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www.pucp.edu.pe Edición especial
Año 7 N° 201
31 de enero del 2011
puntoedu@pucp.edu.pe
Distribución gratuita
Publicación de la
Pontificia Universidad Católica del Perú
Lo recuerdan:
• Alan García Pérez
• Mario Vargas Llosa
• Marcial Rubio Correa
• Cecilia Cisneros
• Nacho Cisneros
• Carlos Garatea
• José Agustín de la Puente
• Ricardo González Vigil
• Carlos Gatti
• Luis Peirano
• José García Belaunde
• Rodolfo Cerrón Palomino
• Héctor Velásquez
• Mario Montalbetti
• Marco Martos
• Alonso Cueto
• Álvaro Ezcurra
• Ricardo Blume
• Renato Cisneros
• Jorge Eslava
• Giovanna Pollarolo
• Juan Gargurevich
“Ser maestro es
una vocación por
entregarse al otro” [LJC, 2006]
Por
N
jackeline castillo
o es la primera ofrecen como fruto del estu-
vez que escribo so- dio”, y añadía: “Estamos en la
bre Luis Jaime, pe- hora de continuar la búsque-
ro sí es la prime- da y perfeccionar la investiga-
ra vez que no po- ción para enriquecer, rectifi-
dré llevarle un texto mío pa- car y perfeccionar lo conquis-
ra comentarlo, reírnos de él tado. Reducirla a impartir en-
o sencillamente para usarlo señanza de lo sabido es deni-
de preámbulo a otro tema o a grarla, empobrecerla”. Nada
una buena taza de té, con tos- más cierto, Luis Jaime. Esta
tadas y mermelada, en compa- Universidad es una comuni-
ñía de Sara, su esposa. Es una dad en búsqueda permanen-
ausencia que entristece y que, te de la verdad. Por eso se in-
al mismo tiempo, alegra y to- vestiga y por eso la vocación
nifica cuando sentimos y re- universitaria es una vocación
conocemos la huella que de- por la libertad y por una vida
jó en cada uno de nosotros. intelectual practicada con se-
Las muestras de afecto que se riedad y rigor. Y en esa vida,
han sucedido desde su muer- los jóvenes, a quienes debe-
te, las espontáneas expresio- mos formar, no instruir, de-
nes de cariño que he leído y ben ser escuchados y acom-
oído en los últimos días, los pañados durante un proceso
recuerdos y las imágenes que que es personal y que no ad-
hemos compartido muchos mite recetas ni imposiciones.
de sus amigos, la repentina fuera de clase. Luis Jaime promovía el diálogo con sus estudiantes y mantenía una estrecha relación con ellos.
Luis Jaime lo hizo con cientos
aparición de ex alumnos cu- de muchachos que tocaron su
ya suerte ignoraba, los cien- puerta. Yo fui uno de ellos.
tos de intervenciones juveni- go porque él encontró en manente movimiento y cre- Alguna vez, le preguntaron
les en la web, la angustia de un nuestras aulas el lugar don- cimiento. Nada de quietud. a Luis Jaime qué consejo le da-
joven que no encuentra pasa-
Luis jaime de echar raíces y abonar el te- Porque la universidad es “una ría a un maestro que empieza.
je a Lima para llegar a tiempo, escuchó y rreno para mejorar la cose- institución que tiene como ar- Termino citando su respuesta:
un profesor insomne, otro so- acompañó a cha. Aquí se quedó. Sus pala- ma el conocimiento y estudia “Aprender a esperar a que los
ñador, el acogedor silencio el bras, roncas y tiernas, de unos las distintas maneras con que frutos surjan en su momen-
sábado durante la mañana en cientos de meses atrás no hicieron sino sus servicios pueden servir a to preciso, sin precipitarse.
Fátima, una suave música de muchachos anunciar su permanencia: “… cristalizar cuanto proyecto se Aprender a vislumbrar lo que
piano, la humedad de las mi- no me voy de la PUCP. En todas ofrezca para el porvenir”, ra- está en cierne. La tierra debe
radas desde que se dio la noti- que tocaron su las esquinas estoy. Desde todas zonaba hace poco. ser regada pacientemente, sin
cia, las ausencias por una pe- puerta. yo fui ellas observo, aplaudo y pro- Para mirar el porvenir hay apresuramiento. No hay que
na que quiebra las piernas, el testo”. Lo oímos emocionados que investigar y estudiar, cu- empujar al alumno; hay que
lento caminar, la corneta del
uno de ellos pero sin sorpresa. A esta casa rándose de las modas, de lo ayudar a que se descubra due-
minuto, los abrazos, las flores dedicó su vida. Intervino en su efímero y banal que ningún ño de sus propios impulsos.
y tantos testimonios de admi- construcción, en amueblarla beneficio traen al progreso Hay que iluminarle el camino,
ración nos dicen que la vida sor que el afecto y el recuerdo y en darle la orientación de un del conocimiento ni a la for- instándolo siempre a marchar
de Luis Jaime descansa en los amable de un alumno? centro de educación superior mación. “La universidad es la por decisión propia. Y luego,
demás. Le dimos sentido a sus Para Luis Jaime, nuestra que merece llamarse Univer- casa donde aprendemos a ave- cuando lo veamos triunfar, hay
días y él a los nuestros. ¿Habrá universidad fue su casa. No sidad. Claro que, para Luis Jai- riguar, analizar, ensayar, dis- que aprender a desaparecer
mejor regalo para un profe- lo digo sin meditarlo. Lo ha- me, la casa debe estar en per- cutir, cuantas soluciones se por el foro, sin hacer ruido”.
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gustavo kanashiro
Seis décadas. Luis Jaime inició su larga relación con la Católica en 1948, cuando empezó a dictar el curso de Lengua a jóvenes de primer año de Letras.
Mi padre, mi guía,
mi maestro Conversar
Por CECILIA CISNEROS H.
con los hijos por luis jaime cisneros
jackeline castillo
Luis Jaime fue siempre muy
cercano a nosotros, sus hijos.
Siempre supo ofrecernos oí-
dos atentos y acercarse a dia-
logar a cada uno de forma
particular. Nos hizo sentir a
los cuatro únicos y especia-
les. En casa se nos incentivó
desde muy chicos a expresar
lo que pensábamos y sentía-
mos. Los almuerzos siempre
fueron un punto de encuen- minaría de darnos la respues-
tro y conversación de todos los ta a nuestras inquietudes. Sí,
temas que nos preocuparan a todos leemos y mucho. Hijos
los seis miembros de la fami- y nietos hemos paseado con él
lia. Mi padre nos respaldaba por librerías para que eligiéra-
en alcanzar nuestros sueños mos el libro que quisiéramos.
cuidándose mucho de no in- Nos conocía tanto a todos que
terferir para darnos libertad sabía qué texto elegir para ca-
en nuestra decisión. No nos da uno, pues se fijaba mucho
evitó el errar, pues siempre en qué libros nos jalaban los
nos hizo ver que era importan- ojos cuando revisábamos tími-
te aprender de los errores. Y damente los anaqueles de las
cuando el diálogo se quedaba librerías. Nunca escatimó en
insuficiente, misteriosamen- comprar libros que nos ayuda-
te aparecía en la mesa de no- ran a crecer como personas y
che un libro cuya lectura ter- a desarrollar la imaginación.
lección de abuelo. Luis Jaime conversa con su nieto Mauricio Tapia Cisneros en el jardín de su casa.
Es difícil conversar con los alternado de oír con ánimo de ¡Que no se entienden! ¿Que
La tertulia A lo largo de su vida, Luis Jaime se rodeó de grandes personajes que supieron valorar su calidad humana y su
buena conversación 1. Luis Jaime junto a Julio Ramón Ribeyro, 2. José Agustín de la Puente Candamo, 3. Víctor
1 2
MAYU MOHANNA
3 4 5
“Yo lo he conocido,
doctor Cisneros”
Por
Alan García Pérez
Presidente de la República
El Presidente de la República y el canciller recuerdan cómo
Alumno de Luis Jaime Cisneros
en 1965 lo conocieron, sus clases y la amistad que los unió.
C
serpres
onocí a Luis Jaime
Cisneros en el año
1964, un día que vi-
sitaba la Universi-
dad de Lima, de An-
tonio Pinilla, y estaba él allí.
En 1965 me presenté a la Uni-
versidad Católica. Llegué muy
temprano al examen oral en
la casa Riva Agüero, en Cama-
ná, y el único que estaba era
un miembro del jurado: Luis
Jaime Cisneros. Yo tenía 15
años, me sentía muy solo pero
lo reconocí y me animé a de-
cirle: “Yo lo he conocido, doc-
tor Cisneros”. La presencia y
la conversación con él me
dieron el aplomo, la confian-
za para hacer un buen exa-
men. Allí comenzó mi amis-
tad con Luis Jaime, al que tuve
de maestro en los años 1965 y
1966. Por cariño, por amistad,
asistía irregularmente a sus
cursos que ya no eran obliga-
torios para mí, pues quería es-
cucharlo de nuevo.
La Facultad de Letras de la
Universidad quedaba en la
Plaza Francia, era una vieja RECONOCIMIENTO. El 19 de diciembre del 2006 Luis Jaime Cisneros recibió la Orden El Sol del Perú en el grado Gran Cruz de manos del presidente García.
casa con dos patios. En uno
de ellos siempre estaba inevi-
tablemente Luis Jaime y tam- enorme respeto del alumno, nos ha dejado? Aprender a ser
bién otros maestros, como Ho-
norio Ferrero, gran profesor
que siempre sintió el estímu-
lo, la espuela de Luis Jaime pa-
libres, aprender a pensar y, en
el camino de aprender a pen- “Yo pongo el pan”
de Historia de la Cultura. Ha- ra pensar y repensar las frases sar, usar la lectura como un
bía ocasión de conversar lar- de las lecturas, las novelas. Su instrumento para saber pen- Por José García Belaunde
Canciller de la República
gamente con Luis Jaime o es- enseñanza de usar la lectura sar. Con él, yo coincidía sobre
cucharlo en su diálogo. como un medio para reflexio- los temas modernos. Usamos Estaba en primer año de Le-
Así fue naciendo una cer- nar y aprender a pensar, pa- el Twitter, chateamos, pero tras y era delegado de clase.
canía que nunca perdí, tanto ra mí, fue imborrable. Y esto mediante eso nos informa- Luis Jaime había sido ele-
que años después, y tras cin- lo he recordado después de mos de cosas muy segmenta- gido miembro de la Acade-
co años de estudios en Euro- muerto Luis Jaime. rias. La integralidad del pen- mia Peruana de la Lengua, y
pa, volví y lo primero que hi- Tuve la ocasión de rendirle samiento, la estructura del yo me esmeré en hacerle un
ce, entre otras cosas, fue ir a un homenaje condecorándo- pensamiento, solo se adquie- discurso. Él, incómodo por
buscarlo. Él siempre recorda- lo con la Gran Cruz de la Or- re reflexionando sobre la lec- las loas y después de carras-
ba que al verme me dijo: “Ven- den El Sol del Perú. Creo que tura. Esa es su inmensa ense- pear un rato, me dijo: “Gra-
drás a ejercer Derecho en el es- ha sido una vida completa, ñanza. Nos leía en voz alta, cias, muchacho, pero no pa-
tudio de Melgar”, que era un redonda, íntegra. Siempre se nos estimulaba a leer no so- gan por estar allí”.
gran abogado. Yo le respondí: llorará la desaparición física lamente literatura castella- Cuando yo ingresé a la Uni- jarnos a Alan García y a mí
“No, profesor, vengo a prepa- de una persona, pero siempre na, el Quijote, que él amaba, versidad, ya era un persona- cuando se constituyó el Go-
rarme para ser presidente de agradeceremos que Luis Jai- sino también Bertolt Brecht y je legendario, deslumbraba bierno el 2006 con almuer-
la República”. Él se reía mu- me tuviera participación en por cierto Góngora, que era su por lo que sabía y cómo lo zo en su casa, con Sara, Luis
cho de esa anécdota, porque nuestras vidas. Es un hombre preferido entre los poetas es- trasmitía, por la manera de Jaime hijo, Gustavo Gutie-
en la noche su hermano, que que dejó una huella profun- pañoles. relacionarse con los jóvenes rrez y Mirko Lauer. Tarde
era ministro de Gobierno, le da en nosotros y en todos sus Yo siempre recordaré a Luis y por su exquisito gusto lite- inolvidable. Al salir, Alan
preguntó: “¿Tú conoces a un alumnos. Seis ministros, con- Jaime con afecto. Siempre lo rario que demostraba leyen- le dijo para volver a encon-
Alan García? Dice el presiden- migo, somos ex alumnos de saludaba dándole un beso co- do en voz alta sus autores trarnos, pero en algo más
te Morales Bermúdez que va a Luis Jaime. Tiene mayoría en mo si fuera un pariente mío. preferidos, desde Góngora simple, como comernos un
ser presidente del Perú”. Y eso el Gabinete respecto de cual- Lo vi en su ataúd lleno de una y Cervantes hasta Borges. pan con jamón y queso. Luis
lo sorprendió mucho. quier otra institución y todos paz enorme del que ha vivido Pero recuerdo con espe- Jaime le dijo: “Encantado,
Mantuvimos siempre una lo queremos igualmente. la vida completamente y sin cial aprecio el gesto de agasa- yo pongo el pan”.
gran amistad, pero con el ¿Cuál es la gran lección que hacer daño a nadie.
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y mi escudo”
Podría decirse, sin temor a
equívoco, que Luis Jaime Cis-
neros fue la primera persona
que introdujo la Lingüística
[LJC, 1991]
como disciplina de estudio e
[
Voz viva: pa
EDITORIAL
del maestro
mos visto en estos últimos días, en los que ex alum-
nos, discípulos, colegas y amigos de Luis Jaime Cisne-
ros se han manifestado masivamente para recordarlo
y despedirse.
Todo homenaje será insuficiente ante el legado inva-
lorable de Luis Jaime. Este especial, por eso, es sobre
todo un agradecimiento colectivo y una demostra-
ción de nuestro inmenso afecto por él. Es, también,
una forma de reconocer la importancia de Luis Jaime En clase, en artículos, en discursos o c
para nuestra casa de estudios, pues su manera de ejer-
cer la docencia y su vida misma han inspirado decidi- palabras nos llenan de sabiduría. Com
damente nuestra forma de hacer universidad.
El interés de Luis Jaime por despertar curiosidad en
los estudiantes y seguir aprendiendo con ellos; su ex-
memorables frases que nos dejó.
cepcional pasión por el diálogo libre; su rigurosidad
académica; el placer que encontraba en la lectura —y “Aún en lo más remoto y oscuro de la
en su difusión—, entre otros muchos gestos cotidianos conversación ajena, hay algo recuperable, algo
que lo hicieron un verdadero maestro, constituyen importante; que al fin y al cabo te beneficia. Al
una impronta para el quehacer universitario dentro y escuchar descubres que no eres el depositario
fuera de la PUCP. de la verdad, o de la verdad absoluta. La
Por eso es tan querido, por eso será recordado y por compartes, a veces, con quienes no tienes idea
que tenías algo que compartir, o con quienes
eso reconocemos que no ha sido tarea complicada re-
estarías dispuesto a negarles todo”.
unir las colaboraciones que presentamos en esta edi- (El Comercio, 10/12/2006)
ción de PuntoEdu. Y es que el apego, la alegría —y ahora
nostalgia—, que produce la figura de Luis Jaime son ta-
“El mejor maestro es el que te ayuda
les que cuando pedimos textos para este especial ob-
a descubrirte. El que te muestra que
tuvimos siempre respuestas inmediatas y comprome-
eres mejor de lo que creías. Que no
tidas. Este entusiasmo nos ha desbordado y ha hecho eres el que creías, que eres otro”.
imposible que publiquemos todo el material, por lo (El Comercio, 10/12/2006)
que compartiremos parte de él mediante nuestro por-
tal web (www.pucp.edu.pe/puntoedu).
“Pero no,
Agradecemos nuevamente a todos aquellos que se imagínate que
han sumado y se siguen sumando a este y a todos los no sabes nada,
homenajes a Luis Jaime. Y agradecemos ciertamente que no tienes
al maestro Cisneros por… todo. experiencia previa...
que eres un
congresista”
(Frases PUCP)
“A mí me inculcaron la lectura en casa. Mi nieto
menor, Luis Jaime, todas las semanas va al Virrey
a jugar con la gata Tilsa y a comprarse su libro. Es “Cuando se
un niño pequeño, pero ya tiene memoria de todos discute sobre
los libros que ha comprado, por los dibujos, porque el problema de la educación todo el
todavía no lee. “Ya tengo chanchitos”, dice, y me los mundo habla de la escuela y de los
trae, para que yo se los lea. Él sabe que tiene que maestros. Nadie habla de la familia,
comprar libros... la misma suerte tuve yo”. ni del Estado, ni de la sociedad.
(El Comercio, 23/02/2008)
Recordemos que antes de la escuela
“El cerebro siempre me ha atraído. Por eso nunca me está la casa, pero la familia ya no se
interesó la política, porque para ser político no hay ocupa de la educación. Todos piden
que tener cerebro”. nuevos programas educativos, más
(El Comercio, 23/02/2008) sueldos para los maestros, pero de eso
no se trata. Si la sociedad no se ocupa,
“El día que creamos que la verdad no es ningún valor si las empresas no se involucran, no
no valdrá la pena vivir”. hay solución posible”.
(PuntoEdu, 29/08/2005) (El Comercio, 10/12/2006)
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Es una publicación de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Editora invitada: Patricia del Río
Av. Universitaria 1801, San Miguel. Editora: Rosario Yori
Depósito Legal: Nº2005-1668. Subeditores: María Paz de la Cruz y Diego Grimaldo
Impreso en World Color Perú S.A. Editora gráfica: Verónica Salem
Los textos publicados se pueden reproducir citando la fuente y consignando los créditos. Diseño: Luis Amez y Angela Peña
alabras
ILUSTRACIONES: AUGUSTO PATIÑO
o
la incomunicación. Una
sociedad que no lee no
hace futuro, el horizonte
está cerrado para ella”.
(El Comercio, 23/02/2008)
“Gracias a la lectura,
somos personas” [LJC, 2010]
Una Presencia
Por
Alonso Cueto
Profesor del
Departamento de
Comunicaciones
D
la república
e todos los momen-
tos que nos queda-
rán siempre de esa
vida, hay algunos
que aparecen rápi-
damente: su voz fluida y dra-
mática en clase leyendo el fa-
moso pasaje de “El Aleph”; sus
explicaciones minuciosas so-
bre el signo lingüístico; sus tar-
des tomando té y tostadas con
mermelada en su casa de Gene-
ral Borgoño y luego en la aveni-
da La Paz; su recitación de “Las
Soledades” de Góngora, con las
adiciones de Damaso Alonso;
sus bromas sobre los militares
en los tiempos de la dictadura
velasquista (algunos animales
son multicolores pero los gori-
las tienen color uniforme, era
una de sus variantes); la pre-
sencia siempre fiel, inteligente
y generosa de Sara en las con-
versaciones con él y otros ami-
gos; su pasión por la medici-
na; la compañía de sus hijos,
sus hijas y sus nietos, de los que
se sentía siempre tan orgullo-
so (incluso decía que había lo-
grado gustar de la música rock
gracias a algunos de ellos); el
discurso que lanzó la víspera
de las elecciones del 2000, con-
tra los abusos del gobierno fu-
jimorista, cuando dijo que de- sus libros. Luis Jaime recomendaba lecturas a sus estudiantes y mantenía, en un cuaderno, el registro de los libros prestados.
bíamos construir un país “del
tamaño de nuestra esperanza”;
las ocasiones en las que acepta- do mi clase de las ocho”; sus en- triunfar; su pasión por Góngo- grama difícil, y cuando lo di-
ba presentar libros a cualquier sayos y confesiones, en Temas ra, El Lunarejo, Cervantes; esa mos por perdido y me estaba
estudiante que se lo pidiera, aceptaba Linguísticos y en Mis Trabajos y los expresión de ojos profundos, despidiendo de él, a la una de
con tal de apoyarlo en su aven- días; la ovación de pie, de varios en la que no estaba ausente un la mañana, me dijo: “No puede
tura editorial; sus intervencio-
presentar
minutos, con que lo recibió el matiz de picardía; la elegan- quedar así. Vamos a completar-
nes siempre escritas en las pre- libros a auditorio de la Universidad Ca- cia de su modestia cuando re- lo”. Y lo hicimos). Su persisten-
sentaciones de libros; las ano- cualquier tólica en la ceremonia del pro- cibía elogios; su pasión por los cia, su gracia, su generosidad.
taciones minuciosas, irónicas, fesorado emeritus en septiem- juegos de palabras y por las pa- Su sabiduría, su profunda in-
certeras, que hacía a cada tra- estudiante que bre; sus manos moviéndose de labras, en general; la tarde en teligencia, su humor. Todo eso
bajo en las reuniones de los ju- se lo pidiera, con arriba abajo, tratando de dete- la que tocó al piano una pieza abona en la cuenta de una gran
rados; los chistes que contaba ner los aplausos, y sus sonrisas llamada “Las piernas de Caroli- vida, una vida que nos va a ser-
siempre con entonación varia- tal de apoyarlo aceptándolos; su frase según na” y lo dijo; las interminables vir a los demás para seguir vi-
da; sus caminatas de una ho- en su aventura la cual el maestro es un sem- noches en su casa, haciendo el viendo, como él siempre quiso
ra siempre en las mañanas; su
obsesión por la enseñanza y su
editorial brador que pone una semilla geniograma (en una ocasión, y quiere.
en un alumno y que debe reti- en su casa, nos faltaba una pa-
frase repetida, “Nunca me pier- rarse de la escena cuando lo ve labra para terminar un genio- [EL COMERCIO, 21/01/2011]
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Fue mi maestro
Por
Mario Vargas
Llosa
Escritor y Nobel
de Literatura 2010
F
caretas
ue mi maestro. Yo lo que ayudaba a los estudiantes.
conocí como mi maes- También recuerdo haber
tro, primero, en el trabajado con Luis Jaime,
año 1954. Fue mi pro- cuando yo era estudiante to-
fesor en San Marcos, davía, a finales de la dictadu-
en un curso de Literatura es- ra de Odría. Él estaba vincula-
pañola del Siglo de Oro. Y creo do al partido demócrata-cris-
que entre todas las cosas que tiano que se estaba formando
fue Luis Jaime, crítico, perio- en ese tiempo y fue director de
dista, filólogo, la más impor- un pequeño periódico que se
tante fue para él la de maes- llamaba Democracia, un peque-
tro. Creo que fue, sobre todo, ño semanario contra la dicta-
un gran maestro por cuyas au- dura en el que yo colaboré, de
las pasaron miles de estudian- tal manera que tuve una rela-
tes de muchas generaciones y ción bastante cercana con él.
creo que todos lo recordamos Después hemos sido muy ami-
con admiración y cariño. Era gos toda la vida.
un magnífico profesor, rigu- Yo creo que entre todas las
roso y al mismo tiempo de un virtudes de Luis Jaime, además
de las virtudes intelectuales,
está la de haber sido una per-
sona sumamente generosa,
sin enemigos, que ayudó siem-
nos descubrió pre en lo que pudo a los demás
a muchos, a mí y que por eso es tan querido y
admirado en todos los círcu-
entre ellos, la los, en todos los medios. Estoy
maravilla de seguro de que es una persona
que será siempre recordada
los clásicos con gratitud y con cariño.
de la lengua Era una persona muy dig-
na, muy decente, siempre eso
que antiguamente se llamaba
un caballero, que tenía una
entusiasmo contagioso que conducta cívica y ética ejem-
nos descubrió a muchos, a mí plares, y creo que eso lo reco-
entre ellos, la maravilla de li- nocen tirios y troyanos, una
bros clásicos de los clásicos de de esas personas que no tiene
la lengua. Por otra parte, no enemigos y que siempre fue
era un maestro encerrado a la muy respetado y muy querido
universidad. Él abría su biblio- porque, aparte de sus méritos
teca particular a los alumnos, intelectuales, era un hombre
prestaba libros y hacía a veces bueno.
en su casa tertulias que para
mí están muy vivas en la me- [La República,21/01/2011]
moria. Era un guía generoso política. Luis Jaime en hombros de Vargas Llosa en el Congreso Demócrata Cristiano, en 1956.
jackeline castillo
Mi amigo insiste en que le recomiende hay conversación con amigos que no me
libros para su hijo, y se queja de que el la recree. Los que pagan el pato son los
muchacho no lee. pobres muchachos. Unos porque realmen-
No tengo nada que recomendarle al te no leen. Otros porque soportan insinua-
amigo; y como no conozco al muchacho, ciones y presiones que a nada conducen.
menos tengo que decirle a él. No hay recetas, amigo mío, no hay rece-
Este problema de la lectura no respon- tas. Lo necesario es que en el muchacho
de tan fácilmente a recetas como suele surja, como una urgencia propia y como
creer la gente profana. No es asunto de leer fruto de una personal decisión, el sabor de
por leer... leer. Hay muchos modos de conseguirlo;
Es claro que los muchachos deben leer. ninguno se relaciona con la obligación de
Pero esto de la lectura se encara siempre leer a determinada hora del día ni determi-
con muy torpe criterio. nado libro.
Que debes leer, porque un muchacho de Una cosa es cierta: nuestros mucha-
tu edad sin lecturas es un zafio. Que a tu chos no leen. En el colegio no les despier-
edad yo ya había leído a Cervantes, a Mon- tan el amor por la lectura. Eso de aprender-
tesquieu. Que no sé cómo quieres triunfar se argumentos y biografías de autores no
si no lees esto o aquello. Que debes leer sirve para nada, ni es lectura.
estos temas y no los adefesios que lees. Y
patatín patatán.
La historia me la sé de memoria: no [Mis trabajos y los días] AMOROSO. Luis Jaime con su nieta Angelina Chichizola Cisneros.
12 | .edu | LIMA, 31 de enero del 2011
giovanna fernández
La medicina de LJ
Por Renato Cisneros
Sencillamente Luis Jaime Lectura personal. A Luis Jaime no le gustaba recomendar libros a un público que no conociera.
mayu mohanna
Luis Jaime,
periodista
Por Juan Gargurevich
Su lectura en voz alta de “El Aleph” de Jorge Luis Borges marcó a quienes
lo escucharon. Este fragmento es el que solía leer en sus clases.
“
giovanna fernández
En la parte inferior del
escalón, hacia la dere-
cha, vi una pequeña
esfera tornasolada, de
casi intolerable fulgor.
Al principio la creí giratoria;
luego comprendí que ese mo-
vimiento era una ilusión pro-
ducida por los vertiginosos es-
pectáculos que encerraba. El
diámetro del Aleph sería de
dos o tres centímetros, pero el
espacio cósmico estaba ahí, sin
disminución de tamaño. Ca-
da cosa (la luna del espejo, di-
gamos) era infinitas cosas, por-
que yo claramente la veía desde
todos los puntos del universo.
Vi el populoso mar, vi el alba y
la tarde, vi las muchedumbres
de América, vi una plateada te-
laraña en el centro de una ne-
gra pirámide, vi un laberinto
roto (era Londres), vi intermi-
nables ojos inmediatos escru-
tándose en mí como en un es-
pejo, vi todos los espejos del
planeta y ninguno me reflejó, sus preferidos. Entre sus autores privilegiados se encuentran Quevedo, Proust, Joyce, Cervantes, Góngora y Borges.
vi en un traspatio de la calle So-
ler las mismas baldosas que ha-
ce treinta años vi en el zaguán sión inglesa de Plinio, la de Phi- espejos que lo multiplican sin tierra, vi un astrolabio persa, vi el Aleph la tierra, y en la tierra
de una casa en Fray Bentos, vi lemon Holland, vi a un tiem- fin, vi caballos de crin arremo- en un cajón del escritorio (y la otra vez el Aleph y en el Aleph
racimos, nieve, tabaco, vetas po cada letra de cada página linada, en una playa del Mar letra me hizo temblar) cartas la tierra, vi mi cara y mis vísce-
de metal, vapor de agua, vi con- (de chico, yo solía maravillar- Caspio en el alba, vi la delica- obscenas, increíbles, precisas, ras, vi tu cara, y sentí vértigo y
vexos desiertos ecuatoriales y me de que las letras de un volu- da osatura de una mano, vi a que Beatriz había dirigido a lloré, porque mis ojos habían
cada uno de sus granos de are- men cerrado no se mezclaran los sobrevivientes de una bata- Carlos Argentino, vi un adora- visto ese objeto secreto y con-
na, vi en Inverness a una mujer y perdieran en el decurso de la lla, enviando tarjetas postales, do monumento en la Chacari- jetural, cuyo nombre usurpan
que no olvidaré, vi la violenta noche), vi la noche y el día con- vi en un escaparate de Mirza- ta, vi la reliquia atroz de lo que los hombres, pero que ningún
cabellera, el altivo cuerpo, vi temporáneo, vi un poniente en pur una baraja española, vi las deliciosamente había sido Bea- hombre ha mirado: el inconce-
un cáncer en el pecho, vi un cír- Querétaro que parecía reflejar sombras oblicuas de unos hele- triz Viterbo, vi la circulación bible universo”.
culo de tierra seca en una ve- el color de una rosa en Benga- chos en el suelo de un inverná- de mi oscura sangre, vi el en-
reda, donde antes hubo un ár- la, vi mi dormitorio sin nadie, culo, vi tigres, émbolos, bison- granaje del amor y la modifica- [Extracto de “El Aleph”, de
bol, vi una quinta de Adrogué, vi en un gabinete de Alkmaar tes, marejadas y ejércitos, vi to- ción de la muerte, vi el Aleph, jorge luis borges (1899-
un ejemplar de la primera ver- un globo terráqueo entre dos das las hormigas que hay en la desde todos los puntos, vi en 1986)]
Jorge Luis
go que espera en el umbral,
como con el que ayer atravesó
los llanos urgido por las lanzas
Borges forajidas de Quiroga. Es com-
promiso de hombre auténtico.
Borges es, al fin y al cabo, exper-
to en cosas humanas. Todas
por
las cosas humanas lo atraen,
luis jaime cisneros
todas lo rozan, y el vertiginoso
cúmulo de ellas nos lo ha hecho
vivir alguna vez en “El Aleph”:
Quiero solo preguntarme en el amor y el odio, el triunfo y la
alta voz en qué consiste lo que muerte, la verdad y la literatu-
hay de vital en su obra. Y digo ra, la razón y la sinrazón. Ellas
en seguida que el motor de esa constituyen y justifican su origi-
vitalidad son sus lecturas. La HOMENAJE. Luis Jaime Cisneros, el R.P. Felipe Mac Gregor y Alberto Varillas acompañan a Jorge Luis Borges. nalidad y su importancia.
vida se le ha ido en este vasto
paraíso de interminables biblio- ni el desgraciado diálogo políti- ges es un escritor comprometido, hombre. Es decir, con el hombre [en la ceremonia de
tecas. La vida está en sus fuen- co, ni siquiera el brusco rasguear lo está desde el inicio con la lite- que es todos los hombres. Está imposición del grado de
tes y en sus obras. Claro es que de la milonga. Y para los que se ratura. Está comprometido con la comprometido con el hombre Doctor Honoris Causa a
no descubriremos en el rastreo esmeran en preguntas de estilo literatura porque lo está consigo concreto que hoy se sienta en esta Jorge Luis Borges. 22 de
ni la anécdota propicia al amor, ramplón, adelantemos que si Bor- mismo. Su compromiso es con el aula magna, como con el mendi- noviembre de 1978]
Pontificia Universidad Católica del Perú | .edu | 15
JACKELINE CASTILLO
L
cambiarle la dirección. Gregor abrió camino al rigor creador en su obra literaria y “Yo no me voy, yo me quedo en
a Universidad Católi- Esos años eran difíciles, y de la inteligencia y postuló la también en su vida cotidiana, cada esquina, observo, aplaudo
ca, en ceremonia es- la Católica estaba tratando de idea de una universidad mo- pues era un prestidigitador y protesto”, porque tenía una
pecial, me ha conferi- asegurar su fisonomía. La ta- derna, abierta al trabajo cien- de la palabra, siempre jugaba idea crítica de la Universidad
do el título de Profesor rea universitaria no consistía tífico, que hiciera de la investi- con ella, incluso cuando hacía que quería proteger y por la que
Emérito. Tengo con es- en encerrarse en la torre de gación el arma predilecta de la un comentario, para denotar, luchó todo el tiempo, hecho que
ta Casa una relación de sesen- marfil, como querían los libe- institución. Por entonces com- para connotar, para hacer una le agradezco mucho.
ta largos años de docencia, y lo rales, y allá el mundo que rue- probábamos que muchos de broma, para invertir un sentido, Finalmente, fue un enamo-
de ‘emérito’, de acuerdo con la de, y nada de lo que ocurra más los temas filosóficos y los lin- para hacer una analogía. rado de la lectura y abogó por
etimología, pone de relieve esa allá de mis fronteras me intere- güísticos, nacidos en el seno Como prueba de que era ella hasta sus últimos momen-
antigüedad. Claro es que pue- sa. Ni la tarea universitaria era de la Católica, comenzaban a una persona muy creativa, el tos. Todo esto es un legado
do confesar que en estas déca- el pretexto circunstancial que incorporarse a los programas padre Felipe Mac Gregor me que tenemos que recuperar de
das he aprendido mucho, al nos permitiría fungir de políti- y métodos de otras institucio- contó alguna vez que cuando muchas maneras. Los alumnos
extremo que ‘eméritos’ resul- cos y consumar la revolución, y nes. En ese sentido, la PUCP fue era rector en los años 70, en con sus enseñanzas, los profe-
tarían también los colegas y al diablo con la enseñanza y la la voz inaugural que abrió la la época del golpe de Estado sores con sus enseñanzas peda-
los estudiantes con quienes he investigación: ya pasó también, trocha a muchos campos de la del general Velasco, un día el gógicas. Las autoridades con su
compartido extraordinario tra- felizmente, la concepción ma- Psicología y la Lingüística. ministro de Educación le pidió observar, aplaudir y protestar.
jín. Puedo dar fe, por lo pron- terialista que proponía esa in- He tratado de recordar, en una cita. Hablaron durante la Yo lo conocí desde el 65, pero
to, de cómo ha ido la institu- sana utopía. Era claro que ve- estos días, los días de gloria y reunión muy bien, pero al final entiendo que estuvo aquí desde
ción perfeccionando métodos níamos a la Universidad a tra- los días de pena vividos en la se quejó, ya que le mencionó el 48, que fue el año en que yo
y programas, hasta alcanzar el bajar para una tarea concreta, Universidad. Y comprendo cla- que había un profesor en la nací. Lo tuvimos 62 años como
alto grado de rendimiento que bien concreta, en este país, con ramente que si los colegas no Católica que les llamaba gorilas un sello de la Universidad. Creo
hoy se le reconoce. Yo regresa- esta generación, y en esta ho- hubieran hecho lo suyo, y los en clase. “No, no puede ser”, le que es cierto decir que la Católi-
ba al país luego de haber reci- ra del mundo. Veníamos cons- estudiantes lo que les estaba contestó el padre, a quien no le ca no va a ser igual porque Luis
bido una formación muy euro- cientes de nuestra responsabili- destinado, la casa habría esta- costó mucho llegar luego ante Jaime no está, pero también
pea, terminada la segunda gue- dad, que alcanza solidariamen- do realmente vacía durante Luis Jaime, de quien era muy hay que decir que él permane-
rra, y tuve que ir modelando mi te aún a quienes nos combaten mis sesenta largos años. Pero amigo. “¿Tú les dices así a los ce en nuestra casa de estudios
actuar ante una idea de la tra- y a quienes nos incomprenden. ahora que aparentemente la militares en clase?”, le pregun- porque la marcó con su manera
dición distinta de la que había Porque vale la pena ser uni- dejo, reconozco que es preci- tó. “No, yo pongo el siguiente de ser y su concepto de la vida
incorporado a mi experiencia versitario, ya que nos permite samente la casa que quisieron ejemplo de lengua: las maripo- cultural y universitaria.
universitaria. A veces, los uni- comprender al hombre. conservar y defender el padre FRANZ KRAJNIK
versitarios manejamos exage- Sí, la Católica fue abrién- Dintilhac y Riva-Agüero. Para
radamente el tema tradicional. dose lentamente al siglo XX, y defenderla y recrearla trabaja-
Hay que aprender a cuidarse la aparición de las Ciencias So- mos profesores y estudiantes. Y,
de la tradición. Hay que cuidar- ciales robusteció esa certidum- en rigor, esto de la jubilación es
se de ella, que puede ser –mal bre. Se fue adquiriendo con- un ‘modo de decir’ puramente
entendida– el primer síntoma ciencia del trabajo académico de sabor administrativo. Pue-
de la esclerosis. La tradición es y desde el Instituto Riva-Agüe- do anunciar, en alta voz, que
una línea de trabajo que mira ro (donde habíamos creado los no me voy de la Católica. En to-
al porvenir. Es un movimiento Seminarios de Filosofía, Histo- das las esquinas estoy, y desde
en plena actividad, y en pleno ria y Filología) profesores y es- ahí agito mis banderas. Y en es-
desarrollo. No es una estagna- tudiantes aprendimos a distin- tos difíciles momentos, paso lis-
ción en el espacio. Es un tiem- guir lo profundo de lo super- ta de presente para asumir por
po vertiginoso que está duran- ficial. Ya había certeza de que entero la defensa de su tarea.
do ahora y nos envuelve y que, el campo de las Humanidades
como continúa trascendien- no era tan independiente y tan [PALABRAS DE LJC TRAS
do, seguirá su marcha empu- claro como nos habían hecho RECIBIR EL TÍTULO DE
jado por nosotros mismos. No creer, y comenzamos a prepa- PROFESOR EMÉRITO DE
es una alegoría que nos haga rarnos para no sentir que las LA PUCP. LA REPÚBLICA, HONORES. Luis Jaime, profesor emérito de la Universidad.
contemplativos. Es un celo que ciencias estaban tan alejadas 05/09/2010]
16 | .edu | LIMA, 31 de enero del 2011
Adiós al maestro
“¿Asustarme? No, ¿por qué? Sé que vendrá en el momento menos pensado.
De eso he tenido lecciones frecuentes. Y estoy preparado. Lo importante es
que los que te rodean también estén preparados”. [LJC, El Comercio, 28/03/2008]
yanina patricio
Despedida. Familiares, amigos y discípulos asistieron al entierro en el cementerio Parque del Recuerdo, en Lurín, para despedirse de Luis Jaime.
Mira el video de testimonios sobre Luis Jaime, la galería de fotos históricas y el dossier digital que hemos preparado en www.pucp.edu.pe/puntoedu