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tss

cAPírulo
87 H¡pertensión portal
y hemorragia d¡gestiva
Vijay H. Shah y Patrick S. Kamath

íNorcr psr cerfruro


Circulación portal normal -1899 Causas de hipertensión portal
Principios hemodinámicos de Ia hipertensión portal 1908
1901 Causas frecuentes 1909
Aumento de la resistencia intrahepálica 1901 Causas menos frecuentes
Circulación hiperdinámica 1911
1904 Evaluación clínica de.los pacientes con hemorragia
Circulación colateral y varices 1904 relacionada con la hipertensión portal
Medición de la presión portal 1912
1905 Tratamiento de la hemorragia relaéionada
Gradiente de presión en la vena hepática 1906 con la hipertensión portal
Presión en Ia pulpa esplénica 1912
1906 Tratamiento farmacológico 1913
Presión venosa portal
1906 Tratamiento mediante endoscopia ' 1914
Presión en las varices medida por endoscopia
Derivacionesportosistémicasintrahepáticastransyugulares
Detección de varices l?99
1907 Cirugía 1915
Endoscopia digestiva alta 1918
1907 Tratamiento de Iesiones específicas 1920
Ecografía
1907 Varices esofágicas 1920
TomografÍa computarizada
1908 Varices gástricas 1923
Resonancia magnética
1908 Varices ectópicas 1925
Ecoendoscopia
1908 Gastropatía portal hipertensiva y ectasia vascular gástrica 1927

El sangrado de las varices, la encefalopatía hepática y


Ia asci_ la vesícula biliar y elbazo hacia el hígado. La vena porta
tis, las principales complicaciones de ia cirrosñ hepáiica, está
son formada por la confluencia de la vená esplénica y lñena
consecuencia de la hipertensión portal defrnida como me_
un in_ sentérica superior por detrás del cuello del páncieasl. La vena
cremento de la presión en los sinusoides hepáticos hasta
mesentérica inferior normalmente drena hicia la vena esplé_
6 mm Hg o mayor. Las colaterales portosistémicas
descom_ nica, mientras que Ia vena gástrica izquierda, que también
primen los sinusoides hepáticos hipertensos y dan lugar se
a la conoce como vena coronaria izquierda, normalmente lo
aparición de varices en la unión gastroesofágióu y., otros hace
Iu_ en la vena porta en la confluencia de la vena esplénica y
gares. Estas colaterales portosistémicas también permiten Ia
que vena mesentérica superior (flgura g7-l). La vena porta tiene
el amoníaco procedente del intestino alcance él cerebro,
Io una longitud aproximada de 7,5 cm y discurre dorsal la
que provoca Ia encefalopatía hepática mediante un proceso arteria
hepática y al conducto biliar común entrando en el hilio
patológico con varios pasos intermedios reracionadoJcon del
los hígado. Los 5 cm superiores de la vena porta no reciben
receptores periféricos de tipo benzodiacepina, neuroesteroi_ nin_
guna vena tributaria2. En el hilio del hígado la vena
des y receptores del ácido gammaminobuúrico (GABA) porta se
(véase divide en ramas venosas portales izquierda y derecha que irri-
capítulo 89). Además, la hipertensión portal se asocia a re_
gan los lados izquierdo y derecho Oét frigaOb, respeetivamen_
tención renal de sodio y agua y a Ia aparición de ascitis (véase
d te. La vena umbilical drena en la vena poita izquierda.
capítulo 88). De hecho, la hipertensión portal y sus compli_ La vena
císüca de la vesícula biliar drena en ta véna portá derecha,
caciones siguen siendo problemas clínicos importantes, mien_
a pésar tras que las vénulas portales lo hacen en l,os sinusoides hepá-
de los avances producidos en el tratamiento y de los
:9 melores ticos que, a st7 vez, drenan en la vena cava inferior a travéJde
conocimientos tanto de las bases molecularés como de
la fi_ las-venas suprahepáticas. Las venas suprahepáticas izquierda
siopatología de la hipertensión portal.
y derecha suelen unirse y drenan en la venaiava inferior por

q separado pero adyacentes a la confluencia de la vena trepiti
ca derecha con la vena cava inferior. El lóbulo caudado
I CIRCUTACIÓN PORTAT NORMAI. diena
tr independientemente de la vena cava inferior.
U
U El sistema circulatorio del hígado normal es un sistema
IU= EI sistema venoso porta transporta la sangre capilar
desde el de alta distensibilidady baja resistencia que es capaz de aco_
o esófago, el estómago, el intestino delgado y gruesó, pánueas,
el modar un gran volumen de sangre, comó sucede después de
Sección lX Hísado

una comida, sin que aumente sustancialmente la presión por_ hepático total. De igual modo, cuando se produce una oclu_
tal. El hígado recibe un aporte de sangre doble de ú vena porta sión de la arteria hepática aumenta el fluio aferente venoso
y de la arteria hepática que constiftrye casi el 30o/o det gasto portal de forma compensadora. Este mecanismo autorregu_
cardíaco. La sangre venosa portal derivada de la circulaiión lador, que tiene como objetivo mantener el flujo sanguínlo
venosa constituye aproximadamente el 75o/o del flujo san_ hepático total a un nivel constante/ se denomina reipuesta
guíneo hepático total, mientras que el resto de la sangre de_ de taponamiento arteriql hepático.
riva de la arteria hepática que proporciona sangre muy oxi_ Los sinusoides son muy permeables y, en ese modo, facili-
genada directamente del tronco celíaco de la aorta. Oi Ru¡o tan el trasporte de macromoléculas hacia los hepatocitos del
sanguíneo derivado de la vena porta y de la arteria hepática parénquima que residen en Ia cara extraluminal de las célu_
converge en canales vasculares de alta distensibilidad y muy las endoteliales. Los sinusoides hepáticos son muy permea_
especializados que se conocen como sinusoides hepáticos.Exii_ bles porque carecen de una membrana basal propiamente
te una cierta interrelación dinámica y compensadora entre dicha y porque las célutas endoteliales que recubren los si_
el flujo sanguíneo derivado de la vena porta y el procedente nusoides contienen fenestraciones. Otros aspectos únicos de
de la arteria hepática. Específicamente, cuando diiminuye el los sinusoides hepáticos son 1os espacios de Disse, un espa_
fluio sanguíneo de la vena porta hacia el hígado, como suce_ cio virtual situado extraluminalmente a la célula endoteiial
de en la trombosis de la vena porta, el flujo aferente arterial y adyacente al hepatocito que contiene elementos celulares,
aumenta intentando mantener constante el flulo sanguíneo Ia célula estrellada hepática (CEH) y las células de Kupffer
(figura 87-2). Estos dos tipos celulares tienen posiblemente un
importante papel, junto con las células endoteliales, para re_
Vena
gular la hemodinámica sinusoidal y la homeostasis y pue_
cava inferior
den contribuir a las desviaciones sinusoidales que se produ_
Venas suprahepát¡cas cen en la hipertensión portal. En condiciones basales, Ias CEH
izquierda, derecha y media
mantienen un fenotipo quiescente y acumulan vitamina A.
Sin embargo, se ha propuesto que cuando estas células se ac_
tivan, como sucede en la cirrosis y en la hipertensión portal,
Vena porta desarrollan capacidades contráctiles que les permiten fun_
cionar corno pericitos sinusoidales. Las células de Kupffer con_
tribuyen a la homeostasis vascular generando citocinas con
acciones celulares y vasorreguladoras potentes, incluido el fac_
Vena
Sinusoides tor de necrosis tumoral. Las células endoteliales y las células
mesentérica
hepát¡cos Colon del músculo liso de los vasos hepáticos no sinusoidales, como
inferior
izquierdo
lá vénula porta y la vénula hepática terminal, son importan-
Vena tes para manteqer la vasorregulación hepática, en particular
mesentérica en el hígado normal, donde 1as CEH se mantienen quiescen_
superior tes, inactivadas y, presumiblemente, no contráctiles.
Hay muchos estudios en los que se ha podido establecer la
importancia del óxido nítrico (NO), derivado de la sintasa en_
Colon derecho/¡ntestino delgado dotelial del NO (eNOS) en la vasodilatación hepática. La ten_
Figura B7-1 Anatomía de la circulación portal. Se representan los sión de cizallamiento, provocada por la fuerza de fricción de
vasos sanguíneos que constituyen Ia circulación poital y las vías la sangre en el interior de los sinusoides, es uno de los estímu_
eferentes hepáticas. los fisiológicos más potentes de la producción de NO deriva_

Normal
Cirrosis

ffiHePatocitos Depósito de colágeno


Célula estrellada hepática en el espacio de Disse
ffi Espacio de Disse
-
-- rore en s- célula endoteliat sinusoidal Activación de las

-7*l-
Fenestracionés
Luz del sinusoide
% células estrelladas

4-§€€§-fun Constricción
de los sinusoides

A
Defenestración
de los sinusoides
FiguraBT'2 Anatomíadela.microvasculaturahepática.A.serepresentalamicroanatomíasinusoidal
normal.Laluzdel sinusoideestáre-
cubierta por células endoteliales sinusoidales fenestradas que permiten
el transporte de macromoléculas hacia el espacio abluminal de
Disse' Las células estrelladas hepáticas quiescentes residen en este
espacio, adyacentes tanto a las células parenquimatosas como a las en-
doteliales' B' En la cirrosis se producen una serie de cambios en la microcirculáción
hepática que incluyen la pérdida de fenestraciones en
las células endoteliales (defenestración), Ia constricción de los
sinusoides y la activación de las células ástrelladas hepáticas, lo que induce
el depósito de colágeno y el aumento de Ia contractilidad.
Capítulo BZ Hipertensión portal y hemorragia digestira 1ffi
da de la eNOS en los sinusoides hepáticos. Por el contrario, la ra vascular y el remodelado que se reconoce en la vasculatura
endotelina-1 (ET-l), que también es liberada en las células en- sistémica y esplácnica en respuesta al incremento crónico del
doteliales, favorece la vasoconstricción hepática uniéndose a flujo y a las fuerzas de cizallamiento que caracterizan al esta-
los receptores ET-A-situados en las CEH. La ET:1 también pa- do circulatorio hiperdinámico. Los factores vasculares com-
rece generarse en el interior de las propias CEH y favorece la prenden la vasoconstricción intrahepática, que contribuye a
contracción de las mismas mediante un ciclo autocrino. Es un aumento de Ia resistencia a este nivel, y Ia vasodilatación
interesante que la ET-1 pueda unirse alternativamente a re- esplácnica y sistémica que acompaña al estado circulatorio
ceptores ET-B de las células endoteliales. Paradójicamente/ esta hiperdinámico. Los factores vasculares que contribuyen a Ia hi-
vía de señalización promueve la vasodilatación activando la pertensión portal son particularmente importantes porque son
eNOS. Hay otros mediadores vasculares implicados en la va- reversibles y dinámicos y, por tanto, dianas inesistibles para los
sorregulación hepática, como son el monóxido de carbono ge- tratamientos experimentales. Por el contrario/ en la actualidad
nerado por el sistema de la hemoxigenasa/ el agonista adre- carecemos de los tratamientos eficaces para el componente me-
nérgico simpático noradrenalina, el vasoconstrictor dependiente cánico fiio de la hipertensión portal provocado por cicatrices,
de renina angiotensina, las prostaglandinas, el tromboxano y nódulos regenerativos y remodelado vascular. De hecho, la ma-
los leucotrienos. Entre todos estos mediadores, la angiotensi- yoría de los tratamientos existentes para la hipertensión portal
na tiene un interés especial porque es un constrictor potente se centran en la corrección de las alteraciones hemodinámi-
de las CEH y se libera en cantidades aumentadas en la cirrosis cas de Ia circulación portal. Los abordajes utilizados consisten
debido a la hiperactiüdad del sistema simpático. Hay varios an- en betabloqueantes no selectivos, octreótido y vasopresina para
tagonistas del receptor de angiotensina que están siendo eva- reducir la circulación hiperdinámica, la aferencia venosa por-
luados para el tratamiento de Ia hipertensión portal. tal y la vasodilatación esplácnicaa,s. Otros fármacos que redu-
cen el aumento de la resistencia intrahepática son los antago-
nistas del receptor de angiotensina y los mononitratos.

AUMIN.Jo DE LA REslsrENCtA ¡NrRtH,EpÁrrcA


En la cirrosis, al igual que en la mayor parte de las causas no
cirróticas de hipertensión portal, Ia hipertensión portal es con- En la cirrosis, el aumento de Ia resistencia portal se produce en
secuencia de los cambios que se producen en la resistencia su mayor parte como resultado de factores mecánicos que re-
de los espacios porta combinada con cambios en el flujo afe- ducen el diámetro del vaso. Además de los nódulos regenera-
rente portal. La influencia del flujo y la resistencia en la pre- tivos y de las bandas f,brosas, estos factores mecánicos inclu-
sión se puede representar por la fórmula de Ia ley de Ohm: yen Ia capilarización del espacio de Disse y la tumefacción de
las células, incluidos los hepatocitos y las células de Kupffer.
AP=FxR Sin embargo, y según se ha comentado antes, la disminución
del diámetro del vaso hepático que da lugar al aumento de Ia
donde el gradiente de presión de la circulación portal (Ap) es resistencia portal no es un fenómeno puramente mecánico, ni
función del fluio portal (F) y de ta resistencia al fluio (R). El siquiera cuando se debe a una cirrosis6,7. Los cambios hemo-
aumento de Ia resistencia portal o del flulo portal contribuyen dinámicos de la circulación hepática también contribuyen al
al aumento de la presión, aunque la hipertensión portal casi aumento de Ia resistencia intrahepática8,e. Estos cambios se ca-
siempre es consecuencia del incremento de ambas variables (fi- racterizan por vasoconstricción hepática y alteración de las res-
gura 87-3). Una excepción es el caso de la fístula arterioveno- puestas a estímulos vasodilatadores. El aumento de la resis-
sa, que en estadios iniciales causa hipertensión portat princi- tencia intrahepática está determinado principalmente por
palmente por un incremento del flujo portal en ausencia de un cambios en el radio del vaso, de forma que pequeñas reduc-
incremento de la resistencia. El mecanismo det incremento ciones del radio del vaso causan incrementos prominentes
de Ia resistencia portal depende del lugar y de la causa de la de Ia resistencia. La viscosidad de la sangre y la longitud del
hipertensión portal; en el mundo occidental, la causa más fre- vaso también pueden influir en la resistencia, aunque en mucho
cuente es la cirrosis hepática (véase más adelante). Debido al menor grado. Los factores que regulan la resistencia se pueden
incremento de la resistencia hepática y al descenso de la dis- contemplar en el contexto de la ley de Poiseuille:
tensibilidad de este órgano, los pequeños cambios det flujo que
no se traducen en un aumento de la presión en un hígado nor- R= 8ql/¡ra
mal pueden tener un efecto estimulador prominente sobre la
presión portal en el hígado cirrótico. El incremento del aferente donde R es la resistencia, qL es el producto de la viscosidad de
venoso portal forma parte de una desviación sistémica gene- la sangre por la longitud del vaso y R es el radio del vaso.
ralizada que se conoce como estado circulatorio hiperdinámico. Aunque inicialmente se estimó que los cambios vasoactivos
Los vasos colaterales que se dilatan y los nuevos brotes vascu- son los responsables de un 10olo a un 30olo del aumento de la
:9
lares que se forman conectan el sistema venoso portal de alta resistencia portal en la cirrosis, en estudios posteriores se ha pro-
,! presión con las venas sistémicas de baja presión. por desgracia, puesto que estos datos podrían en realidad infraestimar la con-
este proceso de angiogenia y colateralización es insuficiente tribución de la vasoconstricción hepática al aumento de la re-
,E
para normalizar la presión portal y en realidad provoca las com- sistencia observada en el hígado cirrótico. Entre las causas no
,q
plicaciones de la hipertensión, como las varices esofágicas3. cirróticas de hipertensión portal, el aumento de la resistencia
Los cambios que se producen en el flujo y en Ia resistencia puede producirse en lugares proximales (prehepáticos) o dista-
c
U portales también parecen derivar de factores mecánicos y vas- les (posthepáticos) con respecto al hígado, como sucede en la
U
= culares. Los factores mecánicos consisten en la fibrosis y no- trombosis de la vena porta y en Ia trombosis de la vena hepáti-
U
o dularidad del hígado cirrótico con distorsión de ta arquitectu- ca, respectivamente (figura B7-4). Además, el lugar del aumen-
i.,FlÍgádo
. Se¿c i,sn {X,,

Betabloqueantes

Escleroterapia
Circulación hePática Ligadura de varices
Derivaciones
intrahepáticas quirúrgicas
v
Circúlación colateral

Nitratos
Antagonistas
del receptor de Betabloqueantes
angiotensina lnhibidores
Prazosina de la angiogenia

Análogos de somatostatina
Análogos de vasoPresina
Betabloqueantes
Nitratos

que reducen la presión portal' La hi-


Figura B7-3 Alteraciones vasculares en la hipertensión portal y lugares de acción de los tratamientos
del hígado, combinado con un aumento del
pertensión portal es consecuencia del aumento de la resistenciá, no"rmalmente desde el interior
consecuencia de factores mecánicos combinados con la vasoconstricción
flujo venoso portal. El incremento de la resistencia del hígado es
nítrico (No) y el aumento de la producción de endotelina. El incremento
dinámica ."iiudu por el descenso de la producción de ó*ígeno
por el incremento de la producción del No'
del flujo venoso portal tiene lugar por la vasodilatación de lá circulación esplácnica mediada
esofágicas, entre la vasculatura portal hipertensiva y el sistema venoso sistémico,
Se desárrolla una circulación .álutárul, que incluye varices
portal hipertensa. El desarrollo de colaterales
aunque estas colaterales no son adecrada, puru i"r.ornprimir cJmpletamente una circulación
por el desarrollo de vasos sanguíneos ybrotes nuevos (angioge'
está mediado por la dilatación de los vasos colaterales existentes, así como
los distintos iugures de las alteraciones hemodinámicas. CC, célula contráctil; cE, célu-
nia). se muestran los tratamientos que contrarrestan
la endotelial; NO, óxido nítrico.

to de la resistencia intrahepática se puede delimitar meior como tada solamente en la circulación portal por detrás del lugar de
en los sinusoides (sinusoidal), proximal a los sinusoides den- aumento de la resistencia y en la trombosis aislada de Ia vena
tro de las vénulas portales (prásinusoidal) o distal a los sinusoi- porta, y la función hepática se conserva a menudo, a pesar de
des en Ias vénulaihepáticii (postsinusoidal), como sucede en que exista una hipertensión portal prominente'
la cirrosis alcohólica, la esquiiiosomiasis y ei síndrome de obs- Según la mayoría de los datos, el descenso de la producción
trucción sinusoidal, ."rp"itirru-"nte. La presión está aumen- del NO vasodilatador combinado con un incremento de la
CapítuloBT Hiperrensión
Pg13j_y_m;11fl:"gt§::ljuu -.rffi '.

Figura B7-4 Clasificación


de la
hipertensión portal. Se mueslran
ros drlerentes lugares de
aumen-
to de la resistencia al llu jo portal.
Hay muchas enfermedádes que
provocan un patrón mixto. La
hi_
pertensión portal raramente
apa_
rece exclusivamente como
con_
secuencia del aumento del flujo
portal, como sucede con las
de_
rivaciones arteriovenosas ( no Posthepática
pre_
sentadas). lntrahepática
Síndrome de Budd_Chiari Prehepática
Presinusoidal
Obstrucción de la vena cava Tiombosis de la vena porta
¡nferior Esquistosomiasis
Per¡cardít¡s constrictiva Irombosis de la vena esplénica
lnsuficiencia cardíaca derecha Sarcoidosis
rnsullc¡encia tr¡cúspide importante Hipertensión portal idiopática
Urrrosis biliar primaria
Sinusoidal
Cirrosis alcohólica
Cirrosis criptogénica
I
utrrosts posnecrótica
Hepatitis alcohófica
Postsinusoidal
Síndrome de obstrucción sinusoidal

producción del ET-1 vasoconstrictor


contribuyen de manera
conjunta al incremento de la."rirtü.iu En la práctica clínica, el NO
los modelos experimentates
rruálar hepática. En donantes de No, como los
se puede liberar por fármacos
Oe cirrosis, iu fioOirporibilidad _o.ro.r'iirutJr.';;i",
del No hepático nantes de No eiercen.sus efectos fu"o;;i.;";., fármacos do_
ducción ""i 1TTi"ig;"qgü: L ."or." su pro- do a las células estrelladas parte relaian_
en las células endotelialessl,ó,i;;;t hígado cirróti- qr.;.;;;*""u.i*_"rr",4,1s, aun_
co humano se observa.un que las acciones sistémicas
ría de los estudios se indica
paradigma similarr2. En Ia
mayo_
de
efectos secundarios v a.exacerbar
raÁuiJri,"ro", a provocar
queái;ic"cffi;e la producción "rto, el
estado ciicutatorio trlper-
de No se produce ,o-g^ol dinámico. En los estudio,
lá Oirmirr.iO, Ol fu, concentra_ to, qrJ;;rr^ un compuesto
ciones de ta proteína eños donanre de No específico ",
los pasos necesarios o
r,epati.u;;,;i';;ü". efectos sobre d.l
tencia vascular intrahe!áti.u
h;ü;;i""il"r" de ra resis_
," p"oo.á ;;;;; g"""rando No
E;;;á;;.;##i?¿!!"J:11 jJ:f ::i:T?:ff 191:"ir, con la relajación consecuente
oe U! cfu16,17. Sin em_
incremento de la oroduc.ió" bargo, la generación deficiente
t,, ar isuar
"HJ;
d;i;;;"ü;; inhibidora de en la cirrosis se puede acompañar
d. ño ; il?t,rru endotetiat
)oj.::::1",. :u_
r
u*
vta que contribuve a Ia generación
;;H;;i,i,i,*u.,u*. ot.u por el deterioro
ción de las cétulas estrelladai-en."'ñ;;;";rio,o, de la relaia-
deflc¡enie del NO por la quizá por-
eNos es ta
reducción
de AKT de ta eNoS en el
d.L...;;;;il;;;;" fosforiración :::9:1T:."ye Ia respuesta al monáforfuto.i.ri.o
sina (CMpc) que actua como de guano-
hígado .t;¿;i;;. segundo mensaiero del NO
cia del mecanismo de ta aefiIierrcia;;r.* ó'o, iro"p"r,o..,- células activadasla. En esta_situaiión, en las
iu"i la ausencia de et efe-cü Ueneflcioso pro_
la disponibilidad de NO permitirá minente de los donantes de
E
oe CEH que se NO *;;;;;;;áecrbre.
activan y se conrraen con
tuerza "tt"ru..o]to hepática
i;;;;; excesiva de Er-1 ,u-rnii¿.,
contribuye
I contraer los sinusoides a lo_s
que "" ,"d";;;;;jo para ,, Jrff.:T:"Jtración
! ta la presión portal. Sin embaigo, que aumen_ ten.siónportarrneoiai;:H".i:H:,:T:Hr,¿::1,:il?"."',T.i
p"pár J"j.s CEH en este
proceso sigue siendo conrroveriido "l gado, presumiblemente
tusos con respecto a si et tugar
p;.4""i;;;utos son con-
al potenciar ü.á"i.á.,rrdad de las
intrahepática en la cirrosis
d""il;;;;;i la resistencia
CEH1e,2o. En Ios modelo
expresióno.r,.l.pto,"§Jl"jffi.Jjrj::Jiil,.,;;,LTi"r.;
sálocatiza
residen las células estreltadas,
; ;;;;;r"ides, donde las célüas estrelladas henáücas y
en las.elulu',
nusoidales (o en ambas),, qr. ";j;;;;;i;,
.u.".", or" o postsi_
il ;]dr. estreiladas La s concen traci ones ae tr- r pirr.
J.j.rr-ñioir,.u,
"rOot.lialesro.2r.22.
tambi én
en las que las células endoietiales
lulas del músculo
e;;;lr#rales a tas cé-y están aumentadas en oa,
d.,.;;;;;;;;;J;:T§::¿Xi,'Xf ii,T;:i,,i:li]^1:
liso.
pertensión portal, pero este
efecto pu"d";;;;;;"dario al efec_
§ecqién'lX Hígado

to del factor transformador del crecimiento p (TGF_B),


un fac_ cen con detalle pero afectan a la ET:l, que está aumentada
tor clave para el crecimiento fibrogénico22. Se están realizan_
en
el suero de los pacientes con hipertensión portal, y a
do estudios clínicos con antagonistas de la ET en pacientes la cito_
con cina factor alfa de neoosis tumoral (TNF_o) porque los
hipertensión portal, aunque los efectos variablei de la inhi_
modu- bidores del TNF meioran la presión portaly los trastomos
lación de la ET en los modelos experimentales de hipertensión de la
circulación en los territorios esplácnicos ianto en los pacien_
portal y también la posible hepatotoxicidad de estos
com_ tes como en la hipertensión portal experimental.
puestos han limitado el entusiasmo por los El TNF_o puede
estudios en pa_
^hipertensión derivar de una endotoxina intestinaiy la descontaminación
cientes2s. Hay otros tratamientos de la in_
portal que testinal parece corregir la circulación hiperdinámica
pueden ser beneficiosos mediante la víi de Ia en pa_
ET. por e¡em- cien.tes, lo que indica una relación con lalnflamación
plo, la somatostatina, que reduce la presión portal inteiti-
al contraer nala7. La inhibición terapéutica de la NOS
la circulación esplácnica, también puede actuar inhibiendo en pacientes con
la hipertensión portal consigue resultados clínicos variables.
contracción de las CEH dependiente de la ET_126. En
un estudio, esta inhibición corrigió la alteración de la
Hay otros mediadores vasoconstrictores, como los cistei_ he_
modinámica sistémicaa8, pero en ót.os no se han ¿"mortau_
nil-leucotrienos, el tromboxano y la angiotensina, que tam_
d_o^descensos significativos de la presión portal
bién se han visto implicados en el aumáto de la reiistencia al inhibir la
NOS sistémicaae. Otros mediadorés que pueden contribuir
intrahepática en la cirrosis27,28. Algunos de estos mediadores, a
la vasodilatación sistémica y esplácnica son ta andamida,
en particular la angiotensina, que provoca la contracción un
de cannabjnoide endógeno vasodilatadorsGs2, la hemoxigenururi,s+ss
las CEH, se han estudiado en el ñombre. Se han
llevado a cabo y la cicloxigenasas6. Hay datos conüncentes que
algunos intentos para reducir la presión portal utilizando también apo_
fár_ yan un defecto primario de las cérulas musculáres
macos que inhiben la activación de las CEH mediada risas en la hi-
por Ia pertensión_portal, quizá debido a los defectos de los
angiotensina, con resultados variables hasta la fecha2e. canales
de potasiosT-61. De hecho, para reducir la vasodilatación
es_
plácnica hay muchos tratamientos farmacológicos
de la hi_

_!_1I_.*y_,
* r ó_Nr{ ¡ p E R D IN ÁM I cA
pertensión portal que se dirigen a ras células musculares
arteriolares del territorio esprácnico y no a ras céluras
lisas
endote-
liales. Por ejemplo, el octreótido, un ánálogo sintético
Ad em á s 0" r r".."- de la so_
";;;;;;ffi;;;;;;;;;
anteriormente, un factor principal pu.a ei desarrollo y per_
matostaüna, provoca una reducción importante, aunque
sitoria, dela presión portal al contraer las células muicurares
tran_
petuación de la hipertensión portal ei el incremento
Oei tiu¡o lisas del territorio esplácnico, con lo que limita la
venoso portal o la circulación hiperdinámic a. El aferencia
término aie_ venosa portal, en especial después de las comidas.
rencia venosa portal hace referencia a la sangre Los beta_
total que drena bloqueantes no selectivos y livasopresina también
hacia la circulación portal y no al fluio saáguíneo reducen
áe la pro_ la presión portal al contraer las artériolas esplácnicas,
pia vena porta, que realmente puede estar áisminuido redu_
en la ciendo de esta manera la aferencia venosa poitut. Como
hipertensión portal debido a la éxistencia de derivaciones la re_
co- sistencia intrahepática persiste, los tratamientos
laterales portosistémicas. La circulación hiperdinámica orientados a
se aumentar la aferencia venosa portal no suelen normalizar
caracteriza por vasodilatación periférica y esplácnica, la
dismi_ presión portal por completo, pero bloquean el incremento
nución de la presión arterial media y urá".rio del gasto pro_
car_ minente de la aferencia venosa portal que se produce
díaco. La vasodilatación, en particular en el lecho en res_
eslplácnico, puesta a la comida. para reducir la presién porAl
permite un incremento de la sangre sistémica afereñte es más eficaz
hacia utilizar un tratamiento combinado io.r rn fármaco que
la circulación portal30. reduzca
el aumento de la resistencia intrahepática, como
La vasodilatación esplácnica se debe en gran parte un nitrato, y
a la re_ un fármaco que reduzca la aferencii venosa portal, como
lajación de las arteriolas esplácnicas y a la ñiperemia un
esplác_ betabloqueante, en lugar de cualquiera de elts por
nica consecuente. En los estudios sobre hipeitensión separado.
p^ortal
experimental se ha demostrado que las céiulas endoteliales
vasculares esplácnicas son las priñcipales responsables
de Ia
vasodilatación esplácnica y del aumento d" iu ::§Y"*gg*s"g_LAr E RA r Y vA RI c Es
aferencia ve-
nosa portal, mediante una generación excesiva
generación excesiva de NO y la vasodilatación,
de NO3L3e. Esta
la circula_
La circulación ..r"t".r, ;;;;;;;ü;;;ffi;;-
témica se desarrolla.y se expande
ción hiperdinámica y la hiperémia que se producen ."rpr"rtu a la elevación
como con- ".,
de la presión portal62. El flujo sanguíneá con los baios volú_
secuencia en las circulaciones esplácnica y sistémica
contras_ menes que normalmente perfunden estas colaterales
tan con la circulación hepática, en la que ia deficiencia y el flujo
de NO que se dirige hacia la circulación portal se invierten
contribuye al aumento de la resistencla intrahepática. en la hi-
pertensión portal debido a que la presión portal
El mecanismo del exceso de producción de es mayor que
NO en las célu_ la presión venosa sistémica. por tánto; el flujo
las endoteliales de la circulación arterial se invierte en
sistémica y esplácni_ estos vasos colaterales y el flujo sanguíneo sale
ca es objeto de una investigación activa. parte de la circula_
de este incre- ción portal hacia la circulaciónlr".rJru sistémica.
mento de la producción de NO probablemente es
consecuencia Los lugares de formación de colaterales son
de incrementos dependientes e independientes el recto, donde
de las fuerzas de la vena mesentérica inferior conecta con la vena pudenda
cizallamiento en la expresión de lieNOS que se puede y
corre_ provoca varices rectales; el ombligo, donde la
gir en parte con betabloqueantes3T,40-4s. pareie que vena umbili_
la activación cal vestigial comunica con la vena porta izquierda
de la eNOS existente por citocinas o por facáres y da lugar
mecánicos a la aparición de colaterales prominentes
también contribuye a la generación exiesiva de NO alrededor del om-
en los teri_ bligo (cabeza de medusa); el ietroperitoneo, donde las
torios sistémico y esplácnico mediante vías que cola_
incluyen la fos_ terales, especialmente en las mu¡erei, comunican
forilación de la eNOS y las interacciones dá proteínasa4a6. Los
con los vasos
ováricos y las venas ilíacas, y la zonadistal del esófago
estímulos f,siológicos que median en este p.á."ro y pro_
no se cono_ ximal del estómago, donde las varices gastroesofági.Á,'o,
tu,
colaterales más importantes que se forman entre el sistema vasos sanguíneos y dilatación e incremento del flujo a través
venoso portal y el sistema venoso sistémico. de las colaterales preexistentes3,66. Los datos experimentalés in-
Hay cuatro zonas diferenciadas de drenaie venoso en la dican que el factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF),
unión gastroesofágica que son particularmente relevantes un factor de crecimiento clave estimulante del NO, contribu-
para la formación de las varices esofágicas63. Laxona gástri- ye tanto a la respuesta angiogénica como a la respuestá de los
ca, que se extiende 2 o 3 cm por debajo de Ia unión gastroe- vasos colateralessa,6T. La inhibición tanto del VEGF como del
sofágica, comprende venas que siguen una trayectoria lon- NO atenúa la propagación de los vasos colaterales al inhibir las
gitudinal y están situadas en la submucosa y en la lámina respuestas de angiogenia en los modelos experimentales de hi-
propia. Estas venas llegan juntas al extremo superior del car- pertensión portal y colateralizaci ón66-71 . Hay algunos fárma-
dias del estómago y drenan hacia las venas gástrica corta y cos utilizados en el tratamiento de Ia hipertensión portal, como
gástrica izquierda. La zona en empalizada se extiende 2 o 3 cm los betabloqueantes y el octreótido, entre cuyas acciones se
proximal a la zona gástrica en la zona inferior del esófago. puede incluir la contracción de los vasos colateralesT2-'s.
Las venas de esta zona discurren longitudinales y paralelas El desarrollo de las varices gastroesofágicas requiere un gra-
formando cuatro grupos que corresponden a los pliegues de diente de presión portal al menos de 10 mm Hg. Además, se
la mucosa esofágica. Estas venas se anastomosan con las venas cree que es necesario un gradiente de presión portal al menos
de la lámina propia. Las venas perforantes de la zona de em- de 12 mm Hg para que las varices sangren; también se necesi-
palizada no comunican con las venas extrínsecas (periesofá- ta la presencia de otros factores que aumenten la tensión de la
gicas) en el esófago distal. Esta zofla ert empalizada es la zona pared de las varicesT6 porque no sangran necesariamente todos
de penumbra dominante entre las circulaciones portal y sis- los pacientes que üenen un gradiente de presión portal mayor
témica. Más proximal a la zona en empalizada del esófago de 12 mm Hg. Los factores que influyen en la tensión de la
nos encontramos la zona perforante, donde existe una red pared de las varices se pueden englobar en el contexto de la ley
de venas. Estas venas no son longitudinales y se conocen de Laplace:
como «venas perforantes» porque conectan las venas de la
submucosa del esófago con las venas externas. La zona tron- T = Pr/w
cal, la zona más larga, mide aproximadamente unos 10 cm,
está situada proximalmente en la zona perforante del esófa- donde T es la tensión en la pared de las varices, P es el gradiente
go y normalmente se caracteriza por la existencia de cuatro de presión transmural entre la luz de las varices y la luz del esó-
venas longitudinales en la lámina propia. fago, r es el radio de las varices y ?y es el grosor de la pared de
Las venas de la zona en empalizada del esófago son más pro- Ias varices. Cuando la pared delavaiz se va haciendo más fina
pensas a la hemorragia porque no hayvenas perforantes a este y aumenta el diámetro y la presión delavarl,z, se excede la ten-
nivel que conecten las venas de la submucosa con las venas sión que tolera la pared y la vaiz se romperá. Estas observa-
periesofágicas. Es improbable que las varices de la zona tron- ciones fisiológicas se maniflestan clínicamente por el hecho de
cal sangren porque los vasos perforantes comunican con las que los pacientes que tienen varices de mayor tamaño (r) en
venas periesofágicas, lo que permite la descompresión de esta zonas con un §oporte limitado de partes blandas (w) con una
zona. Las venas periesofágicas drenan al sistema ácigos y, en presión portal elevada (P) tienden a mostrar el mayor riesgo
consecuencia, el aumento del fluio sanguíneo de este sistema de rotura de las varices por la tensión que sufre la pared de la
es el eje de la hipertensión portal. El drenaie venoso de Ia zona vafiz (T), que llega a ser excesiva. La unión gastroesofágica es
inferior del esófago tiene lugar a través de la vena coronaria, uno de los lugares más importantes en el que el soporte de las
que también drena el cardias del estómago hacia la vena porta. partes blandas es escaso. La ausencia de este soporte tisular y Ia
El fondo del estómago drena a través de las venas gástri- elevada densidad de vasos contribuyen a la mayor frecuencia
cas cortas hacia la vena esplénica. Por tanto, se pueden for- de hemorragia de varices en ese territorio. La ley de Laplace
mar varices en el fondo del estómago en presencia de hiper- también üene implicaciones por la relevancia de los tratamientos
tensión portal. La trombosis de la vena esplénica suele ser farmacológicos que pretenden reducir la presión portal. La re-
consecuencia de la existencia de varices aisladas en el fondo ducción de la presión portal disminuirá el gradiente de presión
gástrico. Debido a la proximidad de la vena esplénica a la vena transmural de las varices, con lo que se reduce el riesgo de que
renal, se pueden desarrollar derivaciones esplenorrenales es- la tensión de la pared de la variz se vuelva excesiva y se rompa.
pontáneas que son más frecuentes en pacientes con varices Clínicamente, Ia reducción del gradiente de presión venosa he-
gástricas que en los que tienen varices esofágicas6a,6s. pática a menos de 12 mm Hg prácticamente anula el riesgo
El patrón de flujo colateral predominante en la hiperten- de hemorragia por las varices, aunque los cambios de la pre-
sión portal intrahepática parece ser el de las venas corona- sión portal y de los factores locales de las varices son dinámi-
rias derecha e izquierda, discurriendo sólo una pequeña por- cos y dependen de una serie de factores ñsiológicos (aumento
d
ción del fluio a través de las venas gástricas cortas. por tanto, de la presión intrabdominal e incremento inducido por las
= la mayoría de los pacientes con causas intrahepáticas de hi- comidas en la presión portal), diurnos (cambios circadianos
pertensión portal tiene varices esofágicas o uari."r gástricas de la presión portal) y fisiopatológicos (consumo agudo de al-
p que se continúan con las varices esofágicas. cohol). Por todo ello, la presión portal y la presión en las vari-
.! Por desgracia, la hipertensión portal causada por la cirrosis ces esofágicas son variables en cada momento.
en general persiste y progresa a pesar del desarrollo de una
'6

circulación colateral extensa. La progresión de la hiperten-
sión portal es consecuencia de una resistencia obstructiva pro-
,l minente en el hígado, la resistencia dentro de las propias co-
cU
,u laterales y el incremento continuado del flujo aferente de la La presión portal se puede medir indirecta o directamente.
vena porta. El lecho circulatorio colateral se desarrolla a tra- El método más utilizado consiste en determinar el gradiente
u
@ vés de una combinación de angiogenia, desarrollo de nuevos de presión en la vena hepática (GPVH), que es un método
Eliigado

indirecto. La medición de la presión en la pulpa esplénica y cas; para evaluar el riesgo de la resección hepática en pacien-
la medición directa de la presión de la vena porta son méto- tes con cirrosis, y paru delimitar la causa de la hipertensión
dos invasivos, problemáticos y poco utilizados. La presión portal (es decir, presinusoidal, sinusoidal o postsinusoidal)/
de las varices también se puede medir, aunque esta medi- habitualmente combinada con la venografía, mediciones de
ción no se realiza de manera habitual en la práctica clínica. la presión en el corazón derecho y biopsia hepálica transyu-
gular. Aunque Ia indicación potencial más amplia de la me-
dición del GPVH es monitorizar la eflcacia de los tratamien-
GRADIENTE DE PRESIÓ¡T TN¡ LA VENA HEPATICA tos para reducir Ia presión portal, la monitorización del GPVH
no se realiza de manera sistemática en la práctica clínica, por-
El GPVH es la diferencia que existe entre la presión venosa he- que aún no disponemos de estudios controlados en los que se
pática de enclavamiento (PVHE) y la presión libre en la vena haya demostrado su utilidadsl.
hepática (PLVE). El GPVH se ha utilizado para valorar la hi-
pertensión portal desde que fue descrita por primera vez en
1951.77 y se ha validado como el meior método predictivo PRESIÓN EN LA PUTPA ESPTÉNICA
del desarrollo de complicaciones de la'hipertensión portal.
La medición del GPVH requiere el paso de un catéter en Ia La determinación de la presión en la pulpa esplénica es un
vena hepática baio control radiológico, hasta que el catéter ya método indirecto para medir la presión portal e implica la
no puede avaÍtzart es decir, hasta que el catéter ha quedado punción de la pulpa esplénica con un catéter con aguia. La
«enclavado» en Ia vena hepática. El catéter se puede hacer pasar presión en la pulpa esplénica está elevada en la hipertensión
hacia la vena hepática a través de la vena femoral o utilizando portal presinusoidal, cuando el GPVH es normal. Sin embar-
un abordaje venoso yrgular. El obietivo del enclavamiento del go, este procedimiento raramente se utiliza debido al riesgo
catéter es formar una columna de líquido que sea la continua- potencial de complicaciones, especialmente hemorrágicas,
ción entre el sinusoide hepático y el catéter. Por tanto, la presión que se asocian a su uso.
media del líquido en el interior del catéter refleja la presión en
los sinusoides hepáticos. Uno de los inconvenientes de utilizar
un catéter enclavado en la vena hepática es que la PVHE medi- PRES¡ÓN VENOSA PORTAT
da en una zona más fibrótica del hígado puede ser mayor que
la medida en otra zona menos fibrótica, porque existen varia- La medición directa de la presión en la vena porta es un mé-
ciones regionales en el grado de frbrosis. Estavariación de las me- todo que se usa raras veces, que se puede realízat a través de
diciones de la PVHE se elimina si se utiliza un catéter oclusivo una vía transhepática percutánea o un abordaie transvenoso.
con balón en la vena hepática derecha para crear una columna La vía transhepática obliga a la punción de la vena porta que
de líquido estancado que es continuación de los sinusoides he- sqrealiza bajo control ecográfico. A continuación, se intro-
páticos, porque el catéter con balón mide el promedio de la PVHE dúce un catéter sobre la guía en la vena porta principal. Con
en un amplio segmento del hígado78. EI GPVH no es eficaz para el uso ireciente de las derivaciones portosistémicas intrahe-
detectar las causas presinusoidales de hipertensión portal. Por páticas trans¡,rrgulares (TIPS) (véase más adelante), los radiólo-
ejemplo, en la hipertensión portal secundaria a la trombosis de gos tienen cada vez más experiencia en la punción de la vena
la vena porta encontramos un GPVH normal. Además, el GPVH porta y en la medición de la presión en la misma a través de la
puede infraesümar la presión sinusoidal en la cirrosis biliar pri- vía transyugular. Las mediciones de la presión directa en la vena
maria y en otras causas presinusoidales de hipertensión portalTe. porta se realizan cuando no se puede medir el GPVH, como su-
Por tanto, el GPVH es exacto para detectar sólo las causas sinu- cede en pacientes con unas venas hepáticas ocluidas como con-
soidales y postsinusoidales de hipertensión portal. secuencia de un síndrome de Budd-Chiari, en los que se está
El GPVH representa el gradiente entre la presión en la vena planteando la creación de una derivación portosistémica qui-
porta y la presión en la vena cava inferior intrabdominal. rúrgica82 o en pacientes con causas presinusoidales intrahe-
Por tanto, la elevación de la presión intrabdominal aumenta páticas de hipertensión portal, como en la hipertensión por-
por igual tanto la PVHE como la PLVE, por lo que el GPVH no tal idiopática, en la que el GPVH puede ser normal.
se modifica. La ventaja del GPVH es que la variación del punto
de referencia <<cero>> no afecta al GPVH8o. El GPVH se mide al
menos tres veces para demostrar que los valores son repro- PRESIÓN EN TAS VARICES MEDIDA
ducibles. La oclusión total de la vena hepática mediante el POR ENDOSCOPIA
balón inflado para confirmar que el balón se encuentra en una
posición de enclavamiento se demuestra inyectando un medio Las varices se rompen y sangran cuando la fuerua expansiva
de contraste en la vena hepática. Debe aparecer un patrón de la presión intravaricosa excede a la tensión en la pared de
sinusoidal sin circulación colateral hacia otras venas hepáti- la vaiz. Es importante medir la diferencia entre la presión
cas. El medio de contraste se lava rápidamente cuando se de- en el interior de la variz y Ia presión en el interior de la luz del
sinfla el balón. La posición correcta del balón también se puede esófago, porque el gradiente de presión transmural derivado
demostrar por el incremento brusco de la presión registrada a través de la variz es un indicador potencialmente más im-
cuando se infla. En ese momento, la presión se estabiliza hasta portante del riesgo de hemorragia que la medición del
que se desinfla el balón, momento en el que Ia presión'cae GPVH83'84, especialmente en pacientes con trombosis de la
bruscamente. En manos experimentadas, la medición del vena porta y con otras causas de hipertensión portal asocia-
GPVH es un método muy reproducible, exacto y seguro. das a un GPVH normal.
La medición del GPVH se propone en tres indicaciones: La presión de la variz se puede medir introduciendo en ella
para monitoúzar la presión portal en pacientes que reciben una aguja conectada a un transductor de presión, a través de
tratamiento farmacológico para prevenir las varices esofági- un catéter con líquido. El uso de este método no está iustifi-
'-t

Capítulo 87 Hipertensión portal y hemorragia digestiva ffi.. €


cado en la actualidad, excepto cuando después de la medición rutinario en la práctica clínicae3. El papel de los marcadores in-
de Ia presión en Ia variz se procede al tratamiento mediante cruentos para predecir el riesgo de varices esofágicas de gran ta-
escleroterapia. Como la escleroterapia de las varices es un mé- maño requiere su análisis en estudios multicéntricos de gran
todo que ha caído en desuso (véase más adelante), la medi- tamaño. De igual modo, también es obieto de estudio el papel
ción de la presión enlavariz mediante una punción directa de la endoscopia con cápsula en el cribado de las varice-s eso-
ya no se utiliza, excepto en los estudios de investigación. fágicas (véase capítulo 13).
La conexión de un manómetro neumático en miniatura La clasif,cación endoscópica de las varices esofágicas es sub-
muy sensible, montado en la punta del endoscopio Varipres, ietiva, aunque se han utilizado varios criterios para intentar
permite Ia medición no invasiva de la presión de la variz. En estandarizar su descripción. Los que mejor se conocen son
Ios estudios en los que se ha usado este dispositivo, los pa- los recopilados por la lapanese Research Society for Portal Hy-
cientes con una hemorragia preüa de la variz tenían presiones pertension. Estos factores descriptivos consisten en signos de
más altas que los que no han tenido un sangrado previoss. Una color rojo y el color, la forma (tamaño) y lalocalización de la
presión en la variz mayor de 18 mm Hg durante un episodio varizea. Los signos de color rojo comprenden las marcas roias
de sangrado se asocia al fracaso del control de la hemorragia «en empalizada», que son marcas longitudinales a modo de
y predice la repetición más precoz del episodio hemorrágico86. elevaciones enlavariz; manchas rojo cereza, que habitual-
Además, los pacientes que reciben tratamiento farmacológi- mente tienen un diámetro de 2 o 3 mm, o menor; manchas
co con el que disminuye la presión de la variz en más de un hematoquísücas, que son ampollas llenas de sangre que miden
ZOo/o con respecto al valor basal tienen una probabilidad baja 4 mm o más de diámetro, yun enrojecimiento difuso. El color
de sangrado comparados con los pacientes que no consiguen de la variz puede ser blanco o azttl. La forma de la variz en la
este descenso mayor del 2oo/o de la presión en la variz, en los endoscopia es el parámetro que se describe con mayor fre-
cuales el riesgo de hemorragia en la variz es del 46olo8s. Las me- cuencia. Las varices esofágicas pueden ser pequeñas y rectas
diciones de la presión en Ia íariz determinadas con el uso del (grado I), tortuosas y ocupar menos de un tercio de la luz del
Varipres se consideraron satisfactorios cuando cumplen los si- esófago (grado II) o grandes y ocupar más de un tercio de la
guientes criterios: la presión intraesofágica es estable, ausen- luz del esófago (grado III). Las varices se pueden encontrar en
cia de artefactos causados por el peristaltismo esofágico y co- el tercio inferior, en el tercio medio o en el tercio superior del
locación correcta dela cápsula sobre lavaiz, como se demuestra esófago. Entre todos los parámetros descriptivos mencionados,
por las fluctuaciones finas en el trazado de presión que corres- el tamaño de las varices en el tercio inferior del esófago es el
ponden al ciclo cardíaco y las respiraciones. Por tanto, la me- más importante. Este último parámetro se determina duran-
dición de la presión enla variz requiere tanto la habilidad te Ia retirada del endoscopio (figura 87-5). Mientras se infla
del endoscopista como la colaboración del paciente y no se completamente la luz del esófago se debe aspirar la máxima
pueden obtener mediciones exactas de Ia presión enlavariz cantidad posible de aire del estómago. Las varices pequeñas,
en el 25o/o de los pacientes, incluso en manos expertas. es decir, Ias que ocupan menos de un tercio de la luz, miden
La manometría con balón endoscópico para medir la pre- menos de 5 mm de diámetro, mientras que las grandes son
sión de lavaiz es susceptible de sesgo del observador, porque mayores de 5 r¡rmea'es. Como punto de referencia, cualquier
se basa en el aspecto visual para determinar si las varices se variz que tenga el diámetro de una pinza de biopsia en saca-
han colapsado8T-8e. Con esta técnica, se inserta un balón en bocados abierta medirá más de 5 mm de diámetro. Los pa-
el esófago y se infla hasta que se nota cómo las varices se co- cientes que tienen varices esofágicas, una cirrosis en la clase
lapsan en la endoscopia. La presión de la variz corresponde C de Child-Turcotte-Pugh (CTP) (véase más adelante) y signos
a la presión que necesita el balón para colapsarla. En gene- de color rojo en las varices tienen el riesgo más alto de san-
ral, las técnicas de medición de la presión de la variz aún se grado en las varices en 1 añoe6, aunque el aumento de riesgo
consideran experimentales y no resultan adecuadas para el de hemorragia atribuible a la presencia de los signos de color
uso clínico habitual. rojo no es independiente del riesgo asociado a un tamaño gran-
de de Ia variz. Por tanto, se recomienda el tratamiento profi-
láctico para prevenir la hemorragia de las varices en todos los.
pacientes con varices esofágicas grandes, con independencia
de la presencia o ausencia de signos de color roio.
ENDOSCOPIA DIGESTIVA AITA

La endoscopia digestiva alta es el método utilizado con mayor ECOGRAFíA


frecuencia para detectar las varices. El consenso actual es que
todos los pacientes con cirrosis hepática deben someterse aI La exploración ecográflca del hígado con el estudio Doppler
cribado de varices esofágicas mediante endoscopia. En aque- de los vasos ha sido muy utilizada para evaluar a los pacien-
llos pacientes en los que no se detectan varices en la endos- tes con una hipertensión portal. Las características que hacen
copia inicial, esta debe repetirse a los 2 o 3 años. Si se detec- sospechar una hipertensión portal en la ecografía son la es-
tan varices pequeñas en la endoscopia inicial, se deberá repetir plenomegalia, la existencia de vasos colaterales portosistémi-
x
.! el procedimiento L o 2 años despuéseo'e1. Se han estudiado va- cos y la inversión de la dirección del flujo en la vena porta (fluio
rios métodos incruentos para determinar qué pacientes se be- hepatófugo). En algunos estudios se ha demostrado que un
,6
nefician más del cribado endoscópico. En los pacientes con diámetro de la vena porta mayor de 13 mm y la ausencia de
.E
una colangitis esclerosante primaria, un recuento de plaque- variaciones respiratorias en las venas esplénica y mesentérica
u tas inferior a 150 x 103/dl y una concentración sérica de al- son marcadores sensibles, aunque inespecíficos, de hiperten-
tr
ú búmina inferior a 3,3 g/dl predicen la presencia de varices sión portaleT'e8. Estos criterios no se utilizan de manera habi-
U
=
J
de gran tamafioez. Por desgracia, la precisión predictiva de tual en la práctica clínica en la mayoría de los centros. La ex-
U
@ estos marcadores no es suficiente para recomendar su uso ploración ecográfica puede detectar la trombosis de Ia vena
Figura B7-5 Aspecto endoscópico de las varices esofágicas. A. La endoscopia digestiva alta muestra unas venas dilatadas y rectas (varices
esofágicas pequeñas) en la parte inferior del esófago (flechas) . B. La endoscopia digestiva alta muestra la presencia de varices esofágicas de
gran tamaño, mayores de 5 mm de diámetro, con un tapón de fibrina (flecha) que representa el lugar de una hemorragia reciente.

porta, que aparece como la ausencia de üsualización o la trans- rices esofágicaslo3. Además, la RM se puede utllizar para medir
formación cavernosa de la misma; este último hallazgo indi- el flujo sanguíneo portal y ácigos, que está aumentado en pa-
ca una red colateral extensa en el lugar de la vena porta". Tam- cientes con hipertensión portalloa. La RM proporciona un de-
bién se puede demostrar trombosis de la vena esplénica. El fluio talle excelente de las estructuras vasculares del hígado y per-
sanguíneo portal se puede medir mediante ecografía Dop- mite detectar la trombosis venosa portal y las derivaciones
pler, que es el método en investigación más sencillo para de- portosistémicas. El papel de la RM en la evaluación de la hi-
tectar el incremento posprandial del flujo sanguíneo esplác- pertensión portal requiere un estudio más pormenorizado.
nicolm. Aunque la ecografía Doppler es clínicamente útil para
la evaluación inicial de la hipertensión portal, esta técnica
no es muy utilizada parala valoración cuantitativa del grado ECOENDOSCOPIA
de hipertensión portal, debido a la variabilidad interobserva-
dor obtenida con el mismo instrumento y a la variabitidad La exploración ecográfica endoscópica utilizando endosco-
intraobservador que se obtiene con distintos instrumentos. pios radiales o lineales o minisondas de ultrasonido endos-
cópicas introducidos a través del canal de trabajo de un en-
doscopio diagnóstico se ha utilizado como una herramienta
ro Mo
--c_lLli I c or\4 P,Y rA
11 I Da de investigación para valorar a los pacientes con varices. La
ecoendoscopia se ha utilizado para estudiar varios aspectos de
La tomografía computarizada (TC) es útil para demostrar mu- las varices esofágicas, como son la identificación de los pa-
chas características de la hipertensión portal, incluidas 1a con- cientes que tienen un mayor riesgo de hemorragia al valorar
ñguración anormal del hígado y la presencia de ascitis o es- la superficie transversal de las varicesT6, el tamaño y el flujo
plenomegalia y de vasos colaterales (figura 87-6). La detección de la vena gástrica izquierda, de Ia vena ácigos y de las cola-
de las varices puede ser una indicación emergente de la TC. terales paraesofágicas, los cambios después del tratamiento
El diagnóstico de las varices del fondo mediante una TC es- endoscópico y la reaparición de las varices después de su li
piral con multidetector (MDCT) es un método al menos tan gaduralos. La ecoendoscopia se puede combinar con la medi-
exacto como la ecoendoscopia (véase más adelante). La TC re- ción endoscópica de la presión transmural de las varices para
sulta especialmente útil para distinguir las varices submuco- estimar Ia tensión de la pared de las varices, que es un factor
sas de las perigástricas en el fondo101 y se considera una aI- predictivo de la hemorragia varicosa (véase más arriba)106'108.
ternativa menos invasiva a la portografía angiográfica
convencional para evaluar las colaterales portosistémicas1o2.
Sin embargo, en estos momentos no se recomienda utilizar la
TC como método de cribado para detectar varices esofágicas
de gran tamaño. La clasificación habitual de las causas de hipertensión portal se
basa en el lugar del aumento de la resistencia al flujo sanguí-
neo portal (es decir, prehepático, intrahepático y posthepáti-
so Mlc NÍr c1 co) y se expone en la f,gura 87 -4. Los lugares intrahepáticos
)1 !
r
I. -_c.lA de aumento de la resistencia pueden ser presinusoidales, sinu-
La resonancia magnética (RM) potenciada con gadolinio es un soidales o postsinusoidales, aunque hay muchas afecciones he-
método que cada vez parece ser más útil para detectar las va- páticas en las que puede aumentar la resistencia en más de un
C-a-.qítul-o 87 Hipertensión pofal y hemorragia digestiva 1909

C D
Figura 87-6 Tomograf ía computarizada (TC) de pacientes con h ipertensión portal. A. La TC muestra u n perf il irregu lar del h ígado típico cJe
la cirrosis (puntas de flecha). Es evidente el pequeño derrame pleural derech o (flecha recta). El hígado aparece hipointenso en relación con
el bazo (flechacurvada),típicodelainfiltracióngrasadel hígadoenlacirrosisalcohólica.B.LaTCmuestralosvasospotenciadosconcontras-
te en el extremo inferior del esófago (ilecha), que indican Ia prcsencia de varices esofágicas y colaterales esofágicas. C.Visión con mayor detalle
6 del extremoinferiordel esófagoenlaTCquemuestraunagranvarizqueocupamásdel 50%delaluzdel esófago (ftecha) . D.LaTCmues-
traunpenachodecolateralesgastroesofágicas(flechasrectas).Tambiénseveunbazoaumentadodetamaño (flechacurvada).
6

lugar. Por ejemplo, Ia cirrosis alcohólica se asocia a un aumento CAUSAS IRECUENTES


,6
de la resistencia en los tres niveles presinusoidal, sinusoidai y

postsinusoidal. Por tanto, la ciasif,cación basada en el lugar Cirrosis
de la resistencia puede no ser aplicable en todas las enfelme- Las complicaciones relacionadas con la hipertensión portal son
tr
U dades que provocan hipertensión poltal. Una clasificación más las manifestaciones clínicas habituales de la cirrosis hepática.
U
= útilse basa en 1a clínica y tiene en cuenta las causas más y menos Aunque todas las causas de cirrosis se asocian a hipertensión
U
o frecuentes de la hipertensión portal (tabla B7-1). portal, hay aigunas características que son específicas de la
§e-ce-i lX,. r1.1igadó

de las varices esofágicas es una causa principal de muerte en


Ios pacientes con esquistosomiasis hepática. La hipertensión
Frecuentes
portal aparece como consecuencia de la obstrucción presinu-
Cirrosis
Esqu istosom iasis
soidal debida al depósito de los huevos del khistosomamctnso-
Trombosis de Ia vena porta extrahepática ni y Schistosoma iaponicum en las vénulas pórtales presinusoi-
H ipertensión portal idiopática dales. La reacción del huésped da lugar a la aparición de una
Menos frecuentes inflamación granulomatosa que provoca la fibrosis presinusoi-
Hiperplasia nodular regenerativa dal y periportallla. La fibrosis que aparece se conoce en ocasio-
Transformacién nodular parcial del hígado nes como fibrosis «en boquilla de pipa" o simplemente en bo-
Fibrosis hepática congénita
quilla, y normalmente se asocia a una infección importante y
Pol iqu istosis hepática
Sarcoidosis
mantenida. El depósito periportal de colágeno conduce a la obs-
Fístu la arteriovenosa esplácn ica trucción progresiva del fluio sanguíneo portal, hipertensión por-
Telangiectasia hemorrágica hered itaria tal y hemonagia varicosa iunto a esplenomegalia e hiperesple-
Síndromes mieloprol iferativos nismo. t a arquitectura lobulillar normalmente está conservada.
Proceso maligno La infección coniunta con una hepatitis crónica B o C en pa-
cientes con esquistosomiasis hepática puede provocar insufi-
ciencia hepática y aumenta el riesgo de hepatocarcinoma11s,116.
enfermedad. En la hepatopatía alcohólica, la elevación de la En las etapas iniciales de la esquistosomiasis, el GPVH es
presión portal se refleja exactamente en el GPVH; es más, la hi- norrrial debido a la naturaleza presinusoidal de la obstrucción.
pertensión portal puede presentarse en ausencia de cirrosis, Algunos pacientes con esquistosomiasis e hipertensión por-
pero es más importante en presencia de esta última. En estos tal también pueden tener trombosis de la vena porta. Los
pacientes, las lesiones perivenulares implicadas en la patoge- pacientes con esquistosomiasis normalmente se someten a
nia de la lesión hepática alcohólica no cirrótica son las res- la creación quirúrgica de derivaciones portosistémicas para
ponsables del componente presinusoidal de la hipertensión tratar la hemorragia varicosa, con una evolución excelente a
portalloe. La hepatitis autoinmunitaria también se puede aso- largo plazo.
ciar a la hipertensión portal en ausencia de cirrosislro; sin em-
bargo, el riesgo de hemorragia varicosa es bajo en pacientes con Trombosis extrahepática de la vena porta
una hepatopatía autoinmunitaria. En la hemocromatosis puede La trombosis extrahepática de la vena porta es una causa pre-
verse hipertensión portal incluso antes de que aparezca la ci- hepática y presinusoidal de hipertensión portal y una causa fre-
rrosis. La intensidad de la hipertensión portal aumenta al ha. cuente de hipertensión portal en la infancia (véase capítulo 80).
cerlo la fibrosis. Las varices de los pacientes que tienen hemo- Las causas más frecuentes de trombosis de la vena porta son
cromatosis pueden sangrar a pesar de un GpVH menor de un estado protrombótico, como las deficiencias de antitrombi-
12mm Hg, lo que indica un componente presinusoidal de la na, proteína C o proteína S, síndrome de anticuerpos antifos-
hipertensión portal. La flebotomía en pacientes con hemo- folípidos, uso de ánüconceptivos orales y presencia de una neo-
oomatosis puede lograr el descenso de la hipertensión portal111. plasia, normalmente intrabdominal. Otras causas son la existencia
La hipertensión portal también puede aparecer antes de que se de trastornos hematológicos, como la policitemia vera, trom-
desarrolle la cirrosis en los pacientes con una cirrosis biliar bocitopenia esencial y hemoglobinuria paroxística noctuma;
primaria. En una evaluación prospectiva de 265 pacientes con enfermedades inflamatorias, como una pancreatitis, enferme-
cirrosis biliar primaria sin varices esofágicas a su ingreso en el dad intestinal inflamatoria y diverticulitis; un traumatismo ab-
estudio, se desarrollaron varices en un tercio de los casos tras dominal, y estados postoperatorios, especialmente después de
una mediana de seguimiento de 5 o 6 años. De aquellos casos una esplenectomía. La cirrosis hepática también es una causa
en los que se desarrollaron las varices, aproximadamente Ia de trombosis de la vena porta. En los estudios más antiguos se
mitad tuvo episodios de hemorragia por varices. El riesgo de proponía que la ffombosis de la vena porta se presenta aproxi-
sangrado de la variz aumentó al hacerlo el estadio histológico madamente en el 60/o de los pacientes con cirrosis y hasta en el
de la enfermedad; las tasas de supervivencia 1 año y 3 años des_ 25olo de los que tienen cirrosis y hepatocarcinomallT. Al mejorar
pués de una hemorragia fueron del 83% y del 59o/o, respecti- los estudios radiológicos, ahora sabemos que la trombosis de la
vamente11z. En etapas precoces de la cirrosis biliar primaiia, la vena porta es una complicación más frecuente de la cirrosis y
hipertensión portal es predominantemente presinusoidal, pero que la asociación al hepatocarcinoma no es tan importante como
el componente sinusoidal se desarrolla a medida que avanzala se pensaba. La trombosis aislada de la vena esplénica causada
enfermedad. Por tanto, el GPVH puede infraestimar Ia pre_ por una neoplasia pancreática o una pancreatitis normalmen-
sión portal en pacientes con cirrosis biliar primariaTe. Lahi_ te no se asocia a trombofilia. t"a sepsis de la vena umbilical puede
pertensión portal se presenta en pacientes con una colangitis ser un factor etiológico en los niños con una trombosis de la
esclerosante primaria y en los que tienen estenosis biliar. Nor_ vena porta, pero, incluso en estos casos, el estado protrombóti-
malmente, es necesaria una obstrucción biliar de larga evolu_ co asociado predispone a la trombosis de Ia vena porta.
ción, aunque se sabe que la hipertensión portal se desarrolla a La trombosis aguda y subaguda de la vena porta normal-
los pocos meses en pacientes con una obstrucción crónica de mente no se manifiesta como una hemorragia varicosal. La
' las vías biliares provocada por una pancreatitis
'' ra-lripeitensión pártal de ios pacientesalcohólica cró-
con una obs-
trombosis crónica de la vena porta se sospecha porque no se
visualiza la vena porta o la vena esplénica y por la existencia
---*qgresa cuándo esta se alivia.
de una circulación colateral muy extensa. Los pacientes acu-
den con síntomas inespecíficos o con hemorragias varicosas
,ts e hiperesplenismo. La hemorragia normalmente procede de
ra§ + .iasis puede ser la causa más frecuente de hiper- las varices gastroesofágicas, pero puede deberse también a va-
métc9 en todo el mundo (véase capítulo 79). El sangrado rices duodenales y, más raramente, a otras localizaciones ec-
Capítulo 87 Hipertensión portal y hernorragia dígestiva

tópicas. También se han descrito varices de la vesícula biliar que el lugar del aumento de resistencia es presinusoidall2s. Las
en pacientes con trombosis de la vena porta118. derivaciones quirúrgicas portosistémicas son bien toleradas
El tratamiento de la trombosis de Ia vena porta es sinto- en estos pacientes, aunque puede presentarse una encefalo-
mático, con el obietivo de controlar el sangrado de las varices patía hepática durante el seguimiento a largo plazo117. Rara-
o prevenir la reaparición de una hemorragia varicosa. Los mente se necesita un trasplante de hígado.
pacientes en los cuales las varices esofágicas no son grandes La hipertensión portal idiopática se puede confundir con
y en los que se detecta trombofilia, el mejor tratamiento es una cirrosis septal incompleta que probablemente es una afec-
la anticoagulación porque los benefrcios de este tratamiento ción no relacionada que se caracteriza por la aparición de ta-
superan a sus riesgoslle. El tratamiento endoscópico se utili- biques incompletos y nodularidad hepática126. Los pacientes
za talto para controlar Ia hemorragia aguda de las varices con una flbrosis septal incompleta son clínicamente simila-
como para prevenir la hemorragia de repetición. El uso de fár- res a los pacientes que tienen cirrosis y pueden evolucionar
macos para prevenir la hemorragia varicosa, como es el caso a una hepatopatía terminal, y requieren trasplante de hígado.
de los betabloqueantes, probablemente también sea ef,caz en
pacientes que tienen trombosis de la vena porta, pero este pro-
cedimiento no se ha estudiado. Además, los pacientes que tie- CAUSAS MENOS FRECUENTTS
nen trombosis de la vena porta tienen unas tasas de morbi-
mortalidad más balas por la hemorragia varicosa que las H iperplasia nodular regenerat¡va
descritas en pacientes con cirrosis y con hemorragia varicosa, La hiperplasia nodular regenerativa es un diagnóstico histo-
debido a la ausencia de coagulopatíay ala disfunción de la patoiógico que se caracteriza por Ia atrofia de los hepatocitos
síntesis hepática en pacientes con trombosis de la vena porta. de Ia zona 3 y por la hipertrofia de los hepatocitos de la zona t
En aquellos pacientes en los que el sangrado no se puede con- sin fibrosis signiflcativa (véanse capítulos 34y 91)127. Este tras-
trolar con tratamiento conservador se utilizan los procedi- torno se reconoce cada vez más como causa de hipertensión
mientos quirúrgicos de derivación portosistémica. Si no dis- portal e incluso puede aparecer después de un trasplante de hi
ponemos de una vena adecuada parala anastomosis, se puede gado128. Se pueden ver cambios histológicos similares en un
anastomosar una vena colateral grande a una vena sistémi- síndrome de Budd-Chiari bien establecidol2e. La hiperplasia
ca120. En los pacientes con una trombosis crónica de la vena nodular puede no ser evidente en la exploración histológica,
porta normalmente no esté indicado implantar un TIPS. a menos que se utilice una tinción para reticulina para de-
mostrar la presencia de los micronóduIos. Estos nódulos re-
Hipertensión portal idiopática generativos parecen ser consecuencia del desequilibrio que
La hipertensión portal idiopática es infiecuente en los países se produce entre las áreas hiperperfundidas del hígado, con
occidentales, pero es frecuente en algunas zonas de Asia, como la aparición de los nódulos regenerativos, y las áreas mal per-
India yJapón. Este trastorno se diagnostica cuando la presión fundidas, con la atrofla resultante. La hiperplasia nodular rege-
portal está elevada en ausencia de cambios histológicos sig- nerativa se asocia a varias afecciones, predominantemente he-
niflcativos en el hígado o de obstrucción extrahepática de la matológlcas y reirmatológicas. Las alteraciones de las pruebas
vena porta121. La muestra de biopsia de hígado procedente funcionales hepáticas consisten en una elevación leve de las
de los pacientes afectados puede ser totalmente normal117, aminotransferasas séricas. La presentación clínica predomi-
aunque se ha observado un aumento de las concentraciones nante consiste en una hipertensión portal manifestada como
de ET-1 en los hepatocitos periportales, en las vénulas porta- hemorragias por varices. En estos pacientes también se puede
les y en los sinusoides hepáticos de los pacientes con hiper- desarrollar ascitis, 1o que indica que aumenta la presión sinu-
tensión portal idiopátical22. Hay varios términos que se utili- soidal. El hepatocarcinoma no se desarrolla, pero algunos pa-
zan (más bien en términos genéricos) para describir la cientes pueden requerir un trasplante de hígado.
hipertensión portal idiopática, como son la esclerosis hepa-
toportal, la fibrosis portal no cirrótica y el síndrome de Transformación nodular parc¡al del hígado
uso del término hipertensión portat idiopática pro-
Bantil23'124 . El La transformación nodular parcial del hígado es una lesión
bablemente debería restringirse a la hipertensión portal que infrecuente que se caracteizapor la aparición de nódulos de
se encuentra en pacientes en los que no hay una lesión he- gran tamaño en la región perihiliarl3o. Estos nódulos pueden
pática en el microscopio óptico, mientras que el término es- ser visibles en los estudios radiológicos del hígado. El resto del
clerosis hepatoportal indica una venopatía portal obliterante hígado es normal o muestra cambios de hiperplasia nodular
con engrosamiento subendotelial de las venas portales intrahe- regenerativa. Las pruebas de función hepática suelen ser nor-
páticas que posteriormente pueden ser objeto de trombosis males. Igual que la hiperplasia nodular regenerativa, la trans-
y recanalización. La fibrosis de los espacios porta es promi- formación nodular parcial del hígado parece estar relaciona-
nente en etapas más avanzadas de la evolución. da con un desequilibrio en la perfusión portal del hígado, pero
d
Se desconoce la causa de la hipertensión portal idiopática la anomalía se limita a las ramas hiliares, mientras que la anoma-
en la mayoría de los casos, aunque se ha implicado la intoxi- lía es más difusa en la hiperplasia nodular regenerativa. La he-
:9
cación crónica por arsénico, la exposición al cloruro de vini- morragia varicosa es la presentación predominante de la trans-
,N lo y Ia hipervitaminosis A (véase capítulo 84). Estos factores formación nodular parcial del hígado, aunque hay pacientes
etiológicos están presentes sólo en una minoría de pacien- que tienen nódulos grandes y pueden desarrollar dolor abdo-
,6
tes. Las características clínicas dominantes de 1a afección son minal. El tratamiento mediante derivación quirúrgica porto-
,E
la hemorragia varicosa y el hiperesplenismo relacionados con sistémica se asocia a buenos resultados a largo plazo.
u ul:bazo muy aumentado de tamaño. Las pruebas de función
tr
;
U hepática suelen ser normales, aunque la concentración de fos- Fibrosis hepática congénita
U
IU fatasa alcalina sérica puede estar algo elevada. La ascitis es La fibrosis hepática congénita se presenta asociada a la en-
@ infrecuente. En este trastorno, el GPVH suele ser normal por- fermedad de Caroli del hígado, poliquistosis renal y riñón me-
ffi ,
§eccién,,tX, r Hísado

dular en esponja (véase capítulo 59). La principal manifesta- portal (véase también capítulo 36). Los criterios diagnósticos in-
ción de la f,brosis hepática congénita es la hemorragia vari- cluyen la presencia de telangiectasias mucocutáneas, epistaxis,
cosa131. En estos pacientes se pueden crear derivaciones por- fístulas arteriovenosas en las vísceras (normalmente, pulmón o
tosistémicas para tratar la hemorragia varicosa refractaria, con hígado) y antecedentes familiares del trastomo. Las manifesta-
un riesgo bajo de encefalopatía hepática a largo plazo. ciones de Ia telangiectasia hemorrágica hereditaria dependen
del lugar de formación de la fístula. La fístula creada entre la
Poliquistosis hepática arteria hepática y la vena hepática se manifiesta predominan-
Los pacientes con poliquistosis hepática, tanto asociada a po- temente como una enfermedad biliar, principalmente estenosis
liquistosis renal como no asociada, raramente acuden con hi- biliar y colangitis, y como insuficiencia cardíaca de alto gasto.
pertensión portal (véase capítulo 9t)t32.La hipertensión por- Una fistula entre la arteria hepática y Ia vena porta da lugar a hi-
tal puede mejorar después del tratamiento de los quistes. pertensión portal y estenosis biliaq mienÍas que una fístula entre
la vena porta y Ia vena hepáüca, que es rara, da lugar a una en-
Sarcoidosis cefalopatía hepática136'137. Aunque la hepatopatía sintomática es
La hipertensión portal es una manifestación frecuente de Ia sar- rara en la telangiectasia hemorrágica hereditaria, el hígado está
coidosis hepática133 (véase capítulo 34). La localización del afectado en la mayoría de los pacientes13S.
aumento de la resistencia intrahepática en los pacientes con sar-
coidosis parece ser postsinusoidal, en vista de la elevación del
GPVH. Sin embargo, en las fases iniciales de la enfermedad la
resistencia se encuentra predominantemente a nivel presinu-
soidal. Se desconoce si los glucocorticoesteroides disminuyen la
hipertensión portal en los pacientes con sarcoidosis hepática.
como
La hemorragia varicosa gástrica o esofágica se maniñesta
Síndromes mieloproliferativos y procesos malignos hematemesis, melenas o ambas. La pérdida crónica de san-
La hipertensión portal se ha asociado a síndromes mieloproli- gre es una presentación más frecuente de la gastropatía hi-
ferativos, como leucemias, linfomas y mastocitosis sistémica13a pertensiva portal o de la ectasia vascular digestiva. La pre-
(véanse capítulos 33 y 3a). La hipertensión portal también puede sentación clásica de los pacientes con hemorragia varicosa
aparecer en pacientes con hepatocarcinoma, con indepen- es con hematemesis sin esfuerzos y de repetición, y el vómi-
dencia de la presencia de una cirrosis (véase capítulo 91). La pa- to se describe de color roio oscuro.
togenia de la hipertensión portal en pacientes con hepatocarci- La hipertensión portal se debe sospechar en todos los pa-
noma parece ser multifactorial y entre los factores contribuyentes cientes con una hemorragia digestiva y estigmas periféricos de
se incluyen la trombosis de la vena porta, la presión ejercida por hepatopatía, es decir, ictericia, telangiectasias en araña, erite-
un tumor sobre Ia vena porta y, en algunos casos, una fístula ma'palmar, contracturas de Dupuytren, aumento de tamaño
entre la arteria hepática y la vena porta. Las varices esofágicas de Ia parótida, atrofia testicular, pérdida de los caracteres se-
pueden aparecer en pacientes con metástasis hepáticas, aun- xuales secundario3, ascitis y encefalopatía. La esplenomega-
que la hemorragia varicosa es infrecuentel3s. lia es una clave importante para detectar la presencia de hi-
pertensión portal y la presencia de ascitis hace aún más probable
Fístula arteriovenosa esplácnica la presencia de varices esofágicas. La cabeza de medusa, que
La fístula arteriovenosa esplácnica se debe sospechar cuando indica una causa intrahepática de la hipertensión portal, apa-
el inicio de Ia hipertensión portal es agudo, con aparición de rece rodeando el ombligo, desde donde se aleja el flujo de san-
ascitis y hemorragia varicosa, en especial en presencia de un gre. Por el contrario, en e1 síndrome de Budd-Chiari las venas
soplo abdominal. La fístula arteriovenosa puede producirse están dilatadas en los costados y en la espalda y la sangre fluye
entre la arteria esplénica y la vena esplénica o entre la arteria en dirección cefálica8z. En el paciente que tiene una fístula
hepática y la vena porta, igual que sucede en los pacientes con arteriovenosa esplácnica se puede auscultar un soplo en el cua-
telangiectasia hemorrágica hereditaria. Cuando se rompe una drante superior izquierdo o derecho, y en el paciente que tiene
arteria esplácnica hacia una vena mesentérica, la presión por- hipertensión portal se puede oír un zumbido en el epigastrio
tal aumenta bruscamente alcanzando los niveles de la presión que representa el flujo colateral en el ligamento falciforme.
arterial sistémica. El resultado es una hipertensión portal aguda Los estudios de laboratorio con frecuencia revelan altera-
con desarrollo de ascitis y hemorragia varicosa. Se puede oír ciones en la función de síntesis hepática, con prolongación
un soplo en el cuadrante superior izquierdo del abdomen en del tipo de protrombina, hipoalbuminemia e hiperbilirrubi-
el caso de la fístula arteriovenosa esplénica y en el cuadrante nemia, así como anemia. Pueden apreciarse trombocitopenia
superior derecho en el caso de una fístula entre la arteria he- y leucopenia, que refleian hiperesplenismo, y en los alcohó-
pática y la vena porta. En caso de una fístula de larga evolu- licos puede haber supresión de la médula ósea. Los pacientes
ción, aparecen cambios secundarios en el hígado con fibro- con una hemorragia grave acuden con shock hipovolémico e
sis perisinusoidal relacionada con el incremento del flujo insuflciencia renal. Los estudios radiológicos abdominales re-
venoso aferente portal. En las etapas iniciales, la embolización velan esplenomegalia, vasos colaterales, alteraciones en la tex-
o la ligadura de la fístula mejorarán la hipertensión portal, tura ecográfica y el perfil y la silueta del hígado, y ascitis.
aunque en las etapas f,nales la fibrosis portal puede ser avan-
zadayla hipertensión portal no se corrige completamente con
la embolización de la fístula.

Telangiectasia hemorrágica hereditaria


La telangiectasia hemorrágicahereditaria (THH), o síndrome de El tratamiento de Ia hipertensión portal tiene como objetivo
Osler-Weber-Rendu, es una causa infrecuente de hipertensión reducir el flujo sanguíneo portal con fármacos como beta-
, : ,!ry,t1gj1, l,q:t:!tg qylllt f:Tilllg,1l glgllliyt ',,

bloqueantes o vasopresina y sus análogos o disminuir la re- aumento de la supervivencia en pacientes con hemorragias
sistencia intrahepática, ya sea con fármacos como los nitra- varicosas tratados con terlipresina. Este fármaco no se co-
tos o mediante la creación radiológica o quirúrgica de una de- mercializa actualmente en EE. UU.
rivación portosistémica. El tratamiento también se puede dirigir
a las varices utilizando métodos endoscópicos. Somatostatina y sus análogos
Somatostatina es un péptido de 1,4 aminoácidos. Se conocen
cinco receptores de somatostatina (SRTRI a SRTRS), pero no se
TRATAMI ENTO TARMACOLÓG ICO ha establecido su distribución real en el cuerpo humano. Des-
pués de Ia inyección intravenosa, somatostatina tiene una se-
Los fármacos utilizados en el tratamiento de Ia hipertensión mivida en Ia circulación de 1 a 3 minutos, por lo que se han
se dividen en dos grandes grupos: los que disminuyen el flujo sintetizado algunos análogos de somatostatina de acción más
sanguíneo esplácnico y los que disminuyen la resistencia vas- prolongada. EI mejor conocido de ellos son octreótido, lanreó-
cular intrahepática (tabla 87-2). Los fármacos que disminu- tido y vapreótido13e. Somatostatina disminuye la presión por-
yen el flujo sanguíneo esplácnico de manera aguda son la tal y el fluio sanguíneo colateral al inhibir la liberación de glu-
vasopresina y sus análogos y la somatostatina y sus análo- cagón140. Aún no se han estudiado correctamente la dosis y la
gos. Los betabloqueantes también disminuyen el flujo san- duración óptimas del tratamiento con somatostatina. Después
guíneo portal, pero se utilizan únicamente para prevenir la de una única inyección en bolo de 250 pg de somatostatina
hemorragia varicosa y la repetición de la hemorragia. Los se observa una reducción del flujo sanguíneo portal y ácigos,
fármacos que afectan a la resistencia vascular intrahepática peró el efecto dura sólo unos minutoslal. El uso de dosis más
son los alfabloqueantes adrenérgicos, los antagonistas del altas se asocia a un descenio más impresionante del GPVH. So-
receptor de angiotensina y los nitratos, pero actualmente sólo matostatina también disminuye la hipertensión portal al dis-
se plantea la utilización de los nitratos en la clínica. Los diu- minuir el flujo sanguíneo pospra/dial142. Después de una he-
réticos reducen la presión portal al disminuir el volumen plas- morragia varicosa, Ia sangre de1-túbo digestivo actúa como una
mático, pero no se recomienda su uso como fármacos solos comida provocando el incremento del fluio portal y la eleva-
para el tratamiento de la hipertensión portal. Metocloprami- ción de la presión portal; esta elevación de la presión mejora
da y cisaprida pueden disminuir la presión intravaricosa al cuando se utiliza somatostatina.
contraer el esfínter esofágico inferioq pero su uso no se ha va- Después de su administración intravenosa, el octreótido
lorado en ensayos clínicos y no'se recomienda. tiene una semivida circulante de 80 a 120 minutos, aunque
su efecto de disminución de la presión portal no es prolon-
Vasopresina y sus análogos gado. Además, Ia infusión continua de octreótido no dismi-
Vasopresina es una molécula endógena no peptídica que pro- nuye la presión portal a pesar de que disminuya el incremento
voca la vasoconstricción esplácnica, reduce la aferencia veno- posprandial de Ia misma61,1a3.
sa portal y disminuye Ia presión portal, aunque su uso se aso- Los datos existentes no son suficientes para demostrar Ia
cia a efectos secundarios sistémicos graves. Al provocar la superioridad de'somatostatina y sus análogos frente a place-
constricción de los vasos sistémicos, puede dar lugar incluso a bo en el control de la hemorragia varicosa aguda'3e. Sin em-
una necrosis intestinal. Además, vasopresina tiene efectos ino- bargo, hay algunos estudios aleatorizados y controlados que
tropos y cronotropos negativos directos sobre el miocardio apoyan Ia opinión de que somatostatina u octreótido pueden
que disminuyen el gasto cardíaco y provocan bradicardia, res- tener una eficacia equivalente a la de la escleroterapia o de
pectivamente. EI aumento de la poscarga puede dar lugar a un la terlipresina para controlar la hemorragia varicosa aguda.
infarto de miocardio y la antidiuresis, consecuencia de la acción Además, Ia administración precoz de vapreótido se puede aso-
de vasopresina en el riñón, puede dar lugar a hiponatremia. ciar a un mejor control de la hemorragia, pero sin una dis-
Terlipresina, o triglicil-lisina-vasopresina, es un análogo minución signiflcativa de la mortalidadlaa. En la práctica, el
sintético de la vasopresina que se escinde por las peptidasas tratamiento con somatostatina u octreótido se combina con
endoteliales para liberar lisina vasopresina. Comparada con el tratamiento endoscópico de la hemorragia varicosa.
la vasopresina, terlipresina condiciona unas concentracio-
nes circulantes más bajas del análogo vasopresina y una fre- Betabloqueantes
cuencia más baja de efectos secundarios sistémicos. Tanto va- Los betabloqueantes no selectivos se han utilizado mucho
sopresina como terlipresina se han utilizado combinadas con desde el estudio principal de Lebrel y cols., en el que se de-
nitratos para disminuir el riesgo de efectos secundarios sisté- mostró su eficacia en la prevención de la repetición de la he-
micos. Se pref,ere utilizar terlipresina frente a vasopresina por morragia por variceslas. Se preflere utilizar betabloqueantes no
su mejor perfil de seguridad. Además, se ha demostrado un selectivos, como propranolol o nadolol. El bloqueo de los re-
d
ceptores adrenérgicos B, del corazón disminuye el gasto car-
díaco y el bloqueo de los receptores B2 de la circulación me-
sentérica, que provocan vasodilatación, perrnite la acción de
..9
los receptores p1-adrenérgicos sin oposición y se consigue la
.N Fármacos que disminuyen el flujo sanguíneo portal disminución del fluio portal. La combinación del descenso
Betabloqueantes no selectivos del gasto cardíaco y del flufo portal consigue reducir la pre-
.g
Vasopresina sión portal. Nadolol aporta Ia ventaja Con respecto a propra-

Somatosl.atina y sus análogos nolol de que se excreta predominante por vía renal, es muy
Fármacos que disminuyen la resistencia intrahepática
poco liposoluble y se asocia a un riesgo menor de efectos se-
tr
ú Nitratos
Bloqueantes o,-adrenérgicos (p. ej., prazosina)
cundarios en el sistema nervioso central, como depresión.
U
=
Antagonistas del receptor de angiotensina La eficacia de los betabloqueantes se valora con mayor exac-
U
@ titud monitorizando el GPVH, aunque este método no es muy
utilizado en la práctica clínica. El método habitual que per- TRATAMIENTO MEDIANTE ENDOSCOPIA
mite monitoizar la eficacia de los betabloqueantes consiste
en observar el descenso de la frecuencia cardíaca, que es una La endoscopia es la única modalidad de tratamiento amplia-
medición del bloqueo del receptor adrenérgico. Sin em-
B1 mente aceptada para la prevención de la hemorragia varico-
bargo, algunos pacientes se pueden beneficiar de un mayor sa, el control de la hemorragia varicosa aguda y la prevención
incremento de Ia dosis del betabloqueante para aumentar el de Ia repetición de la hemorragia. El tratamiento endoscópi-
bloqueo adrenérgico p2 a pesar de que se consigue un bloqueo co de las varices comprende la escleroterapia de las varices y
adecuado de los receptores 81. Sin embargo, la elevación de la ligadura con banda.
Ia dosis provoca más efectos secundarios y aumenta la pro-
babilidad de que haya que retirar el tratamientola6. La adición Escleroterapia
de mononitrato de isosorbida a los betabloqueantes consigue La escleroterapia endoscópica ha sido suplantada en gran parte
un mayor descenso de la presión portal. por la ligadura endoscópica con banda, excepto cuando una
mala visualización impide una ligadura eficaz con la banda
Nitratos de las varices sangrantes. Los datos existentes no apoyan el
Los nitratos de acción corta (nitroglicerina) o de acción larga uso de escleroterapia de urgencia como tratamiento de pri-
(mononitrato de isosorbida) dan lugar a vasodilatación como mera línea en la hemorragia varicosalsl (tabla 87-3). Esta téc-
consecuencia de la disminución de la concentración intrace- nica consiste en inyectat un agente esclerosante dentro (in-
lular de calcio en las células musculares lisas vasculares. Los travaricosa) o cerca (paravaricosa) de una variz. Cuando se
nitratos provocan venodilatación en lugar de dilatación arterial intenta el tratamiento intravaricoso siempre se inyecta algo a
y disminuyen Ia presión portal predominantemente al dismi- nivel paravaricoso. Los agentes esclerosantes utilizados son el
nuir el fluio sanguíneo venoso portal. El efecto sobre la resis- tetradecil sulfato sódico, el morruato sódico, el oleato de eta-
tencia intrahepática es menos importante de Io que se pensaba. nolamina y el alcohol absoluto; Ia elección del agente escle-
La nitroglicerina se ha uülizado combinada con vasopresina para rosante se basa en su disponibilidad y no en la mayor efica-
controlar la hemorragia varicosa aguda. La velocidad de infusión cia de un agente con respecto,á los demás.
de la nitroglicerina es de 50 a 400 pg por minuto, siempre que Las complicaciones de la (scleroterapia endoscópica pue-
la presión sistólica sea mayor de 90 mm Hg. Sin embargo, ac- den surgir durante o después'.del procedimiento. Durante Ia
tualmente la combinación de vasopresina y nitroglicerina se inyección, el paciente puede notar ciertas molestias retroes-
utiliza poco y los nitratos ya no se recomiendan solos o en ternales que puede persistir en el postoperatorio. Las combi-
combinación con un betabloqueante para la profilaxis primaria naciones más graves comprenden la hemorragia, la esteno-
de la primera hemorragia varicosa. Parula profilaxis secunda- sis y la perforación relacionadas con una úlcera esofágica
ria (que preüene Ia repetición de la hemorragia) se puede aña- inducida por el agente esclerosante. EI riesgo de úlceras pro-
dir mononitrato de isosorbida a un betabloqueante si el be- vocadas por escleroterapia disminuye si se prescribe sucral-
tabloqueante solo no ha conseguido un descenso apropiado fato al paciente después de Ia escleroterapia.
del GPVH. En la práctica clínica, no es frecuente que los pa-
cientes toleren los nitratos durante un período prolongado Ligadura de las varices
de tiempo debido a sus efectos secundarios, especialmente hi- La ligadura endoscópica de las varices es la modalidad endos-
potensión y cefaleas. cópica preferida para el control de la hemorragia varicosa
esofágica aguda y la prevención de la repetición de la hemona-
Fármacos que d¡sm¡nuyen ¡a res¡stenc¡a gia, aunque la utilidad de la ligadura con bandas como trata-
vascular intrahepática miento de las varices gástricas es limitada. La ligadura de las
El fármaco ideal para el tratamiento de la hipertensión portal varices es un procedimiento más sencillo que el de Ia esclero-
debería ser aquel que disminuyera la resistencia vascular in- terapia inyectada. El procedimiento consiste en aspirar la variz
trahepática. Por desgracia, actualmente no disponemos de un en el canal de un endoscopio y desplegar una banda rodeán-
fármaco de este üpo. Un fármaco deseable sería aquel que dis- dola, que estrangula la vaiz y provoca su trombosis. Se pue-
minuyera selectivamente la resistencia vascular intrahepática
sin empeorar la vasodilatación sistémica. Los fármacos que pue-
den disminuir la resistencia intrahepática son 1os bloqueantes
c,1-adrenérgicos como prazosinalaT, pero su administración a
largo plazo empeora la circulación sistémica hiperdinámica con
Durante el procedimiento
hipertensión portal y con la consiguiente retención de sodio
Dolor torácico retroesternal .
y ascitislaT. La adición de propranolol a prazosina puede me- Neumonía por aspiracién
iorar los efectos adversos de este último sobre la circulación sis- Después del procedimiento
témica. Losartán, un antagonista del receptor de tipo I de la an- úlceras locales
giotensina II, provoca una reducción de la presión portal sin Hemorragia
efectos significativos sobre la circulación sistémica1a8, aunque Estenosis
en estudios controlados y aleatorizados con losartán o con otro Alteraciones de [a motilidad
antagonista del receptor de angiotensina II irbesartán no se con- Perforación
siguió un descenso signifrcativo de la presión portal. De hecho, Mediast¡nitis
Sistémicas (normalmente con escteroterapia)
la función renal empeoró en los pacientes que recibieron lo-
Sepsis
sartán o irbesartán1aq1so. Los antagonistas del receptor de en-
Embolia de pulmón
dotelina y los donantes selectivos de NO en el hígado son fár- Trombosis de la vena mesentérica
macos prometedores que se encuentran en investigación frente
a la resistencia vascular intrahepática16. +Escleroterapia y Iigadura con bandas.
Capítulo B7 Hipertensión portal y hemorragia digestiva It!
den utilizar dispositivos con varias bandas para aplicarlas sin urgencia. También se recomienda aplicar una cobertura con
que haya que retirar y reintroducir el endoscopio. Las bandas antibióticos de amplio espectro cuando la creación de la TIPS
se colocan inicialmente en las varices de la unión gastroeso- se realice en pacientes con colangitis esclerosante primaria y
fágica y después en las varices más proximales siguiendo un como procedimiento de urgencia.
diseño espiral a intervalos aproximados de 2 cm. Después, se Para este procedimiento, se canula la vena hepática mediante
retira el endoscopio. No es necesario introducir las bandas en un abordaie transyugular y la vena porta utilizando una aguia
la zona media o proximal del esófago. La ligadura de las vari- de Rosch. Entonces, se hace pasar un alambre para conectar la
ces mediante endoscopia se asocia a menos complicaciones vena hepáticay una rama de la vena porta. Después de la dila-
que Ia escleroterapia y requiere menos sesiones para conseguir tación de la vía se introduce una endoprótesis que se dilata Io
su obliteración. Además, la ligadura de las varices esofágicas necesario para reducir el gradiente de presión portocava (la di-
durante una hemorragia aguda no se asocia a una elevación ferencia de presión entre la vena porta y la vena cava inferior
importante del GPVH, como sucede con la escleroterapials2. en la unión con la vena hepáüca) a menos de 12 mm Hg (fiSu-
La ligadura de las varices mediante endoscopia provoca ra 87-8). Aún desconocemos si una reducción menor del gra-
complicaciones locales, como úlceras esofágicas (fr,gwa 87 -7), diente de presión portocava a sólo 15 mm Hg, más o menos (en
estenosis y alteraciones de la motilidad, si bien con menor fre- lugar de a t2 mm Hg), se asociaría a una disminución del ries-
cuencia que la escleroterapia. Las úlceras inducidas por la im- go de hemorragia pero con una frecuencia menor de encefalo-
plantación de las bandas pueden ser intensas y potencialmente patía hepática, 1o que requiere un estudio más pormenoizado.
graves si se colocan las bandas en las varices del fondo gás- Las endoprótesis utilizadas con mayor frecuencia en la TIPS
trico. Ahora que ya no se utilizan los tubos guía para facili- son la de Wallestent y Palmaz. Ahora se comercializa wa
tar la introducción repetida del endoscopio durante la se- endoprótesis recubierta. Esta endoprótesis tiene una porción
sión de implantación de bandas, es infrecuente encontrar no recubierta que ancla la endoprótesis en la vena porta y una
las complicaciones mecánicas del pasado (desgarros de la mu- porción recubierta con politetrafluoroetileno que recubre el
cosa y perforaciones esofágicas). tracto en el parénquima hepático y en la vena hepática de dre-
naie. La frecuencia de estenosis de la endoprótesis disminu-
ye cuando se utilizan endoprótesis recubiertas en lugar de en-
DERIVACION ES PORTOSISTÉMICAS doprótesis no recubiertasls3.
I NTRAH EPÁTICAS TRANSYUC U TARES La TIPS se puede implantar con éxito en más del 95olo de
los casos en manos de un experto. Las complicacQnes que
La derivación portosistémica intrahepática transyugular (TIPS), aparecen después del procedimiento se clasiflcan como rela-
que también se conoce como derivación con endoprótesis por- cionadas con el procedimiento, precoces (que aparecen antes
tosistémica intrahepática transyugular (TIPSS), disminuye la pre- de 30 días) o tardías (después de 30 días) (tabla87-4). La pre-
sión portal elevada al crear una comunicación entre la vena vención y tratamiento de las complicaciones relacionadas con
hepática y unarama intrahepática de la vena porta. Este abor- el procedimiento, precoces y tardías después de la TIPS se re-
daie transyugular percutáneo se utiliza para insertar una en- sumen en la tabla 87-5.
doprótesis. La TIPS actúa como una derivación portocava la-
terolateral y se ha utilizado para tratar complicaciones de la Hemorragia relacionada con la hipertensión portal
hipertensión portal, principalmente la hemorragia varicosa y La indicación más frecuente de implantación de una TIPS es
la ascitis refractaria, así como el síndrome de Budd-Chiari, el la hemorragia varicosa refractaria. La TIPS se ha utilizado para
hidrotórax hepático y el síndrome hepatorrenal. El procedi- controlar Ia hemorragia varicosa aguda y prevenir la repetición
miento de TIPS lo puede rcalizar un radiólogo intervencio- de la hemorragia varicosa cuando fracasan los tratamientos
nista, con una mortalidad inferior al lo/o al2olo. Normalmen- farmacológicos y endoscópicos, en especial con una cirrosis de
te, este procedimiento se lleva a cabo con el paciente sedado. clase B o C de CTR en los que es más probable que la hemorra-
En general, se recomienda que el recuento de plaquetas sea gia sea refractaria al tratamiento que en los pacientes con una
mayor de 60 x 103/pl y que el tiempo de protrombina sea acep- cirrosis de clase A de CTP. La ascitis refractaria y la preven-
table, valorado por un índice internacional normalizado (INR) ción de Ia repetición de la hemorragia varicosa son las únicas
menor de t,4, peto no son condiciones esenciales en caso de indicaciones de la TIPS que han sido objeto de estudios con-

FiguraBT-7 Aspecto endoscópico de las úl-


E ceras relacionadas con la ligadura de las va-
rices. A. La unión gastroesofágica se ve en una
imagen en retroflexión después de Ia Iiga-
:9
dura de varias varices (puntas de flecha) que
simulan pólipos. B. Endoscopia alta del
.E mismo paciente 4 semanas más tarde, en
_§ la que se muestra la aparición de varias úl-
ceras en los lugares de las ligaduras pre-
ü vias (puntas de flecha).
tr
tr
u
U
@
Sección lX Hígado

C D
Figura B7-B Creación de una derivación portosistémica intrahepática transyugular (TIPS). A. Portografía con un catéter en el sistema veno-
so porta (puntas de flecha) . El sistema venoso porta está claramente delimitado (flechas rectas). También se muestran las colaterales gastroeso-
fágicas (flechas curvadas). B. Se ha introducido una endoprótesis (flecha) para servir de unión entre la vena hepática y la vena porta. Se está
utilizando un balón (puntas de flecha) para dilatar el tracto del parénquima en el interior del hígado. C. Después de Ia expansión de la en-
doprótesis (flecha),la inyección en la vena porta muestra la persistencia de Ias varices gastroesofágicas (puntas de flecha). D. Después de Ia
embolización de las varices con espirales de acero (puntas de flecha) ya no se observa la vasculatura portal, lo que indica un flujo hepató-
fugo de la sangre portal a través de la derivación.

trolados. Cuando la hemorragia varicosa no se puede contro- En 12 estudios aleatorizados y controlados se ha compa-
lar después de dos sesiones de tratamiento endoscópico en rado Ia TIPS y el tratamiento endoscópico (escleroterapia o
un período de 24 horas, el tratamiento de rescate habitual con- ligadura de varices) o el tratamiento farmacológico (o ambos)
siste en Ia implantación de una TIPS. La TIPS también se uti- como prevención de la hemorragia recurrente de las varices
lizaparatratar la hemorragia procedente de varices aisladas del esofágicas. En un metanálisis de estudios en los que se com-
fondo gástrico, para lograr tanto el control como Ia preven- pañ la TIPS con el tratamiento endoscópico se redujo Ia fre-
ción de 1a repetición de la hemorragia. En los pacientes con cuencia de repetición de la hemorragia utilizando la TIPS, pero
una función de síntesis hepática conservada (clase A de CTP) aumentó la frecuencia de encefalopatía y no se observó nin-
se puede preferir la creación quirurgica de una derivación por- gún efecto sobre Ia supervivencials6. Por tanto, la TIPS no se
tosistémica con respecto a una TIPS en aquellos centros que puede recomendar como tratamiento de primera elección para
cuenten con la experiencia quirúrgica apropiada. la prevención de la repetición de la hemorragia varicosa; por
La TIPS ha sido eflcaz en el tratamiento de Ia hemorragia el contrario, se reserva para aquellos pacientes en los que
varicosa esofágica incontrolada en pacientes con cirosis he- fracasa el tratamiento endoscópico o farmacológico.
pática descompensadals4. La hemorragia se controla en más
del 90olo de los pacientes, pero Ia mortalidad en estos, casos Evaluación durante el seguimiento
es alta/ superior al 600/o en 60 días. Se observó una evolución La frecuencia de estenosis de una TIPS es alta, variando entre
similar en pacientes que se someten a la colocación de una el2Oo/o y el 78o/o según la técnica de seguimiento utilizada y la
TIPS por una hemorragia refractaria de las varices gástricaslss. definición de la estenosis. Aún no se ha determinado ni el in-
_ * *_ 3rityP 11 iie*:ri_it rytl Ll-"rytllgp giry:Iy- Í. .,T.I

Tabla 87-4 Complicaciones de Ia implantación tervalo óptimo ni el método más rentable de seguimiento de
la estenosis de la TIPS. En general, se utiliza la evaluación eco-
i ntrahepática transyugu lar* gráflca con Doppler para identificar esta complicación, pero el
valor predictivo negativo de este abordaje es bajo y su valor pre-
Momento
de la complicación
dictivo positivo es sólo aceptable. EI mejor indicador de que ta
Complicación
derivación se ha estenosado es la recaída del problema que obli-
Relacionada con el Hemorragia i ntraperitoneal gó a la TIPS. El único método certero para demostrar la permea-
procedimiento Sepsis
(potencial mente mortal) I nsuficiencia cardlopu Imonar bilidad de la derivación es una venografía de la TIpS con medi-
Período posprocedim iento ción dei gradiente de presión portocava. El incremento del
precoz (1-30 días) gradiente por encima de 12 mm Hg justifica la dilatación de la
Mayores Trombosis de la derivación endoprótesis o la implantación de otra endoprótesis adicional.
Migración de la endoprótesis
Encefalopatía hepática Selección de pacientes
I nsuficiencia hepática progresiva
Como la presencia de la TIPS puede empeorar la función he-
Hipertensión arterial pulmonar pática al privar al hígado de la sangre venosa portal, con lo que
Menores Hematoma en el lugar de la punción
aumenta el riesgo de encefalopatía hepática y disminuye la su-
Dolor
Arritmias cardíacas pervivencia en algunos pacientes, este procedimiento se debe
Fiebre utilizar en casos seleccionados. En varios estudios se han des-
Reacciones al medio de contraste crito tasas de mortalidad hasta del 60/o a los 3 meses en pa-
Anemia hemolítica cientes que se han sonietido a la implantación de una TipS
Posprocedimiento tardío Estenosis de la derivación cuando los tratamientos endoscópico y farmacológico han fra-
(>30 días) Encefalopatía hepática casado y no controlan la hemorragia aguda. La TIpS de urgencia
Trombosis de la vena porta
se asocia claramente a unas tasas de mortalidad altas1s7,1s8. En
lnsuficiencia hepática progresiva
los pacientes en los que se ha procedido a implantar una TIpS
*Modificado a partir de Kamath PS, McKusick
M: Transjugular
para prevenir la repetición de Ia hemorragia varicosa, las tasas
portosystemic shunt (TIPS). Bailleres Clin Castroenterol 1l:327, 1997. de mortalidad a los 30 dias alcanzantn 44o/o. Los factores aso-

Tahla 87'5 Prevención y tratamiento de Jas complicaciones relacionadasrcon la derivac'i6n portosistómica

Complicación P¡evención Tratamiento


Punción inadvertida de Ia arteria Real izar bajo visual ización ecográfica Compresión manual del lugar de punción carotídea
carótida durante el acceso para guiar el acceso venoso para prevenir el hematoma
a la vena yugular
Laceración de la cápsula hepática Evitar lóbulos atróficos y limitar el paso Normalmente no necesita tratamiento
durante el acceso de la aguja a un desplazamiento de En caso de hemorragia grave, transfundir
a Ia vena porta 3-4 cm hemoderiva dos hasta que esté estable; obtener una
TC abdominal y consultar con cirugía
Punción extrahepática Delimitar la bifurcación de la vena porta Dejar el catéter en posición para una portografía;
del sistema venoso porta en una TC antes del procedimiento utilizar como vía para la punción intrahepática
de la vena porta
Trabajar rápidamente para establecer una derivación
funcionante; después, extraer el catéter errante
Punción i ntrahepática arterial Trabajar en la zona central del interior Normalmenle no necesila tratamiento; extraer
o biliar del hígado el catéter y continuar
Si se desarrolla una fístula, embolizar Ia arteria
nutriente con espirales de acero
Sepsis después de la implantación Admin istrar antibióticos profilácticos Cobertura con antibióticos de amplio espectro
de Ia endoprótesis Seguir una técnica estéril estricta
Trombosis precoz de Ia derivación Evitar ángulos agudos cuando Venografía de la derivación y lisis del coágulo con tpA
se introduzca la endoprótesis administrado con una técnica difusa en pulsos
Los extremos no deben hacer protrusión Ampliar la derivación para comprobar la cobertura
en la íntima de la vena del tracto intrahepático con la endoprótesis y para
d
E garantizar una longitud adecuada en las venai
hepática y porta
Encefalopatía incontrolable Utilizar endoprótesis estrechas en Reducir el diámetro de la derivación con la
p después de Ia implantación pacientes de alto riesgo implantación concéntrica de otras endoprótesis
de la derivación Embolizar la derivación con espirales de acero
Estenosis de la derivación Utilizar endoprótesis más anchas Dilatar o realizar una aterectomía de la derivación
o recubiertas
.E
Evitar la Iesión de vías biliares Colocar otras endoprótesis si es necesario
Insuficiencia hepática después Evitar el procedimiento en pacientes Valorar un trasplante de hígado precoz
,i de la derivación
É que tienen una puntuación MELD >24
u
tU
MELD, Model for End-State Liver Disease;TC, tomografía computarizada; tpA, activador del plasminógeno
u
*Modificado de Kamath tisular.
o PS, McKusick M: Transjugular portosystemic shunt (TIPS). Bailleres Clin Castóente rol 11:327, 1gg7
§ecqión lX , H,ígqdo

ciados a un mal pronóstico son una concentración de alani- CIRUGíA


na aminotransferasa (ALAT) sérica mayor de 100 U/1, con-
centración de bilirrubina sérica >3 mg/dl y encefalopatía he- El tratamiento quirúrgico de la hipertensión portal se diüde
pática previa a la TIPS no relacionada con la hemorragials8. Los en tres grupos: procedimientos sin derivación, procedimien-
pacientes con una puntuación de CTP alta (tabla 87-6) tam- tos con derivación portosistémica y trasplanté de hígado. Los
bién tienen una menor supervivencia. Sin embargo, la clasifi- procedimientos quirúrgicos se uülizan como tatamiento de res-
cación de CTP tiene algunas limitaciones, ya que no discri- cate cuando el tratamiento convencional con fármacos o en-
mina bien la supervivencia de los pacientes dentro de cada doscopia fracasa en pacientes con cirrosis clase A de CTP. El
clase CTP. Además, algunos parámetros que se incluyen en esta tratamiento quirúrgico también se puede plantear al principio
puntuación, como la ascitis y la encefalopatía, se valoran me- de la evolución de la hipertensión portal en pacientes que viven
diante una interpretación subieüva. La necesidad de un méto- a una gran distancia de los centros en los que se puede tratar
do más exacto para valorar la superüvencia de los pacientes correctamente la hemouagia varicosa o en los cuales es dificil
sometidos a una TIPS ha dado pie a Ia creación de una nueva encontrar hemoderivados con las pruebas cnrzadas apropiadas
herramienta para predecir la supervivencia, el modelo que se (por si se produjera una hemorragla). La definición del fracaso
conoce como MELD (Model for End-Stage Liver Disease) (véase del ffatamiento convencional depende de las circunstancias es-
http //www.mayoclinic.org/gi-rst/mayomodel6.html)
:
1s7.
Uti pecíficas de la presentación del paciente, de la experiencia qui-
lizando datos procedentes de cuatro centros de EE. UU., se com- rúrgica y de la evolución del tratamiento conservador.
puso originalmente este modelo matemático a partir de la con- El trasplante de hígado se debe plantear en todos los pa-
centración sérica de creatinina, el INR como medición del cientes que tienen una hemorragia varicosa que cumplen unos
tiempo de protrombina, la concentración sérica de bilirrubi- criterios mínimos de trasplante de hígado (actualmente, una
na y la etiología de la hepatopatía. Posteriormente, la fórmu- puntuación de CTP de 7 o mayor). La selección y priorización
la MELD se modificó para incluir sólo los tres primeros pará- de los pacientes para el trasplante de hígado se comentan en
metros (creatinina, INR y bilirrubina)1se. Este procedimiento el capítulo 92.
ha sido validado ampliamente para la predicción de la super-
üvencia de los pacientes con cirrosis, incluidos aquellos casos Procedimientos sin derivación
que se han sometido a la implantación de una TIPS, y es más Los procedimientos sin derivación son Ia sección esofágica
exacto para tal fin que la clasificación de CTP. transversal y.la devasculaización gastroesofágica. Son pro-
Los pacientes con una puntuación en MELD de 14 o menor cedimientos que no se realizan con mucha frecuencia pero
muestran una supervivencia excelente después de la coloca- que pueden ser necesarios en casos seleccionados.
ción de una TIPS; por tanto, este procedimiento sólo se puede
rcalizar de manera sistemática en estos pacientes cuando esté S ección e sofá§ca tr ansv ers al
indicado. Los pacientes que tienen una puntuación MELD La sección esofágica transversal, en la que el esófago se grapa
mayor de 24 tienen una supervivencia menor después de la y se secciona, es muy eficaz para controlar Ia hemorragia va-
implantación de la TIPS, con una mortalidad próxima al3Oo/o ricosa y se asocia a un riesgo más baio de encefalopatía que
a los 3 meses. Como estos pacientes tienen una prioridad alta las derivaciones portosistémicas. En el pasado, se planteaba la
para el trasplante de hígado, se debe evitar la implantación sección esofágica transversal cuando dos sesiones de trata-
de una TIPS, a menos que se necesite controlar la hemorra- miento endoscópico no habían podido controlar la hemorra-
gia varicosa. En el grupo intermedio con puntuaciones MELD gia varicosa en un período de 24 horas161. Sin embargo, las
que varían entre 15 y 24 se puede proceder a implantar la tasas de mortalidad no mejoraron con respecte a las obser-
TIPS dependiendo de la preferencia del paciente y del crite- vadas con la escleroterapia endoscópica. Con Ia llegada de la
rio médico, y teniendo en cuenta la probabilidad del tras- TIPS, la sección esofágica transversal con grapas raramente
plante de hígado. Este abordaje ha sido validado de manera se utiliza en la actualidad y especialmente no se recomienda
independientel60. si el paciente es candidato a un trasplante de hígado, debido
al aumento de riesgo de morbilidad quirúrgica en el momento
del mismo.

Puntuación numérica Procedimientos de devasculartzación


Los procedimientos de devascularización se han utilizado clá-
Parámetro
sicamente para prevenir Ia hemonagia varicosa repetida en pa-
Ascitis Ninguna Ligera Moderada/importante cientes con trombosis esplénica y de la vena porta extensa cuan-
Encefalopatía Ninguna Ligera Moderada/ do no existe una vena adecuada para la creación de la derivación
o moderada importante
portosistémica162. En Ia operación original descrita por Sugiura
Bilirrubina <2 2-3 >3
y Futagawa se realizab7n'una toracotomía y una laparotomía163.
(m9dl)
Albúmina (g/dl) >3,5 2,8-3,5 <2,8 Posteriormente, la operación se realiza a través de un abordaje
Tiempo de 'l
-3 4-6 >6 abdominal y se combina con una esplenectomía. El procedi-
protrombina miento consiste en la devascularización total de la curvatura
(aumento en mayor del estómago combinada con la devascularización de los
segundos) dos tercios superiores de la curvatura menor y una devasculari-
Puntuación numérica total Clase de Child-Turcotte-Pugh zactín circunferencial de los 7,5 cm distales del esófago.
La frecuencia de hemorragias de repetición después de este
5-6 procedimiento es variable, pero puede llegar hasta el 40ol0, de-
7-9 B
pendiendo de Ia población tratada y de la duración del se-
10-15 C
guimiento.
l

Capítulo B7 Hipertensión portal y hemorragia digestiva íi*ffi E

Derivaciones portosistémicas D eriv acione s p orto sistémic as p arciale s


Al aumentar Ia disponibilidad de la TIPS, el uso de otras de- La derivación portosistémica parcial se realiza utilizando un
rivaciones quirúrgicas por una hemorragia varicosa refrac- inierto sintético de interposición entre la vena porta y la vena
taria ha disminuido mucho. Las derivaciones portosistémi- cava inferior. Cuando el diámetro de la derivación es de 8 mm,
cas quirúrgicas se clasifican como derivaciones selectivas, como la presión portal se reduce a menos de 12 mm Hg y el flufo
las derivaciones esplenorrenales distales; derivaciones par- anterógrado hacia el hígado se mantiene en la mayoría de
ciales, como la derivación portocava calibrada laterolateral, los pacientes166. Las tasas de prevención de Ia repetición de la
y lasderivaciones portosistémicas totales, como la derivación hemorragia varicosa y de la encefalopatía después de la deri-
portocava laterolateral o Ia derivación portocava termino- vación son similares a las observadas en la derivación esple-
lateral. norrenal distal. Al igual que sucede en los pacientes que se
han sometido a una derivación esplenorrenal distal, puede
D eriv qcione s s ele ctiv as aparecer ascitis aproximadamente en el2Oo/o de los casos que
La derivación selectiva más utilizada es la derivación esple- se han sometido a una derivación portosistémica parcial por-
norrenal distal, descrita originalmente por Warren y cols.16a. que la presión sinusoidal hepática no disminuye167.
Con esta derivación sólo se descomprimen las varices de la
unión gastroesofágica y elbazo y la hipertensión portal se D eriv acione s porto c ov a
mantiene en la vena mesentérica superior y en la vena porta; Se ha descrito la creación de derivaciones portocava termino-
por tanto, se controla la hemorragia varicosa, pero la ascitis lateral y laterolateral, pero actualmente sólo se utilizan las
persiste. El procedimiento de derivación implica una desco- derivaciones portocava laterolateralesl68. Cualquier derivación
nexión porta-ácigos y la consiguiente anastomosis entre la portocava que tenga un diámetro mayor de 12 mm provoca-
vena esplénica y la vena renal izquierda con un patrón ter- ráuna derivación total. Puede utilizarse un injerto de inter-
minolateral (flgura 87-9). Se debe movilizar toda la longitud posición con un diámetro inferior a tZ mm o se puede cons-
del páncreas y ligar Ia vena suprarrenal izquierda. La deriva- truir una anastomosis directa de vena a vena. La hemorragia
ción esplenorrenal distal se ha asociado al control de Ia he- varicosa se controla bien, al igual que Ia ascitis, porque se
morragia varicosa aproximadamente en el 9Oo/o de los casos, descomprimen los sinusoides hepáticos. La repetición de la he-
con una tasa más baja de encefalopatía hepática que la des- morragia varicosa después de la derivación total se produce en
crita para las derivaciones totalesl6s. menos del 10olo de los pacientes, pero la encefalopatía hepá-

Vena gástrica corta

Vena coronaria

FiguraBT-9 Derivaciónesplenorrenal
distal. Se representa Ia anatomía quirúr-
gica después de terminar una derivación Vena porta
esplenorrenal distal. Para este procedi- Vena gástrica
miento, se desconecta la vena esplénica derecha
de la vena mesentérica superior (VMS) y
se separa del páncreas; se ligan todas las
colaterales. EI sistema porta se desco-
necta de esta forma del sistema ácigos,
de manera que todo el flujo de la unión
gastroesofágica discurre a través de las
venas gástricas hacia la vena esplénica.
A continuación, se anastomosa Ia vena Vena gastroepiploica
esplénica a Ia vena renal de forma ter- izquierda
d
E minolateral.

:9
,N

'6
.E

I
u
tr Vena renal Vena
tUu izquierda esplénica
IU
@
§ección lX Hígadcr

tica se presenta en el 3Oo/o aI 4Oo/o de los casos16e. El trasplante


se desarrolla una insuficiencia renal tienen el mayor
de hígado en pacientes que se han sometido a una deriva_ riesgo de
muerte. El alcohol como causa de la cirrosis, una concenüa_
ción portocava se asocia a un aumento de la morbilidad qui_ ción sérica de bilirrubina m ás arta, una concentración sérica de
rúrgica y de las necesidades intraoperatorias de transfusión.
La albúmina más baia, la encefalopatía hepática y el hepatocar_
evolución del trasplante de hígado no es signiflcativamente
cinoma son otros factores adicionales asociados a un aumen-
diferente en los demás aspectos de la observáda en pacientes
to de la mortalidad a las 6 semanas.
que no se han sometido a una derivación portocava. No
obs- El tratamiento de la hemorragia varicosa esofágica se cla_
tante, las derivaciones portocava deben evitarse en pacientes
sifica en profilaxis primaria, es decir, la prevención de Ia
que son posibles candidatos al trasplante de hígado.
hemoruagia varicosa en pacientes qu" ,rriu han sangrado;
control de una hemorragia varicosa aguda, o prevención se_
cundaria de la repetición de la hemorragia en pacientes que
han sobrevivido a un episodio inicial dé sangiado. Aún no
disponemos de tratamientos eficaces que prevengan el de_
3It_9'":_::_9"":{Slco' sarrollo de varices y de ascitis en pacientes óon cirrosis, aun_
que los betabloqueantes frenan el aumento de tamaño de
Evolución natural
las varices pequeñas a varices más grandes.
Las varices esofágicas están presentes aproximadamente en el
4Oo/o de los casos con cinosis y hasta en el Prevención de la hemorragia
60%o de los casos
con cirrosis y ascitis17.. En pacientes con cirrosis sin varices Los datos existentes indican que todos los pacientes con vari_
esofágicas en la endoscopia iniciar se desarrollarán varices nue-
ces grandes (diámetro mayor de 5 mm) deberían recibir
vas a una velocidad aproximada del 5% cada año. En los pa_ tiata_
miento profiláctico («profilaxis primaria») para prevenir la
cientes que tienen varices pequeñas en Ia endoscopia inicial,
hemorragia varicosa. La presencia de otros signos adicionales
la progresión a varices grandes se presenta a una velocidad
del en la endoscopia, como las elevaciones ro;as, no influye en la
IOo/o al l5o/o cada año y está relacionada predominantemen_
decisión de utilizar el tratamiento profiláctico . En rz estudios
te con el grado de disfunción hepática171. For otro lado, la
me_ se ha analizado el uso de betabloqueantes no selectivos
io{a_!e la función hepática en pacientes con hepatop atia al_ como
profilaxis primaria de la hemorragia varicosa y se ha demos_
cohólica que se abstienen de beber alcohol se asocia a un trado el descenso del riesgo de Ia hemorragia en el 25olo de los
descenso del riesgo e incluso a la desaparición de las varices172.
pacientes del grupo control y del 15olo de los pacientes que
Hasta el 25o/o de los pacientes que tienen varices de nuevo to_
maban betabloqueantes. por tanto, la reduciión absoluta del
diagnóstico sangrará a los 2 años171. El mejor factor predictivo
riesgo es aproximadamente del lOo/oy elnúmero de casos que
clínico de hemorragia parece ser el tamaño de la vaiiz: el ries_
es necesario tratar para prevenir una hemorragia varicosa
go de hemorragia en pacientes con varices menores de es de
5 mm lO'pacientes. La tasa de mortalidad disminuye del2g,4o/o enlos
de diámetro es del 7olo a los 2 años y el riesgo en pacientes
con pacientes control al 23,9o/o en los pacientes que toman
varices mayores de 5 mm de diámetro es dei3oo/o a los beta_
2 años171. bloqueantes, con una reducción absoluta del riesgo del 4,So/o.
Más importante aún es el GpVH, porque el riesgo de hemorra-
El número de pacientes que es necesario tratar para prevenir
gia está prácticamente ausente cuando el GpVH es
menor de una muerte es aproximadamente 22. El tratamiento debería
12 mm Hg173. Sin embargo, el GpVH no se mide sistemáücamen_
continuar indefinidamente en los pacientes que no sangran
te en la práctica clínica para valorar el riesgo de hemorragia.
durante el tratamiento y que no tienen efectós secundaiios,
El pronóstico de la hemorragia varicoia en pacientei
con porque la retirada de los betabloqueantes puede provocar
cirrosis ha mejorado desde los años ochenta del siglo un
xx. El tra_ aumento del riesgo de hemorragials0.
tamiento inicial se asocia a la interrupción de lihemorragia
Probablemente, se da demasiada importancia a los efec_
aproximadamente en el 9Oo/o de los casosl71,l74.Lamitadáe
tos secundarios del tratamiento porque sólo en el 1Solo
los pacientes con una hemorragia varicosa deiarán de los
de sangrar casos es necesaria la interrupción181. La frecuencia
espontáneamente porque Ia hipovolemia próvoca vasocons_ cardíaca
basal y el registro de la presión arterial ayudarán a determinar
tricción esplácnica y da lugar a un descenso áe la presión porta.
si el paciente es candidato al tratamienio farmacológico
De hecho, las transfusiones excesivas aumentan tas posibiti_ con
betabloqueantes. Una frecuencia cardíaca en reposo menor
dades de que se repita la hemorragiarTs.Lahemorragia
activa de 55 o 60 laüdos por minuto o una presión sistóliia
en el momento de la endoscopia, un hematocrito inicial menor de
más Hg indica que es probable que el paciente no tolere
bajo, concentraciones más altas de aminotransferasas séricas, ?0 T*
los betabloqueantes. En los demás pacieñtes, lo ideal
la clase de CTP, la infección bacteriana y un GpVH sería
mayor de medir el GPVH en el momento basaf(flgura g7_10). para
20 mm Hg y la trombosis de Ia vena portason los em_
facto.", ql.r" ," pezar, se puede utilizar un preparado de acción prolongada
asocian al fracaso del control de Ia hemorragia a los de
S dias,17i17c17l. propranolol o nadolol; la dosis inicial habituui O" prop.u.ro_
Entre los pacientes que han dejado de sángrar, aproximada_
lol de-acción prolongada es de 60 rng una vez al áiay tu O"
mente un tercio volverá a hacerlo en las 6 semanas siguientes.
atenolol es de 20 mg una vez al dia. Como el riesgo de he_
Entre todos los episodios de repetición de la hemorragia,
apro_ morragia es mayor por la noche, probablemente el betablo_
ximadamente el 4Oo/o tendrá lugar en los 5 días siguientás
al queante debería administrarse a esas horas1o4. La
sangrado iniciallTe. Los factores predictivos de repetición dosis de pro_
de ra pranolol o nadolol puede ir aumentando gradualmente cada
hemorragia son una hemorragia activa en la eñdoscopia
de 3-5 días hasta que se alcance la frecuencii cardíaca diana
urgencia, sangrado por las varices gástricas, hipoalbumiriemia, de
un 25o/o por debaio del valor basal o 55_6datidos por minu_
insuficiencia renal y GPVH > ZO mmHg171. Eiriesgo de
muer_ to, siempre que la presión sistólica se lantenga por encima
te con una hemorragia varicosa aguda es del 5olo al golo
en 1 se_ de los 90 mm Hg. La dosis diaria de propranotoláeicción pro_
mana y del 2oo/o al 3oo/o en 6 semanas17l. Los pacientes
en los longada o de nadolol necesaria pari alianzarla frecuencia
que la hemorragia reaparece precozmente o aquellos car_
en los que díaca diana varía entre 40y 160 mg. Los efectos secundarios
laplglo sz H¡petglsi9n porlal v
!eT911qi1-d¡qgstiva - 1,#
ligadura endoscópica de las varices con el tratamiento con be-
tabloqueantesl8T y un metanálisis ha demostrado que no exis-
ten diferencias entre la ligadura endoscópica con bandas y el
üatamiento con bloqueantes no selectivos en cuanto al riesgo
de hemorragia ni a la tasa de mortalidades. En un estudio pos-
terior de mayor tamaño se llegó a la misma conclusión188. Por
tanto, los datos actuales no apoyan la ligadura endoscópica de
las varices como el método preferido parala prof,laxis prima-
ria frente a la hemorragia varicosa. Además, los betabloquean-
tes son más baratos y más cómodos de usar y potencialmente
pueden reducir el riesgo de hemorragia por las varices gástri-
cas y Ia gastropatía hipértensiva portal. La ligadura con ban-
das es la única opción para los pacientes con varices de alto ries-
go en los que los betabloqueantes están contraindicados, que
no respondan a ellos o no los toleren. Se está estudiando el
uso combinado de propranolol y la ligadura endoscópica de las
varices como profilaxis primaria.
GPVH J <12 mm Hg
oGPVH l.>zc,/" Control de la hemorrag¡a aguda
La hemorragia aguda de Ias varices esofágicas constituye una
urgencia que pone en peligro la vida del paciente y que re-
quiere tratamiento por un equipo de hepatólogos, endosco-
pistas, personal de cuidados intensivos, radiólogos y cirujanos
con una formación adecuada. EI tratamiento pretende reani-
mar al paciente, controlar la hemorragia y prevenir las com-
Figura B7-10 Algoritmo para la profilaxis primaria de la hemorra-
plicaciones (véase capítulo 13). Se deben insertar inmedia-
gia de las varices esofágicas. LEV, ligadura endoscópica de las vari-
ces; CPVH, gradiente de presión venosa hepática.
tamente dos vías de acceso intravenoso de gran calibre,
transfunciir edtrocitos con el obietivo de mantener el hema-
tocrito entre el 25o/o y el30o/o, aunque se puede infundir una
son más frecuentes en los pacientes en los que Ia presión sis- solución de salino normal por vía intravenosa hasta que dis-
tólica disminuye a menos de 90 mm Hg. pongamos de los eritrocitos para la transfusión. En los pacientes
En los pacientes que reciben tratamiento farmacológico, la con hemorragia activa es necesario proteger las vías respira-
endoscopia de seguimiento no es necesaria a menos que se torias y se aconseja la intubación endotraqueal. El tratamien-
produzca una hemorragia digestiva, pero se recomienda re- to con antibióticos debe empezarse en todos los pacientes para
petir la medición del GPVH 1-3 meses después de alcanzar la prevenir la bacteriemia y la peritonitis bacteriana espontánea.
frecuencia cardíaca diana, preferiblemente lo más cerca de El fármaco de elección es norfloxacino en dosis de 400 mg por
1 mes como sea posible. El riesgo de hemorragia se elimina via olal dos veces al día durante 7 diasl8e. Cuando la ingestión
prácticamente en los pacientes en los que el GPVH ha dismi- oral no es posible, se usará ciprofloxacino en dosis de 400 mg
nuido a menos de 12 mm Hg. Los pacientes en los que el GPVH por vía intravenosa cada lZhorus o ievofloxacino, 500 mg por
disminuye al menos enun2Oo/o tienen un riesgo de hemorra- vía intravenosa cada 24horus durante 7 días.
gia varicosa menor del 10ol0. Por desgracia, sélo el 3Oo/o al 4Oo/o La combinación del tratamiento endoscópico y farmacoló-
de los casos responden a los betabloqueantes; la respuesta es gico para la hemorragia varicosa puede ser mejor que el trata-
mejor en los que tienen una función hepática mejor182. Se miento farmacológico sólo. Los fármacos utilizados deberán
ha intentado utllizar mononitrato de isosorbida en los pa- administrarse en cuanto sea posible; en algunos centros, su ad-.
cientes que no toleran el tratamiento o que tienen contrain- ministración empieza mientras el paciente se traslada en am-
dicaciones para el uso de betabloqueantes, pero no es mejor bulancia hasta el hospital. Las opciones disponibles para el trata-
que placebo en la prevención de la hernorragia varicosa183. En miento farmacológico son somatostatina, octreóüdo, terlipresina
estos casos debería intentarse la profilaxis endoscópica. y vasopresina más nitroglicerina. EI fármaco elegido depende de
la disponibilidad y de las preferencias del médico. En EE. UU.,
Tratqmiento endoscópico para prevenir octreótido es el fármaco que se utiliza con mayor frecuencia y
unq primera hemoragia vericosa terlipresina es el fármaco de primera elección en muchos otros
La escleroterapia profiláctica para Ia prevención de la hemorra- países porque es el único que se asocia a una mejor superviven-
gia varicosa se ha estudiado exhaustivamente, pero no se puede cia1eo. El tratamiento farmacológico deberá continuar hasta
recomendarl84. EI método preferido para el tratamiento en- 5 días para prevenir la repetición precoz de Ia hemorragia.
:9
doscópico es la ligadura de Ia variz con bandas. Este método se El tratamiento endoscópico se realiza en cuanto el paciente
-N ha comparado frente a ningún tratamiento en cinco estudios, esté hemodinámicamente estable. Con una endoscopia alta se
y un metanálisis de los mismos demuestra que la ligadura de las diagnostica la hemorragia de las varices esofágicas si se ve la he-
.q
varices mediante endoscopia disminuye tanto el riesgo de la pri- morragia activa, si se observan signos de hemorragia reciente

mera hemorragia como la mortalidad comparada con ningún como un tapón blanco de f,brina o un coágulqrolo sobre una
u tratamientol8s. Los pacientes en los que se consigue un descenso variz, si las varices muestran signos de riesgo d§ hemorragia
tr
;a
U de la GP\M a menos de 12 mm Hg o superior al 2Oo/o con be- como una mancha rojo cereza, una mancha hematoquística o
U
tabloqueantes, tampoco responderán bien a la ligadura endos- el signo de las elevaciones roias o si se ven las varices esofági-
U
@ cópica de las varices186. En ocho estudios se ha comparado la cas en ausencia de cualquier otra lesión que hubiera podido dar
Sección lX Hígado

lugar a la hemonagia gastrointestinal. El tratamiento endoscó- por minutolet . La hemorragia de repetición se define como la re-
pico se recomienda en el momento de la endoscopia inicial y el petición de la hemorragia después del control inicial duran-
método preferido es la ligadura endoscópica de las varices. te 24 horas, período durante el cual las constantes vitales y la
Durante la endoscopia alta se puede visualizar una variz concentración de hemoglobina se han mantenido estables.
que sangra activamente (figura 87 -11). Inicialmente, Ia liga- Cuando dos sesiones de tratamiento endoscópico en un plazo
dura debe realizarse en el lugar de la hemorragia o inmedia- de 24 horas no han podido controlar la hemorragia varico-
tamente por debajo y se colocarán bandas también en las sa, se deberían aplicar tratamientos de rescate como Ia im-
demás varices de gran tamaño que se encuentren durante la plantación de una TIPS (figura 87 -tZ), aunque la mortalidad
misma sesión. Si no se encuentra una hemorragia activa, la li- en este grupo de pacientes es alta. Las derivaciones portosis-
gadura deberá empezar en las varices de la unión gastroeso- témicas quirúrgicas, aunque muy ef,caces para el control de
fágica y después se irá ascendiendo proximalmente a inter- la hemorragia varicosa, se han abandonado hace tiempo dada
valos de 2 cm en un diseño espiral. Si Ia hemorragia impide Ia elevada mortalidad. En ocasiones se utilizó un taponamiento
la visión de las varices, se colocarán varias bandas en la unión con balón para estabilizar al paciente hasta que se pueda apli-
digestiva circunferencialmente hasta que se controle la he- car un tratamiento deflnitivo.
morragia, pero este procedimiento aumenta el riesgo de es-
tenosis esofágica a largo plazo. La hemorragia se puede con- Prevención de la repetición de Ia hemorragia
trolar hasta en el 900/o de los pacientes cuando se combinan Todos los pacientes que han tenido una hemorragia varicosa de-
el tratamiento farmacológico y endoscópico. berían recibir tratamiento profiláctico («profilaxis secunda-
La hemorragia no se puede confolar en el lOo/o de los casos, ria») para reducir el riesgo de repetición de la hemorragia que,
definido por cualquiera de los tres factores siguientes: trans- de lo contrario, aparece hasta en el 800/o de los casos a los 2 años.
fusión de cuatro unidades de hematíes o más para mantener un En los pacientes con una puntuación de CTP de 7 o mayor tam-
hematocrito entre el 25o/o y el300/0, incapacidad para aumen- bién se deberá plantear el trasplante de hígado. Las opciones
tar la presión sistólica en 20 mm Hg o a más de 70 mm Hg o disponibles para prevenir la repetición de la hemorragia vari-
persistencia de una frecuencia cardíaca mayor de 100 latidos cosa son el tratamiento farmacológico, el tratamiento endos-

FiguraBT-11 Ligadura con bandas


para controlar la hemorragia de las va-
rices esofágicas. A. En la endoscopia
alta se puede ver una variz con he-
morragia activa en el extremo inferior
del esófago (flecha). B. Con el dispo-
sitivo de colocación de bandas en su
posición se aspira lavariz en el dis-
positivo en el lugar de Ia hemorragia
activa (flecha). C. Después de colocar
la banda (flecha)y de ligar lavariz, la
hemorragia se ha detenido. D. Visua-
lización de la variz con la banda en
su posición con un control completo
de la hemorragia. (lmágenes por cor-
tesía del Dr. Louis M. Wong Kee Song,
Rochester, Minn.)
Hemorragía aguda de las varices esofágicas ClaseAoBdeCTP

Fleanimación
Fármaco vasoactivo (p. ej., octreótido)
Antibiólico (p. ej., nortlo<acino)

Endoscopia alta
Ligadura de varice§ {o eseleroterapia)

Hemorragia controlada
No Sí GPVH J <12 mm Hg o
GPVH J >20% Repetir LEV
hasta que se
tratam¡ento
Repet¡r el I Profilaxis secundaria obliteren
endoscópico J I [ (véasefiguraST-13)
Sí Ias varices

Hemorragia controlada

No Sí
t-"'r*'*l f-",*"'*¡
Figura B7-1 3 Algoritmo para la prevención de la hemorragia vari-
Taponamiento con balón ] [ Profilaxis secundaria cosa de repetición (profilaxis secundaria). CTB Child-Turcotte-Pugh;
[ (véasefiguraST-13)
CPVH, gradiente de presión venosa hepática; LEV, ligadura endos-
cópica de las varices.
Clase A de CTP Clase B/C de CTP

torización. En aquellos pacientes que sangran durante el tra-


Derivación TIPS tamiento farmacológico se debe realizar una ligadura de las
qurrurglca varices. Por el contrario, en los pacientes que se someten a una
portosistémica
ligadura de las varices y que tienen hemorragia recurrente se
o TIPS
- debe iniciar el tratamiento con betabloqueantes. Los pacientes
Íiguta 87-12 Algoritmo para el tratamiento de las varices esofági- en los que reaparece Ia hemorragia varicosa a pesar de recibir
cas sangrantes. CTB Child-Turcotte-Pugh; TIPS, derivación portosis- el tratamiento farmacológico y endoscópico óptimo requieren
témica intrahepática transyugu lar. una derivación portosistémica, normalmente una derivación
esplenorrenal distal en pacientes con cirrosis de clase A de CTP
cópico y las derivaciones portosistémicas (tanto quirúrgicas como y una TIPS en todos los demás casos.
radiológicas), o una combinación de todos estos procedimientos.
EI tratamiento con betabloqueantes no selectivos es el pre-
ferido y se puede utilizar propranolol de acción prolongada VARICES GÁSTRICAS
o nadolol. Lo ideal es vigilar Ia respuesta hemodinámica a
los betabloqueantes con el objetivo de reducir el GPVH en La clasificación más utilizada de las varices gástricas es la de
más de un 20o/o o a menos de 12 mm Hg. Si no se alcanzan Sarin1e2, según la cual las varices gastroesofágicas de tipo 1
estos objetivos, se puede añadir mononitrato de isosorbida, (GOV1) se extienden entre 2 y 5 cm por debalo de la unióir
prefiriéndose la forma de liberación extendida de este fárma- gastroesofágica y se continúan con las varices esofágicas; las
co con una dosis inicial de 30 mg al día. Por desgracia, no es varices gastroesofágicas de tipo 2 (GOV2) se encuentran en
frecuente que los pacientes de nuestra consulta toleren los el fondo del estómago y en continuidad con las varices eso-
nitratos cuando se ha alcanzado el bloqueo beta. La hipoten- fágicas; las varices que aparecen en el fondo del estómago
sión y las cefaleas son las razones habituales para interrumpir en ausencia de varices esofágicas se conocen como varices gás-
el tratamiento con el mononitrato de isosorbida. tricas aisladas de tipo 1 (IGVl), mientras que las que aparecen
Para prevenir la repetición de la hemorragia varicosa también en el cuerpo, el antro o el píloro gástrico se denominan vari-
se puede utilizar la ligadura endoscópica de las varices, en espe- ces gástricas aisladas de tipo 2 (IGYZ).
cial en pacientes con una mala función hepática (figura 87-13). Aproximadamente el 25olo de los pacientes con hipertensión
d
= En la práctica, la primera sesión endoscópica se realiza entre 7 portal sufren varices gástricas, principalmente de tipo GOV1,
y 14 días después de la ligadura inicial de las varices para con- grupo en el que se incluyen aproximadamente elTOo/o de todas
,6
trolar la hemorragia. El tratamiento endoscópico se repetirá des- las varices gástricas. Las causas intrahepáticas de hipertensión
pués a intervalos de 3 o 4 semanas. Se propone este aborda,e portal se pueden asociar a GOV1 y GOYZ. La trombosis de la
I
porque las bandas aún podrían estar en su posición si antes se vena esplénica normalmente da lugar a IGV1, pero la causa más
.E
ha realizado una ligadura de la variz. La combinación de la ti- frecuente de las varices del fondo gástrico es Ia cirrosis.
.g
gadura de las varices y del tratamiento farmacológico es más efl-
ü caz que la ligadura de las varices o que el tratamiento farmaco- Evolución natural
tr
U lógico por separado. Sin embargo, Ia reducción del GpVH a normalmente se asocian a una hiperten-
Las varices gástricas
U
=
@ menos de 12 mm Hg o en más del 2Oo/o debeúa obviar la nece- sión portal más avanzada. Parece que la hemorragia es más fte-
u
@ sidad de la ligadura de las varices cuando se aplica esta moni- cuente en pacientes con GOV2 e IGV1 que en todos los demás
neo o hemorragia retroperitoneal' Las varices ectópicas apare-
cen en caso de obstrucción de Ia vena porta extrahepática y
cirrosis. El duodeno es un lugar habitual de aparición y las va-
rices duodenales se asocian habitualmente a la obstrucción de
la vena porta, pero la causa habitual de las varices duodenales
en Occidente es la cinosis. La aparición ftecuente de varices duo-
denales en pacientes con obstrucción de la vena porta está re- ¿Es posiHe él tratamiento endoscópico?
lacionada con la formación de vasos colaterales que rodean la
vena porta trombosada y que conectan las venas pancreatico-
duodénales con las venas retroduodenales que drenan hacia la
vena cava inferiofla. En algunos de estos pacientes que tienen
una obstrucción de la vena porta extrahepática las varices se for-
man rodeando la vesícula biliar y el conducto colédoco.
El otro lugar habitual de aparición de varices ectópicas es
la zona periestoma de pacientes con enfermedad intestinal in-
flamatoria y colangitis esclerosante primaria que se han Empezar
sometido a una proctocolectomía con creación de una ileos- el betabloqueante
tomía21s. Las varices se desarrollen a la altura del borde mu-
cocutáneo del estoma y se denominan varices del estoma' Se
reconocen por un halo cerúleo que rodea el estoma y por un
aspecto lívido y una consistencia friable del teiido del esto- Ligadura quinlrgica
ma; no se observan lesiones varicosas eüdentes. dé las varlce§
Las varices anorrectales se describen en el 10o/o al 4oo/o de
los pacientes con cirrosis que se someten a una colonoscopia'
Las varices anorrectales deben diferenciarse de las hemorroi-
des porque las primeras consisten en una dilatación de las
venas hemorroidales superiores y medias, mientras que las he-
morroides son canales vasculares dilatados por encima de la
línea dentada. Las varices rectales se colapsan con la presión
digital, pero las hemorroides, no. Empezar
con el
La hemorragia de las varices ectópicas se debe sospechar en
bptabloqueante
todos los pacientes que tienen hipertensión portal, descenso
de la concentración de hemoglobina y hemorragia digestiva
franca sin un origen evidente en la endoscopia, o en los que
desciende la concentración de hemoglobina junto a dolor ab-
dominal o empeoramiento de la ascitis. La hemorragia de las
varices del estoma es fácilmente evidente en su presentación.
Figura B7-'l6 Algoritmo para el tratamiento de la hemorragia por
Tratamiento vaiices ectópicas. CTP, Ch i ld-Tu rcotte-Pu gh; Tl PS, derivación porto-
En los pacientes en los que se sospecha una hemorragia por sistémica intrahepática transyugular'
varices ectópicas se pueden administrar fármacos vasoactivos
inicialmente para controlar la hemorragia. Si Ia variz ectópi- de la hemorragia es alta porque Ia hipertensión portal persis-
ca sangrante se visualiza en la endoscopia, como es el caso ha- te. En aquellos casos en los que la embolización no previene
bitual en las varices duodenales o colónicas, entonces se puede la repetición de la hemorragia se puede valorar la implantación
llevar a cabo el tratamiento endoscópico216. La escleroterapia de una TIPS. En los pacientes con cirrosis de clase A de CTP y
endoscópica o la ligadura con bandas son los procedimientos en los con hipertensión portal por una trombosis extrahepáü-
de elección en las varices duodenales hemorrágicas. Las vari- ca de la vena porta, en los cuales existe una vena adecuada para
ces del colon tienden a tener un diámetro mayor y pueden re- crear la derivación, se recomienda crear una derivación qui-
querir la aplicación de pinzas de hemostasia. A los pacientes rúrgica portosistémica. En los pacientes que tienen varices del
con varices sangrantes del estoma se les puede enseñar a com- estoma sólo se debería colocar una derivación portosistémica
primir la zona localmente si la hemorragia es evidente. Como no selectiva, corno una derivación portocava, una derivación
la hemorragia de las varices del estoma es visible y se puede mesocava o una derivacién esplenorrenal central.
detectar precozmente, su mortalidad es muy baia217. Los pacientes que tienen varices ectópicas y que acuden con
En estos momentos no hay ninguna recomendación que una hemorragia intrabdominal tienen una evolución peor por-
apoye la prof,laxis primaria para prevenir la hemorragia por va- que el diagnóstico no se suele sospechar y se establece nor-
rices ectópicas. Para prevenir su repetición normalmente se in- malmente en la laparotomía. La hemorragia intrabdominal
tenta el tratamiento farmacológico con betabloqueantes, aun- de las varices ectópicas se debe sospechar en pacientes con un
que no hay ningún estudio que apoye este abordaie. Si la vena incremento brusco del volumen de la ascitis asociado a dolor
porta es permeable, entonces se puede rcallzar una emboliza- abdominal, hipotensión y descenso del hematocrito. En la
ción transhepática de las varices del estoma (figura 87-1.6). La TC del abdomen se demuestra et depósito en capas del líqui-
embol2ación de las varices con un abordaie transhepático puede do libre en la cavidad peritoneal, un hallazgo típico de lamez-
controlar la hemorragia en la mayoría de los pacientes que cla de sangre fresca con líquido ascítico. El diagnóstico se con-
tienen varices en el estoma, aunque la frecuencia de repetición firma mediante una paracentesis en la que se obtiene un líquido
9*"ggl]* Tf*:f:i5:lj"l y hemorragia digestiva lszi
ascítico sanguinolento con coágulos. La
hemorragia aguda se agregados del antro pueden ser lineales,
puede controlar con una obtiteráción en cuyo ca§o se utili_
transhepática o con la li_ za el término estómago en sandíapara
gadura-quirúrgica de las va¡ices. En los paciéntes describiria lesión (véase
que tienen f,gura 35-10). Cuando las manchas rojas
una enfermedad grave se debe realizar la se distribuyen de forma
cátocación de una TIps difusa tanto en la zona distal como p.o"i-uiá"f
seguida por embolización de la vaiz estómago, se
hemorrágica. prefiere el término ectasia vascular gZstríca
aiprrrrr.
A veces es difícil distinguir u.ru ópH
de una EGV (o de una
EVAG). El patrón de mosaico de fondo
CASTROPATíA PORTAL H I PERTENSIVA
_'' y tu áist.iUrción pro_
Y ECTASIA VASCUTAR CÁSTNICÁ ximal son más frecuentes en la GpH (t;bla g7_7).
LaEGV es
menos frecuente, aparece,en ausencia de
un patrón de mo_
Los.cambios que se producen en la mucosa saico de fondo y típicamente tiene una
del estómago de localización antral,
pacientes con hipertensión portal incluyen aunque también puede haber lesiones
la gastropatía por_
enla zonaproximal del
talhipertensiva (GpH) y la ectasia gástriéa estómago. Cuando el diagnóstico enOoscópico
uur.itu. (EG\). Con sea incierto, se
toda probabilidad, ambas lesionés son recomienda obtener biopsias de la mucosa.
diferentes, tal como El estudio histo_
se demuestra por sus características
lógico de la EGV muestra capilares mucosos
histológicas y por las di- dilatados con
ferencias en la respuesta a la TIpS. fa upa.iciá., zonas focales de trombos de fiúrina
o ectasia combinados con
de una lesión proliferación de células fusiformes22l. En
análoga a la GpH en el colon se denomina.áioputiu el intestino delga-
portal hi_
pertensiva (véase capítulo 35).
El diagnóstico de las GpH se basa en la
presencia de un
patrón característico en mosaico de la Tabla 87-7 Comparación de una gastropatía portal
mucosa gástrica en la
endoscopia. Este patrón se caractedza por h¡pertensiva.(CpH) y una ectasia gástrica
pequeñas zonas po_
ligonales con un borde deprimiOo. Suierp'uáJá,
u.rt" patrón vascular (EGV)
en mosaico podemos encontrar lesiónei
rojas puntiformes Característica
que normalmente miden más de 2 GPH EGV
mm de diámetro. La GpH
se considera leve cuando sólo encontramos Distribución Estómago proximal Estómago distal+
el patrón en mo_
saico y grave cuando también se ven las Patrón en mosaico Presente
,rrurihu, roias dis_ Signos de color rojo Presente
Ausente
cretas superpuestas2l8 (f,gura S7_17). Se Presentes
desconoce la etiopa_ Signos en la biopsia
de la GPH, pero su desarrollo se correlaciona
loSe"¡, con la 0e mucosa
de la cirosis, aunque no necesariamente
{ur1¡i-On con el grado gástrica
de disfunción hepática. La irecuencia
Ae CIU áespués del tra_ Trombos .ffi
tamiento endoscópico de las varices esofágicas Proliferación
está aumen_ + ++
tada, posiblemente como consecuencia de células
de lá mayor
-' duración
de
la fin_elensión portal en estos pa.i..rter fusiformes
En la EGV se pueden.rre. ug.egaáos FibrohialinOsis
de vasos ectásicos en la +++
exploracióncndoscópica a moáo áe manchur.o¡u, Tratamiento Betabloqueantes
sin un fondo ¿Antrectomía?
en mosaico2le. Cuando se conf,rma la presencif TIPS
de los agrega_ ¿Trasplante de hrgado?
dos en el antro del estómago se utilizá
el término ectasia vas-
cular det antro gástrico (EVA-G) (véanse v¿scul¿r del antro gásrrico {EVAC).
.upíi;il; 13 y 35). Los :lctasi.a
TIPS, derivación portosistémica intrahepática
transyugular.

:9

.s

'a

,i
tr
U
t
U
:fil:i'"':i signos de color rojo. B. La gastrJpatr, portar reve
hip;,,J;;; oá,"r?,"í"?::i.H;rza por un aspecto de se cara*eriza por un aspe*o
U
o :l#,::i::::,,"'+Lt",t::[::]51'J'i"-:i1j;:[[ii[,[::Sl*::;,.,1j:,]:t:,ll.hiperrensiva
superpuestas empedrado con manchas rojas

*d
Hemorragia crónica relacionada con EGV
:1

Reposición de hierro

Hemoglobina estable

No Sí

Continuar con la
reposición de hierro

¿El paciente depende Continuar con EGV localizada.


de las transfusiones? el betabloqueante Plaquetas > 45.000/mmg
INR < 1,4

Continuar con el hieno


y con el betabloqueante;
tránsfusiones
según necesidades

Figura B7-18 Algoritmo para el tratamiento de la hemorragia cróni-


ca de una gastropatía portal hipertensiva. CPH, Sastropatía portal hi-
pertensiva; Tl PS, derivación portosistém ica i ntrahepática transyu gu lar. Continuar
con el hierro
¿El paciente es candidato
a un trasplante de hígado? y transfus¡ones
de eritrocitos;
do se pueden encontrar lesiones ectásicas similares que pro- termeablación
vocan una pérdida aguda o crónica de sangre digestiva. según
necesidades
Tratamiento
La GPH es Ia responsable de una cuarta parte de todos los casos
de hemorragia (aguda y crónica) en pacientes con hiperten-
sión portal, pero de menos del 10olo del total de los episodios Figura B7-19 Algoritmo para el tratamiento de una hemorragia cró-
agudos de sangrado. La presentación más común es la de nica por ectasia Bástrica vascular (ECV). xEctasia vascular del antro
gástrico (EVAC). lNR, índice internacional normalizado.
una hemorragia crónica lenta con anemia. En estos momen-
tos no se recomienda el tratamiento farmacológico para pre-
venir la hemorragia (profilaxis primaria) en los pacientes con sidades de transfusiones22s. La dosis habitual es de 35 pg de
una gastropatía hipertensiva portal grave. En estudios pe- estradiol más 1 mg de noretindrona al día. Como este medi-
queños se ha propuesto que el octreótido puede ser útil para camento se toma diariamente, no existe riesgo de una he-
controlar la hemorragia agudazzz y se recomienda utilizar be- morragia vaginal por deprivación. En algunos casos raros, la
tabloqueantes para prevenir la pérdida crónica de sangre en aparición de ginecomastia dolorosa limita el uso de esta com-
pacientes que sangran por una GPH importante223'224. Ctart- binación en los varones. En aquellos pacientes que conservan
do los pacientes dependen de transfusiones a pesar del trata- la función de síntesis hepática y que continúan sangrando a
miento con betabloqueantes y suplementos de hierro, se puede pesar del tratamiento termoablativo y de la combinación de
implantar una TIPS (figura 87-18). La TIPS disminuye la ne- estrógenos y progesterona, se puede realizar una resección qui-
cesidad de transfusiones y consigue revertir las lesiones de la rúrgica del antro. La TIPS no reduce el riesgo de hemorragia
mucosa en el estudio endoscópico22o. en pacientes con EGV y se asocia a un riesgo importante de
El tratamiento de la EGV es más problemático. El trata- encefalopatíahepáticazzo. Por tanto, no se recomienda im-
miento inicial consiste en recuperar los depósitos de hierro plantar una TIPS como tratamiento de la EGV. Sin embargo,
y administrar transfusiones de eritrocitos para tratar la ane- la EGV se revierte con el trasplante de hígado, incluso en
mia sintomática. Si las lesiones son localizadas, el recuento de presencia de hipertensión portal, lo que indica que esta afec-
plaquetas es mayor de 45.000/mm3 y el INR es menor de 1,4, ción está relacionada con la insuficiencia hepática más que
puede ser útil el tratamiento termoablativo, por ejemplo me- con la hipertensión porta!ae'226.
diante coagulación con plasma de argón (figura 87 -19). La
configuración habitual de Ia coagulación con plasma de argón
es una energía de 60-90 W y un flujo de gas de 1 a 2 litros BIBTIOGRAFíA
por minuto. Si los parámetros de la coagulación no son ópti-
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:.i:---*-:?1* I

CAPírU IO
BB Ascitis y periton¡tis
bacteriana espontánea
Bruce A. Runyon

f¡¡orcr orl cnpfrulo


Patogenia de la ascitis 1 935 Celulitis
.1935
1954
Ascitis cirrótica Ascitis a tensión 1 955
Ascitis no cirrótica '1935 Derrames pleurales -1955
Características clínicas 1 936 Hernias de la pared abdominal 1 955
Anamnesis 1936 Tratamiento de Ia ascitis .1955
Exploración física 1937 Ascitis con gradiente bajo de albúmina '1955
Diagnóstico 1937 Ascitis con gradiente alto de albúmina 1956
Paracentesis abdominal 1937 Ascitis refractaria 1 958
Análisis del Iíquido ascítico 1939 Resumen del tratamiento de la ascitis en pacientes
Diagnóstico diferencial 1946 con cirrosis 1960
Complicaciones 1947 Pronóstico 1961
Infección 1947

La ascitis es una palabra de origen griego (askos) y hace refe_ relacionar con los sensores de volumen. Los animales poseen
rencia a una bolsa o un saco. Este nombre describe la acu_ sistemas sofisticados para detectar y conservar las presiones de
mulación patológica de líquido en el interior de la cavidad pe- perfusión vascular y la osmolaridad intravascular, aunque Ia ca_
ritoneal. El adjetivo ascítico se utiliza iunto a Ia palabra ttqiiao pacidad del organismo para detectar los cambios del volumen
para describir el líquido en sí mismo. intravascular (especialmente, la sobrecarga de volumen) es Ii_
mitada y está relacionada con los receptores de presión. Esta
situación podúa explicar en parte la paradoja de una sobrecar_
ga de volumen muy llamativa con un tráfico nervioso simpá-
tico y unas concentraciones hormonales que indicarían Ia eiis-
o:-clrl!:lRRóJrcA tencia de una depleción de volumen intravascular.
,

La ascitis aparece en pacientes con una cirrosis como conse-


cuencia de la secuencia de sucesos que se describen en la figu_
ASClIrs No clRRollcA
ra 88-1. La teoría más reciente sobre Ia formación del líquido
ascítico, Ia
"hipótesis de la vasodilatación arterial periféiica,, El mecanismo de la retención de líquido en pacientes con
propone que las dos hipótesis más antiguas, las teorías del in_ ascitis relacionada con procesos malignos depende de ta lo_
frallenado y del excedente de flujo, son correctas pero que cada calización del tumor. La carcinomatosis peritoneal parece cau_
una de ellas actúa en distintas etapasl. La primeraánomilía que sar ascitis por la producción de un líquido proteináceo por las
se desarrolla parece ser la hipertensión portal. La presión pbr_
células que recubren el peritoneo y el 1íquido extracelular entra
tal aumenta por encima de un umbral crítico y aumentan las en Ia cavidad peritoneal para restablecer el balance oncóti_
:9
concentraciones de óxido nítrico circulante. Este óxido nítrico co. EI líquido se acumula en los pacientes que tienen metás_
.! provoca vasodilatación2. A medida que empeora el estado de tasis hepáticas masivas debido a Ia hipertensión portal cau-
la vasodilatación, aumentan las concentraciones plasmáticas sada por la estenosis o por la oclusión de 1as venas portales
'6
de las hormonas vasoconstrictoras que inducen la retención de por los nódulos tumorales o por embolias tumoralesl. En los

sodio, se detedora la función renal y se forma líquido ascítico, pacientes que tienen un hepatocarcinoma, la ascitis se pro_
es decir, se produce la descompensación.
tr duce por la hipertensión portal relacionada con la cirrosis sub_
tU En una situación de sobrecarga de volumen en un paciente yacente, con Ia trombosis de la vena porta inducida por eI
0
con cirrosis y ascitis, la explicación de la excitación neurohu_ tumor o por ambos mecanismos. La ascitis quilosa de los pa_
U
o moral (que es característica de la depleción de volumen) se puede cientes con un linfoma maligno parece estar causada poi la
:GB§k Sección lX Hí8ado

Trastorno cau§ante
I Óxidq nltrico Cirrosis (con o sin infección) B5
Varios trastornos relacionados con
la hipertensión portal (incluido un
Vasodilatación o
57o de casos con dos causas)
Cardiopatía 3

Carcinomatosis Peritoneal 2
Retención renal de sodio
Varios trastornos relacionados
con la hipertensión no Portal
I Actividad nerviosa Sobrellenado del
simpática, renina, volumen intravascular Datos tomados de Runyon BA, Montano AA, Akriviadis EA, et al: The serum
aldosterona ascites albumin gradient is superior to the exudate-transudate concept
in the differential diagnosis of ascites. Ann lntern Med 117:215, 1992'

Formación de la ascitis

Figura BB-f Patogenia de la ascitis en el marco de la cirrosis' HP, hi- aparecer al inicio de la hepatopala alcohólica, en el estadio pre-
pertensión portal. cirrótico, en el cual la hipertensión portal y la predisposición
resultante a la retención de sodio son reversibles con la absti-
nencia alcohólica8. La predispósición a la retención de líquidos
obstrucción de los ganglios linfáticos por el tumor y por la ro- en la hepatopatía alcohótica precirrótica desaparece cuando
se reduce o interrumpe el consumo de alcohol'
tura de los vasos linfáticos que contienen el quilo.
La ascitis puede complicar la insuñciencia cardíaca de alto Cadavez son más los datos que indican que Ia cirrosis no
o de bajo gasto o el síndrome nefrótico. Al igual que la cirro- alcohólica también puede ser reversible con un tratamiento
sis, el volumen de sangre arterial eficaz parece estar disminui- efrcaze, pero no se sabe si los hígados cirróticos no alcohóli-
do y se activan los sistemas de vasopresina y renina-aldostero- cos desómpensados pueden volver a ser un hígado normal'
na y el sistema nervioso simpáticoa. Estos cambios provocan la Hay muchos pacientes con cirrosis y ascitis que requerirán un
vasoconstricción renal y la retención de sodio y agua. Enton- trasplante de hígado.
ces, el líquido <<rezuma>> desde los sinusoides hepáticos con- Se ¿eUe interrogar a los pacientes con ascitis en busca de
gestionadbs en forma de linfa, como sucede en la ascitis cirrótica' factores de riesgo de hepatopatía distintos del alcohol, como
La tuberculosis, la infección por Chlamydia y la coccidioido- el consumo de drogas por vía intravenosa, transfusiones de
micosis causarían la ascitis mediante la producción de un li sangre, relaciones homosexuales, acupuntura, tatuaies, per-
quido proteináceo, como sucede en la carcinomatosis perito- foración de oreias y país de origen. Normalmente, la causa
neal. La peritonitis bacteriana espontánea no parece causar de la ascitis en uná muler de edad media o mayor es la cirro-
acumulación de líquido y la infección se desarrolla únicamente sis inducida por una hepatitis vírica como consecuencia de
en caso de que haya una ascitis preexistente. una transfusión de sangre antigua, a menudo olvidada' Otra
En los pacientes con una ascitis pancreática o biliar, el lí- causa de cirrosis «criptógena» y ascitis es Ia EHNA que se pro-
quido se acumula por la pérdida det iugo pancreático o biliar duce como consecuenciá de una obesidad de larga duraciónlo'
en la cavidad peritoneal o se forman secundariamente a una Hay muchos pacientes que han sido obesos y que pierden
«quemadura química" del peritoneo. Después de la cirugía ab- espontáneamente entre 2O y 40 kilos cuando se descompen-
dominal, especialmente tras una disección retroperitoneal ex- sa su hepatopatía. Es posible que no se piense en una cirrosis
tensa, se puede haber seccionado vasos linfáticos que liberan relacionada con la EHNA, a menos que el médico pregunte
linfa durante cantidades variables de tiempos. El mecanismo sobre el peso corporal máximo alcanzado a lo largo de la vida
de desarrollo de la ascitis en esta situación es similar al de la y el peso habitual durante la edad adulta. Si se obtiene una
ascitis quilosa maligna, es decir, la fuga desde los linfáticos. anamnesis médica minuciosa y se realizan los estudios de la-
boratorio apropiados, el porcentaie de pacientes con cirrosis
consideradá criptógena se aproximará a cerolo.
En los pacientes que tienen una historia larga de cirosis
estable y en los que se desarrolla súbitamente una ascitis se
ANAMNESIS debe sospechar el desarrollo de un hepatocarcinoma que ha
precipitado la descomPensación.
La mayoría de los pacientes (aproximadamente el 85o/o) con En los pacientes con ascitis y antecedentes de cáncer se sos-
ascitis en EE. UU. tienen cirrosis. Las causas más frecuentes de pechará una ascitis relacionada con el proceso maligno. Sin em-
la cirrosis son la alcohólica, la hepatitis C crónica y la estea- bargo, haber padecido un cáncer en el pasado no garantiza el
tohepatitis no atcohólica (EHNA) relacionada con la obesidad. origen maligno de Ia ascitis. Por eiemplo, los pacientes con cán-
Como la obesidad se está desarrollando de forma epidémica, cer de pulmón relacionado con el tabaco y antecedentes de abuso
cabe esperar que la EHNA se convierta en la causa más fre- de alcohol pueden tener ascitis por una cirrosis. En los cánce-
cuente de cirrosis. Hay muchos pacientes que tienen dos de res de mama, pulmón, colon y páncreas es normal encontrar
estas afecciones y algunos tendrán las tres6'7. Aproximada- una ascitis que complica el cuadro3. El dolor abdominal es una
mente en el l,5olo de los casos con ascitis se identifica una causa característica que ayrda a distinguir las causas' La ascitis rela-
no hepática parcla retención de líquido (tabla 88-1). cionada con los procesos malignos suele ser dolorosa, mien-
La ascitis se desarrolla con frecuencia durante un primer epi- tras que la ascitis cirrótica no lo es, a menos que se presente una
sodio de descompensación de una hepatopatía alcohólica. Puede peritoniüs bacteriana o una hepatitis alcohólica superpuestas'
Capítulo BB Ascitis y peritonitis baeteriana espontánea :i

Los antecedentes de insuf,ciencia cardíaca puede plantear la En los pacientes con ascitis siempre hay que explorar las
posibilidad de una ascitis cardíaca. Los alcohólicos en los cuales venas del cuello. La miocardiopatía alcohólica con ascitis car-
se desarrolla ascitis pueden suftir una miocardiopatía alcohó- díaca puede simular una cirrosis con ascitis; la presión veno-
lica o una hepatopala alcohólica, pero normalmente no ambas. sa yugular colabora a este aspecto del diagnÓstico diferen-
La peritonitis tuberculosa suele manifestarse con ñebre y cial. La pericarditis constrictiva es una de las pocas causas
dolor abdominal. Muchos pacientes afectados son inmigran- curables de ascitis. La mayoría de los pacientes con ascitis car-
tes recientes de una zona endémica. En EE. UU., más de la díaca muestran una distensión venosa yugular muy impor-
mitad de los pacientes con una peritonitis tuberculosa tienen tante, aunque no será visible en algunos casos que tendrán
una cirrosis alcohólica subyacente que puede contribuir a la unas presiones venosas centrales tan altas que las venas de
formación del líquido ascítico. su frente hacen protrusión sobre la parte superior del crá-
hemorrá-
La ascitis se presenta en pacientes con pancreatitis neo. Cuando aparece, se puede encontrar edema periférico en
gica aguda o con una rotura de un conducto pancreático por los pacientes con hepatopatía en las extremidades inferiores
una pancreatitis crónica o un traumatismo. A menudo tam- y en ocasiones puede afectar también a la pared abdominai.
bién se puede desarrollar una ascitis problemática en un pe- Los pacientes que tienen síndrome nefrótico o insuficiencia
queño porcentaie de pacientes en hemodiálisis. En el síndro- cardíaca pueden tener un edema corporal global (anasarca).
me de Fitz-Hugh-Curtis, causado por Chlamydia o por gonorrea,
puede aparecer una asciüs inflamatoria en muieres sexualmente
activasll. En los pacientes en los cuales la ascitis y el anasarca
se desarrollan en el marco de una diabetes se debe sospechar
una ascitis nefrótica. La ascitis en un paciente con signos y sín- Aunque el diagnóstico de ascitis se puede sospechar a partir
tomas de mixedema iustifica la realización de pruebas de fun- de la anamnesis y la exploración física, la conflrmación final
ción tiroidea. La ascitis también puede complicar la serositis se basa en el éxito de la paracentesis abdominal o en la de-
de un paciente con una enfermedad del telido conjuntivol2. tección de Ia ascitis en el estudio radiológico. La determina-
ción de las causas de la ascitis se basa en los resultados de la
anamnesis, la exploración física y el análisis del líquido ascí-
EXPLORACIÓN TíSICN tico. En general, se necesitan pocas pruebas más.

A partir de la anamnesis y del aspecto del abdomen, el diag-


nóstico de la ascitis se puede sospechar con facilidad y nor- PARACENTESIS ABDOMI NAL
malmente se confirma en la misma exploración física. En pre-
sencia de un abdomen lleno y protruyente se deben percutir lndicaciones
los flancos. Si el grado de matidez del flanco es mayor de lo La paracentesis abdominal con un análisis apropiado del lí-
habitual (es decir, si el nivel de aire-líquido percutido es mayol quido ascítico es, probablemente, el método más rápido y ren-
de lo normal en la cara lateral del abdomen con el paciente table para el diagnóstico de Ia causa de la ascitis. Además, la
en decúbito supino), el explorador deberá buscar el signo de paracentesis de vigilancia realizada en el momento del ingreso
la.oleada", maniobra que no es necesaria en ausencia de una puede detectar una infección inesperada, ya que es muy po-
matidez en los flancos. Antes de que se detecte Ia matidez, sible la infección de líquido ascítico en un paciente cirrótico
deben haberse acumulado hasta 1500 ml de líquido13. Si no que ingresa en el hospitalls. No todos los pacientes con una
existe matidez en el flanco, las posibilidades de que el paciente infección det líquido ascítico están sintomáticos, muchos pue-
tenga ascitis son menos del L00lo, y en ese caso no vale la pena den tener síntomas sutiles, como una confusión leve que sólo
rcalizar una prueba de la o1eada13. nota la familia. La detección de la infección en un estadio asin-
La distensión gaseosa del intestino, un panículo grueso y tomático precoz reduce la mortalidad, por lo que se debe ob-
una masa ovárica pueden simular la presencia de la ascitisl4. La tener una muestra de líquido ascítico en todos los pacientes
distensión gaseosa debe ser fácilmente evidente en la percu- ingresados o ambulatorios con ascitis de nueva aparición y en
sión, mientras que las masas ováricas normalmente provocan todos los pacientes con ascitis que ingresan en el hospital.
flancos timpánicos con matidez central. Un abdomen obeso La paracentesis se debe repetir en aquellos pacientes (hospi-
puede mostrarse difusamente mate a la percusión y puede ser talizados o no) en los que los síntomas, signos o alteraciones
necesaria la ecograffa abdominal para determinar la presencia de analíticas hagan sospechar el desarrollo de infección (p. ej.,
líquido. Además, Ia velocidad de aumento de tamaño del perí- dolor o sensibilidad abdominal, fiebre, encefalopatía, hipo-
metro abdominal puede ser útil, ya que la ascitis se desarrolla tensión, insufrciencia renal, acidosis o leucocitosis periférica)'
en días o semanas, mientras que el engtosamiento del omento
y el panículo tarda entre meses y años. A medida que aumenta Contraindicac¡ones
d
E el porcentale de pacientes con ascitis y obesidad, también Se reconocen pocas contraindicaciones de la paracentesis.
aumentará el uso de la exploración ecográñca para detectar la La coagulopatía es una posible contraindicación, aunque la
p presencia o ausencia de líquido. La ecografia permite detectar mayoría de los pacientes con ascitis cirrótica tendrán coagu-
cantidades de tan sólo 100 ml de líquido en el abdomenls. lopatía, y si la coagulopatía leve o moderada se concibiera
La presencia de eritema palma¡ angiomas en araña de gran como una contraindicación a la paracentesis, serían pocos los
,6
tamaño y pulsátiles, venas colaterales grandes en la pared ab- pacientes con cirrosis que se someterían a este procedimien-
s
dominal o fetor hepático hacen sospechar una hepatopatía to16. En mi opinión, Ia coagulopatía debería impedir la para-
parenquimatosa e hipertensión portal. Las venas grandes en la centesis sóIo en presencia.de una flbrinólisis clínicamente evi-
tr dente o una coagulación intravascular diseminadal6, afecciones
u espalda del paciente indican un bloqueo de la vena cava; una
,a
U que aparecen en menos de una por cada 1000 paracentesis.
masa inmóül en el ombligo, lo que se conoce como nódulo de
U
@ la hermana María /osé, indica una carcinomatosis peritoneal. No disponemos de datos sobre el valor límite de los paráme-
Ei
g §ffi Sección lX Hígado
- -^

tros de coagulación por encima del cual se debería evitar la el izquierdo. Cuando se realiza una paracentesis terapéutica se
paracentesis. La ascitis sanguinolenta no suele aparecer en pa- puede obtener más líquido utilizando una zona de introducción
cientes que tienen una prolongación importante del tiempo de la aguja en un cuadrante rnás inferior que en la línea media.
de protrombina, ni siquiera después de varias paracentesis. La agula se debe situar a varios centímetros de una cica-
Los pacientes con cirrosis sin una coagulopatía clínicamente triz quirúrgica, ya que puede penetrar en un'intestino adhe-
evidente no sangran en exceso en los lugares de los pincha- rido a Ia superficie peritoneal del abdomen cerca de la cica-
zos con aguias, a menos que se perfore un vaso'6. trizls. Una cicatriz larga en la línea media impide la realización
Los estudios realizados sobre las complicaciones de Ia pa- de la paracentesis media, mientras que una cicatrización de
racentesis en pacientes con ascitis han permitido documen- apendicectomía impide Ia utilización del cuadrante inferior
tar la ausencia de muerte o infecciones causadas por esta téc- derecho, en general.
nicals'16. En estos estudios tampoco se han descrito episodios Normalmente, yo prefiero elegir una zona situada en el cua-
de hemoperitoneo o de penetración intestinal con la aguja de drante inferior izquierdo, dos traveses de dedos por encima
paracentesis. Las complicaciones descritas han consistido sólo y en dirección medial a la espina ilíaca anterosuperior. En
en hematomas en la pared abdominal en el 2o/o de las para- un paciente con varias cicatrices abdominales se puede ne-
centesis, aunque el7lo/o de los pacientes tenían un tiempo de cesitar el control ecográfico.
protrombina normal y el 21o/o tenían un tiempo de protrom- Si el paciente no tiene sobrepeso, prefiero utilizar una aguia
bina prolongado en más de 5 segundosl6. La frecuencia de de metal estándar de 3,75 cm y calibre 22. La paracentesis de
complicaciones puede ser mayor cuando la paracentesis se rea- los pacientes obesos requiere el uso de una aguia más larga, por
liza por un operario sin experiencia. ejemplo, una de 7,5 cm y calibre 22. Las agujas de acero son
Las transfusiones de hemoderivados (plasma fresco conge- preferibles a las cánulas con üna vaina de plástico porque las
lado o plaquetas) que se realizan de manera sistemática antes vainas de plástico se pueden desprender en la cavidad perito-
de la paracentesis en pacientes cirróticos con coagulopatia, pte' neal, con el riesgo potencial de acodamiento y obstrucción del
sumiblemente para prevenir complicaciones hemorrágicas, ca- fluio del líquido cuando se retira la cánula. Las aguias de metal
recen de datos que las apoyen. Como el hematoma que nece- no perforan el intestino a menos que este esté adherido a una
sita transfusión de sangre se desarrolla sólo en el 1olo de los casos cicatriz o en presencia de distensión gaseosa importante.
que se someten a una paracentesis sin haber recibido una trans-
fusión proflláctica de plasma o plaquetas, se deben administrar Técnica de la paracentesis diagnóstica
aproximadamente entre 100 y 200 unidades de plasma fresco El uso de paños estériles, traie, gorro y mascarilla es opcional,
congelado o plaquetas para prevenir la transfusión de aproxi- pero los guantes deben ser estériles cuando se realice una para-
madamente dos unidades de hematíes. centesis. Se desinfecta la piel con una solución yodada y se in-
filtra iunto al tejido subcutáneo con un anestésico local. El mismo
Colocación del paciente y elección del lugar de entrada envase estéril de los guantes se puede ut-tlizar como campo es-
y de la aguja téril sobre el que colocar las jeringas, agujas, gasas y otros ma-
El volumen de líquido que hay en el abdomen y el grosor de la teriales. Los cultivos de líquido ascítico muestran con frecuen-
pared abdominal determinarán, en parte, la colocación del pa- cia el crecimiento de contaminantes cutáneos cuando no se usan
ciente durante la preparación del procedimiento. Los pacien- guantes estériles. En los frascos de hemocultivo crecerá un único
tes con un gran volumen de ascitis y paredes abdominales finas microorganismo viable hasta niveles detectables.
pueden ser «pinchados» con éxito en decúbito supino con la ca- Para prevenir la pérdida de líquido cuando se extrae la agula
beza de la cama o de la mesa de exploración ligeramente ele- es necesario utilizar una técnica especial. Lo que antes se de-
vada. Los pacientes que tienen menos líquido se pueden colo- finía como «trayecto en zeta» inducía a confusión sobre la téc-
car en decúbito lateral, realizándose la punción en la zona media nica precisa: no consiste en manipular Ia aguia hacia arriba
o en el cuadrante inferior derecho o izquierdo en decúbito su- y hacia abaio, ya que dañaría los tejidos. Esta técnica de in-
pino (véase más adelante). Los pacientes en los que existe poca serción de.la aguja se consigue desplazando (con una mano
cantidad de líquido se pueden pinchar con éxito sólo cuando protegida con un guante) la piel aproximadamente 2 cm hacia
se ponen en decúbito prono o bajo control ecográfico16. abaio para insertar a continuación lentamente Ia aguja de pa-
La elección del lugar para introducir Ia aguja ha ido cam- racentesis montada sobre una ieringa que se sujeta con la otra
biando a lo largo de los años debido a la mayor prevalencia de mano. La mano que sujeta la jeringa la estabiliza y retrae si-
obesidad y a la frecuencia de paracentesis terapéutica.Lapara- multáneamente el émbolo. Se necesita una mano firme y cier-
centesis de los pacientes obesos plantea problemas especiales, ta experiencia. La piel se suelta sólo cuando la aguja ha pe-
ya que en ellos la pared abdominal es sustancialmente más grue- netrado en el peritoneo y fluye el líquido. Cuando se retira
sa en la línea media que en la parte inferior de los cuadrantes la aguia, la piel recupera su posición inicial y sella la trayec-
en la exploración ecográfica1'. la pared abdominal puede ser in- toria de la aguja (si la aguja se introdujera directamente en
cluso más gruesa que los 7,5 cm que mide la aguja de paracen- el peritoneo desde la superficie de Ia piel, el líquido podría
tesis. Además, en la exploración física resulta dificil determi- salir con facilidad porque su trayectoria sería recta).
nar Ia presencia o ausencia de ascitis en los pacientes obesos y La aguja debe avanzar lentamente a través de la pared ab-
la ecografía es útil para confirmar la presencia de líquido y para dominal en incrementos de -5 mm, lo que permite al operario
guiar la aguja de paracentesis para obtener una muestra del ver si se perfora algún vaso sanguíneo para retirar la aguia in-
inismo18. Preferiblemente, la aguja se inserta en el cuadrante in- mediatamente, antes de provocar más daños. La inserción lenta
ferior izquierdo en lugar del iuadrante inferior derecho por- también permite que el intestino se aleie de la aguja, con lo que
que el ciego puede estar distendido debido a la formación de gas se evita la perforación intestinal. Se deben rcalizar aspiracio-
como consecuencia de Ia lactulosa utilizada en el tratamiento. nes intermitentes con la jeringa conectada a la aguja durante
Además, es más probable que el cuadrante hferior derecho tenga la inserción, ya que si se aplica una aspiración continuada se
alguna cicatriz quirúrgica (r. ei., por una apendicectomía) que puede ürar del intestino o el epiplón hacia el extremo de la aguia
Capítulo BB Ascitis y peritonitis bacteriana espontánea

en qranto esta penetre en la cavidad peritoneal, con lo que se la cavidad peritoneal en los teiidos blandos y puede aparecer
obstruiría el flujo y la paracentesis no tendría éxito. Una inser- algo de líquido serosanguinolento en el cono de la agula o en
ción lenta también da tiempo a que un peritoneo elástico haga los tubos. Cuando esto sucede, se debe apagar labomba o poner
una especie de "tienda, sobre el extremo de la aguia y que esta una pinza en el conducto que conecta con el frasco de vacío.
1o pueda perforar. Las causas más ftecuentes de fracaso de la pa- EI conducto se retira de la.aguja y se gira esta unos grados. Si el
racentesis son Ia aspiración continua durante la inserción de la flulo no reaparece, se gira la aguia un poco más. Si el fluio sigue
aguia y una inserción o retirada rápidas de la misma antes de sin aparecer, se va introduciendo la aguja en incrementos de 1
que se pueda perforar el peritoneo. Si el operario está seguro o 2 mm hasta que se vea un goteo enérgico del líquido en el
de que Ia punta de la aguia ha penetrado lo suficiente pero no cono de Ia agula. Entonces se lrrelve a conectár el tubo y se ex-
sale líquido, debe girar Ia aguia y la ieringa 90'para perforar el trae más líquido. En ocasiones, el líquido no se puede aspirar
peritoneo, lo que permitiría Ia salida de líquido. pero gotea desde el conector de la aguia. En este caso, se deja
Utilizando una o más ieringas se obtienen unos 30 ml de que el líquido vaya goteando en un recipiente estéril para su
líquido. Personalmente, yo prefiero :utrlizar una jeringa de 5 o recogida, como se hace con una punción lumbar.
10 ml para la porción inicial de la paracentesis diagnóstica y A medida que se extrae el líquido, el intestino y el epi-
después cambio esta ietinga por otra de 20 o 30 ml para obte- plón se van acercando a la aguia y finalmente bloquean el
ner el resto de Ia muestra. La utilización inicial de la ieringa pe- flujo de líquido ascítico. Entonces es necesario colocar al pa-
queña permite controlar melor la situación y ver el líquido con ciente de tal manera que la gravedad haga que el líquido des-
mayor facilidad cuando entra en el cono de la jeringa. La le- cienda hacia la aguja. Para aumentar al máximo la cantidad
ringa y Ia aguja conectada se extraen a continuación del ab- de Iíquido extraída es útil recolocar al paciente varias veces
domen y se retira la aguia y se desecha. Después se coloca una durante unq paracentesis total y para reducir al mínimo el ries-
aguja estéril en una jeringa de mayor tamaño y se inocula la go de lesiones a los intestinos o vasos sanguíneos se evita ma-
cantidad apropiada de líquido en cada par de frascos de he- nipular excesivamente la aguja.
mocultivo preparados al efecto (véase más adelante). Nor- Después de haber obtenido muestras de líquido para su
malmente, se inoculan entre 5 y 10 ml en frascos de 50 ml y estudio, se pueden extraer entre 2 y 4 litros de líquido para
10-20 ml en frascos de 100 ml. La siguiente alícuota se intro- aliviar Ia presión de una ascitis a tensión en pacientes con
duce en un tubo de "tapón púrpura" con ácido etilenodiami- ascitis de nueva aparición o sensible a diuréticos y se prescri-
notetracético para proceder al recuento de células y Ia última be una dieta pobre en sodio y diuréticos para reducir el líquido
alícuota se introduce en un tubo de utapón rojo" para el análi- aún más (véase más adelante). Si se sabe que el paciente es
sis bioquímico. La inoculación de los frascos de cultivo prime- resistente a los diuréticos se realiza una «paracentesis total»,
ro con una aguja estéril reduce al mínimo la contaminación' es decir, se extrae todo el líquido al que se tenga acceso. Si
El líquido se debe introducir rápidamente en el tubo que con- no se extrae todo, habrá que repetir la paracentesis poco des-
tiene el anticoagulante para evitar su coagulación, ya que en un pués (véase más adelante el apartado «Ascitis refractaria»).
Iíquido coagulado no se puede rcalizar el recuento de células.

Técnica de Ia paracentesis terapéutica ANÁLrsrs DEt tíeutDo ASCíTIco


La paracentesis terapéutica es similar a la diagnóstica, pero se
utiliza una aguia de un calibre mayor y se requiere otro tipo de Aspecto macroscópico
equipo adicional. En el paciente que no tiene sobrepeso pre- EI líquido ascítico no neutrocítico (es decir, un recuento de
fiero utilizar una aguja de metal estándar de 3,75 cm de longi- neutrófllos en líquido ascítico menor de 250/mm3 [0,25 x 10'/!)
tud y calibre 16-18. Los pacientes obesos pueden necesitar una es transparente y ligeramente amarillento (figura 88-2). El lí-
aguja más larga, por ejemplo, 8,2 cm y calibre 18. Recientemente quido ascítico con una concentración de proteínas muy baias
se ha creado específicamente una agu,a con cinco oriñcios de puede no mostrar pigmentación y tiene un aspecto similar al
calibre 15 para la paracentesis abdominal terapéuüca; estas agu- del agua. La opacidad de muchas muestras turbias de líquido
jas pueden sustituir a las aguias espinales que se utilizan ac- ascítico se debe a los neutrófilos. La presencia de estas células
tualmente para las paracentesis en pacientes obesos. Las nuevas Ie confiere un efecto brillante cuando el tubo de vidrio que
agujas tienen un componente intedor añlado extraíble y una contiene el líquido se gira hacia delante y hacia atrás delante
cánula externa roma y su longitud varía entre 7,6 y 15 cm. de una fuente de luz. El líquido con un recuento absoluto de
El método antiguo, que consiste en utilizar una ieringa de neutróf,los <1000/mm3 (1 x 10'/l) puede ser casi transparen-
60 ml, una llave de paso y una bolsa para la recogida, es te- te, mientras que el que tenga un recuento mayor de 5000/mm3
dioso y la utilización de frascos de vacío (1 o 2 litros) conec- (5 x 1O'q/l) es bastante turbio, y el líquido que contiene más
tados a la aguja con un tubo no colapsable es mucho más rá- de 50.000 células/mm3 (50 x 10e/l) se parece a la mayonesa.
pida. El uso de una bomba peristáltica es mucho más rápido Es frecuente que las muestras de líquido ascítico mues-
d
= que los frascos de vacío. A menos que se deje que la aguia se tren una tinción sanguinolenta o sean francamente hemáti-
desplace por vía subcutánea, la aguja (o la cánula roma de cas. El recuento de eritrocitos de 10.000/mm3 (10 x 10e/1) es
acero) se pueden dejar en el abdomen durante la paracente- el umbral parala aparición de un aspecto rosado; con con-
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sis terapéutica sin provocar lesiones. Las agujas o las cánulas centraciones más pequeñas, el líquido es transparente o tur-
de mayor calibre permiten una extracción más rápida del lí- bio y el líquido ascítico que tiene un recuento de eritrocitos
quido, pero dejan defectos mayotes si penetran en vasos o mayor de 20.000/mm3 (2O x 10'g/l) es claramente roio. Hay
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en el intestino de manera inadvertida. muchas muestras de líquido ascítico que son sanguinolentas
L Una vez que el líquido fluye, se debe estabilizar Ia aguia para porque la paracentesis ha sido traumática; estas muestras pre-
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U garantizar un flulo constante. No es infrecuente que el flujo cese sentan estriaciones de sangre y coágulos, a menos que se trans-
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@ de manera intermitente. Con el movimiento respiratorio, la fieran inmediatamente a un tubo que contenga anticoagu-
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o aguja puede seguir gradualmente su camino hacia el exterior de lante (para proceder al recuento de células). Por el contrario,
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Capítulo 88 Ascitis y peritonitis bacteriana espontánea

el líquido ascítico sanguinolento obtenido por una paracen- do se encuentran resultados inesperadamente anormales. En
tesis no traumática o con un pequeño efecto traumático es la figura 82-2se muestra un algoritmo para el anilisis de líquido
homogéneo y no se coagula porque se ha coagulado y el coá- ascítico. EI concepto básico es que las pruebas de cribado se
gulo ya ha sido lisado. Algunos pacientes con hipertensión realizan en la muestra inicial y que las demás se realizan sólo
portal tienen una linfa hepática sanguinolenta, lo que da lugar cuando sea necesario, según vayan indicandb los resultados de
a un líquido ascítico sanguinolento, quizá debido a la rotura las pruebas de cribado. El estudio más pormenorizado puede
de los vasos linfáticos que se encuentran sometidos a una pre- requerfu otra paracentesis, pero como las muestras suelen corres-
sión elevada. Las muestras de los pacientes con hepatocarci- ponder a un líquido ascítico de origen cirrótico no complica-
noma son sanguinolentas homogéneamente, pero sólo el l.0olo do, no se necesita un estudio más pormenorizado en la mayo-
de las muestras de pacientes con carcinomatosis peritoneal ría de los casos. Además, como los laboratorios suelen almacenar
son rojas3. Aunque hay muchos médicos que tienen la im- el líquido durante varios días, las pruebas adicionales se pue-
presión de que Ia tuberculosis da lugar a un líquido ascítico den solicitar sobre este Iíquido conservado.
sanguinolento, en mi experiencia menos del 5olo de las mues- A partir del análisis de costes, las pruebas se pueden cla-
tras de tuberculosis son hemorrágicas. sificar como rutinarias, opcionales, inusuales e inútiles (ta-
EI Iíquido ascítico con frecuencia está cargado de típidos que bla 88-2)1s. El recuento de células es la prueba aislada más útil
le dan un aspecto opaco, con un grado de opalescencia que va- en el líquido ascítico. Para un recuento manual estándar en
ía desde ligeramente turbio a completamente opaco y quiloso. un hemocitómeÍo se necesitan sólo 10 pl de líquido. Por tanto,
Las muestras de líquido opaco lechoso contienen una con- si sólo se puede obtener una gota, se deberá enviar para el
centración de triglicéridos >200 mgldl (2,26 mmol/l), nor- recuento de células, aunque casi siempre se puede obtener más
malmente >1000 mg/dl (11,30 mmol/l). EI líquido que tiene el líquido. EI líquido se debe énviar en un tubo con anticoagu-
aspecto de una leche desnatada diluida tiene una concentra- lante (p. ej., ácido etilenodiaminotetracético) para prevenir
ción de triglicéridos que varía entre 100 mg/dl (1,13 mmol/l) su coagulación. Como la decisión de empezar el tratamiento
y 2OO mgldl, (2,26 mmolll). Una minoría sustancial de muestras antibiótico empírico en caso de sospecha de infección del lí-
de líquido ascíüco cirrótico no es ni transparente ni claramente quido ascítico se basa principalmente en el recuento absolu-
lechosa, Estas muestras opalescentes tienen concentraciones to de neutrófllos (cuyo resultado deberíamos tener en cues-
de triglicéridos ligerarnente elevadas que varían entre 5O mg/dl tión de minutos) más que en el cultivo (que tarda entre 12 y
(0,56 mmolil) y 2N mgldl (2,26 mmolll) 1e. La opacidad de estos 48 horas para demostrar el crecimiento), el recuento de célu-
líquidos no muestra el brillo característico del líquido ascítico las es más importante que el cultivo para la detección y tra-
con un recuento de leucocitos elevado. Los lípidos normal- tamiento precoz de la infección del líquido ascítico.
mente forman capas cuando se deia el tubo de líquido ascíti-
co en la nevera durante 48-72horus. A diferencia de 1o afirmado Recuento de células
en publicaciones más antiguas, lamayoía de los pacientes que Sorprendentemente, la técnica de recuento de células en lí-
tienen una ascitis quilosa u opalescente sufre una cirrosis1e,2o. quido ascítico no se ha estandarizado. Algunos laboratorios
El líquido marrón oscuro con una concentración de bilirru- cuentan las células mesoteliales además de los leucocitos y eti-
bina mayor que la del suero indica normalmente una perfo- quetan Ia suma como «células nucleadas", aunque se desco-
ración biliar2r. Los pacientes con ictericia importante tienen noce la utilidad de los recuentos de células mesoteliales. El re-
un líquido ascítico teñido con bilis, pero la concentración cuento de leucocitos en la ascitis cirrótica no complicada suele
de bilirrubina y el grado de pigmentación son visualmente ser inferior a 500 células/mm3 10,5 x l}e ll)1s,22 (véase figu-
menores que las del suero correspondiente. La ascitis pan- ra 88-2). El recuento de leucocitos se puede concentrar hasta
creática puede estar pigmentada por eI efecto de las enzimas más de 1000 células/mm3 (1 x 10eil) cuando se provoca la diu-
pancreáticas sobre los eritrocitos. A veces hay que eliminar los resis en pacientes con ascitis cirrótica2z, aunque para poder
eritrocitos mediante centrifugación antes de que el sobrena- establecer el diagnóstico de elevación del recuento de leu-
dante cambie de color. El grado de pigmentación varía desde cocitos en el líquido ascítico relacionada con la diuresis, ne-
un color té a un negro intenso en lo que se denomina pan- cesitamos disponer de un recuento de células antes de la diu-
creatitis hemorrágica. El líquido ascítico negro también puede resis, que los linfocitos normales predominen en el líquido y
aparecer en pacientes con melanoma maligno. Ia ausencia de síntomas o signos clínicos inexplicados (como
fiebre o dolor abdominal).
Análisis del líquido ascítico Se dice que el límite superior de la normalidad para el re-
La práctica de ordenar un análisis del líquido ascítico con todos cuento absoluto de neutrófilos polimorfonucleares (PMN) en el
los parámetros posibles a cada muestra obtenida es cara y puede líquido ascítico cirrótico no complicado es menor de 250/mm3
crear más confusión que resultados positivos, en especial cuan- (0,25 x 10'll)",". La breve supervivencia de los pMN da lugar

:9
.!
Recuento de células Cultivo en frascos para hemocultivo Frotis y cultivo de TB pH
,6 Albúmina Clucosa Citología Lactato
Proteínas totales LDH Triglicéridos Colesterol
Amilasa Bilirrubina Fibronectina
ü
tr lrncron (,ram cx,1-antitripsina
U
>
u C Iucosaminoglucanos
U
@ LDH, lactato deshidrogenasa; TB, tuberculosis.
a una estabilidad relativa del recuento absoluto de PMN du- Iactato deshidrogenasa (LDH) y Ia relación entre LDH y pro-
rante Ia diuresisz, por lo que el valor umbral de 250 células/mm3 teínas entre suero y líquido ascítico permita clasificar con exac-
(0,25 x 10'/1) sigue siendo fiable, incluso después de Ia diuresis. titud el líquido ascítico en exudado y trasudado2a.
Se han desarrollado nuevos métodos para estimar o medir
el número de células en el líquido ascítico23. Las «tiras reacti- Gradiente de albúmina en suero y ascitis'
vas» permiten detectar un recuento de PMN en el líquido as- En muchos estudios se ha demostrado que el gradiente de al-
cítico mayor de 250/mm3 (0,25 x 10'g/l) en 90-120 segundos. búmina en suero y ascitis (lo que se conoce como SAAG) per-
También se ha demostrado que los contadores automatizados mite clasificar la ascitis meior que Ia concentración total de
de células son exactos en esta indicación. La mayoría de estos proteínas u otros parámetros2s'z7 (tabla 88-3). Este SAAG se
estudios se ha realizado en Europa y las regulaciones federa- basa en el equilibrio oncótico-hidrostático2s. La hiperten-
les pueden retrasar su uso generalizado en EE. UU. sión portal genera un gradiente de presión hidrostática anor-
Cualquier proceso inflamatorio puede determinar un recuento malmente elevado entre el lecho portal y el líquido ascítico.
elevado de leucocitos en el líquido ascítico. La peritoniüs bac- Entre el líquido ascítico y las fuerzas oncóticas intravascula-
teriana espontánea es la causa más ftecuente de inflamación del res puede existir una diferencia igualmente grande2s. La al-
líquido ascítico y la causa más frecuente de un recuento eleva- búmina ejerce una fuerza oncótica mayor por gramo que la
do de leucocitos en este medio (véase más adelante). El re- que ejercen las demás proteínas. Por tanto, la diferencia entre
cuento total de leucocitos, así como el recuento absoluto de las concentraciones de albúmina en suero y en líquido asci
PMN, está elevado en la peritonitis bacteriana espontánea y tico se correlaciona directamente con la presión portal2s.
los PMN suelen ser los responsables de más del 7Oo/o del re- El cálculo del SAAG implica la medición de la concentra-
cuento total de leucocitos. Además, en Ia peritonitis tubercu- ción de albúmina en las múestras de suero y líquido ascítico
Iosa y en la carcinomatosis peritoneal encontramos un re- y simplemente consiste en restar el valor encontrado en el lí-
cuento total de leucocitos en líquido ascítico elevado, pero quido ascítico del valor en suero. A menos que se haya come-
normalmente con predominio de linfocitos3. tido un error de laboratorio, la concentración de albúmina sé-
En la mayoría de los casos, el líquido ascítico sanguinolento rica siempre es el valor mayor. EI gradiente se calcula con una
es el resultado de una paracentesis ligeramente traumática. La resta y no como un cociente. Si el SAAG vale 1,1 g/dl (11 g/l) o
pérdida de sangte en la cavidad peritoneal provoca un recuento mayo! se puede considerar que el paciente tiene una hiper-
de leucocitos elevado en el líquido ascítico. Como en la san- tensión portal con una precisión aproximada del97o/o26. Ade-
gre predominan los neutrófilos, el recuento diferencial del más, si el gradiente de albúmina séúca-proteínas totales enli-
líquido ascítico puede estar alterado como consecuencia de la quido ascítico es de 1,1 g/dl (11 g/l) o mayor, el paciente tiene
contaminación con la sangre. Para corregir este defecto, se una hipertensión portal porque Ia concentración de albúmi-
resta un PMN del recuento absoluto de PMN en líquido ascí- na en líquido ascítico no puede ser mayor que la concentra-
tico por cada2SO eritrocitos22 (véase frgura 88-2). Si la pérdi- ción de proteínas totales en líquido ascítico. Por el contrario,
da de sangre tuvo lugar en un momento remoto, los PMN se si el SAAG es <1,1 g/dl (11g/l), es improbable que el paciente
habrán lisado y el recuento corregido de PMN dará un resul- tenga hipertensión portal. El SAAG no explica la patogenia de
tado negativo. Si el recuento corregido de PMN en una mues- la ascitis ni tampoco de dónde procede la albúmina, es deciq
tra sanguinolenta es >250 células/mm3 10,25 x loe/l), se debe si es hepática o intestinal. Simplemente, proporciona al mé-
suponer que el paciente tiene una infección. dico un índice indirecto, pero exacto, de la presión portal.
La exactitud de esta prueba es excelente, incluso cuando se
Exudado/trqsudado produce la infección de líquido ascítico, diuresis, paracente-
Antes de los años ochenta del siglo xx, la concentración total sis terapéutica, infusiones intravenosas de albúmina y ante
de proteínas en el líquido ascítico se utilizaba para clasiflcar distintas causas de la hepatopatía26.
Ia ascitis como exudado (>2,5 gldl 125 S/U) o trasudado La medición de la concentración de albúmina en líquido
(<2,5 gldl [25 Sil]). Por desgracia, esta clasificación no fun- ascítico se realiza de manera sistemática en muchos labora-
ciona bien en el líquido ascítico y los términos aplicados nunca torios desde hace más de 20 años. Sin embargo, antes de en-
han sido minuciosamente definidos ni validados. Tampoco se viar el Iíquido ascítico por primera vez a un laboratorio para
ha podido demostrar que la utilización de combinaciones de medir la concentración de albúmina, el médico deberá co-
mentar esta prueba con el químico del laboratorio. Se debe
comprobar la exactitud del método de determinación de al-
búmina con concentraciones bajas (p. ej., <1 g/dl [10 gil)]),
ya que muchos pacientes con ascitis tienen una concentra-
Gradienfe alto Gradiente bajo ción de albúmina sérica del orden de 2 gldl (ZO g/l) y una con-
>1,1 gldl (11 Etll:l <1,1 Eldl (11 g[t centración de albúmina en líquido ascítico del orden de 0 a
1 g/dl (de 0.a 10 g/1). Si un paciente con cirrosis tiene una con-
Cinosis Carcinomatosis peritoneal
Hepatitis alcohélica Peritonitis tuberculosa
centración de albúmina sérica inferior al,l gldl (11 g/l), como
Ascitis cardíaca Ascitis pancreática sucede en menos del lo/o de los pacientes con una ascitis cirró-
Ascitis nmixta» Obstrucción o infarto tica, el SAAG será falsamente bajo.
Metástasis hepáticas masivas intestinal La precisión del SAAG también disminuye cuando las mues-
lnsuliciencia hepática fulminante Ascitis biliar tras de suero y ascitis no se obtienen casi simultáneamente.
Síndrome de Budd-Chiari 5índrome nefrótico Las muestras se deben obtener el mismo día, preferentemente
Trombosis de la vena porta Fuga linfática en el en el plazo de t hora. Las concentraciones de albúmina en suero
Síndrome de obstrucci'ón sinusoidal postoperatorio y en líquido ascítico se modifican con el tiempo, aunque su eva-
Mixedema Serositis en conectivopatías luación es paralela, por lo que Ia diferencia se mantiene estable.
Hígado graso del embarazo
La hipertensión arterial puede dar lugar a un descenso de la pre-
sión portal y a un estrechamiento del SAAG, mientras que los los frascos de hemocultivo con el líquido ascítico se detecta
lípidos interfieren con la determinación de albúmina y la asci- crecimiento en un 80o/o de las mismasls. En muchos estudios
tis quilosa puede dar lugar a un SAAG falsamente elevado. prospectivos se ha demostrado la superioridad del método en
La hiperglobulinemia sérica (concentración de albúmina frascos de hemocultivols y la inoculación a la cabecera del
sérica superior a 5 g/dl [50 S/U) condiciona una concentración enfermo es meior que la inoculación diférida en los frascos
alta de globulinas en el líquido ascíüco, que puede estrechar el de hemocultivo en el laboratorio2e. Actualmente disponemos de
gradiente de albúmina al contribuir a las fuerzas oncóticas. El sondas génicas comercializadas para detectar la bacteriemia y
estrechamiento del gradiente causado por concentraciones altas se espera que su uso también permita una detección rápida
de globulina sérica se produce únicamente en el 1olo de las mues- (30 minutos) y exacta de los microorganismos en el líquido as-
tras de líquido ascítico. Para corregir el SAAG, en caso de una cítico3o, aunque seguirá necesitándose el cultivo parievaluar
concentración alta de globulinas séricas, se usa esta f6rmula27: la sensibilidad del microorganismo a los antibióticos.

SAAG corregido = SAAG no corregido x 0,16 x Proteínas totales


(globulinas séricas [en g/dl] + 2,5) El sistema anticuado de exudado/trasudado de la clasificación
del líquido ascítico, según la concentración total de proteínas
Aproximadamente el 5olo de los pacientes con ascitis ten- en el mismo, es problemáüco. La concentración de proteínas en
drán una ascitis «mixta» (es decir, con dos causas de ascitis) la ascitis cirrótica depende casi por completo de la concentra-
(véase tabla 88-1). La mayoría de estos casos tiene hiperten- ción de proteínas séricas y de Ia presión portal2s. Un paciente
sión portal por cirrosis más otra causa de ascitis, como tu- con cirrosis y una concentración relativamente alta de proteí-
berculosis o carcinomatosis peritoneal26. El gradiente de al- nas en suero tendrá una concentración de proteínas relativa-
búmina es alto (1,1 g/dl [11 gil] o mayor) en Ia ascitis mixta, mente alta en el líquido ascítico. Dada esta relación, casi elZOo/o
reflejando la hipertensión portal subyacente26. de las muestras de pacientes con cirrosis tendrán una concen-
La presencia de un SAAG alto no confirma el diagnóstico tración de proteínas superior a 2,5 gldl (25 gll). La concentra-
de cirrosis, sino que simplemente indica la presencia de hiperten- ción de proteínas totales en líquido ascítico no aumenta du-
sión portal. Se reconocen muchas causas de hipertensión portal, rante la peritoniüs bacteriana espontánea, sino que se mantiene
además de la cirrosis (véanse tablas 88-1 y 88-3). Un SAAG bajo estable antes, durante y después de la infección31. De hecho,
no conf,rma el diagnóstico de carcinomatosis peritoneal. Aun- los pacientes que tienen las concentraciones de proteínas más
que esta es Ia causa más ftecuente, existen otras (véase tabla gg-3). baias en el líquido ascítico son los más sensibles a la peritoni-
El SAAG debe determinarse únicamente en la primera muestra tis espontánea32. Durante la diuresis de 10 kilos la concentra-
de paracentesis de un paciente dado y no es necesario repeürla ción de proteínas totales en líquido ascítico se duplica y el 670lo
en las muestras sucesivas si el primer vator es def,nitivo. Si el pri- de estos pacientes con cirrosis ascítica tendrán una concen-
mer resultado de laboratorio se encuentra en el límite (p. ei., 1 tración de proteínas mayor de 2,5 gldl (ZS Sll) al terminar la
o 1,1. gldl [10 u 11 g/!), normalmente se obtiene un resultado diuresis22. La ascitis se debe a metástasis hepáticas masivas o a
definitivo si se repiten la paracentesis y el análisis. un hepatocarcintrma casi en un tercio de los pacientes con as-
A la hora de clasificar la ascitis, los términos 3ra diente de al- citis maligna, y el líquido ascítico de estos pacientes tiene una
búmina alto y gradiente de albúmina baio deben ir sustituyen- concentración baja de proteínas3. En Ia ascitis cardíaca, la con-
do a los términos
"trasudado" y
,,exudadorr.2s'27. centración de proteínas en líquido ascíüco es >2,S g/dl (25 gil)33.
Por tanto, el método de exudado/trasudado para clasificar
Cultivo Ia ascitis hace que muchos pacientes con cirrosis y ascitis y todos
Antes, el método de cultivo del líquido ascítico se basaba en los pacientes con ascitis cardíaca se clasifiquen en el grupo de
la idea de que la mayoría de los episodios de infección de li exudados y que muchos pacientes con ascitis maligna y esen-
quido ascítico eran polimicrobianos con recuentos altos de cialmente todos los pacientes con ascitis con infección espon-
colonias, como en una peritonitis quirurgica. La infección bac- tánea se clasifiquen como trasudados. Claramente, este méto-
teriana más frecuente del líquido ascítico, Ia peritonitis bacte- do de clasiflcación no resulta útil, mientras que el SAAG clasifica .
riana espontánea, es monomicrobiana con una concentración el líquido según la presencia o ausencia de hipertensión por-
baja de bacterias (mediana del recuento de colonias de sólo taf que es una clasificación mucho más fisiológica e intuiti-
1 microorganismo/ml)28. El método antiguo de cultivo con_ va2s,26.Elgradiente de albúmina permite clasificar Ia ascitis car-
sistía en la inoculación (en el laboratorio de microbiotogía) díaca en una categoría de SAAG alto, similar a una ascitis
de tres placas de agar y de algún caldo con algunas gotai de cirrótica. El SAAG alto de la ascitis cardíaca parece ser el resul-
líquido. Se puede predecir que este método es insensible para tado de las presiones cardíacas elevadas en el lado derecho. El
detectar infecciones monomicrobianas con recuentos bájos SAAG puede reducirse con la diuresis en pacientes con ascitis
de colonias en el líquido ascítico, como sucedería con la orina cardíaca, lo que no sucede en pacientes con cirrosis.
d
= o con las heces. La peritonitis bacteriana se parece más a una La combinación de proteínas totales, glucosa y el LDH en l
bacteriemia en términos del número de bacterias presentes y líquido ascítico es muy útil para distinguir entre una perito-
p el cultivo de líquido ascítico como si fuera sangre obtiene un nitis bacteriana espontánea y una perforación intestinal con
.N rendimiento altol's,28'2e . pérdida del contenido del intestino hacia la ascitis34 (figu-
De hecho, la sensibilidad del cultivo para detectar el creci- ra 88-3). Los pacientes con un tíquido ascítico neutrocítico,

miento bacteriano en la ascitis neutrocítica (es decir, líquido en los cuales el cuadro clínico hace sospechar una peritoni-
ascítico con un recuento de pMN de 250 células/mm3 ¡O,ZS x tis bacteriana (en lugar de una carcinomatosis peritoneal o
I
I 10e/ll o mayor) depende del método utilizado. El método más una peritonitis tuberculosa) y que cumplen dos de los tres cri-
tr
U antiguo de cultivo permitía detectar el crecimiento bacteriano terios siguientes, pueden sufrir una peritonitis quirúrgica y
ú
=
IU aproximadamente en el 500/o de las muestras neutrocíticas, son candidatos a una evaluación radiológica inmediata para
o mientras que con la inoculación a la cabecera del enfermo de determinar si se ha producido una perforación intestinal con
Sección,lX Hígado

Aire l¡bre o extravasación del medio


de contraste en el estudio
radiológlco abdominal

Se cumplen al menos lndicios de


dos de los siguientes: infección loculada
Proteínas totales >1 g/dl (ECO, TC, etc.)
Glucosa <50 mg/dl
LDH > límite superior de
la normalidad

PMN en líquido ascítico


< basal 48 horas
después de tratamiento
antibiótico

Bilirrubina en líquido ascítico >6 mg/dl


y bilirrubina líquido ascÍtico/suero >1

Figura BB-3 Algoritmo para distinguir la peritonitis bacteriana espontánea de la secundaria en pacientes con ascitis neutrocítica (es decir,
uri recuento de neutrófilos de 250 células/mm3 [0,25 x 1Oe/l] o mayor) en ausencia de hemorragia en el líquido ascítico, tuberculosis, carcino-
matosis peritoneal o pancreatitis. ECO, ecografía; LDH, lactato deshidrogenasa; PMN, neutrófilos polimorfonucleares; TC, tomografía compu-
tarizada. (Reproducido con autorización de Akriviadis EA, Runyon BA: The value of an algorithm in differentiatinB spontaneous from secon-
dary bacterial peritonitis. Castroenterology 9B:127,1990. Copyright 1990 by the American Castroenterological Association.)

pérdida de contenido del intestino hacia la ascitis: proteínas ximadamente en torno a 50 UI/13s. En pacientes con pancrea-
totales >1 g/dl (10 g/l), glucosa <50 mg/dl (2,8 mmol/l) y LDH titis aguda o perforación intestinal (con liberación de amila-
mayor que el límite superior de la normalidad en suero34. sa luminal hacia el líquido ascítico), la concentración de ami-
lasa en el líquido ascítico está muy aumentada, normalmente
Glucosa por encima de las 2000 UI/I, y es aproximadamente cinco veces
La molécula de glucosa es suñcientemente pequeña como para mayor que los valores séricos simultáneos3a-36.
difundir con facilidad hacia el interior de las cavidades corpo-
rales con líquidos. Por tanto, la concentración de glucosa en el Tinción de Gram
líquido ascítico es similar a la que se encuentra en suero, a menos La tinción de Gram de los líquidos corporales demuestra la pre-
que la glucosa se esté consumiendo por los leucocitos o bacte- sencia de bacterias sólo cuando hay más de 10.000 bacterias/ml.
rias del tíquido ascítico34. Al inicio de la peritonitis bacteriana La mediana de la concentración de bacterias en el líquido as-
espontánea, la concentración de glucosa en el líquido ascítico cítico de la peritonitis bacteriana espontánea es de sólo 1 mi-
es similar a la que se encuentra en el líquido estéril3a. Por el con- croorganismo/ml, similar al recuento de colonias en la bacte-
trario, en la peritonitis bacteriana espontánea que se detecta riemiaa. Por tanto, solicitar una tinción de Gram en el líquido
en fases más avanzadas de la evolución (al igual que sucede en ascítico para detectar las bacterias en la peritonitis bacteriana
caso de perforación intestinal hacia el líquido ascítico), Ia con- espontánea es igual que solicitar una tinción de Gram en san-
centración de glucosa en el líquido ascítico cae normalmente gre para detectar la bacteriemia. Las bacterias se detectan en la
hasta 0 mg/dl (0 mmol/l) debido a la presencia de un gran nú- tinción de Gram sólo cuando existe una infección abruma-
mero de neutrófrlos estimulados y bacterias3a. dora, como sucede en la peritonitis bacteriana espontánea o
en la sepsis neumocócica con asplenia. La tinción de Gram en
Lactato de shidrogenasa el líquido ascítico es más útil para el diagnóstico de una per-
La molécula de LDH es demasiado pequeña como para entrar foración libre del intestino hacia el líquido ascítico, en'cuyo
en el líquido ascítico con facilidad desde la sangre3a y Ia con- caso se encuentran sábanas de muchas bacterias diferentes. La
centración de LDH en líquido ascítico suele ser menor que la tinción de Gram del sedimento centrifugado de 50 ml de as-
mitad de Ia concentración sérica en la ascitis cirrótica no com- citis sólo üene una sensibilidad del 10olo para encontrar las bac-
plicada. En la peritonitis bacteriana espontánea la concentra- terias en una peritonitis bacteriana espontánea28.
ción de LDH en líquido ascítico aumenta debido a Ia liberación
de LDH por los neutrófrlos y la concentración en líquido as- Frotis y cultivo para tuberculosis
cítico es mayor que la que aparece en suero. En la peritonitis El frotis directo de líquido ascítico para detectar micobacterias
secundaria, la concentración de LDH es incluso mayor que la casi nunca es positivo, debido alarareza de Ia peritonitis tu-
observada en la peritonitis bacteriana espontánea y puede berculosa y a la baja concentración de micobacterias en el li
ser varias veces mayor que la concentración sérica de LDH34. quido ascítico en la peritonitis tuberculosa3T. En las publica-
ciones más antiguas se indica que se debe cultivar L litro de
Amilaso líquido. Sin embargo, el tubo de centrífuga más grande que
En la ascitis cirrótica no complicada, la concentración de ami- seencuentra en la mayoría de los laboratorios sólo tiene una
lasa en el líquido ascítico suele ser la mitad que la sérica, apro- capacidad de 50 ml. En general, se centrifuga sólo una alícuota
de 50 ml y se cultiva el sedimento obtenido. A diferencia de ritonitis bacteriana espontánea, aunque se suele encontrar un
la sensibilidad cercana al 500/o para el cultivo de micobacterias predominio de linfocitos en la ascitis relacionada con el pro-
en líquido ascítico con el procesamiento óptimo, la laparos- ceso maligno. La citometía de flulo y el enriquecimiento mag-
copia con histología y cultivo de las biopsias peritoneales tiene nético del líquido ascítico como adyuvantes para la citología
una sensibilidad que se acerca al 1,000/o para la detección de pueden aumentar aún más la precisión diagnósticaa1.
la peritonitis tuberculosa3T. La peritonitis tuberculosa se puede
confundir con facilidad con una peritonitis bacteriana es- Triglicéridos
pontánea porque ambas afecciones se asocian a dolor abdo- La concentración de triglicéridos se debe medir cuando encon-
minal y fiebre y porque la mitad de los pacientes con perito- tramos un líquido ascítico opalescente o francamente lechoso
nitis tuberculosa tienen cirrosis. Sin embargo, un cultivo (véase figura 88-2). Por definición, la ascitis quilosa tiene una
bacteriano negativo y el predominio de células mononuclea- concentración de triglicéridos mayor de 200 mgldl(2,26 mmol/l)
das en la fórmula aportan las claves para el diagnóstico de Ia y es mayor que la concentración sérica; normalmente, la con-
peritonitis tuberculosa. Actualmente se dispone de sondas de centración es mayor de 1000 mg/dl (1 1,30 mmol/l)4z. En
ADN para detectar micobacterias y es probable que sustituyan las muestras de líquido ascítico estériles que están ligera-
a los métodos de detección más antiguos38. No obstante, aún mente turbias sin elevación del recuento de células (es decir,
seguiremos necesitando los cultivos para determinar Ia sensi- opalescentes), la concentración de triglicéridos está elevada,
bilidad a los fármacos antimicrobianos. 64t4Omgldl(O,72+O,45 mmol/l), comparado con 18 t 9 mg/dl
(O,ZO ! 0,10 mmol/l) en Ia ascitis cirrótica transparente.
Estudio citológico
En el pasado, se suponía que la ascitis maligna estaba causada Bikrntbina
únicamente por Ia carcinomatosis peritoneal y las metástasis La concentración de bilirrubina debe medirse en un líquido as-
hepáücas masivas y el hepatocarcinoma superpuesto a una cirro- cítico que tenga un color marrón osürro. La concentración de
sis no se reconocían como causas de la ascitis maligna. En estos bilirrubina en el líquido ascítico mayor de 6 mg/dl (102 pmol/l)
estudios no se comparaba el análisis citológico con una prue- y mayor que la concentración sérica de bilirrubina indica una
ba diagnóstica de referencia como una autopsia, laparotomía perforación biliar o intestinal alta hacia el líquido ascítico21'34.
o laparoscopia y se decía que el estudio citológico tenía una sen-
sibilidad cercana sólo al 600/o para detectar la ascitis maligna3e. Pruebas que raramente resultan de utilidad
Sin embargo, cabe esperar que los estudios histológicos pue- Se propuso que algunas pruebas eran útiles para el análisis
dan detectar los procesos malignos sólo cuando las células tu- de líquido ascítico, pero posteriormente se ha demostrado que
morales recubran Ia caüdad peritoneal y se exfolien hacia el no aportan ningún beneficio, como son Ia determinación del
líquido ascíüco, es decir, en la carcinomatosis peritoneal. No es- pH, lactato, fibronectina y colesterol. Los estudios en los que
peramos que este tipo de estudios detecte el tumor cuando no se ha intentado validar el valor del pH y del lactato incluían
ha invadido el peritoneo, como sucede en un hepatocarcinoma pequeños números de pacientes y se utilizaban técnicas de
o en las metástasis hepáticas masivas que provocan ascitis por cultivo deficientes. En los dos estudios más recientes de mayor
hipertensión portal o en el linfoma que provoca la ascitis por la tamaño, que no tienen algunas de las deficiencias encontra-
obstrucción de los ganglios linfáticos3. En un estudio en el que das en los estudios anteriores, se demostró que la determina-
se confrrmó la localización y el tipo de tumor que provocaba ción del pH y de lactato en el líquido ascítico no era útila3,aa.
la ascitis utilizando técnicas estándar, sólo dos tercios de los Exactamente, se encontró que el pH no afectaba a la toma
pacientes que tenían ascitis relacionada con el proceso malig- de decisiones sobre el uso empírico de antibióticos3a.
no tenían carcinomatosis peritoneal, pero casi el 100o/o de los Se ha propuesto que la f,bronectina y el colesterol son útiles
casos de carcinomatosis peritoneal tenía resultados positivos en para detectar la ascitis maligna. La premisa básica aplicada en
el estudio citológico del líquido ascítico; el tercio restante de pa- los estudios de estos marcadores era que la exploración citoló-
cientes con metástasis hepáticas masivas, ascitis quilosa causa- gica del líquido ascítico no es sensible. Por desgracia, el diseño
da por un linfoma o hepatocarcinoma tenía resultados citoló- de los estudios era conflictivo, no se tenían en cuentavarios sub-,
gicos negativos3. Por tanto, la sensibilidad de la citología es grupos de ascitis relacionada con el proceso maligno (p. ej., me-
cercana al 100% para detectar la carcinomatosis peritoneal, pero tástasis hepáticas masivas o hepatocarcinoma con cirrosis) y
es mucho menor para detectar la ascitis relacionada con pro- tampoco se incluyeron grupos control apropiados (p. ei., pa-
cesos malignos causada por otras afecciones distintas de la car- cientes con ascitis causada por otras afecciones distintas de la
cinomatosis peritoneal. Los estudios citológicos no debeían dar cirrosis o de la carcinomatosis peritoneal). Otros estudios han
resultados falsos posiüvos si se realizan con cuidado; de hecho, demostrado que no hay una elevación anormal de las concen-
yo nunca he encontrado un resultado falso positivo. traciones de fibronectina y colesterol en el líquido ascítico de
Como el hepatocarcinoma raramente metastatiza hacia el pacientes con metástasis hepáticas masivasas,a6. Por tanto, estas
d
peritoneo, encontrar una citología positiva en líquido ascítico «pruebas humorales de malignidad» suelen ser negativas en pa-
en un paciente con un hepatocarcinoma es tan infrecuente cientes con ascitis relacionada con procesos malignos y estu-
:9
como para motivar la publicación del casoao. La medición de la dio citológico negativo. Además, los pacientes con una ascitis
.§ concentración sérica de alfafetoproteína (que siempre es mayor no cirróüca y proteínas altas casi siempre tienen elevaciones fal-
en suero que en líquido ascítico) puede ser útil para detectar sas posiüvas de fibronectina y colesterol en el líquido ascíüco14s'46.
'6
el hepatocarcinoma, ya que este parámetro es mucho más sen- El antígeno carcinoembrionario (CEA) en líquido ascítico se
.q
sible que la citología de la ascitis para este propósito3. En la ha propuesto como un marcador útil para detectar Ia ascitis ma-
I ascitis relacionada con un proceso maligno, el líquido puede lignaaT; sin embargo, el estudio en el que se intentó validar esta
tr
U tener un recuento elevado de PMN, presumiblemente porque prueba era defectuoso, así que se necesitan más estudios con
U
las células tumorales muertas atraen a los neutrófilos3. El re- varios subgrupos de pacientes antes de que el análisis del CEA
U
@ cuento elevado de PMN puede provocar confusión con una pe- en el líquido ascítico puede considerarse validado.
I

[, 1946 Sección lx Hígado

ha propuesto la medición de la adenosina de- cualquier causa, cirrótica o no. El análisis del líquido ascítico
Asimismo, se que aparece
pe- de la perforación intestinal es muy diferente del
saminasa como una prueba útit para detectar la tuberculosis (véase-ñgura 88-3)34'
ritoneal. Sin embargo, en EE. UU., donde más del 50% de los uá pedtonitis bacteriana espontánea
cirrosis subya-
"r
Para la supervivencia del paciente es esencial distinguir
la
pacientes con peritónitis tuberculosa tiene una
peritonitii bacteriana espontánea de la péritonitis quirurgi-
de-
iente, se ha demostrado que la concentración de adenosina
samiáasa es demasiado insensible como para resultar útil37' iu m suieto con cirrosis, ya que la peritonitis bacteriana
".r que la
espontánea se trata sólo con antibióticos, mientras
peritonitis quirúrgica se trata con antibióticos y una inter-
vención quirúrgica de urgencia.
,a¡*g§á§f.t'C{}l:slr¡nrrvc tAt,,,,.,. .,,..,-. .r;'i;':Í;l¡::l ¡r'ri'f
El cán&r .s é1 ."spontable de menos del 10olo de los
;*;;@ casos
:+áá;Ááü¡$i,*rr;+r
(véase tabla 88-1). No todos los casos de ascitis re-
la causa de la ascitis en la mayoría de los de ascitis
Aunque la cirrosis es
por los internistas, se encuentra otra causa lacionada con procesos malignos se deben a una carcinoma-
pacientes evaluados y de los
15% de los casos (véase tabla 88-1)' Apro- tosis peritonea¡ las características del líquido ascítico
áe h hepatopatía en él
dependiendo de la fisiopatología de la
i
tratamientos varían,
xlmaOamenie el 5olo de los pacientes tiene dos causas de
asci-
I
(p. ei., una carcinomatosis peritoneal frente a metás-
*mixta'26' Normalmente, estos pacien- ascitis
tis, es decir, una ascitis el apar-
tasis hepáticas masivas)3 (tabla 88-4; véase también
i

tes tienen cirrosis además de otra causa como una


carcinomatosis
tado "Análisis del líquido ascítico")'
i
la
poito.r"ut o tuberculosis pedtoneal (véase tabla 88-1)' Como del
La insuficiencia cardíaca es responsable de menos
t.
5olo
'tuberculosis mortal, pero po-
es una enfermedad potencialmente
pacientes cirró- deloscasosdeascitis.Laascitiscardíacasecaracterizapor
siblemente curable y con ftecuencia aparece en pro-
preexistente, el médico no debe aceptar que un gradiente alto de albúmina, una concentración alta de
ticos con ascitis hematocrito en sangre nor-
lu út i.u causa de la ascitis en un paciente al- teínas en el líquido ascítico un y
la hepatopatíu tienen una
", atípico' Por mal33. Los pacientes con ascitis cardíaca a menudo
cohóiico iebril si el anáIisis del líquido ascítico es
alcohólica con cardiomegalia en la radiogra-
es inu- miocardiopatía
eiemplo, si el recuento de linfocitos en ellíquido ascítico car-
puede haber una peritonitis tuberculosa' La in- fía de tórax y aumento de tamaño de las cuatro cámaras
srratá"rrt. alto, la insuficiencia
díacas en el ecocardiograma. Clínicamente,
terpretación de los resultados del análisis del líquido ascítico
es
presencia de
pero fundamental para cardíaca se puede put"ó. a la cirrosis, incluida la
dificil en pacientes con ascitis mixta, es
no sangrantes y encefalopatía he-
hay pequeñas virices ésofágicas
lograr un diagnóstico y un tratamiento exactos' Además' 'pati.a". La ascitis cirróiica se caracteriza por un gradiente alto
apárte de la cirrosis (como la hepatitis al-
otLs nepatopatías, pero con con-
áe albúmina, como sucede en la ascitis catdíaca,
cohótcá o li insuficiencia hepática fulminante) que pueden proteínas, y los pacientes con cirrosis y
centración baja de
provocar ascitis (véase tabla 88-1)' sangre inferior a!32o/o33.
ascitis tienen un hematocrito
En la figura 88-2 se muestra un algoritmo para el diagnósti-
propone se
' En EE. UU., Ia peritonitis -é¿io "tr
tuberculosa suele afectar a inmi-
co diferencial de la ascitis. El procedimiento que se
grantes asiáticos y luti.tourn..icanos hacia la costa occidental'
puede aplicar en la mayoría de los pacientes con ascitis' inclu- y pacientes
los áfroamericanos de un nivel socioeconómico baio
yendo muctras causas enumeradas en la tabla 88-1' No todos pedtonitis tuberculosa era una enferme-
de ascitis) se de la tercera edad. La
pacientes (como son los que tienen causas raras
con facilidad usando este tipo de algoritmo' dad rara entre 1955 y 1985, pero su prevalencia ha aumenta-
pueden clasificar
do debido al síndrome de inmunodef,ciencia adquirida
(sida)s2.
ilay muchos que tienen una ascitis de origen dudoso en los que'
El500/odelospacientesConperitonitistuberculosatienenuna
flnálmente, ti d"t..tu.át dos o incluso tres causas de ascitis la
(p. ei., insuficiencia cardíaca, cirtosis causada por esteatohepa-
cirrosis subyaiente (es decir, una ascitis «mixta»)' Aunque
pre-
suma mayoría de los pacientes con hepatopatía no muestran una
titis no alcohólica o nefropatía diabéüca)' En estos casos' la hepatotóxicos de los fár-
y disposición especial a sufrir efectos
de los factores predisponentes provoca retención de sodio la toxicidad medicamen-
no tenga la inten- macos antituberculosos, no toleran
agua, incluso aunque cada factor por separado Un
tosa tan bien como los pacientes con hígados normaless3'
sidad suf,ciente como para provocar la sobrecarga de líquidos' muertes innecesarias por una tu-
diagnóstico erróneo provoca
En la mayoría de los casos de ascitis, la causa es la cirrosis' y un trata-
pro- berculosis no tratada, mientras que un diagnóstico
La ascitis cirrótica, especialmente la ascitis cirrótica con
miento excesivos ante la sospecha no demostrada de una pe-
teínas baias, se complica con frecuencia con una peritonitis
ritonitistuberculosa provocan muertes innecesarias por Ia
bacterianá espontánea (véase más adelante)' Hay otras formas
hepatotoxicidaddelaisoniacida'silascircunstanciasclínicas
de ascitis que se complican con una peritonitis espontánea'
(p. ej., flebre en un inmigrante procedente de una zona endé-
por lo que son obleto de publicaciones de casos o pequeñas
ieries dé pacientes en contadas oca§ionesas-so'
ái.á ¿" tuberculosis) y lós resultados del análisis inicial del lí-
quido ascíüco (recuento alto de linfocitos) hacen sospechar una
El intestino se puede perforar con vertido de su conteni-
tuberculosis, se recomienda encarecidamente proceder a unala-
do hacia la colección de líquido de pacientes con ascitis de
paroscopia urgente con estudio histológico y cultivo de las
peritoneal. Si el peritoneo se muestra en
-r"tt.ui de biopsia
ion los aspectos típicos de "semillas de mijo"
Tabla BB-4 Clasificación de la ascitis relacionada la laparoscopia
con procesos malignos y en.,cuerdas de violín,, el tratamiento antituberculoso puede
ao-"rru. inmediatamente. En un paciente con cirrosis se
pre-
Carcinomatosis Peritoneal puede obtener una biopsia peritoneal a ciegas, aunque la
Metástasis hePáticas masivas venas colaterales peritoneales hace que
iencia predecible de
Carcinomatosis peritoneal con metástasis hepáticas masivas potencial y se prefiere la biop-
la biopiia en ciego sea un riesgo
Heoatocarcinoma peritonitis tubercu-
Obstrucción maligna de ganglios linfáticos sia guiada por laparoscopia' La sospecha de
§índror" de sudá-Chiarirnuligno (embolia tumoral en las losies uná de lai pocas indicaciones principales de la laparos-
copia diagnósticala. La coccidioidomicosis peritoneal
puede
venas hepáticas)
simularuna peritonitis tuberculosa, incluso en su aspecto en la dad del tejido conjuntivo, la ascitis del postoperatorio y otras
laparoscopia, y puede aparecer en pacientes sin sidass. entidades más raras. En los casos de una forma yatrógena de
La elevada sensibilidad de la citología de la carcinomatosis ascitis asociada a diálisis peritoneal, el paciente no suele estar
peritoneal y de Ia biopsia guiada con ecografía de las lesio- bajo los cuidados de un gastroenteróIogo. Aunque el síndro-
nes focales hepáticas han obviado la necesidad de la laparos- me de Budd-Chiari se complica normalmente con ascitis, la
copia para detectar el tumor a efectos prácticos3. trombosis de la vena hepática es rara y representa menos del
La ascitis pancreática, una afección infrecuente, se presenta 0,10lo de los casos de ascitis. La ascitis de los pacientes con mi-
en pacientes con pancreatitis aguda grave clínicamente evi- xedema parece estar relacionada con insuflciencia cardíacas8
dente o antecedentes de pancreatitis crónica, o en caso de y el tratamiento del hipotiroidismo cura la retención de lí-
un traumatismo pancreático. No es necesario determinar ami- quidos. La serositis con desarrollo de ascitis puede complicar
lasa en el líquido ascítico en todas las muestras, ya que esta la evolución de un lupus eritematoso sistémico12.
prueba está indicada únicamente en pacientes en los que se La ascitis que aparece después de una cirugía abdominal (a
sospecha una pancreatitis o cuando el líquido ascítico ini- menudo, después de una colecistectomía por una litiasis bi-
cial no es diagnóstico (véase tabla 88-2). Los pacientes con as- liar asintomática y pruebas de función hepática anormales)
citis pancreática relacionada con el consumo de alcohol tam- es un modo frecuente de presentación de una cirrosis pre-
bién tienen una cirrosis alcohólica subyacente. La ascitis viamente no diagnosticadas. La resección del hepatocarcino-
pancreática con frecuencia es neutrocítica y también puede ma sobre una cirrosis suele provocar la descompensación he-
complicarse por una infección bacteriana. Los pacientes con pática, lo que, con demasiada frecuencia, es el inicio de una
un recuento de neutrófilos en líquido ascítico de 250 célu- espiral descendente que termina en la muertese.
las/mm3 (O,25 x 10e/1) o mayor deben recibir una cobertura La administración inténsiva de hormonas para inducir Ia
antibiótica empírica, al menos hasta que se pueda explicar ovulación provoca la ascitis del «síndrome de hiperestimula-
la causa de la elevación del recuento de neutrófllos. ción ovárica"60. Otras causas raras de asciüs son el síndrome
La ascitis nefrógena es una forma mal conocida de ascitis POEM (polineuropatía, organomegalia, endocrinopatía, com-
que se desarrolla en pacientes que se someten a hemodiáli- ponente M y cambios cutáneos) y el síndrome hemofagocí-
siss6. En una evaluación minuciosa se detecta que la mayoría tico61'62. Este último es un síndrome raro que normalmente se
de estos pacientes tiene otra causa de ascitis, normalmente ci- presenta en pacientes con leucemia o linfoma y que puede
rrosis por abuso de alcohol o hepatitis C. La presencia de quedar enmascarado como una cirrosis descompensada62.
una segunda causa de sobrecarga de líquidos explica por qué La ascitis que reaparece y que no se resuelve después del
estos pacientes desarrollan ascitis, mientras que Ia mayoría de trasplante de hígado parece deberse a una obstrucción relati-
los pacientes en diálisis no. va del fluio de salida venoso hepático o a una hepatitis C, pero
Aunque el síndrome nefrótico solía ser una causa frecuente con frecuencia queda sin resolver63'64.
de ascitis en la infancia, es rara en los adultossT. Cuando se pre-
senta en los adultos, normalmente encontraremos una segun-
da causa de la ascitis, igual que sucede en la ascitis nefrógenas7.
El líquido ascítico normalmente se caracteriza por una con-
centración baia de proteínas y un gradiente baio de albúmina INFECCIÓN
y se puede complicar con una peritonitis bacteriana espontánea.
La peritonitis por Chlamydia (o raramente por gonococos) La infección de líquido ascítico se puede clasificar en cinco
se debe sospechar en las mujeres ióvenes sexualmente acti- categorías según los resultados del cultivo de la ascitis, del
vas que acuden con fiebre y ascitis neutrocítica con proteínas recuento de PMN y de la presencia o ausencia de una fuente
altas y gradiente bajo sin signos de hepatopatía11. Esta infec- quirúrgica de infección (tabla 88-5). Antes de establecer un
ción responde rápidamente al tratamiento con doxiciclina por diagnóstico fiable de infección del líquido ascítico se debe
vía oral y es una de las pocas causas curables de ascitis. rcalizar una paracentesis abdominaly analizar el líquido as-
En algunos pacientes, la acumulación patológica del líquido cítico y no es adecuado establecer el «diagnóstico clínico" de
se desarrolla en la cavidad peritoneal como consecuencia de infección de líquido ascítico sin una paracentesis.
una fuga a partir de una víscera rota (p. ei., la «ascitis biliar»
como consecuencia de la rotura de la vesícula biliar)21,34. El Clasificación
análisis del líquido ascítico es fundamental para el diagnós- De los tres subtipos de infección espontánea del líquido asci
tico preoperatorio de esta afección (véanse el apartado ante- tico, el prototipo es la peritonitis bacteriana espontánea. EI
rior, «Análisis del líquido ascítico", y figura 88-3). diagnóstico de peritanitis bactuiana espontánea se establece cuan-
La ascitis quilosa se desarrolla cuando los linfáticos intrab, do existe un cultivo positivo de líquido ascítico con un re-
dominales que contiene el quilo se rompen. En las publicacio- cuento absoluto elevado de PMN en el mismo (es decir, al
c nes más antiguas se proponía que esta forma de ascitis se debe menos de 250 células/mm3 [0,25 x L0'll]) sin signos de una
a un proceso maligno casi en el9}o/o de los casosa2. Por el con- fuente intrabdominal de infección que pudiera someterse a
p trario, la cirrosis es la causa de la ascitis quilosa en más del 90%
.§ de los pacientes que yo he visto (véase tabla 88-l¡zoze. Se supo-
ne que el flujo y la presión altos en los conductos linfáticos
'6
son Ia causa de la rotura de los vasos linfáticos en los pacientes
§
con cirrosis. Además, durante la cirugía retropedtoneal y la ci Peritonitis bacteriana espontánea
r rugía pélvica radical de los pacientes con cáncer se pueden sec- Ascitis bacteriana no neutrocítica monom icrotriana
tr Ascitis neutrocítica con cultivo negativo
u
tr cionar los vasos linfáticos, lo que provoca ascitis quilosa. -
Otras causas de ascitis son la diálisis peritoneal ambulato- Peritonitis bacteriana secundaria
J
U Ascitis bacteriana polimicrobiana (perforación intestinal con aguja)
o ria, el síndrome de Budd-Chiari, el mixedema, la enferme-
i-
§etcié.* lX'. FtÍgado

tratamiento quirúrgicols. Cuando Correia y Conn acuñaron el lica). La cirrosis por todas las causas se puede complicar por
término «peritonitis bacteriana espontánea" en 1975, su ob- una infección espontánea del líquido ascítico, mientras que la
ietivo era distinguir esta forma de infección de la peritonitis infección espontánea de la ascitis no cirrótica es suficiente-
quirúrgica6s, una distinción importante. Por tanto, aunque mu- mente rara como para ser objeto de publicaciones de casosa8-so.
chos pacientes con peritonitis bacteriana espontánea tienen Esencialmente, todos los pacientes con un'a peritonitis bac-
un foco de infección (p. ei., infección de vías urinarias o neu- teriana espontánea tienen una elevación de la concentración
monía), el diagnóstico de peritonitis bacteriana espontánea sérica de bilirrubina y un tiempo de protrombina anormal y
sigue siendo apropiado a menos que el foco requiera una in- una clasificación de la cirrosis B o C de Child-Turcotte-Pugh1s.
tervención quirurgica (p. ej., rotura de una víscera). Yo no he La ascitis parece ser el requisito previo para el desarrollo de la pe-
encontrado ningún caso convincente de peritonitis bacteria- ritonitis bacteriana espontánea y es improbable que la peritonitis
na espontánea polimicrobiana y en todos los pacientes que preceda al desarrollo de la ascitis. La infección suele desarro-
se suponía que tenían una peritonitis bacteriana espontánea llarse cuando el volumen de Ia asciüs alcanza su nivel máximo.
y en cuyo cultivo inicial del líquido ascítico crecían más de un La peritonitis bacteriana secundaria y la ascitis bacteriana
microorganismo, se demostró finalmente que tenían una pe- polimicrobiana pueden aparecer en el marco de una ascitis de
ritonitis quiúrgica o que había un error en los resultados del cualquier tipo. EI único requisito, además de Ia presencia de la
cultivo (p. ei., un germen patógeno más un contaminante o ascitis, para que se desarrolle una peritoniüs bacteriana secun-
dos morfologías de colonias de una única especie de bacteria). daria es una fuente intrabdominal quirurgica de la infección3a.
El criterio para el diagnóstico de una ascitis bacteriana no fieu- Este tipo de infección puede ser el resultado de una perforación
trocíticq (ABNN) incluye el cultivo positivo de líquido ascítico intestinal con Ia agrrja cuando se realiza una paracentesis6s.
para un único microorganismo, un recuento de PMN en líquido
ascítico inferior a 250 células/mm3 (0,25 x 10e/1) sin indicios de Patogenia
una fuente intrabdominal de la infección que pudiera recibir Desde los años noventa del siglo xx, la causa esquiva de la pe-
tratamiento quirurgico66. En la bibliografía más anügua, la ABNN ritonitis bacteriana espontánea ha quedado más clara y co-
se agrupaba con la peritonitis bacteriana espontánea o se eti nocemos parcialmente la patogenia de las formas espontá-
quetaba como una «asciüs bacteriana asintomática". Como mu- neas de la infección del líquido ascítico (figura 88-4). Las
chos de los pacientes con asciüs bacteriana presentan síntomas, evidencias existentes en la actualidad indican que las formas
parece inadecuado utilizar el adjetivo «asintomático». espontáneas de infección de líquido ascítico son resultado del
La ascitis neutrocítica con cultivo negativo (ANCN) se diag- sobrecrecimiento del microorganismo específico en el intes-
nostica cuando en el cultivo del líquido ascítico no crecen bac- tino, de Ia "traslocación" del microbio desde el intestino a los
terias, el recuento de PMN en el líquido ascítico es de 250 cé-
lulas/mm¡ (0,25 x 10e/l) o mayor, no se han administrado
antibióticos (ni siquiera una única dosis) y cuando no se ha
podido identificar ninguna otra explicación para la elevación
del recuento de PMN en la ascitis (p. ei., una hemorragia hacia
Ia ascitis, carcinomatosis peritoneal, tuberculosis o pancreati-
¿Alteración de
la
-J
oermeabilidad?
W IV
Bacterias en ganglios
\ Alteración de la flora

tis)67. Esta variante de infección del líquido ascítico raramente linfáticos mesentéricos
se diagnostica cuando se utilizan medios de cultivo sensibleszS. I
Y
La peritonitis bacteriana secundaria se diagnostica cuando Bacterias en linfáticos
el cultivo del líquido ascítico es positivo (normalmente para abdominales
varios microorganismos), el recuento de PMN es de 250 cé- I
V
lulas/mm¡ (0,25 x 10e/l) o mayor y se ha identiñcado una causa
Bacterias en el
intrabdominal susceptible de tratamiento quirúrgico como conducto torácico
fuente primaria de la infección (p. ei., intestino perforado o
absceso perinéfrico)34. La importancia de distinguir esta va-
riante de la peritonitis bacteriana espontánea radica en que la
peritonitis secundaria normalmente requiere una interven-
ción quirurgica de urgencia (véase también capítulo 36).
La ascitis bacteriana polimicrobiana se diagnostica cuando
aparecen varios microorganismos en la tinción de Gram o se
cultivan en el líquido ascítico y el recuento de PMN es menor
de 250 células/mm3 (O,25 x 10'/l)uu. Este diagnóstico se debe
sospechar cuando la paracentesis es traumática o inusualmente
dificil por la presencia de íleo o cuando se aspiran heces o aire
Ascitis bacteriana
en la ieringa de paracentesis. La ascitis bacteriana polimicro-
biana es esencialmente diagnóstica de una perforación in-
Mala actividad
testinal por la agula de paracentesis. de opsoninas 4*o^ol^".S'r::rr;xili3'
I de opsoninas
Situación clínica
Las variantes espontáneas de la infección del líquido ascítico
+
+ I
PBE ANCN Ascitis estéril
(peritonitis bacteriana espontánea, ANCN y ABNN) aparecen no neutrocítica
únicamente en el marco de una hepatopatía grave. La hepa- Figura BB-4 Patogenia propuesta de la infección espontánea del
topatía suele ser crónica (cirrosis), pero puede ser aguda (in- líquido ascítico. ANCN, ascitis neutrocítica con cultivo negativo;
suficiencia hepática fulminante) o subaguda (hepaütis alcohó- PBE, peritonitis bacteriana espontánea.
Capítulo 0B Ascitis y peritonitis bacteriana espontánea

ganglios linfáticos mesentéricos y de la consiguiente


apari_ que el método más antiguo de curtivo mediante
ción de una bacteriemia espontánea con colonización inoculación de
de un placas de agar y caldo probablemente requiera
líquido ascítico susceptible¿e,70 (véase figura gg_4). al menos 100 mi_
croorganismos/mlz8, aunque hay un piqueRo porcentaje
Unavez que la bacteria peneúa en elIíquido del de
abdomen, muestras de líquido ascítico neutrocítico en las
por la vía que sea, se produce una batala éntre que no crecen
los factores de bacterias aunque se utilicen los métodos de cultivó
virulencia del microorganismo y las defensas inmunitarias óptimos. En
del huésped71. La concentración de proteínas
un estudio sobre la paracentesis secuencial rápida (antes
en líquido ascí_ de
iniciar el tratamiento con antibióticos) de pacientes
tico no cambia con el desarrollo de uña infección con ANCN
esptntánea;i. se demostró que, en la mayoría de los
El líquido ascítico pobre en proteínas (es decir, casosl el recuento de pMN
el contenido caía espontáneamente y los resultados del cultivo
de proteínas que es menor Oe t g/Ot se mante-
¡fOg/u) es particularmen_ nían negativos en la segunda muestraTs. Cuando
te susceptible a la peritonitis bacterianaispontánear2. se utilizan téc-
La acti_ nicas de cultivo sensibles, la ANCN parece ser
vidad antimicrobiana endógena (actividaá de opsoninas) el resultado de
del un tratamiento antibiótico previo (aunque sea una
líquido ascítico humano se correlaciona directamente sola do_
con Ia sis), un volumen inadecuado de líquido inocurado
concentración de proteínas en el líquido71 y los pacientes o de la re-
que solución espontánea de una peritonltis bacteriana
tienen una actividad de opsoninas áeficiente erel espontánea
líquidois_ en la cual se realiza la paracentesis después
cítico están predisprrestos al desarrollo de una peritonitis de que todas las bac_
bac_ terias han sido eliminadas por las defensas dál huésped,
teriana espontánea72y, por el contrario, aquellos pero
casos con una antes de que se hubieranormalizado el recuento
actiüdad detectable de opsoninas en el úquido ascítico de pMN.
pare_ La patogenia de la peritonitis bacteriana secundaria
cen estar protegidos frente al desarrollo de la peritonitiibac_ es
más evidente que la de la peritonitis bacteriana
teriana espontánea, a me-no-s que se expongan a microorga_ espontánea.
Cuando el intestino se perfora, miles de milloneJ
nismos particularmente virulentos (corno S;lmonella)so,71,72" de bacte_
riasinu-ndan el líquido ascítico. En ausencia de una perfo_
Los estudios realizados tanto en pacientes
como en anima_ ración franca, las bacterias pueden atravesar los planos
les con cirrosis demuestran que h AbNN es frecuente66 fr de
y qite te¡idos inflamados y penetran en el líquido. La patogenia
la mayoría de los episodios áe ascitis bacteriana que de la
aparecen ascitis bacteriana polimicrobiana también es
tanto en pacientes como en ratas se resuelven evidenteá. fu usui;
sin tratamiento de paracentesis penetra en el intestino y el
antibiótico66,73. El líquido se'uelve estéril contenido de este
sin el aumento de se libera hacia la ascitis.
PMN. Aparentemente, los mecanismos de defensa
del hués_
ped son capaces de erradicar las bacterias invasoras
en la ma_ Síntomas y signos
yoría de los casos. Es probabre que la infección
no controlada Aunque el87o/o de los pacientes con una peritonitis
se desarrolle únicamente cuando las defensas bacteriana
son débiles o el espontánea están sintomáticos en el mómento
microorganismo es virulento (véase figura gg_4). probablemente, en el que se
diagnostica la infección, los síntomas y signos
la ascitis bacteriana sea más frecuená que la peritonitis de la infección
bacte_ a inenudo son sutiles, como sucede, poie¡eápto,
riana espontánea y es lógicopensar que et tiquiOo con el discreto
ascítico pro_ cambio en el estado mental66. Si no se rcalizáunaparacentesis
cedente de una cirrosis es col,onizadó periódicamente
por bac- rápidamente, se ietrasan el diagnóstico y el tiatamiento
terias y que, casi con la misma frecuencia, esta de la
colonizáción se ascitis infectada, dando lugar a menudo a ia muerte
resuelve. La entrada de pMN en el líquido podría del paciente.
indicar la in_ Los síntomas y signos que se manifiestan en las cinco
capacidad de los macrófagos peritonáales de varian_
controlar la infec_ tes de infección de líquido ascítico se enumeran
ctón7a. La mayoria de los episodios de
ABNN pu.".", resolver_ en la tabla gg_6.
§e en ratas cirróücas y en pacientes,
mientras que la peritonitis Prevalencia
bacteriana espontánea no tratada resulta
mortat con frecuen_ Desde los años ochenta del siglo xx, la
cia. En resumen, la ABNN probablemente
representa una etapa
rcalización de para-
precoz de la infección del líquido ascítico centesis sistemáticas en el momento de la hospitalización
que se puede resol_ de
los pacientes con ascitis ha aportado datos
ver_a ANCN o progresar a peritonitis sob're la prevalen_
bacterána espontánea. cia de la infección de líquido ascítico. En los
años ochenta del
,.Lamayoria de los episodios de ANCN se diagnostican me_ siglo xx, aproximadamente el roo/o delos pacientes
diante métodos de cultivo insensibles, puru con asci-
tÁ cuales el nú_ tis estaban infectados en el momento ¿" * ingreso
mero de bacterias es insuficiente para alcanzar hospita_
el umbral de la lario; del de pacientes que tienen cirrosis, aproxi-
capacidad de detección28. La inoiulación :"b_C.lqo
de líquido ascítico madamente elZTo/o tenían infecciónis. En estos
en dos frascos de hemocultivo permite la
detección de un único momentos, Ia
prevalencia ha disminuido significativamente
microorganismo en la alícuotá cultivada de debido a las me-
líquido, mientras didas que se toman para prevenir la peritonitis
bacteriana

I
Frecuencia (%)*

§íntoma o signo PBE


Peritonitis Ascitis bacteriana
Ascitis bacteriana ANCN
,N secunda¡ia polimicrobiana
Fiebre 6B 57 50
'6 Dolor abdominal 49 JJ 10
Sensibi lidad abdominal
32 7) 67

39 ?1 10
Rebote 44 50
10 10
5 0
ü Alteración del estado mental 17 0
tr 54 50
U 61 JJ
tU *Datos presentados 0
@
como 7o del número total de pacientes en ese grupo.
U .11 cultivo nesativo; eae, peritonitis bacteriana espontánea.
@
A)li;::,1::"Xi:"".1:,Í
Datos tomados de las referenci as 3C, O6_dg.
:
i

a
Á
Frecuencia (Yo)*
Ascitis no neutrocítica Perilo nitis bacferiana
Microorganismo PBE bac te riana m o n o mi c rob hn a secundaria PBE con Dl§

Monomicrobiana
Escherichia coli 37 27 20 0
7 7
Klebsiella pneumoniae 17 11
Neumococos 12 9 0 2g
Streptococcus vi ridans 9 2 0 0
0 7 13 0
Staphylococcus aureús
Varios gramnegativos 10 14 7
Varios grampositivos 14 30 0 50
0 53 7
Polimicrobian¿ 1

*Datos presentados como 7o del número total de pacientes en ese grupo.


DlS, deicontaminación intestinal selectiva; PBE, peritonitis bacteriana espontánea
Datos tomados de las referencias 28, 66,76.

espontánea (véase más adelante). De los pacientes en los que


se obtiene un cultivo positivo de líquido ascítico, aproxima-
damente dos tercios tienen un líquido ascítico neutrocítico
(peritonitis bacteriana espontánea) y un tercio tiene ABNN66. Síntomas o signos de infección conv¡ncentes
La frecuencia de ANCN depende principalmente de la técni- Recuento de ñeutrófilos en líquido ascítico >250/mm3
ca utilizada para el cultivo (véase más adelante)' La ascitis bac- (0,25 x 1O'g/l) o prueba de tira reactiva positiva
teriana polimicrobiana aparece únicamente en 1 de cada 1000
paracentesis y la peritonitis bacteriana secundaria se encuen-
tra únicamente en el Oo/o al 2o/o de los pacientes con ascitis naria) que se asocian a la cirrosis son los factores de riesgo para
en el momento del ingreso hospitalariols'34. el desarrollo de la infección bacteriana.
La propia paracentesis se ha propuesto como un factor de
Bacteriología riesgo para Ia infección del líquido ascítico, aunque este ries-
Escherichia colí, los estreptococos (principalmente, neumococos) go teórico no se ha podido confirmar en estudios prospectivos
y Klebsiella causan la mayoría de los episodios de peritoniüs bac- iobre las complicaciones relacionadas con Ia paracentesisl6. El
teriana espontánea y ABNN en pacientes que no reciben una diagnóstico de peritonitis bacteriana espontánea es estadísti-
descontaminación intestinal selectiva (tabla 88-7); por defini- camente más probable con la primera paracentesis que con las
ción, en la ANCN encontramos un cultivo negativo y la ascitis punciones sucesivasl6. Las infecciones del líquido ascítico in-
polimicrobiana es polimicrobiana. La diferencia más evidente ducidas por aguja no se presentan a menos que la aguia de
entre las formas espontáneas y las formas secundarias de in- paracentesis penetre en el intestinol6'68; por fortuna, esta com-
fección de líquido ascítico (peritoniüs secundaria y ascitis bac- plicación aparece únicamente en una de cada 1000 paracen-
teriana polimicrobiana) es que las primeras siempre son mo- tesis. Se podría esperar que las bacterias de la flora cutánea
nomicrobianas y las últimas suelen ser polimicrobianas. Aunque como SthaPhylococcus aureus se aislaran si Ia técnica deñcien-
en las publicaciones más anüguas se describía que las bacterias te de paracentesis fuera Ia causa de muchas de las peritonitis
anaerobias estaban presentes aproximadamente en el 60lo de los bacterianas espontáneas, pero los microorganismos de la flora
casos de peritonitis bacteriana espontánea, Ia detección de gér- cutánea se aíslan raramente en el líquido ascítico28. La perito-
menes anaerobios refleiaría casos no reconocidos de peritoni- nitis yatrógena es más probable cuando la aguia de paracen-
tis bacteriana secundaria. En las series más recientes se han en- tesis penetra en el intestino durante una paracentesis difícil.
contrado microorganismos anaerobios aproximadamente en el La hemorragia digestiva es un factor de riesgo poco reco-
1olo de los casos de peritonitis bacteriana espontánea y ABNN28'66. nocido para el desarrollo de una bacteriemia espontánea y una
La descontaminación intestinal selectiva provoca cambios peritonitis bacteriana espontánea. La probabilidad acumula-
en las bacterias aisladas de pacientes en los cuales se desarro- da de infección durante una única hospitalización por he-
lla una infección de líquido ascítico, donde suelen cultivarse morragia es cercana al 4Oo/o78 y el riesgo parece ser máximo
microorganismos grampositivos (véase tabla 88-7)76. 48 horas después del inicio de la hemorragia. El riesgo alto de
infección probablemente está mediado por el incremento in-
Factores de riesgo ducido por el shock en la traslocación de bacterias desde el
Los pacientes con cirrosis están inusualmente predispuestos intestino a las localizaciones extraintestinales. Las infeccio-
a la infección bacteriana debido a la aparición de múltiples nes de vías urinarias también constituyen un factor de ries-
defectos en las defensas inmunitarias. La idea de que la cirrosis go poco reconocido de peritonitis bacteriana espontánea7e.
es una forma de inmunodeficiencia adquirida (en un senti-
do genérico) es bastante novedosa. En un estudio prospectivo Diagnóstico
se observó la aparición de una infecciÓn bacteriana en más EI diagnóstico oportuno de la infección de líquido ascítico re-
del 40o/o de los pacientes consecutivos con cirrosis en el mo- quiere un alto índice de sospecha y un umbral baio para reali
mento del ingreso o durante la hospitalización77 . Las con- zarlaparacentesis. El deterioro clínico, especialmente la fie-
centraciones baias de proteínas totales en el líquido ascítico bre o el dolor abdominal, de un paciente con ascitis debe
y Ia disfunción de la fagocitosis (tanto móvil como estacio- plantear la sospecha de infección y obliga a la paracentesis' Si
Capítulo 8a Ascitis y peritonitis bacteriana espontánea

el recuento de PMN está elevado en el líquido ascítico, el diag- El análisis inicial de líquido ascítico es útil para delimitar aque-
nóstico de partida es infección de líquido ascítico hasta que IIos pacientes que probablemente tengan la rotura de una vís-
se demuestre lo contrario. Aunque la carcinomatosis perito- cera (véase f,gura 88-3), que deberían someterse a una evalua-
neal, la pancreatiüs, las hemorragias hacia la ascitis y la tubercu- ción radiológica para confirmar y localizar et lugar de la rotura
losis pueden provocar la elevación del recuento de pMN en el en los minutos siguientes a la detección dei líquido ascíüco neu-
Iíquido ascítico, la mayoría de los casos de ascitis neutrocítica trocítico, y obtener radiografías simples y en bipedestación del
se deben a una infección bacteriana. El predominio de pMN en abdomen y estudios con un contraste hidrosoluble de la zona
la fórmula leucocitaria apoya el diagnósüco de infección, mien- alta o media del intestino o una TC abdominal. Si se ve una per-
tras que en los pacientes con carcinomatosis peritoneal, pan_ foración, el siguiente paso es la intervención quirurgica de ur-
creatitis y tuberculosis el predominio de pMN en el líquido gencia. El tiempo es crucial, ya que la muerte es casi segura des-
ascítico seía un hallazgo inusual. La elevación del recuento ab- pués de que aparezca el shock séptico y, como era de esperar, el
soluto de PMN en el líquido ascítico con predominio de neu- tratamiento antimicrobiano sin una intervención quirúrgica
trófilos en una situación clínica compatible con una infec- como tratamiento de la rotura visceral no tendrá éxito.
ción debería dar lugar al tratamiento con antibióücos (tabla gg-g; Al contrario de lo que sucede con los pacientes que desarro-
véanse también detalles más adelante en el texto). llan una peritonitis como consecuencia de la perforación de
Aunque Ia peritonitis bacteriana espontánea es aproxima- una víscera, los pacientes con una peritonitis secundaria no
damente seis veces más frecuente que la peritonitis quirúrgi- relacionada con una perforación no suelen tener un análisis
ca en un paciente con ascitis, la peritonitis secundaria se debe inicial de líquido ascítico diagnóstico3a. La necesidad de es-
sospechar en cualquier paciente con una ascitis neutrocítica tablecer el diagnóstico de peritonitis secundaria de los pa-
(véase también capítulo 36). Los síntomas y signos clínicos no cientes que no tienen una perforación libre es menos urgen-
permiten distinguir entre los pacientes que tienen una peri- te y puede haber tiempo para evaluar la respuesta del recuento
tonitis secundaria y aquellos que tienen una peritonitis bac- de PMN en el líquido ascítico y el cultivo del tíquido para el
teriana espontánea (véase f,gura 88-3)34. El abdomen quirúr_ tratamiento con antibióticos. El meior momento para repe-
gico clásico no se desarrolla ni siquiera en presencia de una tir Ia paracentesis para evaluar la respuesta al tratamiento es
perforación libre del colon hacia el líquido ascítico y la apari- después de 48 horas de tratamiento; en ese plazo, el recuen-
ción de los signos peritoneales requiere el contacto de las su- to de PMN en el líquido ascítico será menor que el encontrado
perficies peritoneales visceral y parietal inflamadas, contacto antes del tratamiento y el cultivo de líquido ascítico será ne-
que no se produce cuando existe un gran volumen de líqui_ gativo esencialmente en todos los pacientes con peritonitis
do que las separa. Se puede sospechar y buscar una perforación bacteriana espontánea que hayan recibido tratamiento con el
intestinal si la muestra de ascitis es neutrocítica y cumple dos antibiótico apropiado3a. Antes de las 48 horas de tratamiento
de los tres criterios siguientes (véase figura 88-3): proteínas to- el recuento de PMN puede aumentar en el tíquido ascítico
tales mayores de 1 g/dl (10 gil), glucosa menor de 50 mg/dt hasta un valor mayor que el basal en la peritonitis bacteria-
(2,8 mmol/l) y LDH mayor que el límite superior de la nor_ na espontánea o en la peritonitis secundaria3a, pero el cultivo
malidad en suero3n. En presencia de una víscera perforada, sigue siendo pósitivo en la peritonitis secundaria y se negati_
los cultivos de líquido ascítico casi siempre revelan la presen- vizarápidamente en la peritonitis bacteriana espontánea (véase
cia de microorganismos múltiples, excepto en caso de rotura figura 88-3)3a. Aunque los antibióticos por sí solos no pue-
de la vesícula biliar, que normalmente es monomicrobiana2l. den controlar la peritonitis secundaria, el tratamiento médi-
Un líquido ascítico marrón con una concentración de bilirru- co cura rápidamente la peritonitis bacteriana espontánea3a.
bina >6 mgldl (lOZ mmol/l) y mayor que la concentración
sérica indica la presencia de una perforación biliar o digesti_ Tratamiento
va alta hacia la ascitiszl. Una concentración de amilasa en el Los pacientes con un recuento de pMN en el líquido ascítico
Iíquido ascíüco mayor de cinco veces la concentración sérica de 250 células/mm3 (0,25 x 10r/l) o mayor y una situación
también indica la rotura del intestino (excepto la rotura de la clínica compatible con una infección del líquido ascítico de-
vesícula biliar) y la liberación de la amilasa luminal3a,3s. berían recibir el tratamiento diurético empírico (tabla gg-9;

Tratamiento
Peritonitis bacteria na espontánea Cinco dÍas con el antihiórico rv al que el microorganismo sea muy sensible
(p- ej., cefotaxima,2 gl\ h, empíricamente seguido porun trutr*iento
más específico
Ascitis bacteriana no neutrocítica _.cuando se disponga de los resultados del anti6iograma)
cinco días con el antibiótico lv al que el microorgánismo sea muy sensible, si el
monomicrobiana paciente está sintomático, o cultivo persistentemente positivo; no todos los pacientes
s
con ascitis bacteriana requieren tratamiento
:9 Ascitis neutrocítica con cultivo negatívo Cinco días de cefalosporina de tercera generación IV (p. ej., cefotaxima, 2 g/B h)
Periton iti s bacteriana secundaría Intervención qu irúrgica más aproxi madamente 2 semanas-de cefalospori na"lv
(p. e.i., cefotaxima, 2 gl\ h) más un fármaco antianaerobios, como metronidazol*
.E Ascitis bacteriana polimicrobiana Cefalosporina de tercerá generación IV (p. ej., cefotax ima, 2 g/B h) más un
a fármaco antianaerobios, como metronidazol*
tr
La duración depende de Ia respuesta clínica y de los recuentos de PMN y cultivos seriados
cU de líquido ascítico
;
U
*La dosis de metronidazol por
u vía intravenosa es de 15 mg/kg x l, después de 7,5 m{kgcada 6 h
o PMN, neutrófilo pol imorfonuclear.
§eaeión,|X. H,í,Sado,

véase también tabla 88-8)1s'80. Los pacientes con una hemorra- to. En estos casos está iustif,cado continuar el tratamiento con
gia en el líquido ascítico, carcinomatosis peritoneal, asciüs pan- antibióticos durante algunos días más. El recuento estable
creática o peritonitis tuberculosa pueden tener un recuento de PMN en el líquido ascítico, especialmente con predominio
elevado de PMN no relacionado con una peritonitis bacteria- de linfocitos y monocitos, indica una causa no bacteriana (o
na espontánea y normalmente no requieren tratamiento an- micobacteriana) de la neutrocitosis en el líquido ascítico y el
tibiótico empírico. Si reciben anübióticos, el recuento de PMN líquido debería ser enviado para un estudio citológico y cul-
en el líquido ascítico oscilará alazar, a diferencia de la reduc- tivo de micobacterias. Como el resultado negativo del culti-
ción tan importante típica de Ia peritonitis bacteriana espon- vo puede deberse a técnicas de cultivo poco sensibles, la pre-
tánea. Si el cuadro clínico inicial no está claro, el médico de- valencia de ANCN en los hospitales que todavía utilizan
bería decantarse por el tratamiento antibiótico (utilizando métodos convencionales de cultivo puede reducirse si se con-
un antibiótico no nefrotóxico). En los pacientes con un líquido vence al laboratorio de microbiología para que acepte y pro-
ascítico neutrocítico no infectado (excepto en caso de hemorra- cese el líquido ascítico enüado en frascos para hemocultivo28.
gia) suelen predominar los linfocitos en la fórmula de líquido La tinción de Gram del líquido ascítico es más útil para de-
ascítico, al contrario que en la peritonitis espontánea, que pre- tectar la peritonitis secundaria, en la cual se observa el creci-
dominan los PMN. En los pacientes que tienen un líquido as- miento de varias formas diferentes de bacterias. La tinción de
cítico sanguinolento se debe calcular el recuento «corregido» Gram es muy poco útil para orientar la elección del creci-
de PMN (comentado anteriormente). El tratamiento con an- miento del tratamiento antibiótico empírico en las infeccio-
tibióticos no es necesario en los pacientes que tienen líquido nes espontáneas de líquido ascítico. He comprobado que la
sanguinolento, a menos que el recuento corregido de PMN en utilización de Ia tinción de Gram no ayuda a estrechar la co-
el líquido ascíüco sea de 250 células/mms (0,25 x 10e/1) o mayor. bertura antibiótica, ni siquiera en 1 de cada 500 peritonitis
La decisión de empezar el tratamiento antibiótico empíri- bacterianas espontáneas. Sólo aproximadamente el 10olo de
co en pacientes con ascitis bacteriana debe ser individualiza- las tinciones de Gram permiten demostrar la presencia de mi-
da. Hay muchos episodios que se resuelven sin tratamiento66, croorganismos en la peritonitis bacteriana espontáneaz8. Si
aunque la tasa de mortalidad hospitalaria delZZo/o al 430lo que la tinción de Gram indica una peritonitis secundaria, es ne-
se define en los pacientes con ABNN se puede atribuir, al menos cesario añadir la cobertura para flora anaerobia además de la
en parte, a la infección66'81. Por tanto, parece que el tratamiento cobertura para Ia flora aerobia y anaerobia facultativa, así como
está justificado en muchos pacientes. Por definición, el re- buscar urgentemente la fuente de la infección (véanse figu-
cuento de PMN en Iíquido ascítico es inferior a 250 célu- ra 88-3 y tabla 88-9)34. Por tanto, la tinción de Gram positi-
las/mms (0,25 x 10e/l) en esta variante de infección de líqui- va puede llevarnos a utilizar una cobertura antibiótica más
do ascítico y el recuento de PMN no puede ser el único amplia en lugar de una más estrecha. La elección de una co-
parámetro en el que basar la decisión sin un tratamiento em- bertura más estrecha (p. ej., penicilina sola) basada en la in-
pírico. La mayoría de los pacientes con ABNN en los cuales terpretación errónea de los resultados de Ia tinción de Gram
la colonización no se resuelve progresan a una peritonitis bac- puede provocar Ia muerte del paciente por una infección no
teriana espontánea y tienen síntomas o signos de infección controlada antes de que sea evidente que el microorganismo
en el momento de la paracentesis que conñrman la ascitis bac- aislado es resistente al antibiótico elegido.
teriana66. Por tanto, los pacientes con una ascitis cirrótica que Hasta que dispongamos de los resultados del antibiogra-
tienen síntomas o signos convincentes de infección deberían ma, está justifrcado utilizar un tratamiento antibiótico de am-
recibir tratamiento, con independencia del recuento de PMN plio espectro en pacientes con sospecha de infección en el
en el líquido ascítico. El tratamiento empírico se puede in- líquido ascítico. Después de conocer la sensibilidad, normal-
terrumpir después de sólo 2 o 3 días si no se demuestra eI mente se puede estrechar la cobertura antibiótica. Los anti-
crecimiento en el cultivo y los pacientes asintomáticos no ne- bióticos que se han recomendado para el tratamiento empi
cesitan tratamiento66'81. La paracentesis se debe repetir para rico han cambiado a lo largo de los años. A comienzos de los
rcalizar el recuento de células y el cultivo en pacientes sin evi- años setenta del siglo xx se favorecía la combinación de am-
dencias clínicas de infección, una vez que se sepa que los re- picilina y gentamicina, pero esta recomendación no se basa-
sultados iniciales del cultivo son positivos. El tratamiento de- ba en antibiogramas ni en datos de ef,cacia. Posteriormente,
bería empezar si el recuento de PMN ha aumentado al menos se ha demostrado que la gentamicina tiene un volumen de
hasta 250/mm3 (0,25 x 10e/l) o si han aparecido signos o sín- distribución impredecible en los pacientes con ascitis y que Ia
tomas de infección. Los resultados del cultivo suelen ser ne- concentración sérica de creatinina (e incluso el aclarado de
gativos en pacientes en los que no aumenta el recuento de creatinina) era un índice insuficiente para valorar Ia tasa de fil-
PMN en líquido ascítico cuando se repite la paracentesis y trado glomerular en los pacientes con ascitiss2'83. Por tanto, es
cuando no hay evidencias clínicas de infección y estas per- difícil determinar las dosis de carga y de mantenimiento apro-
sonas no necesitan tratamiento66, porque las defensas inmu- piadas de gentamicina en esta población de pacientes y no
nitarias del huésped han erradicado la colonización. existen normas basadas en la evidencia paru el médico pres-
El médico no sabrá inicialmente que el cultivo del líquido criptor. En mi experiencia, la nefrotoxicidad aparece en la ma-
ascítico está destinado a ser negativo en un paciente que tiene yoría de los casos tratados con aminoglucósidos, aunque se
ANCN; por tanto, debería empezar el tratamiento empírico eviten las concentraciones séricas altas del antibiótico8a. En
con antibióticos. Cuando el cultivo preliminar demuestre la un estudio se ha documentado un cociente de posibilidades
ausencia de crecimiento, es útil repeür la paracentesis después afustado de 4para los aminoglucósidos como factor de riesgo
de 48 horas de tratamiento para evaluar la respuesta del re- de disfunción renal en los pacientes con cirrosisss. No dispo-
cuento de PMN a los antibióticos. Un descenso muy impor- nemos de datos que indiquen que los aminoglucósidos más
tante del recuento de PMN (siempre por debajo del valor basal modernos son menos nefrotóxicos que la gentamicina.
obtenido antes del tratamiento y con frecuencia con una re- En estos momentos disponemos de varios antibióticos dis-
ducción mayor del 800/o) confirma Ia respuesta al tratamien- tintos de los aminoglucósidos para el tratamiento de la in-
Capítulo BB Ascitis y peritoniti§ bacteriana espontánea

fección del líquido ascítico. La cefotaxima, una cefalosporina se ha demostrado la eficacia de ciprofloxacino por vía intra-
de tercera generación, ha sido melor que la ampicilina más venosa con dosis de 200 mg cada 12 horas durante 2 días,
tobramicina en ensayos clínicos controlados para el trata- seguido por ciprofloxacino por vía oral, 500 mg cada 12 horas
miento de la peritonitis bacteriana espontánea86, en los cua- durante 5 díasea. Sin embargo, se debe evitar el uso empírico
les el 98olo de los microorganismos causantes fueron sensibles de una fluoroquinolona para tratar la sospecha de peritoni-
a cefotaxima, sin la consecuencia de una infección superpuesta tis espontánea bacterianaes porque pueden aparecer resisten-
o nefrotoxicidads6. La cefotaxima o una cefalosporina similar cias a este grupo de fármacos en los pacientes que reciben este
de tercera generación parecen ser el tratamiento de elección tratamiento para prevenir este cuadro (véase más adelante).
en la sospecha de peritonitis bacteriana espontánea1s. No se Por fortuna, los aislamientos bacterianos de pacientes con una
necesita Ia cobertura anaerobia, ni frente a Pseudomonas o peritonitis bacteriana espontánea que reciben fluoroquino-
Staphylococcus28. La cefotaxima en dosis de 2 gpor vía intra- Ionas como profilaxis de este trastorno siguen siendo sensi-
venosa cada 8 horas consigue unas concentraciones exce- bles a cefotaximaT6.
lentes en líquido ascítico (20 veces mayor que la potencia ne-
cesaria para matar los microorganismos después de una sola Estrechamiento del espectro de cobertuta
dosis)87. En pacientes con una concentración de creatinina sé- Después de disponer de los resultados del estudio de suscep-
rica superior a 3 mg/dl, Ios intervalos entre las dosis pueden tibilidad, el tratamiento con antibióticos de un espectro más
incrementarse hasta las 12 horas. No parece necesario utilizar estrecho de actividad suele sustituir al fármaco de un espec-
ni una dosis de carga ni una dosis intraperitoneal, ni es apro- tro más amplio (p. ei., los neumococos serán sensibles a pe-
piado, pero el médico debería escribir «primera dosis INME- nicilina y la mayoría de las especies de P. coli será sensible a
-OmfAUBNfE» ampicilina¡.
cuando solicite el tratamiento para evitar el
retraso de la administración de un fármaco que podría sal-
var la vida del paciente. Duración del tratamiento
Los especialistas en enfermedades infecciosas recomiendan
Otros antibióticos pot vía intravenosa normalmente entre 1,O y 1,4 días de tratamiento para las in-
Se ha demostrado que la asociación de amoxicilina y ácido fecciones que ponen en peligro la vida de los pacientes, aun-
clavulánico es tan eficaz como la cefotaxima en ensayos alea- que no disponemos de datos que apoyen esta duración del tra-
torizados, pero esta combinación no se comercializa para su támiento en las infecciones espontáneas del líquido ascíüco'
uso'por vía parenteral en EE. UU.88. Hay otros antibióticos que El cultivo de líquido ascítico se vuelve estédl tras una sola dosis
se han recomendado, pero no están tan bien estudiados como de cefotaxima en el 860lo de los casos3a' Después de 48 horas de
cefotaxima. También existen algunos fármacos más moder- tratamiento, el recuento de PMN en el líquido ascítico suele
nos para el tratamiento de la peritonitis bacteriana espontá- ser inferior al valor encontrado antes del tratamiento en pa-
nea (sin que existan datos sobre su penetración en el líquido cientes con una infección espontánea de líquido ascítico tra-
ascítico) a partir de su espectro de cobertura y de las limita- tados con los antibióticos apropiados; con frecuencia se ob-
ciones que impone el vademécum. La infección por micro- servó una reducción del 80o/o a las 48 horas3a. En un estudio
organismos que son resistentes a los antibióticos empíricos controlado y aleatorizado en el que se incluyeron 100 pacientes
o el uso de fármacos que no penetran en el líquido ascítico en se ha demostrado que 5 días de tratamiento resultan tan efi-
una concentración suficientemente alta como para matar a caces como 10 días de tratamiento de la pedtonitis bacteria-
las bacterias pueden provocar la muerte del paciente. na espontánea y de ANCÑ6. Yo trato la peritonitis bacteriana
espontánea y la ANCN durante 5 días desde comienzos de
Albúmina Por vía intravenosa los años noventa del siglo xx, con resultados excelentes.
La insuficiencia renal aparece en el 330/o de los episodios de La duración media del tratamiento con ofloxacino por vía
peritonitis bacteriana espontánea8e. La peritonitis bacteriana oral fue de 8 días en el único estudio publicado al respectoe3.
espontánea provoca el aumento de la producción intraperi-
toneal de óxido nítrico, que a su vez aumenta más la vasodi- Parqcentesis de seguimiento en la peritonitis
latación sistémica y favorece la insuficiencia renal (véase ca- bacteriarua esPontánea
pítulo 89)e0. La administración de albúmina porvía intravenosa A partir de una base de datos de gran tamaño sobre la repeüción
(1,5 g/kg de peso corporal en el momento en el que se detec- de paracentesis durante y después del tratamiento de la perito-
nitis bacteriana espontáne a34'e7 , flo parece ser necesaria la pa-
ta Ia infección y 1 gikg en el día 3) aumenta el volumen in-
travascular y, junto a la cefotaxima, reduce el riesgo de insu- racentesis de seguimiento si la indicación (cirrosis avanzada con
ficiencia renal y meiora la supervivencia frente a cefotaxima síntomas y signos de infección), el aislamiento bacteriano (no
sin albúmina en un ensayo aleatorizado de gran tamañoel. microbiano con un microorganismo típico) y la respuesta al tra-
Se necesita un estudio en el que se confirmen estos datos. tamiento (reducción muy importante de los signos y síntomas
de la infección) son los habitualeseT. La paracentesis se debe re-
d
= Sin embargo, se recomienda utilizar albúmina por vía intra-
venosa como adyuvante del tratamiento antibiótico debido a petir tras 48 horas de tratamiento si Ia evolución es atípicase7.
,6
la ventaja obtenida en la supervivenciaez.
,N
Tratamiento de la infección del líquido ascítico
Tratamiento con antibiótico s orale s distinta de la peritonitis bactetiana espontánea
'6
En un ensayo controlado se ha descrito que el tratamiento Como cabe esperar que existan gérmenes anaerobios, los pa-
.g
con ofloxacino por vía oral es tan ef,caz como la cefotaxima cientes en los que se sospecha uná peritonitis secundaria re-
I por vía parenteral para el tratamiento de la peritonitis bacte- quieren una cobertura antibiótica empírica más amplia que
tr
u riana espontánea en pacientes que no vomitan, no están en lá utilizada en la peritonitis bacteriana espontánea. También
u
= shock, no sangran o no tienen insuficiencia renale3. La dosis se requiere una evaluación de urgencia de la necesidad de una
U
@ estudiada fue de 400 mg dos veces al díae3' En otro estudio intervención quirúrgica (véanse comentario más arriba y
tabla 88-8 y figura 88-3). La combinación de cefotaxima y me- insuflciencia renal, acidosis, leucocitosis periférica o hemorra-
tronidazol parece ser un tratamiento empírico inicial exce- gia digestiva. Si el médico espera a realizar la paracentesis hasta
lente en la sospecha de peritonitis secundaria3a. que se hayan desarrollado síntomas y signos conüncentes de
La ascitis bacteriana polimicrobiana (por una perforación infección, es probable que esta esté ya avanzadaen el momento
intestinal con ta aguia) se tolera relativamente bien. La perito- en el que se establece el diagnóstico. No se'han descrito su-
nitis se desarrolló sólo en uno de los 10 pacientes en los que pervivientes de peritonitis bacteriana espontánea cuando el
se perforó el intestino con la aguja con la fuga consiguiente del áiagnóstico se establece una vez que la concentración sérica de
contenido intestinal hacia el líquido ascítico en el único estu- creatinina ha aumentado por encima de 4 mgidl (350 pmol/l)
dio relevante6. El único episodio de peritonitis relacionada con o cuando se ha desarrollado un s/¡ock.
la paracentesis no fue mortal. Los pacientes que tienen un lí- Sin intervención quirurgica, la tasa de mortalidad de la pe-
quido ascítico con proteínas balas parecen tener el máximo ries- ritonitis secundaria en los pacientes hospitalizados con asci-
go para el desarrollo de una respuesta de PMN y una peritoni- tis se aproxima al 100o/o. Cuando la peritonitis secundaria se
iir iliri.arelacionada con la perforación con la aguia del diagnoitica de forma precoz y se trata con una lapa,rotomía
intestino68. La mayoría de los pacientes que tienen una con- de urgencia, la tasa de mortalidad es cercana al 50%o34.
centración más alta de proteínas en líquido ascítico (p. ei',
>1 g/dt t10 S/I) no recibieron antibiótico, aunque evolucio-
Prevención
naron bien. Sin embargo, muchos médicos no se sentirían có- La identiflcación de factores de riesgo de peritonitis bacteriana
modos si tuvieran que retirar el tratamiento con antibióticos espontánea (incluida una concentración de proteínas en el lí-
cuando sospechan una perforación por la aguja. Si se toma la quido ascítico menor de 1 g/dt, hemorragia varicosa y episodio
decisión de tratag hay que incluir la cobertura frente a anae- previo de peritonitis bacteriána espontánea) ha motivado el de-
robios (p. ei., con cefotaxima y metronidazol; véase tabla 88-9)' sarrollo de ensayos controlados con antibióticos profilácti-
Tanto si empieza al tratamiento como si no, es útil realizar una cos32'e8-100. Se ha descrito que el tratamiento con norfloxacino

paracentesis de seguimiento (si se puede realizar de forma se- en dosis de 400 mgldía por vía oral reduce el riesgo de perito-
gura) para monitorizar el recuento de PMN y el cultivo en el nitis bacteriana espontánea en pacientes ingresados con ascitis
líquido ascítico. El tratamiento con antibióticos debe empe- con proteínas baias y en los que han tenido una peritonitis bac-
zar si se toma Ia decisión de no trataq pero el número de mi- teriana espontánea con anterioridade&ee' El tratamiento con nor-
croorganismos en el líquido ascíüco no disminuye o aumenta floxacino en dosis de 400 mg por vía oral dos veces al día du-
el recuento de PMN en la segunda muestra (véase tabla 88-9). rante 7 días también previene la infección en pacientes con
hemorragia varicosalm y es rentable en la prevención de la pe-
Pronóstico ritonitis bacteriana espontánea recuffente1ol. Pero los antibió-
En el pasado, entre el 48o/oy el95olo de los pacientes que tenían ticos por vía oral seleccionan los microorganismos resistentes
una infección espontánea de líquido ascítico fallecían duran- en la flora intesünal, con 1o que podrían provocar una infección
te la hospitalización en la que se establecía el diagnóstico, a espontánea del líquido ut.i¡.oze'ss-too'102. Para la prevención pri-
pesar del tratamiento con antibióticosls'z4. En las series más maria de la infección de líquido ascítico en el marco de una
recientes se describen tasas de mortalidad más baias (inferiores ascitis con proteínas bajas, el uso de antibióticos profilácticos se
al 5olo si se administran antibióticos oportunamente), proba- debe restringir a los pacientes ingresados, interrumpiendo la ad-
blemente debido a la detección y tratamiento más precoces ministración del fármaco en el momento del alta hospitalarialo3.
de la infección y también porque se eüta el uso de antibióticos Según un estudio aleatoizado, este procedimiento consigue el
nefrotóxicose6. En un estudio en el que se estudió el tratamiento mayor equilibrio en Ia prevención de la infección del líquido
con cefotaxima más albúmina se describieron las tasas de mor- ascítico sin seleccionar microorganismos resistenteslo3.
talidad más baias durante la hospitalización desoitas hasta Ia Por otra parte, también se ha demostrado que la util2ación
fecha: el 100/oe1. Sin embargo, incluso en estos momentos hay de trimetroprim-sulfametoxazol previene la peritonitis bacte-
pacientes que se curan de su infección pero que fallecen por in- riana espontánea en modelos de animales y en pacientes in-
suficiencia hepática o hemorragia digestiva dadala gravedad gresadosle''0s. La dosis recomendada es un comprimido de con-
de la hepatopatía subyacente. De hecho, la infección espon- centración doble al día1os.
tánea de líquido ascítico es un buen marcador de hepatopatía El uso de antibióticos parenterales para prevenir la esclero-
terminal y se ha propuesto como indicación para el trasplan- terapia endoscópica o las infecciones relacionadas con la im-
te de hígado en un paciente candidato al mismo. plantación de bandas no parece estar jusüficado, tal como se
Para aumentar aI máximo la supervivencia es importante deduce de un estudio controladol06. La hemorragia activa, y no
realizar la paracentesis en todos los pacientes con ascitis en el el tratamiento por endoscopia, parece ser el factor de riesgo
momento del ingreso hospitalario, para que la infección se de infección del líquido ascíüco. Por otro lado, la infección bac-
pueda detectar y tratar con rapidez. EI recuento de células en teriana se asocia a la imposibilidad de controlar la hemorragia
líquido ascítico debe revisarse en cuanto se disponga de los varicosa1o7, una observación que es un incentivo más para in-
resultados (aproximadamente, 60 minutos) e insütuir el trata- tentar prevenir y detectar cualquier infección de forma inten-
miento apropiado si está indicado. La primera dosis de antibió- siva en esta indicación y reducir la mortalidad relacionada no
ticos debe administrarse inmediatamente. Como los resultados sólo con la infección, sino también con la hemorragia.
de las utiras reactivas» están disponibles en 9O-LZO segundos,
esta nueva herramienta puede acelerar el tratamiento de la pe-
ritonitis bacteriana espontánea y meiorar aún más la super- CELUTITIS
vivenciaz3.
La paracentesis se debe repetir durante la hospitalización Lacelulitis es una causa frecuente de infección de teiidos blan-
si se desarrolla cualquier manifestación de deterioro clínico, dos en pacientes obesos con edema. En un estudio se ha de-
como dolor abdominal, fiebre, cambios en el estado mental, mostrado una probabilidad acumulada de celulitis del 14olo du-
CapftulO S$.', Áse,itis y'per,iionitis,baeteii.ana espontánea

rante Ia hospitalización de paclentes con cirrosis y asciüs fren- gica directa del defecto diafragmático, pero los pacientes son
te a sólo una probabilidad del 4olo de peritonitis bacteriana normalmente malos candidatos para la cirugía. La derivación
espontánea1o8. Los factores de riesgo de celulitis incluyeron peritoneovenosa (véase más adelante) se puede plantear cuan-
obesidad (cuya frecuencia está aumentando en los pacientes do el paciente con hidrotórax hepático tiene una ascitis de
con cirrosis), pacientes sin hogar y un grado mayor de edema1ffi. gran volumen, pero la derivación suele coagularse después de un
Un elevado índice de sospecha y un umbral de tratamiento breve espacio de tiempo. La sutura toracoscópica con vídeo
bajo con una cefalosporina de primera generación u otro an- del agujero del diafragma seguida por pleurodesis parece haber
tibiótico pueden disminuir la morbimortalidad por esta causa. tenido éxito en un pacientella. La restricción de sodio más el
uso de diuréticos es el tratamiento de primera línea más se-
guro y eficaz del hidrotórax hepático. Se ha descrito que Ia co-
ASCITIS A TENSIÓN locación de una TIPS tiene éxito y constituye un tratamien-
to razonable de segunda línea111. Lo meior sería evaluar la
Algunos pacientes con ascitis no solicitan asistencia médica posibilidad del trasplante, si el paciente es un buen candidato.
hasta que ya no pueden respirar o comer con comodidad de-
bido a la presión ejercida por el líquido intrabdominal sobre
el diafragma. Esta ascitis requiere una paracentesis terapéuti- HERNIAS DE LA PARED ABDOMINAT
ca de urgencia. Al contrario de la creencia popular, la ascitis
a tensión se puede drenar sin que apatezcan efectos hemodi- Las hemias de la pared abdominal son frecuentes en pacientes
námicos no deseadosloe y se ha demostrado que la con ascitis. Normalmente, se trata de hernias umbilicales o in- I
"paracen- I
tesis total» hasta de más de 20 litros es seguraloe. En el marco cisionales, pero a veces también son inguinales. Existe poca
I
de la ascitis a tensión, la paracentesis terapéutica mejora el re- información publicada sobre estas hernias. En un estudio, casi
torno venoso y la hemodinámica. El mito de una catástrofe el 2Oo/o de los pacientes con ascitis tenía hernias umbilicales
hemodinámica relacionada con la paracentesis se basó en ob- en el momento de la hospitalización11s. Algunas de estas her-
servaciones realizadas con pequeños números de casos. nias se incarceran o perforan. Debido a estas complicaciones po-
tenciales, se debe plantear el tratamiento quirurgico programado
en todos los pacientes con hernias y ascitis. El líquido ascíüco
DERRAMES PTEURALES se debe extraer en el preoperatorio con un procedimiento mé-
dico porque lahernia reaparece en el73o/o de los casos que tie-
Los derrames pleurales producidos por «simpatía, son fre- nen ascitis en el momento de Ia reparación quirúrgica de la
cuentes en los pacientes con ascitis cirrótica. Normalmente misma, pero sólo en el t4o/o de los que no tienen líquido asci
son unilaterales y derechos, pero en ocasiones pueden ser bi- tico116; sin embargo, la reparación de la hernia no está exenta
laterales y mayores en el lado derecho que en el lado izquier- de riesgos. Se ha descrito la reparación laparoscópica con éxito
do. Un derrame pleural unilateral izquierdo hace sospechar de una hemia umbilical estrangulada de repetición117. También
una tuberculosisllo. Un derrame de gran tamaño en pacientes se ha descrito que la TIPS consigue un control tan eficaz de los
con ascitis cirrótica se denomina hidrotórax hepático111. Cuan- síntomas que no se requiere la reparación quiúrgica118, aunque
do se estudió a los pacientes con hiüotórax hepático con mayor hay muchos cirujanos de trasplante que pref,eren eütar la re-
detalle, tenían un pequeño defecto en el hemidiafragma de- paración del daño o posponerla hasta el momento del trasplante.
recho. En ocasiones, el derrame se desarrolla de manera aguda, La reparación quirurgica de la hernia es semiurgente en pa-
con aparición brusca de disnea a medida que el abdomen se cientes con ulceraciones cutáneas, costras o coloración negra
descomprime. Cuando los defectos del diafragma son más gran- de la piel y más urgente en caso de incarceración refractaria
des, Ia ascitis puede no ser detectable en la exploración clíni- o rotura. La rotura es la complicación más temida de las her-
ca a pesar de que existe un gran derrame pleural. nias umbilicales.
El síntoma más frecuente asociado al hidrotórax hepático
es Ia disnea. El líquido ascítico se puede infectar, normalmente
como consecuencia de una peritonitis bacteriana espontánea
y transmisión de las bacterias a través del diafragmallz.El aná-
lisis del líquido de un hidrotórax hepático no complicado es EI tratamiento apropiado de la ascitis depende de la causa de
similar, pero no idéntico, al del líquido ascítico porque el lí- la retención de fquidos. Es esencial determinar la etiología exacta
quido pleural está sujeto a presiones hidrostáticas diferentes de la ascitis. El SAAG es útil para el diagnóstico y para la toma de
de las que afectan al lecho portal. La concentración total de decisiones terapéuticas. Los pacientes que üenen un SAAG bajo
proteínas es más alta (aproximadamente en 1, g/dl [10 g/I) en normalmente no tienen hipertensión portal y no responden a
el líquido pleural que en el ascítico111. Ia restricción de sal y diuréücos (excepto en casos de síndrome
= El tratamiento del hidrotórax hepático era difícil hasta que nefrótico), mientras que los pacientes con SAAG alto tienen hi-
se dispuso de la derivación portosistémica intrahepática trans- pertensión portal y normalmente responden a estas medidasls.
:9
yugular (TIPS) (véase más adelante)111. Los derrames tienden
.! a aparecer en pacientes que cumplen peor las pautas de tra-
tamiento o cuyo hidrotórax es más refractario al tratamiento. ASCITTS CON GRAD¡ENTE BA,O DE AIBÚMINA
'6
Algunos pacientes han recomendado Ia inserción de un tubo
.g
torácico y Ia esclerosis de la pleura con tetraciclina, aunque La carcinomatosis peritoneal es la causa más frecuente de ascitis
L estos tubos torácicos que se insertan para tratar el hidrotó- con gradiente bajo de albúmina3. El edema periférico de los pa-
tr
U rax hepático después son difíciles de extraerll3; Ia disnea rea- cientes afectados se puede tratar con diuréticos. Por el contra-
U
I=U parece cuando se pinza el tubo y se puede fugar el líquido en rio, los pacientes que no üenen edema periférico y reciben diu-
@ la zona de inserción. Se puede plantear la reparación quirúr- réücos pierden sólo volumen intravascular sin perder líquido
Sección lX Hígado

ascíüco. El pilar del tratamiento de la carcinomatosis peritone- zada sobre la dieta ayrda a prevenir hospitalizaciones futuras
al no ovárica es la paracentesis terapéutica ambulatoria' Los pa- por la ascitis. La ascitis se puede precipitar por infusiones de
cientes con carcinomatosis peritoneal sobreviven sólo algunos solución salina que se administran en el perioperatorio o para
meses, pero las pacientes con un proceso maligno de ovario son tratar una hemorragia varicosa, en cuyo caso la ascitis se puede
una excepción a esta regla y pueden responder muybien a Ia re- resolver sin necesitar un tratamiento a largo plazo.
ducción de la masa tumoral mediante cirugía y quimioterapia.
La ascitis provocada por Ia peritonitis tuberculosa (sin cirro- Educación alimentaria
sis) se cura con fármacos antituberculosos. Los diuréticos no ace- La pérdida de líquidos y el cambio de peso están relacionados
leran la pérdida de peso salvo que el paciente sufra una hiper- directamente con el balance de sodio en los pacientes con as-
tensión portal subyacente por la cirrosis. La ascitis pancreática citis relacionada con una hipertensión portal. En presencia de
se puede resolver espontáneamente, requiere la colocación endos- una retención renal ávida de sodio, es esencial mantener Ia res-
cópica de una endoprótesis en el conducto pancreático o una tricción de sodio en la dieta. El paciente y la persona que pre-
intervención quirurgica, o responde al tratamiento con soma- para los alimentos deben recibir formación sobre una dieta con
tostatinalle. La pérdida de material linfático en el postoperato- restricción del sodio con un dietista. Las dietas con restricción
rio por una derivación esplenorrenal distal o por una linfade- importante de sodio (es decir, 500 mg o 22 mmol de sodio al
nectomía radical también se puede resolver espontáneamente, día) son posibles (pero no agradables) en el paciente ingresado,
pero en ocasiones requiere una intervención quirurgica o una pero son poco realistas en los pacientes ambulatorios. La res-
derivación peritoneovenosa. La peritonitis por clamidias se cura tricción de sodio en la dieta que yo recomiendo para pacien-
mediante tetraciclinall y la ascitis provocada por la serositis lú- tes tanto ingresados con ambulatorios es de 2 g (88 mmol) al
pica responde a glucocorücoesteroideslz. La ascitis relacionada día. Las proteínas no se restringen, a menos que el paciente de-
con ta álátlsis puede responder a una diálisis más intensivas6. sarrolle una encefalopatía hepática refractaria'

Restricción de líquidos
ASCITIS CON GRADIENTE AITO DT AIBÚMINA La restricción indiscriminada de líquidos en el tratamiento de
la ascitis cirrótica no es apropiada y sólo sirve para volver locos
La cirrosis es la causa más frecuente de hepatopatía que provo- a los pacientes, a los enfermeros y a los dietistas; además, puede
ca una ascitis con gradiente alto de albúmina (vease tabla 88-1). provocarse hipematremial4. La restricción de sodio, y no la res-
Muchos pacientes cori ciÍosis sufren lesiones en el hígado de tricción de líquidos, provoca la pérdida de peso, ya que los li
varios orígenes, como son el consumo excesivo de alcohol, Ia quidos siguen pasivamente al sodio. La hiponatremia crónica
EHNA y la hepatitis C crónica6'7. Uno de los pasos más impor- que suele verse en paciente§ con ascitis cirrótica no suele ser
tantes para el tratamiento de la ascitis con gradiente de albú- patológica y cuando se intenta corregir con rapidez la hipo-
mina alto en un paciente con hepatopatía alcohólica es con- .natremia en este caso se pueden provocar más complicacio-
vencerlo para que deje de beber. Tras unos meses, la absünencia nes que las que se relacionan con la hiponatremia. La hipona-
del alcohol puede conseguir la curación del componente re- tremia grave (es decir, una concentración sérica de sodio menor
versible de una hepatopatía alcohólica8 y la asciüs se puede resol- de 120 mmolil) iustifica la restricción de líquidos en el paciente
ver o responder meior al tratamiento médico. De igual modo, con ascitis cirrótico1a12l. Los síntomas de hiponatremia no sue-
los pacientes con otras formas de hepatopatía tratable (p. ei., len aparecer en pacientes con cirrosis hasta que Ia concentra-
hepatitis autoinmunitaria, hemocromatosis o enfermedad de ción sérica de sodio es menor de 110 mmol/I, a menos que el
Wilson) deberían recibir el tratamiento específico de estas enfer- descenso de la concentración de sodio sea rápido.
medades. En ocasiones, la cirrosis no alcohólica es reversiblee,
aunque estas enfermedades son menos reversibles que la he- Sin reposo en cama
patopatía alcohólica y estos pacientes son mejores candidatos Aunque es tradicional solicitar el reposo en cama, no hay nin-
para el trasplante de hígado que para un tratamiento médico gún estudio controlado que apoye esta práctica. El reposo en
prolongado en el momento en que nos encontramos la ascitis. cama formaba parte antes del tratamiento de la insuficiencia
cardíaca y se extrapoló al tratamiento de la cirrosis sin dis-
Hospitalización poner de datos122. La postura erecta agrava la elevación de
El tratamiento ambulatorio de pacientes con ascitis de pe- renina plasmática que se encuentra en la mayoría de los pa-
queño volumen se puede intentar inicialmente, pero cuan- cientes con cirrosis y ascitis y, en teoría, aumenta la retención
do el volumen de la ascitis es grande y en aquellos casos que renal de sodio. Sin embargo, lo más probable es que el repo-
son resistentes al tratamiento ambulatorio suele ser necesaria so estricto en cama sea innecesario y provoque la aparición
la hospitalización para et diagnóstico y tratamiento deflniti- de úlceras de decúbito en estos pacientes consumidos.
vos de la sobrecarga de Iíquidos y de la hepatopatía subya-
centels'2a. Muchos de estos pacientes tienen una hemorragia Excreción de sodio por orina
digestiva, encefalopatía, infección o hepatocarcinoma. Se La excreción de sodio en orina de 24 horas es un parámetro
puede necesitar un período intensivo de educación y trata- útil para ügilar a los pacientes que tienen ascitis relacionada
miento del paciente ingresado para convencerlo de que la dieta con la hipertensión portal. En la medida en que la recogida de
y los diuréticos son eñcaces en realidad y que el esfuerzo ne- orina es completa, se puede evaluar midiendo la excreción
cesario para seguir el tratamiento en el domicilio vale la pena. de creatinina por orina. Los varones cirróticos deberían ex-
cretar entre 15 y 20 mg/kg al día de creatinina y las muieres
Causa prec¡pitante entre 10 y 15 mg/kg/dia1s'123. La excreción de menos creatini
Puede ser útil determinar Ia causa precipitante de la formación na indica una recogida incompleta. La restricción de sodio
de la ascitis (p. ej., abusos alimentarios o incumplimiento del en Ia dieta como único tratamiento para Ia ascitis (es decir, sin
tratamiento con diuréticos). Una educación más pormenori- diuréticos) sólo se puede plantear en el L00/o al15olo de los pa-
Capítulo Bü Ascitis y peritonitis bacteriana espontánea
cientes que tienen una natriuresis espontánea significativals,2a. semida juntas en el primer día de ingreso hospitalario con dosis
Sin embargo, cuando se da la posibilidad de elegir, la mayo_ iniciales de 100 mg y 40 mg, respectivamente, tomadas ambas
ría de los pacientes preferiría recibir atgún diurético con una por_la mañanals. La espironolactona se puede cambiar por ami_
ingestión más liberal de sodio que no tomar pastillas y some_ lorda, 10 mg al día; el uso de este fármaco no está tan difun_
terse a una restricción importante de la ingestión de sodio. dido y es más caro que la espironolactona; aunque es eficaz con
Al contrario de la creencia popular, la mayoría de los pacien_ mayor rapidez y no provoca ginecomastia. taiplerenona/ un
tes, incluidos los ambulatorios, puede cumplir las instruccio_ nuevo diurético ahorrador de potasio, se ha utilizado para el
nes para recoger muestras completas de orina de 24 horas. tratamiento de la insuficiencia cardíaca y no provoca gineco_
Como la orina es la principal vía de excreción de sodio en rnastia, pero carecemos de estudios sobre su uso en Ia cirrosisl2z.
ausencia de diarea o hipertermia, y como la ingestión en la La semivida de espironolactona es de 24 horas aproximada_
dieta es la única fuente de sodio no parenteral, la ingestión mente en sujetos control normales, pero se prolonga mucho
de la dieta y Ia excreción del sodio en orina deben ser equi_ en pacientes con cirrosis y se necesita casi 1 mes paru alcanzar
valentes en términos generales si el peso del paciente se mán- el estado de equilibriol28. Ante esta semivida tan prolongada,
tiene estable. Las pérdidas de sodio no urinarias son meno_ no es necesaria la administración del fármaco varias veces al
res de 10 mmol al día en estos pacientesl2a. Un descenso día. Es probable que la dosis de carga sea útil, pero no se ha
insuficiente del peso corporal puede ser el resultado de una estudiado. La administración de una sola dosis al día aumen_
natriuresis inadecuada, de fracaso en la restricción de la in_ ta el cumplimiento. La espironolactona se comercializa en com_
gestión de sodio o de ambos factores. La monitorización de la primidos de 25, 50 y 100 mg como genérico. La furosemida
excreción de sodio en orina de 24 horas y el peso diario acla_ también se debería administrar una vez al diatze.
rarán el problema. Los pacientes que cumplan con una dieta Si la combinación de espironolactona en dosis de 100 mg
de sodio con 88 mmol al día y si existen más de 7g mmol de al día (o amilorida en dosis de 10 mg al día) y furosemida eñ
sodio al día por orina deberían perder peso. Si el peso aumenta dosis de 40 mg al día porvía oral no son eflcaces para aumentar
a pesar de unas pérdidas en orina superiores a 7g mmol al día, la excreción urinaria de sodio o disminuir el peso corporal, se
se puede suponer que el paciente está consumiendo más sodio puede aumentar simultáneamente la dosis de ambos fárma_
que el que se prescribe en la dieta. cos según la necesidad (p. ej., 200 mg de espironolactona más
80 mg de furosemida, después 300 mg más l2O mg y, por úl_
Relación entre sodio y potas¡o en orina
timo, 400 mg más 160 mg). En mi experiencia, empezar con
Aunque la obtención de muestras de orina de 24 horas consti- ambos fármacos a la vez acelera el inicio de ta diuresis; el
tuye la referencia diagnóstica, en un estudio se ha demostrado aumento lento de la dosis diaria de espironolactona hasta
que, cuando la concentración de sodio en una muestra de orina 400 mg o incluso mayor antes de añadir furosemida retrasa la
aleatoria es mayor que la concentración de potasio, se en_ diuresis y provoca hiperpotasemia.
contrará una excreción de sodio mayor de 7g mmol al día en .La relación 100:40 de las dosis diarias de espironolactona
Ia orina de 24 horas aproximadamente en el 90olo de los casoslzs. y furosemida normalmente mantiene la normopotasemia. La
Por tanto, la presencia de un índice de concentración de so_ relación de las dosis se puede aiustar para corregir las altera_
dio/concentración de potasio en orina en una muestra de orina ciones de las concentraciones séricas de potasio. En ocasio_
aleatoria mayor de 1 predice que el paciente debería perder nes, el paciente alcohólico que no ha ingerido recientemen_
peso si se sigue una dieta con restricción de sodio. En los pacien_
te alimentos tendrá hipopotasemia en el momento del ingreso
tes que no pierden peso a pesar de una relación de sodio/pota_ y durante un período variable después. Este paciente debería
sio mayor de 1 en una muestra aleatoria de orina se debe plan_ recibir espironolactona sola hasta que la concentración de po_
tear que, probablemente, no estén cumpliendo con la dieta. tasio se normalice y después se puede añadir furosemida.
Cuando se combinó con una dieta con restricción del sodio
Evitar e! uso de sondas vesicales
en un estudio de casi 4000 pacientes, la administración de es_
Hay muchos médicos que introducen precozmente una sonda pironolactona y furosemida consiguió una diuresis satisfac_
vesical en los pacientes hospitalizados con cirrosis para moni_
toria en más del 9Oo/o de los pacientes con cimosisl3
toizar con exactitud la diuresis. por desgracia, estos pacientes Los diuréticos utilizados por vía intravenosa provocan un
inmunodeprimidos tienen normalmente infecciones de vías uri- descenso agudo del filtrado glomerular en pacientes con cirro_
narias en el momento del ingreso hospitalarioTe. Además, el trau_
sis y ascitis y se debe evitar en general131. Muchos pacientes
matismo que sufre la uretra por la inserción de la sonda en el reciben furosemida por vía intravenosa cuando son hospita_
marco de una cistitis puede provocar una bacteriemia. El sonda_
lizados porque no cumplen con el tratamiento ambulatorio
ie prolongado causará una cistitis y posiblemente una sepsis. yo de la ascitis en el marco de una cirrosis. El procedimiento para
utilizo sondas vesicales sólo brevemente y en la unidad de cuida_ cambiar la administración oral por la administración intra_
dos intensivos; estas vías de entrada de bacterias deben retirarse
d venosa es ef,caz en la insuficiencia cardíaca, pero la adminis_
¡ en cuanto sea posible. Las muestras de orina de 24 horas casi tración repetida de furosemida por vía intiavenosa en los
siempre se pueden recoger completamente sin necesitar sondas. pacientes con cirrosis provoca normalmente un aumento de
p la azoemia,lo que conlleva el diagnóstico erróneo de síndro_
Diuréticos
me hepatorrenal (el diagnóstico conecto es el de una azoemia
La espironolactona es el pilar del tratamiento de los pacientes
'6
inducida por diuréticos que se resuelve cuando se retiran estos

con cimosis y ascitis, pero aumenta la natriuresis lenlamente. fármacos y se administra líquido por vía intravenosa). La ad_
El tratamiento con espironolactona como único diurético requie_
ministración intravenosa repetida de furosemida parece ser
,! re varios días para inducir Ia pérdida de peso. Aunque sé ha demasiado ndura, para el paciente con cirrosis y los diuréti_
E
U
tU demostrado que la espironolactona sola es meior qré lu furo_ cos por vía oral se toleran mejor. por otro lado, se ha descri_
@ semida sola para el tratamiento de la ascitis cirréticat26, yo to que una única dosis intravenosa de g0 mg de furosemida
0
@ prefiero empezar el tratamiento con espironolactona y fuio_ distingue eficazmente a los pacientes con ascitis resistente a
Sección',IX .Hígado

los diuréticos de aquellos con una ascitis sensible a diuréti- Tratamiento ambulatorio
cos a partir de la excreción de sodio en 8 horas: menos de Después del alta hospitalaria, se deben monitorizar el peso
50 mmol en el primer grupo y más de 50 mmol en el segundo132. corporal del paciente, Ios síntomas ortostáticos y los electró-
Si se desea una pérdida rápida de peso, se debe realizar una litos, la urea y la creatinina en suero. Se debe obtener la orina
paracentesis terapéutica (véase más adelante). No se ha iden- de 24 horas o una muestra aleatoria para determinar la rela-
tificado ningún límite para una pérdida de peso diaria acep- ción sodio/potasio y facilitar la toma de decisiones terapéu-
table en pacientes con edema masivo. Una vez resuelto el ticas. En mi experiencia, los pacientes ambulatorios que cum-
edema, probablemente Ia pérdida de peso máximo razofla- plen con el tratamiento pueden recoger con éxito muestras
ble es de 0,5 kg al díat33. La encefalopatia, ur,a concentra- completas de orina cuando se les entregan instrucciones es-
ción sérica de sodio menor de 120 mmol/l a pesar de la res- critas y orales adecuadas. La frecuencia de las evaluaciones de
tricción de líquidos y una creatinina sérica mayor de 2 mgldl seguimiento sucesivas está determinada por la respuesta al tra-
(180 mmol/l) son indicaciones para interrumpir Ia adminis- tamiento y por la estabilidad del paciente. Normalmente, yo
tración de diuréticos y reevaluar al paciente. Las alteraciones valoro a estos pacientes cada l-4 semanas hasta que respon-
de las concentraciones de potasio casi nunca prohíben utili- den claramente al tratamiento y no están teniendo proble-
zar diuréticos porque se puede reajustar la relación entre ambos mas. Et seguimiento intensivo del paciente ambulatorio a¡lda
diuréticos. Los pacientes con una nefropatía parenquimato- a prevenir hospitalizaciones posteriores.
sa (p. ej., una nefropatía diabética) normalmente necesitan Las dosis de diuréticos y la ingestión de sodio en Ia dieta se
dosis relativamente mayores de furosemida y dosis más baias ajustan para conseguir Ia pérdida de peso y el balance negati-
de eSpironolactona porque si no desarrollan una hiperpota- vo de sodio. Los pacientes que aumentan el peso Iíquido a pesar
semia. Los pacientes en los que se desarrollen complicaciones del tratamiento con diuréticos no se deben diagnosticar como
a pesar de un intento minucioso de tratamiento diurético sue- ascitis resistente a diuréticos hasta que se demuestre que están
len requerir un tratamiento de segunda línea. Los inhibido- cumpliendo con la dieta. La monitorización de Ia concentra-
res de prostaglandinas (p. ej., los fármacos antinflamatorios ción de sodio en orina permite analizar el cumplimiento, ya
no esteroideos) se deben evitar en pacientes con cirrosis y que los pacientes que excretan más de 78 mmol al día de sodio
ascitis porque inhiben la diuresis, favorecen la insuficiencia en orina o que tienen una relación de sodio/potasio mayor
renal y pueden provocar hemorragia digestival3a. de 1 en una muestra de orina aleatoria deberían estar perdien-
La reducción de líquido en el abdomen mejora Ia comodi- do peso si consumen menos de 88 mmol de sodio al día. En mi
dad del paciente y previene el hidrotórax hepático y las hernias. experiencia, se demuestra finalmente que la mayoría de los pa-
Además, al concentrar el líquido ascítico, la diuresis aumenta la cientes que parecen ser resistentes a los diuréticos inicialmen-
actiüdad de opsoninas en el líquido ascítico 10 veces y, en teo- te no cumplen con la dieta, aumentan de peso y excretan hasta
ría, podría ser útil para prevenir su infección espontánea13s. 500 mmol de sodio al día por orina o más. La educación sobre
En el pasado, los pacientes con ascitis ocupaban con fre- la.dieta es fundamental para el éxito del tratamiento en estos
cuencia las camas hospitalarias durante períodos prolongados pacientes. Los pacientes con una ascitis resistente a diuréticos
de tiempo debido a la incertidumbre sobre el diagnóstico y el verdadera excretan una orina prácticamente libre de sodio a
tratamiento óptimo y por las complicaciones yatrógenas. Aun- pesar de lutllizar dosis máximas de diuréticos.
que el abdomen «seco» es un objetivo último razonable, la re- Durante el seguimiento a largo plazo, los pacientes que
solución completa de Ia ascitis no debe ser un requisito pre- mantienen la abstinencia del alcohol son más sensibles a los
vio para el alta hospitalaria. Los pacientes que se mantienen diuréticos y es necesario ir reduciendo paulatinamente la dosis
estables con la ascitis como principal problema pueden ser dados de estos fármacos e incluso se pueden interrumpir.
de alta cuando se demuestra que responden al tratamiento mé-
dico y que se mantienen normopotasémicos y sin azoemia y
con una concentración sérica de sodio normal o ligera o mo- ASCITIS REFRACTARIA
deradamente reducida. Después del alta hospitalaria, el paciente
debe ser visto en la consulta ambulatoria en 7-I4 dias. La ascitis refractaria se deflne como una ascitis que no responde
una dieta con restricción de sodio y al tratamiento con diu-
Sin bicarbonato sódico réticos en dosis altas. La refractariedad se puede manifestar
La acidosis tubular renal leve aparece en una minoría impor- como una pérdida de peso mínima o nula a pesar de los diu-
tante de pacientes con cirrosis y ascitis. Aunque se ha reco- réticos o por el desarrollo de complicaciones debidas a estos
mendado la administración de bicarbonato sódico por vía oral fármacos137. En varios estudios se ha demostrado que la asci-
en esta indicación, este tratamiento aumenta de manera es- tis cirótica es refractaria al tratamiento médico estándar en
pectacular la ingestión de sodio y no se puede proponer en menos del 100/o de los pacientesl26'130.
ausencia de pruebas que apoyen su uso. En los años sesenta del siglo xx se usaban las derivaciones
portocava para tratar la asciüs refractaria, pero las complicaciones
Acuaréticos hemorrágicas quirurgicas y la encefalopala portosistémica hicie-
Los acuaréticos son una nueva clase de fármacos que se ha uüli- ron que se abandonara este procedimientol22. En Europa, en los
zado en animales y de manera preliminar en pacientes con cirro- años setenta del siglo xx se usaba la bomba de País para ultra-
sis para aumentar Ia excreción urinaria de agua y aumentar la filtrar el líquido ascítico y reinfundirlo por vía intravenosal22. Por
concentración sérica de sodio. Los pacientes con una hiponatre- desgracia, este procedimiento se complicaba por la aparición de
mia leve (sodio sérico inferior a 130 mmol/l) pueden responder una coagulación intravascular diseminada y fue abandonado.
con un aumento de Ia concentración sérica de sodio, aunque en Las opciones viables para los pacientes refractarios al tra-
un estudio aleatorizado fue frecuente Ia reducción de la dosis136. tamiento médico habitual son el trasplante de hígado, La pa-
Aún es necesario investigar con mayor detalle si estos fármacos racentesis terapéutica seriada, la TIPS y las derivaciones peri-
mejorarán la hiponatremia importante sin provocar hipotensión. toneovenosas (figura 88-5)1s.
Tratam¡ento de Tratamiento de Tratamiento de
primera línea segunda línea tercera línea

Figura BB-5 Algoritmo para el


tratamiento de pacientes con as-
citis cirrótica.

Trasplante de hígado tudio, los pacientes que tenían ascitis a tensión se aleatoriza-
El trasplante de hígado se debe plantear entre las opciones ron para recibir albúmina intravenosa (10 g/l de líquido ex-
de tratamiento para los pacientes con cirrosis y ascitis, tanto traído) o nada de albúmina después de la paracentesis tera-
si el líquido es sensible a diuréticos como si es refractario (véase péutica1a3. Se observaron más cambios estadísticamente
también capítulo 92).En muchas áreas de EE. UU. no se ofre- significativos (asintomáticos) en los electrólitos séricos, la
ce el trasplante a los pacientes hasta que se ha desarrollado renina plasmática y la creatinina sérica entre los pacientes que
un síndrome hepatorrenal (véase capítulo 89). La supervi- no recibieron albúmina que en los que sí la recibieron, pero
vencia alos 1Z meses de los pacientes con ascitis refractaria al sin una frecuencia mayor de morbilidad clínica o mortalidad.
tratamiento médico es sólo del25o/o138 y la supervivencia del Aunque otro estudio demostró que los pacientes que tenían
trasplante de hígado es mucho mayor. un aumento de las concentraciones plasmáücas de renina des-
En los pacientes que son candidatos al trasplante se deben pués de la paracentesis tenían una esperanza de vida menor
evitar los procedimientos que podrían diflcultar la interven- que los que tenían concentraciones estables de reninas, en
ción. La cirugía del cuadrante superior derecho provoca adhe- ningún estudio se ha podido demostrar una reducción de la
rencias que se pueden vascularizar y dificultan la extracción supervivencia de los pacientes que no reciben un expansor de
durante la cirugía de trasplante. Incluso la derivación perito- plasma frente a los pacientes que reciben albúmina después
neovenosa puede provocar la formación de un «capullo» en de la paracentesislas. Para describir el aumento de las con-
el cuadrante superior derecho que puede incluir al intestino centraciones de renina plasmática después de la paracentesis
y al hígado13e. se ha acuñado una nueva expresión, circulato-
"disfunción
ria inducida por paracentesis,r.la6. A pesar de la ausencia de
Paracentesis ser¡ada beneficios de la infusión de albúmina sobre la superviven-
La paracentesis abdominal terapéutica es uno de los procedi- cia, Ios autores de los dos estudios citados con anterioridad
mientos médicos más antiguos. En los años ochenta, después recomiendan la infusión sistemática de albúmina después "
de 2000 años de uso, se describieron los primeros resultados de una paracentesis terapéuticalat,tn'. Sin embargo, la albú-
de una paracentesis de grandes volúmenes y se documentó que mina se degrada de manera importante durante su infusión y
los pacientes Ia toleraban, igual que hacían los pacientes en los es un producto cafo147'748. En un estudio realizado hace 40 años,
cuarenta y antes140-143. En un gran estudio aleatorizado y con- el 580/o de la albúmina infundida se anuló por el aumento de
trolado se determinó que la paracentesis terapéutica más in- la degradación y el incremento del 15% de la concentración
fusión intravenosa de coloides conseguía menos cambios me- sérica de albúmina provocó un incremento del 39olo en su de-
nores (asintomáticos) de electrólitos séricos y creatinina que gradación147. Se ha demostrado en medios de cultivo celula-
los descritos con el tratamiento diurético1ao, aunque no se pue- res que el aumento de Ia concentración de albúmina dismi-
d
den demostrar diferencias en las tasas de morbimortalidadlao. nuye la síntesis de esta proteína1ae. Ante su coste (entre 2 y
La paracentesis terapéutica es actualmente el tratamiento de 25 dólaresig o 100-1250 dólares/paracentesis), es difícil ius-
p primera línea de pacientes con ascitis a tensión y como trata- tif,car el gasto de las infusiones rutinarias de albúmina a par-
.N miento de segunda línea para pacientes con cirrosis cuya as- tir de los datos existentes en Ia actualidad.
citis es refractaria a los diuréticos (véase figura 88-5)1s. El ré- La confusión sobre la infusión de albúmina se debe, en

cord mundial de volumen de líquido extraído de una sola parte, al diseño de los estudios relevantes. En los estudios rea-
vez es de 41 litroslaa. lizados en Barcelona se podrían haber introducido en el es-
u
tr
tudio de albúmina frente a no albúmina algunos pacientes
U Reposicién de coloides con ascitis «a tensión», y eI 3L0/o de estos casos no recibían
tU
Existe un aspecto controvertido sobre la paracentesis tera- ni siquiera diuréticosla3. Parece más apropiado estudiar a una
U
@ péutica, que se refiere a la reposición de coloides. En un es- población en la cual no sea realmente necesaria la paracen-
§ección tX l'tfgado

blemas funcionales de la TIPS que se deben


tratar con manl-
a diuréticos'
tesis crónica, específicamente el grupo resistente de la endoprótesis' logísticamente es
que tienen ascitis a tensión1so' Otro pulaciones repetidas
y no toaos los pacientes que realizar una para-
ae investlgadores ha demostrado que los
pacientes que *"ro, comptñado mantener una TIPS
Se ha descri-
lrupo
ii"""" cirrosis resistente a diuréticos toleran para- ."L"tit ¿. grandes volúmenes cada 2 semanas' politetrafluoro-
liascitis i.-q". frt .rir"ru, endoprótesis recubiertas de
las concentracio-
centesis de 5 liiros sin modificaciones de comparadas
Personalmente, mi forma de tra- etilÉno meloran la permeabilidad y la supervivencia
.r", ¿".".ti.tu plasmáticals1.
con las endopróteiis no recubiertas en un estudio no aleato-
consiste en retirar
tar a los pacientes con ascitis a tensión rlzado y que se meiora la permeabilidad sin ventaias de su-
para aliviar la pre'sión intrabdo-
r"n.i"",á fiquido (4-5 litros) p"-i""í.iu *ando se compara-con "ndoprótesis no recubiertas
los diuréticos para eliminar el resto'
-i*f y a"tp"és confiar en
extraer todo el líquido mediante para-
'en
un estudioaleatorizaditez'rc+. Además, los cuatro estudios
1u."." l"up.opiado Áás antiguos sobre TIPS precedieron al desarrollo
e implan-
centesis arrut¿o la mayoría se puede extraer
con diuréticos'
tación del modelo de puñtuación MELD (Model for End-stage
también extrae las opsoni-
pu*" porque la paracentesis Liver Disease), que permite predecir la mortalidad 90 días des-
",
nas y fos^aiuiéti.ol.o.t."ntran estas sustanciasl3s' Los pa-
tá rtpS; en los nuevos estudios en
a diuréticos deben oués de la colócación ¿e
cienies con cirrosis inicial y ascitis sensible t" ,tilizan cubiertas y se seleccionan los
y no con una paracentesis i"r á* endoprótesis
recibir tratamiento con diuréticos pu.i*t"t según sus puntuaciones MELD se podrá demostrar
ya que pueden-ser más sensibles a la con las pa-
á" g.urrO", volúmenes, iu rr".rtu¡u dJ supervivencia de la TIPS comparada
rétutiottá¿u con la paracentesis que los
á"pi".iO" de volumen racentesis rePetidas.
terapéuti-
puii"","t con cirrosis avattzadalsz' La paracentesis La TIPS también es útil en el tratamiento del hidrotórax
he-
ca crónica se debe reservar para el 10o/o
de los casos en los que portosis-
no alivia la ascitis' pático y de la hernia umbilicallll'l18' La derivación
el tratamiento con diuréticos (DIPS) conecta Ia vena porta di-
en los que se han comparado expanso- [á*i.uin*uttepática directa
Hay otros estudios
más baratos que la albúmina' sin encontrarse Iectamenteconlavenacavainferiorysepuedeaplicaren
res de plasma
ni complicacio- p".iá",.t con un síndrome de Budd-Chiaril6s'
diferenicias en el desequilibrio de electróIitos
los grupos's3' Además' al-
nes clínicamente relevantes entre Derivacién Peritoneovenosa
la administración de la mitad del ex-
g""ot u"r.t"s def,enden A mediados de los años setenta del siglo
xx se difundió el uso
plasma inmediatamente después de la paracentesis
[urrro. de áe la derivación peritoneovenosa como un nuevo tratamien-
tardelas'1s3' un método que con-
i á. fu otra mitad 6 horas más en una visita to "fisiológico, áe la ascitis, pero la publicación
del fracaso
irierte un procedimiento ambulatorio sencillo después de la in-
incluso en una breve hos- de Ia deriváción, complicaciones mortales
a la consulta durante todo el día e
y aleatorizados en los que
que serción de la derivacién estudios
pitalización, y no parece estar lustificado' Un coloide
se
re-
que se puede acu- no pudieron demostrar ventaias de supervivencia han
se
áeUe erritar eípecíficamente es hetastarch, línea de
y provocar hipertensión por- i"g"¿,i este procedimiento al tratamiento de tercera
mular en las células de Kupffer (véase figura 88-5)' Los
hepatopatía preexistentelsa' iái pu.i""t"i con cirrosis y ascitisr'l3.
iui pu.i."tes sin hígado y que
"" üs declaraciones de ionsenso y en las revisiones siste- pacientes que no so.r.a.,didatos al trasplante de
En con cicatrices que no permite la realiza-
la infusión tienen un abdomen
máticas se han señalado algunos de los riesgos de paracentesis repetidas y que tampoco son candidatos
contra su uso libe- ción de
de albúmina y se hacen reómendaciones los que ha fracasado un intento de implan-
más convincentes parataitpS o
rallss'1s6. Hastá que dispongamos de datos
razonable iaclón de una
",
TIPS componen el pequeño subgrupo de can-
sobre los grupos up.opiuaót de pacientes,-patece
vo1úmenes en pacien- didatos para la utilización de la derivación peritoneovenosa'
evitar la páraóe.rteiis sériada de grandes
retener la albúmina después Enunestudioaleatorizadosehademostradoqueinclusouna
tes con aicitis sensible a diuréticós, «Perm€-abi
endoprótesis no recubierta en una TIPS tiene una
á" tu puru...rtesis de 5 litros o menos y valorar la infusión
de
lidad asistida» meior que la derivación peritoneovenosa'uu'
opcional después de la paracentesis de un volumen
ufb,iÁiru
mayor en picientes con ascitis reiistente a diuréticosls' Nuevos tratamientos
Los nuevos tratamientos existentes para pacientes
con asci-
Derivación portosistémica intrahepática transyugular drenaie peritoneo-urinario del
que realiza tis refractaria consisten en el
La TIPS es una derivación portocava laterolateral una bomba que se implanta en un proce-
líquido utilizando
un radiólogo intervencionista (o un hepatólogo)' normalmente
utilizó dimiento quirúrgico en el que el radiólogo intervencionista
utilizando anestesia local. La colocación de la TIPS se derivación peritoneovenosal6T'168'
varicosas .áio.u pot rriu p".irtán"u
por primera vezparu el tratamiento de hemorragias ""i
iefráctarias, pero también se ha propuesto para el üatamien-
87). La
to de la ascitis resistente a diuléticos,., (véase capítulo
en los años noventa' simi- RESUMEN DET TRATAMIENTO DE LA ASCITIS
TIPS fue recibida con entusiasmo
lar al entusiasmo que despertó la derivación
en los setenta. Al igual que esta última, la TIPS
peritoneovenosa
ha sido utili-
gra-
'ji"ltr*T:-:9}-,::1-l-9:l*.-
EIpilar tratamiento
del de la ascitis en pacientes con cirrosis
zadaenexceso, hasta que se describieron complicaciones del sodio en la dieta y diuréticos (véase flgu-
En cuatro estudios aleatotiza- es ia restricción
ves y una efrcacia insuhciente' en el 900/o
ra 88-5). El tratamiento médico estándar es eñcaz
Oori grun escala de pacientes, resistentes a diuréticos se ha de los éasos y la evaluación del trasplante de hígado se debe
con tes-
demostrado una supérioridad sistemática de la TIPS él ,.to*".,to de la primera descompensación he-
pero sin ventaias en la plantear
pecto a la repetición de la paracentesis ".t problemas psicosociales impiden a
ha conf,rmado su efi- pati.u. Sin embargo, los
i"p.r"i".".ia1s8'161. En un metanálisis se
debe rea-
menudo el trasplante. La paracentesis terapéutica
se
.riiu, p"ro también la ausencia de diferencias en la supervi-
y como tra-
lizar con rapidez en pacientes con ascitis a,tensión
,r"n.iu, siendo Ia encefalopatía hepática más frecuente en
el
línea en el 10o/o de los casos en los que
encontrar pro- tamiento de segunda
grupo tratado con TIPS162' Aunque es frecuente
CapÍtulo BB Ascitis y peritonitis bacteriana espüntánea

la ascitis cirrótica es refiactaria al tratamiento médico. La pa- 15. Runyon BA: Management of adult patients with ascites
racentesis terapéutica se puede repetir indefinidamente o hasta caused by cirrhosis. Hepatology 39:841,2OO4.
que se pueda proporcionar un tratamiento más definitivo. 16. Runyon BA: Paracentesis of ascitic fluid: A safe procedure.
La colocación de una TIPS es el tratamiento de segunda línea Arch Intern Med 146:2259, 1986.
17. Sakai H, Sheer TA, Mendler MH, Runyon BA: Choosing the
que se debería reservar para pacientes resistentes a diuréti-
location for non-image guided abdominal paracentesis. Liver
cos que no son candidatos al trasplante de hígado, así como International 25:984, 2OO5.
para aquellos que están a la espera del trasplante, y para pa- 18. Bard C, Lafortune M, Breton G: A.scites: ultrasound guidance
cientes con hidrotórax hepático. La derivación peritoneove- or blind paracentesis. Can Med Assoc J 735:209, 1986.
nosa es un tratamiento de tercera línea y debe reservarse para 19. Runyon BA, Akriviadis EA, Keyser AJ: The opacity of portal
circunstancias especiales e inusuales. En los pacientes que hypertension-related ascites corelates with the fluid's triglyc-
no tienen contraindicaciones psicosociales, la evaluación eride concentration. Am J Clin Pathol 96:742, 7991.
20. Rector WG: Spontaneous chylous ascites of cirrhosis. J Clin
del trasplante de hígado es incluso más urgente una vez que Gastroenterol 6:369, 1984.
la ascitis se ha hecho resistente a diuréticos. 21. Runyon BA: Ascitic fluid bilirubin concentration as a key to
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23. Runyon BA: Strips and tubes: Improving the diagnosis of
mortalidad significativa, relacionada en parte a una hepato- spontaneous bacterial peritonitis. Hepatology 37 :7 45, 2OO3.
patía subyacente grave y en parte ala ascTtis per se. En Ia mitad 24. Runyon BA: Approach to the patient with ascites. In Yamada
de los casos en los que se detecta la cirrosis antes de Ia des- t, Alpers D, Kaplowitz N, et al (eds): Textbook of Gastroen-
compensación (es decir, desarrollo de ascitis, ictericia o en- terology, 4th ed. Philadelphia, Lippincott Williams &
cefalopatía o hemorragia digestiva), la ascitis se presenta en Wilkins, 2OO3, p 948.
un plazo de 10 años16e. Una vez aparecida, la tasa de morta- 25. Hoefs JC: Serum protein concentration and portal pressure
lidad esperada se acerca al 50o/o en sólo 2 afos170. La supervi- determine the ascitic fluid protein concentration in patients
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vencia ha mejorado muchísimo con el trasplante de hígado. 26. Runyon BA, Montano AA, Akriviadis EA, et aI: The serum-
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t965

CAPITU LO

89 Encefalopatía hepática,
síndromes
hepatopulmonares,
síndrome hepatorrenal
y otras complicaciones
de la enfermedad hepática
l. Cregory Fitz

lNnrcr nrl cnpfruro


Encefalopatía hepática 1966 Diagnóstico 1979
1967 Tratamiento ' 1980
-Fisiopatología
Diagnóstico 1969 Disfunción endocrina 1981
Tratamiento 1971 Fisiopatología 1981
Síndromes hepatopulmonares 1972 Diagnóstico 1983
Fisiopatología 1973 Tratamiento 1984
Diagnóstico 1974 Trastornos de Ia coagulación 198r'.
Tratamiento 1975 Fisiopatología 198r',
Síndrome hepatorrenal 1977 Diagnóstico 1985
Fisiopatología 1977 Tratamiento 1 986

El hígado tiene una función central en la regulación de otros órganos y sistemas también son dinámicos y es frecuente el
órganos y sistemas, gracias a su función sobre la nutrición, desarrollo de los síntomas en ausencia de un deterioro evi-
el metabolismo y la secreción de xenobióticos y endobióticos. dente manifestado a través de las pruebas bioquímicas es-
En consecuencia, la hepatopatía crónica provoca una am- tándar de la función hepática.
plia variedad de manifestaciones sistémicas que podrían A pesar de los distintos órganos y sistemas que se afectan
dominar la evolución clínica y representan una indicación en la cirrosis, en las etapas iniciales las complicaciones ex-
= principal para el trasplante de hígado. Algunas de estas com- trahepáticas comparten un vínculo mecánico común por-
plicaciones son consecuencia del descenso del número de he- que tienen una naturaleza principalmente funcional, repre-
)9
patocitos funcionantes y de la pérdida concomitante de sentando un efecto secundario de la cirrosis y no una alteración
,N capacidad de síntesis y metabolismo. Otras refleian la hiper- primaria de los órganos diana. De este modo, al sustituir el hí-
tensión en la circulación portal, lo que provoca la apertura de gado insuficiente mediante el trasplante se pueden restaurar
,6
colaterales vasculares y la derivación de la sangre fuera de los plenamente las alteraciones neurológicas, renales o de otro

lobulillos hepáticos. Estas manifestaciones de la cirrosis (des- tipo. No obstante, las características diagnósticas específicas
I censo de la reserva de síntesis y alteración de la perfusión) no siempre aparecen y los pacientes con hepátopatía también
tr
U están funcionalmente interrelacionadas y se pueden modifl- son susceptibles de presentar otras enfermedades. En deter-
U
car con el tiempo en respuesta a las distintas demandas flsio- minadas enfermedades sistémicas, como Ia fibrosis quística
@ lógicas y, por tanto, los efectos de la cirrosiS sobre los demás (pulmonar) o la enfermedad de Wilson (cerebral), hay varios
Secci$n ¡¡,', Hígado

órganos y sistemas afectados por el mismo proceso fisiopa- con más somnolencia y obnubilación y aparición de trastor-
tológico que también afecta al hígado. En este capítulo se apor- nos del movimiento que reflejan una mayor afectación del
ta una perspectiva general de Ia fisiopatología de las mani- sistema reticular descendente o de otras estructuras neuroló-
festaciones sistémicas más frecuentes de la hepatopatía crónica gicas. Estos trastornos del movimiento incluyen temblores,
y se centra en particular en su diagnóstico y tratamiento. falta de coordinación y asterixisT'8. En los sujetos colabora-
dores, la asterixis se evalúa normalmente pidiendo al paciente
que extienda sus brazos con las muñecas en flexión dorsal:
se observa la pérdida brusca del tono flexor y una caída ca-
racterística de la muñeca periódicamente, cada 2-3 segundos.
La encefalopatía hepática (EH), o encefalopatía portosisté- También es posible que las relajaciones periódicas sean evi-
mica, representa una reducción reversible de la función neu- dentes cuando el examinador suiete la mano del paciente y
rológica causada por la hepatopatial'2. Se presenta principal- sujete la muñeca ligéramente en flexión dorsal. En un paciente
mente en pacientes con hipertensión portal y la derivación con confusión mental, somnolencia y cambios de personali-
de la sangre fuera del hígado. En el marco de la hepatopatía dad, la presencia de asterixis es muy sospechosa de encefalo-
crónica, el inicio de la encefalopatía a menudo es insidioso y patía hepática subyacente. Un EEG realizado enlaetapaZ
se caracteriza por cambios sutiles y, a veces, intermitentes de muestra ritmos más lentos y la aparición de ondas trifásicas
la memoria, la personalidad, la concentración y los tiempos en las regiones frontales.
de reacción3'4. Normalmente, los cambios precoces son sub- La progresión a Ia etapa 3, definida por el aumento de ob-
clínicos, en cuyo caso el trastorno se denomina encefalopala nubilación en un paciente que aún se puede despertar, o a la
hepática con cambios mínimos (EHM) y se reconoce sólo re- etapa 4, en la que el paciente está comatoso, refleja la dis-
trospectivamente, pero la EHM también puede ser clínica- función cortical bilateral grave o la afectación del tronco del
mente signiñcativa. Por ejemplo, en los estudios realizados en encéfalo y sistema activador reticular. La asterixis se puede
pacientes con cirrosis compensada sin signos clínicos de 1a EH perder y se hacen evidentes la hiperreflexia y la rigidez mus-
se indica que más de la mitad de los casos muestra resulta- cularl. El EEG muestra un enlentecimiento importante con
dos anormales en varias pruebas de conexión o respuestas evo- frecuencias en los intervalos teta y delta. Aunque las caracte-
cadas por estímulos auditivoss y más de Ia mitad pueden no rísticas clínicas pueden ser totalmente reversibles con el tra-
ser aptos para conducir un automóvil, tal como se evalúa con tamiento (véase más adelante), la encefalopatía de este grado
una batería de pruebas psicométricasa. Aunque estos resulta- es una manifestación de la hepatopatía avanzada y se asocia
dos no se pueden extender a todos los pacientes con cirro- a un peor pronóstico a largo plazoe.
sis6, las implicaciones para los pacientes y para la sociedad son Estas características clínicas de la EH son inespecíficas y po-
importantes en vista de la prevalencia de la cirrosis. demos encontrar manifestaciones similares en la hipoxia, aci-
Con la progresión de la encefalopatía, las alteraciones neu- dosis, toxicidad medicamentosa y otros daños metabólicos y
rológicas son cada vez más evidentes y normalmente se cla- tóxicos. Estas posibilidades deberían excluirse con los criba-
sif,can en una escala numérica, que refleia los grados crecientes dos y pruebas. farmacológicos apropiados. Las manifestacio-
de disfunción neurológica, como se describe en la tabla 89-11. nes neurológicas de la EH suelen ser simétricas (aunque no
Las manifestaciones de la etapa 1 de Ia encefalopatía reflejan siempre) y la aparición de las alteraciones neurológicas foca-
la afectación de las funciones corticales superiores, con des- les, motoras o sensitivas (como la aparición de disfunciones
censo de Ia capacidad de concentración, cambios en la per- o paresia de los pares craneales) siempre deberían dar paso al
sonalidad, irritabilidad y deterioro de las habilidades de cálcu- estudio de otras causas de enfermedad neurológica estructu-
lo y construcción. El patrón de sueño del paciente cambia, ral, como la hemorragia intracraneal.
con despertares nocturnos y somnolencia diurna. Los resul- El estudio histológico del cerebro de pacientes con hepa-
tados del electroencefalograma (EEG) suelen ser normales, topatía crónica y encefalopatía recurrente o crónica ha per-
pero el trazado del EEG puede mostrar un enlentecimiento mitido identificar varias anomalías, siendo las más impor-
sutil de la frecuencia dominante. tantes de ellas la tumefacción neuronal y el cambio de los.
La progresión a la etapa 2 de la encefalopatía se caracteri- astrocitos, lo que se conoce como astrocitosis de Alzheimer
za por la exageración de estas manifestaciones corticales, tipo Ilz'to'tt. Estos cambios histotógicos indican que la EH es

Deterioro
Etapa clínica Función intelectual Función neu¡omascular
Subclínica Resultados normales en la exploración, pero posible Cambios sutiles de las pruebas psicométricas
deterioro de la capacidad de trabajo o conducción o de conexión de números
Etapa 1 Alteración de la atención, irritabilidad, depresión Temblor, descoordinación, apraxia
o cambios de personalidad
Etapa 2 Somnolencia, cambios conductuales, mala memoria Asterixis, habla lenta o monótona, ataxia
y cálculo, trastornos del sueño
Etapa 3 Confusión y desorientación, somnolencia, amnesia Reilejos hipoactivos, nistagmo, clono
y rigidez muscular
Etapa 4 Estupor y coma Pupilas dilatadas y postura descerebrada,
reflejo oculocefálico («ojos de muñeca»), ausencia
de respuesta a estímulos en estadios avanzados
hepátiea; síndtorne§, hepatop,ulmonares, síhdrome hepatorrenal

una enfermedad que afecta a las neuronas o a los astrocitos,


o, con mayor probabilidad, a ambos tipos de células. No obs-
tante, se desconoce si estos cambios representan la causa o Mecanismo Hipótesis
el efecto de la encefalopatía y se han presentado datos a favor Acumulación de Las concentraciones de amoníaco y
y en contra del aumento de la intensidad de la señal en las toxinas (amoníaco, mercaptanos producidos por la
imágenes de resonancia magnética potenciadas en T1 del globo mercaptanos) acción de las bacterias intestinales en
pálidol2. La mayoría de los casos de encefalopatía precoz son la urea y las protéínas están elevadas
totalmente reversibles con el tratamiento, Io que no apoya en sangre y cerebro como
consecuencia del aclaramiento
una base estructural de la encefalopatiay sí una causa tóxica
hepático defectuoso, provocando la
o neurohumoral, en particular en las etapas iniciales. alteración de la función nerviosa
mediante citotoxicidad, tumefacción
celular y depleción de glutamato
FTSIOPATOTOGíA Aumento de la El aclaramiento defectuoso del CABA
transmisión producido por las bacterias
A pesar de la frecuencia y características clínicas habituales de gabérgica intestinales, el aumento de la síntesis
la EH, aún no se han deñnido los mecanismos patógenos pre- neuronal de CABA y el aumento de
la producción de agonistas del
cisos. T[as décadas de experiencia con modelos de animales,
receptor de benzodiacepinas
incluidos los perros con creación quirúrgica de una fístula provocan la inhibición neuronal
de Eck (derivación portocava terminolateral)13, se han iden- mediante la estimulación del
tificado los elementos flsiopatológicos esenciales. En caso de complejo de receptor CABA en las
derivación portosistémica, en la cual la sangre portal se deri- membranas postsinápticas
va fuera del hígado hacia la vena cava, la ingestión de una co- Acumulación de El aumento de la relación en plasma
mida rica en proteínas se asocia al inicio de la encefalopatía neu rotransm isores entre aminoácidos aromáticos y
y progresión a coma y muerte. Aunque aún no se han esta- falsos aminoácidos de cadena ramifiéada
provoca el incremento de las
blecido los mecanismos precisos, estos resultados indican la
concentraciones cerebrales de los
importancia de la absorción de subproductos nitrogenados ami noácidos aromáticos
procedentes de las proteínas del colon hacia la circulación precursores de falsos
portal. neu rotransm isores
Este modelo fisiopatológico de encefalopatía hepática es
simplista en algunos aspectos, y no tiene en cuenta otros pa- CABA, ácido y-aminobutírico.
rámetros que podrían ser importantes, como los cambios de
los neurotransmisores centrales y la barrera hematoencefáli-
ca''"''n , pero el modelo encaja bien con la experiencia clínica Se han publicado revisiones detalladas de Ia patogenia y
y no establece suposiciones sobre la identidad precisa de la to- mecanismosmoleculares de la EH1-3,18. En las secciones si-
xina o toxinas implicadas. Por ejemplo, aunque la creación de guientes se resalta una breve revisión del papel del amonía-
una derivación portocava es muy efrcaz para el tratamiento co y del posible papel de la neurotransmisión inhibidora me-
de las hemorragias asociadas a la hipertensión portal (véase ca- diante los receptores del ácido y-aminobutírico (GABA) en el
pítulo 87), la consecuencia clínica es un aumento de la deri- sistema nervioso central. El obietivo de estos dos mecanismos
vación y también de la frecuencia e intensidad de Ia encefa- importancia del amoníaco como orientación del
se basa en la
lopatía1s,i6. En consecuencia, si reconocemos estas características tratamiento y en Ia importancia creciente que tiene el com-
clave (derivación portosistémica y aclaramiento hepático de- plejo del receptor GABA como diana de nuevos tratamientos.
fectuoso de los metabolitos nitrogenados) continúa sentan- Los mecanismos relacionados con los cambios de los neuro-
do las bases de los tratamientos estándar de la EH. transmisores centrales y los aminoácidos circulantes también
¿Es el amoníaco la toxina responsable de la EH? Sí, pero son relevantes, pero sus implicaciones terapéuticas no están
no es la única, y aún no se han definido plenamente los me- tan bien definidas. Por ejemplo, es notable que los estudios
canismos por los cuales el amoníaco produce las alteracio- exploradores con tecnología de microondas para detectar el
nes neuropsiquiátricas17,18. En las series cIínicas más relevan- ARN mensajero (ARNm) en un modelo de animales de la EH
tes se detecta la elevación de las concentraciones sanguíneas hayan permitido demostrar un incremento de dos veces de
de amoníaco en el 600lo-800/o de los pacientes con cirrosis y los transcriptos ARNm 1.6 y w descenso de dos veces de los
encefalopatía y el tratamiento destinado a disminuir la con- transcritos de ARNm 1523. Algunos de estos transcritos deri-
centración de amoníaco consigue resolver la encefalo- van de genes implicados en los receptores de neurotransmi-
patía3's'a,te,aJ. No obstante, está claro que coexisten varias sores, transportadores, transducción de la señal y respuesta
¡ alteraciones metabólicas, incluiso cambios en el perfll de ami- celular al estrés oxidativo23. También se han publicado indi-
noácidos circulantes, mercaptanos y concentraciones de dopa- cios de alteraciones reproducibles de las vías de la guanilato
p mina y otros neurotransmisores en el sistema nervioso cen- ciclasa soluble, del óxido nítrico (NO) y otras relacionadasz,za.
9
tral2'L4,2L'22. Estas alteraciones, que se resumen enlatabla89-2, Todos estos cambios, y la falta de unanimidad sobre cuál es el
están presentes en grado variable en las distintas situaciones principal, subrayan la necesidad de continuar mejorando nues-
clínicas de Ia EH y probablemente actúan de forma comple- tros conocimientos sobre esta complicación tan importante

mentaria para modificar la función neurológica en la cirro- en la insuficiencia hepática.
ü sis14,17. Aunque el amoníaco no sea la única causa, o incluso
tr
U Ia causa predominante, de la EH, es un marcador clínicamente Hipótesis del amoníaco
U
@ útil de la producción de toxinas entéricas procedentes de los El amoníaco es un elemento clave en el metabolismo del ni-
U
@ sustratos nitrogenados. trógeno y de las proteínas, y la dinámica del maneio del amo-
Sección,lX, 'Hígado

níaco en el hombre está bien definida2s,26. Et tubo digestivo es uremia son predecibles porque Ia urea difunde hacia el inte-
el lugar principal de produccién de amoníaco. Las bacterias rior del colon, donde se metaboliza para liberar amoníaco des-
degradan los compuestos nitrogenados del colon, que com- pués de la degradación bacteriana. Lbs efectos de la hipopo-
prenden las proteínas ingeridas y la urea secretada, con libe- tasemia y la alcalosis son más sutiles. La hipopotasemia se
ración de amoníaco que después se absorbe hacia la circula- desarrolla en pacientes con cirrosis como consecuencia de las
ción portal, donde sus concentraciones son entre 5 y 10 veces pérdidas en orina inducidas por los diuréticos, la diarrea, los
mayores que en la sangre venosa mixta26. La extracción de pri vómitos y las deficienclas nutricionales. En primer lugar, la
mer paso del amoníaco por el hígado es alta2s, dando lugar hipopotasemia aumenta la producción de amoníaco en el
al aclaramiento de amoníaco del sistema porta e impidiendo riñ6n27'28. En segundo lugar, la hipopotasemia y los alcaloides
su entrada en la circulación sistémica. En el interior de los he- favorecen la captación celular de amoníacoze. Como la ma-
patocitos, el amoníaco se convierte con rapidez a glutamina yoría de las reservas corporales de K* se encuentran en el es-
no tóxica a través de una serie de reacciones enzimáticas, y pacio intracelular, reduciendo las concentraciones de ese ión
se sintetiza en reacciones independientes en urea para su se- en el Iíquido extracelular se estimula su salida de las células
creción en los riñones. Las alteraciones de las enzimas del ciclo para recuperar las concentraciones extracelulares. Las célu-
de la urea se presentan en síndromes congénitos (véase capí- las compensan la pérdida de K* mediante Ia captación neta de
tulo 73), pero las deficiencias enzimáticas no son la princi- Na* y H* para mantener la neutralidad eléctrica, provocando
pal preocupación en la mayoría de los pacientes con cirrosis, una alcalinización relativa del espacio extracelular y la acidi-
en los cuales el amoníaco evita el hígado como consecuen- ficación del espacio intracelular2e. Como el amoníaco (NHr-
cia de la derivación portosistémica. y el ión amonio (NHa*) están en equilibrio, la alcalosis extra-
Además de su papel en el transporte de Ia urea, Ios riño- celular aumenta Ia porción de NH3 permeable a la membra-
nes son el lugar de generación de amoníaco y segregan acti- na, mientras que la acidosis intracelular sirve para atrapar el
vamente amoníaco hacia la orina2s. De hecho, se observa un NHa* dentro de la célula. En consecuencia, el efecto neto de
incremento neto de la concentración de amoníaco en las venas la hipopotasemia es el desplazamiento de amoníaco hacia el
renales frente a las arterias renales y la concentración de amo- interior de las neuronas o de otras células, donde eierce sus
níaco en las venas renales aumenta como consecuencia de efectos tóxicos. En consecuencia, la normalización de la hi-
la hipopotasemia y el uso de diuréticos26,27. Los estudios cli popotasemia tiene un efecto terapéutico33.
nicos apoyan el papel de la hipopotasemia en la precipitación A pesar de los datos importantes que implican al amoníaco
de la EH mediante su efecto sobre la amoniagenia renal28. como un factor contribuyente importante a la EH, Ios meca-
Después de la inyección en bolo de amoníaco radiomar- nismos celulares precisos implicados siguen siendo esquivosls.
cado se demuestra una captación apreciable en el hígado, la Se han descrito varios mecanismos potenciales de la disfunción
vejiga y el cerebro2s. En la encefalopatia, las concentraciones neuronal inducida por amoníaco, y también que la presencia
arteriales de amoníaco aumentan, al igual que la tasa de acu- de amoníaco disminuye la concentración de glucógeno en
mulación de amoníaco en el cerebro, de 32 + 3 pmol/min a los astrocitos cultivadoslo, altera la comunicación entre glía y
53 t 7 pmol/min2s. Como el músculo es un lugar importan- neuronas3a e interflere con la transmisión sináptica21. Con pe-
te de aclaramiento de amoníaco, la atrofia muscular que se ve ríodos de tiempo más prolongados, la elevación mantenida
en la cirrosis avanzada puede contribuir al incremento de la de las concentraciones de amoníaco induce cambios patoló-
captación de amoníaco en el cerebro2s. gicos en los astrocitos perineurales42l. Como las reservas de glu-
Aunque aún no se han def,nido completamente las impli- cógeno de los astrocitos representan una reserva importante de
caciones que üenen estas observaciones sobre el metabolismo energía para el cerebro, la alteración de la señalización glio-
del amoníaco, la derivación portosistémica y la patogenia de neuronal participa en la patogenia de la EH10,3s. Los resultados
la EH, todas estas observaciones indican que existe una rela- obtenidos en modelos de animales de la EH e hiperamonemia
ción clara entre la EH y las alteraciones del maneio de amoníaco. apoyan estas conclusiones generales3o, aunque aún no se han
Las dificultades encontradas en la medición e interpreta- resuelto todos los efectos de amoníaco y sus metabolitos. Ade-
ción de las concentraciones de amoníaco en sangre son: 1) las más, el amoníaco modula Ia señalización celular a través de sus
variaciones sustanciales entre las concentraciones venosas y efectos sobre el glutamato y Ia señalización GABC¿18 y, de este
arteriales; 2) la liberación de amoníaco desde el músculo es- modo, existe una relación entre las alteraciones del metabo-
quelético inducida por el ejercicio; 3) una mala correlación Iismo del amoníaco y Ia señalización GABA.
entre el valor absoluto de la concentración de amoníaco en
sangre y el grado de encefalopatia, y 4) las diferencias en la Hipótesis del ácido y-aminobutírico
evolución temporal del aumento de las concentraciones de El amoníaco causa algunos de los síntomas y signos de la EH
amoníaco en sangre y el inicio de los síntomas de encefalo- sólo después de que se metabolice por la glutamina sintetasa
patía2e . A pesar de estas limitaciones, las mediciones de con- en el cerebro. En un modelo de animales de la EH, Ia deriva-
centraciones más bajas de amoníaco en sangre arterial siguen ción portocava provoca el incremento de las concentraciones
siendo el pilar del tratamiento del coma hepático1e,30,31. plasmáticas y cerebrales de amoníaco, así como el aumento
Los pacientes con cirosis están sometidos a cambios en de las concentraciones cerebrales de glutamina y triptófano
el equilibrio hidroelectrolítico, gracias a Ia retención de sodio como consecuencia de la acción de la glutamina sintetasa36.
y agua que acompaña a la cinosis y al uso frecuente de diu- La inhibición de la glutamina sintetasa consigue normalizar
réticos potentes. Como la encefalopatía normalmente se pre- las concentraciones de glutamina en el cerebro y el consu-
cipita ante episodios metabólicos32, es muy instructivo tener mo de glucosa, lo que apoya la función de la síntesis de glu-
en cuenta cómo influye el balance acidobásico y electrolíti- tamina en el desarrollo de las alteraciones metabólicas cere-
co en el metabolismo del amoníaco, suponiendo que los in- brales en estados hiperamonémicos36. En consecuencia, el
crementos de las concentraciones de amoníaco en sangre amoníaco solo no explica las alteraciones del sistema ner-
aumentan la intensidad de la encefalopatía. Los efectos de la vioso central en Ia EH.
Ácido a-cetoglutárico atención. En primer lugar, las bacterias intestinales aportan
tl GABA liberado de las precursores de ligandos del receptor de benzodiacepinas, igual
. it
Ac¡do glutámico
neuronas presinápticas
que producen amoníacoa2. El deterioro de la eliminación he-
pática de este tipo de ligandos en pacientes con cirrosis es
itll
.Acido y-aminobutírico (GABA) Posible ligando
paralelo a Ia reducción de la eliminacióñ de amoníaco y el tra-
endógeno del receptor tamiento que reduce las concentraciones de amoníaco debe-
de benzodiacepinas ría tener efectos similares sobre las concentraciones de los li-
gandos del receptor de benzodiacepinas. En segundo lugar,
Ia concentración de estos ligandos se correlaciona aproxi-
madamente con la etapa de la EHao. Por último, la EH me-
@@ jora en algunos pacientes con flumacenilo3e o sus análogos

del
Locus
GABA
G|
.-
rr Locus de
benzodiacepina
endógena
Ro 15-3505 y Ro 15-4513 estructuralmente relacionados3T.
La eficacia de flumacenilo en el tratamiento de la EH se
ha estudiado en varios estudios clínicos. En general, la infu-
sión intravenosa de flumacenilo (O,4 a 1mg) consigue una
mejoría modesta, pero rápida, del EEG y una meioría más
.ff diferida del estado mental del pacientea3,aa. Algunos de los su-
'W,' ietos que respondieron en estos estudios habían recibido ben-
zodiacepinas como tratamiento farmacológico, pero en otros
,& & estudios, incluidos estudios cruzados en ciego, no se ha po-
dido identiflcar un efecto favorable de flumaceniloas. Las ra-
ct- zones de estos resultados tan diferentes no están claras. En
Figura B9-1 Complejo del receptor del ácido y-aminobutírico una revisión de la bibliografía en la que se incluyen 13 estu-
(CABA)-canal de cloruro (Cl ) en la membrana postsináptica. dios y 805 pacientes, la mejoría a corto plazo fue detectable
después del tratamiento con flumacenilo, pero sin cambios
apreciables en las tasas de recuperación o mortalidad46. En
En los estudios realizados en el hombre y en modelos de consecuencia, las respuestas más favorables normalmente son
animales se ha implicado la participación del complejo del re- incompletas, sin recuperar completamente el estado mental
ceptor GABA como contribuyente principal a la inhibición normal, y son de corta duración, qtizá porque los fármacos
neuronal en la EH18,22,3?. EI compleio del receptor GABA (fi de tipo flumacenilo son antagonistas incompletos del recep-
gura 89-1) está localizado en las membranas postsinápticas y tor de benzodiacepinas, o, más probablemente, hay otros fac-
constituye Ia red inhibidora principal en el sistema nervioso tores como el amoníaco, los mercaptanos y los aminoácidos
central. El complejo está formado por: 1) un lugar de unión que también contribuyen a la EH1.
de GABA que mira hacia la superficie extracelular; 2) un poro Estos estudios apoyan el papel de los ligandos del recep-
selecüvo para Cl que se abre en respuesta a la unión del GABA, tor de benzodiacepinas en Ia patogenia de la EH e indican que
para permitir Ia entrada de Cl- y producir la hiperpolarización flumacenilo u otros antagonistas del receptor de benzodia-
de la membrana, y 3) lugares en el receptor de barbitúricos y cepinas pueden ser útiles para el tratamiento de la EH. Cla-
benzodiacepinas estrechamente relacionados, que potencian ramente, estos fármacos son útiles para revertir los efectos
los efectos del GABA. Aún no se han identificado los ligandos de las benzodiacepinas exógenas, pueden aportar información
endógenos del receptor de las benzodiacepinas. pronóstica útil y facilitar el diagnóstico diferencial del coma37.
En teoría, Ios incrementos de la transmisión gabérgica po- Aunque los resultados obtenidos en modelos de animales no
drían ser consecuencia de la mayor disponibilidad de ligan- son, necesariamente, generalizables para todas las formas de
dos extracelulares de los receptores de GABA o benzodiace- hepatopatía, las implicaciones son fascinantes: la encefalo-
pinas. El hígado contiene concentraciones altas de GABA y patía puede deberse al aumento del tono neurotransmisor
transaminasa GABA38. La lesión hepática altera los mecanis- inhibidor en el sistema nervioso central. Hay que resaltar que
mos homeostásicos del GABA y, por tanto¡ puede contribuir el amoníaco potencia la transmisión gabérgica, Io que apoya el
a la de Ia EH. Además, el amoníaco se combina con el s-ceto- concepto de que la hipótesis del amoníaco y la hipótesis GABA
glutarato en el sistema nervioso central para formar gluta- están fu ncionalmente relacionadasl8.
mato, que/ a su vez, se amida para producir GABA. En conse-
cuencia, el aumento de la producción de GABA debería
correlacionarse con las concentraciones de amoníacol,3o. DIAGNÓSTICO
Sin embargo, los datos que apoyan el papel de los ligandos
2 endógenos del receptor de benzodiacepinas en el aumento de La encefalopatía hepática se manifiesta como un espectro de
la transmisión gabaérgica son más potentes22,37,3e. En ausen- alteraciones neurológicas, pero cada una de las características
:9
cia de ligandos conocidos, los posibles agonistas del receptor clínicas principales son inespecíficas. Es fácil pasar por alto
.! de benzodiacepinas se identifican por la inhibición competi- el deterioro sutil de la memoria, de la consciencia y de la
5 tiva de la unión por flumacenilo (un antagonista del recep- personalidad si no se reconoce la hepatopatía subyacente, y
,6
tor de benzodiacepinas)2zao. En modelos tanto animalesal como también puede ser difícil evaluar si la recuperación ha sido
.g
humanosao, la EH se asocia a un incremento de las concen- completa, incluso cuando se han documentado períodos bien
I
traciones de los ligandos del receptor de benzodiacepinas. De definidos de encefalopatía. Por el contrario, las características
tr
u igual modo, la actividad de tipo benzodiacepina está aumen- clínicas de la encefal opatía avanzada y la asterixis en un pa-
U
= tada en el líquido cefalorraquídeo, sangre y orina de pacien- ciente con cirrosis e hipertensión portal conocidas son bas-
u
@ tes con EH3. Hay otros aspectos que también llaman nuestra tante típicas y la combinación de asterixis, hiperamonemia
Seceión IX:i HÍgado

Encefalopatía por nitrógeno Encefalopatía no nilrogenada


Uremia/azoemia Sedantes, benzodiacepinas
Hemorragia digestiva Barbitúricos
Deshidratación Hipoxia
Alcalosis metabólica Hipoglucemia
Hipopotasemia Hipotiroidismo
Estreñimiento Anemia
Exceso de proteínas en Ia dieta
lnfección

y otras características clínicas permite reconocer con ñabili-


dad la encefalopatía portosistémica.
El reconocimiento de la EHM es particularmente impor-
tante ante la prevalencia de la cirrosis. En ausencia de las ca-
racterísticas típicas, las alteraciones sutiles de la función neu-
ropsiquiátrica se valoran mediante test neuropsiquiátricos más
especializados como la prueba del trazo (TMl trailmakingtest),
el diseño en bloques, la prueba de símbolos numéricos y los o 10 20 30
tiempos de reacción visual6 (véase más adelante). Además, al- Porcentaie de ingresos
gunos resultados apoyan el uso de las respuestas evocadas Figura B9-2 Causas clínicas de la encefalopatía hepática' (Toma-
auditivas del tronco del encéfalo y las respuestas somatosen- dá de Fessel JM, Conn HO: An analysis of the causes and preven-
soriales evocadas para el diagnóstico de la EHs'a7. Algunas de tion of hepatic coma. Castroenterology 62:191 , 1972.)
estas pruebas especializadas no son fáciles de rcalizat en la clí-
nica, por lo que, fuera de la investigación, los abordaies diag-
nósticos más útiles se basan en el elevado índice de sospe- querían hospitalización, y los resultados se muestran en la
cha en pacientes con riesgo de la EH, como los que se han figlr:a 89-232. Muchos de estos factores precipitantes son fá-
sometido recientemente a una derivación portosistémica qui- ciles de entender por sus efectos sobre el amoníaco. El incre-
rurgica o transyrgularrs'as'+e y utlo r€spuesta favorable a la prue- mento de las sustancias nitrogenadas como consecuencia de
ba terapéutica. la uremia y dela hemorragia digestiva supuso casi la mitad
Se ha prestado una atención especial a los problemas de fun- de los ingresos. Los medicamentos también ocuparon un pues-
cionalidad cerebral de la EH latente o subclínica, con respec- to relevante y los mecanismos causantes de Ia precipitación
to a la capacidad del paciente de conducir y a su calidad de del coma fueron directos, por el aumento de la sensibilidad
üda. Para conducir se precisa una respuesta compleja y habi- a los tranquilizantes y sedantes, o indirectos, por la hipopo-
lidades de reconocimiento espacial. En una serie de pacientes tasemia, deshidratación y alcalosis asociadas al uso de diuré-
con cirrosis sin signos clínicos de encefalopatía portosistémi- ticos. La identificaciÓn y corrección de las causas constituyen
ca, el estudio psicométrico indicó que el 600/o no eran aptos el pilar del tratamiento eficaz y la encefalopatía es, en muy
para conducir y otro 250lo tenían habilidades dudosas para ha- pocos casos de cirrosis crónica, el resultado de una pérdida
cerloa. En algunos estudios, aunque no en todos, se ha con- irreversible de la masa de hepatocitos y de ta capacidad de sín-
flrmado una frecuencia razonablemente alta de encefalopatía tesis.
subclínica en pacientes con cirrosis, pero no se ha llegado a un Las concentraciones sanguíneas de amoníaco pueden me-
acuerdo sobre si existe un deterioro significativo de la capaci- dirse cuando se sospecha una encefalopatía hepática, tanto
dad de conducción en ausencia de alteraciones en los estudios con fines diagnósticos como orientación general para el tra-
neuropsiquiátricos6'sGs3. En consecuencia, las decisiones sobre tamiento. Los valores normales de amoníaco no excluyen el
Ia capacidad de conducción deben tomarse en cada caso, sin diagnóstico y no deberían retrasar el inicio del tratamiento
que haya datos sobre los que prohibir estrictamente conducir para reducir el amoníaco. Existen diferencias mensurables
a pacientes con cirrosis compensada sin eüdencias claras de entre las concentraciones arteriales y venosas de amoníaco.
encefalopatía. La administración de lactulosa no parece ser útil En la práctica, se miden las concentraciones venosas con mayor
para mejorar el rendimiento psicométricoso. frecuencia por comodidad y porque no hay datos que indi-
La progresión a EH clínicamente evidente se asocia a dos quen que la exactitud de la medición o la evolución del
modos de presentación. La encefalopatía puede tener un ini- paciente dependan del origen de la muestra de sangre. Aproxi-
cio agudo, con deterioro rápido de la función mental y coma madamente en una cuarta parte de los pacientes encontrare-
en ausencia de sintomatología preüa, o crónico y recidivan- mos factores precipitantes no nitrogenados de la encefalopa-
te, como sucede normalmente en pacientes con hipertensión tía, como las reacciones adversas a sedantes y los desequilibrios
portal más pronunciada. En cualquier caso, la EH normalmente hidroelectrolíticos. En vista de la posible implicación del com-
es reversible y normalmente se puede idenüficar y corregir una pleio del receptor GABA y de las alteraciones de muchas otras
causa precipitante del deterioro, tal como se resume en la vías de señalización de la EH, no es sorprendente que los pa-
tabla 89-3. Fessel y Conn analizaron la contribución relativa cientes con valores normales de amoníaco respondan al tra-
de los distintos factores precipitantes en 100 pacientes que re- tamiento de una forma similar a los que tienen concentra-
Capftülo.B9 ,Encetalopatía hepática, sÍndromes'hepatopulmonare§, síndrome hepatorrenal

ciones elevadas de esta molécula. La medición de las con- de. lá, eneéfu @átla, héfátlca
l'f'diIa',SS:{ Tratá* ib. *-to
centraciones de glutamina en el líquido cefalorraquídeo y el
EEG confirman la impresión clínica de la EH, pero no es un 1. ldentificar y corregir las causas precipitantes
procedimiento ni sensible ni específlco. a. Evaluar el volumen y las constantes vitales
Las etapas clínicas de Ia EH aportan un índice general de la
b. Evaluar la hemorragia digestiva
c. Eliminar los sedantes, tranquilizantes y fármacos similares
gravedad en los casos agudos, pero no son suficientes cuan-
d. Realizar pruebas de oibado de hipoxia, hipoglucemia,
titativamente para evaluar los cambios sutiles en Ia evolución anemia, hipopotasemia y otros factores metabólicos o
clínica. En consecuencia, seguimos necesitando una prueba endocrinos potenciales, y corregirlos si procede
fiable y reproducible que se pueda aplicar con facilidad. EI 2. lniciar el tratamiento para reducir el amoníaco
TMT aporta una medición semicuantitativa de la encefalo- a. Lavado nasogástrico, catárticos o enemas para eliminar el
patía. En ella, el sujeto conecta 25 círculos numerados con- origen del amoníaco del colon
secutivamente y se registra el número de segundos necesarios b. Reducir o eliminar las proteínas de la dieta
para completar la tareas. Se ha introducido y validado una c. Iniciar el tratamiento con Iactulosa o lactitol para
prueba alternativa que, mediante la creación de flguras, eva- producir 2-4 movimientos intestinales al día
d. Valorar el uso de antibióticos no absorbibles por vía oral
lúa a pacientes que no reconocen números y detecta la ence-
para reducir el recuento de bacterias intestinales
falopatía subclínica en el 48olo de los sujetossa. Ninguna de e. Valorar el uso de flumacenilo y otros antagonistas del
estas mediciones por sí sola es totalmente satisfactoria y la receptor de benzodiacepinas (véase textó)
mejor forma de utilizarlas es administrarlas de forma seriada 3. Reducir las posibles complicaciones de la cirrosis y el
para evaluar los cambios en el tiempo. La evaluación global descenso de la conciencia; tratamiento de soporte,.
que aporta el Portosystemic Encephalopathy Index introducido especialmente de las vías respiratorias, hemodinámica y
por Conn en los años setenta del siglo xx y basado en una me- estado metabólico
dición arbitraria del grado de alteración de una evaluación clí-
nica del estado mental de cinco factores, el tiempo de la prue-
ba del trazo, el EEG, la asterixis y la concentración arterial vado de hemorragia en el marco de la hipertensión portal y
de amoníaco, aún no ha sido superada como herramienta de la necesidad de aplicar una intervención terapéutica especí-
investigación clínica8. Aunque complejo, este índice resalta la fica. El catabolismo de la sangre en el intestino libera amo-
necesidad de tener en cuenta varios parámetros para Ia eva- níaco y, presumiblemente, ligandos del receptor de benzo-
luación global y el diagnóstico de la EH. diacepinas y otros mediadores y es una causa clásica de
En un futuro cercano es probable que el diagnóstico de la encefalopatía nitrogenada.
EH incluya también estudios radiológicos cerebrales. Actual- Se deberán tomar medidas en cuanto se identifiquen los
mente, la tomografía computarizada (TC) y la resonancia mag- posibles factores precipitantes. Si Ia azoemia es Ia causa, está
nética (RM) se usan para excluir las causas estructurales de al- indicado rehidratar atendiendo a los factores prerrenales pre-
teración del estado mental, como la hemorragia intracerebral. sentes. Si el factor precipitante es una hemorragia, se debe
No obstante, la RM y la espectroscopia con 1H del cerebro de controlar, y se revisarán todos los medicamentos con deta-
los pacientes con ci¡rosis detectan alteraciones de los meta- lle, especialmente los tranquilizantes y sedantes y los acon-
bolitos cerebrales que se correlacionan con la encefalopatiay tecimientos adversos de los diuréticos. Se interrumpirá la ad-
que reüerten completamente entre 3 y 7. meses después del ministración de cualquier medicamento que pudiera haber
trasplante de hígado2,ss. Aún no se ha establecido la sensibili- contribuido al cuadro y se implantarán las medidas generales
dad global de estas y otras técnicas, pero nos ofrecen Ia pro- para corregir y mantener las concentraciones séricas de glu-
mesa de un estudio radiológico en tiempo real futuro de los cosa, la oxigenación y el equilibrio acidobásico.
cambios metabólicos específicos de la encefalopatía. El segundo paso del tratamiento aplica medidas destinadas
a reducirlas concentraciones elevadas de amoníaco en sangre
mediante la eliminación del origen del amoníaco del apara-
TRATAMIENTO to intestinal, atrapamiento del amoníaco en el colon para pre-
venir su absorción sistémica y, en algunos casos/ disminu-
Los principios implicados en el tratamiento de Ia EH son cla- yendo el número de bacterias productoras de amoníaco en
ros: identificar y corregir las causas precipitantes, iniciar el tra- el colon. En los pacientes con hemorragia digestiva, para eli-
tamiento para reducir el amoníaco y minimizar las posibles minar el origen del amoníaco se deben eliminar los alimen-
complicaciones médicas de Ia cirrosis y de la disminución de tos del tubo digestivo. En caso de hemorragia en los prime-
la consciencia (tabla 89-4). Entre los tratamientos utilizados, ros tramos del tubo digestivo, procede utilizar un lavado
el cribado y corrección minuciosos de Ia causa subyacente nasogástrico para extraer la sangre e iniciar la administra-
d
del deterioro, como Ia hemorragia, los tranquilizantes, altera- ción de lactulosa y otros catárticos para acelerar el tránsito a
5 ciones electrolíticas o azoemia, son los más importantes. Estos través del colon. En caso de una encefalopatía más crónica
pasos básicos son relativamente fáciles y efectivos, con una re- que no se asocie a hemorragia, la ingestión excesiva de pro-
cuperación excelente de la función basal en la mayoría de los teínas o el estreñimiento pueden elevar el amoníaco en san-
6
.! pacientes en ausencia de factores patológicos asociados. gre hasta concentraciones suficientemente altas como para
La corrección del factor precipitante de la encefalopatía de- causar la encefalopatía32. En estos casos, la ingestión de pro-
'6
pende de una revisión minuciosa de los posibles factores con- teínas en la dieta debería disminuir hasta 60 g al día con pres-
tribuyentes, muchos de los cuales, como la hemorragia di- cripción de lactulosa u otros laxantes para eliminar las pro-
lt gestiva, la deshidratación, la hipopotasemiay la azoemia, son teínas en el colon (véase más adelante). Además, parece que la
tr
U fácilmente evidentes a partir de la exploración física inicial sustitución con proteínas vegetales de otras fuentes proteicas
U
@ y la analítica básica. Se debe prestar una atención especial a ofrece algunas ventajas debido a la tasa más baja de produc-
U
o Ia posibilidad de la hemorragia digestiva, debido al riesgo ele- ción de amóníaco con tales alimentoss6. En la encefalopatia
§eceién,lX ,t-JíSado

grave se deben eliminar totalmente las proteínas de la dieta pueden tolerar el tratamiento por vía oral con lactulosa o
hasta que el paciente meiore lo suficiente como para permi- lactitol y se evitará el uso de neomicina.
tir la institución de una pauta terapéutica estable. En una revisión de 22 estudios clínicos aleatorizados se
Los disacáridos sintéticos lactulosa (1,4-galactosidofructosa)8 ha evaluado el beneficio relativo de los disacáridos no absor-
y lactitol (beta-galactosidosorbitol)s7 han sido los pilares del bibles frente a los antibióticos en Ia EH aguda'zo. Aunque son I
I
tratamiento médico de la encefalopatía hepática por nitró- eficaces cuando se usan solos, lactulosa y lactitol no fueron
geno durante décadas, aunque el debate sobre su eficacia con- tan eficaces como los antibióticos, pero no quedó claro si la *
tinúazo. Estos fármacos se dirigen frente a la producción y diferencia sería clínicamente importante. i
absorción de amoníaco y de ligandos del receptor de benzo- EI tratamiento de la EH en ausencia de concentraciones san-
diacepinas en el intestino. La lactulosa se introdujo en los años guíneas de amoníaco elevadas sigue los mismos principios que
setenta del siglo xx como fármaco para el tratamiento de la el de la EH por nitrógeno, con una revisión detallada del uso
EH, partiendo de la idea de que este fármaco acidificaría el de analgésicos y sedantes. La prolongación de la recupera-
contenido del colon y, con ello, favorecería el atrapamiento ción de los sedantes administrados para la endoscopia o para
del NH¿* en la luz e impediría su absorción. En el colon, las otros procedimientos es característica de los pacientes con EH.
bacterias metabolizan la lactulosa liberando ácidos láctico, EI tratamiento dirigido a reducir lai concentraciones sanguí-
acético y otros ácidos orgánicos y disminuye el pH de las heces neas de amoníaco parece ser eficaz en estos casos, quizá por
hasta cerca de 5,58. En los estudios más relevantes, el trata- sus efectos sobre Ia transmisión gabérgical'a2.
miento con lactulosa es clínicamente eficaz en más del 80o/o Aún se desconoce el papel del flumacenilo y de otros an-
de los casos, en los que las concentraciones séricas de amo- tagonistas del receptor de benzodiacepinassT, con datos a
níaco disminuyen y se mitigan los cambios encefalopáticoss'1e's7 favora3'nay en contraas del beneficio clínico significativo de
(incluidos los casos que tienen una encefalopatía subclínica estos fármacos en estudios clínicos. Incluso si la respuesta fuera
que se descubre en el estudio psicométrico)s0. El tratamiento favorable, Ia recuperación fue completa sólo en algunos casos,
con lactulosa es bien tolerado y sus efectos secundarios prin- y de corta duración debido a las propiedades farmacocinéti-
cipales son dolores cólicos, diarrea y flatulencia. Cuando se cas del fármaco. En una revisión de 13 estudios se llegó a la
administra por vía oral a adultos normales en cantidades hasta conclusión de que el efecto favorable a corto plazo no se aso-
160 g al día, la lactulosa disminuye la producción fecal de ció a una mejoría signiflcativa de las tasas de recuperación y
amoníaco y aumenta la excreción fecal de nitrógeno aproxi- mortalidada6. Aún queda mucho por saber sobre el origen,
madamente en cuatro veces como consecuencia del incre- contribución global y tratamiento del aumento de la trans-
mento del volumen de heces31. EI incremento del número misión gabérgica en Ia EH. En estos momentos, tal como pro-
de movimientos intestinales a 2-4 heces blandas al día es un ponen Jones y otros autores, el tratamiento con flumacenilo
objetivo terapéutico importante. En los estudios clínicos com- debería limitarse a la reversión de los efectos de las benzo-
parativos, la lactulosa y el lactitol han sido igualmente efec- diacepinas exógenas, a facilitar el diagnóstico diferencial de
tivos, pero se ha observado una tendencia a una mejor pala- la encefalopatia y a apofiar información sobre el pronóstico
tabilidad y menos efectos secundarios con el lactitolsT. Los de la EH1'37'3e. Es probable que estas indicaciones evolucionen
datos recopilados durante períodos más prolongados en pa- cuando aumente Ia experiencia clínica y se desarrollen aná-
cientes ambulatorios indican que los intentos de modular la logos del receptor de benzodiacepinas más selectivos y eflcaces.
flora bacteriana del colon para aumentar la proporcióndeLac- Existe un largo historial de estudios clínicos relacionados
tobacillus no productores de ureasa puede reducir las con- con otros abordajes más experimentales para el tratamiento
centraciones sanguíneas de amoníaco, con Ia disminución de la EH, como son el uso de levodopa y de aminoácidos de
consiguiente de la encefalopatías. cadena ramificada, la hemoperfusión con carbón y los ad-
Hay varios antibióticos, como neomicina, ampicilina y ri- sorbentes molecularesl,3,se (véase capítulo 90). Aunque las pu-
faximina, que también son eflcaces para reducir las concen- blicaciones de casos han sido alentadoras, ninguno de estos
traciones sanguíneas de amoníaco8'1e's8. Su efecto sobre el amo- tratamientos ha logrado un efecto suficiente como para mo-
níaco es consecuencia en gran parte del descenso del número tivar su uso más extendido.
de bacterias en el colon y del descenso concomitante de la ac-
tividad ureasa y proteasa bacteriana, es deciq de las princi-
pales enzimas responsables de la generación del amoníacos8.
Además, la reducción de las bacterias en el colon disminui-
ría la producción de ligandos del receptor de benzodiacepi- Los pacientes con cirrosis tienen un mayor riesgo de desarro-
nasa2. En la mayoría de los casos, la respuesta a los antibióti- llar alteraciones específicas de Ia mecánica, hemodinámica y
cos es equivalente a Ia de la lactulosa y el uso de antibióticos equilibrio ventilación-perfusión en los pulmones, alteracio-
en series pequeñas de casos se ha asociado a la meioría del nes que afectan negativamente a la calidad de vida y longe-
cumplimiento del paciente8'1e. Sin embargo, el uso inespecí- vidad del paciente (tabla 89-5). En las primeras etapas, Ios sín-
fico de antibióticos en ausencia de una infección establecida tomas sutiles, como disnea de esfuerzo y taquipnea, se
o sospechada plantea algunas dudas. Por ejemplo, la neomi- atribuyen a la mala situación física y a los efectos inespecífi-
cina se puede absorber sistémicamente en concentraciones cos de una enfermedad crónica. Cuando progresan, la dis-
suficientes como para inducir ototoxicidad y nefrotoxicidad, nea aparece en reposo y se asocia a dedos en palillo de tambor,
en particular cuando se administra durante períodos prolon- cianosis, angiomas en araña y malformaciones arterioveno-
gados. Además, las alteraciones de la flora intestinal asociadas sas pulmonares. El grado de disfunción hepática no predice
al uso de antibióticos contribuyen a la diarrea, a Ia malab- la intensidad del trastorno pulmonar60. No obstante, es fre-
sorción y a los síndromes de sobrecrecimiento de estafiloco- cuente encontrar hipoxemia y derivaciones intrapulmona-
cos y de otras bacterias. En consecuencia, el tratamiento cró- res en pacientes con cirrosis, habiéndose detectado hasta en
nico con antibióticos debería reservarse para pacientes que no el 2Oo/o al 4Oo/o de los casos estudiados. La hipoxemia puede
Capítulo a9 Encefalopatía hepática, síndromes hepatopulmonares, síndrome hepatorrenal ry

Enfermedades sistémicas que afectan tanto a


los pulmones como al hígado
Fibrosis quística Inicio juvenil, neumopatía obstructiva, prueba de cloruro en sudor positiva
Deficiencia de o1 -antitripsina Cambios enfisematosos, lenotipo Q. ej., ZZ)
Sarcoidosis Raza negra, adenopatía hiliar, inflamación granulomatosa
Toxicidad medicamentosa Antecedentes de exposición, neumopatía restrictiva, radiografía de tórax
Efectos mecánicos de Ia ascitis Ascitis a tensión + derrame(s) pleural(es); disminución de los volúmenes pulmonares
Respuesta terapéutica a la paracentesis de gran volumen
Síndrome hepatopu lmona r Presencia de hepatopatía
Ausencia de enfermedad cardiopulmonar primaria
Resultados normales en la radiografía de tórax, excepto el sombreado de las bases
Defectó en el intercambio pulmonar de gases, incluido el descenso de D(A-a)or, con
o sin hipoxemia, signos de derivación vascular intrapulmonar
Hipertensión pulmonar Componente pulmonar alto del segundo ruido cardíaco
Elevación del ventrículo derecho
Dilalación o hipertrofia del ventrículo derecho en la ecocardiografía
Elevación de la presión en la arteria pulmonar (a más de 40 mm Hg) en lá ecocardiografía

ser grave (Pao2 menor de 60 mm Hg) en casos seleccionados@62. muchos pacientes también está disminuida la capacidad de
En consecuencia, el desarrollo de la hipoxia como complica- difusión64,66. Las valoraciones dinámicas del flujo aéreo, como
ción de la cirrosis indica que estamos ante un paciente de ries- el volumen espiratorio foruado (FEV o FEV25-rr) no suelen afec-
go alto con un pronóstico a largo plazo malo en ausencia de tarse, a menos que haya una enfermedad de vías respirato-
un tratamiento definitivo. rias asociada6a,6s. En caso de una ascitis sustancial, la disnea se
Las tres manifestaciones pulmonares más frecuentes de la atribuye principalmente al aumento del trabajo respiratorio,
cirrosis son las alteraciones de Ia mecánica pulmonar causa- de hecho, la sintomatología de muchos pacientes meiora des-
das por Ia ascitis, las derivaciones intrapulmonares y las alte- pués de una paracentesis de gran volumen, incluso sin un
raciones del intercambio de gases, que en conjunto se conocen cambio apreciable de la Paor6s. No obstante, la pérdida pro-
como síndrome hepatopulmonar, y la hipertensión portopulmo- gresiva de los volúmenes pulmonares y de Ia superficie alveo.
nar.EviderÍemente, en los pacientes con cirrosis podemos en- lar funcional puede dar lugar a una hipoxemia franca.
contrarnos otras causas importantes de disfunción pulmonar.
Algunas reflejarán Ia afectación de los pulmones y el hígado Síndrome áepatopu lmonar
en procesos morbosos específicos como la cirrosis biliar pri- El síndrome hepatopulmonar (SHP) es, fi siopatológicamente,
maria, la fibrosis quística y Ia sarcoidosis26, mientras que otros algo más complejo que la compresión diafragmática por la as-
son consecuencia de acontecimientos adversos del tratamiento citis y, con frecuencia, no es tan evidente en la c1ínica67. Entre
como la escleroterapia por varices esofágicas sangrantes, en el 150/o y el 25o/o de los pacientes con cirrosis tiene SHP, que,
cuyo caso disminuyen laPao, y Ia capacidad vital en algu- cuando aparece/ tiene un efecto llamativo sobre la supervi-
nos casos como consecuencia del desarrollo de un defecto pul- vencia68. En una serie de pacientes con cirrosis debidamente
monar restrictivo causado por Ia embolización de la sustan- diagnosticados, Ia evaluación minuciosa mediante una eco-
cia esclerosante hacia el pulmón63. cardiografía con contraste (véase más adelante) detectó el SHP
en el 24o/o de los casos, y su presencia se asoció al descenso
de la mediana de supervivencia de 41 meses a 11 meses6e. En
F¡SIOPATOLOGíA cada paciente, el SHP puede coexistir con la disfunción pul-
monar mecánica derivada de la ascitis. La dilatación vascu-
Efectos mecán¡cos de la ascitis lar pulmonar que da lugar a derivaciones intrapulmonares
La acumulación de Ia ascitis da paso a alteraciones de Ia me- es el determinante principal del deterioro del intercambio
cánica pulmonar a través de sus efectos sobre las presiones in- de gases en el SHP y puede evolucionar en ausencia de la as-
trabdominal e intratorácica y las alteraciones acompañantes citis o de otras evidencias de hepatopatía avanzada6T-Los
de los volúmenes torácicos. En general, los resultados clíni- síntomas pulmonares pueden tener una intensidad suficien-
cos no son sutiles y el inicio de los síntomas respiratorios y de te para iustificar el trasplante de hígado incluso cuando las
la hipoxia se asocia al empeoramiento de la ascitis y acumu- demás manifestaciones clínicas de la cirrosis se mantienen es-
Iación de líquido. En algunos casos, el líquido ascítico puede tables y bien compensadasT0. El deterioro de la vasoconstric-
:9
cruzar el diafragma a través de los vasos linfácticos u orifi- ción hipóxica y desequilibrio ventilación-perfu sión también
,N cios dilatados en el diafragma y se acumula en el espacio in- contribuyen a la hipoxia del SHP en grados variables62.
trapleural. De este modo, el líquido pleural representa un «eeui- En general, el SHP se asocia a un estado circulatorio hi-
,6
valente de la ascitis" y requiere tratamiento para controlar la perdinámico, con elevación del gasto cardíaco, el índice ca¡-
-E
hipertensión portal y no para un proceso pulmonar específ,co. díaco y la liberación y el consumo de oxígeno. I¿s resisten-
ü Cuando el líquido ascítico comprime el diafragma, las prue- cias vasculares pulmonar y sistémica son bajas6z71. En la dÍnica
E
u
tU bas estándar de función pulmonar mostrarán un descenso los canales de resistencia vascular baia en el circuito putmo-
de los volúmenes pulmonares, incluida la capacidad funcio- nar refleja las vías de derivación, a través de las que la sangre
U
o nal residual y la capacidad pulmonar total6a,6s. Además, en de las arterias pulmonares evitan los alvéolos funcionantes y
§ér¿iáti lX,, §Í§aitq

la somatostatina y el tromboxano A2, sugieren que estarán im-


Vena plicados más de un factor66'68''8.
II
pulmonar I
Hipertensión portopulmonar I
!
Ventilación
alveolar- ,
La fisiopatología de Ia hipertensión portopulmonar subya-
cente es bastante diferente de la del SHP, Las presiones en la #n

Arter¡a
arteria pulmonar están elevadas y contrastan con la dilatación ¡

pulmonar vascular pulmonar y con las derivaciones intrapulmonares en i


{
el SHP. Sabemos poco sobre la patogenia de la hipertensión
Derivación potencial Derivación portopulmonar. La hipertensión pulmonar primaria es más
Equilibriodeventilación Desequilibriovariable bien rara, pero el consenso general en los centros de trasplante
y perfusión: fracción de ventilación y perfusión: es que la frecuencia de hipertensión pulmonar aumenta en
de derivación pequeña fracción de derivación mayor los pacientes con cirrosis. Por desgracia, son pocos los estu-
Decúbito supino Posición vertical dios en los que se ha evaluado la frecuencia de la hiperten-
Figura B9-3 Derivaciones intrapulmonares de la sangre desde la ar- sión pulmonar en esta población. Es atractivo especular que
teria pulmonar a Ia vena pulmonar en el síndrome hepatopulmo- la hipertensión pulmonar se desarrolla en algunos pacientes
nar. El cambio de la postura en decúbito supino a una postura verti- cuando las moléculas vasoactivas evitan el hígado cirrótico
cal da lugar a la perfusión preferente de las regiones de la base con debido a Ia hipertensión portal y a la derivación y después me-
aumento de la derivación e hipoxia (ortodesoxia). dian en Ia vasoconstricción cuando alcanzan la circulación
pulmonar. Por desgracia, ni esta ni ninguna otra teoría han
soportado un abordaje crítico en ausencia de estudios clíni-
\uelven a la circulación sistémica sin oúgenarse por completo, cos definitivos. Aunque se necesitan muchos más estudios, es
provocando la desaturación de la sangre arterial66 (figura 89-3). importante resaltar que la hipertensión portopulmonar es una
Los efectos de las derivaciones intrapulmonares pueden ser entidad infradiagnosticada. En los estudios de casos se ha
importantes. En una serie de nueve pacientes con cirrosis indicado que la hipertensión portopulmonar puede revertir-
con una Paoz media de 64 mm Hg, la fracción de deriva- se en algunos casos mediante el trasplante de hígado con
ción determinada durante la respiración de oxígeno puro al- restauración de la dinámica portal normal.
canzó w promedio del 200/o62. En otras palabras, un 2Oo/o o
más del gasto cardíaco evitó los alvéolos funcionantes. La Disfunción cardíaca
fracción de derivación puede aumentar con el eiercicio y los La cirrosis per se también puede estar relacionada con un de-
cambios posturales también reducen Ia saturación de oxí- terioro significativo de la contractilidad miocárdica. Los me-
geno, una situación que se conoce como ortodesoxia62,72. Cuan- canismos celulares no se conocen con detalle; en muchos mo-
do el paciente adopta una postura vertical, la sangre se des- delos animales la elevación de las concentraciones plasmáticas
plaza hacia los lechos precapilares dilatados en las bases de de catecolaminasprovocan el incremento gradual de la fun-
los pulmones debido al efecto de Ia gravedad, lo que aumenta ción miocárdica y la aparición de una insuñciencia cardiaca
la derivación y exacerba la hipoxemiaTz (véase figura 89-3). La con el tiempo, mientras que el bloqueo de los receptores adre-
fisiopatología subyacente no se ha definido aún experimen- nérgicos se asocia a la mejoría de Ia contractilidad. La eleva-
talmenteT3, aunque sí se han revisado los mecanismos im- ción de las concentraciones sanguíneas de catecolaminas son
plicados6T. características de pacientes con cirrosis, pero sin que se haya
Se han propuesto varias teorías que explican los cambios establecido una relación directa entre las concentraciones san-
circulatorios asociados a la cirrosis. En e1 hombre, la elevación guíneas de catecolaminas y la disfunción cardíaca. La distin-
de catecolaminas plasmáticas (adrenalina) se correlaciona po- ción clínica entre un proceso pulmonar primario y una dis-
sitivamente con la circulación hipercinética, Io que indica un función miocárdica se basa en el abordaje diagnóstico que
papel causalTa. En los estudios con animales también se ha en- se describe más adelante.
contrado que el glucagón tiene efectos vasodilatores poten-
tes7s. Las concentraciones plasmáticas de glucagón aumentan
en ratas con ligadura crónica de vías biliares y el grado de DIACNÓST¡CO
elevación se correlaciona positivamente con el índice cardía-
co y negativamente con la resistencia vascular sistémica7s. Debido al aumento de las tasas de morbimortalidad asocia-
Estos animales también tienen un deterioro de la vasocons- do a los síndromes pulmonares en pacientes con cirrosis, es
tricción pulmonar con hipoxia, compatible con el papel del esencial mantener un elevado índice de sospecha de la pre-
glucagón en el SHP75. Más recientemente, se ha detectado Ia sencia de estos síndromes y aplicar un abordaje sistemático
elevación de las concentraciones sanguíneas de endotelina L para su diagnóstico y tratamiento. En pacientes con una
en algunos modelos de cirrosis, con vasodilatación asociadaT6. cirrosis conocida, el empeoramiento del cansancio o de la dis-
En uno de estos modelos, las concentraciones de endotelina 1 nea no debería explicarse por Ia hepatopatía crónica sin una
aumentan y Ia interacción de la endotelina 1- con sus recep- evaluación más detallada. Se debe empezar por medir la sa-
tores estimula el incremento de la producción de NO y la turación de oxígeno con métodos no invasivos en reposo y de
vasodilatación pulmonarTT. En el mismo estudio, el bloqueo esfuerzo para identificar a los pacientes de riesgo. La gasome-
del receptor de endotelina B disminuyó la producción pul- tría arterial proporciona una medición más definitiva de la li-
monar de NO y normalizó la dinámica vascular pulmonarTT. beración de oxígeno y permite clasificar el defecto de la oxi-
Estos y otros resultados permiten identificar a la endotelina L genación como leve (Pao2 mayor de 80 mm Hg), moderado
y al NO como partícipes importantes en la f,siopatología del (Paor 60 a 80 mm Hg) o intenso (Pao2 menor de 60 mm Hg).
SHP, pero los estudios de otros posibles mediadores, incluida Es frecuente que se produzca la desaturación de oígeno in-
Capítulo$§r.

ducida por el ejercicio en los pacientes afectados y la inten- posturales sobre la fracción de derivación, la oxigenaci ón y la
sidad de la enfermedad pulmonar puede estar infraestimada D(A-a)o2, que apoyan la presencia de derivaciones intrapul-
si el intercambio de gases se valora sólo en condiciones basa- monares de distribuciónbasal62r2. El cateterismo del cora_
les. De igual modo, la ortodesoxia, definida como un descen- zón derecho con medición de presiones y hemodinámica pul-
so de la Pao2 al menos del 5olo cuando el paciente cambia de monares es otro procedimiento diagnóstico adyuvante
una postura en decúbito supino a una postura vertical, es muy importante en muchos pacientesTl. En los pacientes con una
sugerente de SHP'Z. La espirometría puede evaluar los volúme- hipoxia importante se valorará obtener una angiografía pul-
nes pulmonares y la capacidad de difusión y permite excluir monar para buscar derivaciones dominantes de gran tamaño.
las demás causas de hipoxia, como una neumopatía restric- En algunos centros se tiene experiencia en la embolización y
tiva u obstructiva, en particular en trastornos como la cirro- en otros abordajes terapéuticos para cerrar las derivaciones
sisbiliar primaria, en la que los pulmones representan una dominantes y meiorar la oxigenación.
diana principal de la lesión7e. Las mediciones incruentas, como la gammagrafía corpo-
La ascitis a tensión o los derrames pleurales que aparecen ral total con radionúclidos con macroagregados de albúmi-
en la exploración física indican un posible descenso de los vo- na marcados con tecnecio 99m (ee-Tc) y la ecocardiografía con
lúmenes pulmonares y aumento del trabajo respiratorio. Des- contraster-son útiles para detectar las derivaciones intrapul_
pués de medir la saturación de oxígeno y evaluar la posiblidad monares60,8o81. En condiciones normales, las esferas de albúmi-
de que haya derrames pleurales o una enfermedad pulmonar na macroagregadas marcadas con hTc miden aproximadamente
parenquimatosa asociados, la mejor información diagnóstica 20 nm de diámetro y quedan atrapadas en los capilares pul-
a menudo procede de la respuesta terapéutica a Ia paracente- monaresr lo que permite una medición fiable de la perfusión
sis de gran volumen (véase más adelante). Los síntomas se re- pulmonar. En la cirrosis y en otras afecciones que se asocian a
suelven típicamente varias horas después de extraer el líqui- derivaciones intrapulmonares, Ia apertura de vías vasculares
do, cuando el diaftagma está comprimido por la ascitis masivaa. de baja resistencia permite que las esferas de albúmina eüten
La presencia de dedos en palillos de tambor, cianosis y los lechos capilares y aparezcan en la circulación sistémica, donde
angiomas en araña hace sospechar que la disnea se debe al se pueden detectar mediante el estudio corporal total. El
SHP, más que a una ascitis aislada. Se han propuesto cuatro aumento de la captación del isótopo en los órganos extrapul-
critedos diagnósticos que resaltan la naturaleza funcional del monares indica la presencia de una derivación intrapulmonare.
SHP60 (véase tabla 89-5): presencia de hepatopatía crónica, Utilizando un abordaie totalmente diferente, la ecocar-
ausencia de enfermedad cardiopulmonar intrínseca (resulta_ diografía con contraste también puede detectar la dilatación
dos normales en la radiografía de tórax, ausencia de sombras de los lechos vasculares intrapulmonares. Debido a su dispo-
nodulares en las bases pulmonares atribuibles a la redistribu- nibilidad y comodidad, la ecocardiografía con contraste se ha
ción vascular), alteraciones del intercambio de gases en los convertido en la prueba de cribado de elección en caso de sos-
pulmones, incluido el aumento de gradiente alveolo-arterio- pecha de SHP o hipertensión portopulmonar68. Cuando se
lar de oxígeno con o sin hipoxemia, y signos de derivación comparó directamente con la gamm agrafía con radionúclidos,
vascular intrapulmonar. Es importante que en estos criterios la ecocardiografia con contraste ha demostrado ser una prue-
no se establezcan suposiciones sobre la intensidad de la he_ ba de oibado más útil debido a su mayor sensibitidad6l. En un
patopatía subyacente. La ecocardiogtafía cardíaca es el abor_ estudio6l, el 38olo de los pacientes con cirrosis tenían una eco-
daje más fiable para evaluar la función miocárdica y detectar cardiografía con contraste positiva y el l9o/o tenían tanto una
la enfermedad miocárdica relacionada con la cirrosis. ecocardiografía positiva como alteraciones del intercambio de
El SHP es mucho más frecuente que la hipertensión porto_ gases. Ningún paciente tuvo una gammagrafía pulmonar po_
pulmonar. El grado de sospecha de hipertensión pulmonar de_ sitiva con ecocardiografía negativa. Incluso en los pacientes
bería aumentar ante un componente pulmonar elevado del se_ normoxémicos con cirrosis, la ecocardiografía con contraste
gundo ruido cardíaco y elevación del ventrículo derecho en la detecta la vasodilatación pulmonar hasta en eI 10olo de los
exploración física. La evaluación adicional con ecocardiogra_ casos82.
fía normalmente es suficiente para confirmar el diagnóstico en Las pruebas descritas anteriormente se centran principal_ .
presencia de dilatación ventricular derecha, hipertrofia ven_ mente en la detección de las derivaciones intrapulmonares;
tricular derecha y presiones en Ia arteria pulmonar mayores de sin embargo, es importante resaltar que la derivación no es
40 mm Hg. Cuando se sospecha una hipertensión pulmonar, la única causa de hipoxemia en los pacientes con SHp y tam-
los pacientes deben ser derivados a un centro de trasplante para bién puede participar el desequilibrio de la ventilación-per-
su tratamiento definitivo (véase más adelante). fusión, el deterioro de la difusión de oxígeno, la disminu-
Hay varias opciones disponibles para evaluar el grado de ción del gasto cardíaco y la alteración de la hemodinámica
las derivaciones intrapulmonares en los pacientes con sos_ sistémica60,73, aunque la detección de las derivaciones intra-
pecha de SHP, pero la ecocardiograffa con contraste suele con_ pulmonares es el eie central del diagnóstico de SHp.
siderarse como la meior prueba de cribado (véase más ade_
lante)68. Como alternativa, las técnicas de eliminación de un
:9
gas inerte para evaluar la relación ventilación-perfusión, la ga_
sometría arterial y la medición de la fracción de derivación
y la diferencia del contenido alveoloarterial de oxígeno Efectos mecán¡cos de Ia ascitis
,9
[D(A-a)oz] son técnicas estándar disponibles en la mayor parte El tratamiento clínico de los pacientes con alteraciones me-
de los laboratorios hospitalarios de función pulmona¡;i,ee,tr. cánicas de la función ventiladora se centra en el control de
La presencia de una fracción de derivación intrapulmonar la ascitis y en la retención de líquidos. A corto plazo, el su-
tr
tU de gran tamaño en el marco de la cirrosis y ta hlpoxemia plemento de oxígeno proporciona aliüo sintomático. para ga-
U
IU también hace sospechar el SHp. para documentar las bases rantizan la adecuación del volumen intravascular y la ausen_
o de la ortodesoxia se pueden usar el efecto de los cambios cia de neumonía o de otros factores contribuyentes es necesaria
Sección lX Hígado
"
una evaluación clínica minuciosa. La sangre es, evidentemente,
el meior tratamiento para un volumen intravascular baio, cuan-
Oxígeno suplementario para mantener la Pao2 por encima de
do Ia concentración de hemoglobina es menor de 10 mg/dl. 60 mm Hg
Además, está justificado buscar minuciosamente la derivación Paracentesis de gran volumen y tratamiento médico de la
hepatopulmonar en la mayoría de los pacientes. ascitis; valorar toracocentesis diagnóstica o terapéutica
La paracentesis de gran volumen con extracción de 3 litros Espirometría y evaluación radiológica para identificar la
o más de líquido ascítico es un método seguro y eficaz en pa- neumopatía intrÍnseca
cientes con disnea asociada a una ascitis a tensión64. Después Cuantificar las alteraciones del intercambio de gases, incluido
de la paracentesis se observa un incremento significativo de los el gradiente alveoloarterial de oxígeno
volúmenes pulmonares, correspondiendo el mayor aumento Ecocárdiografía para evaluar la función del ventrículo derecho y
(10olo) al volumen de reserva espiratorio con incrementos sig- estimar la presión en Ia arteria pulmonar
Evaluar los datos de derivación vascular intrapulmonar mediante
nificativos de la capacidad vital, la capacidad funcional residual
la eliminación de gas inerte, gasometría arterial y estimación
y la capacidad pulmonar totalu'6s.Lapatacentesis no afecta nor-
de la fracción de derivación mediante ecocardiografía con
malmente al fluio aéreo y sus efectos sobre la oxigenación son contraste, escáner pulmonar u otros métodos
variables6a'6s'83, aunque la disminución del trabaio respiratorio Valorar el cateterismo del corazón derecho y angiografía
y el aumento de los volúmenes pulmonares consiguen la me- pulmonar
joría de la mayoría de los pacientes. Esta meioría es detecta- Trasplante de hígado
ble en horas y se mantiene mientras no se r,rrelva a acumular
la ascitis6s. La respuesta a la paracentesis es tan fiable que Ia
ausencia de una meioría signiflcativa debería dar lugar a una
búsqueda más rigurosa de otras causas de disnea.
§índrome hepatopulmonar
En los pacientes con derrames pleurales como consecuen- Como la fisiopatología subyacente del SHP es compleia, con
cia de la ascitis, la toracocentesis terapéutica sólo es necesa- derivaciones intrapulmonares, desequilibrio ventilación-per-
ria si el derrame es anormalmente grande o si se desconoce su fusión y deterioro de la difusión de oxígeno, el tratamiento
origen. Lamayoria de estos derrames meiora en varios días o clínico puede ser problemático6o'67'68. El abordaie terapéutico
semanas cuando se controla la asciüs. Cuando el derrame pleu- es principalmente de soporte (tabla 89-6). Se necesitan su-
ral parece ser desproporcionado en relación con la ascitis, la plementos de oígeno para superar cualquier contribución del
comunicación entre los espacios intratorácicos e intrabdo- desequilibrio ventilación-perfusión y de la vasoconstricción
minales se documenta mediante la inyección de un marcador hipóxica y para meiorar Ia liberación tisular de oxígeno' Ade-
como azul de metileno o un radioisótopo marcado en el lí- más, el control de la ascitis y la optimización de la hemodi-
quido ascítico.Larápidaaparición del marcador en el espacio námica sistémica y pulmonar son medidas ad1'uvantes im-
pleural indica la presencia de vías respiratorias de resistencia portantes60. Se han publicado respuestas favorables en series
baia entre las cavidades pleural y peritoneal. Los isótopos pequeñas de casos, con fármacos como almitrina, antl de me-
tienen la ventaia de que se pueden detectar mediante gam- tileno e incluso polvo de ajo (Allium sativum), que aumen-
magrafía sin necesitar toracocentesis. tan la resistencia vascular pulmonar, las presiones en Ia arte-
Aunque la paracentesis es ef,caz a corto plazoy se puede re- ria pulmonar y Ia oxigenación arterialTl. No obstante, no hay
petir cuando sea necesaria, el tratamiento alargoplazo requiere ningún abordaie farmacológico estándar que sea eficaz du-
el control de la ascitis mediante la restricción de socio, diuré- rante períodos prolongados62'66'72. Algunos casos aislados, en
ticos para favorecer la natriuresis y la diuresis y medidas para especial los que están a la espera de cirugía o de otros proce-
disminuir la presión portal (véase capítulo 88). Hay varias pau- dimientos, se beneñciarán de un cateterismo cardíaco dere-
tas médicas que han demostrado su eficaciasn. En ausencia de cho con medición de las presiones pulmonares, para optimi-
insuficiencia tenal, Ia restricción de sodio en Ia dieta y el re- zar las presiones de llenado cardíaco y la liberación de oxígeno.
poso en cama tienen éxito sólo en el L0% de los casos. La adi- Algunas autoridades proponen la angiografía pulmonar den-
ción de espironolactona en dosis hasta 400 mg al dia paru tro de la evaluación de los pacientes con hipoxemia intensa,
antagonizar los efectos de la aldosterona aumenta la propor- para permitir la detección y corrección de las derivaciones in-
ción de pacientes que responden hasta aproximadamente el trapulmonares dominantes.
650/o y la adición de furosemida o de otros diuréticos de asa Con el tratamiento de soporte, el pronóstico de los pacientes
permite el control eficaz de la ascitis hasta en el 90olo de los con SHP es malo, con una tasa de mortalidad global del 410lo
casos8a'8s. Se preñere usar una pauta con dos fármacos (véase después de 2,5 años en una serie representativaTz y una me-
capítulo 38). Et objetivo del tratamiento médico es minimi- diana de supervivencia de sólo 11 meses en un segundo estu-
zar la acumulación de líquido y evitar el desarrollo de los sín- dio6e. El trasplante de hígado puede revertir las derivaciones
tomas pulmonares. En la ascitis refractaria al tratamiento mé- intrapulmonares y corregir Ia hipoxia asociada60'76'80'uu'u', pero
dico está justificado plantear inicialmente el trasplante de el riesgo del trasplante aumenta por la hipoxia coexistente62'80.
hígado. Mientras tanto, la implantación de una derivación por- No obstante, en pacientes seleccionados el trasplante es la única
tosistémica intrahepática transyugular (TIPS) para reducir la opción terapéutica efrcaz. En consecuencia, es necesario deri-
presión portal mejora el balance hídrico aproximadamente en var a los pacientes con sospecha de SHP a un centro de tras-
dos tercios de los casos y previene la acumulación recurrente plantes al principio de su evoluciÓn clínica. Esta recomenda-
del líquido pleural y abdominal86, aunque se pueden necesitar ción es particularmente importante en niños con atresia biliar,
varias semanas antes de que la ascitis meiore. En último tér- un trastorno que parece aumentar el riesgo de derivación ar-
mino, los riesgos asociados al empeoramiento de la encefalo- teriovenosa pulmonar8o. En general, los pacientes con una Pao2
patia y la estenosis de la derivación reducen el atractivo de la menor de 60 mm Hg deberían recibir el trasplante en cuanto
TIPS como tratamiento a largo plazo, a menos que hayan fa- fuera posible, antes de que las derivaciones intrapulmonares
llado todas las demás medidas conservadorasls'16'87. sean más graves. Los que tienen enfermedad avanzada, mat
cada por una Pao2 menor de 60 mm Hg, requieren una eva- en la enfermedad de Wilson conduce a una acidosis tubular
luación minuciosa de su candidatura y riesgos quiúrgicos por renal y deterioro de la secreción renal de potasio, signos ambos
el equipo de trasplante67,88. El éxito del trasplante de hígado se relativamente frecuentes en pacientes con cirrosis de muchas
manifiesta por una meioría gradual del gradiente alveoloarte- causas. Una preocupación clínica mayor es la hipovolemia
rial de oxígeno y de la Pao2 (véase capítulo 92)70. asociada al uso de diuréticos, lactulosa o hemorragia. Las ca-
racterísticas clínicas de la hipovolemia son difíciles de evaluar
Hipertensión portopulmonar con fiabilidad en el marco de una resistencia vascular sisté-
El tratamiento óptimo de la hipertensión portopulmonar no mica baja y las características analíticas de Ia azoemia prene-
se ha definido, ante Ia escasa experiencia clínica. Garantizar nal son indistinguibles de las del SHR. En consecuencia, Ia res-
la liberación tisular de oxígeno mediante oxígeno suplemen- puesta favorable a Ia expansión de volumen a menudo es
tario es el pilar del tratamiento. Las intervenciones experi- diagnóstica.
mentales se centran en el uso de antagonistas del receptor
de endotelina (p. ei., bosentán) para contrarrestar los efectos
vasoconstrictores de la endotelina y de los péptidos relacio- FrsroPATorocíA
nados. Hay pocas publicaciones sobre el éxito del trasplante
de hígado en el tratamiento de la hipertensión portopulmo- El hígado tieneun papel importante en Ia regulación de la fun-
nar, aunque el reto sigue siendo dedicar los máximos esfuer- ción renal en condiciones normalese8. En ausencia de cirro-
zos al trasplante principalmente de los pacientes con aumento sis, la captación de aminoácidos en el hígado estimula el in-
reversible de la presión pulmonar, porque la hipertensión pul- cremento del flujo sanguíneo renal, de la filtración glomerular
monar fija comporta un mal pronóstico. y de los volúmenes de orinae8,ee. Los mediadores propuestos
para relacionar Ia función hepática y renal son el glucagón, las
prostaglandinas intrarrenales/ el NO y la angiotensina II, pero
sus papeles respectivos siguen siendo motivo de controver-
siaee'100. Se ha propuesto que el hígado libera otros factores que
Los cambios hipercinéticos del aparato circulatorio que son ca- se dirigen contra el riñón, que colectivamente se conocen como
racterísticos de la cirrosis y de la hipertensión portal discurren factores diuréticos de origen hepático o glomerulopresina, pero a,ún
en un espectro en uno de cuyos extremos encontramos el no se han aislado e identificadoe8. Estos factores podrían ser
síndrome hepatorrenal (SHR), que. se define como insuf,ciencia los responsables del efecto de la carga de proteínas en la fil-
renal funcional en el marco de una cirrosis y en ausencia de tración glomerular y su ausencia en la insuficiencia hepática
una nefropatía intrínsecae0,e1. El SHp se caracteriza por una contribuiría al deterioro de la función renale8.
constricción intensa de la vasculatura arterial renal con oli- La insuñciencia renal funcional en la cirrosis se caractedza
guria y retención ávida de sodio resultar1"r87,e2,e3. Histológi- por retención de sodio, retención de agua y vasoconstricción
camente, los riñones son normalesaz,s+ y ld función se restau- renaleo'e1 y se asocia a un descenso del flujo sanguíneo renal,
ra cuando se extraen y se trasplantan a un receptor no de la f,ltracir5n glomerular y de ia diuresis que contribuyen a
cirróticoea,es o cuando se corrige la hipertensión portal me- la azoemiaeo,e3, aunque los mecanismos fisiopatológicos res-
diante el trasplante de hígadoe6. ponsables de estos cambios funcionales aún están pendien-
Por desgracia, la probabilidad de que se desarolle el SHR tes de definir. El SHR parece representar una etapa final en el
en un paciente con cirrosis y ascitis es relativamente alta. En compleio de alteraciones hemodinámicas asociadas a la hi-
una serie de 234 pacientes sin azoemia con cirrosis y ascitis se pertensión portal y la ascitis que incluyen la vasodilatación sis-
desarrolló el SHR en el 180/o de los casos en L año y en el 39olo témica, la hipovolemia eficazy la circulación hipercinéticaele2.
en 5 añose7. Normalmente, el SHR aparece en el marco de la Se han propuesto tres hipótesis principales para explicar la
hipertensión portal y la ascitis y se caracteriza por el aumen- patogenia de la formación de la ascitis: el infrallenado vascu-
to de la concentración sérica de creatinina y oliguria con lar, el hiperaflujo vascular y Ia vasodilatación arterial periféri-
una diuresis de 400 a 800 ml/día. La evolución es progresiva cae1,e'(véase capítulo 88). Estas hipótesis no son mutuamente
y los estudios analíticos demuestran una orina relativamen- excluyentes y cada una parece contribuir en alguna etapa del
te hiperosmolar, una relación alta, normalmente mayor de procesoeo. La hipótesis tradicionat del infrallenado se centra
30, de creatinina entre orina y plasma y una concentración en el bloqueo intrahepático del fluio sanguíneo del hígado,
muy baja de sodio en orina, normalmente menor de 1O mEqil, que provoca el aumento de la presión hidrostática dentro de
incluso con la administración de diuréticose4. Es importante la circulación hepática y esplácnica. La ascitis se desarrolla
saber que las presiones centrales de llenado deben ser nor- cuando la producción linfática del hígado es mayor que la
males. En una evaluación retrospectiva de pacientes sin azoe- capacidad del retorno linfático y la contracción del volumen
mia con cirrosis y ascitis, el análisis multivariable reveló sólo sanguíneo y el infrallenado conducen a una disfunción renal
¡ tres factores que fueron factores predictivos independientes secundaria. EI modelo de sobrellenado vascular se basa en la
de SHR: una concentración sérica baja de sodio, actividad observación de que la retención renal de sodio a menudo pre-
:9
alta de renina plasmática y ausencia de hepatomegaliaeT. Otros cede al inicio de Ia ascitis y provoca el aumento del volumen
6
factores predictivos identificados en el análisis univariable fue-
¡ó .N

ron la ascitis, la situación nutricional y las varices esofágicase7.


sanguíneo. El aumento del volumen sanguíneo, a su vez, pro-
voca la formación dql líquido ascítico y la vasodilatación re-
Los pacientes con cirrosis también tienen un riesgo aumenr fleja para compensar el aumento de volumeneo.

tado de desarrollar otras causas de insuficiencia renal, rela- El modelo de vasodilatación arterial periférica, que se re-
u cionado en parte con la afectación tanto del hígado como del presenta en la figura 89-4, se propuso porque las hipótesis
E
riñón por el mismo proceso morboso. La cirrosis biliar pri- de infrallenado e hiperaflujo no pueden explicar muchas de
U
=
@
J
maria, por ejemplo, se asocia a un infiltrado linfocítico en el las características fisiopatológicas de Ia ascitis y de,la disfun-
U
o parénquima renal y nefritis intersticial y el daño tubular renal ción renale0,1o1,1o2. La hipotensión arterial es casi universal en

l
¡
Cirrosis Con independencia del mecanismo preciso, la vasodilata-
I
V
ción arterial periférica y el infrallenado del compartimiento
Efectos h e modi nám icos i niciales : arterial inicia una secuencia de respuestas destinadas a res-
Vasodilatación arterial periférica taurar la presión de llenado arteriale2,101. La activación del
sistema nervioso simpático108,10e y del sistema renina-angio-
Óxido nítrico
Glucagón
tensina-aldosteronaeT'i10 y 1a liberación de vasopresinat"'"' y
Sustancia P otros factores aumentan la resistencia vascular renale2 y la
Péptido relacionado con el gen retención renal de sodio y agua101,113.
de calcitonina La estimulación no osmótica de la liberación de arginina
lnsulina
vasopresina explica el deterioro de la capacidad para excre-
tar una carga de agua que es característica de la cirrosis avan-
zada1ll. En pacientes con cirrosis y en modelos de animales
de cirrosis, las concentraciones séricas de arginina vasopresi-
na están elevadas y el aclaramiento metabólico y la semivi-
da en suero de vasopresina están disminuidos1","2. Además,
Respuesta adaptativa: sistémica
Aumento de la resistencia vascular algunos datos indican una mayor expresión de los genes de los
renal, descenso de la FG, retención canales de agua regulados por vasopresinall4. EI aumento de
de sodio y agua las concentraciones plasmáticas de vasopresina y el aumento
Respuesta adaptativa: intrarrenal del número de canales de agua deberían aumentar la reab-
Vasodilatación inf rarrenal Renina-angiotensina-aldosterona
Sistema nervioso simpático sorción de agua en la nefrona distal, 1o que contribuiría a la
y natriuresis
Vasopresina retención de líquidos y a la hiponatremia dilucional.
Prostaglandinas Leucotrieno E, Las concentraciones de la endotelina 1 vasoconstrictora
Calicreínas Endotelinas están elevadas en las patologias que se caracterizan por la re-
Factor natriurético auricular lsoprostanos F2
tención de sodiolls'116. En sujetos sanos, la infusión de dosis
bajas de endotelina 1 disminuye la excreción renal de sodio
Figura B9-4 Patogenia del síndrome hepatorrenal. La vasodilatación
en un 360lo y la infusión de dosis altas disminuye aún más la
arterial periférica parece ser el episodio inicial de la patogenia de la
retención de Iíquidos y del síndrome hepatorrenal. Después de la va-
excreción de sodio y aumenta la resistencia vascular renal
sodilatación inicial, el mantenimiento de la perfusión renal normal en un 37%o1rs. Estos efectos se bloquean parcialmente con el
depende del equilibrio entre los factores vasodilatores y vasocons- antagonista del calcio nifedipinolls. Las concentraciones ar-
trictores. El síndrome hepatorrenal representa un desequilibrio a favor teriales y hepáticas de endotelina 1 y endotelina 3 están au-
de los factores vasoconstrictores con respecto a los vasodilatadores, mentadas en pacientes con cirrosisl16, con concentraciones
con el aumento de la resistencia vascular renal, descenso de la FC más altas cuando hay ascitis que cuando no117. Además, Ias
y retención ávida de sodio y agua como consecuencia. -, descen- concentraciones plasmáticas de endotelina 1 y endotelina 3
so; +, incremento; FC, filtración glomerular. muestran una correlación signiflcativa con la elevación de las
concentraciones séricas de creatininarl6-1i8 con una correlación
negativa con el volumen sanguíneo central y arterial, la pre-
la hepatopatí a avanzada por la vasodilatación periférica. Según sión diastólica y las concentraciones séricas de sodiol16,118.
este modelo, la alteración inicial es la vasodilatación arterial También se ha implicado la participación de los isopros-
periférica y esplácnica relacionada con la hipertensión portal. tanos F2, incluida Ia 8-epi-prostaglandina F2q, €rr 1a vasocons-
Esta vasodilatación inicia respuestas de adaptación que esti- tricción renal mediante sus efectos sobre la liberación de en-
mulan la vasoconstricción renal y Ia retención renal de sodio dotelina11e,120. El isoprostano F2 8-epi,prostaglandina F2s€s un
y a8ua. Estas respuestas de adaptación comprenden Ia esti- vasoconstrictor renal muy potente y sus concentraciones plas-
mulación del sistema nervioso simpático, la activación del sis- máticas están muy elevadas en pacientes con SHR, pero no en
tema renina-angiotensina-aldosterona y Ia liberación no os- los que tienen cirrosis compensada, controles normales o pa-
mótica de arginina vasopresina, además de las respuestas cientes con otras formas de nefropatíal2o. Los isoprostanos F2
intrarrenales. En último término, se pierde el equilibrio entre se generan en respuesta al estrés oxidativo mediante un me-
estos factores y se produce un incremento muy llamativo de canismo de peroxidación lipídica catalizada por radicales li-
Ia resistencia vascular renal e insuficiencia renal funcional bres que no requiere la presencia de cicloxigenasalle. En cé-
(véase figura 89-4). El incremento mediado por vasocons- lulas endoteliales en cultivo, los isoprostanos F2 se unen a
trictores de la absorción tubular renal proximal de sodio es receptores específicos que están estrechamente relacionados
el responsable del descenso del aporte de sodio en el túbulo con los receptores de tromboxano y estimulan la liberación
distal, que es el lugar de acción de Ia aldosterona y del pépti de endotelin a !11e . La estimulación de la producción de iso-
do natriurético auricularl0l-103. prostano F, en respuesta a la hipoxia indica un posible papel
Los factores que inician la vasodilatación arterial perifédca de este mediador en el SHP, la hepatopatía alcohólica y otras
siguen siendo desconocidosloa. Se ha propuesto la participación formas de estrés oxidativo.
del incremento crónico de NO, un gas difusible muy reacti- En pacientes con ascitis cirrótica, los factores tanto locales
voe3'10s/ como causa de los cambios circulatorios hiperdinámi- como sistémicos contrarrestan la vasoconstricción renal para
cos106 y de Ia insuficiencia renalea. También están elevadas las promover la natriuresis. Por eiemplo, la expansión del volu-
concentraciones plasmáticas de glucagón10s, sustancia P" y pép- men intravascular causa la liberación del factor natriurético
tido relacionado con el gen de la calcitonina. Este último es un auricularl03'10e. Inicialmente, Ia liberación del factor natriuré-
vasodilatador potente y sus concentraciones circulantes están tico auricular puede ser suficiente como para contrarrestar
aumentadas en pacientes con cirrosis alcohólica y ascitis, pero las influencias antinatriuréticas a expensas de la expansión del
no en los controles sanos o en pacientes cirróticos sin ascitis1o7. volumen intravascular. A medida que progresa Ia retención de
Caplf o 89, .f neefa,lo-pátía.hripáticar,,síndisrrles héüatopttlinoñares. sfndro,me,hepattir¡enal

líquidos, las concentraciones elevadas del factor natriurético


auricular ya no resultan adecuadas para contrarrestar los efec-
tos de retención de sodio de la aldosterona, porque disminu-
ye la liberación de sodio hacia el túbulo distal renal101. Epstein Criterios mayores
y cols. han determinado que el papel del factor natriurético 1. Hepatopitía aguda o crónica con insuficiencia hepática
avanzada e hipertensión portal
auricular en la cirrosis es útil, principalmente porque com-
2. Filtracién glomerular baja, indicada por una concentración
pensa las fuerzas antinatriuréticas en pacientes con cirrosis
sérica de creatinina >1,5 mg/dl o aclaramiento de creatinina
compensada. Sin embargo, la resistencia renal frente al factor <40 ml por minuto
natriurético auricular se desarrolla en etapas más avanzadases,lo3 3. Ausencia de tratamiento con fármacos nefrotóxicos, shock,
y no es probable que las alteraciones del factor natriurético au- infección y pérdida reciente e importante de líquidos
ricular representen una causa primaria de SHR. 4. Ausencia de mejoría mantenida de la función renal después
La vasoconstricción renal también provoca la producción de retirar los diuréticos y expansión de volumen con
intrarrenal de prostaglandinas y calicreínas vasodilatadorase2. 1,5 Iitros de solución salina isotónica
En último término, cuando se pierde el equilibrio entre la 5. Concentración de proteínas en orina <500 mg/dl y ausencia
vasoconstricción y la vasodilatación renal, la resistencia vas- de signos ecográficos de neuropatía parenquimatosa y
obstrucción
cular renal aumenta de manera espectacular (disminución del
Criterios adicionales
flujo sanguíneo renal) y se desarrolla un SHR con uremia (véase l. Volumen de orina <500 ml/día
flgura 89-4). 2. Sodio en orina <10 mEq/l
El equilibrio entre las distintas señales reguladoras y con- 3. Osmolalidad en orina mayor que en plasma
trarreguladoras provoca un espectro de trastornos. El abordaje 4. Eritrocitos en orina <50 por campo de gran aumento
al tratamiento del SHR en pacientes con cirrosis avanzada se 5. Concentración sérica de sodio <'l 30 mEq/l
entenderá mejor si recordamos la siguiente secuencia de acon-
tecimientos: 1) dilatación de las arterias esplácnicas; 2) ln- Tomado de Arroyo V, Cines P, Cerbes AL, et al: Definition and
frallenado de la circulación arterial, y 3) constricción inten- diagnostic criteria of refractory ascites and hepatorenal syndrome in
cirrhosis. Hepatology 23 :1 64, 1 996.
sa de la vasculatura renal y, presumiblemente, también de
otros lechos arteriales sistémicos121-123.

rísticas asociadas son suficientemente frecuentes como para


DIAGNÓSTICO que su ausencia pudiera plantear dudas sobre el diagnóstico
y dar paso a una investigación más detallada.
Criterios diagnósticos del síndrome hepatorrenal Los criterios diagnósticos requieren evaluar otras causas de
El SHR debe sospecharse en cualquier paciente con hepato- insuflciencia renal en los pacientes con sospecha de SHR (in-
patía aguda o crónica e hipertensión portal cuando la con- cluido un análisis de orina detallado) y rcalizar una explora-
centración sérica de creatinina es mayor de 1,5 mg/dl. En ción física detallada para evaluar la situación de volumen.
general, el SHR aparece en el marco de una hepatopatía rela- Se debería realizm una ecografía renal para buscar una enfer-
tivamente avanzada y el riesgo de SHR aumenta en pacien- medad parenquimatosa y excluir la obstrucción, midiendo
tes con hiponatremia, actividad alta de renina plasmática y el volumen vesical residual posmiccional si existe alguna duda
un hígado pequeño124. No obstante, ni la etiología de Ia he- sobre una obstrucción en Ia salida vesical.
patopatía ni la puntuación de Child-Turcotte-Pugh (véase El SHR se clasiflca en dos tipos según la intensidad y la pro-
capítulo 87) tienen un valor predictivo significativol2a. gresión. El tipo I se caracteriza por una insuficiencia renal
El Intemational Ascites Club ha resumido los oiterios diag- importante y rápidamente progresiva, definida por un au-
nósticos del SHR, que se muestran en la tabla 89-7e0. Los cri- mento del doble de la creatinina sérica hasta una concentra-
terios mayores deben estar presentes para el diagnóstico de ción mayor de 2,5 mgldl en menos de 2 semanas. El SHR de
SHR y los criterios menores apoyan el diagnóstico.Los criturtos tipo I normalmente se presenta en pacientes con insuficien-
mayores son: L) presencia de hepatopatía crónica o aguda con cia hepática grave (ictericia, encefalopatía o coagulopatia)y a
insuficiencia hepática avanzada e hipertensión portal; 2) fil- menudo después de un episodio precipitante, como una he-
tración glomerular baja, indicada por una concentración de morragia o una infección. El SHR de tipo II tiene una evolu-
creatinina sérica mayor de 1,5 mg/dl o un aclaramiento de crea- ción más indolente, con una mediana de supervivencia de
tinina menor de 40 ml/min; 3) ausencia de fármacos nefro- 6 meses. El cuadro clínico es de una nefropatía moderada es-
tóxicos, sftock, infección, pérdidas recientes de líquidos u otras table en un paciente con ascitis refractaria. En las pruebas de
causas potenciales de nefrotoxicidad; 4) ausencia de mejoría tratamiento que se comentan más adelante en este capítulo
mantenida de Ia función renal después de la retirada de diu- se han incluido normalmente pacientes con SHR de tipo I.
d
= réticos y de la expansión de volumen con 1,5 litros de solu-
ción salina isotónica, y 5) ausencia de signos de proteinuria Limitaciones de Ias mediciones de creatinina
signifi cativa, obstrucción renal o nefropatía parenquimatosaeo. Existen limitaciones signiñcativas sobre el uso de la concen-
,N Los criterios menores se basan principalmente en las evi- tración sérica de creaünina como marcador de Ia función renal
dencias funcionales de una filtración glomerular baja y re- en pacientes con cirrosis. En general, las estimaciones de Ia
-6
tención áüda de sodio, y comprenden: 1) un volumen de orina filtración glomerular que se basan en las concentraciones sé-

merror de 500 rnl al día; 2) concenfación urinaria de sodio menor ricas de creatinina y en el aclaramiento de creatinina tien-
ü de 10 mEq/l; 3) osmolalidad en orina mayor que Ia osmola- den a sobrestimar la filtración glomerular real en presencia de
tr
U lidad plasmática; 4) ausencia de hematuria significativa, y cirrosislzs. Por eiemplo, comparado con el aclaramiento de inu-
U
=
@
ú
5) concentración sérica de sodio menor de 130 mEq/I. Aun- lina, las tasas de sensibilidad de la creatinina sérica (l8o/o) y
@ que no se necesite para el diagnóstico del SHR, estas caracte- del aclaramiento de creatinina (74o/o) para detectar la insufi-
§eceión lX. Hígado

ciencia renal en 56 pacientes con cirrosis fueron dudosas y mal parece identificar un subgrupo de pacientes con cirrosis
la tasa real de filtración glomerular se sobrestimó en un 500/o con riesgo mayor de desarrollar SHR128.
en pacientes con disminución del aclaramiento de inulina12s.
La sobrestimación parece ser consecuencia del aumento de Ia
secreción tubular de creatininalzs. TRATAM!ENTO
La creatinina sérica y el aclaramiento de creatinina pue-
den ser marcadores inadecuados de la función renal, incluso En general, el SHR se presenta en el marco del tratamiento con
en pacientes con cirrosis compensadal26. En 68 pacientes sin diuréticos de la hipertensión portal y la ascitis. Normalmen-
azoemia y con cirrosis no complicada se detectaron indicios te, los pacientes se mantienen con una restricción estricta de
de disfunción renal en casi dos tercios de los casos127, inclui- sodio en la dieta y una pauta intensiva de diuréticos con es-
dos 21 pacientes con un aclaramiento de creatinina de 50 a pironolactona en dosis de hasta 400 mg al día y, normalmente,
80 ml/min y 25 pacientes con un aclaramiento de creatinina furosemida en dosis de hasta 160 mg al día&'8s. Como ya hemos
menor de 50 ml/min. La detección de la insuficiencia renal comentado, estas medidas permiten controlar la ascitis hasta
es clínicamente importante, porque la mortalidad de los pa- en el 900/o de los casos, pero suponen un riesgo de azoemia
cientes aumenta sustancialmente. Con una media de segui- prerrenal, hipopotasemia y encefalopatía8t'8s. Se considera que
miento de 180 días, la tasa de mortalidad fue del 24o/o en pa- los pacientes que no responden con natriuresis y diuresis des-
cientes con un aclaramiento de creatinina de 50 a 80 ml/min pués de 1 semana de tratamiento intensivo tienen una asci-
y del 360/o en los que tenían un aclaramiento de creatinina tis refractaria, que con frecuencia es el preludio del SHRe0.
menor de 50 mlimin, frente al9o/o en los que tienen una fun- En una revisión retrospectiva de 46 pacientes, los factores que
ción renal normal127. precipitaron el SHR fueron principalmente la infección en el
48o/o,la hemorragia digestiva en el 33olo y la paracentesis re-
Otros métodos para la detección precoz del síndrome ciente en el27o/o131.
hepatorrenal El tratamiento del aumento de la concentración sérica de
En los pacientes con cirrosis se debería medir la filtración glo- creatinina a más de 1,5 mg/dl en un paciente con cirrosis y
merular con técnicas más sensibles que el aclaramiento de ascitis que recibe un tratamiento diurético intensivo es un
creatinina, como el aclaramiento de iotalamato, pero esta prue- problema clínico pendiente. Inicialmente, se interrumpirá
ba no es viable en la mayoría de las situacioneseo. Como el la administración de todos los fármacos potencialmente ne-
SHR se caracteriza por la vasoconstricción renal que aparece frotóxicos, incluidos los fármacos antinflamatorios no este-
antes de que se reconozca la enfermedad en la clínica, en va- roideos, aminoglucósidos y, si es posible, otros antibióticos.
rios estudios se han evaluado otros métodos diagnósticos. Uno Como Ia azoemia prerrenal puede simular las características
de los más prometedores es el uso de Ia ecografía Doppler para clínicas y analíticas del SHR, incluida la oliguria, una con-
evaluar el índice de resistividad, una medición de la resisten- centración baja de sodio en orina y una relación de osmola-
cia al flujo sanguíneo en la vasculatura renall2a'128. En 180 pa- lidad en orina-plasma alta, y como los pacientes con cirrosis
cientes con hepatopatía en ausencia de azoemia, el análisis de tienen riesgo de desarrollar una azoemia prerrenal por el tra-
la forma de onda vascular renal indicó el aumento del índi- tamiento con diuréticos, hemoragias y otras pérdidas de vo-
ce de resistividad en tn 420/o124. Se desarrolló posteriormente lumen, en la mayoría de los casos se necesita una prueba de
la disfunción renal en el 55o/o de estos casos, frente a sóIo el reposición del volumen intravascular. La prueba de volumen
60/o de los que tenían un índice de resistividad normal, y es uno de los principales criterios diagnósticos del SHR según
el SHR se presentó en el 260/o de los sujetos con un índice de el International Ascites Club, qlue propone retirar los diuréticos
resistividad elevado, frente a sólo el 1olo de los que tenían un y hacer una prueba de volumen de 1,5 litros de solución sa-
índice normall2a. En los pacientes con cirrosis e insuftciencia lina isotónica'o. En último término, el diagnóstico del SHR
renal, el índice de resistividad se correlaciona con la f,ltración sigue siendo un diagnóstico de exclusión de las demás cau-
glomerular, la presión arterial, la actividad de renina plas- sas de insuficiencia renal. Cuando persisten las dudas sobre el
mática y el aclaramiento de agua librel2e y tiene una sensibi- diagnóstico, se deberán medir las presiones de llenado cen-
lidad y especifrcidad para la detección de la insuficiencia renal trales mediante un cateterismo cardíaco derecho.
del77o/oy el8Oo/o, respectivamentel2e. En consecuencia, la me- La aparición de resistencia a diuréticoslo2 representa una li-
dición del índice de resistividad
es un método eflcaz y no in- mitación mayor de los tratamientos actuales del SHR. Ade-
vasivo para detectar los cambios hemodinámicos caracterís- más, el uso de diuréticos en el marco de una concentración
ticos del SHR128. sérica de creatinina elevada aumenta el riesgo de que empeo-
¿Puede la medición del índice de resistiüdad identificar a re la filtración glomerular debido a un nuevo aumento del vo-
los pacientes de alto riesgo cuando las pruebas estándar de lumen plasmático. En consecuencia, a menudo se considera
función renal son aún normales? El índice de resistividad el uso de otros tratamientos. La paracentesis de gran volumen
aumenta progresivamente desde los valores normales en los provoca un incremento significativo del gasto cardíaco y una
pacientes de control (0,53 t 0,03) a valores mayores en los pa- caída rápida de la presión portal, así como una disminución
cientes con cirrosis sin ascitis (0,67 t 0,06) y con ascitis. Los de las concentraciones de renina plasmática y aldosterona y
valores también son más altos en pacientes con cirrosis de melora las concentraciones séricas de creatinina y las con-
clase B y C de Child-Turcotte-Pugh que en los de clase A130. centraciones sanguíneas de urea en pacientes con SHR132. No
Aunque un ín§ice de resistividad anormal ayuda a identificar obstante, el aclaramiento de creatinina puede disminuir des-
a los pacientes de alto riesgo'2n, la experiencia del operario pués de la paracentesis de gran volumen, incluso cuando no
es importante y se necesita considerablemente más informa- se modifican la creatinina sérica y la concentración sanguí-
ción antes de poder recomendar el índice de resistividad como nea de nitrógeno ureico, presumiblemente porque disminu-
procedimiento estándar. No obstante, el aumento del índice ye el volumen intravascularlzT. }Jay pocos datos que apoyen
de resistiüdad medido en presencia de una función renal nor- el uso de la diátisis extracorpórea con albúmina133 y el trata-
Capítulo 89' Encefalopatií hepática. sfudronres hepatopulmonares,,síndrome,hepatonenal

miento farmacológico con dopamina en dosis bajas, tratamiento hepatopatía preexistente e insuficiencia renal aguda (inclui-
combinado con noradrenalina y dopaminal3a, terlipresina (un do el SHR) que requieren diálisis, el riesgo relativo de morir
análogo de vasopresina de acción prolongada) solat3s o el aná- aumenta sustancialmente cuando hay trombocitopenia (re-
logo de vasopresina ornipresina solo84'e2'136. Los resultados cuento de plaquetas menor de 100.000/mm31, EH o ün tiem-
de los estudios de estos fármacos no son suficientemente con- po de protrombina prolongado. Incluso en ausencia de estas
vincentes como para justificar una aplicación más amplia en características, la supervivencia al año fue sólo del 38o/o1aa. Los
1a práctica clínica. investigadores determinaron que la insuficiencia hepática sola,
En el siglo xxt se ha renovado el interés por el uso del tra- en ausencia de contraindicaciones, no impide la diálisis, pero
tamiento combinado con albúmina por vía intravenosa para los riesgos de la diálisis son significativoslaa.
el soporte circulatorio y vasoconstrictores potentes para re- El trasplante de hígado sigue siendo el tratamiento final del
vertir la vasodilatacién del lecho esplácnico123'137. El obletivo SHR. Cuando tiene éxito, se puede esperar la recuperación com-
de este abordaje consiste en revertir el descenso funcional del pleta de la insuficiencia renal funcional, aunque el retraso
volumen eficaz de sangre arterial y mejorar la perfusión renal. del trasplante hasta el inicio de la insuñciencia renal impone
La infusión intravenosa de albúmina se ha usado durante cier- un gran riesgo. Los receptores del trasplante de hígado con SHR
to tiempo para prevenir la insuficiencia renal asociada alapa- tienen un descenso signiflcativo de la supervivencia a los 5 años
racentesis de gran volumen. En 21 pacientes consecutivos con frente a los que no tienen SHRe6. Además, los receptores del
cirrosis y SHR, Ia combinación de albúmina más terlipresina re- trasplante con SHR requieren estancias más prolongadas en
virtió el síndrome en 12 pacientes (57olo), mientras que terli- Ia unidad de cuidados intensivos, hospitalizaciones más pro-
presina sola no tuvo ningún efecto138. Se han obtenido resulta- Iongadas y más sesiones de diálisis. En consecuencia, es pre-
dos similares con albúmina más la administración por vía ferible un trasplante precoz, siempre que sea posiblee6.
intravenosa de noradrenalina o de midodrina, un agonista o13e'14.
Ante el mal pronóstico del SHR, estas publicaciones sobre la re-
versión del cuadro son alentadoras, pero está justificado usar
estos abordaies por la ausencia del beneficio demostrado en al-
gunos estudios, riesgo de inducir isquemia miocárdica y nece- La cirrosis avanzada provoca, invariablemente, la regulación
sidad de disponer de una experiencia más amplialal. y funcionamiento anormales de varios sistemas endocrinoslas.
En varias publicaciones de casos se ha propuesto el papel de Los efectos de Ia cirrosis son compleios, como sería de esperar
Ia TIPS para revertir el SHR87'142. En una serie de pacientes con de las distintas funciones que tiene el hígado como órgano
ascitis refractaria, la TIPS aumentó la media de la excreción uri- diana cuya función está regulada por las hormonas circulan-
naria de sodio y mejoró la concentración sérica de creatinina tes y como lugar para Ia captación y metabolismo de hor-
y la filtración glomerularlla. Esta respuesta se asoció al descenso monas y producción de globulinas de unión a hormonas sé-
de las concentraciones plasmáticas de aldosterona y de Ia ac- rcas"o"t. La ftecuencia e intensidad de la disfunción endocrina
tividad de renina. En el 7 4o/o de los pacientes se detectó Ia aumentan en enfermedades que afectan tanto al hígado como
mejoría clínica con el control de la ascitis y la media del uso a los órganos endocrinos mediante un proceso fisiopatológico
de diuréticos disminuyó a la mitad11a. Sin embargo, la mayo- común. Por ejemplo, la acumulación de hierro en los testículos
ría de casos no tenía un SHR eüdente, por lo que el uso de TIPS y células beta del páncreas provoca hipogonadismo y diabetes
puede ser apropiado en algunos pacientes con ascitis resistente en pacientes con hemocromatosislae, y el daño autoinmuni-
a diuréticos y en pacientes seleccionados con SHR que han res- tario que sufre el tiroides acompaña con frecuencia a la cirro-
pondido al tratamiento farmacológico, pero aún se descono- sis biliar primaria (tabla 89-8). No obstante, la cirrosis per se
ce el papel global de Ia TIPS en el tratamiento del SHR140. puede alterar la regulación del eje hipotálamo-hipofisario-glán-
Desde hace algunas décadas, la inmersión del paciente en dula endocrinalso, de manera que las manifestaciones clíni-
agua hasta el cuello ha demostrado ser un modelo valioso para cas de feminización e hipogonadismo, como la ginecomas-
estudiar tanto la patogenia como el tratamiento de la ascitis tia, angiomas en araña y eritema palmar, son tan frecuentes
resistente a diuréticoses'10e. En pacientes con ascitis, la inmer- que se consideran características de Ia hepatopala avanzada.
sión en agua hasta el cuello aumenta el volumen sanguíneo En esta sección se resaltan los efectos de Ia cirrosis sobre las
central y favorece una natriuresis y diuresis importantes, pro- funciones sexuales y tiroideas debido a su frecuencia e im-
vocando el aumento del volumen de orina y Ia eliminación pacto c1ínico14s'148'1s1'1s2. Es frecuente pasar por alto estas al-
urinaria de sodio en dos o tres vecesloe'la3. Las concentraciones teraciones endocrinas, pero aproximadamente el 600lo de los
plasmáticas y la excreción urinaria de noradrenalina dismi- pacientes con cirrosis tienen antecedentes de disminución de
nuyen, mientras que aumentan rápidamente las concentra- la libido, pérdida del bienestar e impotencial4e'1s3'1s4. La dia-
ciones plasmáticas del factor natriurético auricular inmuno- betes también merece atención, por su frecuencia en pacien-
rreactivol@. Cuando se dispone de las instalaciones pertinentes, tes con cirrosis, aunque la detección y tratamiento de la re-
= la respuesta hemodinámica a la inmersión es favorable, pero sistencia a la insulina son similares en pacientes con y sin
este método no es de uso habitual. cirrosis, excepto por el mayor riesgo de complicaciones de los
I El inicio de la insuñciencia renal en pacientes con cirrosis medicamentos hipoglucemiantes orales en los pacientes con
comporta un mal pronóstico. La actividad de renina plasmá- cirrosis, debido a la prolongación de sus semividas y a la hi-
tica, la concentración plasmática de hormona antidiurética poglucemia secundarialss.
y la concentración sérica de sodio tienen un cierto valor como
,g
factores predictivos de superviver,cial2e, pero en ausencia de
r una causa claramente reversible de la insuficiencia renal, el FISIOPATOTOGíA
E
u
>
tratamiento es principalmente de soporte. La opinión tradi-
U
cional es de que Ia diálisis es inútiI en el SHR, excepto como La regulación normal de las concentraciones de hormonas
U
o puente hasta el trasplante de hígado1aa. En los pacientes con tanto tiroideas como sexuales depende de que el eje hipotá-
I9B2 Sección lX Hígado

Tabla 89-B Alteraciones endocrinas y metabólicas la relación estrógenos/testosterona libre en los órganos diana
asociadas a [a cirrosis que expresan receptores de andrógenos y estrógenos. una
excepción podría ser la ginecomastia, cuya frecuencia en los
Trastorno Manifestaciones pacientes con cirrosis del 44o/o no parece ser distinta de la en-
Enfermedades sistémicas contrada en controles no obesos sin cirrosisls6. Es más, las
que afectan a órganos concentraciones de estradiol no son diferentes en pacien-
endocrinos y al hígado tes cirróticos con y sin ginecomastials6. En consecuencia, hay
Hemocromatosis Insuficiencia gonadal factores distintos del exceso de estrógenos que pueden con-
Disfunción hipotalámica tribuir al desarrollo de ginecomasfiay quizá también de otras
Diabetes mellitus
características de la feminización.
Cirrosis biliar primaria Enfermedad tiroidea autoi nmun itaria
La interpretación del signiflcado de las concentraciones de
Enfermedad ósea metabólica
Cirrosis alcohólica Insuficiencia gonadal hormonas sexuales depende en gran parte de que se midan si-
Disfunción hipotalámica multáneamente las concentraciones de globulina de unión a
Feminización e Elevación de Ia concentración de hormonas sexuales (SHBG), una glucoproteína con una afi-
hipogonadismo estrona nidad de unión alta por las hormonas 17o-hidroxicorticoes-
Descenso de las concentraciones teroides, como testosterona y estradiol1a7. La SHBG se produ-
de testosterona total y Iibre ce en el hígado y sus concentraciones plasmáticas están
Pérdida de Ia variación diurna reguladas por el equilibrio entre andrógenos-estrógenos, las
Elevación de globulina de unión a hormonas tiroideas y la insulina147. La cantidad de hormona
hormonas sexuales
libre (biológicamente activa) depende de Ia cantidad de SHBG
Disfunción hipotalámica
presente en la circulación. Las concentraciones de SHBG au-
Atrofia testicular
Hipotiroidismo Descenso de la concentración de mentan significativamente en pacientes con cirrosis com-
triyodotironina pensadals2''se, aunque no en todos los estudios160. En conse-
Concentración de globulina de cuencia, las totales de estrógenos y testosterona pueden ser
unión a tiroxina normal o normales o sólo ligeramente disminuidas cuando las con-
aumentada centraciones libres de estas hormonas son bajas, debido al in-
Diabetes mellitus Hiperglucemia en ayunas cremento de 1as concentraciones de SHBG. Cuando progresa
Resistencia a la insulina la cirrosis, las concentraciones séricas de testosterona libre y la
relación testosterona/SHBG disminuyen y aumentan las con-
centraciones de estradiol sérico, estradiol libre y relación es-
lamo-hipoflsario esté intacto y de factores periféricos, como tradiol/testosteronals2. El efecto neto es un exceso de estró-
la concentración de globulinas de unión a hormonas, 1o que genos y la pérdida de la estimulación androgénica.
influye en la disponibilidad y distribución de la hormona libre Hay otros factores que contribuyen a las alteraciones del
(no unida a proteínas). equilibrio de estrégenos/testosterona en la cirrosis. En pri-
mer lugar, se pierde el ritmo circadiano normal de la liberación
Feminización e h¡pogonadismo de testosteronalsS. En segundo lugar, se altera la captación
La feminización y el hipogonadismo en los varones con cirro- hepática de corticoesteroides sexuales, que es la responsable
sis son consecuencia del descenso de las concentraciones sé- del2Oo/o al 50%o de su aclaramiento metabólico, lo que es com-
ricas de testosterona y del incremento relativo de las con- patible con el papel signiflcativo del hígado en la biodisponi-
centraciones de estrógenos circulantes. Las alteraciones pueden bilidad de estas hormonasla6. Por úItimo, y más importante, la
ser muy llamativas en pacientes con cirrosis avanzada, como producción de testosterona disminuye como consecuencia de
se demuestra en un estudio en el que las concentraciones sé- la alteración de la regulación hipotalámica. Normalmente, las
ricas de testosterona libre fueron menores (0,11 t 0,02 fren- concentraciones plasmáticas de la hormona luteinizante (LH)
te aO,22 + 0,03 nmol/I) y la relación estrógenos/testosterona y de la hormona estimulante del folículo (FSH) son normales
libre fue signif,cativamente mayor (10,3 1 2,5 frente a 2,6 + o ligeramente elevadas en los pacientes con cirrosis, pero el in-
0,5) en varones con cirrosis que en controles sin cirrosisls6. En cremento no es del grado esperado para las concentraciones
un estudio similar de varones con cirrosis, el estado endocri baias de testosteronals3. La estimulación de la liberación de
no fue invariablemente anormal, con descenso de las con- la gonadotropina hipof,saria con clomifenolss o con hormo-
centraciones de testosterona en el 900/o y de testosterona libre na liberadora de gonadotropinas (GnRH) aumenta la libera-
en el 1000/o de los casos1s7. El descenso de las concentraciones ción de LH y FSH153. En consecuencia, funciones hipoflsaria
de testosterona es consecuencia, en parte, de la disminución de y gonadal están relativamente conservadas en pacientes con
la síntesis testicular de testosterona y el aumento de las con- cirrosis compensada y parece que hay una detección hipota-
centraciones de estrona o estradiol parece estar relacionado lámica defectuosa de las concentraciones hormonales baias o
con el aumento de Ia conversión periférica de los andróge- una liberación defectuosa de GnRH que contribuyen en gran
nos débiles a estrógenosls8. Además, se produce un descenso medida a la insuf,ciencia gonadal. Esta interpretación es com-
general de la sensibilidad a través del eje hipotálamo-hipof,- patible con las concentraciones elevadas de prolactina que se
sario-hormonas gonadales, cambios que/ a menudo, se nor- ven en algunos pacientes con cirrosis. La secreción hipof,saria
malizan después del trasplante de hígado1s7. de prolactina se encuentra bajo Ia regulación inhibidora tó-
Las características clínicas de feminización, que incluyen nica del hipotálamo a través de la dopamina, un factor inhi-
la pérdida de la libido, descenso del recuento de espermato- bidor de la prolactina. La pérdida de la regulación hipotalá-
zoideslso, descenso de la masa musculaq atrofia testicular, apa- mica de dopamina conduce a la liberación de prolactinal6l.
rición de angiomas en araña y cambios en la distribución En las mujeres con cirrosis aparecen efectos similares, pero
del pelo, presumiblemente refleian los efectos del aumento de no han sido tan bien estudiados porque Ia feminización no
Capítulo 0S Encefalopatía hepática, síndromes hepatopulmonares, síndrome hepatorrenal 1983

es un problema clínico tan importante en sus primeras eta- dula tiroidesl6e. Además, en los pacientes con cirrosis y con-
pas en la mujer como lo es en los varones. En las mujeres pos- centraciones totales de T3 y Ta bajas, es frecuente que Ia res-
menopáusicas, en las que se minimizan los efectos de las va- puesta de la TSH a la inyección de hormona liberadora de ti-
riaciones del ciclo menstrual, tanto las concentraciones de rotropina (TRH) sea menor de 1o normal o diferida170.
estradiol como el cociente estradiol/testosterona están aumen- ¿Es el hipotiroidismo de un paciente con cirrosis bueno o
tados con respecto a los valores de los pacientes de controlr62. malo? En un estudio clínico fascinante se ha propuesto que
Las concentraciones de testosterona, LH y FSH normalmente el hipotiroidismo relativo puede ser, paradójicamente, bene-
están disminuidasl60'162. En las mujeres más jóvenes estas al- ficioso parala evolución de Ia cirrosis'n8. En un análisis re-
teraciones endocrinas pueden inducir amenorrea163. La in- trospectivo se encontró una correlación negativa significati-
yección de GnRH estimula el incremento de las concentra- va entre las concentraciones sanguíneas de TSH y las pruebas
ciones de LH y FSH, 1o que indica que la capacidad de respuesta de función hepática. Como muchas de las funciones de sín-
hipoflsaria está conservada160,163. Es más, los resultados de las tesis y metabolismo del hígado están reguladas por las hor-
mujeres son compatibles con los encontrados en varones, en monas tiroideas, el hipotiroidismo sutil puede minimizar la
los que el hipotálamo, más que la hipóñsis, representa el lugar velocidad de progresión de la hepatopatía y disminuir la fre-
principal de alteración de la secreción de gonadotropinasl63. cuencia de hemorragias, ascitis y encefalopatía148. Estos re-
Los efectos del alcohol, que complican el cuadro, merecen sultados son más bien teóricos y requieren una investiga-
una mención aparte. El alcohol, incluso en cantidades mode- ción adicional considerable.
radas, puede tener efectos sustanciales sobre las concentra-
ciones de estradiol, testosterona y hormona hipofisaria que
responde a estrógenos en mujeres posmenopáusicas norma- DIAGNÓSTICO
les16a. Estosefectos se exageran en presencia de cirrosisl6a. Ade-
más, las concentraciones de SHBG están elevadas en la ma- La feminización y el hipogonadismo se sospechan por los efec-
yoría de los pacientes con cirrosis, pero el incremento es mayor tos clínicos del exceso de estrógenos, como el eritema palmaq
en Ia cirrosis alcohólica que en las demás causas de cirrosisls8. los angiomas en araña y la alteración del patrón de distribu-
Estas anomalías de la regulación de las hormonas sexuales ción del pelo secundario. En los varones afectados es fuecuente
no se limitan a la enfermedad relacionada con el alcohol, y encontrar una disminución de la libido y antecedentes de im-
el grado de disfunción reguladora endocrina tiende a correla- potencia, y en la exploración física se encuentra atrofla testicu-
cionarse con la intensidad de la hepatopatial6z y de Ia hiper- lar y pérdida de la masa muscular. En las mujeres es frecuen-
tensión portal1s0,1s1,16*,'ut y.ro con Ia causa de la hepatopatía. te encontrar una disminución de la libido y amenorrea o
irregularidades menstruales.
Hipotiroidismo El estudio de laboratorio comienza con la medición de las
Los cambios de las concentraciones de tiroxina libre son pa- concentraciones de testosterona total y libre y de estrógenos
ralelos a los de las hormonas sexuales en pacientes con cirro- para evaluar la liberación gonadal, y las concentraciones de
sis, en los que las concentraciones también dependen de la LH y FSH para.evaluar Ia respuesta hipoflsaria. En las prime-
globulina de unión a tiroxina (TBG), que con frecuencia está ras etapas de la cirrosis compensada el único resultado es el
aumentada en los pacientes con cirrosis166. Aunque los cam- incremento de las concentraciones séricas de estrona y SHBG165.
bios de las concentraciones de TBG limitan la interpretación Cuando progresa, Ias concentraciones bajas de testosterona
de las pruebas estándar de función tiroidea, el hipotiroidismo libre y total pueden ser eüdentes, y las concentraciones de es-
parece ser relativamente frecuente en pacientes con cirrosis, trona aumentan mucho16s. Es poco frecuente encontrar in-
aunque son pocos los estudios en los que se han estudiado crementos importantes de LH y FSH y, cuando aparecen, indi-
la frecuencia y los mecanismos implicados al comienzo de Ia can un fracaso gonadal primario. Por el contrario, la supresión
cirrosis. La incertidumbre sobre Ia verdadera frecuencia del de LH y FSH en el marco de concentraciones bajas de testos-
hipotiroidismo persiste, en parte porque las características clí- terona implica un defecto regulador central. Cuando el diag-
nicas de la hepatopatía avanzada y del hipotiroidismo (pér- nóstico de hipogonadismo es incierto, se pueden valorar los
dida de energía, descenso del apetito y afecto deprimido) efectos de la GnRH sobre la LH, FSH y testosterona y estu-
son similares. Es más, en los pacientes con cirrosis avanzada diar el eje hipotálamo-hipofisario mediante TC, pero estas
se puede desarrollar un estado de eutiroideo enfermo. pruebas raramente están indicadas.
En los pacientes con cirrosis no alcohólica con EH es nor- Las características clínicas del hipotiroidismo son inespe-
mal encontrar un descenso de las concentraciones séricas de cíf,cas y se pueden atribuir fácilmente a las manifestaciones
triyodotironina (T3) y Ta libre167 y un aumento de las con- sistémicas de la cirrosis. En consecuencia, en cada paciente
centraciones de TBG y tiroxina total166. La interpretación clí- con cirosis se deben realizar estudios de cribado para eva-
nica de estos resuliados requiere Ia medición de la hormona luar las concentraciones de hormonas tiroideas y TSH, con in-
= estimulante del tiroides (TSH), que suele ser normal en pa- dependencia de la etiología. El aumento de riesgo de hipoti-
cientes con cirrosis compensada y elevada en los que tienen roidismo aparece en enfermedades como la cirrosis biliar
:9
hipotiroidismo verdadero166. En 73 varones con cirrosis al- primaria. El riesgo también aumenta en muchos pacientes con
6
,N cohólica, el descenso de las concentraciones séricas de T3 y crioglobulinemia y hepatitis C crónica y en los que recibieron
¡.e el aumento de las concentraciones séricas de TSH se correla- tratamiento con interferón (véase capítulo 76). Las concen-
,6

,q
cionan con el grado de disfunción hepática y con las con- traciones sanguíneas baias de T, libre indican hipotiroidismo,
9 centraciones séricas de testosterona, 1o que indica una posi- pero el hipotiroidismo clínicamente significativo puede ser
ü ble relación entre la testosterona y la función tiroidea168. Los difícil de distinguir de un estado eutiroideo enfermo. Nor-
G
q datos existentes indican defectos tanto centrales como peri- malmente, la concentración de TSH es normal o ligeramente
U
a féricos en la secreción tiroidea en Ia cirrosis. En particulaq pa- disminuida en el cuadro del eutoriodeo enfermo y aumenta-
U
o rece que el alcohol tiene un efecto tóxico directo sobre la glán- da en el hipotiroidismo. Cuando se dude de la presencia del
§eeción IX Hígado

hipotiroidismo, Ia capacidad de respuesta de la hipófisis se sario que persiste a pesar de la sustitución del hígado1s3'172. En
puede evaluar con una prueba de estimulación de TRH o con consecuencia, es necesaria la monitorización clínica y analit:,-
una prueba clínica de sustitución con hormona tiroidea. La ca continuada del estado endocrino de los pacientes después
mejoría clínica y la normalización de la hormona tiroidea y de del trasplante de hígado, hasta que se pueda deflnir meior la
la TSH apoyarán la continuación del tratamiento. etiología precisa y la evolución natural de estos trastornos im-
portantes.

TRATAMIENTO

Las alteraciones endocrinas asociadas a la cirrosis son más fre-


cuentes y graves a medida que avanzan la hepatopatía y la hi- El riesgo de hemorragia en pacientes con cirrosis aumenta
pertensión portallso. Los pacientes con enfermedad avanza- mucho cuando se desarrollan trastornos especíñcos de la coa-
da (clase C de Child-Turcotte-Pugh) tienen más probabilidades gulación. La patogenia de estos trastornos es compleia e im-
de desarrollar feminización, hipogonadismo e hipotiroidismo plica alteraciones de las plaquetas, de las cascadas intrínseca
importantes. Ante el mal pronóstico de la hepatopatía avan- y extrínseca de la coagulación y fibrinólisisso. Cuando se pre-
zada, se puede entender que exista poca información def,ni- senta una hemorragia aguda,la corrección de estas alteracio-
tiva sobre los efectos de la sustitución hormonal sobre la su- nes de Ia coagulación constituye un obietivo principal del tra-
pervivencia, la calidad de üda o la progresión de Ia enfermedad. tamiento. En ausencia de hemorragia, los trastornos de Ia
En consecuencia, las decisiones terapéuticas deben indivi- coagulación causan síntomas inespecíficos y se detectan úni-
dualizarse según la respuesta del paciente, y a menudo se basan camente por estudios de laboratorio de cribado. En general,
en criterios desarrollados para otras enfermedades. la intensidad de los defectos hemostáticos tiende a aumen-
EI tratamiento del hipotiroidismo con T. sintética intenta tar a medida que avanza la hepatopatía y su detección iden-
aliviar el cansancio y corregir las alteraciones metabólicas y tifica un subgrupo de pacientes con cirrosis y riesgo alto de
otras manifestaciones sistémicas del descenso de las concen- una mala evolución. Por ejemplo, el descenso de las concen-
traciones de hormona tiroidea. El tratamiento se inicia con dosis traciones de factor VII y del recuento de plaquetas y el aumento
convencionales de 50 a 100 mg aldíay se ajusta gradualmen- de ta fibrinólisis aumentan, cada uno de ellos, Ia probabili-
te para lograr el efecto clínico deseado y mantener las con- dad de hemorragia y afectan negativamente a Ia superviven-
centraciones de hormona tiroidea y TSH en el intervalo nor- cia en distintas situaciones clínicasl73-17s. En consecuencia,
mal. La eficacia del tratamiento prolongado en pacientes con es necesario monitorizar las mediciones estándar de la he-
cirrosis no se ha evaluado en estudios clínicos controlados de mostasis, como el recuento de plaquetas, el tiempo de pro-
gran tamaño. La detección precoz de la enfermedad tiroidea y trombina y el tiempo de tromboplastina parcial en los pa-
el inicio del tratamiento antes de la progresión a cirrosis avan- cientes cirróticos, siempre si hay hemorragia y antes de la
zada mejorará la evolución de los pacientes afectados. biopsia de hígado o de otros procedimientos invasivos. Es más,
En varios estudios clínicos se ha evaluado el papel del tra- el tiempo de protrombina sirve como un elemento clave en
tamiento sustitutivo con testosterona en varones cirróticos con la mayoría de los sistemas de clasificación que intentan cuan-
feminización e hipogonadismo. En algunos estudios se ha tificar la intensidad de la enfermedad para determinar las prio-
demostrado que la administración de enantato de testostero- ridades de asignación de un órgano de donantelT6 (véanse
na en dosis de 250 mg por vía intramuscular cada 4 semanas capítulos 87 y 92).
es segura y mejora la libido, el bienestar y la potencia sexual'ae.
Sin embargo, en una serie de gran tamaño no se pudieron
demostrar beneficios coherentes con testosterona en distin- FISIOPATOLOGíA
tas formas con respecto a la función hepática, la hemodiná-
mica, el bienestar general, la función sexual o Ia superviven- Las células parenquimatosas del hígado producen la mayo-
cialse'171. El tratamiento con testosterona por via oral,200 mg ría de los factores implicados en la coagulación y Ia fibrinóli-
tres veces al día, parece disminuir la frecuencia de ginecomas-
tia171. Igual que sucede en la enfermedad tiroidea, es proba-
ble que el reconocimiento precoz del hipogonadismo, antes .,rf-lüiár6lj'+lj+'t4*¡tién.' a e l * .""s *r *i on * ir:: :
de que se desarrolle la hepatopatía avanzada, permita identi- ^iiáltE;+i
Alteración Datos de laboratorio
ficar a los pacientes que se beneficiarían del tratamiento sus-
titutivo. El tratamiento a corto plazo con clomifeno aumenta y
Trombocitopenia Recuento de plaquetas <80.000/mm3
Ias concentraciones de LH y FSH y la liberación testicular de coagulopatía Tiempo de hemorragia >9 min
androstenedionalss, pero no se han realizado estudios a largo Alteracién de la agregación plaquetaria
Alteración de la síntesis Tiempo de protrombina prolongado
plazo sobre la seguridad o la eficacia de clomifeno.
de factores de Descenso de las concentraciones de
Aún no se han definido los efectos a largo plazo del tras- factor Vll
coagulación
plante de hígado sobre Ia recuperación de la función endocri- dependientes de Concentraciones normales de
na. En dos series pequeñas, el trasplante de hígado dio lugar a vitamina K factor Vlll
una tendencia clara hacia la normalización de las concentra- Disfibrinogenemia Concentración de fibrinógeno normal
ciones de testosterona totales y libres y SHBctsa'tsz. Los efec- o baja
tos favorables parecen ser mayores en pacientes con hepato- Aumento de las concentraciones de
patía relacionada con el alcohol que en los que tienen una productos de degradación de la
hepatopatía no alcohólica'72. Sin embargo, la recuperación en- fibrina, dímero D
docrinológica no es completa en algunos casos, lo que indica Tiempo de trombina prolongado
Tiempo de reptilasa prolongado
la presencia de un daño residual en el eje hipotálamo-hipofi-
Capítulo 89 Encefalopatía hepática, síndromes hepatopulmonares, síndrome hepatorrenal l9B5

sis, y las células reticuloendoteliales del hígado tienen un papel Disfibrinogenemia


activo en el aclaramiento de endotoxinas, productos de La disflbrinogenemia representa la activación de la flbrinóIi-
degradación de la fibrina y de otros factores que contribu- sis y se detecta por el aumento de las concentraciones san-
yen al equilibrio entre el depósito de trombina y su elimina- guíneas de los productos de degradación de la f,brina, díme-
ción. En los pacientes con cirrosis se han descrito varios tras- ro D y activador tisular del plasminógeno en pacientes con
tornos de la hemostasia que, en general, se pueden clasificar cirrosis. Las concentraciones de f,brinógeno pueden ser nor-
como alteraciones del número o de la función de las plaque- males, pero el tiempo de trombina y el tiempo de reptilasa
tas, aumento de la flbrinólisis o síntesis deficiente de los fac- suelen estar prolongados. El aumento de la f,brinólisis aumen-
tores de coagulación (tabla 89-9). Como estas anomalías ta el riesgo de hemorragia digestivalTs y, presumiblemente,
coexisten a menudo en un mismo paciente, está justificado también de hemorragia de otras causas. Es frecuente encon-
aplicar un abordaje sistemático para su evaluación. trar concentraciones aumentadas de activador del plasminó-
geno tisular y de inhibidores del activador del plasminógeno,
Alteraciones plaquetarias que parecen contribuir al trastorno subyacentel8T 1e0, aunque
La cirrosis se asocia a alteraciones plaquetarias tanto cuanti- los mecanismos implicados no están claros. Se ha propuesto
tativas como cualitativas. Aproximadamente el 40o/o de los pa- un intercambio entre plasma y líquido ascítico de las proteí-
cientes ciróticos tiene una prolongación anormal del tiem- nas flbrinolíticas que regulan el potencial fibrinolítico en plas-
po de hemonagia a más de 10 minutos y un recuento de mat*'y la entrada en sangre de las endotoxinas procedentes
plaquetas de menos de 100.000/mm3177.La intensidad de la de las bacterias intestinales, con activación de Ia cascada fi-
trombocitopenia aumenta con la puntuación de Child- brinolítica1e1. La contribución relativa de estos y otros facto-
Turcotte-Pugh y es frecuente encontrar un recuento de pla- res es variable en cada paciente. En los casos más graves, la
quetas menor de 50.000/mm3 178. Este descenso del número disflbrinogenemia progresa a coagulación intravascular dise-
de plaquetas circulantes está relacionado con la acumula- minada. La concentración plasmática de antitrombina pare-
ción de plaquetas en el bazo, que se produce en parte como ce ser un determinante importante de esta progresiónle2. La
consecuencia de la hipertensión portal y esplenomegalia y en formación de trombina aumenta en pacientes con cirrosis,
parte por la destrucción inmunitaria de las plaquetas. En un pero la formación de trombina está controlada si la concen-
estudio representativo de 31 pacientes cirróticos con un re- tración de antitrombina es suf,ciente. La trombina no se inac-
cuento de plaquetas de 46.000/mm3, la captación esplénica tiva cuando las concentraciones de antitrombina son bajas
de plaquetas radiomarcadas varió entre el 43o/o y el 54o/o y la (menores de 0,3 U/ml), lo que podría dar lugar a interaccio-
supervivencia de las plaquetas disminuyó desde los valores de nes mantenidas con fibrina y a un mayor riesgo de coagula-
control de 9,3 días a 6,5 días17e. En varios estudios se ha con- ción intravascular diseminadale2.
firmado la presencia de inmunoglobulina G (IgG) asociada a
plaquetas en pacientes con cirrosis y las concentraciones sé- Deficiencias de factores de coagulacién
ricas de inmunoglobulinas aumentan en proporción a la in- Como consecuencia de la pérdida de las células parenqui-
tensidad de la hepatopatíar78-180. Este fenómeno resulta particu- matosas hepáticas funcionantes se desarrollan deficiencias de
larmente preocupante en la hepatitis C crónica, en la que las factores de coagulación que pueden ser muy importantesle3.
concentraciones de IgG asociada a plaquetas están aumenta- Los factores dependientes de la vitamina K (incluidos los fac-
das y se observa trombocitopenia en el 4lo/o de los casos (fren- tores II, VII, IX y X) y las proteínas S y C se afectan precoz-
te al l9o/o de los pacientes con hepatitis B crónica)l81. Además, menteie3. El factor VII, con una semivida de sóIo 4-7 horas,
el virus de la hepatitis C puede actuar directamente para re- es particularmente importante en la clínica83 y ahora se co-
ducir el recuento de plaquetas, potque se puede detectar el mercializa el factor VII recombinante (véase más adelante).
ARN vírico en las plaquetas circulanteslsl. En un paciente dado Después de la síntesis, Ia vitamina K sirve como cofactor de
es difícil evaluar la contribución relativa del secuestro esplé- una carboxilasa hepática que modifica estos factores para
nico y de la destrucción plaquetaria de mecanismo inmuni- crear un lugar para la unión de Caz* , un paso esencial para el
tario. Además, el papel de la trombopoyetina es incierto, aI funcionamiento de estos factores. A medida que disminu-
describirse tanto una menor producción como un descenso yen las concentraciones de factor VII, el tiempo de pro-
de la sensibilidad frente a ella. Sería muy interesante aclarar trombina aumenta progresivamente reflejando el descenso de
el mecanismo exacto de la trombocitopenia, porque se podría la funcionalidad de la cascada extrínseca de la coagulación.
usar trombopoyetina para tratar algunos casos. E1 punto clave La prolongación del tiempo de protrombina es tan frecuente
es que, en general, cuanto menor sea el recuento de plaque- que el tiempo de protrombina es un componente estándar de
tas, con independencia de Ia causa/ peor será la evolución Ia puntuación de Child-Turcotte-Pugh, que se utiliza para eva-
clínica. luar la intensidad de la cirrosis (véase capítulo 87).
La cirrosis también se asocia a alteraciones funcionales
= en las que las plaquetas circulantes no se activan con nor-
malidad, dando lugar a Ia formación de un coágulo defec- DIAGNÓSTICO
:9
1t.roro182'183. El descenso de la agregación plaquetaria, medi-
6
da por la prueba de ristocetina, puede estar relacionado con Las alteraciones adquiridas de la hemostasia asociadas a la
el descenso de las concentraciones de glucoproteína Ib de la cirrosis tienen implicaciones cIínicas importantes, pero
membrana plaquetarial8a o con una transducción defectuo- la ausencia de resultados clínicos específicos obliga a realizar

sa de la señal dentro de las plaquetasl8s. Los pacientes con estudios de laboratorio para su evaluación. En general, el diag-
r tiempos de hemorragia mayores de 7 minutos o anteceden- nóstico es claro y las pruebas de laboratorio estándar son ac-
E
U tes clínicos de hemorragia tienen las concentraciones más cesibles. En consecuencia, los estudios de seguimiento, que
u
=
@ bajas de glucoproteína Ib1B4. Parece que hay otros mecanis- incluyen el recuento de plaquetas, tiempo de protrombina y
u
o mos que explicarían la función deflcitaria de las plaquetas186. tiempo de tromboplastina parcial, se deben realizar a inter-
Sección',IX, .'Hlgado

valos periódicos en los pacientes con cirrosis, o siempre que el tiempo de hemorragialea, acortar el tiempo de tromboplas-
se sospeche una hemorragia. Un recuento bajo de plaquetas tina parcial activado y aumentar las concentraciones del fac-
normalmente se asocia a manifestaciones físicas de hiper- tor VIII, XI y XIIlea, pero no afecta al tiempo de protrombina.
tensión portal, incluidas Ia ascitis y la esplenomegalia. Un En cuanto a la trombocitopenia relacionada con la hiper-
recuento de plaquetas por encima de 70.000/mm3 es bien tensión portal y el secuestro esplénico, la escasa experiencia
tolerado y no produce una prolongación del tiempo de he- clínica publicada con la embolización esplénica indica una
morragia, a menos que también existan alteraciones cualita- reducción del 4Oo/o al 600/o del flujo sanguíneo esplénico. El
tivas de las plaquetas. Las demás causas de trombocitope- procedimiento se asocia a una cierta morbilidad a corto plazo,
nia, como la supresión de la médula ósea por alcohol, pero prolonga ef,cientemente el tiempo de supervivencia de
interferón u otros medicamentos, se deben excluir a partir la plaqueta y disminuye el índice de captación de plaquetas
de la anamnesis y del estudio de la médula ósea, si fuera ne- en bazolhígado180. Además, la embolización esplénica dis-
cesario. El secuestro esplénico es principalmente un diag- minuye las concentraciones de IgG asociada a plaquetas, 1o
nóstico de exclusión, pero en caso de incertidumbre se puede que indica que la mejoría del recuento de plaquetas se pro-
ver el aumento del atrapamiento de plaquetas directamente, duce no sólo por el efecto sobre la reserva esplénica, sino tam-
uülizando plaquetas marcadas con tropolona-indio 111 (111ln)1e. bién por mecanismos inmunitarios178,180,1es. El uso clínico de
Las concentraciones de IgG asociadas a plaquetas (anticuer- la embolización esplénica ha ido disminuyendo a medida que
pos antiplaquetarios) se deben medir en la mayoría de los ha aumentado la disponibilidad del trasplante de hígado.
pacientes, en especial en los que tienen hepatitis C crónica y Desde una perspectiva teórica, la TIPS representa un abor-
hepatitis autoinmunitarias, para evaluar la posible contribu- daje atractivo para el tratamiento del secuestro esplénico de
ción de Ia destrucción plaquetaria inmunitarialso. La prolon- plaquetas al reducir Ia presión portal. Los estudios clínicos
gación del tiempo de hemorragia también refleia el dete- de TIPS en esta indicación son escasos y han incluido un Rú-
rioro de la función plaquetaria inviyo177. Cuando sea necesario, mero pequeño de pacientes, por 1o que no se pueden extraer
se pueden realizar estudios formales de agregación plaqueta- conclusiones deflnitivas por el momento. En un análisis re-
ria inducida por ristocetinalsa. trospectivo de 21 pacientes se observó un aumento signifi-
La disfibrinogenemia implica la activación de la f,brinólisis cativo del recuento de plaquetas después de la colocación de
y se detecta mediante el aumento de las concentraciones san- la TIPS en pacientes que tenían un gradiente de presión por-
guíneas de productos de degradación de la fibrina y del díme- tal menor de 12 mm Hg después de la derivación1e6. No obs-
ro D. Las concentraciones de fibrinógeno pueden ser norma- tante, en una serie prospectiva de mayor tamaño la TIPS no
les, pero el tiempo de trombina y el tiempo de reptilasa suelen tuvo efectos favorables en la trombocitopenialeT, por lo que
estar prolongados. En pacientes con una cirrosis compensada, no se puede proponer Ia TIPS como tratamiento definitivo de
las concentraciones de complelo trombina-antitrombina están la trombocitopenia en ausencia de nuevos estudios.
aumentadasle2. La presencia de coagulación intravascular di- 'El tratamiento de la disfibrinogenemia es un problema
seminada franca deberá dar paso a una evaluación rigurosa clínico. En general, cuando la cirrosis subyacente es tan in-
de la endotoxemia y de otras causas reversibles. tensa que provoda disfibrinogenemia, también encontrare-
Las deficiencias de los factores de coagulación dependien- mos otras alteraciones hematológicas. En consecuencia, el tra-
tes de la vitamina K se detectan por la prolongación del tiem- tamiento de la disfrbrinogenemia es principalmente de soporte,
po de protrombinale3. La medición directa de las concentra- dirigido a minimizar los efectos de Ia endotoxemia median-
ciones de factor VII es un método más sensible para detectar te cultivos y antibióticos de seguimiento y corrección de las
esta deficiencia, porque el factor VII tiene una semivida com- deficiencias asociadas en las plaquetas y los factores de coa-
parativamente corta y las concentraciones deben disminuir gulación. El aumento de la fibrinólisis tiene un mal pronós-
a menos del 600lo de los valores de control antes de que se al- tico, pero también tiene varias causas174 y los resultados de los
tere el tiempo de protrombina. El descenso de las concentra- estudios clínicos sobre el tratamiento antiflbrinolítico no son
ciones de otros factores dependientes de Ia vitamina K y de suficientemente convincentes como para recomendar su uso,
la proteína S y proteína C también contribuye a la prolonga- excepto en determinadas situaciones como durante el tras-
ción del tiempo de protrombina. Es importante hacer una plante de hígado o como tratamiento de la hemorragia pe-
prueba terapéutica con ütamina K para abordar la disminu- rioperatoriale3.
ción de la capacidad de síntesis del parénquima hepático, pro- Las deflciencias de factores relacionados con el descenso de
longando el tiempo de protrombina. la síntesis hepática se detectan mediante la prolongación del
tiempo de protrombina y la cuantificación de las concentra-
ciones de cada factor, en particular del factor VIL En una si-
TRATAM¡ENTO tuación de urgencia, las deficiencias de factores se pueden
corregir mediante la administración de plasma fresco conge-
Los tratamientos difieren según Ia urgencia de la situación clí- lado en cantidades suficientes como para reducir el tiempo de
nica. El objetivo es mejorar la hemostasia a corto plazo en protrombina y controlar la hemorragia. En general, se pre-
un paciente con hemorragia aguda o cuando esté previsto apli- fiere plasma fresco congelado a la sustitución específica del
car un procedimiento invasivo. La detección de Ia coagulo- factor VII (o de otros factores concentrados) porque los de-
patía identif,ca a un subgrupo de pacientes cirróticos de alto fectos de síntesis asociados a la cirrosis provocan varias altera-
riesgo en los que se debería evaluar precozmente el trasplan- ciones en la cascada de la coagulación y porque no es fácil cuan-
te de hígado. tificar los demás factores importantes, como la proteína S y la
En casos de urgencia, la prolongación del tiempo de he- proteína C. Además, se debería administrar vitamina K para
morragia relacionada con la trombocitopenia y las trombo- optimizar la carboxilación hepática de los factores depen-
patías se puede tratar mediante transfusiones plaquetarias. dientes de la vitamina K, aunque no se sospeche malabsor-
Además, Ia administración de desmopresina podría mejorar ción o malnutrición por los signos clínicos1e3.

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