Sie sind auf Seite 1von 5

República Bolivariana de Venezuela

Universidad Nacional Experimental de Los Llanos “Rómulo Gallegos”


Área de Postgrado
Maestría en Educación Mención Investigación Educativa
San Juan de los Morros – Estado Guárico
Aula Territorial Caracas

Ensayo
“LOS SIETE SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACION DEL
FUTURO”
Edgard Morín

Facilitadora
Profesora Adriana Flores

Participante
Maestrante Sandra Ravelo 6.021.054

Caracas, Diciembre 2017


Ensayo
Libro " LOS SIETE SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACION DEL
FUTURO "
Una referencia de Morín, según mi perspectiva

En este mundo actual, debemos entender que la educación es la principal


herramienta utilizada para formar, capacitar, educar a los individuos y a las
sociedades, ya que todos estamos inmersos en diferentes retos que enfrentamos día a
día, lo cuales nos conllevan a reflexionar sobre lo que nos espera, un futuro incierto,
impredecible, en donde debemos aceptarnos como miembros de una especie que
piensa, que razona, y que solicita nos reconozcamos como seres vivientes los cuales
somos autónomos en todo lo que realizamos, y que nos vemos influenciados por una
sociedad, la cual está enmarcada en una serie de normas, creencias, valores, mitos,
culturas y que compartimos un mismo espacio en el mundo y por tanto perseguimos
unos mismos ideales, de justicia social, libertad, reconocimientos, que no nos limita
en nuestro hacer y crear como individuos.
En este Texto, Morin, nos presenta la necesidad de utilizar, de valernos en
nuestro trabajo diario a través de los niveles educativos, enmarcándolo en siete
saberes necesarios para aplicarlos en una educación del futuro, los cuales considera
fundamentales en cualquier sociedad y cultura, religión, o creencia, no obviando por
supuesto, las reglas y normas propias de cada una sociedad. Nos presenta un llamado
de atención para todos aquellos que pertenecemos al mundo de la educación, para que
tengamos en cuenta o reflexionemos sobre lo que cada individuos y sociedad debe
tener en cuenta para su formación y así aplicarlos en un futuro no muy lejano que nos
está arropando y que muchos por no querer aceptarlos nos estamos quedando en el
camino.
Es así, que en su primer Capítulo, titulado Cegueras del conocimiento,
propone no creer ciegamente en las ideas aceptadas o antiguas, sino que debemos
examinar la naturaleza de todo lo que se nos presenta, indicando que en la educación
del futuro se debe afrontar las dificultades, desde dos aspectos principales; el error y
la ilusión; ya que estos conocimientos pueden estar inmersos en una serie de
ilusiones, errores, fracasos, mala percepción de las cosas captadas por los sentidos,
errores de reconstrucción, enmarcados en el intelecto, en el lenguaje y en el
pensamiento; errores de la subjetividad en la interpretación al aceptar los
conocimientos; errores en cuanto a los sentimientos de amor, amistad, enmarcados en
las relaciones y en la afectación que pueden sentir los individuos en una sociedad y
que puede ser aprovechada en la educación, utilizando la racionalidad como la
herramienta contra todos estos errores por ser abierta, crítica la cual permite
reconocer las privaciones que poseemos en nuestro andar por la vida.
Morín, plantea que no se debe subestimar ninguno de los dos, en donde
parafraseando a Marx y a Engels, menciona que La Ideología Alemana que los
hombres siempre han elaborado falsas concepciones de ellos mismos, de lo que
hacen, de lo que deben hacer, del mundo donde viven, no escapando ello de estos
errores.
También nos refiere Morín en su libro, que los paradigmas deben tenerse en
cuenta en la educación, ya que se presentan la promoción o selección de los
conceptos maestros de la inteligibilidad, los cuales excluyen o subordinan los
conceptos que les son antinómicos (el desorden, el espíritu, la materia), o sea que
este principio está enfocado a la selección de las idean que integran el discurso que
son objetadas. En cuanto a otro paradigma, como lo es la determinación de las
operaciones lógicas maestras, menciona que este está oculto bajo la lógica
seleccionando a las operaciones que le son pertinentes y evidentes bajo él mismo
como lo es la exclusión-inclusión; disyunción-conjunción), enfocándose en ellos la
necesidad y la verdad, ejecutando por tanto la selección y determinación de la
conceptualización y de las operaciones lógicas. Por consiguiente; el paradigma
instaura las relaciones primordiales que constituyen los axiomas, determina los
conceptos, impone los discursos o teorías y organiza la organización de los mismos.
Por todo lo anteriormente expuesto, se cree que la educación tiene un
compromiso inevitable de formar a la humanidad para criticar el conocimiento para
lograr el desarrollo de la capacidad intelectual de todos los individuos para lograr
detectar los errores e ilusiones y subsanarlos en pro de un gran conocimiento, y
convivencia en una sociedad que desconocemos en el futuro.
Al analizar el segundo Capítulo; titulado Los principios de un conocimiento
pertinente, éste propone reformar el pensamiento, el cual presenta problemas
esenciales referidos a la educación y a cada uno de los individuos, ya que no permite
observar lo global o lo esencial, sino que nos lo presenta en una forma compleja;
conduciéndonos a través de la reducción a la restricción de separar, aislar y a no ligar
los conocimientos para así llegar a comprender lo vivo y lo humano, proponiendo
Morín, el desarrollo de una inteligencia general para conducirnos a la
contextualización de las realidad y considerarlos parte de una globalización sin optar
por el desconocimiento de la existencia de una dimensión múltiple que nos envuelve
y poder desarrollar los conocimientos necesarios para enfrentar todo lo complejo que
nos rodea.
Nos refleja en su capítulo III; relacionado con Enseñar la condición
humana, nos enfoca que la educación del futuro, debe ser una enseñanza global e
integral encaminada hacia los individuos, a la condición humana, por lo cual debemos
reconocernos y respetarnos, ya que todos tenemos algún rasgo que nos une y a la vez
los separa de su especie. También explica que el ser humano y su desarrollo están
inmersos en un conjunto entramado de situaciones, que deben a través de la
educación explicar lo global y lo individual en su especie, para lograr una enseñanza
centrada en la condición humana.
Otro de los procesos que nos enfoca Morín, es el estipulado en el Capítulo IV,
sobre Enseñar la identidad terrenal, ya que se ve agravado el conocer a nuestro
Mundo actual, debido al modo en que se presenta el pensamiento, en una forma
atrofiada, en vez de desarrollarlo, de manera global y contextual. Remontándonos
entonces a lo que se refleja en el Capítulo II, lo que se hace necesario para concebir lo
complejo, como lo es la multidimensionalidad y lo global. Hace referencia que este
planeta necesita un pensamiento policéntrico capaz de apuntar a un universalismo no
abstracto sino consciente de la diversidad humana; alimentado de las culturas del
mundo. Educar para este pensamiento; siendo la finalidad de la educación del futuro
que se debe trabajar en la planearía para la identidad y la conciencia terrenal.
A su vez, al Enfrentar las incertidumbres, reflejado en su Capítulo V, nos
lleva a través de la historia, de todos los hechos que acontecieron desde 1914, con el
atentado en Sarajevo, hasta 1999, con lo relacionado a los ataque aéreos sobre Serbia,
mencionando que nadie es dueño de la verdad, que no hay respuesta para cada una de
estas preguntas, ya que es futuro se observa como la incertidumbre que ninguno está
exento de escapar, ya que el surgir de las cosas nuevas no loas podemos prever sino
no sería cosas nuevas. Nos presenta que la historia no constituye una evolución lineal;
conoce de turbulencias, bifurcaciones, estadios, períodos, es un complejo de orden, de
desorden y de organización. nos refleja que una nueva conciencia empieza a surgir; el
hombre enfrentado a las incertidumbres por todos los lados, siendo todos los
individuos enemigos entre sí. El conocimiento es una aventura incierta que conlleva
a sí misma y permanentemente el riesgo de ilusión y de error. Por tanto, indica que
existen dos vías para enfrentar la incertidumbre de la acción; la primera es la plena
conciencia de la apuesta que conlleva la decisión y la segunda el recurso a la
estrategia.
Es por tanto, que en su aparte de Enseñar la Comprensión, reflejado en el
Capítulo VI, ya que enmarca a la comprensión en dos polos: uno es la comprensión
entre humanos; los encuentros que se multiplican entre los individuos, las culturas y
los pueblos que representa y el segundo polo, identificado como individual,
enmarcado en las relaciones particulares entre familiares, amenazas por la
incomprensión, la pérdida de valores, agresividad, entre otros. Establece que la
comunicación no conlleva a la comprensión, en cambio la educación puede ser
utilizada para sobrepasar los obstáculos a la comprensión, ya que está se ve amenaza
por los ruidos que impiden una buena comunicación, creando el malentendido o el no
entendimiento; existe desconocimiento e ignorancia en las costumbres y ritos en las
diferentes culturas o regiones que pueden conducir a ofender inconscientemente a
otros.
Finalmente, en su Capítulo VII, enunciado La ética del género humano, nos
refleja la triada planteada inicialmente en el Capítulo II, triada ésta conformada por el
individuo – sociedad – especie; explicando que los individuos son el producto del
producto reproductivo de una especie humana, las interacciones entre los individuos
producen la sociedad y ésta retroactua sobre los individuos. Nos explica que esta
triada, conforma a la humanidad y que ésta dejó de ser una noción meramente
biológica debiendo ser plenamente reconocida con un inclusión indisociable en la
biósfera, dejó de ser una noción abstracta, es una realidad vital, que necesita unas
mejoras posibles no a priori, pero que únicamente se podría tratar como un proceso
multidimensional que nos civilizaría a cada uno de los individuos que la
conformamos; a través de una reforma de individuo, reforma de pensamiento y esto
se lograría a través de la educación.
Según lo que estipula en el Capítulo III, Morín enfoca la expansión y la libre
expresión de los individuos los cuales constituyen nuestro propósito ético y político
para el planeta; ello supone a la vez el desarrollo de la relación individuo – sociedad
en el sentido de democrático y el desarrollo de la relación individuo – especie en el
sentido de la realización de la Humanidad, permaneciendo los individuos integrados
en el desarrollo mutuo de los términos de la triada.
Enfrentamos una realidad incierta, desconocemos lo que vendrá, no tenemos
un camino trazado que nos dirija hacia un conocimiento propio y verdadero, pero si
podemos lograr el emprendimiento de nuevos trazos o nuevas finalidades para
destapar los profundos misterios que nos señala el Universo.

Bibliografía
Morín, Edgar. Los Siete Saberes necesarios para la educación del futuro. Editorial
Santillana. 1999

Das könnte Ihnen auch gefallen