Sie sind auf Seite 1von 6

La Deslocalización

Tema de investigación:
El estudio de la deslocalización, en específico, la forma en que lo aplica la
empresa Nike, en la India.

Problema de investigación:
¿Cómo utiliza Nike la deslocalización en la India?

Objetivo general:
Explicar la deslocalización, por parte de Nike, en la India.

Objetivos específicos:
Percibir la explotación de los empleados en sedes de Nike.

Divisar la violación de las normas del cuidado del Medio Ambiente por parte de
Nike.

Percibir el rol del Estado respecto a las empresas extranjeras.

Introducción
Se llama deslocalización al movimiento que realizan algunas empresas
trasladando sus centros de trabajo a países con menores costes para ellos,
generalmente países en vías de desarrollo o subdesarrollados.

Las causas de este proceso suelen ser la búsqueda de:

 Menor coste de la mano de obra.

 Legislaciones menos estrictas respecto a los cuidados del medio


ambiente.

 Condiciones de trabajo más flexibles.

Las consecuencias de la deslocalización pueden ser:

 Aumento de la desocupación en el país de origen.

 Creación de empleo de baja calidad en el país de destino.


 Contaminación y destrucción del medio ambiente, al carecer el país
de destino de controles ambientales lo que puede causar sequías,
desertificación, abuso de la explotación de recursos y aumento de la
producción de residuos.

 El "efecto dominó" en la competencia: para poder competir con la


empresa deslocalizada, su competencia debe imitar sus métodos.

 Reducción de la calidad del producto final, al ser realizado por


personal menos cualificado y en peores condiciones laborales.

 Disminución del precio del producto en el mercado interno y posible


reducción de salarios por la reducción de costes.

Desarrollo
La deslocalización es una consecuencia natural de la libertad de
movimiento de mercancía y capital que implica la globalización. Su finalidad
es clara: la reducción de costes y el aumento de rentabilidad.

Las multinacionales invierten sumas millonarias en potenciar la imagen de


sus marcas, mientras ahorran en la fase de producción. Para ello buscan
economías emergentes en las que encuentran salarios mínimos,
condiciones de trabajos flexibles, legislaciones poco rigurosas con el medio
ambiente, estabilidad política y cierto nivel de infraestructura y cualificación
profesional. Muchos países de Latinoamérica y Asia cumplen con estas
condiciones, lo que les convierte en destino de estas empresas.

En la mayoría de los casos, las multinacionales no abren nuevas fábricas


en los países empobrecidos, sino que encargan la producción a contratistas
para reducir costes y desentenderse de las condiciones laborales de los
trabajadores.

Estos contratistas reciben alrededor del 12% del valor del producto en el
mercado, a lo que tienen que descontar los costes de material y de
producción.

Estos paraísos para las empresas, a las que los gobiernos conceden
importantes exenciones fiscales, son inaceptables para sus trabajadores,
en su mayoría mujeres, pues no están sometidos a la legislación laboral.
Según la OIT, alrededor de 50 millones de niños menores de 14 años son
forzados a trabajar en los países de vías de desarrollo, 153 millones en
Asia, 80 millones en áfrica y 17 millones en Latinoamérica, de esta cifra
unos 12 millones producen para el mercado mundial.
"El primer día me sentí mal. Pensé que esto no era bueno para mí. Yo era
demasiado pequeña, estaba rodeada de personas mayores, pero ya se
convirtió en una rutina, ya no lloro más...” (Vathi, 2017)

También hay que tener en cuenta que si una empresa consigue mayor
competitividad marchándose al extranjero, obliga a la competencia a hacer
lo mismo para poder colocar sus productos en el mercado.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que muchas de las empresas


deslocalizadas son deslocalizaciones previas: multinacionales que ahora
traslada su producción de España o México a países con condiciones
económicas más favorables fueron deslocalizadas con anterioridad desde
Alemania o EE.UU.

La finalidad de una empresa es obtener los máximos beneficios, por lo que


es lógico que intente producir al menor costo posible.

"La deslocalización se corrompe cuando las multinacionales se


desentienden de las condiciones laborales de las personas que
confeccionan sus productos mientras invierten millones de dólares en
publicidad; cuando los gobiernos de países de vías de desarrollo conceden
exenciones fiscales a los mismos que condicionan su crecimiento y
explotan a su población" ( Gaona, 2006).

Pero también puede tener consecuencias positivas. Por ejemplo, el


descenso de la desocupación en el país que recibe las inversiones, aunque
los sueldos son mucho más bajos que en Europa o Estados Unidos.

Por otra parte, la inversión del exterior contribuye con sus impuestos al
desarrollo del estado y permite el surgimiento de empresas nativas, que
trabajan para el fabricante extranjero. Todo ello facilita la mejora de los
servicios públicos y la creación de una clase media y empresarial en el país
receptor, que puede convertirse en un motor de la economía y del consumo
interno. Una prueba de que la nación receptora mejora su nivel de vida lo
tenemos en que los estados que más inversiones extranjeras reciben son
los que más ha crecido económicamente en los últimos años.

En Asia podríamos comparar China, Corea del Sur y Malasia (con muchas
inversiones extranjeras y con una gran mejora del nivel de vida en las
últimas décadas con Nepal, Laos y Mongolia (sin apenas inversión
extranjera y con un nivel de vida y un crecimiento económico mucho
menor).

También hay un descenso de los precios en los productos industriales a


nivel mundial, al ahorrarse las empresas costes en mano de obra. Un
ejemplo son las prendas de vestir, el calzado y la electrónica, que han
estabilizado su precio (o incluso lo han reducido) en los últimos años.

“Las multinacionales se van a la India, Bangladesh, Camboya o Marruecos


por que los sueldos son más baratos, no existe presión sindical y los
gobiernos son mucho más permisivos en sus legislaciones” (Real, 2016).

Un reportaje realizado por Inditex en 2009 revela las condiciones de trabajo


deplorables de algunos subcontratistas. Descripciones sobre talleres con
dudosas instalaciones eléctricas, falta de ventilación y carencia de higiene
son algunas de las situaciones que se presentan en el informe. También se
encargan de denunciar e intentar erradicar la práctica del Sumangali, un
tipo de explotación y esclavitud que se realiza con niñas, adolescentes y
jóvenes mujeres en la India. Se les ofrece el señuelo de una “lote”
acumulada por descuentos de sus salarios, después de cumplir un abusivo
contrato de “aprendizaje” de 3 años.

Entre las marcas que ponen en práctica la esclavitud, antes mencionada, se


encuentra Nike que durante años, esta industria textil, ha violado las
normas mínimas que imponen para la creación de sus productos.

El último análisis realizado a la compañía textil no la deja en un buen lugar,


según informa “The Independent”, ya que de 479 fábricas inspeccionadas,
168 no cumplen las normas que Nike les impuso, lo que significa que tienen
“serios fallos en el sistema” o una “total indiferencia” por los códigos de
conducta.

Se descubrió que una de cada cinco no proporciona los contratos, no tienen


negociación colectiva, fuerzan a los niños a trabajar y el personal trabaja 7
días a la semana sin descanso.

Algunas factorías incluyen a trabajadores penitenciarios, establecen


relaciones de servidumbre u obligan a sus trabajadoras a realizarse test de
embarazos obligatorios para, en caso de dar positivos, despedirlas. Los
salarios, además, no alcanzan los bajos mínimos que sugiere Nike.

Además Nike ha sido criticado en reiteradas ocasiones sobre su uso de la


mano de obra infantil en la India. Intelectuales pro-globalización, como
Johan Norberg defiende a la empresa estadounidense argumentando que
los niños que trabajan para esta empresa estarían peor sin empresas como
Nike, que pagan mejor la hora de trabajo que los empleadores locales.

Sin embargo ese hecho no oculta que las personas que trabajan en la India
reciben de salario 75 centavos por día o 10 centavos por hora.

Sumando a estos sucesos, en el 2011 Greenpeace revelo un informe en el


cual expresa que Nike es responsable de verter sustancias químicas
peligrosas en ríos donde se encuentran sus fábricas amenazaron la
biodiversidad y salud de las personas. Hasta el punto de que estas
sustancias peligrosas han sido detectadas en los organismos de animales y
humanos.

Ante esta situación Greenpeace anima a Nike y otras empresas a unirse al


cambio empezando por modificar el proceso productivo promoviendo la
selección de proveedores, el diseño de sus productos y el control del
producto final espera a que se convierta en defensora de un futuro sin
tóxicos adoptando políticas integrales de gestión de productos químicos
que permitan reducir y eliminar sistemáticamente las sustancias más
peligrosas.

"Nuestros resultados hacen una instantánea del tipo de productos tóxicos


que la industria textil vierte a los ríos y otros recursos de aguas en todo el
mundo y que son indicativos de un problema mucho mayor está teniendo
grabes consecuencias, a largo plazo y de gran alcance para las personas y
la vida silvestre" (Hojsik, 2011).

Pero la responsabilidad no es solo de las empresas, los gobiernos de los


países subdesarrollados tienen la obligación de garantizar el cumplimiento
de sus leyes laborales y medio ambientales. Sin embargo, es frecuente que
los gobiernos sean inoperantes a la hora de hacer cumplir la legislación por
temor a que las multinacionales trasladen la producción a otros países.

Este miedo a perder la inversión extranjera les ha llevado a crear las


denominadas "zonas de procesamientos de exportaciones" o "zonas
francas", cuyo único objetivo es la producción de materiales para su
exportación.

Por lo tanto durante todo este movimiento económico el Rol del Estado es
pasivo e ineficiente ya que no establece regulaciones a las multinacionales
extranjeras y no interfiere en el trato entre el empleado y el empleador lo
cual trae graves consecuencias al trabajador al no tener un represente que
lo respalde y se asegure que la ley del trabajo se cumpla.
Conclusión
La deslocalización es un proceso natural de la globalización y el capitalismo
en el cual las empresas buscan establecerse en el mercado sin medir las
consecuencias de sus acciones en la población.

Si bien podría ser algo positivo para la sociedad el simple hecho de que no
considere el bienestar de las personas y el ecosistema le resta valor moral
y ético.

Se debería garantizar un nivel de vida digno a aquellas personas que son la


fuente de su riqueza, pero solo ocurre lo contrario, una circunstancia que
evidencia el nulo avance que hemos tenido en la aseguración del
cumplimiento de los derechos sociales al permitir que en pleno siglo XXI
aún ocurran estos abusos.

Das könnte Ihnen auch gefallen