Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
BIANCHI
Control
de
c·onalidad
Tomo2
.
a i n procesal. Cuestiones
o JUS ic abl . Función institucional
de a o e Suprema. Tendencias
j td·c -pollticas del.control
u evolución histórica
2- edición, actualizada, reestructurada
y aumentada
31G
- .
~- . .... ' .. .. - .. -- -
. S 11. • JJ.xegesr.s ae •u .._une·
HAEZA , ~-ARLO ''u Comentada y ano-
tituclon argen na. · is rudencia
tada con la doctnna Y Jur P d
. l estadounidense. Concor an-
n_aclofuet?'tes Y antecedentes (nacionales
c¡as, tranjeros) de cada cláusula. Co~e
la:i~nada con \as constitucBion~s pr~Vln2
ciales. Prólogo de Alberto . wnc t.
tomos. u1 nsti-
Un completo estudio de cada e1áus a co
. nal artir de los antecedentes y fuentes,
tuoo a P li d
nacionales y extranjeros, ana za os a
la luz
de la doctrina de los primeros tratadtstas ar·
gentinos y estadounidenses. Abarca la funda·
ción de las diversas reformas a la Ley F~~da
mental y su confrontación con el te~to ongmal
a través de las actas de las convenClones, como
igualmente la jurisprudencia de la C~~ Su-
prema de Justicia nacional ~ de_los EE. UU:
y la correlación con las constltucwnes provm
ciales.
CANOSA, ARMANDO N.: Las reformas al ré·
gi"'-4!n de juicios contra el Estado Y
la ley de emergencia económica.
Introducción. Encuadre jurídico-normativo.
Algunas características del agotamiento de la
vía administrativa. Las reformas introducidas
por la ley 25.344 al proceso administrativo.
Cuestión complementaria. Conclusiones. Nor-
mas de aplicación.
EDITORIAL ÁBACO
Viamonl.e 1336 , 6 9 - HuonoR Aires
infu@ahacoedit n-r1 a.l . nr.~
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
g;mdoción de· fóc,-ec/w- 6on.rliúteio-n al
;• /7ó-.~·é, flám~el d.e 8st,.ada.
.. 1 . .. • , ~
Ricard o J . Mi hu r a E s trad a
Tesvrero
ALBERTO B. BIANCHI
Doctoo- d• la Universidad de Bueno Aires. Prem.1o 1\C:ldemiR :\ac1onal
el~ Derecho y C1enc1a.s Sociales de Buenos Aires Prof~sor de Derecho
Constitucionalidad Profundizado en la 'nivers1dad Catohca Argenuna.
Pn !>1 l"niversidad Austral v en la Un1versidad Catóhca de La Plat•.
l'rofpso r titular de RegulaCIÓn Económu:-.1 "" Pl Curso dl' Po,grad" de
0l'rl'Cho AdmiRISLrali\'O H."BAl
BIBLI OTECA
1 )NI\'E RS IOAO
Control
de
constitucionalidad
Tomo 2
Legitimación procesal. Cuestiones políticas no justiciables.
Función institucional de la Corte Suprema.
Tendencias jurídico-políticas del control
y su evolución histórica
[\ 1 ~ lllliOlf. l .. NO S~
~t) I'O"' S AIIII/ ~ POR 1 A
' I'R OOU<XIO>• ffiTAl O
P-IR(I AL QLJI !ll(riJ E lL
P.' '<fl(lARK.lll!U'IHSfM\0
C 1 U () A n () t: H L' f: N O S A 1H E S
1" edición, 1992
)(
W01'<~. ~011 AL TY
CttU .tJ' W¡Io'-
©
EDITORIAL ÁBAco DE R onotFo D EPALMA S.R.L.
CAPITULO IV
LA LEGITIMACIÓ PROCESAL
63. Introducción 15
A) Legitimación individual
64. Las reglas generales según la Corte Suprema de los
Estados Unidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
a) Enunciado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
b) Evolución jurisprudencia! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
e) Requisitos constit.ucionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
l. "lnjury" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
2. Relación de causalidad ("causation") y posibilidad
de remediar el daño ("redressability") . . . . . . . . 25
d) Requisitos prudenciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
l. Imposibilidad de reclamar por un tercero ("third-
party standing") . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
2. Agravios de carácter colectivo ("generalized grie-
vances"). Remisión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
3. Estar dentro de la zona de intereses protegidos
por la ley . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
65. Las reglas generales según la Corte Suprema argentina 30
a) Clara demostración de la inconstitucionalidad y pro-
banza del perjuicio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
b) Legitimación activa y pasiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
66. La doctrina del sometimiento voluntario a un régimen
jurídico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
Co NTROL o~:: co:-<snructO)IAL!DAD
8
35
a) Enunciado ... ... . . · . · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·
b) .Jurisprudencia de la Corte Suprema · · · · · · · · · · · ·
35
e) Fundamentos de la doctrina ..... · · · · · · · · · · · · · · 41
42
d) Excepciones . .. ... . .... · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·
e) Crítica .... ... ....... . · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · 43
o7. La legitimación de los órganos del E sta do · · · · · · · · · 45
B) Legitimación colectiva
50
68 . Planteo ............ .... ···· · ·· · · ··· · ······· ···· ·
54
69. Causas de la legitimación colectiva a gran escala . ..
70 . Problema s de la legitimación colectiva a gran escala 58
71. Los legitimado colectivos .... . .... . ....... · · · · · · · 62
72. El Defen sor del Pueblo ................ . ..... ... . 62
a) La jurisprudencia ..... . .................... . . . 62
b) Mi opinión ......... ... ............. . .. . .. ... . 70
73. Las asociaciones de consumidores y usuarios ...... . 72
a) La jurisprudencia ............................ . 72
b) Mi opinión . ......... . . ....... . .............. . 76
74. Los legisladores . ... ......... .......... ... .... .. . 79
a) En los Estados Unidos . ............ . .. .... . .. . 79
b) En la Argentina ... . .. ...... ... . ..... . ... .... . 84
e) Mi opinión ..... . ...... . .... .... . ............ . 87
75. El Mini sterio Públlco . . . .. ... . .......... .. ...... . 92
76 . Clases de personas ... . .......... . .. .. .......... . 93
a) Noci ón , origen y desarrollo hi stórico . . . ... . ... . . 93
h) Fundamento legal. La Regla de Procedimiento 23 96
77 . Requisitos previos .................... .. ...... . . . 98
78. Imposibilidad de abarcar casos futuros .. .. . ... ... . 105
79 . Requisitos de procedencia .... ....... . .. .... ..... . 106
a) Primer requisito . ... .. ..... ......... ... ... ... . 107
b) Segundo requisito ............ . .. ........ .. . . . 108
e) Tercer requisito ... ..... . ......... .. .. . ... ... . 109
8 0. Desarrollo del procedimiento
• o • ••••••••••••••• • • • •
113
a) La certificación
b) Notificación a l~s· ~ie-~b~~~ ·¿~ -~~· ~l·a·s~· ..... .. . . 113
114
e) Facultades de dirección del proces o .... : : : : : : : : : 119
d) Desistim iento y transacción .... . ..... ... ...... . 121
e) Efectos vinculantes de la sentencia res pecto de los
miembros de la clase ... . .... .. .......... · · · · · 1:.!4
f) Cómputo de la prescripción . ......... .... . .. . . . 127
ÍNDICE GENERAL 9
C APÍTU L O V
LOS ACTOS NO JU STICiABLES
CA.PÍTULO VT
TENDENCIAS JURÍDICO-POLÍTICAS DEL CONTROL
Y SU PERSPECTIVA HISTÓRICA
EPILO GO
r. Diagnostico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 489
11. Pronóstico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 491
m. Valoración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 491
1v. Una última reflexión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 494
B 1 B L 1 o GRAFÍA . . . . . . . . . . . . . • . . . . . • . . . . . . . . . • . . . . . . . . 497
C) Francia
l. Consejo de Estado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 600
2. 'l'ribunal de Conflictos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 601
3. Consejo Constitucional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 602
D) Reino Unido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 602
LA LEGITIMACIÓN PROCESAL
§ 63. Introducción
con rot.lens (min ce words) cuando decimos que el concepto de standing, según el
Art. 111 , no ha sido definido completamente en muchos de los ca~os decididos
por esta Corte''. Asimismo, en "Campbell v. Louisiana", 523 U.S. 392, 397 (1998),
la Cor te sostuvo que "la legitimación fr er.uentem ente genera distinciones impre-
cisas y exige trazar líneas difíciles".
5 Así lo reconoce por ejl!mplo TRIR E, Laurencc, Amencan <.:onstitutional Law ,
ob. cit. , p. 390.
6 CHEMERIN,;KY, Envi n , Federal .Ju.risdiction, cit., p. 55.
468 u.s. 737. 752 (1984).
392 u.s. 83 (1969).
~ ScALIA , Antonin. The Doctrine of Standing as an Esscntial Element of" thc
Separation uf Powers , "Suffolk Law l{cview", vol. 17 , p. 881 (1983).
lO Véase una critica en NI!'HOL, Gene, Abusing Standing: A Comment on.
Allen u. Wright, "Uruv. o!" Pennsylvarua Law Review", vol. 133, p. 635 (1985).
11 En "Luján v. Dcfenders of Wild Life", 504 U. S. 555 (1992), sostu vo qu e
la separación de poderes, como mecan ismo central de ]¡¡ Constitución, depende
en gra n medida del común entendimiento ll cerca de. qué actividades son apropiadas
para las legislaturas , la administración y los tribunales . Agregó que la legiti-
mación es uua línea de t.lemarcatoria que deslinda o separa los casos o contro-
versias que ti enen ua turaleza judidal (p. 560). A su vez , en un fallo un á nime,
recuído en "Bennett v. Spear", 520 U .S. 154 (1997) , reiteró que los elementos,
tanto constitucioMles como prudenciales, del standing están fu ndados en la preo-
cupación acerca del debido - y debidamente limitado- rol de los trib unales e n
una sociedad democrática.
12 T!tlllE, Laurence, American Corts/.itutionall,aw , ob. cit., ps. ~89 Y ::l\10; CHE-
MEitJNSKY , F.rwin, Federal Courts, ob. cit .. p. fífi .
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
18
·udicial al evitar que se expandan innecesariamente los pro-
Jcesos j~diciales cuando sólo se busca en ellos un resultado o
· deológico ta. permite mejorar los fallos , procurando que
ef ect o 1 , . -c. l
ante el tribunal sea debatida una controvers1a espec111Ca, P an-
teada por quien tiene un interés real y directo en ella, Y asegura
que quienes litigan sean efectivamente los titulares d~ los de-
rechos invocados y que no se presenten ante los tnbunales
testaferros oficiosos. "Los Tribunales -ha dicho la Corte es-
tadounidense- no deben decidir innecesariamente sobre dere-
chos cuando los titulares de los mismos no lo requieren" 14 •
A) LEGITIMACIÓ. INDIVIDUAL
28 "Schlesinger v. Reservi.sts Committee to Stop the War", 418 U.S. 208 (1974).
29 "United States v. Richardson", 418 U.S. 166 (1974).
:JO "Warth v. Seldin", 422 U .S. 490 (1975).
31 "Simon v. Eastern Kentucky Welfare Rights Organizat ion", 426 U.S. 26
(1976).
:1 2 "Allen v. Wright", 468 U.S. 737 (191'14).
aa "Valley Forge Christian College v. Americans Uni ted for Separation of
Chmch and Statc, lnc.", 454 U.S. 4G4 (1982).
a• !nfra, § 64, e, l.
22 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
89 Consids . 4• y 5".
9
° Fallos, 300:353 (1978).
91
.C uya in.constitucionalidad ya había sido declarada anteriormente en "Car-
los Marm Fernandez", Fallos, 267:97 (1967).
~2 Fallo.,, 301:991 (1979).
9 '1 Fallos. 301:994.
04
Fallos , 302:1666 (1980).
LA LEGITIMACIÓN PROCESAL 33
pleados de eomercw
· c/Me'ndez"lo4 , que la actuación
.
en calidad
d
de agente de retención no justifica el plante~rruento e cues-
tiones federales atinentes a derechos cuyos titulare~ .son ter-
ceros y ajenos al interés específico legítimo del ?~t1c1~~ante.
En tercer lugar, y ya en lo atinente a la leg1t1mac10n pa-
siva, la impugnación debe formularse contra la parte que causa
el perjuicio alegado. Por aplicación de esta regla, en "D.G:.I.
c/Paulista S.A." 105 , le fue negada legitimación a un agente JU-
dicial de la DGI para plantear la inconstitucionalidad de una
norma en cuya virtud se reducían sus honorarios judiciales.
La DGI -por intermedio de uno de sus agentes judiciales- pro-
movió la ejecución fiscal de una empresa para el pago del IVA.
Luego de obtenida sentencia de trance y remate y de regulados
los honorarios del agente judicial, la ejecutada se acogió a los
beneficios de la ley 22.681, que le permitía el pago del impuesto
en cuotas. Ello repercutía en los honorarios del agente fiscal,
los que se veían reducidos a un 10 % del monto regulado. Por
tal motivo aquél planteó la inconstitucionalidad de la aplicación
de la ley, la que fue rechazada. "Que al no existir por lo tanto
-dijo la Corte- entre la aquí ejecutada y el recurrente (agente
judicial de la DGI) otro nexo que el que surge de la ley que
le acuerda la acción, es claro que la modificación de la existencia
o del quantum de la prestación (. .. ) no autoóza a éste a efec-
tuar reclamo constitucional alguno a la primera, pues no in-
cumbe a ella satisfacer un deber inherente, en el caso, a la
relación de empleo público (. .. ) Asimismo, si debiera aceptarse
que la aplicación de la ley 22.681 genera un gravamen al ape-
lante, no cabe más que concluir como consecuencia de lo dicho
que su reparación sólo podría demandarse al órgano para el
cual se ha desempeñado la función" 106 .
ser pagadoR por la empresa ejecutada, de modo que no es cierto que "su reparación
sólo podría demandarse al órgano pura d cual se ha desempeñado la función".
101 Fallos , 149:137 (1927 ).
10~ "Que la protesta formulada por la Compañia en el acto de veri.flcar el
pago del impuesto, y cuando se habían producido los hechos determinantes de
CONTROL DE CONSTI'l'UC!ONALIDAD
36
e:
re etido en la jurisprudencia del Tribunal hasta el pre~ente
muy numerosas ocasiones , algunas de las cuales exammaré
seguidamente. f' n
La materia impositiva ofrece sin dudas un terreno er 1
para la proliferación de esta doctrina, habida cuenta. de la re-
lación continua y habitual que se entabla e~tre el F1sco Y s~~
contribuyentes. Por ello, además del caso Gath. &. ~haves ,
la Corte ha aplicado reiteradas muchas veces el pn~c1p10 .e~un
ciado ante la impugnación constitucional de leyes 1mpos1twas.
Así por ejemplo, en "Beristayn de Vedoya c/Buenos Aires" ~
10
110
y en "Perkins (Sucesión) c/Buenos Aires" , donde se planteó
la inconstitucionalidad del impuesto a la protocolización de las
hijuelas de una partición sucesoria. Aquí la Corte desestimó
el planteo , pues los actore habían iniciado los trámites de
la protocolización conforme a las normas del Código Procesal
de la provincia sin hacer "salvedad o reserva alguna" de la
facultad de discutir la validez constitucional del requisito de la
protocolización, siendo la protesta fonnulada apenas en el mo-
mento de pagar el impuesto m. También fue aplicado en "Elins-
tall S.A.I.C." 11 ~ , cuando e impidió la declaración de inconsti-
tucionalidad de una resolución de la DGI, respecto de la cual
el contribuyente había ejercido la opción prevista en su nor-
mativa, ingresando oportunamente los anticipos del impuesto
a las ganancias. Más recientemente cabe recordar el caso "En-
~re Rí?~ c/Encotesa" 113 , donde la demandada impugnó una ley
rmpos1tlva local pese a que con anterioridad había acordado
con la actora saldar deudas impositivas emanadas de dicha
ley, lo que suponia -según entendió la Corte- haber formulado
expresos actos de acatamiento al pago del tributo reclamado.
Asimismo, en "Dell'Oglio c/Banco Hipotecario Nacional" 114 se
la renuncia señalada, no puede borrar o modificar los efecl.os de ésta (a rt. 875,
Cód. Civil)" (consi d. 3°).
lOS Fallos, 157:352 (1930).
uo Fallos, 169:245 (1933).
1
11 También fueron rechazada s con iguale argumentos las demandas de in-
con stitucionalidad de impuestos a la protocolización en "Martclli c/Buenos Aires",
Fallos, 169:359 (1933) y "Rola nd de Mon segur c/B uenos Aires", Fallos, 169:359
(1933). Sólo se publica n r es úmenes de estos dos fallos.
\12 Fallos . 307 :1582 (1985).
ll :l Fallos, 320:1985 (1997) .
114 Fall os, 322:523 (1999) .
LA LEG!TlMAC!Ó YROCESAL 37
. Vé ase t.a m b"1en e¡ caso "Juan Santiago Fusco", Fallos 285:329 (1973)
120
m Fallos , 275-239 (1969). ' ·
~ 2 Fallos, 275:256 (1969), doctrina reiterada en "Casañas cJC · F
1
120 Véase también el caso "Juan Santiago Fusco", Fallos, 285:329 (1973).
m Fallos , 275-239 (1969).
122 Fallos , 275:256 ( 1969), doctri na rei terada en "Casañas c/C aja Forense
1° Circunscripci ón", Fallos, 279:350 (1971) .
12~ Fallos, 294:220 (1 976).
m Ley 17 .801 , BO , 1017/68.
39
LA LEGITIMACiÓN PROCESAL
125Fallos, 294:222.
120 Fallos . 184:361 (1939) .
m Fa! los , 298:383 (1977).
12~ Fallos, 299 :276 U977).
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
40
el uso del amarradero y su sometimiento volunt~io al ré.~
men de la ley 7169 importa óbice para su tardía 1mpugnac10~
con base constitucional 129 • Asimismo, en "Distribuidora Químl-
10
ca S.A. c/Subsecretaria de Puertos y Vías Navegables" " , la
actora, como permisionaria de una terminal portuaria, impugnó
la constitucionalidad del decr. 769/93, que había dispuesto la
transferencia del Dock Sud a la Provincia de Buenos Aires.
La demanda fue rechazada por aplicación de la doctrina del
sometimiento voluntario en estos términos : "la novedosa pre-
tensión de cuestionar el mencionado traspaso y, consiguiente-
mente, de desconocer la jurisdicción provincial sobre la sección
Dock Sud, contraviene la propia conducta anterior de la actora,
quien reconoció expresamente que aquel sector portuario había
sido transferido a la provincia, admitió que la vinculación de-
rivada del permiso de uso continuara con ésta, y efectuó nume-
rosas presentaciones ante las autoridades locales -mencionadas
en el considerando cuarto- tendientes a que éstas accedieran
a sus pedidos de obtener la habilitación defmitiva de su ter-
minal portuaria y la concesión de un terreno aledaño, sin for-
mular ninguna reserva ni objeción respecto de aquellas cues-
tiones. En tales condiciones, el posterior desconocimiento de
la validez del traspaso (formulado el 24 de agosto de 1995,
es decir con posterioridad a la desestimación de sus peticiones
por parte de la provincia) aparece -cuanto menos- como el
fruto de una reflexión tardía, que pone a la actora en contra
de su conducta anterior, deliberada, jurídicamente relevante
y plenamente eficaz, que importó aquiescencia a la jurisdicción
provincial para la resolución de sus pretensiones. Por ello, se
erige como valla insuperable para la suerte de su actual petición
la uniforme jurisprudencia del Tribunal, según la cual el vo-
luntario sometimiento, sin reserva expresa, a un régimen ju-
ridico o a determinada jurisdicción, comporta un inequívoco
acatamiento que fija la improcedencia de su impugnación ul-
terior con base constitucional" 131 •
12
~ "Buenos Air es c/Nación Argentina" (Gendarm ería Nacional) Fallos
297 :236 (1977). ' •
1 ~0 Fallos, 321 :221 (1998).
m Fallos , 321 :238-239.
LA LEGITIMACIÓN PROCESAL 41
ns La Corte ha di cho en var ias op ortunidades (v. gr., "Tettamanti c/Ar a ngu-
re n", Fa llos , 184 :361 - 1939-; "Buenos Aires c/Valbuena Medrana", Fallos, 1R7:444
C oNTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
42
. 139
." , 1 doctrina de los actos proplOS
"Krebs c/Krebs , se flnvo1co ~o también en "Distribuidora Qui-
e igual fundamento ue a ega
mica S .A.".
- - - -- - - - - - - - - - - - - -
- - - - - -- - - -- - - - - -
CoNTROL DE coNSTITUCIONALIDAD
44 es J:
.l . mas son -como mu- en
nuncia de derechos, sob~e. todo Sl as ffilS el ·
r ehas veces se observa- tac1tas
. . . nte del control d e otilClO,
·
C 'tlca proverue . ·, un
En cuanto a a enl tengo con total convlCClOn
ese a que sos . im
tengo algunas reservas.' p l 146 Creo que la doctnna del con- dil
que los jueces deben eJercer ~t .. ble cuando los jueces se abs-
trol a P.e d,.d o d e parte es en
d 1ca. cer el control ante la ausencla· de
. · mplemente e eJer · d co
tienen PW:a ~ sl d l s partes En este caso, entlen o
d~:~~u=~ ::~~~ne~~r=~~él~a: no debe. indu:ir a .la abs~enc~ó.n
1 cr
d'!
áe los jueces. Distinto es el caso cuando algmen ~lde el ierclc~o b:
del control en contradicción con s~s ~:tos ~ntenores.. n es e t:
segundo supuesto, la abstención JUdicial tlene un ongen m~y il
diferente. No se trata ya de un probl~ma de contro~ de o~c10
a pedido de parte, sino de que los JUeces deter_nunen Sl el l:
0
planteo de inconstitucionalidad efectivamente reahzado e~ ad- r
misible frente a la conducta anterior de quien la reqmere. t
Creo en síntesis, que la doctrina que resta legitimación
para pedir la inconstitucionalidad d~ un ordena~iento juri~ico
a quien previamente lo ha acatado sm reservas t1ene ~n ongen
teórico correcto. N a die puede aprovechar a su antoJO la ley
y acatarla o cuestionarla cuando le convenga. No obstante ello,
existen tres clases de limitaciones generales que deben ser te-
nidas en cuenta. En primer lugar es preciso que el acata-
miento haya sido plenamente voluntario y no haya estado in-
ducido por alguna circunstancia que -directa o indirectamente-
haya sido excluyente de la voluntad 147 • En segundo término,
mieulo, pues por ese camino no hay salida jurídicamente útil. En todo caso, es
prt!fcrible verificar la magnilud de la inconstitucionalidad y si ésta es manifiesta
y gro•era, no debe importar si el oferente acató o no el pliego o las ba ' eS de la
licilación, pues lo imporlante es que la contratación pública ea ofrecida en con-
diciones tales que no alteren los principios constitucionales.
CONTROL DE CONS'I'!TUC!ONALIDAD
46
propios intereses, y b) en representación de l~s intereses de sus
gobernados. En cuanto a lo primero, .son habituales las deman-
das entre estados 14ij, o incluso del gob1erno federal contra los .es-
tados 149. De modo que es una doctrina claramente recon?c1d~
que los estados tienen legiti.mación para defender ~nte la JUSti-
cia los derechos que emanan de su condición de entidad sobera-
150
na (sovereign interests) contra personas públicas o privadas •
De lo dicho surge que los órganos estatales pueden plantear la
inconstitucionalidad de aquellas leyes provenientes de otras ju-
risdicciones, que limitan sus intereses o derechos. La pregunta
que sigue es si, paralelamente a esta legitimación, los órga-
nos estatales también pueden plantear la inconstitucionalidad
de las leyes y normas que emanan de su propia jurisdicción.
La respuesta de la jurisprudencia de nuestra Corte Su-
prema es negativa. Según la Corte Suprema argentina, ni el
Estado nacional ni sus entes descentralizados pueden plantear
la inconsti.tucionalidad de las normas nacionales, prohibición
que se extiende a las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires.
El origen de esta jurisprudencia -que no tiene parangón en
los Estados Unidos- se remonta a un caso resuelto en 1920,
donde en un obiter dicta la Corte rechazó la posibilidad de
que la entonces Municipalidad de la Capital alegara la incons-
titucionalidad de una de sus ordenanzas 151 . Un criterio similar
aparece poco después en "Ferro Carril Sud c/Municipalidad de
la Capital" ' 52 , y ya en la década de los años 1970 se hace más
explícito en "Felici.ani c/Banco de la Nación Argentina" '~ 3 , donde
148 El caso seminal es "Missouri v. lllinois", 180 U.S. 208 (1901), donde se
le reconoció standing a un estado para evitar que otro vertiera residuos cloaca-
les en aguas interestatales. Asimismo en "Wyoming v. Oklahoma", 502 U.S. 437
(1992), donde Wyoming impugnó una ley de Oklahoma que imponia a las com-
pañías generadoras de electricidad el uso en sus plantas de un porcentaje minimo
(10 _% )de carbó~ extraído en ese estado. Se estableció en este caso que Wyoming
Lerua leg¡.l!ma.cwn a plantear la inconstitucionalidad de la ley de Oklahoma, pues
ella tenía un unpacto impositivo negativo en el accionante. Una explicación más
deta ll ~~a de .este caso puede ve~se supra (§ 64, b), en este mismo capítulo.
.
1 E.n Oregu n v. Mitchell , 400 U.S. 112 (1970), se le reconoció legitima-
Ción al gob1erno federal para hacer cumplir en los estados la Federal Voting Rights
Act.
::~ :;~mE , L_a_urence, American Co~stitutional Law , ob. cit., p. 453.
Compama Ransmena c/Mumc1pahdad de la Capital" Fallos 132·101
(1920). ' ' .
15
~ Fallos , 134:37 (1921).
t 5a Fallos , 284:218 (1972) .
LA LEGITIMAC IÓN l'ROC ),;i:lA L 47
normas por parte ele los órganos del Estado , ED, t. 65, p. 514.
165 BmART CAMPOS, Germán J. , Tratado elemental .. . , edición 1999-2000, cit.,
t. 1-A, ps. 424 y 425.
166 Una buena crítica a la doctrina de la Corte Suprema puede verse en
S~;AnA , Juan l., El problema de la legitimación del Estado para plantP.ar en un
proceso judicial la inconstitucionali.dad de sus propias normas jurldicas (tesina
presentada en el Master de Derecho Administrativo de la Universidad Australl,
Buenos Aires, 2001. Agradezco al autor haberme facilitado su texto.
167 BlANC: Ht . Alberto B., Apuntes en torno al concepto de juez natural con
particular referencia a los jueces administrativos, ED , t . 127, p. 933.
l tiR Artículo citado en nota anterior, p. 944.
16U Véase mi opinión supra, § 40.
no Véase supra, § 38.
LA LEGITIMACIÓN PROCESAL 49
B) LEGITIMACIÓN COLECTIVA
§ 68. Planteo
jetivo, lo que le ha permitido expandirlo hasta los confines mismos de los derechos
de incidencia colectiva (Control judicial de la Administración Pública, cit., t. I,
ps. 195 y ss.). Go!WILLU, en cambio, ha permanecido fiel a la distinción entre
ambos conceptos, aun en época recientP., sosteniendo que no se justifica todavía
la eliminación de la categoría de los intereses legítimos (Gouou.Lu, Agustín, Tratado
de derecho administrativo , 42 ed. , Fundación de Derecho Admiruslrativo, Buenos
Aires, l. 2, caps. IIJ y IV, 2000).
177 La denominación tradicionalmente empleada antes de la reforma cons-
titucional de 1994 era la de intereses difusos, que provenía de la división cua-
triparlita de las formas subjetivas de la legitimación en: 1) derecho subjetivo,
2) interés legítimo, 3) intereses difusos , y 4) interés simple. Era natural que se
los hubiera llamado así, pues se intentaba dar la noción de que el derecho re-
clamado al ser de muchos estaba difundido en numerosos titulares. La reforma,
sin embargo, adoptó la denominación de derechos de inctdencia colectiva, que
ciertamente posee mayor rigor técnico en la medida en que lo que se reclama
es indudablemente un derecho de naturaleza singular o individual, pero colecti-
vamente compartido.
178 Sería muy difícil abarcar en una nota la numerosa jurisprudencia relativa
a esta temática, pero aún asi puede trazarse en forma más o menos nítida una
línea que corre desde el famoso caso de las tollinas overas "Kattan c/Poder Eje-
cutivo Nacional", Juz. Nac. Cont. Ad.m. Fed. n• 2 (firme), l0/5/83, ED, t . 105, p.
245, hasta "Yousseftan c/Secretaria de Comunicaciones", CNCont.Adro .Fed., Sala
IV, 17/10/97, LL , t. 1997-F, p. 270.
LA LEGITIMACIÓ PROCESAL 53
habiendo alcanzado en algunos casos expre ión legi lativa ' 7u, se
ha acrecentado desde que la Constitución los protege en forma
expresa. Por su lado , la doctrina de nuestro autores en esta
materia ha sido intensa. Véanse, por ejemplo, lo trabajos de AL-
184
BANESE '!iQ; BllliRA 1M1; BrnART CAMPOs 182 ; BUJOSA VADEIL · CAN0 ; DE
RúA 1 ~5 ;
9
lA EKMEKDJIAN 186
; F'RALLICIARDI 181
; GoRDD..L0 188
; GDZAÍN1 1R ;
179 Recordemos, por ejemplo, el caso de la célebre ley 10.000 de Santa Fe,
1
RRASPE 194 ; PtuRETI1 195 ; P..rv AS ' 96 ; S POTA 197 ; ZAVALA DE GoNZÁLEZ !liJ, entre
muchos otros 199 que componen una extensa nómina 20".
190 GRECCO, Carlos M., Ensayo preliminar sobre los denominados intereses
"difusos" o "colectivos" y su protección judicial, LL, t. 1984-U , p. 865.
191 MAJI\AL, Héctor, Sobre legitimación y ecología, LL , t. 1984-B, p. 779.
192 MARIENHon-, Miguel S., Delfines o toninas y acción popular, ED, t. 105,
p. 244; La legitimación en las curiones contra el Estado (Acción popular. Inter és
simple. Interés difuso. Acto administrativo discrecional) , LL , t. 1986-C, p. 899;
La acción popular, LL , t . 1993-D, p . 682; Nuevamente acerca de la acción popular.
Prerrogativas jur(dicas. El interés difuso , ED , t . 106, p. 922.
1 9 3 Mmm.Lu , Augusto M., La defensa de los intereses difusos y el derecho
· · úblicos ha re-
Por un lado la privatización de los seTVICJO P . .
vitalizado palab~as casi olvidadas_o quizás_ nunca utilizada~ c~
mo "cliente", "usuario", o "consUIDldor". Mientras la mayona e
los servicios públicos fueron prestados por empresas estatal~s,
la defensa de los derechos de los consumidores, clientes o usuanos
de dichos servicios era una cuestión jurídicamente no desarro·
Ua da y prácticamente inexistente. Pero .e~ indudable qu_e tomó
cuerpo a partir del traspaso de esos serv1c10S a manos pnvadas,
a punto tal que ha generado todo un nuevo cuerpo de derecho
que comienza a poblar en forma casi indispensable los anales
de jurisprudencia y los estudios de doctrina. Solamente la pro-
blemática de la audiencia pública o sus diferentes particula-
ridades es hoy un capítulo específico de alguno estudios 201 •
El segundo factor tiene que ver con la creciente problemá-
tica ambiental. Hasta no hace mucho los ambientalistas cons-
tituían un selecto y reducido grupo -muchas eces identificado
con ciertas posturas ideológicas- al que poco se sumaban. No
obstante ello, paradójicamente, si vamos al fondo de nuestra
historia jurisprudencia!, vamos a hallar el primer caso am-
biental que tempranamente resolvió nuestra Corte Suprema.
Me refiero, por supuesto, a "Saladeristas de Barracas c/Pcia.
de Buenos Aires" 202 . Pero tanto se ha girado contra el planeta
y sus ecosistemas en las últimas décadas, que finalmente ha
sonado la alarma general y hoy -sea por el mero interés teórico,
porque es económicamente importante, o porque la ecología lo
reclama-la cuestión ambiental ha ganado todos los campos del
derecho. Ya nadie quiere perder el tren de la ecología. Ad-
ministrativistas 203 , constitucionalistas 204 , politólogos 20 \ interna-
zo1 SACRISTÁN, F.stela B., Las sesiones públicCl$ (•open meetings") del derecho
administrativo norteamericano como forma de publicidad de la actividad admi·
nistrativa, "Rev. de Derecho Administrativo", n•• 27 a 29, 1998, ps. 389 a 434 ;
de la misma autora: Audiencia pliblica y otros procedimientos consultivos en el
dictatlo de actos administrativos de alcance general (nulidades por su omisión),
"Rev. de Derecho Administrativo", n'" · 30 y 31, 1999, ps. 169 a 193.
20< Fallos, 31 :272 (1887).
203 CASSAGNI>, Juan C., Sobr~ la protección ambiental , LL, t . 1995-F., p. 1217;
CARF.LLO , Luis A., Problemas del poder de policía en materia de protección del
(E.ta noto aJrlltiiUÍO t:n la página :1igu ienL~ . )
20• BIDAIIT CAMPOS, Germán J., El medio ambiente y la polución por gases
y humos, EIJ , t . 151, p . 258; El art. 41 de la Constitución y el reparto de com·
IE•14 noto C>OftlinW. •n 14 página siguiente.)
<05 NATALE, Alberto A., Protección del medio ambiente en la reforma cons·
titucional , LL , t. 1994-E, p. 1385.
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
56
. ~09 t 'b
cionalistas 206 , civilistas 207, penalistas~ 0 ij, procesal 1st~s . , n u-
taristas 2'o, todos sin excepción, sumados a los espectahstas tra-
dicionales en recursos naturales 211 y a quienes desde temprano
anticiparon el problema 212 , se sienten habilitados para el es-
tudio de esta problemática desde el ángulo que les ~oque. Pero
lo ambiental y lo ecológico tienen que ver necesanamente con
los derechos colectivos, de modo tal que la cuestión ambiental
ha abierto una segunda via de acceso a los intereses. difusos .
Por último la reforma constitucional de 1994 ha stdo clave
en este terreo~. No caben dudas de que la unidad temática
constitucionalizada en los arts. 41, 42 y 43 ha adquirido un
brillo e interés singular que se propaga diariamente Y con ella
el interés -una vez más- por el estudio de los derechos de
2 13 Supra, § 58, a .
2 14 El artículo 43 de la Constitución ha incluido la protección de los derechos
colectivos en el marco procesal del amparo. Cabía preguntarse entonces si esa
es la única vía de protección que poseen o existe otra. La Corte resolvió el in-
terroga~te e~ "As oci~ción de Grandes Usuarios de Energía Eléctrica de la Repú-
bhca Argentma cf!'C1a. de Buenos Aires", 22/4197, U. L 1997-C, p. 322, estable-
Ciendo que, tamb1en procedía la acción meramente declarativa a esos fines
m "Angel Siri", Fallos , 239:459 (1957). .
216 _ Eu 1982, _al cumplirse veinticinco años del caso "S iri", el Instituto de
pesar: se 1a~e rorzoso concluir que la historia institucional del país, particular-
n:ente despues de mediados de 1966 ha frustrado las expectativas que hace vein-
tlcmco años luzo nacer la consagración jurisprudencia! de la acción de amparo
en ~1 área de la protecci<ín de las libertades públicas. o seria leal con mis con-
V>ccwneR m con los destinatarios de esta exposición · pusier a fin a ésta sin des-
tacar tan descou~oladora experiencia" (CARRII'l, Ge:naro R, La acción de amparo
Y otro,q remedws extraordinarios Edla nll 24 19 ., p 7)
217 u . . ' ... - .
.,no de los fallos que terminó de remat.ar esta serie fue, sin dudas , "Hug-
hes 'l'~ol Co. S.A. c1Nac1ón Argentina", Fallos, 307:17 (1 985), donde la Corte
consolidó la eXJgencia del agotamiento previo de la instancia dm ' · t t'
la procedencia del ampa ro. a lillS ra !Va para
58 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
2 18
Entre quienes propician un .
gusto M., Las garanlias del proceso ·u::paro a mpü o puede verse a MonELLO, Au-
de la tutela judicial. LL, t. 1996-A J 14 y ~l amparo, en relactón a la efectividad
tzc<a : los amparos de los arttculos'
LL , Suplemento Especial del 60º an· y
:a ~~ <?ORDlLLO, Agustín, Un día en la jus.
'. me. 22 de la Constitución nacional
~,mpa.ro Y la nueua Constitución de la ·~:~s~;o (~/12195), p. 57; RIVAS , Adolfo El
L~L~ct~'9;1no E., La pretensión de ampa:O e~~ rgentma , LL , t. 1994-E, p. 1S30·
' . 5-D, p. 1237 ; QurRuGA LAvrt. H b a reforma constitucional de 1994 ,
so bre omparo LL di . ,, um erto Act l .d d
má.s m0 d . ct' ' ano del 14/1 V9G Por .' ua ¡ a en la jurisp rudencia'
en• a sobre 1 · rw parte he t· d
"La Nación" del 26/6/9e6) amparo <B!ANCHt, Alberto B. 'La lop ~ o por una tesis
. ' ey e amparo, diaJ~ o
LA LEGITIMAC IÓN PROCESAL 59
presentarse ante los ór ganos o tribunales supranaci onales como la Comisión Inte-
ra mericnn a de Der echos Huma nos. Así lo hizo an te una decisión de la Corte Su-
p_rema .de J usticia ? e la Nación r echazando su pedido de pro nto despacho en mate-
n a de J~b1l ac10nes (GORDILLO, Agustín, TI-atado de derecho adm inistrativo, 56 ed.,
Fund~~~ón . de Der echo Administrativo, Buenos Aires, 2000, cap. XII , § 14, p. 42 ).
. · S m per; UI CIO de ello, el Defensor del Pueblo puede actuar a n te cualquier
tnbu nal federal .o pro.vincial. , Recor demos, por eje mplo, el caso del amparo pro-
movid o ante la ;ust1c1a de Rw Negro con motivo del mal esta do de la alcaldía
de la ciuda d de General Roca, lo qu e motivó un pronunciamient o favorable de
la Cáma ra 3" del Cri men de General Roca (LL , t. 1996-A, p. 747 ).
2aG Véase infra, § 74 .
m Fallos, 319:1828 ( 1996).
23
M Su scriben la sentencia los nueve jueces del Tribunal a saber: Nazareno
(Preside~te), Moliné O' Connor, Fayt, Belluscio, Petra cchi , Bo~gia no, López, Bos-
sert y Vazquez.
23
~ Consids. a• y 4".
240
"Defensor del Pueblo de la Nación", Fallos, 320:2605 (1997 ).
LA LEGITIMACIÓN PROCESAL 65
1~ Sllgund a , una ca utelar autónoma deducida en con tra del decr. 842/97 inter-
VIn o el ,Juzgado n• 5, resolvie ndo favorabl emente la cues tión en senten'cia del
24/9/97. .
~ 63 CNCont. Adm . Fed., Sala JI, 26/8/97.
~ Fallos , 3.20:2887 . Acerca de la legitimación de los legisladores en este
54
~r.? S b 1 . 1 .
. . o re e part1cu ar me rem1to a lo que djgo en La regulación económica
Cit., t. I, § 45 , b, p . 229 . ,
21;8 Véa se nota 263.
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
72
d da de <ll!e el Defensor tiene
En otras palabras, na die u - - - - - l-
. . ., ella debe dílucidarse en cada caso, pues o
legülm~c10:t:~:porta es si ha elegido corr_ectamente el upo
que reame . 'd ue ello le otor~rá
de ciudadanos, usuanos o consUIID ores, y~ q -;f - ue el De-
legitimación en concreto para actuar. Entlendo a q
fensor, al iniciar una acción -o al sumarse a ella co~~ terce~~
debería demostrar: a) que está representando _al umco _gr
de personas existente e intentar definirlo en la_iorma ma~e
cisa posible, o b) que siendo dos o más los grupo~ de rep.~e
sentados existentes, ha elegido al que por de~ermmadas C1r-
cunstancias de número, intensidad de la a(ectJlCl{>n, etc., mer~ce
su cobertura procesal. El tribunal debería a alizar_ entonces
el fundamento de esta elec 'órLy sólo entonc~s co:Qceder o re-
~hazar la legitimación al Defe_nsor para actuar. Esta cuestión
~n aras de no dilatar innecesariamente el proceso- debería
ser preliminar y la decisión inapelable, cualquiera sea el re-
sultado.
La segunda cuestión, derivada necesariamente de la an-
terior, son los efectos de la sentencia respecto del grupo de
usuarios alcanzados por la representación ejercida por el De-
fensor. Es evidente que en aras de obtener una mínima certeza
jurídica deía decisión que final ente se roduzca, el Defensor,
una vez definidos sus representados a robada su le 'tim:aéión
para continuar el proceso, debería darles noticia - medio de
algún medio mínimamente fehaciente -que hasta podría ser
un anuncio por los diarios en la forma en que el tribunal lo
estab~ez.ca- d~ a existencia dEi_pEoceso, de modo tal que la
~!.n~enc1a. qu;:_ se dicte uede_ ser ~onibl~a todo es~ grupo
~ermmado ae personas. De ~O_E.Qntrari , quien no ha to-
mado interve~ción en el proceso podría no sentir. -i~do
por la sentenc1a_y rechazar la "defensa"_g_ue el Defensor efectuó
de sus derechos o la forma en ue lo hizo-:- -
§ 7 4. Los legisladores
2
9° Se trataba dt! la ley Gramm-Hudman, que como medio de reducir el
déficit imponía la rebaja tanto del sa lario de los legisladores como del personal
legislativo.
29 1 "Bowsher v. Synar", 478 U .S. 714 (1986).
2
ij~ "Powell v. McCormack", 395 U .S. 486 (1969). Con anterioridad a este
fallo, la Corte había sostenido similar principio respecto de un legislador cstadual
en "Bond v. Floyd", 385 U .S. 116, 128 (1966).
29:l KEF.FF., William, and 0GUL, Moni s, The American Legislative Process ,
9th ed ., l?rentice Hall, New .Jers ey, 1997, p. 418.
80 CoNTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
:l12 720 F.2d 1355 (Cir~uito del D.C.), certiorari denegado en 467 U.S. 1251
(1983).
8 1 ~ 77 1 fi'.2d 539, 543/546 (Circuito del D.C., 1985).
3 H 676 F.Supp 33 ('f'ribun "l de DisLrito del D.G., 19M7).
31' Vale la pena mencionar en esta lín ea ne¡:atoria del ~tanding de los le·
gisladorcs el caso "McCiure v. Carter", 513 F.Supp 265 (Tribunal de Distrito de
ldaho, 1981 ). El senador McClure impugnó la designación como juez de la Corte
de Apelaciones del DistriLo de Columbia de un ex legislador de apellido Mikva
sos Leni endo que su nombramiento era violatorio del Art. I, sección 6 cláusula 2
de la Constitución , que prohíbe la designación de senadores o repres~ntantes en
cargos d~l Gobu~rno federal c~ando los salarios correspondientes a e e cargo han
stdo lOCi ementad~s por dectslón del Congreso durante el ma ndato legislativo del
~e~ tgnado. El tnbunal , SI~ embargo, rechazó la demanda, pues sostuvo que ca-
teda de leg¡ttmact~n para tmpugnar judicialmente una decisión en la que había
quedado en mmona en la votación.
a16 521 U.S. 811 (1997).
m 119 S.Ct. 765 (1999).
a1s L. ¡
319
zne tem Veto Act, 110 Sta tutes at Large 1200; 2 USC § 691.
. Concurneron en el voto los j ustices Ginsburg y Souter y disintieron los
J us t wes 8 tevens y Breyer.
32o El
d d a~gumento empleado por la mayoría fue, básicamente que habían
que a . O e n mtnoría al sancionarse la ley y no exhibían anavins p~rsonai'H' c 1 u ~
met·ec1eran atención por parte del 1'ribun n l.
84 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
32
6 "José Roberto Dromi", Fallos, 313:863 (1990).
32 6 Fallos, 313 :874.
~27
"Polino c/Estado Nacional", Fallos, 317:335 (1994)
32
~ Fallos, 317:343. ·
3
"° CNCont. Adro . Fed., Sala ll, 3/6/97, J.L. t. 1997-F. n ,._, . .
86 CONTROL UE CONSTITUCIONALIDAD
330
Dijo el Tribunal: "Por lo demás , aunque se admitiera que no cabe negar
la tutela JHd!cial cuando resulta afectado el derecho subjetivo de los legisladores
de cooperar en la formación de la voluntad pública de sancionar la norma no
parece que en el caso tal afectación pudiera producirse toda vez que el proy~cto
de ley referente al marco regulatorio del servicio de correos y privatización de
EncotesaS.A., aprobado por el Senado y considerado en Comisión por la Cámara
de Diputados, cuyos antecedentes hemos tenido a la vista y corresponde agregar
: e~ta causa, por la ley 13.640, modificada por las leyes 23.821 y 2::1.992. Cabe
gr gar que no ~e ha mvocado que exi~ta otro proyecto con estado parlamentario
En tales condiCIOnes, no se advierte que el derecho de los actores a ejercer s~
función partiCipando en la formación de la voluntad del órgano -Pod L · 1 t"
se encuentre, de modo inminent d . . er egts a Ivo-
el acto del Poder E . t . -d e, amenaza o, restnngtdo, limitado o privado por
J ecu 1vo ecreio 265/97 _
J:l l Véase supra, §59. ·
332
Juz Cont Adm Fed o 10 "N. cJP
8/7/97. ·· · · · n ' Ieva EN-Decr. ::175/97", sentencia del
~!: ~NCont. Adm . Fed.: Sala II, sentencia del 26/8/97 .
1anto en la sentencia de primer · t ·
funda la legitimación de los legislad alms ancfiia como en la de la alzada se
ores en a mter erencia ejecutiva en el proceso
LA LEGITIMACIÓN PROCESAL
87
3 6
instancia una medida cautelar 335 confirmada en l a alzada ~ .
Inmediatamente, el Poder Ejecutivo dictó el decre.t o de nece-
sidad y urgencia 842/97, que ratificó los d~ anten?res Y con-
tinuó con la operatoria de privatización. Esta fue tmpugnada
nuevamente por los mismos legisladores, quienes en este caso
lograron trabar una medida cautelar autónoma 337 donde se alu-
dió brevemente a la legitimación de los legisladores, con iguales
fundamentos expuestos en los fallos anteriores. Contra esta
decisión, el Poder Ejecutivo planteó un recurso directo ante
la Corte Suprema, la que al resolver, haciendo lugar a dicho
recurso, se pronunció diciendo : "los diputados nacionales de-
mandantes sólo están facultados para ejercer el control que les
difiere la Carta Magna en el ámbito del Congreso de la Nación
al cual pertenecen, mas no están habilitados para instar a que
el Poder Judicial sustituya al Poder Legislativo (. . .)" 338 •
Poco después, en "CMmez Diez c/Poder Ejecutivo Nacional"a:l9,
la Corte volvió a rechazar por falta de legitimación una acción
planteada por tres diputados nacionales en contra de la ley
24.699 que dispuso la prórroga del Pacto Federal para el Em-
pleo, la Producción y el Crecimiento. En coincidencia con la
Procuración General, se rechazó la demanda con fundamento
en la falta de legitimación de los actores por no haber de-
mostrado la existencia de un daño directo. A igual resultado
se llegó en "Garré c/Poder Ejecutivo Nac\onal" 340 , donde tres
diputados nacionales requelian -por vfa de amparo- la decla-
ración de inconstitucionalidad del decreto 21/99.
344 733 F.2d 946 (Circuito del D .C., 1984), certiorari denegado en 469 U.S.
U06 {1985).
a•~ TRIRI::. Laurence, American Constitutional Law, ob. cit., p . 462.
346 BoRK, Robert H. , Slouching 7bwards Gomorrah. Modern Liberalism and
American Decline, Regan Books, 1997, ps. 172 y siguientes.
347 TRIO!:: , Laurence H ., Abortion. The Clash of Absoluts , W.W. Norton &
Co. , New York-London , 1992.
90 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
351
Tal, por ejemplo, la Constitución de Buenos Aires en el art. 161 inc. 2~
(anles art. 149, inc. 2Q). '
352 BIDART CAMPOS, Germán J ., La legitimación procesal activa de los legis ·
/adores , LL, t . 1997-F, p. 564.
93
LA LEGITIMACIÓN PROCESAL
de 2000.
356
.
"Revista del Ministerio Público", Procurac16n Gener
al de 1a N ac1"6n , n~ 6 ,
diciembre de 2000.
94 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
357 Véase sobre este tema, BtANCHt, 1\lberto B., Las acciones de clase, Ábaco,
Buenos Aires, 2001; CUE1'o Rú11 . Julio C., La acciór1 por clase de personas (class ac-
tions), LL , t 1988-C, p. 952; FLAH, Lily R., y SMAVEVSKY. Miriam, La regulación pro-
cesal en el derecho fLntúiental americano (acción popular y acción de clase), LL,
t. _1993-E, p. 935; GoZAtNI, Osvaldo A., La justicia constitucional, Depalma, Buenos
Atres; 1994, p. 308_; PEYRANO, Jorge W., "Legitimaciones atípicas", en La legiti-
macwn, obra colectiva en homenaje a Lino E. Palacio, cit., ps. 79 a 90, esp. p. 87.
MiS La Court of Chancery (Tribunal del Canciller o Corte de Cancillería)
nace aproximadamente e~- el siglo XVI, aun cuando una ley de 1304 ya la menciona
como ~n tnb~nal . . Surg10 de la facultad inherente del Rey de Inglaterra para
unparLor_JU StJcta directamente en todos aquellos casos en que los primeros tri-
~u~a.les.lDgleses de derecho estricto o common law no podían conceder a las partes
l ecu¡ sus_ procedentes o eficaces; prerrogativa que el monar~a ejercía a través de
su Canctller, qmen as1st1do de otro funcionario llamado Master of the Rolls p ·
de secretano encargado de los archivos, actuaba en calidad de "juez de e' ~~d=~·~
tr:e~Iados d~: Stglo XIX, la Corte de Cancillería estaba constituida por el C~nciller.
separ~~e:~~tee:~ L~ c:~:~od:e~~=~~i: de_archivos, actuando cada uno de ello~
1
:l6l Al igual que los ingleses, los norteamericanos también distinguieron ori-
ginalmente entre la" cortes de equidad y las cortes de derecho, distinción que
nunca ha existido en los países organi1.ados bajo el sistema del ciuil law .
36~ En el curso de este trabajo me voy a referir exclusivamente al proce-
dimiento fed era l. Pero ello no obsta a que haga una mención. siquiera marginal,
al procedimiento estadual. Los estados en general han seguido el modelo federal
y el procedimiento que en ellos se aplica puede ser dividido en cuatro categorías:
1) lo" que mantienen todavía la vieja Regla 23 de 1938 (v.gr., Michigan, Virginia);
2) los que han adoptado la Regla 23 según su versión de 1966, que son la mayoría
(A labama, Alaska, Florida, ldaho); 3) California, que posee un sistema particular
establ ecido en la sección 382 del Código Procesal Civil, donde no se exige que
el caso entre en alguna categol'Ía determinada de acciones de clase, y 4) los que
han r evisado recientemente sus reglas de procedimientos, incluyendo en ellas la
experiencia recogida en la jurisprudencia de los tribunales federales (New York,
North Dakota, New Mcxico, M11ssachusetts, Rhode lsland); cfr., FRIEUENTHAL, KANt
y MILLEH, ob. cit., ps. 738 a 740.
36:1 Joseph Story fue juez de la Corte Suprema de los Estados Unidos entre
1811 y 1845, habiendo sido designado a la temprana edad de treinta y dos años.
Apoyó incondicionalmente las decisiones de John Marshall en el Tribunal y fue
en buena medida el redactor de muchas de ellas, lo que le valió la enemistad
del pl'esidente Jackson, quien a la muerte de Marshall en 1835 se negó a designarlo
Presidente de la Corte, nominación que recayó en Roger Taney. Fue asimismo
uno de los fundadore s de la Facultad de Derecho de Harvard y uno de los primeros
constitucionalistas de ese país. Sus Comentarios sobre la Constitución de los Es-
tados Unidos han sido traducidos al alemán y al español. Su tercera edición
nos ha llegado a través de 1.. traducción de Nicolás Calvo, publicada en 1881.
364 Véase la voz "Class actions" en The Oxford Companion to the Supreme
Cou.rt of the United S tates , Oxford University Press, 1992, p. 157.
Sti5 En 1842 fueron incorporadas a la Regla 48 de Equidad Federal (Federal
Equity Rules) que estuvo vigente hasta 1912, cuando fue reemplazada por la Regla
38, que rigió hasta 1938. Conf. FrutnENTHA.L, Jack; KAN¡,;, Mary, and Mn..LER, Arthur,
oh. cit., p. 723, nota 11.
:166 La historia de !A s acciones de clase en los l':stados Unidos puede verse
cm dos artículos de YEAZELI ., Stcphen C. , Front Group Litigation to C!ass Action,
Part l , "The lndustrializaLion o{ Group Litigation", "UCLA Law Review". vol. 27 ,
96 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
p. 514 (1980), y From Group Litigation to Class Action, Part Il, "lnterest, Class
and Representation", "UCLA Law Review", vol. 27, p. 1067 (1980). Del mismo
autor puede verse también From Medieval Group Litigation to Modern Class Ac·
tion , Yale University Press, New Haven, 1987.
7
36 Cuando me refiera a los efectos de la sentencia sobre los integrantes
de la clase que no han intervenido como parte en el pleito (infra, § 80, e), veremos
que existen importantes problemas que la Regla 23 no ha podido resolver aún
especialmente por la ausencia de un fallo de la Corte que se pronuncie sobr~
ciertos aspectos que todavía son conflictivos.
368
Veremos más adelante la controversia, que antes de la reforma de la
Regla 23 tuvo un principio de solución en "Supreme Tribe of Ben Hur v. Cauble"
255 u.s. 356 (1921). •
369
WRIGHT, Charles A., Law o{ Federal Courts, 5 th ed., Wost Pub. Co., Min-
nesota, 1994, p . 508, esp. nota 8.
.
37
° FIUEDENTHAL, Jack; KANE, Mary, and MJLLER, Arthur, Civil Procedure, oh.
Cit., p . 724.
LA LEGITIMACIÓN PROCESAL
97
a11 "Pentland v. Dravo Corporation", 152 F.2d 851 (3 2 Circuito. 1945): "Ka.inz
v. Anhcuser-Busch Inc." 194 F'. 2d 737 (7 2 Circuito, 1952).
:m Las conclusiones y comentarios de la Comisión eslán reproducidos en
Federal Civil Judicial Procedure and llules, West Group, 2000, ps. 117 a 125.
373 CHAI•u;, Zechariah, Some Problerns of Equity. Fi ue Lectures Delivered
at the University of Michiga.n . University of Michigan Law School, Ann Arbor,
1950, ps. 245, 246, 256 y 257.
374 La antigua Regla 23 había creado problemas de interpcrtación en casos
tales como: "GuUo v. Veterans Coop. H. As~ociation", 13 F.R.D. 11 (Tribunal de
Distrito del Distrito de Columbia, 1952); "Shipley v. Pittsburg & L.E .R. Co.", 70
F.Supp 870 (Tribunal del Distrito Oeste de Pennsylvania, 1947); "Deckert v. In·
dependence Shares Corp."', 27 F.Supp 763 (Tribunal del Di trito Este de Penns-
ylvania, 1.939).
37~ FHI EUENTHAI., ,Jack; K.ANE, Mary, and Mn.LER, ArLhur. ob. cil., p. 725.
376 WmuH'r , Charles A., l'P.deral Courts, oh. cit., p. 514.
:m F.l texto de la Regla 23 es el siguiente: "a) Requisitos previos de una
ac:ción de clase . Uno o más miembros de una clase podrán demandar o ser de-
mandados como partes repre,cntantes de la clase si 1) la clase es t~ numerosa que
la actuación conjunta de todos los miembros es impracticable, 2) elOsten cue tiones
de derecho 0 de hecho comunes a la clase, 3) las pretensiones o defensas de las
partes representantes son representativas de las pretensiones o defensas de la
7. B1anrhi. t. 2
CoNTROL DE co:-;srrruciONALIDAD
98
"" "Willi ams v. Weinberg...--. 360 F.Supp 1349 (Tribunal del Distrito Norte
de Georgia, 1973); "DeBremaecker '"· Short", 433 F.2d 733 (5~ Circuito, 1970);
"Shivelhood v. Davis", 336 F. upp 1111 (1'ribunal de Distrito de Vermont, 1971).
:lRO Una acción de clase ó1o procede si existe la clase a la que se pretende
representar. De todos modo , ello no quiere decir que cada miembro de esa claso
debe haber sido identificado o pueda -er identificable al comienzo tlellitigio ("Car-
penter v. Davis''. 424 F.2d 257, S' Circuito , 1970; "Ash e v. Board of Eleclions in
the CiLy of New York", 124 F.R.D. 45, Tribunal del Distrito Este de Nueva York,
1989). Lo que se pretende es que 1 lineamientos generales de la clase puedan ser
delineados de manera t.al que el bibunal pueda . aber qué tipo de personas la com-
ponen. Así, la Corte de Apelaciones del Séptimo Circuito ha considerado que una
clase está suficientemente defimda i e la describe como "un grupo de individ uos
y entidades (agencies), que actúan en la Ci udad de Chicago, sometidos o e ncua-
drados en un determinado tipo o patrón de persecución inconstitucional por parte
de la autoridad pública", All.iam:e to End Repression v. Rochford", 656 F.2d 975,
1977. Este requisito es importante para determinar a quién se le notifica la ini-
ciación de la acción de clase y quién quedará finalmente alcanzado por la ~entencia .
38 ! Si los representantes de la clase son a la vez miembros de ella, tendrán
seguramente un interé personal en el resultado del proceso. y es probable que
por ello asuman u~ rol acti,_-o en aquél. La pertenencia a la clase asel{ura que
la defensa de los mtere es de é ta sea adecuada. Por ello no se admiten pre-
sentaciOnes p or parte de quienes no son integrantes de la clase respectiva. Así
se h". dec•d•do en casos como "Alexander v. Yale Umver. ity", 631 F.2d 178 (22
Cu·cuJto, 1980), o "'T'uft. v. McDonnell Douglas Corp." 581 F.2d 1304 (8" Circuito
1978). Una cuestión importante a tener en cuenta es que qtLien r·epresenta a ¡~
clase puede actuar tanto como actor o como demandado. Si bien lo usual es q e
~ca u_n~ clas~ la que demande, existen casos de clases demand adas. Inicialmen~e
~<' ~~ esentato~ problemas con este requisito cuando en representación de una
dase .de .mdtv1duos mtentaron acctonar asociaciones que 110 integrab 1· ¡.
por ~1 mis~as. Ello ocurría, por ejemplo, con los sindicatos de trabaJ:do;e~ <I;:
~~:c~~a~: :~,.~~~=~s~ed~a~l~!~e~ran los. trabajadores pero no el sindicato, 'que
~éa e "Air Line Stewards & Stew!~:;:: 10 srno de sus afihados. En este. sentido,
!mes fnc .", 490 F 2d 636 (70 e· . S AssOClatlOn, Local 550 V. American Air-
Ello tiene re d._ · ¡ ~cutto, 1973 >. certLOran denegado en 416 U S 993
me •o st a asoctactón está s '_fi - · · ·
tcgrantes para repre enlarlos . d ' . 1m e pec' tcamente autonzada por sus in-
JU teta ente o si ha s·d d ..
para la protección de los inte • . 1 o crea a espect hcamente
CORE v. orwalk Redevelopm~~~e~ que ~stán en Juego en el litigio ("Norwalk
lodos modos no se exige que tod {ency ' _395 F.2d 920 , :¿• Circuito, 1968). De
os os que tntentan represe ntar a la clase sean
101
LA LEGITIMACIÓN PROCESAL
mi~s de ell a· en algunos casos se ha decidido por ejemplo que basta con
uno de ellos la U:tegre ("Huuter v. Atchinson", T & S.F. Ry. Co., 1 8 F.2d 294,
7 ~ Circ uito, 1951).
~82 En t.crcer lugar se exige que la clase sea lo suficientemente numerosa
como para impedi r la presentación a través de un li tisconsorcio. ~n muchas oca-
siones este requisito es confundido con la exigencia de una clase mtegrada por
un gran número de personas (se han determinado clases de hasta 6.000.000 ~e
individuos) , lo que no es correcto. E n realidad , lo que se exige es que el ht¡s-
consorcio sea inconveniente desde un punto de vista práctico pero no impo~ible ,
pues el objetivo de las acciones de clase es la economía jurisdiccional; cfr. "Han'is
v. P alm Springs Alpine States, Inc.", 329 F.2d 909 (9" Circuito, 1964); "Klink-
harnmcr v. Richardson". 359 F.Supp 67 (Tribunal de Distrito de Minnesota , 197::!),
conflrmado bajo la denominación "Miller v. Acktmnan", 488 F.2d 920 (8" Circuito,
1973). De modo tal que si la controversia puede ser resuelta razonable y e(i-
cie ntemente u través de un litisconsoreio. no hay razón para poner en funciona-
miento la costosa maquinaria de las acciones de clase. Lo que se tiende a evitar
es el recargo innccesru'io de tareas en los tribunales, lo que pu~de ocurrir con
un grupo numeroso y también reducido. Como ejemplo de lo dicho , en "Pl-ula-
delphia Electric Co. v. Anaconda Amer-ican Drass Co.", 43 F.R.D . 452, 463 (1968),
el 1'ribunal del Distrito Este de P ennsylvania dijo: "Mientras 25 es un pequ eño
número (. . .) ~s un número grande si se lo compara con la unidad. No veo la
necesidad dP. recargar el proceso jud icial con 25 litigios si con uno solo es sufi-
ciente" . O ~ alli que el número en sí de los miembros de la clase no constituye
un factor determinante para que proceda la acción. En realidad juegan también
otros factores tales como: 1) la naturaleza y complejidad de la acción; 2) el monto
individual de cada demanda. Una de la: razones de la existencia de las class
actions es que permiten uttir fuerzas a personas que poseen recl amos económicos
cuya escasa entidad los desalentaria para promover un juicio individual. De allí
que demos trar este extremo es relevante (véase "Swanson v. Amedcan Consumer
Industries", Inc., 415 F.2d 1326, 1:399, n2• 9 , 72 Circuito, 1969); 3) la distribución
geográfica de los mi emhroo de la clase: "Garda v. Gloor", 618 F.2d 264 (5" Circuito,
1980); "Allen v. Isaac", 99 F.R.D . 45 (Tribunal del Distrito Norte de lllinois 1983)·
"Gentry v. C. & D. Oil Co.", 102 F.R.D . 490 (Tribunal del Distrito Oeste' de Ar:
kansas , 1984); 4) el carácter del derecho objeto del juicio: "Dale Electronics , Inc.
v. R.C.L. ElecLronics , Inc.", 53 F.R.D. 53 1, Tribunal de Distrito de New Hamps-
hi re), y 5) la dificultad para proveer datos de identidad confiables y actualizados
de los miembros de la clase como consecuencia de sucesivos cambios en el estado
civil , en el trabajo , o los producidos por causa de nacimientos o de muertes.
:l83 De todos modos no es necesario que todas estas cuestiones sean comunes
a todos los miembros, "Cox v. American Cast !ron Pipe Co.", 7 4 F.2d 1546 (11•
Circuito, 1986). ~~n este punto la jurisprudencia no es uniforme. Algunos ld-
bunales han exigido que haya más de una cuestión en común l"'l'ober v. Charnita
lnc." 58 F.R.D. 74, Tribunal del Distrito Central de Pennsylvania, 1973), y para
otros sólo una es suliciente, "Stewart v. Winter" , 669 F.2d 328, 5• Circuito, 1982.
102 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
Por ejemplo, se ha decidido que es posible para el dueño de una patente P.ntablar
una acción de clase contra todos quienes la han u ado mal, o bien han abusado
de ella, au n cuando los incumplimientos difieran en cada uno de los demandados
("Technograph Printed Circuits, Ltd . v. Methode Electronics, Inc.", 285 F.Supp
714, Tribunal del Distrito Norte de lllinois, 1968). También se ha admitido la
acción de clase cuando se registra un patrón de conducta discriminatoria, aun
cuando ello haya afectado de diversas maneras a los miembros de la clase ("Christ-
man v. American Cynamid Co." , 92 F.R.D. 441, Tribunal del Distrito de West
Virginia, 1981); "Molthan v. Temple University of Commonwealth System of Hig-
her Education", 83 F.R.D . 368, Tribunal del Distrito Este de Pennsylvania.
384 Es el llamado requisito previo de la typicality, cuyo significado, en opinión
de algunos autores, no es claro (FRfEDENTHAL, Jack; KA NE, Mary, and MlLLER, Art-
hur, ob. cit., p. 729). Lo que se requiere, en síntesis, es que los reclamos o defensas
opuestas por los representantes de la clase sean típicos de sus miembros, o dicho
en otras palabras, que no exista una marcada diferencia - ni menos aún anta-
gonismo- entre lo planteado por el representante de la clase y sus representados.
Se ha dicho , por ejemplo, que la demanda del accionista de una comps.ftía no es
típica r especto de los que adquirieron acciones con posterioridad, si aquél, a di-
ferencia _de éstos, tiene que demostrar, para el progreso de la demanda, que la
obhgac10n de la compañía de brindar cierta información era anterior a la adquisi-
ción de las acciones ("Elkind v. Ligget & Myers lnc.", 66 F.R.D . 36, Tribunal del
Dtstnto Sur de New York, 1975). Con igual criterio, la Corte Suprema sostuvo
que no hay c.ará~ter típico en la demanda de un trabajador contra su empleador
acusado de. dJ scnmmacJón por haberle denegado un ascenso, si se pretende fundar
la ex:st_encta de la clase en la totalidad de las actividades de éste último Para la
~~~~0 ~ ~e e:¡ tcar~cter típico - dijo 1~:~ Corte- debería haberse demo~trado en
5
bién en otra s encta de.una modahdad o patrón discriminatorio empleado tam-
Co. of the So~~!~:·t ~~~~~:~~~;; ~~r~¡~c~~~:;l personal ~"Genera!Telephone
que la jurisprudencia no exi ~ ¡ .· · . -). Aun as! , es prec1so recordar
planteas del representante fe 1a e¡X!sten~a fe un~ completa identidad entre los
ziner", 536 F.Supp 1181 Tribu~a~ ase y . e .os mtembros de ésta ("Jones v. Bli-
v. Uernstein", 499 F.Sup'p 980 Tribdel ?tstrtto N~rte de Indiana, 1982; "Wilder
. una del Dl•tnto Sur de New York, 1980).
LA LEGITlMACIÓN PROCESAL 103
385 51 F.lt.D. 280 (Tribunal del Distrito Sur de New York, 1970).
386 43 F.R.D. 472 (Trib unal del Di strito Este de New York, 1968).
3R7 417 U.R. 156 (1974) .
RRR "Mason v. Garris", 360 F.Supp 420 (Tribunal del Distrito Norte de Geor-
gia, 1973).
389 "And erson v. Cily of Albany", 321 F.2d 649 (5 2 Circuito, 1963).
J90 "Epstein V. Weiss" , 50 r'.R.D. 387 , 392 (Tribunal del Distrito Este de
Louisiana , 1970).
391 "Mudd v. Bus e", 68 Federal Rules Decisions 522 (Tribunal del D-istrito
Norte de Indiana, 1975); "Carpentcr v. Hall", 311 F.Supp 1099 (Tribunal del Dis-
trito Sud de Texas, 1970).
392 En "Eiscn v. Gm·lisle & Jaquelin", 391 F.2d 555 (29 Circuito, 1968), el
monto de cada reclamo er a de u$s 70.
:m:¡ "McGowan v. Faulkner Concrete Pipe Co.", 659 F.2d 554 (5 9 Circuito,
1981)
394 "Lynch v. Ra nk", 747 F.2d 528 (9º Circuito, 1984).
395
. _ "Fischer v. Internationa l Tel. & Tel. Corp.", 72 F.R.D. 170 Tribunal del
Dtstn to Este de New York, 1976).
104 CONTROL DE CONST!TUC!ONAL!DAJJ
90
' ''Rcntill lJar of New Hampshire Inc., v. Westinghouse Elec. Corp.", 496
F.Supp 3?,3 _nhbunal de Distrito de Massachusetts, 1980).
., .Jg¡ G1bb v. Delta Drilling Co.", 104 F.R.D. 59 (Tribunal del Distrito Norte
d e •exas, 19 84).
:iRS "l':rnst & Ernst V u S D' . e
457 1<'.2d l :199 (5" Circuito . HÍ7Z). Istrict ourt for Southern District of Texas",
3 99
"Cullen V New y¿ k Stat e· '1 S .
Cir cuito, 1977). · r e IV1 erVJce Commission", 566 F.2d 846 (2•
lOO "Gonzalez V e 'd •
401 "B · ass¡ Y • 474 F.2d 67 (5º Circuito . 1973) .
. erm an v. NaiTagansett Racing Asso . t' ., .
1969), certwrari denegado en 396 U S 03 .. "Cla lon, 414 F.2d 311 (1~ Circuito,
144 F.2d 140 ( º Circuito 1944) . . . l . 7, Redmon v. Commercc Tru st Co "
402 Aun así se ha d , 'd 'd' certzoran denegado en 323 U.S 776 .'
. · ec1 1 o que la m . · ·
'!o conslltuye ':U I conflicto de intereses· cfr :~a presenCI~ de un motivo ulterior
~.RD . 248 (Tr ibunal del Dist 'to N • d. rrst_Amencan Corp. v. Fosier" 51
403 "Hesearch Cor v p n ortc . e Georg¡ a, 1970). '
huna! del Distrito Nort'e· d.e ~s~e~~s~~~~;)~ed Growers lnc.". ::101 F.Supp 497 (Tri-
LA LEGITIMACIÓN PROCESAl, 105
412
Jack; KANE, Mary, and MrLLER, Art.hur, ob. cit. , esp. p. 732.
FRIF.DE NTLLA L,
41
3 ovelty & Loan Co.", 489 F.2d 461 (99 Circuito, 1973).
::La Mar v. H. & B.
414
. Landau v. Chase Manhattan Bank", 367 F.Supp 992 (Tribunal del Dis-
tnto Sud de New York, 1973); "Rodríguez v. Fami!y Publications Service In "
57 F.~l,-~· ~8: (Tribunal del Distrito Central de California, 1972).
. ' c. '
Gtuenman Secuntles Lot•gation" 94 F R D 273 ('J'rib 1 d 1 n· ·
Sud de Flod d a 1982)· "C iass C ia I ' N · · · una e JStnto
63 F.R.D . 84 c·r.
"b ¡' d n·. . y, n,c. V. orthwestern Public Services Co."
-, una e ostnto de South Dakota, 1974). '
108 CONTROL DE CONSTITUCIONALWAD
416
"Lar~off v. U.S.", 533 F.2d 1167 (Circuito del D.C., 1976), confirmado
POI' la Corte Supre~a en 431 U.S. 864 (1977); "Kjeldahl v. lllock", 579 F.Su
1130 ('l'r1bunal de Dtstnto del Distrito de Columbia 1983)· "C ll ' . B lt P,p
287 F S '> 93 (T ' b • ' o ms v. o on
· upp .., n una1 del Distrito Norte de lllinois 1968)· "Va G
Boei g e " 259 F s
nm '~n·
. • ' n emer t v.'
· upp 125 (1hbun~l del Distrito Sud de New York, 1966) .
de la respon:ubct. ~ladsadocas1ones ste han mltentado acciones de clase cuando se tra ta
emergen e por e uso de algún d 1
a muchas personas, aftrmándose ue sólo un . p:o ucto que 1a afectado
asegurar una compensación e uitai· procedumento de este tipo puede
del demandado Pero los trJ·bqu al Jva para todos ante una eventual insolvencia
. · n es en general han ex · ·d
trtcta acerca de la eventual insolvencia del d lg1 o una prueba muy es-
el rechazo de algunas acciones· . . " emandado, lo que ha redundado en
(3rd District, 1986)· "Northern D~:t~et s;:~ooJtsbestos Litigation", 789 F.2d 996
Liability Litigatio~·. 6 93 F.2d 847 ~~ 9 ~ · a . arma Dalkon Shield IUD Products
418 "Singleton v. Drew" 485 F rrcmto,, 1982). .
consin, 1980). ' .Supp 1020 ( f'nbunal del D1strito Este de Wis-
LA LEGITIMACIÓN PROCESAL 109
419 "Hines v. Anders on", 439 F.Supp 12 (Tribunal de Dist rito de Minnesola ,
1977).
<20 "Lopez v. lleckler", 572 F.Supp 26 (Tribunal del Dis trito Central de Ca-
lifomia, 1983), confirmada en parte por el 9" Circuito, 725 _F.2d 1489 (1984). ,
Hl "Environmental Dcfense J:o'und , Tnc. v. Corps ofEngmeers ofU .S. Army ,
348 F.Supp 916 (Tribunal del Distrito Norte de Missisippi , 1972), confirmada con
otros fundamentos por el 5' Circuito, 492 ~'. 2d 1123 (1974).
· ~~ "Van Gemert v. Boeing Co.", 259 F.Supp 125 (Tribunal del Distrito Sud
d e New York , 1966).
4 t:J "BI)rmudcz V. u.s. Department of Agriculture", 490 federal Reports , 2nd
Set; es (Circuito del D.C. , 1973), certiorari denegado en 414 U .S. 1104.
•l t •l "Smilh v. Vowell", 379 F.Supp 139 (Tribunal del Distrito O es le de Texas,
1974) confirmado por el 5° Circuito, 504 F.2d 759 (1974). 2
~ 25 "Norwalk CORE v. Norwalk Rcdevelopment Agcncy", 395 F.2d 920 (2
Circuito, 1968); "Hess v. Hughes", 500 F.Supp 1054 (Tribunal de Distrito de Mary -
land, 1980).
426 "Nix v. Gra nd Lodge of InternaLional Association of Machinists & Ae-
rospacll Workcrs", 479 F.2d 3R2 (52 Ci•·cuito, 1973), certiorari denegado e~ 414
U.S. 1024; "Robinson v. Lorillard Corp.", 444 F.2d 791 (49 Circuito, 1971), cert10ran
denegado en 404 U .S. 1006.
CON'I'ROL DE CONS'TITUCIO NALlDAD
110
"de los daños", es el más controvertido de todos. Para su pro-
cedencia se requiere, a su ez:
1) La existencia de cuestiones de hecho o de derecho. que
sean comunes a todos lo miembros de la clase. Este ~nmer
subrequisito presenta el conflicto entre dos fines del Slst.ema
judicial, y ti.ende a encontrar equilibrio entre ambos. Su pnmer
objetivo es evitar, por un lado, que pequeños reclamos econó-
micos no sean presentado~ por la ausencia de un interés su-
ficiente, y por el otro la proliferación innecesaria de litigios
similares con resultado tal ~ez diferentes, lo que es induda-
blemente indeseable.
Pero al mismo tiempo la eficacia y economía judicial que
este sistema asegura conspiran contra otro propósito de la orga-
nización judicial, que es a la vez un principio básico del debido
proceso: la presencia efectiva de cada litigante en el litigio
para asegurar su derecho de defensa, lo que puede no lograrse
con una presencia virtual a través de la representación que
se ejerce en estas acciones, donde la demanda de uno se suma
a la de cientos o miles representados por uno o más abogados a
quienes tal vez ni e conoce. Por ello, es importante determinar
si existe efectivamente una cuestión común fáctica o jurídica
que constituya el núcleo de la controversia, pues allí reside
el equilibrio que intenta encontrarse .
Los tribunales, por lo general, comienzan indagando si exis-
te esta cuestión común 427 , aun cuando no es necesario que ella
abarque todos los aspectos sobre los que el tribunal habrá de
expedü·se 428 • En casos sobre fraude en la securitización 429 o
actividades violatorias de la ley antimonopólica•ao, la cuestión
común es fácil de hallar si las actividades del demandado pro-
ceden de un curso de acción común para todos los individuos
4 27
"Esplín V. Hirschi"' 402 F.2d 94, 99 (109 Circuito, 1968), certiorari de-
lltJgad~ en 3~4 U.S. 928; "Kristiansen v. John Mullin~ & Sons, lnc.", 59 F.R.D .
99 (Tnbunal de! Distrito Este de New York , 1973); "lllinois v. Harper & Row
Pu_bli~hers. lnc .. 301 F.Supp 484, 488, nota 9 (Tribunal del Distrito Norte de
lllm01s , 1969).
~~ 8 ~Kieiner v. First National Bank of Atlanta", 97 F.R.D. 683 (Tribunal
del Dtstnto Norte de Georgia, 1983).
. 429 ·s e
uu·lVan v. hase lnvestment Services of Bus ton lnc " 79 }<' R D 246
(1'nbunal del Distrito Norte de California 1978) · ' · · · ·
430
"Brown V Cam
de Virginia, 198Ú.
B e " 9' F .
eron- rown o. , 2 .R.O . 32 (Tt·ibunal del Distrito Este
LA LEGJTIMACJÓN PROCESAL
111
Minncsota, 1988); "Caruso v. Celsius lns ulatiun Resources, Inc.", 101 F.R.D. 530
(Tribunal del Distrito Central de Pennsylvania , 1984); "Payton v. Abbott Labo-
ratories" , 100 F.R.D . 336 (Tribunal del Distrito de Massachu se tts, 1983).
432 El intcrpleader es una figura (similar a nuestro litisconsorcio) actual-
mente regulada en la Regla de Procedimiento 22, empleada en los procedimientos
de equidad donde un a persona que es propietaria de un bien respecto del cual
puede r edbir separados y diferentes reclamos puede reunirlos a todos en una
sola acción; cfr. "Sanders v. Armour Fertilizer Works", 292 U.S. 190 (1934).
43~ La interuention , que es equivalente a nuestra intervención de terceros,
es tá regulada en la Regla de Procedimiento 24 .
4
~• Esto está contemplado en 28 use § 1407 , dentro de lo que se denomina
"litigio multidistrital".
4 35 "Schaffner v. Chemical Bank", 339 F.Supp 329 (Tribunal del Distrito Sud
de New York , 1972).
436 "Katz v. Cartc Blanche Corp.", 496 F.2d 747 (3° Ci rcuito, 1974).
4~ 7 "Cr asto v. Estate of Kaskel's", 63 F.R.D . 18 (Tribunal del Distrito Este
de New York , 1974).
112 Co ITROL o co. "SI"ITUCIONALIDAD
·1<4 "Mungin v. Florida East Coast Ry. Co.", 441 F.2d 728 (5" Circuito, 1971);
"Tober v. Charnita Inc.", 58 F.R.D. 74 (Tribunal del D1stnto Central de Pen~s
ylvania, 1973); "Walker v. City of Houst.on", 341 F.Supp 1124 (Tnbunal del D1stnto
Sur de Texas. 1971).
H5 Así lo determina la Regla 23 (e) (1) . . ..
• ,,r, Es de notru· que , dadas las dificultades que presenta un litigiO de esta
naturaleza y los muchos intereses que deben cuidarse, especialmente los de las
personas ausentes , los jueces poseen un gran caudal de d1screc16n para el manOJO
de los problemas que se presenten (FRIEDEN1'HAL, Jack; KANE, Mary, and MILLEI\,
Arlhur, ob. cit., p. 746).
447 En "Berla nd v. Marck", 48 F.R.D. 121, 126 (Tribunal del Distrito Sur
de New York. 1969), la certificación fue demorada dos años, por existir litigios
pendientes .
41 " "Chateau de Ville Productions, lnc., v. Tams-Witmark Music Library,
Inc.", 586 F.2d 962 (22 Circuito, 1978).
4 49 "Cook County College Teachcrs U nion Local 1600 v. Byrd", 4.56 F.2d 882
(7'' Circuito, 1972) , certiorari denegado en 4.09 U.S. 848.
114 CoNTROL DE co. ·srrruCIONALIDAD
474
"Appleton Electric Co. v. Advance United Expressways", 494 F.:ld 126
(7 2 Circuito, 1974); "Lynch v. Sperry Rnd Corp.", 62 F.R.D. 78, 85 , n . 8 (Tribunal
del Distrito Sur de New York , 1973).
47
6 "Herman v. Narragansett Racing Association", 48 F.KD. 333, 338 (Tri-
bunal del Oistrito de Rhode lsland, 1969).
4 76
"J ohnson v. General Motors Corp.", 598 F.2d 432 (5 9 Circuito, 1979).
477
"Elliot v. Weimberger", 564 F.2d 1219 (9! Circuito, 1977).
4 8
7 "LefTel v. Wisconsin Interscholastic Athletic Association", 444 F.Supp ('Il:i-
bunal del Distrito Este de Wisconsin , 1978).
LA LEGITIMACIÓN PROCESAL 119
47~ "Neloms v. Southwest ern Electric Power Co.", 72 F.R.D. 128 (Tribunal
del Distrito Oest e de Louis iana, 1976).
480 "Vaughns v. Board of Education of Prince Georges-Cou nty" , 35f, F.Supp
1034, 1035, n 2 1 (Tribunal del Distrito de Maryland , 1972).
481 "Alexander v. Avco Corp ." , 380 F.Supp 1282 (Tribunal del Distrito Central
de Tennessee, 1974).
482 "Rrewer v. Republic Steel Corp .", 64 F.R.D. 591 (Tribu nal del Distrito
Norle de Ohio, 1974).
483 "Ellison v. Rock Hill Printing and Finishing Co.", 64 F.R.D . 415 !Tribuna l
del Distrit o Sur de Sout h Carolina, 1974).
41:14 "Agent Ora nge Product s Liability Litigation", 818 F.2d 145, 168-69 (2"
Circuito, 1987).
485 FRIEDENTHAL, J ack ; KANF., Mary, and MtLLF.R, Arthu;, ~b. cit., P· 754.
48ij "Kyriazi v. Western Electric Co.", 647 F.2d. 388 !3 Crrcmt.o, 19~1).
487 Véase "Abulaba n v. R.W. Presspri ch & Co.", 51 F.R.D. 4~6 !1'rlbun a1
del Distrito Sur de Ncw York), donde se informó, además , que e10stia una re-
convención contra la clase.
120 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
:: ~RIEDENTHAL, Ja ck; ~E, Mary, and MI LLt;R, Arthur, ob. cit., p. 747 .
. Ph1ladelphta Electnc Co. v. Anaconda American Brass Co " 43 F R D
452 (T!·,bunal del Distrito Este de Pennsylvania 1968) . ' · · ·
490 "W · T • ·
v k etss v. enney Corp.", 47 F.R.D. 283 (Tribunal del Distrito Sur do
N ew .or , 1969). .
491 "C . k N V
317 F.Supp uls~~2 71ni:, . :.r:~rlD~ds~he Combinatie Voor Chemische Industrie".
492 R un e lStrito Este de Pennsylvania, 1970).
juez a des=~~:,oslaq~ hechts posteriores a la certificación pueden obligar al
no hace cosa juzgada. usa, o cual es poslble en la medida en que este auto
LA LEGITIMACIÓN PROCESAL 121
4 93 "State v. T.evi Strauss & Co. ", 224 Calliornia Reports 605 (1986); "Daar
v. Yellow Cab. Co.", 63 California H.eports 724 (1967).
4Y4 La de Dakota del Norte, por ejemplo, en la Regla 23 (o) (3).
4Yf\ "Devidian v. Automotive Service Dealers Assodation .. , 111 California Re-
portR 22 ( 1972).
4 ~6 Obvio es decir qu e con este sistema no se logra que los be neficiarios
de la sentencia sean exactamente los mismos que integraban la clase. Por ello,
el sistema no es empleado cuando no pueda definirse a los actuales perjudicados.
4~7 "Eisen v. Carlisle & Jaquelin", 479 F.2d 1005 (1973).
4!18 "Six Mexican Workers v. Arizona Citrus Growers", 904 F.2d 1301 (1990).
4~» "Nelson v. Grea tcr Gadsden Housing Authority", 802 F.2d 405 (1986) .
50U "Dol¡¡ow v. Anderson", 43 F.R.D . 472, 481 (1'ribunal del Distrito Central
de N cw York, 1968).
fi 01 FRIEfiJ; NTIIAL, Juck; KA.N E , Mary, and MILLER, Arlhur, ob . cit. en nota 359 ,
p . 748.
122 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
002 "Zerkle v. Cleveland-Cliffs Iron Co.", 52 F.R.D. 151 , 159 (Tribunal del
Di lrito Sur de New York , 1971); "Heech v. Pittsburgh Slee l Co.", 40 F.Supp 243
(Tribunal del IJistrito de Pennsylvania, 1941).
503 "Young v. Katz", 447 F.2d 431 (5" Circuito, 1971); "Wainwright v. Kraftco
Corp.", 53 F.R.D. 78 (Tribunal del Distrito Norte de Georgia , 1971).
sw Es bastante común que lo. jueces no favorezc an las transacciones en
las acciones de clase. Ello puede verse a través de varios casos tales como "Wi-
lliams v. Vukovich", 720 F.2d 909, 925 (69 Circuito, 1983); "Holmes v. Continental
Can Co.", 706 F.2d 1144 (11 ° Circuito, 1983); "Franks v. Kroger Co.", 649 F.2d
1216 (6° Circuito, 1981); "lnternational Pancakes Franchise Litigation", 487 F.2d
303 (8° Circuito, 1973); "Plummer v. Chemical Bank", 91 F.R.D. 434 ('I'rihunal
del Distrito Sur de New York, 1981), confirmado por el 2° Circuito, 668 F.2d,
654 (1982).
606 "Corrugated Container Antitrust Litigation", 643 F.2d 195 (5 9 Circui-
to, 1981).
506 "Chicken Antitrust Litigation American Poultry", 669 F.2d 228 (5 9 Cir-
cuito, 1982).
LA LEGITIMACIÓN PROCESAL 123
61:1 "Diaz v. 1'rust 'l'erritory of Pacific Islands", 876 F.2d 1401 (9" Circuito,
1989); "Shelton v. Pargo, loe. ", 582 F.2d 1298, 1308, n. 31 (4" Circuito, l978).
!il 4 "Philadelph ia Electric Co. v. Anaconda American Brass Co.", 42 F.R.D.
324, 326 (Tribunal del Dis trito Este de Pennsylvania, 1967).
5lfi "Wei nber·ger v. Kendrick", 698 F.2d 61 (2' Circuito, 1982), certiorari de-
negado en 464 U.S. 818; "Bcef lndustry Antitrust Litigation". 607 1:<'.2d 167 (5V
Circuito, 1979), certiorari denegado en 452 U.S. 905.
516 Bajo las antiguas Reglas de Equidad Federales, este punto nunca fue
claro. No estaba e tab lecido si los miembros a usentes de una clase quedl!hau
obligados o no por los efectos de la sentencia. Esta confusión fue despejada en
parte cuando la Corte Suprema r esolvió "Supreme Tribe of Ben-Hur v. Cauble",
255 U.S. 356 (192 1), donde todos los miembros de una organización de beneficencia
quedaron obligados por una sentencia que decidió acerca del control y disposición
de los fondos de aquélla.
517 "Cooper v. Federal Reserve Bank of Richmond", 467 U.S. 867 (1984);
"Hansbeny v. Lee", 311 U.S. 32 (1940).
518 Véase upra , nota 457.
519 La búsqueda por la eficacia judicial y el ahon-o jurisdiccional son tales
que en algunas ocasiones no se ha permitido a los miembros de una clase que
no han participado en el proceso apelar las decisiones consentidas por los re·
presentan tes de la clase ("Walter v. City of Mesquite", 858 F.2d 1071, 52 Circui to,
1988; "Guthrie v. Evans", 815 F.2d 626, 11" Circuito, 1987).
LA LEUITIMAC!ÓN PROCESAL 125
5~u "Gonzalez v. Cassidy", 474 F.2d 67 (52 Circuito, 1973); "Cherner v. Tran-
sitron Electronic Corp.", 221 F.Supp 48 (Tribunal del Distrito de Massachusetts,
1963).
0 2 1 La Regla 2::1 (el (3) establece cómo deben ser descri ptos los miembros
de carla clase, pero no podría est.ablec~r de antemano los efectos de cosa juzgada
de la sentencia , pues se considera que ello no pertenece al derecho procesal sino
al derecho de fond o y en 28 use § 2702 se prohíbe que los tribunales, al dictar
normas de procedimiento, afecte n derechos sustanciales.
5 22 "Grisby v. North Mississippi Medica! Center, Inc.", 586 F.2d 457 (52 Cir·
cuit.o, 1978).
52 :l "Penson v. Terminal Transport Co.", 634 F.2d 989 (52 Circuito, 1981);
"Pearson v. Easy Living Inc.", 534 F.Supp 884 (Tribunal del Distri to Sur de Ohio ,
198 1); "McCarthy v. Direct.o r of Selective Service System", 322 F.Supp 1032 (Tri-
bunal del Distrito Este de Wisconsin, 1970).
524
Algunos tribunales han sostenido que los defectos en la representación
pueden ser salvados con una correcta notifica ción; así, "Four Scasons Securities
Laws Litiga tion", 525 F.2d 500 (lO~ Circuito, 1975). Pero se ha dicho también
-en la justicia local- que una adecuada representación puede superar los pro-
blemas de una incorrecta notificación (''Johnson v. American Airline lnc." 203
California Reporter 638, 1984). '
52~ 472 u.s. 797 (1985).
526 La Corte limi tó su pronunciamiento a este tipo de acciones de clase,
sin extenderlo a las dos restantes.
126 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
§ 8 1. Controversi a s
4
5 7 Una discusión en extenso de estos dos casos puede verse en HAllT &
WEr.HSLEI!'s, The Federal Courts, ps. 1551 a 1557.
M8 Acerca de la ancillary jurisdiction., me remito a lo dicho supra, § 14, b,
cap. IT.
64 9 Una actitud muy critica hacia las class actions puede verso en MILLEn,
Arthur, 0( Frank ..nstein. Mon sters and Shining Knight.~ : Myth , Reality and the
Cla.~s Action ~roblem , "Harvard Law Review" , vol. 92, p . 664 , afio 1992.
550 Como dato ilustrativo, me pennito Lraer a colación que uno de los tratados
de derecho procesal civil más importantes de los Estados Unidos , Federal Practice
and Procedure , de WR! GHT, C.; MILLER, A, y KANE , M., West Pub. Co., Minnesota,
2nd cd., 1986, dedica los tomos 7A y 7B a las class actions, lo que , junto con el
suplemento de 1993, abarca 1240 páginas.
56 1 POMMF.KANTZ, New Developments in Class Actions" · Has Their Death
Knell Been Sounded?, "Business Lawyer", vol. 25, p. 1259 (1970), citado por
WRJml'r, Charles A., Law of Federal Courts, oh. cit., p . 507 , nota 3. . .
552 HANDLER The Shift from Substantive to l'rocedural lnnovatwns m An-
titrust Sttits , "Colorado Law Rcview", vol. 71, p. 1, esp. p. 9 (1971l, citado por
WnJGH'l', Charles A.. ob. cit. , p. 507 , nota 4.
553 347 U.S. 483 (1954).
130 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
óó•t Hasta e~a época regía en los Estados Unidos en materia de igualdad
la r~~:a sep~;ate .but equal (igual e~ pero separados), establecida en el caso "Plessy
v.. .~ e• guso~ . 163 U.S. 537 (1896), donde a un mestizo se lo había obliga do a
baJar del tren pues -pese a haber abonado su boleto- viajaba en un coche exclusivo
P~:a blancos .. La Corte .. imbuida todavía d e un espíri tu ~umamente discrirnina-
Lo\JO, establec16 que la rgualdad consistía en qu e blancos y negros tuvieran si-
m1 ares comodidades , pero nada obligaba a que tuvieran que estar juntos. Este
fall~, ~na de las p1edras angulares de la segregación racial en los Estados u nidos
;nott~o que hasta med1ados de este siglo hubiera en todo tipo de es tablecimiento~
ugares separados .y exclusivos para los negros y para Jos blancos Natural
te <¡ue este disposJt¡vo trasladado a las 1 h í . meo-
carecieran de ¡08 f .' ~sc u e as, ac a que las escuelas negras
m mmos recursos econom1cos pa b · t' ¡
redundaba en la · po 'bil 'd d d . ra su SIS 11', o que de hecho
nn s1 .1 a
con enormes dilicullade e estudia!'
. · A part u' · d e es·te f.a 11u. Y por C1erto
·
blancos. s, comenzaron a JUntarse las escuelas para negros y para
655 Véase: YEAZI::LL, Stephen C voz "CI A . "
American Constitution Macmilla }>' b C ::.:s.
ctJOn • en Encyclopedia of the
ó56 Véase Mtt. Lf:R' Arthur sn V uz ~J .od... . lew York, 1986, t. I, p. 294.
A nw.·tcan. J ud.zczal
' . System
• ·• o
Ch 1 S 'b u 1c1a ReVJew" • e11 E ncyc l oped'ta of the
llfi8 Y 1159. • ares en ners Sons, New York, 1987, t. III, ps.
557
WRI CH'l' Chru·1 A ~
' es ., •• edcra l Courts, ob. cit.. p. 508.
LA LEGITIMACIÓN PROCESAL 131
§ 82. Mi opinión
ii58 Así, en los Estados Unidos, al lado de los grandes estudios juridicos
que nuclean a cientos de abogados, dedicados a la atención de clientes corporativos,
existen estas organizaciones también numerosas y con sucursales en casi todo
el país, dedicadas a la protección de personas que en forma individual no podrían
obtener un a~esoramiento jwidico debido. Entre ellas se destaca la National As-
sociation for the Advancement of Colored People <NAACP). Acerca de esta aso-
ciación me remito a lo que dije supra (§ 73 , nota 284).
M~ En más de una ocasión. y como consecuencia de una errónea defensa
judicial a cargo de los defensores oficiales, personas de bajos recursos han en-
frentado la pena de muerte . Estando dictada la misma en la instancias locales, la
NAACP ha provisto asistencia jurídica gratuita a estas personas, las que en al-
gunos casos han resultado finalmente absueltas. Véase BRICHT, Stephen B., Coun-
sel for the Poor. No! the Worst Crime bu! the Worst Lawyer. " 103 Yale Law Jow·nal",
1835 (1994).
6üO "Dunn v. Blumstein", 405 U.S. 333, nota 2 (1970).
561 La discusión y análisis de esta cuestión puede verse en CLINTON , Robert;
MATASAI!, Richard, y COLLINR , Michael. Federal Courts , oh. cit. , ps. 1055 a 1057 .
132 CO:'-"TROL DE CONSTITUCIONALIDAD
562 Una exhaustiva descripción de Jos conflictos entre estas dos pos iciones
que provocan las acciones de clase en los Estados Unidos puede verse en CoFF¡,;•:,
John (Jr.), Class Wars , "Columbia Law Review", vol. 95, p. 1343 (1995).
LA LEGITIMACIÓN PROCES AL 133
663 G ORDILLO , Agu stín, Los fallos repetitivos como merma eh justicia: cómo
evi tarlos en el derecho act ual , Rev. "Régi men de la Administración Pública", n•
227 , agosto de 1997, ps. 5 a 9.
134 CONTROL DE CONST!TUCJONALlDAD
Sáenz, quien había vertido opiniones sobre la Virgen María y ,Jesucristo, que,
según Ekmekdjian, resu ltaban agraviantes. La Corte - finalm ente- hi zo lugar
a l amparo, y al referi•·se a la legitimación del actor sostuvo que le aLribuía la
representación de todo aquellos que pudieran haberse sentido ofendidos por las
expresiones de Dalmiro Sáenz. Dijo la Corte: "Ejercido este derecho de responder
a los di chos del ofensor, su efecto reparador alcan za, sin duda , al conj unto de
quienes pudi eron sentirse con igua l intensidad ofendid os por el mismo agravio,
en las condiciones que el legislador establezca -o el juez, frente a la omisión de l
legislador, estime prudente considerar- a los efectos de evitar que el d.,recho
que aquí se reconoce se co nvierta en un multipli cador de respuestas interminables
(. .. ) A dif'erencia de quien ejerce la rectificación o r espuesta en defensa de un
dorecho propio y exclusivo, en los casos como el presentP , r¡u iC'n ''"plica asume
una suerte de r epresentación culectiva, que lleva a cabo nn virtud de una prefe-
rencia temporal , previo reclamo al órgano emisor de la ofensa, 4uitm podrá ex-
cepcionarse de cumplir con otras pretensiones de igual o semejante naturaleza
Rimpl emente con la acreditación de la difusión de la respuesta reparadora", Fallos,
315:1517-1518. Pa ra una exp licación y comentario de este caso, véase B ARRA, Ro-
dolfo C., La legitimación para accionar en la reciente jurisprudencia de la Corte ,
RD, t. 151 , p. ~01; B IANCIII , Alberto B., Un fallo sobre derecho de réplica que pone
en mora al Congreso , ED. t. 148, p. 339.
óHH Ju z. Cont. Adm. Fed. n9 2, "KatLan c!Poder Ejecutivo Nacional", 10/5/83,
ED , t.. 105. p . 245: LL , t. lY H!~ - D, p . 568.
5 69 Como puede recordarse, el caso provocó posiciones encontradas entre
MARIF. NHOFF, que criti có fuertemente el fallo , y CANO (MAJHENHUFF, Miguel S., Del-
fines o toni nas y acción popular, ED, t. 105, 244; CANo, Guil lermo, Un hito en
la historia del derecho ambiental, LL , t. 1983-D , p. 568).
fi?o Fallos, 307:2384 (1985).
571 Fallos , 311:2580 (1988).
r,n Tratado de P az y Amistad con la República de Chil e, aprobado por ley
2:-1.17 2.
573 En eJ primero de estos casos el procurador, Dr. Juan O. Gauna, propicia
el rechazo de la acción, por no tener el actor un interés directo ya que el "interés
personal de ciudadano tácitamente merituado no resulta apto para la obtención
de amparo judicial por la vía intentada". La Corte, en el consid. 2", alude a que
la acción entablada no puede prosperar, "pues no se da una causa o caso contencioso
que permita el ejercicio del Poder Judicial conferido a los tribunales nacionales
cuando se procura la declaración general y directa de inconstitucionalidad de
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
las normas o actos de otros poderes". l>:n "Zaratiegui", la Corte llega a la misma
conclusión (consid. 39 , Fallos, 311 :2583).
574 "José Roberto Dromi", Fallos , 313 :863 (1990).
575 Véase supra, § 74. .
576 Sobre el particular, la Corte dijo; "La condición de ciudadano que esgrime
el actor al deducir esta acción de amparo, no es apta - en el orden federal- para
autorizar la intervención de los jueces a fin de ejercer su jurisdicción. Ello, por
cuanto dicho carácter es de una generalidad tal que no permite, en el caso, tener
por configurado el interés concreto, inmediato y sustancial que lleva a considerar
a la presente como una 'causa', 'caso' o 'controversia', único supuesto en que la
mentada función puede ser ejercida", Fallos, 313 :873.
577 "Alfredo Gascón Cotti", Fallos , 313 :594 (1990).
578 "Pablo González Bergez", Fallos, 313:588 (1990).
579 "Polino c/Estado Nacional", Fallos , 317 ;335 (1994).
580 Esta reforma había sido dispuesta por ley 10.859; no obstante, la reforma
como si hubiera un único "afectado", cuando sus efectos se iban a proyectar ne-
cesariamente sobre toda la comunidad que Schroder, de hecho, representó. Coin-
cido así con el comentario que hizo KAUt'MAN de este fallo (KAUFMAN Gustavo A.
Una aplicación apresurada y superficial de los artlculos 41 y 43 de la Constitución'
LL, sección "Actualidad", diario del 6/12/94). Otros, en cambio, elogian el fallo;
CARNOTA, Walter F., Un buen inicio para el amparo ambiental constitucionalizado
ED, t. 160, p . 344. '
138 CON'I'ROL DE CONS'I'I'I'IíC:IO NALIDAD
cual, junto con el hotel Roi y el ex restaurante Royal Keller, conformaba un con-
junto edilicio ubicado en Corrientes y Esmeralda que había sido declarado mo-
numento nacional en 1985.
599 CNCont. Adm. Fed., Sala 11, "Gambier c/Poder Ejecutivo Nacional", Sala
Il, 19/8/99, LL , t . 1999-E, p. 624.
600
La agencia Télam (de propiedad del Estado Nacional) había distribuido
el spot t~levisivo para ser difundido en cinco canales de aire, quienes se cobrarían
el espacw empleado mediante una compensación con multa~ impuestas por el
Coouté Federal de Radiodifusión (COMFER).
601
CNCont. Adm. Fed., Sala I, "Tore!lo c/INSSJP", 212100, LL, t. 2000-B,
274, con nota de GAM!IIER, Beltrán, Civismo y amparo. Derecho de los ciudadanos
a la utgeneta del principio de legalidad .
602
. Juz. Cont. Adm. Fed. n 2 1, Cláusula 14.1 del Pliego de Bases y Condi-
Ciones del Contrato de Gerenciamiento del Servicio de Salud.
LA LEGITIMACIÓ PROCESAL
141
Por último el am
fensa de los e '
CUA e
·laro .
d d 'd
e UCl o por la Asociación de De-
onsurru ores Y Usuarios de la Argentina (ADE-
) n contra de la ley 25.063 y el decreto 1517/98 . l d
con 1 1· · - d , Vlncu a os
a ap 1cac10n e 1 NA a la medicina prepaga so.1 d1·0 •
que el t 'b 1d · . . ' Pie para
. n una e pnmera mstanCia interviniente se pronun-
Ciara a favor de.l r~c?nocimiento de la legitimación colectiva
de las personas md1V1duales, sin perjuicio de hacerlo también
respecto de ~as" a~ociaciones y del Defensor del Pueblo. Dice
es~a sentencia rruentras esa misma norma [el art. 43] en su
pnmer párrafo, al legitimar activamente a toda persona ~íctima
de_ ~n acto lesivo, presupone el daño a un derecho subjetivo
clasico, en su segundo párrafo indica concretamente a los su-
jetos investidos de legitimación para accionar en función de
un interés de tipo colectivo. Consecuentemente, tanto los de-
rechos involucrados en los arts. 41 y 42 de la Constitución na-
cional, y todo cuanto admita ser conceptualizado entre los de-
rechos de incidencia colectiva en general, confiere legitimación
para accionar al afectado (cualquier integrante del colectivo
que no ha sido incidido en un derecho subjetivo), al defensor
del pueblo y a las asociaciones que propendan a esos fines y
que estén registradas de acuerdo con la ley" 604 (el destacado
me pertenece).
En contra de esta tendencia, puede mencionarse el caso
"Terragno" 605 , ya citado en relación con la legitimación de los le-
gisladores 606, adonde me remito para la explicación de los he-
chos. En lo atinente a la legitimación de Terragno como usuario
del servicio de correos, el Tribunal dijo " . .. la posibilidad de
obtener la tutela judicial, se relaciona con la existencia de un
interés que pueda darle apoyo. Es dqctrina corriente que di-
cho interés se da cuando la situación de hecho es tal que el
actor, sin la declaración legal requerida sufrirá un daño, de
modo que la intervención de los magistrados se presenta como
un medio necesario para evitarlo. Ausente tal interés concreto
y sustancial en cabeza del accionante, no hay caso o contro-
versia que determine la intervención de la jurisdicción de los
tribunales federales. Por ello, no se da una causa o caso con-
607
. El Art . N , Secc. 4, de la Constitución norteamericana dice: "Los Es tados
Umdos garantizará n a cada estado de esta Unión una forma r epublicana d e 0 _
~~ e~~o, Y_Pr~tcge¡·.á ~ a ca da u?o de ellos de toda in vas ión; y, cua ndo lo solicil: re
. t mat a e¡psl~tJ va o el EJ ecutivo (si no se pudier e co nvocar la Cámara ), ¡0
P' o egerá n tamb1 cn de toda vwlencia interna"
60
R Fallos, 322 :528 (1999 ). ·
609
Fallos, 323:1432 (2000).
610 Me he r eferido a estos dos fa llos supra , § 74.
LA LEGITIMACIÓN PROCESAL 143
§ 84. Conclusiones
Al 3 Supra, § 72.
tn4 G01WILLO , uno de los autores que apuntalan con mayor énfasis la legi -
timación colectiva, en sus "Conclusiones para el año 2000" dice: "La tendencia
jurispi'Udencial es así unívoca, indetenible, justa, eficaz, innovadora, eficazmente
preventiva de la corrupción en una de sus manifestaciones; correctora oportuna
146 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
célebre lucha entre las casas de York y Lancaster por el trono de Inglaterra,
conocida como la Guerra de la Rosas (Th e War o( the R oses), cuyo nombre se
debe a qu e el embl Pma de los York era una rosa roja y el de los Lancaster era
una ros a blanca . Ambas casas, de ~cendientes del rey Eduardo lll (1327-1377),
pel earon por espacio de más de treinta años entre 1453 y 1485. La pretensión
al trono de Ricardo, tercer Duqu e de York , apareció cuando el rey Enrique VI
(Lancaster) tuvo que abandonar el gobierno momentáneamente en 1453 por una
enfermedad mental. Repuesto de su enfermedad dieciocho meses después, la pre-
ten sión del Duqu e de York no cesó ha ta su muerte en 1460, en la batalla de
Wakefield. Finalmente, la casa de York logró des tronar en 146 1 a E nri4ue VI
y colocar en su lugar a Eduardo IV (1461-1483), a quien sucedieron ntros dns
reye~ York (Ricardo lli y Eduardo V). La Guerra de las Rosas finalizó en 1485
con el ascenso al t rono de Enrique VII (1485-1509), que pertenecía a la casa de
Lancaster (era descendiente de Owen Tudor y de Margarita de Valois, viuda de En-
rique V, pero se casó con Isabel de York, hija mayor de Eduardo IV, para asegurar
la unión de ambas familias). Para ello además cambió el nombre de la dinastía
que a partir de entonces se denominó 'fudor. (Ver CHUI\CHILL, Winston S., A Histo,.;
o( the English Speaking Peoples , Dodd, Mead & Co., New York, 1958, vol. I, "The
Birth of Britain", ps . 424 a 500.
!\ En "War c v. Hyltou", 3 U.S. (3 Dalias) 199 (1796), la Corte rehusó de-
terminar si se habla violado un acuerdo internacional.
6 5 U .S. (1 Cranch) 137. He analiza do en extenso este caso supra , § 4, b.
En lo que a esta cuestión se refiere , la sentencia dice: "Por la Constitución de
los Estados Unidos el Presidente está investido con algunos importantes poderes
políticos , en el ejercicio de los cuales debe usar su propia discreción, y es res-
ponsable ante su país solam ente en su carácter político y ante su propia conciencia .
Para ay udarse en el cumplimi ento de estos deberes est.á autorizado a nombrar
determinados funcionarios, los cuales actúan por su autoridad, y de conformidad
con su s órdenes. En tales casos, los actos de ellos son sus actos; y cualesquiera
sea la opinión que pueda merecer la manera en que es usada la discreción ejecutiva,
- - - - -- - - - -- - - - -
------
152 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
264, 404). porque ella se acerque a los confines de la Constitución" (19 U.S.
7
"United States v Palmer" 3 Wh to 610 ( .
tarde en "Jones V. United. States" Í37 u se~o:it890) 18;g).tcntercio aplicado más
Co.", 246 U.S. 297 u 9181 . ' · · • Y e Jen v. entra! Leather
s "Foster v. Neilson" 2 Peters 253 (1829) "Will '
U.S. (13 Peters) 415 (1839). ; tam v. Suffolk Ins. Ca.", 38
9
"Martín v. Mott" 25 U S (12 Wh
cuando el Presidente actúa 0 ~ ~ tn . ~atan) 19 (1827 ). Se decidió aquí que
decidir cuándo debe ser con:ocad: laflll~tó_n del Con~eso, sus facultades para
to "Decatur v Paulding" 39 U S m( cta no son Judictalmente revisables.
n 38 u" c · p t ) ' · · 14 Peters) 497 0840).
,,,, 13 e ers 415 (1839).
Los ACTOS • 'O .JUS'nCIABU:s 153
·
estuvo Slgna ."
e a
ha st a la finalización del mandato por s~ ~cepreside~~·
d por una serie de acontecumcntos Lur en
J:: . E ·sio Uriburu
P~~::ados por ro~
1 d h bTd d olítica del Presidente y la ausencta
.
quist.as y radtcales, qu e la fa ta e a 1 1 a . P h ta rovocar su renuncia en
de un partido propio que lo respaldara. a!:d~~::IesS:e r:fiere, además de Santa
enero de 1895. En lo que a mtervencto tam Tucumán Buenos Aires,
Fe fu eron intervenidas Sa ntiago del ~s~ro,l Ca "Pr:C:¡ncia de Luis Sáenz Peña.
San J,uis y Córdoba (ver GELLY Y <:nt:S, aros~ r entina obra colectiva dirigida
Vicepresidencia ~e José E . Unbu~ en ~~~o~~~agy Jané~, Buenos Aires. 1968).
9 3
por Roberto LeVlllter. t . IV, ps. 3 1 :d a '
156 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
27
El relato de los hechos sucedidos en esta revuelta puede verse en Sor.A,
Juan V., Intervención federal en las proui11cias, Abeledo-Pen-ot, Buenos Aires, 1982,
ps. 147 a 150.
z• Ley 2950 del 18 de agosto de 1893 .
. ~ Se consumó así la intervención federal n• 54 registrada desde 1853 (conf.
2
1
Fallos, 10:427 (187 1}.
Los ACTOS NO JUSTICIABLES 161
42 Fallos,10:436.
43 Fallos ,
98:20 (1903) .
44 Fallos, 98:30.
4 fi Fallos,150:89 (1927 ).
4 6 Fallos, 150, ps. 105 y 106.
4 7 Fallos, 318:785 0995) .
48 Fallos , 318:792.
49 "CaféR La Virginia S .A. c/DGI", Fallos, 320:1166, 1175 (1997).
162 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
so "Aparicio c/Salta", Fallos , 135:113 (1921) . Dijo en este caso la Corte: "Las
objeciones de fndole puramente moral, o las de mera conveniencia, sin relación
efectiva al orden legal establecido, son extrañas a las atribuciones del poder ju-
dicial, limitadas como son sus facultades de las leyes emanadas de autoridad
competenlt! a los actos ejecutados conforme a ellas o en transgresión de las mismas
(argumento del t. 23 , p. 37), sin que pueda aceptarse que baste alegar, como el
caso en que el Poder ~jecutivo y t!l Legislativo de la provincia omitieron cumplir
deberes que les incumbe como ~-uerpos tutelares del patrimonio provincial, pa-
ra que los tribunales se atribuyan la potestad de anular tales actos en ejerci-
cio de una atribución que "~ incompatible con el régimen de nues tra organiza-
ción constitucional, si no se pretende al mismo tiempo que se haya obrado en
violación de un precepLo legal en cuya virtud el acto ejecutado por aquéllos carez-
ca de validez. No es atribución legal de esta Corte en el sub iudice, examinar
el contrato para establecer si el poder ejecutivo provincial debió o no celebrarlo
y si la legislatura debió prestarle su aprobación o no. El cont1·ato ha sido cele-
brado y aprobado por los poderes de la provincia en ejercicio de facultades que
le son propias, y su eficacia ulterior sólo puede juzgarse del punto de vista de
la ley que rige las rdaciones de derecho creadas e independientemente de la
ventajas o de los perjuicios que de su cumplimiento puedan result,;;n· pru·a las
partes".
~ ~ ".Tewish Colnnizalion Association", Fallo s , 147:402 (1926) . Dijo aquí la
Corte: "La posibilidad de que tal impuesto envuelva un error económico y pue-
da dar, en deflnitiva , resultados contraproducentes , porque desvíe de la provin-
cin demandada la corriente de los capitales extranjeros, no constituye un óbi-
ce cons titucional. Tales cuestiones, que atajjen solamente a la conveniencia o
a la justicia del impuesto, son de la competencia del poder encargado de la san-
ción de la ley impositiva y están subordinadas, exclusivamente, a su discreción
y a cierto".
52
"Ramos c!Municipalidad de 13uenos Aires", Fallos, 1!il:264 (1938). Dice
la Corte en este caso: "La facultad de contralor del poder judi<:ial no autoriza a
invalidar los impuestos impugnados sobre la base de su inju~ticia o inconveniencia
o e~ razón del exceso de su monto o de las formas de percepción, mientras se:
meJantes extremos no contraríen las garantías y disposiciones de la constitución
nac10nal antes refendas".
" sa "Tianco Ítalo Argentino de San Juan c/San Juan", Fallos, 188:105 (1940).
~1 hecho de que un lillpuesto no sea equitativo - dice la Corte en este caso- no
e\fundarncnt~ para ~legar su mconstitucionalidad, si esa inequidad no llegara
~e :sc::fiqt~~~ca¡donaldcPbdteneJs, dio ~aluedenl elNcas?. no se alega , ni con-esponde juzgar
o er u tct e a acton"
~ ::Horvath c!Nación Argentinu (DGD", F~llos , 318:676 704 (1995)
4
55
Barbarella S A " F 11 3 ' ·
de la ley 19.551. . . , a os, 00:1087 (1978). Se trataba del art. 11, inc. 8'
Los ACTOS NO JUSTICIABLES 163
.vos a la ratificación
elatl e interpretación de los tratados b~n
rimplicado , en ""'1erlin.Juen v.
cuestiones políticas. As1, Am es" ,s ,
la Corte dijo que es una cuestión política decidir si un tratado
igue vigente cuando uno de sus países signatarios se convierte
en parte de otro 77 • También fue declarada no justiciable en la
denuncia hecha por el presidente Carter del tratado con Tai-
wan, en "Goldwater v. Carter" 78 • La demanda fue planteada
por el senador Barry Goldwater, quien sostenía que para de-
nunciar un tratado internacional se requerían las dos terceras
partes del Senado. La Corte, con el voto del juez Rehnquist,
sostuvo que ello traía al Tribunal una disputa entre dos poderes
politicos , sobre una cuestión respecto de la cual la Constitución
no provee ningún estándar al cual sujetarse, teniendo cada
poder en disputa recursos propios para la defensa de sus pro-
pios intereses 79 .
Ha sido declarada igualmente no justiciable la calidad di-
plomática de los agentes de otros países acreditados ante los
Estados Unidos. Ello fue decidido en el caso "In re Baiz" 80 ,
en el cual se denegó carácter diplomático a un ciudadano nor-
teamericano, cónsul general de Honduras y Guatemala, quien
81
205 U.S. 257 (1907) .
82
. a sostener que la determinación dt! si la Isla de los Pinos era o
. Pese
Lernlono de los Estados Unidos implicaba una cuestión política el fallo se
troduJO en la cueslión, lo que provocó la disidencia de fundame~tos de dos
los JUeces.
A~ Véase s upra , § 74 .
84
. En general, puede verse F1. HER, Louis, PresiderLtial War Powers,
vers1ty Prcss of Kansas, 1995. En particular, el capftu lo VI se ocupa de la
de V1etnam (ps. 114 y ss.).
85 389 U .S. 934 (1967).
105
Hecordemos que el estado de sitio es declarado por el Congreso en caso
de conmoctón mtenor. Además, debe ratificarlo cuando -mediando esta misma
causal- ha stdo declarado por el Poder Ejecutivo durante su receso (art. 75, inc. 29).
A su ve:< es declarado por el Presidente, con acuerdo del Senado en caso de
ataque exterior (art. 99, inc. 16). '
CoNTROL DE coNS'TI'TUCIONAL!DAD
170
· d' · b 'lidad de muchas decisiones que , antiguamente, que-
l aJUlCla 1 d .. 1o6 S'fu e-
daban fuera del control por el Poder Ju 1c1a1 . 1 er~ n.
cesario condensar, en una sola frase, el ~roblerna de la J~Stl
ciabilidad del estado de sitio, podría dec1rse que los motlV
que tuvieron en cuenta los poderes políticos para su declar
no son revisables judicialmente, pero sí lo s~n aquellas _u1•:::w.ua~a
administrativas dictadas en su consecuencia. Y esta J 107
dencia, si bien fue delineada a partir de "Antonio Sofía"
las particularidades que luego introdujo la Ley de Hábeas
pus de 1984- estaba ya presente en antiguos precedente~
"Leandro N. Ale m" 10 , donde la Corte sostuvo que un i<:::~;l<>•a~·
nacional no podía ser arrestado por el Poder Ejecutivo, ni
bajo el estado de sitio, pues ello violaba sus garantías de
rnunidad parlamentaria 109 •
No obstante ello, en un comienzo las facultades pre
ciales ejercidas durante el estado de sitio fueron pr.act;lC~imeQ.oi
te irrevisables judicialmente. Esta línea jurisprudencia}
desde viejos fallos como "Fermin Rodríguez" 110 hasta
nes más cercanas producidas en la década de 1950, tales
"Rubens Iscaro"m, o "Jorge Antonio" 112 . La jurisprudencia
este período, apoyada por la doctrina 113 , señalaba
"Que la apreciación de las circunstancias que hagan neces
la declaración del estado de sitio o su manLenimiento, así
el lugar o los lugares de la república en que debe
esa medida, es facultad exclusiva del Congreso o del
Ejecutivo, en su caso, como es también la apreciación de las
cunstancias y motivos determinantes de las medidas por
adoptadas en virtud del estado de sitio 114 . El estado de
106
Un examen de los diferentes períodos históricos sobre el estado de
a la par que un exha ustivo análisis de toda la temática sobre el mismo
hall arse_ en GRE~ORINI CwsEI-LAS, Eduardo L., Estado de sitio y la arm~n!a
la relac1ón mdw1duo-Estado , Depalma, Buenos Aires, 1987.
107 Fallos, 243:504 ( 1959).
108 Fallos, 54:432 (1893).
109 Fallos, 54:454-460.
11 0 Fallos, 41\:17, 2::1-24 (1892).
111 Fallos, 2::l 6:632 (1956).
112 Fallos , 236:657 (1956).
§ 3 Vé
,11p. ;se Go NZ ALEZ e ALDERON, Juan A., Derecho constitucional, cit. , t. 11,
747 30
E~;re otros: "José Gumermo Bertotto", Fallos, 160:104 (1931)· "H
114
·
Pue{rr~~ón , Fallos, 170:246 (1934); "Asociación Constitucional y Liberta';~
gen ma · Fallos, 195:439 (1943); "Alfredo Dratman", Fallos , 196:584 (1943). -
Los ACTOS NO JUSTICIAB
171
11 5 Con f. LINA!!t:s QUINTANA, Segundo, Tratado dP. la ciencia del derecho cons-
titucional, e d . cit., t . V, § 3365, p . 4 71.
116 El caso se suscitó con motivo de la negativa de la Policía Federal para
autorizar un aclo público que pretendía realizar la llamada Liga Argentina por
los Derechos del Hombre, destinado a analizar la situación de los derechos hu-
manos en el Paraguay.
117 Fallos, 243 :515 y 516.
l\ 8 Así pur ejemplo: "Diarios Norte y Voz P.,runista" Fallos 244:/i9 (195!:1)·
"Bernardo Edelmau", Fa.llos , 246:205 (1960) ; "Luis Trossi",'Fallos, '247:528 (1960):
: Guillet·mo Almeyra", Fallos, 249:522 (1961); "Azul y Blanco", Fallos, 250:832 (1961);
Rodolfo Sauze Almagro", Fallos, 252:244 (1962); "Movimiento Popular Argentino",
Fallos , 253 :44 (1962); '·Pedro J . Bellman", Fallos, 256:359 (1963).
11 9 Un elocuente testimonio del "self-restraint" de la Corte en este periodo
dicial seguía siendo más teórico que real, como hizo notar la
doctrina 120 • Incluso, el tan conocido caso "Primera Plana" 12\
en el que se planteó acción de amparo con el decreto que había
dispuesto la clausura del periódico y el secuestro de una de
sus ediciones, fue tribuna adecuada para recordar la vigencia
del control de razonabilidad, pese a que el amparo fue, final-
mente, rechazado 122 •
Apenas en "Daniel Mallo" 123 , referido a la prohibición de
exhibir la película Ni vencedores ni vencidos, encontramos una
acción de amparo exitosa, donde el control de razonabilidad
fue algo más que una pieza de retórica judicial 124 , y permitió
la efectiva vigencia del derecho afectado. Otro importante fallo
es "Carlos M. Zamorano" 12\ en el cual se planteó un hábeas
corpus <:ontra la detención de este último. En este caso -en
el cual la Corte, insatisfecha con la respuesta dada en el trámite
de la acción por el Ministerio del Interior, ordena el libramien-
to de un nuevo oficio 126 a esa dependencia- , el control cons-
titucional adquiere una dimensión más amplia 127 • No nos en-
en tanto sostiene que la declaración del estado de sitio por las causales del art.
23 no es s usceptible de revisión judicial en cuanto política, que el juicio prudencial
del Congreso y del Ejecutivo es necesario y final para implementar los objetivos de
la Constitución, admite, sin embargo, un ensanchamiento de las facultades del
Poder Judicial en la investigación de los hechos que rodean una detención, para
verificar si la misma es legítima.
Los Acros NO JUSTICIABUJS 173
140
La detención de Granada y otras 11 personas se originó en el decr. 2049
del ~1 de octubre de 1985, sin que, previamente, se hubiera decretado el estado
de SJtJO. El mismo fue declarado cuatro días después, por decreto 2069/85.
14
1 Fallos , 307:2305, 2306 y 2307 .
112
La mayoría del Tribunal estuvo integrada por los jueces Caballero, Bac-
qué, Petracchi Y Fayt, este último con una disidencia de fundamentos . En contra
votó el JUez Re!lusc10.
14a L .d
• 1:1 I ea general que preside el fallo -aun cuando no dicha expresamente-
es que
f d.el control de razonabilidad es una medida excepet'onal que no es necesano ·
pro .un ¡zar en casos de estado de sitio clásico, es decir en aquellos su uestos
~:. ~~~~=~·~~o~e~~~;:,m;~~:~3~~~~ada de las garantías constitucionales (ve/consid.
176 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
etc.), no existen los tribunales civiles. Así quedó establecido en el caso "Ex parte
Milligan", 71 U.S. (4 Wallace) 2 (1866), producido luego de la Guerra Civil, donde
la Corte dijo: "La ley marcial nunca puede existir donde los tribunales están
abiertos y en ejercicio debido y no obstruido de su jurisdicción" (p. 127). Esta
misma doctrina fue luego ratificada en "Duncan v. Kahanamoku", 327 U.S. 304
(1946), cuando la ley marcial fue implantada en Hawaii, luego del ataque japonés
a las bases norteamericanas en Pearl Harbour en 1941.
147 El primero en hacerlo fue el gobierno provisional de 1930, por medio
de un bando que fue aplicado, entre otros, al conocido delincuente Salvador De-
giovanni. También fue implantada en 1943, luego del golpe de Estado, por el
decr. 1 del 4 de junio. Desde un punto de vista histórico, puede verse POTASH,
Robert A., El ejército y la política en la Argentina 1928-1945, 24 ed., Sudamericana,
Buenos Aires, 1980, ps. 92 y siguientes.
148 Arturo Frondizi (1908-1995) llegó a la Presidencia de la Nación en 1958,
como primer pn~sidente de iure luego de la revolución de 1955. Su mandato estuvo
permanentemente jaqueado por la resistencia armada de grupos pcronistas, por
entonces proscriptos de la vida política, y por los constantes "planteas" militares,
que terminaron derribándolo en marzo de 1962. Una extensa biografía de Frondizi
puede hallarse en la obra colectiva Arturo Frondizi. Historia y problemática de
un estadista , du;gida por Roberto G. Pisarello Virasoro y Emilia E. Menotti, De-
palma, Buenos Aires, 1984-1994.
149 El Plan, cuyas siglas correspondían a "Conmoción Interior del Estado",
fue establecido originariamente por el decr. (secreto) 9880/58 y puesto en marcha
por medio de los decrs . 2628160 y 2639/60, Juego ratificados por ley 15.293 (BO ,
12/8/60).
t 50 "){odrlguez, Ruggero y Tambascio", Fallos, 254:11~ (1962). . .
151 Fallos 254:136. Para un análisis general de la JunsprudenCJa ~obre tn·
bunales milita;es véase: BmART CAMPOS, Germán J ., Los tribunales mill_ta~es Y
la ConstitLLción , Ediar, Buenos Aires, 1985; VANOSSI, Jorge R., El somett.mLento
de los civiles a los tribunales militares, ED, t. 93, p. 937 .
CoNTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
178
152 En los Estados Unidos, desde 179R hAstt~ 1986 el Senado dictó se11tencaa
como tribunal del juicio político en once oportunidades, produciendo la
de cuatro jueces federales de diRtrito: John Pickering (1804); West H.
(1862); Robert W. Archibald (1913); y Halsted L. Ritter (1936). Entre los enjuicia-
dos estuvo el presidente And!'ew Johnson en 1868, pero fue absuelto (Cfr., Gui/M
to CongrP.SS, Congressional Quarlerly, Washington D.C., 1991 , p. 300). En la~
gentina, los juicios políticos llevados a cabo entre 1862 y 1976 también fueroa
escaso~ . Sólo hubo cuatro pedidos de juicio respecto de funcionarios políti
que fueron rechazados, y cuarenta y seis pedidos de juicio a magistrados judiciales..
De estos últimos resultaron removidos nueve magistrados, pero tres de ellos fueroa
los jueces de la Corte Suprema Alfredo Sagarna, Benito N azar Anchorena y Fran-
cisco Ramos Mejía, destituidos por el célebre juicio de 1947. Los seis restan
fueron magistrados de primera instancia: M. Aurrecoechea (1899); L. Ponce y
Gómez 0911); V. Arroyo (1919); R. de Allende (1921); J . A. de Oro (1925) y D.
Klappenbach (1960). Ver MoLlNELLI , Guillermo; PALAN7.A, Valeria, y SIN, Gisela.
Co,~gre8o, presidencia y justicia en la Argentina, CEDI, Fundación Gobierno y
Soc1edad~ Buenos Aires, 1999, cuadro 2.271 en p. 512, y cuadro 4.16, en ps. 672
a 674. Bn adelante: MOLJNELLI·PALANZA-SIN.
153
Sobre el impeachment al presidente Clinton puede verse Gt:RHARDT Mi-
chael J ., Symposwm: lmpeachm.ent De{anged and Other lnstitutional Ramifioo·
twns o~ the Clmton Scand~ls, "Mary1and Law Review", vol. 60, p. 59 (2001).
1
. . Es el caso del ex Juez Walter N!Xon, destituido en 1989, al cual me re-
~enré cnsegmda.
9
Pero además fueron removidos otros dos jueces: Harry E Clair-
orned (lt 86C! Y Alcee L. Hastings (1989), últimos juicios políticos hasta. el del
Pl'es> en .,. 1mlon en 1999.
Los ACTOS NO JUSTICIABLES 179
155 Entre 1983 y 1998 hubo 57 pedidos de juicio político en contra de fun-
cionarios políticos y 338 despachos de la Comisión de Juicio PoHtico de la Cámara
de Diputados rtJferidos a magistrados judiciales, de los cuales fueron desestimados
317 . Ver Mot.rNELLl·P ALANZA-SrN, cit., cuadro 2.272, en p. 513, y cuadro 4.17, en
p. 675. A su vez, es inleresantc el análisis de los juicios políticos a jueces y su
desenlace en los últimos años, donde el trabajo de MOLJNELU provee un claro
panorama (ver cuadro 4.18). De todos modos , tengamos presente que este recuento
se ha hecho a diciembre de 1998.
1r;ij 506 U.S. 224 (1993).
lfi7 Había sido Presidente del Tribunal del Distrito Sur de Mississippi.
158 La investigación del gran jurado se originó en que Nixon había aceptado
una dádiva a cambio de pedirle a un fiscal de distrito que detuviera el proce-
sami ento del hijo de un comerciante de Mississippi.
Ifi9 Dijo la Corte : "A controversy is nonjusticiable -i.e., involves a political
questiou- where there is a l.extually demonstrable constitutional com.mitment of
the issue lo a coordinate political departmeul; or a lack of judicially discovera-
ble and manageable standards for resolving it ... (Baker v. Carr. 369 U.S. 186,
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
180
En la Argentina, hasta el juicio político en el cual :esultó
destituido el juez Nicosia 160 , la Corte Suprema no tema pre-
217 -1962). But the courts must, in ihe first instance, interpret the text in question
and determine whether and to what extent the issue is textually com.mllted. See
ibid.· Powell v. McCormack, 395 U.S. 486, 519 (1969). As the discussion that
follo~s makes clear the concept of a textual commitment to a coordina te political
deparlment is not 'completely separate from the concept of a lack of judicially
discoverable and manageable standards for resolving it; the lack of judicially ma-
nageable standards may slrengthen the conclusion that there is a textually de-
monstrable commitment to a coordinate branch.
"ln this case, we must examine Art. I, § 3, el. 6, to determine the scope of
authorily conferred upon the Senate by the Frarners regarding iropeachment. lt
provides:
"The Sena te shall ha ve the sole Power to try all Impeachments. When sitting
for that Purpose, ihey shall be on Oath or Afirrmalion. Wben thc President of
the United States is tried, the Chief Justice shall preside: And no P erson shall
be convicted without the Concurrence of two thirds of lhe Members prescnt.
"The langnagc and structw·e of this Clause are revealing. The firsi sentence
is a grant of authority to the Senate, and the word 'sole' indicates that this aut-
hority i• reposcd in the Senate and nowhere else. The nt!xt two sentences specify
r"quirements to which the Senate proceedings shall conform: the Senate shall
be on oath or affirmation, a two-thirds vote is required to convict, and when
the President is tried the Chief Justice shall preside.
"Petitioner argucs that the word 'try' in the first sentence imposes by im-
plication an additional requirement on the Scnate in that the proceedings must
be in the nature of a judicial tria!. From there petitioner goes on to argue that
this limitation prccludes the Senate from dele¡::ating to a select committee the
task of hearing the testimony of witne~ses, as was don e pursuant to Sena te Rule
XL 'LT)ry' means nwre than simply 'vote on' or 'review' or 'judge.' In 1787 and
today, trying a case means hearing the evidence, not scanning a cold record.
Brief for Pctitioner 25. Petitioner concludes from this that courts roay review
whether or not the Senate 'tried' him before convicting him.
"There are severa] difficulties with this position which lead us ultimately
to reject it. The word 'try' both in 1787 and later, has considerably broader mea-
nings than those to which petitioner would limit it. Older d.ictionaries define
lry as '[t]o t!Xarnin"' or '[t)o examine as a judge'. See 2 S. Johnson , A Dictionary
o( the English Language (1785). In more modero usage the ierm has various
meanings . For ~xample, try can mean 'to examine or investigate judicially', 'to
co nduct the tria! of' or 'to put to the test by experiment, investigation, or trial'.
Webster's Third New In ternational Dicticnary 2457 (1971). Petitioner submits
that 'iry' as contained in T. Sheridan, DicticMry o( the English Language (1796),
means 'to examine as a judge; to bring befare a judicial tribunal'. Based on the
variety of definitions, however, we cannot say that the Framers uscd the word
:try' as an . implied limitation on the method by which the Sena te might proceed
m trymg tmpeachments. 'As a rule the Constitution speaks in general terms,
leavmg Congress to deal with subsidiary matters of detail as the public interests
rEsta nota continúa en /.a pdgina siguiente.)
160
Alberto Osear Nicosia, designado juez en lo civil en 1984 fue dl:lstituido
el dfa 19/1 V92 por fallo unánime del Senado. '
Los ACI'OS 'O JUSTICIABLES 181
líticos cuando se alega que en éstos se ha producido una real violación del derechD
de defensa en juicio. Pero, cabe acotarlo, la aplicación e interpretación de dicho
derecho deben ser llevadas a cabo a la luz de la naturaleza del 'juicio' de que
se trate. No entrafla ello, desde luego, negación alguna de que tan elevada con-
sagración constitucional (art. 18 cit.) exhiba requisitos esenciales, cuya inexis-
tencia importarla la del propio derecho. Antes bien, a lo que se apunta es a
que los mencionados requisitos pueden ser salvaguardados de muy diversa ma-
nera , Y a que la apreciación de ese tema no puede soslayar los caracteres del
proceso y la materia con los que se los vincule. De ahí que se imponga en el
Los Acros No JUSTICIABLES
183
, Se prod~jo luego el caso planteado por Gerardo W. Ro-
dn~;6z, magistrado a cargo del Juzgado Federal n º 2 de Men-
doza · ~o se trataba aquí de un supuesto de destitución, sino
que .se obJetaban por via de una acción de amparo diversas
med1das adoptadas por la Comisión de Juicio Político de la Cá-
mara de Diputados. Al confirmar el rechazo de esta acción la
Cor.te esencialmente sostuvo: 1) ni siquiera la resolución ~úe
dec1de el sometimiento a juicio político es revisable judicial-
mente, pues se trata de una decisión propia del Senado, y 2)
solamente una decisión definitiva o equiparable a tal producida
por el Senado podría ser susceptible de revisión judicial.
El tercer caso de esta serie es el del ex juez Francisco
M. Trovato, que tuvo dos secuencias en la Corte Suprema. La
primera 166 se produjo cuando fue impugnada - por vía de am-
paro- la decisión del Senado de suspenderlo en el ejercicio
del cargo sin goce de haberes. La Corte declaró inadmisible
el recurso extraordinario deducido en contra del rechazo de
la acción, con fundamento en que la vía procesal indicada para
recurrir las decisiones del Senado en el juicio político es el
recurso extraordinario, dado que se trata de un auténtico tri-
bunal de justicia. La segunda intervención de la Corte 167 tuvo
lugar con ocasión del recurso extraordinario deducido por Tro-
vato en contra de su destitución 168 . La sentencia de la Corte
reproduce aquí lo establecido en "Nicosia" y dice ". .. la revisión
ejercida a través del recurso extraordinario del art. 14 de la
ley 48 no constituye una potestad jurisdiccional que autorice
a sustituir el criterio del Senado por el de esta Corte en cuanto a
sub examine un criterio de revisión que, dada la especificidad del juicio político,
debe ser francamente riguroso. Sólo patentes violaciones a aspectos esenciales
del derecho de defensa podrían tener acogida ante estos estrados, Y siempre Y
cuando sea acreditado por el recurrente no sólo ello, sino también que la reparación
del perj uicio es conducente para variar la suerte del proceso (Fallos , ~76:3~4;
291:259; 292:157, entre muchos otros). Preservadas formalmente las eJOgenetas
para que tal derecho pueda ser considerado bajo resguardo en el juici.o político,
sólo la demostración por parte del interesado de que aquellas formalidades re-
su ltan aparentes y encubren un real desconocimiento de dichos requisitos, ha-
bilitaría esta instancia". (Fallos, 316:2955).
165 "Rodríguez c/Estado Nacional", Fall.Ds , 318:219 (1995).
166 "Trovato c/Cámara de Senadores de la Nación", Fallos, 320:1931 (1997).
167 "Tx·ovato c/Cá mara de Senadores de la Nación", Fallos, 321:2339 (1998)_
168 Véase PALAZZO, Eugenio L., Ampliación del control de la Corte en la re·
moción de magistrados , ED, t. 181, P- 1059.
184 CoNTROL DE CONSTITUC IO NALIDAD
169
Fallos, 321:2344.
170
. En s u primera ver sión de 1853, la Constitución preveía el juicio político
a los mtembros de. las cám aras legislativas, según lo establecía el entonces art
41 , per o esta prevts1ón fue eliminada con la reforma de 1860 en 1 t 45 ·
-salvo la inclusión del J efe de Gabinet e en tr e los posi bles enjui:ia~:s:._ ·;e q~=
man temdo m a lterado en el art. 53, surgido de la reforma de 1994 '
17 1 BO, 6/1/98. .
Los ACI'OS No rusnCIABU:S 185
17 5 Consid. 1°.
176
Caso "13rusa", consid. 32 ; caso "Bustos Fierro", consid. 2•.
177 Caso "Brusa", consid. 42.
1 78 Caso "Bustos Fierro", consid. 20.
179 Caso "Brusa", consid. 32.
Los ACI'OS NO JUSTICIABLES 187
180
Obviamente, al referirme al juicio político local, aludo también a los
jurados de enjuiciamiento de magistrados provinciales, ya que han sido objeto
de igual tratamiento a estos efectos por la Corte Suprema.
18 1 Fallos , 136:147 ( 1922).
18~ Consid. 3°.
!83 Consid . 5°; recordemos que , de acuerdo con la redacción del art. 97 ori-
ginal de la Constitución, la justicia federal era competente para entender en con-
f1lctos de Jos poderes provinciales. La Reforma de 1860 eliminó de este artículo
(hoy art. 100) esa previs ión, en aras de fortalecer el federalismo, que se verla
afectado con la intromisión de los poderes federales en asuntos internos de las
provincias.
188 CoNTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
!98 "EdifJCio Tagle 2818 S .C.A. rlMCBA", Fallos , 301 :596 (1979).
t99 WF.CH::!LE R,Herberl , Toward Neutral Principles of Constitutional Law,
"Harvard Law Revicw", vol. 73, p . 1, 8 (1959).
200 SToRv dice, por ejemplo: "Como las faltas que se propone reprimir el
juicio político, son de una naturaleza política, era natural también su pone~ que
serían fr ecuentemen te exageradas por el espíritu de partido, que las tranHtac10nes
192 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
2 10Consid . 3°.
211 Co nsid. 5•.
212 Solamente pod.rfa haber habido alguna en caso de que no se r es peta
los mínimos requisit.os establecidos en los arts. 4°, 5° y 69 del decr. ley 1285/
pero de hecho no hubo casos judiciales que pusi eran en práctica esta posibilidad.
que de todos modos hubiera chocado con un problema de legitimación del accio-
nantc .
Los ACTOS NO JUSTICIABLES 195
237 Me refiero al caso "Ficld v. Clark", 143 U.S. 649 (1892), en el cual fue
dest:stimada una demanda en la cual se invocaba que una sección de una ley, au-
tenticada por el speaker (pre idente) de la Cámara y firmada por el Poder Eje-
cutivo , había sido omitida respecto de la versión final del texto en las sebioncs
legislativas. La Corte dijo qut: el control judicial era inneces~o . ~rque _el_ Con-
greso podía prott:ger sus propios intereses a doptando una leg¡slactón adtc10nal.
2~8 495 u.s. 385 (1990).
2~~ Esta cláusula, antecedente de nuestro art. 52 (ex 44) , establece que todas
las leyes que produzcan rentas se originarán en la Cámara de Representantes
(Diputados).
••u En lo atinente al fondo del problema, la Corte, sin embargo, no declaró
inconstitucional la ley, pues entendió que la misma no estaba incluida dentro
de las previstas en el Art. 1, secc. 7, en la medida en que no recolectaba rentas
para la Nación, sino que establecia un fondo para compensar a las víctimas de
los deli tos cometidos .
Los ACTOS NO J USTICIABLES 199
2~7 Me ref1ero al caso "Field v. Clark", 143 U.S. 649 (1892), en el cual fu e
desestimada una demanda en la cual se invocaba que una sección de una ley, au-
tenticada por el speaker (presidente) de la Cámara y firmada por el Poder EJe-
cutivo habfa sido omiLida respecto de la versión final del te~ en las se~t~nes
legi s l~tivas. La Corte dijo que el control judicial er~ ionecelsa':'~· P.o;:~~:ion:~
greso podía proteger sus propios intereses adoptan o una egts ac1 ·
238 495 U.S . 385 (1990).
2 (ex 44 ¡ establece que todas
239 Esta cláusula, antecedente de nuest~o art. l; Cámar~ de Representantes
las leyes que produzcan rentas se ongmaran en
(Diputados). 1 l e0 rte sin embargo no declaró
240 En lo atinente al fondo del prob ema, ~ ' t b lll. cl~ida dentro
t dió que la mtsma no es a a
inconstitucional la l ey, pues en en
de las previstas en el Art. I , secc._7' en~
la
:e
para la Nación , sino que establecla un on o par
dida en que no recolectaba rentas
a compensar a las v1ctimas de
2
25 Lugar citado en nota precedente.
263
. . DI ANC HI , Alberto B . , Competencia originaria de la Corte Suprema de
t1.cta de la Nact6n , c1t., § 90, ps. 294 y siguientes
254
. BI ANC HI, Alberto B., Control de constituci;nalidad 1" ed. Ábaco
Aues, 1992, § 43 , p . ::126. ' ' '
202 CONTROL DE CON~TITUC!ONALIDAD
210 b -teóri-
. . t 'a es general y a arca
además, que mie~tras l.a a~:~nado de supuestos, el indulto
camente- a un numer~ mde individual. Pero, probablemen~,
en cambio, es personaliza~ol e e la amnistía borra el delito
la diferencia más sustancJt. s~a l{: elimina solamente la pena
~ismo2s~, en ta~to ~e eE~:s~e punto, la Constitución arge~-
'::',~u:::~:~?.~rr:~:Pr~r;'~;";:::ó!•~,i~•;~~~:;~ ~z~~-::~:
~:~~r~sidente2R7, se lo interpreta con mayor am~~!tud que entre
nosotros tB>l y ha sido dictado en forma general , a~n cuando
no excluye la concurrente facultad del Congreso de d1ctar leyes
de amnistía general 290 •
En la Argentina, el indulto presidencial fue emple~do ~a
rias veces 291 y existe una vieja polémica sobre su aphcactón
a personas con procesos judiciales abiertos 292 . En punto a la
mientras en "Simón Luengo", Fallos, 6:227 0868), estuvo en contra del i~dulto
a procesados , en "José lbáñez", Fallos , 136:244 (1922), cambió de criterio, para
LOS ACTOS NO JUSTICIABLES 211
retornar a la tesis inicial en "Hipólito lrigoyen", Fallos, 165:199 (1932). Más re-
cientemente, en "Santiago Ornar Riveros", Fallos , 313:1392 (1990), si bien el Tri-
bunal se limitó a declarar la ausencia de legitimación de los accionantes, una
disidencia de fund amentos de los jueces Petracchi y Oyhanarte sostuvo que el
iru.Jullu puede ser concedido tanto a procesados como a condenados, criterio que
lue~u futJ ~ustenido por la mayotia de la Corte en " Mercc dc ~ A4uinu", Fullu~.
315:2421 (1992). Doctrinariamente, GuNZÁLf:Z CALU¡,;HON sostenía con énfasis que
sólo puede existir indulto una vez dictada sentencia fmne de condena <Derecho
constitucional . . . , oh. cit., t. III , p. 382), opinión que ilJDAR'I' CAMPOS (Manual ele
la constitución reformada , Ediar, Buenos Aires, 1997, t. 111, p. 276) y César E.
RoMERO <Derecho constitucional . . ., ob. cit. , t . II, p. 244) comparten. Luego de los
indultos del presid~nte Menem esta polémica se ha r eavivado. A favor del indulto
véase LAZZARINI , José L. , Indulto presidencial durante el proceso, LL , t. 1989-D,
p. 1116; SANTANA, Jorge L., La facultad presidencial de indultar, LL , t . 1989-D,
p. 1198, y LozANo, Luis F., ¿Pued e un Presidente indultar a un procP.Rado ?, Ll.,
"Actualidad", diario del 28/12/89. En contra del indulto, ÜTf:lZA, Eduardo, El in -
dulto , ED , diario del 2/J0/89, e lBARLUCÍA, Emilio A., l nconstitucionalidad de los
decretos de indulto 1002 189, 1003 189 y 1004 189, ED , diario del 14111189. Per-
sonalmente, coincido con GoNZÁLEZ CALU~; HúN y Jos otros autores citados en que
el indulto es una facultad presidencial qu e sólo puede tener lugar una vez ter-
minado el proceso judicial pendiente. Son varias las razones que me llevan a
pensar de tal manera. En primer lugar, el artículo 109 de la Constitución prohíbe
al Presidente "arrogarse el conocimiento tk causas judiciales p endientes". l!:s muy
claro para mí que si el Presidente indulta a una persona sujeta a proceso judicial,
interfiere en un expediente que tramita ante la Justicia y respecto del cual ésta
no se ha pronunciado todavía. El indulto provoca , así , un connicto de poderes.
Asimismo, y en lo que al procesado se refiere, éste puede pretender que el Poder
Judicial se expida y, eventualmente, lo absuelva, pues recordemos que el indulto
sólo implica el perdón de la pena y el procesado puede querer que el órgano
jurisdiccional determine que su conducta no ha sido delictiva, cuestión ésta que
siempre quedará en duda con el perdón anticipado. Por último, desde el punto
de vista de la lógica , si el indulto perdona "penas", debo recordar que no hay
pena ha sta tanto el Poder .Judicial se haya pronunciado en forma definitiva y
la condena t:~lt1 firme.
93
" ' GONZALI::z, Joaquín V., Manual de la Constitución argentina en Obras
completas , Buenos Aires, 1935, t. 111, ~ 552, p. 477. '
2 1
9 Derecho constitucional, § 267, p. 651.
295
Manual de la Constitución reformada, cit., l. TJT, p_ 277.
212 C ONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
311 Un estudio en detalle puede verse en BoNFrELD, Arthur E., The Guarantee
Clause of Article N , section 4: A Study in Constitutional Desuetude , "Minnesota
Law Review", vol. 46, p. 513 (1962).
a 12 La crítica ha sido formulada por CHEMERINSKY, según quien: "The Gua-
rantee Clause is in many ways unique among the areas where the Court has
applied the political question doctrine (. . .) First, it is virtually the only area
where the defcrcnce imposed by the poliLical question doctrine is Lo ~ laL" go·
vernments and not to another branch of the federal government (. . .) Although
such deference to states in matters of constitutional law is generally quite ques-
tionable, it is especially objectionable given the existence of a provision co=an-
ding the 'United States shall guarantee'. Second, of all the areas where the po-
lítica! question doctrine has been applied, the Guarantee Clause is the most clearly
connected with individual rights. As such, it is very much the judicial role to
interpret and enforce the provision (. .. ) Third , more than in any other area ,
applying the política! question doctrine to the Guarantee Clause nullifies a cons-
titutional provision. When the Court holds that a challenge to the impeachment
process or the method approving a constitutional amendment or a forcign policy
decision is a political question, those constitutional provisions still are given eiTect.
But the Court's consistcnt rcfusal throughout this century to hear Guarantee
Clause cases has robbed that constitutional provision of any significance" (CHE.
MERINSKY, Erwin, Guarar1teeing a Republican Form of Gouemment: Cases Under
the Guarantee Clause Should be Justiciable , "Colorado Law Review" , vol. 65, p.
849, 879 - 1994- ).
3 13 74 U.S. (7 Wallace) 700 (1869).
314 88 U.S. (21 Wallace) 162 (1875).
315 166 u.s. 506 (1897).
3 16 178 u.s. 548 (1900).
3 17 199 U.S. 233 (1905).
~JH 223 U.S. 118 (1912). Se cuestionaba aquí una ley impositiva de Oregon,
establecida por medio de una iniciativa popular. La compañía, demandada por
incumplimiento de las obligaciones fiscales impuestas por dicha ley, sostuvo que
el mecanismo por medio del cual esta ley había sido sancionada era contrario a
la Jorma republicana de gobierno, pero l11 Corte dijo que sólo competía a l Congreso
y no a los tribunales determinar tales cuestiones.
3 19 223 u.s. 151 (1912).
a2o 231 U .S. 250 (1913).
218 CONTROL DE CONSTITUCIUNALIDAD
derechos y poderes de ésta , cabe la más grande variedad, t oda la que pueda
nacer de la divers idad de. caracteres fisicos sociales e históricos de cada regi ón
o Provmc1a, o de sus particulares anhelos o aptitudes colectivas" (GONZÁLJ::Z, Joa-
quín V., Manual de la Constitución argentina, ps. 648 y 649, Fallos, 311 :465)",
Fallos , 317 , en p. l206.
;~: "Municipalidad de La Plata dFerrocarril Sud", Fallos, 114:282 (1911).
. . Ello fue ac.e ptado, además, por la doctrina domina nte en el derecho ad-
=~s~r~tJVo a~g~ntmo, du:ante largo tiempo. Así, por ejemplo, BIELSA Rafael
~rtnc.lpLOS de regtmen mumcipal, a• ed., Abeledo-Perrot. Buenos Aires 1962 p aa'
octnna que mantuvo MARIENHOFF, criticando el caso "Rivademar" (MARrE,NH.OFF•
Migu~l 339
S., La supuesta autonom{a municipal , LL t. 1990-B p 1012) '
Fallos, 312:326 ( 1989). ' ' · ·
34
°C Para una explicación Y análisis crítico del fallo , véase DI ANCH I Alberto
B ., L a orte 8 uprema ha extendido ta d ' '
LL , t. 1989-C, p. 47. car e autonomta a las municipalidades,
LOS ACTOS NO JUSTICIABLES 221
:1 45 Entre otras : La Rioja (an. 84); Misiones (art. 82); Neuquén (art. 71); lUo
Negro (art. 122); San Juan (art. 131). Incluso, parece ser que la tendencia qu e
se insinúa luego del plebiscito llevado a cabo en Córdoba en julio de 2001 es la
unicameralidad.
346 Así lo hace todavía la Constitución de Buenos Aires, luego de la r eforma
de 1994, en contra de lo que es hoy dominante en el espectro provincial.
224 CoNTROL DE CON STITUCIONALIDAD
a5:1 Consid. 5 2• Este mismo criterio fue luego reiterado en "Cernadas c!Santa
Fe", Fallos, 184:639 (1939).
3 64 La cuestión fue debatida en la 7• sesión ordinaria de la Convención lle-
vada a cabo en Buenos Aires , para examinar la Constitución federal, el día 7
de mayo de 1860. El miembro informante, Dalmacio Vélez Sársfield , dijo allí:
"Es lo [el art. 97 en dicha parte] destruye complelamenle el sistema federal, porque
un poder estraño (sic) el poder nacional judicial, viene a entrometerse en las
cuestiones interiores de los poderes públicos de ttna provincia . .. " (cfr. R eforma
Constitucional de 1860, textos y documento~ fundamentale s , Universidad Nacional
de La Plata , La Plata, 1961 , p. 252).
355 Véase supra § 91, c.
""H "Seraim M11ncini", Fallos, 245:532 (19!)9); "Héctor Raúl Carabajal", Fa ·
llos i!9I:::I!l4 (1975).
' sú7 "Cámara de Diputados de Cala ma r·ca c/Catamarca", Fallos , 264:375 (1966).
35H "Provincia de Corrientes ", Fallos , 283 :143 (1972 ).
226 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
~90 "Wc hold that this challenge to an apportionment pre ents no nonjus-
liciable 'political question' (. .. ) Of course, the mere fact that lhe suil seeks pro-
Lection of 11 political right does not mean it presents a political question. Such
an objection 'is little more than a play upon words'. RRther, it is argued that
apporlionment cases , whatevcr the actual wording of the complaint, can involve
nu federal consLitutional riglü except one resting on the guaranty of a republican
f'orm of govcrnment, and that complaints based on that clause have been held
to present política! que tions which are nonjusticiable. We hold that the claim
pleaded here neither rests upon nor implicates the Guaranty Clause, and thaL
its justiciability is therefore not foreclosed by our decisions of cases involving
that clause" (::!69 U.S. en p. 209).
391 "But beca use there appears to be some uncertainly as to why those cases
did present political questions, and specifically as to whether this apportionment
case is like those cases, we deem it necessary firsl to consider the contours of
the 'political queslion ' doctrine. 'l'hat review reveals that, in Lhe Guaranly Clause
cases and in the other 'política! question' cases, it is the relationship between
the judiciary and the coordinate branches of the Federal Government, and nol
the federa] judiciary's relationship to the Sta tes, which gives rise to the 'political
question" ' (369 U.S., p. 210).
232 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
de ·ella y evitar cua lqui er sos pecha que pudiera surgir de un pronunciamiento
indü·ecto.
m Fallos, 285:138 (1973).
41~ Fallos, 287:31 (1973).
m Fallos, 284:446 (1972).
414 Fallos. 285:410 (1973).
236 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
132 Jorge Ferrario, corredor de automovilismo, había logrado, junto con otros
colegas, introducir al país un automóvil de fabricación extr anjera en el año 1953.
P ese a que varios de ellos obtuvieron la documentación necesaria para legali-
zar dicha inlroducción -autorizada provisoriamente- a Ferrario no le fue otorga-
da. Por el contrario, el Poder Ejecutivo le promovió juicio de expropiación del
vehículo. Iniciada la dt~ruanda, fue Lomada pusesiúu iruuediaLa dt~ aqutH, d cual
además fue vendido a otro particular, por petición expresa del ayudante del Pre-
sidente de la Nación al Ministro de Comercio (consid 1", 22 y 32 , Fallos, 251:246,
en p. 25~).
<33 Fallos, 251:246, en. p. 254. El fallo lleva las flrmas de los jueces Villegas
Basavilbaso, Aráoz de Lamadrid, Boffi Boggero y Oyhanarte.
434 Véase, sobre este particular, CASSAGNE, Juan C., Acerca del sentido y
alcanr.P. de la antonomla universitaria, ED , t . 124, p. 870. Dice este autor, con
razón, invocando numerosos precedentes doctrinarios , que las universidades son,
legalmente, enLes autárquicos y que gozan de autonomfa no en el sentido propio
del término, sino como equivalente de su capacidad de autodeterminación aca-
démica {p. 872). Esta categoría ha sido reconocida Lambién por la Corle, al decir
que la Universidad de Buenos Aires es una persona de derecho público dotada
CoNTROL DE CONSTLTUCLONALIDAD
240
, b' erto de la injerencia
de 19944:1ij. Tal autonorma 1as pone a cu 1 . , 1d
d 1 d administrador en dos campos: el cientlfico y e e
e pbo. er . terno43G Aun así y con anterioridad a la reforma
su go 1erno 1fi · • · · · d 1
t'tucional de 1994, la Corte sostenía el prtnclpw e a ar
~~~~~a universitaria y para ello habí,a elaborad~, una reg a
repetida en numerosas ocasiones, segun la cual . las resol~-
.
cwnes · qu e d1' ctan las universidades en el orden mterno,
. . · dls-
· linario administrativo y docente no son, como prlnclplo, sus-
~:;ptibles 'de revisión judicial". Esta jurisprudencia parecería
haber nacido en el caso "Pedro Bergés" 1, en la cual la Cort~
43
458 "León Lifchif', Fallos, 250:393 (196ll; "Agustín Cattaneo", Fallos, 261:12
(1965); "Lestanguet c/Nación Argentina", Fallos, 302 :1584 (1980).
409 "Gabetta c/Nación Argentina", Fallos , 312:156 (1989). Véase BIA NCH I , Al-
berto B., El control judicial sobre la llamada zona interna de la Administración,
LL, t. 1989-C, p. 481.
4 60 Así lo puntualiza en "Gabetta" el dictamen de In Procuración General
(Fallos, 312:169).
461 Fallos , 242:353 (1958).
4 62 Sin embargo, la Corte hizo una salvedad a puntando que, por vía de una
475 "Carlos Eduardo Guardia", Fallos, 307 :1779 (1985). Una crónica de es-
te caso difícil relatada por una de sus protagoni stas puede verse en CoRBA-
CHO DE ABELSON , Susana, La Corte Suprema de Justicia , Docencia, Buenos Aires,
1994.
476 "Rodríguez Varela c/Corte Suprema de Justicia de la Nación", Fallos ,
315 :2990, 2994 (1992). En el caso se trataba de un secretario letrado de la Corte
dejado cesante sin sumario previo.
4 7
7 CNCont. Adm. Fed. , Sala III, "Nicali c/Corte Suprema de Justicia de la
Nación", 1117/00, causa n 9 11.654100; Sala IV, "Siracusa c/Corte Suprema de Jus-
tici a de la Nación", 3115/00, Causa n 9 26.561198.
478
GREC<":o, Carlos M., Impugnación judicial contra actos administrativos
del Poder Judicial, LL , l. 1984-D, p. 141; H UTCHINSON, Tomás, La función admi-
nistrativa del Poder Judicial y su revisión jurisdiccional , ED, t. 84, p . 483.
47
~ BIANC: H!, Alberto B ., Justiciabilidad de las acordadas de la Corte Suprema
de Justicia, ED , t . 119 , p . 181.
480
Si bien la reforma constitucional de 1994 eliminó el requisito de per-
tenecer a la comunión católica apostólica y romana para ser Presidente o Vice-
presidente de _la Nación, que establecía el antiguo art. 76 (actualme nte 89), y
elnrunólas antiguas di sposiciones constitucionles sobre el Patronato, para adaptar
el t~xt_o a lo que su_rge del Con~ordato de 1966 con la Santa Sede, la Igles ia
Catolica posee todav¡a un tratallllento diferenciado r especto de las otras iglesias
Y religiOnes ante la Constitución Nacional, lo que se advi erte en Jos arts 2~ y
75, me. 22. · •
CoNTROL DE coNS'l'ITUCIONALIDAD
248
. , l le 'slación civil en la medida en que
se re~eJ.a ademas en a tatgJ.al de carácter público expresamente
es la un1ca persona no es
reconocida como tal (art. 33, Cód. Civil). ~llo le asegura,. por
ejemplo, una especial protección de sus blenes ante medldas
481
de ejecución patrimonial • • • , . d
¿Qué ocurre entonces cuando una_ dec1s1on mtern~ , e 1a
Iglesia Católica es judicialmente cuest10nada? La cuest10n !~~
analizada en "Rybar c/García y O?isJ>a~o d_e Mar del ~lata , ,
donde un sacerdote sancionado d1sc1plinar1amente baJO el ?o-
digo de Derecho Canónico impugnó judicialmente la s~nctón
impuesta. La Corte, por mayoría 483 , sostuvo que no co?sti~uyen
cuestión justiciable que habilite el recurso extraordmano las
sanciones impuestas por la Iglesia Católica en el ámbito de
su competencia.
48
~ En "Lastr a d Obispado de Venado Tuerto", Fallos, 314: 1324 (1991), la
~orte dispuso que la sede de un obispado es inembargable, imprescriptible e ina-
lie nable Y que "toda interferencia jurisdiccional sobre su disponibilida d sólo pue-
de decretarse o reconocerse en la República de conforrrudad con el ordena miento
canónico en virtud de sus disposiciones aplicables a las que reenvía el derecho
argentino" (p. 1326).
482 Fallos, 315:1294 (1992) .
483
. Votaron ~n forma separada, pero concordante , los j ueces Na zareno , Be-
Uu cJo Y Pctracclu por u n lado y Barra y Boggiano por el otro. Los rest a ntes
Jueces (Levene, Moli né O'Connor y Fayt) votaron por el rechazo discreciona l del
recurso, con fundamento en el art. 280 del Código P roce~a l.
Los ACTos No JUSTICIABLES 249
~W . . .
489 "The impossibility of decid.ing without an inítíal policy determmabon
of a kind clcarly for non judicial discretion". .
490 "Or the ímpossibility of a court's undertaking independent resolut10n
without expressing lack of the respect due coordinate branches of governme~t".
491 "An unusual need for unquestioníng adherence to a pohttcal dects1on
already made". . .
492 "The potcntiality of embarrassment from multifanous pronouncements
by vat;ous departments on one question".
250 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
to his own conscience. To aid him in the performance of these duties, he is aut-
hori zed to appoint certain officers, who act by his authority and in conformity
with his ordcrs. In such cases, lheir acts are his acts; and whatever opinion
may be enLe rLained of the manner in which executive discretion may be used,
still there exists , and can exist, no power to control that discretion. The sub.iects
are política!. 'l'hey respect the nation , not individual rights , and, being entrusted
to thc Executive, the dedsion of the Executive is conclusive (. .. ) The acts of
such an officer, as an officer, can never be examinable by the Courts (. .. ) The
conclusion fi·om this reasoning is that, where the heads of departments are the
political or conftdential agents of the Executive, merely to execute the will of
the President, or rather to act in cases in which the Executive possesses a cons-
tituti onal or legal discretion, nothing can be more perfectly clear than that their
acts are only politically examinable" (5 U .S. en ps. 165:166).
195 Según expresa el voto del juez Brennan: "La no judiciabilidad de una
cuesüón política e~ primariamente una función de la ~epa r·ación de poderes" (369
U.S . 186, 210 - 1962-).
496 Este criter·io está representado en la primera de las categorías enunciadas
en "Baker v. Uarr" por el juez Brennan: una asignación constitucional del asunt.o
- textualmente acreditable- a un departamento político coordinado (conf. TRIRE,
Laurence, American Constitutional Law, cit. p. 366, nº 6).
497 Decía la Corte en "Cullen c/Llerena": "Es una regla elemental de nuestro
derecho público, que cada uno de los altos poderes que forman el gobierno de
la Nación, aplica e interpreta la Constitución por sí mismo cuando ejercita fa-
cultades que ella les confiere respectivamente" (Fallos, 53:420, 434 -1883-). Asi-
mi smo, en "Orfila" señaló: "Esta Corte como lo ha declarado en fallos anteriores ,
no se encuentra pues autorizada para examinar los hechos que han conducido
a la decisión contenida en la ley, porque saldría de la órbita que le está delimitada
por la Carta Fundamental e invadiría el campo propio de los otros poderes del
Estado", Fallos , 154:192, 200 (1929).
498 Aun cuando creo que , como bien lo señalan los autores que ciLo más
abajo en las notas siguientes, las intenciones no expresadas han sido muy otras,
respondiendo generalmente a un criterio de autopreservación frente al eventual
y real avance de los poderes políticos.
499 LrNAJlES QuLNTANA sostiene que la doctrina de las cuestiones politicas es
una consecuencia lógica de la aplicación del principio de la división de los poderes
(Tratado ... , 2~ ed. , cit. , t . TTI, § 2257 , p . 433). César Enrique ROMERO opinaba
asimismo que los problemas de tipo político son ajenos al poder judicial; ellos
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
252
críticas 5oo. Se trata de facultades que proceden de la raíz c~ns
titucional de los poderes políticos 501 • En los Estados 03Umdos
lo expusieron en su momento WESTON 502 y WECHSLER¡; , pero
los constitucionalistas más modernos lo critican . De acuerdo
con CHEMERINSKY 504 , nos encontramos aquí con una definición
muy estrecha de lo que es una cuestión política, en contraste
con otras definiciones actuales, aun cuando las mismas siguen
invocando "Marbury v. Madison" y supone un análisis mera-
mente lineal de la Constitución y de las competencias que ella
reparte. De tal suerte, hay cuestiones que caen dentro de la
jurisdicción de los tribunales y hay otras que están fuera de
ella. Se trata de un criterio de interpretación absolutamente
objetivo. También ha recibido la crítica de Louis HENKlN, para
quien no existen porciones de la Constitución respecto de las
cuales los jueces deben ser ciegos 505 •
nal", vol. ~~~~S9~o~~~7~~. There a Political Question Doctrine?, "Yale Law Jour-
606 The Least Dangerous Branch , ob. cit., ps. 127 y •iguientes.
Los ACTos NO JUSTICIABLES 253
autoinhibe para evitar el choque con los poderes políticos ó07 •
No se trata ya de evitar una invasión de las competencias
del Congreso o del Presidente, sino que la Corte, con la mira
puesta en su autoprotección, se abstiene de ingresar en un
terreno que es propio M~ .
La doctrina no se ha mostrado favorable a este criterio.
En opinión de Gerald GUNTHER, le ha permitido a la Corte ser
100 % principista en un 20 % de las ocasiones ' 00 . En la Argen-
tina, BIDAHT CAMPOS y VANOSSI también encuentran en la pru-
dencia de los tribunales una fuente de abstención criticable 510 .
507 Véase BrRK EY , Scott, Gordon v. Texas and the Prudential Approach to
Political Questions, "California Law Review", vol. 87, p. 1265 (1999).
5 08 Este criterio está prese nte en las tres últimas categorías seña la das por
el juez Brennan en "Baker v. Carr": la imposibilidad de que un tribunal resue lva
en forma indep endi ente, sin incurrir en una falta de respeto hacia las ramas
coordinadas del gobierno; una necesidad inusual de adherir sin reservas a una
decisión política ya tomada, y una eventual con f\l sión fr ente a múltiples pronun-
ciamientos de los di versos departamentos sobre una misma cuestión (conf. TH!Bt::,
Laurence, American Constitutional Law , cit., p. 366, n• 6).
50~ GUNTHER, Gerald, The Subtle Vices of the "Passive Virtues ". A Comment
on Principie and Expediency in Ju dicial Review, "Columbia Law Review", vol.
64, p. 1 (1964).
r. 1o Segú n el primero, "a nuestro juicio (. . . ) las cuestiones políticas han na-
cido como consecuencia de una actitud de abstención por parte de la judicatura;
Jos tribunales no han querido entrar a conocer de determinadas casos, en Jos
cuale" un pronunciamiento adverso al gobierno podía "er incuuveniente o fata l"
(Derecho constitucional , ed. 1966, t . 1, p. 800). V ANOSS!, por su lado, con cita de
Gordon Post, sostien e que bajo el rótulo de las cuestiones políticas no justiciables
se encubre una categoría práctica y oportunista de actos que varía en su contenido
segú n el momento y la s drcunstancias del quehacer estatal (Teor(a constitucional,
cit., t. 11, p. 168).
fill S c HARP~· . Fritz W., Judicial Reuiew and the Political Question , ''Yale Law
Journal", vol. 75 , p. 566 (1966).
512 Este criterio corresponde a las categorías 2 y 3 enun ciadas por el juez
Hrenna n en "Baker v. Carr": una ausencia de estándares judicialmente verificables
y manejables para resolverlo, y la imposibilidad de decidirlo sin la determinación
inicial de una política de naturaleza claramente discrecional y no judicial ('I'RIDE,
Laurcncc, American Constitu.tional Law , p. 366 , n 2 6).
CoNTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
254
cional· no son aptos por natur~eza
bunales es entonces, f~ t d~cisiones o planteos. Segun el
para el control sobre cler .as t ueden darse por diversos
autor citado , estos imp~~~a~\idicial de obtener el acceso
moLivos , entre ellos la lcu J 'dad de uniformidad en la
. " . , relevante a necesl , .
a lmonnaclOn ' abilidad de los poderes pohtlcos
decisión o la mayor respons . · o1a
cuando determinan si deciden o no cierto asunto .
d.l'é, La justice et ses institu.tions (préci$), 4~ ed., Dalloz, Paris, 1996, p. 421 y
siguientes.
ót6 El desarrollo histórico de la noción del acto de gobierno puede verse en
DEnBASCH , Charles, Y R!C!'t, Jean Claude, Contentieu:r Admini~tratif (précis), 7"
ed., Dalloz, Paris, 1999, ps. 62 y ss.; FAVURt;;AU, Louis, L'Acte de Gouuernement,
acte proui.soirement et accidentellement injusticiable, "Revue Fran.,aise de Droit
Admini stratif', 1987, p. 544, y con gran amplitud en la clásica obra de AUilY, J .
M. , et DRAGO, R. , Traité de contentieux administra ti(, 2• ed. , L.G.D.J., Paris, 1975,
t . I, § 67, p. 91. Entre las obras generales que se ocupan del tema: DE LAURADf:RE,
VENr:ZlA y GAUOEMET, Droit administrati(, cit., t . 1, § 909 y ss., p. 654; RtVF:llO,
Jean , y WALINE, Jean. Droit administratif (précis), 16• éd., Dalloz, Paris, 1996,
§ 155, p. 1421; CHAPUS, René, Droit administratif général, 14tl ed ., Montchrestien,
Paris, 2000, t. 1, § 1152, p. 927.
5t7 1/5/ 1822, Rec. 1821-1825.202. El Consejo de Estado rechazó el recurso
del banquero Laflitte, que exigía la liquidación de los pagos atrasados de una
renta cedida por la princesa Borghese, miembro de la familia Bonaparte, alegando
que "el reclamo del señor Laflitte se refiere a una cuestión política, cuya decisión
pertenece exclu sivamente al gobierno".
r.1a Tal como explicó Du cz en su momento, con la restauración de la casa de
ilorbón en Francia, el Consejo de Estado de creación napoleónica temía ver dismi-
nuidas sus funciones o amenazada incluso su subsistencia. Por ello, en este caso
comprometido, prefirió evitar una decisión qu e fuera favorable a quienes estu-
viL•ron vinculados con el régimen bonapartista (cit. por GORniLLO, TI-atado ... ,
4" ed ., Fundación de Derecho Administrativo, Buenos Aires , 2000, t. 2, cap. VIII,
§ 6, p. 7) .
519 Bajo el Segundo Imperio, el embargo de un libro escrito por el Duque
d'Aumale (pretendiente a l trono y exiliado) y la negativa de restituir los ejemplares
embargados fueron con. iderados como "actos polfticos que, por su naturaleza, no
son susceptibles de ser diferidos por abuso de poder a nuestro Consejo de Estado
por v(a contenciosa". C.E ., "Duc d'Aumale et Michel Lévy", 9/5/ 18fi7 , Rec. 472.
52n T.a Tercera República Francesa nace en 1870, luego de ser derrotadas
en la batalla de Seuán las fuerzas del emperador Napoleón lll por las tropas
pru sianas. Se extiende hasta la sanción de la Constitución de 1946, que da na-
cimiento a la IV República , que finaliza a su vez en 1958, con la aprobación de
la Constilnción actualmente vigente.
5~1 Por medio de la ley del 24 de mayo de 1872 se pasó del sistema de
la justir.e retenue (justicia retenida), que sólo otorgaba al Consejo de Estado fun-
CoNTROL DE coNS'l'ITUCIONALIDAD
256
. , 1' ada en el caso "Prince
Y dio pie a la del :'a~to de goblieCrno '.ap J~ Estado en 1875 s•s, y
Napoleon" m, decidido por e onse)o
:n
de Estado aplica en su decisión esta teoría implfcitamente '
1~/2/ 1875 : Rec. 155, concl. David. Puede vérsel~ transcripto en Les
J
545 C.E .: "Société des Étains et Wolfram du Tonkin", 1/6/1951 , Rec. 312; "Tautin
et Mérienne", 29/10/ 1954, Rcc. 566; "Société Ind.ichinoise d'Électricité", 2317/1961,
Rec. 519.
ñ 4 6 C .E .: "Association Les Verts", 23/11/1984, Rcc. 382.
547 C.E. : "l'réfet de la Gironde c/Mahmedi", 18/12/1992, l{ec. 446.
579 Este decreto aprobó el texto único de las leyes de organización del Consejo
de Estado.
5HO "11 ricorso al Consiglio di Stato in sede giuri diziona le non e a =esso
se trattassi di atti o provedimenti emanati da! Governo nell esercizi o del potere
politico". El texto de la norma ha sido tomado del Codice delle Legge Amminis-
tratiue, a cura di Luigi Tramontano, Hoepli , Milano, 1998, p. 400.
ss t VtHGA, Pietro, Diritto amministrativo, s• ed. , Giuffr~. Mj Jano , 1999, vol.
2, ps. 290 y 291.
5H2 Leyes 3952 de Demandas contra la Nación y 19.549 de Procedimiento
Admini s trativo , esp . cap IV.
le gi~ l ación provin cial p uede ver se en: Drr·:7.,
68:! Un n ná li sis d e conjunto d e la
Manuel M., Derec ho procesa l administrativo (con la colabor ación de Tomás
266 CONTROL DE CONSTTTl lC IONALIDAD
590 Asi , por ejemplo, cuando el Congreso decreta el e~tado de sitio por "con·
moción interior" (art. 75, inc. 29) ; o bien si el Presidente convoca a sesion es ex-
traordi nari as "cuando un grave interés de orden o de progreso lo requiera" (art.
99, inc. 9"). En este caso - sostiene este a utor- la cuestión pol:ítica se da por au-
sencia de un standard juridico (es decir, independi ente de apreciaciones de opor-
tunidad) para evaluar el acto impugnado y, simul táneamente , por la trascendencia
y repercusión políticas de dicho acto (Control ... , t . 1, p. 513).
0 9 6 Tal, por ejem pl o, el caso de una decisión tomada en m ateria diplomática ,
sobre la base de datos obtenidos por los servicios secretos. E n este caso, también
existe un matiz poütico dado por la necesidad de que un Tribunal Re abst enga
de obstruir la marcha de las relaciones internacionales del Estado, a la par que
se evita mostra1· ante el exterior un frente des unificado entre los diferentes órganos
de una misma n ación (Control ... , t . I, p. 514).
597 Se daria este caso si el Presidente abrogara un tratado in ternacional
sin intervención del Congreso. La Constitución no la exige expresamente, pero
serfa razonable su poner que es necesaria, pues el Congreso ha intervenido en
la celebración del tratado (art. 75, inc. 22); cfr. Control . . . , t . I, p. 515. ·
598 Control . . . , t. 1, ps . 518 y 519.
599 Control . . . , t . I, p . 519.
LOS ACTOS NO JUSTICIABLES 269
§ 116. Mi opinión
resulta propio del Poder Legislativo declarar la criminalidad de los actos , desin·
criminar otros e imponer penas, y asimismo y en su consecuencia aumentar o
disminuir la escala penal en los casos en que lo estime pertinente; de tal suerte
que el único juicio que corresponde emitir a Jos tribunales es el referente a la
constitucionalidad de las leyes, a fln de discernir si media restricción de los prin·
cipios consagrados en la Carta Fundamental; sin inmiscuirse en el examen de
la conveniencia, oportunidad, acierto o eficacia del criterio adoptado por el le-
gislador en el ámbito propio de sus funciones" (consid. 52, p. 440).
A2R "La tipicidad , como exigencia de que el acto se subordine al tipo legal
-decía JJMÉNJ>¿ ut A::;uA-, es patrimonio de Jos regímenes liberales. La separación
de los caracteres del delito defiende la libertad humana de modo eficacísimo .
Por eso seria erróneo hacer, como quisieron los sistemas autoritarios de Alemania
y de ltalia (en ésta tardíamente), un todo indisoluble con todas y cada una de
las características de la infracción, presidido de una parte por la volunta d criminal
y de otra por el resultado lesivo de la comunidad o del pueblo. Ello supone poner
en manos de los jueces la libertad de los ciudadanos, ya que se volatilizan los
pt;ncipios objetivos en la determinación de los actos contrarios a las normas, y
someter a los individuos a una concepción que anula la personalidad en beneficio
de vagos e imprecisos conceptos de comunidad de pueblo y de raza. Es indis·
pensable el mantenimiento de la tipicidad, de la antijuricidad objetiva y de la
culpabilidad, como caracteres funcionales, que si bien forman a la postre el todo
conceptual llamado delito , son capaces de ser distinguidos separadamente, ya
que cada uno posee función propia en la diversidad armónica del conjunto" (JTMENEZ
DE AsúA , Luis, Tratado de derecho penal, Losada, Buenos Aires, 1951, t. III, §
1197 . p . 681).
629 "Bozzano c/Estado Nacional", Fallos, 318:1256, 1260 (1995).
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
278
extensión de la legitimación la que , tal como se
acerca de la . h ·d pliando progre-
ha visto en el capítulo antenor, se a 1 o .a m lít ' {un-
recen las cuestwnes po LCas
sivamente. En este c~so apa d 1 "P l'no" oal donde la
· l o~o Tal por eJemplo la e caso o1 ,
~~~: e:st~ba a~te una decisión de naturaleza ~olítica (el ll~
mado a una convención constituyente), pero SUJeta al cumph-
miento de delerminados requisitos formale s (los que la Cons-
titución impone en el proceso de formación de las leyes), ~ero
que funcionalmente no tuvo un sujeto legitimado que pud1era
configurar el caso.
Al lado de este primer grupo de cuestiones políticas existe
un segundo grupo que tradicionalmente ha estado fuera del
control judicial, no obstante poseer una indudable naturaleza
justiciable . Ellas son, en su mayoría, las decisiones tomadas
en el ámbito de la Administración. Así, por ejemplo, la cali-
ficación de la huelga, el régimen interno de las universidades,
salvo en cuestiones estrictamente técnicas o científicas, el con-
trol sobre ciertas decisiones en materia de empleo público o
sobre el régimen de ascenso de los miembros de las fuerzas
armadas de seguridad, etc. Lo mismo podría decirse del control
sobre las decisiones administrativas del Poder Judicial o las
de la Iglesia Católica. En muchos de estos casos nos encon-
tramos frente a una controversia real , planteada por una per-
sona legitimada , y la decisión no ha sido tomada en un marco
discrecional sino reglamentado, de modo que no existe razón
valedera alguna para que los jueces se abstengan de intervenir.
Son las cuestiones políticas de conveniencia juclicial. En este
segundo grupo también se utiliza a la división de poderes como
limitante de la actividad judicial, aun cuando la intervención
de los jueces no invadiría una zona privativa de otro poder.
El resguardo de la división de poderes en este caso es (al menos
en teoría) prudencial, en el sentido de BICKEL 6 32 . Los tribunales
quieren mantenerse alejados de los poderes políticos como pren-
da de autopreservación y con ella de la clivisión de poderes.
25.344 (80, 2111 1100) y 25.453 <BO, 3117/01). Acerca de la primera, véase CANOSA,
Armando N., Las reforn;as al régimen de juicios contra el Estado y la ley de
emer~encia económica , Abaco, _Buenos Aires, 2001; CRIVELLI, Julio C., La emer-
gencw. económtca permanente, Abaco, Buenos Aires, 2001. En torno a la segunda :
B IANCHJ, Alberto B., De la responsabilidad del Estado en la época de Rozas: la
ley 25.453, Adla, boletín n• 20, agosto de 2001 , p. 122.
636 H e a na li zado este caso supra , § 59, con motivo del control sobre los de-
cretos de necesidad y urgencia .
Los Acros NO JUSTICIABLES 281
1 agremiación obligatoria
en ".Inchauspe": "en el presente caso, una a imnosición arbitraria
de los gana deros
no aparece como
.
~"'
o el medio de salvaguar ar
d
o caprichosa del legis~~édorlo~;e c~:os los habitantes del pais
sus interese~ ynatcal.monall nafectados por la crisis de la ganadería
y la econom1a • . d ' s'ble
) En nombre de un remoto interés pnva o. ~o sena ~o 1
~e~~ar los ojos ante el interés público y el pos1t1vo de nullar~s
de ganaderos empeñados en la defensa de la ley tachada e
651
inconstitucionalidad" · " • • , •
En "Cine Callao" la Corte admite que El anáhs1s del mento
0 eficacia de los medios arbitrados para alcanzar los fines pro-
puestos, la cuestión de saber si debieron elegirse los de la l~y
14.~~6 u otros procedimientos, son ajenos a la competencia
de esta Corte, a la que sólo incumbe pronunciarse acerca de
la razonabilidad de los medios elegidos por el Congreso, es de-
cir, que sólo debe examinar si son o no proporcionados a los fmes
que el legislador se propuso conseguir y, en consecuencia, deci-
dir si es o no admisible la consiguiente restricción de los de-
rechos individuales afectados. Pues, como se afirmó en Fallos ,
171:348 y se recordó en Fallos , 199:482, el tribunal nunca ha
entendido que pueda sustituir su criterio de conveniencia o
eficacia económica o social al del Congreso de la N ación, para
pronunciarse sobre la validez constitucional de las leyes , sea
de las que regulan trabajos, comercios o industrias con fines
de policía, sea de las que establecen impuestos o tasas" 662 •
Iguales deficiencias presenta "Peralta", en particular cuan-
do la Corte se ocupa del control de razonabilidad con la su-
1 H OLMES, Oliver W., The Path o{ Law, "Harvard Law Review", vol. 10, p.
457 , reproducido en Collected Legal Papers , Harcourt, Brace and Howe, New York,
1920, ps. 167 a 202, esp. p. 173.
. 2 Decfa HOLMES: "The life of the law has not been logic: it has been expe·
~en~e: The felt necessities of the time, the prevalent moral and political theories,
mtmbo~s of public pohcy, avowed or unconscious , even the prejudices which judges
share wlt~ the1r fellowmen, have had a good deal more to do than the syllogism
m detern:unmg the rules by which men s hould be governed. The law embodics
the story of a nations development through many centuries , and it cannot be
dealt with as if it contained only the axioms and corollaries of a book of mat·
hematics. ln order to know what it is, we must know what it h as been, and
what it te~ds to become. We must alternately consult history and existing theories
of leg¡slabon. But the most difficult labor will be to understand the combination
o~ the ~wo into new products at every stage. The substance of the law at any
¡pven tune pretty nearly corresponds, so far as it goes, with what is then un ·
derstood to be convenient; but its form and machinery, and the degree to which
it ~s able to work out desired results, depend very much upon its past" (HOLMES,
Ohver W., The Common Law, edited by Mark DeWolfe Howe, Little, Brown and
Co., Boston, 1963, p. 5).
TENDENCIAS JURÍDICO-POLÍTICAS DEL CONTROL
289
" K ELSEN 4uería "liberar a la ciencia jurídica de todos los elementos que
le son extraños" (Teor[a pura . . . , cit., p. 15), pero con ello olvidaba que el der e-
cho no es el fruto de una abstracción y qu e no puede ser aplicado por igu al a
todos los pueblos o comunidades con desprecio o indiferencia por su historia y
su cultura.
4 Según decía Demolombc: "mi divisa , mi profesión de fe , es ta mbi én ¡los
textos antes que nada! Publico un curso de Códi go de Napoleón; mi objeto es,
por tanto, interpretar·, explicar el Código de Napoleón mismo. considerado corno
ley viva, como ley a plicable y obligatoria; y mi s preferencias por el método dog-
mático no me impedirán el tomar por fundamento siempre los artículos mismos
de la ley" . Más decisivas son tod avía las palabras atribuidas a Bugnet: "No co-
nozco el derecho civil, no enseño más que el Código de Napoleón" (ci tados por
GENY, Francisco, Método de interpretación y fuent es en derecho pri uado positiuo ,
Reus, Madrid, 1925, p. 27).
290 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
5
F I{EU ND, Paul A., On Understanding the S upreme Court , Greenwood Press,
Connecticut, 1977 , p. 7.
6 W ARR EN , Charles , Th e Supreme Court in United S ta tes History , Little
Brown & Co., Bo•ton, 1926, vol. l. , p. l.
7
Prólogo a la obra de Pf; nEz, Felipe S. , Tratado sobre la jurisprudencia de
la Corte Suprema , Ideas, Buenos Aires, 1941.
8
"Pero era necesario - decfa Mitr e- complementar esa Constitución; era ne-
cesario consolidar a la par del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo que son
siempre las primeras manifes taciones de la vitalidad política, el supremo Poder
Judicial que imper a sobre las pasiones, que corrige sus extravíos, que garante
la paz de los pueblos y de los ciudadanos y qu e gobierna a todos en nombre
de la razón con la fu erza invencibl e de la ley" (citado por VANUl:Sl:Sl , Teor(a Cons-
titucional , t. ll, p. 142, n • 2).
196 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
237 Me refiero al caso "Ficld v. Clark", 143 U.S. 649 (1892), en el cual fue
dest:stimada una demanda en la cual se invocaba que una sección de una ley, au-
tenticada por el speaker (pre idente) de la Cámara y firmada por el Poder Eje-
cutivo , había sido omitida respecto de la versión final del texto en las sebioncs
legislativas. La Corte dijo qut: el control judicial era inneces~o . ~rque _el_ Con-
greso podía prott:ger sus propios intereses a doptando una leg¡slactón adtc10nal.
2~8 495 u.s. 385 (1990).
2~~ Esta cláusula, antecedente de nuestro art. 52 (ex 44) , establece que todas
las leyes que produzcan rentas se originarán en la Cámara de Representantes
(Diputados).
••u En lo atinente al fondo del problema, la Corte, sin embargo, no declaró
inconstitucional la ley, pues entendió que la misma no estaba incluida dentro
de las previstas en el Art. 1, secc. 7, en la medida en que no recolectaba rentas
para la Nación, sino que establecia un fondo para compensar a las víctimas de
los deli tos cometidos .
Los ACTOS NO J USTICIABLES 199
2~7 Me ref1ero al caso "Field v. Clark", 143 U.S. 649 (1892), en el cual fu e
desestimada una demanda en la cual se invocaba que una sección de una ley, au-
tenticada por el speaker (presidente) de la Cámara y firmada por el Poder EJe-
cutivo habfa sido omiLida respecto de la versión final del te~ en las se~t~nes
legi s l~tivas. La Corte dijo que el control judicial er~ ionecelsa':'~· P.o;:~~:ion:~
greso podía proteger sus propios intereses adoptan o una egts ac1 ·
238 495 U.S . 385 (1990).
2 (ex 44 ¡ establece que todas
239 Esta cláusula, antecedente de nuest~o art. l; Cámar~ de Representantes
las leyes que produzcan rentas se ongmaran en
(Diputados). 1 l e0 rte sin embargo no declaró
240 En lo atinente al fondo del prob ema, ~ ' t b lll. cl~ida dentro
t dió que la mtsma no es a a
inconstitucional la l ey, pues en en
de las previstas en el Art. I , secc._7' en~
la
:e
para la Nación , sino que establecla un on o par
dida en que no recolectaba rentas
a compensar a las v1ctimas de
2
25 Lugar citado en nota precedente.
263
. . DI ANC HI , Alberto B . , Competencia originaria de la Corte Suprema de
t1.cta de la Nact6n , c1t., § 90, ps. 294 y siguientes
254
. BI ANC HI, Alberto B., Control de constituci;nalidad 1" ed. Ábaco
Aues, 1992, § 43 , p . ::126. ' ' '
202 CONTROL DE CON~TITUC!ONALIDAD
210 b -teóri-
. . t 'a es general y a arca
además, que mie~tras l.a a~:~nado de supuestos, el indulto
camente- a un numer~ mde individual. Pero, probablemen~,
en cambio, es personaliza~ol e e la amnistía borra el delito
la diferencia más sustancJt. s~a l{: elimina solamente la pena
~ismo2s~, en ta~to ~e eE~:s~e punto, la Constitución arge~-
'::',~u:::~:~?.~rr:~:Pr~r;'~;";:::ó!•~,i~•;~~~:;~ ~z~~-::~:
~:~~r~sidente2R7, se lo interpreta con mayor am~~!tud que entre
nosotros tB>l y ha sido dictado en forma general , a~n cuando
no excluye la concurrente facultad del Congreso de d1ctar leyes
de amnistía general 290 •
En la Argentina, el indulto presidencial fue emple~do ~a
rias veces 291 y existe una vieja polémica sobre su aphcactón
a personas con procesos judiciales abiertos 292 . En punto a la
mientras en "Simón Luengo", Fallos, 6:227 0868), estuvo en contra del i~dulto
a procesados , en "José lbáñez", Fallos , 136:244 (1922), cambió de criterio, para
LOS ACTOS NO JUSTICIABLES 211
retornar a la tesis inicial en "Hipólito lrigoyen", Fallos, 165:199 (1932). Más re-
cientemente, en "Santiago Ornar Riveros", Fallos , 313:1392 (1990), si bien el Tri-
bunal se limitó a declarar la ausencia de legitimación de los accionantes, una
disidencia de fund amentos de los jueces Petracchi y Oyhanarte sostuvo que el
iru.Jullu puede ser concedido tanto a procesados como a condenados, criterio que
lue~u futJ ~ustenido por la mayotia de la Corte en " Mercc dc ~ A4uinu", Fullu~.
315:2421 (1992). Doctrinariamente, GuNZÁLf:Z CALU¡,;HON sostenía con énfasis que
sólo puede existir indulto una vez dictada sentencia fmne de condena <Derecho
constitucional . . . , oh. cit., t. III , p. 382), opinión que ilJDAR'I' CAMPOS (Manual ele
la constitución reformada , Ediar, Buenos Aires, 1997, t. 111, p. 276) y César E.
RoMERO <Derecho constitucional . . ., ob. cit. , t . II, p. 244) comparten. Luego de los
indultos del presid~nte Menem esta polémica se ha r eavivado. A favor del indulto
véase LAZZARINI , José L. , Indulto presidencial durante el proceso, LL , t. 1989-D,
p. 1116; SANTANA, Jorge L., La facultad presidencial de indultar, LL , t . 1989-D,
p. 1198, y LozANo, Luis F., ¿Pued e un Presidente indultar a un procP.Rado ?, Ll.,
"Actualidad", diario del 28/12/89. En contra del indulto, ÜTf:lZA, Eduardo, El in -
dulto , ED , diario del 2/J0/89, e lBARLUCÍA, Emilio A., l nconstitucionalidad de los
decretos de indulto 1002 189, 1003 189 y 1004 189, ED , diario del 14111189. Per-
sonalmente, coincido con GoNZÁLEZ CALU~; HúN y Jos otros autores citados en que
el indulto es una facultad presidencial qu e sólo puede tener lugar una vez ter-
minado el proceso judicial pendiente. Son varias las razones que me llevan a
pensar de tal manera. En primer lugar, el artículo 109 de la Constitución prohíbe
al Presidente "arrogarse el conocimiento tk causas judiciales p endientes". l!:s muy
claro para mí que si el Presidente indulta a una persona sujeta a proceso judicial,
interfiere en un expediente que tramita ante la Justicia y respecto del cual ésta
no se ha pronunciado todavía. El indulto provoca , así , un connicto de poderes.
Asimismo, y en lo que al procesado se refiere, éste puede pretender que el Poder
Judicial se expida y, eventualmente, lo absuelva, pues recordemos que el indulto
sólo implica el perdón de la pena y el procesado puede querer que el órgano
jurisdiccional determine que su conducta no ha sido delictiva, cuestión ésta que
siempre quedará en duda con el perdón anticipado. Por último, desde el punto
de vista de la lógica , si el indulto perdona "penas", debo recordar que no hay
pena ha sta tanto el Poder .Judicial se haya pronunciado en forma definitiva y
la condena t:~lt1 firme.
93
" ' GONZALI::z, Joaquín V., Manual de la Constitución argentina en Obras
completas , Buenos Aires, 1935, t. 111, ~ 552, p. 477. '
2 1
9 Derecho constitucional, § 267, p. 651.
295
Manual de la Constitución reformada, cit., l. TJT, p_ 277.
212 C ONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
311 Un estudio en detalle puede verse en BoNFrELD, Arthur E., The Guarantee
Clause of Article N , section 4: A Study in Constitutional Desuetude , "Minnesota
Law Review", vol. 46, p. 513 (1962).
a 12 La crítica ha sido formulada por CHEMERINSKY, según quien: "The Gua-
rantee Clause is in many ways unique among the areas where the Court has
applied the political question doctrine (. . .) First, it is virtually the only area
where the defcrcnce imposed by the poliLical question doctrine is Lo ~ laL" go·
vernments and not to another branch of the federal government (. . .) Although
such deference to states in matters of constitutional law is generally quite ques-
tionable, it is especially objectionable given the existence of a provision co=an-
ding the 'United States shall guarantee'. Second, of all the areas where the po-
lítica! question doctrine has been applied, the Guarantee Clause is the most clearly
connected with individual rights. As such, it is very much the judicial role to
interpret and enforce the provision (. .. ) Third , more than in any other area ,
applying the política! question doctrine to the Guarantee Clause nullifies a cons-
titutional provision. When the Court holds that a challenge to the impeachment
process or the method approving a constitutional amendment or a forcign policy
decision is a political question, those constitutional provisions still are given eiTect.
But the Court's consistcnt rcfusal throughout this century to hear Guarantee
Clause cases has robbed that constitutional provision of any significance" (CHE.
MERINSKY, Erwin, Guarar1teeing a Republican Form of Gouemment: Cases Under
the Guarantee Clause Should be Justiciable , "Colorado Law Review" , vol. 65, p.
849, 879 - 1994- ).
3 13 74 U.S. (7 Wallace) 700 (1869).
314 88 U.S. (21 Wallace) 162 (1875).
315 166 u.s. 506 (1897).
3 16 178 u.s. 548 (1900).
3 17 199 U.S. 233 (1905).
~JH 223 U.S. 118 (1912). Se cuestionaba aquí una ley impositiva de Oregon,
establecida por medio de una iniciativa popular. La compañía, demandada por
incumplimiento de las obligaciones fiscales impuestas por dicha ley, sostuvo que
el mecanismo por medio del cual esta ley había sido sancionada era contrario a
la Jorma republicana de gobierno, pero l11 Corte dijo que sólo competía a l Congreso
y no a los tribunales determinar tales cuestiones.
3 19 223 u.s. 151 (1912).
a2o 231 U .S. 250 (1913).
218 CONTROL DE CONSTITUCIUNALIDAD
derechos y poderes de ésta , cabe la más grande variedad, t oda la que pueda
nacer de la divers idad de. caracteres fisicos sociales e históricos de cada regi ón
o Provmc1a, o de sus particulares anhelos o aptitudes colectivas" (GONZÁLJ::Z, Joa-
quín V., Manual de la Constitución argentina, ps. 648 y 649, Fallos, 311 :465)",
Fallos , 317 , en p. l206.
;~: "Municipalidad de La Plata dFerrocarril Sud", Fallos, 114:282 (1911).
. . Ello fue ac.e ptado, además, por la doctrina domina nte en el derecho ad-
=~s~r~tJVo a~g~ntmo, du:ante largo tiempo. Así, por ejemplo, BIELSA Rafael
~rtnc.lpLOS de regtmen mumcipal, a• ed., Abeledo-Perrot. Buenos Aires 1962 p aa'
octnna que mantuvo MARIENHOFF, criticando el caso "Rivademar" (MARrE,NH.OFF•
Migu~l 339
S., La supuesta autonom{a municipal , LL t. 1990-B p 1012) '
Fallos, 312:326 ( 1989). ' ' · ·
34
°C Para una explicación Y análisis crítico del fallo , véase DI ANCH I Alberto
B ., L a orte 8 uprema ha extendido ta d ' '
LL , t. 1989-C, p. 47. car e autonomta a las municipalidades,
LOS ACTOS NO JUSTICIABLES 221
:1 45 Entre otras : La Rioja (an. 84); Misiones (art. 82); Neuquén (art. 71); lUo
Negro (art. 122); San Juan (art. 131). Incluso, parece ser que la tendencia qu e
se insinúa luego del plebiscito llevado a cabo en Córdoba en julio de 2001 es la
unicameralidad.
346 Así lo hace todavía la Constitución de Buenos Aires, luego de la r eforma
de 1994, en contra de lo que es hoy dominante en el espectro provincial.
224 CoNTROL DE CON STITUCIONALIDAD
a5:1 Consid. 5 2• Este mismo criterio fue luego reiterado en "Cernadas c!Santa
Fe", Fallos, 184:639 (1939).
3 64 La cuestión fue debatida en la 7• sesión ordinaria de la Convención lle-
vada a cabo en Buenos Aires , para examinar la Constitución federal, el día 7
de mayo de 1860. El miembro informante, Dalmacio Vélez Sársfield , dijo allí:
"Es lo [el art. 97 en dicha parte] destruye complelamenle el sistema federal, porque
un poder estraño (sic) el poder nacional judicial, viene a entrometerse en las
cuestiones interiores de los poderes públicos de ttna provincia . .. " (cfr. R eforma
Constitucional de 1860, textos y documento~ fundamentale s , Universidad Nacional
de La Plata , La Plata, 1961 , p. 252).
355 Véase supra § 91, c.
""H "Seraim M11ncini", Fallos, 245:532 (19!)9); "Héctor Raúl Carabajal", Fa ·
llos i!9I:::I!l4 (1975).
' sú7 "Cámara de Diputados de Cala ma r·ca c/Catamarca", Fallos , 264:375 (1966).
35H "Provincia de Corrientes ", Fallos , 283 :143 (1972 ).
226 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
~90 "Wc hold that this challenge to an apportionment pre ents no nonjus-
liciable 'political question' (. .. ) Of course, the mere fact that lhe suil seeks pro-
Lection of 11 political right does not mean it presents a political question. Such
an objection 'is little more than a play upon words'. RRther, it is argued that
apporlionment cases , whatevcr the actual wording of the complaint, can involve
nu federal consLitutional riglü except one resting on the guaranty of a republican
f'orm of govcrnment, and that complaints based on that clause have been held
to present política! que tions which are nonjusticiable. We hold that the claim
pleaded here neither rests upon nor implicates the Guaranty Clause, and thaL
its justiciability is therefore not foreclosed by our decisions of cases involving
that clause" (::!69 U.S. en p. 209).
391 "But beca use there appears to be some uncertainly as to why those cases
did present political questions, and specifically as to whether this apportionment
case is like those cases, we deem it necessary firsl to consider the contours of
the 'political queslion ' doctrine. 'l'hat review reveals that, in Lhe Guaranly Clause
cases and in the other 'política! question' cases, it is the relationship between
the judiciary and the coordinate branches of the Federal Government, and nol
the federa] judiciary's relationship to the Sta tes, which gives rise to the 'political
question" ' (369 U.S., p. 210).
232 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
de ·ella y evitar cua lqui er sos pecha que pudiera surgir de un pronunciamiento
indü·ecto.
m Fallos, 285:138 (1973).
41~ Fallos, 287:31 (1973).
m Fallos, 284:446 (1972).
414 Fallos. 285:410 (1973).
236 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
132 Jorge Ferrario, corredor de automovilismo, había logrado, junto con otros
colegas, introducir al país un automóvil de fabricación extr anjera en el año 1953.
P ese a que varios de ellos obtuvieron la documentación necesaria para legali-
zar dicha inlroducción -autorizada provisoriamente- a Ferrario no le fue otorga-
da. Por el contrario, el Poder Ejecutivo le promovió juicio de expropiación del
vehículo. Iniciada la dt~ruanda, fue Lomada pusesiúu iruuediaLa dt~ aqutH, d cual
además fue vendido a otro particular, por petición expresa del ayudante del Pre-
sidente de la Nación al Ministro de Comercio (consid 1", 22 y 32 , Fallos, 251:246,
en p. 25~).
<33 Fallos, 251:246, en. p. 254. El fallo lleva las flrmas de los jueces Villegas
Basavilbaso, Aráoz de Lamadrid, Boffi Boggero y Oyhanarte.
434 Véase, sobre este particular, CASSAGNE, Juan C., Acerca del sentido y
alcanr.P. de la antonomla universitaria, ED , t . 124, p. 870. Dice este autor, con
razón, invocando numerosos precedentes doctrinarios , que las universidades son,
legalmente, enLes autárquicos y que gozan de autonomfa no en el sentido propio
del término, sino como equivalente de su capacidad de autodeterminación aca-
démica {p. 872). Esta categoría ha sido reconocida Lambién por la Corle, al decir
que la Universidad de Buenos Aires es una persona de derecho público dotada
CoNTROL DE CONSTLTUCLONALIDAD
240
, b' erto de la injerencia
de 19944:1ij. Tal autonorma 1as pone a cu 1 . , 1d
d 1 d administrador en dos campos: el cientlfico y e e
e pbo. er . terno43G Aun así y con anterioridad a la reforma
su go 1erno 1fi · • · · · d 1
t'tucional de 1994, la Corte sostenía el prtnclpw e a ar
~~~~~a universitaria y para ello habí,a elaborad~, una reg a
repetida en numerosas ocasiones, segun la cual . las resol~-
.
cwnes · qu e d1' ctan las universidades en el orden mterno,
. . · dls-
· linario administrativo y docente no son, como prlnclplo, sus-
~:;ptibles 'de revisión judicial". Esta jurisprudencia parecería
haber nacido en el caso "Pedro Bergés" 1, en la cual la Cort~
43
458 "León Lifchif', Fallos, 250:393 (196ll; "Agustín Cattaneo", Fallos, 261:12
(1965); "Lestanguet c/Nación Argentina", Fallos, 302 :1584 (1980).
409 "Gabetta c/Nación Argentina", Fallos , 312:156 (1989). Véase BIA NCH I , Al-
berto B., El control judicial sobre la llamada zona interna de la Administración,
LL, t. 1989-C, p. 481.
4 60 Así lo puntualiza en "Gabetta" el dictamen de In Procuración General
(Fallos, 312:169).
461 Fallos , 242:353 (1958).
4 62 Sin embargo, la Corte hizo una salvedad a puntando que, por vía de una
475 "Carlos Eduardo Guardia", Fallos, 307 :1779 (1985). Una crónica de es-
te caso difícil relatada por una de sus protagoni stas puede verse en CoRBA-
CHO DE ABELSON , Susana, La Corte Suprema de Justicia , Docencia, Buenos Aires,
1994.
476 "Rodríguez Varela c/Corte Suprema de Justicia de la Nación", Fallos ,
315 :2990, 2994 (1992). En el caso se trataba de un secretario letrado de la Corte
dejado cesante sin sumario previo.
4 7
7 CNCont. Adm. Fed. , Sala III, "Nicali c/Corte Suprema de Justicia de la
Nación", 1117/00, causa n 9 11.654100; Sala IV, "Siracusa c/Corte Suprema de Jus-
tici a de la Nación", 3115/00, Causa n 9 26.561198.
478
GREC<":o, Carlos M., Impugnación judicial contra actos administrativos
del Poder Judicial, LL , l. 1984-D, p. 141; H UTCHINSON, Tomás, La función admi-
nistrativa del Poder Judicial y su revisión jurisdiccional , ED, t. 84, p . 483.
47
~ BIANC: H!, Alberto B ., Justiciabilidad de las acordadas de la Corte Suprema
de Justicia, ED , t . 119 , p . 181.
480
Si bien la reforma constitucional de 1994 eliminó el requisito de per-
tenecer a la comunión católica apostólica y romana para ser Presidente o Vice-
presidente de _la Nación, que establecía el antiguo art. 76 (actualme nte 89), y
elnrunólas antiguas di sposiciones constitucionles sobre el Patronato, para adaptar
el t~xt_o a lo que su_rge del Con~ordato de 1966 con la Santa Sede, la Igles ia
Catolica posee todav¡a un tratallllento diferenciado r especto de las otras iglesias
Y religiOnes ante la Constitución Nacional, lo que se advi erte en Jos arts 2~ y
75, me. 22. · •
CoNTROL DE coNS'l'ITUCIONALIDAD
248
. , l le 'slación civil en la medida en que
se re~eJ.a ademas en a tatgJ.al de carácter público expresamente
es la un1ca persona no es
reconocida como tal (art. 33, Cód. Civil). ~llo le asegura,. por
ejemplo, una especial protección de sus blenes ante medldas
481
de ejecución patrimonial • • • , . d
¿Qué ocurre entonces cuando una_ dec1s1on mtern~ , e 1a
Iglesia Católica es judicialmente cuest10nada? La cuest10n !~~
analizada en "Rybar c/García y O?isJ>a~o d_e Mar del ~lata , ,
donde un sacerdote sancionado d1sc1plinar1amente baJO el ?o-
digo de Derecho Canónico impugnó judicialmente la s~nctón
impuesta. La Corte, por mayoría 483 , sostuvo que no co?sti~uyen
cuestión justiciable que habilite el recurso extraordmano las
sanciones impuestas por la Iglesia Católica en el ámbito de
su competencia.
48
~ En "Lastr a d Obispado de Venado Tuerto", Fallos, 314: 1324 (1991), la
~orte dispuso que la sede de un obispado es inembargable, imprescriptible e ina-
lie nable Y que "toda interferencia jurisdiccional sobre su disponibilida d sólo pue-
de decretarse o reconocerse en la República de conforrrudad con el ordena miento
canónico en virtud de sus disposiciones aplicables a las que reenvía el derecho
argentino" (p. 1326).
482 Fallos, 315:1294 (1992) .
483
. Votaron ~n forma separada, pero concordante , los j ueces Na zareno , Be-
Uu cJo Y Pctracclu por u n lado y Barra y Boggiano por el otro. Los rest a ntes
Jueces (Levene, Moli né O'Connor y Fayt) votaron por el rechazo discreciona l del
recurso, con fundamento en el art. 280 del Código P roce~a l.
Los ACTos No JUSTICIABLES 249
~W . . .
489 "The impossibility of decid.ing without an inítíal policy determmabon
of a kind clcarly for non judicial discretion". .
490 "Or the ímpossibility of a court's undertaking independent resolut10n
without expressing lack of the respect due coordinate branches of governme~t".
491 "An unusual need for unquestioníng adherence to a pohttcal dects1on
already made". . .
492 "The potcntiality of embarrassment from multifanous pronouncements
by vat;ous departments on one question".
250 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
to his own conscience. To aid him in the performance of these duties, he is aut-
hori zed to appoint certain officers, who act by his authority and in conformity
with his ordcrs. In such cases, lheir acts are his acts; and whatever opinion
may be enLe rLained of the manner in which executive discretion may be used,
still there exists , and can exist, no power to control that discretion. The sub.iects
are política!. 'l'hey respect the nation , not individual rights , and, being entrusted
to thc Executive, the dedsion of the Executive is conclusive (. .. ) The acts of
such an officer, as an officer, can never be examinable by the Courts (. .. ) The
conclusion fi·om this reasoning is that, where the heads of departments are the
political or conftdential agents of the Executive, merely to execute the will of
the President, or rather to act in cases in which the Executive possesses a cons-
tituti onal or legal discretion, nothing can be more perfectly clear than that their
acts are only politically examinable" (5 U .S. en ps. 165:166).
195 Según expresa el voto del juez Brennan: "La no judiciabilidad de una
cuesüón política e~ primariamente una función de la ~epa r·ación de poderes" (369
U.S . 186, 210 - 1962-).
496 Este criter·io está representado en la primera de las categorías enunciadas
en "Baker v. Uarr" por el juez Brennan: una asignación constitucional del asunt.o
- textualmente acreditable- a un departamento político coordinado (conf. TRIRE,
Laurence, American Constitutional Law, cit. p. 366, nº 6).
497 Decía la Corte en "Cullen c/Llerena": "Es una regla elemental de nuestro
derecho público, que cada uno de los altos poderes que forman el gobierno de
la Nación, aplica e interpreta la Constitución por sí mismo cuando ejercita fa-
cultades que ella les confiere respectivamente" (Fallos, 53:420, 434 -1883-). Asi-
mi smo, en "Orfila" señaló: "Esta Corte como lo ha declarado en fallos anteriores ,
no se encuentra pues autorizada para examinar los hechos que han conducido
a la decisión contenida en la ley, porque saldría de la órbita que le está delimitada
por la Carta Fundamental e invadiría el campo propio de los otros poderes del
Estado", Fallos , 154:192, 200 (1929).
498 Aun cuando creo que , como bien lo señalan los autores que ciLo más
abajo en las notas siguientes, las intenciones no expresadas han sido muy otras,
respondiendo generalmente a un criterio de autopreservación frente al eventual
y real avance de los poderes políticos.
499 LrNAJlES QuLNTANA sostiene que la doctrina de las cuestiones politicas es
una consecuencia lógica de la aplicación del principio de la división de los poderes
(Tratado ... , 2~ ed. , cit. , t . TTI, § 2257 , p . 433). César Enrique ROMERO opinaba
asimismo que los problemas de tipo político son ajenos al poder judicial; ellos
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
252
críticas 5oo. Se trata de facultades que proceden de la raíz c~ns
titucional de los poderes políticos 501 • En los Estados 03Umdos
lo expusieron en su momento WESTON 502 y WECHSLER¡; , pero
los constitucionalistas más modernos lo critican . De acuerdo
con CHEMERINSKY 504 , nos encontramos aquí con una definición
muy estrecha de lo que es una cuestión política, en contraste
con otras definiciones actuales, aun cuando las mismas siguen
invocando "Marbury v. Madison" y supone un análisis mera-
mente lineal de la Constitución y de las competencias que ella
reparte. De tal suerte, hay cuestiones que caen dentro de la
jurisdicción de los tribunales y hay otras que están fuera de
ella. Se trata de un criterio de interpretación absolutamente
objetivo. También ha recibido la crítica de Louis HENKlN, para
quien no existen porciones de la Constitución respecto de las
cuales los jueces deben ser ciegos 505 •
nal", vol. ~~~~S9~o~~~7~~. There a Political Question Doctrine?, "Yale Law Jour-
606 The Least Dangerous Branch , ob. cit., ps. 127 y •iguientes.
Los ACTos NO JUSTICIABLES 253
autoinhibe para evitar el choque con los poderes políticos ó07 •
No se trata ya de evitar una invasión de las competencias
del Congreso o del Presidente, sino que la Corte, con la mira
puesta en su autoprotección, se abstiene de ingresar en un
terreno que es propio M~ .
La doctrina no se ha mostrado favorable a este criterio.
En opinión de Gerald GUNTHER, le ha permitido a la Corte ser
100 % principista en un 20 % de las ocasiones ' 00 . En la Argen-
tina, BIDAHT CAMPOS y VANOSSI también encuentran en la pru-
dencia de los tribunales una fuente de abstención criticable 510 .
507 Véase BrRK EY , Scott, Gordon v. Texas and the Prudential Approach to
Political Questions, "California Law Review", vol. 87, p. 1265 (1999).
5 08 Este criterio está prese nte en las tres últimas categorías seña la das por
el juez Brennan en "Baker v. Carr": la imposibilidad de que un tribunal resue lva
en forma indep endi ente, sin incurrir en una falta de respeto hacia las ramas
coordinadas del gobierno; una necesidad inusual de adherir sin reservas a una
decisión política ya tomada, y una eventual con f\l sión fr ente a múltiples pronun-
ciamientos de los di versos departamentos sobre una misma cuestión (conf. TH!Bt::,
Laurence, American Constitutional Law , cit., p. 366, n• 6).
50~ GUNTHER, Gerald, The Subtle Vices of the "Passive Virtues ". A Comment
on Principie and Expediency in Ju dicial Review, "Columbia Law Review", vol.
64, p. 1 (1964).
r. 1o Segú n el primero, "a nuestro juicio (. . . ) las cuestiones políticas han na-
cido como consecuencia de una actitud de abstención por parte de la judicatura;
Jos tribunales no han querido entrar a conocer de determinadas casos, en Jos
cuale" un pronunciamiento adverso al gobierno podía "er incuuveniente o fata l"
(Derecho constitucional , ed. 1966, t . 1, p. 800). V ANOSS!, por su lado, con cita de
Gordon Post, sostien e que bajo el rótulo de las cuestiones políticas no justiciables
se encubre una categoría práctica y oportunista de actos que varía en su contenido
segú n el momento y la s drcunstancias del quehacer estatal (Teor(a constitucional,
cit., t. 11, p. 168).
fill S c HARP~· . Fritz W., Judicial Reuiew and the Political Question , ''Yale Law
Journal", vol. 75 , p. 566 (1966).
512 Este criterio corresponde a las categorías 2 y 3 enun ciadas por el juez
Hrenna n en "Baker v. Carr": una ausencia de estándares judicialmente verificables
y manejables para resolverlo, y la imposibilidad de decidirlo sin la determinación
inicial de una política de naturaleza claramente discrecional y no judicial ('I'RIDE,
Laurcncc, American Constitu.tional Law , p. 366 , n 2 6).
CoNTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
254
cional· no son aptos por natur~eza
bunales es entonces, f~ t d~cisiones o planteos. Segun el
para el control sobre cler .as t ueden darse por diversos
autor citado , estos imp~~~a~\idicial de obtener el acceso
moLivos , entre ellos la lcu J 'dad de uniformidad en la
. " . , relevante a necesl , .
a lmonnaclOn ' abilidad de los poderes pohtlcos
decisión o la mayor respons . · o1a
cuando determinan si deciden o no cierto asunto .
d.l'é, La justice et ses institu.tions (préci$), 4~ ed., Dalloz, Paris, 1996, p. 421 y
siguientes.
ót6 El desarrollo histórico de la noción del acto de gobierno puede verse en
DEnBASCH , Charles, Y R!C!'t, Jean Claude, Contentieu:r Admini~tratif (précis), 7"
ed., Dalloz, Paris, 1999, ps. 62 y ss.; FAVURt;;AU, Louis, L'Acte de Gouuernement,
acte proui.soirement et accidentellement injusticiable, "Revue Fran.,aise de Droit
Admini stratif', 1987, p. 544, y con gran amplitud en la clásica obra de AUilY, J .
M. , et DRAGO, R. , Traité de contentieux administra ti(, 2• ed. , L.G.D.J., Paris, 1975,
t . I, § 67, p. 91. Entre las obras generales que se ocupan del tema: DE LAURADf:RE,
VENr:ZlA y GAUOEMET, Droit administrati(, cit., t . 1, § 909 y ss., p. 654; RtVF:llO,
Jean , y WALINE, Jean. Droit administratif (précis), 16• éd., Dalloz, Paris, 1996,
§ 155, p. 1421; CHAPUS, René, Droit administratif général, 14tl ed ., Montchrestien,
Paris, 2000, t. 1, § 1152, p. 927.
5t7 1/5/ 1822, Rec. 1821-1825.202. El Consejo de Estado rechazó el recurso
del banquero Laflitte, que exigía la liquidación de los pagos atrasados de una
renta cedida por la princesa Borghese, miembro de la familia Bonaparte, alegando
que "el reclamo del señor Laflitte se refiere a una cuestión política, cuya decisión
pertenece exclu sivamente al gobierno".
r.1a Tal como explicó Du cz en su momento, con la restauración de la casa de
ilorbón en Francia, el Consejo de Estado de creación napoleónica temía ver dismi-
nuidas sus funciones o amenazada incluso su subsistencia. Por ello, en este caso
comprometido, prefirió evitar una decisión qu e fuera favorable a quienes estu-
viL•ron vinculados con el régimen bonapartista (cit. por GORniLLO, TI-atado ... ,
4" ed ., Fundación de Derecho Administrativo, Buenos Aires , 2000, t. 2, cap. VIII,
§ 6, p. 7) .
519 Bajo el Segundo Imperio, el embargo de un libro escrito por el Duque
d'Aumale (pretendiente a l trono y exiliado) y la negativa de restituir los ejemplares
embargados fueron con. iderados como "actos polfticos que, por su naturaleza, no
son susceptibles de ser diferidos por abuso de poder a nuestro Consejo de Estado
por v(a contenciosa". C.E ., "Duc d'Aumale et Michel Lévy", 9/5/ 18fi7 , Rec. 472.
52n T.a Tercera República Francesa nace en 1870, luego de ser derrotadas
en la batalla de Seuán las fuerzas del emperador Napoleón lll por las tropas
pru sianas. Se extiende hasta la sanción de la Constitución de 1946, que da na-
cimiento a la IV República , que finaliza a su vez en 1958, con la aprobación de
la Constilnción actualmente vigente.
5~1 Por medio de la ley del 24 de mayo de 1872 se pasó del sistema de
la justir.e retenue (justicia retenida), que sólo otorgaba al Consejo de Estado fun-
CoNTROL DE coNS'l'ITUCIONALIDAD
256
. , 1' ada en el caso "Prince
Y dio pie a la del :'a~to de goblieCrno '.ap J~ Estado en 1875 s•s, y
Napoleon" m, decidido por e onse)o
:n
de Estado aplica en su decisión esta teoría implfcitamente '
1~/2/ 1875 : Rec. 155, concl. David. Puede vérsel~ transcripto en Les
J
545 C.E .: "Société des Étains et Wolfram du Tonkin", 1/6/1951 , Rec. 312; "Tautin
et Mérienne", 29/10/ 1954, Rcc. 566; "Société Ind.ichinoise d'Électricité", 2317/1961,
Rec. 519.
ñ 4 6 C .E .: "Association Les Verts", 23/11/1984, Rcc. 382.
547 C.E. : "l'réfet de la Gironde c/Mahmedi", 18/12/1992, l{ec. 446.
579 Este decreto aprobó el texto único de las leyes de organización del Consejo
de Estado.
5HO "11 ricorso al Consiglio di Stato in sede giuri diziona le non e a =esso
se trattassi di atti o provedimenti emanati da! Governo nell esercizi o del potere
politico". El texto de la norma ha sido tomado del Codice delle Legge Amminis-
tratiue, a cura di Luigi Tramontano, Hoepli , Milano, 1998, p. 400.
ss t VtHGA, Pietro, Diritto amministrativo, s• ed. , Giuffr~. Mj Jano , 1999, vol.
2, ps. 290 y 291.
5H2 Leyes 3952 de Demandas contra la Nación y 19.549 de Procedimiento
Admini s trativo , esp . cap IV.
le gi~ l ación provin cial p uede ver se en: Drr·:7.,
68:! Un n ná li sis d e conjunto d e la
Manuel M., Derec ho procesa l administrativo (con la colabor ación de Tomás
266 CONTROL DE CONSTTTl lC IONALIDAD
590 Asi , por ejemplo, cuando el Congreso decreta el e~tado de sitio por "con·
moción interior" (art. 75, inc. 29) ; o bien si el Presidente convoca a sesion es ex-
traordi nari as "cuando un grave interés de orden o de progreso lo requiera" (art.
99, inc. 9"). En este caso - sostiene este a utor- la cuestión pol:ítica se da por au-
sencia de un standard juridico (es decir, independi ente de apreciaciones de opor-
tunidad) para evaluar el acto impugnado y, simul táneamente , por la trascendencia
y repercusión políticas de dicho acto (Control ... , t . 1, p. 513).
0 9 6 Tal, por ejem pl o, el caso de una decisión tomada en m ateria diplomática ,
sobre la base de datos obtenidos por los servicios secretos. E n este caso, también
existe un matiz poütico dado por la necesidad de que un Tribunal Re abst enga
de obstruir la marcha de las relaciones internacionales del Estado, a la par que
se evita mostra1· ante el exterior un frente des unificado entre los diferentes órganos
de una misma n ación (Control ... , t . I, p. 514).
597 Se daria este caso si el Presidente abrogara un tratado in ternacional
sin intervención del Congreso. La Constitución no la exige expresamente, pero
serfa razonable su poner que es necesaria, pues el Congreso ha intervenido en
la celebración del tratado (art. 75, inc. 22); cfr. Control . . . , t . I, p. 515. ·
598 Control . . . , t. 1, ps . 518 y 519.
599 Control . . . , t . I, p . 519.
LOS ACTOS NO JUSTICIABLES 269
§ 116. Mi opinión
resulta propio del Poder Legislativo declarar la criminalidad de los actos , desin·
criminar otros e imponer penas, y asimismo y en su consecuencia aumentar o
disminuir la escala penal en los casos en que lo estime pertinente; de tal suerte
que el único juicio que corresponde emitir a Jos tribunales es el referente a la
constitucionalidad de las leyes, a fln de discernir si media restricción de los prin·
cipios consagrados en la Carta Fundamental; sin inmiscuirse en el examen de
la conveniencia, oportunidad, acierto o eficacia del criterio adoptado por el le-
gislador en el ámbito propio de sus funciones" (consid. 52, p. 440).
A2R "La tipicidad , como exigencia de que el acto se subordine al tipo legal
-decía JJMÉNJ>¿ ut A::;uA-, es patrimonio de Jos regímenes liberales. La separación
de los caracteres del delito defiende la libertad humana de modo eficacísimo .
Por eso seria erróneo hacer, como quisieron los sistemas autoritarios de Alemania
y de ltalia (en ésta tardíamente), un todo indisoluble con todas y cada una de
las características de la infracción, presidido de una parte por la volunta d criminal
y de otra por el resultado lesivo de la comunidad o del pueblo. Ello supone poner
en manos de los jueces la libertad de los ciudadanos, ya que se volatilizan los
pt;ncipios objetivos en la determinación de los actos contrarios a las normas, y
someter a los individuos a una concepción que anula la personalidad en beneficio
de vagos e imprecisos conceptos de comunidad de pueblo y de raza. Es indis·
pensable el mantenimiento de la tipicidad, de la antijuricidad objetiva y de la
culpabilidad, como caracteres funcionales, que si bien forman a la postre el todo
conceptual llamado delito , son capaces de ser distinguidos separadamente, ya
que cada uno posee función propia en la diversidad armónica del conjunto" (JTMENEZ
DE AsúA , Luis, Tratado de derecho penal, Losada, Buenos Aires, 1951, t. III, §
1197 . p . 681).
629 "Bozzano c/Estado Nacional", Fallos, 318:1256, 1260 (1995).
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
278
extensión de la legitimación la que , tal como se
acerca de la . h ·d pliando progre-
ha visto en el capítulo antenor, se a 1 o .a m lít ' {un-
recen las cuestwnes po LCas
sivamente. En este c~so apa d 1 "P l'no" oal donde la
· l o~o Tal por eJemplo la e caso o1 ,
~~~: e:st~ba a~te una decisión de naturaleza ~olítica (el ll~
mado a una convención constituyente), pero SUJeta al cumph-
miento de delerminados requisitos formale s (los que la Cons-
titución impone en el proceso de formación de las leyes), ~ero
que funcionalmente no tuvo un sujeto legitimado que pud1era
configurar el caso.
Al lado de este primer grupo de cuestiones políticas existe
un segundo grupo que tradicionalmente ha estado fuera del
control judicial, no obstante poseer una indudable naturaleza
justiciable . Ellas son, en su mayoría, las decisiones tomadas
en el ámbito de la Administración. Así, por ejemplo, la cali-
ficación de la huelga, el régimen interno de las universidades,
salvo en cuestiones estrictamente técnicas o científicas, el con-
trol sobre ciertas decisiones en materia de empleo público o
sobre el régimen de ascenso de los miembros de las fuerzas
armadas de seguridad, etc. Lo mismo podría decirse del control
sobre las decisiones administrativas del Poder Judicial o las
de la Iglesia Católica. En muchos de estos casos nos encon-
tramos frente a una controversia real , planteada por una per-
sona legitimada , y la decisión no ha sido tomada en un marco
discrecional sino reglamentado, de modo que no existe razón
valedera alguna para que los jueces se abstengan de intervenir.
Son las cuestiones políticas de conveniencia juclicial. En este
segundo grupo también se utiliza a la división de poderes como
limitante de la actividad judicial, aun cuando la intervención
de los jueces no invadiría una zona privativa de otro poder.
El resguardo de la división de poderes en este caso es (al menos
en teoría) prudencial, en el sentido de BICKEL 6 32 . Los tribunales
quieren mantenerse alejados de los poderes políticos como pren-
da de autopreservación y con ella de la clivisión de poderes.
25.344 (80, 2111 1100) y 25.453 <BO, 3117/01). Acerca de la primera, véase CANOSA,
Armando N., Las reforn;as al régimen de juicios contra el Estado y la ley de
emer~encia económica , Abaco, _Buenos Aires, 2001; CRIVELLI, Julio C., La emer-
gencw. económtca permanente, Abaco, Buenos Aires, 2001. En torno a la segunda :
B IANCHJ, Alberto B., De la responsabilidad del Estado en la época de Rozas: la
ley 25.453, Adla, boletín n• 20, agosto de 2001 , p. 122.
636 H e a na li zado este caso supra , § 59, con motivo del control sobre los de-
cretos de necesidad y urgencia .
Los Acros NO JUSTICIABLES 281
1 agremiación obligatoria
en ".Inchauspe": "en el presente caso, una a imnosición arbitraria
de los gana deros
no aparece como
.
~"'
o el medio de salvaguar ar
d
o caprichosa del legis~~édorlo~;e c~:os los habitantes del pais
sus interese~ ynatcal.monall nafectados por la crisis de la ganadería
y la econom1a • . d ' s'ble
) En nombre de un remoto interés pnva o. ~o sena ~o 1
~e~~ar los ojos ante el interés público y el pos1t1vo de nullar~s
de ganaderos empeñados en la defensa de la ley tachada e
651
inconstitucionalidad" · " • • , •
En "Cine Callao" la Corte admite que El anáhs1s del mento
0 eficacia de los medios arbitrados para alcanzar los fines pro-
puestos, la cuestión de saber si debieron elegirse los de la l~y
14.~~6 u otros procedimientos, son ajenos a la competencia
de esta Corte, a la que sólo incumbe pronunciarse acerca de
la razonabilidad de los medios elegidos por el Congreso, es de-
cir, que sólo debe examinar si son o no proporcionados a los fmes
que el legislador se propuso conseguir y, en consecuencia, deci-
dir si es o no admisible la consiguiente restricción de los de-
rechos individuales afectados. Pues, como se afirmó en Fallos ,
171:348 y se recordó en Fallos , 199:482, el tribunal nunca ha
entendido que pueda sustituir su criterio de conveniencia o
eficacia económica o social al del Congreso de la N ación, para
pronunciarse sobre la validez constitucional de las leyes , sea
de las que regulan trabajos, comercios o industrias con fines
de policía, sea de las que establecen impuestos o tasas" 662 •
Iguales deficiencias presenta "Peralta", en particular cuan-
do la Corte se ocupa del control de razonabilidad con la su-
1 H OLMES, Oliver W., The Path o{ Law, "Harvard Law Review", vol. 10, p.
457 , reproducido en Collected Legal Papers , Harcourt, Brace and Howe, New York,
1920, ps. 167 a 202, esp. p. 173.
. 2 Decfa HOLMES: "The life of the law has not been logic: it has been expe·
~en~e: The felt necessities of the time, the prevalent moral and political theories,
mtmbo~s of public pohcy, avowed or unconscious , even the prejudices which judges
share wlt~ the1r fellowmen, have had a good deal more to do than the syllogism
m detern:unmg the rules by which men s hould be governed. The law embodics
the story of a nations development through many centuries , and it cannot be
dealt with as if it contained only the axioms and corollaries of a book of mat·
hematics. ln order to know what it is, we must know what it h as been, and
what it te~ds to become. We must alternately consult history and existing theories
of leg¡slabon. But the most difficult labor will be to understand the combination
o~ the ~wo into new products at every stage. The substance of the law at any
¡pven tune pretty nearly corresponds, so far as it goes, with what is then un ·
derstood to be convenient; but its form and machinery, and the degree to which
it ~s able to work out desired results, depend very much upon its past" (HOLMES,
Ohver W., The Common Law, edited by Mark DeWolfe Howe, Little, Brown and
Co., Boston, 1963, p. 5).
TENDENCIAS JURÍDICO-POLÍTICAS DEL CONTROL
289
" K ELSEN 4uería "liberar a la ciencia jurídica de todos los elementos que
le son extraños" (Teor[a pura . . . , cit., p. 15), pero con ello olvidaba que el der e-
cho no es el fruto de una abstracción y qu e no puede ser aplicado por igu al a
todos los pueblos o comunidades con desprecio o indiferencia por su historia y
su cultura.
4 Según decía Demolombc: "mi divisa , mi profesión de fe , es ta mbi én ¡los
textos antes que nada! Publico un curso de Códi go de Napoleón; mi objeto es,
por tanto, interpretar·, explicar el Código de Napoleón mismo. considerado corno
ley viva, como ley a plicable y obligatoria; y mi s preferencias por el método dog-
mático no me impedirán el tomar por fundamento siempre los artículos mismos
de la ley" . Más decisivas son tod avía las palabras atribuidas a Bugnet: "No co-
nozco el derecho civil, no enseño más que el Código de Napoleón" (ci tados por
GENY, Francisco, Método de interpretación y fuent es en derecho pri uado positiuo ,
Reus, Madrid, 1925, p. 27).
290 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
5
F I{EU ND, Paul A., On Understanding the S upreme Court , Greenwood Press,
Connecticut, 1977 , p. 7.
6 W ARR EN , Charles , Th e Supreme Court in United S ta tes History , Little
Brown & Co., Bo•ton, 1926, vol. l. , p. l.
7
Prólogo a la obra de Pf; nEz, Felipe S. , Tratado sobre la jurisprudencia de
la Corte Suprema , Ideas, Buenos Aires, 1941.
8
"Pero era necesario - decfa Mitr e- complementar esa Constitución; era ne-
cesario consolidar a la par del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo que son
siempre las primeras manifes taciones de la vitalidad política, el supremo Poder
Judicial que imper a sobre las pasiones, que corrige sus extravíos, que garante
la paz de los pueblos y de los ciudadanos y qu e gobierna a todos en nombre
de la razón con la fu erza invencibl e de la ley" (citado por VANUl:Sl:Sl , Teor(a Cons-
titucional , t. ll, p. 142, n • 2).
TENDF.NClAS JURÍDICO-POLíTICAS DEL CONTROL 291
15 'l'ntsF., Laure nce H., God Saue This Honorable Court-How the Choice o{
Supreme Court Justiccs Shapes Our History , Random House, New York, 1985,
ps. 3 y 31.
l G Fallos , 315:158 (1992).
17
La Cámara Nacional de Apt!laciones en lo Civil adopló e l critel'io d e la
tasa pasiva en "Vázquez c/Bilbao", 2/8/93, LL, t. 1993-E, p . 126.
18
La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial adoptó la tasa activa
en "La Ra zón S.A. s/quicbra", 27/10/94, LL , t . 1994-E, p. 413.
IU Véase por ejemplo: V ANOS:SI, Jorge R., Teoría constitucional, cit .. t. 11, p . 95;
lltDAHT CAMPOS, Germán J., La Corte Suprema. El tribwwl de garantías consti-
lUC!Onales, Allende & Brea, Buenos Aires, 1982, p. 16; CAVAGNA MAilTIN;;z, Mariano;
TENDENCIAS JURÍDICO-POLÍTICAS DEL CONTROL 293
6
" Entre otros muchos casos , véa se: "Alfredo Mas i" Fallos 256·114
116 <1 963 ), "Horac10 J. Venini" Fallos 286 ·17 ( 1973) · "D
' · ' R · ' en p.
Fi ll 0 306 7' ' • · , om1ngo . Aramayo"
a ~~ " : 2, en P· 73 0984) y .:'F élix Dufourq", Fallos, 306:174, en p. 176 (1984):
Fallos, 2~~~~ ~~~1umdeguy ' Fallos, 137:47 (19 22); "Vázquez c'Casabianca",
7
~ Fallos , 12: 134 (18 72), en p . 155 .
8
" Fallos . 241:23 (1958) El hl .
Justicia manifestó a la Cá m~ra J~~io~~~a dse ~us¡• w porque el Sub~e~retario de
rreccional de la Ca p,·t al . b e pe ac10nes en lo Cnmmal y Co-
. · · que 1os rm em r os de la · .
diC!ones de jubil arse debían pres entar 8 . mtRma que estuVIeran en con -
expresión debía se r con tes Lada ant ~ s ~nunc¡ as . La Cor te entendi ó que dicha
Cámara. e e Inlstel'JO por ella Y no por la propia
TENDENCIAS JURIDICO-POLÍTICAS DEL CONTROL 295
"Y "Jorge Díaz García", Fallos, 259:11 (1964); "Felipe D. Li zondo", Fallos,
263 :15 (1965).
ao "Alfredo Masi", Fallos , 256:114 (1963 ).
3 1 "Horacio J. Venini", Falloo , 286:17 (197::!).
~ ~ "César Enrique Romero", Fallos , 286:235 (1973)· "Aldo L. Montesano Re-
bón", Fallos , 288:342 (1974); "Ana Pérez de Smith", Pc;llos , 300:1282 (1978) .
33
Fallos , 12:134 (1872), en p. 155, doctrina repetida en casos más recientes
~omo "Bodegas Y Viñedos Amadeo Marañón cll.N.V.", Fallos, 297: 381 (1977) y
Bneba, Rodolfo J . s/amparo", Fallos, 306:2070 (1984).
296 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
34
GONZÁLEZ CALDF.llÓN, Ju an A. , La interuenciónjndicial d e la Corte S uprema
en las frouin cias , diario "La Prensa", 4 de octubre de 1927 (cit. por BtELSA, L a
protecczón constitncional . . . , p. 133 ).
35
Se trataba del caso "Viñu ales c/Pcia . de J uj uy", Fallos , 14 9:187 (1 9 27),
e~ ~o_nde se declaró la inconstitucionalidad de una norm a de esa provincia, que
aJ ulcJo d e la Co•·te, so color de una emisión de bonos de tesorer ía hab ía a utorizado
en realidad la emisión de papel moneda. '
3B La protección constitucional ... , cit., p. 133.
TENDENCIAS JUR1DICO-POLÍTICAS DEL CONTROL 297
43
"Roberto C . Rodríguez", Fallos, 279:40-47 (1971); "Ana M . Pérez de Smith",
Fallos , 297 :338, 340 (1977).
TE NDENCIAS JURÍDICO-POIJTICAS DEL CONTROL 299
tativa -mucho más, podría decirse, que la estudiada en el punto anterior- que
se ha desarrollado en dos direcciones. Por un lado, se ha entendido que el artículo
280 sirve como sustento normativo para que la Corte pueda prescindir de obs-
táculos formales -v. gr.: falta de interposición oportuna de la cuestión federal-
que le impedirían la consideración de un recurso en el que se plantean cuestiones
trascendl,ntes. Así, en el voto en disidencia de los jueces Petracchi y Moliné O'
Connor en "Ek.mekcljian c/Sofovich", Causa E.64.XXIII, del 7 de julio de 1992,
se dijo que el art. 280 ' no debe ser entendido como un medio que sólo consienta
la desestimación de los recursos que no superen sus estándares. Si , como ha
quenado asontado, aquél couslituyc una herramienta de selección dirigida a que
la Corte posea un marco adjetivo que le haga posible un acabado y concentrado
desarrollo t.le su papel institucional, deberá reconocerse, al unísono, que esa dis-
posición también habilita a considerar admisibles las apelaciones que entrañen
claramente cuestiones de trascendencia, no obstante la inobservancia de deter-
minados recaudos formales, a efectos de que el rito de los procedimientos no se
vue lva un elemento frustratorio de la eficiencia con que dicho rol debe desen-
volverse'. Por otra parte, se afrrmó - con cita de un sinnúmero de precedentes
de la Corte- que esta interpretación era adecuada a la consolidada tradición ju-
risprudencia! tendiente a no impedir el esclarecimiento de n'! levantes temas cons-
titucionales por los eventuales óbices procesales que puedan obstaculizarlos. En el
caso, se obvió la falta de fundamentación autónoma del recurso de queja. En
segundo Jugar, existe otro matiz interpretativo en torno del art. 280. Que también
significa una aplicación positiva de él -no para rechazar cuestiones, sino para
r esolverlas-, aunque en un sentido muy diverso del primero. El mismo matiz
señalado aparece en los consids. 22 y 39 del fallo recaído en autos 'López, Antonio
M. c/Explotación Pesquera de la Patagonia S.A.' (L.44.XXN. 'López, Antonio M.
c/Explotació n Pesquera de IR Patagonia S.A. slaccidente-aeción civil', del 10 de
junio de 1992) suscripto por los jueces Lcvene (h.), Cavagna Martínez, Barra,
Fayt y Boggiano, los que transcribimos: 22 ) Que el recurso extraordinario es for-
malmente procedente toda vez que remite a la interprP.tl'lc.i6n de la ley 23.928
y su reglamentación. Las normas de la ley citada, en tanto establecen el valor
de la moneda y vedan -a partir del 12 de abri l de 1991- el cómp11to de la ac-
tualización monetaria, tienen indudable carácter federal, desde que han sido dic-
tadas por el Congreso en uso de atribuciones previstas en el art. 67, inc. 10 de
la Constitución nacional (. .. ) 32 ) Que la determinación de la tasa reviste signi-
ficativa trascendencia para el desarrollo del crédito y la seguridad jurídica y co-
ITespondc, en consecuencia que esta Corte resuelva el fondo del asunto en uso
de la facultad que le confiere el art. 16 de la ley 48, a fin de poner un necesario
quietus en la evolución de las encontradas tendencias jurisprudenciales que cons-
piran contra la requt!rida certeza del tráfico en la materia (art. 280, Cód. Proce-
sal)". La tendencia hacia el certiorari positivo fue confrrmada eu el caso "Serra
c/MCRA", LL, t. 1995-A, p. 397 , con comentario del autor, ¿1iene funrlurnentos
constitucionales el a,~?otamiento de la instancia administrativa?
302 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
126 Véase BIANCHI, Alberto B ., Competencia originaria . .. , cit., ps. 311 y si-
guientes.
m Fallos , 24:62 (1882).
128 Véase supra, § 23, c.
12» Véase supra, § 14.
T ENDE NCIAS JU RÍDICO-POLÍTICAS DEL CONTROL 313
134 En 1991 la Corte ar g.,ntína tenía 8.4J5 causas en tr á mite; en 1997 ese
total ascendía a 54.662 como consecu encia del recurso ordinario est ablecido contra
las sent encias de la Cámara de Seguridad Social. por ley 24.463 (cifras según
M OLI NELL l, Guillermo ; P ALANZA, Valeria , y SIN , Gis ela, Cong reso, presidencia y jus-
ti cia en la Argentina , CEDl-Fundación Gobierno y Sociedad , Buenos Aires, 1999,
cuadro 4.44, p. 710). Asimismo, al día 31/12/00 tra mitaba n en la Co~:te 16.608
ex-pedientes sin contar los previsiunales, que ascendían a la can tidad de 18.851.
(Fuo;nte: Secretru·ía Letrada de Estadíst icas del Tribunal).
TENDENClAS JURÍD!CO-POL!TICAS DEL CONTROL 315
y es pecialmente por medio del ya clásico trabajo de GA.ltciA u•: E NTt;RRfA , Eduardo,
La lucha contra las inmunidades d~l poder, cuya 3" edición de 1983 (Civitas,
Madrid) he consul tado en este lrahAjo. Entre nu<Jstros juristas puede verse, entre
otros, GnECco, Carlos , La doctrina de los conceptos jurídicos indeterminados y
la fiscalización de la actividad administrativa , LL , t. 1980-D, p. 1306, y GAMBLER,
Beltrán, El concepto "oferta más conveniente" en el procedimiento licitatorio (La
doctrina de los conceptos jurídicos indeterminados y el control judicial). LL , L.
1988-D, p. 744. De mi autoría, véase El wril of certiorari en nuestra Corte Su-
prema (La "cuestión federal suficiente" como concepto jurídico indeterminado) , ED,
t . 125, p. 857.
152 El recurso extraordinario por sentencia arbitraria, ps. 43 a 45.
153 Una muy prolij a y exhaustiva reseña de la doctrina -e:Oste~üe hasta
ese momento- puede verse en: VANUSSI, Jorge R. , La sentencta arbttrana. · ., c1t.
en nota 147. .
ló4 El recurso extraordinario . .. , c1t., p. 44.
T EN DENCIAS JURÍDICO-POLITICAS DEL CONTROL 319
155 Concuerdo asf con Jo que Jorge R. VANOSSI señalaba hace treinta años:
"En todos estos casos (de arbitrariedad de sentencias) la Corte hlzo uso de su
competencia extraordinaria con la finalidad tuitiva de asegurar la defensa en
juicio como categoría fundamental de nuestro ordenamiento jurídico. No buscó
otro sustento ni se Jo podía encontrar. No se ha apartado de los can-iles cons-
litucional cs" <Aspectos del recurso extraordinario de inconstitucionalidad, citado
en nota 147, p. 35).
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
320
tras la Corte se acercaba al tratamiento de cuestiones de suyo
ajenas a su competencia, como el aná~isis de los hechos. Y la
prueba, lo hacía al mismo tiempo mumda de una herram1enta
que le permitía abordar ese cometido sin reglas fijas, legales
o jurisprudenciales. Descendía al terreno natural de los tri-
bunales ordinarios, pero sin las rigideces de aquéllos. Curio-
samente, mientras por un lado cobraba poco a poco la forma
de una tercera instancia revisora de aspectos no federales, por
el otro adquiría una característica propia de un tribunal su-
premo: la discrecionalidad de su obrar. Con ello el recurso ex-
traordinario clásico, moldeado en el viejo writ of error de la
Judiciary Act de 1789 156, pasaba a tener una nueva modalidad
que le permitiría trabajar con mayor libertad de acción. Pero
esta libertad, lejos de ser empleada para reducir la carga de
trabajo, fue la causa principal de su incremento. En lo cuan-
titativo, la cantidad de recursos extraordinarios creció nota-
blemente, al amparo de las nuevas posibilidades procesales.
Aunque suene exagerado, creo que es correcto decir que a partir
del empleo y aceptación masiva del recurso extraordinario por
sentencia arbitraria ya prácticamente no existieron procesos
judiciales ni materias que no pudieran ser llevados ante la
instancia extraordinaria. Bastaba tan sólo que en cualquier
punto del universo de acciones y procesos exislente se produjera
una arbitrariedad para que ello, ipso iure, abriera las puer-
tas de la Corte Suprema con la llave del artículo 18 de la
Constitución.
166 En efecto, contra el a uto de fech a 20 de mayo de 1960, por medio del
cual se hizo lugar al pedido de Jorge Antonio, la Comis ión Liquidadora interpuso
un rE'rurso de nulid ad y apelAción que no era e•Lrictamente . el tecurso e>drao r-
dinario sa lvo por la mención del art. 14, inc. 32 • Esa presentactó n fue desest1m ada
por la Cámar¡¡ Federal mediante el auto de fecha 2f> de jul:o d~ 1960 (p~. 192
a 194), invocándose au~encia de personería en la recurrente . Contra esta dectslÓll ,
la Comisión -sin plantear previamente el recurso extraordin a rio, lo cua l hubter a
sido procesa lml'nLe lo correcto- in terpuso queja ante la Corte. C?mo puede_ verse,
nunca existió eslrictamcnte un recurso extraordinario que debtó haber stdo m-
terpu esto , e n todo caso, contra la única sent encia deflnitiva dictada , que era la
que rechazab a la per soner ía de la Comi sión. . .· .
tG7 P a ra e nlender tanto esta cuestión como la exphcada e n nota ? ntcuo•
es con venien te le.,r el dictamen del procurador, Dr. Lascano (p. 194 ). Alll se pro-
picia el r eehazo de la queja por no h aber mcdi~do previamente recur so ~xtra~r
dina rio y se aclara además que el objeto de la queJa era la cuesttón de la pcrson~na.
168 Sobre el modelado de nuestro recurso extraordinario en el wnt of error
norteamericano véase infra, nota 267 .
CONTROL DE CONSTlTUCIONALLUAD
324
dinario se satisface cabalmente cuando están en juego proble-
69
mas de gravedad institucional' - d
La primera afirmación puede ser, i~terpretada en , os sen-
tidos. Desde un punto de vista de mmima, ~~le tan s_olo co~o
la enunciación de un principio que , en defimt1va, no t1ene ~as
entidad que su similar sobre arbitrariedad de las sentenc1as.
La existencia de arbitrariedad también permite la remoción
de ciertos ápices procesales que podrían frustrar el control cons-
titucional. Desde un punto de vista de máxima, tiene entidad
para arrasar por completo reglas del recurso extraordinario:
la presencia de la gravedad institucional hace desaparecer cual-
quier obstáculo procesal frustratorio del recurso. La segunda
afumación es más trascendente todavía. Supone un viraje com-
pleto, ya que la función esencial de la Corte es la de resolver
recursos extraordinarios portadores de gravedad institucional
Quiere decir que esta nueva "llave" del recurso extraordinario
pasa a ser más importante aún que la misma cuestión federal
pues permite la satisfacción cabal de la función jurisdiccional
de la Corte. Si unimos la primera afirmación con la segunda
tenemos como resultado que, desde 1960, los arts. 14, 15 y 16
de 1~ ley 48 son una pieza procesal de segunda categoría, re-
movible cuando se torna frustratoria de la cabal misión del
n~cur~o extraordinario. A partir de 1960 el recurso extraor-
dmarw estaba preparado para romper los moldes de su ley
creado_ra , :charse a _v?~ar libre de sus ataduras procesales y
cumplir as1 con su ffilSJOn más trascendente. Tal es el mensaje
que este fallo ha dejado.
era t~f los hecho~, l_a tan encu~brada gravedad institucional no
. ' pues~~ hm1taba -segun surge del considerando 4 2110_ a
; mterp:etacwn de los alcances del art. 10 del decr. ley 5148/55
d ero lo Cierto es_ que el cas_o "Jorge Antonio" permitió la apertur~
S~ tn
s:co J~nsprudencial de proporciones casi inmanejables.
1 a a~ lt~an~dad puede ser descripta pero no definida, la a-
rdad mstltuciO~al no puede ser ni definida ni descripta. ~or
o_ pronto, no existe una manera u ni forme de designar el fe-
nomeno. De acuerdo con las reseñas efectuadas por SAHAB 171
17
~ SA<;OF:s, Néstor P. , Recurso extraordinario, 3! ed. , Buenos Aires, Astrea,
t. 2, p. 368.
7
1 " "Partido Justicialista", Fallos, 263:267 (1965).
1 74 Ver dictamen del Procurador en el caso "Norma Mirta Penjerek", Fallos ,
257: 132 (1963).
175 "Bravo c!YPF", Fallos , 253:406 (1962).
l7G "Banco Hipotecario Nacional c/Herzinjak", Fallos , 250:431 (1961) .
177 "Hil ario de Pablo", Fallos, 300:417 (1978).
17R "Camilo Moz1.atti", Fallos , 300:1102 (1978).
1 79 "Osvaldo A. Cacciatore", Fallos, 311:593 (1988).
1Rl Así lo ha señn la do la Curte en un caso inmedi ato ante1;or a "J orge Anto-
nio". Me refiero a "Caja de Prev isión Social c/Mcdi caJ S.R.L. ". Fallo< , 247:601 (1960).
183 "La Rinconada S.A. c!Nación Argentina", Fallos , 289:36 (1974); "Corpo-
r ación Argentina de ProducLor es de Carne", Fallos, 292:229 (1975) ; "Pcia. de Co-
rrientes c/Boo", Fallos , 307:973 (1985).
181 "Borgward Argentina S.A. ", Fallos, 23i!::391 (1957).
185 "Hernández c/Nación Argentina", Fallos , 306:250 (1984).
186 "Norma Mirta Penjerek", Fallos, 257:132 (1963).
187 "Hil a rio de Pablo", Fallo s, 300:417 , es p. 420 y 421 (1978).
1 "Camilo Mozzatti", Fallos , 300:1102, esp. 1110 (1978).
I A9 ''Cavic c/Navarro", Fallos, 298:732, es p. 73! 0977) . .
100 "Caja de Previsión Social c/MedJcal S.R.L . , Fallos, 247.601 , esp .
que ocurre en el t·ecurso ext.raordinario por sente ncia arbitraria que debe consi-
derarse que es fruto de un a interpretación válida de la ley 48 (un caso de 'cuestión
f'e dcr,.l ' que remite el art. 14, iuc. 3° de ella), el recurso extraordinario por gravedad
institucional, no constituye una interpretación válida de dicha ley sino una dis·
torsión del texto de ella ( . .. ) Segundo: Al admitir como fundamento s uficiente
del recurso extraordinario la presencia del 'Interés Instituciomll' o de 'Gravedad
Institucional' la Corte ha asignado un papel central a un estándar peligrosamente
vago, estándar cuya falta de precisión permite que se lo us e para encubrir cualquier
tipo de di screpancia valorativa (de naturaleza social, política moral, religi osa, eco-
nómica etc.) con el contenido ele una decisión sobre cuya validez la Corte tiene
la palabra definitiva. 'l'ei·cero: Si las cosas son asf, la conjeturada admisión del
'recurso extraordinario por gravedad institucional' deja completamente indefinidas
las fronteras del recurso extraordinario, fronteras que hasta ahora, y pese a la ad·
misión del recw·so extraordinario por sentencia arbitraria , estaban aceptablemen-
te determinadas. Cuarto: Que ese estándar vago , impreciso, de contenido mutable,
no creaba riesgos muy grandes de inseguridad jurídica en la interpretación or-
todoxa del holding de Jorge Antonio , toda vez que alli dicha paula desempeñaba
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
328
contra de un concepto qu e se presenta ciertamdent~ ~;~á~c~
ante una mente ávida por poner orden en el erec o . . a
como ha señalado con acierto Alberto A. SPOTA, es una cuestión
199
típicamente política •
En mi opinión, y sin perjuicio de volve~ sobre esto ~ás
adelante, la gravedad institucional me susc1~a una re~eXlón
similar a la de las cuestiones políticas: no es ru buena m mala.
En realidad ha resultado inevitable . Que sea buena O mala
depende de cómo la emplee la Corte, pero es inevitab:e. por
naturaleza. Así como un tribunal no puede -por much1s1mos
e indefinidos motivos- fallar en cuestiones no justiciables, la
Corte como máximo tribunal de la N ación, tampoco podría
' .
en ciertas ocasiones sustraerse al conocimiento de cuestiOnes
de gravedad institucional y sí lo hiciera, encerrándose en los
moldes rígidos del recurso extraordinario, incurriría quizás en
exceso ritual manifiesto. Hay ciertos temas tan importantes
o trascendentes que claman por la atención de la Corte con
indiferencia de las fronteras procesales del recurso extraordi-
nario. Naturalmente que dar este paso supone ingresar en un
mundo donde la ausencia de andariveles precisos impone una
mayor dosis de prudencia en el obrar.
1996-D, p . 250l.
2 11 Véase el consid. 9".
m Fallos , 320:2851 (1997).
213 Véase supra §§ 72 Y 74: b . sobre el particular cito solamente
214 Entre los mu;hos 'Y va\HlOSOS tra Da.JO~ecurso extraordinario por saLto de
los d e largo ahento: CttEO BAY , oracto .,
TENDENCIAS JURÍDICO-POLÍTICAS DEL CONTROL 333
instancia, Astrea, Buenos Aires, 1990; CARH IO, Alej andro, y GARAY, Alberto F., La
jurisdicción "pe•· saltum" de la Corte Suprema, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1991.
215 Fallos, 313:863 (19901.
216 "Scache1i de López", Fallos , 310:2214 (1987), y "Margarita Belén", Fallos,
3ll :1762 (1988) .
334 CONTROL DE CONS'l'!TUClONALIDAD
Tratado teórico práctico de derecho procesal ci vil y comercial, 2Qed. , Edi ar, Buenos
Aires, 1961 , t . rv, p. 57; P ALAC IO, Lino E ., Derecho procesal civil , Abelcdo-Perrot,
Buenos Aires, 1986, t. V, ps. 10 y 420; COLUMHO , Carlos J., Cód igo de Procedimiento
Civil y Comercial de la Capital, anotado y comentado, Abeledo-P errot, Bueno.s
Aires, 1964, p . 480; FASSI, Santiago C., y YM ~z . César D. , Códtgo Procesal Cwtl
y Comercial , comentado, anotado y concordado, 3' ed., AstrtJa , Buenos A1~e~, 1988,
t . l ' p. 766 .' F FNOCHlt:TTO Carlos E. y ARA~l , Roland , Códtgo Procesal Cw1l Y Co·
. ' ' B Ai 1993
mercial de la Nación , comentado y concordado, 2ª ed., Astrea , u enos r es, •
t. I, p. 608, entre otras obras.
TENDENCIAS JURfDJCO-POLfTICAS DEL CO!'I;"TROL 339
22ñ Entre otros muchos véase: "Arzobispado de Buenos Aires c/AsLoul ", Fa-
llos , 187:628 (1940); "Yezzi c!Frigorffico Anglo S.A.", Fallos, 191:362 (1941); "María
Julia Martinez de Hoz", Fallos, 234:52 (1956); "Otto S. Bemberg", Fallos, 242:460
(195R); "Benjamín Sivak", Fallo.~, 245:204 (1959); "Silvano Santandm·", Fallos,
254:282 (1962); "Felipe E. Gazzera", Fallos, 257 :187 (1963); "Nación Argent~na
c/Granadns", Fallos, 266:47 (1966); "Aurora Pérez", Fallos, 271:406 (1968); "An-
gel Mattei", Fallo s, 272:188 (1968); "Cerdeira dOxhídrica Argentina S.A.", Fallos ,
276:257 (1970); "Manzoratte c/Pcia. de Buenos Aires", Fallos, 280:228 (1971); "Ja-
cobo Belozercovsky", Fallos , 292:202 (1975); "Fontana c/Llorentc y Cia. S.R.L.",
Fallos , 293 :439 (1975); "González c/Riuland", ídem, p. 534; "Ferrocarriles Argen-
tinos dGandini", id P. m , p. 701; "Ríos c/Sinclicato de Trabajadores de Correos y Te-
lecomunicaciones", Fallos , 294:313 (1976); "Tagliarini dSur S.A.", Fallos, 295:152
(1976)· "Sindicato Argentino de Docentes Parliculares", ídem, p. 8:38; "Roman von
Breve;n", Fallos, 300:1004 (1978); "Gerardo c/Banco de Entre Ríos" , Fallos ,
302:252 (1980); "Burger King Corp. c/Facilven S.A.", Fallos, 303:633 (1981); "Greco
Hnos. S.A.", ídem, p. 802; "Madariaga Anchorena dNación Argentina", ídem, p.
1040; "Vicente Montañana e Hijos S.R.L.", ídem, p. 1104; "Manzoni de Corti c/Roger
Tagliabu e (Suc.)" , Fallos , 304:429 (1982); "OSN c/Galvnlisi", Fallos , 305:1962
(1983); "Martin de Brunt c/Paparas", ídem, p. 1979; "MCBA dClub Atlético Vélez
Sársfield", Fallos, 306:865 (1984); "Jorge Rafael Videla", ídem, p. 2101; "Pelesson
de Lastra dMCBA", Fallos, 308:135 (1986); "MolLedo dMunicipalidad de Pi.namar",
íd. , p . 1832; "Budano c!Facultad de Arquitectura", Fallos , 310:1045 (1987); "Pen-
salle S.A. c/Nación Argentina", Fallos, 312:2150 (1989), "Luis Alberto Oddone",
ídem , p. 2348; "Administración Nacional de Aduanas", Fallos, 316:2063 (1993);
"Celina Ferri c/B.H.N.", Fallos, 317:363 (1994).
226 BIA NC HI , Alberto B. , La sentencia definitiva ante el recurso extraordinario,
Ábaco , Buenos Aires , 1998.
340 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
243 "Ángel Da niel Cardozo", PaliaN, 180:275 (1!1:38); "Arzuaga c/HclTera", Fa-
llos , 183:29 (UJ39) .
244 "Refinerías de Maíz S.A.", Fallos, 307:1016 (1985).
24 5 "l.T.A.C. S .A. c/Pcia. de Buenos Aires", Fallos , 253:356 {1962).
"Agente Marftimo del Buque Tahama dCa pitán y Armadores del l:luque Islas
Malvinas", Palios, 275 :18 (1969); "Ingenio Hío Grande S.A . c/Naci?n Argentina",
Fallos, 276:366 (1970); "Nicolás Giménez'', Fallos , 283:248 (1972); "Angel Ma¡¡¡.¡io",
Fallos, 286:240 (l97:i): "Urosso c/Nunmori", Fallos , 288:97 (1974); "Ald o L. Dorio",
Fallos, 291:160 (Hl75); "Sindicato de Trabajadores Municipales de Avellaneda",
Fallo8, 292:3:H (1975); "Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles Ar-
gentinos c/Nación Argentina", Fallos, 293:459 (1975); "Díaz de Rruni c/Bruni",
Fallo s, 294::{57 (1976 ); "Pelado Viejo S.A. c/Nación Argentina", Fallos , 295:701
(1976); "Pedro Julián Paneth", íd., p. 704; "Ferrari c!Bertetta", Fallos, 296:552
(1976); "Bessio c/Nación Argentina", Fallos, 298:47 (1977); "Roclunan de Blitman
c/Gryncwaig", íd ., p. 85; "Roa c!BCRA", íd., p. ll::l ; "Fiscalía Nacional de Inves-
tigaciones Administrativas", íd., p. 408; "Mercado de Abasto de La Plata c/Pcia.
de Buenos Aires", Fallos, 301:859 (1979); "Sandra T. Gianelli", Fallos, 302:345
(1980); "López c/Municipalidad de Catamarca", íd., p. 417; "Lamar S.R.L. c/A.N.A.",
Fallos, 304:749 (1982); "1'ransportes Río de la Plata", íd ., p. 1621; "Toublanc c/Lu-
cifora", íd., p. 1717; "Emilio E. Massera", Fallos. 305:1159 (1983); "Martín de Brunt
c/Paparas", íd ., p. 1979; "Juan José Lombardo", Fallos, 306:224 (1984); "Monner
Sans c/Llaber", íd., p. 299; "Cesio elLa Gran Muñeca S.A.", íd., p. 1679; "Venendal
S.R.L. elLa Botica de los Sabores S.R.L.", Fallos , 307 :109 (198!'i); "Selim Saademo",
Fallos, 308:1202 (1986); "D.G.!. c/Sánchez Granel", íd ., p. 1230; "Santaella c/Na-
ción Argentina", íd. , p. 2068; "José López Rega", Fallos, 311:252 (1988); "Ricardo
R. Balestra", íd. , p. 565; "Ross c/Nación Argentina", íd. , p. 1232: "Cabral c/MCBA",
íd., p. 2701; "Femaudo Pruna l:lertot", Fallos , 312:311 (1989); "Pedro Luis Bonis",
íd., p. 1891; "Gassman dPcia. de Buenos Aires", Fallos, 313 :227 (1990); "Osvaldo
A. Cacciatore", Fallos , 314:657 (1991); "Francisco Ríos Seoane", Fallos, 315:859
(1992); "Video Cable Comunicaciones c/Instituto Nacional de Cinematografía ", Fa-
llos , 316:766 (1993).
24 9 "Gertrudis J:<'ix", Fallos, 228:328 (1954).
250
"David Krasilowsky", Fallos , 244:279 (1959); "Nación Argentina c/Tamet
S.A.", Fallo~. 259:65 (1964); "La Holanda Americana Cía. de Seguros S.A.", Fallos,
296:576 (1976); "Roa dBCRA", Fallos, 298:113 (1977); "Sanguinetti c/Nación Ar-
gentina", Fallus, 300:1136 (1::178); "Madari aga Anchorena c/Nación Argentina", Fa -
llos , 303:1040 (1981); "J;loroquímica S .A.",Fallos, 304:153 (1982); "Mario José Fran-
co", Fallos, 305:1745 (1983); "Vicente Cuenze", Fallos, 308:723 (1986); "Dolores
Manubcns'', Fallos, 311:667 (1988); "l:apata Timberlake c/Stehlin", íd. , p. 2247 .
TENDENCIAS JU1ÚDICO-POL!TJCAS DEL CO:O.IROL 343
"Agente Marítimo del Buque Tahama c/Capitán y Armadores del Buque Islas
Malvinas", Fallos, 275:18 (1969); "Ingenio Río Grande S.A . c/Nación Argentina",
Fallos, 276:366 (1970); "Nicolás Giménez", Fallos, 283:248 (1972); "Ángel Maggio",
Fallos, 286:240 (1973); "Grosso c/Nunnari", Fallos, 288:97 (1974); "Aldo L. Borio",
Fallos , 291:160 (1975); "Sindicato de Trabajadores Municipales de Avellaneda",
Fallos, 292:331 (1975); "Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles Ar-
gentinos c/Nación Argentina", Fallos , 293 :459 (1975); "Díaz de Bruni c/B runi",
Fallos, 2Y4:357 (1976); "Pelado Viejo S.A. c/Nación Argentina", Fallos, 295:701
(1976); "Pedro Julián Paneth", íd., p. 704; "Ferrari c!Bertetta", Fallos, 296:552
(1976); "Bessio c/Nación Argentina", Fallos , 298:47 (1977); "Rochman de Blitman
c/Gryncwaig", íd., p. 85; "Roa c!BCRA", íd., p. 113; "fiscalía Nacional de Inves-
tigaciones Administrativas", íd., p. 408; "Mercado de Abasto de La Plata c/Pcia.
de Buenos Aires", Fallos, 301:859 (1979); "Sandra l. Gianelli", Fallos , 302:345
(1980); "Lópe1. c!Municipalidad de Catamarca", íd., p. 41 7; "Lamar S.R.L. c/A.N.A.",
Fallos , 301:749 (1982); "Transportes Río de la Plata". íd ., p. 1621; "Toublanc c/Lu-
cifora", íd., p. 1717; "Emilio E. Massera", Fallos, 305:1159 (1983) · "Mal'lín de Brunt
c/Paparas", íd., p. 1979; "Juan José Lombardo", Fallos , 306:2Ú (1984); "Monner
Sans c!Llaher", íd. , p. 299; "Cesio elLa Gran Muiíeca S.A.", íd .. p. 1679; "Venendal
S.R.l.. elLa Kotica de los Sabores S.R.L.", Fallos , 307:109 (1985)· "Selirn Saademo"
F'_allos , 308 : 12~,2 (19 6); "D.G}. c/Sánchez Granel", íd., p. 1230; "Santaelln c/Na:
c16n Argentina , íd., p. 2068; José López Rega", Fallos, 311:252 (1988); "Ricardo
~- Balestra",}d., p. 565; "Ross c/Nación Argentina", íd., p. 1232; "Cabra! c/MCBA",
~d., p. 2701; "Fernando Pruna Bertot", Fallos , 312:311 (1989); "Pedro Luis ilonis",
1d., p. 1891; Gassman c/Pc¡a, de Buenos Aires" Fallos 313·227 (1990)· "O Id
A· CacctaLore
· ", ralos
"' l , 314:657 (1991); "Francisco•
Ríos• Seoane",
· , sva o
Fallos, 315:859
(1992), "Vtdeo Cable Comurucac10nes c/Instituto Nacional de Cinematografía" Fa -
llos, 316:766 (1993). '
~ 4 9 "Gertrudis Fi.x", Z.'allos , 228:328 (1954).
S A ,~; ;~Dav~~ K;asilo':sk(, Fallos , 244:279 (1959); "Nación Argentina c/Tamet
9
296;576a(l~s76)· "R~ (~6~~a }!:~~ando ~ericana Cía. de Se~uros S.A.", Fallos,
gentin~"· Fallo~, 300~1136 (197,8);~~:da r~!~~ !~~~~:~~:~~!~:::~~ ~~~~~ ~~~
2 1
llo,s, 3.0d:l040 (1981); "l!loroquímica S.A.", Fallos, 304:153 (1982)· "MJo José
co . l<allos , 305:1745 (1983)· "Vicente Cuenze" F zz 3 . '
Frn
a -
Manubens" Fallos 311 ·66 7 '( 1988¡. "Z ' T.' a os, 08.723 (1986); "Dolores
' ' · • apala unberlake c/Stehlin", íd., p. 224 7.
344 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
260
Véanse estas reglas en Federal Civil Judicial Procedure and Rules , cit.,
esp. p. 531.
261
. Véase la Sección 1254 dd Título 28 del Uniled Statcs Codc en el lugar
e1tado en nota anterior, en p. 825.
~: Sección 1257 d~l cuerpo .normativo citado en nota anterior, en p. 813.
Secc~ón 1~57 . Ti t. 28, USC . En los Estados Unidos no existe la rigidez
sobre el supenor tr1bunal de la causa impuest.a aquí pol' los casos "Strada" Fall 0 s
308:490 (1986) Y "Di Mascio" , Fallos, 311:2478 (1988). ' '
TENDEN CIAS JURÍDICO-POLÍTICAS DEL CO~'TROL 347
2fi4 Véase el estudi o r ealizado para el FORES por los doctor es Horacio Lynch
y Silvana Sta nga , titul ado Reformas en la Corte S uprema (Jnuestigación sobre
la s condiciones de tmbajo, cu mplimiento de s u labor y propuestas pa ra su reor·
ga.nización), l:luenos Aires, abril de 1987 , ps. 1 a 3.
265 E stas cifras figuran en la obra de CAVAGNA M ARTfNEZ, B IELSA y GRANA
citad a supra en nota 19 , ps. 177 y 178.
348 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
270 "The Philadelphia lnquirer ", 4/10/1968, cit. por ABRAHAM , Henry H ., The
Judiciary. Th e Suprem e Court in the Gouernmental Process, 10th ed., New York
Univer sity Press, New York, 1996, p. 97 .
271 Véanse las cifras que he consignado en nota 133.
350 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
28
6 Más adcl,? nte analizaré su dis idencia, acompat1ada por los jueces Harlan,
Day Y WllJLe , en Lochncr v. New York", ci~ado supra, nota 280.
"R 7 American Constitutional Law , cit., p. 1358.
2
8M American Constitutional Law cit. p. 14.
. . ~"~ Ley o mandato legislativo pot: medio del cual se impone la pena ca ita!
~m JUlclo prcv10 (Bla ck 's Law Dictionary 7th ed W • G
p. 159) . · •
M" p
·• es, roup , =~sota, 19\:19,
'l'ENm: NCIAS JURÍDICO·POLITICAS DEL CONTROL 355
298 Conf. B ATES, Ernest. S., Th e Story of the Supreme Court , Bobbs-Merryl
Co ., Indianapolis, 1936, p. 47.
299 2 U.S. (2 Dalias) 419 (1793).
300 El caso produjo tal conmoción qu e inmediatamente fue adoptada la En-
mi enda 11 (Febrero de 1795), qu e prohíbe estas dema nd as. ''The Judicial Power
uf the United States - dice- shall not be constru cd to extend to a ny suit in law
or equity, commenced or prosccuted aga inst one of the United Stales by citizens
of another ·s tate, or by citizens or subjecls of any foreign State". Para un estud10
completo del caso y la Enmienda , véase ÜRTH , J olm V., Th e Judi cial Power of
th e United Stales-The Eleuenth Amendment in American History, Oxford Uni-
versity Press, 1987.
3 0 1 Recordemos que en los Estados Unidos la denominación "federalista"
no es equiva lente a la nuestra. Aquí la divi sión entre feder ales y unitarios señala
la divergencia entre quie nes querían un gobierno descentralizado con reconoci-
miento de las autonomías provinciales y los que rechazaban esa posibilidad. En
los Estados Unidos , los federalista s era n quienes deseaban la cr eación de un go-
bierno federal por encima de los gobi ernos locales. Como vemos, si bien no son
compl etamente opuestas, ambas nociones están muy di s tanciadas.
302 14 U.S. (1 Wheatou) 304 (1816).
aoa 19 U.S. (6 Wheaton) 264 (1821).
ao4 17 U.S. (4 Wheaton) 316 (1819)
aos 22 U.S. (9 Wheaton) 1 (1824). ·
aol) 2 ~ U.S. (12 Wheaton) 419 , 443 (1827) .
307
Vcase supra § 4, b, 3.
TENDENCIAS J URÍDICO-POLÍTICAS DEL CONTROL 359
Court of the United Stotes, cit., vol. V (1974), "The Taney Period" (1836-64), by
Carl B. Swisher, cap. XXIV, p. 592.
a12 1 Statutes al Large, 570.
313 1 Stalutes at Large, 596.
314 Una previsión similar fue la de nuestra ley 4144 de Expulsión de Ex-
tranjeros, sancionada en 1902 bajo el gobierno del presidente Julio Roca y tan
criticada por Carlos SÁNCHEZ VlAMONTE (Biografía de una ley antiargentina, la
ley 4144, Nuevas Ediciones Argentinas, Buenos Aires, 1956). Su constituciona-
lidad fue admitida por la Corte Suprema en varios casos, especialmente en "Simón
Scheimberg", Fallos, 164:344 (1932), conocido como el caso "Deportados en el
Transporte Chaco".
a15 Francia había ayuda do a las colonias nortea mericanas en su lucha contra
Inglaterra por obtener la independencia, pero los acontecimientos ocurridos en
aq uel país luego de la caída de la monarquía, junto con los sucesos que desem-
bocaron en el terror desatado por el bando jacobino, hicieron que el sector con-
servador (federalista) de la joven república estadounidense se volcara en fav or
de la antigua metrópoli, mientras que los liberales (republicanos), liderados por
JefferRon, inclinaron sus preferencias por los franceses . Cuando finalmente se
desató la guetTa , los Estados Unidos proclamaron su neutralidad, pero en el tra-
tado suscripto con Inglaterra por Jay en 1794, fu e admitido qu e Inglaterra cap-
turara los buques neutrales que transportaban mercaderías a Franda. Como con-
secuencia de ello, en 1796 barcos de guerra franceses atacaron naves comerciales
norteamericanas en viadas a Inglaterra. El inci dente se agr avó en 1798 cuando
el ministro de relaciones exteriores francés, Talleyrand, rehusó recibir una misión
diplomática estadounidense enviada a París para mejorar las relaciones. A partir
de a llí, las diferencias entre federalistas y republicanos se hicieron más profundas.
Los primeros veía n a los segu ndos como detenla dores de la ideología regicida
de los franceses , de modo que bajo la impronta del presidente Adarns - qui en
poseía la mayoría en ambas cámaras legislativas- comenzó a prepararse la ley
de r epresión de la sedición, la que fue promulgada fin almente el 14 de julio de
1798. Curwsamente, la ley protegía al Presidente y a las Cámaras del Co ngreso,
TENOF.NCIAS JURÍDI CO-POL!TICAS DEL CO!o.'TROL 361
3 2 1 Sin dudas, la Revol ución de Mayo presenta los origcnes del constitu-
cion alismo argentino, pues se gestaron en ella los primeros documentos de nuestra
historia i nst itucioaal (Véase R AVCI:S, Federico, La Revolución de Mayo como origen
constitucional argentino , Abeledo-Perrot, Buenos Aires , 1960).
322 Mariano Monmo , "el hombre de Mayo" o ".,! •ilma o numen de la revo-
lución", nació en l:lucnos Aires en 1778, hijo de Manuel Moreno. funcionario es pañol
del gobierno del virreinato, y de Ana Maria Valle. Estudió en la Escuela del
Rey y en el Colegio de San Cad os. lngresó luego en la Academia Carolin a, de
la Universidad de Chuqui saca, bajo la conducción del canónigo Tct'l'nzns, donde
abrazó las ideas de la ilustración. Se graduó con una tesis rememorativa de la
sublevación de Tupac Amaru, donde co ndenó la s prácticas cspnñolas de exigir
servicios personales a los indios. Volvió a Buenos Aires alrededor de 1805, Y
muy pronto se comprometió en asuntos de interés público. En un principio se
mo ~ tró inclinado a unirse al grupo liberal es pañol, y fmalmente se alineó con
el grupo conducido por Martín de Álzaga. En 1809 redactó uno de sus más famosos
escritos , cuando se dirigió al virrey Cisn erns en un memorial que defendía los
intereses de los hacendados ea contra del monopoli o comercial es pañ ol. Su RPpre-
sentación de los hacendados , donde proponía la a pertura del Río de la Plata al
libre comercio durante un periodo de dos años , implicó para Moreno el apoyo
criollo con la caída del rey Fernando VII, debida a la invasión napoleónica. Ya
on el gobi <>rn o de lA ,Junta s urgida de la Revolu ción de Mayo - durAnte los siete
meses en los que fue su secretario- actuó r á pida y firmemente para mantener
a todo el virreinato leal al gobierno patrio en Buenos Aires , establecer una ew-
nomía san a y libre y elaborar una constitución que pudiera organizar legalmente
364 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
grafías sobre Alberdi. Cito por lodas: MAYER, Jorge M., Alberdi y su tiempo, 2ª
ed. , Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociale de Buenos Aires.
326
Acerca de la influencia de Gorosliaga en la redacción de la Constitución
v_éase VANOi;SI, :Jorge R., La influencia de José Benjam(n Gorostiaga en la Cons:
ti lUCión argentwa y en su jurisprudmcia , Pannedille, Buenos Aires, 1970.
327
En punto a la influencia del constitucionalismo norteamericano todavia
e~ decisiva la tesis de PAUILLA, Alberto G., La Constitución de Estado~ Unidos
como precedente argentino, Jesús Mcnéndez, Buenos Aire , 1921. Puede verse
también VANoSSl, Jorge R. , La influencia de la Constituciófl de los Estados Unidos
dP Nortl'an; érica er1 la Constitución de la República Argentina , "Rev. Jurídica de
San J stdro , n°' 10-11. 1976, ps. 73 a 148.
J2M Con relación a las ideas constitucionales de Sarmiento véase P ÉREZ Gullr
HOU, Dardo, Sarmteflto Y la Constitución, Instituto Argentino de Estudios Cons-
titUciOnales y Políticos, Mendoza, 19 9.
~ H Ba~"tulomó Mitre (1821- 1906) fue Presidente de la Nación (1862-1868) ,
2
. e S
Jn Z.AVALIA Clodomiro , Historta d e la orte ' upre
ma dP ,Justicia de la RP·
pública Argenti~a , P eu ser, Bue nos Aires , 1920, p . 51.
368 CONTROL DE CONSl'ITUCIONALIDAD
3 3
. ~ R oMERO CARHANZA, A.; R o nn1GUEZ V AilELA, A., y VENTURA, E. , Hi storia po-
littca de la Argentma, Pannedille, Buenos Aires, 1975, t. 111, ps. 41 a 43.
TE NDENCiAS JURÍDICO-POLITICAS DEL COl'<"TROL 369
3~4 Cit. por ZAVALIA , Clodomiro, Historia d e la Corte Suprema , cit., p. l48.
335 Cada una de las épocas de la Corte está identificada con alguno de sus
integrantes , que se ha destacado por la influencia de su personalidad, por su
labor pública o por su erudición. El símbolo de esta prúnera época, su lider in-
telectual, es , indudableme nte, José Benjamín Gorostiaga. Gorosliaga había na-
cido en S11ntiago del Estero, el 26 de marzo de 1823, hijo de don Pedro Pabl o
Gorostiaga y de doña María Femanda Frías Araujo. En 1 38 comenzó a educarse
en el Colegio de los Jes uitas, donde luego, en 1844, dictó clases de filosofía. Des-
pués de la caída de Rosas, el gobernador Vicente López y Planes lo nombró Mirllstro
d., Hacienda, por decreto del 25 de junio de 1852. Defendió el Acuerdo de San
Nicolás durante lo~ debate~ de juni.o en la Legislatura, permaneciendo en el mi-
nist erio hastn el 23 de julio. Con la renuncia de López pasó a ocupar el Consejo
de Estado, asesor de Urquiza, desde el 25 del mismo mes hasta el 4 de septiembre,
en que fu e des ignado asesor de gobierno y auditor de guerra y de marina. Estas
tareas las alternó con las de miembro de la Comisión redactora del Código de
Comerdo. El 9 de agosto de 1852, a los 29 años, ·fu e electo constituyente por
su provincia, con el presbítero Benjamín Lavaysse, ante In Con vención que debía
reunirse en San~a Fe. lncoq>orado el lB de noviembre , permaneció en el Congreso
hast a el fin de sus deliberaciones. Fue miembro informante de la Comisión de
Negocios ConsLitucion ales, y en ella def.,ndió el proyecto de Constil.ución, siendo
su principal r edador. Era un profundo conocedor del derecho público norteame-
ricano , en lo que a estructur11 federal se refiere. Se registran más de cuarenta
inLervenciones suyas en el debate particular de la ConsLitución. Fue autor del
Informe que acompañaba y explicaba el texto constitucional. En su carácter de
legis lador, firmó los tra~ados de libre navegación con Inglaterra, Francia y Es Lados
Unid os, el 10 de julio de 1853, junto con del Ca1Til , en nombre de Urquiza. Ter -
minado el Congreso Constituyente, Gorostiaga volvió a ocupar la cartera de Ha -
cienda por breve tiempo, y luego resultó electo diputado nacional al Congreso
federal por la provincia de Santiago del Estero, formand o parte del núcleo más
370 CüN 'I'KUL UE CONSTITUCIONALIDAD
Dedicado a la vide familiar y al campo, pasó sus últimos años hasta que falle-
ció en Buenos Aires, el 3 de octubre de 1891, a lo~ 69 años de edad. La biogra-
fía de Gorostiaga puede Vl.'rse en la tesis doctoral de Jorge R. VANOSSt ya cita-
da y en ZUVII!IA, Jo~Á M., Los constituyentes dl' 1853, Lajouane, Bu.,no~ Aires,
1889, p. 103; llHAVO, Domingo A., José Benjamln Gorostiaga , Santiago del Estero,
1964.
336 En "Fisco Nacional dOcampo", Fallos, 12:134-155 (1872), dijo que ella
es el "tribunal en último resorte para todos los asuntos contenciosos en que se
lo ha dado jurisdicción como pertenecientes al Poder Judicial de la Nación", doc-
trina repetida muchas veces. Tales, por ejemplo, "Bodegas y Viñedos Amadeo
Maraftón d i.N .V. ", Fallos , 297 :381 (1977) y "Rodolfo J. Brieba ", Fallos, 306:2070
( 1984).
aa? "Fiscal Gent>ral de la Nación dArgerich", Fallos, 1:130-132 (1864) ; "H•m-
jamin Calvete", Falles, 1:340, 348 (1864).
3:1~ "Ríos , Gómez y Ríos", Fallos, 1:32-36 (1863).
3:19 "Ba ldomero Martínez dOtero", Fallos, 2:127 (1865).
340 "Empresa Plaza de Thros", Fallos, 7:150-152 (1869).
34 1 "CaiTarena c/Banco Argentino del Rosario de Santa Fe", Fallos, 10:127,
436 (1871).
342 "Severo Chumbita", Fallos, 17:22-38 (1875).
3·W "Santa Fe c/Hu e", Fallos, 4:311-320 (1867).
1 •11 "Av egnu c!Ducnos Aires", Fallos , 14:425 (1874).
a<5 Ya me he referido previamente a esta cuestión cuando hice referencia
al caso "Chisholm v. Gilorgia", 2 U.S. (2 LJallas), 419 (1793).
31G "Procurador Fiscal dGobernador de San Luis", Fallos, 9 :ñ:i7-543
(1870).
a47 "Lino de la Tone", Fallos, 19:231 , 238 (1877).
34R "Fisca l General de la Provincia de Buenos Aires dBanco Nacional", Fa-
llos, 18:340 (1876).
374 CoNTROL DE coNSTITUCIONALlDAD
de la r~:ltcaciOn del Q~¡g~n de las especies de Darwin, pero sus ideas se vincula n
con e arwm1smo soc1al · Spencer partía de la idea de que la intervención del
TENDENCIAS JURÍDJCO-POLfTJCAS DEL CONTROL 379
EsLado en favor de los débiles , los pobres, los des heredados. conLr·ibuye a la de-
gradación de la especie humana. La ley de la natural eza es. según su criterio,
permitir piad osamente que és tos mueran, dejand o su lugar a los más apLos.
373 WAitllEN, Ch., 1'he Supreme Court .. .. ob. cit., t. 11 , p. 713 , noLa l. Aquí
cita el autor los numerosos artículos que fueron esLTitos , Lanto a favor como en
contra de este polémico fallo .
m Fallos, 98:24 (1903).
375 El fallo lleva las firmas de los jueces A. Bazán, O. Bunge, N. González
del Solar, M. Daract y A. Bermejo.
376 Años más tarde , el presidente de la Corte, Antoni o Bermejo, la repro-
duciría en su di si dencia en "E rcolano c/Lanteri de Renshaw" (Fallos, 136:161,
último considerando, p. 193).
380 CoNTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
an Fallos , 98:51.
37H Fallos. 137:212 (1922).
m Fallos , 137 en p. 213.
aRO Fallos, 156:20 (1929).
38! Dice la Corte: "Que la facultad conferid a al Congreso de la Nación por
el art. 67 , inc. 11, revi te lo caracteres de un poder exclusivo de la Nación, y
así resulla, con toda evidencia, no sólo de los términos expresos en que la de-
legación ha sido acordada por aquel artículo, y de los antecedenles y razones
que la determinaron claramente expresados al adoplarse el principio, sino también
de la prohibición formulada por el art. 108 a l as Provincias de ejercitarlo d espu és
de dictados por la Nación lo códigos comunes. Que la jurisprudencia de esta
Corte ha señalado en reiterados fallos el carácter de exclusividad correspondiente
a ese poder, al declarar que todas las leyes que estatuyen sobre las relaciones
pri vada s de los habitantes de la República son del dominio de la legislación civil
o comercial y están comprendidas entre las facultades de dictar los códigos fun -
damental e~ qu~_la Constitución nacional atribuye exclusivamente al Congreso,
a c~ya leg!slac!On ~eben conformarse las Provincias, no obstante cualquier dis·
pos1c1ón en contrano que contengan sus constituciones o leyes locales (Fallos , t.
147 , p . 29; t . 149, p. 54). Que si este poder de legislar, en materia de derecho
pnvado, es exclusivo del Congreso, evidentemente no puede ser compartido en
TBNDE NCIAS JUIÚDICO-POLITICAS DEL CONTROL 381
('
•Ons t:JBR "Adk:iC'ns
ruct10n Children'
o.",v. 269 Hospital",
U.S. 385 0926). 261 U.S. 525 (1923); "Connally v. General
3H9 ''Will' S dard .
3110 " Jams v._ tan Oil Co. of Louisiana", 278 U.S. 235 (1929).
clond~~ 9~e mcoBns~~cionaJ
Wolff Pack:ing _Co. v. Coun of lndust. R.,ltns.", :l62 U.S . 5::!2 (192:-J)
"dJP.cla3ró una ley que imponía el arbitraje obligatorio. '
. .~ 165
39 ay u.s.urns
578 OAUJg Corp. v. Bryan"' 264 U.S. 504 0924) .
(1 97).
393
94 u.s. 113 (1877).
394
'Jbdos ellos se referían 8 la validez d
inspiradas en una de Iilinois reguiab e un grupo de _leyes estatales que,
las tarifas más accesibles a ,lo W:. e 1 comercto ferrov¡ano tendiendo a hacer
duetos. agncu tores que deseaban transportar sus pro-
395 208 u.s. 412 (1908).
382 CONTROL DE CONS'fl'l'UCIONALIDAD
turaleza -en opinión del juez Pitney, redactor del fallo- im-
plicaba una restricción a la libertad contractual del trabajador
quien , en aras de obtener un buen empleo, debía poder re-
nunciar a su derecho a formar parle de un sindicato. Otros
casos, además del citado eje mplifican bien la tendencia del
momento . Así tenemos v. gr. aquellos en que fueron decla-
radas inconstitucionales leyes de salario minimo 3H8 , de precios
mínimos ~ 89 , de relacione laborales ~\!() o de formas estandari-
zadas de la producción 1• Dentro de este mismo período debe
considerarse también ..Allgeyer v. Louisiana"""", donde fue de-
clarada inconstitucional una ley de ese estado que prohibía
celebrar contratos de seguro marítimo con empresas que no
hubieran obtenido autorización para realizar actos de comercio
en el estado.
De todos modos este período no es absolutamente unifor-
me y aparecen así ~sos como Munn v. Illinois'>:~ :J , radicado
9
388
".Adkins v. Childrcm's Hospital ", 261 U .S. 525 (1923); "Connally v. General
Construchon Co.". 269 U.S. 385 (1926).
as9 "W'Ili
"<JO " I ams v.. Standard Oil Co. of Louisia na", 278 U. S. 235 (1929).
· W~IIT P~cking .co .. v. Court of lndust. Reltns.", 262 U.S. 522 (1923),
dond e ;e "declaró Inconsh~ucwnal una ley que imponia el arbitraje obligatorio.
19
· , J ay Burns Bakmg Corp. v. Bryan", 264 U .S. 504 (1924)
392 165 u. s. 578 0 897). .
39
" 94 U. S . 113 (1877 ).
394 Thdos ellos se referían a la validez de d
inspiradas en una de nlinois re ula b· un g.ru~o . e leyes ~statales que ,
las tari fa s má s accesibles a ' losga . ~te 1comerciO len ovia no tendiendo a hacer
du etos. gncu ores qu e desea ba n transporta r sus pro-
395 208 u.s. 412 (1908).
TENDENCIAS JURÍDICO-POUTICAS DEL CONTROL 383
Holdin g Co. v. Feldman" (256 U.S. 170 - 1921- ), y "Edgar A. Levy Leasing Co.
v. Sil•gel" (258 U.S. 242 - 1922- ).
40~ 113 u.s. '67 ' 31 (1885).
403 "Railroad Commission Cases", 116 U.S. 307 (1886).
382 C ONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
turaleza -en opinión del juez Pitney, redactor del fallo- im-
plicaba una restricción a la libertad contractual del trabajador
quien, en aras de obtener un buen empleo, debía poder re-
nunciar a su derecho a formar parte de un sindicato. Otros
casos, además del citado ejemplifican bien la tendencia del
momento. Así tenemo v. gr. , aquellos en que fueron decla-
radas inconstitucionale leyes de salario minimo 388 , de precios
mínimos 389 , de relaciones laborales 390 o de formas estandari-
zadas de la producción . Dentro de este mismo período debe
considerarse también Allgeyer v. Louisiana" 3 ~\ donde fue de-
clarada inconstitucional una ley de ese estado que prohibía
celebrar contratos de marítimo con empresas que no
hubieran obtenido auto · "ón para realizar actos de comercio
en el estado.
De todos modos, e ~ periodo no es absolutamente unifor-
me y aparecen así casos como "Munn v. Illinois" 39:1, radicado
dentro de un célebre gru d sentencias, usualmente llamadas
"casos de los granjero - er cases), fallados entre 1870
y 1880 m . El mismo - · ó como consecuencia del dictado
de una ley de Illinois que di ponía la fijación de precios má-
ximos para el almacenaje de granos en Chicago, considerada
contraria a la Decimocuarta Enmienda. La Corte, conducida
por su Chief Justice Waite, sostuvo la constitucionalidad de
la ley alegando que los elevadores terminales de granos eran
de interés público y ello autorizaba a la legislatura la fijación de
precios máximos a su arbitrio. También puede anotarse, co-
mo excepción importante a la doctrina dominante, "Muller v.
Oregon" 395 , en donde se admitió la validez de una ley de li-
mitación de la jornada laboral para mujeres.
aaa "Adkins v. Children's Hospital", 261 U .S. 525 (1923); "Connally v. General
Constm ction Co.". 269 U .S. 385 (1926).
ass "Williams v. Standard Oil Co. of Louisiana", 278 U.S. 235 (1929).
3!XI "Wo\JT Packing Co. v. Court of Indust. Rcltns .", 262 U.S. 522 (1923),
donde se declaró inconstitucional una ley que imponía el arbitraje obligatorio.
~ 9 t "Jay Durns Baking Corp. v. Bryan", 264 U .S . 504 (Hl24).
39< 165 u.s. 578 (1897).
393 94 u.s. 113 (1877).
3 9 4 Tudos ellos se referían a la validez de un grupo de leyes estatales que,
Holding Co. v. Fcldman" (256 U.S. 170 -1921- ), y "Edgar A. Levy Leasing Co.
v. Siegel" (25R U .S. 242 -1922-).
4o2 1.13 U.S . 27, 31 (1885).
403 "Ra ilroa d Comm ission Cases", 116 U.S. 307 (1886).
384 CONTROL DE CONSTITUC IONALIDAD
404
405
"Mugler v. Kansas", 123 U.S. 623. 661 (1887)
221 u .s. 1 (1911). .
406 La historia de este caso a asi .
preme Court of the United State P •t onafte puede verse en History of the Su·
ponsible Government" by Ale sd, CJB.: kvo . IX (1984), "The Judiciary and Res-
407 A ' xan er 1c el and Benno C S hm .d
cerca de los comienzos de la !u . . · e 1 t, ps . 96 a 113.
puede verse BiAN t:HJ, Alberto B L cha a?tunonopólica e_n los E~tados Unidos
2001, t. I, § 7, p. 47. ., a regulac~on económica , Abaco, Buenos Aires
40
H Fallos , 7:152 ( 1870) '
' 10 ~ Fallos , 31:274 (1887)
410 L ·
d os saladeros arrojaban desperdicio .
e allí que la Corte sostu vo enfáti s .al no , contaminand o las aguas,
camente QUe nmguno puede tener un derecho
TENDENCIAS JURIDICO-POLÍTICAS DEL CONTROL 385
420
421
422
TENDENCIAS JURIDICO-POLITICAS DEL CONTROL 387
breve periodo (1932-1 ), luego de una larga y fecunda labor como juez en los
tribunales de ew York., donde adquirió gran reputación nacional. Se desempeñó
también como profesor en la Universidad de Yale . De todos los jueces de la Corte
fue el que más adhe 'ón demostró al New Deal , quedando como único disidente
e n el caso ""Panam.a R..e.ñning Co." (ver infru, nota 468) en el cua l fue declarada
la inconstitucionalidad de la National Industry Recovery Act.
466 Harlan Fiske Stone ingresó al Tribunal en 1925 y en 1941 fue de-
signado Chief Justice por Roosevelt, posición que ocupó hasta su fallecimiento
en 1946. Viejo amigo del presidente Coolidge, fue su Attorney General en 1924
y luego miembro de la Corte. Su can-era anterior a la Corte estuvo dividida
t-ntre su ex.ilosa práctica como abogado en Sullivan & Cromwell y sus clases
como profesor en la Universidad de Columbia. Su carrera es curiosa. Llegó a
la Co•"ie de la mano de un presidente republicano y ostentando una dilatada
act.ivic!Hcl como abogado al servicio de importantes firmas de Wall Street. No
obstante, en el Tribunal fue un defensor del programa de gobierno de Roosevelt,
de quien supo obtener confianza suficiente como para ser designado al frente de
aquél.
TENDENCIAS JURIDICO·POLÍTICAS DEL CONTROL 393
466 Véase BIA NCH I, Alberto B ., La regulación económica, § 1R, ps. 107 y si-
guientes.
~67 El paso de Owen J osephus Roberts por la Corte Suprema se extiende
por 15 años (1930-1945) que han quedado m arcados por su si nuoso manejo de
las posiciones dentro del Tribunal, ya que tanto enfre ntó al New Deal alinead o
con lo s horsemen como se volcó a favor de aquél cuando a rreciaron las críticas
contra la Corte como consecuencia de su actitud hostil hacia el programa de go-
bierno de Roosevelt.
468 293 U.S. 388 (1935).
46u 295 U.S . 495 (1935).
470 Si bien preten día ser un sistema integral de reform as de la justicia fe-
deral , era claro que estaba dirigido directame nte a la Corte. En lo esencia l, per-
mitía la des ignación de un nu evo juez fed eral por cada uno de los CXlslentes
que habían esta do en el cargo por espado de diez anos o más, y no se hub1eran
retirado dentro d~ los seis meses de haber cumplido setenta años. D1cho nuevo
juez sería des ignado e u el tribunal dond e el septuagenario se desempeñara. Puede
verse el texto completo de este proyecto de ley y sus documentos anexos en Wnvr,
Elder, Cuide to the U.S. Supreme Court, znd ed ., Congressional Quarterly, Was-
hington D.C., l 990, ps. 957 a 975 .
394 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
searches and seizures; and so on. lt is a rational continuum which, broadly spea-
king, includes a freedom from all substantial arbitrary impositions and purpo-
selcss restrainLs (. .. ) and which also recognizes , (. .. ) that certain interests require
particularly careful scrutiny of the states need asserted to justify their abrid-
gement".
Con ello, la Corte norteamericana daba la razón , finalmente, a Madison,
en su disputa con Hamilton, quien se había opuesto a la enumeración expresa
de los derechos , por com•iderar que ello podría s uponer la supresión de los que
no fueran objet.o de mención expresa. Asimismo, aventaba los temores que sobre
la misma exp•·esaba STORYcuando decía: "Esta máxima (la de la Enmienda Novena)
bien comprendida es verdadera y sabia, pero se ha abu ado singularmente de
ell a para sostener las más extrañas y las más perniciosas herejías políticas" {S'T'OHY,
Joseph , Comentario sobre la Constituci6r¡ de los Estados Unidos, versión castellana
de la 3" edición norteamericana de Nicolás A. Calvo, Librería de Mayo. Buenos
Aires. lHH1. t. IJ, p. 427) .
<95 Acerca del artículo 33, nuestra doctrina ha señalado desde antiguo que
"sirve a la vez para fijar la interpretación de la Constitución, afirmando sus prin-
cipios fundamentales, contra los que quisiesen suponer que la letra autoriza la
restricción de ciertas libertades, o la suposición de que no es constitucional , ni
tiene valor legal, lo que no está expresamente dicho en la Constitución: inter-
pretación que pervierte el espíritu y falsea los fin es a que ella responde" (V>:IJIA,
Agustín de, Constitución argentina, Coni I·Inos. , Buenos Aires, 1907, p. 47); en
igual sentido, GONZÁLEZ CALDERÓN, Juan A., Derecho constitucional argentino, oh .
ci L t . I , ps. 404 a 407.
<96 "Meyer v. State of Nebraska", 262 U.S. 390 (1923).
497 "Pit>rcc v. Society of Sist.ers of the Holy N ames of J es us and Mary'', 268
U.S . 510 ( 1925).
498 "Skinner v. State of Oklahoma ex rel. Williamson", 316 U .S. 535 (1942).
•Y~ "Rochin v. California", 342 U.S. 165 (1952).
;;oo 381 U.S. 479 (1965), caso en que se declaró inconstitucional una ley de
ese estado que prohibía el uso de anticonceptivos. Este fallo fue confirmado lue-
go en "Carey v. Population Services International", 431 U.S. 678 (1977), donde
se declararon inconstitucionales restricciones impuestas por el estado de N ew
York para la venta de anticonceptivos. Tales restricciones prohibían la venta de
aquéllos a menores de 16 y la venta a mayores de esa edad que no fuera hecha
por un farm acéuLico.
Ml 410 U.S. 113 (1973).
TENDENCIAS JURiDJCO·POLíTICAS DEL CO ITROL 397
502
Se trataba de un caso planteado en marzo de 1970 po1· una mujer soltera
Y entonces embarazada --Jane Roe- residente en el estado de Texas cuya legis-
lación le impedía abortar. Luego de efectuar una extensa reseña histórica del
aborto en lnglaten-a y los Estados Unidos, el voto de Blackmun concluye que el
der·ccho de un<t mujer a abortar se basa en el derecho a la privacidad, o, dicho
de otro modo , el unp edimento legal a abortar es violatorio de la privacidad de
la mujer, a quien se le puede infligir un daño flsico y mental si se le impone la
carga de continuar con un embarazo y tener un lUjo que no desea. El problema
de la existencia en el embrión de la persona humana fue resuelto estableciéndose
que la Constitución sólo protege a las personas que han nacido, ya que no existe
protección constitucional para el feto, agregando que no era de competencia de
la justicia resolver en qué momento se produce el comienzo de la vida humana,
especialmente cuando los expertos de todas las disciplinas no se habían puesto
de acuerdo en eslt> punto. No obstante, la legalización del aborto no fue absoluta.
La Corte intentó hacer un balance entre el compelling interest (inter és apremiante
o imper~tivo) de lu mujer abortante y el dt>l Estado en proteger la vida de un
futuro ciudadano. Para ello acudió a la tesis de la viabilid:1d (uiability ) entendida
como la posibilidad del feto de tener vida fuera del seno materno , y determinó
-con la misma ausencia de autoridad científica que había acusado para establecer
en qué momento comienza la vida humana- que el embara zo debía dividirse en
tres trimestres. Durante el primero -época de total ausencia de viabilidad- es-
tableció un deno!cho pleno de la mujer a abortar sin que el Esta do pudiera exigir
otra limitación que no fuera la intervención de un médico debidamente habilitado.
E n el segundo trimestre - con una viabilidad más clara- el Estado, si bien uo
puede prohibirlo, sí puede poner limites al aborto que sean razonables. en functón
de la salud maternal. En el tercer trimestre el Estado puede prohibtr el aborto
siempre y cuando el embarazo no comprometa la salud de la madre.
50~ Votaron en disidencia los jueces Rehnquist y White y concurrieron, pero
con votos separados, el entonces Presidente (Chief Justice) Burger y los jueces
Stcwart y Douglas.
!\ll4 "Zablocki v. Redhail", 434 U.S. 374 (1978).
sos "Moore v. City of East Cleveland", 431 U.S. 494 (1977) .
50il "I'arham v. J.R.", 442 U.S.584 (1979) .
507 "Wis consi n v. Yoder", 406 U.S. 205 (1972), donde se declaró inconstitu-
cional la penalización de la inasistencia de los alumnos a una escue la si los padres
la promovían por motivos religiosos .
398 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
efecto que ello pudiera tener sobre los alumnos 508 , el derecho
a la planificación sexual no integrada de la familia 509 , etcétera.
rule that pt ohtbtts a public official from recovcring dama¡¡es for a defamatory
falschood rel~tong to his official conducl unless he preves that the statement
w~s madc w1th "actual malice" -that is, with knowledge that it was false or
recklcss dtsregard of whether it was false or not-" (376 U S 279-280)
w1th 525
388 U .S . 130 (1967). . . ·
526
403 U.S. 29 (1971).
527
628
418 u.s. 32::J (1974).
485 U.S. 46 (1988).
529
501 U .S. 496 (1991 ).
"~ 0 Un solo fallo decl 6 · t'
457 0957) fu ar tncon~ Itucional una ley: "Morcy v. Doud", 354 U.S.
6~' G YN" e. re;ocado luego e~ N.ew Orleans v. Dukes", 427 U.S. 297 (]976)
U lHErt- ULLIVAN, Con.shtutwn.al Law, Cit, p. 47R. .
TEKDENCIAS JURID!CO · POLIT!CAS DEL CONTROL 403
presión, de reunión, de religión, de privacidad) . Con relación
a ~o~ prim~ros, sólo una grosera inconstitucionalidad puede per-
mitir al Tnbunal invalidar la ley. Por el contrario, con relación
a las segundas, es el Estado el que debe justificar la existencia
de un interés especial en la restricción de las mismas. Como
vemos, la presWlción de constitucionalidad de las leyes juega
de manera distinta en un caso y en otro. En lo atinente a
las libertades fundamentales, cede sólo frente a casos de segu-
ridad nacionaP'J2 , intereses rnilitares 638 o a los efectos de ase-
gurar el censo a los fmes electorales 534 •
G32 "Toyosaburo Korematsu v. United Statcs", 323 U.S. 214 (1944), donde
se justificó la internación de ciudadanos norteamericanos de origen japonés en
campos de concentración al comenzar la Segunda Guerra Mundial.
saa "Rostker v. Goldberg", 453 U.S. 57 (1981), que admitió la constitucio·
nalidad de la Military S electiue Seruice Act , la cual permitía la discriminación
en razón de los sexos, posibilitando la registración de los varones y no de las
mujeres.
5a4 "Marston v. Lewis", 410 U.S. 679 (1973) .
535 ARON, Raymond, La républiqz¿e impériale. Les États Unis dans le monde
(1945-1972) , Calmann-Levy, 1973. Puede verse la versión española (Alianza, Ma-
drid, 1976).
TENUENCIAS JURIDICO-POLÍTICAS DEL CONTROL 403
sa2 "Toyosaburo Korematsu v. United States", 323 U.S. 214 (1944), dond e
se justificó la internación de ciudadanos norteamericanos de origen japonés en
campos de concentración al comenzar la Segunda Guerra M~d1al . . .
m "Ruslker v. Goldberg", 45a U.S. 57 (1981), que adm•l•ó la constitu~IO
nalidad de la Mili tary Selectiue Seruice Act, la cual permitía la discnmmac16n
en razón el e Jos sexos, posibilitando la registración de Jos varones Y no de las
mujt!res.
5~4 "Marston v. Lewis", 410 U.S. 679 (1973).
5~~ ARON, Raymond, La république impériale. Le~ ~tats Unis dans le monde
(1945-1972) , Calmann-Levy, 1973. Puede verse la verswn espaftola (Ahanza, Ma-
drid , 1976).
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
404
blanca de origen anglosajón s:•s que p:edominab~_ hasta la ~écada
de 1950, se fue produciendo una mcorporac10n p~ulatm~. de
los restantes estamentos sociales y minorías a la vida pohbca ,
cultural y económica.
En la Argentina los cincuenta años que van de 1930 a
1980 fueron , en cambio, el escenario de una permanente tur-
bulencia política y del decaimiento de nuest.r~ 7conomía. Por
lo pronto , 1930 significa para nosotros el liDClO del uso del
golpe de estado como instrumento político sistemát~co. Dcsd~
el 6 de septiembre, fecha del derrocamiento del presidente Yn-
goyen, ya no hubo paz institucional. Se recobraría tan sólo
en 1983 con la finalización del último gobierno de facto. Lo
que hasta ese momento había sido una sucesión razonablemente
ordenada de mandatarios, se convirtió en un tumultuoso cambio
y recambio de presidentes de iure derrocados por funcionarios
de facto que a su vez entregaban - como podían- el poder a
nuevos presidentes de iure que serían rápidamente volteados
por una nueva intervención militar. Solamente dos presidentes
pudieron terminar su mandato constitucional en estos cincuen-
ta años: Agustín P. Justo (1932-1938) y Juan D. Perón (1946-
1952), que fue derrocado durante su segundo mandato en 1955.
Si tomamos el mandato constitucional de seis años, establecido
por la Constitución de 1853, es fácil sacar cuentas de que en
un período de cincuenta y tres años debían sucederse 8 o 9
presidentes. Pues bien, entre 1930 y 1983 en la Argentina hubo
24 , de l.os cuales 13 fueron de facto 507 • Ello determinó que la
presenc1a de las Fuerzas Armadas -en particular del Ejército-
en la política fuera decisiva: sobre 24 mandatarios 14 fueron
generales -retirados o en actividad-, incluyendo a' Agustín P.
5 36
: Usualmente designada con la sigla WASP (white-anglo-snxon-protestant)
Los presidentes de iure fueron Ilipólito Yrigoyen (1928-1930); Agustí~
507
53H Fu <!ron muy difundidos en nuestro país en las décadas de 1970 y 1980
los estudios de los profesores Potas h y Rouquié escritos en los Estados Unidos
y Francia: Po'l'ASH, Robert A., El ejército y la política en la Argentina (1928-1945)
y l!Jl ejército y la poUtica en la Argentina (1945-1 962) , Sudamericana, Buenos
Aires, 1971 y 1981 , res pectivamente; RoUQUIÉ, Alain , Poder militar y sociedad
en la Argentina , vol. l (hasta 1943) y vol. 11 , (1943-1973 ), Emecé, Buenos Aires ,
19Rl y 1982.
53H Acordada de fecha 10 de septiembre de 1930, Fallos, 158:290.
540 Acordada del 7 de junio de 194::1 , Fallos, 196:5.
541 Regía entonces la ley 252, sancionada en 1868 bajo la presidencia de
Mitre micnl~as éste se encontraba en la Guerra del Paraguay, actualmente reem-
plazada por la ley 20.972, sancionada en 1975 bajo la presidencia de María E.
Ma.rtínez de Perón.
542 La Corte Suprema le tomó juramento como Presidente de la Nación al
Dr. José María Guido, vicepresidente provisiona l del Senado. El relato de estos
acontecimientos por parte de quien los vivió en forma personal e intensa pueden
verse en ÜYHANAnTE , Julio , H istoria del Poder Judicial , cil. , esp. P· 11 ~-
643 P~LLET L ASTRA. A1·turo, H istoria poUtica de la Corte Suprema (1930-1990) ,
Ad-Hoc, Buenos Aires, 2001 , cap. III.
CON'l'ROL DE CONSTITUCIONALIDAD
406
1do5"" . Sin querer tomar partido a favor de quienes ad-
acon tec . ·d 546 1 · rt s
miraban 545 0 criticaban a los jueces destüm os , o c1e o e
que este proceso, al cual sólo sobrevivió Tomás D. Casares,
marca el primer tramo de la decadencia institucio~al ~e la
Corte Suprema. Derrocado Perón en 1955, la R~voluc1ó~ Llb:r-
tadora se tomó revancha, destituyó a todos los JUeces (mcl~T~O
Casares), y ya nada pudo detener esta práct~ca que se¡~U1na
repitiéndose rftmicamente con cada nuevo gobierno. Haciendo
un simple recuento, la Corte sufrió seis renovaciones totales
desde 1947 hasta 1983.
En suma, el esfuerzo del período anterior, signado por el
acercamiento a las potencias europeas, se interrumpe en esta
etapa para dar lugar a la progresiva latinoamericanización de
547 Véase Ilo w the Bug Can Spread, en el diario "The Economist". 1917/01.
518 Acerca de la Constitución de 1949, SAMPAY ha escrito: "El ciclo oligárquico
abierto con el derrocami ento de Yrigoyen el 6 de septiembre de 1930, se cierra
con el alzamiento militar del 4 de junio de 1943, cuyo programa era instalar las
industrias pcsttdas como medio para obten"r la independencia económica, y ~e
remacha dicho cierre del ciclo oligárquico con la insurgencia popular del 17 de
octubre do 1945 dirigida a defender el prog-re ~o de la justicia social que se había
a lcanzado en esa época gracias a la política realizada desde la Sect·eta!'ia dtJ Tra-
h~tjo del gobierno nacional por el entonces coronel Juan Domingo Parón. Este
triunfo de los sectores populares allanó el camino para imponer la reforma cons-
titucional del 11 de marzo de 1949" (. . .) "La llamada Constitución de 1949 se
proponía hac.:er efectivo el gobierno de los sectores populares y liberar al país
del imperialismo, estatizando el manejo de los recursos financieros , de los recursos
nnturales y de los principales bienes de producci<\n, con la finalidad de ordenar
planificadamente para conseguir un desarrollo autónomo y armónico de la eco-
nomía, que concediera bieneslar moderno a todos y a cada uno de los miembros
de la comunidad. Apuntaba, pues, a consumar en la Argentina la revolución social
requerida por el mundo contemporáneo. La reforma constitucional de 1949 no
organizó adecuadamente el predominio y el ejercicio del poder político por los
actores populares, debido, primero, a la confianza que los sectores populares triun-
fantes tenían en la conducción carismática del general Perón, y en segundo , al
celoso cuidado que el propio general Perón ponía para que se formara paralela-
mente al gobierno legal un coadyuvante poder real de esos sectores populares,
a fm dtJ conservar el carácter pluriclasista de su movimiento, por lo que el nuevo
408 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
régimen iba a durar hast.a que la oligarquía cautivara a los oficiales de las fuerzas
armadas; porque es rigurosamente exacto , lo que expresa Aristóteles, que el que
tiene en su poder las armas decide la permanencia o no del régimen político.
Tal era , entonces, el talón de Aquiles de la mentada reforma, la cual, precisamente
como Aquiles , fue muerta por el enemigo en la flor de la juventud a causa de
tener vulnerable nada menos que su soporte. ~~fectivamente, de nuevo ganaron
el predominio político los antagonistas de los sectores populares , y éstos, como
era natural que sucediera, restablecieron íntegramente la Constitución de 1853";
cfr. SAMPAY , Arturo E., "La evolución constitucional argentina" en Las constitu-
ciones de la Argentina (1810-1 972), Eudeba, Buenos Aires , 1975, ps. 71 y 72.
549 Un resumen de la tarea de 'lbmás D. Casares en la Corte puede verse
en PEAKSON, Marcelo, lrnroducción a las enseñanzasjurldicas del Dr. Casares como
mini:;tro de la Corte, Rev_ "Universitas", año 10, nv 39 , marzo de 1976.
5fi0 Su ideario poütico fue resumido de la siguiente manera: 1) transformar
los latifundios en propiedad de empresas de bien püblico y en es pecial de coo-
perativas integrada por lo trabajadores de la tierra; 2) expropiar los monopolios
capitalistas poseedores de medios de producción y distribución; 3) estatizar y coo-
perativizar la función de recoger y administrar el ahorro social; 4) estatizar la
extracción, la industrialización y la comercialización de los materiales energéticos:
5) estatizar el comercio exterior; 6) proteger las pequeñas y medianas empresas
agrarias, industriales y comerciales, otorgándoles créditos para modernizar sus
técnicas de trabajo , y crear cooperativas de producción y de distribución en las
cuales dichas empresas se integren formando comlllfo'jos de alta productividad;
7l reali?.ar la reforma urbana para que cada habitante de las ciudades disponga
de hogar higi énico y decoroso , a cuyo efecto el Estado financiará la co nstrucción
de vi vicudas por cooperali vas y la compra por los inquilinos de las casas que
habitan , 8) instituu· la asistencia médica gratuita para el pueblo y transformar
en propiedad de cooperativas a las fábricas de productos medicinales pertene-
cientes a los monopolios; 9) utilizar pla.nificadamenle todos los recursos sociales
destinados a la educación - los del Estado federal , provincias , municipios e ills-
titutos privados- a fm de obtener de inmediato que en todas las regiones del
país sus habitantes completen los estudios primarios, y también obtener, en breve
plazo, que como mínimo cursen estudios secundarios; 10) fundar universidades
y modernizar las que haya , en las distintas regiones del país, orientando la for-
mación profesional y las investigaciones científico-técnicas a las necesidades so-
cioeconómicas de las respectivas regiones; 11) transformar a las Academias en
entidades del Estado y asignarles como función las investigaciones científicas de
alto nivel; 12) realizar una política internacional orientada a obtener apoyos para
promover el desarrollo económico autónomo del país (véase la obra citada en nota
548, ps. 76 y 77).
TENDENCIAS JURÍDICO-POLITICAS DEL CONTROL 409
5 1
~ Cuando Alberto G. Padilla cumplió 80 años en 1979 se constituyó una
Comisión de Homenaje y su personalidad académica fue presentada por el Dr.
Luis Botet, su sucesor en la cátedra de Derecho Constitucional 11 en la Facultad
de Derecho de la UBA , quien lo hizo con las siguientes palabras: " . .. Recibido
de bachiller en el Colegio Nacional de Tucumán en 1914, ese mismo año aprobó
el examen de ingreso a la Facultad de Derecho de Buenos Aires . El Centro de
Estudiantes lo designó primero redactor y después director de su órgano 'La Re-
vista Jurídica ', así como orador para representarlo en el homenaj e de la Univet·-
sid ad a José Manuel f.strada y en el acto de apertura de los cursos de 1919,
siendo ésa la primera vez en que a los estudiantes se les dio intervención en
esa ceremonia anual. Recibió el título de abogado en 1920 y enseguida el de
Doctor, con la presentación de una tesis que fue recomendada al Premio Facultad.
Rl Consejo Directivo lo designó profesor suplente en la cátedra de Derecho Cons- •'
titucional en 1928, pasando a ser después Profesor Extraordinario por haber estado ' ·'
a cargo del curso en varias oportunidades. Dirigió el seminario de la asignatura
al establecerse el mismo. Restituido a la cátedra en 1955, fue designado profesor
titular por concw·so, habiolndose desempeñado como La! hatita 1970. Formó parte
de varios períodos del Consejo Directivo, desempeñándose como Vice-Decano y
Decano en ejercicio. Fue nombrado Delegado-Interventor en 1955. Integró en
varias oportunidades los jurados para la elección de profesores y en 1967 fue
Rector sustituLo de la Universidad de Butlnos Aires. Habló en actos universitarios
y de otras instituciontls y en homenajes a los profesores Lucio V. López, Joaquín
V. González, Osvaldo Magnasco, Antonio Bermejo, Luis María Drago y Manuel
Augusto Montes de Oca. En 1956 fue designado miembro de la Academia Nacional
de Derecho y Ciencias Sociales, en la que ocupa el sitial que tiene como patrono
a Félix Frías. Fue S~cretario y Presidente de eRta Academia en el periodo 1974-77 .
Perteneció al Directorio del Colegio de Abogados de Buenos Aires , cuya presidencia
ocupó por dos períodos. Ha pronunciado conferencias en las Facultades de Derecho
de Córdoba y Tucumán, en el Instituto Popular de Conferencias y en otras Ins-
tituciones. Ha colaborado en la Revista de la Facultad, en 'Jurisprudencia Argen-
tina' y en 'La Prensa'. Entre sus publicaciones sobre temas de derecho se cuentan:
La Constitución de los Estado~ Unidos como precedente argentino , Jurisprudencia
constitucional de la Corte americana , El Presidente de los EE. UU. , su función
y sus poderes, Invocación del Preámbulo, Historia externa de la Constitución, Lec-
ciones sobre la Constitución. , etc. Sobre temas históricos ha publicado: El general
Roca de ministro a presidente, El general Celedonio Gutiérrez y la poUtica de la
Conf"edera.ción, Alberdi en viaje por América y Europa, La presidencia de Ave-
llaneda , etc." (Homenaje al Dr. Alberto Gabriel Padilla , Buenos Aires , 1979).
úú 2 Carlos Sánche:<. ViamonLe fue un fecundo estudioso del derecho consti-
tucional , actividad que compa1-tió con la política, habiendo sido diputado nacional
y provincial. Entre sus obras se cuentan El hábeas corpus (1927); La cultura
frente a la universidad ( 1928); Ley marcial y estado de sitio en el derecho argentino
(1931); Democracia y socialismo (1933); Defectos sociales de la Co':'stituáón de
1853 (193;j)· Hacia un nuevo derecho cor~stitucional (1938) ; CuestiOnes m stLtu-
cionales (Labor parlamentaria) (1941); Manual de derecho constitucional (1944);
El problema contemporáneo de la li.bertad (1945) , etcéL~ra . . . .
G5:J Pocos profesores y juristas han reumdo tantos titulas Y distmc10nes a~a
démicas como Segundo V. Linares Quintana. En su obra Tratado de mterpretactón
CoNTROL DE CONSTITUClONALlDAD
410
cionar a Rafael Bielsa y Juan Francisco Linare~ , ~ue , ~1 bie~
cultivaron preponderantemente el derecho adrrum~tratlvo hl-
. n notables aportes al derecho constitucional -sm perJUlC10
cLero . · · b
de otros muchos-) , se giró nuevamente hac1a 1os v1e~?s rum os
del constit.ucionalismo alberdiano y de la generac1?n de_l 80.
Tampoco fue igual la Corte S'_lprema baj~ 1a pres1denc~a. ~e
Roberto Repetto ~fi• que bajo Lms R. Longh1 55 5 , luego del JUlClO
constitucional (Buenos Aires, 1998) figura una reseña de su vida académica que
transcribo textualmente: "Abogado y Doctor en Derecho y Ciencias Sociales (Uni -
versidad Nacional de Buenos Air.,s). Prof.,sor Titular Emérito de Derecho Cons-
titucional de la Univet·sidad acional de Buenos Aires. Profesor Titular Emérito
de Derecho Constitucional y Derecho Público Pr-ovincial y Municipal de la Uni-
versidad Nacional de La Plata. Miembro de Número y ex Presidente de la Academia
Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires . Miembro de Número
y Presidente de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Polfticas. Miembr-o
de Número de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires. Miembro de
Ntímero de la Academia Argentina de la Historia. Miembro Correspondiente de
la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de Madrid. Miembro de Honor-
del Tnstituto de Estudios Políticos de Madrid. Miembro de Honor de la Acade-
mia de los Doctores de Barcelona . Miembro de Honot· del Instituto de Derecho
Político de la Unive1·sidad Nacional de Córdoba. Profesor Visitante de Ciencia Po-
lítica y Derecho Con•titucional de la Universidad de North Carolina (Chapel Hill,
N.C .. U.S.A.). Miembro Honorario del Instituto de Estudios Legislativos de la
Federación Argentina de Colegios de Abogados. Ex Directo r del Instituto de De-
recho Constitucional y Polftico de la Universidad Nacional de Buenos Aires. Ex
Din~ctor del Instituto de Derecho Constitucional y Ciencia Política "Carlos Sánchez
Viamonte" de la Universidad Nacional de La Plata. Fundador, ex Presidente y
Presidente Honorario de la Asociación Argentina de Ciencia Política. F.x Miembro
del Comité Ejecutivo de la International Political Science Association. Primer
Premio Nacional de Ciencias (Historia , Filosofía, Ciencia• Sociales, Política~ y
Económicas) (1955/57). Premio de la Fundación Bunge y Born en Derecho (1981).
Premio Laurel de Plata, del Rotary Club de Fluenos Aires . Premio Konex de Pla-
tino: Humanid ades-De,·echo Constitucional (1996 ). Ex Profesor de la Escuela de
Gucn-a Naval. Miembro del Comité Consultivo de la Asociación Argentina de
Derecho Constitucional".
554 Roberto Repetto nació en Buenos Aires en 1881. Fue profesor de derecho
civil en la Universidad de Buenos Aires desde 1907. fecha en la que fue desig-
nado Juez de 1• Instancia en lo Civil. Entre 1910 y 1916 fue Juez de la Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Civil, y postRriormente, en 1932, fue designado
Mimstro de la Corte Suprema, presidiendo el Tribunal al morir J osé Figueroa
Alcorta. }{enunció en 1946 y murió en Duenos Aires en 1950. Había sido miembro
de ~a Acad~mia Nadonal de Derecho de Buenos Aires. Los datos sobre su vida
estun recogtdos de una serie de documentos recopilados en In Memoriam - Roberto
Repetto. Buenos Aires, 1981, publicación efectuada con motivo de celebrarse el
centenano de su nacimiento.
M!\ Luis R. Long-hi ingresó a la Corte Suprema 1947 1 d · · ·
político Y permaneció allí hasta 1955, cuando fue remo~~o por 1:~~~o1:!i~~~~~
T ENDENCIAS JURÍniCO-POLÍTICA DEL CONTROL 411
político de 194 7, o bajo Alfredo Orgaz desde 1955 566 • Sin em-
bargo estas diferencias -aun profundas- no son suficientes para
impedir un análisis en conjunto de toda esta época. No al-
canzan para que en una mirada en retrospectiva dejemos de
encontrar fuertes elementos unificadores que -al menos en lo
constitucional- superan las diferencias profundas.
Como es fácil de imaginar, el ambiente era poco propicio
para el desarrollo cabal del derecho constitucional. Ésta es
la más destacada de todas las características de este período:
un derecho constitucional acorralado, enflaquecido, falto de oxí-
geno cívico. A pesar de los esfuerzos doctrinarios de los muchos
y valiosos consiitucionalistas de este período , al derecho cons-
titucional argentino entre 1930 y 1983 le ocurrió lo mismo que
al español bajo el período anterior a la sanción de la Cons-
titución de 1978. La vida política es para el derecho consti-
tucional como la tierra para el árbol que hunde sus raíces en
ella en busca de nutrientes. Si la vida política está asfixiada,
lo estará también el derecho constitucional. Cinco décadas pla-
gadas de interrupciones constitucionales y situaciones de emer-
gencia económica y política consumen la mayoría de los es-
fuerzos intelectuales en la elaboración de doctrinas que las
expliquen, las critiquen o las justifiquen, con olvido o impo-
sibilidad de desarrollar otros aspectos. Por otro lado, la cons-
tante renovación de la Corte hizo que el Tribunal estuviera
peligrosamente cerca de cada presidente. Todo ello es una cons-
tante en estos cincuenta años, más allá del signo político que
los gobiernos hayan tenido.
Puede decirse, en síntesis, que la etapa aquí considerada
está caracterizada por el desarrollo hipertrófico de tres grandes
temas constitucionales: a) la justificación de los gobiernos de
facto ; b) el estado de sitio, y e) el intervencionismo estatal
en lo económico. Pero haciendo una síntesis más apretada aún,
puede decirse que las cinco décadas que transcurren entre 1930
y 1980 en la Argentina están marcadas por el derecho cons-
ese año. Junto con él fueron deBignados y también removidos Felipe S. Pérc1.,
J'u sto L. Álvarez y Rodolfo G. Valenzucla.
556 Alfredo Orga1. ll egó a la Corte designa do por el presidente Lonardi en
1955 y renunció en 1960. Juntó con él juraron Manuel Argañaraz (1955-1958),
Enriqu e V. Galli (1955-1958), Carlos H errer a (195!1-1958) y Jorge Ver a Vallejos
(1955-1956).
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
412
titucional de la emergencia, que tiene como marco gen~r.al la
enorme predisposición de la Corte a con~alidar la~ d~c1s1ones
ejecutivas. Al margen de esta deformación const1t~~10n~l, .la
Corte logró, no obstante, desarrollar muchos prmClplüs JUns-
prudenciales que en lo teórico han sido valiosos, pero que dadas
las circunstancias políticas descriptas, sufrieron frecuentemen-
te un severo problema de aplicación en la práctica.
58~ Fallos, 295:997 (l976). En este caso, si bien fue ratilicuda la validez
de la ley marcial, por las particularidades del mismo, se declaró competente a
la justicia ordinaria.
5H3 Fallos, 301:419 ( 1979).
584 Fallos , 300:1173 (1978). . .
oM Fallos, 302:973 (1980). También aquí la Corte justifica la constJtucw-
nalidad de la ley marcial en situaciones de excepción, pero en el caso en particular
declara la competencia de los tribunales civiles.
586 Fallos, 302:1626 (1980).
5H7 Fallos , 30:1 :172 (1981).
&RH Fallos , 303:308 (1981l.
~s~ Véansc los trabajos citados en el cap. V, nota 151.
~~o Fallos, 211:162 (1!:148). ·t dos
5 91 Sobre la propiedad enemiga antes y después del fall~ me rem' o a .
. e 1 L propiedad enemiga y la ConSlltU ·
~·
Obras ' respectivamente: ADnor.UE, · ar os,946a d L
D · NHÜFI::I\ Eduar o a con¡ts·
ción nacional, Depalma, Buenos fir;s. 1 ' '>: un l'd d Alfa B~enos Aires,
cación de La "propiedad enemiga . Su wconslltucwna 1 a , •
1957.
592 Fallos, 211:196.
416 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
r.oa Votaron en di~idencia los jueces Luis M. Boffi Boggero, P edro Aberastury
y Carlos J. Zavala Rodríguez. mientras que la mayoría estuvo integrada por Aris-
tóbulo Aráoz de Lamadrid , Ricardo Colambres, Esteban Tmaz y Amílcar Mercader.
r.o• Para ello sostuvo, con múltiples citas de autores extra nj eros, entre otras
consideraciones, que "para la promoción de una política económica expansiva cons-
tituye medio apto la radicación y seguridad de trabajadores agrícolas, de tal ma-
nera que ije incremente la población campesina independiente y se m ejore también
su situación económica (consid. 12 ) (. . .) parece admisible que la reducción del
peonazgo y el aumento de los propietarios rurales y de su nive l de vida puede
favorecer el desarrollo económico agropecuario y la consolidación d e otros tipos
de industria vinculados con la producción rural y con Jos medios y elementos de
trabajo y bi enestar que ell a requiere, todo lo que es susceptible de constituir
una de las bases eficientes para el crecimiento y la expansión económica integral
(consid. 22) ( .•. ) Que t!S importante todavía señalar que esta Corte Llene deci dido
que no es acertada una interpretación estática de la Constitución nacional. Porque
ella dificulta la ordenada marcha y el adecuado progreso de la comunidad nacional
que debe acompañar y promover la Ley Fundamental - Fallo.q , 256:588 y otros-.
A lo que debe agregarse que la interpret.ación dinámica resulta imperiosa cuando
a la clásica consagración de la garantía de las libertades individuales y jurídicas
se agregan cláusulas dt! contenido social que rcqujeren la exégesiR concertada
del conjunto, como lo es el actual artículo 14 'nuevo' de la Constitución nacional
(consid. 6 9) ( . .. ) las cláusulas legales que congelan las rentas de los fundos agrí-
colas arrendados, ya sea por constituir ellos colonias de renta , ya por ser de
propiedad de sociedades anónimas , pueden estimarse respaldadas constitucional-
mente en cuanto tendientes a la proscripción de formas de explot.ación rural que
conspiran contra la expansión económica y social en razón de que dificultan la
radicación de los arrendatarios y el ulterior proceso que de ella, y de la meJora
económica que de aquéllos se espera (consid. 11) (. .. >. Que además Y .en cuanto
las leyes respectivas organizan un sistema que prop~cta la enaJena_etón d~ los
fundos en cuestión a los arrendatarios y tiende a evitar la actuacl.on. pas•va o
el ausentismo de las grandes organizaciones estableciendo un procedmuento que,
en definitiva, garanliza que aquélla no se opere en forma expoliatona (arts. ?,
8, 11 a 14 y correlativos de la hoy 14.451) cabe igualmente aseverar que la gar~nt•a
de ]a propiedad no se halla de este . modo afectada de ma~era que a.utonce a
considerarla desco nocida en su eseneta (cons1d. 12) (... ) la ctrcunstanc1a de que
Ja congelación de rentas pueda perdurar opera como incentivo legal a los fine s
de la conducta adecuada a los objetivos legítimos de la normac1ón V1gente para
este orden de cuestiones" (consid. 13).
G05 Fallos , 270:374 (1968) .
CoNTROL DE coNS'I' t'l'UCIONALlDAD
418 .' 607
, , el aval de la ProcuraclOn '
n1me Go6 , que ademas conto con t'
. . al la norma lVa e
n cuestión "os. Con este
. l
declaró inconstttu~~~n_ , d de mayor protección a a
segundo f~1lo . s~ IDlCla :r::::t~d~ bajo 1a Corte de 1966-1973.
propiedad 1nd1V1dual exp dado "Empresa Mate
Dentro de esta línea merece ser recor .
. M d S A "so9 en el cual fue cuestionada la cons-
~arangerrl.ad dedn ledsec~ i92i/66 que prohibió 1a cosecha de yer-
tltuclOna 1 a e · ' ·d t rte de
ba mate durante 1966, así com_o el rc~oVl o y ranspo , -
. artida e no estuVIese cubierta por una _gm~ es
cua~qluidcr plib trans~ ito La Corteslo declaró inconstituciOnal
pecta e re . . h '" b'
el decr. 1921/66su . Asimismo, en "Santa Fe c!N1cc 1 , caro 1an-
nO, El Tribunal por entonces est.aba integrado por F.duardo Ort~z Basualdo,
R b . ·t E Chute Marco Aurelio Risolía, Luis Carlos Cabra \ y J ose F. B1dau.
0
En
err.~ su dictamen (Fallos, 270, 375-376), el Procurador, Dr. Eduar~o Ma:-
quardt , hi zo suya la tesi de su antecesor, Hamón Lascano, en la causa Orqum
c/Ripoll", antes citada. . · · d 1 d
Gos "Siendo la ley 14.451 una de aquellas qu e se dictan en eJerciCIO e po er
de policía y que asume, además, un nít.ido car ácter de eroergen?1a, no pu ede per-
derse de vista que e te Tribunal ha declarado sohre este cap 1tulo (. .. ) que en
circunstancias excepcionales y t.ransitorias (. .. ) cuadra el ejercicio del poder de
policía del Estado en forma más enérgica que la que admiten los períodos de
sosiego y normalidad. No obstante ello (. .. ) si bien la ernergenc_ia just.ifica con
respecto a los poderes concedidos, un ejercicio pleno y a veces dtverso del ordi-
nario, en constderación a las circunstancias excepcionales que la configuran , ella
no autoriza si n embargo (. .. ) el ejercicio por el gobierno de poderes QUP la Cons-
titución no le acuerda" (cons id. 92) . Luego, el l'aUo indica que "en es te se ntido
resulta clar.. meute discriminatorio y hostil para determinadas categorías de per-
sonas la ci1·cunstancia de que, reconociendo la ley y el derecho a reajustar los
precios de los arrendamientos, ello no obstante se obligue a a lgunos a seguir
percibiendo un canon que puede res ultar no remunerativo o aún deficitario" (con-
sid. 1 2~ ). Por ello, ent.iende la Corte que "la discriminación establecida en el ar -
tículo 8" de la ley 14.451. no se confo rma ni se aviene con el principio de la
igualdad ante la ley de la Constitución nacional" (consid. 14) .
6119 Fallos, 269:393 (1967).
s1o Co n disidencia del minist.ro Chute (Fallos , 269:399 y 400).
Gll Dijo en esa ocasión que "los derechos de trabajar y comerciar libremente,
de recoge!' y transportar los frutos o productos del t rabajo y de gozar de la pro-
piedad así adquirida , resultan palmariamente r estringidos y lesionados por el
dccr. 1921 del 17 de marzo de 1966. Restt;cción y lesión doblemente injustifi cada,
si se atiend e al momento en que se decreta la medida, sin anuncio prev io que
permita obviar los perjuicio que derivan de las inversiones y obligaciones que
demanda el proceso de la producción y sin que el sacrificio que se exige a quienes
plantaron sea objeto de resarcimiento alguno en los términos del decreto que se
imp ugna en el sub lite , no obstante l as previsiones dP la Constitución nacional
a propósito de la justa y previa indemnización con que el Estado debe compensar
el des apropio de lo que toma a los particu lares por causa de ut ilidad pública"
(consid. 6'').
TEI'\IlENCIAS JURÍOICO-POLfTICAS DEL CO:'\TROL
419
dlo radicalmente su jurisprudencia anterior612 rígida t
e ada .en el secular nominalismo la Corte adriti , men e an-
fae !:~~:=~=~ió·~· expropiatori~ debía ser fijadoo aq~e f=~~=l~~
dexac· - . mi Iva, consagrando así el principio de la in-
wn? aJuste monetario sw, doctrina luego r atificad "E
tado Nacwnal c/Chacofi S.A."6J<. a en s-
6
~1 Fallos, 27 7:147 (1970).
juece:"~~ilz f~~os~!~!od;~!:~· 5~0 :!~o~o~s~it~cion~l~dad dEel sistema voLaron los
jueces Ri•olía y Ca bJ•al. . u e y 1 au. n contra votaron los
623
Fallos , 277:150-165.
624
Fallos , 199:483 (1944).
. 625 A parlir del mes de junio d 1973 l C .
Jueces Miguel Ángel Ber~aitz com pe . , a orte quedó mtegrada por los
nesto Corvalán N anclares H'éct oM residente, y por Manuel Aráuz Castex Er-
Gcuera! fue Enrique Carlos • Petor h'asnatta y Agu st·ID D'1az B'1a1et. Procurador
'
lit6 D b racc l.
e e aclarase que, según los fall . . .
del cm pobrecimient.o sólo r egía para socieos. que citare seguidamente, el criterio
pero no para personas individuales. . dades comerciales con fme s de lucro,
TENDENCIAS JURíDICO-POLÍTICAS DEL CO.iTROI.
°
65 Fallos, 302:3 19 (1980).
651 Fallos, 302 :1 489 (1980).
5
lj " Fallos, 295:973 (1976).
65 a Fallos, 295:937 (1976).
654
• La Cámar a Civil de la Capital Federal sólo a doptó est e criterio un afl.o
mas tard e, en el plenario "La Amis tad S.R.L. cflt•\artc", LL , t . 1977 -D , p. 1 (1977).
TENDENCIAS JURÍDICO-POLÍTICAS DEL CONTROL 425
655 Son varios los autores que se han ocupado de la historia de la Corte
Suprema desde 1930 hasta nuestros días. Entre ellos: Orti!GA, Eduardo, La Corte
Suprema. Entre la justicia sin poUtica y la poUtica sin justicia, Platense, La Pla-
ta, J 994; CARfilÓ, Alejandro, La Corte Suprema y su independencia, Abeledo-Perrot,
1996; PELI.l::T LASTRA, Arturo, Historia política de la Corte Suprema (1930-1990).
Ad-Hoc, Buenos Aires, 2001. En relación con la actividad de la Corte durante
los gobiernos defacto, ANr.AROLA, Gerardo, "La función política de la Corte Suprema
en los gobiernos de facto", en Función política de la Corte Suprema, libro de
homenaje a Julio Oyhanarte, Alfonso Santiago (h.) y Fernando Alvarez (coords.)
Ábaco , Buenos Aires, 2000, ps. 121 a 140. A su vez, el período 1976-1983, es-
pecíficamente, está descripto por uno de los integrante del Tribunal, en defensa
de las muchas críticas que éste debió soportar: GABHI ELLl, Adolfo R. , La Corte
Suprema de Justicia y la opinión pública , Abeledo-Perrot, Bueno~ Aires, 1986.
65H "Bressani c/Mendoza", Fallos , 178:9 (1937).
li57 "Tomás Dt!voto y Cía. Ltda. S.A. c/Gobierno Nacional", Fallos, 169:111
(1933).
658 "Carmlin de Cantón c/Gobicrno Nacional", Fallos , 175:368 (1936).
tió9 "Campaña Popular en defensa de In ley 1420", Fallos , 207:251 (1947).
GGO "Antonio Sofía", Fallos, 243:504 (1959).
661 "Ángel Siri", Fallos, 239:459 (1957).
662 "Carlos .J. Oulon", Fallos. 267:215 (1967).
G6:1 "Pietranera c/Gobierno Nacional", Palios, 265:291 (1967).
664 "Santa Fe c/Nicchi", Fallo_. , 268:112 (1967).
666 "Fernández Arias c/Poggio", Fallos , 247:646 (1960).
Rli6 Me remito a lo que dije supra, § 119, e Y d.
426 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
687 En una aguda observación, Jorge V ANOSSI señala que el siglo XX ha sido
el más corto. Comienza en Sarajevo en 1914 al estallar la Primera Guerra y
termina en 1989 con el fm de la Segunda Guerra, marcado por la caída del Muro
de Berün (V ANOSSI, J orge R., El estado de derecho en el constitucionalsmo social
3~ ed. , Eudeba, Buenos Aires , 2000, p. 834). '
688 "In a new era of peril and opportunity, our overriding purpose must be
to expand and strengthen the world's community of markel-based democracies.
During the cold war we sought to contaín a threat to survival to free institutions.
Now we seek to enlarge thll circle of nations tha~ live under those free inslitutions
for our drerun is of a day when the opinions and energies of every person ¡¿
the world uf lhriving democracies that cooperate wilh each other and live in
peace" (citado por KlSSINGER, Henry, Diplomaey, Simon & Schuster, New York,
1994, p. 805).
ti 89 Véase, por ejemplo, WF.ATHERHILL, Stephen, and BEAUMONT Paul EC Law
2nd etl., P eng uin Books , London, 1995. ' ' '
TENDENCIAS JURÍOICO-POLÍTJCAS DEL CONTROL 429
690 Véase, por ejemplo, FRANKLIN, ,Julian H., Jean Bodin and the Rise of
the Ab.~oluti.~ mTheory , Cambridge, Cambridge University Press , 1973.
6 91 Armand Jean du Plessis, cardenal de Richelieu , nació en París en sep-
tiembre de 1585. '"mprendió inicialmente la carrera militar, pero para conservar
el obispado de Lu9on (cerca de La Rochela) en la familia , se volcó a la carrera
eclesiástica y a los veintidós años fue ordenado obispo. Como representante de
los Estados Generales en 1614, volvió a entrar en la vidn política y pronto obtuvo
el favor de la reina María de Medici, madre de Luis Xlll. Se convirtió en secretario
de Estado en 1616. Al año siguiente perdió el favor político y, junto con la reina
madre, fue desterrado de la corte. La reconciliación entre el rey Luis XIII y suma-
dl'e en 1622le proporcionó el capelo cardenalicio y en 1624 se convirtió en consejero
del rey. A partil' de allí comenzó una eficaz política de alianzas y ofensivas con
todas las naciones europeas tendiente a fortaltJcer el poder real. Para asegurar
las rtJlaciones amistosas con Inglaterra, acordó el matrimonio entre la hermana
de Luis Xlll, Enriqueta Maria, y el futw·o rey Carlos I de Inglaterra. Para res-
tablecer el prestigio de Francia en los asuntos europeos y limitar el crecimiento
de poder de los Habsburgo, ya establecidos en España y Austria, se alió con los
holandeses y alemanes, enemigos de aquella dinastía. Para obtener fortalezas
estratégicas en Italia y contrarrestar allí el poder de los Habsburgo, implicó a
Francia en una lucha contra Austria y España cuando se planteó la sucesión al
trono de Mantua (1628-1631). En 1631 subvencionó la invasión de Alemania por
el defensor dtJ la causa luterana , Gustavo Adolfo , rey de Suecia. Más tarde, hizo
de Francia un activo aliado de los protestantes alemanes mandando tropas fran -
cesas a luchar en la guerra de los 'I'reinta Años. Mientras tanto, al considerar
que la fuerza de los hugonotes franceses era una amenaza para el poder absoluto
del rey, siti ó su fortal eza de La Rochela, en 1628. Los hugonotes perdteron el
poder militar y político; a pesar de ello, se les aseguró la libertad religiosa. Me-
diante medidas enérgicas y eficaces consiguió eliminar el peso político de las gran-
des familias francesas , haciendo del rey un monarca absoluto y convirtiendo a
Francia en la primera potencia militar de Europa, especialmente a través de sus
¡¡ucrras con España. Llegó a apoyar la insurrección de Cataluña (1640), ocupan~o
el Rosellón (1642), así como promovió la separación de Portugal de la monarqma
hispánica (1640). F.stimuló las explotaciones y las colonizaciones francesas en
Canadá y las Indias . Patrocinador liberal de la literatura, fundó la Aca~er~na
Francesa. Murió en París, el 4 de diciembre de 1642. Véase: BELLUC, H1lan·e,
Richelieu: A Study , J.P. Lippincott, London, 1929.
CoNTROL u~:: coNSfl'l'UCIONALlDAD
430
tralizadora. Los estados nacionales. europe~s ~e han :nido e~
una an confederación, que compite econonucamen e co_n e
estad~ federal más poderoso del planeta, lo~ Esta~os ~n~dos.
Ciertamente la centralización no terrruna alh. Sl o ser-
vamos el panor~ma que ofrece el mundo de ho_y vere~os que
no e Xl'sL~ rerrión
.,. del mundo en la cual no este
· , celebrado
· l -al
enos formalmente- un acuerdo de cooperac10n reg10na , mu-
~os de los cuales preceden en su constitución a la etapa aquí
considerada. Sin perjuicio del Mercosur, al que aludiré más
adelante, y otros muchos en todo el mundo , en América vale la
pena mencionar el Tratado de Libre Comercio de América del
Norte -North American Free Trade Agreement (NAFTA)- 6" 2 ;
en Asia están la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático
-Association of Southeast Asian Nations (AESAN)- 693 y la Aso-
ciación Hudasiática para la Cooperación Regional (South Asian
Association for Regional Cooperation, SAARC) 69 \ en África, la
Unión Económica y Monetaria de África Occidcntal-West Afri-
can Economy and Monetary Union (WAEMU)- 695 , la Comunidad
para el Desarrollo de África del Sur (Southern Africa Deve-
lopment Community, SADC) 696 y la Unión del Magreb Árabe
-Arab Maghreb Union (AMU)- 697 •
La concentración política ha llevado asimismo a la con-
centración de los tribunales, o mejor dicho a la creación de
tribunales con alcance internacional. La idea de una justicia
internacional no es nueva y se remonta a los primeros años
del siglo XX 698 , pero, indudablemente, la creciente necesidad de
692 Acuerdo celebrado en Texas en 1992 entre los Estados Unidos , Canadá
y México.
693 Creada por la Declaración de Bangkok de 1967 e integrada por Brunei,
Cambodia, Filipinas, Indonesia, Laos, Mala ia, Myanmar , Singapur, Tailandia y
Vietnam.
69 4 Constituida en 1985 en Banglades h e integrada por Bangladesh, Buthan,
lndia, Maldivas , Nepal, Pakistán y Sri Lanka.
695 Creada en 1994, está integrada por Benín , Burk.ina Faso, Costa de Marfil,
Malí, Níger, Senegal, Thgo y Guinea-Bissa u.
696 Creada en 1980. la integran Angola, Dotswana, la Hcpública Democrática
del Congo, Lesotho, Malawi, Mauricio, Mozambique, Naroibia, Scychelles, Sudá-
frica , Swa>.ilandia, Tanzania, Zambia y Zimbabwe.
697 Constituida en 1989 , la inteb>Tan Argelia, Libia , Maurita nia , Marruecos
y Túnez .
G9~ Ya en la Tl Conferencia de La Paz de La Haya, de 1907, los E s tados
Unidos propusieron crear un Tribunal de Justicia de carácter permane nte. La
iniciativa no prosperó, pues las grandes polencias insistían en tener allí jueces
TENDENCIAS JUR!DICO·POLITICAS DEL COXTROL 431
"A principios de este mes , un juez federal anunció que trataría de lograr
que Henry Kissinger, el ex secretario de Estado, prestara lest.imonio por la de-
saparición de un estadounidense en Chile cuando el dictador Augusto Pinochet
lomó el pod er en ese país en los años 70.
"Jack Goldsroith, profesor de derecho en la Universidad de Chicago, indicó
que los norteamericanos nunca consideraron las consecuencias de aplicar sus leyes
en todo el mundo: 'A EE.UU. le encanta exportar su~ valores, pero no si ello da
a otras naciones el poder para revisar lo que hacen los norteamericanos'".
705 "Siderman v. Republic of Argentina", 965 F.2d 699 (92 Circuito, 1992).
TENDENCIAS JURÍDICO-POLÍTICAS DEL CONTROL
435
706
nistra Margaret Thatcher , cuya obra de gobierno ella misma
h a r~la;o~do , Y. en los Estados Unidos, et ·presidente Ronald
707
7lr; Reagan designó en primer lugar a Sandra Day O'Connor (1981) en reem·
plazo de Potter Stewart, luego a Antonin Scalia (1986), que ocupó el sillón de
Rehnquist cuando éste fue designado Chief Justicie, y en tercer lugar a Anthony
McLeod Kennedy (1988), que reemplazó al juez Powell. Durante s u presidencia,
además, se retiró el Chief Justice Warren E. Burger (1969·1986), siendo reem-
plazado por William Rehnquist (había sido designado en 1971 por el presidente
Nixon). Por su lado, el presidente Bush designó en 1990 al juez Souter, como
reemplazante de Brennan, y en 1991 a Clarence Thomas, para reemplazar a Thur-
good Marshali, acentuando más aún la tendencia conservadora en el Tribunal.
De tal suerte, al finalizar la presidencia de Bush (padre) en 1992, la Corte con·
servaba un solo representante de la vieja guardia liberal, el juez Blackmun, le-
gendario redactor del fallo "Roe v. Wade", 410 U.S. 1J ~ (1973) , que legalizó el
aborto. y un liberal moderado, Stcvens. Los restantes siete jueces pertenecían
-<:on matices- al ala conservadora.
717 Me refiero, por ejemplo, a las nominaciones de Richard Posner en la
Corte dl! Apelacionc del Séptimo Circuito en 1981, o de Alex Kozinski en la del
Noveno en 1985.
718 Para un estudio del período del Chief Justicc Burger. véase BLA.~l , Vin-
cent, The Burger Court. The Counter-Revolution That Wasn 't , Yale University
Press, 1983.
7 19 Véase: SAvAGE, David G., Thming Right. The Making of the Rehnquist
Supreme Court , John Wiley & Sons, lnc., New York , 1992; YAHIIROUGII , Tinsley
!<.:., The Rehnquist Court and the Constitution, Oxford University Pre•s, New York,
2000.
720 Antecedente inmediato de nuestro artículo 17, la Enmienda Quinta dice
en s u parle final que "tampoco podrá enajenarse la propiedad privada para darle
usos públicos, sin una compensación justa".
m 447 U.S. 74 (1980).
438 CONT RO L DE CON::lTl'I'UCIONALIDAD
728 "Linco ln Federal Labor Union v. Northwcstern Iron & Meta l Co.", 335
u.s. 525 , 535 (19-19) .
729 Entre los actuales doctrinarios puede citarse a TRI BE. Lnw·ence, AmP.rican
Con stitut ional Law, ob. cit., ps. 567 a 574.
7:JO ::llEGAN, Bernard, Economic Liberties and the Con.stitutiun, University
of Chicago Ptess, Chicago & London, 1980, p. 125.
440 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
campos. Por ejemplo, limitó el uso del hábeas corpus 731 , con
la disidencia del sector más liberal 732 • En materia de eutanasia,
en "Cruzan v. Director, Missouri Department of Health" 733 , una
mayoría conservadora 734 negó a los familiares de una persona
en estado vegetativo y sin posibilidad alguna de recuperación
el derecho a interrumpir su vida. En "Cohen v. Cowles Media
Co." 735 , mayoría conservadora mediante 7"G, hizo lugar a una de-
manda de daños entablada por un informante en contra de
una publicación que incurrió en violación a una promesa de con-
fidencialidad. También el ala conservadora de la Corte se ha
hecho notar en dos casos vinculados con la llamada affirmatiue
action, es decir en aquellos casos de medidas de gobierno ten-
dientes a proteger lo derechos de las minorías o de personas
..
'
o corporaciones afectadas por alguna debilidad. Se trata de
"City of Richmond v. J. A. Croson Co." 73 \ y "Adarand Cons-
tructors, Inc. v. Pena" 738 , donde la mayoría en ambos casos 739
sostuvo que el control judicial sobre estas medidas debe ser
estricto y debe verificarse -como requisito de constitucionali-
dad- que están ordenadas a cumplir un interés público im-
perativo. En "Bray v. Alexandria Women's Health Clinic" 740 ,
donde también se nota la divergencia entre el sector conser-
7 1
3 "Teague v. Lane", 489 U.S. 288 (1989); "Penry v. Lynaugh", 492 U.S.
302 0989). Sobre el particular, véase: HoFFMANN, Joseph L. , The Supreme Court's
New Vision of Federal Hábeas corpus for State Prisoners, "'!'he Supreme Court
Review 1989", '!'he University of Chicago Press , ps. 165 a 193.
732
En el primero de los casos citados en la nota anterior votaron en contra
los jueces Marshall y Brcnnan, 489 U.S. en p. 326. '
733 497 U.S. 261 0990) .
741 En la mayoría votaron los jueces Scalia, White, Kenn.,dy, 'l'homas, Soutcr
y el Chie( Ju stice Rehnquist. En la minoría lo hicieron los jueces O'Connor, Stc-
vens y Blackmun.
742 "Volunteer Medica} Glinic, loe. v. Operation Rescuc", 948 Federal Re-
porter, 2nd Series 218 (6" Circuito, 1991); "National Organization for Women v.
Operation Res cue", 914 Federal Reporter, 2nd Series (4" Circuito, 1990); "New
York StaLe National Organization for Women v. Terry", 886 Federal Reporter,
2nd Series 1339 (2 2 Circuito, 1989), certiorari denegado en 495 U .S. 94 7 ( 1990).
743 42 use § 1981.
744 491 u.s. 164 (1989).
74~ 427 u.s. 160 (1976) .
746 "Wisconsin v. Mitchell", 508 U.S. 476 (1993).
747 La Enmienda Primera, además de la libertad de exp resión, contiene dos
cláusulas sobre libertad religiosa, la denominada Establishment Clause , que pro·
híbc al E stado adoptar religión alguna, y la Free Exercise Clause , que preserva
la libe1tad de cultos.
748 374 u.s. 398 (1963).
749 403 U.S. 602 (1971) .
442 CoNTROL DE CONST ITUC IO NALIDAD
755 En este terre no la Corte Suprema libró un a gran bata ll a co ntra las leyes
1997 , en referéndum), y tal vez de otras urbe británicas. Su actilud fue decisiva
a la hora de poner fin a casi treinta aílos de conflicto en Irl anda del Norte: el
10 de abril de 1998 se firmó, en las proximidades de Belfast (en el castillo de
Stormont), después de casi dos años de negociaciones, un acuerdo de paz hi slórico
para esetern.tono que preveía la creación de una asamblea autónoma y de un con-
seJo muustenal mterfronterizo Norte-Sur (formado por miembros de dicha asam-
blea Y por el primer mirustro irlandés). El pl an de paz sellado el 10 de abril
fue obra del ex sen~dor estadourudense George Mitchell , en su calidad de principal
n egoc1ador, Y conto con. la colaboración mediadora de Bertie Ahcrn, de Blair y
del presidente estad~urudense B1ll Clinton , así como con la decisiva intervención
en las rondas negociadoras de la ministra especial británica para Irlanda del
Norte, Mo Mowlan. Asumsmo, para profundizar en su plan general de reforma
mstJtucwnal de su país, el 20 de enero de 1999 presentó su proyecto para convertir
a la Cámara de los Lores en un Senado de elección popular.
771
"City of Chicago v. Morales", 119 S. Ct. 1849 (1999); "Reno v. Ameri-
can-Arab Anti-Discrimination Community", 119 S. Ct. 936 (1999).
m 120 S. Ct. 2446 (2000).
Boy Scouts, dada la violación que
los principios de tal asociación. La
servador a m, sostuvo la validez de la deciliilla••
en el derecho de asociación.
En relación con las garantías para
en un proceso criminal, en "Minnesota . o.n•-~
personas fueron procesadas por tráfico de esbll...ili. . .
parte de la prueba fUe obtenida a partir
policía los vieron empaquetando cocaína a
del departamento en el que se hallaban.
recientemente, en "Ferguson v. City of CJ:LaJil!lliiiJIIi'~
declarado inconstitucional, bajo la Enmienda l."'l..-:la.
resultados de un test de uso de drogas lleva
hospital sobre mujeres embarazadas sean inf;on!l'l:a,....
licia, si las pacientes no habían prestado u
para ello m, pero se han considerado constitucio
tos de detención de vehículos en las autopistas
la tenencia de drogas 777 • Se ha sostenido -<:on
Jos jueces Breyer y Ginsburg 778 - que el privilegio de
Enmienda en contra de la autoincriminación sólo pro
a procesos en los Estados Unidos, pero no frente a
que podrían ser llevados a cabo en países extranjero
obstante, el privilegio en contra de la autoincriminación ba
sido reconocido también a favor de los testigos que podrían
resultar incriminados 7H0 • Con mayoría más ajustada, aun el
sector conservador de la Corte 7H1 ha interpretado restrictiva-
mente la regla de la exclusión de prueba obtenidas ilegalmente
(exclusionary rule) 7M2 , sosteniendo que no se aplica en proce-
citados por I SHAEL, Jerold H .; KAMTSAR, Yale, y LA r'Av ~. Wayne R. , Criminal Pro·
448 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
se ha sostenido -en fallo muy dividido 784 - que p_uede ser utl·
lizada como evidencia en un proceso por tenencia de estupe·
facientes la confesión de haber estado anteriormente en po·
sesión de aquéllos, no pudiendo el condenado impugnar en el
Tribunal de alzada el empleo de este medio de prueba 7Rr•• No
obstante, en "Dickerson v. United States" 786 , donde se discutía
la observación de las reglas establecidas en "Miranda v. Ari·
zona" 787 sobre la lectura de los derechos en el momento de la
detención, se mantuvieron los principios elaborados por la Corte
Warren, con la estrecha disidencia de los jueces Thomas y Sea·
lia. Asimismo en "Carmell v. Texas" 788 , con una disidencia del
sector femenino y dos conservadores 789 , la Corte admitió que
una condena por delitos sexuales sobre una menor no podía
ser obtenida si el procedimiento aplicado era violatorío de la
irretroactividad de la ley (ex post {acto law) 190 •
Vinculado con el derecho a contar con un abogado defensor,
previsto en la Sexta Enmienda, la Corte, en "Texas v. Cobb" 791 ,
en un fallo con ajustado triunfo de la mayoría conservadora 792 ,
sostuvo que no hay violación de tal derecho si quien ya tiene
abogado defensor designado por un crimen confiesa ante la
cedure and the Constitution , West Group, Minnesota , 1999, ps. 55 a 81. En la
doctrina argentina: CARRió, Alejandro D., GaranUas constitucionales en el proceso
penal , 48 ed., Hammurabi, Buenos Aires , 2000, cap. VI.
7
8.~ "Pennsylvarúa Board of Probation and Parole v. Scott" 524 U.S. 357
(1998). '
7 4
. 8 Votaro_ n . en mayoría los jueces Rehnquist, O'Connor, Scalia, Thomas y
Kennedy. En diSidencia lo hicieron los jueces Souter, Stevens, Ginsburg y Breyer.
7
8~ "Ohler v. United States", 120 S. Ct. 1851 (2000).
7
86 120 S.Ct. 2326 (2000). En LL , t. 2001-A, p. 867 , se ha publicado una
traducción de un comentario a este fallo preparado por el profesor Milner S. Ball
de la Universidad de Georgia. '
78 7 384 u.s 436 (1966).
788 120 S. Ct. 1626 (2000).
789
. En minoría votaron las juezas O'Co nnor y Ginsburg, y los jueces Rehn-
qlllst y Kennedy.
790
Al condenado se le había aplicado una ley sancionada lu ego de cometidos
los crímen~s , que permitía la condena sobre la base de su solo t.estimonio. La
Corte consideró que ello violaba la Cláusula del Artículo 1, § 10, que prohíbe las
llamadas ex post {acto law (retroactividad de la ley).
79 1
121 S. Ct. 1335 (2001) .
,Votaron en mayo~a ~os jue~e.s Rehnquist, O'Connor, Scalia, Kennedy,
792
.
~caha Y rhomas. En la m1nona lo hic1eron los jueces Breyer, Souter, Stevens y
Gmsburg.
TE NDENCIAS JURÍDICO-POLÍTICAS DEL CONTROL 449
j
t
Kennedy y Breyer. Es relevanteg, ue rn:nona lo htcteron O'Connor, Rehnquist,
mayoría defendiendo un princip . .b 0 ~ J~cces Thomas Y Scalia votaran en la
809 Votaron en la mayoría~~ l era , ~dos sus orígenes étnicos.
y Brcycr. os Jueces ennedy, Stevens, Souter, Ginsburg
decidido en "Legal Services Corporation •. Ve:lál~q~~r.~i:-ca,
fue declarada inconstitucional bajo la Primera ti.JIIIIIÍim. .
restricción impuesta a los abogados contra
Service Corporation para impugnar la incolnstit11Xiieeati••
leyes que otorgan beneficios sociales 811 •
En lo que al aborto se refiere, merece es¡;a::ial MAe~~aia
"Planned Parenthood of Southeastern Pennsylvania _ ' -"'-,...,.;;.=
Hacia 1992 la situación se había tornado más dificil
"Roe". Dos de sus más encendidos defensores, lo jueces Bren-
nan y Thurgood Marshall, se habían retirado de la Cone en
1990 y 1992 respectivamente, y habían sido reemplazados por
los jueces Souter y Thornas, ambos de tendencia conservadora .
Con una composición donde el último bastión de la defensa
de "Roe" quedaba a cargo de su redactor, el juez Blackmun,
llegó ante la Corte este caso vinculado con la constituci onalidad
de una ley de Pennsylvania que establecía una serie de limi-
taciones al aborto; entre ellas se exigía: a) que los médicos
analizaran con sus pacientes los riesgos del aborto y obtuvieran
de ellas su consentimiento por escrito; b) que la mujer, luego
de haber dado su consentimiento escrito, esperara 24 horas
para abortar; e) que las mujeres solteras menores de dieciocho
años obtuvieran el consentimiento de por lo menos uno de sus
padres o bien autorización judicial; d) que los médicos repor-
taran cada aborto realizado a las autoridades sanitarias. "Roe",
sin embargo, habría de sobrevivir una vez más. El fallo, con
una mayoría de 5 a 4 ij 1a, estableció que todos estos requisitos
eran constitucionales -a menos que se tornaran una carga in-
debida (undue burden) para la abortante- pero reafirmó que
los estados no podían prohibir el aborto antes de la viabilidad,
lo que constituye uno de los pilares de "Roe", aun cuando el
voto de los jueces O'Connor, Souter y Kennedy se pronunció
en contra de la división en trimestres. Solamente se declaró
inconstiLucional el requisito que exigía la prueba de la noti-
ficación al esposo previa al aborto.
Y Souter. En la minoría votaron los jueces Rehnqui st, Scalia, Kennedy y Thomas.
Rl6 "Faragher v. City of Boca Raton", 524 U.S. 775 (1998).
81 7 "Oncale v. Sundowner Offshoer Services", 523 U.S. 75 (1998).
8! 8 Votaron además los jueces Stevens , Souter, Breyer y Ginsburg.
819 "Bragdon v. Abbott", 524 U.S. 624 (1998).
820 "P ennsylvani a Department ofCorrection• v. Yeskoy", 524 U .S. 206 ( 1998).
821 "United States v. Lopez", 514 U.S. 549 (1995).
R~ 2 "City of Boerne v. Flores", 521 U.S. 507 (1997).
8 2:1 "Idaho v. Coeur d'Alene Tribe", 521 U.S. 261 (1997); "Alden v. Maine~,
119 S.Ct. 2240 (1999); "Rimel v. Florida Board of Regents", 120 S.Ct. 631 (2000).
S24 120 S. Ct. 2288 (2000).
d~c~arada incon~titucional una ley de Mlllaacl...•liia.
h1~1a el comerciO con Birmania, ya que
Cla~sula de Supremacía, pues el comercio
tranJeras debe ser regulado de acuerdo con
greso. Un caso interesante de esta serie e '"U -
Morrison" R25, pues si bien está referido a la tXIIIJIIIell-:ia
gobierno federal y los estados, rozó directamente
de derechos civiles y provocó un fallo de 5 vo
victoria de la mayoría conservadora. Una estudian~ ........
por sus compañeros de clase promovió una acción ba"
minada Ley de Violencia contra la Mujer (Vwlence L\RUUUit
men Act) 826 , que prevé un remedio procesal contra las tic":s.iJIBII5
de la violencia en razón del sexo. La mayoría de la Corte
firmó el fallo de la instancia anterior - que había rechazado
demanda-, sosteniendo que el Congreso carecía de competencia
para dictar la citada ley. La minoría, en cambio, sostuvo que
el Congreso sí tiene facultades para dictar dicha ley derivadas
de la Decimocuarta Enmienda, y se pronunció asimismo a favor
de la ley en cuanto al fondo, habida cuenta del índice de vio-
lencia existente, el que había sido considerado al sancionarla.
Por último, una cuestión relativa a la propiedad también
ha dividido por 5 votos contra 4 a los sectores conservador y
liberal , en "Phillips v. Washington Legal Foundation" 828 • El ca-
so fue así: Texas -al igual que la mayoría de los estados y
el Distrito de Columbia- tiene establecido un sistema -conocido
con las siglas lOLTA (lnterest on Lawyers Trust Account)- me-
diante el cual el dinero que -por diversos motivos- los clientes
entregan a sus abogados se deposita en una cuenta y genera
intereses, los que son entregados a fundaciones para la ayuda
legal de personas de bajos recursos. Con tal motivo, fue em-
prendida una acción con fundamento en que dicho sistema pri-
vaba de los intereses a los dueños del capital , constituyéndose
así un taking sin compensación alguna y violatorio, por ende,
de la Quinta Enmienda. Los jueces Rebnquist, ?'~o!_lnor, Sea-
lía, Kennedy, Thomas y Souter aplic~o!_l el prmc1p10 ~e que
lo accesorio sigue la suerte de lo pnnc1pal, y determmaron
833 S AGUES, Nés lor P., Derecho procesal constitucional y j urisdicción cons-
titucional , LL , l . 1981-C, p . 865 .
834 C ito por todas s u s numeros as obra~ l a más r ecie n te : TI·atado elem ental
de derecho constitucional, Ediar, 2000-2001 , t. l, vols. A y B.
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
456
y el flamante presidente Raul Alfon~ín ?-ombró a cinco ma~s
trados tres de ellos vinculados al radtcahsmo, uno de extracctón
sociali~ta democrática, y el tercero salido de las filas del pero-
nismo. Con ello Alfonsín se aseguraba la primacía de su par-
tido en el Tribunal, pero abría puertas al pluralismo político.
Así conformaron la Corte Suprema Genaro R. Carrió (quien fue
elegido Presidente), José Severo Caballero, Augusto César Be-
lluscio, Carlos Santiago Fayt y Enrique Santiago Petracchi,
cuyos datos personales pueden encontrarse en la obra de PELLE!'
LASTRA 835 y en una investigación realizada por la fundación Po-
der Ciudadano 836 • Como Procurador General - entonces inte-
grante formal de la Corte- fue designado Juan Octavio Gauna.
Por su conformación ideológica, y como Tribunal que inau-
guraba un período inmediatamente posterior a un gobierno de
facto, la Corte en este primer período, que podemos computar
hasta su ampliación en 1990, y dentro del cual se produjeron
el reemplazo de Carrió por Jorge A. Bacqué en 1985, y el de
Gauna por Andrés D'Alessio en 1987, se· caracteriza por una
sensible orientación liberal-activista 837 de los derechos huma-
nos. Intentó así llevar a cabo una revolución interrumpida por
su ampliación en 1990.
Uno de los hitos más conocidos en este terreno fue su ra-
tificación a la condena impuesta por la Cámara en lo Criminal
y Correccional Federal a los integrantes de las tres primeras
juntas militares del Proceso 1976-1983 838 • En la misma línea
debe ubicarse el caso "Ramón Camps" 839 • Son muchos además
los fallos en los que intentó sobresalir como un tribunal pro-
tector de los derechos humanos. Entre sus primeras interven-
ciones en este sentido, cabe recordar los casos gemelos "Baz-
terrica" y "Capalbo" 840 , donde con mayoría de 3 a 2 841 cobijó
dudoso privilegio de pedir el cierre del debate, Jo que obligó a muchos diputados
a guardar para mejor ocasión los apuntes preparados para el encuentro.
"La tensión interna de los diputados de la UCR fue de tan alto voltaje que
puso en peligro la continuidad del presidente del bloque. César Jaroslavsky. Sin-
téticamente, las líneas de e~a crisis pueden explicarse de la siguiente manera:
"Los diputados radicales se encontraban ante la disyuntiva de seguir el cri·
terio de opon~rse al proyecto por razone s políticas y jurídicas -tal como lo expu-
~ieron Jorge Vanossi y Melchor Cruchaga-, o dejar que el oficialismo aprobara
la norm a y no correr el riesgo de quedar 'pedaleando en el aire'.
"Esta última situación se vincula con ciertos indicios -que tenían los dipu-
tados radicales- respecto de que el tema de la Corte estuvo y está siendo tratado
por el Gobierno en las ya habituales conversaciones con Eduardo Angeloz.
Inclusive, algunos diputados radicales sospechan que Angeloz alienta la de-
signoción del Dr. Horacio Roilman como uno de los integrantes de lu Corte. El
hloque no quería oponerse frontalmente y luego ser desmentido por el ex candidato
presidencial de la UCR. Tal vez , por e o, Miguel Ángel Ortiz Pellegrini preparó
un discurso que, si bien critica la norma, asegura que le toca a Carlos Menem
aventar los malos presagios, y ello mediante la designación de los nuevos jueces.
Ortiz Pellegrini es un cordobés no angelocista, 'sino más bien audaz', como suele
autodetinirse.
"La amenaza de la renuncia n la presidencia la esgrimió Jaroslavsky, su-
perpuesto al aumento de miembros de la Corte, al enterarse de que el vicepresi-
dente primero, José Alberto Furque, había designado a Guillermo Tello Rosas
para integrar la Comisión Revisora de Cuentas de la Cámara. J aroslavsky, como
tit ular del bloque, había designado a Antonio Berhongaray para el mismo cargo.
"El enojo de Jaroslavsky hizo que Furque presentara su renuncia al cargo
en el bloqu e; la fuerza de los hechos -es decir, el quórum que el oficiali smo había
logrado- posp uso una discusión que la UCR deberá enfrentar la pró~ima semana."
89/i Sobre el particular véase B tANCHl, Alberto B., Una medLtac¡ón acerca
de la función institucional de la Corte Suprema , LL, t. 1997-B, p. 994.
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
466
Rúa, la Corte ha prestado constantemente atención a los r~
querimientos del Presidente. En segundo lugar, la obra reali-
zada por el Tribunal en estos años contiene ciertamente nu-
merosos fallos favorables a los deseos del Presidente, y negarlo
sería un acto de necedad. Pero al mismo tiempo existen mu-
chos pronunciamientos -no tan destacados por el periodismo-
que muestran la cara positiva del Tribunal.
Siguiendo esta línea de razonamiento, voy a señalar pri-
mero los fallos de la tendencia pro-gobierno, ya sea en materia
política o económica.
Entre los primeros, además de los que ya mencioné en el
capítulo II, vale la pena recordar también los vinculados con el
conflicto electoral en Corrientes suscitado en 1991, que tuvo
como desenlace la intervención a la provincia a comienzos de
1992 896 y los fallos que protegieron esta decisión 897 • En el marco
de este conflicto, además, la Corte intervino 898 o se abstuvo de
hacerl~ 899 según las conveniencias 900 . Con igual disidencia fue
conv.ahd_ada la remoción por decreto del Fiscal General de In-
vestlgacwnes Administrativas 00 \ pese a que la ley 21 383
r~gulaba el ~~cionamiento de la Fiscalía Nacional de I~ve~t~:~
cwnes_ ~dmlmstrativas, establecía el mismo procedimiento de
remocwn
b. , f que el. p revrs
· t o para e 1 Procurador General 9o2. Tam-
Ien u~ protegrda con mayoría de 7 a 2 900 la velocidad de 1
vocatona a la convención constituyente de 1994 al h a con-
lino" 904 f . rec azar en "Po-
-por a 1ta de legrtimación- el planteo de nulidad de la
la mayoría. . . .
929 Votaron por la aplicación de la tasa pas•va Jos Jueces que suscnben el
voto mayoritario, es decir Lcvene, B~a, Fa~, Nazareno Y el volo separado_~el
juez Cavagna Martinez. En di idencia parcial lo hicieron los JUeces Belluscto,
Petracchi, Moliné O'Connor y Boggiano.
9 ~o Fallos, 321 :1252 (l!l!lB). . , ,
9n El voto mayoritario está suscriplo por los jueces Nazareno , Moh_n e O Con~
nor López y Vázquez. En síntesis, sostiene que la cu estión no es revtsable po1
el Poder ,Judicial. Un voto separado de los jueces Belluscio Y Bossert entt en~e
que la acción de amparo es improcedente, al igual que el voto d~l JU ez Fayt. El
voto del juez Boggiano, en linea parcialmente con el de .la mayona , se pronunc1a
por la irrevisabilidad judicial de la cuestión pero propl~H\ un contr~l JUdtctal más
intenso que el de la mayoría. El volo del juez Petracch1 se pronuncia , entre otras
cuestiones, por la falta de ilegalidad manifiesta del decreto tmpugnado.
CoNTROL u¡,; CONSTITUCIONALIDAD
470
d d 5 a 4 distribuido en función de los alineamientos
res~lta o e liación lo ró el gobierno en el célebre caso
nacldos de la amp ' g p . . , ,sa2 en el cual933 se de-
"Chocobar c/Caja Nacional de reVlsion ' .
'd', r 5 a 4 una cuestión de fuerte impacto presupuestano
c1 10 po · · 1 la Ley
vinculada con el reajuste de haberes preV1s10na es Y
de Convertibilidad 93\ sellando así la suerte de. numerosas cau-
. ·
sas prev1swna 1
es en trámite 935 · También fue 1mportante
, ·para
d' d
la política económica del gobierno en aquella epoca lo dec1 l o
en "Nación Argentina c/Arenera El Libertador" , donde se c~n
936
separad~s d,e los Jueces Fayt y López; Petracchi y Bossert; Belluscio, Boggiano
Y Molme O Connor, qmen suscribe una disidencia parcial, pero sin revocar el
fallo antenor.
T ENDENCIAS JURÍDICO-POLÍTICAS DEL CONTROL 471
~1:1BO , 3/12/01.
~ 44Según este decreto: 1) quedaban prohibidos los retiros en efectivo que
sup era ran los $ 250 o u$s 250 por semana (conf. art. 2", inc. a); 2) los depósitos
a la vista o a pl azo, las transferencias entre entidades ftnanciera s, las renova-
civueo;, débitos en cuenta, los libramientos o acreditaciones de cheques, uso dP.
tarjetas de crédito o débito, y en general cua lquier tipo de operatoria bancaria
que no implicara disminución de fond os en el sistema fin anciero regido por la
ley 21.526, aunque produjeran transferencias entr e en tidades financieras, eran
intangibl es en los términos previstos en la ley 25.466 (conf. art. 4''); y 3) las en-
tid ades ba ncarias no podían obstaculizar la transfer encia o di s posición de los fon-
dos entre cuentas.
945 Fue elegi do por la Asamblea Legislativa por resol. 989/01 de l día 22/12/01
y ren unció el día 29/12/01.
946 El día 6/ l /02, el Congreso de la Nación sancionó la ley 25.561. En lo
que aquf intere~a, mediante la citada ley se declaró la emergencia pública en
materia soc ial , económica, administrativa , fin a nci era y cambi aria , delegando fa cul-
tades al Poder Ejecutivo a los efectos de proceder, entre otras cosas, al reordena -
mi ento del sist,ema financi ero , bancario y del mercado de cambios (conf. art. 1 ~).
Asimismo, a través de ella se s uspendió la a plicación de la ley 25.166 hasta el
10/12/03 , con relación a los depósitos afectados por el decr. 1570/2001 (conf. art.
15). Con fet:ha 9/ 1/02, el Poder Ejecutivo de la Nación dict,ó el decr. 71/02, mo-
dificado por decr. 141/02, estableciendo en su artículo 5~ que el Mirtisterio de 1-;co-
nomía reglamentar á la oportunidad y el modo de disposición por sus titulares
de los depósitos en pesos o en divisas extranjeras respetando la moneda en que
(Esta nota c.:on.tinúa en la página sigwent~.)
947 El banco había intentado la vía r ecursiva extraordinaria que prevé el
artículo 195 bis del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación oegún la
reforma introdudda por el art. 50 del decreto 1387/01. Acerca de esta msól!ta
vía proces al véase B LANCHt , Alberto B., Per saltum por decreto de necestdad Y
urgencia (La turbulencia juridica de la emergencia y sus efectos en el recurso
extraordinario) , Rev. "Régimen de la Administración Pública", n• 279, P· 279.
948 LTJ, t. 2002-A, p. 770.
472 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
2
9ó En lo que aquí interesa, mediante el mentado decreto se enr.Qie::ii:
todos los depósitos en dólares estadounidenses serán convertidos a a
de 1,40 pesos por cada dólar estadounidense. Las entidades financíeras
cumplir con sus obligaciones devolviendo pesos a la relación indicada (
2Q); b) a los depósitos se les aplicará el Coeficiente de Estabilización de Re!ereDcia
(CER) publicado por el BCRA, y una tasa de interés mínima (conf. a:rt. 41'); d
se emitirá un bono en dólares estadounidenses con cargo a los fondos del Tesoro
Nacional , por el que podrán optar los depositantes en sustitución, que alcanzará
hasta la suma tope de u$s 30.000, y podrá ser ejercida dentro de los 90 dias de
publicada la norma que reglamente la forma de emisión del bono (conf. art. 92);
d) las entidades fmancieras deberán depositar en el BCRA todos los billetes en
dólares estadounidenses u otras monedas extranjeras que tuvieran como dispo-
nibilidades, las que serán convertidas a pesos a razón de 1,40 pesos por cada
dólar estadounidense; y e) se suspende por el plazo de 180 días la tramitación
de todos los procesos judiciales y medidas cautelares y ejecutorias en los que
se demande o accione en razón de los créditos , deudas , obligaciones, depósitos
o reprogramaciones fmancieras que pudieran considerarse afectados por las dis-
posiciones contenidas en el decr. 1570/01, por la ley 25.561 , el decr. 71102, el decr.
214/02, las resoluciones del Ministerio de Economía y del BCRA dictadas en s u
consecuencia y toda otra disposición referida a dichas materias (conf. art. 12).
Por su parte, con fecha 6/2/02, el Ministerio de Economía dictó la resol. 46/02,
publicada en el Boletín Oficial el 7/2102, sustituyendo nuevamente el Anexo a
la resol. 6/02 que, como se expresó en el escrito de inicio, ya había sido modificado
por las resols. 9/02, 18/02 y 23/02 de ese mismo Ministerio.
953 Fallos , 313:1333 (1990).
954 El voto mayoritario fue suscriplo por los jueces Levene, Cavagna Mar-
tínez, Barra , Fayt, Nazareno, Moliné O'Connor y Oyhanarte. En disidencia vo-
taron los jueces Petracchi y Belluscio. .
Y55 " . • . esta Corte en su actual composición, decide retomar la d~ctn~a
establecida a partir del citado caso Colavini, consciente de que tal vanac1ón JU-
474 CON'l'ROL DE CONSTITUCIONALIDAD
en pr:e~~ra tener unf ~mensi~~ objetiva del fallo analizado tengamos presente
que hay vid~g~um · qaunea ad edg¡slalcton argentina determina, sin margen de duda'
es e e momento de la ··6 L · '
lugar, el artículo 70 del eód e · . concepc¡ n. o dtce, en primer
1
tunidad de ratificar en 1990 3 ~v~ ' rn~rm~ que el Co?greso Nacional tuvo opor-
Niño por medio de la ley 23 .849 . Q:e~ e:ta~~n~encJón sobre los Derechos del
entiende por niño todo ser hum d d ecJdo en esa oportumdad que "se
los dieciocho años de edad" E ·tano es e_e1 momento de su conc~pción y hasta
· s a norma -mtegrante de u l t d .
pasaría a tener rango constitucional 1 d n ra a o mternacional-
la misma jerarquía constitucional un du~o .e 1a ref?rma de 1994, que elevó a
a !u prot~cción de los derechos h e rmiDado numero de tratados referidos
segundo lugar con igual espín·t umanos ,_entre ellos la citada Convención En
t b' ' u, aunque sm la m · 1 ·d ·
am Jén el artículo 75. inc 23 de la e f . . lsma e an ad , deben computarse
Americana de Derechos H~manos ons . 't~cton y el artículo 4.1 de la Convención
en los artículos 85 a 88. Se sigu.e ~~reWhmo, el Código P enal reprime el aborto
cosa que una derivación inev · b o que el voto de la mayoría no e
suscriben el fallo hubieran qul:dl; P:er!til~~isl:.ción. vigente. Si los juece~ oqt::
a ubncactón y comerciali?.ación de
TENDENCIAS JURÍDICO-POLÍTICAS UEL CONTROL
477
998
Los hechos y anLecedentes de este caso están relatados con detalle en
TOLLER, Fernando M. , Libertad de prensa y tutela judicial efectiua, La Ley, Buenos
Aires, 1999, ps. 153 a 165.
99
9 CNCiv. y Com. Fed., Sala II, 9/5/92, LL , t. 1992-B, p. 571; ED, t. 147,
p. 229.
1000 Fallos, 316:703 (1993).
_ 1001 . Fe~erico Gutheim demandó a Juan Alemann exigiéndole el pago de da-
nos Y perJUICios con motivo de un comentario desdoroso sobre la conducta comercial
del acto~ -en el marco de los hechos relativos a su detención a disposición del
Poder11102F.Jecubvo en 1976- que Alemann había vertido en un programa de radio
Fallos, 316:1623 (1993). ·
1003 Fallos , 317:2046 (1994).
1004 Fallos, 316:2394 (1993).
1000
La Cámara había ~puesto una condena a una editorial por re roducir
u~t despacho penodístlco con mvocación de una "alta fu ente gubernament~l" pero
es a not1c1a había s1do ratificad 1 Mi · · · '
de d 1'f d'd a por e rusteno del In tenor pocas horas después
. un 1 a , 10 que aseguraba su exactitud. Se entendió entonces que la apli
cac1 6n a este caso de la docrina "C ill " h b · -
1008 F ¡¡ amp ay a fa stdo exageradamente formalista
a os, 320 :1191 (1997). ·
TENDENClAS JURÍDICO-POLÍTICAS DEL CONTROL
481
101 ~ Véase, por ej emplo , "Chocobar "; "J or ge Rodríguez·J efe de Gabinete";
"Monges"; el caso de los sena dores del Chaco, "Ju an Octavio Ga una", etcéter a.
""" ·•J osé Roberto Dro mi", Fallos, 3 13:863 (I 990 ).
1o"o Votaron en la mayoría Jos jueces Levene, Cavagna Martínez, Barra ,
P ctracchi, Nazareno y Moliné (estos dos últimos según su voto). En disidenci a
votó el j ue1. Fayt.
10~1 Fallos, 31:i: l 513 (1990).
102" Votaron los jueces Leve ne, Cavagna Martínez, Barra , Fayt, Moliné O'
Connor, Na zareno, Oyhanarte y Bellusci o. F.stos dos últ imos suscri hieron di si-
484 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
103 1 En el momento de escribir estas líneas los jueces del Tribunal están
contestando los cargos formulados por la Comisión de Juicio Político de la Cámar a
de Diputados.
1032 Cito por todos: VERntTSKY, Horacio, Hacer la Corte, Planeta , Buenos Ai-
res, 1993.
10aa MtLLER, Jonathan M., Eualuating the Argentine Supreme Court Under
Presidents AlfonsCn and Menem (1983- 1999). Este artículo de fut! rte tono crítico
hacia la Corte del período 1990-1999 será publicado en fecha próxima en la Revista
dt! Derecho de Southwestern University, donde el autor es profesor. Aprovecho
~8ta oportunidad para agradecerle el habenne permitido tener una versión pre-
liminar de su trabajo.
1034 "Compulsory unifi cation of opinion achieves only the unanimity of the
graveyard", voto deljustice Jackson en "West Virginia Board of Education v. Bar-
nette", 319 U.S. 624, 641 (1943).
10a6 Durante años, y salvo por la siempre fecund a labor de BIDART CAMPOS,
la Corte careció de un estudio completo y organizado de su jurisprudencia. Véase
BmART CAMPOS, Germán J., La Corte Suprema. El tribunal de las garant{as cons-
titucionale~, Allende & Brea, Buenos Aires, 1982.
1036 SANTIAGO (h.), Alfonso, La Corte Suprema y el control político. Función
política y posibles modelos institucionales , Ábaco. Buenos Aires, 1999. _
1037 Además de la obrn de PELLET LASTRA . citada supra en nota 835, vense
CARRtó Alejandro La Corte Suprema y su independencia , Abeledo-Perrol, Buenos
.
A1res, ""6 , y ()T,f:tZA
'1::1n • • ,
F:duardo
.. '
La Corte Suprema ' entre la justici.a sin poUti.ca
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
486
§ 127. Conclusiones
fmal" ("No somos [los jueces] finale s porque seamos infalibles, sólo somos infalibles
porque somos los finales"); citado por SHNAYI::RSON, Robert, Th e Illustraled H tstory
of the Supreme Court o( the United States, Harry N. Abrams, lnc., New York,
1986, p . 45.
1041 Véase supra. nota 59.
488 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
1. Diagnóstico
n. Pronóstico
Podemos preguntarnos también si la tendencia actual ha
completado su evolución, o si es razonable esperar la venida
de nuevos ciclos. Si bien anticipar el futuro es una tarea difícil,
no me parece aventurado decir que el proceso está en marcha
todavfa. Creo que razonablemente habrán de producirse pro-
fundizaciones de las tendencias actuales, ya que la reforma
de 1994, motor principal de muchos de estos cambios, nos ha
colocado en una suerte de pubertad que será sucedida por la
madurez. Por lo pronto, cuestiones como los efectos de las sen-
tencias y la legitimación colectiva ofrecen todavía un campo
en el cual faltan precisiones esenciales. No es menos cierto
que las medidas cautelares, otrora apéndice de los procesos
ordinarios, están cobrando importancia día a día y su uso co-
tidiano tiende a convertirlas en procesos dotados de plena au-
tonomía, aun cuando, como vimos, una reforma inconstitucional
introducida en el artículo 195 del Código Procesal nacional pre-
tende frenar este rumbo. Estamos, consecuentemente, transi-
tando una revolución procesal cuyos alcances no están deli-
mitados aún.
m. Valoración
En el capítulo primero examiné muy someramente los sis-
temas de control constitucional concentrado, existentes en las
naciones europeo-continentales, y tal como anticipé entonces,
voy a hacer aquí una reflexión valorativa _sob~e ambos. Tal
vez sea necesario empezar diciendo -con rms d1sculpas por la
obviedad- que ninguno de estos sistemas es perfecto Y ambos
merecen sus críLicas 3 . Las diferencias entre uno y otro se ex-
-quü- nacieron
- - de las dos grandes revoluciones de fines del siglo xvm: la nort~a-
mericana y la francesa. Se trata de modelos que nacen de revoluciOnes dl9·
tintas; muy diferentes. Los norteamericanos se limitaron a sacar a los mgleset
~1
~' y necesitaron ordenar sus estados federados sobre la base de una ley suprema
cuya custodia tenían que asignársela a algwen. Es decU' que neces•taron JUe-
ces que controlaran a sus legisladores . Francia, por el contrano, hizo un~ re-
volución contra un poder absoluto y particularmente contra tnbunales arbitra-
rios, que cobraban por sus servicios y se disputaban los clientes. Por lo tanto,
Francia tuvo por resultado un sistema en el que los legisladores controlaban a
los jueces. Los jueces y la Corte Suprema norteamericana controlando legisla-
dores; los legisladores franceses controlando jueces a través de su Tribunal de
Casación. Los dos modelo fueron, entonces, el norteamericano con un sistema
de designaciónp olítica, y el francés -que se extiende luego por toda Europa-
con un sistema de designación burocrática. Y los resultados de uno y de otro
no fueron buenos.
"Parece casi un sacrilegio decir que el resultado del sistema judicial nor-
teamericano no ha sido bueno porque es bastante común que todo el mundo hable
de él con admiración. Pero realmente no lo ha sido. Thvo muchos aspectos p<>-
sitivos y tiene el innegable mérito de haber sido el primero en consagrar el control
de constitucionalidad, pero no nos podemos olvid ar que es una sentencia de la
Corte Suprema de los Estados Unidos la que precipita la Guerra de Secesión; y
que fue esa misma Corte Suprema la que durante muchos años legitimó el 'ap-
partheid', el 'iguales pero separados'., No nos podemos olvidar de Sacco y Vanzetti;
no nos podemos olvidar de que recién hacia 1957 la Corte Suprema norteamericana
declaró la inconstitucionalidad de la ley de Virginia que prohibía los matrimonios
mixtos entre negros y blancos. No podemos olvidar que esa Corte Suprema declaró
la inconstitucionaüdad de ca i todas las leyes antitrust y que favoreció la cen·
tralización política y económica de los Estados Unidos en detrimento del principio
federal. No podemos olvidar que esa Corte declaró la inconstitucionalidad de las
leyes de Roosevelt que trataban de superar la crisis de 1929 y de poner en marcha
el 'New Deal'. Tampoco podemos olvidar que esa Corte Suprema encabeza un
sistema judicial que en este momento está dando por resultado un sistema penal
con más de un millón y medio de pre os, y que legitima sentencias de muerte
a niños . Esto respecto del sistema norteamericano.
"Con respecto al sistema europeo, debo decir que no le fue mejor. Esa bu·
rocracia piramidal y napoleónica que se formó y se copió por toda Europa Y no
CONCLUSIONES SOBRE LA EVOLUCIÓN DE UN SISTEMA 493
BHAVO, Domingo A., José Benjam(n Gorostiaga, Santiago del Estero, 1964.
BnEST, Paul, The Misconceiued Quest for the Original Understanding , "Boston
University Law Review", vol. 60, p. 204 (1980).
BnF.ST, Paul, and LEV!NSON, Sanford, Processes of Constitutional Decisionma·
king, 2"d ed., Little , Brown & Co., Boston, 1992.
BREW!,;R C ARlAS, Allan R., La Constitución de 1999, Arte, Caracas, 2000.
DnEYER, Ste phen G., and STEWART, Richard B., Administrati ue Law and Re·
gulatnry Policy, 3'd ed ., Little , Brown & Co ., Bos ton , 1992.
BntGHT, Stephen B ., Counsel for the Poor. Not the Worst Crime but the Worst
Lawyer, "Yate Law Journal" , vol. 103, p. 1835 (1994).
BROWN, Everett S ., The Constitutional History o{ the Louisiana Purchase,
1803-1812, Be rkeley, University of California Press, 1920.
Bltvcr. , Jam es, Constituciones flexibles y constituciones rígidas , 2ª ed. , Ins-
tituto de Estudios Políticos, Civitas, Madrid, 1962.
BuJusA VAUELL, Lorenzo M ., Sobre el concepto de intereses de grupo difusos
y colectivos, LL, t. 1997-F, p. 1142.
BULIT GoN!, Roberto, La protección del medio ambiente en el marco de las
normas sobre el la uado de dinero en el derecho americano , LL , t . 1996-D,
p . 1154.
BunUEAU, Georges, Derecho constitucional e instituciones políticas , versión
española de la 18" edición francesa (París, 1977), Nacional, Mad rid, 1981.
BURTON AoAMl;, George, Constitutional History of England , znd ed., Jonathan
Cape, London , 1948.
B u~TAMANTE ALsiNA, Jorge, El orden público ambiental, LL , t. 1995-E, p. 916.
- , Responsabilidad ciuil por daño ambiental , LL, t . 1994-C, p. 1052.
CANAS!, José, Derecho administrativo, Depalma, Buenos Aires, 1981, t . II .
CA Nu, Guillermo, Acerca de la acción popular y ot~>os temas de derecho am·
biental, ED , t . 107, p. 976 .
-, El orden público ambiental, LL , t . 1979-A, p. 224.
-, Génesis y evolución del derecho de los recursos naturales y del derecho
ambiental, ED , t. 151, p. 673 .
- , La participación popular en la gestión. ambiental , "Revista de Derecho,
Política y Admin istración", Buenos Aires, vol. I , n° 2, abril-junio 1984.
-, Un hito en. la historia del derecho ambiental , LL, t. 1983-D, p. 568.
CA NOSA, Armand o N. , Las reformas al régimen de juicios contra el Estado
y la ley de emergencia económica, Ábaco , Buenos Aires, 2001.
CARF:LLO, Luis A., Problemas del poder de policla en materia de protección
del medio ambiente, en. "Revista d e Derecho Admin istrativo" 0 °'· 7/8
mayo-diciembre d e 1991. ' '
CAR~UCHEL, Paul , y DlC'KJNf;ON, Brice, Th e House of Lords. Its Parliamen.tary
and Jud wtal Roles, H arta Publishing, Oxford, 1999.
CARNOTA , Walter F., Bush u. Gore (La Corte Suprema de los Estados Unidos
elige un Presidente), LL , t. 2001-A, p. 3 94.
-, El derecho a recurrir en materia penal , LL , di a rio d el 7/3/01.
Un. buen inicio para el amparo ambiental con.stitucion.alizado ED t 160
p. 344. • • . '
CAnPrw, ~org~; Coss to DíAZ, José R., y F1 x ZA MUDIO, H éctor, "La jurisdicción
constltucJOnal en M éxico", en AA.VV., La jurisdicción. con.~Útucional en
BIBLIOGRAF IA 505
celona, 1985.
e
Esr.onEDO ' J · ., D!'cc¡'o narw . enctclop
.
e·d·tco d e za mttolog(a,
. De Vecchi, Bar-
Esrn., Feli pe S. La Corte S
Imprenta d~ Coni HnosuprBema federal y stt jurisdicción extra.ordinaria
., uenos Atres 1915 '
AA GVV.
E RTRVA La .
ALLICH IO ~ Eduard
d . . o ' "La JUrlS
· · d tcct
· ·ó n ' constitucional
· en Uruguay" en
. · ., JUrts LC~lón constitucional en lb eroamérica (dirigida por 'Do-
mmgo García Belaunde y Francisco Fernández Segado) Madrid 1997
EsTHAIJA, José Manuel de, Curso de derecho constitucional, At;nasio M;rtí~ez.
.,:1
1
Gil. DuM INGLIF:Z, Andrés, La Corte Suprema y un nuevo retroceso , "Rev.. Ar-
gentina de Derecho Constitucional", año l , nº 2, Ed1ar, Buenos Aires,
2000 .
GI ULIANI F oNRUUGE, Carlos, Derecho financiero , s• ed. (actualizada por S. Na-
varrine y R. Asorey) , Depalma, Buenos Aires , 1993.
- , y N AVARIHNE, Sus ana C ., Impuesto a las Ganancias , 3" edición, Depalma,
Buenos Aires, 1996.
GoDWLN, William, Investigación acerca de la justicia política , versión española
de J. Prince, Americalee , Buenos Aires, 1945.
GoNnRA, Jorge, Jurisdicción federal, Jurisprudencia Argentina, Buenos Aires,
1944.
GoNzALF.Z, Florentino, Lecciones de derecho constitucional , Bernheim , Buenos
Aires , 1869.
GoNzAL;;z, Joaquín V. , "Manual de la Constitución Argenlina", en Obras com-
pletas, Buenos Aires, 1935, t. Ill .
GoN7..Á LEZ CALUERóN, Juan A., Derecho com;titucional argentino , 3" ed., La-
jouane & Cía ., Buenos Aires , 1930-1931.
-, Las bases necesarias y permanentes de la Constitución , Buenos Aires,
19:.:!9.
No hay justicia sin libertad, Zavalía, Buenos Aires, 1956.
GONZÁLEZ P f:REZ, Jesús , Derecho procesal constitucional , Civ:itas, Madrid, 1980.
GONZÁ Lt:~ RoVRA, Octav:io, El "affaire" de la Corte Suprema argentina, Rosso,
Buenos Aires, 1950.
GoRDILLO, A¡,r ustín , Acto, reglamento y contrato administrati vo , "Rev. Argen-
tina de Derecho Administrativo" (RADA), nº 3.
Estudios de derecho administrativo, Buenos Aires , 1963 .
-, La defensa del usuario y del administrado , 3 6 ed., Fundación de Derecho
Administrativo, Buenos Aires, 1998.
Los fall os repetitivos como merma de justicia: cómo evitarlos en el derecho
actual , R ev. "Régimen de la Administración Públi ca", n° 227 , agosto de
1997 .
- , Tratado de derecho administrativo, Fundación de Derecho Administra-
tivo . Buenos Aires, t. 1 (5° cd., 1998); t. 2 (4• ed ., 2000) .
lln día en la justicia: los amparos de los artículos 43 y 75, inc. 22 de
la Constitución nacional, LL, suplemento especial del 60º aniversario,
15/ 12/95.
- , La legitimación en el amparo: asociaciones, cooperativas, derechos de
incidencia colectiva, LL, t. 1995-E, p . 516 .
GoR0!.'1'IAGA, Norberto, El recurso extraordinario ante la Corte Suprema de
la Nación, Depalma, Buenos Aires , 1944.
GoTIHw., Julio, Common Law y Ci vil Law, Abeledo-Perrot, Buenos Aires,
1960.
GuzAfNJ , Osvald o A., Introducción al nuevo derecho procesal, Ediar, Buenos
A~res , 1988.
-, La justicia constitucional , Dcpalma, Buen os Aires, 1994.
GRECCo, Carlos M ., Ensayo preliminar sobre los denominados intereses "di-
fu sos" o ucolectivos" y su protección judicial , LL , t. 1984-B, p. 865.
-, Impugnación de disposiciones reglamentarias , Abeledo-Perrot, Buenos Ai-
res, 1988.
B!BLIOGRAF(A 513
-, Impugnación judicial contra actos administrativo. dd PtJdu Judu:ial,
LL, t. 1984-D, p. 141.
-, La doctrina de los conceptos jurldicos indetermincu;Ü)s ) la fiscalización
de la actividad administrativa, LL, t. 1980-D, p . 1306.
ÜREENAWAI.T, Kent, Quo vadis: The Status and Prospects o! 'Tests" Under
the Religion Clauses. "The Supremo Court Review", 1995, ps. 323 a ::!91.
ÜREGOiliNI CLUSELLAR, Eduardo L. , Estado de sitio y la armon(a en la relació1~
individuo-estado, Depalma, Buenos Aires, 1987.
GREY, Thomas, Do We Ha ve An Unwritten Constitution'?, "Stanford Law Re-
view", vol. 27, p. 703 (1975).
Q¡m· ~· ITH ,
J. A. G., and RYLE , Michael , Parliament. Functions, Practice and
Procedures , Sweet & Maxwcll, London, 1989.
GuASTAVINO, Ellas P., Recurso extraordinario de in.consfitucionalidad , La Roe-
ca, Buenos Aires, UH:l2.
Guide to cungress, 4 111 cd., Congressional Qulli'terly, Washington, 1991.
GuNTHER, Gerald, The Subtle Vices o{ the "Passive Virtue,q", A Comment on
Principie and Expediency in Judicial Revicw , "Columbia Law Review" ,
vol. 64, p. 1 (1964).
, y Suu.IvAN, KaLhleen, Constitutional Law, 13'h ed., The Foundation Press,
New York, 1997 .
G11sMAN, Alfredo S. , La reestructuración tarifaría telefónica. Los procedimien-
tos de audienc:iu e información pública , LL, t. 1997-C, p. 1390.
HAN u, Learned, The Bill of R ights, Harvard University Press, Massachusetts,
1958.
llAno, Ricardo , El control de oficio de constitucionalidad , ED , L. 64, p. 643.
-, La competencia federal, Depalma, Buenos Aires, 1989.
-, Las cuestiones políticas: ¿prudencia o euasión judicial ?, Academia Na-
cional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, Anales del Cincuen-
tenario, 19!-11 .
HASKINS, Georgc L .. "Foundntions of Power: J ohn Marghall , 1801-1815", en
AA. VV., Hi story of the Supreme Cuurt of thc Unitcd States, vol. II (obra
citada en este fndicc).
HAU!l!OU, Maurice, Prin<:ipios de derecho público y constitucional , 2Q ed . es-
pañola, Reu s, Madrid, s/f.
H<:NKIN, Louis, Constitut.ionalism, Democra~'Y and Foreign Affairs, Columbia
Univen;ity Pre~s . Ncw York, 1990.
Is There A Political Question Doctrine?, "Yale Law Journal", vol. Rií, p.
597 (197ti).
-, Vietnam in the Courts o{ the United S tates: Political Questions , "American
Journal of International Law", vol. 63, p . 284 (1969).
H enNANDEZ Antonio M. , El caso "Fayt" y sus implicancias constitucionales,
Academia Nacional de Derecho de Córdoba, 2001.
-, Federalismo Autonom[a Municipal y Ciudad de Buenos Aires en la Re-
forma Constitucional de 1994, Depalma, Buenos Aires, 1997.
H;;uNÁNDEZ V ALLE, Rubén, "La jurisdicción constit ucional en Costa Rica", en
AA.VV., La jurisdicción constitucional en Iberoamérica (obra ya citada).
HEUSTON, Robert F. V. , Lives of the Lord Chancellors 1885-1.940, Clarendon
Press, Oxford, 1987.
514 CONTROL DE CONST ITUCIONALIDAD
History of the Supreme Court of the United S tates (The Oliver Wendell Holm~
Devise), Macmillan Publishing Co., Ncw York, 9 vols. , 1971-1984. .
Hrnr.Rs, Juan C., Derecho internacional de los derechos hllmanos, Ed1ar,
Buenos Aires, 1991-1993.
El derechn procesal constitucional, ED , t. 121, p . 881.
Legitimación democrática del poder judicial y control de
lidad, ED, t . 120, p. 903.
Posibilidad de declarar de oficio la inconstitucionalidad de las leyes (ne-
ce.sidad de que la Corte nacional rectifique su doctrina) , ED, t. 116, p. 896.
-, Técnica de los recursos extraordinarios y de la casación, Platense, U.
Plata , 1991.
Hon 'MANN, Joseph L., The Supreme Court 's New Vision o( Federal
Corpus for State Prisoners, "The Supreme Court Review 1989", The Uni-
versity of Chicago Prcss, ps. 165 a 193.
HoGG, Peter W., Constitutional Law of Ganada, 3'd
Professional Publishing, Ontario, 1992.
HoLMt:i:i, 0\ivcr W., "Law and lhe Court", en Collected Legal Paper·s , Harco
Brace and Howe, New York, 1920.
The Common Law, edited by Mark DeWolfe Howe, Littlc, Brown
Co, lloston, 1963.
The Path of Law, "Harvard Law Review" , vol. 10, p . 457 (1897),
ducido en Collected Legal Papers, citado supra.
HOI.T, J. C., Magna Carta, 2nd cd., Cambridge University Press, 1995.
Homenaje al Dr. Alberto Gabriel Padilla , obra presentada por el Dr.
Bolet, Cátedra de Derecho Constitucional II, Facultad de Derecho
la UBA, Buenos Aires, 1979.
Hooo PHn"LIPS, 0., and JACKSON, Paul, Constitutional and Administratiue
7 ~ ccl., Swcct an d Maxwell, London , 1987 .
11
H orKINS, James H., A Ili story o( Pol ítica[ Parties in the Uniled States, Put-
nam's Sons, New York, 1900.
HoRVATH, Pablo. y Vi\NOSS!, Jorge R., El fallo "Baker v. Carr" .Y la justicia-
bilidad de las cuestiones pollticns, LL, t. 114, p. 98~.
H u !CI , H éctor, La. responsabilidad del Estado por omisión, LL, t. 1993-0
p.8:n
H UTCHINSON, Tomás, La función administrativa del pnder )11.dicial y su revisi6,.
jurisdiccional. ED, t. 84, p. 483 .
-, Ley Nacional de Prncedimi.entos Administrativos, Astrea, Buenos
1985, t. l.
H YNJ;MAN.' Charles S., The Supreme Court on Trial, Creenwood Press,
nectlcut, 1974.
lBARLUCIA, Emilio A., lnconstitucionalidad de los decretos de indulto 1002/89
1003 /89 y 1004 /89, ED, diario del 14/11/89. '
l MAZ, Es Leban, "Arbitrariedad y recurso extraordinario", en La esencia d~
la Co8a juzgada y otros ensayos, Arayú, Buenos Aires, 1954.
-, Y REv, Ricardo, Recurso extraordinario, 3" ed., Abeledo-Perrol,
Aires, 2000.
In Memoriam-Roberto Repetto, Buenos Aires, 19Rl .
InoNs, Petcr, Justice at Wa.r, University of California Press, Berkclcy,
B!BLIOGRAF fA
I 515
l>RAEC, Jerold H. ; KMusAR, Ya!e LA F
and the Con stitution West
lSSI\CHARorv Samucl G '
'J AVE, Wayne R. , Criminal Procedur
roup, Mmnesoia, 1999. e
"Th ' ' ouernance and Legiti . h
en e Supreme Court Review" macy ~~ t e Law o(Class A ctions
JACKISC H, Carlota , Política · cómo b ~ Th~ UnJVersity Of Chicago Press 1999,
"La Nación", 26/11/2000. aJar e costo del sistema de poder, diari~
-, y FERR~IRA RUJJIO Delia M ''El .
Sistemas electorales y sus c~~scue~~stema ~lectora! en la Argentina", en
CJcdla-Fundación Konrad Ad tas pol!t¡cas (comp. Carlota Jackisch)
JACKSON Robert H The S enauer, Buenos Aires, 1997. '
' ·•
ment, Harva rd Universii upreme Cou t · th
r m .e American System o( Govern -
Juckson~• Maehin. ery of Justfce Pr~s-~, ¡ambndge, Massachusetts, 1955.
vers ity Press, 1989 (reprint ~9~9~).o por J .R. Spencer, Cambridge Uni-
JACQUES, Stephen C. , Reno v. ACLU: lnsulating the Internet, th(! First Amend-
m~n4t,6and the Marketplace of Ideas , "American University Law Review"
YO . , p, 1945 (1997). '
JELI.JNEK, Georg, Teoría general del Estado (trad. de la z•
ed. alemana) Al -
batros, Buenos Aires, 1943. '
JJMENF:Z, Eduardo P., Y CoNSTANTINO, Juan A ., Intereses difusos, su protección.
Efectos .Y alcances, ED, t. 142, p. 834.
JoHNSON, Hcrbert, "John Marshall", en The Supreme Court Justice.~, Con-
greflsional Quarterly Inc., Washington D.C., 1993.
JoHNSON, Loch K. , The Mahing o( lntemational Agreements, Cungre8s Con-
f'ronts Executiue, New York Univcrsity Press, 1984.
JoNES, Han·y W.; KERNOCHAN, John M., and M uHPHY, Arthur W. , Legal Method,
The Foundation Press Inc., New York , 1980.
Juan Francisco Seguí-Bartolomé Mitre. Polémica sobre la Constitución, es-
tudio preliminar de Néstor T. Auza, Instituto Histórico de la Organización
Nacional, Buenos Aires, 1982.
KAPI,AN, Justin, Mr. Clemens & Mark Twain . Bioaraphy, Simon & Schusier,
New York, 1966.
KAu~'MAN , Gustavo A., Razonabilidad de la regulación ambiental, LL, l. 1995-
C, p. 933.
, Una aplicación apresurada y super(ieial de los arUculos 41 y 4.3 de La
Constitución, LL , su pi. "Actualidad", del 6/12/94.
KEt~~~:N, Hans, Teorla pura del derecho (versión eRpañ~la de ~oberto Vcrnengo
de la edic ión en alemán de 1960), 9a ed., Porrua, Mcx1CO , 1997 ·
KiNGDOM, John , Gu uernment and Politics in Brita.in, 2"d ed ., PultLY Press,
Cambridge, 1999.
K! SSINGFH Henry Diploma cy, Simon & Schuster, New York , 1994.
, ·. .L, · w' The Chief Executive ' 6'h ed., Harcourt Brace College Pub-
K OENIC, OULS .,
lishersW
, 1996.R and I RAEL Jerold H. Criminal Procedure , West Pu-
LA F• AVF., ayne ., , ,
1992
blishing Co., Minnesotta, · . t la lutte contre la législacion
LAMBER'I', Edouard,, Le gouuernemen~ ~s JUges e . . du controle judiciaire
•uc 1·aze aux Etats Unís. L'éxpertence amencatne
,, . . . . p . 1921
de constitutwnnal!te, G!~rd, ans, . ¡
de La y République (Précis),
LAVIIOH Dimitri G .. Le dr01t constttut10nne
LozANO,
"Ac t Luis F., ¿Puede
ualidad", un. presidente indultar a un procesado?, LL , sección
28/ 12/89.
L uBRERS, Je ffrey, A Cuide tu Federal Agency Rulemaking, 3rd ed., AmericiUl
Bar As ociation, 1998.
LUGONES, Narciso J., R ecurso extraordinario, Dcpa lma, Buenos Aires, l99Z.
BIBLIOGR AFÍA 517
P H.fo:O.<:;..t:;ER, St e Phen , •s 1·r Edward Coke" ' en The Guide to American Law, W
Puhlishing Co ., Minnesota, 1983, vol. 3. . D h
Primeros académicos de derecho (1925), Academia Nacwnal de . erec O
Ciencias Sociales de Buenos Aires, Obras, n~ 17, Buenos A1res ~
P ucclNt:LLI, Osear, El hábeas data en Indoiberoamenca, Tem1s, Bogota,
P u ~::v, Merlo J., Charles E vans Hughes , Macmillan, New York, ~951.
Quién es quién en la justicia, prólogo de Luis Moreno Ocampo, Perhl, B
Aires, 1997. .
QumoGA LAVIE, Humberto, Constitución de la Ciudad de Buenos Atres,
binzal-C ulzoni , Santa Fe, 1996.
Derecho cnn.~titucinnal , Cooperadora de Derech o y Ciencias Sociales,
nos Aires , 1978.
El estado ecológico de derecho en la Constitución nacional, LL, t.
p. 950.
-, Réquiem al amparo colectivo, LL, t. 1998-C, p. 1337.
RAlllll-BAWI CADAl>~ILL-'.S, Renato, El control de constitucionalidad
pública Argentina , en Rev. "Justicia Const.itucional", Memoria, n• 5,
221 a 257.
RALMOND!, Carlos A., y A'I'<:HABAHIAN, Adolfo, El impuesto a las ganancias,
cd., Depalma , Buenos Aires, 2000.
RAMF:I.T.A, Pablo, Derecho constitucional, 36 ed ., Dep a lma, Buenos Aires,
RAVCES, Federico, La Revolución de Mayo como origen constitucional
tino, Ab elcdo-Perrot, Buenos Aires, 1960.
REDISH, Martín , Judicial Review and the Political Question , "Nort,h
Law Review", vol. 79, p . 1031 (1984).
R F.IINQUIST, William, The Notion of a Living Constitution, "Texas Law tt,v,.,w-_
vol. 54, p . 693 (1976).
Rt:JTM AN FARAH, Mario, Responsabilidad del Estado por omisión judicial.
tendencia. que se expande, LL , t . 1996-D, p. 79.
RELF, Frances H ., Th e Petition of Rights , "University of Minnesota
in Política\ Sciences", n • 8, 1917.
RI VAS, Adolfo A., Derechos subjetivos, intereses difusos y acciones vuvutal'l:ll.
ED, t . 135, p. 861.
-, El amparo, La Rocca, Buenos Aires, 1987.
- , El amparo y la nueua Constitución de la República Argentina LL
1994-E, p. 1330. ' '
RIVF.RO, Jean , y WALINE, Jean , Droit administratif (Précis), 16" éd., Da
Paris, 1996.
RonlUGUEz RoBLES, Francisco, "La jurisdicción constitucional en Panamá"
AA .VV., La jurisdicción constitucional en Iberoamérica (obra ya citada}.
RoMERO CAHRANZA~ A.; RooR!G~E:t VAKELA, A., y VENTURA, E ., H istoria poUticta
de la Argent~na, Pannedille, Buenos Aires, 1975.
Ro~~::~to, César E ., Derecho constitucional, Zavalía, Bueno¡¡ Aires , 1976.
RosALEs CuELLO, Ram~ro, Acción declarativa de inconstitucionalidad y amparo.
S~s Umttes como acciones directas de control en la Provincia de Bueno•
Atres , LL , t. 1997-F, p. 501.
Acción declarativa y control constitucional. Estado actual de la cuestión
en la doctnna ~ la Corte Suprema de ,Justicia de la Nación JA su-
plemento espec1al del 6/12/00. ' '
BIBLIOGRAFIA 523
The New R ight and ~ Con.titution. Tuming Back the Legal Clock ,
Northeastern University Presa, Boston, 1990.
ScH WART7., H ermann, Packing the Courts. The Conservative Campaign to Rew·
rite the Constitution , Charles Scrihner's ons, New York, 1988.
SEAI!A, Juan l., El problema de la legitimación del Estado para plantear
en un proceso judicial la inconstitucionalidad de sus propias normas
jurídicas (tesina presentada en el Master de Derecho Administrativo
de la Universidad Austral), Buenos Aires, 2001.
S Eco VILLALBA, J osé A., Fuentes de la Constitución argentina, Depa lm a, Bue-
nos Aires, 1943.
St.v~; o~ GASTON, Alberto, Los tratados ejecutivos en la RepLiblica Argentina,
D epalma, Buenos Aires, 1970.
SHANE, Peter M ., a nd BRUFt', Harold H ., Separation of Powers , Ca rolina Aca-
demic Press, North Carolina, 1996.
SHERRY , Suzanna, Lee v. Weisman: Paradox Redux, The Supreme Court Re-
uiew, 1992, The University of Chicago Press, ps. 123 a 153 .
SHNAYERRON, Robcrt, Th e lllustrated History o{ the Supreme Court o{ the l!ni-
ted States, Harry N. Abram s, Inc., New York, 1986.
Should Congress De{end Its Own Interests Befare th e Courts?, "33 Stanford
Law Revi ew 715", 724/32 (1962).
SI EGAN, Bernard, Econumic Liberties and the Constitution, Univcrsity of Chi·
cago Press, Chicago & London, 1980 .
SILVA DI•: LA RIESTRA, Juan , Académicos de derecho y hombres de gobierno,
Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Bue nos Aires,
Obras, n° G, 1969.
SMJTH, J ean E ., John Marshall. Definer of a Nation , Henry Holt & Co .,
New York, 1996.
SNOWISS, Sylvia, Th e Judi cial Reuiew and the Law of the Constitution , Vale
University Prcss, Nt:w Havcn and London , 1~~0 .
SoLA , Juan V. , intervención federal en las provincias , Abel edo-Perrot, Buenos
Aires, 1982.
SonMAN, Guy, La réuolution conservatrice américaine, Fayard , Paris. 1983.
Sources o{ our liberties, recopilación de Richard L. P erry y J ohn C. Cooper,
Chicago, Am erican Bar Foundation , 1959.
SPISso, Rodolfo R. , Derecho constitucional tributario , 26 ed., Depalma, Buenos
Aires, 2000 .
8l'U'I'A, Alberlo A., Análisis de la acción de amparo en los términos del artículo
43 de la Constitución Nacional , ED, t. 163, p . 767.
Recurso extraordinario, La Ley, Buenos Aires, 2001.
-, La Corte Suprema de la Nación como parte del poder poUtico del Estado,
LL, t . 1990-B, p. 979.
S'I'EPllENSEN, Carl , y MARCHAM, Frederic G., Sources of English Constitucional
History , New York, Harper & Brothers, 1937.
STERN, Robert L. ; GHI:: · MAN, Eugenc; SHAPIRO, Stephen M., and GI::LLER, Ken·
neth S., Supreme Court Practice, 7'h ed. , Thc Bureau of Nati onal Affairs,
Washinf<l;on D .C. , 1993.
STOHY, Joseph, Comentarios sobre la Constitución Federal de los Estados
Unidos, traducción por Nicolás Calvo de la 3ª ed. por Nicol ás Calvo,
Buenos Aires, Impre nla y Librería de Mayo, 1881.
526 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
American Constitutional Lalr, 3"' ed.. Tbe Foundarion Press, New York,
2000, Vol l.
Constitutional Choices, Harvanl University Press, Massachusetts, 1985.
-, God Saue This Honorable Court - Row the Choice of Supreme Court
Justices Shapes Our History , Rand om House, New York, 19!!5.
TRIONFF.TT!, Víctor R. , El Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autó-
noma de Buenos Aires, "Rev. de Derecho Procesal", Rubinzai-Culzoni,
n u 3, 1999.
TuRPI N, Colin , British Gouernment and the Constitution , 3nl. ed., Butterworths,
London, 1995 .
U!CICH, Rodolfo D., Los bancos de datos y el derecho a la intimidad, Ad-Hoc,
Buenos Aires, 1999.
ULLA, Decio C., La tutela de los intereses difusos en la Provincia de Santa
Fe. El recurso contencioso administrativo sumario, en "Rev. de Derecho
Administrativo", n••· 9 y 10, 1992.
UIHEN, Carlos M. , Mitre. Contribución al estudio de la oída pública del 1e-
n.iente General Ba1'tolomé Mitre , Molinnri, Buenos Aires, 1919.
VAJ.I .S, Mario F., Primeras refiexiones sobre la.q clausulas ambientales y la
Constitución , ED , t . 158, p. 1065.
VANIJI:;RBIJ.T, Arlhur T., The Doctrine of the Separations of Powers and its
Present-Day Significance, The University of Ncbraska Press, 1953.
VANOSSI, J orge R. , Aspectos del recurso extraordinario de inconstitucionalidad,
Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1966.
El estado de derecho en el constitucionalismo social, 3" ed., Eudeba, Bue-
nos Aires, 2000 .
El sometimiento de los civiles a los tribunales militares, ED , l. 93, p.
937 .
-, Jurisdicción y Corte Suprema ante los casos abstractos, separata de la
"Revista Jurídica de Buenos Aires", 1963.
-, La Constitución euane..,-cente (una reforma espasmódica) , LL , t. 1994-E,
p. 1246.
-, La infiuencia de José Benjamín Gorostiaga en la Constitución argentina
y en su jurisprudencia, Pannedille , Buenos Aires, 1970 .
-, La infiuencia de la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica
en la Constitucirin de la República Argentina, "Revista Jurídica de San
Isidro", no•. 10 y 11, 1976, ps. 73 a 148.
La sentencia arbitraria: un acto de lesión constitucional (La arbitrariedad
como inconstitucionalidad) , ED, t. 91, p. 105.
-, Las perspectivas del Estado democrático, democracia constitucional, plu-
ralismo y control, en "Revista del Instituto de Derecho Político y Cons-
titucional", Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, UBA, n 2 1, Buenos
Aires, 1978.
-, Obra legislativa, Imprenta del Congreso de la Nación , Buenos Aires,
1987-1988.
- , Recurso extraordinario federal. Control de constitucionalidad, Universi-
dad, Bueno::; Aires, 1984.
-, Refiexiones en torno al amparo como medio para el control de consti-
tucionaliclad, Edla , 1982.
Teor(a constitucional , Depalma, Buenos Aires, 1976.
528 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
vARE LA, Luis V., Estudios de derecho administrativo, El Siglo Ilustrado, Mon-
Levideo, 1901, t. l. . . .
VA7.Qu.,;z, Adolfo R., La Corte Suprema de Justtcta de la Nactón Y su par-
ticipa.ción en comisión con otros poderes, LL, t . 1996-C, P: 904.
VEDEL, Georges, Derecho administrativo, traducción de Juan Rmcón Jurado,
Aguilar, Madrid, 1980. .
VwiA, Agustín de , Constitución argentina, Coni Hnos., Buenos A1res, 1907.
VE NICA, Osear H. , Declaración de oficio de la inconstttucwnaltdad de lcu
leyes o decretos, LL, t. 1986-C, p. 937.
VERA VII .LALOROS, Enrique, El poder de nucMro uoto, Pl aneta, Buenos Aire ,
1994.
V8HDIT~Kv, Horacio, Ha cer la Corte, Planeta, Buenos Aires, 1993.
VEHI.V, H ernán , El argumento contramayoritario, justificación del control ju-
dicial de constitucionalidad, ED , t. 144, p . 983 .
Views (mm the Bench, The Judiciary and Constitutional Politics, foreword
by Warren E. Burger, collectcd and edited by Mark W. Cannon and
David O'Brien, Chatham House Publishers, New Jersey, 1985.
VJLLE<;AS BASAVli.OASo, Benjamín , Un debate parlamentario histórico: Mitre ver-
sus Vélez Sársfield, 2° ed., Abeledo-Perrot, Buenos Aires , 1959.
VJNCENT, Jean; GVINCHARD, Serge; M oNTAGNIEH, .Gabriel , y VACUNAim, André, La
justice et ses institutions (Précis), 4 6 ed., Dalloz, Paris, 1996.
Vi NING, Joseph , Legal Identity: The Coming of Age of Public Law, Yalc Uni-
versity Prcss, New Haven, 1978.
VIRGA, Pietro, Diritto Amministratiuo, 5" ed., Giuffre , Milano, 1999.
Vfmw, Daniel R. , Decretos de necesidad y urgencia, Ad-Hoc, Buenos Aires,
1991
W ADE, Sir William, and F oRSYTI!, Cristopher, Administratiue Law, B'h ed.,
Oxford University Press, Oxford, 2000.
WAI,Kr:R, David M ., The Oxford Companion to Law , Clarendon
1980.
Pre~;s, Oxford,
WARHF-N, Charle , The Supreme Conrt in Unit"d States History, Little, Brown
& Co. , Boston, 19:.!6.
Wr.ATHERHI
London,LL, 1995
Stephen,
. and Bt:A UMON'r. Paul, EC Law, 2"rl ed., Penguin Books,
WECHSLF:l~, Herbert, The Courts and the Constitution, "Columbia Law Review"
vol. 65, p . 1001 (1965). '
-, Toward Neutral Principies o(Constitutional Law, "Harvard Law Review"
vol. 73, ps. 1 a 8 (1959). '
WF:IL, Prosp~r, Derecho administrativo, Civitas, Madrid , 1986.
WEHHAM , Ke1th , Toward an Eclectic Approach to Separation of Powers: Mo-
rrtson u. Ol:;on Examtned, "Hastings Constitutional Law Quarterly" ' vol
16, 1989. o
A) R epública A rgentina
a) Fallos
Aramayo, Domingo R., Fallos , 306:72 (1984): l-237 (314), II-294 (25), II-460
(876).
Arancibia Clavel, Enrique, Fallos, 302:973 (1980): II -415 (585).
Aráoz c/Pcia. de Salta , Fallos , 304:390 (1982): II-303 (66).
Araujo, IIoracio Domingo, Fallos , 30:.!:583 (1980): I-456 (829).
Ardissone, José, Fallos , 255:216 (1963): II -37 (119).
Arenzon c/Nación Argentina, Fallos , 306:400 (1984): I-421 (659).
Argentino Land and Investment Co. c/Nación Argentina, Fallos , 267 :393
(1967): I-266 (443).
Argüello c/Dirección Nacional de Migraciones, Fallos, 268 :393 (1967): II-426
(675).
Arias c/Nación Argentina, Fallos, 302:104 (1977): II-413 (571).
Arias, Pedro Ricardo, Fallos, 294:50 (1976): I-453 (810).
Ariando de Zehnder c/Pcia. de Córdoba, Fallos , 305:823 (1983): II -303 (66).
Arlandini, Enrique, Fallo.~ . 208 :184 (1947): 11-213 (301), II-412 (562).
Arning, Brauss y Cía. c/Pcdro Hahn y Cía., Fallos, 69:387 (1897): I-458 (845).
Arostegui c/Dirección Nacional de Recaudación Prevü~ional , Fallos , 314:1455
(1991): I-412 (638).
Arzobispado de Buenos Aires c/Astoul, Fallos , 187:628 (1940): II -339 (225).
Arzuaga c/Hern!ra, Fallos, 183:29 (1939): II-342 (243).
Aserradero Clippcr S .R.L .. Fallos, 249:221 (1961): I-421 (659), Il-427 (684).
Asociación Argentina de Anestesiología, Fallos, 307 :1257 (1985): I-455 (824).
Asoc ia ción Benghalcnsis c/Ministerio de Salud y Acción Social Fallos
::123 :1339 (2000): II -74 (278). ' '
Asociación Civil Escuela Escocesa San Andrés c/Buenos Aires, Fallos, 310:977
(1987): I-403 (584).
Asociación Constitucional y Libertad ArgenLina, Fallos , 195:439 (1943): II -170
(114).
Asociación Cultural Barker c!Pcia . de Buenos Aires, Fallos , 316:1175 (199::l):
I-312 (216).
Asociación de Consumidores y Usuarios de la Argentina c/Nación Argentina ,
Fallos , 322:1436, (1999): I-313 (2 19).
Asociación de Viajantes de Comercio c/Brornberg y Cía. S .A., Fallos, 257:136
(1963): II -245 (467) .
Asociación del Personal Civil de Santa Fe, Fallos , 291:146 (1975): I-452 (804),
I-453 (!l08) .
Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles Argen~inos c/Nación
Argentina, Fallos, 293:459 (1975): ll-342, 343 (248).
Asociación del Personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
(INTA) c/Poder Ejecutivo Nacional, Fallos , 323:3085 (2000): I-251 (390).
Asociación Trabajadores del Estado c/P.E.N., Fallos, 320:2603 (1997): I-312
(217).
Astilleros Conumar S .R.L ., Fallos, 312:1872 (1989): I-453 (810).
Astilleros Tarrab S .A. c/Minozzi, Fallos, 307:973 (1985): II-31 0 (114) .•
A.T.E. San Juan , Fallos 317:874 (1994): ll-189 (196), II-467 (911-9 12).
534 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
Athuel Electrónica S.A. c/Pcia. de Tierra del Fuego, Fallos, 320:1875 (1997):
I-412 (642).
Attias, Alberto , Fallos , 223:206 (1952): Il-414 (575-576).
Allias, Albei'Lo . Fallos , 229:335 (1952): I-245 (354).
Audano, Héctor, Fallos , 235 :355 (1956): Il-176 (144).
Ávalos c/Nación Argentina, Fallos , 304:805 (1982): II-243 (455).
Avegno c/Pcia. de Buenos Aires, 14:425 (1874): I-73 (130), I-215 (224 a 226},
I-216 (239), Il-371 (::\44).
Avellaneda Huergo, Alfredo, Fallos, 172:344 (1935): Il-412 (559).
Avico c/de la Pesa, Fallos, 172:21 (1934): I-244 (347), I-326 (275), 1-427 (685),
II-281 (640), II-282 (650), II-416 (596).
Azar, Juan Roberto, Fallos, 299:428 (1977): II-284 (654).
Azcona y Cía. c/D .G.I., Fallos, 304 :1109 (1982): I-455 (824).
Azucarera Concepción c!Tucumán, Fallos, 143 :131 (1925): II-200 (243).
Banc~1;1f.ular de La Plata, Fallos , 264 :443 (1966): I-354 (401 -402), II-311
Banco Río do la Plata S.A. c/Pcia. de Buenos Aires Fallos 210·500 (1948)·
II-304 (70). ' ' . ' .
Baquero c/Editorial Abril S.A., Fallos , 302:702 (1980): I-454 (813).
Baracat, Anton10 Luis, Fallos, 298:321 (1977): I-453 (809).
Barbarella,S.A. , Fallos , 300:1087 (1978): I-271 (8), II-162 (55).
Barbuto c/Ragucci, Fallos , 300:429 (1978): I-457 (838).
Barc~ ~~)omisión Municipal de la Vivienda, Fallos , 317:1076 (1994): I-455
8
Barernblit de Lerner c!Univcrsidad de Buenos Airo~;, Fallos 291 :13::1 (1975)·
I-315 (230). ' .
Barraco Aguirre c/Universidad Nacional de Córdoba, Fallos , 302:1503 (1980):
II-241 (445).
Barros c/Univcrsidad Nacional de Córdoba, Fallos, 301 :151 (1979): II-426
(673)
Basterrica y Capalbo, Fallos , 308:1392 (1986): II-309 (106), II-456 (840-841),
II-473.
Bastiano c!Talavcra, Fallos , 304:148 (1982): I-450 (7R7).
Baudrix c/Gobierno de Buenos Aires, Fallos, 5:326 (1868): I-443 (772-773).
Becco, Ángel, Fallos, 190:392 (1941): 1-268 (446).
Bejarano, Silverio, Fallos , 12 :372 (1872): I-285 (74-75).
Belozercovsky, Jacobo, Fallos , 292:202 (1975): II-339 (225 ).
Bellman, Pedro J., Fallos, 256:359 (1963): Il-171 (118).
Bemberg y Elorlondo de Bemberg, Fallos , 224:810 y 845 (1952): I -244 (349).
Bemberg, Otto S., Fallos , 242:460 (1958): II-339 (225), II-342 (248).
Benasayag c/Carrizo, Fallos , 307:1948 (1985): I-354 (406).
Bcneduce c/Casa Auguste, Fallos, 251 :4 72 (1961): 1-266 (443), II-244 (464),
II-245 (466).
Bcr~aitz, Miguel Ángel y otros, Fallos , 315:1854 (1992): I-289 (97) .
Bergés c/Gobierno Nacional, Fallos, 166:264 (1932): II-240 (437).
Beristayn de Vedoya c/Buenos Aires, Fallos , 157:352 (1930): II-36 (109, 111).
Berlari c/Omega Cooperativa de Seguros, Fallos , 317:1684 (1994): I-457 (832).
Bernardello c/Dirección Nacional de Aduanas, Fallos, 287 :456 (1973): I-450
(787), I-451 (792).
Berrueta, Domingo Antonio, Fallos, 301:205 (1979): I- 191 (128).
Bcrtotto, J osé Guillermo, Fallos, 160:104 (1931): II-170 (114).
Bessio c/Nación Argentina, Fallos, 298:47 (1977): Il-342, 343 (248) .
B.H.N. c/C6rdoba, Fallos, 112:63 (1909): I-215 (228-229), I-392 (533-534).
B .H.N. c/Herzinjak, Fallos , 250:431 (1961): II-325 (176).
B.H .N. c/Pcia. de Córdoba, Fallos, 256:104 (1963): I-392 (533-534).
B.H.N. c/Quiroga, Fallos , 189:292 (1941) : I-354 (403).
Bidone c/Nación Argentina, Fallos, 316:1802 (1993): II-41 (135) .
536 CONTROL DE CONSTI'l'UCIONALIDAD
Bizet c/Banco Mercantil Argentino, Fallos , 323:400 (2000): I-452 (799) I-453
ffi100. '
Bocaccio, Eduardo Manuel, Fallos , 305:1694 (1983): I-451 (792).
Bodegas Y Viñedos Amadeo Marañón c/l.N.V., Fallo s, 297:381 (1977): I-239
(322), Il-295 (33), II-371 (336).
Bodeg" s Y Viñedos Giol c/Instituto Nacional de ViLivinicu ltura, Fallos,
310:703 (1987): I-455 (824).
Boidanich d Ansaldi , Fallos, 184:137 (1939): II-316 (14 1).
Bonati, Jorge Andrés, Fallos , 310:182 (1987): I-451 (796).
Bonelli dMunicipalidad de la Capital, Fallos , 95:290 (1902): I-285 (77).
Bonevo , Ricardo , Fallos , 155:182 (1929): I-314 (224).
Bonfante c/Junta Nacional de Carnes, Fallos, 288:325 (1974): I-272 (10).
Bonis, Pedro Luis, Fallos, 312:1891 (1989): II-342, 343 (218).
Borgward Argentina SA. , Fallos , 238:391 (1957): II-310 (115), TT-326 (184).
Borio, Aldo, Fallo s, 291 :160 (1975): II-342, 343 (248).
Boroquímica S.A., Fallos, 304:153 (1982): Il-343 (250).
Botta c/Junta Electoral de la Unión Cívica Radical, Fallos, 310:670 (1987):
I-311 (208).
Bourdié dMunicipalidad de la Capital, Fallos. 145:307 (1925): I-243 (338),
II-303 (65), II-373 (353).
Bozzano c/Nación Argentina (Estado Mayor de la Armada), Fallo8, 318:1256
(1995): I-273 (14), II-277 (629), II -284 (654).
Bramajo, Hernán J. , Fallos, 319:1840 (1996): 1-361 (439), II-478 (978).
Brasesco, Aurelio, Fallos , 266:159, 161:62 (1966 ): II-242 (453).
Braverman c/Bocazzi, Fallos, 282:15 (1972): I-327 (296).
Bravo c!YPF, Fallos, 253:406 (1962): II-325 (175).
Bravo, Mario, Fallos, 115:163 (1911): I-277 (37), I-286 (80).
Bressani c/Pcia. de Mendoza, Fallos , 178:9 (1937): l -319 (248), II-425 (656).
Brieba, Rodolfo J. , Fallos , 306:2070 (1984): I-239 (322), Il-295 (33), II-371
(336).
Briñas c/Buenos Aires, Fallos , 130:157 (1919): 1-286 (83-84).
Brizuela c/Cín. Swifl del Plata, Fallos , 296:432 (1976): I-227 (268) .
Brizuela c/Panadería Costa Azul, Fallos , 295 :47 9 (1976): I-454 (813).
Bruno Hnos. d A.N.A., Fallos , 315:923 (1992): l-272 (10-11).
Bruno, Raúl O., Fallos, 311:460 (1988): I-259, (415), I-366 (461-462).
Buchbinder dM.C.B.A. , Fallos, 303:466 (1981): I -454 (818).
Budano c/Facultad de Arquitectura, Fallos , 310:1045 (1987): II-339 (225).
Buenos Aires c/Cattaneo de Mornagh.i , Fallos , 293:253 (1975): I-452 (804).
Buenos Aires c/Cía. Unión Telefónica del Río de la Plata, Fallos , 210:396
(19411): II-321 (160).
Buenos Aires c/ENTel, Fallos, 304:1186 (1982): I-180 (ñ:t).
Buenos Aires c!Lacour, Fallos , 200:180 (1944): 1-215, 216 (230-231).
Buenos Aires c/Nación Argentina (Gendarmería Nacional), Fallos , 297:236
(1977): II-40 (129).
Buenos Aires c/SEGBA, Fallos, 305:1847 (1983): I-180 (53).
Buenos Aires c/Valbuena Medrana, Fallos, 187 :444 (1940): Il-41 (138).
ÍNDICE DE FALLOS, ACORDADAS Y DICTÁMENES CITADOS 537
Perradas Eduard D .
ri
ra erm a Soc del Perso ¡ F
comotoras, Fallos , 3l0: 9 ::l 7 ( 1987 )·
· -3 44 (251).
na
·
errov1ario de Lo-
298:408 (1977):
Fiscalía Nacional de Investigaciones Admtmstral•vas, a os,
Il-342, 343 (248). Fall
08•
12 ·134 (1872): I-238 (316), I -239
· 1 cfManuel Ocampo, ·
Fisco N acwna ( ) II -295 (3 3). Il-371 (336).
(322), Il-294 27 '
546 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
Gauna, Juan Octavio, Fallos, 320:875 (1997): II-467 {913, 914), ll-483 (1018).
Gazzera, Felipe E., Fallos , 257 :187 (1963): 11-339 {225).
Geadanes, Andrés, Fallos, 208:30 (1947): 1-268 {446).
Gelpi, Laico y Cía., Fallos , 190:389 (1941): I-458 (847).
Gerardo c/Banco de la Pcia . de Entre Ríos, Fallos , 302:252 {1980): II-339
{225).
Gesualdi c/Cooperativa de Periodistas Independientes, Fallos , 319:3085
{1996): 11-479 (996).
Gewer, Adriana D., Fallos, 304:335 {1982): I-452 {804).
Gianelli, Sandra l. , Fallos, 302:345 (1980): II-342, 343 {248).
Gibbs c/Mendoza, Fallos , 93 :219 {1901): 11-238 (429).
Giffoni, Luis Vicente, Fallos, 303 :1039 (1981): II-47 (159).
Gil c/Universidad Tecnológica Nacional, Fallos , 312:245 (1989) : II-41 {137).
Gil de Giménez Colodrero c/Nación Argentina, Fallos , 316:1718 (1993): 1-272
(12).
Giménez, Nancy Gladys, Fallos, 311:185 (1988): I-455 (824).
Giménez, Nicolás, Fallos , 283:248 (1972): II-342, 343 {248).
Gioia c/Gioia de Garris, Fallos, 248:836 (1960): I-458 {848).
Giorgi, Alfredo A., Fallos , 307:671 {1985): 1-357 {418), 11-311 (123).
Giroldi, Horacio, Fallos , 318:514 {1995): 1-124 {299), ll-478 (974).
Giulitta c/Gobierno Nacional , Fallos , 189:156 (1941): II-207 (273).
Glaser, Benjamin , Fallos, 265:336 (1966): II-426 {672).
Godoy c/Universidad Nacional de La Plata, Fallos, 1621, 1630 {1990): II-213
{303).
Godoy, Santiago, Fallos, 172:396 {1935): II-241 (438).
Gomer c/Pcia. de Córdoba, Fallos, 310:142 {1987): I-401 {577), I-402 (579),
1-403, 404, 413, 415.
Gómez c/Frigorífico Swift, Fallos, 252 :219 {1962): 1-443 (771).
Gómez Diez c/Congreso de la Nación , Fallos, 322:528 (1999): I-412 {643),
I-413 (644), II-87 (339), 11-142 (608).
González Bergez, Pablo, Fallos , 313:588 (1990): 11-136 {578), l -198 {232).
González c/ANSES, Fallos, 323:555 (2000): 1-361 {442).
González c/Chubut, Fallos , 323:518 (2000): l-271 (4).
González c/Mendoza, Fallos, 316:2855 {1993): 1-412 {637).
González c/Nación Argentina, Fallos, 299:93 (1977): II-243 (455).
González dRinland, Fallos , 293:534 (1975): Il-339 (225).
González Roque , Fallos , 264:7 (1966): Il-188 {185). 53 (810)
' . A · F ll 293 ·80 (1975): I -4 ·
González Sugasti, ntomo, a os , .' 488 (1998): II-478 (977).
Gorriarán Merlo, Ennque, Fallos. 322.: d Cooperativa de Servicios Profe-
Graduados en Ciencias Económ~cas Asdoc•Ca . os . Económicas de la Capital
·o Profeswnal e Iencias
sionales ele onse) . -42 {142).
Federal, Fallos , 311:1132 {19:~~·· 91¿1 (1986): II-188 (186, 19D, Il-193,
Graffigna Latino, Carlos, Fallos , .
.194, II-219 {333) . 1673 (1981)· ll-246 {474).
Graffigna, Carlos S., Fal~o~ , 303: F ll s Ú6:2394 (1993): 11-480 {1004).
Granada c/Diarios y Nouc,as S.A., a o '
CONTROL DE CONST!TUC!ONALlDAD
548
307 ·2284 (1985): I-246 (361, 362) , Il-174 (139),
Granada, Jorge H ., F a llos, ·
11-175 (140 a 143), II-459 (870) .
, c/BHN Fallos 247 :634 (1960): II-342 (248).
G ran d I ' ' 1981)· II-339 (225).
Greco Hnos. S.A. , Fallos, 303:8102 ( Fallos 202'184 (1945): l-221 (252),
Gregolinsky y Cía. c/Impuestos nternos, , ·
1-343 (358). 8 379)
Griet Hn os. c/Tucumán, Fallos, 137:212 (1922): l-228 (269), II-380 (37 , •
II-378 (427).
Grosso c/Nunnari, Fallos, 288:97 (1974): Il-342, 343 (248).
Guardi a, Ca rl os c/C .S .J .N., Fallos, 307: 1779 , 1782 (1!:185): 1-364 (402), ll-24'7
(475).
Guardian Ass ura nce Co. Ltd . c/Gobierno Nacional, Fallos , 150:89 (1927): I-
326 (277), II-161 (45, 46). .
Cuida c/Estado Nacional, Fallos , 323: 1566 (2000): 1-248 (381), l-249 (387
a 389), 1-438 (746, 749 a 752).
Gul\o, Dante, Fallos, 301:676 (1979 ): ll-459 (862).
Gundin, J orge Ornar, Fallos, 314:451 (199 1): II-344 (257).
Gulheim c/Alemann, Fallos, 316:703 (1993): ll-480 (1000, 1001).
Guzmán c!Entre Ríos , Fallos, 279:283 (1971): II-41 , 42 (138).
Iachemet e/Armada Arge ntina, Fallos, 316:779 (1993): l-272 (10), 1-427 (961).
Ianua S.A. cNelázquez, Fallos, 293 :374 (1975): I-453 (808), I-456 (829).
Ibáñez, J osé, Fa llos, 136:244 (1922): II-210 (292), II-300 (51).
Tbarra c/Sentcncia del Consejo de Guerra del Comando de la V Brigada,
Fallos, 308:1960 (1986): II -340 (233).
Iglesias c/Naciún Argentina, Fallos, 317:1071 (1994): I-457 (840) .
Inchuus pe c/Junla Nacio nal de Carnes, Fallos, 199:483 (1944): II-281 (641)
Il-283 (65 1), II-416 (597), 11-420 (624). '
Indo S.A . c/Nación Argentina (DGI), Fallos, 318:785 (1995): l -272 273 (1 4 )
Il-161 (47, 48), ll-213 (304). , '
ÍNDICE DE FALLOS, ACORDADAS Y DICTÁMENES CITADOS 549
La Capital del Plata Soc. Cooperativa de Crédito Ltda. c/D i Pietro S.A., Fa-
llos 304:1724 (1982): 1-451 (794).
La Hola~do Americana Cía. de Seguros S.A. c/Capitán y/o Propietario yt
Arm ador del Buque Cap. San Agustín, Fallos, 296:576 (1976): 11-
(250).
La Rolando Sudamerica na Cía. de Seguros e/Admin istración General de Pu~
los, Fallos , 294:380 (1976): 1-456 (829, 832) .
La Nueva Metropol de T.C. e I., Fallos , 296:224 (1976): I-454 (815).
La Pl ata Remolques S.A. c/Pcia. de Buenos Aires, Fallos, 311 :1835 (19
1-404 (588) .
La Prensa S .A. , Fallos , 310:1715 (1987): 11-457 (852), II-458 (853).
La Rinconada S.A. c/Nación Argenti na, Fallos, 289:36 (1974): 11-310 (114
Il-326 (183).
La Romería S.A., Fallos, 323:2708 (2000): I-453 (808).
La Torre c/Colombo y Cia., Fallos, 252:236 (1962): 11-344 (255).
Laboratorios Andrómaco c/Nación Argentina, Fallos , 307:2345 (1985): 11-
(884).
Lamar S.R.L. c/A. N .A., Fallos, 304:749 (1982): Il-342, 343 (248).
Lamí Dozo, Basilio, Fallos, 306:911 , 918 (1984): I-287 (90).
Lanati c/Dirección Nacional de Vialidad, Fallos, 314:661 (1991): I-447 (7
Lanfranconi c/Rabufetti, Fallos , 302:189 (1980): 1-451 (793).
Lanfranchi de Escala c/Jaureguiberry, Fallos , 271 :58 (1968): II-413 (569).
Lanza Ybarrola, Fallos, 295 :997 (1976): ll-415 (582).
Lapiduz c/DGI, Fallos, 321:1043 (1998): I-208 (205).
Larralde c!Banco de la Pcia. de Buenos Aires, Fallos, 303:386 (1981) : I
(806).
Lastra c/Obispado de Venado Tuerto, Fallos, 314:1324 (1991): II-248 (481
Ledesma c/Alpesa S.A., Fallos , 290:322 (1974): II-305 (75).
Leg~za ~ación Argentina, Fallos , 264:37 (1966): I-421 (659).
Le~utzamo.n c/Wajsman, Fallos, 302:1666 (1980): 11-32 (94).
Letva c!Pcta. de_ Entre Ríos, Fallos, 315:1013 (1992): I-405 (597).
Leloutre c!Nacwn Argentina, Fallos, 301:484 (1979): Il-243 (455)
León SpacJUk . e H¡1· 08 S ·e ·A· c/D'trece¡.6n p rovmcial
. de Vialidad · p ·.
L Comentes, Fallos , 317:44 (1994): I-271 (8) y cta. de
r.:rman c/M.C .B .A., Fallos , 303:1262 (1981): 1-4SO (790)
stangu et c/Nación Argentin F ll .
Levit S A F ll 29 a, a os, 302: 1584 (1980): II-244 (458)
L . .' ' . a os, 6:302 (1976): II-423 (641) .
evy c!Mtmste ri o de Economía S . ·
. Fallos, 320:1426 (1997): 1~5;~~;~;)tendencia de Seguros de la Nación,
Ltebau, Gustavo Luis Fall ·
Lifchif, León, Fallos, ~ : ~~· ( l~~;~ II(1992): II-303 (66) .
50 3
3 5
Lm a res c/Dcscotte F ll · ·244 (458).
Linck R' d , a os , 315:839 (1992): II-303 (66)
Línea~ d:c;:;a~,s~7~:~:· d2 ~ 4L:~ 83 (1976): 1-272 (10). ·
319·23.7 e !toral S.A (L1TSA) c!P .
L' B. 4 (1995): 1-406, 407 (60g 610) cta. de Corrientes, Fallos
In era onaerense S A F, ll , . '
. ., a os, 278 :5 1 (1970); I-443 (771).
ÍNDICE DE I'Al.l.OS. AVIWI:IlAIJIAS
~ y DlcrA.v:n."ES CITADOS 551
Liporace c/Uni versidad de Buen .
Livieri , Francisco. Fallos 247 .674Aires(• F_aJto&, 299:185 (1977): II-241 (441).
L. • · 1 960). U -241 (442)
~vorno S .A. c/Dirección de Vinos, Fallos , 247:181 (19BO): II-341 (240)
L1zondo, Felipe B., Fallos, 263: 15 (1965): I -238 (318), II-188 (185). ·
Lloveras dAutoplan Círculo de Ahorro para Fines Determinados Fallos
31!\:1259 (1992): I-452 (799). ' '
Lloyds Bank c!Okecki, Fallos, 318:2060 (1995): I-361 (437 444)
Lobos d Donovan , Fallos , 54:180 (1893): II-224 (347). ' .
Lokman, Jaime, Fallos , 299:142 (1977): fl-41 3 (572).
Lombardo, Juan José, Fallos , 306:224 (1984): II-342, 343 (248).
Lopardo, Miguel, Fallos, 264:206 (1966): I-273 (17).
Lopardo Petrucci de Amoroso Copello dAmoroso Copello, Fallos , 243 :265
( 1959): II-412 (565).
López d de P edro, Fallos, 248 :702 (1960): 1-327 (285).
López c/Explotaci ón Pesquera de la Patagonia S.A. , Fallos , 315:1209: Jl -300
301 rn6~ '
Lópcz dMunicipalidad de Catamarca, Fallos , 302:417 (1980): II-342 343
(248). '
López Cuesta dCaja Forense de Abogados y Procuradores de la Pcia. de
Santa F e, Fallos, 275 :256 (1969): II-38 (12 2).
López de Reyes dlnstituto Nacional de Previsión Social, Fallos, 244:548
(1959): I-265 (443).
López Rega, J osé, Fallos, 311:252 (1988): 11-342, 343 (248 ).
Loray dConstrucciones Vitub SRL, Fallo.•, 264:13 (1966): I-357 (4 16), II-311
(123).
Lorenzo dNación Argentina, Fallos , 307:2384 (1985): 1-279 (45), I-399 (567,
569), II-135 (570, 573).
Losa c/Caja de Previsión Social para Abogados de la Pcia . de Buenos Aires,
Fallo s, 316:221 (1993): 1-361 (436, 444).
Loussi nian S.A. d A .N .A ., Fallos, 305:54 (1983): II-341 (236).
Lucena de Llonch d Ravier, Fallos , 265 :147 (1966): II-426 (677).
Lu!lngo, Simón, Fallos, 6:227 (1868): II-210 (292), II-300 (52).
Luque, Jorge, Fallos , 272:67 (1968): 1·458 (849).
M. Heredia y Cía. c/Pcia. de Santa Fe, Fallos, 257 :127 (1963): Il-303 (66).
Mac Key Zern ik, Sergio, Fallos, 311:2242 (1988): Il-327 (194).
Machado, Celia, Fallos, 302:772 (1980): 11-173 (131).
Machicote, Juan Carlos, Fallos, 300:642 (1978): II-163 (61).
Mndariaga Anchorena dNación Argentina, Fallos , 303:1040 (1981): Il-339
(225 ), Il-343 (250).
Maggio, Ángel, Fallos , 286:240 (1973): II-342, 343 (248).
Magín Suárez, Luis, Fallos, 310:2845 (1 985 ): 11-181, 11-188 (188), 11-189 (192
a 195), 11-193.
Magistra S.A. , Fallos, 299:276 (1977): II-39 (128).
Ma ldonado de Gallego c/Gallego, Fallos, 252:313 (1962): 1-458 (847).
Malenky, Rubén, Fallos, 264 :364 (1966): I-221 (251), 1-272 (10), 1-343 (359).
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
552
Ma ltaglialti c/ANSES, Fallos, 321:1467 (1998): l -355 (410).
Mallo Daniel, Fallos. 282:392 (1972): Il- 172 (123). .
Mana~ta c!Embajada de la Feder ación Rusa , Fallos , 317:1880 (1994). l -273
(19), Il-341 (241) .
Mancini Serafm Fallo.~. 245:532 (1959): II-225 (356).
Mangia~te c!AADI-CAPIF, Fallos , 318:141 (1995): I- 124 (298).
Ma ngo crrraha, Fallos , 144:219 (1925): I-316 (233, 234).
Mán taras Rod ríg uez . Fernando, Fallos , 268:553 (1967): II-188 (185).
Man ube ns, Dolores, Fallos, 311: 667 (1988): II-343 (250).
Man1.oni de Corti c!Roger Tagliab ue (Suc.), Fallos , 304:429 (1982): II-33•
(225).
Manzoratte c/Pcia. de Buenos Aires, Fallos , 280:228 0971): II-339 (225).
Ma rgarita Belén (Chaco), Fallos, 311:1762 (1988) : Il -333 (216).
Marín , Rubén Hugo, Fallos , 304:351 (1982): Il-188 (185).
Marílima Kcy Kar S.R.L. c/MCBA, Fallos , 311:2088 (1988): l-331 (315 ).
Martclli c/Buenos Aires , Fallos , 169:359 (1933): II-36 (111).
Martí de Martíncz c!Editoriul Allántida S.A ., Fallos, 290:245 (1974): II-163
(57).
Ma rtín & Cía . Ltda. c/Administración Gene r al de P uertos, Fallos , 257:99
(1963): I-124 (292).
Ma r tín & Cía. Ltda. c/Erazo, Fallos , 208:497 (1947): Il-412 (563).
Ma r tín de Brunt c/Paparas , Fallos , 305:1979 (1983): II-339 (225), Il-342-343
(248).
Ma r tinelli, José Antonio, Fallos, 319:6R7 (1996): l -453 (810).
Martinengo c!Banco de Intercambio Regional S .A., Fallos, 307:1121 (1985):
11-303 (66).
Ma rtinet c/B.H .N. , Fallos , 303:502 (1981): II-243 (455).
Martinez c/Corazza, Fallos , 302:328 (1980): I-452 (800).
Martínez , Baldomero c/Otero, Fallos , 2:127 (1865): II-212 (296 298) II-371
~3~. ' '
Martínez de Hoz, José A., Fallos, 316:365 (1993): II-477 (973).
Martínez Galván de Rivademar c/Municipalidad de Rosario, Fa llos, 3 12:326
~~~~;): I-122 (280), I- 128 (309), II-215, II-220 (339), II-309 (104), II-462
Mart~n ez, José Agu,;tín, Fallos, 312:826 (1989): I -455 (826)
Mart~nez MoreM , Raúl , Fallos, 252:241 (1962): II-241 (438·, 447)
MarL~nez , O~onbal, Fallos , 305:2046 (1983): l-327 (300) .
~:~~~:s·R~a~ L~is, F~llos, 319:699 , 700 (1996): l-361 (438, 444)
Marzoc~hin~c/~m::~~~~~ Fall~~· 2Ar71 : 1 6~ (1968): II- 188 (185). .
( 19 90): 1-453 (810). mpama gentma de S SA
eguros · ., Fallos, 313 :253
Masi , Alfredo , Fallos , 256:114 (19 .
87), Il-294 (25), II-295 (30) 63). I-237 (314), I-238 (319), l -287 (86,
Maspero c!MCBA, Fallos 246·7 0 .
Massera E ·¡·1 E ' · (1960): II-330 (66)
' m¡
Masso de Lenzo
°M , Fallos 305 59
M' :ll
·
(] 983): II-342 343 (248)
, ana ., Fallos , 305:1992 (1983): I-456 (82~)).
ÍNUICE DE F
ALLOS, ACORDADAS Y DlCfÁMl:i'<""ES CITADOS 553
M>~.zza , Pró~pcr·o,
Fallos, 293:26 (1!:175): II-303 (66).
MCBA c/Cía . Primitiva de Gas, Fallos , 211:958 (1948): 11-316 (144).
MCBA c/C luh Atlético Vélez Sár~:~Cield, Fa/tus , 306:1:!65 (1984): 11-339 (225).
MCBA c/Etchevarne, Fallos, 307:1179 (1985): II-344 (251).
MCBA c/Muzlera Mooney, Fallos, 249:469 (1961): Il-342 (248).
MCBA c/Rodríguez, Fallos, 204:671 (1946): I-327 (281).
Mejail, Lucía y Cía. S.R.L. c/M.C.B.A., Fallos, 311:59 (1988): I-453 (810)
I-456 (829). '
Méndez cNentura S.A, Fallo.~ , 321:3150 (1998): II-41 (133).
Méndez Cabra! de Bullrich c/C>tmpos y Co nstruccion es S.A., Fallos, 256:327
(1963): I-310 (200).
Méndez de Basombrío, Adela, Fallos, 256:372 (1963): I-357 (420, 423), II -310
(117).
Méndez Valles c/A. M. Pescio S.C.A., Fallos , :n8:2639 (1995): l-123 (300).
Mcndoza Hn os. c/Pcia. de San Luis, Fallos, 1:485 (1865): Il-306 (81).
Menvielle Sánchez c/Universidad Nacional de Córdoba , Fallos, 3 15 :724
(1992): II -242 (451).
Mercado de Abasto de La Plata c/Fisco de la Pcia. de Buenos Aires, Fallos,
301:859 (1979): II-342, 343 (248).
Merck Química Argentina c/Nación Argentina, Fallos , 211 :162 (1948): I-177
(26), I-245 (351), I-319 (247), II -168 (101 , 103, 104), II-415 (590 a 592),
II-416 (593).
Merino c/Mendiola de Merino, Fallos , 252:90, 91 (1962): II-176 (144).
Meschini c/Banco Hipotecario Nacional, Fallos , 317:777 (1994): II -344 (253).
Messerer c/Suess S.R.L. , Fallus, ;jQ1 :991 (1979): ll-32 (92 y 93).
Miguel, Carlos Esteban, Fallos, 308:1631 (1986): Il-163 (61).
Milo c/Nación Argentina, Fallos , 267:247 (1967): II-303 (66).
Mili de Percyra c/Corricntcs, Fallos, 324:3219 (2001): l-332 (322), I-333 (325),
l-342.
Ministerio de Cultura y Educación c/Universidad Nacional de Cuyo, Fallos,
322:904 (1999): Il-469 (924).
Ministerio de Cultura y Educación c/Universidad Nacional de Luján , Fallos,
322:842 (1999): I-272 (12), II-469 (924).
MinisLerio de Cultura y Educación s/art. 34 ley 24.521 , Fallos, 321:3620,
3624 (1998): I-271 (4), I-290 (105).
Ministerio de Cultura y Educación, Fallos , 322:875 (1999): II-469 (924).
Ministt:!rio de Cultura y Educación, Fallos, 322:910 (1999): II-469 (924).
Minond, Luis, Fallos , 318:908 (1995): II-189 (196).
Miolato de Krebs c/Krebs, Fallos , 294:220 (1976): II-38 (123), II-39 (125).
Miranda de Rive ro c/Buessau S.A.l.C., Fallos, 322:232 (1999): I-450 (790).
Miranda, Luis A. , Fallos , 219:400 (1951): l- 126 (304).
Miron, Cristoff, Fallos , 294 :9 (1976): I-450 (786).
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
554
Mizrahi de Tucumán S.A. c/Pcia. de Tucumán, Fallos , 295:850 (1976): 1-272
(10).
Modegraf S.C .A. c/Nación Argentina, Fallos , 312:2526 (1989): 1-455 (821).
Molas , Antonio J. , Fallos, 303:715 (1981): 1-327 (299).
Malinas c!Nación Argentina (P.E.N .), Fallos , 314:1091 (1991): Il-466 (901,
902).
Malinas, Ricardo, Fallos, 270:367 (1968): Il-413 (570).
Moltedo c/Municipalidad de Pinamar, Fallos , 308:1832 (1986): Il-339 (225).
Monges c/UBA, Fallos, 319:3148 (1996): 1-216 (236), 1-271 (8), 1-278 (14),
1-352 (396), 1-381 (508, 511), 1-386, 1-390, Il-60 (224), Il-163 (66), Il-
(920, 923), II-483 (1018).
Monner Sans c/Llabres, Fallos , 306:299 (1984): ll-342, 343 (248).
Monsegur, Enriqueta Roland de, Fallos, 169:358 (1933): Il-36 (111).
Montalvo, Ernesto A. , Fallos, 313:1333 (1990): II-309 (107), Il-473 (953, 954).
Montenegro c/Tucumán, Fallos, 299:138 (1977): ll-246 (474).
Montesano Rebón, Aldo L., Fallos , 288:342 (1974): II-239 (321), II-295 (32).
Monteverde c/López Sanabria, Fallos, 286:83 (1973): 1-453 (810).
Monti c/Swift Armour Argentina S.A., Fallos , 313:342 (1990): 1-452 (799
1-453 (810).
Monzón, Florencio, Fallos , 317:2046 (1994): II-480 (1003).
Moño Azul S.A. , Fallos, 316:687 (1993): I-275 (28), II-33 (98).
Morales c/Cánovas, Fallos, 234:335 (1956): 1-327 (283).
Mor ales Solá, Fallos, 319:2741 (1996): II-479 (986, 992), II-484 (1026).
Morante c!UBA, Fallos, 300:1138 (1978): II-239, 240 (434).
Moreno c/Caja Nacional de Previsión de la Induslria y Comercio, Fall
305:307 (1983): Il-330 (227).
Moreno, Adhemar R., Fallos, 246:237, (1960): 1-223 (257), Il-297 (40).
Moreno , Alejandro, Fallos , 269:200 (1967 ): II-479 (987).
Morixe Hnos. S.A., Fallos, 319:1524, 1529 (1996): 1-272 (9), 1-344 (360).
Motor Once S.A. c/M.C.B.A. , Fallos, 310:943 (1987): Il-461 (880).
Mouvi el, Raúl Osear, Fallos , 237:637 (1957): 1-241 (327), I-314 (225), II-
(667).
Movimiento Popular Argentino, Fallos , 253:44 (1962): II-171 (118).
Moya, Benito , Fallos, 303:696 (1981): II-173 (132).
Mozzatti, Camilo, Fallos , 300:1102 (1978): II-325 (178), Il-326 (188), II-421
(676).
Mozzi c/ANSES, Fallos , 322:206 (1999): I-453 (810).
Municipalidad de La Banda (Santiago del Estero) c/Ferrocarril Central Ar-
gentino, Fallos , 182:293 (1938): II-321 (160).
Municipalidad de la Capital c/Elortondo, Fallo s, 33:162 (1888): 1-137 (337,
338), 1-208 (204), 1-271 (3), 1-323 (267 , 268), I-324 (269), ll-238 (428,
429), Il-387 (431).
Municipalidad de la Capital c/Mayer, Fallos , 201:239 (1945): 1-290 (106),
II-412 (561).
Municipalidad de la Capital Federal c/Ferrocarril CenLral Argentino, Fallos,
126:146 (1917): 1-268 (446).
ÍNDICE DE FALLOS, ACORDADAS Y DICTÁMENES CITADOS 555
Nación AFJP c/Catamarca , Fallos, 323:1206 (2000): I-409 (625), 1-411 (633).
Nación Argentina c!Arenera El Libertador, Fallos , 314:595 (1991): II-470
(936).
Nación Argentina c!Bracamonte, Fallos , 254 :12 (1962): II-342 (248).
Nación Argentina c/Chacofi S.A., Fallos, 285 :89 (1973): II-419 (614).
Nación Argentina c/Ferrario, Fallos , 251:246 (1961): Il-238 (431), Il-239 (432,
433).
Nación Argentina c/Granados, Fallos , 266:47 (1966): 11-339 (225).
Nación Argentina c/lngenio y Refinería San Martín del Tabacal, Fallos,
209:390 (1947): ll-238 (427).
Nación Argentina c/Madereras Industrializadas Delta S .A., Fallos , 299:362
(1977): Il-423 (645).
Nación Argentina c!I'amet S.A. , Fallos, 259 :65 (1964): 11-343 (250).
Nardoni c/Textil Alfa S.A. , Fallos, 302:915 (1980): 1-451 (794).
Navarrete, Osvaldo Víctor, Fallos , 312:1470 (1989): I-453 (810).
Navarro, José Luis, Fallos , 305:50 (1983): I-451 (792), I-453 (810).
Nazar, Luis Marcelo. Fallos , 302:319 (1980): Il-424 (650).
Nazer c/A nsuini, Fallos, 303:841 (1981): II-452 (804).
Nellar, Juan C., Fallos, 319:705 (1996): II-189 (196).
Newland c/Pcia. de Santiago del Estero, Fallos, 310:606 (1987): I-403 (583).
Nicosia, Alberto Osear, Fallos , 316:2940 (1993): 1-222 (254), II-180 (160),
ll-181 (162), II-182 (164), II-183.
Nobleza Piccardo S.A. c/Estado Nacional-DGI, Fallos, 321:270 (1998): I-410
(631).
Nobleza Piccardo S.A. c/Estado Nacional-DGI, Fallos, 321:3487 (1998): I-371
(468), I-390, II-201 (249, 251), II-275 (622).
Noguera Isler c/Nación Argentina , Fallos, 263 :460 (1965): II-303 (66) .
Noticias Gráficas, Fallos , 205 :545 (1946): I-327 (282).
Nougués Hnos . c/Pcia. de Tucumán, Fallos, 97 :177 (1903): II-306 (8 2).
Núñez c/Rocca de Ominelli, Fallos , 125:10 (1916): II-387 (425).
556 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
1 1
~-!!~ \~~~i1 ¡:;~> <~~~~ 4 (:~~. ~~:>.an~¡;~ <925), n -483 c1o21: 1022>:
- ' ' l 320 1556 (1997)· l-407 (611 a 614).
Pereyra c/Eslado Nacional, Falos,. :F ll 133·372 (1921): II-227 (364).
Pereyra Traola c/Pcia. de Buenos AirFesl,l a ;o\238. (1947): l-263 (440).
Pen:yra l rao1a c/P c1a.
· de Córdoba ' a os, ·. (l9 4 8): I -359 (430).
l ¡p · de Córdob>J. Fcollos , 212 ·160
Pereyra lrao a e c'a: ll ; 9 .65 ( 1923¡: I-344 (365) .
P ereyra lraola, Martm, Fa os, 1 .
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
558
· S A Fallos 316: 1623
P érez Arriaga c/Arte Gráfica Editorial Argentlna . ., '
(1993): ll-480 (1002). (314)
Pérez c/ENTEL, Fallos , 3~0: 1~:~lo~19:;~\;~:3tl977): ·I-191 (123-126), I -225
Pérez de SmJth, Ana Mana, ' 4 II-426 (668).
Rabinovich c/Banco Comercial de Buenos Aires, Fallos , 293 :323 (1975): 1-450
(787), I-451 (792), l-456 (829).
Radulescu c/Nación Argentina, Fallos, 290:83 (1974): I-272 (10).
Rallin, Hugo Félix, Fallos , 314:407 (1991): I-272 (10), I-274 (25).
Ramos c/Batalla , Fallos, 278:62 (1970): II-426 (671).
Ramos c/MCBA, Fallos, 181 :264 (1938): II-162 (52).
Ranieri c/Cía. General de Fósforos Sudamericana S.A. , Fallos , 267 :484 (1967):
11-342 (248).
Rasspe Sohne c/Nación Argentina, Fallos , 249:51 (1957): I-272 (10).
Rattagan , Tomás Miguel , Fallos, 258:255 (1964): l-274 (23).
Ravaglia c/Santa Fe, Fallos , 317:1224 (1994): I-290 (102), I-405 (599), I-408
(618), I-415 (647), II-137 (586).
Rayford, Reginald, Fallos, 308:733 (1986): II-458 (857).
Refinerías de Maíz S.A., Fallos, 307:1016 (1985): II-342 (244).
Reginensi de Pérez cNalls de Pérez, Fallos, 237:337 (1957): I-344 (361).
Rey c/Rocha, Fallos , 112:384 (1909): I-467 (922), II-315 (137, 138).
Ribo c/Nación Argentina, Fallos , 311:1237 (1988): II-47 (156).
Ricci c/Autolatina Argentina S.A., Fallos , 321 :1058 (1998): l-320 (256), l-331
(319), I-455 (825).
Rico, Aldo y otros, Fallos, 319:1654 (1996): 1-289 (98).
560 CONTROL DE CONSTITUCIONAL!UAD
Río Negro c/Estado Nacional, Fallos, 322:1135 (1999): I-409 (62 1, 622), I-4U
(639).
Ríos, Antonio J ., Fallos , 310:819 (1987): II-236 (422). . .
Ríos c/SindicaLo de Trabajadores de Correos y TelecomunJcacloncs , Fallos,
294:313 (1976): ll-339 (225).
Ríos, Gómez y Ríos, Fallos , 1:32 (1863): Il-371 (338).
Ríos, Ramón, Fallos , 300:700 (1978): II-163 (58).
Ríos Seoane, Francisco, Fallos , 3 15:859 (1992): II-342, 343 (248), 11-344 (255).
Risolía de Ocampo c!Rojas, Fallos, 323:1934 (2000): I-438 (753), I-439 (758
a 761), Il-281, 282 (647).
Rivadavia Televisión S.A. c/Nación Argentina, Fallos, 316:664 (1993): I-312
(2 14).
Rivarola c/Consorcio de Propietarios Ugarteche 3236, Fallos, 323:2879 (2000):
I-457 (841).
Riveros , Santiago Ornar, Fallos , 313:1392 (1990): II-210, 211 (292) .
Roa c!BCRA, Fallos, 298:113 (1977 ): II-342, 343 (248), II-343 (250 ).
Rochman de Blitman c/Gryncwaig, Fallos, 298:85 (1977): II-342, 343 (248).
Rodríguez Araya, Agustín, Fallos, 200 :253 (1944): I -243 , 244 (340), II-300
(50).
Rodríguez c!Estado Nacional, Fallos, 318:219 (1995): 11-183 (165).
Rodríguez c!Rodríguez de Schreyer, Fallos , 316:64 (1993): 1-383 (5 16), l -453
(808), II-329 .
Rodríguez de Bouza c/Cía. de Seguros La Comercial e Industrial de Ave-
ll aneda, Fallos, 255 :29 (1963): II-245 (465).
Rodríguez de Dinapoli , Aída, Fallos, 306:1312 (1984): Il-344 (251)
Rodríguez Elizalde c/Banco Provincial de Salta, Fallos, 310:295 (1987): II-327
(192).
Rodríguez, Fermín . Fallos , 48:17, 23-24 (1892): II-170 (110).
Rodríguez, Jorge -.Jefe de Gabinete de Ministros-, Fallos, 320:2851 (1997):
1-192 (132), 1-247 (378), l-271 (6), 1-321 (258), l -428 (699), 1-434 (729
a 731), I-435 (732 a 734), 1-436 (735 a 737), I-440, II-280 (636), II-332
(213), 11-483 (1018).
Rodríguez, Roberto Candelario, Fallos, 279:40 (1971): 1-224 (260), II-298 (43).
Rodríguez, Ruggero y Tambascio, Fallos, 254:116 (1962): I-245 (358), I-317
(235, 236), II-177 (150), II-414 (580).
Rodríguez Varela c/Corte Suprema de Justicia de la Nación, Fallos, 315:2990
(1992): Il-247 (476).
Rojas , Isaac Francisco, Fallos , 256:474 (1963): II-342 (248).
Rokuro Yamaguchi, Jorge, Fallos , 302:219 (1980): I-457 (832).
Rolón Zappa, Víctor, Fallos , 308:1848 (1986): II-459 (868).
Rol ón Zappa, Víctor, Fallos, 311:1644 (1988): I-361 (435, 444).
Romano , Catalina Ana, Fallos, 30 1:236 (1979): II-241 (444).
Rom a no, Félix Norberto, Fallos, 264:301 (1966): Il-304 (71).
Romero , César Enrique, Fallos , 286:23 5 (1973): l-239 (321), II-295 (32).
Rom ero Fcris c/Poder Ejecutivo Nacional, Fallos , 317:711 (1994): 11-467 (906,
908) .
ÍNDICE DE FALLOS. ACORDADAS y :Álii:ID."ES CITADOS 561
Roncoroni de Claisse c/Uhart, F. ll
Rosmarin c/Hiriart F llc 263 a os, 251 :455 (1961): I-327 (289).
Ross c/Na . ' .a s, :145 (1965): I-357 (415).
Rossi Cibi~~ó~~rget~ma, Fallos, 311:1232 (1988): II-343 (248).
(897). ' Jgue Angel, Fallos, 315:2074 (1992): II-312 (213, 215), II-466
Rou sselot
(361). c/Concejo D e l 1'berante d e Morón Fallos, 313:1596 (1990): II-226
Ru~i , Beatriz A., Fallos , 301:524 (1979): II-243 (355)
Rm z c!N · · Ar · ·
, I-42~cl(~~9). gcntma, Faltos, 256:386 (1963): I-392 (535), I-393 (536),
Ru~z, Antonio M., Fallos , 256:386 (1963): II-393 (536).
Ru~z, Roque A., ~allo.~. 3 10:1847 (1987): II-458 (857), ll-459 (863).
Ru¡ z Vargas c!Pc!a. de 'fucumán , Fallos , 308:134 7 (1986): I-456, 457 (832)
Russ~ ~)~lle Donne, Fallos , 243 :467 (1959): 1-427 (686), II-281 (642), II-4Hl
5
Rybar c/García Y Obispado de Mar del Plata. Fallos 315:1294 (1992)· II-248
(482, 483). ' .
Watch Tower Bible and Tract Society c/Nación Argentina, Fallos, 299:352
(1977): 1-421 (659).
Weinzettel, Carlos 1., Fallos, 302:1626 (1980): 11-415 (586).
Western Electric Co. Inc. of Argentina c/Corporación Argentina Americana
de Films, Fallos, 193:524 (1942): 1-309 (195 a 198), I-313.
b) Acordadas
Sala Il
Gambier dMinisterio de Economía y Obras y Servicios Públicos, 18/6/98 (Cau-
sa 25.841/97): Il-140 (597-598).
Gambier dPoder Ejecutivo Nacional, 19/8/99, LL, t. 1999-E, p. 624: II-140
(599).
Nieva dPEN-Decreto 375/97 , 26/8/97: II-67 (253), II-86 (333).
Terragno dEstado Nacional, 3/6/97 (causa 4737/97), LL , t . 1997-F, p. 564:
ll-85 (329), II-86 (330), Il-141 (605).
Sala Ill
Adelco (Liga del Consumidor) dEstado Nacional-PEN (decreto 92/97), 15/5/98,
ED, diario del 17/7/98: II-74 (276).
Colegio Público de Abogados de la Capital Federal dDirccción Nacional de
Migraciones, 17/4/97 (causa 6128/96): 11-74 (281).
Defensor del Pueblo de la Nación dEstado Nacional (Poder Ejecutivo Na-
cional-Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos), 4/6/96,
LL, t. 1996-C, p . 405: II-68 (259).
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
568
Defensor del Pueblo de la Nación c/Poder Ejecutivo, 14/2/97, LL , t. 1997-C,
p . 836: H-61 (228), Il-66 (24 7). . . .
Defensor del Pueblo de la Nación c/Poder EJecutivo Nac10nal s/amparo,
23/9/97 , Rev. "Régimen de la Administración Pública", nº 230 , p. 132:
Il-61, 62 (228) . 9
Nicali c/Corte Suprema de Justicia de la Nación, 1117/00, causa n 11.654/00:
JT -247 (477).
Schroder c/Estado Nacional-Secretaría de Recursos Naturales, 8/9/94, LL,
t. 1994-E, p. 449: II-137 (587 , 588).
Sala IV
Asociación de Reproductores Argentinos de Cine y Video c/Telefé S .A.,
13/10/92, causa 3745/92: II-73 (269).
Cámara de Armadores de Poteros Argentinos, 9/5/00 (causa nY 41.882/99):
II-74 (277).
Consumidores Libres Coop. Ltda. c/Estado nacional , 17/10/97 , LL, t. 1997-F,
p. 273: 11-73 (273).
Defensor del Puehlo de la Nación c/Ministerio de Obras y Servicios Públicos,
7/3/00, LL, t . 2000-C, p . 162: II-6 8 (258)
Marccr c/Tribunal de Disciplina del CPACF, 13/7/00, causa n9 45.693: II-284
(655).
Siracusa c/Corte Suprema de Justicia de la Nación. 31/5/00, causanº 26.561:
Il-247 (477).
UBA c/Jcfe de Gabinete, 9/5/00, causa n 9 45 .697/99 , LL , t. 2001-B, p. 433:
Il-239 , 340 (434), TT-246 (471).
Viceconte c/Ministerio de Salud y Acción Social , 2/6/98, LL , L. 1998-F, p. 102:
II -139 (595, 596).
Youssefian c/Secretaría de Comunicaciones, 23/6/98, LL, t. 1998-D, p. 712:
II -67 (253), II-73 (274), Il- 138 (589).
Youssefian , Martín c/Secretaría de Comunicaciones, 17/10/97 , LL, t. 1997-F,
p. 270: II-52 (178).
Sala V
Consumidores Libres Coop. Ltda. c/Estado nacional , 20/10/95, LL, t. 1995-E,
p . 470: II-65 (242).
Consumidores Libres Coop. Ltda. c/Poder Ejecutivo Nacional, 9/5/97, Rev.
"Régim en de la Administración Pública", n 9230 , p. 130: Il-61 (228).
Labatón c/Estado nacional , 25/9/96, LL , t. 1998-F, p. 352: II-139 (593).
Sala de feria
Diez, Carlos c!Poder Ejecutivo Nacional, 10/1/01 LL t. 2001-B p 278· I-386
(522 ). • , ' . .
Sala IV
Asociación de Reproductores Argentinos de Cine y Video c/Telcfé S.A.,
13110/92, causa 3745/92: TT -73 (269).
Cámara de Armadores de Poteros Argentinos, 9/5/00 (causa nº 41.882/99):
II-74 (277).
Consumidores Libres Coop. Ltda. c/Estado nacional, 17/10/97, LL, t . 1997-F,
p. 273: II-73 (273).
Defensor del Pueblo de la Nación c/Ministerio de Obras y Servicios Públicos,
7/3/00, LL , t. 2000-C, p. 162: Il-68 (258)
Marcer d Tribunal de Disciplina del CPACF, 1317/00, causa nQ45.693: II -284
(655).
Siracusa c/Cort.e Suprema de Justicia de la Nación, 3115/00, causa n" 26.561:
II -247 (4 77).
UBA c/J cfe de Gabinete, 9/5/00, causa n° 45.697/99, LL , t. 2001-B, p. 433:
II-239 , 340 (434), II -246 (471).
Viceconte dMinisterio de Salud y Acción Social, 2/6/98, LL , t. 1998-F, p. 102:
II-139 (595, 596).
Youssefian dSecretaría de Comunicaciones, 23/6/98, LL, t . 1998-D , p. 712;
Il-67 (253), ll-73 (274), Il-138 (589).
Youssefian , Martín c/Secretaría de Comunicaciones, 17/10/97, LL , t. 1997-F,
p. 270: II-52 (178).
Sala V
Co nsumidores Libres Coop. Ltda. c/Estado na cional, 20/10/95, LL, t. 1995-E ,
p. 4 70: Il-65 (242).
Conf<umidores Libres Coop. Ltda. d Podl!r Ejecutivo Nacional, 9/5/97, Rev.
"Régimen de la Administración P ública", n 2 230 , p. 130: II-61 (228).
Lahatón dEstado nacional, 25/9/96, LL , t. 1998-F, p. 352: 11-139 (593).
Sala de feria
Diez, Carlos d Poder Ejecutivo Nacional , 10/1101, LL, t. 2001-B, p. 27R: I-386
(522).
Sala E
Almeida de E s tela c/Empresa Gral . Roca S.A., 9/3/99, LL, t. 1999-F, p. 55 :
I-439 (757).
Heredia c/Da Cruz Henriquez, 22/6/00, ED , t. 188, p. 486 : I-439 (757).
Sala F
Muraca c/Empresa de Trans portes El Puente S .A., 11/9/97, ED , t. 174, p.
535 : 1-439 (757 ).
Sala G
Barrientos c/Peralta, 17/2/00, LL, t . 2000-E, p. 398: 1-439 (75 7).
De Cario c/Varela S.A., 23/ 10/98, LL, t. 1999-C, p . 745 : 1-439 (757).
Sala J
Atrio de la Fuente c/Transporte Río Grande S.A., 25/9/97: 1-439 (757).
Sala. M
Báez dMicroómnibus La Vecinal, 29/10/97: I-439 (757).
6. Juzgados federales
Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (ADE-
CUA) c/Poder Ejecutivo Nacional, Juz. Nac. Cont. Adm. Fed. n• 1, 18/3/99,
LL, t. 1999-C, p. 192: II-73 (275), Il-141 (603).
Defensor del Pueblo c/Poder Ejecutivo, Juz. Nac. Cont. Adm. Fed. n° 11, 7/2197,
II-66 (246).
Kattan c/Poder Ejecutivo Nacional, Juz. Nac. Cont. Adm. Fed. n• 2 (firme),
10/5/83, ED, t. 105, p. 245 : II-52 (178), II-135 (568).
Monner Sans c/Poder Ejecutivo Nacional, Juz . Nac. Cont. Adm. Fed. n• 1,
30/10/97, LL, t . 1998-D, p. 219: II-68 (261), Il-138 (590).
Nieva c/PEN-Decreto 375/97, Juz. Nac. Cont. Adm . Fed. n• 10, 8/7/97: l -438
(724), II-86 (332).
Nieva c/PEN-Decreto 842/97, Juz. Na c. Con t. Adm . Fed. n• 5, 24/9/97: II-87
(337).
Tognarelli c!Estado Nacional y Telecom S.A., Juz. Fed. Córdoba n° 1, 13/2/96:
II-61 (227).
Unión Industrial de Córdoba c/Poder Ejecutivo Nacional, Juz. Fed. Córdoba
n• 2, 6/2/97 : II-61 (227).
Defenl~~~~ ~~~ 9~~:e~~~ 5~e (~~ 4~.i~~::2 d(~~~~~nos Aires c/GCBA, Fallos TSJ,
Doy c/GCBA, Fallos TSJ, 1:134 (1999): 1-152 (400).
Ducros c/GCBA, Fallos TSJ, 1:519 (1999): 1-152 (404).
Jaime Bernardo Col\ S.A. c/GCBA, Fallos TSJ , 1:304 (1999): I-151 (397).
Manuel Tienda León S.A. c!GCBA, Expte . 383/00, 22/6/00: 1-150 (392), 1-151
(397) .
Massalín P ar t iculares c!GCBA, Fallos TSJ, 1:56 (1999): 1-150 (396), 1-156,
157.
CoNTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
572
c!GCBA Fallos TSJ 1:641 (1999 ): I-150 (39~).
Me l0 ' • ' TSJ 1·302 (1999)· 1-151 (B97).
Midl:md Com P-rcial S.A. c!GCBA. Fallos • · ; .
Minis terio Público c/Consejo de la :Magis tratura, Fallos TSJ, 1:307 (1999).
I -153 (409).
B) Estados Unidos
l. Corte Suprema
Abbott Laboratories v. Gardner, 387 U.S. 136 (1967): l -297 (128), l -300 (143),
l-378 (491) .
574 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
Babbitt v. United Farro Workers, 442 U.S. 289 (1979): I-396 (556).
Baker en Nixon v. United States, 506 U .S. 224 (1993): II-179 (156).
Baker v. Carr, 369 U .S. 186 (1962): l -223 (256), 1-233 (294), l-234 (301),
II-20 (23). Il-153 (14), Il-164 (73), II-229 (382), II-230 (386), II-231
(390, 391), Il-234 (409), Il-249 (484), 11-251 (495), II-297 (39), Il-395
(489).
ÍNDICE DE FALLOS, ACORDADAS Y DICTÁMENES CITADOS 575
Bakery & Pastry Drivers v. Wohl, 315 U.S. 769 {1942): 1-465 (906 ¡
BarbJer v. Connolly, 113 U.S. 27 (1885): II-383 (402). .
Barrows v. Jackson, 346 U.S. 249 (1953): II-27 (70)
Beck v. Washington, 369 U.S. 541 (1962): 1-462 (87G), 1-463 (888).
Ben nett v. Spear, 520 U.S . 154 (1997): 11-17 (11), II-30 (84).
Benton v. Maryland, 395 U.S. 784 (1969): II-394 (479).
Berea College v. Kcntucky, 211 U.S. 45 (1908): I-276 (33).
Block v. H irsh, 256 U.S. 135 (1921 ): I-317 (237), II -383 (397).
Blonder Tongue Laboratories v. University of Illinois Foundation , 402 U.S.
313 (1971): I-467 (920).
Blum v. Yaretsky, 457 U.S. 991 (1982): II -26 (61).
Board of School Commrs . v. J acobs, 420 U.S. 128 (1975): I-304 (170).
Bond v. Floyd, 385 U.S. 116, 128 (1966): II-79 (292J.
Boske v. Comingore, 177 U.S. 459 (1900): II-179 (41).
Botiller v. Dominguez, 130 U.S. 238 {1889): I -123 (283).
Bowe v. Scott, 233 U.S. 658 (1914): I-460 (866).
Bowsher v. Synar, 4 78 U .S. 714 (1986): Il-79 (291).
Boy Scouts of America v. Dale, 120 S. Ct. 2446 (2000): II-446 (772), TI-447
(773).
BoynLon v. Virginia, 364 U.S. 454 (1960) : I-468 (924).
Bragdon v. Abbott, 524 U.S. 624 (1998): II -452 (818 , 819).
Brn.n i!T Airways v. Nebraska Stale Boa rd , 347 U.S. 590 (1954): l -461 (872).
Braunfeld v. Brown, 366 U.S . 599 (1961): ll-26 (66) .
Bruy v. Alexandria Women's Health Clinic, 506 U.S. 266 (1993): ll-440 (740),
11-441 (741).
Brinkerhofl'-F ariss Trust Co. v. Hill, 28 1 U.S. 673 (1930): I-464 (895).
Brown v. Board of Education, 349 U.S. 294 (1955): II-297 (41).
Brown v. Board of Education of Tope k a, 34 7 U .S . 483 (1954): I-59 (79), 1-223
(258), I-235 (304), 11-75 (284), ll-129 (553), II-297 (41), Il-308 (94),
11-395 (488).
Brown v. Commonwealth of Massachusetts, 144 U.S. 573 (1892): I-463 (884).
Brown v. Louisiana, 383 U.S. 131 (1966): II-399 (514).
Brown v. Maryland, 25 U .S. (12 Wheaton) 419 (1827): l-85 (17::l), II-358 (306).
Brown v. Walker, 161 U .S. 591 (1896): II -210 (290).
Buckley v. Valeo, 424 U.S. 1 (1976): I-185 (82).
Burke v. Barnes. 479 U.S. 361 (1987): I -304 (165).
Bush v. Gore, 121 S. Ct. 525 (200 0): I-258 (409), II-291 (11). II-352 (275).
Calder v. Bull , 3 U.S . (3 Dalias) 386 (1798): I-202 (171), 1-216 (240).
Calderon v. Ashmus, 523 U .S. 740 (1998): I-397 (558).
California Ba nkers Association v. Schultz, 416 U.S. 21 (1974): 1-~98 <13 6).
C· fi ld v. United States, 167 U .S. 518 (1897): II-383 (399, 400 ·
am le 620 (1885)· II - 373 (31'\2) .
Campbell v. H olt , 115 U .S . U S 392 Ú998): ll -17 (4), ll-28 (74).
Campbell v. Loulslana, 523 US 296 (1940): Il-394 {474).
Cantwell v. Conned¡cuL, ~10 3U.S. 238 (1902): 1-460 (864).
Capital City Dlary v. Oh!O, 18
576 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
Dames & Moorc v. Regan, 453 U.S. 654 (1981): I-186 (88), I-188 (100), I-256
(404).
Davis v. Bandemer, 478 U.S . 109 (1986): Il -234 (406).
Davis v. Mann , 377 U .S. 678 (1964): Il-233 (399).
De Jonge v. Oregon, 299 U.S. 353 (19~7): II-394 (472).
Dchs v. United States, 249 U.S . 211 (1919): II-388 (440).
Decatur v. Paulding, 39 U.S. (14 P eters) 497 (1840): II-152 (10).
Department of Commercc v. United States House of RepresentativeR, 525
U.S . 316 (1999): II-23 (45), II-24 (53), Il-83 (317), Il-84 (321 a 3~3).
Dickerson v. United Stntes, 120 S. Ct. 2326 (2000): II-448 (786).
Dillon v. Gloss, 256 U.S. 368 (1921): 11-197 (221).
District of Columbia Court of Appeals v. Feldman, 460 U.S. 462 (1983): 1-467
(915).
Dove v. United Stntes, 423 U.S. 325 (1976): I-304 (164).
Dred Scott v. Sandford, 60 U .S. (19 Howard) 393 (1856): II -291 (9), II-358,
359 (308), II-359 (310).
Duke Power Co. v. Carolina Environmental Study Group Inc., 438 U.S. 56
(1978): II-25 (60).
Duncan v. Kahanamoku, 327 U.S . 304 (1946): 1-47 (40).
ÍNDICE DE FALLOS, ACORDADAS Y DICTÁMENES CITADOS
577
Colegrove v. Green, 328 U.S. 549 (1946): I-234 (298, 300).
Coleman v. Alabama, 377 U.S. 129 (1964): I-465 (902).
Coleman v. Miller, 307 U.S. 43 (1939): II-80 (294 a 296), II-90 (348), II-197
(222, 223).
Columbia Heights Realty Co. v. Rudolph , 217 U.S. 547 (1910): I-467 (919).
Commercial Trust of New Jersey Co. v. Miller, 262 U.S. 51 (1923): II-167
(96).
CommodiLy Futures Trading Commission v. Schor, 478 U.S . 833 (1986): I -282
(60).
Connally v. General ConsLruction Co., 269 U.S. 385 (1926): II-382 (388).
Cook v. United StaLes, 288 U.S. 102 (1933): I-123 (288).
Cooper v. Aaron, 358 U .S . 1 (19fi8): I-59 (78), I-223 (258), II-297 (41).
Cooper v. Federal Reserve Bauk of Richmond , 467 U.S. 867 (1984): II-124
(517).
Coppage v. State of Kansas, 236 U.S. 1 (1915): II-381 (386). II-439.
Cox Broadcasting Corp. v. Cohn, 420 U.S. 469 (1975): I-464 (862).
Cramp v. Board uf Public InsLruction, 368 U.S . 278 (1961) : I-460 (859).
Crosby v. National Foreign Trade Council, 120 S. Ct. 2288 (2000): II-452
(824).
Crowell v. Randell , 36 U .S . (10 PeLP.rs) 368 (1836): I-459 (852), I-462 (876).
Crown, Cork & Seal Co. v. Parker, 462 U.S. 345 (1983): 11-127 (539).
Cruzan v. Director, Missouri Department of H ealth, 497 U .S. 261 (1990):
II -440 (733, 734).
Culombe v. Connecticut, 367 U.S. 568 (1961): II-442 (754).
Currin v. Wallace, 306 U.S. 1 (1939): I-395 (548).
Curtis Publ ishing Co. v. BuLts, 388 U.S. 1::!0 (1967): II-402 (525).
Dnmcs & Moore v. Regan , 453 U.S. 654 (1981): I-186 (88), I-188 (100), I-256
(404).
Davis v. B andemer, 478 U.S. 109 (1986): Il-234 (406).
Davis v. Mann, 377 U.S. 678 (1964): II-233 (399).
De Jonge v. Oregon, 299 U.S. 353 (1937): II-394 (472).
Debs v. United States, 248 U.S. 211 (1919): II-388 (440) . •
. g 39 U ·S · (14 P eten¡) 497 (1840): li-152 (10). ·
D~::calur v P au Id m , "'25
. v U nited States House of Rt:prcsentatJvt:s, u
Depu~~e~tl~f(~;9~~~~;3 Ús), II-24 (53), II-83 (317), II-84 (321 a 323).
Di ckerson v. United SLates, 120 S. Cl. 2326 (2000): II-448 (786).
Dillon v. Gloss, 256 U .S . 36~ (1921): IIF
- 1~~ (221)460 U S 462 (1!'183): I-467
District of Columbia Court of Appcals v. e roan, . .
Fon Yue Ting v. United States, 149 U.S. 648 (1893): 1-123 (285).
Forbes v. State Council of Virginia, 216 U.S. 396 (1910): 1464 { 1)_
Forsyth v. Hammond , 166 U.S . 506 (1897): 11-217 (315).
Foster v. Neilson , 27 U.S. 253 (1829): I-186 (85), I-187 (92), ll-152 ( ).
Franks v. Bowman Transportation Co ., Inc., 424 U.S. 747 (1976): I-305 {lt
Franks v. Delaware, 438 U.S. 154 (1978): I-464, 465 (899).
Freeman v. Howe, 65 U.S . (24 Howard) 450 (1860): I-193 (138).
Frothingham v. Mcllon, 262 U.S. 447 (1923): II-19 (18), II-20.
Fullert.on v. Texas, 196 U.S. 192, 194 (1905): I-466 (913)
Gardner v. Toilet Goods Association, 387 U.S. 167 (1967): I-378 (492).
Garrity v. New Jersey, 385 U.S. 493 (1967): I-460 (861).
Gelpcke v. Dubuque , 68 U.S. 175 (1864): II-381 (384).
General Telephone Co. of the Southwest v. Falcon, 457 U.S. 147 (1982): II-102
(384).
Georgia v. McCollum , 505 U .S . 42 (1992): II-28 (73).
Gerstein v. Pugh, 420 U.S. 103 (197!í): I-306 (185).
Gertz v. Rohcrt Welch, Inc., 418 U.S. 323 (1974): II-402 (527).
Gihbons v. Ogden, 22 U.S. (9 Wheaton) 1 (1824): I-83 (167), I-84 (170, 172),
II-160 (38 a 40), 11-358 (305).
Gibbs v. Burke, 337 U.S. 773 (1949): 1-461 (874).
Gideon v. Wainwright, 372 U.S. 335 (1963): II-394 (480) .
Gitlow v. Unit.ed States, 268 U.S. 652 (1925): 1-231 (283).
Goldwater v. Carter, 444 U.S. 996 (1979): 11-80 (298), Il-90 (349), 11-165
(78, 79).
Gompers v. United States, 2::!::! U.S. 604 (1914): I-229, 230 (271).
GranL Bros. v. United States, 232 U .S. 647 (1914): I-467 (919).
Gray v. Sander~. 372 U.S. 368 (1963): II-233 (394).
Great Lakes Dredge & Dock Co. v. Huffman , 319 U.S. 293 (1943): 1-396
(549).
Griswold v. Connecticut, 381 U.S. 479 (1965): 11-396 (500).
Ibañez v. Florida Board of Accountancy, 512 U .S. 136 (19fl4)· II-449 (704).
Idahn v . Cocur d'Aleut: Trlbe, 521 U.S. 261 (1997): ll-452 (823).
Illinois Central R. Co. v. Kentucky, 218 U .S. 551 (1910): I-465 (901).
lllinois v. Gates, 462 U .S. 213 (1983): 1-459 (854), 1-468 (924).
In re Baiz, 135 U .S. 403 (1890): 11-165 (80).
In re Debs, 158 U.S. 564 (1895): l-184 (78, 79).
In re Nt:agle, 135 U.S. 1 (1890): I-184 (76, 77).
In re Oliver, ::!33 U.S. 257 (1948): Il-394 (482).
In re Quarles , 158 U .S . 532 (1895): 1-178 (31).
lnLernational Stcel & Iron Co. v. National SureLy Co. , 297 U .S . 657 (1961):
1-466 (908).
International Union , United Automobile Workers v. Brock, 477 U.S. 274
(1986): Il-75, 76 (286).
lnterstate CornmerctJ Commission v. Brimson, 154 U.S. 447 (1894): l-178 (31).
James Everard Breweries v. Day, 265 U.S. 545 (1924): 1-178 (32).
Jay Burns Baking Corp. v. Bryan, 264 U.S. 105 (1928): ll-382 (::191).
ÍNDICE DE FALLOS, ACORDADAS Y DicrJ.MD
Lynumn v. Illinois, 368 U.S. 908 (1961): I-465 (906), I-466 (909).
Macaulcy v. Watcrman S.S. Corp. , 327 U.S. 540 (1916): 1-396 (549).
Maher v. Roe, 432 U.S . 464 (1977): Il-443 (755).
Malloy v. Hogan , 378 U.S. 1 (1964): II-394 (478).
Manhattan Life lns. Co. v. Cohen, 234 , U.S . 123 (1914): 1-464 (899).
Mapp v. Ohio, 367 U .S. 643 (1961): 11-394 (477).
Marbury v. Madison, 5 U.S. (1 Cranch) 137 (1803): I-58 (75), I-63 (93), I-7Z
(120), I-73, I-74 (133), I-76 (136), I-77 (140), I-81, I-87 (179), I-88 a
91 (183), 1-136 (334), 1-195 (144, 145, 149), I-200, I-204, I-222 (255),
I-223 (258), I-326 (278), I-338, l-365 (458), Il-151 (6), II-250 (494), II-297
(38 , 41), ll-306 (80).
Marcus Brown Holding Co. v. Feldman, 256 U.S. 170 (1921): li-383 (401).
Marshall v. Dye, 231 U.S. 250 (1913): II-217 (320).
Marston v. Lcwis, 410 U.S . 679 (1973): II-403 (534).
Martin v. Hunter's Lessee, 14 U.S. (1 Wheaton) 304 (1816): I-81 (156), I-83,
l-190 (121), II-358 (302).
Martin v. Mott, 25 U.S. (12 Wheaton) 19 (1827): II-152 (9).
Maryland Casualty Co. v. Pacific Coa! & Oil Co., 312 U.S. 270 (1941): I-395
(548).
Maryland Co=. for Faire Rep. v. Tawes, 377 U.S. 656 (1964): II-233 (398).
Massachusetts v. Laird, 400 U.S. 886 (1970): II-167 (89).
Masson v. Ncw Yorker Magazine, Inc., 501 U.S. 496 (1991): Il-402 (529).
Matsushita Electric Ind. Co. v. Epstein, 516 U.S. 367 (1996): Il-126 (533).
McArthur v. Clifford, 393 U.S. 1002 (1968): II-166 (86).
McCulloch v. Maryland, 17 U.S. (4 Wheaton) 316 (1819): I-83 (165), I-121
(305), I-175 (22), I-176 (25), I-197, II-358 (304).
McGoldrick v. Compagnie Générale Transatlantique, 309 U.S. 430,434 (1940):
I-467 (915).
McGowan v. Maryland, 366 U.S . 420 (1961): Il-26 (65).
McCrAin v . Daugheriy, 273 U.S. 135 (1927): I-179 (37).
Menominee Tribe of Indians v. United States, 391 U.S. 404 (1968): I-124
(290).
Mercoid Corp. v. Minneapolis-Honeywell Regulator Co. , 320 U.S. 680 (1944):
l-395 (548).
Meyer v. Nebraska, 262 U.S. 390 (1923): II-396 (496).
Michel v. Louisiana, 350 U.S. 91 (1955): I-460 (858).
Miles v. Gra.ham, 268 U.S. 501 (1925): 1-293 (118).
Miller v. Albright, fi23 U.S . 420 (1998): II-28 (75, 76).
Miller v. Cornwall R. Co. , 168 U.S. 131 (1897): I-460 (860).
Milis v. Green, 159 U.S. 651 (1895): I-305 (175).
Minnesota v. Carter, 525 U.S. 83 (1998): II-447 (774).
M~nor v. Happersett, 88 U.S. (21 Wallace) 162 (1875): II-217 (314).
M1randa v. Ari zona, 384 U.S 436 (1966): II-448 (787).
Missouri v. Holland , 252 U.S. 416 (1920): I-179 (41), I-231 (282).
Missouri v. Illinois, 180 U.S. 208 (1901): 11-46 (148).
ÍNDI CE DE FALLOS, ACOiillADAS Y DICfÁMENES CITADOS 583
Mistrctta v. United States, 488 U.S. 361 (1989): l-283 (65), 1-387, 388 (523).
Mitchell v. Helms, 120 S. Ct. 2530 (2000): Il-450 (800, 801).
Moore v. City of East Cleveland, 431 U.S. 494 (1977 ): II-397 (505 .
Moore v. New York Cotton Exchange, 270 U .S. 593 (1926): I-194 (142).
Moore v. Ogilvie, 394 U .S. 814 (1969): I-306 (182).
Mora v. McNarn a ra, 389 U.S. 934 (1967): II-166 (85).
Morey v. Doud, 354 U.S. 457 (1957): II-402 (530).
Morrison v. Olson, 487 U.S. 654 (1988): T-185 (82) , 1-282 (61).
Mountain Timber Co. v. Washingto n, 24::! U.S . 219 (191 7): Jl -218 (322).
Mugler v. Kansas, 123 U.S. 623 (1887): I-178 (34), II-384 (404).
Mullane v. Central Hanover Bank & Trus t Co., 339 U.S. 306 (1950): Il-116
(461), ll -117 (472) , II-126 (527).
Muller v. Oregon , 208 U.S. 412 (1908): ll-382 (395).
Munn v. Illinois, 94 U.S. 113 (1877): II-382 (393 , 394).
Murdock v. City of Menphis, 88 U.S. (20 Wallace) 590 (18 75): l-467 (919) .
Muskrat v. United States, 219 U .S. 346 (1911): I-282 (57).
Myers v. Bethl chcm Shipbuilding Corp. , 303 U .S. 41 (1938): l-301 (146, 147).
Myers v. United States , 272 U.S. 52 (1926): I-185 (80 , 81).
Mistretta v. United Sta tes, 488 U.S. 361 (1989): I-283 (65), I
Mitchell v. Helms, 120 S. Ct. 2530 (2000): II-450 (800, 1)_
Moore v. City of East Cleveland, 431 U.S. 494 (1977): ll-397
Moore v. New York Cotton Exchange, 270 U.S. 593 (1926): I-194
Moore v. Ogilvie, 394 U.S. 814 (1969): I-306 (182).
Mora v. McNamara, 389 U.S. 934 (1967): IT-166 (85).
Morey v. Doud, 354 U.S. 457 (1957): II-402 (530).
Morrison v. Olson , 487 U.S . 654 (1988): I-185 (82), I-282 (6 1).
Mountain Timber Co. v. Washington, 243 U.S. 219 (1917): II-218 (322)_
Mugler v. Ka nsas, 123 U .S. 623 (1887): 1-178 (34), II-384 (404).
Mullanc v. Central Hanover Bank & Trust Co., 339 U.S. 306 (1950): Il-116
(461), II-117 (472), II-126 (527).
Mullcr v. Oregon, 208 U.S. 112 (1908): II-382 (395).
Munn v. Illinois, 94 U.S. 113 (1877): II-382 (393, 394).
Murdock v. City of Menphis, 88 U.S. (20 Wallace) 590 (1875): I-467 (919).
Muskrat v. United States, 219 U.S. 346 (1911): I-282 (57).
Myers v. Bethlehem Shipbuilding Corp., 303 U.S. 41 (1938): I-301 (146, 147).
Myers v. Uniled States, 272 U.S. 52 (1926): 1-185 (80 , 81) .
Northern Sccurities v. United States, 193 U .S . 197 (1904): l -178 (32), l-255
(398).
Norton v Shelby County, 118 U .S. 425 (1886): l-345 (368).
Pacific Gas and Electric Co. v. Stale Energy Resources Conservation & De-
velopment Commission, 461 U.S. 190 (1983): 1-297 (129).
Pacific Statcs Telephone & Telegraph Co. v. Oregon, 223 U.S. 118 (l!H2):
II-217 (318).
Palmer Oil Corp. v. Amerada Corp., 34:! U.S. 390 (1952): l-459 (857).
Panama Refining Co. v. Ryan, 293 U.S. 388 (1935): II-393 (468).
Parham v. J .R. , 442 U .S. 584 (1979): II-397 (506).
Parker v. Illinois, 333 U.S. 571 (1948): l -460 (858), l-463 (889).
Pattcrson v. McLean Credit Union, 491 U.S. 164 (1989): II-441 (744).
Payne v. Tennessee, 501 U.S. 808 (1991): I-369 (467).
Payton v. ew York, 445 U.S. 573 (1980): I-465 (899).
Pearcy v. Stranaham, 205 U.S. 257 (1907): II-166 (8 1, 82).
Peck v. Find, 266 U.S. 631: I-317 (238).
Pennel v. City of San José, 485 U.S. 1 (1988): I-298 (133).
Pennsylvania Board of Probation and Parole v. Scott, 524 U.S. 357 (1998):
II-448 (783).
Pennsylvania Department of Corrections v. Yeskey, 524 U.S. 206 (1998): IT-
452 (820).
Pennsylvania R. Co. v. Illinois Brick Co., 297 U.S. 447 (1936): I-460 (858).
Pennsylvania v, Mimms, 434 U.S. 106 (1977): I-305 (179).
ÍNDICE DE FALLOS, ACORDADAS Y DICTÁMENES CITADOS 585
Radio Station WOW v. Johnson, 326 U.S. 120 (1945) : 1-464 (891).
Railroad Commission Cases, 116 U.S. 307 (1886): Il-383 (403).
Railway Conductors v. Penn . Railway Co. , 323 U.S. 166 (1944): I-396 (549).
Raines v. Byrd , 521 U.S. 811 (1997): II-24 (57), II-83 (316, 319, 320), II-90
(3fi0).
Ral ey v. Ohi o. 360 U.S. 423 (1959): I-464 (897).
Renne v. Geary, 501 U.S. 312 (1991): 1-297 (132), 1-396 (557), II-22 (36).
Ren o v. American-Arab anti Disuimin alion Community, 119 S. Ct. 936 (1999):
Il-446 (771).
Reno v. American Civil Liberties Union, 521 U.S. 844 (1997): I-296 (125),
I-347 (381), l-348 (384), ll-449 (793).
Reno v. Catholic Social Services, lnc., 509 U .S. 43 (1993): 1-296 (125).
Rescue Arrn y v. Municipal Courl, 331 U.S. 549 (1947): l-276 (34).
Rey nolds v. Sims, 377 U.S. 533 (1964): I-234 (303). ll-233 (396).
Rhode Island v. Massachuselts, 37 U.S. (12 Peters) 657 (183!l): I - 190 (1.16).
586 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
Socialist Labor Party v. Gil!igan, 406 U.S. 583 (1972): I-298 (298)
Sosna v. Iowa, 419 U.S. 393 (1975): I-306 (185). ·
South v. Peters, 339 U.S. 276 (1950): 1-234 (299).
SouLhcrn P acific Te:rninal Co. v. ICC , 219 U.S. 498 (1911 ): 1-305 (180).
Spector Motor SerVIce v. McLaughlin, 323 U.S . 101 (1944 ): I-2-76 (33).
Sp e ncc v. Wu~hmgton, 418 U.S. 40:1 (1974)· Il-401 (521)
Standard Oil Co. V. United States, 221 u.s. 1 (1911): rr:384 (405).
State of Oh10 ex re!. Davis v. Hildebrant, 241 U.S . 565 (1916): Il-218 (241).
State of Oh10 ex re!. Bryant v. Akron Metropóli tan P ark District 281 U S
74 (1930): II-218 (323). ' ..
Steffel v. Thomson, 415 U.S. 45 2 (1974): I-304 (169).
Stemberg v. Carhart, 121 S. Ct. 2597 (2000): II-452 (814, 815).
S tewart v. Dunham, 115 U.S. 61 (1885): I-194 (139).
Street v. New York . 394 U.S. 576 (1969) : II-401 (520).
Stromberg v. California , 283 U.S . 359 (19:il): II-399 (5 13).
SuiLum v. Tahoe Regional Planning Agency, 520 U.S. 725 (1997): I-296 (126).
Super Tyre Engineering Co. v. McCorkle, 416 U.S. 115 (1974): 1-305 (179).
Supreme Tribe of Ben-Hur v. Caubl e, 255 U.S. 356 (1921): II-124 (516), II-128
(541).
Swafford v. Tcmpleton, 185 U.S. 487 (1902): l-179 (36).
Sweet v. Rechel, 159 U.S. 380 (1895): I-178 (34).
Tiverton Board of License Comm'rs. v. Pastore, 469 U.S. 238 (1985): I-304
(172).
Toilel Coods Association v. Cardner, 387 U.S. 151:! (1967) : 1-300 (144), I-378
(492).
Tomkins v. Missouri, 323 U .S . 485 (1945): 1-461 (874).
Toyosaburo Korematsu v. Unitcd Stales, 323 U.S . 214 (1944): 1-256 (403),
II-403 (532).
Trans World Airlines lnc. v. Franklin Mint Corp., 466 U.S . 243 (1984): 1-124
(290).
Tribe of Ben Hur v. Caublc, 255 U.S. 356 (1921): Il-96 (368).
Vac hon v. New Hampshire, 414 U.S. 471:! (1974): l -467 (917) .
Valley Forgc Christian College v. Americans United for Separation of Church
and State, lnc., 454 U.S. 464 (1982): 1-282 (59), Tl-16 (4), II-21 (33).
Van Brocklin v. Tennessee, 117 U.S. 151 (1886): 1-179 (39).
Vanee v. Terra?:as, 444 U.S. 252 (1980): I-467 (920).
Velvel v. Nixon, 396 U.S. 1042 (1970): 11-166 (87).
Webs~~~S~: Rcproductive Heallh Service, 492 U .S. 490 (1989): 1-299 (1::!8),
II-443 (758 , 759).
Weinbcrger v. Rossi, 456 U.S. 25 (1982): 1-124 (291).
Weinstein v. ~radford, 423 U .S. 14 7 (~97~-)~31~3~~i~.8ti~233 (395).
Wesberry V. Sanders, 376 uh -~0~ g~6 3~9 (1937): II-353 (285), II-389 (447),
West Coast H olel v. Parrts , · ·
Jl-393 . . U S 90 (l917): I-467 (919).
West v. Rutledge T!mber Co., ~44 . . 319 U S 624 (1943): ll-398
Wcst Virginia Board of Educatton v. Barnett.e, ..
While River Lumbcr v. Arkansas ex rel. Applegate, 279 U.S. 692 (1929):
l -464 (896).
Whitney National Bank v. Bank of New Orleans, 379 U.S. 411 (1965): I-379
(503).
Whitney v. California, 274 U.S. 357 (1927): 1-462 (878), 1-464 (899), l -465
(906), I-467 (914).
Whitney v. Robertson, 124 U.S. 190 (1888): 1-123 (282).
Whyy, 1nc. v. Boro ugh of Glassboro, 393 U.S. 117 (1968): l-465 (902).
Wiborg v. United States, 163 U.S. 632 (1896): 1-467 (919).
Wiener v. United States, 357 U.S. 349 (1958): I-185 (82).
Wiley v. Sinkler, 179 U.S. 58 (1900): 1-179 (36).
Wilkes v. Dinsman, 53 U.S. 390 (1849): l-178 (33).
Wilson v. Cook, 327 U.S. 474 (1946): I-467 (915).
Wi\liams v. Georgia, 349 U.S. 375 (1955): l-463 (883).
Williams v. Rodhes, 393 U.S. 23 (1968): Il-233 (403).
Williams v. Standard Oil Co., 278 U .S. 235 (1929): II-382 (389).
Williams v. Su!Tolk los. Co., 38 U.S. (13 Peters) 415 (1839): II-152 (8, 11).
Willing v. Chicago Auditorium Association, 277 U.S . 274 (1928): I-394 (541).
Willner v. Committec on Character, 373 U .S. 96 (1963): l-466 (907) .
Winous. Point Shooting Club v. Caspersen, 193 U .S. 189 (1904): l-460 (867).
Wisconsin v. Milchell, 508 U.S. 476 (1993): II-441 (746) .
Wis consi n v. Yoder, 406 U .S. 205 (1972): Il-397 (507).
Wolf v. Colorado, 338 U.S. 25 (1949): Il-394 (476).
Wolfe v. North Carolina, 364 U .S. 177 (1960): l-463 (889).
Wol!T Packaging Co. v. Court of lndust. Reltns., 262 U.S. 522 (1923): II-382
(390).
Wood v. Georgia, 450 U .S. 261 (1981): l -468 (924).
Wooley v. Maynard, 430 U.S. 705 (1977): Il-398 (512).
Wright v. United States, 302 U.S. 583 (1938): ll-81 (303).
Wyoming v. Oklahoma, 502 U.S. 437 (1992): II-22 (40), ll-30 (82, 83).
2. Cortes de Circuito
A.H. Robins Co., 880 F.2d 709, 740 W Circuito, 1989): Il-114 (452).
Agent Orange Products Liability Litigation, 818 F.2d 145, 168-69 (2" Circuito,
1987): Il-119 (484).
ÍNDICE DE FALLOS, ACORDADAS Y DICTÁMENES CITADOS 591
Beef Industry Antitrust Litigation, 607 F.2d 167 (5° Circuito, 1979): Il-124
(515).
Berman v. Narragansett Racing Association, 414 F.2d 311 (1" Circuito, 1969):
II-118 (475).
Bermudez v. U.S. Department of Agriculture, 490 Federal Reports, 2 11 u Series
(Circuito del D .C., 1973): 11-109 (423).
Burnside v. Byars, 363 F.2d (5º Circuito, 1966): II-400 (519).
Carpenter v. Davis, 424 F.2d 257 (5u Circuito, 1970): 11-100 (380), II-103
(391).
Carter v. Butz, 479 F.2d 1084 (32 Circuito, 1973): II- 114 (452).
City of New York v. International Pipe and Ceramics Corp, 410 F.2d 295
(2° Circuito , 1969): Il-99 (378).
Complon v. Jesup , 68 Federal Reporter, 263 (6" Circuito, 1895): I-194 (40).
Cook County College Teachers Union Local 1600 v. Byr d, 456 F.2d 882 (7°
Circuito, 1972): II -113 (449).
Corrugated Container Antit.rust Litigation, 643 F.2d 195 (5° Circuito, 1981):
II-122 (505).
Cox v. American Cast Iron Pipe Co., 784 F.2d 1546 (11 2 Circuito, 1986):
11-101 (383).
Crocke\.1. v. Reagan, 720 F.2d 1355 (Circuito del D.C. , 1983): 11-83 (312),
11-167 (97). 2
Cullen v. New York State Civil Service Commision, 566 F.2d A46 (2 Circuito,
1977): 11-104 (399).
Chateau de Ville Productions , Inc. v. Tams-Witmark Music Library, lnc., 586
F.2d (22 Circuito, 1978): ll-113 (448). 0
• .
Chicken Antitrust Litigation American Poultry, 669 F.2d 228 (5 C1rcwto,
19A2): Il-122 (506).
Da Casta v. Laird, 471 F.2d 1146, 1147 (2° Circuito , 1973): U -167 (93).
B k Sh t 433 F.2d 733 (5° Circmto, 1970): II-100 (379).
~~a:~;:~s:~:~rito~ ~f Paci!ic Islands, 876 F.2d 1401 (9° Circuito, 1989):.
ll-124 (513) .
E · t ¡ Protection Agency (EPA), 759
Eagle-Picher lndustrie_s, lnc. v. nDVU"Con~;:5; 1-378 (495).
F.2d 905 , 911 (Ctrcmto del · ·• ·
592 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
Edwards v. Carter, 580 F.2d 1055 (Circuito del D.C., 1978): II-81 (306), Il-82
3 7
Eisen( ~ 6·arlisle & Jaquelin, 391 F.2d 555 (2° Circuito , 1968): Il-103 (392).
Eisen v. Carlisle & Jaquelin, 479 F.2d 1005 (2° C1rcmto, 1973): Il-116 (463),
Il-121 (497).
Elliot v. Weimberger, 564 F.2d 1219 (92 Circuito , 1977): Il-118 (477).
Environmental Defense Fund, Inc. v. Corps of Engineers of U.S. Army, 492
F. 2d 1123 (52 Circuito, 1974): Il-109 (421).
Ernst & Ernst v. U.S. District Court for Southern District of Texas, 457 F.
2d 1~99 (5° Circuito, 1972): II-104 (398).
Esplin V. Hirschi, 402 F.2d 94 no• Circuito, 1968): Il-110 (427), Il-127 (538).
Four Scasons Securities Laws Litigation, 525 F.2d 500 (10º Circuito, 1975):
Il-115 (459), 11-125 (524).
Franks v. Kroger Co. , 649 F.2d 1216 (60 Circuito, 1981): Il-122 (504).
García v. Gloor, 618 F.2d 264 (5° Circuito, 1980): II-101 (382).
General Motors Corp . Engine Interchange Litigation, 594 F.2d 1106 (7" Cir-
cuito, 1979): II-123 (512).
Gold Strike Stamp Co.v. Christensen, 436 F.2d 791 (10 2 Circuito, 1970): II-99
(378).
Goldwater v. Carter, 617 F. 2d 697 (Circuito del D.C., 1979): Il-80 (297).
Gonzalez v. Cassidy, 474 F.2d 67 (50 Circuito, 1973): Il-104 (400), II-125
(520).
Gregg v. Barrett, 771 F.2d 539, 543 -546 (Circuito del D. C. , 1985): II-83 (313).
Grisby v. North Mississippi Medica! Center, Inc. 586 F.2d 457 (5 2 Circuito,
Hl78): II-125 (522).
Guthrie v. Evans, 815 F.2d 626 (11" Circuito, 1987): II-124 (519).
Harrington v. Bush, 553 F.2d 190, 213 (Circuito del D.C., 1977): II-81 (304
305). '
Harris v. Palm Springs Alpine States, lnc., 329 F.2d 909 (9° Circuito 1964)·
II-101 (382). ' .
Hervey v. City of Little Rock, 787 F.2d 1223 (8° Circuito, 19R6): II-114 (451).
Holmes v. Continental Can Co., 706 F.2d 1144 (112 Circuito ' 1983)·. II-122
(504).
Holtz(~:)~ v. Schlesinger, 484 F.2d 1307 (2 2 Circuito, 1973): II-81 (301), II-167
Huntlelr 1v. Atchinson, T & S.F. Ry. Co., 188 F.2d 294 (7o Circuito 1951)·
- 00, 101 (381). ' .
Jenkins v. Raymark Industries, Inc. , 782 F.2d 468 (5° Circuito, 1986): II-114
(455).
Johnson v. General Motors Corp., 598 F.2d 432 (5° Circuito, 1979): II-118
(476).
Kainz v. Anheuse r-Busch Inc., 194 F.2d 737 (7" Circuito, 1952): II-97 (371).
Kamm v. California City Development Co. , 509 F.2d 205 (9° Circuito, 1875):
11-112 (439).
Katz v. Carte Blanche Corp., 496 F.2d 747 (::! 2 Circuito, 1974): IJ-111 (436).
Kennedy v. Sampson, 511 F.2d 430 (Circuito del D.C. , 1974): II-81 (302).
Klicker v. Northwcs l Airlines, 563 F.2d 1310 (9" Circuito, 1977): 1-302 (157).
Kyriazi v. Weste rn El cctric Co., 647 F.2d 388 (3° Circuito, 1981): 11-119 (486).
La Mar v. H . & B. Novelty & Loan Co. , 489 F.2d 461 (9º Circuito, 1973):
II-107 (413).
Larinoff v. U.S., 533 F.2d 1167 (Circuito del D .C., 1976): II-108 (416).
Lichten v. Eastern Air Lines, 189 F.2d 939 (2ª Circuito, 1951): I -302 (155).
Lynch v. Rank , 747 F.2d 528 (9° Circuito, 1984): II-103 (394).
Mader v. Arme!. 402 F.2d 15!; (6° Circuito, 1968): II-116 (462).
Marshall v. Holiday Magic Inc., 550 F.2d 1173 (9Y Circuito, 1977): TT-123
(510).
McGowan v. Faulkner Concrete Pipe Co., 659 F.2d 554 (5" Circuito, 1981):
11-82 (310), II-103 (393).
Miller v. Ackerman , 488 F. 2d 920 (8 2 Circuito, 1973): II-101 (382).
Mitchell v. Laird, 488 F.2d 611 (Circuito del D .C., 1973): II-80 (299), II-81.
Moore v. House of Representatives, 733 F.2d 946 (Circuito del D.C., 1984):
11-89 (344) .
Mungin v. Florida E asl Cost Ry. Co., 441 F.2d 728 (5" Circuito, 1971): II-113
(444), II-123 (510).
National Indus . Contractors v. OSHRC, 583 F.2d 1048 (8° Circuito, 1978):
1-378 (498)
National Organization for Women v. Operation Rescue , 914 F.2d (4° Circuito,
1990): II-441 (742).
Nelson v. Greater Gadsden Housing Aulhorily, 802 F.2d 405 (1986): II-121
(499).
New York State Na tional Organization for Women v. Terry, 886 F.2d (2° Cir-
cuito, 1989): II-441 (742).
Nix v. Grand Lodge of lnternational Association of Machinists & Aerospace
Workers, 479 F.2d 382 (5° Circuito, 1973): Il-109 (426).
Northern District of California Dalkon Shield !UD Products Liability Liti-
gation, 693 F.2d 847 (9" Circuito, 1982): II-108 (417). 0
• .
Officers for Justice v. Civil Service Commission of City & County of San
Francisco, 688 F.2d 615 (92 Circuito, 1982): Il-123 (509).
Oljato Chapter of the Navajo Tribe v. Train, 515 F.2d 654 (D.C. Circ uito
1975): I-380 (505).
Orlando v. Laird, 443 F.2d 1039, 1043 (22 Circuito, 1971): Il-167 (90).
Ramirez de Arellano v. Weinberger, 745 F.2d 1500 (Circuito del D.C . 1984):
ll-167 (97).
Redmon v. Commerce Trust Co., 144 F.2d 140 (80 Circuito, 1944): II-104
(401).
Riegle v. Federal Open Market Committee, 656 F.2d 873 (Circui to del D.C.,
1981): Il-82 (308).
Robinson v. Lorillard Corp ., 444 F.2d 791 W Circuito, 1971): II-109 (426).
Sanchez Espinoza v. Reagan, 770 F.2d 202 (Circuito del D.C., 1985): II-167
(97).
SarnofT v. Connally, 457 F.2d 809, 810 (9° Circuito, 1972): II-167 (9 1).
Saunders v. Naval Air Rework Facility, 608 F.2d 1308 (1979): Il-126 (530).
School Asbestos Litigation, 921 F.2d 1310, 1317-18 (3 2 Circuito, 1990): Il-108
(417).
Shelton v. Pargo , Inc., 582 F.2d 1298, 1308, n. 31 (4° Circuito, 1978): II-124
(513).
Siderman v. Republic of Argentina , 956 F.2d 699 (92 Circuito, 1992): Il-434
(705).
Simmons v. United States, 406 F.2d 456, 460 W Circuito, 1969): II-166 (88).
Six Mexican Workers v. Arizona Citrus Growers, 904 F.2d 1301 (1990): Il-121
(498).
Stebbins v. Nationwide Mutual Insurance Co. , 469 F.2d 268, 270 n. 3 (40
Circuito, 1972): II-114 (450) .
Stewart v. Winter, 669 F.2d 328 (50 Circuito, 1982): II-101 (383).
Swanson ~· AI:nerican Consumer Industries, lnc. , 415 F.2d 1326, 1399 n. 9
(7 ~ Ctrcutto , 1969): II-101 (382).
Telecomm_uni~ations
Research and Action Center (TRAC) v F d 1C
mumcatwns Com · · · e era om-
(507). mission, 750 F 2d . 70 (Circuito del D.C., 1984): I-380
ÍNDICE llF: FALLOS, ACORDADAS Y DICTÁMENES CITADOS 595
Tuft v. McDonell Douglas Corp . 581 F.2d 1304 (80 Circuito 1978): II-100
(381~ '
Vnnd er Jagt v. O'Neill , 699 F.2d 1166 (Circuito del D.C., 1982): II-82 (304),
Voluntcer Medica! Clinic, Inc. v. Operation Rescue, 948 F.2d 218 (6° Circuito
1991): II-441 (742). '
Walter v. City of Mesquite, 858 F.2d 1071 (52 Circuito, 1988): II-124 (519).
Weight Watchers of Philadelphia, In c. v. Weight Watchers Internatio nal , Inc.
455 F.2d 770 (2° Circuito, 1972): II-123 (512).
Weinberger v. Kend1·ick, 698 F.2d 61 (2° Circuito, 1982): II-124 (515).
West Virginia v. Chas Pfizc r & Co., 440 F.2d 1079 (20 Circuito , 1971): II-115
(459), II-123 (511).
Williams v. Vukovich , 720 F.2d 909, 925 (60 Circuito, 1983): 11-122 (504).
Young v. Katz, 447 F.2d 431 (52 Circuito, 1971): II-122 (503).
Ze nith Laboratories, [n c. v. CartP.r Wallacc, lnc. S::JO F.2d 508 U!° Circuito,
1976): II-114 (4iil).
3. Cortes de Distrito
Abulaban v. R.W. Prees prich & Co., 51 F.R.D. 469 (Distrito Sur de New
York): Il-119 (487).
Alexander v. Avco Corp ., 380 F. Supp 1282 (Distrito Central de Tenncsscc,
1974): II-119 (481).
Allen v. Isaac, 99 F.R.D . 45 (Distrito Norte de Illinois, 1983): II-101 (382) .
Ange v. Bush, 752 F.Supp. 509 (D .D.C. 1990): II-167 (98) .
Antibiotics Antitrust Actions, 333 F.Supp 296 (Distrito Sur de New York,
1971): II-123 (511).
Ashe v. Board of Elections in the City of New York, 124 F.R.D. 45 (Distrito
Este de New York. 1989). II-100 (380).
Berland v. Marck, 48 F.R.D. 121 (Distrito Sur de New York, 1969): II-113
(44 7).
Berman v. Narraganset1; Racing Association, 48 F.R.D . 333, 338 (Distrito
de Rhode Island, 1969): II-104 (401).
Brennan v. Midwestern Unitcd Life Ins. Co ., 259 F.Supp 673 (Distrito Norte
de Indiana. 1966): U-112 (443).
Brewer v. Republic Steel Corp., 64 F.R.D. 591 (Distrito Norte de Ohio, 1974):
II-119 (482)
Brown v. Cameron-Brown Co. , 92 F.R.D. 32 (Distrito Este de Virginia, 1981):
II-110 (430).
D 615 (Distrito de South Dakota, 1974): Il-116
B uneh v. B arne tt , 62 F .R . .
(462).
596 CoNTROL DE coNSTJTUCIONALIIJAD
Carpenter v. Hall , 311 F.Supp 1099 (Distrito South Texas, 1970): Il-103 (391),
II-112 (441).
Caruso v. Celsius Insulation Resources, Inc., 101 F.R.D. 530 (Distrito Central
de Pennsylvania, 1984): ll-111 (431). . .
Class Clay, Inc. v. Northwestern Public Serv-i.ces Co., 63 F.R.D. 34 (D1stnto
de South Dakota, 1974): II-107 (415).
Collins v. Bolton, 287 F.Supp 393 (Distrito Norte de Illinois, 1968). Il-108
(416).
Cranston v. Reagan , 611 F.Supp 247 (D.D .C . 1985): ll-168 (100).
Crasto v. Esta te of Kaskels, 63 F.R.D. 18 (Distrito Este de New York, 1974):
II-111 (437).
Cusick v. N V. Nederlandsche Combinatie Voor Chemische Industrie, 317
F.Supp 1022 (Distrito Este de Pennsylvania , 1970): Il-120 (491).
Cherner v. Transitron Electronic Corp ., 221 F.Supp 48 (Distrito de Massa-
chusetts, 1963): II-125 (520).
Chevallier v. Baird Savings Association, 72 F.R.D . 140 (Distrito Este de
Pennsylvania, 1976): II-112 (443).
Christman v. American Cynamid Co., 92 F.R.D. 441 (Distrito de West Virginia,
1981): ll-101 , 102 (383).
Elkind v. Ligget & Mycrs Inc., 66 F.R.D . ::!6 (Distrito Sur de New York,
1975): II-102 (384).
Ellison v. Rock Hill Printing and Finishing Co., 64 F.R.D . 415 (Distrito Sur
de South Carolina, 1974): 11-119 (483).
Environmental Defense Fund, Inc. v. Corps of Engineers of U.S. Army, 348
F.Supp 916 (Distrito Norte de Missisippi, 1972): II-109 (421).
Epstein v. Weiss, 50 F.R.D. 387, 392 (Distrito Este de Louisiana 1970)· II-103
(390). ' .
Gentry v. C. & D. Oil Co., 102 F.R.D. 490 (Distrito Oeste de Arkansas, 1984):
II-101 (382).
Gibb v. Delta Drilling Co., 104 F.R.D . 59 (Distrito Norte de Texas, 1984):
ll-106 (397).
ÍNDICE DE FALLOS, ACORDADAS Y DICTÁMENES CITADOS 597
Greenman Securities Litigation, 94 F.R.D. 273 (Distrito Sud de Florida 1982):
II-107 (415 ). '
GuiJo v. Veterans' Coop. H. Association , 13 F.R .D. 11 (Distrito de Columbia
1952): II-97 (374). '
Hardy v. U.S. Steel Corp. 289 F.Supp 200 (Distrito Norte de Alabama 1967):
IT-114 (453). '
Heech v. Pittsburg Steel Co ., 40 F.Supp 243 (Distrito de Pennsylvania 1941):
II-122 (502). '
Hess v. Hughes, 500 F.Supp 1054 (DiRtrito de Maryland, 1980): II-109 (425).
Hmes v. Anderson , 439 F.Supp 12 (Distrito de Minnesotn, 1977): II-109 (419).
Hobbs v. Northeast Airlines, Inc., 50 F.R.D. 76 (Distrito Es te de Pcnnsylvani 11 ,
1970): II-112 (442).
Illinois v. Harper & Row Publishers, loe., 301 F.Supp 484, 488, nota 9 (Distrito
Nortt: dt: Illinois, 1969): II-110 (427).
Jones v. Bliziner, 536 F.Supp 1181 (Distrito Norte de Indiana, 1982): II-102
(384).
Kjeldahl v. Dlock, 579 F.Supp 1130 (Distrito de Columbia, 198~) : II-108 (416).
Klcint:r v. First National Bank of Atlanta, 97 F.R.D. 683 (Distrito Norte de
Georgia, 1983): II-110 (428).
Klinkhammer v. Richardson, 359 F.Supp 67 (Distrito de Minnesota, 1973):
II-101 (382) .
Korn v. Franchard Corp. , 50 F.R.D. 57 (Distrito Sur de New York, 1970):
II-116 (462).
Kril:;tiansen v. John Mullins & Sons, Inc. , 59 F.R.D. 99 (Di s trito Estt: de
New York, 1973): Il-110 (427).
Landau v. Chase Manhattan Bank, 367 F.Supp 992 (Distrito Sud de New
York, 1973): II-107 (414).
Leffel v. Wisconsin Interscholastic Athletic Association, 444 F.Supp (Distrito
Este de Wisconsin , 1978): Il-118 (47R).
Lopez v. Heckler, 572 F.Supp 26 (Distrito Central de California , 1983): H-109
(420).
Lowery v. Reagan, 676 F.Supp. 33 (Distrito de Columbia, 1987): 11-83 (314),
II-167 (97).
Lynch v. Spcrry Rnd. Corp. , 62 F.R.D. 78 (Distrito Sur de New York, 1973):
II-118 (474).
Mason v. Garris, 360 F.Supp 420 (Distrito Norte de Georgia, 1973): II-103
(388).
McCarthy v. Director of Selective Servicc System, 322 F.Supp 1032 (Distrito
Este de Wisconsin, 1970): II-125 (523), II-126 (fi28).
598 CONTROL OE CONSTITUCIONALlOAD
Page v. Curtiss Wright Corp. , 332 F.Supp 1060 (Dis trito de New Jersey,
1971): II-114 (454).
Pasquier v. Tarr, 318 F.Supp 1350 (Distrito Este de Louisiana , 1970): Il-126
(528).
Payton v. Abbott Laboratorics, 100 F.R.D. 336 (Distrito de Massachusetts,
19!:l3): II-111 (431).
Pearson v. Easy Living Inc., 534 F.Supp 884 (Distrito Sur de Ohio, 1981):
II-125 (523).
Philadelphia Electric Co. v. Anaconda American Brass Co., 43 F.R.D. 452
(Distrito Este de Pennsylvania, 1968): II-120 (489) .
Philadelphia Electric Co., v. Anaconda American Brass Co., 42 F.R.D. 324,
326 (Distrito Este de Pennsylvania, 1967): II-124 (514).
Plummer v. Chemical Bank, 91 F.R.D. 434 (Distrito Sur de New York, 1981):
Il-122 (504) .
Schaffner v. Chemical Bank, 339 F.Supp 329 (Distrito Sud de New York,
1972): II-111 (435).
Shepard v. Wheeling, 4 Southeastern Reporter 635 (1887): 1-345 (370).
Shipley v. Pittsburg & L.E .R. Co., 70 F.Supp 870 (Distrito Oeste de Penns-
ylvania, 1947): II-97 (374)
Shivelhood v. Davis, 336 F.Supp 1111 (Distrito de Vermont, 1971): II-100
(379).
Singleton v. Drew, 485 F.Supp 1020 (Distrito Este de Wisconsin, 1980): II-108
(418).
Smith v. Vowell, 379 F.Supp 139 (Distrito Oeste de Texas, 1974), confirmado
por el 5º Circuito, 504 F.2d 759 (1974): II-109 (424).
ÍNDICE DE FALLOS, ACORDADAS Y DICTÁMENES CITADOS 599
S tate of Idaho v. Freeman, 529 F.Supp 1107 (Distrito de Idaho, 1981). 11-197
(224) .
Slong v. Ducyrus-Erie Co., 481 F.Supp 760 (Distrito Este de Wisconsin, 1979):
11-114 (455).
Sullivan v. Chase lnvestment Services of Boston, In c., 79 F. R. D. 246 (Distrito
Norte de California, 1978): II-110 (429).
Van Gemert v. Bocing Co ., 259 F.Supp 125 (Distrito Sud de New York, 1966):
11-108 (416), Il-109 (422).
Vaughns v. Board of Education of Prince George's County, 355 F.Supp 1034
(Distrito de Maryland, 1972): II-11.9 (480).
4 . Tribttnales locales
Johnson v. American Airlines Inc. , 203 California Reporter 638 (1984). II-125
(524).
Mountain States Telephone Co. v. District Court, 778 Pacific Rcporter, 2nd
Series (Colorado, 1989): II-117 (473).
Nottingham Partners v. D ana, 564 Atlantic Rcporter, znd Series 1089 (De-
taware, 1989), Il-1 23 (508).
C) Francia
1. Consejo de Estado
Société des étains et wolfram du Tonkin, 1/6/1951, Rec. 312: II-260 (545).
Société des trans ports en commun de la région d'Hano1, 28/6/1967, Rec. 279:
II-259 (538).
Société lndichinoise d'Élcctricité, 2317/1961, Rec. 519: II-260 (545).
Société !'Alfa, 2517/1947, Rec. 344: Il-257 (527).
Société Nachfolger Navigation, 23/10/1987, Rec. 319: II-261 (561).
Société Navigator, 1317/1965, Rec. 423: II-260 (550).
Société Ranc, Tiburce et Cie., 7/12/1945, Rec. 247: 11-261 (555).
Sohr, 12/11/ 1949, Rec. 473: II-259 (540).
Syndicat des justiciables, Bidalou et Meyet, 3/12/1993 , Rec. 339: Il-258 (533).
2. Tribunal de Conflictos
Compagnie fran~aise des pétroles (Algérie), 17/11/1975: Rec. 799. II-261 (555).
Marguigny, 5/1111880, Rec. 800: II-257 (524).
602 CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
3. Consejo Constitucional
D) Reino Unido
Bonham, Thomas, 8 Coke Reports, 114 (Common Pleas, 1610): I -63 .
Bowman v. Middleton, 1 Bay, 252: I-71 (118).
City of London v. Wood, 12 Modern 669, (Mayor's Court 1701): I-69.
Day v. Savadge, Hobart 85 (King's Bench, 1614): l-68.
Dimes v. Grand Junction Canal Co., 3 House of Lords Cases 759 (1852):
I-69 (108).
Giddings v. Browne, 2 Hutchinson Papers 1-15: l -71 (114).
Godden v. Hales, 2 Shower 475 (King's Bench, 1686): l-69.
Lee v. Bude & Torrington Junction Ry, LR 6 Common Pleas 576 (1871):
1-69 (109).
Parish of Great Charte v. Parish of Kennington, 2 Strange 1173 (1730): I-
69 (107).
ÍNDICE ALFABÉTICO
F
IGLESIA CATÓLICA: II-247.
"FACIAL CHALLENGE": 1-346.
IGUALDAD ANTE LA LEY: II-303
FACULTADES DE SUPERINTEN- II-307 . '
DENCIA: I-290.
INCONSTITUCIONALIDAD
FISCALÍA NACIONAL DE INVES-
- form al: I-370, I-374, I-375, I-386.
TIGACIONES ADMINISTRATI-
VAS: II-466. - planteamiento por órganos del Es-
tado: II-45 .
FORMACIÓN Y SANCIÓN DE LAS
- por omisión: I-443.
LEYES: II-199.
"FORUM SHOP.PlNG": I-377. - sobreviniente: I-316 .
INDEXACIÓN: 11 -419, 11-473.
FRONDIZI, ARTURO : 11-405 .
INDULTO: II-209.
INSTRUMENTO DE GOBIERNO: I-
G 48.
GARANTÍAS CONSTITUCIONALES INTERÉS EN LA DECLARACIÓN
EN EL PROCESO PENAL: II-477. DE 1NCONSTITUCIONALIDAD :
GARANTÍA FEDERAL: II-214. II-31.
GENERACIÓN DE 1837: II-363. INTERPRETACIÓN CONSTITUCIO-
NAL: T- 228.
GENERACIÓN DEL 80: II-375.
INTERVENCIÓN FEDERAL: II-154,
"GERRYMANDERING": I-2:13 . II-2 14.
GLOBALIZACIÓN: II-427 . INTERVENCIONISMO ESTATAL:
'·GLORIOSA REVOLUCIÓN" (1688): II-388.
l -43, I-49. IRRETROACTIVIDAD DE LA LEY:
GOBIERNO DE PACTO: II-177, Il - II-448.
212, IJ- 404, II-460. "JURA CURIA NOVIT": I-3 29 , I-3:n
GONZÁLEZ , JOAQUÍN V.: Il-37~ .
GOROSTJAGA , JOSÉ BENJAMIN: J
II-369. JEFE DE GABINETE DE MINIS-
GRAVEDAD INSTITUCIONAL: ll- TROS: 1-11 7, II-184 .
320.
608 CoNTROL DE CONSTITUCIONALIDAD