Volumen 49 N° 3

Julio de 2000

ORGANIZACIÓN
METEOROLÓGICA
MUNDIAL
 LA ORGANIZACIÓN METEOROLÓGICA MUNDIAL (OMM)
es un organismo especializado de las Naciones Unidas
Los fines de la Organización son los siguientes: CONSEJO EJECUTIVO
Presidente . ). W. Zi ll man (Australia)
fac ilitar la coopera ción internacional para crea r Primer Vicepresidente j.-P. Beysson (Fra ncia)
redes de estacio nes que efectüe n obse rvaciones Segun do Vicepresidente A.M. Noorian (República
meteorológicas, hidrológicas y otras obse rvaciones Islámica del Irán )
geo físicas relacionadas a la meteorología , y promo- Terce r Vicepresidente R.A . Sonzini (Argentina)

ver la creación y mantenimiento de cent ros encar- Miembros de oficio del Consejo Ejecutivo
gados de prestar servicios meteorol ógicos y afines; (p residentes d e las asociaciones regionales)
África (Regió n 1) M.S. M hita
estimular la creació n y mantenimiento de sistemas
(República Unida de Tanzanía)
para el interca mbi o rápido de in fo rm ac ió n meteo- Asia (Regió n 11) Z. Batjarga l (Mongolia)
rológica y demás info rmación conexa; América del Sur (Región 11 1) N. Sa lazar Delgado (Ecuador)
promover la norma lizació n de las observaciones América del No rte y Amé rica
meteorológicas y demás observaciones co nexas y ase- Central (Regió n IV) A. ). Dania (A ntillas
Neerl andesas y Aruba)
gurar la publicació n uni forme de datos y estadísticas;
Suroeste del Pacífico
fome nt ar la ap li cació n de la m eteorología a la (Regió n V) Lim joo Tick (Malasia)
aviación, a la navegació n marítima, a los problemas Europa (Región VI) l. Mersich (Hu ngría) (interino)
de recursos hídricos, a la agricultura y a otras act ivi- Miembros electos del Consejo Ejecutivo
dades hum anas; Z. Alperson (Israel)
alentar las actividades de hid rología operativa y A. l. Bedritsky (Federació n de Rusia)
fo mentar la estrecha cooperación entre los Servicios F Ca margo Duque (Venezuela)
E. Coca Vita (Espa1ia)
Meteo rológicos e Hidro lógicos;
A. Diouri (Marruecos)
alentar la investigació n y enseiian za de la meteorología l. Dutra Maisonnave (Uruguay)
y, cuando co rresponda, la de otras disciplinas afi nes, P.D. Ewi ns (Reino Un ido)
y ayudar a coordi nar los aspectos internacionales de la U. Ga rtner (Alemania)
investigación y enseiianza mencionadas. F.). B. Ho unton (Be nin )
A. Jaime (México)
El Congreso Meteorológico Mundial R. R. Kelkar (I nd ia)
).). Kelly (Estados Un idos de América)
es el órga no supremo de la O rgan izació n. Cada cuatro K. Ko naré (Malí)
aiios ret'111e a los rep rese ntantes de todos los países G.A.McBea n (Canad<í)
E. A. /VI ukolwe (Kenya)
Miembros co n el fin de determin ar la política genera l
F. Oyou (Congo)
qu e se ha de seguir para el cumplimi ento de los fm es de L. P. Prahm (D in amarca)
la Orga nizació n. R. Prasad (Fiji)
G.K. Ramothwa (Botswa na)
El Consejo Ejecutivo Y. Salahu (Nigeri a)
G.C. Schulze (Africa del Sur)
se compone de 36 directores de Servicios Meteorológicos o
T. Sutherland (Territorios Británicos del Caribe)
Hidro meteorológicos nacionales que ejercen su mandato K. Yamamoto (Japón) (interino)
a títu lo personal; se ret'me una vez al a1io po r lo menos, para N. l. Tawfiq (A rabia Saud ita)
supervisa r los programas aprobados por el Co ngreso. Wen Kega ng (China)
). Zielinski (Polon ia)
Seis asociacion es regionales
PRESIDENTES DE LAS COMISIONES TÉCNICAS
co mpues tas cada una por Miembros de la Organización C iencias Atm osfér icas: A. Eliassen
Climatología: Y. Boodhoo
cuya ta rea es coo rdin ar las actividades meteorológicas y
Hidrología: K. Hofius
las actividades co nexas en sus respectivas Regio nes. Instrumentos y Métodos d e
Observación: S. K. Sri vastava
Ocho comisiones técnicas
Meteorología Aeroná utica: N.Gordo n
compuestas de expertos designados por los Miembros, Meteorología Agrícola: R.P.l'vlo tha
Oceanografía y Meteorología
enca rgadas de estud iar los sistemas m eteorológicos y de
Marina: ). Gudda l and D. Kohnke
hidrología operativa, las apli caciones y las ac tividades (ad interim)
de investigación. Sistemas Básicos: S. Mi ldner

La Secretaría de la Organización tiene su sede en 7bis, avenue de la paix, Ginebra, Suiza.


- :)l C)SQ
82000
Revista oficial de la Organización
Meteorológica Mundial
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2 oños: 94 francos suizos
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Se publico trimestralmente (enero,
abril, julio, octubre) con ediciones
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Organización Meteo rológica Mundial
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Editor: A. S. ZAITSEV
Editora Asociada: judith C. C. TORRES
ORGANIZACIÓN METEOROLÓGICA MUNDIAL
Secretario General
Secretario General Adjunto
G.O .P. OBASI
M . JARRAUD
Subsecretario General
Vol. 49 No. 3
A. S. ZAITSEV
Ju lio 2000
IB3(Q)JLJETTIW
En este número . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 248
Las entrevistas del Boletín: Cyril Egbert Berridge, OBE . ...... 249
El sistema climático mundial en 1999 .. . .. . ........ . ...... 258
La OMM y la vigilancia de la composición atmosférica .. .. .. . 262
Datos hidrológicos y gestión medioambiental, por B.J. Stewart . 270
Datos para la Convención sobre Cambio Climático: relación
con el Sistema Mundial de Observación del Clima ..... . .. 274
Cuencas fluviales prístinas e índices hidrológicos apropiados:
ingredientes esenciales para los estudios de cambio climáti-
co, por P. Pilon y J. Kuylenstierna ..................... 280
Uso de promedios de períodos de referencia para exam inar
anomalías del clima - El Clima de Nigeria como ejemplo,
por S.O. Ojo y E.A. Afiesimama ....................... 288
Radares terrestres - Un adelanto en la predicción costera, por
J. Gudall, H. Graber, H. Gunther y J.C. N ieto Borge ...... 291
Programas internacionales d e desarrollo de la meteorología
mundial - El papel de la Organización Meteorológica
Internacional y de la Organización Meteorológica Mundial,
por M. Baker . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 296
El Nii1o/Oscilación Austral: Co nsecuencias del episodio de
1997-1998 y pred icción de los futuros ep isodios, por N. Ni-
cholls . . . . . . ... ..... ... ...... . . .. ... . ... .. .. . . ... . 300
Meteorología en la República Islám ica del Irán, por A.M. Noo-
rian . ...... . . . .. .. ... . ......... .. .......... . .. . ... 305
Mujeres en los servicios de meteorología y de hidrología opera-
tiva . ... .. . . . . . . . . . . ... .. . . ... . ... ...... . .. .. . .... 308
Noticias de los Programas de la OMM . ........ . .. . ....... 311
Programa de la Vigilancia Meteorológica Mundial ....... 311
Programa sob re Ciclones T ropicales .. .. ..... .. .. . ..... 312
Programa Mund ial de Aplicaciones y Servicios del Clima .. 315
Programa Mund ial de Datos y Vigilancia Climáticos ...... 315
Programa de Investigación de la Atmósfera y el Medio
Ambiente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 316
Servicios Meteorológicos, para el Público . . . . . . . . . . . . . . . 317
Programa de Meteorología Agrícola ....... .. ... . ...... 318
Programa de Meteorología Marítima. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 320
Programa de Hidrología y Recursos Hídricos ...... . . ... . 322
Programa de Enserl.anza y Formación Profesional . . . . . . . . 324
Programa de Cooperación Técnica ............... . .... 326
Sistema Mundial de Observación del Clima . . . . . . . . . . . . . 328
En las Regiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 329
Noticias y avisos ..... . ....... .. . . ...... .. . . ...... .. . .. 331
Noticias de la Secretaría ........ . .. ....... . ..... . ....... 333
Necrologías . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 338
Reserl.as bibliográficas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 339
Calendario de próximas reuniones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 348
Miembros de la Organización Meteorológica Mund ial . . . . . . . 349
 1E1lil rE~LtrE 1lilW1lí!!]rEff@
Este número de julio de 2000 comienza con una
entrevista con Cyril (Bert) Berridge, antiguo Director de
Coordinación de la Organización Meteorológica del
Caribe, Representante Permanente de los Territorios
Británicos del Caribe ante la OMM y, de 1995 a 1999,
Primer Vicepresidente de la Organización. Echa la vista
atrás sobre su vida y sus casi 30 años en meteorología.
El sistema climático global en 1999 se resume en el
primer artículo principal, destacando las anomalías
térmicas, el ozono estratosférico, la extensión del hielo
marino, La Niña, los desabastecimientos de agua y los
incendios, y el tiempo tempestuoso por regiones.
El tema de este número es "Datos en temas
medioambientales". El primero de los artículos sobre este
tema es el papel de la OMM en la vigilancia atmosférica.
Se proporcionan los antecedentes y la historia y se
continúan mostrando al detalle las actividades actuales
248
y en proyecto en la Vigilancia Atmosférica Global y en
los diversos Centros de Datos Mundiales.
Los datos hidrológicos y de gestión medioambiental
constituyen el tema de un artículo de B. f. Stewart. El
autor postula que, a lo lmgo de la última década, ha
tenido lugar un significativo desplazamiento en la
percepción del énfasis, desde el desarrollo de los recursos
hídricos a la gestión de los mismos. Describe cómo han
cambiado los usos de los datos hidrológicos y los
distintos tipos que se recogen. Continúa dando ejemplos
específicos de su utilización antes de mostrar una lista
de acciones recomendadas.
La evaluación apropiada de los temas climáticos
requerirá la continuidad a lmgo plazo, un control de
calidad extensivo y el intercambio abierto y archivo de
los datos de los sistemas de observación climáticos
terrestres, oceánicos y atmosféricos. El artículo "Datos
para la Convención sobre el Cambio Climático: el enlace
con el Sistema Climático Global" explica cómo el SMOC
está idealmente situado para ayudar a adquirir los
datos necesarios y recomienda encarecidamente que se
aumenten los esfuerzos nacionales, regionales e
internacionales para su finalización.
Paul Pilon y ]ohan Kuylenstierna explican la
importancia de los índices hidrológicos para los estudios
de cambio climático, pero destacan que las medidas
pertinentes deben realizarse en cuencas de ríos
originales. Hacen un llamamiento para el
establecimiento de redes nacionales, regionales y
Portada: Imagen multitemparal ERS·I SARde Venecia, Italia. las satélites san una fuente cada vez más significativa de datos paro muchos programas medioambientales
en todo el mundo. (Foto: AEE).
mundiales para la recogida, estudio y evaluación de la
información de cuencas de ríos originales, así como la
formulación de las recomendaciones y líneas directivas
apropiadas para este fin.
S. O. Ojo y E. A. Afiesimama abordan el uso de
promedios de períodos de referencia para examinar las
anomalías climáticas en Nigeria, donde la economía
dependiente de la agricultura se ve frecuentemente
afectada de forma adversa por la variabilidad de las
precipitaciones. Discuten el caso de la utilización de un
período más antiguo de estabilidad relativa antes que
uno más reciente con un volumen de datos mayor, pero
que no reconoce los déficits o superávits climáticos
significativos, lo que podría llevar a proyectar
tendencias erróneas.
f. Guddal, H. Graber, H. Guenther y]. C. Nieto Borge
describen el éxito del proyecto (EuroROSE), que tiene un
gran potencial para vigilar los procesos físicos y las
consecuencias medioambientales de la actividad
humana en zonas costeras -tanto en el agua como en
la atmósfera- mediante el uso de radares terrestres.
Mike Baker habla sobre los programas de observación
meteorológica internacional desde el Primer Año Polar
Internacional en 1882, la importancia de sus
descubrimientos y la necesidad de otros programas
semejantes en el futuro en las áreas de
perfeccionamiento de la predicción del tiempo y de las
proyecciones del cambio climático.
Neville Nicholls fue uno de los conferenciantes científicos
invitados al Decimotercer Congreso Meteorológico
Mundial. Aquí se presenta el texto de su conferencia
sobre las secuelas de El Niño 1997/1998 y la predicción
de episodios futuros.
A. M. Noorian presenta un informe detallado sobre la
meteorología en la República Islámica del Irán,
incluyendo algunos antecedentes históricos y el contexto
geográfico y climático.
Sigue la primera de una nueva serie ocasional sobre
mujeres en el servicio de meteorología e hidrología
operativa, en forma de breves perfiles. Cada uno
proporciona algo del fondo educativo y experiencia
laboral, así como algunos detalles personales que
muestran cómo las mujeres de todo el mundo son
capaces de combinar exitosamente los estudios
profesionales, el trabajo y la familia.
JL@l~ (f]íJíl íltr(f]Wfi~íl@l~
di (fJ olE5@ u(fJ íl1ÍíJíl
Cyril Egbert Berridge, OBE
El Dr. Taba relata:
Cyril Egbert (Bert) Berridge comenzó su carrera
de meteorología en Trinidad y Tobago, en 1947, como
observador, fue ascendiendo
hasta llegar a predictor y des-
pués a Director del Servicio
Meteorológico Nacional de
Trinidad y Tobago y Repre-
sentante Permanente de su
país ante la OMM. En 1972
fue nombrado Director de
Coordinación de la Organiza-
ción Meteorológica del Cari-
be (OMC) y Representante
Permanente de los Territo-
rios Británicos del Caribe y
de Dominica ante la OMM.
Bert se jubiló el31 de diciem-
bre de 1999 después de más
de medio siglo de servicio ac-
tivo. En esta entrevista, Bert
relata su vida. Se pensó que Cyril Egbert (Bert) Berridge con la medalla concedida por S. A. R. el Prín· dientes y por Territorios Britá-
cípe de Gales en febrero de 2000
sería útil ofrecer primero a
nuestros lectores alguna información sobre la OMC.
En mayo de 1951, se creó formalmente un Servicio
Meteorológico del Caribe Británico, administrado cen-
tralmente, que incluía a los Territorios Británicos en un
servicio unificado. La Oficina Central se situó en Puerto
España, Trinidad. La aviación civil estaba en fase de de-
sarrollo y se necesitaba ofrecer servicios adecuados, y
además había que hacer frente a la estación anual de
huracanes. La plantilla superior estaba compuesta en su
totalidad por expatriados, incluido el nuevo Director
General del Servicio, el Sr. Angus Grinsted. En 1958 se
creó una federación de los territorios de habla inglesa y
se cambió el nombre del Servicio por el de Servicio Me-
teorológico del Caribe (CMS). Durante este período Bert
realizó un curso para predictores, como becario, equi-
valente a lo que es hoy la Clase 11 de la OMM.
Los nativos empezaban a dirigir las oficinas de pre-
dicción de las Bahamas, de Jamaica y de Trinidad y To-
bago. Con el fracaso de la joven federación, los líderes de
la región estimaron conveniente mantener un Servicio
regional modificado, en el que cada país sería responsa-
ble de la administración y de las operaciones de su Ser-
-(e~' l ()t:;l)
~J:uou
vicio nacional. Concluía la administración desde una
Oficina Central. Algunos de los territorios más desarro-
llados obtuvieron la independencia y se ofreció al perso-
nal incorporarse a sus Servi-
cios nacionales. Berridge
aceptó un puesto de predictor
de las autoridades locales en la
misma oficina para la que ha-
bía sido contratado por pri-
mera vez. En 1966 se le ofreció
dirigir la oficina como Direc-
tor en Funciones.
Para ponerse al día con el
nuevo estatus del Servicio, el 249
CMS volvió a cambiar y en
1973 se convirtió en la Organi-
zación Meteorológica del Cari-
be, y el puesto de Director Ge-
neral pasó a ser de Director de
Coordinación. La OMC está in-
tegrada por Estados indepen-
nicos y tiene cuatro órganos:
(a) Consejo de Ministros del Caribe (CMC), que es la má-
xima autoridad y que se reúne anualmente; (b) Oficina
Central de la OMC, que es la Secretaría de la Organiza-
ción y está encabezada por el Director de Coordinación;
(e) Instituto Caribeño de Meteorología e Hidrología
Operativa (CIMH), encabezado por el Director, es el bra-
zo operativo de la organización y dirige la formación
profesional, reparación y mantenimiento del equipa-
miento, etc.; y (d) Fundación Meteorológica del Caribe,
que tiene la finalidad de ofrecer apoyo financiero extra-
presupuestario al CIMH.
Los objetivos principales de la OMC son fomentar
el desarrollo de la meteorología y de la hidrología ope-
rativa y ciencias conexas de sus miembros . Esto signi-
fica hacer todo lo que se considere como significativa-
mente relacionado con este mandato. Incluye la coor-
dinación de servicios para aumentar la eficacia
operativa, lo cual a su vez mejora su imagen pública.
Esto requiere el desarrollo de servicios de formación
profesional en las áreas más significativas -investi-
gación, además de mejoras operativas-. Se refuerzan
todas estas actividades participando en la OMM. La re-
 gión no es rica y la opción lógica es explorar vías exter-
nas para conseguir apoyo técnico y financiero, equi-
pamiento, y becas para formación profesional avanza-
da para asistir a seminarios. Canadá, el Reino Unido,
los EE. UU. y el PNUD son fuentes tradicionales de
ayuda externa. Recientemente, también han ayudado
Australia y Arabia Saudita. En la actualidad hay nego-
ciaciones en curso con la Unión Europea para susti-
tuir la anticuada red de radares de la OMC. Sin la ayu-
da de la OMM no hubiera sido posible gran parte de
este trabajo. La OMC ha cumplido estos objetivos ra-
zonablemente bien. Hoy, toda la plantilla de la OMC
está compuesta por nativos. Hay un núcleo de experi-
mentados predictores tropicales y de huracanes . Se ha
mejorado el servicio de vigilancia y avisos de tiempo
severo ofrecido a los Miembros. Ahora apenas existe
miedo a un huracán inesperado. Esto constituye una
empresa de colaboración continuada con todos los
Miembros de la Asociación Regional IV (AR IV) de la
OMM (América del Norte y Central) y con otros Miem-
bros de la OMM. Las oficinas de predicción de la OMC
son responsables de distribuir los avisos a los Miem-
250 bros. La OMC coopera con la NOAA en la explotación
de la red caribeña de radiosondas, que comprende
cinco estaciones. Se encarga del coste de personal y de
los gastos operativos y la NOAA ofrece el equipamien-
to y los fungibles . Este es un servicio importante. Se
coopera en todo lo posible con las instituciones me-
dioambientales y de cambio climático de la región, y
también con el Centro Climatológico de la región del
CIMH. La OMC es una agencia especializada, una insti-
tución asociada de la Comunidad del Caribe y es autó-
noma en sus funciones. En la actualidad tiene 16
Miembros: Anguilla, Antigua, Barbados, Belice, Islas
Vírgenes Británicas, Islas Caimanes, Dominica, Grana-
da, Guyana, Jamaica, Montserrat, Saint Kitts y Nevis,
Santa Lucía, San Vicente y Las Granadinas, Trinidad y
Tobago y las Islas Turks y Caicos.
Conocí a Bert en marzo o abril de 1966 cuando, en
mi calidad de Jefe de la Sección de Formación Profe-
sional de la Secretaría de la OMM, llevé a cabo visitas a
prácticamente todos los países de América Central y
del Caribe. El objetivo de mi visita era preparar un in-
forme sobre los Servicios Meteorológicos nacionales
de la zona y hacer recomendaciones para mejorar la
formación profesional de su personal. Desde enton-
ces, hemos mantenido una estrecha relación de amis-
tad. Es franco y abierto y habla un inglés impecable
-como he oído decir a menudo a los participantes de
reuniones-. Siempre he admirado su elocuencia y la
manera persuasiva en la que Bert expresa su opinión.
Sin embargo no es pretencioso. Cuando le pedí que me
concediera una entrevista, su reacción fue típicamen-
te modesta. De todas formas, los lectores estarán de
acuerdo conmigo en que Bert ha tenido una vida muy
interesante y que se merece todos los honores por el
servicio que ha prestado a la meteorología de su Re-
gión y también dentro de la OMM.
La Oficina Meteorológica del Reino Unido propu-
so a C. E. Berridge para un premio por sus excelentes
servicios a los colectivos de meteorología caribeños e
internacionales. Su Majestad la Reina Isabel II aprobó
esta petición y se aprovechó un a visita del Príncipe de
Gales a Trinidad para conceder al Sr. Berridge la Orden
del Imperio Británico (OBE) el 22 de febrero de 2000.
Esta entrevista tuvo lugar en Trinidad en febrero
de 2000.
H. T. - Por favor, cuéntenos cuándo y dónde na-
ció, algo sobre sus padres, y sobre sus años
de estudiante.
e E. B.- Nací el11 de junio de 1929 en el pueblo de
Sipa ria, en Trinidad, por aquel entonces colonia britá-
nica y la isla más meridional de la cadena caribei'ia, a
unos 13 ó 16 km de Venezuela. Mis padres eran sal de la
tierra, gente de campo sencilla, sin estudios secundarios.
Mi padre era funcionario del departamento de Wa rder,
una agencia de recaudación de rentas y de conservación
del condado. Mi madre era ama de casa. Entonces las
mujeres que tenían hijos no solían trabajarfuera del ho-
gar. Pui el tercero de nueve hermanos - cinco chicos y
cuatro chicas- lo que entonces no era una familia ex-
cepcionalmente grande. Mis abuelos materno y paterno
eran de origen europeo, de Espai'ia y de Gran Bretaña,
respectivamente, y mis abuelas tenían ascendencia cari-
beña y africana. Éramos una familia bastante típica en
Trinidad, ya que es una de las poblaciones mundiales
con mayor mezcla racial. Yo soy un chico de campo y
creo en la sencillez de la gente del campo. Cuando éra-
mos niF10s encontrábamos la forma de entretenernos.
Íbamos andando a la escuela del pueblo, que estaba a
3,5 km de distancia . Mi padre era un gran pescador y un
ávido cazador. Sin electricidad, teníamos que secar al
sol, ahumar y comer una tremenda cantidad de pescado.
Si fuera cierto, como se dice a veces, que el pescado es
bueno para el cerebro, yo habría sido un genio. Muy
pronto aprendí que hay que disfrutar de la vida todo lo
que se pueda. Debo confesar que lo he olvidado a veces
-pero no por mucho tiempo-.
H. T. -¿Y la escuela primaria y secundaria?
e E. B. -Asistí a una escuela de enseñanza secunda-
ria y a cinco escuelas primarias, ya que cambiábamos
mucho de lugar. Era bastante fácil mantenerse al día.
Observé que muchos ratones de biblioteca o llevaban
gafas, o eran negados para el deporte, o eran muy ina-
daptados. Organizaba mi tiempo para asegurarme re-
sultados satisfactorios y para tener contentos a mis pa-

Bert Berridge (o lo derecho) en lo 30. sesión del Comité Ejecutivo (Oficina Central de lo OMM, junio de 1978) (Fotografío: OIMVBionco)
9
dres. Alguna vez fui el primero de la clase, pero eso era
cuando los exámenes eran sobre temas en los que tenía
mucho interés. Mi última escuela primaria estaba en
un pueblo (Arouca), no lejos de la capital, Puerto
España. El pueblo tenía dos escuelas muy competitivas
con buenos niveles de éxito escolar. En cuanto a la es-
cuela secundaria, por la bonita suma de 16 dólares de
Trinidad y Tobago por semestre (unos 2,54$ EE.UU.
de los de hoy), se podía ir a las principales escuelas y
mis padres ya habían decidido que yo iría a una de
ellas, a St. Mmy's College, dirigida por curas católicos
irlandeses. No tenía dificultad con el trabajo de clase y
o1ganízaba mi tiempo para disfrutar de la vida más
allá de las asignaturas obligatorias. Tenía mucho inte-
rés en algunas materias, especialmente en literatura,
ya que expresaba procesos del pensamiento de mentes
relevantes, y un interés superficial por las ciencias. Al
final de mi primer semestre,fui ascendido a la clase "A"
y al acabar el primer ai'io a la clase especial en la que es-
tábamos preparados para pasar exámenes de beca. En
un momento, consideré brevemente la idea del sacer-
docio, pero pronto me di cuenta de que no era para mí,
y descubrí el sexo bello.
H. T. -¿ Cuándo empezó en meteorología?
C. E. B. - Las clases me empezaban a aburrir y du-
rante las vacaciones de mitad de a1'ío me enteré de una
vacante en el Servicio Meteorológico, que entonces di-
rigía la RAF. Había sido creado durante la Segunda
251
Guerra Mundia l, cuando el Ejército del Aire de la Flota
Realfuncionaba desde el cercano aeropuerto de Piarco,
en mi ciudad. Me presenté y empecé a trabajar de ob-
servador en septiembre de 1947. Hasta entonces no sa-
bía lo que era la meteorología. El Decano fue a ver a
rnis padres y les sugirió que volviera a la escuela. Mis
padres sabían lo que pasaba. Yo quería seguir un curso
de derecho y no intentaron hacerme regresar. Yo tenía
planeado trabajar durante dos ai'los, ahorrar algo de
dinero, y marcharme después al Reino Unido para ha-
cer derecho. La muerte repentina de mi padre, a los 50
ai'ios, al año sigu iente, fue un suceso terrible en nues-
tras vidas. Estábamos muy unidos. Mi madre sólo te-
nía 38 a1'íos. Lloré durante toda una noche. Acabé con
mis planes de estudiar derecho y el colectivo meteoroló-
gico ha tenido que aguantarme durante 52 a1'íos. Es
discutible si esto fue una desgracia para el colectivo me-
teorológico y una suerte para los abogados.
Tuve la inmensa fortuna de que mi primer jefe
fuera el Comandante Sydney Virgo, todo un caballero
en el amplio sentido de la palabra. Era razonador, di-
vertido y, sobre todo, honesto -un jefe ejemplar-.
Muchos años más tarde, supe que el Servicio Meteoro-
lógico Británico le había propuesto escribir un manual
sobre cómo dirigir un Servicio Meteorológico. Eso refle-
ja la verdadera talla del hombre y confirma mi juicio
de su extraordinaria capacidad como jefe. Hacíamos
observaciones horarias, dibujábamos mapas sinópticos
y de altura a mano, en dos colores, lanzábamos globos
 piloto y enviábamos mensajes manualmente por teleti-
po. Las observaciones atmosféricas para dibujar los
mapas de superficie y de aire en altura las copiaban ra-
diotelegrafistas en Morse. He vivido rápidos cambios
252
Como presidente de la Asociación Regional tv, Bert asistió ala 18. g sesión de la Agencia de la OMM en la Oficina Meteorológica del Reino Unido en febrero de 1998.
(Fotografío: Crown copyright)
tanto en el funcionamiento como en el conocimiento
de nuestras áreas de interés.
H. T. -Estudió en la Universidad del Estado de
Florida (FS U) en los EE. UU. ¿Quiénes fue-
ron sus profesores?
e E. B. - Me concedieron una beca de larga dura -
ción de la OMM para cursar la licenciatura de meteo-
rología en la FSU, en Tallahassee, Florida, en 1967.
Las autoridades de Trinidad y Tobago vieron que era
necesario que hubiera en el Servicio personal de nivel
profesional. Usted, Dr. Taba, era el encmgado de la
Ensei'ianza y la Formación Profesional en la Secretaría
de la OMM cuando se me concedió la beca. Nos cono-
cimos durante esa época. Hacía 20 aFias que había
abandonado la escuela y no me adapté fácilmente a las
clases formales. Además, me veía sometido a un siste-
ma educativo distinto al modelo británico, que era el
que yo conocía. Pudo resultar positivo, ya que el siste-
ma de los EE. UU. tiene la filosofía de ayudar al alum-
no en todo lo posible, como opuesto al sistema del Rei-
no Unido de apartar las ovejas de los cabritos. Los te-
mas disponibles para elegir cuándo se hacían los cursos
básicos eran muchos más de los que nunca me había
irnaginado. Me ayudaron mucho en el camino, espe-
cialmente el antiguo jefe, hoy Dr. Lee. La tranquilidad
con la que había vivido mi juventud era una cosa pasa-
da. Acabé mi licenciatura en tres aFias, recibiendo cla-
ses de verano, y volví al servicio de Trinidad y Tobago
en 1970. Me acuerdo que me dieron clase los profesores
[!11
La Seur, Stevens, Craig, Garstang, Stewart y fardan , y
este último era mí tutor, como estudiante extranjero.
Mi esposa también recibió algunos cursos y disfrutó
muchísimo.
H. T. -¿Qué pasó cuando acabó sus estudios y re-
gresó a Trinidad y Tobago?
e E. B. - Poco después de mi regreso en 1970, fui
nombrado Director del Servicio Meteorológico de Trini-
dad y Tobago. En el Servicio regional me precedieron
dos Directores Generales, ambos oriundos del Reino
Unido. El primero fue el Sr. Agnus Grinsted, que empezó
la formación del Servicio Meteorológico del Caribe en
1951, al que sustituyó su Subdirector, el Sr. K. V. W, Ni-
cholls. Yo sucedí a N icholls cuando se jubiló en 1972.
Mis obligaciones como Director de Coordinación de la
OMC comprendían/as siguientes actividades: (a) llevar
a cabo las decisiones del Consejo de Ministros de Meteo-
rología del Caribe (CMC); (b) asesorar y ayudar a los
Estados Miembros cuyo Ser11icio Meteorológico no tenía
un jefe profesional; (e) asistir a reuniones como las de la
Navegación Aérea Regional de la OACI; (d) recaudar y
distribuir fondos para el funcionamiento de los progra-
mas regionales que determinaba el CMC; (e) iniciar
proyectos de meteorología de naturaleza regional; (j)
formular y coordinar peticiones y demandas de ayuda
técnica de los Estados no Miembros y agencias interna-
cionales y, por último, representar a aquellos Estados
Miembros que lo desearan en las sesiones del Congreso
de la OMM, etc. Estas eran, evidentemente, las funcio-
nes oficiales. Yo no funcionaba según/as reglas y el Con-
sejo me dio carta libre para dedicarme a iniciativas inde-
pendientes. Pienso que no les decepcioné porque, cuan-
do me jubilé en 1989, con 60 al'í.os, el Consejo me pidió
que continuara contratado durante 10 aPios más.
H. T. -¿Cuándo se convirtió en Representante
Permanente ante la OMM y cuándo asis-
tió por primera vez a un Congreso?
e E. B. -Mi primer Congreso como Representante
Permanente (RP) de Trinidad y Tobago ante la OMM
fue en 1971. He asistido a todos los Congresos desde en-
tonces pero con distintos cargos. Cua ndo me incorporé a
la OMC, me convertí en RP de los Territorios Británicos
del Caribe en1972 y después de Dominica. Representé a
estos Miembros en todos los Congresos desde 1971. A
veces también he representado a otros Miembros de la
OMC en el Congreso, cuando no podían asistir sus RP.
Entre ellos están Guyana, Be/ice y Santa Lucía.
En1983 se amplió el número de miembros del CE y
la AR IV negoció que su número de miembros en el Con-
sejo Ejecutivo se aumentara extraoficialmente de tres a
cinco. Se decidió que Canadá, los EE. UU., el presidente
de la AR IV y uno de América Latina y del Caribe ocupa-
ran esos puestos. junto con algunos de mis compañeros
de países en vías de desarrollo, había dedicado mucho
tiempo y mucho esfuerzo a la Región y a la OMM para
ayudar a los problemas de los países en vías de desarro-
llo. Libramos una batalla sin cuartel para que en los pre-
supuestos de la OMM se incluyeran fondos para las Re-
giones, mayores becas y reuniones anuales del Comité de
Huracanes de la AR IV, que para mí sigue siendo la reu-
nión regional más importante de la AR IV. Quiero pensar
que mis colegas de la OMM pensaron que había hecho al-
gunas contribuciones útiles, que podía hacer algunas
más y apoyaron mi candidatura al CE. Había asistido
anteriormente a una reunión del CE como delegado su-
plente del entonces presidente de la AR IV, el Sr. Don Vic-
kers, que era entonces RP ante la OMM de Jamaica, uno
de los miembros de la OMC.
H. T. - Usted fue Vicepresidente, además de Pre-
sidente, de la AR IV. ¿Nos podría contar
más cosas sobre esto?
e E. B. -Mi primera reunión de la AR IV se celebró
en Ginebra. Me s01prendió que el presidente de la AR
fuera de Canadá. Me parecía que había otros países en
la Región que necesitaban más reconocimiento nacio-
nal que Canadá y los EE. UU., y que obtendrían un
gran beneficio si ostentaban la presidencia de la AR.
Expuse este punto de vista algún tiempo más tarde, en
conversaciones con otros miembros de la AR IV. Acor-
damos que Canadá y los EE.UU. no solicitarían/a pre-
sidencia de la AR IV, que no se presentarían como can -
didatos a los dos primeros puestos del CE y que el presi-
dente regional de otro Estado Miembro ocuparía el
lugar asignado a la AR IV. También acordamos que la
presidencia de la AR estaría compartida entre el Cari-
be y América Latina. Esto ha funcionado bien. Un au-
mento del número de miembros del CE ha modificado
un poco la situación, pero todavía prevalece la práctica.
En este escenario me convertí en vicepresidente de
la AR IV, cuando Si/vino Aguilar Anguiano (de México),
se convirtió en presidente. Cuando dejó de ser RP de Mé-
xico, hice de presidente durante el resto de su segundo
mandato. Después me convertí en presidente de la AR IV
durante dos mandatos completos. Yo tenía claro que era
un puesto de mínima influencia. Los presidentes regio-
nales hacían poco; firmaban unos cuantos documentos,
pero apenas tenían ninguna labor útil que realizar. Era
una sinecura. Yo creé la primera reunión de presidentes
de ARpara conseguir ideas que pudieran volvernos más
eficaces. La primera reunión se celebró una tarde des- 253
pués de una sesión del CE. No quería que hubiera orden
del día, porque era una reunión preparatoria. Todos los
presidentes de AR estuvimos de acuerdo en que debía-
mos tener mayores responsabilidades dentro de nuestras
Regiones y que debería haber más consultas. Las reunio-
nes de presidentes de AR se han convertido en un acto
anual y ahora se consulta de forma generalizada. Du-
rante una sesión de la AR IV en México, intenté, con algo
de éxito, evitar los habituales papeles de trabajo que nos
mandaba el Comité pasando directamente a los
"PINKS". Muchos de ellos no eran tan técnicos o legales
como para garantizar un examen adicional. Hubo algo
de resistencia pero ahora se ha vuelto más común.
H. T. - Asistió a la Agencia de la OMM en muchas
ocasiones. ¿Nos podía decir en calidad de qué?
e E. B. - Supe que se había invitado al presidente de
la ARIa las sesiones de la Agencia porque esa Región no
tenía allí representación. Hablé del asunto con el Presi-
dente de la Organización, el Dr. Roman Kintanar 1, un
caballero afable y sabio, y sugirió que, aunque la AR IV
tenía un representante, los EE. UU., era en calidad de
representante de un Centro Mundial de la OMM; la AR
IV era una región variada con dos Estados ricos (Cana-
dá y los EE. UU.), caso bien distinto al de América Lati-
na y al del Caribe de la misma Región. La AR IV estaría
mejor representada por su presidente regional, como la
AR J. Debí presentar buenos wgumentos, porque, a par-
tir de entonces, el presidente de la AR IV fu e invitado a
1 Entrevistado en el Boletín de la OMM 43 (4)
 la Agencia con regularidad. Estoy convencido de que la
Agencia, aunque no sea un organismo oficial, contribu-
ye de forma fundamental al buen funcionamiento de la
OMM y a la preparación de sus reuniones, y también al
asesoramiento que da al Presidente y al Secretario Ge-
neral sobre muchos asuntos.
H. T. -Fue elegido Primer Vicepresidente de la
OMM en el Duodécimo Congreso, en 1995
- un puesto prestigioso-. Retrospectiva-
mente, ¿qué piensa de eso?
C. E. B. - Como el iconoclasta reconocido que soy, no
me importan demasiado los puestos prestigiosos. He
dedicado mucho tiempo y mucho esfuerzo personal a la
OMM. Es una institución imp011ante, que fomenta la
especialidad en la que nos ganamos la vida. Una de las
maneras de asegurar que sus objetivos están centrados
es estar comprometido con el organismo encmgado de
la toma de decisiones. Ser elegido Primer Vicepresiden-
te me parecía la evolución natural a todo lo que había
estado intentando hacer desde 1971. Los Miembros
apoyaron ese punto de vista al elegirme. Dentro de la
254
escena mundial, hay importantes diferencias en las ca-
pacidades de los Servicios de los Miembros de la OMM.
Se espera de todos nosotros que ofrezcamos mejores
servicios a nuestros países ya la comunidad internacio-
nal. La OMM es el mayor foro a través del cual se pue-
den alcanzar estos objetivos.
H. T. - Usted ha sido un fiel participante de mu-
chos comités. ¿Cómo se involucró en tantas
actividades distintas?
C. E. B. - No creo haber estado en tantos comités, si
tenemos en cuenta mi la1ga asociación a la OMM.
Debe recordar que tenía una pequeña oficina. Tenía
obligaciones en la Región con otros organismos. Tenía
que encajar mis actividades externas, tales como la
OJVIM, con una atracción burocrática cada vez mayor
hacia las reunion es y los comités; la verdad es quepo-
dría haber estado en muchos más. Por ejemplo, una vez
que el Comité de Edificación de la OMM tuvo la apro-
bación del CE para seguir con el nuevo edificio, yo de-
cliné seguir formando parte de él. Fui miembro regular
del Comité de Huracan es de la AR IV desde sus co-
mienzos. El grupo realiza un trabajo operativo útil en
la Región. Los beneficios son tangibles. Tengo un inte-
rés profundo y permanente por la cooperación técnica.
Fui miembro del Comité Financiero Asesor del CE
(FINAC) en mi calidad de presidente de la AR IV y las
reuniones fueron frecuentemente poco amistosas. Cuan-
do se estaba estableciendo el FINAC, se pretendía que
sólo estuviera constituido por los representantes de los
principales contribuyentes de la OMM para revisar el
presupuesto que se presentaría al Secretario General. Me
opuse a eso argumentando que estábamos en el CE en ca-
lidad personal, no como representantes de países. Hay un
subcomité del CE que se ocupa del presupuesto y yo dije
que un FINAC concebido así estaría usurpando funcio-
nes del subcomité del CE. Creo que hubo un suspiro colec-
tivo de alivio cuando dejé de asistir al FINA C.
H. T. - Ustedes tienen un importante centro de
formación profesional, el Instituto Caribe-
ño de Meteorología e Hidrología Operati-
va (CIMH) . ¿Nos cuenta algo sobre su
creación y su evolución?
C. E. B. - Es un importante centro de formación profe-
sional, pero es mucho más que eso. No se podría termi-
nar de hablar de la OMC sin poner de manifiesto el va-
lor del CIMH. Se debe reconocer el mérito de mi prede-
cesor, el Sr. K. V. M. Nicholls, por haber puesto en
marcha y llevado a cabo este proyecto, que realizó el
CIMH con financiación del PNUD a finales de los ai?os
sesenta. En esa época era un proyecto ambicioso, ya que
también incluía la creación de un Instituto Meteorológi-
co del Caribe (CMI) y seis estaciones de radar para po-
tenciar nuestras operaciones con huracanes y tiempo se-
vero. El Instituto de Hidrología Operativa se creó más
tarde, durante mi mandato, con la ayuda del Gobierno
de Holanda. Al principio se contrató personal extranjero
y se formó persona/ local para reemplazarle. Los objeti-
vos del proyecto se han alcanzado en su totalidad y hoy
se mantienen/as instituciones con las contribuciones de
los Miembros. Después pusimos en marcha un acuerdo
conjunto con el campus de Barbados de la Universidad
de las Indias Occidentales para ofrecer un curso de pri-
mer grado de Ciencias Naturales con una especialidad
en Meteorología. Los miembros del personal superior del
CIMH tienen reconocimiento académico universitario
para dar cursos importantes. Hemos desarrollado nues-
tros servicios de mantenimiento y reparación de equipos,
y estamos desarrollando un Centro de Cambio Climáti-
co. El CIMH está estrechamente asociado al programa
de la 01ganización de Estados Americanos sobre au-
mento del nivel del mar, mantenimiento e instalación de
medidores de marea, y es el centro de difusión de los da-
tos registrados.
H. T. -¿Ha participado también en el trabajo del
Grupo Intergubernamental sobre Cambio
Climático (IPCC)?
C. E. B. - Formé parte activa del IPCC desde sus co-
mienzos hasta la firma de la declaración de Río. Pareció
tomar un giro político y me di cuenta de que, con frecuen-
cia, teníamos que revisar la base que creíamos haber esta-
blecido. Mi interés al principio era intentar hacer ver que
los países menos desarrollados, aunque no eran los que
habían creado la potencial amenaza climatológica, de-
seaban ayudar, a su modesta manera, a mitigar el daño,
lo que debería reflejarse en/a participación efectiva de to-
dos los Estados sobre una base igual. Esto suponía que
aquellos que se lo pudieran permitir ofrecieran recursos
para ayudarnos a pmticipar en los foros asociados. Fue
un proceso largo y tedioso con reuniones que duraban
toda la noche y una so1prendente resistencia de lasfuentes
que admitían que necesitaban ayuda mundial para repa-
rar el daFio que ellos habían hecho al planeta. Cuando se
resolvió esto - o al menos yo así lo pensaba- y los exper-
tos en asuntos exteriores metieron mano en el asunto,
pensé que debía centrar mis actividades en /as esferas re-
ducidas en las que me sentía con algo de competencia y
que prometían resultados más tangibles para la OMC.
Sin embargo, algunos Miem bros de la OMC continúan
con el compromiso de contribuir a las actividades científi-
cas del IPCC. He apoyado la iniciativa de la OMM de
ofrecer personal y equipos al IPCC,junto con el PNUMA.
H. T. -¿Alguna vez ha trabajado como asesor de
la OMM?
C. E. B. -He trabajado como asesor para la OMM en
un proyecto financiado por el PNUD en la región de
Asia y Pacífico, que era muy parecido al Proyecto de
Radar de la OMC. Visité India, Mya nmar, Pakistán,
Sri Lanka y Tailandia y me ayudó hábilmente un tal
Sr. Trevithick de los EE. UU. La OMM me ofreció pu-
blicar un libro sobre ciclones tropicales de un autor del
área del Pacífico y fui coautor de un documento patro-
cinado por Hola nda, del que era autor principal ]im
Bruce 2, sobre la gestión de los SMHN . Rechacé otros
pocos, en especial cuando consideraba que no pertene-
cían a mi área de competencia. Me invitaron a visitar
Bert participó en un vio¡e de estudios oChino para directores ofuncionarios superiores de Servicios Meteorológicos de Américo latino ydel Caribe organizado por lo Admi·
nistración Meteorológico Estatal !AME!, (ahora de Chino), en septiembre de 1987. Junto oélaparece en lo foto su esposo Sylvio, en loprimera filo. (Fotografío AME)
2 Entrevistado en el Boletín de la OMM 44 (2)
la Isla de Vanuatu, en el Pacífico, para describir a los
miembros del Programa Regional de Medio Ambiente
del Pacífico Sur las funciones y la experiencia de la
OM C. Recientemente también hice una inspección a la
Oficina Subregional de la OMM para América del
Norte, A mérica Central y el Ca ribe.
H. T. - Usted empezó como observador meteoro-
lógico y fue subiendo todos los escalones.
¿Está contento con su actuación?
C. E. B. - Estoy contento con mí vida cuando la con-
templo en conjunto. Mi trabajo ha sido una faceta im-
portante de mi vida, pero no la única. Teniendo en
cuenta mi filosofía de disfrutar de la vida, si no me sin-
tiera feliz con mi trabajo, lo habría dejado hace mucho
tiempo. Me introduje en el mundo laboral de una forma
hermosa y casual con mi primer jefe. Lo que yo hacía era
importante no sólo para la oficina sino también para la
comunidad meteorológica. Se me recompensaron los es-
fue rzos ascendiéndome. Estaba en el lugar justo y en el
momento apropiado cuando dimitió mi jefe. Cuando se
produjo la vacante en la OMC, me apoyaron para que
255
la ocupara. Entré en la OMM y ahí tuve mucho apoyo
de mis compañeros, lo que me permitió ser elegido para
muchos cargos. lVIe complace haber sido capaz de con-
vencer a mis colegas de la OMM para que amplíen el al-
cance de la ayuda a los miembros del CE para ofrecerles
dietas bien de viaje o por asistencia diaria. Con anterio-
ridad sólo se facilitaba el viaje y muchos delegados del
CE de países en vías de desarrollo tenían dificultades
para obtener divisas y asistir a las reuniones del CE.
Cuando dimití de la OMC a los 60 años, el CMC me
ofreció contrato por 10 años. He hecho amigos en m u-
 chas partes del mundo y siento que he contribuido al
progreso de la región. Sí, estoy feliz. Puedo decir, verda-
deramente, que ha sido un viaje muy bueno para mí.
H. T. - Usted debe de tener puntos de vista personales
sobre la OMM. ¿Le gustaría decir algo?
C. E. B. -Si no tuviéramos una OMM, habríamos te-
nido que crearla. La OMC se creó como una OMM en
pequeFio, porque nos dimos cuenta de que se necesitaba
un enfoque coordinado para cumplir nuestras obliga-
ciones. La OMM es absolutamente esencial para sus
Miembros, quizás por distintas razones. El aspecto más
importante es que ofrece un foro en el que reunirse y
trabajar con muchas culturas distintas. Sabiendo eso,
todos tenemos un interés colectivo en hacer que la
OMM y nuestros servicios funcionen bien. Lo estamos
logrando. Una de mis aficiones es observar cómo tra-
bajan las mentes de mis compañeros, ver cómo influye
la cultura en los distintos modos de enfocar los proble-
mas y he tenido la oportunidad de observar muchas ve-
ces a algunos colegas brillantes dentro de la OMM. Es
256 agradable disfrutar de aficiones pagadas.
Desde un punto de vista crítico, creo que en nues-
tros intentos por ser supereficientes, estamos acortando
las reuniones hasta el extremo de que perdemos más de
lo que ganamos. Se mantiene a los delegados en cons-
tante actividad. Se presiona a los presidentes para que
acorten el tiempo de exposición lo que ofende a veces a
algunas culturas y hace surgir serias preguntas sobre el
tratamiento que se da a algunos problemas importan-
tes. Se obliga a los delegados a asistir a reuniones a pri-
mera hora de la mañana, a la hora de la comida y en
horas fuera de trabajo, lo que puede estar bien para las
delegaciones más grandes, pero hace estragos en las pe-
queñas. Algunos miembros parecen incapaces de olvi-
dar que están en el CE por sí mismos y siguen ostentan-
do la representación de sus naciones. Ya he expresado
mi opinión sobre el FINA C. El FINAC, tal vez sin querer,
es un ejemplo de la globalización y de todos esos otros
términos correctos que se usan para tapar lo que en
realidad es un intento renovado de colonialismo: fíjese
en la necesidad de la OMM de aprobar la Resolución 40
(Cg-XII) sobre el intercambio libre de datos.
He tenido la suerte de haber estado comprometido
durante muchos años con mis colegas de la OMM. ¿En
qué otro lugar habría tenido un pequeño isleño la
oportunidad de hacer amigos tan distintos cultural-
mente, de conocer a genios y a científicos genuinos, de
proponer sus ideas y, a veces, hasta de conseguir que le
apoyaran? Quiero que la OMM siga teniendo éxito en
los años venideros. Tengo una gran admiración por los
Miembros y por el Secretario General de la OMM, G. O.
P. Obasi, por su dedicación y sus esfuerzos continuados
para fortalecer el esta tus meteorológico de los países en
vías de desarrollo y además dedicarse a tantas activi-
dades tan diversas que hacen de la Organización una
de las mejores del sistema de la s NU. Admiro su tenaci-
dad frente a ciertas situaciones difíciles. Tengo gran
respeto y admiración hacia el personal de la Secretaría
por su eficacia y tolerancia. El Congreso sigue eligiendo
algunos funcionarios admirables para vigilar los asun-
tos de la Organización. Por citar a un sabio ex presi-
dente y uno de mis favoritos, el Dr. Kintanar: "siempre
se impone la sabiduría del Congreso".
H. T. - Entre sus amigos y compañeros se le conoce
como una persona franca y abierta. ¿Esto ha
sido una ventaja o un inconveniente?
C. E. B. -Algunas personas hablan de ese rasgo de
~111a forma menos educada que la suya. A mí me fun-
ciona mi modo de ver las cosas. He tenido mis contra-
tiempos pero soy como soy. Cuando era joven, una chi-
ca me dijo que no era romántico. En mi carrera sólo me
parece necesario ser honesto. Tal vez haya habido veces
en las que me hubiera valido más esta r callado. Tengo
muchos amigos que me han apoyado y que se sienten a
gusto estando conmigo. No tolero a los que piensan que
el camino del éxito se basa en no jugar limpio. Uno de
mis puntos f uertes es reconocer mis muchas debilida-
des. No me considero tan abierto y franco. Supe hace
mucho tiempo que no valía para el cuerpo diplomático.
H. T. - ¿Qué le diría a un joven que quisiera elegir de-
dicarse profesionalmente a la meteorología?
C. E. B. - No me gusta dar consejos sobre lo que con-
sidero decisiones personales. Ninguno de mis hijos es
meteorólogo. De todas formas, si tuviera la certeza de
que la persona está realmente interesada en ser predic-
tor, entonces le animaría a conseguirlo, y a prepararse
académicamente para apreciar lo rápidamente que
cambian los descubrimientos científicos. Es un trabajo
único. El tiempo puede ser una afición, como me sigue
pasando a mí. Es uno de los pocos trabajos en los que se
ven resultados que no se basan en decisiones personales
de los demás. Es un ente imparcial que no está influen-
ciado por jefes o por los demás. Se nos ofrece la oportu-
nidad de probar continuamente nuestro conocimiento
personal de los procesos. Como no soy investigador, no
estaría dispuesto a ofrecer consejo en esa materia.
H. T. - Cuéntenos el acontecimiento más inolvi-
dable de su vida profesional.
C. E. B. - Observará que uso la palabra "inolvidable"
para hablar de experiencias placenteras. También podría
implicar sucesos tristes pero mi mente tiende a borrar los
sucesos desagradables a menos que sean verdaderamente
traumáticos. No he tenido ninguno así en mi experiencia
 los visitemos una vez al
aFio y algunos también vie-
nen a visitarnos.

H. T. - ¿Qué hace en la
actualidad y cuá-
les son sus planes
para el futuro?

Bert Berridge (más ala izquierda) con Tyrane Sutherland (más ala derecha), quien le sucedió como Representante Permo· ciente de la necesidad de in-
nente de los Territorios Británicos del Caribe ante lo OMM en 1999, lo Sra. Sutherlond yel Dr. Sivakumor, Jefe de Meteoro/o· tentar mantenerse sano y
gío Agrícola del Departamento Mundial del Clima de la OMM, en una recepción en Ginebra durante el EC.Xl/X (1997). {foto-
grafía OMM!Bionco)
profesional. Cuando el Consejo de Ministros del Caribe
me ofreció un contrato al jubilarme a los 60 años, ese sería
el suceso más inesperado y el que me ofrecía la mayor re-
compensa de mi carrera profesional. Eso me daba a en-
tender que estaban contentos con mi rendimiento y que
deseaban que siguiera al frente de la organización. Fue
una sensación hermosa.
H. T. - ¿Le gustaría contar algo de su familia?
C. E. B. - Tengo algunas creencias sencillas. Una dice
que algunos de nosotros estamos hechos para casarnos
y que hay otros que, por el interés de ambas partes, es
mejor que no lo hagan nunca. Conozco gente de ambos
tipos. Yo soy de los que están hechos para casarse. El es-
tar casado me estabiliza. La vida familiar ha sido la
parte más importante de mi vida. La he disfrutado.
Puede que otros miembros de la familia tengan distin-
tos puntos de vista. Me casé con mi esposa Sylvia cuan-
do éramos jóvenes. Que me haya aguantado durante
50 al'ios dice mucho de ella. En octubre de 1999 cele-
bramos nuestras bodas de oro. Tenemos cuatro hijos
varones y adoptamos una hija. Todos son adultos y ya
no viven en casa con nosotros. Tres de los chicos viven
en Canadá y uno en los EE. UU. Nuestra hija vive en
Trinidad. Tenemos seis nietos: cuatro nii'los y dos ni-
Fías. Parece que Sylvia se ha adaptado a mi estilo nada
diplomático y ha sido para mí una proverbial fuerza de
estabilidad. Mantenemos un contacto regular con to-
dos nuestros hijos y con sus fam ilias. Sylvia exige que
C. E. B. - He recibido el
aFio 2000 sin trabajar -li-
bre para hacer lo que quiera
después de 52 mios de vida
o1gan izada y programa-
da-. No será fácil adap-
tarse a este nuevo plantea-
miento. No ando dando
vueltas por la casa. Eso nos
volvería locos a mi mujer y
a mí. Siempre he sido cons-
me propongo seguir con mis 257
ejercicios. Seguiré escribien-
do mi libro, no para publicarlo sino para mantenerme
ocupado, y también para satisfacer una antigua necesi-
dad de hacerlo. Cuando era estudiante, se me daba muy
bien el lenguaje. Con la llegada de los ordenadores es
casi un sacrilegio no escribir algo. Tengo muchos amigos
jubilados y siempre encontramos la oportunidad para
hacer más cosas juntos. Tengo un taller bastante bien
equipado en el que quiero pasar más tiempo desarro-
llando mi capacidad de mecánico aficionado y viendo si
funciona alguno de mis in ventos. Me encanta reparar
cosas. Hay muchos autores a los que no he leído porfalta
de tiempo y pretendo hacerlo ahora. Cuando me jubilé
por primera vez en 1989, ya había empezado con los
planes para reclutar a algunos de mis amigos y colegas
expertos para crear una fundación para las zonas rura-
les. Esperamos comprometernos con grupos locales para
encontrar soluciones viables, útiles y prácticas para los
aldeanos en temas que consideran de importancia para
su bienestar, tales como grupos organizados de autoayu-
da para que puedan emprender actividades por sí mis-
mos con el consejo de aquellos que tenemos logros a
nuestras espaldas. Se me aconseja que, por razones de
salud, haría mejor en evitar actividades que puedan im-
plicar confrontaciones. Ya veremos.
H. T. - Bert, gracias por esta clara y franca entre-
vista. Estoy seguro de que los lectores se
unirán a mí para felicitarle por sus logros y
por la concesión de su OBE.

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 ma~fl~rt&rlL!il @J ~- {* ~ 1 C)t:;l)
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Temperaturas mundiales durante 1999 1961-1990 muestran anomalías térmicas en el 2 y en el

La temperatura media mundial combinada del aire en 10 por ciento, respectivamente, de los episodios clima-
la superficie terrestre y de la superficie del mar en tológicos más cálidos, extendiéndose hacia el este desde
1999 fue 0,33°C mayor que la normal del período la masa de tierra de América del Norte, a través del
1961-1990, convirtiendo a 1999 en el quinto año más Atlántico y de Eurasia, hasta el océano Pacífico occiden-
cálido desde que se tienen registros instrumentales tal ecuatorial. Se puede ver una banda similar, pero más
mundiales (1860-1999). Los siete años más cálidos a débil, de valores muy por encima de la normal en latitu-
escala mundial se dieron en esta última década, sien- des meridionales medias. En Nueva Zelanda, 1999 fue el
do 1998 el más cálido segundo año más cálido
(+ 0,58°C). Los diez años Globalmente, los años 90 fueron la década más desde que empezaron los
más cálidos se han produ- cálida de la que se tiene constancia. Las tempe- registros en 1853. Por el
cido todos después de raturas de 1999 en latitudes mayores de 30°N e contrario, los valores de
258 1983, y 1999 fue el vigesi- inferiores a 30°5 fueron similares a las de 1998. una amplia zona del centro
moprimer año consecuti- La temperatura combinada de tierra y océano y del nordeste del Pacífico
vo con una temperatura en de 1999 en los trópicos fue más fría que la ob- estuvieron en el 1O por
superficie media mundial servada en 1998, debido principalmente al efec- ciento más frío.
por encima de la normal. to del episodio de La Niña, que se mantuvo a lo
Todos los años de la déca- Anomalías de la
largo de todo el año.
da 1990-1999 estuvieron temperatura a lo
Numerosos episodios extremos de tiempo de- largo del año
entre los quince años más
vastador tuvieron lugar a lo largo de todo el mun- Aspectos interesantes
cálidos desde 1860. Las
do en 1999, incluidas un gran número de inunda-
temperaturas medias Aunque la tempera tura su-
ciones. Los peores desastres en términos de pérdi-
anuales mundiales a fina- perficial media mundial
da de vidas se dieron en la India, en Venezuela y
les del siglo XX fueron más no alcanzó un nivel récord
en Vietnam. Otros sucesos importantes incluyeron
de 0,6°C más altas que las en 1999, predominaron en
ciclones tropicales intensos en Australia, en los
registradas a finales del si- muchas regiones, a lo lar-
EE. UU. y en Asia; fuertes nevadas, avalanchas y
glo XIX, aunque, debido a go del año, condiciones
temporales de viento en Europa;y sequías y torna-
las variaciones de plazos más cálidas de lo normal.
dos en los EE. UU. (véase el mapa de la página si-
más cortos y al muestreo Algunos de los sucesos ex-
guiente).
incompleto, esta estima- tremos más notables in-
ción tiene unos límites de cluyeron episodios tanto
confianza al 95 por ciento de ± 0,2°C. fríos como cálidos:
En 1999, la temperatura media mundial relativa- Una ola de frío a fmales de enero trajo consigo algu-
mente alta es destacable porque se produjo a pesar de nas de las temperaturas más frías registradas desde
la típica influencia de enfriamiento de La Niña del Pa- finales de la década de 1880 en Noruega, en Suecia y
cífico tropical, que se mantuvo a lo largo de todo el en zonas occidentales de la Federación Rusa.
año. Los datos de largo período de las regiones situa- En febrero, tempera tu ras más frías que la media
das al norte del paralelo 30°N y al sur del paralelo 30°S en la mayor parte de Europa estu vieron acompa-
muestran temperaturas similares a las experimenta- ñadas por nevadas intensas en los Alpes.
das en 1998. Sin embargo, la anomalía térmica de 1999 Las temperaturas estuvieron muy por debajo de
en los trópicos estuvo muy por debajo del valor de lo normal en el oeste de Australia, aunque un ca-
1998, reflejando los condiciones más frías del océano lor extremo a principios de enero ocasionó am-
en grandes zonas del Pacífico a lo largo del año. plios incendios de monte bajo.
Los percentiles de la anomalía de la temperatura En Islandia, tuvo lugar el mes de marzo más frío
anual en superficie de 1999 con respecto al período en veinte años.
 PR INCIPALES ANOMALÍAS CLIMÁTICAS Y SUCESOS EPISÓDICOS MU NDIALES EN 1999
Ola de frío finales enero/ mediados feb.
medias de 18 días a 20°C menos Enero-d ic.: 2°C a 4°C más de lo norma l
de lo normal mínimas hasta - 55•C; (centro de Ca nadá/norte de EE.UU.)
vientos muy fríos hasta -75°C
· Récord de calor en EE.UU .
Lenny
Húmedo gran
enero- nov. lluvia 380-
660rnm más de lo normal
en noroeste de Venezuela
y otros lugares dispersos
Fuerte La Niña
todo el año
/
Muy húmedo durante noviembre
excedentes de lluvia 400- 725 mm,
interior Arg entina y
centro de Chile
nordeste de la Argentina, norte del Uruguay y escas a agua e mba lsada
Fuertes temporales invernales
en dic. lluvia/ nieve / viento Periódicamente Inviern o más seco
Invierno 1998- 99 ráfagas de 150-185km / h en llan uras, cálido y seco (dic. 98-feb. 99) reg istrado,
hasta 230 km / h en montañas; a lo largo del año seg ún informe de prensa
daños estru cturales y forestal es (Alemania, Mayo-agosto seco
Intensas lluvias/ crecidas Dinamarca, Francia Y. Suiza) reperc usiones en los cultivos
finale s agosto /sept.
(esp. F/o yd mediados sept.) Sequía histórica
hasta 915mm abril-agosto (desde
fin sea uía j ul. 98 en algunos
lugares) escaseces
de agua y cultivos dañados
lluvias in undantes
generalizados en regi ones
mayo-diciembre
su r: seco hasta dic.
de precipitaciones (mm)
Indonesia occidental y
Malasia (200-650)
(260-1065)
hasta 1345)
Enero
(oct.) Seco inundaciones/
enero-abril Zonas de (Sri Lanka) 7
Tormentas de categoría 5
humedaF e
inundaciones Vanee (marzo)
julio-oct ~)l... john(dic.)
Húmedo sept .-Oic.
excedentes ,.,._.__Año seco
905-1725 mm menos
100- 570 mm
en va rios lugares de lo norma1, este de 1
\ costa de Madagascar
Húmedo feb./ marzo
Año seco
215-4 35rnrn
menos de
lo norm al en
275-640rnm
más de lo normal
alg un os luga res
Déficit de precipitaciones de
400-81 Omm al este de Paraguay, Continuación de la sequía
y partes del sur de Brasil por tercer afio
consecutivo
Fuente: Centro de Predicción del Clim a, NOAA. EE. UU.
tv
Vl
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 TEMPERA TU RAS DEL MILENIO

Nuestro conocimiento de las variaciones de la temperatura anteriores al siglo XX en el hemisferio norte ha

aumentado de forma dramática en los últimos años . La disponibilidad de archivos naturales de temperatu-
ra en el pasado, tales como anillos de árboles, grupos de corales, núcleos de hielo y sedimentos lacustres,
además de los registros históricos y de los instrumentales de largo período, ha permitido reconstruir las va-
riaciones de la temperatura del hemisferio norte durante los últimos 1 000 años con una resolución anual.
Todavía no se puede hacer lo mismo para el hemisferio sur debido a la falta de registros paleoclimáticos
adecuados . A pesar de que las reconstrucciones subrayan las temperaturas anuales o estacionales de ve-
ranos alargados y de que sus sesgos geográficos son distintos, todas ind ican que, considerando los ante-
cedentes del milenio en su totalidad, el siglo XX fue inusualmente cálido. Las incertidumbres aumentan al
principio del milenio debido a la naturaleza imperfecta y más dispersa de los datos estimados (errores,
para un nivel de confianza del 95 por ciento, de ± 0,3 °C para el período 1000-1500, que bajan a
±O, ¡oc para principios del siglo XIX en esta escala temporal de 50 años).
Los cinco primeros sig los del milenio en el hemisferio norte fueron relativamente templados, pero cla-
ramente más fríos que el sig lo XX, siendo los sig los más fríos el XVI, el XVII y el XIX. A medida que se dispo-
ne de mayor evidencia en las regiones tropicales, en el este de Asia y en la parte occidental de América
del Norte, los paleoclimatólogos están revisando sus percepciones del milenio, en especial en lo que res-
pecta al supuesto Período Cálido Medieval ((PCM), - 900-1200) y, en menor medida , a la Pequeña Edad
Glacial ((PEG), - 1550-1 850). El PCM probablemente fue más manifiesto en el sector europeo y del Atlán-
tico Norte, donde se originaron en mayor medida la s primeras evidencias . En los datos dispersos del he-
260 misferio sur, tanto el PCM como la PEG son rasgos apenas reconocibles en las pocas reconstrucciones de
latitudes medias a altas de que se dispone.

En abril, hubo una ola de calor severo en las zo-
nas del centro y del norte de la India, ocasionan-
do 140 muertos.
Varios cientos de muertes se atribuyeron a una
ola de calor en zonas del nordeste y del medio
oeste de los EE. UU. en julio y agosto.
En junio y julio se observó, en zonas occidentales
de la Federación Rusa, un tiempo inusualmente
cálido y seco. Las anomalías de la temperatura en
regiones del centro y del noroeste de la parte eu-
ropea de la Federación Rusa fueron mayores de
5°C (se establecieron récords de temperatura en
muchas estaciones).
Ciertas zonas del norte y del centro de Europa ex-
perimentaron el mes de septiembre más cálido de
este siglo. En el norte de Alemania, se registraron
desviaciones de la normal de más de 4,5°C. En
septiembre, Noruega tuvo desviaciones de la nor-
mal de más de 5°C, llegando a 6 ó 7°C en noviem-
bre.
En Australia, las temperaturas máximas medias
continentales de noviembre y diciembre fueron
las más frías desde que empezaron los registros
en 1950.
Las temperaturas en el centro y en el sur de África
fueron más frías que la media en la segunda mi-
tad del año. La región del Sahel se mantuvo más
fría, más húmeda y tuvo más nubes que en los úl-
timos años.
Ozono estratosférico durante 1999
La disminución del ozono sobre el Antártico durante
la primavera austral volvió a ser grande en 1999. Valo-
res del agujero de ozono menores de 220 m atm-cm
cubrieron un área mayor de 10 millones de km 2 du-
rante 98 días consecutivos (en los últimos veinte años
fue el segundo valor mayor del registro anual de dis-
minución del ozono en el Antártico -en 1998 se pro-
dujeron lOO días-). Sobre latitudes septentrionales
medias, los valores de ozono fueron entre un cuatro y
un ocho por ciento menores que los promedios ante-
riores a 1976. Sobre el Ártico, la baja estratosfera fue
inusualmente cálida, sin destrucción de ozono duran-
te las estaciones de invierno y primavera septentrio-
nales de 1999. Sin embargo, en los meses de noviem-
bre y diciembre hubo varios episodios en los que los
valores de ozono fueron de hasta un 15 por ciento me-
nores que los promedios anteriores a 1976.
Extensión del hielo marino
El hielo marino, un indicador climático clave, influye
en las variaciones climáticas y también responde a
ellas. Estudios recientes revelan una disminución de
la extensión del bloque de hielo del Ártico, además de
un importante descenso en el grosor del hielo marino.
La extensión del hielo marino en el Ártico y en el
Antártico era, por lo general, mucho mayor (y más va-
riable) en la primera parte de este registro que la ob-
servada en los años noventa. Los datos preliminares
de 1999 muestran que este año la extensión de hielo
marino ha estado cerca del promedio tanto en el Árti-
co como en el Antártico.
La Niña se mantiene a lo largo del año
Hacia mediados de 1998, el importante episodio de El
Niño de 1997/1998 dio paso a condiciones de La Niña,
que se mantuvieron a lo largo de 1999 y que se espera
que continúen en 2000. Tales episodios fríos de larga
duración, aunque no son frecuentes, se dieron en los
períodos 1954-1957, 1973-1976 y 1983-1986. La evolu-
ción de La Niña de 1998/1999 fue similar, pero mucho
más intensa, a la del episodio frío de 1983-1986, que si-
guió a El Niño extremadamente fuerte de 1982/1983.
Bajo la influencia de La Niña, un flujo de aire ma-
rítimo frío y húmedo durante el período comprendido
entre noviembre de 1998 y marzo de 1999 ocasionó
precipitaciones intensas en la región del suroeste del
Pacífico de Canadá y en la del noroeste del Pacífico de
los EE.UU. Muchos lugares de esas zonas registraron
entre el150 y el200 por ciento de sus totales de preci-
pitación estacional normal, originando profundas cu-
biertas de nieve en las montañas costeras. En el Monte
Baker, en el estado de Washington, se estableció un
nuevo récord de los EE. UU. de 28,96 m en la nevada
estacional más intensa. El principio de 1999 fue muy
húmedo en muchas partes de Fiji, en concordancia
con las condiciones de La Niña del Pacífico occidental;
una de las peores inundaciones de Fiji tuvo lugar en
enero en la división occidental. También reflejaron la
influencia de La Niña las condiciones más húmedas de
lo normal en el Caribe, en Indonesia y sobre grandes
áreas de Australia septentrional y occidental y condi-
ciones frías a mediados de año a lo largo de la costa
occidental de América del Sur.
Sequías e incendios
La ola de calor de junio y julio sobre la parte occiden-
tal de la Federación Rusa estuvo acompañada por ba-
jas precipitaciones (menos del 50 por ciento de las
normales climatológicas en la mayor parte de la re-
gión), dando lugar a numerosos incendios forestales.
La larga sequía de Oriente Medio se intensificó duran-
te el año con bajos niveles de agua registrados en
Israel y en la República Árabe Siria. Ha habido una se-
quía que ha batido todos los récords a lo largo de los
últimos tres años en zonas del sudeste de Australia y,
en algunas regiones de Nueva Zelanda, 1999 fue uno
de los años más secos de los que se tiene constancia.
En zonas del este de los EE. UU., el período com-
prendido entre abril y julio de 1999 ha sido el más seco
desde que empezaron los registros en 1895 y el com-
prendido entre julio de 1998 y julio de 1999 estuvo en-
tre el tres por ciento más seco de los períodos de esos
trece meses de los que se tiene constancia. La precipi-
tación originada por huracanes suavizó después las
condiciones de forma importante. A finales de 1999,
los niveles de agua de los Grandes Lagos estaban por
debajo de la media en 80 años y, para los lagos Michi-
gan y Hurón, la caída del nivel del agua de un año a
otro fue la mayor desde que se empezaron a guardar
los registros en 1860. En el este de Canadá, Nueva
Escocia experimentó condiciones de sequía por tercer
año consecutivo. Las cantidades de precipitación han
estado por debajo de la normal durante más de un año
en la mayor parte del territorio de Hawai.
La sequía en la región de Paraguay y de Uruguay,
en Sudamérica, siguió empeorando a finales de año.
Grandes zonas del nordeste, del norte y del oeste cen-
tral de Brasil sufrieron déficit de precipitación en
1999, lo que hizo que se declararan numerosos incen-
dios forestales.
Tiempo tempestuoso por regiones
En el período comprendido entre julio y octubre, las
lluvias intensas y las inundaciones repentinas ocasio-
naron daños en zonas del oeste de África, incluido el
Sahel, normalmente semiárido. Las tormentas deja- 261
ron sin hogar a miles de personas y hubo cientos de
muertos .
Las fuertes precipitaciones que se produjeron en-
tre marzo y julio en el este de China originaron severas
inundaciones (aunque no tanto como las registradas
en la misma zona en 1998) a lo largo del río Yangtsé. Se
informó de cientos de víctimas y hubo casi dos millo-
nes de personas desplazadas. En agosto, las lluvias to-
rrenciales ocasionadas por el tifón Oiga y por un siste-
ma frontal estacionario también provocaron cientos
de víctimas en la República Democrática Popular de
Corea, en la República de Corea y en Filipinas. Las pre-
cipitaciones intensas en Vietnam en noviembre y di-
ciembre originaron la peor inundación de este siglo en
esa zona, dejando más de 700 víctimas, casi un millón
de personas sin hogar y las reservas de alimentos bási-
cos destrozadas. japón informó de 22 tifones en el oes-
te del Pacífico Norte en 1999 (por debajo de la normal
anual de 27).
Aunque el monzón fue más débil que la media en
el oeste de India, un monzón intenso y numerosos sis-
temas tropicales ocasionaron precipitaciones muy
por encima de las normales y las consiguientes inun-
daciones en el este de la India y en Bangladesh. En oc-
tubre, dos ciclones, el segundo de los cuales (el 29 de
octubre) fue uno de los más intensos que se han ob-
servado jamás en el Golfo de Bengala, alcanzó Orissa,
en la India oriental. Puede constatarse que este severo
superciclón, con vientos de más de 250 km h· 1, ha sido
el ciclón más catastrófico del siglo en la región . Una
inundación, que se vio aumentada por una marea de
 tempestad, dejó a millones de personas sin hogar y sin
comida y se perdieron al menos 10 000 vidas.
En Venezuela, la precipitación torrencial de di-
ciembre sobre las costas causó inundaciones severas y
mortales desprendimientos de tierras . Se es tima que
entre 400 000 y 600 000 personas se quedaron sin ho-
gar, alimentos y agua potable. Las agencias humanita-
rias estimaron que perecieron entre 20 000 y 50 000
personas, más del doble de los muertos de 1998, cuan-
do el huracán Mitch azotó América Central. Muchas
zonas de Colombia sufrieron inundaciones y corri-
mientos de tierra en la. última parte del año.
La temporada de huracanes del Atlántico de 1999
fue activa, con doce tormentas con nombre propio.
Ocho se convirtieron en huracanes, de los cuales cinco
se convirtieron en huracanes intensos, el mayor nú-
mero anual del que se tiene constancia (el promedio
anual del período 1950-1990 es de 9,3 tormentas con
nombre propio, de las cuales 5,8 se convirtieron en
huracanes y 2,2 se convirtieron en huracanes inten -
sos). Sólo una de estas doce tormentas se formó antes
del19 de agosto. El huracán Floyd, el quinto huracán
262 que afectaba la costa de Carolina del Norte en tres
años, se produjo en septiembre con intensas precipi-
taciones, ocasionando inundaciones extremas. Las es-
timaciones preliminares de daños excedían de 6 000
millones de$ EE.UU.
Lluvias persistentes durante todo octubre a lo
largo de la costa del Golfo de México ocasionaron cien-
tos de muertes y dejaron sin hogar a más de 200 000
personas. En enero se observaron más de 200 torna-
dos atravesando los EE. UU., casi 14 veces más que el
número medio . En mayo, una serie de potentes torna-
dos afectó a Oklahoma, Kansas y Texas, ocasionando
más de 50 víctimas.
Dos ciclones tropicales (CT) de Categoría 5 toca-
ron tierra en el oeste de Australia: el CT Vanee en mar-
zo (ocasionando un nuevo récord de racha de viento
sobre tierra firme en Australia de 267 km IY 1), y el CT
]ohn en diciembre. El14 de abril, una tormenta severa
de granizo ocasionó en Sidney unos daños de aproxi-
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Introducción
Durante el siglo XX, en especial en el período posterior
a la Segunda Guerra Mundial, han aumentado de for-
madamente 2 500 millones de $ EE.UU. -el desastre
natural que ha ocasionado más daños en la historia de
Australia-. Nueva Zelanda informó de las nevadas
más intensas de las que se tiene constancia en la parte
occidental de Otago y en la región de los Lagos Meri-
dionales.
En febrero, las fuertes nevadas cortaron las co -
municaciones, el suministro eléctrico y el transporte
en Europa central. El invierno de 1998/1999 fue testigo
de algunas de las nevadas más intensas de los últimos
50 años en los Alpes, donde al menos murieron 50 per-
sonas por las avalanchas. En mayo, las fuertes lluvias
y el deshielo provocaron inundaciones extremas del
río Danubio y del lago Constanza, con pérdidas esti-
madas en 2 000 millones de$ EE. UU.
Lluvias intensas a principios de sep tiembre traje-
ron consigo inundaciones en el este de Bulgaria, que
ocasionaron grandes daños a las propiedades y la pér-
dida de trece vidas. Lluvias torrenciales a mediados de
noviembre en el este de los Pirineos ocasionaron des-
prendimientos de tierra e inundaciones que produje-
ron más de veinte muertos en el sur de Francia.
Una serie de severas tormentas en diciembre trajo
consigo las mayores velocidades de vientos jamás regis-
tradas en ciertas regiones de Europa. Se alcanzaron ra-
chas de 185 km h·1 en la isla de R0m0, en Dinamarca (el
3 de diciembre); de 173 km h·1 en París-Orly, en Francia
(el 26 de diciembre); de 213 km h·1 en Feldberg (1 498
m), Schwarzwald, al sur de Alemania (el 26 de diciem-
bre); y de 198 km h· 1 en Sant Denis d'Oleron, en Francia
(el 28 de diciembre). Las tormentas ocasionaron la
muerte de más de cien personas y daños estimados en
miles de millones de dólares EE.UU. En Francia, duran-
te los temporales de viento del26 al28 de diciembre, nu-
merosos edificios y grandes extensiones de bosque re-
sultaron dañados o destruidos; el transporte y el sumi-
nistro energético estuvieron interrumpidos durante
días en algunas regiones. El daño al sistema eléctrico
francés fue tan grande que pueden pasar varios años
hasta que esté totalmente restaurado.
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~;:z:ooo
ma dramática los niveles de industrialización, los
cambios en el uso de la tierra y el número de vehículos
que circulan por las carreteras del mundo. Los benefi-
cios socioeconómicos de estos sucesos son claramen-
te visibles en un número creciente de países. Las con-
secuencias medioambientales son igualmente recono-
cibles con muchas vías fluviales y muchos lagos con-
taminados, bosques dañados por la lluvia ácida, smog
sobre muchas ciudades del mundo y advertencias de
cara a la salud pública acerca de la contaminación y de
los peligros de la exposición solar. Otros efectos, más
insidiosos, de la industrialización pueden todavía
eclipsar a los problemas obvios de contaminación "lo-
cal", y tienen que ver con el aumento de gases de efec-
to invernadero en la atmósfera terrestre que amenaza
el delicado equilibrio radiativo entre la Tierra y el Sol a
favor de un mundo marcadamente más cálido, con
consecuencias impredecibles para la humanidad y
para los ecosistemas.
Antecedentes de la OMM
y de la vigilancia atmosférica
Aunque la OMM y su predecesora, la OMI, siempre
fueron las responsables de estudiar y de vigilar los
procesos atmosféricos y la composición de la atmósfe-
ra, no fue hasta finales de los años 50 cuando la Orga-
nización se embarcó formalmente en un programa de
CENTROS CENTROS
REGIONALES MUNDIALES
DE CALIBRACIÓN
YDE FORMACIÓN 1
PROFESIONAL
ESTACIONES ESTACIONES
VAG VAG
REGIONALES MUNDIALES
CENTROS CENTROS
REGIONALES MUNDIALES
DE DATOS DE DATOS
Figura 1-La Vigilancia de lo Atmósfera Global
química atmosférica y de aspectos meteorológicos de
la contaminación del aire, que sigue en la actualidad.
A finales de los años 60, este programa creó la Red de
Vigilancia de la Contaminación de Fondo del Aire que,
junto con la red mundial de vigilancia del ozono ya
existente, (creada en 1957 durante el Año Geofísico
Internacional) fue consolidada posteriormente, en
1989, en la actual Vigilancia de la Atmósfera Global
(VAG) de la OMM. La VAG es una red coordinada de
estaciones de observación y de equipos afines cuyo
propósito y objetivo a largo plazo es ofrecer datos,
evaluaciones científicas e información adicional sobre
los cambios en la composición química y las caracte-
rísticas físicas afines de la atmósfera, representativa
de todas las partes del globo. Tiene que ver con la vigi-
lancia de aquellos gases y partículas que conllevan
riesgos medioambientales conocidos, tales como los
gases de efecto invernadero por el posible cambio cli-
mático, los perfiles de ozono por razones tanto climá-
ticas como biológicas, y los gases reactivos por su pa-
pel en la formación de smog urbano.
Los comienzos de la vigilancia atmosférica fue-
ron dirigidos en gran medida por la curiosidad cientí-
fica. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que
los avances de la ciencia hicieran surgir preguntas ta-
les como cuáles serían las consecuencias para la hu-
manidad si continuaban los aumentos observados de
numerosas sustancias químicas traza en la atmósfera.
Se puede decir que el desarrollo de importantes activi- 263
dades internacionales relacionadas con la protección
ESTACIONES
VAG OTRAS
COLABORADORAS
del medio ambiente empezó en 19'68, cuando se pidió
a las Naciones Unidas que organizara una conferencia
mundial sobre los problemas internacionalmente im-
portantes del medio ambiente humano. La conferen-
cia tuvo lugar en Estocolmo en 1972 y llamó la aten-
ción de todo el mundo sobre los problemas a los que
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Diciembre 1999
Estación de Neumayer Polo Sur

Figura 2- Red mundial de la Vigilancia de la Atmósfera Global

se enfrentaba el medio ambiente, incluida la atmósfe-
ra, debido a la rápida industrialización.
Los años 70 estuvieron marcados por numerosos
problemas medioambientales: (a) la amenaza para la
capa de ozono; (b) la acidificación de lagos y bosques
de grandes partes de América del Norte y de Europa,
originada principalmente por la transformación del
dióxido de azufre en ácido sulfúrico debido a los pro-
cesos de precipitación de la atmósfera; y (e) el poten-
cial calentamiento mundial originado por el aumento
de la concentración atmosférica de los gases de efecto
invernadero (principalmente, del dióxido de carbo-
no). Cada uno de estos problemas es ahora objeto de
tratados o convenciones internacionales, cuyo desa-
rrollo depende en gran medida de la información ob-
tenida del programa de vigilancia de la composición
atmosférica de la OMM.
El sistema de Vigilancia
de la Atmósfera Global (VAG)
El sistema VAG consta de numero sos componentes
que han sido diseñados para ofrecer información
atmosférica acces ible y de gran calidad tanto en el
ámb ito regional como en el mundial, para diversos
usuarios . Estos co mponentes son: (a) estaciones de
medida, (b) centros que aseguren la calibración y la
calidad de los datos, (e) cen tros de datos, y (d) es-
tructuras de vigilancia. La Figura 1 muestra lo s
principales componentes que forman el sistema
VAG.
Con respecto a (a), hay en la actualidad 22 esta-
ciones mundiales (véase la Figura 2) situadas en luga-
res con aire limpio a lo largo del mundo y cuyos pro-
gramas están centrados en vigilar los cambios a largo
plazo de la composición de la atmósfera. Sus medidas
son especialmente importantes para determinar las
concentraciones de ozono y de gases de efecto inver-
nadero . Además de estas estaciones mundiales, se han
designado más de 300 estaciones de medición como
estaciones VAG regionales. Los programas de estas es-
taciones tratan problemas tales como la formación de
ozono en superficie y sus consecuencias sobre la sa-
lud, la lluvia ácida, el transporte de contaminantes
desde zonas distantes y la creación de una base de da-
tos de información mundial de aerosoles, que no exis-
te en la actualidad. Tanto las estaciones mundiales
como las regionales son propiedad de los países y de
sus Servicios Meteorológicos nacionales u organiza-
ciones científicas nacionales, que son quienes las
mantienen en funcionamiento, y han sido reunidas
por la OMM bajo el paraguas de la VAG. Hay más de 80
países participando activamente en la VAG. Resu-
miendo, las estaciones VAG se ocupan principalmente
de:
Gases de ef ecto invernadero (dióxido de carbono,
metano, clorojluorocarbonos (CFC) y óxido nitro-
so)
Los niveles crecientes en la atmósfera de estos ga-
ses de efecto invernadero, ocasionados en gran
medida por actividades humanas, están amena-
zando con cambiar el clima y el tiempo de la Tie-
rra, conduciendo a un calentamiento global en el
próximo siglo. Lo que hacen estos gases es atra-
par la radiación de onda larga que emite la Tierra
y que normalmente escaparía al espacio. La Figu-
ra 3, suministrada por el Centro Mundial de Da-
tos de Gases de Efecto Invernadero, muestra cla-
ramente el aumento continuo de la concentra-
ción atmosférica de dióxido de carbono. Por el
contrario, se estima que el nivel preindustrial era
de unas 270 partes por millón .
ppm
360
350 ~
340
265
360
350
340 ~
360
350
340
19831984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 19911992 19931994 1995 1996 1997 1998
Figura 3- Concentración atmosférica de dióxido de carbono
Ozono y ultravioleta
Las principales concentraciones de ozo no atmos-
férico pueden encontrarse en la "capa de ozono"
a unos 20 km de altitud sobre la Tierra. Esta capa
absorbe la mayor parte de la radiación ultraviole-
ta emitida por el Sol. Los niveles de ozono están
disminuyendo como resultado de los productos
químicos que reducen la capa de ozono, en espe-
cial los CFC utilizados en la refrigeración, los lim-
piadores industriales y los agentes que hinchan
las espumas. Esta disminución de las concentra-
ciones de ozono permite que alcance la Tierra
más radiación ultravioleta con efectos nocivos
para la biota y para el sistema inmunológico hu-
mano. El ozono en las capas bajas de la atmósfera
actúa como un gas de efecto invernadero.
Lluvia ácida
La lluvia ácida cae sobre muchas zonas del mun-
do, especialmente en Europa, América del Norte y
el Lejano Oriente. Los ácidos se forman en la at-
mósfera por la oxidación del dióxido de azufre y
de los óxidos de nitrógeno, producidos durante la
 fusión de minerales y la quema de combustibles
fósiles. Tales ácidos son transportados a menudo
desde sus regiones de origen a cientos o miles de
kilómetros de distancia, donde aumentan la aci-
dez de los suelos, de las corrientes de agua y de
los lagos, provocando serios daños a los bosques
y a las poblaciones de peces.
Aerosoles
Los aerosoles son pequeñas partículas, sólidas o
líquidas, que se hallan suspendidas en la atmós-
fera. Son producidas por la actividad humana y
también se generan de forma natural debido, por
ejemplo, a la erosión del viento y a las erupciones
volcánicas. Tienen un efecto de enfriamiento so-
bre el clima, ya que reflejan hacia el espacio el ca-
lor procedente del Sol y, por lo tanto, compensan
algo la acción de los gases de efecto invernadero.
En grandes concentraciones pueden tener conse-
cuencias sobre la salud humana.
Transporte de largo alcance
Muchos contaminantes atmosféricos, en particu-
lar aquellos que se presentan en forma de aero-
266
sol, pueden ser transportados a grandes distan-
cias. Estos contaminantes caen finalmente a la
Tierra en forma de lluvia ácida, mientras que
otros, igualmente nocivos para los seres vivos y
para la biota, se depositan sobre la superficie te-
rrestre a miles de kilómetros de su lugar de ori-
gen. La VAG vigila estas formas de contamina-
ción y también facilita la investigación y la aplica-
ción de los modelos matemáticos de su
transporte.
Gases reactivos y el medio ambiente urbano (mo-
nóxido de carbono, dióxido de azufre y óxidos de
nitrógeno)
Estos gases son importantes: influyen en la quí-
mica de los gases de efecto invernadero y songa-
ses contaminantes por derecho propio. Tanto el
dióxido de azufre como los óxidos de nitrógeno
reaccionan con la luz solar y desempeñan papeles
de importancia crucial en la presencia de smog
urbano y al determinar las concentraciones aso-
ciadas de ozono en superficie.
Las estaciones de la VAG miden sólo la compo-
sición de la atmósfera en el lugar en que están si-
tuadas. Las observaciones espaciales ofrecen la
única manera de alcanzar una cobertura verdade-
ramente global y homogénea de la atmósfera aun-
que su uso se ve acompañado de algunas desventa-
jas. Por ejemplo, la resolución horizontal tiende a
ser baja. Aunque se pueden medir los perfiles verti-
cales de la atmósfera, todavía no se pueden obtener
desde el espacio, especialmente en la troposfera,
todas las sustancias químicas de interés para la
VAG; el ozono constituye una importante excep-
ción. Los planes futuros reclaman una colabora-
ción mucho más estrecha entre la VAG y lo s
operadores de satélite con el objetivo de integrar
las medidas de satélite en el sistema de informa-
ción de la VAG y, al mismo tiempo, influir en las
plataformas de medida que llevarán los futuros sa-
télites. Ofrecer validación desde tierra de las obser-
vaciones espaciales seguirá siendo una función vi-
tal de la VAG.
De forma similar, otras medidas a largo plazo de
la composición atmosférica, tales como las de la Red
para la Detección del Cambio Estratosférico y las de la
Red de Radiación Superficial de Base del Programa
Mundial de Investigación del Clima, necesitan mayor
integración con los resultados de las estaciones mun-
diales de la VAG, al igual que las de las redes regiona-
les adecuadas tales como el Programa Ártico de Vigi-
lancia y Evaluación, el Programa Europeo de Vigilan-
cia y Evaluación y la Red de Vigilancia de Asia
Oriental.
Por lo que respecta a la calibración y a la garantía
de la calidad de los datos, estos 15 centros, con res-
ponsabilidad regional o mundial, realizan la impor-
tante función de asegurar que el dato obtenido en los
lugares de medida tenga una calidad lo suficiente-
mente alta como para que sea útil a la investigación
científica y creíble para los gobiernos. Llevan a cabo
esta función a través de una combinación de instru-
mentos de calibración en las estaciones haciendo
comparaciones entre instrumentos de distintas esta-
ciones, ofreciendo fo rmación profesional in situ a los
operadores, e identificando los datos dudosos. Varios
Miembros de la OMM han creado los Centros Mundia-
les de Calibración de la VAG para realizar las siguien-
tes medidas:
Profundidad óptica de aerosoles, dióxido de car-
bono, monóxido de carbono.
Distribución de ozono, química de la precipita-
ción, radioactividad.
Ozono en superficie, columna total de ozono y ra-
diación solar.
Centros Mundiales de Datos
No hace falta mencionarlo, pero la información at-
mosférica elaborada cada día del año por las estacio-
nes VAG sería tan sólo de interés local si no fuera por
la existencia de seis Centros Mundiales de Datos. Estos
Centros, que dirigen los gobiernos anfitriones bajo el
paraguas de la VAG, recogen, documentan, archivan y
hacen que estén disponibles, para la comunidad cien-
tífica mundial, las medidas atmosféricas y los metada-
tos asociados de la red VAG. Los Centros no sólo pro-
porcionan este servicio central, ofrecen otros produc-
tos de valor añadido tales como análisis, resúmenes y
catálogos. A continuación se dan unas breves presen-
taciones de ellos.
El Centro Mundial de Datos sobre Gases de
Efecto Invernadero
El Centro Mundial de Datos sobre Gases de Efecto
Invernadero (WDCGG) fue creado por el Servicio Me-
teorológico Japonés (JMA) en Tokio, en octubre de
1990, para recoger y distribuir datos sobre las concen-
traciones de gases de efecto invernadero (C02> CH 4,
CFC, N20, etc.) y gases afines (CO, NO,, S02, VOC, etc.)
de la atmósfera y del océano.
El WDCGG recoge datos de la red de observación
de la VAG y también de organizaciones de investiga-
ción y de estaciones de muestreo del programa de la
Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera
de los EE. UU.
Los colaboradores de datos entregan los mismos
en disquete o en hojas cifradas o vía FTP, de acuerdo a
un formato prescrito. En febrero de 2000, 182 estacio-
nes de 42 países entregaron al WDCGG datos de obser-
vaciones de 13 clases de gases de efecto invernadero y
de gases afines. El WDCGG publica periódicamente el
Informe de Datos del WDCGG de la OMM, el CD-ROM
del WDCGG de la OMM, el Catálogo de Datos del
WDCGG de la OMM y el Resumen de Datos del WDCGG
de la OMM.
El Informe de Datos presenta medias mensuales y
anuales y el CD-ROM contiene medias horarias, diarias,
mensuales y anuales de concentraciones de gases de efecto
invernadero y afines. También se graba información sobre
personas de contacto, métodos de medida y calibración en
las estaciones de observación. Además de versiones inl-
presas y en CD-ROM, se introducen transferencias de fi-
cheros FD, MT y FTP para la entrega de datos. El Catálogo
de Datos ofrece un índice con los datos existentes, junto
con procedimientos para acceder a los mismos. También
incluye información sobre el medio ambiente de las esta-
ciones, procedimientos de medida y técnicas de calibra-
ción. El Resumen de Datos está diseñado para describir re-
sultados analíticos sobre las condiciones pasadas y pre-
sentes de las concentraciones de gas a escalas local,
regional y mundial (http://gaw.kishou.go.jp/wdcgg.htrnl).
El Centro Mundial de Datos sobre el Ozono y la
Radiación Ultravioleta
El Centro Mundial de Datos sobre el Ozono y la Radia-
ción Ultravioleta (WOUDC) está dirigido por la Divi-
sión de Estudios Experimentales del Servicio Meteoro-
lógico de Canadá (MSC) de Toronto, conocido hasta
hace poco como Servicio de Medio Ambiente Atmosfé-
rico, Medio Ambiente de Canadá. El WOUDC empezó
como Centro Mundial de Datos sobre el Ozono
(CMDO) en 1960; en junio de 1992, el MSC accedió a
una petición de la OMM para añadir datos de radia-
ción ultravioleta al CMDO. El Centro de Datos cambió
su denominación entonces a Centro Mundial de Datos
sobre el Ozono y la Radiación Ultravioleta con las dos
partes componentes: el CMDO y el Centro Mundial de
Datos sobre la Radiación Ultravioleta (WUDC).
El CMDO maneja un archivo científico y una base
de datos que ofrece diversos conjuntos de datos de
ozono a la com unidad científica internacional. Ahora
hay representadas en el archivo 400 estaciones regis-
tradas, algunas de las cuales tienen más de 40 años de
datos continuos. Los conjuntos de datos incluyen co-
lumna total de ozono, ozono en superficie, datos del
perfil vertical obtenidos en vuelos de ozonosondas,
medidas lidar y la técnica de Umkehr. Los datos que
residen en la base de datos deben considerarse preli-
minares y debería contactarse siempre directamente
con los autores de los conjuntos de datos para obtener
una información detallada. Los datos archivados es-
tán disponibles por acceso FTP convencional o por ac-
ceso directo desde la página Web de Datos del
WOUDC. En la actualidad, el acceso al archivo por vía
FTP convencional requiere un nombre de usuario y 267
una contraseña, de la que se puede disponer previa
petición.
El WUDC, al igual que la parte de ozono, es una
base de datos y un archivo científico de datos UV de
banda ancha y multibanda, de alta resolución espec-
tral. La base de datos comenzó a recibir datos a princi-
pios de 1993. También se debe considerar preliminar
el archivo WUDC y debería contactarse siempre direc-
tamente con los autores de los conjuntos de datos
para obtener información detallada.
La información sobre metadatos tale s co mo
las listas y las localizaciones de las estaciones
está disponible en la págin a Web del WOUDC
(http://www.msc -smc.ec.gc.ca/woudc). Una "in s-
tantán ea" de lo s datos qu e posee el WOUDC (véa-
se la tabl a de la página sigui en te) ofrece un a indi-
cació n del tamaño y del es tado de la información
ge nerada por la VAG.
El Centro Mundial de Datos de Ozono en
Superficie
El Centro Mundial de Datos de Ozono en Superficie
(WDCS03) (Kjeller, Noruega) fue creado por la 49.• se-
sión del Consejo Ejecutivo de la OMM en junio de 1997 y
es el más nuevo de los seis Centros Mundiales de Datos.
El objetivo y el fin a largo plazo del WDCS03 es
ofrecer a la comunidad científica internacional un ar-
chivo de calidad de medidas de ozono en superficie,
principalmente de la red OMM-VAG de es taciones de
vigilancia. Los conjuntos de datos de otros programas
de medida y de otras campañas de medida están tam-
bién incluidos en el archivo WDCS03.
 11 11
lnstantánea del inventario de datos del WOUDC
(31 de diciembre de 1999)
Tipo de datos Inventario de datos
Lidor - 750 perfiles
UV multiespectral 26 estaciones anuales
Ozonosonda - 33 000 perfiles
UV espectral - 250 estaciones anuales
Ozono en superficie - 45 000 estaciones diarias
Ozono total - 43 000 estaciones mensuales
y> 1 000 000 estaciones diarias
Valores N de Umkehr > 100 000 observaciones
Perfiles de Umkehr > 60 000 perfiles recuperados
El centro de datos ha estado operativo desde
agosto de 1998 como parte integral de la Base de Datos
Atmosféricos para Recuperación Interactiva (NADIR)
del Instituto Noruego de Investigación del Aire
(NILU) . Las operaciones rutinarias están financiadas
completamente por el NILU.
Cada conjunto de datos del WDCS03, que repre-
268 senta un período dado de medidas, consta de un en-
cabezamiento (coordenadas de la estación, instru-
mentación, etc.), de los datos fundamentales (me-
didas meteorológicas y de ozono en superficie) y de
los datos auxiliares (UV, NOx, etc.). Mensualmente se
da cuenta de los datos de las estaciones individua-
les, con datos revisados, según estén disponibles
(http://www.nilu.no/projects/nadir/wdcso3/wdcso3.html).
El Centro Mundial de Datos de Radiación
El Centro Mundial de Datos de Radiación (CMDR) está
situado en el Observatorio Geofísico Principal del Ser-
vicio Federal Ruso de Hidro meteorología y de Vigilan-
cia Medioambiental de San Petersburgo, en la Federa-
ción Rusa.
El CMDR fue creado de acuerdo a la Resolución 31
de la decimoctava sesión del Comité Ejecutivo de la
OMM, en 1964. Recoge, archiva y publica, de forma
centralizada, datos radiométricos con objeto de ase-
gurar que la comunidad científica internacional pue-
da disponer de ellos para fines de investigación. Edita
un boletín periódico titulado Solar Radiation and Ra-
diation Balance Data: The World Network (Datos de ra-
diación solar y de balance de radiación: la Red Mun-
dial).
El CMDR procesa datos de radiación solar que le
suministran de forma ordinaria más de 500 estaciones
situadas en 56 países y maneja un archivo con más de
1 200 estaciones incluidas en su catálogo. El archivo
del CMDR contiene las siguientes medidas (obsérvese
que no todas las observaciones se llevan a cabo en to-
das las estaciones que suministran datos): radiación
solar global; radiación solar difusa; radiación atmos-
Intervalo temporal
1973 - actualidad
1998 - actualidad
1962 - actualidad
1989 - actualidad
1973- 1995
1951 - actualidad
(1926 - actualidad para Arosa)
1956 - actualidad
férica descendente; duración de la insolación; radia-
ción solar directa (horaria e instantánea); radiación
total neta; radiación superficial terrestre neta (ascen-
dente); radiación terrestre superficial; radiación solar
reflejada; componentes espectrales de la radiación
(flujos instantáneos).
En la actualidad, los datos recientes y actuales
pueden verse accediendo a la página Web del CMDR
(http://wrdc.mgo.rssi.ru). La página Web contiene
también una lista de todas las estaciones que suminis-
tran datos. Según se van recibiendo las nuevas medi-
das desde los Servicios Meteorológicos nacionales en
forma de papel, en cinta magnética o electrónicamen-
te, el CMDR lleva a cabo una prueba para asegurar la
calidad final antes de añadirlas al archivo.
El Centro Mundial de Datos de Química de la
Precipitación
Originariamente, la Agencia de Protección Medioam-
biental de los EE. UU. tomó la responsabilidad de la
química de la precipitación y se encargó del programa
hasta 1994. Después se transfirió la responsabilidad al
Centro de Investigación de Ciencias Atmosféricas
(ASRC) de la Universidad Estatal de Nueva York en
Albany y está financiada por numerosos organismos
de los EE. UU.
El Centro de Datos es responsable de documen-
tar, archivar y hacer que estén disponibles los datos
sobre los componentes químicos de la precipitación
que se han recogido en cientos de estaciones de todo el
mundo. Numerosos laboratorios colaboradores, que
trabajan dentro de estrictas líneas maestras y de nor-
mas desarrolladas dentro de la VAG, determinan la
composición química precisa de cada muestra.
Se analiza en las muestras un gran número de
componentes químicos, algunos de los cuales deter-
minan su acidez o su alcalinidad. De forma específica,
los componentes químicos de interés son: sodio, pota-
sio, magnesio, calcio, fluoruro, cloruro, bromuro,
amonio, nitrato, sulfato, azufre, fosfato tribásico,
mercurio, aluminio, cadmio, cobre, hierro, mangane-
so, níquel, plomo, zinc, fósforo, yodo, nitrito y sulfito
(http://marble.asrc.cestm.albany.edu/qasac/data.html).
El Centro Mundial de Datos de Aerosoles
El papel del Centro Mundial de Datos de Aerosoles
(WDCA), que dirige el Centro de Investigación Conjun-
ta de la Unión Europea, es el de archivar tanto las ob-
servaciones relacionadas con aerosoles efectuadas en
la VAG como otras medidas pertinentes relativas a ae-
rosoles, con el fin de convertirse en el punto focal de
los usuarios científicos de estos datos. La componente
de la VAG relacionada con los aerosoles es una nove-
dad reciente.
Se han recomendado las siguientes series de me-
didas de aerosoles para las estaciones VAG regionales
y mundiales, aunque las estaciones no tienen la obli-
gación de realizarlas todas.
Parámetros de aerosoles que se recomienda
medir en estaciones regionales:
Profundidad óptica multiespectral del aerosol.
Masa, preferiblemente en dos fracciones de ta-
maño (ó 10 ¡.tm ambiente y 1 ¡.1m seco, ó 10 ¡.tm
ambiente y 2,5 ¡.tm ambiente).
Los componentes químicos principales para las
dos fracciones de tamaño indicadas anterior-
mente.
El coeficiente de dispersión de la luz (nefelimetría).
Parámetros de aerosoles que se recomienda
medir en estaciones mundiales:
Profundidad óptica multiespectral del aerosol.
Masa en dos fracciones de tamaño (ó 10 ¡.tm am-
biente y 1 ¡.tm seco, ó 10 ¡.tm ambiente y 2,5 ¡.tm
ambiente).
Los componentes químicos principales para las
dos fracciones de tamaño indicadas anterior-
mente.
Dispersión y retrodispersión hemisférica para
distintas longitudes de onda (3 ó 4).
Coeficiente de absorción de la luz.
Concentración numérica de aerosoles.
Núcleos de condensación de nube para una so-
bresaturación del 0,5 por ciento.
Radiación solar difusa, global y directa. (El Cen-
tro Mundial de Datos de Radiación archivaba es-
tas medidas y lo seguirá haciendo).
Observaciones intermitentes
Distribución por tamaños de aerosoles.
Composición química detallada fraccionada por
tamaños.
Dependencia del tamaño de la humedad relativa.
Espectros de los CCN para distintas sobresatura-
ciones.
Distribuciones verticales de las propiedades de
los aerosoles.
Muchas estaciones hacen solamente una o dos de
estas observaciones. En la actualidad, el WDCA está
concentrando sus esfuerzos en crear los archivos de
composición química, propiedades ópticas de los aero-
soles y concentraciones de CN, ya que son los más nu-
merosos (h ttp://rea.ec.j rc.i ti -wilson/wdca/wdca.h tm).
Acciones futuras
La mejor forma de describir el estado actual de la vigi-
lancia de la composición atmosférica dentro de la
OMM es como un trabajo en marcha. Es necesario am-
pliar la cobertura mundial de estaciones en todos los
biomedios principales de la Tierra. Además, son nece-
sarios la buena voluntad y el apoyo continuados por
parte de los gobiernos que tienen a su cargo estacio-
nes de la VAG, centros de datos y de calibración, mien-
tras la OMM sigue facilitando y coordinando su fun-
269
cionamiento y las necesidades fundamentales de for-
mación profesional.
Entre las actividades futuras para consolidar la
VAG se incluyen las siguientes:
Adquisición y distribución de datos de calidad
alta y conocida a través de la aceptación y la pues-
ta en marcha de procedimientos de control de ca-
lidad consistentes y de un mayor uso de Internet.
Mejora y ampliación de la red de medidas estabi-
lizando las operaciones de las estaciones actua-
les, ampliando selectivamente las capacidades de
medida y añadiendo estaciones en biomedios y
regiones del mundo seleccionados, con poca o
ninguna cobertura.
Aumento de las capacidades de los operadores,
los técnicos y los científicos de las estaciones de
los países en vías de desarrollo a través de forma-
ción profesional in situ, seminarios y formación
profesional internacional avanzada.
Aumento de los esfuerzos de la VAG en el medio
ambiente urbano, la quema de biosfera, los aero-
soles, los contaminantes orgánicos persistentes y
los metales pesados.
Ampliación de la base de usuarios de datos de la
VAG dentro de la comunidad científica.
Desarrollo de la VAG en una red mundial de ob-
servación tridimensional integrando observacio-
nes de superficie, de avión, de satélite y otras por
teledetección para la vigilancia en tiempo real.
 Jf))cmrtw~ !k ~d11fw0@¡g~~w~ - f~ +
) l C)t:; l)

1 ¡g~~ (f~@f!tl
@J200l1
ífl'!íl ~ d1 ~wcm í!iluJffi ~ ~ 1ftl rtcm O
Por B. J. Stewart *

Introducción En cualquier caso, la clave para reducir este riesgo

Durante las décadas de los 70 y 80, el principal objetivo es el conocimiento del recurso en términos de su varia-
de los programas de toma de datos hidrológicos era bilidad natural. No hay mejor conocimiento que la in-
ofrecer la información formación histórica a
básica necesaria para el largo plazo sobre el es-
desarrollo de recursos tado natural del recur-
hídricos que satisficie- so. De todas formas, de-
ran las necesidades bido a que ahora esta-
identificadas y para la mos interesados en
protección de la vida y distintos aspectos del
la reducción de daños a recurso, la información
270 las propiedades en epi- necesaria ha aumenta-
sodios de inundaciones. do y se está acentuando
Los 90 han sido testigos la necesidad de infor-
de un cambio impor- mación de conjuntos de
tante en la atención, datos integrados - en
que ha pasado del desa- particular de calidad de
rrollo del recurso a la rresa
o
y es trudura de 1a1 en trada agua y de uso y deman-
gestión del recurso bajo da de agua.
el principio director del desarrollo sostenible.
Aunque la atención en el uso de datos hidrológi- Usos cambiantes de datos hidrológicos y
cos haya pasado del desarrollo al uso sostenible del re- afmes
curso, no se ha cambiado el objetivo básico, que es la
Como se ha indicado más arriba, los 90 también han
reducción del riesgo (gestión de riesgo). Es decir, en el
sido testigos de importantes cambios en los principios
desarrollo del recurso, la atención estaba centrada en
asociados a la gestión de los recursos hídricos. Nume-
reducir el riesgo asociado a la pérdida de existencias
rosas reuniones internacionales han identificado y
del recurso o en reducir el riesgo de daño a las propie-
subrayado estos principios, incluidas la Conferencia
dades o de pérdida de vidas ocasionado por episodios
Internacional sobre Agua y Medio Ambiente, Dublín,
extremos, es decir, sequías e inundaciones. El objetivo
1992 (ACC/ISGWR, 1992) y el proceso UNCED-Agenda
del desarrollo era que se pudiera disponer del recurso
21 (1992). Estos principios incluyen:
donde y cuando se necesitara para cualquier uso par-
ticular, suministro urbano de agua, agricultura, nave- La identificación del agua como un bien econó-
gación, etc. Aunque la protección del medio ambiente mico con un valor económico asociado en todos
sus usos concurrentes.
se ha considerado siempre como uno de los usos de
los datos hidrológicos, no ha sido siempre la principal La importancia del agua dentro del principio de
prioridad. Algunos de los riesgos que debemos gestio- desarrollo sostenible.
nar hoy incluyen la aparición de plagas de algas, la La naturaleza multidisciplinar de la gestión de los
creciente salinización, la pérdida de hábitats natura- recursos hídricos.
les y más casos de especies amenazadas. El reconocimiento de que el agua potable es un
recurso escaso y vulnerable, esencial para preser-
var todas las formas de vida.
• SupeNisor de Hidrología de la Oficina de Meteorología
de M elbourne, Australia, y Presidente del G rupo de Tro - Todos ellos son principios importantes desde
bajo de Si stemas Bá sicas de lo C Hi . Correo electró nico: una perspectiva medioambiental, pero el hecho de
b.stewa rt@ bam .gov.au que dos de ellos (el segundo y el cuarto) reconozcan
que el agua es esencial para preservar todas las formas
de vida y la necesidad de desarrollo sostenible pone de
relieve el principal cambio de la estrategia. El res ulta-
do neto ha sido una mayor conciencia de la necesidad
de recoger información importante necesaria para la
gestión de los recursos hídricos de acuerdo al princi-
pio de desarrollo sostenible. De todas formas, la apli-
cación de los principios económicos asociados a la de-
finición del agua como un bien económico ha tenido
una importante consecuencia sobre los presupuestos
destinados a los grupos encargados de la responsabi-
lidad de recoger la información esencial a largo plazo
para apoyar la toma de decisiones. Creo que es hora de
que volvamos a lo esencial al valorar los datos hidro-
lógicos y de recursos hídricos que recogemos. Esto re-
quiere que volvamos a definir nuestras neces idades de
datos hidrológicos en térm inos de los tipos de datos
que tomamos; las necesidades de precisión de estos
datos; y la clasificación de la calidad de los datos para
las distintas aplicaciones (incluida la integración de
TIPOS DE DATOS HIDROLÓGICOS NECESARIOS
PARA LA GESTIÓN MEDIOAMBIENTAL DE LOS RECURSOS HÍDRICOS
Meteorológicos
Precipitación (diaria y continua, incluyendo
nieve y hielo)
Evaporación
Radiación solar
Duración de la insolación
Agua superficial
Características de la cuenca (tipos de suelo)
y uso del suelo
Historia de los cambios (p.ej ., uso del suelo y
del agua)
Características hidráulicas del río
Niveles de agua y escorrentía
Rendimiento (y probabilidades asociadas de
fracaso)
Historial de inundaciones (áreas de riesgo y
planes de respuesta)
Humedad del suelo
Relaciones entre precipitación y escorrentía
(anual y episódica)
Relaciones con el agua subterránea
las redes de recogida de datos) . Es decir, en términos
de la Guía de Prácticas Hidrológicas (OMM, 1994), que
revisemos la toma, el proceso y la difusión de datos .
Los tipos de datos que tomamos
Es importante una información precisa sobre la canti-
dad, variabilidad y calidad de los recursos hídricos de
cualquier nación, ya que el ag ua es vital para el desa-
rrollo sostenible actual y futuro . La precipitación sue-
le ser de naturaleza variable y, como resultado de ello,
el flujo de corriente puede variar también debido a
largas sequías o a grandes y devastadoras inundacio-
nes. En la mayoría de los países los recursos hídricos
están sometidos a una gran demanda y están amena-
zados por usuarios y usos en competencia. General-
mente varían en calidad y cantidad, no se puede pre-
decir su existencia, y suelen estar alejados de los cen-
tros de demanda.
De todas forma s, como se ha indicado arriba, ha
habido un cambio de atención desde el desarrollo a la
gestión sostenible del recurso, es decir, un cambio ha-
cia los problemas de gestión. Esto ha ocas ionado que
se amplíen los tipos de datos que tomamos y también
que se reconozca que estamos desarrollando sistemas
de información integrados y no sólo recogiendo datos.
En la tabla siguente se pueden ver los tipos de datos
hidrológicos necesarios para (aunque no reducidos a) la
gestión medioambiental de nuestros recursos hídricos.
271
Agua subterránea
Localización
Estratigrafía
Rendimiento
Comportamiento
Relaciones con el agua superficial
Calidad del agua
(para el agua superficial, el agua subterránea y el
uso del agua, calidad existente y calidad necesaria)
Qu ímica
Biológica
Sedimentos
Uso y demanda del agua
Uso del agua por categorías
Demanda de agua (demandas actuales y futuras)
Actividades de conservación del agua
Fuentes de polución
Reutilización del agua
Datos económicos sobre ingresos por uso de agua
No sólo es importante el tipo de datos, sino que a
menudo las características de los datos necesarios
cambian con la evolución de las nuevas necesidades, o
el desarrollo de las existentes. Estas características de
los datos incluyen:
La cobertura espacial (puntual, aérea, etc.)
La periodicidad (segundo, día, mes, etc.)
Toma regular o intermitente
 La disponibilidad (tiempo real frente a tiempo no
real)
La accesibilidad (base de datos frente a copia im-
presa)
La fiabilidad o precisión
Información descriptiva adicional (metadatos)
Ejemplos específicos de usos
medioambientales de datos hidrológicos
Variabilidad y cambio climáticos
El Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático
(IPCC, 1995) ha elaborado el informe Impactos, adap-
taciones y mitigación del cambio climático: análisis
científicos y técnicos. En este informe, el IPCC hace las
siguientes observaciones con respecto a los cambios
medioambientales (precipitación) asociados al cam-
bio climático:
Globalmente, el cambio climático puede provocar
un mundo más húmedo. Los modelos climáticos
actuales proyectan un aumento de la precipita-
ción medía mundial de un 3 a un 15 por ciento
para un aumento de temperatura de entre 1,5 y
272 4,5°C. Aunque es probable que la precipitación au-
mente en algunas áreas y disminuya en otras, los
modelos climáticos no coinciden ni en la cantidad
ni en la distribución regional de la precipitación.
Más recientemente, la Segunda Conferencia
Internacional sobre Clima y Agua (Espoo, Finlandia,
agosto de 1998) (OMM/UNESCO, en impresión), con-
cluyó que, con respecto a las consecuencias del cam-
bio climático sobre la ingeniería hídrica:
... es evidente que existe una falta general de ar-
monización científica en este cuerpo de trabajo en
su totalidad, haciendo difícil, en el mejor de los
casos, una valoración objetiva de su valor colecti-
vo para la comunidad política.
De todas formas, queda claro, de lo dicho arriba,
que debe cuestionarse la suposición actual de que las
series temporales hidrológicas son "estacionarias".
Por lo tanto, es esencial mantener una red de estacio-
Sección de control y medido de lo corriente
nes de vigilancia del flujo de corriente a largo plazo en
zonas donde el efecto humano sea mínimo. Tales esta-
ciones formarán también la base de los proyectos
mundiales relacionados con el clima tales como el Sis-
tema Mundial de Observación del Clima (SMOC) y el
Sistema Mundial de Observación Terrestre (SMOT).
Estación de aforo del flujo fluvial
Flujos medioambientales
La construcción de un embalse de suministro de
agua tiene consecuencias sobre el flujo natural del
río y se necesitan tanto los embalses existentes
como lo s propuestos para cons iderar los flujos me-
dioambientales. Y asoc iada a ello está la necesidad
de poder identificar las necesidades de flujo de los
ecosistemas interiores a la corriente, además de los
ecosistemas de zonas húmedas. Una vez identifica-
do s, la capacidad para distribuir estos recursos y
para gestionar los embalses de forma eficaz requie-
re información sobre afluencias y sobre esquemas
de uso y demanda de agua para otros usuarios . Ha
habido una creciente necesidad de control en tiem -
po real de los embalses de suministro de agua y de
las operaciones de lo s proyectos de riego. El repar-
to de agua al medio ambiente y el reconocimiento
del va lor económico del agua plantean también el
problema de los derechos comerciales sobre el
ag ua. Se ve el comercio del agua como una forma
equitativa de llegar a arreglos es tru cturales en zo-
nas de riego y como un progreso para pasar de usos
marginales del recurso a usos más valiosos, inclu-
yendo cuotas para el medio ambiente, por ejemplo,
para zonas húmedas , o las necesidades de ciertos
tramos fluviales.
Gestión de llanuras sujetas a inundaciones y de
zonas húmedas
Las zonas húmedas y las llanuras sujetas a inundacio-
nes juegan un papel vital en la conservación ecológica.
De todas formas, las llanuras sujetas a inundaciones
tienen un valor particular para los fines agrícolas y en
muchos casos para la creación de pueblos y ciudades.
Muchas zonas húmedas naturales se han convertido
también en urbanizaciones de viviendas y en otras ne-
cesidades urbanas. El desarrollo de medidas de miti-
gación de inundaciones y el uso de zonas húmedas
para gestionar la cantidad y la calidad del recurso,
aunque ponga en su sitio una serie de condiciones me-
dioambientales y ecológicas, requiere información hi-
drológica. Los niveles de inundación, los patrones de
flujo, los registros históricos de flujo, las característi-
cas hidráulicas de las zonas húmedas y de las llanuras
sujetas a inundaciones, etc., son necesarios para ase-
gurar que estas renovaciones sean seguras y sosteni-
bles.
Gestión fluvial
La gestión fluvial significa proteger los ríos de las acti-
vidades que afectan a su estructura y a sus hábitats
naturales . Por ejemplo,
uno de los usos fluviales
que puede originar efectos
perjudiciales en sus entor-
nos es la extracción de are-
na y grava de su interior o
de sus proximidades. En el
medio ambiente sensible y
dinámico del entorno de
un río, cualquier excava-
ción puede aumentar los
índices de erosión natural,
ocasionar cambios en el
curso del río u originar un Liberación de agua de la Presa de Hume, en el río Murroy, en Australia
daño a largo plazo en los
ecosistemas. La elimina-
ción de árboles y arbustos, etc., de los cursos fluviales
puede tener efectos similares. Los datos hidrológicos
valiosos en estas circunstancias incluyen datos de hi-
drá ulica fluvial, de calidad del agua y de sedimentos,
además de uso de la tierra y conocimiento de las nece-
sidades de la vida salvaje acuática y ribereña.
Indicadores medioambientales
Los gob iernos ejercen una presión cada vez mayor
para asegurar que las iniciativas que financia n pro-
ducen mejoras del medio ambiente en términos
mensurables. Por lo tanto, se está volviendo más
importante la disponibilidad de indicadores me-
dioambientales que puedan ser controlados y usa-
dos para evalu ar los programas de rehabilitación o
las decisiones políticas. Entre lo s ejemplos de tales
indicadores, que incorporan datos hidrológicos, se
incluyen profundidad del nivel de agua freát ica,
cargas de nutrientes, exposición a pesticidas, ten-
dencias de salini dad dentro de la corriente, recurso
frente a demanda, regímenes de flujo fluvial, y es-
pacio libre de cuenca.
Conclusiones y recomendaciones
La necesidad básica de datos hidrológicos y afines
para una serie de finalidades permanece inalterada.
De todas formas, han cambiado numerosas cosas, en-
tre las que se encuentran:
Mayor atención a los problemas medioambienta-
les y de desarrollo ecológico sostenible.
Las características de los datos necesarios para
distintas finalidades evolucionan con las capaci-
dades de modelización y con los desarrollos tec-
nológicos .
La necesidad de recoger información de manera
global, fijándose en las interacciones entre el ci-
clo hidrológico y la tierra.
La necesidad de tomar datos para cumplir una serie
de objetivos para los que pueden variar las caracterís-
ticas de los datos (calidad, oportunidad, etc.).
Por lo tanto, se reco-
mienda a los países:
Reconocer el impor-
tante papel que juegan
los datos hidrológicos
y afines en la gestión 273
de recursos hídricos de
acuerdo al principio de
desarrollo sostenible.
Volver a definir las ne-
cesidades de datos hi-
drológicos en térmi-
nos de los tipos de da-
tos que toman; las
necesidades de exacti-
tud de estos da tos; y la
clasificación de la calidad de los datos para las
distintas aplicaciones y finalidades.
Desarrollar y examinar de forma continua redes bien
diseñadas e integradas que estén en equilibrio con las
necesidades existentes y futuras de información.
Asegurar que se sigue realizando el control de los
datos hidrológicos y afines en estaciones durade-
ras que reflejen las consecuencias de la variabili-
dad y del cambio climáticos.
Aportar da tos hidrológicos y afines a los estudios
de problemas hidrológicos mundiales.
Aprovechar, donde sea adecuado, los avances en
la toma de datos y en la modelización hidrológica
al llevar a cabo actividades de valoración, desa-
rrollo y gestión de recursos hídricos.
Ser conscientes de la naturaleza multidisciplinar
de la valoración, el desarrollo y la gestión de re-
cursos hídricos y tenerlo en cuanta al tomar da-
tos hidrológicos y afines.
Diseñar sus redes para hacer un uso óptimo de
los recursos asignados para tales propósitos to-
 mando datos e información afín necesarios para
una serie de fines, aunque advirtiendo que los da-
tos necesarios para distintos fines pueden reque-
rir distintas características.
Referencias
ACC/ISGWR, 1992: Conferencia Internacional sobre Agua y
Medio Ambiente. La Declaración de Dublín y el Informe
sobre la Conferencia. OMM, 55 pp.
}])) @] rt@ ~ , @] íf@] 0@1 ([;@ íiil w(f;ífil cr;~@ íiil
~w!WrrefJ C@Jrtllfl!W~w «:O~Wtldirt~cr:wg
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1MIVJ1 íiil di~ @Jo di (f; ([)) rw ~ CfJrrw@] cr:~ ®íiil di (f; o «:o~ Wtl@]
274
La Conferencia de las Partes (COP) de la Conven-
ción Marco de la s NU sobre el Cambio Climático
(CMNUCC) ha desarrollado una estrategia única
para satisfacer sus necesidades sustanciales de da-
tos climáticos. Esta estrategia cuenta con una es-
La Red de Superficie del SMOC
trecha relación con el Sistema Mundial de Observa-
ción del Clima (SMOC) patrocinado por la OMM, la
Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI)
de la UNESCO, el Consejo Internacional de Ciencia y
el Programa de Medio Ambiente de la s NU. El obje-
IPCC, 1995: Cambio climático 1995: impactos, adaptaciones y
111itignción del cambio climático: análisis científicos y técni-
cos. Cambridge U niversity Press.
OMM, 1994: Guía de prácticas hidrológicas. OMM-N.• 168.
OMM, 1998: Redes hidrológicas integradas. Informes técnicos
de hidrología y recursos hídricos, N.o 60. OMM/TD-N .o
89 1.
UNCED, 1992: Agenda 21- Capítulo 18- Agua potable.
~- (d ) 1Gt:;O
~J2000
tivo del SMOC es asegurar la disponibilidad de los
datos necesarios para satisfacer las necesidades de
los usuarios para:
La vigilancia del sistema climático, la detección y
la explicación del cambio climático y el control de
las respuestas, en especial en los ecosistemas te-
rrestres y en el nivel medio del mar.
La investigación dirigida a mejorar el conocimiento,
la modelización y la predicción del sistema climático.
La aplicación al desarrollo económico nacional.
 PROFUNDIDAD DE LAS PERFORACIONES
• Superficial < 10m
• Poco profunda 10-25 m
e Intermedia 25-125 m
e Profundidad geotérmica > 125m
Zonas permafrost
D Continuas
D Discontinuas y extensas
D Discontinuas y esporádicas
Perforaciones candidatas paro la Red Terrestre del SMOC
Por lo tanto, el SMOC se encuentra en una situa-
ción ideal para ayudar a la COP de la CMNUCC a obte-
ner los datos que necesite para diseñar una política
del cambio climático.
En su tercera sesión, en 1997, la COP invitó al
SMOC para que informara a su Órgano Subsidiario de
Asesoramiento Científico y Técnico (OSACT) sobre la
"suficiencia" de los sistemas mundiales de observa-
ción del clima dentro de la parte de la Convención so-
bre investigación y observación sistemática. Como
respuesta, el SMOC preparó un informe sobre la sufi-
ciencia de los sistemas mundiales de observación del
clima. En su cuarta sesión, en 1998, la COP definió los
elementos de su estrategia en la Decisión 14/CP.4 para
la obtención de datos para satisfacer sus necesidades,
urgiendo a las Partes a emprender programas de ob-
servación sistemática, incluida la preparación de pla-
nes nacionales, y a apoyar de forma activa la creación
de capacidad de los países en vías de desarrollo para
facultarlos para obtener y usar la información clima-
tológica. La COP también solicitó un informe sobre los
desarrollos referentes a las redes de observaciones y a
275
las dificultades encontradas, ya que tenían relación
con las necesidades de los países en vías de desarrollo
y con las opciones de ayuda financiera . En respuesta,
el Comité de Dirección del SMOC recomendó que la Se-
cretaría del SMOC, en nombre de los sistemas mun-
diales de observación del clima: (a) desarrollara unas
guías para los informes de las Partes sobre sus planes
nacionales; y (b) preparara unos análisis de las defi-
ciencias de los actuales sistemas de observación. La
Secretaría del SMOC los preparó para la Secretaría de
la CMNUCC y los presentó al OSACT y a la COP-5.
En su quinta sesión, en Bonn, en noviembre de
1999, la Conferencia de las Partes hizo retoques adicio-
nales a su estrategia a través de la decisión 5/CP.5 al:
Adoptar las guías del SMOC como las directrices
de los informes de la CMNUCC sobre los sistemas
mundiales de observación del clima.
Invitar a todas las Partes a presentar informes
nacionales detallados sobre la observación siste-
mática, de acuerdo con estas directrices de la
CMNUCC. Estos informes son voluntarios para
las Partes que no aparecen en el Anexo l. La
 CMNUCC debe tener los informes nacionales en
noviembre de 2000.
Solicitar a la Secretaría de la CMNUCC, consultan-
do a la Secretaría del SMOC, que desarrolle un
proceso para sintetizar y analizar los informes
nacionales de acuerdo con las directrices sobre
informes para la CMNUCC.
Además, la COP invitó a la Secretaría del SMOC,
consultando a organismos regionales e internaciona-
les relacionados, incluido el Fondo para el Medio
Ambiente Mundial (FMAM)*, a organizar seminarios
regionales para identificar las necesidades de creación
de capacidad de los países en vías de desarrollo y a las
Partes a tratar las deficiencias de las redes de observa-
ción del clima y, consultando a la Secretaría del SMOC,
a presentar propuestas y a identificar las necesidades
y la financiación para que los países en vías de desa-
rrollo sean capaces de tomar, intercambiar y utilizar
datos.
Guías para informar sobre la
observación sistemática
276 Las directrices completas de los
informes para la CMNUCC so- '""N
Meteorológica y atmosférica
Aquí se describirán los programas nacionales de la
Parte sobre observaciones del clima meteorológicas y
atmosféricas, incluida la Red de Observación en Su-
perficie del SMOC (ROSS), la Red de Observación en
Altitud del SMOC (ROAS) y las necesidades de la Vigi-
lancia de la Atmósfera Global, y el grado con el que es-
tas observaciones se ajustan a las prácticas óptimas.
También se informará sobre otros programas nacio-
nales, como aquellos creados dentro del Programa
Mundial de Investigación del Clima y dentro del Pro-
grama Internacional para la Geosfera y la Biosfera.
Oceanográfica
En esta sección se describirán los programas naciona-
les de observaciones oceanográficas del clima, inclu-
yendo, por ejemplo, temperaturas de la superficie del
mar, nivel del mar, perfiles de temperatura y de salini-
dad, y requerimientos de energía y de flujo de carbo-
no, y el grado con el que estas observaciones cumplen
con las prácticas óptimas.
C<l"N

bre sistemas mundiales de ob-

servación del clima están dis-
ponibles en el documento
FCCC/CP/1999/7 en http://www.
unfccc.de. Proponen dividir el
informe nacional de la Parte en
cinco secciones principales (se
recomienda ofrecer informa-
ción cuantitativa donde sea "' "'
adecuado):

General
En la primera sección se de-
berá describir:
El estado de la planifica- ""'
ción de los programas
nacionales de observa-
'""'
ciones sistemáticas del Distribución de observación en el Océano Pacífico
clima.
Los datos ofrecidos a Terrestre
otros y a centros de datos. En la cuarta sección habría que describir los progra-
Las acciones que apoyan la creación de capacidad mas nacionales de observaciones terrestres del clima,
en los países en vías de desarrollo . incluyendo, por ejemplo, uso del suelo, cubierta te-
Las acciones para conso lidar lo s programas rrestre, cambio del uso del suelo y la silvicultura, flujo
internacionales e intergubernamentales de de co2, hidrología, glaciares, extensión de nieve y hie-
los sistema s mundiales de observación del lo y permafrost y el grado con el que estas observacio-
clima. nes se acercan a las prácticas óptimas.

* La decisión l4/ CP.4 estableció que el FMAM debería de ayudar a los países en vías de desarrollo a "construir capacida-
des para la participación en redes de observación sistemática con objeto de reducir las incertidumbres científicos relacio-
nadas co n las causas, los electos, la magnitud y la duración del cambio climático".
Espacial
Las orientaciones recomiendan que informen aquellas
Partes que tengan programa espacial o que usen datos
de satélite para obtener datos o productos relacionados
con el clima. Como los datos de satélite son esenciales
para la vigilancia del clima, en los informes se debería
indicar la prioridad que han dado las agencias espacia-
les a asegurar la continuidad a largo plazo de acuerdo a
las condiciones y a los principios del clima.
Conclusión
La estrategia adoptada en la Conferencia de las Partes
de la CMNUCC para desarrollar un sistema mundial de
observación del clima basado en las contribuciones
nacionales de los países del mundo es una empresa
única y difícil. La COP insta a las Partes a desarrollar
planes y programas nacionales y a ofrecer el apoyo
científico, técnico y financiero necesario para los com-
ponentes de superficie y espaciales de los sistemas de
observación del clima. Para valorar adecuadamente
los problemas climáticos, se necesitarán continuidad
a largo plazo, control general de calidad, e intercam-
bio sin límites y archivo de los datos de los sistemas de
observación del clima atmosféricos, oceánicos y te-
rrestres . Una función del SMOC cada vez más impor-
tante es asegurar que se satisfagan las necesidades ge-
nerales de datos de la COP. Actualmente el SMOC está
dedicando una atención importante a mejorar los sis-
temas de observación de los países en vías de desarro-
llo, donde son mayores las necesidades. De todas for-
mas, habrá que apoyar a los países en vías de desarro-
llo a crear y a mantener los sistemas de observación y
los sistemas de vigilancia y de datos afines. Para que
esta estrategia tenga éxito serán necesarios los esfuer-
zos de muchos -en el ámbito nacional, regional e in-
ternacional.

www
277

§ wa~~~ rtrm di di(!] l rm TlJ a~ ~rm ~~ wrm (!]~ di(!] rm ©llMillMI a

Las solicitudes por escrito de publicaciones de la OMM deben dirigirse directamente a: Sr. Secretario Gene-
ral, Organización Meteorológica Mundial, Case postale 2300, CH-1211 Genéve 2, Suiza

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Todas las solicitudes se deben pagar por adelantado. En general, se aplican descuentos para las solicitudes
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tores que, si encuentran dificultades para adquirir las publicaciones de la OMM por causas relacionadas con
el control del cambio de divisas, pueden utilizar para ese fin los cupones de la UNESCO.
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1

2
Por Paul J. PILON y Johan L. KUYLENSTIERNA 3

Cambio climático y recursos hídricos
El contexto general
El agua potable es el recurso más esencial que mantie-
ne la vida humana, el crecimiento y el desarrollo eco-
nómicos. Es irreemplazable en lo que respecta a la be-
bida, la higiene, la producción de alimentos, las pes-
querías, la industria, la generación de energía
hidroeléctrica, la navegación, las actividades recreati-
280 vas y muchas otras actividades. También juega un im-
portante papel cultural y espiritual en muchos países,
y especialmente en muchos pueblos indígenas. El
agua es igualmente crítica para el funcionamiento co-
rrecto del medio ambiente natural, sobre el que está
construida la sociedad humana. El consumo mundial
de agua para satisfacer las demandas creció de forma
dramática en el siglo XX. Entre 1900 y 1955, el consu-
mo de agua se multiplicó por un factor superior a seis,
más del doble del ritmo de crecimiento de la pobla-
ción (Naciones Unidas e Instituto del Medio Ambiente
de Estocolmo, 1997). Este rápido e insostenible creci-
miento de la demanda de agua se debe a la creciente
confianza en el riego para lograr la seguridad en los
alimentos, al crecimiento de los usos industriales y al
crecimiento, per cápita, del uso para fines domésticos.
Como respuesta a los problemas que surgen para
suministrar agua potable a todos los hombres y a una
amplia variedad de actividades económicas, además de
para proteger la integridad del medio ambiente, la co-
munidad internacional ha organizado numerosas con-
ferencias internacionales, la primera se remonta a la
Conferencia de Naciones Unidas sobre el Agua de Mar
del Plata, Argentina, en 1977. El resultado de esta prime-
ra reunión fue el Plan de Acción de Mar del Plata (Nacio-
nes Unidas, 1977). Se puede considerar como el punto
de partida de más de 20 años de discusiones políticas
continuadas sobre cómo mejorar la gestión de los re-
cursos de agua potable. Los documentos resultantes, y
especialmente el capítulo 18 de la Agenda 21 (Naciones
Unidas, 1992), se han elaborado, en gran parte, a partir
del Plan de Acción de Mar del Plata. Con esto no se quie-
re decir que no se haya progresado a lo largo de estos
años, tanto en el concepto como en la aplicación, pero
sigue siendo cierto que a menudo hay una falta de vo-
luntad para aplicar los principios de gestión que ya exis-
ten, tanto en el ámbito nacional como en el internacio-
nal.
Cambio climático-un nuevo desafío que surge
en la gestión de los recursos hídricos
Sin embargo, hay un problema que ha surgido como
una amenaza potencial mundial y que no ha sido tra-
tado a fondo como parte integral de la gestión de los
recursos hídricos. Las consecuencias potenciales del
cambio climático inducido por el hombre sobre los re-
cursos hídricos plantean tremendos desafíos nuevos a
los hidrólogos, a los climatólogos y a otros especialis-
tas. Los planificadores y los políticos deben valorar y
comprender mejor las posibles implicaciones de un
cambio climático sobre los recursos hídricos. Esto ge-
neralmente requiere que haya un estudio adicional de
los vínculos entre el cambio climático y sus posibles
efectos sobre los recursos hídricos. Se debería llevar a
cabo una vigilancia y un examen de los registros re-

1 La sección que trata sobre los índices está basada parcialmente en un documento preparado para la reunión Tendencias
de los extremos climatológicos y meteorológ icos: actualización desde lo Conferencia de Ashevi lle de junio de 1997 paro
el Tercer Informe de Eva luación (TAR) del Grupo lntergubernamental de Expertos sobre los Cambios Climáticos (IPCC)
que convocaba a los autores principales del Capítulo 2, celebrada en Ashevi lle, Carolino del Norte, los días 9 y 1O d e
marzo de 1999. Se ruego ver también los agradecimientos. El conten id o y la s conclusion es de este artículo no reflejan
necesariamente las opiniones de los expertos que han contribu id o a la lista de índices ni las de la OMM.
2 Medio Ambiente de Canadá, Medio Amb iente Atmosférico de la Reg ión de Branch-Ontario y Presidente de la Comisión
de la OMM para el grupo de trabajo de Hidrología sobre Aplicaciones.
3 Gestión de Recursos Medioambienta les, Estocolmo, Suecia.
cientes para valorar si puede estar ocurriendo un
cambio y cómo se está produciendo. El amplio esfuer-
zo que se ha invertido en programas de cambio climá-
tico, y especialmente en el trabajo de desarrollar futu-
ros escenarios climáticos, se debe usar de forma más
activa en el campo de la gestión hídrica.
En la valoración de 1995 del Grupo interguberna-
mental de expertos sobre los cambios climáticos
(IPCC, 1996(a)) se afirmaba que "... el cambio climáti-
co originará una intensificación del ciclo hidrológico
global y puede tener consecuencias importantes sobre
los recursos hídricos regionales ... ". Si tal situación se
convierte en realidad, necesitaremos estar bien prepa-
rados para enfrentarnos a los desafíos que impondría.
Sin embargo, y por desgracia, las grandes incertidum-
bres están asociadas a los modelos actuales de circula-
ción general (IPCC, 1996(b)), haciendo que las inferen-
cias futuras sean bastante imprecisas. Además, la va-
loración del IPCC (ibid) también se refiere a algunos
problemas adicionales, asociados a tales inferencias,
tales como: (a) trasladarlas a una escala apropiada
para la modelización hidrológica; (b) los errores intro-
ducidos a través de los datos, tanto hidrológicos como
climatológicos, que se usan para validar los modelos
hidrológicos y climatológicos; y (e) convertir las en-
tradas climatológicas en respuestas hidrológicas con
un conocimiento no menos perfecto de cómo se rela-
cionan entre sí los procesos. Así que se deben invertir
más esfuerzos en aumentar el conocimiento básico de
los vínculos existentes entre la variabilidad y el cam-
bio climáticos y el sistema hidrológico. También es
importante, y más desde un punto de vista político,
asegurar el tipo y el grado de impacto que sobre los re-
cursos hídricos pueda estar sucediendo.
Un nuevo papel para el Programa Mundial sobre
el Clima - Agua
Durante muchos años, el Programa Mundial sobre el
Clima - Agua (PMC-Agua) de la OMM ha centrado
sus principales esfuerzos investigadores a una serie
de aspectos vinculados a estos problemas. El progra-
ma puede jugar un papel importante e incluso mayor
en el futuro, ya que ha sufrido recientemente un pro-
ceso en el que ha habido un cambio de enfoque. Este
proceso ha dado como resultado una concentración
de esfuerzos más clara en estos problemas oportunos.
Se ha decidido que el PMC-Agua debería concentrarse
en dos áreas de actividad principales, y la primera de
ellas deberá ser tratada inmediatamente. Las dos
áreas propuestas son:
A Estudios hidrológicos en el contexto de la varia-
bilidad y el cambio climático
B Aplicación de la información climatológica e hi-
drológica en la planificación, el diseño y el funcio-
namiento de los sistemas de recursos hídricos.
Es obvio que hay una clara vinculación entre es-
tas dos áreas de actividad, ya que el área A ofrecerá
una entrada importante y necesaria para la segunda
área. El área B es en realidad una aplicación de los re-
sultados, sean los que sean, que se obtengan de A. Por
tanto, fue natural tomar primero la decisión de cen-
trarse en la primera área de actividad mencionada
arriba. Las propuestas hechas en este artículo encajan
bien dentro de los límites del área del programa A.
Cuencas fluviales prístinas- elementos
esenciales para comprender mejor los
vínculos entre el agua y el clima
Datos climatológicos e hidrológicos
La OMM (1966; 1986) ha fijado unos criterios para la
red de estaciones climatológicas de referencia (RCS)
de la OMM. La red RCS se compone de estaciones de
las redes nacionales climatológicas existentes. Su fi-
nalidad es facilitar la detección y la evaluación correc-
ta del cambio climático. Consta de estaciones con re-
gistros relativamente largos, cuyos datos están dispo-
nibles, verificados y son homogéneos y que reflejan
281
una distribución amplia de emplazamientos a lo largo
de todo el mundo.
Peterson y otros ( 1997) describen el proceso utili-
zado en el Sistema Mundial de Observación del Clima
(SMOC) para identificar las estaciones candidatas a la
red superficial del SMOC (GSN). Se utilizó un proceso
de múltiples pasos para crear una lista de unas 1 000
estaciones climatológicas. Estas estaciones se selec-
cionaron a través de un proceso complejo e iterativo,
que eligió las estaciones más significativas de cada
zona geográfica. La ponderación tenía en cuenta nu-
merosos factores como, entre otros, la longitud de las
series, la calidad y la homogeneidad de los datos, la ca-
pacidad de funcionar en tiempo real, la naturaleza
prístina del área circundante a la estación y su funcio-
namiento continuado. En este ejercicio se considera-
ron las estaciones de la red RCS, ya que eran estacio-
nes elegidas por otros grupos de investigación. Se per-
mitió cierta variación en los procedimientos para
compensar las condiciones de montaña.
Una característica importante de los datos clima-
tológicos es su calidad u homogeneidad. La OMM
(1966) define la homogeneidad de los datos climatoló-
gicos como "la intención de los datos de dar una re-
presentatividad uniforme y media para las condicio-
nes de zonas geográficas lo suficientemente grandes".
La homogeneidad de los datos se ve amenazada por la
alteración de las condiciones locales tales como la ur-
banización, la modificación del paisaje, la deforesta-
ción, la reforestación y otros cambios del medio am-
biente local. También se ve amenazada por cambios
en los instrumentos, por la exposición o situación de
 los mismos y por el cambio de las horas de observa-
ción. La homogeneidad de los registros climáticos es
un problema serio que pone en peligro la utilidad de
los datos para los estudios de detección. Se han dedi-
cado muchos esfuerzos para homogeneizar los regis-
tros climatológicos a través de la corrección de los da-
tos archivados. La OMM (1966) sugiere el uso de series
climatológicas promediadas regionalmente como ín-
dice superior a las series de la estación individual, es-
pecialmente para elementos altamente variables
como la precipitación. Se ha sugerido este promedio
regional, en parte, debido a las complicaciones asocia-
das a "homogeneizar" las series de datos. La homoge-
neización de datos hidrológicos es todavía más dudo-
sa, ya que no es ni sencilla ni fácil de ejecutar de forma
consistente y uniforme. Es una cantidad obtenida sub-
jetivamente y necesita unos enfoques muy complejos
y complicados, que pueden ofrecer, sin embargo, da-
tos modificados de calidad y precisión desconocidas.
Trabajos como los de Vose y otros (1992), Jones
(1994) y SMOC (1998), evidencian que las estaciones
climatológicas que reflejan la contaminación directa
282 de los datos por parte del hombre - por ejemplo, el
efecto de isla de calor- son aceptables para los estu-
dios de cambio climático. Por el contrario, para estu-
dios hidrológicos, los hidrólogos han prestado espe-
cial atención en asegurar que los datos de las estacio-
aB,\)~
~()~
Figura 1- Cuenco Hidrológico de Referencia de Canadá (249 estaciones) (cortesía de Medio Ambiente de Conodá)
nes hidrológicas estén lo más libres posible de la in-
tervención directa del hombre en el paisaje o en los
flujos de la cuenca fluvial. Se necesita el conocimiento
de expertos locales para valorar el potencial de los dis-
tintos tipos de intervenciones humanas sobre los da-
tos hidrológicos, además de para valorar la exactitud
de las medidas . La aplicación de criterios de selección,
sin la participación de expertos locales que tengan un
conocimiento específico del lugar, dará potencial-
mente como resultado redes especializadas que con-
tengan estaciones de calidad y valor dudosos. El análi-
sis de tales redes puede llevar a obtener conclusiones
erróneas o a impedir la identificación del cambio atri-
buible al cambio y a la variabilidad climáticos.
Redes de cuenca fluvial prístina en Canadá
En Canadá, se ha centrado la atención en la severidad
de las recientes inundaciones, como las de las cuencas
de los ríos Saguenay y Rojo. Yexiste la misma preocu-
pación en muchas partes del mundo. Se está produ-
ciendo cierto debate sobre si son atribuibles a un cli-
ma cambiante o a un reflejo de la variabilidad natural
(Francis y Hengeveld, 1998). Dado que las consecuen-
cias de estos episodios extremos son tan devastado-
ras, Canadá está explorando una serie de acciones de
respuesta y de mitigación de desastres que serán usa-
das como formas adicionales en estrategias de gestión
TIPO DE ESTACIÓN
A>. Oe flujo fluvial (243)
® De nivel de lago
CUENTAS DE DRENAJE
~ Área total de drena je
hídrica (Bruce y otros). Entre sus importantes compo-
nentes están incluidos sistemas de vigilancia en tiem-
po real, modelos hidrológicos mejorados y mejores
capacidades de predicción.
Como parte de un esfuerzo científico global para
valorar el cambio y la variabilidad climáticos, Canadá
decidió desarrollar la red de referencia de cuenca hi-
drológica (RHBN) . Es una red de estaciones hidrológi-
cas para detectar y valorar las consecuencias del cam-
bio y la variabilidad climática sobre las aguas superfi-
ciales de Canadá (Medio Ambiente de Canadá,
!999(a)). La RHBN consta de 249 estaciones hidrológi-
cas, incluidas las 206 estaciones de flujo fluvial conti-
nuo, las 37 de flujo fluvial estacional y las seis estacio-
nes de nivel continuo de lago. La figura l muestra la
situación de cada estación, el tamaño y la forma de la
correspondiente cuenca de drenaje. La figura 2 mues-
tra la situación de las 243 estaciones de flujo fluvial e
indica el número de años de registros disponibles
para cada estación. Entre los criterios que se usaron
para elegir las estaciones de la RHBN canadiense esta-
ban incluidos:
El rango de cobertura (estacional, continuo, flujo
fluvial y nivel de lago)
El grado de desarrollo de la cuenca
La ausencia de regulación o de desviaciones im-
portantes
Figura 2- Cuenca hidrológica de referencia de Canadá (244 estaciones de f/u¡o fluvial) (cortesía de Medio Ambiente de Conodó)
La longitud de los registros apropiados
El tiempo de funcionamiento
La precisión de los datos.
De acuerdo con estos criterios de selección esta-
blecidos, todas las estaciones tienen por lo menos 20
años de registros. Alrededor del 60 por ciento de las
estaciones de flujo fluvial tienen más de 30 años de re-
gistros, mientras que la longitud media de registro
adecuada es de 40 años. Esta red complementa a la red
RCS de Canadá, que tiene 254 estaciones de observa-
ciones climatológicas de series largas identificadas
para ser utilizadas al tratar el cambio y la variabilidad
climática de, predominantemente, la temperatura y la
precipitación (Medio Ambiente de Canadá, 1996). Las
redes de este tipo constituyen un importante paso
adelante para tratar la necesidad de datos canadienses
para apoyar los estudios científicos de cambio climá-
tico de ámbito hemisférico y global, y se está propo-
niendo que sea parte de la contribución de Canadá al
SMOC (Medio Ambiente de Canadá, !999(b)) .
La comunidad científica hidrológica reconoce la
importancia de desarrollar y de mantener tales esta-
ciones de la red. Sin embargo, no es una práctica co- 283
mún el hacer que se disponga de recursos financieros
a través de vincular los problemas científicos con las
redes hidrológicas operativas. A medida que los go-
biernos limiten los recursos se pondrá cada vez más
AÑOS DE REGISTROS
(Número de estaciones)
O de0a31 (68)
A de3t a6t (tt5)
 Índices hidrológicos para los análisis de cambio y_ de variabilidad climáticos

N.o Siglas Definición Resolución * Unidad

651-659 Índices derivados del caudal
651 Q100D Percentil 100 del caudal medio diario A, E, M m3 s-'
652 01001 Percentil 100 del caudal máximo instantáneo A, E, M m3 s-'
653 Q90 Percentil 90 del caudal medio diario A, E, M m3 s-'
654 Q50 Mediana {percentil 50) del caudal medio diario A, E, M m3 s-'
655 Q10 Percentil 1O del caudal medio diario A, E, M m3 s-'
656 QO Mínimo {percentil O) del caudal medio diario A, E, M m3 s-'
3 -1
657 010-7 Mínimo en 7 días del percentil 1O del caudal medio A, E, M m s
diario
658 0100-7 Máximo en 7 días del percentil 1O del caudal medio A, E, M m3 s-'
diario
659 QAVG Caudal medio diario A, E, M m3 s-'
660 Sta90 Número de estaciones, en cada período de tiempo {en A, E m3 s-'
una red) que tienen un caudal mayor que o igual a su
percentil 90 de caudal en el período de registro {sin re-
ferencia a ninguna distribución de probabilidad fijada)
661 Sta10 Número de estaciones, en cada período de tiempo {en A, E m3 s-'
una red) que tienen un caudal menor que o igual a su
percentil 1O de caudal en el período de registro {sin re-
ferencia a ninguna distribución de probabilidad fijada)
284 662 QNP Número de incidencias de episod ios de inundaciones A, E
independientes
663 QDEF Déficit acumulativo por debajo de un umbral fijado {por A, E
ejemplo, descarga media)
664 QSUM Suma acumulativa de caudales de una región o red A, E, M m3 s·'

665-691 Índices relacionados con los procesos estacionales de primavera

665 SpVol Volumen de caudal estacional en primavera A mJ
666 ID Duración de la capa de hielo dentro del año hidrológi- A días
co
667 11 Fecha de la primera capa de hielo A días
668 12 Fecha de rotura del hielo o de condiciones libres de hie- A días
lo
669 QSD Fecha de comienzo de la estación de fusión de la nieve A días
670 QSP Fecha del máximo flujo de nieve fundida A días
671 SpD Duración del flujo primaveral A días

672-673 Índices relacionados con el agua superficial natural

672 G100D Percentil 100 del nivel máximo de agua superficial A, E, M mm
673 GOD M ínimo {percentil O) del nivel de agua superficial A, E, M mm
674-675 Índices de niveles naturales de lago
674 L100D Percentil 100 del nivel máximo de lago A, E, M mm
675 L50D Mediana {percentil 50) del nivel de lago A, E, M mm
676 LOD Mínimo (percentil O) del nivel de lago A, E, M mm

677-688 Índices para glaciares y permafrost

677 GV100 Percenti l 100 del volumen máximo del glaciar A, E, M mJ
678 GE100 Percentil 100 de la extensión máxima del glaciar A, E, M m2
679 GVO Mínimo (percentil O) del volumen del glaciar A, E, M mJ
680 GEO Mínimo (percentil O) de la extensión del glaciar A, E, M m2

* Anual (A) y estacional (E), pueden referirse al año y a la estación hidrológicos mejor que a los períodos civiles con-
vencionales, mensual (M) corresponde o los meses civiles.
 Co ntinuación de la tabla

677-688 Índices para glaciares y permafrost (continuación)

681 SWE100 Percentil 100 del máximo de la equ ivalencia en agua A, E, M mm

del trozo de nieve
682 SWEO M ínimo (percenti l O) de la equ iva lencia en agua del tro- A, E, M mm
zo de nieve
683 SD Duración de la capa de nieve A, E días
684 Sl Porcentaje de tierra cubierta de nieve A, E %
685 PF100 Percenti l 100 de la máxima profund idad del permafrost A, E, M m
686 PFO M ínima (percentil O) profundidad del permafrost A m
687 ECP Extensión del permafrost continuo A m
688 EDP Exten sión del permafrost discontinuo A m

en duda la viabilidad financiera de las estaciones.
Además, como los sitios buenos para convertirse en
estaciones suelen estar en áreas poco pobladas, puede
darse una falta de usuarios que estén dispuestos a
ofrecer el apoyo financiero necesario para mantener-
las. Por lo tanto se deben hacer esfuerzos para subra-
yar la importancia de las estaciones específicas que se
han seleccionado para ser incluidas en redes tales
como la RHBN. Es importante recordar que, sin una
vigilancia adecuada del cambio potencial y un apoyo a
su análisis científico, será difícil, si no imposible, de-
terminar tanto el alcance de los cambios sobre los re-
cursos hídricos y sobre los ecosistemas acuáticos de
un país, como la suficiencia de las medidas políticas
tomadas para tratar las consecuencias. Probablemen-
te Canadá no sea el único en este aspecto y es probable
que se dé una situación similar en muchos países de
todo el mundo. Por lo tanto, es crítico que se tomen las
siguientes acciones específicas para asegurar la conti-
nuidad de dichas estaciones durante mucho tiempo:
Promover la conciencia de la importancia de es -
tas estaciones particulares para darles esta prio-
ridad local, regional y nacional, en especial den-
tro de las comunidades científica y política.
Conseguir financiación de todas partes para que
estas estaciones continúen funcionando.
Fomentar que la comunidad científica use el con-
cepto RHBN (y de redes similares de otros países)
para documentar y comprender los efectos del
cambio y de la variabilidad climáticos sobre las
condiciones y los regímenes hidrológicos a lo lar-
go y ancho del mundo.
Índices hidrológicos-una herramienta
clave para los estudios de cambio
climático
Además de tener cuencas fluviales prístinas para ob-
tener datos apropiados, también es importante deter-
minar claramente el tipo de datos que necesitamos
para los estudios de cambio y de extremos climáticos.
Esto ayudará a los gobiernos, además de a la comuni-
dad internacional y a los científicos, a establecer obje-
tivos específicos y a enfocar sus trabajos.
Los regímenes hidrológicos dictan el comporta-
miento promedio estacional del caudal fluvial y las ca-
racterísticas del sistema fluvial. Un régimen cambian- 285
te o ya cambiado indica cambios naturales o induci-
dos por el hombre en el medio ambiente de la cuenca
o puede ser el resultado de un forzamiento climatoló-
gico. Se pueden usar distintas variables para describir
los regímenes hidrológicos, y los cambios del régimen
se pueden encontrar potencialmente a través del aná-
lisis de distintas variables hidrológicas, bastantes de
las cuales están relacionadas con los extremos hidro-
lógicos.
Es evidente que lo que podría considerarse como
variable hidrológica lo abarca todo, y muchas de ellas
podrían ser importantes para los estudios de cambio y
variabilidad climáticos (OMM, 1988; Lawford, 1992;
Peterson y otros, 1997; SMOC, 1998). De todas formas,
Burn (1994, pág. 28) señala que muchas de esas varia-
bles pueden no tener registros disponibles para un
gran número de sitios o no tener una serie de registros
lo suficientemente larga. Los datos hidrológicos pre-
sentan a menudo este problema. De forma intuitiva,
debe haber datos suficientes y tales datos deben ser
también de una calidad satisfactoria para que sean
útiles en los estudios de detección del cambio. Burn
(ibid) selecciona el flujo fluvial como la variable hi-
drológica que hay que elegir para detectar los efectos
del cambio climático ya que "representa una respues-
ta integrada de la cuenca a las entradas hidrológicas y
por lo tanto permite una buena cobertura espacial".
De todas formas, hay otras variables que podrían
ser importantes para establecer los efectos que produ-
ciría el cambio climático sobre los sistemas naturales.
En términos más generales, se puede elegir cualquier
número de índices hidrológicos que reflejen las condi-
 ciones climatológicas y su interacción con el paisaje
físico prístino. Tales interacciones los hacen poten-
cialmen te co mplejos y bastante complicados de obte-
ner, de evaluar, e incluso de comprender. De todas for-
mas, se sostiene que tal complejidad es neces aria para
mejorar el conocimiento de todos los procesos que
contribuyen a la variabilidad detectada en el ciclo hi-
drológico y de cómo interaccionan entre sí. Esto tiene
una importancia especial, ya que el clima no es la úni-
ca variable que influye en las repuestas hidrológicas.
También podrían surgi r nuevas complicaciones debi-
do a que los datos pueden estar afectados por efectos
humanos directos a través de la intervención dentro
de los procesos naturales de una cuenca. Así que es
imposible enco ntrar variables hidrológicas que refle-
jen una única variable climatológica específica. Dis-
tintos regímenes hidrológicos pueden también reac-
cionar de forma muy distinta al mismo cambio en la
entrada climatológica. Por ejemplo, una mayor preci-
pitación invernal puede producir un caudal invernal
mayo r en algunas regiones, mientras que en otras
puede aparecer un mayor caudal primave ral. Además,
286 diferentes combinaciones de variables climatológicas
podrían dar la misma salida hidrológica. Una compa-
ració n regio nal de un índice hidrológico simple po-
dría, por ello, demostrar ser más complicado que lo
encontrado inicialmente.
Un problema hidrológico al que a menudo se
hace referencia en la literat ura sobre el ca mbio climá-
tico es el "caudal nat uralizado de los ríos". Como se ha
discutido antes, no se puede sostener el uso extensivo
de es ta variable, ya que es muy difícil, si no imposible,
determinar cómo influyen los algoritmos o las aproxi-
maciones de la "naturalización" en todo los análisis
estadísticos posterio res de los datos.
Nada de lo anterior excluye la posibilidad de que, si
los índices hidrológicos son elegidos cuidadosamente y
evaluados correctamente, puedan ser importantes para
detectar los efectos de un clima cambiante. Además,
ciertas respuestas del ciclo hidrológico al cambio climá-
tico pueden estar "hidromagnificadas" (Pilon y otros.,
1991; Burn, 1994). Esto significa que el cambio en el sis-
tema hidrológico puede ser mayor que el que cabría es-
perarse de las variables climatológicas observadas.
En el desarrollo de una lista de índices hidrológicos,
se ha intentado ofrecer sólo los considerados más sencillos
de usar. Una amplia vigilancia adicional de distintas varia-
bles climatológicas e hidrológicas sería ventajosa para
comprender las causas del cambio. Los puntos listados en
la tabla de las págs. 284-285 ofrecen de esta forma un con-
junto experimental de índices que permiten evaluar los
cambios tanto de la frecuencia como de la magnitud del
flujo fluvial a lo largo de todo el régimen del flujo fluvial.
También incluyen el ritmo de rotura de hielo, índices rela-
cionados con la sequía y las inundaciones, con los glacia-
res y con la nieve, además de algunos otros factores. En
muchos casos, los índices propuestos necesitarían regis-
tros diarios de caudal.
Como ya se ha discutido anteriormente en este ar-
tículo, se recomienda restringir las cuencas a aquellas
que estén mínimamente afectadas por las actividades
humanas directas o, como mínimo, a aquellas en las
que la intervención ha sido estable a lo largo del período
de medida de interés. No debería entenderse el uso de
esas "cuencas estables" como una aprobación del fluj o
fluvial "naturalizante", ya que los registros de flujo de
cuencas estables no tienen por qué necesitar modifica-
ciones previas a su uso analítico. Más bien, sólo se está
haciendo referencia al hecho de que tal registro sería
útil para un investigador que llevara a cabo un es tudio
de detección del cambio climático inducido. La acepta-
ción de datos de un período estable implica que la inter-
vención es constante con el tiempo.
No se da una prioridad específica a las variables
que se listan en la tabla. Debería destacarse que no se
han incluido en la lista algunos índices, que podrían
ser considerados como variables hidrológicas básicas.
Entre ellos están, por ejemplo, la precipitación y la
temperatura del aire. La razón es que el grupo de tra-
bajo conjunto CCl!CLIVAR sobre índices climáticos
prioritarios, que ofrece las entradas al IPCC sobre este
tema, ya ha incluido tales variables como índices cli-
matológicos y, por lo tanto, son objeto de un am plio
es tudio por parte de los científicos del clima. Los índi-
ces que se muestran en la tabla reflejan la base y la ex-
periencia de los diversos expertos en hidrología que
han aportado sus puntos de vista sobre este problema
(véase el apartado de agradecimientos). Aunque tam-
bién se estudiaron los índices de concentraciones y de
cargas de sedimentos, además de variables de cal idad
del agua, tales como la concentración de contaminan-
tes y de nutrientes, se decidió no proponerlos es ta vez
como índices de cambio porque reflejan mucho la ac-
tividad humana directa o los procesos catastróficos
naturales (por ejemplo, los corrimientos de tierras).
Su uso podría ser potencialmente difícil para detectar
los efectos del ca mbio climático.
Conclusiones
Se pueden usar los índices hidrológicos como impor-
tan tes indicadores en los estudios del cambio climático.
Es importante, de todas formas, que se lleven a cabo las
medidas apropiadas de las variables hidrológicas, cua-
lesquiera que se elijan y siempre que sea posible, en
cuencas fluviales prístinas. Por desgracia, tales cuencas
no son ab undantes debido al uso extensivo de la tierra y
a otras actividades humanas. La OMM, como organiza-
ción fundamental dentro del sistema de las Naciones
Unidas encargada de los temas tanto climatológicos
como hidrológicos, tiene una oportunidad única de
contribuir a este importante trabajo. Se recomienda
aquí a la Organización que fomente mucho el desarrollo
de las redes nacionales, regionales y mundiales para es-
tudiar y almacenar información de las cuencas fluviales
prístinas. Se podrían almacenar los datos de tales cuen-
cas, y ponerlos a disposición de la comunidad científica,
de los encargados de tomar decisiones y de los políticos
oportunos a través del Centro mundial de datos de es co-
rrentía de Coblenza, Alemania. Se sugiere además que
se fomenten los estudios de índices hidrológicos para la
detección del cambio climático. Esta podría ser un área
adecuada para que la Comisión de Hidrología (CHi) de
la OMM centrara en ella sus esfuerzos, a través de su
amplia red de expertos de todo el mundo. Además, la
OMM, la CHi y las asociaciones regionales de la OMM
podrían promover evaluaciones regulares de los índices
existentes, hacer recomendaciones y ofrecer líneas
maestras a los países para alcanzar una cobertura siste-
mática nacional, regional y mundial. Se podrían ejecu-
tar proyectos asociados a estos intentos a través del
marco ya existente del Programa Mundial sobre el Cli-
ma - Agua de la OMM/UNESCO.
Agradecimientos
La sección sobre índices hidrológicos y la tabla de la
página 284 a 285 están basados, en gran medida, en las
op iniones y en las contribuciones de varios expertos
en hidrología, incluidos: D. Burn, F. Chiew, K. D. Har-
vey, H. Hisdal, Z. Kundzewicz, H. Lins, T. B. M. J. Guar-
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 1IJ~ ® cdJ rE flJ íf ® í!i!fUEcdJ ~ ®~ ~-(~+)1950
cd1(fd flJ rE íf{cw cd1cw ~ f
cd1(fd íf(fd rE íf(fd íff1 ce~ cm @J2000
flJ @J íf@J rEJf@J í!ifil ~ íff1 @J íf @J íff1@ í!ifil @J uff@J~
cdlrEU ccU~Wilcm

El clima de Nigeria como ejemplo

S. 0. ÜJO *y E. A. AFIESIMAMA **

Introducción rancio hambre, trastornos y pérdidas humanas y

La variabilidad del clima de África occidental, espe- económicas. Es imprescindible que se compren-
cialmente a lo largo de las cinco últimas décadas, ha dan bien los índices de variabilidad climática y
generado una conciencia de cambio climático y de sus que sean aplicados correctamente para formular
implicaciones para las condiciones socioeconómicas políticas y estrategias sostenibles para fomentar
de la región, además de mucho debate. Las inundacio- y proteger la producción de alimentos.
288 nes, las sequías, la erosión del suelo y otras conse- El clima nigeriano, sus variabilidades y las conse-
cuencias de la variabilidad climática han causado una cuencias medioambientales asociadas han originado
preocupación notable entre los gobiernos y sus pue- mucha discusión y una gran evaluación científica.
blos, en especial en lo que respecta al desarrollo y a la Esto, a su vez, ha hecho ver que la sociedad es cada vez
sostenibilidad del medio ambiente y de los recursos más vulnerable a la fluctua ción climática y al cambio
humanos y naturales. climático. Especialmente en las cinco últimas déca-
La variabilidad climática es la principal das, y particularmente desde los años 70, se han regis-
fuente de fluctuaciones en la producción de ali- trado muchos impactos sobre distintos procesos me-
mentos de África oc-
cidental, en particu -
3
lar en lo s países se-
miáridos. La 2 1 A A 1
precipitación es el
factor condicionante
de la agricultura y la o
característica más
variable del clima -1 1 ' ' ' \1 V y \ N V \.1 1
tanto en el espacio _
2
como en el tiempo . A
lo largo de la histo- 3
ria, el tiempo severo - 19511954 1957 1960 1963 1966 1969 1972 1975 1978 19811984 1987 1990 1993 1996 1999
ha causado estragos Figura 1-Anomalías normalizados de lo precipitación anual en Nigerio usando el promedio o largo plazo 195 ¡.¡ 998
en lo s sistemas agrí-
colas que dependen del tiempo para la produc- dioambientales y distintas actividades humanas en
ción de alimento s. Junto con otros factores, la Nigeria. Muchas de estas variaciones han sido factores
variabilidad climática contribuye a la vulnerabi- críticos con influencia sobre la agricultura y sobre los
lidad de los pueblos y de los ecosistemas, gene- recursos hídricos y otras actividades afines. La crea-
ción en 1979 del Programa Mundial del Clima fue el re-
conocimiento del hecho de que las actividades socioe-
* Grupo del Clima, Departamento de Geografía de la conómicas son sensibles a la variabilidad climática y
Univers idad de Lagos, Nigeria. se vio que ciertas situaciones de los 60 y de los 70 ha-
** Oficina Central de Predicción , Servicios Meteorológicos bían sido el resultado de episodios meteorológicos o
Oigerianos, Nigeria . climáticos. Pero los episodios de los 80 y de los 90 han
demostrado que las consecuencias del tiempo y del tribuyen a una mejor interpretación de los elementos
clima podían ser mayores incluso de lo que se creía climáticos.
antes. Así que a lo largo de las dos últimas décadas se Aunque no se puede confiar en los promedios de
ha ampliado la atención a fenómenos naturales tales períodos de referencia como indicadores estrictos de la
como El Niño, cuyo papel en la variabilidad climática verdadera naturaleza de las condiciones climáticas de
se conoce ahora mejor. una zona, son útiles para numerosos fines de compara-
ción. Las normales climatológicas también son útiles si
Promedios de períodos de referencia se emplean estrictamente en términos de su sentido
e interpretación matemático de valores medios y no se considera de nin-
Los métodos para manejar y procesar los datos clima- guna manera que ofrecen valores que indiquen "nor-
tológicos dependen del fin para el que van a usarse los malidad" climática. Una normal climatológica puede
datos. Los fines pue-
den ser generales, ta- - Medias móviles de 5 años 1931 • 1960 (760,56 mm)
900 Promedio a largo plazo (69 7, 92 mm) 1941 -1970 (7 32,12 mm)
les como obtener una 1951 • 1980 (71 0,64 mm)
perspectiva global del 800 1961 · 1990 (620,64 mm)

clima de una región, o 1 ,., '• - 1 '-

específicos relaciona- 700
dos con un proyecto o
con una aplicación 600
particular para la que
es necesana · l a mtor-
· e 500
mación climática. 400 _L__ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __
289
El término "nor- 1931 1935 1939 1943 1947 1951 1955 1959 1963 1967 19711975 1979 1983 1987 1991 1995
mal climatológica" se Figuro 2- Precipitación anual para promedios en sucesivos períodos de referencia de 30 años para la región del Sudón·Sahel
refiere al valor medio
tomado a lo largo de
un período normalizado y ofrece así una forma de ser un valor útil en función del cual medir la variación
normalización a lo largo del tiempo. La OMM ha adop- de valores individuales y percibir posibles tendencias de
tado un período de 30 años como período estándar más largo plazo en las condiciones climáticas. Sin em-
para las normales resultantes de una década, empe- bargo, la estabilidad o la normalización del período de
zando por los años terminados en "1". Hasta hace referencia utilizado para la anomalía individual de un
poco, se usaba el período 1951 -1980 para examinar las elemento climático es importante para hacer una de-
características de los elementos climáticos en todo el ducción válida a partir de los datos. La estabilidad de un
período podría signifi-
car que no hubo mu-

3~----~~
2
chos episodios de tiem-
po severo (extremo)
1 durante el mismo como
O IAI l l l l\1 \1\1 \ ,,, * •A 1 \ para subestimar o so-
brestimar la variabili-

~c=~LJ._tr-==~ dad o las fluctuaciones

-2~=-~-+---~
-1 climáticas.
R3 L En África occiden-
tal en general y en Nige-
-4
1rn1~1rn1~1~1~1~1m1m1m1m1~1m1m1m1m1m ria en particular, el pe-
Figura 3 -Anomalías normalizadas de la precipitación anual en Nigeria usando el promedio del período de referencia ríodo comprendido en-
1951·1980 tre 1970 y 1990 sufrió
importantes reduccio-
mundo . Sin embargo, actualmente se está usando el nes de la cantidad de precipitación, excepto entre 1978 y
período de referencia 1961-1990 en los Servicios Cli- 1980 (Figura 1). Los desastres ocasionados por la sequía
matológicos de muchas partes del mundo. La razón de principios de los años 70 y 80 corresponden a perío-
principal para que esto ocurra ha sido el desarrollo de dos de episodios severos de El Niño /Oscilación Austral
las redes de observación y la mayor disponibilidad de (ENOA) y ocasionaron que se reconociera el importante
datos durante ese período, que se considera que con- papel que puede jugar la aplicación del conocimiento
 climático en la planificación y en el desarrollo de la eco-
nomía nacional.
Los episodios ENOA severos tienen diferentes
consecuencias en distintas partes del mundo. En los
trópicos y en los subtrópicos, las principales conse-
cuencias han sido condiciones de sequía en la mayor
parte de la zona oriental del Pacífico Sur y de la zona
central de América del Sur. Hay generalmente un dra-
mático descenso de las tormentas tropicales y de la ac-
tividad de huracanes en
el Atlántico Norte sub- 3
tropical y una zona más
amplia de condiciones 2 +-----._--------------------------------~~
favorables para la acti-
vidad de los ciclones
tropicales sobre la parte O 1/ V V U V V \ 1 \
oriental del Pacífico
Norte. En África orien- -1
tal, precipitaciones _2 + - - - - - - - - - - + -- - -- - - --\1--- - - - - - - - j
abundantes e inunda-
ciones pueden ocasio- -3 _j1951195419571960 1963 1966196919721975 19781981198419871990 199319961999
nar dificultades y penu- Figura 4 -Anomalías normalizadas de la precipitación anual en Nigeria usando el promedio del período de referencia
290 ria a miles de personas. 196 J./990
En África meridional los
episodios ENOA se caracterizan gene ralmente por
condiciones de sequía.
La experiencia en África occidental
Teóricamente, se espera que el pro medio a largo pla-
zo sea el más preciso y el que debería producir el me-
jor resultado en los estudios de desviación, en parti-
cular para el fin de proyectar tendencias futura s en
las características climáticas. En consecue ncia, la
comparación de promedios de diferente base tempo-
ral con este promedio a largo plazo aportaría un a
precisión relativa al uso de los promed ios de base
temporal inferior. Como puede verse en la Figura 2,
el período de referencia 1961-1990 da lugar a la me-
dia menos precisa, con alrededor de un 11 por ciento
de variabilidad relativa comparada con el promedio
a largo plazo (697,92 mm) de la región Sudán-Sahel.
Esto no es sorprendente, ya que en África occidental
y, también, en muchas partes de los trópi cos, el pe-
ríodo 1961-1990 se caracterizó por muchos más años
de precipitación por debajo del promedio a largo pla -
zo (18 años) que por encima del promedio a largo
plazo (12 años) . En con traste con el período
1961- 1990, el1 951-1980, con un promedio de 710,64
mm es comparable con el promedio a la rgo plazo.
Los otros dos períodos que se mues tran en la Figu-
ra 2 (1931-1960 y 1941-1970) también tienen cifras
promedio más próximas al promedio a largo plazo
que el período 1961 -1990, aunque no tan ce rcanas
co mo las del período 1951 -1980.
Por tanto, si se usa un período de 30 años, parece
que el período de referencia 1961-1990 aplicado a Áfri-
ca occidental subestima, en definitiva, la aridez, resul-
tando una previsión de más años húmedos, incluso en
las zonas donde se supone que se dan más años secos.
Asimismo, la predicción anticipará sequías menos in-
tensas y, en consecuencia, habrá una fal ta de precisión
en las predicciones de las tendencias futuras a largo
plazo para África occidental.
.- 1 \ A 1\ 1 V l
Conclusión
El uso de promedios a largo plazo como base para me-
dir la variación de elementos climáticos individuales y
para estudiar posibles tendencias de las condiciones cli-
máticas es importante en todas las partes del mundo.
En África occidental, las economías dependen en gran
medida de la agricultura y la variabilidad climática
-en especial la precipitación- es la principal fuente
de fluctuación en la producción de alimentos. Por lo
tanto, la precisión de la metodología y Jos promedios de
períodos de referencia usados para examinar los datos
climáticos juegan un papel importante al estudiar las
tendencias a largo plazo de las condiciones climáticas
en general y de los episodios climáticos en particular.
De ac uerdo con las directrices de la OMM, se es-
pera que los Servicios Climatológicos actualicen sus
normales con toda la regularidad posible. También se
espera que el período de referencia usado sea Jo más
igual posible al promedio a largo plazo. Los prome-
dios del período de referencia 1951-1 980, que se han
usado hasta hace poco, parecen, por lo tanto, más
aceptables, ya que contienen casi el mismo número de
años de promedios negativos y positivos, que, conse-
cuentemente, están más próximos a las medias a largo
plazo. Debido a la mayor disponibilidad de datos ya
observada para el período 1961-1990, debería darse un
paso adelante en el uso de períodos de referencia.
También se debería considerar, sin embargo, la preci-
sión del período elegido en relación con la media a lar-
go plazo en las distintas partes del mundo.
 El uso de cualquier base de promedio depende de
la estabilidad relativa del período. En Nigeria y real-
mente en todo África occidental, los promedios del pe-
ríodo 1951-1980 parecen ser más estables y represen-
tar las anomalías individuales de forma más precisa
que los del período 1961-1990. Creemos que es signifi-
cativo examinar las consecuencias de usar distintos
períodos de referencia en relación con los episodios
de tiempo extremo en diferentes regiones para identi-
ficar su idoneidad y, en particular, del período
1961-1990, para establecer el uso adecuado del perío-
do de referencia. Se reconoce la necesidad de actuali-
zar la base temporal de los promedios en los Servicios
Climatológicos, pero los déficits o los excedentes cli-
máticos significativos durante el mismo período son
importantes también, a pesar de las redes de toma de
datos ampliadas y del mayor volumen de datos recogi-
dos.
En algunas partes del mundo puede haber alguna
justificación para usar el período de referencia 1961-1990.
Sin embargo, en África occidental no puede justificarse,
principalmente debido a que contiene relativamente más
años con precipitación por debajo que por encima del pro-
medio a largo plazo. Como consecuencia, su uso podría lle-
mrmcfflrmff~~ (t~ffff~~(tff~~g
fl!1 ífll @] @1 ~ ll@] ífll (t@ ~ ífll ll@]
!f!_ ff~ @1 ~ rJ: r!:~@ ífll rJ:@ ~ (t ~ ff@]
Por Johannes GVDDAL *,Hans GRABER **, Heinz GUENTHER ***,José Carlos NIETO BORGE ****
Las actividades humanas y las consecuencias medioam-
bientales que conllevan sobre las zonas del litoral de
todo el mundo requieren un nuevo y mejor entendi-
miento de los procesos físicos que tienen lugar en las
aguas costeras, así como en su atmósfera más próxima.
El viento, las olas y los sistemas de corrientes se sabe
que son altamente complejos y transitorios en muchas
áreas costeras, e incluso la información para la resolu-
ción del curso sobre estos fenómenos es difícil y cara de
obtener. Dicha información es, además, requerida como
un preámbulo para los estudios de los procesos quími-
cos y biológicos, pero tiene su valor autónomo debido a
sus más inmediatas áreas de aplicación.
Desde los años 60, se han desarrollado y probado
en varias partes del mundo sistemas de control coste-
* Instituto Meteorológico de Noruega, y copresidente de
la Comisión Técn ica Mixta de Oceanografía y Meteoro-
logía Marítima (OMM/ COI)
var a características de desviación erróneas, posiblemente
subestimando los años secos y proyectando tendencias cli-
máticas más húmedas.
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ofrainfa/1 o ver Ogun-Oshun River Basin and its teleconnec-
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te in 1998. OMM ntun. 896 , G inebra.
~-{,;) 1950
~2000
ros que usan radares de alta frecuencia (HF). Estos ra-
dares funcionan entre los 5 y los 50 MHz, y sus antenas
presentan un aspecto muy diferente del de las antenas
de radares náuticos o el de las antenas de radar de
vuelo en los aeropuertos. Su fundamento de medida se
basa en el análisis de las señales de radar retrodisper-
sadas por la superficie rugosa del océano. La mayor
parte de los sistemas están basados en la propagación
de ondas en superficie, es decir, la onda electromagné-
tica viaja a lo largo de la superficie del mar más allá
del horizonte. El margen de funcionamiento depende
de la frecuencia de operación usada y va desde unos 40
km a 25 MHz hasta los 400 km a 5 MHz. Debido a los
sistemas de antena más pequeña, son muy comunes
los sistemas de 25 MHz, con menos interferencias de
Universidad de Miami, EE . UU.
*** GKSS Forschungszentrum, Alemania
Puertos del Estado, España
 radio y una resolución espacial amplificada de hasta
un mínimo de 300 m. Los sistemas de onda espacial
pueden conseguir mayores intervalos de funciona-
miento mediante el uso de la ionosfera como reflector.
Normalmente, éstos tienen un margen sin visión de
300 a 500 km delante del sistema y pueden alcanzar
hasta 1 000 km. Comparados con los radares de HF, los
sistemas de boyas fijas resultarían demasiado caros
para proporcionar la misma cobertura horizontal,
pero estos últimos tienen una ventaja obvia en el caso
en que se requiera un sondeo subsuperficial. En los úl-
timos años, se ha mejorado en gran medida el proce-
sado de los datos de radares de HF, posibilitando la vi-
gilancia en tiempo real con un retraso inferior a 20 mi-
nutos. Los productos resultantes de salida típicos son
mapas de las áreas que circundan un puerto principal,
mostrando los vectores que representan las corrien-
tes, y la altura y dirección de las olas para clientes que
pertenecen al ámbito de la ordenación de tráfico y
para organizaciones de búsqueda y rescate.
Desde comienzos de los años 90 también se puso
de manifiesto que los radares de banda X podrían
292 reemplazar a los sistemas de boya fija en zonas coste-
ras o en las proximidades de las plataformas, siempre
que no fuesen necesarias medidas por debajo de la su-
perficie. El fundamento de medida del radar de longi-
tud de onda en la banda X es la digitalización de la
imagen desordenada del mar y un posterior análisis
de Fourier en el espacio y en el tiempo. El sistema pro-
porciona un espectro de energía de la ola según las di-
recciones y las frecuencias y una estimación promedio
del área correspondiente del vector de la corriente su-
perficial. En comparación con los sistemas basados en
medidas de boyas, que sólo efectúan el análisis de
Fourier en el tiempo y que parten de hipótesis acerca
de la forma espectral para obtener espectros bidimen-
sionales, se ha demostrado que el sistema de banda X
produce espectros de olas bidimensionales más fide-
dignos. Los parámetros de la ola convencionales, por
·-
1-M
. ., - r
._l l i
- '-
i
1 _ ,_
i
1 _ ,_
.•:E
~
• :E
.• :E
1111•
.•
Series temporales obtenidas apartir de los radares WaMOS de banda X, 16-20 de febrero de 2000
61'N
i
!
Mapa de olas "instantáneo" suministrado por radares HF WERA situados en dos
islas al este del área de cobertura. El sombreado representa un campo de altura
de olas, indicándose con flechas las direcciones dominantes
ejemplo, la altura significativa de olas, el período de
las olas, la dirección media del oleaje, se estiman a
partir de los espectros, en la forma habitual. Las medi-
das de viento fiables se tienen que obtener todavía por
medio de plataformas y de boyas.
De forma paralela, se han desarrollado en la actua-
lidad modelos numéricos para la trascendencia tanto de
las olas como de las corrientes en las zonas costeras, con
tal de que se les proporcione datos atmosféricos de en-
trada de alta calidad y una estratificación de la masa de
agua inicial más o menos adecuada. Los modelos nu-
méricos de corrientes y de olas requieren también valo-
res de contorno obtenidos a partir de modelos de mayor
escala que abarquen áreas oceánicas más extensas, lo
que, a efectos operativos, significa que se requerirá un
amplio ajuste de modelos atmosféricos y oceánicos, in-
cluyendo el anidamiento de modelos de escala más fina
dentro de los de mayor envergadura. Los modelos nu-
méricos asimilan los diferentes tipos de datos de co-
rriente y de olas procedentes de los
radares, y además, proporcionan la
extrapolación a áreas más extensas y
a profundidades mayores. En parti-
cular, las estimaciones de las co-
rrientes por parte del radar de HF
l -1 debenan ' mterpretarse
. como va'l 1"d as
hasta una profundidad de un metro
•-M I de agua, mientras que para los pro-
pósitos de navegación, el requisito
1
1
1
1
•-
1
es más bien una estimación media
para los diez metros superiores de
:E j
1:
agua .
Estas tres líneas de desarrollo
junto con la creciente atención a las
actividades marinas costeras y a sus problemas, consti-
tuyen el antecedente para la creación del Grupo de Tra-
bajo ROSE (Radar Ocean SEnsing) (Sondeo por Radar
del Océano) dentro de la Comisión originaria de la OMM
sobre Meteorología Marítima. Se constituyó como un
grupo de trabajo de referencia, con fines específicos,
destinado a promover el uso de radares terrestres en el
control costero, según resulte apropiado, en combina-
ción con las medidas in situ y los modelos numéricos,
en aplicaciones operativas claramente dirigidas a aten-
der las necesidades del usuario. El grupo consideraría
las necesidades de normalización e intercambio de da-
tos, y de transferencia del conocimiento de los sistemas
de observación basados en los radares entre las comu-
nidades científicas, los organismos de predicción ope-
rativa y los potenciales usuarios finales . En particular,
los sistemas basados en HF fueron desarrollados y pro-
bados en diferentes regiones de Australia, Europa, Ja-
pón y Estados Unidos, y se consideró útil crear un fó-
rum de información mutua y de intercambio de infor-
mación con el propósito de situar estos sistemas dentro
de aplicaciones más exigentes para servicios orientados
al usuario.
En 1995, la CMM organizó el primer seminario del
ROSE en la secretaría de la OMM. Constituyó un gran
éxito el reunir juntos, por primera vez, a expertos
mundiales tanto en radares terrestres como en mode-
lización numérica, y a representantes de comunidades
internacionales de usuarios, en este caso la Asociación
Internacional de Autoridades de Faros (IALA).
De hecho, la IALA continuó este éxito organizan-
do el segundo seminario del ROSE en su sede parisien-
se dos años después. Los expertos del ROSE volvieron
a visitar la conferencia de la IALA en Roterdam en
51"N¡ ,tt a~~t <~61"N
..
.,
~ Puertos del Estado, de España, para diseñar la in-
Mapa de corrientes "instantáneo" obtenido por el sistema WERA, donde los velrr
cidodes de corriente aparecen sombreados y en el que las flechas señalan las di-
recciones. Lo fuerte variación espacial se muestro con corrientes máximos de
aproximadamente 1ms-1
1997 y en Hamburgo en 1999, con la presentación de
los radares de HF y de los modelos numéricos poten-
ciales para el beneficio de las centrales de Servicios de
Tráfico de Barcos. En todos estos encuentros se puso
de relieve repetidamente que los proyectos de demos-
tración operativa, llevando· el producto final al entor-
no del usuario final de acuerdo con sus necesidades
reales, eran cruciales con el fin de promover esta nue-
va clase de tecnología.
A continuación de la creación del ROSE y de sus
seminarios, el proyecto EuroROSE fue diseñado y fi-
nalmente aceptado para su financiación por parte del
programa MAST III de Mar y Tecnología, de la Unión
Europea, desde 1998. Su propósito es demostrar el be-
neficio de la combinación de los radares terrestres,
tanto de HF como de banda X, y de los modelos numé-
ricos, en un servicio operativo para los Servicios de
Tráfico de Barcos. Se han elegido áreas de interés de
seguridad en la navegación y ha habido una adecuada
aproximación de las comunidades de usuarios, con el
fin de recibir los productos de salida del proyecto para
su aplicación diaria en su rutina de servicios. Según se
293
estableció en las normas del MAST, se formó un equi-
po conjunto europeo de organismos de investigación
y de predicción operativa para llevar a cabo las dife-
rentes tareas:
La Universidad de Hamburgo, para proporcionar
los sistemas de HF WERA, la gestión de datos, y la
obtención de los campos de datos de corrientes.
El Forschungszentrum GKSS, de Alemania, para
coordinar el proyecto completo y para suminis-
trar los radares WaMOS de banda X.
El Centro Medioambiental y de Teledetección de
Nansen, Noruega, para la asimilación de los datos
de las medidas en los modelos.
El Instituto Meteorológico Noruego, para hacer
funcionar los modelos numéricos, y para interac-
tuar con los usuarios finales .
La Universidad de Sheffield, para obtener los
campos de datos de olas a partir del radar de HF y
para la validación científica del proyecto .
terfaz de usuario.
Se eligieron dos emplazamientos objetivo:
El Centro del Servicio de Tráfico de Barcos (VTS)
en la isla de Fedje, al oeste de la costa de Noruega,
que sirve a la navegación de superpetroleros ha-
cia y desde dos terminales de crudo de petróleo
próximas. Las discusiones iniciales con los ope-
radores de VTS llevan a la conclusión de centrar-
se en las configuraciones de corrientes y en sus
variaciones para la entrada de barcos al sur de la
estación VTS.
 ~ongitucle
Dado un mapo de olos "instantáneo", el modelo numérico de olas asimila sus do·
tos ylos extrapola a un área mayor, más allá de las islas próximas ala costa
El Centro VTS de Gijón, en el norte de España, que
sirve a un puerto mayor expuesto a episodios de
mar de fondo y de corrientes fuertes en el área de
294 aproximación.
El primer experimento de campo comenzó a me-
diados de febrero de 2000 y duró seis semanas. Las an-
tenas de emplazam iento dual WERA de HF req uirie-
ron un amplio estudio sobre su localización óp tima en
la accidentada topografía costera y sobre el suminis-
tro de electricidad y de cables de transferencia de da-
tos, así como la negociación con los propietarios del
terreno. Se instalaron dos radares de banda X para vi-
gilar más de cerca las condiciones de corriente y oleaje
en la parte más estrecha y crítica del canal de entrada.
Todos los datos de medidas son procesados y
transferidos en tiempo real para ser asimilados dentro
de sus apropiados campos de modelos numéricos en
intervalos de tiempo de una hora. Por consiguiente, los
campos de datos de "medida pura" se presentan cada
veinte minutos con un retraso inferior a quince minu-
tos, y cada nueva hora se presentan los campos del mo-
delo actualizados con un intervalo de predicción de seis
horas, con un retraso de veinte minutos. Estos produc-
tos se han llevado tanto a la torre de control de la cen-
tral VTS como a Internet Los mapas de corrientes obte-
nidos de los radares de HF pueden ser examinados du-
rante algún tiempo en la dirección Web: http://ifmaxpL
ifm.uni-hamburg.de/EuroROSE/online.htmL
El experimento de campo de Fedje se probó de
forma operativa con éxito desde su primer día, excep-
to para interrupciones secundarias debidas a cortes
en el suministro de alimentación eléctrica y a episo-
dios de estados de la mar extremadamente fuertes que
reducen el rango de los sensores de HF. Los datos de
"medida pura" y los productos de los modelos fueron
El modelo de circulación asimila los datos de corrientes "instantáneos", los extra·
polo aun área mayor, ylos vectores de corriente son convertidos o valores inte·
grados paro uno profundidad de 1Om
recibidos entusiásticamente por el personal del VTS.
Fue particularmente alentador que pilotos experi-
mentados pudiesen confirmar las características más
importantes de la corriente costera; una corriente pre-
dominante en forma de chorro moviéndose hacia el
norte, aproximadamente a 10 km de distancia de la
orilla de la isla con, sin embargo, cambios significati-
vos en su posición, dirección e intensidad. De manera
temporal, la corriente quedaría interrumpida median-
te la propagación de remolinos que podrían cambiar
la dirección hasta 180°. Se muestran ejemplos para
ilustrar estas características. Se organizó una campa-
ña auxiliar de campo para recoger datos para la poste-
rior validación de los productos EuroROSE, tales como
medidas de propagación de olas y de registros ADCP
de la estratificación de la masa de agua.
Se organizó una reunión mixta de EuroROSE y
ROSE junto con la primera fase del experimento de
campo de Fedje, reuniendo a expertos europeos y de
los Estados Unidos dedicados a proyectos afines. Se
consideró de interés mutuo el aprendizaje de los desa-
rrollos de los demás y el ayudar a promover esta exci-
tante nueva tecnología hacia nuevas aplicaciones. En
la reunión, se celebró la primera fase exitosa del pro-
yecto, según se informñ en las páginas 320-322 del Bo-
letín 49 (3).
En los Estados Unidos, los radares de HF se han
usado ampliamente tanto en las líneas costeras del
este como del oeste. La compañía de sondeo oceánico
CODAR, fundada por Don Barrick, ofrece hoy dos va-
riantes -el sistema CODAR original, que usa una an-
tena radiogoniométrica de cuatro látigos, y un modelo
SeaSonde, más compacto, que utiliza dos lazos cruza-
dos y una an tena de látigo sobre la parte superior de
un mástil-. Muchos radares CODAR se han puesto a
funcionar en lugares tales como el Canal de Santa Bár-
bara y la costa de Oregón. El HiFAR (radar para la dis-
tribución de las ondas superficiales de alta frecuencia)
es un programa conjunto entre la industri a y las uni-
versidades financiado por la Oficina de Investigación
Naval. Este sistema tiene similitudes con el EuroROSE
y proporciona una vigilancia a nivel sinóptico de las
condiciones oceánicas en más de 1 500 millas cuadra-
das.
Los radares de HF de ondas en superficie también
se aplican en Aus tralia, en Canadá y en Japón . En Ja-
pón, el Sistema de Radar Oceánico HF de Okinawa pro-
porciona medidas de las olas y de la mar de fondo en
la bahía de Tokio . En Canadá, los Sistemas de Radar
del Norte hacen funcionar un radar de HF en Cape
Race, Terranova, que detecta el estado de la mar, las
corrientes, los icebergs, los barcos y los aviones. En
Australia, un grupo de investigación en olas superfi-
ciales de la Universidad James Cook se centra en las
interacciones entre el aire y el mar. Australia también
tiene grupos trabajando en los sistemas de onda espa-
cial para diferentes aplicaciones.
Tanto los radares de HF como los de banda X,
más allá de cualquier duda, han probado su potencial
en la vigilancia oceanográfica cos tera. Hay una clara
ventaja en tener el sistema en tierra, lo que proporcio-
na un acceso más fácil en el caso de las acciones de
mantenimiento y reparación. Sin embargo, la mayor
ventaja es la capacidad de cubrir áreas bastante exten-
sas, tales como las de aproximación a puerto, donde la
navegación precisa de los superpetroleros requiere
una alta calidad en las medidas de las corrientes. Esta
información, dada sólo en unos pocos emplazamien-
tos, no es suficiente y debe proporcionarse en la forma
de un mapa, de manera que los capitanes de los barcos
puedan observar la variación de las corrientes con la
distancia y con el tiempo a lo largo de su ruta. La in-
formación del mapa de corrientes también entra en
juego en los casos de eliminación de vertidos de petró-
leo, donde se han planificado medidas de respuesta
importantes con el fin de proteger ciertas áreas vulne-
rables.
La tecnología de HF necesita también algún desa-
rrollo con el fin de convertirse en una herramienta
normalizada para la vigilancia costera operativa. Un
aspecto es la configuración y la localización de los sis-
temas de antena. Hay diferentes sistem as prototipo y
unos pocos sis temas comercializados en todo el mun-
do. Los sistemas de conformación de haz requieren
dispositivos de antenas, que exigen espacio y pueden
presentar dificultad en el caso de adquisición compli-
cada de terreno. En una costa accidentada tal como la
de Noruega, las islas ofrecen muchas oportunidades
para emplazamientos de radar, pero no siempre resul-
tan ideales en términos de alimentación eléctrica,
transferencia de datos y coberturas de área. A lo largo
de una suave línea costera tal como la de Holanda, la
adquisición de terreno puede ser difícil debido al uso
público de las playas. Las técnicas radiogoniométricas
emplean antenas mucho más simples, pero pueden
necesitar una aclaración relativa a su funcionamiento
en la resolución acimutal. Además, los escenarios de
usuarios específicos pueden necesitar unos determi-
nados requisitos para un sistema de vigilancia basado
en HF. Las características del tráfico y otras activida-
des del área influirán en la configuración de un sis te-
ma de vigilancia, como lo harán los aspectos domi-
nantes de las corrientes y de las olas, en particular de-
bido a la topografía del fondo marino.
Finalmente, la tecnología requiere una fuerte in-
dustria de fabricación y de servicios, que pueda ser lo
suficientemente flexible para atender la variabilidad
de los requisitos de usuario.
Agradecimientos
Los autores desean expresar su agradecimiento a la 295
Profesora Lucy Wyatt, de la Universidad de Sheffield,
en el Reino Unido, y al Dr. Klaus- Werner Gurgel, de la
Universidad de Hamburgo, en Alemania, por sus con-
tribuciones y consejos en la preparación de este infor-
me.
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di& di&~@lrtrtwUUw di&U@l
1Jf!il (E (j;(E@ 1l@ u@¡g~@] 1Jirll fJjJ íftl di fi@] u
El papel de la Organización Meteorológica Internacional
y de la Organización Meteorológica Mundial
296
Introducción
Aunque la importancia de la meteorología como cien-
cia práctica ha sido evidente durante más de dos mile-
nios, fue en 1662 cuando Lawrence Rooke sugirió que
los marineros "embarcados en viajes largos" hicieran
observaciones meteorológicas sistemáticas en barcos
voluntarios de observación, casi 120 años antes de que
se creara una red internacional de estaciones. Casi un
siglo más tarde, en 1882, se organizó el primer progra-
ma internacional global de observaciones meteoroló-
gicas dentro del marco del Primer Año Polar Interna-
cional (API). El predecesor inm ediato de la Organiza-
C!On Meteorológica Mund ial, la Organización
Meteorológica Internacional (OMI), y su Comité Me-
teorológico Internacional se comprometieron en la
planificación y en la organización del API, que fue el
primero de una serie continua de programas interna-
cionales de investigación meteorológica, que conti-
núan actualmente con el Programa Mundial de Inves-
tigación del Clima (PMIC). Todos estos programas han
jugado un papel fundamental en el desarrollo de la
ciencia y de la práctica de la meteorología y de la ac-
tual red mundial de observación.
Los Años Polares Internacionales y el Año
Geofísico Internacional
Las observaciones tomadas durante el primer API se
usaron para preparar mapas sinópticos diarios para
una región continua que abarcaba altas latitudes sep-
tentrionales desde el oeste de Europa a América del
* Correo electron ico: Mi ke.Bo ker@ wo nodoo. fr
thod s to fo recast error statistics. ]. Geoplzys. Res., 99 (CS) ,
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~-{N~ 1qt:;Q
@J20oo
Por Mike BAKER *
Norte, desd e agosto de 1882 hasta agosto de 1883.
Estos mapas han constituido la base de muchos estu-
dios básicos de predicción del tiempo. Además, las ob-
servaciones aumentaron enormemente nuestro cono-
cimiento de la circulación atmosférica en latitudes al-
tas. La red de estaciones meteorológicas existentes o
creadas especialmente abarcaba desde la Bahía de
Lady Franklin, en el norte, hasta el Cabo de Hornos, en
el sur, e incluía estaciones de zonas tanto templadas
como ecuatoriales. Durante el Año hubo unos pocos
intentos, sin mucho éxito, de hacer observaciones de
"gran" altitud utilizando globos y cometas.
La propuesta para el Segundo API fue presentada
a la OMI y, después, a la Conferencia Meteorológica
Internacional de Copenhague de 1929. Dos razones
que se esgrimieron fueron que el programa ayuda ría a
resolver los problemas de predicción del tiempo usan-
do informes telegráficos y el estudio de las capas altas
de la atmósfera usando radiosondas. El Año se celebró
a pesar de la crisis financiera mundial, gracias a la ge-
nerosidad de la Fundación Rockefeller, que ofreció
una subvención de 40 000 $EE.UU. para la compra de
equipo, incluidos 100 radiosondas y gracias a una sub-
vención de 50 000 francos de oro de la Asociación Me-
teorológica Internacional (actualmente, Asociación
Internacional de Meteorología y de Ciencias Atmosfé-
ricas) para la compra de radiosondas y de otra para la
publicación de los resultados.
La OMI confió al Deutsche Seewarte la preparación
de una serie de mapas sinópticos del hemisferio norte a
las 12 GMT de cada día del Año . Desgraciadamente, con
el comienzo de la Segunda Guerra Mundial en 1939, no
se completaron hasta 1950, aparte de los mapas del pe-
ríodo 17-31 de agosto de 1933, que se perdieron.
Al examinar los resultados meteorológicos, C. E.
P. Brooks escribió:
En cierto sentido, el Segundo Año Polar Interna-
ciona l tuvo lugar demasiado pronto, ya que mu-
chos de los instrumentos y de los métodos de la
meteorología moderna se encontraban aún en
fase experimental. Pero se puede decir que los es-
fuerzos para superar las/imitaciones, por ejemplo
en e/ suministro de radiosondas, ofrecieron un po-
deroso estímulo, y fueron un factor considerable
en los rápidos avances de la meteorología en los 25
años comprendidos entre 1933 y 1957.
Se podría sugerir que varios de los programas in-
ternacionales "llegaron demasiado pronto", o ¿sería
mejor sugerir que los programas internacionales han
ofrecido una serie de estímulos que han impulsado en
gran medida a los meteorólogos y a los fabricantes de
instrumentos a realizar mayores esfuerzos y a los go-
biernos a ofrecer fondos especiales para hacer posi-
bles los grandes avances de nuestro conocimiento del
tiempo y del clima?
La propuesta al Consejo Internacional de Unio-
nes Científicas (CIUC) de un Tercer API se cambió rá-
pidamente por la de un Año Geofísico Internacional
(1957/1958), un año de 18 meses desde julio de 1957 a
diciembre de 1958, que fue seguido inmediatamente
por un período de un año llamado Cooperación Geofí-
sica Internacional 1959. La OMM cooperó y tomó la
responsabilidad de desarrollar y organizar el progra-
ma meteorológico. ¿Qué fue lo que estimuló a la OMM
a publicar en 1956 un estudio general del programa
meteorológico, incluida una sección sobre la toma, re-
producción y distribución de datos meteorológicos:
los problemas encontrados para la publicación de los
datos meteorológicos del Segundo API o el aumento
global de experiencia en la toma y publicación de da-
tos o un poco de ambas cosas? La OMM también hizo
recomendaciones sobre la publicación de los resulta-
dos de las observaciones y creó un Centro Mundial de
Datos (CMD) dentro de la Secretaría para su recogida.
Otros CMD de datos meteorológicos fueron creados en
los EE.UU. y en la URSS (Federación Rusa), que toda-
vía siguen funcionando.
En 1952, el Boletín de la OMM publicó artículos
sobre el Primer (1882/1883) y el Segundo (1932/1933)
Años Polares Internacionales (Volumen Núm. IV,
núms. 1 y 2), ofreciendo información sucinta del desa-
rrollo y resultados de los Programas. Se informó de los
preparativos, desarrollo y resultados del Año Geofísi-
co Internacional (1957/1958), regularmente, en los Vo-
lúmenes V, VI, VII y VIII del Boletín de la OMM
(1956-1959).
El Programa de Investigación Global de la
Atmósfera (GARP)
A pesar de algunos problemas iniciales de ajuste en la
OMM y en el CIUC, el GARP (1967-1980) fue un gran éxito y,
al mostrar de forma convincente que una organización in-
tergubernamental y una no gubernamental pueden traba-
jar juntas y unir sus recursos para planificar y ejecutar un
importante programa internacional, ofreció las bases para
una cooperación similar en el PMIC (véase más adelante).
El logro sobresaliente del GARP fue el Experimento Meteo-
rológico Mundial (1978-1979), durante el cual cooperaron
durante 12 meses Servicios Meteorológicos e instituciones
oceanográficas, espaciales y de investigación en un estudio
detallado de la atmósfera global y de los océanos. Aunque
el resultado principal del GARP fue mejorar la capacidad
para ampliar las predicciones meteorológicas y nuestro
conocimiento sobre el cambio y la variabilidad climáticos,
también aumentó la confianza mutua que ha producido
hoy sus frutos en la cooperación de los Sistemas Mundia-
les de Observación del Clima, de los Océanos y Terrestre
(SMOC, SMOO y SMOT).
Programa Mundial de Investigaciones 297
Climatológicas (PMIC)
Los éxitos del GARP y la necesidad de seguir aumentan-
do nuestro conocimiento sobre la forma en que varía y
cambia el clima mundial llevaron al lanzamiento del
PMIC, una parte del Programa Mundial del Clima (PMC)
de la OMM. Al igual que con el GARP, se formó un Comi-
té Científico Conjunto para inspeccionar la planifica-
ción, la ejecución y el análisis de varios programas in-
ternacionales bien enfocados de investigación y de ob-
servaciones, tales como el Programa del Océano
Tropical y de la Atmósfera Global, el Experimento de
Circulación Oceánica Mundial, el Experimento Global de
Energía y del Ciclo del Agua, el Proyecto Internacional
de Climatología de Nubes por Satélite, el Estudio de Va-
riabilidad y Predecibilidad del Clima, etc. En la "Confe-
rencia sobre el Programa Mundial de Investigaciones
Climatológicas: logros, beneficio s y retos" ya se ha lla-
mado la atención sobre el alcance de la ampliación de
nuestro conocimiento de la variabilidad y del cambio
climáticos conseguido por el Programa. El informe de la
Reunión Intergubernamental sobre el Programa Mun-
dial del Clima indica otro as pecto:
Los beneficios (... en el mejor conocimiento del cli-
ma .. .), de alcance impresionante por derecho pro-
pio, también han contribuido a una función secun-
daria que ha demostrado ser igual de importante, si
no más; han servido para sensibilizar a la opinión
pública y a los líderes políticos e industriales de la
posibilidad de un rápido calentamiento global con
posibles repercusiones graves sobre el sistema ecoló-
gico y socioeconómico establecido.
 Estación de Snaefellsjokull, en Islandia, del año polar 1932/1933: los diferentes programas internacionales jugaran un papel decisivo en el desarrollo de una nueva ins·
298 trumentación para la realización de medidas meteorológicas.
Evolución de las actividades
Naturalmente, la complej idad de los programas ha au-
mentado eno rmemente desde el primer API, cuando
se estimaba que participarían un total de unas 700
personas, hasta el Experimento Atmosférico Global
del GARP (1978/1979) casi 100 años desp ués, en el que
participaron más de 850 estaciones de aire en altura y
en el que más de 9 000 estaciones hicieron observacio-
nes de superficie, además de aviones, globos, boyas,
satélites, barcos, etc. Además, la planificación, el pro-
ceso de gestión, la comunicación de observaciones, la
recogida y la utilización de datos se han vuelto mucho
más complicados a medida que evolucionaban los ex-
perimentos. El intervalo entre los programas se ha
acortado de los 50 años entre los dos años polares a los
10 años entre el comienzo del AGI y el inicio del GARP
y posiblemente a un PMC permanente.
La evolución de los programas a la que se hizo re-
ferencia anteriormente muestra claramente el papel
esencial de la OMM y de su predecesora: en primer lu-
gar, al ofrecer un foro en el que poder desarrollar de
for ma equitativa la cooperación internacional; y, en
segundo lugar, el poder de la Organización para esti-
mular a sus Miembros a au mentar sus ac ti vidades es-
peciales durante períodos de más de un año . En mu-
chos casos, estaciones que fueron creadas para un
programa especial han continuado después de la con-
clusión de éste y ahora forman parte de la red perma-
nente de observación.
Au nque se habían considerado las posibilidades
de utilizar satélites para mejorar nuestro conocimien-
to de la química y de la física de la atmósfera antes del
AGI, fueron el Año y los programas últimos, tales
como el GARP, los que verdaderamente fomentaron el
desarrollo de los satélites y de sus instrumentos. El
Informe de 1973 del Comité de Asuntos Exteriores del
Congreso de los EE. UU. incluye el siguiente párrafo:
Las hazanas científicas y tecnológicas del A GI fue-
ron impresionantes y en algunos casos espectacu-
lares; sus logros en el área de la política y de la di-
plomacia fueron también importantes ... al menos
un suceso AGI tuvo un potente impacto político,
en especial en los Estados Unidos: el lanzamiento,
por parte de la Unión Soviética, del Sputnik l.
¡El desa rrollo de los satélites desde entonces ha
sido también impresionante!
Volviendo la vista a los 120 años de éxitos de los
programas internacionales en los que han estado im -
plicadas la OMM y su predecesora, vemos importantes
aumentos en el número de disciplinas científicas, en
el alcance geográfico, en la complejidad y, en especial
en los últimos 50 años, en el número de organizacio-
nes internacionales con las que coopera la OMM: una
evolución única.
Examinando el período desde 1882, no se debería
pasar por alto el papel de los individ uos en el desarro-
llo de los programas internacionales y en el desarrollo
de la meteorología, empezando por Karl Weyprecht,
quien sugirió que para obtener progresos reales en
nuestro conocimiento de los fenómenos meteorológi-
cos, era necesario disponer de observaciones síncro-
nas a lo largo de un gran período de tiempo en distin-
 El Boletín de lo OMM abarcó los Actividades futuras
Años Po/ores lnternacianales yel Es difícil predecir el futu-
Año Geofísica lntemaciona/, de ro pero parece probable
1952 a 1959. Las portadas de que los esfuerzos globa-
los números de ¡u/io de 1957
(Vol. VI, Núm. 3) yde enero de les para avanzar en la
1959 (Vol. VIII, Núm. 1) estaban ciencia y en la práctica de
dedicadas al AGI. la meteorología estarán
basados en programas de
cooperación internacio-
nal, tales como el Pro-
grama Mundial del Cli-
ma, en los que la OMM
unirá sus fuerzas con una
amplia gama de socios,
tanto intergubernamen -
tales como no guberna-
mentales. También pode-
mos esperar que haya
una mayor cooperación
con una serie más amplia
de geocientíficos. Se pue-
La portada del Boletín de enero
de 1959 mostraba un mensa¡e de anticipar que, además
de los programas mun- 299
firmado por el Secretario General
de la OMM ypor el Presidente diales, se concentrarán
del AGI, agradeciendo alos los esfuerzos en ciertos
meteorólogos de todo el mundo subprogramas, en espe-
su partícipación en el proyecto. cialidades en las que el
conoc imiento es inade-
tas estaciones . Aunque Weyprecht con tri buyó mate- cuado. Los centros de atención de estos subprogramas
rialmente al lanzamiento de la serie de programas, estarán influenciados, prob ablemente, por las priori-
hubo muchos otros científicos quienes, a pesar de las dades que señalen los grupos intergubernamentales,
condiciones adversas, y a veces a costa de su vida, con- tales como el IPCC, o grupos de científicos implicados
siguieron que funcionaran los programas. No se pue- en la va nguardia de la investigación meteorológica,
de olvidar a científicos ya fallecidos como Buys Ballot, que se enfrentarán con el desafío de persuadir a las
Wild, La Cour, Laursen, Chapman, Nicolet, etc., quie- autoridades de la importancia de financiar empresas
nes, sin dejar su trabajo científico, también asumie- de investigación adecuadas. También parece inevita-
ron las responsabilidades añadidas de desarrollar y de ble que la OMM necesitará mantener la presión sobre
organizar programas internacionales: una tarea nada algunos de sus Miembros, no sólo para recoger, sino
despreciable incluso hace 120 años, cuando los pro- también para transmitir y conservar los resultados de
gramas eran menos amplios y mucho menos comple- sus observaciones meteorológicas e hidrológicas.
jos. Afortunadamente, sus sucesores continúan este No es difícil predecir que los presupuestos segui-
importantísimo trabajo. rán siendo ajustados, a pesar del acuerdo general de la
Es cierto que el Grupo Intergubernamental de Conferencia sobre Beneficios Económicos de los Servi-
expertos sobre los Cambios Climáticos (IPCC) no cios Meteorológicos e Hidrológicos de 1994 y de estu-
hubiera podido presentar en 1995 un informe tan dios más recientes, de que la meteorología retorna en-
detallado y tan avanzado si antes no hubi eran exis- tre 5 y 10 veces el presupuesto as ignado . Esto bien
tido ni el GARP ni el PMC. Sus va loracion es futuras puede significar que se hará cada vez más necesa rio
se basarán necesariam ente en la información adi- diseñar programas de eficacia óptima usando obser-
cion al que proporcionen el PMC y otros programas vaciones de superficie, de barcos y de satélites que
y en las observaciones del SMOC, del SMOO, del ofrezcan los máximos beneficios con una inversión
SMOT, etc., que habrá que reforzar todavía más si mínima. También significará que todos los Miembros
queremos se r capaces de ofrecer una caracteriza- de la OMM tendrán un papel cada vez más importante
ción cuatridimensional adecuada de nuestro entor- para proporcionar observaciones rápidamente con el
no físico y, tal vez, quími co . fin de ayudar a mejorar las predicciones, para facilitar
 la preparación de proyecciones relativas al ca mbio cli-
mático y para disponer de una base mejor sobre la que
explicar las razones de tales cambios.
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lE OIN!~ fl!1 COJf ([})~ce~ O&uJ:~@ í!i1 .& m~ [l;ífcm Og - [,019SQ

~2000
í!il~ ~ce m~ ífíl ce~ cm~ ri1 ~O ~fPJ ~ ~ COJ ri1 ~ COJ
({; COJ

@1~ Ji ~~1/Jl ~JCJJ$3 1 fPJíf~@J~cece~@í!il

@1 ~ OCOJ ~ fm V; mífCOJ ~ ~fPJ ~~ COJ ri1 ~ COJ ~
Por Neville NICHOLLS *

300

Niño/Oscilación Austral de 1997/1998 y las cuestio -

Este artículo es el texto de la conferencia científica nes científi cas que surgen del fe nómeno. En es te
presentada por el autor en el Decimotercer Con- caso, se concen tran en la predicción del fenómeno
greso Meteorológico Mundial, Ginebra, 21 de y, especialmente, en cómo mejo rar el uso de las
mayo de 1999. predicciones del clima ba sadas en El Ni ño/Osc il a-
ción Austral.
La Oficina Australiana del Centro Climático Na-
El Niño de 1997/1998 fue uno de lo s ep isodio s más cional de Meteorología ha publicado predicciones cli-
severos del siglo pa sado . También fue el mejor ob- máticas estacionales de las preci pitaciones, basadas
se rvado , recibi ó el interés de los medios de co mu- en El Niño/Oscilación Austral, durante más de una dé-
nicación y la atención pública más extensa y es tre- cada. No obstante esta experiencia, y a pesar del reco-
cha, tuvo más impa ctos que los que jamás se le ha- nocimiento, ya en 1997, de que se es taba desarrollan-
bía imputado y do un episodio de El
acaparó el interés de TABLA 1 Niño que probablemen-
mu cha más gente y or- te iba a ser severo,
Impactos globales del episodio de El
ga ni zacio nes que en aprendimos mucho del
Niño/Oscilación Austral de 1997/1998 (de
ningún otro mom ento episodio de 1997/1998.
la NOAAOGP, 1999)
prediciendo y comen- Demostró, entre otras
tando su probable pro- Pérdidas directas 34 349 millones $ EE . UU. cosas, que la labor de
greso . ¡Ahora todos so - Mortalidad 24 120 predicción requiere algo
mo s expertos en El Morbididad 533 237 más que simplem ente el
Niño! Pero, ¿qué apren- Personas afectadas 110 997 518 desa rrollo de un modelo
dimos del episodio y Personas desplazadas 6 258 000 de predicción hábil: se
có mo utiliza remos es- neces ita un enfoque más
tas lecciones para me- claro sobre la difusión y
jorar nuestras reacc iones y prediccione s para el el uso de la información de la predicción climática.
próximo episodio de El Niño? Trenb erth (1998) y ¿Qué podemos decir sobre El Niño de 1997/1998?
MacPhaden (1999) describen el desa rrollo de El En primer lugar, según cualquier medida, fue severo, y
muchos impactos serios estuvieron asociados con él.
* Oficina del Centro de Investigación Meteorológico de Fue el primer episodio durante el cual reaccionaron
Melbourne, Austra lia muchas organizaciones nacionales e internacionales
(p. ej., la FAO). Parece probable que tan rápida res-
puesta constituya una característica de los futuros
episodios. Los impactos globales de El Niño de
1997/1998 han sido estimados por la NOAA (véase la
Tabla 1). Se estima que el fenómeno ha causado pérdi-
das de alrededor de 35 000 millones de dólares esta-
TABLA 11
Términos uti lizados por la Oficina Australiana de
Perspectivas Climáticas Estacionales en Meteorología
durante El Niño de 1997/1998
(T ahl Kestin, comunicación .e_ersonal)
Descriptores de la
Descriptores del episodio
probabilidad
Precipitaciones significativa- Probable
mente por debajo de la media
Condiciones significativamente Probabil idad muy alta
más secas de lo normal
Precipitaciones totales sign ifica- Riesgo serio
tivamente por deba jo de la me-
dia
Más seco que la media Aumento del riesgo
Sig nificativamente seco Alta probabilidad
El tercio más seco de las lluvi as Posibilidad significativa
regi strada s
Precipitaciones por debajo de Los niveles de riesgo más altos
la media
Tiempo más seco de lo normal
dounidenses. Los impactos sobre la salud humana
también fueron grandes: por ejemplo, el humo de los
incendios forestales en el sudeste de Asia afectó a la
salud de muchos millones de personas. Unas predic-
ciones mejoradas y un uso óptimo del conocim iento
actual podrían reducir estos impactos. En algunos ca-
sos, durante 1997/1998, parece que nuestra compren-
sión de El Niño mitigó sus impactos.
La cobertura oportuna de los efectos de El Niño por
los medios de comunicación fue una característica que
distinguió el episodio de El Niño de 1997/1998 de losan-
teriores. Aunque hubo una considerable cobertura por
los medios de comunicación del episodio de 1982/1983,
buena parte de la misma se publicó al final. La cobertu-
ra de 1997/1998, además de ser "en tiempo real", fue
también más completa, más exacta e, incluso, más útil.
Aparecieron excelentes artículos describiendo el meca-
nismo de El Niño/Oscilación Austral en numerosas re-
vistas informativas. La ciencia sobre El Niño y el interés
de los medios de comunicación y del público por él se
han desarrollado mucho en los últimos años.
A veces, las preocupaciones avivadas por la cober-
tura de los medios de com unicación fueron quizá más
extremas de lo que el fenómeno justificaba. El tono de
los artículos de los medios de comunicación contribuyó
a un sentimiento de pánico en la Australia rural, un
sentimiento no justificado ni por las evaluaciones rea-
listas de la relación entre El Niño y la sequía, ni por
nuestras predicciones. Una lección que aprendimos
durante 1997 es que necesitamos me-
jorar la relación con los medios de
comunicación y con los usuarios
para asegurar que la cobertura sea
equilibrada (Nicholls y Kestin, 1998).
La Tabla II enumera los términos
que utilizamos durante 1997/1998
para intentar transmitir a los medios
de comunicación nuestra convicción
de que gran parte de Australia tenía
más posibilidades de lo habitual de
experimentar condiciones más secas
de lo normal. La variedad de térmi-
nos utilizados para describir tanto el
fenómeno (precipitaciones en el ter-
cio inferior) como la probabilidad de
301
que éste tuviera lugar, y la falta de de-
finiciones formales de esos descrip-
tores, complicaron la difusión y el
uso de las predicciones: necesitamos
una definición formal de términos
como "probable" para la formula-
ción y la difusión de las predicciones.
Estas definiciones deben coincidir
con el modo en que el público gene-
ral y los medios de comunicación interpretan estos tér-
minos si queremos transmitir nuestro mensaje con
exactitud al público y a los responsables de la toma de
decisiones. Un modo de mejorar la comprensión sería
incluir siempre valores numéricos de las probabilida-
des después de una descripción verbal, por ejemplo:
"existe una probabilidad significativa (70% ó más) de
precipitaciones por debajo de la media".
El problema con la terminología de la predicción
fue exagerado por la presencia de muchas prediccio-
nes de diversas fuentes, utilizando todas ellas una ter-
minología aproximadamente definida pero diferente.
Esto co ndujo a algunos usuarios a ignorar toda la in-
formación referente a El Niño, porque pensaban que
"los científicos no se ponían de acuerdo". El es tableci-
miento de definiciones formales de los descripto res de
probabilidad en la predicción climática podría hacer-
se por medio de los CLIPS: un papel director de la
OMM en es te área red uciría ciertamente la con fusión
causada por múltiples predicciones que utilizan una
variedad de terminologías. La OMM tiene que jugar
aquí un papel natural, ya que muchas predicciones
tienen como fuente el exterio r del país "objetivo".
 Buena parte de la cobertura en aumento de los
medios de comun icación reflejó nuestra creciente
confianza, desde el episod io de 1982/1983, en que mu-
chos de los impactos climáticos eran atribuibles a El
Niño, y una convicción cada vez mayor de co mprender
y poder predecir El Niño, sus efectos e impactos climá-
ticos. Sin embargo, el último episodio de El Niño ha
dejado quizás una impresión inflada de nuestra capa-
cidad de predicción. Un artículo de la revista Science
afirmaba que "Las predicciones del último episodio de
El Niño fueron ampliamente consideradas como un
éxito abrumador" y que "si los meteorólogos se hubie-
ran atrevido a confiar más en sus modelos informáti-
cos, esas predicciones podrían haber sido mejores".
De hecho, pocos modelos predijeron El Niño hasta que
el episodio hubo empezado en abril de 1997; algunos
modelos rechazaban predecir El Niño, incluso cuando
el fenómeno estaba en su cénit; ningún modelo predi-
jo que sería algo más que un episodio moderado; y
quizá las mejores predicciones globales provinieron
de un simple esquema estadístico más que de un mo-
delo complejo acoplado océano-atmósfera (Barnston
302 y otros, 1999). Una vez que el fenómeno estuvo en
marcha, los modelos, en general, predijeron su evolu-
ción subsiguien te, aunque fueron lentos para predecir
el fin del episodio.
Una vez que estuvo establecido el fenómeno, a
mediados de 1997, los impactos climáticos del episo-
dio fueron predecibles, en general, mediante simples
métodos estadísticos. El patrón de anomalías climáti-
cas, generalmente seco en el Pacífico occidental y hú-
medo en el oriental, fue como se esperaba. Saber sim-
plemente que El Niño había comenzado permitió mu-
chas predicciones, potencialmente útiles, de las
variaciones climáticas. ¿Cómo de buenos fueron los
modelos de predicción climática una vez que El Niño
estuvo en marcha? También mostraron aptitudes, en
algunas regiones. Sin embargo, como ocurrió con los ·
modelos diseñados para predecir El Niño en sí, toda-
vía no hay pruebas serias de que los modelos, hasta el
momento, funcionen consistente y sustancialmente
mejor que los métodos estadísticos.
Quizás estemos en el punto en el que se encontra-
ba la predicción del tiempo hace 20 ó 30 años, cuando
los modelos empezaban a ajustarse a la exactitud de
las predicciones subjetivas o estadísticas. En ese caso,
quizás en los próximos años los modelos climáticos
puedan empezar a funcionar mejor que los esquemas
estadísticos. Ciertamen te, existen razones teóricas
para creer que los modelos climáticos deberían ser ca-
paces de sobrepasar algunas de las limitaciones de los
modelos estadísticos. Ya muestran ciertas aptitudes, y
El Niño de 1997/1998 será recordado como el primero
en el que se utilizaron ampliamente los modelos para
apoyar las predicciones climáticas operativas. Para el
futuro inmediato, sin embargo, muchas de las prue-
bas de que El Niño ha comenzado provendrán todavía
de las observaciones del índice de Oscilación Austral o
de las temperaturas de la superficie del mar del Pacífi-
co oriental. La vigilancia de estas temperaturas ha me-
jorado drásticamente desde El Niño de 1982, princi-
palmente debido a la red de boyas tropicales atmósfe-
ra-océano (MacPhaden, 1999). La OMM, a través de
programas como TOGA y, más recientemente, CLIVAR
y SMOC, ha sido fundamental para mejorar el modo de
vigilar El Niño . El Niño/Oscilación Austral es una de
las principales áreas de investigación del programa
CLIVAR, y es to debería conducir a modelos y predic-
ciones mejores.
Es necesaria una evaluación realista de nuestra
capacidad actual de predecir El Niño y sus efectos cli-
máticos deb ido al modo en que, nosotros y nuestro
público, tra tamos la incertidumbre. Hay considera-
bles pruebas en la literatura psicológica de que la gen-
te no maneja nada bien la incertidumbre y las proba-
bilidades. Un grupo de factores psicológicos llamados
sesgos cognitivos confunde nuestros intentos de co-
municar y comprender las incertidumbres, incluyen-
do las asociadas al clima (Nicholls, 1999). Puesto que
hemos de entregar las pred icciones climáticas en tér-
minos de probabilidades, debido a la naturaleza caóti-
ca del clima, tenemos que aprender también cómo la
gente interpreta -y malinterpreta- estas probabili-
dades. Se describe una selección de estos sesgos en la
Tabla III. Estos sesgos cognitivos afectaron al modo
en que se recibieron e interpretaron las predicciones
sobre El Niño en Australia durante 1997. Por ejemplo,
dos sesgos son la "disponibilidad" y el "anclaje". Du-
rante 1997 muchos artículos de prensa sobre El Niño
describieron los graves efectos del episod io de
1982/1983. Los usuarios tuvieron entonces grandes di-
ficultades para aj ustar sus expectati vas sob re los im-
pactos de El Niño de 1997 independientemente de lo
que habían experimentado durante 1982. Esto ocurrió,
incluso, cuando se les recordó que los efectos de 1982
fueron extremos, comparados con los impactos histó-
ricos de El Niño en Australia. La "disponibilidad" de
los informes sobre los impactos de 1982/1983 cond ujo
a los usuarios a "anclarse" en los efectos de 1982, y
consiguientemente, no pudieron "ajustarse" separán-
dose suficientemente de ese "ancla". Nicholls {1999)
abo rda los modos de evitar estos sesgos cognitivos : el
problema del "anclaje", por ejemplo, podría reducirse
asegurando que se abordaran una serie de episodios
de El Niño, con grados variables de impacto, en el con-
texto de una predicción basada en El Niño. En la Tabla
III se enumeran otros modos de reducir el probable
efecto de los sesgos cognitivos. Necesitamos trabajar,
no sólo en la mejora de nues tra vigilancia y predicción
del próximo episodio de El Niño, sino en modos inno-
vadores de presentar estas predicciones al público, si
queremos llevar a efecto los beneficios de investiga-
ción científica de las últimas décadas.
lecomunicaciones perfeccionadas, unos esfuerzos esta-
dísticos superiores para relacionar El Niño con sus
efectos climáticos y un modelo y una comprensión cien-
tífica mejorados del fenómeno. Dos artículos sobre el fe-
nómeno de El Niño, publicados en Nationa l Geographic,

TABLA 111
Algunos "sesgos cognitivos" que afectan probablemente a la preparación y al uso de
predicciones climáticas, y_ modos de reducir su efecto (de Nicholls, 1999)

Sesgo Causa Modos de reducir el efecto

Efecto encuadre Una predicción expresada de diferen- Incluir vers iones múltiples de predi cc io-
tes modos puede ser interpretada de nes encuadradas de diferentes formas
forma diferente (por ejemplo, un 30%
de probabilidad de precipitaciones
por debajo de la media frente a un
70% de probabilidad de precipitacio-
nes por encima de la media)

Disponibilidad Un mayor acceso a la información con-
duce a una creencia cada vez más sóli-
da en la va lidez de la información (p.
ej ., referencias frecuentes a El Niño de
1982/ 1983)
Incluir siempre en las publicac iones de
los medios de com unicación otros epi-
sodios de El Niño con impactos menos
dramáticos, evitando el enfoque único 303
sobre los impactos mayores

Anclaje Las decisiones pueden basarse en puntos
de partida incorrectos o irrelevantes o
"anclas" (por ejemplo, referencias a los
impactos de El Niño de 1982/ 1983, in-
cluso si El Niño actual es mucho más
débil)
Como con " Disponibilidad ", pero evi-
tando también información irrelevante
en las predicciones (p . ej., registros
previos de seq uías)

Exceso de con- Los grupos que preparan las prediccio- Forzar a los grupos a preparar las pre-
fian za (de los su- nes pueden su frir de "pensamiento en dicciones para la búsqueda activa de
ministradores de grupo" Wanus, 1982) contraejemplos (por ejemplo, un episo-
predicciones) dio de El Niño que no condujera a se-
quía en Australia)

Falibilidad de la La combinación intuitiva de las predic- Utilizar técnicas objetivas para combi-
intuición (de los ciones a partir de diversas fuentes nor- nar predicciones de diversas fuentes
sumin istradores malmente es peor que la combinación (in cluso un simple promedio de las pre-
de predicciones) objetiva dicciones es mejor que la intuició n)

Quiero enfatizar el impacto de esta investigación.
Hemos recorrido un largo camino muy rápidamente y
creo que esto puede ilustrarse observando las reaccio-
nes australianas en los últimos cuatro o cinco episodios
de El Niño. ¡En 1972 ni siquiera nos dimos cuenta de que
es tábamos en un año de El Niño has ta 1973! Llevábamos
metidos seis meses en el fenómeno de 1982/1983 antes
de que se publicaran predicciones y entonces fue dema-
siado tarde para evitar la mayo r parte de los daños. En
los episodios moderados de 199 1 y 1994 publicamos
predicciones poco después del inicio de los mismos, y
en 1997, lo hicimos mejor que nunca antes. Esta mejora
en la puntualidad refleja una mejor vigilancia, unas te-
nos recuerdan lo lejos que hemos llegado, y lo rápida-
men te que lo hemos hecho. Un artículo de 1984 sobre el
episodio de 1982/1983 cataloga la capacidad destructiva
de El Niño, mientras que un artículo de 1999 sobre el re-
ciente fenómeno se centra más en nuestra capacidad
mejorada de vigilar y de predecir el fenómeno. Esto
constituye un avance notable en sólo 15 años en un
ca mpo tan complejo como el climático. Tenemos un ca-
mino cons iderable que recorrer, pero no deberíamos ig-
no rar el importante y autén tico progreso que se ha he-
cho en las últimas décadas.
Necesitamos, obviamen te, mejorar nuestras ca-
pacidades de vigi lancia y de predicción. Pero, igual-
 mente importante, neces itamos mejorar nuestra co-
municación y conexión con los usuarios para que pue-
dan aprovecharse co mpletamente de lo que ya
sabemos y podemos predecir sobre El Niño. Esto re-
querirá mejores colaboraciones con los medios de co-
municación para asegurar que el mensaje se transmi-
te de forma exacta e inteligible, trabaja r con psicólo-
gos para asegurar que las incertidumbres subyacentes
sean completamente ap reciadas y tenidas en cuenta
por los responsables de la toma de decisiones, y traba-
jar co n las comunidades más afectadas, como los
gra njeros, para asegurar que el impacto real de El
Niño es comprendido y que se actúa sobre él -sin pá-
nico pero también sin infravalorar los riesgos-. Ne-
cesitamos modos más claros de expresar la exactitud
esperada y los riesgos de las predicciones. Una tarea
importan te para los SMHN será la de "filtrar" los nu-
merosos mensajes y predicciones referentes a El Niño:
habrá incluso más en el próximo episodio de El Niño
de las que hubo en el caso de 1997/1 998 y podrían con-
ducir a una confusión mayor por parte del público y
de los grupos interesados.
304
Aunque El Niño es importante, su extremo opues-
to, La Niña, puede ser también destructivo y merece
atención, y existen otros fenó menos climáticos que po-
demos vigilar y ser capaces de predecir. Así que queda
aún mucho por hacer an tes de que podamos afirmar
con confianza que podemos predecir las variaciones cli-
máticas interanuales. Pero, no infravaloremos lo que ya
se ha conseguido y se ha demostrado en El Niño de
1997/1998. Michael Glantz, del NCAR, ha adelantado que
la predicción de El Niño será "el regalo de la ciencia al
siglo XXI". El episodio de 1997/1998 nos confirmó, y de-
mostró a nuestro público, que podemos utilizar justo a
'¡j;>'<i?'¡j;>
tiempo El Niño en predicciones para el inicio del nuevo
siglo. Michael Hall, de la Oficina de Programas Globales
de la NOAA, ha señalado que la aplicación de las predic-
ciones de El Niño será el mayo r avance en el uso de la in-
formación climática desde que los humanos aplicaron
el ciclo anual a la agricultura. De nuevo, el uso de infor-
mación de predicción duran te 1997 mostró que pode-
mos hacerlo -aplicar lo que ya sabemos sobre El Niño
para mitigar los daños climáticos y aprovecharnos de
las posibilidades climáticas-. El reto para nosotros es
hacerlo todavía mejor la próxima vez. Para cumplir este
reto, la OMM será la organización crucial, y el éxito de
los programas climáticos de la OMM determinará el
nuestro propio.
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llMI& ít& @ íf(PJ ll (IJ);gff@] - ( ;) 1C)SQ
~2000
6

&rru ll@l m&f}VÍlwllucc@l

JI~ ll@í frí!Ldi ce@1 cdl& ll JIíf'@í ífLl
A. M . NOORIAN

Geografía y clima tación. El Khuzistán tiene una extensa área de buena

La República Islámica del Irán, en el sudoeste de As ia, tierra. Más de un tercio de la superficie terrestre reci-
ti ene un área de más de 1648 195 km 2, co n la fo rm a de be una precipitación media anual superi or a los 250
un cuadrado deformado . Bajo su lado occidental, des- mm. Las montañas que rodean la meseta central ofre-
de la frontera turca hasta el Golfo de Omán, se extien- cen una reserva de agua para regar las cosechas de pri-
den los Montes Zagros, una barrera tan poderosa que mavera. Sólo hay un río navegable. La Rep ública Islá-
los antiguos estrategas los consideraban la frontera mica del Irán tiene el mayor número de islas del Golfo
del mundo occidental. De todas fo rmas, los monu- Pérsico y la mayo r, Kish, tiene una extensión de 1 300
mentos históricos del Irá n están dispersos a ambos la- km 2 La población del país es de 60 millones de hab i-
dos de la co rdillera. En el norte, al sur del mar Caspio, ta ntes, co n una dens idad de 35,26 habitan tes po r km 2
que está a 28 m por debajo del ni vel del ma r, se extien- Alrededo r del 57 por ciento de la población total vive 305
de una cordillera estrecha pero de altas montañas, los en las ciudades. El resto vive en zonas rurales o son
Montes Elburz, que contin úa n hacia el este has ta la nómadas .
fro ntera afgana, con cumbres cubiertas de nieve todo
el año. El pico más alto del país, el Da mavand, se alza Historia de la meteorología
al noroes te de Teherán y mide 5 67 1m. En el cent ro del en la República Islámica del Irán
país, y dentro de es tas barre ras naturales, se encuen- Las primeras observaciones meteorológicas se reali-
tra la alta Meseta Iraní central, en gran parte un de- zaron en distintos lugares del país en los que estaban
sierto de sal y la mayor parte de ella por encima de los situados los consulados británico y ruso . La informa-
1 200 m de altitud, incluyendo el Desierto Chevir y el ción obtenida se enviaba a los respectivos pa íses para
Des ierto de Lut, con un área de más de 200 000 km 2 y ser archivada y para estudios estadísticos. Hace unos
de 166 000 km2, respectivamente. Antiguamente pasa- 80 años, algu nos consejeros franceses de la escuela
ban por ambos grandes ca- nacional de agricultura
rava nas comerciales que El autor se licenció en Físicas en Teherán, obtuvo co menza ron a enseñar al
transportaban mercancías su Magíster en ingeniería eléctrica en la Universi- personal local cómo ob-
a través de la Ruta de la dad de Ca rdiff(en el Reino Unido) y su Docto ra do serva r la tem pera tura, el
Seda de este a oeste y vice- en la Universida d de Gales (en el Reino Unido) y va por de ag ua en la atmós-
ve rsa. Abundan las zonas en la Universidad Técnica (en la República Islá- fera, la frecuencia y la in-
fértil es, tales como la cuen- mica del Irán). Desde 1980 es Viceministro de Ca- tensidad de la lluvia, etc.
ca Esfahan, el Jurasán sep- rreteras y Transporte y presidente de la Organiza- Con el tiempo, se inte-
ten trional y las llanuras de ción Meteorológica de la República Islámica. El rrumpieron es tas observa-
Qazvin y de Va ramin. El cli- Dr. No oria n fue elegido miembro del Consejo Eje- ciones y las es taciones de-
ma del país es de extremos: cutivo de la OMM en 1991 y en la actualidad es Se- saparecieron. Más ta rde,
caliente y seco en verano y gu ndo Vicepresidente de la OMM. cuando se creó el Ministe-
frío con algo de nieve en rio de Agricultura, se creó
invierno. El contras te de dentro del mi smo un De-
las condiciones climáticas entre las distintas regiones partamento de Recursos Hídricos y se empezaron a
ha contribuido a la magnificencia del paisaje. La larga hacer observaciones en nuevas estaciones meteo roló-
parte meridional del país se exti ende desde las llanu- gicas con fines agrícolas y de riego.
ras del Khuzestán, a lo largo de las estrechas llanuras y Dura nte la Segunda Guerra Mundial, el país estu-
de las colinas adyacentes, has ta el Golfo Pérsico, y se vo ocupado por el ejército aliado y se es tablecieron
adentra en los mo ntes Makran de Beluchistán, que so- numerosas es taciones meteorológicas sinópticas para
porta un clima cálido y debilitador con escasa precipi- salvaguardar la seguridad de los vuelos militares. Se
 nombró a dos oficiales de la fuerza aérea iraní para
que trabajaran con los británicos formándose como
observadores y como ayudantes de predicción: este
fue el primer curso de formación profes ional de me-
teorología sinóptica del Irán. Después de la Guerra, el
ejército aliado abandonó el país y se cerraron las esta-
ciones meteorológicas. Hace unos SO años, cuando se
creó el Departamento de Aviación Civil, se creó una
pequeña sección meteorológica en el aeropuerto prin-
cipal de Teherán. Expertos extranjeros, principalmen-
te de Holanda, comenzaron a formar a personal de
aviación civil. El crecimiento de la aviación civil fu e el
principal factor que contribuyó a la expansión de las
actividades meteorológicas. Hace unos 40 años, se
creó, dentro del Ministerio de Carreteras y Transporte,
una Organización Meteorológica independien te y, un
año después, Irán se convirtió en Miembro de la OMM.
Desde entonces, el progreso fue más rápido; el país se
benefició en gran medida de su pertenencia a la OMM
y tanto la OMM como el PNUD ofrecieron ayuda técni-
ca y algo de ayuda financiera.
306 Funciones de la Organización
Meteorológica Iraní de la República
Islámica del Irán (IRIMO)
La !RIMO tiene tres funciones principales. La primera
consiste en recoger y procesar la información meteo-
rológica, lo que se logra por medio de trece tipos dis-
tintos de estaciones meteorológicas. Las estaciones
meteorológicas envían su información a la oficina me-
teorológica central de Teherán y, después del con trol
necesario, se transmiten los datos internacionalmente
en tiempo real y diferido.
La segunda función es la formac ión profesional y
la provisión de recursos humanos. El principal centro
de formac ión profesional meteorológica está situado
en Teherán y ha sido reconocido por la OMM como
Centro Regional de Formación Meteorológica. En los
últimos años, el Centro ha proporcionado formación
profesional a más de SO alumnos extranjeros y a varios
cientos de alumnos nacionales. Ofrece cursos de for-
mación y especialización en distintas áreas meteoro-
lógicas. La !RIMO tiene contactos y contratos con dis-
tintas univers idades del país y, a lo largo de cada plan
quinquenal, se forman y gradúan unos SOO empleados
de meteorología de distintas categorías, sumando un
total de 1 SOO. Esta colaboración entre un Servicio Me-
teorológico y las universidades tal vez sea única. Hoy,
la !RIMO está reconocida oficialmente como el Servi-
cio que tiene el mayor número de personal con forma-
ción universitaria.
La tercera función de la !RIMO consiste en pro-
porcionar información para la aplicación de la infor-
mación meteorológica en el desarrollo y la mejora de
las actividades económicas nacionales. Para este fin,
se ha dado mucha importancia a la inves tigación. La
actividad de investigación ha aumentado enorme-
mente durante los últimos 20 años, es decir, después
de la revolución. Hoy, hay unos 10 centros de investi-
gación meteorológica en distintas parte del país que
abarcan las siguientes especialidades: meteorología
dinámica; meteorología sinóptica; meteorología físi-
ca; modificación artificial del tiempo; climatología;
meteorología aeronáutica; meteorología agrícola; ozo-
no; contaminación atmosférica; investigación atmos-
férica y oceanografía. Cada centro tiene un grupo de
investigación de unos 1S a 2S miembros, la mitad de
los cuales son seleccionados entre profesores univer-
sitarios. En la actualidad, se están llevando a cabo
unos 2SO proyectos de investigación en estos centros.
Para dirigir las ac tividades mencionadas arriba,
la !RIMO utiliza la tecnología más actual y ha progre-
sado en la década pasada más que cualquier otra insti-
tución de cualqu ier otra especialidad del país. La
!RIMO tiene a su disposición los últimos medios y el
último equipamiento de investigación y de formación
profesional, aunque puede que aún no haya alcanzado
el nivel de explotación óptima. La adquisición, el pro-
ceso y la utilización de datos meteorológicos se llevan
a cabo por medios automáticos. La información me-
teorológica que ofrecen los satélites (manejados por
China, Japón, la Federación Rusa y los EE.UU.) se reci-
be con regularidad. Un banco de información meteo-
rológica con unos 18 millones de datos está conectado
a través de Internet con otros bancos de toma de datos
de todo el mundo. A través de un sistema llamado
BBS, todo el que tenga acceso a un ordenador personal
es capaz de obtener la información meteorológica que
necesitan y la !RIMO puede obtener información de
otros sistemas internacionales. Otro sistema, llamado
MIS, es un sistema de gestión y de información para
temas de administración, de finanzas y de personal.
Los ordenadores se usan en todo lo posible con fines
de formación. Intentamos ir al mismo paso, sin reza-
garnos ni avanzar demasiado rápido, y corriendo el
riesgo de encon trar las difi cultades inherentes a los
nuevos sistemas.
En lo que respecta a las predicciones a corto y
medio plazo, se preparan y se distribuyen prediccio-
nes rutinarias diarias a 24 horas con la ayuda del
CEPPM. También se prepara una predicción a cinco
días, que se actualiza de forma continua. Incluso se
han intentado ofrecer predicciones estacionales. Du-
rante varios años, aho ra, a finales de verano, se ha
preparado y editado una predicción para el otoño y el
invierno siguien tes.
En el ámbito internacional, incluso antes de la
Revolución lraní, algunos directores de la Organiza-
ción Meteorológica fueron presidentes de la Asocia- prenden te ver hasta qué punto se ha interesado el pú-
ción Regional II (Asia) y participaron como tales en las blico por la meteorología. Con sus crecientes
sesiones del entonces Comité Ejecutivo. Después de la demandas, hemos tenido que ampliar nuestros servi-
Revolución, también hemos ostentado la presidencia cios y el entusiasmo del público nos ha servido de aci-
de la AR Il, además de pertenecer al Consejo Ejecutivo. cate.
En la actualidad, yo soy el Segundo Vicepresidente de En este momento, tal vez debería decir algo sobre
la OMM y espero, con toda sinceridad, ser útil en es te el papel de la IRIMO con relación al público en el caso
puesto. En el ámbito regional, la República Islámica de fenómenos de tiempo extremo y de desastres natu-
del Irán es miembro del rales. Siempre que un fe-
Programa Regional de Me- nómeno natural excede su
ALGUNOS DATOS ESTADÍSTICOS
teorología Marina del Gol- valor normal puede dar
fo Pérsico y también del origen a un desastre natu-
Los recursos humanos de la IRIMO constan de 2
Comité de Coordinación ral. Por ejemplo, leemos en
000 personas, de las cuales 7 45 son titulados
del Mar Caspio. el Corán que el agua es la
un iversi tarios. Además, hay unas 3 400 perso-
Después de la Revolu- fuente de la vi da. Sin em-
nas ocupadas como traba jadores a tiempo par-
ción se ha alcanzado un bargo, siempre que hay es-
cia l o como vo luntarios.
progreso considerable en casez o exceso de agua en
el campo de la hidrología, una zona, podemos tener
Número y tipo de estaciones
la hidrometeorología y los sequías o inundaciones,
recursos hídricos. El Mi- Estaciones sinópticas 180
que son desast res natura-
nisterio de Energía ha usa- (inclu idas estac iones costeras) les. Mientras respiramos
do ampliam ente la infor- Estaciones cl imatológicas 449 aire limpio, no apreciamos
mación hidrológica para el Estaciones de nieve y pluviométricas 2 181 su valor vital, pero cuando 307
diseño y la construcción Estaciones medidoras de radiación 332 estamos obligados a inha-
de presas, para estimar el Otras estaciones especiales 4 lar ai re contaminado nos
agua disponible y para pla- Estaciones de a ltura 11 ahogamos. Nuestro esfuer-
nificar los recursos hídri- Estaciones sinópticas marinas 14
zo en la !RIMO está dirigi-
Estaciones de la VAG 1
cos. El Ministerio de Agri- do a predecir la apa rición
Estaciones de investigación agrome-
cultura es otro usuario im- teorológica 18 de estos valores extremos
portante de la !RIMO. tan pronto como sea posi-
Ambos organismos man- ble e informar al público.
tienen una colabo ración cordial y fructífera . A través Dependiendo de la intensidad del fenómeno, emiti-
de nuestros esfuerzos conjuntos, hemos publicado ca- mos boletines de in formació n o avisos.
tálogos y folletos con información sobre todos los as- Las avalanchas son un tema de interés particular.
pectos de la producción agrícola, tales como el perío- Hemos creado estaciones especiales en 50 carreteras
do más adecuado para preparar la tierra, para sem- de montaña críticas para observar el comportamiento
brar, regar, cosechar, etc., que usan mucho los de la nieve. Con frecuencia, la gente se ve atrapada en
agricultores . La cooperación entre las autoridades las carreteras por grandes nevadas o por avalanchas
meteorológicas y las agrícolas es ejemplar y act ual- repentinas. Intentamos info rmar y avisar a la pobla-
mente tenemos 18 cent ros de investigación ag rome- ción en todo lo posible sobre los peligros inminentes.
teorológica en distintos lugares . Esto y satisfecho de decir que se han aumentado consi-
En el campo del medio ambiente, hemos hecho derablemente los contactos con el público a es te res-
grandes progresos, en particular, en el área de la con- pecto. Marcando el núm ero de teléfono 111 cualquiera
taminación del aire. En la actualidad, tenemos centros puede obtener información . Hemos creado paneles es-
de investigación en seis ciudades. Como parte de la peciales que muestran información del tiempo sobre
red internacional hemos creado una estación de la Vi- las rutas y los destinos en todos los aeropuertos del
gilancia de la Atmósfera Global (V AG), una estación de país e intentamos crear paneles similares en las esta-
ozono y estaciones de aerosoles atmosféricos. ciones de autobús y de tren.
Los principales usuarios y clientes de la IRIMO Un problema importante es la contaminación del
son el público. Hemos creado una oficina meteoroló- mar Casp io, que es un gran lago rodeado por varias
gica para atender al público a través de la cual cual- naciones . Posee importantes recursos de petróleo y de
quiera puede obtener información. Este servicio ha re- gas y una gran diversidad de peces, y es es pecialmente
sultado ser muy popular y es tamos esforzándonos famo so por la producción de caviar. El mar se está
todo lo posible por aumentarlo. Realmente es sor- contaminando y hay un riesgo cada vez mayor de
 arruinar sus recursos naturales. Hemos celebrado va-
rias reuniones con las naciones interesadas y hemos
prepa rado unos 12 proyectos principales bajo el para-
guas del CASPAS. Ya hemos obtenido ayuda externa
para faci litar la ejecución de nuestros proyectos.
En cuanto al fut uro, ya hemos preparado un plan
para los próximos 20 años . Este plan se actualiza con-
tinuamente, teniendo en cuenta los avances tecnológi-
cos y la disponibilidad de recursos financieros. Com-
parado con otros organismos gubernamentales, la
!RIMO tiene la suerte de haber aum entado su presu-
pues to y de haber obtenido ayuda gubernamental. Si
pudiéramos, todavía haríamos más. Nues tro principal
1MIV!lj~rr~~ ~íftl
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308 1JiJí1 ~ rt ~ ©íf© ll ©¿gfüm 1 crJl ~
!fa~ crJl íf@ ll@ f!1Í@] @ fi» ~íf@] (];~ w@]
República Islámica de Irán
Mehrnaz Bijanzadeh
Mehrnaz Bijanzadeh nació en Teherán en 1959. Reali-
zó sus estudios primarios y secundarios en Karaj, en
Irán, y en 1977 obtuvo su
diploma nacional supe-
rior en matemáticas.
En septiembre de
1977 marchó a Inglaterra a
seguir su formación supe-
rior. Entre 1977 y 1980 ob-
tuvo certificados de len-
gua inglesa y tres niveles
"A" en matemáticas y físi-
cas puras y aplicadas en la
Escuela de Tecnología del Mehrnoz Biionzodeh
No rdeste de Surrey.
Entre 1980 y 1983, Mehrnaz estudió una licencia-
tura co njunta de fís ica matemática y as trofísica en el
Queen Elizabeth College de Londres. En 1984 obtuvo
su Máster de física atmosférica en el Imperial College
de Londres; su tes is trataba de la dinámica atmosféri-
ca del bloqueo.
Entre 1985 y 1989, inves tigó para su doctorado en
el Departamento de Física del Imperial College sobre
esquemas anómalos de temperatura superficia l del
mar obtenidos por satélite y sobre el papel de la subsi-
dencia atmosférica . Después regresó a Irán y todavía
objetivo es ofrecer al público la información meteoro-
lógica e hidrológica más útil. Hemos tenido la suerte
de que el públi co nos ha dado el máximo apoyo. Vivi-
mos en un país con regímenes de tiempo y de clima
extremos y la meteorología tiene importantes conse-
cuencias sobre todos los as pectos de nuestras vidas.
En la escena internacional, también hemos tenido
suerte. Deseo dar las gracias a todos los Miembros de
la OMM y al personal de la Secretaría de la OMM. El Se-
cretario General, el Profesor G. O. P. Obasi, no ha esca-
timado esfuerzos por ayudar a los pa íses en vías de de-
sarrollo en su lucha por mantenerse al día con el pro-
greso.
~-í~l GSO
~J20Go
no ha defendido su tesis. Mientras estaba en el Impe-
rial College, trabajó con equipos de procesamiento de
imágenes !2S y de vez en cuando realizó animaciones
de imágenes de satélite para programas del tiempo .
También fue ayudante en experimentos de laborato-
rio sobre la velocidad de la luz. Durante su estancia en
Londres, Mehrnaz se hizo miembro de la Real Socie-
dad Meteorológica.
Des de 1990 ha sta el día de ho y Mehrnaz ha tra-
bajado en la !RIMO. En 199 1 ayudó en la in stalación
de una es tac ión de recepción de dato s de satélite y
des de ento nces se ha encargado de la es tación y de
las actividades de meteorolo gía de sa télite. Es
miem bro de comisiones técnicas de la OMM tale s
co mo la CCA y la CSB . As istió al Duodécimo Co ngre-
so en 1995 y a las reunion es del CE de 1996 y 1997
como co nsejera del jefe de la !RIMO. En 1996 fu e
elegid a representante de la región de Asia en el
Gr upo de Trabajo de la CSB sobre Sa télites. En ese
mismo año, se co nvirtió en el punto de contacto na-
cional iraní sobre aplicaciones meteorológicas de
lo s sa télites y sobre vigilancia de riesgo s naturales
de la CESA P. Ha enseñado meteorología de sa télites
en la Universidad y en el CRFM de Teh erán a estu-
diantes de Más ter y de doctorado .
Desde que el Dr. Noo rian se convirtió en Segundo
Vicepres idente de la OMM, Mehrnaz ha trabajado de
consejera para él.
Shahindokht Taghikhan
Shahin Taghikhan comenzó su carrera como ayu-
dante de predictor en el !RIMO, en Teherán, a finales
de la década de los 70. Es
una de las integrantes de
las prim eras promocio-
nes de predictoras que
trabajaron en el Servicio.
En aq uellos días era muy
dificil, a la vez que inu-
sual para una mujer, tra-
bajar junto a sus colegas
masculinos tanto de día
como de noche. Pero
Shahin estaba demasiado Shahindokht Taghikhan
interesada por su trabajo
como para pensar en dejarlo por otra profesión, en
consecuencia decidió matricularse en la Universidad y
sin ninguna dificultad obtuvo la Licenciatura en Cien-
cias y después completó un curso de Diplomatura
para convertirse en una meteoróloga de Clase l. Seis o
siete años más ta rde, tras gana r una considerable ex-
periencia, fue ascendida al puesto de predictora supe-
rior y se convirtió en cabeza y líder del grupo de pre-
dictores con menos experiencia. Algunos años más
tarde, se organizó en Irán un curso especial para fun-
cionarias, el título de dicho curso era "Sistemas de
Gestión, Planificación e Ingen iería". La Sra. Taghik-
han fue seleccionada por el !RIMO como la funciona-
ria más cualificada para as istir al curso. Después de
completarlo con éxito, obtuvo su título de Magíster en
Ciencias. El supervisor de su tesis fue el doctor Noo-
rian, el Presidente del !RIMO, que había sido, además,
uno de sus profesores en la Universidad. Shahin se
casó y tiene dos niños. Es también miembro del comi-
té para mitigar los daños producidos por inundacio-
nes y autora de diversas publicaciones.
Malasia
Leong Chow Peng
Leong Cho w Peng comenzó su vid a profesional en
el servicio trabaja ndo durante un a pequeña tempo-
ra da co mo meteoróloga de guardi a en la principa l
Oficina de Predicció n del Aeropuerto de Sub ang an -
tes de ser trasladada a la Oficina Me teoro lógica
Central para ejercer de func ionaria encargada de
una de las unid ades de modificación arti ficia l del
tiempo, puesto que ocupó hasta 1986. Sus obliga-
ciones incluían trabajos de campo durante largos
períodos, volando en distintos tipos de aeronaves
utilizadas para sembrar nubes y trabajando estre-
chamente co n la tripulación de las aeronaves y con
co mp añeros que eran excl usivamente masc ulinos.
Más tarde fue trasladada para encabezar la Divi-
sión de Estu dios Medioamb ientales y has ta el día
de hoy ha sido Directora de la División .
Sus responsabilidades incluyen el funcionamiento
de una red grande de 22 estaciones de vigilancia de la
contaminación del aire, incluida una estación regional
de Vigilancia de la Atmósfera Global (VAG) de la OMM
en Tanah Rate, en Cameron Highlands. También ha es-
tado involucrada en numerosos proyectos relacionados
con el medio ambiente en cooperación con asociaciones
científicas locales, con institutos de investigación y con
universidades. Además, es autora de muchos artículos
de revistas, de periódicos locales y de otras publicacio-
nes del departamento, que sirven para educar al público
general sobre los actuales problemas medioambientales
de interés nacional, regional y mundial.
Hoy, es la coordinado ra y la encargada de varios
proyectos y programas internacionales. En el ámbito
nacional, es miembro de diversos comités de investi-
gación en universidades locales y también es una de
las principales científicas locales en numerosos pro-
yectos de colaboración.
Aunq ue su trabajo la deja poco tiempo para in-
vestigar, ha establecido una estrecha relación de tra- 309
bajo con muchos científicos internacionales incluidos
algunos de Australia, los EE.UU., japón, Suecia y el
Reino Unido y es coautora de varios artículos científi-
cos sobre problemas tales como la lluvia ácida, el ozo-
no y la calima transfronteriza . Actualmente, coordina
una inicia tiva de modelización regional para adaptar
el modelo de Mesoescala de Transporte y Química
Atmosféricos del Instituto Meteorológico e Hidrológi-
co Sueco a Malas ia.
Como reconocimiento a sus múltiples contri -
buciones al Servicio Meteorológico de Malasia, el
Rey de Malasia le concedió el AMN en 199 1. Tam-
bién fue una de las ga -
lardo nadas con los
prem ios anuales del
departamento por ser-
vicios excelentes en
1992 y 1995. Chow
Peng atribu ye gra n
parte de su éxito al
apoyo de sus compa-
ñeros y en particular
al espíritu de coopera-
ción que ex iste dentro
de la Divis ión. Aunque Leong ChowPeng
muchas mujeres me-
teorólogas de la región la reco no cen como un mo-
delo a seguir, ella insiste en que sus logros son ex-
tremadamen te modestos e insignificantes.
Madre de dos niños, Chow Peng confiesa que no
siempre ha sido fácil equilibrar un trabajo exigente
 con sus obligaciones como esposa y como madre en
una famili a malaya tradicional, aunque se considera
afortunada por tener un marido que la apoya y la com-
prende. El Servicio Meteorológico de Malasia no hace
discriminación de sexo al contratar meteorólogos. De
todas formas, Chow Peng cree que se puede hacer mu-
cho más para animar a las mujeres a que permanez-
can en el servicio, en especial permiti r más fl exibili-
dad laboral a las madres que trabajan para que pue-
dan llevar su familia sin sacrificar sus perspectivas de
promoción. Chow Peng sostiene que las muj eres en
general todavía necesitan trabajar más duro y durante
más horas para demostrar su valía y sus capacidades
para la ges tión.
Para ayudar a fomentar la participación de las mu-
jeres en la ciencia y, en particular, para animar a las mu-
jeres a incorporarse a la profesión meteorológica que ha
estado tradicionalmente en manos de los hombres, se
ha hecho cargo de numerosos papeles y actividades adi-
cionales. En los últimos años ha dado charlas en escue-
las, ha dado conferencias en institu tos nacionales de
formación profesional, ha participado en exposiciones y
310 ha actuado como ca-supervisora de mujeres estudian-
tes en universidades locales. Actualmente ha sido nom-
brada encargada del SMHN para los as untos de la mujer
en Malasia y ha jugado un papel activo en la Reunión
Internacional de Expertos de la OMM sob re la Participa-
ción de las Mujeres en la Meteorología y en la Hidrología
celebrada en Bangkok en 1997.
En las dos últimas décadas el Servicio Meteoroló-
gico de Malas ia ha ampliado el alcance de sus servi-
cios y ha sido testigo de un importante aumento en el
número de meteorólogos. Hoy, del total de 93 meteo-
rólogos, aproximadamente el20 por ciento son muje-
res. De continuar la actual tendencia positiva, hay mu-
chas posibilidades de que las mujeres de Malasia ten-
gan mayores oportunidades para contribuir al avance
de la ciencia y de que mujeres convenientemente for-
madas compitan un día por la jefatura del Servicio
Meteorológico de Malasia.
Federación Rusa
Natalia Anatolievna Shestakova
Natalia Anatolievna Shestakova nació en Moscú en
1944. Terminó su educación secundaria en 1962 con
una medalla de oro y se licenció con honores en 1968
en la Facultad de Automatización del Instituto de Ra-
dioelectrónica y Electrom ecánica de Minas de Moscú,
después de lo cual fue elegida para trabajar en el Cen-
tro Científico y de Investigación Hidrometeorológico
de la URSS (desde 1992, Centro Hydromet de la Federa-
ción Rusa). Ocupó los puestos de técnico, técnico su-
perior e investigador ayudante antes de ser nombrada
en 1980 Secretaria de la Academia.
En 1972, Natalia obtuvo una licenciatura de mate-
máticas, computación y gestión en la Universidad de
Tecnología y Eco nómicas de Moscú. Desp ués empezó
un trabajo de postgrado que defendió en 1978, para
obtener el título de Candidato de Ciencias Fís icas y
Matemáticas, y que se titulaba "Información y proble-
mas meteorológicos al organizar, almacenar y buscar
datos operativos". En 1984, fue ascendida al puesto de
Investigador pleno de meteorología, climatología y fí-
sica atmosférica.
Natali a ay udó a crear proyec tos técnicos y de
trabajo y a poner en ma rc ha sistema s automát ico s
de procesami ento e información hidrometeoroló-
gicos y trabajó en la creación de bases de datos y de
sistemas para almacenar y bus ca r dato s meteoroló-
gicos operativos. En los último s años, ha trabajado
en la creac ión, el exa men y la pu esta en marcha de
tecnología moderna para planificar las ac ti vidades
de inves tigació n de las in stituciones de invest iga-
ción del Ro shydromet.
Como Secretaria Científica del Centro Hydromet
(el principal instituto de investigación del Roshydro-
met en el campo del desarrollo de métodos para la
predicción hidrometeorológica, que fue reconocido en
1994 como Centro Científico Estatal de la Federación
Rusa), es la encargada de planificar y de coordinar la
investigación dentro de los programas de investiga-
ción con objetivos federa-
les y sectoriales. Natalia es
también Secretaria Acadé-
mlca del Consejo de
Observación sobre el Tra-
bajo de los Centros Cientí-
ficos Estatales de la Fede-
ración Rusa en el Campo
de la Oceanología, la Me-
teorología, el Suministro
de Agua N1 1• A , 1• Sh 1 k
, y ,la Hidrometeo-
. d . aa1JO na,oi/evna es o ova
ro 1og1a Tecmca, e1 MI-
nisterio de Ciencia y Tecnología. Organiza el trabajo
sobre el desarrollo de las actividades de exposición del
Centro Hydromet tanto internacionales como dentro
de la Federación Rusa.
Na tali a es la alba cea nacional de la unidad de
investigación económica y marketing del Plan de
Investigación y Trabajo Experimental del Ros hy-
dromet y es autora de 42 artículos de investigación
sobre desarroll o de sistemas automáticos y deba-
ses de dato s especializadas y la automatización del
trabajo administrativo. En 1999 hizo un curso de
propiedad intelectual en la Escuela Superior de
Económica s de San Petersburgo para mejorar su
con ocimiento en el campo de la comercia lizac ión y
de la economía .
 Desde 1989 hasta 1992 fue miembro de la Presi-
dencia del Comité Central del Sindicato de Aviación y
jefa de un co mité sobre condiciones laborales y de
vida de las mujeres y de protección de madres e hijos.
Ha sido condeco rada con la Señal de Honor y se le
ha concedido la medalla de Veterana del Trabajo y la
medalla del 850 aniversario de Moscú, la insignia de
Trabajador Ejemplar del Servicio Hidrometeorológi-
co, la insignia de Trabajado r Distinguido del Servicio
Hidro meteorológico de Rusia y los Actos de Honor del
Gobierno de Moscú, del Roshydromet y del Centro
Hydromet.
Natalia está casada: su marido es un Trabajador
Condecorado de la industria del gas, actualmente jubi-
lado; su hija, nacida en 1975, es programadora supe-
rior del Centro Hydromet.
Estados Unidos de América
Valerie Voss
Se ha dicho de Valerie Voss que es una de las predicto-
ras de tiempo más famosas del mundo debido a su vi-
sibilidad durante mucho tiempo como meteoróloga
en la red de televisión por cable CNN International. De
hecho, ella creó el departamento meteorológico de
la CNN International en 1990, diseñando la progra-
mación y los gráficos y contratando a meteorólogos
que trabajaban entre bastidores para uno de los pri-
meros informes meteorológicos "mundiales" de la te-
levisión . El Centro Meteorológico de la CNN Interna-
cional ha crecido recientemente para incluir a una
plantilla co mpleta de presentadores del tiempo en an-
tena que trabajan desde su propio y recién estrenado
estudio.
Además de trabajar 20 años como meteoróloga
presentadora, Voss se ha planteado a sí misma un de-
Nwrta
PROGRAMA DE LA VIGILANCIA
METEOROLÓGICA MUNDIAL
ACTIVIDADES DE SATÉLITES
Seminario de formación profesional sobre
el uso de datos medioambientales de
satélite en aplicaciones meteorológicas
Este curso para participan tes hispanohablantes de
Clase I y 11 de las Regiones III y IV de la OMM fue acogí-
safío, ganándose la cre-
dencial de "Meteoróloga
Asesora Certificada"
(CCM) en 1997. Se consi-
dera que los CCM son
expertos en la aplica-
ción de la información
meteorológica a multi-
tud de desafíos prácti-
cos, desde predicciones
especializadas a de el a-
raciones como expertos
en casos judiciales reJa- Volerie Voss
cionados con el ti empo
atmosférico.
Voss es Miembro de la Sociedad Meteorológica
Americana (AMS) y tiene el Sello de Aprobación por
Excelencia de la AMS en Programas de Tiempo de TV.
Ha trabaj ado en varios grupos y en el Consejo de la
AMS. También es miembro de la Asociación Interna-
cional de Em isiones de Meteorología y ha recibido el
Premio de Europa en el Festival An ual internacional
de Meteorología de París en 1993. 311
Voss ha asistido a seminarios de la OMM sobre
problemas de intercambio de datos y ayudó a dirigir
un seminario para presentadores del tiempo de Amé-
rica Central y del Sur en San José, en Costa Rica, en
1996. También ha trabajado en el Comité de Transi-
ción a la Modernización del Servicio Meteorológico
Nacional durante los últimos años.
Criada en un suburb io de Milwaukee, en Wiscon-
sin, Voss obtuvo la Licenciatura en meteorología en la
Univers idad del Norte de Illinois en 1979. Está casada
y vive con su marido, Doug Crenshaw, en Atlanta,
Georgia.
do por Costa Rica en el CRFM en las instalaciones de la
Universidad de Costa Rica de San José del6 al17 de di-
ciembre de 1999.
Los 19 participantes de países de las AR III y IV
(Antillas Holandesas y Aruba, Argentina, Bahamas,
Bolivia, Colombia, Rep ública Dominicana, Ecuador, El
Salvador, Guatemala, Haití, México, Nicaragua, Pana-
má, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela) eran profe-
sores que podían enseñar a personal local cuando re-
gresaran a sus países, por lo tanto, fue un caso de "for-

San José, Costa Rica, diciembre de 1999 - Participantes en el Seminario de
formación profesional sobre el uso de datos medioambientales de satélite en opli·
caciones meteorológicas
mación a formadores" . El programa de estudios
incluía también clases sobre cómo enseñar e Internet.
La Dra. Bernadette Connell y el Dr. John Knapp
(de la NOAA/NESDIS y del Instituto de Cooperación
para Investigación de la Atmósfera de la Universidad
Estatal de Colorado), dieron clases que abarcaban mu-
chos aspectos distin tos del uso de datos de satélite. El
CRFM ofreció 15 ordenadores con conexión a Internet
312 para que los participantes pudieran ver las presenta-
ciones en grupos pequeños. Todas las presentaciones
electrónicas se copiaron en un CD-ROM, que se dio al
final del seminario a todos los participantes, propor-
cionándoles así su propio material de formación.
Entre las exposiciones había secuencias de imá-
genes de satélite de fenómenos meteorológicos obser-
vados en América Central y del Sur y en el Caribe, fun-
damentos de transferencia radiactiva y lo que se pue-
de observar en cada frecuencia; aplicaciones en
hidrología, oceanografía y cambio climático; el subsis-
tema del SMO con base en el espacio, la Estrategia de
la OMM de Enseñanza y Formación Profesional en Te-
mas de Satélite y la nueva Estrategia para Mejorar la
Utilización de los Sistemas de Satélites.
Los participantes visitaron la sede del Servicio de
Meteorología de Costa Rica, donde vieron el uso de
Participantes en la 21. ºsesión del Grupo OMM/ CESPAP sobre Ciclones Tropicales paro el Golfo de Bengala y el Mar Arábigo (Muscat, Omón, del29 de febrero al6 de
marzo de 2000)
productos WAFS y la nueva es tación de recepción de
satélite.
Describieron los datos de satélite que se recibían en
sus SMHN, la forma en que los usaban, los problemas en-
contrados y las capacidades que se necesitaban pero que
todavía no estaban disponibles. El uso general de datos de
satélite dentro de los SMHN de las AR IIl y IV era evidente y
se esperaba su ampliación con impaciencia.
PROGRAMA SOBRE CICLONES
TROPICALES
Grupo OMM/CESPAP sobre Ciclones
Tropicales
Del 29 de febrero al 6 de marzo de 2000 se celebró en
Muscat, Omán, la 27.• sesión anual del Grupo
OMM/CESPAP sobre Ciclones Tropicales para el Golfo
de Bengala y el Mar Arábigo.
Asistieron representantes de Bangladesh, India,
Maldivas, Myanmar, Omán, Sri Lanka y Tailandia.
También asistieron observadores de Arabia Saudita,
Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Reino Unido, la Comi-
sión Oceanográfica Internacional y la Secretaría del
Comité de Tifones (TCS). El Sr. Sultan Bin Yarub
Al-Saifi (de Omán) y el Dr. San Hla Thaw (de Myan-
mar) fueron elegidos, respectivamente, Presidente y
Vicepresidente, hasta la próxima sesión en 2001.
El representante de India presentó un examen de
la temporada de ciclones de 1999 sobre la base del ex-
tenso informe del CMRE de Ciclones Tropicales de
Nueva Delhi, sobre perturbaciones ciclónicas en el
norte del Océano Índico. Se habían formado ocho per-
turbaciones ciclónicas sobre el Golfo de Bengala y el
Mar Arábigo, cuando la frecuencia promedio es de
13-14 por año. Rasgos importantes fueron la ausencia
de actividad ciclón ica en noviembre y una tormenta
superciclónica en octubre. Esta última tormenta fue el
sistema más intenso de los últimos 114 años, y produ-
jo un gran número de muertos y enormes daños a la
propiedad.
Se examinó con detalle la Prop ues ta de Proyecto
COI/OMM/UNESCO sobre Reducción de desastres oca-
sionados por tormentas en la parte septentrional del
Océa no Índico. El Grupo instó a los Miembros partici-
pantes a que pasen a la acción de forma inmediata, en
particular para buscar la aprobación gubernamental y
para presentar la propues ta a potenciales agencias de
financiación y a países donantes.
El Grupo estuvo de ac uerdo en que era necesa rio
dar nombres propios a los ciclones tropicales al igual
que se hace en otras regiones y en que este asunto se-
ría objeto de un estudio adicional en su próxima se-
sió n.
Se informó al Grupo de que Pakistán hab ía acep-
tado acoger la Unidad Técnica de Apoyo (TSU) y de
que el Dr. Qamar-uz-Zaman Cha udh ry sería el coordi-
nador. El Grupo seguirá man teniendo su actual prácti-
ca de examinar las actividades de la TSU en su sesión
anual y pidió al nuevo coordinador que elabore un in-
forme anual sobre dichas actividades.
En cuanto al Premio del Fondo Sm ith Tumsaroch,
anunciado en años anteriores durante las sesiones del
tres décadas transcurridas entre 1939 y 1969, se registra-
ron un total de 194 ciclones tropicales, pero la evidencia
anecdótica sugiere al menos otros 40 que probablemen-
te no se detecta ron (Kerr, 1976) por no disponer de una
ventana de satélite. Durante los primeros tiempos de la
era de los satélites, el número de ciclones por década si-
guió aumentando y se observaron 91 durante la década
1969/1979 (véase la tabla siguiente). Las imágenes de sa-
télites geoestacionarios obtuvieron el éxito que mere-
cían a principios de la década 1979/1989, lo que significó
que las probabilidades de pasar por alto un ciclón tropi-
cal bien desarrollado eran nulas. De todas formas, había
todavía diferencias de opinión sobre cuándo una depre-
sión tropical debía de ser considerada como un ciclón
tropical con nombre propio, res ultando que numerosos
ciclones marginales encontraron un lugar en el archivo
que llevaba el Servicio Meteorológico de Nueva Zelanda.
Por medio de la formación y del trabajo del Comité de
Ciclones Tropicales de la AR V de la OMM, ahora hay
más conocimiento, entre los centros de predicción tro-
pical, sobre cuándo se debe dar nombre propio a una
perturbación.
La tabla demuestra que la mayor parte de la acti- 313
vidad de los ciclones tro picales en el Pacífico Sur se da

Número de ciclones tropicales arch ivados dura nte las 60 temporadas comprendidas entre
noviembre de 1939 y abril de 1999

Total de
Década Oct./ Nov. Dic. Ene. Feb . Mar. Abr./May./Jun .
la década
1939/ 1949 58 1 8 17 18 16 5
1949/ 1959 64 2 8 21 20 15 7
1959/ 1969 72 6 13 16 23 19 8
1969/ 1979 91 6 13 23 25 17 16
1979/1989 107 4 12 26 37 31 20
1989/ 1999 90 8 12 22 26 24 11
Toto/ mensual 27 66 125 149 122 67
Nota: numerosos ciclones comenzaron en un mes y terminaron en el siguiente, y por ello se cuentan en ambos meses.

Grupo, se estimó oportuno establecer acuerdos y nor-
mas institucionalizados. El Grupo pidió a Omán que
fuera el redactor y que presentara un informe en su
próxima ses ión.
Variación en la frecuencia de los ciclones
tropicales en el Pacífico Sur
(al este de 150°E)
Steve Ready
Servicio Meteorológico de Nueva Zelanda
Antes de la Segunda Guerra Mundial había información
insuficiente para reunir un archivo de trayectorias de
ciclones tropicales en el Pacífico Sur (Kerr, 1976). En las
en enero, febre ro y marzo, con al menos dos ciclones,
en promedio, en cada uno de estos meses, durante
cada temporada. A lo largo de las tres últimas décadas
ha habido un promedio de 9,6 ciclones por tempora-
da. El sesgo de la muestra producido por ocho siste-
mas marginales sin nombre significó que el promedio
a largo plazo por temporada durante la era sa telital
está, quizá, más cerca de nueve. Entre 1979 y 1999, al-
rededor del 50 por ciento de los ciclon es se convirtie-
ron en huraca nes y cerca de una cuarta parte de estos
huracanes alcanzó el estado de huracán importan te
(máximos de viento promediado en lO minutos de
más de 90 nudos) . La Polinesia Francesa, que no está
acostumbrada a huracanes hechos y derec hos, sufrió

cinco durante el fuerte episodio de El
Niño que imperó en la temporada
1982/1983, incluidos tres huracanes
principales.
Las dos últimas décadas han estado
dominadas por temporadas con El Niño, 2 Q)
E o
con fases negativas bien marcadas del ' ::l
z
Índice de Oscilación Austral (SOl) duran-
te 1982/1983, 1986/1987, 1991/1992 y
199711998 (Figura 1).
Cada una de estas temporadas con-
tribuyó con un número de ciclones
mayor que la media, incluido el récord
de 17 durante 199711998. El total combi- Figura 1- SO/ promedio (noviembre·abri/J, número de días de huracán ynúmeros de ciclones tropi·
nado de 32 durante las temporadas de
1996/1997 y 1997/1998 sobrepasó el má-
ximo anterior de 26 durante 1982/1983 y 1983/1984 y
estas cuatro temporadas juntas contribuyeron con
cerca de un tercio de todos los huracanes de los últi-
mos 20 años. Los períodos con SOl más negativo tam-
bién coincidieron con un gran número de días de hu-
racán, con 34,5 en 1982/1983 y 33 en 1991/1992. Estas
314 estadísticas son consistentes con la Zona de Conver-
gencia del Pacífico Sur (SPCZ), que se situó durante
períodos de tiempo más largos en latitudes bajas y al
este de la línea internacional de cambio de fecha com-
parada con temporadas de La Niña o de SOl neutro.
Hubo seis temporadas consecutivas, entre 1989/1990 y
1994/1995, en las que el SOl fue negativo. Durante el
fuerte episodio de El Niño de 199711998, Keli fue el pri-
mer ciclón que se ha observado jamás al este de la lí-
nea internacional de cambio de fecha en junio y el in-
tervalo entre Keli y Lusi, el primer ciclón de la tempo-
rada de 1997/1998, fue de apenas cuatro meses de
calendario.
Importantes temporadas de La Niña tuvieron lu-
gar con diez años de separación en 1988/1989 y
1998/1999. El punto de origen más meridional de un
ciclón tropical en el Pacífico Sur fue cerca de 27°S
127,3'0, donde se formó Hinano en febrero de 1989. La
actividad de ciclones tropicales es inusual al este de la
línea internacional de cambio de fecha durante tem -
poradas de La Niña, pero hubo dos en 1988/1989. En
esa temporada también hubo un número de ciclones
mucho mayor que la media. Durante las temporadas
con La Niña parecen ser más comunes los ciclones tro-
picales de pequeña escala y, si los ciclones se forman
al este de la línea de cambio de fecha, es más probable
que se muevan con componente oeste.
Hubo una calma significativa en la actividad de
los ciclones durante mediados de los años noventa,
con sólo 14 ciclones tropicales durante las tres tempo-
40
30
20
10
-10
-20
o ... o
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-40
Temporada
cales por temporada, de noviembre de 1979 aabril de 1999
radas consecutivas comprendidas entre 1993 y 1996.
Entre ellos, tres durante la temporada 1994/1995, que
es el número más bajo observado en la era satelital e
igual al más pequeño que se haya registrado nunca
durante la época en la que no se disponía de satélites.
La temporada 1993/1994 coincidió con un debilita-
miento temporal de un episodio de El Niño prolonga-
do; 1994/1995 con un episodio de El Niño débil; y
1995/1996, con una transición de pequeños valores ne-
gativos a pequeüos valores positivos del SOl.
Durante las ültimas veinte temporadas, cerca del
75 por ciento de todos los ciclones se movieron en lí-
nea recta, con una componente este dominante, o en
espiral, mostrando un desplazamiento desde la com-
ponente oeste inicial hacia la este. Las trayectorias en
espiral de oeste a este fueron comunes entre los hura-
canes principales, con 17 ó casi el 75 por ciento de to-
dos los huracanes principales describiendo este tipo
de camino. Se observaron recorridos en forma de lazo
a través de la región, pero las trayectorias más irregu-
lares y las duraciones más largas, aunque pequeñas en
nümero, son famosas en los ciclones que se dan sobre
la zona del Mar del Coral: por ejemplo, Elinor, en fe-
brero de 1983; Rewa, en enero de 1994; fustin, en mar-
zo de 1997; y Katrina, en enero de 1998. Todos se pro-
dujeron durante episodios de El Niño.
Referencias
KERR, l. S., 1976: Tropica l Stonus aud Hurricnues iu the South -
west Pacific: Nove 111ber 1939 to April1 969. Servicio lvleteo-
rológico de Nueva Zela nda.
REVELL, C., 1981: Tropical Cycloues iu the Southwest Pacific:
Nove 111ber 1969 to April 1979. Servício lvleteoro lógico de
Nueva Zelanda .
THO~IPSON, C., S. READY )'X. ZHENG, 1992 : Tropical Cyc/oues
in the Sourhwest Pacijic: Noveu 1ber 1979 ro M ay 1989. Ser-
vicio Meteo rológico de Nueva Zelanda.
PROGRAMA MUNDIAL
DEL CLIMA
PROGRAMA MUNDIAL
DE APLICACIONES Y SERVICIOS
DEL CLIMA
Servicios de Información y Predicción
del Clima (CLIP S)
La Oficina de los CLIPS participó en el principal Semi-
nario Internacional de la OMM sobre Predicción a Lar-
go Plazo y sus Aplicaciones, organizado en coopera-
CiOnCol1 el Programa de Investigación de la Atmósfera
y el Medio Ambiente de la OMM, celebrado en El Cairo
en enero de 2000. El Seminario ofreció a representan-
tes de SMHN de todo el mundo la oportunidad de tra-
tar las actividades nacionales en predicción estacional
e interanual y las actividades sobre las aplicaciones
llevadas a cabo usando las predicciones. Se invitó a los
expertos a elaborar una visión del estado actual de la
predicción climática. Se convocaron dos grupos para
tratar las actividades necesarias en los próximos cinco
años para obtener ventaja práctica de las actuales ca-
pacidades de predicción estacional y para determinar
las necesidades de los SMHN al ofrecer máximo apoyo
a los usuarios de servicios climáticos.
La Oficina de Proyecto CLIPS sigue estrechando
sus relaciones con el CLIVAR, y ha desempeñado un
papel activo en la reunión del Grupo de Trabajo del
CLIVAR en África, celebrada en Southampton, en el
Reino Unido . Se espera que la reunión siente las bases
para proyectos futuros que produzcan beneficios im-
portantes en términos de un aumento de los servicios
de información y predicción del clima a lo largo del
continente.
Las recientes inundaciones en Mozambique han
centrado la atención sobre las necesidades de apoyo
de predicción al manejar desastres importantes. Se
han tratado problemas de este tipo recientemente con
la Federación Internacional de las Sociedades de la
Cruz Roja y de la Media Luna Roja y las actividades in-
cluían un seminario de formación profesional para al-
gunos de los gestores de desastres internacionales de
esas organizaciones.
PROGRAMA MUNDIAL DE DATOS
Y VIGILANCIA CLIMÁTICOS
Proyecto CLICOM
En octubre de 1999, se distribuyó un cuestionario ato-
dos los Miembros de la OMM para seleccionar a aque-
llos que tienen sistemas de gestión de bases de datos
climáticas (SGBC) de múltiples niveles cliente/servi-
dor y que deseen ponerlos a disposición de los Miem-
bros de la OMM. Hubo 96 respuestas: 14 países
expresaron su interés por ofrecer un futuro SGBC y la
mayoría (alrededor del85 por ciento) expresó su inte-
rés por probar o usar un sistema futuro. El análisis de
estos cuestionarios ofreció la base para la preparación
de un plan de ejecución por parte del Grupo de Traba-
jo de la CCl sobre un SGBC Futuro, que se reunió en Gi-
nebra del 3 al 5 de mayo de 2000. El Grupo de Trabajo
desarrolló un plan de ejecución de un SGBC diseñado
para ofrecer a los Miembros de la OMM la oportuni-
dad de elegir entre los sistemas ofertados que habían
sido sometidos a autocontrol y posterior evaluación. A
ello le seguirán los proyectos de instalación en países
receptores en colaboración con los donantes y los que
los hayan desarrollado. Se ha establecido que las fases
de autocontrol, evaluación e instalación empiecen a fi-
nales de este año. Después de las instalaciones inicia-
les de los sistemas ofertados, se recomendó la incor-
poración de la información de retorno de los usuarios.
Reconociendo que algunos SGBC todavía no están lis-
tos para ser probados y que aún pueden llegar otras
ofertas, el Grupo de Trabajo recomendó que el proceso
315
continúe.
Proyecto sobre la Vigilancia
del Sistema Climático
Durante el año pasado se ha realizado un importante
progreso en la iniciativa de la OMM para editar un li-
bro sobre el clima del siglo XX. Durante la segunda mi-
tad de 1999 se requirieron los servicios de un escritor
científico para colaborar con el Equipo de Trabajo de
la CCl en la redacción del libro, se contrató a un coor-
dinador de proyecto y se seleccionó a importantes
científicos para coordinar y dirigir cada uno de los
cinco capítulos. Expertos de todo el mundo aportaron
textos e ilustraciones para los distintos capítulos. A fi-
nales de año, se había terminado un primer borrador
y se había alcanzado un acuerdo con la Cambridge
University Press (CUP) para publicar el libro. El perso-
nal de la Secretaría de la OMM, el escritor científico y
un miembro del Equipo de Trabajo colaborador, se
reunieron con responsables de la CUP en Cambridge, a
finales de enero, para acordar el trabajo . Durante el
período comprendido entre marzo y junio, en distin-
tas fases, miembros del Equipo de Trabajo y el escritor
científico fueron a Ginebra a ayudar en la conclusión
del material. Se está preparando un folleto promocio-
na! de 12 páginas, con cinco capítulos provisionales de
dos páginas, con el propósito de que la CUP lo tenga
impreso a finales de este año y esperando que esté dis-
ponible para su distribución antes de la sexta reunión
de la Conferencia de las Partes de la CMNUCC, en no-
viembre. Está previsto publicar el libro a mediados de
2001, justo antes de que aparezca el Tercer Informe de
Evaluación del IPCC.
 Los días 24 y 25 de enero de 2000 se reunieron en
Hamburgo, en Alemania, expertos en vigilancia del
clima de numerosos miembros de la Red Europea de
Apoyo Climático (REAC), para planificar la puesta en
marcha de un proyecto titulado: Generación de pro-
ductos de vigilancia del clima. El objetivo del proyecto
es el de ofrecer productos de vigilancia climática para
la región europea, mensualmente o en función de los
acontecim ientos, de forma oportuna. Está previsto
proporcionar acceso a los productos nacionales y re-
gionales a través de la página Web de la REAC. En su
reunión de abril de 2000, en el Reino Unido, el Grupo
Asesor de la CCl consideró que esta iniciativa podría
ser la base para una mayor cooperación regional en
Europa en el desarrollo y la distribución de productos
y servicios climáticos. También podría servir como un
buen ejemplo para la evolución futura de los centros
climáticos de otras regiones.
PROGRAMA DE
INVESTIGACIÓN DE LA
316
ATMÓSFERA Y EL MEDIO
AMBIENTE
PROGRAMA MUNDIAL DE
INVESTIGACIÓN METEOROLÓGICA
Cursillo sobre predicción a largo plazo y
sus aplicaciones
Del23 al27 de enero de 2000 se celebró en El Cairo, en
Egipto, un Cursillo internacional de la OMM sobre
predicción a largo plazo y sus aplicaciones, al que asis-
tieron más de 80 participantes de 45 países. Estuvo or-
ganizado conjuntamente por la Comisión de la OMM
de Ciencias Atmosféricas y por el proyecto de Servi-
cios de Predicción y de Información del Clima del Pro-
grama Mundial de Aplicaciones y Servicios Climáticos
de la OMM.
El origen del curs illo se encuentra en los últimos
avances del conocimiento científico y en la consi-
guiente capacidad de predecir el clima en escalas tem-
porales mensuales, estacionales e interanuales con la
suficiente destreza co mo para obtener beneficios so -
cioeconómicos. Además, los organismos que integran
la OMM han subrayado la importancia que tiene para
ésta el fomentar el intercambio de conocimientos
científicos en la predicción a largo plazo entre sus
Miembros.
El cursillo estaba estructurado de tal forma como
para: (a) presentar la situación actual de la ciencia con
relación a la predicción a largo plazo; (b) ofrecer la
oportunidad, a algunos países con gran experiencia en
la aplicación de predicciones a largo plazo a sectores
importantes de sus economías nacionales, de compar-
tir sus experiencias; y (e) que otras organizaciones y
países identificaran las necesidades que, de estar dis-
ponibles, les permitirían participar de forma más
completa. La sesión final del cursillo consistió en dis-
cusiones en grupo que examinaron dos problemas:
(a) las necesidades para obtener ventajas prácticas de
las capacidades de predicción estacional act uales; y
(b) las necesidades de los SMHN para ofrecer el máxi-
mo apoyo a los usuarios de los servicios climáticos.
Los puntos clave que surgieron durante estas dis-
cusiones en grupo fueron, en primer lugar, la necesi-
dad tanto para los SMHN como para los usuarios, de
ser plenamente conscientes de la naturaleza probabi-
lística de las predicciones a largo plazo, que exige aná-
lisis de riesgo adicionales. En segundo lugar, la necesi-
dad de crear relaciones entre los predictores, los
SMHN y la comunidad de usuarios . Esta relación faci-
litaría la identificación de productos de predicción
adecuados, su uso y sus limitaciones y las necesidades
de los propios usuarios . Por último, los grupos subra-
yaron el problema global de aumentar las capacidades
dentro de los SMHN. Entre éstas se incluyen la capaci-
dad para interpretar los distintos productos de pre-
dicción de forma que tengan significado para los
usuarios, el perfeccionamiento de las técnicas de co-
municación, el suministro de hardware y software
modernos y la formación profesional avanzada en
predicción a largo plazo.
VIGILANCIA DE LA ATMÓSFERA
GLOBAL
Comparaciones del espectrofotómetro
Dobson
Por primera vez en su historia de compromiso con la
vigilancia del ozono atmosférico, la OMM ha organiza-
do comparaciones de espectrofotómetros de ozono
Dobson en países en vías de desarrollo. La primera
tuvo lugar en el Observatorio de Villa Ortuzar, en
Argentina, del 29 de noviembre al 12 de diciembre de
1999. Se compararon y calibraron siete instrumentos
distintos de Argentina, Brasil, Perú y Uruguay según el
Instrumento Mundial Dobson Estándar Secundario,
conservado por el Laboratorio de Vigilancia y Diag-
nóstico del Clima de la NOAA, situado en Boulder, Co-
lorado, en los EE.UU.
Otra comparación Dobson, también con excelen-
tes resultados, se llevó a cabo para instrumentos si-
tuados en África. Este acontecimiento tuvo lugar en
Sudáfrica, del18 de marzo al 7 de abril de 2000, y asis-
tieron a él participantes de Argelia, Botswana, Kenia,
Nigeria, Seychelles y Sudáfrica. De nuevo, el Dobson
de la NOAA sirvió como patrón para la comparación
de los demás. El éxito de estos acontecimientos consti-
tuyó una clara demostración de creación de capacida-
des. Se ha propuesto llevar a cabo comparaciones si-
milares cada tres o cuatro años.
PROGRAMA DE APLICACIONES
DE LA METEOROLOGÍA
SERVICIOS METEOROLÓGICOS PARA EL
PÚBLICO
Reunión del Equipo de Coordinación de
Ejecución sobre Servicios Meteorológicos
para el Público
Langen, Alemania, diciembre de 1999 - Participantes en la reunión del Equipo
de Coordinación de Ejecución sobre Servidos Meteorológicos para el Público
Dell3 al!? de diciembre de 1999 se celebró en Lan-
gen, Alemania, una reunión del Equipo de Coordina-
ción de Ejecución (CE) sobre Servicios Meteorológi-
cos para el Público (SMP) . La reunión fue inaugurada
por el Sr. S. Mildner, presidente de la Comisión de
Sistemas Básicos (CSB) y estuvo presidida por el Sr.
K. Essendi (de Kenia). De acuerdo a sus términos de
referencia, el Equipo tenía que preparar directrices
para mejorar las relaciones con las agencias de ges-
tión de desastres y contribuir a los esfuerzos de capa-
citación, mejorando los servicios y los productos me-
teorológicos para el público y los métodos de trabajo
con los usuarios fundamentales. Además, el Equipo
examinó los informes de las reuniones de los grupos
de expertos en SMP y tomó en cuenta las partes im-
portantes del informe de la 23 .• sesión del Grupo de
Trabajo Asesor de la CSB.
Las conclusiones claves de la reunión del Equipo
de CE pueden resumirse de la siguiente manera:
Se elaboraron unos perfiles de directrices sobre la
práctica óptima con las autoridades de gestión de
desastres. Estas ideas generales serán objeto de
un estudio adicional en consulta con otros pro-
gramas afines de la OMM, y teniendo en cuenta el
seguimiento del DIRDN;
Se desarrollaron propuestas para celebrar semi-
narios itinerantes en cada Región y se selecciona-
ron programas de estudios para aumentar más
los esfuerzos de capacitación de los seminarios
de formación profesional en SMP ya realizados y
para aumentar las capacidades de los CRFM para
ayudar a los SMN a este respecto;
Se perfiló un esbozo del formato y el contenido de
los seminarios regionales sobre métodos para me-
jorar las relaciones con los gobiernos, los medios
de comunicación y los grupos de usuarios funda-
mentales de los programas nacionales de SMP;
Se perfilaron planes generales para el formato y el
contenido de los seminarios regionales sobre me-
jora de los productos y servicios de SMP para sa-
tisfacer las necesidades de los usuarios.
Sobre el asunto de mejorar el acceso a los avisos,
el equipo tomó en consideración los aspectos técnicos
y de procedimiento, y subrayó el problema de la res-
ponsabilidad y de la autoridad de los SMN. Había una
necesidad urgente por tratar el asunto y el equipo
acordó proseguir la acción de seguimiento a través de 317
un esquema piloto.
Cursillo de los SMP junto con el Cursillo
de la AR IV sobre Predicción y Aviso de
Huracanes
El Cursillo de la AR IV sobre predicción y aviso de hu-
racanes (del27 de marzo al8 de abril de 2000) que, a
petición del Comité de Huracanes de la AR IV, incluyó
temas relacionados con los Servicios Meteorológicos
Públicos, tuvo lugar en el Centro de Huracanes CMRE
de Miami. La parte referente a los SMP tuvo lugar del?
al8 de abril.
Los temas elegidos para la parte de los SMP del
Cursillo revelaron la importancia de la adecuada difu-
sión y presentación de dichas predicciones y avisos
para los usuarios y el público. Se puso de relieve que el
resultado final de los esfuerzos de investigación y ope-
rativos en la predicción de huracanes debería ser el de
proporcionar avisos y predicciones oportunas y exac-
tas como parte del informe del servicio meteorológico
público eficaz de un SMN. También se destacaron
otros aspectos de los SMP directamente relacionados
con el éxito del servicio de difusión de los informes en
los momentos de tiempo severo, como la relación es-
trecha y eficaz con los responsables de la gestión de
emergencias y con los medios de comunicación. Los
participantes se beneficiaron de la experiencia y peri-
cia de Billy Wagner, Director de Gestión de Emergen-
cias del Condado de Monro; Bill Massey, de FEMA; y
Roland Steadham, presentador del tiempo en un canal
local de televisión. Todos los presentadores hablaron
de las ventajas de una colaboración estrecha y de m u-
 tua comprensión co n el personal del Centro Nacional
de Huracanes y de la oficina del Servicio Meteorológi-
co Nacional (SMN) en Miam i, que les posibilitaba
mantener al público adecuadamente informado y les
ayudaba a tomar decisiones coordinadas durante si-
tuaciones meteorológicas peligrosas.
~ .......
Miami, Florida, EE.UU., abril de 2000- Participantes del Cursillo de SMP man·
tenido ;unto con el Cursillo de lo AR IV sobre Predicción y Aviso de Huracanes
Se hizo una presentación sobre el programa del
SMP de la OMM y sus principios rectores. Steven Coo-
per, Jefe Interino de la División de Servicios Meteoroló-
gicos de la Región Sur del SMN, pronunció conferencias
sobre el desarrollo de una visión y planteamiento enfo-
318 cados al usuario del SMN, aumentando la viabilidad de
los SMN mediante la mejora de los servicios y productos
meteorológicos públicos, la evaluación y verificación de
tales servicios y productos y el reto de trabajar en un en-
torno cambiante y sus influencias sobre el SMP.
El Sr. Steve Letro, meteorólogo a cargo de la ofici-
na del SMN en Jacksonville, en Florida, efectuó la ex-
posición sobre la difusión y presentación de los pro-
ductos meteorológicos orientados al público, y su
apoyo a la gestión de emergencias, particularmente
durante tiempo severo.
Las presentaciones fueron seguidas por discusio-
nes y ruegos y preguntas, durante las cuales los parti-
cipantes compartieron las experiencias del modo en
que sus propios Servicios Nacionales difundían sus
servicios meteorológicos orientados al público. Los
participantes de la región del Comité de Huracanes
(AR IV) y de la región del Comité de Tifones (AR IIIV)
compartieron problemas similares, incluyendo asun-
tos relacionados con los medios de comunicación
(tanto nacionales como internacionales) y la situación
y viabilidad de los SMN.
PROGRAMA DE METEOROLOGÍA
AGRÍCOLA
Organismo Subsidiario del Consejo
Científico, Técnico y Tecnológico
(SBSTTA) del Convenio sobre Diversidad
Biológica
La OMM estuvo representada en la quinta reunión del
SBSTTA, celebrada en Montreal, en Canadá, en la sede de la
Organización Internacional de Aviación Civil, del 31 de
enero al 4 de febrero de 2000. Ala reunión asistieron repre-
sentantes de las 138 Partes Contratantes y observadores.
Los delegados del SBSTTA se reunieron en dos
grupos de trabajo. El Grupo de Trabajo I examinó los
problemas de las especies extrañas; la diversidad bio-
lógica marina y costera; el programa de trabajo para la
diversidad biológica en tierras secas, en el Mediterrá-
neo, en tierras áridas y semiá ridas, en praderas y en
sabanas; y la diversidad biológica agrícola. El Grupo
de Trabajo II trató el enfoque de los ecosistemas; el de-
sarrollo de indicadores de biodiversidad; y el uso sos-
tenible de los componentes de la diversidad biológica.
La variabilidad climática que origina sequías,
inundaciones, huracanes, etc., tiene un gran efecto so-
bre la diversidad biológica. La variabilidad climática
es un aspecto importante de todos los ecosistemas, en
particular de los ecosistemas semiáridos y de sabana.
Además, una comprensión mejor de la variabilidad
climática es importante para desarrollar es trategias
eficaces de conservación de la biodiversidad in situ.
Los episodios de marchitez de corales han au-
mentado en intensidad, frecuencia y dist ribución geo-
gráfica en las dos últimas décadas. Se reconoció que la
conservación de los arrecifes de co ral ya no se puede
lograr sin tener en cuenta el sistema climático mun-
dial y se necesitan esfuerzos para mitigar el acelerado
camb io climático mundial. El SBSTTA reconoció la
importancia del uso de sistemas de avisos tempranos
para la marchitez de corales y del desarroll o de estra-
tegias para evaluar la vulnerabilidad de las especies de
los arrecifes de coral al calentamiento mundial.
En las recomendaciones de la SBSTTA-5, que se
presentaron a la quinta Conferencia de las Partes
(COP-5) del CDB (Nairobi, Kenia, mayo de 2000), esta-
ban incluidos los dos importantes aspectos siguientes:
Resulta crucial adquirir conocimiento de los pro-
cesos físicos tales como sequías, inundaciones e
incendios, que afectan a la diversidad biológica
de las tierras secas y subhúmedas, en especial a la
estructura y al funcionamiento de los ecos iste-
mas para conservar la diversidad biológica en es-
tos ecosistemas.
La evaluación de base y la vigilancia a largo plazo
de las variables meteorológicas implicadas en la
marchitez, mortalidad y recuperación de corales,
son fundamentales para la conservación de la di-
versidad bi ológica marina y costera.
Gestión de Recursos Naturales para la
Producción Agrícola Sostenible en el
siglo XXI
Entre el l4 y el! S de febrero de 2000 se celebró en Nue-
va Delhi, en la India, la Conferencia Internacional so-
bre Gestión de Recursos Naturales para la Producción
Agrícola Sostenible en el siglo XXI. Asistieron a ella
más de 1.600 participantes de la India y del extranjero.
La Confere ncia fue única por ser la primera orga-
nizada por un consorcio de sociedades profesionales
que tratan sobre los asuntos de la gestión de los recur-
sos naturales. Los asuntos estaban relacionados con el
suelo, el agua, el tiempo y el clima, la biodiversidad, la
agrosilvicultura, la energía y la gestión integrada de
todos estos recursos para una producción sostenible.
La Co nferencia estuvo organizada en 18 sesiones
técnicas que se celebraron de forma paralela. Además
hubo 991 pósters que se presentaron en 15 sesiones.
La conferencia invitada de la OMM fue "El papel
de los servicios consultivos agrometeorológicos en la
gestión de recursos" en la sesión técnica "Tiempo y
clima".
Primera Reunión de Gestión de la Acción
COST 718 de la Comisión de las
Comunidades Europeas sobre las
Aplicaciones Meteorológicas en la
Agricultura
La OMM estuvo representada en la Primera Re unión
de Gestión de la Acción COST 718 sobre aplicaciones
meteorológicas en la agricultura de la Comisión de las
Comunidades Europeas, en Bruselas, Bélgica, el 17 de
marzo de 2000. En la Acción COST participan treinta y
dos países de Europa. A la reunión asistieron repre-
sentantes de Austria, Bélgica, Ch ipre, Eslovaquia,
Eslovenia, España, Finlandia, Grecia, Holanda, Hun-
gría, Irlanda, Italia, Nor uega, Reino Unido, Rumanía y
Suecia, y un representante del Grupo de Apoyo sobre
Meteorología Agrícola del Centro de Investigación
Conjunta.
El objetivo principal de la Acción es mejorar las
aplicaciones meteorológicas para la agricultura y para
la protecció n medioambiental identificando y defi-
niendo las necesidades en términos de escala y de
tiempo y las necesidades de los usuarios finales, en
particular:
Obtener información detallada sobre las necesi-
dades de todos los usuarios finales en cuanto a
entradas y salidas de datos y de información in-
terpretada y conocimiento.
Recopilar una base de metadatos de todos los da-
tos disponibles y la información subordinada
adecuada.
Identificar las lagunas en los datos y métodos dis-
ponibles, tales como los datos obtenidos por teJe-
detección, y obtener datos adicionales para relle-
nar los huecos.
Seleccionar modelos con salidas que satisfagan
las necesidades de los usuarios; en ausencia de
tales modelos, estudiar la mejor fo rma de ofre-
cerlos y determinar la escala.
Además, la Acción demos trará lo práctico de tales
aplicaciones para la gestión y la planificación del sec-
tor agrícola en los ámbitos nacional, regional y local.
Se crearon cua tro grupos de trabajo (GT) para de-
sarrollar dos o tres casos de estudio. Los principales
cometidos de estos grupos son:
Es tudiar la disponibilidad y la calidad de los da-
tos meteorológicos de entrada (interpolados y de
red).
Estudiar la capacidad de los modelos de cosecha
y de pestes y enfermedades (P&E) para ajustarse
al dominio de un paisaje, una región o un país.
Estudiar el potencial para asim ilar información
obtenida por teledetección desde nuevos senso-
res en modelos de cosecha y de P&E.
Identificar con los usuarios fina les sus necesida-
des actuales y futuras con respecto a las aplica-
ciones y/o a los modelos seleccionados.
En la reunión se trató la estructura de gestión de
la Acción y se creó un Comité de Gestión (CG). El Pro- 319
fesor G. Maracchi (de Italia) y el Profesor Nicolas Dale-
zios (de Grecia) fueron elegidos Presidente y Copresi-
dente, respectivamente. Cada GT tendrá entre seis y
nueve miembros. Se espera que el CG se reúna dos ve-
ces al año, y, los GT, al menos dos veces por año. Los
resultados de la Acció n se publicarán en forma de ar-
tículos científicos y de manuales de procedimiento.
Estaciones de Tiempo Automáticas para
Aplicaciones a la Agricultura y a la
Gestión de Recursos Hídricos: uso actual
y perspectivas futuras
La OMM copatrocinó el seminario internacional
"Estaciones de Tiempo Automáticas para Aplicacio-
nes a la Agricultura y a la Gestión de Recursos Hídri-
cos: uso actual y perspectivas futuras", que se celebró
en la Universidad de Nebraska en Lincoln, Nebraska,
en los EE. UU., del 6 al10 de marzo de 2000.
Asistieron a él 138 participantes inscritos, 16 de
los cuales venían de fuera de los EE.UU. Nueve vende-
dores de sensores y equipos de estaciones meteoroló-
gicas montaron exposiciones y ofrecieron asesora-
miento. Expertos en la materia compartieron expe-
riencias y conocumentos en los temas de
comunicaciones, selección de emplazam ientos, densi-
dad de redes, funcionamiento de sensores, calibra-
ción, mantenimiento, garantía de calidad, administra-
ción de redes, gestión de datos, y difusión de datos y
de información.
Se organizó una sesión que trataba de las aplica-
ciones de los datos de estaciones meteorológicas auto-
máticas, con ar tículos sobre las aplicaciones para el
 uso de agua en las cosechas, agua del suelo, hidrolo-
gía, modelización de cosechas y sistemas de aviso
temprano.
Se formaron cinco grupos de trabajo para estu-
diar recomendaciones sobre:
Coordinación de redes en los ámbitos estatal, re-
gional y nacional.
Comunicaciones con estaciones meteorológicas .
Temas de funcionamiento, calibración y control
de calidad de sensores.
Selección de emplazamientos, instalación y man-
tenimiento.
El alcance de las futuras redes.
Algunos puntos clave de las recomendaciones
eran: que se desarrollara una página Web y una lista
de servido res para este colectivo con objeto de ofrecer
mecanismos para compartir de forma continuada in-
formación sobre el despliegue y el funcionamiento de
estaciones meteorológicas automáticas; y que este co-
lectivo se reuniera con regularidad. Se está preparan-
do una publicación de la OMM que destaque los asun-
320 tos del seminario.
Publicaciones
Se han editado como informes de la CMAg las siguien-
tes publicaciones: "UNCED follow-up" (Seguimiento
de la CNUMAD), de W. Baier (núm. 77); "Education
and training in agrometeorology" (Enseñanza y for-
mación profesional en agrometeorología), de J. Lomas
(núm. 78); y "Weather and climate related to pasture
and livestock production in arid and semiarid regions"
(El tiempo y el clima en relación con la producción de
pastos y ganado en regiones áridas y semiáridas), de
D. Dagvadorj (núm. 79).
PROGRAMA DE METEOROLOGÍA
MARÍTIMA
Radares oceánicos terrestres
Mediante una interacción coherente entre las ondas
de radio y la superficie irregular del mar y midiendo el
desplazamiento Doppler impuesto en la señal de re-
torno del radar por el movimiento de las olas oceáni-
cas, se pueden utilizar radares de tierra que funcionan
en HF (aproximadamente a 2-30 MHz) para determi-
nar ciertos parámetros de la superficie del mar. En
particular, y entre otros, espectros de olas, corrientes
en superficie y, únicamente por inferencia, vectores
de viento en superficie. De forma similar, también se
puede analizar la "confusión marina" observada con
los radares náuticos. estándar (de banda X) para obte-
ner estimaciones de espectros de olas. Se ha venido
realizando trabajo de desarrollo e investigación sobre
este tipo de medida radar del océano (ROSE) durante
varias décadas, y los radares están alcanzando, por
fin, el nivel de fiabilidad y de gestión de "caja negra"
necesario para su puesta en marcha operativa.
EuroROSE
EuroROSE es un proyecto que está llevando a cabo un
consorcio de seis instituciones europeas de cuatro
países (incluido el Instituto de Meteorología de No-
ruega) para desarrollar herramientas operativas para
el análisis y la predicción oceánicos en apoyo a las
operaciones marítimas costeras y a la construcción y
la protección del medio ambiente marino. Está finan-
ciado por la Comisión Europea, a través de un fondo
considerable, durante tres años. Los usuarios iniciales
a los que va dirigido específicamente son los operado-
res del Servicio de Tráfico de Barcos (VTS) y los gesto-
res de puertos y de costas marinas. La herramienta
operativa bajo desarrollo es un sistema de vigilancia y
de predicción de las condiciones del océano que com-
bina datos de observaciones de radares de onda te-
rrestre de HF y de radares de navegación de banda X
(olas y corrientes superficiales) asimilados en mode-
los oceánicos de alta resolución (500 m).
El proyecto se centra en dos experimentos de
campo operativos, el primero en colaboración con el
centro VTS de la isla de Fedje, cerca de Bergen, en No-
ruega (desde mediados de febrero hasta finales de
marzo de 2000), y el segundo con el centro VTS próxi-
mo a Gijón, en el norte de España (desde mediados de
octubre hasta finales de marzo de 2000). Las seis insti-
tuciones participantes contribuyen a los experimen-
tos (radares, gestión de datos, análisis de datos, mo-
delos, interfaz de usuario), que ofrecen análisis de ob-
servaciones de olas y de corrientes superficiales, junto
con los análisis y las predicciones de lo s modelos at-
mosféricos, de olas y de corrientes, de alta resolución,
actualizados cada hora sobre un área de aproximada-
mente 40 km x 40 km. Ambos experimentos tienen lu-
gar en zonas sensibles desde un punto de vista opera-
ti vo, con un tráfico de barcos denso sujeto a fuertes
corrientes y a olas altas. Se puede encontrar más in-
formación sobre el proyecto EuroROSE en: http://if-
maxpl.ifm.uni-hamburg.de/EuroROSE/index.html.
El 2 de marzo de 2000 tuvo lugar un cursillo Eu-
roROSE en Bergen, seguido de un viaje al centro VTS
de Fedje y al emplazamiento del radar (5 de marzo). Se
dedicó tanto al análisis preliminar del experimento de
Fedje en su etapa intermedia como a la planificación
inicial del experimento de Gijón. Exceptuando algu-
nos cortes de energía ocasionales producidos por el
tiempo, Fedje ha funcionado bien hasta el momento.
Los datos de observación asimilados han intensifica-
do mucho el rendimiento del modelo y la calidad de
los productos de salida, y tanto los operadores VTS
como los pilotos de barcos aceptan y se fían cada vez

más de los productos operativos. En la dirección de
Internet citada anteriormente se pueden ver también
datos y productos on-line en tiempo real del experi-
mento.
Es probable que el éxito de este proyecto produz-
ca en Europa un importante desarrollo comercial de
sistemas oceánicos integrados y beneficios operativos
indirectos. Es igualmente importante que todos los
Miembros marítimos de la OMM se mantengan infor-
mados de los resultados del proyecto y de su potencial
para aplicar en otras partes del mundo las herramien-
tas que ha desarrollado y probado.
Cursillo ROSE de la JCOMM
En la CMM-XII (La Habana, Cuba, marzo de 1997) se
creó un Subgrupo sobre ROSE, en parte como respues-
ta a las recomendaciones del exitoso seminario Inter-
nacional ROSE (Ginebra, marzo de 1995). Este subgru-
po forma aho ra parte de la JCOMM. Sus objetivos, se-
gún se formula en sus términos de referencia, son
diseñar proyectos de control de demostración, esta-
blecer las neces idades de normalización y recoger y
promulgar información sobre rentabilidad y capaci-
dades operativas de los radares oceánicos.
En los últimos tres años ha n tenido lugar nume-
rosos seminarios internacionales ROSE informales.
Otro seminario adicional fue convocado en Bergen el4
Participantes de las reuniones ROSE/ EuraROSE desafían
la primavera noruega para inspeccionar el emplazamiento
del radar de HF y el centro VTS de lo isla de Fedje.
Johannes Guddal, copresidente interino de la JCOMM, y 321
Heinz Gunther, jefe del equipo del experimento, están a
punto de comer el pastel especial para celebrar el éxito
del experimento de demostración.
(Fotografías: P. Dexter)
de marzo de 2000 por el presidente del subgrupo ROSE
de la JCOMM, el Profesor Hans Graber (de la Universi-
dad de Miami), para aprovechar el Seminario Eu-
roROSE y para reunir a operarios de Europa y de Amé-
rica del Norte. Como tal, ofreció un importante foro en
el que comparar configuraciones de sistemas, capaci-
dades y aplicaciones operativas . Un sistema radar de
HF está disponible comercialmente en la act ualidad
en los EE. UU. (CODAR!SeaSonde), diseñado y fabrica-
do por el Dr. Don Barrick, un pionero de los radares de
HF. Se trata de un sistema compacto de "caja negra"
pero que sólo puede medir corrientes. El SeaSonde
constituye una componente importante de un sis tema
integrado de vigilancia y de predicción marítima en la
zona nordeste de los EE.UU., desarrollado y manteni-
do por un consorcio de universidades. Desgraciada-
mente, el sistema puede ser discontinuo debido a la
falta de apoyo financiero operativo. En conjunto, la
principal concl usión del cursillo fue que los radares
oceánicos están ahora operativos de forma eficaz en
varios países, y que EuroROSE ofrece una demostra-
ción esencial de aplicaciones y capacidades operativas
específicas.
Al término del seminario se produjo una impor-
tante discusión sobre el estado y las actividades futu-
ras del gru po ROSE. Fue precedida por presentaciones
cortas de la JCOMM y del SMOO (en concreto, del
 SMOO Costero). El seminario destacó la importancia
de informar y enseñar en los SMN las capacidades y
aplicaciones del ROSE. Además, se convino en la nece-
sidad de mantener el grupo ROSE de alguna fo rma (al
menos como una asociación internacional informal) y
algún tipo de asociación con la OMM/COI a través de la
JCOMM. También se convino en la importancia de au-
mentar la concienciación sobre el ROSE dentro de las
agencias operativas.
HIDROLOGÍA
Y RECURSOS HÍDRICOS
Interés mundial por el agua potable:
Dublín-Río-La Haya- Bonn
De vez en cuando hemos inform ado en es tas páginas
del interés creciente, a alto nivel, en algunos países y
regiones, por la incapacidad para satisfacer todas las
demandas de agua potable con los rec ursos limitados
que hay dis ponibles. Esta preocupación estuvo detrás
de muchas discusiones de la Confe rencia de las NU so-
322
bre el Agua, celebrada en Ma r del Plata, en Argentina,
en 1977. Se acentuó en 1992, cuando la OMM convocó
la Conferencia Internacional sobre el Agua y el Medio
Ambiente en Dublín, en Irlan da, y fue incorporada a la
Agenda 21, el récord de los acuerdos a alto nivel alcan-
zado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
Med io Ambiente y Desarrollo (Río de Janeiro, Brasil,
1992). Pero, ¿qué ha sucedido como resultado de todas
es tas re uniones y de los miles de páginas de doc umen-
tación que han generado?
No de masiado, podría n decir algunos, mientras
que otros señalarán importan tes logros en algunas
áreas. La OMM ha buscado co nsolidar sus actividades
en hidrología y recursos hídricos y, aunque ha sido di-
fíc il en tiempos de reces ión económica, se ha alcanza-
do un éxito considerable en la ayuda a los Servicios Hi-
drológicos nacionales pa ra que aumenten su capaci-
dad para servir a los intereses nacionales, por
ejemplo, a través de la puesta en marcha del WHYCOS
(véase el artículo en este número) .
Algunos han arg umentado que, en la mayo ría de
los casos, no hay un a fal ta real de agua potable. El pro-
blema radica en que no está gestionada eficazmente
como un rec urso renovable. Es te es un as unto que
crea co ntroversia y sobre el qu e se debatirá mucho en
los próximos años.
Hay mucha verdad en el argumento de que dispo-
nemos de la capacidad científica y técnica para resolver
la mayor parte de los problemas principales a los que
nos enfrentamos, pero nos fa ltan los recursos fina ncie-
ros. Esto lleva a la afi rmación de que, con frecue ncia, se
podrían encontrar los fondos si los políticos estuvieran
ahí para apoya r una mayor invers ión en la evaluación y
en la gestión de los recursos de agua potable.
2002 será tes tigo del décimo aniversa rio de la
Conferencia de Río y ahora se es tán trazando planes
para celebrar este acontecimiento. Para mediados de
2000 se habrá tomado alguna decisión a este res pecto,
pero el colectivo relacionado con el agua potable no ha
esperado para lanzar sus propias iniciativas . El Conse-
jo Mundial del Agua ha estado preparando una visión
a largo plazo sobre la vida del agua y el medio ambien-
te en el siglo XXI, y la Asociación Mundial del Agua
es tá trabajando en un marco de acción que co mple-
men taría esta visión. Ambas iniciativas fueron pre-
sentadas en el Segundo Fo ro Mundial del Agua que fu e
convocado por Holanda y celebrado en La Haya del 17
al 22 de marzo de 2000.
El Foro incorporó toda una serie de actividades,
incluidas sesiones sobre los as pectos técnicos, econó-
micos, sociales y religiosos del agua potable. También
se pres tó atención a grupos con un interés especial,
como los jóvenes, las organizaciones no gubernamen-
tales y la empresa privada, y se celebró una Feria Mun-
dial del Agua en la que el público general pudo reunir-
se con los distintos grupos interesados.
El Fo ro culminó en un Conferencia Ministerial en
la que se invitó a los Ministros a tratar y a anunciar
sus planes para abordar los problemas actuales. Se
cla usuró el 22 de marzo de 2000, celebrándose así el
Día Mundial del Ag ua que este año te nía como lema
"Agua para el siglo XXI".
El alcance y la variedad planificados del Foro de
La Haya fueron distintos a los de cualquier otra reu-
nió n internacional previa en el campo del agua po ta-
ble. Un total de unas 4 600 personas asistieron a lo lar-
go de los seis días. La ceremonia de ape rtura fue inte-
rru mp ida por manifes taciones cont ra la co nstrucción
de embalses y contra la privatización de los servicios
hídri cos, pero la situación se manejó bien y, como re-
sultado, el Foro recibió mucha cobertura por parte de
la prensa y fue visto como el aco ntecimiento verdade-
ramente abierto y participativo que Holanda preten-
día que fuera. Nun ca antes se había producido un acto
ta n grande y tan ampliamente representati vo, en el
que grupos de presión medioambiental, ministros gu-
bernamentales, banqueros, científicos, líderes religio-
sos, as trona utas y artistas se reunieron para tra tar el
único as unto: el agua.
La Conferencia Ministerial aco rdó la Declaración
de la Haya sobre Seguridad del Agua en el Siglo XXI,
que tiene un estilo inusualmente libre para un docu-
men to de esa clase. Reconoce que los principales desa-
fíos son:
Satisfacer las necesidades básicas.
Asegurar la provisión de alimentos.
 Proteger los ecosistemas.
Compartir los recursos hídricos.
Gestionar los riesgos.
Evaluar el agua .
Ges tionar el agua de una manera acertada.
Los Ministros acordaron, entre otras cosas, tra-
bajar junto con otros sectores implicados pa ra desa-
rrollar una cultura del agua más fuerte a través de una
mayor concienciación y de un compromiso más am-
plio, y pidieron que se intensifiq ue la inves tigación y
la generación y difusión de conocimiento. Menciona-
ro n específica mente el Info rme Mundial de Desarrollo
del Agua que realizará cada dos años el sistema de las
NU, y se comprometie ron a trabajar dentro de institu-
ciones multilaterales, incluidas las Naciones Unidas,
para fortalecer las políticas y los programas relaciona-
dos con el agua.
La Confe rencia Ministerial aco rdó examinar el
progreso en el sector del agua potable en la reunión de
Bonn de 2002. Esto fue una referencia a los preparati-
vos para la celebración de lo que se llama "Río+ 10".
Todavía hay pocos detalles disponibles referentes a
esta celebración pero ya se es tá planificando un im-
portante aco ntecimiento. Alemania se ha ofrecido
para acoger una reunión de alto nivel a principios de
2002 co mo parte del proceso Río + 1Oy las agencias de
las NU interesadas, y la OMM en particular, están tra-
tando ahora la forma y el contenido de dicha confe-
rencia.
Todas estas actividades están centrando su aten-
ción en las preocupaciones por la escasez de agua po-
table, con la esperanza de que los gobiernos de más
alto nivel le concedan la importancia y la financiac ión
necesarias si no queremos que se convierta en una de
las mayores restricciones para el desa rrollo sostenible
en el fu turo.
Centro Internacional propuesto para la
Evaluación de los Recursos Hídricos del
Subsuelo
Los recursos hídricos del subsuelo suman el 30 por
ciento de los recursos mundiales totales de agua pota-
ble y representan más del 90 por ciento del agua pota-
ble disponible con facilidad. A escalas temporales ma-
yores, el almacenamien to de agua en el subsuelo es
una componente importante del equilibrio de agua
potable a los niveles local, regional y mu ndial. Sin em-
bargo, la información sobre la cantidad y la calidad de
los acuíferos es ins uficiente y, en consecuencia, las
evaluaciones de agua potable regionales, y también las
mundiales, son incompletas. También es inquietante
el hecho de que los recursos hídricos del subsuelo se
estén sobreexplotando de una manera progresiva en
todos los continentes de forma no sostenible. Recono-
cien do la necesidad de una mejor evaluación de los re-
cursos hídricos del subsuelo, la Quinta Conferencia
Internacional de la UNESCO/OMM sobre Hidrología
(Ginebra, 8- 12 de febrero de 1999) reco mendó que la
OMM y la UNESCO "considera ran la conveniencia y la
viabilidad de crear un Centro de In for mación del Agua
Subterránea para mejorar la disponibilidad de datos
para investigación y planificación". Con posteriori-
dad, el Grupo de Trabajo de la CHi sobre Aplicaciones
preparó, en diciembre de 1999, un borrador de pro-
pues ta y recomendó la creación de dicho centro. Du-
rante una reunión del grupo de expertos, convocada
conj untamente por la OMM y por la UNESCO, en París,
del1 3 al1 5 de marzo de 2000, se elaboró una propues-
ta para la creación de un Centro Internacional de Eva-
luación de los Recursos Hídricos del Subsuelo
(INGRACE).
Entre las principales fu nciones del INGRACE es-
tará la pro moción de la conciencia pública sobre la
importancia del agua subterránea y la amenaza del de-
terioro de los recursos. Para los res ultados esperados
del INGRACE, resul ta vital la creación de un sistema
323
mundial de información sobre evaluación de los re-
cursos hídricos del subs uelo con da tos clave de apoyo.
De forma paralela, está previsto que el Centro prepare
las líneas maestras y las herramientas necesarias para
la recogida de datos de agua subterránea y para el con-
trol de ac uíferos, junto con el apoyo adecuado para la
difusión de conocimiento y de formación profesional.
En concepto de ayuda a los programas pertinentes del
sistema de las NU, se espera que el Centro lleve a cabo
el proceso y la evaluación de los da tos de control, en
colaboración con agencias nacionales.
Los res ultados pri nci pales del Centro incluirán
una visión de conj unto de los principales acuíferos
mu ndiales, incluidos su distribución, su nivel de ex-
plotación y su funcionamiento general con res pecto a
las aguas superficiales, y el diagnósti co de las tenden-
cias de los niveles freá ticos y de la calidad del agua
subterránea para los principales ac uíferos mundiales.
Una vez esté creado, el INGRACE fu ncionará bajo
los auspicios conjuntos de la OMM y de la UNESCO.
Lanzamiento del AOC-HYCOS
El AOC-HYCOS, el proyecto WHYCOS para África Occi-
dental y Central, ha empezado oficialmente con el lan-
zamiento de una fase piloto de 18 meses, financiada
por el Ministerio de As untos Exteriores de Francia con
una ayuda de 2 millones de fra ncos fra nceses (350.000
$ EE.UU.) .
Bajo los auspicios de la OMM, se celebró una reu-
nión en Uagadugú, en Burkina Faso, del 1 al 3 de di-
ciembre de 1999, para tratar la puesta en marcha de
esta fas e. Asistieron a ella representantes de los SHN
 de los once países de la subregión que habían mostra-
do su apoyo al proyecto. También estuvieron repre-
sentadas las autoridades de la principal cuenca flu vial
regional.
Un objetivo clave de la fase piloto es la transfe-
rencia a un organismo regional del Observatorio Hi-
drológico Regional para África Occidental y Cen tral,
que ha sido desarrollado y puesto en fu ncionamiento
por el Instituto Francés de Investigación para el Desa-
rrollo . El proyecto, además, consolidará y desarrollará
las actividades del Observatorio. Una propuesta con-
junta de la Administración de la Cuenca del Níger
(ACN) y del Centro Regional AGRHYMET del CILSS
(RCA) para acoger el Centro Piloto Regional (PRC) del
proyecto obtuvo el consenso de los participantes. El
PRC coordinará la recogida de datos, se encargará del
funcionamiento de la base de datos regional y del ser-
vidor de Internet asociado y organizará ses iones de
formación profesional.
Duran te una reunión conjunta, celebrada en Nia-
mey del6 al8 de marzo de 2000, se alcanzó un ac uerdo
técnico y financiero entre el consorcio ACN/RCA y la
324 Secretaría de la OMM, que es la age ncia ejecutiva del
proyecto. La fa se piloto del AOC-HYCOS durará hasta
junio de 2001. Se celebrará una revisión técnica y una
reunión de donantes antes de que acabe esta fas e pilo-
to, que los donantes consideran como una clase de ca-
pacitación para un proyecto regional HYCOS amplio,
que involucraría hasta a 23 países de la subregión.
PROGRAMA DE ENSEÑANZA Y
FORMACIÓN PROFESIONAL
Comité de Expertos del CE en Enseñanza y
Formación Profesional
El Com ité de Expertos del CE en Enseñanza y Forma-
ción Profesional mantuvo su 19.• ses ión en Bridge-
town, Barbados, del 3 al 7 de abril de 2000. En la cere-
monia de apertura, el Representante Permanente de
.--::~\ "~4 :~' ... - .'
Bridgetown, Barbados, abril de 2000 - Participantes de lo 19. g sesión del (o·
mité de Expertos del CE en Enseñanza y Formación Profesional (Foto: J. W. Zill-
mon)
Barbados ante la OMM, Sr. C. Layne, el Presidente del
Com ité, Dr. J. W. Zillman, el Director del Instituto Cari-
beño de Meteorología e Hidrología, Dr. C. Depradine, y
el Director del Departamento de Enseñanza y Forma-
ción Profes ional de la OMM, Dr. G. V. Neceo, en repre-
sentación de la Secretaría General, dieron la bienveni-
da a los participantes.
El Comité aprobó las recomendaciones adopta-
das por el Simpos io de la OMM sobre Enseñanza y For-
mación Profesional Continuas en Meteorología e Hi-
drología Operativa, mantenido en Teherán, República
Islámica del Irán, en noviembre de 1999 (véase el Bole-
tín 49(2), 219-220).
Siguiendo el mecanismo para la vigilancia conti-
nua de las actividades de los CRFM acordada en la cua -
dragesimoctava sesión del Consejo Ejecutivo y apoya-
da por la resolución Cg-XIII, el Comité reflexionó so-
bre los informes de los equipos de evaluación externa
de los CRFM localizados en Egipto, Costa Rica (véase el
Boletín de la OMM 49(2), 182-184) y Argentina. Tam-
bién se realizó una evaluación externa del CRFM de
Barbados durante la sesión del Comité. El Comité re-
comendó que es tos centros de formación profes ional
deberían segui r siendo reconocidos como CRFM de la
OMM y que los informes de evaluación externa debe-
rían transmitirse, junto con sus recomendaciones, a
los CRFM para su consideración. El proceso de evalua-
ción no sólo ayuda a los CRFM individ uales implica-
dos, sino que también amplía la co mprensión del pa-
pel y operación de los CRFM en general.
El Comité aco rdó que debería publicarse un nú-
mero preliminar de la cuarta edición de la publicación
OMM-Núm. 258 (Directivas de orientación para la en-
señanza y formació n profesional del personal de Me-
teorología e Hidrología Operativa, Volum en 1: Meteo-
rología), en las series del Departamento de ETR, para
asegurar una cons ulta tan amplia como fuera posible.
Debería distribuirse ampliamente para obtener las vi-
siones críticas y comentarios antes del 31 de diciem-
bre de 2000. Apoyó el establecimiento de un Grupo de
Trabajo para la edición del Volumen II: Hidrología.
Siguiendo una solicitud de su ses ión an terior,
apoyada por la resolución Cg-XIII, el Comité estable-
ció una política para la inclusión de nuevos títulos en
las series de publicaciones de formación profesional,
así como criteri os para la eliminación de los títulos
más antiguos.
El Co mité observó las ac tividades del OPAG-SOS
de la CSB que siguieron a la Estrategia de Mejora de la
Utilización de Sistemas de Satélites apoyada por la
CSB e incluyó la Es trategia de Enseñanza y Formación
Profes ional en Temas de Satélites apoyada por el CE
(en particular la participación de operadores de satéli-
tes para refo rzar la formación profesional en la utili-
zación del sistema de satélites, incluyendo el patroci-
nio de seis "centros de excelencia"). El Comité observó
también con satisfacción las diversas actividades de
los operadores de satélites, tanto individual como
conjuntamente con la OMM, y con el PEFP en particu-
lar, en forma de asistencia directa a los CRFM, foros de
usuarios, seminarios, cursillos, etc. Recomendó que el
CE apoye la posibilidad de que la componente de for-
mación profesional se desarrolle con la unión de los
CRFM mediante: el establecimiento de una estrecha
coordinación y las interacciones entre los CRFM; la
implicación de grupos científicos relevantes de mane-
ra sistemática; y la utilización de la idea de un labora-
torio virtual para la formación profesional en meteo-
rología por satélite.
El Comité abordó los criterios propuestos para la
concesión de becas con el presupuesto regular de la
OMM. También animó a la Secretaría a proseguir sus
esfuerzos para complementar los fondos disponibles
para becas mediante la búsqueda de contribuciones
privadas.
Teniendo en cuenta que durante la última década
había habido un cambio importante en el entorno so-
cioeconómico, político y técnico en el que operan los
CRFM, el Comité consideró que era el momento apro-
piado para revisar los términos de referencia de los
CRFM. Se acordó que, para la siguiente sesión, debería
prepararse un documento conceptual sobre el papel y
funcionamiento futuros de los CRFM.
El Comité abordó los temas que podrían enfren-
tar a las SMHN y tener un impacto sobre los requisitos
de enseñanza y formación profesional durante los
próximos diez años. Se ahondará posteriormente en
estos asuntos, en la siguiente sesión, de cara a su posi-
ble inclusión en las políticas y actividades del ETR
para el Sexto Plan a Largo Plazo de la OMM.
Próximos acontecimientos de formación
profesional
Seminario Regional de la OMM para Instructores
Nacionales de la AR III y de la AR IV
Este seminario tendrá lugar en Lima, Perú, delll al
22 de septiembre de 2000. Se dirige al desarrollo y
promoción de nuevas técnicas de formación profe-
sional del personal meteorológico y a la actualiza-
ción del conocimiento de los instructores en cam-
pos específicos de la meteorología. Se llevará a
cabo en inglés y español simultáneamente para
unos 25 participantes, que serán instructores en la
formación profesional de personal meteorológico e
hidrológico operativo. El programa incluirá confe-
rencias formales y sesiones prácticas, así como
contribuciones de lo s participantes a las prácticas
de formación profesional nacionales.
Publicación
La cuarta edición de la publicación OMM-Núm. 258
(Directivas de orientación para la enseñanza y forma-
ción profesional del personal de Meteorología e Hidro-
logía Operativa; Volumen I, Meteorología y Volumen
Il, Hidrología Operativa). Está previsto publicar el Vo-
lumen I durante el tercer trimestre de 2000. Abarcará
tres temas importantes: la nueva clasificación del per-
sonal, los planes de estudios fundamentales revisados
para la meteorología y las competencias especializa-
das del trabajo (con los conocimientos y habilidades
relevantes) requeridas para la práctica de los trabajos
meteorológicos típicos. El Volumen II se publicará an-
tes de finales de 200 l.
Centro Regional de Formación Profesional
Meteorológica del Departamento
Meteorológico de la India
El Centro de Formación Profesional del Departamento
Meteorológico de la India (IMD) se estableció en 1942
y se amplió a División de Formación Profesional en
1969. Los centros de formación profesional de Pune y 325
de Nueva Delhi, en la India, fueron reconocidos por la
OMM como Centros Regionales de Formación Profe-
sional Meteorológica (CRFM) en la región de Asia (AR
II) en 1986. Ese año, el Centro de Formación Profesio-
nal de Pune, que también es responsable de la forma-
ción en otros tres centros, cambió su nombre por el de
Instituto de Formación Profesional Central (CTI) del
IMD. Proporciona formación profesional en seis disci-
plinas: meteorología general, hidrometeorología, me-
teorología agrícola, instrumentación, telecomunica-
ciones e informática.
El CTI ha equipado recientemente su auditorio,
las salas de conferencias y el salón de actos. Su biblio-
teca está bien provista, con más de 2.500 libros y pu-
blicaciones periódicas, ordenadores personales, foto-
copiadoras e instalaciones audiovisuales para la pro-
yección de películas y de videocasetes . El albergue del
Instituto puede acomodar hasta a noventa cursillistas
a la vez.
Durante lo s 57 aüos del período 1942-1998, el
CTI formó a 12.862 personas (12 660 hindúes y 202
extranjeros) en meteorología general. En 1999, el
CRFM siguió proporcionando formación profesio-
nal a nuevos miembros del IMD, que son, en suma -
yoría, licenciados y doctorados. También, personas
de otros servicios e instituciones son entrenadas
en cursos especializados de hidrometeorología y
meteorología agrícola.
Los detalles de los cursos llevados a cabo por el
CRFM de la India en sus dos centros (Pune y Nueva
Delhi) en 1999 se muestran en la tabla siguiente:
 CURSOS LLEVADOS A CABO EN EL CENTRO REGIONAL DE FORMACIÓN
PROFESIONAL METEOROLÓGICA EN LA INDIA

Nombre del curso Duración Centro Número de cursillistas Número total

IMD No IMD Extranjeros de cursillistas

l. Meteorología general

{a) Curso de meteorología bá- 4 meses Chennai, 169 - - 169

sic a Calcuta,
Nueva Delhi
{b) Curso intermedio 4 meses Pune, 89 - - 91
Nueva Delhi
(e) Curso avanzado 1 año Pune - - - 3
{d) Curso de meteorología 1 año Pune 11 - - 11

11. Meteorología hidrológica

(a) Curso básico de observa- 3 semanas Pune - 116 - 116

dores
{b) Curso de supervisores 6 semanas Pune - 19 - 19

111. Meteorología agrícola

326 (a) Curso básico de observa- 3 semanas Pune - 30 - 30

dores
{b) Curso de verano de colo- 4 semanas Pune - 24 - 24
cación para estudiantes
de licenciaturas tecnológi-
eas
{e) Curso de meteorología 1O meses Pune

IV. Instrumentos de superficie

{a) Operación y mantenimien- 2 semanas Pune 4 8 - 12

to d~ los instrumentos me-
teorológicos de superficie

V. Instrumentos de altura

(a) Curso intermedio 4 meses Nueva Delhi 8 - - 8

(b) Curso avanzado 6 meses Nueva Delhi 6 - - 6
{e) Curso de meteorología 1O meses Nueva Delhi 3 - - 3

VI. Telecomunicaciones

{a) Curso de operadores de 4 meses Nueva Delhi 9 - - 9

telecomunicaciones meteo-
rológicas
{b) Curso intermedio 4 meses Nueva Delhi 5 - - 5
{e) Curso avanzado 6 meses Nueva Delhi

PROGRAMA DE COOPERACIÓN Oficina del PNUD en Phnom Penh, en los campos de la

TÉCNICA
Cambo ya
Los consejeros de la OMM, el Sr. Lam Chiu-ying (de
Hong Kong, China) y el Sr. J. Colombani (de Francia)
llevaron a cabo dos misiones, en coordinación con la
meteorología y de la hidrología, respectivamente, du-
rante enero de 2000.
Los objetivos principales eran evaluar el estado
de los servicios meteorológicos e hidrológicos dentro
del país e identificar las necesidades para mejorar es-
tos servicios, y también tratar con las autoridades gu-
bernamentales y con otras instituciones de financia-
ción con representación en Camboya los posibles re-
cursos para la puesta en marcha de las propuestas de
proyecto que surjan de las misiones. Se están ejecu-
tando, usando los recursos disponibles, numerosas
recomendaciones que necesitan una acción inmedia-
ta; otras están siendo estudiadas por las agencias do-
nantes.
Nepal
El consejero de la OMM, el Dr. R. P. Sarker (de la
India), llevó a cabo una misión en el campo de la me-
teorología y sus aplicaciones, en octubre de 1999,
como respuesta a la petición realizada por el Director
General del Departamento de Hidrología y Meteorolo-
gía de Nepa!.
El objetivo principal era evaluar los equipos e ins-
talaciones de meteorología existentes en el Departa-
mento y determinar las necesidades para mejorar los
servicios, además de formular un borrador de pro-
puesta de proyecto que se presentará a la comunidad
de donantes para su financiación. Se hicieron tres pro-
puestas para fortalecer y mejorar los equipos de pre-
dicción del tiempo, para modernizar los servicios
agrometeorológicos y para desarrollar el control de la
calidad del aire. Los donantes potenciales están estu-
diando estas propuestas.
Burkina Faso, Malí y Níger
En enero de 2000 se completó el primer año de activi-
dades del proyecto "Aviso temprano y predicción de la
cosecha agrícola - Fase 2", con un gasto total de
2 506 240 $EE.UU. El proyecto tiene un período de eje-
cución de tres años (1999-2001) dentro del marco de la
contribución italiana al Programa AGRHYMET.
La segunda reunión de evaluación tripartita se
celebró del 8 al 11 de febrero de 2000 en Bamako, en
Malí. Asistieron a ella representantes del Ministerio de
Asuntos Exteriores italiano, de los Servicios Meteoro-
lógicos Nacionales de Burkina Faso, Malí y Níger, del
Consejo Ejecutivo del Comité Interestatal Permanente
sobre Control de la Sequía en el Sahel, y de la OMM,
además de expertos del proyecto. En la reunión se
aprobaron las actividades previstas para el año 2000,
centrándose en una mejora adicional de la coordina-
ción entre el Centro AGRHYMET y las componentes
nacionales, y en mayores información, alcance y visi-
bilidad de los productos del proyecto consolidados, en
los ámbitos regional e internacional.
El Centro para la Aplicación de las Ciencias Infor-
máticas a la Agricultura (CSIA) de Florencia, en Italia,
ofrecerá apoyo científico adicional y coordinación al
proyecto. En la actualidad se está reclutando a tres ex-
pertos del Sahel para el proyecto con base en el Centro
Regional AGRHYMET de Niamey. En 1999 se llevaron a
cabo misiones para el cartografiado de biomasa y de
frentes de vegetación, áreas expuestas a riesgos, ges-
tión de bases de datos, recogida de datos, análisis de
datos METEOSAT, cartografiado del suelo del Sahel y
diseño y mantenimiento de la página de Internet del
proyecto. En junio de 1999 se celebró en Niamey un se-
minario regional para los SMHN sobre sistemas de
avisos tempranos. Las misiones de asesoría previstas
para 2000 apoyarán actividades del proyecto en los
campos de cartografiado de zonas vulnerables, agro-
nomía, agrometeorología, tecnología de la informa-
ción y gestión de bases de datos, sistemas de informa-
ción geográfica (SIG) y desarrollo de páginas Web .
La contribución italiana al proyecto "Sistemas de
avisos tempranos en los Servicios Meteorológicos na-
cionales de Burkina Faso, Malí y Níger" asciende a
598 500 $ EE. UU. durante un período de dos años
(1999-2000). Los objetivos son la ayuda técnica para la
validación de modelos de predicción en zonas expues-
tas a riesgos y la consolidación opera ti va del sector
agrometeorológico. En 1999, las actividades trataron
la transferencia de metodología relacionada con el sis-
327
tema integrado de vigilancia y predicción, y de control
de zonas expuestas a riesgos, y el apoyo de actividades
de los Grupos de Trabajo Nacionales Multidisciplina-
res en el Control de Cosechas de los tres países.
La segunda reunión de evaluación tripartita, cele-
brada en Bamako, en Malí, el9 de febrero de 2000, va-
loró los logros del proyecto. En 1999, un representante
de cada componente nacional recibió amplia forma-
ción profesional en SIG y en agrometeorología en el
CSIA de Florencia. Se llevarán a cabo misiones de ase-
soría complementarias sobre agrometeorología en
Burkina Faso y en Malí.
Centro de Control de las Sequías
de Nairobi (CCSN)
En septiembre de 2000 se aprobó un proyecto para fi-
nanciar las operaciones del CCSN con una contribu-
ción total de 1 600 000 $EE.UU. por parte de la Agen-
cia de Estados Unidos de Desarrollo Internacional
(USAID). El proyecto se ejecutará durante un período
de dos años y tiene dos componentes, una que pondrá
en marcha el Instituto de Investigación Internacional
para la investigación del clima (IR!) y otra, la OMM. La
componente del IR! asciende a 500 000 $EE.UU. y fi-
nanciará la creación de equipos de _modelización del
clima en el CCSN a través del suministro de hardware
de ordenador, desarrollo e instalación de modelos, y
creación de capacidades. El objetivo de la componente
de la OMM, que asciende a 1 100 000 $ EE. UU., será
mejorar los equipos informáticos del CCSN, perfeccio-
nar las comunicaciones entre el CCSN y los SMHN de la
región, la creación de capacidades de:Gientíficos loca-
 les y regionales, y la celebración de Foros de Perspecti-
va del Clima.
Proyecto de Gestión de Recursos Hídricos
en México
En 1999 continuaron las actividades, desarrolladas
bajo el acuerdo continuado entre la OMM y la Comi-
sión Nacional del Agua (CNA) de México, para ofrecer
servicios de asistencia técnica bajo el Programa de
Gestión de Recursos Hídricos (PROMMA) financiado
por el Banco Mundial y por el Gobierno de México.
Los servicios de asistencia técnica de la OMM a la
CNA en 1999 incluyeron más de 40 misiones llevadas a
cabo por 23 consejeros y por cuatro firmas de asesoría
en las áreas de la meteorología, la hidrología, las tele-
comunicaciones, la tecnología de la información, la
administración del agua, la calidad del agua, el agua
del subsuelo, la planificación de recursos hídricos y la
formación de personal. Se están distribuyendo a todas
las secciones de la CNA interesadas los 23 informes
que se prepararon.
Un equipo multidisciplinar de nueve expertos lle-
328 vó a cabo la segunda misión de evaluación técnica du-
rante el período comprendido entre el11 de octubre y
el6 de noviembre de 1999, con el propósito de dirigir
la ejecución del PROMMA durante el período com-
prendido entre 2000 y 2003.
El plan de trabajo para el año 2000 prevé la ejecu-
ción de actividades por parte de la OMM con un coste
total estimado de 1,1 millones de$ EE. UU.
Proyecto Clima Iberoamericano
El Estudio de Viabilidad del Proyecto Clima Iberoame-
ricano concluyó en 1999. Ofreció propuestas de pro-
yecto factibles para la modernización de trece SMHN
de América Latina (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,
Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, México,
Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela) con un coste to-
tal estimado de 408 000 000 $ EE. UU.
Las componentes principales del proyecto son
la ampliación y la modernización de las redes de
observación meteorológica e hidrológica, la mo-
dernización de los sistemas de comunicación y de
los bancos de datos climatológicos, el desarrollo de
capacidades regionales y el refuerzo de las capaci-
dades institucionales. El estudio se llevó a cabo du-
rante dos años y medio con un coste total de
2 915 000$ EE.UU., con la contribución del Gobier-
no de España (965 000 $ EE . UU.), del Banco de De-
sarrollo Interamericano (IDB) (700 000$ EE.UU. de
su Fondo de Operaciones Especiales y 500 000 $
EE.UU. del Fondo Permanente de EE.UU. adminis-
trado por el IDB), del CIDA-DELCAN (350 000 $
EE. UU .), de la OMM (300 000 $ EE. UU.) y de los
SMHN (lOO 000 $EE. UU.).
La OMM continuará apoyando a los países partici-
pantes en las negociaciones para obtener fondos que per-
mitan llevar a cabo el proyecto. Los países que ya han dado
pasos para la puesta en marcha del mismo son Argentina,
Bolivia, Brasil, Colombia, El Salvador y Perú.
SISTEMA MUNDIAL
DE OBSERVACIÓN DEL CLIMA
Mejora de los sistemas mundiales
de observación del clima en el Pacífico
El Pacífico Sur es una de las regiones en las que el
SMOC centrará sus esfuerzos para fomentar la mejora
de los sistemas de observación a través de seminarios
regionales. Esta iniciativa es la respuesta a la Decisión
S de la quinta sesión de la Conferencia de las Partes de
la Convención Marco de las NU sobre el Cambio Cli-
mático (CMNUCC). Esta decisión pide (a) a la Secreta-
ría del SMOC, junto con organismos regionales e inter-
nacionales afines, incluido el Fondo para el Medio
Ambiente Mundial (FMAM), que organice seminarios
regionales para identificar las necesidades de creación
de capacidades en los países en vías de desarrollo; y
(b) a las Partes que traten las deficiencias de las redes
de observación del clima y, junto con la Secretaría del
SMOC, que identifiquen las necesidades y la financia-
ción para capacitar a los países en vías de desarrollo
en la recogida, intercambio y utilización de los datos.
La Secretaría del SMOC, el Programa Regional del
Medio Ambiente para el Pacífico Sur (SPREP) y la Ofi-
cina Subregional de la OMM para el Pacífico Sudoeste
están organizando el primer Seminario Regional Insu-
lar del Pacífico sobre las Necesidades Regionales del
Sistema Mundial de Observación del Clima. Se cele-
brará en Nuku'alofa, en Tonga, del 14 al 15 de agosto
de 2000, antes de la séptima Reunión del SPREP de los
Directores de los Servicios Meteorológicos Regionales
(16 de agosto).
Los principales objetivos serán tratar las defi-
ciencias y las necesidades regionales de los sistemas
de observación atmosférica, oceanográfica y terrestre,
y desarrollar una estrategia para resolverlas. Los obje-
tivos específicos son:
(a) Identificar las necesidades de creación de capa-
cidades y la financiación necesaria en la región
para permitir a los países resolver las deficien-
cias regionales de los sistemas de observación
atmosférica, oceanográfica y terrestre, y recoger,
intercambiar y utilizar datos de forma continua-
da en cumplimiento de la CMNUCC.
(b) Determinar las prioridades para mejorar los sis-
temas de observación.
(e) Iniciar el desarrollo de una propuesta detallada,
para mejorar los sistemas de observación regio-
nales, que pueda ser presentada al FMAM y/o a otras de tantos países Miembros del SPREP como sea posi-
organizaciones financieras. ble, incluidos Directores de Servicios Meteorológicos e
Razones para un seminario insular en el Hidrológicos, coordinadores del programa sobre el
Pacífico cambio climático, gestores de sistemas de observa-
ción oceanográfica y terrestre, expertos regionales en
La gran zona oceánica ocupada por las naciones insu-
sistemas de observación y representantes de agencias
lares del Pacífico es una de las regiones menos obser-
donantes nacionales e internacionales.
vadas del sistema mundial. Un incremento del núme-
ro de observaciones atmosféricas y oceánicas, además
de mejoras en las observaciones actuales, producirá EN LAS REGIONES
importantes beneficios tanto a nivel regional como
mundial. Un análisis preliminar de las deficiencias en Servicio Meteorológico de Kiribati -
las redes del sistema de observación atmosférica del descripción
Pacífico indica que algunas estaciones que forman Kiribati - el país *
parte oficialmente de la Red de Superficie del SMOC y
Kiribati consta de 33 atolones bajos de coral muy dis-
de la Red en Altura del SMOC no emiten datos actual-
persos, geográficamente aislados y fragmentados, lo
mente, mientras que otras producen un número de in-
que hace difíciles y costosos el transporte y las comu-
formes mucho menor del deseable. Las estadísticas de
nicaciones . Kiribati cuenta con recursos naturales li-
control también indican que hay que mejorar la cali-
mitados y depende mucho de los precios, siempre
dad de los datos de ciertas estaciones. Además, tam-
fluctuantes, de la copra y del pescado en el mercado
bién se pueden hacer importantes mejoras en los sis-
mundial.
temas de observación oceanográficos y terrestres de la
El Producto Interior Bruto (PIB) de Kiribati es uno
región del Pacífico Sur. Se considera que los países in- 329
de los más bajos de la región del Pacífico y las Naciones
sulares del Pacífico están entre los más vulnerables a
Unidas lo declararon País Menos Desarrollado en 1987.
las consecuencias del cambio climático, en especial a
La tasa media de crecimiento económico es de un 2,9
las amenazas potenciales asociadas al incremento del
por ciento anual. Las principales contribuciones al cre-
nivel del mar.
cimiento son los recursos marítimos, un Fondo de Re-
El SPREP trabaja estrechamente con los Servicios
serva de Compensación de Ingresos bien gestionado y
Meteorológicos nacionales de los países insulares del
una política macroeconómica disciplinada. Kiribati ges-
Pacífico. En particular, el SPREP y la Oficina Sub regio-
tiona sus recursos financieros de forma prudente, tiene
nal de la OMM para el Pacífico Sudoeste encabezan en
posibilidades de un crecimiento modesto en turismo y
la actualidad la ejecución de un plan de acción estraté-
agricultura y podría aumentar de forma importante el
gico para el desarrollo de la meteorología en la región
tratamiento y la exportación de atún.
del Pacífico. Este proyecto incluye un análisis detalla-
Informes recientes han subrayado lo inadecuado
do de necesidades, diseñado para examinar la situa-
de los servicios públicos básicos, especialmente de sa-
ción actual en lo que respecta a las observaciones con
lud y educación, en los atolones aislados. Entre los
fines meteorológicos y climáticos, para identificar las
problemas medioambientales graves se encuentran el
carencias, determinar las necesidades y las priorida-
agotamiento y la contaminación de las aguas superfi-
des específicas, y para proporcionar la base para pro-
ciales, la creciente salinización, la contaminación del
puestas concretas de desarrollo. El análisis de necesi-
marisco por los desperdicios originados por el hom-
dades estará disponible como aportación al seminario
bre, la captura abusiva de pescado cerca de las orillas,
insular del Pacífico. El SPREP también está llevando a
el vertido de basuras, el agotamiento de los manglares
cabo el desarrollo de una estrategia regional de res-
y la erosión costera. Todos estos problemas se ven au-
puesta al cambio climático para apoyar más la evalua-
mentados por una tasa de crecimiento de la población
ción regional del clima y los esfuerzos de creación de
de alrededor del 2,3 por ciento anual.
capacidades emprendidos bajo el Programa de Ayuda
contra el Cambio Climático de las Islas del Pacífico El Servicio Meteorológico de Kiribati
(PICCAP). El Servicio Meteorológico de Kiribati es un Departa-
El SPREP tiene 26 Estados Miembros. Se dividen mento Gubernamental bajo los auspicios del Ministe-
entre Estados insulares del Pacífico en vías de desa- rio de Medio Ambiente y de Desarrollo Social. La Ofici-
rrollo que son Miembros de la OMM, los que no son na Central está situada en Tarawa, en el Islote de Betio,
Miembros de la OMM (por lo general, los Estados in- y la sucursal está situada en el aeropuerto.
sulares más pequeños) y los países desarrollados, que
son Miembros tanto del SPREP como de la OMM. Es * Aunque es miembro de los Nociones Unidos, Kiriboti to-
importante que asistan al seminario representantes davía no es miembro de lo OMM (Ed.).
 El Servicio Meteorológico de Kiribati lleva a cabo pro-
gramas de observación en superficie y en altura. Además
de las observaciones básicas, administra, en colaboración
con instituciones de investigación del clima, instrumentos
desplegados al este de Kiribati. Hay ocho estaciones de su-
perficie (tanto sinópticas como climatológicas) en funcio-
namiento (Butaritari, Fanning, Banaba, Tarawa, Beru, Aro-
rae, Kan ton y Kirimati). Además, hay estaciones pluviomé-
tricas de las que se encargan funcionarios agrícolas. En la
sucursal se preparan y se difunden METAR y SPECI hora-
rios para la aviación.
La estación de observación en altura de Tarawa
utiliza un sistema Vaisala DigiCora y radiosondas
RS-80-15. Antes se realizaban observaciones dos veces
a) día, pero debido al alto coste de las sondas y a las di-
ficultades financieras, se han reducido a una diaria.
Las observaciones meteorológicas son realizadas
por 20 profesionales formados . Los datos meteoroló-
gicos son recogidos de las estaciones de observación
del país por alta frecuencia de radio y se intercambian
con otros SMN de la región vía EMWIN, facsímil y co-
rreo electrónico. El Servicio Meteorológico de Kiribati
330 está jugando un papel activo, junto a otras agencias,
en la centralización de todas las actividades de recogi-
da de datos climatológicos.
Conclusión
La creciente demanda de información sobre variabili-
dad climática, cambio climático y aumento del nivel
del mar y de sus efectos, y también de predicciones
para la aviación y marítimas, implica que el Servicio
Meteorológico de Kiribati debería aumentar su planti-
lla y su capacidad técnica si pretende ofrecer servicios
eficaces y eficientes.
Foro de Predicción Climática para el
Sudeste de América del Sur
El octavo foro se celebró en el Instituto Nacional de
Meteorología de Brasilia, en Brasil, el27 y el28 de mar-
zo. Se elaboró una predicción de consenso sobre las
condiciones climáticas para el período comprendido
entre abril y junio de 2000, para la región 20°S-40°S y
para el este de los Andes.
Estos foros se han celebrado periódicamente
dentro del marco de Mercosur (Argentina, Brasil, Pa·
ragua y y Urug1,1ay). Los participantes proceden de Ser-
vicios Meteorológicos, universidades y de otras insti·
tuciones que tratan predicciones climáticas, y tam·
bién asisten usuarios. Su objetivo es elaborar, por
consenso, \lna predicción climática de temperat\lra y
precipitación para la región cada tres meses,
El objetivo global es que los gobiernos y los usua-
rios finales tengan una herramienta de planificación
para sus actividades, a través de la información ofreci·
da por los Servicios Meteorológicos nacionales, Los
usuarios principales son los sectores económicos ta-
les como la agricultura, la ganadería, el turismo y el
transporte, además del público general.
Sexta Conferencia Internacional sobre
Meteorología y Oceanografía en el
Hemisferio Sur
Kingtse C. Mo
Centro de Predicción del Clima,
CNPMA/SMN/NOAA, EE .UU .
y Patricio Aceituno
Universidad de Chile, Santiago, Chile
La sexta Conferencia Internacional sobre Meteorolo-
gía y Oceanografía en el Hemisferio Sur (6 CIMOHS) se
celebró entre el3 y el 7 de abril de 2000 en Santiago de
Chile y asistieron a ella unas 200 personas de 14 paí-
ses. La reunión logró con gran éxito fomentar el cono-
cimiento de los procesos atmosféricos y oceánicos es-
peciales del hemisferio sur y sus vínculos con los tró-
picos y con el hemisferio norte. Se cumplió con el fin
de intercambiar ideas y de facilitar un diálogo entre
científicos y usuarios de productos meteorológicos y
climáticos.
En los últimos años, ha aumentado de forma con-
siderable la conciencia de las consecuencias sociales y
económicas del tiempo y del clima debido a los avan-
ces en las comunicaciones y a la cobertura de los me-
dios de información. La influencia del tiempo y del cli-
ma sobre cualquier región es la combinación de la di-
námica de las interacciones del océano, la tierra y la
atmósfera, del forzamiento regional y de factores so-
ciales y económicos locales. El conocimiento global de
estos elementos contribuirá al desarrollo de produc-
tos destinados a minimizar la destrucción causada
por los desastres naturales.
Se reconoce que es necesario un medio ambiente
mundial para comprender la variabilidad regional, pero
cada región tiene su perspectiva geográfica única. Te-
niendo esto en mente, el tema central de la Conferencia
fue "Los recursos hídricos y su gestión; centro de aten-
ción en el hemisferio sur". Además de los temas tradi-
cionales relacionados con la MOHS, se prestó especial
atención a aquellos asuntos relacionados con el tema
principal de la Conferencia: los sistemas de monzones
del hemisferio sur; las aplicaciones climatológicas e hi·
drológicas regionales, las aplicaciones de El Niño/Osci-
lación Austral y las predicciones de la Oscilación Mad-
den Julian y las estimaciones de cambio global sobre el
crecimiento y el desarrollo sostenibles.
Para celebrar el nuevo milenio, los conferencian-
tes invitados examinaron el progreso sobre la MOSH
durante las décadas pasadas y trataron los principales
desafíos para las ciencias atmosféricas y oceánicas en
el hemisferio sur durante el siglo XXI. También se tra·
taron los problemas del cambio climático y las conse-
cuencias del clima y del tiempo sobre el desarrollo
económico y humano. Durante la sesión del grupo, los
científicos trataron su perspectiva de futuro y sus
~' ; ,. . ..
~~~N" o ticias
• w.....-. -·
Premio Internacional
NORBERT GERBIER-MUMM-2002
La OMM invita a la presentación de solicitudes
para el premio internacional NORBERT
GERBIER-MUMM-2002
El premio NORBERT GERBIER-MUMM fue instituido
por la OMM en 1987 para impulsar y recompensar
anualmente un artículo científico original sobre la in-
fluencia de la meteorología en un campo particular de
las ciencias físicas , naturales o humanas, o sobre la in-
fluencia de una de estas ciencias sobre la meteorología.
El premio consiste en una medalla que lleva la efi-
gie del señor Sr. Norbert Gerbier, presidente de la Co-
misión de Meteorología Agrícola de la OMM desde
1979 a 1985, y un premio de 50.000 francos franceses.
El premio puede compartirse entre coautores siempre
que los demás criterios de concesión del premio se
cumplan.
ASOCIACIÓN INTERNACIONAL
DE CLIMATOLOGÍA (IAC)
0
13. Seminario Internacional sobre Climatolog ía
Niza, Francia, 6-8 de septiembre de 2000
Tema principal : Riesgos y limitaciones del clima
El seminario se celebrará en francés .
Para más información se puede contactar con ;
Profesor Pierre CARREGA
Universidad de Niza-Sofia Antipolis
Director de [a Un idad de Enseñanza e Investiga-
ción " Espacios y Culturas"
98 Bd E. Herriot
F-06204 Ni;;a cegex 3
Teléfono; 33 (O) 4 93 37 53 80/54 61
Fax: 33 (O) A 93 37 54 30
Correo electrónico : carrega@unice.fr
http://www.unice.fr/Espaces-Cultures/
Página de k:~ IAC: http://www.univ-lille l.fr/aic/
menu .htm
preocupaciones. Las principales fueron la falta de co-
municación, el almacenamiento y distribución de da-
tos, las dificultades de la predicción estacional y su
uso y los sistemas de observación del océano.
"' . .'•··.
y A viso~;~~,
- O' - • ~~ ~ •
Los artículos publicados en revistas científicas
durante el período de 18 meses del1 de julio de 1999 al
31 de diciembre de 2000, que no hayan ganado ante-
riormente un premio internacional, son elegibles para
el premio de 2002. En el caso de artículos publicados
en lenguas diferentes a las oficiales de la OMM (árabe,
chino, español, francés, inglés y ruso), se requiere una
traducción completa al inglés o francés.
Los científicos interesados en solicitar el premio
2002 pueden obtener todos los detalles y los procedi-
mientos de solicitud en la Representación Permanen- 331
te de su país ante la OMM o en la Secretaría General de
la OMM, 7 bis Avenue de la Paix, 1211 Ginebra 2, Suiza.
Las solicitudes deben ser enviadas a la OMM por
medio de la Representación Permanente del país ante
la OMM. El último día para recibir las propuestas en la
Secretaría de la OMM para el premio 2002 es el 31 de
enero de 200 l.
¡Honores para dos ingenieros y antiguos
presidentes de la CHi!
Robert Harry Clark fue designado oficial de la Orden
de Canadá el21 de octubre de 1999. En la cita reza:
Conocido nacional e internacionalmente como un
experto en el campo de la hidrología y de la ener-
gía de las mareas, estableció el primer curso de hi-
drología en Canadá en la Universidad de Manito-
ha. También jugó un papel clave en el desarrollo
del canal de evacuación de avenidas del Río Rojo.
Ha representado a
Canadá en numero-
sos consejos y comités
federales, provincia-
les e internacionales.
Desde su jubilación
sigue actuando como
consultor para diver-
sas organizaciones,
tanto nacionales
como extranjeras.
El Sr. Clark asistió a
las sesiones de la CHi des- Robert H. Clark, O.C.
 de la primera en 1961. Fue elegido vicepresidente en
1972 y presidente en 1976 y de nuevo en 1980. El Sr.
Clark es el autor o coautor de más de 45 artículos téc-
nicos y ha contribuido a capítulos en varios textos de
hidrología, hidráulica, y recursos hídricos y desarrollo
de energía de las mareas.
La Orden de Canadá se estableció en 1967. Reco-
noce a canadienses que han hecho una contribución
significativa a su país y es el más alto honor por los lo-
gros y servicios de una vida en diversos campos del es-
fuerzo humano.
údon Starosolszky fue galardonado con el Pre-
mio Húngaro Széchenyi el 15 de marzo de 2000 por:
... logros sobresalientes en las ciencias del agua hún-
garas relacionados con la investigación, la gestión y
la educación y con especial consideración hacia los
campos de la hidráulica e hidrología
El Sr. Starosolszky participó en las actividades de
la OMM desde 1972 y fue presidente de la CHi desde
1984 a 1993. Es bien cono-
cido como ingeniero hi-
dráulico que contribuyó al
332 establecimiento de la hi-
drología e hidráulica eco-
lógica, la combinación de
hidráulica de hielo y fenó-
menos de transporte. Es
autor o editor de unas 20
publicaciones y 200 artícu-
los publicados.
En Hungría, el Premio
Széchenyi es el más alto Odon Starosolszky
galardón para ingenieros
por logros en diferentes ramas de la ciencia y la tecno-
logía. Se estableció hace 10 años en memoria del Con-
de István Széchenyi, un reformador del siglo XIX y de-
fensor de las obras públicas.
Seminario "verde" (Internet) sobre el
"Frío Sentido"
Medio Ambiente de Canadá albergó un seminario
internacional sobre el "Frío Sentido" del 3 al 7 de
abril de 2000. La diferencia con este seminario fue
que, en lugar de tener un auditorio lleno de invita-
dos y conferenciantes, todos las actas estaban en
Internet. Ha sido una aplicación innovadora de la
tecnología para examinar las ideas y opiniones de
todo el mundo sobre la ciencia y la comunicación
de la información sobre el "Frío Sentido" de una
manera conveniente, económica y respetuosa con
el medio ambiente.
Los presentadores de los artículos y los presiden-
tes de sesión se reclutaron de todos los países (¡y de
todas las zonas horarias!). Los artículos invitados de
distinguidos científicos se tradujeron y se colocaron
en la Web. Se recibieron datos de los Servicios Meteo-
rológicos de once países extranjeros. Los medios de
comunicación canadienses, el Centro Canadiense de
Salud Ocupacional y Seguridad, un fabricante de ropa
y las Guías para las Chicas Canadienses también con-
tribuyeron.
ANUNCIO
Quinta Conferencia Europea sobre Apli-
caciones de la Meteorología - ECAM
2001 y Primera Reunión Anual de la So-
ciedad Meteorológica Euroe.ea (EMS)
24-28 de septiembre 2001 , Budapest, Hungría
Te mas de la ECAM: Uso de las herramientas de
predicción , aplicaciones de la meteorología, co-
mercialización y provisión de servicios .
Te mas de la EMS : El futuro de la meteorología
en Europa.
los impresos para el pre-registro (hasta el 15 de
octubre de 2000) están disponibles en Diamond
Congress ltd ., H-1 027 Budapest, Fo u. 68 , Hun-
gría.
Tel. : (36-1) 214-7701 Fax: (36-1) 201-2680
Correo electrónico: diamond@diamond-con-
gress.hu
http: // www.diamond-congress.hu/ ecam
AGRADECIMIENTO
la OMM desea agradecer a la cadena de
hoteles MANOTEl el haber ofrecido
alojamiento gratis el
22 y 23 de marzo de
2000 a los
participantes en el
Festival Internacional
del Tiempo y de la
MANOTEL
conferencia científica SWISS HOTEL CHAJN • GENEVA
de medios de
comunicación
organizada por la Asociación Internacional de
Retransmisiones de Meteorología para
celebrar el 50° aniversario de la OMM.
MANOTEl, 43 , rue de lausanne,
Case postale 2692, CH-1211 Ginebra 2 .
Tel.:(4122)909818l.Fax: (4122)7313526
Correo electrónico: info@manotel.com
Dirección de Internet: http/ /www.manotel.com
 discusiones del seminario se de-
FUNDACIÓN INTERNACIONAL PARA LA CIENCIA {IFS)
jaron abiertas hasta el 20 de abril
para posibilitar a los participan-
Llamamiento para solicitudes de becas de investigación para
tes que añadieran más comenta-
científicos de .e_aíses en vías de desarrollo
rios.
Pronto se hará una encues-
La IFC es una organ ización no gubernamental independ iente cuyo
ta, a través de Internet, para reu-
mandato es contribuir a la creación de capacidad científica en países
nir información de los especta-
en vías de desarrollo para la investigación sobre recursos biológicos .
dores y participantes sobre sus
Apoya proyectos que se ocupan de la gestión, uso y conservación de
impresiones del uso de dicha he-
los recursos biológ icos y su medio ambiente organizado en seis áreas
rramienta con el fin de examinar
de investigación : Producción Animal, Recursos Acuáticos, Ciencia de
temas de política científica y de
las Cosechas, Ciencia de la Alimentación, Silvicultura/ Agrosilvicultura
servicios. La página del semina-
y Productos Naturales .
rio en http://windchill.ec.gc.ca/
Las becas de investigación tienen un importe máximo de 12 000 $
estará disponible para consulta
EE .UU. durante un periodo de uno a tres años y pueden renovarse dos
hasta abril de 2001. Además de
veces.
los artículos y resúmenes, se
Los solicitantes deberán ser empleados de una universidad o insti-
puso a disposición un resumen
tución nacional de investigación de un país en vías de desarrollo y po-
del seminario, en mayo de 2000, y
seer al menos un Magíster en ciencias o equivalente.
también se colocarán las actas.
Las solicitudes se aceptan durante casi toda el año y se toman las
Parece que la comunidad
decisiones dos veces al año . Puede obtenerse más información en in-
científica seguirá dedicando sus
glés o francés en la Web del IFC o en la Secretaría del IFC: 333
esfuerzos con respecto al frío
sentido con una mirada más
lnternatianal Foundation for Science
fresca y con nuevas perspectivas.
Grev Turegatan 19 Es más, la Sociedad Internacio-
SE-114 38 Stockholm, Suecia nal de Biometeorología (ISB)
Tel: + 46 8 545-81800. Fax: + 46 8 545-81801 pretende continuar la discusión
Correo electrónico: info@ifs.se http://www.ifs.se creando una Comis ión Especial
sobre Índices Térmicos en cola-
Una medida del éxito del seminario fue que se re- boración con la Organización Mundial de la Salud y
gistraran más de 400 personas -de Australia, Cana- con la OMM. Gerd Jendritzky de Alemania será uno de
dá, China, los EE. UU., muchos países europeos, India, los copresidentes. El reto estará en establecer un pa-
Mongolia y Nueva Zelanda. Incluían meteorólogos, fi- trón mundial para los índices térmicos como guía
siólogos, expertos en salud y seguridad, ingenieros, para la respuesta del comportamiento individual ante
profesores, locutores, estudiantes universitarios e in- las temperaturas extremas.
vestigadores y muchos entusiastas externos. Se envia- Se espera que este nuevo modo de interacciones
ron unos 250 mensajes, junto con 37 000 visitas a pági- con colegas y clientes se utilice de nuevo y la experien-
nas y sobre unas 5 000 sesiones de visualizador. Las cia ganada se comparta con otros.

Visitas del Secretario General Venezuela

El Secretario General, el Profesor G. O. P. Obasi, realizó
recientemente visitas oficiales a numerosos países
Miembros como se informa brevemente a continua-
ción. Desea expresar su gratitud a dichos Miembros
por la amabilidad y la hospitalidad que le dispensa-
ron.
El Secretario General visitó Venezuela del 12 al 15 de
marzo de 2000. Se le ofreció una visión de conjunto de
la zona costera del estado de Vargas, que fue el más
dañado por los corrimientos de tierra originados por
las inundaciones de diciembre de 1999. También visi-
tó una de las zonas más afectadas y vio la devastación
 causada por las inundaciones y por los escombros que
destruyeron y enterraron edificios enteros. El desastre
provocó más de 30 000 muertos, dejando sin hogar a
más de 100 000 personas y ocasionando daños a la
propiedad por valor de más de 1 500 millones de $
EE.UU.
El Profesor Obasi fue recibido por S. E. el General
Eliezer Hurtado, Ministro de Defensa; por S. E. el Sr.
Jesús A. Pérez, Ministro de Medio Ambiente; y por S. E.
el Sr. José Vicente Rangel, Ministro de Asuntos Exte-
riores. Trataron temas relacionados con la coopera-
ción regional e internacional y el apoyo de la OMM a
los SMHN para hacer frente a tales desastres. Se infor-
mó al Secretario General sobre el proyecto VENEM-
HET, una importante iniciativa diseñada para mejorar
las capacidades meteorológicas e hidrológicas en el
ámbito nacional.
El Secretario General visitó el Centro Regional de
Formación Profesional de la Universidad de Caracas,
donde se reunió con estudiantes de distintos países de
las Regiones III y IV, e intercambió puntos de vista
con ellos sobre sus cursos y sobre sus futuras carreras.
334 También pronunció un discurso durante el encuentro
en la Facultad de Ingeniería.
El Profesor Obasi mantuvo largas conversaciones
con el Coronel Francisco Camargo Duque, Represen-
tante Permanente de Venezuela ante la OMM, sobre el
desarrollo de los SMHN y la consolidación de la coope-
ración entre éstos y la OMM.
Durante su visito o Venezuela en marzo de 2000, el Seaetorio General visitó
uno de las zonas más afectados por las inundaciones de diciembre de 1999
Como resultado de la visita, el Ministro de Asun-
tos Exteriores y el Secretario General acordaron des a-
rrollar un Memorando de Cooperación entre la OMM y
Venezuela, que sirva de marco a una futura acción
conjunta en áreas de interés mutuo. Se congratularon
de la consolidación de la ya excelente colaboración en-
tre Venezuela y la OMM.
Holanda
Invitado por el Primer Ministro de Holanda, S. E. el Sr.
Wim Kok, el Secretario General asistió al Segundo
Foro Mundial del Agua y a la Conferencia Ministerial
celebrados en La Haya, del!? al22 de marzo de 2000, y
visitó el puesto de la OMM en la Feria Mundial del
Agua, celebrada junto a estos acontecimientos. Se reu-
nió con el recién nombrado Director General de la
UNESCO, el Dr. Kolchiro Matsuura, y conversó con él
sobre la consolidación de la excelente cooperación en-
tre la OMM y la UNESCO, así como de su COI, en una
larga serie de actividades .
El Profesor Obasi actuó de Informador ante la
Conferencia Ministerial durante la sesión temática
que trató el problema de la gestión de riesgos. Des-
pués asistió a la Reunión Regional Africana, donde in-
formó del resultado de esa sesión. También habló ante
el pleno de la Conferencia Ministerial y, después de las
declaraciones del Ministro holandés de Cooperación
al Desarrollo y de SAR el Príncipe de Orange, informó
formalmente de la gestión de riesgos, acentuando el
valor de las medidas preventivas, incluidos la recogi-
da y el análisis de los datos meteorológicos e hidroló-
gicos, y de la necesidad de mejorar los sistemas de
predicción.
El Secretario General aprovechó la oportunidad
para intercambiar puntos de vista con distintos repre-
sentantes de alto nivel de los países Miembros que
asistían a la Conferencia sobre el papel de la OMM y de
los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos naciona-
les al tratar los problemas hídricos.
Seminario "Cómo hacer frente a los desastres
naturales: una cuestión de desarrollo"
Invitado por el Presidente del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID), el Secretario General participó en
el Seminario "Cómo hacer frente a los desastres natu-
rales: una cuestión de desarrollo", celebrado durante
la reunión anual de la Junta de Gobernadores del Ban-
co, en Nueva Orleans, en EE.UU., del25 al26 de marzo
de 2000. El Profesor Obasi pronunció la conferencia de
apertura "Predicción de los desastres naturales para
mitigar sus efectos".
Durante las sesiones de alto nivel del seminario,
el Secretario General intercambió puntos de vista con
el Presidente de Honduras, S. E. el Sr. Carlos Roberto
Flores, además de con representantes de otros países
participantes y del sistema de las Naciones Unidas so-
bre asuntos relacionados con los desastres naturales.
El Secretario General firmó un Memorando de
Entendimiento con el Sr. Enrique Iglesias, Presidente
del BID con vistas a fortalecer la ya existente y fructífe-
ra colaboración entre la OMM y el Banco.
Conferencia Insular del Pacífico sobre Cambio
Climático, Variabilidad Climática y Aumento
del Nivel del Mar
El Secretario General fue invitado por el Director del
Programa Regional del Medio Ambiente para el Pacífi-
co Sur (SPREP), el Sr. Damari'I Tutangata, a pronun-
ciar un discurso y a ofrecer la conferencia de apertura
ante la Conferencia Insular del Pacífico sobre Cambio
Climático, Variabilidad Climática y Aumento del Nivel
del Mar (Rarotonga, Islas Cook, del 3 al 7 de abril de
2000) sobre "Cómo responder a la amenaza del cam-
bio climático en la región del Pacífico: desafíos y opor-
tunidades para los Servicios Meteorológicos e Hidro-
lógicos nacionales". En su declaración, el Secretario
General destacó los temas relacionados con la ciencia
y con la política en lo referente al cambio climático, al
aumento del nivel del mar y a los desastres naturales,
especialmente aquellos producidos por ciclones tropi-
cales, además de las consecuencias potenciales del
cambio climático en las actividades socioeconómicas.
El Secretario General aprovechó la oportunidad para
intercambiar puntos de vista con el Director del SPREP so-
bre la intensificación de la fructífera y mutuamente benefi-
ciosa cooperación entre sus dos Organizaciones.
El Secretario General se reunió después con los
Directores de Servicios Meteorológicos e Hidrológicos
nacionales de países Miembros y no Miembros e inter-
cambió puntos de vista sobre la consolidación de la
cooperación en áreas de interés para los países de la
Región. También trataron as untos prioritarios de los
que se ocupa normalmente la OMM, incluidos los rela-
cionados con la comercialización.
El Secretario General firmó un Memorando de
Entendimiento (MDE) con el Director de la Comisión
de Geociencia Aplicada del Pacífico Sur (SOPAC), el Sr.
Alfred Simpson, para consolidar la cooperación en
áreas tales como la gestión de recursos hídricos, la mi-
tigación de desastres, la creación de capacidades y la
oceanografía para beneficio de los Miembros de la re-
gión. El MDE complementará los esfuerzos de colabo-
ración, en marcha, entre la OMM y el SPREP.
El Profesor Obasi intercambió puntos de vista
con S. E. el Sr. Terepai Maoate, Primer Ministro de las
Islas Cook, y con S. E. el Sr. Norman George, Vicepri-
mer Ministro y Ministro de Medio Ambiente, respon-
sable de meteorología, sobre la consolidación de la ex-
celente colaboración existente entre las Islas Cook y la
OMM. También se reunió con el Representante Per-
manente de las Islas Cook ante la OMM, el Sr. Arona
Ngari, y mantuvo conversaciones con él sobre la con-
solidación del Servicio Meteorológico nacional.
Comité Administrativo de Coordinación
de las NU
El Secretario General participó en la primera sesión re-
gular de 2000 del Comité Administrativo de Coordina-
ción de las NU (CAC), celebrada en Roma, en la Sede del
Programa Alimentario Mundial (PAM), del 6 al 7 de
abril. La sesión fue auspiciada conjuntamente por el
Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (PIDA) y
por el PAM. El CAC trató temas relacionados con la glo-
balización y con el sistema de las NU; la tecnología de la
información; el seguimiento de la Resolución de las NU
sobre la Estrategia Internacional para la Reducción de
Desastres (ISDR); los preparativos para la Cumbre del
Milenio y la Asamblea; VIH y SIDA; la seguridad del per-
sonal; y el examen del funcionamiento del CA C. El Secre-
tario General, en ausencia del Secretario General de las
NU, presidió el grupo de Jefes Ejecutivos que estudió la
tecnología de la información además de la sesión plena-
ria del CAC. También participó en el Grupo de Trabajo
de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria a Largo Plazo
y Aspectos Afines en el Cuerno de África, celebrado con-
juntamente con la sesión. Se informó a los Jefes Ejecuti-
vos de asuntos relacionados con la reducción de la po- 335
breza y de acciones relacionadas que llevan a cabo el
FIDA, el Banco Mundial y el PNUD.
..- ~
El Secretaria General fue recibido en audiencia por el Papa durante su visita a
Roma para la primera sesión regular de 2000 del CA C. !Foto: Fotogroffo Felici)
El CAC acordó una serie de medidas encaminadas
a intensificar la cooperación entre las organizaciones
del sistema de las NU y a financiar a países en vías de
desarrollo en sus esfuerzos por adquirir y desarrollar
capacidades y por usar tecnología de la información,
en especial en la mitigación de desastres.
El Profesor Obasi pidió una acción urgente del
Grupo de Trabajo de Interagencias sobre la ISDR para
que pudiera informar a la Asamblea General de las NU
 en enero de 200 1. Acentuó la necesidad de que la Se- s10n de Servicios Com unes del Departamento de
cretaría de la ISDR sea un verdadero organismo inte- Servicios de Apoyo.
ragencias y pueda así asegurar que es propiedad de to- El 1 de julio de
das las organizaciones del sistema de las NU interesa- 1999, a la Sra. Pauline
das. Aseguró al CAC que, como Miembro del Grupo de Mooney-Corelli se le
Trabajo, la OMM continuaría con su apoyo firme a la concedió el puesto fijo
Secretaría. de Empleada (a media
El CAC estudió el informe del Secretario General jornada) del Departa-
de las NU: "El papel de las NU en el siglo XXI", que será mento del Programa de
presentado a la Cumbre del Milenio (Nueva York, 6-8 Investigación Atmosfé-
de septiembre de 2000). En una de sus cinco secciones, rica y Medio Ambiente.
titulada "Cómo asegurarnos un futuro sostenible", el El 1 de abril de
informe reconoce el éxito alcanzado al desarrollar es- 2000, la Sra. Zenebu
trategias relacionadas con la disminución de la capa Kefelew fue nombrada
de ozono. Como preparación a la revisión decena! de Bibliotecaria de la Bi-
la Agenda 21 en el año 2002, el informe pide, sin em- blioteca Técnica del Pauline Maoney{orelli
bargo, acciones decisivas a las organizaciones del sis- Departamento del Pro-
tema de las NU y a los países Miembros sobre asuntos grama de Investigación Atmosférica y Medio Ambien-
relacionados con el cambio climático, la crisis del te. La Sra. Kefelew es licenciada en Trabajo Social por
agua, la protección del suelo, la conservación de los la Universidad Haile
bosques, las pesquerías y la biodiversidad, además de Selassie !, de Addis
la creación de capacidades y la aplicación de datos Abeba, en Etiopía, y tie-
336 científicos exactos. El Profesor Obasi informó al CAC ne un Magister en Bi-
de las iniciativas de la OMM desde su creación y de los bliotecas y Ciencias de
programas y de las actividades continuas que tratan la Información del
problemas medioambientales, y pidió mayor apoyo Simmons College de
para el trabajo de los SMHN y de la OMM. Boston, en los EE.UU.
El CAC trató la seguridad del personal y el apo- Desde 1973 hasta 1992,
yo del sistema de las NU a países afectados por la Sra. Kefelew trabajó
VIH/SIDA, y adoptó una declaración sobre el Pro- en la Biblioteca de la
grama Decena! de las Naciones Unidas sobre Edu- Universidad de Addis
cación de las Niñas. El CAC estudió también nume- lenebu Kefelew Abeba en varios pues-
rosas recomendaciones hechas por un Equipo de tos, desde Ayudante
Inspección para mejorar sus operaciones y las de Graduada a Bibliotecaria Ayudante de clase !l. En 1993
sus organismos subsidiarios. obtuvo el puesto de Catalogadora y después la Jefatura
El Secretario General y los otros Jefes Ejecutivos de Donaciones y Canjes en la Agencia Internacional de
fueron recibidos en audiencia por el Papa. la Energía Atómica de Viena. En 1996, fue con tratada
como colaboradora externa a tiempo parcial de la Ofi-
Cambios de personal cina de Trabajo Internacional de Ginebra . Su puesto
Nombramientos más reciente lo obtuvo en 1998 y fue un contrato de
Bajo el esquema di- corto plazo a jornada
señado para mejorar completa como Ayudan-
las condiciones de te de Biblioteca de la
servicio del personal Organización Mundial
temporal, han sido de la Propiedad Intelec-
nombradas fijas las tual.
dos personas si- El 1 de mayo de
gu ientes. 2000, la Sra. Nicole Yer-
El 1 de julio de sin fue nombrada, a
1999, a la Sra. Zari- tiempo parcial, Funcio-
na Murji-Carlson naria de Asistencia So-
se le concedió el cial. La Sra. Yersin tiene
puesto fijo de Em- un Diploma de Asistente
pleada de la Di vi- Zarina Mur¡i.Car/son Social de la Escuela de Nicole Yersin
Estudios Sociales y Educativos de Lausana. Desde 1981
hasta 1988, trabajó con el Sector Occidental Psiquiátri-
co de Prangins. En 1988 obtuvo el puesto de Funciona-
ria de Asistencia Social de la Cruz Roja Suiza en La usa-
na y en 1989 se trasladó a la Fundación Médico-Social
de Nyon. En 1998, ocupó un puesto a media jornada en
el Servicio Social Internacional de Ginebra. En marzo
de 1999 fue nombrada, con un contrato de corto plazo
y a media jornada, Funcionaria de Asistencia Social de
la OMM, puesto que ejerció paralelamente a otro simi-
lar a media jornada en la Unión Internacional de Tele-
comunicaciones hasta el 30 de abril de 2000.
El 29 de abril de
2000 la Sra. Nanette C.
Lomarda fue nombra-
da Funcionaria Cientí-
fica de la División del
Programa de Ciclones
Tropicales del Depar-
tamento de Aplicacio-
nes de la Vigilancia
Meteorológica Mun-
dial. La Sra. Lomarda
es licenciada en Pes-
querías (Cultivo en in-
Nanette Lomarda terior y Gestión) por la
Universidad de Filipi-
nas y ha cursado materias de la licenciatura de Inge-
niería Mecánica del New Era College (de Filipinas) y
materias del Magíster en Meteorología de la Universi-
dad de Miami, en Florida. Comenzó su carrera en la
Administración de los Servicios Atmosféricos, Geofísi-
cos y Astronómicos de Filipinas en diciembre de 1978
como Meteoróloga, pasando a Especialista Superior
del Tiempo en 1989. Desde julio de 1977 hasta marzo
de 1982la Sra. Lomarda también enseño meteorología
y oceanografía y, desde 1989 hasta 1997, fue presenta-
dora del tiempo en la cadena de televisión estatal,
PTV-4. En noviembre de 1994 se hizo Especialista Su-
pervisora del Tiempo. Empezó en su puesto más re-
ciente en enero de 1995 cuando fue trasladada tempo-
ralmente a la Secretaría del Comité de Tifones
CESPAP/OMM.
Ascensos
El1 de octubre de 1999, la Srta. Valerie Mitchell, Tra-
ductora de la División de Idiomas del Departamento
de Idiomas, Publicaciones y Conferencias, fue aseen-
dida al puesto de Jefe de la División de Idiomas.
El 1 de enero de 2000, la Sra. Ma. Leonila Alegre,
Empleada de Becas de la División de Becas del Depar-
tamento de Enseñanza y Formación Profesional, fue
ascendida al puesto de Administrativa Adjunta en ese
Departamento.
El1 de abril, el Sr. Danilo T. Salvador, Empleado
de la Oficina del Ayudante Especial del Secretario Ge-
neral, fue ascendido al puesto de Empleado de Becas
de la División de Becas del Departamento de Enseñan-
za y Formación Profesional.
El 1 de mayo de 2000, la Srta. Fran¡¡:oise Fol, Se-
cretaria Superior de la División de Recursos Hídricos
del Departamento de Hidrología y Recursos Hídricos
fue ascendida al puesto de Administrativa Adjunta en
ese Departamento.
Traslados
El1 de enero de 2000, el Sr. Ahmed S. Cissoko, Fun-
cionario Científico Superior cedido temporalmente
a la Secretaría del UNCCD en Bonn, fue trasladado
oficialmente para trabajar directamente bajo su tu-
tela.
El 1 de enero de 2000, la Sra. Margaret Len-
non-Smith, Secretaria Superior (a media jornada), de
la Unidad de Gestión y Contratos de Proyectos de
Campo, del Departamento de Cooperación Técnica,
fue trasladada al Departamento del Programa Mun-
dial de Investigación del Clima. 337
Despedidas
El8 de febrero de 2000, la Sra. Daniele Allain se jubiló
anticipadamente de su puesto de Lectora de Pruebas
de la Sección de Producción de Documentos del De-
partamento de Idiomas, Publicaciones y Conferencias
después de 31 años de servicio. La Sra. Allain se incor-
poró a la OMM inicialmente como Mecanógrafa de la
Sección de Producción de Documentos, convirtiéndo-
se en Mecanógrafa Superior en 1981. Después de un
período, desde febrero de 1984 a febrero de 1985, en
que fue trasladada a la recién creada Unidad de Proce-
so de Textos como Empleada de Proceso de Textos, la
Sra. Allain regresó a la Sección de Producción de Do-
cumentos al puesto de Lectora de Pruebas.
El 31 de marzo de 2000, el Sr. Taalat M. Azab se
jubiló anticipadamente de su puesto de Gestor Supe-
rior de Programa después de 22 años de servicio en el
Departamento de Cooperación Técnica. El Sr. Azab se
incorporó a la Secretaría en 1978 como Funcionario
Científico de la División para África. Fue trasladado a
la División para Asia, el sudoeste del Pacífico y Europa
en 1981. En enero de 1990, se le hizo responsable de la
recién creada Oficina para los Estados Árabes y Euro-
pa y después Jefe de la División para los Estados Ára-
bes, Europa y los Nuevos Estados Independientes. En
enero de 1996 fue designado Jefe en Funciones de la
Oficina de Gestión y Ejecución de Programas.
El31 de marzo de 2000, la Srta. Ann-Helen John-
sen se jubiló anticipadamente de su puesto de Admi-
nistrativa Adjunta después de más de 30 años de servi-
cio en la Oficina de Planificación Conjunta del Progra-
 ma Mundial de Investigación del Clima. La Srta.
Johnsen se incorporó a la OMM inicialmente como
Mecanógrafa Bilingüe temporal del Personal de Plani-
ficación Conjunta del GARP, logrando un puesto fijo
como Empleada Mecanógrafa en 1970. Fue ascendida
a Administrativa Adjunta en 1990.
El 31 de marzo de 2000, la Sra. Pilar Villalba se
jubiló de su puesto de Lectora de Pruebas después de
34 años de servicio en la Sección de Producción de Do-
cumentos del Departamento de Idiomas, Publicacio-
nes y Conferencias. La Sra. Villalba se incorporó a la
OMM inicialmente como Mecanógrafa en 1966 y fue
ascendida a Lectora de Pruebas en 1969.
El 30 de abril de 2000, la Sra. Corazón Espejo se
jubiló de su puesto de Administrativa Adjunta des-
pués de 23 años de servicio en el Departamento de Hi -
drología y Recursos Hídricos. La Sra. Espejo obtuvo un
puesto fijo como Secretaria en 1977 y fue ascendida al
puesto de Administrativa Adjunta en 1982.
El 31 de mayo de 2000, la Sra. Sarah Adossides se
jubiló anticipadamente de su puesto de Administrati-
va Adjunta Superior después de casi 35 años de servi-
338 cio en el Departamento de Cooperación Técnica. La
Sra. Adossides obtuvo un puesto fijo como Secretaria
NI~a:íf® 0®¡gtüm
Abdulbar A. Al-Gain
El Dr. Abdulbar Al-Gain, antiguo presidente de la
Administración de Protección Medioambiental y de la
Meteorología de Arabia Saudita (MEPA), falleció el28
de abril de 2000. El Dr. Al-Gain contribuyó a aumentar
el nivel de conciencia pública acerca de los problemas
medioambientales, no sólo en su país de origen, sino
en todo el mundo. Se aproximaba a estos problemas
desde una perspectiva equilibrada, sopesando los in-
tereses del desarrollo económico con la preocupación
por la salud medioambiental de su gente.
El Dr. Al-Gain na ció el
27 de enero de 1939 . Co-
menzó su carrera como
predictor meteorológico
en la Dirección General de
Meteorología. Sintiendo la
necesidad de una mayor
educación, asistió a uni-
versidades en los Estados
Un idos y se convirtió en el
primer Doctor en Ciencias
de las Tierras Aridas de la Or Abdulbar AJ.Gain
en 1965. Fue trasladada al puesto de Administrativa
Adjunta en 1990.
El 31 de mayo de 2000, la Sra. Catherine Lagnel
Wicht se jubiló anticipadamente de su puesto de
Empleada Superior después de más de 32 años de ser-
vicio en la División de Personal (más tarde, División
de Gestión de Recursos Humanos) del Departamento
de Gestión de Recursos. La Sra. Lagnel Wicht obtuvo
un puesto fijo como Empleada en 1969, obteniendo as-
censos en 1975 y 1990.
Deseamos a las Sras. Adossides, Allain, Espejo,
Johnsen, Lagenel Wicht y Villalba, y al Sr. Azab una
larga y feliz jubilación.
El 30 de abril de 2000 el Sr. Avo Lepp dimitió de
su puesto de Jefe de la División de Gestión de Recursos
Humanos del Departamento de Gestión de Recursos,
que ocupaba desde el28 de noviemb re de 1998. Le de-
seamos éxito en su futura carrera.
Aniversarios
El Sr. Marc Peeters, Funcionario de Recursos Huma-
nos de la División de Gestión de Recursos Humanos
del Departamento de Gestión de Recursos, cumpli ó 20
años de servicio el 1 de mayo de 2000.
Universi dad de Arizo na. Estas experiencias, unid as
a su entusiasta interés por lo s problemas me-
dioambientales, le ll evó hacia una car rera que inte-
graba meteorología y ciencias medioambientales.
Razonó que la s condiciones meteorológicas eran a
menudo la fuerza motora que está detrás de lo s
problemas medi oa mbientales como inundaci ones,
sequías y desertización.
De vuelta a Arabia Saudita en 1974, y bajo la guía
del Príncipe Sultán Bin Abdulaziz, Min istro de Defensa
y Aviación, el Dr. Al-Gain desempeñó un importante
papel en la formación de la MEPA, primero como vice-
presidente y después como presidente. Como presi-
dente de la MEPA, fue Secretario General del Comité
Ministerial sobre Medio Ambiente, el organismo polí-
tico rnás importante para as untos medioambientales
en Arab ia Saudita, También fue el primer decano de la
Facultad de Meteorología y Ciencias Medioambienta-
les de la Universidad Rey Abdulaziz en Jeddah.
En cuanto a las actividades internacionales, enca-
bezó muchas delegaciones para organizaciones como
el Programa de Medio Ambiente de las Naciones Uni-
das y la Unión Internacional para la Conservación de
la Naturaleza y de los Recursos Naturales, así como la
Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo de las
Naciones Unidas (Río de Janeiro, 1992).
Con un gran amor por el desierto y la vida nóma-
da, preparó una propuesta, que fue aceptada y dotada
por el Gobierno, titulada "El Apoyo Medioambiental a
los Nómadas" (ESON). El objetivo del proyecto era me-
Large Sea /e Computations in Air Pollution (Cálculos a
gran escala en la modelización de la con taminación
del aire)
Z. Zlatev et al. (Editores). Kluwer Academic Pu-
blishers, Dordrecht (1999). ISBN 0-7923-5677-2.
xiii + 392 páginas; numerosas figuras y ecuacio-
nes. Precio: 210$ EE.UU.
Este libro contiene las actas del Semin ario de la OTAN
de In vestigación Avanzada sob re los cálculos a gran es-
cala en la modelización de la contaminación del aire.
El control y la protección medioambiental son algunos
de los problemas más impo rtantes a los que se enfrenta
hoy la sociedad y su importancia seguirá en aumento
durante el siglo XXI. Los grandes modelos matemáti-
cos, que abarcan todos los procesos físicos asociados a
la contaminación del aire, incluidas la advección, la
difusión y las reacciones químicas y que también re-
quieren sofisticados esquemas de asimilación de datos,
involucran tareas computacionales masivas. Éstas se
someten a prueba hasta el límite al ejecutar los mode-
los en tiempo real en sistemas de ordenadores cada vez
más rápidos. Los editores advierten que aun cuando se
disponga gradualmente de métodos numéricos nuevos
y eficaces por medio de los cua les se puede explotar me-
jor el poder potencial de los ordenadores en paralelo,
sigue existiendo el problema de la gran diferencia en-
tre el rendimiento más alto de un superordenador y las
velocidades que se alcanzan realmente al ejecutar
grandes códigos de aplicación es. El cometido de alcan-
zar altas velocidades de computación que estén cerca
del máximo rendimiento del ordenador disponible se
presenta difícil pero, a la vez, es un desafío para los mo-
delos medioambientales globales. Un tema omnipre-
sente a lo largo de todo el libro, como demuestra la va-
riada gama de formaciones de los autores, es el de la
interacción entre los especialistas en el análisis numé-
rico, los superordenadores y la modelización me-
dioambienta l. Esto es de vital importancia para in ten-
jorar la calidad de vida de los nómadas de manera que
no se degrade sino que se mantenga la capacidad pro-
ductiva de los recursos marginales de Arabia Saudita,
su tierra poco fértil de pastoreo, una masa de tierra
que cubre más de las tres cuartas partes del país.
N.I. Tawfiq
tar resolver los problemas que se plantean al describir
adecuadamente todos los procesos físicos y químicos
importantes por medio de la explotación extensiva de
las herramientas numéricas y computacionales moder-
nas.
El libro consta de 34 comunicaciones que abar-
can las áreas de la modelización, la optimización, 339
la ciencia de la informática, la asimilación de da-
tos, la s redes neuronales, las rejilla s adaptables, la
validación de las salidas de lo s modelos y la vis uali-
zación de predicciones en tiempo real del transpor-
te, la dispersión y la deposición para resp ues ta s de
emergencia. No hay una clasificación de las ponen-
cias propiamente dicha, debido a que se quiere des-
tacar la naturaleza interdisciplinar de l trabajo. La
mayoría de los artículos tratan una o más de la s
áreas que se mencionan arriba.
En el área de la modelización y de la optimiza-
ción, el artículo titulado "Cálculos a largo plazo de los
grandes modelos de contaminación del aire", de C.
Ambe las Skjoth y otros, presentan los resultados de una
versión mejorada del Modelo Euleriano Danés, que
puede ser ejecutada eficazmente en distintos ordena-
dores vectoriales y paralelos. Este artículo demuestra
que, debido a estas mejoras, se puede obtener un estu-
dio global de una amplia variedad de fe nómenos de
contaminación del aire por medio de la realización de
series largas de escenarios con el fin de investigar la in-
fluencia de distintas variaciones de las fuentes de emi-
sión sobre las correspondientes concentraciones y de-
posiciones. Este trabajo aborda con éxito el problema
del transporte de contam inantes a lo largo de grandes
distancias, donde se necesitan estrategias de con trol
debido a que durante el transporte tienen lugar reac-
ciones químicas que crean contaminantes secundarios
y de ahí también la necesidad de un modelo a gran es-
cala en el que se describan adecuadamente todos los
procesos físicos y quím icos. El tratamiento numérico
de tal modelo puede resolverse con éxito solamente en
 ordenadores de alta velocidad por medio de las técni-
cas que describe el autor.
El artículo "Algunos métodos numéricos de adap-
tación para ecuaciones de advección lineal", de R. Bo-
chorishvili, describe tres enfoques de adaptación nue-
vos para las ecuaciones de advección lineal. Estos enfo-
ques son un esquema de rejilla móvil, un método de
filtrado para mejorar la precisión de la solución numé-
rica y un refinamiento de la rejilla de tipo "wavelet".
Una de las características atractivas de cada uno de es-
tos enfoques desarrollados es su capacidad de poder ser
incorporados con relativa facilidad en los métodos y
software numéricos actuales.
El artículo "Asimilación variacional de datos en
4D en paralelo para un modelo euleriano de transporte
químico", de Elbern, Schmidt y Ebel, tiene como objeti-
vo demostrar la viabilidad de la técnica de asimilación
variacional de datos en cuatro dimensiones para los
modelos globales de transporte químico en fase gaseo-
sa y para describir la ejecución en paralelo. Es agrada-
ble saber que el método adjunto parece ser una valiosa
herramienta para la asimilación de datos químicos y
340 para la modelización del transporte químico atmosfé-
rico, dando como resultado una creciente utilidad del
método en meteorología y oceanografía. El artículo de-
muestra un conocimiento de algunos de los problemas
con los que se encuentra la meteorología, ta les como un
desequilibrio químico excesivo en el punto de partida
de la asimilación, que tiende al estado verdadero muy
rápidamente. Esto es conocido como el equivalente
químico al problema de inicialización en el análisis de
datos meteorológicos, en donde las ondas de gravedad
rápidas dificultan el uso directo del producto de asimi-
lación.
Aunque el número de comunicaciones del libro
abarca mucho material, les falta algo de detalle, por-
que 34 artículos cortos no pueden abarcar con profun-
didad, asuntos de una naturaleza interdisciplinar tan
compleja. Una crítica menor del libro (aun cuando sea
un seminario de la OTAN) es que al estar centrado en
Europa, se deja Juera muchos otros grupos, por ejem-
plo, de Asia y de los EE.UU. El otro punto débil que exis-
te, a mi modo de ver, es que no se concede mucho prota-
gonismo a los problemas de los datos, que son impor-
tantes en el hemisferio sur.
De todas formas, este libro es una valiosa aporta-
ción a los temas y a los problemas asociados a los cálcu-
los a gran escala en la modelización de la contamina-
ción del aire. Es muy accesible en cuanto a la forma en
la que está escrito, es decir, es fácil de leer y se debería
elegir en primer lugar como un punto de partida de
material de referencia.
M. Speer
m.speer@bom.gov.au
Beyond El Niño: Decadal and Interdecadal Clima te Va-
riability (Más allá de El Niño: Variabilidad Decena! e
Interdecenal del Clima)
A. Navarra (Ed.) Springer- Verlag, Heidelberg
(1999). xx + 374 páginas; numerosas figuras. ISBN
3-540-63662-5. Precio: 169 marcos alemanes 1119$
EE.UU.
Por la derecha, El Niño y sus efectos sobre el clima
mundial desaparecen de la escena mundia l, durante
uno o dos años. Por la izquierda, hacen su aparición 32
estudiantes de la variabilidad climática en escalas de
tiempo todavía más largas. Su estudio merece nuestra
atención.
El debate sobre el cambio climático nos ha acos-
tumbrado a pensar en la atmósfera y en los océanos
como una única máquina de calor, compleja, con el
océano profundo actuando de volante. Ahora parece
como si el motor tuviera varios volantes de ese estilo
con la atmósfera facilitando sus interacciones. De for-
ma llamativa, algunas de las realimentaciones natura-
les entre los océanos y la atmósfera dan luga r a una va-
riabilidad de JO o más años de escala temporal, que
puede enmascarar los cambios del clima producidos
por el hombre.
Los ciclos de realimentación son inherentes al
cambio oscilante y determinan su período. En particu-
lar, la interacción océano-atmósfera hace que El Niño y
la Oscilación Austral (ENOA) tengan un período medio
de tres a cuatro años. Sobrepuestas, hay fluctuaciones
de menor frecuencia, interdecenales, que contribuyen
a las irregularidades observadas en el período. Estas
fluctuaciones implican cambios en las propiedades del
flujo de agua procedente de latitudes más altas. El flujo
de entrada afecta a la temperatura de la superficie del
mar (TSM) ecuatorial y también a los vientos tropica-
les y extra tropicales que a su vez afectan al flujo de en-
trada, ocasionando un ciclo de realimentación y las
consiguientes oscilaciones interdecenales. La influen-
cia de los vientos extratropicales se extiende hasta el
interior del océano, a través de determinadas venta-
nas: cambios compensados en la temperatura y la sali-
nidad pueden hacer que el agua siga superficies de
densidad constante a medida que bajan desde la su-
perficie del océano en latitudes medias a la profundi-
dad de la termoclina en los trópicos. Si los vientos ex-
tratropicales mueven hacia abajo agua anormalmente
cálida, pueden aumentar las temperaturas en la ter-
moclina ecuatorial. De forma similar, el agua que es
forzada a descender en la parte occidental de una
cuenca oceánica, bajo corrientes límites del oeste in-
tensas, tales como la Corriente del Golfo y la Corriente
Kuroshio, pueden unirse a las circulaciones de cuenca
grande de la subsuperficie subtropical.
 En el Ártico, sobre el norte de Canadá y los mares
de Groenlandia e Islandia, un ciclo de realimentación
une la escorrentía de los ríos, la superficie del hielo ma-
rino, la salinidad, la convección y la ciclogénesis y da
lugar a oscilaciones del clima con un período de 15 a 20
años. En latitudes medias del Atlántico Norte para es-
calas de tiempo comprendidas entre una semana y va-
rios años, los cambios en la TSM reflejan principalmen-
te la respuesta del océano a la variabilidad inherente
de la atmósfera; el intercambio de calor en la superficie
de contacto entre el océano y la atmósfera genera ano-
malías en la TSM y luego las amortigua una vez que se
han generado. Los intercambios mar-atmósfera tam-
bién dan lugar a anomalías de la TSM con una escala
temporal de JO o más años. También afecta a estas va-
riaciones la variabilidad de la circulación oceánica,
que es ella misma una respuesta del interior del océano
a las fluctuaciones de la tensión del viento en la super-
ficie. El tiempo que tarda una onda de Rossby subsu-
perficial baroclina de primer modo en atravesar la
cuenca oceánica viene a ser de unos diez años.
En el siglo XX, la variabilidad decena/ más pronun-
ciada se da en el Norte de África y es aquí, y en el Sahel,
al sur del Desierto del Sahara, donde las predicciones es-
tacionales que tenían en cuenta las anomalías de la TSM
en el Océano Atlántico han tenido más éxito. También
hay fuertes vínculos con el clima de Europa. En la escala
de tiempo decena/, sin embmgo, los investigadores están
todavía intentando describir los efectos y están lejos de
comprenderlos, modelizarlos o predecirlos. Ciertamente,
el resultado de los modelos numéricos puede ser a menu-
do tan difícil de interpretar con el mundo real.
El monzón estival de la India varía de año en año
y se ha reconocido desde hace mucho tiempo la posible
influencia del ENOA sobre él. Los años de sequía en la
India están frecuente, aunque no exclusivamente, rela-
cionados con una superficie del mar anómalamente
cálida en el Pacifico central ecuatorial y en el oriental
(El Niño) y los años húmedos con mares anómalamen-
te fríos (La Niña). Un período extenso de datos de pre-
cipitación de toda la India muestra que los años anó-
malamente húmedos o secos tienden a agruparse en es-
calas temporales de varias décadas. Esta variabilidad
tiene grandes consecuencias para muchos Miembros de
la OMM y es un área en la que la ciencia y la sociedad
podrían interaccionar de forma fructífera. Hasta aho-
ra, sin embargo, los modelos numéricos muestran poca
capacidad para predecirla, y los investigadores siguen
tratando de identificar y de comprender las sutiles in-
teracciones cruciales para mejorar las predicciones en
esta escala temporal.
En el Pacifico tropical, los modelos muestran poca
variabilidad en períodos de tiempo mayores de tres
años y las observaciones muestran una variabilidad si-
milar en las bandas de uno a tres años y de tres a seis
años, pero poca en la escala decena/. En el Pacifico Nor-
te, y en menor medida, en el Océano Sur, las medias de
JO años sucesivos de TSM observadas difieren signifi-
cativamente, pero la variabilidad parece no ser dife-
rente de la observada en una amplia gama de escalas
temporales. En la escala decena/, parece probable que,
de nuevo, la realimentación esté determinada princi-
palmente por la velocidad a la que se mueven las seña-
les en la circulación de la subsuperficie subtropical.
Los investigadores que utilizan ordenadores para
modelizar las circulaciones generales de la atmósfera y
de los océanos encuentran que las anomalías de la TSM
en los trópicos causan una respuesta especifica en la at-
mósfera, mientras que, en latitudes medias, el carácter
turbulento de/sistema climático sólo causa un reajuste
de la atmósfera. Merece la pena observar que los gra-
dientes de salinidad de los océanos transportan meri-
diana/mente tanto calor como la atmósfera.
En general, esta recopilación de 15 estudios, patrocina-
da por la Unión Europea, es dificil de seguir para alguien
que no pertenezca a la disciplina de la variabilidad climáti-
341
ca. Algunos pocos autores describen físicamente los entes y
los mecanismos imaginados. Este estudio plagia su trabajo
sin piedad (y, espero, pero me temo que no, fielmente): mis
disculpas. Para la mayoría, sin embargo, incluso describir
las circulaciones implica gran cantidad de conceptos avan-
zados que a menudo hace dificil distinguir el bosque entre
los árboles. En algunos pasajes, esta niebla de incompren-
sión se ve agravada por un inglés impeifecto y algún error
de imprenta, al transcribil; del, por lo demás, generalmente
excelente editor.
La variabilidad decena/ del clima se merece muchos
estudiantes serios. Este libro les ofrece una introducción
global y autorizada, una excelente bibliografía de 36 pá-
ginas, una lista insuficiente de siglas y un útil índice de
materias. El resto de nosotros deberíamos esperar a que
un profesor inspirado reúna los numerosos cabos, hojas y
remolinos en un texto comprensible y legible.
S. Cornford
stancornford@msn.com
Fundamentals of Atmospheric Modelling (Fundamen-
tos de Modelización Atmosférica)
Por M. Z. facobson. Cambridge University Press
(1998). xvi + 656 páginas; numerosas ecuaciones.
ISBN 0-521-63717-1 (edición de bolsillo). Precio: 75
libras esterlinas/49,95 $EE.UU. ISBN 0-521-63143-2
(edición cartoné). Precio: 75 libras esterlinas/lJO $
EE.UU.
Este texto presenta las ecuaciones fundamentales que
describen los procesos físicos, químicos y dinámicos de
 la atmósfera, y ofrece métodos numéricos para resol-
verlas. junto con métodos clásicos de simula ción de
meteorología dinámica, el texto contiene varias técn i-
cas numéricas de simulación de gases y aerosoles. El li-
bro se ha desan-ollado a partir de los cursos de postgra-
do y de la investigación del autor en la Universidad de
Stanford y contiene algunos ejercicios interesantes y
prácticas de programación informática. Cuando se usa
en el libro un término nuevo, aparece escrito en negrita
y se da su definición correspondiente.
El texto empieza con lo básico: la ecuación termo-
dinámica de la energía y la ecuación de continuidad.
En este nivel no hay ninguna parametrízación de los
términos "fuente''y "sumidero". El texto continúa con
la ecuación del momento y se derivan todos sus térmi-
nos en coordenadas cartesianas y esféricas. También se
tratan las ondas atmosféricas (acústicas, de Lamb, gra-
vitatorias y de Rossby). Se transforman las coordena-
das verticales de las ecuaciones de altitud a coordena-
das de presión, sigma-presión y sigma-altitud.
El capítulo 6 presenta ecuaciones diferenciales or-
dinarias y parciales y métodos numéricos para resolver
342
estas últimas. Entre ellos están incluidos los métodos
en diferencias finitas y de desarrollos en serie. Se dan
soluciones numéricas para la ecuación de la adveccíón
y la difusión. Es un capítulo interesante pero se espera-
ba un desarrollo más en profundidad del tema. El capí-
tulo 7 explica una solución en diferencias finitas de las
ecuaciones de la dinámica atmosférica en coordenadas
esféricas de presión. Los capítulos 6 y 7 son quizás las
partes más interesan tes.
Posteriormente, se tratan las parametrízaciones
que describen los procesos de capa límite y de suelo. Se
introducen parámetros importantes para modelizar la
capa límite. El texto continúa con una discusión de la
formación de nubes y de la termodinámica del aire hú-
medo. También se describe la parametrización de cú-
mulos para simular el efecto de las nubes a escala sub-
rejilla en un modelo, sí bien el tema no está completo.
Se presenta una introducción a los fenómenos de ra-
diación con una solución de la ecuación de transferen-
cia radíativa. El capítulo siguiente trata las proporcio-
nes de nucleación homogénea y heterogénea a partir
de la teoría clásica. Se ofrece un parametrización de la
nucleación homogénea del ácido sulfúrico y del agua.
El texto continúa describiendo un esquema numérico
para simular la coagulación en un modelo euleriano.
El esquema es una solución semiimplícita de la ecua-
ción de coagulación.
Se obtiene una ecuación para la condensación de
vapor de agua en una gota única y homogénea. La
ecuación de crecimiento se amplía a otros gases, a una
población de gotas y a partículas con múltiples compo-
nentes. Se tratan dos soluciones numéricas de la ecua-
ción de crecimiento (una solución numérica exacta y
una solución semianalítica). A esto le sigue un peque-
ño capítulo en el que se exponen las velocidades de se-
dimentación de partículas y las velocidades de deposi-
ción seca de gas y de partículas.
En el capítulo JI se describen, usando estructuras
de Lewis, especies químicas, estructuras, reacciones y
coeficientes de proporción. Después, se describen tra-
yectorias en la troposfera libre, en regiones urbanas (el
lugar clásico del "smog"fotoquímico de Los Angeles) y
en la estratosfera. En el capítulo 13 se dan métodos nu-
méricos para resolver ecuaciones diferenciales ordina-
rias que surgen de dichas reacciones. Los métodos tra-
tados son, el uso de series de Taylor, el método de Euler,
el exponencial, el de estado cuasiestable, el multípaso
implícito-explícito y el de Gear. Esto lleva a una discu-
sión de las reacciones y de los métodos para resolver
química acuosa con procesos de crecimiento. En con-
junto, la química atmosférica recibe un buen trata-
miento, sobre todo para los meteorólogos que no estén
familiarizados con el tema y que requieran una visión
de conjunto adecuada.
El último capítulo trata el diseño, la aplicación y
la evaluación de modelos. Para ilustrar estos pasos, se
discute brevemente el diseño de un modelo existente.
Este capítulo es, de nuevo, demasiado corto y el lector
sacaría mayor beneficio si se expusiera de forma más
completa un tema importante. El volumen termina con
una lista exhaustiva de referencias, si bien se han ob-
servado algunos errores en los nombres de los autores.
En conclusión, el libro ofrece una buena y actuali-
zada visión de conjunto del tema. Es un libro de texto
valioso para cursos de postgrado y universitarios de ni-
vel superior de ciencias atmosféricas y meteorología y
también será útil para cursos de ciencias de la tierra y
ciencias ambientales.
A. April
aapril@mediom.ac.ca
Statistical Analysis in Clima te Research (Análisis Esta-
dístico en la Investigación Climática)
Por H. van Storch y F. W. Zwie rs. Cambridge Uni-
versity Press (1999), x + 484 páginas, numerosas
figuras y ecuaciones. ISBN 0-521 -45071-3 (carto -
né). Precio: 65 f/1 JO$ EE. UU.
Cambridge Uníversity Press ha publicado una mono-
grafía excepcionalmente valiosa -y larga- para los
investigadores que trabajan en el clima y sus variacio-
nes, incluyendo los análisis de series temporales y un
intento de dar expresión estadística a las relaciones en-
tre elementos del sistema climático. El libro es tanto un
cu rso de estadística moderna como una colección de
 ejemplos instructivos en diferentes áreas de la ciencia
climática.
La introducción explora las cuestiones estadísti-
cas que surgen de forma habitual en la investigación
climática. En primer lugar, define el estado medio y el
promedio del sistema climático a lo largo del tiempo.
Después utiliza ejemplos para explicar los fenómenos
de estado estacionario, recurrencia cíclica y estado no
estacionario, típicos de las variables climáticas. Pro-
porciona definiciones y ejemplos ilustrativos para la
correlación de diferentes variables climáticas y de las
mismas características en series multianuales. El con-
cepto de la función de autocorrelación y de la correla-
ción con desplazamiento temporal se ilustran en un
formato conveniente y atractivo. Desgraciadamente,
como los autores admiten de buena gana, el trabajo no
examina el promedio e interpolación óptima de cam-
pos (distribución espacial) de variables climáticas, que
podría ser también de gran importancia en climatolo-
gía.
El cuerpo principal de/libro está dividido en seis
secciones, cada una de las cuales constituye un manual
lógico, íntegro y completo para climatólogos que traba-
jen en el campo y para especialistas, tales como hidró-
logos, que utilicen los métodos de análisis de datos es-
tadísticos pertinentes.
La parte I -Fundamentos- proporciona un cur-
so corto de teoría de probabilidad y matemáticas esta-
dísticas para investigación climática. Está bien ilustra-
do incluyendo, por ejemplo, una introducción infor-
mativa a las escalas espacial y temporal de fenómenos
y procesos climáticos. Presenta claramente ejemplos,
importantes para la predicción a largo plazo, de las lla-
madas "interrelaciones de largo alcance", como son
aquellas entre el océano y la atmósfera. Se da una rela-
ción bien documentada sobre la importancia de los en-
sayos fidedignos para la validez de las evaluaciones es-
tadísticas basadas en análisis de muestras pequeñas.
La parte JI del trabajo está dedicada a la confir-
mación de los modelos estadísticos utilizados en clima-
tología. El ensayo de las hipótesis estadísticas en clima-
tología es complicado por el hecho de que las variables
climáticas no son estrictamente independientes. El ca-
pítulo 6 explora la trascendencia, efectividad y estabi-
lidad de las evaluaciones estadísticas. Proporciona una
descripción detallada de los métodos para ensayar la
fiabilidad de las evaluaciones selectivas, como los tests
de Hottelingy Manna- Whitney, y los criterios tradicio-
nales para la relación de dispersión, la relación de Fis-
hery la relación Chi-cuadrado. Los autores son dignos
de crédito por ilustrar su relación de los tests con ejem-
plos relevantes, como la validación de los modelos de
circulación atmosférica general y el descubrimiento de
la "señal de CO/'; en otras palabras, la variabilidad cli-
mática condicionada por los aumentos antropogénicos
del dióxido de carbono, una señal que sobresale frente
al "ruido de fondo" de la composición al azar.
La parte III aborda las necesidades de análisis de
correlación (o más exactamente, de regresión) de los
especialistas. En particular presenta los métodos para
la evaluación exacta de modelos de regresión amplia-
mente utilizados en climatología, y así pues, la técnica
de análisis de regresión invade todo el libro, como indi-
can los autores. Algunas de las ilustraciones son sober-
bias, como la definición de cubierta de nubes sobre la
base de la densidad óptica de las imágenes de satélite.
El análisis de las desviaciones residuales complementa
el método tradicional de evaluación para parámetros
de la ecuación de regresión empírica. El capítulo 9 pre-
senta el popular método ANO VA, aplicado en la mayo-
ría de los paquetes de programas de análisis estadísti-
co. También se proporcionan ejemplos para el Proyecto
de Intercomparación de Modelos Atmosféricos, princi-
palmente como medio para determinar y definir la
aproximación a los errores, tanto desviaciones fortui-
tas como típicas, característicos de los modelos, para
343
facilitar la identificación de los puntos débiles del mo-
delo bajo ensayo.
La parte IV -Series temporales- es la sección
más importante en términos de ciencia climática. Su
contenido está quizá sobrecargado de matemáticas en
detrimento de ilustraciones de aplicación práctica. El
capítulo JO proporciona las definiciones básicas de
procesos estocásticos autorregresivos (AR) de primer,
segundo y superiores órdenes, procesos con una media
móvil (ARMA) y, lo más importante de todo, procesos
AR con una recurrencia cíclica estacional expresa. El
capítulo 11 presenta la derivación de la ecuación de
Yu/e- Walker para el proceso AR mu/ti variado de orden
general "i" y fórmulas para la función de autocorrela-
ción relevante (FAC). Las características matemáticas
de los espectros de FAC y su interpretación se describen
como aplicadas a diversos tipos de procesos estocásti-
cos, desde el simple "ruido blanco" al proceso de estado
cuasiestacionario con características ergódicas que
describe la mayor parte de las variables climáticas. En
los apéndices se proporcionan las fórmulas matemáti-
cas periféricas, como la descripción recursiva de un
proceso de estado estacionario convencional. Es impor-
tante presentar -y difícil mostrar- el proceso ARen
dos dimensiones con su función covariacional cruza-
da. Esto se ilustra con acierto mediante el ejemplo de
las anomalías de temperatura superficial del agua en
forma de valores mensuales medios, que indican la co-
rrelación aplicable con desplazamiento temporal con
un flujo de calor turbulento en el límite océano-atmós-
fera. El efecto de retroalimentación, generalmente con-
siderado en los modelos climáticos, puede considerarse
 dependiente de la correlación cruzada entre una fun-
ción coercitiva y la variable principal, como se describe
aquí por medio de la forma diferencial del proceso AR.
El análisis espectral de las series es generalmente
el método más común utilizado para determinar la pe-
riodicidad de las variables climáticas en un período de
tiempo largo. El capítulo 12 describe cómo identificar
los parámetros de dicho modelo. El problema es cómo
dividir un proceso estocástico continuo en oscilaciones
de período fijo, cada una de ellas con una frecuencia
dada. Se presenta una técnica para esto, complementa-
da por los criterios de definición objetiva de estas pro-
piedades de las series. Dependen fuertemente de la má-
xima plausibilidad y de los mejores métodos de corres-
pondencia. Sin embargo, el método de Box-fenkins
para la identificación de modelos está hábilmente de-
tallado pues es altamente ventajoso.
La parte V está dedicada al análisis de las técnicas
de autofunciones de campos. Estas incluyen las funcio-
nes ortogonales empíricas (FOE), que pueden utilizarse
para dividir y simplificar campos reales de temperatu-
ra, presión y otros elementos climáticos. Las FOE de or-
344
den menor, que tienen en cuenta sólo los componentes
principales de la variabilidad natural del elemento, se
consideran el modelo más efectivo para la variación
espacial. Como modelo, se examinan los sistemas espa-
ciales interactivos utilizando el método de correlación
canónica (CC). Se proporcionan ejemplos de cómo uti-
lizar el método con, por ejemplo, las CC entre campos
barométricos sobre el Atlántico Norte y la precipitación
invernal en la Península Ibérica. Más innovador e inte-
resante parece el uso de los llamados "componentes
principales de fluctuación", presentados en el capítulo
15. Estos componentes se presentan como un modelo
adecuado para la evolución temporal de la distribu-
ción espacial (campos).
La parte VI contiene una breve descripción de
otras cuestiones estadísticas relevantes para la investi-
gación climática que no se ajustan lógicamente a la es-
tructura de las secciones anteriores. Incluyen una defi-
nición del tiempo de decorrelación y el concepto rela-
cionado de predictibilidad potencial de los fenómenos
climáticos, una descripción de los fenómenos con cone-
xiones de largo alcance, y la construcción de "venta-
nas" ofiltros para identificar ciertas fluctuaciones tem-
porales. El capítulo 18 es útil, pues proporciona una
evaluación de calidad para las predicciones sobre la
base de estadísticas multivariadas.
Los diversos apéndices contienen tablas de funcio-
nes estadísticas, elementos de álgebra lineal, análisis
de Fourier y demostraciones de algunos de los tem·e-
mas matemáticos utilizados en las secciones principa-
les. Todo lo anterior, junto con una completa bibliogra-
fía (454 artículos) y un detallado índice de temas, hace
de este trabajo un excelente manual para un amplio
grupo de estadísticos aplicados, especialmente aquellos
que trabajen en modelización y análisis climático y
predicción del tiempo a largo plazo.
Vladimir A. Shutov
iskra@telecom.nov.ru
Fatal Storm- The 54th Sidney to Hobart Yacht Race
(Tormenta Fatal - La 54 regata desde Sidney hasta
Hobart)
Por Rob Mundle. Harper Collins Publishers, Aus-
tralia (1999). xiii + 319 páginas; numerosas fotos
en color. ISBN 0-7322-6435-9. Precio: 29,95 $ aus-
tralianos.
Desde su comienzo en 1945, la regata de Sydney a Ho-
bart ha sido un símbolo deportivo australiano. Cada
año, desde que empieza el26 de diciembre (el Boxing
Day, día en que se entregan regalos a los empleados),
hasta el día en que los veleros alcanzan la meta en Ho-
bart, Tasmania, a 630 millas náuticas de distancia, los
australianos devoran las noticias de su desarrollo por
televisión, periódicos y radio. En el prefacio de su histo-
ria sobre este drama trágico y emocionante, ocurrido
en 1998, el autor afirma que siempre se ha sabido que
una tormenta extrema podría afectar algún día a la re-
gata. La tormenta "extrema", tal vez en términos técni-
cos un suceso que se da una vez cada 100 años, ocurrió
en efecto la última semana de diciembre de 1998.
En un período sorprendentemente corto de 16 se-
manas a partir del suceso, el principal periodista aus-
traliano del deporte de la vela, Rob Mundle, detalló, en
lenguaje profano, lo que sucedió en el intenso vórtice
como -según sus palabras- una "bomba atmosféri-
ca" que hubiera explotado sobre la flota, dando origen
al mayor esfuerzo de búsqueda y rescate jamás visto en
Australia en tiempos de paz. De los 115 veleros, sola-
mente alcanzaron Hobart 44. Los helicópteros rescata-
ron a 55 marineros, día y noche, los días 27 y 28 de di-
ciembre, en los momentos más críticos de la tormenta.
Se hundieron 5 veleros. Murieron 6 marineros, inclu-
yendo a 3 del veterano velero Winston Churchill.
Mundle destaca que cada uno de los 1.134 compe-
tidores, hombres y mujeres, varios chicos y chicas, y ve-
teranos de más de 80 años, que lucharon contra aquel
profundo sistema ciclónico no estacional, a la altura de
la costa meridional de Nueva Gales del Sur (NGS) y a la
entrada oriental del Estrecho de Bass, tiene su propia
historia que contar. De todas formas, su libro Fatal
Storm trata los principales incidentes, revelados en
300.000 palabras de transcripción a lo largo de 124 en-
trevistas. Expresa la opinión de que fue un milagro que
no murieran en la carrera al menos 40 competidores.
Los lectores compartirán con varios millones de austra-
lianos su conclusión de que los rescates heroicos, la ex-
cepcional destreza de la marinería, la localización de
la tormenta, la temperatura del aire y del agua, y tal
vez la intervención divina, influyeron conjuntamente
en el resultado final.
Mundle dice que ha dejado deliberadamente que
otros entren en la discusión sobre las controversias aso-
ciadas con la organización de la carrera. Las observa-
ciones de los medios de comunicación, a las que contri-
buyó el propio Mund/e, se centraron principalmente en
la calidad de las predicciones, oficiales y no oficiales,
de viento máximo y condiciones del mar, emitidas an-
tes de y durante la carrera; si la carrera debiera haber
sido pospuesta o aplazada dada la predicción de tiem-
po tormentoso; y la necesidad de informes de tiempo
más explícitos adaptados a la comprensión de los ma-
rineros de recreo.
En el texto se comentan copias de las predicciones
oficiales emitidas por el departamento de Sydney de la
Oficina de Meteorología Australiana antes de y duran-
te la carrera. Están complementadas con interpretacio-
nes, posteriores a la carrera, de las predicciones numé-
ricas que indicaban que era probable que la depresión
alcanzase una presión central mínima de 986 hPa.
La publicación de tales predicciones, en forma de
mapas, en la prensa nacional/a mañana en cuyo me-
diodía comenzaba la carrera llevaron a este crítico (re-
sidente al otro lado del continente australiano) a gra-
bar en vídeo todos los informativos disponibles de la
carrera, presagiando un desastre inminente.
Las críticas iniciales de los medios de comunica-
ción se centraron en comparar los altos valores de las
rachas de viento superiores a 60 o 70 nudos, como in-
formaron muchos veleros, con los pronósticos oficiales
de la Oficina limitados a 45 o 55 nudos (tormenta de
fuerza 10 en la escala de Beaufort) que no menciona-
ban (como bien saben muchos marineros) que las ra-
chas máximas instantáneas, capaces de dañar un bar-
co navegando a toda vela, pueden superar en un tercio
al viento medio geostrófico que consideran las predic-
ciones. De forma parecida, las alturas estimadas del
oleaje y de la mar de fondo de más de siete metros no
mencionaban las monstruosas olas inevitables, de más
de 20 metros de altura según varias fuentes, creadas
por las condiciones extraordinarias que rodeaban al
ojo de esta tormenta extratropical excepcional, y que
recordaban más a un ciclón tropical severo. El mismo
Mundle escribió "en los 30 años que llevo participando
en la Sydney-Hobart, nunca hemos sido conscientes, ni
yo ni nadie con quien yo haya hablado, de que debería-
mos saber lo que dice la Oficina; si dice que el viento
será de entre 40 y 50 nudos, se puede añadir el 40 por
ciento para calcular la racha máxima y si las olas serán
de entre cinco y siete metros hay que añadir el 86 por
ciento". Debe mencionarse que, durante décadas, los
folletos divulgativos de la Oficina han descrito los valo-
res típicos de los vientos máximos probables y de las
olas que pueden esperar los navegantes de recreo y los
pescadores alrededor de la costa australiana, de acuer-
do a la antigua escala de viento diseñada por el almi-
rante Beaufort en 1805 (el año de la batalla de Tl·afal-
gar).
En los cinco primeros capítulos, Mundle describe
los planes iniciales y las esperanzas de éxito de nume-
rosos patrones recordando las antiguas carreras desde
1945. Solamente habían ocurrido dos accidentes graves
y ninguno de ellos a los 4.230 barcos que habían trans-
portado a unos 35.000 participantes durante ese perío-
do. Durante la carrera de 1993 las condiciones habían
sido tan duras que de los 104 veleros que empezaron,
sólo acabaron 38. El autor acaba la Primera Parte de su
narración en la tarde del 27 de diciembre, apenas 24
horas después del inicio de la carrera, con todos los ve-
leros todavía intactos después de un estimulante y rá-
pido viaje hacia el sur.de la costa inferior de NGS pero
345
enfrentándose ya a olas enormes provocadas por una
depresión de 982 hPa de presión barométrica que se-
guía profundizándose. Se muestran en un mapa las po-
siciones de cada barco a las 2 del mediodía después de
una ronda del buque encargado del seguimiento por
radio.
Los 12 capítulos siguientes describen las horren-
das consecuencias de la "tormenta explosiva" sobre los
destinos de muchos barcos de la flota, sobre todo de
unos 12 veleros, el centro de atención de los valientes
intentos de rescate, especialmente el Winston Chur-
chill, que se hundió con la consiguiente pérdida de tres
vidas. Se hacen comparaciones con el resultado de la
infame Carrera Fastnet a la altura de la costa sudocci-
dental de Inglaterra en 1979, en la que se perdieron 15
vidas. Se dedica un capítulo independiente a la organi-
zación y al trabajo de la Autoridad de Salvamento Ma-
rítimo de Australia, que se ocupa de los aspectos regla-
mentarios de las operaciones marítimas en aguas aus-
tralianas, incluyendo el control y la vigilancia de los
movimientos de los buques a lo largo de la línea de cos-
ta. Contiene el relativamente nuevo Centro de Control
y Rescate (CCR) de AusSAR, cuya vigilancia cubre unos
47 millones de km 2 -entre las longitudes 75° y 163°-
de Indonesia al Antártico. Al CCR le cayó en suerte eje-
cutar su plan de desastres a un nivel sin precedentes ya
que cada vez más veleros activaban sus señales de peli-
gro, que se registraban en una pantalla de ordenador
del Centro.
Mundle describe cómo fueron movilizados la fra-
gata HMAS Newcastle de la Armada Real Australiana,
lista para zarpar en 8 horas en condiciones de emer-
 gencia, y helicópteros de la Armada y de la Fuerza Aé-
rea de distintas bases de Nueva Gales del Sur y de Aus-
tralia del Sur, para ayudar en las tareas de búsqueda y
rescate por mar y aire en unas condiciones de furia sin
precedentes. Se estuvieron coordinando y ejecutando
17 rescates distintos simultáneamente. Mundle cuenta
estas historias importantes con una prosa náutica des-
criptiva, de una manera que capta el inmenso desafío
que soportaron todos los deportistas de la carrera y sus
rescatadores en su lucha por la supervivencia.
Una característica principal de Fa tal Storm es una
colección de 75 fotografías en color, muchas de las cua-
les, tomadas por fotógrafos especializados desde un he-
licóptero, muestran veleros individuales, tripulados
por marineros de recreo, luchando contra olas acordes
con la furia de una tormenta excepcional de fuerza JO
ull.
Fatal Storm es un libro que deberían leer y sobre el
que deberían meditar todos los marinos, los marineros
de recreo, y los hombres del tiempo, reconociendo que
las regatas en el océano son quizás el deporte que re-
quiere un mayor dominio, teniendo en cuenta todo el
346
espectro de secuencias posibles de tiempo atmosférico.
Bob Southern
International Investment and Clima te Change: Energy
Technologies for Developing Countries (Inversión in-
ternacional y cambio climático: tecnologías energéti-
cas para países en vías de desarrollo)
Por Tim Forsyth . Royal Institute of International
Affairs and Earthscan Publications, Londres
(1999). xxii + 266 páginas. ISBN 1-85383-622-2
(rústica). Precio: 16,95 f.
La mayoría de los debates sobre transferencia tecnoló-
gica han bloqueado las negociaciones internacionales
referentes a asuntos climáticos y medioambientales.
Este libro aborda los problemas en la primera de las
tres secciones principales. La transferencia de tecnolo-
gía entre los países desarrollados y los que se encuen-
tran en vías desarrollo tiene lugar a través de dos cana-
les, a saber, los sectores público y privado. El libro des-
taca la gradual reducción de las financiaciones del
sector público en la dotación de las inversiones inter-
nacionales para la mitigación del clima y se orienta a
evaluar el papel de las transferencias de tecnología del
sector privado en aquel área. Se pretende ayudar a los
responsables políticos e inversores y, especialmente, en
la decisión de las mejores opciones posibles para atraer
inversiones extranjeras en transferencias de tecnología
relacionadas con el Mecanismo de Desarrollo Limpio
(MDL) con referencia a la mitigación del cambio cli-
mático.
El tema, sin em bargo, no es tan simple como pare-
ce. Las emisiones globales de dióxido de carbono son
una de las causas primarias del calentamiento global y
del cambio climático, y la generación de electricidad
ha sido una de las fuentes clave de dichas emisiones.
Las tecnologías de energía eficiente para la generación
de electricidad podrían, por lo tanto, ser un área de in-
versión extranjera en la mitigación de los impactos del
cambio climático. Los problemas asociados con la pri-
vatización del suministro eléctrico en los países en vías
de desarrollo y la dotación de inversiones privadas in-
cluyen implicaciones políticas, prioridades nacionales
y disponibilidad de fuentes de energía renovables res-
petuosas con el medio. El autor ha elegido la industria
de suministros eléctricos como ejemplo porque, en la
mayor parte de los países en vías de desarrollo, está
bajo el control de un organismo central o del Estado.
El autor sugiere que es necesaria una sinergia de
las acciones públicas y privadas para una política me-
dioambiental válida. Aborda la descentralización de la
electrificación como un posible mecanismo para con-
trolar las emisiones de gases de efecto invernadero
(GEl). Sin embargo, la descentralización mediante el
uso de generadores diese! móviles apenas constituye
una solución. El autor sostiene, en cambio, el uso de
tecnologías de energías renovables en áreas pequeñas
como una posible alternativa. Advierte que todas las
formas de tecnologías basadas en las energías renova-
bles no son igualmente beneficiosas en términos me-
dioambientales. Por ejemplo, compara los generadores
de biomasa con la tecnología foto voltaica que utiliza la
radiación solar para crear electricidad. También abor-
da los ventajas y desventajas de las tecnologías de
energías renovables grandes y pequeñas. En la primera
categoría se encuentran las grandes plantas hidroeléc-
tricas (presas), geotérmicas, etc., mientras que en la se-
gunda clase se encuentran las tecnologías fotovoltai-
cas, turbinas de viento y generadores de biogás.
Así, independientemente de ser grandes o peque-
ñas, todas las tecnologías de energías renovables tie-
nen impactos sociales, políticos y medioambientales,
tales como la deforestación y las inundaciones.
Otro tema abordado es el modo de la transferencia
de tecnología. Si es mediante asistencia a nivel loca l,
generalmente necesita apoyo de instituciones financie-
ras. Buena parte de la asistencia internacional para el
desarrollo de energías renovables (DER) ha tendido a
centrarse en proyectos a gran escala. Consiguiente-
mente, las necesidades prácticas para la estimu lación
de la transferencia de tecnología para proyectos meno-
res han sido pasadas por alto por las agencias de finan-
ciación.
Un capítulo se encarga de la transferencia de tec-
nología, inversiones y privatización de la industria de
la electricidad en el sudeste de Asia. El autor ha elegido
esta región porque tiene grandes áreas sin un suminis-
tro interconectado de electricidad, en las que la electri-
ficación rural descentralizada utilizando energía re-
novable podría ser de gran utilidad. Las poblaciones en
expansión, crecimiento de la economía e industrializa-
ción hacen del sudeste de Asia el hogar de cerca del
diez por ciento de la población mundial. Los orígenes
de las emisiones de GEl en la región son muy comple-
jos. Algunos pueden estar relacionados con la defores-
tación, el cultivo de arroz y el transporte y generación
de electricidad: el autor informa de que las tecnologías
de generación de energía basadas en carbón/petró-
leo/gas natural dan cuenta del 70-80 por ciento de la
generación de energía y ahí parece haber la necesidad
de una mejora. El recurso al DER, por lo tanto, parece
esperanzador. A través de estudios de caso durante cin-
co capítulos, el autor muestra cómo dichas iniciativas
actúan en el entorno sociopolítico real. Los estudios de
caso en Indon esia, Filipinas, Tailandia y Vietnam son
específicos, pero los resultados parecen también aplica-
bles a regímenes geográficos, sociales, económicos y po-
líticos similares en cualquier otra parte.
El análisis revela que la transferencia de tecnología
en las áreas de inversiones de energías renovables depen-
de normalmente del nivel de privatización y control gu-
bernamental y del tipo de infraestructura utilizada para
el suministro eléctrico. Para lugares remotos y rurales sin
una red centralizada, las opciones de energía reno vable
tienen un mayor potencial. Las megatecnologías depen-
dientes de un gran consumo pueden no funcionar bien
en el mun do en vías de desarrollo y los proyectos a pe-
queña escala dependientes de las fuentes de energía re-
novable local pueden tener una mejor oportunidad. Sin
embargo, las políticas gubernamentales pueden hacer
difícil poner en el mercado tecnologías relacionadas con
fuentes de energía renovable.
~'<t'i'
A través de estos estudios de caso, el autor de-
muestra claramente la necesidad de una acción inte-
gral para mitigar las emisiones de GEl. Las tecnologías
alternativas necesitadas para ejecutar el MDL según el
Protocolo de Kioto de 1997 implican la dotación de fon-
dos mayores. Estos se necesitan para desarrollar y
transferir tecnologías en proyectos de generación de
energía renovable, que tienen que ser sostenibles y
efectivos frente al coste, así como respetuosos con el
medio. La generación de electricidad es una industria
que utiliza una gran cantidad de combustible fósil (pe-
tróleo y carbón). Dicho modelo tradicional de genera-
ción de energía, acoplado con el control gubernamen-
tal en su distribución, no suele ser eficiente debido a las
fugas y pérdidas durante la transmisión. Esto lleva a
un mayor uso de combustible fósil para conseguir los
objetivos de partida, lo que conduce a una mayor emi-
sión de GEl.
Para atraer la financiación de/sector privado, es-
pecialmente las inversiones extranjeras, es necesaria
una administración flexible y liberal. Las negociacio-
nes a menudo se bloqueaban debido a la existencia de
leyes nacionales y a una actitud rígida por parte de la 347
administración. El libro es, por lo tanto, oportuno y de
relevancia para todos los países que deseen promover
el DER, particularmente en el sector de la generación
de energía. Se dan algunas recomendaciones de políti-
cas (página 249) y podría ser útil hacer circular el resu-
men ejecutivo entre científicos, planificadores y agen-
cias financieras internacionales. El libro tiene una
orientación hacia las aplicaciones, haciéndolo intere-
sante y relevante para todos/os ciudadanos bien infor-
mados.
U. S. De
adgmrpune@hotmail.com
 CALENDARIO DE PRÓXIMAS REUNIONES

2000 Título Lugar

7-11 de agosto Quinto Seminario Internacional sobre Modelización de Nubes Breckenridge,
Colorado, EE .UU.

14-18 de agosto Decimotercera Conferencia Internacional sobre Nubes y Precipi- Reno, EE.UU .
loción
5-7 de septiembre Reunión del Grupo de Expertos sobre Sistemas de Avisos Tem- Lisboa, Portugal
pronos pa ra Preparación contra la Sequía y G estión de Sequías

5-11 de septiembre Comité de Ciclones Tropicales de la AR V - octava sesión Islas Cook

11-14 de septiembre Grupo de Trabajo de la CMAg sobre Efectos de los Aplicado- Ginebra
nes Agrometeorológicas para la Gestión Sostenible del Sistema
Agrícola, la Silvicultura y lo Ganadería
11-15 de septiembre Vigesimosexta Conferencia Internacional sobre Meteorología lnnsbruck, Austria
Alpino
18-22 de septiembre Congreso sobre Biometeorología Humano San Petersburgo,
Federación Ruso
18-22 de septiembre Reunión del Grupo de Expertos en Software de Gestión de Datos Washington , DC,
Agrometeorológicos EE. UU.
19-27 de septiembre Asociación Regional 11 (Asia) - duodécima sesión Seúl,
República de Coreo
348
20-22 de septiembre Imágenes y reconstrucciones del tiempo y el clima o lo largo del Cracovio, Polonia
último milenio (http://www.geo.uk.edu .I/Kiimot2000)
1-4 de octubre Conferencia Internacional sobre Electos de lo Agricultura sobre Wogeningen , Holanda
Aguas Superficiales y del Subsuelo, Investigación y Política en el
Filo de la Ciencia y la Sociedad
4-6 de octubre Grupo de Dirección de la CSB sobre Coordinación de Radio Ginebra
Frecuencia
4-6 de octubre Seminario sobre Pred ictibil idad Decenal del Clima La Jallo, California,
EE.UU .
9-1 2 de octubre Grupo de Trabajo sobre Modelización Acoplada - cuarta se- La Jolla, Californ ia,
sión EE .UU .
10-1 2 de octubre Conferencia Internacional sobre Desafíos Hidrológicos en la Coblenza, Alemania
Gestión Tronslronteriza de Recursos Hídricos
16-20 de octubre Reunión del Grupo de Expertos en Software de Gestión de Datos Washington , DC,
Agrometeorológ icos EE .UU .
23-27 de octubre Conferencia Técnica sobre Instrumentos y Métodos de Observo- Pekín, China
ción Meteorológicos y Medioambientales (TEC0-2000) y Expo-
sición Técnica (METEOREX-2000)

31 octubre-] O noviembre Comisión de Hidrolog ía - undécima sesión Abuje , Nigeria

6-9 de noviembre Asociación Americano de Recursos Hídricos - Conferencia Miami, Florida, EE .UU.
anual
6-1O de noviembre Grupo de Dirección Científica del SPARC - octavo sesión Buenos Aires,
Argentina

13-16 de noviembre Grupo de Trabajo de la CMAg sobre Comunicación de lo inlor- Ginebra

moción ogrometeorológica

20-23 de noviembre Tercer Simposio Internacional de Hidrología y Recursos Hídricos Perth, Australia
27-28 de noviembre Conferencia Técnica de la CSB sobre Sistemas y Servicios de Ginebra
Información
29 noviembre-S diciembre Comisión de Sistemas Básicos - duodécima sesión Ginebra
10-16 de diciembre Lluvia ácido 2000 - Sexto Conferencia Internacional Tsukuba , Japón
MIEMBROS DE LA ORGANIZACIÓN METEOROLÓGICA MUNDIAL *

ESTADOS ( 179)

Afganistán El Salvador Lesotho República Democrática del

Albania Emiratos Árabes Unidos Letonia Congo
Alemania Eritrea Líbano República Democrática
Angel a Eslovaqu ia Liberia Popular Lao
Antigua y Barbuda Eslovenia Lituania República Dominicana
Arabia Saudita España Luxemburgo República Popular
Argelia Estados Unidos de Madagascar Democrática de Corea
Argentina América Malasia República Unida de
Armenia Estonia Malawi Tanzania
Australia Etiopía Maldivas
Rumania
Austria Federación de Rusia Molí
Rwanda
Azerbaiyán Fi ji Malta
Sa moa
Bahamas Filipinas Marruecos
Santa Lucía
Bahrein Finlandia Mauricio
Bangladesh Francia Mauritania Santo Tomé y Príncipe
Barbados Gabán México Senegal
Belarús Gambia Micronesia, Estados Seyc helles
Bélgica Georgia Federados de Sierra Leona
Belice Ghana Mónaco Singapur
Benín G recia Mongolia Somalia 349
Bolivia Guatemala Mozambique Sri Lanka
Bosnia y Herzegovina Guinea Myanmar Sudáfrica
Botswana Guinea-Bissau Namibia Sudán
Brasil Guyana Nepal Suecia
Brunei Darussalam Haití Nicaragua
Suiza
Bulgaria Honduras Níger
Suriname
Burkina Fa so Hungría Nigeria
Swazilandia
Burundi India Niue
Cabo Verde Indonesia Noruega Ta ilandia
Ca mboya Irán, República Islámica Nueva Zelanda Tayikistán
Camerún del Omán Togo
Canadá lraq Países Bajos Tonga
Chad Irlanda Pakistán Trinidad y Tobago
Chile Islandia Panamá Túnez
China Islas Cook Papúa Nueva Guinea Turkmenistán
Chipre Islas Salomón Paraguay Turquía
Colombia Israel Perú Ucrania
Comoras Italia Polonia Uganda
Congo Jamahiriya Árabe Libia Portugal
Uruguay
Costa Rica Jamaica Qatar
Uzbekistán
Cote d' lvoire Japón Reino Unido de Gran
Vanuatu
Croacia Jordania Bretaña e Irlanda del
Venezuela
Cuba Kazajstán Norte
Dinamarca Kenya República Árabe Siria VietNam
Djibouti Kirguistán República Centroafricana Yemen
Dominica Kuwait República Checa Yugoslavia
Ecuador la ex República Yugoslava República de Corea Zambia
Eg ipto de Macedonia República de Moldava Zimbabwe

TERRITORIOS (6)

Antillas Holandesas Hong Kong, China Nueva Caledonia Territorios Bri tánicos del
y Aruba Macao, China Polinesia Francesa Caribe

• A 3 1 de mayo de 2000
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Las solicitudes por escrito de publicaciones de la OMM deben dirigirse directamente a: Sr. Secretario Gene-
ral, Organización Meteorológica Mundial, Case postale 2300, CH-1211 Genéve 2, Suiza

La cuenta bancaria de la OMM No.240-C0191516.0, UBS SA, Case postale 2770, CH-1211 Genéve 2, Suiza. Cla-
ve: UBSWCHZH12A.

Ahora las solicitudes pueden hacerse también vía e-mail:

pubsales@gateway.wmo.ch o directamente por fax (reservado
exclusivamente para solicitud de publicaciones y consultas): (+ 41 22)730 80 22.

Ahora la OMM acepta las principales tarjetas de crédito.

El catálogo de publicaciones de la OMM se envía gratuitamente a petición. También puede consultarse en la

página de la OMM en Internet: <http://www.wmo.ch>, seleccionando posteriormente "Catalogue of the
WMO Publications". Los precios que se indican son en francos suizos e incluyen los gastos de envío por co-
rreo de superficie.

Para los envíos por correo aéreo se enviará un presupuesto, previa petición.

Todas las solicitudes se deben pagar por adelantado. En general, se aplican descuentos para las solicitudes
de 10 ejemplares o más.

Los residentes en Canadá y los Estados Unidos de América deben dirigir sus solicitudes a: American Meteo-
rology Society, WMO Publications Center, 45 Beacon Street, Boston, MA 02108, EE.UU. Se recuerda a los lec-
tores que, si encuentran dificultades para adquirir las publicaciones de la OMM por causas relacionadas con
el control del cambio de divisas, pueden utilizar para ese fin los cupones de la UNESCO.

~ fPJ ®rr ~ íJJJ ri í!il ® @J í!il Vil í!il re~ @J rr~ (f] (f]f!il (f] Ow®O(f] fl{fí!il
@](!] o@] @JiM[JiM[ ~

El Boletín de la OMM, (tirada básica 6 500), que circula por todo el mundo en cuatro idiomas (inglés,
francés, ruso y español), es un medio ideal para anunciar todos los temas de interés para meteorólogos, hi-
drólogos y científicos que trabajan en temas afines. Además de su distribución a todos los Servicios Meteo-
rológicos e Hidrológicos de todos los Miembros, el Boletín se manda a los Servicios de los pocos países que
todavía no pertenecen a la Organización. También se envía a diversos departamentos gubernamentales,
universidades y sociedades científicas, así como a un amplio círculo de otras corporaciones afmes y suscrip-
tores individuales.

Si se pone el mismo anuncio en cuatro ediciones sucesivas del Boletín de la OMM y se paga por adelan-
tado (por ejemplo, se factura después de la primera aparición), ¡se aplicará un descuento del 25 %!

Para obtener mas información sobre como anunciarse en el Boletín de la OMM, prospectos detallados de
precios, condiciones de pago, plazos, requerimientos de las copias (películas, idiomas, composición y montaje,
tamaño, color etc: The Associate Editor, WMO BULLETIN, World Meteorological Organization, Case posta/e
2300, CH-1211 Geneva 2, Switzerland. TeL: (+4122) 7308478. Fax: (+4122) 7308024. Telex:4141990MM CH.
E-mail: bulletin@gateway. wmo.ch
Aoooooo~rl®~ ciJrj ~®oo~ooart®rt~ CjOO (ja IB®Y(jrruoo
ci]rj acn ({))JMilMI
El Boletín de la OMM constituye un medio ideal de publicidad para consultores que trabajan en meteorología,
hidrología, climatología y otros campos conexos. Además de su distribución interna en los Servicios Meteo-
rológicos e Hdrometeorológicos de todos los Miembros, el Boletín es enviado a los Servicios de aquellos pocos
países restantes que aún no pertenecen a la Organización. Es también enviado a diversas instituciones guber-
namentales, universidades, sociedades científicas y a un gran número de organismos relacionados con la
meteorología y la hidrología operativa.
Precio de los anuncios
El precio de inserción de un anuncio típico en todas, o en cualquiera de las ediciones del Boletín en cuatro
idiomas, es 350 francos suizos. Cuando se coloca una orden para que el mismo anuncio sea repetido en cuatro
ediciones sucesivas y se recibe el pago por adelantado, es decir, al recibir la factura global enviada después de
la primera inserción, el cuarto anuncio es colocado gratuitamente. Se envía a la persona que coloca el anuncio
un ejemplar del Boletín después de su publicación.
Textos
De conformidad con los principios de las Naciones Unidas, la publicidad en el Boletín de la OMM no debe pro-
mover intereses políticos, ni aplicaciones para usos militares y tampoco contravenir los propósitos de la
OMM. Los textos de los anuncios deben ser suministrados separadamente en cada idioma pero la OMM está
dispuesta a asegurar la traducción a un costo de lO francos suizos por idioma. Los anuncios son compuestos
por la Oficina del Boletín de la OMM en negro y blanco y miden 63 mm x 50 mm. Estos pueden incluir el nom-
bre del consultor, su acreditación, los campos de interés, la dirección y números de contacto hasta un máximo
de 10 líneas.
Fechas límite y pruebas
Los textos deben recibirse en la Secretaría de la OMM por lo menos dos meses antes del mes de publicación,
es decir, el 1 de noviembre (para la edición de enero), el1 de febrero (para abril), el 1 de mayo (para julio) y el
1 de agosto (para octubre). Si, después de la inserción de un anuncio y habiendo reservado un espacio en el
Boletín, no se reciben instrucciones formales de cambio, se asumirá que el anuncio anterior debe ser repetido.
Si se requiere, se enviarán pruebas de los anuncios, por fax o por correo. Si en un plazo de 10 días laborables
no se recibe ninguna comunicación, se asumirá que las pruebas son aprobadas para ser impresas. Es por con-
siguiente aconsejable comunicar por fax cualquier cambio deseado.
Condiciones de pago
La OMM enviará una factura por el anuncio y los costos aferentes, la cual deberá ser pagada en su totalidad en
un plazo de 30 días después de su recepción. El pago debe ser efectuado en francos suizos acreditado a la
Cuen.ta General de la OMM en el banco mencionado en la factura. Todos los costos y/o comisiones bancarias
deben ser cubiertos por el cliente. La OMM se reserva el derecho de cargar un 8o/o por los pagos retrasados.
Todo el material y correspondencia relativos a los anuncios en el Boletín deberán ser dirigidos a:

Editora Asociada Teléfono (nacional) : (022) 730 84 78

Boletín de la OMM (internacional) : (41) 22 730 84 78
Organización Meteorológica Mundial Télex: 41 41 99 OMM CH
Case postal e 2300 Fax: 41 22 730 80 24
CH-1211 Ginebra2,Suiza E-mail: bulletin@gateway.wmo.ch

La OMM se reserva el derecho de enmendar sin previo aviso los precios y condiciones más arriba indicados,
en el entendido que tales enmiendas no será.n aplicadas a los contratos en curso de ejecución.
 Bou,n dary-Layer
Meteorology
An lnternational Journal of Physical,
Chemical and Biological Processes in the
Atmospheric Boundary Layer

Co-Editors:
J.R. Garratt
GSIRO, Div. of Atmospheric Research, Aspendale, Vict. ,
Australia
P.A. Taylor
Dept. of Earth and Atmospheric Science, York University,
Ont., Ganada
Founding Editor:
R.E. Munn
lnstitute for Environmental Studies, University of Toronto,
Ont. , Ganada

Boundary-Layer Meteoro/ogy publishes papers on the

physical, chemical and biological processes occurring
in the lowest few kilometres of the Earth's atmosphere.
During its existence, Boundary-Layer Meteoro/ogy has
become the primary medium for the publication of
theoretical, numerical and experimental studies of the
atmospheric boundary !ayer over both land and sea
surfaces. Subject areas covered in the journal include
agriculture and forestry, air pollution, air-sea interaction,
hydrology, micrometeorology, the planetary boundary
!ayer, surface processes, mesoscale meteorology,
numerical modelling of the lower atmosphere, remote
sensing, and urban meteorology. Occasional special
issues are published that cover a particular topic in
great depth.

Subscription lnformation: ISSN 0006-8314

1998, Volumes 86-89 (12 issues)
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AICH Asoc iación Internacional de Ciencias Hidrológicas (U IGG) OAC I O rganiza ció n de Aviación Civil Internacio nal
AIMFA Asociació n Internacio nal de Me teorología y Física OlEA O rgani smo lnt rrnac ional de En ergía Ató mi c;\
Atmosféri ca (U IGG) OMI O rganizac ión i'+llarítima Internacio nal
BAPMo N Red de la OMM de Control de la Contaminación General OM I O rgan ización ivleteorológica In ternacional (p redeceso ra de
Atmosféri ca (OMM) laOMM)
CCA Comi sió n de Ciencias Atmosfé ri cas ( OM lv!) OMS O rganizac ió n J\1lu nd ial de la Salud
CCADC Co mité Co nsultivo para las Aplicac io nes y los Datos OMT O rganizac ió n Mun dia l del Tur ismo
Clim<iticos (CCl) PCD Plataforma de co nce ntra ció n de datos
ccco Comit é sob re los Ca mbi os Clim <i ti cos y el Océano I'CT Programa sobre Ciclones Tropicales (OMM)
(SCO R/CO I) PCV Programa de Coope rac ió n Voluntaria (OMM)
CCl Comisión de Climatología (OMM) PEFEC Procesos Estratosféricos y su Funció n en el Clima
CCM Comité Científico Mixto OMM/C IUC del PM IC PEID Pequeii os Estados Insulares en Desarroll o
CCPMC Co mité de Coo rdinaci ó n pa ra el Program a lvl undial sob re PH I Programa Hidrológico Interna cional (UN ESCO)
el Clima PHO Programa de Hidrología Operativa (OMM)
CDS Co mi sió n sobre Desa rroll o Sosteni ble PHRH Prog ram a de Hid ro logía y Recursos Hídricos (OMM)
CE PMMT Cent ro Europeo de Pred icción Meteorológica a Plazo Medio PI AM Prog rama de Invest igac ió n de la Atm ósfe ra y el Medio
CESA P Comi sió n Econó mica y Social para Asia y el Pacífico (ONU) Ambiente (OMM)
C Hi Comisión de Hid rología (OMM) PIGB Programa In te rnacio nal Geosfera- Biosfe ra (C IUC)
CILSS Co mité Pe rman ente lnterestatal para el Cont rol de la PM ASC PM C Progra ma M undit:~l de Aplicacio nes y Se rvicios
Sequía en el Sahel Climáticos (OM M)
CIMO Com isió n de Instrumentos y Métodos de Observació n PMC Programa Mund ial sobre el Clim a (OMM)
(OMM) PMDVC PlviC Progra ma Mundial de Datos y Vigi lan cia C limáticos
CIUC Co nsej o 1nternacional para la Ciencia (OMM)
CLD Co nvenció n de Lu cha co ntra la Dese rtifi cació n I'M EICER Programa ¡\llundi al de Eva lu aci ó n del Impa cto de l Clima )'
CLICOM Aplicación de las computadoras a la climatología (OMM) Es trategias de Respuesta (PNUMA/OMM)
CMA Consejo Mundial de la Alimentación (ONU) · PMIC Programa Mundial de Investigaci o nes Climáti cas
CMAe Co misió n de Meteoro logía Ae ro nduti ca (Otv!M ) PNT Predi cció n Num éri ca del Tiempo
CMAg Comisión de Meteorología Agrícola (OMM) PNUD Prog rama de las Nacio nes Unidas para el Desa rro ll o
CMM Co misión de Meteoro logía Mar in a (OMM) PNUMA Prog rama de las Nac io nes Unidas para el Med io Ambiente
CMCC Co nvención Ma rco sobre el Ca mbi o Clim <itico (ONU) SADC Co munid ad pa ra el Desarrollo de Áfr ica Meridi o nal
CM M Centro Meteorológico Mundial (VMM) SCA R Co mité Cientffi co para las 111vestigacio nes Antoirticas
CMN Ce nt ro tvleteoro lógico Nacio nal (VtviM ) (C IUC)
CM R Centro Meteorológico Reg iona l (VMM) SCD Sistema de co ncentració n de da tos
CM RE Centro Meteorológico Regional Especial izado (VMM) SCO PE Co mité Especial para los Problemas de l Medi o Ambiente
CNUMAD Co nfe rencia de las Nac io nes Unida s sobre el tvleclio (C IUC)
Ambiente y el Desa rro llo (Brasil , 1992) SCOR Comité Científi co para las Investigacio nes Oceán icas
COA RE Experimento sob re las Reaccio nes de Acoplami ento (C IUC)
Océano-A tm ósfera SCOSTEP Comité Cien tífi co sobre Física de las Relaciones entre los
CO I Comisió n Oceanognífica lntergubernamental (UN ESCO) Fenó menos Solares)' Te rres tres (C I UC)
COS PAR Co mité para las Inves tigac io nes Espaciales (C IUC) SG ISO Sistemn Glo bal integrado de Se rvicios Oceá ni cos
CRF M Ce ntro Reg io nal de Formación Protes io nal Meteorológica (COI/OMM)
(OMM) SMO Sistema Mund ial de Obse rvac ió n de la VMM (OMM)
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CS B Comi sió n de Sistema s Básicos (OMM) (OMM/COI/CIUC/PNUMA)
CTM OMM Co misió n Técn ica M ixta OMM/COI sobre Ocea nografía SMOO Sistema Mundial de O bservació n de los Océanos
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DIR DN Decenio In ternac io nal parn la Redu cció n de los Desas tres SMPD Sistema Mu ndial de Proceso de Datos de la VMM (OMM)
Naturales(ONU) SMT Sistema Mundial de Telecomunicació n de la Vtvltvl (OMM)
EIDN Es trategía Interna cio nal para los Desastres Naturales (NU) SRD Sistema de retra nsmi sió n de datos de PCD
ENOA El Niiio/Oscilación Aust ral STEND Sistema de intercambi o de T éc ni cas Apli cables en Casos de
ETR Departamento de Ense li anza y Formació n Profesional Desast res Na tura les
(OMM) TRUCE Ex per im ento sob re el Clima Urbano en las Reg iones
FAO O rga ni zac ió n de las Nacio nes Unid as para la Agricu ltu ra y Tropicales
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FIDA Fondo Internacional de Desa rrollo Ag rícola (ONU) UG I Un ió n Geog r<lfica In te rna cio nal (C IUC)
GEW EX Ex perim ento Mundia l sobre la Energía y el Ciclo Hídrico UIGG Uni ó n Intern acional de Geodes ia )' Geofísica (C IU C)
(PM IC) UIT Uni ó n In ternacional de Teleco muni cacio nes
GIEC Proyecto GE\•VEX Internacio nal a Escala Co ntinental UNESCO O rgani zac ió n de las Nac io nes Unidas pa ra la Edu cació n, la
HOMS Subsistema de Hidrología Operativa para Fin es Mültip les C iencia )' la Cultura
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II ASA Instituto Interna cio nal para la Ap li cació n del Amilisis de WA FS Siste ma Mundial de Pronóst icos de Área
Sistema s WHYCOS Sistema mundia l de o bservació n del ciclo hidro lógico
IPCC G rupo intergubernam ental de exper tos sob re el ca mbio WOCE Expe rimento Mundial sobre la Ci rculació n Oceá nica
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