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Urgencias

Ortopédicas
Columna vertebral
Con 280 ilustraciones, de las cuales 207 dibujos a pluma, 53 radiografías y
20 fotografías en blanco y negro; 32 tablas.

Dr. Robert L. Galli Dr. Daniel W. Spaite


Profesor adjunto de medicina y subdirector Profesor asistente de la Sección
del programa de Medicina de Urgencia de Medicina de Urgencia
de la Facultad de Medicina, UCLA. de la Universidad de Arizona.
Jefe y Director del programa Director Médico del Base Hospital,
para residentes del Departamento Centro de Ciencias de la Salud de Arizona,
de Medicina de Urgencia, ülive View. University Medical Centre Tucson, Arizona.
Centro Médico de UCLA Sylmar,
California.
Dr. Robert Rutha Simon
Profesor y Jefe del Departamento
de Medicina de Urgencia, Cook County
Hospital Chicago, Illinois.
Con ilustraciones de Susan Gilbert

Versión española por José Company Bueno


Revisión científica por
el doctor Francesc X. Curiá i Casanoves
Especialista en Medicina Interna
Instituto Guttmann. Barcelona.

ERRNVPHGLFRVRUJ
A EDICIONES SCRIBA,SA - BARCELONA
~ ISCRIBA,sA.
I~ EDICIONES

Título de la obra original


EMERGENCY ORTHOPEDICS-The Spine
© Appleton & Lange, a Publishing
Division of Prentice-Hall

Versión española por


José Company Bueno

Revisión científica por el


doctor Francesc X. Curia i Casanoves
Especialista en Medicina Interna.
Instituto Guttmann. Barcelona

Título de la versión española


URGENCIAS ORTOPÉDICAS-Columna vertebral

ISBN: 84-85835-18-2

1~ edición española 1991


© EDICIONES SCRIBA, S.A.
Rambla de Cataluña, 60 - pral. 1~
08007 - Barcelona (España)
Te!. (93) 21S 20 89 - Fax (93) 487 37 66

Reservados todos los derechos. Prohibida la reproducción, Nota importante: La medicina es una ciencia en constante
total o parcial, en ninguna forma y por ningún medio, ya evolución. La investigación y la experiencia clínica amplían
sea mecánico, electrónico, fotocopiado, grabación, o cual- sin cesar nuestros conocimientos, en especial los relativos a
quier otro, sin la previa autorización escrita del editor. la terapéutica y a la farmacología. El lector puede tener la
seguridad de que, siempre que en este libro se cita una dosis
Coordinación o forma de administración, ha sido revisada por los autores
María Teresa Baztán y editores con el fin de procurar que el dato responda al ni-
José Luis Gagna vel científico del momento de finalización de la obra. Sin
embargo, se invita al lector a que, basándose en el prospec-
Fotocomposición: ApG, S.A. to adjunto al preparado en cuestión, decida si la informa-
ción en él facilitada referente a las dosis y contraindicacio-
Impreso en España por: nes difiere de la que consta en este libro. Esto es
HUROPE, S.A. - Recaredo, 2-4 - 0800S-Barcelona especialmente importante cuando se trata de fármacos poco
Depósito legal: B-1.614-1991 frecuentes o de comercialización reciente.
A mi familia, especialmente a Mamá, quien se lo
perdió todo, pero sigue siempre presente.
y a Frances Ann.
Dr. Robert Galli

A Dana, mi querida esposa y mejor amigo, cuyo


ánimo, ayuda y estímulo han hecho que este libro
sea una realidad.
Dr. Daniel Spaite

A Mariam, mi esposa, quien a la una de la madrugada


aparece con una sonrisa y una taza de café, y a una
aldeana libanesa analfabeta que fue mi mejor maestro:
mi Madre.
Dr. Robert Simon
índice

Prólogo y agradecimientos XIII

PARTE I. GENERALIDADES SOBRE EL PACIENTE CON LESIÓN DE COLUMNA


VERTEBRAL. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

1. Generalidades sobre el paciente con lesión Primera valoración . 8


de columna vertebral . 3 Otras consideraciones . 9
Evaluación radiológica . 10
Mecanismos y fisiopatología del traumatismo Pruebas de laboratorio . 11
vertebral . 3
o Tratamiento . 11
::::J Tratamiento prehospitalario . 4 Farmacología . 11

Tratamiento en la sala de urgencias . 7 O Referencias 11


Tratamiento de las vías aéreas y la respiración 7
Circulación . 7 O Bibliografía 11

PARTE 11. URGENCIAS MÉDICAS 13

2. Síndromes medulares: valoración Características clínicas . 23


y tratamiento . 15 Complicaciones . 24
Diagnóstico . 25
::::J Introducción y consideraciones anatómicas .. 15 Tratamiento y control . 26

::::J Síndrome medular completo . 15


O Espondilitis anquilopoyética . 27
::::J Síndrome medular anterior . 17 Fisiopatología . 28
Características clínicas . 28
::::J Síndrome centromedular . 18 Examen físico . 28
Evolución clínica . 29
Contusión cervical posterior . 20
Complicaciones y pronóstico . 29
Síndrome de Brown-Séquard . 20 Diagnóstico . 30
Tratamiento y control . 31
Síndromes radicular y de la cola de caballo 21

Contusión medular . 21 O Osteoartritis de la columna . 32


Incidencia . 32
-, Referencias . 22 Fisiopatología . 32
Características clínicas . 32
Complicaciones . 33
3. Artritis de la columna vertebral 23 Diagnóstico . 34
Tratamiento y control . 34
Artritis reumatoidea de la columna . 23
Incidencia . 23
Fisiopatología . 23 O Referencias . 35

VII

ERRNVPHGLFRVRUJ
VIII íNDICE

4. Osteoporosis . 37 o Infección discal intervertebral . 46

O Introducción . 37 O Referencias . 48
Etiología 37

o Presentación clínica . 37 6. Neoplasias de la columna . 49


O Diagnóstico . 39 O Historia . 49
O Tratamiento . 39 O Exploración física . 49
Terapia aguda . 39
Terapia mantenida . 39 O Estudios de laboratorio . 49

O Referencias . 39 O Clasificación . 50
Tumores benignos primarios . 50
Osteocondroma . 50
5. Infecciones de la columna vertebral .... 41 Osteoma osteoide . 50
Osteoblastoma . 51
o Introducción . 41 Tumor de células gigantes . 52
Granuloma eosinófilo . 52
O Espondilitis piogénica . 41 Hemangioma . 52
Incidencia . 41 Quiste óseo aneurismático . 53
Fisiopatología . 41 Tumores malignos primarios . 53
Características clínicas . 41 Mieloma múltiple . 53
Complicaciones . 42 Linfoma maligno . 54
Diagnóstico . 42 Condrosarcoma . 54
Tratamiento y control . 42 Osteosarcoma . 54
Sarcoma de Ewing . 54
O Espondilitis tuberculosa . 43
Cordoma . 54
Incidencia . 43
Tumores secundarios: enfermedad
Fisiopatología . 43
metastásica . 57
Características clínicas . 44
Complicaciones . 45 o Compresión de la medula espinal . 57
Diagnóstico . 45
Tratamiento y control . 45 O Referencias . 60

PARTE 111. LA COLUMNA VERTEBRAL 61

7. Anatomía . 63 o Exploración del movimiento . 87


Movimientos especificos . 88
D Introducción . 63
O Examen neurológico . 89
O Vértebras . 63 C-l y C-2 . 89
O Ligamentos y discos intervertebrales . 65 C-3 . 89
C-4 . 90
O Estabilidad y movilidad 67 C-5 . 90
C-6 . 90
O Medula espinal y raíces nerviosas . 69 C-7 . 91
C-8 . 91
O Arterias y venas 74
D-l . 92
O Bibliografía . 78
o Nervios periféricos principales . 92
Nervio radial . 92
8. Examen físico . 79 Nervio cubital . 93
Nervio mediano . 93
o Inspección . 79 Nervio axilar . 93
Nervio musculocutáneo . 95
O Palpación . 79
Estructura ósea . 79 o Pruebas especiales . 95
Tejidos blandos . 82 Prueba de compresión . 95

ERRNVPHGLFRVRUJ
íNDICE IX

Prueba de distracción o ••••••••••••••• 95 D Flexión o •••••••••••••••••••••••••••••••• 119


Prueba de compresión del agujero o •••• 96 Esguince por hiperflexión o •••••••••••••• 119
Prueba de depresión del hombro o ••••• 96 Fractura de cuña simple (compresión) o ••• 119
Prueba de la arteria vertebral o •••••••• 96 Fractura de paleador o •••••••••••••••••• 120
Prueba de claudicación intermitente o ••• 96 Luxación de faceta bilateral o •••••••••••• 121
Maniobra costoclavicular o •••••••••••• 96 Fractura en lágrima por flexión o •••••••• 122
Maniobra de hiperabducción o ••••••••• 96
Maniobra de Adson o ••••••••••••••••• 96 D Flexión-rotación o ••••••••••••••••••••••••• 123
Maniobra de Valsalva o ••••••••••••••• 96 Luxación de faceta unilateral o ••••••••••• 123
Prueba de deglución o •••••••••••••••• 96 D Extensión-rotación 124
Signo de Lhermitte o •••••••••••••••••• 97 Fractura de pilar 124
D Referencias 97 D Compresión vertical o ••••••••••••••••••••• 124
D Bibliografía 97 Fractura por estallido de Jefferson o •••••• 124
Fractura por estallido o •••••••••••••••••• 125

D Extensión . 125
9. Radiología 99 Esguince de hiperextensión o ••••••••••••• 125
Fractura de avulsión del arco anterior
D Introducción 99 del atlas o •••••••••••••• ••••••••••••
127
Fractura de lágrima, por extensión,
D Radiografía simple o ••••••••• ••••••••••••• 99
del axis 127
Proyección de perfil 99 o •••••••••••••• •••••••••••••

o •••••••••• •••••••••
Fractura del arco pósterior del atlas o ••••• 127
Proyección anteroposterior 103
o •••••••• •••••

Fractura laminar 128


Proyección transoral . 103 o ••••••••• •••••••••••••

Espondilolistesis traumática del axis


Proyección oblicua o •••••••••••••••••••• 104
(fractura del ahorcado) 128
104
o ••••••••••• ••

Proyección de pilar
129
o •••••••••••••• ••••••

Fractura-luxación de hiperextensión
104
o •••••

Proyección de nadador o ••••••••••••••••

Proyecciones funcionales de columna o •••• 104 D Flexión lateral


Errores o •••••••••••••••••••••••••••••• 104 Fractura de apófisis uncinada o •••••••••• 130
Enfermedad degenerativa o ••••••••••• 105
Anomalía congénita preexistente o ••••• 105 D Mecanismos diversos o •••••••••••••••••••• 130
Subluxación fisiológica . 105 Desgarro atlantooccipital o ••••••••••••••• 130
Apófisis uncinada prominente de C-3 . 105 Desgarro atlantoaxoideo, C-l y C-2 o ••••• 130
Efecto Mach . 105 Fractura de odontoides o •••••••••••••••• 132
Variantes anatómicas normales 105
Artefactos o líneas artefactadas o •••••• 105 D Columna vertebral pediátrica o ••••••••••••• 133
Evaluación clínica o ••••••••••••••••••••• 133
D Otras modalidades de formación de imágenes 106 Evaluación radiológica o ••••••••••••••••• 133
Tomografía o ••••••••••••••••••••••••••• 106 Lesiones características . 134
Tomografía simple o ••••••••••••••••• 106
Tomografía computarizada o •••••••••• 106 D Referencias 136
Mielografía . 106 D Bibliografía 137
Mielografía normal o ••••••••••••••••• 106
Mielografía asistida por ordenador
(CAM) o ••••••••••••••••••••••••• 106
Resonancia nuclear magnética o •••••••••• 107 11. Distensiones y esguinces 139

D Referencias 107/
D Esguince cervical o •••••••••••••••••••••••• 139

D Bibliografía 107 D Lesión de hiperextensión o ••••••••••••••••• 139


Características clínicas o ••••••••••••••••• 139
Lesiones asociadas . 140
Radiología o ••••••••••••••••••••••••••• 140
10. Fracturas, luxaciones y subluxaciones .. 109 Tratamiento de urgencia y control . 141
D Clasificación o •••••••••••••••• •••••••••••• 109 D Lesión de hiperflexión o ••••••••••••••••••• 141
Características clínicas 142
D Estabilidad o •••••••••••••••••••• ••••••••• 110 o •••••••••••••••••

Región cervical superior . 111 Radiología o ••••••••••••••••••••••••••• 143


Región cervical inferior o •••••••••••••••• 115 Tratamiento de urgencia y control o •••••• 143

D Lesión neurológica o •••••••••••••••••••••• 117 D Trastornos de disco cervical o •••••••••••••• 143


Características clínicas . 143
D Tratamiento o •••••••••••••••••••••••••••• 118 Radiología . 144

ERRNVPHGLFRVRUJ
X íNDICE

Complicaciones 145 o Síndrome del nervio occipital mayor


Tratamiento de urgencia y control 145 (neuritis occipital) 154
O Referencias 146 o Síndrome de la arteria vertebral 155

12. Sín romes y trastornos específicos ..... 147


o Tortícolis 155
Traumatismo 155
Tortícolis congénita 155
o Síndromes braquiales 147
Miositis 155
Costilla cervical 148
Tortícolis espasmódica 155
Síndrome costoclavicular 149
Neuritis del nervio espinal 155
Síndrome del escaleno anterior 150
Infecciones 155
Síndrome de hiperabducción 151

o Lesiones del plexo braquial . 152 o Referencias 156

O «Punzadas» . 154 o Bibliografía 156

PARTE IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR 157

13. Anatomía 159 Exploraciones para la patología


de la articulación sacroilíaca 194
o Introducción 159 Exploraciones para el nervio femoral .. 199
Exploración de la inervación
D Anatomía funcional 159
de la musculatura abdominal 199
D Estabilidad y movilidad 159 Pruebas varias 199
Examen afín 201
O Medula espinal y raíces nerviosas 165 Determinación del dolor funcional
(no orgánico) 201
O Vascularización de la medula 166
Pruebas especiales 202
O Referencias 168
D Referencias 204

14. Examen físico . 169 15. Radiología 205


o Introducción . 169 o Introducción 205
O Inspección . 169 O Radiografía simple . 205
O Balance articular . 172 D Tomografía axial computarizada . 210
Flexión . 173
Extensión . 173 O Tomografía 213
Flexión lateral . 173
Rotación . 177
O Mielografía 213

o Palpación . 177
O Fallos . 213
Palpación ósea . 177 O Referencias . 213
Palpación del tejido blando . 181
D Percusión . 182
16. Fracturas, luxaciones y lesiones
O Auscultación . 183 de los ligamentos principales . 215
O Examen neurológico . 183 o Introducción y conceptos generales . 215
Examen motor . 184
Exploración sensitiva . 185 O Lesión neurológica . 215
Exploración de los reflejos . 186
Reflejos tendinosos profundos . 186 O Estabilidad . 217
Reflejos cutáneos o superficiales . 187 D Clasificación y mecanismo de las lesiones . 217
Reflejos patológicos . 187
Maniobras especiales . 187 D Flexión . 219
Exploraciones para el nervio ciático . 192 Flexión pura . 219
Exploraciones para las meninges . 193 Fractura de cuña anterior . 219

ERRNVPHGLFRVRUJ
íNDICE XI

Flexión con rotación . 221 Diagnóstico, tratamiento de urgencia


Fractura transversa «en rebanada» .. 221 y control . 249
Fractura-luxación por el disco . 221
Rotura del ligamento D Cifosis . 251
posterior sin fractura en cuña ... 221 Incidencia . 251
Rotura del ligamento Fisiopatología . 251
posterior con fractura en cuña .. 221 Características clínicas . 251
Complicaciones . 251
D Distracción (tensión) . 224 Diagnóstico . 252
Fractura de «Chance» . 224 Tratamiento de urgencia y control . 252
Rotura de ligamento . 224
Rotura de ligamento con fractura de D Referencias 253
elemento posterior o central, o ambos 224
19. Lumbalgia 255
D Carga axial . 228
Carga axial pura . 228 D Introducción 255
Fractura por estallido sin fractura
de elemento posterior . 228 D Causas (referidas) no musculosqueléticas .... 255
Fractura por estallido con fractura D Causas musculosqueléticas . 256
de elemento posterior . 228
Carga axial con rotación . 232 D Lumbalgia asociada a traumatismo menor .. 256
Fractura «en rebanada» sagital . 232 Distensión miofascial . 256
Síndrome de faceta posterior . 257
D Extensión . 233 Esguince sacroilíaco . 258
Lesión de extensión . 233
D Lumbalgia con irradiación . 258
D Cizallamiento . 233 Estenosis vertebral . 258
Fractura por cizalIamiento tipo A . 233 Hernia discal aguda . 258
Fractura por cizallamiento tipo B . 233
Luxación por cizallamiento tipo B . 233 D Dolor lumbar de aparición insidiosa antes
de los 50 años de edad . 266
D Flexión lateral . 236
Fibrositis . 266
Flexión lateral pura . 236
Infecciones . 268
Fractura de cuña lateral . 236
Sacroiliitis . 268
Flexión lateral con carga axial . 237
Espondilolisis y espondilolistesis . 268
Fractura por estallido lateral . 237
D Dolor lumbar de presentación insidiosa
o Fracturas menores 237
después de los 50 años . 269
D Lesiones penetrantes . 238 Espondilosis . 269
Neoplasia . 271
O Referencias . 239 Osteoporosis . 272

D Historia y exploración física . 272


17. Lesiones menores . 241 Historia . 272
Exploración física . 273
D Introducción . 241 Bipedestación . 273
Sedestación . 273
D Contusiones de las regiones dorsal y lumbar 241
Supinación . 273
D Distensiones y esguinces agudos Examen neurológico . 275
de la región dorsal . 242
D Radiología de la región lumbar de la columna 278
D Distensiones y esguinces agudos de la región
D Tratamiento . 278
lumbar y lumbosacra . 243
Reposo en cama . 278
D Referencias . 246 Tracción y tratamientos tópicos . 278
Manipulación de la columna . 280
Fármacos . 280
18. Escoliosis y cifosis . 247 Aplicaciones de calor y frío . 280

D Escoliosis . 247 D Referencias 281


Incidencia . 247
Fisiopatología . 247 D Bibliografía 281
Características clínicas . 247
Complicaciones . 248 Índice alfabético . 283

ERRNVPHGLFRVRUJ
Prólogo
Se han escrito diversos libros sobre la columna verte- Cemo tal, este libro sirve tanto para consulta,
bral, pero todos ellos están orientados hacia el cirujano como obra cuya lectura de principio a fin proporciona-
ortopédico o hacia estudiantes de medicina. Actualmente rá al profesional (médico de urgencia, cirujano ortopé-
no hay ningún libro que abarque completamente los tras- dico, neurocirujano, médico de cabecera, internista y
tornos vertebrales, desde las neoplasias y anomalías con- fisioterapeuta) los conocimientos suficientes para tratar
génitas hasta las lesiones traumáticas para la práctica del los trastornos vertebrales recientes, urgentes y cró-
médico de urgencia, médico de cabecera o internista. Los nicos.
trastornos vertebrales constituyen el problema más co-
rriente a que se enfrenta el médico de primeros auxilios
en EE. UU. A pesar de la frecuencia con que se presen- AGRADECIMIENTOS
tan los dolores lumbares y los trastornos de la región
cervical, la mayoría de los médicos de primeros auxi- Los autores damos las gracias a Glenda King, Dana
lios manifiestan su disconformidad con el tratamiento Sprute, Carol Schwartzman y Kim Young por su incal-
y diagnóstico actuales de tales trastornos. Es un tanto culable ayuda en la preparación del original.
irónico que algo tan corriente se conozca tan poco. Particularmente expresamos nuestro agradecimien-
El objeto de esta obra es cubrir dicho hueco tratan- to a Susan Gilbert por sus excelentes ilustraciones, pre-
do las enfermedades vertebrales de modo que sea de paradas muchas veces a partir de muestras que dejaban
utilidad para el médico ~ medicina general, con sufi- mucho que desear y con escasez de tiempo.
ciente alcance y profundidad para satisfacer las necesi- Estamos también en deuda con los doctores Robert
dades y para la comprensión total de los problemas re- Scanlon, Margaret Milos y Michael Vitullo por su ex-
lacionados con la columna vertebral. La obra se divide periencia y participación.
en partes y capítulos que detallan la anatomía, la ex- Por su estímulo y paciencia, Daniel W. Spaite da
ploración física, la patología y la radiología de la co- las gracias a Wilbur y Pauline Spaite, y Robert L. Galli
lumna vertebral. Las urgencias médicas y los trauma- no podrá resarcir nunca a su familia, Bob, Jo y Caro!.
tismos están clasificados según un sistema que es Pero especialmente dos de nosotros queremos agra-
ventajoso para los médicos que tratan las enfermeda- decer al tercero su confianza, orientación, experiencia
des de la columna medfante métodos no quirúrgicos. y lealtad.

XIII

ERRNVPHGLFRVRUJ
_PARTE 1 _
Generalidades
sobre el paciente
con lesión
de columna
vertebral

ERRNVPHGLFRVRUJ
1
Generalidades sobre
el paciente con lesión
de columna vertebral

Se calcula que en Estados Unidos el promedio anual de Con independencia de la etiología, casi todas las de-
lesiones de columna vertebral es de unas 11.200 perso- funciones suceden como resultado del traumatismo ini-
nas, de las que aproximadamente 4.200 fallecen antes cial; sin embargo, se cree que aproximadamente un
de llegar a un hospital y unas 1.150 más durante la 25% de las complicaciones fatales se producen dentro
hospitalización.! Aunque esta incidencia sea baja so- de la fase inmediata a la lesión.! A pesar de la sensa-
bre el total, queda una morbilidad residual elevada ción desesperanzadora que suele acompañar al trauma-
para los que sobreviven de las lesiones. tismo vertebral, la intervención eficaz del personal de
Se calcula que en Estados Unidos hay un total de urgencias que participe en la salvación, movilización,
200.000 individuos supervivientes de lesión vertebral; evaluación y resucitación puede reducir tanto la morta-
aproximadamente la mitad de ellos son tetrapléjicos y lidad como la morbilidad.
la otra mitad parapléjicos. 2 El 50070 de los pacientes
originalmente tetrapléjicos y el 60% de los parapléjicos
permanecen completamente paralizados por debajo del D MECANISMOS Y FISIOPATOLOGiA
nivel de la lesión medular. El SO% del grupo tiene me- DEL TRAUMATISMO VERTEBRAL
nos de 40 años, y en el momento de la lesión la mitad
de ellos están en el grupo de edades comprendidas en- En realidad, la columna vertebral se puede dañar en un
tre 15 y 35 años. 3 Los gastos iniciales de hospitaliza- número limitado de formas, según sean las fuerzas físi-
ción oscilan entre 60.000 y SO.OOO dólares, y el presu- cas a que se vea sometida.
puesto de por vida se sitúa entre uno y dos millones de
dólares. 4 ,5 Se supone que, por desgracia, aproximada- l. Lesiones por flexión: fracturas de cuerpos vertebra-
les y rotura aguda de discos.
mente el 10% de los pacientes sufren ulteriores lesiones
neurológicas a causa de tratamiento negligente por par- 2. Lesiones por extensión: fracturas de elementos
te del personal prehospitalario y hospitalario. Con el óseos posteriores y rotura de los ligamentos longitu-
manejo adecuado durante la fase de resucitación se dinales anterior y posterior que estabilizan los cuer-
pos vertebrales.
pueden reducir significativamente no sólo el empeora-
miento de la lesión inicial, sino también complicaciones 3. Lesiones por compresión: rotura de ligamentos y
fracturas-estallido de cuerpos vertebrales.
como las respiratorias, infecciones y shocks.
4. Lesiones por rotación: rotura de ligamentos.
Aunque son muchísimas las causas de las lesiones
de columna vertebral, con gran diferencia la mayor La combinación de las fuerzas que intervienen en el
parte de ellas se deben a accidentes de vehículos moto- mecanismo de lesión, principalmente las de rotación,
rizados. De las 55.000 personas que mueren cada año flexión y extensión, provocan tanto fracturas como no-
en las autopistas de Estados Unidos, por lo menos tables lesiones ligamentosas.
40.000 lo hacen a consecuencia de lesiones del sistema La columna vertebral se lesiona en el momento del
nervioso central, incluyendo lesiones cervicales altas. 6 ,7 accidente por deformidad y luxación. Las deformida-
Casi todas las demás causas están relacionadas con el des vistas por rayos X en la sala de urgencias no repre-
deporte, incluyendo los accidentes en fútbol americano sentan la medida o alcance de la luxación inicial, pues-
y las zambullidas, las heridas de bala, las caídas y el sa- to que el hueso y los ligamentos tienden a replegarse a
lir despedido o lanzado de vehículos en movimiento, sus posiciones normales. Aunque esto a menudo dismi-
desde motos a monopatines. nuye la compresión sobre la medula espinal, la lesión

ERRNVPHGLFRVRUJ
4 1. GENERALIDADES SOBRE EL PACIENTE CON LESiÓN DE COLUMNA VERTEBRAL

ya se ha producido. Con la luxación persistente de la o iRAiAMiENTO PREHOSPITALAR!O


columna vertebral se puede producir una lesión más
amplia por la presión continua sobre la medula espinal
y las raíces nerviosas. Hasta las fuerzas verdaderamente débiles son capaces
Las secciones de la columna vertebral que tienen en potencia de producir daños a la columna. Por lo
mayor movilidad son también las zonas de lesiones tanto, en cualquier víctima accidentada cabe sospechar
más frecuentes. Las vértebras cervicales son la parte la implicación de lesión vertebral. El proceder con gran
más flexible de la columna. Se unen, por arriba, a la recelo y precaución al atender al paciente puede evitar
cabeza relativamente pesada, y, por debajo, a las vér- futuros daños. Sin embargo, al igual que con las vícti-
tebras dorsales, que son más rígidas. Son vulnerables mas con traumatismos múltiples, no deben descuidarse
incluso a fuerzas de intensidad moderada, y así, la los principios de los cuidados de urgencia.
mayor parte de las lesiones de la columna vertebral se Es crucial la evaluación inicial en el lugar del suce-
producen entre C-S y C-6. A esa altura existe una pro- so, asegurándose de que las vías respiratorias, la respi-
tección relativa de la medula porque el canal medular ración y la circulación son adecuadas. Si es necesario,
es aproximadamente un 30070 mayor que la medula en habrá que ayudar a la respiración y controlar las hemo-
sí. Esto probablemente explica que en esa zona sea re- rragias externas importantes.
lativamente mayor la proporción de lesiones medulares El reconocimiento del lugar del accidente para de-
total o parcialmente reversibles. Por el contrario, el terminar la magnitud del posible peligro ulterior, ya sea
canal medular de las vértebras dorsales no proporcio- del paciente o del salvador, es de vital importancia.
na amplitud para la medula. La columna vertebral en Los escapes de gas, los fuegos o los objetos que pue-
esa zona es menos flexible y se halla reforzada por las dan caer son susceptibles de perjudicar posteriormente
costillas y el tronco; por lo tanto, es necesaria una a todo lo que se encuentre allí. Según las circunstan-
fuerza significativamente mayor para romper o luxar cias, hay que retirar la amenaza o al paciente. Si a éste
las vértebras dorsales, de lo que resulta que las lesio- hay que sacarlo inmediatamente, tendrá que hacerse
nes de la medula dorsal suelen ser completas e irrever- con sumo cuidado. Aunque todas las lesiones pueden
sibles. empeorar en potencia con los movimientos, el retirar
La columna lumbar aglutina elementos de segmen- incorrectamente a un accidentado sin comprobar antes
tos superiores; pero aunque son sólidos y relativamente su estado respecto a las posibles lesiones de columna
están bien fijados por los músculos paravertebrales, si- vertebral puede resultar desastroso. En toda persona
guen siendo bastante flexibles. El canal medular es re- con lesión en la espalda, el cuello o la cara, conciencia
lativamente grande, y la medula se estrecha y termina deteriorada, déficit neurológico no explicado, sensibili-
frente a la vértebra L-2. dad, deformidad, espasmo muscular o dolor agudo en
La cola de caballo llena con holgura el resto del ca- el cuello o en la espalda debe sospecharse una lesión
nal medular y tolera la compresión mejor que la propia vertebral. A ser posible, no habría que mover o tras-
medula. Así, entre las vértebra D-12 a L-l, en el límite ladar al paciente hasta terminar el reconocimiento
de las vértebras dorsales fijas a las lumbares, más mó- inicial.
viles, es donde se observan con mayor frecuencia lesio- Aunque el propósito de este libro no es comentar
nes incompletas, tanto a este nivel como por debajo del todos los detalles del manejo del paciente con lesiones
mismo. múltiples, no es posible tratar el cuidado del paciente
De hecho, las agresiones medulares que tienen con lesión de la columna sin cierta referencia a los cui-
como resultado una alteración neurológica raramente dados generales. Tanto si se sospecha una lesión verte-
son secundarias a transección. La medula y las menin- bral como si es evidente, el tratamiento inicial tiene que
ges permanecen intactas. La lesión se produce por enfocarse a la resucitación. Así, una vez sobreseído el
compresión del cordón e interrupción del riego san- riesgo inmediato para el paciente y el salvador, debe
guíneo. procederse a su evaluación inicial. Las técnicas médicas
Los estudios experimentales han demostrado que y paramédicas de urgencia son:
el trauma infligido a la medula espinal produce un 1. Evaluar las vías aéreas, la respiración y la circula-
aumento inicial del caudal sanguíneo, que luego des- ción.
ciende un 70-80070 respecto al anterior al trauma- 2. Evaluar los signos vitales.
tismo. 8 3. Preguntar al paciente sobre sus dolores o entumeci-
Se cree que esta isquemia relativa de la medula mientos.
causa la muerte de las neuronas. Aunque se desconoce 4. Palpar el cuello en busca de señales de lesión y re-
el mecanismo de estos cambios del caudal sanguíneo, gistrar cualquier parálisis, debilidad motora o défi-
las investigaciones actuales informan sobre la libera- cit sensorial.
ción de sustancias vasoconstrictoras y el aumento de la S. Evaluar la pérdida de conciencia.
presión arterial media. Puesto que la muerte de las 6. Comprobar el tamaño de las pupilas, su igualdad y
células tiene lugar dentro de las cuatro horas siguien- reacción a la luz.
tes a la lesión original, la esperanza futura de rever- 7. Examinar los ojos y las orejas en busca de señales
sión permanente de la alteración neurológica requiere de lesión.
la intervención rápida y decisiva del personal de urgen- 8. Palpar la cabeza, los brazos, las piernas, el pecho y
cias. el abdomen para ver si hay lesiones.

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1. GENERALIDADES SOBRE EL PACIENTE CON LESiÓN DE COLUMNA VERTEBRAL 5

El mantenimiento de las vías aéreas de un accidentado Para retirar a un paciente en el que se sospecha una
en el que se sospecha una lesión de vértebras cervicales lesión vertebral se requiere la inmovilización del cuello
tiene que hacerse sin extensión ni flexión del cuello, ya y la alineación axial normal del cuerpo. Los collarines
que esto puede exacerbar la lesión neurológica. La me- cervicales blandos permiten el movimiento completo
jor manera de realizarlo es elevando la mandíbula con del cuello en todas direcciones y actúan a veces como
la técnica del empuje mandibular o levantamiento de la un torniquete alrededor del cuello.
barbilla. La boca siempre tiene que reconocerse por si
hay restos y limpiarla por succión o a mano.
En un paciente semiinconsciente o inconsciente,
debe procederse a intubación cuidadosa nasofaríngea u
Axioma: Los collarines cervicales blandos no impiden
orofaríngea, si es preciso. La intubación con obturador
el movimiento del cuello y no tienen cabida
esofágico se puede realizar en un paciente inconsciente
en la inmovilización de las vértebras cervi-
que haya tenido un paro respiratorio; pero está con-
cales.
traindicada en pacientes con reflejo nauseoso intacto.
La intubación intratraqueal en e! lugar del accidente es
el mejor procedimiento para mantener la vía aérea y la
ventilación asistida; no obstante, al colocar cualquiera Si un paciente está sentado en un vehículo o en al-
de estos dispositivos hay que tener mucho cuidado de guna otra posición de difícil acceso, los collarines cer-
no extender o flexionar e! cuello. vicales rígidos pueden ayudar algo. Habrá que inmovi-
En los pacientes con lesiones medulares cervicales lizar al paciente con una tabla de respaldo que haga de
altas cabe esperar insuficiencia respiratoria. La hipo- espaldar pasivo de la columna. En todos los casos ha-
\-entilación se produce por parálisis de los músculos in- brá que colocarlo en posición supina sobre un tablero
tercostales. El paciente respirará únicamente con el dia- largo tan pronto como sea posible y por lo menos entre
fragma, e! cual está inervado por el nervio frénico, que tres personas. Si se ha utilizado la tabla de respaldo, no
tiene su origen a nivel C-4. Observaremos que los pa- se le deberá quitar para colocarlo sobre el tablero.
cientes con lesiones en esta zona presentan respiración Si se rescata al paciente del agua y presenta un daño
abdominal, que el estómago sube y baja con cada res- secundario por efecto de la inmersión, habrá que hacer
piración y que el pecho no parece que se mueva. Un todo lo posible para mantenerlo a flote aguantándole
paciente con lesión de medula cervical por encima del la cabeza y el cuello. El frecuente error de llevarlo a
nivel C-4 con implicación del nervio frénico sufrirá una suelo firme permite, por desgracia, que la cabeza cuel-
parálisis respiratoria completa. En este caso es impera- gue sin soporte. El sacarlo del agua se consigue con re-
tiva la ventilación asistida. lativa facilidad asegurando el paciente a flote al tablero
En un paciente disminuido neurológicamente puede mientras está en el agua.
resultar difícil evaluar la circulación. La víctima de un Podolsky y cols. 9 han demostrado que se puede
traumatismo múltiple puede estar hipotensa a causa de mantener la inmovilización apropiada colocando saqui-
shock hipovolémico, que se caracteriza generalmente tos de arena o bolsas de plástico de líquidos intraveno-
por hipotensión con taquicardia y pie! fría y húmeda. sos a ambos lados de la cabeza y una tira de tela de
El shock neurológico resulta de la pérdida de función unos 8 cm de ancho alrededor de la frente (fig. 1-1).
de los nervios simpáticos. La vasodilatación y el colap- Para la inmovilización de la columna, que ha de abar-
so vascular conducen a hipotensión, pero con un ritmo car la cabeza y el tronco, debe inmovilizarse e! cuerpo
cardiaco normal o pequeña bradicardia, y la piel ca- con tiras alrededor del paciente y el tablero o mediante
liente y seca. En ambos casos resultan adecuados, du- sábanas colocadas debajo de éste, rasgadas en tiras an-
rante los primeros intentos de resucitación, los líquidos chas y amarradas por encima del paciente (fig. 1-1). De
intravenosos al menos por dos vías intravenosas de esta forma, el individuo queda completamente inmovi-
gran luz y los pantalones militares antishock (traje lizado y sujeto al tablero, lo que permite a los resucita-
\1AST). dores poderlo inclinar, incluso en posición prono, du-

------
-.-- ----=..::....

Figura 1·1. Técnica óptima para la inmovilización de la columna vertebral.

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6 1. GENERALIDADES SOBRE EL PACIENTE CON LESiÓN DE COLUMNA VERTEBRAL

rante el rescate o mantener limpias las vías respirato- transporte del paciente con lesiones múltiples y sospe-
rias al vomitar. cha de lesión de columna vertebral debe comprender:
Los motoristas, los ciclistas o los atletas se pueden
hallar en el lugar del accidente con el casco todavía • Precauciones para la columna, colocada sobre un ta-
puesto. Para quitarlo se requieren dos resucitadores, blero largo, con la cabeza asegurada mediante saqui-
según recomienda el Colegio Americano de Cirujanos tos de arena y una tira de tela de unos 8 cm de an-
(fig. 1-2). cho, y el cuerpo sujeto con tiras anchas o sábanas.
Uno de los resucitadores ejercerá siempre tracción • Oxígeno suplementario.
con cuidado mientras que el otro aguanta la cabeza y • Ventilación asistida, cuando sea necesario, con vía
el cuello. Estos autores recomiendan que, si el casco no aérea provista de obturador esofágico o intubación
sale con facilidad, se deje puesto durante el transporte, intratraqueal cuando sea conveniente.
ya que es más seguro extraerlo en la sala de urgencias • Dos sondas intravenosas de gran luz.
una vez que las radiografías de las cervicales demues- • Colocación del MAST, inflado en el caso de que
tren que no hay ninguna anormalidad, o bien cortarlo haya hipotensión.
con una cuchilla a lo largo del plano coronal. • Debe ponerse en contacto con el medio de transporte
Aunque las circunstancias son distintas en cada de traumáticos más próximo. Si éste queda muy le-
caso y los pacientes con lesiones más leves requieren jos, es recomendable el traslado en helicóptero o
menos intervención, en general, la preparación para el avión.

Figura 1-2. Técnica de extracción


del casco a un paciente lesionado.
A. Colocar las manos a ambos la·
dos del casco y los dedos en la
mandíbula de la víctima para in·
movilizarle la cabeza. B. Mantener
la tracción rectilínea mientras se
suelta o corta la correa. C. Una se·
gunda persona pone el pulgar en
un lado de la mandíbula y el índi-
ce en el otro. D. La otra mano se
coloca alrededor del cuello bajo la
región occipital. E. Se tira del cas-
co mientras la segunda persona
está ejerciendo la tracción.

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1. GENERALIDADES SOBRE EL PACIENTE CON LESiÓN DE COLUMNA VERTEBRAL 7

o TRATAMIENTO EN LA SALA lesión de cervicales altas produce un descenso de la ca-


DE URGENCIAS pacidad vital, la retención de secreciones, el aumento
del peo 2 y del volumen residual, anoxia, vasoconstric-
El tratamiento inicial en la sala de urgencias del pacien- ción, deficiencia respiratoria y edema pulmonar; cau-
te sospechoso de lesión vertebral varía según sea su sas todas ellas que llevan a la muerte en la tetraplejía
presentación. El equipo de la sala de urgencias tratará traumática aguda.
al paciente con lesiones múltiples con mucha más acti- Como la hipoxia relativa puede agravar posterior-
vidad que al que presenta rigidez de cuello aislada a mente una medula lesionada, prescindiendo de la im-
consecuencia de un accidente a poca velocidad o cho- portancia de la lesión, es conveniente que todos los pa-
que por detrás, aunque no con menos cuidado. Igual- cientes reciban oxígeno suplementario. Aquellos que
mente, el tratamiento de una agresión cervical precisa- conserven la función de los músculos intercostales y la
rá ciertas intervenciones específicas no necesariamente diafragmática pueden precisar el oxígeno sólo por cá-
indicadas para una lesión torácica o lumbar. Aunque la nula nasal.
lesión concreta dictamina el tratamiento, el plantea- Cuando sea necesaria la intubación, se puede hacer
miento general de evaluación y ayuda tiene que ser el de distintos modos. La nasotraqueal se realiza sin ma-
mismo para todos los casos. nipulación de la cabeza y el cuello. Sin embargo, puede
Es posible que tanto en el paciente con lesiones gra- estar contraindicada en el caso de agresión craneofacial
ves como en el que las presenta más leves el personal importante. Este procedimiento no está exento de ries-
prehospitalario haya descuidado las precauciones para go, ya que si existe una gran hemorragia de la mucosa
la columna vertebral o que el paciente haya sido lleva- nasofaríngea puede aspirarse sangre. Los pacientes con
do a urgencias por amigos o incluso por sí solo después reflejo nauseoso intacto podrían vomitar y aspirar el
del accidente. contenido gástrico.
Todo paciente con uno o más de los siguientes sín- La intubación orotraqueal es una maniobra acepta-
lOmas debe ser objeto de precauciones para la columna da, pero la mejor forma de hacerla es con un ayudante,
si no lo fue ya en el lugar apropiado: teniendo el máximo cuidado para evitar la flexión o ex-
tensión del cuello. Se puede hacer con seguridad, mien-
• Disminución de la conciencia. tras se mantiene inmovilizada la columna vertebral,
• Déficit neurológico evidente. aplicando una tracción axial de ayuda (fig. 1-3).
• Mecanismo consecuente con lesión vertebral. Si después de uno o dos intentos no se consigue la
• Lesiones en la cabeza o en la cara. intubación nasotraqueal ni la orotraqueal, o ambas es-
• Deformidad o tumefacción localizadas. tán contraindicadas a causa de un traumatismo facial
• Hipotensión idiopática. o un déficit neurológico potencial o ulterior por meca-
Si es conducido por personal prehospitalario, habrá nismo muy sospechoso o por presentación clínica, ha-
que obtener la historia hasta la entrada y los hallazgos brá que practicar sin demora una cricotirotomía. Por
físicos en el lugar del suceso y durante el camino hasta esta razón no son aconsejables los collarines duros que
el transporte. La evaluación inicial por el médico tiene obstruyen el acceso al cuello. La inmovilización de la
que empezar por los tres fundamentos: vías aéreas, res- columna con el tablero, los saquitos de arena y las ban-
piración y circulación. das o tiras la sujetan adecuadamente sin obstruir el ac-
ceso al cuello.
Tratamiento de las vías aéreas Como medida temporizadora se puede pasar un ca-
téter intravenoso pequeño de plástico a través de la
y la respiración
membrana cricotiroidea y acoplarlo a un caudal alto de
En las lesiones de vértebras cervicales y de las primeras oxígeno o a un insuflador a presión. Como ya se ha di-
dorsales no es raro observar complicaciones respirato- cho, su empleo es sólo provisional y debe sustituirse
rias, aumentando notablemente la incidencia cuando tan pronto como sea posible por una cricotirotomía.
además hay otros daños corporales. La traqueotomía es un procedimiento relativamente
Dado que todas las lesiones de columna vertebral complicado y largo, y no debe intentarse en casos de
pueden evolucionar en ascenso por aumento del ede- urgencia.
ma, la descompensación respiratoria se puede presentar
en cualquier momento durante los primeros pasos de la Circulación
resucitación. Sobre todo cuando el daño inicial com- En los traumatismos de columna vertebral son corrien-
rende tetraplejía traumática, es imprescindible obser- tes las complicaciones secundarias. Las más frecuentes
\ar atentamente la respiración. Cuando las lesiones es- son las de cabeza, sobre todo en pacientes con lesiones
tán situadas a la altura del segmento neurológico C-6 medulares cervicales, seguidas de las lesiones de tórax,
o por debajo, la inervación diafragmática permanece asociadas a menudo a las agresiones de las vértebras
intacta, pero se presenta parálisis de los músculos inter- dorsales. También es corriente que haya varias zonas
costales. A la altura del quinto segmento neurológico traumatizadas con importantes hemorragias externas e
cervical puede aparecer inervación diafragmática par- internas. Por ello, las anormalidades cardiovasculares
cial, y a partir del C-4 hacia arriba la función diafrag- pueden tener múltiples etiologías. La transección trau-
mática se deteriora gravemente por afectación del ner- mática completa de la medula puede conducir a shock
\·io frénico. La ventilación inadecuada secundaria a vertebral. Las lesiones que afectan a la zona entre las

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8 l. GENERALIDADES SOBRE EL PACIENTE CON LESiÓN DE COLUMNA VERTEBRAL

\
\
\1'
\
.~
.\
~

Figura 1·3. Tracción rectilínea que permite la intubación orotraqueal segura.

vértebras D-1 Y L-2, que comprometen la actividad del


si.mpático, pueden afectar a la presión sanguínea, con
Primera valoración
hIpotensión significativa, bradicardia e hipotermia. A todo paciente que haya sufrido un traumatismo
Con la ausencia de tono simpático se pierde por com- significativo hay que desnudarlo completamente. A
pleto la respuesta a los cambios posturales. Por lo tan- aquellos que estén heridos con más gravedad e inmovi-
to, es recomendable mantener al paciente lo más hori- lizados, habrá que cortarles las prendas. Hay dos
excepcIOnes para el reconocimiento del cuerpo entero
zontal que sea posible.
desnudo: 1) mantenimiento de un traje MAST inflado
Por el contrario, un shock hipovolémico secundario
en casos de hipotensión, y 2) no girar al paciente hasta
a hemorragia importante se manifestará también con que se hayan visto las radiografías de la columna y se
hipotensión, aunque generalmente asociada a taquicar-
disponga de suficientes ayudantes para girar al paciente
dia y sudoración fría. En el paciente con pérdida senso-
adecuadamente.
rial pueden existir lesiones torácicas o abdominales im-
El reconocimiento físico a fondo es necesario en to-
portantes con ausencia de dolor. En ambas situaciones
dos los casos, prestando particular atención a la eva-
de hipotensión están indicadas al menos dos vías intra-
luación neurológica completa. También debería reali-
venosas de gran luz y un restaurador líquido de crista-
zarse una gráfica con documentación de los cambios en
loide, así como un traje MAST totalmente hinchado.
el estado neurológico. La atención particular debe cen-
Para el shock vertebral (una vez descartado el hipovo-
trarse en:
lémico) suele ser necesario administrar catecolaminas
particularmente la dopamina, vigilando siempre la~ • Alteración del nivel de conciencia, orientación y fun-
presiones pulmonar y venosa enclavada. ción de los pares craneales.

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1. GENERALIDADES SOBRE EL PACIENTE CON LESIÓN DE COLUMNA VERTEBRAL 9

• Observación del tipo de respiración del paciente,fi- TABLA 1-1. EXAMEN SENSORIAL
jándose en el movimiento de la pared pectoral en
función de la respiración abdominal. Causa de la pérdida
Una lesión a esta altura sensorial a esta altura
• La sensibilidad vibratoria (medula posterior), el do-
lor y la temperatura (medula anterior) en las extremi- C-2 Occipucio
dades demostrarán lesiones parciales de la medula C-3 Cartílago tiroideo
(fig. 1-4). C-4 Horquilla del esternón
• Fuerza motriz de las extremidades. c-s Debajo de la clavícula
• Reflejos osteotendinoso, abdominales y del músculo C-6 Pulgar
cremáster. C-l Dedo índice
• Respuestas plantares. C-S Dedo meñique
0-4 Línea de los pezones
• Examen rectal para comprobar la existencia de tono
0-10 Ombligo
del esfínter anal voluntario (el abrir y cerrar anal) y L-1 Ingle a nivel de la
el reflejo bulbocavernoso. arteria femoral
• Los niveles sensitivos ayudan a determinar el nivel supe- L-2 a L·3 Cara medial del muslo
rior de la implicación de la medula (tablas 1-1 y 1-2). L-4 Rodilla
L-S Cara externa de la
En muchos casos, el nivel de implicación aumenta con pantorrilla
el tiempo, a causa casi siempre de edema en la medula. 8-1 Cara externa del pie
Cuando la implicación inicial es una lesión cervical su- 8-2 a 8-4 Región perianal
perior, sobre todo C-4 a C-S, el ulterior empeoramien-
to o edema podría conducir a afectación respiratoria o
paro cardiopulmonar.

Otras consideraciones durante, más de 24 horas, se recomienda la cateteriza-


ción intermitente.
Gastrointestinales
Las agresiones a las regiones cervical y dorsal de la me- Regulación de la temperatura
dula espinal dejan al paciente con pérdida sensorial por La rotura del sistema nervioso simpático en la vértebra
debajo del lugar de la lesión. La víctima con lesiones dorsal D-8, o por encima de ella, se asocia con fre-
múltiples no se quejará de dolor abdominal a pesar de cuencia a hipotermia o hipertermia, si bien la primera
la posible hemorragia interna importante. A la mayoría es más corriente. La hipotermia se produce general-
de los pacientes se les desarrollará un íleo paralítico. Se mente por vasodilatación cutánea y la subsiguiente
recomienda la aspiración nasogástrica. Según las cir- pérdida de calor. La hipertermia es más probable en
cunstancias, podría ser necesaria una tomografía axial climas cálidos o ante una infección. Puesto que la acti-
computarizada (TAC) o un lavado peritoneal para des- vidad del simpático regula la sudoración, se puede al-
cartar la lesión abdominal importante. terar la pérdida de calor. Como mejor se controla la
hipotermia es con métodos pasivos de calentamiento.
Genitourinarias La hipertermia suele ser leve; sin embargo, los casos
Habría que insertar un catéter de Foley para descom- graves requieren un tratamiento parecido al del golpe
primir la vejiga urinaria. Cuando el catéter sea preciso de calor.

Cordones posteriores:
(posición y vibración)

Figura 1-4. La sensibilidad vibrato- Tracto espinotalámico


ria está disminuida en la lesión lateral (dolor y
medular posterior, y la sensibili- temperatura)
dad termoalgésica se afecta en el
síndrome medular anterior.

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10 l. GENERALIDADES SOBRE EL PACIENTE CON LESION DE COLUMNA VERTEBRAL

TABLA 1-2. EXAMEN MOTOR

Una lesión a Causa de la pérdida


esta altura de esta función

C-4 Respiración espontánea


C·5 Encogimiento de hombros
C·6 Flexión del codo
C·Y Extensión·del codo
c·a a 0-1 Flexión de los dedos
0-1 a 0-12 Músculos intercostales
y abdominales·
L·1 a L·2 Flexión de la cadera
L-3 Aducción de la cadera
L-4 Abducción de la cadera
L·5 Oorsiflexión del pie 0-.
8-1 a 8-2 FleXión plantar del pie
~
((1
~
8-2 a 8-4 Tono del esfínter anal {
• Como mejor se localizan las lesiones en esta región es con el ~ J'. \\\\" • 1(;,
examen sensitivo.
,~

Evaluación radiológica
Hay que obtener las radiografías normales de la colum-
na lo antes posible. En el caso de estar afectadas las
vértebras cervicales, las proyecciones laterales, antero-
posterior y transoral demostrarán más del 90070 de las
anomalías. 10
Las indicaciones para exámenes radiológicos en pa-
cientes con sospecha de lesión en la medula espinal
comprenden:
• Dolor localizado. Figura 1·5. Técnica apropiada para inmovilizar la cabeza y
• Deformidad. aplicar tracción a las extremidades superiores para obte-
ner radiografías de perfil de las vértebras cervicales.
• Alteración neurológica.
• Crepitación localizada o edema.
• Estado mental alterado que incapacite valorar al pa- o si el médico de urgencia no está seguro de algún deta-
ciente. lle, los autores recomiendan que se repitan las proyec-
ciones o los estudios de TAC.

Vértebras cervicales
La valoración radiológica de las vértebras cervicales Axioma: Si en una placa de la columna algún detalle
tiene que incluir una proyección lateral en la que se no queda claro, hay que repetir la proyección
vean las siete vértebras cervicales. Las fracturas o luxa- o pasar a la valoración por TA C.
ciones de las cervicales inferiores :pueden dejar de ob-
servarse cuando no se vismf1izan las vértebras C-6 y
C-7 a D-l, Si se retiran los aparatos precautorios (o Para las pautas a seguir hay que remitirse a la sec-
preventivos) de la columna para el examen por rayos X, ciones específicas de interpretación radiológica en otras
hacen falta dos ayudantes que inmovilicen al paciente; partes del texto.
uno colocado en la cabeza para prevenir el movimiento i Si las placas radiológicas normales no son determi-
y el otro en los pies ejerciendo tracción de los brazos nantes o si se encuentra alguna anomalía significativa,
hacia abajo. En la figura 1-5 se muestra la manera la exploración con TAC puede proporcionar valiosa in-
apropiada de coger la cabeza. formación. Se puede valorar la alineación ósea y la
Si la tracción no da resultado para visualizar todas integridad del conducto medular, así como ver frag-
las vértebras cervicales, habrá que intentar una vista de mentos de fracturas, material de hernia discal y hema-
nadador o transaxilar. tomas.
Las proyecciones laterales de las vértebras cervica-
les descubren aproximadamente el 75% de las posibles Región dorsolumbar
anomalías. !O,!] Por lo tanto, no son suficientes por sí Las proyecciones lateral y anteroposterior están indica-
solas para descartar la agresión cervical, y tiene que das en todos los pacientes con traumatismo vertebral
hacerse a continuación una serie radiológica completa significativo que tengan dolor en la zona media o baja
de las vértebras cervicales. de la espalda. Estas dos proyecciones se pueden reali-
Si alguna placa muestra una fractura r:o muy clara zar sin mover al paciente del tablero de respaldo.

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l. GENERALIDADES SOBRE EL PACIENTE CON LESiÓN DE COLUMNA VERTEBRAL 11

Pruebas de laboratorio D REFERENCIAS


Todos los pacientes con traumatismo múltiple o déficit
neurológico precisan de las siguientes pruebas de labo- 1. Kraus JF, Franti CE, Riggins S, et al: Incidences of
ratorio: :traumatic spinal cord lesions. J Chron Dis 28:471, 1975
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.. Grupo sanguíneo y pruebas cruzadas. cepts. Clin Orthop 154: 125, 1981
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mon combined conditions. Radiology 130:77, 1979
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B, Ablon W: Efficacy of cervical spine immobilization
En la mayoría de los casos, el defecto particular que methods. J Trauma 23:461-465, 1983
afecta a la columna vertebral necesitará un tratamiento 10. Swetman R: Cervical spine injuries, from Tintinalli.
específico. Los autores recomiendan remitirse a la sec- 11. Bladhd WH, et al: Efficacy of the post-traumatic eross-
ción apropiada del texto que detalle las condiciones es- table lateral view of the cervical spine. Emerg Med
pecíficas. 2:243, 1985
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juries. Arizona Med 39(10):644, 1982
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La farmacología para las lesiones graves de columna Appleton-Century-Crofts, 1986, p 319
sigue siendo motivo de controversia.

Corticoides
La dexametasona o los corticoides se emplean bajo la
teoría de que contrarrestan el edema axonal al estabili-
zar las membranas celulares y vasculares. Sin embargo, D BIBLlOGRAFiA
no hay datos concluyentes que apoyen su eficacia. No
obstante, la mayoría de los centros especializados reco-
Albin M: Resuscitation of the spinal cord. Crit Care Med
miendan su inmediato empleo, generalmente a dosis
6(4):270, 1978
grandes, aunque tampoco hay acuerdo sobre esto. Se re- Calenoff L, et al: Mu1tiple level spinal injuries: Incidence of
comiendan dosis iniciales de 1-2mg/kg de dexametaso- early recognition. Ann J Roentgenol 130: 665, 1978
na intravenosa repetidas cada 4 a 6 horas. Si se demues- Cloward R: Acute cervical spine injury. Clinical Symposia,
tra la mejoría clínica, se continuará con esteroides CIBA Series, Vol 32, No. 1, 1980
durante aproximadamente una semana. Si a corto pla- Arch. Surg., 111(6):638, 1976.
zo no se sigue apreciando mejoría, debe interrumpirse Donovan WH: Comprehensive management of spinal cord in-
su administración. 12 jury. Clinical Symposia, CEBA Series, Vol 34, No. 2, 1982
Hockberger RS: Spinal cord injury. Curr Therapy Emerg
Diuréticos Med
Knopp RK: Cervical spine injuty. Curr Therapy Emerg Med
Igualmente no hay ninguna evidencia manifiesta para
Maull KI: Avoiding a pitfall in resuscitation: The painless
decir que los diuréticos osmóticos, tales como el mani- cervical fracture. Sout Med J 70(4):477, 1977
tol, son de alguna utilidad. No obstante, basándose en Miller ND, et al: Significant new observations in cervical spi-
la teoría de que reducen el edema local, se siguen reco- neo Ann J Roentgenol 130: 659, 1978
mendando en muchos centros especializados. Riggins RS, Kraus JF: The risk of neurologic damage with
fractures of the vertebra. J Trauma 17(2): 126, 1977
Otros medicamentos Scher AT: Unrecognized fractures and dislocations of the cer-
Se están investigando muchos otros fármacos para los vical spine. Paraplegia 19:25, 1981
Soderstrome CA, Brumback RJ: Early care of the patient
traumatismos agudos de columna vertebral. Los estu-
with spine injury. Orthop Clin North Am 17(1):3, 1986
dios iniciales de algunos de ellos, sobre todo de la nalo-
xona y la clonidina, son esperanzadores; pero aún no
existe la prueba definitiva de que éstas u otras medidas,
como la hormona liberadora de tirotropina, de dimetil-
sulfóxido o el enfriamiento local del conducto vertebral
sean eficaces, y en estos momentos no se pueden reco-
mendar. 13

ERRNVPHGLFRVRUJ
_ PARTE 11 _
Urgencias
médicas

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2
Síndromes medulares:
valoración
y tratamiento

D INTRODUCCiÓN Y El primer cuadro clínico se caracteriza por una ~


CONSIDERACIONES ANATÓMICAS rálisis fláccida total y por la pérdida de toda sensación
por debajo de la zona de la agresión. Los reflejos ten-
Toda exposición sobre trastornos vertebrales tiene que dinosos están ausentes, y los intentos para provocar el
incluir su efecto sobre la medula espinal, pues esta es- signo de Babinski no revelan ninguna respuesta en ab-
tructura es la que da su importancia única a la columna soluto. Suelen estar presentes los reflejos cremastéricos
vertebral. Aunque el médico de urgencias no necesita re- y el bulbocavernoso. Puede aparecer priapismo, que
cordar todos los detalles intrincados de los síndromes me- generalmente se resuelve al cabo de uno o varios días.
dulares, sí precisa conocer algunos aspectos de estas en- Dentro de los tres primeros días aparece espasticidad,
tidades para la atención apropiada a los pacientes con esos clonus, reflejos tendinosos hiperactivos y signo de Ba-
trastornos. Es fundamental el conocimiento de la anato- binski. Estos hallazgos, unidos a la pérdida completa
mía de la medula para comprender los síndromes medu- cteIaSfunciones sensorial y motora voluntaria, caracte-
lares. Los capítulos 7 y 13 tratan este tema extensamen- rizan el síndrome medular completo después de los pri-
te, pero resulta conveniente exponer aquí brevemente la meros días de la lesión.
anatomía de su sección transversal. Además se incluyen Neurológicamente, se determina el cuadro clínico
dibujos que perfilan los dermatomas y las inervaciones específico por el nivel exacto de la lesión medular. El
motoras del cuerpo (fig. 2-1 y tablas 2-1 y 2-2). examen sensitivo revela déficit que se correlaciona con
En la figura 2-2 se muestran las importantes carac- los dermatomas a la altura de la lesión y por debajo de
terísticas anatómicas de la sección transversal de la me- ella (véase la figura 2-1). Las agresiones a los niveles
dula. En la tabla 2-3 se indica la función de cada vía C-I a C-4 casi siempre conducen a la muerte inmediata
y la altura a que cruzan la línea media. Se observará causada por parálisis de los músculos respiratorios. Al-
que hay pruebas en favor de la estructura «topográfi- gunos pacientes que reciben en seguida ayuda pueden
ca» o laminada de varios de los tractos, es decir, de fi- sobrevivir, pero necesitan ventilación mecánica conti-
bras que conducen o proceden de diferentes partes del nua, y por lo general fallecen el mismo año o a los po-
cuerpo localizadas en diferentes posiciones del tracto cos años del accidente aun prestándoles el máximo cui-
(fig. 2-2). Por este fenómeno se pueden explicar algu- dado.! Las agresiones a la medula entre los niveles
nos síndromes clínicos, y así se hará al tratar los sín- C-S a C-S se presentan con cuadros neurológicos que
dromes concretos. varían a causa de los grupos musculares concretos que
resultan afectados (véase la tabla 2-1). Por ejemplo, un
paciente con lesión vertebral en C-6 presentará brazos
o SíNDROME MEDULAR COMPLETO abducidos (sin oposición a la acción deltoidea) y codos
flexionados (sin oposición a la acción de los bíceps).
Son muchas las etiologías de las que resulta un síndro- Igualmente, los síndromes medulares completos de las
me medular completo, incluyendo las congénitas, las regiones lumbar y sacra de la medula producen defi-
infecciosas, las neoplásicas, las degenerativas y las vas- ciencias neurológicas que varían según sea la altura de
culares (véanse los capítulos S y 6); no obstante, la ma- la lesión.
yoría de los casos agudos que se presentan en urgencias Con respecto al pronóstico, la parálisis completa e
están causados por traumatismos. inmediata por lesión de medula que no muestra recupe-
15

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16 11. URGENCIAS MÉDICAS

LS 52

51

Figura 2·1. Distribución de los der-


matomas de los nervios espinales.

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2. SíNDROMES MEDULARES: VALORACiÓN Y TRATAMIENTO 17

TABLA 2·1. INERVACiÓN MOTORA

Parte del Grupo de Segmento Parte del Grupo de Segmento


cuerpo músculos Acción espinal cuerpo músculos Acción espinal

Diafragma Diafragma Respiración C-3 a C-S Cadera Glúteo mediano, Abducción L-4, L-S
ombro Deltoides Abducción C-S (cant.) menor y tensor
de la fascia lata
Infraespinoso Rotación C-S Glúteo mayor y Extensión L-S a S-2
externa bíceps femoral
(húmero)
Rodilla Cuadríceps Extensión L-3, L-4
Codo Bíceps Flexión C-S, C-6 femoral
Tríceps Extensión C-l Semi membranoso, Flexión L-4 a S-1
...1uñeca Cubital Extensión C-6 semitendinoso y
posterior bíceps femoral
y radial Tobillo Tibia anterior y Dorsiflexión L-4, L-S
Palmar mayor Flexión C-6, C-l extensor común
y palmar de los dedos
menor Gemelos de Flexión S-1
Jedos de Extensor Extensión C-l la pierna y sóleo plantar
las manos común de Pie Peroneo lateral Eversión L-S, S-1
los dedos largo y peroneo
Flexor común Flexión Col, C-S lateral corto
profundo de
Dedos de Extensor común Extensión L-S
los dedos y
flexor común los pies de los dedos
superficial de incluido y extensor propio
los dedos el gordo del dedo gordo
Interóseos Aducción, C-S, D·1 Flexor común de Flexión S-1, S-2
abducción los dedos, del dedo
gordo, largo y corto
Jedo pulgar Extensores Extensión C-6, C-l
corto y
largo del
pulgar
Varios Flexión, C-S, D-1
abducción,
aducción
adera Cuadríceps Flexión L·2 a L-4
femoral
Sartorio
Psoasilíaco

ración de la función motora o sensorial dentro de las o SíNDROME MEDULAR ANTERIOR


24 horas es irreversible y permanente. 2,3 Sin embargo,
debe indicarse que la porción del déficit neurológico
causada por daño en la raíz puede no ser fácilmente El síndrome medular anterior fue descrito por primera
aparente al principio. Esto es importante porque puede vez por Schneider 4 y casi siempre ocurre en el seno de
haber una recuperación notable cuando el défi'cit""Se lesiones de hiperflexión de las vértebras cervicales; rara
debe a lesión de la raíz (o cola de caballo) incluso se- vez se produce por lesiones de hiperextensión. 5 La
manas después de la lesión. 3 causa más común es la hernia discal aguda, si bien
también se ha visto con fracturas-luxaciones. 4 ,5 1&..k:

Axioma: La parálisis total inmediata por lesión de la TABLA 2·2. REFLEJOS


medula que dure más de 24 horas sin ninguna
recuperación de la función motora o senso- Reflejo Metámera
rial es irreversible y permanente.
Bíceps C-S, C-6
Tríceps Col, C-S
Rotuliano L-2 a L-4
Axioma: Las deficiencias neurológicas completas pro- Aquíleo S-1
ducidas por lesión de la razz que llevan varias Cremastérico D-12
semanas sin mejorar pueden mostrar poste- Bulbocavernoso S-2 a S·4
riormente recuperaciones impresionantes. Anal S·2 a S-4

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18 11. URGENCIAS MÉDICAS

Columna posterior Sacra


(posición, vibración, sensibilidad epicrítica) Lumbar
Asa posterior Dorsal
Cervical
Tracto corticoespinal Pierna
lateral (motor)
Tronco

l:;;"""--"-- Brazo

• ----.---- Pierna

Tronco

Tracto espinotalámico
lateral Brazo
(dolor, temperatura) Figura 2-2. Sección transversal de
Arteria espinal anterior una medula normal de la región
cervical de la columna.

sión se produce sobre todo en los dos tercios anteriores ta,4 ya que puede mejorar el resultado neurológico. 8
de la medula y puede conservar, por tanto, gran parte Conviene destacar que si a estos pacientes únicamente
de las funciones de las columnas posteriores (fig. 2-3). se les hace un examen neurológico superficial, se puede
Clínicamente hay parálisis completa inmediata y confundir fácilmente su cuadro clínico con el del sín-
pérdida de la sensación de dolor y temperatura a nive- drome medular completo, lo que sería muy desafortu-
les por debajo de la lesión. La sensibilidad epicrítica, nado ya que la intervención quirúrgica inmediata pue-
la propiocepción y la sensación vibratoria (columnas de alterar el resultado en los pacientes con síndrome
posteriores) permanecen intactas hasta un grado varia- medular anterior. Además, la significante posibilidad
ble (figs. 2-2 y 2_3).4,5 Esta lesión suele producirse en de mejoría neurológica deja al paciente, a la familia y
la región cervical; pero en alguna ocasión se ha obser- al médico con más esperanzas de recuperación.
yado en lesiones dorsales. 6 A diferencia de otros sín-
dromes en los que se puede evitar la progresión, en éste
el máximo déficit neurológico tiene lugar inmediata- D SíNDROME CENTROMEDtH.AR
mente en el instante de la lesión,4,5
El pronóstico de recuperación neurológica en estos El síndrome centromedular fue descrito formalmente por
pacientes es significativamente mayor que en aquellos primera vez en 1954 por Schneider y cols. 9 La mayor
con síndrome medular completo, aunque la mayoría de parte de los casos están ocasionados por lesiones de hi-
ellos no alcanzan la recuperación tota1. 4 Hay un sub- perextensión del cuello, a menudo en pacientes con es-
grupo de pacientes que conservan algo la sensación de pondilosis cervical preexistente. 2,5,9-12 En esa zona cer-
dolor inmediatamente después de la lesión, y cuyo pro- vical, la medula está comprimida anteriormente por
nóstico de recuperación es manifiestamente mejor que osteofitos y posteriormente por áreas de prominencia en
en aquellos en los que no observan estos hallazgos. 7 el ligamento amarillo (fig. 2_4).5,9-11 La lesión ósea casi
Se ha abogado por la intervención quirúrgica inmedia- siempre está ausente. Otros mecanismos menos corrien-
tes son la hiperflexión (con fractura o sin ella), las.!!!:.
TABLA 2·3. FUNCiÓN Y ALTURA DE CRUCE xaciones de facetas, las fracturas por aplastamiento
DE LAS RUTAS (compresión), las fracturas de odontoides, los golpes di-
rectos y las heridas de bala en el cuello (casos muy ra-
Ruta Función Altura de cruce ros).9,11-13,16 En la mayoría de los casos, la lesión está
localizada en la medula de la región cervical, aunque a
Tracto Motora Por encima del veces tiene lugar en las regiones dorsal y lumbar. 10
corticospinal cordón en Antiguamente se creía que el síndrome ocurría prin-
(piramidal) la medula cipalmente en personas de edad avanzada;2 pero una
Cordones Propiocepción, Por encima serie más reciente ha puesto de manifiesto que la máxi-
posteriores vibración, del cordón ma frecuencia tiene lugar en personas de veintitantos
sensibilidad en la medula años.1 4 De hecho, únicamente el 30% de los 99 casos
epicrítica de este estudio eran pacientes de más de 50 años. La
Tracto espinota- Dolor, tem- A la altura de la historia del paciente a menudo revela que ha recibido
lámico peratura entrada en el un golpe en la frente 9 o que ha sufrido una fuerte sa-
conducto vertebral cudida. Las causas más frecuentes son las caídas, los
accidentes de vehículos motorizados, los choques entre

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2, SíNDROMES MEDULARES: VALORACiÓN Y TRATAMIENTO 19

Columna posterior
(posición, vibración, sensibilidad epicrítica)

Tracto espínotalámico lateral


(dolor, temperatura)
Figura 2-3. Área de lesión de la
medula en el síndrome medular
anterior,

eatones, las zambullidas y los accidentes depor- las gradaciones de gravedad; pero siempre con la mar-
¡i\'os,14 ca distintiva de debilidad relativamente mayor en las
Clínicamente, el síndrome se caracteriza por una de- extremidades superiores.
bilidad desproporcionadamente mayor en las extremida- La probable explicación de este síndrome único está
des superiores que en las inferiores, con pérdida sensiti- en el carácter somatotópico de los tractos en la medula
\'a variable y alteración vesica].2,5,9,11,13-15 La debilidad es espina!. La compresión medular anteroposterior causa
generalmente más pronunciada en las manos, estando la mayor lesión en la región central de la medula (figs .
.os músculos proximales de los brazos ligeramente ~ 2-4 y 2-5), Dado que la parte externa de la medula está
afectados. En las formas graves aparece parálisis com- exenta de lesiones significativas, las fibras de los trac-
leta inmediata de las extremidades superiores, retención tos corticoespinales, que son los más periféricos, son
de orina y pérdida sensitiva en todas las modalidades. los que sufren lesiones más leves. Son éstas las fibras
Aunque también puede haber una pérdida notable motoras para la región sacrolumbar de la medula, y
de la función motora en las extremidades inferiores, por ello, la función motora de las extremidades inferio-
=eneralmente es mínima. Éste es el cuadro clínico ex- res se ve menos afectada que la de las extremidades su-
¡remo en un espectro que abarca esencialmente todas periores. 2

Osteofitos

Figura 2-4. Lesión por hiperexten-


sión con compresión medular cau-
sada por osteotitos y áreas de pro-
tuberancia del ligamento amarillo,

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20 11 URGENCIAS MÉDICAS

Axioma: Los pacientes en quienes se sospecha un sln-


drome medular completo precisan un cuida-
doso examen neurológico previo a su trata-
miento en urgencias, ya que en un examen
superficial pueden pasar inadvertidos los stn-
dromes medulares anterior y central. Esto no
es trivial, ya que el tratamiento de urgencias
se puede alterar, y evidentemente cambia el
pronóstico.

o CONTUSiÓN CERVICAL
POSTERIOR

Figura 2·5. Area de lesión medular del síndrome centrome- La contusión cervical posterior es un síndrome traumá-
dular. El endema de la medula central y la distribución so- tico de la medula descrito por primera vez por Bie-
matotópica de los tractos corticoespinales dan lugar a mond,19 que se caracteriza por la aparición de dolor,
una mayor afectación motora en las extremidades supe- hormigueo e hiperestesia del cuello, brazos, manos y, en
riores. cantidad variable, del tronco. 19 ,20 En aproximadamen-
te un tercio de los pacientes está implicada también, de
modo leve a moderado, la función motora de una o am-
bas extremidades superiores. La afectación del tracto pi-
En general, la resolución significativa del déficit ramidal se observa en un 10070 de los casos, con hallaz-
neurológico tiene lugar en los días o semanas siguientes gos típicos de lesión leve de las neuronas motoras
a la lesión, que suele progresar según una pauta bas- superiores en las extremidades inferiores. Las agresio-
tame predecible, con resolución primero de la debili- nes de hiperflexión de las vértebras cervicales son la cau-
dad de las extremidades inferiores, seguida de recupe- sa más común de este síndrome; pero son muchos los
ración de la función de la vejiga y, por último, de la mecanismos que se han asociado a este trastorno.
función motora de las extremidades superiores. 5,9,ll La Probablemente, el síndrome no está causado por
última función motora que se normaliza es la de los de- una entidad fisiopatológica particular; es posible que
dos de las manos. La recuperación sensitiva no sigue sea una manifestación leve de los síntomas clínicos del
aparentemente ninguna pauta particular, aunque en ge- síndrome centromedular,zl Igual que en éste, lo nor-
neral sí existe. 9,11 mal es una recuperación notable, y son muy raras las
El pronóstico de la recuperación funcional neuroló- lesiones óseas o ligamentosas asociadas de la columna
gica es bastante bueno. 2,5,11,17,18 En algunos pacientes cervical.
es evidentemente sorprendente. 1l Conocer este síndro-
me es muy importante porque su pronóstico relativa-
mente bueno es bien distinto de la desesperanza que ge-
neralmente acosa a la mayoría de los pacientes con o SíNDROME DE BROWN-SÉQUARD
lesión medular. Muchos individuos afectados de tetra-
plejía casi completa, excepto una mínima función mo-
tora de los dedos de los pies, pueden experimentar la El síndrome de Brown-Séquard es una alteración poco
recuperación completa de sus déficit neurológicos. 5 De frecuente de la medula que resulta de su hemisección
hecho, se han presentado casos en los que estaba com- funcional o anatómica. Puede producirse por lesiones
prometida la respiración, que precisaban ventilación vertebrales penetrantes,22-25 traumatismo brusco (muy
mecánica y con tetraplejía casi completa que pasaron a raro), protrusión discal,26,27 tumores o abscesos epidu-
ser ambulatorios con buena recuperación funcional. l1 rales.
De no percatarse del diagnóstico de este síndrome pue- Clínicamente, estos pacientes presentan parálisis y
de producirse una situación verdaderamente catastrófi- pérdida de la propiocepción, de la sensibilidad vibrato-
ca, que puede conducir a no intervenir para salvar la ria y de la epicrítica en el lado de la lesión medular, y
vida, a causa del «mal pronóstico inicial», de un pa- pérdida de la sensibilidad algésica y térmica en el lado
ciente que hubiera acabado por recuperarse. contralateral (figs. 2-2 y 2-6, tabla 2-3). La probabili-
El tratamiento de estos pacientes es de apoyo. La dad de recuperación neurológica es relativamente pe-
mayoría de ellos tienen columnas cervicales perfecta- queña en los casos producidos por traumatismo agudo.
mente estables. La intervención quirúrgica está con- Sin embargo, el pronóstico puede ser significativamen-
traindicada en la mayoría de los casos, ya que la me- te mejor cuando el síndrome está causado por una le-
joría suele producirse con terapia conservadora; la la- sión que se extiende lentamente y que se ha reconocido
minectomía puede hacer que algunos pacientes em- relativamente pronto después de presentarse los sín-
peoren. 2,9 tomas.

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2. SíNDROMES MEDULARES, VALORACiÓN Y TRATAMIENTO 21

las raíces nerviosas transcurren hacia abajo para salir


por el foramen de sus respectivos segmentos (véase la
fig. 13-8). Esta colección de raíces nerviosas por deba-
jo de la terminación de la medula se denomina cola de
caballo. Son varias las etiologías causantes de los sín-
dromes neurológicos relacionados con la cola de caba-
llo, siendo las causas más corrientes los trastornos
neoplásicos, los infecciosos y los traumáticos.
La compresión de la cola de caballo, ya sea aguda
o crónica, conduce al cuadro clínico de lesión de mo-
toneurona inferior. En el reconocimiento se observa
paresia fláccida o parálisis, atrofia muscular (si es cró-
nica), fasciculaciones, hiporreflexia osteotendinosa y
reflejo cutaneoplantar indiferente. Se observa disfun-
ción vesical con incontinencia y deterioro de la sensi-
bilidad con distribución de dermatomas. Es evidente
que el cuadro clínico variará en función del grado de
Figura 2-6. Área de lesión medular del síndrome de Brown·
compresión y de si algunas raíces están o no afecta-
Séquard.
das. En el caso de traumatismo de la región dorso-

= SíNDROMES RADICULAR Y DE LA
COLA DE CABALLO
lumbar es difícil determinar inmediatamente si el défi-
cit neurológico es por lesión medular, de la raíz o de
la cola de caballo, o de alguna combinación. Esta
confusión se debe al hecho de que el cuadro neuroló-
gico que indica lesión tipo motoneurona superior (le-
.-\unque estos síndromes no son de por sí medulares,
sión medular) a menudo tarda de 1 a 3 días en desa-
<:slán relacionados y son importantes clínicamente,
rrollarse. Esta diferenciación no carece en absoluto de
:":':Olivos por los cuales se describirán aquí brevemente.
importancia, ya que el pronóstico de lesión radicular
Las agresiones aisladas a las raíces nerviosas pue-
o de la cola de caballo es significativamente mejor que
:::<:n tener lugar en cualquier segmento de la columna,
~<:ro las más corrientes se producen en la región cer-
el de la medular. El pronóstico para la recuperación
. >al. Son menos comunes en la región lumbar y ver- es semejante al de las lesiones de los nervios periféri-
:::aderamente raras en la dorsal. La luxaciones unila- cos, por lo que los déficit se pueden resolver incluso
:<:rales o bilaterales de facetas son las causas más co- meses después de la agresión inicial. 2,3,28,29
~~ientes, si bien diversos tipos de fracturas vertebrales
:. desgarros de ligamentos pueden conducir a esta cla-
'<: de lesiones. IO ,20 o CONTUSiÓN MEDULAR
Clínicamente, el déficit motor tiende a ser mayor
.:ue la componente sensitiva. Los síndromes clínicos Algunos pacientes presentan síntomas neurológicos
'Hás corrientes afectan unilateralmente a las raíces cer- transitorios o signos después de un suceso traumático,
- :cales quinta, sexta o séptima, con afectación motora que empiezan a resolverse casi inmediatamente y que
¿islada, respectivamente, del deltoides, bíceps o trí- rara vez persisten más de algunas horas. 2o ,30 Según la
:eps (tabla 2-1).10 experiencia de los autores, la contusión se puede pro-
El pronóstico de recuperación completa es muy ducir casi a cualquier altura de la columna, pero la re-
~ (aproximadamente del 700/0) si desaparece la gión cervical es con mucho la más frecuente. No se
¿QTesión medular (no reducir la lesión, sino el meca- conoce su frecuencia ni su fisiopatología, pero algu-
:usmo agresor) y se consigue la restauración anató- nos opinan que representa el equivalente de la medula
.
~.-
'o espinal a la concusión cerebral. 20
En los pacientes con lesiones en la región dorso- Clínicamente, el síndrome presenta miles de formas,
:timbar, la agresión neurológica puede estar causada pero las más frecuentes son las quejas de parestesias y pa-
Jor lesión en la raíz del nervio o en el cono terminal resias de los brazos y las manos. A menudo, los síntomas
medula espinal) o por una combinación de ambos en ya se han resuelto esencialmente cuando el médico visita
jj\-ersas formas. Estas lesiones combinadas y la anato- al paciente, y es común una «vaga historia» sin «hallaz-
::lía específica que las explica se describen con más de- gos objetivos». La tendencia más común es considerar los
:alles en el capítulo 13 y en la sección sobre lesiones síntomas «funcionales», pero a todos estos pacientes ha-
leurológicas del capítulo 16. Esta exposición se limita bría que hacerles radiografías a la altura conveniente de
a uí a los trastornos que afectan solamente a la cola la columna vertebral, dado que se puede presentar una le-
je caballo. sión «real» de la columna de idéntica forma. Si la agre-
La medula espinal termina, en casi todos los adul- sión se produce en la región cervical, además de las pro-
:os. en el espacio entre las vértebras L-l y L-2, aun- yecciones normales son recomendables también las de
que, en algunos casos, varía desde una posición tan flexión-extensión. El pronóstico es excelente, esencialmen-
alta como D-12 a una tan baja como el espacio entre te en los pacientes que experimentan una recuperación
L-3 y L_4. 28 Por debajo del espacio entre L-l y L-2, completa en las horas o días posteriores a la lesión.

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22 11. URGENCIAS MÉDICAS

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3
Artritis de la columna
vertebral
la artritis de la columna vertebral suele descubrirse re- disminuir la estabilidad a la vez que dificulta la inter-
gularmente en la sala de urgencias. Aunque a menudo pretación radiológica.
se advierte accidentalmente por la historia, la explora··
-ión física l o en radiografías como un hallazgo sin re- Características clínicas
ación con la dolencia principal, hay muchos casos
Vértebras cervicales
dínicos importantes en los que estos trastornos se pre- La implicación de la región cervical se presenta según
sentan en urgencias como problema primario o como
cuatro cuadros principales, citados a continuación por
,"actor agravante directamente relacionado con el pro-
orden de frecuencia descendente:
~eso patológico primario (es decir, el traumatismo ver-
:ebral). Por lo ranto, el médico de urgencias ha de co- l. Subluxación atlantoaxoidea.
o ocer perfectamente la presentación clínica, las 2. Subluxación atlantoaxoidea con subluxación axial
~omplicaciones, el diagnóstico radiológico y el trata- inferior.
::liento de estos trastornos. 3. Subluxación axial inferior.
4. Migración hacia arriba de las apófisis odontoides,

=
ARTRITIS REUMATOIDEA
DE LA COLUMNA
al agujero magno, solas o junto con alguno de los
cuadros anteriores.
Articulación atlantoaxoidea
Como ya se ha dicho, es muy corriente la afectación de
Incidencia las vértebras C-I y C-2 en la anritis reumatoidea, pre-
La frecuencia de la artritis reumatoidea en la población sentándose con cierta intensidad en aproximadamente
adulta en general es aproximadamente del 3 OJo en las el 60% de los pacientes. 5 La sintomatología tiende a
mujeres y del 1% en los hombres. l La columna suele variar con la gravedad de las alteraciones estructurales,
estar lesionada en los pacientes con artritis reumatoi- aun cuando algunos pacientes con artritis reumatoidea
dea, siendo las vértebras cervicales las más corriente- sin signos radiológicos de implicación vertebral pueden
mente afectadas, aproximadamente en el 80% de los presentar síntomas relativamente graves. Hay que re-
pacientes, en especial C-I y C_2. 2•3 La implicación de saltar que algunos de ellos pueden tener alteraciones
a articulación sacroilíaca también es corriente (25- destructivas graves y subluxación sin siquiera experi-
35%), pero casi siempre es asintomática. 4 Es rara la mentar síntomas. Al comienzo, en un paciente típico,
afectación de otras regiones de la columna. se puede presentar un dolor leve de cuello que se rela-
ciona frecuentemente con cefaleas occipitales. El dolor
Fisiopatología también puede irradiar a la frente o los ojos, yaumen-
la artritis reumatoidea es un trastorno sistémico que tar con el movimiento del cuello, especialmente con la
afecta principalmente al tejido sinovial, y es precisa- rotación.
mente esta característica de la enfermedad la que expli-
-a la implicación casi exclusiva de la región cervical su-
perior. Las articulaciones entre el atlas y el occipucio,
el atlas y el axis, el atlas y las apófisis odontoides están Axioma: En los pacientes con artritis reumatoidea pue-
recubiertas de sinovia. Así, el derrame sinovial en la de haber alteraciones estructurales graves sin
aniculación y la proliferación del tejido sinovial pue- slntomas relacionables con la columna.
den dar lugar a la destrucción progresiva de la apófisis
odontoides, las masas laterales de C-I, los cóndilos
occipitales y los ligamentos alares y transversos. A di- A medida que se agrava la inestabilidad y la des-
ferencia de la osteoartritis, la artritis reumatoidea oca- trucción de las vértebras C-l y C-2, el dolor tiende a
siona osteopenia vertebral, que, posteriormente, puede aumentar y la apófisis vertebral de C-2 puede llegar
23

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24 11. URGENCIAS MÉDICAS

a ser más destacable por palpación. También se puede


observar sensibilidad dolorosa en la región suboccipi- Axioma: La espondilitis reumatoidea puede llegar a
tal. La prueba del golpe, descrita por Sharp y Purser,6 ocasionar un acortamiento de la región cervi-
permite a veces al examinador palpar el deslizamien- cal de hasta un 50%.
to del atlas sobre el axis. Sin embargo, pueden derivar
de ella complicaciones y es menos sensible que las ra-
diografías, motivos por los cuales debe evitarse. Vértebras dorsales
Sharp y Purser 6 observaron que la subluxación La afectación de esta región de la columna se presenta
atlantoaxoidea está presente aproximadamente en uno aparentemente como una manifestación secundaria de
de cada 30 pacientes con signos o síntomas mínimos de la implicación reumatoidea de las articulaciones costo-
artritis reumatoidea, en uno de cada 15 con artritis reu- vertebrales, que luego pueden ocasionar la destrucción
matoidea determinada clínicamente y en aproximada- de los discos adyacentes. Esta forma de la enfermedad
mente el 20070 de casos con un grado de gravedad que sólo tiene importancia clínica en muy pocos casos.
requiere hospitalización. 6 Matthews 7 halló en un estu- Unos pocos pacientes pueden tener sensibilidad doloro-
dio subluxación atlantoaxoidea en el 25% de 76 pacien- sa localizada, que se acentúa con las inspiraciones.
tes ambulatorios consecutivos con diagnóstico de artri-
tis reumatoidea. Vértebras lumbares
La subluxación atlantoaxoidea está ocasionada por A efectos prácticos, clínicamente no existe la artntIs
erosión y rotura del ligamento transverso en combina- reumatoidea importante de la región lumbar de la co-
ción con la destrucción de las articulaciones laterales de lumna.
C-l y C-2. Las subluxaciones de C-l y C-2 pueden te-
ner lugar en tres direcciones. La más corriente es la an- Articulaciones sacroi/íacas
terior, de C-l sobre C-2; también se puede producir la La afectación de la articulación sacroilíaca se presenta
posterior, de C-l sobre C-2, pero es muy rara. Igual- aproximadamente en una tercera parte de los pacientes
mente puede ocurrir la vertical, que es relativamente con artritis reumatoidea clínica. Sin embargo, los sín-
corriente, si bien pasa inadvertida con frecuencia cuan- tomas sólo aparecen en una pequeña proporción de los
do no es sintomática. Esto sucede cuando las apófisis casos. Algunos se quejan de dolor local que aumenta
articulares del atlas están erosionadas y hacen que el con el movimiento.
cráneo descienda sobre C-l) penetrando superiormente
la apófisis odontoides en el agujero magno. Complicaciones
Las complicaciones secundarias importantes de la artri-
tis reumatoidea sólo derivan de la enfermedad verte-
Axioma: La subluxación vertical atlantoaxoidea pasa bral cervical, y son principalmente neurológicas.
frecuentemente inadvertida en los pacientes La subluxación atlantoaxoidea puede presentar múl-
asintomáticos. tiples síntomas neurológicos. Con la subluxación ante-
rior, la medula puede quedar comprimida entre el arco
posterior de C-I y la apófisis odontoides (fig. 3-1),
Vértebras cervicales subaxoideus compresión que aumentará con la flexión del cuello.
Aunque algo menos corriente que la enfermedad de las Los signos y síntomas comprenden: paresia, espastici-
C-l y C-2, la implicación reumatoidea subaxoidea de la dad, hiperref1exia, signo de Babinski, parestesias, in-
región cervical sigue siendo un problema clínico signifi- continencia y retención de orina. Además, si está afec-
cativo. El punto anatómico primario de la zona sub- tado el tracto espinotalámico, presentan hipoalgesia.
axoidea es todavía motivo de controversia, aunque Las luxaciones verticales están causadas por la ero-
probablemente es la articulación del cuerpo de la vér- sión grave de las apófisis articulares de C-l, con pro-
tebra, 8 de la apófisis 9 o ambas. Como ya se dijo, la trusión de la odontoides en el agujero magno cuando
afectación de la región subaxoidea se produce con más desciende el cráneo. Así, además de la compresión me-
frecuencia junto con la luxación atlantoaxoidea que dular superior, pueden resultar afectadas la medula y
aislada. la protuberancia, y, a consecuencia de ello, los tractos
Los pacientes que presentan este problema suelen y núcleos de los nervios craneales VII a XII; también
tener dolor de cuello que irradia a los brazos, hom- puede afectarse el centro respiratorio medular. Esta
bros, parte alta de la espalda y pecho. Esta extensión condición sitúa evidentemente al paciente al borde de
del dolor no significa necesariamente la implicación de un acontecimiento catastrófico. Afortunadamente, son
la medula espinal o de las raíces nerviosas. En el reco- raros los casos de muerte repentina.
nocimiento, la región cervical y los músculos paraverte- La compresión vascular también es un factor im-
brales aparecen difusamente blandos. portante que contribuye a las complicaciones neuroló-
La afectación reumatoidea de la región cervical va- gicas. La compresión de la arteria espinal anterior pue-
ría con respecto a su extensión. El estrechamiento del de causar el compromiso vascular de las células del
espacio discal, las erosiones óseas y las subluxaciones asta anterior, de la que resultan fasciculaciones. La sub-
pueden tener lugar a uno o más niveles y, en su peor luxación de las vértebras puede interferir en las ar-
forma, provocar el acortamiento de la región cervical terias vertebrales. Los signos y síntomas resultantes
hasta un 50%. pueden comprender vértigo, nistagmo, ataxia, disfonía,

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3. ARTRITIS DE LA COLUMNA VERTEBRAL 25

Figura 3-1. Proyección en flexión


de la región cervical de la colum·
a en la que se ve la subluxación
atlantoaxoidea. Obsérvese el des·
olazamiento anterior de la parte
posterior del arco neural y el
aumento del espacio predental.
Oe Sherk HH: Atlantoaxial instabi-
ity and acquired basilar invagina-
¡ion in rheumatoid arthritis. Oro
rhop elin North Am 9:1056, 1978.

disminución visual o pérdida de la vista, paresia y pér- ligamentosa, en los pacientes con artritis reumatoidea
dida de la conciencia. Cualquiera de estos síntomas o pueden aparecer importantes lesiones de columna (in-
rodos ellos se pueden precipitar o exacerbar por flexión cluso con peligro mortal) después de «traumatismos le-
O rotación del cuello. ves». Así pues, incumbe al médico de urgencias evaluar
La artritis reumatoidea de la región cervical sub- cuidadosamente a todo paciente reumatoideo después
axoidea puede ocasionar la compresión de la medula de un traumatismo, sin importar cuán aparentemente
espinal y de las raíces nerviosas, ya sea por destrucción insignificante sea éste.
de los discos o por subluxación, con los signos y sínto-
mas resultantes esperados. Afortunadamente, son rela-
¡"amente raras las complicaciones neurológicas en los
pacientes con espondilitis reumatoidea y el pronóstico Axioma: En los pacientes con artritis reumatoidea pue-
es bastante bueno. 10 den aparecer lesiones vertebrales que ponen
Particularmente importantes son algunos aspectos en peligro la vida en cualquier acontecimien-
del diagnóstico y tratamiento de la espondilitis reuma- to traumático que por lo demás parece leve.
roidea en la calificación médica de urgencia. En primer
lugar, en estos pacientes puede resultar muy difícil el
diagnóstico de compromiso neurológico. Los enfermos Diagnóstico
reumatoideos a menudo tienen contracciones, paresia y En cualquier paciente se establecerá el diagnóstico de
alrofia muscular; además, son corrientes los síntomas artritis reumatoidea basándose en la implicación articu-
de neuritis. Los signos de incontinencia, hiperreflexia, lar periférica y en los datos de laboratorio antes de la
insuficiencia vertebrobasilar intermitente y parestesia o aparición de los síntomas de espondilitis reumatoidea.
paresia en la calificación de la artritis reumatoidea de- Esto hace que el diagnóstico de afectación vertebral sea
ben alertar al médico sobre la posibilidad de deterioro relativamente obvio en la mayoría de los casos, funda-
neurológico. En segundo lugar, a causa de la osteo- mentándose en el cuadro clínico y en los hallazgos ra-
penia, lo mismo que la destrucción articular ósea y diológicos. Conviene recordar que la espondilitis reu-

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26 11. URGENCIAS MÉDICAS

matoidea puede aparecer con una implicación articular 4,5 mm por encima de la línea que va de la parte más
periférica mínima o nula y que la afectación vertebral baja de la curva occipital al borde posterior del paladar
significativa puede estar presente en pacientes sin sig- duro (línea de McGregor) (fig. 3-3).
nos o síntomas referibles a la columna. Radiológicamente, la región cervical subaxoidea
El diagnóstico de subluxación atlantoaxoidea se mostrará erosiones, esclerosis, estenosis discal y osteo-
puede emitir en la mayoría de los casos basándose en penia. Las subluxaciones se pueden presentar a múlti·
las proyecciones radiológicas normales. Las subluxa- pies niveles (tabla 3-1).
ciones anteriores van acompañadas de un espacio preo- Las vértebras lumbares pueden presentar erosiones,
dontoideo agrandado (la zona entre la apófisis odon- osteopenia y estenosis del espacio articular, aun cuan-
toides y el arco anterior de Col) (fig.3-l). Se considera do estos hallazgos pueden ser sutiles y a menudo están
que el límite normal superior tiene una medida de 3 enmascarados por los síntomas de osteoartritis concu-
mm. Cuando se sospecha el diagnóstico de subluxación rrentes.
atlantoaxoidea, han de tomarse proyecciones en flexión
porque es posible obtener en ellas una medición anor- Tratamiento y control
mal, a despecho de la proyección de perfil rutinaria La mayoría de los pacientes con espondilitis reumatoi-
normal (fig.3-2). Las tomografías laterales también dea tienen una afectación articular periférica concomi-
pueden ayudar al diagnóstico si es equívoco en las pro- tante, para la que se les administran dosis elevadas de
yecciones normales. aspirina o de algún antiinflamatorio no esteroideo.
La afectación de la apófisis odontoides puede pro- Esta medicación suele aliviar también los síntomas pro-
vocar la erosión del área adyacente al ligamento trans- ducidos por la columna. Para los casos en que estos
verso, dejando una frágil «clavija» que da poco sopor- medicamentos no alivien el dolor, está indicado probar
te a la articulación atlantoaxoidea. un collar blando o rígido durante 2 a 6 semanas, ya
La luxación vertical incompleta resulta de la protru- que a veces ha proporcionado alivio. Sin embargo, no
sión de la odontoides en el agujero magno. Por rayos hay pruebas de que los collares influyan en el progreso
X. la punta de la odontoides no debe estar a más de de la enfermedad.

Figura 3·2. Proyección en exten·


sión del mismo paciente de la fi·
gura 3-1 que muestra la reducción
de la subluxación, ocultando así
el problema si no se obtienen las
proyecciones en flexión. De Sherk
HH: Atlantoaxial instability and
acquired basilar invagination in
rheumatoid arthritis. Orthop C/in
North Am 9: 1057, 1978.

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3. ARTRITIS DE LA COLUMNA VERTEBRAL 27

Figura 3·3. Los extensos cambios reumatoides han destruido las masas lateral.es de C-1 y los cóndilos del occi-
pital, permitiendo la sub luxación vertical de la apófisis odontoides en el agujero magno. (Obsérvese la línea de
McGregor.) De Sherk HH: Atlantoaxial instability and acquired basilar invagination in rheumatoid arthritis. Or-
thop C/in North Am 9: 1058, 1978.

La estabilización qUlrurgica de la subluxación beza o el cuello de los pacientes con artritis reumatoidea,
atlantoaxoidea sólo es precisa en una pequeña propor- y 2) todos los pacientes con espondilitis reu~atoidea re-
ción del total de pacientes. ll Sin embargo, la aparición quieren controles para seguirlos de cerca cuidadosa-
de signos neurológicos, el dolor agudo y constante o mente.
las subluxaciones verticales (que son una situación par-
Licularmente precaria) requieren considerar esta posibi-
lidad. D ESPONDILlTIS ANQUILOPOYETlCA
Para el médico de urgencias hay dos cuestiones im-
portantes respecto al tratamiento: 1) como ya se dijo No está clara la verdadera incidencia de la espondilitis
anteriormente, cabe sospechar fracturas significativas anquilopoyética en la población. Los primeros estudios
incluso en el accidente menos grave de lesión en la ca- estimaban que la prevalencia de la enfermedad era apro-
ximadamente del 1 al 3 por 1.000 en la población ge-
TABLA 3·1. CAMBIOS RADIOLÓGICOS DE LA ESPONDILITIS
nera1. 12- 14 También se había creído que era notable la
CERVICAL REUMATOIDEA
preponderancia entre los hombres, con una relación de
Subluxación atlantoaxoidea 4 a 1 respecto a las mujeres. Estos datos se obtuvieron
Anterior de pacientes sintomáticos con claros síntomas clínicos de
Vertical espondilitis anquilopoyética. Sin embargo, las últimas in-
Posterior vestigaciones han estudiado a grupos de individuos HLA-
Subluxaciones anteriores a múltiples niveles B27 y han encontrado signos clínicos o radiológicos de
Osteopenia (osteoporosis) espondilitis anquilopoyética en un 20070 de ellos, siendo
Estenosis del espacio discal o intersomático mujeres aproximadamente la mitad de los afectados. 15 ,16
Esclerosis de las plataformas vertebrales
Esto supondría una frecuencia general del 1 al 2% de
Erosiones y esclerosis de las articulaciones
interfacetarias toda la población, siendo afectados por igual los hom-
bres y las mujeres. Conviene indicar que gran parte

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28 11. URGENCIAS MÉDICAS

de estos pacientes eran asintomáticos y que los signos reflejan la afectación de las articulaciones sacroilíacas
más importantes estaban presentes con mucha más fre- y de la región lumbar. Así, en el momento de la presen-
cuencia en los hombres. Este hecho probablemente ex- tación, el paciente se puede quejar de dolor, que lo
plica la discrepancia con los estudios anteriores. atribuye unilateral o bilateralmente a las caderas, nal-
En Estados Unidos, la población blanca tiene una gas y muslos. Debe tenerse en cuenta que la verdadera
frecuencia de espondilitis anquilopoyética cuatro veces irritación del nervio ciático acompañada de dolor que
mayor que la de la población de color. 17 Hay que des- irradia a la pantorrilla o al pie rara vez se produce, si
tacar que los blancos tienen mayor frecuencia de HLA- es que ocurre.
B27 (70/0 frente al 3%).

Fisiopatología
Se desconoce la causa de la espondilitis anquilopoyéti- Axioma: La ciática asociada con irradiación del dolor
ca y es poco lo que se sabe de su fisiopatología. El antí- a la pantorrilla o al pie es muy poco frecuen-
geno de histocompatibilidad HLA-B27 está presente en te en la espondilitis anquilopoyética.
aproximadamente el 80 al 95% de los pacientes blancos
con espondilitis anquilopoyética,18-20 en comparación
con el 7% de la población general. 18-22 Actualmente,
parece probable que en la patogenia de esta enferme- Aunque la lumbalgia es con mucho el trastorno más
dad desempeña una función importante la predisposi- corriente en la espondilitis anquilopoyética, existe un
ción genética junto con algún factor (o factores) inci- número notable de pacientes que inicialmente presen-
tante. En cualquier población, la frecuencia de la tan otros síntomas. 23 El dolor y el endurecimiento o
espondilitis anquilopoyética está íntimamente relacio- rigidez causados por la implicación de las vértebras cer-
nada con la del antígeno HLA-B27 en dicha población. vicales o las dorsales puede ser la primera manifesta-
Esta sorprendente asociación es prueba evidente de que ción clínica. Cuando la enfermedad afecta a las articu-
la genética tiene mucha importancia en la espondilitis laciones entre las costillas y las vértebras dorsales, el
anquilopoyética. Actualmente no se cree que sea ésta paciente puede padecer dolor torácico, que es típica-
una enfermedad autoinmune, al menos en su sentido mente pleurítico en su naturaleza. Se puede presentar
tradicional. la sensación de tener el pecho endurecido, con difi-
La espondilitis anquilopoyética se distingue de la cultad para efectuar una inspiración profunda, y en
artritis reumatoidea en que ocasiona la fusión de las ar- ocasiones será necesario excluir la posible etiología car-
ticulaciones, de la que resulta la destrucción de las mis- diaca o pulmonar. Los síntomas en las articulaciones
mas. Inicialmente hay un proceso inflamatorio que se periféricas anteceden al dolor de espalda en aproxima-
produce sobre todo en la cápsula y el cartílago articula- damente el 20% de los pacientes. 24 A veces, el dolor
res; luego pueden verse afectadas las uniones de los li- de pies a causa de fascitis plantar puede ser la queja
gamentos a las vértebras, y, finalmente, tiene lugar la inicial. La presentación no musculoesquelética más
anquilosis ósea en las articulaciones. De la osificación normal es la uveítis anterior, que aparece en un 1-2070
de los ligamentos se forman puentes (sindesmofitos) de casos.
entre cuerpos vertebrales adyacentes. No están completamente claros los efectos del repo-
so y el ejercicio sobre los síntomas de la espondilitis an-
Características clínicas quilopoyética. Parece ser que los ejercicios ligeros,
La aparición de la espondilitis anquilopoyética ocurre tales como los inherentes a las actividades diarias senci-
típicamente a edades comprendidas entre los 15 y los llas, tienden a disminuir el dolor y la rigidez,23 mien-
30 años.n Alrededor de un 90% de los casos se tras que el reposo absoluto los aumenta (denominado
diagnostican antes de llegar a los 40 años y el 95% an- dolor de la inmovilidad). Los ejercicios vigorosos, ya
tes de los 50. Aun cuando se pueden dar casos antes sean de ocupación o afición, agravan efectivamente los
de alcanzar Jos 13 años, no dejan de ser poco fre- síntomas. En ese caso, la moderación o suspensión de
cuentes. la actividad normalmente reduce el dolor.
Los síntomas iniciales están localizados típicamente
en la región lumbar, describiendo la mayoría de los pa- Examen físico
cientes dolor y endurecimiento. 23 La presentación de Al principio, los síntomas tienden a ser relativamente
estos síntomas es casi siempre insidiosa, si bien en ra- inespecíficos. Sin embargo, los signos de artropatía de
ras ocasiones es aguda, y puede forzar al médico a des- la columna a menudo ya existen incluso en la presenta-
cartar una rotura discal. Aunque clásicamente se ha ción inicial. El hallazgo más consecuente es la sensibili-
descrito el dolor como no remitente, es cierto que un dad de la articulación sacroilíaca. A pesar de que el
grupo de pacientes han experimentado una o varias re- nervio ciático no está implicado, el levantar la pierna
misiones, de semanas a meses, al inicio de la enferme- recta puede producir síntomas tales como dolor en la
dad. Los individuos con espondilitis anquilopoyética espalda y en la región glútea. Se han descrito multitud
suelen experimentar variación de su sintomatología en de pruebas clínicas que, según se dice, ayudan a detec-
el transcurso del día, con dolores y endurecimientos tar la inflamación de las articulaciones sacroilíacas;
que son clásicamente más intensos por la mañana. 23 pero ninguna de ellas es de gran valor para el diagnós-
Al principio del curso de la enfermedad, los síntomas tico, y, por tal motivo, no se van a describir.

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3 ARTRITIS DE LA COLUtv\NA VERTEBRAL 29

A medida que progresa la enfermedad, se hacen pa- longado es muy rara. Lo normal es la progresión del
tentes varios hallazgos físicos. El movimiento limitado proceso patológico y la deformidad vertebral concomi-
de las vértebras lumbares se desarrolla en extensión, tante. A pesar de este hecho, la sintomatología de la
flexión y flexión lateral. Se produce la pérdida de la enfermedad tiende a ser intermitente, con períodos du-
lordosis lumbar normal, y se puede observar espasmo rante los cuales el paciente está virtualmente libre de
de la musculatura paralumbar. Para probar la limita- síntomas, y que pueden llegar a ser hasta de 1 a 2 años.
ción de la flexión de las vértebras lumbares debe hacer- Es bastante sorprendente que algunos pacientes no acu-
se una marca en las apófisis vertebrales de D-12 y S-l. dan al médico hasta que la deformidad en flexión de
Se mide la distancia entre esas marcas con el paciente las vértebras cervicales es tan grande que casi los inha-
en bipedestación y luego en la posición de su máxima bilita para el trabajo, conducir o efectuar otras activi-
flexión. La diferencia normal es de 7 a 8 cm, aunque dades de la vida diaria. La progresión desde la afecta-
entre los individuos sanos hay una gran variación. ción inicial de la articulación sacroilíaca hasta la
Efectivamente, un incremento de menos de 3 cm debe deformidad de las vértebras cervicales puede suponer un
hacer sospechar al examinador la existencia de patolo- período variable, pero lo clásico es que necesite déca-
gía lumbar y, con el correcto historial, de espondilitis das, y sólo en casos raros se alcanza en menos de 5 años.
anquilopoyética.
A medida que progresa la enfermedad, tiende a
producirse cifosis de la región dorsal y atrofia de la
musculatura del tronco. Se cree que una postura «ar-
Axioma: Los s[ntomas de la espondilitis anquilopoyéti-
ca son intermitentes, y puede haber perlados
queada» alivia algo el dolor inferior de la espalda, y es de inactividad mórbida que duren de meses a
a que induce a la deformidad cifótica. Las apófisis
años.
\ertebrales dorsales y los músculos paravertebrales a
:nenudo están blandos. Las articulaciones costoverte-
':Jrales pueden estar afectadas, provocando la disminu-
.::ión de la expansión del pecho. Se ha recomendado la La implicación de la articulación periférica se pro-
:nedición de ésta, ya que puede ser de cierta utilidad duce en el 50 al 75010 de los pacientes en algún momen-
para el seguimiento de la enfermedad;25 sin embargo, to de su evolución clínica. 22 La afectación de la articu-
:a disminución de la movilidad de la pared torácica en lación de la cadera o del hombro suele ser bilateral, y
:a espondilitis anq uilopoyética rara vez, si es que ocu- aunque a menudo se resuelve, puede convertirse en
~re, compromete significativamente la función pul- crónica y progresiva, con incapacidad significativa e in-
:nonar. cluso en algunos casos con fusión articular completa.
La afectación de las vértebras cervicales se produce Afortunadamente, la enfermedad de las otras articula-
;eneralmente al final del curso de la enfermedad. Los ciones periféricas es relativamente benigna, dura de
;-rimeros signos suelen ser: sensibilidad vertebral y pa- semanas a meses y se resuelve espontáneamente sin
~a\'ertebral, así como dolor a la rotación. Finalmente secuelas articulares.
aparece disminución de la movilidad y deformidad de
:lexión, que eventualmente pueden llevar a la anquilo- Complicaciones y pronóstico
sis total. Lo mismo que en la artritis reumatoidea, los pacientes
La afectación de las articulaciones periféricas puede con espondilitis anquilopoyética son vulnerables en ex-
;;srar presente al inicio de la enfermedad o en cualquier tremo a las fracturas vertebrales, sobre todo en la re-
:nomento de su curso. Los signos físicos son idénticos gión cervical. La combinación de fusión y osteoporosis
a los de cualquier artritis periférica, con eritema, calor, conduce a un estado tenue en el que el menor trauma-
tumefacción, sensibilidad y rigidez de las articulaciones tismo puede producir agresiones vertebrales catastrófi-
:mplicadas, siendo las más corrientes las de la cadera, cas. Las fracturas son típicamente transversas, y se pre-
el hombro, la rodilla, la muñeca, las metacarpofalángi- sentan con más frecuencia en las partes media y baja
.::as y las metatarsofalángicas. de la región cervical de la columna. 26 Estas fracturas
tienden a ser graves puesto que la incidencia de luxa-
[yoludón clínica ción y lesión medular es grande. Aproximadamente el
De las últimas investigaciones se desprende que gran 75010 de los pacientes con fracturas cervicales tienen al-
:1úmero de pacientes con espondilitis anquilopoyética gún daño neurológico. 24 En urgencias ha de tenerse
permanecen asintomáticos o tan mínimamente sinto- sumo cuidado con todos los pacientes con espondilitis
:náticos que no acuden nunca al médico. Esto parece anquilopoyética que se quejen de la cabeza o de la es-
,er particularmente cierto entre las mujeres, ya que el palda hasta que se haya descartado la fractura.
.::urso de la enfermedad suele ser mucho menos agresi-
'.0 en ellas que en los hombres.
Como ya se mencionó anteriormente, en la mayoría Axioma: Al igual que con la artritis reumatoidea, los
de los pacientes la afectación inicial tiene lugar en las pacientes con espondilitis anquilopoyética
articulaciones sacroilíacas, seguida a continuación por pueden sufrir fracturas vertebrales con peli-
;xogresión de la artropatía vertebral hacia arriba. 22 En gra mortal en traumatismos aparentemente
:os pacientes sintomáticos, la implicación aislada de la insignificantes.
articulación sacroilíaca a lo largo de un período pro-

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30 11. URGENCIAS MÉDICAS

En la espondilitis anquilopoyética puede haber tam- TABLA 3·3. CINCO CRITERIOS HISTÓRICOS PARA EL
bién subluxación atlantoaxoidea y conducir a la com- DIAGNÓSTICO DE LA ESPONDILlTIS ANQUILOPOYÉTICA
presión medular, aunque este problema es mucho me-
nos frecuente que en la artritis reumatoidea. Inicio antes de los 40 años
Lumbalgia de más de tres meses de duración
Hasta en el 25 OJo de los pacientes con espondilitis Rigidez matutina
anquilopoyética aparece uveítis anterior,22 Por lo ge- Aparición gradual de los síntomas
neral, estos episodios son breves y autolimitados, si Mejora de los síntomas con ejercicios
bien en raras ocasiones se puede producir pérdida vi- moderados
sual a causa de glaucoma. 23
De Calin A, Fries J.F.: Striking preva/ence ot anky/osing spondylitis
La aortitis aparece en una pequeña proporción de in «healthy" W27 positive males and tema/es: A controlled study.
casos, pero es significativa. 22 El proceso inflamatorio N Eng/ J Med 293:835-839, 1975.
no causa síntomas por si solo; sin embargo, la insufi-
ciencia aórtica aparece años más tarde y puede derivar
a paro cardiaco. Los defectos de conducción, incluyen- Diagnóstico
do el bloqueo auriculoventricular de tercer grado, lo Aunque es relativamente fácil emitir el diagnóstico de
mismo que la pericarditis, también pueden suceder. espondilitis anquilopoyética, a menudo se retrasa d~­
A veces se presenta fibrosis pulmonar, que típica- rante años. Calin y coIS. 15 .30 hallaron que la presenCIa
mente afecta a los segmentos apicales de ambos pulmo- de cuatro de cinco criterios históricos es el 95% suscep-
nes. Por último sobreviene cavitación, que predispone tible y el 85% específico para el diagnóstico de espon-
al paciente para la aspergilosis o la tuberculosis.n dilitis anquilopoyética. Los criterios son los siguientes:
Lo mismo que en la mayoría de las enfermedades aparición antes de los 40 años, presentación gradual de
que derivan a un proceso crónic? in~lam~tori~, .de !a los síntomas, molestias lumbares que duran tres meses
amiloidosis puede resultar protemuna e msuflCIenCIa por lo menos, rigidez de espalda por las mañanas y me-
renal. jora con ejercicios moderados. La aplicación de estos
Como complicación de la espondilitis anquilopoyé- criterios puede ayudar al médico de primeros auxilios
tica se puede desarrollar el síndrome de la cola de caba- al diagnóstico temprano de espondilitis anquilopoyéti-
llo, aunque no se comprende bien esta asociación: ~~­ ca y enviar estos pacientes al especialista (tabla 3-3).
tos pacientes se quejan de incontinencia y de deflclt La radiología es un aspecto importante para el dic-
motor y sensorial en la distribución sacra. tamen del diagnóstico. Con rayos X se ve la afectación
En el pasado era corriente la terapia con radiación bilateral de la articulación sacroilíaca en una elevada pro-
de la columna, con un mayor riesgo para las leucemias porción de casos,20 si bien es cierto que no en todOS. 31
mielógenas. 28 .29 Al principio, las articulaciones sacroilíacas empiezan a
El pronóstico para que los pacientes con espondili- perder sus márgenes bien definidos; a continuación se
tis anquilopoyética puedan llevar una vida relativamen- produce la estenosis del espacio articular, y, finalmen-
te funcional es muy bueno por lo general. Aunque los te, la fusión completa. Las otras regiones de la colum-
trabajos con grandes esfuerzos puedan acarrear proble- na muestran osteoporosis con «escuadramiento» de los
mas significativos, con dolor y rigidez, por lo gen~r~l cuerpos vertebrales vistos en proyección de perfil. Se de-
se toleran bien, sin dificultad, la mayoría de las actiVI- sarrollan sindesmofitos, que al progresar la enfermedad
dades sedentarias, sobre todo si el paciente sigue un dan lugar a la denominada columna en «caña de bam-
programa de tratamiento bien concebido. Excepto .en bú» (fig. 3-4). Tanto el «escuadramiento» como los sin-
los casos con graves complicaciones sistémicas (cardlO- desmofitos suelen aparecer primero en la región lumbar
vascular, renal, pulmonar, neoplasias), la esperanza de y progresan luego en dirección a la cabeza.
vida de los que padecen espondilitis anquilopoyética es En las articulaciones periféricas suelen estar ausen-
la normal (tabla 3-2). tes los hallazgos radiológicos, aun cuando clínicamente
estén afectadas. Sin embargo, las articulaciones del
hombro y de la cadera pueden revelar cambios graves
y hasta la fusión en una enfermedad de años. La sublu-
xación atlantoaxoidea también puede producirse, como
se dijo en el apartado de la artritis reumatoidea.
TABLA 3·2. COMPLICACIONES DE LA ESPONDILITIS Se ha comentado la importancia de descartar la
ANQUILOPOYÉTICA
fractura, pero puede resultar difícil conseguirlo por los
Fracturas vertebralesllesiones medulares métodos radiológicos normales a causa de la osteope-
Subluxación atlantoaxoidea nia y la fusión. A veces hace falta la tomografía o la
Fusión de las articulaciones de la cadera tomografía axial computarizada (TAC) para asegurarse
y del hombro de que no hay fractura aguda. El hallazgo de laborato-
Uveítis anterior rio más sorprendente es la frecuencia del 80 al 95% de
Aortitis, pericarditis, defectos de conducción HLA-B27 en pacientes con esta enfermedad. Sin em-
Fibroris pulmonar apical bargo, en un paciente dado, la presencia de HLA-B27
Amiloidosis no justifica el diagnóstico, ni su ausencia el descartar-
Síndrome de la cola de caballo
Neoplasias posradiación
lo. De hecho, la mayoría de las personas HLA-B27 po-
sitivas no tienen espondilitis anquilopoyética. Son mu-

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3. ARTRITIS DE LA COLUMNA VERTEBRAL 31

Figura 3·<'\. Espondilitis anquilopoyética. Obsérvese el estrechamiento del espacio articular, el acodamiento de
los cuerpos vertebrales con aspecto de caña de bambú y la fusión de las facetas articulares. De Banna M: Clini-
cal Radiology of (he Spine and Spinal Cord. Rockville, Md, Aspen, 1985, pág. 213. Reproducida con permiso de
Aspen Publishers, Inc.

.::has las anormalidades de laboratorio que pueden estar es doble: 1) aliviar el dolor, y 2) enviar al paciente a
presentes. La velocidad de sedimentación globular un médico experimentado en el tratamiento a largo pla-
(VSG) es elevada en aproximadamente el 800/0 de los zo de estas afecciones. Respecto a la terapia del dolor,
pacientes. Desgraciadamente, no hay confirmación de lo mismo que con todos los pacientes con síndromes
que la VSG se pueda aprovechar para seguir la activi- crónicos de dolor, debe evitarse al máximo el empleo
dad de la enfermedad o la respuesta al tratamiento. de analgésicos narcóticos (sobre todo las formas paren-
Puede haber anemia normocítica leve, y también pe- terales). La aspirina, a dosis adecuadas, es siempre el
queñas elevaciones de fosfatasa alcalina, la transami- fármaco de elección al comenzar un régimen de medi-
nasa glutamicooxalacética en suero y la creatininfos- cación para estos pacientes por su bajo coste y la relati-
focinasa. Las pruebas de factor reumatoide y de anti- va poca frecuencia de efectos secundarios. Administra-
cuerpo antinuclear son negativas. da a dosis apropiadas, hace que la mayoría de los
Debe tenerse presente que las pruebas de laboratorio enfermos sientan un alivio notable. Si resulta ineficaz,
carecen de valor para el médico de urgencias cuando hay que emplear antiinflamatorios no esteroideos,
procura diagnosticar espondilitis anquilopoyética. como, por ejemplo, naproxeno, ibuprofeno o indome-
tacina. 23 Hay que evitar los esteroides a causa de las
Tratamiento y control importantes complicaciones que producen a largo pla-
La funci6n principal del médico de urgencias en el tra- zo. Hubo un tiempo en el que se creyó que la penicila-
tamiento de pacientes con espondilitis anquilopoyética mina era una buena terapia, pero hoy día ya no.J2

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32 11. URGENCIAS MÉDICAS

No debe desestimarse el control apropiado. Única- El proceso patológico comienza en el fibrocartílago


mente el cuidado a largo plazo por médicos experimen- del disco, que es sustituido por tejido fibroso a lo largo
tados y fisioterapeutas podrá prevenir o minimizar los de un período de años, lo que conduce a la estenosis
efectos incapacitantes de la deformación de la colum- del espacio articular que se puede observar en las ra-
na. 23 En este aspecto se puede implantar un régimen diografías. El resultado es un aumento de la presión en
de medicación consecuente, descanso, ejercicio y entre- los cuerpos vertebrales adyacentes, con la subsiguiente
namiento postural, mejorando así notablemente el es- esclerosis subcondral y la formación de osteofitos en la
tado funcional del paciente a largo plazo. Hay que ad- periferia del disco. Éstos pueden aparecer en cualquier
vertirles que es necesario suspender los trabajos duros parte del cuerpo vertebral; pero únicamente de los diri-
y las actividades recreativas que supongan esfuerzos vi- gidos hacia la medula o las raíces de los nervios se deri-
gorosos, sustituyéndolos por programas de ejercicios van secuelas neurológicas. Al principio de la enferme-
moderados, dos o tres veces al día, tales como cami- dad suele haber una pequeña protrusión de la sustancia
nar, nadar y ejercicios de series de movimientos. Habrá del disco a la parte posterolateral del cuerpo vertebral
que emplear un colchón duro con tabla debajo y pres- en un lado, en general dirigida directamente hacia el
cindir de la almohada, ya que puede acelerar la defor- agujero intervertebral, y que puede provocar la forma-
mación en flexión de la región cervical. ción de osteofitos que, finalmente, ocasionan la com-
presión de la raíz del nervio.
La mayor parte de los movimientos de la columna
o OSTEOARTRITIS DE LA COLUMNA se producen en las facetas articulares, motivo por el
Incidencia que estas articulaciones son bastante vulnerables a los
Sin duda, la osteoartritis o enfermedad degenerativa de cambios degenerativos y a la subsiguiente aparición de
las articulaciones es el trastorno más común de los que osteofitos. Las facetas forman la parte posterior del
afectan a las articulaciones. De hecho, hay signos ra- agujero intervertebral, por lo que los osteofitos dirigi-
diológicos de esta enfermedad en más del 80070 de los dos anteriormente a partir de la articulación de la face-
que ya tienen 65 años o más;)) por rayos X se aprecia ta pueden invadir las raíces de los nervios. La interfe-
en aproximadamente la mitad de los que ya han cum- rencia generalmente se produce en la raíz anterior a
plido 50 años y en cerca del 75% de los que han pasado causa de su localización anatómica en el agujero neu-
los 65. A pesar de la incidencia extremadamente eleva- ral. Esto explica la elevada incidencia de síntomas sen-
da de la enfermedad hallada por radiología, solamente soriales relacionados con los motores.
entre el 5 y el 10% de las personas de más de 60 años En las regiones cervical y dorsal puede aparecer le-
de edad tienen algunos síntomas. sión medular y mielopatía. Anteriormente, la medula
está comprimida por los osteofitos que se proyectan
dorsalmente desde el borde del disco. Posteriormente,
el ligamento amarillo tiende a curvar se e invade la par-
Axioma: Sólo aproximadamente uno de cada 10 pa- te dorsal de la medula. Esta combinación puede ocasio-
cientes con signo radiológico de osteoartritis nar lesión medular, ya sea directamente o secundaria a
de la columna presenta s(ntomas significa- la compresión de la arteria espinal anterior, aunque
tivos. este último mecanismo es raro.
Por último, se pueden formar espolones en el aguje-
ro transverso, e invadir la arteria vertebral. Al girar la
Fisiopatología cabeza se produce compresión de la arteria contralate-
Hasta la fecha se desconoce la etiología de la osteoar-
ral en el sentido de la rotación, de la que puede resultar
tritis; pero parece ser que intervienen factores heredita-
la oclusión completa. La ostoartritis pocas veces afecta
rios, hormonales y metabólicos. También son impor-
tantes las fuerzas mecánicas, de las que generalmente a la articulación atlantoaxoidea, al contrario que la ar-
resultan afectadas con más frecuencia las regiones lum- tritis reumatoidea y la espondilitis anquilopoyética.
bar y cervical de la columna. La primera de ellas es
susceptible por la gran cantidad de peso que tiene que Características clínicas
soportar. Por otra parte, la región cervical está expues- Es importante tener presente que la gran mayoría de
ta por su gran movilidad. Ambos factores hacen que los pacientes con signo radiológico de osteoartritis de la
sea mayor el esfuerzo mecánico y, por lo tanto, conlle- columna son asintomáticos. En realidad, en esta enfer-
van una mayor incidencia de osteoartritis en dichas re- medad es poca la diferencia de los hallazgos por rayos
giones. X entre los pacientes sintomáticos y los asintomáticos.
Entre los factores que predisponen a una persona a
padecer osteoartritis de la columna figuran los trauma- Espondilosis cervical
tismos (de los que resultan torceduras o distensiones, Cuando se presentan los síntomas, la primera queja es
fracturas o luxaciones), las deformidades de la colum- dolor en el cuello. Su aparición es, por lo general, insi-
na (tales como escoliosis), los trabajos de esfuerzo y la diosa, aunque puede ser relativamente agudo y a menu-
desigual longitud de las piernas. En resumen, cualquier do se nota por primera vez después de un aconteci--
trastorno que altere la mecánica de la columna tiende miento traumático relativamente poco importante. El
a causar esfuerzos en distintos puntos y, por lo tanto, dolor tiende a ser crónico, con exacerbaciones intermi-
acelera la degeneración. tentes que a menudo van asociadas a actos de esfuerzo

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3. ARTRITIS DE LA COLUMNA VERTEBRAL 33

J bajadas del barómetro (que empeoran en tiempo frío en la parte anterior del pecho. El examen sensorial re-
:: húmedo). La rigidez o endurecimiento es otra moles- vela con frecuencia una banda de hiperestesia, que re-
::a consecuente y tiende a ser mayor por las mañanas. sulta muy difícil atribuir a una sola raíz nerviosa. Lo
::':n general, los pacientes notarán que la aspirina y la mismo que en la enfermedad cervical, los tractos pira-
?;Jlicación de calor local les proporciona un alivio sig- midales pueden estar afectados, y producir así los ha-
::.ll-icativo, tanto del dolor como de la rigidez. También llazgos físicos de una lesión de motoneurona superior
,<, pueden quejar de cefalalgia occipital, que tiende a al examinar las extremidades inferiores.
:::ejorar durante el día. El dolor en el hombro y en la
~::gión pectoral también puede ser bastante intenso, Espondilosis lumbar
::;<'ro aparece con poca frecuencia. Dado que la región Igual que en las demás regiones, el dolor es el síntoma
:<'n'ical inferior de la columna se ve afectada con mu- cardinal de la osteoartritis de la región lumbar de la co-
:'1a más frecuencia que la superior, cuando están pre- lumna. Lo clásico es que el paciente se queje de dolor
o<'mes los síntomas radiculares suelen localizarse en C-6 lumbar unilateral con irradiación hacia la nalga, cade-
C- 7. La interferencia con una raíz nerviosa suele ser ra y pantorrilla del lado afectado. El dolor puede ser
_=ilateral. Los pacientes se quejan de dolor y, menos bilateral, y quejarse el paciente solamente de dolor de
:orrientemente, de entorpecimiento de los dedos pulgar espalda o ciática. La rigidez es también un síntoma co-
:= :ndice (C-6), así como del dedo medio (C-7). Cuando rriente; suele mejorar con una actividad moderada y
o;: produce mielopatía, el paciente se queja de síntomas casi siempre se agrava con los grandes esfuerzos o el le-
,..:¡iles, como ligera paresia o dificultad para atarse los vantamiento de pesos. Tanto el dolor como la rigidez
~o dones de los zapatos. Si está implicado el tracto cor- tienden a ser crónicos, con exacerbaciones intermiten-
:::ospinal, podrá existir debilidad de las extremidades tes. El entumecimiento de la nalga o calambres en la
_=:-eriores y cierta dificultad para caminar. Sin embar- extremidad inferior también son quejas frecuentes, y,
~o. el control de los esfínteres anal y vesical se mantie- de hecho, ocasionalmente están presentes sin dolor.
~__ intacto en casi todos los casos. Aunque la aparición de todos estos síntomas tiende a
En un pequeño grupo de pacientes tienen lugar epi- ser insidiosa, los pacientes suelen acudir al médico des-
,o ios sincopales causados por interferencia con la ar- pués de un acontecimiento traumático, atribuyéndolos
::=~ia vertebral, que conducen al compromiso vascular a tal suceso.
::.:..:rante la rotación de la cabeza. En el examen se observa palpación dolorosa verte-
El examen médico revela dolor en la palpación de bral y paravertebral con espasmo, que suele ser difuso
."- columna y de los músculos paravertebrales, sobre en la región lumbar, si bien en algunos casos se logra
:.) o en la base del cuello. En algunos casos se locali- la localización precisa. El signo de Lasegue es positivo
::2.. puntos dolorosos en la articulación inflamada. El en el lado afectado si hay interferencia de la raíz ner-
:::o\imiento cervical tiende a estar limitado, pero la ro- viosa en la región lumbosacra. En posición erecta, el
:,,:ión suele conservarse bien. La extremidad superior paciente suele doblar ligeramente la cadera y la rodilla
:: -,ede revelar déficit sensorial e hiporreflexia. La pare- para disminuir así el dolor. Puede haber también una
;:¡¡ y la atrofia muscular también pueden estar presen- ligera, pero apreciable, cojera al caminar. El movi-
:::5.' aunque a veces es difícil determinar si la causa es miento está limitado en todas direcciones, teniendo lu-
."- compresión medular o de las raíces nerviosas. Si los gar la flexión principalmente en la cadera. La lordosis
:~actOs piramidales están implicados, el examen de las lumbar tiende a desaparecer tanto a causa del espasmo
:=xtremidades inferiores revelará clonus, reflejos hipe- muscular como de la verdadera deformidad. La com-
~activos, signo de Babinski y paresia. presión de la raíz nerviosa puede ocasionar paresia,
atrofia muscular e hiporreflexia tendinosa. Habrá que
Espondilosis dorsal comprobar el extensor del dedo gordo (dorsiflexión del
.-\ 'nque la osteoartritis afecta mucho menos a la región dedo gordo) y el tibial anterior (dorsiflexión del pie) .
':orsal de la columna que a la cervical o la lumbar, Recuérdese que también puede haber signos de implica-
:=:-ectivamente se presenta en un número significativo ción de la motoneurona superior a causa de enferme-
:e casos. dad en las regiones cervical o dorsal. Puede existir tan-
El dolor es la queja principal. Lo más corriente es to hipostesia como hipoalgesia, y la localización de los
::;ue esté localizado en la región dorsal media o baja y dermatomas afectados no es del todo fiable para deter-
:asi siempre es unilateral. A menudo se localiza en la minar el nivel de la lesión. 35
:espalda, pero suele irradiarse al pecho y al esternón si
está afectada la rama primaria anterior. El dolor puede Complicaciones
oer pleurítico o no serlo, y al igual que con otros tras- Como ya se ha citado anteriormente, las complicacio-
:ornos de la región dorsal de la columna, a veces es ne- nes de la osteoartritis de la columna son principalmente
:esario descartar una etiología pulmonar o cardiaca. El neurológicas. La compresión de la raíz nerviosa y de la
:novimiento de los brazos y los hombros hace que medula espinal son por lo común graduales, con apari-
aumente el dolor. ción insidiosa de los síntomas. Por otra parte, las alte-
En el examen se observa sensibilidad dolorosa en la raciones degenerativas de la columna predisponen a es-
;Jalpación vertebral y paravertebral que usualmente 10- tos pacientes a hernias discales agudas. Los accidentes
.::aliza el lugar de la inflamación, pero que en ocasiones cerebrovasculares se producen en un número pequeño
::5 bastante difuso. También puede haber dolor al tacto de casos por interferencia de la arteria vertebral. Las

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34 11. URGENCIAS MÉDICAS

lesiones por hiperextensión de la región cervical de la


columna pueden ser catastróficas en estos pacientes.
Con una barrera de osteofitos proyectados posterior-
mente a partir del margen del disco y los pliegues del
ligamento amarillo prominentes anteriormente, la me-
dula espinal puede resultar pinzada durante la exten-
sión. Así pues, se puede dañar gravemente la medula,
incluso sin fractura ni luxación. Cuando la enfermedad
se mantiene durante mucho tiempo, la laxitud de las
uniones de los ligamentos facilita la subluxación de las
vértebras adyacentes, aunque, generalmente, no que-
dan secuelas neurológicas importantes. Rara vez se
produce disfagia porque un osteofito grande interfiera
con el esófago.
Una complicación importante que se ha de tener
presente en todos los pacientes con trastornos vertebra-
les y, sobre todo, en los que presentan dolor lumbar es
la adicción a los narcóticos. En estos casos habrá que
hacer todo lo posible para emplear otros analgésicos
porque el trastorno es crónico y su terapia puede alar-
garse durante años.

Axioma: Las lesiones por hiperextensión pueden pro-


vocar daños graves en la medula espinal en
los pacientes con espondilosis cervical aunque
no presenten fractura ni luxación.

Diagnóstico
Al principio de la enfermedad es normal utilizar los
rayos X; a medida que la lesión progresa se produce
estenosis del espacio discal y se desarrolla esclerosis
subcondral. En el margen de los discos se forman os-
teofitos, que en ocasiones causan la verdadera fusión
de cuerpos vertebrales adyacentes (fig. 3-5). Si la enfer-
medad se mantiene durante mucho tiempo, se puede Figura 3·5. Espondilosis lumbar. Obsérvese el estrecha-
acumular nitrógeno en el espacio discal y producir el miento del espacio discal, la esclerosis ósea subcondral,
denominado «signo del vacío». Con los rayos X, las la formación de osteotito, la destrucción de la faceta arti-
facetas articulares muestran también pérdida de cartíla- cular y la leve escoliosis secundaria. De Banna M: Clinical
go y estenosis con esclerosis subcondral. Cuando se Radiology of the Spine and Spinal Cord. Rockville, Md, As·
produce destrucción articular, la faceta inferior se pue- pen, 1985, pág. 161. Reproducida con permiso de Aspen
de proyectar al agujero neural, como se observa en las Publishers, Inc.
tomas en proyección oblicua de la región cervical o
lumbar de la columna. Los osteofitos también se for-
man alrededor de la faceta. Al cabo de varios años de Tratamiento y control
enfermedad tienden a enderezarse las regiones cervical Los pacientes con signos radiológicos de enfermedad,
y lumbar. En la espondilitis degenerativa, la gravedad pero sin síntomas, no requieren terapia. El tratamiento
de los síntomas no se correlaciona con la de los hallaz- dirigido a disminuir el dolor comprende reposo en
gos radiológicos. cama, calor local y analgésicos. La aspirina es general-
En pacientes con implicación neurológica de la me- mente muy eficaz; pero algunos pacientes requieren
dula espinal o de las raíces nerviosas, la mielografía re- fármacos antiinflamatorios no esteroideos. A veces, la
sulta útil para definir el lugar exacto de la interferencia inyección local de lidocaína y un esteroide proporciona
y determinar si la lesión es tratable por intervención un alivio inmediato y notable del dolor. Generalmente
quirúrgica. es eficaz cuando en el examen se localiza un «punto ga-
En la evaluación del traumatismo, las alteraciones tillo». Hay que procurar evitar los esteroides orales.
degenerativas graves de la región cervical de la colum- A veces resulta útil un collar blando en los pacientes
na pueden hacer que resulte difícil descartar la fractu- con síntomas en el cuello, y ocasionalmente favorece
ra; en tal caso y si el índice de sospecha es grande, ha- algo la tracción cervical. Cuando los síntomas se es-
brá que considerar la tomografía o la TAC. tabilizan, un fisioterapeuta debe instruir al paciente so-

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3. ARTRITIS DE LA COLUMNA VERTEBRAL 35

:::'re ejercicios de movimiento para el cuello y la espal- 17. Baum J, Ziff M: The rarity of ankylosing spon-
da. La manipulación vigorosa está contraindicada. dylitis in the black race. Arthritis Rheum 14:12, 1971
Todos los pacientes con síntomas o signos neuroló- 18. Schlosstein L, Terasaki PI, Bluestone R, et al: High asso-
;icos tienen que ser enviados a un especialista para el ciation of an HLA-A antigen W-27 with ankylosing
spondylitis. N Engl J Med 228:704, 1973
;;eguimiento cuidadoso. Puede resultar necesaria la in-
19. Brewerton DA, Hart FD, NicholIs A, et al: An-
:eryención quirúrgica para liberar la presión sobre la kylosing spondylitis and HL-A27. Lancet 1:904, 1973
:;¡edula espinal. A los enfermos con síntomas de arteria 20. Ooiethe HS, Steven MM, van del' Linden, et al: Evalua-
. enebral habría que practicarles una arteriografía, y tion of diagnostic criteria fOl' ankylosing spondylitis: A
;:,ueden necesitar anticoagulantes o intervención quirúr- comparison of the Rome, New York, and modified New
;ica para prevenir los efectos desastrosos de una oclu- York criteria in patients with a positive clinical history
,:ón completa. screening test for ankylosing spondylitis. Br J Rheumatol
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4
Osteoporosis

INTRODUCCiÓN lulas, las hormonas sistémicas, los factores locales, la


dieta, las funciones intestinal y renal, y las fuerzas ex-
=-" osteoporosis es un síndrome clínico que se caracteri- ternas físicas influyen en el desarrollo, mantenimiento
::2. • or disminución de la masa ósea del esqueleto axial, y renovación de los huesos. Se ha comprobado histoló-
:-: la que resultan insuficiencias óseas estructurales y gica y bioquímicamente que la osteoporosis es hetero-
'-~".::turas. Es una afección común que se estima afecta génea: en algunas hay mayor resorción; en otras, me-
:-: 15 a 20 millones de personas en Estados Unidos. nor formación. Por lo tanto, es probable que sean
-\~roximadamentese atribuye a la osteoporosis 1,3 mi- múltiples las causas responsables del resultado final, ya
_.:'::Jes de fracturas por año en personas de más de 45 sea por separado o combinadas.
':"'::05, con un coste aproximado de 3.800 millones de Hay dos posibles causas que son particularmente
:.:':ares. 1 significativas: la insuficiencia de estrógenos y la de cal-
El hueso está compuesto de una matriz orgánica cio. La osteoporosis progresa rápidamente después de
:~ ágeno) impregnada de minerales (calcio y fósforo). laInenopausia y prematuramente después de una ova-
::é= el cuerpo humano predominan, en proporciones va- riectomía bilateral. Cuando la insuficiencia de estró-
~,,::'les, dos formas óseas: la trabecular y la cortical. genos se complementa exógenamente, se previene la
=-.:', uerpos vertebrales son en su mayor parte tra'¡;ec; pérdida ósea tanto por alteración de la remodelación
.:o.:-e5. mientras que el fémur es predominantemente un esquelética como por aumento de la absorción de cal-
~ denso cortical.COñtinuamente se está produ- cio en los intestinos y por disminución de su excreción
~_;:::J o la remodelación por osteoclastos (resorción) y por los riñones. 3 En animales de experimentación se
:::eoblastos (deposición). La masa ósea máxima se tie- ha observado que la deficiencia en calcio provoca os-
--: a comienzo de la década de los 30 años, variando teoporosis; se ha demostrado la correlación estadística
~::-:-: el sexo (los hombres más que las mujeres), la raza entre osteoporosis y poca ingestión de calcio, y que la
." negra más que la blanca), la nutrición y la salud en complementación de éste reduce significativamente
~-::::eral. El declinar de la masa ósea se produce a causa la velocidad de pérdida ósea. I-3
:" alteraciones de remodelación, e igualmente varía La inmovilización, el alcoholismo, las dietas excesi-
:::-::: el sexo, la raza y los demás factores. Por ejemplo, vamente ricas en fosfatos, la deficiencia de vitamina D,
~ mujeres pierden uniformemente hueso trabecular los corticoides, la tirotoxicosis, la malnutrición proteí-
-::í:ebral al principio de la edad adulta, siendo la pérdi- nica, las endocrinopatías múltiples y los tumores tam-
:.::. lOtal de un 45 OJo, 2 con la mayor frecuencia de frac- bién aumentan la resorción ósea. 2 ,3
- _~a5 entre los 55 y los 75 años de edad. Sin embargo,
.::. :nasa ósea cortical permanece uniforme hasta la me-
:.:'¡:>ausia, a partir de la cual se acelera rápidamente la D PRESENTACiÓN CLíNICA
';:,oreión. Por el contrario, los hombres sólo pierden el
.':;-0 de la masa ósea del cuerpo vertebral y una canti- Los pacientes con osteoporosis pueden llegar a urgen-
:..::.d insignificante de masa ósea cortical. Esta reduc- cias con dolor agudo, dolor crónico o sin dolor (hallaz-
__ ,:m de la masa ósea es la principal causa de la mayor go incidental).
=-..::idencia de las fracturas en la osteoporosis (figA-I). Los pacientes con dolor agudo de espalda y osteo-
porosis se presentan típicamente con dolor en el centro
de la espalda y fracturas de cuerpos vertebrales. Gran
ETIOLOGíA parte del Q..Q!QL es secundario y está producido por es-
pasmos del músculo iliocostal (extensor de la colum,
~= desconoce la causa primaria de la osteoporosis. La na). El traumatismo suele ser mínimo, asociado con las
-"gulación de la masa ósea depende de numerosos fac- actividades de rutina, tales como doblarse, levantar un
::-~es. El mantenimiento de los tipos específicos de cé- peso o toser. Las fracturas de los cuerpos vertebrales

37

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38 11. URGENCIAS MÉDICAS

A B
Figura 4·1. Radiografías frontal (A) y de perfil (B) de la región lumbar de la columna de un paciente anciano con
osteoporosis grave, en las que se ven múltiples vértebras «de bacalao... De Banna M: Glinical Radiology o( the
Spine and Spinal Gord. Rockville, Md, Aspen 1985, pág. 394. Reproducidas con permiso de Aspen Publishers,
Inc.

oscilan desde microfracturas hasta la fractura en cuña dolor realmente puede venir de las costillas, descansan-
completa anterior, salvando los segmentos posteriores do sobre las crestas ilíacas.
y sin implicación de las raíces nerviosas y la medula. Hay que tener presente que el colapso vertebral agu-
Las mujeres resultan afectadas con más frecuencia que do puede ocurrir sin dolor. El paciente podría acudir
los hombres. Las vértebras que soportan peso entre la semanas o meses más tarde con dolor crónico en la es-
D-8 y la L-3 son las más afectadas, ocasionando la pér- palda. También se puede presentar una osteoporosis sig-
dida de altura. Cuando se producen fracturas múlti- nificativa como hallazgo clínico o radiológico inciden-
ples, se desarrolla una cifosis notable que conduce al tal, con pocas o ninguna queja referibles a la columna,
estado conocido como joroba de matrona. como estreñimiento, hinchazón o retención de orina.
Parfitt4 describe cuatro tipos clínicos de dolor: 1) Las fracturas de cabeza y cuello del fémur asocia-
dolor agudo de fractura vertebral, que es serio y suele das a osteoporosis siguen en importancia a las de cuer-
durar 2 o 3 meses; 2) del colapso de la vértebra se pro- pos vertebrales, con elevadas morbilidad y mortalidad
duce una lordosis lumbar compensatoria, de la que re- por las complicaciones inherentes a la terapia y la con-
sulta un dolor lumbar de naturaleza más crónica que valecencia, aproximándose al 20070 la mortalidad des-
dura de 3 a 6 meses; 3) con fracturas múltiples o repeti- pués del año. Siguen en frecuencia las fracturas radia-
das persiste el dolor crónico de espalda de esfuerzo so- les distales, y aunque se toleran mucho mejor que las
bre los ligamentos, los músculos y las articulaciones de de fémur, se asocian a temor de pérdida de la indepen-
las apófisis; 4) cuando se desarrolla la cifosis, el dencia y a depresión.

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4. OSTEOPOROSIS 39

DIAGNÓSTICO Terapia mantenida


La terapia mantenida pretende evitar las fracturas agu-
=-a osteoporosis idiopática se diagnostica generalmente das por reducción o detención del proceso de pérdida
:or exclusión. Cuando en un paciente se descubre dis- ósea. El tratamiento es todavía motivo de controversia
.~inución de la masa ósea, hay que descartar otras po- y su discusión está más allá del campo de esta obra. Al
;:' les enfermedades. Son indispensables la historia sospechar el diagnóstico, el médico de urgencias debe
~.Jmpleta y la exploración física en la sala de urgencias, remitir al paciente a un internista, un cirujano ortopé-
:''Je dictarán las pruebas serológicas necesarias. El re- dico y, a menudo, a un ginecólogo, porque la terapia
~:.Iento globular completo, la velocidad de sedimenta- mantenida apropiada a cada caso tienen que elaborarla
~:ón globular (VSG), el nitrógeno ureico en sangre, la dichos médicos.
:~eatinina, el calcio, el fósforo, la fosfatasa alcalina, Resumidamente, las modalidades y recomendacio-
_:": proteinograma electroforético y el análisis de orina nes en uso comprenden: 1' S
:'~s artarán otras posibles enfermedades; pero todos
~,:os análisis generalmente son inapropiados en la sala
l. Reposición de estrógenos. A dosis bajas, se ha com-
probado que los estrógenos disminuyen la resorción
::." urgencias. y la pérdida ósea posmenopáusica. Se recomienda la
Se tiene que haber perdido entre el 30 y el 50070 del
terapia cíclica con estrógenos a las mujeres (blancas)
::-jneral de los huesos antes de que se pueda descubrir
con ovariectomía doble realizada antes de los 50
.'" desmineralización en las radiografías corrientes. Por
años y a las menopáusicas si no hay contraindica-
~",.·os X hay otros hallazgos anteriores que sugieren la
ciones.
: 5leoporosis. Las sombras de las placas terminales es-
2. Calcio. Se recomiendan 1.000 a 1.500 mg/día de
:~:l acentuadas y los discos intervertebrales se expan-
~ elemental, ya sea en la dieta o como comple-
::.e;1, ocasionando depresiones bicóncavas en los cuer- mento. El historial previo de cálculos renales es una
~0S vertebrales (vértebras «de bacalao»). Los nódulos
contraindicación relativa.
::e Schmorl también son depresiones cóncavas en los
3. Vitamina D. Las necesidades aumentan con la edad.
: ~erpos vertebrales causadas por herniación del núcleo
Las personas que no reciben la cantidad adecuada
:"-,lposo. Son frecuentes las fracturas por compresión
de luz del sol (los confinados en casa u hospitales)
::.e las vértebras D-S a L-3 (poco frecuentes por encima
deben recibir un suplemento no superior a 600-S00
::" la D-6), y pueden ser múltiples. unidades diarias.
Existen muchos más procedimientos diagnósticos,
4. Ejercicios no muy pesados.
:e:o tienen poco valor en urgencias (como, por ejem-
::0. la medición radiológica, la absorción de fotones, Se están investigando muchas otras modalidades,
e: análisis de la actividad neutrónica, el efecto compton incluyendo el fluoruro sódico, el calcitrol, la calcitoni-
la histomorfometría). na, los esteroides anabólicos y las tiacidas, pero ningu-
no ha demostrado aún ser seguro ni eficaz.

=TRATAMIENTO D REFERENCIAS
Terapia aguda
:=: tratamiento de la compresión aguda de los cuerpos l. Consensus Conference: Osteoporosis. JAMA 252(6): 799,
enebrales está orientado principalmente a controlar el 1984
::olor y el espasmo muscular. Los pacientes suelen ne- 2. Lukert BP: Osteoporosis-A review and update. Arch
:esitar un período de reposo en cama, que debe ser mí- Phys Med Rehab 63:480, 1982
::.:.;no dado que la inmovilización probablemente exa- 3. Ullrich IR: Osteoporosis, W Va Med J 79(10):221, 1983
:e:ba la resorción ósea. Resulta de gran ayuda la 4. Parfitt AM: What are the causes of pain in osteoporosis?
::.)icación de hielo, analgésicos, antiinflamatorios no In Heaney R (ed): Nueva York, Biomedical Information
Corp., 1978, p 12
~, eroideos y relajantes musculares. Es muy frecuente
5. Lane JM, et al: Osteoporosis: Current diagnosis and treat-
~: desarrollo de íleo y la retención de orina, por lo que
ment. Geriatrics 39(4):40, 1984
..JS pacientes deben estar ingresados uno o dos días. Se-
~-jn la gravedad de los síntomas, habrá que enviar a los
:acientes a un cirujano ortopédico. Todos ellos deben
;er remitidos a un internista para una terapia manteni-
:'a, incluyendo aquellos casos en los que el hallazgo ha
;:do accidental.

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5
Infecciones de la
columna vertebral
INTRODUCCiÓN croorganismos gramnegativos, incluyendo Pseudomo-
nas. 13 En casi todos los casos se produce la siembra
Lo mismo que en la mayoría de las enfermedades in- hematógena13,19 a partir de un origen distante, normal-
:"ecciosas, tanto la incidencia como la presentación mente la piel, las vías urinarias o las respiratorias. I -3,15
.:linica de las infecciones vertebrales se han alterado El cuerpo vertebral es frecuentemente el más afecta-
':rásticamente con el advenimiento de la terapéutica an- do. 2,15 La infección suele expandirse a varias vértebras
:;microbiana. La morbilidad y la mortalidad de estas adyacentes y, a veces, a los discos intervertebrales. Las
"lecciones han disminuido profundamente en las últi- regiones dorsal y lumbar son las afectadas con más fre-
::las cuatro o cinco décadas. Desgraciadamente, al dis- cuencia, observándose únicamente un 10% de casos en
::ainuir la frecuencia de infecciones vertebrales graves, los que están implicadas las vértebras cervicales. 3,14
:ambién se ha reducido su sospecha clínica por parte de Por lo general, la infección se mantiene a un valor bajo
:05 médicos, lo que conduce a un retraso significativo y localizada; no obstante, puede existir, y en ocasiones
:'el diagnóstico y a una mayor prevalencia de pacien- de hecho se produce, la extensión a otros puntos anató-
:e5. 1-3 Los gérmenes causantes de las infecciones ver- micos, con múltiples complicaciones. 3
:ebrales son muchos y abarcan una gran variedad de
:Ca -terias piógenas, Mycobacterium tuberculosis, Tre-
_::'onena pallidum, Brucella, hongos y parásitos.I- 13 Axioma: La osteomielitis piogénica de la columna apa-
rece a todas las edades; pero más del 50% de
los pacientes son adultos.
ESPONDILlTIS PIOGÉNICA
Características clínicas
Incidencia Aunque aún persiste la forma toxémica aguda de la en-
5e desconoce la verdadera incidencia de la osteomielitis fermedad, es muy poco frecuente. 14 Es mucho más co-
~:ogénica de la columna vertebral. Probablemente este rriente la forma subaguda o la crónica asintomática o
:~aSlOrno no supone más del 4070 de todos los casos con un mínimo de síntomas sistémicos.1 4,15 Lo clásico
:e osteomielitis,14 si bien es cierto que su frecuencia es que los pacientes se presenten con un ataque de do-
~' ede ser superior a la de los casos comunicados.1 5 lor insidioso en la espalda, en la región de la vértebra
Jil-ersos investigadores creen que la incidencia va en afectada, que se exacerba con el movimiento de la co-
"CImento a causa de la mayor frecuencia de abuso de lumna. 15 Algunos se quejan de malestar o pérdida de
::1edicamentos intravenosos y sepsis yatrogénica entre peso. 3,13 Si el diagnóstico no se hace en ese momento,
:05 pacientes hospitalizados. 13,16,17 se desarrolla un dolor sordo que aflige y que puede
persistir durante meses.
fisiopatología Hay varios aspectos clínicos asociados con un ma-
~n el pasado, estas infecciones se presentaban princi- yor riesgo de infección vertebral, entre los que figuran
~almente en los niños y tenían un curso clínico mar- las infecciones recientes o crónicas de las vías urina-
:ado por una grave toxicidad y un rápido deterioro, rias, la prostatitis, la instrumentación de las vías uri-
::,coduciéndose la muerte en casi el 75% de los afecta- narias, la diabetes mellitus, la insuficiencia renal, el
:'05. 18 Hoy día, más del 50070 de los pacientes con esta abuso de medicamentos intravenosos y las infecciones
e;-¡fermedad son adultos,2,3 con un curso clínico que cutáneas. 2,3,13-15 Sin embargo, en unos pocos casos no
::ende a ser mucho más indolente. Esencialmente se ha se encuentra un origen o factores que predispongan. 11
::1formado de todas las bacterias patógenas que causan Desgraciadamente, el examen médico a menudo no
=5pondilitis;2 sin embargo, con gran diferencia sobre es específico, aunque en la mayoría de los pacientes
:a5 demás, Staphylococcus es el organismo más co- existe dolor significativo a la palpación en las apófisis
-~iente. 2,13,15 Va en aumento la incidencia de los mi- espinosas de las vértebras implicadas. Puede haber es-

41

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42 11. URGENCIAS MÉDICAS

pasmo de los músculos paravertebrales , así como movi- disco intervertebral (fig.5-1). A medida que progresa la
lidad disminuida de la región afectada de la colum- enfermedad, se produce la estenosis del espacio discal
na. 2,3 La mayoría de los pacientes presentan febrícula; y la destrucción ósea se extiende al centro del cuerpo
pero su ausencia no descarta el diagnóstico. 2 •13 ,15 Re- vertebral,2,3 que más tarde se puede colapsar y dar lu-
cientemente se ha observado la dificultad de diagnosti- gar a una deformidad cifótica. Finalmente, la esclerosis
car una enfermedad cervicaI.2,14 En los enfermos que y la deposición de hueso nuevo conducen a la forma-
se presentan con tortícolis cabe siempre la posibilidad ción de osteofitos y a la fusión de los cuerpos vertebra-
de este diagnóstico. Si están presentes el dolor a la pal- les adyacentes (fig. 5_2).2,3,13,15 Si se desarrollan absce-
pación y la fiebre, debe sospecharse la infección verte- sos retrofaríngeos o paravertebrales grandes, pueden
bral, mientras no se demuestre lo contrario. Puede ha- ser observables por rayos X. Un absceso del psoas se
ber signos y síntomas adicionales cuando se produce el puede presentar radiológicamente como un margen del
paso de la infección al conducto medular o a las estruc- psoas oscurecido.
turas paravertebrales (véase Complicaciones), En un La tomografía computarizada es útil para la eva-
número reducido de casos, el curso clínico es de rápido luación de los abscesos paravertebrales y espidurales,
deterioro a causa de la abrumadora sepsis resultante de así como para guiar la aspiración con aguja. 20 ,21 La
la insuficiencia multisistémica, y por último acaece la gammagrafía ósea puede ser eficaz para diagnosticar
muerte, Afortunadamente, en estas últimas decadas las radiografías normales antes de que sean posi-
la mortalidad ha disminuido mucho, 2,3,13,15 tivas. 2,14,22,23
Por desgracia, un problema relativamente frecuente
Complicaciones es el diagnóstico con retraso o inadvertido. 2,3,13,14 En un
La mayor parte de las complicaciones se producen al estudio se hizo el diagnóstico dentro de los tres prime-
asentarse la infección crónica, que se extiende desde los ros meses de la aparición de los síntomas en sólo 11 de
cuerpos vertebrales hasta otras estructuras. La infec- 37 pacientes. 3 Dado que es de desear el diagnóstico
ción puede alcanzar el canal medular y producir un temprano y que los hallazgos de laboratorio y radioló-
absceso epidural que puede comprimir la raíz nerviosa gicos son inespecíficos o inexistentes al principio del cur-
o la medula. 2,3,14,15,20 También puede penetrar a través so de la enfermedad, es imperativo mantener un alto ín-
de la duramadre y desarrollar una meningitis bacteria- dice de sospecha en el apropiado planteamiendo clínico.
na,2 La dispersión de la infección a lo largo de los
planos musculares y fascias puede acarrear un sinnú-
mero de complicaciones secundarias. Se pueden pro- Axioma: Ante la sospecha de espondilitis piogénica,
ducir abscesos paravertebrales en cualquier zona de la hay que obtener una gammagrajía ósea cuan-
columna,3,5,13,20 creando masas fluctuantes que son do las presentaciones c1(nicas y radiológicas
palpables y que pueden conducir a abscesos supurati- son inespedjicas y antes de que evolucione.
vos. Si la enfermedad es lumbar, se puede extender a
los flancos, ingles o zonas perirrectales y, en algunos
casos, formar un absceso del psoas. 3,21 La extensión Tratamiento y control
de las infecciones cervicales o dorsales puede ocasionar Todos los pacientes con este diagnóstico tienen que ser
abscesos retrofaríngeos, mediastinitis, empiema o peri- ingresados en un hospital. Al principio se mantendrá
carditis. En algunos casos, el colapso del cuerpo verte- reposo estricto en cama y se aplicará tracción cervical
bral conduce a una deformidad cifótica. En la enfer- a aquellos enfermos con afectación de esa región de la
medad de la región cervical de la columna es poco columna. 3,13,15 Se administrarán altas dosis intraveno-
frecuente la fractura-luxación sin historia traumática, sas de antibióticos. Puesto que son tan frecuentes los
la cual puede dejar secuelas neurológicas significativas. microorganismos grampositivos como los gramnegati-
Puede haber osteomielitis crónica, que plantea proble- vos, hay que empezar con antibióticos de amplio espec-
mas de tratamiento mantenido. tro hasta disponer del cultivo y la sensibilidad del aspi-
rado con aguja. El régimen de elección es generalmente
Diagnóstico oxacilina o una cefalosporina de primera generación.
Los hallazgos de laboratorio no suelen ser sorprenden- Aunque no se sabe cuál es la duración óptima de la te-
tes; el recuento leucocitario es generalmente normal, rapéutica antibiótica, según la bibliografía debe mante-
aun cuando puede haber una leucocitosis leve. 3,!5 La nerse de 6 a 8 semanas."·13,15 Las complicaciones, tales
velocidad de sedimentación globular a menudo está como la deformidad y la inestabilidad vertebral, los
algo elevada. 3,15 Conviene hacer siempre cultivos de abscesos paravertebrales o la afectación \'isceral secun-
sangre, pues pueden identificar al organismo infectan- daria, pueden requerir la intervención quirúrgica. Sin
te. 3,13,14 Además, debería hacerse la biopsia con aguja embargo, con un diagnóstico a tiempo y una terapéuti-
de la lesión, con la que se suele descubrir el germen pa- ca antibiótica apropiada, esto no es normal. 15 Igual-
tógeno y las sensibilidades antibióticas. 2,3,II,13,20,21 mente, con un diagnóstico y un tratamiento a tiempo
Los hallazgos radiológicos están ausentes hasta 1-3 también es poco frecuente la complicación de la com-
meses después de las manifestaciones clínicas, y prácti- presión de la medula. 15
camente son siempre normales al aparece" los sínto- Todos estos pacientes están expuestos a recurren-
mas. 2,3,14,15 El primer hallazgo radiológico es general- cias y complicaciones a largo plazo, y por ello deben
mente un pequeño foco de destrucción ósea contiguo al ser remitidos a un especialista.

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5 INFECCIONES DE LA COLUMNA VERTEBRAL 43

1,' - ."(.'I

Figura 5·1. Radiografía de perfil


de columna con osteomielitis pio-
génica. La destrucción de las pla-
taformas vertebrales se aprecia a
os tres meses de la presentación
de los síntomas. De Ross PM, Fle-
mir.g JL: C/in Orthop 118:193,
1976. 3

=ESPONDILlTIS TUBERCULOSA bral es el lugar más común de la tuberculosis ósea, que


generalmente surge de algún otro foco primario, usual-
Incidencia mente el pulmonar. La columna se puede ver afectada
_o mismo que en las demás infecciones de la columna, ya sea por dispersión hematógena o por extensión di-
_ incidencia de la espondilitis tuberculosa (tuberculosis recta de un foco adyacente. Dicha afectación se produ-
_~ la columna vertebral o enfermedad de Pott) ha des- ce principalmente en las regiones dorsal y lumbar, sien-
_~ndido de modo sorprendente en las últimas décadas do más corriente en la primera de ellas. La infección
.on la llegada de agentes antituberculosos eficaces. En tuberculosa de la región cervical de la columna es ex-
5 países del mundo desarrollado es hoy rara la infec- tremadamente rara. Por lo general, la infección co-
_ on tuberculosa de la columna. Sin embargo, en el ter- mienza en el cuerpo vertebral, y se distingue por con-
:~r mundo, esta enfermedad continúa causando gran- traste de la espondilitis piogénica en que sólo se
~s sufrimientos y cobrándose muchas vidas. dispersa hacia el disco después de haber destruido esen-
cialmente todo el cuerpo de la vértebra. Pueden resul-
Fisiopatología tar afectados simultáneamente distintos niveles de la
:"'a espondilitis tuberculosa está causada en la gran ma· columna, y al igual que en la espondilitis piogénica,
_oría de los casos por Mycobacterium tuberculosis, muchas de las complicaciones significativas son a causa
_unque también es cierto que se producen algunas in- de la extensión al conducto vertebral o a estructuras ex-
~cciones micobacterianas atípicas. La columna verte- travertebrales. La deformidad de la columna es gene-

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44 11. URGENCIAS MÉDICAS

Figura 5·2. Fusión de C-3 a C-6


presente un año después del diag-
nóstico y tratamiento de una os-
teomielitis vertebral piogénica. La
columna está estable y bien ali-
neada. De Messer HO, Utvinoff J:
Arch Neurol 33:573, 1976. 15

ralmente mucho más significativa con la implicación tán ausentes en conjunto los síntomas sistémicos. Clá-
tuberculosa y, en algunos casos, produce deformacio- sicamente el enfermo se queja al principio de un leve
nes sorprendentes. dolor en la espalda que se acentúa con el movimiento.
La espondilitis tuberculosa afecta a todos los gru- A menos que se haya producido la extensión o defor-
pos de edad; pero en Estados Unidos es principalmente midad vertebral, no hay otras quejas concretas.
una enfermedad de ancianos y pobres.

Características clínicas Axioma: A l aparecer la espondi/itis tuberculosa, a me-


Cuando se presentan síntomas atribuibles a implicación nudo no hay historia ni signo c/tnico de tu-
de la columna, el foco primario de tuberculosis puede berculosis activa.
ser activo o estar latente. No suele haber historia de tu-
berculosis. Se ha informado de una interesante pero
inexplicable asociación entre espondilitis tuberculosa y El examen puede revelar caquexia y otros hallazgos
abuso de fármacos intravenosos. 13 El paciente se pue- de infección crónica, pero a menudo no hay signos sis-
de quejar de malestar, pérdida de peso, sudoración témicos. Se produce dolor al tacto en la zona (o zonas)
nocturna, catarros o hemoptisis; pero, en general, es- afectada de la columna y el espasmo muscular paraver-

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5 INFECCIONES DE LA COLUMNA VERTEBRAL 45

tebral puede ser evidente. La movilidad de la columna Diagnóstico


está generalmente disminuida, y los intentos para de- El diagnóstico concluyente sólo se puede establecer
mostrarlo producen dolor. Puede haber atrofia de la después de recoger e identificar M. tuberculosis en la
musculatura del tronco. Lo mismo que en la espondili- lesión vertebral. Por otra parte, el cuadro clínico com-
tis piogénica, los hallazgos físicos más claros y concre- pleto, incluidas las radiografías, puede ser tan preciso
tos no aparecen hasta que sobrevienen las complica- que deje hasta al médico más exigente sin otra posibili-
ciones. dad para el diagnóstico diferencial. La prueba del deri-
vado proteico purificado de tuberculina (PPD) suele
Complicaciones ser positiva, aunque permanece negativa en un número
Frecuentemente se produce deformidad de la columna, significativo de pacientes. Una prueba de piel positiva
que puede ser notable. Esencialmente ocurre siempre es útil, pero de ningún modo diagnóstica. Conviene ob-
en la región dorsal y en forma de cifosis. Esta angula- tener muestras de esputo y orina para un examen con
ción de la columna puede llegar a ser visible como una tinción de Zhiel-Nielsen y su cultivo, pero suelen resul-
gran prominencia ósea que protruye posteriormente en tar negativos.
la región dorsal y que se conoce como giba. Las gran- Los rayos X de tórax pueden demostrar cambios tí-
des deformidades pueden llegar a acarrear complica- picos de tuberculosis o no hacerlo, Los abscesos para-
ciones de la función respiratoria. También se puede vertebrales se pueden presentar como dilataciones me-
producir la destrucción de los cuerpos vertebrales lum- diastínicas aparentes o como densidad retrocardiaca (fig.
bares; pero, por lo general, esto provoca la compresión 5-3). En oposición a la espondilitis piogénica, los hallaz-
de la columna en su sentido axial y no origina defor- gos radiológicos de la columna preceden en el tiempo
midad o angulación. Si la deformidad es significativa, a los síntomas que se presentan en la espondilitis tuber-
puede dar lugar a secuelas neurológicas, como, por culosa.1 5 La radiografía de la columna revela lesiones
ejemplo, paraplejía, aunque esto es sorprendentemente líticas que destruyen los cuerpos vertebrales, salvando,
raro dada la notable angulación que puede estar pre- en cambio, por lo general, el arco neural (fig. 5-4). Fi-
sente. 24 ,25 Sin embargo, estas zonas son relativamente nalmente, se destruye todo el cuerpo vertebral y se ha-
inestable en caso de traumatismo y propensas a la frac- cen indistintos los márgenes corticales. La implicación
tura. del disco con estenosis del espacio discal se produce ge-
Lo mismo que en la espondilitis piogénica, son in- neralmente al final de la evolución3 cuando están afec-
numerables las complicaciones que pueden acompañar tados múltiples cuerpos vertebrales adyacentes, perma-
a la extensión intra o extravertebral de la infección. neciendo esencialmente normaies los discos intermedios.
Los abscesos epidurales pueden conducir a la compre- Éste es un punto diferencial importante de la tubercu-
sión de la medula, sobre todo en la región dorsal, en losis en comparación con la espondilitis piogénica. Así,
la que el conducto vertebral es de poca luz. El resulta- si el cuadro radiológico muestra la destrucción signifi-
do es paresia en las extremidades inferiores y espasti- cativa del cuerpo vertebral, con una afectación mínima
cidad con pérdida del control esfinteriano; el examen o nula discal, es mucho más probable que la etiología
revela los signos de una lesión de motoneurona supe- sea de tuberculosis que de un organismo piógeno. 3 Otra
rior. La extensión del absceso al espacio subaracnoideo diferencia radiológica importante es que el hueso nue-
conduce a la meningitis tuberculosa, y a menudo se vo y la formación de osteofitos ocurre mucho más tar-
producen complicaciones catastróficas. Es muy co- de en la espondilitis tuberculosa que en la forma pio-
rriente la formación de abscesos paravertebrales. 13,26,27 génica. 3 ,13,28 En la región lumbar, los márgenes del
La dispersión de la infección a partir de la región cervi- músculo psoas pueden estar oscurecidos por un absceso
cal puede ocasionar abscesos subcutáneos o tractos de de psoas. La proyección de perfil del cuello puede reve-
fístulas supurantes en la región paravertebral, fosa su- lar un absceso retrofaríngeo. Si está presente, se identi-
praclavicular y zona posterior del esternomastoideo. fica fácilmente por rayos X una cifosis dorsal anormal.
También aparecen abscesos retrofaríngeos, y las acu-
mulaciones de material caseoso pueden llegar a afectar Tratamiento y control
la tráquea o el esófago, con la disnea o disfagia consi- En la gran mayoría de los casos, la terapia antimicro-
guientes. biana por sí sola da excelentes resultados y curaciones.
La afectación de raíces nerviosas provoca neural- El régimen normal es de isoniacida y rifampina, aun-
gias, que pueden parecer enfermedad cardiaca o in- que también se emplean con frecuencia el etambutol
traabdominal. Lo mismo que con las infecciones piogé- y la estreptomicina. La terapia durante un período de
nicas, la extensión torácica puede producir empiema, 18 a 24 meses resulta muy eficaz. 2 La mayoría de los
pericarditis y mediastinitis. La extensión de la enfer- casos se pueden tratar en régimen extrahospitalario y
medad lumbar puede originar abscesos y fístulas en la sin precisar siquiera reposo en cama. 2 Hay todavía al-
región paralumbar, la ingle y a lo largo de la parte me- gunos que abogan por guardar 1 o 2 meses de reposo
dial de la cadera. en cama, incluso en los casos sin complicaciones. Si
Es frecuente el absceso de psoas, que produce dolor hay deformidad significativa, grandes abscesos extra-
durante los movimientos de extensión y rotación exter- vertebrales o signo de compresión de la medula, es ne-
na de la cadera sobre el lado lesionado. La afectación cesaria la intervención quirúrgica. En estos casos, la
de las raíces nerviosas provoca dolor referido a las ex- convalecencia suele ser larga y a menudo es necesaria
tremidades inferiores. la fusión de cuerpos.

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46 11. URGENCIAS MÉDICAS

Figura 5-3. Gran absceso paraver-


tebral (izquierda) en un niño con
espondilitis tuberculosa en D-7 y
D·8. De la Rocca H: Spinal sepsis.
En Rothman RM, Simeone FA
(eds): The Spine. Philadel-
phia, WB Saunders, 1982, pág.
769.

o INFECCiÓN DISCAL cho, aun cuando se obtenga el material apropiado, re-


INTERVERTEBRAL sulta difícil el cultivo aislado del organismo causan-
te. 29 Generalmente no hay cambios radiológicos, aun-
Este trastorno, poco corriente, puede aparecer a cual- que la destrucción ósea puede ocurrir semanas o meses
quier edad. En los adultos, la gran mayoría de los ca- después de la aparición de los síntomas. El diagnóstico
sos acaecen después de la escisión quirúrgica del disco, es, por lo tanto, clínico. Cuando el cultivo resulta posi-
aunque la punción lumbar es también una de las causas tivo, Staphy/ococcus es el microorganismo recogido
raras. El paciente se suele presentar de 2 a 4 semanas más frecuentemente, aunque se han hallado otros mu-
después de iniciado el proceso con dolor agudo en la chos, tanto grampositivos como gramnegativos. El tra-
espalda, localizado en el lugar infectado. El movimien- tamiento comprende la administración de antibióticos
to exacerba notablemente el dolor. Por lo general, es- y el reposo en cama hasta que se observe una marcada
tán ausentes los signos y síntomas sistémicos. El exa- mejoría clínica y signos radiológicos de que está en
men de la zona dolorosa revela una gran sensibilidad al proceso de curación. El pronóstico de cura es muy bue-
tacto, pero ninguna otra prueba objetiva de infección. no, y no son frecuentes las complicaciones impor-
Los datos de laboratorio carecen de utilidad, y de he- tantes.

ERRNVPHGLFRVRUJ
5. INFECCIONES DE LA COLUMNA VERTEBRAL 47

Figura 5-4. Radiografía de perfil


de la afectación de las vértebras
L-1 y L·2 con espondilitis tubercu·
losa. Obsérvese la destrucción de
las plataformas vertebrales. La
densidad ósea está ocasionada
más por secuestro y presión de
hueso necrótico que por la forma-
ción de hueso nuevo. De La Rocca
H: Spinal sepsis. En Rothman RM,
Simeone FA (eds): The Spine. Fila-
delfia, WB Saunders, 1982, pág.
770.

presentación es en esencia idéntica a la de los niños con


Axioma: El dolor agudo en la zona de una exploración osteomielitis vertebral,2,30 y, de hecho, puede reflejar
o tratamiento vertebral cruento tiene que tra- simplemente la entidad clínica menos grave en un «es-
tarse como infección de un espacio discal pectro continuo de enfermedad».2 En el momento de
mientras no se demuestre lo contrario. la aparición, las radiografías suelen ser normales; pero
posteriormente reflejarán estenosis del espacio discal e
irregularidades en la placa terminaJ.2·30 La gammagra-
En los niños se presenta un síndrome interesante de fía ósea es positiva antes de que se descubran las altera-
inflamación discal. El promedio de edad de estos pa- ciones en las radiografías. 3o Los exámenes de labora-
cientes es de seis años, y rara vez ocurre después de los torio revelan generalmente un recuento leucocitario
diez años. 2.3o La presentación clínica se caracteriza por normal y una velocidad de sedimentación elevada.
dolor de espalda, negativa a gatear o caminar, males- No está del todo claro el tratamiento óptimo para
tar, irritabilidad y febrícula, aunque los signos y sínto- todos los pacientes. Algunos de estos casos representan
mas pueden variar ampliamente. El examen revela do- probablemente un trastorno inflamatorio no infeccio-
lor al tacto sobre la zona afectada, y en la afectación so; pero lo mejor es considerar que todos ellos son de
lumbar suele ser positivo el signo de Lasegue. 3o La etiología infecciosa. Deben efectuarse cultivos de san-

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48 11. URGENCIAS MÉDICAS

gre y biopsia con aguja. Es interesante que sólo del 20 14. Slagel SA, Skiendzielewski 11, McMurry FG: Osteomye-
al 35070 de las biopsias den cultivo positivo.2.30-32 litis of the cervical spine: Reversible quadraplegia resul-
Cuando ocurre aSÍ, en la mayoría de los casos el mi- ting from Philadelphia collar placement. Ann Emerg
croorganismo causante de la enfermedad es Staphylo- Med 14:912-915, 1985
15. Messer HD, Litvinoff J: Pyogenic cervical osteomyelitis:
coccus aureus. 31 •32 En pacientes con fiebre alta, sínto-
Chondro-osteomyelitis of the cervical spine frequently as-
mas sistémicos o cultivos de sangre o biopsia positivos, sociated with parenteral drug use. Arch Neurol 33:571-
se debe instaurar una terapia antibiótica durantes seis 576, 1976
semanas. 2.30 Tanto si requieren antibióticos como si 16. Holzman RS, Bishko F: Osteomyelitis in heroin addicts.
no, hay que tratar a todos los pacientes con reposo en Ann Intern Med 75:693-696, 1971
cama. El aumento de la actividad se permitirá cuando 17. Griffiths HE, Jones DM: Pyogenic infection of the spine:
remitan los síntomas. En la gran mayoría de los casos, A review of twenty-eight cases. J Bone Joint Surg 53:383-
el curso de la enfermedad transcurre sin acontecimien- 391, 1971
tos notables, lográndose la recuperación completa. 2.33 18. Hatch ES: Acute osteomyelitis of the spine. New Orleans
Med Surg J 83:801, 1931
19. Wiley AM, Trueta J: The vascular anatomy of the spine
and its relationship to pyogenic vertebral osteomyelitis. J
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20. Burke DR, Brant-Zawadzki M: CT of pyogenic spine in-
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3. Ross PM, Fleming JL: Vertebral body osteomyelitis: Med 54:11-20, 1985
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fever presenting with grand mal fits and cerebellar signs. 24. Yau ACMC, Hsu LCS, O'Brien JP, et al: Tuberculous
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Med 136:105-110, 1976 1967

ERRNVPHGLFRVRUJ
6
Neoplasias
de la columna
-:J. ~::que
los diagnósticos de tumores vertebrales en las hacen sospechar malignidad implícita, lo mismo que
.:....~s
de urgencia son raros, lo más seguro es que la los síntomas de sudoración nocturna, fiebre, malestar,
: -=5a principal no sea el dolor de espalda, a pesar de pérdida de peso y anorexia.
: _= en sus primeras fases las neoplasias vertebrales se
_=:en presentar con dolor, semejando así cualquiera
=-= :as otras enfermedades más corrientes de la espalda. o EXPLORACiÓN FíSICA
:::>ado que el diagnóstico a tiempo es con frecuencia
~ :la\"e para preservar la función neurológica y la El examen clínico meticuloso no sólo localiza el nivel
.:2. los tumores vertebrales suponen un reto particu- de la lesión, sino que puede diferenciar bien los posi-
2.: ,..ara el médico de urgencias. Por desgracia, a di- bles tumores de las enfermedades no neoplásicas. No es
==-=::lcia de otros campos de esta obra en los que los extraño que el examinador observe limitación de movi-
;::'0 S y síntomas patognomónicas proporcionan el miento, escoliosis, posturas anormales y atrofia muscu-
-=---".5Tlóstico, los signos clínicos de tumores vertebrales lar o fasciculaciones. Hay que palpar en busca del pun-
- _d~n ser muy sutiles. Si en este capítulo tiene que ha- to de máxima sensibilidad al dolor o de una masa en
-~: algún axioma, éste es que nunca se puede diagnos- una sola zona o en varias si está presente una metásta-
.-"= una neoplasia temprana a menos que se piense en sis múltiple. El escaso o nulo espasmo muscular puede
implicar tumor. Un examen neurológico completo en
busca de déficit sensorial o motor, anomalías de los re-
flejos osteotendinosos, clonus o reflejos patológicos
=HISTORIA pueden demostrar el nivel de la lesión, así como la gra-
vedad de la posible afectación de la medula.
::.. ~ínroma más frecuente de neoplasia vertebral (ya sea Son muchos los autores que han observado la rela-
=- --::::Jaria o metastásica) es el dolor.! Sutiles caracterís- tiva ausencia de test de Lasegue positivo, con impli-
.~s podrían ayudar a distinguirlas de otras patologías cación importante de metástasis vertebral que algunos
.:= :a columna. 2 El dolor suele ser más constante; no consideran que refleja probablemente una combinación
=-.;ceora necesariamente con la actividad ni se alivia de conductos grandes, de aplanamiento compensatorio
. .::: el reposo ni por la noche. Un dolor notable des- de la medula y de falta de inflamación. 3 ,4 Sobre todo
: _es e un traumatismo sin importancia podría sugerir si se sospecha enfermedad metastásica, un examen físi-
_-o~ enfermedad neoplásica latente. Los síntomas radi- co completo podría proporcionar el origen o situación
. _~~:es pueden indicar una lesión algo más progresiva. del tumor original. Una masa palpable en la mama, un
:- .=.: 'ativo de lesiones que ocupan espacio con compli- nódulo tiroideo, una masa abdominal o rectal, una
.:::ón neurológica son las parestesias, paresia, paráli- próstata agrandada o unas heces hemopositivas pueden
o j las extremidades superiores o inferiores, y tras- confirmar el diagnóstico y orientar la futura actuación
':-::lOS urinarios, intestinales y de la función sexual. y tratamiento.
La mayor parte de los tumores primarios benignos
= ;c,esentan en los niños y en los adultos jóvenes, sien·
::.: ~elativamente raros a partir de los 30 años; por el o ESTUDIOS DE LABORATORIO
.::::rario, los tumores malignos se presentan con mu-
o-_~ más frecuencia en los adultos, tanto los primarios En el mundo actual de costes médicos en espiral ascen-
o:':::JO, sobre todo, los metastásicos.! dente, incumbe sobre todo al médico de urgencias con-
e na historia previa de cáncer, exposiciones signifi- siderar la cuestión antes de ordenar toda una serie de
o~:i\as (a productos químicos, medicamentos, radia- pruebas de laboratorio que a menudo carecen de valor.
o 0:1 ionizante), enfermedades con tendencia a degene- Finalmente, el diagnóstico definitivo neoplásico es his-
-::ión maligna o antecedentes familiares positivos tológico, con la implicación de procedimientos que se

49

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SO 11. URGENCIAS MÉDICAS

salen del ámbito de trabajo de dicho departamento. Al TABLA 6·1. TUMORES DE LA COLUMNA VERTEBRAL
médico de urgencias se le exige que limite su evaluación
a aquellas pruebas que, en general, conducen al diag- Tumores originarios del hueso
nóstico y que, específicamente, alteran su tratamiento. Cartílago
Osteocond roma
En realidad, la presentación del paciente determina su
Condroma
evaluación: un adolescente ambulatorio con un ataque Condroblastoma
reciente de dolor lumbar precisará una evaluación de Condrosarcoma
laboratorio de urgencia muy diferente y menos extensa Fibrocondroma mixto
que un anciano somnoliento con reciente incontinencia Hueso
de orina y de heces. Osteoma
Teniendo presente las premisas anteriores, según las Osteoma osteoide
circunstancias son varias las pruebas de laboratorio Osteoblastoma
que se pueden considerar. Un recuento sanguíneo com- Sarcoma osteogénico
pleto, incluyendo la velocidad de sedimentación globu- Fibroma osificante
lar diferencial, calcio, fosfatasa alcalina y análisis de Resortivo
orina, puede resultar de ayuda en un paciente en el que Quiste óseo
se sospecha un tumor vertebral, remitiéndolo posterior- Osteítis fibroquística difusa
Fibrodisplasia
mente a un especialista para su ulterior evaluación. El
Tumor de células gigantes
alcance total de la investigación primaria o metastásica
Tumores de otros orígenes
se sale del ámbito de este libro y, recalcamos, no forma Medula ósea
parte de la evaluación de urgencias. Tumor de Ewing (mieloma endotelial)
No obstante, los estudios radiológicos de rutina en Mieloma múltiple
la evaluación inicial deben incluir proyecciones antero- Cloroma (leucemia ósea)
posterior, de perfil y oblicua de la columna, siempre Reticuloendotelioma
que haya sospecha por la historia y la exploración físi- Granuloma eosinofílico
ca. Cuando se observan defectos neurológicos signifi- Linfoma histiocítico (reticulosarcoma)
cativos, son necesarias la mielografía y la tomografía Metastásicos
axial computarizada (TAC) para determinar la locali- Carcinoma de tíroides, pulmón, próstata y riñón
zación exacta y la extensión de la afectación de la me- Linfoma, neuroblastoma, sarcoma
dula (véase en este capítulo Compresión de la medula). Invasivos
Cuando se sospecha una neoplasia (ya sea primaria o Cordoma
metastásica) la gammagrafía ósea con tecnecio propor- Angioma, angiosarcoma
Fibroma y fibrosarcoma de las fascias o vainas de los
ciona una buena inspección del esqueleto, excepto en nervios .
caso de mieloma, en el que los rayos X normales de Miosarcoma
pelvis y cráneo dan la máxima información. Sin embar- Sinovioma
go, el diagnóstico definitivo de neoplasias vertebrales
se basa en la histología y requiere, por lo tanto, una
biopsia.
Caracterlsticas clínicas. Se presenta en los jóvenes du-
rante la fase de crecimiento, con ligero predominio
masculino. Rara vez es sintomático, a menos que sea
o CLASIFICACiÓN
grande; también son raros los síntomas neurológicos
por compresión. 5
Los tumores de la columna vertebral se pueden dividir
ampliamente en dos grupos: 1) primarios, derivados de
tejido propio de la columna, y 2) metastásicos, tumores Radiología. Diagnóstico. Evaginación sésil o peduncu-
que invaden con un origen distante. Aunque los tumo- lada de trabécula; no se aprecia el recubrimiento del
res primarios de columna no suelen ser corrientes, pre- cartílago, motivo por el cual a los rayos X aparece de
menor tamaño.
sentan una amplia variedad morfológica. Lo más fácil
es clasificarlos de acuerdo con el tejido de origen: hue-
Tratamiento. Ninguno indicado, a menos que sea sin-
so, cartílago, tejido fibroso, nervio, medula ósea y va-
tomático; en tal caso, se procederá a la escisión. Apro-
sos sanguíneos. La tabla 6-1 muestra una lista extensa
ximadamente hay una incidencia del 10070 de transfor-
de los posibles tumores de la columna vertebral. Varios
mación sarcomatosa.
de ellos son tan raros como casos de los que se ha in-
formado. Este capítulo se centra en algunos de los más
Osteoma osteoide
benignos y en las lesiones malignas.
Crecimiento lento; nido pequeño de hueso compacto,
denso (fig. 6-2).
Tumores benignos primarios
Osteocondroma Caracterlsticas clínicas. Por lo general se presenta en
Exostosis. Hueso esponjoso recubierto de cartílago niños y adultos jóvenes, con predominio masculino.
(fig. 6-1). Puede ser extremadamente doloroso, sobre todo por la

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6. NEOPLASIAS DE LA COLUMNA 51

noche; se alivia con aspirina. Puede desarrollar escolio-


sis y síntomas radiculares. Afecta a las facetas y a los
elementos posteriores. 6

Radiología. Lesión lítica de menos de 1 cm de diámetro


que rodea un nido pequeño, que puede no ser visible,
por lo que SI:: necesita la tomografía. Si hay escoliosis,
el nido suele estar localizado en el vértice del lado cón-
cavo de la curva. El dolor puede preceder a las altera-
ciones radiológicas; en este caso, la lesión sólo puede
confirmarse por gammagrafía con tecnecio. 7

Tratamiento. Resección quirúrgica si es sintomático.


Por lo general, se mantiene pequeño. No hay transfor-
mación maligna.

Osteoblastoma
Lesión densa y rara de hueso, pero que corrientemente
afecta a la columna (fig. 6-3).

Características clínicas. Se observa en los niños y los


jóvenes hasta los 20 años. Aunque a menudo se cita
como un osteoma osteoide gigante, esta dolorosa lesión
no se exacerba forzosamente por la noche ni se alivia
con aspirina. Cuando llega a alcanzar un tamaño gran-
de y afecta a los elementos posteriores de la columna,
resulta palpable a la exploración y produce síntomas
neurológicos por la compresión.

Radiologla. Lesión lítica rodeada de hueso esclerótica


y de una fina orla de hueso nuevo.

Tratamiento. Aunque se considera una lesión benigna,


Figura 6·1. Osteocondroma. De Banna M: Glinical Radio-
el osteoblastoma puede ser localmente agresivo. Ocasio-
:Jgy of the Spine and Spinal Gord. Rockville, Md, Aspen,
"985, pág. 341. Reproducido con permiso de Aspen Publis-
nalmente se produce una transformación maligna (se re-
~ers, Inc.
comienda la escisión y, si no es accesible, radioterapia).s

Figura 6-2. Osteoma osteoide. De Banna M: Glinical Radiology of the Spine and Spinal Gord. Rockville, Md, As-
pen, 1985, pág. 337. Reproducido con permiso de Aspen Publishers, Inc.

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52 11. URGENCIAS MÉDICAS

Figura 6-4. Tumor de células gigantes. De Banna M: Clini-


cal Radiology of the Spine and Spinal Cord. Rockville, Md,
Aspen, 1985, pág. 362. Reproducido con permiso de Aspen
Publishers, Inc.

Figura 6-3. Osteoblastoma. De Banna M: Clinical Radio-


logy of the Spine and Spinal Cord. Rockville, Md, Aspen, Caracterfsticas e//nicas. Se observan más corrientemen-
1985, pág. 338. Reproducido con permiso de Aspen Pub/is-
te entre los cinco y diez años de edad, aunque también
hers, Inc.
en jóvenes adultos y en ancianos. Se presenta con dolor
y sensibilidad local al tacto; no se alivia con la admi-
nistración de aspirina.
Afecta al cuerpo vertebral y es la causa más común
de vértebras planas en columnas inmaduras, de lo que
Tumor de células gigantes resulta un descenso significativo de la altura que se re-
Tumor osteolítico (osteoclastoma) compuesto por célu- suelve con fisioterapia. Implica pocos efectos neuroló-
las gigantes multinucleadas; no es corriente en la co- gicos.
lumna vertebral (fig. 6-4).
Radialogla. La lesión que se observa es ovoide, bien
Caractedsticas e/inicas. Se presenta en adultos jóvenes, delimitada, translúcida. Pérdida de tejido óseo, colap-
con predominio femenino. Existe dolor y sensibilidad so vertebral.
al tacto, afectando al cuerpo vertebral; puede llevar al
colapso con síntomas neurológicos. 9 Tratamiento. Dosis bajas de radiación o, cuando sea
posible, escisión local.
Radiologia. Destrucción total del hueso, con aspecto
esférico, quístico y poco hueso reactivo. Las múltiples Hemangioma
lesiones pequeñas pueden dar el efecto de pompas de Frecuentemente son tumores latentes de vasos sanguí-
jabón. neos completamente desarrollados en al menos el 12070
de las columnas (fig. 6-6).1
Tratamiento. Discutido histológicamente. Aunque mu-
chas lesiones son claramente benignas, hasta la mitad Caracterlsticas (Hnicas. Puede producirse a cualquier
actúan biológicamente como malignas, con una ten- edad. Raras veces es sintomático (dolor). Cuando afec-
dencia elevada a la recurrencia local y a metástasis oca- ta a los cuerpos vertebrales de la región dorsal media,
sionales. Se recomienda la escisión quirúrgica con se- puede producir síntomas neurológicos.
guimiento posterior. La radioterapia se reserva para las
lesiones inaccesibles por su elevada tasa de transforma- Radio/agia. Estriaciones verticales densas y gruesas del
ción maligna postirradiación. cuerpo vertebral.

Granuloma eosinófilo Tratamiento. Puede remitir espontáneamente. Su esci-


Es una variante benigna de la enfermedad de Hand- sión quirúrgica se puede ver complicada por hemorra-
Schüller-Christian. Histiocitosis. Proliferación anormal gias incontrolables. Ortesis. La radiación pocas veces
de histiocitos que desplazan los huesos (fig. 6-5). está indicada.

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6 NEOPLASIAS DE LA COLUMNA 53

Figura 6·6. Hemangioma. De Banna M: Clinical Radiology


of the Spine and Spinal Cord. Rockville, Md, Aspen, 1985,
Figura 6·5. Granuloma eosinófilo. De Banna M: CJinical Ra· pág. 344. Reproducido con permiso de Aspen Publishers,
:: ology of the Spine and Spinal Cord. Rockville, Md, As· Inc.
::"fJ. 1985, pág. 346. Reproducido con permiso de Aspen
=Jblishers, Inc.
Tratamiento. A causa del peligro de colapso, son acon-
sejables el legrado y el injerto de hueso, y la radiotera-
pia cuando es inaccesible para la escisión.
Quiste óseo aneurismótico Tumores malignos primarios
:::, una masa de espacios vasculares, generalmente ve-
::050S, encerrada en hueso nuevo que crece hacia Íuera Mieloma múltiple
;'!g. 6-7). La proliferación maligna de las células plasmáticas se
caracteriza por la existencia de cantidades excesivas de
':::Jractedsticas clínicas. Suele producirse en nmos y inmunoglobulinas, proteínas de Bence-Jones y sustitu-
::.jultos jóvenes, sin predominio de sexo. Es corriente ción de hueso multicéntrico por el desarrollo del tumor
=:; la columna, afectando al cuerpo vertebral y a los (fig. 6-8).
=:::mentos posteriores. Los síntomas están relacionados
~0n la presión de la masa que se expande; el más im- Caractedsticas cNnicas. Su apanClOn suele ocurrir
:-onante es el dolor, a menudo radicular. 10 Puede después de los SO años de edad, con predominio mas-
::.;'e rar a varias vértebras. culino. La queja que más se manifiesta es el dolor,
descrito como profundo y persistente, que no desapa-
.":?adiologlO. Aspecto de «explosión» causado por una rece del todo con el reposo; lo más frecuente es que
:ona central bien circunscrita de pérdida de masa ósea, sea secundario a fracturas patológicas (microfracturas
:odeada por hueso nuevo reactivo. o fracturas patológicas de huesos largos). Son corrien-
tes las fracturas por compresión de las regiones dorsal

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54 11. URGENCIAS MÉDICAS

Tratamiento. El mieloma se trata con quimioterapia y


medidas de soporte. El tumor es sensible a las radiacio-
nes, y su tratamiento alivia el dolor temporalmente. La
intervención quirúrgica de la columna se reserva para
los casos de gran inestabilidad. Es beneficioso un corsé
u ortesis de poco peso.

Linfoma maligno
Sarcoma de células reticulares. Linfoma primario del
hueso con células reticulares indiferenciadas, linfoci-
tos, linfoblastos y estroma intercelular con filamentos
de retículo (fig. 6_9).1]

Caractedsticas clz'nicas. Se presenta en adultos jóvenes,


más corrientemente en los hombres, con dolor por co-
lapso del cuerpo vertebral. Por definición es una lesión
solitaria (fig. 6-9).

Radiologla. Solitario, moteado, zonas irregulares ra-


diolúcidas, a menudo con colapso vertebral.

Tratamiento. En la columna, el tratamiento de elección


es la radioterapia, aunque la quimioterapia pueda me-
jorar el resultado.

Condrosarcoma
Tumor de células cartilaginosas de crecimiento relativa-
mente lento, de características malignas variables.

Caractedsticas clz'nicas. Generalmente aparece en la po-


blación de más edad, con predominio masculino. El
paciente se presenta con una larga historia de dolor que
afecta a los cuerpos vertebrales de la región lumbosa-
cra. 1 Como tiende a desarrollarse localmente, el défi-
cit neurológico por compresión se manifiesta en los
intestinos, la vejiga y por alteración sexual. Su curso
clínico varía ampliamente.

Radiologz'a. Destrucción ósea y masa con signos de cal-


cificación.
Figura 6·7. Quistes óseos aneurismáticos. De Banna M:
Clinical Radiology of the Spine and Spinal Cord. Rockville,
Md, Aspen, 1985, pág. 349. Reproducido con permiso de Tratamiento. Escisión quirúrgica. 12 En las zonas de di-
Aspen Publishers, Inc. fícil acceso (por ejemplo, el sacro), se pueden necesitar
múltiples abordajes. Es corriente la recurrencia local, a
y lumbar de la columna, que causan dolor radicular y menudo con un tumor más agresivo.
restringen el movimiento vertebral. La osteoporosis ge-
neralizada se considera secundaria a la acti vidad osteo- Osteosarcoma
elástica de las células tumorales (fig. 6-8). La anemia Tumor óseo primario muy maligno caracterizado por
siempre está presente, con velocidad de sedimentación tejido osteoide neoplásico, generalmente con compo-
globular aumentada (del revestimiento de los eritroci- nentes fibrosarcomatosos y condrosarcomatosos (fig.
tos con inmunoglobulinas), hipercalcemia, fosfatasa al- 6-10).
calina normal baja, aumento de globulinas séricas con
inversión del cociente albúmina a globulina y electrofo- Caractedsticas c{¡f¡icas. Después del mieloma, el sarco-
resis de proteína de suero anormal (con el característico ma osteogénico es el tumor maligno primario más co-
pico en las IgM) y de orina (con cadenas ligeras y de rriente de hueso; sin embargo, es raro que tenga su ori-
Bence-Jones). gen en la columna. 1 Se presenta en la segunda década
de la vida, con dolor intenso. En la columna afecta a
Radiologz'a. Zonas osteolíticas múltiples, colapso verte- los cuerpos vertebrales y a los pedículos. Es de creci-
bral, osteoporosis grave hasta el punto de disolución miento rápido, con pronta metástasis, principalmente
completa de vértebras (<<vértebras desvanecientes»). en los pulmones, hígado y otros huesos.

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6. NEOPLASIAS DE LA COLUMNA 55

Figura 6-8. Mieloma múltiple. De Banna M: Clinica/ Radi%gy of the Spine and Spina/ Cord. Rockville, Md, As-
Den, 1985, pág. 350. Reproducido con permiso de Aspen Publishers, /nc.

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56 11. URGENCIAS MÉDICAS

Radiolog(a. Destrucción lítica y blástica del cuerpo ver- Cordoma


tebral o de los elementos posteriores. El hueso periósti- Tumor maligno raro que surge de restos de tejido noto-
co reactivo perpendicular a la superficie cortical (<<rayo cordal (fig. 6-12).
de sol») es más corriente en los huesos largos, pero no
es patognomónico. Caractensticas cHnicas. Suele aparecer con más frecuen-
cia a partir de los 30 años; pero se puede presentar a
Tratamiento. El osteosarcoma es una enfermedad sisté- cualquier edad. Su distribución es, aproximadamente,
mica que requiere terapéuticas combinadas según sea el 50070 en la zona sacrococcígea, el 33 % en la base del
su presentación, centradas casi siempre alrededor de la cerebro y el 15 % en las vértebras, casi siempre en las
quimioterapia. cervicales. El cuerpo vertebral está siempre afectado por
una masa de crecimiento lento. Aunque puede haber do-
lor rectal y anal, la mayoría de los síntomas son a cau-
Sarcoma de Ewing sa del efecto de la masa: estreñimiento, incontinencia
Tumor muy maligno de origen incierto (fig. 6-11). de orina en los tumores de la región del sacro, altera-
ciones de los pares craneales derivadas del aumento de
Caractensticas cl(nicas. Aparece con mayor frecuencia la presión intracraneal y síntomas neurológicos por com-
en la infancia y los adultos jóvenes. Se presenta con presión de la raíz nerviosa en las lesiones de vértebras.
dolor, febrícula, leucocitosis y velocidad de sedimenta- En el examen rectal suele ser palpable la masa.
ción globular aumentada. Aunque no es frecuente que
se origine en la columna, metastatiza los cuerpos verte- Radiologla. Cuando se descubren, casi todos los cordo-
brales, progresando rápidamente para producir sínto- mas sacros son bastante grandes. La supervivencia a
mas neurológicos por compresión, incluyendo paraple- los cinco años es aproximadamente del 10%. Aunque
jía. Cuando se manifiesta, ya se ha producido la altamente resistente a las radiaciones, la cobaltoterapia
metástasis de otros huesos, pulmones, hígado, nódulos es paliativa.
linfáticos y cerebro (fig. 6-12).13
Tratamiento. La extirpación quirúrgica proporciona
Radiolog(a y tratamiento. El sarcoma de Ewing es ra- las mejores esperanzas de vida; si se producen recu-
diosensible; pero esto sólo es paliativo. La combina- rrencias, las ulteriores intervenciones de «limpieza»
ción con quimioterapia ha sido recientemente muy efi- mejoran la calidad de vida. La resección completa de
caz. La intervención quirúrgica de la columna está las lesiones vertebrales rara vez es posible por la inesta-
indicada para conseguir la descompresión y la estabi- bilidad que provoca, pero la descompresión elimina
lidad. temporalmente algunos síntomas neurológicos.

Figura 6·9. Linfoma maligno. De Banna M: Clinical Radiology of the Spine and Spinal Cord. Rockville, Md, As-
pen, 1985, pág. 352. Reproducido con permiso de Aspen Publishers, Inc.

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6. NEOPLASIAS DE LA COLUMNA S7

Fi~ura 6-10. Osteosarcoma. De Banna M: Glinical Radiology of the Spine and Spinal Gord. Rockville, Md, Aspen,
1985, pág. 357. Reproducido con permiso de Aspen Publishers, Ine.

Tumores secundarios: enfermedad metastásica Radiología. Se observan lesiones destructivas tlplCa-


:"'05 tumores metastásicos son la neoplasia de hueso mente líticas, aunque en la próstata a veces son blásti-
~a5 común, con una máxima propensión a afectar la
cas, y, ocasionalmente, en las metástasis de mama. El
dolor puede aparecer antes de que las lesiones sean evi-
.olumna vertebral. Los órganos primarios principales
"n las mamas, riñones, pulmones, próstata y tiroides. dentes por rayos X; las iniciales se aprecian con gam-
_a transmisión es por la sangre, afianzándose la metás- magrafía con tecnecio. Son comunes las fracturas pato-
asi5 en la medula ósea. lógicas de las vértebras por compresión, con los
espacios discales intactos, ya que son algo más resisten-
'::.1racterísticas clínicas. Aparecen principalmente en tes a la implicación tumoral. Los pedículos pueden es-
_jultos; pero los tumores que afectan a todos los gru- tar totalmente ausentes (fig. 6-13).
-" de edad se pueden metastatizar. La implicación del
-Jeso puede ser relativamente latente hasta que el cre- Tratamiento. Como la enfermedad metastásica es sistémi-
::miento del tumor empieza a destruir la corteza y se ca, el tratamiento se dirige específicamente al tumor pri-
;::-esentan los dolores; las fracturas patológicas también mario y es particular para cada caso. La radiación y la qui-
::'Jeden ser la primera manifestación, sobre todo en la mioterapia, solas o conjuntamente, a menudo alivian el
<:.la de urgencias. En la columna puede ser sintomática dolor y disminuyen el tamaño de las lesiones vertebrales,
.;"la masa relativamente pequeña. 14 La queja clásica es pero sin aumentar la estabilidad, que puede precisar un
::. dolor, de calidad variable y que no se alivia del todo corsé de poco peso. Puede ser necesaria la intervención
:on el descanso. Si están afectados los elementos poste- quirúrgica para la descompresión o la estabilidad, pero no
-:ores, la masa puede ser palpable. En la región cervi- hay unanimidad de criterio y es muy particular.
:al puede observarse tortícolis. La afectación dorsal
~:asiona dolor radicular. Cuando están afectadas las
ertebras lumbares, se suele producir una restricción de D COMPRESiÓN DE LA MEDULA
::1o\'imiento dolorosa. A pesar del significativo dolor ESPINAL
_. mbar, el test de Lasegue suele ser negativo. La hi-
;:Jercalcemia es relativamente corriente, tanto por osteó- La compresión de la medula espinal por tumor metas-
::sis como por las sustancias humorales producidas por tásico es una verdadera urgencia oncológica. Depen-
::: lUmor. La anemia se produce cuando es significativa diendo de su localización, incluso una lesión pequeña
.:1 sustitución de medula ósea. puede causar una grave incapacidad. El resultado fa-

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58 11. URGENCIAS MÉDICAS

Figura 6-11. Sarcoma de Ewing. De Banna M: C/inica/ Radi%gy of the Spine and Spina/ Cord. Rockville, Md,
Aspen, 1985, pág. 358. Reproducido con permiso de Aspen Pub/ishers, /nc.

vorable depende de la rapidez del diagnóstico y del puede invertir potencialmente el deterioro neuroló-
tratamiento. Las estimaciones de la frecuencia de gico.
compresión de la medula entre los pacientes de cán-
cer está entre el 5 y el 10070, más frecuentemente de Características clínicas. Con independencia de la le-
mama, pulmón, próstata, riñón, linfoma o mieloma. 15 sión primaria, la presentación clínica es sorprendente-
La invasión del espacio epidural es por extensión di- mente constante. La primera queja suele ser dolor a
recta a partir de las vértebras afectadas o nódulos la altura de la lesión, con sensación dolorosa a la pal-
linfáticos regionales, o por invasión hematógena a pación, ambos por la afectación ósea. Los síntomas
través de las arterias radiculares o del plexo venoso. radiculares secundarios a compresión de una raíz
Los efectos neurológicos proceden de la compresión nerviosa pueden ser unilaterales. La rigidez, la paresia
de las vértebras afectadas y de la masa tumoral, ya y el tambaleo son quejas vagas frecuentes. Los ha-
sea directamente a la medula o a su aportación vas- llazgos neurológicos corresponden a la compresión real
cular. El error más corriente del tratamiento es no de la medula y suelen aparecer secuencialmente. En
considerar el diagnóstico pues la acción inmediata primer lugar se afectan los tractos corticoespinales,

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6. NEOPLASIAS DE LA COLUMNA 59

Figura 6-12. Cordoma. De Banna M: Clinical Radiology of the Spine and Spinal Cord. Rockville, Md, Aspen, 1985,
pág. 355. Reproducido con permiso de Aspen Publishers, Inc.

Figura 6-13. Tumor metastásico. De Banna M: Clinical Radiology of the Spine and Spinal Cord. Rockville, Md,
Aspen, 1985, pág. 333. Reproducido con permiso de Aspen Publishers, Inc.

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60 11. URGENCIAS MÉDICAS

con pérdida motora y paresia notable por debajo del o REFERENCIAS


nivel de la lesión. 16
La presión sobre los tractos espinotalámicos ante-
riores producida por la expansión de la masa conduce l. Friedlaender OE, Southwick WO: Tumors of the spine.
a pérdida de sensibiliad epicrítica y dolor. Cuando los In Rothman RH, Simeone FA (eds): The Spine, 2nd ed.
Filadelfia WB Saunders, 1982, p 1022
tractos laterales están comprimidos, se pierde la sensi-
2. McNab 1: Backache. Baltimore, Williams & Wilkins,
bilidad térmica. Cuando la compresión posterior es un 1977, p 105
acontecimiento final, raramente se ven afectadas la 3. Macgee DJ: Cervical, thoracic, lumbar spine. Orthopedic
propiocepción y la sensación profunda a la presión. Physical Assessment. Filadelfia, WB Saunders, 1987
Por último, aparece la alteración autonómica, frecuen- 4. Francis KP, Hutter VP: Neop1asms of the spine in the
temente con urgencia miccional y estreñimiento antes aged. Clin Orthop 26:54, 1963
de perder realmente el control de los esfínteres. 5. Inglis AE, et al: Osteochondroma of the cervical spine: A
~
case reporto Clin Orthop 126:127, 1977
Radi%gla. Cuando por la historia y la exploración fí- 6. Fielding JW, et al: Osteoid osteoa of the cervical spine.
Clin Orthop 128:163, 1977
sica se sospecha la compresión de la medula, están in- 7. Ooldstein OS, et al: Cervical osteoid osteoa: A cause of
dicadas la radiografías normales de toda la columna, chronic upper back pain. Clin Orthop 129:177, 1977
que suelen ser positivas en las lesiones osteolíticas que 8. Schajowicz F, Lemos D: Malignant osteoblastoma. J
afectan a cuerpos vertebrales, colapso vertebral o pér- Bone Joint Surg 58B:202, 1976
dida de pedículos. Las lesiones osteoblásticas son pro- 9. Larsson SE, et al: Oianr cell tumors of the spine and sa-
bables, con metástasis prostática y, ocasionalmente, tu- crum causing neurological symptoms. Clin Orthop
mores de mama. 111:201, 1975
La mielografía es el estudio de elección para deter- 10. Hay MC, et al: Aneurysmal bone cysts of the spine. J
Bone Joint Surg 60B:406, 1978
minar tanto el nivel como la extensión de la compre-
11. Reimer RR, et al: Lymphoma presenting in bone. Ann
sión. Al mismo tiempo se recoge líquido cefalorraquí- Inter Med 87:50, 1977
deo para citología y valoración química. 12. Blaylock RL, Kempe LO: Chondrosarcoma of the cervi·
cal spine: Case reporto J Neurosurg 44:500, 1976
Tratamiento. El tratamiento de la compresión de la me- 13. Whitehouse OH, Oriffiths OJ: Roentgenologic aspects of
dula espinal requiere un planteamiento multidiscipli- spinal involvement by primary and metastatic Ewing's tu-
nario. En los pacientes con compresión secundaria a mor. J Can Assoc Radiol 27:290, 1976
tumores radiosensibles conocidos, la radioterapia ha re- 14. Oilbert RW, et al: Epidural spinal cord compression
sultado tan eficaz como la cirugía y la radioterapia com- from metastatic tumor and diagnosis and treatment. Ann
binadas. La descompresión quirúrgica está indicada en Neurol 3:40, 1978
15. Posner JB: Neurological complications of systemic can-
la compresión de causa desconocida, recidivas después cer. Med Clin North Am 55:625, 1971
o durante la radioterapia o lesiones que se sabe que son 16. Rodríguez M, Dinapoli RP: Spinal cord compression,
relativamente resistentes a las radiaciones. 17 Los bene- with special reference with metastatic epidural tumors.
ficios de las altas dosis intravenosas de esteroides para Mayo Clin Proc 55:442, 1980
invertir los efectos potenciales de la compresión del ede- 17. Stolinski DC: Emergencies in oncology, current manage·
ma son discutibles, pero generalmente se recomiendan. ment. West J Med 129: 169, 1978

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_PARTE 111 _
La columna
vertebral

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7
Anatomía

::J INTRODUCCiÓN forman los agujeros intervertebrales, a través de los


cuales pasan las estructuras neurales y vasculares de la
Particularmente en las crisis agudas, el médico de ur- columna vertebral.
2:encias debe tener los conocimientos suficientes de
;oda la anatomía de la columna vertebral. Ésta consta
generalmente de 33 vértebras (siete cervicales, 12 dorsa- o VÉRTEBRAS
les y cinco lumbares), que son flexibles con múltiples
¡;riculaciones (fig. 7-1). El sacro está formado por cin- Las siete primeras vértebras de la columna constituyen
'0 vértebras fusionadas, y el cóccix, por cuatro o cinco la región cervical. Las dos primeras (el atlas y el axis)
huesecillas irregulares. Aunque hay una transición gra- son completamente distintas, mientras que de la tercera
dual a lo !::lrgo de toda su longitud, de la que resultan a la séptima son muy parecidas y comparten la descrip-
aracterísticas regionales específicas que luego se des- ción. Al estar situadas en lo alto de la columna son las
cribirán en sus detalles, las vértebras son lo suficiente- que soportan menos peso. El cuerpo vertebral es pe-
mente parecidas entre sí para dar de ellas una descrip- queño relativamente en comparación con el arco y el
ción general. conducto vertebral. La superficie superior del cuerpo
Cada vértebra tiene dos partes principales: el cuer- vertebral es cóncava, aunque sus bordes laterales están
po y el arco. Los cuerpos vertebrales están formados curvados hacia arriba, y forman las apófisis uncinadas
por hueso canceloso, generalmente de forma cilíndrica (fig. 7-2). La superficie inferior es convexa, con incli-
(fig. 7-2) Y aumentan gradualmente de tamaño en di- nación descendente de atrás adelante.
rección craneal a caudal. El arco vertebral (o neural) Las apófisis transversas de la región cervical de la
consta de múltiples segmentos y se une a las partes pos- columna son muy distintas (fig. 7-2). Surgen del cuerpo
rerolaterales del cuerpo vertebral por los anchos pedícu- vertebral, y la raíz de! pedículo es una costilla rudimen-
los. Estos se unen posteriormente a las láminas del arco taria que forma e! tubérculo anterior de la apófisis
\'ertebral, que, a su vez, lo hacen posteriormente a la transversa, que se une a la verdadera apófisis transver-
apófisis vertebral. De este modo, el cuerpo vertebral, sa, situada posteriormente. El cuerpo vertebral, el
los pedículos bilaterales, las láminas del arco vertebral tubérculo anterior, las dos apófisis transversas y la lá-
y la apófisis vertebral posterior constituyen un anillo mina costotransversal forman un anillo (el agujero
que forma el conducto vertebral. transverso), a través del cual pasa la arteria vertebral,
En la parte lateral distal de cada vértebra, cerca de excepto en C-7, que contiene la vena vertebral. Más la-
la unión al pedículo y la lámina, están las apófisis teralmente, el tubérculo anterior y la verdadera apófisis
rransversas. las cuales, según su localización, se articu- transversa, junto con el cuerpo vertebral, forman las
lan con las costillas. En esta zona también están las paredes del surco por el que pasa la rama ventral de
apófisis articulares, que forman las verdaderas facetas cada nervio espinal. Como se observa en el resto de la
articulares sinoviales entre las vértebras. Aunque el án- columna vertebral, los componentes inferior y superior
gulo específico de esta articulación varía considerable- de este surco están formados por los pedículos supe-
mente según su situación en la columna, la superficie rior e inferior.
articulante superior está siempre dirigida dorsalmente, Inmediatamente detrás de la apófisis y el agujero
con un ángulo complementario al de la superficie arti- transversos están las apófisis articulares. Estas apófisis
cular inferior, que está orientada ventralmente. se reúnen en la articulación de la región cervical para
La altura de los pedículos es aproximadamente la formar los cordones óseos posterolaterales. Junto con
mitad de la correspondiente al cuerpo vertebral, ya que los cuerpos vertebrales apilados, es evidente que la re-
surgen de la parte superior de la cara posterior del gión cervical está estructurada en forma de trípode óseo.
cuerpo vertebral. Esto origina una indentación o esco- Las láminas de la región cervical son finas y se reú-
tadura superior y otra mayor inferior, que apiladas nen posteriormente para formar las apófisis vertebra-

63

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64 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

otras vértebras cervicales, pero su parte inferior se pa-


rece más a las de las vértebras dorsales; el cuerpo es
I mayor, las facetas articulantes están más inclinadas y
--; el tubérculo anterior de la apófisis transversa está en
ocasiones más prolongado, formando la costilla cer-
vical.
El complejo atlantoaxoideo (C-l y C-2) también
se puede considerar como vértebras de transición
(fig. 7-3). Aunque aparentemente son muy distintas,
todas poseen las características de una vértebra típica.
La superficie inferior del axis (C-2) es parecida a la de
las demás vértebras cervicales.
Las láminas son robustas, y la apófisis vertebral es
bífida. La apófisis transversa también es robusta y
comprende el agujero transveso, pero no tiene el tubér-
culo anterior (fig. 7-4).
La mitad superior del atlas tiene una morfología
muy diferente (fig. 7-5). Las facetas superiores apuntan
hacia arriba y hacia fuera, y tienen una forma ligera-
mente convexa; son relativamente grandes para sopor-
tar el axis y el cráneo. Sin embargo, lo más singular es
el cuerpo vertebral anterior, que se proyecta hacia arri-
ba en forma de apófisis odontoides, el cuerpo «roba-
do» de la primera vértebra cervical.
La apófisis odontoides o dens tiene una base más
bien estrecha y se proyecta superiormente a la altura
del agujero magno. Presenta caras anteriormente, don-
de se articula con la parte posterior del arco anterior
del atlas.
Éste también tiene una forma irregular, pero com-
prende la mayoría de los elementos de las vértebras cer-
vicales inferiores, excepto un verdadero cuerpo verte-
bral que toma prestado de C-2 en forma de apófisis
odontoides. El ancho total del atlas es mayor que el de
las otras vértebras cervicales para acomodar las articu-
laciones superiormente con el occipucio. En realidad,
4
las masas laterales comprenden los pedículos y los pila-
res articulares.
Las facetas articulares superiores apuntan hacia
arriba y hacia el interior, y son cóncavas para recibir
los cóndilos occipitales. Las facetas inferiores apuntan
hacia abajo y hacia el interior para articularse con el
axis y transmitir así el peso de la cabeza a partir de la
base más ancha del occipucio, centrado hacia abajo
al axis.
El diámetro transverso mayor del atlas tiene en
cuenta o corresponde al mayor diámetro del conducto
vertebral a ese nivel.
Figura 7-1. Vista de perfil de toda la columna vertebral. Hay dos prominencias óseas que protruyen algo
en el conducto vertebral, que dan lugar al ligamento
transverso que mantiene la apófisis odontoides en el
tercio anterior del conducto. La apófisis transversa no
tiene elementos costales.
No existe agujero transverso; las arterias vertebrales
salen de C-2 y progresan posteriormente alrededor de
les. La tercera, cuarta y quinta vértebras cervicales tie-
las masas laterales en una escotadura hacia los arcos
nen generalmente apófisis vertebrales bífidas; las de las
posteriores.
vértebras sexta y séptima son singulares y progresiva-
mente más largas, siendo la C-7 la mayor, motivo por
el cual se denomina también vértebra prominente. La
séptima vértebra cervical es de transición; sus compo-
nentes superiores corresponden a los típicos de las

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7. ANATOMíA 65

Apófisis vertebral
Agujero vertebral

Tubérculo posterior

Tubérculo anterior

ApófisIS vertebral

Apófisis
transversa
"¡gura 7·2. Vértebras cervicales
- 'eriores típicas.

D LIGAMENTOS Y DISCOS
INTERVERTEBRALES

Aunque las vértebras proporcionan el soporte óseo y la


protección a la columna vertebral, los ligamentos y los
discos intervertebrales permiten la estabilidad y la fle-
xibilidad. Los ligamentos longitudinales anterior y pos-
terior recorren toda la columna y son sus principales
estabilizadores (fig. 7-6). El ligamento longitudinal an-
~ está formado por una serie de fibras robustas
que conectan entre sí las superficies anteriores de los
cuerpos vertebrales. El lugar de su máxima restricción
es la región cervical de la columna, pero se va haciendo
Figura 7·3. Sección sagital del atlas y el axis. gradualmente más ancho a lo largo de todo su recorri-

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66 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Figura 7·5. El atlas visto desde arriba.

Figura 7-4. El axis visto desde arriba.

Ligamento longitudinal Figura 7·6. Vista de perfil de los li·


posterior Ligamento longitudinal gamentos longitudinales anterior
anterior
y posterior de la región cervical de
la columna.

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7. ANATOMíA 67

do. A partir del nivel del axis se extiende hacia arriba, En la zona de los arcos vertebrales hay numerosos
ne el atlas y se entrelaza con la membrana atlantooc- ligamentos (fig. 7-8). En la región cervical de la colum-
.:ipital anterior. Donde contacta con el cuerpo vertebral na, los ligamentos supraespinosos son anchos y se lla-
:"orma parte del periostio, teniendo su máxima adhe- man ligamento nucal. Se extienden desde la vértebra
:encia en el labio anterior del cuerpo. Sólo está ligera- prominente en C-7 hasta la protuberancia occipital ex-
:nente unido al disco intervertebral. terna, y son los estabilizadores principales de la cabeza
Por otra parte, el ligamento longitudinal posterior y de la región cervical de la columna. A cada una de
:iene su anchura máxima a la altura de la región cervi- las apófisis vertebrales se unen fibras profundas. Inte-
:al, y se va estrechando en su recorrido a lo largo de riores al ligamento nucal están los ligamentos intraespi-
:oda la columna. Esto es necesario (ya que se encuentra nosos, que conectan las apófisis vertebrales adyacentes.
entro del conducto vertebral) para dejar relativamente Las bandas del ligamento amarillo son muy elásticas e
:nás espacio para la medula y los elementos neurales. importantes estabilizadores de la columna en flexión.
-e une de la forma más íntima a las partes laterales Como las fibras son tan elásticas, no causan pandeo ni
jel cuerpo vertebral posterior en sentido transversal al compresión de la duramadre cuando se relajan. El Iiga-
.: erpo posterior cóncavo para dejar espacio a los ele- mento amarillo se une a la superficie anterior del arco
:nentos vasculares. Al nivel del disco, se observa que el vertebral de la vértebra superior, y se extiende hasta el
::gamento longitudinal posterior tiene dos capas distin- margen superior de las láminas de la vértebra inferior.
:as: una superficial larga que penetra varios elementos Son bilaterales y se fusionan posteriormente en los liga-
. enebrales, y otra más profunda que pasa por los dis- mentos intraespinosos y anteriormente con la cápsula
:os intervertebrales y que hace de banda de contención, fibrosa de la articulación sinovial. Las facetas articula-
e\itando que el disco protruya en el conducto verte- res son verdaderas articulaciones sinoviales con cápsu-
::'ral. las fibrosas.
Los discos intervertebrales son más pequeños en Los ligamentos cervicocraneales son completamente
.3. región cervical de la columna. Constan de cuatro diferentes y especializados (figs. 7-8 y 7-9). Desde el ni-
~anes: el núcleo pulposo en el centro, rodeado por el vel del axis, el ligamento longitudinal anterior discurre
-'-:lillo fibroso y limitado en las superficies vertebrales cranealmente, uniéndose al arco anterior del atlas, la
~or dos placas terminales cartilaginosas. A diferencia membrana occipital y el occipucio anterior al agujero
':e lo que ocurre en otros niveles de la columna, los magno. El ligamento longitudinal posterior se convier-
:':5COS cervicales están rodeados más íntimamente por te en parte de la membrana tectorial, que pasa por alto
::.teso (fig. 7-7). Las superficies superior cóncava y la la apófisis odontoides, fijándose al occipucio a la altu-
.::rerior convexa de las vértebras cervicales los man- ra de los canales hipoglosos dentro del cráneo. Interior
::enen fijos en su lugar. Igualmente, la proyección de a la membrana tectorial se encuentra el ligamento cru-
.2. parte alta de la superficie superior de las vértebras .@L que contiene al transverso. Éste se extiende a través
:orma un labio llamado apófisis uncinada, que se de la parte anterior del anillo del atlas, que discurre a
::.'usta a la superficie inferior de la vértebra superior, lo largo de la faceta de la parte posterior de la apófisis
":amada botón o encaje. A lo largo del tiempo, pro- odontoides. Haces longitudinales que se extienden des-
:ablemente a causa de cambios degenerativos, la apó- de el ligamento transverso atraviesan la apófisis odon-
::5is uncinada y el botón forman las articulaciones toides inferior y superiormente.
'::1cuvertebrales, que se citan como articulaciones de Los ligamentos accesorios atlantoaxoideos se abren
~ shka. en abanico desde la base de la apófisis odontoides ha-
cia arriba, hacia las masas laterales del atlas. El liga-
mento apical se extiende desde el vértice de la odontoi-
Apófisis uncinadas des hasta el anillo anterior del agujero magno. La
apófisis odontoides está fijada además al agujero mag-
no por los ligamentos alares, que van desde la primera
hasta los márgenes laterales del agujero magno. Entre
esta apófisis y el atlas, así como entre los cóndilos occi-
pitales y el atlas, existen verdaderas articulaciones sino-
viales.

o ESTABILIDAD Y MOVILIDAD

La columna vertebral es particularmente notable en el


sentido de que proporciona un encajonamiento óseo
protector a la medula espinal y, al mismo tiempo, per-
mite una flexibilidad de movimiento significativa, lo
Figura 7·7. Sección transversal anterior de un disco cero que es posible por el apilamiento de una serie de peque-
. cal. ñas vértebras, cada una de ellas con varias articulacio-

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68 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Membrana
atlantooccipital
anterior

Ligamento
nucal

Disco
intervertebral

Ligamento
intervertebral
Ligamento
longitudinal
anterior

Figura 7·8. Vista de perfil de los li-


gamentos de la parte superior de
la región cervical de la columna.

Ligamento apical Ligamento alar

Ligamento cruciforme-
bandas longitudinales ---"""~"7"'--oi!.
y laterales

Ligamento atlantoaxoideo
accesorio

Ligamento longitudinal
posterior

Figura 7·9. Sección transversal posterior de los ligamentos cervicocraneales.

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7, ANATOMíA 69

::es. Aunque el movimiento entre vértebras adyacentes TABLA 7·1. MÚSCULOS DEL CUELLO
;:s limitado, algunos de ellos permiten una considerable
:7Iovilidad. El movimiento lo facilitan los músculos, y Extensión
.a estabilidad, los ligamentos y la oposición ósea. Esplenios
Semiespinosos
El segmento más flexible de la columna vertebral Complexo menor
;:s la región cervical. Las articulaciones atlantooccipi- Complexo mayor
:ales proporcionan flexión y extensión, así como un Trapecio
:nínimo de movimiento lateral, limitados todos ellos Interespi nasos
;cor la musculatura atlantooccipital. Estas articulacio- Recto posterior mayor de la cabeza
::es facilitan aproximadamente la mitad de la flexión Recto posterior menor de la cabeza
:enical. Oblicuo superior de la cabeza
El 50% del movimiento de rotación de la región cer- Esternocleidomastoideo (fibras anteriores)
'jcal se debe a las articulaciones atlantoaxoideas y está Flexión
.:mitado por los ligamentos alares y las facetas articula- Esternocleidomastoideo
(fibras posteriores)
-;:s atlantoaxoideas. La parte inferior de la región cervi-
Largo del cuello
:al es la más móvil de toda la columna, lo que es posible Largo de la cabeza
;~acias a los discos intervertebrales, relativamente grue-
Recto anterior de la cabeza
-os, y a los labios anteroinferiores en pendiente de los
Rotación y flexión lateral
:. erpos vertebrales, que se deslizan sobre las vértebras Esternocleidomastoideo
'Jbvacentes. La flexión está limitada por los ligamentos Escalenos
-; ""lsieriores y los músculos, pero un punto final firme de Esplenios
.ope lo constituye la barbilla contra el pecho en flexión Complexo menor
O'xtrema. Por otra parte, la extensión extrema está limi- Angular del omóplato
·?da solamente por las estructuras laterales, el ligamen- Largo del cuello
Iliocostales
. ~ longitudinal anterior y los componentes cervicales an-
Multífido
·,,~iores. La movilidad total flexión-extensión de la
Intertransverso
-,,;¡ión cervical de la columna es aproximadamente de Oblicuo inferior de la cabeza
_::-:0; pero sin un punto final anatómico firme, como es Oblicuo superior de la cabeza
l barbilla anteriormente, por una extensión forzada Recto lateral de la cabeza
=".leden producirse graves traumatismos.
Nota: Estos músculos pueden agruparse. Seguir sus relaciones anató'
Los pilares articulares y un ligamento intertrans- micas.
,,~so evitan la excesiva flexión lateral de la región De Sherk HH, Parke WW: Normal adult anatomy. En Bailey RW (ed):
:O'~Yical de la columna. Los hombros también propor- The Cervical Spine. The Cervical Spine Research Society. Filadelfia,
::onan un punto fijo anatómico de tope de la flexión JB L/ppincott, 1983, pp 14·15.
:.:eral.
El movimiento real de la región cervical está contro-
:.io por los músculos que la rodean, que van del cráneo aislar la medula. La piamadre está íntimamente aplica-
:a mandíbula a las vértebras dorsales superiores y la da a la medula. En su alcance lateral máximo está dis-
:?.ia torácica, con numerosas inserciones en la región puesta en pliegues, que recorren linealmente toda la
:;:,Yical. La tabla 7-1 relaciona aquellos músculos del medula espinal, de la que surgen a cada lado unos 20
~ea cervical implicados en la flexión, extensión, rota-
ligamentos denticulados (fig. 7-14), que se unen a la
.:""ln y flexión lateral. Las figuras 7-10 a 7-13 muestran duramadre y que actúan como estabilizadores. Esta
':5 localizaciones.
membrana es relativamente móvil, mientras que la pia-
madre y la medula espinal permanecen relativamente
fijas.
MEDULA ESPINAL Y RAíCES En flexión, la duramadre tiene la misma longitud
NERVIOSAS que el conducto cervical; pero, en extensión, el con-
ducto se acorta y la duramadre se comba. La medula
~ nivel de la región cervical, la medula en sí es relativa- en sí está algo expandida tanto en flexión como en ex-
--::.ente grande para proporcionar los nervios a las extre- tensión del cuello; pero se mantiene relativamente fija
=:dades superiores. Para acomodar la medula y dejar a por las raíces nerviosas y los ligamentos denticulados.
:. "ez espacio suficiente adicional para la flexibilidad, el Los ligamentos y la estructura ósea evitan la flexión o
:0 ducto cervical es del tamaño apropiado y relativa- extensión excesivas; pero estos mecanismos de preven-
--::.ente espacioso, particularmente al nivel del atlas. La ción no pueden resistir las fuerzas de una agresión vio-
--::.edula espinal está cubierta por tres membranas: la lenta.
:.: amadre, la aracnoides y la piamadre. La primera, A diferencia de las regiones dorsal y lumbar, las
:. uramadre, corre paralelamente al ligamento longitu- raíces de los nervios cervicales emergen del conducto
::;¡al posterior y rodea cada una de las raíces vertebrales vertebral por encima de sus correspondientes vértebras
:.: nivel del agujero intervertebral. La aracnoides está ín- (fig. 7-15). Los dos primeros nervios cervicales pasan
~amente aplicada a la duramadre, y el espacio arac- por detrás de sus masas articulares, mientras que todos
-:'Jideo está ocupado por líquido cefalorraquídeo para los demás están en frente de ellas. Los tres o cuatro

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70 I!I. LA COLUMNA VERTEBRAL

M. recto lateral
de la cabeza
M. recto medial
de la cabeza
M. escaleno medio
M. recto anterior
mayor de la cabeza
M. largo efel cuello
(parte oblicua superior)
M. escaleno anterior

M. escaleno posterior

M. largo del cuello


(parte oblicua inferior)

Figura 7-10. Músculos anteriores de la región cervical de la columna. Adaptado de Sherk HH, Parke WW: Normal
adult anatomy. De Bailey RW (ed): The Cervical Spine. The Cervical Spine Research Society. Filadelfia, JB Lip-
pincott, 1983.

primeros nervios cervicales superiores forman parte del distribución sensorial puede ser muy variable. En oca-
plexo cervical; los cinco inferiores se unen al primer siones, esto puede confundir clínicamente cuando no se
nervio dorsal para formar el plexo braguial. En las fi- corresponden los hallazgos sensoriales y motores se-
guras 7-16 y 7-17 se muestran los dermatomas y los cundarios a agresión o lesiones que ocupan un lugar
nervios formados por el plexo correspondiente. La delimitado.
inervación del músculo suele ser constante, aunque la

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7. ANATOMíA 71

. , - - - M. esplenio de la cabeza

M. esplenio del cuello

M. angular del omóplato

Figura 7-11. Músculos superficiales de la región cervical posterior de la columna. Adaptado de Sherk HH, Parke
WW: Normal adult anatomy. De Bailey RW (ed): The Cervical Spine. The Cervical Spine Research Society. Fila-
delfia, JB Lippincott, 1983.

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72 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

M. recto posterior M. recto posterior


mayor de la cabeza menor de la cabeza
M. semiespinoso de la cabeza
M. epiespinoso del cuello M. oblicuo superior (menor)
de la cabeza

M. complexo menor
(largo dorsal de la cabeza)

M. oblicuo inferior (mayor)


de la cabeza

M. semiespinoso
del cuello

Figura 7-12. Músculos profundos de la región cervical de la columna. Adaptado de Sherk HH, Parke WW: Nor·
mal adult anatomy. De Bailey RW (ed): The Cervical Spine. The Cervical Spine Research Society. Filadelfia, JB
Lippincott, 1983.

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7. ANATOMíA 73

M. rotador
M. multífido corto

M. rotador
largo

. - - - - - - - l i r - M. interespinoso

Ms. intertransversos anteriores

Figura 7-13. Músculos cortos de la región cervical de la columna. Adaptado de Sherk HH, Parke WW: Normal
adult anatomy. De Bailey RW (ed): The Cervical Spine. The Cervical Spine Research Society. Filadelfia, JB
Lippincott, 1983.

Figura 7·14. Sección sagital de la región cervical superior de la columna,


incluyendo los ligamentos denticulados.

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74 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

D ARTERIAS Y VENAS

La fuente principal de aporte sanguíneo a la región cer-


vical de la columna y a la medula está formada por las
Nervios arterias vertebrales (fig. 7-18), derivadas de las subcla-
vias, que pasan bilateralmente por el agujero transver-
::"8>------ C-1 so y que se extienden hasta el atlas, donde corren pos-
teriormente alrededor de las masas laterales y por
~r----C-2 encima del arco posterior de C-l, pasando a través del
~----C-3 agujero magno. Justo antes de unirse a la arteria basi-
;::;>-----C-4
lar, se dividen en dos ramas que se fusionan y descien-
den por la parte anterior de la medula, lo mismo que
i " > - - - - - C-S
la arteria vertebral anterior. A la misma altura, las ar-
¡t:>------C-6
terias vertebrales dan lugar a las arterias vertebrales
~~---C-7 posteriores, que descienden por el lado posterior de la
Vértebra C-7 ----,..-.r
;:,----- C-s medula y que forman una serie de conductos plexi-
Vértebra 0-1 --t~~11! formes.
;::::,----0-1
Las vértebras cervicales están regadas principalmen-
,.,,;;;::::::>=---- 0-2 te por las ramas de las arterias vertebrales. Pequeñas
ramas segmentarias de éstas corren superiormente a la
~'li;;;:::~--- 0-3
altura del axis para irrigar la apófisis odontoides y se
1~~~--0-4 anastomosan con las ramas descendentes de la arteria
I~~~--o-S carótida a lo largo de los ligamentos alares.
De gran importancia clínica es el curso de las arte-
,;=:=----- 0-6 rias vertebrales a través del agujero transverso y, espe-
cialmente, al nivel del atlas. Los cambios degenerativos
~=-----0-7
de las vértebras pueden ocasionar una compresión sig-
1~~L--0-8 nificativa de la arteria, de la que resulta el síndrome de
',~,~....:::;¡---- 0-9 la arteria vertebral, con vértigos y caídas repentinas.
La sangre venosa de la medula regresa a través de
~::>----0-10 un fino plexo en la piamadre por seis conductos longi-
tudinales: tres anteriores y tres posteriores. Las venas
,,~;;;:""---0-11 están distribuidas en la columna vertebral en dos
plexos.
~::>------0-12 El plexo venoso externo está compuesto por dos
,......----L-1 partes anastomosantes, una anterior a las vértebras y
otra en la superficie posterior de los arcos vertebrales
;=J~---L-2 (fig. 7-19).
El plexo venoso interior está dentro del conducto
---L-3 vertebral, entre la duramadre y el hueso. Está com-
'-----L-4 puesto por cuatro conductos principales: dos anteriores
bilaterales, a lo largo de las superficies posteriores de
'I.---L-S
los cuerpos vertebrales, y dos posteriores, a cada lado
~--S-1
de la línea media, anterior a los cuerpos vertebrales.
Este sistema sin válvulas discurre a lo largo de la me-
~HlI\\r-- S-2
dula espinal y se interconecta con venas de todas las
partes del cuerpo.
~~:>M\\--- S-3 Esto es imvortante clínicamente en el sentido de
que permite la dispersión hematógena directa de las
S-4 metástasis a la medula y a la columna.
S-S

N. coccígeo

Figura 7·15. Vista dorsal del canal medular y las raíces ner-
viosas.

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7. ANATOMíA 75

~~m~~~~-C-4
N. escapular dorsal ~~=:;;~~L-C-5
N. subclavio ./~~.-..===,~~~-C-6
N. supraescapular ;;s,../!/JIo'4--- C- 7
C-8
D-1

N. torácico largo;
C-5, C-6 y C·7

N. ramo
perforante medial del brazo

------
N. cutáneo medial -
del antebrazo

<;llf-l.f-!M--/-- N. radia I

w-'---N. cubital

N. axilar

Figura 7·16. Plexo braquial.

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76 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Figura 7·17. Dermatomas cutáneos del plexo braquial.

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7. ANAfOl\¡1ÍA 77

A vertebral (4." parte)

- - A vertebral (3." parte)


A espinal anterior

A rama alimentadora
(de a. vertebral
a a. espinal anterior)

A vertebral (2" parte)

A vertebral (1: parte) _ _

Figura 7·18. Arterias vertebral y espinal anterior.

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78 Ir! lA COLUMNA VERTEBRAL

V. yugular
V. vertebral _-"""3'-'"

V. occipital
V. cervical
profunda

Duramadre Plexo vertebral


interior
posterior

Figura 7·19. Venas de la medula vertebral y la columna.

o BIBLIOGRAFíA McMinn RMH, Hutching RT: Color Atlas of Human Ana-


tomy. Chicago, Yearbook Medical Publ, 1977
Clemente CD: Anatomy, A Regional Atlas of the Human Pansky B, House EL: Review of Gross Anatomy. Nueva
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worths, 1980 ciety. Filadelfia, lB Lippincott, 1983

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8
Examen físico

.-\1 principio no se puede recalcar con demasiado énfa- medialmente, luxación o inflamación de la articulación
sis que en el campo de las urgencias haya que tomar el esternoclavicular. Obsérvense los hombros y las extre-
máximo de precauciones en el examen de pacientes midades superiores para ver si hay asimetría. El debili-
aquejados de la columna. Sobre todo los enfermos con tamiento muscular unilateral puede suponer compresión
dolores cervicales, ya sea por traumatismo grave, es- de la raíz del nervio cervical o síndrome braquial.
'uerzo ligero o años de molestias han de ser manejados Obsérvese si en la piel hay cicatrices o antiguas inci-
~orl cuidado por el examinador hasta que se haya siones, equimosis, eritema o nódulos, y si en el cuello
descartado la inestabilidad cervical, clínica o radiológi- hay asimetría, ya sea por deformación congénita o por
~amente, o de ambos modos. Aunque el planteamiento espasmo muscular grave. La barbilla tiene que estar en
del examinador puede diferir desde el dirigido a un pa- la línea medial, ya que puede estar desviada hacia el
~iente dispuesto sobre un tablero largo y COD. todas las lado doloroso o hacia el lado contrario. Con dolor in-
. recauciones cervicovertebrales hasta el de un caso am- tenso, el paciente se puede aguantar la barbilla con las
:"ulatorio con un «calambre» en el cuello o tortícolis, manos para relajar los músculos doloridos o separar
:odos los pacientes necesitan un examen a fondo, inclu- las articulaciones inflamadas. El enfermo también pue-
:,endo inspección, palpación, alcance de los movimien- de caminar delicadamente para evitar las sacudidas del
:os, evaluación neurológica y, donde sea apropiado, cuello. Obsérvese desde atrás la parte posterior del pe-
;:Jercusión y auscultación. cho, que ha de tener una simetría general. El desplaza-
A continuación se hace una presentación detallada miento de las escápulas puede suponer espasmos del
el examen físico completo, orientado sobre todo hacia músculo trapecio por traumatismo o paresia a causa
,,1 paciente ambulatorio con quejas cervicales, y aunque de lesión del nervio vertebral accesorio. La proyección
:ambién puede aplicarse a los casos con traumatismo posterior de la escápula es señal de paresia del músculo
. últiple, se remite al lector al capítulo 1, donde se ex- serrato mayor.
;Jone la evaluación de urgencias del traumatismo verte- También hay que observar los movimientos de fle-
bral agudo. A los médicos especialistas de urgencias no xión, extensión, flexión lateral y rotación de la región
jay que recordarles que las quejas localizadas concre- cervical de la columna, pero esto se tratará más adelan-
:as también merecen una historia completa y profunda, te en este mismo capítulo.
así como un examen físico.

D PALPACiÓN
INSPECCiÓN
Estru ctura ósea
a observación completa debe comprender el examen La palpación de las vértebras cervicales es más fácil en
,.ostural, los movimientos y el modo de andar. La for- los pacientes delgados. La mejor forma de hacerlo es
::-la en que el paciente se mueve para levantarse estando en posición supina; pero algunas estructuras, particu-
;:entado, caminar por la sala de reconocimiento, desnu- larmente las apófisis espinosas inferiores y las facetas
iarse y subirse a la camilla de reconocimiento puede articulares, se palpan mejor en posición prono o en se-
~,,\'elar importante información. Hay que observar la destación.
,.ostura, ya sea sentado, de pie o supina, la presencia
ie lordosis, cifosis o escoliosis aumentadas. Los movi- Posterior
::-lientos normales de la cabeza, el cuello y los brazos al La palpación ósea de la región cervical posterior em-
::ablar a veces delatan una patología cervical leve. El pieza en el 0ccipucio y el inión, el punto más promi-
~aminar tiene que ser uniforme y seguido, manteniendo nente de la protuberancia occipital en la línea medial,
:a cabeza naturalmente perpendicular al suelo. Obsér- en la base del cráneo (fig. 8-1). El examinador ha de
'. ese la lordosis cervical normal e incluso si está carga- palpar lateralmente en busca de sensibilidad al dolor o
o de hombros. de deformaciones a lo largo de la base del cráneo hacia
La región supraclavicular tiene que examinarse cui- la apófisis mastoides (fig. 8-2). Regresando a la línea
adosamente para ver si hay asimetría. La deformidad medial, el examinador ha de proseguir la palpación
e la clavícula podría suponer una fractura previa o, más caudalmente (hacia abajo). La próxima prominencia
j'9

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80 111. LA COLUMNA VERTEBRl\L

Figura 8-1. Palpación de la base


del cráneo y el inión. (Véase la fi·
gura 8-4.)

ósea será la apófisis espinosa del axis; el arco posterior concreto es la que se está palpando. El cartílago tiroi-
de atlas por lo general es inaccesible (fig. 8-3). De for- des se extiende sobre C-4 y c-s, y el cricoides se alinea
ma escalonada, el médico puede palpar frecuentemente con C-6. La vértebra C-7 se suele distinguir frecuente-
todas las apófisis espinosas de C-2 a C-7, la vértebra mente por su tamaño único, pero en algunos indivi-
prominente y D-l. En un paciente delgado y bien rela- duos D-l puede ser más prominente. Como vértebra de
jado se distingue la naturaleza bífida de la apófisis es- transición entre las regiones cervical y dorsal, C-7 per-
pinosa de C-3 a C-6. manece típicamente estacionaria en la flexión y exten-
Como puede verse en la figura 8-4, las estructuras sión del cuello, mientras que C-6 se mueve hacia delan-
anteriores ayudan a determinar qué vértebra cervical en te y hacia atrás, respectivamente.

Figura 8-2. Palpación de la apófi·


sis mastoides.

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8 EXAMEN FíSICO 81

Figura 8-3. Palpación de la apófisis


=soinosa.

pación puede descubrir un síndrome de faceta poste-


rior, espondilosis y subluxación o dislocación de face-
ta. La inflamación más típica se produce al nivel de la
mayor movilidad cervical entre C-S y C-7. Es necesaria
la relajación completa para palpar las propias articula-
ciones.
Si los músculos que las cubren están en espasmo in-
tenso, se procurará palpar las facetas articulares en tor-
no al vientre del músculo afectado. En los pacientes
obesos, la presión de la palpación se puede transmitir
a las facetas articulares a pesar de la incapacidad para
palpar la estructura en sí.

Lateral
Aunque el arco posterior del atlas es inaccesible a la
palpación, las apófisis transversas de C-l son relativa-
mente de fácil localización (fig. 8-4). Avanzando hacia
abajo y a partir de la apófisis mastoides, la próxima
prominencia ósea que se encuentra lateralmente a lo
largo del cuello es la ~apófisis transversa del atlas (la
más ancha de las transversas de la región cervical de la
columna), y una ligera presión bilateral ocasionará una
Figura 8-4. Relación entre la columna cervical y las leve sensación desagradable. Avanzando por debajo y
estructuras anteriores del cuello. algo anteriormente, siguiendo la curva lordótica cervi-
cal, el examinador apreciará otras apófisis transversas,
pero solamente en pacientes delgados y con relajación
La presión de la palpación sobre las apófisis espino- muscular completa.
?-5 se transmite anteriormente a los arcos hacia los Al ser algo más prominente, se puede notar el tu-
__ c!"pos vertebrales, produciendo una sensación dolo- bérculo anterior de la apófisis transversa de C-6 a la al-
-::'5a en las zonas inflamadas. tura del cartílago cricoides. Se recomienda no palpar
Las facetas articulares de cada nivel cervical se pue- esta estructura a la vez bilateralmente, dado que las ar-
_:':": palpar laterales aproximadamente a 1-3 mm de las terias carótidas pasan superficialmente por este punto
_;:ofisis espinosas y entre las mismas a cada lado (fig. y la compresión bilateral puede restringir el caudal ar-
-5l. En tales condiciones, la sensación de dolor a la pal- terial.

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82 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Figura 8-5. Palpación de la faceta


articular.

Anterior
La palpación de las estructuras cartilaginosas óseas del par las mismas zonas, prestando atención esta vez a los
cuello anterior se hace al lado del paciente. Debajo de tejidos blandos. Se aprovecha el músculo esternoclei-
la mandíbula y ligeramente en su parte anterior son domastoideo para dividir el cuello en sus componentes
palpables las caras laterales del hueso hioides en forma anteriores y posteriores.
de U (fig. 8-4). Con los dedos pulgar e índice se le pue-
de asir bilateralmente, causando una ligera molestia al Anterior
individuo. El movimiento se detecta cuando el paciente De nuevo, como mejor se examina al paciente es en po-
traga. Por debajo del hueso hioides es fácil palpar el sición supina. Por lo general, el músculo esternocleido-
ancho cartílago tiroides. Por encima, el médico puede mastoideo es bastante prominente, pero se destaca so-
detectar la escotadura superior y la gran prominencia bre todo cuando se le dice al paciente que gire la
de la nuez de Adán. Este cartílago se ahusa gradual- cabeza al lado contrario. La palpación del vientre del
mente y solapa las vértebras C-4 y C-5. músculo puede revelar un espasmo significativo o he-
Inmediatamente por debajo del cartílago tiroides matomas focales por hiperextensión. Es particularmen-
está la membrana cricotiroidea y, a continuación, el te prominente con tortícolis espástica dolorosa. Com-
cartílago cricoides, que solapa a C- 6. A este nivel se parando con el músculo del otro lado, se aprecian las
puede apreciar lateralmente el tubérculo anterior de la diferencias en tamaño y firmeza.
apófisis transversa de C-6. Justo en posición medial al músculo esternocleido=
Más hacia abajo, el examinador puede palpar el ti- mastoideo hay bilateralmente una cadena de nódulos
roides y los anillos cartilaginosos. linfáticos anteriores. En un individuo por lo demás
Al nivel de la escotadura esternal superior, el médi- sano pueden no resultar palpables, pero es posible que
co puede notar el manubrio y, extendiéndose lateral- estén agrandados a causa de infecciones de oídos, de
mente, la articulación esternoclavicular. Más late- garganta o de las vías respiratorias superiores, tumor o
ralmente se contornea la clavícula hacia los hombros. implicación metastásica.
Encima de la clavícula hay una fosa supraclavicular También en posición medial al esternocleidomastoi-
que se aprecia como una suave depresión. Entre las deo y mejor palpables al nivel del cartílago cricoides están
irregularidades óseas que se pueden palpar a ese nivel los pulsos carótidos. Han de palparse bilateralmente, pro-
están los callos definitivos de fracturas previas de la curando tocar primero el de un lado y luego el del otro
clavícula o de las costillas. para no restringir el riego de la cabeza. En el examen del
cuello, ésta es una zona en la que la auscultación es útil
Tejidos blandos para apreciar los ruidos de las arterias carótidas.
Después de haberse concentrado en las estructuras Justo por delante de la inserción superior del ester-
óseas del cuello, el examinador tiene que volver a pal- nocleidomastoideo se encuentra la glándula parotídea,

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8. EXAMEN FíSICO 83

sobre el ángulo de la mandíbula. Aunque normalmente el espacio y producir hinchazón, asimetría y dolor, y
no se palpa con claridad, los pacientes pueden quejarse presentarse como síndrome del orificio torácico infe-
e molestias a la palpación. Esta glándula puede apre- rior.
~iarse en los estados patológicos de obstrucción, tu-
;nor, síndrome de Sjbgren y paperas. Posterior
La inserción inferior del esternocleidomastoideo en Como mejor se consigue la palpación de los tejidos
a clavícula demarca la parte anterior de la fosa su- blandos de la parte posterior del cuello es con el pa-
. raclavicular, que, cuando es normal, es una depre- ciente sentado. Sin embargo, esto suele ser molesto
sión suave. El examen meticuloso puede revelar una para el paciente con dolor agudo ya que requiere activi-
linchazón anormal, nódulos linfáticos supraclavicula- dad muscular para mantener la cabeza levantada; en
~es inflamados, costillas cervicales, bandas fibrosas tal caso, es mejor examinarlo en decúbito prono.
anormales e irregularidades del músculo cutáneo (que El músculo trapecio es la estructura más superficial
.ormalmente es liso, plano y modesto, a menos que en la parte posterior del cuello; se extiende, vertical-
::aya implicación patológica). En la zona profunda del mente, del inión a D-12 y, horizontalmente, hasta la
;núsculo cutáneo, en la fosa supraclavicular, se pueden articulación acromioclavicular (fig. 8-7). El examen
;Jalpar los músculos escalenos, que en caso de lesión li- debe comenzar por arriba, palpando a lo largo de cada
gamentosa significativa a causa de hiperextensión de la una de las apófisis espinosas. El músculo frecuente-
~egión cervical de la columna estarán en espasmo y mente está lesionado a causa de fuerzas notables de ex-
·oloridos. La arteria y la vena subclavias y el plexo tensión, flexión, flexión lateral y rotación. Indirecta-
jraquial pasan entre los músculos escalenos (fig. 8-6). mente, los pacientes se quejan de tener dolorida la
La compresión de estas estructuras por síndromes del región del trapecio después de una hiperextensión o de
orificio torácico inferior puede provocar anormalida- sentir como latigazos por los enderezamientos rápidos
.:ies sensoriales y vasculares en las extremidades supe- reflejos de la región cervical de la columna. La palpa-
~iores, de las que se derivan una notable sensibilidad ción simultánea bilateral refleja cambios en el tono
:ocal al tacto en la fosa supraclavicular y la presencia muscular, tumefacción o asimetría. La zona de máxi-
je dilataciones arteriales postestenóticas. Particular- ma sensibilidad dolorosa al tacto es generalmente la su-
::lente a causa de esto último, hay que auscultar tam- perior, a lo largo del amplio vientre muscular, que se
:"ién la zona para oír los sonidos. Un tumor de Pan- extiende desde la línea medial de la región cervical has-
:oast desarrollado en el vértice pulmonar puede invadir ta la apófisis acromioclavicular.
En lo profundo del músculo trapecio y justo al
lado de las apófisis espinosas cervicales se encuentran
los músculos erectores de la columna (iliocostales).
Aunque no son palpables directamente, en caso de le-
sión significativa por hiperextensión o latigazo asocia-
do a daño ligamentoso, son un estabilizador dinámico
de la parte posterior del cuello; en caso de lesión local
puede ser muy doloroso al tacto a causa de espasmo
muscular.
El ligamento nucal superior se extiende desde el
inión hasta C-7 o D-l y se inserta a lo largo de las
apófisis espinosas (fig. 8-8). Si hay lesión significativa
M. escaleno por hiperextensión, este ligamento puede estar roto o
forzado. También se producen lesiones graves por la
M. esternocleido· rotura de los ligamentos intervertebrales, clásicamente
mastoideo
en la región cervical inferior. En esta zona, el dolor
a la palpación profunda asociado a ensanchamiento
de las apófisis espinosas es indicativo de lesión impor-
tante.
Cuando están inflamados, los nervios occipitales
rr:ayores son sensibles a la palpación puesto que, supe-
normente, pasan al lado del inión, extendiéndose bila-
teralmente a través del occipucio y la región parieto-
occipital (fig. 8-9).
El síndrome de neuritis occipital mayor se atribuye
-.....:: frecuente~ente a cefalalgias de migraña; pero el exa-
.~ men metIculoso de esta región puede evitar el falso
diagnóstico.
a
1. costilla " En el caso de infecciones de oídos, nariz, garganta
y. cuero cabelludo resultará palpable la cadena poste-
Figura 8-6. Estructuras de la zona supraclavicular.
nor de nódulos linfáticos, que discurre a lo largo de la
parte anterolateral del músculo trapecio.

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84 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Línea nucal superior

Trapecio
Articulación acromioclavicular

Figura 8.7. Marcas tó~icas de la


región cervical posterior.

Figura 8·8. Ligamento nucal. Figura 8·9. Método de palpación del nervio occipital mayor.

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8. EXAMEN FíSICO 85

TABLA 8-1. MUSCULATURA DE LA COLUMNA CERVICAL: ACCIONES E INERVACIONES

Músculos
Acción actuantes Nervios

Flexión de la cabeza 1. Recto anterior menor de la cabeza C-1, C-2


hacia delante 2. Recto lateral de la cabeza C-1, C-2
3. Largo de la cabeza C-1, C-2, C-3
4. Músculos que se unen al hueso hioides Alveolar inferior
Facial
Hypogloso
Asa cervical
5. Oblicuo menor de la cabeza C-1
6. Esternocleidomastoideo Accesorio
(con la cabeza en posición normal o flexión) C-2

Extensión de la cabeza 1. Esplenio de la cabeza C-4, C-5, C-6


2. Semiespinoso de la cabeza C·1-C-S
3. Dorsal largo de la cabeza C-6-C·B
4. Espinoso de la cabeza C-6-C-B
5. Trapecio Accesorio C-3, C-4
6. Recto posterior menor de la cabeza C-1
7. Recto posterior mayor de la cabeza C-1
B. Oblicuo menor de la cabeza C·1
9. Oblicuo mayor de la cabeza C-1
10. Esternocleidomastoideo Accesorio
(con la cabeza algo en extensión) C-2

Rotación de la cabeza 1. Trapecio (la cara se mueve Accesorio


(se contraen los músculos hacia el lado contrario) C-3, C-4
de un lado) 2. Esplenio de la cabeza C-4-C-6
(la cara se mueve hacia
el mismo lado)
3. Dorsal largo de la cabeza C-6-C·B
(la cara se mueve hacia
el mismo lado)
4. Semiespinoso de la cabeza C-1-C-8
(la cara se mueve hacia
el mismo lado)
5. Oblicuo mayor de la cabeza C-1
(la cara se mueve hacia el mismo lado)
6. Esternocleidomastoideo Accesorio
la cara se mueve hacia C-2
el mismo lado)

Clexión lateral de la cabeza 1. Trapecio Accesorio


C'3, C-4
2. EspleniC' de la cabeza C-4-C-6
3. Dorsal largo de la cabeza C-6-C-B
4. Semiespinoso de la cabeza C-1-C-B
5. Oblicuo mayor de la cabeza C-1
6. Recto lateral de la cabeza C-1-C·2
7. Largo de la cabeza C-1-C-3

Clexión del cuello 1. Largo del cuello C-¿-C-6


2. Escaleno anterior C-4-C-6
3. Escaleno medio C-3-C-B
4. Escaleno posterior C-6-C-B

ERRNVPHGLFRVRUJ
86 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

TABLA 8·1. (continuación)

Músculos
Acción actuantes Nervios

Extensión del cuello 1. Esplenio cervical C-6-C-S


2. 8emiespinoso del cuello C-1-C-6, Col, c-s
3. Cervical transverso C-6-C-S
4. Angular del omóplato C-3-C-4
Escapular dorsal
5. Iliocostal cervical C-6, C-7, C-S
6. Epiespinoso del cuello C-6-C-S
7. Multífido C-1-C-6, C-7, C-S
S. Interespinoso del cuello C-1-C-S
9. Trapecio Accesorio
C-3, C-4
10. Recto posterior mayor de la cabeza C-1
11. Rotatorios cortos C-1-C-S
12. Rotatorios largos C-1-C-S

1. Angular del omóplato C-3-C-4


Flexión lateral del cuello
Escapular dorsal
2. Esplenio cervical C-4-C-6
3. Iliocostal cervical C-5-C-S
4. Cervical transverso C-6-C-S
5. 8emiespinoso del cuello C-1-C-S
6. Multífido C-1-C-S
7. Intertransversos C-1-C-S
S. Escalenos C-3-C-S
9. Esternocleidomastoideo Accesorio
C-2
10. Oblicuo inferior de la cabeza C-1
11. Rotatorios cortos C-1-C-S
12. Rotatorios largos C-1-C-S
13. Largo del cuello C-2-C-6

Rotación' del cuello 1. Angular del omóplato (la cara se mueve C-3-C-4
(se contraen los músculos de un lado) hacia el mismo lado) Escapular dorsal
2. Esplenio cervical (la cara se mueve C-4-C-5
hacia el mismo lado)
3. Iliocostal cervical (la cara se mueve C-5-C-S
hacia el mismo lado)
4. Cervical transverso (la cara se mueve C-6, C-7, C-S
hacia el mismo lado)
5. 8emiespinoso del cuello (la cara se mueve C-1-C-S
hacia el mismo lado)
6. Multífido (la cara se mueve C-1-C-S
hacia el lado contrarío)
7. Intertransversos (la cara se mueve C-1-C-S
hacia el mismo lado)
S. Escalenos (la cara se mueve C-3-C-S
hacia el lado contrarío)
9. Esternocleldomastoideo (la cara se mueve Accesorio
hacia el lado contrario) C-2
10. Oblicuo inferior de la cabeza (la cara C-1
se mueve hacia el mismo lado)
11. Rotatorios cortos (la cara C-1-C-S
se mueve hacia el mismo lado)
12. Rotatorios largos (la cara C-1-C-S
se mueve hacia el mismo lado)
Se produce en conjunción Jon la flexión lateral a causa de la orientación de las facetas articulares. De Magee OJ' Filadelfia WB
Saunders, 1987, págs. 28-29. . ,

ERRNVPHGLFRVRUJ
8. EXAMEN FíSICO 87

=:J EXPLORACiÓN DEL MOVIMIENTO tienen que efectuarse con los ojos abiertos, pues la
compresión de las arterias vertebrales podría producir
En el cuello hay seis movimientos básicos: flexión, ex- un síndrome sutil de éstas asociado a nistagmo.
tensión, flexión lateral derecha e izquierda, y rotación El movimiento activo del cuello por parte del pa-
derecha e izquierda. Aproximadamente la mitad de la ciente revela importante información clínica respecto al
flexión y extensión totales tienen lugar entre el occipu- alcance del movimiento, la fuerza motora y el grado de
cio, C-I y C-2. El resto de la flexión y extensión se dis- docilidad del individuo. Una ligera sobrepresión, es de-
tribuyen entre las vértebras cervicales inferiores, con cir, el mantener durante unos segundos el alcance má-
proporcionalmente más movimiento en los segmentos ximo del movimiento o el aumentar el número y la ve-
del extremo inferior, de C-S a C-7. La flexión lateral locidad de los movimientos repetidos, a veces puede
se distribuye entre todas las vértebras. La rotación se hacer que aparezca un dolor que no se aprecia con los
produce en conjunción con el movimiento lateral. movimientos aislados. Cuando el examinador supera
Aproximadamente la mitad de la rotación se realiza en algo el alcance del movimiento aplicando una ligera
la zona entre el atlas y el axis, y el resto se distribuye presión, se pueden producir dolores y parestesias; por
uniformemente entre las vértebras inferiores.' tal motivo, habrá que proceder con sumo cuidado.
El reconocimiento del movimiento cervical com- En el movimiento pasivo, los músculos están com-
prende tres aspectos: el movimiento activo, el pasivo y pletamente relajados, lo que permite al examinador
el de resistencia. Los procesos patológicos de los mús- comprobar los ligamentos, los tendones y las cápsulas.
ulos y ligamentos del cuello suelen ser específicos y Cuando estas últimas están afectadas, el paciente suele
afectan únicamente a movimientos concretos. La inca- decir que siente dolor en todo el movimiento pasivo,
pacidad absoluta para mover el cuello está pues gene- consecuente con la inflamación. En cambio, los liga-
ralmente unida a grados de histeria. Lo más frecuente mentos y los tendones sólo duelen cuando son for-
es que al menos se conserven uno o dos movimientos, zados.
aunque haya que hacerlos lentamente, con persuasión El médico debe prestar atención particular a la
por parte del examinador. Aunque el tipo de limitación «palpación final», como sensación de firmeza de hueso
de movimiento dependerá de la lesión, lo más probable contra hueso (al igual que en la extensión total del
es que estén alteradas la extensión y la combinación de codo).2 Una «tirantez elástica» da sensación de punto
rotación y flexión lateral, ya que estos movimientos final o tope de goma (como en el codo al flexionar el
provocan más corrientemente forzamientos de las face- brazo). El examinador se encuentra con ligamentos y
las articulares. tendones a su alcance con capacidad total de movi-
Fijar el alcance del movimiento requiere observa- miento. No obstante debe tener presente que existe un
ción y palpación. Es fundamental prestar atención a la punto firme de tope consistente con los ligamentos y
simetría muscular y la coordinación; pero el observa- tendones intactos.
dor también tiene que fijarse en las expresiones de la Los movimientos contra resistencia son pruebas iso-
.:ara, que reflejan las molestias. Todos los movimientos métricas de grupos de músculos particulares. El al-

j
{
7

f
Figura 8·10. Límites de los movi- ~
mientos de flexión y extensión.

ERRNVPHGLFRVRUJ
88 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

cance extensivo del movimiento se produce sin dolor, El dolor con los movimientos activos refleja patolo-
pero el movimiento contra resistencia sí produce un do- gía de esos músculos.
lor localizado concreto. La extensión también produce la distracción de los
Con la participación activa, el examinador puede va- componentes anteriores de la región cervical de la co-
lorar la debilidad muscular a causa de lesión neurológica. lumna, pero es particularmente sensible para provocar
dolor en las facetas articulares.
El examinador deberá sujetar el tórax del paciente
Movimientos específicos para evitar la inclinación hacia atrás.
El alcance del movimiento se puede evaluar en función
de su grado. Como mejor se realiza esta evaluación es Flexión lateral
mordiendo el depresor de la lengua. La tabla 8-1, de Los límites de la flexión lateral están aproximadamen-
Macgee,3 describe los músculos que intervienen en te a 45° hacia cada lado, aunque el movimiento for-
cada movimiento. zado puede llegar hasta el hombro (fig. 8-11). Los
principales músculos implicados comprenden el grupo
Flexión de los escalenos y los pequeños músculos intrínsecos
El cuello tiene una flexión de aproximadamente 90°, del cuello.
entrando la barbilla 2 o 3 cm en el pecho (fig. 8-10). Al examinar el alcance del movimiento activo, se
Al hacer este movimiento, las vértebras se desplazan colocarán ambas manos sobre los hombros del paciente
hacia delante, una sobre otra, y se agranda el ag~jero para evitar que los levante hacia la cabeza en vez de
intervertebral. Los flexores primarios son los antenores realmente ladear la columna.
del cuello, el esternocleidomastoideo, el escaleno y los La lesión de los verdaderos mecanismos de la fle-
músculos prevertebrales. El movimiento activo tiene xión lateral no es corriente; por lo general, afecta a las
que ser suave, mientras que el pasivo normal es el que masas articulares. Las lesiones musculares se pueden
resulta de inclinar la barbilla sobre el pecho. El dolor evaluar ya sea por contracción del músculo afectado o
en la flexión activa es generalmente de origen muscular por estiramiento con movimiento en dirección con-
o tendinoso. traria.
La flexión pasiva separa los elementos ligamentosos
y causa dolor. Las lesiones discales también pueden ser
dolorosas, pues la flexión comprime el disco por su Rotación
parte anterior. Rotación siempre implica flexión lateral, cuyos lími-
tes son aproximadamente 50° a cada lado (fig. 8-11).
Extensión Los principales músculos implicados son el ~­
El límite de la extensión está aproximadamente a 70° cleidomastoideo y los pequeños músculos intrínsecos
del plano vertical (fig. 8-10). Los principales extensores del cuello. De nuevo, el examinador deberá aguan-
son el trapecio, los paravertebrales (esplenio, semiespi- tar los hombros. Los dolores musculares y los ten-
nosos de la cabeza) y los pequeños músculos intrínse- dinosos se evalúan tanto por contracción como por
cos del cuello. tracción.

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Figura S-11. Flexión lateral y rotación.
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8. EXAMEN FíSICO 89

o EXAMEN NEUROLÓGICO los músculos del cuello. Véase la tabla 8-2,3 que deta-
lla todos los músculos específicos implicados por cada
El examen neurológico completo de la región cervical una de las raíces nerviosas. La prueba de flexión del
comprende la evaluación de los grupos de músculos de cuello contra resistencia se hace ejerciendo el examina-
esa región y de los niveles neurológicos específicos en dor presión sobre la frente y, al mismo tiempo, estabi-
las extremidades superiores. En la sección anterior, con lizando el tronco (fig. 8-12).
referencia particular a la tabla 8-1, se ha descrito la
evaluación del alcance del movimiento y los movimien- Prueba sensorial
tos contra resistencia. La exposición siguiente se centra La evaluación sensorial, particularmente de C-2, se
en la atención del examinador sobre los hallazgos con- realiza por el nervio occipital mayor, que discurre la-
cretos motores, sensoriales y reflejos que corresponden teralmente al inión e inerva el cuero cabelludo occi-
a las raíces nerviosas cervicales. pital.
Son ocho los nervios cervicales que salen por enci-
ma de los cuerpos vertebrales de la región cervical y de
la primera vértebra dorsal. Los primeros tres o cuatro C-3
corresponden al plexo cervical, y los cinco inferiores y Prueba motora
las primeras raíces nerviosas dorsales, al plexo bra- La raíz del nervio de C-3 contribuye a la inervación de
guial. Estos plexos y los nervios que de ellos emanan los músculos trapecio, escaleno, recto anterior mayor
están incluidos en la sección sobre anatomía. de la cabeza y cervical transverso. Estos se pueden eva-
luar probando la flexión lateral. Aguantando al pacien-
te por los hombros, se le pide que ladee la cabeza con-
C-l y C-2 tra la resistencia del examinador (fig. 8-13).
Prueba motora Prueba sensorial
Los músculos inervados por las raíces C-1 y C-2 con- La sensibilidad de la raíz del nervio en C-3 implica la
trolan la flexión del cuello, principalmente inervando prueba cutánea del cuello superior. - - -

TABLA 8·2. MIOTOMAS DE LAS EXTREMIDADES SUPERIORES

Raíz nerviosa Acción de la prueba Músculos

e-1 y e-2 Flexión del cuello Recto lateral y anterior de la cabeza, largo de la cabeza
y del cuello, esternocleidomastoideo
e-3 Flexión lateral del cuello Largo de la cabeza y del cuello, trapecio, escaleno medio
e-4 Elevación de los hombros Diafragma, trapecio, angular del omóplato, escalenos
anterior y medio
e-5 Abducción de los hombros Romboides mayor y menor, deltoides, su praespinoso,
infraespinoso, redondo menor, bíceps, escalenos
anterior y medio
e-6 Flexión del codo y extensión Serrato mayor, dorsal ancho, subescapular, redondo
de la muñeca mayor, pectoral mayor (cabeza clavicular), bíceps,
coracobraquial, braquial anterior, supinadores largo y
corto, primer radial externo, escalenos anterior, medio
y posterior
e-7 Extensión del codo y flexión Serrato mayor, dorsal ancho, pectoral mayor (cabeza del
de la muñeca esternón), pectoral menor, tríceps, pronador redondo,
palmar mayor, flexor común superficial de los dedos,
primer y segundo radiales externos, extensor común
de los dedos, extensor propio del meñique, escalenos
medio y posterior
e·s Extensión del pulgar
y desviación cubital Pectoral mayor (cabeza del esternón), pectoral menor,
tríceps, flexores comunes superficial y profundo de los
dedos, flexor largo propio del pulgar, cubital anterior,
abductor largo del pulgar, extensores largo y corto del
pulgar, extensor propio del índice, abductor corto
del pulgar, flexor corto del pulgar, oponente del pulgar,
escalenos medio y posterior
0-1 Intrínsecas de la mano Flexor común profundo de los dedos, músculos
intrínsecos de la mano (excepto el extensor corto del
pulgar), flexor corto del pulgar, oponente del pulgar

ata: Los músculos que se citan pueden tener otras inervaciones adicionales; las que figuran son únicamente las de las principales raíces
nerviosas. De Magee DJ: Filadelfia, WB Saunders, 1987, págs. 28-29 3

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90 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

C-s
Prueba motora
Los músculos principales inervados por C-S son el
deltoides y el bíceps. La evaluación específica es de
abducción del hombro, ejecutada teniendo el paciente
el brazo separado a 90° y ejerciendo entonces el exa-
minador sobre él una fuerza hacia abajo (fig. 8-1S).
La inervación del bíceps es desde C-S y C-6, y, por
lo tanto, no es una prueba pura. La inervación se
puede evaluar por la resistencia del brazo a la flexión
en el codo.
Prueba sensorial
C-S inerva la cara lateral del brazo por el nervio axilar,
para la distribución particular de dermatomas.
Prueba refleja
Aunque no es una prueba pura dado que implica tanto
a C-S como a C-6, se utiliza el reflejo del bíceps para
evaluar C-S. Hace falta la percusión sobre la inserción
inferior del bíceps.

C-6
Figura 8·12. Exploración motora de las raíces C-1 y C-2. Prueba motora
La evaluación de la componente motora de C-6 no es
C-4 una prueba pura (fig. 8-16). Hay que combinar la prue-
ba del bíceps (incluyendo la inervación de C-S) con la
Prueba motora extensión de la muñeca (que implica a C-7). La exten-
La raíz nerviosa C-4 afecta principalmente al trapecio sión de la muñeca afecta a los extensores primero y se-
y al angular del omóplato, así como a los escalenos y gundo radiales externos y al cubital posterior. La prue-
al diafragma. La prueba consiste en elevar los hombros ba del bíceps (C-S y C-6) supone resistencia de flexión
contra una resistencia hacia abajo ejercida bilateral- en el codo. La de extensión de la muñeca (C-6 y C-7)
mente por el examinador en los hombros (fig. 8-14). implica aguantar el brazo por el codo mientras se apli-
ca una resistencia isométrica a la muñeca.
Prueba sensorial
La sensibilidad cutánea en C-4 discurre a lo largo de la
parte anterosuperior del pecho, en la región intraclavi-
cular.

1
I I
I
Figura 8·13. Exploración motora de la raíz nerviosa C-3. Figura 8·14. Exploracíón motora de la raíz nerviosa C-4.

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8. EXAMEN FíSICO 91

Sensibilidad

C-6
C-s

Motor

M. bíceps

Figura 8·15. Evaluación neurológica de la raíz nerviosa C-5.

Prueba sensorial se puede hacer la resistencia forzada de los flexores


La distribución de la raíz del nervio de C-6 es por el de la muñeca y de los extensores de los dedos (fig.
nervio musculocutáneo, que inerva el antebrazo, el pul- 8-17) .
~ el ~ Y la mitad del dedo medio.
Pruebo sensorial
Prueba refleja Se emplea la sensibilidad del dedo medio para probar
Se emplea la prueba del reflejo del supinador largo C-7; sin embargo, la inervación sensorial a ese nivel la
para comprobar C-6. La percusión de la inserción del proporciona frecuentemente C-6 o C-8.
tendón de un músculo reproduce el reflejo.
Prueba refleja
El reflejo del tríceps, la percusión de la inserción distal
C-7 del músculo tríceps sobre el codo, prueba C-7.
Prueba motora
Aunque inerva numerosos músculos, la prueba concre- e-s
ta para la componente motora de C-7 supone la ~
sión del codo y la flexión de la muñeca, asociadas, Prueba motora
respectivamente, con el músculo tríceps, los radiales Aunque inerva un gran número de músculos, se pue-
externos (nervio mediano) y el cubital posterior (nervio de evaluar I I probando los músculos interóseos,
cubital). El examinador comprueba el músculo tríceps los flexores de los dedos, la extensión del pulgar y
por la resistencia del antebrazo a la extensión. También la desviación cubital (fig. 8-18). El abrir y cerrar los

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92 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Sensibilidad

Motor

M. bíceps

Reflejos

Figura 8-16. Evaluación neurológica de la raíz nerviosa e-5.

dedos, cerrar el puño, la extensión del pulgar contra Prueba sensorial


una resistencia y el desviar la mano cubitalmente prue- Se prueba D-1 a través del nervio musculocutáneo in-
ban C-S. terno, que proporciona sensibilidad a la mitad superior
de la zona cubital del antebrazo.
Prueba sensorial
La sensación alIado cubital del antebrazo y a los dedos
Prueba refleja
meñique y anular la proporciona C-S. No hay prueba refleja concreta para D-l.

Prueba refleja D NERVIOS PERIFÉRICOS


No hay prueba refleja para C-S PRINCIPALES

D-! En la tabla S-3 se citan las pruebas de los nervios peri-


féricos principales.
Prueba motora
Se puede probar 12.:1. principalmente por la evalua- Nervio radial
ción de los músculos intrínsecos de la mano, abrien- Prueba motora
do y cerrando los dedos contra una resistencia (fig. El nervio radial se puede evaluar examinando la exten-
S-19). sión de la muñeca o del pulgar contra una resistencia.

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8. EXAMEN FíSICO 93

Sensibilidad

C-6
e-8

Motor

M. flexor de la muñeca

Figura 8·17. Evaluación neurológica de la raíz nerviosa Col.

Prueba sensorial Nervio mediano


La zona más concreta para probar el nervio radial es Prueba motora
el espacio de la membrana dorsal entre el pulgar y el El nervio mediano se puede evaluar por la oposición de los
índice. dedos pulgar y meñigue y por la abducción del pulgar.

Nervio cubital Prueba sensorial


Prueba mottlra El nervio mediano sensibiliza la parte radial distal del
El nervio cubital se evalúa por la abducción del dedo dedo índice.
meñique.
Nervio axilar
Prueba sensorial Prueba motora
Hay que comprobar la sensación de la parte dorsal del El nervio axilar inerva principalmente el músculo del-
dedo meñique. toides. Se evalúa teniendo el paciente los brazos levan-

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94 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Reflejos: ninguno

Sensibilidad

C-6

C-s

Motor

Ms. interóseos

Figura 8-18. Evaluación neurológica de la raíz nerviosa C-B.

TABLA 8-3. EXPLORACiÓN DE LOS TRONCOS NERVIOSOS PERIFÉRICOS

Nervio Exploración motora Exploración sensitiva

N. radial Extensión de la muñeca Zona menbranosa dorsal


Extensión del pulgar comprendida entre el pulgar y el índice

N. cubital Abducción del dedo Dedo meñique


meñique

N. mediano Prensión con el pulgar Dedo índice


(pellizco)
Oposición del pulgar
Abducción del pulgar

N. axilar Deltoides Cara lateral del brazo por debajo


del deltoide

N. musculocutáneo Bíceps Cara lateral del antebrazo

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8. EXAMEN FíSICO 95

Reflejos: ninguno

Sensibilidad

0-1

Figura 8-19. Evaluación neurológica de la raíz nerviosa D-1.

tados en abducción aproximadamente 90° y empuján- D PRUEBAS ESPECIALES


dole el brazo hacia abajo.
La siguiente exposición describe varias de las manio-
Prueba sensorial bras específicas empleadas para la evaluación de aspec-
La inervación sensorial se realiza sobre el músculo del- tos concretos de la patología cervical.
toides.
Prueba de compresión
.'I"ervio musculocutáneo La prueba de compresión se realiza empujando hacia
abajo la cabeza del paciente, estando éste sentado. Esta
Prueba motora prueba se emplea para evaluar la estenosis del agujero
Los bíceps están inervados principalmente por el nervio neural o la presión sobre las facetas articulares, y des-
musculocutáneo, que se evalúa por la resistencia del cubre frecuentemente los dolores o síntomas neurológi-
brazo a la flexión en el codo. cos (fig. 8-20).

Prueba sensorial Prueba de distracción


La prueba sensorial del nervio musculocutáneo se reali- La prueba de distracción se hace en posición yacente o
za sobre la parte lateral del antebrazo. sentada. Agarrando al paciente por el mentón y el occi-

ERRNVPHGLFRVRUJ
96 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

pucio, se aplican fuerzas ligeras de distracción a la re- Maniobra costoclavicular


gión cervical de la columna. Esta maniobra de distrac- Estando en posición sentada, el paciente estira los
ción puede reducir la estenosis del agujero neural y hombros hacia abajo y hacia atrás, como si estuviera
aliviar, por lo tanto, el dolor ocasionado por la com- prestando atención. La evidencia de un ruido oído de-
presión de las raíces de los nervios (fig. 8-21). bajo de la clavícula, en la articulación de los dos ter-
cios laterales, o la disminución de la palpación del pul-
Prueba de compresión del agujero so radial constituye una prueba positiva.
Estando el paciente sentado, se le flexiona con fuerza
la cabeza hacia un lado; con esto aumenta la estenosis Maniobra del hiperabducción
del agujero neural, lo que conduce a la compresión de La hiperabducción forzada de una extremidad superior
la raíz del nervio y a una sensación dolorosa o alte- disminuye los pulsos distales. Generalmente es indicati-
rada. va de síndrome de hiperabducción, que es una forma
del síndrome de abertura torácica superior.
Prueba de depresión del hombro
El examinador empuja hacia abajo un hombro mien- Maniobra de Adson
tras distrae la cabeza en sentido contrario. El aumento Se instruye al paciente para que gire la cabeza hacia el
del dolor o los cambios de sensación son por la com- lado de los síntomas y para que haga una espiración
presión de la raíz del nervio (fig. 8-22). profunda con el cuello totalmente extendido. Un des-
censo u obliteración del pulso radial se considera como
Prueba de la arteria vertebral prueba positiva, y se debe a una mayor compresión de
La prueba de la arteria vertebral tiene que afectuarse los músculos escalenos. Esta prueba es específica para
en posición supina, pues un resultado positivo puede el síndrome del escaleno anterior.
inducir síntomas de insuficiencia de esta arteria. El
hombro del lado que se prueba se empuja hacia abajo Maniobra de Valsalva
caudalmente, mientras que se gira la cabeza lateral- El paciente hace una espiración forzada y se echa hacia
mente hacia el lado contrario. Una prueba positiva abajo, como si tuviera un dolor tipo cólico intestinal.
puede inducir signos de compresión de la raíz nerviosa Una prueba positiva refleja una presión intratecal
o insuficiencia de la arteria vertebral, que se manifies- aumentada y produce dolor a la altura de la afectación
tan por vértigos y nistagmo (fig. 8-23). intratecal o compresión de la raíz del nervio.

Prueba de claudicación intermitente Prueba de deglución


Se elevan ambos brazos en abducción y se giran exter- La dificultad o dolor al tragar, aunque generalmente
namente. El paciente abre y cierra rápidamente los pu- implica al esófago, puede reflejar anomalías de la re-
ños. A los pocos segundos aparece dolor en los estados gión cervical, tales como grandes osteofitos, tumefac-
de flujo vascular disminuido. La persona sana es capaz ción significativa de tejidos blandos, hematomas, in-
de continuar el ejercicio durante un minuto. fección o tumor, o protuberancias óseas grandes.

Figura 8-20. Prueba de compresión. Figura 8-21. Prueba de distracción.

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8. EXAMEN FíSICO 97

Signo de Lhermitte
El paciente se sienta en la mesa de reconocimiento con
las piernas extendidas. La flexión pasiva simultánea de
la cabeza y las caderas del paciente puede producir do-
lor en cualquier parte a lo largo de la columna si existe
irritación dura!.

o REFERENCIAS

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Spine.Filadelfia, WB Saunders, 1987, p 79
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spine. 1 Bone loint Surg 46A: 1777, 1964
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McRae R: Clinical Orthopedic Examination. Edimburgo,
Churchill Livingston, 1976

Figura 8·23. Prueba de la arteria vertebral.

ERRNVPHGLFRVRUJ
9
Radiología

o INTRODUCCiÓN pas o las joyas hacen imposible la interpretación exac-


ta. El empleo de equipos portátiles de rayos X no suele
dar radiografías de calidad óptima.
Aunque la anatomía radiológica de la región cervical Las proyecciones de perfil, anteroposterior, trans-
de la columna vertebral es muy compleja, el médico de oral y oblicua están consideradas por la mayoría de los
urgencias dispone en la actualidad de numerosas moda- autores como un juego completo. Otras placas adicio-
lidades de imágenes diagnósticas en las que confiar nales que hay que considerar son las proyecciones de
para dar un diagnóstico exacto. El propósito de este columna, la de nadador y la de flexión-extensión.
capítulo es exponer el planteamiento radiológico para
la patología cervical. Proyección de perfil
Dado que la lesión cervical es el problema más fre- La proyección de perfil tiene que ser la primera radio-
cuente a que se enfrenta el médico de urgencias, la ex- grafía de la serie cervical, y, en caso de traumatismo
posición se centra en el paciente con traumatismo agu- múltiple, debe preceder a todas las demás. Aunque
do, dando las indicaciones para cada modalidad. puede proporcionar mucha información, numerosos
Este capítulo no pretende describir todas las ano- estudios han demostrado que incluso con los mejores
malías que puede encontrar el médico de urgencias, técnicos su exactitud para revelar anomalías postrau-
sino que presenta las indicaciones y aplicaciones de al- máticas de la región cervical de la columna es solamen-
gunas modalidades, así como, en algunos casos, el pro- te de un 70-790/0. 1-3 Antes de que el médico de urgen-
ceder correcto para su interpretación. En los capítulos cias pueda dar «por vista» la región cervical, son
posteriores se presentan las anomalías radiológicas es- preceptivas otras proyecciones adicionales, sobre todo
pecíficas. la transoral y la anteroposterior.
Se recomienda que para la evaluación de un trau-
matismo agudo se haga una placa inicial de «explora-
ción» de perfil sin aplicar tracción, pues aun cuando es
o RADIOGRAFíA SIMPLE improbable que se produzca disociación atlantooccipi-
talo atlantoaxoidea, la mínima tracción origina lesión
El principal instrumento radiológico es la serie de la re- neurológica.
gión cervical. Dado el potencial de consecuencias de- No obstante, la proyección de perfil no debe consi-
vastadoras de un diagnóstico erróneo, los autores reco- derarse nunca adecuada a menos que se visualicen las
miendan solicitar placas cervicales con un umbral bajo siete vértebras cervicales. Para ello, generalmente es
y suponer un índice alto de lesión potencial. La serie de necesario aplicar tracción manual con dos individuos:
la región cervical está indicada en todos los pacientes uno que aguanta la cabeza y el otro, a los pies de la
que presentan un dolor localizado, deformidad, cre- mesa, aplicando tracción en los hombros, tirando hacia
pitación o edema, estado mental perturbado, alteración abajo simultáneamente de ambos brazos asidos por las
neurológica, lesión de cabeza, traumatismo múltiple o muñecas (fig. 9-1).
en aquellos afectados de lesiones cuyo mecanismo pue- A pesar de sus limitaciones, es extremadamente im-
de suponer agresión de la región cervical. portante la interpretación exacta de la proyección de
A menudo es difícil obtener placas de calidad en el perfil. Un plan organizado para estudiar esta placa
caso de traumatismo múltiple; pero no por ello hay que ayudará al médico de urgencias a evitar una interpreta-
desestimar la importancia de la calidad técnica óptima. ción errónea. Es imperativo el conocimiento profundo
El médico de urgencias no debe vacilar en pedir que se de la anatomía de la región cervical de la columna (véa-
repitan proyecciones particulares cuando lo considere se el capítulo 7). Al igual que el radiólogo establece
necesario. Los artefactos de movimiento, la superposi- una pauta ordenada para la revisión de rayos X, el mé-
ción de hombros, el equipo de inmovilización, las ro- dico de urgencias tiene que concentrarse también en to-

99

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100 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

1
Cuerpos
vertebrales
Figura 9·1. Método de estabilización cervical para obtener anteriores
una placa cervical de perfil con tracción hacia abajo de los
brazos.

Figura 9·2. Alineación. Vista de las cuatro curvas lardóti·


cas uniformes de la región cervical lateral. Adaptado de
dos los componentes anatómicos que aparezcan en la
Williams CF y cols.: Essentiality of the lateral cervical spi-
placa. La regla mnemónica ABCs·, ideada por Jack- ne radiograph, Am Emerg Med 10(4), 201, abril 1981.
son 4 y ampliada más tarde por Williams y cols., 5 pro-
porciona un marco excelente para la evaluación no sólo
de las proyecciones de perfil, sino también de todas
las de la serie de la región cervical.
tra una clara interrupción de la uniformidad de las cur-
Alineación (A) vas (fig. 9-4).6
La región cervical de la columna está compuesta por La curva formada por los extremos de las apófisis
siete vértebras de forma irregular. Vistas en proyección espinosas es la más irregular de las cuatro, al ser C-2
de perfil, aparecen apiladas de modo que producen y C-7 mucho más prominentes que las otras apófisis es-
cuatro curvas uniformes, como pueden verse en la figu- pinosas cervicales.
ra 9-2: 1) los cuerpos vertebrales anteriores; 2) el con- Para evaluar apropiadamente la alineación es impe-
ducto vertebral anterior; 3) el conducto vertebral poste- rativo que la proyección de rayos X sea verdaderamen-
rior, y 4) los extremos de las apófisis espinosas. Las te de perfil. Esto se comprueba fácilmente examinando
dos primeras curvas siguen el curso de los ligamentos la tercera curva o el conducto vertebral posterior. En
longitudinales anterior y posterior; sobre todo estas realidad, es una curva doble formada por masas articu-
dos tienen que ser básicamente paralelas. Se considera lares superpuestas. Si el cuerpo entero está ligeramente
normal un solapamiento inferior a 2,7 mm; una distan- girado, estas masas articulares crearán una imagen de
cia de 3,S mm o superior es sugestiva de desgarro de curva doble, que parecerán paralelas (fig. 9-S A). Si
uno o de ambos ligamentos y es anormal (fig. 9-3).6 sólo está girada la cabeza, las masas articulares no es-
De modo análogo, una angulación entre las vérte- tarán ya superpuestas, pero crearán en cambio un par
bras cervicales de más de 110 en muy sugestiva de rotu- de líneas convergentes o que se ahusan (fig. 9-SB).7 En
ra de ligamentos o, por lo menos, de luxación, y mues- ambos casos hay que repetir la radiografía.
La segunda y tercera curvas contornean el conducto
• ABes, del inglés: A, alineación; B (bones), huesos; e, cartílago, vertebral. A ese nivel, la medula tiene un diámetro que
y s (soft tissue space), espacios de tejido blando. varía entre la y 13 mm. El conducto empieza ancho en

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9. RADIOLOGíA 101

Figura 9-3. Alineación anormal. Figura 9-4. Angulación anormal.

A B
Figura 9·5. Líneas paralelas de masas articulares no superpuestas gracias a la rotación de todo el cuerpo. De
Harrls JH: The Radiology of Acute Cervical Spine Trauma, 2° ed. Baltimore, Williams & Wilkins, 1987, págs.
32·33.

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102 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

la región cervical superior y se ahusa en forma de em- hiperflexión-rotación. Las fracturas por los pedículos y
budo a la altura de C-7. Una distancia anteroposterior las láminas suelen discurrir verticalmente, pero pueden
de menos de 10 a 13 mm en cualquier lugar a lo largo ser gravemente desgarrantes en el caso de fractura-
del conducto vertebral es muy sugestivo de, por lo me- luxación de hiperextensión.
nos, contunsión en la medula. Las estructuras posteriores son las apófisis espino-
El curso normal de las cuatro curvas debe describir sas. Se evalúan con relativa facilidad por la ausencia de
una lordosis suave. Su enderezamiento o inversión no estructuras superpuestas. Las fracturas más corrientes
es necesariamente patológico. Aproximadamente el son por avulsión de ligamentos supraespinosos e inter-
20070 de las personas sanas tienen recta la región cervi- espinosos, que suelen afectar a las vértebras C- 7, C-6,
cal de la columna. Weir 8 halló que simplemente el ba- D-l, en ese orden.
jar el mentón aproximadamente una pulgada aumenta La evaluación cervicocraneal, occipital, de C-l y C-2
el porcentaje de enderezamiento un 70%. Sobre todo es la más difícil, sobre todo anteriormente, por la su-
frente a un traumatismo en el que puede haber un es- perposición de sombras. Las agresiones a los pedículos
pasmo muscular notable o con el paciente en posición y las apósifis vertebrales a ese nivel se aprecian con
recostada, la pérdida de la curva lordótica puede care- más facilidad que las fracturas verticales o las avulsio-
cer de importancia. En cambio, en caso de lesiones de nes. La relación entre el arco anterior de C-l y la apó-
hiperextensión constituye un hallazgo patológico. La fisis odontoides es la clave para los adultos. La distan-
angulación aguda en cualquier punto es anormal. cia entre estas dos estructuras tiene que ser inferior a
3 mm; una distancia entre 3 y 5 mm es sinónima de
Huesos (8) desgarro de ligamento transverso.
Así como la evaluación de la alineación implica curvas Las fracturas de la odontoides son difíciles de ver
globales uniformes, la de los huesos requiere muchos en esta proyección. Las fracturas de tipo 1 de la por-
detalles. Hay que evaluar minuciosamente, una por ción superior de dicha apófisis se pueden visualizar;
una, las siete vértebras cervicales. De nuevo se reco- pero, en general, como mejor se observa la odontoides
mienda una inspección anteroposterior ordenada. Los es en la proyección transoral. Para la exposición deta-
cuerpos vertebrales de C-3 a C-7 son generalmente rec- llada de las fracturas de esta apófisis véase el capítu-
tángulos regulares. Los cambios degenerativos en esta lo 10.
zona comprenden osteofitos o calcificación de los liga-
mentos anteriores y posteriores. Una disminución de la Cartílago (C)
altura superior a 3 mm se considera una consecuencia La evaluación del cartílago en la proyección de perfil
de fracturas de compresión. concierne principalmente a los espacios discales. En el
Las fracturas de los cuerpos vertebrales se manifies- paciente normal, el espacio discal intervertebral es uni-
tan de diversas maneras. Pequeños triángulos anterio- forme, más estrecho en la región cervical superior y en-
res fuera del cuerpo vertebral son compatibles con las sanchado caudalmente. La rotura aguda de disco en la
fracturas de avulsión asociadas a rotura del ligamento zona cervical es a menudo un hallazgo sutil. En las le-
longitudinal anterior, que se observan en las lesiones de siones de hiperflexión, el disco tiende a romperse pos-
hiperextensión. Los fragmentos óseos grandes de la teriormente y muestra una amplitud que aumenta de la
porción anteroinferior del cuerpo vertebral son compa- parte anterior a la posterior. La amplitud anterior del
tibles con la fractura en lágrima a causa de las lesiones espacio intervertebral se suele ver más en las fracturas
de hiperflexión, asociadas generalmente a un ángulo de compresión vertebral. En general, los hallazgos de
hipercifótico a la altura de la lesión. La fragmentación disco anormal son muy sutiles, y el diagnóstico defini-
notable del cuerpo vertebral es característica de las tivo depende de ulteriores estudios radiológicos, inclu-
fracturas de «estallido» secundarias a compresión ver- yendo discografía, mielografía y la tomografía axial
tical. Son particularmente de mal pronóstico dado que computarizada (TAC).
con frecuencia llevan implícito el posterior desplaza-
miento de fragmentos de hueso al conducto vertebral. Espacio de tejido blando (5)
Las masas laterales aportan el apoyo lateral alrede- Las lesiones de tejido blando pueden ser muy sutiles, y
dor de la medula, y van superpuestas a lo largo del a la vez, la única indicación de lesión grave. El exami-
conducto vertebral en la proyección lateral de rayos X. nador tiene que dirigir su atención a los espacios retro-
Constan de pedículos, láminas, facetas y apófisis trans- faríngeo y retrotraqueal, el espacio de tejido blando
versas. A causa de la superposición de sombras, esta delimitado anteriormente por la columna de aire y pos-
zona de la región cervical resulta particularmente com- teriormente por el cuerpo vertebral. El ensanchamiento
pleja. Las fracturas y las luxaciones pueden aparecer de este espacio se puede atribuir a hemorragia, absce-
muy sutilmente, pero suelen ir asociadas a alineación so, infección, tumor, cuerpo extraño o aire. En la eva-
anormal. El complejo entero puede aparecer deslizado luación del traumatismo se tiene que presumir que el
hacia abajo, adelante o hacia atrás, o montando tejas ensanchamiento del espacio de tejido blando se debe a
uno sobre otro. Las distancias entre cada una de las hemorragia y que está asociado a fractura o rotura de
masas laterales tienen que ser relativamente uniformes. ligamentos. En algunos casos podría indicar únicamen-
El ensanchamiento o la alineación impropia es anormal te una lesión importante, sobre todo en el caso de lesio-
y se observa en las luxaciones de facetas, ya sean unila- nes por hiperextensión y fracturas de la apófisis odon-
terales o bilaterales, como ocurre en las lesiones de toides sin desplazamiento. La tabla 9-1 y la figura 9-6 9

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9. RADIOLOGíA 103

TABLA 9-1. ANCHO DEL TEJIDO BLANDO PRE- muestran los límites de las mediciones normales de las
VERTEBRAL NORMAL amplitudes de los tejidos blandos prevertebrales en
cada vértebra cervical. Obsérvese que un tubo nasogás-
Nivel Flexión Posición media Extensión
trico o intratraqueal puede estar comprimiendo el teji-
(mm) (mm) (mm)
do edematoso e invalidar la medición.
C-1 5,6 ( 2-11) 4,6 ( 1-10) 3,6 ( 1- 8)
Un segundo hallazgo de tejido blando en la proyec-
C-2 4,1 ( 2- 6) 3,2 ( 1- 5) 3,8 ( 2- 6) ción de perfil es la banda de grasa prevertebral. Se tra-
C-3 4,2 ( 3- 7) 3,4 ( 2- 7) 4,1 ( 3- 6) ta de una banda delgada de tejido adiposo que se ex-
C-4 5,8 ( 4- 7) 5,1 ( 2- 7) 6,1 ( 4- 8) tiende desde las partes superiores de la región cervical
C-5 17,1 (11-22) 14,9 ( 8-20) 15,2 (10-20) hasta el nivel de C-6, paralela al ligamento longitudinal
C-6 16,3 (12·20) 15,1 (11-20) 13,9 ( 7-19) anterior. El desplazamiento de esta banda de grasa es
C-7 14,7 ( 9-20) 13,9 ( 9·20) 11,9 ( 7-21) indicativo de lesión notable, incluso sin ensanchamien-
os anchos de la posición media se midieron en radiografías de per- to general del espacio de tejido blando prevertebral.
il de 50 pacientes no iesionados, normales excepto diversos gra- Luego hay que examinar las distancias entre las
dos de espondilosis cervical en algunos de ellos; la edad media era apófisis vertebrales. Un ensanchamiento significativo
de 46 años, con una dispersión de 15 a 78 años. Los anchos en fle- entre dichas apófisis es sugestivo de rotura de los liga-
xión y extensión se midieron en 20 pacientes con anchos preverte-
brales normales en posición media; la edad media era de 31 años, mentos interespinosos y supraespinosos, generalmente
con una dispersión de 16 a 67 años. No se ha hecho ninguna co- ocasionada por lesión de flexión y que puede ir asocia-
rrección por la amplificación radiológica (aproximadamente 1,3). da a fracturas o luxaciones anteriores.
De Penning L: Prevertebral hematoma in cervical spine injury: Inciden-
ce and etiological significance. Am J Neuroradiology 1:557- 565, 1980.

Proyección anteroposterior
La proyección anteroposterior (AP) puede proporcio-
nar información útil, pero está limitada por la superpo-
sición en su parte alta de la mandíbula y el occipucio,
motivo por el cual no se visualiza el extremo superior
10 mm ~.~.'1 de la región cervical y solamente se pueden observar los
cinco segmentos cervicales inferiores y los superiores
';\~"'i:, dorsales. Se ven bien las placas terminales superior e
inferior, las apófisis uncinadas, las articulaciones de
) Luschka y los márgenes corticolaterales. A causa de la
5 mm ,¡,;::. superposición de las masas laterales no se pueden apre-

~.::-··o:·~
ciar los espacios entre las superficies de las articulacio-
.......
..... nes. Sin embargo, la superposición en la proyección
~:~:.::
.... AP presenta los márgenes corticolaterales de las masas
~:.:::. articulares como una densidad continua suavemente
7mm ~.,,:.
ondulante. La inclinación traumática de la apófisis ar-
7 mm
::~:':~
".:. ~ :', ticular es anormal, pues es la angulación escoliótica
que se observa en la fractura de compresión unilateral
o en las facetas enclavadas.

L~~~i\·n
Las apófisis vertebrales se ven en la línea central
dispuestas en fila vertical e igualmente espaciadas. Un
ensanchamiento entre dos apófisis vertebrales, cuales-
quiera que sean, aproximadamente 1,5 veces la distan-

·:.·:.··0
20 mm "'.. ·,'.. ·.· ..
cia normal se considera anormal y debida a luxación
por hiperflexión o a facetas enclavadas.
La tráquea se aprecia por una sombra de aire en la
línea central que se ahusa superiormente en la zona
subglótica. El desplazamiento lateral de la sombra de
aire traqueal es generalmente secundario a hemorragia
o edema por traumatismo.

20 mm'. Proyección transoral


La proyección transoral es una placa anteroposterior
de la región cervical superior, en la que, al estar el pa-
ciente con la boca abierta, la mandíbula no se sobrepo-
ne a Col y C-2 como en la proyección anteroposterior
normal. Son cinco las observaciones clave que se pue-
Figura 9·6. Límites de los anchos normales del espacio den hacer en esta proyección, y el ABCs de la interpre-
prevertebral. tación tiene que aplicarse de nuevo.

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104 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Alineación (A) la proyección de perfil el tirar de los hombros es inade-


El atlas tiene que asentar encima del axis, con la apófi- cuado para evaluar C-6 y C-7, se coloca un brazo ex-
sis odontoides equidistante de las masas laterales de tendido sobre la cabeza en abducción de 180° y el otro
aquél. El margen lateral de las superficies atlantoaxoi- extendido posterocaudalmente, con lo que el paciente
deas tiene que estar perfectamente alineado y ser simé- queda ligeramente girado. En un individuo lesionado
trico, sin solapamiento de los bordes. gravemente esta posición resulta difícil o imposible, y
está contraindicada si se sospecha que puede haber le-
Huesos (B) sión en la región cervicodorsal baja.
Hay que observar cuidadosamente ambas vértebras por
si hay fracturas, sobre todo de la odontoides, que se Proyecciones funcionales de columna
puede fracturar, superiormente, en 'su base, donde en- La flexión-extensión real de la región cervical tiene lu-
caja con el cuerpo vertebral de C-2, o inferiormente, gar de forma gradual. En flexión, la porción superior
con fisura a lo largo del cuerpo vertebral. La apófisis de la columna se desplaza a su máximo alcance, des-
vertebral del axis es bífida y tiene que estar en la línea lizándose hacia delante y pivotando cada segmento
central. sobre su vértice anterorinferior. La curva vertebral
posterior resulta, por lo tanto, uniforme y convexa. Los
Cartílago (C) discos intervertebrales se estrechan ligeramente por su
El espacio de la articulación atlantoaxoidea lateral tie- parte anterior y se ensanchan por la posterior. Las ma-
ne que estar abierto y las superficies paralelas. sas articulares se deslizan hacia arriba y hacia delante
uniformemente. Los espacios intravertebrales aumentan
Proyección oblicua su anchura. En extensión se produce lo contrario.
Las proyecciones oblicuas son particularmente impor-
tantes para visualizar los agujeros intervertebrales, la
apófisis uncinada de los cuerpos vertebrales, las masas Axioma: Las proyecciones funcionales de columna tie-
articulares y las láminas. Para que resulte de utilidad nen que hacerse únicamente cuando está en
es necesario que todo el paciente esté girado 45° sobre duda la estabilidad de alguna región. Están
el eje longitudinal, y no simplemente la cabeza y el cue- completamente contraindicadas cuando la
llo. A veces, una rotación menor, de 15°, ofrece una inestabilidad es evidente o hay déficit neuro-
mejor proyección de las apófisis articulares. Cuando el lógico. El médico tiene que estar presente en
enfermo está en tracción cervical o no se puede mover todo momento.
por inmovilización de la columna, puede hacer falta un
aparato de rayos X portátil en arco.
En particular se aprecia bien la relación normal de
las facetas; la superior queda por encima y por detrás Errores
de la inferior. Las líneas que se extienden a lo largo del A causa de la complejidad de la interpretación de las
eje de las láminas revela una configuración parecida a placas de la región cervical y de la gravedad de no
la de las tejas de un tejado. Las anomalías en esta con- apreciar fracturas peligrosas en potencia, es fácil com-
figuración sugieren facetas enclavadas. prender por qué las interpretaciones pueden ser tanto
Dado que por la superposición de los cuerpos verte- falsopositivas como falsonegativas. Recuérdese que es
brales no se pueden ver las masas articulares ni las arti- al médico de urgencias en su sala a quien corresponde
culaciones interfacetarias del lado contrario, hay que el primer cuidado del paciente. Si existe alguna duda
obtener radiografías oblicuas desde ambos lados. respecto a una cuestión dada en alguna proyección, tie-
ne que hacer que se repita hasta estar convencido como
Proyección de pilar médico responsable de que hay o no lesión. Cuando
La proyección de pilar proporciona la visualización di- sea necesario se pueden aprovechar otras modalidades,
recta de las distintas masas laterales y se emplea gene- tales como la tomografía y la TAC.
ralmente sólo cuando se sospecha una fractura en esa
zona. En el paciente en posición supina, con la cabeza
hacia un lado para evitar la superposición de la mandí-
bula, se inclinan los rayos X a una posición 35° caudal Axioma: Dedicarse con afán a resolver todas las dudas
con el haz central desplazado 2 cm de la línea central, sobre la interpretación de los rayos X hasta
en sentido contrario al que se haya girado la cabeza. quedar completamente convencido como mé-
Evidentemente es necesario que se haya comprobado dico responsable.
que los segmentos cervicales superiores estén «libres»
para hacer que el paciente gire la cabeza hasta ese ex-
tremo. Aunque en algunos casos las interpretaciones falso-
negativas de las placas de la región cervical de la co-
Proyección de nadador lumna pueden llevar a resultados desastrosos, las falso-
La proyección de nadador (de Twining) se utiliza para positivas conducen a hospitalizaciones y a la aplicación
revelar los segmentos cervicales inferiores. Cuando en improcedente de aparatos de tracción. Es conveniente

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9. RADIOLOGíA 105

C-2 y C-3, que corrientemente origina laxitud atlantoa-


estar familiarizado con algunas porciones difíciles de la
xoidea por los mayores esfuerzos que resultan en esta
serie cervical, así como con ciertas condiciones que,
zona por encima y por debajo de las fusiones. Se puede
por sí solas, prodisponen a una falsa interpretación.
observar el ensanchamiento del espacio de la articula-
La descripción que sigue, de Kim y cols. 10 y de
ción atlantoaxoidea, pero no es necesariamente ines-
Penning,9 es de las condiciones más frecuentes que,
por sí solas, conducen a complicadas interpretaciones. table.
Las anomalías congénitas en el desarrollo de la apó-
fisis odontoides no son corrientes, y puede ser difícil
Enfermedad degenerativa diferenciarlas de una fractura aguda. La odontoides se
Se ha encontrado que la enfermedad degenerativa es había considerado anteriormente como una anomalía
la causa más común de falsa interpretación de la sub- congénita, pero más recientemente se ha visto que es
luxación o fractura traumática aguda. Con la enfer- una fractura sin unión de la apófisis. Se diferencia de
medad degenerativa, el movimiento es limitado al
las fracturas en las que el huesillo es redondeado y no
nivel de un espacio discal estrechado. Los esfuerzos
necesariamente «encaja» en el resto del cuerpo de la
tienden o ayudan al estiramiento de los ligamentos,
los cuales producen la subluxación hacia delante de apófisis odontoides.
las vértebras correspondientes. Esto se puede diferen-
ciar de la subluxación traumática por el hecho de que Sub/uxacíón fisiológica
no hay fractura evidente, sino un estrechamiento di- En los niños y en los adultos jóvenes, la columna ver-
fuso del espacio discal, artrosis de las facetas articu- tebral subdesarrollada conduce frecuentemente a la
lares y otros cambios degenerativos concomitantes, subluxación fisiológica de la región cervical superior,
tales como formación de espolones y el fenómeno del atribuida, por lo general, a laxitud del ligamento trans-
verso, que permite un mayor grado de movimiento en-
disco seco.
Cuando hay un estrechamiento notable del espacio tre el atlas y el axis, a consecuencia del cual el intervalo
discal, se puede ver la subluxación hacia atrás de la atlantodental oscila entre 3 y 5 mm. La pseudoluxación
vértebra pues el cuerpo vertebral superior es extraído también puede tener lugar entre C-3 y C-4, pero es de
hacia atrás por la inclinación posteroinferior de las menor extensión.
superficies de la faceta articular. La región más co-
rrientemente afectada es la cervical central. La sublu- Apófisis uncínada prominente de C-3
xación hacia atrás se puede interpretar erróneamente La apófisis uncinada es la parte más lateral y posterior
como lesión de hiperextensión traumática; pero de del cuerpo vertebral. Particularmente en C-3 se puede
nuevo se puede diferenciar por la ausencia de fractu- proyectar más allá de la parte cortical del resto del
ras y por la presencia de otros muchos cambios dege- cuerpo, y dar la sensación de estar interfiriendo el con-
nerativos. ducto cervical o parecer una densidad doble que sugie-
La adiposis degenerativa del cuerpo vertebral no re una fractura. En realidad, rodea el conducto y no
debe confundirse con las fracturas de compresión, pues debe incluirse como componente de la curva vertebral
la primera suele ir acompañada de otros cambios dege- posterior en el examen de las curvas uniformes de ali-
nerativos y generalmente es difusa. neación en la radiografía de perfil.
La calcificación del ligamento longitudinal anterior
es un cambio degenerativo que no debe confundirse Efecto Mach
con una fractura de avulsión. La presencia de otros Las bandas de Mach son fenómenos ópticos en los que
cambios degenerativos, así como la ausencia de tume- aparecen en las radiografías líneas oscuras y brillantes
facción de tejido blando o el ensanchamiento anterior en los bordes de estructuras de diferente densidad ra-
del espacio discal, contribuyen a diferenciarla de la diológica, que pueden dar la sensación de fracturas,
avulsión o de la lesión traumática aguda. pero que si se observan cuidadosamente se aprecia, por
Hay que tener presente que el traumatismo agudo lo general, que siguen más allá de la supuesta fractura
puede coexistir con cambios degenerativos y que hay ósea. En particular, la superposición de los dientes o
que examinar minuciosamente la región cervical altera- del aire de la fisura vocal puede dar la sensación de
da crónicamente para ver si hay lesiones agudas. fracturas de odontoides.

Anomalía congénita preexistente Variantes anatómicas norma/es


Una anomalía corriente de la región cervical de la co- Kim y cols. 1O describen numerosas variantes anatómi-
lumna es la fusión congénita de vértebras, que produce cas que fueron mal interpretadas como lesiones
esfuerzos por encima y por debajo de la fusión y que agudas.
puede degenerar hacia una pronta espondilosis y sublu- • Acuñamiento «normal» de los cuerpos vertebrales.
xación. Generalmente no va unida a anomalías de las • Desplazamiento «normal» hacia atrás de la curva
facetas ni a estrechamiento del espacio discal interver- vertebrolaminar en C-2.
tebral, aunque sí se puede ver tras la formación de es- • Irregularidades de la placa terminal superior a causa
polones. No debe confundirse con una lesión aguda. de nódulos de Schmorl.
La anomalía congénita más corriente de las vérte- • Ligeros aumentos en los espacios discales.
bras cervicales superiores es la fusión atlantooccipital, • Pseudodispersión del atlas que sugiere una fractura
asociada frecuentemente con la fusión congénita de de Jefferson.

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106 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Artefactos o líneas artefactadas incluyendo la implicación de fragmentos óseos en trau-


Los artefactos o líneas artefactadas pueden proceder de matismos, los cambios degenerativos o las masas. La
diversas fuentes, pero lo más corriente en la evaluación mejor resolución respecto al tomograma simple permi-
del traumatismo de un paciente con equipo precautorio te evaluar el tejido blando paravertebral. También se
de la columna es que procedan de las cintas y bandas aprecian bien otras lesiones patológicas que afectan al
que lo rodean, de los saquitos de arena o de las bolsas conducto vertebral y que muestran diferencias de ate-
de suero fisiológico, de los tableros y de las sondas de nuación significativas del hueso, líquido cefalorraquí-
oxígeno e intravenosas. deo y tejido adiposo, entre los que se cuentan me-
ningiomas, lipomas, osteoblastomas, neurofibromas,
tumores muy vascularizados intramedularmente, discos
herniados, hematomas epidurales, estados dermográfi-
o OTRAS MODALIDADES cos y algunos casos de siringomielia.
DE FOR.MACIÓN DE IMÁGENES Desgraciadamente, el procedimiento es relativamen-
te costoso y no se dispone de él en todas las institucio-
Aunque como evaluación inicial por rayos X es necesa- nes. Aunque la resolución es mejor que en la tomogra-
ria la serie de placas simples de la columna, se dispone fía simple, no es lo suficientemente detallada para la
de otras muchas modalidades de imágenes. No obstan- evaluación precisa del conducto vertebral, y la resolu-
te, no es de aplicación universal ningún otro método ción es notablemente inferior en las imágenes refor-
sencillo, y es necesario comprender su relativa utilidad madas.
en la evaluación de urgencias. El plano axial es subóptimo para la evaluación de
las fracturas horizontales, la subluxación vertebral o la
Tomografía luxación. Las diversas secciones finas axiales no sirven
para evaluar las curvaturas de la columna, y el hecho
La tomografía es la técnica en la que se emplean planos
de que ésta normalmente esté curvada hace que a me-
radiológicos para visualizar mejor partes específicas de
nudo resulten imágenes de fragmentos inclinados de los
la anatomía. En el caso de la región cervical de la co-
cuerpos vertebrales, que hacen difícil la interpretación.
lumna tiene la ventaja de «limpian> superficies radioló-
Las secciones grandes pueden hacer que a veces se pier-
gicas complicadas obstruidas frecuentemente por la su-
dan por completo fracturas sutiles.
perposición de otras estructuras. Las dos técnicas que
m.ás se emplean son la tomografía simple y la computa-
rizada.
Mielografía
Aunque la tomografía simple y la computarizada supo-
Tomografia símple nen una mejor visualización, sobre todo del conducto ver-
La tomografía simple tiene, entre otras, las ventajas de tebral, el contenido de tejido blando se evalúa mal y re-
su bajo coste y amplia disponibilidad. Las imágenes se quiere material de contraste. Empleando como tal
presentan en orientación vertical, ya sea coronal o sagi- iofendilato (liposoluble) o metrizamida (hidrosolubre), la
tal, de múltiples segmentos a la vez. Es particularmente mielografía es la técnica de imagen empleada para valo-
útil para la evaluación cervicocraneal, que es una zona rar el contenido de tejido blando del conducto vertebral.
difícil de apreciar en la serie radiológica vertebral sen-
cilla. Concretamente, es valiosa para visualizar la apó- Míe/ografia normal
fisis odontoides, las fracturas orientadas horizontalmente La mielografía proporciona la imagen del contenido de
(sobre todo las del atlas) y las fracturas de Jefferson. la columna vertebral, incluyendo la medula y las raíces
Por desgracia, para la evaluación del traumatismo nerviosas, por medio de radiografías sencillas tomadas
hay que mover frecuentemente al paciente; además, después de la inyección intratecal de material de con-
aunque las fracturas horizontales se captan mejor a traste. Se pueden visualizar simultáneamente múltiples
través de secciones verticales, las fracturas verticales se niveles, y la radiografía de puntos localizados limita las
aprecian mal porque la formación de la imagen se rea- falsas líneas. Sin embargo, el procedimiento es invasi-
liza en el mismo plano. vo, y las obstrucciones completas se tienen que evaluar
mediante dos punciones, una por encima y otra por de-
Tomografia computarizada bajo de la lesión obstruyente para definir su alcance.
La tomografía computarizada se ha acreditado como el Dado que sólo se visualiza el contorno de una imagen,
procedimiento tomográfico de elección para traumatis- no se puede ver la magnitud real de las lesiones para-
mos; también es de mucha utilidad para la evaluación vertebrales. Las obstrucciones por traumatismo se pue-
de otras patologías cervicales, incluyendo tumores, in- den visualizar, pero hay que mover al paciente para in-
flamación, infección y hernia discal. yectarle el material de contraste.
La dosis de radiación es menor que en el tomogra-
ma simple, y las proyecciones se registran en el plano Míe/ografia asistida por ordenador (CAM)
horizontal (axial) y se reconstruyen para formar imáge- La tomografía computarizada de la región cervical de
nes sagitales, coronales u oblicuas. Las proyecciones la columna tras la inyección de metrizamida como ma-
axiales son particularmente útiles para evaluar los cuer- terial de contraste mejora notablemente la capacidad
pos vertebrales y los elementos posteriores. Se ve bien para evaluar el contenido de la columna vertebral. Las
el tamaño y la configuración del conducto vertebral, proyecciones transversas muestran mejor las agresiones

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9. RADIOLOGíA 107

a la medula que la mielografía. Dado que por T AC se 3. Streitweiser DR, et al: Accuracy of standard radiographic
detectan menores cantidades de metrizamida, lo que views in detecting cervical spine fractures. Ann Emerg
parece ser un bloqueo completo en la mielografía de Med 12(9):538, 1983
rutina, a menudo se demuestra con CAM que es in- 4. Jackson NE: The Achilles' neck and ather vulnerable ver-
tebrae. Emerg Med 9:22, 1977
completo, evitando así la necesidad de la segunda pun- 5. Williams CF: Essentiality of the lateral cervical spine ra-
ción por encima de la lesión. La mayor sensibilidad de diograph. Ann Emerg Med 10(4):198, 1981
la TAC también permite el empleo de dosis menores de 6. White AA, et al: Biochemical analysis of clinical stability
metrizamida, lo que es importante sobre todo para eva- in the cervical spine. Clin Orthop 109:85, 1975
luar lesiones de la parte superior de la medula, que tie- 7. Harris JH: Radiology of Acute Cervical Spine Trauma.
nen el riesgo añadido de ataques ocasionados por el Baltimore, Williams & Wilkins, 1978
material de contraste. 8. Weir DC: Roentgenographilc signs of cervical injury.
No obstante, el procedimiento es invasivo, precisa Clin Orthop 109:9, 1975
contraste y expone al paciente a radiación ionizante. 9. Penning L: Obtaining and interpreting plain films in the
cervical injury. In The Cervical Spine Research Society.
La proyección transversa limita la evaluación de la co-
Bailey RW (ed): The Cervical Spine. Filadelfia, JB Lip-
lumna vertebral a pequeñas secciones; pero, a pesar de pincott, 1983, p 62
ello, esta técnica es sumamente útil para la detección, 10. Kim KS, et al: Pitfalls in plain film diagnosis of the cervi·
localización y diagnóstico de estados patológicos de las cal spine injury: Positive interpretation. Surg Neurol
vértebras cervicales, incluyendo las hernias discales, es- 25:381, 1986
pondilosis, siringomie1ia, aracnoiditis y tumores. Sin
embargo, su empleo en traumatismos es limitado y dis-
cutible, y requiere el movimiento del paciente.

Resonancia nuclear magnética o BIBLIOGRAFíA


La resonancia nuclear magnética (RNM) proporciona
imágenes multiplanares directas sin radiación ionizan- Barrow DL, et al: Clinical indications for computer-assisted
te. Aunque el hueso cortical se visualiza mal, los teji- myelography. Neurosurgery 12(1):47, 1983 .
dos del conducto vertebral y de su alrededor se ven Brant-Zawadzki M, et al: CT in the evaluation of spine trau-
bien sin contraste; por lo tanto, se está convirtiendo en ma. AJR 136(2):369, 1981
Cacayorin ED, Kieffer SA: Applications and limitations of
el procedimiento de elección para ciertos estados pato-
computed tomography of the spine. Radiol Clin North Am
lógicos, incluyendo la siringomielia, la malformación 20(1): 185, 1982
la Chiari, la infección del espacio discal, la esclerosis Clark WM, et al: Twelve significant signs of cervical spine
múltiple, las enfermedades degenerativas de la colum- trauma. Skeletal Radiol 3:201, 1979
na, los tumores del axis y las anomalías congénitas. Post MJD, et al: The value of computed tamography in spi-
Sin embargo, en su forma actual, el espesor de las nal trauma. Spine 7 (5):417, 1982
secciones es todavía muy grande en comparación con la Maravilla KR, et al: The infiuence of thin section tomo-
TAC; se trata de un procedimiento largo y el manejo graphy of the treatment of cervical spine injuries. Radio-
del paciente es más difícil por lo confinado del espacio logy 127(4):131, 1978
McAfee PC, et al: Comparison of nuclear magnetic resonance
en la RNM. Los pacientes de edad avanzada que re-
imaging and computed tomography in the diagnosis of up-
quieren ventilación asistida y los que llevan marcapasos per cervical spinal cord compression. Spine 11(4):295, 1986
no se pueden estudiar, de lo que resulta que su empleo Paushter DN, et al: Magnetic resonance imaging of the spine:
para la evaluación de traumatismos de la región cervi- Applications and limitations. Radiol Clin North Am
cal es todavía muy limitado. 23(3):551, 1985
Roub LW, Drayer BP: Spinal computer tomography: Limita-
tions and applications. AJR 133:267, 1979
o REFERENCIAS Schaffer MA, Doris PE: Limitation of the cross-table lateral
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ble lateral view of the cervical spine. Emerg Med 2:243, son between computed tomography and myelography. Ra-
1985 diol Clin North Am 21(2):221, 1983
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ries: CT versus radiographs. Ann Emerg Med 14(10):973, tients with malignant disease: CT evaluation. J Computer
1985 Assist Tomogr 8(3):420, 1984

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10
Fracturas/
luxaciones
y subluxaciones

Para evaluar apropiadamente el traumatismo de la re- la presentación clínica y los datos radiológicos, el mé-
gión cervical de la columna es esencial que el médico dico de urgencias puede reconstruir con argumentos el
de urgencias tenga un conocimiento organizado y com- probable mecanismo implicado.
pleto de las lesiones vertebrales agudas. La fisiopatología básica de las lesiones de columna
Como primer médico del paciente y primer experto vertebral es clara. La aplicación de fuerzas a la colum-
en diagnósticos, el médico de urgencias ha de tener el na es análoga a la de un árbol azotado por el viento.
conocimiento suficiente de los factores específicos del En una tormenta fuerte, el tronco del árbol se dobla en
traumatismo cervical, incluyendo los mecanismos de el sentido de la fuerza aplicada por la presión del vien-
las lesiones y las fuerzas aplicadas, el concepto de esta- to. El lado del árbol expuesto sufrirá tracción, en po-
bilidad, las lesiones asociadas y el tratamiento prima- tencia hasta el punto de rotura; el lado opuesto experi-
rio. Este capítulo empieza con una exposición de estos mentará compresión y se encorvará. Igualmente, en la
importantes conceptos y de la filosofía de los autores región cervical (estructura de huesos y ligamentos), la
sobre el planteamiento del traumatismo de la región parte que recibe la fuerza se verá sometida a tracción
cervical de la columna. El resto del capítulo lo consti- o alargamiento, y la opuesta, a compresión.
tuyen las descripciones detalladas de cada una de las le- Más específicamente, numerosos autores han des-
siones observadas más frecuentemente, incluyendo la crito la espina dorsal como una estructura de dos co-
explicación de los mecanismos, las características clíni- lumnas. 1,2 Los elementos anteriores comprenden el li-
cas, los hallazgos radiológicos específicos, los factores gamento longitudinal anterior, el cuerpo vertebral, el
agravantes y el tratamiento ideado para proporcionar disco intervertebral y el ligamento longitudinal poste-
una rápida referencia al médico de urgencias. La sec- rior. La columna posterior está compuesta por todos
ción final se dedica a consideraciones concretas pediá- los huesos y ligamentos posteriores al ligamento longi-
tricas. tudinal posterior, con la exclusión de éste. De una fuer-
za aplicada desde atrás hacia delante resulta una hi-
perflexión. Los elementos de la columna posterior que
o CLASIFICACiÓN reciben directamente la fuerza se estirarán o separarán,
de lo que resultará lesión o deterioro de los ligamentos
Tanto bajo el aspecto conceptual como clínico, los supraespinosos e interespinosos, las cápsulas de las fa-
autores encuentran que la clasificación en función del cetas y el ligamento amarillo, quedando generalmente
mecanismo de la lesión es la más práctica en la sala de intactos los elementos óseos. Al mismo tiempo, los ele-
urgencias. Los experimentos de laboratorio que aplican mentos de la columna anterior se comprimirán, afec-
hiperf1exión, hiperextensión, compresión vertical, fle- tando dicha compresión generalmente al cuerpo verte-
xión lateral y rotación producen lesiones específicas, bral y al disco intervertebral, mientras que no se
dependiendo de la fuerza aplicada. Las víctimas de ac- afectan las estructuras ligamentosas. Fisiopatológica-
cidentes se presentan con lesiones parecidas, aunque, a mente es fácil extrapolar que las fuerzas en otros senti-
menudo, la combinación de los mecanismos anteriores dos tendrán efectos similares; es decir, hiperextensión,
produce una lesión compleja. Basándose en la historia, compresión vertical, flexión lateral y rotación.
109

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110 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

La gravedad de la lesión que se produzca dependerá que la cabeza se gira ligeramente al principio o de la que
de la magnitud de la fuerza aplicada. Una brisa suave resulta una rotación secundaria a un vector excéntrico.
doblará el árbol, pero no lo dañará; mientras que un La lesión más importante causada por la combinación
viento huracanado le desgarrará la corteza o partirá el de estas fuerzas es la luxación de faceta unilateral (fig.
tronco. Así, igualmente, las fuerzas aplicadas a la re- 10-2).
gión cervical, según su intensidad, pueden simplemente En la extensión y rotación simultáneas, la fuerza
distender los ligamentos más externos o romper los ex- principal es de hiperextensión, con la cabeza ya girada o
teriores, los interiores y llegar a ocasionar la compre- girándose por la fuerza descentrada, de la que resulta
sión suficiente en el lado contrario para aplastar el hue- una fractura de pilar (fig. 10-3).
so y el disco, de ahí que a más fuerza mayor lesión. La compresión vertical o carga axial es aquella fuerza
Aunque se han propuesto diversas clasificaciones, que se aplica encima de la cabeza, con la región cervical
los autores consideran que la de Harris y cols. 3 es la en posición neutra, ni flexada, ni extendida, ni girada.
más completa y de más utilidad clínica para el médico Las fuerzas se transmiten a través del cráneo a la región
de urgencias. La tabla 10-1 indica sinópticamente el cervical, dando lugar a fracturas del tipo estallido. En el
tipo de lesiones atribuibles a cada fuerza, ordenadas atlas, ésta incluye la fractura de Jefferson, y en la región
por la principal o el vector. cervical inferior, el estallido del cuerpo vertebral (fig,
La hiperflexión está ocasionada por la rotación for- 10-4).
zada de la cabeza hacia delante. Este movimiento gene- La hiperextensión implica una fuerza resultante o vec-
ralmente se para cuando el mentón se apoya en la caja tor aplicada a la frente o la cara que echa la cabeza hacia
torácica. Ese movimiento forzado aplica fuerzas de dis- atrás. A diferencia de la hiperflexión , cuyo movimiento
tracción a los elementos posteriores y de compresión a está limitado por el apoyo del mentón en el pecho, en
los anteriores. Dependiendo de la magnitud de la fuer- este caso la cabeza puede girar bastante más, resultando
za, se producirá lesión ligamentosa, implicación ósea mayores esfuerzos en la región cervical. Igual que en el
con inclusión de fracturas de compresión o avulsión o caso de hiperflexión, de la hiperextensión pueden resultar
ambas (fig 10-1). lesiones ligamentosas, fracturas óseas o ambas cosas (fig.
La flexión y rotación simultáneas supone, por lo lO-S).
general, una fuerza de flexión predominante, con la La flexión lateral se produce cuando las fuerzas se
aplican a los temporales. Rara vez se observa esto como
vector principal, y suele ser común la combinación con
otras fuerzas predominantes.
Las desuniones atlantooccipital y atlantoaxoidea y las
TABLA 10-1. LESIONES DE COLUMNA CERVICAL: MECANIS- fracturas de odontoides resultan de las combinaciones de
MOS DE LESiÓN fuerzas y de mecanismos no del todo comprendidos.
Aunque la distracción es una fuerza aplicada a la región
Flexión
Subluxación anterior cervical, no se manifiesta generalmente en forma de tipos
Luxación bilateral de las facetas concretos de lesiones que sean reproducibles con fiabi-
Fractura por aplastamiento (cuña) lidad.
Fractura de Clay-shoveler
Fractura en lágrima por flexión
Flexión-rotación
Luxación unilateral de las f¡¡.cetas
Extensión-rQtación D ESTABILIDAD
Fractura del pilar
Compresión vertical
Los huesos y los ligamentos que componen la columna
Fractura de Jefferson
Fractura conminuta
vertebral están configurados de modo que permiten el
movimiento del cuello y, al mismo tiempo, protegen la
Hiperextensión
Luxación por hiperextensión
medula espinal contra las lesiones. Si por traumatismo se
Fractura-luxación del arco anterior del atlas
deteriora una parte dada de esta estructura de huesos y
Fractura en lágrima por extensión del axis ligamentos, se pierde dicho mecanismo de protección. La
Fractura del arco posterior del atlas lesión neurológica se puede producir ya sea en el instante
Fractura laminar de la agresión o bien, si se dañan los huesos y los liga-
Espondilolistesis traumática (fractura del ahor- mentos, a consecuencia de un movimiento anormal pos-
cado) terior.
Fractura-luxación por hiperextensión La inestabilidad clínica se define como la pérdida de
Flexión lateral capacidad de la columna bajo cargas fisiológicas para
Fractura de las apófisis unciformes mantener las relaciones entre las vértebras de tal forma
Mecanismos variables o mal definidos que ni se lesionen, ni irriten la medula espinal ni las raí-
Desconexión atlantoocci pital ces nerviosas, y que además no derive en deformidad con
Fracturas de odontoides dolor excesivo. 2
De Harris, JH., Edeikin-Monroe B, Lopaniky DR: A practica/ classifica- La evaluación de la estabilidad es particularmente im-
tion of acute spine injuries. Orthop C/in North Am 17(1):17, 1986. portante para el médico de urgencias que practica los

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10. FRACTURAS, LUXACIONES Y SUBLUXAClONES 111

Lesión de flexión-compresión

Figura 10·1. Hiperflexión.

primeros auxilios. Es esencial conocer los tipos de le- Región cervical superior
siones que probablemente originan daños neurológicos Potencialmente inestable a causa de lesiones que afec-
o los que pueden surgir posteriormente. La estabilidad ten a esa sección, tiene que evaluarse la lesión con-
de lesiones concretas se describe en otras partes de este creta. Las fracturas del anillo del atlas (C-l) pueden ser
capítulo. estables o inestables en función de la integridad de los
De todos modos, es fundamental conocer los tipos ligamentos transverso y alar (fig. 10-6). El médico de
de lesiones y los hallazgos en la columna que se asocian urgencias puede hacer esa evaluación basándose en la
con inestabilidad. proyección transoral de la serie de radiografías de la
Conviene considerar la región cervical dividida región cervical. Las fracturas simples de C-l presentan
en dos secciones características: la superior y la in- un desplazamiento lateral mínimo de las masas latera-
ferior. les del atlas. Cuando este desplazamiento solapa a C-2

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112 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Flexión-rotación

Dislocación de faceta unilateral

Figura 10-2. Flexión y rotación simultáneas.

a una distancia inferior a 5,7 mm indica que el liga-


mento transverso está intacto (fig. 10-7, arriba).4 Una Axioma: La sospecha de rotura de ligamento trans-
distancia de 7 mm o más es signo de rotura de ligamen- verso contraindica realizar proyecciones de
to transverso (fig, 10-7, abajo),5,6 lo que constituye flexión-extensión. En los pacientes con una
una lesión inestable que hace que la apófisis odontoi- separación entre la odontoides y el anillo an-
des comprima la medula y potencialmente cause daño terior del atlas superior a 3-5 mm debe sospe-
neurológico. De modo análogo, son inestables las frac- charse una rotura transversa hasta que se de-
turas de la base de las odontoides y, ocasionalmente, muestre lo contrario.
del cuerpo de C_2. 4,7
Sin embargo, al nivel de Col y C-2 las fracturas no
son un requisito para la inestabilidad. La atlantoaxoi- Los pacientes con artritis reumatoidea avanzada
dea se produce sólo con la rotura del ligamento trans- pueden tener normalmente una distancia de 3 mm entre
verso. El médico de urgencias puede diagnosticar esta el atlas y la odontoides, y no hay acuerdo sobre qué
lesión observando atentamente la placa de proyección distingue la inestabilidad en estos pacientes. La deci-
de perfil de las cervicales. La distancia normal entre la sión sobre la estabilización quirúrgica es también con-
odontoides y el anillo anterior del atlas tiene que estar trovertida. Se recomienda que estos pacientes sean re-
entre O y 3 mm (fig. 10-8). Una distancia de 3 a 5 mm mitidos inmediatamente a un especialista,
sugiere rotura del ligamento transverso;6,8 una distan- La espondilolistesis traumática del axis (fractura del
cia de más de 5 mm es muy sugestiva de rotura de los ahorcado) se manifiesta por una fractura del arco neu-
ligamentos transverso y alar. ral posterior (fig. 10-9), Si sólo está presente esta frac-
Si hay sospecha de lesión en esa zona, pueden estar tura, la lesión es estable ya que los ligamentos de so-
contraindicadas las proyecciones de flexión-extensión, porte evitan el movimiento anormal. No es raro que se
pues precisamente son éstos los mecanismos que con- rompan también los ligamentos longitudinales anterior
ducen a la lesión neurológica. y posterior y el disco intervertebral. Esta situación es

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10. FRACTURAS, LUXACIONES Y SUBLUXACIONES 113

Hiperextensión-rotación

C-3

Fractura de pilar

Figura 10-3. Extensión y rotación simultáneas.

APlastam;entDlcDmp,"s;ó~

Fractura de C-5 por estallido

Figura 10-4. Compresión axial.

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114 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Hiperextensión

Fractura de lágrima

Figura 10-5. Hiperextensión.

Ligamento dental apical Membrana atlantooccipital anterior

Figura 10-6. Vista posterior de los


ligamentos transverso y odontoi·
deo del anillo del atlas.

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10. FRACTURAS, LUXACIONES Y SUBLUXAClONES 1 15

Normal
~-- Menos de 3 mm

Estable

~I
I Anormal
I --t--- 3-5 mm
I
B I
A + B 2: 7 mm I
Inestable
I
I

Figura 10-7. Desplazamiento de las masas articulares izo


quierdas de C-1 solapando C-2.

Figura 10-8. Distancia normal y anormal entre la apófisis


odontoidp-s y el anillo anterior del atlas.
inestable en extremo, y, en tal caso, las proyecciones en
flexión con mucha cautela pueden ayudar al diagnós-
tico.
Axioma: Hay que sospechar inestabilidad cuando la
distancia entre dos cuerpos vertebrales adya-
Región cervical inferior centes es mayor de 3,5 mm, como muestra la
Los estudios biomecánicos han demostrado que el so- figura la-la.
porte ligamentoso permite muy poco movimiento entre
las vértebras, que el horizontal de un cuerpo vertebral
sobre la vértebra subyacente nunca excede los 3,5 mm Las mediciones angulares también se pueden deter-
y que el angular entre vértebras se ha calculado siempre minar con radiografías de la región cervical en proyec-
de 11 ° o menos. 2 ción de perfil. Al trazar las rectas que pasan por las
El médico de urgencias puede utilizar esta infor- partes inferiores de los cuerpos vertebrales, el ángulo
mación clínicamente para evaluar la inestabilidad de de intersección tiene que ser de menos de 11 0. Un án-
la región cervical inferior. Ante una vértebra solapa- gulo mayor indica categóricamente inestabilidad (fig.
da, la medición entre el vértice posteroinferior del 10-12).
cuerpo vertebral superior y el posterosuperior del in-
ferior tiene que ser de menos de 3,5 mm en los adul-
tos sanos (fig. 10-10). Se debe sospechar inestabilidad
cuando las mediciones sean superiores a 3,5 mm. La Axioma: Hay que sospechar inestabilidad cuando la
luxación de faceta bilateral, por ejemplo, va general- medición angular entre vértebras es mayor de
]]0.
mente asociada a un desplazamiento de 7 mm o más.
Anteriormente se observa como un solapamiento del
cuerpo vertebral superior a una distancia igualo ma-
yor que la mitad de su diámetro anterosuperior (fig. Ante un traumatismo agudo se suele hacer en la sala
10-11). de urgencias una serie de radiografías de la región cervi-

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116 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Rotura discal

Figura 10·10. Límites del solapamiento anormal de las


vértebras cervicales.

Subluxación anterior de C-2 sobre C-3

Figura 10-9. Espondilolistesis traumática del axis


(fractura del ahorcado).

11,

Faceta
«trabada"

Desplazamiento superior al 50%

Figura 10-11. Dislocación de faceta bilateral con un solapamiento del 50% del cuerpo vertebral superior.

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10 FRACTURAS, LUXACíONES y SUBLUXACíONES 117

Axioma: La agresión a los elementos anteriores y pos-


teriores tiene que darse por sentado que es
inestable.

o LESiÓN NEUROLÓGICA

La lesión de la medula se produce por tracción, aplas-


tamiento, afectación vascular o compresión. Es más
probable que algunos tipos de mecanismos de lesión
vayan unidos a daños neurológicos concretos (fig. 10-
13).9 La agresión vertebral con lesiones de flexión se
produce a causa de material discal retroimpulsado que
comprime la medula. La luxación bilateral ocasiona el
impacto contra la medula.
El síndrome medular anterior se produce por le-
siones de compresión vertical o de hiperflexión (fig.
10-14). Las pérdidas motora y sensorial son evidentes
'---~=-=_=:!-- - - - - --
en presencia de una medula posterior intacta. !O Las lu-
xaciones anteriores y las lesiones de hiperflexión pue-
den causar un síndrome centromedular que se mani-
Figura 10-12. Angulación excesiva de la región cervical.
fiesta por más pérdida motora que sensorial en las
extremidades superiores (fig. 10- 15). Con lesiones me-
cal, manteniendo la columna en reposo. Si no se apre- dulares incompletas, las de la medula posterior son las
cia deterioro neurológico, el médico de urgencias puede de mejor pronóstico, y las de medula anterior, las
inspeccionar proyecciones en flexión-extensión para peores. ll
evaluar la inestabilidad. Sin embargo, para la califica- En muchos pacientes, las placas de la región cervi-
ción de la lesión suele haber espasmo muscular para- cal pueden aparecer normales a pesar de sufrir un daño
vertebral importante, que puede limitar el movimiento. neurológico importante. Esto suele suceder a causa de
Los autores recomiendan que, si el grado de sospecha una deformación notable de la región cervical en el ins-
es lo suficientemente grande, se trate al paciente como tante de la lesión, que aplasta la medula, volviendo la
si tuviera una lesión inestable. Si el déficit neurológico columna a su posición normal inmediatamente después
está ya presente y no hay duda sobre la cuestión de la de la lesión, como es frecuente en el caso de lesiones de
inestabilidad, están contraindicadas las proyecciones en hiperextensión. A la inversa, una placa de la región
flexión-extensión. Hay que dar por supuesto que, si to- cervical notablemente anormal puede ir asociada a la
dos los elementos anteriores o posteriores están destrui- ausencia de daño neurológico, siendo éste el caso más
dos, la lesión es inestable. corriente en las lesiones cervicales superiores por el in-
cremento de anchura del conducto cervical a ese nivel.

Columna posterior Sacra


(posición, vibración, sensibilidad epicrítica) Lumbar
Asa posterior Dorsal
~.-~__ Cervical

Tracto corticoespinal
lateral (motor)
Tronco

~~~~--\---Brazo

• JIo..._-- Pierna

Tronco

Tracto espinotalámico
Figura 10-13. Tipos de los meca- lateral (dolor, Brazo
nismos de lesión de los que resul- temperatura)
tan lesiones neurológicas especí- Arteria espina anterior
ficas.

ERRNVPHGLFRVRUJ
118 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

o TRATAMIENTO

El tratamiento definitivo de las fracturas y luxaciones


es reducir los fragmentos óseos y las articulaciones. A
pesar del daño neurológico, esto se tiene que hacer lo
más rápidamente posible.1 2 Un paciente que no mani-
fieste lesión neurológica no precisa tal urgencia. El
procedimiento de elección en la sala de urgencias suele
ser la tracción axial para las lesiones cervicales con dé-
ficit neurológico o inestabilidad y déficit en potencia.
La aplicación del compás de Gardner-Wells con la adi-
ción de pesos se tiene que hacer en la sala de urgencias.
El compás consta de un semicírculo rígido que sigue
el contorno coronal del casquete craneal. Presenta un
Figu~a 10-14. Síndrome medular anterior. agujero roscado que acomoda un tornillo para el avan-
ce de las puntas cónicas; es retráctil por un resorte in-
cluido que está calibrado para indicar cuándo se alcan-
za una presión de 14 kilos. El instrumento está ideado
para ser utilizado en la cabecera en urgencias, bajo
condiciones antisépticas más que asépticas.
Se tiene que afeitar el cabello alrededor del lugar de
aplicación del compás para disminuir la posibilidad de
osteomielitis del cráneo. A continuación se prepara el
cuero cabelludo con una solución antiséptica. Se inyec-
ta lidocaína en los lugares donde van a colocarse las
puntas del compás, por encima de las orejas y por de-
bajo del «ecuador» (fig. 10-16). La flexión y extensión
de la cabeza se obtienen ajustando la altura de la
polea.
Las puntas ahusadas se hincan en la piel. Puesto
que van dirigidas hacia arriba al hincarse la piel se esti-
Figura 10-15. Síndrome centromedular. ra alrededor de ellas, lo que permite el cierre del punto

Figura 10-16. Aplicación del como


pás de Gardner-Wells.

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10. FRACTURAS, LUXACIONES Y SUBLUXACIONES 119

de entrada y el cese de la hemorragia. Al llegar al hue-


so, el muelle rígido cede hasta que el extremo posterior
de la punta presionada por el resorte sale justo de su
alojamiento. Esto indica que el muelle está comprimi- C-2
do del todo, ejerciendo la presión de 14. kg e~tre las
puntas. Se inclina entonces el co~pás hacIa atras y ha-
cia delante para asegurar su aSIento adecuado, y a
continuación se vuelve a colocar derecho si el extremo
posterior de la punta presionada por el resorte. ha re- C-3
trocedido. El recorrido total del muelle es aproxImada-
mente de 5 mm, evitándose así la posibilidad de pene-
trar demasiado profundamente y la atrofia de la
presión resultante. Cuando se aplica correctamente es
muy raro que se salgan las puntas del compás gracias C-4
a su ángulo. Éstas deben estar justo por debajo de las
crestas de los temporales.
Al compás se le adicionan pesos para proporcionar
la cantidad de tracción adecuada. Para vencer el peso
de la cabeza hace falta una tracción de 4,5 kg, a las que
hay que añadir aproximadamente 2 kg más por cada
interespacio por encima de la lesión. El compás tolera
fácilmente una tracción de 30 kg. La rotación de la ca-
beza se evita colocando en saquito de arena bajo cada Figura 10-17. Torcedura de hiperflexión.
extremo que se proyecta de las puntas. Esto es muy im-
portante, sobre todo cuando se trata de fracturas de
odontoides. dos. En ocasiones se presenta ronquera, disfagia, des-
El espasmo muscular puede hacer que la reducción vanecimiento y vértigo. 13
sea mucho más difícil, pero se puede tratar con relajan-
tes musculares y sedación. Es imprescindible la guía de Radiología. Las placas pueden ser normales o mostrar
los rayos X cuando se aplica tracción y para cada in- una ligera angulación cifótica en la zona de la lesión,
cremento de peso. Incluso la mínima tracción axial sin desplazamiento vertebral anteroposterior. Las for-
frente a una gran inestabilidad ligamentosa puede pro- mas graves de lesión pueden mostrar un espacio algo
vocar una distracción excesiva. En general, cuanto ma- aumentado entre las apófisis vertebrales.
yor es la rotura de ligamentos, más fácil resulta la re-
ducción. Complicaciones. Se ha comprobado que la rotura del
complejo ligamentoso posterior tiene una frecuencia
del 30 al 50070 de los casos de inestabilidad retardada
o FLEXiÓN a causa de mala curación de los ligamentos. 7

Esguince por hiperflexión Tratamiento de urgencia y control. Se recomienda pro-


bar una terapéutica inicial conservadora a base de re-
Lesión estable poso, medicación con antiinflamatorios no esteroideos,
Mecanismo. Flexión grave simple. De la simple aplica- analgésicos y tratamientos fríos y calientes. Es discuti-
ción de fuerzas moderadas a las estructuras ligamento- ble el empleo de un collar blando; pero si el paciente
sas posteriores resultan desgarros incompletos de los li- se encuentra más cómodo con él, se puede utilizar. Se
gamentos intervertebrales y supravertebrales. En la recomienda remitir rápidamente el paciente al especia-
hiperflexión pasiva se limita el arco del movimiento lista.
cuando el mentón hace de tope contra la pared torácica
(fig. 10-17). Fractura de cuña simple (compresión)
Lesión potencialmente inestable
Características clínicas. Generalmente, el paciente está
capacitado para describir una lesión por flexión pura. Mecanismo. Flexión forzada, generalmente asociada a
Este esguince raras veces se asocia a otras lesiones. Las fuerzas de compresión anteriores moderadas, suficien-
quejas son de dolor en la parte posterior del cuello, tes para causar el impacto de una vértebra contra sus
atribuido a las zonas de rotura o esguince del ligamen- adyacentes (fig. 10-18).
to intervertebral o del supravertebral. El dolor se puede
notar en la base del cuello, en los hombros, los múscu- Caractensticas c/(nicas. Variables, dependientes de la
los trapecio y deltoides, y en la región interescaspular. gravedad de la lesión. La lesión inicial puede haber
Si llegaron a tocarse las raíces nerviosas en el momento comprendido suficientes fuerzas de compresión para
de la hiperflexión, los pacientes podrán quejarse de do- producir traumatismos craneales. Las lesiones neuroló-
lor que se irradia al occipucio o a los brazos y los de- gicas no son corrientes y se limitan únicamente a la

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120 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Figura 10-18. Fractura en cuña


simple (compresión). A. Lesión es-
table con ligamentos intactos. B.
Lesión en potencia inestable, con
B rotura de los ligamentos supraver-
tebral e intervertebral.

afectación de las raíces nerviosas. El dolor se localiza mentos posteriores (ligamentos supravertebrales e in-
en el cuello, hombros, músculos deltoides y trapecio, y tervertebrales, amarillo y capsulares) están general-
regiones interescapulares; a veces se describe dolor que mente intactos. En esta lesión inestable en potencia
irradia a los brazos y los dedos, según sea la raíz únicamente están afectados los elementos posteriores.
nerviosa implicada. Puede haber ronquera, disfagia,
pérdida de conciencia, vértigo y acufenos. El disco Radiolog(a. La altura vertical del cuerpo vertebral
intervertebral puede estar roto o desprendido. Los ele- afectado está aplanada. La placa terminal superior está
impactada. Según el grado de afectación ligamentosa
posterior, se puede apreciar ensanchamiento de las
apófisis vertebrales.

Complicaciones. Si hay separación de las apófisis ver-


tebrales, el aparato ligamentoso posterior estará roto.
Si es así, esta lesión es potencialmente inestable.

Tratamiento de urgencia y control. Igual que en la le-


sión de hiperflexión. Rápido envío al especialista. Si
hay afectación posterior, envío inmediato.

Fractura de paleador
Lesión estable
Mecanismo. Como su nombre sugiere, esta lesión ocu-
rre cuando la cabeza y los segmentos cervicales supe-
riores están forzados en flexión contra la acción de los
ligamentos intervertebrales y supravertebrales. Se pue-
de producir también con traumatismo directo (fig.
Figura 10-19. Fractura de paleador. 10-19).

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10. FRACTURAS, LUXACIONES Y SUBLUXACIONES 121

afectada yacen anteriormente a las de su vértebra infe-


rior. Son corrientes las fracturas por impacto de las fa-
cetas implicadas. Suelen ser pequeñas e insignificantes
clínicamente. La luxación bilateral incompleta se deno-
mina facetas enclavadas, con la parte inferior de las su-
periores descansando sobre las facetas inferiores, sin
solapamiento completo.
Cuando la luxación de las facetas es bilateral, toda
la región cervical superior es impulsada hacia delante,
pero apenas si se puede apreciar en las placas de pro-
yección AP. Las radiografías oblicuas muestran clara-
mente la bilateralidad del defecto.

Complicaciones. Tal como se demuestra por la marca-


da distorsión en la radiografía de perfil, la luxación de
faceta bilateral produce una estenosis importante del
agujero vertebral. La mayor parte de estas lesiones tie-
nen lugar entre C-S, C-6 y C-7, donde el agujero verte-
bral cervical tiene menos luz. Con frecuencia se pro-
Desplazamiento superior al 50% duce compresión de la medula, de la que resulta tetra-
plejía. Con una reducción urgente, potencialmente se
Figura 10-20. Luxación de faceta bilateral. puede obtener una recuperación significativa. A causa
de la magnitud del deterioro ligamentoso, es más fácil
reducir las luxaciones de facetas biltaterales que las
Características cllÍ'Úcas. El paciente se queja de dolor unilaterales, y, como tales, son notablemente inesta-
localizado en las apófisis vertebrales afectadas y de ri- bles.
gidez de cuello. La sensibilidad puntual al tacto se
aprecia en el reconocimiento físico. Tratamiento de urgencia y control. Envío inmediato al
especialista. La reducción urgente es imperativa. La
Radiología. Fractura de avulsión de una o varias apófi- tracción axial, ya sea manual o más eficazmente con el
sis espinosas de C-7, C-6 y D-l, en ese orden. 3 •25 compás de Gardner-Wells y pesos, puede obtener la re-
ducción cerrada (véase el capítulo 1 para la aplicación).
Complicaciones. Ninguna. Puede ser necesaria la reducción abierta. La incidencia
de inestabilidad crónica es muy alta.
Tratamiento de urgencia y control. De ayuda, hielo,
analgésicos, reposo y rápido envío al especialista.

Luxación de faceta bilateral


Lesión muy inestable
Mecanismo. Notable hiperflexión sin rotación. Hay ro-
tura completa del complejo ligamentoso posterior, in-
cluyendo el ligamento posterior y el anular. Con luxa-
ción anterior, las facetas superiores se van hacia arriba
y hacia delante respecto a las inferiores, quedando blo-
queadas (atrapadas) en los agujeros intervertebrales
(figs. 10-11 y 10-20).

Características clínicas. La presentación es variable.


Los pacientes se quejan de dolor en el cuello, rigidez e
incapacidad para girar la cabeza. El mentón está en la
línea central, y a menudo hay una ligera prominencia
de la apófisis espinosa de la vértebra inferior. Esta le-
sión suele ir asociada a compresión de raíz nerviosa y
de la medula, incluyendo la tetraplejía.

Radiolog¡{z. La proyección de perfil es del todo sor-


prendente. La luxación de faceta bilateral se caracteri-
za por el desplazamiento anterior del cuerpo vertebral
implicado en al menos el SO% de su diámetro antero-
posterior (AP) (fig. 10-11). Las facetas de la vértebra Figura 10-21. Fractura de lágrima, de flexión.

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122 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

medula ocasionan su compresión. Por lo tanto, el pa-


Axioma: Aunque citadas corrientemente como facetas ciente se presenta con el síndrome medular anterior,
enclavadas, a causa de la cantidad de rotura con columnas posteriores indemnes, lo que produce pa-
ligamentosa, es ésta una lesión extremada- rálisis, pérdida de dolor y temperatura, y conservación
mente inestable. de la vibración, movimiento, tacto y posición. Sin em-
bargo, no es raro encontrar la medula completamente
aplastada al nivel de la lesión.
Fractura en lágrima por flexión
Radiología. La radiografía de perfil muestra la región
Lesión extremadamente inestable
cervical superior en estado de flexión. La vértebra
Mecanismo. Esta lesión se produce por hiperflexión in- afectada presenta una fractura del vértice anteroin-
tensa asociada a notables fuerzas de compresión, de las feriar de forma triangular, de ahí su nombre de lá-
que resulta la rotura completa de todos los ligamentos grima. La vértebra afectada aparece desplazada y gi-
y del disco intervertebral. Se producen las roturas de rada anteriormente. Una lesión asociada podría ser la
las articulaciones de las facetas y la fractura conminuta fractura o luxación de las facetas articulares. El im-
del cuerpo vertebral, incluyendo el característico frag- pacto ulterior con la medula lo causa un fragmento
mento grande triangular desprendido de la porción an- grande del cuerpo vertebrado que se desplaza poste-
terior del mismo. Los fragmentos grandes de la parte riormente.
posterior del cuerpo vertebral son empujados hacia el
conducto vertebral (fig. 10-21). Complicaciones. Como esta lesión suele ir unida a acci-
dentes de zambullidas, el médico de urgencias se en-
Caractensíicas clínicas. La causa más frecuente de este cuentra frecuentemente ante un paciente al que se des-
tipo de lesión es el accidente de zambullida, en el que
el paciente se golpea la cabeza contra una roca, la are-
na o el fondo de la piscina, teniendo en flexión la re-
Axioma: En un accidente de zambullida en el que el
gión cervical (fig. 10-22). Esto produce la peor de las
lesiones de flexión, de la que resulta una fractura con- paciente llega casi ahogado y con paro respi-
minuta del tipo estallido. Los fragmentos del cuerpo ratorio, hay que presumir siempre esta lesión
vertebral son impulsados hacia delante, ocasionando la y evitar la manipulación del cuello (ejecución
rotura del ligamento longitudinal anterior, y hacia de cricotirotomía) hasta que se demuestre lo
atrás, con lo que los fragmentos desplazados hacia la contrario.

Figura 10-22. Mecanismo de la lesión de la que resulta fractura de lágrima, de flexión.

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10. FRACTURAS, LUXACIONES Y SUBLUXAClONES 123

cribe como víctima de ahogo o casi ahogado. Si la vér- longitudinales anterior y posterior del lado impli-
tebra afectada es la C-4 o la C-S, la parálisis puede cado se pueden romper parcialmente. La articulación
abarcar los músculos respiratorios y estar el paciente que hace de pivote del lado contralateral sigue to-
apneico. Si bien las medidas de resucitación cardio- talmente intacta y proporciona una estabilidad signifi-
rrespiratoria primarias son lo más importante, la insti- cativa. La articulación afectada queda «trabada» (fig.
ución y conservación de las precauciones vertebrales 10-23).
evitará posteriores complicaciones neurológicas.
Caractenstícas clz'nicas. El paciente se queja de dolor
Tratamiento de urgencia y control. Envío inmediato a en el cuello, generalmente en un solo lado. La cabeza
n especialista. La fractura de flexión en lágrima re- la lleva girada hacia el lado contrario al de la lesión,
sulta de la combinación de fuerzas de compresión y de con el mentón apuntando al hombro opuesto. No es
lexión. Así, por las primeras se produce fractura con- corriente el impacto en la raíz nerviosa. No obstante,
minuta del cuerpo vertebral, con desplazamiento de rara vez se afecta la medula cuando la lesión se mani-
fragmentos posteriormente que impactan contra la me- fiesta al girar la porción cervical superior alrededor de
ula; en cambio, por la hiperflexión se produce la rotu- una medula intacta sin invadir el agujero vertebral.
ra ligamentosa principal. Ambas ocurren posterior y,
en potencia, anteriormente, siendo muy inestables. La Radiologz'a. La radiografía de perfil cervical muestra el
racción axial con el compás de Gardner-Wells puede cuerpo vertebral afectado desplazado anteriormente
reducir los fragmentos de la medula vertebral. Esto tie- una distancia aproximada al 2S% de su diámetro AP.
ne que hacerse bajo guía radiológica. En la sala de ur- Es sumamente importante obtener una verdadera pro-
gencias es esencial la inmovilización completa de la co- yección de perfil de la región cervical pues en esta le-
lumna, como ya se citó en el capítulo l. Se recomienda sión hay una componente rotatoria significativa. La
el envío inmediato a un especialista para el tratamiento porción de la región cervical inferior a la lesión apare-
efinitivo urgente. cerá en su verdadera posición lateral, pero la superior
mostrará cierto grado de oblicuidad, dado que el des-
plazamiento anterior de la faceta «trabada» afectada
::::J FLEXiÓN-ROTACiÓN girará la región cervical superior.
El margen posteroinferior de la faceta superior dis-
Luxación de faceta unilateral locada se desplaza anteriormente hacia la punta supe-
rior de la faceta inferior, quedando en reposo en el
Lesión generalmente estable. agujero intervertebral. La faceta superior dislocada
Potencialmente inestable si es crónica
puede sufrir una pequeña lesión sin importancia clí-
.'vfecanismo. Combinación de fuerzas de flexión y de nica.
rotación. La articulación entre las facetas del lado del Las proyecciones oblicuas de la faceta superior dis-
sentido de la rotación hace de pivote, y se luxa la locada muestran claramente el desplazamiento ante-
opuesta cuando la faceta superior se desplaza anterior rior. En la proyección AP, la apófisis vertebral aparece
y superiormente sobre la inferior. Se rompe la cápsula desviada hacia el lado de la luxación, y la clásica línea
e la articulación de la faceta afectada. Los ligamentos ondulante de las masas laterales se encuentra distorsio-
nada.

Complicaciones. De una luxación de faceta no reduci-


da puede resultar un síndrome de dolor crónico.

Tratamiento de urgencia y control. Es de preferencia


la reducción de la luxación. Si sólo está rota la cáp-
sula, la lesión es verdaderamente una faceta «atrapa-
da», y es difícil reducirla con tracción. Cuanto mayor
es la magnitud del deterioro ligamentoso, es decir, la
afectación del ligamento longitudinal posterior, más
fácil resulta la reducción. Sin ésta y con la implica-
ción de dicho ligamento, la incidencia de inestabili-
dad crónica y de dolor conduce a la mayoría de los
autores a recomendar la reducción abierta y la repa-
ración. Como tal, se recomienda el envío inmediato
25% de al especialista. La luxación de faceta unilateral sin ro-
desplazamiento tura del ligamento longitudinal posterior es muy difí-
hacia delante cil reducirla sin tracción. Si no hay signos de daño
neurológico, la lesión es muy estable, y puede dejarse
que sane en posición luxada. Sin embargo, de ello
Figura 10-23. Luxación de faceta unilateral por rotación puede resultar una limitación de la rotación y un sín-
de las vértebras.
drome de dolor crónico.

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124 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Figura 10-24. Fractura de pilar.

o EXTENSIÓN.ROTACIÓN

Fractura de pilar
B
Mecanismo. Hiperextensión y rotación. La hiperexten-
sión pone en contacto los pilares articulares. Con la ro-
Figura 10-25.Fractura por estallido de Jefferson. A. Liga·
tación simultánea de la cabeza se ve comprometida la mento transverso intacto. B. Ligamento transverso roto.
amplitud del movimiento, y la fuerza de hiperextensión
se dirige hacia un solo pilar (fig. 10-24).
De una fractura de pilar resulta también una de lá-
grima en el ligamento longitudinal anterior. El paciente
suele presentar una línea de fractura vertical a través
del pilar articular. Caracterlsticas c/(nicas. El paciente se presenta con do-
lor en la parte superior del cuello y en la coronilla. A
menudo hay contusión, hematoma o laceración en la
parte alta de la cabeza.
o COMPRESiÓN VERTICAL
Radiolog{a. Las fracturas de las masas laterales y las
Fractura por estallido de Jefferson de Jefferson son difíciles de apreciar en la proyección
de perfil de la región cervical. La tumefacción del te-
Lesión estable, rara vez inestable
jido blando prevertebral puede ser importante. La
Mecanismo. Compresión vertical o carga axial. La le- proyección transoral presenta desplazamiento de las
sión se produce con una compresión vertical notable en masas laterales de C-l en relación con la superficie
un momento en que la región cervical está completa- articular de C-2. Las mediciones de este desplaza-
mente recta, sin flexión ni extensión. La fuerza se miento a cada lado se tienen que sumar. Una distan-
transmite a la columna vertebral a través de los cóndi- cia total de menos de 5,7 mm se considera estable,
los occipitales. De esto resultan dos configuraciones de estando el ligamento transverso intacto. Algunos
fractura: 1) fractura de masa lateral si la fuerza es lige- autores consideran que una distancia superior a
ramente excéntrica; por lo tanto, suele ser unilateral, 7 mm indica que el ligamento transverso está roto, lo
pasando la línea de fractura a través de la superficie ar- que hace que esta lesión sea potencialmente inesta-
ticular anterior o posteriormente a la masa lateral. El ble. 14 ,15 Otros creen que en el caso de carga axial
desplazamiento de esta masa es asimétrico. 2) La lesión sola, los ligamentos alares y las porciones de las cáp-
por estallido o verdadera fractura de Jefferson, que sulas de las facetas permanecen intactos, evitando así
consta de cuatro fracturas: dos en el arco posterior y la gran inestabilidad incluso en el caso de rotura del
otras dos en el arco anterior. Generalmente no se lesio- ligamento transverso (fig. 10-7). 6
na la medula. Los ligamentos anterior y posterior que-
dan intactos. Por lo general, estas fracturas son esta- Complicaciones. Hasta un 50070 se asocian con fractu-
bles (fig. 10-25). ras cervicales concomitantes, mayormente espondilolis-

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¡ O. FRACTURAS, LUXACIONES Y SUBLUXAClONES 12S

tesis traumática del axis y fracturas de odontoides tipos aparecer subluxación posterior del cuerpo veriebral.
II y III, desplazadas posteriormente. Si el médico de Sin embargo, el complejo ligamento posterior perma-
urgencias encuentra una fractura de Jefferson, tiene nece generalmente intacto, proporcionando la única es-
que ser cauteloso y sospechar la existencia de otras tabilidad (fig. 10-26).
fracturas cervicales causadas por hiperextensión, con
ompresión axial notable. Hay que descartar la fractu- Características clz'nicas. Es significativa la incidencia de
ra de C-l. lesión neurológica secundaria al impacto de hueso y
disco contra la medula. Los pacientes se quejan de do-
lor en la coronilla y también en el cuello al nivel de la
lesión. La evidencia de compresión de la medula y de
Axioma: Las fracturas de Jefferson tienen un 50% de compromiso neurológico localizan la lesión.
asociación con fracturas cervicales concomi-
tantes. Radiologz'a. La radiografía cervical de perfil demuestra
la fractura conminuta del cuerpo vertebral. La porción
anterior puede estar echada hacia delante, como en la
Tratamiento de urgencia y control. La mayoría de las fractura de lágrima que se observa en la hiperflexión,
fracturas por estallido de C-I son estables y se tratan pero suele ser mucho mayor. Hay disminución del es-
con tracción. La probabilidad de inestabilidad a causa pacio discal inferior. Las apófisis vertebrales general-
de rotura del ligamento transverso altera significativa- mente no están dispersas. La porción posterior del
mente este planteamiento. Hay que inmovilizar la cuerpo vertebral puede estar desplazada posteriormente
región cervical de la columna, como se describió en el hacia el conducto vertebral. La región cervical de la co-
capítulo 1, Y enviar al paciente urgentemente al espe- lumna generalmente está recta. La alineación de los
cialista. elementos posteriores es normal. La proyección AP
presenta una fractura vertical del cuerpo vertebral. El
Fractura por estallido advenimiento de la tomografía axial computarizada ha
hecho que pueda apreciarse una fractura de arco poste-
Lesión potencialmente inestable rior que generalmente afecta a las láminas y que, aun-
.'vfecanismo. Compresión vertical o carga axial. De esta que rara vez se observa con rayos X convencionales,
fuerza resulta una fractura conminuta del cuerpo ver- existe casi siempre.
tebral. Lo más típico es que tenga lugar a la altura del
C-5. El 25070 anterior del cuerpo se desplaza anterior- Complicaciones. Son muy corrientes las secuelas neu-
mente, pareciendo a menudo una fractura de lágrima. rológicas. Se producen lesiones craneoencefálicas ce-
La porción posterior del cuerpo vertebral se fragmenta rradas.
y se desplaza posterolateralmente, siendo impulsado el
margen inferior al conducto vertebral con el disco infe- Tratamiento de urgencia y control. Envío inmediato al
rior. Los elementos dorsales de la columna no se suelen especialista. Aunque muchos consideran que la fractu-
fracturar, pero las fuerzas desplazadas posteriormente ra por estallido de la región cervical inferior y la de lá-
pueden romper las cápsulas de las facetas, y más tarde grima de flexión son grados de una misma lesión, las
diferencias en la proyección de perfil, los hallazgos
neurológicos y las características patológicas de la vér-
tebra afectada indican enfáticamente que son dos enti-
dades diferentes.

o EXTENSiÓN

Esguince de hiperextensión
Lesión estable, potencialmente inestable
Mecanismo. Fuerza orientada directamente hacia atrás
aplicada en la cara o en la frente, o, como se ve má~
corrientemente, en accidente de automóvil por choque
trasero. Los elementos posteriores hacen de fulcro'
pero a diferencia de las lesiones de flexión en las qu~
el movimiento hacia delante queda limitado al golpear
el mentón sobre la caja torácica, en la parte posterior
no hay ningún punto de tope. Existe pues la posibili-
Figura 10-26. Fractura por estallido.
dad de lesión importante de tejido blando, incluyendo
los desgarros de los músculos anteriores, principalmen-
te el esternocleidomastoideo, el escaleno, los músculos

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126 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Osteofítos

Figura 10-27. Torcedura de hiperextensión.

largos del cuello, la distracción del esófago y la trá- portante tener presente que un paciente que se presente
quea, la posible rotura del ligamento longitudinal ante- con tetraplejía o déficit neurológico significativo al ni-
rior y la de los discos intervertebrales. Las fracturas vel de la región cervical de la columna puede tener una
causadas por este mecanismo se describen en la sección placa radiológica «normal». Aunque puede haber poca
de fractura-luxación de hiperextensión. Si hay desgarro anormalidad radiológica, la agresión a la medula es
del ligamento longitudinal anterior, la vértebra supe- por compresión en el momento de la hiperflexión.
rior al desgarro aparece forzada posteriormente; la me-
dula espinal queda entonces comprimida entre la vérte-
bra antes desplazada posteriormente y el arco neural
posterior y el ligamento amarillo posteriormente (fig. Axioma: La tetraplejta postraumática con radiografías
10-27). «normales» de la región cervical hay que su-
poner que está producida por lesión grave de
Caractensticas clínicas. El paciente explicará el meca- hiperextensión.
nismo de hiperextensión de la lesión como un golpe en
la cabeza o un choque de automóvil por detrás sin el
apropiado apoyacabezas (es decir, con la cabeza sin el
debido reposo). Los síntomas son dolor en el cuello, Complicaciones. Variables según la intensidad de la hi-
sobre todo anteriormente, con sensibilidad dolorosa al perflexión. Aunque los rayos X puedan parecer norma-
tacto y espasmo de los músculos esternocleidomastoi- les y los signos externos del traumatismo, mínimos, los
deo, escaleno y largo del cuello, disfagia o ronquera. pacientes se pueden quejar de dolor intenso en el cuello
Los hallazgos neurológicos son los del síndrome medu- y de otros síntomas consecuentes con el síndrome de
lar posterior, que se caracterizan por pérdida motora disfagia. Puede haber grados variables de déficit neu-
distal a la lesión e incluso tetraplejía completa. 28 rológico, incluyendo la tetraplejía o el síndrome medu-
lar posterior.
Radiologta. La proyección cervical de perfil puede apa-
recer normal, con únicamente grados variables de tu- Tratamiento de urgencia y control. Los pacientes que
mefacción del tejido blando prevertebral. Se puede en la exploración física aparezcan neurológicamente in-
apreciar una pequeña fractura de avulsión en la parte tactos y cuya lesión se limita al tejido blando, con re-
anterior de la placa terminal inferior del cuerpo verte- gión cervical de la columna estable, pueden recibir tra-
bral afectado. A veces se observa un defecto de vacío tamiento conservador con reposo, analgésicos, terapia
o espacio discal ensanchado a la altura de la lesión. Las fría y caliente, y rápido envío al especialista. Aquellos
proyecciones de flexión-extensión examinadas detenida- cuyas radiografías hagan sospechar una posible inesta-
mente pueden revelar una notable inestabilidad. Es im- bilidad (es decir, laxitud de flexión-extensión anormal

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10. FRACTURAS, LUXACIONES Y SUBLUXACIONES 127

Radiologla. En la radiografía cervical de perfil hay una


fractura horizontal a lo largo del arco anterior de C-J.
Hay tumefacción del tejido blando prevertebra!.

Tratamiento de urgencia y control. Inmovilizar la co-


lumna y enviar el paciente al especialista. Si la avulsión
afecta a todo el arco anterior, la fractura es inestable;
si solamente afecta a un fragmento, entonces es una le-
sión estable.

Fractura de lágrima, de extensión, del axis


Lesión potencialmente inestable
Mecanismo. Lesión patognomónica de hiperextensión.
Avulsión del extremo anteroinferior del axis, secunda-
ria a rotura del ligamento longitudinal anterior, y
como tal, en extensión esta fractura es potencialmente
Figura 10-28. Fractura de avulsión del arco anterior del inestable, sobre todo si va acompañada de rotura discal
atlas. significativa. Cuando el complejo ligamento posterior
y las facetas articulares están intactos, es estable en fle-
xión (fig. 10-29).

o fractura de avulsión y anomalía del espacio discal) o Caracterfsticas cllnicas. Generalmente se observan en
presenten síntomas neurológicos tienen que ser remiti- pacientes ancianos con osteopenia u osteoartritis dege-
dos inmediatamente al especialista. nerativa preexistente de la región cervical de la colum-
na. Los individuos se quejan de dolor en el cuello y
Fractura de avulsión del arco anterior describen una lesión que coincide con la hiperflexión
pura.
del atlas
Lesión potencialmente inestable Radiologla. La placa cervical de perfil revela un frag-
mento triangular frente a la punta anteroinferior del
.Mecanismo. Hiperextensión frente a un músculo largo axis.
del cuello y un ligamento atlantoaxoideo intactos am-
bos insertos en la parte superior o inferior del tubércu- Tratamiento de urgencia y control. Inmovilizar e ingre-
lo anterior del atlas (fig. 10- 28).29 sar al paciente. Probablemente precisará una TAC
para evaluar si hay afectación del conducto neura!.
Caracterfsticas c{¡'nicas. El paciente se presenta con una
historia de lesión que coincide con la hiperextensión. Fractura del arco posterior del atlas
Se queja de dolor en la parte superoanterior del cuello.
Lesión estable
Mecanismo. Hiperextensión con compresión transmiti-
.da a través del arco posterior, entre el occipucio y la
apófisis espinosa del axis. A diferencia de otras fractu-
ras de C-l, es decir, las de Jefferson, el vector más im-
portante en esta lesión es el de hiperflexión. La [factu-
ra tiene lugar en la unión del arco posterior con la
masa lateral (fig. 10-30).

~
'2/~~=<:'~

Figura 10-29. Fractura de lágrima, de extensión, del axis. Figura 10-30. Fractura del arco posterior del atlas.

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128 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Caractedsticas clfnicas. El paciente explica una lesión Espondilolistesis traumática del axis
que coincide con la hiperextensión. Puede haber le- (fractura del ahorcado)
siones en la frente. Se queja de dolor en la parte pos-
terosuperior del cuello. No hay síntomas neuroló-
Lesión potencialmente inestable
gicos. Mecanismo. Hiperextensión con compresión axial. Hi-
perextensión forzada aplicada a los límites inferiores
Radiologfa. Como mejor se ven las fracturas aisla- cervicocraneales (occipucio, C-1, C-2), que provoca la
das del arco posterior es con la proyección cervical fractura en el punto más débil, la parte interarticular
de perfil, donde aparecen como. fracturas verticales de C-2. Descrita históricamente como la lesión ideal del
del arco posterior con poco desplazamiento o sin él. ahorcamiento judicial, se observa con más frecuencia
Lo clásico es que no haya tumefacción del tejido como resultado de accidentes de automóvil en los que
blando prevertebral. La proyección transoral no la víctima es lanzado hacia adelante, golpeándose la
muestra desplazamiento lateral de las masas articula- frente contra el parabrisas, y la cabeza se hiperextiende
res de C-l. violentamente.
Cuando sólo se aprecia una fractura de pedículo bi-
Complicaciones. Unida frecuentemente a otras fractu- lateral, el desplazamiento es escaso y no hay inestabili-
ras de la región cervical de la columna, sobre todo de dad (tipo 1). Una angulación y traslación anterior de C-
la apófisis odontoides del tipo n, desplazada posterior- 2 superior a 3 mm se denomina de tipo n. Si se aplica
mente, y la espondilolistesis traumática tipo 1 del axis. una fuerza posterior se puede producir la rotura de los
Véase la fractura de Jefferson. ligamentos anterior y posterior, y también la del disco
entre C-2 y C-3; ésta es la de tipo nI. En esta lesión
Tratamiento de urgencia y control. En ausencia de le- hay verdadera inestabilidad. Es la que se produce en el
sión cervical asociada, se inmovilizará con collar. Rá- ahorcamiento judicial, de la que resulta la rotura de la
pido envío al especialista. medula y la muerte instantánea. Sin embargo, tal como
se observa en los accidentes de automóvil, el traumatis-
mo suele ser menos grave y rara vez se ven secuelas
Fractura laminar neurológicas porque: 1) las fuerzas de hiperextensión
no son tan intensas, y 2) porque la rotura se produce
Lesión estable donde el conducto cervical es más ancho (fig. 10-32).
Mecanismo. Hiperextensión con compresión, resultan-
do la fractura del arco posterior de la vértebra cervical Caractedsticas cHnicas. El paciente se queja de dolor
inferior, entre la masa articular y la apófisis vertebral difuso y rigidez. El dolor puede irradiar a lo largo del
(fig. 10-31). recorrido del nervio occipital a partir de C-2; es la de-
nominada neuralgia occipital. Hay signos de traumatis-
Caractedsticas clfnicas. Pacientes ancianos con es- mo en la frente, secundario al golpe contra el parabri-
pondilosis cervical que sufren lesiones de hiperexten- sas, y puede ir unido a fracturas faciales o craneales.
sión. 29 En las lesiones de ahorcamiento hay signos de estran-
gulación. Si no se produce la muerte instantánea, es
Radiologfa. En la proyección de perfil se observa una raro el compromiso neurológico. 30
fractura vertical a través de la lámina. Como me-
jor se ve es con la tomografía axial computarizada.

Tratamiento de urgencia y control. Esta lesión estable


requiere la inmovilización cervical y el envío al especia-
lista.

Figura 10-32. Espondilolistesis traumática del axis


Figura 10-31. Fractura laminar. (fractura del ahorcado).

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10. FRACTURAS, LUXACIONES Y SUBLUXACJONES 129

Radiología. La proyección de perfil de la región cervi- romperse el ligamento longitudinal anterior, haciendo
~al es variable en función de la extensión de la lesión. que esta lesión se confunda con la de flexión (fig.
:esta puede estar limitada a fracturas verticales de los 10-33).
;:>edículos de C-2 sin desplazamiento; también puede
:laber un marcado desplazamiento y angulación del Caractedsticas clínicas. Puede haber traumatismo en la
~omplejo de C-l y C-2, indicativo de mecanismo de fle- frente y en la cara, con posibles frªl:;turas de cráneo y
\.ión, así como fractura de cuña del cuerpo vertebral de faciales.
C-3. No son raras las lesiones neurológicas. Los pacien-
Invariablemente está presente una notable hemorra- tes se presentan con un dolor intenso en el cuello, en
3ia prevertebral. la región cervical central, que a menudo irradia a la ca-
beza.
Complicaciones. No son raras las fracturas asociadas
e la región cervical inferior, incluyendo las de apófisis Radiología. La proyección cervical de perfil revela una
~spinosas o por estallido. También puede existir fractu- intensa fractura conminuta de las masas articulares,
~a del arco posterior del atlas. frecuentemente con muchos fragmentos pequeños. El
cuerpo vertebral afectado aparecerá desplazado ante-
Tratamiento de urgencia y control. Envío inmediato al riormente.
~specialista. El tratamiento depende de la estabilidad. Las fracturas pueden implicar la lámina, el pedículo
El desplazamiento importante de C-2 sobre C-3 indica y la apófisis vertebral, así como la faceta articular su-
:1otable inestabilidad. Están contraindicadas las pro- perior de la vértebra subyacente. Como las fuerzas
~'ecciones de flexión-extensión. pueden estar aplicadas excéntricamente, un lado puede
Si sólo se observan fracturas de pedículo, el examen estar afectado, con luxación de la faceta articular con-
:ninucioso de dichas proyecciones ayuda a determinar tralateral.
:a estabilidad. La proyección AP mostrará una discontinuidad
marcada del margen lateral de la masa articular afec-
Fractura-luxación de hiperextensión tada.
La proyección oblicua del lado afectado muestra la
Lesión inestable faceta articular inferior comprimida y desplazada hacia
.\1ecanismo. Notable hiperextensión con componente arriba, convertida en «faceta horizontal» .
de compresión axial, quizá con fuerza dirigida excéntri-
-amente o la cabeza girada, de lo que resulta la fuerza Complicaciones. El compromiso neurológico es fre-
dirigida a través de las masas laterales y los elementos cuente.
posteriores.
La masa articular se fragmenta, y las fracturas pue- Tratamiento de urgencia y control. Estabilización de la
den tener lugar en el pedículo y la lámina. Como tal, columna como se describió en el capítulo 1. Envío in-
el cuerpo vertebral se puede desplazar anteriormente y mediato al especialista.

Ligamento
longitudinal roto

Apófisis subarterial Fractura de avulsión

Disco exterior roto

Figura 10-33. Fractura·luxación de Ligamento longitudinal posterior intacto


hiperextensión.

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130 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

o FLEXiÓN LATERAL Caracterfsticas cf{nicas. El paciente está frecuente-


mente comatoso a causa del grave traumatismo cra-
Fractura de apófisis uncinada neal concomitante. Si está consciente, se queja de
dolor en la región cervical superior o en la occipital
Lesión estable
inferior. Se ha informado de hemiparesia, pero es po-
Mecanismo. Es la única fractura que se sabe que es cau- sible no tener secuelas neurológicas distales gracias a
sada puramente por flexión lateral. En general, esta fle- lo ancho del agujero vertebral a ese nivel. Los casos
xión es un vector adicional asociado a otros mecanis- informados documentan la resolución potencial de los
mos predominantes, que compesa al vector primario. déficit neurológicos. Es imperativa la resucitación
Son raras las lesiones aisladas producidas por flexión la- enérgica.
teral. Las agresiones se ven limitadas ya que la cabeza
choca contra el hombro y reduce el daño ligamentoso. Radiolog¡a. La proyección de perfil de la región cervi-
cal de la columna puede mostrar tumefacción del tejido
Caracterfsticas cfz'rlÍcas. Dolor en el cuello en el lado blando retrofaríngeo. En los casos graves es evidente el
afectado a la altura de la lesión. Esguince y espasmo desplazamiento de los cóndilos occipitales de las face-
del tejido blando contralateral. Las secuelas neurológi- tas articulares superiores de C-1). En las luxaciones
cas son poco frecuentes. más sutiles es necesaria la observación cuidadosa de las
distancias entre el occipucio, el atlas y la apófisis odon-
Radiolog{a. Donde con más facilidad se ve la fractura toides. Una distancia horizontal de 1 mm o más entre
es en la proyección AP o en la de perfil, observándose el basión (extremo del clivus) y el punto más distante
como una doble sombra. de la odontoides, o una distancia vertical superior a 5
mm es indicativo de inestabilidad. Para determinar la
Tratamiento de urgencia y control. Inmovilizar al pa- verdadera luxación, se considera más fiable el cálculo
ciente y enviarlo al especialista. de la proporción de Powers (la distancia entre el extre-
mo del basión y la parte anterior del arco posterior de
C-1, frente a la distancia entre el opistión del occipital
o MECANISMOS DIVERSOS y la parte posterior del arco anterior de C-1). Una rela-
ción menor de 1,0 es normal; igualo mayor de 1,0 es
anormal. 31 Las proyecciones de flexión-extensión son
Desgarro atlantooccipital
extremadamente peligrosas.
Lesión extremadamente inestable
Complicaciones. La luxación atlantoaxoidea frecuente-
Mecanismo. Empuje violento de la cabeza que desgarra mente va unida a luxación atlantooccipital. También se
todas las uniones ligamentosas entre el occipucio y C-1. asocian a esta lesión el traumatismo cervical y las lesio-
Casi siempre es fatal (fig. 10-34). nes craneoencefálicas cerradas. Como esta lesión es ex-
tremadamente inestable, el tratamiento con tracción
axial puede hacer que aumente el desplazamiento.

Tratamiento de urgencia y control. Envío inmediato al


especialista. Inmovilización del esqueleto y aplicación
cuidadosa de tracción bajo control radiológico.

Desgarro atlantoaxoideo, C-I y C-2


Lesión potencialmente inestable
Mecanismo. Se han descrito cuatro variedades de esta
lesión, cada una de ellas con un mecanismo distinto
(fig. 10-35).32
l. Luxación anterior con rotura del ligamento trans-
verso. Esta lesión es extremadamente inestable y
suele ser fatal a causa de la elevada compresión de
la medula entre la apófisis odontoides intacta, des-
plazada posteriormente, y el arco neural posterior
de C-l.
2. Luxación anterior con fractura por la base de la
apófisis odontoides. Según la magnitud de la fuer-
za, será menos probable que esta lesión vaya unida
a daño neurológico.
3. Luxación posterior. Se cree que el mecanismo de
Figura 10-34. Rotura atlantooccipital. esta lesión, poco frecuente, es una hiperextensión

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10. FRACTURAS, LUXACIONES Y SUBLUXAClONES 131

1. Luxación hacia delante con laceración del ligamento transverso 2. Fractura de odontoides

3. Luxación posterior 4. Subluxación rotatoria

Figura 10-35. Rotura atlantoaxoidea. Véase la descripción que empieza en la página 130.

repentina con importante distracción, causada gene- si es superior a 5 mm, indica rotura de los ligamentos
ralmente por un golpe en la zona submentoniana, transverso y alar, y es inestable en extremo. La luxa-
resultando un desplazamiento posterior de C-l so- ción de C-l posterior a C-2 revelará la apófisis odon-
bre la parte alta de la apófisis odontoides, que per- toides frente al arco anterior de C-l.
manece intacta y por delante del arco anterior de La proyección transoral mostrará las fracturas de
C-l. El ligamento transverso no está afectado. apófisis odontoides y es la de más utilidad para evaluar
4. Subluxación rotatoria. Es raro ver esta lesión en la subluxación rotatoria. El solapamiento de C-l sobre
adultos. Generalmente se asocia a accidentes de ve- C-2 en un lado se presentará como un estrechamiento
hículos motorizados. La luxación se produce por un del espacio articular, el denominado signo de par-
vector rotatorio primario, y puede no ir unida a des- padeo.
garro de ligamentos. La estabilidad depende de los
ligamentos que hayan quedado intactos. Complicaciones. Secuelas neurológicas. La rotura de
los ligamentos transverso y alar puede conducir a la
Caractedsticas c/{nicas. La presentación de esta lesión inestabilidad crónica inmediata o potencial.
es muy variable. Con frecuencia la muerte es inmedia-
ta. Lo más probable es que la subluxación rotatoria se Tratamiento de urgencia y control. Inmediato envío al
presente con dolor en el cuello, que empeora con el especialista. Estabilización de la columna y reducción
movimiento. En todos los casos hay espasmo muscu- de la luxación. Para las luxaciones anterior (con fractu-
lar grande. La deformidad se puede palpar detrás de ra de la apófisis odontoides o sin ella) y posterior suele
la boca. La importancia del daño neurológico es va- hacer falta la tracción axial bajo guía cautelosa con ra-
riable. yos X. Todas estas lesiones implican inestabilidad cró-
nica; puede ser necesaria la reducción abierta y la fu-
Radiología. La proyección cervical de perfil es útil para sión.
distinguir cada una de estas lesiones. La relación entre Una vez se ha determinado definitivamente el senti-
C-l y C-2 aparecerá anormal en todos los casos. El do de la rotación, se puede reducir la luxación con
examen meticuloso de la relación de la apófisis odon- tracción axial suave y rotación.
toides de C-l es importante para evaluar la estabilidad. La reducción frecuentemente se asocia a un chas-
La distancia normal entre la parte posterior del arco quido audible. Esta lesión es una luxación verdadera:
anterior de C-l y la apófisis odontoides tiene que osci- todas las estructuras ligamentosas permanecen intactas.
lar entre O y 3 mm; una distancia entre 3 y 5 mm es La reducción abierta o la fusión pueden no ser necesa-
muy indicativa de desgarro del ligamento transverso, y rias.

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132 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Tipo I

Figura 10-36. Fracturas odontoi-


Tipo 1I Tipo 111
deas. Véase la descripción en el
texto.

Fractura de odontoides generalmente sin déficit neurológico. Las fracturas


desplazadas pueden ser inestables.
Lesión potencialmente inestable
Mecanismo. Existen tres tipos de fracturas de odontoi- Caractensticas clz'nicas. Esta lesión es más frecuente en
des. 33 Los mecanismos precisos no se conocen, pero los hombres que en las mujeres. Los pacientes se que-
implican traslación horizontal, hiperflexión, hiperex- jan de dolor occipital o suboccipital y no pueden o no
tensión, hiperflexión lateral y combinaciones de todas quieren incorporarse sin aguantarse la cabeza con las
ellas (fig. 10-36). 3 manos. Se observan laceraciones en el cuero cabelludo,
conmoción y fracturas de mandíbula. También puede
l. Tipo 1 - Fractura de avulsión del extremo de la haber otras fracturas de la región cervical de la colum-
odontoides en el punto de inserción del ligamento na. Los hallazgos neurológicos son raros; cuando los
alar. Es una lesión poco común que se considera hay, varían desde una ligera debilidad de las extremida-
más asociada a la luxación atlantooccipital y que des superiores a sensibilidad occipital disminuida o sín-
suele ser estable. drome de Brown-Séquard. La mayoría de los síntomas
2. Tipo II - Fractura transversa en la base de la neurológicos se recuperan.
odontoides. Puede estar desplazada anterior o pos-
teriormente, y es inestable. Radiologz'a. La proyección transaral es la que muestra
3. Tipo III - Fractura por el cuerpo de C-2 que ge- mejar la fractura de odontoides. Junto con la proyec-
neralmente afecta a una o ambas de las facetas ar- ción cervical de perfil puede determinar la extensión y
ticulares superiores. El fragmento puede estar des- dirección del desplazamiento. Ocasionalmente, sólo se
plazado o no; en este último caso es estable y observa tumefacción del tejido blando retrofaríngeo.

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10. FRACTURAS, LUXACIONES Y SUBLUXACIONES 133

Puede ser difícil apreciar las fracturas, y la interpre-


tación falso positiva puede deberse a falta de fusión
congénita de la odontoides con el cuerpo de C-2,
hueso odontoideo (odontoides del axis que permanece
como huesillo separado) o efecto de sombra en la
unión de la apófisis odontoides y el cuerpo de C-2,
causado por la superposición del arco anterior del
atlas. Si se sospecha una fractura de la odontoides,
están contraindicadas las proyecciones de flexión-
extensión. El desplazamiento puede ser potencialmen-
te fatal. El estudio radiológico óptimo es la tomogra-
fía convencional; la computarizada no es tan eficaz,
ya que la fractura transversa está, por lo general, en
un mismo plano.

Complicaciones. Las fracturas desplazadas posterior-


mente se asocian a otras fracturas cervicales, y, por lo
general, implican menos daño neurológico. Las fractu-
ras desplazadas anteriormente van asociadas frecuente-
mente a hallazgos neurológicos. Hay una alta tasa de
defectos de consolidación, siendo varios los factores
implicados; entre ellos están el desplazamiento (más de
5 mm da la mayor tasa de defectos de consolidación),
la reducción inicial inadecuada, la edad y el tipo de in-
movilización. Entre las lesiones asociadas están las la-
ceraciones del cuero cabelludo, las microfracturas , la
conmoción y la fractura de las extremidades.

Tratamiento de urgencia y control. El tipo 1 requiere el Figura 10-37. Primera vértebra cervical: a) Cuerpo. No está
rápido envío al especialista. Es una lesión estable que osificado al nacer. El centro aparece en rayos X durante el
se produce por encima del nivel del ligamento transver- primer año después del nacimiento. Aunque el cuerpo no
so. La falta de unión no tiene consecuencias. Se tratará se desarrolle, tiene lugar la extensión hacia delante de los
al paciente sintomáticamente. Los tipos II y III requie- arcos neurales. b) Arcos neurales. Aparecen bilateralmente
ren el envío inmediato al especialista, estabilización de durante la séptima semana fetal. c) Sincondrosis de las
apofisis espinosas. Se unen hacia el tercer año. La unión
la columna y tracción. puede ir precedida de la aparición de un centro secundario
dentro de la sincondrosis. d) Sincondrosis neurocentral. Se
fusiona hacia el séptimo año. e) Ligamento que rodea la es-
cotadura vertebral superior; se puede osificar, sobre todo
o COLUMNA VERTEBRAL en edad avanzada. De Bailey DK: Normal cervical spine in
PEDIÁTRICA infants and children. Radiology 59: 713, 1952.

La evaluación del paciente pediátrico supone siempre


un reto especial para el médico de urgencias, en el que
la interpretación de las lesiones de la región cervical de Evaluación clínica
la columna no constituye una excepción. Afortunada- La evaluación primaria del niño es semejante a la del
mente, son raras las fracturas y luxaciones importantes adulto en el sentido de que tiene que realizarse una pro-
de la columna vertebral en niños, citando la mayoría funda historia y un examen físico, con evaluación neu-
de los estudios una incidencia de aproximadamente el rológica completa. Sin embargo, la obtención de estos
1 al 3 OJo, 16·18 atribuidas principalmente a la mayor mo- datos puede ser más difícil. Si se sospecha una lesión
vilidad de la columna vertebral pediátrica respecto a la importante que comprenda la historia de un mecanis-
de los adultos. mo de fuerza considerable, agresión de la cabeza, dolor
El problema principal para evaluar las lesiones cer- al tacto localizado o afectación neurológica, es impera-
vicales es la dificultad para interpretar los rayos X por tiva la inmovilización cervical completa hasta que se
la inmadurez del esqueleto. Hacia los 8 o 9 años de haya efectuado la evolución radiológica adecuada.
edad se produce una notable osificación, de tal modo
que la configuración radiológica de la columna en los Evaluación radiológica
niños mayores es semejante a la de los adultos. Por lo Igual que en el adulto, la serie de placas cervicales sim-
tanto, es muy importante que el médico de urgencias ples debe comprender al menos las proyecciones de
esté familiarizado con las características de la lesión y perfil, anteroposterior y transoral. Si la radiografía
con la evaluación radiológica de la infancia y la pu- simple no descarta la lesión cervical, se recomienda la
bertad. exploración con tomografía axial computarizada.

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J34 11/. LA COLUMNA VERTEBRAL

J'lg
Odontoides

~ _ _---.... C
e

e
d

---¡(---Cuerpo
Figura 10-38. Segunda vértebra cervical. a) Cuerpo. El cen-
tro aparece hacia el quinto mes fetal. b) Arcos neurales.
Aparecen bilateralmente hacia el séptimo mes fetal. ~) Ar-
cos neurales. Se fusionan hacia el segundo o tercer ano. d) Figura 10-39. Tercera vértebra cervical.
Punta bífida de la apófisis vertebral. Puede tener un centro
secundario en cada punta. e) Sincondrosis neurocentral.
Se fusiona entre los tres y los seis años de edad. f) Anillo
epifisario inferíor. Aparece en la pubertad y se fusiona ha-
cia los 25 años. g) Centro de osíficación «cima)) de la odon-
toides. Aparece entre los tres y los seis años de edad y se fracturas de avulsión, y la epífisis de la odontoides,
fusiona con la apófisis odontoides hacia los 12 años. h) que no se ha de confundir con fractura. 2o
Apófisis odontoides. Hacia el quinto mes fetal aparecen La hipermovilidad y la laxitud de los ligamentos,
los centros separados, que se fusionan hacia el séptimo particularmente de los segmentos cervicales superiores,
mes fetal. 1) Sincondrosis entre la odontoides y el arco neu- pueden dar la sensación de pseudosubluxación. Al ni-
ral. Se fusíonan entre los tres y los seis años. ¡) Sincondro- vel de Col y C-2, de la movilidad del atlas puede resul-
sis entre la odontoides y el cuerpo. Se fusionan entre los tar un espacio preodontoideo de hasta 4 mm en fle-
tres y los seis años. De Bailey DK: Normal cervical spine in
xión, y en extensión el arco anterior del atlas puede
infants and children. Radiology 59: 713, 1952.
solapar la odontoides.
Se cree que la laxitud ligamentosa, la configuración
La interpretación de la serie radiológica simple de horizontal de las facetas articulares y el subdesarrollo
la región cervical de la columna en jóvenes y niños es de la articulación de Luschka son las causas del fenó-
complicada por dos factores: 1) la configuración de la meno de pseudosubluxación de C-2 sobre C-3. En fle-
osificación, y 2) la movilidad de la columna inmadura. xión se puede producir una excursión hasta de 3 a 4
Aunque variable y dependiente del caso particular, son mm del cuerpo vertebral de C-2 sobre C-3. La figura
predecibles las configuraciones de la osificación de la 10-40 muestra cómo la parte anterior de los arcos ver-
columna. Las figuras 10-37 a 10-39 muestran las pau- tebrales de Col a C-3 están alineados en el caso de des-
tas de osificación del atlas, el axis y los segmentos cer- plazamiento fisiológico. Si el arco vertebral posterior
vicales inferiores. 19 Es importante recordar que la con- de C-2 no queda alineado, indica etiología patológica.
junción de las zonas de osificación normal entre hueso La laxitud de los ligamentos y la falta de coopera-
y cartílago aparecerán en la placa simple como márge- ción completa durante la radiografía son también las
nes suaves, a menudo redondeados. En cambio, las causas de ausencias frecuentes de lo que en los adultos
fracturas son generalmente irregulares y nítidas. En se considera lordosis cervical normal. También pueden
particular, las zonas que precisan una atención especí- estar ausentes las curvas suaves características de la re-
fica son la base de la apófisis odontoides, donde puede gión cervical de la columnna de los adultos.
persistir una gran sincondrosis hasta los 7 u 8 años, el
acuñamiento anterior normal del cuerpo vertebral, que Lesiones características
se puede confundir con fracturas de compresión, los Recién nacido. Los músculos cervicales del recién naci-
centros de las apófisis vertebrales, que aparecen como do son demasiado débiles para proporcionar el soporte

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10 FRACTURAS, LUXACIONES Y SUBLUXACIONES 135

~ \ ~ \
\
\

A B e

Figura 10-40. Parte anterior de los arcos vertebrales de C-1 a C-3. A. Pasa por el córtex anterior de C-2. B. Toca
la parte anterior del córtex de C-2. C. Entra 1 mm en la parte anterior del córtex de C-2.

adecuado a la región cervical. El traumatismo obstétri- sis subodontoidea dentro del cuerpo del axis. Gene-
co de la tracción ocasional en las presentaciones de ca- ralmente, el fragmento se angula anteriormente hacia
beza, o más típicamente en las presentaciones de nal- fuera respecto al cuerpo. Es raro un desplazamiento
gas, puede ocasionar una notable lesión neurológica. significativo. Casi todos los casos se tratan conservado-
Radiológicamente puede no haber signos del daño cer- ramente. Es necesario el envío inmediato al ortopedis-
vical, debido a la gran proporción de cartílago. A esa ta. Cuando la lesión tiene lugar por la placa de creci-
edad, la región cervical de la columna puede ser más miento cartiginosa, se pueden observar alteraciones del
elástica que la medula, por lo que se produce el daño crecimiento; pero esto ocurre muy pocas veces. Aun-
neurológico. Los resultados de las autopsias de perina- que hay pruebas de que esta lesión es la causa de la
tales incluyen el daño longitudinal a las raíces nervio- persistencia de la odontoides no fusionada con el cuer-
sas de la medula, el cerebro y las arterias vertebrales. po de C-2, todavía no está demostrado definitivamen-
Caffey21 y Swischuck22 fueron los primeros que te. Son poco frecuentes las fracturas apicales de la apó-
describieron una forma de maltrato infantil denomina- fisis odontoides.
da «síndrome del niño sacudido en latigazo». Con las
sacudidas violentas repetidas, la cabeza, relativamente
pesada sobre la musculatura débil de la región cervical, Desgarro de ligamento. A causa de la laxitud ligamen-
oscila violentamente de un lado a otro. El médico de tosa, el espacio preodontoideo normal en los niños es
urgencias debe sospechar esta etiología al examinar a aceptable hasta los 4 mm. Una distancia de 5 mm o
niños sin señal externa de traumatismo, pero con ha- más es sugestiva de afectación del ligamento transver-
llazgos inexplicables de convulsiones, hiperirritabi- so, asociada generalmente a traumatismo. Un medio
lidad, fontanela abultada, hemorragia intraocular, pa- auxiliar para evaluar esta zona en la radiografía cervi-
rálisis y vómitos. Se han notificado hemorragias intra- cal de perfil es la regla de Steel de los tercios. 35 El
craneales e intraoculares, lesión cerebral, retraso men- conducto del atlas tiene que estar ocupado a partes
tal, defectos visuales y auditivos, y fracturas de la co- iguales por la medula, la odontoides y un espacio va-
lumna y craneales. cío. Si el atlas está desplazado una distancia que exceda
el grueso de la apófisis odontoides, existe en potencia
Lesiones de la región cervical superior riesgo para la medula. Los pacientes tienen que ser re-
Aunque las fracturas-luxaciones cervicales son más ra- mitidos inmediatamente al especialista. El tratamiento
ras en los niños que en los adultos, la mayoría de ellas suele ser conservador, con ortesis tipo halo o Minerva.
se producen en los segmentos cervicales superiores, so-
bre todo del atlas y el axis. 16 ,23 Las más corrientes son
las fracturas de apófisis odontoides, desgarro del liga- Luxación o subluxación atlantoaxoidea (síndrome de
mento transverso y luxación atlantoaxoidea. Grisel). La laxitud de los ligamentos transverso, apical,
alar y de las facetas articulares al nivel de C-I y C-2
son factores que se asocian con esta entidad. Se postula
Fractura odontoídea. En realidad, la fractura de la que el edema local secundario a inflamación o infec-
apófisis odontoides se observa al nivel de la sincondro- ción local (faringitis, otitis, abscesos tonsilares u otras

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136 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

infecciones locales) produce una tracción adicional de 6. Levine AM, Edwards CC: Treatment of injuries in the
los ligamentos, de la que se deriva un desplazamiento CI-C2 complex. Orthop Clin North Am 17(1):31, 1986
atlantoaxoideo. Dicho desplazamiento puede ser ante- 7. Anderson LD: Fractures of the odontoid process of the
rior, posterior, lateral derecho o izquierdo, o rotario a axis. In The Cervical Spine. The Cervical Spine Research
Society. Filadelfia, JB Lippincott, 1983, pp 206-222
la derecha o a la izquierda. 24 Las proyecciones de per-
8. Schneider RC, et al: Hangman's fracture of the cervical
fil son notables para un espacio preodontoideo agran- spine. Neurosurg 22:141, 1981
dado; las proyecciones AP pueden mostrar desviación 9. Penning L: Obtaining and interpreting plain films in cer-
de la apófisis vertebral de C-2 hacia el lado que se pue- vical spine injury. In Bailey RW (ed): The Cervical Spine.
de girar el mentón. Todos los pacientes tienen que ser The Cervical Spine Research Society. Filadelfia, JB Lip-
remitidos inmediatamente al especialista. La reducción pincott, 1983, pp 62-95
puede ser espontánea o precisar tracción o extensión 10. McQueen JD, Khan MI: Evaluation of patients with cer-
del cuello, seguida de un chaleco tipo Minerva o halo. vical spine lesions. In Bailey RW (ed): The Cervical Spi-
neo The Cervical Spine Research Society. Filadelfia, JB
Lippincott, 1983, pp 128-140
Otras lesiones 11. J acobs B: Cervical fractures and dislocations (C3-7).
En los niños es frecuente la fractura de los pedículos de Clin Orthop 109:20, 1975
C-2. Suele ser una lesión aislada, y es difícil diferen- 12. Bohlman HH, Boada E: Fractures and dislocations of the
ciarla de la pseudosubluxación de C-2 sobre C-3. Re- lower cervical spine. In Bailey RW (ed): The Cervical Spi-
sulta conveniente, tal como se describió en la sección neo Filadelfia, JB Lippincott, 1983, pp 231-267
radiológica, evaluar los arcos vertebrales posteriores, 13. Anderson DK, et al: Spinal cord injury and protection.
así como realizar un examen físico y la historia. Todos Ann Emerg Med 14(8):147, 1985
los pacientes tienen que ser remitidos inmediatamente 14. Johnson RM, Wolf JW Jr: Stability. In Bailey RW (ed):
The Cervical Spine. The Cervical Spine Research Society.
al especialista. El tratamiento consiste en inmoviliza-
Filadelfia, JB Lippincott, 1983, pp 35-53
ción durante 6 a 8 semanas. 15. Pierce DS, Barr JS: Fractures and dislocations of the
Las fracturas de Jefferson, por estallido del atlas, base of the skull and upper cervical spine. In Bailey RW
se pueden observar en la población pediátrica. Su iden- (ed): The Cervical Spine. Filadelfia, JB Lippincott, 1983,
tificación y tratamiento son similares a los de los adul- pp 196-206
tos. Todos los pacientes tienen que ser remitidos inme- 16. Hasue M, et al: Cervical spine injuries in children. Fu-
diatamente al especialista. kushima, J Med Sci 20:111, 1971
17. Rang M: Children's Fractures. Filadelfia, JB Lippincott,
Lesiones de la región cervical inferior 1974
En los niños son bastante raras las lesiones de la región 18. Bohlman HH: Acute fractures and dislocations of the
cervical spine. J Bone Joint Surg 61A:1119, 1979
cervical inferior. Se supone que esto se debe a la mayor
19. Bailey DK: Normal cervical spine in infants and children.
movilidad de la columna pediátrica y a la proporción Radiology 59:713, 1952
relativamente mayor de cartílago a huesos en los niños. 20. Sherk HH, et al: Fractures and dislocations of the cervi-
Los pacientes se presentan típicamente con lesión neu- cal spine in children. Symposium on Fractures and Other
rológica y una región cervical relativamente poco afec- Injuries in Children. Orthop Clin North Am 7(3): 1976.
tada. Los rayos X sólo pueden utilizarse para pequeñas 21. Caffey J: The whiplash shaken infant syndrome: Manual
fisuras en el cuerpo vertebral o ensanchamiento de un shaking by the extremities with whiplash-induced intra-
espacio prevertebral. Hay que prestar una atención es- cranial and intraocular bleedings, Iinked with residual
pecial a la tumefacción del tejido blando prevertebral. permanent brain damage and mental retardation. Ped 54
(4): 396-403, 1974
Hay que enviar a los pacientes inmediatamente al espe-
22. Swischuk LE: Spine and spinal cord trauma in the batte-
cialista. La mayoría de los casos se tratan conservado- red child syndrome. Radiology 92:733, 1969
ramente, y rara vez es necesaria la estabilización qui- 23. Hubbard DD: Injuries in the spine in children and adoles-
rúrgica. cents. Clin Orthop 100:56, 1974
24. Marar BC, Balachandran N: Non-traumatic atlantoaxial
dislocation in children. Clin Orthop 92:220, 1973
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11
Distensiones

y esguinces

El capítulo anterior ha tratado sobre las fracturas y lu- golpeado (en movimiento frente a parado y frenado,
xaciones de la región cervical de la columna producidas calzada seca frente a calzada con hielo).2 Los apoya-
por mecanismos de lesión de fuerza considerable. De cabezas limitan el grado de hiperextensión, pero única-
los mismos mecanismos, pero con fuerzas menores, re- mente si están ajustados apropiadamente (fig. 11-2).
sultan lesiones en los tejidos blandos que se presentan Es importante tener presente que los sucesos descri-
corrientemente al médico de la sala de urgencias. tos ocurren en milésimas de segundo, y por lo tanto es
imposible que tengan lugar los mecanismos protectores
reflejos. Puesto que es raro que las víctimas requieran
o ESGUINCE CERVICAL cirugía de urgencia, se han obtenido pocos especímenes
patológicos de humanos. No obstante, las numerosas
El esguince cervical es la lesión en los tejidos blandos lesiones de hiperextensión experimentales con primates
de la región cervical de la columna que resulta de fuer- han revelado agresiones cervicales anteriores, incluyen-
zas de aceleración aplicadas a la cabeza y el cuello. La do roturas musculares y hemorragias, roturas del liga-
lesión se produce en los músculos, ligamentos, discos, mento longitudinal anterior y de discos intervertebra-
nervios, vasos y otras vísceras del cuello, dependiendo les, y hemorragias esofágicas y cerebrales. 3,4
su importancia de la magnitud de la fuerza aplicada. El
síndrome que se presenta con más frecuencia en la sala Características clínicas
de urgencias es el de hiperextensión, que se describe de- Típicamente es el pasajero del asiento delantero el que
talladamente. Las fuerzas de aceleración que resultan puede recordar haber sido sacudido; los testigos tam-
de la hiperflexión o flexión lateral extrema son menos bién pueden explicar que el paciente estaba inconscien-
corrientes y se describen más adelante. te o confuso después del accidente. Inicialmente el indi-
viduo puede estar asintomático, pero a medida que los
acontecimientos se van aclarando se quejará de moles-
o LESiÓN DE HIPEREXTENSIÓN tias y dolor en el cuello, náuseas y ri idez del cuello en
aumento. Otros síntomas más graves pueden tardar ho-
Conocida vulgarmente como latigazo, es la lesión del ~ incluso unos pocos días en desarrollarse.
tejido blando del cuello causada por hiperextensión Los síntomas y los hallazgos físicos varían según
forzada; se reconoció por primera vez en los pilotos de el grado de la lesión. 5 El cuadro más común es el de
líneas aéreas catapultados desde aviones. l Sin embar- un esguince leve que afecta generalmente a los múscu-
go, las causas más frecuentes son resultado de colisio- los y que se manifiesta por dolor al tacto, espasmo
nes de automóvil por detrás. Cuando el vehículo recibe muscular y movilidad limitada. Con el cuello en reposo
el golpe por su parte trasera, el respaldo del asiento el paciente está relativamente asintomático. Cabe espe-
empuja el tronco del paciente hacia delante respecto a rar que una terapia conservadora resuelva los síntomas
la cabeza, que resulta muy forzada en hiperextensión en cuestión de días.
(fig. 11-1). La cabeza se desplaza de golpe hacia atrás, Un esguince moderado.comprende mayores daños
la boca se abre bruscamente, los músculos cervicales no sólo en los músculos sino también en los ligamen-
anteriores se distienden, así como el ligamento longitu- tos. El examen físico revela un espasmo importante de
dinal anterior y las fibras del anillo. Si el automóvil no los músculos escalenos. El dolor en el cuello está gene-
va equipado con apoyacabezas de seguridad, no hay ralizado y puede extenderse al occipucio, omóplato, ex-
nada que detenga la hiperextensión de la cabeza, excep- tremidades superiores y parte anterior del pecho. Los
to el respaldo del asiento. pacientes se quejan de dolor intenso con cualquier mo-
La aceleración depende de la magnitud de la fuerza vimiento de la cabeza e incluso de incapacidad para
aplicada (un camión cargado o un autobús contra un mantener la cabeza erguida. El dolor intenso o el ~­
automóvil pequeño) y de la inercia del vehículo al ser pasmo muscular pueden persistir durante yarios días.
139

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140 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Figura 11-1. Mecanismos de la lesión de hiperextensión.

Entre las tres y las seis semanas se resuelven gradual- s:apulares. Aunque es difícil explicar la fisiopatolo-
mente los síntomas a medida que se restituyen los liga- gía de estos síntomas, se han descrito repetidamente
mentos. y no tienen que interpretarse como una reacción histé-
El espasmo cervical grave comprende lesión muscu- rica. 6
lar y desgarro de ligamentos. Cuando lo's síntomas se
observan en un esguince leve, también aparecen cefa- Lesiones asociadas
jea, náuseas, vértigos y, en ocasiones, visión borrosa y Aunque se ha descrito una amplia variedad de sínto-
dolor al tacto. El dolor y el espasmo muscular son in- mas inexplicables, atribuidos a dolor irradiado, las
!ensos, el paciente se queja de paresia en el cuello y de quejas de dolor al tacto, la disfagia y la ronquera de-
incapacidad para controlar la posición de la cabeza a ben investigarse con cuidado. Las lesiones experimen-
causa de los desgarros musculares y de los ligamentos. tales han demostrado lesión cerebral, desgarros esofá-
El médico de urgencias tiene que estar alerta sobre el gicos y traqueales, y hemorragias.
hecho de que esta lesión puede ser inestable. Los sínto-
mas comprenden también dolor, parestesias y paresia Radiología
de las extremidades superiores, hombros y zona inte- Las placas de la región cervical de la columna suelen
rescapular. ser negativas. Es difícil interpretar la pérdida de la cur-
Particularmente en los esguinces leves a graves no va lordótica típica. Aunque en otros tiempos se creía
es raro que el paciente se queje de numerosos síntomas que era consecuencia de un gran espasmo muscular,
no usuales, incluyendo cefalea, desvanecimiento, alte- se ha comprobado que el bajar simplemente 2 o 3 cm
raciones visuales, dolor aitacto, disfagia, rongueray el mentón invierte la curvatura normal de la colum-
dolor que baja por los brazos y en las regiones interes- na. 7 No obstante, una inversión brusca de la cur\'a

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11. DISTENSIONES Y ESGUINCES 141

A B

FIgura 11-2. A. El reposacabezas está colocado inadecuadamente, muy bajo, lo que permite la hiperextensión
de la región cervical. B. El reposacabezas está colocado correctamente, evitando así la hiperextensión cervical.

cervical en un tramo de una o dos vértebras es indicati- dolor y espasmo intensos. 8 Es conveniente el rápido
vo de deterioro del tejido blando. Se pueden observar ~ de todos los pacientes al especialista.
fracturas de avulsión y tumefacción del tejido blando
retrofaríngeo. Las proyecciones de flexión y extensión
tienen que efectuarse con precaución. Excepto para la D LESiÓN DE HIPERFLEXIÓN
tumefacción del tejido blando retrofaríngeo, las radio-
grafías pueden parecer normales a pesar de la rotura El mecanismo primario del esguince cervical de hiper-
completa del ligamento longitudinal anterior y el des- flexión es un accidente de automóvil, pero también se
garro del disco intervertebral, a causa de lesiones de hi- observa con frecuencia en zambullidas, fútbol america-
perextensión de las que resulta inestabilidad completa. no y otras lesiones deportivas. Las estructuras posterio-
res más superficiales son el músculo trapecio y el li-
Tratamiento de urgencia y control gamento cervical posterior, que derivan de la base del
El tratamiento de urgencia del esguince cervical grave occipucio hacia abajo, a lo largo de la columna verte-
comprende la inmovilización de la zona hasta estar bral, y que se insertan en la región dorsal superior. En
asegurada la estabilidad. En el caso de desgarro liga- hiperflexión extrema, el ligamento cervical posterior' se
mentoso significativo es necesario el envío inmediato Ruede desgarrar, generalmente a la altura de la mayor
al especialista. Se ha comprobado que son muchas las flexibilidad de la región cervical de la columna, entre
modalidades eficaces para los pacientes moderada y las vértebras e-5 y D-1 (fig. 11-3). Si se rompe del
gravemente sintomáticos; entre ellas están los collares todo, es probable que los ligamentos interespinosos
blandos, el calor y el reposo en cama.',2,5 En la pre- estén también rotos al mismo nivel. En el caso de le-
sentación aguda hay que prescindir de la tracción. sión significativa también pueden estar afectados los .!i:
Para aliviar el dolor y el espasmo, se recomiendan gamentos capsulares y comprimidas las raíces nervio-
medicaciones a base de antiinflamatorios, analgésicos ~ El disco puede estar comprimido anteriormente;
y antiespasmódicos. Se ha comprobado qué es benefi- pero la verdadera protrusión discal es rara. La lesión
ciosa la rápida implantación de ejercicios isométricos ósea se observa con más frecuencia cuando el ligamen-
para aumentar el grado de movilidad, pero solamente to cervical posterior se desgarra posteriormente de la
una vez que se han resuelto los síntomas agudos de apófisis vertebral, resultando fracturas de esguirlas de

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142 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Figura 11-3. Lesión de hiperfle-


xión.

avulsión. En hiperflexión extrema, los cuerpos verte- Un esguince grave supone la rotura completa de
brales pueden sufrir compresión anteriormente. ligamentos. El cervical posterior es el primero en
romperse, generalmente junto con el ligamento inter-
Características clínicas vertebral del mismo nivel. El paciente se queja de do-
El esguince de hiperflexión se puede presentar clínica- lor intenso, parecido al del esguince moderado, pero
mente en las lesiones leves, moderadas y graves. 5 Igual mayor. El dolor agudo y el espasmo muscular pueden
que el esguince de hiperextensión, el leve afecta mayor- ir \midos a cefalea, náuseas, sensibilidad dolorosa al
mente a los músculos de la parte posterior del cuello. tacto y visión borrosa. Como pueden desgarrarse
Inicialmente el dolor es mínimo, pero al cabo de unas múltiples ligamentos estabilizadores, es imperativo
horas se hace más intenso y se asocia a espasmo mus- que el médico de urgencias compruebe si hay signos
cular. de inestabilidad (véase el capítulo 10). Posteriormen-
~l esguince moderado afecta a los músculos de la te, todo el cuello es doloroso a la palpación. A causa
~ y al ligamento cervical posterior. El paciente se del dolor generalizado y del espa.:no muscular, puede
queja de dolor intenso y espasmo en la parte posterior ser necesario que transcurran varios días para que los
del cuello, que se desplaza hacia el occipucio Lla ~ síntomas remitan lo suficiente para localizar la zona
gión escapular. Hay una significativa sensación doloro- exacta de la rotura. Es extremadamente doloroso el
sa al tacto al nivel del ligamento cervical posterior y del esfuerzo para enderezar el cuello partiendo de una
intervertebral afectados. Dado que todos los músculos posición flexada, así como levantar la cabeza con el
de la nuca intervienen para mantener la cabeza en su cuerpo inclinado por la cintura. En el momento de
posición neutra, el paciente se queja de incapacidad producirse el accidente o unas horas más tarde pue-
para tenerla erguida, sobre todo cuando se dobla por den aparecer parestesias o paresia en las extremidades
la cintura. superiores.

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11. DISTENSIONES Y ESGUINCES 143

Radiología mación de osteofitos en los agujeros intervertebra-


Las placas de la región cervical de la columna de pa- les. Este disco «duro» se produce generalmente
cientes con esguince cervical suelen ser normales. En la donde la columna vertebral es más móvil, en las vér-
proyección de perfil de una lesión de hiperflexión con tebras C-S y C-6, desarrollándose los síntomas insi-
rotura del ligamento cervical posterior y del interespi- diosamente (fig. 11-4).
noso puede apreciarse un ensanchamiento de las apó-
fisis espinosas al nivel de la lesión o fracturas de avul- Aunque poco frecuentes, en realidad se producen
sión en los extremos de dichas apófisis. En los casos de lesiones discales centrales, por lo general de la variedad
esguince de hiperflexión grave se puede apreciar com- ~, que se desarrollan gradualmente y producen
presión del cuerpo vertebral. síntomas radiculares en ambas extremidades superio-
res. Todavía más rara es la lesión central aguda «blan-
Tratamiento de urgencia y control da», que se presenta con compresión aguda de la me-
Los casos de esguince muy grave con signos de inesta- ~ y tetraplejía, y que constituye una verdadera
bilidad tienen que remitirse inmediatamente al especia- emergencia.
lista. El esguince cervical de menos gravedad se tratará
conservadoramente. En los casos agudos, el reposo en
cama (con una toalla de manos enrollada y colocada
debajo de las cervicales para conseguir la máxima rela- Axioma: La compresión aguda de la medula vertebral
jación), el calor, los collares blandos y los antiespamó- a causa de rotura central del disco cervical es
una verdadera urgencia. Son imperativas la
dicos, antiinflamatorios y analgésicos constituyen la te-
inmediata evaluación y descompresión para
rapia de apoyo. Todos los pacientes tienen que ser
evitar la lesión permanente en la medula.
remitidos al especialista.

Como estas dos entidades son semejantes en lo que


o TRASTORNOS DE DISCO CERVICAL respecta a presentación clínica y tratamiento, se trata-
rán conjuntamente.
Las quejas de dolor repentino o persistente en el cuello,
con síntomas de irradiación a una extremidad superior, Características clínicas
suelen ser el resultado de la compresión de una raíz cer- La presentación clínica tanto de la rotura de disco cer-
vical proximal. Las meninges y los ligamentos dentados vical aguda como de la degeneración discal crónica son
sirven para mantener la medula y las raíces nerviosas esencialmente idénticas, excepto en el comienzo e in-
relativamente fijas al nivel de la región cervical. A dife- tensidad de los síntomas iniciales. Un paciente con ro-
rencia de las raíces nerviosas de la región inferior de la tura de disco cervical aguda rara vez tiene síntomas
columna, las cervicales siguen una trayectoria transver- precedentes, que generalmente pueden localizarse en un
sa directa más allá de los discos cervicales y a través de punto concreto en el instante del acontecimiento trau-
los agujeros intervertebrales. En esta zona, posterolate- mático y que repentinamente se convierten en síntomas
ralmente, es donde irrumpe el disco intervertebral cer- agudos. Por otra parte, la degeneración discal crónica
vical. Aun cuando la extrusión de material del disco es se desarrolla insidiosamente, como una serie de exacer-
muy pequeña, incluso el menor impacto con la raíz baciones que remiten gradualmente, cada una de ellas
nerviosa relativamente inmóvil es significativo. 5 El dis- un poco más intensa que la de los episodios previos.
co protruye posterolateralmente donde el anillo fibroso
es más débil y el ligamento longitudinal posterior muy
fino, de ahí que los síntomas sean por lo general unila-
terales.
Patológicamente, son dos lesiones distintas las cau-
santes de síntomas clínicos idénticos de compresión de
raíz nerviosa cervical: 9
l. Rotura aguda de disco cervical. Rotura posterolate-
ral del disco, asociada generalmente a incidente
traumático específico, con síntomas inmediatos de
compresión de raíz nerviosa. No hay signos previos
de degeneración discal, ni, generalmente, sintoma-
tología precedente. Este disco «blando» está consti-
tuido únicamente por material discal extruido.
2. Degeneración discal crónica. Desarrollada a lo largo
de un período de meses a años, la degeneración cró-
nica o espondilosis cervical comienza al nivel del
disco, que se deshidrata. Al estrecharse el espacio
discal, se producen cambios hipertróficos en las 1!!:-
ticulaciones de las apófisis, de los que resulta la fill:: Figura 11-4. Espondilosis cervical.

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144 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Por lo demás, los síntomas y los signos son idénti- TABLA 11·2. AFECTACiÓN MOTORA Y CAMBIOS REFLE·
cos. El primer síntoma es el dolor en el centro del cue- JOS A VARIOS NIVELES CERVICALES
llo, que se irradia a la zona occipital y que se difunde
hacia abajo a través de los hombros. El dolor empeora Raíz Nivel
nerviosa disco Paresia: cambio reflejo
con el movimiento, al toser, estornudar y con los es-
fuerzos. Aunque se alivia con el reposo, a menudo em- C-3 C2-3 Paresia o cambio reflejo no fácilmen·
peora por la noche si la cabeza y el cuello no están apo- te detectables, excepto por EMG
yados adecuadamente. El movimiento del cuello está C-4 C3·4 Paresia o cambio reflejo no fácilmen-
limitado por el dolor y el espasmo muscular. El movi- te detectables, excepto por EMG
miento forzado y la presión sobre la· cabeza pueden C-S C4-S Paresia de extensión del brazo y el
aumentar los síntomas. hombro, particularmente por enci-
El dolor y el entumecimiento se irradian hacia el ma de los 90°; atrofia del músculo
hombro, el pecho o el brazo y la mano de un lado. La deltoides; sin cambio reflejo
tabla 11-1 enumera los hallazgos sensoriales consecuen- C·6 CS-6 Paresia del músculo bíceps;
tes con la compresión de la raíz nerviosa en varios nive- hiporreflexia bicipital
les de la región cervical de la columna. 9 Los déficit C-? C6-? Paresia del músculo tríceps;
sensoriales van unidos generalmente a los motores, hiporreflexia tricipital
aunque el paciente no los percibe tan fácilmente. La ta- C,S C?-D1 Paresia de los músculos tríceps
bla 11-2 indica las debilidades motoras y los cambios e intrínsecos de la mano; sin
cambio reflejo
reflejos en diversos niveles cervicales. 9
De Rothman RH, Simeone FA (eds): The Spine. Filadelfia, WB Saun·
ders, 1982, pág. 387.

TABLA 11·1. HALLAZGOS SENSORIALES ASOCIADOS A


COMPRESiÓN DE RAíz NERVIOSA

Raíz Nivel
nerviosa disco Síntomas

C-3 C2-3 Dolor y entumecimiento en la parte


En el caso de degeneración crónica, el examen físi-
posterior del cuello, sobre todo co podría revelar también atrofia muscular, particular-
alrededor de la apófisis mastoides mente al nivel de e-s, que inerva los músculos cortos
y del pabellón de la oreja de la mano. La degeneración crónica puede compren-
C-4 C3-4 Dolor y entumecimiento en la parte der también una mielapatía evidente, con un andar de
posterior del cuello, que irradia a base ancha o inestable característico. La marcha atáxi-
lo largo del músculo angular del ca de las piernas progresa gradualmente y es simétrica.
omóplato y a veces hacia abajo Los reflejos pueden ser variables; la hiperreflexia se
por delante del pecho observa por lo general en los segmentos cervicales infe-
C-S C4-S Dolor que irradia del lado del cuello riores. Los reflejos abdominales suelen estar disminui-
a la parte alta del hombro; dos, mientras que los de las extremidades inferiores es-
entumecimiento del cuerpo central tán exaltados. El examen sensitivo es extremadamente
del músculo deltoides (distribución variable.
del nervio axilar)
Aunque rara, la formación de osteofito notable an-
C-6 CS-6 Dolor que irradia hacia abajo
teriormente en la degeneración discal crónica puede
lateralmente por el brazo y el
antebrazo, a menudo hasta los
ocasionar disfagia (fig. 11-5).
dedos pulgar e índice; Se han descrito síntomas de cefaleas, vértigos, alte-
entumecimiento del extremo del raciones vis.uales y auditivas, y cambios de voz, pero
pulgar o del dorso de la mano por sus etiologías no están claras.
encima del primer músculo
interóseo de la mano Radiología
C-? C6-? Dolor que irradia hacia abajo por el Los hallazgos radiológicos en pacientes con enferme-
centro del antebrazo, generalmente
dad discal cervical pueden ser muy distintos según su
hasta el dedo índice, aunque
también pueden verse afectados etiología. Los signos radiológicos de rotura discal agu-
los dedos índice y anular da comprenden estrechamiento del espacio discal, disco
C-S C?-D1 Dolor que irradia por la parte medial
vacío con desarrollo de aire en el espacio discal o pérdi-
del antebrazo hacia los dedos anular da de la curva lordótica cervical normal. Este último es
y meñique; el entumecimiento puede el hallazgo de menos fiabilidad; aunque atribuido pre-
afectar al dedo meñique y la viamente a espasmo muscular, se puede comprobar que
porción medial del anular. El la posición del paciente puede cambiar la curva nor-
entumecimiento rara vez se prolonga mal. Según el mecanismo de la lesión, particularmente
por encima de la muñeca en la rotura discal aguda, los signos de inestabilidad en
De Rothman RH, Simeone FA (eds): The Spine. Filadelfia, WB Saun· las proyecciones de flexión-extensión se pueden obser-
ders, 1982, pág. 387. var en la lesión ligamentosa coincidente.

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11. DISTENSIONES Y ESGUINCES 145

Esófago

C-7

Figura 11-5. Osteofitos cervicales causantes de disfagia.

Los cambios degenerativos son una parte normal le. para efectuar la descompresión. Los pacientes con
del proceso de envejecimiento. Por lo tanto, los hallaz- rotura de disco aguda o con degeneración discal cróni-
gos radiológicos son importantes únicamente si están ca responden favorablemente al tratamiento conserva-
correlacionados clínicamente. Sin embargo, sus signos dor. La inmovilización cervical con reposo completo en
más importantes comprenden estenosis en el diámetro ~ y un collar blando cervical debidamente colocado
anteroposterior del conducto vertebral a causa de in- facilitan la cura del tejido blando afectado en las rotu-
trusión ósea (13 mm o menos indica compresión), esteno- ras de disco agudas y reducen la inflamación en ambos
sis de los agujeros intervertebrales en las proyecciones procesos. Sobre todo en las lesiones cervicales agudas,
oblicuas, estrechamiento del espacio discal, irregula- hay que llevar el collar durante dos o tres semanas. Si
ridad de las articulaciones de las apófisis (particular- se retira por la noche, hay que advertir al paciente que
mente deslizamiento posterior de la superficie articular no duerma en posición prono. Hay que evitar descan-
superior) y signos de inestabilidad cervical. En la dege- sar la cabeza en alto con varias almohadas. Un peque-
neración crónica, este último síntoma parece que se ño almohadón cilíndrico o una toalla de manos enro-
produce a causa de laxitud generalizada de las estructu- llada colocada debajo de la región cervical de la
ras de sostén. columna, con el paciente tumbado de espaldas ayuda a
En los pacientes con signos de compresión de la me- mantener las vértebras en su posición neutra.
dula o de la raíz nerviosa, en los que podría estar indica- La terapia con medicamentos comprende antiinfla-
da la intervención quirúrgica, se recomienda la mielogra- matorios, analgésicos y relajantes musculares. Los dos
fía, la discografía y la tomografía axial computarizada. últimos sólo tienen que administrarse en los casos agu-
dos. Los antiinflamatorios son convenientes durante
Complicaciones todo el período de recuperación, que generalmente
Los espolones óseos grandes pueden comprimir la arte- dura seis semanas. También es necesaria la educación
ria vertebral. Al girar la cabeza a un lado se produce del paciente respecto a sus hábitos diarios, que com-
la compresión de la arteria vertebral contralateral, de prende la reducción de los viajes en automóvil a causa
lo que resulta un riego cerebral insuficiente, con ~­ de las vibraciones y los cambios en el hábito del traba-
.gQ§ y caídas repentinas. jo, así como evitar permanecer mucho tiempo en una
misma posición. Todos los pacientes tienen que ser
Tratamiento de urgencia y control remitidos al especialista para el control de la convale-
Los individuos que presentan compresión evidente de ~.ill. Se recomienda seguir el tratamiento conserva-
la medula vertebral producida por enfermedad discal dor durante aproximadamente un año antes de consi-
cervical han de ser remitidos de inmediato al especialis- derar la intervención quirúrgica.

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146 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

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12
Síndromes y
trastornos específicos

o SiNDROMES BRAQUIALES de Raynaud. La oclusión distal completa se produce


generalmente por fenómenos embólicos.
Se describen diversas anomalías físicas causantes de La disminución del riego vascular puede ser muy
compresión de la arteria y vena subclavia y axilar y sutil, pero hay varias maniobras físicas que ayudan al
de los conductos del plexo braguial cuando pasan del diagnóstico.
cuello al brazo. Las más importantes son la costilla
cervical y los síndromes costoclavicular, del e~ Prueba de claudicación intermitente. Con ambos
~ y de hiperabducción. Son varios los mecanis- brazos elevados, en abducción y girados hacia fue-
mos que intervienen: 1) constricción de la arteria sub- ra, si el paciente abre y cierra rápidamente los
clavia y del plexo braquial en las inserciones de los puños, en cuestión de segundos sentirá dolor en los
músculos escalenos cerca de la primera costilla; 2) estados de riego vascular disminuido. La persona
compresión entre la primera costilla y la clavícula y sana prosigue con el ejercicio al menos durante un
el músculo subclavio; 3) compresión de un estrecha- minuto.
miento formado por la coracoides, el tendón pectoral
.!lli1!2I y la membrana costocoracoidea, y 4) compre- Maniobra costoclavicular. En sedestación, el pa-
sión de la arteria axilar hacia los orígenes del nervio ciente echa los hombros hacia abajo y hacia atrás
mediano. l Otros muchos factores intervienen, inclu- como si estuviera prestando atención. Si se percibe
yendo la masa muscular aumentada, la falta extrema un ruido en el interior de la clavícula, en la unión
de tono muscular, anomalías congénitas, como las de los tercios lateral y central, o disminuye el pulso
costillas cervicales o primeras costillas bífidas, fractu- radial en la palpación es una prueba positiva.
ras locales previas, particularmente de la clavícula
con pseudoartrosis o callo excesivo, tumores locales y Maniobra de hiperabducción. La hiperabducción
aterosclerosis. completa de una extremidad superior disminuye los
Común a todos ellos es la compresión neurovascu- pulsos distales. Esto generalmente indica un síndro-
lar entre la clavícula y la primera costilla, cerca del ori- me de hiperabducción
ficio torácico superior. Cuando estas condiciones se
presentan de forma clásica, una buena historia y el exa- Maniobra de Adson. Se instruye al paciente para que
men físico indican la localización concreta de la obs- gire la cabeza hacia el lado de los síntomas y haga
trucción. No obstante, a causa de los numerosos facto- una inspiración profunda con el cuello completamen-
res que intervienen, la localización específica de la te extendido. Un descenso u obliteración del pulso
verdadera lesión reguiere radiografía simple, angiogra- radial se considera prueba positiva a causa de atra-
fía y estudios de electrodiagnóstico. pamiento por los músculos escalenos. La prueba es
Los síntomas dependen de si son los nervios, los va- específica para el síndrome del escaleno anterior.
sos sanguíneos o ambos los que están comprimidos,
aunque generalmente predomina uno de los dos, siendo Prueba de Allen. Con la mano cerrada y el puño
el caso más común con síntomas neurológicos. Se ob- apretado, el examinador comprime las arterias ra-
servan dolores y parestesias atribuibles a C-S y D-l a dial y cubital. Al abrir la mano el médico libera la
lo largo de la parte medial del brazo, antebrazo y arteria cubital, que cuando no está obstruida su flu-
mano. 2 Generalmente no se observan déficit neuroló- jo riega toda la mano; en el caso de obstrucción,
gicos. El dolor neurológico se distingue del vascular en continúa pálida (fig. 12-1). Esto diferencia la etiolo-
que a menudo es ardiente e intermitente, mientras que gía distal de la proximal.
el segundo es constante y difuso. De la compresión vas-
cular resulta palidez y cianosis en los dedos, frío en las Es importante tener presente que en las maniobras
extremidades y en un 25070 de los pacientes el fenómeno citadas hay una incidencia elevada de resultados falso-

147

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148 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Figura 12-1. Prueba de Allen.

positivos, sobre todo en las pruebas de compresión cos- Hay quejas subjetivas de debilidad. Los síntomas
toclavicular y de hiperabducción. Aunque son sugesti- aumentan generalmente con la tracción del brazo, so-
vas, es necesaria una evaluación ulterior. A continua- bre todo al levantar objetos pesados. La prueba de Ad-
ción se da una breve descripción de cada uno de los son frecuentemente es positiva, pues el empleo de los
cuatro síndromes, en particular de sus puntos específi- mÚsculos escalenos ayuda a la compresión.
cos para diferenciar cada entidad. En el examen físico se puede palpar la costilla cer-
vical, pero podría consistir simplemente en una banda
ostina cervical fibrosa. Hay sensación dolorosa a la palpación pro-
Es una pequeña costilla supernumeraria de naturaleza funda detrás del mÚsculo eSlernocleidomastoideo.
fibrosa unida a C-7, por lo general bilateralmente (fig. Puede haber atrofia distal de los músculos inleróseos
12-2). Se observa en aproximadamente el 0,5070 de la y lumbricales, y debilidad con la flexión de las articu-
población sana, pero sólo un 10% de ellas producen laciones metacarpofalángicas, la extensión de las in-
síntomas. 2 El haz neurovascular tiene que pasar por terfalángicas, la abducción y la aducción de los dedos
encima o por debajo de la costilla cervical o banda fi- segundo a cuarto, y la aducción del pulgar.! Las de-
brosa. Los síntomas son más acusados en los pacientes ficiencias sensitivas, si las hay, aparecen en la distri-
mayores con los hombros caídos o con tracción hacia bución cubital, en el antebrazo y en la mano. La
abajo en los brazos. compresión vascular se manifiesta por un pulso radial
disminuido, con frialdad y palidez de la mano, con
Características clínicas piel lustrosa y fina.
Los síntomas neurológicos de dolor y parestesias se
atribuyen a las raíces de C-S y D-I, con dolor agudo Radiología
o sordo a lo largo de la parte cubital de la mano. De Se ve la costilla cervical, que generalmente está unida
la compresión vascular suele resultar una sensación de a C-7, bilateralmente, aunque a veces, en raras ocasio-
hormigueo o «tener dormidos» el antebrazo y la !!!ill:!Q. nes, lo está a C-S o C-6.

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12 SíNDROMES Y TRASTORNOS ESPECíFICOS 149

A. Y v. subclavia

Figura 12-2. Costilla cervical. Se


ha eliminado la clavícula.

Complicaciones Características clínicas


Se puede observar dilatación aneurismática posteste- Este síndrome se caracteriza por una compresión vascu-
nótica en la arteria subclavia, que en ocasiones se pal- lar relativamente proximal. Los síntomas son parecidos
pa en la fosa supraclavicular. De esto puede resultar a los de la costilla cervical, con dolor y parestesias a lo
una trombosis o una embolia distal. También se ob- largo de la parte cubital de la mano y del meñique, atri-
servan trombosis venosas agudas. buibles a C-S y D-l con compresión. Los síntomas vas-
culares comprenden el hormigueo o «quedar dormidos»
Tratamiento de urgencia y control del antebrazo y la mano. Característicamente, estos sín-
El tratamiento conservador a base de ejercicios para tomas aumentan mucho con la maniobra costoclavicu-
mejorar el tono de los músculos trapecio y angular del lar. Teniendo el paciente echados los hombros hacia atrás
omóplato reduce la compresión al elevarse el cinturón y hacia abajo, aumentan los síntomas neurovasculares,
escapular. El paciente no debe levantar objetos pesados sobre todo la reducción del pulso radial. Con compre-
y elevar el brazo del lado afectado si está en reposo. sión parcial se pueden oír ruidos en las regiones su-
Cuando los síntomas son graves, está indicada la resec- praclavicular o infraclavicular, que desaparecen si la
ción completa de la costilla cervical. compresión es suficiente para detener totalmente el cau-
dal. Al hacer una inspiración profunda se eleva la pri-
mera costilla y aumenta la compresión. La prueba de la
claudicación intermitente también es positiva frecuente-
Síndrome costoClavicular mente.
Se caracteriza por compresión neurovascular al nivel de
la clavícula y de la primera costilla, unido frecuente- Radiología
mente a anomalías de esta última, historia de fracturas Aunque por lo general es normal, se pueden hacer evi-
precedentes y formación de callo notable en la clavícu- dentes anomalías de la primera costilla o de la clavícula,
la o en una costilla cervical. y fracturas previas de la clavícula o la costilla cervical.

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150 1/1. LA COLUMNA VERTEBRAL

Complicaciones Características clínicas


Son posibles, aunque raras, la dilatación aneurismática Es una compresión neurovascular proximal. Los signos
postestenótica de las arterias, con formación de trom- y los sintomas son similares a los de la costilla cervical.
bos y embolias, y la trombosis venosa. El cuadro es de compresión neurovascular compues-
ta; los hallazgos neurológicos son conformes a la com-
Tratamiento de urgencia y control presión de C-S y D-l, Y hormigueo a lo largo del ante-
El tratamiento inicial es conservador, incluyendo ejer- brazo medial. La maniobra de Adson, al aumentar la
cicios para mejorar la postura y elevar los hombros, y tensión en los músculos escalenos anterior y medio, in-
cambio de las posiciones para dormir. El trabajo y las crementa también la compresión, pudiendo descender
actividades, recreativas pueden aliviar frecuentemente significativamente el pulso radial o acentuarse los ha-
situaciones en las que puede aumentar la compresión. llazgos neurológicos. Se puede percibir un ruido en la
Si los síntomas se agravan progresivamente, con signos fosa supraclavicular, que desaparece completamente,
de déficit neurológico persistente o mayor isquemia, lo mismo que el pulso radial, cuando la compresión es
puede ser necesaria la intervención quirúrgica. Se reco- completa.
mienda el envío al especialista.
Radiología
Síndrome del escaleno anterior Como este síndrome se reproduce mayormente por
La compresión neurovascular se puede producir al paso compresión entre los músculos escalenos, las radiogra-
de la arteria subclavia y del plexo braquial entre los fías suelen se~ normales.
músculos escalenos anterior y medio, particularmente Es posible observar anomalías de la primera costi-
donde se insertan los tendones grandes en la primera cos- lla, sobre todo una gran prominencia ósea o una costi-
tilla, creando un estrecho triángulo escaleno. El sola- lla cervical.
pamiento de los tendones, las prominencias óseas de la
primera costilla o la adición de una costilla cervical pue- Complicaciones
den hacer que este triángulo se estreche significativamen- Se puede producir una dilatación aneurismatlca posr-
te. La aplicación fisiológica de los músculos escalenos estenótica, con formación de trombos y embolización,
contribuye a la compresión (fig. 12-3). así como trombosis venosa.

Figura 12-3. Síndrome del escaleno anterior.

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12. SíNDROMES Y TRASTORNOS ESPECíFICOS 151

Tratamiento de urgencias y control Características clínicas


Como este síndrome está producido generalmente por Los síntomas neurológicos y vasculares se manifiestan
un estrechamiento anatómico del triángulo escaleno, en los pulgares, progresando luego para afectar al resto
suele resultar adecuado el tratamiento conservador de de las manos y los antebrazos. La compresión se puede
reposo y evitar levantar objetos pesados, así como la producir por la actividad laboral, pero lo más corriente
educación del paciente respecto a la posición para dor- es que sea por hiperabducción cuando el paciente está
mir y extensión máxima del cuello. No obstante, fre- durmiendo. Se puede observar hinchazón de las ma-
cuentemente está indicada la escalenotomía. !!Q2, paresia distal, ulceración ocasional de las puntas
de los dedos y el fenómeno de Raynaud. En la manio-
bra de hiperabducción se tiene al paciente sentado, y el
Síndrome e hiperabducción examinador, a la vez que toma el pulso radial, abduce
Donde la arteria subclavia y el plexo braguial atravie- pasivamente el brazo en un arco de 180 0 • La prueba es
san la apófisis coracoides y posteriormente el músculo positiva cuando se aprecia un descenso del pulso o su
pectoral menor se tensan a través de la coracoides y ~ desaparición, pulso que vuelve a la normalidad al re-
comprimen con el brazo en hiperabducción, junto con gresar el brazo al costado del paciente, pero que, por
fuerte contracción del pectoral menor (fig. 12-4). espasmo vascular, puede continuar disminuido.

Figura 12·4. Síndrome de hiperabducción.

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152 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

Radiología cho, deben evitarse. La cirugía es lo más indicado


La radiografía simple suele ser normal. La arteriogra- cuando las medidas establecidas no dan resultado y
fía efectuada a intervalos cuando el brazo está en ab- persisten los síntomas. Tanto para éste como para los
ducción revela el lugar exacto de la oclusión. demás síndromes de orificios torácicos, se recomienda
el envío al especialista.
Complicaciones
Se pueden observar dilatación arterial postestenótica,
formación de trombos y embolia, y también trombosis D LESIONES DEL PLEXO BRAQUIAL
venosa.
El plexo braquial se compone de las ramas anteriores
Tratamiento de urgencia y control de los nervios cervicales quinto al octavo y del primer
Terapia conservadora, incluyendo la educación del pa- dorsal. Un plexo «prefijado» se desarrolla más craneal-
ciente para evitar la hiperabducción durante el sueño y iñeñte y comprende el cuarto nervio cervical; un plexo
el trabajo. Las actividades recreativas que suponen hi- «posfijado» se desarrolla más caudalmente y compren-
perabducción extrema, como pintar o reparar un te- de el segundo nervio dorsal. En la figura 12-5 se obser-

N. escapular dorsal

N. supraescapular

-------::---~'
~
---
?
~

)~
~/
=
~
~
N. radial

N. cubital

N. mediano

N. axilar

Figura 12·5. Lesión del plexo braquial.

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12. SíNDROMES Y TRASTORNOS ESPECíFICOS 153

van las interconexiones al nivel de las raíces, troncos y mal en las raíces nerviosas o el tronco origina pérdida
medula. Las inervaciones específicas se tratarán más motora y sensorial en grandes zonas; C-S, C-6 y el
adelante. Por lo general, la porción superior o lateral tronco superior corresponden al cinturón escapular y
del plexo inerva los músculos del omóplato, el hombro parte superior de la extremidad; C-7, c-s, D-l y los
y los flexores de los brazos. La porción medial inerva troncos medio e inferior, al antebrazo y las manos; de
los músculos intrínsecos de la mano y el simpático cer- D-l o del nervio vertebral resulta el síndrome de Hor-
vical. La porción posterior inerva el deltoides y los ex- ner. La tabla 12-1 indica la inervación muscular de
tensores de los brazos y antebrazos. El primer ganglio cada raíz nerviosa.
torácico está a este nivel y se conecta con la primera Del plexo salen proximalmente varios nervios gran-
rama torácica. Las lesiones a esa altura producen el des. El torácico largo inerva el músculo serrato ante-
síndrome de Horner. 1 rior, y de su lesión resulta la proyección posterior del
La lesión de los nervios del plexo braquial puede omóplato. El nervio escapular dorsal inerva el romboi-
ocurrir por múltiples mecanismos. Se produce tracción des y el angular de la escápula, que giran el omóplato,
del plexo braquial cuando la cabeza se ladea hacia el pero son difíciles de comprobar.
lado contrario. Esto se puede ver en un traumatismo Agresiones más distales provocan lesiones periféri-
natal, en dislocación de hombro o accidentes de auto- cas de menor superficie.
móvil o atletismo con fuerzas laterales grandes aplica-
das a la región cervical de la columna. La rotura de fi- Cordón lateral. De Sil lesión resulta daño en el ner-
bras nerviosas particulares más frecuente se produce vio musculocutáneo (bíceps) y en la mitad superiOr
generalmente en la zona donde el plexo está más some- del nervio mediano (f1exores del antebrazo y cortos
tido a tracción, en C-S y C-6. La verdadera avulsión de del pulgar).
las raíces nerviosas de la medula es rara.
Un segundo mecanismo de lesión es la compresión Cordón medial. Supone lesión en el nervio cubital,
a causa de fractura de clavícula y formación de callo, cutáneo medial del brazo y antebrazo, y la mitad infe-
tumores, hemorragia o un golpe directo lateral en el rior del mediano.
cuello.
Las heridas penetrantes de la zona se producen por Cordón /Josterior. Comprende el nervio radial, el
puñaladas o balazos. Los nervios del plexo pueden es- axilar (músculos deltoides y redondo mayor) y los .ill:I.-
tar completamente lesionados, pero la alteración tem- vios del dorsal ancho.
poral procede de la contusión y el edema local.
Radiología
Características clínicas Por tratarse de lesiones de tejido blando, las radiogra-
fías son de poco valor. Sin embargo, por el mecanismo
El mecanismo de la lesión suele resultar patente por la
historia. Al llegar a urgencias, la extremidad superior de la lesión puede resultar perjudicada la columna ver-
suele estar paralizada. A causa de las fuerzas de contu- tebral, la clavícula o el hombro, por lo que han de eva-
sión y del edema local inducido por todos los mecanis- luarse radiológicamente.
mos anteriores, la importancia de la lesión parece de-
berse a la tumefacción, pero muchos de los síntomas
Tratamiento de urgencia y control
pueden desaparecer rápidamente mostrando una visión El pronóstico de recuperación de las lesiones del plexo
braquial es muy variable y depende de la localización
real de la auténtica lesión.
Las distinciones clásicas de las lesiones del plexo su- de la lesión. La regeneración de la avulsión de una raíz
perior (Erb) o del inferior (Klumpke) se pueden utilizar nerviosa es imposible. La neurorrafia al nivel del tron-
para localizarlas, aunque lo más frecuente es que se co superior o lateral suele dar buenas recuperaciones;
trate de un cuadro compuesto. sin embargo, la reparación del tronco inferior y medial
El mecanismo de la lesión puede ayudar a localizar es mala. La extensión de la recuperación de la función
su emplazamiento. Las de estiramiento suelen estar si-
tuadas en la zona de tracción máxima, las raíces C-S y
C-6 en el tronco superior y medula lateral. Los signos
de estiramiento del plexo braquial inferior son menos TABLA 12-1. INERVACiÓN MUSCULAR DE LAS RAíCES
NERVIOSAS CERVICALES
corrientes y generalmente se trata de una lesión más
leve, cuya recuperación es espontánea. Las lesiones pe- Raíz
netrantes perjudican las regiones más expuestas del ple- nerviosa Músculos
xo, C-S, C-6 y C-7 y el tronco superior. Las heridas de
bala a elevada velocidad tienen efectos de contusión C-5 Romboides, deltoides, supraespinoso, infraespino-
importantes y requieren cierto tiempo para que desapa- so, bíceps, braquial anterior, cabeza clavicular del
rezcan los síntomas fisiológicos. Las heridas axilares o pectoral mayor
infraclaviculares afectan, por lo general, a nervios con- C-G Cabeza del esternón del pectoral mayor y tríceps
cretos o a grandes vasos sanguíneos. C-? Extensores de la muñeca y los dedos
C-8 Flexores de la muñeca y los dedos
En ausencia de contusión significativa o de edema
0-1 Músculos intrínsecos de la mano y simpático cervi-
local, se puede obtener la localización de una lesión cal
concreta por examen físico minucioso. La lesión proxi-

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1S4 ,". LA COLUMNA VERTEBRAL

nerviosa depende del tiempo que transcurra hasta la in- o SíNDROME DEL NERVIO
tervención quirúrgica. Por ello, todas las lesiones en el OCCIPITAL MAYOR
plexo braquial han de ser revisadas inmediatamente (neuritis occipital)
por un especialista.
Un dolor en la base del cuello unido a cefalea unilate-
ral se puede atribuir a compresión del nervio occipital
o «PUNZADAS» mayor. Se llama también síndrome de la r~íz nerviosa
del segundo nervio cervical, que tiene su ongen entre el
La etiología exacta de las punzadas (<<quemazón» u atlas y el axis.
«hormigueo») es desconocida. Se observan corrientemen- Su rama primaria posterior está sometida a c~mpre­
te en los jugadores de fútbol americano como resultado sión en los movimientos de rotación extrema e hlperex-
de impactos laterales fuertes en la cabeza y en el cuello; ~ón del cuello. Es más corriente en los pacientes
~e que es una lesión de tracción del plexo braquial. con enfermedad articular degenerativa de la región
atlantoaxoidea.
Características clínicas
Después de un bloqueo o placaje fuerte con tracción la-
teral de la cabeza o el cuello, el paciente describe un Características clínicas
Los pacientes se quejan de dolor en la región subocci-
dolor que le quema y entumecimiento u hormigueo que
pital, que se irradia unilateralmente por la región parie-
le baja del hombro al brazo y la mano. Los síntomas
totemporal y que llega hasta el vértice y la región pe-
son atribuibles a los niveles de C-S y C-6. Puede haber
riorbital. Se observan entumecimiento y hormigueo en
una parálisis momentánea, pero la recuperación suele
la región parietooccipital. El paciente se puede quejar
ser completa al cabo de unos minutos. La repetición de
de náuseas, visión borrosa, lagrimeo y vértigo, y en
las agresiones puede llegar a ocasionar paresia del bí-
ceps y el deltoides o parestesia. 3 este caso se le cataloga frecuentemente con el diagnós-
tico de jaqueca.
Se han descrito tres grados de la lesión. 4 Las de
El examen físico puede revelar una notable ~­
grado 1 son de poca importancia, con recuperación to-
sación dolorosa al tacto a lo largo del recorrido de la
tal de los síntomas en minutos; las de grado 2 ocasio-
segunda raíz nerviosa cervical y del nervio occipital
nan disminución de la fuerza muscular del deltoides,
infraespinoso y bíceps durante, aproximadamente, tres mayor.
semanas, con recuperación en general en un plazo de ---sepuede reproducir girando la cabeza con hiperex-
seis meses. Los déficit motores y sensoriales de la le- tensión hacia el lado de los síntomas. Se observa dis-
sión de grado 3 duran más de un año. Los síntomas minución sensorial. La desaparición de la sintomato-
persistentes hay que evaluarlos por electromiografía. logía al inyectar anestesia local en la zona del segundo
nervio cervical es diagnóstica. Se supone que puede
Lesiones afines haber un fondo psicológico significativo. Son necesa-
Las grandes fuerzas laterales aplicadas a la región cer- rios una historia exhaustiva y el examen del estado
mental.
vical pueden producir la rotura de la misma.

Radiología Radiología
Es una lesión estrictamente de tejido blando; las placas Las placas de la reglOn cervical suelen ser normales.
de la región cervical resultarán negativas. Los cambios degenerativos se pueden observar en la ar-
ticulación atlantoaxoidea.
Tratamiento de urgencia y control
Terapia conservadora. Las lesiones de grado 1 se recu- Tratamiento de urgencia y control
peran espontáneamente al cabo de poco tiempo. Las de Tiene que iniciarse la terapia conservadora, que com-
grados 2 y 3 tienen que ser remitidas al especialista. No prende el empleo de un collar cervical que mantenga el
debe permitirse ningún otro choque físico hasta que se cuello en ligera flexión, fármacos antiinflamatorios no
hayan resuelto todos los síntomas. Se recomienda el es- esteroideos y, cuando sea adecuado, ejercicios de rela-
tiramiento de la musculatura del cuello. Si el paciente jación. Puede ser conveniente la inyección local de es-
vuelve a jugar al fútbol americano se le tienen que en- teorides. Todos los pacientes tienen que ser remitidos
señar las técnicas correctas de cabeza y cuello de placa- al especialista, ya que los síntomas persistentes pueden
je o atajamiento. Los rodillos cervicales, como parte requerir la intervención quirúrgica por sección del ner-
del equipamiento para jugar al fútbol americano, limi- vio occipital mayor o la raíz sensitiva de la segunda
tan la movilidad. No suele haber síntomas de dolor en raíz cervical. Puesto que hay un gran solapamiento con
el cuello, hecho que es indicativo de lesión más grave el trigémino en el cuero cabelludo, es poca la pérdida
en la región cervical de la columna. sensorial.

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12. SíNDROMES Y TRASTORNOS ESPECíFICOS 155

o SíNDROME DE LA ARTERIA Traumatismo


VERTEBRAL Generalmente a causa de esguince, luxación o fractura
de la región cervical de la columna. Donde más se ob-
serva es en la luxación o subluxación de faceta unilate-
El síndrome de la arteria vertebral (insuficiencia verte- ral. El paciente explica un giro de la cabeza y sensación
brobasilar) se suele observar en los ancianos y consiste de chasquido doloroso en el cuello, que queda bloquea-
en episodios de vértigos y caídas repentinas a causa de do en esa posición y asociado a sensación dolorosa lo-
compresión de la arteria vertebral. La oclusión parcial calizada al tacto y espasmo muscular.
de ésta ocasionada por aterosclerosis vascular cerebral En niños se observa una variante común de subluxación,
combinada con enfermedad articular degenerativa no- con frecuencia después de una infección de las vías respi-
table de la columna produce la disminución del riego ratorias. El niño se queja de «calambres en el cuello», y
cerebral. La compresión más significativa y la isquemia en el examen se aprecia tortícolis. Destaca el hecho de que
relativa están ocasionadas por la rotación y la hiperex- el músculo esternocleidomastoideo no presenta espasmo.
tensión del cuello.
Tortícolis congénita
Características clínicas Se observa al nacer y característicamente implica espas-
Los pacientes suelen ser ancianos. Al principio, los sín- mo unilateral del músculo esternocleidomastoideo de
tomas son relativamente sutiles, limitados mayormente tumor fibroso.
a vértigos, sobre todo cuando el paciente hiperextiende
la cabeza para mirar hacia arriba. Con una compresión Miositis
mayor, los síntomas pasan a episodios de inconscien- Se desconoce su etiología exacta, pero la tortícolis se
cia. El examen tiene que ser cauteloso. Al hiperexten- observa después de exposición al frío.
der y girar la cabeza, el paciente puede sentirse marea-
do y observarse nistagmo. Tortícolis e3pasmódica
Se desconoce la etiología de la tortícolis espasmódica,
Radi%gía
pero supone contracciones espontáneas, dolorosas y
Las placas de la región cervical pueden ser completa-
persistentes de los músculos del cuello. Son muchos los
mente normales o presentar signos de enfermedad arti-
músculos que intervienen, entre ellos el esternocleido-
cular degenerativa. El diagnóstico definitivo se obtiene
por arteriografía. mastoideo, el trapecio y el esplenio.

Complicaciones Neuritis del nervio espinal


Las manipulaciones quiroprácticas o el examen agresi- La neuritis del nervio espinal es unilateral y temporal,
vo pueden provocar defectos neurológicos permanentes y presenta sensibilidad dolorosa al tacto local en el bor-
de isquemia prolongada a causa de compresión o trom- de lateral del esternocleidomastoideo, en la zona de la
bosis. segunda vértebra cervical. Este estado es temporal.

Tratamiento de urgencia y control Infecciones


En los pacientes con sintomatología leve conviene in- Entre ellas destaca la tuberculosis que afecta a la colum-
tentar la terapia conservadora. Hay que evitar la hipe- na y a los discos. Aunque poco frecuente, la poliomie-
rextensión del cuello mediante el empleo de un collar litis puede presentar rotación de la cabeza hacia el lado
cervical blando. Está contraindicada la manipulación. del esternocleidomastoideo paralizado.
Las medidas conservadoras se mantendrán mientras se
establece la circulación colateral. Si los síntomas pro- Características clínicas
gresan, puede resultar necesaria la endarteriectomía de Son necesarios una historia completa y un examen físi-
la carótida para mejorar la circulación colateral. co profundo para determinar la causa de la tortícolis.
Una historia de traumatismo, chasquido del cuello o,
en los niños, infección respiratoria superior, con ha-
llazgos físicos de sensación dolorosa local al tacto y
o TORTíCOLIS espasmo muscular, son indicativos de subluxación. En
estos pacientes es importante poder descartar la lesión
grave de la región cervical. En la miositis y la tortícolis
La tortícolis, también llamada vulgarmente cuello tie- espasmódica también se observa espasmo localizado y
so, es una contracción (casi siempre espasmódica) de sensación dolorosa al tacto de los músculos cervicales.
los músculos del cuello, principalmente de los inerV'a-' La sensación dolorosa al tacto del nervio espinal sugie-
dos por los nervios espinales, de lo que resulta una al- re neuritis. Los signos de enfermedad aguda o crónica
teración de la rotación con el mentón apuntando al son indicativos de etiología infecciosa.
lado contrario. Cuanto más tiempo dure la deformi-
dad, más resistente será la terapia a causa de las altera- Radi%gia
ciones óseas y contracciones del tejido blando. Las Desgraciadamente, las placas de la región cervical de la
etiologías son múltiples. columna son de difícil interpretación a causa de la ro-

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JS6 111. LA COLUMNA VERTEBRAL

tación intensa. No obstante, se recomienda efectuarlas o REFERENCIAS


a fin de hacer todo lo posible para descartar la fractura
grave o la luxación en caso de traumatismo. 1. Turek SL: Cervical brachial region. In Orthopedics, Prin·
ciples and Their Application, 4th ed. Filadelfia, lB Lip-
pincott, 1984, p 890
Tratamiento de urgencia y control 2. Imparato AM, Spencer FC: Peripheral arterial disease. In
El tratamiento específico depende de la etiología. La Schwartz (ed): Principals of Surgery, 5th ed. Nueva York.
sub luxación aguda se puede reducir con tracción bajo McGraw-Hill, 1979, p 946
anestesia. La luxación espontánea en los niños se re- 3. Jackson DW, Lohr FT: Cervical spine injuries. C¡in
Sports Med 5(2):373, 1986
cupera gradualmente en varios días, y es de gran ayu- 4. Clancey W, et al: Upper trunk brachial plexus and injuries
da el empleo de un collar cervical blando. La miositis in contact sports. Am J Sports Med 5:209, 1977
y la neuritis del nervio espinal se tratan conservado-
ramente con calor, collar blando y sedación. La tortí-
colis espasmódica suele ser del todo resistente a las o BIBLIOGRAFíA
medidas conservadoras y precisar la sección intradu-
ral de los nervios espinal y los tres primeros cervi- Turek SL: Cervical brachial region. In Orthopedics, Princi·
cales anteriores. La resolución de las tortícolis de pIes and Their Application, 4th ed. Filadelfia, lB Lippin-
etiología infecciosa supone el tratamiento de la enfer- cott, 1984
medad subyacente.
Cuanto más tiempo se permita que persista la tortí-
colis, más refractaria resulta a las medidas conservado-
~ Como tales, todos los pacientes tienen que ser re-
mitidos a un especialista para seguir un tratamiento.

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_PARTE IV _
La eolumna
dorsolumbar

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3
natomía

~ INTRODUCCiÓN pedículos de los niveles adyacentes, por delante, por el


disco, y, por detrás, por la apófisis articular (figs. 13-1
Es esencial conocer la anatomía de las regiones dorsal y 13-5). En la región dorsal, la superficie cartilaginosa
y lumbar de la columna vertebral, sobre todo lo que se de la faceta superior mira hacia atrás y se articula con
refiere a su función, para el diagnóstico y tratamiento la faceta inferior, que mira hacia delante, de la vérte-
apropiados de los trastornos de dichas regiones. Esto bra de encima, formando una verdadera articulación
es válido especialmente para la evaluación del trauma- sinovial (figs. 13-2 y 13-5). Esta orientación vertical
tismo, ya que las anomalías óseas y neurológicas halla- combinada con la articulación con las costillas ayuda
das en el examen físico a menudo revelan la agresión mucho a la estabilidad de la región dorsal de la colum-
anatómica concreta y suelen permitir el tratamiento de na, pero reduce notablemente su movilidad.
urgencia del paciente desde un principio, incluso antes La anatomía de las dos vértebras dorsales más cau-
de que se tengan los datos radiológicos o de labora- dales representa la transformación de las características
torio. de D-l a D-10 a las de los segmentos lumbares. Las
costillas undécima y duodécima son mucho más peque-
ñas e independientes de la caja torácica; además, no se
[J ANATOMíA FUNCIONAL articulan con las apófisis transversas de D-l1 y D-12.
En las regiones dorsal y lumbar, las apófisis vertebrales
En la región dorsal hay J2 vértebras, y cinco, en la están dirigidas más horizontalmente; los cuerpos verte-
lumbar. La primera vértebra dorsal es la más peque- brales, así como los discos, se hacen progresivamente
ña, con cada segmento óseo ligeramente mayor en mayores y más anchos (fig. 13-1). Las facetas articula-
progresión craneal a caudal. Esta pauta se observa res se orientan más sagitalmente (figs. 13-4A y 13-4B),
también en los discos intervertebrales (fig. 13-1). La proporcionando así una notable resistencia a la rota-
región dorsal de la columna es distinta en dos aspec- ción, a la vez que permiten más movimiento en flexión,
tos: 1) su curvatura normal es cifótica, al contrario extensión y flexión lateral.
de la lordosis de los segmentos cervicales y lumbares, Las principales estructuras ligamentosas partiendo de
y 2) cada vértebra se articula con un par de costillas. la parte anterior hacia la posterior son el ligamento
La cabeza de cada costilla se articula con los dos longitudinal anterior, el anillo fibroso, los ligamentos
cuerpos vertebrales adyacentes y el disco interverte- costovertebrales anteriores, el ligamento longitudinal
bral intermedio. Esta articulación se realiza con la posterior, los ligamentos transversocostales y los inter-
hemifaceta superior (faceta costal) de un cuerpo ver- transversos, las cápsulas de las facetas, el ligamento ama-
lebral y con la hemifaceta inferior del cuerpo verte- rillo y los ligamentos supravertebrales (figs. 13-3 y 13-6).
bra! de encima (fig. 13-2). Cada una de las diez pri-
meras costillas se articula también con la apófisis
transversa de su segmento. Los ligamentos costoverte- [J ESTABILIDAD Y MOVILIDAD
bral anterior y transverso costal proporcionan estabi-
lidad a estas articulaciones (fig. 13-3). Mientras que la estructura de las regiones cervical y
Tanto en la región dorsal como en la lumbar, los lumbar de la columna intensifica la movilidad y reduce
pedículos de cada vértebra surgen del lado posterolate- la estabilidad, la de la región dorsal actúa a la inversa.
ral del cuerpo y forman la parte lateral del agujero ver- Los elementos estabilizantes comprenden la caja toráci-
tebral, cuya parte posterior está constituida por las lá- ca, los discos intervertebrales y el anillo fibroso, los li-
minas (figs. 13-2 y 13-4A). Las apófisis articulares gamentos y las facetas articulares. Las costillas, con
están localizadas en la unión de los pedículos y las lá- sus uniones ligamentosas a la columna dorsal, son una
minas (figs. 13-2, 13-4A Y 13-4B). Los agujeros neura- fuente tremenda de estabilidad que hace disminuir la
les, a cuyo través salen las raíces de los nervios periféri- movilidad en flexión, extensión, flexión lateral, y rota-
cos, están limitados por arriba y por abajo por los ción, siendo este último movimiento el menos afectado

159

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160 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Cervical
Vertical por el centro
de gravedad

t-------+- Dorsal

t - - - - - \ - - - Lumbar

\i;,.+----- Sacro

~,...---- Cóccix

Figura 13-1. Vista de perfil de la columna vertebral. Obsérvese que los discos
aumentan a medida que se desciende.

por estas uniones. Además de ser un amortiguador Las estructuras ligamentosas de las regiones dorsal
elástico de los golpes, 2 el disco intervertebral con su y lumbar de la columna son muy importantes para su
anillo fibroso es una estructura estabilizante importan- integridad mecánica. El estudio pionero de Holds-
te, sobre todo en la región dorsal. En ella, los discos worth 4 ,5 sobre la estabilidad de la columna en relación
son más finos que en cualquiera de las otras dos regio- con los traumatismos supuso una gran aportación
nes,3 minimizando así el movimiento que tiene lugar al conocimiento de cómo responde la columna a las le-
entre los segmentos vertebrales. siones. Holdsworth dividió los complejos Iigamen-

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13. ANATOMíA 161

Apófisis espinosa

Faceta costal
superior

Cuerpo ~~~w;...

Apófisis transversa

Apófisis articular superior

Faceta costal superior


Cuerpo

:O' •..
.... . .

. //j/:-: :.,.. ,
'.:','

Faceta costal inferior

Apófisis vertebral

Figura 13·2. Vértebra dorsal típica. Obsérvese la relación entre las apófisis articulares
y las facetas articulares costales.

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162 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Apófisis transversa

Faceta costal transversa


Ligamento intertransverso de la apófisis transversa Hemifacetas superior
e inferior

Ligamento
costotransverso

Figura 13-3. Vista de perfil de la región dorsal de la columna, con los ligamentos
y las uniones con las costillas.

tosos de la espina dorsal en dos columnas. El complejo Como ya se ha dicho, las cápsulas de las facetas
ligamentoso (columna) anterior consta de los ligamen- articulares son importantes estructuras estabilizantes,
tos longitudinales anterior y posterior y el anillo fibro- pero la anatomía de las articulaciones también ayuda
so, y el complejo posterior, del ligamento amarillo, las por sí sola a la integridad estructural. En la región dor-
cápsulas de las facetas articulares y los ligamentos in- sal, estas articulaciones están orientadas en el plano
tervertebral y supravertebral. En un principio, se :::reyó frontal (fig. 13-2), con lo que el movimiento está res-
que el complejo posterior desempeñaba la función tringido en flexión, extensión y flexión lateral. Ade-
principal; su integridad es necesaria para la estabilidad, más, esta característica anatómica hace que sea muy
y su rotura conduce a la inestabilidad clínica; pero in- rara la luxación de faceta en la región dorsal.
vestigaciones más recientes han alterado este concepto 6 Son varias las diferencias anatómicas que hacen que
y plantean la estabilidad basándose en la teoría de tres la región lumbar sea intrínsecamente más móvil que la
columnas. 7-9 La posterior permanece igual; pero la an- dorsal. Carece de la estabilidad aportada por la caja
terior está representada por dos columnas: la anterior torácica, y los discos intervertebrales son más gruesos,
y la central (tabla 13-1, fig. 13-7). Hay pruebas evidentes permitiendo así el movimiento entre los cuerpos verte-
que indican que para que se produzca la inestabilidad brales. La orientación sagital de las facetas articulares
aguda de la columna vertebral es necesaria la rotura de resiste la rotación, pero permite una flexión, extensión
las columnas posterior y central (véase el capítulo 16). y flexión lateral significativas. En la región dorsal se

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13. ANATOMíA 163

Lámina
Apófisis accesoria

¡
1 .' ~f::.
Cuerpo

Apófisis articular superior Apófisis espinosa


Escotadura Apófisis transversa

\~~\0m;,:·;:.•::::~c;.~:,.:~!.~.~..,)~:~.;:-:::;,:'r ~, .
. ': ~.'
',: ~:: .
. \ "\':

Escotadura vertebral inferior


Figura 13-4. A. Vista superior de B
Apófisis articular inferior
una vértebra lumbar central típica.
B. Vista de perfil de una vértebra
lumbar central típica.

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164 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Apófisis transversa Apófisis articular Facetas costales superior


y faceta costal transversa superior e inferior

Ligamento longitudinal
anterior
"~'
/';j(;,ii¡':
. :\",
'r ,"':
;'1, , ",

.' , \: 1"
'\ " \ I

Disco
intervertebral

Ligamento
interespinoso

".'
Ligamento Cuerpo de vértebra
supraespi noso
Ligamento longitudinal posterior
Figura 13-5. Esquema de la cápsu-
la de las facetas articulares y la
Ligamento amarillo relación entre varias inserciones
ligamentosas.

Apófisis articular superior

Apófisis espinosa
Ligamento amarillo
" Ligamento costotransverso lateral

Ligamento longitudinal posterior


,,'->

Ligamento costotransverso

Tubérculo y cuello de costilla


Ligamento costovertebral anterior
de cabeza de costilla

Mitad posterior del anillo fibroso


Cuerpo de vértebra

Figura 13-6. Ligamentos más importantes de la región dorsal de la columna.

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13. ANATOMíA 165

TABLA 13-1. ELEMENTOS DE LA ESPINA DORSAL DE LAS


TRES COLUMNAS Axioma: Las lesiones más inestables de la región dor-
solumbar de la columna se producen entre D-
Columna anterior Columna central Columna posterior IO Y L-I a causa de su localización vulnerable
entre las regiones dorsal (más estable) y lum-
Ligamento longitu- Ligamento longi- Ligamento supra- bar (más móvil).
dinal anterior tudinal posterior espinoso
Anillo fibroso Anillo fibroso Ligamento inter-
anterior
Mitad anterior
posterior
Mitad posterior
espinoso
Cápsula de la fa-
o MEDULA ESPINAL Y RAíCES
del cuerpo del cuerpo ceta articular
NERVIOSAS
vertebral vertebral Arco neural
Son varias las consideraciones anatómicas que hacen
que sean características las consecuencias neurológicas
de las lesiones en determinadas partes de las regiones
produce lo contrario. Esta transición anatómica y las dorsal y lumbar de la columna vertebral. Como ya se
características mecánicas hacen que esta región dorso- ha explicado, la región dorsal tiene una gran estabi-
lumbar sea tan vulnerable a las fracturas y luxaciones lidad, y, por lo tanto, se requieren fuerzas tremendas
inestables. !O para que se produzcan en ella fracturas-luxaciones. Sin

Posterior Central Anterior

I
I
I
I
I
I

Figura 13-7. Concepto de las tres columnas empleado para clasificar las fracturas
de las regiones dorsal y lumbar de la columna vertebral.

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166 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

embargo, si se alcanza la fuerza adecuada, suele pro-


ducirse un desplazamiento notable. El conducto verte-
bral es muy estrecho entre los niveles de D-l y D-lO;
por ello, incluso un desplazamiento relativamente pe-
queño puede provocar secuelas neurológicas catastró-
ficas.
Por esta razón, cuando se producen fracturas-luxa-
ciones a esos niveles, generalmente aparece una tran-
sección completa de la medula.
En el adulto, la medula termina en el espacio entre
L-l y L-2. Desde el borde superior de D-lO y ese nivel,
el agrandamiento lumbar contiene los segmentos medu-
lares lumbar y sacro, dando lugar a las raíces nerviosas
concomitantes, que discurren hacia abajo, formando la
cola de caballo, y salen por los agujeros intervertebra-
les a sus niveles designados (fig. l3-S). Puesto que la
pérdida de varias raíces nerviosas dorsales no tiene
esencialmente consecuencias clínicas, el daño neuroló-
gico significativo se debe sólo a lesiones medulares de-
bidas a agresiones por encima de D-lO. Por otra parte,
las lesiones por debajo de L-l causan daño en las raíces
de la cola de caballo, pero no en la medula. Los trau-
matismos entre D-lO y L-l producen combinaciones de
deterioro de la medula y las raíces, y pueden desembo-
car en lesiones de tipo mixto (fig. 13-9). Las agresiones
de las raíces nerviosas lumbares y sacras tienen conse-
cuencias clínicas importantes a causa de sus inervacio-
nes motoras.

o VASCULARIZACIÓN DE LA
MEDULA

Las arterias espinales anterior y posterior se extienden


caudalmente hacia abajo a lo largo de toda la medula.
La arteria espinal anterior se distribuye por las porcio-
nes anterior y central de la medula, mientras que las
posteriores lo hacen por la porción posterior y la sus-
Cola de caballo
tancia lateral.
En la región dorsolumbar, pequeñas ramas de las
arterias divididas proporcionan un riego sanguíneo adi-
cional. Normalmente también hay varios vasos anasto~
mosantes mayores en los niveles dorsal alto y dorso-
lumbar. 11 Históricamente se ha supuesto que la
medula espinal tiene poco riego sanguíneo en la zona
dorsal entre D-4 y D-S, aunque este concepto está en
controversia. 12
En cualquier caso, el deterioro neurológico por in-
suficiencia vascular es raro en las lesiones dorsales y
lumbares. 13

Figura 13-8. Esquema de la medula espinal, cola de caba-


llo y las raíces de los nervios existentes. Véase el texto
para la explicación.

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13 ANATOMíA 167

Raíces nerviosas

Dorsales

Lumbares

Sacras
I

Figura 13-9. Esquema de la base anatómica de las lesiones "mixtas" de la región lumbosacra. La lesión de la
vértebra dorsal duodécima ha transectado la medula entre los segmentos lumbar y sacro; las raíces se pierden
por el lado de la derecha y se "conservan" indemnes por la izquierda.

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168 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

o REFERENCIAS the classification of acute thoracolumbar spinal injuries.


Spine 8:817, 1983
1. Gregersen GG, Lucas DB: An in vivo study of the axial 8. Denis F: Spinal stability as defined by three-column
rotation of the human thoracolumbar spine. J Bone Joint spine concept in acute spinal trauma. Clin Orthop
Surg 49A:247, 1967 189:65, 1984
2. Roaf R: A study of the mechanics of spinal injuries. J 9. Ferguson RL, Allen BL: A mechanistic classification of
Bone Joint Surg 42B:81O, 1960 thoracolumbar spine fractures. Clin Orthop 189:77, 1984
3. Hollinshead WH: Anatomy for Surgeons: The Back and 10. Scher AT: Radiological assessment of thoracolumbar spi-
Limbs (Vol 3). Nueva York, Paul Hoeber, 1958 nal injuries. S Afr Med J 64:384, 1983
4. Holdsworth FW: Fractures, dislocations, and fracture- 11. Keim HA, Hilal SK: Spinal angiography in scoliosis pa-
dislocations of the spine. J Bone Joint Surg 45B:6, 1963 tients. J Bone Joint Surg 53A:904, 1971
5. Holdsworth FW: Fractures, dislocations, and fracture- 12. Crock HV, Yoshizawa H: The Blood Supply of the Ver-
dislocations of the spine. J Bone J oint Surg 52A: 1534, tebral Column and Spinal Cord in Man. Nueva York,
1970 Springer-Verlag, 1977
6. Bedbrook GM: Stability of spinal fractures and fracture- 13. Schneider RC, Crosby EC, Russo RH, et al: Traumatic
dislocations. Paraplegia 9:23, 1971 spinal cord syndromes and their management. Clin Neu-
7. Denis F: The three-column spine and its significance in rosurg 20:424, 1973

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14
Examen físico

o INTRODUCCiÓN o INSPECCiÓN
Muchos médicos consideran que la espalda es una de El examen de la espalda tiene que hacerse con el pa-
las regiones del cuerpo más difíciles de examinar; sin ciente desnudo. La ropa interior se puede dejar puesta
embargo, y por varias razones, no tiene por qué ser así. si no entorpece el examen.
En primer lugar, su anatomía es relativamente sencilla, La inspección comienza desde el frente. Hay que
y el examen apropiado se basa en conocerla bien. En comprobar la igualdad de altura de hombros y pelvis y
segundo lugar, muchas de sus estructuras importantes de longitud de piernas. La proporción general entre
son relativamente superficiales y, por lo tanto, palpa- torso y piernas se nota que es anormal en pacientes con
bles. En tercer lugar, el movimiento de la columna es curvas vertebrales o síndrome de Marfan. Se toma nota
mucho más sencillo que el de otras muchas regiones del de la obesidad, malformaciones, postura general y ex-
esqueleto (el hombro, por ejemplo). Finalmente, otros presión facial.
aspectos del examen físico pueden aportar importantes A continuación se observa al paciente desde atrás.
indicaciones respecto a la patología vertebral (es decir, Los hallazgos anormales en la piel pueden ser impor-
el examen neurológico). tantes y proporcionan información útil para el diagnós-
Este último punto pone de manifiesto el hecho de tico. Se toma nota de las contusiones u otros signos de
que una buena exploración de la espalda comprende un traumatismo ya que no son marcas usuales de la piel.
examen físico general, dado que muchos trastornos Las manchas café con leche, los lipomas, las marcas de
vertebrales van unidos a hallazgos físicos significativos nacimiento, los neurofibromas, las placas con pelo o
en otras regiones del cuerpo. las zonas abultadas pueden indicar anomalías vertebra-
El propósito de este capítulo es ser exhaustivo, lo les o neurológicas subyacentes. El herpes zóster es una
que es contrario al enfoque general en la práctica de la de las causas de dolor de espalda que puede pasar to-
medicina de urgencias. De hecho, sería verdaderamente talmente inadvertido a menos que el médico examine la
raro (y esencialmente imposible) llevar a la práctica to- piel cuidadosamente.
das las partes del examen en un sólo paciente en la sala De nuevo, los hombros tienen que estar a la misma
de urgencias. altura, igual que los omóplatos, los codos, las manos,
Sin embargo, el médico de ese departamento SI tie- la pelvis, los pliegues glúteos y las fosas poplíteas. La
ne que conocer todas las partes de la exploración para asimetría en cualquier región requiere una investiga-
tratar a los pacientes con los diversos problemas clíni- ción posterior ya que puede estar asociada con algún
cos que se presentan a diario. Únicamente entonces «problema de espalda» e incluso provocarlo. La obli-
puede saber qué partes del examen se pueden suprimir cuidad pélvica se observa más fácilmente colocando las
razonablemente y con seguridad sin menoscabo de la manos en las crestas ilíacas. Normalmente, estas altu-
información clínica. ras son iguales, pero si no lo son, lo más probable es
Un punto final de la introducción es reiterar la im- que el dolor de espalda provenga de una extremidad
portancia de la exploración de la espalda en las vícti- más corta.
mas de traumatismo múltiple. Aunque parezca sor- Generalmente, la cabeza y la columna están alinea-
prendente, a veces se pospone u olvida por completo la das con la pelvis, con la columna perfectamente recta
evaluación de esta región, y esto sucede a pesar de ser vista desde atrás. Cualquier curva lateral o prominen-
tantas las lesiones importantes que se pueden poner cia de un lado del pecho tienen que anotarse, pues son
de manifiesto con tan sólo «echar una ojeada» a la es- indicativas de escoliosis (fig. 14-1). Si cabe la sospecha,
palda. para la evaluación resulta útil una plomada. Esta prue-
y lo que es más importante, la lesión más grave del ba se efectúa colocando sobre la apófisis vertebral de
paciente puede pasar inadvertida hasta que se haya rea- D-I un cordel con un plomo en la punta. Lo normal es
lizado esta simple maniobra. Por desgracia, en algunos que la plomada quede en el surco interglúteo; pero si
casos esto no se puede hacer hasta horas después de ha- hay una curvatura significativa, quedará desplazada
ber ingresado en el hospital. hacia una de las nalgas (fig. 14-2). De una pierna acor-
169

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170 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Figura 14·1. Con escoliosis, la columna está acortada y el Figura 14·2. Cuando existe escoliosis, una plomada sus·
pecho es asimétrico. pendida desde el occipucio no queda en la línea central.

tada puede resultar una escoliosis no estructural, que bar y una cifosis en la dorsal y sacra de la columna.
desaparece cuando se examina al paciente sentado Como mejor se ven las alteraciones de esta curvatu-
(figs. 14-3A y 14-3B). La longitud de las piernas se ra normal es observando al paciente de perfil. Entre
mide desde la espina ilíaca anterosuperior al maléolo dichas alteraciones están la cifosis dorsal incremen-
medial ipsolateral, medición que tiene que realizarse en tada (enfermedad de Scheuermann, fracturas en cuña
todo aquel en que se sospeche que la desigual longitud osteoporóticas), la giba (espondilitis tuberculosa.
de las piernas es causa de dolor de espalda. tumor), lordosis lumbar incrementada (obesidad, em-
Finalmente, se observa al paciente de perfil, lo que barazo, hipotonía muscular abdominal) y la desapari-
proporciona la mejor vista de la postura general y de ción de la lordosis lumbar normal (espondilitis anqui-
la curvatura «normal» de la columna, entendiéndose lopoyética, espasmo muscular paravertebral) (figs.
por normal una lordosis en las regiones cervical y lum- 14-4 a 14-7).

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14. EXAMEN FíSICO 171

Figura 14·3. La escoliosis no estructural secundaria a una


pierna más corta (A) desaparece cuando se examina al pa-
ciente sentado (B).

Figura 14-4. Cifosis dorsal aumentada. Figura 14-5. Deformidad en giba.

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172 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Figura 14·6. Lordosis lumbar aumentada en un paciente Figura 14·7. Rectificación de la columna lumbar secunda·
con abdomen protuberante que ocasiona deformidad pos· ria a un espasmo de músculo paravertebral.
tural y dolor de espalda.

D BALANCE ARTICULAR síntomas de espalda. La razón para ello es doble: pri-


mero, los problemas patológicos específicos se pueden
Hay una gran variación en el balance articular de las presentar con balance articular reducido en una direc-
regiones dorsal y lumbar de la columna entre la pobla- ción y región concretas (la extensión está reducida en
ción general. l ,2 Y además, los cambios sutiles de movi- patología de facetas); segundo, los slntomas en una re-
lidad vertebral a menudo son difíciles de apreciar con gión de la espalda pueden estar producidos por patolo-
sólo el examen físico. Estos dos hechos hacen que a ve- gz'a en otra región. Por ejemplo, la cifosis dorsal tiende
ces no sea fácil el diagnóstico de movilidad disminuida a aumentar la lordosis lumbar. Así, un paciente con
en un paciente dado. Sin embargo, con la experiencia, trastorno primario dorsal puede presentar síntomas en
el examen del balance articular puede ser un valioso la región lumbar. Por esta razón presentamos la explo-
complemento de los demás aspectos de la exploración ración del balance articular de la espalda como un con-
de la espalda. junto simple de maniobras en vez de como dos exáme-
Aunque la queja del paciente pueda referirse sola- nes de regiones particulares. Los movimientos de las
mente a una región, es imperativo probar la movilidad zonas dorsal y lumbar de la columna son: flexión, ex-
de toda la zona dorsolumbar en todos los pacientes con tensión, flexión lateral y rotación. El examen de cada

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14. EX/-\MEN FíSICO 173

uno de ellos comienza con el paciente erguido en posi- viduo tiene una escoliosis estructural, un lado del tórax
ción anatómica. será prominente y aparecerá corno Llna deformidad de
joroba (fig. 14-11).
Flexión
Se empieza la prueba con el paciente doblado hacia de- Extensión
lante, intentando tocarse las puntas de los pies. Vista Para probar la extensión se instruye al paciente para
de perfil, la espalda tiene que aparecer como una sola que se doble hacia atrás todo cuanto pueda. Obsérvese-
curva suave y abierta, sin angulación aguda. Por lo ge- le de perfil, tomando como punto de referencia las
neral, la región lumbar quedará aplanada o con una li- apófisis vertebrales de D-1 y S-l. La extensión suele ser
gera curva de flexión. Si la lordosis persiste, es anor- de unos 30° a partir de esta vertical. Los trastornos
mal. Una deformidad cifótica se puede acentuar con que disminuyen la capacidad del paciente para extender
esta maniobra, aumentando así la probabilidad de un la espalda comprenden, entre otros, la cifosis dorsal y
rápido diagnóstico (fig. 14-8). Se medirá la distancia la espondilitis anquilopoyética. Esta maniobra exacer-
desde las puntas de los dedos de las manos hasta el sue- ba a menudo el dolor causado por una hernia discal,
lo. Se observará que la mayor parte de la flexión en problemas de facetas articulares o espondilolistesis, por
esta maniobra tiene lugar en las caderas. De hecho, al- lo que estos trastornos también pueden disminuir la
gunos pacientes con espaldas completamente inmóviles movilidad en extensión.
pueden tocarse los dedos de los pies. Esta medición es
pues útil para los siguientes cambios de la distancia Flexión lateral
desde los dedos hasta el suelo a medida que progresa La flexión lateral se examina pidiéndole al paciente que
la enfermedad vertebral o de las caderas. El indicador se incline hacia un lado, deslizando al mismo tiempo la
más exacto de flexión vertebral se obtiene midiendo la mano hacia abajo alIado de la pierna (fig. 14-12). Hay
distancia entre las apófisis vertebrales de D-1 y S-l en que asegurarse de que no se produce flexión ni rotación
posición erguida y luego doblado hacia delante (figs. del torso al efectuar esta maniobra, ya que ello aumen-
14-9A y 14-9B). Normalmente se obtiene un incremen- taría falsamente la magnitud de la flexión lateral que
to de longitud de 10 cm; si es menor que lo normal, ha- puede conseguir el paciente. Luego se le pide que se in-
brá que hacer las mediciones de D-1 a D-12 y de D-12 cline hacia el lado contrario, y se comparan aproxima-
a S-1 para determinar si la anormalidad reside en la re- damente las movilidades en ambos sentidos. Cualquier
gión dorsal o en la lumbar, o en ambas. Las diferencias diferencia es indicativa de patología (es decir, escolio-
normales son de 2,5 cm para la región dorsal y de 7,5 sis, espasmos del músculo paravertebral, hernia discal)
cm para la lumbar. Se observa limitación de la flexión (fig. 14-13). En la flexión lateral extrema se mide la dis-
en las fracturas de cuerpos vertebrales dorsales, lesio- tancia desde los dedos hasta el suelo en ambos lados y
nes del ligamento longitudinal posterior en la región se comparan. Esto también es útil para posteriores me-
lumbar, distensión del ligamento interespinal y síndro- diciones que puedan indicar disminución de la movilidad
mes miofasciales. Finalmente, mientras el paciente está con el tiempo. Observando al paciente desde atrás, se
doblado hacia delante se le observa la «silueta hori- hace otra medición. Si la flexión lateral es normal, la
zontal» (fig. 14-10). Ambos lados del tórax han de es- línea imaginaria que pasa por D-1 y S-l tendrá una in-
tar a la misma altura y ser de igual tamaño. Si el indi- clinación de 30 a 35° respecto a la vertical (fig. 14-14).

Figura ·14-8. En un paciente con


cifosis dorsal, la curva anormal se
acentúa en flexión.

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174 IV. L,A, COLUMNA DORSOLUMBAR

A B

Figura 14·9. A. Con el paciente en bipedestación se mide la longitud de D-1 a S-1. B. Se mide la misma distancia
en flexión. En los pacientes con espondilitis anquilopoyética u otros trastornos que afectan a la columna el in-
cremento de dicha medida será inferior a 10 cm.

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14. EXAMEN FíSICO 175

Figura 14-10. Examen del contor-


no de la columna.

Figura 14·11. Giba clásica obser-


vada en un examen del contorno
en un paciente con escoliosis.

Figura 14-12. Flexión lateral iz-


quierda y derecha normal de la co-
lumna.

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176 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Figura 14·13. Hernia discal que causa irritación de la raíz


del nervio y dolor radicular.

Figura 14-15. Prueba de rotación en un paciente en


bipedestación.

Figura 14-14. Valoración de la línea entre 0-1 y 5-1 en fle-


xión lateral para ver si forma con la vertical un ángulo me- Figura 14-16. Prueba de rotación en un paciente en
nor de 30°. sedestación.

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14. EXAMEN FíSICO 177

Rotación
La rotación se examina diciendo a los pacientes que gi-
ren los hombros y el torso todo cuamo puedan a am-
bos lados sin mover la pelvis (fig. 14-15). Para evitar
que se produzca la rotación de la pelvis puede resultar
conveniente que los individuos estén sentados (fig. 14-
16) o ayudarles en la maniobra sujetándoles la pelvis.
La rotación normal es de unos 40-4So, y cualquier asi-
metría tiene que considerarse anormal.

D PALPACiÓN

Lo mismo que en el examen de cualquier parte del


cuerpo, la palpación de la espalda a menudo está diri-
gida por las anormalidades descubiertas en la inspec-
ción. El examinador busca zonas de sensibilidad dolo-
rosa al tacto, calor, tumefacción, induración, tumor y
alteraciones en la estructura o la simetría.

Palpación ósea
En las figuras 14-17 y 14-18 se indican los puntos óseos
de referencia de las regiones dorsal, lumbar y sacra.
Las escápulas y la caja torácica se palpan en busca de
asimetría, dolor al tacto u otras anomalías. La falta de
simetría puede significar escoliosis.
Excepto en los individuos sumamente obesos, las
apófisis espinosas se palpan con facilidad y se identifi-
can una por una. Todas ellas tienen que estar en la lí-
nea central, y cualquier desviación lateral representa
una anomalía rotacional (es decir, escoliosis, fractura).
La distancia entre las apófisis espinosas adyacentes
(distancia interespinosa) es casi idéntica de un segmen-
to al siguiente y tiene que palparse en todos los niveles
(fig. 14-19). En la evaluación de un traumatismo, un
aumento de dicha distancia puede indicar una lesión
inestable con rotura de ligamentos (fig. 14-20). La dis-
tancia interespinosa disminuida suele observarse en la
evaluación de fracturas por estallido (véase el capítulo
16). También se palpan fácilmente defectos tales como
la espina bífida o los secundarios a una operación qui-
rúrgica vertebral previa. Si se palpa un «escalón» en la
región lumbar inferior o en la lumbosacra, puede ser
representativo de espondilolistesis (figs. 14-21 y 14-22).
Donde es más corriente es entre L-5 y S-I, pero tam-
Figura 14·17. Puntos de referencia óseos de la región
bién puede aparecer entre L-4 y L-S, y L-3 Y L-4.
dorsal.
Si por palpación se encuentra alguna anomalía, se
identifica su nivel contando las apófisis vertebrales has-
ta uno de los dos puntos de referencia. La vértebra D-l
se identifica fácilmente por tener la apófisis vertebral
más prominente del extremo superior de la región dor-
sal de la columna. En la zona lumbar se localiza con tas, que están localizadas aproximadamente a 2,S cm
seguridad el interespacio de L-4 a L-S, a la altura de la bilateralmente entre las apófisis vertebrales. Aunque
parte superior de las crestas ilíacas (fig. 14-22). las articulaciones están cubiertas por los músculos pa-
Una vez examinadas las apófisis vertebrales, hay ravertebrales y no se pueden apreciar directamente, de
que palpar cada una de las articulaciones de las face- la patología en estas estructuras puede resultar una sen-

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178 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

\
~

Figura 14·18. Puntos de referencia óseos de la región


lumbar.

Figura 14-19. Palpación de las apófisis espinosas.

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14. EXAMEN FíSICO 179

Figura 14·20. Palpación de los ligamentos interespinoso y supraespinoso. Un aumento del espacio intervertebral
puede representar una lesión inestable.

Figura 14-22. Escalón demostrativo en un paciente con


Figura 14·21. Espondilolistesis entre L-5 y 8-1. espondi 101 istesis.

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180 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

sación dolorosa al tacto y espasmo del músculo supra- roso al tacto después de un golpe directo o una caída,
yacente. A continuación hay que palpar el sacro por si aunque no haya fractura (fig. 14-24).
hay sensibilidad dolorosa o deformidad. La apófisis es- El examen completo del cóccix requiere el examen
pinosa de S-2 está localizada a la altura de las crestas rectal para poder cogerlo entre los dedos pulgar e ín-
ilíacas posterosuperiores (fig. 14-23). Después se pal- dice.
pan las articulaciones sacroilíacas (SI), y si hay sensa- En los pacientes delgados se puede palpar la región
ción dolorosa al tacto, puede indicar trastornos tales lumbosacra anteriormente «a través» del abdomen. El
como esguince SI o espondilitis anquilopoyética. Exis- individuo tiene que estar en posición supina y con las
ten otras pruebas que pueden ayudar a descubrir la en- caderas ligeramente flexionadas, advirtiéndole que
fermedad articular SI. 3 Primero, con el paciente en mantenga relajados los músculos abdominales. El om-
posición supina se presionan hacia abajo las alas ilíacas bligo está localizado en el espacio entre L-3 y L-4, así
(intentando separarlas); luego se coloca al individuo de como al nivel de la bifurcación aórtica. 4 En los pa-
lado y se presiona en el ilion (intentando que se aproxi- cientes delgados, debajo del ombligo se puede palpar la
me al otro); finalmente, con el paciente en posición parte anterior de L-4, L-S y S-l (el promontorio sacro),
prono, se presiona firmemente sobre el cuerpo del sa- y también el ligamento longitudinal anterior supraya-
cro. Cada una de estas maniobras aplica una fuerza cente. En algunos casos con patología vertebral esto
única sobre las articulaciones SI, y si provocan dolor, puede ocasionar o exacerbar el dolor en la región lum-
ello indica un proceso inflamatorio. bosacra de la espalda. La sensación dolorosa al tacto
Al final se palpa el cóccix, que puede ser muy dolo- abdominal puede deberse a patología en cualquier lugar

Figura 14·23. La apófisis espinosa


de 5-2 se palpa al nivel de la espi-
na ilíaca posterosuperior.

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14. EXAMEN FíSICO 181

Figura 14·24. Palpación del


cóccix.

entre la pared abdominal anterior y la columna verte- Ligamento supraespinoso


bral. El hallazgo de esa sensación dolorosa abdominal El ligamento supraespinoso se inserta en las apófisis es-
debe tenerse en cuenta y puede conducir a otras conclu- pinales de las vértebras y las conecta, y se nota como
siones. una estructura fibrosa, firme al palpar las cavidades en-
tre vértebras adyacentes (fig. 14-25). Hay que palpar
cada uno de los niveles por si hay sensación dolorosa
al tacto. En un traumatismo importante, un complejo
Axioma: Al examinar el abdomen de los pacientes que ligamentoso posterior roto se reconocerá por una ma-
se presentan con lumbalgia, hay que compro- yor separación interespinosa. Cuando los ligamentos
bar si hay aneurisma aórtico. Además, un supraespinosos (y los interespinosos) están rotos, el dedo
apéndice retrocecal o los procesos patológi- que palpa profundiza más en el espacio interespinoso
cos pélvicos pueden debutar con lumbalgia. que en los segmentos normales adyacentes.

Músculos paravertebrales
La musculatura paravertebral se compone de tres ca-
Palpación del tejido blando
pas. La tabla 14-1 ofrece un resumen de las mismas
Todas las regiones de la espalda se tienen que «recono-
cen> palpando en busca de anomalías. Las masas mus- TABLA 14-1. MUSCULATURA PARAVERTEBRAL
culares tensas, abultadas o dolorosas al tacto indican
espasmo. Se buscarán masas de tejido blando, hemato- Capa Musculatura
mas y cualquier asimetría. Las masas de la línea central
o de las estructuras císticas pueden indicar anomalías Superficial (erector Iliocostales
vertebrales o neurológicas subyacentes, tales como es- de la columna) Dorsal largo
pina bífida o mielomeningocele. Las masas fluctuantes Epiespinales
Sacroespinales
en la región paravertebral o en los flancos pueden su- Media Semiespinales
poner un absceso secundario a tuberculosis ósea u os- Profunda Multífidos
teomielitis bacteriana.

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182 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Figura 14·25. Palpación del liga-


mento supraespinoso con el pa-
ciente en bipedestación.

(fig. 14-26). Los músculos erectores vertebrales (ilio- ciente flexione la cadera a 90°, colocando el pie sobre
costal, dorsal largo y epivertebral) son los más superfi- una silla mientras mantiene el cuerpo erguido. En esta
ciales y, por lo tanto, los más fáciles de apreciar. posición se palpan fácilmente la tuberosidad isquial y
La palpación debe abarcar las regiones dorsal, lumbar el trocánter mayor. El tronco del ciático pasa a la ex-
y sacra completas, ya que el espasmo se puede notar en tremidad inferior por la posición intermedia de estas
zonas distantes de la patología primaria. Cuando se dos estructuras, y se puede palpar en ese lugar (fig. 14-
produce el espasmo, puede ser unilateral o bilateral y 27). Si la palpación del nervio provoca dolor, puede
conducir a deformidades vertebrales no estructurales haber lesión de compresión de una raíz nerviosa (es de-
(escoliosis, pérdida de la lordosis lumbar). También se cir, hernia discal, agujero intervertebral estenosado, tu-
pueden notar zonas de sensación dolorosa al tacto. La mor), y es necesario proseguir la investigación.
asimetría muscular es importante, y puede significar
atrofia y lesión neurológica subyacente.
o PERCUSiÓN
Región glútea A veces es conveniente la perCUSlOn para diferenciar
Se palparán los músculos glúteos en busca de puntos do- la sensación dolorosa al tacto en la columna de un
lorosos, espasmo, atrofia u otras anomalías. Una parte foco de dolor más profundo (por ejemplo, el riñón).
muy importante del examen de esta región la constituye Empezando en D-l y prosiguiendo hacia abajo, se
la palpación del nervio ciático. Se hace que el pa- percute cada una de las apófisis espinosas con un

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14. EXAMEN FíSICO 183

Figura 14·26. Músculos paraverte-


brales y su relación con la colum-
na y el tórax.

martillo de reflejos o con la mano hasta el sacro, y asociadas a dolor en esta región o que lo producen que
luego las articulaciones SI. En general, el dolor causa- se pueden describir escuchando con atención (insufi-
do por percusión es más de origen patológico vertebral ciencia aórtica en el síndrome de Marfan, malforma-
(infección, fractura) que de enfermedad de órgano re- ción vertebral con defecto cardíaco congénito, aneuris-
troperitoneal. ma aórtico abdominal).

o AUSCULTACiÓN o EXAMEN NEUROLÓGICO


Aunque no se describe clásicamente como un aspecto Aunque no existe el verdadero examen neurológico de
del examen de la espalda, hay ciertas enfermedades la columna en sí, hay una relación íntima entre los tras-

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184 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Figura 14-27. Palpación del nervio


ciático localizado entre el trocán·
ter mayor y la tuberosidad isquiá·
tica. La forma más fácil de reali·
zarla es con la pierna flexionada
90°.

tornos de las regiones dorsal, lumbar y sacra de la co- propias extremidades, y tiene que proseguirse su inves-
lumna y el examen neurológico del torso y las extremi- tigación. Se llevarán a cabo entonces tres pruebas rápi-
dades inferiores. Así, la combinación de las pruebas das en busca de patología en la medula lumbosacra y
motoras, sensitivas y reflejas con frecuencia informa en las raíces:
específicamente del segmento o segmentos implicados,
y puede ser una poderosa ayuda clínica si se realiza con Prueba de ponerse en cuclillas. Se dice al paciente
esmero. Esta interacción se explica detalladamente en que lentamente se ponga en cuclillas y que vuelva a
el capítulo sobre los síndromes neurológicos y medula- levantarse (fig. 14-28). La debilidad supone patolo-
res (capítulo 2). Parte de lo expuesto se repite ahora; gía en L-3 y L-4 (cuádriceps crural).
pero esta sección tratará principalmente del examen
neurológico de las extremidades inferiores en cuanto a Caminar sobre los talones. Se dice al paciente que
su relación con la patología vertebral. camine sobre los talones (dorsiflexionando los tobi-
llos). Esto prueba L-4 y L-S (tibial anterior, exten-
Examen motor sor común de los dedos) (fig. 14-29).
El examen motor de la región dorsal se puede hacer a
la vez que la inspección y la palpación. Puesto que la Caminar de puntillas. Se dice al paciente que cami-
inervación de la musculatura paravertebral es segmen- ne de puntillas. Esto prueba S-1 y S-2 (gemelos, só-
taria, la atrofia se puede producir a niveles específicos leo) (fig. 14-30).
o estar relacionada a menudo con hallazgos sensitivos,
especialmente cuando la lesión afecta a varios segmen- Cualquier anomalía que se encuentre requiere ser
tos. El examen motor de las extremidades inferiores co- investigada mediante una exploración completa motora
mienza con la observación del paciente en bipedesta- (tabla 14-2).
ción y andando. Todas las anomalías en el modo de Habrá que medir el perímetro en diferentes lugares
andar sugieren patología, ya sea de la columna o de las del muslo y de la pantorrilla, y comparar los de una

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14. EXAMEN FíSICO 185

Figura 14·28. Prueba en cuclillas. (Véase explicación en el


texto.)
Figura 14·30. Los flexores plantares se prueban caminan-
do de puntillas.

pierna con los de la otra. Las rótulas se emplean como


referencia para asegurar la medición en las regiones co-
rrespondientes en las dos piernas. Una diferencia de
más de 1 cm es anormal e implica atrofia de la muscu-
latura de la pierna con menor perímetro.
Los segmentos de S-2 a S-4 inervan el esfínter anal,
la vejiga urinaria y los intrínsecos del pie. Así, una his-
toria de retención o incontinencia urinaria, o los ha-
llazgos de tono rectal disminuido o atrofia de los in-
trínsecos del pie, debe hacer sospechar una patología
en la región sacra de S-2 a S-4.

Exploración sensitiva
La inervación segmentaria del cuerpo es muy específi-
ca, con poca variación de una persona a otra. Esto per-
mite, por lo general, la localización exacta de la lesión
de la raíz o de la medula cuando hay un déficit sensiti-
vo (véase la fig. 2-1). Debe tenerse presente que hay
una superposición significativa de dermatomas en las
regiones torácica, abdominal y de las ingles (fig. 14-
31), por lo que de una lesión a un solo nivel es posible
que no resulte en absoluto ningún déficit sensitivo.
Por lo general, las exploraciones con pincel y aguja
son adecuadas en la gran mayoría de los pacientes. Sin
embargo, algunas lesiones específicas de la medula
conducen a déficit específicos de la sensibilidad térmica
Figura 14·29. Los flexores dorsales se prueban caminando o propioceptiva, y estas modalidades tienen que exami-
sobre los talones. narse con medios apropiados (véase el capítulo 2).

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186 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

TABLA 14-2. INERVACiÓN MOTORA

Zona Raíces
del cuerpo Músculos Movimiento nerviosas

Cadera Cuádriceps Flexión L-2 a L-4


femoral,
sartorio,
psoas ilíaco
Glúteos Abducción L-4, L-5
mediano
y menor,
tensor de
la fascia lata
Glúteo mayor, Extensión L-5 a S-2
bíceps crural
Rodilla Cuádriceps Extensión L-3 a L-4
femoral
Semimembra- Flexión L-4 a S-1
naso,
semitendinoso,
bíceps crural
Tobillo Tibial anterior, Dorsiflexión L-4, L-5
extensor
largo de
los dedos
Gemelos, Flexión plantar S-1, S-2
sóleo
Pie Peroneo lateral Eversión L-5, S-1
largo y corto
Dedos Extensor largo Extensión L-5
del pie de los dedos Figura 14-31. Esquema de la distribución de los dermato-
del pie y mas sensitivos de las raíces nerviosas dorsales y lumbares
del dedo altas.
gordo
Flexor largo Flexión S-1, S-2
de los dedos
del pie la extensión de la rodilla. El reflejo aquíleo como mejor
y flexores se explora es teniendo al paciente de rodillas sobre una
largo y corto silla con los pies fuera de ella. Se golpea el tendón de
del dedo Aquiles con el martillo de reflejos y en respuesta se fle-
gordo xiona la planta del pie. Los dos RTP han de tener una
contracción rápida y breve y una fase de relajamiento.
así como ser simétricos bilateralmente.
Puesto que es tan abundante la patología que tiene
lugar en la región lumbosacra (es decir, enfermedad arti-
Exploración de los reflejos cular degenerativa con efecto sobre las raíces, hernia dis-
cal), los hallazgos específicos motores, sensitivos y refle-
Reflejos tendinosos profundos
jos resultantes de lesión en esta región deben conocerse
En toda la región por debajo de las vértebras cervicales
de memoria (figs. 14-32 a 14-34).
sólo hay dos reflejos tendinosos profundos (RTP) impor-
tantes: el rotuliano (L-2 a L-4) y el aquíleo (S-I) (tabla
14-3). Ambos son de gran importancia por dos razones. TABLA 14-3. REFLEJOS
Primero, porque muchas patologías tienen lugar en la re-
gión lumbosacra, y, así, esos reflejos están «bien situa- Reflejo Segmento vertebral
dos» para localizar lesiones segmentarias. Segundo, las
lesiones medulares en cualquier lugar por encima de la Rotuliano L-2 a L-4
región lumbosacra se manifiestan a menudo en las ano- Aquíleo S-1
malías de los reflejos rotuliano y aquilea, con hallazgos Cremastérico 0-12 a L-2
típicos de una lesión de motoneurona superior. Epigástrico 0-7 a 0-10
El reflejo rotuliano se explora dando un golpe rápido Abdominal 0-7 a L·1
Hipogástrico 0·12 a L-1
en el tendón rotuliano justo por debajo de la rótula, es- Bulbocavernoso S-2 a S-4
tando el paciente sentado, relajado y con las piernas col- Anal S-2 a S-4
gando. Esto produce la contracción del cuádriceps y

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14. EXAMEN FíSICO 187

Reflejos cutáneos o superficiales teral del calcáneo y del quinto metatarsiano. Una prue-
Los reflejos cutáneos son controlados por la corteza ba positiva es idéntica a la del signo de Babinski
cerebral (motoneuronas superiores), al revés que los (extensión del dedo gordo del pie).
RTP, que son medulares dependientes de la función de
las motoneuronas inferiores. Una lesión de motoneuro- Reflejo bulbocavernoso. Mientras se realiza un examen
na superior disminuirá o anulará un reflejo cutáneo, rectal, se aprieta con firmeza el glande. La contracción
mientras que exagerará los RTP (por pérdida de inhibi- del esfínter anal alrededor del dedo del examinador
ción). constituye la prueba positiva. En los pacientes con le-
sión de medula, la aparición de este reflejo presagia la
Reflejo epigástrico. La estimulación cutánea suave del desaparición del shock medular e indica un pronóstico
epigastrio, empezando en la línea central y «acarician- fatal de recuperación de la función neurológica.
do» hacia abajo, provoca la contracción de los múscu-
los abdominales superiores, desplazándose sutilmente
el ombligo hacia arriba. Los músculos de los cuadran-
tes superiores están inervados por los segmentos medu- Maniobras especiales
lares de D-7 a D-I0.
Resumen de las maniobras especiales
Reflejo abdominal. Con el paciente en posición supina, Pruebas para el nervio ciático y de patología
se pasa la mano suavemente por cada cuadrante abdo- radicular.
minal. El ombligo se tiene que mover hacia el cuadran- Elevación de la pierna recta (EPR)
te estimulado. Esta prueba es más fácil interpretarla en EPR contralateral
los pacientes delgados, y generalmente carece de utili- Signo de Lasegue
dad en los obesos. Prueba de presión poplítea.
Pruebas para las meninges, duramadre o de
Reflejos cremastérico e hipogástrico. El rozar suave- patología radicular
mente la parte interior alta de los muslos provoca la Signo de Kernig
contracción cremastérica ipsolateral (D-12 a L-2) y de Signo de Brudzinski
la musculatura abdominal inferior (D-lO a L-l). Así Prueba de Naffziger
pues, el escroto es atraído hacia arriba (fig. 14-35) Y el Prueba de Milgram
ombligo se desplaza sutilmente hacia abajo, hacia el Maniobra de Valsalva
lado de la estimulación. El reflejo hipogástrico por lo
Pruebas para la patología de la articulación
general sólo se puede apreciar en los pacientes del-
sacroilíaca
gados. Prueba de expansión pélvica
Prueba de compresión pélvica
Reflejo anal. Rozar suavemente la piel perianal. Esto Prueba de presión sacra
provoca normalmente la contracción del esfínter exter- Prueba de oscilación pélvica
no, de la que resulta un «parpadeo» anal. Este reflejo Signo de Gaenslen
está mediado por los segmentos S-2 a S-4. Prueba de FABERE (Patrick)
Pruebas para el nervio femoral y de patología
Reflejos patológicos radicular
Los reflejos patológicos tienen lugar al producirse una Prueba de tracción femoral
lesión de motoneurona superior, de la que resulta la Prueba de hiperflexión de la rodilla
pérdida de la inhibición normal de las motoneuronas Pruebas para la inervación de la musculatura
inferiores. Debe tenerse presente que durante las agre- abdominal
siones agudas a la medula existe un estado de «shock
medular» sin ninguna actividad refleja durante 12 a 72
horas. Cuando esto desaparece, surgen los reflejos pa-
Signo de Beevor
Reflejo epigástrico
Reflejo abdominal
J Véase reflejos cutáneos
tológicos. Reflejo hipogástrico
Pruebas varias
Signo de Babinski. Se pasa un instrumento puntiagudo Prueba de Soto-Hall
por la planta del pie (fig. 14-36). La prueba es positiva Prueba del contorno glúteo
si se produce la dorsiflexión (extensión) del dedo gordo Prueba de Trendelenburg
y la separación en abanico de los demás, e indica lesión Prueba de tracción de la raíz D-l
de las motoneuronas superiores. Prueba de aproximación escapular
Pruebas para la determinación de dolor funcional
Signo de Oppenheim. El examinador pasa la uña o los Prueba de elevar la pierna recta «sentado»
nudillos por la espinilla (cresta de la tibia) hacia el pie. Prueba de Hoover
Una prueba positiva es idéntica a la del signo de Babinski. Prueba de «compresión» axial
Prueba de «pellizcamiento» superficial
Signo de Chaddock del dedo gordo del pie. El exami- Prueba de rotación pélvica
nador pasa con firmeza la uña a lo largo de la parte la- Prueba de caminar de puntillas y sobre los talones

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188 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

}J...~:::::::;--3~ lumbar

4~ lumbar

Motor:

M. cuádriceps

Sensitivo:

Reflejos:

Rotuliano

Figura 14·32. Inervaciones de la raíz de L-4.

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14. EXAMEN FíSICO 189

~'===7- 3." lumbar

4." lumbar

Sensitivo:

Motor:
Dorsiflexión del dedo gordo
y del pie

Cara de la pierna correspondiente


al dedo gordo

Figura 14·33. Inervaciones de la raíz de L-5.

ERRNVPHGLFRVRUJ
190 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

- 3" lumbar

4.a lumbar

Reflejos:

3.a sacra
4" sacra
5.a sacra

\ Coccigea Ausencia o disminución


Sensitivo: del reflejo aquilea

I
\¿

Parte posterior de la pantorrilla, Motor:


lateral del talón, Flexión plantar
pie y dedos del pie y del dedo gordo

Figura 14·34. Inervaciones de la raíz de 8-1.

ERRNVPHGLFRVRUJ
14. EXAMEN FíSICO 191

)?
?~.........,

Figura 14-35. Examen del reflejo cremastérico.

Babinsky

A B

Figura 14-36. A.Reflejo cutaneoplantar en flexión (normal). B. Reflejo cutaneoplantar en extensión (Babinsky).

ERRNVPHGLFRVRUJ
192 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Exploraciones para el nervio ciático poco a poco hasta que desaparezca el dolor. Si dorsi-
flexiona el pie (maniobra de Bragord) y reaparece el
Elevación de la pierna recta (EPR). Esta prueba es dolor, la prueba es positiva (fig. 14-38).
para estirar el nervio ciático e indicar así su patología
o la de sus raíces (principalmente de L-5 a S-2). Con Elevación contralateral de la pierna recta. Esta manio-
el paciente en posición supina y la pierna recta, el exa- bra (descrita por primera vez por Fajersztajn)8 se rea-
minador eleva la pierna (fig. 14-37). Si no manifiesta liza lo mismo que la EPR, pero en el lado contrario al
dolor durante el arco completo de O a 90°, la prueba de los síntomas predominantes. Una prueba positiva es
es negativa. Sin embargo, la presencia de dolor no im- altamente significativa, y es mucho menos probable lle-
plica necesariamente que la prueba sea positiva. Son gar a un falso positivo que en la EPR.9,IO
varias las puntuaciones que hay que hacer para saber
que la prueba es verdaderamente positiva. Entre O y Signo de Lasegue. Se ha dado este nombre a varias ma-
35° el nervio ciático no está todavía tirante, y, por lo niobras; no obstante, la prueba original consiste en fle-
tanto, el dolor es patognomónica de cadera, pierna o xionar el muslo del lado de los síntomas 90° sobre el
articulación SI o enfermedad simulada. De 35 a 70° se abdomen. Inicialmente también se mantiene la rodilla
tensan el nervio ciático y las raíces nerviosas lumbosa- flexionada. lJ Esto no tensa el nervio ciático ni las raí-
cras. 5-7 La precipitación o empeoramiento del dolor en ces, y, por lo tanto, el dolor en esta fase de la manio-
la parte baja de la espalda (con irradiación o sin ella) bra se debe a enfermedad del muslo, la pierna, lumbar
durante esta parte de la prueba implica irritación del o simulada. Cuando al extender la rodilla se produce
nervio ciático o de las raíces (es decir, hernia discal, dolor en la espalda (a menudo con irradiación en la
agujero intervertebral estenosado). Pasados los 70° distribución ciática), la prueba es positiva y tiene las
empieza a flexionarse la región lumbar de la columna, mismas implicaciones que una prueba EPR positiva.
y el dolor implica patología de las articulaciones de esa
región. 5 El dolor o la tirantez que se producen en la Prueba de presión poplftea. Se realiza una prueba EPR
pierna únicamente durante la prueba EPR es general- hasta que es positiva. Entonces se coloca el pie del pa-
mente a causa de distensión muscular y no debe inter- ciente en el hombro del examinador y se flexiona lige-
pretarse como prueba positiva. La especificidad de la ramente la rodilla para aliviar el dolor. El examinador
prueba se puede mejorar del siguiente modo: si en el coloca sus pulgares en la región poplítea y ejerce pre-
recorrido de los 35 a los 70° del arco aparece dolor de sión, con lo que se tensa el nervio ciático y reaparece
espalda, el examinador tiene que ir bajando la pierna el dolor (fig. 14-39).12

Figura 14-37. Realización de la prue-


ba de elevación de la pierna (EPR).
L- -J (Véase la explicación en el texto).

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14. EXAMEN FíSICO 193

Figura 14-38. Prueba de extensión


de la pierna recta (EPR).

Figura 14·39. Prueba de la presión poplítea.

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194 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Exploraciones para las meninges Prueba de Mi/gram. Con el paciente en posición supi-
Signo de Kernig. Con el paciente en posición supina se na, se le dice que levante ambas piernas unos centíme-
flexiona una cadera, llevando el muslo sobre el abdo- tros de la camilla manteniéndolas rectas. Esto aumenta
men con la rodilla también flexionada; entonces se ex- la presión del líquido cefalorraquídeo. Si antes de 30
tiende ésta. La prueba es positiva cuando hay resisten- segundos el paciente siente dolor en la espalda, la prue-
cia a la extensión o dolor en la columna (fig. 14-40), ba es positiva e indica los mismos posibles procesos pa-
implicando irritación de las meninges, de la duramadre tológicos que una prueba positiva de Naffziger. El do-
o de las raíces nerviosas. lor puede ser tan grande que el paciente deje caer una
o ambas piernas (fig. 14-43).
Signo de Brudzinski. Con el paciente en posición supi-
na y las piernas rectas, el examinador le flexiona pasi- Maniobra de Valsalva. Con el paciente sentado en una
vamente el cuello. La prueba es positiva cuando apare- silla, se le dice que haga fuerzas como si intentara eva-
ce dolor en la espalda y flexión espontánea de caderas cuar. Lo mismo que con la prueba de Naffziger y la de
y rodillas para liberar la tensión en la duramadre y las Milgram, esto aumenta la presión del líquido cefalorra-
raíces nerviosas (fig. 14-41). No se conocen la sensibili- quídeo, y si aparece dolor de espalda indica una lesión
dad ni la especificidad de los signos de Kernig y Brud- de irritación que afecta a la duramadre o a las raíces
zinski, pero se han acreditado como pruebas confirma- nerviosas.
torias cuando la EPR resulta positiva. l ]

Prueba de Naffziger. Con el paciente en posición supi- Exploraciones para la patología


na se le comprimen suavemente durante unos 10 segun-
de la articulación sacroilíaca
dos las venas yugulares; así se aumenta la presión del
líquido cefalorraquídeo, que puede producir dolor si Prueba de expansión pélvica. Con el paciente en posi-
existe una lesión que ocupe espacio (por ejemplo, tumor, ción supina, se presiona hacia abajo en los lados de la
hernia discal, etc.) (fig. 14-42). Si con la compresión sola pelvis, como intentando «expandirla o luxarla» (fig.
no se provoca dolor, se le dice al paciente que tosa, y 14-44).l Se cree que esto fuerza la parte anterior de las
si el dolor aparece, la prueba es positiva. Es bastante articulaciones SI y que provoca dolor cuando éstas es-
corriente la irradiación en la distribución ciática. tán inflamadas.

Figura 14-40. Signo de Kernig.

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14. EXAMEN FíSICO 195

Figura 14·41. Prueba de Brudzinski.

-
------------;¡gulra ba de Naffziger.
. ra 14-42. Prue
Flgu

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196 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Figura 14·43 . Prueba de M·II gramo

Figura 14·44
sión pélvica.. Prueba de expan·

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¡ 4. EXAMEN FíSICO 197

Prueba de compresión pélvica. Se le indica al paciente caderas y que aguante las primeras sobre el pecho
que se ponga de costado y se le presiona hacia abajo (fig. 14-46A). El médico ayuda entonces al paciente a
el ala ilíaca (como intentando juntar las crestas). Se desplazarse al borde de la camilla con sólo una nalga
cree que esto fuerza la parte posterior de las articula- en el borde. Se deja entonces que baje la pierna «sus-
ciones SI.3 pendida» (fig. 14-46B) aplicando una fuerza en la
articulación SI. La prueba es generalmente negativa
Prueba de presión sacra. Se pone al paciente en posi- (indolora), a menos que haya patología de la articula-
ción prono y se le aplica una presión firme hacia abajo ción SI.
en el cuerpo del sacro, dando lugar a una fuerza de ro-
tación en las articulaciones SI.3 El dolor indica patolo- Prueba de FABERE (Patrick). La palabra FABERE es
gía de las articulaciones. mnemotécnica de flexión/abducción/rotación externa
(external rotation, en inglés)/extensión. Con el pacien-
Prueba de oscilación pélvica. Con el paciente en posi- te en posición supina, se flexionan las caderas y las ro-
ción supina, el examinador coloca sus manos en las dillas, y luego se abduce la cadera y se gira hacia fuera
alas ilíacas y los pulgares en la espina ilíaca anterosu- para hacer que el pie descanse sobre la otra rodilla (fig.
perior, y ejerce presión hacia la línea central (fig. 14- 14-47). Una vez conseguido esto, el examinador coloca
45). Esta maniobra aplica la misma fuerza en las arti- una mano sobre la rodilla y la otra en el ala ilíaca con-
culaciones SI que la prueba de compresión pélvica. tralateral, y extiende suave, pero firmemente, la cadera
empujando hacia abajo la rodilla. La patología en la
Signo de Gaenslen. Con el paciente en posición supina, cadera o en la articulación SI ipsolateral producirá do-
el examinador le dice que flexione las dos rodillas y las lor, que será indicativo de prueba positiva.

Figura 14·45. Prueba de oscila-


ción pélvica.

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A

Figura 14-46. Prueba de Gaenslen.


A. Paciente en el borde de ia
cama. B. La caída de la pierna pro·
voca dolor en la articulación sao
croilíaca. (Véase la explicación en
el texto.)

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14. EXAMEN FíSICO 199

Figura 14-47. Prueba FABERE


(Patrick).

Exploraciones para el nervio femoral superior de la espalda de la camilla como si fuera a


sentarse. Esto requiere la contracción de los músculos
Prueba de tracción femoral. Con el paciente en posi- de! abdomen, y dado que estos músculos están inerva-
ción prono, el examinador estabiliza la pelvis con una dos segmentariamente (D-7 a L-l), las lesiones de la
mano y extiente la cadera de 10 a 20 0 , mientras que
medula o de las raíces producen paresia en zonas espe-
con la otra mano agarra el tobillo y tira hacia arriba
cíficas. Si los músculos de un lado están debilitados o
(fig. 14-48). Así se estira el nervio femoral. 14 El dolor
atrofiados, esta maniobra hace que el ombligo se tras-
supone una lesión en la región de L-2 a L-4, que puede
lade hacia el lado normal, pues su contracción no en-
irradiarse en distribución dérmica.
cuentra oposición (fig. 14-50).
Prueba de hiperflexión de la rodilla. Con el paciente en
posición prono, se flexiona la rodilla completamente Pruebas varias
sobre la nalga ipsolateral. El dolor en e! muslo se con-
sidera que representa lesión en L-3, pero los datos que Prueba de Soto-Hall. Con el paciente en posición supi-
apoyan esta prueba son mínimos (fig. 14-49).15 na, el examinador coloca una mano en las clavículas y
la otra detrás de la cabeza. Mientras estabiliza el pecho
Exploración de la inervación presionando firmemente en las clavículas, se flexiona
de la musculatura abdominal pasivamente el cuello (fig. 14-51). Esto fuerza los liga-
mentos supraespinosos e interespinosos en las regio-
Signo de Beevor. Estando el paciente en posición supi- nes cervical y dorsal, de lo que resulta un dolor locali-
na, se le instruye para que levante la cabeza y la parte zado si hay esguince en alguno de ellos. Es evidente

----- <iJ,

Figura 14-48. Prueba de tracción femoral.

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200 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Figura 14·49. Prueba de hiperflexión de la rodilla.

que esta prueba hay que hacerla suavemente y sólo en Prueba de Trendelenburg. Se observa al paciente estando
los pacientes en los que se hayan descartado lesiones en bipedestación y se le dice que se aguante sobre un pie.
inestables. Si los abductores de la cadera (glúteos mediano y me-
nor, tensor de la fascia lata) están parésicos, bajará el
Prueba del contorno glúteo. El paciente yace en posi- lado opuesto de la pelvis (fig. 14-52). Si sucede esto, la
ción prono con los brazos a los lados y la cabeza recta prueba es positiva y hay que sospechar una lesión en la
apoyada sobre la frente y descansando en una almoha- región de L-4 a S-lo del nervio y glúteo superior.
da. Quedan así expuestas las nalgas, y se observan sus
siluetas desde la cabecera y los pies de la cama. La Prueba de tracción de la ra{z D-l. El paciente abduce
atrofia del glúteo mayor produce el aplanamiento de el brazo a 90°; flexiona entonces el codo y prona la
una nalga. Se le indica a continuación al paciente que mano para llevarla a descansar detrás del cuello Y
contraiga los músculos glúteos. Esto tensa la raíz nerviosa de D-1 y produce dolor en
El aplanamiento o fracaso para contraer un lado la parte baja del cuello, la zona alta de la espalda o
implica lesión en la región L-S a S-2 o en el nervio glú- la región escapular si hay irritación de la raíz a ese
teo inferior. 16 nivel.

Figura 14-50. Con parálisis de los


músculos abdominales de un
lado, el ombligo se desplaza hacia
el mismo lado cuando se realiza
una incorporación para sentarse.

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14. EXAMEN FíSICO 201

Figura 14-51. Prueba de Soto-Hall.

Prueba de aproximación escapular. Con el examinador Examen afín


de pie detrás del paciente, se levantan los hombros y se Como ya se dijo anteriormente, los dolores de espalda
giran posteriormente haciendo que se junten las escá- pueden estar causados por patología en muchos siste-
pulas. 17 Una lesión en la raíz de D-I o D-2 provocará mas de órganos. En la mayoría de los casos en los que
dolor en el lado ipsolateral en la región paravertebral está indicado el examen de la espalda también es nece-
o escapular. sario explorar la piel, los pulmones, el tórax, el sistema
cardiovascular y el abdomen. Además, hay que consi-
derar los exámenes rectal y pélvico, así como uno com-
pleto de las caderas en casi todos los casos de diagnós-
tico fácil o evidente.
En los pacientes con molestias de espalda se debe
comprobar también si su expansión torácica es nor-
mal. Esto se efectúa pasando una cinta métrica alre-
dedor del pecho, a la altura de la apófisis vertebral
de D-4. Se hacen las mediciones correspondientes a
espiración e inspiración máximas. En los adultos, la
diferencia mínima entre estas dos medidas tiene que
ser de 3 cm. l8 Entre las causas comunes de expan-
sión torácica limitada están la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica, la espondilitis anquilopoyética, la
escoliosis y la cifosis. Sin embargo, conviene tener
presente que esto es un hallazgo tardío en estas enfer-
medades y, por lo tanto, que aparece con la enferme-
dad ya avanzada.

Determinación del dolor funcional


(no orgánico)
Con frecuencia se presentan pacientes en el departa-
mento de urgencias con dolor de espalda que no parece
tener razón orgánica, como si quisieran exagerar los
síntomas o sencillamente fingir enfermedad (o en busca
de droga). Aunque puede ser muy difícil determinar
qué pacientes tienen patología de verdad, resulta de
utilidad un examen profundo unido al conocimiento de
Figura 14-52. Prueba de Trendelenburg. varias maniobras especiales.

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202 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Muchas de las cuestiones expuestas en este capítulo ciático que la prueba EPR, a menos que flexione las
sobre la historia y el examen físico pueden hacer que rodillas. Si así 10 hace, el examinador le «reconocerá»
el médico sospeche que existe un componente funcional entonces las rodillas, extendiéndolas hasta que las pier-
para el dolor del paciente. Una reacción puede parecer nas queden rectas. En este caso, si el paciente tiene pa-
enormemente exagerada, manifestada por gritos ante la tología ciática, se quejará de dolor y se echará hacia
más mínima manipulación corporal, O el paciente pue- atrás para liberar la tracción del nervio ciático (fig. 14-
de caerse al suelo después de entrar en urgencias. El 53). Si, por el contrario, continúa sentado cómoda-
médico debe observar si el individuo se encuentra có- mente con las piernas rectas, habrá que considerar que
modo cuando se le deja solo y que únicamente se queja la prueba EPR es falsopositiva.
amargamente de dolor y se retuerce en la cama cada
vez que el médico pasa por la puerta o entra en la habi- Prueba de Hoover. Con el paciente en posición supina,
tación. Las quejas no anatómicas tales como la distri- el examinador coloca las manos debajo de los talones
bución de parestesias en guante o media pueden hacer del paciente y le pide que levante la pierna «débil» fle-
sospechar un dolor funcional. xionando el talón. Normalmente, al hacer esto se pro-
duce una presión hacia abajo en la mano que aguanta
Pruebas especiales el talón contralateral. Si no sucede así, o bien existe pa-
Las pruebas que se han descrito a menudo son útiles resia significativa de ambas piernas o el paciente no está
como guía cuando se sospecha que una molestia de es- realmente intentando levantar la pierna (fig. 14-54).20
palda es funcional. Si todas ellas son negativas, la cau-
sa de los síntomas del paciente es probablemente un Prueba de «compresión» axial. Con el paciente en bi-
problema orgánico. Por otra parte, si algunas de estas pedestación, el examinador aplica una presión suave
pruebas o la mayoría de ellas son positivas, aumenta hacia abajo en la cabeza, simulando que ejerce presión
enormemente la probabilidad de que la queja sea fun- sobre toda la columna. Esto no crea ninguna fuerza
cional. 19 axial en la región lumbosacra de la columna, y si preci-
pita dolor en la parte baja de la espalda es porque es
Prueba de elevación de la pierna recta estando «senta- funcional (fig. 14-55).
do». Si la prueba EPR fue positiva, se le dice al pacien-
te que se siente en la mesa «para examinarle la espal- Prueba de «pellizcamiento» superficial. El examinador
da». Esto produce la mis:'l1a tensión en el nervio pellizca ligeramente el tejido subcutáneo de la zona de

Figura 14·53. Prueba positiva de Laségue estando «sentado". (Véase la explicación en el texto.)

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14. EXAMEN FíSICO 203

la espalda donde se queja de dolor el paciente. Si esto


lo reproduce o lo exacerba, el dolor es funcional, por-
que con esta prueba no se altera de ningún modo la co-
lumna, los ligamentos ni la musculatura paravertebral.

Prueba de rotación pélvica. Con el paciente en bipedes-


tación, el examinador coloca las manos en las crestas
ilíacas del paciente y gira la pelvis de atrás adelante a
ambos lados. 5sta maniobra simula la rotación de la
columna, cuando, en realidad, lo único que giran son
las articulaciones de las caderas. Si aparece un dolor
agudo en las regiones dorsal o lumbar, es de origen
funcional puesto que no se ha aplicado ninguna fuerza
notable a la columna ni a sus estructuras de sustenta-
ción (fig. 14-56).

Prueba de caminar de puntillas y sobre los talones. Si


al examinar la flexión plantar se encuentra paresia y se
sospecha que la dorsiflexión de los tobillos es secunda-
ria a la falta de esfuerzo, es muy conveniente la prueba
del modo de andar. Si el paciente puede caminar nor-
malmente de puntillas y sobre los talones, la paresia
hallada en la prueba motora es fingida.

Figura 14·55. Prueoa de «compreslon» axial.

./

Figura 14·56. La rotación de todo el cuerpo por las articu-


laciones de la cadera no tiene que provocar dolor de espal·
da agudo en los pacientes con irritación de raíz nerviosa,
Figura 14·54. Prueba de Hoover.
ya que la columna en sí no se mueve con esta maniobra.

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204 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

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15
Radiología

o INTRODUCCiÓN o RADIOGRAFíA SIMPLE

La piedra angular de la provisión diagnóstica disponi- La radiografía simple es siempre lo primero en el estu-
ble para la apreciación de los trastornos traumáticos y dio del diagnóstico para la evaluación del traumatismo
no traumáticos de la columna vertebral es la radiolo- de la columna. (figs. 15-2 y 15-3). Las proyecciones AP
gía. Así pues, es esencial conocer las indicaciones para y de perfil de la región dorsolumbar se pueden obtener
la utilización de las diversas modalidades radiológicas, con relativa facilidad sin riesgo de desplazamiento ver-
así como las deficiencias y riesgos de cada una de ellas tebral si al tomarlas se respeta la técnica apropiada de
para poder aprovecharlas como medios que faciliten giro del paciente. De hecho, en muchos departamentos
diagnósticos rápidos y concretos. de traumáticos se obtienen estas proyecciones sin mani-
En la evaluación de los traumatismos múltiples im- pular para nada al enfermo.
portantes hay que descartar la lesión de la columna. En En la proyección AP se asegura detalladamente la
la gran mayoría de los casos es necesaria la radiología alineación de los cuerpos vertebrales, y el desplaza-
para cumplir esto con un alto grado de confianza. En mien}o puede ser casi inapreciable incluso en las fractu-
la experiencia de los autores se descuidan con frecuen- ras muy inestables. Hay que fijarse en la altura de cada
cia las regiones dorsal y lumbar de la columna en la cuerpo vertebral, que puede estar disminuida en las
evaluación de los pacientes con traumatismos impor- fracturas en cuña y por estallido, aunque estas fractu-
tantes, y como consecuencia de ello se produce un ras son más evidentes en la proyección de perfil. Las
retraso notable del diagnóstico de las lesiones de esas fracturas en cuña lateral se ven fácilmente en la proyec-
regiones (fig. 15-1). Son tres los factores que contribu- ción AP. Se examina la distancia entre las apófisis ver-
yen a este problema: 1) como hacen falta fuerzas muy tebrales; su ensanchamiento implica rotura del comple-
grandes para causar fracturas inestables en esa región, jo ligamentoso posterior, que es un caso muy inestable.
estas agresiones son relativamente raras, lo que induce En condiciones normales se puede trazar una línea ima-
a un bajo índice de sospecha de lesión; 2) el examen fí- ginaria que pase por todas las apófisis vertebrales; pero
sico de la espalda se suele posponer o descuidar por en las luxaciones y fracturas con desplazamiento, esa
completo en presencia de otros traumatismos graves, y línea será discontinua. Además, en las lesiones con des-
3) aunque la radiografía de tórax anteroposterior (AP) plazamiento rotatorio, las apófisis vertebrales queda-
se obtiene siempre en esta evaluación, la placa suele ser rán mal alineadas en el plano vertical. En las pro-
poco penetrada para evaluar la columna dorsal o, si re- yecciones AP, los pedículos se ven casi de frente y
sulta visible, se pasa por alto. aparecen como óvalos en las partes laterales de cada
cuerpo vertebral. La discontinuidad de este aspecto
ovalado normal o el ensanchamiento de la distancia en-
Axioma: En la evaluación de un traumatismo múltiple,
el estudio de la placa del tórax debe compren-
der siempre la observación detallada de la re-
gión dorsal de la columna. Si al paciente le Axioma: En las proyecciones AP, el ensanchamiento
duele la espalda, hay que obtener siempre una de la distancia entre los pedículos a un nivel
proyección AP y dorsolumbar de la columna implica fractura del arco posterior hasta que
antes de realizar cualquier movimiento. se verifique de otra manera.

205

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206 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Figura 15·1. rractura de la región dorsal de la columna con


diagnóstico retrasado. La fractura no se apreció hasta varias
A
horas después del accidente, y aun entonces, el diagnóstico
se hizo por casualidad durante una aortografía. Obsérvese que
la fractura no se apreciaba en la placa torácica inicial.

tre los pedículos a un nivel dado implica lesión en el arco


posterior (fig. 15-4). En la proyección AP también hay
que evaluar las apófisis transversas. En la región dorsal se
observarán los tejidos blandos paravertebrales y las costi-
llas. Las lesiones grandes pueden producir hemorragia y
formación de hematomas, que provocan el ensanchamien-
to o tumefacción de la línea paravertebral (fig. 15-5).
En la proyección de perfil se'examina la alineación
de los cuerpos vertebrales, así como las curvas vertebra-
les (cifosis en la región dorsal y lordosis en la lumbar).
De nuevo se evalúa la altura de los cuerpos vertebrales
por si hay fracturas en cuña o por estallido. Se exami-
nan, por si hay lesión, los pedículos, las facetas y las lá-
minas a cada nivel. Finalmente, se evalúan las apófisis
vertebrales por si hay fracturas y se valoran de nuevo los
espacios intervertebrales.
No hay que suprimir nunca las radiografías simples
en la evaluación de las lesiones dorsal o lumbar de la co-
lumna, ya que son, con mucho, el mejor medio para iden-
tificar el nivel o niveles de la lesión,l y guiar así con
exactitud las exploraciones posteriores, ·como tomogra-
fía o tomografía axial computarizada (TAC).
B
Únicamente un sistema meticuloso de interpretar las pla-
cas, como el que se acaba de describir, evita que no se diag-
nostiquen lesiones o procesos patológicos de importancia.

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15. RADIOLOGíA 207

A
Figura 15-2. Radiografía de columna dorsal en proyección normal anteroposterior y de perfil.

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208 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

A B

Figura 15-3. (A) Radiografía normal de columna lumbosacra anteroposterior y (B) de perfil.

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15. RADIOLOGíA 209

Figura 15-4. Radiografía anteroposterior que muestra una distancia interpedicular ensanchada en L-1.

Figura 15-5. Radiografía de una


fractura de la columna dorsal que
muestra un hematoma paraverte-
bral.

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210 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

D TOMOGRAFiA AXIAL TABLA 15·1. LESIONES PARA LAS QUE LA TAC PROPORCIO-
NA INFORMACiÓN DIAGNÓSTICA IMPORTANTE
COMPUTARIZADA
Fracturas de elementos posteriores
Luxaciones de facetas
El advenimiento de la TAC para la evaluación de las Fragmentos óseos en el canal medular
lesiones de la columna vertebral es, sin duda, uno de Lesiones penetrantes (fragmentos metálicos)
los más importantes. I. 6 Es ideal para esta evaluación Fracturas por estallido
ya que es muy asequible, se puede realizar sin mover Lesiones asociadas de otros órganos
al paciente y sin riesgo de desplazamiento vertebral,
y puede facilitar información valiosa respecto a otros
sistemas de órganos potencialmente lesionados. Por
otra parte, bajo ningún concepto tiene que conside- En resumen, la TAC es un poderoso instrumente
rarse que sustituye a la radiografía simple. u Su uti- cuando se emplea como complemento de la radiografía
lización precisa, por lo general, una cantidad aprecia- simple en el traumatismo vertebral. Es la modalidad de
ble de tiempo y requiere usualmente trasladar al elección para evaluar lesiones de los elementos poste·
paciente de la sala de urgencias a un entorno menos riores, fracturas por estallido, lesiones penetrantes ;'
propicio para su vigilancia y observación. Además, siempre que esté en liza la integridad del canal me-
en el caso de traumatismos, los pacientes suelen nece- dular. 4-7
sitar sedación o incluso parálisis farmacológica para Es segura, asequible y útil para evaluar las lesio-
poder realizar un estudio adecuado. Esto puede aca- nes concomitantes a otros sistemas de órganos (tabla
rrear complicaciones significativas. A pesar de estos 15-1).
inconvenientes, la TAC de la columna puede ser ex-
cepcionalmente valiosa para el diagnóstico y el trata-
miento de las lesiones vertebrales.
En los últimos años se ha hecho evidente que la
TAC es ideal para la evaluación de las lesiones de los
elementos posteriores y de la integridad del canal me-
dular. Esto es un avance importante pues está compro-
bado que estas mismas zonas son de difícil evaluación
con la radiografía simple. Se ven con excelente detalle
las fracturas de pedículos, masas laterales, láminas y
facetas, así como las luxaciones de facetas (figs. 15-6
a 15_8).1.3 Un estudio de Keene 1 demostró que la ra-
diografía simple fue inadecuada en la valoración del
19070 de 27 pacientes con estas lesiones. Esta misma in-
vestigación encontró que la radiografía simple y las to-
mografías subestiman el grado de afectación del canal
medular en el 20% o más de 12 de 22 de quienes tam-
bién se obtuvo TAC. Ésta es particularmente valiosa
para distinguir entre las fracturas en cuña y por esta-
llido.
En estas últimas, la retropulsión de los fragmentos
óseos del cuerpo vertebral posterior tiende a suceder en
la parte superior del cuerpo, con lo que los pedículos
pueden ocultar este hallazgo en la radiografía de perfil
(fig. 15-9).3
La TAC detalla excelentemente esta región y puede
mostrar la pérdida de integridad del cuerpo vertebral
posterior,7 que de otro modo queda sin descubrir (fig.
15-10).8 Se pueden detectar fragmentos óseos minúscu-
los en el canal medular. 9 En el caso de traumatismo
penetrante, la TAC es superior a las radiografías sim-
ples para evaluar fracturas y fragmentos metálicos en
el canal medular. 5
Como ya se ha dicho, la TAC es inadecuada para
valorar el nivel de la lesión medular, así como la canti-
dad de compresión anterior en las fracturas en cuña.
Con esta modalidad también pueden pasar inadverti-
dos las fracturas y los desplazamientos horizontales,
Figura 15·6. TAe de una fractura de pedícuio en la que se
sobre todo, si no son posibles las reconstrucciones sagi-
aprecia la rotura en la zona donde ei pedículo se une a
tal y coronal. cuerpo vertebral.

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15 RADIOLOGíA 211

Figura 15-7. TAC de una fractura


de lámina.

Figura 15·8. TAC de una fractura


de faceta.

ERRNVPHGLFRVRUJ
212 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Figura 15-9. TAC de una fractura


por estallido en la que se ve un
fragmento óseo reatropulsado.

Figura 15-10. TAC en la que se ob·


serva una discontinuidad del cór-
tex posterior del cuerpo vertebra
(columna central) que no se había
detectado en las radiografías sim·
pies.

ERRNVPHGLFRVRUJ
15 RADIOLOGíA 21 3

D TOMOGRAFiA canal medular. Particularmente en el reconocimiento


de un traumatismo importante, el análisis superficial
Durante muchos años la tomografía ha sido un valioso de las placas para ver someramente la alineación verte-
complemento a la radiografía simple para la evalua- bral sin una interpretación metódica y cuidadosa está
ción de las lesiones vertebrales. Se observan muy bien cargado de peligros. Esta cuestión viene puntualizada
el arco neural, las facetas, los cuerpos vertebrales y los por el hecho paradójico de que las lesiones más inesta-
pequeños fragmentos de fracturas. La TAC también bles son también las que con más frecuencia se reducen
ciene algunas ventajas sobre la tomografía; de cual- espontáneamente cuando se coloca al paciente en posi-
quier modo y siempre que es posible, está considerada ción supina. 2 , 11-15 Por último, hay que volver a insistir
la modalidad de elección. 8 La tomografía por lo gene- en que la TAC sola no tiene que emplearse nunca para
ral precisa más tiempo, lo que determina una exposi- evaluar las fracturas vertebrales, que no es adecuada
ción mucho mayor a las radiaciones. Es inferior a la para determinar el nivel o niveles de la lesión y que
TAC para evaluar la integridad del canal medular y, lo puede hacer que pasen inadvertidas las fracturas orien-
que es más importante, la obtención de tomografías de tadas en el plano horizontal.
perfil requiere colocar al paciente en posición decúbito
lateral, lo que supone correr un riesgo innecesario de
desplazamiento vertebral. 1
Axioma: Las lesiones dorsales y lumbares muy inesta-
bles se pueden reducir espontáneamente colo-
cando al paciente en posición supina. Este
Axioma: En la evaluación del traumatismo vertebral hecho obliga a la evaluación cuidadosa de to-
dorsal y lumbar agudo, la TA e es más preci- das las placas cuando existe la posibilidad de
sa para determinar la afectación del canal lesión vertebral.
medular y más rápida y segura que la tomo-
grafía convencional.
o REFERENCIAS
o MIELOGRAFiA l. Keene JS: Radiographic evaluatioll of thoracolumbar
fractures, Clin Orthop 189:58, 1984
Durante décadas ha sido motivo de controversia el em- 2. Angtuaco EJC, Binet EF: Radiology of thoradc and lum-
pleo de la mielografía para el reconocimiento del trau- bar fractures. Clin Orthop 189:43, 1984
matismo vertebral agudo, principalmente porque los 3. Trafton PG, Boyd CA: Computed tomography of thora-
resultados no suelen afectar notablemente a las decisio- cic and lumbar spine injuries. J Trauma 24:506, 1984
nes terapéuticas. Sin embargo, hay algunos casos en los 4. Suomalainen 0, Kettunen K, Saari T: Computed tomo-
que los estudios de contraste intratecal pueden revelar graphy of spinal and pelvic fractures. Ann Chir Gynaecol
importante información: 1) cuando el nivel de la lesión 72:337, 1983
5. Plumley TF, Kilcoyne RF, Mack LA: Computed tomo-
neurológica no se corresponde con el nivel de la lesión
graphy in evaluation of gunshot wounds of the spine. J
del esqueleto; 2) cuando hay anomalías neurológicas a Comp Assist Tomo 7:310, 1983
pesar de que las radiografías simples y las TAC son 6. Keene GCR, Hone MR, Sage MR: Atlas fracture: De-
normales; 3) cuando hay un déficit neurológico en monstration using computerized tomography. A case re-
aumento, y 4) cuando se sospecha rotura de la durama- port. J Bone Joint Surg 60A:ll06, 1978
dre. La mielotomografía computarizada es superior a 7. McAfee PC, Yuan HA, Fredrickson BE, et al: The value
la mielografía convencional, y, cuando se dispone de of computed tomography in thoracolumbar fractures:
ella, es el procedimiento de elección Y The analysis of 100 consecutive cases and a nex classifica-
tion. J Bone J oint Surg 65A:461, 1983
8. Post MJ, Green BA, Quencer RM, et al: The value of
computed tomography in spinal trauma. Spine 7:417,
o FALLOS 1982
9. Lindahl S, Willen J, Irstam L: Computed tomography of
Incluso en las mejores circunstancias no es fácil la eva- bone fragments in the spinal canal. Spine 8:181, 1983
luación radiológica de la región dorsal de la columna. 10. Calenoff L, Chessare JW, Rogers LF, et al: MuItiple le-
La interpretación de la proyección de perfil es particu- vel spinal injuries: Importance of early recognition. AJR
larmente difícil a causa de la caja torácica y los hom- 130:665, 1978
bros suprayacentes. Como ya se ha explicado antes, el 11. Kaufer H, Kling TF: The thoracolumbar spine. In Rock-
error en el diagnóstico de las lesiones vertebrales im- wood CA, Green DP (eds): Fractures in AduIts. Filadel-
portantes, tanto en la región dorsal como en la lumbar, fia, JB Lippincott, 1984
a menudo es el resultado de un fallo en el examen de 12. Kaufer H, Hayes JT: Lumbar fracture-dislocation. A
study of 21 cases. J Bone Joint Surg 48A:712, 1966
la espalda y de tener un índice bajo de sospecha de le-
13. Scher AT: Radiological assessment of thoracolumbar spi-
sión. El diagnóstico de una fractura vertebral a un ni- nal injuries. S Afr Med J 64:384, 1983
vel puede acaparar la atención y hacer que pasen inad- 14. Holdsworth FW: Fractures, dislocations and fracture-
vertidas fracturas en otros niveles. lO Ya se ha puesto dislocations of the spine. J Bone Joint Surg 45B:6, 1963
de relieve la dificultad para evaluar lesiones del arco 15. Holdsworth FW: Fractures, dislocations, and fracture-
neural y la protrusión de fragmentos de fracturas en el dislocations of the spine. J Bone Joint Surg 52A:1534, 1970

ERRNVPHGLFRVRUJ
16
Fracturas/ luxaciones
y lesiones de los
ligamentos principales

o INTRODUCCiÓN Y CONCEPTOS o LES ION NEUROLÓGICA


GENERALES
De la anatomía de la región dorsolumbar de la colum-
Las lesiones de espalda son extremadamente comunes na y la medula resultan modelos de lesión neurológica
y son una parte importante de las consultas a los de- que varían dependiendo del nivel de la lesión (véase el
partamentos de urgencias. Por fortuna, únicamente capítulo 13 para la explicación detallada). En la región
una pequeña proporción derivan en fracturas inestables dorsal, de D-l a D-lO, es talla estabilidad de la colum-
y secuelas neurológicas. No obstante, las lesiones dor- na que hacen falta grandes fuerzas para causar
solumbares importantes a menudo son devastadoras y fracturas-luxaciones. Así, cuando ocurre esto, se pro-
tienen su máxima incidencia en la juventud. El impacto duce generalmente un desplazamiento notable de los
económico sobre la sociedad y estos individuos lesiona- segmentos adyacentes. Además, el canal medular es
dos es muy elevado en lo que respecta a cuidados médi- muy estrecho en la región de D-l a D-10. Estos dos
cos, pérdida de salarios y productividad, y calidad de factores explicarían la elevada proporción de lesiones
vida. neurológicas significativas resultantes de los traumatis-
Una proporción significativa de lesiones dorsolum- mos a esos niveles. Un estudio sobre 152 pacientes con
bares graves tiene lugar en el caso de traumatismos fracturas vertebrales dorsales (D-1 a D-IO) y lesión me-
multisistémicos importantes. Como ya se explicó en el dular reveló que el 820/0 de ellos habían sufrido lesiones
capítulo 15, en este caso particular es cuando se suele medulares completas. 1
demorar el diagnóstico, si es que no pasa inadvertido En los adultos, la medula espinal termina en el es-
en el departamento de urgencias. Existen varias razo- pacio enrre las vértebras L-1 y L-2. Los segmentos me-
nes para ello. Primero, las lesiones evidentes o que dulares lumbar y sacro están localizados en el cono
ponen en peligro la vida pueden limitar la visión del medular, entre la parte superior de D-lO y la porción
conjunto. Segundo, los signos y síntomas de lesión ver- inferior de L-l. Por debajo de éste, las raíces nerviosas
tebral pueden ser sutiles o no existir a causa de incons- lumbares y sacras discurren hacia abajo como cola de
ciencia, estado mental alterado u otras fuentes de dolor caballo, para salir por sus respectivos agujeros in··
que distraen al paciente. Tercero, aunque las proyec- tervertebrales. Dado que la pérdida de varias raíces
ciones radiológicas AP de tórax y pelvis se realizan nerviosas en la región dorsal tiene pocas consecuencias
siempre en este caso, se suele prestar poca atención a clínicas, las secuelas neurológicas importantes que
la columna al estudiar dichas placas. Cuarto, y más resultan de lesiones por encima de D-lO son exclusiva-
importante, el examen de la espalda se suele aplazar mente por lesión medular. Por otra parte, los trauma-
durante la evaluación del traumatismo y la resucita- tismos por debajo de L-1 afectan a la cola de caballo
ción. Cuando estos errores se tienen presentes, es muy pero no a la medula. A diferencia de las lesiones de las
raro que las fracturas pasen inadvertidas. raíces nerviosas por encima de D-lO, las agresiones a
215

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216 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

o
I I
Dorsales

Raíces nerviosas

Dorsales

Lumbares

Sacras

Figura 16-1. Esquema de la base anatómica de las lesiones mixtas en la región lumbosacra. La lesión de la
duodécima vértebra dorsal ha transecado la medula entre los segmentos lumbar y sacro; las raíces se pierden
en el lado derecho y se «conservan» en el izquierdo. Incluso con lesiones óseas idénticas, en diferentes pacien-
tes se producen variaciones de estos modelos.

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16. FRACTURAS, LUXACIONES Y LESIONES DE LOS LIGAMENTOS PRINCIPALES 217

las raíces lumbosacras pueden ser muy perjudiciales a TABLA 16·2. ESTRUCTURAS ANATÓMICAS EN EL CONCEP.
causa de sus inervaciones motoras. Las lesiones entre TO DE LAS TRES COLUMNAS PARA LA ESTABILIDAD
DE LA COLUMNA VERTEBRAL
D-lO y L-l pueden perjudicar el cono, la cola de caba-
llo o ambas en una gran variedad de combinaciones. Columna Columna Columna
Una fractura dada en esta región se puede presentar anterior central posterior
con distintos cuadros neurológicos en diferentes pa-
cientes (fig. 16-1). La diferencia entre lesión medular y Ligamento Ligamento Ligamento
radicular es significativa. Las raíces motoras contienen longitudinal longitudinal supraespinoso
axones de motoneuronas inferiores (es decir, fibras anterior posterior
motoras periféricas). ASÍ, la insuficiencia motora que Anillo Anillo fibroso Ligamento
resulta de la lesión en la cola de caballo puede mejorar fibroso posterior interespinoso
aunque los axones estén cortados mientras que se man- anterior
tenga intacto el epineuro. 2 Esto explica por qué las le- Hemicuerpo Hemicuerpo Cápsula de la
siones de la cola de caballo tienen, por lo general, me- vertebral vertebral articulación
jor pronóstico que las del cono o la medula. anterior posterior de la faceta
Ligamento amarillo
Arco neural
D ESTABILIDAD

En los capítulos 13 y 19 se describen extensamente los es necesaria la rotura tanto de la columna posterior
factores anatómicos que afectan la estabilidad y la mo- como de la central para que la columna vertebral sea
vilidad de las regiones dorsal y lumbar de la columna. inestable (figs. 16-2A y 16-2B, tabla 16-2).
En resumen, la anatomía de la parte dorsal refuerza la La inestabilidad se puede definir de varios modos,
estabilidad a costa de la movilidad, mientras que en según el marco temporal en que una lesión determina-
la región lumbar ocurre lo contrario. La zona dorso- da va a recibir tratamiento. Por ejemplo, aunque va-
lumbar representa una transición entre las dos, y en rias fracturas en cuña adyacentes dorsales prácticamen-
virtud de esta localización resulta más vulnerable a te no crean riesgo de lesión medular aguda, pueden
fracturas inestables y a fracturas-luxaciones. Esto ex- provocar una deformidad cifótica progresiva que llegue
plica el número desproporcionadamente grande de le- a afectar la medula y dejar secuelas neurológicas si no
siones importantes que tienen lugar en la región de se corrigen adecuadamente. Sin embargo, para el pro-
D-lO a L-l. pósito de este libro, únicamente se considerarán inesta-
Gracias al estudio de Holdsworth 3,4 ha avanzado bles las lesiones con elevado riesgo de desplazamiento,
mucho nuestro conocimiento sobre la inestabilidad ver- la lesión neurológica o ambas.
tebral en la exploración de lesiones traumáticas. Desde
entonces, la región dorsolumbar se ha separado con-
ceptualmente en dos columnas o complejos (compáren-
se las tablas 16-1 y 16-2) con el objeto de predecir la Axioma: Es necesaria la rotura tanto de la columna
estabilidad o inestabilidad de las fracturas de columna. posterior como de la central para que una le-
Esta teoría sostenía que la rotura de la columna poste- sión vertebral dorsal o lumbar sea rápida-
rior era necesaria y suficiente para que una fractura mente inestable.
fuera inestable. Sin embargo, la experiencia ha mostra-
do que la discontinuidad de la columna posterior sola
no es suficiente para crear inestabilidad. 5-8 La rotura D CLASIFICACiÓN Y MECANISMO
del anillo fibroso por su parte posterior es también ne-
cesaria para que la columna sea inestable. Con esa in-
DE LAS LESIONES
formación y los datos de una serie larga de pacientes,
Denis 9- 11 introdujo el concepto de estabilidad vertebral Aunque la clasificación de Holdsworth fue un avance
basado en tres columnas. De acuerdo con esta teoría, notable para la comprensión de las fracturas dorsolum-
bares,3,4 no se percató de la importancia de la colum-
TABLA 16·1. ESTRUCTURAS ANATÓMICAS EN EL CONCEP· na central; además, no apreció la inestabilidad poten-
TO DE LAS DOS COLUMNAS PARA LA ESTABILIDAD cial de las fracturas por estallido y no incluyó la lesión
DE LA COLUMNA VERTEBRAL de flexión-distensión. La clasificación de Denis, basada
Columna anterior Columna posterior en 412 lesiones dorsolumbares, ha mejorado notable-
mente la de Holdsworth. Es más descriptiva que mecá-
Ligamento longitudinal anterior Ligamento supraespinoso nica y con abundantes detalles sobre cinco tipos de
Anillo fibroso anterior Ligamento interespinoso fracturas de compresión y cinco de fracturas por esta-
Hemicuerpo vertebral anterior Cápsula de la articulación llido. Desde la introducción del concepto de tres co-
de la faceta lumnas de Denis, varios investigadores han presentado
Ligamento longitudinal posterior Ligamento amarillo clasificaciones de fracturas basadas en esta nueva in-
Anillo fibroso posterior Arco neural
formación. '2 ,13 McAfee y cols. 12 crearon un sistema de
Hemicuerpo vertebral posterior
clasificación basado en los resultados de las TAC de

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21 8 IV. LA COLUMNA. DORSOLUMBAR

Ligamentos supraespinosos e interespinosos Apófisis articular superior


Apófisis espinosa
Ligamento costo transverso lateral
Apófisis transversa
Ligamento longitudinal posterior

Ligamento costo transverso

Ligamento radiado

Cuerpo vertebral

A Anillo fibroso ""'~m::¡¡o;:~~- Ligamento longitudinal anterior

Posterior Central Anterior


"'-'-_'/\"_--Y-'~
100 pacientes con fracturas dorsolumbares. Han puesto
de relieve la importancia de la columna central. Descri-
ben cada lesión únicamente en relación con tres fuerzas
(tensión axial, compresión axial y traslación), pero sólo
cuando estas fuerzas pertenecen a la columna central.
Aunque esta clasificación mecanicista es coherente in-
ternamente, no es intuitiva cuando se refiere a las fuer-
zas que actúan en conjunto sobre una persona lesiona-
da. Ferguson y Allen l3 desarrollaron una clasificación
mecanicista con considerable mérito. Sin embargo, opi-
namos que varias fracturas están mal clasificadas res-
pecto al mecanismo de la lesión. En medicina de urgen-
cias es una ayuda sumamente importante saber cómo
se lesionó la persona para el rápido diagnóstico, así
como para diagnosticar a tiempo lesiones específicas.
En realidad, en determinadas circunstancias este único
elemento de información es la clave inicial de lo que
está sucediendo en un paciente traumatizado. Por ello
y porque los :aodelos de fractura específicos se dedu-
cen intuitivamente de los mecanismos que los produ-
cen, la siguiente clasificación está basada en las múlti-
ples fuerzas que actúan sobre la columna para producir
la lesión ósea y ligamentosa. Por sencillez se han agru-
pado las lesiones con mecanismos similares e idénticas
implicaciones para la estabilidad, tratamiento y control
por especialista. En cambio, las lesiones con diferen-
cias notables de estabilidad o tratamiento se han sepa-
B
rado aunque los mecanismos que las produzcan sean
idénticos, para puntualizar estas diferencias de trata-
Figura 16·2. A. Ligamentos más importa:ltes de la región miento.
dorsal de la columna. B. Concepto de las tres columnas Una distinción importante de nuestra clasificación
empleado para clasificar las fracturas vertebrales dorsales en comparación con las antes mencionadas es que las
y lumbares. calificaciones de estable e inestable en este caso susten-

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16. FRACTURAS, LUXACIONES Y LESIONES DE LOS LIGAMENTOS PRINCIPALES 219

tan implicaciones para el tratamiento de urgencia. In- clave que diferencia esta lesión de la fractura por esta-
tencionadamente hemos dejado aparte las cuestiones de llido. Hay que tener la precaución de asegurarse de que
tratamiento quirúrgico, y, como consecuencia, varios no pase inadvertida la rotura del córtex posterior, ya
tipos de lesiones consideradas estables bajo el punto de que de ello pueden resultar secuelas neurológicas im-
vista del cirujano de columna serán consideradas y tra- portantes. Los elementos posteriores permanecen intac-
tadas como inestables por el médico de urgencias. Para tos. En la proyección AP puede ser difícil apreciar esta
evitar confusiones, se explicarán las diferencias cuando fractura, aunque se observará una mayor distancia in-
se presenten. tervertebral si hay una deformidad cifótica. En esta
proyección no se ve ninguna subluxación. En este caso,
la única utilidad de la TAC es evaluar el córtex poste-
rior del cuerpo vertebral si las radiografías simples no
D FLEXiÓN documentan que esta zona está intacta.

Complicaciones. Como ya se ha dicho anteriormente,


casi nunca se producen lesiones neurológicas agudas.
FLEXiÓN PURA En casos raros, con fracturas en cuña múltiples en ni-
• Fractura de cuña anterior (fig. 16-3) veles adyacentes y una deformidad cifótica importante
puede haber un cierto grado de lesión medular. 12 ,ls
Aunque algunos autores opinan que se puede presentar
Flexión pura
Lesión estable
Mecanismo. Algunos autores sostienen que las lesiones
de flexión graves pueden provocar la rotura del com-
plejo ligamentoso posterior;10,13 pero, por sí sola, la
flexión anterior no lo puede conseguir. 14-16 Han de su-
marse fuerzas giratorias para la rotura de los ligamen-
tos posteriores. 3,4,17,IS Puesto que sólo falla la columna
anterior, la lesión es estable.

Caractedsticas clznicas. Ésta es la fractura más corrien-


te en las regiones dorsal y lumbar de la columna. En
los pacientes conscientes, el dolor y la sensibilidad do-
lorosa al tacto están presentes casi en todos ellos. Por
lo general resulta de caídas, saltos o accidentes de ve-
hículos motorizados, pero también puede estar produ-
cida por ataques de epilepsia. Esta fractura es muy co-
rriente en los enfermos osteoporóticos, y puede resultar
de un traumatismo tan trivial como toser o estornudar.
Lo más corriente es que se produzca en la región dorsal
central o en la lumbar superior. 1O La columna anterior
se comprime, pero la central permanece intacta. A cau-
sa de ello, no se produce lesión neurológica aguda. ll

Lesiones asociadas. Dado que esta lesión tiene lugar


con su máxima frecuencia en el marco de caídas o acci-
dentes de vehículos motorizados, se puede presentar
como un hallazgo insignificante en el cuadro clínico del
traumatismo principal. Por otra parte, en su presenta-
ción más típica, la fractura es la única lesión. No son
infrecuentes las fracturas coexistentes a otros niveles de
la columna. 10 Las de calcáneo van asociadas a estas le-
siones cuando se producen por saltos verticales.

Radiologla. Donde mejor se aprecia esta lesión es en la


proyección de perfil. El cuerpo vertebral está compri-
mido, aunque la parte posterior permanece normal. El
cuerpo toma así la forma de una cuña (fig. 16-3). Pue-
de haber deformidad cifótica en el marco de fracturas Figura 16-3. Fractura en cuña anterior por flexión en la re-
adyacentes múltiples. Todo el córtex posterior del cuer- gión dorsai (para mejor visualización se han eliminado las
po vertebr<:l permanece intacto. Ésta es la característica costillas).

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220 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

una deformidad cifótica en aumento como complicación rológicas, a estos pacientes se les puede dar el alta, a
retrasada,19 rara vez se produce, si es que ocurre. 4 ,12,13 menos que presenten íleo, en cuyo caso habrá que in-
El íleo es una complicación temprana relativamente gresarlos. Es conveniente la rápida movilización con
frecuente que se puede desarrollar hasta 24 horas des- deambulación a las dos o tres semanas y aumento de
pués de la lesión, Lo mismo que con cualquier trastor- la actividad a medida que remita el dolor. 3 ,4,lo
no que precise reposo en cama prolongado, se pueden El control por un cirujano ortopédico es aconseja-
presentar cuadros de embolismo pulmonar y otros ti- ble, y algunos profesionales opinan que en algunos ca-
pos de tromboembolismos, sos puede haber una deformidad en aumento. Por ello
se establece un programa de ejercicios y fisioterapia
Tratamiento de urgencia y control. El tratamiento para cuando el médico lo considera necesario para el segui-
esta lesión es alivio del dolor y reposo en cama. Puesto miento. Por lo general, estos pacientes deben disminuir
que esta fractura es estable y sin riesgo de secuelas neu- la actividad física durante tres o cuatro meses.

Figura 16·4. Caída sobre la parte superior de la espalda y un hombro que genera fuerzas de flexión-rotación
en la columna.

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i 6. FRACTURAS, LUXACIONES Y LESiONES DE LOS LlGAME~-.JTOS PRINCIPALES 221

FLEXiÓN CO~--J ROTACiÓN la columna, a causa de la orientación de las articulacio-


• Fractura transversa nes de las facetas son infrecuentes eH la región lumbar
«en rebanada» (figs. 16-5 y 16-6) y verdaderamente raras en la dorsap·4.21 La fractura
• Fractura-luxación transversa es pues la que se observa en la mayoría de
por el disco (fig. 16-7) las lesiones de flexión-rotación en las regiones dorsal y
• Rotura del ligamiento posterior lumbar. Ferguson y Allen 1J clasificaron la rotura del
sin fractura en cuña (fig. 16-8) ligamento posterior con acuñamiento anterior como
• Rotura del ligamento posterior causada por flexión compresiva. Como ya se ha expli-
con fractura en cuña (fig. 16-9) cado anteriormente, éste no puede ser el caso porque la
flexión por sí sola no provoca el fallo del ligamento
posterior, y tienen que estar presentes también fuerzas
Flexión con rotación rotatorias.J, 4,14·18
Lesión inestable
Caractedsticas clinicas. Estas fracturas suponen sola-
Mecanismo. Todas estas lesiones son muy inestables. mente el 10070 de las dorsales y lumbares. IO ,14.22 Donde
Existe un fallo de los tres complejos, que hacen que la se observan con más frecuencia es en las caídas impor-
columna resulte muy vulnerable a desplazamientos ul- tantes y en los accidentes de tráfico. Una caída que ter-
teriores. Las fracturas transversales y de disco aparecen mina con flexión y voltereta contra el suelo es un meca-
más en el caso de rotación que en el de flexión, mien- nismo clásico que crea fuerzas de flexión-rotación en la
tras que ocurre lo contrario con las roturas del liga- zona dorsolumbar (fig. 16-4). La mayoría de estas le-
miento posterior, 3,4 lo que explicaría la falta de frac- siones se producen a la altura de la unión dorsolumbar
turas de faceta en este último caso. 4,18 Aunque las lu- (D-lO a L_2),IO,14,19 aunque una proporción notable
xaciones puras no son raras en la región cervical de también se encuentra en la región dorsal media. 10,14

---------------- ------_._-------

Figura 16·6. Proyección posterior de una fractura transver-


Figura 16·5. Fractura transversa vista en proyección de sa. Obsérvese la luxación de la faceta izquierda y la fractu-
perfil. ra de faceta derecha.

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222 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Figura 16-7. Factura-luxación a través del disco. Obsérvese que la única rotura ósea está localizada en una fa-
ceta y una pequeña zona astillada en la parte anterosuperior del cuerpo vertebral inferior. A. Proyección poste-
rior. B. Proyección de perfil.

El examen revela sensibilidad dolorosa al tacto en ellu- luxación de hombro, pero, por lo demás, no hay lesio-
gar de la fractura, con la apófisis vertebral de la parte nes asociadas concretas. No obstante, a menudo el pa-
inferior de la luxación prominente. Se formará una ciente tiene traumatismo multisistémico, por lo que
giba si hay deformidad cifótica notable. La distancia puede presentar muchísimos problemas.
entre las apófisis vertebrales al nivel de la luxación es-
tará incrementada, y las apófisis vertebrales por enci- Radiología. La fractura «en rebanada» es la clásica
ma del nivel de la lesión a menudo estarán giradas fue- fractura-luxación descrita por Holdsworth. 3 ,4 General-
ra de la línea central. mente se observa mejor en la proyección de perfil, con
La mayoría de los pacientes con paraplejía secunda- el segmento superior subluxado anteriormente sobre el
ria al traumatismo dorsolumbar han sufrido esta le- inferior y una rebanada ósea por la parte superior del
sión. 3 Del 60 al 80070 de estas lesiones resultan daños cuerpo vertebral de abajo (figs. 16-5 y 16-6). La prueba
neurológicos importantes permanentes. 10,14,22,23 Para de la rotura del ligamento posterior se ve como un en-
empeorar aún más la situación, estos pacientes suelen sanchamiento entre las apófisis vertebrales. Se observa
tener traumatismos graves también en otros órganos y la fractura de una o ambas apófisis articulares superio-
sistemas que complican más el tratamiento y la recupe- res de la vértebra inferior. Hay que tener cuidado de
ración. no confundir esta lesión con una sencilla fractura en
cuña en los casos en que el desplazamiento es pequeño,
Lesiones asociadas. En los pacientes que sufren el me- En la proyección AP, las anomalías pueden ser sutiles.
canismo de flexión y voltereta puede existir fractura o El desplazamiento de la fractura se suele ooservar,

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16. FRACTURAS, LUXACIONES Y LESIONES DE LOS LIGAMENTOS PRINCIPALES 223

pero puede ser mínimo. La componente rotatoria h8.ce canal medular, así como la afectación o rotura de la
que las apófisis vertebrales encima y debajo de la frac- medula. La desalineación rotatoria es evidente, como
tura estén desalineadas (figs. 16-5 y 16-6). De nuevo se lo son las fracturas de las apófisis articulares. La frac-
puede apreciar un espacio intervertebral aumentado al tura de cuerpo vertebral puede pasar inadvertida, ya
nivel de la lesión. Es posible observar fractura de face- que su orientación está muy próxima al plano horizon-
ta articular, aunque suele ser difícil en esta proyección. tal. En algunas presentaciones puede ser útil la mie10-
También se puede apreciar en las proyecciones obli- grafía o la mielotomografía axial computarizada (véase
cuas, pero hay que tener mucho cuidado para evitar el el capítulo 15).12,20
movimiento de la columna al obtener estas placas. El
disco intervertebral está casi siempre intacto, aunque Complicaciones. Ya se ha citado la elevada proporción
en raras ocasiones la rebanada se produce a su través de pacientes con lesión neurológica grave, que sigue
en vez de en el cuerpo (fig. 16_7).10,18 En este caso pue- siendo la complicación más grave en la mayoría de los
de haber un ligero acuñamiento de la parte anterior del casos. Para aquellos que presentan lesión medular gra-
cuerpo vertebral. ve, el resultado a la larga es generalmente fatal, aunque
Este mecanismo puede producir una luxación pura. algunos pacientes con lesiones en la cola de caballo
En tal caso, el complejo ligamentoso posterior está muestran mejoría. Aunque no tengan lesión neurológi-
completamente roto, con una distancia intervertebral ca (20-40070), estos pacientes deben someterse a estabili-
aumentada y la luxación completa de las articulaciones zación quirúrgica de la columna y el subsiguiente repo-
de las facetas (fig. 16-8A). La prueba radiológica de so en cama prolongado. Así, todas las complicaciones
rotación por encima de la lesión es semejante a la ob- habituales pueden presentarse en este cuadro. Si no se
servada en la fractura transversa. Puede haber subluxa- tratan adecuadamente, es posible que se produzca una
ción anterior, con las apófisis articulares de la vértebra deformidad vertebral. 24
superior situadas por delante de las facetas de la vérte-
bra de abajo (fig. 16-8B). También pueden observarse Tratamiento de urgencia y control. Estas lesiones gene-
grados variables de acuñamiento anterior del cuerpo ralmente se han producido por fuerzas importantes.
vertebral debajo de la luxación (fig. 16-9). Los pacientes deben ser manejados desde el principio
La TAC puede ser muy útil para evaluar estas lesio- como si tuvieran traumatismos multisistémicos, incluso
nes (véase el capítulo 15). Con ella se puede apreciar la cuando no se aprecian. La hipotensión puede ser se-
disminución del tamaño de la secció:J. transversal del cundaria a shock medular o hemorragia, requiriendo

I
L,__. Figura 16·fl. A. Rotura ligamentosa sin fractura en cuña causada por un mecanismo de flexión-rotación. B. Sub-
-'
luxación anterior. Obsérvese que las facetas se han luxado, yaciendo la faceta inferior de la vértebra superior por
delante de la faceta de la vértebra inferior.

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224 IV. LA COLUMN,A DORSOLUMBAR

Figura 16-9. Rotura ligamentosa


posterior con fractura en cuña.

una búsqueda meticulosa de lesiones abdominales, pec- D DISTRACCiÓN (TENSIÓN)


torales y pélvicas. Con traumatismo en la medula dor-
sal, el examen abdominal puede ser engañoso. Así, Lesión inestable
para descartar la hemorragia intraabdominal hay que Mecanismo. Algunos autores consideran que la fractu-
realizar una TAC abdominal o un lavado peritoneal. ra de «Chance» es estable porque las partes óseas se
Hay que tener sumo cuidado al mover a estos pacientes reaproximan y a menudo sanan sin estabilización quí-
a causa de la inestabilidad inherente a las lesiones. rúrgica. 2,lo,II,17 Sin embargo, considerada desde el pun-
También hay que recordar que los hallazgos radiológi- to de vista del tratamiento de urgencia, bajo ningún
cos pueden ser muy sutiles porque se puede producir la concepto se han de considerar estables las lesiones de
realineación virtual de la columna si el paciente está in- distracción. Se rompen las columnas posterior y cen-
móvil en posición supina. J ,4,ls tral, y, por lo tanto, únicamente se asegura la supre-
Todos estos individuos han de ser ingresados, y sión del desplazamiento y del daño neurológico mien·
aquellos que tengan déficit neurológico han de ser re- tras se mantenga la apropiada inmovilización vertebral.
conocidos de urgencia por un neurocirujano. Aun Estas lesiones son rápidamente inestable en flexión. II
cuando el paciente aparezca neurológicamente intacto, Chance 25 fue el primero que describió la lesión
es aconsejable la consulta con un cirujano ortopédico ósea pura, y por eso lleva su nombre. Todas las fractu-
o neurocirujano experimentado en el cuidado de los ras de distracción se producen principalmente por un
traumatismos de la columna vertebral. mecanismo de cinturón de seguridad que rodea
el cuerpo.IO.12,17,26.28 Algunos autores las describen
como fracturas de flexión-distracción;lo,II,26 pero aun-
que puede haber una componente menor de flexión,
evidentemente el mecanismo principal es de distrac-
DISTRACCiÓN (TENSIÓN) ción. 12 , 15,17,29 En este aspecto, el eje de la flexión está
• Fractura de «Chance» (fig.16-10) frente a la columna, en el punto en que el cinturón toca
• Rotura de ligamento (fig.16-11) la parte anterior de las alas ilíacas. Este punto es nota-
I! Rotura de ligamento con fractura de
blemente anterior al núcleo pulposo, que es el eje de las
elemento posterior o central, o ambos (fig.16-12) lesiones de flexión. 12 ,17,lS De este modo, toda la colum-

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16. FRACTURAS, LUXACIONES Y LESIONES DE LOS LIGAMENTOS PRINCIPALES 225

na está sometida a fuerzas de distracción que, si son Lo mismo que con las demás lesiones vertebrales
suficientemente grandes, provocan la rotura de las co- importantes, durante la evaluación hay que pensar en
lumnas posterior y central. Esto explicaría por qué es el traumatismo multisistémico. Hay sensación dolorosa
rara la compresión (acuñamiento) de la columna ante- al tacto en el lugar de la fractura y se puede apreciar
rior en estas lesiones. 17 Puesto que en la fuerza no in- un aumento de la distancia intervertebral. En la mayo-
terviene ninguna componente de rotación o traslación ría de los pacientes (del SO al 90070) aparece finalmente
que sea significativa, el desplazamiento es muy raro. 17 equimosis en el abdomen bajo, en la zona de contacto
Denis lO ,11 atribuyó al mecanismo de flexión-distracción con el cinturón de seguridad. 17 Su ausencia en la sala
cuatro fracturas-luxaciones con desplazamiento (tres de de urgencias no descarta de ningún modo la lesión de
ellas con lesión medular completa). McAfee y COIS. 12 distracción, pues este signo puede necesitar varios días
informaron de 11 de esos casos, cuatro de los cuales para manifestarse. 22 En estos traumatismos es muy
habían sufrido lesión neurológica grave e implicaban raro el daño neurológico, probablemente menos del
también un mecanismo de flexión-distracción. Sin em- 5070 de los casos. 10-12, 17 De hecho, los 19 pacientes con
bargo, es probable que en esos casos hubiera una com- lesiones de cinturón de seguridad de la serie de Denis
ponente de rotación importante en vez de un mecanis- y los cuatro con fracturas de Chance del informe de
mo puro de distracción o flexión-distracción. 17 McAfee y cols. estaban neurológicamente intactos.

Caracterlsticas clínicas. Como ya se ha dicho, casi to- Lesiones asociadas. En este cuadro son corrientes las
das estas lesiones se producen en víctimas de accidentes lesiones intraabdominales. 17 .26 ,30 Lo más frecuente es
de automóvil o de avión que llevaban puesto el cintu- que se produzcan contusiones y desgarros intestina-
rón de seguridad en el momento del impacto. Las lesio- les,26,30 aunque también aparecen lesiones en el bazo,
nes de distracción son poco frecuentes, representando hígado, páncreas, diafragma, tracto gastrointestinal y
sólo el 5% de las fracturas dorsolumbares y roturas de estructuras vascul.ares. Asimismo, se han notificado
ligamentos.IO,14 Las fracturas de Chance y las combi- fracturas de las alas ilíacas. 30
nadas tienen frecuencias similares y representan del 75
al 90% de las lesiones de distracción. Las roturas puras Radiología. La fractura de Chance 25 es una lesión
de ligamentos suponen el 10-25% adicional. 10,17 Las le- completamente ósea (fig. 16-10). La rotura ósea se pro-
siones de distracción se producen casi siempre en la re- duce a través de la apófisis vertebral, las láminas, las
gión de D-Il a L_4. 1O ,11,14,17,26 apófisis transversas, los pedículos y el cuerpo vertebral.

Figura 16·10. Fractura de «Chance" producida por un mecanismo de distracción. A. Proyección de perfil. B.
Proyección posterior.

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226 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Donde mejor se ve es en la proyección de perfil. Dado malías de rotación ni de traslación (véase la sección an-
que la apófisis vertebral se escinde, la distancia entre terior). También se producen varias combinaciones de
dichas apófisis por encima y por debajo de la lesión roturas de lámina, pedículo, apófisis transversa, cuer-
está ensanchada. La altura de la parte posterior del po vertebral posterior y disco (figs. 16-12A a 16-12C),
cuerpo vertebral está aumentada. El desplazamiento en que se suelen apreciar mejor en las proyecciones de
traslación en el plano horizontal es muy raro,17 y las perfil y oblicua.
apófisis articulares y las articulaciones de las facetas En estos tipos de lesiones, la TAC añade poca in-
permanecen intactas. Los hallazgos en la proyección formación, pues las roturas están orientadas en el pla-
AP pueden ser sutiles, pero a menudo muestran la esci- no horizontal. Probablemente, la TAC tiene una ma-
sión de la apófisis vertebral y los pedículos; también se yor utilidad para las fracturas dorsolumbares. 10 ,12 La
observa que la distancia intervertebral está aumentada. tomografía simple puede dar información útil. 10
En esta proyección es donde mejor se observan las
fracturas de las apófisis transversas. Al contrario que Complicaciones. Como ya se ha dicho, es muy rara la
en la fractura de Chance, no hay anomalías óseas aso- lesión neurológica, A menudo, el mayor problema va
ciadas a la lesión de rotura de ligamento (fig. 16-11). unido a una lesión abdominal. Aunque la mayoría de
En este caso, la rotura es del complejo ligamentoso estos pacientes no requieren la estabilización quirúrgica
posterior, las articulaciones de las facetas y las cápsu- de su lesión vertebral, el reposo en cama prolongado
las, el ligamento longitudinal posterior, el anillo fibro- les puede acarrear múltiples problemas.
so y el disco intervertebral. La distancia intervertebral
aumentada se revela tanto en la proyección AP como Tratamiento de urgencia y control. El tratamiento es
en la de perfil, y las proyecciones oblicuas suelen des- semejante al de las lesiones de flexión-rotación, aunque
cubrir las dislocaciones de facetas. Además, en la pro- en este caso son raros los problemas de afectación y
yección de perfil se puede observar el ensanchamiento shock medulares. Una vez más hay que sospechar la
de la parte posterior del espacio discal. Radiológica- existencia de lesión intraabdominal grave.
mente, esta lesión es semejante a la «luxación pura» Es necesario mantener la inmovilización estricta de la
del tipo flexión-rotación, excepto en que no hay ano- columna, incluso la de los pacientes con fractura de

Figura 16-11. Rotura ligamentosa.


Esta lesión se puede diferenciar
radiológicamente de la luxación
por flexión-rotación por la ausen-
cia de rotación y la mala alinea-
ción traslacional (véase también
la figura 16-8).

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16. FRACTURAS, LUXACIONES Y LESIONES DE LOS LIGAMENTOS PRINCIPALES 227

A B

Figura 16·12. A. Rotura ligamento-


sa con fractura de elemento pos-
terior. B. Rotura ligamentosa con
c fractura de elemento posterior y
central. C. Rotura ligamentosa con
fractura de elemento central.

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228 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Chance, para asegurar la alineación. Recuérdese que asociadas, las fracturas de elemento posterior y la pro-
puede ser inestable en flexión. pensión a deformidades evolutivas han alterado este
La TAC pocas veces aporta más información. 1O ,12 concepto. 12-14 ,ll-l3
Si las radiografías de rutina no son adecuadas o si Actualmente, algunos autores creen que las fractu-
hacen falta más detalles sobre la lesión, la tomo- ras por estallido pueden ser estables o inestables, según
grafía simple es probablemente el procedimiento de la magnitud de la lesión ósea.12.1l.32 McAfee y COIS. 12 ,32
elección. consideran necesaria la lesión del elemento posterior
para que una fractura por estallido sea inestable, debi-
do al fracaso de las tres columnas. Sin embargo, otros
D CARGA AXIAL autores afirman que todas las fracturas por estallido
son en potencia inestables, aun cuando los elementos
CARGA AXIAL PURA posteriores permanezcan intactos.1 4,16,ll,l8 Cuando la
• Fractura por estallido sin fractura columna posterior está intacta, no hay riesgo de des-
de elemento posterior (fig. 16-13A Y B) plazamiento, como se ve en las fracturas-luxaciones.
• Fractura por estallido con No obstante, existen diversas razones de por qué todas
fractura de elemento posterior (fig. 16-14) las fracturas por estallido han de considerarse inesta-
bles en la apreciación en la sala de urgencias. Prime-
ra, el tratamiento inicial de otras lesiones significativas
puede impedir la evaluación esmerada de las fracturas
Carga axial pura dorsolumbares más allá de asegurar la alineación bur-
da. Segundo, y como ya se ha dicho, resulta evidente
Lesión inestable que un número considerable de fracturas de elementos
Mecanismo. Tradicionalmente, puesto que el complejo posteriores pasan inadvertidas en las radiografías sim-
ligamentoso posterior permanece intacto, estas lesiones ples. Así, hasta que se realice una TAC, debe presumir-
se han considerado estables. 3,4,15 Sin embargo, recien- se que las tres columnas están rotas. Tercera, aun
temente, la alta incidencia de secuelas neurológicas cuando estas fracturas por estallido son consideradas

Figura 16-13. Fractura por estallido sin rotura de elemento


posterior. Obsérvese la retropulsión de fragmentos óseos al
canal medular con agresión a la medula. A. Proyección de
perfil. B. Proyección superior.

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16. FRACTURAS, LUXACIONES Y LESIONES DE LOS LIGAMENTOS PRINCIPALES 229

siones multisistémicas. El examen físico de la columna


revela dolor al tacto en el nivel de la fractura; pero a
diferencia de las fracturas-luxaciones, no hay signos de
rotación, desplazamiento ni distancia intervertebral
aumentada. Las secuelas neurológicas están frecuente-
mente en concomitancia con las fracturas por estallido.
Entre el 42 y el 58% de los pacientes con estas fractu-
ras sufren cierto grado de lesión neurológica. IO ,12,14 La
pérdida de todas las funciones motoras útiles puede
ocurrir en el 36% de los pacientes con estas lesiones. 10
No sorprende pues que los individuos con fracturas
asociadas de elementos posteriores tengan un mayor
riesgo de lesión neurológica que aquellos cuyas estruc-
turas se mantienen intactas. IZ ,33

Lesiones asociadas. A causa de las grandes fuerzas ne-


cesarias para producir estas lesiones, se pueden dañar
múltiples sistemas u órganos. Con frecuencia ocurren
fracturas pélvicas y sacras,33 así como lesiones de ca-
beza y fracturas vertebrales en varios niveles. 3z Son
muy corrientes las fracturas de los miembros inferio-
Figura 16·14. Fractura por estallido con fractura de elemento res, sobre todo del tobillo y del calcáneo. 33 También
posterior. Obsérvese la rotura de ambos pedículos y una lámi- se han notificado hemorragias retroperitoneales asocia-
na, así como la retropulsión del fragmento óseo de la parte das a estas lesiones. 32
posterior del cuerpo vertebral.
Radiología. En este traumatismo todo el cuerpo verte-
bral cede a la presión, y de ello resulta una fractura
conminuta. Hay pérdida de altura del cuerpo anterior
estables por algunos autores, tienen una elevada inci- y posteriormente, con protrusión del córtex posterior
dencia de lesión neurológica. Y, finalmente, por desa- del cuerpo en el canal medular (figs. 16-13 a 16-15).
parecer la capacidad de la columna central para sopor- Donde mejor se aprecian estas anomalías es en la pro-
tar peso, cualquier carga de compresión axial puede yección de perfil, aunque a menudo la disminución de
ocasionar que el fragmento óseo retropulsado avance la altura del cuerpo vertebral es visible también en la
posteriormente hacia la medula. 13 Así, es significativo proyección AP. La columna permanece bien alineada
el riesgo de lesión neurológica, o de aumentarla. 10 en los planos verticales, sin que se produzca aumento
Algunos autores consideran la compresión axial y la de la distancia intervertebral.
flexión como fuerzas importantes que producen la ma- Hasta hace poco no se había apreciado la elevada
yoría de las fracturas por estallido. lO ,ll,\3 Sin embargo, incidencia de fracturas de elemento posterior asociadas
la carga axial es la componente esencial necesaria para a lesiones por estallido. IO- 14 ,31-34 De hecho, esto sucede
romper la columna central, o la central y posterior, entre la mitad y las dos terceras partes de estos ca-
mientras que la flexión interviene poco o nada en estas SOS.IZ,14,33 En esencia, junto con las fracturas por esta-
lesiones. 3,4,IZ,15,31.3Z llido se puede lesionar cualquier elemento posterior
(figs. 16-14 y 16-16). Lo clásico es que la distancia en-
Caracterlsticas clínicas. Tal como sugiere el mecanismo tre los pedículos esté aumentada a nivel de la fractura,
de la lesión, la mayor parte de ellas corresponden a caí- en comparación con el de encima y el de abajo, en la
das,14,33 aunque los accidentes de tráfico suponen tam- proyección AP (fig. 16-17). Un punto importante es
bién un número considerable. 32 En varias series de que con las radiografías simples resulta difícil valorar
fracturas dorsolumbares varió ampliamente la propor- la integridad del córtex posterior del cuerpo vertebral.
ción de fracturas por estallido, representando en todas Esto se debe en parte a la circunstancia de que la retro-
ellas del 1,5 al 66070.IZ,14,39 No obstante, cada uno de pulsión ósea a menudo tiene lugar al nivel de los pe-
estos estudios informó de lesiones ocurridas en pobla- dículos. 14 ,31 Además, puede ser muy difícil ver los
ciones seleccionadas. El 14% notificado por Denis lO es fragmentos óseos en el canal medular, así como las le-
probablemente una estimación fiel. Como ya se ha di- siones de elementos posteriores. Por esta razón, las
cho, en la misma proporción se producen las lesiones fracturas por estallido (inestables) se pueden diagnosti-
por estallido con fracturas de elementos posteriores o car erróneamente como fractura en cuña (estables), por
sin ellas. 1Z ,14,33 La gran mayoría de las fracturas por lo que hay que tener mucho cuidado al evaluar la parte
estallido tienen lugar en la región comprendida entre posterior del cuerpo vertebral en la radiografía de per-
D-12 y L_3. IO ,14 fil. Si después de estudiar las radiografías simples que-
Lo mismo que en las demás lesiones dorsolumbares da alguna duda, hay que obtener una TAC.
importantes, la evaluación y el tratamiento de estos pa- Gran número de estudios han documentado la ex-
cientes deben basarse en el supuesto de que existen le- traordinaria calidad de los detalles obtenidos con TAC

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230 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Figura 16·15. TAC de una fractura


por estallido con protrusión del
segmento posterior del cuerpo en
el canal medular.

Figura 16·16. Diferentes tipos de fracturas de elementos posteriores asociadas a fracturas por estallido. Con la TAC
ha mejorado mucho la evaluación y la definición de estos tipos de lesiones. De Smíth GR, Northrop CH, Loop JW:
Radíology 122:657, 1977. 33

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16. FRACTURAS, LUXACIONES Y LESIONES DE LOS LIGAMENTOS PRINCIPALES 231

Figura 16·17. Proyección anteroposterior en la que se aprecia el ensanchamiento interpedicular en L-1.

para la evaluación de estas lesiones.1O-12.14,20,31,32,34-37 Se A largo plazo, el estado neurológico de estos pacien-
aprecia bien la fractura y retropulsión del cuerpo ver- tes es mejor que el de los que tienen fracturas-luxaciones.
tebral posterior (fig. 16-15). El grado de afectación del McAfee y cols. 32 informaron de 12 pacientes con fractu-
canal medular se puede valorar midiendo el diámetro ras por estallido y lesión neurológica que mejoraron des-
sagital central del canal. Normalmente, esta medición pués de intervención quirúrgica. Es interesante que cin-
no ha de ser inferior a 14 mm en L-1. 12 Por encima de co pacientes con lesiones del cono medular se recuperaron
este nivel, el límite es ligeramente menor, y, por deba- totalmente. Otras complicaciones sufridas por estos in-
jo, es algo mayor. La TAC detalla nítidamente los ele- dividuos son semejantes a las observadas en las fractu-
mentos del anillo neural y las articulaciones de las face- ras-luxaciones, incluyendo la deformidad vertebral e\"o-
tas. También se pueden visualizar fragmentos óseos lutiva. 31 . 32, 38 El dolor crónico de espalda puede ser lo
muy pequeños en el canal medular. 12, 37 suficientemente intenso como para ocasionar la incapa-
cidad a largo plazo y evitar que algunos pacientes se rein-
corporen a sus ocupaciones anteriores.J2
Axioma: Tiene que examinarse siempre cuidadosamen- Tratamiento de urgencia y control. Esencialmente es el
te el córtex posterior del cuerpo vertebral en mismo que el descrito para los pacientes con lesiones de
la evaluación de lesiones por compresión. El flexión-rotación. Sin embargo, hay que comentar algu-
omitirlo puede llevar a diagnosticar errónea- nas cuestiones de tratamiento específico: 1) como ya se
mente una fractura en cuña estable por una ha dicho anteriormente, todas l,,_s fracturas por estallido
fractura por estallido inestable. tienen que considerarse inestables y tratarlas con estricta
inmovilización de la columna; 2) hay que revaluar fre-
cuentemente el estado neurológico, pues con estas lesio-
Complicaciones. Como ya se ha dicho, con frecuencia nes es frecuente el deterioro; en los casos en que la TAC
se producen lesiones neurológicas, aunque la paraplejía demuestre que el diámetro sagital central del canal me-
completa es notablemente menos frecuente que en las dular es el 50% o menos que el normal, parece ser que
fracturas-Iuxaciones.10.12.14 Debemos tener en cuenta el riesgo de lesión neurológica progresiva es mayor; 14
que algunos pacientes que al principio están neurológi- 3) las fracturas de elementos posteriores se producen, la
camente intactos, a los pocos días de la lesión desano- mitad de las veces, con lesiones por estallido que pueden
l!an signos de afectación neurológica ülcluso con las pasar inadvertidas en las radiografías simples, y 4) al eva-
debidas precauciones de columna y reposo en cama. luar las lesiones por compresión hay que comprobar que
Trafton y Boyd!4 comprobaron que esto sucede princi- la parte posterior del cuerpo vertebral esté intacta. Las
palmente en los pacientes cuyo canal medular está gra- radiografías de calidad no nos permiten comprobarlo, por
vemente comprometido por un fragmento óseo retro- lo que habrá que obtener una TAC, y, si no se dispone
pulsado. La disminución promedio del diámetro sagital de ella, resulta apropiada la tomografía simple. Si a pe-
central del canal en estos casos era un 66070 mayor que sar de ésta persiste la sospecha, habrá que enviar al pa-
la de los que permanecieron neurológicamente nor- ciente a otro departamento que disponga de TAC, si su
males. estado clínico no lo impide.

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232 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

CARGA AXIAL CON ROTACiÓN Las características clínicas son esencialmente las mis-
• Fractura «en rebanada» sagital (fig. 16-18) mas que en la fractura transversa de flexión-rotación.

Lesiones asociadas. Dado que esta lesión se produce


Carga axial con rotación en las mismas circunstancias que la fractura por estallido,
las lesiones asociadas son semejantes.
Lesión inestable
Mecanismo. Estas fracturas son extremadamente ines- Radiolog{a. El primero que describió la fractura «en
tables porque se rompen las tres columnas y hay un no- rebanada» sagital fue Bohlman. 1,40 El cuerpo vertebral
table desplazamiento traslacional. de encima de la fractura «se rebana» hacia abajo y la-
Resultan de la combinación de carga axial con fuer- teralmente sobre el cuerpo de abajo, resultando una
zas de rotación. 4o Aunque hay algunas diferencias en- fractura conminuta y un desplazamiento lateral apre-
tre esta fractura y la de estallido tipo D de Denis,IO,!! ciable. Dicho desplazamiento es claro en la proyección
el mecanismo es el mismo y pueden representar la mis- AP, y sin mucha inspección se puede diagnosticar
ma lesión. Hemos preferido no catalogar esta fractura como fractura transversa de flexión-rotación (fig. 16-
como lesión por estallido por tres razones: 1) hace falta 18). La apófisis transversa del lado del desplazamiento
una componente rotatoria notable para producir esta puede estar fracturada. También se pueden observar
lesión, mientras que las fracturas por estallido resultan las lesiones de apófisis articulares. En la proyección de
de una carga axial pura; 2) esta lesión es una fractura- perfil se solapan los cuerpos vertebrales y se observa la
luxación verdadera, a diferencia de las fracturas por es- fractura conminuta de los mismos. También se hace
tallido, que mantienen la alineación de la columna, y patente la retropulsión de la parte posterior del cuer-
3) esta lesión se asocia esencialmente a lesión medular pO.IO,!! Asimismo, se pueden producir lesiones de va-
completa. 4o Por otra parte, en las fracturas por estalli- rios elementos posteriores.
do, aproximadamente la mitad de los pacientes están Como era de esperar, la TAC es muy útil para deli-
neurológicamente intactos. 10, !2,!4 mitar la extensión de la lesión ósea, así como la afecta-
ción de la medula.
Caracterlsticas cl{nicas. Las circunstancias en que se
produce esta lesión son semejantes a las de las fractu- Complicaciones, tratamiento de urgencia y control.
ras por estallido (caídas y accidentes de tráfico). Se Esencialmente son los mismos que para las fracturas
desconoce su incidencia, pero probablemente es baja. transversas de flexión-rotación.

Figura 16-18. Fractura sagital «en rebanada» originada por una carga axial con mecanismo de rotación. Obsérvese
la tremenda magnitud de la lesión ósea, además de la notable desalineación. Esto explica la elevada incidencia de
afectación neurológica en estas lesiones. A. Proyección anterior. B. Proyección de perfil.

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16. FRACTURAS, LUXACIONES Y LESIONES DE LOS LIGAMENTOS PRINCIPALES 233

o EXTENSIÓN discal. En esta proyección también son visibles las frac-


turas de elementos posteriores (laminas, apófisis articu-
lares, pedículos).
EXTENSiÓN Al igual que en las otras fracturas de elementos
• Lesión de extensión (fig.16-19) posteriores, la TAC es una ayuda para determinar la
magnitud de la lesión.
Lesión inestable Complicaciones. Son similares a aquellas de las fractu-
ras en cuña anterior. Aunque no se cree que ocurra 13
Mecanismo. De este mecanismo resulta la rotura de los
la deformación progresiva, la inestabilidad aguda con
tres complejos. Las columnas anterior y central fallan por
compromiso de potencial neurológico debe ser antici-
tensión, y la posterior, por compresión;13 por lo tanto,
pada para debido al fallo de las tres columnas.
es una fractura inestable. La extensión pura no origina
desplazamiento vertebral; para ello hacen falta fuerzas Tratamiento de urgencia y control. Son semejantes a
de cizallamiento (véanse las lesiones de cizallamiento)Y los de la lesión de flexión-rotación. Como en todos es-
tos traumatismos, se cree que puede suceder la reduc-
Características clínicas. Aunque las lesiones de extensión ción espontánea de la fractura, lo que dificulta el diag-
en la región cervical son bastante comunes, en las re- nóstico por radiografía simple. 13
giones dorsal y lumbar son extremadamente ra-
ras. 3,4,12,13,23 Puesto que estos traumatismos no son co-
rrientes, poco se sabe de las circunstancias generales en
que se producen y si la afectación neurológica es una o CIZALLAMIENTO
secuela común. Esta situación se complica todavía más
por el hecho de que algunos autores clasifican errónea- CIZALLAMI ENTO
mente las fracturas de cizallamiento como de extensión. • Fractura por cizallamiento tipo A (fig. 16-21)
La lesión neurológica probablemente es inusual. 13 • Fractura por cizallamiento tipo B (fig. 16-22)
• Luxación por cizalla miento tipo B (fig. 16-23)
Lesiones asociadas. No se conocen lesiones asociadas
concretas.
Lesión inestable
Radiología (fig. 16-19). Esta rara lesión provoca la ro-
tura del ligamento longitudinal anterior y del disco in- Mecanismo. Puesto que se rompen completamente los
tervertebral, así como diversas combinaciones de frac- tres complejos ligamentosos, estas lesiones son extrema-
turas de elementos posteriores. 3,13 En la proyección damente inestables. En estos casos, el mecanismo de la
AP es difícil apreciar la lesión, pero en la de perfil a lesión es casi siempre un golpe directo fuerte en la es-
menudo se observa el ensanchamiento del espacio palda. 4,1O,13,20,11 Las fracturas de tipo A son las que se
producen generalmente en la región dorsal cuando la per-
sona es golpeada por un objeto pesado, como, por ejem-
plo, la caída de un árbol. 10 Las de tipo B son las que
se producen en la región lumbar, y a menudo se trata
de víctimas golpeadas por detrás por un vehículo moto-
rizado. Las caídas sobre la parte baja de la espalda tam-
bién pueden ocasionar estas lesiones (fig. 16-20).41
Características clínicas Afortunadamente, estos trau-
matismos son raros. Clínicamente, siete de las 412
fracturas dorsolumbares (1,7070) de la serie de Denis
eran por cizallamiento. 1O Como ya se ha indicado, las
lesiones de tipo A se producen casi exclusivamente en
la región dorsal, y las del tipo B, en la lumbar. Las pri-
meras son mucho más corrientes que las segundas. De
siete lesiones por cizallamiento de la serie de Denis, 10
solamente una era del tipo B (1,5% de fracturas-luxa-
ciones). Un hecho interesante es que De Oliveira 41 in-
formó de diez fracturas de tipo B de una serie de 195
fracturas-luxaciones (5%).
De las lesiones de tipo A suelen resultar secuelas
neurológicas graves, con paraplejía completa en casi
todos los pacientes. 4,1O,13,IS,10 Las fracturas de tipo B
también presentan inicialmente frecuentes signos neu-
Figura 16-19. Lesión por extensión que ocasiona la rotura de rológicos, pero la mayoría de los pacientes se recupe-
los ligamentos longitudinales anteriores y del disco interver- ran completamente y parece que están exentos de com-
tebral. plicaciones neurológicas a largo plazo,41

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234 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Figura 16-20. Ejemplo de mecanismo de cizalla.

La presentación clínica es parecida a la de las lesio- riormente respecto a la vértebra inferior (figs. 16-22 A
nes de flexión-rotación. Una característica única es que YB). Por jo general, el desplazamiento no es mayor de
todos los pacientes con fractura de tipo B en la región un tercio de la medida AP del cuerpo vertebral. 41 Sin
lumbar presentan una gran contusión en la zona lum- embargo, se produce la rotura completa de ligamentos.
bosacra a causa del golpe directo. 41 Puede haber avulsión de la porción inferior del cuerpo
vertebral superior (fig. 16-22A), Y a menudo se produ-
Radiolog(a. Los hallazgos radiológicos no suelen ser ce la rotura de la articulación de la faceta (fig. 16-
sutiles, ya que en estas lesiones el desplazamiento verte- 22A). A veces, la lesión comprende varios niveles y
bral es notable. Todas ellas se observan bien en la pro- puede conducir a la rotura completa de los pedículos
yección de perfil. En las fracturas del tipo A se produ- del cuerpo vertebral inferior (figs. 16-22 B Y C).21,41
ce un desplazamiento anterior del cuerpo vertebral Las luxaciones de tipo B provocan la rotura completa
superior, con rotura completa de los tres complejos li- de ligamentos sin fractura (fig. 16-23).
gamentosos (fig. 16-21 A). Los cuerpos vertebrales per- La TAC es útil para informar detalladamente de la
manecen esencialmente intactos. 4 ,1O La apófisis espino- extensión de la lesión ósea. Puede ser necesaria la mie-
sa de la vértebra superior y las apófisis articulares del lotomografía axial computarizada, ya que con frecuen-
segmento inferior están fracturadas. Además, se puede cia se producen desgarros de la duramadre en estas le-
producir la fractura de varios arcos posteriores (fig. siones. 10
16-21 B).4,10 El primero que describió las lesiones de
tipo B fue De Oliveira. 41 En ellas, la dirección del des- Lesiones asociadas, complicaciones, tratamiento de ur-
plazamiento vertebral es contraria a la de las lesiones gencia y control. Esencialmente son los mismos que
de tipo A. El segmento superior se desplaza poste- para las fracturas transversas de flexión-rotación.

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] 6. FRACTURAS, LUXACIONES Y LESIONES DE LOS LIGAMENTOS PRINCIPALES 235

A B

Figura 16-21. A. Fractura de cizalla tipo A. B. Fractura de cizalla tipo A con fractura de pedículo de la vértebra superior.

Figura 16-22. A. Fractura de cizalla tipo B. Puede haber avulsión


de la porción inferior del cuerpo vertebral superior y también ro-
tura de la articulación de la faceta. By C. Fractura de cizalla tipo
B. A veces la lesión puede afectar a varios niveles, con rotura de
los pedículos del cuerpo vertebral inferior.

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236 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Figura 16-23. Rotura ligamentosa


completa resultante de una luxa·
ción tipo B.

o FLEXiÓN LATERAL Radiología. La proyección AP revela una fractura en


forma de cuña en el cuerpo vertebral, con acortamien-
FLEXiÓN LATERAL PURA to del córtex lateral de un lado (fig. 16-24B). La pro-
• Fractura de cuña lateral (fig. 16-24) yección de perfil generalmente aparece normal, aunque
se puede apreciar un ligerísimo acortamiento. Los ele-
mentos y el córtex posteriores del cuerpo vertebral es-
Flexión lateral pura tán intactos. No se produce desplazamiento ni aumento
de la distancia intervertebral.
Lesión estable
Lo mismo que con las fracturas en cuña anterior,
Mecanismo. Por la compresión fallan unilateralmente hay que asegurarse bien de que está intacto el córtex
las columnas anterior y central, quedando la posterior posterior del cuerpo vertebral. De su omisión puede no
intacta; así pues, esta lesión es estable. advertirse una fractura lateral por estallido y la consi-
La fractura se produce por una fuerza excesiva de guiente lesión neurológica (fig. 16-25).
flexión lateral. La mayoría de ellas ocurren en la re- En ocasiones es necesaria la TAC para descartar
gión lumbar, probablemente a causa de la estabilidad con seguridad la existencia de un fragmento óseo retro-
que aporta la caja torácica. lo ,33 En la serie de Denis, 10 pulsado (fractura por estallido).
únicamente uno de 16 casos (6070) de fracturas laterales
en cuña se localizó en la región dorsal. Lesiones asociadas, complicaciones, tratamiento de ur-
gencia y control. Esencialmente son los mismos que para
Características clínicas. Es una lesión poco corriente; las fracturas en cuña anterior. Volvemos a insistir en que
de las 412 fracturas dorsolumbares recopiladas por De- antes de catalogar una fractura de flexión lateral como
nis,1O representaron únicamente el 4%. en cuña en vez de por estallido, el médico de urgencias
Con excepción de su localización (lumbar en vez de tiene que asegurarse de que está intacto el córtex poste-
dorsal), sus características clínicas son esencialmente rior del cuerpo vertebral (la discusión detallada de esta
idénticas a las de las fracturas en cuña anterior. Al cuestión, que aparece en la sección sobre fracturas por
igual que en éstas, no suele haber lesión neurológica estallido causadas por carga axial, es igualmente impor-
aguda. 10 tante para las lesiones de flexión lateral).

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16. FRACTURAS, LUXACIONES Y LESIONES DE LOS LIGAMENTOS PRINCIPALES 237

A B

Figura 16-24. Fractura en cuña lateral vista desde arriba (A) y anteriormente (B). Obsérvese el acortamiento del cuer-
po vertebral en un lado.

FLEXiÓN LATERAL CON CARGA AXIAL que, aproximadamente, la mitad del cuerpo permanece
intacto. Al igual que con las lesiones por estallido, pue-
• Fractura por estallido lateral (fig. 16-25) de haber fracturas de elementos posteriores.IO.1 3 Fergu-
son y Allen 13 notificaron que el fallo por tensión de
Flexión lateral con carga axial los elementos posteriores puede ocurrir contralateral-
mente a la fractura del cuerpo vertebral, y conducir a
Lesión inestable la luxación de la faceta de ese lado.
Mecanismo. La explicación que se ha dado sobre la La TAC detalla con mucha nitidez estas fracturas y
inestabilidad de las fracturas por estallido con carga puede resultar especialmente importante para descubrir
axial es igualmente válida para las laterales. fragmentos retropulsados.
El mecanismo es semejante al que produce las frac-
turas por estallido, con la particularidad de que la Lesiones asociadas, complicaciones, tratamiento de ur-
componente lateral que causa la lesión es unilateral. ID gencia y control. Esencialmente son los mismos que
Como ya se ha dicho, cuando las fuerzas laterales son para las fracturas por estallido.
grandes, se puede producir el fallo por tensión en el
lado opuesto al de la lesión por compresión. 13
o FRACTURAS MENORES
Características c/{nicas. Estas lesiones son raras. En el
estudio de Denis sólo tres fracturas de las 412 eran le- En determinadas circunstancias se pueden producir le-
siones por estallido laterales. Las características clíni- siones aisladas de apófisis transversas, vertebrales y ar-
cas son semejantes a las de las fracturas por estallido. ticulares o de partes interarticulares. La mayor parte de
Es frecuente la lesión neurológica. IO ,II,13 estas fracturas las ocasionan golpes directos, aunque
algunas también se producen por intensas contraccio-
Radiología. La proyección AP se parece mucho a la de nes musculares. Todas ellas son estables. En la serie de
la fractura en cuña lateral (fig. 16-24B), con acorta- Denis,1O las fracturas de apófisis transversas represen-
miento unilateral del cuerpo vertebral. Las diferencias taron el 14070 de todas las lesiones, mientras que los
más importantes se aprecian en la proyección de perfil, otros tres tipos de fracturas menores supusieron en
en la que se observa el fragmento retropulsado del cór- conjunto únicamente el 1OJo. El grueso de estas lesiones
tex del cuerpo vertebral posterior (figs. 16-25A y B). Al tiene lugar en la región lumbar. 10 Son muy raras las
contrario que en las fracturas por estallido, la altura complicaciones neurológicas,10,11,13 aunque se ha infor-
del cuerpo vertebral aparece esencialmente normal, ya mado de lesión asociada en el plexo braquial (fracturas

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238 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

A B

Figura 16·25. Fractura por estallido vista desde arriba (A) y en proyección de perfil (8). Obsérvese el fragmento óseo
retropulsado en el canal medular en un lado.

dorsales altas) y en el plexo lumbosacro, en combina- traumatismo vertebral, las heridas de bala siguen en
ción con fracturas pélvicas. 10 importancia a los accidentes de tráfico entre las causas
El tratamiento comprende reposo en cama, alivio de lesiones medulares. 45 Los hombres están mucho
del dolor y envío a un cirujano ortopédico. más expuestos a estas agresiones que las mujeres, y al
menos dos tercios de estas víctimas están en edades
comprendidas entre 15 y 29 años. 44 ,45
o LESIONES PENETRANTES Hay una elevada incidencia de lesiones asociadas
intratorácicas y abdominales que a menudo parecen
Lesión estable más importantes al principio. En estos casos, el rá-
Mecanismo. En dos grandes series de heridas de bala pido deterioro del shock hemorrágico puede impedir
en la columna no se produjo ninguna estabilidad como la evaluación cuidadosa del traumatismo vertebral.
resultado de la lesión penetrante. 44 ,45 En el estudio de La mayor parte de las heridas penetrantes que pro-
Stauffer y cols.,45 después se complicaron con inesta- ducen lesión neurológica tienen lugar en la región
bilidad seis de 185 casos. Es curioso el hecho de que to- dorsal, siendo mucho menos frecuentes las lumbares
dos estos pacientes habían sido operados de laminecto- y las cervicales,44,45 No se conoce la proporción exac-
mía y que en los casos tratados conservadoramente no ta de las lesiones que presentan graves secuelas neu-
apareció inestabilidad. rológicas, pero lo que sí es cierto es que es muy
Entre los civiles, la mayor parte de estas agresiones elevada. 15,44,45 Aunque rara, la lesión neurológica
están producidas por pistolas. 44 Las puñaladas supo- principal puede ser resultado de una afectación vascu-
nen un número menor, pero aun así significativo, de lar más que de un traumatismo directo de medula es-
casos. También se ha informado de causas raras tales pina!. 49
como arpones y fragmentos de vidrios proyecta-
dos. 46 ,48 Lesiones asociadas. Son muchas las lesiones asociadas
La magnitud de la lesión neurológica sufrida por que se producen en las regiones intratorácica e intraab-
las herida~ de disparos de poca velocidad (pistolas) no dominal, comprendiendo entre otras las pulmonares,
parece estar afectada por el calibre de la bala. 45 bronquiales, vasculares, esofágicas y cardíacas ~n el tó-
rax. También se pueden producir lesiones en el diafrag-
Caractedsticas clínicas. Probablemente esté aumentan- ma, intestinos delgado y grueso, hígado, bazo, riñones,
do la incidencia de las lesiones vertebrales penetran- retroperitoneo y espacio pararrena!. 42,44,45,50 También
tes,45 y quizá sean más frecuentes de lo que corriente- se ha informado de una combinación interesante (e
mente se supone. De hecho, en una institución en la inexplicable) entre heridas de bala en la medula espinal
que se atiende a un número elevado de pacientes con y hemorragia subaracnoidea intracraneal,51

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16. FRACTURAS, LUXACIONES Y LESIONES DE LOS LIGAMENTOS PRINCIPALES 239

Radiología. Las lesiones penetrantes en la columna puesto, está indicada la profilaxis normal contra el te-
pueden producir afectación ósea en cualquiera de sus tanos. Los antibióticos profilácticos tienen que admi-
estructuras, ya sea sola o en alguna combinación. Por nistrarse previa consulta al médico responsable del in-
lo general, no es difícil determinar si ha habido lesión greso. 29 ,44,45
vertebral, pero sí, en cambio, lo puede ser la evalua- Todos estos pacientes tienen que ser ingresados. La
ción del tipo exacto y la extensión de la lesión ósea, así extensión y gravedad de las lesiones dictarán qué espe-
como la presencia y localización de fragmentos metáli- cialista cirujano ha de ser el primero en intervenir. Por
cos mediante radiografía simple. 42 ,43 La TAC es más lo general, el más apropiado es el traumatólogo.
idónea para hacer estas determinaciones que la radio-
grafía simple y la tomografía convencionaL 42 Además,
la TAC puede dar valiosa información respecto a las
lesiones asociadas de otros sistemas u órganos. 42 Por D REFERENCIAS
ello, todos los pacientes con lesiones vertebrales pene-
trantes deberían ser examinados por TAC inmediata-
mente después de ser atendidos de las lesiones que pon- 1. Boh1man HH: Traumatic fractures of the upper thoracic
gan su vida en peligro. spine with paralysis. J Bone Joint Surg 56A:1299, 1974
La mielo grafía es de poco valor para la evaluación 2. Kahn EA: On spinal cord injuries (Editorial). J Bone
de estas lesiones, y, de hecho, puede ocasionar aracnoi- Joint Surg 41A:6, 1959
ditis en presencia de líquido cefalorraquídeo sanguino- 3. Holdsworth FW: Fractures, dislocations, and fracture-
dislocations of the spine. J Bone Joint Surg 45B:6, 1963
lento. 44 4. Holdsworth FW: Fractures, dislocations, and fracture-
dislocations of the spine. J Bone Joint Surg 52A:1534,
Complicaciones. La complicación más frecuente y más 1970
seria de estas lesiones es la afectación neurológica. Si 5. Bedbrook OM: Stability of spinal fractures and fracture
se produce la pérdida inmediata y completa de la fun- dislocations. Paraplegia 9:23, 1971
ción neurológica, la recuperación es rarísima. 44 ,45 Los 6. Stauffer ES, Neil JL: Biomechanical analysis of structu-
pacientes con lesiones en la cola de caballo evolucionan ral stability of internal fixation in fractures of the thora-
mejor y pueden tener una recuperación notable de la columbar spine. Clin Orthop 112:159, 1975
función. Se han notificado casos raros de síndrome de 7. Nagel DA, Koogle TA, Piziali RL, et al: Stability of the
upper lumbar spine following progressive disruptions and
Brown-Séquard causados por herida de bala en la co- the application of the individual internal and external fi-
lumna. 52 xation devices. J Bone Joint Surg 63A:62, 1981
La meningitis se ha considerado históricamente una 8. Panjabi MM, Hausfeld JN, White AA: A biomechanical
secuela frecuente,29 y aunque es cierto que en ocasio- study of the ligamentous stability of the thoracic spine in
nes aparece esta complicación,46,52 probablemente no man. Acta Orthop Scand 52:315, 1981
es frecuente. Yashon y cols. 44 informaron de 65 casos 9. Denis F: Updated classification of thoracolumbar fractu-
con lesiones neurológicas sin infecciones en el sistema res. Orthop Trans 6:8, 1982
nervioso central, aun cuando el 31 OJo de ellos no habían 10. Denis F: The three-column spine and its significance in
sido intervenidos quirúrgicamente. Todos recibieron the classification of acute thoracolumbar spinal injuries.
Spine 8:817, 1983
antibióticos. Stauffer y cols. 45 notificaron solamente 11. Denis F: Spinal stability as defined by the three-column
cuatro casos de infección entre 185 pacientes con heri- spine concept in acute spinal trauma. Clin Orthop
das de bala en la columna. Curiosamente, los cuatro 189:65, 1984
casos fueron pacientes intervenidos quirúrgicamente. 12. McAfee PC, Yuan HA, Fredrickson BE, et al: The value
No hubo ninguna complicación infecciosa entre los of computed tomography in thoracolumbar fractures:
84 paciente tratados conservadoramente. The analysis of 100 consecutive cases and a new classifi-
Entre otras complicaciones relativamente raras cation. J Bone Joint Surg 65A:461, 1983
destacan las fístulas cutáneas pleurales, el tromboem- 13. Ferguson RL, Allen BL: A mechanistic classification of
bolismo, la neumonía, la contaminación fecal del lí- thoracolumbar spine fractures. Clin Orthop 189:77, 1984
14. Trafton PO, Boyd CA: Computed tomography of thora-
quido cefalorraquídeo y la escoliosis. 29 ,45 Rara vez
cic and lumbar spine injuries. J Trauma 24:506, 1984
los pacientes presentan inestabilidad tardía; sin em- 15. Kaufer H, Kling TF: The thoracolumbar spine. In Rock-
bargo, esto representa probablemente más una com- wood CA, Oreen DP (eds): Fractures in Adults. Filadel-
plicación de la intervención quirúrgica que de la le- fia, JB Lippincott, 1984
sión en sí. 45 16. White AA, Panjabi MM: Clinical biomechanics of the
spine. Filadelfia, JB Lippincott, 1978
Tratamiento de urgencia y control. Se da preferencia al 17. Smith WS, Kaufer H: Patterns and mechanisms of lum-
tratamiento de las lesiones que ponen la vida en peligro bar injuries associated with lap seat belts. J Bone Joint
antes que a la evaluación y tratamiento del traumatis- Surg 51A:239, 1969
18. Roaf R: A study of the mechanics of spinal injuries. J
mo vertebraL Aunque estas lesiones son estables, es Bone Joint Surg 42B:810, 1960
prudente mantener la inmovilidad de la columna hasta 19. Bradford DS: Management of injuries to thoracolumbar
que se haya completado toda la evaluación de la lesión spine. In Evarts CM (ed): Surgery of the Musculoskeletal
vertebraL Como ya se ha citado anteriormente, la TAC System. Nueva York, Churchill Livingstone, 1983
es muy útil en este aspecto y debería realizarse en todos 20. Angtuaco EJC, Binet EF: Radiology of thoracic and lum-
los pacientes con lesión penetrante de columna. Por su- bar fractures. Clin Orthop 189:43, 1984

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240 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

21. Connolly JF (ed): Dislocations, fractures, and fracture- 38. Malcolm BW, Bradford DS, Winter RB, et al: Posttrau-
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17
Lesiones menores

D INTRODUCCiÓN se pueden observar equimosis o hematomas del tejido


blando. Si el golpe ha sido sobre la columna o los tejidos
Este capítulo versará sobre la valoración y el trata- paravertebrales, puede ser difícil diferenciar en el examen
miento de las distensiones agudas, esguinces y contu- si el dolor al tacto es de origen óseo o hístico. El ocasio-
siones de la espalda. En el capítulo 19 se revisarán de- nado por las contusiones tanto de la región dorsal como
talladamente los temas complejos respecto al síndrome de la lumbar aumenta con el movimiento de la zona le-
lumbálgico y los problemas de espalda crónicos, así sionada. La rotación o la flexión anterior exacerban el
como los muchísimos trastornos que pueden conducir dolor, lo mismo que la flexión lateral, sobre todo cuan-
a ellos. Este capítulo se limita a las lesiones menores do se realiza hacia el lado contrario de la lesión. Las con-
agudas de tejido blando de las regiones dorsal y tusiones de la región dorsal tienen, por lo general, una
lumbar. componente pleurítica que se suma al dolor. A estas agre-
siones también puede asociarse la disnea, incluso en ca-
sos en que esté excluida la posibilidad de lesión pulmonar.
D CONTUSIONES DE LAS REGIONES
Diagnóstico
DORSAL Y LUMBAR Las características clínicas definen la entidad clínica y
el diagnóstico. En algunos casos es tal el dolor al tacto
Mecanismo en la columna, que induce al médico a solicitar radio-
Aunque no se conoce la verdadera incidencia de las le- grafías, pero en este cuadro clínico general son muy ra-
siones de tejidos blandos de la espalda resultantes de ras las fracturas. Cuando ocurren, son casi siempre ais-
golpes directos, son evidentemente muy corrientes y su- ladas y afectan a una apófisis vertebral transversa o
ponen un gran número de los ingresos en la sala de ur- articular. Las fracturas inestables (lesiones por cizalla-
gencias. Las contusiones de la espalda se producen casi miento) resultantes de golpes se producen casi exclusi-
en cualquier circunstancia, pero lo más probable es que vamente en los casos de traumatismo vertebral directo
resulten de accidentes laborales y deportivos. Los masivo, y tiene que sospecharse que su mecanismo es
músculos y los ligamentos de la columna y de las regio- notable (véase el capítulo 16).1.5 Por otra parte, la gran
nes paravertebrales se pueden lesionar de varios modos mayoría de los traumatismos directos de la espalda son
que no se conocen bien o que anatómicamente no están por naturaleza de poca importancia y no requieren eva-
del todo definidos. A causa de la naturaleza inespecífi- luación radiológica.
ca del examen físico, a menudo es imposible determi-
nar si los signos y síntomas están causados por agre- Lesiones asociadas
sión a los músculos, a los ligamentos, a los tejidos de Aunque de por sí una contusión de espalda tiene esca-
las capas internas y órganos, o por una combinación de sas consecuencias clínicas, en ocasiones existe una le-
ellos. Por fortuna, siempre que se pueda excluir la le- sión notable en un órgano subyacente, que no debe pa-
sión ósea u orgánica asociada no es necesaria la defini- sar inadvertida simplemente por la naturaleza de otro
ción exacta de la agresión para su tratamiento eficaz. modo leve y vulgar de la lesión. Los golpes directos en
la región lumbar pueden provocar lesiones renales o re-
Características clínicas troperitoneales, con posible formación de hematoma
Estos pacientes acuden con una historia de golpe en la es- retroperitoneal. Los golpes en la parte alta de la espal-
palda, por lo general de poca importancia. Lo mismo que da pueden producir fracturas de costillas, hemotórax,
en las contusiones de tejidos blandos en cualquier parte neumotórax o contusión pulmonar. Afortunadamente,
del cuerpo, las características clínicas principales son el estas lesiones graves asociadas a contusiones en la es-
dolor espontáneo y el provocado al tacto. También palda son poco frecuentes.
241

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242 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Complicaciones reza o sensación de que le están «arrancando». En al-


Las contusiones de las regiones dorsal y lumbar po- gunos casos, como ya se ha dicho, se suma al dolor
cas veces van acompañadas de complicaciones impor- una componente pleurítica, que se manifiesta sobre
tantes. Probablemente, la secuela más grave de estas le- todo al toser. En general, la presentación de los sínto-
siones es su propensión a dejar un dolor de espalda mas es inmediata al acontecimiento que los precipita.
crónico. No se sabe cuál es la incidencia de esta com- Sin embargo, según la experiencia de los autores, pue-
plicación, pero debe ser significativa (al menos en las den transcurrir horas e incluso días antes de que apa-
lesiones laborales). rezcan.
El examen revela dolor al tacto y espasmo de los
Tratamiento de urgencia y control músculos paravertebrales en la región de la lesión. Los
El aspecto más importante del tratamiento es la deter- esguinces de los ligamentos supravertebrales , interver-
minación (por historia y examen físico) de los pacientes tebrales, intertransverso y radiado presentan el hallaz-
con alto riesgo de lesión asociada de otros órganos. go adicional de dolor al tacto en la columna (véase el
Cuando el cuadro clínico nos induce a considerarlo, capítulo 13). También son signos típicos la movilidad
debe continuarse el reconocimiento de acuerdo con la disminuida y el dolor con el movimiento, sobre todo
localización del golpe. con la flexión lateral hacia el lado contrario al de la le-
El tratamiento comprende reposo en cama, alivio sión.
del dolor y hielo en la región lesionada. Al remitir los Al inspeccionar al paciente desnudo, el hombro del
síntomas, se puede aumentar la actividad y estimular al lado de la lesión suele estar más bajo que el otro y se
paciente para que haga ejercicios aumentando el arco puede apreciar una ligera escoliosis (con la concavidad
articular. hacia la lesión) causada por el espasmo del músculo pa-
El envío al cirujano ortopédico sólo es necesario en ravertebral.
aquellos casos que al cabo de varias semanas presentan
todavía síntomas importantes.
Diagnóstico
Lo mismo que con las contusiones en esta reglOn, el
diagnóstico se define por el mecanismo de la lesión y
D DISTENSIONES Y ESGUINCES por las características clínicas, como ya se ha dicho an-
AGUDOS DE LA REGleN DORSAL teriormente.
Rara vez están indicadas las radiografías, a menos
que se sospeche algún problema importante en las es-
Mecanismo tructuras subyacentes, como escoliosis, tumor verte-
Aunque sorprenda, es poco lo que se sabe respecto a bral, infección u osteoporosis grave.
las distensiones y esguinces que se producen en la
región dorsal de la columna a juzgar por la escasez
bibliográfica sobre el tema, frente a la abundancia de Lesiones asociadas
datos que existen sobre las lesiones en la región Son raras, pero comprenden, entre otras, las fracturas
lumbar. en cuña dorsales en los pacientes con osteoporosis.
Probablemente esto se debe a dos factores principa- Uno de los autores observó también un caso de neumo-
les: primero, aunque no se conoce la verdadera in- tórax espontáneo que se presentó al principio con las
cidencia de estas lesiones, suceden con mucha menos características de distensión dorsal. Posiblemente la
frecuencia en la región dorsal que en la lumbar, y se- causa precipitante fue una maniobra de Valsalva efec-
gundo, y posiblemente más importante, es mucho me- tuada durante un levantamiento. El paciente no se que-
nos probable que aparezcan síndromes de dolor cróni- jaba de falta de respiración ni de dolor en el pecho, y
co e incapacidad en las lesiones de la región dorsal que presentó un examen completamente normal de los pul-
en las de la lumbar. mones. Sin embargo, tenía un ritmo respiratorio de 24
La mayor parte de las distensiones y esguinces agu- incluso en reposo, lo que indujo al médico a realizar
dos que ocurren en la región dorsal son resultado de le- radiografías del tórax, que le llevaron al diagnóstico.
vantar objetos pesados con la cintura doblada. El me- (Una vez más se pone de relieve la importancia de pres-
canismo es semejante al que produce la distensión tar atención a los signos vitales con independencia de
lumbar aguda. No se conoce la razón de por qué este las quejas del paciente.)
mecanismo produce en unos pocos pacientes distensión
dorsal en vez de lumbar. Complicaciones
Entre los mecanismos que producen esta lesión des- Rara vez aparecen complicaciones; pero algunos pa-
tacan los accidentes de tráfico, las lesiones deportivas, cientes sufrirán dolor crónico e incapacidad. Por suer-
la flexión o rotación rápida del torso o el llevar un ob- te, casi todos ellos tendrán una recuperación rápida y
jeto pesado en las manos mantenidas por encima de la completa.
cabeza.

Características clínicas Tratamiento de urgencia y control


La queja principal es de dolor, aunque el paciente pue- La terapéutica es la misma que para las contusiones de
de experimentar otros síntomas, tales como rigidez, du- la región dorsal.

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17. LESIONES MENORES 243

D DISTENSIONES Y ESGUINCES Las regiones lumbar y lumbosacra de la espalda son


AGUDOS DE LA REGiÓN LUMBAR Y «puntos anatómicos propicios» para las lesiones de dis-
LUMBOSACiRA tensión. La parte baja de la espalda tiene que soportar
grandes fuerzas axiales, rotatorias, de cizallamiento y
de flexión. La región lumbosacra aguanta particular-
Mecanismo mente grandes fuerzas por su localización en la unión
En medicina de urgencias es muy corriente encontrarse de la columna lumbar, relativamente móvil, y el sacro,
con casos de distensiones y esguinces en la parte baja que esencialmente está fijo. A menudo es difícil deter-
de la espalda. Sin embargo, no se conoce su incidencia minar las estructuras exactas implicadas en una lesión
exacta, aunque el problema está muy extendido, pero dada, pero puede comprender, entre otros, los múscu-
el coste que representan para la sociedad y la industria los erector de la columna, intervertebrales y paraverte-
en función de los honorarios médicos y la incapacidad brales, y los ligamentos amarillo, supravertebral, inter-
es verdaderamente importante. Estas lesiones se produ- vertebral e intertransverso. También se pueden rasgar
cen mayormente entre los 25 y los 50 años, y con una las cápsulas de las facetas y producirse pequeñas sublu-
frecuencia doble en los hombres que en las mujeres, 6 xaciones de facetas que son demasiado sutiles para des-
principalmente por su preponderancia en los trabajos cubrirlas radiológicamente.
que requieren esfuerzos físicos. Estas lesiones están originadas por poderosas con-
Todavía es algo primitivo lo que sabemos sobre los tracciones musculares, y lo más frecuente es que se
mecanismos anatómicos exactos y patológicos que in- produzcan mientras se levanta un peso con el cuerpo
tervienen en estas lesiones. Es complicado por el hecho doblado (fig. 17-1). Otros mecanismos son: estornudar
de que no hay «prueba» que confirme o descarte el con violencia, movimientos rápidos de rotación de la
diagnóstico. 7,8 Además, el paciente puede obtener una cintura, intentar evitar que se caiga un objeto pesado
satisfacción secundaria por su lumbalgia (es decir, o recuperar el equilibrio después de un movimiento re-
compensación económica por la incapacidad). Así pentino e inesperado del cuerpo. En muchos de estos
pues, la respuesta al tratamiento no sólo depende de la casos «se coge desprevenida» a la musculatura, y todo
curación de la patología sino también de otras muchas el esfuerzo lo soportan entonces las estructuras liga-
variables. mentosas de la parte baja de la espalda.

Figura 17-1. Técnica de levanta·


miento inadecuado.

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244 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Aunque estas lesiones le pueden suceder a cualquie- TABLA 17·1. FACTORES QUE PREDISPONEN A LAS SOBRE·
ra, hay varias circunstancias que predisponen y que CARGAS Y ESGUINCES AGUDOS EN LA ZONA LUMBAR
hacen que el riesgo de algunas personas sea mayor.
Obesidad
Cualquier factor que incremente la lordosis lumbar Embarazo
aumentará también los esfuerzos que tenga que sopor- Atonía de la musculatura abdominal
tar esta región de la columna. Comprende, entre otras, Tacones altos
la obesidad, el embarazado, la atonía muscular abdo- Cifosis dorsal con aumento secundario de la lordosis lumbar
minal y llevar tacones altos (fig. 17-2). Otros factores Cualquier factor que cause una lordosis lumbar aumentada
que predisponen es la elevación repetitiva con el cuerpo El levantamiento repetitivo de pesos (a menudo laboral)
doblado, la edad, la espondilosis degenerativa y una La mayor edad con espondilosis degenerativa
vértebra lumbar supernumeraria (tabla 17-1). Vértebra lumbar supernumeraria

Características clínicas
El dolor en el lugar de la lesión es la queja principal,
junto con otros síntomas tales como rigidez, aumento del dolor con el movimiento y su irradiación. El toser
y estornudar pueden exacerbar el dolor. Generalmente,
los síntomas empiezan en el momento de producirse la
lesión, pero puede haber retraso en su aparición. El do-
lor es seguido, y sólo se alivia algo con el reposo. La
irradiación en este caso no es dermatómica, sino difu-
sa, y de tipo profundo. Se puede extender por la región
glútea y la parte posterior del muslo, ya sea unilateral
o bilateralmente. En apariencia, la irradiación a la par-
te inferior de las piernas o los pies no es frecuente. 9
La etiología del dolor irradiado no está clara en el cua-
dro de las lesiones musculares y ligamentosas. Proba-
blemente es difereme al de irritación de raíz nerviosa
directa que tiene lugar en la hernia discal o estenosis de
los agujeros vertebrales.
El examen revela un notable dolor al tacto, que
puede ser difuso o localizado. Cuando es difuso, gene-
ralmente hay una zona bastante discreta de sensación
máxima, que puede ser vertebral o paravertebral, o
ambas. Frecuentemente se observa espasmo muscular
paravertebral, y cuando es unilateral, puede haber es-
coliosis lumbar. Al igual que con este hallazgo en la re-
gión dorsal, la curva es cóncava hacia el lado de la
lesión (fig. 17-3). El movimiento está restringido en to-
das direcciones, pero, sobre todo, en extensión y fle-
xión lateral hacia el lado contrario al de la lesión. Si el
espasmo es grave, cualquier movimiento del cuerpo
produce dolor, y el hecho de mover las piernas o ele-
varlas rectas causa una verdadera angustia. Sin embar-
go, en la gran mayoría de los casos, estas maniobras se
toleran sin manifestar quejas.
El modo de andar suele ser normal, aunque puede
revelar cojera a causa de dolor o espasmo del bíceps
crural unilateral. En casos graves es imposible la deam-
bulación a causa del dolor. Los reflejos y la sensibili-
dad son normales, lo mismo que la exploración moto-
ra. Sin embargo, el dolor puede limitar la capacidad
del paciente para ejecutar ciertos apartados de la explo-
ración.

Diagnóstico
El diagnóstico de distensión lumbar es relativamente
fácil. Las características clínicas ames expuestas están
presentes en distintos grados, pero, a pesar de ello, el
Figura 17·2. La obesidad puede ocasionar una lordosis diagnóstico del cuadro correcto es generalmente senci-
aumentada en la región lumbar inferior de la columna y una llo. Sin embargo, el síndrome de dolor lumbar tiene
distensión excesiva de la espalda. muchas causas, y si hay algo poco usual en la explica-

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17. LESIONES MENORES 245

lar lumbar. 8,10,12,16,17,19 Además, de ningún modo es tri-


vial la exposición de las gónadas a la radiación. 8,11,15,19
Otro problema es la tendencia a aceptar o tomar cual-
quier hallazgo anormal como causa de los síntomas del
paciente. De hecho, se ha comprobado que muchas
anomalías vertebrales están presentes con frecuencias
iguales o parecidas en personas sintomáticas y asinto-
máticas. 8,13,18,20
En un estudio, Scavone y cols. IO obtuvieron placas
1( de la región lumbosacra de la columna en 212 casos de
'11\,
traumatismo menor, y únicamente siete pacientes
(3,30/0) tenían fracturas agudas, siendo todos ellos mu-
jeres de 70 años o más con fracturas de compresión es-
tables. Solamente una de esas siete pacientes no presen-
taba dolor al tacto localizado en la región vertebral.
Así, en los casos con historia y examen físico típicos de
distensión lumbar, una postura razonable es evitar las
radiografías a menos que concurran una o más de las
siguientes circunstancias: 1) dolor notable al tacto en la
columna; 2) hallazgos neurológicos; 3) mujeres de más
de 50 años; 4) gran probabilidad de patología oculta
(tumor, infección, osteoporosis, toma de esteroides,
etc.), y 5) otras razones atípicas o que obliguen a ello
(tabla 17-2). Con este planteamiento es muy poco pro-
bable que pasen inadvertidas patologías vertebrales sig-
nificativas. Además, si no se aprecian anomalías, tam-
poco es probable que el «captarlas» en el momento de
la llegada a urgencias hubiera alterado el tratamiento.
Aunque con este planteamiento pocas veces puede «pa-
I sar inadvertida» una fractura aguda, mucho más raro
I todavía es que sea inestable. El riesgo médico legal
" 1" puede ser significativamente menor si se comenta esa
¡
pequeña posibilidad con el paciente, instruyéndole para

)~
,,,'O /;
que vuelva si los síntomas empeoran o no mejoran den-
tro de un tiempo prudencial.

a Complicaciones
¡ La complicación principal de la distensión lumbar es la
propensión a que resulte un dolor crónico e incapaci-
J L~ dad. Esto puede ser un problema tremendo y suponer
una gran proporción de casos de compensación labo-
ral. Por fortuna, el paciente clásico experimenta una
notable mejoría al cabo de unas semanas,21,22 y el 90%
Figura 17-3. Cuando se produce una lesión en la espalda se
de ellos se recuperan en meses. 22 ,23 Desgraciada-
puede desarrollar una curvatura lateral a causa de espasmo
del músculo paravertebral con la concavidad hacia el lado de
la lesión.

TABLA 17-2. INDICACIONES RADIOLÓGICAS EN PACIENTES


QUE ACUDEN CON PROBABLE SOBRECARGA LUMBAR
ción del paciente o si el acontecimiento traumático mí-
nimo causante del dolor es atípico o vago, es necesario Notable sensación dolorosa al tacto de las a. espinosas
establecer un diagnóstico diferencial (véase el capítulo Hallazgos neurológicos
19). Dicho esto, sigue siendo cierto que la gran mayo- Mujeres de más de 50 años
ría de los pacientes que se presentan con lesiones meno- Gran probabilidad de enfermedad subyacente
res agudas en la zona lumbar no suponen ningún dile- Tumor (primario o metastásico)
ma para el diagnóstico. Infección (pacientes con tuberculosis, toxicómanos, etc.)
Una cuestión importante es decidir qué pacientes Fiebre
requieren evaluación radiológica. Hay un sinnúmero de Osteoporosis
Pacientes que toman esteroides
publicaciones sobre el uso y abuso de las radiografías
Presentación atípica y otras razones que obliguen
lumbosacras. 8,1O-18 El problema principal se centra en
(es decir, pacientes incapaces de andar a consecuencia
el hecho de que muy pocas veces las radiografías alte- del dolor)
ran el tratamiento o resultado en los pacientes con do-

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246 IV. LA COLUMNi'l DORSOLUMBAR

mente, algunos individuos requieren reposo en cama 5. Connolly lF (ed): Dislocations, fractures, and fracture-
prolongado, que está expuesto a complicación trom- dislocatíons of the thoracic and lumbar spine. In The Ma-
boembólica. nagement of Fractures and Dislocations: An Atlas. Fila-
delfia, WB Saunders, 1981
6. Finneson BE: Lumbosacra1 strain. In Low Back Pain. Fi-
Tratamiento de urgencia y control ladelfia, lB Lippincott, 1980
Lo mismo que para las contusiones de la espalda, el 7. Dillane lB, Fry J, Kalton G: Acute back syndrome: A
tratamiento consiste en reposo en cama con un colchón study from general practice. Br Med J 2:82, 1966
duro o una tabla, alivio del dolor y compresas frías en 8. Kelen GD, Noji EK, Doris PE: Guidelines for use of lum-
la región lesionada. Algunos pacientes experimentan bar spine radiography. Ann Emerg Med 15 :245, 1986
gran alivio con relajantes musculares. Los individuos 9. Brashear HR, Raney RB: Affections of the low back. In
con un punto máximo de dolor muscular al tacto Shands' Handbook of Orthopedic Surgery, 9th ed. Sr.
(<<punto gatillo») pueden responder a la inyección con Louis, CV Mosby, 1978
10. Scavone JG, Latshaw RF, Rohrer GV. Use of lumbar
anestesia local. Al cabo de tres a siete días, cuando me-
spine films: Statístícal evaluation at a university teaching
joren los síntomas, se puede aumentar la actividad e hospital. lAMA 246: 1105, 1981
iniciar ejercicios con aumento progresivo del arco arti- 11. Patrick lD, Doris PE, Mills ML, et al: Lumbar spine x-
cular. A menudo, el calor local disminuye el dolor y la rays: A multihospital study. Ann Emerg Med 12:84, 1983
rigidez en el punto de aplicación. 12. Hall FM: Back pain and the radiologisr. Radiology 137:
La educación del paciente respecto a la pérdida de 861, 1980
peso, sus limitaciones, el llevar zapato plano en vez de 13. Torgerson W, Dotter WE: Comparative roentgenogra-
tacones altos, el evitar dormir en posición prona y la phic study of the asymptomatíc and symptomatic lumbar
mecánica de levantamiento impropia (fig. 17-1) es un spine. J Bone Joint Surg 58A:850, 1976
14. McGura A, Schwartz A: Relatíon between the 10w back
aspecto importante de la visita a la sala de urgencias.
pain syndrome and x-ray findings. Scand J Rehabil Med
Esto es particularmente ciert.o ya que a menudo es el 10:135, 1978
único contacto que suele tener el paciente con un médi- 15. Kaplan D: Spine problems in emergency department pa-
co, y una simple educación puede evitar la futura recu- tients: Does every patient need and x-ray? J Emerg Med
rrencia. 2:257, 1985
Excepto en el raro caso de un individuo con dolor 16. Rockey PH, Tompkins RK, Wood RW, et al: The useful-
inmediato, debilitante grave, que deba ser ingresado, la ness of x-ray examinations in the evaluation of patíents
remisión al cirujano ortopédico está indicada única- with back pain. J Fam Pract 7:455, 1978
mente en aquellos pacientes que fracasan y que no ex- 17. Neidre A: Low back pain--Evaluation and treatment in
the emergency department setting. Emerg Med Clin
perimentan una mejoría notable después de varias se-
North Am 2:441, 1984
manas. En estos casos, la terapia física también puede 18. Witt 1, Vestergaard A, Rosenk1int A: A comparatí\'e
ser beneficiosa, siempre que esté dirigida por el médico analysis of x-ray findings of the lumbar spine in patiems
especialista (rehabilitador). with and without lumbar pain. Spine 9:298, 1984
19. Hall FM: Overutílization of radiological examinatíons.
RadioJogy 120:443, 1976
[] REFERENCIAS 20. Fullenlove TM, Williams Al: Comparative roentgen fin-
dings in symptomatic and asymptomatic backs. Radio-
1. Holdsworth FW: Fractures, dislocations, and fracture-dis- logy 68:572, 1957
locations of the spine. 1 Bone loint Surg 52A: 1534, 1970 21. Kelsey JL, White AA: Epidemiology and impact of 10\\
2. De!lis F: The three-column spine and its significance in back pain. Spine 5:133, 1980
the ciassificatíon of acute thoracolumbar spinal injuries. 22. Rissanen PM: The surgícal anatomy and pathology of the
Spine 8:817, 1983 supraspinous and interspinous ligaments of the lumbar
3. Ferguson RL, Allen BL: A mechanistic classification of spine with special reference to ligament ruptures. Acta
thoracolumbar spine fractures. Clin Orthop 189:77, 1984 Orthop Scand [Suppl] 46: 1, 1960
4. Angtuaco EJC, Binet EF: Radiology of thoracic and lum- 23. White AWM: Low back pain in men receiving workmen's
bar fractures. Clin Orthop 189:43, 1984 compensatíon. Can Med Assoc J 95:50, 1966.

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8
Escoliosis y cifosis

La escoliosis y la cifosis son trastornos crónicos no de métrica, y la corrección de la anomalía extrínseca re-
urgencias. Sin embargo, el conocimiento de su presen- suelve la curvatura de la columna.
tación clínica es igualmente importante para el médico Cuando esta curvatura es extrema puede acarrear
de urgencias por tres razones: primero, estas deformi- secuelas cardiovasculares, respiratorias y neurológicas,
dades pueden ser el signo de una grave enfermedad que a su vez pueden ocasionar incapacidad y muerte
subyacente; segundo, el rápido diagnóstico y envío al prematura.
especialista para el tratamiento y seguimiento apropia- Son muchísimas las causas de la escoliosis, y la
dos es la clave para prevenir una deformidad y una in- exposición completa de sus etiologías está más allá
capacidad importantes, y, tercero, estos trastornos son del alcance de este libro. Algunas de las causas más
corrientes entre la población general, proporcionando comunes comprenden, entre otras, infección, trauma-
así al médico de urgencias la oportunidad de diagnosti- tismo, quemaduras extensas del dorso, parálisis, pará-
car sobre una base relativamente frecuente. lisis cerebral, poliomielitis, neurofibromatosis, artritis
reumatoide, causas congénitas y toracotomía con ro-
tura de los ligamentos vertebrales transversos. Sin
D ESCOLIOSIS embargo, la mayoría de los casos son idiopáticos (70-
90%). De acuerdo con la edad de la presentación, se
reconocen tres grupos de escoliosis idiopática: infan-
Incidencia til, juvenil y adolescente. Por lo general, el pronósti-
La escoliosis es un trastorno común. En un estudio de co es mejor cuanto más tarde aparezca, aunque en el
Shands y Eisberg,l de 50.000 radiografías de tórax ob- grupo infantil la mayoría de los casos se recuperan
tenidas en una inspección de la tuberculosis, la inciden- espontáneamente y no precisan tratamiento. La esco-
cia fue del 1,9070. Los exámenes de rutina en los niños liosis infantil aparece al nacer o poco después del na-
de los colegios encontraron cierto grado de escoliosis cimiento. En la mayoría de los casos, las curvas ver-
en el 10-12% de los que estaban entre los 10 y los 14 tebrales son hacia la izquierda en la región dorsal. La
años. La mayor parte de estas curvas son de menos de escoliosis idiopática juvenil se define por su presenta-
20°. Su rápido descubrimiento y tratamiento ha hecho ción entre los tres años y la pubertad, con progresión
que disminuya el número de adolescentes que requieren a deformidad grave en la mayoría de los casos si no
tratamiento quirúrgico. Curiosamente, va en aumento se detectan o se dejan sin tratar. La forma adolescen-
el número de pacientes adultos que buscan el cuidado te aparece después de la pubertad, siendo muchachas
médico para la escoliosis, a pesar de los programas de el 90% de los pacientes. La curva es hacia la derecha
detección temprana. en el 80-90% de los casos. Como implica su nombre,
se desconoce la etiología de la escoliosis idiopática, y
Fisiopatología no está claro el mecanismo por el que se produce la
La escoliosis es una curvatura lateral de la columna curvatura de la columna.
vertebral de 10° o más. Existen dos tipos: estructural
y no estructural. Las curvas estructurales son las causa- Características clínicas
das por anomalías anatómicas de la columna o de sus En los niños y adolescentes, la mayor parte de los casos
estructuras de soporte. Las vértebras afectadas están fi- de escoliosis son asintomáticos. De hecho, el niño ge-
jas en una posición girada, y la inclinación hacia una neralmente no se da cuenta de la presencia de la defor-
lado se demuestra por la asimetría que se aprecia en el midad hasta que algún otro la ve, normalmente los pa-
examen físico y en la radiografía. Por otra parte, la es- dres. Desgraciadamente son muchos los pacientes que
coliosis no estructural está causada por fuerzas extrín- han sido advertidos del diagnóstico por el médico, pero
secas a la columna, como una extremidad más corta que «dejan seguir a ver qué pasa» sin una evaluación
(escoliosis estática). En este caso, la flexión lateral es si- a fondo por un especialista. El historial médico ge-
247

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248 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

neralmente no revela nada, aunque a veces puede en- cor pulmonale. Una vez se ha producido el agranda-
contrarse un traumatismo, infección vertebral, polio- miento del ventrículo derecho, el pronóstico de super-
mielitis u otros trastornos que implican una etiología vivencia es fatal, con una esperanza de vida de uno o
concreta. Cuando hay síntomas, la queja más corriente dos años. La fisiología pulmonar está notablemente al-
es el dolor de espalda, generalmente en la región lum- terada, con reducciones importantes del volumen pul-
bar o dorsal baja, que se exacerba con la actividad vi- monar total, volumen residual, capacidad vital y capa-
gorosa y mejora con el reposo. El dolor de espalda es cidad residual funcional. 2 Un estudio sobre pacientes
mucho más corriente en los adultos que en los niños o con escoliosis antiguas mostró que la tasa de mortali-
adolescentes, posiblemente a causa de osteoartritis se- dad total era el doble que en la población normal. 3
cundaria. Los demás síntomas son mucho menos co- Otra investigación que siguió a pacientes con escoliosis
rrientes y se presentan solamente en los pacientes con no tratadas halló que el 47% de ellos estaban incapaci-
deformidad grave. Entre ellos destacan el dolor radicu- tados y que la edad media al morir era de 46,6 años. 4
lar, el contacto de las costillas sobre las crestas ilíacas En la escoliosis congénita es común la paraplejía, pero
y la disnea. es más el resultado de anomalías neurológicas congéni-
Dado el gran número de trastornos asociados, tas que de la propia escoliosis. De hecho, pocas veces
cuando se sospecha escoliosis, el examen físico debe ser la escoliosis por sí sola causa paraplejía. Sin embargo,
completo. El paciente tiene que estar desnudo del todo la suma de la angulación cifótica puede lesionar la me-
para que no pase por alto ni el más mínimo hallazgo dula, con paraplejía resultante. También se produce,
de deformidad. Se observará el aspecto general, que con más frecuencia de la esperada, enfermedad trom-
puede poner de manifiesto anomalías congénitas. Tiene boembólica a causa de incapacidad mecánica y reposo
que examinarse cuidadosamente la piel para ver si hay prolongado en cama.
tumores, manchas café con leche u otras anomalías de Una complicación importante (aunque no común)
pigmentación o manchas con pelos (nevus pigmentados del tratamiento de la escoliosis es la compresión duode-
pilosos) en la parte baja de la espalda. Los signos de nal por la arteria mesentérica superior. 5 Esto se puede
deformidad de la columna son numerosos, aunque a producir por múltiples tipos de tratamiento; entre ellos
menudo son sutiles en pacientes aún no diagnosticados. destacan la tracción, el estiramiento del cuerpo, la ins-
Las escápulas pueden ser asimétricas, con un lado pro- trumentación de Harrington, el empleo permanente del
minente. El hombro está más alto y el hemitórax es corsé de Milwaukee, y está producida por la corrección
mayor en el lado de la convexidad torácica. La cresta de la curvatura de la columna. El paciente se presenta
ilíaca y los pliegues abdominal e inguinal son más pro- con náuseas, vómitos, distensión abdominal y dolor.
minentes en el lado de la concavidad torácica. La pal- Las radiografías muestran obstrucción del intestino
pación de la columna puede revelar la curva, pero la delgado proximal. Estos pacientes se pueden poner
ausencia de este hallazgo en la palpación no excluye
una ligera deformidad. Con el paciente doblado hacia
delante por las caderas, se examina la parte posterior
del tórax. En los pacientes con escoliosis, la caja torá-
cica está hundida en el lado de la concavidad, mientras
que en el contrario está elevada y prominente (fig. 18-
1). La alineación del tronco se evalúa suspendiendo
una plomada desde el centro del occipucio hasta el sur-
co interglúteo y midiendo la distancia horizontal desde
éste a la plomada (fig. 18-2). La cabeza se desplaza ha-
cia el lado de la curva torácica. Hay que medir bilate-
ralmente la longitud de las piernas (distancia de la espi-
na ilíaca anterosuperior al maléolo medial ipsolateral)
ya que puede revelar la etiología de una curva no es-
tructural (fig. 18-3). Hay que efectuar un examen neu-
rológico completo pues son muchas las anomalías con-
génitas y neuromusculares afines a la escoliosis. En
casos raros puede encontrarse afectación de raíz ner-
viosa.

Complicaciones
La escoliosis no es una enfermedad benigna. Con fre-
cuencia va unida a anomalías congénitas cardíacas,
pulmonares (agenesia pulmonar), genitourinarias y del
sistema nervioso central. En sus formas graves son co-
munes las complicaciones que ponen la vida en peligro.
Cuando la caja torácica toca los pulmones se producen
cambios patológicos vasculares que conducen a la hi- Figura 18·1. Joroba típica vista en contorno en un paciente
pertensión pulmonar, con compromiso respiratorio y con escoliosis.

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18 ESCOLIOSIS Y CIFOSIS 249

Figura 18-2. La plomada suspendi·


da desde el centro del occipucio no
pasa por la línea central en un pa·
L.------- -J
ciente con escoliosis.

muy enfermos, y, en realidad, a menudo mueren. A ve- Diagnóstico, tratamiento de urgencia


ces es necesaria la intervención quirúrgica para aliviar y control
la obstrucción.
La radiografía de la escoliosis es muy complicada. Bajo
En los pacientes adolescentes, la complicación más
el punto de vista del médico de urgencias o de primeros
significativa es la propia deformidad. Son corrientes auxilios es, en cambio, muy sencilla: los rayos X reve-
los problemas psicológicos graves, presumiblemente lan en la columna una o varias curvas. La evaluación
por la propia percepción de su aspecto desagradab!e. radiológica detallada y la medición cuidadosa de la cur-
No debe desecharse la idea de remitirlos a un especIa- vatura se pueden dejar al especialista. De hecho, siem-
lista para tratar este aspecto de la enfermedad (que pre que sea posible, hay que minimizar la exposición a
puede incapacitar gravemente). las radiaciones en estos pacientes, porque la gran ma-
yoría de ellos han sufrido ya numerosos estudios radio-
lógicos en su vida. En el caso de un traumatismo, hay
Axioma: Los pacientes que han sido tratados o se es- que ir con gran cuidado para excluir las fracturas ya que
tán tratando para la corrección de la curvatu- la anatomía está alterada y, por lo tanto, dificulta la in-
ra de la columna y que presentan náuseas, terpretación radiológica. En esta circunstancia puede ser
vómitos o dolor abdominal son sospechosos necesaria la tomografía y la TAC.
de grave obstrucción duodenal hasta que se Los casos más evidentes de escoliosis están diagnos-
demuestre lo contrario. ticados antes de presentarse en urgencias, motivo por
el que no suele ser un problema médico relacionado

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250 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

'it I B
1¡ /
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A I
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Figura 18-3. La escoliosis no estructural secundaria al acortamiento de una pierna (A) desaparece cuando se exami-
na al paciente en sedestación (B).

con ese departamento. No obstante, no debe darse por tes, relativamente de poca importancia, que todavía
supuesto que esos pacientes están siendo seguidos y tra- no han sido diagnosticados. En este grupo, el diag-
tados apropiadamente. El planteamiento de muchos nóstico se puede hacer de tres maneras: 1) confir-
médicos de primeros auxilios es «vigilar» a los pacien- mación de la existencia de una curva sospechada por
tes con escoliosis para «ver si empeoran». Por desgra- el paciente o sus familiares; 2) descubrimiento de una
cia, muchos siguen esta norma y los envían tarde al es- curva por examen físico que previamente había pasa-
pecialista, cuando la enfermedad ha avanzado y se ha do inadvertida, y 3) hallazgo casual en una radiogra-
perdido ya la oportunidad para el tratamiento preventi- fía de tórax obtenida por otros motivos. Con inde-
vo. Todos los individuos con curvatura anormal tienen pendencia del medio de diagnóstico o de la gravedad
que ser remitidos al especialista en el momento del de la escoliosis recién descubierta, bajo ningún con-
diagnóstico, con independencia de su gravedad. cepto tiene que prescindirse de ella a pesar de que no
El otro grupo de pacientes que incumben al médico se pueda hacer nada ante la queja manifestada por e!
de urgencias son aquellos que presentan curvas recien- paciente.

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18. ESCOLIOSIS Y CIFOSIS 251

TABLA 18-1. CAUSAS COMUNES DE CIFOSIS


Axioma: Todo paciente con curvatura anormal de la
columna tiene que ser remitido al especialista Congénita
en el momento del diagnóstico inicial, inde- Cifosis de adolescente (enfermedad de Scheuermann)
pendientemente de la gravedad. Postural
Infecciosa (véase el capítulo 5)
Bacterias piógenas
Tuberculosis
Ha de tenerse presente que cualquier curvatura Brucella
anormal, prescindiendo de su etiología, puede progre- Hongos
sar en potencia y conducir a complicaciones múltiples Parásitos
Sífilis
y a una muerte prematura. Traumática (véase el capítulo 16)
Fractura
Rotura ligamentosa
Intervención quirúrgica
Axioma: Ha de considerarse que toda curva anormal
Osteoporíticas
de la columna tiene potencial para progresar. Artríticas (véase el capítulo 3)
Neoplásicas (véase el capítulo 6)

Dado que en la escoliosis no estructural la anomalía


está localizada fuera de la columna y de sus estructuras
de soporte, no suele haber un tratamiento adecuado
para la columna en sí, y la terapia ha de dirigirse más
bien hacia la causa real. edad. La de tipo congénito se manifiesta por lo general
La exposición detallada del tratamiento operatorio
al nacimiento. La cifosis del adolescente o enfermedad
y no operatorio de la escoliosis estructural está fuera
de Schenermann se desarrolla gradualmente en la épo-
del alcance de este libro. Baste decir que el seguimiento
ca de la pubertad, con una afectación doble en las mu-
y tratamiento apropiados de estos pacientes por un mé-
chachas que en los chicos. 9 La cifosis producida por
dico experimentado lleva casi siempre a una notable
osteoporosis ocurre predominantemente en las mujeres
mejoría en el resultado médico, psicológico y profe-
posmenopáusicas. Las neoplasias, infecciones y trau-
sional.
matismos pueden producir cifosis en pacientes de cual-
quier edad. Prescindiendo de la etiología o de la edad
de su aparición, los síntomas producidos por la defor-
D CIFOSIS
midad son semejantes. El dolor en la región dorsal
baja es generalmente el problema que impulsa al pa-
Incidencia ciente a buscar atención médica. Lo normal es la pre-
Se desconoce la verdadera incidencia de la cifosis dor- sentación gradual, y se suele aliviar con el reposo. El
sal anormal. Según los criterios de diagnóstico, está paciente puede describir irradiación del dolor a la re-
presente en, aproximadamente, del 3 al 8% de la po- gión inguinal. No es corriente que el afectado se de
blación. No obstante, la gran mayoría de los casos son cuenta pronto de la deformidad en curso, aunque otros
de poca importancia clínica, y es muy rara la deformi- lo hayan observado. Los síntomas sistémicos sólo están
dad grave. presentes en los casos de enfermedad subyacente (es
decir, infección, malignidad avanzada, artritis reuma-
Fisiopatologia toide). En el caso de una deformidad grave antigua
La columna dorsal normal tiene una cifosis fisiológica pueden aparecer signos de insuficiencia neurológica o
de 20 a 40° ,6,7 que se mantiene por las estructuras compromiso respiratorio.
musculares y ligamentosas de soporte. Gran número de El examen físico generalmente revela la deformidad
procesos de enfermedades pueden conducir al aumento cuando el paciente se presenta para ser reconocido.
anormal de la cifosis dorsal. 8 A pesar de la amplia va- Aunque sutil al comienzo del proceso, habrá una joro-
riedad etiológica (tabla 18-1), el mecanismo real que ba en el centro o parte baja de la región dorsal, que se
produce la deforr;1idad es común a casi todas ellas. Es hace mucho más patente con la flexión hacia delante
decir, pérdida de altura anterior con acuñamiento de (fig.18-4). En esa posición puede haber dolor al tacto
cuerpo vertebral o pérdida de integridad estructural y espasmo al palpar los músculos paravertebrales en la
posterior (ligamentosa o muscular), o ambas. Con fre- región de la deformidad. Puede haber tirantez de los
cuencia, la cifosis no es pura, sino que comprende ele- músculos de las corvas y de los pectorales. En algunos
mentos de rotación y de curvatura lateral en la región pacientes con deformidad grave se puede presentar pa-
dorsal superior. rálisis espástica.

Características clínicas Complicaciones


No es sorprendente que con un número tan elevado de La deformidad cifótica a menudo preocupa mucho a
etiologías, la cifosis pueda presentarse a cualquier los pacientes por su aspecto desagradable. Se considera

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252 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Figura 18-4. En un paciente con cifosis dorsal, la curva anor-


mal se acentúa en flexión.

que este hecho desempeña un papel causal importante


en el desarrollo de los problemas psicológicos que con
frecuencia experimentan estos individuos. Cuando el
ángulo cifótico es grande, protruye posteriormente una
giba que puede ser dolorosa (fig. 18-5). Esto crea un
punto de presión y conduce a la ulceración en algunos
casos, sobre todo en los que están encamados. Tam-
bién son secuelas corrientes el dolor en el cuello y Figura 18-5. Deformidad en giba.
en la parte baja de la espalda, probablemente por
aumento de la lordosis en esas regiones. Lo mismo que
la escoliosis, una deformidad torácica grave puede pro-
ducir compromiso respiratorio. La compresión de la Tratamiento de urgencia y control
medula como consecuencia de parálisis espástica es Siempre que sea posible, el objetivo de la terapéutica
otra complicación de la deformidad cifótica grave. 10 A ha de ser tratar el proceso subyacente, es decir, la in-
pesar de que esto ocurre con mucha más frecuencia en fección, osteopenia, malignidad, etc. El planteamiento
la cifosis que en la escoliosis, no obstante, es poco fre- óptimo puede requerir la intervención de varios médi-
cuente. cos, sobre todo cuando la etiología es tratable médica-
mente. Por desgracia, lo mismo que en los casos con
Diagnóstico escoliosis, un número notable de pacientes jóvenes son
Como ya se dijo anteriormente, la historia y el examen controlados por el médico de cabecera, desperdiciando
físico nos harán sospechar el diagnóstico. Radiológica- un período en el que su envío a un especialista para el
mente, la señal indicativa es el acuñamiento de un cuer- tratamiento adecuado hubiera reportado los máximos
po vertebral en el centro o parte baja de la región dor- beneficios.
sal, con una cifosis que mida más de 40°. Sin embargo, La terapéutica de las grandes deformidades com-
los hallazgos radiológicos concretos varían mucho y prende en general la administración de analgésicos, re-
dependen de la etiología de la deformidad, es decir, tu- poso en cama y ejercicios, así como varios corsés o
berculosis, espondilitis anquilopoyética, fractura pre- aparatos. La gran mayoría de los pacientes se benefi-
via. (Se remite al lector a los capítulos apropiados para cian de la terapia conservadora. La intervención qui-
la exposición de estos hallazgos radiológicos.) La ci- rúrgica sólo es necesaria en una pequeña proporción de
fosis del adolescente tiene un cuadro radiológico rela- casos y por indicaciones concretas. 12 ,13
tivamente específico que revela tres o más vertebras
dorsales acuñadas por lo menos 5° .11 Además, hay
irregularidad de las placas terminales óseas y pequeñas Axioma: Lo mismo que con la escoliosis, todos los pa-
protrusiones en el cuerpo vertebral, que se pueden ha- cientes con una cifosis dorsal anormal tienen
cer patentes radiológicamente cuando se calcifican (nó- que ser remitidos al especialista cuando se les
dulos de Schmorl). Finalmente, se estrecha el espacio diagnostica.
discal.

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¡ 8. ESCOLIOSIS Y CIFOSIS 253

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fia, WB Saunders, 1978

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19
Lumbalgia

D INTRODUCCICN D CAUSAS (REFERIDAS) NO


MUSCU LOSQU ELETICAS
La lumbalgia es la queja más corriente en medicina
ambulatoria y de urgencias después del resfriado co- Ciertos trastornos no musculosgueléticos se pueden
mún y los traumatismos menores.! Entre el 60 y el percibir como localizados en la espalda o irradiados a
80070 de la población experimenta al menos algún epi- la misma. La tabla 19-1 cita algunas de las entidades
sodio de lumbalgia, que es la causa más común de limi- más comunes que se pueden presentar en urgencias
tación de acti'/idad en los adultos de menos de 45 años como si se tratase de lumbalgia, cuya exposición está
y Ir. tercer:¡ en orden de frecuencia, tras las enfermeda- fuera del alcance de este libro. Sin embargo, dada la
des cardíacas y la artritis, en el grupo entre los 45 y los longitud de la lista de condiciones graves, está claro
65 años. 2 Se calcula que económicamente, en Estados que una evaluación normal de todos los pacientes que
Unidos, supone entre evaluación y tratamiento una se presentan con lumbalgia ha de comprender la histo-
partida de cinco mil millones de dólare~, así como un ria y la exploración física profunda que abarque el .12;
presupuesto de catorce mil millones más para remune- rax, el abdomen, el sistema vascular, la pelvis, el !!S1Q.
ración laboral, indemnización por incapacidad y gastos y análisis de orina.
de pleitos; es la enfermedad más cara después de las Concretamente, la historia y la exploración física
cardiopatías y el cáncer. del tórax han de comprender cuestiones que se refieran
El diagnóstico diferencial de la lumbalgia es exten- a catarros recientes, pérdida de peso, dolor pectoral,
so, comprendiendo entre otros el dolor irradiado de antecedentes de hipertensión o infarto de miocardio. El
numerosos sistemas del cuerpo, principalmente el de examen requiere la inspección cuidadosa para ver si
los trastornos musculosqueléticos, ocasionados en gran .hay congestión venosa, aumento de la presión venosa
parte por causas postraumáticas, así como numerosos yugular, asimetría muscular, cicatrices quirúrgicas y la
procesos de enfermedades como, por ejemplo, infec- palpación de la aorta abdominal. También hay que to-
ción, artritis y neoplasia. Únicamente por exclusión se mar el pulso en las cuatro extremidades y la tensión ar-
puede considerar una base fisiológica para la lumbal- terial en ambos brazos. La percusión cuidadosa y la
gia. La siguiente exposición considera las etiologias auscultación del corazón y de los pulmones puede reve-
principales. lar alguna patología torácica primaria. De la disección
Para el diagnóstico diferencial de los pacientes que aórtica, derrame pleural o una neumonía puede quedar
se presentan con dolor agudo o crónico en la parte baja un dolor referido a la espalda. Cuando la historia o la
de la espalda proponemos el siguiente programa: exploración sean sugestivas, tendrá que realizarse un
electrocardiograma, radiografías de tórax y otras ex-
Dolor referido de espalda de causas no musculos- ploraciones complementarias.
queléticas. Una patología abdominal primaria también puede
Lumbalgia asociada a traumatismo menor. producir lumbalgia. Habrá pues que averiguar o pregun-
Lumbalgia con irradiación. tar en la historia si hay dolor abdominal, dispepsia, do-
Lumbalgia de presentación insidiosa antes de los 50 lor epigástrico, náuseas y vómitos, anorexia, ~ o
años. estreñimiento. En la exploración física habrá que com-
Lumbalgia de presentación insidiosa después de los probar concretamente las masas, las pulsaciones anor-
50 años. males, los sonidos intestinales y el dolor al tacto o a la
percusión en el ángulo costovertebral. El aneurisma aór-
Dentro de cada una de estas amplias categorías hay tico abdominal, la perforación gástrica, la patología pan-
numerosas condiciones específicas. Cada una de las creática, la obstrucción intestinal, la patología retrope-
etiologías principales se explica en función de sus ca- ritoneal, el apéndice retrocecal y las enfermedades de las
racterísticas clínicas, rayos X y tratamiento. vías urinarias pueden irradiar a la zona lumbar.
255

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256 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

TABLA 19-1. CAUSAS NO MUSCULOSQUELÉTICAS frecuentemente no tiene una distribución concreta en


DE LUMBALGIA dermatomas. Por otra parte, el dolor irradiado es
aquel que se sufre a lo largo de los dermatomas de una
Disección aórtica torácica
misma raíz nerviosa.
Derrame pleural
Aneurisma aórtico abdominal Cuando los humanos se levantaron sobre sus cuar-
Perforación gástrica tos traseros alteraron mucho los esfuerzos en la parte
Enfermedad pancreática (inflamación o neoplasia) inferior de la columna. Nachemson 4 ha estudiado las
Obstrucción intestinal diversas fuerzas implicadas en la posición erecta: la
Apéndice retrocecal musculatura abdominal ajusta el tronco anteriormente,
Hematoma retroperitoneal o neoplasia los músculos y ligamentos de la espalda lo sustentan
Enfermedad pélvica (enfermedad inflamatoria posteriormente, y los discos intervertebrales absorben
pélvica, embarazo ectópico) los golpes. Registrando las presiones intradiscales en
Prostatitis
L-3, demostró que simplemente el sentarse con el torso
Urolitiasis o infección de las vías urinarias
recto partiendo de la posición supina multiplica por
siete la presión, y por veinte, aguantar un peso de 10
kilos con el cuerpo doblado hacia delante, girándolo. 5
Por lo tanto, no es de extrañar que las personas que
realizan trabajos físicos ocasionalmente duros o esfuer-
En todos los pacientes es preciso realizar un tacto zos atléticos intermitentes están expuestas a numerosas
rectal para descartar la existencia de dolor local, sangre consecuencias.
oculta y patología prostática. La patología genitourina- Aunque en las condiciones de urgencia a menudo es
ría también puede producir dolor referido a la zona difícil determinar la etiología exacta del dolor lumbar,
lumbar, siendo preciso realizar una minuciosa historia el diagnóstico diferencial suele poder limitarse basán-
menstrual y sexual, así como una exploración pélvica dose en la edad del paciente, los síntomas iniciales y la
completa si estuviera indicado. exploración física. Los síndromes específicos se pueden
Los hallazgos específicos en la exploración del tó- clasificar en amplios grupos clínicos.
rax y de la pelvis deben ir seguidos de los apropiados
exámenes de laboratorio o radiológicos. Sólo después
de haber excluido las causas no musculosqueléticas del
dolor en la zona lumbar proseguirá el explorador con o LUMBALGIA ASOCIADA A
pruebas funcionales más específicas de la región lum- TRAUMATISMO MENOR
bosacra y de las extremidades inferiores.
En el capítulo 16 se explicó la lumbalgia asociada a
traumatismo importante.
o CAUSAS MUSCULOSQUELÉTlCAS
Distensión miofascial
Mecanismo Los esfuerzos repentinos de tracciones o empleo de la
No se conoce bien del todo la etiología precisa del fuerza pueden causar inflamación y dolor por desga-
dolor por causas musculosqueléticas, aunque proba- .llQ.§.parciales de los músculos y ligamentos de la zona
blemente intervienen múltiples factores; entre ellos lumbar, por lo general al cabo de unas horas del inci-
destacan los morfológicos, los bioguímicos y los bio- dente. 4 Estas lesiones se suelen producir en individuos
mecánicos. 2 ,3 Se sabe que la fascia lumbosacra, sanos y jóvenes, y casi siempre el suceso desencadenan-
los ligamentos supraespinoso, interespinoso y amarillo, te es una historia de lesión concreta.
las cápsulas de las articulaciones de las apófisis y las
capas más externas del anillo son sensibles al dolor, la Características clínicas
presión o la posición.' Los factores blOmecámcos, ya Hay que buscar en la historia de dolor repentino la eje-
sea por traumatismo agudo o por desgaste crónico, cución de un esfuerzo o de un ejercicio vigoroso. Fre-
conducen a desgarros o microrroturas en el anillo fi- cuentemente es intenso. El dolor y la paresia suelen es-
broso, cambios degenerativos o desalineación de las ar- tar limitados a un músculo o grupo muscular vertebral
ticulaciones de las facetas, que se exacerban por mala concreto, unido a menudo a espasmo. Frecuentemente
postura, condiciones adversas o exceso de peso. La lor- es difícil averiguar el grado real de paresia ya que el
dosis aumentada, la tensión sobre el disco y el ligamen- dolor intenso y el espasmo muscular limitan la prueba
to longitudinal posterior o las articulaciones de las fa- apropiada. Se han descrit0 6 puntos provocadores, zo-
cetas producen una reacción inflamatoria bioquímica nas localizadas inflamadas que causan el dolor en el
que irrita las estructuras inervadas y que, por lo tanto, músculo y grupos fasciales cuando se palpan.
ocasiona dolor.
Aunque un tanto sutil, hay que distinguir entre do- Radiología
lor referido y dolor irradiado. 4 De la irritación de los Las indicaciones para las radiografías simples se expo-
tejidos blandos por traumatismo o inflamación resulta nen más adelante en este capítulo; pero como se trata
un dolor que generalmente es referido distalmente a las de lesión en tejido blando, los hallazgos radiológicos
nalgas, las caderas y las extremidades inferiores, y que pueden ser normales.

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19. LUMBALGIA 257

Tratamiento *
Se ha empleado de forma rutinaria la aplicación local
de frío y la inyección anestésica en el punto gatillo. La
anestesia local, con esteroides o sin ellos, se inyecta en
la zona de máxima sensación dolorosa al tacto. Las
técnicas de tracción y nebulizador (que se describen de-
talladamente más adelante en este capítulo) han resul-
tado eficaces para aliviar los síntomas en los casos agu-
dos cuando existen puntos gatillo.
Por lo general, el dolor agudo y el espasmo muscu-
lar remiten en pocos días, aunque puede persistir du-
rante varias semanas un dolor sordo.

Síndrome de la faceta posterior


Las articulaciones de las facetas posteriores son verda-
deras articulaciones sinoviales entre las apófisis articu-
lares superior e inferior de las vértebras contiguas, ro-
deadas por cápsulas ligamentosas. Con movimientos
repentinos, sobre todo de hiperextensión, la cápsula se
puede distender o desgarrar, permitiendo la subluxa-
ción de la faceta. Entre los factores que predisponen a
esta lesión están el exceso de peso, el ángulo lumbosa-
cro agudo, los cambios degenerativos, la pérdida del
disco intervertebral, los esfuerzos laborales crónicos y
la disposición vertical exagerada de las facetas articula-
res. 7 Las lesiones repetidas de las facetas conducen a
cambios degenerativos y a una mayor probabilidad de
exacerbación recurrente. El dolor referido a las extre- Figura 19·1. Palpación de las articulaciones de las facetas
~1ida~es inferiores no es frecuente; sin embargo, puede
al ancho de un dedo al lado de las apófisis vertebrales y
entre ellas.
IrradIar a lo largo de la columna hacia las nalgas. En
la subluxación grave o con cambios degenerativos pro-
gresivos se puede ver la afectación de raíz nerviosa.

Características clínicas
La historia generalmente comprende la descripción de cápsula de la faceta, dando por resultado un dolor lo-
calizado. La prueba de elevación de la pierna recta
un dolor de espalda agudo unido a hiperextensión. Fre-
puede ser verdaderamente positiva si hay afectación
cuentemente, el paciente se quejará de varios episodios
real de la raíz nerviosa. Hay que medir la longitud de
similares anteriores. El estornudar y el toser pueden
la pierna, ya que la asimetría aumenta los esfuerzos en
exacerbar el dolor. En la presentación aguda y frecuen-
las articulaciones de las facetas.
temente entre ataques, incluso la más ligera hiperex-
tensión puede aumentar los síntomas, lo mismo que
dormir en posición prono.
Radiología
Al inspeccionar al paciente, éste suele estar de pie La radiografía simple de perfil puede ser normal en el
con \fna ligera flexión en las caderas. El movimiento cuadro agudo o mostrar cambios degenerativos en los
está limitado en todas direcciones y se puede provocar pacientes con síntomas crónicos. En las radiografías
dolor al tacto en la articulación lumbosacra, unido con oblicuas es donde mejor se aprecian las subluxaciones
frecuencia a espasmo muscular intenso. En ausencia de de facetas, con desplazamiento posterior del segmento
éste, se pueden palpar bilateralmente las articulaciones superior y posiblemente un ligero estrechamiento del
disco intervertebral posterior. El agujero intervertebral
de las facetas entre las apófisis vertebrales inmediata-
puede estar estenosado.
mente adyacentes (el ancho de un dedo) (fig. 19-1). El
dolor al tacto sobre las facetas aumenta en hiperexten-
sión, y la ausencia de déficit neurológico es muy indi-
Tratamiento
En el cuadro agudo se recomienda la terapéutica con-
cativa de síndrome de faceta agudo. La prueba de ele-
servadora, incluyendo el reposo en cama con las rodi-
vación de la pierna recta puede ser positiva en dos
llas dobladas, calor, antiinflamatorios no esteroideos y
circunstancias. La elevación extrema puede forzar la
antiespasmódicos en el caso de espasmo muscular in-
tenso. La manipulación vertebral (que se expone más
* La exposición de las diversas modalidades de tratamiento adelante en este capítulo) se recomienda para aquellos
prescritas para estos sindromes se presenta detalladamente que tienen práctica en su ejecución. La educación del
en la sección «Tratamiento» expuesta más adelante en este paciente debe comprender el evitar maniobras que pro-
mismo capitulo. voquen la hiperextensión y, más adelante, un programa

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258 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

de ejercicios que abarque tracción de los músculos ab-


dominales y glúteos y que aumente la flexión de la arti-
culación lumbosacra. Como éste es un síndrome de epi-
sodios agudos repetidos y a menudo de incomodidad
crónica, se recomienda remitir el paciente al especia-
lista.

Esguince sacroilíaco
La articulación sacroilíaca es muy estable. Pasados los
45 años, la cápsula anterior de la articulación está osi-
ficada y resiste así el esguince. Durante la juventud son
necesarias fuerzas considerables para alterar la articu-
lación, de las que, por lo general, resultan fracturas de
pelvis. Por lo tanto, es relativamente raro sufrir un ver-
dadero esguince de la articulación sacroilíaca, agresión
al ligamento que la sustenta o lesión de sus estructuras.
Por el contrario, es muy corriente el dolor en la re-
gión de la articulación sacroilíaca, más frecuentemente Figura 19·2. Cinturón pélvico «cerrado».
en forma de dolor referido de la degeneración del dis-
co. Para el médico de urgencias es importante no co-
meter el error de atribuir el dolor en la región sacroilía-
ca a un verdadero esguince. cientes experimentan alivio con una faja trocantérica,
La excepción fisiológica de esa gran estabilidad de una banda entre la cresta ilíaca y la escotadura de los
la articulación sacroilíaca es el embarazo. En las últi- trocánteres.
mas etapas de la gestación se relajan los ligamentos que
sustentan la pelvis en preparación para el parto. Enton-
ces, incluso un traumatismo relativamente trivial puede o l.UMBALGIA CON IRRADIACiÓN
provocar un esguince sacroilíaco.
Estenosis vertebral
Características clínicas La estenosis vertebral es una condición de atrapamien-
La historia suele concordar con un traumatismo signi- to de una raíz nerviosa causada por un estrechamiento
ficativo en la zona lumbar y región pélvica. Los hallaz- de los conductos vertebrales y los agujeros interverte-
gos físicos comprenden, entre otros, dolor al tacto en brales, generalmente secundario al desarrollo de ano-
el tercio inferior de la articulación sacroilíaca y en la malías o cambios degenerativos, sobre todo después de
sínfisis púbica. Dado que la pelvis es un anillo cerrado laminectomía. La tabla 19-2 es una lista minuciosa de
(cinturón pélvico), la agresión a la articulación sacroi- las condiciones que conducen a estenosis vertebral. 8 Se
líaca tiene que ir unida a lesión de la sínfisis púbica trata de un síndrome de adultos que rara vez se observa
(fig. 19-2). Igualmente, la compresión en cualquier lu- en los jóvenes que carezcan de anomalías. 9 La presen-
gar alrededor del cinturón pélvico inducirá dolor al tac- tación clínica es semejante a la de la hernia discal, con
to en la articulación sacroilíaca lesionada. El paciente dolor irradiado. 10 Sin embargo, el curso de la esteno-
se quejará, por lo tanto, de dolor con la compresión sis vertebral es más crónico. Por lo general, consiste
manual lateral de la cresta ilíaca. La abducción sosteni- inicialmente en un dolor de espalda antes de que apa-
da de la articulación de la cadera producirá también rezca en las piernas, que empeora con la actividad. El
dolor en la articulación sacroilíaca, ya que el glúteo dolor en la pierna es más difuso y de localización algo
medio aleja el íleo del sacro. La prueba de Gaenslen menos concreta, y aunque se presentan crisis con mu-
(hiperextensión de la cadera del lado afectado) es posi- cha menos frecuencia que en la hernia discal aguda, los
tiva, pero también puede provocar dolor a causa de síntomas remiten con más dificultad. El síndrome se
una enfermedad de cadera preexistente o por irritación caracteriza por claudicación neurógena y síntomas de
de la raíz nerviosa lumbar. Además, el paciente puede empeoramiento con la actividad que remiten fácilmente
experimentar dolor en el lado afectado con abducción con reposo.
de la cadera, tendiendo así a echar hacia fuera la pier-
na del lado afectado, hecho conocido como «renqueo» Características clínicas
de Trendelenburg. 5 Lo clásico es que los pacientes se quejen de una larga
historia de dolor de espalda, al principio intermitente,
Radiología pero que tiende a convertirse en sordo. El dolor que
Las placas pélvicas pueden revelar ensanchamiento de irradia a las piernas es parecido al de la hernia discal,
la articulación sacroilíaca. puesto que la estenosis generalmente tiene lugar en la
región lumbar inferior de la columna. El dolor se ex-
Tratamiento tiende hacia abajo por la espalda a los laterales de los
Se recomienda la terapéutica conservadora con reposo muslos y la parte posterior de la pantorrilla, y llega
en cama, analgésicos y antiinflamatorios. Algunos pa- hasta el pie y sus dedos bilateralmente. Al caminar o

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19. LUMBALGIA 259

TABLA 19-2. ENFERMEDADES ASOCIADAS A LA ESTENOSIS causa del grado de cambios degenerativos y la subsi-
VERTEBRAL guiente compresión nerviosa en los casos con estenosis
vertebral, ya que son más susceptibles al traumatismo
Estenosis de desarrollo congénito
Idiopática
y a la hernia discal superpuesta.
Acondroplasia Como los pacientes suelen ser personas de edad
Hipocondroplasia avanzada, es importante distinguir entre claudicación
Mucopolisacaridosis de Morquio neurógena y vascular, pues los síntomas de dolor en la
Displasia asociada a articulaciones atlantoaxoideas laxas pierna con la actividad que se resuelven con el reposo
(enanismo metatrópico, displasia espondiloepifisaria, son los mismos en ambos casos. Sin embargo, un pa-
enfermedad de Kniest, displasia epifisaria múltiple, condro- ciente con claudicación neurógena tiene pulsos norma-
displasia calcificante congénita) les en las extremidades inferiores, mientras que otro
Síndrome de Down (inestabilidad de C1-2) con claudicación vascular tendrá un pulso periférico
Raquitismo resistente a la vitamina D hipofosfatémica
disminuido y signos de insuficiencia vascular crónica.
Estenosis adquirida
Degenerativa
Radiología
Espondilosis y artrosis
Estenosis de tejidos blandos
Las radiografías simples pueden ser normales, pero lo
Resorción discal intervertebral aislada más frecuente es que revelen pruebas de cambios dege-
Espondilolistesis degenerativa nerativos crónicos. A veces se puede ver en la radiogra-
Combinada fía simple un estrechamiento del diámetro anteroposte-
Todas las combinaciones posibles entre estenosis rior (AP) o transverso del conducto vertebral, pero la
congénitas o desarrolladas y degenerativas mielografía es más específica. Sin embargo, la TAC
y protrusiones de material discal aporta la mejor visualización de la estenosis del con-
intervertebrales ducto vertebral y de la lámina intervertebral. 10
Espondilolisis
Sin espondilolistesis
Con espondilolistesis
Tratamiento
Yatrogénica El tratamiento inicial es conservador, comprendiendo
Poslaminectomía reposo en cama, calor y antiinflamatorios no esteroi-
Posfusión (anterior o posterior) deos en los pacientes ligeramente sintomáticos. Puede
Postraumática, cambios tardíos ser de utilidad la educación postural y un régimen de
Miscelánea ejercicios para reforzar los músculos abdominales y
Espondilitis anquilopoyética reducir así la lordosis lumbaL l ! No obstante, la este-
Calcificación u osificación del ligamento nosis vertebral degenerativa es una enfermedad pro-
longitudinal posterior
gresiva, y cuando los síntomas progresan, está indica-
Hiperostosis esquelética idiopática difusa
Calcificación u osificación del ligamento amarillo
da la corrección quirúrgica. Todos los pacientes con
Origen conjunto de raíces nerviosas lumbosacras estenosis vertebral tienen que ser remitidos al especia-
(estenosis relativa del conducto vertebral) lista.
Metabólica
Enfermedad de Paget Hernia discal aguda
Lipomatosis epidural (síndrome de Cushing
o terapéutica con esteroides durante mucho tiempo)
La causa más corriente de ciática aguda asociada a do-
Acromegalia lor en la zona lumbar es la hernia discal lumbar Y La
Fluorosis espondilosis progresiva, los episodios recurrentes de
Enfermedad por depósito de dolor agudo en la parte baja de la espalda o los traba-
pirofosfato cálcico jos pesados provocan traumatismos y eventualmente
(seudogota) debilidad del anillo fibroso. Al principio se forman pe-
De Darwart RH, el al: Spinal sIenas/s. Radial C/in Narlh Am 41(2):301,
queñas grietas en dicho anillo por desgaste normal.
1981. Empiezan en el centro y se irradian hacia la periferia,
debilitando así el anillo fibroso. Con aumentos repenti-
estar de pie, se suele exacerbar el dolor, pero los sínto- nos de la presión intradiscal se puede herniar el núcleo
mas remiten con los cambios de postura. Se cree que pulposo central, provocando la compresión de la raíz
el aumento de la lordosis lumbar incrementa la esteno- nerviosa (fig.19-3). La incidencia de hernia sintomática
sis de las raíces nerviosas; por lo tanto, el estar sentado aguda es mayor entre los 30 y los 50 años. El núcleo
o tendido reduce la estenosis y los síntomas. 9 Esta pulposo es de mayor volumen y turgencia que los más
«claudicación neurógena», aunque característica de la viejos, desecados y fibróticos. Por tal motivo, los sín-
estenosis vertebral, no se observa en todos los pacien- tomas discales agudos son mucho más corrientes en la
tes. Las raíces nerviosas más frecuentemente afectadas edad madura.!2
son L-5 a $-1, pero a menudo también lo están L-2 a La hernia se suele producir de forma progresiva
1:2 y L-3 a L-4 en una distribución desigual. El dolor pues existe debilidad del ligamento longitudinal poste-
se describe como de entumecimiento o sordo. El exa- rior que actúa como contención del núcleo pulposo. El
men neurológico suele ser normal o solamente muestra fragmento puede migrar entonces por encima, por de-
cambios mínimos motores, sensitivos o reflejos. La bajo o lateralmente al agujero intravertebral. Con me-
prueba de la elevación de la pierna recta es positiva a nor frecuencia existe protrusión de masa del núcleo,

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260 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Características clínicas
Es importante recordar que la enfermedad discal lum-
bar es un síndrome que se puede presentar con varie-
dad de signos y síntomas. Aunque son clásicos el dolor
de espalda y la evidencia de compresión de raíz nervio-
sa, la presentación en cada paciente es particular.

Axioma: A unque la hernia discal lumbar es un síndro-


me de descripción clásica, es importante te-
ner presente que las lesiones que ocupan el
mismo espacio se pueden presentar como
hernia discal aguda.

La mayoría de las hernias discales se asocian a en-


fermedad degenerativa de la región lumbosacra de la
columna. Los pacientes explican una historia de dolor
sordo crónico en la zona lumbar que se agrava cOñIa
actividad, con episodios de exacerbaciones leves que re-
miten espontáneamente; por lo general, no se quejan
de dolor en la pierna. Este cuadro de enfermedad dis-
cal temprana se distingue de otras causas de dolor lum-
bar, pero probablemente puede atribuirse a lesión del
B
añITlo fibroso.
Cuando un disco se hernia de forma aguda, el pa-
ciente se queja de dolor intenso en la zona lumbar, que
se presenta inmediatamente tras una lesión dada o a las
pocas horas de haberse producido ésta. El dolor em-
peora con la maniobra de Valsalva, al toser o estornu-
dar y va unido a espasmo muscular notable y aplana-
miento de la curva lumbar. Donde más se produce la
compresión de la raíz nerviosa es entre L-S y S-l, yel
dolor ciático progresa distalmente siguiendo una distri-
bución metamérica típica. No es raro que los pacientes
expliquen que el dolor típico remite en la zona lumbar
una vez desarrollada la ciática. Esto se atribuye a la li-
beración de la presión en el anillo cuando se hernia el
núcleo; la ciática está producida entonces por la afecta-
ción de la raíz nerviosa. El paciente con una ciática no-
!.QIill. suele adoptar una postura inclinada hacia el lado
opuesto al doloroso. Sin embargo, si la protrusión dis-
cal es medial con respecto al nervio, el paciente se incli-
nará hacia el lado afectado para disminuir la compre-
sión (fig. 19-4). Hay descenso de la movilidad,
FIgura 19-3. Degeneración discal: (A) Degeneración inicial principalmente a causa de espasmo muscular. No es in-
con (B) pequeñas grietas en el anillo fibroso; (e) cambios fina- frecuente que el dolor sea tan intenso que el paciente
les con abultamiento del disco. no se pueda mover en absoluto. Una compresión impor-
tante de la raíz puede provocar l2aresia en la extremi-
dad inferior; de la compresión de la quinta raíz nervio-
sa resulta paresia en la dorsiflexión de los dedos del pie.
La exploración física revela una marcada sensación
con compromiso neurológico agudo. La hernia tam- dolorosa al tacto al nivel de la protrusión, sobre todo
bién se puede producir a través de la placa cartilagino- en un lado. La presión en ese punto durante el examen
sa del cuerpo vertebral superior o inferior. El material puede hacer que aumente el dolor de la ciática. Por lo
del disco se hernia por un defecto en la placa cartilagi- general suele haber algo de espasmo muscular a ese ni-
nosa en el hueso esponjoso. La hernia suele ser irregu- vel. La flexión de la cabeza, al tirar hacia arriba de la
lar en tamaño y forma, y a los rayos X se observa que duramadre, hace que aumenten los síntomas de la ciáti-
está rodeada por un borde de esclerosis ósea denomina- ca. La disminución de la movilidad se observa en fle-
do nódulo de Schmorl (fig.19-3A). xión, extensión y rotación. El paciente mantiene dobla-

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] 9. LUMBALGIA 261

Figura 19-4. Hernia discal lateral y medial a la raíz nerviosa.

da la pierna afectada para reducir la tensión sobre el trusión, ligeramente por fuera de la línea central en
nervio ciático. Generalmente, el paciente camina con el lado afectado. En posición erecta, es posible que
cojera para no cargar el peso sobre el lado afectado. no exista dolor al tacto, pero la palpación sobre la
La pérdida de curva lumbar se atribuye por lo gene- región lumbar en ligera flexión puede producir un
ral a espasmo muscular paravertebral, que puede ser malestar considerable. La palpación profunda o la
muy intenso y unilateral. Al examinar la columna percusión en la pierna afectada puede aumentar la
hay que ir con cuidado para no aplicar presión direc- ciática o provocarla cuando sólo hay dolor de espal-
ta sobre el vientre del músculo espástico. Se puede da. La palpación de la escotadura ciática aumenta el
provocar o aducir el dolor al tacto al nivel de la pro- dolor irradiado.

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262 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

-- 3." lumbar

4." lumbar

Parestesia:

Paresia:
Flexión dorsal del dedo gordo
~ Coccígea y del pie

Cara medial de la pierna


y del dedo gordo del pie

Figura 19-5. Características clínicas de la hernia discal a la altura de la raíz de L·S.

Un examen neurológico minucioso puede indicar el En aproximadamente el 96070 de los casos 7 se obser-
nivel de la hernia discal, pero no es concluyente a causa van signos motores. La paresia o parálisis de un grupo
de las variaciones en la protrusión del disco en sí y a muscular hace decrecer el tono y produce atrofia. la
la configuración de la raíz. Los niveles de L-4 a L-S y compresión de la cuarta raíz nerviosa afecta al cuádri·
de L-S a S-l son los más corrientes para la protrusión ~ de lo que resulta una paresia en la extensión de
discal. En general, la hernia de L-4 a L-S comprime la la rodilla e inestabilidad secundaria; la compresión d
CWiirta raíz nerviosa lumbar (fig. 19-5); de L-S a S-l, la la quinta raíz nerviosa causa paresia de los extensores
raíz sacroilíaca (fig. 19-6), Y de L-3 a L-4 (la siguiente de los dedos de los pies y de los dorsiflexores de los
más común), la cuarta raíz nerviosa (fig. 19-7). En la mismos; de la compresión de la primera raíz sacra sólo
tabla 19-3 se resumen estos hallazgos clínicos. se deriva una paresia mínima en flexión del pie y de su

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19 LUMBALGIA 263

Reflejos:

-- 3" lumbar

4" lumbar
':::.' Reflejo aquí/eo
.'::.:' , ausente
o disminuido

Parelltesia:

Coccígea

Parte posterior \
de la pantorrílla, \) Paresia:
talón lateral, Flexión plantar del pie
pie y dedo y del dedo gordo

Figura 19-6. Características clínicas de la hernia discal a la altura de la raíz de 8-1.

dedo gordo. La medición de los perímetros de las pier- provoca sensibilidad disminuida en la parte posterior
nas demostrará los cambios sutiles de atrofia muscular. de la pantorrilla y ambos lados del pie.
En aproximadamente el 80070 de los pacientes 7 se Los reflejos tendinosos profundos suelen estar dis-
observan hallazgos sensitivos que son, por lo general, minuidos como resultado de la compresión de una raíz
de distribución dérmica concreta. De la compresión del nerviosa. La compresión de la cuarta raíz nerviosa
cuarto nervio lumbar resulta la disminución de la sensi- lumbar disminuye el reflejo rotuliano; en cambio, de la
bilidad en la parte anteromedial de la pierna; la impli- compresión de la quinta no resulta ningún cambio re-
cación de la quinta raíz nerviosa lumbar produce dis- flejo; la compresión de la primera raíz nerviosa sacra
minución de la sensibilidad en la porción anterolateral disminuye el reflejo aquilea.
de la pierna y de la parte medial del pie hasta el dedo Las pruebas de elevación de la pierna recta provo-
gordo; la compresión de la primera raíz nerviosa sacra can o aumentan la ciática al traccionar el nervio ciático

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264 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Paresia:

Cuádriceps
- - -__ 3." lumbar

4." lumbar

Dolor:

Reflejos:

Reflejo rotuliano
disminuido

Figura 19-7. Características clínicas de la hernia discal a la altura de la raíz de L-4.

y tirar de la raíz nerviosa lumbosacra, particularmente positivo. Lo es si reproduce la ciática en la otra extre-
la quinta lumbar y el primer nervio sacro. Esto tiene midad. Una variación de la elevación de la pierna recta
mucha importancia en individuos jóvenes. Se ejecuta consiste en doblar 90° la cadera y la rodilla, e ir exten-
con el paciente en posición supina, con una mano diendo esta última gradualmente. Una prueba positiva
aguantando el íleo y la otra elevando la pierna desde el reproduce o provoca el dolor en la pierna. La prueba
talón con la rodilla recta (fig. 19-8). La prueba es posi- de Fajersztan implica flexión dorsal del pie que produ-
tiva cuando produce dolor en la pierna o síntomas ra- ce dolor radicular (fig.19-9). La exploración radicular
diculares; sólo el dolor en la espalda no es un hallazgo en sedestación se realiza con el paciente sentado y con

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19. LUMBALGIA 265

la región cervical de la columna flexionada. Si al exten- TABLA 19-3. SíNDROMES DE COMPRESiÓN DE RAíz
der la rodilla aparece un dolor en la pierna, es una
Disco L-5 a S-1 (raíz de S-1)
prueba positiva. Dolor/parestesia-Muslo y pierna
Una vez más hay que insistir en que los pacientes se posterior, pies posterolateral y lateral
pueden presentar con una gran variedad de quejas. Paresia/atrofia-Flexión plantar
Con extrusión completa del núcleo pulposo, puede fal- del pie, disminuida de los dedos; atrofia
tar el dolor de espalda y existir sólo ciática; no obstan- del compartimento posterior
te, el examinador detectará generalmente el espasmo Refleja-Reflejo aquíleo disminuido
muscular y la limitación del movimiento. También es Disco L·4 a L-5 (raíz de L·5)
posible que la ciática no esté presente en toda la distri- Dolor/parestesia-Muslo posterior,
bución del nervio ciático, sino sólo de modo irregular, pierna anterolateral, pie medial
con quejas únicamente en la rodilla, la pantorrilla, el y dedo gordo del pie
Paresia/atrofia-Flexión dorsal del pie,
tobillo o el talón. Además puede presentar dolor discó-
disminuida de los dedos, atrofia
geno limitado a la espalda y sin signos de ciática. del compartimento anterior
De las grandes hernias discales centrales puede re- Refleja-Sin cambios
sultar la compresión de varias raíces nerviosas, hecho Disco L-3 a L-4 (raíz de L-4)
que se denomina síndrome de la cola de caballo (fig. Dolor/parestesia-Parte posterolateral
19-10). En este caso pueden estar limitados los sínto- del muslo, por la rótula,
mas radiculares, pero se observará el dolor de espalda pierna anteromedial
o perianal. Los signos urinarios que también se apre- Paresia/atrofia-Extensión débil de
cian en este síndrome comprenden retención total de la rodilla; atrofia del cuádriceps
orina, retención parcial crónica, irritabilidad de la veji- Refleja-Reflejo rotuliano deprimido
ga y pérdida del deseo miccional.
No se puede insistir más de la cuenta en que otras
entidades semejan la hernia discal. Aunque esta exposi- Radiología
ción ha tratado sobre los signos y síntomas asociados Conviene tener presente que, sobre todo en los individuos
a la hernia discal, incumbe al médico de urgencias el jóvenes, la radiografía simple puede ser normal. Igual-
realizar una exploración física completa a todos los pa- mente, los hallazgos anómalos pueden no ser atribuibles
cientes con quejas de dolor en la zona lumbar. a síntomas de origen discal. Los signos asociados a her-

Figura 19-8. Prueba de Laségue.

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266 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Figura 19-9. Prueba de Laségue con


maniobra de Bragard.

nia discal comprenden adelgazamiento o pérdida de al- utilidad en el tratamiento. Las mesas basculantes pue-
tura del disco, signos degenerativos, incluyendo los os- den utilizarlas determinados pacientes, pero no se ha
teofitos y la esclerosis del hueso subcondral, nódulos demostrado su eficacia.
de Schmorl, desalineaciones de poca importancia de las Muchos informes sugieren que aproximadamente el
vértebras, calcificación del núcleo del disco o fenóme- 20% de los pacientes precisará en el futuro cirugía o
nos de disco vacío, y una sombra de gas en la zona del quimiólisis del núcleo (inyección de un preparado de
núcleo pulposo. papaína) en el disco para disolver su material. 12 Entre
El diagnóstico se confirma por mielografía y TAC. las indicaciones para la intervención quirúrgica desta-
can el déficit neurológico progresivo, la ciática persis-
Tratamiento tente o recurrente con frecuencia y el déficit neurológi-
La terapéutica inicial es conservadora, a base de reposo co agudo concordante con el síndrome de la cola de
en cama con las rodillas dobladas, antiinflamatorios, caballo, con deterioro funcional intestinal o vesical que
relajantes musculares y analgésicos. y aplicación de ca- requiera la descompresión inmediata. Todos los pa-
lor local. Hay que resaltar que con el tratamiento con- cientes tienen que ser remitidos al especialista.
servador el disco extruido no se reabsorbe del todo ni
regresa a su posición original, pero sí disminuyen en
cambio la reacción inflamatoria aguda y el espasmo o DOLOR LUMBAR DE APARICiÓN
muscular. El curso normal de la enfermedad es con INSIDIOSA ANTES DE LOS 50 AÑOS
exacerbaciones, con períodos variables sin dolor o con
dolor limitado. Los episodios sin dolor se pueden pro-
longar mediante un programa de ejercicios de espalda Fibrositis
que se realizarán una vez haya remitido el dolor. La Sir William Gowers describió por primera vez, en el
frecuencia de las recurrencias resulta limitada con un año 1904, la fibrositis como un estado inflamatorio
programa de ejercicios de flexión lumbar, terapia físi- inespecífico de los tejidos fibrosos. El estudio patológi-
ca, limitación de ejercicios pesados y levantamiento de co de los «nódulos fibrosíticos» ha demostrado que
pesos, dormir de lado o de espaldas, evitar la posición son nódulos de grasa cuya etiología exacta se descono-
prono, sentarse dejándose caer y cruzar las piernas. Se ce. 4 Un estudio reciente de Campbell y cols. 3 sugiere
han comercializado numerosos dispositivos que preten- que la fibrositis es un síndrome que comprende múlti-
den reducir la tensión en el disco y que pueden ser de ples síntomas; entre ellos, dolor axial, dolor sordo in-

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19. LUMBALGIA 267

Figura 19-10. Síndrome de la cola de caballo.

tenso y rigidez, y fatiga por las mañanas. Sigue sin co- el occipucio. Se pueden observar puntos gatillo, pero,
nocerse su etiología y patogénesis exactas. tal como lo describe McNab,4 lo más probable es que
las zonas nodulares sean de nódulos de grasa. Es im-
Características clínicas portante para el explorador excluir otras etiologías más
Es frecuente en las mujeres de edad madura. Las pa- específicas de dolor en esas zonas, pues con mucha fre-
cientes describen un dolor intenso a moderado mus- cuencia los síntomas pueden ser de dolor referido atri-
culosguelético de cabeza, ~ y hombros, y rigidez buible a otras entidades.
matutina. Lo más frecuente es que el dolor sea axial, Las pruebas psicológicas a los pacientes de este es-
sobre todo en el cuello, hombros y parte alta de la es- tudio no revelaron ninguna diferencia entre los que te-
palda, y que se describa como constante y sordo. Los nían fibrositis y un grupo de control.
síntomas empeoran con el tiempo frío y húmedo, en in-
vierno, durante la fatiga, con ejercicios físicos exce- Radiología
sivos o inusuales, con la tensión emocional y por las Como es un síndrome que afecta al tejido blando, los
mañanas. Las pacientes se quejan con frecuencia de di- rayos X sólo están indicados cuando se sospechan otras
ficultad para coger el sueño y de despertarse muchas etiologías.
veces o temprano. Los estados afines comprenden cefa-
lea tensional y síntomas compatibles con colon irritable. Tratamiento
En la exploración física destaca el dolor al tacto tí- La duración de los síntomas en el estudio de Campbell
picamente bilateral y simétrico, afectando generalmen- y cols. 3 abarcó desde 18 meses hasta 24 años, con una
te a la región paravertebral, el trapecio, los slúteos y media de 7,6 años. Se valoró la terapéutica conserva-

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268 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

dora con salicilatos y acetaminofeno, narcóticos, .illl: de peso, uretntls, diarrea o irritación ocular (los tres
tiinflamatorios no esteroideos y terapia física local. últimos síntomas son clásicos del síndrome de Reiter).
Los pacientes que experimentaron los mejores resulta- En la espondilitis anquilopoyética, cuatro de los cinco
dos fueron los tratados con antidepresores tricíclicos, siguientes criterios históricos poseen el 95070 sensibili-
acupuntura y terapia física. Como éste es un malestar dad y el 85070 especificidad para el diagnóstico: menos
crónico, hay que remitir a todos los pacientes al espe- de 40 años al inicio de la enfermedad, aparición gra-
cialista. dual de los síntomas, molestias en la zona lumbar que
dura por lo menos tres meses, rigidez de espalda por
Infecciones las mañanas y mejoría con ejercicios moderados.
En otras secciones de este libro figura la exposición en Entre las pruebas valiosas de laboratorio están las
profundidad de este tema, pero por continuidad aquí velocidades de sedimentación globular elevadas, la
se hará un breve resumen. Aunque algunas de las si- transaminasa glutamicooxalacética sérica, la creatin-
guientes consideraciones son importantes para el diag- fosfoquinasa, la fosfatasa alcalina, el factor reumatoi-
nóstico diferencial, los autores remiten al lector a las de, el anticuerpo antinuclear y la presencia de HLA-
exposiciones principales. B27. Quizá con la excepción de la velocidad de sedi-
La osteomielitis vertebral y la infección del espacio mentación globular, todas estas pruebas son de poca
discal intervertebral son semejantes en su presentación ayuda para el médico de urgencias.
clínica. Aunque poco frecuente en la población gene- Los hallazgos radiológicos de sacroiliitis van desde
ral, la osteomielitis vertebral es más probable en los la pérdida de márgenes discretos de las articulaciones
pacientes con infección de las vías urinarias aguda o sacroilíacas al estrechamiento de la base articular, con
crónica, prostatitis, instrumentación urinaria, diabetes fusión completa en algunos casos.
mellitus, insuficiencia renal, infección cutánea y droga-
dictos por vía intravenosa. Es más probable que las in- Espondilolisis y espondilolistesis
fecciones del espacio discal intervertebral se produzcan La espondilolistesis es el desplazamiento (luxación) an-
después de la instrumentación, es decir, de cirugía o terior de la vértebra, aceptado generalmente como un
punción lumbar. Antes eran más corrientes en niños, deslizamiento de L-5 hacia delante sobre S-l. La lesión
que se presentaban con fiebre o que no querían andar; real que da lugar al deslizamiento está en la parte inte-
actualmente, el 50070 de los casos de osteomielitis verte- rarticular, en la sección del arco posterior entre las
bral piógena son adultos, cuya presentación clásica es apófisis articulares inferior y superior. La espondiloli-
sólo dolor en la zona lumbar, insidioso al principio y sis es el mismo defecto, pero sin deslizamiento. La cla-
que se exacerba con el movimiento, décimas de fiebre sificación, según se presenta en la tabla 19-4,13 se basa
y malestar general. El patógeno más común es el en la etiología. El tipo ístmico lítico se cita como ver-
Staphylococcus aureus, aunque la incidencia de bacilos dadera espondilolistesis y es más frecuente. Se postula
gramnegativos (sobre todo de la especie Pseudomonas) la combinación de defecto hereditario y la distensión
va en aumento. La espondilitis tuberculosa (enferme- de la parte interarticular.
dad de Pott) es muy rara; se observa en ancianos y po-
bres, generalmente a causa de difusión de infección
pulmonar por Mycobacterium tuberculosis. Su presen-
tación es semejante a la de la espondilitis pirógena, con TABLA 19-4. CLASIFICACiÓN DIE LAS ESPONDILOLISTESIS
dolor al tacto de la apófisis vertebral afectada, en oca-
siones asociado a síntomas constitucionales o enferme- Tipo Criterios
dad crónica. Dado que los hallazgos iniciales de labo-
ratorio o radiológicos no sirven por lo general para el Displásica-EI defecto es una displasia congénita
en el arco neural que permite la subluxación
diagnóstico, cuando existe sospecha clínica, sobre todo
en pacientes de alto riesgo, está indicada la gammagra- II ístmica-El defecto está en la parte interarticular
A. Tipo litico, probablemente una fractura
fía ósea.
de fatiga con predisposición hereditaria
B. Parte intacta pero alargada, parecida
Sacroiliitis al tipo 11 A; pero las fracturas de fatiga
La sacroiliitis es un estado inflamatorio relativamente han sanado dando por resultado una parte
raro, asociado casi siempre a artritis reumatoide, artri- intacta pero alargada
tis psoriásica, espondilitis anquilopoyética y enferme- C. Fractura aguda por traumatismo
dad intestinal inflamatoria crónica. En otras secciones 111 Degenerativa-Secundaria a cambios degenerativos
del texto se exponen detalladamente algunas de estas en las articulaciones apofisarias
enfermedades. Por continuidad, aquí se presenta un (más frecuentemente en L-4 sobre L-5
en mujeres de 40 años o más)
breve resumen. Aunque algunas de las siguientes consi-
deraciones son importantes para el diagnóstico diferen- IV Traumática-Fractura de elementos posteriores
distintos a la parte interarticular
cial, los autores recomiendan al lector que se remita a
las exposiciones principales. V Patológica-A causa de cambios patológicos
en los elementos posteriores secundarios a maligni-
Por lo general, los pacientes son jóvenes, entre los
dad o enfermedades óseas primarias
15 y los 40 años, con quejas de dolor en la zona lum-
bar, distinto al de articulación, fiebre, fatiga, pérdida Modificado de Willse LL el al.: C/in Orlhop 117:23, 1976.13

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19. LUMBALGIA 269

Característicos clínicos bral. Los cambios graduales se plOdu-:en en tres zonas:


Los síntomas de la espondilolistesis varían considera- ceirti'almente, el núcleo se hace flexible y mate, se desa-
blemente según sea la gravedad. Al presentarse en la rrollan pequeños desgarros en el anillo y se produce la
sala de urgencias, los pacientes se quejan de dolor lum- rotura de las placas cartilaginosas hialinas de los cuer-
bar sordo y fatiga. También se observa dolor en las ar- pos vertebrales. Por tal motivo, se pierde el efecto amor-
ticulaciones sacroilíacas, caderas, muslos y piernas. No tiguador suave del disco, y el movimiento se hace desi-
son frecuentes las paresias y parestesias de las extremi- gual e irregular. Esta fase, denominada por McNab 16 de
dades inferiores, sugestivas de irritación radicular ya inestabilidad segmentaria, permite la flexión y extensión
que el deslizamiento hacia delante del cuerpo vertebral excesivas. El esguince articular y la subluxación permi-
amplía el agujero intervertebral. El espasmo del mús- ten la hiperextensión segmentaria, y como los discos in-
culo paravertebral puede ser evidente en la disminución tervertebrales pierden altura, se produce el estrechamiento
del arco de movimiento (movilidad). La lordosis lum- discal (fig. 19-13). Cuando estos cambios se asocian a obe-
bar generalmente está aumentada. La palpación meti- sidad, paresia muscular y malas posturas, aumentan los
culosa puede mostrar un escalón de las apófisis espino- esfuerzos en las articulaciones de las facetas posteriores,
sas entre L-4 y L-5. En las deformidades extremas, provocando una mayor inflamación y dolor. La excesi-
las costillas pueden llegar a descansar sobre la pelvis, lo va movilidad conduce a la formación de osteofitos y «es-
que conlleva un caminar dificultoso asociado. Los pa- polones»,16 que son proyecciones horizontales óseas que
cientes tienden a caminar con cautela, como estremeci- emanan de las fibras del anillo a causa del movimiento
dos por el aumento de dolor en la columna vertebral. excesivo de segmentos inestables.
La relativamente rara irritación radicular es indicativa Con la degeneración continuada se puede producir la
de una gran luxación y de desplazamiento discal en L-4 calcificación del disco, desarrollarse los discos vacíos (as-
y L-5, con compresión de las raíces nerviosas. pecto de gas disuelto del material nuclear) y herniarse el
núcleo pulposo superior o inferiormente a través de las
Radiología placas de cartílago hialino de los cuerpos vertebrales, ob-
Las radiografías de perfil lumbosacras en posi<:ión su- servándose por radiografías un nódulo de Schmorl. Es-
pina revelarán el desplazamiento hacia delante de la tos cambios crónicos hacen al disco vulnerable a la her-
vértebra L-5. Y si se acentúa cuando se lOman las ra- nia aguda o al traumatismo, o a ambas cosas.
diografías en bipedestación, es sumamente indicativo
que este hallazgo explica los sínlOmas del paciente. El Carocterístícos clínicos
desplazamiento mínimo de la vértebra L-5 observado La primera queja del paciente es dolor en la zona lum-
en las radiografías en posición supina y en bipedesta- bar. Frecuentemente es de naturaleza insidiosa y por lo
ción sugiere una espondilolisis estable, probablemente
general empeora después de 'ma actividad o traba jo
de poca importancia clínica. Las proyecciones oblicuas
prolongados. El dolor dura sólo unos pocos días y sue-
pueden mostrar el signo de «los perritos», correspon- le remitir espontáneamente o con limitación de activi-
diendo el cuello del perro a la parte interarticular, un dad y reposo en cama. Al principio no se asocia con
«collar» típico de espondilolisis (fig. 19-11). El defecto ciática. Puede empeorar estando en pie o al elevar pe-
se caracteriza por la existencia de cuatro etapas, que sos, y se alivia generalmente con reposo. Los primeros
corresponden al tanto por ciemo de deslizamiento de la síntomas son atribuibles a degeneración del anillo fi-
vértebra: O a 25010,25 a 50010,50 a 75010, y 75 a 100010 broso. En esas fases iniciales es difícil hacer el diagnós··
(fig. 19-12). tico diferencial con las otras causas de dolor lumbar.
Con el tiempo, los episodios se hacen más frecuentes y
Tratamiento el dolor más intenso. Los síntomas no suelen remitir
Los episodios iniciales de dolor agudo se tratan conser- del todo entre episodios agudos. Gradualmente, hasta
vadoramente con reposo en cama, calor, antiinflama- un traumatismo menor o simplemente el toser o aga-
torios no esteroideos y relajantes musculares en el caso charse pueden provocar un dolor agudo. Progresiva-
de espasmos musculares fuertes,7.14.15 seguido de ejer-
mente, el paciente puede tener dolor referido; pero el
cicios de flexión y de fortalecimiento de la musculatura verdadero dolor radicular en distribución dérmica es
abdominal. La fusión quirúrgica es imperativa cuando indicativo de compresión radicular y hallazgo final a
hay déficit motor o incontinencia, y tiene que conside- causa de hernia discal. En la exploración física se apre-
rarse cuando el deslizamiento se aproxima al 50010 o lo cia dolor al palpar la zona afectada. Los episodios agu-
supera. dos suelen asociarse con espasmo muscular paraverte-
bral. La palpación de las articulaciones de las facetas
posteriores entre las apófisis espinosas y lateralmente a
D DOLOR LUMBAR DE ellas puede provocar dolor al tacto a causa de infla-
PRESENTACiÓN INSIDIOSA mación crónica. Las pruebas de elevación de la pierna
recta son generalmente negativas, a menos que un dis-
DESPUÉS DE LOS 50 AÑOS co debilitado e hinchado cause una compresión menor
sobre la raíz nerviosa. En el caso de verdadera hernia
EspondHosis discal, habrá dolor de espalda y ciática. Para la des-
La espondilosis lumbar (degeneración discal) se produ- cripción de esta entidad clínica, véase la sección sobre
ce por desgaste gradual y desgarro del disco interverte- la hernia discal aguda.

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270 IV. LA. COLUMNA DORSOLUMBAR

Apófisis articular superior (((oreja»)

Apófisis espinosa
y lámina (((cuerpo»)
Pedículo (((ojo»)

Istmo (((cuello»)

Apófisis articular inferior


(((pata delantera»)

Figura 19·11. Signo del "perrito» de


la espondilolistesis.

4 3 2

Figura 19-12. Cuatro fases de la es-


pondilolistesis.

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19. LUMBALGIA 271

Figura 19-13. Primeros cambios de la enfermedad discal degenerativa.

Radiología Neoplasia
Es muy importante tener presente que los signos de en- En otra parte del libro se expone detalladamente este
fermedad articular degenerativa de la columna están tema. Aquí se presenta un breve resumen por continui-
presentes a menudo en pacientes asintomáticos. Por dad. Si algunas de las siguientes son consideraciones
ello, el médico de urgencias no puede atribuir siempre formales para el diagnóstico diferencial del paciente,
a tales cambios la etiología de la incomodidad del pa- los autores recomiendan al lector que se remita a las
ciente. exposiciones principales.
No obstante, los signos clásicos de espondilosis Los tumores primarios de columna son relativa-
comprenden empequeilecimiento o pérdida de altura mente raros. Los benignos afectan normalmente a las
del espacio discal, esclerosis de hueso subcondral, os- apófisis vertebrales posteriores, y aparecen en pacientes
teofitos periféricos, espolones, nódulos de Schmorl, de menos de 30 años. Los tumores malignos están casi
disco vacío y calcificación del núcleo. siempre en los elementos vertebrales anteriores en pa-
cientes de más de 50 años; el más corriente de ellos es
Tratamiento el mieloma. Sin embargo, la metástasis de la columna
En el caso de exacerbación aguda, el tratamiento debe- es muy común, siendo el dolor de espalda la molestia
rá ser conservador, a base de reposo en cama con las con que se presentan hasta el 25010 de todos los tumores
rodillas flexionadas, antiinflamatorios no esteroideos, malignos. Los pacientes tienen generalmente más de
antiespasmódicos en el caso de espasmos musculares 50 años y presentan dolor en la zona lumbar con más
fuertes y calor local. Una vez resueltos los síntomas de un mes de antigüedad, asociado frecuentemente a
agudos, hay que fomentar los ejercicios para reducir síntomas constitucionales. Son varios los cambios en
la lordosis lumbar y educar al paciente para que no todo lo que precede y dependen de la etiología. Entre
aumente la distensión lumbar (elevación de pesos, dor- otros destacan la osteoporosis difusa, las lesiones osteo-
mir en posición prono). Los pacientes con signos de líticas u osteoblásticas, o las fracturas de compresión pa-
hernia discal aguda, sobre todo los que tienen compro- tológica. En todos los casos, los hallazgos radiológicos
miso neurológico, han de ser remitidos inmediatamente se encuentran con considerable retraso respecto a los sín-
al especialista. tomas.

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272 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

La siguiente tanda de preguntas obvias comprende


Axioma: Los hallazgos radiológicos de neoplasias de cuestiones tales como cuál es la molestia principal, si el
columna van rezagados cuatro o seis meses, dolor es en la espalda o en la pierna. El centrarse en
o más, respecto a los slÍ1tomas, a causa del la aparición y la cronología puede ayudar a distinguir
hecho de que el tumor tiene que reemplazar la etiología degenerativa de la traumática. La aparición
hasta el 50% de la matriz ósea antes de que después de ejercicios con esfuerzo o de traumatismo
aparezca el cambio en los rayos X. apunta hacia esguince leve de faceta, síndrome de la fa-
ceta posterior o esguince sacroilíaco. La aparición re-
pentina del dolor de espalda con irradiación a las extre-
Osteoporosis midades inferiores es sugestivo de hernia discal aguda.
Un dolor que aumenta gradualmente con frecuentes
Con gran diferencia, la causa metabólica más común
exacerbaciones a causa de traumatismo es más sugesti-
de dolor lumbar es la osteoporosis. Lo más frecuente
vo de espondilosis, neoplasia u osteoporosis en los an-
es que el dolor sea por fracturas de compresión verte-
cianos. El mismo tipo de dolor insidioso asociado a
brales, que suelen ocurrir entre D-S y L-1. Esto es así
irradiación es más típico de estenosis pero también se
por una marcada pérdida de hueso trabecular. Este es-
puede observar en la espondilosis degenerativa. El do-
tado es mucho más sintomático en las mujeres posme-
lor de aparición insidiosa en un paciente joven sugiere
nopáusicas, aunque también se presenta en las perso-
fibrositis o espondilolistesis. Las mismas quejas asocia-
nas de edad de ambos sexos. Los síntomas clínicos
das a síntomas constitucionales podrían sugerir infec-
específicos, los hallazgos radiológicos y el tratamiento
ción vertebral o del espacio discal, o sacroiliitis.
de la osteoporosis están expuestos detalladamente en
La exacerbación frecuente del dolor es indicativa de
otra sección del libro. Se remite al lector al capítulo 4
esguince leve de faceta, síndrome de la faceta poste-
si existe una consideración formal para el diagnóstico
rior, fibrositis o espondilolistesis. El dolor que remite
diferencial. con reposo sugiere estenosis vertebral o etiologías vas-
culares. Por otra parte, el de origen metastásico es
D HISTORIA Y EXPLORACiÓN constante y frecuentemente empeora con el reposo.
El dolor referido se tiene que diferenciar del irra-
FiSICA
diado. El primero es más clásico que vaya unido a las
Como se deduce de la exposición previa, son numero- lesiones de tejido blando, está más localizado y no pre-
sas las causas de dolor lumbar. Aunque en algunos pa- senta necesariamente una distribución metamérica. Por
cientes pueda ser clara la etiología, lo habitual es que otra parte, el dolor irradiado sugiere la compresión de
la presentación aguda de las diversas entidades sea in- una raíz nerviosa y se asocia a parestesias, entumeci-
distinguible. Lo principal es reconocer las condiciones miento, hormigueos y paresia, correspondientes a der-
musculosqueléticas del dolor de espalda referido a cau- matomas específicos. Es importante el número de derma-
sa de las condiciones sistémicas que ponen la vida en tomas implicado.
peligro. Además, al médico de urgencias se le presen- La afectación de múltiples raíces es más corriente
tan frecuentemente pacientes con enfermedad fingida, en la estenosis vertebral, el síndrome de la cola de ca-
cuyo principal objetivo es la compensación o la medi- ballo o la hernia discal masiva. El paciente puede no
cación. Son indispensables la historia y la exploración percatarse necesariamente de la paresia de grupos de
física meticulosas y profundas para el diagnóstico dife- músculos y quejarse de andar irregular o inestabilidad
rencial de lumbalgia. Los hallazgos aducidos apuntan de las rodillas, sugestivos de afectación de una raíz ner-
hacia un diagnóstico definitivo. viosa de L-S.
Aunque por desgracia a menudo pase por alto en el
Historia área de urgencias, en el caso de dolor lumbar, la histo-
La opinión de los autores es que una buena práctica es ria social podría sugerir problemas sociales o psicoló-
preguntar a todo paciente una serie de cuestiones gene- gicos que amplifican las molestias del paciente. La his-
rales, con independencia de su queja principal. Aunque toria laboral es obligatorio obtenerla ya que puede
aparentemente obvio y típicamente parte integrante de aportar valiosa información respecto a la actividad físi-
ca, levantamiento de pesos, tareas repetitivas o exposi-
todas las historias, el promover específicamente esta in-
ciones considerables.
formación al comienzo de cada examen, antes de que
Si no se ha hecho ya durante el interrogatorio al co-
el paciente se centre en su queja principal, da al explo-
mienzo de la exploración, una historia general más
rador un conocimiento general del individuo. Entre
completa sobre cuestiones concretas respecto a enfer-
otras, las preguntas son: l7
medades sistémicas, diabetes, tumores y depresión y
psicoterapia puede aportar valiosa información. Final-
1. Edad.
mente, una historia exhaustiva farmacológica, inclu-
2. Problemas médicos anteriores.
3. Hospitalizaciones o cirugía anteriores. yendo las alergias o efectos adversos previos, es útil
4. Alergia medicamentosa. para recordar al paciente sus dolencias o enfermedades
5. Medicaciones. previas, y puede ayudar a evitar un uso inapropiado.
6. Si lo está llevando algún médico y cuándo fue la También es importante preguntarle específicamente so-
última visita. bre sus drogas de recreo o «callejeras».

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19. LUMBALGIA 273

Exploración física mayor. Esto es sugestivo de compresión de raíz ner-


Hay que manifestar enfáticamente al princlplO que viosa.
los pacientes que se presentan con dolor lumbar re-
quieren una exploración física sistemática completa. Sedestación
La tabla 19-1 cita varias condiciones sistémicas que se El examen motor de los músculos cuádriceps se tiene
pueden presentar con dolor referido en la zona lum- que hacer con el paciente en sedestación. La paresia
bar. La exploración física específica de los pacientes es sugestiva de compresión de la raíz nerviosa de L-4.
con dolor lumbar de origen musculosquelético se En ese momento se pueden comprobar los reflejos ro-
compone de cuatro fases: en bipedestación, sedesta- tuliano y aquilea; un reflejo rotuliano disminuido su-
ción, en posición supina y un examen neurológico giere implicación de la raíz nerviosa de L-4, y un re-
aparte. Una excepción a este sistema es el individuo flejo aquileo disminuido sugiere afectación de la raíz
que se presenta con un dolor tan intenso que no pue- nerviosa de S-l. Habrá que observar cuidadosamente
de estar de pie ni sentado. la postura adoptada estando sentado. Un paciente
con pinzamiento de raíz nerviosa se inclinará involun-
Bipedestación tariamente hacia atrás y descargará el peso del lado
Al principio se observa al paciente mientras está de afectado. En esta posición, la maniobra de Valsalva
.I2k desnudo, excepto con una bata de hospital abierta sirve para comprobar si hay presión intratecal aumen-
para mostrar el exceso de curva lordótica, escoliosis, tada, y puede exacerbar tanto e! dolor de espalda
como el irradiado a la pierna.
cifosis, asimetría glútea o ladeo. La escoliosis o la ci-
fosis pueden ser anomalías congénitas. La ausencia
de curva lordótica es sugestiva de espasmo muscular Supinación
paravertebral importante. La asimetría glútea sugiere El paciente con un dolor lumbar notable se sentirá
implicación neurológica del grupo de nervios de S-l. más cómodo con una almohada debajo de las rodi-
Una postura ladeada que favorezca un lado puede su- llas; esto también le ayudará a relajar los músculos
gerir debilidad de la raíz nerviosa implicada y atrofia abdominales y será más fácil la palpación abdominal
muscular. La espina bífida no es raro que esté asocia- en busca de masas o aneurismas. Tendrán que medir-
da a un pequeño mechón de pelo en la línea central se con precisión las longitudes de ambas piernas (una
de la zona lumbosacra. Hay que determinar la movi- diferencia aproximada de 2 cm puede alterar signifi-
lidad y medirla en todas direcciones. El movimiento cativamente la postura y suponer esfuerzos anormales
disminuido generalizado en todas las direcciones se en las articulaciones de las facetas posteriores) y el
asocia a espasmo muscular o deformidades congéni- perímetro de los muslos y de las pantorrillas (las di-
tas. Cuando los pacientes con degeneración discal se ferencias indican atrofia muscular). La inspección
doblan hacia delante (en la pelvis), vuelven a la po- concienzuda, la palpación y la manipulación de las
sición vertical con las rodillas y las caderas ligera- caderas, rodillas y tobillos pueden indicar etiologías
mente flexionadas y la pelvis metida bajo la columna. locales del dolor.
Como el espasmo muscular paravertebral es un ha- Entre las maniobras concretas en posición supina
llazgo común, a la mayoría de los individuos con do- para comprobar la afectación de la medula o de una
lor lumbar les resulta doloroso poner el cuerpo erecto raíz nerviosa destacan las siguientes:
partiendo de la posición flexionada. El dolor en hi-
perextensión es evidente en la estenosis vertebral, la Prueba de Lasegue. Con la pierna completamente ex-
enfermedad discal lumbar y la neoplasia. El movi- tendida en posición supina, el examinador estabiliza
miento lateral casi nunca está afectado en ninguna de con una mano la pelvis y con la otra en el talón le le-
las afecciones que causan dolor lumbar, con excep- vanta la pierna al paciente. Si aparece dolor en la dis-
ción de los discos herniados, caso en que el paciente tribución del ciático, se considera que la prueba es po-
se puede ladear intencionadamente para evitar la trac- sitiva; por e! contrario, el dolor de espalda aislado
ción o compt'esión de la raíz nerviosa afectada. La representa una prueba negativa (fig. 19-8).
prueba de agacharse en la que el paciente llega hasta También se le atribuye a Lasegue la variación de e!e-
e! suelo con flexión completa de las rodillas y las ca- vación de la pierna recta con la rodilla y la cadera flexio-
deras es la más sensible para el síndrome de la cola nadas a 90° al inicio. Si el paciente se queja de dolor en
de caballo, y es sugestiva de compresión radicular la pierna según la distribución del ciático cuando se ex-
por osteofitos, subluxación vertebral, malignidad o tiende pasivamente la rodilla, es una prueba positiva.
hernia discal central. Fijándose en el modo de andar,
también se puede comprobar una compresión nervio- Prueba de Fajersztan. Es también una variación de la
sa sutil; la marcha suele ser anormal a causa de pare- prueba de Lasegue, con intervención en este caso de
sia muscular por compresión de la raíz nerviosa de L- la dorsiflexión del pie (fig. 19-9). Si se produce exacer-
5 o S-l. La extensión de la pierna hasta la altura de bación de! dolor radicular, se considera positiva.
la cadera puede producir dolor cuando hay pinza-
miento de la raíz nerviosa de L-4. La búsqueda de Prueba de elevación de la pierna sana recta. Es similar
dolor al tacto palpando a lo largo del nervio ciático a la prueba de Ulsegue, excepto en que e! examinador
se puede hacer con la cadera flexionada en e! punto levanta la pierna sana. El dolor ciático en el lado afec-
medio, entre la tuberosidad esquiática y el trocánter tado se considera prueba positiva.

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274 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Prueba de Hoover. Esta prueba está ideada para pillar hay indicios de patología intratecal o extratecal, inclu-
a los que fingen enfermedad, que se quejan de no po- yendo la hernia discal. Por desgracia, esta prueba re-
der levantar la pierna en absoluto. Cuando se intenta sulta difícil para la mayor parte de los pacientes con
activamente elevar una pierna extendida en posición dolor lumbar a causa del espasmo muscular paraverte-
supina, se ejerce presión hacia abajo en la otra. Si el bral.
examinador pasivamente pone sus manos bajo los talo-
nes de ambas piernas se puede determinar esa presión Prueba de oscilación pélvica. Con las manos colocadas
hacia abajo y saber si el paciente está realmente inten- bilateralmente sobre las crestas ilíacas y los pulgares
tando elevar la pierna que dice afectada (fig. 19-14). sobre las espinas ilíacas superoanteriores, el examina-
dor comprime la pelvis hacia la línea central. La prue-
Prueba de Kern. Con el paciente en posición supina, la ba es positiva cuando provoca dolor en la articulación
flexión forzada de la región cervical de la columna pue- sacroilíaca (fig. 19-15).
de exacerbar la compresión de la raíz nerviosa en la
zona lumbosacra. Signo de Gaenslen. Estando en posición supina, se le
dice al paciente que aguante las piernas contra el pecho
Las pruebas que provocan una mayor presión intra- mientras se hace que una nalga se apoye en el borde de
tecal son: la mesa y se le indica que deje caer la pierna por fuera
de la mesa sin soporte. El paciente con enfermedad de
Prueba de Milgram. Es una prueba activa que exige que la articulación sacroilíaca se quejará de dolor en esa ar-
el paciente eleve extendidas ambas piernas a unos 5 cm ticulación (fig. 19-16).
de la mesa y las mantenga en esa posición durante 30
segundos. Esto hace que aumente la presión intraabdo- Prueba de FABERE (Patrick). Con el paciente en posi-
minal e intratecal. Si el paciente no puede soportar la ción supina, se le coloca el pie del lado afectado sobre
posición por aumento del dolor en la zona lumbosacra, la rodilla de la otra pierna y se abduce la rodilla (figu-

Figura 19-14. Prueba de Hoover.

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19. LUMBALGIA 275

ra 19-17). La aparición de dolor en la zona inguinal su- flejo. La tabla 19-3 indica de forma concisa todos los
giere afectación de la articulación de la cadera. El pre- posibles hallazgos de los diversos niveles de raíces ner-
sionar suavemente la rodilla hacia abajo mientras se viosas.
aguanta la pelvis contra la espina ilíaca anterior opues- A riesgo de decepción e incluso de voyerismo, a me-
ta provocará dolor en la articulación sacroilíaca. nudo es instructivo observar cómo se viste o mueve el
paciente por la sala de reconocimiento sin que él se dé
Estando el paciente en posición supina, se puede ha- cuenta.
cer una prueba para comprobar la inervación de la seg- El movimiento anormal sugestivo de incomodidad
mentación neurológica de L-l, denominada signo de Bee- o implicación neurológica puede dar mayor soporte al
vor. Con las rodillas flexionadas y los brazos pegados diagnóstico.
al cuerpo, se le indica que se levante un cuarto hacia Las incoherencias e incluso la desaparición com-
la posición de sentado. Lo normal es que no se mueva pleta de los síntomas y signos puede resultar fasci-
el ombligo; su desviación supone debilidad del músculo nante. Aunque diagnóstico en las circunstancias de
recto mayor del abdomen del lado afectado (fig. 19-18). neoplasia metastásica subyacente al hueso, a menos
que los pacientes presenten deficiencias neurológicas
Examen neurológico (casos en que están indicadas la TAC y la mielo-
En todos los pacientes con dolor agudo de espalda hay grafía), no está justificada la exploración ósea de ur-
que realizar un examen completo motor, sensitivo y re- gencia.

Figura 19·15. Prueba de oscilación


pélvica.

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276 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

Figura 19-16. Prueba de Gaenslen.


A. Paciente en el borde de la mesa.
B. El dejar caer la pierna ocasiona
dolor en la articulación sacroilíaca.
(Para su explicación véase el texto.)

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19. LUMBALGIA 277

Figura 19-17. Prueba de Patrick o de FABERE.

Figura 19-18. Signo de Beevor.

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278 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

D RADIOLOGíA DE LA REGiÓN D TRATAMIENTO


LUMBAR DE LA COLUMNA
Dado que casi todas las lumbalgias son de afectación re-
gional, secundarias a traumatismo menor o esfuerzos, la
Ya en 1976 Hall 18 demostró que anualmente se hacían gran mayoría de los síndromes de dolor remiten comple-
en Estados Unidos unos siete millones de radiografias tamente con independencia de la terapia: el 50070 de los
de la región lumbar de la columna, con un coste apro- casos en la primera semana, el 80% en dos semanas y el
ximado de quinientos millones de dólares. Cada serie 90% en dos meses. 23 La evaluación de las modalidades
de placas (proyecciones AP, de perfil y oblicua) somete terapéuticas específicas es difícil por las muchas causas
al paciente a una radiación en las gónadas de aproxi- de lumbalgia, los pocos diagnósticos concretos y la na-
madamente 392 milirad en las mujeres y de 71 milirad turaleza subjetiva del dolor. Los estudios de que se dis-
en los hombres. Aunque ciertos hallazgos radiológicos pone están desacreditados por estas razones y por otras
específicos se han asociado a dolor lumbar, numerosos metodológicas. 24 No obstante, excepto en circunstancias
estudios que comparan a los afectados de dolor lumbar de déficit neurológico o patología subyacente, los auto-
con controles han encontrado una incidencia parecida res recomiendan el siguiente tratamiento conservador.
de las mismas anomalías radiológicas en los grupos de
control. 19-22
Reposo en cama
La mayor parte de los estudios que postulan crite-
Los pacientes informan uniformemente de mejoría sin-
rios específicos para las placas lumbosacras predicen
tomática después de un reposo estricto en cama, con
reducciones significativas en su empleo basadas en la
privilegio exclusivo para ir al cuarto de baño. Las pre-
visita al consultorio de urgencias con quejas de lumbal-
siones intratecales se reducen a la quinta parte de las de
gia. Aunque no sea ése siempre el caso, los pacien-
bipedestación al yacer sobre una superficie plana o con
tes que acuden con lumbalgia a la sala de urgencias es
las caderas y las rodillas ligeramente flexionadas con
más probable que hayan tenido ya una presentación
una almohada bajo ellas (fig. 19-19). Weisel y cols. 25
aguda o exacerbación del dolor. Los estudios sugie-
ren 1•9,15,18,23 que las indicaciones apropiadas para reali- demostraron que los reclutas militares podían volver a
su plena actividad después de una lesión aguda en la
zar radiografias a estos pacientes en urgencias son, en-
zona lumbar un 40-50% antes que los que permanecían
tre otras, las siguientes:
en régimen ambulatorio. Más recientemente, Deyo y
l. Historia de traumatismo mayor significativo o cier- cols. 26 dedujeron de los resultados de un ensayo clíni-
tos casos de traumatismo menor en pacientes con co aleatorio que los pacientes sin déficit neuromotor
patología subyacente conocida o sospechada. respondían bien y podían volver a su actividad laboral
2. Historia o exploración física coherente con patolo- después de dos días de reposo en cama en vez de la se-
gía subyacente. mana o dos semanas citadas anteriormente. Aunque
3. Presencia de déficit neurológico. teóricamente la tracción reduce más la presión intradis-
4. Incapacidad para la evaluación apropiada, es decir, cal, hace falta una fuerza del 25% del peso para dis-
estado mental alterado, dolor intenso. traer adecuadamente las vértebras;6 a pesar de ello,
los estudios no han demostrado ningún beneficio sub-
Los estudios para el diagnóstico más allá de las ra- jetivo con sólo el reposo en cama. 18
diagrafias simples comprenden la exploración con
TAC y la mielografía. Por múltiples razones, la prime- Tracción y tratamientos tópicos
ra es un estudio de elección para la evaluación urgente Los puntos provocadores miofasciales (focos hiperirri-
de lumbalgia asociada a déficit neurológico. Es más se- tables localizados en el músculo esquelético o la fascia)
gura, más barata y proporciona información más con- responden frecuentemente a las técnicas de tracción y
creta sobre los cuerpos vertebrales, los elementos pos- tratamientos tópicos. De los puntos provocadores re-
teriores, las masas de tejido blando paravertebrales, la sultan dolores referidos; son fibras palpables de consis-
estenosis vertebral y los discos realmente abultados, so- tencia nodular y zonas de máxima sensibilidad, doloro-
bre todo en las hernias laterales. En muchos centros se sa al tacto, que frecuentemente provocan un signo de
sigue un planteamiento gradual. Los hallazgos inequí- espasmo o retirada cuando se palpan, que literalmente
vocos de la TAC se consideran diagnósticos. La mielo- hace que el paciente salte.
grafia o la TAC con mielografia de metrizamida se em- El músculo a traccionar tiene que ser tratado pre-
plean si los estudios iniciales son equívocos o no viamente con una nebulización refrigerante (a base de
corresponden a los hallazgos clínicos. un 15 % de diclorodifluorometano y un 85 % de triclo-
Los pacientes con historia sugestiva y exploración romonofluorometano, y, por lo tanto, preferible al
fisica concordante con osteomielitis vertebral o infec- cloruro de etilo, aunque ambos son eficaces) que se
ción del espacio discal requieren gammagrafía ósea en dispersa en una dirección sobre la piel que cubre el
el área de urgencia. En el cuadro de metástasis ósea músculo afectado hasta que aquélla palidece, estirán-
maligna subyacente, a menos que los individuos pre- dose a continuación el músculo. Acto seguido debe
senten déficit neurológico (cuando están indicadas la aplicarse calor húmedo para recalentar la piel y evitar
TAC y la mielografia), no es necesaria la exploración el dolor después del tratamiento. Los pacientes pueden
ósea de urgencia. quedar doloridos uno o dos días. 6

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19. LUMBALGIA 279

Figura 19-19. Posición de reposo


en los síndromes lubálgicos
agudos.

Figura 19-20. Técnica para la re-


ducción de una subluxación de fa·
ceta costovertebral.

Figura 19-22. Las diversas posiciones de flexión de la cadera


Figura 19-21. Se aplica un empuje rápido con corta excursión. y la rodilla determinan qué faceta se ha de manipular.

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280 IV. LA COLUMNA DORSOLUMBAR

I
I

Figura 19-23. Se gira la columna del paciente tal como aquí


se muestra.

Manipulación de la columna sensibles al dolor; por esa razón se recomienda la medi-


Son pocas las indicaciones para la manipulación de la cación antiinflamatoria. Hasta la fecha, ninguno de los
columna en los centros de urgencia. Entre ellas están fármacos antiinflamatorios no esteroideos ha demos-
la subluxación de faceta o «síndrome de la faceta» en trado ser más eficaz que la aspirina, pero, aunque con-
la parte inferior de la espalda y la subluxación de la fa- siderablemente más caros, son eficaces y con muchos
ceta. costovertebral. menos efectos secundarios gastrointestinales y más có-
Ambos síndromes se presentan en el centro de ur- modos. Se pueden considerar cuando las circunstancias
gencias con aparición repentina de dolor agudo, inca- los justifiquen. Cuando el dolor agudo es intenso pue-
pacitante grave y bien localizado. En la subluxación den hacer falta narcóticos (es decir, aspirina con codeí-
costovertebral está situado en la región dorsal de la co- na),"pero debe renunciarse a ellos cuando no sea nece-
lumna, generalmente sobre la región de D-5 a D-8, di- sario pues pueden producir estreñimiento que conduce
rectamente sqbre la articulación implicada de la costilla a sobreesfuerzos.
con la vértebra. En el síndrome de la faceta, el dolor En los casos en que la lesión aguda ocasiona un es-
está localizado en la región lumbar, ya sea en L-2 o en pasmo muscular significativo, parece ser que el empleo
L-4. de relajantes musculares aporta un alivio sintomático
Cuando los pacientes se presentan con uno u otro en muchos pacientes, pero falta la prueba experimental
de estos síndromes, una simple manipulación debida- que lo demuestre. Se recomiendan el diacepam (barato,
mente ejecutada puede aportar un alivio significativo pero en potencia usado inapropiadamente) y la ciclo-
del dolor. . benzaprina (más cara y que produce somnolencia), ya
que sus efectos sedantes favorecen el reposo en cama.
Subluxación de faceta costovertebral
Colocar la mano en posición de cuenco sobre la articu- Aplicaciones de calor y frío
lación afectada, con los dedos sobre las apófisis verte- No se ha confirmado la eficacia de las aplicaciones de
brales y la base de la mano sobre la costilla afectada. calor y frío en los casos agudos. La aplicación de frío
Poner al paciente en posición supina con las manos so- después de una lesión ligamentosa aguda disminuye
bre el pecho (fig. 19-20). Se aplica entonces un empuje teóricamente el riego sanguíneo y, por lo tanto, el de-
rápido, de corto trayecto, pero con fuerza (fig. 19-21), rrame de sangre local y la inflamación. La aplicación
mientras que la mano en cuenco desplaza inferiormente de compresas frías (bolsas de hielo o toallas mojadas
la costilla. metidas en la nevera) durante 10-15 minutos, con una
frecuencia de una hora, mientras está despierto durante
Síndrome de la faceta las primeras 24-48 horas a menudo alivia.
Colocar al paciente en la forma que se ve en la figura La aplicación de calor teóricamente aumenta el rie-
19-22. La cantidad de flexión de las rodillas determina- go sanguíneo, relaja el espasmo muscular y mejora la
rá qué faceta hay que manipular. Girar la columna del curación, aunque el alivio sintomático es individual.
individuo como se muestra en la figura 19-23 hasta el En los casos en que la lesión del músculo es primaria
punto fisiológico de máxima flexión, y aplicar entonces y después de un tratamiento con frío, recomendamos
un empuje rápido, de corto trayecto. en las lesiones ligamentosas el empleo de una toalla ca-
liente enrollada en plástico durante 10-15 minutos,
Fármacos cada hora, mientras el paciente está despierto. Hay que
Común a todas las causas musculosqueléticas de dolor prescindir de las almohadillas eléctricas ya que los pa-
lumbar agudo y exacerbaciones de síndromes más cró- cientes con medicación sedante pueden sufrir impor-
nicos es la respuesta inflamatoria de las estructuras tantes quemaduras.

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19. LUMBALGIA 281

Al cabo de 7-10 días del tratamiento anterior, la 21. Rowe ML: Low back pain in industry: A position paper.
mayoría de los individuos logran un gran alivio. Todos J Oecup Med 11:161, 1969
los pacientes tienen que ser enviados a un rehabilitador 22. To.rgerson WR, Dotter WE: Comparative roentgenogra-
para su seguimiento cuando, según los síntomas, se phlc study of the asymptomatic and symptomatic lumbar
spine. J Bone J Surg 58A:850, 1976
puedan considerar otras modalidades de tratamiento 23. Quinet RS, Hadler AM: Diagnosis and treatment of bac-
entre ellas destacan los ejercicios, ultrasonidos, diater~ kache. Semin Arthritis Rheum 8:261, 1979
mia o terapéutica con quimopapaína. Todas estas con- 24. Deyo BA: Conservative therapy for low back pain: Dis-
sideraciones, sobre todo la intervención quirúrgica y la tinguishing useful from useless therapy. JAMA 250: 1057
quimopapaína, no son apropiadas para urgencias, y su 1983 '
explicación se sale de los límites de este libro. 25. Weisel SW, et al: Acute low baek pain: An objective
analysis of conservative therapy. Spine 5(4)324, 1980
26. Deyo RA, et al: How many days of bedrest for acute low
D REFERENCIAS baek pain? N Engl J Med 315(17):1064, 1986

l. Hoekberger RS: Low back pain. The Digest of Emer- D BIBLIOGRAFíA


geney Medical Care, marzo 1986
2. Kelsey JL, et al: The impact of musculoskeletal disorders
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ERRNVPHGLFRVRUJ
índice alfabético

Abdomen, dolor, 249 Amiloidosis, 30 - carótida, ruidos, 83


- examen, errores, 224 Aminoglucósido, 42 - subclavia, 147
- inervación de la musculatura, Analgesia, 39 - vertebral, 32, 33, 34, 35, 64,
187, 199, 200 Anemia, 54, 57 74, 77, 96, 97, 145, 155
- lesiones, 9, 238 Aneurisma aórtico abdominal, 183 - - insuficiencia, 96, 145, 155
- reflejo, 187 Anillo cricoide, 81-82 - - osteoartritis, 32, 33, 34, 35
- tono muscular, 170, 244 - pélvico cerrado, 258 - - prueba, 96, 97
Abdominal, aneurisma aórtico, 183 Ano, dolor, 56 • Arterias de la columna cervical, 74,
- respiración, 5 - «parpadeo», 187 77
Absceso paravertebral, 45, 50 Anomalías congénitas, 105, 106, 155 - dilatación aneurismal, 150
- epidural, 20, 42, 45 - - odontoides, 105 Arteriografía, 155
- retrofaríngeo, 42, 45 - - imágenes de resonancia nuclear Articulación sacroilíaca, 28, 29, 30,
Abultada, fontanela, 135 magnética, 106 187, 194-199, 257
Abuso infantil, 134-13 5 - - tortícolis, 155 - - artritis reumatoidea, 23, 24
Accidente de aeroplano, 225 - - vértebras en bloque, 105 - - esguince, 257
- atlético. Véase Lesiones Anormalidades cardiovasculares; - - espondilitis anquilopoyética,
deportivas - traumatismo de la medula 28, 29, 30
- cerobrovascular, 33 espinal, 7-8 - - palpación, 180
- vehículo motorizado, 3, 19, - nervio craneal, 56 - - pruebas, 187, 194-199
128, 139, 141, 153, 219, 225, Antebrazo o brazo dormido, 148, 149 Articulaciones, 28, 29, 154
238 Antidepresivos tricíclicos, - artritis reumatoidea, 28
Acupuntura, fibrositis, 268 fibrositis, 268 - costovertebrales, 29
Adson, maniobra, 96, 147, 148, 150 Antiinflamatorios, 26, 34, 39, 280 - enfermedad degenerativa, 154
Agua, extricación, 5 - dolor lumbar, 280 - espondilitis anquilopoyética, 28,
Agujero intervertebral, 63, 182 - no esteroideos, 26, 34, 39, 280 29
- - estenosado, 182 Aortitis, 30 - facetas, 32, 63, 81, 82, 162, 164,
Ahogo, 122, 123 Apófisis articulares, 63-64 173, 257-258
Ala ilíaca, fracturas, 225 - espinosas, 64, 80, 81, 119, - - dorsales, 162, 164
Alcance del movimiento, 87-88, 177-180 - - osteoartritis, 32
172-177 --palpación, 80, 81,177-180 - - síndrome de faceta posterior,
- - columna cervical, 87-88 - - separación, 119 257-258
- - - dorsolumbar, 172-177 - mastoides, palpación, 80 - - subluxación, 81
- - - - extensión, 173 - odontoides, 64, 112 Artritis de la columna vertebral,
- - - - flexión, 173 - - fracturas, 112 23-35
- - - - flexión lateral, 173, 175 - transversas, 63, 64 - - - artritis reumatoidea, 23-27
- - - - síntomas-patología, 172 - uncinada, 105, 129-130 - - - espondilitis anquilopoyética,
- - extensión, 87, 88 - - e-3, 105 27-32
- - flexión, 87, 88 - - fractura, 129-130 - - - osteoartritis, 32-35
- - flexión lateral, 88 Apoyacabezas, 139, 141 - psoriásica, 268
- - movimientos básicos, 87 Aquíleo, reflejo, 263 - reumatoidea, 23-27, 28, 112, 247,
- - rotación, 87, 88 Aracnoides, 69 268
Alcoholismo, 37 Aracnoiditis, 106, 239 - - columna cervical, 23, 24
Almohadilla de calor eléctrico para - mielografía, 239 - - - - subaxoidea, 24, 26
el dolor lumbar, 280 Armas arrojadizas, 238 - - - dorsal, 24
Allen, prueba, 147-148 Arteria axilar, 147 - - - vertebral, 23-27

283

ERRNVPHGLFRVRUJ
284 íNDICE ALFABÉTICO

Artritis reumatoidea de la - fractura de lágrima por - parálisis, 247


columna cervical, articulación extensión, 127 Cerebrovascular, accidente, 33
atlantoaxoidea, 23-24, 25, 26 Cervical, collar, 5, 34, 154, 155
- - - - cambios radiológicos, 27 Babinski, signo, 15, 24, 187, 191 Ciática, 28, 259, 261, 264, 265, 269
- - - - características clínicas, Bazo, 238 - espasmo del músculo
23-24 Beevor, signo, 199, 275, 277 paravertebral, 242
- - - - complicaciones, 24-25 Bíceps, 90, 91 -- espondilosis, 269
- - - - compresión vascular, Brazos. Véase Extremidades - fisiopatología, 247
24-25 superiores - hernia discal aguda, 259, 261,
- - - - diagnóstico, 25-26 Brown-Séquard, síndrome, 8, 132, 264, 265
- - - - espondilitis 239 - plomada, 248
anquilopoyética, 27-32 Brudzinski, signo, 194, 195 Ciclobenzaprina, 280
- - - - fisiopatología, 23 Cifosis, 22, 29, 38, 45, 173, 219,
- - - - incidencia, 23 Caida con voltereta contra el suelo, 220, 222, 247, 251-252
- - - - luxación vertical, 24 221, 222 - características clínicas, 251
- - - - tratamiento y control, Caídas, 219, 229 - causas, 251
26-27 Caja torácica, escoliosis, 248 -- complicaciones, 251-252
- - - - traumatismo trivial, 25 Calcáneo, fracturas, 219, 229 - diagnótico, 252
Aspergilosis, 30 Calcificación, ligamento, 104-105 - espondilitis anquilopoyética, 29
Aspirina, 31, 33, 34, 51, 52 Calcio, deficiencia, 5 - - tuberculosa, 45
Ataxia, 25 - terapia, 39 - fisiopatología, 251
Atlantoaxoidea, articulación, Calcitonina, 39 - importancia para el médico de
artritis reumatoidea, 23-24, 25, Calcitrol, 39 urgencias, 247
26 Calor, almohadillas, 280 - incidencia, 251
- - osteoartritis, 32 - aplicaciones, 33, 280-281 - osteoporosis, 38
- - síndrome del nervio occipital - dolor lumbar, aplicaciones, - tratamiento de urgencia y
mayor, 154 280-281 control, 252
disociación, 110 - local, aplicaciones, 33 Cinturón de seguridad, 224, 225
luxación pediátrica, 135-140 Callo, formación, 153 Circulación, evaluación, 5
rotura, 130, 131, 135 CAM (mielografía asistida por Claudicación intermitente, prueba,
- - pediátrica, 135 ordenador), 106-107 96, 147, 149
- subluxación, 23, 24, 25, 26, 27, Caminar, modo, 79, 144, 203, 244 - neurógena, 259
30, 135 - - dedo gordo talón, 203 - vascular, 259
- - espondilitis anquilopoyética, - - distensiones y esguinces Clavícula, 79, 149, 153
30 lumbares y lumbosacros, 27 -- deformidad, 79
- - pediátrica, 135-136 - - espasmódico, 144 - fractura, 149, 153
Atlantoaxoideo, complejo, 64 - - examen físico, 79 Clonidina, lesión vertebral, 13
- ligamento, 64 - sobre los talones, 184, 185, 203 Clunk, prueba, 24
Atlantooccipital, disociación, 110 Cápsulas, 87 Cóccix, 63, 180-181
- fusión, 105 Cardiovasculares, anomalías, -- palpación, 180-181
- rotura, 130-131 traumatismo de medula Cola de caballo, lesiones, 166,
Atlas, 63, 64, 65, 66, 81 espinal, 7-8 217, 239. Véase también Cola
artritis reumatoidea, 112 Carótida, arteria, ruidos, 83 de caballo, síndrome
- distancia a la apófisis - endarterectomía, 155 - - síndrome, 21, 30, 223, 265, 266
odontoides, 112, 115 - palpación de los pulsos, 82-83 Columna, anomalías asimomáticas,
- fracturas, 111, 114, 127-128, 136 Cartílago, radiografía, 102, 104 245
--anillo, 111, 114 Cascos, extracción, 6 - bambú, 30, 31
- - avulsión, 127 Catecolaminas, 8 - cervical, acortamiemo, 24
- - estallido, 136 Cefaleas, 23, 83, 142, 154 - - alcance del movimiento, 87-88
Atrofia muscular, 144 - migraña, 83, 154 - - anatomía, 63-74
Audición, defectos, 135 - occipitales, 23, 33 - - arterias, 74, 77
Auscultación, 183 Cefalorraquídeo, líquido, 239 - -- artritis reumatoidea, 23, 24
Automóvil, accidentes. Véase Cefalosporina, 42 - - clasificación de las lesiones,
Accidentes de vehículos Centromedular, síndrome, 18-20, 109, 110
motorizados 118 - - compresión vertical, 124-125
- apoyacabezas, 139, 141 - - características clínicas, 19 - - desgarro atlantoaxoideo, 1S,
- pacientes de disco cervical, 145 - - mecanismos, 18 ¡ 30-131
Axis, 63, 65, 66, 112, 115, 116, - - pronóstico, 20 - - - atlamooccipital, 130-131
128-129 - - tratamiento, 20 - - desunión atIantoaxoidea, 110
- espondilolistesis, 112-115, 116, - - vejez, 18 - - - atlantoocipital, 110
128-129 Cerebral, lesión, 135 .- - discos intervertebrales, 65-67,68

ERRNVPHGLFRVRUJ
íNDICE ALFABÉTICO 285

Columna cervical, distensiones y - - -luxación, 42, 129 - - artritis reumatoidea, 24


esguinces, 139-145 - - - luxaciones - - anatomía funcional, 159
- - distribución de los nervios, y subluxaciones, 109-136, 154. - - articulaciones de las facetas,
85-86 Véanse también las distintas 162, 164
- - esguince, 139 fracturas - - cizallamiento, 233-234, 235,
- - - hiperflexión, 119 - - - mecanismos del 236
- - - lesión por hiperextensión, traumatismo, 4 - - costillas, 159, 160, 162
139-141 - - - odontoides, 110, 112, - - distensiones y esguinces, 242
- - - - hiperflexión, 141-143 132-133, 135 - - distribución vascular, 166
- - - trastornos de discos, - - - paleador, 120-121 - - escoliosis, 247-251. Véase
143-145 - - - parte inferior, 115-117, 136 también Escoliosis
- - espondilitis anquilopoyética, - - - - superior, 111-115, 135 - - distensiones y esguinces
29 - - - pediátricas, 133-136. Véase dorsales, 242
- - espondilolistesis del axis, también Niños, columna cervical - - - - lumbosacros, 243-246
127, 128, 129 - - - pedículo, 128, 136 - - estabilidad, 159-165
- - espondilosis, 18, 32-33, 34 - - - pilar, 123 - - examen físico, 169-203
- - estabilidad-movilidad, 64-65 - - - tratamiento, 118-119 - - - - alcance del
- - estructuras anteriores del - - inspección, 79 movimiento, 172-177
cuello, 81 - - lesiones por extensión, 69, - - - - auscultación, 183
- - examen físico, 79-96 110, 114, 125-129, 139-141 - - - - inspección, 169-170
- - - neurológico, 89-95 - - - - rotación, 110, 113, - - - - percusión, 182-183
- - fracturas, 42, 109-136, 154 123-124 - - - - silueta horizontal, 173
- - - ahorcado, 112-115, 116, - - - flexión, 20, 69, 110, 111, - - - neurológico, 183-203
127, 128, 129 117, 119-123, 141-143 - - flexión lateral, 236-237
- - - anillo del atlas, 111, 114 - - - - rotación, 110, 112, - - - - carga axial, 237
- - - apófisis uncinada, 129-130 123-124 - - fracturas y luxaciones, 215-239
- - - - odontoides, 112 - - - neurológicas, 117 - - - - clasificación del
- - - asociadas de la parte - - - plexo braquial, 152-154 mecanismo de la lesión,
inferior, 128 - - ligamentos, 65-67, 68 217-219
- - - atlas, 111, 114, 127-128 - - luxaciones anteriores, 117 - - - - conceptos, 215
- - - - espondilolistesis, - - - atlantoaxoideas, 135-136 - - - - diagnóstico tardío, 215
112-115, 116 - - - facetas, 110, 112, 116, - - - - estabilidad, 217
- - - avulsión, 141 117, 120-121, 123 - - - - flexión, 219-224
- - - axis, 127 - - marcas tópicas, 84 - - - - lesión neurológica,
- - - - espondilolistesis, - - medula espinal, 69-70, 74 215-217
112-115, 116 - - músculos, 69, 70, 71, 72, - - - menores, 237-238
- - - - lágrima por extensión, 73, 85-86 - - lesiones de carga axial,
127 - - neonatal, 134-135 228-232, 237
- - - clasificación de las - - niños, 133-136. Véase Niños, - - - - - flexión lateral, 237
fracturas por traumatismo, columna cervical - - - - - rotación, 232
109, 110 - - normal, 18 - - - - - pura, 228-231
- - - - mecanismo - - palpación, 79-83 - - - distracción (tensión),
de la lesión, 109-110 - - pedículo, fracturas, 128, 136 224-228
- - - compresión axial, 113 - - pilar, fracturas, 123-124 - - - - características clínicas,
- - - - vertical, corrección, - - plexo braquial, 70, 75, 76 225
124-129 - - proyecciones en flexión- - - - - complicaciones, 226
- - - cuña sencilla (compresión), extensión, 112, 117, 129, 130, - - - - estabilidad-mecanismo,
119, 120 132 224-225
- - - discos intervertebrales, - - radiología, 11, 99-106. Véase - - - - lesiones afines, 225
65-67, 68 también Radiología de la - - - - radiología, 225-226
- - - estabilidad, 110-117, 119 columna cervical - - - - tratamiento de urgencia
- - - estallido, 125 - - recién nacido, 134-135 y control, 226-228
- - - - Jefferson, 105, 124, 136 - - osteoartritis, 32 - - - extensión, 173, 233
- - - flexión lateral, 110, 130 - - raíces nerviosas, 69-70, 74 - - - flexión, 110, 219-224
- - - inestabilidad tardía, 119 - - síndromes torácicos, - - - - pura, 219-220
- - - Jefferson, 105, 124, 136 aparición, 147-152 - - - - rotación, 220, 221-224
- - - lágrima por flexión, - - tratamiento, 118-119 - - - menores del tejido blando,
122-123 - - venas, 74, 78 241-246
- - - laminar, 128 - - vértebras, 63-64, 65 - - - penetrantes, 238-239
- - - lesión neurológica, 117 - - dorsal. Véase también - - - tejido blando,
- - - ligamentos, 65-67, 68, 69, 73 Columna dorsolumbar contusiones, 241-242

ERRNVPHGLFRVRUJ
286 íNDICE ALFABÉTICO

Columna cervical, ligamentos, 159, Conmoción, 132, 133 Déficit sensorial, 8, 19, 144
162, 164, 218 Contusión, 21, 241-242 Deformidad, giba, 170, 171, 222, 252
- - mediciones de D-12 a S-l, - cervical posterior, 8 Deglución, dificultad, 50
173, 174 - dorsolumbar, 241-242 - prueba, 96
- - medula-raíces nerviosas, - medula espinal, 21 Dexametasona, lesión vertebral, 11
165-166 Convulsiones, 135 Desgarros esofágicos, 140
- - movilidad, 159-165 Cor pulmonale, 249 - traqueales, 140
- - palpación, 177-182 Cordoma, 57, 59 Diabetes mellitus, 41
- - radiología, 10 Corsé, 54, 57 Diacepam, 280
- - vértebra, 159, 161, 163 - enfermedad metastásica, 57 Diafragma, 238
- - - lumbar, 163 - mieloma múltiple, 54 Dieta, 37
- - - típica, 159, 161 Corticoides, 11, 37 - deficiencia de vitamina D, 37
- dorsolumbar, anatomía, - lesión vertebral, 11 - elevada de fosfato, 37
159-166 Costes, 3, 37 - malnutrición, calorías y
- - cifosis, 247, 251-252. Véase - lesión de medula espinal, 3 proteínas, 37
también Cifosis - osteoporosis, 37 - osteoporosis, 37
- fracturas. Véase Fracturas Costillas, 159, 160, 162, 205, 248 Dilatación aneurismal, arterias, 150
- irradiación, 30 Costoclavicular síndrome, 147, Dimetilsulfóxido, lesión vertebral, 11
- malformación, 183 149-150 Disco blando, 143
- manipulación, 257, 279, 280 Costovertebral, articulación, 29 - cervical, trastornos, 143-145
- - dolor lumbar, 279, 280 - faceta, subluxación, 279, 280 - - - características clínicas,
- - síndrome de faceta Cráneo, 80, 129 143-144
posterior, 257 - fractura, 129 - - - complicaciones, 145
- sacra, 63, 166, 167, 190, 215- - papación, 80 - - - disco blando, 143
217, 229 Cricotirotomía, 7, 123 - - - radiología, 144
- - fracturas, 229 Cuclillas, prueba, 184, 185 - - - tratamiento de urgencia
- -- inervación, 190 Cuello, asimetría, 79. Véase y control, 145
- - lesiones compuestas, 167 también Columna cervical, - duro, 143
- - raíces nerviosas, 166, asimetría Discos intervertebrales
215-217 - dolor, 24, 32-33, 252 - - cervicales, hernia,
- - rayos X normales, 207, 208 - golpe directo, 18 modalidades de imágenes, 106
- vertebral. Véanse también - heridas de bala, 18 - - columna cervical, 65-67, 68
Columnas cervical, dorsal, - lesión por hiperextensión, 18 - - degeneración, 259,260, 269-271
dorsolumbar, lubosacra, sacra Cuero cabelludo, laceraciones, - - dorsolumbares, 173, 176, 182
- - anatomía, 63, 64, 159, 217, 132, 133 - - espondilosis, 269-271
218 Cuerpo vertebral, 38, 101-102, 104, - - fractura-luxación a través de,
- - concepto de las dos 115, 173, 231 222
columnas, 217 - - dorsal, fracturas, 173 - - hernia, 33, 106, 173, 176, 182,
- - - tres columnas, 165, 218 - - engrosamiento degenerativo, 258, 259-266
- - palpación, 248 104 - - - características clínicas,
- - proyección de perfil, 159 - - fracturas, 38,101-102, 104, 173 260-265
Collar cervical, 5, 34, 154, 155 - - - radiología, 101-102, 104 - - - dolor irradiado, 258,
- - blando, 5, 34, 119, 145, 155 - - interdistancia, 115 259-266
- - - esguince por hiperflexión, - - lesiones por compresión, 231 - - - modalidades de imágenes,
119 - - radiología, 101-102, 104 106
- - rígido, 5 - - tomografía axial - - - radiología, 265-266
Compás de Gardner-Wells, 118, computarizada, 212 - - - tomografía axial
121, 123 Curvatura de la columna. Véanse computarizada, 106
Compresión axial, 110, 113 también Cifosis, lordosis, - - - tratamiento, 266
- - prueba, 202, 203 escoliosis - - infección, 46-48
- duodenal, 249 - - progresión potencial, 251 - - - datos de laboratorio, 46
- raíz, síndrome, 265 - - - espacio discal, 106, 268
- vascular, artritis reumatoidea, Chaddock, prueba, 187 - - - dolor, 46
columna, 24-25 Chance, fracturas, 224, 225, 228 - - - pronóstico, 47
- vertical, 124-125 Chiari, malformación, 107 - - - signos y síntomas, 46
Conciencia, 5, 25, 128 - - - tratamiento, 46-47, 48
- paciente comatoso, 5, 128 Debilidad, 16, 24, 25 - - lumbares, 259-266
- pérdida, 25 - extremidades superiores, 16 - - - enfermedad, 260
Condrosarcoma, 54 - motora, compresión de raíz - - - hernia, 259-266. Véase
- ancianidad, 54 nerviosa, 144 también Discos intervertebrales,
Conducción, defectos, 30 Deficiencia de vitamina D, 37 hernia con dolor irradiado

ERRNVPHGLFRVRUJ
íNDICE ALFABÉTICO 287

Discos intervertebrales, nervio - - asociado a traumatismo Duodenal, compreSlOn, 249


ciático, 182 menor, 256-258 Duramadre, 69, 187, 194
- - niños, infección, 47-48 - - causas, 256
- - protrusión, 20 - - - musculosqueléticas, 256 Efecto pompa de jabón, 52
- vertebrales. Véase Discos - - coste, 255 Ejercicio, 28, 32, 34
intervertebrales - - diagnóstico diferencial, 255 - espondilitis anquilopoyética, 28,
Disfagia, 34, 119, 126, 140, 144, 145 - - irradiado, 258-266 32
Disfonía, 25 - - - estenosis vertebral, - osteoartritis, 34
Disnea, 45 258-259 - osteoporosis, 39
Distensión, 242, 243-246 - - - hernia discal aguda, Elevación, 242, 243, 244
- dorsal, 242 259-266 - impropia, 243
- esguinces lumbosacros, - - esguince miofascial, 256-258 - maniobra de Valsalva, 242
ancianidad, 243-246 - - - sacroilíaco, 257 - repetitiva, 244
- lumbar y lumbosacra, 243-246 - - espondilitis anquilopoyética, Embarazo, 170, 244
- - - características clínicas, 244 28 Embolismo, 150, 220, 239
- - - circunstancias - - espondilolisis, 268-269 - pulmonar, 220
predisponentes, 244 - - espondilolistesis, 268-269 - tromboembolismo, 239
- - - complicaciones, 245-246 - - espondilosis, 269-271 Empiema, 42, 45
- - - diagnóstico, 243, 244-245 - - examen físico, 273-275 Enclavadas, facetas, 121
- - - mecanismos, 243 - - - neurológico, 275 Endarterectomía de la carótida, 155
- - - radiología, 245 - - fibrositis, 266-268 Endocrinopatías, 4
- - - tratamiento de urgencia - - hernia discal, 259-266. Véase Enfermedad articular degenerativa,
y control, 246 también Hernias discales con 154
Diuréticos, lesión vertebral, 11 dolor irradiado - degenerativa, 105, 106, 154
Dolor. Véase también Cefaleas - - historia, 272 - - radiología, 104-105
- abdominal, 248 - - incidencia, 255 - genitourinaria, dolor lumbar,
- anal, 56 - - infecciones, 268 256
- cervical, esguince por - - manipulación vertebral, 279, - Hand-Schüller, variante
hiperflexión, 119 280 benigna, 52
- componente pleurítica, 242 - - mecanismo, 256 - intestinal inflamatoria crónica,
- crónico, síndrome, 123 - - neoplasia, 271 268
- cuello, 24, 32-33, 252 - - osteoporosis, 272 - intestino irritable, fibrositis, 267
- espalda, 252. Véase también - - radiografías de la columna - Pott. Véase Espondilitis
Dolor lumbar lumbar, 278 tuberculosa
- - crónico, 231, 242 - - referido por causas no - pulmonar obstructiva crónica,
- - escoliosis, 248 musculosqueléticas, 255-2~6 201
- - examen abdominal, 181 - - reposo en cama, 278, 279 - Scheuermann, 170
- - funcional, 201-203 - - sacroiliitis, 268 Escaleno anterior, síndrome, 96,
- - longitud de pierna, 170 - - síndrome de faceta posterior, 147, 150-151
- espondilitis anquilopoyética, 28, 257-258 - músculo, 83, 126
31 - - tracción, 278 Escápula, 79, 248
- espondilosis dorsal, 33 - - tracción y tratamientos - desplazamiento, 79
- funcional, 187, 201-203 tópicos, 278 - prueba de aproximación, 201
- - dorsolumbar,187 - - tratamiento, 278-281 - simetría, 248
- glúteo, 28 - mieloma múltiple, 54 Escoliosis, 32, 51, 169-170, 171,
- infección del disco - - radiosensible, 6 173, 175,201, 239, 244, 245,
intervertebral, 46 - neuralgiá occipital, 128 247-251
- irradiado, 143, 244, 251, 272 - occipital, 144 - caja torácica, 248
- - extremidades superiores, 143 - origen profundo, 182 - características clínicas, 247-249
- - hombros, 144 - osteoporosis, 37, 38 - causas, 247
- - región inguinal, 251 - pectoral, 28 - complicaciones, 249
- - zona occipital, 144 - rectal, 56 - giba observada en el contorno,
- lesión de hiperextensión, 140 - referido, 272 173, 175, 248, 249
- ligamentoso, 87 - - extremidades inferiores, 45 - importancia de la medicina de
- lumbar, 28, 255-281 - - zona lumbar por patología urgencias, 247
- - aparición insidiosa antes de abdominal, 255-256 - incidencia, 247
los 50 años de edad, 266-269 - región inguinal, 251 - infantil, 247
- - - - después de los 50 años - sensación disminuida, 24 - juvenil, 247
de edad, 269-272 - tendones, 87 - lumbar, 244
- - aplicaciones de calor-frío, Dorsal, espondilosis, 33 - no estructural, 169-170, 171,
280-281 Drogas intravenosas, abuso, 41 182, 249, 250

ERRNVPHGLFRVRUJ
288 íNDICE ALFABÉTICO

Escoliosis, tratamiento de urgencia - - diagnóstico, 25 Estreñimiento, 56


y control, 249-251 - - tratamiento, 25, 26-27 Estreptomicina, 45
Esclerosis múltiple, 106 - tuberculosa, 43-46, 170, 268 Estrógeno, deficiencia, 37
Escotaduras, 63 - - características clínicas, 44-45 - terapia de reposición, 39
Esguince, 103, 118-119, 139, 242, - - complicaciones, 45 Etambutol, 45
243-246, 258 - - diagnóstico, 45 Ewing, sarcoma, 56, 58
- cervical, 139 - - fisiopatología, 43-44 - - ancianidad, 56
- dorsal, 242 - - incidencia, 43 Examen abdominal, errores, 224
- hiperflexión, 103, 119 - - radiología, 47 - físico, 79-96, 273-277
- lumbar y lumbosacro, 243-246 - - tratamiento y control, 45-46 - - columna cervical, 79-96
- - - características clínicas, 244 Espondilolisis, 268-269 - - - - alcance del
- - - circunstancias - características clínicas, 268-269 movimiento, 87-88
predisponentes, 244 - cuatro fases, 269, 270 - - - - examen neurológico,
- - - complicaciones, 245-246 - tratamiento, 269 89-95
- - - diagnóstico, 243, 244-245 Espondilosis, 18, 32-33, 34, 81, - - - - inspección, 79
- - - mecanismos, 243 106, 269-271 - - - - palpación, 79-83
- - - radiología, 245 - características clínicas, 269 - - dolor lumbar, 273-275
- - - tratamiento de urgencia - cervical, 18, 32-33, 34, 143 - - prueba de elevación de la
y control, 246 - degenerativa, 244 pierna recta, 33, 39, 57, 192,
- sacroilíaco, 258 - dorsal, 33 193, 202, 244, 259, 263-264,
Espacio pararrenal, 238 - lumbar, 33, 34 265, 266, 269, 273
Espalda redonda, 251 - radiología, 269-271 - - - - - - buena, 273
Espasmo muscular paravertebral, - tratamiento, 271 - - - - - - espondilosis, 269
170, 172 Espondilolistesis, 112-115, 116, - - - - - - estenosis
Espasticidad, 24 173, 177, 179, 268-269 vertebral, 259
Espina bífida, 181 - axial, 112-115, 116 - - - - - - hernia discal
Espondilitis anquilopoyética, - características clínicas, 268-269 aguda, 263-264, 265, 266
27-32, 170, 174, 201, 268 - clasificación, 268 - - - - - - sentado, 202
- - ancianidad, 28 - radiología, 269 - - - - - - síndrome de
- - articulación sacroilíaca, 30 - tratamiento, 269 faceta posterior, 257
- - características clínicas, 28 Estabilidad, 17, 64-66, 110-117, - - - FABERE (Patrick),
- - columna cervical, 29 217 197-199, 274-275, 277
- - - dorsal, 29 - columna cervical, 17, 64-66, - - - Fajersztan, 273
- - -lumbar, 29 110-117, 217 - - - Hoover, 274
- - complicaciones, 29-30 - - - déficit neurológico, 17 - - - Kern, 274
- - curso clínico, 29 - - - inferior, 115-117 - - - Lasegue, 273
- - diagnóstico, 30-31 - - - lesión neurológica, 110 - - - Milgram, 274
- - ejercicio, 28,32 - - - superior, 111-115 - - - oscilación de la pelvis,
- - examen físico, 28-29 - - concepto de las dos 274, 275
- - fisiopatología, 28 columnas, 64-66 - - signo de Beevor, 275, 277
- - implicación de la - - dorsolumbar, 159-165, 218 - - - Gaenslen, 274, 276
articulación periférica, 29 - - - fracturas-luxaciones, 217 - sensorial, 9
- - incidencia, 27-28 - inestabilidad definida, 217 Extremidades, 45, 79, 142, 143,
- - pronóstico, 29-30 Estado neurológico, gráfica de los 184-185, 229
- - síntomas, 29 cambios, 70 - inferiores, 45, 229. Véase
- - tratamiento y control, 31-32 Estenosis vertebral, 7-8 también Pierna, longitud
- - traumatismo insignificante, 29 - - características clínicas, - - dolor referido, 45
- - velocidad de sedimentación 258-259 - - fracturas, 229
globular (VSG), 31 - - condiciones afines, 259 - perímetro, 184-185
- piógena, características clínicas, - - radiología, 259 - superiores, 79, 142, 143
41-42 - - tratamiento, 259 - - debilidad, 142
- - complicaciones, 42 Esternocleidomastoideo, músculo, - - dolor irradiado, 143
- - diagnóstico, 42 82, 126, 155 - - simetría, 79
- - edad, 41 Esteroides, 11, 31, 34, 39, 59
- - factores de riesgo, 41 - altas dosis intravenosas, 59 FABERE (Patrick), prueba,
- - fisiopatología, 41 - anabólicos, 39 197-199, 274-275, 277
- - incidencia, 41 Estornudo, 219, 243, 244, 257, Faceta costoclavicular,
- - tratamiento y control, 42 260 subluxación, 279, 280
- - tuberculosis, 45 - hernia discal aguda, 260 - enclavada, 121
- reumatoidea, 24, 25, 26-27 - síndrome de faceta posterior, -luxaciones, 18,21, 110, 112,
- - cambios radiológicos, 27 257 116, 117, 120-121, 123, 221

ERRNVPHGLFRVRUJ
íNDICE ALFABÉTICO 289

Faceta posterior, síndrome, - compresión, 18,39,54, 119, 120 - menor, 237-238


81, 257-258 - cráneo, 129 - mieloma múltiple, 54
- - - características clínicas, 257 - cuerpo vertebral, 38,101-102,173 - odontoides, 102, 110, 132-133, 135
- - - radiología, 257 - - - dorsal, 173 - orientada horizontalmente, 105
- - - tratamiento, 257, 258 - cuña, 119-120, 170, 205, 206, - osteoporosis, 38, 39
- síndrome, 257-258, 279, 280 219, 223, 224, 237, 242 - paleador, 120-121
Facetas, 63. Véanse también - - anterior dorsolumbar, 219 - pedículo, 28,136,211,235
entradas de Faceta - - dorsal, 242 - pelvis, 229, 238
- bloqueadas, 121, 122, 123 - - fractura por estallido, 219 - pilar, 123-124
- fracturas, 212, 221 - - lateral, 237 - radial, 38
- osteoartritis, 32 - - esteoporótica, 170 - rebanada, 221, 222, 223, 232
- palpación, 81, 82, 257 - - rotura de ligamentos, 223, 224 - sacro, 229
- subluxaciones, 81, 243 - - simple, 119-120 - tobillo, 229
- unidas, 121, 122, 123 - Chance, 224, 225, 228 - tomografía, 105
- unión, 103 - desplazada, 205 - - axial computarizada, 211-213
Facial, fractura, 129 - luxación, 42, 165-166 - vertebral, 3, 21, 29, 42, 109-136,
Fajersztan, prueba, 264, 273 - - columna cervical, 42, 102, 129 158, 215-239
Fallo cardíaco, 30 - - - dorsal, 165-166 Frente, 19
- ventrículo derecho, 249 - - hiperextensión, 102 - dolor, 23
Fármacos, dolor lumbar, 280 - espondilitis anquilopoyética, 29 Frío, aplicaciones en el dolor
Fibrosis pulmonar, 30 - estallido, 18, 125, 136, 205, 206, lumbar, 280-281
Fibrositis, 266-268 210, 212, 219, 228, 229, 230, Fútbol americano, 154
- acupuntura, 268 231, 232, 236, 238
- características clínicas, 267 - - atlas, 136 Gaenslen, prueba, esguince
- como síndrome, 266 - - características clínicas, 125 sacroilíaco, 258
- tratamiento, 267-268 - - complicaciones, 125 - signo, 197, 198, 274, 276
Flexión lateral, 87, 88, 129-130 - - frente a fracturas en cuña, 219 Gammagrafía ósea, 42, 268, 278
- - alcance del movimiento, - - Jefferson, 105, 124-125, 136 - - dolor lumbar, 278
87, 88 - - - características clínicas, 124 - - espondilitis piógena, 42
- - columna dorsolumbar, 173, - - - complicaciones, 125 - - fibrositis, 268
175, 236-237 - - - mecanismo, 124 - - tecnecio, 50
- - fractura de la apófisis - - - radiología, 124-125 Gardner-Wells, compás, 118, 121,
uncinada, 129-130 - - - tratamiento de urgencia 123
Fluoruro sódico, 39 y control, 125 Gatillo, puntos, 34, 246, 257, 278
Fontanela abultada, 135 - - lateral, 238 Giba, 170, 171, 173, 175, 222,
Fosa supraclavicular, palpación, 83 - - lesiones de carga axial 249, 252
Fosfato, dieta elevada, 37 dorsolumbares, 228, 229, 230, - postura, 29
Fractura del ahorcado, 112-115, 231 Glándula parotídea, palpación, 83
116, 127, 128, 129 - - mecanismo, 125 Glútea, región, 28, 182, 200
- ala ilíaca, 225 - - radiología, 125 - - dolor, 28
- apósifisis odontoides, 112, 132 - - tipo D, 232 - - palpación, 182
- atlas, 111, 114, 126-127, 128, 136 - - tomografía axial Golpe directo, 18, 153, 234
--anillo, 111, 114 computarizada, 210, 212 - - cuello, 18
- - avulsión, 127 - - tratamiento de urgencia Gónadas, radiación, 245
- - estallido, 136 y control, 125 Granuloma eosinófilo, 52
- avulsión, 104, 105, 127, 141 - extremidades, 133 - - ancianidad, 52
- - atlas, 127 - - inferiores, 229 Grisel, síndrome, 135-136
- cabeza y cuello femoral, 38 - facetas, 212, 221
- calcáneo, 219, 229 - facial, 129 Hand-Schüller, enfermedad,
- cizallamiento, 235 - inaudible, 133 variante benigna, 52
- clasificación, concepto de las - lágrima por extensión del axis, Helo, dispositivo, 135
tres columnas, 165 127 Hemangiomas, 52-53
- clavícula, 149, 153 - - por flexión, 122-123 Hematomas, 181, 210
- columna cervical, 42, 109-136, - - - características clínicas, 122 - epidurales, tomo grafía axial
154. Véase también Columna - - - complicaciones, 122 computarizada, 106
cervical, fracturas - - - mecanismo, 122 - paravertebrales, 210
- - dorsal, 206. Véase también - - - radiología, 122 Hemiparesia, 130
Columna dorsolumbar - - - tratamiento de urgencia Hemorragia, 135, 140, 153,229,238
- - dorsolumbar, 210, 215-239. y control, 123 - intraocular, 135
Véase Columna dorsolumbar, - laminar, 128, 212 - retroperitoneal, 229
fracturas - mandíbula, 132 - subaracnoidea intracraneal, 238

ERRNVPHGLFRVRUJ
290 íNDICE ALFABÉTICO

Heridas de bala, 18, 153, 238, 239 Imagen de resonancia nuclear Lasegue, prueba, 273
Hernias discales, 106, 173, 176, magnética, 107 - signo, 192
182 Icontinencia, 24, 30 Lesiones del abdomen, 9, 238
- - agudas, reflejo tendinoso Inervación motora, 17, 186 - cabeza, 7-8, 229
profundo, 263 - musculatura abdominal, 187, - - medula espinal, 7-8
- - características clínicas, 199, 200 - cerebrales, 135, 140
259-275 - sensorial dorsolumbar, 186 - cizallamiento de la columna
- - cervicales, 106 Infecciones, 41-48, 83, 155, 239, dorsolumbar, 233-234, 235,
- - dolor irradiado, 258, 247, 268 236
259-266 - columna, 247 - columna, 3-11,20. Véase
- - dorsolumbares, 173, 176, 182 - complicaciones infecciosas, 239 también Fracturas
- - modalidades de imágenes, 106 - - - dolor lumbar, 268 - - accidente por zambullida,
- - nervio ciático, 182 - - - infección del disco paciente en el agua, 5
- - radiología, 265-266 intervertebral, 46-48 - - causas y etiología, 3
- - tomografía axial - - - vertebrales, 41-48 - - circulación, 5, 7-8
computarizada, 106 - - - - morbilidad - - complicaciones, 3
- - tratamiento, 266 y mortalidad, 41 - - compresión, 3
Hielo, 39 - espacio discal, 106 - - consideraciones
Hígado, 238 - - - intervertebral, 106, 268 gastrointestinales, 9
Hiperabducción, maniobra, 96, - tortícolis, 155 - - - genitourinarias, 9
147, 151-152 - vertebrales, causantes - - costes, 3
- síndrome, 96, 147, 151-152 patógenos, 41 - - cuidados de las vías
Hipercalcemia, 57 - - espondilitis piógena, 41-42, respiratorias, 7
Hiperextensión, esguince, 125-127 43,44 - - desnudar al paciente, 8
- - características, clínicas, 126 - - - tuberculosa, 43-46 - - edad, 3
- - complicaciones, 126 Inión, palpación, 80 - - estado neurológico,
- - mecanismo, 125-126 Inmovilización, 5-6, 7, 37 diagrama, 8-9
- - tratamiento de urgencia - osteoporosis, 37, 39 - - evaluación inicial, 4, 5, 8-9
y control, 126-127 - vertebral estricta, 226-228, 231 - - examen motor, 10
- - fractura-luxación, 102, 129 Insuficiencia aórtica, 183 - - - sensorial, 9
- - lesiones. Véanse Lesiones de - renal, 30 - - extensión, 3
extensión, flexión, Intervertebral, disco. Véase - - extracción del casco, 6
hiperextensión, esguince Discos intervertebrales - - extricación-movimientos del
- rodilla, prueba, 199, 200 Intestino delgado, 238 paciente, 4-5
Hiperirritabilidad, 135 - grueso, 238 - - fisiopatología, 3-4
Hipermovilidad, 134 - control, 33 - - flexión, 3
- pediátrica, 134 Intubación intratraqueal, 5 - - incidencia, 3
Hiperreflexia, 24 - nasotraqueal, - - indicaciones de precaución, 7
Hipertensión pulmonar, 249 contraindicaciones, 7 - - inmovilización del paciente,
Hipertermia, 9 - orotraqueal, 7, 8 5-6, 7
Hipotensión, 5, 8, 223-224 Irradiado, dolor, 258-266, 272 - - insuficiencia respiratoria, 5
Hipotermia, 9 - - síndrome de faceta - - lesiones afines, 7-8
Histocompatibilidad del antígeno posterior, 257, 258 - - lugar del accidente, 4
HLA-B27, 28, 30 - - zona lumbar, 258-266 - - mantenimiento de las vías
Hombros, 79, 144, 153, 242, 248 - referido, dolor, 272 respiratorias, 5
- asimetría, 242, 248 Isometría, pruebas, 88 - - mecanismos, 3-4
- depresión, prueba, 96, 97 Isoniacida, 45 - - mortalidad, 2, 3
- dolor irradiado, 144 - - paciente semiconsciente-
- luxación, 153 Jefferson, fracturas por estallido. inconsciente, 5
- simetría, 79 Véase también Fracturas por - - penetrantes, 20
Hoover, prueba, 202, 203, 274 estallido de Jefferson, 105, - - preparación para el
Hormigueo, 148, 149, 154 124-125, 136 transporte, 6
Hormona liberadora de tirotropina Joroba de matrona, 38 - - pruebas de laboratorio, 11
para la lesión vertebral, 11 - - radiología, 10-11, 267
Horner, síndrome, 153 Kern, prueba, 274 - - regulación de la
Huesos, 102, 104, 177-181 Kernig, signo, 194 temperatura, 9
- palpación, 177-181 Klumpke, plexo, lesiones, 153 - - respiración, 7
- radiología, 102, 104 - - rotación, 3
Laceraciones del cuero cabelludo, - - tratamiento, 11
Íleo, 39, 220 132, 133 - - - corticoides, 11
- paralítico, 9 Lagrimeo, 154 - - - diuréticos, 11

ERRNVPHGLFRVRUJ
íNDICE ALFABÉTICO 291

Lesiones, de la columna, tratamiento - gastrointestinales y de la - roturas, 21, 131, 135, 223, 224,
prehospi tal ario, 4-6 columna, 9 226, 227, 236
- - - sala de urgencias, 7-11 - genitourinarias y de la columna, 9 - - fractura en cuña, 223, 224
- compresión, 3 - industriales, 242 - - lesiones por distracción
- - columna, 3 - intradorsales, 238 dorsolumbar, 226, 227
- - evaluación del cuerpo - medulares, ancianidad, 3 - - luxación tipo B, 236
vertebral, 231 - nervio y raíz femoral, 187 - supraespinosos, palpación, 181,
- - fracturas, 18, 39, 54, - - neurológicas, 3, 20, 110, 182
119-120 117. Véanse también - tracción axial, 118
- deportivas, 3, 5, 19, 122-123, 153 Síndromes medulares - transverso, rotura, 112
- distracción con lesiones - - columna cervical, 110, 117 Linfoma maligno, 54, 56
abdominales, 225 - - fractura-luxación - - ancianidad, 54
- extensión, 3, 87, 88, 110, 114, dorsolumbar, 215-217 Lipomas, 106
139-141 - - medula espinal, 3 Líquido cefalorraquídeo, 239
- - alcance del movimiento, 87, 88 - ocupantes de espacio, 260 - - contaminación fecal, 239
- - apófisis odontoides, 102 - penetrantes, 20, 153, 210, - - fístulas, 239
- - características clínicas, 139-140 238-239 Lordosis, 29, 33, 170, 172, 182,
- - causas, 139 - - columna dorsolumbar, 244, 261
- - columna cervical, 34, 69, 110, 238-239 - aumentada, 170, 172
113, 114, 125-129, 139-141 - plexo braquial, 70, 75, 76, 147, - - obesidad, 244
- - - dorsolumbar, 173, 233 152-154, 237-238 - espondilitis anquilopoyética, 29
- - comparación con la - - Erb, 153 - hernia discal, 261
enfermedad degenerativa, 104 - - Klumpke, 153 - lumbar, espondilosis, 33
- - cuello, 18 - - lumbosacro, 237-238 - pérdida de la normalidad, 29,
- - esguince de la columna - tejido blando, 102, 103, 141, 170, 182, 261
cervical, 125-127. Véase 181-182, 241-246 Lumbar, columna. Véase también
también Esguince por - - - menores, 241-246 Columna dorsolumbar
hiperextensión - - - - contusiones, 241-242 - - artritis reumatoidea, 24, 26
- - fractura en lágrima del axis, - - - - distensiones y esguinces - - espondilosis, 33, 34, 269-271.
127 dorsales, 242 Véase también Espondilosis
- - - luxación, 102, 129 - - - - lumbosacras, 243-246 - - inervación, 188-189
- - lesiones afines, 140 - - - palpación, 82-83, 181-182 - - lesiones compuestas, 167
- - radiología, 104, 140-141 - - - radiología, 102-103 - - mecanismo del traumatismo, 4
- - rotación, 110, 113, 124 - - - tumefacción retrofaríngea, - - movilidad-estabilidad, 162-165
- - tratamiento de urgencia y 141 - - osteoartritis, 32
control, 141 - tensión, 153 - - palpación ósea, 178
- flexión, 3, 18,20, 83, 87, 110, - zambullida, 5, 19, 122-123 - - radiología, 278
111,118-119,141-152. Véase Leucemia granulocítica, 30 - - raíces nerviosas, 166,215,217
también Fractura en lágrima Lhermite, signo, 97 - - rayos X normales, 207, 208
por flexión Lidocaína, 34 - - vértebras, 163
- - alcance del movimiento, 87, 88 Ligamento amarillo, 67 - discos, 259-266
- - características clínicas, 142 - atlantoaxoideo, 64 - - enfermedad, 260
- - columna cervical, 20, 69, - calcificación, 104-105 - - hernia-dolor lumbar, 259-266
110, 111, 112, 117, 118-123, - cervical posterior, 83, 84 - espondilitis anquilopoyética, 29
141-143 - cervicocraneal, 64, 65 - lordosis. Véase también Lordosis
- - - dorsolumbar, 110, 219-224 - columna cervical, 65-67, 68, 69, Lumbosacro, plexo, lesiones, 237-238
- - esguince, 103, 119 73 Luxación, 205
- - lateral, 110 - - dorsolumbar, 159, 162, 164, - atlantoaxoidea pediátrica, 135-136
- - radiología, 143 218 - columna cervical. Véase
--rotación, 110, 112, 123,220, - dentado, 69, 73 Columna cervical, fracturas,
221-224, 232 - dolorido, 87 luxaciones y subluxaciones
- - - columna cervical, 123-124 - espinoso, palpación, 177, 179 - faceta, 18, 21, 110, 112, 116,
- - - fractura en rebanada, 232 - espondilitis anquilopoyética, 28 117, 120-121, 123, 221
- - simultánea a la rotación, 110, - intervertebral, esfuerzo, 134 - hombro, 153
112, 123-124,220,221-224, - lesión vertebral, 3 - tipo B, 236
232 - longitudinal lumbar, 173
- - - - columna cervical, 123 - nuca, 67 Mach, efecto, 105
- - - - fractura en rebanada, - palpación, 177, 179, 181, 182 Mal de Pott. Véase Espondilitis
232 - pediátrico, 134, 135 tuberculosa
- - tratamiento de urgencia - - laxitud, 134 Malformación de Chiari, 107
y control, 143 - - roturas, 135 Manchas café con leche, 248
I

ERRNVPHGLFRVRUJ
292 íNDICE ALFABÉTICO

Mandíbula, fracturas, 132 - - tratamiento, 11 - escaleno, 26, 83, 126


Maniobra de Adson, 96, 147, 148, - - tumor metastásico, 57-60 - - palpación, 83
150 Medular completo, síndrome, - esternocleidomastoideo, 82, 126,
- costoclavicular, 96, 147 15-17, 20. Véase también 155
- Valsalva, 96, 194, 242, 260 Síndrome medular completo - iliocostal, 83
- - hernia discal aguda, 260 Meninges, 187, 194 - inervación de la raíz nerviosa
Manitol, lesión vertebral, 11 Meningiomas calcificados, 106 cervical, 153
Marfan, síndrome, 183 Meningitis, 42, 238 - largo del cuello, 126
Mastoides, apófisis, palpación, 80 - bacteriana, 42 - palpación, 82-83, 181-182, 183,
Mediano, nervio, examen, 93 Mentón, 79 251
Mediastinitis, 42, 45 Metrizamida, 106 - paravertebral, 29, 170, 172,
Medicaciones. Véase Fármacos Mielocele, 181 173, 181-182, 183
Medicamentos antiinflamatorios Mielografía, 50, 59, 106-107, 213, - - espasmo, 170, 172, 173,242
para el dolor lumbar, 280 223, 234, 239, 278 - - palpación, 181-182, 183, 251
- - no esteroideos, 31, 34, 39, - aracnoiditis causada por, 239 - pectoral, 251
280 - asistida por ordenador (CAM), - radial externo, 91
Medula espinal, anatomía, 15, 16 106-107 - recién nacido, 134
- - ancianidad, lesión, 3 - compresión medular, 60 - región cervical, 69, 70, 71, 72, 73
- - cambios del riego sanguíneo, - dolor lumbar, 278 - trapecio, 83
7-8 - dorsolumbar, 213 - tríceps, 91, 92
- - características clínicas, 251 - lesiones penetrantes, 239 Musculocutáneo, nervio, examen, 95
- - cervical, 69-70, 74 Mieloma múltiple, 53-54, 55
- - - normal, 18 - - ancianidad, 54 Naffziger, prueba, 194, 195
- - circulación, 7-8 Mielotomografía axial Naloxona, lesión de la columna, 11
- - complicaciones, 3 computarizada, 223, 234 Narcóticos, 34, 280
- - - respiratorias, 7 Migraña, 83, 154 - adicción, 34
- - compresión, 30, 42-45, Milgram, prueba, 194, 196, 274 - dolor lumbar, 280
58-59, 121, 143 Minerva, ortesis, 135 Náusea, 142, 154, 249
- - consideraciones Miofascial, esguince, 256-257 Neoplasias, 49-53, 271
gastrointestinales, 9 - - características clínicas, 256 - columna, 49-59
- - contusión, 21 - - radiología, 257 - - benignas primarias, 50-53
- - - cervical posterior, 20 - - tratamiento, 257 - - clasificación, 50-57
- - costes, 3 - síndrome, 173 - - condrosarcoma, 54
- - distribución vascular, 166 - - puntos gatillo, 278 - - cordoma, 56, 59
- - dorsolumbar, 165-166, 215 Miositis, 155, 156 - - enfermedad metastásica, 57, 60
- - edad, 3 Motor, examen, 10. Véase también - - estudios de laboratorio, 49-50
- - espondilitis anquilopoyética, Pruebas motoras - - examen clínico, 49
30 - signo, hernia discal aguda, 262 - - granuloma eosinófilo, 52
- - evaluación radiológica, 10-11 Movilidad, 64-66, 134, 159-165 - - hemangioma, 52-53
- - examen motor, 10 - columna cervical, 64-66 - - historia, 49
- - - sensorial, 9 - - dorsolumbar, 159-165 - - linfoma maligno, 54, 56
- - fisiopatología, 3-4 Movimiento, 4, 5, 6, 79, 88 - - malignas primarias, 54-57
- - incidencia, 3 - contra resistencia, 88 - - osteoblastoma, 51-52
- - lesiones afines, 7-8 - libraBiento-traslado del - - osteocondroma, 21, 50
- - - incompletas, 117 paciente, 4, 5 - - metastásicas, 57-60
- - - raíz nerviosa, 21, 215 - - normal, 79 - - mieloma múltiple, 53-54, 55
- - mecanismos, 3-4 - - transporte del paciente, 6 - - quistes óseos aneurismáticos,
- - mortalidad, 3 Muñeca, extensión, 91 53, 54
- - osteoartritis de la columna Muscular, atrofia, 144 - - sarcoma de Ewing, 56, 58
32 Musculatura abdominal, - - tumor de células gigantes, 52
- - prueba de hiperflexión de la inervación, 187, 199, 200 - compresión medular, 57-60
rodilla, 199, 200 Músculo abdominal, inervación, - dolor lumbar, 271
- - - oscilación pélvica, 197 187, 199, 200 - examen físico, 49
- - regulación de la temperatura, 9 - - tono, 170, 244 - malignas primarias, 53-56
- - síndrome 15-21,117,118,251 - atrofia, 144 - osteoma osteoide, 51
- - - Brown-Séquard, 20 - bíceps, 90, 91 - osteosarcoma, 54, 57
- - - cola de caballo, 21 - columna cervical, 85-86 - radiología, 50
- - - medular anterior, 17, 18, - corva, 251 - transformación sarcomatosa, 50
19, 117 - cuello, ancianidad, 134 Nervio axilar, 93-95
- - - - central, 18-20, 115 - desgaste unilateral, 79 - ciático, 187, 192, 193
- - - - completo, 15-17, 20 - erector vertebral, 83 - - dolor. Véase Ciática

ERRNVPHGLFRVRUJ
íNDICE ALFABÉTICO 293

Nervio axilar, palpación, 182 - - columna dorsolumbar, 183-185 - - - - raíz D-l, 200
- - raíz, 187, 192, 193 - - - - prueba motora, 184-185 - - - Trendelenburg, 200, 201
- - tronco, palpación, 182 - - - - - refleja, 186-187 - - signo de Beevor, 199
- craneal, anomalías, 56 - - - - - sensorial, 185 - - - Brudzinski, 194, 195
- cubital, examen neurológico, 93 - - D-l, 92, 95 - - - Gaenslen, 197, 198
- espinal, neuritis, 155, 156 - - dolor funcional, 187 - - - Kernig, 194
- - distribución, dermatomas, 16 - - - lumbar, 275 - - - Lasegue, 192
- mediano, examen, 93 - - duramadre, 187, 194 - - - Lhermitte, 97
- musculocutáneo, examen, 95 - - elevación de la pierna recta - - sistemas de órganos, 201
- occipital mayor, palpación, 83, contralateral (pierna buena), 192 - shock, 5
84 - - examen afín, 201 Nevos pigmentados lumbares
- - - síndrome, 83, 154 - - hernia discal aguda, 261-262 (lunares), 248
- radial, examen neurológico, 92-93 - - maniobra de Adson, 96 Niños, 47, 133-136, 155, 156, 247
Nervios, distribución, 17, 18,85-86, - - - costoclavicular, 96 - columna cervical, 133-136
153, 186 - - - hiperabducción, 96 - - - arcos vertebrales C-l a
- - cervical, 85-86 - - - Valsalva, 96, 194 C-3, 135
- - lumbar, 188-189 - - meninges, 187, 194 - - - evaluación clínica, 133
- - sacra, 190 - - musculatura abdominal, 187, - - - - radiológica, 133-134
- - inervación motora, 17 199, 200 - - - fractura de odontoides,
- motor, 186 - - nervio axilar, 95 135
- reflejos, 17 - - - cubital, 93 - - - lesiones varias, 136
- sensoriales, 186 - - - mediano, 95 - - - luxación atlantoaxoidea,
Neumonía, 239 - - - musculocutáneo, 95 135
Neumotórax espontáneo, 242 - - - radial, 93 - - - parte inferior, 136
Neuralgia, 45, 128 - - - raíz del ciático, 187, 192, - - - - superior, 135-136
- occipital, 128 193 - - - rotura de ligamentos, 135
Neuritis, 83, 154, 155, 156 - - - - femoral, 187, 199 - - - segunda vértebra, 134
- nervio espinal, 155, 156 - - nervios periféricos, 93, 94 - - - tercera vértebra, 134
- occipital, 154 - - patología de la raíz, 194 - escoliosis infantil, 247
- - mayor, síndrome, 83, 154 - - prueba de aproximación - - juvenil, 247
Neurofibroma, 247 escapular, 201 - fracturas-luxaciones de columna
Neurofibromatosis, 247 - - - arteria vertebral, 96, 97 cervical, incidencia, 133
Neurológicas, lesiones, 3, 20, 110, - - - canal interglúteo, 200 - infección del disco
117. Véase también Síndromes - - - claudicación intermitente, intervertebral, 47
medulares y lesiones 96 - primera vértebra cervical, 133
- secuelas, espondilitis - - - compresión, 95, 96 - recién nacidos, columna
tuberculosa, 45 - - - - agujero, 96 cervical, 134-135
Neurológico, déficit, 11, 17, 20, 117 - - - - axial, 202, 203 - tortícolis, 155, 156
- - inestabilidad de la columna - - - - pélvica, 197 Nistagmo, 25
cervical, 117 - - - cuclillas, 184, 185 Nódulos linfáticos anteriores, 82
- - pruebas de laboratorio, 11 - - - deglución, 96 - Schmorl, 39, 252
- - recuperación, 17, 20 - - - depresión del hombro, Notocordio, tumor maligno,
- - síndrome centromedular, 20 96, 97 origen. Véase Cordoma
- estado, 8-9, 15 - - - distracción, 95-96 Nuca, ligamento, 83, 84
- - síndrome medular completo, - - - elevación de la pierna
15 recta, 192, 193 Obesidad, 170, 244
- examen, 89-95, 184-185. Véanse - - - - - - sentado, 202 - aumento de la lordosis, 244
también Pruebas motoras, - - - ensanchamiento pélvico, Obturador esofágico, 5
reflej as y sensoriales 194-196 Odontoides, 64, 105, 112, 115,
- - articulación sacroilíaca, 187, - - - FABERE (Patrick), 127, 132
194-199 197-199, 274-275, 277 - anomalías congénitas, 105
- - C-l, C-2 Y C-3, 89-90 - - - Hoover, 202, 203 - artritis reumatoidea, 112
- - C-4, 90 - - - Milgram, 194, 196 - distancia al atlas, 112, 115
- - C-5, 90, 91 - - - Naffziger, 194, 195 -fracturas, 102, 110, 127,
- - C-6, 91, 92 - - - pellizco superficial, 202-203 132-133, 135
- - C-7, 91-92, 93 - - - presión poplítea, 192, 193 - - pediátricas, 135
- - C-8, 92, 94 - - - - sacra, 197 - - tipo II, 127
- - caminar de puntillas, 184, - - - refleja, 186-187 - tomografía, 105
185, 203 - - - rotación pélvica, 194-196 Ojos, dolor, 23
- - caminar sobre los talones, - - - Soto-Hall, 199-200, 201 Oppenheim, prueba, 87
184, 185, 203 - - - tracción femoral, 199 Órgano, sistemas, 111, 211, 229

ERRNVPHGLFRVRUJ
294 íNDICE ALFABÉTICO

Órgano, sistemas, examen - - sacroilíacas, 180 - infecciones, 41


neurológico, 201 - atlas, 81 Pierna. Véase también
Osteoartritis, 23, 32-35, 248 - cóccix, 180-181 Extremidades inferiores
- columna, 32-35 - columna cervical, 79-83 - longitud, 32, 169-170, 171, 249,
- - características clínicas, 32-33 - - dorsolumbar, 177-182 250, 257
- - cervical, 32-33 - - vertebral, 248 - - desigual, 32
- - complicaciones, 33-34 - cráneo, 80 - - escoliosis, 169-170, 171, 249,
- - diagnóstico, 34 - escalonada, 177, 179 250
- - dorsal, 33 - estructura ósea, 79-82, 177-181 - - síndrome de faceta posterior,
- - ejercicio, 34 - final, 87 257
- - fisiopatología, 32 - fosa supraclavicular, 83 Pigmentación, 248
- - incidencia, 32 - glándula parotídea, 83 Plexo braquial, características
- - lumbar, 33, 34 - inión, 80 clínicas, 153
- - tratamiento y control, 34-35 - lesiones de tejido blando, 82-83, - - lesiones, 70, 75, 76, 147,
- - vertebral, ancianidad, 32 181-182 152-154, 237-238
- escoliosis, 248 - ligamento de la nuca, 83, 84 - - mecanismos, 153
Osteoblastoma, 51-52, 106 - - supravertebral, 181, 182 - - plexo posfijado, 152
Osteocondroma, 50-51 - músculo escaleno, 83 - - - prefijado, 152
- - ancianidad, 50 - - esternocleidomastoideo, 82 Plomada, 169, 170
Osteoma osteoide, 51 - - iliocostal, 83 Postura, 29, 79
- - ancianidad, 51 - - paravertebral, 181-182, 183, - espalda doblada, 29
- - gigante, 51 251 Pott, enfermedad. Véase
Osteomielitis, 41-42, 43, 44, 181 - - trapecio, 83 Espondilitis tuberculosa
- crónica, 42 - nervio ciático, tronco, 182 Powers, relación, 130
- piógena, 41-42, 43, 44 - - occipital mayor, 83, 84 Priapismo, 15
- - ancianidad, 41 - nódulos linfáticos, 82 Prostatitis, 41
- - edad, 41 - pulsos de la carótida, 82-83 Proteína, malnutrición, caloría, 37
- - incidencia, 4 - región glútea, 182 Proteinuria, 30
- vertebral, 268 - tejido blando, 82-83, 181-182 Proyección transoral, 124
-- - piógena, 268 Pancoast, tumor, 83 Prueba de Allen, 147-148
Osteoporosis, 37-39, 251, 272 Paperas, 53 - aproximación escapular, 201
- ancianidad, 37 Parálisis, 135, 247 - arteria vertebral, 96, 97
- definición, 37 - cerebral, 247 - articulación sacroilíaca, 187,
- diagnóstico, 39 - espástica, 252 194-199
- dolor, 37, 38 - extremidades superiores, 19 - canal interglúteo, 200
- edad, 37 - irreversible permanente, 17 - claudicación intermitente, 96,
- ejercicio, 39 - lesión de la medula espinal, 3 147, 149
- etiología, 37 - paraplejía, 3, 45, 222, 231, 249 - Clunk, 24
- fracturas en cuña, 170 - - escoliosis congénita, 249 - compresión, 95, 96
- incidencia, 37 Paraplejía, 3, 45, 222, 231 - - agujero, 96
- inmovilización, 37-38 - escoliosis congénita, 249 - - axial, 202, 203
- presentación clínica, 37-38 Parestesias, 24, 142, 202 - - pélvica, 197
- secundaria, mieloma múltiple, 54 - no anatómicas, 202 - Chaddock, 187
- sexo, 37 Patología abdominal, dolor - deglución, 96
- tratamiento, 39 referido lumbar, 255-256 - distracción, 95-96
Osteosarcoma, 54, 57 - síntomas, 172 - elevación de la pierna buena
Oxacilina, 42 Pedículos, 63, 128, 136, 205, 209, recta, 273
210, 229, 231, 235 - estiramiento femoral, 199
Paciente comatoso, 5, 130 - fracturas, 128, 135, 211, 235 - FABERE (Patrick), 197-199,
- educación, 145, 151, 246 - interdistancias, 205, 209, 229, 274-275, 277
- - síndrome del escaleno 231 - Fajersztan, 264, 273
anterior, 151 Pelvis, compresión, prueba, 197 - Gaenslen, esguince sacroilíaco,
- historia, dolor lumbar, 272 - fracturas, 229, 238 258
- inconsciente, 5, 130 - oscilación, prueba, 197, 274-275 - hiperflexión de la rodilla, 199,
- pediátrico. Véase Niños - prueba de rotación, 203 200
Palpación, 79, 83, 177-182 Pellizco superficial, prueba, 202-203 - Hoover, 202, 203, 274
- anillo cricoide, 81-82 Penicilamina, 31 - isométrica, 88
- apófisis espinosas, 80, 81, Percusión, 182-183 - Kern, 274
177-180 Pericarditis, 30, 42, 45 - Lasegue, 273. Véase también
- - mastoides, 80 Piamadre, 69 Prueba de elevación de la pierna
- articulaciones, facetas, 81, 82, 257 Piel, 41, 79 recta

ERRNVPHGLFRVRUJ
íNDICE ALFABÉTICO 295

Prueba de Milgram, 194, 196, 274 Quiste óseo aneurismático, 53, 54 - - - - - - rotación, 232
.- Naffziger, 194, 195 - - - - cizallamiento, 233-23'+.
- Oppenheim, 87 Radiación, compresión de la 235, 236
- oscilación pélvica, 197, 274-275 medula espinal, 60 - - - - distracción, 225-226
- ponerse en cuclillas, 184, 185 - cordoma, 56 - - - - flexión, 219, 222-223.
- presión poplítea, 192, 193 - terapéutica, 30, 52, 53, 55, 56, 59 224
- - sacra, 197 Radiografía. Véase también Rayos X - - - - - lateral, 236-237
- reflejo braquiorradial, 91 - anomalía congénita, 105 - - -- - - _. carga axial, 2r
- rotación pélvica, 203 - aparición de síndromes dorsales, - - - - - rotación, 222-223.
- sensorial, 89-95 148-149 224
- - C-l, 89 - cifosis, 52 - - - - penetrantes, 238-239
- - C-3, C-4, y C-5, 90 - columna cervical, 10, 99-106 - - - mielografía, 213
- - C-6 y C-7, 91 - - - alineación, 100-101, 103 - - - normal, 207
- - C-8, 92 - - - angulación anormal, 101 - - - proyección AP, 205, 206
- - D-l, 92 - - - apófisis uncinada, 105-130 - - - - perfil, 206
- - nervio axilar, 95 - - - artefactos, 106 - - - simple, 205-206
- - - cubital, 93 - - - cartílago, 102, 104 - - - tomografía, 213
- - - mediano, 95 - - - disco, 144 - - - - axial computarizada.
- - - musculocutáneo, 95 - - - efecto Mach, 105 210, 211, 212
- - - radial, 93 - - - enfermedad degenerativa, - - - traumatismo múltiple. 20:
- Soto-Hall, 199-200, 201 105 - - lumbar, 245, 278
- tracción de la raíz D-l, 200 - - - errores, 104-106 - compresión de la medula
- Trendelenburg, 200, 201 - - - espacio de tejido blando, espinal, 60
Pruebas de laboratorio, 11, 42, 102-103 - condrosarcoma, 54
46, 47, 54 .- - --- exactitud, 99 - cordoma, 56
- - déficit neurológico, 11 - - - flexión lateral, 130 - coste de los rayos X en la
- - espondilitis piógena, 42 - - - fractura-luxación, 129 columna lumbar, 278
- - infección del disco - - -- franja de grasa - costilla cervical, 148-149
intervertebral, 46, 47 prevertebral, 103 - diagnóstico, 249-251
- - mieloma múltiple, 54 - - - hiperflexión, 111 - distensiones y esguinces
- - traumatismo múltiple, 11 - - - huesos, 102, 104 lumbosacros, 245
- motoras, 89-95 - -- - imágenes de resonancia - dolor lumbar, 278
- - C-1, C-2 y C-3, 89, 90 nuclear magnética, 107 - enfermedad metastásica, 57,60
- - C-4 y C-5, 90 - - - interpretación, 104 - escoliosis, 249
- - C-6, 90-91 - - - mielografía, 106 - esguince miofascial, 257
- - C-7, 91 - - - pediátrica, 133-134 - - sacroilíaco, 258
- - C-8, 91-92 - - - placa de exploración, 99 - espondilitis anquilopoyética,
- - columna dorsolumbar, 184-185 - - - proyección anteroposterior, 30-31
- - D-1, 92 103 - - cervical reumatoidea, 27
- - nervio axilar, 93-95 - - - - transoral, 103-104 - - piógena, 42
- - - cubital, 93 - - - - flexión-extensión, 104 - -- tuberculosa, 45, 47
- - - mediano, 93-95 - - - - nadador, 104 - espondilolisis, 269, 270
- - - musculocuráneo, 95 - - - - oblicua, 103-104 - espondilotistesis del axis, 128
- - - radial, 93 - - - - perfil, 99-103 - espondilosis, 269-271
- nervio-raíz femoral, 199 - - - - pilar, 104 - estenosis vertebral, 259
Pseudomonas, 268 - - - - Twining, 104 - exposición de las gónadas a la
Pseudosubluxación, 105, 134 - - - recta, 101 radiación, 245, 278
Psoas, absceso, 42, 45 - -- - subluxación fisiológica, 105 - fibrositis, 267
Pulmonar, Mycobacterium - - - tomografía, 105-106 - fractura del ahorcado, 128, 129
tuberculosis, 268 - - - tracción axial, 99, 100 - - atlas, 126-127
Pulso radial, maniobra de Adson, 96 - - - variantes anatómicas - - axis en lágrima por extensión,
Puntos gatillo, inyección, esguince normales, 105 127
miofascial, 257 - - dorsolumbar, 10, 205-213, - - cuña simple (compresión) de
- - osteoartritis de la columna, 34 238-239, 242 la columna cervical, 120
- provocadores, tracción y - - - contusiones, 242 - - estallido de Jefferson, 124-125
tratamientos tópicos, 278 - - - errores, 213 - - lágrima por flexión, 122
Punzadas, 154 - - - fracturas, 205, 206, 209, 213 - - laminar, 128
- - - hematoma paravertebral, - - odontoides, 132
Quemaduras del torso, 247 209 - - paleador, 120
Quemazón, 154 - - - lesiones de carga axial, - granuloma eosinófilo, 53
Quiropráctica, 155 229-231 - hemangioma, 53

ERRNVPHGLFRVRUJ
296 íNDICE ALFABÉTICO

Radiografía, hernia discal aguda, Raíces nerviosas, 21, 42, 69-70, - síndrome medular completo, 15
265-266 74, 143-144, 165-166, 188, 189, - tendinoso profundo, 186-187, 263
- imagen de resonancia nuclear 190, 194, 215-217 - - - hernia discal aguda, 263
magnética, 107 - - cervicales, 69-70, 74, 143-144 Regla de Steel de los tercios, 135
- indicaciones de urgencia, 278 - - - compresión, 143-144 Reiter, síndrome, 268
- infección del disco - - compresión, 42, 143-144 Relajación, ejercicios, 154
intervertebral, 47 - - dorsolumbares, 165-166 Relajantes musculares, 39, 246, 280
- interpretación de los errores, - - examen neurológico, 187, 194 - - compresión aguda del cuerpo
104-105 - - inervación, 188, 189, 190 vertebral, 39
- lesiones por hiperextensión, - - - lumbar, 188, 189 - - dolor lumbar, 246, 280
126, 127, 129, 140-141 - - - sacra, 190 Renal, cálculo, 39
- - - esguince, 119 - - lesión medular, 217 - fallo, 41
- - - fractura-luxación, 129 - - lumbares, 166, 188, 189, 190 - insuficiencia, 30
- - - - lágrima por extensión, Rayo de sol, 56 Reposo en cama, 39, 46, 48, 226,
127 Rayos X. Véase también 278, 279
- - neurológicas, 117 Radiografías - - dolor lumbar, 278, 279
- - plexo braquial, 153 - - columna cervical pediátrica, - - prolongado, 226
- - vertebrales, 10-11 133-134 Respaldo, espaldar y tablero, 5
- linfoma maligno, 54 - - espondilitis anquilopoyética, Respiración, 5, 7, 123, 249. Véase
-luxación de la faceta, 121-123 30 también Respiración abdominal
- mielografía, 106-107 - - - tuberculosa, 45 - abdominal, 5
- - asistida por ordenador - - lesiones dorsolumbares por - compromiso, 249
(CAM) , 106-107 flexión-rotación, 224 - infección de las vías, 155
- mieloma múltiple, 54 - - - medulares, indicaciones, 10 - insuficiencia, 5
- neoplasia de la columna, 50, 271 - - neoplasias de la columna, - lesión vertebral, 7
- osteoblastoma, 52 50, 271 - paro por accidente de zambullida,
- osteocondroma, 50 - - neumotórax presentado como 123
- osteoma osteoide, 51 distensión dorsal, 242 Resucitación, 5, 123
- osteoporosis, 39 - - normales de la columna - accidente de zambullida, 123
- osteosarcoma, 56 lumbosacra, 208 - primeros esfuerzos, 5
- pompa de jabón, 52 - - - sacro, 208 Retardo, 135
- proyección flexión-extensión, - - - tórax, 207 Retrofaríngeo, absceso, 42, 45
112, 117, 129, 130, 132 - - osteoartritis, 34 Retroperitoneo, 238
- - transoral, 124, 131 - - osteoporosis, 39 Riesgo medicolegal de las placas de
- quistes óseos aneurismáticos, 53 - - sacroiliitis, 268 la columna lumbosacra, 245
- rotura atlantoaxoidea, 131 - - signo del vacío, 34 Rifampina, 45
- - atlantooccipital, 130 Recto, 56, 256 Rigidez, 33
- sacroiliitis, 268 - dolor, 56 Riñón, 258. Véase también Renal
- sarcoma de Ewing, 56 - examen, dolor lumbar, 256 RNM. Véase Imagen de resonancia
- signo del perrito, 269-270 Reflejo, 15, 17, 144, 186, 187, nuclear magnética
- simple, 99-106, 205-206 188, 263. Véase también Rodilla, extensión, 186
- - columna cervical, 99-105 Reflejo, pruebas Ronquera, 119, 126, 140
- - - dorsolumbar, 205-206 - abdominal, 187 Rotación de la cintura, movimiento,
- síndrome de la arteria - anal, «parpadeo», 187 243
vertebral, 155 - aquíleo, 263 - lesiones, 3, 87, 88
- - costoclavicular, 149 - bulbocavernoso, 187 - - alcance del movimiento, 87, 88
- - escaleno anterior, 147, - compresión de raíz nerviosa, 144 - - carga axial, 232
150-151 - cremastérico, 187, 191 - - columna cervical, 110, 112,
- - faceta posterior, 257 - cutáneo, 187 113, 123
- - hiperabducción, 152 - epigástrico, 187 - - - dorsolumbar, 176, 177,
- - nervio occipital mayor, 154 - hipogástrico, 187, 191 220, 221-224, 232
- subluxaciones de facetas, 243 - patológico, 187 - - - - carga axial, 232
- tomografía, 106, 213 - pruebas, 90, 91, 92, 186-187 - - - - flexión, 220, 221-224
- - axial computarizada, 106 - - C-5, C-6, C-7 y C-8, 90, 91, 92 - - simultáneas por extensión,
- - simple, 106 - - columna dorsolumbar, 186-187 110, 113, 123-124
- tortícolis, 156 - - Chaddock, 187 - - - flexión, 110, 112, 123,
- trastornos de los discos - - D-1, 92 220, 221-224, 232
cervicales, 144 - - Oppenheim, 187 Ruidos, 83, 96, 147
- traumatismo múltiple, 205 - - extensión de la rodilla, 186 - arterias carótidas, 83
- tumor de células gigantes, 52 - - - tobillo, 186 - maniobra costoclavicular, 96,
- vértebras, desaparición, 54 - signo de Babinski, 187, 191 147

ERRNVPHGLFRVRUJ
íNDICE ALFABÉTICO 297

Rutas de cruce del nervio, función - escaleno anterior, 96, 147, - - retrofaríngeo, tumefacción,
y altura, 18 150-151 141
- compresión de raíz, 265 Temperatura, regulación, lesión ver-
Sacra, columna, 63, 166, 167, 190, - medular anterior, 17-18, 19, tebral, 9
215-217,229. Véase Columna 117, 118 Tendones de las corvas, 251
sacra - - completo, 15-17, 20 - doloridos, 87
- Sacro, 63 - - - cuadro clínico inicial, 15 Tensión, lesiones, 153
- presión, prueba, 197 - - - etiologías, 15 Terapéutica antibiótica, 42, 46, 48,
Sacroiliitis, 268 - - - examen neurológico, 20 239
Sacroilíaca, articulación, 28, 29, - - - pronóstico, 15-17 - - profiláctica, 239
30, 187, 194-199, 257. Véase - - - síntomas neurológicos, 15 - antimicrobiana, 45
también Articulación - costoclavicular, 147, 149-150 - vitamina D, 39
sacroilíaca - dolor crónico, 123 Tétanos, profilaxia, 239
Saquitos de arena, 5, 6 - dorsal, aparición, 83, 147-152 Tetraplejía, 3, 121, 126
Sarcoma de células reticulares, 54 - - factores afines, 147 - radiografías normales de la
- Ewing, 56, 58 - - hiperabducción, 147, 151-152 columna cervical, 126
- - ancianidad, 56 - - mecanismos, 147 Tiacidas, 39
- osteogénico, 56, 57 - - pruebas diagnósticas, 147, 149 Tirantez elástica, 87
Scheuermann, enfermedad, 170 - faceta, 257-258, 279-280 Tirotoxicosis, 37
Schmorl, nódulos, 39, 252 - - posterior, 81, 257-258 Tobillo, flexión, 186
Semiahogado, 122, 123 - Grisel, 135-136 - fracturas, 229
Sentido, pérdida, compresión de - hiperabducción, 96, 147, 151-152 Tomografía, 30, 106, 132. Véase
raíz nerviosa, 144 - Horner, 153 también Tomografía axial
- - déficit, 8, 19, 144 - Marfan, 183 computarizada
- - hernia discal aguda, 263 - miofascial, 173 - axial computarizada (TAC), 30,
- - síndrome centromedular, 19 - nervio occipital mayor, 83, 154 106, 210-212
Sensorial, prueba, Véase Prueba - raíz sensorial del segundo nervio - - - columna dorsolumbar,
sensorial cervical, 154 210,211,212
Sexo, cifosis, 251 - Reiter, 268 - - - - - carga axial, 237
- condrosarcoma, 54 - Sjbgren, 83 - - - comparación con la
- distensiones y esguinces - zarandeo infantil, 135 tomografía simple, 213
lumbosacros, 243 Síntomas-patología, 172 - - - cuerpo vertebral, 212
- escoliosis, 247 Siringomielia, 106 - - - diagnóstico de las
- fracturas de odontoides, 132 Sjbgren, síndrome, 83 lesiones, 210
- linfoma maligno, 54 Sodio, fluoruro, 39 - - - dolor lumbar, 278
- mieloma múltiple, 54 Soto-Hall, prueba, 199-200, 201 - - - espondilitis piógena, 42
- osteocondroma, 50 Staphylococcus, 46, 48, 268 - - - estenosis vertebral, 259
- osteoma osteoide, 51 Steel, regla de los tercios, 135 - - - flexión lateral de la
- osteoporosis, 37 Subaracnoidea, hemorragia columna dorsolumbar, 236,
- tumor de células gigantes, 52 intracraneal, 238 237
Shock, 7-8, 238 Subluxación atlantoaxoidea, 23, - - - fractura por estallido,
- eléctrico, 33 24, 25, 26, 27, 135 210, 212
- espinal, 7-8 - - pediátrica, 135 - - - - faceta, 211
- hemorrágico, 238 - columna cervical. Véanse - - - - laminar, 128, 211
- hipovolémico, 8 Fracturas y luxaciones de la - - - - pedículo, 210
- neurológico, 5 columna cervical - - - lesiones de carga axial de
Signo de Babinski, 15,24, 187, 191 - faceta costoclavicular, 279, 280 la columna dorsolumbar,
- Beevor, 199, 275, 277 - - radiología, 243 229-231
- Brudzinski, 194, 195 - fisiológica, 105 - - - - cizallamiento de la
- Gaenslen, 197, 198, 274, 276 - infección posterior de las vías columna dorsolumbar, 233-234,
- Kernig, 194 respiratorias en niños, 155 235, 236
- Lasegue, 192 - vertical, 26, 27 - - - - distracción de la
- Lhermite, 97 Supinador largo, prueba del columna dorsolumbar, 226, 228
- vacío, 34 reflejo, 91 - - - - flexión de la columna
Signos vitales, 242 dorsolumbar, 219
Síndrome de Brown-Séquard, 8, TAC. Véase Tomografía axial - - - - - rotación de la
132, 239 computarizada columna dorsolumbar, 223
- centromedular, 18-20, 118 Tacones altos, 244 - - - - penetrantes de la
- - ancianidad, 18 Tejido blando, espacio, radiología, columna dorsolumbar, 239
- cola de caballo, 21, 30, 223, 102, 103 - - - neoplasias de la
265, 266 - - paravertebral, 205 columna, 50

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298 íM.J1CE ALFABÉTICO

Tomografía, dorsolumbar, 213 - espondilitis piógena, - osteoma osteoide, 51


- - lesiones de carga axial, 231 comparación, 45 - osteomielitis piógena, 41
- odontoides, 105 - vertebral, 181 - osteoporosis, 37
- simple, 106 Tuberosidad isquial, 182 - sarcoma de Ewing, 56
- tomografía axial computarizada, Tumores, 20, 37, 83, 106, 153, - síndrome centromedular, 18
comparación, 213 170, 182. Véase también - tumor de células gigantes, 52
Tono muscular del abdomen, 170, Neoplasias de la columna Vejiga urinaria, 19, 21, 33
244 - axis, 107 - - alteración, 19, 21
Toracotomía, 247 - células gigantes, 52 - - - síndrome de la cola de
Tórax, 28, 29, 79, 201 - - - ancianidad, 52 caballo, 21
- dolor, 28 - columna. Véase Neoplasias de - - - - centromedular, 19
- expansión, 29, 201 la columna - - control, 33
- inspección, 79 - osteoporosis, 37 Velocidad de sedimentación
- radiografía de traumatismo - Pancoast, 83 globular (VSG), espondilitis
múltiple, 205 - tomografía axial computarizada, anquilopoyética, 31
Tortícolis, 42, 57, 82, 155-156 106 Venas de la columna cervical, 74, 78
- características clínicas, 155 - visión, modalidades, 106 Ventilación asistida, 5, 6
- congénita, 155 Vertebral, cuerpo. Véase Cuerpo
- espasmódica, 155, 156 Urinarias, infección de las vías, 41 vertebral
- radiología, 156 - instrumentación de las vías, 41 Ventrículo derecho, fallo, 249
- tratamiento de urgencia Urinarios, síntomas, 19,24, 39, 41, Vértebras, 39, 54, 63-64, 65, 115,
y control, 156 56, 265 117, 159, 161, 244
Tos, 219, 242, 244, 257, 260 - - hernia discal aguda, 265 - anatomía, 63-64, 65
- hernia discal aguda, 260 - - incontinencia, 56 - bacalao, 39
- síndrome de faceta posterior, - _.- retención, 19, 24, 39 - columna cervical, 63-64, 65
257 Uveítis, 30 - desaparición, 54
Trabajo duro, 32 - dorsales típicas, 159, 161
Tracción, 121, 122, 278 Vacío, signo, 34 - lumbares adicionales, 244
- axial, 191, 122 Valsalva, maniobra, 96, 194,242,260 -- medición angular, 115, 117
- dolor lumbar, 278 - - hernia discal aguda, 260 Vértigo, 25, 119, 154
Transporte del paciente, 6 Vascular, claudicación, 259 Vías aéreas, 5, 6
Trapecio, músculo, palpación, 9 Vascularización de la medula -. - mantenimiento, 5
Traqueotomía, 7 espinal, 166 - - tratamiento, 7
Traumatismo brusco, lesión de Vejez, condrosarcoma, 54 Vidrio, fragmentos, proyectil, 238
medula espinal, 20' - distensiones y esguinces Visión, 25, 30, 135, 152, 154
- múltiple, 11, 205 lumbosacros, 243-246 - borrosa, 152, 154
- - pruebas de laboratorio, 11 - espondilitis anquilopoyética, 28 - defectos, 25, 135
- - radiología, 205 - granuloma eosinófilo, 52 - pérdida, 25, 30
- parto, 153 - infección del disco Vitamina D, déficit, 37
Trendelenburg, prueba, 200, 201 intervertebral en niños, 47 - - terapéutica, 39
Tríceps, 91, 92 - lesión de medula espinal, 3 Voltereta, caída, 221, 222
Trocánter mayor, 182 - linfoma maligno, 54 Vómito, 135, 249
Tromboembolismo, 29, 150, 220, - mieloma múltiple, 54
246, 249 - músculos del cuello, 134 Zambullida, lesiones, 5, 19,
Trombosis venosa, 150 - osteoartritis de la columna 122-123
Tuberculosis, 30, 45, 181. Véase vertebral, 32 Zapato de tacón alto, 244
también Espondilitis tuberculosa - osteocondroma, 50 Zarandeo, 19

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