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LA FIGURAS DE FERULA, LA NANA, AMANDA Y TRANSITO SOTO COMO SIMBOLOS DE

EXPLOTACION.

Férula Trueba
Férula es la hermana de Esteban Trueba. Vive como una ferviente devota, que se encontraba fortuitamente
destinada a cumplir la obligación de cuidar de su enferma madre y sirviendo a los pobres. Ella mantendría
sentimientos de amargura por su penosa situación, incluso alegrándose de la muerte de Rosa. Se hace amiga
de Clara y se muda a su casa, pronto desarrollaría un amor sutil por ella. Esto tiene como resultado un
conflicto con Esteban, ambos luchando por la atención de Clara, llevándolos a disputas. En un golpe de ira, la
sacaría definitivamente de la casa, ella lo condena a morir con un cuerpo tan empequeñecido como su alma,
lo que se haría realidad, aunque moriría al lado de su nieta y del espíritu de su amada Clara. Años después de
la desaparición de Férula, aparecería en presencia de los miembros de la casa, luego se desvanecería y Clara
diría que Férula acababa de morir en la soledad. Luego fue encontrada muerta en su cama en un barrio muy
pobre.
Férula representa a la mujer frustrada por la adherencia a los géneros tradicionales, cuando es introducida en
la obra, Allende enfatiza como ella vive resentida con su hermano, ya que éste tiene toda la libertad que ella
desea. La raíz de la frustración de Férula es que se ve obligada a renunciar hasta el matrimonio ya que
cuando su madre se enferma ella, como hija única, tiene la responsabilidad de cuidarla.

Cuando nos referimos a símbolos de explotación, es por esta arraigado cristianismo que ha forjado toda su
vida, la hizo privarse de una vida sana y completa, por una sumisa posición de enfermera de su madre y luego
“cuidadora de Clara”

"Me habría gustado ser hombre, para poder irme también."

Amanda
Amanda es la amante de ambos gemelos Trueba. Cuando joven, mantenía un idealismo existencialista,
desarrollando una gran amistad con Nicolás, con el cual practicaba el amor libre. Cuando se embaraza del
mismo, entre ambos deciden abortar. Años después, cuando su hermano Miguel busca asistencia médica de
Jaime para atender la drogadicción de Amanda, aquél la ayuda, pero a pesar de que se había enamorado de
ella, simplemente ya no era capaz de sentir lo mismo, aunque ahora ella lo amaba. Se vuelve enfermera
voluntaria para auxiliar a Jaime. Es asesinada durante el golpe de Estado, después de ser secuestrada y
torturada para declarar la ubicación de su hermano, a lo que se negó pues se lo había prometido.
La Nana
Nana es la sirviente y niñera de las familias Del Valle y Trueba por toda su vida, y ella establece relaciones
cercanas con todos los muchachos que cuidaría, especialmente con Clara, a la cual asustaba constantemente
para hacerle hablar durante su mutismo. Cuando Severo y Nívea murieron, se mudó a la casa de Clara para
criar a sus hijos. Ella murió de susto durante el terremoto que asoló al país. Como los patrones estuvieron
ausentes por varios días después de la catástrofe, fue enterrada sin ceremonia alguna, y luego su cuerpo fue
mudado al mausoleo salmón de Esteban, junto con Clara y Rosa.
Cuando hablamos de símbolo de explotación, esta ama de casa y sirviente ha dedicado toda su vida al
cuidado atención de la familia de Clara, sin nada a cambio y luego de su muere e incluso en ese momento
turbulento que pasaba la familia con el gran terremoto, fue olvidada.
- Clara lloro largamente a esa mujer que había dedicado su existencia a hacer más cómoda la de los
otros y que murió sola.
Tránsito Soto
Es una prostituta que Esteban conoce en El Farolito Rojo, un prostíbulo cerca de Las Tres Marías, y con quien
forma una buena amistad. Ella le pide 50 pesos para poder comprarse un vestido, artilugios de belleza y un
pasaje para ir a la capital y empezar un negocio de prostitutas ahí. Esteban lo financia y ella le promete que le
debe una.
Con el tiempo ella crea una cooperativa de prostitutas y homosexuales, con el que gana mucho dinero y
tendrá una gran influencia con los hombres de negocio. A través de la obra ella tiene varios encuentros con
Esteban donde allá lo consuela y hablan sobre sus problemas, mientras que ella insiste en que algún día le
iba a pagar su deuda, no con dinero, sino con un favor. Esto se realiza al final de la historia cuando ella, por
pedido de Esteban, usa sus conexiones con los altos generales militares (que eran frecuentes clientes en sus
prostíbulos) para forzar al Coronel García a que libere a Alba, la nieta de Esteban, quien el mantenía presa
como una esclava en su residencia privada. El personaje se vincula a Carlina Morales Padilla, prestigiosa
propietaria de un burdel en Santiago, conocida popularmente como "La tía Carlina".
Es el más reconocido símbolo de explotación sexual, pero con una importante diferencia: lo realizaba con su
consentimiento.

Clara es la esposa de Esteban Trueba, siempre preciosa y con una actitud solidaria. Férula es la hermana de
Esteban y tiene que enfrentarse con el papel tradicional de cómo debería ser una mujer. Tránsito no se
preocupa por las normas de la sociedad, sino que es la prostituta más popular de cada burdel donde trabaja.
Sin embargo, al final es ella que libera a Alba, la nieta de Esteban, de su encarcelación. Entonces,
LOS DESAFIOS DE LA MUJER EN LA SOCIEDAD PATRIARCAL

Posición de la mujer

En el transcurso de la "La Casa de los Espíritus" podemos ver como Isabel Allende usa los personajes
femeninos "para estructurar la experiencia femenina" de la mujer chilena de generación en generación.

"La Casa de los Espíritus" “desarticula la lógica femenina masculina del sistema, denuncia el machismo y
lucha por la igualdad de derechos de ambos sexos...”

Estereotipos de clase y género: la reproducción de las diferencias.

*Alba y Pancha García parecen estar condenadas a someterse a este destino ‘inexorable’ de la
venganza, y no ofrecer resistencia, cuando la primera dice:

“Quiero pensar que mi oficio es la vida y que mi misión no es prolongar el odio, sino
sólo llenar estas páginas mientras espero el regreso de Miguel, mientras entierro a mi
abuelo que ahora descansa a mi lado en este cuarto, mientras aguardo que lleguen
tiempos mejores, gestando la criatura que tengo en el vientre, hija de tantas
violaciones, o tal vez hija de Miguel pero sobre todo hija mía”. (La Casa de los
Espíritus, p.453)

Pero Alba no estaba condenada al destino de perra, sino que ha ocupado ese lugar como
víctima de una venganza. Una vez que se produce el golpe de Estado narrado en la novela, el
personaje es apresado, torturado y violado por Esteban García, un oscuro coronel que encuentra
el momento preciso para ejecutar el ritual de la violencia.

“Un día el coronel García se sorprendió acariciando a Alba como un enamorado y


hablándole de su infancia en el campo, cuando la veía pasar a lo lejos, de la mano de
su abuelo, con sus delantales almidonados y el halo verde de sus trenzas, mientras él,
descalzo en el barro, se juraba que algún día le haría pagar cara su arrogancia y se
vengaría de su maldito destino de bastardo (…) Ordenó que pusieran a Alba en la
perrera y se dispuso, furioso, a olvidarla”. (La Casa de los Espíritus, p.433)

Alba llega a esa posición porque ha salvado la vida otros perseguidos políticos, porque se ha
hecho parte de una lucha que no le corresponde, y sobre la cual el mismo personaje tiene dudas
en un principio. Dudas que se resuelven a través del amor que siente por Miguel, el estudiante
de Filosofía, que luego se convertirá en el jefe de la guerrilla que lucha en la clandestinidad.

“Miguel hablaba de la revolución. Decía que a la violencia del sistema había que
oponer la violencia de la revolución. Alba, sin embargo, no tenía ningún interés en la
política y sólo quería hablar de amor. Estaba harta de oír los discursos de su abuelo,
de asistir a sus peleas con su tío Jaime, de vivir las campañas electorales. La única
participación política de su vida había sido salir con otros escolares a tirar piedras a la
Embajada de los Estados Unidos sin tener motivos muy claros para ello (…) Pero en la
universidad la política era ineludible”. (La Casa de los Espíritus, p.336)

“Se avecinan tiempos muy malos, mi amor -explicó-. No puedo tenerte conmigo,
porque cuando sea necesario entraré en la guerrilla.

-Iré contigo adonde sea -prometió ella.

-A eso no se va por amor, sino por convicción política y tú no la tienes -replicó


Miguel-.No podemos darnos el lujo de aceptar aficionados.
A Alba aquello le pareció brutal y tuvieron que pasar algunos años para que pudiera
comprenderlo en toda su magnitud”. (La Casa de los Espíritus, p.349)

Alba llega por una mezcla de amor y rebeldía a hacerse parte de la lucha del Pueblo, pero no
por un convencimiento profundo de lo que está haciendo, y a pesar de todo logra sobrevivir al
‘espanto’.

Pero hay otra mujer que tiene peor destino. Me refiero al personaje de Amanda. Ella aparece
en la mitad del relato, emerge del mundo de las artes esotéricas, del mundo femenino de Clara, y
al cual pertenece uno de sus hijos: Nicolás, quien seducirá a todas las mujeres de la hacienda,
pero sin la violencia del padre, sino con la suavidad de la madre, “con artes de galantería que
jamás se habían visto en la zona”.

Amanda, un poco mayor que él, “lo inició en la meditación yoga y en la acupuntura”; luego se
inicia en la filosofía existencialista, se viste de negro y experimenta con drogas. Parece ser una
mujer completamente independiente y autónoma que despierta el interés de los dos hermanos
Trueba -Jaime y Nicolás- pero que esconde un secreto: la pobreza de su condición de clase
media, de vida en pensión y a cargo de un hermano pequeño.

“Amanda le contó de su pasado, de su familia, de un padre alcohólico que era


profesor en una provincia del Norte, de una madre agobiada y triste que trabajaba para
mantener a seis hijos y de cómo ella, apenas pudo valerse por sí misma, se fue de la
casa. Había llegado a la capital de quince años, a casa de una madrina bondadosa que
la ayudó por un tiempo. Después, cuando su madre murió, fue a enterrarla y a buscar a
Miguel, que era todavía una criatura en pañales. Desde entonces le había servido de
madre. Del padre y del resto de sus hermanos no había vuelto a saber”. (La Casa de
los Espíritus, p.249)

No busco, ingenuamente, el reflejo de la realidad en la historia de Amanda. Al contrario, lo que


me llama poderosamente la atención es su carácter de puente entre las mujeres Trueba: las
Pancha García y las Blancas y Albas. Esa mujer perteneciente a la “silenciosa clase media que
se debatía entre la pobreza de cuello y corbata y el deseo de emular a la canalla dorada” (p.
249). Las mujeres Trueba son finalmente parte de un mismo linaje, así como los varones que las
poseen como territorio en disputa; Amanda no. Ella adopta modas, ideas, muta
permanentemente y por ello su destino es el más trágico.

“Para reconocer a Amanda, sin embargo, se necesitaba haberla amado mucho (…)
Jaime la observó con tristeza, comprendiendo en ese instante el abandono, los años
de miseria, los amores frustrados y el terrible camino que esa mujer había
recorrido hasta llegar al punto de desesperanza donde se encontraba. La recordó
como era en su juventud, cuando lo deslumbraba con el revoloteo de su pelo, la
sonajera de sus abalorios, su risa de campana y su candor para abrazar ideas
disparatadas y perseguir ilusiones. Se maldijo por haberla dejado ir y por todo ese
tiempo perdido para ambos”. (La Casa de los Espíritus, p.355)

No se nos dice cuál fue exactamente el camino que recorrió Amanda, pero al parecer
experimentó demasiado. A pesar de que se recobra de la adicción a las drogas, un renovado
amor por Jaime -el hermano Trueba ‘correcto’- le entregará una felicidad ilusoria, y finalmente
morirá en medio de las torturas a las que las someten los militares para que delate a su
hermano. Cumpliendo su destino: dar la vida por Miguel, simulando ser su madre, simulando
estar en el mundo. Simulando, como su clase.

De estos destinos ya marcados, la única figura femenina que consigue salir indemne, y al
contrario, obtiene una cuota de poder real en el mundo, es Tránsito Soto: la prostituta
emprendedora y comprensiva (un viejo estereotipo), que gracias a un préstamo que le hace
Esteban Trueba, cuando trabajaba en el prostíbulo del pueblo cercano a las Tres Marías, pone
un negocio propio y llega a hacerse famosa en el círculo de los poderosos. Tránsito, sobrevive a
los cambios políticos y económicos, pero menos a los sociales, la ‘liberación femenina’ parece no
convenirle:

“(…) porque por culpa de la libertad de las costumbres, el amor libre, la píldora y
otras innovaciones, ya nadie necesitaba prostitutas, excepto los marineros y los
viejos. Las niñas decentes se acuestan gratis, imagínese la competencia, dijo ella”. (La
Casa de los Espíritus, p.437)

Tránsito maneja un conocimiento oculto a los ojos de las mujeres comunes y corrientes, las
mujeres ‘decentes’, como supone el personaje de Esteban Trueba al saber que ha cumplido el
favor que le pidió: liberar a Alba de los militares.

“Supongo que usó el conocimiento del lado más secreto de los hombres que están
en el poder, para devolverme los cincuenta pesos que una vez le presté. Dos días
después me llamó.

-Soy Tránsito Soto, patrón. Cumplí su encargo -dijo. (La Casa de los
Espíritus, p.355)

Pero tal vez lo que permite a Tránsito Soto sobrevivir, es el reconocimiento de la autoridad.
Tránsito ha migrado del campo a la ciudad, y se ha integrado a ella materialmente, pero se
mantiene en los márgenes de lo que representa. A pesar del éxito económico obtenido, de la red
de influencias que maneja, décadas después de su primer intercambio con Trueba, éste seguirá
siendo su patrón, no se encuentran en un plano de igualdad. Al reconocerlo como tal, reconoce
su propio lugar en el orden social, porque su poder emerge precisamente de aquello que se
oculta: la sexualidad. Y en el imaginario tradicional de los géneros, la prostituta es la única que
puede acceder al conocimiento de la sexualidad, o al menos admitir que abiertamente su
sexualidad sin sublimarla. Tránsito Soto y Esteban Trueba han resuelto la dominación sexual,
mediante el intercambio económico, han establecido una alianza, pero nunca podrán hacer otra
cosa. Es lo uno o es lo otro.
La hacienda como espacio simbólico: la violencia naturalizada.

2.1. La cultura de la subordinación.

Como en otros lugares, lo que se nos ofrece aquí es una versión de la identidad latinoamericana que
releva el mito de la violencia originaria ya no ejercida por el conquistador extranjero, sino que reproducida
por el señor de la hacienda sobre su familia y sus inquilinos.

Mi lectura de la novela no reviste necesariamente mayor novedad, precisamente porque en


ella encontramos elementos presentes en ciertas versiones de la identidad latinoamericana y
nacional que relevan el mestizaje, el huacho, la religión católica y la hacienda como matriz
cultural que define relaciones sociales de clase y de géneros.

Carlos Cousiño presenta otra variante de esta versión enfocándose en la identidad chilena.
Una identidad en la que la hacienda aparece como la estructura básica de la sociedad chilena,
desde fines del siglo XVI y hasta mediados del siglo XX, no sólo como forma de propiedad de la
tierra, sino como institución que moldeó un “tipo humano”. La hacienda no corresponde al modo
de producción capitalista, se distinguiría por su carácter doméstico que no contrapone a patrón y
trabajador, ya que funda sus relaciones en la lealtad y la tradición. La cercanía con el patrón se
traduce en un trabajo permanente, que demanda laboriosidad, disciplina y decencia, en un
mundo que además se distingue por su sobriedad y modestia. Rasgos que también marcarán el
carácter chileno.

Por otra parte, la hacienda “no permitió la gestación del tipo del trabajador libre
norteamericano, amante de su independencia y libertad, sino que produjo más bien el tipo del
inquilino, que se sentía cómodo en la situación de dependencia y protección que le ofrecía el
señorío doméstico. El carácter del chileno no se encuentra, pues, marcado por aquellas grandes
instituciones que históricamente han ido modelando el carácter de los pueblos europeos o de
América del Norte” (Cousiño, 2004). “Chile fue pura hacienda”, dice el autor al compararlo con
las otras naciones latinoamericanas que no colonizaron los territorios en toda su extensión. Pero
ese mundo cerrado y autárquico generó también una fuerte desconfianza hacia lo exterior, que
aparece como una amenaza. La confianza en el patrón se vuelve fundamental ante la posible
peligrosidad de los afuerinos.

El contexto histórico y cultural de La casa de los espíritus Los papeles de género en América Latina El sistema
de los papeles de género en América Latina y en Chile es bastante rígido. Hay expectativas básicas de como
los hombres y las mujeres deben comportarse. Las expectativas para el comportamiento de los hombres y las
mujeres son muy diferentes. La sociedad latinoamericana y chilena espera que toda la gente conforme a estos
ideales. Aunque a veces algunas personas se desvían de las normas y siguen siendo parte de la sociedad en
su conjunto, la mayoría de la desviación de las normas del género y de la sexualidad no es aceptable en la
cultura latinoamericana. Los hombres, que son el género dominante en América Latina, tienen que seguir
ciertos requisitos para conformar al papel “normal” del género masculino. La sociedad espera que los hombres
sean activos, fuertes y “machos”. Esta palabra, “macho”, viene de la idea del machismo que existe en América
Latina. Se define el machismo como una forma de sexismo masculino que enfatiza las características
estereotipadas masculinas. Este sistema apoya el dominio de los hombres sobre las mujeres en la sociedad y
enfatiza el poder de esos hombres.
EL FEMINISMO COMO PROTESTA POLITICO- SOCIAL EN LA CASA DE LOS ESPIRITUS

En las obras de Allende, los personajes femeninos no son enmudecidos, pero están en una posición
desfavorecida, con respecto a los personajes masculinos, y es a través de Allende que pueden llevar a
luz sus historias y experiencias.

Por lo general, el feminismo se entiende como la promoción de los derechos de la mujer. El feminismo
indica que existe una confusión entre biología y cultura que es necesario cuestionar.

Una de las feministas más conocidas e influyentes es Simone de Beauvoir: Es el sistema patriarcal que
constituye esa relación entre los géneros e implica las posiciones asimétricas de poder y dominación. Lo
masculino equivale a fuerza, autoridad y razón, mientras que lo femenino significa debilidad,
subordinación y emoción.

Entonces, la relación binaria entre los géneros está construida por oposiciones donde la mujer/lo
femenino siempre se encuentra en una posición de desventaja o dependencia. Se puede decir que el
hombre es el humano, el ser razonable, y la mujer es nada más que la otra. En cierto sentido, la mujer no
ha sido excluida, sino incorporada como ciudadana de segunda categoría. La incorporación de la mujer
también señala que las mujeres han aceptado el sistema patriarcal como el orden natural y así toma parte
en la opresión de ellas mismas.

Isabel Allende y el feminismo Teniendo el tema de la tesina en cuenta, es interesante saber que Allende ha
fundado “La fundación Isabel Allende.” Nació como homenaje a su hija Paula, con la visión de un mundo
donde las mujeres tengan justicia social y económica. Es una fundación pequeña, pero trabaja por el
empoderamiento y la protección de mujeres y niñas (www.isabelallendefoundation.org).

Según Allende, ella misma salió “escapando de la tutela patriarcal” apenas pudo y se convirtió en feminista.
En un discurso suyo, la autora cuenta que su hija Paula una vez le había dicho que el feminismo es anticuado
y que Allende lo debería dejar. Hoy en día Allende sigue afirmando lo mismo que en la respuesta a su hija:
que el feminismo no es anticuado de ningún modo. Aunque las mujeres occidentales tienen vidas más
privilegiadas que antes, todavía hay muchas mujeres que cada día tienen que sufrir la opresión y la injusticia
de ser mujeres.

Los personajes femeninos en La casa de los espíritus:

Clara, Férula y Tránsito. Las tres tienen diferentes vidas familiares y se encuentran en diferentes posiciones
de la sociedad.

Clara es un personaje simpático, capaz de sentir compasión y empatía.

 Clara no puede evitar ver la diferencia entre su madre y las obreras. De hecho, le parece absurdo que
su madre, vestida en abrigo de piel, hable con las obreras sobre opresión e igualdad. “que las obras de
caridad no podían mitigar la monumental injusticia”. En consecuencia, Clara muestra un conocimiento
profundo sobre que no sólo trata de las diferencias entre los sexos, como su madre cree, sino de las
diferencias entre las clases sociales también
 Va con su hija a los barrios pobres, cargada de regalos y dispuesta para darles consuelo. Sin
embargo, su conciencia social es muy grande y entiende que la injusticia no desaparece con sus
visitas. Dice a su hija: “Esto sirve para tranquilizarnos la conciencia, hija - explicaba a Blanca -. Pero no
ayuda a los pobres. No necesitan caridad, sino justicia”. Se puede ver que Clara está consciente de
que los pobres están oprimidos, porque sus circunstancias obstaculizan sus vidas y sus posibilidades
de mejorar su situación.
 Además, es visible que Clara ha heredado los valores de su madre, con respecto a los derechos de la
mujer y que comprende que mujeres pobres se encuentran en una posición donde son doblemente
oprimidas y también explotadas.
 Sobre todo, su postura es incuestionable en relación con la infidelidad de su esposo se puede notar
que Clara no siente celos contra la infidelidad de su esposo, sólo tristeza sobre su abuso de poder. Las
mujeres con quienes Esteban ha sido infiel, son mujeres pobres, prostitutas o campesinas. Otra vez
Clara muestra que ha descubierto que el mundo no sólo está dividido entre los sexos y que las
mujeres se encuentran bajo la represión de los hombres, sino que hay otra división basada en clase
social, donde los pobres son oprimidos por los ricos.

Entonces, los personajes femeninos pobres en La casa de los espíritus, se encuentran en una
posición donde tanto su sexo como su clase social las hacen sufrir la injusticia.

 Al igual que su madre, Clara intenta informar a otras mujeres sobre sus derechos, especialmente en
Las Tres Marías, donde repite lo que aprendió de su madre las campesinas sólo la escuchan porque
no la quieren disgustar. No toman lo que Clara dice seriamente, en cambio opinan que el hombre
pega a su mujer porque la quiere, que el que manda es él y que la mujer, por biología, es incapaz de
hacer las mismas cosas que el hombre. Se puede decir que las campesinas han sido tan influidas por
el sistema patriarcal que no lo cuestionan, les parece natural
Desafortunadamente, otra vez es posible ver la diferencia entre las clases sociales, con respecto a los
derechos de la mujer.
 Cuando Esteban le pega no puede aceptarlo como prueba de sus sentimientos, en cambio muestra
fuertemente que no lo tolera y nunca vuelve a hablar con su esposo. Esto significa una postura firme
contra la opinión que el hombre pega por amor. Una situación de mal trato que es el resultado de una
estructura de opresión, donde las mujeres, por ser físicamente inferiores, llegan a ser las víctimas de
la violencia patriarcal). Según Allende, es una tragedia que a nadie le importe demasiado lo que se
llama violencia doméstica, porque es igual de violento aunque es contra una mujer
 Es probable que Clara se queda para cuidar a su familia y no hacerla más daño. No ha amado nunca
a Esteban y por eso no se queda por amor por él, sino por amor por lo que tienen juntos en la gran
casa de la esquina. Uno de los castigos por su violencia es que Clara no habla con Esteban, su
silencio no significa que es muda por tonta o porque no le interesa su vida, sino porque sabe cuándo
es tiempo para hablar y que no está dispuesta a dejar a otros las decisiones importantes. Que acepta
su destino sin pensar en la posibilidad de estar con alguien que ama, no indica la subordinación de
Clara sino su determinación a su propio camino.

Férula es la hermana de Esteban, que sacrifica su vida para cuidar a su madre enferma y por esa causa se
queda soltera.

 Férula es “obligada por la vida, y por su condición de mujer” a asumir la responsabilidad Entonces,
Férula hace lo que se espera de ella, pero no lo hace con gusto. A él no le parece injusto, sino que es
natural para la mujer cuidar y desempeñar el papel de enfermera. Uno de los argumentos que Férula y
Esteban tienen muestra la situación de una manera evidente: -Me habría gustado nacer hombre, para
poder irme también – dijo ella llena de odio. -Y a mí no me habría gustado nacer mujer – dijo él. La
cita hace posible la interpretación de que nadie, si había una opción, quisiera nacer mujer. En este
diálogo el lector puede ver que la razón para no querer nacer mujer, es que una mujer no tiene las
mismas opciones y sobre todo: no puede irse. Además, indica que Esteban y Férula tienen similares
personalidades, pero a causa de la diferencia de sexo, sólo Esteban tiene la posibilidad de portarse tal
y como realmente es
 Esteban prohíbe que Férula vuelva a ver a Clara y ella tiene que salir para siempre de la casa. Otra
vez, Esteban ha sido quien ha controlado el destino de Férula y determinado donde tiene derecho de
estar, en otras palabras, ha sido el dueño de la existencia de Férula.
 Cuando Férula ha muerto, descubren que no ha usado el dinero, lo que un intento de liberarse de la
influencia que Esteban ha tenido sobre ella toda su vida.
 El que Férula tiene que ir de la casa muestra la postura que la sociedad tenía, y todavía tiene, contra
la homosexualidad.
 El patriarcado está amenazado si las mujeres aman a otras mujeres, porque cuando esto sucede, la
mujer no siente ningún tipo de atracción sexual por el hombre. Por eso, el patriarcado teme que las
mujeres lleguen a ser indiferentes hacia ellos, porque creen que una mujer indiferente nunca se
sucumbirá a la opresión
 También la religión no es el más fuerte promotor de los derechos de la mujer. Por ejemplo, se explica
que dando a las mujeres la misma posición que a los hombres, será en abierto desafío a la ley de
Dios, “que en ese aspecto era muy precisa”. Entonces, la ley de Dios es una herramienta que se
utiliza en la novela para justificar cómo la religión toma parte en construir la oposición binaria y en
forzar las diferencias
 Aunque su fe es muy importante para Férula, también es un sistema opresor y es posible que la
devoción de Férula, la ha detenido de encontrar o perseguir la libertad de expresarse como quiere y
hacer lo que quiere. Por ejemplo, su falta de libertad de expresión se nota cuando va al padre Antonio
para confesar sus pensamientos sobre Clara y siente remordimiento por haberlos pensado, hasta
experimenta que ha cometido un pecado

Tránsito La primera vez de Tránsito Soto es cuando Esteban la conoce en el Farolito Rojo, un burdel que
queda cerca de Las Tres Marías.

 Tradicionalmente, las feministas se han puesto en contra de la prostitución, el retrato de Tránsito no


indica el menor rasgo de opresión, sino que muestra determinación. En cierto sentido, por medio del
personaje Tránsito, se glorifica la imagen de la prostituta, en vez de ser oprimida parece contenta y
tiene ganas de trabajar, hasta siente entusiasmo por la profesión. Por eso, es posible interpretar el
personaje de Tránsito como un ejemplo que va en contra del feminismo, pero que es parte de la
agenda feminista, como ella representa una mujer feliz. No obstante, cuando Tránsito cuenta cómo ve
su vida y su futuro, parece que ha descubierto que la solución para estar contenta de su vida es no
dejar que los hombres tomen decisiones para ella
 Encuentra su libertad en ser la dueña de su cuerpo y no deja que nadie determine cómo debería
usarlo, ni la sociedad ni un cafiche. A través de su determinación muestra empoderamiento, pero se
puede considerar que ella está atrapada, porque no le queda la posibilidad de tener otro tipo de vida.
 Tránsito simboliza una de estas prostitutas que es independiente y las medidas que toma señala que
se siente empoderada de su profesión. Su cooperativa de putas se hace realidad y es un éxito.
 Puede indicar el poder que Tránsito ya tiene sobre sus clientes; no obstante, es un poder limitado
porque el poder de una mujer siempre viene de una relación sexual. Muestra que lo más poderoso
que una mujer tiene es su cuerpo, al contrario de un hombre que tiene la inteligencia y su mente.
Entonces ese poder está derivada de una posición que mantiene la inferioridad de la mujer: la
posición de que la mujer sólo es un cuerpo.

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