Cuando en un proceso se lleva a cabo un intercambio de electrones se dice que
se tiene una ionización, ya que ha ganado o perdido electrones un átomo. Los
iones cargados negativamente, producidos por la ganancia y saturación de electrones, se conocen como aniones (que son atraídos por el ánodo) y los cargados positivamente, consecuencia de una pérdida de electrones, se conocen como cationes (los que son atraídos por el cátodo). El hablar de ionización y deionización es propiamente lo mismo pues el efecto es igual. En el primer caso se desprenden electrones, y en el segundo se absorben. En consecuencia lo que se obtiene es precisamente ese intercambio de cargas eléctricas. En el ambiente abundan los iones ya sea negativos o positivos, sin embargo existe una mayor cantidad de positivos en proporción de 5 a 4 respectivamente en una atmósfera equilibrada; este fenómeno ocurre en ambientes de ciudades, pero el fenómeno es a la inversa en las cascadas, el mar, la campiña y montañas o cuando llueve y después de una tormenta eléctrica en donde abundan más los negativos. El exceso de iones positivos, llamados también gruñones, son perjudiciales para vegetales, animales y humanos, y están presentes en parte por efecto de un aire mal acondicionado, materiales sintéticos, computadoras y aparatos eléctricos, como son los electrodomésticos, e incluso la falta de vegetación, y estos iones son frecuentemente causas de dolor de cabeza, irritabilidad, cefaleas, mareos, apatía, cansansio, insomnio, disminución en la actividad sexual, y en particular rinitis, alergias y asma, especialmente en personas hipersensibles, como los nińos. La carga positiva del ambiente se denomina "carga estática", y se ve reflejada cuando ocurre una descarga eléctrica al tocar algún metal u otra persona, lo que se dice "dar toques". Mucho de esto proviene de los materiales sintéticos de los muebles y los textiles (sillas, sillones, camas, cortinas, alfombras, ropa, calzado), para ello se recomienda usar materiales naturales, entre ello la lana y el algodón. Al contrario, una atmósfera cargada con iones negativos, llamados también iones felices y vitamina del aire, permite una relajación física y mental, mejorando así la memoria y la concentración, disminuyendo la ansiedad y la neurosis, y permitiendo un mejor rendimiento laboral, efecto visto en los balnearios. Los iones negativos se ha comprobado que aumentan la segregación de la hormona llamada Serotonina, a veces llamada "hormona del bienestar". En días o climas húmedos o polvorientos, las partículas negativas son absorbidas por el polvo y la humedad del ambiente, teniendo así una escases de iones negativos. Por esta razón se llega a sentir ansiedad, estrés o dolores antes de una tormenta eléctrica, de hecho se llega a hacer la idea de que se cree que va a llover porque la gente está manejando muy mal. Sin embargo cuando el agua está en movimiento, como en las caídas y las olas, se producen los iones negativos en el choque del agua misma, y esta partícula de agua dividida es la que se alcanza a respirar ya cargada negativamente. El oxígeno, cargado negativamente, es más respirable y benéfico para el cuerpo, ya que se absorbe más fácilmente por la sangre, la cual contiene hierroque es de carga positiva, y al igual que los imanes se atraen las cargas opuestas, aquí el hierro y el oxígeno también se atraen. Debido a que el oxígeno está cargado negativamente es importante estar en lugares bien oxigenados, ya sea casa, oficina o lugares de entretenimiento pues esto permite estar rodeado y respirar este gas vital que además contrarresta los iones positivos.