El autocuidado como fundamento de la

calidad de vida
Actualmente se habla con frecuencia de calidad de vida, un concepto muy cercano
al de felicidad que recalca la satisfacción de las necesidades vitales y la necesidad
de sentirlas cumplidas, buscando que dejen de ser una simple aspiración.

Cada día trae consigo la oportunidad de plantearse cambios y propósitos

nuevos con la intención de crecer y mejorar el grado de bienestar que
experimentamos: hacer ejercicio, dedicar más tiempo a nosotros mismos y a la
familia, viajar, dejar de fumar, conseguir un mejor empleo o cambiar de casa,
pueden estar entre las metas que queremos cumplir en el transcurso de los
próximos meses, dependiendo de los intereses personales de cada quien,
objetivos que, cumplidos, se traducen en calidad de vida.

Cuando pensamos en lograr algo debemos hacerlo con determinación, trabajando

a diario, fijándonos metas a corto, mediano y largo plazo, evitando que los
propósitos se conviertan en frustraciones que se repiten cada año y tratando
de que sean más bien el combustible que nos movilice a ponernos en acción para
llegar a nuestro objetivo.

Si bien el factor económico suele ser un elemento con el que la gente relaciona el
bienestar, éste hace parte de un cúmulo de cosas que contribuyen a la calidad de
vida, siendo en realidad relegado por otros factores que generan mayor
satisfacción como mantener un buen estado de salud que permita el cumplimiento
de todos los anhelos personales, ya quesin ésta todo lo demás pierde
fundamento.
Mantenerse saludable no es una opción, es una prioridad, por eso es
importante fomentar el autocuidado, entendido como prácticas positivas que
puedan extenderse a todos los ámbitos de la vida: individual, familiar y laboral. El
autocuidado es esencial para incrementar nuestro nivel de satisfacción y por ende
la percepción que tenemos de nosotros mismos.

Cuidarse a sí mismo es fundamental para cualquier ser humano, contribuye al

conocimiento propio, al manejo del estrés, mejora la capacidad para enfrentar los
problemas, el establecimiento de buenas relaciones sociales, el fomento del
diálogo, entre otros promotores de armonía.

Que esta sea la oportunidad para plantearnos nuevos objetivos que nos acerquen
al bienestar. Hágase una autoevaluación crítica, analice cómo fue su vida durante
los últimos meses y piense si verdaderamente sus acciones representaron
perjuicios o beneficios para usted y los suyos. Nunca es tarde para decidir
empezar. Que la búsqueda de su felicidad se convierta en el motor de su
existencia. Empiece ya.