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transmisión)
Significa que una vez fijada la posición del volumen, la ganancia permanece
constante hasta llegar a los valores de máxima presión de salida.
Veamos un ejemplo:
Significa que una vez fijada la posición del volumen, varía la ganancia en
función de unos parámetros prefijados, es decir, la salida amplificada no aumenta en la
misma proporción que la señal de entrada
Son adecuadas para personas que poseen un estilo de vida dinámico, en el que
experimentan distintos tipos de sonido durante el día. Responden con mayor rapidez a
las distintas entradas del sonido.
Al incremento en la señal de entrada o le corresponde el mismo incremento en la
señal de salida. Da mayor amplificación para los sonidos débiles. Hay control de
sonidos fuertes para no sobrepasar el umbral de disconfort del usuario. Esto se consigue
mediante los sistemas con control automático de la ganancia. La ganancia varía con el
nivel de entrada.
2:1
Esto significa que mientras el nivel de entrada varía 2 dB, el nivel de salida varía
1 dB; o, dicho de otra forma, que para conseguir incrementar un dB a la salida, tengo
que incrementar dos a la entrada
El factor de compresión:
A juzgar por la calidad del sonido, los normoyentes y los oyentes con pérdidas
auditivas dicen que la situación "sin compresión" siempre es preferida. Con compresión
la ganancia va variando según el momento, y a menor variación, mejor calidad de
sonido.
La diferencia entre la voz baja y alta es de unos 30 dB. El lenguaje normal está
comprendido entre 60 y 90 dB. La audiometría vocal puede ser en meseta o en
campana:
La fórmula para saber qué factor de compresión aplicar es el siguiente:
Ejemplo:
Si tenemos un audífono con una ganancia de 40 dB, podemos predecir, según la
entrada en dB, cuál será la salida. Esta persona tiene un 10% de aciertos en 55 dB, que
correspondiéndola con la línea de salida, equivalen a 75 dB SPL. De esta forma
calculamos que 75 de salida - 40 ganancia = 35 dB de entrada. Es decir, que cuando
entren 35 dB, después de la ganancia, saldrán 75 dB, y de aquí deducimos que todas las
palabras que entren en 35 dB, con audífonos, sólo entenderá el 10%.
Vemos en este caso, en el logograma que la audición útil de este cliente es sólo
de 10 dB (70 dB mínimo de inteligibilidad y 80 máximo). El nivel máximo de palabra
hablada (que sabemos que es 90 dB) hay que hacerlo coincidir con el punto de su
máxima inteligibilidad (80 dB). Vemos la correspondencia entre la línea de la
inteligibilidad y la de salida SPL de la gráfica, y observamos que se encuentra en 100
dB SPL, y lo marcamos. Ahora miramos el nivel mínimo de inteligibilidad (70 dB),
buscamos su correspondencia con la salida SPL de la gráfica (90 dB) y lo marcamos. Si
a los 90 dB de salida le restamos los 40 de ganancia del audífono nos da una entrada de
50 dB; esto quiere decir que esta persona entenderá el 50% de las palabras cuando tenga
un audífono de 40 dB de ganancia y tenga una entrada de 50 dB.
Veamos un ejemplo:
Aquí la ganancia lineal es de 45 dB hasta llegar al punto de rodilla de 70 dB. El
ratio de compresión es 2:1 a partir de 70 dB (cuando la entrada aumenta 2 dB la salida
aumenta 1 dB). Es decir, vemos el rango de compresión, todo su tramo en la entrada,
que abarca desde 70 dB hasta 100 en la entrada, con lo que tenemos en total un rango de
unos 30 dB de entrada que van a comprimirse. Este mismo tramo se corresponde con la
salida con el tramo de 115 dB a 130 db que ha sido comprimido, en total unos 15 dB.
Busquemos la razón de compresión: el tramo de entrada en dB / tramo de salida en dB:
30/15 = 2.