Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
El Perú actual es un Perú con un pie en el siglo XVIII y otro en el siglo XXI en el que ha
habido grandes reformas en las leyes (derecho a voto, mayoría de edad), pero en el que
hay cosas que las leyes no pueden hacer, no pueden evitar sentimientos negativos ni
discriminaciones reales, aunque éstas no se plasmen y afecten a los discriminados. Con
grandes diferencias y desequilibrios económicos y sociales que impiden avanzar a una
sociedad de iguales entre distintos, al inicio de un siglo XXI inmerso en la globalización
y la universalización con nuevas reglas de juego, que forman una cultura económica y
una ética. La cultura económica es la de la eficiencia y la ética es la individual. Y donde
el reto de lo moderno es el reto de crear soluciones a los problemas planteados
LA EDUCACIÓN:
Se afirma que la educación peruana dista de ser adecuada para el mundo que está
surgiendo. La propuesta es fortalecer la educación pública en el Perú y mejorar la
calidad de la educación en todas las universidades, públicas y privadas, de acuerdo a
los estándares reconocidos en el mundo, Creando conciencia de que el aprendizaje no
termina al final de una carrera, cuando se alcanza una profesión y probablemente un
puesto de trabajo sino que allí comienza. La educación ética debe ser para aprender a
aprender. Esta, más que nunca, es una tremenda verdad al inicio del siglo XXI. La
velocidad de las innovaciones nos obliga a ponernos permanentemente al día. Así como
fuerza a la diversidad de conocimientos y a la especialización de una rama en particular.
LA SALUD:
FACULTADES DE MEDICINA:
Radica en el conocimiento y reconocimiento del aporte que las ciencias naturales hacen
a la comprensión de la vida en todas sus manifestaciones, y en el compromiso ético que
dichas ciencias adquieren para la protección y el cultivo de la biósfera, dentro de una
visión de sentido de la existencia. Desde esta perspectiva la Bioética global involucra la
práctica médica, con ella se preocupa por una de las más importantes conflictivas y
transcendentales aplicaciones técnicas del conocimiento científico; desafía al
antropocentrismo ético tradicional va a una nueva propuesta epistemológica que hemos
llamado Ecología humana, que trata de aproximarse a la problemática de la vida en el
marco holístico de la relación hombre-sociedad-naturaleza, y desde él acercase a
nuevas construcciones de sentido del saber, de las ciencias y de la historia
El siglo XX es, entre otras cosas, el siglo de la ecología, la época en que los seres
humanos se han convencido de que la naturaleza no sólo no está a su disposición para
su uso y explotación sino que es necesario protegerla para evitar su destrucción.
En la universidad, hay que educar globalmente con una cultura universal, de tal manera
que tanto al maestro como al estudiante les quepa el mundo entero en la cabeza y en
el corazón. Hay que abrir actitudes de educación holística de la realidad, de niveles de
interpretación de mi saber en el contexto de los otros saberes, de respeto y de
colaboración con todo lo que pueda mejorar y dar sentido a la vida humana
La universidad debería mostrar con su ejemplo que hay una notable diferencia entre
vivir de una profesión y ejercerla a plenitud para servir a la comunidad, integrando la
profesión a la comunidad como tarea de la vida, poniendo a su disposición lo mejor de
cada uno. La universalidad y objetividad epistemológica del saber queda aquí
necesariamente conectada con la justicia, la solidaridad, la rectitud, la bondad y el amor,
todo en el orden ético, del respeto por la vida [16]. Imprescindibles para el desarrollo.
"El desarrollo no es solamente la encarnación del programa económico, la modernidad,
la industrialización y la ciencia: engloba también y en primer lugar el desarrollo humano,
individual y colectivo" .
Se requiere, por tanto, que a la par del avance científico y tecnológico las universidades
e instituciones de educación superior enfaticen en la socialización de sus saberes la
humanización de sus profesionales, porque de lo contrario se corre el riesgo de soslayar
el bienestar de los demás y de todos los reinos de la naturaleza con enormes perjuicios
para toda la población y el ecosistema [18]. La bioética responde a esto despierta como
un nuevo saber ético que crea en el hombre una nueva responsabilidad frente a la vida
"La sociedad post capitalista en que vivimos y su universidad, requiere una fuerza
unificadora. Requiere un grupo de liderazgo que pueda enfocar las tradiciones locales,
particulares, separadas, en un compromiso común con valores, en un concepto común
de excelencia y de respeto mutuo" .
Para finalizar este capítulo quisiera citar al profesor Diego Gracia, reconociendo con él
la necesidad de la bioética como respuesta a los desafíos éticos que la ciencia, la
tecnología y la sociedad actuales presentan al momento y en el futuro: "así como la ética
de los años cincuenta y sesenta fueron fundamentalmente sociales, la de los ochenta y
noventa está siendo ecológica. No se trata de una moda sino de un cambio ideológico
de imprevisibles consecuencias. La ética civil de las postrimerías del segundo milenio
será bioética o no será nada" .
Hay diversidad de conceptos sobre la enseñanza de la ética, oscilando entre los que
opinan que la ética no se enseña y los que opinan que la ética médica se reduce a la
deontología e incluso que la explosión de problemas de malpraxis publicitados por la
prensa local se debe a la falta de enseñanza del Código de Deontología. Por tanto, los
Programas de ética son dispersos y variados tanto en temas como en metodologías. En
junio de 1998, el Colegio Médico del Perú convocó la I Jornada Nacional de Enseñanza
de la Ética y Bioética en el Perú con la participación del programa Regional de Bioética
OPS/OMS. En esta jornada se puso de manifiesto la falta de Fundamentación de los
programas y la falta de Metodología. La mayoría de las veces la ética es enseñanza
como una asignatura más, sólo que más corta, que se limita a la exposición de temas,
muchas veces con poca fundamentación y donde al final prima la ideología de cada
expositor, con poca relevancia para el estudiante de pregrado y de postgrado, dándose
el caso que hay universidades que enseñan ética sólo en pregrado mientras otras lo
hacen sólo en postgrado y otras lo resumen en un curso de deontología.
A fines de los años sesenta, tanto en Perú como en el resto del mundo, la bioética se
impartía en las cátedras de filosofía y teología. Luego, en general se tendió a integrarla
en la enseñanza de la medicina, aunque en Perú se sigue dictando en las mismas
cátedras, la bioética ha ido ganado terreno y ha adquirido su propia identidad. En la
actualidad, constituye algo así como la filosofía de la medicina, plantea la enseñanza de
la antropología médica y la epistemología médica y se difunde como una disciplina
independiente. Sin embargo, en el Perú todavía no ha alcanzado este grado de
reconocimiento y difusión. Este panorama apenas se ha modificado a pesar de la
urgente necesidad de hacerlo.