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INTRODUCCIÓN
La consulta nacional por la calidad educativa realizada durante el año escolar
2014-2015, permitió establecer diez banderas enmarcadas en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (CRBV), la Ley Orgánica de Educación (LOE) y
el Plan de la Patria, convirtiéndose en un deber indeclinable del Gobierno
Revolucionario. A raíz de este mandato popular, estas diez banderas se convierten en
desafíos del Ministerio del Poder Popular para la Educación y en este momento
direccionan las políticas que se están llevando a cabo para profundizar en la educación
bolivariana: 1) Garantizar Educación de calidad para todas y todos 2) Desarrollar una
pedagogía del amor, el ejemplo y la curiosidad 3) Fortalecer el papel de los maestros y
las maestras como actores fundamentales de la calidad educativa, 4) Promover un clima
escolar caracterizado por la convivencia y la paz 5) Garantizar un sistema de protección
estudiantil 6) Lograr una estrecha relación entre las familias, la escuela y la comunidad
7) Desarrollar un currículo nacional integrado y actualizado 8) Garantizar edificaciones
educativas sencillas, amigables, seguras 9) Desarrollar un sistema de evaluación de la
calidad educativa y fortalecer la supervisión educativa y 10) Reconfigurar la
organización y funcionamiento del Ministerio del Poder Popular para la Educación.
Aunque todas las banderas son fundamentales y están permanentemente vinculadas
como un todo, para el proceso comunitario de inclusión escolar, queremos resaltar tres
banderas:
Garantizar educación de calidad para todas y todos, sin ningún tipo de exclusiones.
LA MAYOR CALIDAD ES LA INCLUSIÓN. Es tarea prioritaria elevar la cobertura
en educación en todos los niveles y modalidades, brindando especial atención a las
poblaciones en condiciones de pobreza extrema, zonas de frontera, zonas alejadas de
centros urbanos, adultos y adultas, pueblos indígenas y afrovenezolanos, y personas con
necesidades educativas especiales. Lograr una estrecha relación entre las familias, la
escuela y la comunidad, en función de garantizar la atención, el cuidado y la educación
de sus hijos e hijas y una gestión escolar participativa, eficaz y transparente. Abrir la
escuela a la diversidad, la interculturalidad y la generación de aprendizajes desde las
características propias de cada localidad. Reconfigurar la organización y
funcionamiento del Ministerio del Poder Popular para la Educación, MPPE, en
función de lograr una gestión participativa, eficaz y transparente. Todo esto implica
otros enfoques, lógicas y métodos de la gestión escolar, consecuentes con los principios
y criterios establecidos en nuestra Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y la Ley Orgánica de Educación en el proceso de refundación de la
República.
Para desarrollar un proceso comunitario de inclusión escolar es necesario contrastar con
las políticas heredadas de zonificación escolar, caracterizadas por la discrecionalidad, la
representatividad, lo administrativo por encima de lo humano, más homogéneo y
menos contextualizado y distorsiones tales como el amiguismo, clientelismo y el uso
inadecuado del poder en el tráfico de cupos, redundando todo en exclusión,
desigualdades e injusticias.
Reconociendo los logros y avances del proceso revolucionario en la incorporación y
prosecución de los y las estudiantes en el sistema educativo, se presentan en este
documento, reflexiones, principios, preceptos, orientaciones que permitan
progresivamente un proceso comunitario de inclusión escolar, más participativo,
protagónico y territorializado que garantice mayor inclusión en el goce y ejercicio de
los derechos, mayor igualdad en condiciones y oportunidades y mayor justicia social en
el derecho humano a la educación.
¿QUÉ ES EL PROCESO COMUNITARIO DE INCLUSIÓN ESCOLAR?
Parafraseando a Gramsci en aquello viejo que no termina de morir y lo nuevo que no
termina de nacer, todavía persisten en muchas instituciones del país las viejas lógicas
excluyentes que hemos heredado de un enfoque selectivo donde no se comprendía la
educación como un derecho humano. Escuelas inscribiendo todos los años aunque el o
la estudiante lo que está haciendo es una prosecución de estudio, por ejemplo, cuando
pasa de primer grado a segundo, de segundo año a tercero, es decir, años intermedios en
el mismo plantel; listas de REQUISITOS, información que se pudiese solicitar durante
el año escolar, son exigidos como condición para poder ser inscrito o inscrita (colocan
en cartelera a la vista pública un listado de requisitos incluyendo, muchas veces cobros
y “colaboraciones” monetarias o materiales); los cupos, el tráfico de cupos, la selección
con condiciones para estudiar en un sitio o en otro, listados de estudiantes por lotes por
sección, cuyo único criterio es el plantel de procedencia, sin considerar dónde viven los
o las estudiantes, las necesidades particulares de un hogar (por ejemplo, la cercanía al
trabajo de la madre), en fin, prácticas heredadas sin darnos cuenta que muchas son
ilegales y son muestras de las viejas prácticas que necesitamos revisar a la luz de
principios y preceptos transformadores.
El proceso comunitario de inclusión escolar es el proceso mediante el cual se ubican
a las niñas, los niños y adolescentes en instituciones educativas para que inicien o
prosigan sus estudios, garantizándoles la inclusión en espacios educativos lo más cerca
posible a su domicilio, resguardando el derecho al estudio a todos y todas sin ningún
tipo de discriminación (repitientes, población etarea, no convencionales y aquellos y
aquellas que por alguna razón han abandonado su escolaridad (“vamos por ellos y por
ellas”)). Es comunitario porque participan los actores y actoras del hecho educativo:
estudiantes, padres, madres, representantes, docentes, consejos comunales y comunidad
en general. Para el logro de este proceso, se crean LOS COMITÉS COMUNITARIOS
DE INCLUSIÓN ESCOLAR en cada institución educativa surgidos de los mismos
consejos educativos. Para la conformación de los comités comunitarios de inclusión
escolar, se parte de la premisa de que la mayor garante de la inclusión y
prosecución escolar es la comunidad misma. Desde lo vecinal, lo contiguo, desde el
conocimiento de la comunidad donde vivimos, las personas sabemos quiénes estudian y
quiénes no, quiénes abandonaron sus estudios o quiénes necesitan ingresar por primera
vez a un plantel. La conformación de los comités comunitarios de inclusión escolar,
permite superar la discrecionalidad (secuestro de información) y genera la posibilidad
de crear procesos más humanos donde las personas se conocen y participan de manera
protagónica en la garantía de inclusión escolar de sus hijos e hijas.
La inscripción de estudiantes, bien los que tienen prosecución o los nuevos inscritos, se
hará en el mes de julio. En el caso de prosecución, durante la entrega de boletines o
informes de rendimiento o boletas, se hará la ratificación y automáticamente el o la
estudiante quedará inscrito o inscrita para el periodo siguiente; en el caso de los nuevos
ingresos, se hará mediante cronograma. Así debe ser informado a la comunidad y para
ello, se articulará con los consejos comunales o las Salas de Batalla social de la
parroquia o del municipio, de manera que socialicen la información.
Abril, 2016