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RECONVERSIÓN GANADERA

Aprendiz: JHONATAN ARMANDO RAMIREZ PEREZ

Instructor: JAIRO GIRALDO VALENCIA

SENA: Servicio Nacional de Aprendizaje

AGROECOLOGIA Y DESARROLLO RURAL

2018
“RECONVERSIÓN GANADERA”

La “Reconversión Ganadera” es un tipo de producción ganadera, la cual constituye


una estrategia de desarrollo rural que busca reducir los desequilibrios económicos
y sociales, mejorando la calidad de vida de la población campesina, movilizando
las capacidades internas de desarrollo para alcanzar mayor crecimiento y
competitividad regional. El modelo de reconversión ganadera se estructura a partir
del acoplamiento de los siguientes componentes: Transformación Productiva,
formación del Capital Humano, incremento del valor por uso de buenas prácticas
ganaderas con criterios de concertación, participación y equidad e integración la
institucionalidad regional, nacional, pública y privada.

La implementación de este plan tiene diferentes propósitos, como lo son de


manera social y productiva; además permite dinamizar la economía generando
más ocupación, más ingresos, mejor salubridad e incentivando las asociaciones y
permitiendo la vinculación de campesinos con los servicios regionales, quienes
con su experiencia y conocimiento ayudaran en la resolución diferentes conflictos
la resolución de conflictos respecto al contexto y manejo de ganadería.

Sin embargo y de acuerdo al proyecto para ejecutarse acerca de la “Reconversión


Ganadera”, el señor Julián debe explicarle a los productores ganaderos de la
región el impacto, el beneficio y la facilidad de la implantación de esta metodología
de producción; también que las fincas tengan la mejor calidad de ganado y que
cada una de estas familias tengan una mejor sostenibilidad del medio. Al respecto,
la idea no es talar bosques para sembrar pasto, es aprender nuevos modelos
agroforestales que produzca calidad de leche y carne sin talar árboles, para que
en el futuro cercano, los pequeños y medianos productores tenga influencia en sus
producciones bovinas.

Teniendo en cuenta lo anterior es fundamental manejar unos modelos los cuales


van a permitir dar impulso a la actividad agropecuaria, la cual en los últimos años
ha llevado a pequeños y medianos ganaderos a que sus terrenos y se tecnifiquen;
obteniendo así unas mejorar económicas, sanitarias, sociales y hasta educativas
en su ámbito rural. Es por ello que se ve la necesidad de adaptar los sistemas
ganaderos a la realidad de estos tipos de explotaciones, donde los modelos
alternativos permitan no sólo aumentar la producción de carne, sino que este
aumento vaya de la mano de un uso sustentable y rentable del ambiente. Por
consiguiente se crea una combinación y uso de insumos acorde a las
características, posibilidades y necesidades de cada unidad de producción. En
este contexto, los modelos de gestión del proyecto “reconversión ganadera”, están
encaminados a ayudar al ganadero a partir de las siguientes:

SISTEMAS SILVOPASTORILES:

El sistema silvopastoril (SSP) está relacionado con el uso de la tierra y tecnologías


en que leñosas perennes (árboles, arbustos, palmas y otros) son
intencionadamente combinados en la misma unidad de manejo con plantas
herbáceas (cultivos, pasturas) y/o animales, incluso en la misma forma de arreglo
espacial o secuencia temporal, y en que hay interacciones tanto ecológicas como
económicas entre los diferentes componentes. En este sistema interactúan cinco
componentes: el componente arbóreo, el componente ganadero, el forrajero, el
suelo y el clima. Los sistemas silvopastoriles tienen como objetivo implementar
pautas de manejo que permitan lograr productos de mayor valor, es decir, el
sistema silvopastoril busca lograr unidades forestales de mayor diámetro, lo cual
es una característica que le otorga mayor calidad. La implementación del sistema
productivo silvopastoril requiere la definición y puesta en práctica de un conjunto
de variables. Ésta, es una etapa de suma importancia para lograr la adaptabilidad
del sistema al agro-ecosistema. Se detallan a continuación las variables más
relevantes:

 Elección del género forestal: depende del sitio elegido y el objetivo de


producción. Además, es importante considerar cómo el mismo responde
ante su inclusión en un sistema agroforestal.
 Preparación del terreno e implantación: el trabajo de preparación del suelo
será similar al de cualquier cultivo agrícola. Lo que sí hay que considerar es
que dependiendo de la especie a plantar, el material de propagación puede
ser diferente.
 Diseño y distribución de los árboles: se debe considerar el objetivo de
producción maderera y tener en cuenta que a mayor espaciamiento de los
árboles, mayor será la producción de forraje y la calidad de los rollizos
 Cantidad de Árboles por Potrero: Es importante que exista un número
relativamente alto de árboles en diferentes estados de desarrollo en cada
potrero. La población de árboles en el sistema es muy significativa puesto
que a mayor número de árboles dentro de las pasturas menor será la
compactación del suelo y el efecto nocivo de los agentes físicos que
puedan causar procesos erosivos. Sin embargo, cuando el número de
individuos sobrepasa la cantidad de 200 árboles/ha, la productividad
forrajera se puede ver afectada. En consecuencia, es importante aclarar
que dentro de la población de árboles debe haber individuos en diferentes
estados de crecimiento, para que se genere una dinámica que permita su
aprovechamiento escalonado, de tal manera que el productor pueda
cosechar individuos adultos o sobre maduros para la venta periódicamente.
 Diversidad de especies arbóreas en potreros: Diferentes estudios
demuestran que la estabilidad de una pradera se ve favorecida al haber un
mayor número de especies forrajeras rastreras o arbustivas. Al mismo
tiempo, la introducción o presencia de árboles en potreros favorece la
biodiversidad del sistema, propicia las interacciones entre las especies que
lo habitan, además de que permite mejorar la dieta a los bovinos al
disponer de mayor cantidad de forraje de alta calidad (follaje y frutos).
 Manejo del pastizal: en el “sotobosque” se desarrolla vegetación herbácea
(gramínea y leguminosa) que tienen distinto valor forrajero y además tienen
diferentes hábitos de crecimiento. El diseño y la distribución de los árboles
definirán la posibilidad de desarrollo del componente herbáceo debajo de
los mismos. Es por este motivo que se hace necesario ralear para mantener
un sombreamiento por debajo del 60 %.
 Componente ganadero: la experiencia ganadera en sistemas
silvopastoriles, dadas las características del forraje que crece en el
sotobosque, hace que la carga animal dependa de: la densidad de la
plantación, del género implantado, tipo de animal, manejo y forraje.

CAPACIDAD DE CARGA DEL ANIMAL:

De forma general, los objetivos principales de la integración de rumiantes en SSP


son:
1) Producir proteína animal sin incorporar nuevas áreas al sistema de producción;

2) Reducir los costos de eliminación de las plantas invasoras del sotobosque a


través del pastoreo de especies palatables o del daño y pisoteo de las no
apetitoso.

3) Reducir el riesgo de incendios al evitar el acúmulo de la vegetación herbácea


fresca o seca.

4) Acelerar el ciclo de nutrientes de la biomasa a través de la deposición de heces.

5) Proveer ingresos adicionales a través del aumento de la productividad de la


tierra.

En cultivos perennes, además de la obtención de ganancias adicionales a la


actividad principal, la utilización de animales para el pastoreo del sotobosque es
hecha con la intención de reducir los costos de control de la vegetación herbácea
con alto potencial de competir con los árboles por agua y nutrientes. Una vez
rebajada la altura de la vegetación rastrera se reducen los riesgos de incendio, al
mismo tiempo en que algunos frutos, pueden ser más fácilmente localizados en el
terreno y recolectados.

El papel de los animales puede ser visto también como un elemento acelerador
del proceso de ciclo de nutrientes en el sistema, puesto que gran parte de la
biomasa que consumen retorna al suelo en forma más degradada, como heces y
orina. Hasta un 90% de los nutrientes minerales (incluyendo el nitrógeno)
contenidos en el forraje consumido por los animales en pastoreo retorna a la
pastura en forma de heces y orina.

En los sistemas silvopastoriles (SSP), cuando el grupo de animales es solo uno,


por ejemplo las vacas de ordeño, la siguiente formula nos permite conocer el
número de potreros a instalar:

Nº de potreros = Periodo de descanso / Periodo de ocupación = + 1

Ejemplo, Si tenemos un sistema rotacional de 28 días de descanso y siete días de


ocupación necesitamos:

Nº poteros = 28 / 7 + 1 = 5 potreros

El tamaño de los potreros está asociado con la Carga Animal. En los trabajos
realizados en condiciones regionales se recomienda una carga de 2,5 a 5,0
cabezas/hectárea con gramíneas como guinea y elefante, y áreas no mayores de
1,5 hectáreas. Si cada potrero tiene un área de 1 hectárea, tendríamos:
Área Total = 5 potreros x 1 Ha = 5 hectáreas

Número de cabezas a pastear:

5 Ha x 2,5 cabezas = 12,5, ó

5 Ha x 5,0 cabezas = 25

USO DEL SUELO:

El suelo es la capa superficial de la corteza terrestre, un conjunto complejo de


elementos físicos, químicos y biológicos donde se desarrolla la vida en la
superficie de la tierra porque en el mismo se anclan, sostienen y alimentan las
plantas que son la base de la agricultura y la ganadería. Por la complejidad de los
procesos y transformaciones que allí se localizan, así como por la cantidad de
seres vivos e interrelaciones minerales, el agua y el aire, se considera que el suelo
es un verdadero sistema ecológico. Todas las actividades agropecuarias de la
humanidad están ligadas históricamente al suelo.

Un buen suelo es condición necesaria para una buena productividad agrícola y


pecuaria. Su requiere que posea propiedades químicas, físicas y biológicas. El
conjunto equilibrado de las tres genera las características más importantes del
suelo como son su fertilidad, permeabilidad y su estructura: Para el desarrollo
vigoroso de las plantas forrajeras que alimentan el ganado, se requiere una buena
disponibilidad de nutrientes para las plantas; lo suelos bene poseer buena
capacidad de retención de agua y al mismo tiempo drenaje, buena aireación, y
una estructura que permita el buen desarrollo de la raíz. Para una efectiva
reconversión ganadera debemos tener en cuenta los siguientes aspectos
relacionados con el suelo:

Fertilización: El tipo de fertilización que se aplica a una pastura causa diferente


efecto sobre el suelo. Cuando se emplea fertilización orgánica, se espera
mejorar la estructura del suelo y por tanto disminuir la compactación. La
fertilización química puede crear intoxicaciones o desbalance de nutrientes si no
se tienen en cuenta las características físico-químicas del terreno, además de
que no se beneficia a la parte física del suelo. De acuerdo con estos principios,
entre mayor sea el área de pasturas abonadas con materiales orgánicos, mayor
será la estabilidad del sistema.
Estado Productivo de la Pastura: El estado productivo de la pastura es un
reflejo de todas las condiciones del suelo. Esta condición se mide de
acuerdo a la cantidad de forraje verde que ella produzca. Si se tiene una
pastura en la máxima producción de materia verde, significa que el suelo se
encuentra en buenas condiciones, también indica que el efecto de insectos
u otros patógenos no es relevante en el sistema. Un buen estado de la
pastura da estabilidad económica a la empresa ganadera, ya que la
principal fuente de nutrientes para el ganado debe ser el forraje que
coseche en una pradera.

Cobertura del Suelo: La cobertura del suelo contribuye a disminuir o


prevenir su deterioro. Por el contrario, la desnudez del suelo puede ser
atribuida a pasturas degradas, sobrepastoreo, a prácticas de mecanización
muy intensiva, y puede conducir a procesos de erosión hídrica, eólica,
laminar, entre otras. Se debe procurar a toda costa que el suelo
permanezca cubierto al menos con plantas acompañantes.

CERCAS VIVAS:

Las cercas vivas son una práctica que comúnmente han desarrollado los
productores en las explotaciones agrícolas de diversas regiones productoras. Los
agricultores han acumulado una amplia experiencia en la implantación y manejo
del sistema “cercas vivas”; cada especie tiene sus propias características de
crecimiento, manejo y productos que se pueden obtener, tales como leña, madera,
frutos, flores, forraje para el ganado vacuno y otros animales domésticos,
principios medicinales y otros. El análisis de la práctica “cercas vivas” ha estado
muy vinculado, fundamentalmente, a la que se considera su principal utilidad, que
es no permitir el acceso de los animales y las personas a un determinado terreno;
no obstante, sus usos y ventajas son múltiples.

Cercas Vivas: Las cercas vivas tienen un efecto positivo sobre muchas
especies animales en el sentido de ofrecer alimento y de brindar condiciones
adecuadas de vida (percheros para las aves, sitios para construir nidos, entre
otros). Sin embargo, el mayor impacto sobre los recursos naturales radica en la
disminución de cosecha de madera proveniente de los bosques. Es decir, se
hace una economía de madera que posibilita conservar mayor cantidad de
bosque primario. Por lo anterior, a mayor cantidad de cercas vivas haya en la
finca se considera mejor su condición de sostenibilidad.
Barreras Vivas y Rompe-vientos: El pastoreo de ganado sobre áreas con alta
pendiente es quizá la mayor causa de degradación del suelo en los sistemas
ganaderos de altura. Sin embargo, existen otros factores que acentúan este
problema como los vientos y las aguas lluvias incontroladas, además de la
aplicación exagerada de prácticas culturales para el establecimiento de cultivos.
Por lo anterior, aquellos predios que adopten estrategias encaminadas a
controlar o reducir los procesos erosivos, como la construcción de barreras
vivas, obtendrán una mejor calificación en este ejercicio.

BANCOS PROTEICOS:

Los “bancos de proteínas” o “bancos proteicos” constituyen la siembra de especies


herbáceas o de árboles y arbustos con follaje de alto contenido proteico,
dispuestos en arreglos de altas densidades de plantas que puedan ser
cosechados y llevados a los animales en un sistema de corte y acarreo, o que
puedan ser pastoreados directamente por lo general, durante cortos periodos
diarios (1,5 a 2,5 horas diarias).

Por lo general, se puede establecer un banco de proteínas en un área del 20 a


30% del terreno utilizado para pasturas, dependiendo por supuesto de la
productividad y el número de animales a suplementar. Lo recomendable es que el
banco de proteína esté en un sitio cercano a donde se debe llevar el forraje
cosechado (caso de corte y acarreo), o donde se podría controlar en una forma
más eficiente el ramoneo si se utiliza bajo esta modalidad. Esta localización
cercana permite reducir los costos de manejo del banco de proteína.

 Diversidad de Especies Forrajeras: La asociación de muchas especies en la


pastura permite que los animales complementen mejor la dieta que en una
pradera homogénea; el ecosistema de una pastura diversa se hace menos
vulnerable biológicamente, ya que no todas las especies forrajeras son
atacadas por los mismos agentes. El hecho de existir especies de diferente
tipo de crecimiento, aéreo y radicular, optimiza el uso de la energía lumínica
(limitante en zonas de altura), del agua y de los nutrientes disponibles, lo
cual mejora la eficiencia biológica y económica del sistema.

SISTEMAS DE PASTOREO.

Son alternativas de uso de las pasturas por los animales en pastoreo. La finalidad
básica de un sistema de pastoreo es: lograr mantener una alta producción de
forraje de alta calidad durante el mayor período de tiempo. Mantener un balance
favorable entre las especies forrajeras (gramíneas y leguminosas). Obtener una
eficiente utilización de forraje producido y lograr una producción ganadera
rentable. Sin embargo, en cualquiera de los sistemas de pastoreo utilizados, el
animal, en menor o mayor magnitud, actúa negativamente sobre la pastura,
debido a: compactación del suelo, con una disminución de la aireación y de la
infiltración; lesiones mecánicas a las plantas y desperdicio del material vegetativo
por efecto del pisoteo, de la orina y de las heces; y alteración del balance natural
entre especies forrajeras por susceptibilidad de las mismas al pisoteo y
defoliación. Para un efectivo manejo del pastoreo en unidades de producción
relacionadas con la reconversión ganadera, se debe tener presente:

Diversidad de Especies Forrajeras: La asociación de muchas especies en la


pastura permite que los animales complementen mejor la dieta que en una
pradera homogénea; el ecosistema de una pastura diversa se hace menos
vulnerable biológicamente, ya que no todas las especies forrajeras son atacadas
por los mismos agentes. El hecho de existir especies de diferente tipo de
crecimiento, aéreo y radicular, optimiza el uso de la energía lumínica (limitante en
zonas de altura), del agua y de los nutrientes disponibles, lo cual mejora la
eficiencia biológica y económica del sistema.

Rotación de Potreros: Con este indicador se demuestra que en la medida


en que la rotación de las praderas sea más intensa, mejor comportamiento
biológico y ambiental tendrán las pasturas y la finca en general. Por más intenso
se entiende un menor periodo de ocupación de las franjas de pastoreo y un
periodo de descanso ajustado, en lo posible, a los requerimientos para la
recuperación de las especies presentes en las pasturas. Esto quiere decir que, a
mayor número de potreros por lote de ganado, los animales permanecerán menos
tiempo en cada potrero. La condición menos deseable con respecto al manejo de
pasturas es aquella en la cual los animales permanecen todo el año en un mismo
potrero (pastoreo continuo). Esta situación ocasiona el mayor daño a las especies
deseables, permite mayor invasión de malezas, mayor compactación del suelo y,
por tanto, mayor degradación de la pastura. Como pastoreo alterno se entiende
aquella situación en la que se tienen solo dos potreros por grupo de animales.

Áreas con Cobertura Natural: La expansión de los sistemas de producción


sobre los bosques ha llevado a la extinción de numerosas especies y a la
amenazada constantemente sobre la flora y fauna silvestre. Además, la presión
que se ejerce sobre los entornos naturales genera un riesgo permanente para
La conservación de la biodiversidad: En este sentido, las fincas ganaderas
pueden ofrecer grandes posibilidades de protección para la vida silvestre. Para
ello es necesario que los ganaderos preserven espacios boscosos o que liberen
áreas para la regeneración natural, que oferten condiciones de vida para las
especies nativas.

Relación pastoreo/bosques y rastrojos: En el anterior indicador se destacó


la pertinencia de dejar áreas variables de bosques y rastrojos en la finca para
garantizar conservación de los recursos genéticos nativos. Sin embargo, se debe
ser muy cuidadoso al determinar los espacios que se mantendrán en bosques
para impactar lo menos posible la productividad ganadera en los hatos. Aunque la
evaluación se hace en forma numérica, es importante tener en cuenta la calidad
del bosque y del rastrojo presente en estos relictos.
CONCLUSIÓN

Después de haber analizado el proceso del proyecto “Reconversión Ganadera”, se


concluye que una de las principales herramientas para llevarse a terminación y
aplicabilidad un proyecto; es necesario tener en cuenta la teoría que me permite
adquirir nuevos conocimientos que me van a encaminar a un buen desarrollo del
mismo.

Sin embargo los ganaderos deben entender que es posible alcanzar un potencial
biológico mayor si se hace un manejo ambiental inteligente; si se integra la
ganadería con otros sistemas productivos acorde con los límites ambientales de
cada región y cada ecosistema, además la reconversión social de la ganadería
debe también coincidir en forma total con la reconversión ambiental y la eficiencia
económica puede llegar a ser equivalente a la eficiencia social y ambiental. No
obstante se hace evidente el uso apropiado de estrategias que se ajusten al tipo
de ganadería de la región, donde se encontrándose debilidades que poco a poco
se van a ir convirtiendo en fortalezas.

Por ende, permite la contribución atenúa de los impactos ambientales y al mismo


tiempo, incrementa los beneficios sociales como generación de empleo, mayor
oferta alimentaria y mejor distribución de la riqueza.

Finalmente nuestra actividad agropecuaria en Colombia requiere cambios políticos


en las estructuras agrarias, en las políticas macroeconómicas, agropecuarias y
ambientales, y modificaciones de la labor de quienes tienen interés real en el
ganado como medio de producción. Investigadores, funcionarios públicos, técnicos
y ganaderos deben reconocer que es posible alcanzar un potencial biológico
mayor si la naturaleza se maneja adecuadamente, y si se integra la ganadería con
otros sistemas productivos observando con especial atención los límites
ambientales de cada región y cada ecosistema, de allí la importancia de implantar
proyectos de “Reconversión Ganadera” en las diferentes áreas rurales del país.

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