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DOCTRINA: EL NUEVO ARTÍCULO 303 DEL CÓDIGO

PENAL. ESTRUCTURA TÍPICA DE LA FIGURA DEL


LAVADO DE ACTIVOS DE ORIGEN DELICTIVO
14 de junio de 2012 a las 14:21

La autora analiza la Ley 26683, modificatoria del Código Penal, que implementa la nueva
legislación sobre lavado de activos para nuestro país, haciendo hincapié en la separación de las
figuras de lavado de dinero y encubrimiento del mismo; aborda la problemática de los delitos
en cuestión, con su tipificación, atenuantes y agravantes, y menciona los desafíos para la
interpretación judicial de la nueva normativa.

Fuente: Trabajo extraído de la obral Compendio Jurídico Nº 61 – Abril 2012.

ANA C. MARCONI
EL NUEVO ARTÍCULO 303 DEL CÓDIGO PENAL. ESTRUCTURA TÍPICA DE LA FIGURA DEL
LAVADO DE ACTIVOS DE ORIGEN DELICTIVO

El 1 de junio del año pasado, el Congreso Nacional sancionó la ley 26683, que implementa la
nueva legislación sobre lavado de activos para nuestro país e intenta dar respuesta a las críticas,
recomendaciones y comentarios formulados por el Grupo de Acción Financiera Internacional
(GAFI) sobre el estado de la cuestión en el país y, así, evitar que el mencionado organismo
imponga sanciones concretas a la Argentina.
El legislador modifica el Capítulo XIII, Título XI, del Código Penal (CP), que recupera su anterior
denominación -tan solo “Encubrimiento”- e incorpora un nuevo Título XIII al Código, que da en
llamar de los “Delitos contra el orden económico y financiero”, separando de este modo ambas
figuras y dejando en claro que la acción de lavar es diferente e independiente de la de encubrir.
Tal como lo hace la mayoría de las legislaciones comparadas, se considera que con las conductas
descriptas en el tipo del nuevo artículo 303 (1) del CP se afecta el orden económico y financiero
de un país.

EL PROBLEMA DEL LAVADO DE ACTIVOS


Es prácticamente uniforme la idea de que estas acciones afectan el orden económico y financiero
de un país, pues el lavado de activos consiste en un proceso en virtud del cual los bienes de
origen ilícito pretenden su integración en la economía formal con la apariencia de haber sido
obtenidos en forma lícita (2).

1
Se utiliza la expresión lavado para denominar la actividad delictiva en la que el dinero o los
bienes que llegan a los bancos o entidades financieras -o cualquier otra capaz de darle apariencia
lícita- son “sucios”, provenientes de alguna actividad contraria a la ley; se encuentran fuera del
circuito legal y es a través de estas operaciones que se pretende darles apariencia de dinero o
bienes limpios e incorporarlos al mercado sin generar ningún tipo de sospecha de su origen.
Claro que esta actividad no es una novedad: todo delincuente ha pretendido y pretende dar
apariencia de licitud al dinero o a los bienes que ha obtenido ilegalmente a fin de poder usarlos
libremente. El provecho económico de la actividad delictiva siempre ha sido utilizado: nadie
roba, hurta, evade impuestos o estafa para guardar ese dinero en una caja.
El concepto money laundering fue acuñado en los Estados Unidos de América cuando
descubrieron que la mafia se valía de lavanderías de su propiedad para blanquear y justificar los
ingresos que habían obtenido en efectivo de la explotación de la prostitución, la venta de alcohol
prohibido, el juego y la extorsión.
La compra de estas empresas, aparentemente lícitas, les permitía mezclar la ganancia lícita con
la ilícita. El secreto de las lavanderías estaba en que era un negocio en efectivo y que se utilizaban
pequeñas sumas de dinero por operación.
Recién en los años ochenta el lavado de dinero comenzó a despertar interés como un delito
autónomo, principalmente por la actividad del narcotráfico y la toma de conciencia de la
cantidad de ganancias que esta actividad generaba.
A finales del siglo xx, tanto en Europa como en los Estados Unidos el delito de blanqueo de
capitales había pasado a ocupar un papel central en la política criminal apuntada a la
criminalidad organizada. Se buscó atacar a los destinatarios de los beneficios que producen las
organizaciones criminales a gran escala y con ciertos tipos de delitos. Lo que se pretende es
impedir que los beneficios obtenidos por estas organizaciones puedan ingresar al flujo lícito
mediante maniobras tendientes a ocultar su origen (3).
La amenaza de modernas y sofisticadas formas de criminalidad trasnacional, ligadas a
actividades como el desvío de armas, el contrabando o tráfico ilícito de drogas o la trata de
personas, con el movimiento de enormes sumas de dinero y la necesidad de encontrar una vía
para utilizar esos fondos sin generar sospechas sobre su origen, comenzó a generar
preocupación en los países por la incapacidad o insuficiencia de las legislaciones nacionales para
combatirlas (4).
La Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacciones y Sustancias
Psicotrópicas -Convención de Viena de 1988- es el primer documento internacional que trata el
tema; otro que también fue de suma importancia fue el documento suscripto en Palermo (Italia)
en el año 2000, la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada
Trasnacional (5).
Si bien nació directamente vinculado al narcotráfico y el terrorismo, a delitos trasnacionales y a
organizaciones delictuales, Bajo Fernández entiende que, en la actualidad, el tipo penal del
blanqueo no se vincula directamente con los delitos que motivaron su creación, narcotráfico y
terrorismo, ni siquiera con delitos graves, sino con toda clase de delitos. Esta modificación
obedece a instancias supranacionales y viene siendo impulsada por organismos internacionales
con el nuevo pretexto de la lucha contra la criminalidad organizada (6).
El GAFI (7), como se conoce al Grupo de Acción Financiera Internacional sobre el Blanqueo de
Capitales, es un organismo intergubernamental tendiente a promover medidas para combatir el
blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo cuyas recomendaciones tienen en la

2
práctica mucho peso, pues, en su mayoría, está integrado por los países de mayor relevancia
financiera.
En abril de 1990, el GAFI dio a conocer las famosas cuarenta recomendaciones, una iniciativa
para combatir el mal uso del sistema financiero por los lavadores del dinero de las drogas. En
1996 se revisaron por primera vez para adaptarlas a las nuevas tipologías de lavado. Como
consecuencia de los atentados terroristas de 2001, se agregaron ocho recomendaciones nuevas,
relacionadas directamente con la lucha contra la financiación del terrorismo. En el año 2004 se
aprobó la novena recomendación especial, referida a cash couriers, para que los países tomen
medidas referidas al transporte físico, entre fronteras, de dinero en efectivo o instrumentos
negociables al portador (8).
Nuestros legisladores, siguiendo las recomendaciones del GAFI, dictaron la ley 25246 (BO:
10/5/2000), que modificaba el CP e introducía la figura del lavado de activos como un tipo de
encubrimiento agravado.
En el ordenamiento nacional existía, con anterioridad a la sanción de la ley 25246, una forma
específica de lavado de dinero, conocida como narcolavado y prevista en el artículo 25 de la ley
23737 (9) -la ley de drogas-. La implementación de esta figura fue consecuencia del compromiso
asumido por nuestro país en la Convención de Viena de 1988 sobre Prevención del Tráfico Ilícito
de Estupefacientes.
La nueva y reciente ley de lavado, ley 26683, sancionada el pasado 1 de junio y publicada en el
Boletín Oficial el 21 de junio, fue aprobada con el consenso del oficialismo y de la oposición (10)
ante una inminente reunión del GAFI, que se realizó el 22 de junio, y con la intención de evitar
las sanciones que podían llegar a recaer sobre nuestro país, atento a las críticas que el GAFI había
formulado en la última evaluación mutua (11).

EL TIPO PENAL DE LAVADO DE ACTIVOS DE ORIGEN DELICTIVO. AGRAVANTES,


ATENUANTES Y OTRAS CUESTIONES DE INTERÉS
El tipo penal de lavado de activos se encuentra descripto en el primer artículo de este nuevo
título, “Delitos contra el orden económico y financiero”, y, si bien se ha mantenido la estructura
del derogado artículo 278, la conducta típica descripta sufre algunos cambios.
La figura básica del delito de lavado de activos de origen delictivo es descripta en el primer inciso
del nuevo artículo 303, que específicamente prevé: “1. Será reprimido con prisión de tres a diez
años y multa de dos a diez veces del monto de la operación, el que convirtiere, transfiriere,
administrare, vendiere, gravare, disimulare o de cualquier otro modo pusiere en circulación en
el mercado, bienes provenientes de un ilícito penal, con la consecuencia posible de que el origen
de los bienes originarios o los subrogantes adquieran la apariencia de un origen lícito, y siempre
que su valor supere la suma de pesos trescientos mil ($ 300.000), sea en un solo acto o por la
reiteración de hechos diversos vinculados entre sí”.
Las acciones típicas enunciadas en la figura básica son variadas, aunque el legislador no modificó
la enumeración ejemplificativa que hiciera en el tipo del artículo 278, al que vino a reemplazar
el nuevo 303. La enumeración efectuada en este artículo no es taxativa, pues cierra la lista con
una definición genérica: “De cualquier otro modo pusiere en circulación en el mercado”. Se trata
de un tipo penal abierto mediante el cual se busca abarcar todas las modalidades de comisión
(12).
Los verbos típicos utilizados son los siguientes:
- Convertir sugiere la transformación del bien de origen ilícito en otro distinto.

3
- Transferir puede referirse a la cesión de un bien a un tercero y también a la acción de trasladar
el bien de un lugar a otro.
- Administrar implica manejar, detentar el gobierno y la dirección de los bienes.
-Vender es trasmitir el bien a título oneroso.
- Gravar sugiere constituir sobre el bien un derecho real de garantía.
- Disimular implica ocultar o disfrazar el bien para que parezca lo que no es. Este verbo típico
no estaba contenido en el tipo anterior de lavado, y es incorporado por el legislador con esta
reforma.
Como se indicó anteriormente, la descripción de conductas es cerrada con una expresión
abierta: “De cualquier otro modo pusiere en circulación”. Así quedan comprendidas, gracias a
este enunciado, todas aquellas otras conductas que no lo estén en los verbos enumerados pero
que puedan ser usadas por el sujeto para dar a los bienes de origen espurio apariencia de lícitos.
Se trata de un tipo doloso que tiene por finalidad que el dinero o los bienes que provienen de un
delito adquieran apariencia de ser de origen lícito (13). Será necesario y un elemento a probar
por la acusación que estas conductas típicas sean llevadas a cabo con la finalidad de dar
apariencia de licitud.
La tipicidad requiere además que estas maniobras, tendientes a dar apariencia de licitud, se
efectúen sabiendo que guardan relación con un ilícito penal anterior, en el que se han originado
los bienes que se están intentando lavar.
En esta nueva redacción del delito de lavado, el legislador ha modificado la redacción original,
excluyendo una expresión que contenía la fórmula del artículo 278: “…Provenientes de un delito
en el que no hubiera participado…”; al hacerlo, incorporó al tipo la posibilidad de configurar lo
que la doctrina comparada denomina “autolavado”. Esta posibilidad es determinante para
diferenciar este delito del de encubrimiento, además de dar lugar a la punición autónoma de
conductas que pueden llegar a ser actos consumativos del delito precedente.
Encontramos a la punición del autolavado como una cuestión de dudosa constitucionalidad,
máxime para los sistemas como el nuestro, que admiten cualquier delito como precedente del
lavado y no lo limitan al narcotráfico, el terrorismo o la trata de personas, como otras
legislaciones.
Por último, para configurar el delito se debe superar la suma de $ 300.000, monto establecido
como condición objetiva de punibilidad, que puede alcanzarse en un solo acto o por la
reiteración de hechos relacionados entre sí.
Como se ha señalado recientemente, se trata de un delito doloso, y este debe comprender la
capacidad de conocer la procedencia de los bienes, que se originan en un ilícito penal, así como
la finalidad de realizar la conducta buscando que estos adquieran una apariencia lícita.
El delito queda consumado desde el momento en que se llevan a cabo cualquiera de las acciones
descriptas, en tanto se derive de ellas la posibilidad de que los bienes adquieran apariencia lícita
(14).
La reforma contempla tres situaciones que agravan la pena, y están contenidas en el inciso
siguiente del nuevo artículo 303 del CP:
“2. La pena prevista en el inciso 1) será aumentada en un tercio del máximo y en la mitad del
mínimo, en los siguientes casos:
”a) cuando el autor realizare el hecho con habitualidad o como miembro de una asociación o
banda formada para la comisión continuada de hechos de esta naturaleza;
”b) cuando el autor fuera funcionario público que hubiera cometido el hecho en ejercicio u
ocasión de sus funciones. En este caso, sufrirá además pena de inhabilitación especial de tres a

4
diez años. La misma pena sufrirá el que hubiere actuado en ejercicio de una profesión u oficio
que requirieran habilitación especial”.
Tal como lo preveía el artículo 278, inciso 1.b), se mantiene la modalidad agravada cuando el
autor realice el hecho de blanqueo con habitualidad o como miembro de una asociación o banda
formada para la comisión de este tipo de delitos.
La doctrina entiende que la habitualidad requiere cierta permanencia en la actividad -no alcanza
con la reiteración de hechos- y se revela por la continuidad de esta actividad en el tiempo. El
fundamento de la agravante radica en que los delincuentes saben, aun antes de comenzar un
hecho, que podrán contar con la cooperación de quienes expresamente se dedican a lavar bienes
o dinero (15).
La banda o asociación destinada a cometer habitualmente estos hechos requiere una pluralidad
de personas que se hayan unido con miras a delinquir y con ánimo de permanencia. Tratándose
de una asociación o banda, mismos términos usados por el legislador en la figura de la asociación
ilícita del artículo 210, se entiende que en este caso también deberá estar formada por tres o
más personas.
Es evidente que la agravante de la pena en estos dos supuestos (habitualidad y banda) es
consecuencia de la voluntad del legislador, encaminada, por un lado, a disuadir, con un criterio
preventivo general, a aquellos que hacen de esta actividad algo habitual en forma individual o
mediante una organización destinada a ese fin; por otro lado, y desde una óptica preventiva
especial, el aumento de la pena para estos casos radica en que en ambos supuestos se sanciona
a aquellos que hacen del delito su medio de vida o, al menos, no un acto aislado, situación que
requiere una sanción más severa.
La segunda modalidad agravada, prevista en el punto b), estaba también comprendida en el
artículo 278, inciso 3.d), y halla su fundamento en la calidad del sujeto activo en tanto realice
alguna de las conductas descriptas en el ejercicio de la función pública y en ocasión de su
desempeño.
Conforme al artículo 77 del Código de forma, funcionario o empleado público se equiparan a los
fines de este código para designar a todo el que “participa accidental o permanentemente del
ejercicio de funciones públicas, sea por elección popular o por nombramiento de autoridad
competente”.
Las figuras atenuadas según la nueva redacción del artículo 303 las encontramos en los incisos
3) y 4):
“3. El que recibiere dinero u otros bienes provenientes de un ilícito penal, con el fin de hacerlos
aplicar en una operación de las previstas en el inciso 1), que les dé la apariencia posible de un
origen lícito, será reprimido con la pena de prisión de seis meses a tres años.
”4. Si el valor de los bienes no superare la suma indicada en el inciso 1), el autor será reprimido
con la pena de prisión de seis meses a tres años”.
La primera atenuante es lo que la doctrina denomina receptación intermedia o en tránsito, la
cual estaba contemplada en la antigua redacción del lavado de activos en el artículo 278, inciso
3). La doctrina la critica pues advierte un adelanto en la punición, ya que se sancionan actos
preparatorios, debido a que los activos son recibidos para ser lavados a posteriori (16).
En el inciso 4), el legislador reduce la escala punitiva para los casos en que el valor de los bienes
lavados sea inferior al monto establecido en el inciso 1). En la antigua redacción, esta aclaración
no era necesaria, pues cuando no se superaba el monto establecido como condición objetiva de
punibilidad en el artículo 278, la conducta encuadraba en el delito de encubrimiento del artículo
277 del Código de fondo.

5
El artículo concluye con un reconocimiento del carácter transnacional de la problemática del
lavado de activos. En el último inciso, el legislador establece la posibilidad de que el ilícito previo,
donde se originaron los bienes o dinero a lavar, haya sido perpetrado en otro país:
“5. Las disposiciones de este artículo regirán aun cuando el ilícito penal precedente hubiera sido
cometido fuera del ámbito de aplicación espacial de este Código, en tanto el hecho que lo
tipificara también hubiera estado sancionado con pena en el lugar de su comisión”.

BIENES PROVENIENTES DE UN ILÍCITO PENAL


El legislador ha introducido dos cambios determinantes en esta nueva redacción del lavado de
activos: la primera, sobre la que ya hemos hablado, es la posibilidad de autolavar, mientras que
la segunda es utilizar la expresión ilícito penal donde antes usaba el término delito.
Es pacífica la idea de que el dinero a lavar tiene que originarse en un delito previo (17), lo que
de por sí elimina las faltas, las contravenciones o los ilícitos civiles.
Pero ¿qué grado de comprobación de este delito previo alcanza para darlo por acreditado como
elemento del tipo? Si somos respetuosos del principio de inocencia, solo podríamos hablar de
delito previo cuando hay una sentencia condenatoria pasada en autoridad de cosa juzgada, pero
ello tornaría casi imposible la investigación o condena por lavado.
Conforme a la anterior redacción del delito, ley 25246, la figura exigía que se tratara de “bienes
provenientes de un delito”.
La doctrina estaba dividida entre quienes consideraban que para acreditar el delito previo era
necesaria una sentencia judicial firme y quienes entendían que bastaba con comprobar la
vinculación del bien con alguna actividad delictiva, e incluso en este último caso, para algunos
era necesaria la certeza de una conducta típica y antijurídica, resultando irrelevante la
culpabilidad, y para otros, era suficiente contar con meros indicios de que los bienes a lavar
tenían su origen en un delito (18).
El legislador recogió esta problemática e introdujo una reforma en el nuevo tipo del lavado de
la ley 26683, donde reemplazó la palabra delito por ilícito penal.
Según Bacigalupo, “una acción prohibida y no-autorizada (= típica y antijurídica) se designa con
la expresión ilícito (= injusto)” (19).
El legislador, al utilizar la expresión ilícito penal, hace referencia a lo que la mayoría de la
doctrina conoce en la actualidad como injusto; consecuentemente, alcanzará para ser
antecedente del delito de lavado un hecho que se haya originado en una acción típica y
antijurídica.
Evidentemente, al cambiar el término delito por ilícito (injusto) se ha intentado flexibilizar el
tipo, liberando al acusador de la necesidad de tener por probado el hecho anterior con una
sentencia firme pasada en autoridad de cosa juzgada para poder imputar la acción de lavar. Pero
más allá de la voluntad del legislador, creemos que el concepto deberá ser precisado por la
jurisprudencia, pues, aun sin tratarse de un delito, sigue requiriendo que los bienes se originen
en un ilícito penal y, consecuentemente, el fiscal aun deberá tener que acreditar la acción, típica
y antijurídica.
¿Cuál será el límite para dar por probado el hecho donde se originan los bienes o activos a lavar?
Creemos que este será fijado por los jueces al decir el derecho para el caso en concreto. Sin lugar
a dudas, será este uno de los nuevos desafíos a los que se enfrentarán los jueces cuando
interpreten en el caso concreto la nueva figura de lavado introducida en el CP por la ley 26683.

Notas

6
[1:] Art. 303 - “1. Será reprimido con prisión de tres a diez años y multa de dos a diez veces del
monto de la operación, el que convirtiere, transfiriere, administrare, vendiere, gravare,
disimulare o de cualquier otro modo pusiere en circulación en el mercado, bienes provenientes
de un ilícito penal, con la consecuencia posible de que el origen de los bienes originarios o los
subrogantes adquieran la apariencia de un origen lícito, y siempre que su valor supere la suma
de pesos trescientos mil ($ 300.000), sea en un solo acto o por la reiteración de hechos diversos
vinculados entre sí.
”2.La pena prevista en el inciso 1) será aumentada en un tercio del máximo y en la mitad del
mínimo, en los siguientes casos:
a) Cuando el autor realizare el hecho con habitualidad o como miembro de una asociación o
banda formada para la comisión continuada de hechos de esta naturaleza.
b) Cuando el autor fuera funcionario público que hubiera cometido el hecho en ejercicio u
ocasión de sus funciones. En este caso, sufrirá además pena de inhabilitación especial de tres a
diez años. La misma pena sufrirá el que hubiere actuado en ejercicio de una profesión u oficio
que requirieran habilitación especial.
”3.El que recibiere dinero u otros bienes provenientes de un ilícito penal, con el fin de hacerlos
aplicar en una operación de las previstas en el inciso 1), que les dé la apariencia posible de un
origen lícito, será reprimido con la pena de prisión de seis meses a tres años.
”4.Si el valor de los bienes no superare la suma indicada en el inciso 1), el autor será reprimido
con la pena de prisión de seis meses a tres años.
”5.Las disposiciones de este artículo regirán aun cuando el ilícito penal precedente hubiera sido
cometido fuera del ámbito de aplicación espacial de este Código, en tanto el hecho que lo
tipificara también hubiera estado sancionado con pena en el lugar de su comisión”
[2:] D’Albora (h), Francisco J.: “El delito de lavado de activos de origen delictivo y sus vicisitudes”
- LL - Sup. Penal - Bs. As. - agosto/2010 - 1
[3:] Bacigalupo, Enrique: “Estudio comparado del derecho penal de los Estados miembros de la
Unión Europea sobre la represión del reciclaje o blanqueo de dinero ilícitamente obtenido” -
Marcial Pons - Madrid - 1998 - Cap. 10, “Curso de derecho penal económico”
[4:] “El delito de lavado de activos como delito autónomo” - Informe de la Comisión
Interamericana para el Control del Abuso de Drogas
- www.cicad.oas.org/lavado_activos/Esp/grupoexpertos
[5:] En su prefacio, el documento establece: “En diciembre de 2000, al suscribir en Palermo
(Italia) la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada transnacional,
la comunidad internacional demostró la voluntad política de abordar un problema mundial con
una reacción mundial. Si la delincuencia atraviesa las fronteras, lo mismo ha de hacer la acción
de la ley. Si el imperio de la ley se ve socavado no solo en un país, sino en muchos países, quienes
lo defienden no se pueden limitar a emplear únicamente medios y arbitrios nacionales. Si los
enemigos del progreso y de los derechos humanos procuran servirse de la apertura y las
posibilidades que brinda la mundialización para lograr sus fines, nosotros debemos servirnos
de esos mismos factores para defender los derechos humanos y vencer a la delincuencia, la
corrupción y la trata de personas”
[6:] Bajo Fernández, Miguel: “El desatinado delito de blanqueo de capitales”, en “Política criminal
y blanqueo de capitales” - Marcial Pons - Madrid - 2009 - pág. 11
[7:] FATF, Financial Action Task Force on Money Laundering. Se creó el 16/7/1989 en París y
actualmente cuenta con treinta y cuatro miembros, entre los que está la República Argentina

7
[8:] Díaz-Maroto y Villarejo, Julio: “Recepción de las propuestas del GAFI y de las directivas
europeas sobre el blanqueo de capitales en el derecho español”, en “Política criminal y blanqueo
de capitales” - Marcial Pons - Madrid - 2009 - pág. 31
[9:] Art. 25 - “Será reprimido con prisión de dos a diez años y multa de seis mil a quinientos mil
australes, el que sin haber tomado parte ni cooperado en la ejecución de los hechos previstos en
esta ley, interviniere en la inversión, venta, pignoración, transferencia o cesión de las ganancias,
cosas o bienes provenientes de aquellos, o del beneficio económico obtenido del delito siempre
que hubiese conocido ese origen o lo hubiera sospechado.
”Con la misma pena será reprimido el que comprare, guardare, ocultare o receptare dichas
ganancias, cosas, bienes o beneficios conociendo su origen o habiéndolo sospechado.
”A los fines de la aplicación de este artículo no importará que el hecho originante de las
ganancias, cosas, bienes o beneficios se haya producido en el territorio extranjero.
”El tribunal dispondrá las medidas procesales para asegurar las ganancias o bienes
presumiblemente derivados de los hechos descritos en la presente ley. Durante el proceso el
interesado podrá probar su legítimo origen en cuyo caso el tribunal ordenará la devolución de
los bienes en el estado en que se encontraban al momento del aseguramiento o en su defecto
ordenará su indemnización. En caso contrario el tribunal dispondrá de las ganancias o bienes en
la forma prescripta en el art. 39” (derogado por la L. 25246)
[10:] Así lo expresaba entre otros el diputado de la oposición, Alfonso Prat Gay, al momento de
debatir el proyecto de ley en el recinto: “En ese sentido, señor presidente, usted sabrá muy bien
que el GAFI tiene cuarenta y nueve normas o reglas que exige cumplimentar a sus países
miembros, de las cuales la Argentina cumple de manera satisfactoria solamente con dos. Esto no
es algo de los últimos meses sino que lleva ya más de siete años. El país ha sido advertido más
de una vez y es aquí donde debemos trabajar. Nadie quiere que el país sea castigado y por eso
es que hoy estamos llegando a un consenso”
[11:] El informe es del 22/10/2010, y se puede acceder a él en la página de la FATF-GAFI. Es
interesante recalcar que se señala en el informe que Argentina no ha hecho progresos desde la
última evaluación a la que había sido sometida en el año 2004. Y entre las cuestiones que
preocupaban al organismo está el hecho de que, pese a la existencia de una ley que contemplaba
la figura del lavado de activos, y que estaba incorporada al CP, no existían antecedentes de
condenas por estos delitos ni, prácticamente, procesos en trámite
[12:] D’Alessio, Andrés J. (Dir.): “Código Penal. Comentado y anotado. Parte especial” - LL - Bs.
As. - 2004 - pág. 927
[13:] Romero Villanueva, Horacio J.: “Código Penal de la Nación y legislación complementaria.
Anotado con jurisprudencia” - 3a ed. ampl. y actual. - AbeledoPerrot - Bs. As. - 2009 - pág. 278
[14:] D’Alessio, Andrés J. (Dir.): “Código Penal. Comentado y anotado. Parte especial” - LL - Bs.
As. - 2004 - pág. 928
[15:] D’Alessio, Andrés J. (Dir.): “Código Penal. Comentado y anotado. Parte especial” - LL - Bs.
As. - 2004 - pág. 918
[16:] D’Alessio, Andrés J. (Dir.): “Código Penal. Comentado y anotado. Parte especial” - LL - Bs.
As. - 2004 - pág. 930
[17:] Así lo entienden, entre otros, Miguel Bajo Fernández y Silvina Bacigalupo (“Derecho penal
económico” - Centro de Estudios Ramón Areces - Madrid - 2004): “El objeto material de la
conducta típica, el blanqueo, se refiere a bienes procedentes de delito. El delito que da origen al
bien objeto de blanqueo debe haberse cometido previamente”. Gustavo Trovato (“La recepción
de las propuestas del GAFI en la legislación penal argentina”, en “Política criminal y blanqueo de

8
capitales” - Marcial Pons - Madrid - 2009 - pág. 73): “En definitiva la ley argentina no hace
ninguna enumeración, sino que como ‘hecho precedente’ queda incluido cualquier acción que se
subsuma en un tipo penal siempre que el valor de los bienes supere…”. Enrique Bacigalupo
(“Estudio comparativo del derecho penal de los Estados miembros de la UE sobre la represión
del reciclaje o blanqueo de dinero ilícitamente obtenido”, en “Curso de derecho penal
económico” - Marcial Pons - Madrid - 1998 - pág. 196): “El fenómeno del reciclaje de capitales
no afecta únicamente al producto de delitos relacionados con el tráfico de estupefacientes, sino
también otras actividades delictivas (tales como la delincuencia organizada y el terrorismo)”
[18:] Cúneo Libarona, Mariano (h): “El delito de lavado de dinero” - Ed. Ad-Hoc - Bs. As. - 2009 -
pág. 20
[19:] Bacigalupo, Enrique: “Lineamientos de la teoría del delito” - 2a ed. - Ed. Hammurabi - Bs.
As. - 1986 - pág. 11

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