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La capacidad contractual
Repasar apuntes
La intimidación
El temor reverencial.
Por tanto, para que el dolo sea causa de anulabilidad del contrato se
requiere:
1.- Que el dolo sea grave, llevado a cabo con la intención, con la mala
intención consciente y deliberada, de engañar a la otra parte.
3.- Que el dolo no haya sido empleado por las dos partes contratantes,
ya que en tal caso la actuación malévola de ambos excluye la protección a la
buena fe que fundamenta la regulación positiva del dolo. Se habla así de
compensación de dolo, para poner de manifiesto que de una parte compensa,
anula o destruye la relevancia del dolo de la otra parte.
El dolo omisivo.
Conforme a los arts. 1.271 y 1.273 los requisitos del objeto del contrato son
tres: licitud, posibilidad y determinación.
Licitud.
Según cabe deducir del art. 1.271, tanto las cosas como los servicios
han de ser lícitos:
a.- Respecto de las cosas, el CC excluye del ámbito contractual “las
cosas que están fuera del comercio”.
b.- En relación a los servicios, el art. 1.271.3 excluye del contrato “todos
los servicios que sean contrarios a las leyes o a las buenas costumbres”.
Posibilidad.
El art. 1.272 dispone que “no podrán ser objeto de contrato las cosas o
servicios imposibles”. Si la licitud engloba la “posibilidad jurídica” de convertir a
un bien determinado en objeto de contrato, la posibilidad o imposibilidad
contemplada en el art. 1.272 ha de quedar circunscrita a la “posibilidad física o
material” de entregar la cosa o ejecutar el servicio que constituya objeto del
contrato
De ahí que el CC no requiera como requisito sine qua non que el objeto
contractual quede absolutamente determinado, sino que le baste con que el
objeto sea determinable “sin necesidad de nuevo convenio entre los
contratantes”: venderme una bicicleta de tal modelo o hacerme la endodoncia
de una pieza cariada…
El precontrato
El contrato de opción
El elemento volitivo (lo querido por las partes) requiere prestar principal
atención a los actos constatables por las partes. Por ello, el art. 1.282 ordena
que “para juzgar de la intención de los contratantes deberá atenderse
principalmente a los actos de éstos, coetáneos y posteriores al contrato”. No se
excluyen en sede interpretativa los actos precontractuales o tratos preliminares
(el art. 1.282 dice “principalmente” los coetáneos y posteriores, pero no
“solamente”), que serán más espontáneos y desinteresados que los actos
poscontractuales
Señala como tales el art. 1.258 la buena fe, el uso y la ley. Sin embargo,
el escalonamiento jerárquico de dichos medios debe ser al contrario.
La acción de nulidad
Causas de anulabilidad
El desistimiento unilateral
La acción rescisoria
Requisitos:
- Sus titulares sólo pueden utilizarlo cuando carezcan de otro recurso
legal para obtener la reparación del perjuicio, siendo por tanto de carácter
subsidiario (art. 1.294 Cc).
- Sólo podrá llevarse a cabo cuando el que la haya pretendido puede
devolver aquello a que por su parte estuviese obligado (art. 1.295 CC primer
párrafo “in fine”).
- Que las cosas objeto del contrato no se hallen legalmente en poder de
terceras personas que hubieran procedido de buena fe, por lo que en este caso
sólo podrá reclamarse la indemnización de perjuicios al causante de la lesión
(art. 1295 párrafos segundo y tercero).
1.- Rescisión por lesión, entendida como perjuicio patrimonial para una
de las partes contratantes.
- Todos los contratos que puedan llevar a cabo los tutores sin la debida
autorización. Los contratos que celebre el menor por sí sólo serán anulables y
no rescindibles.
- Los celebrados en representación de los ausentes, siempre que éstos
hayan sufrido la lesión en más de la cuarta parte del valor de la cosa y no se
haya celebrado contrato con autorización judicial.
- La partición de herencia, siempre que la lesión sea en más de la cuarta
parte, atendiendo al valor de las cosas cuando fueran adjudicadas.
3.- Rescisión por otros motivos. El art. 1.291.5 establece mediante una
cláusula remisiva de carácter general, cualesquiera otros casos en que
especialmente la ley determina la rescisión.
La regla general es que el objeto de una donación puede ser una cosa o
un derecho, sea real o de crédito. Los bienes donados deben estar
individualizados.
Se prohíbe la donación de bienes futuros, concepto que incluye no sólo
a los bienes que no tiene existencia actual, sino a todos aquellos de los que el
donante no puede disponer en el momento de la donación.
Límites:
1.- Cuando se realice la donación de todos los bienes presentes del
donante, el art. 624 CC exige que el donante se reserve, bien en propiedad,
bien en usufructo, lo necesario para vivir en un estado que corresponda a sus
circunstancias. No es necesario que se haga esta reserva de forma expresa,
pero la cláusula que la excluya es nula.
Si el donante no se ha reservado bienes suficientes puede pedir la
reducción de la donación.
2.- El art. 636 CC pretende salvaguardar el derecho de los legitimarios y
se refiere a la donación inoficiosa. La donación es válida, sólo que si excede en
el momento de la muerte del causante de la porción de libre disposición, ésta
puede ser reducida. Se trata de una ineficacia parcial.
Causa de la donación
La forma de la donación
La donación simulada
Se trata del supuesto en que las partes han acordado una donación,
pero simulan una compraventa que se recoge en escritura pública. Una vez
que queda probado que existe simulación, “la donación querida por las partes
es nula porque se precisa escritura pública de donación”. No basta, pues, una
escritura cualquiera.
Efectos de la donación
El precio en la compraventa
El pacto de arras.
Como sabemos, en la celebración del contrato de compraventa es
sumamente frecuente el establecimiento de un pacto de arras, regulado en el
art. 1.454, ya estudiado
Requisitos sustantivos:
1.- Sentencia firme que suponga la privación de todo o parte de la cosa
vendida.
2.- La privación de todo o parte de la cosa debe ser efectiva; no basta
una amenaza de privación.
3.- La sentencia debe tener como base un derecho anterior a la compra.
Evicción parcial (art. 1.479 CC): Se establece que si sin la parte de que
ha sido privada no se hubiera comprado la cosa, puede optar el comprador por
resolver el contrato sin más obligación que devolver la cosa. La misma regla
cabe aplicar si se hubieran comprado conjuntamente varias cosas por un precio
alzado y consta que el comprador no hubiera comprado las unas sin la otra.
La doble venta
Según el art. 1.506 CC, “la venta se resuelve por las mismas causas de
todas las obligaciones, por las específicas señaladas en la regulación de la
compraventa y por el retracto convencional y el legal. A este tenor, hemos de
distinguir, cuatro causas de resolución:
El retracto convencional
Arrendamientos de cosas
- No pueden ser materia del contrato los “bienes consumibles”, a los que
el Código llama fungibles. El motivo: el arrendatario debe devolver la misma
cosa al término del arrendamiento. Esto no impide arrendar una cosa
consumible si el uso que vaya a hacer el arrendatario no implica consumo.
- Pueden ser objeto del contrato: cosas muebles, inmuebles o una
universalidad (industria).
Requisitos
1.- Vencimiento del plazo. Tácita reconducción. Arts. 1.565 y 1.566 CC.
- El supuesto más normal de extinción del arrendamiento es el
vencimiento del plazo estipulado.
- Si al terminar el contrato de arrendamiento, el arrendatario permanece
15 días en el uso o goce de la cosa arrendada con la aquiescencia del
arrendador, se entiende que hay tácita reconducción. Significado. Nuevo
contrato con idéntico contenido salvo en su duración, que será, según el caso,
la que se señala en los art. 1.577 y 1.581 CC, y las garantías prestadas por un
tercero que se consideran extinguidas.
El deshaucio
La renta
Una vez fijada por las partes a su libre albedrío, la ley sólo prohíbe la
exigencia de pago anticipado de más de una mensualidad de renta. Durante los
cinco primeros años de duración del contrato, la renta sólo podrá ser
actualizada con arreglo al índice nacional general de IPC.
Caracteres:
- Es un contrato consensual.
Según el art. 1.954 CC, “el dueño puede desistir, por su sola voluntad de
la construcción de la obra aunque se haya empezado, indemnizando al
contratista de todos sus gastos, trabaja y utilidad que pudiera obtener de ella”.
El comitente no necesita alegar “justa causa”, ni esperar un momento
temporal determinado para privar de efecto el contrato de obra, puede desistir
del contrato cómo y cuándo quiera, si bien resarciendo al contratista en los
términos establecidos. Los “gastos” y el “trabajo” realizado por el contratista
son interpretados por el TS con generosidad, para evitar que el libre
desistimiento del comitente perjudique la indemnidad patrimonial del
contratista.
Según el CC, “la sociedad es un contrato por el cual dos o más personas
se obligan a poner en común, dinero, bienes o industria, con ánimo de partir
entre sí las ganancias” (art. 1.665).
Caracteres:
- Es un contrato consensual, en cuanto se perfecciona por el mero
consentimiento. El CC consagra la libertad de forma supeditando su existencia
frente a terceros a la escritura pública, siempre que se aporten a la sociedad
bienes inmuebles o derechos reales.
- Es un contrato bilateral o plurilateral, que da origen a derechos y
obligaciones recíprocos. En el contrato de sociedad nos encontramos dos
partes o más con intereses afines, existiendo un fin que las partes pretenden
alcanzar, un mismo interés, por lo que la idea que ha de guiar a las partes será
la de cooperación.
- Es un contrato oneroso y conmutativo.
- Es un contrato preparatorio, en el sentido de que tiene por objeto crear
una entidad destinada a celebrar otros contratos.
- Es un contrato de tracto o ejecución sucesiva, porque no se agota o
consume por el cumplimiento de una o varias prestaciones determinadas.
- Es un contrato de confianza, basado en la “intuitu personae” de cada
uno de los socios.
Disolución de la sociedad
Efectos de la disolución
Caracteres:
- El mandato es un contrato consensual, como se deduce claramente de
los propios términos literales del art. 1.709 (“... se obliga una persona”).
- Conforme a las reglas generales, impera respecto del mandato el prin-
cipio de libertad de forma. El mandato puede ser expreso (puede darse por
instrumento público o privado y aún, de palabra) o tácito, y la aceptación tam -
bién puede ser expresa o tácita, deducida esta última de los actos del man-
datario.
- El mandato es un contrato naturalmente gratuito. Así lo establece el art.
1.711.1: “a falta de pacto en contrario, el mandato se supone gratuito”. Se
presume con carácter oneroso si el mandatario tiene por ocupación el
desempeño de servicios de la especie a que se refiere el mandato (art.
1.711.2).
- El mandato es un contrato basado en la confianza que el mandante
otorga al mandatario, es un contrato intuitu personae.
Lugar de la restitución
Según el art. 1.802 CC, “el contrato aleatorio de renta vitalicia obliga al
deudor a pagar una pensión o rédito anual durante la vida de una o más
personas determinadas por un capital de bienes muebles o inmuebles, cuyo
dominio se le transfiere con la carga de la pensión”.
La finalidad económica de esta figura reside en proporcionar al perceptor
un ingreso fijo periódico a los efectos de subsistencia, aunque también puede
perseguir favorecer a una determinada persona.
a.- La pensión.
Según la terminología utilizada en el art. 1.892 CC, no se desprende que
la pensión tenga que consistir en una suma dineraria, pudiendo estribar en la
entrega de otro tipo de bienes muebles o bien, parte en dinero y parte en cosa
mueble o inmueble.
Lo que sí resulta imprescindible es que “la pensión o renta se fija y
determinada”, admitiendo para ello el jugo de las cláusulas de estabilización.
Características:
- Es un contrato consensual, pues la mera promesa de alguna cosa es
susceptible de poner fin a la controversia.
- Un contrato bilateral o signalamático (recíproco), en tanto y cuanto las
cesiones o concesiones de cualquiera de las partes encuentra correspondencia
contemporal en la otra.
- No se exige forma solemne, aunque en algún sentido se puede
desprender del art. 1.815 CC, la forma escrita del mismo, si bien, no de forma
vinculante.
Tipos de arbitraje
El art. 9.1 de la ley 36/1988, del que cabe extraer que el contenido
necesario del contvenio se limita estrictamente a los siguientes extremos:
1.- Voluntad de las partes de someterse al arbitraje.
2.- Determinación de la “relación jurídica” (sea contractual o
extracontractual) de la que, en su caso, resulten las controversias o cuestiones
litigiosas a resolver.
Existiendo tales elementos, las partes han de entenderse sujetas al
arbitraje, aunque no existan en el convenio normas ad hoc para la designación
de los árbitros o reglas relativas al procedimiento arbitral, pues si las partes no
hubieren pactado nada sobre estos extremos podrán completarse, en cualquier
momento, mediante la aplicación de las reglas dispositivas establecidas al
respecto en la propia Ley 60/2003:
- El art. 15 en relación con el nombramiento de los árbitros (y los
siguientes para la aceptación, recusación, sustitución y responsabilidad).
- Los arts. 24 y ss respecto de la sustentación del procedimiento arbitral.
El laudo
Características:
1.- Es un contrato de carácter oneroso, ya que se celebra en función de
una obligación principal válida, cuyo cumplimiento garantiza. Se perfecciona
por el mero consentimiento; ha de constar claramente la voluntad de afianzar.
2.- Es un contrato de carácter accesorio, en cuanto se celebra en función
de una obligación principal válida.
3.- Puede ser gratuita u onerosa, aunque lo normal es que sea gratuita.
4.- En el supuesto de que la fianza sea de carácter gratuito, estaremos
ante un acuerdo unilateral, ya que sólo nacen obligaciones a cargo del fiador y
a favor del acreedor, por lo que es suficiente que intervengan en el contrato de
fianza estos dos últimos. Es bilateral si el fiador recibe retribución.
5.- Se suelen considerar un contrato abstracto y no causal.