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El beso estimula la liberación de oxitócica y otras hormonas y neuropeptidos.

Besar a su pareja es el mejor antídoto contra el desánimo y una excelente forma de mejorar la
salud.

Liberación hormonal

Dar un beso estimula la parte del cerebro que libera oxitócina en el torrente sanguíneo,
creando una sensación de bienestar y agrado. La oxitócina, hormona que influye en
funciones básicas como el enamoramiento, orgasmo, parto y amamantamiento, está
asociada con la afectividad, la ternura y el acto de tocar. La hormona oxitócica ayudaría
a formar lazos imborrables entre amantes tras la primera oleada de emoción. Esta
hormona actuaría “cambiando las conexiones" de los miles de millones de circuitos
cerebrales.

la liberación de adrenalina al torrente sanguíneo, puede ser provocada por los besos
verdaderamente apasionados, lo que aumenta el ritmo cardíaco, la tensión arterial y el
nivel de glucosa en la sangre.

Los besos intensos, además pueden provocar la liberación de Endorfinas, estos son
neurotransmisores producidos por el organismo, provocando en el plano emocional
aumento de sensaciones de placer, de alegría, de bienestar y hasta de euforia.
Modificando la percepción de las cosas, dejando atrás visiones depresivas o tristes en
situaciones de interacción con el mundo.

Es muy importante que las parejas se besen y no sólo junten los labios, como un acto
reflejo que no envuelve emociones. Es posible que las parejas olviden besarse, siendo
esta una manera muy efectiva de compartir el amor y la intimidad. En general ponemos
hoy en día un gran énfasis en tener buenas relaciones sexuales y nos olvidamos de que
un simple beso es una manera simple de mantener el contacto"

Sexo tántrico

La palabra Tantra procede del sánscrito cuyo significado es expansión y liberación.

Es una forma de enseñanza budista e hindú que considera el sexo como una forma de
expansión y exploración de la espiritualidad. En el shivaísmo la mujer encarna el poder, y el
hombre la capacidad de maravillarse.

Contrario a la visión tradicional de los historiadores observamos cómo desde los celtas a los
dravidianos del Valle del Indo, desde Egipto a Babilonia, los vestigios arqueológicos develan la
existencia de deidades femeninas.
En el sexo tántrico la integridad moral de la mujer no tiene mácula, concepción muy distante
de la que considera a ésta como el origen del pecado, la tentación y la condena, según las tres
religiones monoteístas más importantes, por otro lado algunas ramas del hinduismo y del
budismo creen que la mujer es poderosa y vía de transmisión de las enseñanzas místicas más
elevadas.

La concepción del sexo tántrico no hace distinción entre lo puro y lo impuro, la belleza y la
fealdad, el bien y el mal. Al igual que en la concepción taoísta de Yin-yang los opuestos se
complementan para configurar el proceso de lo divino. En el tantra se utilizan todos y cada uno
de los cinco sentidos hasta el límite, siendo bueno todo aquello que te produzca placer a ti y a
tu pareja.

Estos valores presentes en el tantrismo, constituyen patrones de relación diferentes que


tienden a la armonía; la espontaneidad y sinceridad, la filiación y la sinergía.

En estas concepciones la divinidad está en el ser humano, no más allá de éste, y se manifiesta
a través de su modo de vivir. El tantra es la filosofía de la plenitud y la unidad en la que se
sugiere al hombre explorar su lado femenino y a la mujer sus cualidades masculinas’, se
recomienda a los dos componentes de la pareja mantenerse físicamente en forma y sanos, y
meditar juntos.

De la misma forma en los manuales chinos de la antigüedad la mujer es representada como


guardiana de los arcanos sexuales y de la suprema fuente de la esencia y la energía vitales. La
mujer desempeña un papel de iniciadora y maestra de la sexualidad, considerándosela
poseedora de las reservas de poder o te.

La cultura occidental orientada hacia los logros, el orgasmo está considerado como el objetivo
del sexo, especialmente en el caso de los hombres. En el tantra, la satisfacción femenina y el
orgasmo son muy importantes, pero el orgasmo masculino debe demorarse para prolongar la
dicha. En una relación sexual común y corriente, el final del acto es el clímax, el orgasmo. Pero
sin llegar al orgasmo, la pareja puede tomarse más tiempo y explorar otras partes de sus
cuerpos. En el tantra no hay un fin, sino un “aquí y ahora”, que te permite centrarte en el
momento en que vives.

En el tantra, el sexo ocupa un lugar destacado, tiene una connotación sagrada y se desarrollan
prácticas y ejercicios para potenciar la energía sexual en el individuo y en la pareja. “El hombre
tiene siete centros, y cuando los centros de una mujer están en sintonía con los de un hombre,
sienten una unión absoluta, son una unidad

Punto o zona "G"

El Punto o zona G , llamado así por su descubridor el ginecólogo alemán Ernst


Grafenburg, es una pequeña zona de la pared anterior de la vagina , zona ricamente
vascularizada e inervada, que al ser estimulada adecuadamente podría producir el
orgasmo. Es un tejido rugoso y más rígido que el resto de la vagina.
No todas las mujeres poseen esta zona tan sensible. La respuesta erótica del punto G,
produciría un orgasmo de intensidad variable, pero los estudios sexológicos le atribuyen
más poder estimulante al clítoris en la mayoría de las mujeres

Al haber una adecuada erotización imaginaria y estimulación sexual, el punto G


aumenta su tamaño y sensibilidad. La sensibilidad en la zona varía en distintos
momentos del mes.
La mejor manera de estimular el punto G, es a través de una caricia suave y mantenida.
Para estimular el punto G, la presión directa es mas efectiva, obtenida por la pareja con
la posición del misionero, o estimular la pared anterior vaginal.

En la última investigación, publicada en la Revista de Medicina Sexual, se encontró a


través de ultrasonido, el tamaño y la forma del tejido considerado el lugar donde se
encuentra el punto G.

A) Vista anterior (3D ) del clítoris ( azul), la pelvis (gris), los nervios pudendos
(amarillo), el hipogastrio (autónomos) nervios (verde) que viajan en la pelvis y que
forman el plexo hipogástrico inferior (IHP), y los nervios autónomos y dorsales
fusionadas (verde claro) . (B ) Vista lateral (3D) la sínfisis (Sy) centrado (gris), el
músculo elevador del ano (rojo), el clítoris (azul), el autonómico (verde) y
nervios somáticos (amarillo), y la uretra distal / vagina (U ,púrpura)
Fase de deseo: Esta puede ser de generación espontánea interna o provocada por otro. Esta
fase, se logra a través de imagineria o estímulos externos que desencadenan el deseo sexual.

Fase de excitación: Tiene una duración variable desde unos minutos hasta varias horas
después de iniciada la estimulación erótica. Por lo general, esta fase se inicia 10 a 30 segundos
después de haberse iniciado la estimulación. Físicamente la mujer experimenta la lubricación
vaginal, congestión vaginal, el abultamiento de los labios mayores y menores de la vagina,
clítoris y senos. Además, hay un aumento de la frecuencia cardiaca, la presión arterial y la
respiración.

Fase de meseta, los cambios experimentados en la etapa de excitación se acentúan. Los labios
vaginales se engrosan y cambian levemente de color, además, las paredes vaginales se
ingurgitan. El clítoris se congestiona y se vuelve erecto. Al igual que en la primera etapa, los
latidos del corazón y el pulso continúan acelerándose. Además, los músculos de los muslos,
caderas, manos y nalgas se tensan. En esta fase, se puede dar un enrojecimiento de la piel, que
por lo general se da en el estomago, pechos, hombros o cara.

Fase Orgásmica : El orgasmo tiene lugar en etapas, en primer lugar, el aumento de la


excitación sexual, que se convierte en factores desencadenantes de la "crisis": contracción de
los músculos pélvicos, aumento de la frecuencia cardiaca, sensación de calor, fotofobia.
Periodo de Transición; se produce el paroxismo del placer, (el hombre eyacula), la mujer tiene
a menudo una experiencia indescriptible cuando su orgasmo es pleno.

Está corroborado que se origina una fuerte tensión en el área clitorídea -vaginal, con una serie
de contracciones en el tercio externo de la vagina y en la zona alrededor del orificio vaginal”,
Existen espasmos musculares con intervalos de 0,8 segundos. En un orgasmo intenso,
aparecen de ocho a doce contracciones; en uno normal, entre tres y cinco. Aumentan las
pulsaciones. Durante el orgasmo se produce un incremento del ritmo respiratorio, aumenta la
presión sanguínea, se contraen los músculos del cuerpo, la cara se enrojece, se pueden
producir jadeos.

Fase de resolución post- orgásmica, se produce un alivió de las tensiones, se genera una
sensación de plenitud y bienestar, debido muy probablemente a la secreción de endorfinas
que acompaña el orgasmo.

Generación del orgasmo: El orgasmo está muy vinculado a la sensibilidad y la estimulación de


cada mujer, el órgano principal de impulso seria el cerebro. Éste recibe sensaciones, las
transforma en una ampliación de la excitación sexual, cuyo punto de culminación es la
generación del orgasmo.

Cuando la excitación sexual esta elevada, los genitales femeninos están mas congestionados y
sensibles luego en el momento de de máxima respuesta se produce una reacción muscular con
contracciones musculares, iniciadas en el cerebro.

Mejores posturas Kamasutra para alcanzar un orgasmo múltiple

de Sexologia

Mejores posturas Kamasutra para alcanzar un orgasmo múltiple. El ancestral manual hindú de
la sexualidad, el Kamasutra, ofrece una serie de posiciones sexuales para lograr el orgasmo, y,
además, la posibilidad de que sea múltiple.
Te ofrecemos una serie de recomendaciones para lograr esto último, de manera que llegues al
pleno éxtasis sexual. Sigue leyendo y te lo contamos.
La unión de la abeja
La mujer se sienta sobre el pene del hombre, que se encuentra también sentado. La mujer se
balancea hacia adelante y atrás, de manera que logra controlar la profundidad y el ritmo de la
penetración. El hombre tiene la posibilidad de ayudarla con el balanceo con los brazos.
Andromaca
En esta posición, la mujer se coloca sentada encima del hombre, que está tumbado en la cama,
mirando al techo. En esta postura, la mujer controla la profundidad y el ritmo de la penetración, y
logra una excelente estimulación del punto G.
La unión del antílope
La mujer se coloca de rodillas, apoyando el torso en el lateral de la cama (o cualquier superficie
similar), mientras el hombre, a su espalda y también de rodillas, la penetra desde atrás. Esta postura
logra una estimulación total de las paredes vaginales y el punto G, a la vez que permite al hombre
acariciar el clítoris de su compañera.

Kama Sutra en el embarazo

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Kama Sutra en el embarazo

Embarazo y sexo son totalmente compatibles, pero hay que tener en cuenta la posición sexual
que se escoge. El Kamasutra, manual ancestral hindú de la sexualidad, tiene una serie de
posturas adecuadas para la mujer embarazada, que podrá realizar sin riesgos para el bebé.

El Furor salvaje

Esta posición sexual es idónea para la mujer embarazada. El hombre se sitúa a la espalda de la
mujer, que está de rodillas, tomándola suavemente por las caderas, y penetrándola desde
atrás. Esta posición estimula el punto G, además de facilitar la estimulación del clítoris por
parte del hombre.

La cucharita

Esta postura beneficia a la mujer embarazada, que evita los esfuerzos y la presión sobre el
vientre. La mujer se echa de costado, y el hombre se coloca a su espalda, penetrándola por la
vagina. Las manos del hombre pueden tocar los pechos de la mujer con facilidad, por lo que
resulta una postura muy excitante.

La posición de Andrómaca
En esta posición, la mujer se sienta encima del hombre, tumbado mirando al techo, en
posición dominante. De esta manera, la mujer controla la profundidad y el ritmo de la
penetración, teniendo la posibilidad de llegar al orgasmo fácilmente y sin que la posición
sexual le oprima el vientre, aspecto con el que hay que tener especial atención
Tantra, el arte de los mil orgasmos

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El sexo tántrico busca disfrutar del placer en toda su esencia

Personas en plena madurez sexual se acercan a esta disciplina en busca de nuevas experiencias

BEATRIZ G. PORTALATÍN

Actualizado 20/09/201501:55

Hace 10 años que el sexo tántrico está de moda en nuestro país; que la gente, especialmente
entre los 35 y 55 años, quiere acercarse a él. Busca sentir cosas nuevas, salir de la rutina, de la
monotonía de su relación o incluso de su vida; y, por qué no, abrir también su abanico sexual a
nuevas experiencias. El sexo tántrico tiene como fin disfrutar del placer en toda su esencia,
prestando atención no sólo a los genitales, sino a todo el cuerpo en su conjunto. Pero esta
práctica no está puesta al azar ni ha surgido por casualidad.

El sexo tántrico forma parte de una filosofía de vida llamada tantra que surgió en Oriente hace
más de 4.000 años. La parte sexual es tan sólo una pequeña parte de ella. Esta corriente se
fundamenta en cuatro pilares básicos, o como lo denomina el propio tantra, en cuatro llaves.
Diego Jiménez, 'sex-coach' y director de Escuela Tántrica en Madrid, enumera a ZEN en qué
consisten esas claves y cómo se pueden extrapolar a la forma de sentir y entender la
sexualidad.

La primera llave es aceptarse a uno mismo y a los demás tal como son. Si tú no te aceptas
como eres, no podrás disfrutar plenamente de la vida. Lo mismo ocurre en el sexo: si no te
aceptas a ti mismo con tus virtudes, tus defectos, tus capacidades y complejos, ni tampoco a la
persona que tienes enfrente, no podrás disfrutar plenamente de tus relaciones sexuales. La
segunda llave es estar presente en el momento con los cinco sentidos. Es decir, para vivir la
vida plenamente tienes que estar absoluta y conscientemente en ella. Este principio
extrapolado al sexo significaría lo mismo: si estás en una relación sexual con los cinco sentidos,
la disfrutarás mejor y más satisfactoriamente que si sólo estás por estar o por obligación.

La tercera llave de la filosofía tántrica es expresar lo que sientes y piensas. Para poder dar y
recibir es necesario decir lo que cada uno quiere y siente en un momento determinado. En el
sexo también. Tal como afirma Jiménez, "la realidad es que todas las personas practicamos el
sexo en base a nuestras experiencias e historias de vida. Cada uno somos un mundo y por
tanto, cada relación sexual también lo es". De este modo, es necesario saber pedir lo que
queremos y lo que nos gusta, lo que nos apetece en cada momento, así como escuchar
también a la persona que tenemos delante.

Y por último, la cuarta de estas llaves es el movimiento armónico y fluido. O lo que podríamos
denominar como alcanzar el equilibrio. Es decir, acompasar tu energía y tus ritmos con los de
la otra persona para poder fluir y estar en armonía.

LOS MITOS DEL TANTRA

Mucho hemos oído hablar del sexo tántrico, pero en cambio, sabemos poco de él. Esta práctica
sexual está llena de mitos y de falsas creencias. Por ejemplo, que sólo con que dos personas se
miren a los ojos pueden tener un orgasmo, o que para practicarlo se requiere horas y horas, o
que su único objetivo es retrasar la eyaculación. Incluso, en ocasiones, se confunde también
con el Kamasutra. Sin embargo, nada o muy poco tiene que ver con todo esto.

"El objetivo fundamental del sexo tántrico es dejarse llevar por el placer", afirma Alicia Gallotti,
escritora especialista en sexualidad y autora del libro Sexo y tantra. "La meta no es el orgasmo,
sino la energía sexual que transmiten los dos cuerpos, aprender a disfrutar del sexo sin
etiquetas, sin tabúes, sin presiones ni ansiedad. Disfrutar con libertad", añade esta
especialista.

Actualmente, en nuestra sociedad, entendemos el sexo como si fuera una clase de gimnasia o
como un examen que hay que pasar con buena nota, pero el sexo tántrico te enseña a
olvidarte de todo esto. "Se aprende a prestar más atención a los besos, a las caricias, a las
miradas, a disfrutar de una forma más paciente, más plena y consciente de toda la energía que
sienten dos cuerpos en un acto sexual, a no centralizar todo en la búsqueda del orgasmo ni a
tener que alcanzarlo rápido y desesperadamente. En general, sexo tántrico es potenciar los
sentidos", insiste la escritora.

UNA DISCIPLINA EN AUGE

Al igual que prácticas como el yoga o la meditación están en auge en nuestro país -incluso la
gastronomía oriental- también lo está el tantra, disciplinas muy relacionadas entre sí. Son
filosofías que tienen tras de sí una gran historia y que movimientos como el hippie en los años
60 en Estados Unidos acercaron a Occidente. "Ahora, de nuevo, parece que están en pleno
apogeo, quizá porque vivimos en un mundo muy despersonalizado con el auge de las nuevas
tecnologías y necesitamos encontrarnos a nosotros mismos", explica Gallotti. Es cierto que
estas disciplinas están a años luz de la cultura occidental, pero todo se puede extrapolar y
acercar a nuestra sociedad, porque lo realmente importante es «disfrutar del sexo (y de la
vida) en toda su esencia. El sexo tántrico es una mirada serena y sensata de la sexualidad. No
puedes ser libre sexualmente si primero no lo eres como persona», afirma la experta.

En España, no existen datos oficiales ni ningún documento que enseñe cuántas personas se
están interesando por esta práctica. Sin embargo, Diego Jiménez lleva impartiendo talleres en
Madrid más de 14 años y tiene una media de 50 alumnos al mes. "Vienen por diversos
motivos: parejas que perdieron la chispa de su relación, otras que quieren encontrar la pasión
que un día se les quedó por el camino, o simplemente buscar un poco de morbo o de nuevas
experiencias en sus relaciones", comenta el especialista. Por ello, fundamentalmente, lo
practican personas entre 35 y 55 años que han alcanzado una cierta madurez en su vida,
también en su parte sexual.

Para tener un buen sexo tántrico es fundamental recrearte en los masajes, en las caricias y en
los besos. Incluso también, en el ambiente. Como aconseja Jiménez, el sitio tiene que ser
cómodo, que tenga una buena temperatura, una luz adecuada y una música relajante (si a la
pareja le gusta)."«El sexo debe ser una fiesta, algo divertido, que no sea solemne, que no
advierte miedos", concluye Galloti.

KUNDALINI: LA ENERGÍA SEXUAL

Una de las patas fundamentales en la que reposa esta filosofía tántrica es la llamada energía
Kundalini. Esta fuerza invisible deriva de toda esta parte mística y energética del tantra, al igual
que muchas de las filosofías y/o doctrinas orientales. Se dice que esta energía te hace avanzar
espiritualmente y desbloquear los miedos y ataduras de tu mente. Su objetivo es la limpieza de
los chakras y el desbloqueo de algunos estados emocionales. También aseguran que esta
fuerza ayuda a mejorar nuestra sexualidad y a vivirla con mayor intensidad.

"La energía Kundalini se representa en el tantra como una serpiente que reposa en el perineo
o primer chakra, y ese réptil tiene que despertar y subir pasando por todos los chakras",
explica el profesor Jiménez. Es decir, según esta filosofía, la energía sexual que parte desde el
primer chakra tiene que subir por todos los demás, desbloqueando cada uno de ellos hasta
conseguir conectar con el último.

En realidad, y para acercar esta idea a nuestra sociedad, "todo esto significaría que la energía
sexual es muy potente, que mueve a las personas muchísimo y, por tanto, si nosotros tenemos
algún bloqueo emocional, esa fuerza no va a estar bien canalizada", explica Jiménez. Pese a
todo, en realidad, de lo que se trata es de tener un buen equilibrio emocional para poder tener
esa energía sexual bien enfocada, que sea natural, que no tenga ataduras, como mantiene esta
corriente. O lo que es lo mismo, y traducida a nuestra sociedad, poder vivirla plenamente sin
prejuicios, sin tabúes y sin miedos. Y así, disfrutar también libremente de todas tus relaciones
sexuales. Tal como se afirma en el sexo tántrico, «vivir la sexualidad sin presiones, sin miedos
ni prejuicios».

CONTENCIÓN DE LA EYACULACIÓN

Esta es una de las claves de esta práctica. Hay muchas técnicas, por ejemplo los ejercicios de
Kegel que ayudan a tener control sobre toda la musculatura pubococcígea. Una forma muy
esquematizada de explicar cómo ejercitarse para controlar la eyaculación, tal y como enumera
Jiménez, es la siguiente: la primera fase es entrenar la musculatura mencionada, primero hay
que detectarla, después llenar los pulmones, retener la respiración, contraer ese grupo
muscular, y después soltar el aire y relajarse. Estos pasos hay que hacerlos durante un tiempo
para tonificar bien la zona. Mientras, se puede ejercitar la masturbación y, antes del punto de
no retorno eyaculatorio, se para y así, baja un poco la excitación; se vuelve a continuar con la
estimulación hasta volver a alcanzar el nivel de excitación previo al punto de no retorno. De
esta forma, se elimina el hábito de eyacular con rapidez. "La última fase consiste en estimular
el pene, cuando se acerca el punto de no retorno, justo ahí, en lugar de parar la estimulación,
se detiene la respiración, se aprieta la musculatura y, aunque siga estimulándose, se tendrá un
orgasmo, pero no se eyaculará", señala Jiménez.

El problema de la eyaculación precoz, advierte el experto, suele estar provocado por


cuestiones psicológicas. Por ejemplo, hay hombres que se acostumbran desde pequeños a
masturbarse rápido para que no les pillen. Lo que hay que hacer es cambiar ese hábito
mediante la práctica."«Si además fortalecemos la musculatura pubococcígea, combinada con
la respiración y práctica, podremos alcanzar el clímax sin eyacular. El orgasmo está en el
cerebro", afirma. El tantra aboga porque la eyaculación es una pérdida de energía para el
hombre. Sin embargo algunos especialistas como Jiménez no están de acuerdo: "La
eyaculación es muy importante".

LA RESPIRACIÓN

Uno de los aspectos fundamentales para practicar sexo tántrico es la respiración, acompasarla
con la de tu pareja y sincronizarlas, porque sólo así "se podrá estar en la misma frecuencia, en
la misma sintonía", dice Jiménez. Según el tantra, lo que se potencia con la respiración es
aumentar y prolongar la conexión que existe entre las dos personas. Dicho de otro modo,
intensificar el encuentro sexual entre los amantes usando los pulmones como una herramienta
que hasta ahora despreciábamos.

Para ello, lo primero que hay que hacer es sentarse uno enfrente del otro mirándose a los ojos.
Una vez así, se empieza a acariciar el cuerpo de la persona que tenemos delante, siempre uno
frente al otro y sin dejar de lado la respiración. "Es muy difícil mantener la mirada, nos suele
provocar mucha vergüenza", comenta Gallotti. Prestar atención a la respiración es clave para
equilibrar los cuerpos, para relajarlos y para que así "el sexo empiece a ser algo tranquilo,
sosegado y no una competición", añade.

Por otro lado, y a la vez que acaricias el cuerpo de la pareja, hay que detenerse en otras partes
del cuerpo en las que quizá nunca habías reparado, pero sin dejar de lado la armonía de las
respiraciones. De esta forma, se potencian mucho más los sentidos y puedes, por tanto, sentir
más placer en todo el cuerpo y no sólo en los genitales. También son aconsejables los masajes,
pero no los relajantes, sino los estimulantes. "El objetivo no es desconectar sino aumentar la
excitación, pero no de una forma rápida sino progresiva, poco a poco y siendo consciente de lo
que se hace y se piensa en cada momento". Así, se disfrutará del placer de todo el cuerpo, e
incluso se puede llegar a tener otros orgasmos. "El clímax está en la mente", defiende el
profesor Jiménez.

¿Qué consultan los hombres en una terapia sexual?

La disfunciones o problemas sexuales que habitualmente llevan a los hombres a acudir a


consulta suelen ser: La disfunción eréctil, la eyaculación precoz, los trastornos del
orgasmo (eyaculación retardada y aneyaculación) y el deseo sexual hipoactivo. Estos
problemas pueden deberse a causas orgánicas, psicológicas o a ambas.

– Disfunción eréctil: se define como la incapacidad, persistente o recurrente, para


obtener o mantener una erección apropiada hasta el final de la actividad sexual y que
provoca malestar acusado o dificultades de relación interpersonal (DSM-IV-TR, 2000*).
Es la disfunción que más suele preocupación suele causar, y es uno de los principales
motivos de consulta. Cuando existe un problema de erección siempre hay un componente
psicológico, independientemente de que exista algún factor orgánico o no. Generalmente
en gente joven las causas de esta disfunción suelen ser psicológicas, la ansiedad a la hora
de mantener relaciones con penetración, la presión de tener que resistir, de proporcionar
placer hacen que entren en juego temores como el miedo a perder la erección, a hacerlo
mal, a no gustar, etc. Esto les lleva a estar más pendientes de la erección que del disfrute
de la relación sexual y de las sensaciones, y por consiguiente a perder la erección. Es
habitual que en algún momento de la vida no se consiga una erección o se logre
mantenerla, por estrés, cansancio, ansiedad abuso de sustancias o algún problema físico
puntual, sin que esto suponga una disfunción eréctil. No somos máquinas, es normal que
el cuerpo no responda siempre como queremos.

– Eyaculación precoz: Hay varias definiciones para la eyaculación precoz, el DSM-


IV-TR la define como la eyaculación persistente o recurrente en respuesta a una
estimulación sexual mínima, antes, durante o poco tiempo después de la penetración, y
antes de que la persona lo desee. En sexología nos centramos más en esa falta de control
que en el tiempo que se tarde en eyacular, y en si para la persona supone un problema o
dificulta sus relaciones. Los mitos sobre el tiempo que tiene que resistir un hombre, nos
llevan en ocasiones a ver un problema donde no lo hay.

– Trastornos del orgasmo: objetivamente no hay un tiempo definido que marque


cuándo estamos hablando de eyaculación retardada, un poco más sencillo resulta definir
la aneyaculación, ya que estaríamos hablando de la imposibilidad de eyacular y percibir
la sensación orgásmica.
Aunque no suele ser lo más habitual, puede haber eyaculación sin orgasmo y orgasmo sin
eyaculación, y es esto lo que se trata en consulta, la ausencia de orgasmo con o sin
eyaculación. La excitación puede ser buena, y normalmente no hay problemas para
conseguir una erección, pero se llega a un punto en el que la persona no es capaz de
detectar las sensaciones previas a la eyaculación, se suele prestar demasiada atención a lo
que ocurre, hasta el punto en el que el agobio y la ansiedad acaban manteniendo ese
bloqueo eyaculatorio. En otras ocasiones puede ocurrir que haya dificultades para
concentrarse en la relación sexual y que la mente se disperse pensando en cosas que hagan
desaparecer la excitación.

Como en todos los problemas sexuales también puede haber causas orgánicas que habrá
que valorar.

– Deseo sexual hipoactivo: Aunque es un problema que generalmente se asocia a las


mujeres, cada vez son más los hombres que acuden a consulta porque no sienten deseo, y
no tienen ganas de mantener relaciones sexuales. El deseo sexual hipoactivo, se define
como la ausencia permanente y persistente de fantasías eróticas y motivación para tener
relaciones sexuales.

Entre los factores orgánicos relacionados con la disminución del deseo, están las
enfermedades crónicas como la diabetes, insuficiencia cardíaca, etc., y aquellas que
ocasionen fatiga. Esto no significa que en estos casos siempre se vea afectado el deseo.
Las alteraciones hormonales también afectan al deseo, en concreto el déficit de
testosterona y el aumento de la prolactina.En el plano psicológico, el estrés y la ansiedad
suelen estar en la base de este problema, y los estados depresivos. También suele afectar
a hombres con trastornos alimentarios y vigorexia. La inapetencia sexual también se
relaciona con la existencia de otras disfunciones sexuales, o con conflictos de pareja.

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