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El vaso principal del sistema portal hepático es la vena porta hepática, una gran
vena que se encuentra en el ligamento
gastrohepatoduodenal junto a la arteria hepática y la parte anterior del conducto
biliar.
La vena porta hepática está formada por la confluencia de tres vasos principales,
las venas gástricas, pancreaticomesentérica y
lienomesentérica. Se unen para formar la vena porta hepática cerca de la punta
anterior del lóbulo dorsal del páncreas.
La arteria celíaca también se divide en sus ramas muy cerca de este punto.
Ocasionalmente, las venas gástricas y
lienomesentérica se unen para formar un vaso muy corto que luego se une con el
pancreaticomesentérico para formar la vena porta
hepática.
La vena gástrica acompaña a la arteria gástrica en las superficies dorsal y ventral
del estómago. La vena lienomesentérica se extiende a
lo largo del lóbulo dorsal del páncreas.
A la izquierda del bazo se observa que la vena está formada por la confluencia,
cerca del extremo posterior del lóbulo dorsal, de la vena
lienogástrica posterior bastante corta y la vena intestinal posterior.
El primero proviene del bazo y la parte posterior del estómago (es decir, en
paralelo con la arteria lienogástrica), este último desde la
parte posterior del intestino (recuerde que esta región es suplida por la arteria
mesentérica anterior, que se convierte en la parte
posterior intestinal artería).
Para el espacio retroperitoneal emite pares de arterias como las arterias renales
(para los riñones), lumbares (pared abdominal posterior) y gonadales (testicular u
ovárica). Caudalmente se divide en las dos arterias ilíacas comunes (izquierda y
derecha) y en la arteria sacra media.
RETORNO VENOSO
El retorno venoso del abdomen corresponde a la vena cava inferior, que resulta de
la fusión de las dos venas ilíacas comunes. Recibe las venas renales, lumbares y
gonadales, y atraviesa el diafragma sobre el hígado.
El retorno venoso de las asas intestinales –por llevar sangre que lleva
incorporados los productos de la digestión y que no puede pasar así al torrente
circulatorio sistémico– confluye en las venas mesentéricas, superior e inferior, las
cuales junto con las venas gástricas y la vena esplénica forman el tronco de la
vena porta que entra en el hígado.