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INFLUJO DE LA MIGRACIÓN EN LA ALIMENTACIÓN DESDE SU ENFOQUE

INTERCULTURAL EN EL MERCADO DE ARTESANÍAS DE SANTO DOMINGO EN


SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS.

Resumen

La alimentación es un tema de relevancia que no posee fecha de vencimiento para su debate


y análisis en cuanto a los factores que conducen a adoptar un hábito alimenticio, debido a
que suele ser una necesidad fisiológica para sobrevivir. En consecuencia, la presente
investigación data los factores más predominantes encontrados, como lo fue el trabajo,
tiempo y accesibilidad (en medio de la globalización) que tienden a direccionar los hábitos
alimenticios de los comerciantes de Santo Domingo, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas,
como migrantes, en su dimensión intercultural. A fin de mostrar el contexto sociocultural al
que se enfrentan sus hábitos alimenticios en discrepancia con el de la nueva cultura,
remarcando así, si su ideología ha sido transformada.

Palabras clave: Alimentación, migración, globalización, interculturalidad.

Abstract

Feeding is a relevant topic that doesn’t have date of expiry to discussion and analize the
factors wich lead the people to adopt a eating habit, because it is usually a physiologic
necesity. In consequence, the research is esencial to know the most predominant factors
founded, as it was the work, the time, and the accesibility (means of globalization) wich tend
to change the feed on Santo Domingo merchant, in San Cristobal de Las Casas, Chiapas, like
migrants in their intercultural dimensión. In order to show the sociocultural context that their
eating habit deal with the modern culture. Stressing in that way, if their ideology has been
changed.

Key words: Feeding, migration, globalization, interculturality.

Introducción

La alimentación presenta una gran susceptibilidad a cambios drásticos debido al contacto


que posee con la sociedad, así, la alimentación pasa a ser una forma de identidad cultural en
medio de una sociedad que restructura su alimentación desde una forma simbólica, el cual
está sujeta a cambios cuando se establece o bien migra a otra cultura distinta a la que
pertenecía. Como nos lo menciona (Berger y Luckmann: 1979), citado por (Entrena, 2008)
menciona que: “Los hábitos alimentarios se producen y reproducen socialmente; es decir,
son construcciones sociales, al igual que la generalidad de las actividades o realidades
sociales significativas para los sujetos humanos”
Al mismo tiempo, la demanda de ingesta de alimentos dependerá de lo que el individuo
se le apetezca, lo que tenga a su alcance, de acuerdo a la demanda de trabajo que realice y en
la disponibilidad de tiempo que posea para consumirlos o simplemente impulsado por el
marketing.
Por lo que, la alimentación suele convertirse así, en un problema, a causa de ser una de las
necesidades que demanda el hombre cada día. Como señala (Bourges, 2001):
Comer es una necesidad biológica ineludible; de ello depende la conservación
de la vida. Sin embargo, para el ser humano es mucho más que eso: es estímulo
placentero para los sentidos; medio de expresión estética; instrumento eficaz de
comunicación y vinculación social; elemento central de ritos, celebraciones festivas
y ceremonias luctuosas; instrumento para mantener y fortalecer el sentido de
identidad y, en fin, forma predilecta para expresar las peculiaridades de cada
cultura. (pág.898)

En consecuencia, el propósito de la investigación traslada al plano real el problema que


representa la alimentación en distintos grupos sociales foráneos, que en la actualidad se
encuentran en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, por distintas causas.
Manifestando que hablar de alimentación es también adentrarse en la cotidianidad de cada
ser humano, puesto que, dependiendo de las costumbres de cada individuo, así como el ritmo
de vida que conllevan, es como adaptarán sus alimentos, sus porciones y sus tiempos entre
cada comida. Por ende, la alimentación no solo es un problema individual sino también
colectivo al que hay que analizar.
Con el fin de identificar la variedad de alimentos integrados a la dieta de cada individuo,
fuera de su lugar de origen. Lo que permitió analizar la influencia del cambio de residencia
en la conducta alimentaria y las consecuencias que trae consigo.
Desarrollo

Al hacer referencia de la alimentación en el estado de Chiapas, es imprescindible hablar


sobre el tipo de alimentos que esta población consume. Empezando a considerar que desde
épocas prehispánicas, en el México antiguo se desarrolló un alto conocimiento sobre el
entorno natural, por consiguiente, se prevé que la alimentación iba de la mano con su entorno,
advirtiendo así, que dependía de lo que los pobladores tenían a su alrededor. Así mismo, lo
que ellos cultivaban, principalmente el maíz. Para la población chiapaneca “el maíz es
fundamental en el conocimiento de las costumbres alimentarias en la época prehispánica”
(Molina, 2014, pág. 38). Con el paso de los años estas costumbres se han ido modificando,
llevando a la población a producir así derivados de esta especie, como las tortillas y el pozol.

Alimentación y migración
La migración es uno de los factores que conlleva al individuo a adaptarse al nuevo
contexto social al que se enfrenta, que como consecuencia lo llevará a la transculturación o
bien una aculturación. Como resultado, la construcción de una nueva identidad. Entendiendo
así, a la alimentación como parte de ella. Como señala (La alimentacion: factores
determinantes en su eleccion., 2017, pág. 8): “Sin embargo, es posible cambiar las influencias
culturales: cuando un individuo pasa a vivir en otro país, suele adoptar los hábitos
alimentarios concretos de la cultura local de ese país”
(pag.8).

Por consiguiente, ha sido una de los factores detonantes para establecer la


interculturalidad, si bien no de forma positiva, ha permitido la comunicación con otras
culturas y al mismo tiempo la adopción de estas como señala (Pech, 2014), “la migración,
junto con los flujos de contenidos a través de los medios de comunicación e internet, son
dos de las principales fuentes de interculturalidad. Entendiéndola como la piedra angular
de la construcción del espacio social transnacional.” Sin embargo, por sí sola no habría
sido posible, por lo que respecta la migración se ha debido al influjo de la globalización
como señala (Martín-Barbero, 2001, p. 28), citado por (Pech, 2014) en el que:

Ligado a sus dimensiones tecnoeconómicas, la globalización pone


en marcha un proceso de interconexión a escala mundial, que conecta
todo lo que instrumentalmente vale –empresas, instituciones,
individuos- al mismo tiempo que desconecta todo lo que, para esa
razón, no vale. Este proceso de inclusión-exclusión a escala planetaria
está convirtiendo a la cultura en espacio estratégico de emergencia de
las tensiones que desgarran y recomponen el ‘estar juntos’, los nuevos
sentidos que adquiere el lazo social, y también como lugar de
anudamiento e hibridación de todas sus manifestaciones: políticas,
religiosas, étnicas, estéticas, sociales y sexuales. De ahí que sea desde
la diversidad cultural de las historias y los territorios, de las
experiencias y las memorias, desde donde no sólo se resiste sino se
negocia e interactúa con la globalización, y desde donde se acabará
por transformarla. (pág. 76)

El margen es más pequeño que los demás

De forma que la globalización es otro de los factores como condicionante de criterios


en el consumo alimenticio que logra mezclarse en nuestras comunidades a través de las
empresas transnacionales, tal como el caso de la Coca-Cola en los Altos de Chiapas, que
logran inmiscuirse, sobre todo, a través de la posición más alta en la pirámide de la
jerarquización como señala (Page, 2013):

Un elemento de suma importancia para la penetración de la empresa Coca-Cola


en Los Altos de Chiapas fue la concesión de la distribución de refresco a diferentes
grupos de poder de los municipios aledaños a San Cristóbal de Las Casas. (pág.
122)

Por lo que, ha adquirido un valor simbólico dentro de las comunidades de tal forma que
“la dimensión que ha alcanzado el refresco como elemento imprescindible en la dieta de los
mayas que nos ocupan, así como su consumo en los diferentes eventos sociales y religiosos
que tienen lugar” (Page, 2013). En consecuencia se encontrará en los pueblos originarios
una cifra considerable de consumidores de refresco, como podría ser la Coca-Cola, en el que
se esperaba que el consumo de éstos fuera nulo. Siendo no solo un problema de salud pública,
sino también uno político, cultural y social.

También se encontró como consecuencia de la migración, la urbanización. Que tiende a


sustituir alimentos orgánicos por industrializados. Desde el punto de vista abarcado en el
estudio realizado por Perossé en 1985, el cual describe que el proceso de urbanización está
asociado comúnmente con los cambios del consumo alimenticio como:

1.- Un descenso de energía, hidratos de carbono, proteínas vegetales, hierro y


tiamina, debido a que baja el consumo de alimentos básicos tradicionales que son
reemplazados por una menor cantidad de productos farináceos refinados. También
disminuye el consumo de hierro, pero probablemente es de mejor biodisponibilidad
por una mayor proporción de hierro.

2.- Hay un incremento de proteínas de origen animal gracias a un mayor


consumo de carne, también aumentan las materias grasas debido al aceite y las
grasas animales, y de vitamina A por un mayor consumo de huevos, leche, vísceras
y verduras.

3.- No está clara la influencia de la urbanización sobre el calcio, riboflavina,


niacina y vitamina C, pues se aprecian dos tendencias contradictorias. Por un lado
se produce un gran empobrecimiento por la baja de consumo de cereales y
leguminosas y, por otro, un enriquecimiento por el mayor consumo de leche
(calcio), huevos y vísceras (riboflavina), y carne (niacina). El resultado depende de
una u otra tendencia. En cuanto a la vitamina C, el efecto negativo de la
urbanización obedece al menor consumo de tubérculos que en algunas zonas rurales
constituye la principal fuente, este efecto a menudo se compensa con el aumento y
mayor regularidad del consumo de verduras y frutas

4.- Disminuye el efecto de la estacionalidad por lo que el consumo se hace en


general más regular y estable a través del año que en las zonas rurales, en particular
cuando la producción para autoconsumo es muy importante.
5.- La población urbana tiene mayor acceso y regularidad a los programas de
asistencia alimentaria que la población rural. (Morón & Schejtman, 1995, pág. 60)

En general, mientras en las zonas rurales el consumo energético es más alto y más
frecuente es vulnerable a las oscilaciones estacionales y a las restricciones ecológicas. El
habitante urbano tiene un consumo energético promedio menor, la dieta es más diversificada
y refinada, más rica en vitaminas y minerales y proteína de mejor calidad; además el
abastecimiento es más regular y menos expuesto a la especulación, pero son más sensibles a
los efectos de la inflación y los derivados de las políticas de ajuste estructural.

Esta comparación válida entre promedios rurales y urbanos pierde valor cuando se
introduce la variable de ingreso, ya que a niveles más altos de economía hay una tendencia a
mayor homogeneización y regularidad. Por otra parte, el consumo promedio de energía y
nutrientes varía según el tamaño, estructura y localización de la familia.

Según (Morón & Schejtman, 1995) el consumo alimentario de las familias urbanas con
niveles de ingresos similares puede afectarse por los siguientes factores: la regularidad en la
percepción de los ingresos; el tipo de comercio de alimentos a nivel local; la información
sobre precios y fuentes alternativas de abastecimiento; los gastos de alimentos fuera del
hogar; el acceso a fuentes de alimentación subsidiada y programas alimentarios; los medios
de conservación y preparación de alimentos, entre otros.

Alimentación y economía

Resulta necesario resaltar la correlación de la economía sobre la adquisición de bienes, ya


que esta direccionará al tipo de alimentación que el individuo desee obtener a partir de sus
recursos disponibles.

A medida que el ingreso real continúa aumentando, el porcentaje que se destina


a bienes básicos, tales como comida, vestido, vivienda y transporte, se va haciendo
cada vez más pequeño, aunque en términos absolutos se gaste más ingreso en éstos.
Al mismo tiempo aumentan los gastos en bienes y servicios de esparcimiento,
educación de los hijos y servicios médicos (Martinez & Villezca, 2005, pág. 202).

En base a lo anterior, se deduce que; pese a que la alimentación es una necesidad y lleva
consigo una gran importancia, la población en ocasiones descuida este ámbito para
interesarse más en otros tópicos a seguir que otra nación o que incluso ésta misma impone.
Las necesidades básicas como la educación, vivienda y vestido, son esenciales para tener un
adecuado bienestar de vida, sin embargo en ocasiones se presta mayor atención a
determinado producto o servicio ofrecido, dejando a un lado la ingesta de alimentos (que
dentro de distintos parámetros siempre ocupa una posición importante). Los estereotipos y
las modas llegan a ser tan influyentes que, día a día la sociedad se vuelve más consumista.

Desde esta perspectiva, se hace un análisis acerca de los patrones alimentarios mexicanos,
que pueden definirse como “conjunto de productos que un individuo, familia o grupo
consumen de manera cotidiana, de acuerdo a un promedio habitual de frecuencia estimado,
en por lo menos una vez al mes” (Torres y Trápaga, 2001). Muchos autores consideran que
la determinación de este patrón es multifactorial: economía, entorno regional, elementos
tecnológicos y socioculturales, donde la economía condiciona a los demás factores y define
la estructura de la producción alimentaria, no obstante, otros autores se oponen a esta idea,
mencionando que los factores económicos no desempeñan obligatoriamente un papel
dependiente, pues consideran que los hábitos alimentarios son más dependientes de
características como lo son el clima y la cultura que posee cada región.

En este enfoque se puede retomar el tema de la expansión de los sistemas comerciales y


los medios masivos de comunicación, ambos han provocado una abismal transformación de
los hábitos alimentarios al acrecentar la disponibilidad de alimentos industrializados. Sin
embargo, la adopción de tales hábitos no es homogénea en todos los estratos sociales, por lo
que la alimentación en México se clasifica de acuerdo al grado de aceptación que la
alimentación industrializada tiene sobre la población, y de esto surgen tres dietas
primordiales.
Primero, la dieta indígena centrada en el consumo de maíz, frijol, chile, pulque
y algunas verduras (nopal, quelites), a los cuales se añaden alimentos como el
azúcar, café y pequeñas cantidades de carne o huevo. En segundo lugar, se
encuentra la dieta mestiza (consumida por la clase media), caracterizada por un
incremento en el consumo de frijol, verduras, leche, carne, huevos y la adopción
cotidiana de algunos alimentos industrializados como pastas para sopas, harinas de
trigo y refrescos.
Por último, está la dieta denominada variada, la cual es propia de las
poblaciones con mayor poder adquisitivo y que se caracteriza por añadir a la
alimentación mestiza productos más variados y seleccionados, adoptando hábitos
de países desarrollados, con especial tendencia al consumo de alimentos
industrializados (G. Balam, A. Chávez y L. J. Fajardo, 1997).

Presentando así, que un patrón alimentario regional homogéneo se somete a una


estructura de oferta diversa en calidad, cantidad y aportes nutricionales, regidas
mayoritariamente por el ingreso familiar, así como también por la desigualdad social debida
a la industrialización y aunado al mosaico cultural que se encuentra en cada región, como se
podría suponer en primera instancia.

Por lo tanto, la forma en que se alimenta cada persona es el resultado particular de una
compleja interacción de factores fisiológicos, psicológicos individuales, así como: factores
sociales y culturales.

También otros muchos factores; como conocimientos y prejuicios, gustos y


preferencias, recuerdos y estados de ánimo, actitudes y temores, valores y
tradiciones, hábitos y costumbres, caprichos y modas. Por supuesto, no son menos
importantes los muy diversos factores históricos, geográficos, psicológicos,
antropológicos, sociológicos, comerciales, económicos, culturales e incluso
religiosos que determinan la disponibilidad local de alimentos, el acceso de la
población a ellos y los recursos culinarios para prepararlos (conocimientos,
infraestructura material y de conservación). Debido a la complejidad y la variedad
de los factores mencionados, la alimentación humana es especialmente susceptible
a sufrir distorsiones cualitativas y cuantitativas.
Dado el número y la complejidad de los elementos determinantes de la
alimentación, no sorprende que se presenten los más diversos errores y se generen
trastornos de nutrición que, a grandes rasgos, pueden ser insuficiencias, excesos,
desequilibrios nutrimentales o su combinación (Bourges, La alimentacion y la
nutricion en México, 2001, pág. 898).

Los factores presentan una gran diversidad, todo dependerá de la persona, del medio en
que ésta se haya desarrollado y de lo que día a día fue adquiriendo (creencias, valores,
hábitos, gustos) etc. Además de los conocimientos que tenga y de los que vaya obteniendo
con respecto a su alimentación frente a la globalización y sobre los diversos factores que
puedan llegar a cambiarlos.

Método

La logística utilizada consistió en un enfoque cuantitativo de tipo no experimental, así


como el diseño transeccional descriptivo, cabe señalar que el tipo de muestra fue no
probabilística.

Sujetos

Participaron 30 sujetos entre estos femeninos y masculinos entre 15 y 53 años en el


Mercado de Artesanías de Santo Domingo.

Procedimiento

Los datos obtenidos a partir del cuestionario realizado, consecuentemente pasaron a


vaciarse en una base de datos lo que permitió correlacionar las respuestas de acuerdo al sexo
y lugar de origen, para después tabularlas y relacionarlas con su respectiva descripción.

Instrumentos

Las preguntas ocupadas durante el cuestionamiento se realizaron con el objetivo de


obtener los puntos clave de la investigación, haciendo hincapié en los tipos de alimentos
consumidos en el lugar de origen de los individuos y en su residencia actual, buscando con
ello la existencia de algún cambio de conducta durante el proceso de migración llevada a
cabo. En base a los datos obtenidos, éstos se fueron relacionando con los hábitos alimenticios
de los individuos a estudiar desde una perspectiva globalizada, es decir, a partir de los
intervalos de tiempo en la ingesta de alimentos hasta los factores que intervienen para que
los sujetos tengan estas conductas alimenticias.

Resultados

Tabla 1. A continuación se presentan los resultados obtenidos a partir de cada individuo


entrevistado con respecto a su lugar de origen.

Lugar de origen: N° de personas:


Chamula 14
Huixtan 4
Zinacantán 3
Chanal 3
Comitán 2
Tenejapa 1
Larrainzar 1
Venustiano Carranza 1
San Juan Cancuc 1

De la muestra de treinta personas, los datos arrojaron que, se identificaron 9 lugares de


origen distintos, por lo que se destaca que en el Mercado de Santo Domingo se percibió una
notoria pluriculturalidad. Dichos lugares identificados fueron: Chamula, Tenejapa, Comitán,
Larráinzar, Chanal, Huixtán, Venustiano Carranza, San Juan Cancuc y Zinacantán; siendo
Chamula el lugar de origen más frecuente entre los entrevistados, dado que se encontraron
14 nativos de este lugar. Por otro lado, en el resto se encontró un rango de 1 a 4 personas
originarias de cada municipio.

Tabla 2. A continuación se expone el campo laboral en que se desenvuelve cada


entrevistado.

Ocupación: N° de personas:
Comerciantes 30
Al ser San Cristóbal de Las Casas un centro turístico, la economía de los migrantes
pertenecientes a un grupo originario se basa principalmente en el comercio con mayor
predominio en el Mercado de artesanías de Santo Domingo.

Tabla 3. En seguida se expone la variedad de alimentos en la dieta que el individuo


consume actualmente.

Dieta actual
Hombres Mujeres
Frutas y verduras 6 6
Embutidos 11 13
Comida rápida 10 9
Agua natural 11 13
Refrescos/jugos 7 7
Comida frita 7 9
Enlatados 2 0
Semillas y legumbres 9 10
Proteína animal 9 10

La discrepancia entre el tipo de alimentación entre hombres y mujeres es relativamente


notoria, las mujeres llevan una dieta más orientada al consumo de productos naturales,
mientras que los hombres están más expuestos a la ingesta de productos ajenos a la dieta
natural. Esto radica en que muchas veces no existe disponibilidad de otros alimentos en el
medio más que los procesados, fritos y poco combinados.

Tabla 4. De acuerdo con la tabla presentada a continuación, se exponen los alimentos que
cada persona usualmente incluía en su dieta en relación al lugar de origen.

Dieta en el lugar de origen


Hombres Mujeres
Frutas y verduras 11 13
Embutidos 2 0
Comida rápida 6 3
Agua natural 11 9
Refrescos/jugos 4 7
Comida frita 3 0
Enlatados 2 0
Semillas y legumbres 12 12
Proteína animal 9 9

Es notoria la diferencia entre lo que consume un hombre y una mujer, en este caso se
plasmó que las mujeres tienden a alimentarse mejor prefiriendo alimentos naturales como
frutas, verduras, semillas y proteínas. La única excepción radica en el consumo de refrescos
en el que las mujeres superaron el número de hombres (7 mujeres y 4 hombres).

Tabla 5. A continuación se expone el horario que los individuos usualmente utilizan para
llevar a cabo la ingesta de alimentos.

Horario en que se lleva a Cantidad de individuos


cabo la ingesta de alimentos
DESAYUNO Hombres Mujeres
8:00 am a 9:00 am 4 5
9:00 am a 10 :00 am 3 5
10:00 am a 11:00 am 4 0
11:00 am a 12:00 pm 2 1
S/horario 1 0
ALMUERZO
12:00 pm 0 3
COMIDA
2:00 pm a 3:00 pm 4 10
3:00 pm a 4:00 pm 8 2
4:00 pm a 5:00 pm 0 0
5:00 pm a 6:00 pm 2 1
S/horario 1 0
CENA
7:00 pm a 8:00 pm 0 10
8:00 pm a 9:00 pm 8 1
9:00 pm a 10:00 pm 2 2
10:00 pm a 11:00 pm 2 0
S/horario 0 0

Se observó que el desayuno y la comida son los más relevantes durante el día para los
entrevistados, dando poca e incluso nula importancia a las demás comidas (almuerzo,
merienda y cena), tomando en cuenta diversos factores que influyen en la accesibilidad o no
de los alimentos.
Tabla 6.- A continuación se presentan los diversos factores que los entrevistados
consideran limitantes en su dieta.

Factores que la muestra


considera influye en la
alimentación
Hombres Mujeres
Tiempo 12 14
Trabajo 11 14
Accesibilidad 1 7
Economía 1 7
Otros 0 0

Aquellos factores que los comerciantes de Santo Domingo consideran que llegan a influir
en cuanto a los hábitos alimenticios son el tiempo y el trabajo en su mayoría, ya que debido
al medio laboral, no tienen la misma accesibilidad o libertad de desplazarse a cualquier lugar
para poder comprar lo necesario para su alimentación. En cuanto a la accesibilidad y la
economía, consideran que pueden llegar a influir en su alimentación, sin embargo, algunas
personas mencionaron que la comida para ellos es importante y por consiguiente no tienen
ningún problema en el gasto de estos alimentos.

Tabla 7.- Finalmente se exponen los lugares que indicaron los entrevistados para la
obtención de sus alimentos.

Los alimentos que se


consumen se obtienen en:
Hombres Mujeres
Puesto local/Mercado 13 13
Cocina económica 6 1
Restaurante 0 0
Preparada en casa 7 7
Cafetería 0 0
Supermercado 2 2

Es importante tomar en cuenta que existen diferencias entre los aspectos influyentes en la
alimentación de un lugar a otro. Como se observa en la tabla 7, los individuos investigados
obtienen sus alimentos preparados en un puesto local o en el mercado ya que es lo más
cercano a su área de trabajo, siendo estos la mayoría con 13 hombres y 13 mujeres. También
es necesario recalcar que otros sujetos obtienen sus consumibles en cocinas económicas e
incluso optan por preparar sus alimentos en casa y así llevarlos a su trabajo. Por el contrario,
no compran en restaurantes ni en cafeterías.

Conclusión

Con base a los datos previamente obtenidos por medio de los cuestionarios aplicados a los
comerciantes del Mercado de Artesanías de Santo Domingo, se ha cumplido con los objetivos
planteados en la investigación llegando a las siguientes conclusiones:

Un factor importante que se observó fue que en muchos casos el trabajo y el tiempo
influyen para consumir o no alimentos, y en horarios pocos favorables para su salud, ya que
en ocasiones las personas sólo consumen en el transcurso del día 1 o 2 comidas, a causa de
la falta de accesibilidad y tiempo. Dado que estas personas son conscientes de que al
descuidar este tipo de negocios perderán los recursos económicos que bien son un poder
adquisitivo para el sustento familiar. En cuanto a los aspectos económicos suelen darle una
importancia intermedia, debido a la despreocupación en el gasto alimentario (no en todos los
casos), ya que consideran que es importante para su día a día, mientras que otras personas
creen que lo invertido en la alimentación es algo elevado y prefieren ahorrar ese dinero para
otras necesidades ya sean familiares o personales. Tomando en cuenta que las respuestas
varían de individuo en individuo dependiendo de ideologías, creencias y costumbres, la
mayoría de personas mencionaron que gastan lo suficiente para tener una alimentación
adecuada.

El tipo de labor que estas personas desempeñan influye mucho en las decisiones
alimenticias que llegan a tener, siendo que en muchos de los casos prefieren consumir
alimentos que se puedan conseguir con más facilidad en esta ciudad que ir a preparar los
alimentos en sus viviendas, a causa de que esto les quitaría tiempo que podrían ocupar en su
trabajo.

Respecto a los cambios de hábitos alimenticios que los sujetos presentaron en el proceso
de migración, éstos fueron mínimos en la mayoría de las mujeres, y en los hombres se
encuentra una mayor cantidad de cambios, a pesar de ello, las modificaciones no son tan
drásticas y aún conservan algunos hábitos pertenecientes a su lugar de origen; lo cual permite
percibir que tratan de mantener esa cultura a pesar de encontrarse en un medio distinto al de
su lugar de origen. La alimentación que los individuos han presentado en la actualidad se
basa en frutas, verduras, leguminosas, agua natural y refrescos en su mayoría, aunque en
menor cantidad, han consumido alimentos de origen animal. A pesar que consideran que su
alimentación es buena y que les brinda la energía suficiente para su desarrollo laboral diario,
es importante hacer hincapié en el aspecto del consumo de refrescos, es evidente que en las
comunidades rurales, existe poco acceso a productos procesados e industrializados, no
obstante, cierto tipo de empresas transnacionales se han sumergido en las comunidades,
provocando que la población tenga un alcance a este tipo de productos y a su vez orientar al
consumo de los mismos. Cabe destacar que en estas comunidades en que la prevalencia de
industrias está muy presente, estas empresas se han inmiscuido en la población pero no la
modifican incluso se adaptan a ellas. En cuanto a los alimentos que los hombres han incluido
en su dieta se encuentran la comida rápida y embutidos, mientras que las mujeres en su
mayoría han agregado los embutidos.

Es necesario recordar que estos cambios de alimentación se han dado en consecuencia al


tipo de trabajo que los sujetos desempeñan, ya que tienen que estar todo el día en su
respectivo puesto de trabajo y no pueden salir de ese entorno, lo cual muchas veces representa
un limitante para obtener más variedad en cuanto al tipo de consumibles, es importante
recalcar que pese a que en muchas ocasiones la dieta es variada, no necesariamente es
nutritiva.

Referencias:
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