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TIPOS DE PREGUNTAS EN EL INTERROGATORIO Y

CONTRAINTERROGATORIO

Introducción

Para poder adentrarnos a todo lo que abarca el tema de los tipos de preguntas, es necesario

conocer qué es, qué sucede y qué está permitido en el interrogatorio y en el

contrainterrogatorio. Si bien es cierto, ambos tienen una característica en común: son pliegos

de preguntas, cuya diferencia principal radica en que, en el primero las preguntas van dirigidas

hacia el testigo propio, mientras que, en el segundo las preguntas son hacia el testigo de la

contraparte.

Los tipos de preguntas existentes deben ser de pleno conocimiento para los profesionales

en la rama del Derecho, de ellos depende su utilización o no durante el interrogatorio y

contrainterrogatorio. Que un abogado llegue a plantear preguntas que por regla básica se sabe

que son objetables deja mucho que decir de su profesionalismo, por lo tanto, tener en cuenta

los diversos tipos de preguntas es un tema importantísimo dentro de esta área.

La preparación del abogado litigante es esencial, no debe leer las preguntas que le hará a

sus testigos durante su declaración en el juicio, debe permanecer atento tanto a las respuestas

de sus testigos; para poder aclararlas cuando sea necesario, como a las respuestas de los testigos

de la contraparte; para objeciones oportunas y la preparación de preguntas del

contrainterrogatorio. El abogado dentro del interrogatorio debe dominar el arte de ver,

escuchar, objetar, formular y escribir al mismo tiempo, recordando los hechos, evitando

realizar preguntas objetables que provoquen interrupciones. Y, en el contrainterrogatorio, debe

emplear la técnica de confirmar, acreditar, confrontar y acabar al testigo de la contraparte.


Desarrollo

El Interrogatorio y el Contrainterrogatorio

El interrogatorio es el pliego de preguntas que el abogado le realiza a su testigo propio. Los

propósitos del mismo son que a través de los testigos se relaten los hechos, además, que sean

ellos quienes identifiquen los personajes involucrados en el caso y describan la escena,

teniendo siempre presente que se debe interrogar a la víctima (fiscalía) o al procesado

(defensa).

El abogado debe evaluar a los testigos en su oficina por lo menos una semana antes del

juicio, de esa manera al momento de acudir a la audiencia ya tiene determinadas las fuerzas y

debilidades de sus testigos y la información que van a aportar. Como lo que también se quiere

es llamar la atención del tribunal, el abogado le pedirá al testigo que mejor habla que describa

la escena, al testigo más observador y atento le pedirá que identifique a ciertas personas en la

audiencia, y así, el abogado lograría llamar la atención mediante testigos claves, dejando de

lado a los testigos más flojos y a los testigos que tengan registrados antecedentes penales.

En el interrogatorio el abogado acredita al testigo y establece su credibilidad empleando

preguntas, teniendo siempre en cuenta todos los elementos y hechos que forman parte de la

teoría del caso, sin limitarse solo a la versión que le haya brindado su cliente.

Por el contrario, el contrainterrogatorio es el pliego de preguntas que el abogado le plantea

al testigo de la contraparte en ejercicio del principio de contradicción, en este se impugna la

credibilidad del testigo, y se expone los hechos favorables, siempre manteniendo el control sin

tratar de “freír” al testigo de la contraparte, sino tratándolo bien para que puede decir respuestas

favorables. Además, se realizan preguntas que refuercen nuestra teoría del caso, guardando

conclusiones para el resumen y argumento final.


Tipos de Preguntas

Preguntas Abiertas.

Las preguntas abiertas tienen como objetivo obtener una respuesta que exponga hechos

puntuales, son preguntas que inician con un adverbio sobre tiempo (cuándo), lugar (dónde) o

modo (cómo). Para poder conseguir respuestas favorables utilizando este tipo de preguntas;

debemos tener en cuenta que la manera en que planteamos la pregunta será el factor que limite

la respuesta, es decir, si planteamos una pregunta abierta estableciendo en la misma un tema,

personajes o hechos en específico; obtendremos una respuesta que contenga la información por

la que estamos realizando dicha pregunta, una respuesta concreta.

Estas preguntas son empleadas únicamente durante el interrogatorio directo, con el fin de

evitar la sugestividad dentro de este. Es de vital importancia saber que para formular preguntas

abiertas debemos tener bien claros o conocer todos los hechos que integran el caso, caso

contrario se estaría corriendo un gran peligro o estaríamos tomando un riesgo muy grande al

limitarnos solamente a conocer la versión de nuestro cliente.

Resulta esencial evaluar días antes del interrogatorio al testigo para así detectar debilidades

y corregirlas, debido que, al presentar a un testigo que no haya sido preparado; este puede

responder lo que desee o lo que se le venga a la mente en ese momento, podrá decir situaciones

positivas o negativas de manera ajena hacia la respuesta que queremos escuchar, y así nos

estaríamos “jugando” el control que debemos manejar en el interrogatorio, algo que realmente

no puede suceder, pues amenazaría nuestra teoría del caso.

Aunque, pueden darse situaciones en las que, incluso habiendo existido una preparación

previa del testigo, por diversos factores el día del interrogatorio; el mismo no nos brinda una

respuesta positiva hacia la pregunta que realizamos, por lo tanto, en dichas situaciones si el
testigo no llegase a mencionar rápidamente la respuesta que deseamos ante un cómo, cuándo o

dónde, tenemos que plantear preguntas cortas, cerradas, incrementales o transitorias, las cuales

mencionaré más adelante.

Preguntas de Introducción.

Las preguntas de introducción tienen como objetivo adentrar al testigo al tema de prueba,

son preguntas que emplean directivos o directrices para poder guiar al testigo y que él conozca

el tema en particular que estamos tratando, recordándole los hechos que observó o las

situaciones en las que intervino y que en ocasiones por el tiempo que ha pasado no recuerda

con exactitud.

Las preguntas de introducción aparte de adentrar al testigo a los temas o puntos de los cuales

se está tratando, tienen la función de brindarle confianza a este; para que pueda sentirse seguro

acerca de lo que va a responder, pues es mediante el tema a través de las preguntas que se están

manejando en el interrogatorio; donde se le va a incluir un conocimiento previo de los hechos,

solucionando así cuestiones que se puedan presentar debido a la falta de una correcta

preparación del testigo, nervios; recelo o miedo de que su respuesta no sea la deseada, entre

otros factores que se puedan dar.

Este tipo de preguntas tienen como característica que están enfocadas hacia un norte, es por

eso que también son llamadas preguntas introductorias o preliminares, ya que el abogado

introduce al testigo a un contexto determinado o punto en específico.

Si bien es cierto, la sugestividad es algo que está prohibido durante el interrogatorio, sin

embargo, como excepción a dicha regla, el artículo 502 del Código Orgánico Integral Penal

ecuatoriano en su numeral 16 preceptúa que “No se podrán formular preguntas sugestivas en

el interrogatorio, excepto cuando se trate de una pregunta introductoria o que recapitule


información ya entregada por el mismo declarante.”, dicha excepción se da debido que el juez

debe mostrase un poco más flexible ante la situación que pueda estar atravesando el testigo que

ya ha declarado información con aspectos importantes, pero que por el tiempo que ha pasado

no logra recordar del todo durante el interrogatorio.

Preguntas de Transición.

Las preguntas de transición o transitorias tienen como objetivo transportar al testigo en el

tiempo, generalmente inician con un “transportémonos al día…”. Carlos Solórzano Garavito,

abogado y catedrático colombiano, manifiesta en su libro Sistema Acusatorio y Técnicas del

Juicio Oral que las preguntas de transición “permiten cerrar temas y llevan al testigo de un

tema a otro tema, con lo cual se garantiza que todos los tópicos queden cubiertos, y

generalmente van acompañadas de una pequeña introducción que permite que el testigo

entienda que van a abordar un tema fundamental”, lo que caracteriza a estas preguntas es que

son tema por tema, lo que se busca es brindar una especie de secuencia, es decir, preguntas que

transporten al testigo a situaciones secuenciales o consecutivas para que este brinde respuestas

que tengan una continuidad de los hechos.

Por falta de una debida y anticipada preparación del testigo, al momento del interrogatorio

pueden darse situaciones en las que el abogado nota que el testigo ha omitido detalles relevantes

de un tema al que ya se ha referido, en dichos casos se debe estar calmado y seguir manteniendo

bajo control el interrogatorio para posteriormente plantearle la pregunta que ha quedado

pendiente a través de un “Retornemos al tema de…”, de esta manera cerramos definitivamente

dicho tema y podemos continuar con el tema en el que ya nos encontrábamos anteriormente;

utilizando un “Ingresaremos nuevamente al tema…”, siempre danto este tipo de introducciones

para que el testigo comprenda el tema principal que vamos a tratar, preguntamos lo necesario,

concluimos y eliminamos lo que se nos había quedado pendiente. Es fundamental actuar de


esta manera en dichas situaciones, lo menos que se quiere es confundir al testigo

transportándolo del cuarto tema al segundo tema para luego pasar al primer tema y así, sin tener

un norte que lo dirija, pues eso evidenciaría una falta de profesionalismo del abogado.

Preguntas Sugestivas.

Las preguntas sugestivas son aquellas que ya llevan implícitas las respuestas dentro de las

mismas, es decir, dentro de la pregunta que realiza el abogado ya va incluida la respuesta que

este desea escuchar, el objetivo de este tipo de preguntas es insinuar, sugerir o forzar el

contenido de la respuesta. Estas preguntas son empleadas únicamente durante el

contrainterrogatorio donde está permitida la sugestividad, algo que por el contrario está

prohibido en el interrogatorio directo, tal y como lo indica el artículo 502 del Código Orgánico

Integral Penal ecuatoriano en sus numerales 16 y 17: “16. No se podrán formular preguntas

sugestivas en el interrogatorio... 17. Podrán hacerse preguntas sugestivas durante el contra

examen.”

A través de las preguntas sugestivas el abogado puede afirmar o negar hechos para que el

testigo los ratifique. Este tipo de preguntas son utilizadas para obtener solamente respuestas

que conlleven “sí” o “no”, por tal motivo, se han clasificado a las preguntas sugestivas en:

preguntas sugestivas negativas (incluyen un “no” dentro de la pregunta) y preguntas sugestivas

positivas (incluyen un “sí” dentro de la pregunta).

Preguntas Cerradas.

Cuando se habla de preguntas cerradas se hace referencia a preguntas que son cortas, claras

y sencillas. Estas preguntas buscan obtener respuestas específicas a través de preguntas

precisas, pero que al mismo tiempo le permitan al testigo brindar una descripción con sus

palabras. Se suele confundir a las preguntas cerradas con preguntas sugestivas y pensar que son
lo mismo, lo cual es incorrecto, una pregunta sugestiva siempre será cerrada, pero una pregunta

cerrada no siempre será sugestiva, todo varía dependiendo de su estructura interrogativa.

Las preguntas cerradas tienen como propósito refrescar la memoria de ciertos testigos: jóvenes,

enfermos, ancianos y demás. Asimismo, este tipo de preguntas son utilizadas cuando se hace

una pregunta abierta y el testigo no menciona rápidamente una respuesta positiva hacia la

pregunta que se hace, utilizar una pregunta cerrada en estos casos nos daría la respuesta que

deseamos escuchar sobre un tema o área en particular.

Preguntas Incrementales.

Las preguntas incrementales son aquellas que el abogado realiza cuando quiere que el

testigo le brinde más información, son empleadas en testigos que por timidez u otros motivos

no brindan mucha información acerca de lo que terminaron de hablar, por lo tanto, son

preguntas continuadas, tienen como objetivo ofrecer respuestas con puntos importantes; paso

a paso, sin asumir ningún hecho.

Preguntas Narrativas.

Como su nombre lo dice, las preguntas narrativas son aquellas mediante las cuales se busca

obtener a través del testigo una respuesta que sea una narración, explicación o descripción de

los hechos a través de sus palabras, de esta manera refuerza su credibilidad, ya que narra de

manera detallada lo que sucedió o los hechos que pudo percibir. El testigo es el principal

instrumento que proporciona información extensa sobre el tema de prueba.

Como es de esperarse, este tipo de preguntas tiene la desventaja de que el testigo puede

responder hechos no favorables, debido que da una respuesta extensa pudiéndose desviar del

tema, ocasionando de esta manera que el abogado pierda el rumbo o el control que debe tener
durante el interrogatorio, por lo que su uso frecuente no es muy recomendable. El testigo se

convierte en el principal instrumento que proporciona información sobre el tema de prueba.

Preguntas Capciosas.

Las preguntas capciosas son preguntas que buscan engañar al testigo, provocar su error o

equivocación, es por tal motivo que están prohibidas tanto en el interrogatorio como en el

contrainterrogatorio. Lo único que busca esta pregunta es favorecer al abogado que la plantee

con el único objetivo de enredar o confundir al testigo, por ello este tipo de preguntas tiene

prohibición absoluta en cualquier etapa del proceso, así lo establece el artículo 502 del Código

Orgánico Integral Penal ecuatoriano en su numeral 15: “No se podrán formular preguntas…

capciosas…”, y se podrá objetar la realización de dichas preguntas en base a lo que manifiesta

el artículo 569 del mismo Código.

Preguntas Compuestas.

Las preguntas compuestas son aquellas que dentro de la misma pregunta plantean dos o más

interrogantes o dos o más hechos, lo cual es totalmente desacertado, debido que la manera

correcta en que se deben plantear las preguntas es de manera individual, es decir, por separado,

un solo hecho en una sola pregunta. Es una regla básica del interrogatorio y contrainterrogatorio

tener pleno conocimiento que este tipo de preguntas están prohibidas de realizar en cualquier

etapa procesal y son objetables, de acuerdo al artículo 569 del COIP.

Preguntas Impertinentes o Irrelevantes.

Las preguntas impertinentes o irrelevantes son preguntas que no poseen ninguna relación

con el tema de prueba, por lo tanto, al no guardar ninguna concordancia con los hechos son

también preguntas prohibidas y objetables, ya que al plantearlas se perdería tiempo valioso y


recursos en temas totalmente irrelevantes que no solucionan la problemática, dichas preguntas

ni siquiera merecen una respuesta pues solo generarían una pérdida de tiempo.

Preguntas vagas, ambiguas o confusas.

Las preguntas vagas, ambiguas o confusas tienen una característica en común y es que las

tres son preguntas formuladas en términos pocos claros que no permiten que el testigo pueda

comprender con precisión el punto que se quiere averiguar, estas preguntas no están permitidas

y son objetables.

Así, las preguntas vagas pueden ampliar mucho el tema o carecer de claridad, no tienen un

punto en concreto al cual el testigo logre responder de manera comprensible. En cambio, las

preguntas ambiguas pueden proponer diversos temas que se pretende indagar. Y, por otra parte,

las preguntas confusas son las de difícil comprensión o las que su formulación resulta ser poco

clara. Durante el proceso lo que se pretende es que el testigo no cometa errores en sus

respuestas; causados por la errónea formulación de preguntas que no ha logrado entender.

Preguntas Repetitivas.

Las preguntas repetitivas son preguntas que ya se han preguntado y han sido respondidas

anteriormente, este tipo de preguntas son objetables, ya que en el interrogatorio no se permite

repetir preguntas ya hechas, y en el contrainterrogatorio no se puede volver a preguntar lo que

ya se haya preguntado en el interrogatorio, al menos que sea para contradecir, debido que no

es un repaso del mismo.

Preguntas destinadas a Coaccionar Ilegítimamente.

Estas preguntas buscan hostigar o presionar de manera abusiva al testigo impidiéndole

brindar una respuesta con total libertad, por ello son prohibidas de plantear.

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