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- Conforme a esto, no existirá violación al principio non bis in idem, cuando alguna de las
identidades no se presenta; por ejemplo, cuando el sujeto a quien se le imponen las sanciones,
administrativa y penal, no es el mismo, o cuando se trata de hechos diferentes o, finalmente,
cuando el fundamento de ambas sanciones es distinto.
- La última distinción es la que ha sido analizada con mayor detenimiento por la doctrina;
llegándose a establecer que cuando no existe identidad de fundamento entre la sanción
administrativa y penal, en atención a que en ambos casos se protegen bienes jurídicos
diferentes, es factible que se pueda sancionar un mismo hecho en forma doble: aplicándose la
sanción penal y, por otra parte, la sanción administrativa.
- Esta posibilidad ha sido reconocida en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional Español, al
admitir la dualidad de sanciones cuando las normas que las imponen contemplan los mismos
hechos desde la perspectiva de un interés jurídicamente protegido diferente al de la primera
sanción impuesta, o también, que tengan su fundamento en una relación jurídica diferente entre
sancionador y sancionado. (STC de 10 de diciembre de 19991, Num. 234/1991. Recurso de
Amparo Núm. 1473/1989).
- El principio –como quedó precisado- no sólo tiene aplicación protectiva en materia penal, sino
también en materia administrativa, cuando se imponen sanciones por contravenciones
cometidas contra la Administración en el ámbito de sus diferentes sectores (contravenciones al
medio ambiente, al Código Tributario Boliviano, a la Ley General de Aduanas, etc.), en las
cuales, si existe identidad en el hecho, en los sujetos y en el fundamento, no es posible
imponer una nueva sanción, siendo aplicable el principio non bis in idem.
- Ahora bien, en los casos de procesos disciplinarios contra servidores públicos o,
concretamente, en los casos de responsabilidad administrativa, se debe tomar en cuenta el art.
28 la Ley de Administración y Control Gubernamentales (LACG), que señala que todo servidor
público responde por los resultados emergentes del desempeño de las funciones, deberes y
atribuciones asignados a su cargo y, en consecuencia, tiene responsabilidad administrativa,
ejecutiva, civil o penal.
- Cuando por un mismo hecho se impone una sanción penal y otra administrativa, el principio
del non bis in idem no es aplicable, toda vez que en estos casos se vulneran diferentes bienes
jurídicos, tutelados por distintas ramas o ámbitos del derecho: el penal y el administrativo y, en
consecuencia, el fundamento de las sanciones es diferente. Así, cuando un funcionario
contraviene el ordenamiento jurídico administrativo y las normas que regulan la conducta
funcionaria, se le impone una sanción administrativa en virtud a la potestad disciplinaria del
Estado, que tiene un componente fundamentalmente ético, toda vez que su finalidad es el
resguardo del prestigio y dignidad de la institución pública, el servicio de los intereses
generales y la eficacia de los servicios públicos.
- De lo señalado se concluye que es conforme a derecho aplicar una sanción disciplinaria y otra
penal cuando un hecho vulnera diferentes bienes jurídicos que son protegidos por diferentes
esferas del derecho. En consecuencia, en esos casos, el principio non bis in idem no es
aplicable en el aspecto sustantivo, ni tampoco en el adjetivo, lo que permite iniciar un
proceso disciplinario, con independencia de que por el mismo hecho se haya iniciado o
se pueda iniciar un proceso penal.