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Rechaza las leyendas profanas y otros mitos semejantes. Más bien, ejercítate
en la piedad, pues, aunque el ejercicio físico trae algún provecho, la piedad
es útil para todo, ya que incluye una promesa no solo para la vida presente,
sino también para la venidera.
1 Timoteo 4:7–8
No quiero dejar pasar este pasaje sin antes reflexionar sobre esta palabra
que traducimos como “piedad”. Existe variada literatura sobre espiritualidad
con la cual no se le está dando la importancia debida como disciplina
espiritual, a la palabra piedad (eusebeia) que Pablo usa intencionalmente.
Eusebeia esencialmente significa dar a Dios el lugar que debe ocupar en
nuestros pensamientos, en nuestros corazones y en nuestras vidas.
El Diccionario Ilustrado de la Biblia, nos dice que es una palabra que por lo
general se define como devoción religiosa y reverencia a Dios. En vez de
devoción religiosa yo prefiero decir: “Disciplina espiritual”. Esta disciplina
espiritual por lo menos posee dos elementos que requieren una práctica
constante: la oración y la meditación de la Palabra de Dios. La oración,
como dijera Spurgeon:
El primer aspecto que debe ser considerado es: el rechazo a invertir tiempo
en fabulas profanas. O como lo dice Pablo: Rechaza las leyendas profanas
y otros mitos semejantes. La palabra fabula (Muthos), es una palabra que
hace referencia tanto a la mitología griega como a las especulaciones
judaicas en las que se entretenían los falsos doctores. William Barclay, en su
comentario de I Timoteo nos dice:
“Timoteo tenía que evitar los cuentos inútiles que son como los que las viejas
les cuentan a los niños. Es fácil perderse siguiendo bifurcaciones y enredarse
con cosas que no pasan de ser adornos”.
William Barclay
Juan Calvino dijo que Pablo usa la palabra piedad para denotar el culto
espiritual a Dios que consiste en la pureza de conciencia.
Como se nota por todo lo que hemos visto hasta ahora en este tema, que
crecer en piedad (haciendo cambios que perduran) involucra mucho
esfuerzo y mucha disciplina. Involucra sangre, sudor, y lágrimas. Toda esta
plática de esfuerzo, compromiso y disciplina a lo mejor te deja preguntando,
¿por qué debo hacer eso? Déjeme contestar claramente: Tu prioridad más
importante en la vida es llegar a ser una persona piadosa, porque la piedad
tiene valor para absolutamente todo.
Entiende lo que está diciendo Pablo: está diciendo que ¡no hay nada,
ninguna actividad, ninguna relación, ningún aspecto de la vida en lo que la
influencia de la piedad no sea necesaria! La piedad tiene valor en esta vida
y tiene valor para la vida venidera. Si eres piadoso, ¡tienes lo mejor de los
dos mundos!
El mundo te va a decir que este hombre está muy bien, está viviendo la vida
al máximo. Pero la Biblia dice que era un necio. Dios le llegó y le dijo, “Necio,
esta noche vienen a pedirte tu alma.” Dios le llamó necio porque tenía la
idea totalmente equivocada de lo que era valioso. Estaba viviendo en lo
temporal en vez de lo eterno, adorándose a sí mismo en vez del verdadero
y vivo Dios, enfocándose en lo que le daba placer a él, en vez de lo que
daba placer a Dios, buscando su propio reino en vez del reino de Dios
(Mateo. 6:18–33). ¿Cuantas personas viven hoy de esta manera? Su dios es
lo que poseen, su dios es su familia, su dios es su trabajo. Cualquier cosa
toma el lugar de Dios. Mis amados Dios quiere que vivamos bien, Dios desea
que seamos felices y que tengamos lo que necesitamos, pero lo que Dios
más desea es que le busquemos de corazón, que lo amemos de verdad,
que le demos el primer lugar en nuestras vidas. El día en que Dios ocupe el
primer lugar de tu vida te darás cuenta que puedes vivir con tan poco, y ser
feliz de todos modos, el mundo pasará, pero Dios es eterno, ¿si solo vivimos
para este mundo que pasará el día que crucemos el umbral a la vida
eterna? Piénsalo.
Si pudiéramos ir hoy al infierno a hacerle una entrevista a aquel hombre de
la parábola, y pudiéramos preguntarle, “¿Valió la pena aquellas cosas por
lo cual vivías, valía la pena tu estilo de vida para la vida venidera?” Gritaría
él, “¡No!” La mundanalidad no tiene valor, ninguno, en la vida venidera.
Pero, ¡qué diferencia hay para aquellos que han hecho la piedad su meta
en la vida! Porque la muerte justa es la puerta a un gozo sin fin. La muerte no
es algo a temer, sino algo a contemplar con anticipación, porque como
escribió el salmista:
“Mucho valor tiene a los ojos del Señor la muerte de sus fieles.”
Salmo. 116:15
“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos
dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por
gracia ustedes han sido salvados! Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos
resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales, para mostrar en
los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su
bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús.”
Efesios 2:4–7
Pablo nos dice que la piedad no solo tiene valor para la vida venidera, sino
que también es valioso en esta vida presente. El cristianismo te da una
cualidad de vida ahora mismo que no tiene paralelo en el mundo.
Verdaderos creyentes no cambiarían el gozo que experimentan como
resultado de la piedad por todos los tesoros del mundo. Jesucristo no vino
para hacernos miserables ahora y felices después. Vino para darnos una
porción de la eternidad ahora mismo. “He venido para que tengan vida, y
ahora mismo, que lo tengan en abundancia.”
La piedad tiene valor físico. Proverbios. 14:30 dice que “El corazón
tranquilo da vida al cuerpo, pero la envidia corroe los huesos.” Estar
contento te hace bien físicamente, pero si tienes envidia, te destruirá
físicamente. Salomón nos dice en Proverbios 17:22, “Gran remedio es el
corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos.” El pecado no solo
es malo para el espíritu, sino también ¡es malo para la carne.!
La piedad quiere decir que los padres van a querer ser el tipo de
padres que Dios dice que deben de ser. No van a provocar a sus hijos
a ira. Van a buscar educar a sus hijos en disciplina y el consejo del Señor. Y
esto es bueno para familias. Le darán su tiempo y estarán presentes en las
diferentes etapas de sus vidas. Un padre piadoso será un hombre y una
mujer amorosos.
Fijémonos bien en lo que NO dijo Jesús: no dijo que van a testificar. Testificar
es algo que haces principalmente con la boca. Debemos testificar, pero no
es el punto de Jesús aquí. Jesús dijo me seréis testigos, y lo que quería decir
era que sus vidas eran testigos de Él y del Evangelio. Tú, como persona, si
eres cristiano, eres testigo. Tu vida atraerá hombres hacia Cristo, o traerá
vergüenza para tu Salvador.
Cuenta un papá que hace unos años su hijo, empezó a trabajar para
sostenerse mientras estudiaba en la universidad en la facultad de leyes.
Poquito después de que empezó, su patrón le dijo, sabiendo que era
cristiano, “Si tienes un hermano en casa como tú, quiero emplearlo.” Y sí tuvo
un hermano menor en casa, así que él consiguió un trabajo por la manera
en que trabajaba su hermano mayor. Un poco después, le dijo su patrón,
“¿Tienes algunos amigos cristianos que buscan trabajo?, porque me gusta
cómo trabajan los cristianos.” Como ves, el muchacho era buen testimonio
para Jesucristo por su manera de trabajar. Así que, si quieres influir a gente
para Cristo, no es simplemente lo que dices con tus labios, sino también es
asunto de cómo vives tu vida.
Sí, las palabras de Pablo son absolutamente verdaderas, “la piedad para
todo aprovecha”. Fíjate de las palabras “para todo”. Subraya estas palabras
por lo menos en tu mente. Márcalos como oro puro. En realidad, solo he
mencionado algunas maneras en que la piedad es provechosa. Hay varias
otras:
Recuérdate, tú eres creyente y puedes llegar a ser una persona piadosa. Por
la gracia de Dios y tu obediencia al mandato de 1 Timoteo 4:7 puedes hacer
cambios que perduran. La piedad tiene valor tanto para esta vida presente
como para la venidera. Así que te animo a alcanzarlo. ¡Dirige tu vida y
disciplínate hacia el propósito de la piedad! Si lo haces, lo que pasa en
eternidad y aun en el cuadro total, lo que pasa en este mundo a ti te
revelará que hiciste una buena decisión.
De mi maldad me libertó
Mi salvador me rescató
Y como el mar fluye su amor
Sublime gracia y amor
De mi maldad me libertó
Mi salvador me rescató
Y como al mar fluye su amor
Sublime gracia y amor //
Y cuando en Sion,
Por siglos mil
Brillando este cual sol,
Yo cantaré
Por siempre allí
///Su amor q me salvo///