuenca amazónica y en la sierra (Pirín). El Perú
apenas se abastece de petróleo. De no hacerse más
prospecciones, en el futuro la seguridad energética del país
puede verse afectada.
Carbón: Es de origen natural y se presenta en forma de
antracita, hulla, lignito y turba. En el Perú han detectado
cerca de 100 yacimientos carboníferos, muy pocos
estudiados ascienden a más de 100 millones de T y las
12
probables a más de 2 millones de T. La producción anual es
modesta y nos supera las 200 mil T.
Gas natural: Conformado por metano y etano, y se
encuentra asociado con el petróleo o en los yacimientos de
gas. Los principales yacimientos están en Camisea (Norte del
Departamento de Cuzco) y en Aguaytia. Las reservas
peruanas son enormes y para muy largo plazo. En la
actualidad es utilizado principalmente para energía
doméstica.
Los radioactivos: uranio y otros minerales radioactivos.
B) No renovables inagotables: Que existen en cantidades no fijas y
permanentes. A este tipo pertenece el geotermal, o sea, el vapor
de agua caliente proveniente del interior de la Tierra.
C) Renovables inagotables: se renuevan continuamente.
El hidráulico: La energía del agua en los desniveles de la
superficie terrestre. Energía del agua por el desnivel natural.
Este tipo de energía es muy abundante en las vertientes
andinas, donde existe un pronunciado desnivel, y sirve para
mover molinos, ruedas de agua y turbinas para generar
electricidad. El potencial del país en muy grande y es
aprovechado en forma parcial, pero de importancia para la
producción eléctrica.
El eólico: La energía del viento. Se la usa para bombear agua
y producir electricidad. Su aprovechamiento es muy
limitado.
El oceánico: La energía de las mareas y de las olas. Puede ser
utilizada para generar electricidad mediante turbinas. No es
aprovechada en el país.
EL Solar: La energía del sol, que puede ser aprovechada en
forma directa (calor) o transformándola en electricidad,
13
mediante las células fotovoltaicas. La energía calorífica del
sol se utiliza en forma artesanal, en forma generalizada para
secar ropa y alimentos, e industrial, en forma limitada, para
generar electricidad y calentar ambientes (casas,
invernaderos) como una de las fuentes de energía
alternativa.
A pesar de ser uno de los bienes más preciados que posee el ser humano, la
tendencia general durante los últimos años, ha sido la de infravalorar los
recursos naturales, pues no se ha tenido en cuenta que el derroche y
sobreexplotación de estos recursos está produciendo graves consecuencias
para nuestro Planeta, como son el cambio climático, la pérdida de bosques,
el detrimento de la diversidad en fauna y flora, la merma de los recursos del
agua.
- Externalidades
En la óptica liberal, los derechos de propiedad derivan de la libertad
individual que los sujetos poseen de manera intrínseca, es decir, derivada del
estado de naturaleza. Habrá violación de esta libertad cuando los individuos
no pueden ejercer sus dere- chos de propiedad o cuando el accionar de
terceros con respecto a derechos de propiedad que el sujeto no posee,
tiene consecuencias negativas sobre este último. En ese caso, se trata de
externalidades desde el punto de vista de los derechos mencionados. En
efecto, el ejercicio de mis derechos de propiedad puede tener
consecuencias negativas o positivas sobre otros sujetos. Esto formula el
problema de las limitaciones a la libertad individual que implica la vida en
sociedad. El ejercicio de los derechos de propiedad puede producir
17
externalidades negativas en ter- ceros lo que representa una
disfuncionalidad del mercado, por lo que en la medida que ese mercado sea
más eficiente, será incesante el proceso de internalización de las
externalidades, o sea, reemplazo del mercado abierto por parte de las
empresas. La regulación de mercado se basa en variables endógenas como
los derechos de propiedad privada, que no constituyen solamente una forma
de libertad individual, sino que también son un instrumento eficaz de
asignación de recursos y un eje central en la teoría del poder. En efecto, es
forma de expresión de la libertad porque le reconoce al individuo la
posibilidad de usar y disfrutar de un bien o servicio hasta el punto de poder
destruirlo si lo juzga conveniente. Es un instrumento efec- tivo en la
asignación de recursos, porque la propiedad entraña eficiencia en la utili-
zación del bien objeto de la misma: se cuida el jardín propio, pero se daña
un parque público.
18
El derecho de propiedad se ejerce sobre una cosa, pero en sí mismo es
intangi- ble. Los argumentos de Coase (1973: 392) tienden a mostrar que
los derechos de propiedad siguen una lógica de mercado donde opera, bajo
condiciones ideales, un proceso de autorregulación del mismo carácter que
internaliza las externalidades. El gobierno y la sociedad en su conjunto,
deben cooperar para establecer una buena definición de los derechos de
propiedad a fin de que los contenidos autorreguladores del mercado tengan
lugar. Nótese entonces que la autorregulación del mercado, aun ella, tiene
que ponerse a funcionar. Coherentemente con lo anterior, una mala defi-
nición de los derechos de propiedad bloquea y desnaturaliza la función
asignativa eficiente que pueden tener los derechos de propiedad, por lo
que el proceso de internalización de externalidades que tendría que
operarse en los mercados priva- dos no tiene lugar sino que, por el
contrario, se registra otro de rentabilización privada de las externalidades
públicas, el cual es característico del patrimonialismo ejercitado por
propietarios rentistas.
Al tomar en cuenta la dimensión social de los derechos de propiedad y las
externalidades, aparece la pugna entre costos sociales y privados. Si los
costos sociales superan a los privados, habrá lugar a una corrección que no
necesariamen- te debe ser resuelta por el gobierno en tanto productor. En
cambio, si los costos privados superan a los sociales, no habrá nada que
corregir. Por esta vía, el arreglo con respecto a los derechos de propiedad
se decide en una cuestión de cálculo económico. Cálculo que no basta en sí
mismo para lograr la solución, sino que ésta se vinculará con la capacidad
de negociación de los agentes económicos que acor- darán
contractualmente la solución del fallo del mercado.
- Bienes públicos
La concepción liberal del mercado y el gobierno no niega la necesidad de los
bienes preferentes –merit goods– como satisfactores colectivos. En su
mínima expresión, ellos podrían limitarse a la justicia. Ahora digamos que
mientras los mercados pri- vados no puedan producir justicia por sí mismos
y en toda la extensión necesaria, esta justicia deberá encontrar una
explicación en función de costos de las transac- ciones. En efecto, el
institucionalismo (Coase, 1973: 397) propuso una idea deriva- da de la teoría
de los derechos de propiedad: los juicios legales definen los derechos de las
partes de manera que sea posible la solución del conflicto. Los jueces reem-
plazan al mercado abierto cuando este no puede funcionar debido al costo
de las transacciones. De esta forma, el institucionalismo liberal propone una
explicación de la producción de justicia similar a la de la empresa privada.
Debe existir un aparato judicial en tanto que los costos de las transacciones
hacen incosteable la producción de justicia por parte del mercado abierto,
con respecto a un bien de consumo conjunto y de naturaleza totalmente
intangible. De cualquier forma, se trata de un bien público que representa
un fallo del mercado, aun cuando la esfera de los bienes públicos se reduzca
a su mínima expresión.
- Rendimientos crecientes
Para que tengan lugar las soluciones de “mano invisible” o de “dejar hacer”
o de la “fábula de las abejas”, como se prefiera, el ambiente económico más
propicio es una economía de pequeños productores independientes
acicateados por los rendi- mientos decrecientes. Un ambiente donde las
diferencias de poder de negociación no sean demasiado grandes, sino
también donde los intercambios estén basados en un suficiente grado de
confianza compartida (bien público) que neutralice al opor- tunismo
contractual. Si el “dilema del prisionero” como alegoría de la desconfian- za
social (mal público) representa un serio reparo al espontaneísmo de
mercado, las soluciones de “mano invisible”, a su vez, están basadas en la
confianza colectiva que entraña las relaciones espontáneas del mercado
(Smith, 1941: 50-75). La teoría de los fallos del mercado razona sobre estos
fenómenos a través del oportunismo y el riesgo moral pero no puede dejar
de tener proyecciones sobre el hecho de que la confianza colectiva es un bien
público tan necesario como la justicia o los parques colectivos.
Los rendimientos crecientes se presentan con respecto a situaciones de
concen- tración de la oferta y la demanda. En este sentido, si Coase
(Williamson, 1991) había utilizado el caso de los faros para sugerir que las
soluciones de mano invisi- ble basadas en la iniciativa privada son
preferibles al intervencionismo guberna- mental, Arrow (Williamson,
1991:46) transformó el mismo caso en uno de mono- polio bilateral en
donde se impone un regateo basado mucho más en el oportunismo que en
la eficiencia asignativa de los mercados guiada por los rendimientos decre-
cientes. En general, la regulación de las imperfecciones del mercado se ha
centrado en la legislación que defiende la competencia leal, la fijación de
precios y los im- puestos de castigo.
En las antípodas de la Escuela de la Elección Pública se situaron las
24
teorizaciones que apologizaban la gestión centralizada del sistema de
precios. La implosión del capitalismo de Estado en 1989 desvirtuó, entre
otras cosas, el gran argumento que se había manejado en defensa de la
planificación centralizada en tanto que supera- ría las fallas del mercado
relativas a la información parcial e incompleta. Basados en esta suposición,
autores como Oscar Lange y Abba Lerner la utilizaron como arma
intelectual arrojadiza contra el desarrollo de las transacciones
descentraliza- das. En este sentido, esos dos autores afirmaron que los
sistemas de planificación basados en las reglamentaciones, pero no en los
intercambios privados, podían si- mular los mercados y alcanzar el óptimo
transaccional que los fallos del mercado no permitían. De hecho, estos
autores fueron cómplices intelectuales de los rendi- mientos crecientes
que usufructuó el capitalismo de Estado.
Ante esta proyección del capitalismo centralizado, la respuesta liberal fue
en dos sentidos. En primer lugar, Hayek (1935) sostuvo la tesis de que la
planificación capitalista de Estado no puede manejar toda la información
necesaria para lograr el óptimo económico. En cambio, sostuvo Hayek,
el mercado, gracias a las interacciones constantes entre los agentes
económicos, permite gestionar debida- mente las transacciones aunque la
información sea parcial. Independientemente de lo que postulara Hayek, es
cierto que la planificación realmente existente del capi- talismo de Estado
nunca pudo ser exhaustiva y, por lo tanto, limitada a un universo parcial de
las transacciones. La posibilidad de reemplazar a la dinámica de los
intercambios privados quedaba en suspenso, los rendimientos crecientes
que cap- turó la burocracia de gobierno no.
En segundo lugar, Michael Polanyi (1999: 178) sostiene que los sistemas de
mer- cado con organización liberal no solamente pueden administrar una
cantidad de información superior a la de los regímenes de planificación
centralizada, sino que también, y aunque los mercados sean imperfectos,
tienen la virtud de preservar las libertades individuales que constituyen un
25
baluarte de la civilización occidental. Por lo que la superioridad del
mercado sería doble: económica y política. De nues- tra parte, resta acotar
que todo ello presupone eficiencia y eficacia de los mercados privados, lo
cual no está implícito en los mismos de ninguna manera, sino que
dependen de la evolución nacional de los derechos de propiedad y del
costo de las transacciones. La competencia imperfecta está plena de
oportunismo y riesgo mo- ral, por lo que es difícil admitir por principio a la
eficiencia y la eficacia.
Especialmente en lo que hace a los defectos de información, la
incertidumbre con respecto al futuro no permite tomar buenas decisiones
y resulta meramente doctri- nario suplir estas lagunas analíticas con
supuestos arbitrarios. Independientemente de que los defectos de
información pueden motivar comportamientos imitativos o de rebaño no
siempre benéficos para el bienestar colectivo, podemos considerar el
siguiente ejemplo de las consecuencias negativas de la falta de
coordinación. Una industria X, eventualmente monopólica u oligopólica,
solamente alcanzará márge- nes de rentabilidad suficiente si se instala la
red ferroviaria Z dentro de los próxi- mos cinco años. Al mismo tiempo, la
red ferroviaria Z no se justifica si al inaugurarse no cuenta con el tráfico
relacionado con la industria X. A partir de allí los intervencionistas
revalidan la hipótesis de que solamente el gobierno puede suplir esta falta
de coordinación de los mercados. Como contraparte, la argumentación
liberal habla de la creación de mercados de futuros en los cuales es posible
comprar a un precio determinado lo que no está disponible actualmente. El
precio estableci- do en esos mercados de futuros y la importancia de la
demanda respectiva darán las informaciones necesarias para evaluar la
viabilidad de las inversiones correspon- dientes. De esta forma existirá
siempre una manera de crear mercados contingentes que faciliten la
circulación de la información de manera eficiente y eficaz. Todo lleva a
pensar que cuanto más se desarrollen los intercambios complejos, más posi-
26
bilidades reales de funcionamiento tendrán estos mercados contingentes.
Por el contrario, cuanto más perduren los intercambios tradicionales,
menos posibilida- des reales tendrán los mercados de futuros (obviamente
nos estamos refiriendo a cualquier clase de futuros, pero no solamente a
los de valores mobiliarios).
- Internalidades
De manera similar, pero opuesta, a lo que sucede con los fallos de los
mercados privados, existen en el sector público internalidades y bienes
privados que contra- dicen la naturaleza aparentemente pública del
mismo. Esas internalidades se refie- ren a los beneficios privados que es
posible realizar con el pretexto del interés general. Fruto de ello, la oferta
pública puede estar tan distorsionada como lo está la oferta privada en el
caso de que existan externalidades. Si por un lado esas internalidades dan
lugar a la apropiación privada de los beneficios por parte de los funcionarios
públicos, por otro lado pero al mismo tiempo, la oferta pública no tendrá
niveles óptimos, sino que estará sobre o subdimensionada en función de
la distorsión señalada anteriormente. Por ejemplo, registrará un
crecimiento desmedi- do del gasto público o se pagarán los costos de
bienes con cualidades excesivas para lo que debe representar el consumo
social.
30
Allí existen internalidades y bienes priva- dos por derecho propio. Los
derechos de propiedad, en general, fundamentan a la economía de
mercado en tanto que funcionalizan el intercambio de bienes y servi- cios,
aunque esos intercambios no se refieran al intercambio del bien en sí
mismo; en paralelo, el gobierno puede concesionar el sistema bancario,
pero no debe per- mitir la apropiación privada del dinero público.
- Costos crecientes
34
compartidas tiende a borrar las fronteras entre la reglamentación nacional
y la in- ternacional. Pero como esta mundialización viene a sobreponerse
al ciclo de las economías cerradas, pareciera ser que el choque entre dos
épocas y dos estados de ánimo aún no ha producido el mejor resultado
sintético.
Si al cabo del ciclo de las economías cerradas pudo pensarse que se
cometieron excesos reglamentarios causantes de costos crecientes, la
euforia liberal que caracterizó el inicio de la mundialización parece
necesitar una cierta corrección reglamentaria. Obviamente que un cálculo
costo-beneficio tanto global como particularizado arrojaría mucha claridad
sobre el asunto, pero por el momento la aplicación de ese tipo de cálculo
sigue siendo problemática. De cualquier forma, es aceptable pensar que a
mayor desreglamentación habrá menores costos.
36
- Inducción de efectos externos
39
III. ANÁLISIS DE LA PROBLEMÁTICA
1. Sobreexplotación:
A lo largo de la historia la sociedad siempre ha sido consciente de que su desarrollo
estaba sujeto a la explotación de su entorno. La Revolución Industrial marcó un punto de
inflexión en la explotación de los recursos; las industrias requerían cada vez mayor
cantidad de materias primas para poder crecer, el aumento de la demanda exigía
sistemas más sofisticados para la obtención de los recursos y la tecnología los
proporcionaba, lo cual inevitablemente condujo a una sobreexplotación de los recursos.
En el periodo que va desde 1770 hasta 1900 la población mundial casi se duplicó,
mientras que la extracción de minerales se multiplicó por 10. Desde 1900 hasta 1970 la
producción mineral se multiplicó por 12, aunque la población era sólo 2,3 veces mayor.
Esto nos da idea de cómo la humanidad incrementaba la explotación de los recursos
naturales muy por encima de su crecimiento. Sencillamente, hemos tomado todo lo que
necesitábamos de la naturaleza, sin pararnos a reflexionar sobre las consecuencias.
2. Restauración de las políticas ambientales para la internalización de
externalidades:
Tomando como punto de referencia la región San Martín, esta cuenta con una
Zonificación Ecológica y Económica (ZEE), pero pese a ello los procesos migratorios y los
índices de deforestación siguen creciendo, entonces las leyes están hechas, lo que falta es
hacerlas cumplir, para lo cual es necesario hacer a un lado los intereses políticos y
económicos de nuestros gobernantes, porque de otro modo será imposible frenar estos
procesos que causna graves impactos sobre el medio ambiente.
Por todo ello las penas establecidas en las leyes, deben ser más severas para aquellos
que vulneren el medio ambiente, sobre todo el sector industria, que como sabemos es el
elemento que produce mayor degradación de los ecosistemas.
1. Sobreexplotación:
40
Adoptar un árbol y cuidarlo para verlo crecer.
No desperdiciar alimentos ni agua.
Aprovechar el papel de los cuadernos utilizando ambas caras.
41
Además, la integración de la variable ambiental en las políticas económicas, como
expresión concreta del principio de la integración de la variable ambiental en las
políticas sectoriales, conlleva que los objetivos de la política ambiental y los de otras
políticas, como la económica, se potencien recíprocamente.
Desde una óptica tradicional ambiental de la necesidad de internalización de las
externalidades ambientales poco importa si dicha internalización se hace desde las
ayudas públicas o desde la aplicación del principio quien contamina paga; sin
embargo, desde una visión de economía ambiental la decisión o decisiones de darle
más peso a unas o al otro tiene consecuencias muy diferentes.
Y para tener una solución estable en sus manos están las medidas de alcance global.
Estas medidas se basan en el establecimiento de acuerdos internacionales en
materia de medio ambiente, la elaboración de leyes de protección del medio
ambiente y el incentivo de la investigación.
42
Entre estas medidas podemos destacar algunas como:
V. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Los recursos naturales desde hace mucho tiempo han sido esenciales para el
hombre, pero las necesidades superaron conforme la población aumentaba,
entonces había una sobreexplotación de los recursos naturales, lo cual no se pensó
en los efectos adversos que tendría en el futuro. Para ellos hoy en día debemos de
implantar medidas nuevas a favor del ambiente, para tener una mejor calidad de
vida y aprovechar mejor los recursos que aún nos queda en la naturaleza.
Vale la pena recordar que cuando hablamos de “fallos” del mercado, del gobierno
o de las organizaciones, nos referimos a los defectos de la teoría pura como
manifes- tación del razonamiento abstracto y naturalista. Por ello es que la fábula
de las abejas puede ser interpretada de distintas maneras, no solamente como lo
hiciera Mandeville. En todo caso, la generalización de los fallos invalida cierta teoría
eco- nómica y ciertas prácticas políticas, pero no lo hace con respecto a todas. Como
vimos en las páginas anteriores, tal vez la consecuencia más importante de esto
último sea que son las formas de apropiación, pero no tanto los derechos de propie-
dad, las que determinan los fallos del mercado, del gobierno o de las organizacio-
nes. Al mismo tiempo, todos esos fallos presionan al alza los costos de las transac-
ciones.
En la actualidad bien podemos reconocer cómo las soluciones de mercados pri-
vados a los conflictos de intereses que presentan las externalidades se complemen-
tan con las de gobierno porque ni el mercado ni el gobierno son instancias carentes
de defectos. En otro caso, tal como lo es el de los bienes públicos, la deficiente
producción de los mismos por parte del mercado privado no justifica la expansión
desmedida del sector público, sino que, por el contrario, se proyecta en el gobierno
de nuevo tipo que corresponde a la organización liberal de la economía. De manera
similar, las formas empresariales que resultan de los rendimientos crecientes no
43
justifican sin mediaciones a los monopolios públicos, tanto como la desaparición de
estos últimos no tiene por qué dar lugar a la aparición de monopolios privados.
Las internalidades en el sector público representan una verdadera demolición de la
economía estatal, porque ellas evidencian una falla sistémica del gobierno. Más que
una defensa doctrinaria del gobierno, lo que procede es el desarrollo de los
controles cruzados que preventivamente impidan la existencia de internalidades y
bienes privados en el sector público. De manera similar, los costos crecientes en el
sector público solamente constituyen el andamiaje de la burocracia de gobierno,
pero no una consecuencia del interés general. Menos visible en el corto plazo, la
inducción de efectos externos negativos no es menos dañina en términos de bienes-
tar colectivo, particularmente porque impide que se forjen los comportamientos
empresariales necesarios para el crecimiento y el desarrollo.
RECOMENDACIONES
Una de las bases que sustentan el desarrollo son los recursos naturales
el suelo, el agua, los bosque y la biodiversidad, la cual proporcionan
beneficios en calidad ambiental y el bienestar del hombre por ello
debemos hacer un buen uso de ellos y de su buen manejo.
44
VI. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
.
A, Gomez. (2011). La importancia de la producción local y la pequeña
empresa para el desarrollo de América Latina. Santiago de Chile.
http://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=HD28DaIGf0gC&oi=fnd
& pg=PA19&dq
45
Brack Egg, A., & Mendiola Vargas, C. (2010). Ecología del Perú (Tercera
Banco Mundial (1994). Adverting the old age crisis, London: Oxford
University Press.
47
48
49
50
51
52
53
54
55