Homosexualidad en la antigüedad

El amor homosexual en la antigüedad clásica fueron descritos por escritores como:

Herodoto, Platón, Jenofonte y Ateneo, con las ilustraciones halladas se describe

que había una relación homosexual entre hombres adultos y jóvenes adolescentes

denominado “pederastia”

En la antigua Grecia las normas se basaban en el género, la edad y el estatus social,

más la orientación sexual no era un identificador social como los colectivos de la

sociedad actual.

En la sociedad griega se distinguían en una relación homosexual a los activos de

los pasivos asociados con los roles sociales dominantes que desempeñaban, los

dominados ejercían la actitud pasiva mientras que los personajes de mayor edad,

jerarquía y posición social que eran los activos. Los pasivos estaban relacionados

con la juventud, feminidad y bajo estatus social. La inversión de la actitud pasiva en

una relación homosexual era sinónimo de ser socialmente inferior y vergonzoso.

Las relaciones homosexuales en la tradición griega impregnaban todas las

actividades socioculturales de la época.

La forma más común de la homosexualidad en la antigua Grecia se manifestaba a

través de la pederastia que era una relación entre un hombre mayor erastés que se

encargaba de la educación, protección, amor y ser ejemplo a su amado. Mientras

que el hombre adolescente llamado erómeno retribuía al amante con su juventud,

belleza y compromiso.
El erómeno se encontraba en una situación constante de probar su hombría

evitando desear al erastes sexualmente sino enfrentaría un estigma social

considerable. La pederastia fue una institucional social y educacional sin poder

afirmar que se daba en todas las clases sociales.

Las relaciones homosexuales también se desarrolló dentro de los ejércitos de la

antigua Grecia en la que citan a la tropa sagrada tebana, las prácticas estaban

inmersas en el adiestramiento y entrenamiento militar para fortalecer los lazos

dentro del combate bajo la figura de a pederastia. Existían también unidades

militares exclusivas para hombres y sus jóvenes amados como el Batallón Sagrado

de Tebas. Otro ejemplo de las relaciones homosexuales heroicas es la de Aquiles

y Patroclo en la Ilíada, cuya unión levanto la moral y la valentía.

La pederastia en la edad adulta se consideraba una sucesión normal si el erómeno

ya se había convertido en adulto.

En la Ilíada Patroclo y Aquiles fueron unos iconos pederasticos sin aclarar quién era

erastes y quien era eromeno y que a pesar que Aquiles era menor podría ser el

dominante. Se reconoce el legendario amor entre Alejandro Magno y Hefestion su

amigo de la infancia a pesar de las tres esposas que tuvo Alejandro Magno también

se enfatizó su poco interés por las mujeres y que las relaciones basadas únicamente

en el placer sexual eran vergonzosas por la ventaja del poder.

Hefestion y Alejandro Magno llegaron a identificarse con los personajes de la Ilíada

con una amistad “excepcional, cercana y profunda”, hasta la muerte de Hefesion

por la que Alejandro Magno estuvo con un llanto desconsolado y ayunando.

Alejandro preparo un enfático funeral pidiendo al Templo de Amon se reconocido

con honores divinos como un Dios al cual los sacerdotes le ofrecieron el estatus de

héroe divino, Alejandro murió poco después por que el dolor lo condujo al descuido

de su salud.

El lesbianismo surgió posteriormente a la homosexualidad debido al protagonismo

del hombre históricamente, considerada como inexistente, sin embargo se

encuentran los escritos de Safo poetisa de amores entre mujeres con identidad

aparentemente bisexual.

La mujer homosexual femenina en la antigua Grecia era denominada tríbada,

mientras que en el oriente eran llamada salzikrum “hija hombre” con derecho a

heredar con una familia o varias esposas. En China se tuvo tolerancia al lesbianismo

con el ying shao mujeres que actúan como marido y mujer dui shi, y la palabra

mojinzi, hacía referencia a dos mujeres sin protuberancias frotándose entre ellas.

Las asociaciones de la Orquídea Dorada realizaban matrimonios lésbicos que a

pesar de que algunas se casaban trataban de mantenerse lejos de sus maridos y

de lo contrario suicidarse estas agrupaciones perduraron hasta el siglo XX y podían

adoptar y heredar.

En la edad media europea entre el siglo V y XIV la homosexualidad era inexpresiva

este hecho ayudo a no encontrar datos de relaciones eróticas entre mujeres que por

lo general eran silenciadas,