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adolescente
Tema 1:
Los cambios físicos que se producen durante la pubertad son muy llamativos e importantes,
porque hacen posible el paso a la vida adulta y a la posibilidad de reproducción. Sin embargo,
no debe confundirse adolescencia con pubertad, porque mientras ésta es semejante en todas
las culturas, la adolescencia es un periodo de la vida, más o menos largo (alrededor de 10
años) que presenta variaciones en los diferentes medios sociales. La adolescencia es un
fenómeno psicológico que se ve determinado por la pubertad, pero no se reduce a ella.
Acerca de esto muchos autores han afirmado que, en las sociedades occidentales, los
adolescentes se enfrentan a mayores dificultades debido a su situación legal (logran la
mayoría de edad a los 18), la prolongación de la dependencia de los adultos, la escolaridad
obligatoria o la prohibición del trabajo infantil. Todo ello retrasa el momento de incorporación a
la sociedad adulta y la hace más difícil.
Como decíamos anteriormente, la adolescencia dura casi una década, desde los 11 o 12 años
hasta finales de los 19 y comienzo de los 20. En la actualidad, la entrada a la edad adulta
toma más tiempo y está menos definida. La pubertad empieza más temprano y la entrada a
una vocación tiende a ocurrir más tarde, debido a que la sociedad actual se encuentra
altamente especializada y el entrenamiento o educación duran más, antes que los jóvenes
puedan tomar las responsabilidades del adulto.
El inicio de la pubertad se da entre 3 y 4 años antes en las niñas que en los niños (ver Gráfico
N°1). Por lo general, los niños que son más saludables, están mejor nutridos y reciben mejor
cuidado, maduran más rápido y son más grandes.
Los cambios físicos en varones y mujeres incluyen el crecimiento repentino, el desarrollo del
vello público, una voz más profunda y el crecimiento muscular. La maduración de los órganos
reproductores llega con el comienzo de la menstruación en las niñas y la producción de
esperma en los niños.
Gráfico N°1: Diferencias del desarrollo sexual entre niñas y niños
Las características sexuales primarias son los órganos necesarios para la reproducción. En
las mujeres los órganos sexuales son los ovarios, el útero y la vagina; en los varones, los
testículos, la próstata, el pene y la vesícula seminal.
Las características sexuales secundarias son señales fisiológicas de la maduración sexual que
no involucran directamente los órganos sexuales: por ejemplo, los senos en las mujeres y los
hombros anchos en los hombres. El aumento de las glándulas sebáceas puede producir
granos de grasa y puntos negros. El acné es más común en los muchachos y parece
relacionarse con el incremento de las cantidades de testosterona.
Es normal que los adolescentes se preocupen más por su aspecto físico que en cualquier otra
etapa de su vida. Para ellos es muy importante madurar al mismo tiempo que la mayoría de
sus compañeros, cualquier modificación en el proceso puede ser inquietante y perturbar al
adolescente si madura sexualmente más temprano o tarde que los demás. Las niñas que
maduran temprano tienden a ser menos sociables, menos expresivas y menos equilibradas,
son más introvertidas y tímidas, trasladando sentimientos negativos a la menarquia.
Los adolescentes de ambos sexos se preocupan por su peso, complexión y rasgos faciales.
En nuestra sociedad, las niñas tienden a sentirse más infelices por su aspecto que los chicos
de su misma edad, reflejando el mayor énfasis cultural sobre los atributos físicos de la mujer.
La mayoría tiende a pensar que está demasiado obesa, cuando no es así. Una niña que
desarrolla temprano, puede sentirse menos atractiva si sus nuevas curvas chocan con los
patrones culturales que equiparan belleza con delgadez.
Tema 2:
Desarrollo Cognoscitivo
El adolescente aborda los problemas que tiene que resolver de una manera distinta y mucha
más eficaz que los niños en etapas anteriores. Este nuevo modo de actuar consiste en que
ante un problema nuevo primero formula una hipótesis para explicarlo basándose en los datos
que se obtienen en ese momento o que se han obtenido anteriormente.
Ya no están limitados a los pensamientos del aquí y el ahora, sino que pueden pensar en
términos de lo que podría ser verdad, no sólo en términos de lo que es verdad. Por lo tanto,
pueden imaginar posibilidades, demostrar hipótesis y formular teorías.
Según Piaget, factores neurológicos y del ambiente se combinar para dar origen a la madurez
cognoscitiva, y llegar a la etapa del razonamiento formal, el cual sería imposible de alcanzar
sin la interacción del ambiente, a través de la interacción con sus compañeros. Las personas
en la etapa de las operaciones formales pueden integrar lo que aprendieron en el pasado con
los retos del presente y hacer planes para el futuro. Asimismo, la capacidad de pensar en
abstracto también tiene connotaciones emocionales.
El psicólogo David Elkind (1984) describió comportamientos y actitudes típicos que pueden
surgir de las aventuras no experimentadas por los jóvenes en el pensamiento abstracto:
FORMA DE EXPLICACIÓN
PENSAMIENTO
Encontrar fallas en las Los adolescentes entienden que los adultos que una vez adoraron
figuras de autoridad se quedan cortos pasa sus ideales, y se sienten impulsados a
decirlo en voz alta y con frecuencia
Tendencia a discutir Con frecuencia, los adolescentes discuten más a medida que
practican sus nuevas habilidades para explorar los matices de un
problema y construir un caso desde su punto de vista.
Indecisión Debido a que ahora los adolescentes son más conscientes de
cuántas opciones les ofrece la vida, muchos jóvenes tienen
problemas para estructurar sus mentes, inclusive acerca de temas
tan simples como ir al centro comercial con un amigo o ir a la
biblioteca para hacer un trabajo escolar.
Hipocresía aparente A menudo, los adolescentes jóvenes no reconocen la diferencia
entre expresar un ideal y vivir para él. Por ejemplo, participa en
una marcha en contra de la contaminación mientras arroja basura
en la calle.
Autoconsciencia Los adolescentes suponen que los demás están pensando lo
mismo que ellos piensan: en sí mismos. La autoconsciencia
extrema de los adolescentes tiene mucho que ver con
la audiencia imaginaria, un “observador” que sólo existe en su
mente, que está tan interesado como ellos en su conducta y por
sus pensamientos.
Suposición de Elkind utiliza el término mito personal para denotar una
invulnerabilidad creencia de los adolescentes en que ellos son especiales, que sus
experiencias son únicas y que no están sujetos a las reglas que
gobiernan al resto del mundo (“Otras personas son atrapadas por
el mundo de las drogas, eso no me pasará a mí). Este
egocentrismo es subyacente a gran parte del comportamiento
destructivo y arriesgado de la adolescencia temprana.
EL RAZONAMIENTO MORAL
El desarrollo moral según Kohlberg mantiene cierta similitud con el desarrollo cognoscitivo de
Piaget, pero su modelo es más complejo. Con base en los procesos de pensamiento que se
presentan en las respuestas a sus dilemas, Kohlberg (1969) describió tres niveles de
razonamiento moral, cada uno dividido en dos etapas:
Tema 3:
Una de las primeras cosas que tiene que conseguir el adolescente es asimilar los rápidos
cambios físicos que está experimentando. Su cuerpo cambia, su voz cambia, aparecen
caracteres sexuales secundarios y todo ello hace que la imagen que tiene de sí mismo se
modifique. Nuestra propia imagen corporal es algo importante en todas las edades, pero para
el adolescente temprano puede llegar a ser algo crucial Así vemos que:
- Los cambios no tienen lugar de la misma manera en todos los adolescentes, algunos
maduran más rápido que otros y hay grandes diferencias individuales entre ellos.
El Autoconcepto
El autoconcepto de los adolescentes es mucho más complejo que en etapas anteriores del
desarrollo, y es el producto resultante de las aspiraciones propias y de la imagen que
devuelven los demás. Esa imagen reflejada es esencial, pero no siempre exacta y pueden
llegar a producirse deformaciones tremendas. Experimentan grandes oscilaciones que van
desde sentirse excepcionales a situarse muy por debajo de los compañeros.
Cada uno de nosotros va construyendo una noción de identidad personal que implica una
unidad y continuidad del yo frente a los cambios del ambiente y del crecimiento individual.
Como enfatizó Erikson (1950), el esfuerzo del adolescente para tener sentido de sí mismo no
es “una clase de indisposición de la madurez”. Es parte de un proceso saludable y vital que se
construye a partir de los logros de las etapas anteriores- sobre confianza, autonomía,
iniciativa, laboriosidad –y se construye en el terreno de base para afrontar las crisis de la vida
adulta.
Para Erikson, la identidad se forma cuando la gente joven resuelve tres problemas: la elección
de una ocupación, la adopción de valores para creer en ellos y vivirlos, y el desarrollo de una
identidad sexual satisfactoria.
Estados de la identidad
Según el psicólogo James Marcia (1980), existen cuatro etapas diferentes del desarrollo del yo
o estados de identidad que parecen estar relacionados con ciertos aspectos de la
personalidad. La definición de Marcia sobre la identidad es similar a la de Erikson: “Una
organización interna, autoconstruida y dinámica de orientaciones, habilidades, creencias e
historia individual”.
Desarrollo Psicosexual
Las cuestiones psicosexuales ocupan un lugar central en el desarrollo infantil, tanto por la
importancia de los intereses sexuales en cualquier consideración de la conducta social y
emocional, como porque las teorías del desarrollo han considerado muchas veces el impulso
sexual como una influencia en el desarrollo de la personalidad.
Antes de abordar el desarrollo psicosexual, debemos tener en claro ciertos conceptos clave:
Cuando una persona se ve como un ser sexual, reconoce su orientación en este sentido,
piensa en relación con su despertar sexual y la formación de vínculos románticos o sexuales,
todo esto alude al logro de la identidad sexual. Esta urgente conciencia de la sexualidad es un
aspecto importante de la formación de la identidad, que afecta profundamente la imagen que
se tiene de sí mismo y las relaciones. Este proceso está orientado desde el ámbito biológico,
pero su expresión está definida, en parte, a nivel cultural.
Son especialmente preocupantes las cifras en las áreas de frontera, sobre todo en la selva
peruana. Así vemos que en Tumbes, cerca del 10% de las niñas entre 14 y 15 años ya
iniciaron actividad sexual, mientras que en Iquitos cerca del 45% de los adolescentes dio inicio
a sus relaciones sexuales a los 15 años.
Esta baja en la edad de inicio de las relaciones prematrimoniales ha venido junto a un
descenso en la doble moral: el código que le da a los hombres más libertad sexual que a las
mujeres. Sin embargo, la doble moral aún perdura en nuestro país. Mientras en los estudios
con jóvenes, los muchachos aseguran que el sexo es placentero y que se sentían bien en sus
relaciones sexuales, las chicas dicen que les habría gustado esperar más tiempo para tener
sexo.
Orientación Sexual
Gran parte de la investigación sobre la orientación sexual ha sido impulsada por los esfuerzos
para explicar la homosexualidad. Aunque en otro tiempo se consideró como una enfermedad
mental, varias décadas de investigación no han encontrado ninguna asociación entre
homosexualidad y problemas emocionales y sociales. Esto llevó a la psiquiatría a dejar de
clasificar la homosexualidad como un desorden mental.
Aún no se ha establecido si la orientación sexual puede verse afectada por la manera como la
actividad hormonal actúa sobre el desarrollo del cerebro o el modo como esto ocurre, ni
tampoco si tienen que ver las diferencias en la estructura del cerebro o de qué manera ellas
inciden, pero se ha reportado una diferencia anatómica en un área del cerebro que gobierna el
comportamiento sexual, entre hombres homosexuales y heterosexuales.
También existe evidencia creciente que la orientación sexual puede ser, al menos en parte,
genética. Una serie de investigaciones relacionan la homosexualidad masculina con una
pequeña región del cromosoma X que se hereda de la madre, mas no se ha encontrado
ningún efecto en las mujeres. El gemelo homocigoto de un homosexual tiene el 50% de
posibilidad de ser también homosexual, mientras que el gemelo heterocigoto sólo alcanza al
20%, y el hermano adoptado al 10% al menos.
Algunas personas han buscado tratamiento para cambiar su orientación sexual, pero no
existe suficiente evidencia de que esa clase de terapia funcione. Además, muchos
profesionales de salud mental cuestionan la ética de tratar de modificar un rasgo que no es un
desorden y que es importante para la identidad de la persona.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Frecuentemente, los problemas de salud surgen por el estilo de vida o la pobreza. A través de
los grupos étnicos o las clases sociales, muchos adolescentes consumen drogas, conducen
embriagados o llevan una vida sexual de riesgo. Lipman, en Canadá, halló que las
probabilidades de sufrir trastornos psicopatológicos, en un niño que proviene de una familia de
bajos recursos económicos, es casi 2.5 veces mayor que un niño que proviene de una familia
de un nivel social más alto.
Según los estudios epidemiológicos de salud mental en niños y adolescentes realizados por el
INSM, la principal causa de problemas en los adolescentes son los relacionados con los
padres seguidos por los problemas con otros parientes. Por ejemplo, entre los motivos que
expresan los adolescentes para cometer suicidio, la amplia mayoría menciona a los padres u
otros familiares como el principal problema.
Dificultades en el vínculo
Falta de estimulación intelectual
Estilo educativo autoritario o permisivo
Cuidado negligente
Disciplina inconsistente
Hombres y mujeres que inician temprano su pubertad o cuya madurez cognoscitiva está
retrasada, están especialmente inclinados a estos comportamientos.
Entre los riesgos contextuales o ambientales que tienen los adolescentes para sufrir alguna
psicopatología, encontramos la exposición a problemas familiares tempranos, como:
Resulta menos probable que los adolescentes visiten al médico con regularidad, a pesar que
actualmente la ley permite ser atendidos sin la presencia de sus padres o tutores. Se calcula
que el 14% de los menores de 18 años no reciben la atención médica que requieren. Con
respecto a la salud mental, los datos son similares; en un estudio epidemiológico realizado en
Lima Metropolitana, el 16% de los adolescentes refirieron que alguna vez en su vida
presentaron problemas en su salud mental, más mujeres y menos de la mitad acudieron a un
centro de salud. Más de la mitad de la muestra refirió que no acudieron porque pensaron que
podían superarlo solos, en un porcentaje menor porque no tenían confianza en la atención
médica, y otros no sabían a quién acudir.
Los jóvenes consultan a los médicos por problemas de la piel y cosmética, resfriados y
afecciones de garganta y en el cuidado prenatal. Pero los que presentan problemas de salud
mental recurren más a los amigos o la familia que a los profesionales de la salud.
En la adolescencia las chicas necesitan en promedio 2200 cal/día y los varones 2800 cal/día.
Los jóvenes, como cualquier persona, deben evitar la “comida chatarra”, las golosinas en
exceso y las calorías con bajo contenido nutricional.
Las deficiencias minerales más comunes son de calcio, zinc y hierro. La anemia por déficit de
hierro es común en nuestro país. El hierro tiene importantes beneficios cognoscitivos; al
suministrar suplementos de hierro a adolescentes que no estaban anémicas, pero tenían
deficiencias, se observó una mejoría en su aprendizaje verbal y su memoria. Por otro lado, el
déficit de zinc puede retrasar la madurez sexual.
Obesidad
Cada vez son más los niños y adolescentes que entran en la categoría de obesidad y
obesidad mórbida. La falta de actividad física y los hábitos alimenticios deficientes, son dos de
las principales causas. Los adolescentes obesos están sujetos a riesgos físicos, sociales y
psicológicos, como la discriminación o la desaprobación social de las personas, que les restan
oportunidades estudiantiles y laborales. Además, las adolescentes obesas muestran menor
autoestima y mayor tendencia a la depresión que las más sanas.
La anorexia nerviosa es un trastorno raro, lo tienen entre 0.5 y el 1% de las chicas a partir
de la pubertad, y es mucho menos frecuente en varones. La identificación y tratamiento
oportunos de la anorexia nerviosa reducen las probabilidades de un curso crónico con peligro
para la vida. Los médicos de atención primaria deben interrogar cuidadosamente respecto a
los hábitos alimenticios de los niños y adolescentes que pierden peso pero no parecen estar
preocupados por estar delgados. Una pregunta clave que debe plantear el médico de atención
primaria al niño que pierde peso es la de su teme más el aumento o la pérdida de peso
continuada. La niña con anorexia nerviosa teme más lo primero.
En la anorexia nerviosa puede producirse una amenorrea antes de que exista una pérdida de
peso sustancial, y puede persistir luego a pesar de haber recuperado el peso normal. Es
importante acotar, que estamos ante un diagnóstico de exclusión. El médico debe interrogar
acerca de los síntomas específicos del trastorno.
Los pacientes con una bulimia nerviosa suelen tener un peso normal. Este trastorno pasa
desapercibido a no ser que el médico pregunte específicamente acerca de los hábitos
alimentarios y la imagen corporal. Se asemeja a una adicción, en la que la sustancia de abuso
es la comida. Existe un deseo irrefrenable de comida, la conducta se mantiene en secreto, y el
trastorno afecta a la vida del individuo en múltiples áreas.
Tradicionalmente, los médicos han identificado a los niños en alto riesgo de sufrir adicciones
por su historia familiar, sin embargo, actualmente conocemos que existen otros riesgos como
las influencias genéticas, las características familiares y los fenotipos predictivos.
Las influencias genéticas son menos importantes durante la adolescencia que durante la
adultez y, en contraste, tenemos que los factores de ambiente familiar son mucho más
significativos al inicio de la adolescencia, aunque disminuyen gradualmente cuando aumentan
en edad.
Los niños y adolescentes que reciben algún servicio de salud –incluyendo el cuidado primario-
deberían ser evaluados siempre para descartar el uso o abuso de sustancias. El tamizaje
debe ocurrir idealmente durante la evaluación inicial o temprano en el curso de un tratamiento.
Así mismo, consignar una historia familiar completa para determinar el riesgo genético.
Tema 2:
EMBARAZO ADOLESCENTE
El embarazo, el parto y el puerperio en las adolescentes constituyen eventos de alto riesgo
para su vida y la salud, debido a muchos factores, pero sobre todo porque no están
preparadas ni fisiológica ni psicológicamente para llevar adelante una nueva vida.
En los últimos 10 años, estas cifras han ido en aumento, sobre todo en los departamentos de
frontera. Entre los años 2005 y 2013 cerca de 11,000 niñas peruanas, menores de 15 años,
fueron madres; muchos de estos casos estuvieron relacionados con abuso sexual.
Cuanto más joven es la niña al momento de iniciar su actividad sexual, menos probabilidad
hay de que utilice un método anticonceptivo. En la actualidad, sólo el 12.8% de las
adolescentes emplea un método de planificación familiar. Además, peor es la reacción ante el
embarazo. Necesita canalizar sus sentimientos Cabe prever que venga un ciclo de reacciones,
con shock, negación y enfado, antes de llegar a la aceptación. En ocasiones, la aceptación no
llega ni cuando nace el bebé, lo que explica el rechazo hacia su producto.
En todos los casos, debe fomentarse la atención inmediata al embarazo y a la salud mental de
la joven madre, puesto que es característico que las adolescentes reciban un control prenatal
insuficiente o casi nulo, lo que trae consecuencias de prematuridad o bajo peso al nacer,
mayores complicaciones obstétricas y muerte materna.
La medición del número de abortos tiene serias dificultades, debido a la ilegalidad del proceso
y a la falta de registro de esta causa directa de muerte. Según la OGEI del Ministerio de Salud
se ha incrementado la incidencia de abortos en adolescentes.
El riesgo de morir durante el embarazo para una adolescente menor de 15 años es el doble
que para una mujer adulta. En el Perú se desconocen las cifras exactas pero se estima en 40
por año.
Principales causas de muerte materna indirecta en el 2011
La muerte materna de causa indirecta está en aumento, observándose que para el año 2000
fue del 18% y para el 2012 del 29,4%. Las causas indirectas cobran especial interés en el
grupo de adolescentes de 15 a 19 años, donde el 39% de las muertes maternas se produce
por suicidio.
Se recomienda que el equipo de salud establezca una red de recursos educativos, de soporte
emocional, laboral y de formación de padres precoces.
Tema 3:
Para la organización ONU-mujeres, este tipo de violencia «se refiere a aquella dirigida contra
una persona en razón del género que él o ella tiene así como de las expectativas sobre el rol
que él o ella deba cumplir en una sociedad o cultura». Esta presenta distintas
manifestaciones e incluye, de acuerdo al Comité para la Eliminación de la Discriminación
contra la Mujer, actos que causan sufrimiento o daño, amenazas, coerción u otra privación de
libertades. Estos actos se manifiestan en diversos ámbitos de la vida social y política, entre los
que se encuentran la propia familia, la escuela, la Iglesia, entre otras.
Características
Epidemiología
7 de cada 10 mujeres entre los 15 y 29 años han sufrido violencia basada en género (71.2%)
al 2014. Las mujeres entre 15 y 19 años acumulan la mayor cantidad de casos reportados. Sin
embargo, sólo la quinta parte de las víctimas jóvenes busca ayuda institucional (20.2%), y las
que menos acuden son las más jóvenes. La mitad de víctimas en el Perú han sido mujeres
adolescentes y jóvenes entre los 15 y los 29 años. 9 de cada 10 de estas mujeres han sido
asesinadas por su pareja o ex pareja, o un familiar cercano. 43% de los perpetuadores tenía
menos de 30 años.
Percepción de la Violencia de Género
Gran parte de las investigaciones que se han realizado sobre la violencia machista analizan
las creencias y las opiniones de las chicas y los chicos acerca de la feminidad y masculinidad
y su relación con esta violencia. Sin embargo, una de las conclusiones alarmantes es que,
aunque se reconozca la violencia contra las mujeres y se condenen las actitudes sexistas y la
discriminación que viven, las y los jóvenes muestran serias dificultades para detectar estas
manifestaciones en su propio comportamiento, entre su grupo de iguales y en sus propias
relaciones afectivas. Esto supone que su condena a la violencia machista es abstracta o se
ejerce cuando afecta a otras personas; pero cuando toca de cerca, en esas circunstancias
cambia la percepción y, por tanto, la condena de estas conductas.
Esto trae como resultado que la violencia de género, cuando se perciba, se analice de
manera aislada, cayendo en la tentación de ubicarla solamente como un hecho policial y/o
judicial, o calificándola de riña mutua y culpabilizando a mujeres y hombres por igual, sino es
que se le juzga peor a ella.
Una creencia generalizada que tienen las y los adolescentes y jóvenes de la violencia de
género es que son conductas ejercidas bidireccionalmente, es decir, donde tanto la chica
como el chico son quienes agreden. En el ámbito escolar, donde se aprende a resolver los
conflictos, igualar la violencia de género con una pelea entre iguales, es un riesgo.
FÍSICA
Elaboración: Propia
Estos datos evidencian la prevalencia del crimen, sobre todo en adolescentes y mujeres
adultas jóvenes. Aunque el cuadro deja notar una disminución de casos entre el 2009 y 2015,
esto dependerá a su vez de la cantidad de tentativas de feminicidios registradas. El
feminicidio, al no ser un hecho aislado sino consecuencia del continuum de violencia en el que
cotidianamente viven las mujeres, se presenta como un constante riesgo.
SEXUAL
Cualquier acción que implique la vulneración en todas sus formas, con o sin acceso genital,
del derecho de la mujer de decidir voluntariamente acerca de su vida sexual o reproductiva a
través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación, incluyendo la violación dentro
del matrimonio o de otras relaciones vinculares o de parentesco, exista o no convivencia, así
como la prostitución forzada, explotación, esclavitud, acoso, abuso sexual y trata de mujeres.
Fuente: INEI Indicadores de Género
Elaboración: Propia
PSICOLÓGICA
ECONÓMICA:
A pesar del importante descenso en la pobreza en el Perú que afecta a jóvenes entre 2009 y
2014, 1 de cada 5 aún es pobre (19.7%). Existe una mayor proporción de adolescentes y
jóvenes mujeres que experimenta pobreza en comparación con sus pares hombres. La mitad
de las mujeres en edad laboral (a partir de los 15 años) trabajan, mientras en el caso de los
hombres el porcentaje supera el 75%. Eso se traduce en que pasada la adolescencia y hasta
antes de los 40 años, las mujeres muestran mayores niveles de pobreza monetaria, justo al
iniciar los años reproductivos, probablemente debido a menores oportunidades de empleos
productivos, a la pobreza de tiempo, asociado a la carencia de políticas y programas de
cuidado, que permitan que las mujeres realicen tareas remuneradas fuera del hogar.
La violencia se ejerce desde la falta de empatía, es decir, para poder agredir a una mujer o a
una joven, se le debe haber quitado su condición humana para convertirla en un objeto. Este
proceso no se hace en el momento en que se ejerce una conducta violenta, tiene que ver con
la socialización sobre la que venimos reflexionando.
Pero hay un terreno en el que la objetivación de las mujeres sigue estando presente: la
sexualidad. La objetivación sexual significa mirar el cuerpo de las mujeres como un objeto que
se puede usar para el placer sexual masculino. Los hombres, a través de la socialización, se
construyen como el sujeto deseante, que valora y califica a las mujeres como atractivas o no;
las mujeres se convierten desde esa mirada en objetos de deseo. Esa objetivación ya no
queda reducida a la edad adulta, adolescentes y niñas se convierten en objetos sexualizados.
Debemos tomar en cuenta y trabajar con chicas y chicos la persistencia de una doble moral
sexual en la que ellas serán siempre el objeto de la crítica y el rechazo (cualquiera que sea su
comportamiento) en tanto que ellos solo lo serán si se niegan a seguir el modelo hegemónico.
Creemos que es necesario prevenir las relaciones de control y enseñar a respetar la vida
autónoma de la pareja y el beneficio de combinar las amistades propias, el tiempo libre por
separado y los proyectos individuales con las relaciones de pareja. Sin embargo, este es un
proceso de aprendizaje.
Debemos alarmarnos cuando el control pase a ser acoso; es decir, cuando se ha dicho y se
ha repetido a quien ejerce el control que su conducta es inadecuada y molesta y lo sigue
haciendo, cuando se rechaza el límite puesto, estamos hablando de acoso. Ese acoso es el
que hay que identificar, ayudar a las chicas y chicos a que lo identifiquen y lo confronten,
enseñar a las amigas y amigos que deben hablar sobre ese acoso para convertirse en
agentes de prevención de su incremento. La línea entre la insistencia y el acoso es fina, y
aprender a distinguirla es fundamental para unas y otros. Enseñar su diferencia es una tarea
fundamental en la socialización preventiva de la violencia.
Pero una relación acarrea también compromiso. Veamos un ejemplo muy frecuente en las
relaciones adolescentes: una cita a la que el chico no llega y no avisa; una chica que llama
para saber qué hacer, si lo espera, si se va, si hace otro plan; un chico que no responde a la
llamada porque considera que no es necesario, que él actúa desde su libertad y no tiene por
qué darle cuentas a esta flaca que es una pesada; una chica que al día siguiente reclama (y
las formas de hacerlo pueden ser muy variadas) y a la que se le niega la validez de su
reclamo. El resultado puede ser que el chico y su patas se confirmen en la idea de que las
chibolas son unas controladoras y que la chica y sus amigas concluyan que ellos son unos
conchudos.
También hay que debatir con las y los adolescentes sobre los celos. Desde todas las formas
culturales que nos socializan, la exclusividad en las relaciones amorosas valoran los celos
como prueba de amor. Los celos, regularmente, no se consideran en sí mismos hechos
violentos aunque sí que pueden ser la excusa para llegar a ellos. Los celos no son exclusivos
de los chicos, también las chicas pueden ser celosas y actuar controlando a su pareja. Esos
celos se normalizan y aceptan; es más, se considera que una pareja donde no existen es
aburrida.
Un aprendizaje que les cuestione a los chicos las creencias en su superioridad y las niegue,
les rebata su comodidad en los roles de autoridad para con sus parejas y les obligue a
redefinir los términos de las relaciones ponderando el respeto, el diálogo, el afecto, ventilando
los miedos y las aprehensiones.
Mecanismos de Protección
El empoderamiento y la amistad
En contraposición con las dudas sobre los límites que generalmente plantean hombres y/o
personas adultas. Casi todas las mujeres tienen muy claro dónde están esos límites: su propio
malestar es su mejor indicador, la medida que usan para saber cuándo los límites han sido
traspasados y, por tanto, han sido agredidas. Sin embargo, este malestar no siempre se
autoriza, es decir, las chicas pueden estar sintiéndose mal pero no se atreven a expresarlo.
Esta desautorización es histórica, pero además se está agrandando con los nuevos discursos
neomachistas que acusan a las mujeres de querer destruir a los hombres. Eso hace que
algunas chicas que se han sentido agredidas prefieran callarse ante el riesgo de ser
calificadas de histéricas o no sean creídas, o no pueden sostener su respuesta porque el
causante niega la agresión humillándola aún más.
Y también es importante que aprendan a aceptarlo y a no pedir explicaciones. Las chicas que
dicen No! no están obligadas a explicarse porque con esa negativa están expresando su
deseo. Exigir una explicación es negarles ese derecho y poner en duda la firmeza de sus
deseos.
Un paso fundamental para tratar de entender al agresor es abandonar los mitos: no se trata de
un monstruo, de un producto deleznable de la sociedad, de un niño maltratado que repite
patrones o toma venganza, de un psicópata, de un hombre desesperado al que le quitan todo
y no le queda más remedio que agredir, etc. Se trata, como suelen decir quienes lo conocen
cuando se enteran de que su vecino, amigo y/o familiar es acosador, maltrata a su pareja e
incluso la ha matado, de un hombre normal, de un chico integrado.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Los trastornos del ánimo en adolescentes son graves y tienen una prevalencia elevada. En el
Perú, el grupo comprendido entre los 12 y 18 años, llega a presentar una prevalencia hasta
del 8% en Lima, seguida de la ciudad de Huaraz (7.3%) y Arequipa (5.8%). Los adolescentes
afectados muestran un deterioro importante en su funcionamiento psicológico y social,
además del académico; y su pronóstico es peor cuando los comparamos con el grupo de los
no afectados.
Al igual que los adultos, los adolescentes con un episodio depresivo, aumentan su riesgo a
consumar un suicidio o a tener conductas autolesivas severas.
Los adolescentes con un episodio depresivo tardan mucho en llegar al médico de atención
primaria, debido a que la mayoría de sus problemas es de tipo conductual, sin embargo,
algunas veces tienen la oportunidad de ser evaluados.
SINTOMATOLOGÍA
En general, los adolescentes muestran los mismos síntomas depresivos que los adultos, pero
tienen algunas variaciones en la expresión de sus síntomas por la edad y el sexo:
El tamizaje para la identificación de depresión puede hacerse con el instrumento SRQ, desde
los 15 años de edad (explicado en el siguiente módulo).
Los test psicológicos pueden ser útiles para determinar la influencia del estado de ánimo en la
función cognitiva. No es recomendable solicitar test de inteligencia, debido a que los
adolescentes deprimidos muestran un déficit de rendimiento en las medidas de inteligencia
(que pueden mejorar con la remisión de los síntomas), y presentan dificultades de
aprendizaje.
DIAGÓSTICO DIFERENCIAL
También se observa una alta comorbilidad con otros trastornos en psiquiatría, como: TDAH,
Ansiedad, trastornos de conducta, hasta en un 50% de los casos.
TRATAMIENTO
Entre las intervenciones psicosociales, las más importantes van enfocadas a los estilos de
crianza, la relación con los padres, escuela y factores ambientales.
Tema 2:
Por lo común el trastorno sin diagnosticar continúa en la edad adulta, aumentando el riesgo de
padecer depresión o trastornos por consumo de sustancias de manera concomitante.
SINTOMATOLOGÍA
DIAGÓSTICO DIFERENCIAL
Los trastornos médicos que pueden remedar un TAG son el Hipertiroidismo, la Diabetes
Mellitus, un Feocromocitoma, o el Lupus. El empleo excesivo de estimulantes, incluyendo la
cafeína y la abstinencia alcohólica, también pueden manifestarse con ansiedad.
TRATAMIENTO
A la fecha, únicamente cuatro estudios han evaluado el tratamiento farmacológico del TAG en
la infancia. Se probaron dos antidepresivos, la Venlafaxina, con buena tolerancia y efectividad;
y la Sertralina. Lo cierto es que muchos pacientes no muestran mejoría sólo con la
medicación. Se sugiere, la combinación de fármacos con Terapia Cognitivo Conductual.
Las intervenciones psicosociales, como la Psicoeducación, tienen por objetivo que el paciente
adquiera un mejor conocimiento de la fenomenología de la ansiedad y las bases teóricas de la
terapia. La educación y la capacitación familiar en la terapia deben incluir el conocimiento de
los refuerzos positivos y negativos.
Tema 3:
La Conducta Suicida
Es probable que en algún momento del ejercicio profesional de cualquier médico o enfermera
que trabaje en atención primaria se plantee la necesidad de atender un caso de suicidio en un
niño o adolescente. Más del 80% de los adolescentes que cometen suicidio expresaron su
deseo a alguna persona con anterioridad.
Hoy en día, el suicidio es la segunda causa de muerte para los jóvenes, entre 15 y 20 años.
Siendo la primera, los accidentes, muchos de los cuales son probablemente suicidios. En el
país, la mayoría de suicidas son varones. Sin embargo, en los últimos 20 años, la
autoeliminación ha crecido entre los adolescentes de 12 a 14 años, sobre todo en las mujeres.
En el Perú, de todos los casos de suicidio, el 17% corresponde a menores de 18 años.
La tasa de suicidios ha aumentado en todos los grupos de edad desde 1950. Sin embargo, la
población adolescente se ha visto en mayor riesgo a partir de la globalización, del aumento de
las comunicaciones y la llegada y masificación del internet y las redes sociales.
Fuente:
INSM-EEMSM-2002; EESMSP-2003; EESMSLP-2004; EESMF-2005; EESMCP-2006;
EESMLR-2007; EESMSR-2008
En nuestro país, el procedimiento más utilizado para el intento suicida es cortarse las venas,
seguido de intoxicación por medicamentos o por raticidas. Estos procedimientos son más
frecuentes en las mujeres y conllevan un nivel de agresividad menor. Los varones, que son los
que en mayor medida consuman el suicidio, lo hacen por ahorcamiento.
La mayoría de adolescentes que intenta suicidarse también tiene una enfermedad mental. La
más común es la depresión mayor.
Las agresiones del propio cuerpo sin fines suicidas son cada vez más frecuentes de observar
en la comunidad escolar, familiar y en la clínica. Surge en la primera adolescencia (12 a 14
años) y suelen ser reiteradas y de carácter superficial.
Las conductas autolesivas más usadas son el cortarse (cutting), el quemarse (burning), las
escarificaciones, los pinchazos, las rozaduras, la interferencia con el proceso de cicatrización
de heridas, la acción de morderse y de insertar objetos debajo de la piel y de las uñas.
La ausencia de un entorno sostenedor dentro y fuera de uno mismo es un factor de riesgo que
lleva a la autoagresión corporal. La incapacidad de compenetrarse con el entorno, asociado a
carencias afectivas y un sentimiento de insignificancia personal, no dejan otra opción.
Además, el uso de antidepresivos mejoró el tratamiento para la depresión y otras dolencias del
tipo de la ansiedad. No obstante, en 1990, los reportes de casos sugirieron que los IRSS
podrían causar pensamientos o comportamientos suicidas. EL problema se reavivó en el 2003
cuando el Comité Británico sobre seguridad de Medicinas advirtió contra el uso de Paroxetina
o Venlafaxina en niños. Después de conducir su propio estudio, la FDA ordenó en el 2004 una
advertencia en recuadro negro acerca del suicidio y el uso de antidepresivos en niños y
adolescentes. Durante el 2004 la mayoría de médicos y psiquiatras dejaron de prescribir
antidepresivos. Con el tiempo, las consecuencias fueron las siguientes:
Luego de esto, se llevaron a cabo muchos estudios más, llegando a la conclusión que la
prescripción de cualquier antidepresivo para un paciente específico es una decisión compleja,
individualizada, basada en los riesgos vs los beneficios.
o La frecuencia y severidad de la idea
o La posibilidad de suicidio
o Si el adolescente ha hecho planes
o Si tiene los medios para llevarlos a cabo
Buscar la REFLEXIÓN:
Si lo volvería a hacer
Si siente que habría sido mejor morir
Cuál sería su consejo hacia un conocido que desea morir
Qué cree que estaría haciendo su familia si hubiese muerto
TOMA DE DECISIONES
FACTORES DE RIESGO Y PROTECCIÓN
En nuestro medio, el principal motivo para intentar el suicidio en los adolescentes es tener
problemas con los padres. Un altercado reciente, la muerte de uno de los padres
(especialmente si es por suicidio), el abuso sexual o físico, la violencia o disfunción familiar
están en los primeros lugares.
Los desacuerdos con los compañeros en el área escolar, resultan ser sumamente importantes
para el adolescente. El mundo de las relaciones con los compañeros es una fuente de
afectación emocional intensa y altamente dramática. Un problema que se plantea en la
relación con los compañeros y la sexualidad es el reconocimiento por parte de un adolescente
de que puede ser homosexual. En el contexto de una cultura homofóbica, este descubrimiento
puede causar un severo estrés y puede considerarse un riesgo.
Es muy importante que nos despidamos de este módulo con una idea clara:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS