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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación


U. E. C “Ana Mayo Torrealba”
Zaraza, Edo. – Guárico

ORIENTAR SOBRE LA
IMPORTANCIA DE LA
ENERGIA NUCLEAR AL
PLANTEL EDUCATIVO

Profesor: Alumnos:

Elena Bernáez Vicic, Emilio #02


Pérez, Vicente #03
Tutor: Amador, Jesús #07
Carlos Rojas Guerra, Francisco #11
Landaeta, Elizabeth #12
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

CAPITULO 1: EL PROBLEMA.
1.1. Planteamiento del problema. 6
1.2. Objetivos. 8
1.3. Justificación. 8

CAPITULO 2: MARCO TEÓRICO.


2.1. Antecedentes de la investigación. 12
2.2. Bases teóricas. 13
2.3. Bases legales. 47
2.4. Definición de términos básicos. 47

CAPITULO 3: MARCO METODOLÓGICO.


3.1. Nivel de investigación. 54
3.2. Diseño de investigación. 54
3.3. Población y muestra. 54
3.4. Técnicas e instrumentos de recolección de datos. 54
3.5. Técnicas de procesamiento y análisis de datos. 55

CAPITULO 4: ASPECTOS ADMINISTRATIVOS


4.1. Recursos: humanos, materiales, financieros. 61
4.2. Cronograma de actividades. 61

CONCLUSIONES

GLOSARIO

BIBLIOGRAFIA
Introducción
Las controversias que han existido sobre la energía nuclear se remontan desde el inicio de
la misma y estas son consubstanciales a implicaciones sociales, económicas, morales, etc.
Según Nelkin (2004), a partir de los años ochenta, muchas de estas controversias que se
hicieron públicas se centraron en cuestiones morales y de derechos. Las actividades de los
científicos se someten a juicio público y a la vara de medir de la moralidad, de lo correcto y
lo incorrecto. Por esto la vista pública de la energía nuclear se ha ido por un camino erróneo
creyendo que esta solo puede ser utilizada para crear destrucción en el mundo, pero todo
esto es falso, la energía nuclear puede ser utilizada de diversas formas, ya sea para generar
electricidad o ayudar a curar a las personas mediante la medicina nuclear, debido al mal
entender de la sociedad sobre la energía nuclear se han impulsado trabajos para
concientizar sobre este gran fruto de la ciencia.

En la historia hay casos desastrosos como lo fueron Hiroshima y Nagasaki (1945), todo por
utilizar la energía nuclear con fines bélicos que solo conllevan a la destrucción, pero se han
visto acciones para el buen uso de este producto como lo fue “Atoms for Peace” (1953)
programa de cooperación internacional creado por el presidente norteamericano
Eisenhower donde se liberaron los conocimientos sobre la energía nuclear, esto favoreció la
creación de organizaciones como el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)
(1957) que incentivaron entre los países el buen uso de la energía nuclear.

1.1. Pero ¿por qué hemos elegido un tópico relacionado con la energía nuclear?, ¿por qué
es tan importante el tema de la energía nuclear?

Si nos remontamos a los inicios de la energía nuclear, en 1956 los británicos inauguraron la
primera central nuclear en Calder Hall. En un primer momento tuvo un gran apoyo debido a
lo novedoso de la tecnología por una parte y al encarecimiento progresivo del petróleo, por
otra alcanzó su cúspide en la crisis del petróleo del 1963. Un desgraciado accidente
ocurrido en 1979 en la estación generadora de energía nuclear de Pensilvania
(ThreeMileisland), redujo notablemente la confianza de la población en las centrales
nucleares. Tras esta catástrofe se sucedió otro gran accidente tan sólo siete años después en
Chernóbil (Ucrania) que fue considerado el accidente nuclear más grave según la Escala
Internacional de Accidentes Nucleares, considerado una de los mayores desastres
medioambientales ocurridos en la historia. La energía nuclear no volvió a tener un
resurgimiento positivo con nuevos proyectos de construcciones hasta finales del siglo XX,
debido de nuevo al encarecimiento del petróleo. Podemos Decir que durante los últimos 25
años la energía nuclear no ha logrado demostrar una capacidad económica y técnica de
reemplazar los combustibles fósiles al no poder superar el 6% de la producción de energía
primaria mundial. La decadencia de la energía nuclear se ha visto de nuevo envuelta con
otro accidente nuclear en Marzo de 2011 en Fukushima.

1.2. ¿Por qué hemos elegido el tema de la energía nuclear?

A continuación intentaré responder a esta pregunta, tratando de justificar la elección del


tópico del trabajo: “energía nuclear”, centrándonos en el Accidente nuclear de Fukushima.
Los humanos necesitamos energía para cualquier función que desarrollamos. Necesitamos
energía en nuestras casas, en el desarrollo de las industrias, agricultura etc…
Todos los procesos que nos proporcionan lujos o comodidades en nuestra vida diaria
requieren de un gasto de energía. Esto es un proceso industrial que puede desarrollarse
mediante el uso de diferentes fuentes. Estas fuentes pueden ser renovables o no renovables.
Las fuentes de energía renovable se reemplazan con el tiempo y por lo tanto no desaparecen
fácilmente. Sin embargo, las fuentes de energía no renovable están amenazadas y pueden
desaparecer si el uso es alto.

Éste es el principal problema que encontramos con los combustibles fósiles, por ejemplo,
que necesitamos grandes cantidades de este combustible. De hecho nuestro nivel de
consumo es mucho más rápido que el de producción, ya que se requiere un espacio de
tiempo muy amplio, estas fuentes de energía no renovables tendrán una tendencia a subir de
precio hasta niveles en los que no será económicamente satisfactoria su utilización.
Consecuencia, se están buscando fuentes de energía alternativa y también se benefician
otras fuentes como la energía nuclear. Por tanto, se hace imprescindible la educación
científica de la población en materia de energía nuclear, y en concreto la alfabetización
científica será clave para que los ciudadanos puedan participar activamente en esta
problemática.
CAPITULO 1:
EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema
Según Cristián Marchessi Durán y Carlo Aratto Sepúlveda (2010). La energía
nuclear es una fuente energética que garantiza el abastecimiento eléctrico, frena las
emisiones contaminantes, reduce la dependencia energética exterior y produce electricidad
de forma constante con precios estables y predecibles. Así lo entienden cada vez más
gobiernos de distintos signos que apuestan por el mantenimiento de las centrales nucleares
en sus países y la construcción de nuevas plantas.

Los 448 reactores nucleares con una capacidad instalada neta de 375.001
megavatios, actualmente producen alrededor del 11,5% de la electricidad mundial. Según el
Organismo Internacional de Energía Atómica de Naciones Unidas, hay 58 unidades en
construcción en países como China, India, Rusia, Corea del Sur, Finlandia o Francia. Todos
ellos, conscientes de los problemas energéticos, medioambientales y ahora también
económicos construyendo así nuevas plantas nucleares porque consideran que la energía
nuclear es una fuente esencial para el presente y futuro de sus países. A estos reactores en
operación y construcción se sumarán las centrales ya planificadas, que ascienden a 200,
destacando el programa del 2010 del Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE),
donde en la actualidad hay unas 30 solicitudes en proceso de autorización.

La apuesta nuclear es, sin duda muy generalizada. A los países emergentes, que
tienen que satisfacer la creciente demanda de electricidad, se unen otros como Francia, el
país de la Unión Europea más partidario de esta fuente de energía y donde el más del 73%
de su electricidad es de origen nuclear, junto a sus 58 reactores nucleares en operación
construye una nueva unidad de nueva generación (EPR). En Finlandia, el 33,70% de la
electricidad proviene de los cuatro reactores que tiene en operación. Actualmente construye
una nueva unidad y ya hay estudios que plantean la necesidad de una sexta. Por su parte,
Reino Unido, que cuenta con 19 reactores que en 2016 produjeron el 20 - 40% de su
electricidad, ha decidido dar luz verde a la construcción de nuevas centrales nucleares con
dos objetivos básicos: frenar las emisiones contaminantes y reducir la dependencia exterior.

En la actualidad, cada vez se alzan más voces a favor de la energía nuclear. La


amenaza del calentamiento global y del cambio climático, unido al incremento de la
demanda de electricidad y del precio de los productos petrolíferos ha motivado que
distintos responsables políticos consideren fundamental apostar por la continuidad de la
energía nuclear, por el aumento de potencia de sus centrales e incluso por la construcción
de nuevas plantas. Los programas nucleares de los diferentes países, así como todas las
instalaciones nucleares, se encuentran bajo la supervisión y control del Organismo
Internacional de Energía Atómica (OIEA) con sede en Viena.

En los países latinoamericanos como Bolivia, Argentina, Brasil, Chile y México que
presentan no más de 10 reactores nucleares suponiendo así un porcentaje menor al 10% de
la energía total producida en esta región.
Según Javier Calero (2014). En el caso de Bolivia, país el cual ha pasado de una
economía basada en las materias primas a una industrial cuando el grado de
industrialización no supera el 16% del PIB. Ese es uno de los sueños de Evo Morales como
presidente para su tercer mandato consecutivo. Prevé construir el primer reactor nuclear en
Bolivia y, no solo eso, pretende con esto hacer de su país el epicentro energético de la
región, tras el boom de las materias primas de la pasada década.

En Argentina en el año 1974, el gobierno peronista instaló a orillas del río Paraná de
las Palmas, a unos cien kilómetros de Buenos Aires, la Central Nuclear Atucha I, la primera
de todo Latinoamérica. Tres décadas después, en 2007, otro gobierno declarado peronista,
el de los Kirchner, reinició las obras de la Atucha II, paralizadas por más de veinte años.
Además de estas dos, está la Central Nuclear Embalse que entró en funcionamiento en
1984. Así y todo, la energía nuclear representaba el 6,2 por ciento del suministro eléctrico
del país en 2010, aunque una empresa comenzó a finales de aquel año a construir la cuarta
central, la Atucha III, financiada junto con Canadá, Rusia y Francia.

Más bajo es el porcentaje en Brasil correspondiente al suministro total de


electricidad procedente de la energía atómica. Apenas un 3,1 por ciento gracias al
funcionamiento de dos centrales nucleares y otra en construcción: Angra I, II y III. En
Brasil el debate «nuclear» se ha decantado hacia el argumento de que debe utilizarse para
diversificar la fuente energética nacional. Algo así pretende Evo Morales, cuyo gobierno, al
igual que los otros de carácter bolivariano, ha sido muy criticado por centrarlo todo en las
materias primas y en la nacionalización de los hidrocarburos. Por último, aparte de Chile
donde existen dos reactores nucleares experimentales, está el caso de México donde solo se
encuentra la Central Nuclear Laguna Verde, ubicada en el estado de Veracruz.

En cuestión de energía, Venezuela utiliza en gran parte energía renovable, la más


común en este país es la energía hidroeléctrica, como es el caso de la Represa de Gurí, la
cual es la más importante de Venezuela, pues, esta produce un 70% de la energía que se
consume en este país. En 1956 empezó un plan de desarrollo bajo el gobierno del General
Marcos Pérez Jiménez bajo la dirección del Dr. Humberto Fernández Morán un reactor
nuclear denominado “Reactor RV-1”, pero fue cancelado luego de su derrocamiento.

Sin embargo, es bien sabido que, en la actualidad, en el país han existido


recientemente crisis eléctricas las cuales fueron muy serias y afectaron seriamente la
economía y la calidad de vida de los venezolanos. En vista de esta crisis el presidente de la
República Hugo Rafael Chávez Frías, para ese entonces quiso volver a experimentar con la
Energía Nuclear, pero estos planes, supuestamente, se tuvieron que cancelar a causa del
terrible desastre natural que sucedió en Japón y que como es bien sabido provoco a su vez
un desastre nuclear.

En el estado Guárico se presenta un desconocimiento total y absoluto con respecto


al tema de energía nuclear y de su importancia como generador de energía eléctrica, como
también disminuyendo la contaminación ambiental y como detiene el avance del
calentamiento global que tanto afecta a los seres humanos. Y a su vez en la población de
Zaraza sumida en la crisis energética que afecta, a sus pobladores tenemos un
desconocimiento absoluto y crítico de los beneficios que aporta esta energía.

Objetivo general
Orientar al plantel educativo de los beneficios significativos y relevantes a cerca de la
Energía Nuclear como productor de energía eléctrica no contaminante, sus repercusiones en
el medio ambiente, y como recurso sustentable de la humanidad.

Objetivos específicos

1. Organizar la información documentada sobre la Energía Nuclear.

2. Determinar el nivel de conocimiento de la población acerca de la Energía Nuclear.

3. Explicar todos los beneficios que trae la energía eléctrica no contaminante para el medio
ambiente y para los seres humanos.

4. Sugerir la importancia que tiene el desarrollo de plantas nucleares en países


desarrollados y en vías de desarrollo que requieren cada día de mayor demanda eléctrica
por ende de mayor tecnología.

Justificación

En esta era, la civilización se expande cada día más y la humanidad busca satisfacer
sus grandes necesidades estas circunstancias van a afectar a la civilización de una manera
que sólo estamos empezando a comprender. Para luchar contra estos dos problemas, han
hecho su entrada las tecnologías que aprovechan la energía nuclear y que están en rápida
evolución colocando en riesgo toda nuestra civilización.

Actualmente, la industria nuclear de fisión, presenta varios peligros, que por ahora
no tienen una rápida solución. Estos peligros, podrían llegar a tener una gran repercusión en
el medio ambiente y en los seres vivos si son liberados a la atmósfera, o vertidos sobre el
medio ambiente, llegando incluso a producir la muerte, y condenar a las generaciones
venideras con mutaciones. Por ello, a las centrales nucleares se les exige unas grandes
medidas de seguridad, que puedan evitar estos incidentes, aunque a veces, pueden llegar a
ser insuficientes (Chernobil), debido a que se intenta ahorrar dinero en la construcción, y
solo se pone una seguridad mínima.
Los peligros más importantes, son entre otros, la radiación y el constante riesgo de
una posible explosión nuclear, aunque este último es muy improbable con los actuales
sistemas de seguridad de las centrales nucleares. Nos centraremos principalmente en la
radiación, por ser el más representativo, debido a que las explosiones son muy improbables.
La radiactividad, es la propiedad en virtud de la cual algunos elementos que se encuentran
en la naturaleza, como el Uranio, se transforman, por emisión de partículas alfa (núcleos de
Helio), beta (electrones), gamma (fotones), en otros elementos nuevos, que pueden ser o no,
a su vez, radiactivos. La radiactividad es, por tanto, un fenómeno natural al que el hombre
ha estado siempre expuesto, aunque también están las radiaciones artificiales. Así pues,
diferenciamos dos casos; radiación natural y radiación artificial.

La mayoría de la gente piensa que la energía nuclear solo sirve para fabricar bombas
y demás armas, pero esto no es así ya que, a la energía nuclear, también se le han dado
aplicaciones benéficas en pro de la humanidad para mejorar su calidad de vida. El gran
poder de la energía nuclear debe ser manejado con prudencia y si se utiliza sin cautela su
gran poder destructor se volcaría en contra de nosotros provocando un holocausto en el que
la destrucción y la desgracia terminarían con la raza humana y con todo lo que le llevó
miles de años en construir todo esto por no saber utilizar con responsabilidad uno de los
recursos que brinda la naturaleza. La energía nuclear es uno de los temas que está causando
más polémica en los tiempos actuales, ya que a todo el mundo le concierne y puesto que es
una fuerza destructora capaz de acabar con todo el mundo, con lo cual causa una gran
preocupación y un gran interés entre la población.

La relevancia del presente trabajo radica precisamente en concebir la energía nuclear como
una opción más eficiente para obtener energía para satisfacer las necesidades de la vida
cotidiana. Así mismo, pretende concientizar a la población en cuanto a su utilización ya que
el mismo implica un grado de peligrosidad si no se toman precauciones. En Venezuela este
tipo de estudios no ha recibido la debida atención por tanto los resultados del presente
estudio ha creado gran expectativa. De igual manera, el mismo será utilizado como marco
de referencia para estudios análogos.
CAPITULO 2:
MARCO TEÓRICO
Antecedentes del problema
Según Silvia García Vaquero (2012) El objetivo principal es la educación científica
así como en tomar ideas para el diseño metodológico de la investigación, y se tendrá
presente la temática de energía nuclear como controversia socio-científica.

En el análisis del documento: Misunderstood misunderstanding: Social identities


and public uptake of science, escrito por Brian Wynne, sobre las reacciones de la colina de
los agricultores a la crisis de Chernobyl. En él, el autor quiere ir no sólo uno, sino dos pasos
más allá del enfoque cognitivista, para demostrar la controversia y el mejor concepto
explicativo para la comprensión de las respuestas públicas al conocimiento científico, no
son la confianza y la credibilidad en sí, sino las redes de relaciones sociales, e identidades
de los que éstos se derivan. Si se considera que estas identidades sociales son incompletas,
se abre la continua reconstrucción a través de la negociación de las respuestas al desarrollo
social con intervenciones, tales como los científicos representados, se puede ver la
confianza y credibilidad más como las variables contingentes, que influyen en la
asimilación de los conocimientos, sino que dependen de la naturaleza de estas relaciones
cambiantes y las identidades.

El análisis de las entrevistas revela el complejo y multidimensional base social de la


confianza y la credibilidad como un factor central en la recepción o "Comprensión" de la
información científica por los agricultores. Ellos siguen y construyen evidencias sobre este
factor de confiabilidad de una gama mucho más amplia de la conducta. Como resumen del
análisis que realiza Wynne, el grado de certeza expresada en las declaraciones de
científicos negó la capacidad de la los agricultores para hacer frente a la ignorancia y la
falta de control, y el grado de estandarización y la agregación de los conocimientos
científicos, por ejemplo, las unidades espaciales de variación de variables como la
contaminación por cesio, negó que las diferencias entre las distintas comunidades, incluso
en un solo valle (e incluso dentro de la misma finca).

También se puede tomar como antecedentes el trabajo de análisis de la ciencia en la


prensa almeriense de Lapetinan (2005), quien de la aplicación del protocolo de contenido
(adaptado de Dimopoulos y Koulaidid (2003), obtuvo como resultado que la naturaleza de
la interacción entre científicos durante el proceso de producción de conocimientos es
mayoritariamente consensuada para los dos diarios almerienses que analizó sólo en un
19%, para La Voz de Almería y 45% para Ideal la controversia aparece explícitamente en
las noticias. Por tanto, destaca el consenso generalizado en las noticias científicas al
omitirse la controversia en la mayoría de los artículos científicos utilizados.

La ausencia de controversia en relación a la problemática ambiental es un hecho


según se pone de manifiesto del estudio que Vílchez (2005) realiza en diferentes medios de
comunicación. En primer lugar, podemos pensar que éste fuera un tema de controversia
socio-científica por su carácter interdisciplinar, sin embargo, Vílchez (2009) al analizar la
presencia y el tratamiento de estos temas en los medios de comunicación concluye que no
recibe un tratamiento como tal en los medios. Son minoría las noticias que explican las
causas de los problemas ambientales, mientras que son mayoría los que presentan medidas
(63% en 2005 y 61% en 2006) ya sean preventivas o correctoras, y dentro de éstas
prevalecen las preventivas frente a las correctoras. Por lo tanto podemos simplificar
(medidas > consecuencias > causas).

A modo de conclusión podemos destacar que prevalece el consenso sobre la


controversia en la prensa científica, según Vílchez. Esto nos puede ayudar más adelante a
sacar conclusiones, con respecto a las concepciones de la sociedad sobre el tema de la
energía nuclear. Si tomamos como referencias trabajos o estudios anteriores como el de
Einsiedel (1987) que encontró en la prensa canadiense un 45% de las noticias científicas
eran expuestas en un tono positivo.

Bases Teóricas.
1. Energía Nuclear

La energía nuclear o atómica es la que se libera espontánea o artificialmente en las


reacciones nucleares. Sin embargo, este término engloba otro significado que es el
aprovechamiento de dicha energía para otros fines, tales como la obtención de energía
eléctrica, energía térmica y energía mecánica a partir de reacciones atómicas, y su
aplicación, bien sea con fines pacíficos o bélicos. Así, es común referirse a la energía
nuclear no solo como el resultado de una reacción, sino como un concepto más amplio que
incluye los conocimientos y técnicas que permiten la utilización de esta energía por parte
del ser humano.

Hasta el principio del siglo XX no se entendía la forma en que se generaba energía en el


interior de las estrellas necesaria para contrarrestar el colapso gravitatorio de estas. No
existía reacción química con la potencia suficiente y la fisión tampoco era capaz. En 1938
Hans Bethe logró explicarlo mediante reacciones de fusión, con el ciclo CNO, para estrellas
muy pesadas. Posteriormente se descubrió el ciclo protón-protón para estrellas de menor
masa, como el Sol.

En los años 1940, como parte del proyecto Manhattan, se estudió la posibilidad del uso
de la fusión en la bomba nuclear. En 1942 se investigó la posibilidad del uso de una
reacción de fisión como método de ignición para la principal reacción de fusión, sabiendo
que podría resultar en una potencia miles de veces superior. Sin embargo, tras finalizar la
Segunda Guerra Mundial, el desarrollo de una bomba de estas características no fue
considerado primordial hasta la explosión de la primera bomba atómica rusa en 1949, RDS-
1 o Joe-1. Este evento provocó que en 1950 el presidente estadounidense Harry S. Truman
anunciara el comienzo de un proyecto que desarrollara la bomba de hidrógeno. El 1 de
noviembre de 1952 se probó la primera bomba nuclear (nombre en clave Mike, parte de la
Operación Ivy o Hiedra), con una potencia equivalente a 10.400.000.000 de Kg de TNT
(10,4 megatones). El 12 de agosto de 1953 la Unión Soviética realiza su primera prueba
con un artefacto termonuclear (su potencia alcanzó algunos centenares de kilotones).

Las condiciones necesarias para alcanzar la ignición de un reactor de fusión controlado,


sin embargo, no fueron derivadas hasta 1955 por John D. Lawson. Los criterios de Lawson
definieron las condiciones mínimas necesarias de tiempo, densidad y temperatura que debía
alcanzar el combustible nuclear (núcleos de hidrógeno) para que la reacción de fusión se
mantuviera. Sin embargo, ya en 1946 se patentó el primer diseño de reactor termonuclear.
En 1951 comenzó el programa de fusión de Estados Unidos, sobre la base del stellarator.
En el mismo año comenzó en la Unión Soviética el desarrollo del primer Tokamak, dando
lugar a sus primeros experimentos en 1956. Este último diseño logró en 1968 la primera
reacción termonuclear cuasi-estacionaria jamás conseguida, demostrándose que era el
diseño más eficiente conseguido hasta la época. ITER, el diseño internacional que tiene
fecha de comienzo de sus operaciones en el año 2016 y que intentará resolver los
problemas existentes para conseguir un reactor de fusión de confinamiento magnético,
utiliza este diseño.

a. Cápsula de combustible preparada para el reactor de fusión de


confinamiento inercial NIF, rellena de deuterio y tritio.

En 1962 se propuso otra técnica para alcanzar la fusión basada en el uso de láseres para
conseguir una implosión en pequeñas cápsulas llenas de combustible nuclear (de nuevo
núcleos de hidrógeno). Sin embargo hasta la década de los 70 no se desarrollaron láseres
suficientemente potentes. Sus inconvenientes prácticos hicieron de esta una opción
secundaria para alcanzar el objetivo de un reactor de fusión. Sin embargo, debido a los
tratados internacionales que prohibían la realización de ensayos nucleares en la atmósfera,
esta opción (básicamente micro explosiones termonucleares) se convirtió en un excelente
laboratorio de ensayos para los militares, con lo que consiguió financiación para su
continuación. Así, se han construido el National Ignition Facility (NIF, con inicio de sus
pruebas programadas para 2010) estadounidense y el Laser Mégajoule francés (LMJ), que
persiguen el mismo objetivo de conseguir un dispositivo que consiga mantener la reacción
de fusión a partir de este diseño. Ninguno de los proyectos de investigación actualmente en
marcha, predicen una ganancia de energía significativa, por lo que está previsto un proyecto
posterior que pudiera dar lugar a los primeros reactores de fusión comerciales (DEMO con
confinamiento magnético e HiPER con confinamiento inercial).

b. Otros sistemas de energía nuclear

Con la invención de la pila química por Volta en 1800 se dio lugar a una forma
compacta y portátil de generación de energía. A partir de entonces fue incesante la
búsqueda de sistemas que fueran aún menores y que tuvieran una mayor capacidad y
duración. Este tipo de pilas, con pocas variaciones, han sido suficientes para muchas
aplicaciones diarias hasta nuestros tiempos. Sin embargo, en el siglo XX surgieron nuevas
necesidades, a causa principalmente de los programas espaciales. Se precisaban entonces
sistemas que tuvieran una duración elevada para consumos eléctricos moderados y un
mantenimiento nulo. Surgieron varias soluciones (como los paneles solares o las células de
combustible), pero según se incrementaban las necesidades energéticas y aparecían nuevos
problemas (las placas solares son inútiles en ausencia de luz solar), se comenzó a estudiar la
posibilidad de utilizar la energía nuclear en estos programas.

A mediados de la década de los 50 comenzaron en Estados Unidos las primeras


investigaciones encaminadas a estudiar las aplicaciones nucleares en el espacio. De estas
surgieron los primeros prototipos de los generadores termoeléctricos de radioisótopos
(RTG). Estos dispositivos mostraron ser una alternativa sumamente interesante tanto en las
aplicaciones espaciales como en aplicaciones terrestres específicas. En estos artefactos se
aprovechan las desintegraciones alfa y beta, convirtiendo toda o gran parte de la energía
cinética de las partículas emitidas por el núcleo en calor. Este calor es después
transformado en electricidad aprovechando el efecto Seebeck mediante unos termopares,
consiguiendo eficiencias aceptables (entre un 5 y un 40 % es lo habitual). Los radioisótopos
habitualmente utilizados son 210Po, 244Cm, 238Pu, 241Am, entre otros 30 que se
consideraron útiles. Estos dispositivos consiguen capacidades de almacenamiento de
energía 4 órdenes de magnitud superiores (10 000 veces mayor) a las baterías
convencionales.

En 1959 se mostró al público el primer generador atómico. En 1961 se lanzó al


espacio el primer RTG, a bordo del SNAP 3. Esta batería nuclear, que alimentaba a un
satélite de la armada norteamericana con una potencia de 2,7 W, mantuvo su
funcionamiento ininterrumpido durante 15 años. RTG del New Horizons (en el centro
abajo, en negro), misión no tripulada a Plutón. La sonda fue lanzada en enero de 2006 y
alcanzó su objetivo el 14 de julio de 2015. Estos sistemas se han utilizado y se siguen
usando en programas espaciales muy conocidos (Pioneer, Voyager, Galileo, Apolo y Ulises
entre otros).

Estas baterías no solo proporcionan electricidad, sino que en algunos casos, el


propio calor generado se utiliza para evitar la congelación de los satélites en viajes en los
que el calor del Sol no es suficiente, por ejemplo en viajes fuera del sistema solar o en
misiones a los polos de la Luna. En 1966 se instaló el primer RTG terrestre para el faro de
la isla deshabitada Fairway Rock, permaneciendo en funcionamiento hasta 1995, momento
en el que se desmanteló. Otros muchos faros situados en zonas inaccesibles cercanas a los
polos (sobre todo en la Unión Soviética), utilizaron estos sistemas. Se sabe que la Unión
Soviética fabricó más de 1000 unidades para estos usos.
Una aplicación que se dio a estos sistemas fue su uso como marcapasos. Hasta los 70 se
usaba para estas aplicaciones baterías de mercurio-zinc, que tenían una duración de unos 3
años. En esta década se introdujeron las baterías nucleares para aumentar la longevidad de
estos artefactos, posibilitando que un paciente joven tuviera implantado solo uno de estos
artefactos para toda su vida. En los años 1960, la empresa Medtronic contactó con Alcatel
para diseñar una batería nuclear, implantando el primer marcapasos alimentado con un
RTG en un paciente en 1970 en París. Varios fabricantes construyeron sus propios diseños,
pero a mediados de esta década fueron desplazados por las nuevas baterías de litio, que
poseían vidas de unos 10 años (considerado suficiente por los médicos aunque debiera
sustituirse varias veces hasta la muerte del paciente). A mediados de los años 1980 se
detuvo el uso de estos implantes, aunque aún existen personas que siguen portando este tipo
de dispositivos.

c. Fundamentos físicos

Representación del periodo de semi-desintegración de los núcleos conocidos. En el eje


de abscisas se representa el número de protones (Z) mientras que en el eje de ordenadas el
número de neutrones (N). Los isótopos marcados en rojo son aquellos que pueden
considerarse estables. Sir James Chadwick descubrió el neutrón en 1932, año que puede
considerarse como el inicio de la física nuclear moderna.

El modelo de átomo propuesto por Niels Bohr consiste en un núcleo central compuesto
por partículas que concentran la mayoría de la masa del átomo (neutrones y protones),
rodeado por varias capas de partículas cargadas casi sin masa (electrones). Mientras que el
tamaño del átomo resulta ser del orden del angstrom (10-10 m), el núcleo puede medirse en
fermis (10-15 m), o sea, el núcleo es 100.000 veces menor que el átomo.

Todos los átomos neutros (sin carga eléctrica) poseen el mismo número de electrones
que de protones. Un elemento químico se puede identificar de forma inequívoca por el
número de protones que posee su núcleo; este número se llama número atómico (Z). El
número de neutrones (N) sin embargo puede variar para un mismo elemento. Para valores
bajos de Z ese número tiende a ser muy parecido al de protones, pero al aumentar Z se
necesitan más neutrones para mantener la estabilidad del núcleo.

d. El núcleo.

Los neutrones y protones que forman los núcleos tienen una masa aproximada de 1 u,
estando el protón cargado eléctricamente con carga positiva +1, mientras que el neutrón no
posee carga eléctrica. Teniendo en cuenta únicamente la existencia de las fuerzas
electromagnética y gravitatoria, el núcleo sería inestable (ya que las partículas de igual
carga se repelerían deshaciendo el núcleo), haciendo imposible la existencia de la materia.
Por este motivo (ya que es obvio que la materia existe) fue necesario añadir a los modelos
una tercera fuerza: la fuerza fuerte (hoy en día fuerza nuclear fuerte residual). Esta fuerza
debía tener como características, entre otras, que era muy intensa, atractiva a distancias
muy cortas (solo en el interior de los núcleos), siendo repulsiva a distancias más cortas (del
tamaño de un nucleón), que era central en cierto rango de distancias, que dependía del espín
y que no dependía del tipo de nucleón (neutrones o protones) sobre el que actuaba. En
1935, Hideki Yukawa dio una primera solución a esta nueva fuerza estableciendo la
hipótesis de la existencia de una nueva partícula: el mesón. El más ligero de los mesones, el
pion, es el responsable de la mayor parte del potencial entre nucleones de largo alcance (1
rfm). Energía de ligadura media por nucleón de los distintos elementos atómicos en función
de su masa atómica.

La masa de un núcleo, sin embargo, no resulta exactamente de la suma de sus nucleones.


Tal y como demostró Albert Einstein, la energía que mantiene unidos a esos nucleones es la
diferencia entre la masa del núcleo y la de sus elementos. En la gráfica puede contemplarse
como los núcleos muy ligeros poseen menos energía de ligadura que los que son un poco
más pesados (la parte izquierda de la gráfica). Esta característica es la base de la liberación
de la energía en la fusión. Y, al contrario, en la parte de la derecha se ve que los elementos
muy pesados tienen menor energía de ligadura que los que son algo más ligeros. Esta es la
base de la emisión de energía por fisión.

e. Fisión

Distribución típica de las masas de los productos de fisión. La gráfica representa el caso
del uranio 235. Fermi, tras el descubrimiento del neutrón, realizó una serie de experimentos
en los que bombardeaba distintos núcleos con estas nuevas partículas. En estos
experimentos observó que cuando utilizaba neutrones de energías bajas, en ocasiones el
neutrón era absorbido emitiéndose fotones.

Para averiguar el comportamiento de esta reacción repitió el experimento


sistemáticamente en todos los elementos de la tabla periódica. Así descubrió nuevos
elementos radiactivos, pero al llegar al uranio obtuvo resultados distintos. Lise Meitner,
Otto Hahn y Fritz Strassmann consiguieron explicar el nuevo fenómeno al suponer que el
núcleo de uranio al capturar el neutrón se escindía en dos partes de masas aproximadamente
iguales. De hecho detectaron bario, de masa aproximadamente la mitad que la del uranio.
Posteriormente se averiguó que esa escisión (o fisión) no se daba en todos los isótopos del
uranio, sino solo en el 235U. Y más tarde aún, se supo que esa escisión podía dar lugar a
muchísimos elementos distintos, cuya distribución de aparición es muy típica (similar a la
doble joroba de un camello). Un neutrón de baja velocidad (térmico) impacta en un núcleo
de uranio desestabilizándolo. Este se divide en dos partes y además emite una media de 2.5
neutrones por fisión.
En la fisión de un núcleo de uranio, no solo aparecen dos núcleos más ligeros resultado
de la división del de uranio, sino que además se emiten 2 o 3 (en promedio 2,5 en el caso
del 235U) neutrones a una alta velocidad (energía). Como el uranio es un núcleo pesado no
se cumple la relación N=Z (igual número de protones que de neutrones) que sí se cumple
para los elementos más ligeros, por lo que los productos de la fisión poseen un exceso de
neutrones. Este exceso de neutrones hace inestables (radiactivos) a esos productos de fisión,
que alcanzan la estabilidad al desintegrarse los neutrones excedentes por desintegración
beta generalmente. La fisión del 235U puede producirse en más de 40 formas diferentes,
originándose por tanto más de 80 productos de fisión distintos, que a su vez se desintegran
formando cadenas de desintegración, por lo que finalmente aparecen cerca de 200
elementos a partir de la fisión del uranio.

La energía desprendida en la fisión de cada núcleo de 235U es en promedio de 200


MeV. Los minerales explotados para la extracción del uranio suelen poseer contenidos de
alrededor de 1 gramo de uranio por kg de mineral (la pechblenda por ejemplo). La
aparición de los 2,5 neutrones por cada fisión posibilita la idea de llevar a cabo una
reacción en cadena, si se logra hacer que de esos 2,5 al menos un neutrón consiga fisionar
un nuevo núcleo de uranio. La idea de la reacción en cadena es común en otros procesos
químicos. Los neutrones emitidos por la fisión no son útiles inmediatamente si lo que se
quiere es controlar la reacción, sino que hay que frenarlos (moderarlos) hasta una velocidad
adecuada. Esto se consigue rodeando los átomos por otro elemento con un Z pequeño,
como por ejemplo hidrógeno, carbono o litio, material denominado moderador.

Otros átomos que pueden fisionar con neutrones lentos son el 233U o el 239Pu. Sin
embargo también es posible la fisión con neutrones rápidos (de energías altas), como por
ejemplo el 238U (140 veces más abundante que el 235U) o el 232Th (400 veces más
abundante que el 235U). La teoría elemental de la fisión la proporcionaron Bohr y Wheeler,
utilizando un modelo según el cual los núcleos de los átomos se comportan como gotas
líquidas. La fisión se puede conseguir también mediante partículas alfa, protones o
deuterones.

f. Fusión

Proceso de fusión entre un núcleo de deuterio y uno de tritio. Es la opción más adecuada
para ser llevada a cabo en un reactor nuclear de fusión. Así como la fisión es un fenómeno
que aparece en la corteza terrestre de forma natural (si bien con una frecuencia pequeña), la
fusión es absolutamente artificial en nuestro entorno (aunque es común el núcleo de las
estrellas). Sin embargo, esta energía posee ventajas con respecto a la fisión. Por un lado el
combustible es abundante y fácil de conseguir, y por otro, sus productos son elementos
estables, ligeros y no radiactivos. En la fusión, al contrario que en la fisión donde se
dividen los núcleos, la reacción consiste en la unión de dos o más núcleos ligeros. Esta
unión da lugar a un núcleo más pesado que los usados inicialmente y a neutrones. La fusión
se consiguió antes incluso de comprender completamente las condiciones que se
necesitaban en el desarrollo de armas, limitándose a conseguir condiciones extremas de
presión y temperatura usando una bomba de fisión como elemento iniciador (Proceso
Teller-Ulam). Pero no es hasta que Lawson define unos criterios de tiempo, densidad y
temperatura mínimos cuando se comienza a comprender el funcionamiento de la fusión.
Aunque en las estrellas la fusión se da entre una variedad de elementos químicos, el
elemento con el que es más sencillo alcanzarla es el hidrógeno. Esto es así porque la fusión
requiere que se venza la repulsión electrostática que experimentan los núcleos al unirse, por
lo que a menor carga eléctrica, menor será esta. Además, a mayor cantidad de neutrones,
más pesado será el núcleo resultante (más arriba estaremos en la gráfica de las energías de
ligadura), con lo que mayor será la energía liberada en la reacción.

g. Desintegración alfa

Representación de la emisión de una partícula alfa por un núcleo: Esta reacción es una
forma de fisión espontánea, en la que un núcleo pesado emite una partícula alfa (α) con una
energía típica de unos 5 MeV. Una partícula α es un núcleo de helio, constituido por dos
protones y dos neutrones. En su emisión el núcleo cambia, por lo que el elemento químico
que sufre este tipo de desintegración muta en otro distinto. Fue en 1928 cuando George
Gamow dio una explicación teórica a la emisión de estas partículas. Para ello supuso que la
partícula alfa convivía en el interior del núcleo con el resto de los nucleones, de una forma
casi independiente. Por efecto túnel en algunas ocasiones esas partículas superan el pozo de
potencial que crea el núcleo, separándose de él a una velocidad de un 5 % la velocidad de la
luz.

h. Generación de electricidad

Probablemente, la aplicación práctica más conocida de la energía nuclear es la


generación de energía eléctrica para su uso civil, en particular mediante la fisión de uranio
enriquecido. Para ello se utilizan reactores en los que se hace fisionar o fusionar un
combustible. El funcionamiento básico de este tipo de instalaciones industriales es similar a
cualquier otra central térmica, sin embargo poseen características especiales con respecto a
las que usan combustibles fósiles:

- Se necesitan medidas de seguridad y control mucho más estrictas. En el caso de los


reactores de cuarta generación estas medidas podrían ser menores, mientras que en la
fusión se espera que no sean necesarias.

- La cantidad de combustible necesario anualmente en estas instalaciones es varios


órdenes de magnitud inferior al que precisan las térmicas convencionales.

- Las emisiones directas de CO2 y NOx en la generación de electricidad, principales gases


de efecto invernadero de origen antrópico, son nulas; aunque indirectamente, en
procesos secundarios como la obtención de mineral y construcción de instalaciones, sí se
producen emisiones.

A partir de la fisión: Tras su uso exclusivamente militar, se comenzó a plantear la


aplicación del conocimiento adquirido a la vida civil. El 20 de diciembre de 1951 fue el
primer día que se consiguió generar electricidad con un reactor nuclear (en el reactor
estadounidense EBR-I, con una potencia de unos 100 kW), pero no fue hasta 1954 cuando
se conectó a la red eléctrica una central nuclear (fue la central nuclear soviética Obninsk,
generando 5 MW con solo un 17 % de rendimiento térmico). El primer reactor de fisión
comercial fue el Calder Hall en Sellafield, que se conectó a la red eléctrica en 1956. El 25
de marzo de 1957 se creó la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM), el
mismo día que se creó la Comunidad Económica Europea, entre Bélgica, Francia,
Alemania, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos. Ese mismo año se creó el Organismo
Internacional de Energía Atómica (OIEA). Ambos organismos con la misión, entre otras,
de impulsar el uso pacífico de la energía nuclear.

Evolución de las centrales nucleares de fisión en el mundo. Arriba: potencia instalada


(azul) y potencia generada (rojo). Abajo: número de reactores construidos y en
construcción (azul y gris respectivamente). Su desarrollo en todo el mundo experimentó a
partir de ese momento un gran crecimiento, de forma muy particular en Francia y Japón,
donde la crisis del petróleo de 1973 influyó definitivamente, ya que su dependencia del
petróleo para la generación eléctrica era muy marcada (39 y 73 % respectivamente en
aquellos años, en 2008 generan un 78 y un 30 % respectivamente mediante reactores de
fisión). En 1979 el accidente de Three Mile Island provocó un aumento muy considerable
en las medidas de control y de seguridad en las centrales, sin embargo no se detuvo el
aumento de capacidad instalada. Pero en 1986 el accidente de Chernóbil, en un reactor
RBMK de diseño soviético que no cumplía los requisitos de seguridad que se exigían en
Occidente, cortó drásticamente ese crecimiento.

En octubre de 2007 existían 439 centrales nucleares en todo el mundo que


generaron 2,7 millones de MWh en 2006. La potencia instalada en 2007 fue de 370 721
MWe. En marzo de 2008 había 35 centrales en construcción, planes para construir 91
centrales nuevas (99 095 MWe) y otras 228 propuestas (198 995 MWe). Aunque solo 30
países en el mundo poseen centrales nucleares, aproximadamente el 15 % de la energía
eléctrica generada en el mundo se produce a partir de energía nuclear. La mayoría de los
reactores son de los llamados de agua ligera (LWR por su sigla en inglés), que utilizan
como moderador agua intensamente purificada. En estos reactores el combustible utilizado
es uranio enriquecido ligeramente (entre el 3 y el 5 %).

Más tarde se planteó añadir el plutonio fisible generado como combustible extra en
estos reactores de fisión, aumentando de una forma importante la eficiencia del combustible
nuclear y reduciendo así uno de los problemas del combustible gastado. Esta posibilidad
incluso llevó al uso del plutonio procedente del armamento nuclear desmantelado en las
principales potencias mundiales. Así se desarrolló el combustible MOX, en el que se añade
un porcentaje (entre un 3 y un 10 % en masa) de este plutonio a uranio empobrecido. Este
combustible se usa actualmente como un porcentaje del combustible convencional (de
uranio enriquecido). También se ha ensayado en algunos reactores un combustible mezcla
de torio y plutonio, que genera una menor cantidad de elementos transuránicos.
Otros reactores utilizan agua pesada como moderador: En estos reactores se puede
utilizar uranio natural, es decir, sin enriquecer y además se produce una cantidad bastante
elevada de tritio por activación neutrónica. Este tritio se prevé que pueda aprovecharse en
futuras plantas de fusión.

h.1. Tipos de reactores de fisión

La diferencia básica entre los distintos diseños de reactores nucleares de fisión es el


combustible que utilizan. Esto influye en el tipo de moderador y refrigerante usados. De
entre todas las posibles combinaciones entre tipo de combustible, moderador y refrigerante,
solo algunas son viables técnicamente (unas 100 contando las opciones de neutrones
rápidos). Pero solo unas cuantas se han utilizado hasta el momento en reactores de uso
comercial para la generación de electricidad.

Los reactores de fisión comerciales, tanto de primera como de segunda o tercera


generación, utilizan uranio con grados de enriquecimiento distinto, desde uranio natural
hasta uranio ligeramente enriquecido (por debajo del 6 %). Además, en aquellos en los que
se usa uranio enriquecido, la configuración del núcleo del reactor utiliza diferentes grados
de enriquecimiento, con uranio más enriquecido en el centro y menos hacia el exterior. Esta
configuración consigue dos fines: por una parte disminuir los neutrones de fuga por
reflexión, y por otra parte aumentar la cantidad consumible de neutrones. En los reactores
comerciales se hacen fisionar esos átomos fisibles con neutrones térmicos hasta el máximo
posible (al grado de quemado del combustible se le denomina burnup), ya que se obtienen
mayores beneficios cuanto más provecho se saca del combustible.

Aunque hay varias formas de clasificar los distintos reactores nucleares, la más utilizada,
y con la que se denominan los distintos tipos de reactores de fisión es por la combinación
moderador/refrigerante utilizado. Estas son las denominaciones de los reactores
comerciales de neutrones térmicos utilizados en la actualidad (de segunda generación),
junto a su número en el mundo (entre paréntesis) y sus características principales:

- PWR (VVER en ruso): Uranio enriquecido, moderador y refrigerante agua ligera.

- BWR: Uranio enriquecido, moderador y refrigerante agua ligera.

- CANDU: Uranio natural, moderador y refrigerante agua pesada.

- AGR: Usa uranio enriquecido como combustible, moderador grafito, refrigerante CO2.

- RBMK: Uranio natural o enriquecido, moderador grafito, refrigerante agua ligera.


Los diseños de reactores que aprovechan las lecciones aprendidas en el medio siglo
transcurrido (aproximadamente una docena de diseños distintos) se denominan de tercera
generación o reactores avanzados. Solo se han puesto en marcha algunos en Japón y se
están construyendo algunos otros. En general son evoluciones de los reactores de segunda
generación (como el BWR avanzado o ABWR o el PWR avanzado: el EPR o el AP1000),
aunque existen algunos diseños completamente nuevos (como el PBMR que utiliza helio
como refrigerante y combustible TRISO que contiene el moderador de grafito en su
composición).

Los reactores de cuarta generación no saldrán del papel al menos hasta el 2020, y en
general son diseños que buscan, además de niveles de seguridad superiores a las plantas de
fisión de las generaciones anteriores, que los únicos residuos de alta actividad tengan vidas
muy cortas, quemando los actínidos de vida larga. A este grupo pertenecen por ejemplo los
reactores asistidos por acelerador (ADS). En general estos reactores se basarán en
neutrones rápidos. Existen algunos otros diseños, basados fundamentalmente en los
descritos, para generar energía en lugares remotos, como el reactor flotante ruso KLT-40S
o el micro reactor nuclear de 200 kW de Toshiba.

h.1.1. Seguridad

Como cualquier actividad humana, una central nuclear de fisión conlleva riesgos y
beneficios. Los riesgos deben preverse y analizarse para poder ser mitigados. A todos
aquellos sistemas diseñados para eliminar o al menos minimizar esos riesgos se les llama
sistemas de protección y control. En una central nuclear de uso civil se utiliza una
aproximación llamada defensa en profundidad. Esta aproximación sigue un diseño de
múltiples barreras para alcanzar ese propósito. Una primera aproximación a las distintas
barreras utilizadas (cada una de ellas múltiple), de fuera adentro podría ser:

 Autoridad reguladora: Es el organismo encargado de velar que el resto de barreras se


encuentren en perfecto funcionamiento. No debe estar vinculado a intereses políticos ni
empresariales, siendo sus decisiones vinculantes.

 Normas y procedimientos: Todas las actuaciones deben regirse por procedimientos y


normas escritas. Además se debe llevar a cabo un control de calidad y deben estar
supervisadas por la autoridad reguladora.

 Primera barrera física (sistemas pasivos): Sistemas de protección intrínsecos


basados en las leyes de la Física que dificultan la aparición de fallos en el sistema del
reactor. Por ejemplo el uso de sistemas diseñados con reactividad negativa o el uso de
edificios de contención.
 Segunda barrera física (sistemas activos): Reducción de la frecuencia con la que
pueden suceder los fallos. Se basa en la redundancia, separación o diversidad de
sistemas de seguridad destinados a un mismo fin. Por ejemplo las válvulas de control
que sellan los circuitos.

 Tercera barrera física: sistemas que minimizan los efectos debidos a sucesos externos
a la propia central. Como los amortiguadores que impiden una ruptura en caso de sismo.

 Barrera técnica: Todas las instalaciones se instalan en ubicaciones consideradas muy


seguras (baja probabilidad de sismo o vulcanismo) y altamente despobladas.

Además debe estar previsto qué hacer en caso de que todos o varios de esos niveles
fallaran por cualquier circunstancia. Todos, los trabajadores u otras personas que vivan en
las cercanías, deben poseer la información y formación necesaria. Deben existir planes de
emergencia que estén plenamente operativos. Para ello es necesario que sean
periódicamente probados mediante simulacros. Cada central nuclear posee dos planes de
emergencia: uno interior y uno exterior, comprendiendo el plan de emergencia exterior,
entre otras medidas, planes de evacuación de la población cercana por si todo lo demás
fallara. Aunque los niveles de seguridad de los reactores de tercera generación han
aumentado considerablemente con respecto a las generaciones anteriores, no es esperable
que varíe la estrategia de defensa en profundidad. Por su parte, los diseños de los futuros
reactores de cuarta generación se están centrando en que todas las barreras de seguridad
sean infalibles, basándose tanto como sea posible en sistemas pasivos y minimizando los
activos. Del mismo modo, probablemente la estrategia seguida será la de defensa en
profundidad.

Cuando una parte de cualquiera de esos niveles, compuestos a su vez por múltiples
sistemas y barreras, falla (por defecto de fabricación, desgaste, o cualquier otro motivo), se
produce un aviso a los controladores que a su vez se lo comunican a los inspectores
residentes en la central nuclear. Si los inspectores consideran que el fallo puede
comprometer el nivel de seguridad en cuestión elevan el aviso al organismo regulador (en
España el CSN). A estos avisos se les denomina sucesos notificables. En algunos casos,
cuando el fallo puede hacer que algún parámetro de funcionamiento de la central supere las
Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETF) definidas en el diseño de la central
(con unos márgenes de seguridad), se produce un paro automático de la reacción en cadena
llamado SCRAM. En otros casos la reparación de esa parte en cuestión (una válvula, un
aspersor, una compuerta,...) puede llevarse a cabo sin detener el funcionamiento de la
central.

Si cualquiera de las barreras falla aumenta la probabilidad de que suceda un accidente.


Si varias barreras fallan en cualquiera de los niveles, puede finalmente producirse la ruptura
de ese nivel. Si varios de los niveles fallan puede producirse un accidente, que puede
alcanzar diferentes grados de gravedad. Esos grados de gravedad se organizaron en la
Escala Internacional de Accidentes Nucleares (INES) por el OIEA y la AEN, iniciándose la
escala en el 0 (sin significación para la seguridad) y acabando en el 7 (accidente grave). El
incidente (denominados así cuando se encuentran en grado 3 o inferiores) más grave
ocurrido en España fue el de Vandellós I en 1989, catalogado a posteriori (no existía ese
año la escala en España) como de grado 3 (incidente importante). La ruptura de varias de
estas barreras (no existía independencia con el gobierno, el diseño del reactor era de
reactividad positiva, la planta no poseía edificio de contención, no existían planes de
emergencia, etc.) causó el accidente nuclear más grave ocurrido: el accidente de Chernóbil,
de nivel 7 en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares (INES).

A partir de la fusión: Al igual que la fisión, tras su uso exclusivamente militar, se


propuso el uso de esta energía en aplicaciones civiles. En particular, los grandes proyectos
de investigación se han encaminado hacia el desarrollo de reactores de fusión para la
producción de electricidad. El primer diseño de reactor nuclear se patentó en 1946 aunque
hasta 1955 no se definieron las condiciones mínimas que debía alcanzar el combustible
(isótopos ligeros, habitualmente de hidrógeno), denominadas criterios de Lawson, para
conseguir una reacción de fusión continuada.

Esas condiciones se alcanzaron por primera vez de forma cuasi-estacionaria el año 1968.
La fusión se plantea como una opción más eficiente (en términos de energía producida por
masa de combustible utilizada) segura y limpia que la fisión, útil para el largo plazo. Sin
embargo faltan aún años para poder ser utilizada de forma comercial (la fusión no será
comercial al menos hasta el año 2050). La principal dificultad encontrada, entre otras
muchas de diseño y materiales, consiste en la forma de confinar la materia en estado de
plasma hasta alcanzar las condiciones impuestas por los criterios de Lawson, ya que no hay
materiales capaces de soportar las temperaturas impuestas.

Se han diseñado dos alternativas para alcanzar los criterios de Lawson, que son el
confinamiento magnético y el confinamiento inercial. Aunque ya se llevan a cabo
reacciones de fusión de forma controlada en los distintos laboratorios, en estos momentos
los proyectos se encuentran en el estudio de viabilidad técnica en centrales de producción
eléctrica como el ITER o el NIF. El proyecto ITER, en el que participan entre otros Japón y
la Unión Europea, pretende construir una central experimental de fusión y comprobar su
viabilidad técnica. El proyecto NIF, en una fase más avanzada que ITER, pretende lo
mismo en Estados Unidos usando el confinamiento inercial.

Una vez demostrada la viabilidad de conseguir un reactor de fusión que sea capaz de
funcionar de forma continuada durante largos períodos, se construirán prototipos
encaminados a la demostración de su viabilidad económica.
h.2. Tipos de reactores de fusión

Existen dos grandes grupos, separados por el método empleado para alcanzar las
condiciones de tiempo, densidad y temperatura necesarias para que pueda alcanzarse la
fusión controlada de forma continua:

- Fusión mediante confinamiento magnético.

- Fusión mediante confinamiento inercial.

En el primer caso, en un recipiente donde se ha practicado un vacío elevado, se eleva la


temperatura de una mezcla de deuterio-tritio mediante campos electromagnéticos hasta
convertirla en plasma. También mediante campos electromagnéticos se confina el plasma
en una región lo más pequeña y alejada de las paredes del recipiente que sea posible,
aumentando de forma continua la densidad y la temperatura. A este tipo de fusión
corresponden los diseños del Tokamak, como el futuro ITER, o del Stellarator, como el TJ-
II español.

En el segundo caso se hace incidir un haz de fotones o de partículas cargadas (electrones


o protones) muy energético e intenso sobre un blanco compuesto por el combustible
(deuterio-tritio actualmente). Ese haz puede estar enfocado de forma directa sobre el
blanco, o bien de forma indirecta sobre un dispositivo denominado holraum construido con
un material de alto Z que genera a su vez un intensísimo campo de rayos X que está
enfocado sobre el blanco. Hasta la década de los 70 no se desarrollaron láseres con las
potencias necesarias para conseguir iniciar la reacción.

h.2.1. Seguridad

Aunque la misma filosofía empleada en la fisión puede emplearse en los reactores de


fusión, se ha planteado esta como una opción no contaminante e intrínsecamente segura.
Desde el punto de vista de la seguridad, ya que los reactores diseñados necesitan un aporte
exterior de energía y de combustible, si existiera un accidente que produjese el fallo de la
máquina la reacción se detendría, con lo que se hace imposible una reacción en cadena
descontrolada.

El residuo principal de la reacción de fusión deuterio-tritio sería el Helio, que es un


gas noble y por tanto no interacciona con nada, incluido el organismo humano. Sin
embargo las reacciones nucleares de fusión desprenden neutrones altamente energéticos.
Esto implica la producción de materiales radiactivos por activación neutrónica. Además, en
un ciclo deuterio-tritio, una parte del propio combustible es también radiactivo (el tritio).
Para minimizar los efectos, por tanto: Se debe reducir tanto como se pueda la cantidad de
material radiactivo utilizado así como el generado en la propia instalación; se debe anular
en lo posible el riesgo derivado de la manipulación de los materiales radiactivos generados,
ya sea en forma de combustible nuevo o reciclado o como residuos radiactivos; se deben
definir cuáles son las mejores formas de gestionar esos vertidos.

Para ello se está investigando en el uso de materiales de baja activación, utilizando


aleaciones que no son comunes en otras aplicaciones. Este aspecto podría disminuir la
cantidad de residuos radiactivos generados, pero además en caso de accidente donde parte
de los materiales se fundieran por las altas temperaturas, el inventario radiactivo emitido
también sería menor. Además, la estrategia de diseño se centra en conseguir que todos los
radioisótopos generados sean de semiperiodo corto (menor de 10 años). Si no se
consiguiera, las estrategias a seguir serían idénticas a las estudiadas en el caso de los
reactores de fisión. Hasta los años 1990 no se había planteado realmente este problema, por
lo que los materiales válidos para la fusión se pensaba que eran los aceros austeníticos
(SS316L y SS316-modTi) y ferríticos/martensíticos (HT-9 y DIN 1.1494/MANET). Las
investigaciones se habían centrado en la gestión de residuos, dejando de lado el estudio de
los posibles accidentes. A partir de los 90 se plantea que debían contemplarse varios
problemas en la optimización de los materiales de baja activación, subrayándose
principalmente el aspecto de la seguridad frente accidentes además del clásico de la gestión
de los residuos. A partir de los aceros convencionales propuestos para fusión se propusieron
versiones de baja activación, resultado de la sustitución de elementos que daban lugar a una
radiactividad alta por otros metalúrgicamente equivalentes y de baja actividad inducida.

Las soluciones que se adopten en la fusión inercial o en la magnética en principio no


tendrán que ser iguales. Así se han desarrollado aleaciones de vanadio, titanio y cromo que
presentan mejores comportamientos en la fusión inercial que en la magnética. Se sabe que
los materiales cerámicos tienen mejor comportamiento que los aceros en ambos tipos de
fusión.

2. Tecnología nuclear

a. Armas nucleares

Un arma es todo instrumento, medio o máquina que se destina a atacar o a defenderse.


Según tal definición, existen dos categorías de armas nucleares:

- Aquellas que utilizan la energía nuclear de forma directa para el ataque o la defensa, es
decir, los explosivos que usan la fisión o la fusión.

- Aquellas que utilizan la energía nuclear para su propulsión, pudiendo a su vez utilizar o
no munición que utilice la energía nuclear para su detonación. En esta categoría se
pueden citar los buques de guerra de propulsión nuclear (cruceros, portaaviones,
submarinos, bombarderos, etc.).
a.1. Bomba atómica

a.1.1. Bomba de fisión

Existen dos tipos básicos de bombas de fisión: utilizando uranio altamente


enriquecido (enriquecimiento superior al 90 % en 235U) o utilizando plutonio. Ambos tipos
se fundamentan en una reacción de fisión en cadena descontrolada y solo se han empleado
en un ataque real en Hiroshima y Nagasaki, al final de la Segunda Guerra Mundial.

Para que este tipo de bombas funcionen es necesario utilizar una cantidad del elemento
utilizado superior a la Masa crítica. Suponiendo una riqueza en el elemento del 100 %, eso
supone 52 kg de 235U o 10 kg de 239Pu. Para su funcionamiento se crean 2 o más partes
sub-críticas que se unen mediante un explosivo químico convencional de forma que se
supere la masa crítica. Los dos problemas básicos que se debieron resolver para crear este
tipo de bombas fueron:

- Generar suficiente cantidad del elemento físil a utilizar, ya sea uranio enriquecido o
plutonio puro.

- Alcanzar un diseño en el que el material utilizado en la bomba no sea destruido por la


primera explosión antes de alcanzar la criticidad.

- El rango de potencia de estas bombas se sitúa entre aproximadamente el equivalente a


una tonelada de TNT hasta los 500.000 kilotones.

Bomba de uranio: En este caso, a una masa de uranio, llamada "sub-crítica", se le añade
una cantidad del mismo elemento químico para conseguir una "masa crítica" que comienza
a fisionar por sí misma. Al mismo tiempo se le añaden otros elementos, que potencian la
creación de neutrones libres, acelerando la reacción en cadena, que se hace "sostenida",
provocando la destrucción de un área determinada por la onda de choque mecánica, la onda
térmica y la radioactividad.

Bomba de plutonio: El arma de plutonio tiene un diseño más complicado. La masa


fisionable se rodea de explosivos plásticos convencionales, como el RDX, especialmente
diseñados para comprimir el metal, de forma que una bola de plutonio del tamaño de una
pelota de tenis se reduce casi al instante al tamaño de una canica, aumentando grandemente
la densidad del material, que entra instantáneamente en una reacción en cadena de fisión
nuclear descontrolada, provocando la explosión y la destrucción total dentro de un
perímetro limitado, además de que el entorno circundante se vuelva altamente radiactivo,
dejando secuelas graves en el organismo de cualquier ser vivo.
a.1.2. Bomba de fusión

Diseño básico Teller-Ullam: Tras el primer ensayo exitoso de una bomba de fisión por la
Unión Soviética en 1949 se desarrolló una segunda generación de bombas nucleares que
utilizaban la fusión. Se la llamó bomba termonuclear, bomba H o bomba de hidrógeno. Este
tipo de bomba no se ha utilizado nunca contra ningún objetivo real. El llamado diseño
Teller-Ullam (o secreto de la bomba H) separa ambas explosiones en dos fases. Este tipo de
bombas pueden ser miles de veces más potentes que las de fisión. En teoría no existe un
límite a la potencia de estas bombas, siendo la de mayor potencia explotada la bomba del
Zar, de una potencia superior a los 50 megatones.

Esta bomba desprende una energía al fusionarse los núcleos de deuterio (2H) y de tritio
(3H) más dos isótopos del hidrógeno, para dar un núcleo de helio. La reacción en cadena se
propaga merced a los neutrones de alta energía desprendidos en la reacción. Para iniciar
este tipo de reacción en cadena es necesario un gran aporte de energía, por lo que todas las
bombas de fusión contienen un elemento llamado iniciador o primario, que es una bomba
atómica de fisión que produce la detonación inicial de la bomba principal; a los elementos
que componen la parte fusionable de la bomba (deuterio, tritio, litio, etc) se les conoce
como secundarios.

La primera bomba de este tipo fue detonada en Enewetak (atolón de las Islas Marshall)
el 1 de noviembre de 1952, durante la prueba Ivy Mike, con marcados efectos en el
ecosistema de la región. La temperatura alcanzada en la «zona cero» (lugar de la explosión)
fue de más de 15 millones de grados, tan caliente como el núcleo del Sol, por unas
fracciones de segundo. Las bombas llamadas termonucleares o bombas de hidrógeno no
son bombas de fusión pura, si no bombas de fisión/fusión/fisión. La detonación del
artefacto primario de fisión produce la reacción de fusión, como la descrita, cuyo propósito
es generar neutrones de alta velocidad, que, a su vez, producen la fisión del (235U, 239Pu o
incluso 238U) que forma parte del secundario.

Las bombas de hidrógeno utilizan una bomba primaria de fisión que genera las
condiciones de presión y temperatura necesarias para comenzar la reacción de fusión de
núcleos de hidrógeno. Los únicos productos radiactivos que generan estas bombas son los
producidos en la explosión primaria de fisión, por lo que a veces se le ha llamado bomba
nuclear limpia. El extremo de esta característica son las llamadas bombas de neutrones o
bomba N, que minimizan la bomba de fisión primaria, logrando un mínimo de productos de
fisión. Estas bombas además que se diseñaron de tal modo que la mayor cantidad de
energía liberada sea en forma de neutrones, utilizando así un menor porcentaje de energía
obtenida por la fisión siendo un 50%, e incluso se ha llegado a hacerlo tan bajo como un
5% y el resto es por la fusión nuclear, mientras que en la bomba H normalmente menos del
25% de la energía liberada se obtiene por fusión nuclear y el otro 75% por fisión. Las
bombas N terminaron siendo concebidas como armas anti-tanque, ya que al penetrar los
neutrones en el interior de los mismos, matan a sus ocupantes por las radiaciones.
En consecuencia, se obtiene una bomba, que para una determinada magnitud de onda
expansiva y pulso térmico produce una proporción de radiaciones ionizantes (radiactividad)
hasta siete veces mayor que las de una bomba H, fundamentalmente rayos X y gamma de
alta penetración durante pocos segundos. En segundo lugar, buena parte de esta
radiactividad es de mucha menor duración (menos de 48 horas) que la que se puede esperar
de una bomba de fisión convencional.

Las consecuencias prácticas son que al detonar una bomba N se produce poca
destrucción de estructuras y edificios, pero mucha afectación y muerte de los seres vivos
por la radiación, incluso aunque estos se encuentren dentro de vehículos o instalaciones
blindadas o acorazadas. Por esto se ha incluido a estas bombas en la categoría de armas
tácticas, pues permiten la continuación de operaciones militares en el área por parte de
unidades dotadas de protección (ABQ).

La Bomba sucia a menudo se confunde con bombas nucleares. Las «bombas sucias»
consisten en la expansión, mediante un explosivo convencional, de material radiactivo
sobre un área de terreno con el fin de provocar daños a la salud de las personas e impedir la
habitabilidad de un territorio, dejando secuelas de este hecho sobre todo aquel ser vivo que
se encuentre en ese lugar. Este tipo de armas es más accesible que las armas nucleares por
su diseño mucho más sencillo, aunque con un elevado daño potencial para las víctimas que
la sufran. Sin embargo, este tipo de artefacto no se puede calificar como bomba nuclear, ya
que no hace uso de reacción nuclear explosiva alguna. Lo único que tienen en común las
bombas sucias y las bombas nucleares es el uso de elementos radiactivos en su dispositivo.

Y también se puede encontrar la Munición de uranio la cual es utilizada por los ejércitos
actualmente, no se considera bomba sucia, pues se afirma que no tiene efectos radiactivos.
Esta afirmación es discutible porque veteranos de combate que han utilizado y manipulado
esta munición han sufrido intoxicaciones por radiación y también existen investigaciones
que prueban que los lugares que fueron escenario del uso de este tipo de munición están
contaminados con radiactividad.

Se trata de munición fabricada a partir del aprovechamiento del uranio empobrecido


resultante del enriquecimiento de uranio para los usos civiles de la energía nuclear. Una de
las ventajas que aporta el uranio empobrecido en los proyectiles es su elevada densidad
como material (mayor que la del plomo), lo que facilita su poder de penetración. Otra es su
carácter incendiario, ya que puede alcanzar los 600 °C espontáneamente. Esto provoca que
al penetrar en el objetivo tras el impacto, el proyectil arda instantáneamente incendiando
todo lo que está a su alrededor (por ejemplo, la tripulación de un carro de combate y toda su
carga explosiva).

Un efecto colateral del uso de uranio empobrecido procedente de combustible nuclear


reprocesado (y no del sobrante del enriquecimiento de uranio) es que contiene trazas de
plutonio, un material altamente radiactivo que provoca cáncer y enfermedades severas a los
humanos que entren en contacto con él. Los ejércitos que han usado en sus arsenales este
material (como por ejemplo el Ejército de Estados Unidos) han reconocido la presencia de
trazas de plutonio en sus proyectiles a la vez que se han comprometido a tomar medidas
para evitar la contaminación radiactiva tras su uso.

a.2. Buques militares de propulsión nuclear.

Durante la segunda guerra mundial se comprobó que el submarino podía ser un arma
decisiva, pero poseía un grave problema: Su necesidad de emerger tras cortos períodos para
obtener aire para la combustión del diésel en que se basaban sus motores (la invención del
snorkel mejoró algo el problema, pero no lo solucionó). El Almirante Hyman G. Rickover
fue el primero que pensó que la energía nuclear podría ayudar con este problema.

USS Enterprise (CVN-65) junto con otros buques de apoyo de propulsión nuclear (un
crucero y un destructor) en el Mediterráneo. La tripulación forma en su cubierta la famosa
fórmula de Einstein E=mc² sobre la equivalencia masa-energía. Los desarrollos de los
reactores nucleares permitieron un nuevo tipo de motor con ventajas fundamentales:

- No precisa aire para el funcionamiento del motor, ya que no se basa en la combustión.

- Una pequeña masa de combustible nuclear permite una autonomía de varios meses (años
incluso) sin repostar. Por ejemplo, los submarinos de Estados Unidos no necesitan
repostar durante toda su vida útil.

- Un empuje que ningún otro motor puede equiparar, con lo que pudieron construirse
submarinos mucho más grandes que los existentes hasta el momento. El mayor
submarino construido hasta la fecha son los de la clase Akula rusos (desplazamiento de
48 mil toneladas, 175 m de longitud).

Estas ventajas condujeron a buques que alcanzan velocidades de más de 25 nudos, que
pueden permanecer semanas en inmersión profunda y que además pueden almacenar
enormes cantidades de munición (nuclear o convencional) en sus bodegas. De hecho las
armadas de Estados Unidos, Francia y el Reino Unido solo poseen submarinos que utilizan
este sistema de propulsión.

En los submarinos se han utilizado reactores de agua a presión, de agua en ebullición o


de sales fundidas. Para conseguir reducir el peso del combustible en estos reactores se usa
uranio con altos grados de enriquecimiento (del 30 al 40 % en los rusos o del 96 % en los
estadounidenses). Estos reactores presentan la ventaja de que no es necesario (aunque sí es
posible) convertir el vapor generado por el calor en electricidad, sino que puede utilizarse
de forma directa sobre una turbina que proporciona el movimiento a las hélices que
impulsan el buque, mejorando notablemente el rendimiento.
a.2.1. Submarino nuclear

Un submarino nuclear es un submarino propulsado por un reactor nuclear. Las ventajas


de rendimiento de los submarinos nucleares sobre los submarinos "convencionales"
(típicamente diesel-eléctricos) son considerables. La propulsión nuclear, al ser
completamente independiente del aire, libera al submarino de la necesidad de aflorar con
frecuencia, como es necesario para los submarinos convencionales. La gran cantidad de
energía generada por un reactor nuclear permite a los submarinos nucleares operar a gran
velocidad durante largos períodos de tiempo; Y el largo intervalo entre reabastecimientos
otorga un rango limitado sólo por consumibles tales como alimentos.

Las generaciones actuales de submarinos nucleares nunca necesitan ser reabastecidas a


lo largo de sus 25 años de vida. Por el contrario, la limitada potencia almacenada en las
baterías eléctricas significa que incluso el submarino convencional más avanzado sólo
puede permanecer sumergido durante unos días a baja velocidad y sólo unas pocas horas a
la máxima velocidad; Los recientes avances en la propulsión independiente del aire han
erosionado algo esta desventaja. El alto costo de la tecnología nuclear significa que
relativamente pocos estados han enviado submarinos nucleares. Algunos de los accidentes
nucleares y de radiación más graves jamás ocurridos han involucrado percances soviéticos
en submarinos nucleares. La idea para un submarino propulsado nuclear fue propuesta
primero en la marina de guerra de Estados Unidos por Ross Gunn del laboratorio de
investigación naval en 1939.

La construcción del primer submarino propulsado por energía nuclear fue posible
gracias al desarrollo exitoso de una planta de propulsión nuclear por parte de un grupo de
científicos e ingenieros de la División de Reactores Navales de la Oficina de Buques y de la
Comisión de Energía Atómica. En julio de 1951, el Congreso de Estados Unidos autorizó la
construcción del primer submarino de propulsión nuclear, Nautilus, bajo la dirección del
capitán Hyman G. Rickover, USN (compartiendo nombres con el submarino ficticio
Nautilus del capitán Nemo en Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne y otro
USS Nautilus (SS-168) que sirvió con distinción en la Segunda Guerra Mundial).

a.3.Procesado del Uranio y el Plutonio en las armas nucleares.

En torno al 98% de los átomos de uranio que existen en la biosfera tiene un peso
atómico de 238, mientras que el 1% remanente contiene el isótopo 235, por lo que se
requiere separarlo físicamente para reunir las cantidades necesarias para sostener una
reacción nuclear en cadena, ya que solamente el uranio-235 es el isótopo fisible. La
separación de ambos isótopos exige procesos extensos, complicados y costosos. El
enriquecimiento que se llevó a cabo en el Proyecto Manhattan usó dos mecanismos: la
separación electromagnética en un Calutrón, y la difusión gaseosa.
El elevado costo y el tedioso proceso del enriquecimiento de uranio alentaron a los
científicos a buscar otro combustible para la fabricación de artefactos nucleares.
Descubrieron otro material, el plutonio 239, que se produce al bombardear neutrones lentos
sobre el uranio 238 en un reactor, convirtiéndolo en el elemento más pesado. Luego de esto,
el plutonio se retira de los subproductos radiactivos del uranio y se envía a una planta de
reprocesamiento.

La obtención de un solo kilogramo de uranio implica la extracción de más de un millón


de kilos de mineral de uranio, puesto que una tonelada de este mineral sólo concentra
algunos gramos de uranio. El procesado del uranio implica la lixiviación con ácido del
mineral de uranio triturado, lo que da lugar a un aglutinado seco, purificado, calificado
como pastel amarillo. En el proceso, se producen metales pesados tóxicos y radiactivos
(torio y radio), derivados de la trituración, que tienen que ser debidamente estabilizados. El
denominado "pastel amarillo" se trata en diversas plantas que completan su idoneidad para
sus distintas aplicaciones. En las plantas de enriquecimiento se lleva a cabo un
procedimiento meticuloso que aparta el uranio 235 del más pesado y abundante uranio 238.

b. Propulsión aeroespacial

b.1. Recreación artística del Proyecto Orión.

Aunque existen varias opciones que pueden utilizar la energía nuclear para propulsar
cohetes espaciales, solo algunas han alcanzado niveles de diseño avanzados. El cohete
termonuclear, por ejemplo, utiliza hidrógeno recalentado en un reactor nuclear de alta
temperatura, consiguiendo empujes al menos dos veces superiores a los cohetes químicos.
Este tipo de cohetes se probaron por primera vez en 1959 (el Kiwi 1), dentro del Proyecto
NERVA, cancelado en 1972. En 1990 se relanzó el proyecto bajo las siglas SNTP (Space
Nuclear Thermal Propulsion) dentro del proyecto para un viaje tripulado a Marte en 2019.
En 2003 comenzó con el nombre de Proyecto Prometeo. Otra de las posibilidades
contempladas es el uso de un reactor nuclear que alimente a un propulsor iónico (Nuclear
Electric Xenon Ion System o NEXIS).

El Proyecto Orión fue un proyecto ideado por Stanisław Ulam en 1947, que comenzó en
1958 en la empresa General Atomics. Su propósito era la realización de viajes
interplanetarios de forma barata a una velocidad de un 10 % de c. Para ello utilizaba un
método denominado propulsión nuclear pulsada (External Pulsed Plasma Propulsión es su
denominación oficial en inglés). El proyecto fue abandonado en 1963, pero el mismo
diseño se ha utilizado como base en el Proyecto Daedalus británico con motor de fusión, el
Proyecto Longshot americano con motor de fisión acoplado a un motor de fusión inercial o
el Proyecto Medusa. También se ha propuesto el uso de RTG como fuente para un cohete
de radioisótopos.
c. Automóvil nuclear

La única propuesta conocida es el diseño conceptual lanzado por Ford en 1958: el Ford
Nucleón. Nunca fue construido un modelo operacional. En su diseño se proponía el uso de
un pequeño reactor de fisión que podía proporcionar una autonomía de más de 8000 km.
Un prototipo del coche se mantiene en el museo Henry Ford. Una opción, incluida en las
alternativas al petróleo, es el uso del hidrógeno en células de combustible como
combustible para vehículos de hidrógeno. Se está investigando en este caso el uso de la
energía nuclear para la generación del hidrógeno necesario mediante reacciones
termoquímicas o de electrólisis con vapor a alta temperatura.

d. Tratamiento de residuos nucleares

En general, cualquier aplicación industrial genera residuos. Todas las formas de


generación de energía nuclear también los generan. Tanto los reactores nucleares de fisión
o fusión (cuando entren en funcionamiento) como los GTR generan residuos
convencionales que son trasladados a vertederos o instalaciones de reciclaje, residuos
tóxicos convencionales (pilas, líquido refrigerante de los transformadores, etc.) y residuos
radiactivos. El tratamiento de todos ellos, con excepción hecha de los residuos radiactivos,
es idéntico al que se da a los residuos del mismo tipo generado en otros lugares
(instalaciones industriales, ciudades,...).

Es diferente el tratamiento que se emplea en los residuos radiactivos. Para ellos se


desarrolló una regulación específica, gestionándose de formas diferentes en función del tipo
de radiactividad que emiten y del semiperiodo que poseen. Esta regulación engloba todos
los residuos radiactivos, ya procedan de instalaciones de generación de electricidad, de
instalaciones industriales o de centros médicos. Se han desarrollado diferentes estrategias
para tratar los distintos residuos que proceden de las instalaciones o dispositivos
generadores de energía nuclear:

d.1. Baja y media actividad

En este caso se trata de residuos con vida corta, poca radiactividad y emisores de
radiaciones beta o gamma (pudiendo contener hasta un máximo de 4000 Bq g-1 de
emisores alfa de semiperiodo largo). Suelen ser materiales utilizados en las operaciones
normales de las centrales, como guantes, trapos, plásticos, etc. En general se prensan y
secan (si es necesario) para reducir su volumen, se hormigonan (fijan) y se embidonan para
ser almacenados durante un periodo de 300 o de 500 años, según los países, en
almacenamientos controlados. En España este almacenamiento se encuentra en la provincia
de Córdoba (El Cabril).

d.2. Alta actividad.


Estos residuos tienen semiperiodo largo, alta actividad y contienen emisores de
radiaciones alfa (si son de semiperiodo largo solo si superan concentraciones de actividad
de 4000 Bq g-1). Se generan en mucho menor volumen pero son altamente nocivos
inmediatamente después de ser generados. Generalmente, aunque no son los únicos, se trata
de las propias barras de combustible de los reactores de fisión ya utilizadas. Para ellos se
han desarrollado diversas estrategias:

 Almacenamiento temporal: en las piscinas de las propias centrales (a veces llamados


ATI), durante la vida de la central (habitualmente 40 años), o en almacenamientos
construidos a propósito. En España aún se encuentra en proyecto el ATC), el cual se
emplazará en la localidad de Villar de Cañas (Cuenca) habiendo generado gran
descontento entre la ciudadanía al no haber consenso.

 Reprocesamiento: en este proceso se lleva a cabo una separación físico-química de los


diferentes elementos, separando por una parte aquellos isótopos aprovechables en otras
aplicaciones, civiles o militares (plutonio, uranio, cobalto y cesio entre otros). Es la
opción más similar al reciclado. Sin embargo en el proceso no todos los elementos
reciclados son totalmente reaprovechables, como por ejemplo el neptunio o el americio.
Para estos, en un volumen mucho menor que el inicial, es necesario aún el uso de otras
opciones como el almacenamiento geológico profundo.

 Almacenamiento Geológico Profundo (AGP): este proceso consiste en estabilizar las


barras de combustible gastadas en contenedores resistentes a tratamientos muy severos
que posteriormente se introducen en localizaciones similares a las minas, ya existentes
(como en el caso de minas profundas), o construidas para tal fin. Suelen estar en
matrices geológicas de las que se sabe que han sido estables durante millones de años.
Las más comunes son calizas, graníticas o salinas. Los técnicos estiman que estos AGP
deberían poder preservar íntegros los residuos durante los miles de años en que sigan
siendo tóxicos sin afectar a las personas de la superficie. Su principal defecto es que
sería muy difícil o imposible recuperar estos residuos para su uso útil en el caso de que
técnicas futuras puedan aprovecharlos eficientemente.

 Transmutación en centrales nucleares de nueva generación (Sistemas Asistidos por


Aceleradores o en reactores rápidos): estos sistemas usan torio como combustible
adicional y degradan los desechos nucleares en un nuevo ciclo de fisión asistida,
pudiendo ser una alternativa ante la dependencia del petróleo, aunque deberán vencer el
rechazo de la población. El primer proyecto será construido alrededor del 2014
(Myrrha). Esta técnica se estima aceptable para aquellos radioisótopos de semiperiodo
largo para los que no se ha hallado ninguna aplicación todavía. Esos isótopos más
problemáticos son los transuránicos como el curio, el neptunio o el americio. Sin
embargo para emplear esta técnica se precisan métodos adicionales, como el
reprocesado previo.
Para gestionar los residuos radiactivos suele existir en cada país un organismo creado
exclusivamente para ello. En España se creó la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos,
que gestiona los residuos radiactivos de todo tipo generados tanto en las centrales nucleares
como en el resto de instalaciones nucleares o radiactivas.

e. Regulación nuclear

e.1. La regulación nuclear puede separarse en cuatro grandes grupos:

 Funciones de los reguladores nacionales.

 Residuos.

 Seguridad.

 Protección radiológica.

Las bases científicas de toda la regulación internacional existente se fundan en estudios


propios y recopilaciones llevadas a cabo por la CIPR, UNSCEAR o el NAS/BEIR
americano. Además de estos, existen una serie de agencias de investigación y desarrollo en
seguridad, como pueden ser la AEN o el EPRI. A partir de todas ellas, existen dos
organismos internacionales que desarrollan las bases para la legislación: el OIEA (a nivel
internacional) y EURATOM (en Europa). También existen algunos organismos nacionales,
que emiten documentación dedicada a cada uno de los campos, que sirven de guía a otros
países. Así ocurre por ejemplo con la NCRP, la NRC o la EPA americanas, la HPA inglesa
(antiguamente NRPB) o el CEA francés.

Además de estas regulaciones específicas, existen otras leyes y acuerdos que tienen en
mayor o menor medida relación con la energía nuclear. Así por ejemplo las leyes de calidad
del agua o la convención OSPAR. Aunque en el Protocolo de Kyoto, que trata sobre las
industrias que emiten gases de efecto invernadero, no se menciona la energía nuclear, sí
aparece en otros documentos referentes al calentamiento global antropogénico. Así, en los
acuerdos de Bonn de 2001, se establecieron los mecanismos de compraventa de emisiones
de gases de efecto invernadero y los mecanismos de intercambio de tecnologías,
excluyendo ambos explícitamente a la energía nuclear. De este modo, no se pueden reducir
las cuotas de emisión de los países altamente industrializados mediante la venta de
tecnología nuclear a países menos desarrollados, ni se pueden vender las cuotas de
emisiones a países que funden sus bajas emisiones en la energía nuclear. El IPCC, sin
embargo, sí recomienda en su cuarto informe el uso de la energía nuclear como una de las
únicas formas (junto a las energías renovables y la eficiencia energética) de reducir la
emisión de gases de efecto invernadero.
f. Medicina Nuclear

La medicina nuclear es una especialidad de la medicina actual. En la medicina nuclear


se utilizan radio-trazadores o radiofármacos, que están formados por un fármaco
transportador y un isótopo radiactivo. Estos radiofármacos se aplican dentro del organismo
humano por diversas vías (la más utilizada es la vía intravenosa). Una vez que el
radiofármaco está dentro del organismo, se distribuye por diversos órganos dependiendo
del tipo empleado. La distribución de este es detectada por un aparato detector de radiación
llamado gamma-cámara y almacenado digitalmente. Luego se procesa la información
obteniendo imágenes de todo el cuerpo o del órgano en estudio. Estas imágenes, a
diferencia de la mayoría de las obtenidas en radiología, son imágenes funcionales y
moleculares, es decir, muestran cómo están funcionando los órganos y tejidos explorados o
revelan alteraciones de los mismos a un nivel molecular. Por lo general, las exploraciones
de la medicina nuclear no son invasivas y carecen de efectos adversos.

Se utiliza para diagnosticar y determinar la gravedad y tratamiento de una o varias


enfermedades, incluyendo el cáncer en diversos tipos, enfermedades cardíacas,
gastrointestinales, endocrinas, desórdenes neurológicos, y otras anomalías dentro del
cuerpo. Debido a que los procedimientos de la medicina nuclear pueden detectar
actividades moleculares dentro del cuerpo, ofrecen la posibilidad de identificar
enfermedades en sus etapas tempranas, así también como las respuestas inmediatas de los
pacientes a las intervenciones terapéuticas. Ahora, los procedimientos de la medicina
nuclear pueden llevar mucho tiempo. Las radiosondas pueden tardar desde horas hasta días
en acumularse en el área del cuerpo a estudiar y el diagnóstico por imágenes puede llevar
varias horas, aunque en algunos casos se encuentran disponibles nuevos equipos que
pueden reducir considerablemente el tiempo del procedimiento.

“La medicina nuclear ha sido, durante mucho tiempo, desconocida tanto para pacientes
como para enfermeras; sin embargo, se está incorporando de manera creciente a los
hospitales. Los pacientes que acuden a esos servicios requieren cuidados de enfermería,
derivados tanto de la diversidad de exploraciones con características particulares, como de
patologías susceptibles de ser estudiadas y/o tratadas con estos procedimientos.
Tradicionalmente las actuaciones del profesional de enfermería han estado ligadas a
problemas de colaboración y al propio desarrollo de la exploración, quedando los cuidados
relacionados con los problemas de enfermería en un segundo plano o en manos de
enfermeras de otros niveles asistenciales. No obstante, los cuidados de enfermería en la
medicina nuclear experimentan desde los años 90 un notable avance, acompañado de una
paulatina adaptación de la propia enfermería para dotarlos de calidad y un carácter propio.
Una vez que las enfermeras empiezan a centrar su praxis en los cuidados de enfermería, se
hace preciso sistematizar su método de trabajo para ofrecer una asistencia de calidad”.
(Cateyano Fernández, 2009).
f.1. Filtrado de imágenes

El filtrado de las imágenes médicas, en este caso las imágenes de la medicina


nuclear, se pueden asemejar a los filtros de paso de banda, debido al estudio de las
imágenes en el espacio de las frecuencias (espacio de Fourier). Los parámetros a fijar son:
tamaño de píxel y número de bytes por píxel. Estos parámetros determinan la máxima
resolución espacial y la máxima discriminación en intensidad que se puede obtener. La
elección de los valores de estos parámetros viene determinada por el problema que se
estudia.

Del mismo modo que la representación de una señal temporal unidimensional se


puede realizar en los dominios temporales y de frecuencia, la representación de una imagen
también puede realizarse en los dominios espaciales y de frecuencia. La transformada de
Fourier permite pasar de una representación a la otra. Hay que destacar que la
representación de una imagen bidimensional en el dominio de la frecuencia es también una
señal bidimensional que puede ser tratada como una imagen con valores en el campo
complejo. Los cambios bruscos de intensidad y los detalles finos van asociados a
componentes de alta frecuencia, de modo que si se eliminan estas componentes, la imagen
resultante que se obtiene a partir de la transformada de Fourier inversa carece de estos
detalles.

f.1.1. Filtros paso-baja


Este filtro efectúa un filtrado paso-baja cuyo grado de filtrado se controla por el
radio de un círculo. Un filtro muy abrupto puede producir oscilaciones en la imagen
(fenómeno de Gibbs) llegando a tener una variación más suave. Son filtros con valores
altos en el origen y que se atenúan hacia las altas frecuencias.

Un filtro paso-baja puede implementarse también en el dominio espacial mediante


la convolución de una máscara de filtrado. La implementación de este filtro en el dominio
espacial presenta ventajas en el tiempo de cálculo frente a una implementación en el
dominio de la frecuencia. Como regla general, si la respuesta impulsional del filtro es de
tamaño menor que 12x12 píxeles, el filtrado es mejor realizarlo en el dominio espacial. El
radio del círculo, que determina el grado de filtrado, se expresa como fracción de la
frecuencia de Nysquist.

f.1.2. Filtro paso-alta


La implementación de un filtro paso-alta puede realizarse en el espacio de Fourier,
con un planteamiento complementario al del filtro paso-baja. El efecto de este filtro, que
actúa por multiplicación en el espacio de Fourier será, pues, de potenciación de la alta
frecuencia y eliminación de la baja frecuencia. Son filtros de realce o de extracción de
contornos.

Un filtro paso-alta puede implementarse también por una convolución en el dominio


espacial. Un ejemplo de filtro de paso de alta es el filtro laplaciano, el cual es
omnidireccional y extrae contornos en todas direcciones. Con este tipo de filtros, la
detección del contorno es perfecta en las imágenes sintéticas sin ruido, pero en la imagen
con ruido del estudio real, el filtro no sólo no detecta el contorno sino que potencia el ruido.
Este refuerzo del ruido es una característica de los filtros paso-alta. El grado de filtrado se
controla con el radio del círculo interior, que controla la frecuencia de corte.

f.1.3. Ejemplos de exploraciones

 Gammagrafía renal: se utiliza para examinar la morfología y función de los riñones con
el fin de detectar cualquier anomalía, como infecciones u obstrucción del flujo urinario.

 Gammagrafía de tiroides: se utiliza para evaluar la morfología y función tiroideas,


especialmente en el hipertiroidismo.

 Gammagrafía ósea: se utiliza para evaluar enfermedades de los huesos y articulaciones,


ya sean de origen tumoral, inflamatorio, degenerativo, traumatológico, metabólico o
vascular.

 Gammagrafía con galio-67 (Ga67): se utiliza para diagnosticar enfermedades


inflamatorias o infecciosas activas, tumores y abscesos.

 Centellograma Tiroideo con tecnecio-99m (Tc99m): se utiliza para localizar nódulos


en la tiroides e identificar el mejor tratamiento (esto lo determina el médico).

 Centellograma Tiroideo con iodo-131 (I131) o Captación tiroidea: se utiliza para


descubrir mal funcionamiento de la tiroides, generalmente hipertiroidismo, el cual es
tratado con dosis de iodo-131 (menores a 30 mCI).

 Dosis Ablativa de iodo-131: se utiliza para destruir las células cancerosas remanentes
después de la extirpación de la tiroides.

 Rastreo Corporal con iodo-131: se utiliza para saber si la dosis ablativa aplicada ha
sido efectiva en un 100%, de lo contrario debe darse una nueva dosis.

La medicina nuclear es un tipo de estudio que se hace para poder ver los órganos o algún
fallo.

f.2. Estudios de la medicina nuclear en el cáncer

Los estudios de medicina nuclear pueden ayudar a los médicos a encontrar tumores y
ver cuánto el cáncer se ha propagado en el cuerpo (la etapa del cáncer). También se pueden
usar para saber si el tratamiento está funcionando. Estos estudios no causan dolor y
normalmente se realizan como un procedimiento ambulatorio (sin hospitalización). El tipo
específico de exploración nuclear que se realizará depende del órgano que el médico quiera
estudiar. Algunos de los estudios de medicina nuclear más comúnmente usados para el
cáncer son:

- Gammagrafías óseas

- Tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés)

- Gammagrafía tiroidea

- Exploraciones MUGA (ventriculografía nuclear)

- Gammagrafías con galio

f.2.1. ¿Qué muestran estos estudios?

Los estudios de la medicina nuclear crean imágenes basándose en la química del


cuerpo (como el metabolismo) en vez de la anatomía y la estructura (como ocurre con otros
estudios por imágenes). Estos estudios usan sustancias liquidas llamadas radionúclidos
(también llamadas marcadores o radiofármacos) que liberan niveles bajos de radiación.

Los tejidos del cuerpo que están afectados por ciertas enfermedades, como el cáncer,
pueden absorber más o menos del marcador que los tejidos normales. Unas cámaras
especiales recogen el patrón de radiactividad para crear imágenes que muestran el recorrido
del marcador y dónde se acumula.

Si hay cáncer, el tumor puede aparecer en la imagen como un “punto caliente”; un


área de mayor actividad celular y absorción del marcador. Dependiendo del tipo de estudio
que se lleve a cabo, el tumor puede ser en cambio un “punto frío”; un lugar de menor
absorción (y menos actividad celular).

Es posible que los estudios nucleares no encuentren tumores muy pequeños y no


siempre pueden indicar si un tumor es realmente cáncer. Estos estudios pueden mostrar
algunos problemas en órganos internos y en tejidos mejor que otros estudios por imágenes,
aunque no proveen por sí solos imágenes muy detalladas. Por esta razón, a menudo se usan
junto con otros estudios de diagnóstico por imágenes para proporcionar un cuadro más
completo de lo que está sucediendo. Por ejemplo, las gammagrafías óseas que muestran
puntos calientes en el esqueleto suelen ser seguidas de radiografías de los huesos afectados,
las cuales son mejores para mostrar los detalles de la estructura ósea. Algunos exploradores
nucleares también se usan para medir la función cardiaca.
f.2.2. ¿Cuáles son las posibles complicaciones?

En general, los estudios de medicina nuclear son exámenes seguros. Las dosis de
radiación son muy pequeñas y los radionúclidos tienen bajo riesgo de ser tóxicos o de
causar una reacción alérgica. Algunas personas pueden sentir dolor o tener hinchazón en el
sitio donde se inyecta el material en una vena. En pocas ocasiones, algunas personas
presentarán fiebre o una reacción alérgica cuando se les administra un anticuerpo
monoclonal.

La exposición a la radiación de un explorador nuclear proviene de radionúclidos


usados (el explorador por sí solo no emite radiación). El material radiactivo en su cuerpo
disminuirá naturalmente y perderá su radiactividad con el paso del tiempo. También puede
que se elimine del cuerpo a través de la orina o las heces fecales dentro de pocas horas o
pocos días. Pregunte a su equipo de atención médica si necesita tomar precauciones en
cuanto a tener relaciones sexuales o estar cerca de los niños o de mujeres embarazadas
después de estos estudios.

Se le pedirá que tome mucha agua para eliminar el material radiactivo. Para reducir
el riesgo de exponerse al material radiactivo en su orina después del estudio, usted debe
bajar la tapa del inodoro y tirar la cadena tan pronto como lo haya utilizado. En pocas
ocasiones, los estudios de medicina nuclear se recomiendan a mujeres embarazadas, por lo
que debe informar a su médico si usted está o podría estar embarazada. Si está lactando a su
bebé, asegúrese de decírselo a su médico con anticipación. Es posible que tenga que extraer
la leche materna y desecharla hasta que el radionúclido se haya eliminado de su sistema.

f.3. Radiología

Los radiofármacos se han utilizado en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades


desde 1946, y son, por lo tanto, casi unos recién llegados entre las radiaciones de uso
médico, Actualmente, la especialidad medicina nuclear es un área dinámica, creciente y
vital de la medicina, en la que se están desarrollando constantemente nuevos radiofármacos
y diversas aplicaciones de estas sustancias, así como una instrumentación nueva y
mejorada. Un estudio realizado en 1966 calculaba que habían empleado radiofármacos en
aproximadamente millón y medio de personas, mediante los siguientes métodos:

Estudios funcionales en vivo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .55%

Estudios morfológicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .42%

Terapia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .03%

En esa fecha se estimó que anualmente se producía un aumento en el uso de


radiofármacos del 15 - 20 por 100. Basándose en estas cifras y en un supuesto incremento
del séptuplo en el uso de radiofármacos durante la década de los 1970, en 1975 se habrán
administrado radiofármacos a unos 6 millones de personas, cifra que probablemente
representa un cálculo conservador. Aunque el porcentaje de la población expuesta a la
radiación debido a los métodos de la medicina nuclear es pequeño en comparación con el
correspondiente al radiodiagnóstico, el impacto sobre la salud de estos métodos sigue
siendo importante. Como en el radiodiagnóstico, el impacto sobre la salud de estos métodos
sigue siendo importante: Como en el radiodiagnóstico, los métodos de la medicina nuclear
utilizan dosis bajas, cuyos riesgos biológicos potenciales son probablemente la
carcinogénesis (especialmente leucemia) y efectos genéticos. Los grupos que pueden sufrir
estos riegos son los pacientes, el personal, los fetos y las generaciones futuras.

f.3.1. Exposición de pacientes:

Tanto los usos diagnósticos como los terapéuticos de los radiofármacos dependen de
la acumulación de estas sustancias en el órgano “blanco”, es decir, en el órgano de interés.
Algunos radiofármacos tienen afinidad; ciertos órganos que no son necesariamente el
órgano de interés; estos órganos se llaman “órganos críticos”. Órgano crítico es aquel que,
aunque no acumular el mayor porcentaje de radiofármaco, limita la cantidad de fármaco
que se puede utilizar. Esta cantidad se basa no sólo en la acción de radiofármaco que se
produzca en este órgano, sino, lo que es importante, en la radiosensibilidad del órgano. El
órgano crítico es tanto el factor limitador de la dosis en un método que utilice
radiofármacos como la determinación del efecto biológico y del riesgo para la salud
dependen de la cantidad de radiación recibida; el órgano critico importancia fundamental.
Sin embargo, los radiofármacos se transfieren a través de todo el cuerpo por la corriente
sanguínea, produciendo la destrucción de todo el organismo, lo que también es importante.

f.3.2. Variables biológicas:

Un factor biológico que juega un papel importante es el hecho de que la mayoría de los
pacientes a los que se les aplican los métodos de medicina nuclear están enfermos. Algunas
cifras pueden variar mucho incluso para personas sanas, carecen en una medida aún mayor
si existe alguna enfermedad en el órgano. La enfermedad puede afectar al tamaño o al
funcionamiento del órgano yendo así en la cantidad de radionúclido acumulado, que, a su
vez, al haber exposición a la radiación del órgano crítico. Además, también puede
acumularse la exposición de los órganos secundarios en los que se acumula el radionúclido.

f.3.3. Reducción de la dosis:

De acuerdo con la tendencia actual a minimizarlas exposiciones, mentalmente


porque cada vez son más las personas expuestas a la radiación incluyendo los métodos
diagnósticos de medicina nuclear, se buscan continuamente métodos para reducir la dosis.
Actualmente hay una serie de métodos accesibles para reducir la exposición. El tipo de
radiación emitida por el radionúclido juega un papel fundamental. La obtención de la
imagen depende de la detección de los rayos de baja energía o electrones de conversión no
contribuyen al estudio, solamente a la exposición del paciente. Por ello se utilizan
radionúclidos para que sean emisores y puros o que tengan una cantidad muy pequeña de
radiación de baja energía. Esta es la razón por la que se ha difundido tanto el ustecnecio-
99m.

Un segundo método de reducción de la dosis es el uso de agentes semejantes a los


radionúclidos que bloqueen seguidamente y disminuyan la cantidad captada por los órganos
críticos que sean de interés en el estudio.

 Personal:

Los estudios realizados recientemente sobre el personal que trabaja en medicina


nuclear han revelado que la exposición recibida por estas personas está aumentando. Este
aumento en la exposición del personal es directamente atribuible al aumento en el uso de
generadores de alta actividad en la medicina nuclear.

Un estudio hecho recientemente ha revelado que el 99mTc es el radionúclido más


utilizado con fines de exploración. Este mismo determino que el 99mTc es el núclido que,
considerado aisladamente, contribuye en mayor medida a la exposición de las manos del
personal que en la medicina nuclear, que se debe fundamentalmente a la manipulación de
material radiactivo, no de los pacientes. Se ha calculado que el 95 por la exposición de las
manos se recibe durante la preparación e inyección de 99mTc, el 5 por 100 durante las
pruebas y una dosis despreciable durante las pruebas.

 Feto:

Como en radiografía, la protección del feto también es importante en medicina nuclear.


Muchos radionúcleidos atraviesan la barrera placentaria y se localizan en los tejidos fetales,
debido a la radiosensibilidad de los tejidos fetales, se pueden producir lesiones biológicas.
Se deben utilizar de forma rutinaria métodos de citación selectiva, como los que se utilizan
en radiodiagnóstico, para identificar a la pacientes potencialmente embarazadas antes de
someterlas a métodos de medicina nuclear.

 Generaciones futuras:

En 1970 se estimó la GSD para medicina nuclear en 0.3mR; comparada con la GSD para
radiodiagnóstico (20mR), esta cantidad es relativamente poco importante. Esta pequeña
contribución a la GSD se debe a algunos factores. Hasta 1970 solo una pequeña proporción
de la población estaba expuesta a métodos de medicina nuclear. El aumento estimado es del
20 por 100 en el uso de radiofármacos con fines diagnósticos dará lugar a la exposición de
un mayor número de personas. Además, en el pasado una gran parte de los individuos
potencialmente fértiles no se exponía a métodos de medicina nuclear a causa de la
recomendación para personas menores de 18 años. Este factor también está cambiando, a
medida que se van administrando radiofármacos a mayor número de niños con fines
diagnósticos.

g. Controversia sobre la energía nuclear:

Ventajas

 Alta densidad energética


El uranio es el elemento que comúnmente se utiliza en las plantas nucleares para
producir electricidad. Este tiene la propiedad de almacenar enormes cantidades de
energía, Tan solo un gramo de uranio equivale a 18 litros de gasolina, y un kilo produce
aproximadamente la misma energía que 100 toneladas de carbón (Castells, 2012).

 Más barato que los combustibles fósiles


En principio, el costo del uranio parece ser mucho más caro que el del petróleo o la
gasolina, pero si tomamos en cuenta que solo se requieren pequeñas cantidades de este
elemento para generar importantes cantidades de energía, al final el costo se vuelve
menor incluso que el de los combustibles fósiles.

 Disponibilidad
Una central nuclear tiene la cualidad de operar todo el tiempo, las 24 horas del día los
365 días del año, para suministrar energía eléctrica a una ciudad; esto es gracias a que el
periodo de recarga de combustible es cada año o 6 meses dependiendo de la planta.
Otro tipo de energías dependen de un suministro constante de combustible (como las
centrales eléctricas de carbón), o son intermitentes y están limitadas por el clima (como
las fuentes renovables).

 Emite menos Gases de Efecto Invernadero (GEI) que los combustibles


fósiles
La energía atómica puede ayudar a los gobiernos a cumplir sus compromisos de
reducción de emisiones de GEI. El proceso de operación en la planta nuclear no emite
gases de efecto invernadero ya que no requiere de combustibles fósiles. Sin embargo,
las emisiones que se producen ocurren durante todo el cicle de vida de la planta;
construcción, operación, extracción y molienda de uranio y desmantelamiento de la
central nuclear. (Sovacool, 2008). De los estudios más importantes que se han hecho
para estimar la cantidad de CO2 liberado por a actividad nuclear el valor medio Es de
66 g de CO2e / kWh. El cual es un valor de emisiones mayor al de otros recursos
renovables pero sigue siendo menor a las emisiones generadas por los combustibles
fósiles (Sovacool, 2008).

 Necesita poco espacio


Una planta nuclear necesita poco espacio en comparación con otro tipo de actividades
energéticas, solo requiere un terreno relativamente reducido para la instalación del
rector y las torres de refrigeración; mientras que las actividades energéticas eólica y la
solar necesitarían grandes terrenos para producir la misma energía que un planta nuclear
durante toda su vida útil.

 Genera pocos residuos


Los residuos que genera una planta nuclear son extremadamente peligrosos y nocivos
para el ambiente. Sin embargo, la cantidad estos es relativamente pequeña si lo
comparamos con otras actividades, y se emplean medidas de seguridad adecuadas, estos
pueden permanecer aislados del ambiente sin representar ningún riesgo.

 Tecnología aún en desarrollo


Existen muchos problemas aún por resolver en lo que respecta a la energía atómica. Sin
embargo, además de la fisión, existe otro proceso llamado fusión nuclear, el cual
consiste en unir dos átomos simples para formar un átomo pesado. El desarrollo de la
fusión nuclear, pretende utilizar dos átomos de hidrógeno para producir uno de helio y
generar energía, esta es la misma reacción que ocurre en el sol. Para que la fusión
nuclear ocurra son necesarias temperaturas muy elevadas, y un potente sistema de
refrigeración, lo que supone serias dificultades técnicas por lo que aún se encuentra en
fase de desarrollo. En caso de implementarse implicaría una fuente más limpia puesto
que no produciría desechos radiactivos y además generaría mucha más energía que la
producida actualmente mediante fisión del uranio.

Desventajas

 El Uranio es un Recurso no Renovable


Los datos históricos de muchos países demuestran que, en promedio, no más del 50-
70% del uranio podría ser extraído en una mina, ya que las concentraciones de uranio
menor a 0.01% dejan de ser viables, pues requiere procesar una mayor cantidad de
rocas y la energía empleada es mayor que la que podría generar en la planta. Además, la
minería del uranio tiene una vida media de extracción de depósitos de 10 ± 2 años
(Dittmar, 2013).

Dittmar propuso un modelo en 2013 para todas las minas de uranio existentes y
planeadas hasta 2030, en el cual se obtiene un pico de minería global de uranio de 58 ±
4 kton alrededor del año 2015 para posteriormente reducirse a un máximo de 54 ± 5
kton para 2025 y, a un máximo de 41 ± 5 kton alrededor de 2030. Esta cantidad ya no
será suficiente para alimentar las centrales nucleares existentes y previstas durante los
próximos 10-20 años

 No puede reemplazar a la actual cantidad de productores de


combustibles fósiles.
La energía nuclear por sí sola no representa una alternativa a los combustibles basados
en el petróleo, gas y carbón, ya que para reemplazar los 10 terawatios que se generan en
el mundo a partir de combustibles fósiles se necesitaran 10 mil centrales nucleares.
Como dato, en el mundo solo hay 486.

Se necesita mucha inversión de dinero y tiempo para construir una planta nuclear, por
lo general toman más de 5 a 10 años desde el inicio de la construcción hasta la puesta
en marcha, y es muy común que ocurran retrasos en todas las nuevas plantas
(Zimmerman, 1982). Además, el periodo de operación es relativamente corto,
aproximadamente de 30 o 40 años, y se requiere una inversión extra para el
desmantelamiento de la planta.

 Depende de los combustibles fósiles


Los posesos relacionados con la energía nuclear dependen de los combustibles fósiles.
El ciclo del combustible nuclear no solo implica el proceso de generación eléctrica en la
planta, también consiste en una serie de actividades que van desde la exploración y
explotación de minas de uranio hasta la clausura y desmantelamiento de la planta
nucleares.

 La minería de uranio es perjudicial para el ambiente


La minería del uranios es una actividad muy perjudicial para el ambiente, pues para
conseguir 1 kg de uranio hace falta remover más de 190.000 kg de tierra (Fernández y
González, 2015). En estados unidos los recursos de uranio en los depósitos
convencionales, donde el uranio es el principal producto, se estiman en 1.600.000
toneladas de sustrato de las cuales se pueden recuperar 250.000 toneladas de uranio.

El uranio se extrae en la superficie o en el subsuelo, es triturado y luego lixiviado en


ácido sulfúrico (Fthenakis y Kim, 2007). Los residuos que se generan contaminan el
suelo y el agua del lugar con elementos radiactivos y contribuyen al deterioro del
ambiente. El Uranio conlleva importantes riesgos en la salud en los trabajadores que se
dedican a su extracción. Samet y colaboradores concluyeron en 1984 que a minería del
uranio es un factor de riesgo mayor de desarrollar cáncer de pulmón que fumar
cigarrillos.

 Residuos muy persistentes


En la actualidad existen cerca de 140.000 toneladas de residuos radiactivos sin ningún
tipo de vigilancia los cuales fueron vertidos en entre 1949 y 1982 en la Fosa Atlántica,
por Reino Unido, Bélgica, Holanda, Francia, Suiza, Suecia, Alemania e Italia (Reinero,
2013, Fernández y González, 2015). Teniendo en cuenta que la vida útil del uranio es
de miles de años esto representa un riesgo para futuras generaciones.

 Desastres nucleares
Las centrales nucleares están construidas con estrictas normas de seguridad y sus
paredes son de concreto de varios metros de espesor para aislar el material radioactivo
del exterior. Sin embargo, no es posible afirmar que sean 100% seguras. A lo largo de
los años han sucedido varios accidentes que hasta la fecha implican que la energía
atómica representa un riesgo para la salud y seguridad de la población. El 11 de marzo
de 2011, ocurrió un terremoto 9 grados en la Escala de Richter en la costa este de Japón
provocando un devastador tsunami. Esto causó un daño extenso en la planta nuclear de
Fukushima-Daiichi, cuyos reactores fueron seriamente afectados. Las explosiones
posteriores dentro de los reactores liberaron productos de fisión (radionúclidos) a la
atmósfera. Los radionúclidos se unieron rápidamente a los aerosoles atmosféricos
(Gaffney et al., 2004), y posteriormente recorrieron grandes distancias alrededor del
mundo junto a las masas de aire debido a la gran circulación de la atmósfera. (Lozano,
et al. 2011).

Aunado a esto, se derramó una gran cantidad de material radioactivo al océano y, hasta
el día de hoy, la planta de Fukushima sigue liberando agua contaminada (300 t/d)
(Fernández y González, 2015). El accidente de Chernobil se produjo el 26 de abril de
1986, durante una evaluación del sistema eléctrico de control de la planta. La catástrofe
expuso a 30.000 personas que viven cerca del reactor a unos 45 rem de radiación cada
uno, aproximadamente el mismo nivel de radiación experimentado por los
sobrevivientes de la bomba de Hiroshima (Zehner, 2012).

Durante el período inicial posterior al accidente, los isótopos liberados más


significativos desde el punto de vista biológico fueron yodos radioactivos,
principalmente el yodo 131 y otros yoduros de corta vida (132, 133). La absorción de
yodo radioactivo por ingestión de alimentos y agua contaminados y por inhalación
resultó en una seria exposición interna a la glándula tiroides de las personas. Durante
los 4 años posteriores al accidente, exámenes médicos detectaron cambios sustanciales
en el estado funcional de la tiroides en los niños expuestos, especialmente menores de 7
años de edad (Nikiforov y Gnepp, 1994).

 Usos bélicos
Según Fernández y González (2015) es muy difícil separar la industria nuclear civil de
la militar ya que los residuos de las centrales nucleares, como plutonio y uranio
empobrecido, son materia prima en la fabricación de armas nucleares. El plutonio es la
base de las bombas atómicas, mientras que el uranio se usa en proyectiles. El crecimiento
de la energía nuclear ha aumentado la capacidad de las naciones de obtener uranio para armas
nucleares. Es bien sabido que uno de los factores que llevan a varios países sin programas de
energía nuclear a expresar interés en esta energía, es el fundamento que tales programas les
podrían ayudar a desarrollar armas nucleares. (Jacobson y Delucchi, 2011).

Un aumento mundial a gran escala de las instalaciones de energía nuclear puede poner al
mundo en riesgo ante una posible guerra nuclear o ataque terrorista. Hasta la fecha, el desarrollo
o intento de desarrollo de armamento nuclear de países como India, Irak y Corea del Norte se
ha realizado en secreto en instalaciones de energía nuclear (Jacobson y Delucchi, 2011).
Bases Legales
Según Villafranca D. (2002) “Las bases legales no son más que se leyes que
sustentan de forma legal el desarrollo del proyecto” explica que las bases legales “son
leyes, reglamentos y normas necesarias en algunas investigaciones cuyo tema así lo
amerite”.

Dado que la Energía Nuclear es un tema relativamente nuevo en el país, no se han


establecidos bases legales que claramente interfieran con el desarrollo de esta investigación.

Definición de Términos Básicos


Encontrar recursos energéticos inagotables, baratos y no contaminantes ha sido un
afán del hombre prácticamente desde la revolución industrial. Los combustibles
tradicionales (carbón, petróleo, gas...) resultan caros, contaminan y son cada vez más
escasos. El gran salto cuantitativo lo dio el descubrimiento, hacia 1938-1939, de que la
fisión, esto es, la separación del núcleo de un átomo en otros elementos, liberaba gran
cantidad de energía. Desgraciadamente esta energía, a pesar de su rendimiento, es también
altamente peligrosa recuérdese que uno de sus primeros usos fue el militar en Hiroshima y
Nagasaki.

Ténganse en cuenta también los desastres de Chernobyl y las fugas radiactivas,


paradas de reactores por problemas diversos... aparte de los problemas que no se dan a
conocer. La alternativa de futuro es la fusión nuclear. Pero antes de continuar conviene
aclarar algunos conceptos fundamentales. La energía nuclear debe su nombre a que se basa
en el poder de los núcleos de los átomos, por lo que debemos definir qué es un átomo, lo
cual no resulta del todo fácil. Como aproximación baste decir que es la partícula más
pequeña de un elemento químico que entra en combinación para formar dicho elemento.

El Átomo: En física nuclear se estudian las llamadas partículas fundamentales, esto es, las
que forman parte de todos los átomos, y que según su número en éstos darán los distintos
tipos de átomos. Las partículas más conocidas y las necesarias a los efectos de este trabajo
son el electrón, el protón y el neutrón.

Composición: Un átomo está compuesto por un núcleo, formado por neutrones (no
siempre) y protones llamados conjuntamente nucleones. Estos con carga eléctrica positiva y
aquellos neutra; a su vez, el átomo consta de una envoltura electrónica a base de electrones,
de carga eléctrica negativa. En la naturaleza todos los átomos son eléctricamente neutros,
teniendo igual número de protones que de electrones. Los electrones giran en torno al
núcleo gracias a las fuerzas de atracción y repulsión (cargas eléctricamente opuestas se
atraen.
Para evitar que los electrones se unan al núcleo aquellos giran, como decimos,
velozmente en diversos niveles de energía. A más lejanía de cada nivel respecto del núcleo
más despacio giran, pues las fuerzas de atracción son inferiores.

El hidrógeno y sus isótopos.


Diferencia entre fisión y fusión.

Por la fisión nuclear, un núcleo pesado como el Uranio, es dividido generalmente en


dos núcleos más ligeros debido a la colisión de un neutrón (recordemos que un átomo se
compone básicamente de electrones, protones y neutrones). Como el neutrón no tiene carga
eléctrica atraviesa fácilmente el núcleo del Uranio.

Al dividirse éste, libera más neutrones, que colisionan con otros átomos de Uranio
creando la conocida reacción en cadena, de gran poder radiactivo y energético. Esta
reacción se produce a un ritmo muy acelerado en las bombas nucleares, pero es controlado
para usos pacíficos.

Por contra, la fusión consiste en la unión de dos núcleos ligeros (Litio y Deuterio)
en uno más pesado (Helio) aunque la suma de su masa es menor que la masa de los núcleos
reaccionantes, pues esa pérdida se ha convertido en energía, obteniéndose del orden de 4
veces más energía que en la fisión. Dicha energía se produce en virtud de la famosa Teoría
de la Relatividad formulada por Albert Einstein, E=mc2 (Energía = masa por el cuadrado
de la velocidad de la luz en el vacío), ya que aquella ni se crea ni se destruye, sino que se
transforma. Hemos transformado masa en energía.

La radiactividad: El descubrimiento de la radiactividad se debe al físico francés


Henri Becquerel, al comprobar casualmente en 1896 cómo quedaba impresa una placa
fotográfica en la que se habían colocado cristales de uranio y potasio, aun sin la
intervención de la luz solar. La radiactividad supone que las sustancias llamadas
radiactivas emiten espontáneamente radiaciones capaces de atravesar la materia,
impresionar placas fotográficas o producir ionización o fluorescencia.

La Radiación nuclear.
Los procesos nucleares emiten tres clases de radiaciones:

- Partículas Alfa: Son núcleos de átomos de helio, compuestos por 2 neutrones y 2


protones. Tienen carga eléctrica positiva y se desvían poco al pasar a través de un campo
electromagnético. Cuando un núcleo radiactivo emite una partícula alfa, su número
atómico Z disminuye en 2 unidades, y su número másico (masa) en 4 unidades.

- Partículas Beta: Son electrones de alta velocidad, que se desvían fácilmente ante un
campo electromagnético. Cuando un núcleo emite una partícula beta su número atómico
aumenta en 1 unidad, pero el número másico aumenta 2 unidades. Así, cuando Th 234
(Z=90) emite una partícula beta, resulta Th 235 (Z=92).

- Rayos Gamma: Son fotones de gran energía. No se trata de partículas, sino de ondas
electromagnéticas, como los rayos X o la luz, pero su energía es mucho mayor que ésta
al tener una longitud de onda mucho menor.

Poder de penetración de la radiación.

Las partículas y rayos definidos tienen diferente poder de penetración en la materia. Así,
y tomando como referencia una plancha de aluminio, tenemos:

- Partículas Alfa: 0´0005 cm. de espesor. Son absorbidos por una hoja de papel, que no
logran atravesar.

- Partículas Beta: 0´005 cm. de espesor.

- Rayos Gamma: 8 cm. de espesor. Son los más peligrosos en toda reacción nuclear.

Actividad de una muestra radiactiva.

Es el número de desintegraciones por segundo que en ella se producen, y es proporcional


al número de átomos radiactivos que contenga. Esto nos lleva a la Ley de decrecimiento
exponencial de la actividad de una muestra radiactiva, o dicho de otro modo, el tiempo que
cada elemento radiactivo tarda en perder la mitad de su radiactividad (semivida).

Por ello, cuando se dice, por ejemplo, que el torio (238) tiene una semivida de 24 días,
nos están diciendo que tarda ese tiempo en perder la mitad de su radiactividad.

Iones del Hidrogeno

Como recordará, un átomo está compuesto por un núcleo, formado por neutrones
(no siempre) y protones. Estos con carga eléctrica positiva y aquellos con carga neutra (sin
carga); a su vez, el átomo consta de una envoltura electrónica a base de electrones, de carga
eléctrica negativa. En la naturaleza todos los átomos son eléctricamente neutros, teniendo
igual número de protones que de electrones.
Mientras que la fisión nuclear se conoce y puede controlarse bastante bien, la fusión
plantea el siguiente gran inconveniente, que hace que continúe en fase de estudio, aunque
bien entrado el siglo XXI se espera resolver: Para que la reacción de fusión sea posible hay
que vencer la mencionada repulsión electrostática entre dos núcleos igualmente cargados;
esto es, al existir núcleos atómicos con igual carga, y en virtud del principio de que cargas
iguales se repelen, hay que aplicar una gran energía para conseguir la unión de las mismas.

Esto se logra gracias al calor, aplicando temperaturas de millones de grados. El


problema referido proviene de la Proceso de la fusión nuclear dificultad de encontrar un
reactor que aguante esa temperatura. Dicha temperatura se logra en el interior de una
explosión de fisión, que es el comienzo de toda bomba de fusión o bomba H, cuyo padre
científico fue Edward Teller. Con este calor se crea un nuevo estado de la materia, el
plasma, en el que se da un absoluto desorden de iones y electrones.

Una vez acabada la reacción de fusión nos encontraremos con una esfera expandida
con una temperatura de millones de grados en la que pululan los productos de la fusión
(litio e isótopos del hidrógeno), tal es su velocidad que pueden fundirse unos con otros
dando lugar a la reacción de fusión. Esta reacción genera más energía que la anterior y
libera gran cantidad de partículas nucleares, pero no es una reacción en cadena, ya que el
propio calor que genera hace que las partículas se separen y se expandan en forma de una
esfera de plasma con una temperatura que tan sólo experimenta el universo de manera
natural en muy raras ocasiones (en forma de supernova). De esta forma cada gramo de
Hidrogeno produce del orden de 173.000 Kilovatios/hora.

El proceso de fusión a nivel atómico.

"Supongamos que una pequeña concavidad hemisférica (a modo de cuenco) hecho


en una tabla horizontal es un núcleo, y que una bola de acero de un tamaño muchísimo
menor es una partícula. Si empujamos la bola por la tabla hacia el cuenco caerá rodando
por uno de sus lados y subirá por el opuesto, saliéndose del mismo. Por otra parte, si se
suelta la bola dentro del cuenco en uno de sus lados a medio camino del fondo, subirá hasta
igual altura por el otro lado, volverá al punto de partida, y si no existen influencias
externas, seguirá oscilando eternamente.

Pues bien, el problema de la fusión consiste en introducir la bola de acero en el


cuenco y lograr que permanezca en su interior en lugar de salirse. Esto sólo lo podrá hacer
cediendo energía de algún modo. En la fusión se llama energía de enlace a la cantidad de
energía que debe ceder la partícula externa para quedar atrapada en el cuenco. Un buen
ejemplo de esta pérdida de energía es la producida por la fusión del deuterio y el tritio, dos
isótopos del hidrógeno.

El núcleo del tritio contiene un protón y dos neutrones, y el del deuterio un protón y
un neutrón, dando un total de 5 partículas. En la fusión de esos isótopos, cuatro de las
partículas -2 neutrones y 2 protones- se unen con gran fuerza, siendo capaces de expulsar
violentamente al neutrón restante, desprendiéndose así de la cantidad de energía necesaria.
Esta es la energía que libera una reacción de fusión. Cuando las anteriores 4 partículas han
hecho esto pueden rodar por su cuenco sin que nada les moleste, pero para lograr esto hay
que comprimir fuertemente los núcleos. Sólo en ese momento la fuerte interacción puede
extender sus cortos pero potentes brazos en ese abrazo que desencadena la energía
explosiva de una bomba de hidrógeno".

Cómo se puede conseguir la fusión.

Hay formas de conseguir la energía nuclear de fusión que se están experimentando


actualmente, el confinamiento magnético y el confinamiento inercial.

 Confinamiento magnético: Se consigue crear y mantener la reacción gracias a grandes


cargas magnéticas que hacen las veces de muros de contención de las cargas nucleares.
La explicación es la siguiente: Puesto que el plasma está formado por partículas
cargadas, éstas deben moverse describiendo hélices a lo largo de las líneas magnéticas.
Disponiendo estas líneas de manera que se cierren sobre sí mismas y estén contenidas en
una región limitada del espacio, las partículas estarán confinadas a densidades más
modestas durante tiempos lo suficientemente largos como para conseguir muchas
reacciones de fusión.

 Confinamiento inercial: El calentamiento se consigue con láseres de gran potencia y el


confinamiento del plasma con la propia inercia de la materia. Este plasma se contiene
por muy poco tiempo (microsegundos), pero a densidades muy altas (produciéndose
muchas reacciones).

La investigación actual se está inclinando más por el confinamiento magnético,


habiéndose descubierto recientemente un nuevo método para mantener la reacción,
cambiando el campo magnético de la forma cilíndrica a otra aproximadamente en forma de
cuerno de toro. También se ha hablado de la fusión en frío, para evitar los problemas
antedichos.

Desgraciadamente, y como la inversión en los otros dos sistemas ha sido grandísima y


costaría mucho dinero cambiar los métodos de investigación a esta nueva vía, aparte de las
presiones de los científicos que ahora investigan, que vieron peligrar sus subvenciones, al
descubridor de la fusión en frío poco menos que se le lapidó, no volviéndose a oír hablar de
él ni de su sistema. Científicos más objetivos consideran que con ello se han perdido al
menos 40 ó 50 años en la investigación de la fusión. Podemos decir con orgullo que España
se encuentra en los primeros puestos en cuanto a investigación de la energía de fusión,
disponiendo de prestigiosos científicos dedicados a esta materia y con gran reconocimiento
internacional.

La reacción de fusión se suele conseguir por la unión del tritio y el deuterio (isótopos del
hidrógeno) para conseguir una partícula X (alfa) logrando el calor necesario. El deuterio se
encuentra en un 0,15% en el hidrógeno, y el tritio se extrae del litio, muy abundante en el
agua, por lo que no hay problemas en cuanto a estas materias primas.
El Sol, la gran central nuclear de fusión

Aparte de que esto, técnicamente, llegará a ser factible, habrá que contar de nuevo con los
intereses económicos y políticos (la industria del petróleo mueve anualmente miles de
millones de euros, y los estados ganan muchísimo a través de los impuestos). Recordemos,
por ejemplo, el caso de aquel español que inventó un motor a base de agua hace unos años;
sorprendentemente la noticia desapareció de los medios de comunicación en cuestión de
días (¿presiones económicas y políticas?). Con todos estos antecedentes cabe preguntarnos
si de verdad podremos ver un día estos avances y beneficiarnos, como ciudadanos de a pie,
de ellos.

Recientemente se ha logrado en el reactor español de fusión TJ-II, del CIEMAT, confinar


plasma a una temperatura similar a la del sol. El objetivo de este reactor no es conseguir la
fusión y generar electricidad, sino estudiar durante los próximos quince años el
comportamiento del plasma.
CAPITULO 3:
MARCO METODOLÓGICO
Nivel de Investigación
Esta investigación se enmarca como exploratoria debido a la falta de antecedentes
sobre el tema hablado “Energía Nuclear”.

Investigación Exploratoria: Es aquella que se efectúa sobre un tema u objeto poco


conocido o estudiado, por lo que sus resultados constituyen una visión aproximada de dicho
objeto.

Diseño de Investigación
Investigación Documental. Es aquella que se basa en la obtención y análisis de
datos provenientes de materiales impresos u otros tipos de documentos.

Se realizara un estudio sobre la “Energía Nuclear”, mediante la consulta de material


bibliográfico y hemerográfico.

Población y Muestra
La matrícula será la comunidad de estudiantes de la Unidad Educativa Colegio
“Ana Mayo Torrealba”, en el contexto físico está ubicada en la calle “Las Flores” entre el
boulevard de banco obrero y la tercera transversal del paraíso.

La población está conformada por, 494 estudiantes, 37 docentes y 7 en el personal


de mantenimiento. La muestra estará limitada a tercer año sección: “U” integrada por 34
individuos a los cuales les será aplicado el instrumento en cuestión.

Técnicas e Instrumentos de Recolección de Datos


Para la recolección de datos que aporten luz al buen devenir de la investigación, se realizara
una encuesta y el instrumento a utilizar serán los formatos de cuestionario con opción a
respuestas dicotómicas.
Técnicas de Procesamiento y Análisis de Datos
¿Conoces sobre la energía nuclear?

La energía nuclear es aquella que se genera mediante un proceso en el que se desintegran


los átomos de un material denominado uranio. La energía que libera el uranio al
desintegrarse sus átomos produce calor con el que se hierve el agua que se encuentra en los
reactores nucleares. Al hervir, el agua genera vapor con el que se mueven las turbinas que
se encuentran dentro de los reactores, consiguiendo así producir electricidad.
¿La energía nuclear puede llegar a producir más electricidad que el resto
de energías?

La central nuclear de Chernóbil contaba con 4 reactores, cada uno generaba 1000 MW; la
central nuclear Palo Verde tiene tres reactores con potencia cada uno de 1270 MW. En el
extremo opuesto, en los submarinos nucleares más grandes la potencia del reactor alcanza
los 190 MW, pero los hay tan pequeños como 1.5 MW. Los reactores nucleares que
generan energía para uso civil son por lo general muy grandes porque solo así son
rentables, recientemente han aparecido nuevas tecnologías que hacen a los reactores más
eficientes y seguros. Posiblemente se vean algunos más pequeños operando en un futuro
cercano
¿Venezuela tiene la suficiente cantidad de conocimiento y recursos para
construir un reactor nuclear?

Aunque no lo parezca, Venezuela fue el primer país en Latinoamérica en construir una


central nuclear este fue llamado “Reactor RV- 1” y se encontraba localizado en Altos de
Pipe en los Altos Mirandinos, parte del Estado Miranda. Este fue construido en gran parte
bajo el gobierno de Marcos Pérez Jiménez bajo la dirección del Dr. Humberto Fernández
Moran. La capacidad eléctrica que este reactor llego a producir fueron de 3
Megavatios/hora (MW/h) funcionando con uranio enriquecido al 20%.
¿Tendrá la población venezolana el conocimiento sobre que es la energía
nuclear?

Luego de que el presidente Marco Pérez Jiménez abandonara el proyecto y lo retomara de


vuelta el presidente Hugo Rafael Chávez Frías con la ayuda de Rusia para la
implementación del mismo, este fue cancelado por el temor de que sucediera algo parecido
a lo que ocurrió en la ciudad de Fukushima, que aunque fue un accidente causado por u
tsunami y no por una falla en sí, esto le infligía mucho temor al presidente. A partir de ahí
el proyecto fue quedando en el olvido, tanto que ahora gran parte de la población no sabe
nada al respecto.
¿Sabes sobre la catástrofe ocurrida en la ciudad de Chernóbil?

Una gran minoría de los encuestados sabían sobre esta catástrofe causada por el mal uso de
una excelente fuente de energía, la cual ocurrió debido a una cadena de fallos que fueron
dejando al reactor en un estado de funcionamiento inestable. La primera de las fallas fue el
dejar el reactor funcionando a menos del 10% de su potencia normal, concretamente este
llego a estar por debajo de la producción de 50Mw/h dejando los sistemas de seguridad
inactivos, al darse cuenta de esto los trabajadores procedieron a sacar las barras de control
las cuales son utilizadas para regular las explosiones en cadena que son producidas al hacer
contacto con los átomos de uranio, solo dejando 8 en funcionamiento de las 170 barras de
control siendo el mínimo que se deberían dejar 30.
Como recurso para el hombre, ¿Te parece peligrosa?

Si nos fijamos en los accidentes de Fukushima y Chernóbil se puede ver claramente que la
causa ha sido más por fallos de diseño que por error humano. Entonces, ¿por qué no se
construyen centrales que no tengan fallos de diseño? Bueno, en prácticamente todo el
mundo se hacía después del accidente de Chernóbil, pero nadie pensó en sucesos naturales
extremos como tsunamis (además de no ser demasiado inteligente poner los sistemas de
respaldo bajo tierra, en cota inundable). Es fácil demostrar que si se hubieran puesto
generadores de emergencia a suficiente altura se habrían salvado todos los reactores.
¿Cómo? Fácil: Fukushima 5 y 6, también afectadas por el seísmo y posterior tsunami,
tenían los generadores de emergencia a una cota no inundable, pudiendo así refrigerar los 2
reactores.
CAPITULO 4:
ASPECTOS ADMINISTRATIVOS
4.1. Recursos necesarios:

Recursos materiales: Escritorio, computadora, cuadernos, lápices, sacapuntas,


borradores, sillas, otros.

Recursos humanos: Asistentes de la investigación (2), encuestadores (2), colaboradores


(1).

Recursos financieros: No hubo.

4.2. Cronograma de actividades.

Actividades Sep Oct Nov Dic Ene Feb Mar Abr May Jun

Rev. bibliográfico x x x x x x x

Elaboración del primer x x


capitulo

Elaboración del segundo x x


capitulo

Recolección de datos x x

Procesamiento de datos x

Análisis de los datos x x

Realización de conclusiones x x

Acomodar y corregir el x x
proyecto

Presentación del proyecto x

Documento a publicarse x
CONCLUSIONES
Se puede deducir de manera explícita que cuando sea habla de energía nuclear no
necesariamente se habla de destrucción, también se puede decir que es algo con lo cual la
humanidad se ha visto de una manera u otra beneficiada puesto que cuando se habla de las
pocas fuentes de energía existentes y eficaces, la energía nuclear siempre se muestra
presente y por ello se debería tratar de alguna forma de dar equivalencia a lo peligroso y lo
beneficioso que puede ser la utilización de dicha energía en nuestro planeta. La energía
nuclear es una forma de energía que se obtiene de la desintegración (fusión) o integración
(fisión) de los átomos. Esta forma de energía es de tal magnitud que puede generar millones
de watios de energía eléctrica en un solo proceso de fusión o fusión.

Dicha energía se ha utilizado de muchas formas, pero principalmente en la construcción de


armamento altamente destructivo, sin embargo su uso para el beneficio de la humanidad ha
sido muy satisfactorio, implementándose en la medicina, elaboración y mantenimiento de
alimentos, en el mantenimiento del medio ambiente, en la industria e investigación, y en la
generación de energía eléctrica. Es de hacer notar, que sin embargo a pesar del uso pacífico
que se la ha dado a la energía nuclear, no se han hecho grandes esfuerzos para liberar a la
humanidad del peligro de las armas nucleares, transformándose de esta forma en un medio
de destrucción masiva.

En el caso de Venezuela la implementación de este tipo de energía no está muy difundido,


ya que solo entes pertenecientes al gobierno nacional, tales como el IVIC, son los que han
manejado el uso de la energía nuclear y su implementación en las áreas de agricultura,
medicina e industria, siendo el IVIC la única organización de investigación científica en
Venezuela que posee un reactor nuclear. A diferencia de otros países de Latinoamérica tales
como Brasil, Argentina y Chile, donde se han implementado plantas nucleares para
producción de energía eléctrica, en Venezuela no se han hecho grandes esfuerzos para
llevar a cabo proyectos de esta magnitud.

Además de que esta no se encuentra establecida en ningún ámbito, social económico,


informativo y lo más importante no hay carreras donde se puedan obtener profesionales
para que exploten este recurso que cada vez va tomando más importancia y que podría
llegar a ser un elemento fundamental en la demanda de energía que se está generando a
nivel mundial, pero que al ser mal usada podría destruir al mundo por su gran potencial
energético. Otro punto primordial es la opinión de la gente, ya que nos damos cuenta que
son pocos los que están realmente informados y comprenden el tema.
GLOSARIO
Almacenamiento de residuos (Temporal - Definitivo): Es la acción de conservar los
residuos radiactivos en lugares específicamente diseñados para tal fin. Hay
almacenamientos temporales, es decir, lugares que permiten el almacenamiento durante el
tiempo necesario para que la actividad de los residuos radiactivos que contienen descienda
hasta unos valores fijados previamente; los almacenamientos temporales están pensados
para permitir la vigilancia del lugar y la recuperación de los residuos que contienen.
También existen los almacenamientos definitivos, lugares que se evalúan como
suficientemente seguros como para que se depositen en ellos los residuos radiactivos sin
intención previa de recuperarlos

Absorción: Transferencia de energía de la radiación ionizante a un material.

Accidente: Acontecimiento imprevisto incluyendo errores de operación, fallas de equipos u


otros contratiempos que son susceptibles de acarrear para una o varias personas una dosis
superior a las normales, pudiendo superarse los límites de dosis.

ADN: Ácido desoxirribonucleico. Tipo de ácido nucleico, una macromolécula que forma
parte de todas las células. Contiene la información genética usada en el desarrollo y el
funcionamiento de los organismos vivos conocidos y de algunos virus, siendo el
responsable de su transmisión hereditaria.

Alternador: Máquina eléctrica capaz de transformar energía mecánica en energía eléctrica,


generando una corriente alterna mediante inducción electromagnética.

Antena: Dispositivo que, con formas muy diversas, sirve para emitir o recibir ondas
electromagnéticas.

Atenuación: Pérdida de energía de la radiación ionizante por dispersión y absorción al


interaccionar con la materia.

Átomo: Cada uno de los corpúsculos eléctricamente neutros de los que está constituido un
elemento químico. Consta de un núcleo, formado esencialmente por neutrones y protones y
de una corteza de electrones.

Barra: Combustible nuclear dispuesto en forma de barra formado por pastillas de


combustible contenidas en una vaina tubular metálica.

Barra de Control: Elemento de control de la reactividad de un reactor nuclear en forma de


barra. La inserción de las barras de control en el núcleo del reactor conduce a la cesación de
la reacción nuclear en cadena.

Barrera de Seguridad: Conjunto de componentes, sistemas o normas administrativas


usadas en instalaciones nucleares o radiactivas para prevenir accidentes. En una central
nuclear se habla, generalmente, de 3 barreras de seguridad: la vaina de la varilla de
combustible, la vasija del reactor (el circuito primario) y la contención. A veces se añade
como primera barrera la propia pastilla de combustible que por su tratamiento permite
retener, en condiciones de funcionamiento normales, gran parte de los productos de fisión
generados.

Becquerelio: Unidad para la medida de la actividad radiactiva. Su símbolo es Bq, y


corresponde a una desintegración radiactiva por unidad de tiempo.

Blindaje: Espesor de material interpuesto entre una fuente de radiación ionizante y el punto
receptor, con el objeto de atenuar dicha radiación.

Calor: Forma de energía asociada al movimiento de los átomos, moléculas y otras


partículas que forman la materia. El calor puede ser generado por reacciones químicas
(como en la combustión), nucleares (como las que tienen lugar en el interior del sol),
disipación electromagnética (como en los hornos de microondas) o por disipación mecánica
(fricción).

Ciclo del combustible nuclear: Conjunto de operaciones industriales a las que se someten
los materiales fisionables para su aprovechamiento en un reactor nuclear. Comprende desde
las etapas de minería hasta las de gestión del combustible irradiado.

Circuito primario de refrigeración: Sistema cerrado por el que circula el fluido


refrigerante de un reactor nuclear (en la mayoría de los reactores agua) que extrae el calor
formado en el núcleo por la reacción nuclear. Es, por tanto, el circuito que contiene el
fluido que está directamente en contacto con los elementos combustibles.

Condensador: Es un elemento intercambiador térmico, en el cual se pretende que cierto


fluido que lo recorre, cambie a fase líquida desde su fase gaseosa mediante el intercambio
de calor con otro medio.

Contaminación radioactiva: Presencia indeseada en seres vivos, objetos o en el medio


ambiente. Se habla de contaminación superficial (si afecta a la superficie de los objetos),
contaminación externa (piel de las personas) o contaminación interna (órganos internos de
personas).

Contención: Estructura utilizada para albergar en su interior instalaciones nucleares o


radiactivas para disminuir la posibilidad de contaminación del medio ambiente. En
centrales nucleares, la contención está formada por una chapa de acero de revestimiento y
un recubrimiento de hormigón de 90 cm. de espesor y contiene en su interior el reactor y el
circuito primario.
Contenedor: Recipiente diseñado para contener combustible gastado o material radiactivo
con el fin de facilitar su transporte o almacenamiento.
Cosmogónico (Nucleído): Aquel formado por interacción de los rayos cósmicos
(producidos por el sol) con núcleos de átomos de la atmósfera o de la superficie terrestre.

Curio: Antigua unidad de actividad, no perteneciente al Sistema Internacional de


Unidades, que ha sido sustituida por el becquerel (Bq) y cuya equivalencia es: 1 Ci = 3,7
E+10 Bq.

Detector: Dispositivo destinado a detectar la radiación.

Disparo: Parada forzosa del reactor impuesta por el funcionamiento de alguno de sus
sistemas de seguridad.

Dispersión: Deflexión de la radiación por interacción con la materia.

Dosimetría: La ciencia y la técnica para determinar la dosis de radiación.

Dosímetro: Dispositivo que permite calcular la dosis de radiación recibida.

Dosímetro personal: El detector de radiación que es portado por los individuos expuestos
a las radiaciones para medición de la dosis. Permite evaluar las condiciones de trabajo
desde el punto de vista radio-sanitario e implementar medidas para su optimización.

Dosis: Es la medida de la radiación recibida o "absorbida" por un blanco.

Dosis absorbida: Energía cedida por la radiación ionizante a la unidad de masa del
material irradiado. La unidad S. I. es el joule por kilogramo (j.kg-1), llamado Gray (Gy).

Dosis efectiva: Es la sumatoria de las dosis equivalentes en los tejidos, cada una corregida
por la diferente sensibilidad al daño de los diferentes órganos y tejidos (factores de
ponderación de los tejidos). Su unidad en el S. I. es el Sievert (Sv).

Dosis equivalente: Dosis absorbida en un tejido u órgano corregida por el distinto daño
función del tipo y la calidad de la radiación (factores de ponderación de la radiación). Su
unidad en el S. I. es el Sievert (Sv).

Edificio de contención: Barrera de seguridad construida para albergar un reactor nuclear


que consiste en una estructura de hormigón, acero o una combinación de ambos. Está
diseñado para que, en caso de emergencia, pueda contener los materiales radiactivos.

Efectos biológicos de las radiaciones ionizantes: Transformaciones producidas por la


radiación ionizante cuando incide en un organismo vivo como, por ejemplo, el cuerpo
humano. Estos efectos son de dos clases: deterministas o estocásticos.
Efectos deterministas: Son aquellos efectos biológicos en los que hay una relación causal
entre la dosis y el efecto. Únicamente se manifiestan cuando la dosis alcanza o supera un
determinado valor (dosis umbral), por lo que ocurren tras exposición a dosis moderadas-
altas de radiación. Su gravedad depende, por tanto, de la dosis recibida. Reciben también el
nombre de reacciones tisulares y algunos ejemplos son el enrojecimiento de la piel, la caída
del cabello, cataratas, esterilidad, cambios en la composición de la sangre, etc.

Efectos estocásticos: Son aquellos efectos biológicos en los que la relación entre dosis y
efecto es de naturaleza probabilística. Carecen de dosis umbral y su gravedad no depende,
linealmente, de la dosis recibida. Ocurren tras exposición a dosis bajas de radiación y están
representados por la generación de tumores y la producción de alteraciones heredables.

Efluente radioactivo: Fluido (líquido o gaseoso) radiactivo procedente de una instalación


nuclear o radiactiva que se somete a control, y, cuando es necesario a tratamiento, antes de
su descarga al medio ambiente.

Electrón: Partícula elemental estable, que forma parte de los átomos y que pose carga
eléctrica negativa.

Elemento combustible: Dispositivo que contiene los materiales nucleares que se alojan en
un reactor nuclear para producir energía.

Energía: Magnitud física conservativa que expresa la capacidad de un sistema para


producir trabajo y calor. Su unidad de medida es el Julio (1 eV = 1,6 x 10-19 Julio). Según
la forma o el sistema físico en que se manifiesta, se consideran diferentes tipos de energía:
electromagnética, térmica, eléctrica, luminosa, mecánica, química, nuclear, etc.

Enriquecimiento: Operación de aumentar la abundancia isotópica de un nucleido en una


sustancia. En los materiales nucleares, el enriquecimiento se refiere a los materiales
fisionables.

Espectro electromagnético: Representación de los distintos tipos de ondas


electromagnéticas donde se muestra su localización respecto a su longitud de onda o
frecuencia.

Exposición: La incidencia de radiación ionizante sobre las personas.

Exposición aguda: Exposición que tiene lugar en un periodo de tiempo muy pequeño.

Exposición crónica: Exposición que tiene lugar durante largos periodos de tiempo.
Exposición del público: Exposición recibida por miembros del público de fuentes de
radiación, excluyendo cualquier exposición médica u ocupacional y las exposiciones
debidas al fondo natural de radiación.

Exposición externa a la radiación: La que se produce cuando la fuente emisora de


radiaciones está separada del individuo potencial receptor de la misma.

Exposición interna a la radiación: La que se produce cuando la fuente emisora de


radiaciones ha sido incorporada por un individuo a su organismo mediante ingestión o
inhalación.

Exposición médica: Exposición recibida por los pacientes como parte de su propio
diagnóstico o tratamiento y por las personas que voluntariamente ayudan en la asistencia y
bienestar de los pacientes.

Exposición natural: La exposición producida por fuentes naturales de radiación que


incluye la radiación cósmica y las fuentes de radiación terrestres. El promedio mundial de
la dosis efectiva debida a la exposición natural es de 2,4 mSv por año.

Exposición ocupacional: Exposición recibida en el trabajo como resultado directo de las


actividades ocupacionales, ya sean a tiempo completo, parcial o temporal.

Exposición potencial: Exposición que no es esperada o producida con certeza pero que
puede resultar de un accidente o una secuencia de eventos de naturaleza probabilística,
incluyendo fallas de equipos y errores de operación.

Factor de carga: En una central de generación eléctrica es la relación entre la energía


eléctrica producida en un periodo de tiempo y la que se hubiera podido producir en el
mismo periodo de funcionamiento a la potencia nominal, expresado en porcentaje.

Factor de disponibilidad: El concepto "disponibilidad", aplicado a una central nuclear,


pretende dar una idea del nivel de eficacia de la explotación, independientemente de los
resultados finales de producción energética que se hayan podido obtener en un periodo y
que quedan reflejados en otros factores como son los de carga y operación. El valor del
Factor de disponibilidad se define como el complemento a 100 de los factores de
indisponibilidad.

Factores de indisponibilidad: Los Factores de Indisponibilidad, Programada y No


Programada, reflejan la energía dejada de producir por causas bajo el control de la central,
diferenciando claramente las motivadas por la realización de actividades programadas,
como las operaciones de recarga y mantenimiento o de vigilancia del funcionamiento de
equipos y sistemas, que por exigencias de seguridad son muy frecuentes en las centrales
nucleares, de aquellas otras motivadas por incidencias o situaciones no previstas que
pueden ocurrir durante su funcionamiento.

Factor de operación: El factor de operación es la relación entre el número de horas que la


central ha estado acoplada a la red eléctrica y el número total de horas del periodo
considerado.

Factor de ponderación de la radiación (WR): Multiplicadores de la dosis absorbida


usados para propósitos de Protección Radiológica, para tener en cuenta la eficacia relativa
de los distintos tipos de radiación en inducir efectos en la salud.

Factor de ponderación de tejido (WT): Multiplicadores de la dosis equivalente usada


para propósitos de Protección Radiológica, para tener en cuenta las diferentes
sensibilidades de los distintos órganos y tejida a la inducción de efectos estocásticos.

Fisión nuclear: Reacción nuclear en la que tiene lugar la ruptura de un núcleo pesado,
generalmente en dos fragmentos cuyo tamaño es del mismo orden de magnitud, y en la cual
se emiten neutrones y se libera gran cantidad de energía.

Fondo de radiación natural: Conjunto de radiaciones ionizantes que existen en el medio


ambiente de forma natural y que provienen de fuentes cósmicas o de elementos radiactivos
terrestres.

Fotón: Cuanto elemental de energía electromagnética.

Frecuencia: Es una medida que se utiliza generalmente para indicar el número de


repeticiones de cualquier fenómeno o suceso periódico en la unidad de tiempo

Fuente de radiación: Aparato o sustancia capaz de emitir radiaciones ionizantes.

Fuerzas nucleares: Aquellas que tienen origen exclusivamente en el interior de los núcleos
atómicos. Existen dos fuerzas nucleares, la fuerza fuerte que actúa sobre los nucleones y la
fuerza débil que actúa en el interior de los mismos.

Fusión nuclear: Proceso por el cual varios núcleos atómicos de carga similar se unen para
formar un núcleo más pesado. Se acompaña de la liberación o absorción de energía, que
permite a la materia entrar en un estado plasmático.

Gammagrafía: En medicina, es una prueba diagnóstica que se basa en la imagen que


producen las radiaciones generadas tras la inyección o inhalación en el organismo de
sustancias que contienen isótopos radiactivos. La emisión radiactiva es captada por un
aparato detector llamado gamma cámara que procesa los datos recibidos que
posteriormente y mediante tratamiento informático servirán para formar una imagen
tridimensional.

Generador de vapor: Es un intercambiador de calor que transmite calor del circuito


primario, por el que circula el agua que se calienta en un reactor nuclear, al circuito
secundario, transformando el agua en vapor de agua que posteriormente se expande en las
turbinas.

Hertzio: Unidad de frecuencia equivalente a un ciclo por segundo (Hz).

INES: La Escala Internacional de Sucesos Nucleares, INES, es una herramienta de trabajo


que permite catalogar los incidentes y accidentes que ocurren en las instalaciones nucleares
de una manera homogénea. Está dividida en siete niveles, de menor a mayor, y cada uno de
ellos se corresponde a unas determinadas características. Además, la escala sirve para
comunicar con rapidez y coherencia al público el significado que tienen para la seguridad
los sucesos que se producen en las instalaciones nucleares.

Incidente: Acontecimiento imprevisto que implica proximidad a la situación de accidente y


que tiene escasa trascendencia, si tiene alguna, fuera del emplazamiento de la instalación.

Ionización: Proceso por el que un átomo o una molécula eléctricamente neutros adquieren
o pierden una carga eléctrica y se convierten en un ion.

Isotopo: Cada uno de los distintos nucleídos que tienen el mismo número atómico (número
de protones) y, por tanto, pertenecen al mismo elemento químico, pero que difieren entre sí
en el número de neutrones.

Ion: Átomo o grupo de átomos, que por pérdida o ganancia de uno o más electrones ha
adquirido una carga eléctrica neta.

Justificación: Principio del Sistema de Protección Radiológica que expresa que ninguna
práctica que involucre exposición a la radiación debe ser adoptada, a menos que ella
produzca suficiente beneficio a los individuos expuestos o a la sociedad para compensar el
detrimento causado por la radiación

Limites anuales de dosis: Valores máximos referidos siempre a los 12 últimos meses, de
las dosis que pueden ser recibidas por los trabajadores profesionalmente expuestos y los
miembros del público. Estos valores están fijados legalmente y en ellos no se tiene en
cuenta las dosis resultantes del fondo radiactivo natural ni de las exposiciones sufridas
como consecuencia de exámenes o tratamientos médicos. Los límites de dosis se aplican a
la suma de las dosis recibidas por exposición externa, durante el periodo considerado, y de
la dosis interna integrada resultante de la incorporación de radionucleidos que haya podido
tener lugar durante ese mismo periodo.
Límites de dosis: El valor de la dosis equivalente o de la dosis efectiva recibida por los
individuos que no debe ser excedido, no teniendo en cuenta las dosis resultantes del fondo
radiactivo natural y de la exposición sufrida como consecuencia de exámenes y
tratamientos médicos.

Longitud de onda: Distancia existente entre dos crestas o valles consecutivos de una onda.
Su unidad de medida es el metro. Las ondas de agua en el océano, las ondas de aire, y las
ondas de radiación electromagnética tienen longitudes de ondas.

Luz: Rango de radiaciones electromagnéticas que pueden ser detectadas por el ojo humano,
aproximadamente correspondiente al rango de longitudes de onda de 4x10-7 y 1x10-7 m.

Masa atómica: Número total de protones y neutrones del núcleo de un átomo.

Material radiactivo: Según la legislación española, cualquier material que contiene


sustancias que emiten radiaciones ionizantes. Según esta definición toda sustancia, incluido
el ser humano, es material radiactivo ya que toda sustancia existente contiene isótopos
radiactivos. Ello no quiere decir que la existencia de esta radiactividad requiera la adopción
de algún tipo de medidas de protección radiológica. Cuando se quiere expresar que un
material radiactivo contiene radiactividad en una proporción tal que pueda ser necesaria la
adopción de algún tipo de medida de cautela, el término utilizado es el de "sustancia
radiactiva".

Medicina nuclear: Especialidad de la medicina actual en la que se utilizan radiofármacos,


los cuales están formados por un fármaco transportador y un isótopo radiactivo, pudiéndose
administrar al individuo por diversas vías (la más utilizada es la vía intravenosa). Una vez
que el radiofármaco está dentro del organismo, se distribuye por diversos órganos.

Moderador: En un reactor nuclear, el moderador es una sustancia que frena los neutrones
rápidos de fisión, sin que se produzca una captura apreciable de los mismos, permitiendo de
esta forma una reacción nuclear.

Neutrón: Partícula elemental sin carga eléctrica que forma parte del núcleo de los átomos;
su masa es de 1,00136 veces la del protón.

Núcleo del reactor: Región de un reactor nuclear en la que se encuentra el combustible y


donde se produce la reacción nuclear de fisión y la liberación de calor.

Número atómico: Número de protones en el átomo, que determina propiedades químicas


del elemento químico. Su símbolo es Z.

Número másico: Número de nucleones presentes en el núcleo atómico, es decir, la suma


de sus protones y neutrones. Se simboliza con la letra A.
Onda: Fenómeno físico a través del cual una perturbación se propaga desde el foco hacia
otras regiones del espacio.

Onda electromagnética: Onda producida por la aceleración de una carga eléctrica. Puede
propagarse a través de medios materiales e incluso en el vacío.

Onda mecánica: Onda que necesita de un medio material para propagarse.

Ondas de radio: Ondas electromagnéticas (de radiofrecuencia) cuya longitud de onda


oscila entre varios kilómetros y pocos milímetros. Son ondas poco energéticas y se utilizan
en las comunicaciones por radio.

Operador: Persona autorizada por el Consejo de Seguridad Nuclear para manipular los
dispositivos de control de una instalación nuclear o radiactiva o manejar los aparatos o
materiales radiactivos.

Optimización: Principio de protección radiológica, por el que las dosis individuales, el


número de personas expuestas, y la probabilidad de verse expuestas, deben mantenerse tan
bajas como sea razonablemente posible para cualquier fuente de radiación, teniendo en
cuenta consideraciones sociales y económicas.

Partícula alfa (α): Partícula de carga positiva, formada por dos protones y dos neutrones.
Idéntica al núcleo del átomo de helio.

Partícula beta (β): Emisión de electrones o positrones (antipartícula del electrón) de alta
energía, procedentes de la desintegración radiactiva de núcleos atómicos.

Pastilla combustible: Porción de combustible nuclear cerámico, de forma cilíndrica y


pequeñas dimensiones. Su altura suele ser del orden de un centímetro. Se obtiene prensando
y tratando a altas temperaturas polvo de óxido del material fisionable.

Periodo de semi- desintegración: Tiempo necesario para la desintegración de la mitad de


los átomos presentes en una muestra de un determinado radionucleido.

Plasma: En física y química, se denomina plasma a un gas constituido por partículas


cargadas (iones) libres y cuya dinámica presenta efectos colectivos dominados por las
interacciones electromagnéticas de largo alcance entre las mismas. Con frecuencia se habla
del plasma como un estado de agregación de la materia con características propias,
diferenciándolo de este modo del estado gaseoso, en el que no existen efectos colectivos
importantes.
Plomo: Elemento químico de número atómico 82 y símbolo Pb. Es un excelente material
de blindaje contra los rayos X y gamma, mientras que es casi transparente para los
neutrones.

Plutonio: De símbolo Pu, es un elemento metálico radiactivo que se utiliza en reactores y


armas nucleares. Su número atómico es 94. Es uno de los elementos transuránicos del
grupo de los actínidos del sistema periódico.

Potencia térmica: En un reactor nuclear, potencia generada a causa de las reacciones de


fisión que tienen lugar en él y liberada directa o indirectamente, en forma de calor.

Proceso de fisión: La división del núcleo de un elemento pesado en nucleídos más


pequeños, fragmentos de fisión, que se desintegran en productos de fisión.

Productos de fisión: Radionucleidos generados directamente por fisión nuclear o


indirectamente por desintegración de los fragmentos de fisión.

Protección radiológica: Disciplina que tiene como objetivo prevenir los riesgos de la
recepción de dosis de radiación y mitigar sus efectos.

Protón: Partícula elemental que forma parte del núcleo atómico y cuya carga eléctrica es
positiva y cuya masa es de 1,67 10-27 g. Junto con los neutrones forma el núcleo del
átomo.

Radiación: Fenómeno que consiste en la propagación de energía en forma de ondas


electromagnéticas o partículas subatómicas a través del vacío o de un medio material.

Radiación cósmica: Radiación formada por partículas de origen extraterrestre dotadas de


gran energía y por las partículas creadas por ellas al interaccionar con la atmósfera.

Radiación electromagnética: Radiación caracterizada por la variación de los campos


eléctrico y magnético, en forma de ondas.

Radiación infrarroja: Radiación electromagnética no ionizante, de frecuencia


comprendida entre la de la luz y la frecuencia de radio. Es transmisora del calor.

Radiación ionizante: Nombre genérico empleado para designar las radiaciones de


naturaleza corpuscular o electromagnética que, debido a su alta energía, en su interacción
con la materia producen iones, bien directa o indirectamente.

Radiación no ionizante: Nombre genérico empleado para designar las radiaciones


electromagnéticas que no poseen suficiente energía como para ionizar el material con el
que interaccionan. Comprende la radiofrecuencia y las microondas, la luz y la radiación
ultravioleta.

Radiación solar: Energía que se propaga en el espacio procedente del Sol.

Radiactividad: Fenómeno físico natural y espontáneo, por el cual los átomos de un


elemento que tienen una descompensación entre el número de neutrones y de protones de
su núcleo (átomos inestables), emiten el exceso de energía en forma de partículas u ondas
electromagnéticas. Dichos elementos se dice que son radiactivos.

Radiactividad artificial: Radiactividad inducida cuando se bombardean ciertos núcleos


estables con partículas apropiadas. Si la energía de estas partículas tiene un valor adecuado
penetran dentro del núcleo bombardeado y forman un nuevo núcleo que, en caso de ser
inestable, se desintegra después emitiendo radiactividad.

Radiactividad natural: Aquella radiactividad que existe en la naturaleza sin que haya
existido intervención humana. Puede provenir de dos fuentes: materiales radiactivos
existentes en la Tierra desde su formación, los llamados primigenios y materiales
radiactivos generados por la interacción de los rayos cósmicos con los materiales de la
Tierra que originalmente no eran radiactivos, los llamados cosmogónicos.

Radical libre: Molécula (orgánica o inorgánica), en general extremadamente inestable y,


por tanto, con gran poder reactivo. Se pueden sintetizar en el laboratorio, se pueden formar
en la atmósfera por radiación y también se forman en los organismos vivos (incluido el
cuerpo humano) por el contacto con el oxígeno y actúan alterando las membranas celulares
y atacando el material genético de las células, como el ADN.

Radiobiología: Disciplina científica que estudia los fenómenos que se producen en los
seres vivos tras la absorción de energía procedente de las radiaciones ionizantes.

Radiodiagnóstico: Especialidad médica que se ocupa de generar imágenes del interior del
cuerpo mediante diferentes agentes físicos (rayos X, ultrasonidos, campos magnéticos, etc.)
y de utilizar estas imágenes para el diagnóstico y, en menor medida, para el pronóstico y el
tratamiento de las enfermedades.

Radiofármacos: Medicamento que contiene una sustancia radiactiva y se utiliza para el


diagnóstico y el tratamiento de enfermedades, incluso del cáncer. También se llama
medicamento radiactivo.

Radiografía: Procedimiento para obtener imágenes de la estructura interna de un objeto


cuando lo atraviesa un haz de rayos X. Por extensión se aplica también a imágenes
obtenidas mediante otros tipos de radiación ionizante.
Radionucleido: Isótopo radiactivo de un elemento, llamado también radioisótopo.

Radioterapia: Tipo de tratamiento oncológico que utiliza las radiaciones para eliminar las
células tumorales en la parte del organismo donde se apliquen (tratamiento local). La
radioterapia actúa sobre el tumor, destruyendo las células malignas y así impide que
crezcan y se reproduzcan.

Radón: Elemento químico radiactivo perteneciente al grupo de los gases nobles. En su


forma gaseosa es incoloro, inodoro e insípido (en forma sólida su color es rojizo). En la
tabla periódica tiene el número 86 y símbolo Rn. Todos sus isótopos son radiactivos y
pertenecen a las series naturales del uranio y del torio. El isótopo de radón de periodo de
semi- desintegración más largo es el Radón 222, descendiente del Uranio-238.
Aproximadamente el 50% de la dosis media anual recibida, procede del radón.

Rayos cósmicos: Radiación procedente del sol y del espacio exterior.

Rayos gamma: Radiación electromagnética producida en el fenómeno de desintegración


radiactiva. Su longitud de onda es inferior a 1 nanómetro (10-9 m) y en general es menor
que la de los rayos X, por lo que se trata de una radiación muy penetrante.

Rayos infrarrojos: Radiación electromagnética con una frecuencia más baja que la
microondas y más alta que la óptica. Su longitud de onda es de 10-3 a 10-6 m. La radiación
infrarroja puede detectarse como calor.

Rayos ultravioleta (UV): Radiación electromagnética cuya frecuencia es mayor que la de


la luz visible pero menor que la de los rayos X. Su longitud de onda se encuentra
aproximadamente entre los 4x10-7 y 1.5x10-8 m. Su nombre se debe a que su rango
empieza en longitudes de onda más cortas de lo que los humanos identificamos como el
color violeta. La fuente más habitual de rayos ultravioletas es el Sol, pero la capa de ozono
en la estratosfera filtra la mayor parte de éstos, protegiéndonos de las quemaduras y de
otros efectos adversos para la salud que puede producir esta radiación.

Rayos UVA: Subtipo de radiación ultravioleta de onda larga (400-320 nanómetros) y con
una energía por fotón entre 3,10 y 3,87 electronvoltios.

Rayos X: Radiación electromagnética producida en las transiciones de electrones de los


niveles más profundos de los átomos. Su longitud de onda está comprendida,
aproximadamente, entre 10-7 y 10-9. Es por tanto menor que la de los rayos ultravioleta y
mayor que la de los rayos gamma.

Reacción nuclear: Reacción entre partículas en la que las fuerzas que intervienen son de
origen nuclear.
Reacción nuclear en cadena: Aquella que se sostiene en el tiempo al provocar un neutrón
la fisión de un átomo fisible, liberándose varios neutrones que a su vez causan otras
fisiones. Esta reacción en cadena sólo se producirá si al menos uno de los neutrones
emitidos en la fisión es apto para provocar una nueva fisión.

Reactor nuclear: Instalación en la que puede iniciarse, mantenerse y controlarse una


reacción nuclear en cadena. El reactor (nuclear) de agua a presión es un reactor refrigerado
con agua natural a una presión superior a la de saturación, a fin de impedir su ebullición. El
reactor de agua en ebullición es un reactor refrigerado con agua natural, la cual se deja que
hierva en el núcleo en una cantidad considerable.

Reflector: Material que rodea el núcleo de los reactores nucleares con la misión de
devolver a éste los neutrones que podrían perderse por escape.

Refrigerante primario: Fluido utilizado para extraer el calor producido en el núcleo de un


reactor nuclear.

Residuo radioactivo: Es residuo radiactivo todo material o producto de desecho que


presenta trazas de radiactividad y para el cual no está previsto ningún uso. Se incluyen los
líquidos y gases residuales contaminados.

Riesgo: Probabilidad de que se produzca un daño de determinada gravedad.

Roentgen: Unidad de medida de la ionización producida por una radiación, de símbolo R.


Un roentgen produce en 1 kg de aire una ionización tal que se forman 2.58 10-4
culombios/kg.

Seguridad nuclear: Conjunto de normas y prácticas que se utilizan para la ubicación, el


proyecto, control y funcionamiento de instalaciones nucleares o radiactivas sin riesgo
indebido.

Sievert (Sv): Unidad de la dosis equivalente y de la dosis efectiva en el Sistema


Internacional de Unidades: 1 Sv = 1 j/kg. La unidad antigua es el REM. 1Sv = 100 REM.
En la terminología de la protección radiológica en instalaciones nucleares ordinariamente
aparece expresado en mili-sievert (mSv) cantidad mil veces menor que el Sievert.

Tokamak: Cámara toroide con bobinas magnéticas, cuyo objetivo es obtener la fusión de
las partículas del plasma, lo que generaría grandes cantidades de energía.

Trabajador profesional expuesto: Persona que trabaja en presencia de las radiaciones


ionizantes, de forma que puede recibir más de un décimo de los límites de dosis fijados
para los trabajadores. Si es posible que pueda recibir más de 1/10 pero es muy improbable
que pueda recibir más de 3/10 de los límites de dosis (más de 5 y menos de 15 mSv) se le
clasifica como categoría B. Si es posible que pueda recibir más de 3/10 de los límites
fijados (15 mSv) se le clasifica como de categoría A y para él es obligado el uso de un
sistema de dosimetría individual.

Turbina: Motor rotativo que convierte en energía mecánica la energía de una corriente de
agua, vapor de agua o gas. El elemento básico de la turbina es la rueda o rotor, que cuenta
con palas, hélices, cuchillas o cubos colocados alrededor de su circunferencia, de tal forma
que el fluido en movimiento produce una fuerza tangencial que impulsa la rueda y la hace
girar. Esta energía mecánica se transfiere a través de un eje para proporcionar el
movimiento de una máquina, un compresor, un generador eléctrico o una hélice.

Uranio: Elemento químico de número atómico 92 y símbolo U. La formación isotópica del


uranio que se encuentra en la naturaleza es la siguiente: U-235 en un 0,71%; U-238 con un
99,28%, y el resto es u-234. Por tener una presencia de isótopos fértiles y fisibles, se puede
emplear en cualquier tipo de reactor. Suele utilizarse en forma de óxido de uranio UO2, ya
que como uranio metálico presenta múltiples limitaciones, como ocurre con las aleaciones
de uranio.

Uranio enriquecido: Aquel que contiene un porcentaje del isótopo U-235 superior al
presente en la naturaleza (0,71%).

Vaina: Es un elemento combustible, cubierto que contiene herméticamente el combustible


nuclear impidiendo la salida de los productos de fisión y garantizando la resistencia
mecánica para asegurar la integridad del combustible.

Varilla combustible: Combustible nuclear dispuesto en forma de barra, formada por


pastillas de combustible contenidas en una vaina tubular metálica.

Vasija del reactor: Recipiente en el cual están contenidos el núcleo de un reactor nuclear,
el reflector, parte del refrigerante y otros componentes.

Zona controlada: Según la legislación, área en la que por existir una fuente de radiación
ionizante es posible recibir más de 3/10 de los límites anuales de dosis, fijados para los
trabajadores profesionalmente expuestos. Dentro de la zona controlada se establece la zona
de permanencia limitada, si existe el riesgo de superar los límites anuales de dosis y zona
de acceso prohibido si existe el riesgo de superar, en una exposición única, los límites
anuales de dosis.
BIBLIOGRAFIA
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