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UNIDAD 3
Crisis
- Principales Postulados:
La idea central de Ford de producir masivamente requería un movimiento continuo. En la
empresa todo tenía que moverse salvo el trabajador. Éste tenía que permanecer clavado en su
puesto de trabajo donde le iban a acercar la pieza para colocar en el producto que se estaba
ensamblando en un tiempo limitado. Ésta tecnología va a apoyarse en la cadena de montaje.
Información importante:
El Ford T negro es el único tipo de auto que él fabricó entre 1907 y 1925. Y solamente va a
interrumpir esa cadena de montaje para fabricar Ford T negro en 1924-25 cuando su
competencia, la General Motors, comenzó a cambiar de modelo de auto cada año. Como Ford
tenía una tecnología tan rígida, para pasar del Ford T al Ford A tuvo que cerrar su fábrica
durante 2 años. A partir de ese momento comienzan las primeras modalidades de
flexibilización productiva.
Pero Ford pasó a la historia no solamente por la cadena de montaje, sino porque se dio cuenta
de cuando la empresa funciona como una organización y la cadena de montaje cumple esa
función, lo que pasa afuera de la empresa es tan importante como lo que pasa adentro para
los propios trabajadores. Entonces había que convertir a los trabajadores de Detroit de esa
época, en obreros de la fábrica Ford, para que trabajaran sobre la cadena de montaje. Y para
eso tenía que cambiarles sus normas de vida y de consumo. De alguna manera Ford descubrirá
que los trabajadores no sólo son fuerza de trabajo, sino que también son o pueden ser
consumidores. Para lograrlo aumentó los salarios. Como lo que Ford buscaba era lograr un
incremento fuerte de la productividad para reducir los costos unitarios de producción, los
trabajadores que consumían autos de alguna manera también le servían para aumentar la
productividad, lograr economías de escala y de esa manera ganar más dinero. Pero para que
eso funcionara tenía que cambiar el estilo de esos trabajadores extranjeros que habían venido
de los países que no habían hecho su revolución industrial y que, por lo tanto, no estaban
habituados a la disciplina que requiere un trabajo industrial y en cadena. Tenía que luchar
contra el alcoholismo, la constitución anormal de las familias, estilos de vida que iban en
contra de una fábrica organizada de esa manera.
Relaciones de tipo asimétrico con los clientes a través de intermediarios, pero sin dar mucha
importancia a la demanda.
Aprovechaba la situación de que la demanda era superior a la oferta y, por lo tanto, cualquier
tipo de vehículo que se fabricara se iba a vender, incluso si la calidad de la producción no era la
que tenía que predominar.
Predominaban las innovaciones de proceso con respecto a las innovaciones de producto.
Periódicamente iba introduciendo modificaciones en la cadena de montaje pero para fabricar
siempre el mismo tipo de producto.
Proceso de trabajo.
- División social y técnica del trabajo, con la consiguiente concentración de las decisiones
fuera del taller o sobreelevado en el primer piso desde donde se podía mirar toda la fábrica, o
fuera de ella en la sede central de la empresa.
- Mecanización.
- Reducción sistemática de los costos de producción mediante la obtención de economías de
escala.
Relación salarial.
Ford está trabajando en una situación en la que el mercado de trabajo funcionaba en
condiciones de pleno empleo.
Su problema consistía en retener a la fuerza de trabajo y captar a los mejores trabajadores.
De manera, que las medidas que lleva a cabo son:
* Salarios altos, indexables y regulables: Incremento del salario según la antigüedad en la
empresa. Introdujo el aguinaldo. Como la tasa de rotación era muy elevada, Ford implementó
una serie de medidas que buscaban la estabilidad en el empleo; ya que la rotación del personal
implicaba un costo importante, ante la necesidad de estar capacitando el personal
constantemente.
* Requerimiento de calificaciones profesionales especializadas.
El control de los trabajadores por parte de los supervisores, el otorgamiento de complementos
salariales según la disciplina y la antigüedad y un paternalismo de alguna manera muy
desarrollado. Prácticamente todo lo que ocurría en cuanto a la reproducción de la fuerza de
trabajo tenía que ver con Ford. Hospitales, escuelas, campos de deportes, restaurantes,
médicos; todo eso estaba administrado y gestionado por la propia empresa con el ánimo de
asegurarse mejores condiciones de la reproducción de la fuerza de trabajo.
Lo que dio lugar a lo que se denomina Pacto Social Fordista: por una parte, los trabajadores
gozaban de salarios elevados, estabilidad en el empleo, un trabajo de tiempo completo con
esa protección social, pero como contrapartida tenían que aceptar un trabajo muy duro, que
era el trabajo organizado según las normas de Ford, la cadena de montaje.
A partir de ese pacto se va a instaurar todo el sistema de relaciones de trabajo
norteamericano, del cual la Argentina va a recibir a partir de fin de la década de los 40 y en los
años 50. Es decir, la negociación colectiva como una forma de establecer la paz industrial
durante un cierto tiempo. Dimensiones macroeconómicas.
Esta dimensión da lugar a aquel círculo virtuoso del crecimiento fordista que luego
modernizará. Keynes: la lógica de producción y de acumulación que de alguna manera busca
instaurar un proceso de trabajo gracias a la mecanización y a la búsqueda de la producción
masiva. Para eso, se necesita un proceso de trabajo con esa duración salarial, con trabajadores
estables, producción masiva e integrada, innovación de procesos, estandarización de
productos y, de esa manera, un incremento de la productividad y los rendimientos crecientes
de escala. Esos rendimientos crecientes de escala y ese aumento de la productividad iban a
permitir al mismo tiempo un excedente en manos del capitalista, una parte para reemplazar
las máquinas obsoletas y para incorporar nueva tecnología y otra para incrementar los salarios
de los trabajadores, para retenerlos, estimularlos y que aceptaran ese proceso de trabajo. Por
esa vía hay un incremento en cuanto a la demanda global que se transfiere ya sea a bienes de
consumo no durables y durables, y éstos últimos retienen a su vez una demanda de bienes de
producción que permitirá el desarrollo de la sección creadora de bienes de capital, y a partir
de ahí, el incremento de la productividad y el cierre de este círculo virtuoso del crecimiento
fordista.
TAYLORISMO(1856 – 1915)
- Contexto:
* Crecimiento económico acelerado de la economía norteamericana pero donde, por su
escasa dotación de capital, la mayor parte se debía a la incorporación de fuerza de trabajo.
* Trabajo explotador: duración de la jornada muy prolongada, de 12 a 14 horas.
* Remuneración por jornada.
* Predominaba la heterogeneidad de la fuerza de trabajo, los insumos y los bienes de capital.
* Predominaba una fuerza de trabajo de mano de obra calificada: trabajadores de oficio,
artesanos.
- Problemas de sistema
1. Los trabajadores tendían sistemáticamente al ocio y pasaban la mayor parte del día
fingiendo ante los empresarios para esconderles todo aquello que eran capaces de hacer,
porque temían al desempleo. Aquellos sostenían que si mostraban al empresario toda su
capacidad, éstos les iban a
exigir aún más, dejando sin empleo a los que menos trabajasen. Pero Taylor argumentaba que
el aumento de productividad, aumentaba el empleo.
2. Sistema de remuneraciones: se pagaba el día de trabajo, de manera que no había incentivos
para aumentar la productividad, y se terminaba trabajando al ritmo del trabajador más lento.
Se regulaba el trabajo, en función de que no había razones para intensificar el trabajo si al final
del día se recibiría la misma paga.
3. Los empresarios no conocían la organización científica del trabajo, lo que permitía consolidar
el ocio y la vagancia. De manera que para contrarrestar esa tendencia hacía falta una teoría, la
organización científica del trabajo.
Dicha organización tenía por objeto:
* Que los trabajadores encontraran el trabajo organizado de tal manera que no hubiera
tiempos muertos.
* Intensificar la jornada de trabajo para hacer más cosas en menos tiempo.
- Postulados Principales
Taylor decía que los intereses de los empresarios y los trabajadores eran convergentes, y que
por lo tanto, estos últimos no debían tratar de conseguir aumentos salariales, sino producir
más, de manera tal que se agrande la torta.
Lo que había que buscar era una organización del trabajo y de las empresas que hicieran
compatible salarios altos con mano de obra barata. Es decir, tratar de que la mano de obra,
desde el punto de vista del contenido de cada unidad de producto, fuera barata, debido al
incremento de la productividad y a la intensificación; y los salarios elevados, porque
cambiando el sistema de remuneración se iba a poder pagar según el rendimiento.
- Técnicas de Taylor
- Estudio sistemático de los tiempos y de los movimientos de los trabajadores. Observar, a
través del método científico, la manera en que los trabajadores hacían su trabajo para
identificar los tiempos muertos. Introduce el cronómetro.
- La instalación dentro de los talleres y de las oficinas, de la divisó social y técnica del
trabajo.
La división técnica del trabajo consiste en dividir el trabajo en tareas y asignar a cada
trabajador una tarea específica que tiene que ser realizada en un tiempo dado, el mínimo
posible.
La división social del trabajo hace la diferencia entre la concepción y la ejecución. Los
trabajadores están a cargo de las tareas de ejecución; mientras que las tareas de concepción
están a cargo de los empresarios o de las personas que a tales fines ellos contraten para
organizar científicamente el trabajo.
- Estandarización de las tareas. Los trabajadores de la época eran calificados, tenían tal
dominio del oficio que lo conocían mejor que los empresarios.
De modo que, mediante la observación de tiempos y movimientos, Taylor identificaba los
trabajadores más hábiles, es decir, a aquellos que hacían en el mejor tiempo posible y de la
mejor forma la tarea. Entonces esa tarea se convertía en una norma, se estandarizaba, y se
denominaba la única y mejor manera de hacer las cosas. Pero a partir de ese momento todas
las otras estaban prohibidas.
- Selección y estandarización de las herramientas. Hasta el momento predominaban muchas
herramientas para hacer la misma tarea en una misma empresa, la mayor parte de ellas
construidas por los propios trabajadores que iban a sus lugares de trabajo con sus propias
herramientas. Entonces Taylor, mediante la observación nuevamente, identificó cuales eran
las herramientas que permitían un trabajo más rápido y, por lo tanto, todas las otras
quedaban así excluidas.
- Asignación por anticipado de tareas específicas a cada uno de los trabajadores. Con la
herramienta que se le indicaba y de la manera en estaba prescripta, así tenía que hacer su
tarea. Para eso había que seleccionar científicamente a los trabajadores. Comienzan con
- Taylor todas las técnicas modernas de selección del personal, en las que se busca adaptar el
trabajador a la tarea.
- Individualización del trabajo. Para que los trabajadores más lentos no fijen el ritmo del
trabajo, había que asignar tareas individualmente a cada trabajador. Y para instruir a los
trabajadores, la formación profesional tenía que ser especializada.
- Remuneraciones. La remuneración debía ser según el rendimiento, de manera que era
necesaria una medición objetiva del trabajo realizado por cada trabajador. Para cumplir esa
tarea de medición y control creó la figura de los supervisores. Su función es la de controlar y
evaluar al trabajador y, al final de la jornada, indicarle cuánto es lo que ha producido y
comunicárselo al trabajador, de manera que esa información, sirva de estímulo para al día
siguiente tratar de hacer más. Forma de poner en marcha el proceso de trabajo.
- Período de transición. Los empresarios tenían que gastar pagando a los racionalizadotes,
básicamente a los que trabajaban en su empresa consultora y establecer etapas. Pero una vez
que se llegaba a lograr algo positivo desde el punto de vista de la economía de tiempo no
había que dar marcha atrás.
- Organización de la empresa. Había dos sistemas en la época:
* Organización de tipo militar (finalmente se impuso): una estructura piramidal con muchos
escalones, en los cuales las órdenes vienen siempre de arriba y bajan hasta llegar a la persona
que tiene que ejecutar.
* Organización de tipo administrativo (idea de Taylor): en cualquier empresa tenía que haber
por lo menos 8 supervisores, de los cuales 4 tenían que ocuparse simplemente de las tareas
administrativas y 4 de la distribución del trabajo. Y finalmente la idea de que cada trabajador
iba a estar supervisado por 8 personas en un punto en particular.
Ese tipo de experiencia que él quiso implementar fue relativamente un fracaso y fue la
organización de tipo militar la que finalmente se impondría.
Taylor está también en el origen de todas las ciencias modernas del Management. Y uno de los
aportes que a esa ciencia hizo en su época fue el de dividir también el trabajo dentro de la
empresa.
Había que dividir el trabajo también dentro de la empresa y dividir la empresa
geográficamente.
2) Después de la II GM. Fue una condición para que los países recibieran la ayuda del Plan
Marshall, que crearan institutos de productividad o de racionalización, siendo la introducción
del taylorismo la esencia de esos organismos.
Resultados
No sólo se realiza este cálculo, sino que asociaciones monopolistas se apoderan de dichas
fuentes.
También se efectúa un cálculo aproximado de la capacidad de mercado, y asociaciones se lo
“reparten” entre sí de común acuerdo. Se monopoliza la mano de obra capacitada, se
contratan los mejores ingenieros; se copan los medios de transporte. El capitalismo, en su
etapa imperialista, conduce directamente a la más amplia socialización de la producción.
La producción pasa a ser social, pero la apropiación continúa siendo privada. Los medios
sociales de producción siguen siendo propiedad privada de unos pocos. Subsiste el marco
general de la libre competencia formalmente reconocida, y el yugo de unos cuantos
monopolistas sobre el resto de la población se hace más pesado, más gravoso, más
insoportable.
Métodos a que recurren las asociaciones monopolistas en la lucha moderna, actual, la lucha
civilizada por la “organización”:
1. Suspensión del suministro de materias primas.
2. Suspensión de suministro de mano de obra mediante “alianzas” (es decir, mediante
acuerdos entre capitalistas y los sindicatos obreros por los cuales estos últimos autorizan a sus
miembros a trabajar sólo en las empresas cartelizadas).
3. Suspensión de entregas.
4. Cierre de mercado.
5. Acuerdo con los compradores, por los cuales éstos se comprometen a comerciar únicamente
con los cárteles.
6. Disminución sistemática de los precios (para arruinar a los outsiders, es decir, a las empresas
que se niegan a someterse a los monopolistas).
7. Suspensión de créditos.
8. Boicot.
Nos hallamos ante la estrangulación por los monopolistas de todos aquellos que no se
someten a ellos, a su yugo, a su arbitrariedad.
El desarrollo del capitalismo ha llegado un punto tal que, aunque sigue reinando la producción
mercantil y continúa siendo considerada como la base de la vida económica, en realidad se
halla ya quebrantada, y el grueso de las ganancias va a parar a los “genios” de las
maquinaciones financieras.
El monopolio creado en ciertas ramas de la industria aumenta e intensifica la anarquía
inherente a la producción capitalista en su conjunto. Se acentúa aún más l desproporción entre
el desarrollo de la agricultura y la industria, fenómeno característico del capitalismo en
general. La situación privilegiada de la industria más cartelizada, la llamada industria pesada,
particularmente la hulla y el hierro, ocasiona en las demás ramas de la industria una ausencia
aún mayor de coordinación. Cuanto más desarrollado es un sistema económico, tanto más
recurre a empresas arriesgadas, o empresas en el extranjero, a aquellas que exigen mucho
tiempo para desarrollarse.
El riesgo mayor va unido, a la larga, a un aumento gigantesco de capital, el cual desborda y
fluye hacia el extranjero. Y junto a ello, la extraordinaria rapidez de los progresos técnicos da
lugar a que se acrecienten los elementos de desproporción entre los distintos sectores de la
economía nacional, a la anarquía y las crisis.
b) Nuevo papel de los Bancos. La función principal de los bancos consiste en servir de
intermediarios en los pagos. De este modo convierten el capital monetario inactivo en activo,
esto es, capital que rinde beneficio; reúnen toda clase de ingresos monetarios y los ponen a
disposición de la clase capitalista.
A medida que se desarrollan las operaciones bancarias y se concentran en un número
reducido de establecimientos, los bancos, de modestos intermediarios que eran, se convierten
en poderosos monopolistas que disponen de casi todo el capital monetario de todos los
capitalistas y pequeños comerciantes, así como de la mayor parte de los medios de producción
y fuentes de materias primas de uno o muchos países. Esta transformación de los numerosos y
modestos intermediarios en un puñado de monopolistas constituye uno de los procesos
fundamentales de la transformación del capitalismo en imperialismo capitalista, y por ello
debemos analizar en primer término la concentración bancaria.
Uno de los rasgos más característicos de la concentración capitalista moderna son los bancos
“asociados”. Las grandes empresas, y en particular los bancos, no sólo absorben por completo
a las pequeñas, sino que se las “anexan”, las subordinan, las incorporan a su propio grupo o
empresa mediante la “participación” en el capital de aquellos, mediante la compra o el canje
de acciones, mediante un sistema de crédito. Este proceso se denomina SISTEMA DE
PARTICIPACIÓN o dependencia.
Es evidente que un banco que se encuentra a la cabeza de un grupo semejante y que establece
acuerdos con otros tantos bancos, casi tan importantes como él, para la realización de
operaciones financieras excepcionalmente grandes y lucrativas, tales como la emisión de
empréstitos públicos, ha dejado ya de ser un intermediario y se ha convertido en una
asociación de monopolistas.
En los países capitalistas más antiguos la RED BANCARIA es muy densa. Unos pocos bancos
tienen montón de sucursales.
La concentración del capital y el aumento del giro bancario transforman radicalmente la
importancia de los bancos. Capitalistas dispersos se transforman en un solo capitalista
colectivo. Cuando las operaciones financieras crecen hasta alcanzar proporciones gigantescas,
resulta que un puñado de monopolistas subordina a su voluntad todas las operaciones,
comerciales e industriales, del conjunto de la sociedad capitalista; pues están en condiciones
(gracias a sus vinculaciones bancarias, a sus cuentas corrientes y otras operaciones financieras)
de:
1. Determinar con exactitud la situación financiera de los distintos capitalistas.
2. Controlarlos, influir en ellos restringiendo o ampliando los créditos, facilitándoselos o
dificultándoselos.
3. Decidir enteramente su destino, determinar su renta, privarlos de capital o permitirles
acrecentar su capital rápidamente y en proporciones inmensas.
En todo caso, los bancos intensifican y aceleran enormemente el proceso de concentración de
capital y la formación de monopolios en todos los países capitalistas, a despecho de sus
diferentes leyes bancarias.
El incremento de capital bancario, el aumento del número de sucursales y agencias de los
bancos más importantes, el aumento del número de sus cuentas, muestran un cuadro
concreto de esa “contabilidad general” de toda la clase capitalista e incluso, aunque no sea
más que temporalmente, todo género de ingresos monetarios, de pequeños empresarios,
empleados y de una reducida capa superior de la clase obrera.
influencia industrial del banco. Este sistema se completa con el empeño de los bancos en
elegir para sus consejos de administración a gente experta en los problemas de la industria.
Resulta, por una parte, la fusión cada día mayor del capital bancario y el capital industrial, y
por la otra, la transformación de los bancos en instituciones de un verdadero “carácter
universal”.
Las grandes empresas bancarias, que dispones de miles de millones, pueden acelerar el
progreso técnico valiéndose de medios que no pueden compararse con los de antes. Los
bancos crean sociedades especiales de investigación técnica, de cuyo trabajo, se benefician
sólo las empresas industriales amigas.
El siglo XX señala el momento del viraje del viejo capitalismo al nuevo, de la dominación del
capital en general a la dominación del capital financiero.
Sistema de participación
El director de la empresa controla la sociedad fundamental (sociedad madre). Ésta, a su vez,
impera sobre las sociedades subsidiarias (sociedades hijas). Que a su vez controlan otras
sociedades subsidiarias (nietas).
De tal forma es posible con un capital relativamente pequeño, dominar enormes esferas de la
producción.
monopolio de los bancos se funde aquí con la renta del suelo y con el monopolio de los medios
de comunicación, pues el aumento del precio de la tierra y la posibilidad de venderla
ventajosamente en lotes, depende sobre todo de los buenos medios de comunicación con el
centro de la ciudad; y estos medios de comunicación se hallan en manos de grandes
compañías, vinculadas a esos mismos bancos a través del sistema de participación y de la
distribución de cargos en los directorios.
d) Exportación de capitales.
La exportación de capitales desarrolló un papel importante en la creación de red internacional
de dependencias y vinculaciones al capital financiero.
Lo típico del capitalismo de librecompetencia era la exportación de mercancías. Lo típico del
capitalismo monopolista es la exportación de capitales.
Al inicio del siglo XX asistimos a la formación de un nuevo tipo de monopolios:
Uniones monopolistas de capitalistas en todos los países desarrollados desde el punto de
vista capitalista
Situación monopolista de unos pocos países ricos, en los cuales la acumulación de capital
había alcanzado proporciones gigantescas.
En los países avanzados surgió un enorme excedente de capital.
Pero mientras el capitalismo siga siendo lo que es, el excedente de capital será utilizado, no
para elevar el nivel de vida de las masas de un país determinado ya que ello significaría
disminuir las ganancias de los capitalistas, sino para acrecentar sus beneficios, exportando
capitales al extranjero, a los países atrasados. En estos países el beneficio es por lo general
elevado, pues los capitales son escasos, el precio de la tierra es relativamente bajo, los salarios
son bajos y las materias primas baratas. Lo que ha hecho posible exportar capitales ha sido el
hecho de que una serie de países atrasados hayan sido ya incorporados al mercado capitalista
mundial.
La necesidad de exportar capitales obedece a que en unos pocos países el capitalismo ha
madurado demasiado y el capital (debido al atraso de la agricultura y a la miseria de las masas)
no encuentra campo para las inversiones “lucrativas”.
¿Cómo se distribuye entre los distintos países ese capital invertido en el extranjero, dónde ha
sido invertido?
Inglaterra
El principal campo de inversión del capital británico son las colonias de Inglaterra, que son
muy grandes, incluso en América y Asia. Es decir, que en este caso, la gigantesca exportación
de capitales está estrechamente relacionada con las vastas colonias.
Francia
En el caso de Francia la situación es diferente. El capital que se exporta ha sido invertido
principalmente en Europa: en primer lugar en Rusia. Se trata sobre todo de capital prestado,
de empréstitos públicos y no de cápita invertido en empresas industriales.
Alemania
En el caso de Alemania sus colonias no son tan considerables y el capital invertido en el
extranjero está distribuido en forma pareja entre Europa y América.
La exportación de capitales influye en el desarrollo del capitalismo en aquellos países a los que
ha sido exportado y lo acelera extraordinariamente. Por consiguiente, si bien la exportación de
capital puede, hasta cierto punto, tender a frenar el desarrollo de los países exportadores de
capital, ello sólo puede hacerse expandiendo e intensificando el desarrollo del capitalismo en
el mundo.
Los países exportadores de capital pueden casi siempre obtener ciertas ventajas.
Numerosos países entran, abierta o encubiertamente, al mercado monetario con exigencias, a
veces muy insistentes, de préstamos. Ningún mercado monetario se atreve a negar un
empréstito por miedo a que su vecino pueda anticipársele, acceda a otorgarle un préstamo y,
de ese modo, se asegure algunos beneficios recíprocos. En estas transacciones internaciones
el acreedor casi siempre se ingenia para asegurarse un beneficio extra: una cláusula favorable
en un tratado comercial, una base de aprovisionamiento de carbón, un contrato para la
construcción de un puerto, una concesión provechosa o un pedido de armas.
El capital financiero ha creado la época de los monopolios, y estos se manejan con ciertos
principios: la utilización de “vinculaciones” para transacciones ventajosas reemplaza la
competencia en el mercado abierto. Lo más corriente es estipular que parte del préstamo
otorgado se invierta en compras al país acreedor, particularmente de pertrechos bélicos,
barcos, etc.
En los últimos 25 años Inglaterra y Alemania han invertido en la Argentina, Brasil y Uruguay 4
mil millones de dólares aproximadamente, y como resultado disfrutan del 46% del total del
comercio de esos 3 países.
Para Inglaterra, el período de enorme expansión de las conquistas coloniales fue entre 1860 y
1880, y fue también muy considerable durante los últimos 20 años del siglo XIX.
Para Francia y Alemania ese período corresponde precisamente a esos 20 años.
El desarrollo del capitalismo premonopolista, el capitalismo en el que predominaba la libre
competencia, alcanzó su meta final en las décadas de 1860 y 1870. Precisamente después de
ese período es cuando empieza el enorme auge de las conquistas coloniales, y cuando se
vuelve particularmente aguda la lucha por el reparto territorial del mundo. Es indudable, por
Mecanismos de Integración
El obrero no pudo disponer de su persona hasta que no dejó de vivir sujeto a la gleba y de
ser esclavo o siervo de otra persona. Además, para poder convertirse en vendedor libre de
fuerza de trabajo hubo de sacudir yugo de los gremios, sustraerse a las ordenanzas sobre los
aprendices y los oficiales y a todos los estatutos que embarazaban el trabajo.
A su vez, los capitalistas industriales, tuvieron que desalojar a los maestros de los gremios
artesanos y a los señores feudales. Su ascensión es el fruto de una lucha victoriosa contra el
régimen feudal y contra las trabas que ponían al libre desarrollo de la producción y a la libre
explotación del hombre por el hombre.
El proceso de donde salieron el obrero asalariado y el capitalista, partió de la esclavización
del obrero, que no hizo más que cambiar de forma: la explotación feudal se convirtió en
explotación capitalista.
Sirve de base a todo este proceso la expropiación que priva de su tierra al productor rural, al
campesino. Su historia presenta una modalidad diversa en cada país. Donde reviste su forma
clásica es en Inglaterra, país que tomamos como modelo.
gentes a sueldo. En 1638, se nombró una comisión real encargada de imponer la ejecución
de las antiguas leyes.
La Reforma, con su sequito de colosales depredaciones de los bienes de la Iglesia, vino a dar,
en el Siglo XVI, un nuevo y espantoso impulso al proceso violento de expropiación de la
masa del pueblo. Al producirse la Reforma, la Iglesia Católica era propietaria feudal de gran
parte del suelo ingles. Muchos de los bienes de la Iglesia fueron regalados o vendidos. El
gobierno no tuvo más remedio que dar estado oficial al pauperismo, creando el impuesto de
pobreza. Los autores de esta ley no se atrevieron a proclamar sus razones y, rompiendo con
la tradición de siempre, la promulgaron sin ningún preámbulo. El patrimonio eclesiástico era
un baluarte religioso detrás del cual se atrincheraba el viejo régimen de propiedad
territorial. Al derrumbarse aquel, este no podía mantenerse en pie.
En los últimos decenios del Siglo XVII, la yeomanry, clase de campesinos independientes, era
más numerosa que la clase de colonos. Alrededor de 1750, desaparecieron y en los últimos
decenios del Siglo XVIII se borraron hasta los últimos vestigios de propiedad comunal de los
braceros. Aquí, prescindimos de los factores puramente económicos que intervinieron en la
revolución de la agricultura.
Bajo la restauración de los Estuardo, los terratenientes impidieron una usurpación que en
todo el continente se había llevado también a cabo sin necesidad de trámites de ley. Esta
usurpación consistió en abolir el régimen feudal del suelo, es decir, en transferir sus deberes
tributarios al Estado, indemnizando a este por medio de impuestos sobre los campesinos y
el resto de las masas del pueblo, reivindicando la moderna propiedad privada sobre fincas
en las que solo asistían a los terratenientes títulos feudales.
La “glorious Revolution” entregó el poder a los capitalistas y terratenientes elaboradores de
plusvalía. Estos elementos consagraron la nueva era, entregándose en una escala gigantesca
al saqueo de los terrenos de dominio público. Estos terrenos fueron regalados, vendidos a
precios irrisorios o simplemente anexionados por otros terrenos de propiedad privada. Los
capitales burgueses favorecieron esta operación para convertir el suelo en un artículo
puramente comercial, extender la zona de las grandes explotaciones agrícolas, hacer que se
aumentase la afluencia a la ciudad de proletarios libres y necesitados del campo, etc.
Además, la nueva aristocracia de la tierra era la aliada natural de la nueva bancocracia.
Los bienes comunales eran una institución de origen germánico, que se mantenía en vigor
bajo el manto del feudalismo. Hemos visto que la usurpación violenta de estos bienes,
acompañada casi siempre por la transformación de las tierras de labor en terrenos de
pastos, comienza a fines del Siglo XV y prosigue a lo largo del siglo XVI. El progreso aportado
por el Siglo XVIII consiste en que ahora la propia ley se convierte en vehículo de esta
depredación de los bienes del pueblo. La forma parlamentaria que reviste este despojo es la
de los Bills for Inclosures of Commons; los decretos por medio de los cuales los
terratenientes se regalan a sí mismos en propiedad privada las tierras del pueblo. La
transformación de estos bienes en propiedad privada no podía prosperar sin un golpe de
estado parlamentario, a la par que pide al legislador una indemnización para los pobres
expropiados.
El despojo de los bienes del dominio público, y sobre todo la depredación sistemática de los
terrenos comunales, ayudaron a incrementar esas grandes posesiones que se conocían en el
Siglo XVIII con los nombres de haciendas capitalistas y haciendas de comerciantes, y que
dejaron a la población campesina disponible como proletariado al servicio de la industria. Si
el país cae en poder de grandes colonos, los pequeños arrendatarios se verán convertidos en
hombres obligados a trabajar para otros si quieren comer y tendrán que ir al mercado para
proveerse de cuanto necesiten. Surgirán ciudades y manufacturas, pues se verá empujada a
ellas más gente en busca de trabajo. En general, la situación de las clases humildes del
pueblo ha empeorado en casi todos los sentidos; los pequeños terratenientes y colonos se
han visto reducidos al nivel de jornaleros y asalariados, a la par que se hace cada vez más
difícil ganarse la vida en esta situación. Los salarios de los obreros agrícolas, entre 1765 y
1780, comienzan a descender por debajo del nivel mínimo, haciéndose necesario
completarlo con el socorro oficial de pobreza. Su jornal alcanza a duras penas a cubrir sus
necesidades más perentorias.
En el Siglo XIX se pierde hasta el recuerdo de la conexión existente entre la agricultura y los
bienes comunales. Finalmente, el ultimo gran proceso de expropiación de los agricultores es
el Clearing of Estates (limpieza de fincas, que en realidad consistía en barrer de ellas a los
hombres), este proceso se distingue por su carácter sistemática, por la magnitud de escala
en que se opera de golpe y por la forma especial de la propiedad inmueble usurpada.
Los celtas de la Alta Escocia estaban divididos en clanes, y cada clan era propietario de los
terrenos por él colonizados con un jefe o caudillo. Cuando el gobierno inglés consiguió
sofocar las guerras internas de estos caudillos, transformaron su derecho titular de
propiedad en un derecho de propiedad privada, y como las gentes de los clanes opusieran
resistencia, decidieron desalojarlos de sus posesiones por la fuerza.
La depredación de los bienes de la Iglesia, la enajenación fraudulenta de las tierras del
dominio público, el saqueo de los terrenos comunales, la metamorfosis, llevada a cabo por
la usurpación y el terrorismo mas inhumanos, de la propiedad feudal y del patrimonio del
clan en la moderna propiedad privada: de ahí otros tantos métodos idílicos de la
acumulación originaria. Con estos métodos se abrió paso a la agricultura capitalista, se
incorporó el capital a la tierra y se crearon los contingentes de proletarios libres y privados
de medios de vida que necesitaba la industria de las ciudades.
Leyes persiguiendo a sangre y fuego a los expropiados, a partir del Siglo XV. Leyes
reduciendo el salario.
Los contingentes expulsados de sus tierras formaban un proletariado libre y privado de
medios de existencia. Estos seres que de repente se veían lanzados fuera de su órbita
acostumbrada de vida, no podían adaptarse con la misma celeridad a la disciplina de su
nuevo estado. Una masa de ellos fue convirtiéndose en mendigos, salteadores y
vagabundos. A fines del Siglo XV y el XVI, se dictasen en toda Europa occidental una serie de
leyes persiguiendo a sangre y fuego el vagabundaje. La legislación los trataba como a
delincuentes “voluntarios”, como si dependiese de su buena voluntad el continuar
trabajando en las viejas condiciones, ya abolidas.
Enrique VIII, 1530. Los mendigos viejos e incapacitados deberán proveerse de licencia para
mendigar. Para los vagabundos fuertes y jóvenes, azotes y reclusión, devolviéndolos luego,
bajo juramento, a su pueblo natal o al sitio en que hayan residido durante los últimos tres
años, para que se pongan a trabajar. En caso de reincidencia y vagabundaje, deberá azotarse
de nuevo al culpable y cortarle media oreja: a la tercera vez que se le sorprenda, se le
ahorcara como criminal peligroso y enemigo de la sociedad.
Eduardo VI. Si alguien se niega a trabajar se le asigne como esclavo a la persona que lo
denuncie. Tiene derecho a obligarle a que realice cualquier trabajo, por muy repelente que
sea, azotándole y encadenándole si fuere necesario. Si el esclavo desaparece durante dos
también para los obreros no agrícolas; en 1799, una ley del parlamento confirma que el
salario de los obreros mineros de Escocia se halla reglamentado por un estatuto de la reina
Isabel y dos leyes escocesas de 1661 y 1761. Aquí, donde durante más de cuatrocientos años
se habían estado fabricando leyes sobre la tasa máxima que en modo alguno podía rebasar
el salario pagado a un obrero, se levantó en 1796 un diputado, Whitbread, a proponer un
salario mínimo para los jornaleros de campo. Por fin, en 1813 fueron derogadas las leyes
sobre reglamentación de salarios. Las normas de los estatutos obreros sobre los contratos
entre el patrono y sus jornaleros, sobre los plazos de aviso, etc., las que solo permiten
demandar por lo civil contra el patrono que falta a sus deberes contractuales, permitiendo
en cambio procesar por lo criminal al obrero que no cumple los suyos, siguen en pleno vigor
hasta la fecha.
Finalmente, la ley votada por el parlamento el 29 de junio de 1871 prometió borrar las
últimas huellas de esta legislación de clase, mediante el reconocimiento legal de las
tradeuniones. Pero una ley parlamentaria de la misma fecha restablece, en realidad, el
antiguo estado de derecho bajo una forma nueva. Mediante este escamoteo parlamentario,
los recursos de que pueden valerse los obreros en caso de huelga o locaut, se sustraen al
derecho común y se someten a una legislación penal de excepción, que los propios
fabricantes son los encargados de interpretar, en su función de jueces de paz. Dos años
antes, la misma cámara de los Comunes, con su proverbial honradez había presentado un
proyecto de ley aboliendo todas las leyes penales de excepción contra la clase obrera. Pero
no se los dejó pasar de la segunda lectura, hasta que por fin, el gran partido liberal,
fortalecido por una alianza con los tories, tuvo la valentía necesaria para votar contra el
mismo proletariado que le había encaramado en el Poder. El Gran Partido Liberal permitió
que desenterrasen las leyes ya prescritas sobre las “conspiraciones” y las aplicasen a las
coaliciones obreras.
Por decreto de 1701 declaró todas las coaliciones obreras como un “atentado contra la
libertad y la Declaración de los Derechos del Hombre”. Esta ley procura encauzar dentro de
los límites que al capital le plazcan la lucha de concurrencia entablada entre el capital y el
trabajo, sobrevivió a todas las revoluciones y cambios de dinastías. A los obreros se les niega
el derecho a ponerse de acuerdo sobre sus intereses, a actuar conjuntamente y, por tanto, a
vencer esa sumisión absoluta.
Como repercute la revolución agrícola sobre la industria. Formación del mercado interior
para el capital industrial.
La expropiación y el desahucio de la población campesina, realizados hacia afluir a la
industria de las ciudades masas cada vez más numerosas de proletarios desligados en
absoluto del régimen feudal. Con la parte de la población rural que queda disponible quedan
también disponibles sus antiguos medios de subsistencia, que ahora se convierten en
elemento material del capital variable. El campesino lanzado al arroyo, si quiere vivir, tiene
que comprar el valor de sus medios de vida a su nuevo señor, el capitalista industrial, en
forma de salario. Y lo que ocurre con los medios de vida, ocurre también con las primeras
materias agrícolas suministradas a la industria de producción local. Estas se convierten en
elemento del capital constante.
Solo se ven grandes manufacturas, en las que trabajan cientos de hombres bajo las órdenes
de un director y que se denominan generalmente manufacturas reunidas. La fábrica reunida
enriquecerá a uno o dos empresarios pero los obreros que en ella trabajan no son más que
jornaleros mejor o peor pagados. En cambio, en las fábricas separadas nadie se enriquece,
pero gozan de bienestar multitud de obreros.
Antes, la familia campesina producía y elaboraba los medios de vida y las materias primas,
que luego eran consumidas, en su mayor parte, por ella misma. Pues bien, estas materias
primas y estos medios de vida se convierten ahora en mercancías, vendidas por los grandes
arrendatarios, que encuentran su mercado en las manufacturas. La numerosa clientela
diseminada y controlada hasta aquí por una muchedumbre de pequeños productores que
trabajaban por cuenta propia se concentra ahora en un gran mercado atendido por el capital
industrial. A la par con la expropiación de los antiguos labradores independientes y su
divorcio de los medios de producción, avanza la destrucción de las industrias rurales
secundarias, el proceso de diferenciación de la industria y la agricultura.
La manufactura hace brotar, por tanto, una nueva clase de pequeños campesinos que solo
se decían a la agricultura como empleo secundario, explotando como oficio preferente un
trabajo industrial, para vender su producto a la manufactura. Esta clase campesina
reaparece constantemente, aunque en número más reducido y en situación cada vez peor.
Solo la gran industria aporta, con la maquinaria, la base constante de a agricultura
capitalista, expropia radicalmente a la inmensa mayoría de la población del campo y remata
el divorcio entre la agricultura y la industria domestico-rural.
A lo largo de esta clase, vamos a transitar un recorrido por dos categorías. Nos referimos a
Globalización y Sistema Mundial.
El análisis metodológico que asumimos comprende para ambos casos su expresión
fenoménica esencial (a partir de la observación de aquellos caracteres esenciales que definen
en última instancia el carácter del concepto analizado), en su dinámica(a partir del movimiento
de las abstracciones) y fetichización, una vez apreciada la esencia y su dinámica en
movimiento. Partir entonces de lo concreto, no conocido esencialmente, para describirlo en
toda su magnitud.
El fenómeno de la globalización
La esencia de la globalización
políticas económicas. Si las condiciones del desarrollo determinaban que la renta de los
trabajadores eran costos mayores para los capitalistas, éstos debieron demandar la apertura
de mercados para invertir recursos en ámbitos donde fuera posible la reducción del costo de
producción a partir de la disminución de la inversión de capital destinada al pago de salarios.
Así, se habilitó una iniciativa política por la apertura económica. Era tiempo de abandonar las
políticas de fortalecimiento del mercado interno para retomar un curso de expansión
internacional de las relaciones capitalistas. Así nació el concepto contemporáneo de
globalización.
Dinámica de la globalización
El fetiche de la globalización
Estas tres formas que asume la variación de las relaciones de producción capitalistas tienen
como fondo la liberalización de la economía mundial. Es el programa de máxima del gran
capital y todo se subordina a la liberalización.
Sin perjuicio de ello, en respuesta a ese programa emergen las campañas contra la
liberalización de la economía. La respuesta popular ha sido de resistencia a cada una de las
nuevas formas asumidas por las relaciones de producción, dando origen a un movimiento
mundial de resistencia a la globalización capitalista (los mal llamados 'globalofóbicos' son un
ejemplo de ello).
Sistema Mundial: es un concepto que remite al funcionamiento del conjunto social a escala
global. Parte de suponer que las especificidades nacionales actúan en el marco de
regularidades globales de la sociedad mundial. La idea remite a un orden mundial en
permanente transformación por las contradicciones inherentes al mismo y dónde se diluyen
las especificidades locales, condena la potencia de lo local, nacional e incluso lo regional.
El sistema mundial tiene una lógica (esencia) y una historia (dinámica) global.
Desde el punto de vista histórico se puede pensar el sistema mundial actual como derivado de
la construcción de la sociedad capitalista desde la acumulación originaria del capital, estudiada
por Marx.
A comienzos del S XXI se verifica una sucesión de países que ocupan un papel hegemónico del
sistema mundial, en sucesión histórica puede sintetizarse en: Holanda, España, Inglaterra y
EE.UU (existen autores que plantean la declinación actual del papel hegemónico de EE.UU y la
disputa de su hegemonía por Europa, Japón y China).
El sistema mundial en la actualidad se construye dese la LÓGICA CAPITALISTA, sobre la base de
la ganancia, riqueza y poder de los capitales más concentrados y que hoy apuntan a un
proceso de transnacionalización.
Es la dinámica de la acumulación capitalista, en sucesión histórica y lógica desde la
acumulación originaria, el capitalismo de libre competencia y el imperialista.
Las corporaciones transnacionales (CTN) son empresas monopólicas cuyo accionar económico,
político y cultural transciende más allá de su país y región de origen para actuar globalmente.
Su actividad se despliega más allá de la Nación de origen o de la radicación de su firma. Buscan
actuar en el mercado mundial y empujan la materialización de políticas globales. Acuden a sus
propios Estados nacionales para incidir en la reestructuración del orden mundial.
Los propios Estados han dado lugar a la existencia de una superestructura de instituciones de
existencia global, desde el Sistema de Naciones Unidas con sus agencias, programas y sus
instrumentos de dominación global en el orden económico: el Banco mundial, Organización
Mundial del Comercio (OMC), el FMI.
Los Estados además empujan tratados bilaterales entre Estados para favoreces, defender y
promover las inversiones y estableces los mecanismos de resolución de controversias entre
Estados.
Es un tema que se proyecta globalmente y dónde se intenta establecer un régimen jurídico
global (se intentó y se frustró a mediados de los 90´ con el Acuerdo Multilateral de
Inversiones).
En el año 1917 el sistema mundial capitalista fue desafiado por la Revolución Rusa, con la
pretensión de organizar un sistema socio económico alternativo: El Socialismo. Este proyecto
se expandió hacia 1922 con la conformación de la URSS (Unión de Repúblicas Soviéticas
Socialistas) y más tarde se expandirá hacia el este de Europa, así como también a China con su
revolución, Cuba, Vietnam y demás países, a los que se les dará el nombre de: Bloque de
Países Socialistas.
Ya en 1945, con la finalización de la segunda guerra mundial, se hablaba de un sistema
económico bipolar: Capitalista y Socialista. Pero esto, de los dos sistemas económicos va a
finalizar con la caída del muro de Berlín en 1989 y con la disolución de la URSS y el bloque de
los países socialistas en 1991.
Como consecuencia de esto, se desarrolla una nueva disputa por un orden del sistema
mundial, el cual era ahora, nuevamente unipolar, y tenía un fuerte impacto ideológico en el
común de la sociedad, respecto a la imposibilidad de un sistema alternativo.
Esto es desarrolla a finales del siglo XX, donde se pensaba que era el fin de la historia, y del
capitalismo como forma de organización del sistema mundial.
Pero a pesar de este pensamiento la realidad se daba de otra manera, la disputa del orden
mundial se desarrollaba de manera cruel, entre episodios militares, guerras, saqueos,
violencia.
Provocados en la década del ’90, y hasta nuestros días con las invasiones de EE.UU a
Afganistán e Irak.
Este sistema de orden mundial modificado a principios del siglo XXI, estaba basado, como ya
dijimos en violencia, la cual era ejercida por el terrorismo de Estado, de la nación más
poderosa del mundo: Estados Unidos, quien se había convertido en potencia a finales de la
segunda guerra mundial, con un gran desarrollo tecnológico, científico.
Este terrorismo de estado es el resultado del trayecto de homogenización de las políticas
globales, interpuestas con las dictaduras militares en los países de América Latina, que luego
se generalizaron a los principales países capitalistas, y más tarde se establecieron en todo el
planeta. En la actualidad del sistema mundial conviven dos tendencias:
a) El poder de los Estados Nacionales, los cuales se enfrentan con organismos internacionales
creados por ellos mismos, y además el poder de las grandes empresas.
Todos estos, a pesar de sus diferencias entre sí, forman un gran conjunto que alimentan una
interminable competencia por el mercado y el plusvalor.
b) La resistencia de los pueblos, que luchan con el objetivo de lograr una transformación
social.
otorgan sentido a la búsqueda del diagnóstico de la realidad en la que vivimos, y de los modos
y programas que usamos para transformarla.
1)Estanflación (disminución en los ingresos corporativos, exacerbada por los altos intereses y
por la profunda recesión de principios de los 80). Esto llevó a un intento por contener la
competencia y recuperar los márgenes de ganancia mediante la reducción de los costos
salariales. Por ello, se priorizó la inversión en lugares como Estados Unidos y Europa. Después
de 1985, ante la caída de la divisa norteamericana, se da una explosión en las inversiones
destinadas a aumentar la participación de las empresas en los mercados nombrados
anteriormente, principalmente en las destinadas a las fusiones y adquisiciones tanto
nacionales como internacionales. Por otra parte el flujo de IED a los países en desarrollo cayó
significativamente.
Los retos para los Países en Desarrollo y para las Nuevas Economías Industrializadas (NIE)
Si se tiene en cuenta que las fuerzas microeconómicas que promuevan la globalización hoy en
día tienden a crear problemas de ajustes del mercado laboral en las principales economías, y
que las presiones políticas relacionadas con esos problemas aumentan las presiones para
ejercer una política más proteccionista frente a las importaciones, se debe señalar que uno de
los más graves desafíos de la globalización para las economías en desarrollo y las nuevas
economías industrializadas, es el riesgo de que las principales economías tiendan a adoptar
una política cada vez más proteccionista. Ese riesgo, refuerza el interés que los países en
desarrollo y las NIE tienen en ver que la regionalización y/o en unirse a uno de esos
organismos regionales.
El desafío de la globalización se hace mucho más difícil para las naciones en desarrollo y las
nuevas economías industrializadas.
Ventaja comparativa global vs. Regional: El rápido crecimiento desde los años 70 en
economías con bajos salarios, puede ser visto como una prolongación de producción fordista
al plano internacional. Fue visto como una nueva forma de globalización, ya que la mayoría de
las compañías, habían tomado esa decisión con el fin de cubrir las necesidades del mercado
local. Bajo el sistema de la producción fordista, las economías con bajos salarios tenían una
ventaja comparativa.
A pesar de que el crecimiento de la producción en el exterior desde mediados de los años 70
fue una prolongación de producción fordista, también fue una expresión precursora de la crisis
de ese tipo de producción. Muchas empresas estadounidenses así como de compañías
europeas estaban siendo impulsadas a producir fuera de sus países debido a la disminución de
la productividad y a la caída de las ganancias en sus mercados locales.
Esto, se vio agravado por la creciente competencia de los productores postfordistas, por
aumentar su flexibilidad y de reducir los costos salariales. A medida que se expande la
producción postfordista y desplaza la fordista, la participación de los costos laborales variables
continúa cayendo, debido a que la propia mano de obra tiende a ser tratada como un costo
fijo.
Otro elemento fundamental es la importancia de la proximidad física entre los productores y
sus proveedores y clientes. Ya que uno de los elementos claves de la fortaleza competitiva de
la producción postfordista, es su flexibilidad e innovación continua. La proximidad aboga a
Además de ello, hubo una significación política: las principales compañías manufactureras y de
servicios multinacionales, tienden a mostrar mayor interés de una integración regional en los
principales mercados.
Los acuerdos regionales contienen, reglas de origen y los requisitos de contenido regional
(TRIM). Con respecto a estos TRIM regionales, las compañías multinacionales más establecidas
y las postfordistas emergentes tienden a ser menos vulnerables que otras empresas
competidoras. Las multinacionales que tienen mucho tiempo de establecidas, tienen una
mayor probabilidad de haber establecido las posiciones de mercado, redes de regionales
proveedores, etc; y por lo tanto tienen pocos problemas en cumplir con los requisitos de
contenido regional. Por lo tanto, los productores de los países en desarrollo, son los más
amenazados por los TRIM regionales, así como por cualquier riesgo de fragmentación de la
economía global en bloques relativamente cerrados.
- Capacidad de producir una gama de productos más amplia en una empresa que lo que
pueden producir los productores fordistas.
- La producción postfordista da mayor importancia a las economías de alcance (se caracterizan
por el ahorro debido a la producción de dos o más servicios de manera conjunta, como por
ejemplo las empresas telefónicas que brindan packs de televisión por cable, internet y líneas
telefónicas).
- Las empresas postfordistas tienen mayor facilidad para adaptarse a las economías de los
países en desarrollo ya que su flexibilidad las hace más adaptables a las condiciones locales.
UNIDAD 4
Argentina logró insertarse a mediados del siglo XIX a la división internacional del trabajo con
un sector exportador.
Dinamismo:
Expansión de la frontera agrícola.
Gran movimiento inmigratorio.
Una extensión continúa de sus líneas ferroviarias.
Diversificación de su estructura productiva.
Proceso activo de urbanización de las zonas portuarias.
Papel del estado: políticas económicas de claro corte liberal hasta 1916.
Patrón oro o patrón libra esterlina – oro como eje de la política cambiaria.
Respeto al libre comercio.
Emisión de títulos de la deuda pública y contratación de empréstitos en el mercado de
Londres como política de financiamiento externo.
Política fiscal de tipo gladstoniana: gasto público reducido al mínimo y básicamente
orientado a los gastos de administración junto con impuestos que no interfieran la iniciativa
privada (inexistencia de impuestos directos y presencia de impuestos indirectos sobre un
número muy limitado de productos, lo cual significó tributación aduanal sobre algunos pocos
bienes de exportación).
Estructura social:
MODELOS DE ACUMULACIÓN
Crisis 1930 fin modelo agroexportador
Hegemonizado por los grandes propietarios terratenientes de la pampa húmeda. Iniciada a
fines del siglo XIX.
Proceso de desarrollo basado en: INDUSTRIALIZACIÓN SUSTITUTIVA DE IMPORTACIONES.
Industria como eje de desarrollo.
El período 1930 – 1972 se puede dividir en dos fases:
a) 1930 – 1945 Industrialización espontánea
b) 1945 – 1972 Industrialización inducida, dentro del cual se reconocen 2 estrategias:
* 1945 – 1955 Modelo Justicialista
* 1958 – 1972 Modelo Desarrollista
Características comunes a ambas estrategias:
- Traslado de mano de obra rural a la ciudad.
- Expansión continúa de la educación formal en el conjunto de la población.
- Crecimiento diferencial entre estratos (más lento en los de clase media).
2) Modelo justicialista 1945 – 1955 (Movimiento liderado por Juan Domingo Perón)
Nueva alianza de clases BENEFICIADOS del modelo. Clase obrera (asalariados industriales)
Pequeños y mediano empresarios industriales
Estrategia de corte distribucionista, modernizadora e incluyente.
La INDUSTRIA constituye el objetivo central del proceso de desarrollo.
Se impulsa una industrialización sustitutiva basada en el incremento de la demanda de bienes
de consumo masivo en el mercado interno, la cual es generada a través del aumento del
salario real. El modelo requiere medidas redistributivas del ingreso que impulsan la demanda
interna y la ocupación industrial y, por lo tanto, la acumulación.
Creación de empleo industrial
Movilidad social ascendente (de carácter intrageneracional): principal mecanismo
reasignación de recursos para la producción a través de las acciones del Estado
IAPI. Expropiación parcial de la renta agraria a través de la nacionalización del comercio de
productos agropecuarios.
De manera, que se transfieren dichos recursos al financiamiento del desarrollo industrial
centrado en industrias de consumo masivo.
Sector INDUS:
Tanto el producto como la ocupación crecen más rápidamente que sus respectivos promedios,
siendo este diferencial más pronunciado en el caso del empleo: mientras que la tasa de
crecimiento del producto industrial equivale a 1,3 veces la del conjunto de la economía, la
correspondiente a la ocupación industrial corresponde 1,7 veces el promedio. El correlato de
Medidas implementadas:
- Reordenamiento legislativo que eliminó toda restricción al libre desplazamiento de capitales,
creando así las condiciones requeridas para el ingreso de las empresas trasnacionales.
- Transferencia de ingresos desde el sector agropecuario hacia el empresariado urbano
NOTA: estas movilizaciones tuvieron como corolario, en 1970, el reemplazo de los titulares en
el poder desde 1966 por otro equipo de militares con orientaciones políticas sustancialmente
diferentes. En efecto, se abre entonces un lapso singular dentro del período analizado (desde
mayo de 1970 a mayo de 1973), en el cual, sin modificar los lineamientos básicos del modelo
desarrollista, pero en medio de un progresivo deterioro de las variables económicas, el
gobierno se aboca casi exclusivamente a la búsqueda de una salida institucional que
permitiese resolver el problema de la participación del peronismo el vida política nacional.
Crisis que se resuelve con el llamado a elecciones generales y con la asunción del tercer
gobierno justicialista, en mayo de 1973.
Sector INDUS:
Tasa anual de crecimiento del producto: 6,1%.
Dado que este mismo indicador en el caso del AGRO y TERC está por debajo de la media, y el
escaso peso relativo de la CONST, puede afirmarse que el crecimiento conjunto de la economía
es atribuible a la evolución industrial.
Tasa de crecimiento de la ocupación: 0,4% contra 1,7% de la PEA total, absorbiendo el sector
sólo el 5,7% del aumento total intercensal del empleo urbano.
Crecimiento rápido del producto con prácticamente nula absorción de empleo da como
resultado un salto espectacular en la productividad industrial.
Sector CONSTRUCCIÓN:
Elevado ritmo del crecimiento del producto (igual al de la industria). Excepcional desempeño
con relación a la creación de empleo.
Tasa anual de crecimiento de la ocupación: 5%.
La CONST da cuenta del 21,7% del aumento total intercensal del empleo urbano, pero su ritmo
de incremento de la productividad alcanza apenas el 38% del nivel del conjunto.
Sector TERCIARIO:
Período de mayor crecimiento de la ocupación terciaria.
Tasa de crecimiento de la ocupación: 2,5%, absorbiendo el sector el 72,6% del aumento
intercensal de la oferta de mano de obra no agropecuario.
El producto terciario es muy diferente.
Tasa de crecimiento del producto: 3,5%. Ello se traduce en una desaceleración del ritmo de
incremento de la productividad sectorial. En lo que concierne al PBI, disminuye su aporte el
agro y el TERC, y se verifica un significativo aumento de la proporción correspondiente a la
INDUS.
En lo que respecta a la ocupación:
- Nueva pérdida relativa del AGRO.
- Sensible retroceso relativo de la ocupación en la INDUS.
- Salto importante en la ocupación del TERC.
La industrialización sustitutiva del modelo desarrollista dejó impresa en la estructura
productiva su peculiaridad más distintiva: una inmediata (aunque no sostenida) capacidad de
la INDUS para liderar el crecimiento económico global, acompañada por una débil o nula
capacidad de creación de empleo en este sector, con el consiguiente reflujo de los nuevos
incrementos de fuerza de trabajo urbana hacia sectores de menor productividad relativa, tales
como la CONST y el TERC.
Bloque dominante caracterizado como la alianza entre: Estamento militar - Segmento más
concentrado de:
- Burguesía nacional
- Empresas transnacionales
Particularidad del momento histórico: las FFAA llegaron al poder con intereses que iban más
allá de la esfera económica, apuntando a lograr un disciplinamiento social generalizado
mediante un cambio drástico de la antigua estructura de las relaciones económicas, sociales y
políticas.
Se dio implícitamente por terminada la industrialización como objetivo central del proceso
de desarrollo.
Objetivos:
- Disciplinamiento político e institucional de la clase obrera.
- Avasallamiento de sus instituciones corporativas y de representación política.
- Modificación drástica de las condiciones económicas funcionales que habían atentado
históricamente el desarrollo de esa clase.
Estrategia:
- Vigencia de los precios de mercado como régimen básico de funcionamiento.
- Promoción de los sectores más dinámicos y más altamente competitivos, lo que implicaba la
concentración del capital y la eliminación de empresas de menor productividad.
- Amplia apertura de la economía a la importación de capital extranjero y de bienes de todo
tipo.
- Contención drástica del salario real como medio de controlar la inflación y de asegurar bajos
costos de mano de obra a las empresas.
- Principio de subsidiaridad del Estado en materia económica y social, lo que suponía trasferir
parte de sus actividades a la esfera privada.
- Priorización absoluta de la reducción de la inflación.
- Aprovechamiento –a través de la exportación de bienes agroindustriales y agropecuarios- de
las ventajas comparativas que poseería la estructura productiva argentina en esos rubros,
aunque sin brindar estas actividades estímulos especiales.
Medidas:
En el plano económico.
- Reducción de los aranceles a la importación.
- Subvaluación de la paridad cambiaria.
- Reforma financiera inductora de un sustancial crecimiento en las tasas de interés real (fin del
crédito subsidiado).
- Supresión de los antiguos subsidios y créditos preferenciales a la industria.
En el plano político.
Cercenamiento generalizado de las principales conquistas laborales de los asalariados,
intervención de las organizaciones sindicales y represión brutal de cualquier movimiento de
protesta social.
Principales beneficiarios:
Aquellos grupos económicos de capital nacional y aquellas empresas trasnacionales que, por
su grado de concentración y centralización de capital y por su nivel de diversificación y/o
integración sectorial, lograron adaptarse más rápida y flexiblemente a las cambiantes
condiciones de la acumulación durante el régimen militar. Hacia estos actores se transfirió la
sustancial pérdida de ingresos que experimentaron los asalariados, los empresarios medios y
pequeños e, inclusive, ciertas grandes empresas independientes que no dispusieron de tal
capacidad de adaptación.
Crisis:
1980 – 1982 - Momento de mayor gravedad económica.
1982 – Guerra de Malvinas.
- Aguda concentración económica por disminución de la producción y la demanda internas
(sobre todo en la industria manufacturera).
- Disminución de las inversiones productivas en provecho de la especulación financiera.
- Importante incremento de la deuda externa (estatizada).
- Abrupto empeoramiento de las condiciones de vida de la población, debido a la reducción
del salario real y al fuerte retroceso en todas las políticas públicas de índole social.
Lapso 1976 – 1983.
Sector AGRO:
Con un ritmo de crecimiento del producto por primera vez cercano a la media, y con una
acentuada tendencia a la disminución absoluta de mano de obra ocupada en el sector, el
incremento de la productividad se realiza a un ritmo de 2,4 veces el del conjunto de la
economía.
Sector INDUS:
Tasa anual de crecimiento del PBI: 2,1%.
Tasa anual de crecimiento del empleo industrial: 0,8%, la ocupación industrial crece más
lentamente que la media (1,2%). Con lo que la productividad sectorial se sitúa apenas por
encima del nivel correspondiente al conjunto de la actividad económica.
Sector CONST:
El ritmo de crecimiento del producto de este sector es apenas del orden del 50% del
correspondiente al conjunto de la economía, mientras que la absorción de mano de obra se
efectúa a un ritmo equivalente a 2,7 veces el correspondiente a la PEA total (la CONST absorbe
durante este período el 24% del aumento intercensal de la mano de obra urbana). El resultado
es una fuerte disminución absoluta del nivel de la productividad sectorial: tasa anual de la
productividad en la CONST es de -2,1%.
Sector TERC:
Tanto el ritmo de crecimiento del producto como de la ocupación sectorial son algo superiores
a los índices promedio. Por primera vez se registran los siguientes datos:
- La productividad se sitúa en el mismo nivel que la productividad global.
- El sector continúa siendo el principal generador de empleo urbano, ya que absorbe el 62%
del aumento total intercensal de la PEA no agropecuaria.
5. Carrera armamentista.
Por un lado, el incesante incremento de los gastos militares permite asegurar que el 30% del
endeudamiento externo de los PED corresponde a este rubro, ante la necesidad de desarrollar
los aparatos represivos en dichos países dada la crisis general para mantener el sistema.
Por otra parte, la carrera armamentista ha solucionado en parte los problemas surgidos por la
tendencia decreciente de la tasa de ganancia de las CTN ya que una forma de contrarrestar
este proceso es mediante la producción de armamentos por parte del complejo militar-
industrial y su comercialización en los mercados internacionales.
En el caso de América Latina, los estados gobernados por militares serán claves en el tema. Es
notable la asociación del neoliberalismo con la violencia y el terrorismo de Estado en el Cono
Sur de América, donde se desarrolló el Plan Cóndor, institución para la represión, precursora
de la transnacionalización del capital. Con las FFAA en los gobiernos, éstas necesitaban de un
equipamiento necesario para la “guerra interna” que demandaba la teoría de la seguridad
nacional imperante en la mayoría de dichos países. Fue también necesario el pertrechamiento
para conflictos regionales o globales:
- En 1978 Argentina y Chile estuvieron a un paso de la guerra, sólo detenida por la mediación
de la Iglesia.
- En 1982 se produce el conflicto de Argentina con Inglaterra para recuperar la soberanía
argentina de las Islas Malvinas.
Ambos episodios fueron la cortada para el incremento del gasto y las inversiones militares.
Cada país desarrollaba su hipótesis de conflicto en función de las necesidades de las clases
dominantes locales para resguardar los mecanismos de dominación y reproducción del
capitalismo.
Ese gasto demandado por los militares en el gobierno fue cubierto con endeudamiento en un
momento donde la BTN estaba rebosante de liquidez producto de la combinación entre la
recesión del capitalismo desarrollado y el abundante flujo de recursos derivados del
crecimiento del precio del petróleo, que como depósito recibían los bancos.
Armamentismo en EUA.
Estos gastos improductivos provocan déficit fiscal:
- 200 mil millones de dólares en 1985, que EUA soluciona con emisiones y elevación de las
tasas de interés para atraer capitales.
- El pago de la deuda externa (intereses y capital) proveniente de América latina, contribuye a
financiar el presupuesto militar de EUA.
6. La deuda en sí misma.
La guerra es una manifestación de violencia del Estado capitalista para afirmar el ciclo del
capital. Por eso los ejemplos expuestos son expresiones que asocian el endeudamiento de los
PED para aprovisionarse de equipos militares producidos por los países capitalistas
desarrollados y como mecanismo de continuidad de un ciclo de valorización del capital en su
época trasnacional.
Las causas mencionadas determinaron las condiciones para que en los países dependientes
ocurrieran procesos de incesante endeudamiento. Si bien la abundancia de recursos líquidos
en los países desarrollados convirtió a los países dependientes en destinatarios fundamentales
del crédito internacional, las políticas aplicadas en estos países a partir de mediados de la
década del 70, avaladas por dictaduras militares en su mayoría, permitieron forzar los procesos
de endeudamiento a través de los mecanismos fijados.
Otras de las causas del endeudamiento fue el “efecto Volcker”, en alusión al titular de la
Reserva Federal de EE.UU. que impulsó una política de crecimiento de las tasas de interés de
EE.UU. que se proyectaron en los años siguientes al 20% anual y se convirtieron en mecanismo
para la expansión del endeudamiento.
Alternativas
Las alternativas propuestas deben dar respuesta a las causas consideradas como generadoras
del problema.
En consecuencia, y ante el carácter interrelacionado de las causas del endeudamiento, se torna
necesario que una estrategia común de los países afectados incluya el debate y la posterior
definición de los mismos ante cada una de dichas causas.
a) Respecto del armamentismo.
Esta pérdida de productividad no afecta sólo a los países desarrollados, sino que traslada la
improductividad de la economía a los PED que vinculados al orden internacional vigente
continúan alimentando con recursos crecientes este sector improductivo, generando al mismo
tiempo focos de tensiones entre los propios países en desarrollo. El tema del armamentismo
acrecienta su importancia al advertir que ha sido en la década del 70 el principal generador del
endeudamiento en los PED.
El enfrentamiento activo de los gobiernos y pueblos endeudados contra la carrera
armamentista derivará en:
- Un freno a las posibilidades de un holocausto universal
- Un mejoramiento de la productividad
- Una disminución del endeudamiento.
d) La deuda externa.
El problema del endeudamiento es el reflejo monetario de la profunda crisis existente en la
esfera real de la economía: la producción y la circulación de bienes en los distintos países y las
relaciones entre ellos.
Es decir, que aunque se cancelara la deuda, de persistir sus causas, se volvería a la misma
situación.
Paul Volcker sería removido y reemplazado por Alan Greenspan en el gobierno de Ronald
Reagan, ratifica del neoliberalismo en el país hegemónico del capitalismo. El terreno venía
siendo propiciado por la gestión anterior y la banca estadounidense había consolidado un
papel dentro de EE.UU. y en el sistema financiero internacional.
Tal es así, que para la primera gran crisis del endeudamiento ante la cesación de pagos de
México en 1982, los bancos de EE.UU. eran los principales acreedores de la deuda externa de
América Latina y el Caribe, y en definitiva los perjudicados por una política de default
generalizada.
Fue en 1982 que desde el Movimiento de Países No Alineados se empujó la consigna del No
Pago de la Deuda Externa, y que tuviera un cónclave internacional en La Habana, con Fidel
Castro presidiendo ese movimiento internacional de países. Ante esta situación se hizo
evidente la vulnerabilidad de los bancos acreedores, puesto que dicho movimiento ya era
parte de una campaña internacional sustentada por la izquierda mundial y por el Movimiento
de Países No Alineados, que podría afectar patrimonialmente a la banca acreedora.
Desde entonces se desarrolló una estrategia en dos direcciones simultánea:
- Desde la microeconomía, cada banco acreedor se encargó de amortizar deudas que eran
claramente impagables o irrecuperables.
- Desde el Tesoro de los EE.UU., primero con James Baker y luego con Nicholas Brady, se
impulsaron mecanismos globales de refinanciación de la deuda.
El Plan Brady se materializó en los comienzos del 90 y transformó la deuda pública que estaba
documentada entre países y bancos, en una deuda de títulos públicos colocados en inversores
particulares, tarea que llevaron adelante los bancos. Si bien el Plan Brady incluía una quita del
capital adeudado, lo principal era eliminar la vulnerabilidad bancaria y transferir la acreencia a
tenedores diversificados de nuevos títulos.
Además se les exigía a los países deudores que demuestren cierto grado de compromiso,
condicionándolos a aplicar las guías del Consenso de Washington.
Cuando esos títulos cayeron default, como en el caso argentino a fines de 2001, los titulares de
esos bonos estaban dispersos por el mundo, aunque se reconoce que el 40%
aproximadamente de los títulos argentinos en default estaban en manos de inversores locales.
Pero el objeto se había logrado: la vulnerabilidad dejó de estar en la banca para pasar a manos
de los inversores. Ello coincidió con un cambio en la política de los EE.UU. en el FMI. Si dicho
organismo había sostenido financieramente las crisis de los años previos, incluso realizando
aportes multimillonarios de recursos, con la llegada de George W. Bush a la presidencia de los
EE.UU. se acababa con esa política y cada crisis deberá resolver sus problemas sin asistencia
financiera del FMI. Dicho organismo había perdido sus objetivos iniciales y era cuestionado
globalmente. Para considerar el papel del FMI en la crisis argentina de 2001 se convocó a un
estudio desde una Oficina Independiente de Evaluación para considerar la responsabilidad
propia en la crisis. Ya se habían generalizado las críticas de Joseph Stiglitz (Ex Vice del BM).
Desde el interior del propio sistema emergían críticas que ya se había generalizado en el
movimiento popular mundial.
acuerdos de Bretton Woods, propone un impuesto para gravar el intercambio de divisas y que
fuera administrado por el FMI. El primer intento de ATTAC aludía a una Tax Tobin para explicar
su sigla. El no acuerdo del inspirador con el sesgo del movimiento contra el neoliberalismo y la
globalización de los capitales, significó el cambio de la denominación. Hoy actúa en 50 países y
ha sido uno de los 8 movimientos o redes que dieron inicio al Foro Social Mundial (FSM) en el
2001 en Porto Alegre.
Merece destacarse también el surgimiento del Comité de Anulación de la Deuda del Tercer
Mundo (CADTM), movimiento que articula con ATTAC los esfuerzos del FSM, la emergencia
para el Jubileo 200, surgidos a instancia de movimientos religiosas/os y laicos, inspirados en el
planteo papal del “perdón” a los deudores con motivo del cambio de siglo. Son tres
expresiones de un movimiento que se ha desarrollado y que en el último tiempo ha
modificado su reivindicación desde una posición de deudores que no quieren pagar a
acreedores por la permanente transferencia de recursos históricamente girados desde
nuestros países al capitalismo desarrollado.
Conclusiones
- cubrir deudas de empresas privadas, ésta conversión es inaugurada por el ministro Sigaut y
seguida por los sucesivos ministros como Jorge Whebe, así como los directivos del Banco
Central, incluyendo a Domingo F. Cavallo.
- cubrir las deudas de varias poderosas empresas privadas se nos fueron 5.000 M. esas
empresas habían tomado préstamos en el exterior y por imprecisión se encontraron de pronto
en situación delicada. El Estado salió al rescate. Entre las empresas aludidas se contaban:
- Celulosa Argentina (1.500 M)
- Cogasco (1.350)
- Autopistas Urbanas (950)
- Pérez Companc (910)
- Acindar (650)
- Brindas (600)
- Banco de Italia (550)
- Alpargatas (470)
- Techint (350)
Proceso de endeudamiento: período 1976-1983.
El endeudamiento en el período 1976-1983 se trató de un proceso en el cual las fracciones del
capital dominante (mayoritariamente líderes en la producción industrial) contrajeron deuda
externa para realizar con esos recursos colocaciones en activos financieros en el mercado
interno y valorizarlos a partir de la existencia de un diferencial positivo entre la tasa de interés
interna e internacional, para finalmente fugarlos al exterior. De esta manera, el
endeudamiento externo constituyó un instrumento para obtener una renta financiera dado
que la tasa de interés interna era sistemáticamente superior al costo de endeudarse en el
mercado internacional.
Este proceso fue posible gracias a una modificación en la naturaleza del Estado, que se expresó
en tres procesos:
1. Endeudamiento del sector público financiero interno –donde era el mayor tomador de
crédito en la economía local- que provocó que la tasa de interés interna superara
sistemáticamente al costo del endeudamiento en el mercado internacional.
2. La deuda externa estatal posibilitó la fuga de capitales locales al exterior, al proveer las
divisas necesarias.
3. La subordinación estatal a la nueva lógica de la acumulación del capital posibilitó la
estatización de la deuda externa durante los años 80: el Estado sólo era garante de las
obligaciones del sector privado, y los acreedores en forma conjunta con el FMI presionaban al
Gobierno para que se convirtiera en deudor principal, de modo que el Dr. José Luis Machinea,
presidente del Banco Central, completó la transferencia de deudas privadas al Estado, el 1 de
julio de 1985, mediante las circulares “A” 695, 696 y 697.
Al dejar de ser el endeudamiento externo una forma de financiamiento de la expansión
industrial y devenir instrumento para la obtención de renta financiera, cuyo origen se
encuentra en la brutal redistribución del ingreso en contra de los asalariados, se produjo la
escisión del mismo respecto de la evolución de la economía real. Dicha escisión provocó
recurrentes crisis económicas entre 1976 y 2001, produjo una expansión espectacular de la
deuda externa total que al confluir con la apertura comercial desencadenaron dos procesos,
Juzgado Federal, expresando que las referencias que dispone sólo tienen valor estadístico sin
valor contable. Con relación a la deuda externa privada las constancias corresponden a
meras declaraciones de los supuestos deudores, sin verificación ni control del Banco Central.
13) El Banco Central tampoco disponía de un registro completo de avales otorgados por el
sector público, hallándose imposibilitado de informar al Juzgado que investiga la deuda,
respecto a la responsabilidad patrimonial asumida por el Estado durante los años 1976 a 1982.
14) Todas las informaciones suministradas por el Banco Central, en relación con la deuda
externa de las empresas públicas, no coinciden con las suministradas por éstas al mismo
Juzgado.
15) El Ministro Martínez de Hoz, dispuso la realización de un análisis trimestral de los
márgenes de endeudamiento de las empresas públicas. Las operaciones de préstamo no
respondían, a necesidades eventuales o permanentes de dichas empresas, sino a una
estrategia financiera por la cual se utilizaba a las mismas para la contratación de préstamos en
el exterior. Así lo establece, además, un documento del Banco Central que consigna que “el
desarrollo deficitario del mercado cambiario obligó a adoptar diversas medidas de tipo
operativo recurriéndose a determinadas Empresas del Estado, con márgenes de
endeudamiento para que obtuvieran créditos externos José L. Machinea, Gerente de
Finanzas Públicas del Banco Central en 1981). que, negociados inmediatamente, nos diera
disponibilidades”.
16) En distintas operaciones con el exterior, como en el caso del endeudamiento externo de la
Comisión Nacional de Energía Atómica, los dictámenes de su Asesoría Legal y del Procurador
del Tesoro fueron dictados por la banca acreedora del exterior, a través del Estudio profesional
del Dr. Klein, en momentos en que éste era Secretario de Estado, segundo de Martínez de Hoz.
El Estudio actuaba como representante, asesor y consultor de la banca prestamista. (Telex
varios del Estudio Klein y Mairal, secuestrados por Comisión Investigadora del Senado).
17) La deuda externa de las empresas privadas fue asumida por el Estado mediante el
régimen de los “seguros de cambio”, refinanciando y pagando (dicha deuda privada)
entregando títulos públicos.
18) Durante los años 1977 a 1982 se registraron -según información del Banco Central-
salidas de divisas por 35.102 millones de dólares. Esta “fuga” se computa, en el referido
informe del Banco, en el rubro “egresos sin especificaciones de motivo”. Tales divisas no
correspondían a importaciones.
avisos de vencimiento, sin requerir a los acreedores que exhibieran los instrumentos que
hacían a la legitimidad de las deudas reclamadas, ya que el Banco Central y el Ministerio de
Economía sólo tenían simples anotaciones estadísticas sin valor contable. Para solucionar el
problema se decidió contratar a los acreedores, para que ellos determinaran el monto de las
deudas, los intereses que debían pagarse, en lo que fue la primera vez en la historia de
nuestro país que un grupo de bancos acreedores administraron la deuda pública y privada
desde 1992 hasta casi el año 1995, cuando se terminó la instrumentación de todo el proceso
de conciliación de los pasivos.
Es importante puntualizar que en todos los contratos que se firmaron en 1993, que
posibilitaron el Plan Brady, se incluyeron cláusulas violatorias del orden jurídico del país,
dejándolo en un total estado de indefensión y obligándolo a renunciar en forma irrevocable a
cualquier acción que fuera posible en razón de la nulidad, la ilicitud o la no ejecutabilidad de
los contratos.
Como consecuencia de esa ruinosa operación, desde 1994 hasta el 2000 se emitió nueva
deuda para pagar la vieja deuda, la que siguió incrementándose hasta llegar a la suma de
150.000 millones de dólares en el año 2001.
Sumado a todo esto, las privatizaciones son un fenómeno indisolublemente ligado al
endeudamiento externo.
Fue la renegociación de la deuda la que, en el marco del Consenso de Washington, dio lugar a
la alternativa de la capitalización de los bonos a valor nominal para adquirir empresas
estatales. Así de los 24.027 M de dólares reales que recibió el Estado por la venta de sus
empresas entre 1990 y 1999, unos 4657 millones ingresaron vía bonos de duda cuyo valor
nominal reconocido fue de 13.534 M de dólares (291% por encima de su valor real).
- Estadísticas:
Monto de la deuda al finalizar el gobierno de R. Alfonsín: 65.300 M de dólares.
Monto de la deuda al finalizar el gobierno de C. S. Menem: 146.219 M de dólares. La deuda
aumentó un 123% respecto del período anterior.
A fines de 2004, la deuda externa total alcanzaba los 178.000 millones de dólares. Durante
2003, el gobierno de Néstor Kirchner logró negociar una reprogramación de las obligaciones
con los organismos financieros multilaterales (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial,
Banco Interamericano de Desarrollo y otros menores) en lo que se llamó el canje de la deuda
argentina. Sin embargo, quedaban aún en default 81.800 millones de dólares en títulos en
manos de acreedores privados. En junio de 2004 el gobierno argentino anuncia que la base de
negociación para reestructurar los pagos de esa deuda sería una quita del orden del 75%.
El 14 de enero de 2005 se lanzó oficialmente la operación de canje de la deuda en default. A
cambio de los títulos en mora, el gobierno argentino ofrece tres nuevos bonos:
• El bono Par, que no implica quita del capital original adeudado, pagará un interés inicial del
1,33% que subirá progresivamente hasta alcanzar el 5,25% a los 25 años de su emisión, y
tendrá un plazo de 33 años
• El bono Cuasi Par (que incluye una reducción del 30,1% del capital) pagará un interés del
3,31% más un coeficiente ligado al índice de precios al consumidor y tendrá un plazo de 30
años.
• El bono Descuento —que implicará una quita del 66,3%— pagará el mayor interés, 8,28%, y
tendrá un plazo de 28 años.
Los bonos ofrecen además una compensación adicional, ligada al crecimiento del producto
interno bruto. El plazo para la recepción de las expresiones de interés finalizó el 25 de febrero
de 2005; el nivel de aceptación alcanzado permitió renegociar aproximadamente el 76,15% del
monto adeudado. Se reestructuraron deudas por un valor equivalente a 62,5 miles de millones
de dólares de valor nominal, canjeadas por nuevos títulos por un valor nominal equivalente a
35,3 mil millones de dólares (15 mil millones en títulos Par, 11,9 mil en títulos Discount, y 24,3
mil millones de pesos argentinos en títulos Cuasi Par); además, como consecuencia de la
reestructuración, el componente en pesos de la deuda pasó del 3 al 37%.
Los principales acreedores de los títulos en mora son los argentinos, con 38,4% del total.
Después se ubican los italianos con el 15,6%, los suizos con el 10,3% y los estadounidenses, con
el 9.1%. Por el enorme monto involucrado, y la cantidad de títulos involucrados (152 bonos
distintos emitidos originalmente en dólares, euros, yenes, francos suizos, libras esterlinas y
pesos argentinos), se considera que esta es la operación más importante de la historia
financiera mundial.
línea nacionalista de las Fuerzas Armadas, es portador de un proyecto del desarrollo industrial
radicalmente distinto al propugnado hasta ese momento.
La industria constituye el objetivo central del proceso de desarrollo. Se impulsa una
industrialización sustitutiva basada en el incremento de la demanda de bienes de consumo
masivo en el mercado interno, la cual es generada a través del aumento del salario real. El
modelo requiere medidas redistributivas del ingreso.
El principal mecanismo fue la reasignación de recursos para la producción a través de la acción
del Estado. Ello se logró mediante la expropiación parcial de la renta agraria a través de la
nacionalización del comercio exterior de productos agropecuarios, transfiriendo los recursos
así obtenidos al financiamiento del desarrollo industrial centrado en industria de consumo
masivo.
El Estado también extiende su campo de acción económica y social al nacionalizar crea
importantes empresas de servicios públicos, y al acentuar su estrategia redistributiva a través
de la asignación creciente de recursos a la educación, la salud la vivienda y la seguridad social.
Una serie de restricciones estructurales y coyunturales se conjugaron para interrumpir el
crecimiento industrial impulsado durante el periodo justicialista, como: la acérrima oposición
del sector agroexportador que, al disminuir la producción exportable, favoreció una crisis en la
balanza de pago que redujo la capacidad de importación de los bienes intermedios y de capital
indispensable para continuar y profundizar la industrialización sustitutiva; oposición de los
grandes empresarios que retrotrajeron la inversión y trataron de recuperar ingresos a través
del aumento de precios con la consiguiente inflación; el fracaso en la tentativa de obtener
capitales externos que permitieran superar el estrangulamiento externo de la economía.
Fueron las fuerzas que se conjugaron para derrocar al gobierno justicialista en 1955.
El rasgo más específico del modelo justicialista fue su superior capacidad de creación de
empleo industrial, aunque no pueda afirmarse que la industrialización sustitutiva de esta etapa
liderara un importante crecimiento de la economía.
Modelo desarrollista (1958-1972)
Con la proscripción del peronismo, en 1958 accede al poder un nuevo bloque caracterizado
por la alianza de la burguesía industrial nacional y el capitalismo extranjero. El nuevo modelo
de acumulación fue impulsado por el gobierno civil del Dr. Arturo Frondizi (1958 a 1962) y por
el Dr. Adalbert Krieger Vasena (1966 a 1969).
En esta nueva estrategia la industria también constituye el objetivo central del proceso de
desarrollo. A diferencia del modelo justicialista, se impulsa ahora una industrialización
sustitutiva de bienes intermedios y de consumo durable, en la que el incremento de la
demanda está asegurado por la inversión, el gasto público y el consumo suntuario del reducido
estrato social urbano de altos ingresos.
El Estado también cumple un rol crucial en este estrategia mediante sus funciones como
productor de bienes y servicios y como agente distribuidor de los recursos sociales. Las
medidas implementadas para asegurar la hegemonía del nuevo modelo de acumulación
fueron de distinta índole: reordenamiento legislativo que eliminó toda restricción al libre
desplazamiento de capitales, creando así las condiciones para el ingreso de las empresas
transnacionales, transferencia de ingresos desde el sector agropecuario hacia el empresariado
urbano inducida a través del manejo de la tasa de cambio y de la imposición de retenciones a
las exportaciones, transferencia de ingresos desde los asalariados industriales hacia las
empresas transnacionales lograda mediante la caída del salario real que pudo asegurarse a
Con el correr del tiempo, privilegiar el pago de deuda y el cierre de las deudas públicas se
convirtió en parte del discurso explicito, abandonándose casi toda referencia al objetivo de
mejorar los servicios, fue considerándose un beneficio adicional que vendría como
consecuencia necesaria de las demás reformas pro-mercado y la gestión privada.
Para mejorar las posibilidades de obtener mayores ingresos con las ventas, se conservaron los
privilegios monopólicos de la mayoría de las empresas vendidas y se otorgó una seria de
condiciones ventajosas. Este credo neoliberal tiene como premisa básica que cuantos menos
regulaciones y controles, la economía funciona mejor, se logra una distribución de premios y
castigos más justa y aumenta la eficiencia asignatura de recursos por lo que el Estad debe
limitar su intervención a la mínima expresión de fijar unas pocas reglas bien claras y estables.
- Déficit fiscal, deuda externa y gasto público.
Los ingresos provenientes de las privatizaciones son un elemento clave para modificar la
situación de las finanzas públicas a partir de los 90.
La reducción de la deuda externa fue superada por el nuevo endeudamiento que se concretó
durante el periodo de las privatizaciones. En el 92 Argentina ingresa al Plan Brady que a juicio
del gobierno constituía el mecanismo más apropiado para superar la carga de la deuda;
ingresar al plan tuvo importantes consecuencias económicas, debido tanto a las condiciones
aceptadas en términos de superávit fiscal comprometido, como a los cambios operados en la
estructura de la deuda según el tipo de acreedor.
Hay varios componentes que explican el crecimiento de la deuda: por una parte la
consolidación de todas las deudas que tena el Estado. La documentación de deuda flotante
que se transformó en fija, con proveedores del Estado y con los jubilados implicó un aumento
significativo de las cifras.
En cuanto a la transferencia de los pasivos a los privados que es otra forma en que la
privatización reduce la deuda externa, únicamente formaron parte de las privatizaciones del
servicio eléctrico la distribución de gas, el resto de la deuda en cabeza de las empresas quedó a
cargo del estado nacional.
Cambió significativamente la composición de la deuda externa entre la pública y la privada.
Esta ultima aumento como consecuencia de que las empresas, mayoritariamente tomaron
préstamos del exterior para comprar los activos públicos.
- Privatizaciones y tarifas públicas.
La desregulación del sector de generación implicó la introducción de la competencias en tres
distintos sectores, por lo que el precio del insumo es fijado de acuerdo con el esquema
productivo del sector, el sistema elegido para las tarifas de distribución donde no hay
competencia es similar al que se utiliza en Gran Bretaña, el método “cap Price”, que implica
que se fijen los precios máximos por un periodo determinado, aplicados al servicio siguiendo
una formula relacionada con un índice de precios y factor de productividad. Esto apunta al
control del resultado dejando que el incentivo de los operadores ser mejorar la eficiencia de
modo tal de poder apropiarse de las utilidades obtenidas por encima de las previstas por el
regulador. En el largo plazo, los consumidores deberían beneficiarse ya que cuando se
renegocia el precio tope, el regulador tiene una mayor idea de qué tipo de rendimiento es
razonable.
- La cuestión de la regulación.
El proceso privatizador es que no se garantizó que previamente quedara establecida una
regulación efectiva. Las empresas usan el argumento de la seguridad jurídica para preservar
aquello del contrato que les conviene y el de la flexibilidad cuando pretenden modificaciones a
su favor. Esto además de ser una táctica común en los negocios, fija la forma en que se
hicieron los contratos de traspaso.
- La concentración de la propiedad
En Argentina a partir de la quiebra producida en la dictadura militar, la estructura estatal sirvió
para la valorización individual de algunos pocos grandes grupos que incrementaran su poder
relativo. En la ley de la reforma del estado se estableció el requisito para la privatización la
reserva de un 10% del capital accionario en manos de los trabajadores.
- El impacto sobre los trabajadores y la sociedad.
El proceso de desmantelamiento del sector publico empresario y la descentralización hacia las
provincias de la infraestructura social de estado nacional, implico una profunda racionalización
del personal que ha significado una pérdida de capital humano y de saber hacer invalorables.
Los retiros voluntarios masivos e indiscriminados, sin ningún criterio de preservación de las
funciones que se cumplían, ni de la capacidad e idoneidad influyo en el éxodo de buena parte
del personal técnico más capacitado e implico un disparatado despilfarro de recursos
humanos. Este proceso se realizo avasallando los derechos de los trabajadores a partir de crear
condiciones laborales signadas por el desgaste físico y psíquico cotidiano, para impulsarlos a
trocar su empleo estable por la indemnización del denominado retiro voluntario.
Capital global y Estado Nacional.
Puede decirse que la restructuración del capital mundial y al interior del Estado nación
periférico, las políticas de flexibilidad laboral, de reformas del estado y privatizaciones
significan un avance sobre las conquistas históricas de las clases inferiores que lograron
cristalizar en instituciones estatales, porque resultan disfuncionales para la estrategia de
acumulación.
Aparece el límite económico del chantaje: el capital necesita generar plus valor y este no se
obtiene financieramente. Por el capital, sigue requiriendo el trabajo aunque se redefinan
continuamente las condiciones en que se materializa su venta, de acuerdo con las variables
con relaciones históricas de fuerza y aun las propias técnicas de producción.
También hubo otros errores en el programa de reforma de Argentina. Se alabó a ese país por
permitir que los bancos fueran en gran parte propiedad de extranjeros. Por un tiempo esto
creó un sistema bancario aparentemente más estable, pero este sistema fracasó en la ayuda a
las pequeñas y medianas empresas.
La crisis de Asia Oriental de 1997 le supuso el primer golpe, incrementando los tipos de interés
para todos los mercados emergentes, incluyendo el de Argentina.
Pronto, los altos tipos de interés desbordaron el presupuesto del país. La crisis financiera
global que se dio después de la de Asia Oriental provocó una seria de grandes ajustes en los
tipos de cambio. El valor del dólar, al que estaba atado el peso argentino, se incrementó
fuertemente.
El FMI apoyó una política fiscal restrictiva, la misma equivocación que cometió en Asia
Oriental, y con las mismas desastrosas consecuencias.
Se suponía que la austeridad fiscal iba a restaurar la confianza. Pero las cifras del programa del
FI eran ficticias.
Hay siete lecciones que deben extraerse de este proceso:
En un mundo de tipos cambiarios volátiles, fijar una moneda a otra como el dólar es muy
arriesgado.
La globalización expone a un país a enormes sacudidas. Las naciones deben enfrentarse a esas
sacudidas.
Ignorar los contextos social y político se vuelve un peligro en perjuicio propio. Cualquier
gobierno que aplica políticas que dejan a grandes sectores de la población desempleados o
subempleados no está cumpliendo su misión primaria.
Centrarse exclusivamente en la inflación es arriesgado.
El crecimiento requiere de instituciones financieras que brinden créditos a las empresas
nacionales. Vender los bancos a extranjeros, sin crear las salvaguardas apropiadas, puede
impedir el crecimiento y la estabilidad.
Raramente se establece la fortaleza económica con políticas que conducen a la economía de
un país a una profunda recesión. El FMI es el gran culpable por haber insistido en políticas
restrictivas.
Hacen falta mejores métodos para afrontar situaciones similares a la de Argentina.
depósitos en las sucursales de bancos estadounidenses en Buenos Aires estarían tan seguros
como los depósitos en Miami. Los depositarios se encontraron con todo lo contrario.
Los bancos extranjeros siempre se quedaban cortos a la hora de garantizar una oferta
adecuada de crédito a las pequeñas y medianas empresas argentinas. Esta falta de crédito
ahogó el crecimiento.
Para sostener la recuperación, se tiene que aumentar el crédito, bien creando nuevas
instituciones financieras o ampliando las que ya hay.
Los verdaderos recursos de Argentina siguen ahí. Lo que la economía necesita es una
reactivación, y la política del gobierno debe centrarse en esta tarea.
Dirigir el crédito para aumentar la oferta de mercancías no tiene por que disparar la inflación;
por el contrario, el aumento de la oferta de artículos de producción nacional podría ser un
instrumento eficaz para combatirla.
En una economía con enormes problemas, en la que los recursos estas infrautilizados y
aquejada de una falta masiva de crédito, una modesta expansión de este no llevaría de hecho
a un aumento de la inflación. Supuestamente el crédito del FMI restaurará la confianza en la
economía, pero el que lo haga depende de las condiciones que se impongan. Si el FMI impone
una contracción fiscal o una estrategia mal encaminada entonces la economía se verá
debilitada y esto desembocará en una erosión adicional de la confianza.
Si el crédito del FMI se obtiene según unas condiciones razonables, su contribución será
positiva. Pero este crédito no servirá de mucho a la hora de resolver los problemas
económicos claves.
La comunidad internación puede ayudar al país abriendo sus puertas a las mercancías de ese
país, tomándose la retórica del libre comercio en serio y reconociendo que el comercio puede
ser instrumento importante no solo para el crecimiento a largo plazo sino también para la
recuperación económica. Las exportaciones contribuirán a reactivar la economía argentina,
mientras que los consumidores de Europa y EEUU se beneficiaran de unos productos de buena
calidad a precios más bajos.
A igual que la mayoría de los economistas fuera del FMI, en medio de una depresión
económica, reducir el gasto simplemente complica el escenario. Los recortes exacerbaron la
depresión. El malestar social habría sobrevenido con anterioridad y la calamidad que siguió el
malestar político muy probablemente habría sido absolutamente negativa.
Una economía en recesión normalmente trae aparejado un déficit, la recaudación fiscal se
desmorona y los gastos de respaldo de garantía se incrementan; y debe haber un déficit, ya
que eliminarlo simplemente sumerge a la economía en una recesión aun más profunda.
El dinero que se encontraba dentro del presupuesto se desplazó fuera del mismo. Aun si nada
de modifica en la economía masque el proceso de privatización, la aparente posición
presupuestaria se ve ampliamente afectada ya que el excedente en concepto de planes
jubilatorios y de pensión se extrae de las cuentas. Si Argentina no hubiera privatizado, su
presupuesto del año 2001, de hecho, habría evidenciado un superávit.
La suba de las tasas de interés no se debió tanto a lo que Argentina izo sino a la mala
administración de la crisis global financiera de 1997-1998. Para comprender que sucedió en
Argentina necesitamos analizarlas reformas económicas que casi todos los países de América
Latina emprendieron en la década del 80. A estos países, que venían de años de pobreza y
procesos dictatoriales, se les dijo que la democracia y los mercados traerían aparejada épocas
de prosperidad sin precedentes.
La lectura de la experiencia del caso Argentina es la siguiente: esto es lo que le sucede al
alumno intachable y predilecto del FMI. El desastre no viene por no escuchar al FMI, sino por
escucharlo.
El anclaje de moneda al dólar actuó casi por obra de magia como cura al problema de la
hiperinflación. El FMI respaldó esta política que estabilizaba la moneda y se suponía
disciplinaria al gobierno. Solo podía gastar más allá de sus medios a través del endeudamiento.
Y para obtener financiación, se presumía que el gobierno debía seguir las políticas económicas
adecuadas.
Había un solo problema: era un sistema condenado al fracaso. Las tasas fijas de cambio
históricamente nunca funcionaron. Si la mayoría del comercio d Argentina hubiera sido con
Estados Unidos, hubiera tenido sentido anclar el peso al dólar. Sin embargo, gran parte del
comercio era con Europa y Brasil. Con el peso argentino anclado al dólar, un dólar
sobrevaluado implica un peso sobrevaluado.
La crisis financiera asiática arrastró situación de crisis en Rusia y luego en Brasil, mientras
tanto, Argentina sufra cada vez más. Las tasas de interés ascendían y con el colapso de la
moneda de Brasil, Argentina simplemente no podía competir con las exportaciones más
baratas de su país vecino.
Como si las cosas no hubieran estado lo suficientemente complicadas, la baja del euro hizo
más difícil que Argentina pudiera exportar a Europa, y la baja en los precios de los productos
básicos que Argentina vende tensó aún más la economía.
Algunos opinan que el sistema cambiario fijo de Argentina podría haber funcionado sino
hubiera sido por la mala suerte de las crisis financieras globales.
En EEUU, cuando hay una depresión, todos acuerdan que el remedio reside en el estimulo
fiscal. El FM no hace públicos sus modelos económicos pero parece haber asumido que si
Argentina redujera su déficit, llegarían inversiones extranjeras, las cuales proveerían a
Argentina de los fondos que tanto necesita.
Argentina es un país rico en recursos humanos y naturales. Con anterioridad a la crisis, estos
recursos, aun con sus ineficiencias, generaron unos de los PBI más altos de América Latina. La
crisis financiera no ha destruido estos recursos. Lo que hoy se necesita es volver a poner en
marcha el motor.