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INTRODUCCIÓN
Un objeto, al desplazarse sobre cualquier sistema que rota sufre una aceleración adicional producida
por una "fuerza" perpendicular al movimiento. El resultado que provoca esta"fuerza-aceleración" al
objeto es una desviación de su recorrido que da lugar a una trayectoria curva. Esta "fuerza" es la
Fuerza de Coriolis. Ella "se siente" pero en realidad NO es una FUERZA REAL ya que no efectúa
trabajo. Esta "fuerza" produce una aceleración sobre los objetos que se mueven en un sistema en
rotación. Por ejemplo, sobre los aviones que viajan de uno a otro lugar de la Tierra, sobre un misil
arrojado desde algún lugar, sobre el aire de la atmósfera y el agua de los océanos inclusive.
Cabe mencionar, además, que el Efecto Coriolis, tiene una gran importancia en el desarrollo humano,
siendo útil su conocimiento y entendimiento para el desarrollo y ejecución de armas, sino también en
el transporte aéreo, es decir el vuelo de los aviones.
II. OBJETIVOS
II.1. OBJETIVO GENERAL
Dar a conocer sobre el EFECTO CORIOLIS.
III.1. HISTORIA
En 1835, Gaspard-Gustave de Coriolis, en su artículo Sur les équations du mouvement relatif
des systèmes de corps, describió matemáticamente la fuerza que terminó llevando su nombre.
En ese artículo, la fuerza de Coriolis aparece como una componente suplementaria a la fuerza
centrífuga experimentada por un cuerpo en movimiento relativo a un referencial en rotación,
como puede producirse, por ejemplo, en los engranajes de una máquina. El razonamiento de
Coriolis se basaba sobre un análisis del trabajo y de la energía potencial y cinética en los
sistemas en rotación. Esta fuerza comenzó a aparecer en la literatura meteorológica y
oceanográfica sólo hasta finales del siglo XIX. El término fuerza de Coriolis apareció a principios
del siglo XX.
Ilustración 5
III.4. Fuerza de Coriolis en Meteorología y Oceanografía
La manifestación del efecto Coriolis se da cuando masas de aire o de agua se desplazan
siguiendo meridianos terrestres, y su trayectoria y velocidad se ven modificadas por él. En
efecto, los vientos o corrientes oceánicas que se desplazan siguiendo un meridiano se desvían
acelerando en la dirección de giro (este) si van hacia los polos o al contrario (oeste) si van
hacia el ecuador. La manifestación de estas desviaciones produce, de manera análoga al giro
de la bolita mostrado al principio, que las borrascas tiendan a girar en el hemisferio sur en el
sentido de las agujas del reloj y, en el hemisferio norte, en sentido contrario. El efecto de la
fuerza de Coriolis deberá considerarse siempre que se estudie el movimiento de fluidos y
también el de cualquier objeto móvil sobre esferas o superficies planas en rotación. Esto
incluye a los planetas gaseosos del sistema solar, el Sol y todas las estrellas y, en el planeta
Tierra, el movimiento de las aguas de los ríos, los lagos, los océanos y, por supuesto, de la
atmósfera. El efecto de Coriolis predice que siempre que se observen los movimientos
giratorios de esos cuerpos, los vórtices seguirán la norma descrita para las borrascas y
anticiclones terrestres. Además de su influencia sobre la atmósfera, es muy notoria la que
tiene también sobre la circulación oceánica. En las cuencas que tienen la forma apropiada
(como, por ejemplo, la cuenca del Atlántico norte y la del Atlántico sur), el efecto Coriolis desvía
a las corrientes marinas hacia la derecha en el hemisferio norte y hacia la izquierda en el
hemisferio sur, de la misma manera que sucede con la circulación general de los vientos.
Caracterizado porque comprende: por lo menos un conducto de flujo; medios para hacer
oscilar el conducto; medios para detectar el movimiento del conducto provocado por las
fuerzas Coriolis opuestas, inducidas por el paso del fluido de proceso a través del conducto
de flujo y para producir primera y segunda señales detectoras en respuesta al movimiento
detectado del conducto; y medios de circuito, sensibles a la primera y segunda señales
detectoras, para proporcionar un valor de la velocidad de flujo del fluido de proceso.
El medio del circuito comprende: primero, segundo y tercer canales de entrada para producir
respectivamente primero, segundo y tercer canales de señales de salida; medios de conteo y
procesamiento que comprenden: medios de conteo, sensibles a la primera, segunda y tercera
señales de salida de canal para determinar el primero y segundo valores de retardo de fase
interna, respectivamente asociados con el primero y segundo pares de canales de entrada y
para medir respectivamente el primero y segundo valores diferencia de tiempo (t) para el
primero y segundo pares de los canales de entrada; y medios sensibles al primero y segundo
valores de retardo de fase interna y el primero y segundo valores (t) para compensar el primer
valor (t) por el primer valor de retardo de fase interna para producir un primer valor t
compensado y para compensar el segundo valor t por el segundo valor de retardo de fase
interna para producir un segundo valor t compensado; medios para dirigir selectivamente la
primera o segunda señales del detector a las entradas correspondientes del primero, segundo
y tercer canales de entrada; y medios de control conectados al medio de envío selectivo y al
medio de conteo y de procesamiento para especificar cuál de las señales del detector se va
a aplicar simultáneamente como la entrada a cada uno de los canales de entrada y para operar
selectivamente el medio de envío y el primero y segundo pares de los canales de entrada
junto con el medio de conteo, de tal manera que aunque el primer par está determinado el
primer valor de la fase de retardo interna, el segundo par está midiendo el segundo valor t y
para la operación inversa de los pares de canales después de un intervalo predefinido del
tiempo que ha transcurrido, de tal manera que el primer par medirá el primer valor t mientras
que el segundo par determinará el segundo valor de retardo de fase interna; y los medios de
conteo y procesamiento comprenden además: un elemento de procesamiento para determinar
la velocidad de flujo del fluido de proceso como una función predefinida del primero y segundo
valores y compensados.
III.6. EFECTOS DE LA FUERZA CORIOLIS
Trayectoria balística:
La ciencia que estudia los fenómenos balísticos en general se denomina balística. La balística
exterior estudia la trayectoria balística bajo diversas condiciones.
Cuando sobre el proyectil tan solo actúa la gravedad, la trayectoria balística es una parábola.
En algunos casos, el efecto Coriolis se observa con absoluta independencia de la Tierra como
marco de referencia. Las moscas y las polillas, por ejemplo, aprovechan la fuerza de Coriolis
al volar, mediante el uso de antenas especiales – conocido como halterios – (uso parecido a
los giróscopos). A medida que la dirección de los cambios del insecto durante su vuelo o rota
sobre su eje, la fuerza de Coriolis que se desarrolla es captada por la <haltera vibrante>
(antena específica), que el insecto puede detectar y así ajustar a su estabilidad.
Una leyenda urbana es que en el hemisferio norte el agua se cuela por el desagüe girando
en sentido contrario que en el hemisferio sur por la rotación de la Tierra. Pero el sentido de
rotación del agua en un fregadero no tiene nada a ver con el efecto Coriolis: se trata de una
leyenda urbana. Haría falta un fregadero muy grande en reposo absoluto, con un desagüe
muy pequeño, que se vaciase muy lentamente, durante horas, para poder apreciar el efecto
Coriolis. De hecho, en un fregadero normal, según su forma o las perturbaciones que le uno
aplique se puede invertir el sentido de rotación fácilmente.
III.7. El mito de la vorticidad en los desagües
¿Es el efecto Coriolis quien determina, para cada hemisferio, el sentido de giro de los vórtices
en el desaguado de piletas, bañeras, lavabos e inodoros? Tal falacia cabe contestarla con otra
pregunta: ¿En las ciudades de Quito y Singapur, -ambas en la línea del Ecuador terrestre y
donde la fuerza Coriolis resulta nula-, allí, toda dinámica de desaguado sufre estados de
colapso e incertidumbre? Pues, cabría conjeturar que, allí, para toda dinámica en el
arranque de la vorticidad (inicio del arremolinado circular) éstas deberían sufrir un colapso al
quedar presas de esquizofrenia, al no saber los vórtices que sentido de rotación iniciar. En el
entorno del Ecuador existen muchos parajes exóticos, pero éstos, nunca lo son por haber
manifestaciones estrafalarias en la dinámica de los desagües.
El agua, u cualquier otro líquido, retenido y en reposo absoluto dentro de un recipiente, cuando
destapamos el sumidero central, el agua empieza a moverse (enroscarse) hacia el centro y
hacia abajo. ¿Qué rompe la simetría del flujo e introduce una dirección privilegiada de giro?
La fuerza de Coriolis desde luego que no. Tan sólo nos basta comprobar que para cualquier
latitud planetaria el sentido de giro que adoptan los vórtices de desagüe en nuestras piletas,
lavabos, bañera e inodoros resulta totalmente aleatorio (por no decir, caótico), tanto para
Madrid, Montevideo, Singapur o Reykiavik.
En nuestro planeta Tierra la débil aceleración de Coriolis generada por la rotación terrestre
es acumulativa y se imprime muy lentamente, involucrándose exclusivamente en macro
objetos como la formación de estructuras de depresión ciclónica (huracanes y borrascas) y
los sistemas anticiclónicos, así, como también infiere en la circulación de las corrientes
marinas y en los llamados sistemas mayúsculos extendidos en el tiempo, como son los
trayectos de avión de largo recorrido donde se aplican correcciones de rumbo para compensar
la desviación por efecto Coriolis, y, por supuesto, también incide y desvía el plano de
oscilación del péndulo de Foucault.
A pesar de los muchos modelos exclusivos que fueron proyectados, junto a otros más
recientes experimentos de otros investigadores, todavía contribuyeron más a oscurecer el
mecanismo que determina la intensidad rotatoria y el sentido de giro que adquieren los
vórtices y la dependencia de su profundidad.
¿Qué rompe la simetría de flujo e introduce una dirección privilegiada de giro?, ¿Qué es lo que
da lugar al debilitamiento del vórtice, flujo estabilizador por excelencia, e invierte la dirección
cuando el tirante es muy pequeño? Desde luego, si sabemos, que esta aceleración
complementaria de Coriolis no interfiere en la vorticidad de los desagües domésticos pues en
el Ecuador, donde esta fuerza de Coriolis es nula, allí, los vórtices de los desagües domésticos
presentan idénticas manifestaciones. Valga la expresión: “Dime con que velocidad rota el
objeto y te diré si éste imparte el efecto Coriolis terrestre”. Afirmando que, sobre la superficie
de la Tierra, todo objeto o fluido que presente giros o revoluciones superiores al periodo de
rotación terrestre (360º por día) estos giros para nada están inducidos por el efecto Coriolis.
Por tanto, la aceleración de Coriolis para nada es la responsable de generar (ni de iniciar) las
fuerzas rotatorias ni el sentido de giro que adquieren la vorticidad de los líquidos en los
desagües. Y, como tampoco, el efecto Coriolis infiere en los vórtices de los tornados, incluso
aunque este peculiar episodio meteorológico derive de una nube madre asociada a una
depresión ciclónica o borrascosa. Estos espectaculares vórtices (garganta) que presentan los
tornados no están sujetos directamente a la mecánica del efecto Coriolis. Es decir, los
tornados, en muchas ocasiones, presentan sentidos de giro contrarios a la propia rotación del
sistema madre ciclónico. Como tampoco, en ningún caso, el efectoCoriolis genera los
llamados remolinos de tierra, ni tampoco los vórtices de mareas (línea de remolinos marinos
generados por la confrontación de mareas opuesta, -los Caribdis del Mediterráneo en el
Estrecho de Messina y los Maelstrom en los fiordos del mar de Noruega y en los Estrechos
de Naruto en el Mar de Japón).
Admitir que el efecto Coriolis, generado por la rotación terrestre, es el responsable de generar
la fuerza rotatoria y de imprimir un «instantáneo» sentido de giro en los vórtices de nuestros
desagües domésticos, sería como conjeturar que la trayectoria de un avión de largo recorrido
pudiese entrar,
en un determinado momento, en un fatídico episodio de torbellino por un desmesurado efecto
Coriolis. Dicho con otra argumentación más esclarecedora, el período completo (o revolución)
de toda la masa espiral de una depresión ciclónica (o huracán) nunca puede superar al periodo
rotacional (o momento angular) del sistema madre, la Tierra. La masa global de una depresión
ciclónica nunca puede rotar a mayor revolución (o velocidad angular) que lo hace la propia
Tierra.
Hablando claro, sería como pretender que el plano de oscilación de un péndulo de Foucault
girase infinidad de ciclos completos (o rotaciones) por día, cuando sabemos que esta fuerza
de Coriolis está generada por el lento ciclo de una rotación terrestre diaria. Por tanto, la cantidad
de fuerza rotatoria que presentan los ciclones, huracanes, borrascas y las corrientes marinas,
jamás su momento angular (en revoluciones) podrá superar a la velocidad angular del sistema
madre: la rotación terrestre.
Adelantemos a decir que el megavórtice de la Gran Mancha Roja del gigante Júpiter requiere
de 14 días jovianos para que toda la masa global de este torbellino gaseoso complete una
rotación o revolución.
Muy buena puntualización la expresada por el divulgador de la NASA, el Dr. Tony Phillips:
«Los científicos llaman a esto el efecto Coriolis, y ocurre en cualquier plataforma giratoria. Los
huracanes se arremolinan [según hemisferios, en un determinado sentido] debido al efecto
Coriolis, siendo la
Tierra la misma plataforma giratoria. Contrario a la creencia popular, las fuerzas de Coriolis
jamás controlan el drenaje de su baño -la Tierra no gira tan rápido-. Pero el jugar a la pelota
en un carrusel infantil es definitivamente toda un espectáculo y experiencia Coriolis», Dr. Tony
Phillips (Portal divulgativo Ciencia@NASA), -Cerebros que giran- (artículo del 23 julio,
2004).
IV. CONCLUCIONES
La fuerza de Coriolis es una fuerza inercial o ficticia, que se introduce para explicar, desde el
punto de vista del sistema en rotación, la aceleración del cuerpo, cuyo origen está en realidad,
en el hecho de que el sistema de observación está rotando.
Una masa de aire atmosférica situada entre dos puntos de la superficie de la tierra entre los
cuales existe una diferencia de presión experimenta una fuerza y una aceleración hacia el
punto de presión más baja.
V. BIBLIOGRAFÍA
Nacimiento
Gaspard Gustave de Coriolis nace el 21 de mayo
de 1792 de familia noble y salud frágil (razón por la
que, aparentemente, no se casó), era hijo de Jean-
Baptiste- Elzéar Coriolis, un oficial leal a Luis XVI
refugiado en Nancy, y Marie-Sophie de Maillet.
En 1816 aceptó el cargo de tutor en análisis en la napoleónica Ècole Polytechnique, donde había
estudiado. Más que a la investigación, se dedicó a la docencia, en la que se destacó por la claridad
de sus conceptos.
Sostenía que la mecánica debía enunciar principios generales aplicables a la operación de los
motores y al análisis del funcionamiento de las máquinas; eran estas las que le interesaban, no los
océanos y la atmósfera. En términos modernos diríamos que Coriolis era más un ingeniero —o un
profesor de ingeniería— que un científico.
Fue precisamente pensando en las máquinas que se interesó en el problema de los movimientos
relativos y de los cambios de sistema de referencia. En 1835 publica su artículo "Mouvement relatif
des systèmes de corps", donde analiza cómo debe escribirse la ley de Newton para un sistema de
referencia cualquiera, en particular, para observadores en rotación respecto de un sistema inercial.
Carrera científica
Fue profesor de análisis geométrico y de mecánica general en l'École Centrale des Arts et
Manufactures. Su interés en la dinámica del giro de las máquinas le condujo a las ecuaciones
diferenciales del movimiento desde el punto de vista de
un sistema de coordenadas que a su vez está rotando, trabajo que presentó a la Académie des
Sciences. Debido a la importancia de su trabajo, el efecto Coriolis lleva su nombre.
En su memoria «Du calcul de l'effet des machines» 1829 llama trabajo a la cantidad, usualmente
llamada en esa época potencia mecánica, cantidad de acción ó efecto dinámico precisando la
ambigüedad de estas expresiones: las considera inapropiadas. La ciencia le da la razón.
Con él y Jean Poncelet 1788-1867), el teorema de la energía cinética toma su forma casi definitiva
y la enseñanza de la mecánica será «desempolvada» (la cuestión de las unidades y de la
homogeneidad de las fórmulas se vuelve fundamental). Numerosos serán sus artículos en le
Dictionnaire de l'industrie (el Diccionario de la industria).
A veces se le cita como Gustave-Gaspard Coriolis, Gustave Coriolis y otras variaciones similares.
Muerte
Fuente: http://www.ecured.cu/Gaspard_Gustave_de_Coriolis
Anexo 02: CAUDALIMETRO MASICO CORIOLIS
Resumen: Un caudalímetro másico de efecto Coriolis que comprende dos tubos de flujo paralelos
(1, 2), un colector en el lado de entrada (24) que ramifica desde una entrada un fluido que está siendo
medido en dichos dos tubos de flujo (1, 2), un colector en el lado de salida (25) para unir los flujos
de fluido que fluyen por dichos dos tubos de flujo (1, 2) para descargar desde una salida de fluido (15)
para hacer que cualquiera de dichos tubos de flujo (1, 2) resuenen con el otro tubo de flujo (1, 2) en
una fase opuesta entre sí, un par de sensores de vibración (16, 17), dispuestos en posiciones
simétricas en relación con la posición de montaje de dicha unidad de accionamiento (15), para
detectar una diferencia de fase proporcional a una fuerza de Coriolis, y un cuerpo de medidor (30)
que sujeta los puertos de conexión de ambos extremos y el caudalímetro, en donde dicho cuerpo de
medidor (30) está conectado de forma mecánica a dicho colector del lado de entrada (24) y del lado
de salida (25), respectivamente, de modo que las piezas unidas (27, 28) entre dichos colectores del
lado de entrada (24) y del lado de salida (25) y dichos tubos de flujo (1, 2) que sirven como fulcros de
vibración, están aislados de dicho cuerpo del caudalímetro (20) así como todas las estructuras
conectadas a él, caracterizado por el hecho de que dicho cuerpo del caudalímetro (30) posee una
sección transversal en forma de U y una construcción en caja con una placa de base en su parte
superior (26, 38) para evitar que dicho cuerpo del caudalímetro (30) interfiera con dichos fulcros de
vibración
Anexo 03: Mentiras verdaderas
Dice el saber científico popular que la forma más simple y casera de comprobar esto, es abriendo
una canilla o llenando el lavatorio del baño con agua y sacar el tapón (si la succión no es abrupta)
tanto en el agua que sale de la canilla (una canilla común y de ser posible sin el aireador) como en
el “remolino” que efectúa el agua al irse por el desagote, podremos ver que la misma gira, aquí en
el hemisferio sur hacia la izquierda.
Esa pequeña prueba parece bastar para comprobar el efecto de esta fuerza. En realidad, para poder
observar este efecto, en esta forma, se requiere de un lavatorio de forma redonda de 1m de diámetro,
realizar el orificio de descarga muy pequeño justo en su centro geométrico y dejar reposar el agua
por lo menos una semana, para que las moléculas pierdan su movimiento natural, así y todo,
cualquier vibración, en el aire como ser un colectivo que acelera a dos cuadras, hará que este efecto
no se pueda apreciar. La razón de esto es que el efecto Coriolis necesita para manifestarse grandes
distancias y tiempos también relativamente largos.
Anexo 04: Ilustraciones
Ilustración 9.
Ilustración 10
Ilustración 12. muestra (a la izquierda) como sería un tiro si la tierra no rotara, si todo está quieto, adonde apunto
pego, (a la derecha) como es un tiro en la realidad, cuando se produce el disparo apuntamos a un blanco que está
en una posición, dado que la bala tiene un tiempo de vuelo, cuando llega al blanco, éste no está más adonde
estaba al iniciar la bala su vuelo, sino que la tierra ha girado desplazando al blanco de su posición inicial, por eso
se dice que la fuerza es ficticia, en realidad tal fuerza no existe, es la tierra la que se mueve (aceleración de
Coriolis)
Ilustración 13. Composición vectorial de cualquier movimiento de traslación
sobre la superficie de la tierra.