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Adulterios

Se entiende como adulterio cuando una persona mantiene una relación sentimental en la que hay
un tercero y a pesar de que uno o ambos ya están casados y sean parte de un grupo familiar. El
adulterio ha existido y crecido de manera tal que se ha convertido en una práctica condenable, pero
casi inevitable en muchas culturas y sociedades de un país. El adulterio ha sido sido moralmente
penado hasta censurado, considerándose un delito.
Por supuesto que la ley asume como falta el deber marital la consumación de la infidelidad, tanto
en la religión, en especial el cristianismo, aquel que sólo con la mente desea a la mujero el hombre de
su prójimo, sin haber cometido un acto carnal, también se está cometiendo un adulterio y son
culpables tanto aquel como aquella que lo materializó. Inclusive, Dios, en uno de sus diez
mandamientos que en una oportunidad le ordenó a Moisés cumplir y promover, colocó el no desear
a la mujer del prójimo, con lo cual quedaron las bases para las futuras condena desde el punto de
vista religioso.
El adulterio ha sido más castigado cuando de una mujer se trata, es la mujer la que lo provoca y
aunque la ley no hace distinciones de sexos el caso igual es llevado a la justicia, para que el hombre
sa tan castigado como la mujer, entorno a lo respecta en el ámbito social, sin embargo la mujer es la
que siempre lleva las de perder y la que ha lo largo de la historia han sufrido más por cometer actos
de adulterio.

Consecuencias
PRO 6:32 RVR60
"Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace."

El adulterio es uno de los males más destructivos para las familias en este siglo, arrasa
literalmente con los hogares. La infidelidad conyugal es una lacra en todos los estamentos de
nuestra sociedad. En el cine, en los medios de comunicación, y en la literatura se nos quiere
hacer ver y convencer que como se trata de una practica universal, es algo normal y aceptable.

Sin embargo todo el ser del hombre y de la mujer sufre cuando es víctima de un acto de
infidelidad y desleatad, y ya ni hablar de los hijos que quedan marcados por el trauma de la
desintegración familiar para el resto de sus vidas.

Da exactamente igual cuanta cultura, que posición o que títulos académicos y nobiliarios
tenga una persona; el que adultera es falto de entendimiento, en lengua común, no tiene ni
un dedo de frente.

El adulterio es un mal moral, espiritual y ético, es un atentado terrorista en contra de los


derechos mas fundamentales de la vida. La infidelidad conyugal rompe no solo con el
acuerdo o compromiso libre y voluntario hecho por dos personas, sino que destruye
sicológicamente los fundamentos de la fe, la esperanza y el amor en el ser humano.

Lo que dice Salomón va más allá aún, él declara que "Corrompe su alma el que tal hace." Es
decir que no se trata solo de una falta de inteligencia de base, sino que además la cosa va a
peor, el alma, es decir la mente y los sentimientos, las emociones y la capacidad de voluntad
de las personas que adulteran se deterioran, se corrompen. ¡Huf! Esto es muy fuerte.
Hay una decadencia en todos aquellos que rompen el pacto de unión y promesas de fidelidad
con su mujer o en el caso de la mujer con su marido. Es un fracaso que no se puede olvidar
jamás, los daños no desaparecen nunca y la restauración integra de las personas que han
sufrido o han practicado algo así es casi imposible. Aquel que adultera, el que es falso e infiel,
por lo general lo sigue haciendo toda su vida, es algo en lo que reincide una y otra vez, lo
hace con un primer conyugue, con un segundo, con un tercero y más. Es muy simple, se ha
corrompido, ya no hay freno y va cuesta abajo.

A quien afecta
Sufrir una infidelidad por parte de la pareja es una de las experiencias más dolorosas en el
campo del amor y muchas veces se habla de que ese tipo de experiencias dejan el corazón
'roto' en quienes las padecen. Pero más allá de las metáforas, la ciencia explica varios efectos
que una infidelidad tiene en la salud de las personas que las han sufrido. Un reciente estudio
elaborado en la Universidad de Nevada en Reno establece que el ser engañado por la pareja
puede tener efectos vinculados a la depresión y la ansiedad, pero también puede conducir a
comportamientos arriesgados como comenzar a tener multitud de relaciones sin control y
precaución alguna, así como caer en el abuso de consumo de alcohol y otras sustancias. Tal
y como puede leerse en The Independent, una infidelidad tiene efectos tanto psicológicos
como físicos. Al abuso de alcohol o drogas pueden sumarse otros trastornos relacionados con
la alimentación o incluso el ejercicio físico. El estudio de la Universidad de Nevada añade
que los efectos de una infidelidad suelen ser peores en las mujeres que en los hombres. La
autora del estudio, M. Rosie Shrout, declaraba al PsyPost que "también hemos encontrado
que muchas de estas personas acaban haciéndose culpables de haber sido engañadas por sus
parejas, lo que puede explicar que acaben poniendo en riesgo su salud con comportamientos
arriesgados". Para el estudio se contó con personas jóvenes (20 años de media) y que
hubiesen sufrido una infidelidad en los tres meses previos al estudio tras tener una relación
estable (todas superaban el año y medio). Además de los efectos relacionados con la
depresión y la ansiedad, sufrir un engaño de este tipo lleva a comportamientos que pueden
comprometer la salud física, como comer demasiado o no comer en absoluto, abusar de
alcohol y marihuana con demasiada frecuencia, tener relaciones sexuales bajo la influencia
de drogas y alcohol y tenerlas sin protección. También se detectó el hecho de que muchos de
estos jóvenes optaban por hacer demasiado ejercicio sin control médico alguno.

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