Toda conducta es comunicación; más precisamente, toda “interconducta” es comunicación,
dado que, como dijimos, el hombre es un ser en relación. Vivir es relacionarse, relacionarse es vivir. Desde la perspectiva sistémica, al identificar comunicación con conducta como sinónimos, cualquier conducta es entonces entendida como un acto de influencia y tiene efectos sobre las conductas de quienes interactúan, entendiendo siempre la interacción como un proceso de influencia recíproca en el cual cada sujeto modifica su comportamiento como reacción al comportamiento del otro. La comunicación se concibe como un sistema de canales múltiples en el que el autor social participa en todo momento, tanto si lo desea como si no: por sus gestos, su mirada, su silencio e incluso su ausencia. La comunicación es un proceso. Proceso significa cambio o paso de un estado a otro, indica una serie de actos concatenados; no es un resultado-efecto, consecuencia de un hecho. No es un acto-hecho, acción. Es un proceso, es un fenómeno social anclado en un marco espacio- temporal y cultural caracterizado por códigos y rituales sociales. El proceso de comunicación se puede comprender como una red multidimensional, donde varios procesos se dan simultáneamente y donde quienes intervienen son nudos interceptores y, a la vez, redes por donde se van construyendo los mensajes. El estudio de la comunicación humana puede subdividirse en las tres áreas: Sintáctica: abarca lo relativo a trasmitir la información (codificación, canales, capacidad, ruido, etc.) Semántica: el significado es el tema principal Pragmática: la comunicación afecta a la conducta. Toda conducta tiene efectos sobre las conductas de quienes interactúan, entendiendo siempre la interacción como un proceso de influenza recíproca en el cual cada sujeto modifica su comportamiento como reacción al comportamiento del otro. La conducta de cada persona afecta a cada una de las otras y a su vez es afectada por éstas (Watzlawick, 1971), esos sistemas pueden entenderse como sistemas de retroalimentación (lo dijimos antes en los casos de los proyectiles autodirigidos). Si el hecho “a” afecta a “b” afecta luego a “c” y “c” a “d” y así sucesivamente, sería un sistema lineal determinista. Sin embargo de “d” lleva nuevamente a “a” el sistema es circular, funciona de modo totalmente distinto. Parte de la información que sale vuelve a entrar. La comunicación puede definirse como el sistema de comportamiento integrado que calibra, regulariza y mantiene y, por ello, hace posibles las relaciones entre las personas. Las propias reglas de conducta e interacción no sólo existen, sino también son de naturaleza increíblemente repetitiva y estructurada. Se busca en la observación de la conducta humana la redundancia, es decir, estas reglas, pautas, de interacciones repetitivas y estructuradas. La perspectiva sistémica no enfoca lo sucede en el “interior” del sujeto sino que se funda en el intercambio de la información, en la relación, en cómo se comportan las personas aquí y ahora y cómo se influyen mutuamente. Por ello, si el intercambio de información es consciente o inconsciente pierde importancia. Principios de la comunicación Caja negra: entradas y salidas Retroalimentación A afecta a B; B a C; C a D; D a A } Positiva: cambio negativa: homeostasis Circularidad: no hay comienzo ni fin Redundancia: reglas de la interacción: Repetitiva y estructurada Conciencia e inconciencia: pierde importancia Axiomas de la comunicación humana Etimológicamente los axiomas significan lo que es digno de ser estimado, creído o valorado. 1. Primer axioma: No es posible no comunicarse 2. Segundo axioma: Toda comunicación tiene un aspecto de contenido y un aspecto relacional, tales que el segundo clasifica al primero y es, por ende, una metacomunicación. 3. Tercer axioma: La naturaleza de la relación depende de la puntuación de las secuencias de comunicación entre los comunicantes. 4. Cuarto axioma: Los seres humanos se comunican tanto digital como analógicamente. El lenguaje digital cuenta con una sintaxis lógica sumamente compleja y poderosa pero carece de una semántica adecuada en el campo de la relación, mientras que el lenguaje analógico posee la semántica pero no una sintaxis adecuada para la definición inequívoca de la naturaleza de las relaciones. 5. Quinto axioma: Todos los intercambios comunicacionales son simétricos o complementarios, según estén basados en la igualdad o en la diferencia. Hay dos tipos de interacción en la comunicación: Simétrica: Frente a una acción de uno de los participantes, el otro responde con otra acción de igual tipo o intensidad. Relación basada en la igualdad, en la similitud, en la diferencia mínima (pasividad-pasividad; rechazo-rechazo). Complementaria: Frente a una acción de uno de los intervinientes, el otro responde con la conducta que complementa, que encaja. Se intercambian conductas basadas en la desigualdad: dar-recibir, ordenar-obedecer; preguntar-responder; exhibir-observar. Conductas disímiles pero interrelacionadas, que tienden cada una a favorecer a la otra. Cuando en la relación complementaria no se cambia acorde con lo esperado la relación se vuelve “rígida”.