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Los Artículos 1490 y 1481 del Código Civil.

Autor: Jorge González Von Marées


Fuente: Doctrinas esenciales. Derecho Civil. Obligaciones. Editorial Jurídica de Chile.

Antecedentes históricos.

1.- es relevante el estudio de estas creaciones jurídicas debido a la importancia que estos
artículos tienen en la práctica jurídica.

Art. 1490. Si el que debe una cosa mueble a plazo, o bajo condición suspensiva o
resolutoria, la enajena, no habrá derecho de reivindicarla contra terceros poseedores de
buena fe.

Art. 1491. Si el que debe un inmueble bajo condición lo enajena, o lo grava con hipoteca,
censo o servidumbre, no podrá resolverse la enajenación o gravamen, sino cuando la
condición constaba en el título respectivo, inscrito u otorgado por escritura pública.

El texto pretende realizar un rápido estudio sobre el origen y gestación de los art 1490 y
1491, además de señalar las modificaciones que realizo Andrés Bello hasta dar la redacción
definitiva de estos tan importantes artículos.

2.- los art 1490 y 1491 del CC. Pretenden dar amparo a los terceros de buena fe que
resultaren perjudicados por la aplicación de las reglas generales de la teoría de las
condiciones.

El efecto normal de la condición una vez cumplida, es retrotraer las cosas al estado e que
se encontrarían si ella no hubiese existió de manera que los actos celebrados por el
poseedor en el tiempo intermedio entre el nacimiento y el cumplimiento de la condición, se
resuelve junto con la resolución de aquel derecho condicional.

Esta teoría era unánimemente aceptada por la doctrina de la apoca de Andrés Bello en
especial en el código de Napoleón, especialmente en el art 1183. Que señala “la condición
resolutoria es aquella que, una vez cumplida acarrea la revocación de la obligación”.

Con estos antecedentes Don Andrés Bello en sus primeros proyectos encamino la creación
de los art 1490 y 1491.

3.- primer proyecto de 1842 a 1845 de las obligaciones condicionales.

De la lectura del art 14 del libro III de las obligaciones condicionales del proyecto de 1842
a 1845, de entiende que la primera idea de Andrés Bello fue que la condición resolutoria
debe obrar siempre retroactivamente, esto debido a la influencia francesa especialmente del
código francés.
Andrés Bello en el art referido (14 del proyecto) realiza una distinción entre los gravámenes
de las cosas en general poseídas bajo condición resolutoria y las enajenaciones de especies
raíces poseídas bajo condición resolutoria.
Y el autor se pregunta ¿cuál es el objeto de esta distinción?
El autor señala que es complicada la pregunta pero que Andrés Bello tuvo intención de
establecer que para los bienes muebles se aplica el principio de que se adquiere el dominio
de las especies muebles de pleno derecho con la posesión a cualquier título de adquisición.

En este caso, aunque se resolviera el derecho del poseedor condicional, la acción


reivindicatoria intentada contra el tercero vendría a estrellarse son el precepto en cuestión.

4.- proyecto del año 1847 (libro de los contratos y obligaciones convencionales).

En este proyecto el art 44 correspondiente al art 14 del proyecto anterior, eso sí con algunas
modificaciones.

Art 44.- los gravámenes impuestos sobre la especie que se debe bajo condición suspensiva,
o que se posee bajo una condición resolutoria, y si la especie fuere raíz o mueble precioso,
las enajenaciones que, en el intervalo entre el contrato y el evento de la condición, se
hubiere hecho de ella, se resuelven y anulan por el evento de la condición”.

En comparación con el proyecto anterior, se advierten que difieren en cierta medida:

- Se incluye en la disposición las especies “que se deben bajo una condición


suspensiva”, distinguiéndolas, por consiguiente, de las que “se poseen bajo una
condición resolutoria”. Al autor del texto le parece innecesaria esta distinción y le
parece redundante ya que ambas situaciones parecen lo mismo.
- Además Andrés Bello equiparo a los bienes raíces con los muebles preciosos con
respecto a la resolución que los afecta. Quizá el redactor del código pensó que por la
equiparación de su valor era necesaria su equiparación.

5.- el proyecto de 1847, sufrió algunas modificaciones.

6.- Andrés Bello al revisar el art 44 del proyecto de 1847, comprendió la redundancia y
altero nuevamente el art referido dejándolo en su redacción primitiva (proyecto de 1842 a
1845).
Posteriormente aplico nuevas modificaciones, al no quedar conforme con la redacción
primitiva y redacto este art 44 de la siguiente manera:

Art 44.- “los gravámenes impuestos sobre la especie que se posee bajo una condición
resolutoria, como prendas, hipotecas, censos, se resuelven y anulan por el evento de la
condición”.

Se separa el artículo y se consigna el 44 b:

Art 44 b: “si se enajena la especie raíz o mueble precioso que se posee bajo condición
resolutoria, el acreedor, cumplida la condición, podrá reivindicar la especie o mueble, y
tendrá derecho a que se le indemnice de los costos de la reivindicación y de los deterioros
culpables”.

“si la cosa enajenada no fuere propiedad raíz o mueble precioso, solo tendrá derecho a la
indemnización de perjuicios”.

7.- todas las correcciones y modificaciones antes realizadas varían la forma pero mantiene
el fondo, aunque, en un nuevo borrador Andrés Bello invierte la teoría contenida en los
anteriores proyectos.

Art. 44 reformado: si el que debe una cosa bajo condición suspensiva la enajena o la grava
con hipoteca, prenda, censo o servidumbre, la enajenación o gravamen se resuelve o anula,
cumplida que sea la condición.

Con todo, si la cosa fuere raíz o mueble precioso que se distinga fácilmente de los de su
especie, subsistirá la enajenación (o gravamen) y el deudor indemnizaran al acreedor.

Pero si la condición fuere potestativa del deudor, subsistirá en todos casos la enajenación o
gravamen.

Si el que posee cualquier cosa bajo condición resolutoria la enajena o la grava, se seguirán
las mismas reglas.

Basta comparar esta nueva letra del art 44 con la precedente para percibir el contraste entre
una y otra, en la primera la regla había sido que solo procedía acción reivindicatoria contra
terceros poseedores cuando se trata de inmuebles o muebles preciosos; en cambio, en el
nuevo proyecto la reivindicación, viable por regla general, no lo es “si la cosa fuere raíz o
mueble precioso. En otras palabras son opuestas.

8.- con estos antecedentes llegamos al proyecto de 1853, donde nos encontramos con los
artículos 1666 y 1667 (libro IV, título III).

La primera de estas disposiciones contiene, refundida, la teoría general que acabamos de


analizar.

Art. 1666 (leer art del texto, pagina 230 parte inferior y 231 parte superior).

Como se aprecia, Andrés Bello, insiste en distinguir al poseedor bajo condición resolutoria
del deudor bajo condición suspensiva.

El art 1667 de este proyecto, ya empieza a parecerse a la redacción final del art 1491, ya
que sin aceptar la excepción absoluta de los inmuebles y muebles preciosos, conserva la
limitación la regla general para el caso de los inmuebles tratándose de terceros adquirente
de buena fe.

Art 1667 del proyecto de 1853. (Leer art del texto pagina 231 parte media).
Se imputaran de mala fe los terceros que, antes de la adquisición del inmueble, o de un
derecho real en él, hayan tenido noticia de la condición suspensiva o resolutoria a que
estaba afecto el inmueble.
9.- correcciones sufridas por el art 1667 realizadas por Bello:

- La resolución de que hablan los dos artículos precedentes no perjudican terceros de


buena fe, que hayan adquirido inmuebles que se debían condicionalmente a otras
personas, sino en el caso de haberse inscrito en el registro den conservador, los
respectivos títulos condicionales salvo si éstos se hubieran otorgado antes del día en
que haya empezado a ser obligatoria la inscripción.
Lo mismo se aplica a los derechos de usufructo, uso, habitación o servidumbre
constituidos en ellos.
- El tercer inciso no sufrió alteración, pero fue completado con este otro: la noticia será
dada por un ministro de fe pública a nombre de cualquiera que tenga un interés actual
o eventual en l cosa.

Art 1667 (leer pagina 232 parte superior-media).

La frase entre paréntesis fue a su vez tarjada y el artículo completado con este inciso
(leer inciso página 232 parte media)

10.- Después Bello cambio una vez más su opinión en la materia y estimo que la excepción
a los terceros de buena fe, necesitaba extender la excepción a las enajenaciones de especies
muebles, y no solo aplicarla a los inmuebles y muebles preciosos, de esta manera altero el
art 1666.

Art 1666 alterado: si el que debe una cosa mueble a plazo, o bajo condición suspensiva o
resolutoria, la enajena, no habrá derecho de reivindicarla contra terceros poseedores de
buena fe.

Redacción concuerda con la del 1490 actual.

11.- por su parte el art 1667, para quedar en armonía con el art 1666, tuvo que ser
modificado.

Art 1667.- si el que debe un inmueble a plazo o bajo condición resolutoria, la enajena, o la
grava con hipoteca, censo o servidumbre, no podrá resolverse la enajenación o gravamen,
sino en los casos siguientes:

1. Cuando la enajenación conste en título respectivo.


2. Cuando el acreedor, antes de la enajenación o la hipoteca, censo o servidumbre, hubiera
interpuesto protesta contra cualquiera de estos actos, y notificándolo por un periódico.
3. Cuando la referida enajenación constitución se haya verificado en los 30 días
subsiguientes a la fecha de la inscripción o escritura.

Andrés Bello en una segunda revisión considero dejar los 2 primeros casos y borrar el
tercero.
Tomando en consideración lo anterior Andrés Bello dejo el art 1667 de la siguiente manera.

Art 1667 el que debe un inmueble bajo condición resolutoria, lo enajena, o lo grava con
hipoteca censo o servidumbre, no podrá resolverse la enajenación o gravamen, sino cuando
la condición constaba en el titulo respectivo, inscrito, u otorgado por escritura pública.

Las disposiciones vigentes

Análisis general.

12.- con los antecedentes históricos entregados, el autor de este texto pretende realizar un
análisis y opina que Andrés Bello podía dejar estos dos art (1490 y 1491) en un solo
numeral.

Análisis de los art 1490 y 1491:

El art 1490 contempla el caso del deudor a plazo o bajo condición, de una cosa mueble que
antes de cumplirse este plazo o condición, enajena dicha cosa a un tercero.

En este coso se pueden presentar 2 situaciones previstas por Andrés Bello: el terceo que
adquiere lo puede hacer de buena o mala fe.

El legislador civil a través de estas situaciones planteadas en el 1490 pretende:

- Proteger al tercero adquirente de buena fe, impidiendo a cualquiera ejercer acción


contra él.
- Castiga al tercero de mala fe, concediendo acción reivindicatoria.

El art 1491, aunque menos preciso, señala una idea similar.

13.- tanto del art 1490 como del 1491 se desprende, según lo hemos manifestado que si una
persona debe una cosa a otra bajo tal o cual modalidad, y si enajena dicha cosa, podrá aquel
a quien se debía la especie, es decir, el acreedor, una vez vencido el plazo o cumplida la
condición; reivindicarla contra el tercero poseedor que, en el momento de adquirir la
especie, tuvo conocimiento de la obligación modal que ligaba a su causante.

Ejemplo de esto:

A ha contraído con B la obligación de transferirle el dominio de cierto objeto cumplida


determinada condición; A es, en consecuencia, deudor condicional de B: si la condición se
cumple A queda obligado a transferir a B el dominio de ese objeto, y B, en su calidad de
acreedor, tiene derecho para exigir de A el cumplimiento de la obligación.

Ahora bien desprendido de los artículos analizados, si A entes de cumplirse la condición,


enajena la cosa a un tercero, C, podrá el acreedor una vez, cumplida la condición,
reivindicar la cosa contra C, si este, al momento de adquirirla tuvo conocimiento de la
existencia de la obligación condicional de A, a favor de B o si esta constaba en la forma
prevenida en el art 1491, sea que se trate de una especie mueble o de un inmueble.

Al analizar el ejemplo, nos encontramos con la siguiente situación jurídica; B antes de


verificarse la condición, era acreedor condicional de A y, verificada aquella, pasó a ser
acreedor puro y simple; adquirió, en consecuencia un derecho personal para obtener de su
deudor la entrega del objeto debido, es decir, el cumplimiento de la obligación, A, sin
embargo, no puede hacer a B tradición del objeto, porque la ha enajenado a C, haciendo
legitimo uso de su derecho de dominio.
En esta situación, B, que no puede obtener la especie de A, está facultado, según las
disposiciones que analizaremos, para reivindicarla de manos de c, su actual poseedor.
Lo que, en otros términos, quiere decir que B, simple titular de un derecho personal contra
A, está facultado, sin embargo, por la ley para dar a este derecho carácter real, y perseguir,
por consiguiente, la especie misma, si esta ha pasado a terceras manos.

14. ¿Es posible lo anterior, dentro de los principios de nuestra legislación civil?

En términos generales y salvo escazas excepciones, NO ES POSIBLE, debido a que es


absurdo, ya que si la voluntad del a ley fuera esa, se echaría por tierra todas las teorías de os
derechos personales.

15.- respecto a los anteriores párrafos, se concluye que no se debe ceñir al tenor literal de la
disposición y que la interpretación del legislador debe ser otra, que no esté en pugna con los
principios generales.

16.-es evidente que en ningún momento tuvo la intención don Andrés Bello de dar a estos
artículos un alcance real a una acción exclusivamente personal, como es la que tiene el
acreedor contra su deudor para exigir el cumplimiento de la obligación, y estima el autor
del texto que solo hay una falla de redacción cometida por Bello, en la utilización del
término “deber”.
La palabra “debe”, empleada en ambas disposiciones, hace pensar, como es natural en el
concepto de obligación, es decir un derecho personal.

17.- extracto “de la compra venta de la promesa de venta” Alessandri. (Leer extracto)

El autor está de acuerdo con Alessandri en que el derecho que el comprador tiene sobre la
cosa eventual: si no paga el precio oportunamente, se resuelve su derecho y nace el del
vendedor; el comprador adquiere la cosa con al condición de pagar el precio oportunamente
para no perderla, y el vendedor la entrega con la condición de que vuelve a su poder si no
se paga aquel. Peor el autor de este texto no acurda con Alessandri dice que el comprador,
al adquirir la cosa, contrae la obligación de restituirla al vendedor si no paga el precio en la
forma debida, es decir se constituye deudor condicional de la cosa con relación al vendedor,
quien es el acreedor de la misma en esa forma.

Como ya hemos expuesto, no puede, al parecer del autor, hablarse de obligación, ni de


deudor ni acreedor.
18.- El auto concluye de alguna manera en este párrafo que la redacción del legislador no es
exacta y que habría sido mejor conservar la expresión “si el que posee un inmueble (o
mueble), empleada por Bello en sus primero proyectos, el numera hubiera quedado mas
acuerdo a su intención.

19.- en razón a lo anterior, los art 1490 y 1491 tiene diferencias de redacción a saber:

1. art 1490: “no habrá derecho de reivindicar” la cosa, que el 1491 preceptúa que “
no podrá resolverse la enajenación o gravamen”;
2. art 1490 habla del que debe un cosa mueble “a plazo, o bajo condición suspensiva o
resolutoria”, en que el articulo 1491 solo se refiere al que debe un inmueble bajo
condición.

20.- la redacción de Bello adolece de un serio defecto, al decir “no podrá resolverse la
enajenación parece entenderse que el legislador hubiera concedido al interesado la facultad
de interponer la acción resolutoria directamente contra el tercero, y dado, en consecuencia,
a esta acción un carácter real, que no tiene.

A parece del autor, la crítica le parece justificada, sin embargo no estima que la, palabra,
“reivindicación” sea la que en el art 1491 mejor cuadre.

21.- art 1490 “si el que debe bajo condición”: aquí se nota que se produce cierta
incertidumbre en el lenguaje que regula el articulo ya que se nota que Andrés Bello no
estuvo completamente seguro de los preceptos que quería incluir en esta redacción.

22.- como se ha preceptuado en párrafos anteriores, la persona que “debe”, no hace


referencia a la persona que está obligada a hacer la tradición si no que, está sujeta a perder
su derecho de dominio por el vencimiento de un plazo o cumplimiento de una condición.

Tomando como referente el párrafo anterior: se desprende que el 1490 prevé las siguientes
situaciones:

- La situación del que es dueño de una cosa mueble a plazo, hasta día cierto,
determinado o indeterminado: (23) esta situación denota un error grave de bello,
ya que afecta el fondo mismo e la cuestión, ya que se coloca en efecto, la ley en la
situación de un persona que tiene su derecho de propiedad sobre una cosa limitada
por un cierto plazo, vencido el cual ese derecho pasa a un tercero, esta situación la
rechaza expresamente el legislador, al referirse a las asignaciones testamentarias. (ver
art 1087 cc), estima en conclusión el autor del texto, que “debe una cosa a plazo” es
errónea, y que debe ser eliminada por la comisión revisora del CC.

- La del que es dueño de una cosa mueble bajo condición suspensiva: (24) el autor
ante esta situación, considera que es imposible, tanto jurídicamente como en la
práctica, la esencia de la condición suspensiva es suspender la adquisición de un
derecho, entonces en opinión del autor, esta situación es inviable debido a que se
contradice, y acoge una situación de negación y afirmación conjuntas. (25,26
corroboran latamente esta idea).
- La de que es dueño de cosa mueble bajo condición resolutoria: (27) el autor
considera que esta es la única situación viable, ya que según los principios generales,
el evento de la condición resolutoria trae como consecuencia la extinción del derecho
para la persona que lo poseía, y su nacimiento efectivo para quien hasta entonces solo
había tenido la expectativa de adquirirlo.

Alcance.

Hemos procurado establecer en 103 números precedentes el sentido de las palabras del
legislador; quédanos por determinar su alcance.
A primera vista, esta última cuestión no parece ofrecer mayores dificultades puesto que la
lógica nos dice que los referidos artículos serán aplicables siempre que se tenga un derecho
de dominio condicional, o sea, siempre que se “deba” una cosa mueble o inmueble bajo
condición y se enajene o grave dicha cosa. La cuestión no es, con todo, tan sencilla.
Sin duda alguna, si fueran las disposiciones de los artículos 1490 y 1491 las únicas que
reglamentan en el Código Civil los efectos de la enajenación de las cosas que se deben ”
condicionalmente a otra persona, el problema no ofrecería mayores dificultades, y no habría
lugar a vacilaciones. Empero, la situación es otra.
Hay, efectivamente, en el mismo Código, un título entero en que el legislador ha
reglamentado minuciosamente el dominio condicional y los efectos que produce la
enajenación o gravamen de los objetos que sólo se poseen condicionalmente. Las
disposiciones a que nos referimos son las del Título VIII del Libro II del Código Civil, que
habla de la propiedad fiduciaria.
En ese título, artículo 733 y siguientes, define la ley la propiedad fiduciaria como aquella
que está sujeta al gravamen de pasar a otra persona, por el evento de verificarse una
condición: la situación corresponde, por lo tanto, exactamente, a la del que “debe”
condicionalmente una cosa a otro, contemplada por los artículos 1490 y 1491. Agrega el
artículo 735 que el fideicomiso, es decir, el derecho de dominio condicional, no puede
constituirse sino por acto entre vivos, otorgado por instrumento público, o por acto
testamentario; y este dominio, constituido en la forma prescrita, queda sometido a las
disposiciones de dicho título.
Dado lo anterior, nos encontramos con el siguiente problema: si la ley determina
detalladamente en el título de la propiedad fiduciaria las condiciones a que esta propiedad
queda sometida y los efectos que producen las enajenaciones o gravámenes de las cosas que
se poseen fiduciariamente, es decir, condicionalmente, (arts. 751 y 757 Cód. Civ.)

Los preceptos de los artículos 1490 y 1491 son aplicables a ciertos casos de resolución de
contratos bilaterales por falta de cumplimiento de una de las partes, por tanto no es viable
asimilar las disposiciones de las transmisiones condicionales, lo mismo de la adquisición
condicional del dominio por actos de partición o de transacción ni tampoco las donaciones.
Otros actos aplicables, son los contratos bilaterales de compraventa y permuta, ya que son
los únicos en que una parte se obliga a trasferir el dominio de una especie o cierto cierto
(art 1856 y 1900 CC.).

Además de este también es aplicable la resolución del contrato de venta por pacto de
retroventa (excepción a la regla general).

Establecido el alcance general, se consideraran los diferentes casos particulares, estos son
las disposiciones que reglamentan los efectos de la condición resolutoria respecto terceros,
sea que se trate de “cosas muebles o de “inmueble”.

A opinión del autor: en el caso de los bienes mueble no hay problemas siempre que puedan
enajenarse y ser reivindicados enseguida.

En los inmuebles es necesario detenernos:

Alessandri expresa una opinión con respecto al 1491 del CC:

- Se aplica a todos aquellos bienes que según la ley tiene la calidad de inmuebles, sean
corporales o incorporales. Se aplica, por lo tanto, a los bienes raíces, a las minas, a los
regadores de agua y a derechos de usufructo, uso, habitación o fideicomiso cuando
recaen sobre inmuebles, a las servidumbres, censos y herencias.

Después el autor opina que las disposiciones del art 1491 no se aplican a los inmuebles por
destinación cuando se enajena separadamente del predio que se adhieren (art 571 CC.) por
tanto deben a estas cosas aplicarse el 1490 (pasan a asimilarse a cosas muebles).

Un requisito esencial para que los art 1490 y 1491 puedan ser aplicados, es que los muebles
sean enajenados o en el caso de inmuebles gravados con censos o hipotecados por el
deudor.

El art 1490 Cuando habla de enajenación, el autor se refiere al término amplio aceptado por
el legislador, esto quiere decir que comprende además de la transferencia de dominio, la
constitución de cualquier derecho real que limite el dominio, esto se relaciona con el art
2406 del cc, respecto del derecho de prenda.

El art 1491 hace referencia a lo mismo con respecto a la enajenación de bienes inmuebles
poseídos bajo condición, pero agrega también a los derechos hipotecarios censo o
servidumbre que sobre ellos hubiese constituido el propietario condicional. Aunque, a
modo de ver del autor las palabras de la ley son claras y terminantes, y piensa que es
discutible incluir los gravámenes (autor piensa que el art es limitativo).

Alessandri piensa que, la disposición es aplicable también en aquellos casos señalados en el


párrafo anterior, pero agrega que si sostuviera que dicho artículo es limitativo, se
comprenderían esos derechos en la palabra “enajena”, que en su acepción más amplia,
comprende toda limitación.
El autor como se ha visto anteriormente discrepa con Alessandri y piensa que el 1490 y
1491 son excepciones al principio general, del efecto retroactivo delas condiciones.

La opinión del autor, según él, está confirmada por el art 1490, que solo se extiende a las
transferencias de dominio, y esto, sin duda, porque los gravámenes y derechos reales son
especies muebles ( prenda, usufructo y uso) importan forzadamente la suspensión del
ejercicio del correspondiente derecho de propiedad.

Más adelante el autor se pregunta si los art 1490 y 1491 son extensivos a los casos de
transmisión hereditaria, el cree que no es viable, ya que la transmisión hereditaria no puede
considerarse como enajenación desde que el heredero constituye, en derecho, la misma
persona del difunto, de la que solo es una continuación.

Efectos.

En el art 1490, vemos que en él ha hacho el legislador, para el caso que allí contempla una
regla general de la excepción y relegado aquella a la condición de esta última. Dispone, en
efecto la ley en esta disposición que el objeto que se “debe” bajo condición no podrá
reivindicarse contra terceros poseedores de buena fe y con esto declara implícitamente que
dicho objeto solo es reivindicable contra los terceros poseedores de mala fe. (La mala fe
debe probarse).

En al art 1491, vemos en primer lugar, que este precepto, en el fondo, contiene la misma
idea que el anterior, eso sí con la notoria diferencia de que establece aquí la ley una
presunción de derecho, es decir, que no admite prueba en contrario, la cual el tercero
poseedor es considerado siempre de mala fe si la condición constaba en un título
respectivo, inscrito u otorgado por escritura pública.

Con respecto a las acciones que se pueden interponer, en el art 1491, el autor piensa que es
absurdo pensar que se puede interponer acción resolutoria contra el tercero actual poseedor
del inmueble o del derecho real que lo grava, ya que en lo contemplado en el art 1490 como
en el 1491 la resolución debe ser declarada de antemano por la justicia, esta resolución
debe ser del contrato del primer poseedor condicional y solo resuelto el contrato primitivo
puede interponerse contra el tercero la correspondiente acción real.

Tampoco es dable, interponer directamente acción reivindicatoria sin antes de haber


obtenido la resolución del respectivo contrato, ya que esa acción compete solo a la
propiedad de la cosa, y mientras aquel a quien esta se “debe” bajo condición no obtienen
judicialmente la resolución del derecho del “deudor”, y no puede pretenderse dueño, a que
el hecho de verificarse la condición no se resuelve automáticamente el derecho del actual
poseedor, si no hasta que se declare por sentencia judicial.

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