Sie sind auf Seite 1von 7

MAX WEBER

“LOS TIPOS DE DOMINACIÓN”

Las formas de legitimidad:


Dominación es la PROBABILIDAD de encontrar obediencia dentro de un grupo determinado
para todo tipo de mandatos. Dominación NO es la probabilidad de ejercer poder sobre los
hombres. La dominación a veces se ejerce por motivos materiales y hasta por racionales
con arreglo a fines. Otras veces las motivaciones son de índole afectiva o ideal y se dice
que está con arreglo a valores. Estos motivos pueden determinar el tipo de dominación,
pero en todo caso será una dominación débil si no se le agrega la creencia de legitimidad ya
que esto va a determinar 4 cosas: 1-el tipo de dominación, 2-el cuadro administrativo creado
para garantizarla, 3-el tipo de obediencia y 4- los efectos de esa relación. Básicamente la
legitimidad parte del concepto de la tenencia de la propiedad de la autoridad. No toda
pretensión es dominación. La sumisión a la autoridad puede ser obligada (amo-esclavo) o
voluntaria (empleado, hombre libre-patrón). Tampoco una empresa monopólica ejerce
dominación en el mercado, puede sí ejercer su poder autoritario. La legitimidad es una
probabilidad ya que a veces ocurre que se obedece por otras razones que no son
únicamente la creencia en la legitimidad sino que puede ser por oportunismo, debilidad,
negociación, etc. La obediencia significa que quien obedece ha internalizado la orden al
punto de no interesar su opinión personal.

Existen 3 tipos de dominación:

1. De carácter racional: descansa en la creencia en la legalidad de ordenaciones


estatuidas y de los derechos de mando de los llamados por esas ordenaciones a ejercer la
autoridad.

2. De carácter tradicional: descansa en la creencia cotidiana en la santidad de las


tradiciones que rigieron desde lejanos tiempos y en la legitimidad de los señalados por esa
tradición para ejercer la autoridad.

3. De carácter carismático: descansa en la entrega extracotidiana a la santidad, heroísmo


o ejemplaridad de una persona y a las ordenaciones por ella creadas o reveladas.
1. LA DOMINACIÓN LEGAL CON ADMINISTRACIÓN BUROCRÁTICA.
Este tipo de dominación descansa en la validez de las siguientes ideas:
● Todo derecho, pactado u otorgado, puede ser estatuido de modo racional, con la pretensión
de ser respetado por los miembros de la asociación.
● Todo derecho es un cosmos de ideas abstractas, estatuidas intencionalmente; y que la
administración supone el cuidado racional de los intereses previstos por las ordenaciones
de la asociación.
● El soberano legal típico, que ordena y manda, obedece a su vez al orden impersonal por el
que orienta sus disposiciones.
● El que obedece solo lo hace en tanto es miembro de la asociación y solo obedece al
derecho.
● Los miembros de la asociación obedecen al soberano. Obedecen al orden impersonal, y
solo están obligados a la obediencia dentro de la competencia limitada, racional y objetiva,
otorgada por ese orden.

Las categorías fundamentales de la dominación legal son:


● Un ejercicio continuado sujeto a ley dentro de:
● Una competencia, que significa: A) un ámbito de deberes y servicios limitados en virtud de
una distribución de funciones. B) con la atribución de los poderes necesarios para su
realización. C) con fijación estricta de los medios coactivos.
● El principio de jerarquía administrativa, o sea, la ordenación de autoridades fijas con
facultades de regulación e inspección y con el derecho de queja o apelación ante autoridades
superiores.
● El cuadro administrativo debe poseer una formación profesional.
● Rige también el principio de la separación plena entre el cuadro administrativo y los medios
de administración y producción.
● No hay una apropiación de los cargos por quien los ejerce.
● Rige el principio administrativo de atenerse al expediente.
● El tipo más puro de dominación legal es aquel que se ejerce por medio de un cuadro
administrativo burocrático.

Las características del cuadro administrativo burocrático son:


- Funcionarios individuales, personalmente libres, se deben solo a los deberes objetivos de
su cargo.
- Hay una jerarquía administrativa rigurosa.
- Hay competencia fijada
- Debe haber libre selección para el nombramiento de los cargos.
- Tiene una calificación profesional que fundamenta su nombramiento.
- Son retribuidos en dinero con sueldos fijos.
- Ejercen el cargo como su única o principal profesión.
- Trabajan con completa separación de los medios administrativos y sin apropiación del
cargo.
- Están sometidos a una rigurosa disciplina y vigilancia

La dominación burocrática significa que está en relación al SABER, este representa su


carácter racional y específico. Se acrecienta su poder con el conocimiento de los
expedientes, de la experiencia en el área, de la permanencia en el cargo…
2- DOMINACIÓN TRADICIONAL: Una dominación es tradicional cuando su legitimidad
descansa en la santidad de ordenaciones y poderes de mando heredados de tiempos
lejanos, creyendo en ella en méritos de esa santidad. El señor o señores están
determinados en virtud de reglas tradicionalmente recibidas. El soberano es un señor de
carácter personal, su cuadro administrativo NO está formado por funcionarios sino por
servidores. Los dominados NO son ciudadanos sino súbditos. No se obedece a las
disposiciones generales sino a la persona que las determina. A veces el “señor” ofrece
“favores” o “indulgencia” para aflojar la posible resistencia de parte de sus súbditos.
Las relaciones del cuadro administrativo con el soberano se determinan por la fidelidad
personal del servidor. Se obedece a la persona llamada por la tradición y los mandatos de
esta persona son legítimos de dos maneras:
a). por la fuerza de la tradición que señala el contenido de los ordenamientos.
b). Por el libre arbitrio del señor.

En el tipo puro de dominación tradicional es imposible crear nuevos principios jurídicos o


administrativos; estos solo pueden ser legitimados por ser válidos de antaño y ser
reconocidos por la sabiduría tradicional.

El cuadro administrativo típico puede ser reclutado de modo: por lazos de piedad, relaciones
personales de confianza, por pacto de fidelidad con el señor.

Al cuadro administrativo de la dominación tradicional en su tipo puro le falta:


- la competencia fija;
- la jerarquía racional;
- la formación profesional;
- el sueldo fijo y pagado en dinero.

Los tipos originarios de la dominación tradicional: Están constituido por los casos en que no
existía un cuadro administrativo personal.
Gerontocracia: en la medida que hay una autoridad, esta es ejercida por los más viejos, en
cuanto conocen mejor la tradición.
Patriarcalismo originario: ejerce la dominación una sola persona de acuerdo con
determinadas reglas hereditarias.
En estos casos, es donde el imperante depende más de la voluntad de obediencia de sus
iguales y sus compañeros son sus iguales, pero son compañeros por la fuerza de tradición y
no por disposición legal.

Con la aparición de un cuadro administrativo personal del señor toda dominación tradicional
tiende al patrimonialismo y en el caso extremo de poder de mando al sultanato.

- Dominación patrimonial: orientada por la tradición, pero ejercida en virtud de un


derecho propio.
- Dominación estamental: aquella forma de dominación patrimonial en la que ciertos
poderes de mando y sus probabilidades económicas están apropiados por el cuadro
administrativo. Existe una libre selección del cuadro administrativo por parte del
soberano y que éste sufraga los costos de la administración con sus propios medios
administrativos.
3- DOMINACIÓN CARISMÁTICA: Se entiende por carisma la cualidad extraordinaria de
una personalidad por cuya virtud se la considera en posesión de fuerzas sobrenaturales o
sobrehumanas. Pueden ser profetas, guías, jefes, líderes, caudillos, etc.
Sobre la validez del carisma reside el reconocimiento que se mantiene por corroboración.
Ese reconocimiento no es el fundamento de la legitimidad sino un deber de estos jefes o
caudillos a reconocer esa cualidad.
La dominación carismática supone un proceso de comunicación de carácter emotivo. El
cuadro administrativo es elegido por cualidades carismáticas.
Los poderes del cargo tienen limitación espacial o a determinados objetos del carisma y la
misión. Los jefes, caudillos, anuncian y crean nuevos mandamientos, la creación del
derecho esta dada por los juicios de Dios y revelaciones.
Esta dominación carismática es irracional en el sentido de su extrañeza a toda regla. Es
revolucionaria porque subvierte el pasado. Esta dominación es legítima en cuanto encuentra
reconocimiento. Desdeña y rechaza la economía tradicional o racional de cada día.

LA RUTINIZACIÓN DEL CARISMA:


En su forma geniuina la dominación carismática es de carácter extraordinario y fuera de lo
cotidiano, representando una relación social personal, unida a la validez carismtica de
cualidades personales y a su corroboración. Cuando esta dominación carismática pasa a
ser duradera transforma su carácter a racional o tradicional. Esto es la rutinización del
carisma.
Cuando se produce esa transformación y desaparece la persona portadora del carisma
surge el problema de sucesión. La soluciones a este problema son: la nueva búsqueda de
un portador de carisma, por revelación, por designación de sucesión hecha por el portador
actual del carisma, por designación por parte del cuadro administrativo o por la idea de que
el carisma es una cualidad de la sangre (carisma hereditario).
Por rutinización hay una adaptación a la cotidianidad de la economía, y donde antes había
una dominación carismática, ahora desemboca las formas de dominación cotidiana, es
decir, la patrimonial o burocrática.
Relación con la economía: la rutinización del carisma se identifica en un aspecto muy
esencial con el proceso de adaptación a las condiciones de la economía como fuerza de lo
cotidiano continuamente operante. En este caso la economía es dirigente y no dirigida.
WILLIAMS

La hegemonía

Tradicionalmente la hegemonía ha sido definida como la dirección política o dominación, en


especial cuando se trata de relaciones entre los Estados. El marxismo amplió esta definición
a las relaciones sociales, particularmente cuando se define a la clase dirigente. La
hegemonía adquirió un sentido más significativo en la obra Antonio Gramsci, este planteo
una distinción entre el término de dominio y el de hegemonía. El primero se expresa en las
formas políticas y en tiempos de crisis por medio de una coerción directa o efectiva;
mientras que el segundo concepto se refiere al entrelazamiento de fuerzas políticas,
sociales y culturales activas. Hegemonía, es un concepto que, a la vez incluye dos
poderosos conceptos: cultura e ideología.
- La cultura es el proceso social total en el cual los humanos definen y configuran sus vidas;
así, podemos decir que la hegemonía la rebasa pues trata de relacionar el proceso social
total con las distribuciones específicas del poder y la influencia, reconociendo la
subordinación y dominación que hay en las relaciones sociales.
- La ideología es un sistema de significados y valores que proyectan un interés de una clase
particular. Este sistema puede aparecer relativamente articulado, además de que puede ser
abstraído, como una concepción universal o como perspectiva de clase, del proceso social
concreto. De tal forma que el concepto de hegemonía rebasa al de ideología pues toma en
cuenta el proceso social vivido en su totalidad que se rige por ciertos valores y significados.
Además de que no reduce la conciencia a las formaciones de la clase dominante, sino que
comprende las relaciones de subordinación y dominación según sus configuraciones
asumidas como conciencia práctica del proceso social total vivido, no sólo en los campos de
la economía o de la política como la ideología.

En resumen, la hegemonía es un vívido sistema de significados y valores, fundamentales y


constitutivos para la conformación de los individuos, además de que al ser experimentados
como prácticas parecen confirmarse recíprocamente. De esta forma, para la mayor parte de
la sociedad constituyen la realidad o un sentido de lo absoluto. Esta definición nos
proporciona dos ventajas para nuestros análisis de la cultura a partir de la hegemonía:

1. La primera ventaja consiste en que este concepto es aplicable a las sociedades


desarrolladas, como las actuales, ya que las formas de dominación y subordinación han
cambiado por la aparición de áreas modernas como el ocio y la vida privada, respecto de la
manera que eran antes. Esos nuevos ámbitos en la vida están marcados por las presiones y
los límites que impone la cultura dominante, asegurándose que sus ideas sean
experimentadas en la práctica. Pero no sólo se trata de una hegemonía dominante, sino que
además vemos hegemonías alternativas o contra-hegemonías.

2. Al contrario de las teorías marxistas que veian a la tradición y práctica como simples
expresiones de la superestructura, la definición propuesta aquí nos ayuda a comprender la
actividad cultural como tradición y como práctica. Este es el segundo beneficio de utilizar
nuestra definición ya que este término comprende que la tradición y la práctica cultural, que
son los procesos básicos de la propia formación de las personas, se derivan de las
relaciones personales directas y se asocian a un área de la realidad mayor que las
abstracciones de la experiencia social y económica.
Sin embargo, la tradición y la práctica cultural aún pueden ser consideradas como
elementos hegemónicos dominantes, pues la hegemonía es una formación social y cultural
que para ser efectiva debe ampliarse, incluir, formar y ser formada a partir del área total de
la experiencia vivida.

Un problema al que se enfrenta la definición de hegemonía es que en su pretensión de ser


un concepto totalizador cuando es utilizado para algunos trabajos lo convierten en una
totalización abstracta con la finalidad de que sea compatible con el concepto de ideología o
superestructura. Es decir, lo usan como una definición trascendental desligada de los
procesos sociales y no la verán como definición histórica; como pasa con cualquier otro
concepto marxista.

Para poder superar esta dificultad se debe tomar en cuenta que una hegemonía dada es
siempre un proceso, un complejo efectivo de experiencias, relaciones y actividades que
tienen límites y presiones específicas y cambiantes. Por lo cual puede hablarse de lo
hegemónico y lo dominante. Al ser un proceso social constante la hegemonía debe ser
frecuentemente renovada, recreada, defendida y modificada; por lo cual no se da de un
modo pasivo ni individual. Además la hegemonía es continuamente resistida, limitada,
alterada y desafiada por presiones que no le son propias; por lo tanto podemos decir que
existe lo contrahegemónico y hegemonía alternativa, que son elementos reales y
persistentes de la práctica. En consecuencia la hegemonía a pesar de ser dominante no lo
es de un modo total o exclusivo, aunque fija límites y presiones a esas alternativas, su
función se reduce a controlar, transformar o incluso incorporar lo que cuestione o amenace
su dominación.

Ante el éxito de la incorporación de lo alternativo por la cultura dominante podemos decir


que en la práctica las alternativas se hallan más o menos vinculados a lo hegemónico, es
decir, que la cultura dominante produce y limita a la vez sus propias formas de
contracultura. No obstante no se debe descuidar la importancia que estas ideas conforman,
al menos en parte, rupturas significativas cuyos elementos más activos se manifiestan
independientes y originales. Además de que forman parte importante de la realidad del
proceso cultural

Tradiciones, instituciones y formaciones


La hegemonía se encarga de incorporar a una cultura significativa y un orden social efectivo
una serie de significados, valores y prácticas creando una interconexión entre ellos, con lo
cual se puede lograr un análisis de la cultura desde lo hegemónico. Por eso es necesario
tener en cuenta tres definiciones sociales que son: tradiciones, instituciones y formaciones.
A. Tradiciones: En la teoría marxista se ha rechazado a las tradiciones por considerarlas
un segmento histórico relativamente inerte de una estructura social; sin embargo, éstas son
en realidad una fuerza activamente configurativa. Conforman la expresión más evidente de
las presiones y límites establecidos por los elementos hegemónicos dominantes.
Para que el establecimiento de una tradición sea efectivo es necesario que haya una
discriminación intencionalmente selectiva de un pasado configurativo y desde un presente
pre-configurado. Esta elección consiste en rescatar de un área total posible del pasado y
presente, dentro de una cultura particular, ciertos significados y prácticas para subrayarlos
mientras otros son rechazados.
La tradición al ser selectiva puede usarse como un aspecto de la organización social y
cultural contemporánea que responde a los intereses de dominación de una clase
específica por otra. La tradición se percibe como el aspecto más activo de los elementos
hegemónicos porque es un proceso selectivo y conectivo del pasado que proporciona una
ratificación cultural e histórica a un orden contemporáneo establecido. Lo que no evita que
se den recuperaciones selectivas del pasado que se opongan al sistema hegemónico. Son
parte fundamental de la actividad cultural tanto las tradiciones seleccionadas por la
hegemonía dominante como las que eligen las hegemonías que luchan contra ella.
En la selección que hace el proceso hegemónico produce conexiones activas y selectivas
del pasado con el presente, dejando de lado los factores que no desea o no logra
incorporar. Sin embargo, al ignorar esos factores se vuelve un proceso vulnerable porque
las alternativas que se le oponen pueden recuperarlos o aprovecharlos, aunque se hallen
ligados a los límites y presiones contemporáneas.

B. Instituciones: Se trata de las instituciones culturales, económicas y políticas que


influyen en el proceso social activo por medio de la incorporación de los sujetos al
entrelazamiento de las fuerzas activas. La incorporación solamente es efectiva cuando hay
una autoidentificación de los sujetos con las distintas formas hegemónicas; esto se logra
gracias a la socialización, que es un proceso universal y abstracto del que dependen todos
los humanos. En la socialización los sujetos obtienen un aprendizaje necesario que está en
función de una selecta esfera de significados, valores y prácticas que son los verdaderos
fundamentos de lo hegemónico.
Esto lo podemos explicar con el caso particular de la educación por medio de la que se
transmiten las habilidades y el conocimiento necesarios para el desenvolvimiento del
individuo, pero lo que se le decide transmitir es por una selección particular de la totalidad
de la esfera aprovechable.
En síntesis, el conjunto de todas las instituciones forma un específico y complejo proceso
hegemónico que en la práctica está lleno de contradicciones y conflictos no resueltos; por lo
que no puede reducirse a un aparato ideológico del Estado, aunque este exista. Aunque el
establecimiento efectivo de una tradición selectiva depende en parte de instituciones
culturales, políticas y económicas identificables, las formaciones juegan un papel importante
en ese establecimiento.

C. Formaciones: Son los movimientos y las tendencias, surgidos en la vida intelectual y


artística, que tienen una influencia significativa o decisiva sobre el desarrollo activo de una
cultura; presentan una relación variable y a veces oculta con instituciones formales. Cabe
tomar en cuenta que no sólo existen formaciones vinculadas con la hegemonía dominante
sino además hay formaciones alternativas y en oposición a ella.

Das könnte Ihnen auch gefallen