Sie sind auf Seite 1von 8

Tipos de motivación y motivos, primarios y secundarios.

Los 9 Tipos de Motivación según la


Psicología (con Ejemplos)
Los tipos de motivación son la intrínseca, extrínseca, amotivación, positiva, negativa,
motivación primaria, social, básica y cotidiana.

La motivación significa la energía o el empuje que siente una persona para hacer algo. Estar
motivado conlleva, entonces, un ímpetu o una inspiración para actuar hasta lograr la meta
deseada.

Suele considerarse como un fenómeno unitario pero que puede ser variable para cada tarea que
realicemos, pudiendo ir desde una pequeña motivación por alcanzar el objetivo a una gran
cantidad de ésta.

Tipos de motivación
Motivación intrínseca

La distinción más frecuente consiste en motivación intrínseca y motivación extrínseca (Deci y


Ryan, 1985).

La motivación intrínseca esta centrada en el propio individuo, y se refiere a llevar a cabo una
conducta porque resulta interesante, placentera o agradable para la persona. De esta forma, la
actividad se realiza por una satisfacción inherente en vez de presiones o recompensas externas.

Las fuerzas que suelen mover a las personas en este tipo de motivación son la novedad, la
sensación de reto o desafío, o el valor estético para esa persona.

Los seres humanos sanos son, desde que nacen y por naturaleza, exploradores, curiosos y
activos. Por ello, tienen una predisposición innata a conocer el mundo, descubrirlo y aprender de
él; sin necesitar ningún incentivo extra que les empuje.

Gracias a estas capacidades de exploración y curiosidad, se va a facilitar el crecimiento físico,


cognitivo y social.

Motivación extrínseca
Es un tipo de motivación transitoria que se refiere a la energía que aparece para llevar a cabo
una determinada conducta con el objetivo de obtener algún beneficio externo, aunque esa
actividad no es experimente como intrínsecamente interesante.

Muchas veces hacemos cosas que no son de nuestro agrado, pero si las realizamos sabemos que
va a llegar una recompensa importante para nosotros. Esto sería básicamente la motivación
extrínseca.

Este tipo de motivación es más frecuente después de la primera infancia, cuando esa libertad
que aporta la motivación intrínseca tiene que ser modulada para empezar a adaptarse a las
demandas del entorno.

Dentro de este tipo, Deci y Ryan (1985) identifican varios subtipos dependiendo de lo centrada
que esté en el individuo o en el exterior:

– Regulación externa: es la forma menos autónoma de motivación extrínseca y se refiere a los


comportamientos que se llevan a cabo para cubrir una demanda externa u obtener una
recompensa.
Este subtipo es el único reconocido por los defensores del condicionamiento operante (como
F.B. Skinner), ya que estas teorías se enfocan en la conducta del individuo y no en su “mundo
interno”.

– Regulación introyectada: se refiere a una motivación que aparece cuando las personas
realizar alguna actividad con el fin de evitar ansiedad o culpa, o bien para incrementar el orgullo
o ver aumentada su valía. Como vemos, está muy asociada con la autoestima, concretamente
con mantenerla o aumentarla.

No se contempla como el desempeño de tareas para alcanzar un fin.

– Regulación identificada: esta forma es algo más autónoma, y significa que el individuo
comienza a dar una importancia personal a un comportamiento, buscándole su valor.

– Regulación integrada: esta es la forma más autónoma de motivación extrínseca, y ocurre


cuando la identificación (la fase anterior) ya ha sido totalmente asimilada para la persona. Se
contempla como una regulación que la persona hace de sí misma, auto observándose e
integrándolo con sus valoras y necesidades. Las razones por las que se hace alguna tarea se van
interiorizando, asimilando y aceptando.

Motivación positiva

Se trata de comenzar una serie de actividades con el fin de lograr algo que resulta deseable y
agradable, teniendo una connotación positiva. Se acompaña de un logro o bienestar al hacer la
tarea que refuerza la repetición de dicha tarea.
Motivación negativa

En cambio, la motivación negativa conlleva la realización de conductas para evitar resultados


desagradables. Por ejemplo, fregar los platos para evitar una discusión o estudiar para evitar el
suspenso de una asignatura.

Amotivación o desmotivación
Deci y Ryan añadieron en el año 2000 el concepto de amotivación.

El individuo carece de intención de actuar. Esto ocurre porque no tiene importancia para él una
actividad concreta, no se siente competente para llevarla a cabo, o cree que no obtendrá el
resultado que desea.

Motivación primaria

Se refiere a la actuación del individuo por mantener su estado de homeostasis o equilibrio en el


organismo. Son innatos, ayudan a la supervivencia, se basan en la cobertura de necesidades
biológicas y están presentes en todos los seres vivos.

Como motivos desencadenadores de la conducta entrarían el hambre, la sed, el sexo y el escape


del dolor (Hull, 1943). Otros han introducido incluso, la necesidad de oxígeno, de regular la
temperatura corporal, de descanso o sueño, eliminación de los residuos, etc.

En los seres humanos es más complejo, de hecho, han criticado la teoría que sustenta este tipo
de motivación ya que a veces las personas disfrutan con la exposición al riesgo o provocar un
desequilibrio en su estado interno (como ver películas de acción o miedo o acudir a parques de
atracciones).

Motivación social
Esta es la que está relacionada con la interacción entre individuos, e incluye la violencia o
agresión, que se da si existen ciertas claves externas que la desencadenan o bien, provienen de
frustraciones.

La motivación por la violencia puede aparecer por aprendizaje, es decir; porque esas conductas
se han recompensado en el pasado, han evitado experiencias negativas o han sido observadas
en otras personas que suponen un modelo a seguir para nosotros.

Dentro de este tipo de motivación se encuentra también la afiliación o el gregarismo, que


suponen esas conductas que se llevan a cabo para conseguir pertenecer a un grupo o mantener
el contacto social porque éste resulta adaptativo y muy valorado por el ser vivo.

Por otro lado, también está el hacer ciertas tareas para conseguir el reconocimiento y aceptación
de otras personas o lograr poder sobre éstas, alcanzar seguridad, adquirir bienes que te
establecen en una posición privilegiada respecto a los demás, o simplemente saciar la necesidad
de establecimiento de vínculos sociales.

Tipos de motivación en el deporte


Según indica Lozano Casero (2005), psicóloga del deporte, existen otros dos tipos de motivación
que están más enfocados al deporte. Éstos son:

Motivación básica

Este término se utiliza para reflejar el compromiso que tiene un deportista con su tarea y
conlleva un interés especial y unas ansias de superación de su propio desempeño.

El objetivo es mantener o mejorar esas conductas y lograr reconocimientos tanto personales


como sociales por ellas (como premios).

Motivación cotidiana

Esta, por otro lado, implica la sensación de satisfacción del deportista por su entrenamiento por
sí mismo. Es decir, se siente bien y recompensado por la propia actividad física rutinaria
independientemente de otros logros mayores.
Se asocia más con su rendimiento del día a día, diversión que le produce la actividad y el entorno
en sí donde se lleva a cabo (compañeros, momento del día, etc.)

Evidentemente estos dos tipos de motivación suelen darse conjuntamente y están vinculados
entre sí, siendo esenciales para ser perseverantes en el entrenamiento deportivo.

Referencias
https://www.lifeder.com/tipos-de-motivacion/

Das könnte Ihnen auch gefallen