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Tauste

en su historia

Actas de las XII Jornadas

Sobre la Historia de Tauste


14 al 18 de Febrero de 2011
© de los textos: sus autores
Edita: Asociación Cultural “El Patiaz”
Maquetación e impresión: Gráficas Jalón

D.L.:

Queda prohibida la reproducción total o parcial de la presente obra,


sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright.
Reservados todos los derechos.
Índice

Tauste en la Transición (1975-1982). Una visión desde la prensa............... 9


Diego Iturriaga Barco

Una puerta al renacimiento en Aragón. El retablo mayor de Tauste........ 35


Luisa Miñana Rodrigo. Fernando Sarría Abadía

Las aves de Tauste......................................................................................... 55


Javier Blasco Zumeta

El cementerio andalusí de Tauste................................................................ 67


Fco. Javier Gutiérrez González
Miriam Pina Pardos

Los orígenes del Canal de Tauste en ........................................................ 115


el Archivo del Sindicato de Riegos (ss. XIII - XVI)
Juan José Morales Gómez

3 Índice
Seguramente el programa de las XII Jornadas de Historia fue uno de
los que más expectativas había levantado. Dos meses antes habían aparecido,
promovido por la Asociación “El Patiaz”, unas tumbas en la calle José M.
Conget que el arqueólogo que dirigió la excavación no dudó en catalogar
como musulmanas. Se había descubierto lo que a partir de entonces llamamos
“Necrópolis Musulmana de Tauste”. La conferencia que iba a impartir en
aquellas Jornadas el arqueólogo que dirigió la excavación, Francisco Javier
Gutiérrez González, acompañado de la antropóloga Miriam Pina Pardos, venía
acompañada de una expectación que atrajo a un numeroso público y que no
se vería defraudado.
Pero no por ello quedó eclipsado el resto de las ponencias que ahora
recogemos en este libro. Podemos recordar la apasionante conferencia sobre
el curioso mundo de las aves de Tauste que tan atractivamente presentó
uno de los mejores conocedores de la fauna regional, Javier Blasco Zumeta.
Diego Iturriaga Barco nos proporcionó una interesante visión de Tauste en
la Transición Política Española desde la prensa. Luisa Miñana Rodrigo y
Fernando Sarriá Abadía nos abrieron una puerta al Renacimiento desde el
retablo mayor de la iglesia de Tauste. Completó el ciclo de conferencias Juan
José Morales Gómez con un sorprendente estudio sobre los Orígenes del Canal
de Tauste, que había iniciado gracias a una beca que le había concedido nuestra
asociación en colaboración con la Junta del Canal de Tauste, tema que sigue
estudiando y que seguramente nos ha de proporcionar valiosa información
sobre nuestra historia.

5 Prólogo
Tenemos en nuestras manos esta actas que, sin duda, nos ayudarán
a recordar aquellos datos y a fijarlos en nuestro saber colectivo, uno de los
objetivos de nuestra asociación. Si es así, y no dudamos que lo es, estaremos
felices de los esfuerzos invertidos en la organización de las Jornadas.
Alguien dijo que “feliz el pueblo cuya historia se lee con aburrimiento”.
Parece que quien la pronunció estaba haciendo referencia a una historia
centrada en hechos luctuosos o desastrosos. Pero no cabe duda de que estos
componen una pequeña parte, pero hay muchísimos más, pequeños o grandes
avances realizados por personas anónimas que permanecen ausentes de los
grandes libros de historia y que la disciplina histórica tradicional olvida o
acalla pero que son los que, en gran parte, nos han hecho progresar y llegar
donde estamos. Y eso, como este libro tejido de pequeñas cosas y de héroes
anónimos, no tiene nada de aburrido. A ellos, como a los anónimos actuales,
no les podemos olvidar porque, como expresaba un poeta, “somos su silencio
y su tiempo”.
JNA

Prólogo 6
Ponencias
XII Jornadas sobre
la Historia de Tauste

14 al 18 de Febrero de 2011
Tauste
en la Transición (1975-1982).
Una visión desde la prensa

Diego Iturriaga Barco


Universidad Internacional de La Rioja
La historia, en ocasiones, se escribe a partir de una herradura,
de una cuchillada a destiempo, de una frase oportuna.
Rodolfo Serrano y David Serrano
Cuando la muerte siega todos los demás lazos,
aún queda el nombre.
John Maxwell Coetzee

Objetivos
Si analizamos la diferente bibliografía referida a la transición democrática
y a la consolidación democrática en España nos podemos percatar que, en su
gran mayoría, son obras de carácter general. Observamos un acercamiento a
este periodo fundamental para entender nuestro tiempo, pero desde un punto
de vista excesivamente global. Lo cierto es que es difícil recoger en un único
volumen el conjunto de hechos y procesos históricos que se suceden en un
período concreto de tiempo y es aún mucho más difícil cuando ese periodo es
tan importante para la historia de un país. Así pues, encontramos muchas obras
que versan sobre la transición y la plena democracia en el conjunto del país,
pero no encontramos obras más específicas que centren este período temporal
en espacios geográficos más concretos, en nuestro caso la provincia de Zaragoza
o en localidades determinadas como puede ser Tauste.
Es cierto que últimamente en diferentes comunidades están proliferando
obras que debemos encuadrar dentro de la corriente llamada “historia local” o
“historia regional”, algo que está siendo apoyado desde diferentes instituciones
de las comunidades autónomas. Pero lo cierto es que, aunque en los últimos
años se ha comenzado a trabajar en este sentido, aún podemos hablar de una
falta de trabajos en Aragón entendida como entidad autonómica. Para suplir
este vacío bibliográfico se convocan ayudas para estudios o investigaciones
sobre temas locales, dentro de las cuales se enmarca este trabajo.
El interés del presente estudio reside en la unión de la corriente histórica
y la corriente sociológica para estudiar la evolución de la localidad de Tauste
en un periodo tan fundamental como es el de la transición democrática. Un
proceso marcado por la aprobación de la actual constitución, que ahora cumpla

11 Tauste en la Transición
(1975-1982).
Una visión desde la
prensa
su trigésimo aniversario, y en el que pasamos de ser una sociedad marcada por
un régimen autoritario a ser una sociedad democrática.
En principio, el objetivo fundamental ha sido un acercamiento a la
singularidad de la localidad de Tauste a nivel nacional. Es decir, hacer un
estudio exhaustivo de las referencias que se hacen de esta localidad en España
ayudándonos de una de las fuentes fundamentales para la investigación en este
tipo de trabajos como es la prensa.
El objetivo principal de este trabajo es recopilar toda la información1 que en
la principal prensa periódica nacional y regional se recogió sobre esta localidad
en este período histórico fundamental en nuestra historia más reciente, con
el objetivo de poder tener disponible una relación de todos los documentos
publicados en este tiempo para que pueda servir para futuros estudios y futuras
investigaciones sobre aspectos locales.
Todo ello a partir de la inclusión de las referencias más o menos explícitas
que los principales diarios hayan hecho de Tauste pero con la particularidad
de valorar y comentar dichos “recortes” para no presentar un trabajo
meramente expositivo y falto de valoración, algo más propio de la historiografía
decimonónica.
Con este trabajo de investigación encuadrado dentro de la Beca de
Investigación “Villa de Tauste” no hacemos sino reafirmar uno de los proyectos
de la Asociación Cultural “El Patiaz” como es el de la “Localización de datos
sobre Tauste”. Con este trabajo se aunaría las principales referencias a nivel
nacional que existen sobre Tauste entre los años 1975 y 1982, creando así un
catálogo bibliográfico con grandes posibilidades de consulta y que igualmente
podría servir de elemento iniciador de nuevas investigaciones en otros ámbitos
temporales.

Metodología y fuentes utilizadas


Este trabajo se debe enmarcar en lo que la historiografía ha dado a llamar
historia local o regional, un tipo de historiografía que en los últimos tiempos
está creciendo en importancia, tal y como apuntábamos líneas arriba.

1 Del conjunto de referencias, en este artículo se explicita una selección. Quizás en un futuro el conjunto de la
investigación se cosifique en un libro monográfico sobre el tema.

Diego 12
Iturriaga Barco
Uno de los pilares fundamentales sobre los que se debe asentar un trabajo de
ámbito regional enmarcado temporalmente en la historia del tiempo presente
es el análisis de la prensa. No hemos de olvidar que la prensa es indispensable
para el estudio del siglo XX ya que proporciona una información indispensable
para entender de una forma más concreta los procesos históricos. No podemos
obviar que el estudio de la prensa es uno de los elementos más importantes para
hacer estudios de historia del tiempo presente y es que, en estas publicaciones
periódicas, encontramos otro tipo de información de la que podemos encontrar
en monografías relativas al tema que estamos investigando.
Y precisamente este ha sido el pilar sustentante de este proyecto. Se ha
estudiado la principal prensa nacional y regional, buscando toda información
que se refiera a esta localidad. La metodología de este trabajo se ha basado en
la localización de estas referencias, así como en la copia de dichas noticias e
informaciones entre los años 1975 y 1982.
Uno de los pilares fundamentales de estos meses de investigación ha sido
el estudio in situ en bibliotecas y archivos. Dentro de las bibliotecas el trabajo
principal se ha llevado a cabo en la Biblioteca de la Universidad de La Rioja,
Universidad Pública de Navarra y muy especialmente en la Biblioteca Nacional
Española (en sus sedes de Paseo de la Castellana de Madrid y de Alcalá de
Henares), donde se me ha permitido el trabajo con documentos de muy difícil
acceso. Desde estas líneas me gustaría agradecer el apoyo y buen hacer de la
mayor parte de funcionarios de estas instituciones públicas.
El trabajo principal para esta investigación ha consistido, como es
fácilmente imaginable, en la visualización uno por uno de cada uno de los cinco
periódicos estudiados en cuestión entre el 20 de noviembre de 1975 (muerte de
Franco) y el 28 de octubre de 1982, día de elecciones generales en España y que
historiográficamente se ha utilizado como la fecha paradigmática que suponía
el fin de la transición española.
En un principio, la pretensión de este trabajo era bien diferente y consistía
en la confrontación de dos pesos pesados de la prensa española como son el
diario “El País” y “Heraldo de Aragón”. Sin embargo, desde el tribunal que formó
parte de la valoración de las propuestas presentadas se creyó oportuno incluir
otros medios de prensa fundamentales en este tiempo como son “Amanecer”,

13 Tauste en la Transición
(1975-1982).
Una visión desde la
prensa
“Andalán” y “El Noticiero”. Periódicos que por otra parte finalizaban su vida
por diferentes circunstancias entre los últimos meses de la década de los setenta
y la década de los ochenta. Por esta razón, y debido a la gran cantidad de
información que de estos diarios hemos podido extraer, hemos preferido hacer
un trabajo de investigación en el que los cinco diarios jugasen el mismo papel
protagonista.
En cuanto a la temática podemos afirmar que es diversa, recogiendo
informaciones de carácter político, social, económico, religioso, personal...
destacando especialmente las de vida cotidiana y aquellas referidas a la
conformación de la vida de los taustanos.
El lector se percatará de esta característica a medida que vaya leyendo las
páginas de este trabajo.
Con esta estructura y con la captación de todo tipo de informaciones sin
prejuicio de su contenido, el trabajo sin lugar a dudas ha ganado en calidad, en
volumen, para mayor satisfacción de quien lo firma pero, sobre todo, de quien
lo lee, ya que encontrará entre sus manos un trabajo coherente desde el punto
de vista espacial, pero también temporal. Además, desde estas líneas habría
que remarcar que este tipo de trabajos deben ser considerados de “iniciación”,
para que de alguna manera provoquen la curiosidad de los interesados en la
historia de Aragón. Quien esto firma quedaría plenamente satisfecho si este
trabajo es tomado como excusa por cualquier lector para ampliar determinados
conocimientos o, por qué no, para comenzar una investigación superior que
culminase en una tesis doctoral, algo absolutamente necesario y a lo que desde
la Universidad de Zaragoza se debería dar respuesta.

La localidad de Tauste a través de la prensa periódi-


ca: análisis de la documentación presentada y valo-
ración crítica
A continuación, el lector encontrará en cinco sub-apartados la información
que sobre Tauste hemos encontrado en los diarios “El País”, “Heraldo de
Aragón”, “Amanecer”, “Andalán” y “El Noticiero”, siguiendo un esquema de lo
más general a lo más particular. En todos los subapartados el esquema seguirá
el mismo orden: breves apuntes históricos del periódico, trascripción de las

Diego 14
Iturriaga Barco
noticias más importantes y comentarios para que el lector pueda ampliar sus
inquietudes dependiendo de sus gustos personales.

a) Referencias a Tauste en el diario “El País” (desde noviembre de 1975 a


noviembre de 1982)
“El País” fue fundado por José Ortega Spottorno y salió a la luz por primera
vez el 4 de mayo de 1976, seis meses después de la muerte de Franco, y a
principios de la transición española. Fue el primer periódico de clara vocación
demócrata en un contexto en el que el resto de periódicos españoles venían de
una larga historia en el franquismo.

La villa de Tauste en “El País”


En cuanto al tema que nos atañe en estas páginas y como era previsible
imaginar las noticias encontradas que hablasen de una forma más o menos
directa de Tauste han sido cuantitativamente menores de las que podemos
encontrar en cualquier otro medio de espectro regional. Entre todas ellas
destacaremos las seis noticias siguientes:
Noticia 1: Madrid y Athlétic finalistas de la Copa de España de juveniles
Noticia 2: Ventaja del Aragón en la final de aficionados
Noticia 3: REPORTAJE: Los regadíos, esperanza del desarrollo de Aragón
El canal de Tauste, la primera gran obra
La primera gran obra de regadío fue el canal de Tauste, que se terminó en
1256 (según Costa, fue también el primero de Europa). Su zona regable es de
8.000 hectáreas de las provincias de Navarra y Zaragoza, de las que corresponden
a esta última cerca de 6.000.
La segunda obra de envergadura fue el canal Imperial de Aragón,
comenzado en la época de Carlos V y terminado en 1784. Su construcción fue
decisiva para la configuración y desarrollo de la comarca que tiene como centro
a Zaragoza. Con las obras de regulación ha llegado a regar 27.500 hectáreas.
Ahora, las demandas cada vez mayores de abastecimiento de agua a la ciudad
de Zaragoza y la necesidad de ampliar la zona regable precisan un aumento

15 Tauste en la Transición
(1975-1982).
Una visión desde la
prensa
de la capacidad del canal e, incluso, su prolongación. Sería fundamental
el revestimiento completo del trazado, que en parte se ha ejecutado con
aportaciones de los propios regantes.
Según los estudios realizados, y concretamente el del Consejo Económico
Sindical Interprovincial del Ebro (CESIE), se podrían alcanzar en los próximos
veinte años 829.000 hectáreas de regadío. Se incluye aquí un ambicioso proyecto:
el gran canal de la margen derecha del Ebro, de dudosa ejecución, pese a que se
presentó un anteproyecto en junio de 1974, que permitiría regar en Zaragoza,
otras 163.000 hectáreas, y, sobre todo, 54.000 en Teruel, la provincia más
necesitada, ya que sólo posee el 7,5 % de todo el regadío aragonés. Este proyecto
es una aspiración conjunta de Aragón, Logroño, Navarra y Alaya -que también
se beneficiarían-, pero haría inviable otros proyectos de aprovechamiento del
Ebro, y concretamente el gran trasvase al Pirineo oriental.
Noticia 4: Homenaje a las banderas
Noticia 5: Encierro de los trabajadores de dos empresas zaragozanas
Noticia 6: Las industrias del BIC
Tauste Ganadera. Ostenta cerca del 20%, estando el resto repartido entre la
Caja de Ahorros de la Inmaculada y ganaderos de la comarca aragonesa de Las
Cinco Villas. Dedicada a la cría, selección y mejora de razas. Reparte dividendo.

b) Referencias a Tauste en el diario “Heraldo de Aragón” (desde febrero


de 1976 a octubre de 1982).

Periódico decano de la prensa diaria aragonesa. Nace en Zaragoza el 20


de octubre de 1895, fundado por Luis Montestruc, periodista que ya había
creado anteriormente “La República”. El centenario del periódico, que se
cumplió el 2 de septiembre de 1995, auspició una serie de actos para celebrar
un acontecimiento que solamente unos contados rotativos alcanzan a cumplir.

Diego 16
Iturriaga Barco
Tauste en “Heraldo de Aragón”
La información que encontramos sobre Tauste en “Heraldo de Aragón”
es variada, tanto en su forma como en su disposición en el periódico. De esta
forma, encontramos referencias a la villa taustana en diferentes epígrafes del
periódico como Información Regional, Reportajes turístico, Zaragoza Hoy, En
torno a la provincia, Aristas de la Región, etc, aunque sí predomina una sobre
las demás: Información Regional.
Es precisamente en esta sección donde encontramos la primera referencia
a Tauste en este marco temporal de transición política que está viviendo
España. El 26 de febrero de 1976 (página 23) “Heraldo de Aragón” titula: “Es
necesario iniciar nuestro desarrollo industrial. Los propios agricultores podrían
reimplantar el cultivo de la remolacha, levantando una azucarera”, información
que será recurrente en otros periódicos y que refleja la importancia que una
incipiente industria puede tener en determinados medios rurales aragoneses.
Otra particularidad de la paginación en este medio es la ausencia de la
misma en más de una ocasión. Así ocurre el 21 de abril donde en cuatro páginas
se informa de la actualidad festiva en Tauste: “Tauste en fiestas”, gran titular en
el que se incluyen otros de variada información:
- Dos grandes expropiaciones restarán al Ayuntamiento de Tauste unas
ocho mil hectáreas.
- Las de Tauste, fiestas de tradición y arraigo populares.
- Las Clarisas, una orden radicada en Tauste desde 1629.
- “Tauste Ganadera”, el mayor complejo de vacuno de España.
- De los tiempos heroicos al moderno equipamiento. Los hermanos
Arrondo, pioneros de la extinción de incendios.
- La residencia de Ancianos “Virgen de Sancho Abarca”. Su creación se
debe a la iniciativa del párroco y la contribución del pueblo.
- Programa de las fiestas de Tauste.
Además de por las diferentes informaciones que estas noticias transmiten,
estas cuatro páginas tienen un valor testimonial importantísimo, tanto por la
gran cantidad de material fotográfico que recoge (Tauste Ganadera, residencia
de ancianos, reina y damas de honor...) como por el material publicitario

17 Tauste en la Transición
(1975-1982).
Una visión desde la
prensa
que, por otra parte, habrá que señalar que prácticamente se repite respecto
a otros medios de prensa: Talleres electromecánicos Santafé, Talleres Gadea,
S.L., Gráficas Latorre, Crédito Rural. Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y
Rioja, La Mutua de Accidentes de Zaragoza, Óptica Criss, Caja Rural Provincial,
Cooperativa del Campo “San Miguel” o Mutua de Seguros de Aragón, son
algunos de los ejemplos publicitarios que podemos observar junto a un recuadro
a tres columnas del propio ayuntamiento de Tauste: “La comisión permanente
de festejos del Ilustrísimo Ayuntamiento de la villa de Tauste saluda a todos sus
vecinos y visitantes con motivo de las fiestas en honor de la Virgen de Sancho
Abarca. Tauste, abril 1976”.
Ya entrados en 1978, el 29 de enero (página 27), la noticia a dos columnas
da cuenta del “Programa de obras municipales”. A través del texto que firma
Alberto Latorre Mozo, conocemos que el Ayuntamiento había presentado la
solicitud de obras para la pavimentación de la calle Germán, urbanización y
pavimentación de la calle Santa Clara, parque de bomberos o para los depósitos
reguladores de aguas. Un presupuesto que ascendía a 25 millones de pesetas de
las cuales el 50 por ciento serían de aportación municipal.
Ya en marzo de 1979, el día 28, en la página 13 y entre anuncios de
carácter electoral (curiosamente vemos en uno de ellos a Luis Germán Zubero,
colaborador del periódico-revista “Andalán”, también analizado en estas
páginas), conocemos un incendio que sembró la alarma en Tauste, coyuntura
que aprovechan en la villa para reivindicar un parque de bomberos. Exactamente
es lo que dice el titular: “Los vecinos de Tauste desean un parque de bomberos”.
La preocupación ganadera vuelve a colación en “Heraldo de Aragón”
el 5 de enero de 1980 (página 23) con la presentación de una conferencia:
“Disertación del Dr. Sierra Alfranca sobre mejora ovina”. Una conferencia
organizada por la Cooperativa de Ganaderos San Simón y San Judas de Tauste
y que fui impartida por el Dr. Sierra, eminente catedrático de la Facultad de
Veterinaria de Zaragoza. Según palabras del propio doctor sierra “el techo de
la producción de nuestra oveja está aún muy alto y debemos prestarnos todos,
técnicos y ganaderos, a trabajar conjuntamente para elevar la producción ovina,
como lo demanda el aumento del consumo interior y su posible ampliación
cara a nuestros mercados exteriores”.

Diego 18
Iturriaga Barco
Llegando ya a mayo, encontramos un anuncio reseñable para este trabajo,
dentro de la sección del periódico denominada ECONOMÍA Y FINANZAS.
Como puede ser más previsible, el documento que encontramos este 6 de mayo
de 1980 (página 20) es un anuncio de la Junta General de accionistas de Tauste
Ganadera, S. A. Tras la convocatoria de día, lugar y hora del evento se exponen
los ocho puntos del orden del día que se discutirán, entre los que podemos
destacar la Constitución de la Junta o la aprobación del balance, cuenta de
pérdidas y ganancias, y memoria correspondiente al año 1979.
Como se comenta a lo largo de estas páginas el elemento cultural y artístico
es una constante en los medios escritos aragoneses en este tiempo de transición
política y social. En este sentido debemos entender la noticia que encontramos
el 16 de mayo de 1980 (sin numerar): “Las esculturas de Z. Pellicer a su paso
por Tauste”, una noticia recogida a tres columnas y acompañada por una de las
esculturas del propio artista. Además de los consabidos datos logísticos de la
exposición encontramos una interesante entrevista que el corresponsal hace a
Zacarías Pellicer.
El 25 de abril de 1981 (sin paginar), encontramos una breve pero curiosa
noticia que muestra perfectamente como a pesar de haber transcurrido menos
de tres décadas en términos cronológicos, en términos de avance tecnológico
parecen haber transcurrido siglos: “Ampliación telefónica en Tauste”. Dice así
la nota:
“Siguiendo el plan de mejoras y atención de la demanda que la
Compañía Telefónica viene realizando de acuerdo con el plan cuatrienal
en la provincia, ha entrado en servicio en Tauste una ampliación de
400 líneas automática cuya numeración está comprendida entre los
número 855400 al 855799.
Con esta ampliación se atiende la creación de la nueva zona urbana
telefónica a efectos de tarifas, de la localidad de Sancho Abarca.
Las nuevas instalaciones de los peticionarios de dichas localidades
se seguirán cumplimentando paulatinamente a medida que vayamos
ultimando la red exterior de cables”.
En la sección INFORMACIÓN REGIONAL es donde encontramos una
nueva referencia a Tauste, en este caso el día 27 de febrero de 1982 (página 26).

19 Tauste en la Transición
(1975-1982).
Una visión desde la
prensa
Es apenas una nota de prensa entre informaciones más importantes (sobre
Belchite o Tarazona) sobre el Carnaval: “Tauste. Actos del Carnaval para hoy y
mañana”.
Una vez más encontramos una nota cultural, aunque bien es cierto que
en esta ocasión en plan telegráfico: “Exposición de Calero en Tauste”, que
podemos encontrar el 11 de julio de 1982, en la página 18, y concretamente
bajo el epígrafe LAS CINCO VILLAS, algo que será una constante a partir de
este tiempo.
La siguiente noticia, sin lugar a dudas es una de las más llamativas (si
no la más) de todas las que podemos encontrar a lo largo de este trabajo de
investigación. La encontramos en el ejemplar de “Heraldo de Aragón” del 25
de agosto de 1982 (página 19), y su curioso titular es el siguiente: “Extraño caso
de desecación circular de alfalfa, en Tauste. Algunos vecinos aseguran que se
trata de la acción de un ovni. Para los expertos en agricultura el caso no tiene
explicación a simple vista”. Información que es acompañada de tres fotografías
en las que se pueden ver los extraños círculos (de escasas dimensiones, dicho
sea de paso) así como al propietario del terreno junto a uno de los técnicos de
extensión agraria. De esta forma relataba el corresponsal los comentarios de
los taustanos sobre el suceso: “no se mate usted el cuerpo, que eso de la alfalfa
lo ha hecho un ovni. Es que lo vi yo la otra noche cuando estaba regando en la
huerta alta y también lo vieron otras personas. Pero como todo el mundo se ríe
de estas cosas, pues todo el mundo se calla. [...] Era como una rueda gigantesca
de camión de color butano, y vino de la parte de Castellar casi a ras de tierra.
Después debió aterrizar en Cascajos porque de tanto que bajó lo perdí de vista
y al momento se levantó y vino hacia mí y me escondí horrorizado en un campo
de maíz. Desapareció por los montes de las Bardenas a gran velocidad”.
La última referencia Tauste que encontramos en “Heraldo de Aragón”
en este marco temporal estudiado nos lleva al 24 de octubre de 1982, y más
concretamente en su página 21, con el siguiente titular: “Las cinco villas.
Respuesta a una llamada de socorro”. Noticia donde el corresponsal informa de
que “los integrantes de los destacamentos y puestos de socorro de la Cruz Roja
de Tauste y Ejea de los Caballeros están haciendo una llamada a la solidaridad
con los damnificados de aquellas provincias hermanas [Albacete, Alicante,

Diego 20
Iturriaga Barco
Murcia y Valencia], con una respuesta de las diversas instituciones, organismos,
entidades y personas que ya ha hecho posible la salida de un cargamento de
enseres y alimentos hacia su punto de destino”.

c) Referencias a Tauste en el diario “Amanecer” (desde noviembre de 1975


a junio de 1979)

Con los subtítulos “Diario de FET y de las JONS”, “Diario Aragonés del
Movimiento” y, finalmente, “Diario Aragonés”, nació en las instalaciones del
“Diario de Aragón” tras apropiarse de su propiedad (recordemos que “Diario
de Aragón” se había significado a favor del Frente Popular) el 11 de agosto
de 1936. Su peso ideológico fue siempre su característica definitoria, haciendo
su vinculación al régimen franquista inviable cualquier tipo de reforma tras
noviembre de 1975. Es precisamente en esta fecha, cuando el periódico
comienza sus problemas, donde se enmarcan las noticias que a continuación
hemos destacado como las más importantes en relación a Tauste.
Finalmente, el Consejo de Ministros decretó su cierre el 15 de junio de
1979 cuando contaba con una tirada diaria de 2503 ejemplares, 75 empleados y
con unas pérdidas anuales de 55 millones de pesetas.
Tauste en “Amanecer”
Tras las archiconocidas portadas de las ediciones especiales de los diarios
el 20 de noviembre de 1975 con el repetido titular: “Franco ha muerto”,
encontramos seis días después la primera referencia a Tauste en “Amanecer”,
que como “no podía” ser de otra manera, se refería en exclusiva a la muerte
del dictador gallego. Concretamente en su página 11: “Solemnes funerales
por José Antonio y por el Caudillo”. Por el gran valor documental del texto, a
continuación transcribiremos una selección del mismo:
“Desde que la villa tuvo noticia de la muerte de Franco, las familias
recluidas en sus hogares seguían expectantes ante las pantallas de los

21 Tauste en la Transición
(1975-1982).
Una visión desde la
prensa
televisores y muchos de ellos rezando el Santo Rosario por su alma,
y así hasta el pasado día 22, a las seis de la tarde, en que tuvo lugar
un solemne funeral de “corpore insepulto”, concelebrado en la
parroquia por los sacerdotes de la misma, y cuya homilía corrió a cargo
del reverendo don Desiderio Celma, encargado de la misma, quien
ensalzó la figura católica sin par del Jefe del Estado desaparecido.
Asistieron las autoridades locales al frente, presidida por el alcalde y
jefe local, don Javier Sánchez Ezquerra, así como numerosos fieles y
escolares, sin omitir, en correcta formación, la Cruz Roja local, que con
sus secciones masculina y femenina, así como sus numerosas secciones
infantiles, con sus distintivos y marcialidad, ocuparon el pasillo de la
nave central de pie. Sin ninguna duda, fue el detalle más significativo
de funeral celebrado.
Tauste siente en lo más hondo la muerte del Caudillo y la esperanza
de verse, como el resto de los españoles, bien regido por el nuevo Rey
don Juan Carlos I, al que de todo corazón le deseamos lo mejor para la
Patria y la Monarquía instaurada”.
Una nueva noticia referida a Tauste en este medio la encontramos el 7
de diciembre de 1975 (página 10) y dice así: “Urgente rotulación de la Plaza
del Generalísimo”, texto mediante el cual el corresponsal insta a volver a
rotular el nombre de la plaza del Generalísimo tras las obras acometidas en
el ayuntamiento. Sin lugar a dudas, esta noticia expone el miedo del diario
“Amanecer” a que dicha plaza volviera a recobrar su legítimo nombre de Plaza
de la Constitución, modificada por los insurgentes en el año 1938. En la misma
noticia se recoge diversa información sobre pavimentación de calles y plazas, así
como en lo referente a las Oficinas de Correos y Telégrafos.
En el santo e inocente día de 28 de diciembre de 1975 (página 10) el titular
sugerido por Berroy es: “Celebración de la Navidad con gran recogimiento”.
La primera referencia de 1976, la encontramos el 9 de enero (página
12) y como es previsible, hace balance de las pasadas navidades y fiesta de los
Reyes Magos: “Brillante cabalgata de los Reyes Magos”. Igualmente se apunta
la celebración de un “Festival benéfico para ancianos”, información toda ella
acompañada por una fotografía de los “Reyes Magos”, “entre el entusiasmo

Diego 22
Iturriaga Barco
de los niños, al descender de sus carrozas para adorar al Niño Dios, del belén
instalado en la Residencia de Ancianos “Nuestra Señora de Sancho-Abarca”, de
esta villa taustana”.
Pasan las semanas y nos acercamos a las fiestas de la localidad. De lo
que se hace eco “Amanacer”, el 7 de abril de 1976, en su página 8: “Brillante
proclamación de la reina de las fiestas, señorita Azucena Tudela Lorente”,
información que se acompaña con una fotografía del jotero Ángel Galé,
campeón de jotas, que interpretó al final del acto unas jotas alusivas a la nueva
reina que acababa de proclamarse.
Bajo el epígrafe LAS BARDENAS. PORTAVOZ DE LAS CINCO VILLAS, la
noticia recogida el 9 de junio de 1976, en su página 9 es la siguiente: “TAUSTE.
Brillante clausura del curso de cultura organizado por la Institución Fernando
el Católico”.
El 30 de julio de 1976, concretamente en su página 10, se hace referencia
a la “Celebración del cuarenta aniversario del 18 de julio”, como no podía ser
de otra manera en un periódico con este perfil ideológico (en este sentido, es
llamativo ver como en la parte inferior de esta misma página encontramos un
anuncio de otro medio de prensa también afín al franquismo: “Arriba” es noticia.
Compruébelo) Tauste, según el corresponsal, “celebró el cuarenta aniversario del
18 de julio con un baile público en la Plaza del Generalísimo y por la tarde otro
animado baile-concierto por la banda de música en los jardines de la Rosaleda,
apreciándose gran animación en las calles y plazas de la villa para concurrir
en el santuario de Nuestra Señora de Sancho-Abarca, donde la afluencia de
moradores fue extraordinaria”.
Una nueva información de temática religiosa, aunque también de carácter
artístico (aunque a este plano se le de menos importancia en el diario) es la
que podemos leer en el ejemplar de 20 de enero de 1977 (página 9): “La Iglesia
sigue en ruinas”. Texto al que acompaña una fotografía del “ruinoso estado en
que se encuentra la iglesia de San Antón, como puede apreciarse por la puerta
de entrada, donde por los agujeros pueden verse se introducen los niños en sus
juegos al escondite, con el riesgo que supone un posible desprendimiento de
obras de fábrica”.

23 Tauste en la Transición
(1975-1982).
Una visión desde la
prensa
Una noticia de gran trascendencia y de carácter económico es la que
se recoge en la página 8 del día 3 de febrero de 1978: “TAUSTE. Más de 25
millones para el Plan de Cooperación Provincial”. En el texto se incluyen
desglosadas las cantidades que serán invertidas en cada una de las obras
a realizar como, por ejemplo, en la calle Germán, en los depósitos de aguas
o en el Parque de Bomberos. “Un ambicioso proyecto que esperamos tenga
una pronta realización, ya que todas estas obras proyectadas son necesarias, y
asimismo en una buena realización en pro y beneficio de nuestra villa, éste es el
último trabajo ocupado por el cesante secretario de la Corporación, destinado
a la provincia valenciana, don Juan José Serrano Arnal”.
Ya en el mes de abril, concretamente el 5 de abril de 1978 (página 8),
encontramos una noticia de sumo interés: “TAUSTE. Se crea el Instituto
Nacional de Bachillerato”, información que curiosamente ocupa menos líneas
que la segunda noticia que podemos leer: “Inauguración y bendición del nuevo
bar-restaurante de Don Jesús Pola”.
Las noticias de Tauste que se recogen en “Amanecer” se repiten con el
paso del tiempo y un buen ejemplo de esto es el titular que encontramos el
15 de septiembre de 1978, en su página 8: “TAUSTE. Peregrinación masiva al
Santuario de Nuestra Señora de Sancho Abarca”.
O la del 21 de septiembre de 1978, página 8: “TAUSTE. Fiestas Patronales
en honor de la Virgen de Sancho-Abarca”, o incluso la del 12 de octubre de 1978,
página 9: “TAUSTE. Fiestas de la coronación de la Virgen de Sancho-Abarca”,
artículo que acaba con un acuciante: “¿Se marchan el párroco y sacerdotes?”.
Ya nos adentramos en 1979, año final de la existencia de “Amanecer”,
donde en la página 8 del ejemplar del 3 de enero de 1979 leemos como era
habitual por estas fechas: “TAUSTE. La villa celebró las navidades”.
Finalmente, la última noticia que se refiere a Tauste en el diario “Amanecer”
es la siguiente: “Cambios en la numeración telefónica”, recogida en la página 8
del ejemplar de 15 de junio de 1979.
Dos días después, el 17 de junio de 1979, “Amanecer” publicará su última
portada con un titular explícito: “Todo Aragón, con nosotros”, en el que
denunciaban el cierre decidido por el Consejo de Ministros de este diario y de
otros. Pese a las protestas este diario jamás volvería a amanecer.

Diego 24
Iturriaga Barco
d) Referencias a Tauste en el periódico-revista “Andalán” (desde noviembre
de 1975 a diciembre de 1982)

“Andalán” llenará un hueco y será revulsivo y aglutinante de quienes


creían en un Aragón a tono con su historia y posibilidades, siendo conformado
como una mesa de tres patas: izquierda, aragonesismo y cultura. Despertó una
conciencia regionalista aragonesa que no tenía otro cauce de expresión. La
cultura se limitaba a lo que las autoridades oficiales del régimen entendían por
cultura. La oposición a la dictadura y el deseo de una sociedad democrática se
abrían paso a pesar de la censura y la represión.
En enero de 1987 aparecía el último número. En sus quince años de
existencia puso una nota alternativa entre los medios de comunicación. Nacida
para reavivar las señas de identidad aragonesas, con clara vocación cultural y
progresista, la hora del cierre llegaba (como a tantas otras revistas de izquierdas:
“Triunfo”, “Cuadernos para el Diálogo”, “La Calle”, “Viejo Topo”, etc.) por
problemas económicos, cambio en la oferta y demanda informativa, y un difícil
relevo generacional.
La escasa presencia de Tauste en Andalán
La presencia de la villa de Tauste en “Andalán” podríamos calificarla como
“irrisoria”. Mientras encontramos noticias de Zaragoza, Huesca, Teruel, Caspe,
Tarazona, Fabla, Monzón, Ariño, Biescas o la más cercana Ejea de los Caballeros,
la presencia de Tauste se reduce a la mínima expresión.
De esta forma nos retrotraemos hasta el 1 Noviembre de 1976, día en el
que se publica el número 100 de Andalán en cuyas páginas 8-10 encontramos el
siguiente titular: “¿Así se industrializa una región?”. En dicho artículo encontramos
diferentes datos industriales de Tauste en formato tabla junto al de otras localidades.
Dichos datos nos proporcionan la información siguiente de la localidad:
Extensión del municipio en Hectáreas: 40.510 Ha.
Habitantes del municipio: 7.288 habitantes

25 Tauste en la Transición
(1975-1982).
Una visión desde la
prensa
Personas activas del municipio: 1.961 personas
Población activa de la zona de influencia: 3.278 personas
Superficie del Polígono en metros cuadrados: 1.220.000 metros cuadrados
Igualmente, en el cuerpo de la noticia se recoge la problemática de la
industrialización (o de la falta de la misma) que se vivía en la década de los años
setenta del siglo XX, no ya sólo en Tauste sino en toda la región.
El artículo firmado por Lydia Vilalta y EQUIPO TRES no duda en dar
consejos para el futuro industrial de la región, una constante en este medio de
prensa durante toda su historia:
“Las posibilidades de salida para una industrialización incipiente
la vemos en función de paliar la desertización ya existente en algunos
municipios pequeños. La instalación de empresas en los lugares
donde el exceso de mano de obra joven les obliga a emigrar a otros
lugares, sería la vía adecuada para frenar estas corrientes migratorias
e incluso facilitar el regreso. Pequeñas industrias que se gestionaran
localmente y cuyos beneficios revirtieran, directa o indirectamente, en
mejoras sociales para los productores. Al tiempo que evitarían ciertos
desequilibrios regionales.
Evidentemente, serían industrias no contaminantes, ni nocivas,
ni peligrosas. Y cualquiera de ellas tendría que pagar un canon al
municipio, según el volumen de su producción, por el uso de los
recursos naturales.
Habrá que esperar hasta 1978 para ver una noticia acerca de la
villa de Tauste en toda su extensión. Precisamente bajo el referente
Tauste encontramos el siguiente titular: “Mar de fondo en el Instituto”.
Igualmente, en las primeras ediciones de 1979 de “Andalán” encontramos
bajo la firma de Colectivo de Sociología, un estudio sociológico sobre Tauste,
bajo el título: “La juventud no encuentra salidas”, cuyo subtítulo rezaba de la
siguiente forma: “Con una asistencia masiva a las charlas y una participación
muy viva en los coloquios ha respondido el pueblo de Tauste durante la
Semana Cultual celebrada en los últimos días de diciembre. En la Semana
se presentaban los resultados de un ambicioso estudio sociológico sobre los

Diego 26
Iturriaga Barco
problemas y las expectativas de la juventud de Tauste comprendida entre los 16
y los 25 años. La investigación, tanto por el número de temas abordados como
por la profundización alcanzada, constituye un valioso documento sociológico,
ya que los problemas e inquietudes de los jóvenes de Tauste son representativos
de la juventud rural aragonesa”.
La siguiente noticia, referenciada por Plácido Díez, lleva por título:
“Los ultras se revuelven”, mostrando el estado a inicios de los años ochenta
de los falangistas en la villa. Las reflexiones de Díez son sugerentes y apuntan
elementos claves para entender la coyuntura político-social de este tiempo:
“Tauste puede servir como ejemplo de que la guerra civil no está
superada todavía en algunos pueblos aragoneses. El intento de los
socialistas que gobiernan el Ayuntamiento de sustituir el monolito de
“Caídos por Dios y por España” y la lápida existente en los muros de
la iglesia, por una inscripción que recordara a “Todos los muertos de
la guerra civil española, 1936-1939”, ha desencadenado una furiosa
reacción de la extrema derecha local, que está dispuesta a impedir que
el acuerdo del Ayuntamiento democrático se aplique”.
“Andalán” es un periódico con inquietudes políticas pero no deja de lado,
en especial en su última época, el plano cultural. En este sentido tenemos que
entender la siguiente referencia al teatro de Tauste, recogida en 1980: “La
Ginesta, un primer paso”.
En la misma línea que el artículo dedicado al grupo de teatro La Ginesta,
podemos englobar el publicado el 28 de agosto de 1981 en “Andalán”, firmado
por Salvador Gracia y titulado: “Tauste: un Ayuntamiento volcado en la cultura”.
En este texto no se duda en calificar a Tauste como un “remanso para el espíritu”
frente a la mayoría de los pueblos aragoneses. Se habla de actividades teatrales,
musicales, pictóricas y escultóricas en las que se involucra la mayor parte de la
ciudadanía taustana, liderada sabiamente, según Gracia, por el alcalde socialista
Carlos Alegre.
La última referencia que recogemos de Tauste en “Andalán” en este tiempo
hace referencia ala “Vieja y nueva agricultura. Bardenas, por ejemplo”, en el que
encontramos diferentes referencias a Tauste al hacer un repaso de la evolución de
la agricultura desde el siglo XVIII hasta los años ochenta del siglo XX.

27 Tauste en la Transición
(1975-1982).
Una visión desde la
prensa
e) Referencias a Tauste en el diario “El Noticiero” (desde noviembre de
1975 a junio de 1977)

Órgano de la prensa católica y de la derecha aragonesa, apareció el 1 de


junio de 1901. Su primera redacción, administración y talleres estuvieron en
San Miguel, 14 (anterior sede de “La Derecha”, imprenta de Mariano Estar)
de Zaragoza. El 30 de enero de 1923 se convierte en Sociedad Anónima, y
su redacción se trasladaría al edificio de Coso, 79 (actual Coso, 71), donde
permanecería más de cincuenta años, hasta su traslado al edificio de Avenida de
Cataluña, que será inaugurado en 1977, pocos meses antes de su desaparición
marcada por una etapa crítica, de difícil situación económica para el periódico,
cuya modernización técnica y cambio de locales no hará sino agravar el
enorme déficit acumulado, lo que llevará al cierre del veterano diario, que deja
de aparecer el 15 de junio de 1977, paradójicamente el día de las primeras
elecciones generales de la nueva democracia española.
Tauste en “El Noticiero”
La primera referencia que encontramos en el diario “El Noticiero” tras
la muerte del general Francisco Franco es la que lleva por título “Franco oró
ante la Virgen de Sancho Abarca en 1942. Chaquetas de pana de agricultores
alfombraron el suelo a su paso”, concretamente el 27 de noviembre de 1975
(página 20). Entre el texto y después de un nuevo título “Dolor por la muerte
del Caudillo” podemos leer el siguiente texto:
“Nuestra Villa, al igual que toda la nación, ha sentido
profundamente la pérdida de Franco, que ha ido consumiéndose
ardorosamente al servicio de su amada España.
Hemos visto a gentes sencillas, humildes y espontáneas,
enormemente conmovidas ante esta irreparable pérdida nacional
que no por presentida ha sido menos llorada. Es evidente que el
pueblo llano amaba entrañalmente a Franco, pues no en balde han
transcurrido tantos y tantos años bajo su jefatura que nos han traído
prosperidad y progreso para toda España.

Diego 28
Iturriaga Barco
Franco se ha consumido lentamente dándose todo a su pueblo,
fundiéndose en el ambiente todo de España, ahora quiéranlo o no, ese
espíritu y esa doctrina de Franco se ha impregnado en la propia esencia
nacional. Franco ha muerto, pero su espíritu, su obra, su imagen,
continuarán grabados indeleblemente en toda la tierra española y
hasta en la propia mentalidad de los españoles.
Esa postrera alocución de Franco ha sido verdaderamente
impresionante y ahora toca a todos los españoles seguirla en todos sus
puntos.
Aragón, Tauste, tierra de hombres fuertes, ha llorado hondamente
la muerte de su invicto Caudillo, que durante años vivió en nuestra
tierra y que ha muerto bajo el manto de nuestra Virgen.
Nuestro Rey ahora coge el timón de la Patria; que Dios le dé esa
certera mano necesaria para capear los temporales y llevarnos por la
senda del bienestar y del progreso”.
El 6 de abril de 1976 (página 18) la localidad de Tauste es reconocida
periodísticamente con la inclusión de una noticia a seis columnas o, lo que es
lo mismo, ocupando el total de la página. Actitud por parte de “El Noticiero”
que se explica con el siguiente titular: “Visita del ministro de Agricultura a la
Cooperativa San Miguel y a Tauste Ganadera. Los presidentes de las Juntas de
Colonos de Sancho Abarca y Santa Engracia, expusieron sus problemas”. Como
anecdótico podemos definir la inclusión igualmente de la dedicatoria que el
ministro Virgilio Oñate hace en el libro de honor de Tauste Ganadera y que el
periodista recoge íntegramente:
“Tauste Ganadera me ha proporcionado una experiencia
gratísima. La perfección de las instalaciones.
La profesionalidad de todo el personal. El claro planteamiento
empresarial.
Y... la belleza del ganado, deja huella imborrable en mi ánimo,
como ejemplo a proponer a todos.
Deseo sinceramente que el éxito les acompañe. Tauste, 5 de abril
de 1976”.
El 18 de abril de 1976 encontramos entre las páginas de “El Noticiero”

29 Tauste en la Transición
(1975-1982).
Una visión desde la
prensa
un cuadernillo especial “Extra Fiestas” de doce páginas y en el que se recogen
diferentes noticias entre las que podemos destacar las siguientes: “Fiesta en
honor de Nuestra Señora de Sancho Abarca”; “Entrevista con la Reina y Damas
de Honor”; “Recuerdo a Mary Carmen Pellicer”; “Ruralismo y urbanismo”;
“Ángel Galé, un gran campeón de jotas”; “El presidente de la Comisión de
Festejos, expone lo más destacado de los próximos días”; “El alcalde expone
ampliamente la problemática municipal”; “El equipo de fútbol, visto por
su presidente”; “Ricardo Alonso, un portero famoso”; “Programa de fiestas”;
“Opiniones de un conocido industrial”. Un documento realmente interesante
tanto por sus textos, pero también por sus fotografías, entrevistas y publicidad.
En este sentido, contamos con anuncios como los de “Talleres Dionisio
Brun”, “Talleres Electromecánicos R. Gajate”, “Bebidas Refrescantes El Siglo”,
“Sandersa Industrial”, “Nacional Hispánica Aseguradora”, “Supermercados
Sabeco”, “Óptica Criss”, “Bar Las Vegas”, “Decoraciones Tudela”, “Cooperativa
del Campo San Miguel”, etc. A través del análisis de estos textos publicitarios
podemos encontrar negocios que perduran, otros que han desaparecido... y
elementos curiosos como los números de teléfono de tres cifras de Tauste frente
a los de seis cifras de la capital zaragozana.
Una noticia curiosa para al menos el no taustano o el desconocedor de
los entresijos particulares de la villa, es la que se recoge el 8 de mayo de 1976
(página 18): “Se renovará el voto de ayunar hoy todos los seres vivientes de
la villa. La tradición data de hace 555 años”. Noticia que es explicada de la
siguiente forma por CHARES:
“El día 8 de mayo, fiesta de San Miguel es fiesta mayor en la villa
de Tauste. Para celebrarlo, la cooperativa del campo “San Miguel” que
fue por cierto, recientemente galardonada con título merecidísimo de
“Cooperativa Ejemplar”, por lo cual la felicitamos, conjuntamente con
la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos, ha programado
una serie de actos.
Por la mañana tendrá lugar en el atrio de la ermita de San Antón,
una misa dedicada a San Miguel, por cuya intercesión se librara a Tauste
de una devastadora plaga de langosta allá por el año 1421. Ahora, a la
friolera de 555 años después, será renovado el voto al Santo, por el cual

Diego 30
Iturriaga Barco
todos los seres vivientes de la villa, personas y animales, ayunarán todos
los 8 de mayo, hasta que la procesión, con el Santo a la cabeza, regrese
al tempo parroquial”.
Encontramos nuevas referencias a Tauste Ganadera el 26 de junio de 1976
(página 22): “Importará de Estados Unidos trescientas nuevas novillas, Tauste
Ganadera”, titular que por otra parte muestra perfectamente la evolución del
estilo periodístico en estas últimas décadas. Se da cuenta del continuo proceso
de expansión de la sociedad anónima Tauste Ganadera, mostrando por otra
parte una visión personal muy lejana de lo que debe ser la objetividad de
un periodista: “Felicitamos nuevamente al consejo rector de esta importante
sociedad ganadera aragonesa, orgullo de Aragón entero, por su brillante gestión
como así mismo por haberse suscrito recientemente al acta de acción concertada
con el Estado en la producción carne-leche. Vaya con nuestro reconocimiento
la afirmación de que esta ganadería diplomada constituye verdaderamente una
explotación modélica digna de la mejor suerte. CHARES”.
Una noticia trágica (que igualmente recogen el resto de medios) es la que
se recoge el segundo día de febrero de 1977 (página 16): “Masiva manifestación
de duelo por la muerte de dos jóvenes”, en el que se recoge el accidente
de tráfico ocurrido en las proximidades de la localidad navarra de Valtierra
y que ocasionó la muerte a los jóvenes taustanos Joaquín Gil Usán y Fermín
Hernández Barrutia: “Los dos jóvenes taustanos junto con un amigo navarro,
encontraron fulminante muerte al colisionar el coche que conducían con un
camión, a la entrada de la citada localidad navarra. La fatídica racha que sufre
Tauste de trágicas muertes, se ha visto aumentada con la de estos jóvenes llenos
de simpatía y bondad, por lo que eran muy queridos por todos los taustanos”.
Como curiosa y realmente llamativa se puede definir la siguiente noticia
recogida en el diario el 23 de febrero de 1977 (página 16): “Aclaración sobre
las profesiones extinguidas y que han cambiado de nombre”, en la que la
habitual firma de CHARES cambia por la de CARLOS CHAMORRO ARESES
(veterinario). Ante un reportaje aparecido en “El Noticiero” en el que se hablaba
de las profesiones que por aquel entonces no existían o habían cambiado de
nombre, el habitual corresponsal del periódico no duda en ejercer en esta
ocasión de veterinario con una prolija explicación y exposición de datos.

31 Tauste en la Transición
(1975-1982).
Una visión desde la
prensa
El 6 de abril de 1977 (página 16), encontramos una noticia que une el
plano religioso con el plano artístico: “Hoy, reinauguración del órgano de la
iglesia parroquial”, en cuyo cuerpo podemos leer:
“El órgano de la parroquia de Santa María de Tauste, remozado,
lleno de nuevos matices musicales, vuelve a expandir sus notas después
de muchos años de inactividad. Nos congratula sobremanera que en
nuestra parroquia vuelva a sonar el viejo órgano, ahora plenamente
restaurado. Nuestra felicitación a todos cuantos han hecho posible esta
mejora y al organista restaurador don Luis Galindo, cuyo concierto de
esta noche se verá sin duda alguna muy concurrido”.
El 13 de abril de 1977 (página 16) de nuevo encontramos una información
acompañada por material gráfico de la protagonista de la noticia: “Isabel
Puerta: Una taustana conductora de maquinaria agrícola y de vehículos
pesados”. En el texto se incluye una entrevista que firma Carlos Pascual y de la
que entresacaremos las últimas preguntas que reflejan muy bien la dimensión
social y privada de este tiempo:
“- ¿Qué mujer has admirado siempre?
- Antes a Agustina de Aragón, y ahora a Lola Flores. A la primera
por su valor y a la segunda por su arte.
- Una última pregunta, Isabel: ¿Hasta cuándo seguirás llevando
maquinaria agrícola y vehículos pesados?
- Hasta que me case, que creo será dentro de un año”.
La última noticia que sobre Tauste recoge “El Noticiero” nos lleva hasta el
4 de mayo de 1977 (página 13): “Progreso creciente en la industria láctea de
la localidad”, donde en él se recoge que “Tauste Ganadera, S.A. celebró en los
salones de la Casa Consistorial de la villa sus juntas Ordinaria y Extraordinaria.
Asistieron muchos de sus socios accionistas y presidió junto con el Consejo de
Administración de la Sociedad, su presidente don José Cruañes Oliver. Por el
presidente se dio cuenta de la marcha de la sociedad y leyó la memoria del
pasado año 1976. Por la Junta se acordó la ampliación del capital social a
cien millones de pesetas y se aprobó la memoria felicitando al Consejo por
su brillante gestión”. Estas serían las últimas palabras de “El Noticiero” sobre
Tauste.

Diego 32
Iturriaga Barco
Bibliografía
Libros y artículos de revistas:
Blasco, J., Historia de la Prensa zaragozana, Zaragoza, 1947.
Fernández, E. y Forcadell, C., Historia de la prensa aragonesa,
Zaragoza, 1979.
Domínguez Lasierra, J.: “Heraldo de Aragón. Desde 1939 hasta la
actualidad”, en Historia del Periodismo en Aragón, Zaragoza, 1990.
Domínguez Lasierra, J. et al., Imágenes de un siglo. Heraldo de Aragón
1895-1995; catálogo de la exposición conmemorativa del centenario del periódico,
Zaragoza, 1995.
Dueñas, J. A. y Serrano, A. (coord.), Historia del periodismo en Aragón,
Diputaciones de Zaragoza, Huesca y Teruel y Asociación de la prensa de
Zaragoza, Zaragoza, 1990.
Forcadell, C., et. al., Andalán 1972-1987: los espejos de la memoria,
Zaragoza, Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja,
1997.
Mainer Baqué, J. C., “Olvidar Andalán”, en Trébede. Mensual aragonés de
análisis, opinión y cultura, nº 67, 2002, pp. 22-25.

Prensa periódica:
“Amanecer”
“Andalán”
“El Noticiero”
“El País”
“Heraldo de Aragón”

Recursos electrónicos:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/ARAGoN/Desaparece/
periodico/aragones/And alan/elpepisoc/19870211elpepisoc_8/Tes/
http://www.enciclopedia-aragonesa.com/

33 Tauste en la Transición
(1975-1982).
Una visión desde la
prensa
Diego 34
Iturriaga Barco
Una puerta
al renacimiento en Aragón.
El retablo mayor de Tauste

Luisa Miñana Rodrigo


Licenciada en Filosofía y Letras
Fernando Sarría Abadía
Licenciado en Filosofía y Letras
El retablo mayor de la Iglesia Parroquial de Tauste fue objeto de la Tesis de
Licenciatura realizada por Fernando Sarría Abadía, y leída en la Facultad de
Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza en 1985.
1. Introducción
La concepción y realización del retablo mayor de la iglesia parroquial
de Santa María de Tauste se inscribe dentro de una época especialmente
renovadora y fructífera en la historia social y artística de Aragón. El siglo XVI,
fundamentalmente en su primera mitad, fue tiempo de relevancia política, de
bonanza económica y prosperidad (sobre todo en la ciudad de Zaragoza, que en
buena medida tira del Reino) y también de inquietud intelectual y renovación
constructiva y artística. Muchos ciudadanos, más o menos acaudalados, y muchos
artesanos/artistas contribuyeron a llenar de casas nuevas las calles de la capital,
a remozar las iglesias y a amueblarlas de capillas al estilo antiguo, retablos de
pintura y escultura. Los nobles, los burgueses mercaderes que querían ser
nobles, y los propios autores de los encargos artísticos competían en la ciudad
por hacer la obra más hermosa y suntuosa. Este afán se traslada igualmente a
otros territorios del reino, configurándose el siglo XVI como el de la difusión
de la estética renacentista en Aragón y el de la ejecución de un elevadísimo
número de trabajos.
Entre estos trabajos, debemos situar el retablo mayor de la iglesia parroquial
de Santa María de Tauste, al que hay que considerar sin ninguna duda como
uno de los más importantes y paradigmáticos por diversas razones:
- Por ser un ejemplo imprescindible e impresionante (tanto por su
calidad, aportación estilística y estética, como por su envergadura) del
muy particular género del retablo eclesial, a mitad de camino entre
la arquitectura y la escultura, sin desdeñar en su ejecución además la
importancia de la pintura decorativa y el dominio de los parámetros
dramáticos de la representación artística. Esta importancia del retablo
taustano no debemos pensarla circunscrita al ámbito aragonés; sino que,
si la historiografía nacional hubiera sido en general más justa y ajustada
con la totalidad de las manifestaciones artísticas del territorio español,
menos centrípeta, debería figurar igualmente entre las obras nacionales
más decisivas de su género y época.
- Por ser un episodio esencial en la introducción y difusión de los
modelos plásticos renacentistas en Aragón, tanto en arquitectura, como
en escultura. Otros retablos especialmente significativos en Aragón y
cercanos al de Tauste cronológicamente, como el del Pilar o San Miguel

37 Una puerta al
renacimiento en
Aragón.
El retablo mayor de
Tauste
de los Navarros -ambos en Zaragoza- destacan por su calidad general y
por la importancia de sus trabajos escultóricos, en ambos casos debidos a
Damián Forment y su importante taller. Pero aun con ello, no presentan
una concepción íntegramente debida a la estética antigua resucitada por
el Renacimiento italiano; lo cual sí ocurre en el retablo mayor de Santa
María de Tauste.
- Por ser un nudo crucial -como se verá a lo largo de este artículo- para
el conocimiento de las formas de trabajo de los talleres escultóricos
aragoneses de la época, tanto en su organización profesional interna,
como en las diferentes fórmulas de colaboración que entre los diversos
talleres se producían. Una y otra cuestión son básicas para entender y
explicar las creaciones artísticas del momento.
- Y también, por ser para el investigador un laboratorio esencial a la hora
de caracterizar y definir algunas de las más relevantes personalidades
artísticas (Gil Morlanes hijo, Gabriel Joli, Juan de Salas, Juan de Moreto).
Ello es posible debido a su coetánea ejecución respecto al retablo de
Santiago en La Seo zaragozana y las obras de la Capilla de San Miguel de
Jaca, ya que en todos ellos aparecen prácticamente los mismos talleres
escultóricos, como contaremos.

2. Datos documentales
El 22 de noviembre de 1520 los Justicias Jurados, Concejo y Universidad
de la villa de Tauste encargan a los imagineros Gil de Morlanes -hijo- y Gabriel
Joli, mediante capitulación notarial certificada por García Sallent, la realización
del retablo mayor de la iglesia de Santa María de Tauste. Según consta en el
documento de finiquito, corroborado el 7 de junio de 1524, el importe de los
trabajos que se acordó fue de 17.600 sueldos jaqueses1.
Gil de Morlanes y el francés Gabriel Joli habían establecido el 9 de febrero de
1520 un contrato de sociedad, por cuatro años, según el cual se comprometían a
trabajar a medias todas las obras de imaginería, mazonería o cualquier otra obra
en piedra, alabastro o madera que a cualquiera de los dos les ofrecieran el reino
1 A.H.P.Z. Luis Navarro, 1524, ff. 100-100v. Publicado en ABIZANDA Y BROTO, M (1917). Documentos inéditos
para la historía artística y literaria de Aragón. Volúmen II. La Editorial. Zaragoza. p. 117

Luisa 38
Miñana Rodrigo
Fernando
Sarría Abadía
de Aragón2. En principio era una alianza perfecta entre un taller poderoso y de
sólida economía, como el de Gil de Morlanes, pero falto de un imaginero de
calidad, y otro, el de Joli, magnífico escultor, todavía de pequeñas dimensiones y
posiblemente de reciente constitución, tras el muy probable paso del imaginero
francés por el taller de Damián Forment3. De hecho, en menos de un año la
compañía había conseguido dos importantísimos trabajos: este de Tauste, y el
retablo de la capilla de Santiago en La Seo de Zaragoza, propiedad de María de
Alagón, capitulado el 7 de mayo de 15204.
El concejo de Tauste debió imponer la autoría de Gabriel Joli para toda la
imaginería del retablo, quedándose encargado Morlanes de su mazonería. Sin
embargo aparecieron problemas entre ambos artistas que dificultaron el proceso
de ejecución del retablo mayor de Tauste. Estas desavenencias, cuya naturaleza
desconocemos, desembocaron finalmente en la cancelación del contrato de
sociedad el 26 de abril de 1521, según figura a pie de página del mismo texto
contractual. La ruptura en principio no afectaba a las obras contratadas antes
de la misma, aunque Joli se negó a ejecutar la totalidad de las imágenes del
retablo mayor de Tauste. Por ello, Morlanes buscó a otro escultor, Juan de Salas,
con quien el 25 de abril ya había firmado una capitulación y concordia de la que
fueron testigos los imagineros Juan de Moreto y Martín de Jaurégui5.
Morlanes indica que intentará convencer a “los de Tauste” para que
acepten que Salas se encargue de la mitad de las imágenes. Salas, por su parte, se
compromete a hacerlas tan buenas como la mitad restante, que sería ejecutada
por Joli. El pago a su trabajo serán 120 ducados de oro, quedando en manos de
Moreto y el pintor Antón de Aniano otros cinco ducados, por si los mereciese al
acabar la obra. Salas dispondría del taller de Morlanes y sus instalaciones para
trabajar. También se incluye, entre otras cláusulas, que Morlanes podría hacer
algunas imágenes, si quisiese, y que en ese caso se le descontaría su precio a
Salas.
Finalmente, pues, el retablo mayor de Tauste se llevó a cabo concluyéndose
como muy tarde en 1524, ya que existe, como indicamos, el finiquito firmado el

2 A.H.P.Z. Juan de Aguas, 1520, ff. 44-46. Publicado en ABIZANDA Y BROTO, M (1917), p. 111.
3 SERRANO GRACIA, Raquel (1993). “Gabriel Joly”, en La Escultura del Renacimiento en aragón. Museo e
Instituto de Humanidades Camón Aznar. Ibercaja. Zaragoza. pp. 206-215
4 A.H.P.Z. Ximeno Gil, 1520, f. 69. Publicado en ABIZANDA Y BROTO, M (1915). Volumen I, pp. 119-120.
5 A.H.P.Z. Domingo Monzón, 1521, ff. 108-109 v. Publicado en ABIZANDA Y BROTO, M (1917), pP. 115-
117.

39 Una puerta al
renacimiento en
Aragón.
El retablo mayor de
Tauste
7 de junio de ese año entre las partes implicadas y por un total de 970 sueldos,
en cumplimiento de los 17.600 que en total costó la obra.
Solamente conocemos tres pagos intermedios realizados a los artistas por parte
del concejo de Tauste: uno de 2.000 sueldos (19 de mayo de 1521), otro de 190
libras (1 de agosto de 1521), y un tercero de 2.000 sueldos (1 de octubre de 1521)6.
Pocas veces nos encontramos con obras sobre las que se conserven tantas
pruebas documentales como ésta del retablo mayor de Tauste, y con tal cantidad
de indicios para la investigación contenidos en los textos. Estos y el análisis
estilístico del retablo nos han hecho establecer la distribución de autorías
que más adelante detallamos, y que en resumen atribuiría a Gil Morlanes la
mazonería del retablo y algún grupo escultórico, y a Gabriel Joli y Juan de Salas
la imaginería en su práctica totalidad7.
El 9 de agosto de 1525 Juan de Moreto otorga a Morlanes un albarán por
valor de 1.000 sueldos que había recibido de éste “por vistiar” y “para acabar”
el retablo de Tauste8. La redacción de este documento es muy confusa, pero lo
más lógico es deducir que Moreto había desempeñado la labor de arbitraje del
retablo por parte de Morlanes, y que en todo caso tuvo que llevar a cabo algún
pequeño trabajo final que exigieran los encargantes para dar por concluida
definitivamente la relación contractual.
No tardó mucho el retablo en sufrir algún percance, ya que en la visita
pastoral realizada por el visitador general don Mateo Caballero, durante el
arzobispado de don Fadrique de Portugal (1532-1539), se ordena reparar la
imagen de Nuestra Señora y del Jesús9.
Sabemos también que el retablo tuvo puertas, que se mandaban pintar
en la visita pastoral girada por don Hernando de Aragón en septiembre de
1543, y de nuevo en 1544. El arzobispo, como es notorio, destacado mecenas
del renacimiento aragonés, apreció la calidad de la obra del retablo mayor de
Tauste e instó a su buena conservación10.
6 A.H.P.Z. Pedro Garín, 1521, ff. 97, 129 y 160v.
7 Las biografías artisticas de los autores del retablo mayor de Tauste pueden encontrarse en: SERRANO GRACIA,
Raquel (1993), MIÑANA RODRIGO, M.L. (1993). “Juan de Moreto” y HERNANSANZ MERLO, A. (1993) “Gil
Morlanes, el joven” en La Escultura del Renacimiento en aragón. Museo e Instituto de Humanidades Camón
Aznar. Ibercaja. Zaragoza. pp. 237-249 y 252-255.
8 A.H.P.Z. Juan Arruego, 1525, ff. 415-416.
9 Archivo Parroquial de Tauste. Quinqui Libri. Tomo I, ff. 131-132.
10 Archivo Parroquial de Tauste. Quinqui Libri, 1542. Tomo II, f. 156v. 1544. Tomo II, f. 126v.

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Fernando
Sarría Abadía
Por último, hay que citar las reparaciones, limpiezas y barnizados
realizados en el retablo por la empresa “Arte Sacro Navarro” en 1966 y 1967,
y que han contribuido al aspecto actual del mismo. Entre lo llevado a cabo
destaca la colocación, en el lugar que antes ocupaba el sagrario barroco, del
grupo de la Resurrección, y de los profetas exentos Isaías y Daniel, sobre sus
correspondientes dobles columnas. Igualmente realizaron la nueva hornacina y
el panel decorado sobre ella.

3. Análisis tipológico y estilístico


El retablo mayor de Tauste se talló en madera de pino, dorada y
policromada. Estructuralmente, responde al tipo de “retablo de entrecalles”,
ampliamente utilizado en Aragón durante la primera mitad de siglo XVI (figura
1). Se trata de una fórmula que permite conservar la antigua costumbre de
introducir ciclos iconográficos paralelos al discurso principal respetando el
sentido de la ordenación arquitectónica renacentista. Para ello se diseñan
en el cuerpo del retablo las llamadas entrecalles (en puridad alineaciones de
casas más estrechas), que flanqueando las calles principales permiten situar
series de apóstoles y santos sin crear confusión en el argumento doctrinal del
retablo, ya que se establece una jerarquía espacial entre las casas principales y
las secundarias11.
Con arreglo a este concepto general, el retablo mayor de Tauste se construyó
con los siguientes elementos:
El sotabanco, limitado a los extremos laterales del retablo, está constituido
por paneles decorados, enmarcados por pilastras de profusa decoración. Se
eleva sobre un zócalo y lo cierra una cornisa.
El banco se articula en siete hornacinas, separadas por columnas pareadas
(que son una innovación en el momento de construcción del retablo), sobre las
que se disponen figuras exentas. El banco apoya sobre zócalo corrido y se corona
en entablamento. Tras las columnas se disponen las características contrapilastras
decoradas, y sobre las hornacinas paneles de bella ornamentación.
El cuerpo principal está integrado por dos pisos y tres calles, la central
más ancha, separadas por cuatro entrecalles, flanquedas por columnas y sus
11 SERRANO GRACIA, R. y alt (1992). El retablo aragonés del siglo XVI. Diputación General de Aragón. Zaragoza.
pp. 70-74.

41 Una puerta al
renacimiento en
Aragón.
El retablo mayor de
Tauste
correspondientes retropilastras. Todas las casas son hornacinas, con excepción
de tres de las cuatro caras de que dispone el cubo giratorio que se encuentra
en la calle central del segundo piso. Se trata de un sorprendente recurso
(que aparece también en el retablo de la Cartuja de Burgos), que al girar
va mostrando cuatro escenas diferentes, lo cual permite disponer de la más
adecuada a la época litúrgica. En una de sus caras se dispuso el expositor, que
por su tamaño parece emular los de La Seo y El Pilar. Es circular y está ornado
por una corona de cabezas de ángeles. Como el cubo giratorio tiene acceso
desde una pequeña estancia situada detrás del retablo, el Santísimo podía
quedar teatralmente iluminado desde allí mediante lámaparas, convirtiendo al
retablo en una enorme custodia-expositor.
Un zócalo corrido sostiene el primer piso que a su vez se cierra en un
entablamento (fotografia 1). El segundo piso no dispone de zócalo, aunque sí
de entablemento final.
El ático está integrado por una casa rectangular, delimitada por entrecalles.
Descansa sobre zócalo y soporta un entablamento rematado en frontón curvo.
El retablo dispone de polseras a lo largo del cuerpo principal, apoyadas
sobre figuras tenentes. Fueron profusamente decoradas.
La decoración es en el retablo mayor de Tauste un elemento de
importancia principal por dos razones: una, su riqueza y calidad, que contribuye
indudablemente en buena parte a la excelencia del conjunto de la obra; otra,
que este conjunto decorativo constituye sin duda uno de los hitos fundamentales
para la consolidación de las formas ornamentales renacentistas en Aragón, que
parece llevarse a cabo entre 1519 y 152112. El camino trazado en este sentido
por los talleres de Foment y de los Morlanes desemboca ahora en la producción
de un conjunto de retablos, donde a excepción del mayor de San Miguel de
los Navarros (Zaragoza), obra de Formente, juegan un papel decisivo Gil de
Morlanes, hijo, y el florentino recién llegado Juan de Moreto.
El contacto entre ambos escultores fue decisivo para la implantación
definitiva del grutesco en los retablos aragoneses, momento que se concretaría
en la plasmación de un repertorio de raigambre toscano-lombarda, según
modelos de finales del quattrocento e inicios del cinquecento en este retablo
de Tauste y en la capilla Lasala de Jaca (encargada a Juan de Moreto, que contó

12 SERRANO GRACIA, R. y alt (1992). pp. 104-136.

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Sarría Abadía
con la colaboración de Gil Morlanes y Juan de Salas para llevarla a cabo). El
vocabulario ornamental desplegado en ambas obras ofrece claras semejanzas
y paralelismos entre sí, tanto tipológicos como de composición morfológica.
Vamos a centrarnos, no obstante en el repertorio taustano.
El lenguaje desplegado en el retablo de Tauste incide en los elementos de
hibridación zoo-vegetal, cobrando relevante importancia los motivos fantásticos
(dragones, grifos, etc), a los que se añaden máscaras, antorchas, candelabros,
jarrones, trofeos, formas vegetales, etc., y todo dentro del vocabulario del
grutesco.
Las referencias de origen italiano para todos estos motivos se localizan en
obras como el Palacio Ducal de Urbino, la Certosa de Pavía o Santa María de
los Milagros de Venecia, que a su vez son sucesos esenciales en la difusión del
grutesco en Italia. En Urbino, encontramos las típicas sucesiones de acantos
y capullos con roleos de semejante tipología a los que se suceden en Tauste.
El águila y el grifo, que forman parte de algunas de las composiciones más
destacadas del retablo (figuras 2 y 3) aparecen también en Urbino, desde
donde llegarán a Venecia de la mano de los artistas lombardos que trabajaron
en el Palacio de Urbino.
Precisamente, lombardos como Francesco di Simone y Domenico Roselli,
alumnos de Pietro Lombardo, fueron los autores de las ornamentaciones de
la Sala de la Audiencia del Palacio Ducal, donde se desarrolla un repertorio
icónico de resabios todavía arqueológicos, que reúne candelabros, aves,
máscaras, delfines, cuernos de la abundancia, etc. Todos ellos, con diferentes
diseños, modificados según las fuentes de transmisión, llegan a Tauste (figura
4). De hecho, la composición ornamental del sotabanco del retablo mayor
de Tauste presenta una organización de los motivos ornamentales (máscara,
dragones, aves, candelabro, cartela y roleos) totalmente similar a la dispuesta en
alguno de los paneles decorativos de Santa María dei Miracoeli, realizados por
el taller de Pietro Lombardo.
Un elemento típico de la escultura decorativa lombarda son los medallones
con busto, formados por una corona de frutos, flores y hojas, de formulación
eminentemente ornamental, tal y como fueron trabajados en el retablo mayor
de Tauste.

43 Una puerta al
renacimiento en
Aragón.
El retablo mayor de
Tauste
Un eco diferente, proveniente de los artistas que trabajan en Roma,
influidos por el descubrimiento de la Domus Aurea a finales del siglo XV, se
percibe en las espléndidas y sencillas composiciones de candelieri que cubren
las contrapilastras del retablo mayor de Tauste. Las similitudes se aprecian
especialmente con respecto al repertorio desarrollado por Pinturicchio.
Todas las referencias apuntadas, que no son exclusivas por otra parte, nos
sirven para ejemplificar el contexto y momento italianos donde pueden rastrearse
los más directos ascendentes de los modelos ornamentales de Tauste, y que
globalmente han de concretarse por un lado en tipologías toscanolombardas
anteriores al descubrimiento de la Domus Aurea, y por otro, conocidos ya los
grutescos de ésta, a sus interpretaciones más fieles y arqueológicas. Este último
término parece venir refrendado por la concomitancia existente entre los
elementos decorativos del retablo mayor de Tauste con algunas composiciones
y motivos recogidos en colecciones de dibujos que reproducen grutescos de la
Domus Aurea o recrean nuevos modelos a partir de aquellos.
Existen notables analogías, por ejemplo, entre los trofeos incluidos en el
Codex Escurialensis y los que hallamos en el retablo mayor de Tauste. Igualmente,
el Codex Barberini conserva un dragón dibujado por Giulano da Sangallo,
interpretado de un motivo de la Domus Aurea, y que aparece acompañado de
jarrón y acanto según un morfema usado repetidamente en Tauste.
Si los cuadernos de dibujos, desde los más conocidos y divulgados italianos,
hasta los más humildes y anónimos que tuvieron que existir en cada taller
artístico, incluidos por supuesto los aragoneses, desempeñaron un destacadísimo
lugar en la transmisión de modelos ornamentales, tampoco hay que olvidar la
contribución de las ilustraciones de libros. La comunidad de vocabulario entre la
ornamentación impresa y el relieve decorativo es total. Podemos recurrir a algún
ejemplo concreto. La Biblioteca Mediceo Laurenziana de Florencia guarda
la Biblia de Matías Corvino, que muestra orlas de candelieri con los mismos
elementos y tipologías de Tauste13. Candelieri de iguales características, así como
trofeos de semejante definición a los existentes en Tauste, se encuentran también
en el manuscrito del tratado De Spiritu Santo, de Dídimo, cuyas ilustraciones
realizadas en Florencia se deben a Gherardo y Monte del Fora14.

13 Puede verse la ilustración referida en La scultura decorativa del primo rinasciemento (Actas del I Convegno
Internazionale di studi. Pavia, septiembre 1980). Ed. Viella. Roma. 1983. Tabla XX, fig. 5.
14 CHASTEL, A (1982). Arte y humanismo en Florencia en la época de Lorenzo el Magnífico. Ed. Cátedra.
Madrid.

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De Venecia procede una Historia de la Humanidad, de Filippo da Bergamo,
impresa en 1513, cuyas páginas se ornamentan, entre otros morfemas, con
candelieri confeccionados a base de acantos, máscaras, delfines, águilas, trofeos,
etc, que tiene claras analogías con los utilizados por Morlanes y también por
Moreto15.
En cuanto a las imprentas peninsulares, nos interesa sobre todo el área de
la Corona de Aragón, puesto que, como sabemos, uno de los caminos naturales
de introducción del renacimiento en Aragón fue el Levante. El parentesco de
los repertorios ornamentales de Tauste con libros impresos en la zona oriental
de la península demuestra cuando menos una comunidad cultural en la Corona
de Aragón durante el primer tercio del siglo XVI. A modo de ejemplo, podemos
considerar una compilación de los privilegios de las órdenes menores, impresa
en Barcelona en 1523, y en la que se observa una orla con dragones adosados
del tipo existente en el retablo mayor de Tauste16. El mismo acerbo decorativo
se patentiza en los libros nacidos en Zaragoza. De la famosa imprenta de Jorge
Cocci salió el “Missale cesaraugustano” que presenta en su portada parejas de
dragones en su orla superior y delfines en la inferior17.
Hemos aludido a la raíz toscano-lombarda del vocabulario decorativo del
retablo mayor de Tauste. Igualmente puede decirse del tratamiento estilístico de
dichos motivos ornamentales integrados en las estructuras arquitectónicas. Hay
una tendencia clara a la hiper-ornamentación, aprovechándose prácticamente
todas las superficies libres (frisos, paneles sobre hornacinas, frentes de pilastras
y basamentos, columnas). No obstante, nunca la ornamentación llega a
enmascarar las líneas constructivas, ni la potencia estructural de los elementos
arquitectónicos. Además la estricta obediencia a la simetría a que se someten
todas las composiciones confiere claridad a las mismas, a pesar de su reiteración.
En lo que se refiere al trabajo de talla, Morlanes evidencia en Tauste una
cierta evolución respecto a su obra inmediatamente anterior, el retablo de
Santiago en La Seo de Zaragoza. Se ha acentuado ahora el sentido del volumen,
persiguiéndose una talla más redondeada, aunque subsiste la tendencia a trabajar
uniformemente las superficies y el tratamiento algo aristado de los contornos.

15 Existe un ejemplar de esta obra en la Biblioteca Universitaria de Zaragoza.


16 Ver también un ejemplar de dicha obra en a Biblioteca Universitaria de Zaragoza.
17 VINDEL, P. (1930-34). Manual del bibliófilo hispano-americano (1475-1850). 12 volúmenes. Madrid.

45 Una puerta al
renacimiento en
Aragón.
El retablo mayor de
Tauste
El discurso iconográfico del retablo mayor de Tauste responde a una
formulación mixta de loa mariana, en el que se mezclan episodios del ciclo
de la Vida de la Virgen y de la Vida y Pasión de Cristo. Ambos ciclos son, tanto
por separado, como de esta forma conjunta, los más representados en los
retablos aragoneses del siglo XVI18. En Tauste nos encontramos con la siguiente
ordenación iconográfica:
- En el banco del retablo: como temas marianos, la Anunciación,
Pentecostés y la Dormición de la Virgen; entre los temas cristíferos, la
Adoración de los Pastores, Adoración de los Reyes, Resurrección (de
reciente incorporación, como dijimos) y Ascensión.
- En el primer piso: Virgen entronizada, con el Niño Jesús y San Juanito,
en Santa Conversación con dos santos que la flanquean y ocupan las
calles laterales, Santo Domingo y San Dionisio.
- En el segundo piso del retablo: temas hagiográficos relativos a la Muerte
de Santo Domingo y al Martirio de San Dionisio; el Nacimiento de la
Virgen (tema mariano) y la Circuncisión y la Presentación en el Templo
(temas cristíferos).
- El ático acoge el tradicional Calvario.
Este discurso doctrinal se completa con un apostolado dispuesto en las
entrecalles. En el banco se han incorporado figuritas exentas de santos diversos
sobre columnas pareadas.
Las fuentes iconográficas de las escenas pueden rastrearse en la tradición
norteuropea e italiana de los siglos XV y XVI, y sobre todo parecen encontrarse
en los grabados de Martín Schongauer, Alberto Durero y Marcantonio Raimondi,
aunque no se pueden descuidar otras obras y autores19.
En cuanto a la atribución de autorías sobre la imaginería del retablo,
se realizó en su día una primera aproximación que todavía mantenemos en
líneas generales, a pesar de lo complicado que resulta realizar este tipo de
distribuciones mediante los meros análisis estilísticos. Guardando por lo tanto
las debidas precauciones, cabe entender como realizadas por Gabriel Joli las
siguientes imágenes: Anunciación, Adoración de los Pastores (fotografía 2),
18 SERRANO GRACIA, Raquel (1993). “Tipología e iconogrfía de los retablos”, en La Escultura del Renacimiento
en aragón. Museo e Instituto de Humanidades Camón Aznar. Ibercaja. Zaragoza. pp. 65-80.
19 Puede encontrarse un análisis pormenorizado de estos aspectos en la Tesis de Licenciatura sobre el retablo
mayor de Tauste, realizada por Fernando Sarría.

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Sarría Abadía
Adoración de los Reyes (banco), Santiago Apostol, Santo Domingo, San Pedro,
San Dionisio (primer piso del cuerpo), Muerte de Santo Domingo, San Juan
Evangelista y los dos apóstoles de las entrecalles de la derecha del retablo
(segundo piso del cuerpo), y por último el Calvario.
Juan de Salas por su parte habría tallado las escenas de La Ascensión,
Pentecostés, Dormición de la Virgen y las figuritas exentas que se hallan en el
banco, las imágenes de San Pablo y San Matías en el primer piso, y en el segundo
piso la figura del apostol situado en la entrecalle extrema de la izquierda;
igualmente los dos apóstoles que flanquean el Calvario parecen de Salas.
El taller de Morlanes llevaría a cabo las figuras y escenas que se encuentran
en las cuatro caras del cubo giratorio del segundo piso y la figura del Dios Padre
situado sobre el cubo, además de la escena del Martirio de San Dionisio en el
primer piso.
El Gabriel Joli del retablo mayor de Tauste es el relacionado estilística y
documentalmente con escultores franceses llegados a la Península, como
Bigarny, Chanterenne, Joao de Ruao y Felipe Hudart20. En estos momentos Joli
trabaja apoyándose en una gran riqueza gestual, mediante la adecuación del
movimiento y el contraposto, donde se aúnan la quietud idealizada y el reposo
con la vitalidad realista y la emoción. El diálogo que se establece entre las
figuras genera un cierto dinamismo en las escenas. El concepto del movimiento
es en Tauste en general más narrativo y descriptivo que interiorizado. En una
etapa posterior Joli evolucionará desde estos planteamientos a una personal
interpretación del manierismo florentino, obviando los detalles y buscando a
través del dinamismo interior de las figuras la expresión de una emotividad
plástica muy acorde con el sentimiento religioso. En Tauste, destaca la calidad
de algunas de las imágenes talladas por Joli, en especial las de Santiago el Mayor
y San Pedro.
Por su parte, Juan de Salas, que posteriormente viajaría a Mallorca para
trabajar en la catedral de Palma, está en estos momentos en pleno desarrollo
y maduración de su estilo, admitiendo y recogiendo influencias con las que
más tarde elaborará una plástica que da fruto más por el esfuerzo del trabajo
artesano, que por el genio artístico. En la obra realizada para Tauste busca en
cierta forma emular a Joli: dota a sus figuras de mayor volumen mediante el

20 SERRANO GRACIA, S. et alt (1989). “Gabriel Joly y la corriente escultorica francesa”. V Coloquio de Arte
Aragonés. Diputación General de Aragón. Zaragoza.

47 Una puerta al
renacimiento en
Aragón.
El retablo mayor de
Tauste
planteamiento algo acartonado de los plegados, e igualmente imita el trabajo
de los rostros de las figuras del francés, sin conseguir ni la fuerza ni la gracia de
las de éste. Utiliza en general Salas un canon corto y volúmenes anchos, lo que
produce sensación de ligera desproporción, mientras que para los rostros se
apoya en expresiones y rasgos tópicos, sin individualización.
Respecto a Gil Morlanes, el retablo de Tauste ha dado a entender desde
el principio lo que posteriores investigaciones fueron corroborando: la escasa
calidad del artista y de su taller en cuanto a las labores de imaginería. De ahí su
necesidad de formar compañías con imagineros, para poder contratar retablos
de escultura. Si en Tauste tuvo al final que hacerse cargo de alguna escena
seguramente no fue por su voluntad, sino por que Salas se tuvo que ocupar de
una buena parte del retablo de la capilla de San Miguel de Jaca y podría estar
sobrecargado de trabajo. De todas formas, eligió aquellas escenas que sin duda
pasarían más despercibidas a la visión del espectador.
El interés que por sí mismo y en el contexto evolutivo de la escultura
aragonesa renacentista tiene el retablo mayor de Tauste se completa sin duda
con la importancia de su policromía, que se conserva prácticamente en su
integridad, aunque se han efectuado repintados, en especial en el banco y
sotabanco.
El dorado y pintado de los retablos en el siglo XVI constituía una fase más
del proceso de construcción de la obra. Ello se debe a que, además de ser una
eficaz forma de decoración, tenía en los retablos de madera la utilidad práctica
de protegerlos de agentes nocivos como la carcoma, termitas y polillas, aunque
resultara por otra parte un procedimiento caro y costoso de ejecutar21.
La policromía del retablo de Tauste se encuadra dentro de las tendencias
generales imperantes en la primera mitad de siglo, durante la cual se prefirió
ante todo la suntuosidad de la obra, por lo que se destacaba el oro por encima de
otro tipo de labores decorativas. En este sentido el retablo presenta superficies
doradas, sin ninguna labor decorativa, junto a otras en las que se ha practicado
la técnica del estofado grabado o esgrafiado, a base de motivos vegetales o
geométricos. Otra técnica muy aplicada en Tauste es la del estofado uniforme
de pintura en los campos de decoración, a base de azul y rojo, y algo de blanco.

21 SERRANO GRACIA, R. y alt (1992). pp. 225-243.

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4. Análisis iconológico
El retablo es una contribución española a la historia del arte y una de
las creaciones estéticas más sugestivas, útiles y dúctiles con que ha contado la
Iglesia Católica para enseñar y persuadir22. Es un instrumento pedagógico de
la liturgia católica, y como tal tiene la misión de narrar a través de imágenes y
escenas los principales episodios del cristianismo. Esta idea básica para todos
los retablos se hace primordial en los retablos mayores de las iglesias, que
debían aleccionar en las verdades de la fe y en los misterios de la salvación a
una población, en su mayoría iletrada, a la que se debía ilustrar y emocionar a
un tiempo.
En el retablo mayor de Tauste, la mezcla de temas marianos y cristíferos se
realizan mediante la recurrencia al ciclo de los Gozos de la Virgen. La Virgen
es la advocación titular del retablo, y se han buscado los sucesos decisivos
dentro de la liturgia y la tradición cristiana que relacionan las figuras de Cristo
y su madre.
A ello hay que añadir el apostolado y las figuras de los santos Dionisio
y Domingo, que aparecen junto a la Virgen, en una Santa Conversación,
introduciendo los temas hagiográficos en el retablo.
Un lectura iconológica elemental indica como en el banco se establece ya
la especial relación entre la Virgen y su Hijo. En el primer piso, se plantea la
Santa Conversación, en el centro de la cual la Virgen entronizada y rodeada
de ángeles músicos, sostiene en sus brazos al Salvador. La identificación del
Niño como Salvador queda apoyada por la presencia a su lado de San Juanito,
el precursor. Este sostiene en su mano un pajarillo, que refleja el alma del
pecador, refugiado en Jesús y María para escapar de los pecados.
Por otra parte, la presencia de María subraya el nacimiento humano de
Cristo, siendo un grupo pregnante, que engloba los misterios de la Anunciación
y Maternidad de María.
Los santos sirven aquí como introductores entre los fieles y la Virgen.
Santo Domingo colocó su orden bajo el patronato y patrocinio de la Virgen, e
introdujo el Santo Rosario como oración especialmente dedicada a María. San
Dionisio está presente en la Dormición de la Virgen y por ella guardó durante
toda su vida una gran devoción.
22 PALOMERO, JM (1983). El retablo sevillano del renacimiento. Diputación Provincial de Sevilla. Sevilla.

49 Una puerta al
renacimiento en
Aragón.
El retablo mayor de
Tauste
Nos encontramos, de esta manera, con un camino que conduce al fiel
hacia lo alto. En él, la Virgen (símbolo de la Iglesia), Santo Domingo y San
Dionisio (predicador y fundador de una orden religiosa el primero, obispo
y filósofo, relacionado con la conversión, el segundo), y lo santos apóstoles
(pilares fundamentales del crecimiento y desarrollo del cristianismo, es decir,
de la Iglesia), sirven de conductores hacia el tema de la muerte en la cruz,
situado en el ápice del retablo. La Pasión de Cristo es el principio fundamental
de la salvación para los cristianos.
En este mismo contexto hay que citar la importancia del óculo-expositor,
que al guardar la sagrada forma, convierte el retablo en un símbolo eucarístico.
Sobre el óculo aparece la representación de Dios Padre, y recordemos que
la eucaristía recuerda y renueva el sacrificio de Cristo. En este sentido hay
que señalar la leyenda inscrita en el óculo: TANTUM ERGO SACRAMENTU
VEREMUR (“Así pues veneremos grandemente el sacramento”). Esta sentencia
pertenece al Pange Lingua, himno debido a Santo Tomás de Aquino, que se
interpretaba en la celebración del Corpus Christi.
El retablo queda así convertido en un enorme sagrario, donde se representa
el sacrificio de Cristo para la salvación del hombre y el camino de éste hacia
aquella.
Queda por reseñar el contenido simbólico de los elementos decorativos,
que van acompañando y marcando el mensaje cristiano a través de un discurso
paralelo, de origen clásico y pagano, realizado mediante unas imágenes
recuperadas y reinterpretadas por el neoplatonismo cristiano23. Los motivos
utilizados en Tauste pertenecen a un contexto clásico siempre vinculado a lo
funerario y lo religioso, y que se concreta ahora en una simbología referente
a la redención del alma y a la victoria espiritual, que en este caso se realizaría
gracias al sacrificio de Cristo.
En el basamento del retablo los elementos que encontramos son numerosos:
mascarones, que representan la transformación, el cambio24; bichas o dragones,
con una tipología de basilisco, que suelen representar la eternidad25; aves,
23 GOMBRICH, E.H. (1983). Imágenes simbólicas. Alianza Forma. Madrid.
24 CUMONT, F (1942). Recherches sus les symbolismes funeraires des Romains. París. p.162
25 ORIAPOLLINIS (HORAPOLO) (1551). De sacris notis et sculpturis, libri duo. París. Libro I, núm 1. “... los que
quieren representar la eternidad, pintan una serpiente, cuya cola envuelve el resto de su cuerpo. Los egipcios
le llaman en su lengua uraeum, los griegos, basilisco”.

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posiblemente grullas, que simbolizan al alma buena y prudente, o también la
vigilancia26; antorchas, que se entiende como símbolo de la vida27; trofeos, que
llenan las pilastras, trasunto de la idea victoriosa, en nuestro caso se aplicaría a
la victoria sobre la muerte28.
La lectura dentro del discurso cristiano podría entenderse como la
transformación de la vida terrena en la más superior vida eterna, a través de la
victoria sobre la muerte.
Los elementos que continúan apareciendo en el resto del retablo van
incidiendo sobre la misma idea. Así, en el banco, volvemos a encontrar los
basiliscos, flanqueando un mascarón. Tenemos águilas sobre guirnaldas,
como reflejo del alma humana sobre el símbolo de la religación29. Hay en
el entablamento del banco un friso con delfines afrontados, imagen de la
salvación30. Y en el friso del entablamento del primer piso, una decoración de
bichas (basiliscos) afrontadas a un jarrón con frutos, que podría descifrarse
como la victoria de la eternidad sobre los deseos humanos y terrenos31.
Como último dato simbólico, señalaremos en el friso del segundo piso la
aparición de cuernos de la abundancia que representan la paz eterna, el goce
divino y la felicidad32.
Cerramos esta breve lectura simbólica apuntando el significado del oro en
su uso en los retablos: la inteligencia y la iluminación divina, así como los bienes

26 CIRLOT, J.E. (1982). Diccionario de símbolos. Labor. Barcelona. Recoge el significado de la grulla como
símbolo de la justicia, la longevidad y el alma buena y solícita. VALERIANO, G.P. (1567). Hieroglyphica sive
de sacris aegyptiorum aliarumque gentium literis commentarii Joannis Pierii Valerianii. Basilea. Libro XVII, f.
128 v: “La grulla tiene en último término pocos significados, de los cuales la mayoría, como el de la diligencia
humana y las familias rectamente guiadas por la razón, son vulgares. Pero referiré sobre todo alguno como el
que representa al jefe que custodia los ejércitos contra los ataques de los enemigos”. El mismo autor cita otro
simbolismo de la grulla, la prudencia (f. 128 v).
27 ORIAPOLLINIS (HORAPOLO) (1551) Libro II, núm. 123. Habla el autor sobre el simbolismo de la lámpara,
pero por extensión es aplicable igualmente a la antorcha.
28 La significación de los trofeos, extensible a la victoria sobre la muerte, puede fundamentarse ya en su aparición
en los monumentos funerarios romanos.
29 ORIAPOLLINIS (HORAPOLO) (1551) Libro I, núm. 7. (sub voce “accipiter”, es decir ave rapaz, que puede
aplicarse al águila, representación de aquella usada normalmente). “¿De qué modo se indica el alma? El
ave rapaz es considerada como el alma...”. La guirnalda se entiende como símbolo de religación, de unión,
relacionada con todos los elementos de conexión. CIRLOT, J.E. (1982). p. 232.
30 VALERIANO, G.P. (1567). LIBRO XXVII. Se le concede al delfín cierto valor como psicopompo.
31 CIRLOT, J.E. (1982). pp. 208 y 259. Comenta lasignificación del jarrón como símbolo de “contienente”, y de los
frutos como transunto de los deseos humanos.
32 VALERIANO, G.P. (1567). LIBRO LVI.

51 Una puerta al
renacimiento en
Aragón.
El retablo mayor de
Tauste
espirituales33. Los demás colores empleados (azul y rojo preferentemente)
tienen una significación muy variable, que no es posible desentrañar en este
escueto análisis iconológico.

33 CIRLOT, J.E. (1982). p. 344. Explica la simbología del oro, como representación de la luz solar y de la
inteligencia divina, así como de los bienes espirituales.

Luisa 52
Miñana Rodrigo
Fernando
Sarría Abadía
53 Una puerta al
renacimiento en
Aragón.
El retablo mayor de
Tauste
Las Aves
de Tauste

Javier Blasco Zumeta


Maestro y aficionado a la naturaleza
LAS AVES DE TAUSTE
Escribir una nota breve sobre las aves de Tauste es complicado debido
al elevado número de especies que pasan o viven en su término, habiéndose
citado bastante más de 200 tipos diferentes entre las que residen todo el año,
crían en verano, invernan, pasan regularmente en sus migraciones o aparecen
esporádicamente. A ello contribuye el que Tauste está situada en un lugar
estratégico por donde pasan los migrantes europeos y posee un elevado número
de ambientes distintos, que tienen sus especies adaptadas. Los más importantes
son los siguientes.

MEDIOS ARBOLADOS
En el monte el bosque es de pino carrasco (Pinus halepensis) acompañado
habitualmente por un matorral alto y denso. Los ríos y puntos de agua suponen
la creación de unas condiciones de humedad y presencia de nutrientes que
motivan el desarrollo de unos bosques galería, o sotos, ajenos a las condiciones
ambientales de su entorno. Aparece así una formación lineal que acompaña
el fluir del agua compuesta por árboles con densos sotobosques de zarzas y
otras plantas trepadoras. Finalmente, huertas tradicionales, campos de frutales
o jardines urbanos pueden ser un sustituto de la floresta original para unas
pocas especies muy adaptables.

LA ESTEPA
Fuera de la influencia de los ríos que la surcan, el término de Tauste está
sometida a unas condiciones climáticas extremas con precipitaciones escasas
e irregulares, veranos calurosos, con temperaturas de hasta 40º en la época de
menos lluvias, inviernos fríos y un viento dominante, el cierzo, con una gran
capacidad desecadora. Si se añaden suelos yesosos, arcilloso-limosos o salinos y
una secular actividad deforestadora y de presión ganadera, el resultado son unas
comunidades de plantas de pequeño porte y ralas que dejan amplias superficies
de suelo sin cubrir: son los ambientes esteparios.

CORTADOS
Los cortados, como las rallas de La Negra, ofrecen una verticalidad
aprovechada por un grupo de aves hasta el punto de que algunas están tan

57 Las aves de
Tauste
especializadas, que la existencia o no de un cortado será decisiva en la
presencia o ausencia de la especie. Una ventaja importantísima que el cortado
proporciona a las aves es ofrecerles seguridad en el emplazamiento del nido,
ya que son lugares inaccesibles a los predadores terrestres. También para las
especies predadoras la altura del cortado significa un lugar donde otear el
campo de caza con más facilidad. La pared expuesta al sol se calienta con
rapidez, incluso en invierno, lo que genera corrientes ascendentes de aire que
arrastran pequeños insectos voladores. El primer fenómeno lo aprovechan las
grandes aves planeadoras, como el buitre, el alimoche o el águila real, para
elevarse sin esfuerzo y el “aeroplacton” generado en el roquedo es la base de
la alimentación de aviones roqueros, aviones comunes y vencejos. Algunas
de estas especies han sido capaces de encontrar en edificios, puentes y otras
infraestructuras un sustituto del roquedo originario habiendo ampliado así
su primigenia área de distribución, siendo este el caso del gorrión chillón, la
chova piquirroja, el colirrojo tizón y, en menor medida, el avión roquero, que
así pueden estar presentes también en la tierra llana.

MEDIOS HÚMEDOS
El agua, tanto estancada como corriente, es un hábitat rico en vida. Desde
el plancton vegetal y animal hasta la orla de carrizos y aneas o los bosques
galería sustentan o dan cobijo a un elevado número de especies de aves que
aprovechan esos recursos alimenticios o la cobertura vegetal para nidificar o
simplemente dormir seguros.
En un origen, fuera de los ríos, los puntos de agua del término eran
lagunas más o menos salobres que se caracterizan por la alta productividad
de microorganismos pero con el inconveniente de su estacionalidad, por lo
que estos lugares ofrecen unos recursos óptimos sólo en épocas concretas del
año y son visitados por tanto por especies oportunistas o en paso. La puesta
en regadío de amplias superficies ha supuesto salpicar el término de albercas,
estancas y balsas de regulación, además de una intrincada red de acequias,
que ofrecen aguas estancadas que han sido colonizadas por ánades, fochas,
zampullines o somormujos entre otras especies nadadoras. Igualmente se han
creado pequeñas y grandes manchas de carrizal que han supuesto una notable
ampliación del área de distribución de las pequeñas aves palustres. Los cultivos

Javier 58
Blasco Zumeta
de regadío suponen un recurso alimenticio complementario para muchas aves
acuáticas, destacando los arrozales como enclaves de interés prioritario en la
conservación de las aves acuáticas y un lugar privilegiado para su observación.

ESPACIOS ABIERTOS
Los medios abiertos, antes circunscritos a claros en el bosque o en suelos
difíciles donde el arbolado no podía progresar, ocupa hoy amplias superficies
del término municipal debido a la deforestación por causa humana. Igualmente,
lo que antes era sólo sotobosque arbustivo es lo que ha permanecido una vez
eliminados los árboles y, así, romerales, coscojares o aliagares son el máximo
exponente de la vegetación acogiendo a una fauna de aves específica que no
necesita del árbol.

AVES URBANAS
El caso urbano, con sus edificios, jardines y cercanías humanizadas,
ofrecen a las aves alimento, cobijo donde guarecerse y nidificar y, en algunos
casos, cobertura frente a depredadores, recursos que pueden ser aprovechados
siempre y cuando la especie sea capaz de soportar el estrés que produce la
presencia del ser humano.

LISTADO DE AVES DEL TÉRMINO DE TAUSTE

NOMBRE OFICIAL NOMBRE_CIENTIFICO AMBIENTE ESTATUS


Abejaruco común Merops apiaster Espacios abiertos Estival
Abejero Europeo Pernis apivorus Medios arbolados Estival
Abubilla Upupa epops Espacios abiertos Estival
Acentor común Prunella modularis Medios arbolados Presente todo el año
Agachadiza chica Lymnocryptes minima Medios húmedos Invernante
Agachadiza común Gallinago gallinago Medios húmedos Invernante
Agateador común Certhia brachydactyla Medios arbolados Presente todo el año
Águila pescadora Pandion haliaetus Medios húmedos En paso
Águila real Aquila chrysaetos Cortados Presente todo el año
Aguililla calzada Hieraaetus pennatus Medios arbolados Estival
Aguilucho cenizo Circus pygargus Espacios abiertos Estival
Aguilucho lagunero Circus aeruginosus Medios húmedos Presente todo el año
occidental

59 Las aves de
Tauste
Aguilucho pálido Circus cyaneus Espacios abiertos Presente todo el año
Aguja colinegra Limosa limosa Medios húmedos En paso
Aguja colipinta Limosa lapponica Medios húmedos En paso
Alcaraván común Burhinus oedicnemus Estepa Estival
Alcaudón común Lanius senator Espacios abiertos Estival
Alcaudón real Lanius excubitor Espacios abiertos Presente todo el año
Alcotán europeo Falco subbuteo Espacios abiertos Estival
Alimoche común Neophron percnopterus Cortados Estival
Alondra común Alauda arvensis Espacios abiertos Presente todo el año
Alondra ricotí Chersophilus duponti Estepa Presente todo el año
Ánade azulón Anas platyrhynchos Medios húmedos Presente todo el año
Ánade friso Anas strepera Medios húmedos Invernante
Ánade rabudo Anas acuta Medios húmedos Invernante
Ánade silbón Anas penelope Medios húmedos Invernante
Andarríos chico Actitis hypoleucos Medios húmedos Estival
Andarríos grande Tringa ochropus Medios húmedos Invernante
Ánsar campestre Anser fabalis Medios húmedos Invernante
Ánsar común Anser anser Medios húmedos Invernante
Archibebe común Tringa totanus Medios húmedos Estival
Arrendajo Garrulus glandarius Medios arbolados Presente todo el año
Autillo Otus scops Espacios abiertos Estival
Avefría Vanellus vanellus Medios húmedos Invernante
Avetorillo Ixobrychus minutus Medios húmedos Estival
Avetoro Común Botaurus stellaris Medios húmedos Presente todo el año
Avión común Delichon urbica Aves urbanas Estival
Avión roquero Ptyonoprogne rupestris Cortados Estival
Avión zapador Riparia riparia Espacios abiertos Estival
Avoceta Recurvirostra avosetta Medios húmedos Invernante
Azor común Accipiter gentilis Medios arbolados Presente todo el año
Bigotudo Panurus biarmicus Medios húmedos Presente todo el año
Bisbita alpino Anthus spinoletta Espacios abiertos Invernante
Bisbita arbóreo Anthus trivialis Medios arbolados Estival
Bisbita campestre Anthus campestris Espacios abiertos Estival
Bisbita común Anthus pratensis Espacios abiertos Invernante
Búho chico Asio otus Medios arbolados Presente todo el año
Búho real Bubo bubo Cortados Presente todo el año
Buitre leonado Gyps fulvus Cortados Presente todo el año
Buitrón Cisticola juncidis Espacios abiertos Presente todo el año

Javier 60
Blasco Zumeta
Busardo ratonero Buteo buteo Medios arbolados Presente todo el año
Buscarla pintoja Locustella naevia Medios húmedos En paso
Buscarla unicolor Locustella luscinioides Medios húmedos En paso
Calamón Porphyrio porphyrio Medios húmedos En paso
Calandria común Melanocorypha calandra Estepa Presente todo el año
Cárabo común Strix alluco Medios arbolados Presente todo el año
Carbonero común Parus major Medios arbolados Presente todo el año
Carbonero garrapinos Parus ater Medios arbolados Presente todo el año
Carraca Coracias garrulus Espacios abiertos Estival
Carricerín cejudo Acrocephalus paludicola Medios húmedos En paso
Carricerín común Acrocephalus schoenobaenus Medios húmedos En paso
Carricerín real Acrocephalus melanopogon Medios húmedos Invernante
Carricero común Acrocephalus scirpaceus Medios húmedos Estival
Carricero tordal Acrocephalus arundinaceus Medios húmedos Estival
Cerceta carretona Anas querquedula Medios húmedos En paso
Cerceta común Anas crecca Medios húmedos Invernante
Cernícalo primilla Falco naumanni Estepa Estival
Cernícalo vulgar Falco tinnunculus Espacios abiertos Presente todo el año
Chocha perdiz Scolopax rusticola Medios arbolados Invernante
Chochín Troglodytes troglodytes Medios arbolados Presente todo el año
Chorlitejo chico Charadrius dubius Medios húmedos Estival
Chorlitejo grande Charadrius hiaticula Medios húmedos Invernante
Chotacabras gris Caprimulgus europaeus Medios arbolados Estival
Chotacabras pardo Capprimulgus ruficollis Medios arbolados Estival
Chova piquirroja Pyrrhocorax pyrrhocorax Espacios abiertos Presente todo el año
Cigüeña blanca Ciconia ciconia Aves urbanas Estival
Cigüeña negra Ciconia nigra Medios húmedos En paso
Cigüeñuela común Himantopus himantopus Medios húmedos Estival
Codorniz Coturnix coturnix Espacios abiertos Estival
Cogujada común Galerida cristata Espacios abiertos Presente todo el año
Cogujada montesina Galerida thecklae Espacios abiertos Presente todo el año
Colirrojo real Phoenicurus phoenicurus Espacios abiertos En paso
Colirrojo tizón Phoenicurus ochrurus Espacios abiertos Presente todo el año
Collalba gris Oenanthe oenanthe Espacios abiertos Estival
Collalba negra Oenanthe leucura Cortados Presente todo el año
Collalba rubia Oenanthe hispanica Espacios abiertos Estival
Combatiente Philomachus pugnax Medios húmedos En paso
Cormorán grande Phalacrocorax carbo Medios húmedos Invernante

61 Las aves de
Tauste
Corneja negra Corvus corone Espacios abiertos Presente todo el año
Correlimos común Calidris alpina Medios húmedos En paso
Correlimos gordo Calidris canutus Medios húmedos En paso
Críalo Clamator glandarius Espacios abiertos Estival
Cuco Cuculus canorus Medios arbolados Estival
Cuervo Corvus corax Espacios abiertos Presente todo el año
Culebrera europea Circaetus gallicus Espacios abiertos Estival
Curruca cabecinegra Sylvia melanocephala Medios arbolados Presente todo el año
Curruca capirotada Sylvia atricapilla Medios arbolados Presente todo el año
Curruca carrasqueña Sylvia cantillans Medios arbolados Estival
Curruca mirlona Sylvia hortensis Medios arbolados Estival
Curruca mosquitera Sylvia borin Medios arbolados Estival
Curruca rabilarga Sylvia undata Espacios abiertos Presente todo el año
Curruca tomillera Sylvia conspicillata Espacios abiertos Estival
Curruca zarcera Sylvia communis Espacios abiertos Estival
Escribano cerillo Emberiza citrinella Espacios abiertos Presente todo el año
Escribano montesino Emberiza cia Espacios abiertos Presente todo el año
Escribano palustre Emberiza schoeniclus Medios húmedos Invernante
Escribano soteño Emberiza cirlus Medios arbolados Presente todo el año
Esmerejón Falco columbarius Espacios abiertos Invernante
Estornino negro Sturnus unicolor Aves urbanas Presente todo el año
Estornino pinto Sturnus vulgaris Espacios abiertos Invernante
Focha común Fulica atra Medios húmedos Presente todo el año
Fumarel común Chlidonias niger Medios húmedos En paso
Gallineta común Gallinula chloropus Medios húmedos Presente todo el año
Ganga Pterocles alchata Estepa Presente todo el año
Garceta común Egretta garzetta Medios húmedos Invernante
Garceta grande Egretta alba Medios húmedos Invernante
Garcilla bueyera Bubulcus ibis Medios húmedos Presente todo el año
Garcilla cangrejera Ardeola ralloides Medios húmedos Estival
Garza imperial Ardea purpurea Medios húmedos Estival
Garza real Ardea cinerea Medios húmedos Presente todo el año
Gavilán común Accipiter nisus Medios arbolados Presente todo el año
Gaviota cana Larus canus Medios húmedos Invernante
Gaviota patiamarilla Larus cachinnans Medios húmedos Invernante
Gaviota reidora Larus ridibundus Medios húmedos Invernante
Gaviota sombría Larus fuscus Medios húmedos Invernante
Golondrina común Hirundo rustica Aves urbanas Estival
Gorrión chillón Passer petronia Espacios abiertos Presente todo el año

Javier 62
Blasco Zumeta
Gorrión común Passer domesticus Aves urbanas Presente todo el año
Gorrión molinero Passer montanus Espacios abiertos Presente todo el año
Grajilla Corvus monedula Espacios abiertos Presente todo el año
Grulla común Grus grus Medios húmedos En paso
Halcón peregrino Falco peregrinus Cortados Presente todo el año
Herrerillo capuchino Parus cristatus Medios arbolados Presente todo el año
Herrerillo común Parus caeruleus Medios arbolados Presente todo el año
Jilguero Carduelis carduelis Espacios abiertos Presente todo el año
Lavandera blanca Motacilla alba Medios húmedos Presente todo el año
Lavandera boyera Motacilla flava Medios húmedos Estival
Lavandera cascadeña Motacilla cinerea Medios húmedos Presente todo el año
Lechuza campestre Asio flammeus Espacios abiertos. Invernante
Lechuza común Tyto alba Aves urbanas Presente todo el año
Lúgano Carduelis spinus Medios arbolados Invernante
Martín pescador Alcedo atthis Medios húmedos Presente todo el año
Martinete Nycticorax nycticorax Medios húmedos En paso
Milano negro Milvus migrans Espacios abiertos Estival
Milano real Milvus milvus Espacios abiertos Presente todo el año
Mirlo capiblanco Turdus torquatus Medios arbolados Invernante
Mirlo común Turdus merula Medios arbolados Presente todo el año
Mito Aegithalos caudatus Medios arbolados Presente todo el año
Mochuelo común Athene noctua Espacios abiertos Presente todo el año
Mosquitero común Phylloscopus collybita Medios arbolados Presente todo el año
Mosquitero musical Phylloscopus trochillus Espacios abiertos En paso
Mosquitero papialbo Phylloscopus bonelli Medios arbolados Estival
Oropéndola Oriolus oriolus Medios arbolados Estival
Ortega Pterocles orientalis Estepa Presente todo el año
Pájaro moscón Remiz pendulinus Medios arbolados Presente todo el año
Paloma bravía Columba livia Cortados Presente todo el año
Paloma torcaz Columba palumbus Medios arbolados Presente todo el año
Paloma zurita Columba oenas Medios arbolados Presente todo el año
Papamoscas cerrojillo Ficedula hypoleuca Medios arbolados En paso
Papamoscas gris Muscicapa striata Medios arbolados Estival
Pardillo común Carduelis cannabina Espacios abiertos Presente todo el año
Pato colorado Netta rufina Medios húmedos Invernante
Pato cuchara Anas clypeata Medios húmedos Invernante
Pechiazul Luscinia svecica Medios húmedos Invernante
Perdiz roja Alectoris rufa Espacios abiertos Presente todo el año
Petirrojo Erithacus rubecula Medios arbolados Presente todo el año

63 Las aves de
Tauste
Pico menor Dendrocopos minor Medios arbolados Presente todo el año
Pico picapinos Dendrocopos major Medios arbolados Presente todo el año
Picogordo Coccothraustes Medios arbolados Invernante
coccothraustes
Pinzón real Fringilla motifringilla Medios arbolados Invernante
Pinzón vulgar Fringilla coelebs Medios arbolados Presente todo el año
Piquituerto común Loxia curvirostra Medios arbolados Presente todo el año
Pito real Picus viridis Medios arbolados Presente todo el año
Polluela bastarda Porzana parva Medios húmedos En paso
Polluela chica Porzana pusilla Medios húmedos En paso
Polluela pintoja Porzana porzana Medios húmedos En paso
Porrón bastardo Aythya marila Medios húmedos Invernante
Porrón Europeo Aythya ferina Medios húmedos Invernante
Porrón moñudo Aythya fuligula Medios húmedos Invernante
Porrón pardo Aythya nyroca Medios húmedos En paso
Rascón europeo Rallus aquaticus Medios húmedos Presente todo el año
Reyezuelo listado Regulus ignicapillus Medios arbolados Presente todo el año
Reyezuelo sencillo Regulus regulus Medios arbolados Invernante
Roquero rojo Monticola saxatilis Cortados Estival
Roquero solitario Monticola solitarius Cortados Presente todo el año
Ruiseñor bastardo Cettia cetti Medios arbolados Presente todo el año
Ruiseñor común Luscinia megarhynchos Medios arbolados Estival
Sisón común Tetrax tetrax Estepa Presente todo el año
Somormujo lavanco Podiceps cristatus Medios húmedos Presente todo el año
Tarabilla común Saxicola torquata Espacios abiertos Presente todo el año
Tarabilla norteña Saxicola rubetra Espacios abiertos En paso
Tarro blanco Tadorna tadorna Medios húmedos Invernante
Terrera común Calandrella brachydactyla Estepa Estival
Terrera marismeña Calandrella rufescens Estepa Presente todo el año
Torcecuello Jynx torquilla Medios arbolados Estival
Tórtola común Streptopelia turtur Medios arbolados Estival
Tórtola turca Streptopelia decaocto Aves urbanas Presente todo el año
Totovía Lullula arborea Espacios abiertos Presente todo el año
Trepador azul Sitta europaea Medios arbolados Presente todo el año
Triguero Miliaria calandra Espacios abiertos Presente todo el año
Urraca Pica pica Espacios abiertos Presente todo el año
Vencejo común Apus apus Aves urbanas Estival
Vencejo real Apus melba Cortados Estival
Verdecillo Serinus serinus Espacios abiertos Presente todo el año

Javier 64
Blasco Zumeta
Verderón común Carduelis chloris Medios arbolados Presente todo el año
Zampullín común Tachybaptus Medios húmedos Presente todo el año
ruficollis ruficollis
Zampullín cuellinegro Podiceps nigricollis Medios húmedos Estival
Zarapito real Numenius arquata Medios húmedos En paso
Zarcero común Hippolais polyglotta Medios arbolados Estival
Zorzal alirrojo Turdus iliacus Espacios abiertos Invernante
Zorzal charlo Turdus viscivorus Medios arbolados Presente todo el año
Zorzal común Turdus philomelos Medios arbolados Presente todo el año
Zorzal real Turdus pilaris Espacios abiertos Invernante

65 Las aves de
Tauste
El Cementerio
andalusí de Tauste

Fco. Javier Gutiérrez González


Licenciado en Geografía e Historia,
Especialidad Ciencias de la Antigüedad
Miriam Pina Pardos
Licenciada en Periodismo y en Antropología Social y Cultural
Agradecer la estupenda colaboración de Moisés López en el desarrollo de los
trabajos de campo; así como la participación de los arqueólogos Fernando Gallardo
(en campo) y Christian Belsué (informe).
La necrópolis andalusí de Tauste, a raíz de las Catas
arqueológicas en la avenida J. M. Conget.
Este informe explica los resultados que hemos obtenido en la cata realizada
entre el 28 de octubre y el 2 de noviembre de 2010 en el lugar de referencia1,
promovida por la Asociación cultural el Patiaz de Tauste y con el permiso de
intervención en el vial municipal del M. I. Ayuntamiento de la villa de Tauste.
El motivo que originó el comienzo de la investigación fue la propuesta de
El Patiaz de que en esta zona hubo un cementerio musulmán. El proceso está
explicado en el blog
http://taustezagri.blogspot.com.es/2011/01/como-se-encontro-el-cementerio-zagri-de.html
y que yo resumo en la confluencia de perspicacia, conocimiento y un esforzado
amor por su pueblo de los integrantes de la asociación.
La excavación se reveló ciertamente sencilla en cuanto a la estratigrafía
y la secuencia pudo ser apreciada con claridad, llegando a reconocer una
única modificación en la utilización del espacio a lo largo del tiempo, una
zanja contemporánea y su posterior relleno, que redujo la superficie de restos
conservados hoy en día a la mitad de la cata realizada, habiendo podido excavar
tan sólo unos 10 m2 de necrópolis islámica, en lugar de los 20 m2 abiertos en
total. Podemos asegurar que el espacio excavado fue utilizado en época andalusí
como necrópolis, y que la secuencia de hechos que se produjo a lo largo de mil
años no dejó otra huella que la erosión natural y el corte contemporáneo UE 2
y el posterior relleno UE 3 en la segunda mitad del siglo XX.
Pasamos a explicar estos restos.

Elementos contemporáneos
Como ya hemos avanzado se halló una zanja contemporánea que arranca
bajo la calzada actual alrededor del centro de la cata realizada y va profundizando
hacia el oeste hasta alcanzar un metro de profundidad desde el plano cero
planteado en la esquina norte de la cata que se encuentra a 264,51 m SNM. Sus
dimensiones superan las de la cata, extendiéndose más allá de los lados norte,
sur y oeste.
1 El informe preceptivo ante la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón fue entregado
con el expediente número 417/2010. Los materiales muebles fueron depositados en el Museo de Zaragoza con
la referencia 511/2010.

69 El cementerio
andalusí de Tauste
El relleno de esta zanja esta compuesto de tierra arcillosa oscura con
abundante materia orgánica y fragmentos de ladrillo, tejas, cerámica y vidrio
que pertenecen al siglo XX, así como algún fragmento óseo humano arrancado
de las tumbas medievales.

Figura 1. Zanja moderna al oeste de la cata, y tumbas islámicas ya vaciadas al este

Figura 2. En el corte Oeste vemos el relleno del siglo XX y restos óseos


(originarios de la necrópolis) redepositados en el relleno contemporáneo

Javier 70
Gutiérrez González
Miriam
Pina Pardos
Figura 3. Detalle de la zanja moderna que eliminó la necrópolis en la zona oeste de la cata

Cementerio musulmán
Descripción general
De las tumbas detectadas pueden extraerse una serie de elementos
comunes, que pasamos a describir a continuación, dejando las peculiaridades
de cada enterramiento para sus fichas específicas.
• Individuo en conexión anatómica colocado sobre su costado derecho,
con la cara enfilada hacia el sureste.
• Estructura mínima. Como mucho algo de adobe o arcilla compacta,
colocado en el lateral sureste de la fosa. Cubierta de caballón de tierra
limoso-yesíferas blanquecina muy limpia y de granulación muy fina; muy
perdido, pero detectado en los márgenes de las fosas.
• Fosa excavada en el suelo arcilloso vegetal (UE 17) de una potencia
de unos 50 cm antes del nivel natural de margas yesíferas. En la zona
predominan los materiales formados en el periodo Terciario y durante
el mioceno, constituidos por yesos masivos alabastrinos alternando con
yesos terrosos, margas yesíferas y margas calcáreas. este nivel de medio
metro de espesor en la zona de la cata, en el cual se excavan las fosas
tiene elementos de esos tres materiales predominantes, mezclados en
una granulación fina, con escasa densidad de elementos orgánicos y en
el que no se ha detectado ningún elemento arqueológico.

71 El cementerio
andalusí de Tauste
• Algo muy peculiar de estas fosas es que tiene su lado oeste cortado en
recto, mientras que su lado este esta algo socavado en cueva, lugar en
el cual detectamos los restos blanquecinos del caballón de cubierta (ver
figura 9). De este modo se les apoya la cadera y coxis en el lado oeste,
mientras que los brazos y pecho parecen quedar protegidos por esa
pequeña oquedad. Similar preparación se halló hace un par de años en la
almacabra de Ejea de los Caballeros. Es posible que este tipo de paredes
laterales cóncavas podamos ponerlas en relación con la existencia de
covachas (shaq o ladj) en tumbas más complejas2.
• El suelo o piso del cementerio en su momento de uso parece no haberse
conservado en este punto, pues no hemos detectado ningún cambio
entre la tierra en la que se excavan las fosas (UE 17), en cuya parte
superior se apoya directamente el preparado de zahorra y hormigón
contemporáneo de la calzada de la avenida J. M. Conget. Un anciano nos
ha comunicado que realizó personalmente el nivelado mecánico de esta
calle para su asfaltado y que no vio ningún esqueleto. Si hemos de tomar
este espontáneo dato como cierto, podemos deducir que la superficie
de paso de la necrópolis ha sido totalmente eliminado, al menos en
este punto, llegando hasta nosotros tan sólo los extremos exteriores del
caballón de cobertura de algunas tumbas.
• La cota media a la que hallamos ese extremo de caballón de cubierta se
sitúa entre los 40 y 50 cm bajo el asfalto actual de la calle, entre los 264,
10 y 264,00 m SNM. La cota media de fondo de fosa de inhumación de
los individuos adultos está entre los 60 y los 83 cm bajo el plano cero, es
decir entre los 263,91 y los 263,68 m SNM.
• El estado de conservación de los huesos es medio en los individuos
adultos, si bien la acidez de la arcillas han afectado notablemente al
esqueleto infantil, de tal modo que se encontró desmaterializado en
buena parte.

2 OLCINA DOMÉNECH, M.; TENDERO PORRAS, E.; GUILABERT MAS, A. 2008: “La maqbara del Tossal de
Manises (Alicante), Lucentum XXVII, Alicante: 213-227.

Javier 72
Gutiérrez González
Miriam
Pina Pardos
Figura 4. Aspecto de todas las fosas de enterramientos vistas desde el Oeste

Figura 5. Zanja moderna y enterramientos detectados del cementerio musulmán

73 El cementerio
andalusí de Tauste
Figura 6. Dos vistas de la Tumba 1

Figura 7. Tumba 1. Detalle de cubierta de limos yesíferos blanquecinos


endurecidos y fosa socavada en su lado Este

Figura 8. Tumbas 2 y 3

Javier 74
Gutiérrez González
Miriam
Pina Pardos
Figura 9. Tumbas 2 y 3

Figura 10. Tumba 2. Detalles de fosa

75 El cementerio
andalusí de Tauste
Figura 11. Tumba 3 cortada por zanja UE 2. Vista cenital

Estudio antropológico básico


La antropología forense puede aportar datos cruciales en dicha
investigación arqueológica. El examen minucioso de un esqueleto nos revela
muchas características de la persona fallecida.

Figura 12. Esqueleto de Tumba 1

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Pina Pardos
No todos los huesos aparecen en un estado óptimo de conservación. El
enterramiento ha podido ser modificado y los huesos erosionados por la acción
de la naturaleza o del hombre. Por ello, es fundamental identificar los restos,
cuantificar la cantidad de huesos existentes y reconstruir el esqueleto. A partir
de ahí, estableceremos una división entre las modificaciones ante mortem y post
mortem, y sus causas.
Antes que nada, hay que determinar el sexo y la edad de la persona a la
que pertenecían los restos. La longitud y el tamaño de los huesos nos aporta
pistas sobre el sexo, pero la diferencia fundamental se halla en la morfología de
la pelvis y el cráneo.

Figura 13-Pelvis del esqueleto de la Tumba 2

Las mujeres presentan una pelvis más ancha, destinada a favorecer el parto.
En los hombres, en cambio, no existe variación. Al examinar los huesos de la
pelvis, sólo hay que observar la inclinación del sacro y de la sínfisis pubiana. El
arco púbico tiene forma de U invertida en la mujer, y de V en el hombre. El
dimorfismo puede observarse a simple vista.

Figura 14. Cráneo del esqueleto de la Tumba 1

77 El cementerio
andalusí de Tauste
En el cráneo, la parte de la nuca en el hombre está más desarrollada que
en la mujer. También se observa la frente más hundida en el hombre y vertical
en la mujer. El hueso frontal es menos ancho en el varón y el arco zigomático
(la zona del pómulo) es más robusto, ancho y alto, igual que la abertura nasal.
Además, el espesor mandibular es mayor. En general, las formas de un cráneo
femenino son más finas, gráciles y delgadas.

Figura 15. Cráneo del esqueleto de la Tumba 4

De acuerdo con la observación y la medición de los huesos largos, aquí


nos hemos encontrado con dos esqueletos masculinos (Tumbas 1 y 2) y uno
femenino (Tumba 3). También se ha recuperado un cráneo infantil, muy
deteriorado, que no permite siquiera determinar el sexo.
Una vez conocido el sexo de los esqueletos adultos, podemos medir los
huesos largos para determinar la estatura. Además, analizamos los restos para
conocer su edad, generalmente se divide entre adultos y pre-adultos. Existen
una serie de fórmulas para ello.

Figura 16. Fémur del esqueleto de la Tumba 1

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- Determinar el grado de cierre de los extremos de las articulaciones
(sinostosis) de los huesos largos. Estas soldaduras aportan cronología de
los 16 a los 22 años. Por ejemplo en los varones, la epífisis alrededor del
tobillo se une cerca de los 16 años, en tanto que el de las rodillas sobre los
17 años, los de las muñecas a los 19 años y los de la clavícula a los 20 años.

Figura 17. Suturas craneales del esqueleto de la Tumba 1

- Determinar la soldadura (obliteración) de las suturas craneales: Durante


la infancia y la adolescencia, los huesos craneales están completamente
separados. En los niños se notan al tacto hendiduras (fontanelas). En la
edad adulta comienzan a cerrarse las suturas.

Figura 18. Dientes del esqueleto infantil de la Tumba 4

- Estudio de las piezas dentales: La edad de los niños se puede llegar


a averiguar por la uniformidad y desarrollo dental (de 28 a 32 piezas
dentales cuando se desprenden los denominados dientes de “leche”).
Hay que analizar el patrón de desgaste para determinar la edad.
- Determinar el grado de desgaste en la carilla auricular (de la pelvis), la
sínfisis pubiana y la articulación condrocostal. En esta última, se examina
el perfil de la cuarta costilla. En el individuo juvenil, el extremo es romo,
ligeramente ondulado. Con la edad, la superficie se va hundiendo y
aparece una corona en el borde.

79 El cementerio
andalusí de Tauste
Figura 19. Pubis del esqueleto de la Tumba

Con este examen hemos podido determinar varios aspectos de los


esqueletos hallados:
• El estudio de las piezas dentales del cráneo infantil (tumba 4) indica que
se trata de un niño/a de 3 a 5 años.
• El esqueleto de la tumba 1 pertenecería a un varón de 20 a 35 años.
• El esqueleto de la tumba 2 sería de un varón de mayor edad, de 30 a 45
años. El estudio paleopatológico indica la presencia de lesiones artrósicas
e incluso una osteoporosis en los cuerpos vertebrales.
• El esqueleto de la tumba 3 pertenecería a una mujer. Presenta
degeneración en una de las extremidades inferiores. Apareció sin uno
de los pies, aunque no hay constancia de una lesión en el la tibia que
determinase que le había sido amputado.

Figura 20. Vértebras del esqueleto de la Tumba 2

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Gutiérrez González
Miriam
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PALEOPATOLOGÍA
La paleopatología estudia el origen y evolución de las enfermedades a
través de los restos hallados. Para ello se analiza:
- El patrón de desgaste dental: si hay presencia de caries, abcesos, hipoplasia
del esmalte (defecto del desarrollo de los tejidos duros del diente) y
reabsorción alveolar, que sería indicio de una infección periodontal.

Figura 21. Mandíbula del esqueleto de la Tumba 1

- Observación de las malformaciones óseas: determinar si son genéticas,


enfermedades infecciosas o parasitarias (lepra, tuberculosis, sífilis,
polio…).

Figura 22. Cráneo del esqueleto de la Tumba 2

- Observar los traumatismos: Una fractura con reacción vital deja huella,
una especie de callo en los huesos. También se pueden observar vestigios
de trepanaciones, heridas de armas en el hueso, producto de lesiones
contundentes.

81 El cementerio
andalusí de Tauste
- Tumores malignos y benignos.

Figura 23. Posible sección en el sacro del esqueleto de la Tumba 1

Figura 24. Rozamiento en la rótula del esqueleto de la Tumba 2

Figura 25. Esqueleto de la Tumba 2

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Sin duda, con la simple observación realizada no se puede hacer un análisis
completo de los restos. Un estudio radiográfico de los huesos puede aportar
nuevos datos, mientras que un análisis de ADN puede indicarnos incluso si
existe algún parentesco. En el caso de estos restos hallados de la necrópolis
andalusí de Tauste, sería necesario hacer una exploración más completa para
sacar conclusiones relevantes. Esto nos anima a continuar con un trabajo muy
prometedor.

Conclusiones
Podemos concluir que los cuerpos enterrados aquí lo fueron cuidando
de mantener su posición en decúbito lateral derecho y que su masa facial está
orientada hacia la Meca, por lo que pertenecen a una necrópolis musulmana.
La ausencia de ajuar en estos cementerios hace que no podamos precisar su
cronología. El dominio islámico en este enclave debió desarrollarse a lo largo de
la etapa andalusí hasta comienzos del siglo XII, momento en el que la conquista
cristiana haría que la mayoría de los musulmanes abandonasen la localidad.
Los resultados obtenidos las dataciones radiocarbónicas realizadas por
el Laboratorio de Geocronología (situado en el Instituto de Química-Física
Rocasolano) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Madrid, ha
suscitado una nueva controversia. El cuadro resumen es el que adjuntamos a
continuación (Programa de calibración: OxCal 3.10, curva INTCAL09, 2 sigma).

REFERENCIA CÓDIGO LAB. EDAD C-14 EDAD CALIBRADA


(años BP) (años cal. AD)
Tumba 1 CSIC-2180 1072 ± 32 890 - 1020 (95,4%)
Tumba 2 CSIC-2235 1286 ± 31 650 - 780 (95,4%)
Tumba 3 CSIC-2234 1133 ± 28 860 - 990 (92,7%)

Figura 26. Resultados de los análisis de C14

83 El cementerio
andalusí de Tauste
Es decir, un primer enterramiento (tumba 2) fechado entre la segunda
mitad del siglo VII y los tres primeros cuartos del siglo VIII, otro (tumba 3)
fechado en los siglos IX-X y un tercero (tumba 1) más centrado en el siglo X.
Estas fechas nos hacen suponer ciertas cosas:
- Que, quizá, los enterramientos iban rellenando los huecos libres, lo que
hace que hayamos encontrado juntos tres de cronología diversa.
- La presencia de un enterramiento del siglo octavo asegura el muy temprano
asentamiento de población musulmana en Tauste. De hecho, hasta el
momento es la fecha absoluta más antigua para un individuo enterrado
mediante rito islámico en todo Aragón3. Esto podría explicar la noticia oral
de un vecino de la localidad sobre inhumaciones talladas en roca natural
de piedra de yeso, halladas en el solar cercano (nº 43 de la misma avenida
J. M. Conget), durante las obras de construcción de una vivienda. En el
proceso de vaciado del citado solar se apreciaron esqueletos colocados en
decúbito supino, (es decir boca arriba). Si esto es cierto, es algo que sólo
puede darse en una etapa temprana de la dominación islámica, en la que
la ortodoxia no era tan rígida como en siglos posteriores. En ese caso sí
pudo existir un cementerio común para individuos de religión cristiana y
musulmana, aunque pudieran estar concentrados en zonas diferenciadas.
Quizá, lo que tengamos aquí sea un cementerio anterior (inmediato o no),
que influyera en que el cementerio musulmán comenzase en esta zona; de
modo parecido a como ocurre en Marroquíes Bajos y en Laguardia (Jaén)
o en Mértola (Portugal). Es más, si fuese un cementerio visigodo de los
llamados “de campo”, sí tendría sentido que se hallase a tanta distancia (casi
400 metros de la muralla de piedra del núcleo de población medieval).
Toda esta hipótesis reside sobre varias suposiciones no comprobables hasta
que puedan realizarse intervenciones arqueológicas de carácter científico
en esa zona.
Podemos plasmar algunas ideas sobre el conjunto de la necrópolis.
En cuanto a la densidad de enterramiento, lo reducido de la zona excavada
no permite una hipótesis fiable, pero podemos deducir una ocupación intensa
del espacio en esta zona.

3 Dato proporcionado amablemente por el arqueólogo de la Diputación General de Aragón D. José Ignacio
Royo.

Javier 84
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Miriam
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Creemos que lo lógico es pensar que la almacabra, desde la salida de
la ciudad medieval, correría a lo largo del camino de salida hacia Zaragoza,
concretamente al este de la actual calle de Alfonso I. Desde ahí se extendería
hacia el este, sin que podamos precisar concretamente su extensión. A lo largo
del periodo de uso iría ampliándose según las necesidades.

Figura 27. Localización de la cata en el parcelario urbano de Tauste

A través de referencias orales he conocido la posible existencia de


enterramientos en distintos solares ya construidos, entre la citada calle de
Alfonso I, calle Huesca y avenida Sancho Abarca; testimonios que se recogen en
el plano adjunto (Figura 28).
Por todo ello podríamos lanzar una hipótesis de trabajo sobre la extensión
de la necrópolis que abarcase, al menos, esa extensión, aunque deberá
investigarse en el futuro para delimitar correctamente la superficie.
¿Cómo fue de grande? Si hacemos una extrapolación, tendremos que
cada 100 m2 habría 24-25 enterramientos, por lo que en los mínimos 17.880 m2
propuestos podrían estar sepultados unos 4.300 individuos aproximadamente.
Eso suponiendo que la densidad sea la misma en toda la zona, lo cual es poco

85 El cementerio
andalusí de Tauste
probable. Habitualmente la zona cercana a la puerta de salida de la ciudad
tenía más densidad de enterramientos que los límites exteriores.
Es evidente que estas suposiciones deben ser corroboradas o refutadas por
futuras investigaciones que delimiten completamente la necrópolis, en especial
en sus lados este y sur.

Figura 28. Lugares de dónde se tiene información verbal de haber aparecido restos
humanos y destacado en círculo el solar nº 43 con restos humanos, quizá cristianos

Javier 86
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Figura 29. Hipótesis sobre la extensión mínima de la necrópolis musulmana de Tauste

Figura 30. Extrapolación sobre el número de tumbas de la necrópolis

87 El cementerio
andalusí de Tauste
Queda pendiente comprobar hasta dónde llegaba la extensión de la
ciudad medieval; las viviendas y edificaciones de todo tipo en las que vivieron y
trabajaron las personas, cuyos esqueletos ahora hemos encontrado.
Si seguimos las propuestas de Jaime Carbonel en su blog personal4,
tendremos una primera fundación islámica dentro del muro de piedra, y un
segundo arrabal al sureste, en el entorno de San Antón.

Figura 31. Hipótesis de trabajo sobre el urbanismo medieval de Tauste.

Si la necrópolis ahora descubierta confirmase su delimitación hasta la


plaza de Felipe V, cabría pensar que otro nuevo y gran arrabal se creó hasta
allí, de cuya mezquita no se tiene conocimiento arqueológico aún. Este arrabal
englobaría parte del camino de llegada desde Zaragoza (ya propuesto por Jaime
Carbonel), en el que pudo haber otros enterramientos precedentes a los ahora
descubiertos, cercanos a la salida sureste de la medina. La posible mezquita
debería localizarse junto a ese camino principal y en ella confluirían otras vías
principales del arrabal.

4 http://taustezagri.blogspot.com. Y en especial: http://www.elpatiaz.es/descargas/tauste_siglo_XI.pdf

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Tomando las propias palabras de Jaime Carbonel: El hallazgo y las
conclusiones inmediatas que de esto derivan suponen un vuelco total de la
interpretación de la historia de Tauste admitida hasta ahora, pues, según la
misma, cuando Alfonso I consuma su conquista, prácticamente no tenía siquiera
entidad de población, limitándose a unas pocas casas ubicadas en lo que o que
ahora se conoce como “Barrio Nuevo”. Sólo las ideas de Carlos Laliena ponían
algo de sensatez a esta tradición historiográfica que negaba un pasado andalusí
para Tauste. Es cierto que son escasas las menciones en las fuentes escritas, pero
ello no impide que existiese una población de cierta entidad.
Desde ahora un nuevo periodo histórico se abre a los investigadores y un
importante pasado empieza a ser recuperado, gracias al empuje de la Asociación
Cultural “El Patiaz”.

Bibliografía
A. CANDON MORALES (2001) “A necrópole islâmica de Mertola”, Arte
Islamica, Museu de Mertola, pp. 83-99.
C. LALIENA CORBERA (2005) “Frontera y conquista feudal en el valle
del Ebro desde una perspectiva local (Tauste, Zaragoza, 1086-1200)”, V Jornadas
sobre la Historia de Tauste. (2005) “Frontera y conquista feudal en el valle del Ebro
desde una perspectiva local (Tauste, Zaragoza, 1086-1200)”, Studia Historica,
Hª Medieval 23, pp. 115-138.
J. LORENZO JIMÉNEZ (2010), La dawla de los Banu Qasi: origen, auge
y caída de una dinastía muladí en la frontera superior de Al-Andalus, CSIC
Estudios árabes e islámicos. Monografías; 17. Madrid.
S. MACIAS (1992) “A Basilica pañeocristià e as necrópoles paleocrista e
islámica de Mértola: Aspectos e problemas”, XXXIX Corso de Cultura sull´arte
ravennate e bizantina. Aspetti e problemi di archeologia e storia dell´arte della Lusitania,
Galizia e Asturir tra Tardoantico e Meioevo, Ravena, pp. 401-434. (1993) Um espaço
funerário. Museu de Mértola - Basílica Paleocristã, Campo Arqueológico de Mértola,
Mértola, pp. 31-62.
E. MANZANO MORENO (2006) “Los Cambios en el ritual funerario”,
Conquistadores, Emires y Califas. Los Omeyas y la formación de al-Andalus, Ed. Crítica,
pp.268-273.

89 El cementerio
andalusí de Tauste
J. L. SERRANO PEÑA y J. C. CASTILLO ARMENTEROS (2000) “Las
necrópolis medievales de Marroquíes Bajos (Jaén)”, Arqueología y Territorio
Medieval 7, pp. 93-115.
Mª P. TORRES y M. ACIÉN (Eds.) (1995) Estudios sobre cementerios islámicos
andalusíes, Universidad de Málaga.
J. ZOZAYA (1998) “771-856: Los Primeros Años del Islam Andalusi o una
Hipótesis de Trabajo, Ruptura o Continuidad. Pervivencias islámicas en al-Andalus,
Cuadernos Emeritenses 15, Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, pp. 83-
142.

ANEXO
Antes de realizar las correcciones a este artículo ha tenido lugar la tercera
campaña en la necrópolis andalusí de Tauste. Tras la segunda campaña que
tuvo lugar a finales de 2011 y en la que aparecieron otros tres enterramientos de
individuos adultos, aunque en mal estado de conservación; en octubre de 2012
hemos realizado una cata en el patio del nº 41 de la avenida Conget de Tauste5.
Aunque se de forma apresurada, junto a los miembros de la Asociación
Cultural “El Patiaz”, hemos creído conveniente incorporar los resultados en
forma de este anexo.
No hemos hallado rastro de ninguna otra fase histórica que no sea la de
la necrópolis islámica, pero sí hemos comprobado que las noticias orales que
hacían referencia a tumbas excavadas en la roca eran ciertas. Estás son tumbas
de rito musulmán como las localizadas hasta ahora, sólo que han coincidido en
que el fondo de la fosa se encuentra excavado en una capa natural de piedra de
yeso; formación geológica habitual en esta zona.
A parte de ciertas construcciones y de labores agrícolas de arado del siglo
XX, que han afectado a la totalidad de las tumbas en su parte superior, podemos
resumir esta intervención en varios puntos:
5 El Expediente administrativo del Gobierno de Aragón es el 161/2012 y los restos hallados serán depositados
en el Museo de Zaragoza con la sigla 12.106. Quiero agradecer la amplia participación de los miembros de la
Asociación Cultural “El Patiaz” en el desarrollo de la excavación. Sin su entusiasmo no hubiera sido posible la
realización de la misma y el avance en la investigación.

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Figura 32. Marcas de surcos de reja de arado contemporáneo que afectaron a los rellenos
de arcilla de las tumbas medievales. A la izquierda el pozo contemporáneo UE 26

• De las tumbas detectadas pueden extraerse una serie de elementos


comunes, prácticamente iguales a los vistos en la intervención de 2010
como la colación del cadáver típicamente islámica y una estructura
mínima.
• Fosa excavada en el suelo arcilloso, conservada mínimamente por la
acción de la erosión y de las actividades contemporáneas. En la zona
de la cata, en el cual se excavan las fosas tiene elementos de los tres
materiales predominantes citados más arriba. Una de esas capas configura
unos 25 cm. de piedra de yeso de asentamiento casi horizontal, con

91 El cementerio
andalusí de Tauste
alguna ondulación. En ella se concluyen los fondos de las fosas de varios
enterramientos; a excepción de la Tumba 18, que lo perforó totalmente,
colocando el individuo por debajo de la cota de la capa de piedra de yeso.

Figura 33. Tumba 18 cortando la capa de piedra de yeso y a una cota inferior a la Tumba 12

• El suelo o piso del cementerio en su momento de uso parece no haberse


conservado en este punto, pues no hemos detectado ningún cambio
entre la tierra en la que se excavan las fosas. Podemos deducir que la
superficie de paso de la necrópolis ha sido totalmente eliminado por la
erosión y las afecciones antrópicas, al menos en este punto y en lo que
respecta a los enterramientos más modernos. Sin embargo, en la Tumba
11 hallamos una estructura de arcilla compacta en el lado Este de la fosa,
cubriendo en parte el relleno de la tumba; por lo que lo identificamos
como la cubierta. Cubría un rebaje identificado al Este del esqueleto,
aparentemente en escalón. Cabe la posibilidad de que, al ser la cubierta,
la tierra del entorno se fuera acumulando alrededor y al excavar diera la

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sensación de zanja, cuando en realidad forma la cubierta. Esto implicaría
haber detectado el nivel de crecimiento, por acumulación de tierra, de
una de las fases de la necrópolis; que en este caso es de unos 15 cm
aproximadamente. Por otra parte, bien pudiera corresponder a una fosa
en escalón como las halladas en otras necrópolis.
• Esta es la novedad más importante que ha proporcionado la presente
campaña: la existencia de dos o tres fases diferenciadas de enterramientos
en la necrópolis. La cota media a la que hallamos las tumbas parece
configurar tres capas de enterramientos. A pesar de lo poco definitorio
de este tipo de datos, quizá se correspondan con tres fases de utilización
del cementerio. En principio, y teniendo en cuenta sólo los individuos
adultos, tenemos las Tumbas 9, 10, 12, 13 y 19 cuyas fosas oscilan entre
los 264,50 y 264,60 m SNM. Más profundas están las Tumbas 11, 15 y
17 entre los 264,37 y los 264,42 m SNM. Por último, la Tumba 18 llegó
hasta los 264,28 m SNM; siendo además la tumba cuya orientación se
diferencia algo más del conjunto restante (a pesar de que hay que tener
en cuenta que sólo conservamos la mitad de ella).
• La ausencia de ajuar en estos cementerios hace que normalmente no
podamos precisar su cronología. Sin embargo el único fragmento
cerámico hallado (en el relleno de la Tumba 17), ayuda a confirmar y
completar los resultados de los análisis de C14 efectuados a los restos
halados en la cata de 2010. Este fragmento de panza de ataifor melado,
con goterones de manganeso bajo cubierta, abarca una cronología desde
el siglo X hasta el siglo XII. Así se cubren las fechas históricas de dominio
islámico en las que no hallamos enterramientos en la cata de 2010.

Figura 34. Fragmento de ataifor de los siglos X a comienzo del XII

93 El cementerio
andalusí de Tauste
• En cuanto a la densidad de enterramiento, la cercanía de las tres
catas realizadas permite una hipótesis fiable, y deducir una ocupación
intensa del espacio en esta zona, especialmente si se confirma en el
futuro la existencia de varias capas de enterramientos. Ello confirmaría
la estimación mínima de enterramientos en esta necrópolis, para la
superficie ya propuesta en 2010 de veinte mil metros cuadrados, de unos
4.500 individuos adultos.
• El espacio sin tumbas documentado al norte del área excavada quizá
pueda pertenecer a una calle del cementerio.
Estas suposiciones deben ser corroboradas o refutadas por futuras
investigaciones que delimiten completamente la necrópolis, en especial en sus
lados norte, este y sur.

Figura 35. Vista general de los enterramientos detectados en 2012

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Figura 36. Plano general de los enterramientos detectados en 2012

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Figura 37. Plano general de los enterramientos detectados entre 2010, 2011 y 2012

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TERCERA CATA ARQUEOLÓGICA EN LA AVENIDA OBISPO
CONGET (TAUSTE). Octubre 2012
Las siguientes líneas tienen como objeto el análisis de los restos humanos
encontrados durante la tercera excavación de la necrópolis musulmana en
Tauste (Zaragoza), organizada por la Asociación Cultural El Patiaz de la
localidad.
El material de estudio son 12 esqueletos, la mayoría incompletos, existiendo
9 correspondientes a adultos y 3 a individuos infantiles.
La orientación y forma de enterramiento, hacia la Meca, en decúbito lateral
y sin ajuar, ratifican la pertenencia de los restos a una necrópolis islámica.
Se realiza un análisis básico de cada uno de los individuos, para determinar
edad y sexo, además de un estudio paleopatológico empírico.

ANÁLISIS ANTROPOLÓGICO
Tumba 9
En la numerada como tumba 9 se localiza un esqueleto casi completo,
perteneciente a una mujer de avanzada edad, dado el desgaste presente en los
restos.
Biometría: Según el índice craneal, el esqueleto presenta un dolicrocráneo.
La medición de los huesos largos se utiliza para determinar la estatura del
individuo. De acuerdo con las tablas de Pearson, ésta rondaría el 1,55 m. Las
tablas de Trotter-Glesser aportan un resultado un poco mayor, 1,60m., más
correspondiente a la medición in situ del esqueleto en el momento de la
exhumación.
Determinación del sexo: El cráneo presenta un ínion redondeado y una
apófisis mastoides poco marcada. Los arcos supraciliares son poco robustos y el
hueso frontal presenta poca oblicuidad. La mandíbula cuenta con una región
mentoniana poco prominente. La pelvis es ancha, el arco ventral está bien
definido y el sacro está inclinado. Todos estos marcadores indican que se trata
un individuo de sexo femenino.
Determinación de la edad: Se lleva a cabo el análisis de desgaste dental,
superficie esternal, carilla auricular, sínfisis pubiana y sinostosis de las suturas
craneales.

97 El cementerio
andalusí de Tauste
La superficie del extremo de la costilla presenta pared adelgazada, hueso
poroso y un canal profundo, correspondiente al desgaste de grado 5 (ISCAN),
que revelaría una edad entre 33 y 46 años. La morfología de la carilla auricular
es macroporosa, con superficie irregular y actividad retroarticular. Grado 7-8
de acuerdo con los criterios de Meindl y Lovejoy, lo que indica una edad entre
50 y 60 años. En la sínfisis pubiana, el tubérculo púbico está diferenciado, con
presencia de una superficie granulosa en las zonas ventral y dorsal. La cara
está aplanada, con alguna depresión y existen erosiones superiores. Grado IV-V
según Suchey-Brooks, atribuyendo una edad de 48,1, con un margen de 14,6
años.
Las suturas craneales están completamente obliteradas en su situación
coronal, sagital y lamboidea. No hay presencia de sutura metópica. Según el
criterio de Dérobert-Fully, la edad estaría comprendida entre 45 y 60 años. En
cuanto al análisis dental, se conservan casi todas las piezas de arcada superior
e inferior, apareciendo gran desgaste en ellas, lo que ratifica la hipótesis de
una edad avanzada. Las piezas presentan un desgaste desigual en la superficie
molar. Aparece expuesta gran parte de la dentina en cada tipo de diente, desde
incisivos a molares. Siguiendo a Brothwell y Guerasimov, se determina un
intervalo de edad entre 40 y 50 años.
Análisis paleopatológico: Presencia de marcadores de edad avanzada,
como el desgaste y alisado de conexiones entre falanges y metacarpos, así como
erosión ósea, con porosidad en las cabezas de los huesos largos.
Signos artrósicos en vértebras, con exostosis espiculosa en forma de
osteofitos y aplanamiento en vértebras lumbares (foto1). Presencia de nódulos
de Schmörl por degeneración debido al envejecimiento. Se aprecia además el
desgaste de los discos intervertebrales por efecto del rozamiento.

Foto 1: Osteofitos y nódulos en vértebra lumbar.

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Marcado retroceso alveolar presente en mandíbulas superior e inferior. Se
observa la pérdida de piezas dentales ante-mortem con posterior reabsorción
alveolar. Aparece hipoplasia dental en incisivos y un absceso en la arcada
superior. Algunas piezas presentan además caries y cálculos, así como desgaste
en la cúspide (foto2).

Foto 2: Caries y cálculos en piezas dentales.

El individuo presentaba robustez en el miembro superior del cuerpo.


Se aprecian entesopatías en falanges y cúbito, con recrecimiento en la parte
superior de la cabeza (fotos 3 y 4).

Foto 3: Marcadores de estrés en falanges Foto 4: Recrecimiento en cabeza del cúbito

Tumba 10
En la tumba 10 se localiza un esqueleto incompleto que consta tan solo de
la mitad inferior del cuerpo. Se conservan ambos fémures y tibias, fragmentos
de peroné y algunos huesos del pie.
Determinación del sexo: Se realiza una medición de los huesos largos
disponibles. Dicha medición indica valores asociados al sexo masculino,
hipótesis que combina con la robustez de los huesos conservados (presencia de
inserciones tendinosas muy marcadas en el peroné).

99 El cementerio
andalusí de Tauste
Determinación de la estatura: Se aplican a los parámetros de medición de
fémur y tibia las tablas de Pearson y Trotter-Glesser para determinar la estatura,
que variaría entre 1,60 y 1,62 metros.
Determinación de la edad: No existen elementos de estudio suficientes,
dada la ausencia de suturas craneales, costillas y piezas dentales. Tampoco se
puede realizar un análisis concluyente de la pelvis, que aparece fragmentada.
No obstante, el estudio patológico indica una edad avanzada.
Análisis paleopatológico: Aparecen signos de desgaste en mesetas tibiales,
compatibles con la degeneración propia de la edad, así como recrecimientos
artrósicos en el cuello del fémur (foto5) y necrosis en la fosa de conexión con
el músculo obturador interno.
Se aprecia la presencia de una zona lisa y regular por encima de la superficie
articular del cóndilo medial femoral, compatible con la faceta de Charles, que
indicaría una actividad de acuclillamiento (foto 6).

Foto 5: Artrosis en el cuello de la cabeza femoral.

Foto 6: Zona lisa en la superficie del cóndilo medial del


fémur, compatible con la faceta de Charles.

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Tumba 11
Se exhuma un esqueleto casi completo, pero en muy mal estado de
conservación debido a la acción del terreno. Se realiza un análisis del cráneo y
esqueleto postcraneal.
Determinación del sexo: El estudio biométrico de los huesos largos aporta
valores compatibles con el sexo masculino. La hipótesis se ratifica mediante la
observación de la robustez de los huesos y los marcadores sexuales del cráneo.
Se observan órbitas oculares bajas, glabela saliente e ínion apuntado. El gónion
es anguloso y el mentón prominente. Además, se observa un sacro largo y
excavado y una aguda escotadura ciática.
Determinación de la estatura: Se aplican los parámetros biométricos con
las tablas de Pearson y Trotter-Glesser para determinar una estatura entre 1,60
y 1,65 m.
Determinación de la edad: No se puede llevar a cabo un análisis de las suturas
craneales, ya que la presión del terreno ha fragmentado el cráneo. Se observa
un desgaste dental avanzado, con presencia de grandes círculos de dentina
expuesta en los dientes molares, lo que nos acerca a una edad aproximada a los
45 años de acuerdo con los criterios de Brothwell. La degeneración presente
en los huesos, examinada durante el análisis patológico, apoya esta conclusión.
Análisis paleopatológico: La característica más relevante de este esqueleto
es la presencia de una trepanación en el hueso parietal izquierdo del cráneo.
Se trata de una trepanación por barrenado, de forma circular y presencia
del surco de incisión de la herramienta. Los bordes no son abruptos, sino
biselados y existe regeneración en el perímetro, lo que indica recuperación
en vida (foto 7).

Foto 7: Trepanación en el cráneo, por técnica de barrenado, con supervivencia.

101 El cementerio
andalusí de Tauste
La cara interna del cráneo en el área de la trepanación presenta surcos
de recuperación en vida. En la zona anexa, se aprecia surcos vasculares y
porosidades, con desaparición de las celdillas diploicas y excrecencias espiculosas,
que parecen indicar algún tipo de infección posterior a la trepanación, tal vez
a causa de la herida. Esta observación podría corresponderse con una lesión
osteomielítica (foto 8).

Foto 8: Trepanación y posible lesión osteomielítica.

Basándonos en esta observación, se analizan los huesos largos en busca


de otras lesiones compatibles con osteomielitis, hallando presencia de abscesos
y porosidades en tibia (foto 9) y cabeza de fémur, así como afectación en los
cuerpos de las vértebras lumbares, con presencia de desgaste de los discos
intervertebrales y nódulos de Schmörl.
También se aprecia un amplio desgaste en la carilla auricular de la pelvis,
completamente desintegrada.

Foto 9: Abscesos en cabeza tibial.

Javier 102
Gutiérrez González
Miriam
Pina Pardos
Tumba 12
Se conserva cráneo y mayor parte de los huesos largos. Se lleva a cabo
análisis biométrico de los mismos. El índice craneal se corresponde con un
dolicocráneo.
Determinación del sexo: La medición de los huesos largos arroja valores
compatibles con sexo masculino. Se observan marcadores en el cráneo: glabela
saliente, órbita definida, ínion marcado y apófisis mastoides pronunciada. La
escotadura ciática angulosa y la excavada forma del sacro apuntan también a un
varón, al igual que la robustez en miembro superior e inferior, con marcadas
inserciones ligamentosas en húmero, cúbito y radio, tibia y peroné.
Determinación de la estatura: Se aplican los valores biométricos con las
tablas de Pearson y Trotter-Glesser, determinando una estatura entre 1,58 y
1,62m.
Determinación de la edad: Se analiza la morfología de la carilla auricular
de la pelvis, que presenta una superficie granulada, con osteofitos aislados.
No se registran resultados concluyentes de la sínfisis pubiana, debido a la
fragmentación de la pelvis. La obliteración de las suturas craneales es casi
completa. No hay presencia de sutura metópica. El desgaste dental es moderado,
según el criterio de Brothwell. Se establece para el individuo un intervalo de
edad entre 40 y 45 años.
Análisis paleopatológico: Se observan diversas entesopatías en falanges, así
como exostosis calcáneas (espinas) en ambas rótulas y calcáneo, correspondientes
con marcada actividad de acuclillamiento y caminatas (foto 10).
También se aprecian recrecimientos en la inserción del obturados del
fémur, el olécranon del cúbito y el epicóndilo lateral del húmero.

Foto 10: Osteofitos en calcáneo y rótulas.

103 El cementerio
andalusí de Tauste
Se aprecian signos artrósicos con exostosis en falanges distales y proximales
de las manos. Los cuerpos vertebrales, especialmente los correspondientes a
las lumbares, aparecen desgastados y muchos de ellos necrosados debido a su
degeneración. Se aprecia además aplanamiento vertebral debido a la edad (foto
11). Se observa enfermedad periodontal, con retroceso alveolar moderado en
arcada superior y reabsorción alveolar tras pérdida de dientes en vida (foto 12).

Foto 11: Desgaste de cuerpos vertebrales.

Foto 12: Arcada superior que muestra retroceso alveolar por enfermedad periodontal.

Tumba 13
Se exhuma un esqueleto incompleto con signos de degeneración avanzada
y huesos fragmentados. Se lleva a cabo el estudio biométrico de los huesos
disponibles. El índice craneal corresponde a un dolicocráneo. Se observa la
presencia de huesos wormianos en lambda.
Determinación del sexo: No se puede realizar un estudio concluyente
la pelvis debido a su fragmentación, por lo que se analizan los marcadores
craneales. Se observa robustez mandibular y marcada apófisis mastoides, por lo
que se determina sexo masculino.

Javier 104
Gutiérrez González
Miriam
Pina Pardos
Determinación de la estatura: Se aplica la medición del húmero, único
hueso largo disponible, para la determinación de la estatura de acuerdo con los
criterios de Pearson y Trotter-Glesser, concluyendo una altura entre 1,60 y 1,65.
Determinación de la edad: Se realiza un análisis de la sinostosis de las
suturas craneales en base a los criterios de Dérobert y Fully. No hay presencia
de la sutura metópica, el resto están completamente obliteradas, determinando
un intervalo de edad de 45 a 50 años. Se estudia el desgaste dental de acuerdo a
las tablas de Brothwell, determinando un desgaste entre moderado y avanzado
en la superficie de los tres molares, con la conclusión de un intervalo de edad
entre 33 y 45 años.
Análisis paleopatológico: Presencia de enfermedad periodontal, con
retroceso alveolar, hipoplasia del esmalte, abscesos fistulosos y sarro en las
piezas dentales.
Aparece una marcada patología vertebral, con numerosos nódulos en el
núcleo corporal. Se observa un avanzado desgaste del espacio intervertebral,
con presencia de hernias discales y aplastamiento (fotos 13 y 14).

Foto 13: Desgaste intervertebral con herniación.

Foto 14: Aplastamiento dorsal con desgaste del disco


intervertebral, llegando casi hasta la fusión.

105 El cementerio
andalusí de Tauste
Tumba 14
En la tumba 14 se exhuma un individuo infantil alofiso, del que se
conservan fragmentos de cráneo, las diáfisis de los huesos largos, así como
pelvis en formación y algunos cuerpos vertebrales (foto 15).
No se puede determinar el sexo. Para determinar la estatura, se aplica la
medición biométrica con los criterios de Pineau y Sterwart, determinando una
estatura en torno a los 98 cm.
Determinación de la edad: La mayoría de los huesos largos no presentan
epífisis formada. Sí está formada la clavícula derecha, primer hueso del cuerpo
que se osifica, y una de las vértebras dorsales está casi soldada. Dado que la
soldadura con los huesos del arco se origina a partir del tercer año, se determina
una edad entre los 2 y los 4 años.

Foto 15: Esqueleto de individuo infantil.

La mandíbula presenta piezas dentales deciduas, con incisivos ya formados


y caninos y molares sin formar. Se observa la presencia de gérmenes de dientes
permanentes (foto 16). La formación dental indica un intervalo de edad, de
acuerdo con los estadios de Schour y Massler, entre los 3 y 4 años.

Foto 16: Mandíbula con dientes de leche y gérmenes de piezas permanentes.

Javier 106
Gutiérrez González
Miriam
Pina Pardos
Tumba 15
En la tumba 15 se exhuma un esqueleto completo, con evidentes signos de
degeneración. Se realiza la toma y posterior análisis de valores biométricos de
los huesos largos e índice craneal, que corresponde a un dolicocráneo.
Determinación del sexo: Los parámetros de medición de los huesos
largos corresponden a un esqueleto de mujer. El cráneo presenta un ínion
poco marcado, apófisis mastoides redondeada y mandíbula poco prominente.
La pelvis presenta un arco ventral bien diferenciado y una escotadura ciática
redondeada, signos de los que se concluye que se trata de un individuo de sexo
femenino.
Determinación de la estatura: Se aplican las tablas de Pearson, Duppertius-
Hadden y Trotter-Glesser con las medidas de fémur, tibia, radio y húmero. Se
establece una estatura de 1,58 metros.
Determinación de la edad: No se puede analizar el grado de obliteración
de las suturas craneales ya que el cráneo se encuentra fragmentado debido a la
presión del terreno. Se examina la sínfisis pubiana, de acuerdo con los estadios
propuestos por Suchey y Brooks. La superficie es granulosa, no presenta crestas,
pero sí algún osteofito aislado, y el margen está casi completo, por lo que se
determina una edad entre 28 y 48 años. La morfología de la carilla auricular
es también granular y áspera, correspondiente al estadio 4, según Meindl y
Lovejoy, y a una edad de 35 a 39 años. Una conclusión similar ofrece el análisis
del desgaste dental, de moderado a avanzado, con exposición de la dentina
en la superficie de los molares y pérdida de la corona en una de las piezas,
estableciendo la edad entre 33 y 45 años.
Análisis paleopatológico: Se observa la presencia de patología dental, con
marcado retroceso alveolar en la arcada superior (foto 17).

Foto 17: Sarro y retroceso alveolar.

107 El cementerio
andalusí de Tauste
Se observa reabsorción alveolar por pérdida en vida de piezas dentales.
Existen caries con afectación a la cavidad pulpar y acumulación de sarro en
varias piezas, así como desgaste y deformación de las coronas.
Aparecen signos de artrosis en el metacarpo del pulgar izquierdo (foto 18)
y las vértebras lumbares. Se aprecia aplastamiento en los cuerpos vertebrales y
osteofitos en los extremos (foto 19).

Foto 18: Signos artrósicos en metacarpo. Foto 19: Aplastamiento y osteofitos vertebrales.

Tumba 16
Se exhuma esqueleto infantil, del que tan solo se conservan fragmentos
del cráneo y de algunos huesos largos. Los restos están muy estropeados por la
acción del terreno, pero de su pequeño tamaño se deduce una corta edad. No
es posible determinar sexo ni estatura con los restos disponibles.
Determinación de la edad: Se conservan piezas dentales sin raíz completa:
cuatro incisivos superiores, tres caninos y seis molares, además de tres gérmenes
de primer molar permanente (foto 20).
De acuerdo con los estadios de crecimiento de Schour y Massler, se establece
una edad en torno a los 2 años.

Foto 20: Piezas dentales de individuo infantil.

Javier 108
Gutiérrez González
Miriam
Pina Pardos
Tumba 17
En la tumba 17 se exhuma un esqueleto completo. El cráneo aparece
en mal estado de conservación y muy fragmentado, por lo que no es posible
determinar índice craneal.
Determinación del sexo: Se supone sexo masculino en la primera
observación dadas las grandes proporciones de los huesos largos. El estudio
biométrico ratifica amplias mediciones (fémur de 47 cm.), correspondientes
a los parámetros de un varón, y apoyadas por la robustez de los restos
conservados. No hay registro de marcadores del cráneo más allá de un ínion
muy pronunciado. La mandíbula ofrece rasgos marcados. El sacro es largo y
excavado. La pelvis está muy fragmentada y su análisis no ofrece resultados
concluyentes. Se determina sexo masculino.
Determinación de la estatura: Se realiza la aplicación de las medidas de los
huesos largos de acuerdo con las tablas de Pearson, Dupertius-Hadden y Totter-
Glesser, arroja resultados entre 1,72 y 1,76 metros.
Determinación de la edad: Las suturas que se observan en el cráneo
(muy mal conservado) muestran una acentuada obliteración. El intervalo de
edad oscilaría entre 30 y 70 años (Broca) y 40 y 50 años (Dérobert-Fully). El
estudio dental indica una edad madura, con un estadio de desgaste 4-5, según
Perizonius, y estableciendo una edad de 33 a 45 años de acuerdo con los criterios
de Brothwell. No hay registro de la pelvis.
Análisis paleopatológico: Se observa degeneración propia de la edad en las
vértebras y signos atrósicos, con moderada pérdida de los discos cartilaginosos,
aplanamiento de los cuerpos vertebrales y algunos osteofitos.
Se aprecia asimismo una exostosis perifoveal en las cabezas de ambos
fémures, asociada a la artrosis (foto 21). El húmero presenta un orificio
epitrócleo coronoideo por actividad de extensión del codo.

Foto 21: Exostosis perifoveal por artrosis.

109 El cementerio
andalusí de Tauste
Además, se aprecian marcas de entesopatías en falanges y la espina tibial
(foto 22).

Foto 22: Marcas entesopáticas en falanges.

Tumba 18
Se exhuma tan solo el miembro superior del esqueleto. Se conserva el
cráneo, fragmentado, costillas, 21 vértebras, húmero, cúbito y radio izquierdos,
clavícula izquierda y manubrio. Al ser el esqueleto más antiguo, ya que se
encontraba en la capa más profunda, aparece muy estropeado por la acción
del terreno.
Determinación del sexo: Se observa apófisis mastoides pronunciada y
mentón prominente en la mandíbula inferior, compatible con sexo masculino.
La biometría de los huesos largos indica lo mismo. Se determina sexo masculino.
Determinación de la estatura. Se aplica la medición de los huesos largos
combinada con los parámetros de Pearson y Trotter-Glesser, arrojando un
intervalo de estatura entre 1,62 y 1,65 metros.
Determinación de la edad: No se conserva la pelvis. El cráneo se encuentra
fragmentado y no hay registro de las suturas. La superficie costal presenta
margen irregular, con leve depresión del canal articular y apariencia granulada.
Se determina un intervalo de edad entre 36 y 32 años (ISCAN). El desgaste
dental es más pronunciado en incisivos, con exposición de la dentina. Los
molares no presentan un desgaste acusado y conservan las cúspides. De acuerdo
con los criterios de Brothwell, se determina una edad entre 25 y 35 años.
Análisis paleopatológico: Se detecta patología oral con moderado retroceso
alveolar, así como abscesos fistulosos y caries en alguna pieza dental. La cara
vestibular de los dientes se encuentra más desgastada debido a una mordida no
centrada.

Javier 110
Gutiérrez González
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Pina Pardos
Se observa formación desigual en el pedículo de la apófisis transversa de
una de las vértebras cervicales (foto 23).

Foto 23: Formación anómala en cervical.

Las vértebras presentan algunos nódulos de Schmörl en sus cuerpos, debido


a una leve degeneración por la edad. La desviación de la apófisis espinosa (foto
24) en las dorsales sugiere algún tipo de escoliosis.

Foto 24: Nódulo en cuerpo vertebral y desviación de la apófisis espinosa.

Tumba 19
Se exhuma un esqueleto sin huesos largos completos, por lo que no se
puede llevar a cabo un estudio biométrico.
Determinación del sexo: Apenas hay marcadores para realizar una
afirmación concluyente, aunque el arco superciliar poco saliente y la apófisis
mastoides redondeada indican sexo femenino.
No existen parámetros para determinar la estatura.
Determinación de la edad: Los huesos del cráneo se encuentran
fragmentado, por lo que no se puede analizar la sinostosis de las suturas. Se
conserva un fragmento de pelvis con carilla auricular que presenta estrías y

111 El cementerio
andalusí de Tauste
superficie granulada, correspondiente a la fase 3 (Lovejoy) y a un intervalo
de edad comprendido entre 30 y 34 años. El análisis dental arroja diferentes
resultados, ya que existe un desgaste desigual, desde exposición de la dentina
hasta pérdida casi total de la corona con exposición de la cavidad pulpar
en piezas como el segundo premolar. En todo caso, se trata de un desgaste
avanzado, que, de acuerdo con los criterios de Brothwell, establecería la edad
entre 33 y 45 años.
Análisis paleopatológico: Se detectan entesopatías en varias falanges.
Los cuerpos vertebrales presentan cierta degeneración, con un leve
aplastamiento lumbar.
Ambas mandíbulas presentan enfermedad periodontal, con un absceso
sobre el segundo premolar de la arcada superior derecha. Tanto dicha pieza
como los premolares de la arcada superior izquierda presentan caries y un
desgaste patológico con pérdida casi completa de corona y exposición de la
cavidad pulpar. Se aprecia la existencia de un diente ectópico tras la pieza 16
(foto 25).

Foto 25: Desgaste en premolares y diente ectópico.

Tumba 20
Se exhuma un esqueleto infantil, en muy mal estado de conservación,
compuesto por fragmentos de cráneo, algunas falanges en formación y
fragmentos de huesos largos.
No es posible determinar sexo ni estatura.
Determinación de la edad: Se conservan algunas piezas dentales: cinco
molares, tres caninos y dos incisivos, todos ellos decidios. Tan solo los incisivos
están formados. De acuerdo con los estadios de erupción dental descritos por
Schour y Massler, se estable un intervalo de edad entre 18 meses y 2 años (foto 26).

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Foto 26: Dientes conservados en la tumba 20.

CONCLUSIÓN
Puestos en relación los actuales resultados de este análisis con los restos
exhumados en la pasada cata arqueológica, se concluye que todos los restos
pertenecen a esqueletos de tronco racial caucasoide y muestran patologías
comunes, como la artrosis, asociada al lógico desgaste a causa de la edad, o
la enfermedad periodontal, muy marcada en la mayoría de los esqueletos de
individuos adultos, con abundante desgaste dental, así como hipoplasia, caries
y cálculos en las piezas, provocados por una fuerte actividad masticatoria y
la ausencia de una higiene dental apropiada en la época. La trepanación es
una técnica conocida desde la antigüedad e indica una intervención con fines
quirúrgicos o rituales. Una operación de este tipo que se solventa con éxito y con
la supervivencia del sujeto indica un conocimiento avanzado de esta práctica.

113 El cementerio
andalusí de Tauste
Los orígenes
del Canal de Tauste en el
Archivo del Sindicato de
Riegos (ss. XIII - XVI)

Juan José Morales Gómez1


Licenciado en Filosofía y Letras,
Especialidad de Historia Medieval
1. INTRODUCCIÓN1
1 El presente estudio se ha beneficiado de una ayuda económica del Sindicato de Riegos de Tauste y ha contado en todo momento
con el apoyo y asistencia de la Asociación Cultural El Patiaz y, señaladamente, de D. Jesús Alegre, miembro de la misma, a
quienes quiero hacer constar mi reconocimiento. Este trabajo partió de una conferencia impartida el 18 de febrero de 2011
cuando la investigación sobre la materia se encontraba todavía en curso y los resultados eran provisionales. Así se expuso
al comienzo de la charla. Como podrán fácilmente verificar los que asistieron a la misma, hay una distancia entre lo que se
presentó aquel día y las presentes páginas, pienso que para mejor.

El Canal de Tauste es, aún para los parámetros actuales, una obra
hidráulica de envergadura. Dependiente del Ebro y dedicado íntegramente
al riego, cuenta actualmente con un aforo concesional autorizado de
9,305 m3/sg en origen y una longitud oficial de 42 kms., que se corresponden con
la jurisdicción del Sindicato de Riegos del Canal de ese nombre y abarcan desde
la toma de aguas, sita en el término de Cabanillas, hasta el límite del término de
Tauste con Remolinos2. Desde un punto de vista funcional no obstante puede
considerarse que tiene en torno a 60 kms. pues, tras abandonar Tauste, el
cauce, aunque considerablemente mermado y con otra denominación (acequia
de Remolinos), continúa hasta retornar al río a la altura de la población de
Cabañas de Ebro. Esta puntualización no es baladí, pues sobre este extremo
la bibliografía ha arrastrado tradicionalmente un baile de cifras, incluso en un
mismo trabajo3, que suscita en primera instancia no poca incertidumbre.
Los orígenes de su trazado, tal como hoy lo conocemos, se remontan
a mediados del siglo XVI, aunque con unos precedentes medievales de
extraordinario interés, como tendremos ocasión de ver4. Fue resultado de un
acuerdo entre los municipios navarros de Cabanillas y Fustiñana y la Orden de
San Juan del Hospital, señora temporal de los mismos, con el concejo aragonés
de Tauste, al que muy poco después se sumó, aunque de una forma sui géneris,

2 Canal de Tauste 1987-2007, [Tauste], Sindicato de Riegos del Canal de Tauste, [2007], pp. 12-13; Reglamento del
Sindicato de Riegos del Canal de Tauste, aprobado por la Confederación Hidrográfica del Ebro el 29 de mayo de
1986 (vigente), art. 1, véase en http://www.geoscopio.com/empresas/tauste/ (15/12/2012).
3 Como sucede con LLAURADÓ Y FABREGAS, Andrés, Tratado de aguas y riegos, vol. II, Hidrología agrícola
de España, Madrid, Imprenta de Moreno y Rojas, 1884 (2ª ed. corregida y aumentada), que si en un
primer momento habla de un recorrido de 44.586 ms. (p. 352) poco más adelante lo troca en 59 kms.
(p. 354).
4 Aunque desde luego dista mucho de ser el canal más antiguo de Europa, como se viene repitiendo en medios
divulgativos periódicamente. Semejante infundio viene de muy atrás. A decir de ESTEBAN CHAVARRÍA,
Juan P., Memorias históricas de Fustiñana (Navarra), Zaragoza, Tipografía La Académica - F. Martínez, 1930,
p. 52, su procedencia primigenia es un comentario de Joaquín Costa. Pero no he podido dar con la cita original
en la obra publicada de ese autor. Sea como sea, sólo puede achacarse a un desproporcionado acceso de
entusiasmo.

117 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
la población también navarra de Buñuel. Su actual fisonomía, sin embargo,
data esencialmente de fines del siglo XVIII en que, tras pasar a formar parte
del patrimonio real en 1781 y ser incorporado al proyecto del Canal Imperial -a
partir de ese momento se hablará de la empresa de los Canales Imperial y Real de
Tauste- fue objeto de una profunda remodelación bajo la dirección de Pignatelli
que supuso, entre otras cosas, multiplicar por más de dos la capacidad de su
aforo5. Aunque por supuesto ha habido mejoras posteriores.
La categoría formal de Canal fue adquirida tras la remoción de fines del
Setecientos, que antes nunca fue calificado de otra cosa que de Cequia; un
tránsito coincidente con el del actual Canal Imperial y otras muchas grandes
conducciones españolas. Pero la nomenclatura de Tauste es mucho más antigua.
Viene dada por el singular protagonismo histórico de esta villa en su erección y
se constata desde los primeros tiempos de su intervención, en la segunda mitad
del siglo XV. Debió ser la denominación más corriente a lo largo de los siglos.
Procede del habla coloquial, tal y como la Acequia era conocida comunment o
vulgarment, como precisan de vez en cuando los documentos. De ahí desciende
su primer nombre oficialmente reconocido, el Canal Real de Tauste, acuñado en
los tiempos de Pignatelli, que dará paso al vigente. Pero en tiempos históricos ese
nominal no tuvo plena fijeza, no siendo difícil encontrar la Acequia designada
también como de Ebro o, aunque más raramente, de Cabanillas, Fustiñana y
Tauste y aun del Prior de San Juan, con diferentes variantes. El hallazgo de estos
apelativos de forma aislada en la documentación ha sugerido a algunos autores
que la Acequia recibió nombres diferentes, según las épocas6. Sí parece que
en los momentos de arranque de sus dos fases de fundación, mediados de los
siglos XV y XVI, la situación, todavía muy indefinida, propició el predominio
de la denominación más simple y genérica de Acequia d´Ebro, como sucedió por
5 Para un detalle de estas obras hasta 1787 véase PONZ, Antonio, Viage de España…, t. XV, Madrid, Viuda de
Ibarra, Hijos y Compañía, 1788, pp. 156-175. La perspectiva general del conjunto de la intervención en la
Descripción de los Canales imperial de Aragón i Real de Tauste…, del Conde Sástago, Zaragoza, Francisco Magallón,
1796 (existen dos reediciones facsímiles recientes promovidas por el Centro de Estudios Históricos de Obras
Públicas y Urbanismo que datan de 1984 y 1998, la primera formando parte de un compendio documental
y gráfico misceláneo sobre el Canal Imperial titulado precisamente Canal Imperial de Aragón, la segunda
exenta), especialmente pp. 132-136. El problema es que la atención dedicada al Canal de Tauste en esta obra
es muy exigua, algo reconocido por el propio autor que se excusa asegurando dar de el una completa descripción
acompañada de laminas en el futuro (p. 132), promesa no obstante que dejó incumplida.
6 El debate es antiguo constatándose opiniones al respecto desde el siglo XIX. Véase, por ejemplo, MADOZ,
Pascual, Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, vol. XIV, Madrid, Imprenta
del Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de Pascual Madoz, 1849, p. 676.

Juan José 118


Morales Gómez
otra parte con otras sangraderas del gran río en las mismas circunstancias7.
Esta designación también tiende a prevalecer en la documentación referida a
los asuntos internos de Tauste, pero pienso que por razones eminentemente
prácticas: en ese contexto, la Acequia d´Ebro es una identificación mucho
más precisa y determinante que de Taust8, como es patente. Pero, fuera de
esas situaciones, la forma más ordinaria de reconocimiento sería la última
mencionada, lo que no es óbice para que todos estos títulos coexistan e incluso
sean intercambiables: hasta en un mismo documento se puede encontrar en un
momento dado al caz nombrado como de Taust y, poco después, de Ebro9.

2. Balance historiográfico
No puede decirse que el Canal de Tauste sea un desconocido en la hidráulica
histórica española, aunque para el gran público carece de toda notoriedad, en
parte porque no posee la espectacularidad de otras obras coetáneas, como la
Mina de Daroca, la traída de aguas de Teruel o el Canal Imperial de Aragón, pero
también por la total falta de difusión de sus indudables valores. No obstante, en
el campo de los especialistas de la historia de los regadíos y, aunque con menos
énfasis, de la ingeniería hidráulica, pasa por ser una relevante realización del
Quinientos, no ya a escala regional sino incluso nacional. Así es reconocida
en la mayoría de las síntesis sobre la materia10, mereciendo incluso figurar en
7 La misma Acequia Imperial, al principio, en la fase de planeamiento, era llamada de este modo, FERNÁNDEZ
MARCO, Juan Ignacio, El Canal Imperial de Aragón. Estudio Geográfico, Zaragoza, Junta del Canal Imperial
de Aragón, Departamento de Geografía Aplicada del Instituto Juan Sebastián Elcano, 1961, pp. 83-85. En
Ribaforada se habla en el siglo XIII de otra cequia d´Ebro, FOREY, A. J., “Notes on irrigation in north-easter
Spain during the XIIth and XIIIth century”, Anuario de Estudios Medievales 17 (1987), p. 124. Etc.
8 Por ejemplo, en cierta sentencia arbitral promulgada en 1615 para poner remedio a la desastrosa situación
de la hacienda del concejo de Tauste, las numerosas alusiones a la Acequia -que forma parte del patrimonio
municipal- la motejan invariablemente d´Ebro, PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “Intervención de la
monarquía en los asuntos municipales de gobierno en tiempos de crisis: sobre las ordenanzas de la Villa y las
obras del Canal de Tauste a principios del siglo XVII”, Tauste en su historia. Actas de las XI Jornadas sobre la Historia
de Tauste, (8 al 12 de febrero de 2010), Tauste, Asociación Cultural “El Patiaz”, 2012, doc. 28.
9 Véase un ejemplo de 1488 en nota 126.
10 Centrándonos en las más recientes, véanse, para el ámbito aragonés, entre otros: COLÁS LATORRE, Gregorio,
“Las transformaciones de la superficie agraria aragonesa en el siglo XVI: los regadíos, aproximación a su
estudio”, Congreso de Historia Rural. Siglos XV al XIX, Madrid, Casa de Velázquez-Universidad Complutense, 1984,
p. 525 y ss.; PÉREZ SARRIÓN, Guillermo, “Regadíos, política hidráulica y cambio social en Aragón, siglos
XV-XVIII”, en PÉREZ PICAZO, Mª Teresa, y LEMEUNIER, Guy (eds.), Agua y modo de producción, Barcelona,
Crítica, 1990, pp. 225-226; BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino, Maestros del
agua, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 1999, vol. I, p. 337 y ss.; MATEOS ROYO, José Antonio, “Expansión
económica, intervención pública y desarrollo tecnológico preindustrial: la política hidráulica municipal en
Aragón durante el siglo XVI”, Llull 61 (2005), pp. 138-139. Para el nacional: BERNABÉ GIL, David, “Política

119 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
obras de cierto prestigio y aparato -y fuerte carácter selectivo- como el Catálogo
de treinta canales españoles anteriores a 1900 de José Antonio Fernández Ordóñez
y colaboradores11 o el catálogo de la gran exposición Felipe II, los ingenios y las
máquinas que abordaba monográficamente la Ingeniería y obras públicas en la
época de Felipe II12. De hecho, en los siglos XVIII y XIX, hasta la irrupción de los
grandes planes contemporáneos de colonización y regadío, la noción de que el
Canal taustano era, en su género, la segunda infraestructura más importante
del reino de Aragón, sólo por detrás del Imperial, tuvo su predicamento13,
una apreciación en la que, por supuesto, interviene un cierto componente de
emulación local, cuando no otros intereses, pero que no deja de denotar la
importancia de la obra. En esta línea, algunos autores actuales llegan hasta a
plantear la hipótesis de que la importancia económica del taustano fue superior
a la del Imperial, al menos hasta la ampliación de Pignatelli14.
hidráulica en la España de los Austrias”, en ALBEROLA, Armando (ed.), Cuatro siglos de técnica hidráulica en
tierras alicantinas, Alicante, Instituto de Cultura Juan Gil Albert-Diputación Provincial, 1995, p. 75; LEMEUNIER,
Guy, “Hidráulica agrícola en la España mediterránea, ss. XVI-XVII. La formación de los regadíos clásicos”, en
BARCIELA LÓPEZ, Carlos, y MELGAREJO MORENO, Joaquín (eds.), El agua en la Historia de España, Alicante,
Universidad, 2000, p. 78; LÓPEZ GÓMEZ, Antonio, “Presas y canales de riego en los siglos XVI y XVII”, en
GIL OLCINA, Antonio, y MORALES GIL, Alfredo (coords.), Hitos históricos de los regadíos españoles [ponencias
del Seminario celebrado en Alicante, 1990], Madrid, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 1992,
p. 108, etc. La única excepción relevante la constituye SEGURA GRAIÑO, Cristina (dir.), Historia de los regadíos
en España (...A.C.-1931), Madrid, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, 1991, para quien el Canal de
Tauste constituye un fracaso (vid. pp. 314 y 317). Considerando que este trabajo no parece manejar ninguna
fuente desconocida para los demás, que llegan a conclusiones diametralmente opuestas, no cabe sino deducir
que se trata de un error de interpretación. Cabe decir en su disculpa que el objetivo de esta obra es tan
ambicioso -presentar una panorámica al completo de toda la hidráulica histórica española- que resulta casi
imposible no incurrir en algún tipo de olvido o yerro.
11 Le dedica íntegro un capítulo, pp. 134-145. Este libro fue editado por el Colegio de Ingenieros de Caminos,
Canales y Puertos y la Comisión de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo en Madrid en 1986.
12 Vid. pp. 230-231. La edición de esta obra corrió a cargo de la Sociedad Estatal para la Conmemoración de los
Centenarios de Felipe II y Carlos V, Madrid, 1998 (reed. en 1999).
13 ITURRI DEL RONCAL, Basilio, Historia de Nuestra Señora de Sancho Abarca, Pamplona, Alfonso Burguete, 1729
(reed. de Víctor Angoy Sancho, Tauste, 1992), p. 70. Cartas sobre riegos por un aficionado, Zaragoza, Tipografía
de Juan C. Cavero, [1873] (2ª ed. corregida y aumentada), p. 53. Este último trabajo se publicó originalmente
en el periódico El Imparcial Aragonés, por entregas, en el año 1869. No es difícil, sobre todo en el ámbito de
los historiadores de la ingeniería, encontrar desde fechas tempranas estas Cartas atribuidas a Mariano Royo,
rector que fue del Canal Imperial entre 1865 y 1900. Véanse algunos ejemplos en nota 24. Aunque la lectura del
texto revela una personalidad muy afín a la administración del Canal y defensora a ultranza de su gestión, no
encuentro ninguna prueba firme que sostenga semejante imputación. Es más, la obrita, al menos en su segunda
edición, que es la que he manejado (llegó a reeditarse una tercera vez de la mano de la Federación Aragonesa,
Zaragoza, Imprenta y fotograbado del Heraldo, 1913), incluye una carta proemio dirigida a mi mejor amigo Mariano
Royo que, en primera instancia, hace francamente sorprendente la propuesta.
14 BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino, óp. cit., vol. I, p. 337. Carlos Blázquez
vuelve a reiterarla en su artículo “Entre el desierto y la vega: Tauste y sus obras hidráulicas”, Tauste en su historia.
Actas de las III Jornadas sobre la Historia de Tauste (10 al 14 de diciembre de 2001), Tauste, Patronato de la Casa de
Cultura - Ayuntamiento, 2003, p. 247.

Juan José 120


Morales Gómez
Esta indudable trascendencia contrasta de forma muy llamativa con el
pobre conocimiento que tenemos de los primeros siglos de su historia. El repaso
de la bibliografía sectorial revela un tratamiento tan sumario como reiterativo:
poco más o menos el mismo puñado de noticias repetidas una y otra vez con
escasas variantes y, lo que resulta más significativo, sin mención casi nunca de las
fuentes de información primaria; todo lo más -y no siempre- la remisión a algún
trabajo anterior. Remontándonos de cita en cita hemos podido verificar que la
mayor parte de lo que hoy sabemos sobre la trayectoria histórica más pretérita
del Canal de Tauste es una herencia, poco actualizada, de mediados del siglo
XIX, fruto de una coyuntura muy concreta.
La muerte de Fernando VII en 1833 señaló el arranque del desmantelamiento
definitivo del Antiguo Régimen. La situación resultante, muy fluida, de cambios
acelerados y acusada inestabilidad política se caracterizó, en el contexto que
nos interesa, por una contestación generalizada y socialmente amplia a la
estructura heredada de la administración de los Canales Imperial y de Tauste,
una institución al fin y al cabo de carácter feudal. Concluirá con la devolución
del segundo a sus propietarios originales en 1848 -los municipios de Cabanillas,
Fustiñana, Buñuel y Tauste- y una variación muy sustancial de la naturaleza y
condiciones de explotación del Imperial15. Pero no antes de un debate, del
que estamos mal informados pero que suponemos duro, entre la dirección
de los Canales y los regantes, que la prensa se encargó de hacer del dominio
público. Eso supuso, en el caso del Canal de Tauste, dar amplia publicidad a los
antecedentes históricos de la obra, pues en esas diatribas uno de los argumentos
fundamentales de las quejas contra la empresa de los Canales y, por extensión,
el Estado era, precisamente, la vulneración de los derechos históricos de los
pueblos condueños por la absorción de 1781.
Son estos materiales y estas pasiones el punto de partida de la redacción
de los tres textos que, aun hoy, siguen siendo las fuentes de información
fundamentales para la historia del Canal de Tauste:
- la voz correspondiente del Diccionario de Pascual Madoz, que aparece en
184916.
15 Este proceso es bien estudiado por FRANCO DE ESPÉS, Carlos, “De enfiteutas a propietarios: la disolución
del Antiguo Régimen en las tierras del Canal Imperial de Aragón”, en CHUST CALERO, Manuel (ed.), De la
cuestión señorial a la cuestión social. Homenaje al profesor Enric Sebastià, Valencia, Universitat de València, 2002, pp.
39-58.
16 MADOZ, Pascual, óp. cit., p. 676.

121 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
- la Memoria de los Canales de Aragón de Joaquín Alcorisa, director de los
Canales por aquel entonces, impresa en 1839 y, más concretamente,
dentro de ella, una Contestación -el autor hace acopio en la publicación
de diferentes materiales- a un artículo inserto en el número 34 del periódico
titulado El Aragonés17 sobre pago de derechos al Canal de Tauste18.
- las Cartas sobre riegos por un aficionado, de autor anónimo, que dedican la
Carta Setima íntegra al Canal de Tauste y ven la luz inicialmente en forma
de artículos periodísticos en 1869 para, poco después, ser reunidos y
editados en forma de opúsculo19.
Mención aparte merecen las historias locales algo posteriores de Juan
Esteban Chavarría, Memorias históricas de Fustiñana20, y la más breve de Mariano
Supervía Lostalé, Tauste21, que, como es lógico, dedican algunos pasajes a la
trayectoria del Canal. Son relatos muy sucintos que no inciden más que en los
jalones cronológicos básicos, ya relacionados en los trabajos anteriores, y no
aportan información novedosa más que de forma limitada -además de alguna
fábula-, pero tienen el atractivo de que manejan directamente documentación
primaria, que no siempre ha perdurado, de la que incluso extraen citas textuales.
Con todo, su influencia ha sido inapreciable y no han tenido apenas proyección
fuera del círculo estrictamente local.
Volviendo a los tres textos principales, vale la pena destacar que no se
trata de reposadas elaboraciones historiográficas sino de discursos polémicos
hijos de su actualidad, con posicionamientos muy netos a favor de la postura
de los antiguos municipios condueños el primero y de la dirección de los
Canales los otros dos. Aun hoy, la utilización de uno u otro de estos auténticos
alegatos se presenta en no pocas ocasiones de forma excluyente, casi partidista,
17 No he podido localizar número alguno de esa cabecera.
18 ALCORISA, Joaquín, Memoria sobre los Canales de Aragón. Memoria dirigida en 26 de marzo de 1839 a la Dirección
General de Caminos y Canales sobre la cuota que debería cobrarse en frutos este año por los derechos líquidos del agua que la
empresa de los Canales de Aragón suministra a los regantes, Zaragoza, Imprenta de Roque Gallifa, 1839, pp. 57-65.
Este texto es reproducido de nuevo, sin apenas variaciones, en ALCORISA, Joaquín, Memoria sobre los canales de
Aragón titulados Imperial y de Tauste que Joaquín Alcorisa, del Consejo de S.M. y Director de los mismos, tiene el honor de
ofrecer a la Regencia Provisional del Reino, Zaragoza, Imprenta de Roque Gallifa, 1841, p. 10 y ss.
19 Para las cuestiones relativas a su edición y autoría véase nota 13.
20 Óp. cit.
21 En MONTSERRAT DE BONDÍA, Sebastián, y PLEYÁN DE PORTA, José, Aragón histórico, pintoresco y monumental,
vol. II, Zaragoza, Imprenta del Aragón histórico, 1885, pp. 103-124. La pequeña síntesis que dedica al Canal
(pp. 106-108) reproduce literalmente un texto facilitado por Mariano Laborda, pariente de Mariano Supervía
y Secretario del Sindicato de Riegos por entonces.

Juan José 122


Morales Gómez
demostrando que el trasfondo de esa confrontación de hace tantos años
todavía sigue, sutilmente, vigente22. No obstante tal circunstancia no afecta a
los propósitos de las presentes páginas. El manejo de los datos históricos más
lejanos en el tiempo es en estos trabajos un motivo de interés secundario. Es su
presente y los acontecimientos más próximos que lo han conformado lo que
les preocupa. No se detendrán por tanto en ellos más que lo imprescindible.
Vistos fríamente, para todo lo anterior al siglo XVIII, apenas pasan de la
categoría de apretadas sinopsis, muy positivistas, por lo demás muy semejantes
entre sí. Con sus limitaciones, sirvieron, con todo, para rescatar esta obra del
olvido23. Rápidamente asumidos sus contenidos, y en particular las Cartas, por la
historiografía sectorial de su tiempo, el Canal de Tauste ocupa desde entonces
un lugar en la historia hidráulica española24.
22 No puede ser casual que dentro de la sólida corriente vindicativa de la gestión estatal de los Canales y sus
indudables logros, en general, y la figura y labor de Pignatelli, en particular, la obra de Alcorisa y, sobre todo,
las Cartas sean publicaciones reconocidas y valoradas, mientras que el Diccionario de Madoz pase prácticamente
inadvertido, vid. por ejemplo SÁENZ RIDRUEJO, Fernando, “Algunos aspectos poco conocidos en la historia
del Canal Imperial de Aragón”, en Canal Imperial de Aragón, Madrid, Centro de Estudios Históricos de Obras
Públicas y Urbanismo, 1984, vol. II, pp. 31-70. A la inversa, resulta muy significativo que en las escasas y
concisas ediciones promovidas por el Sindicato de Riegos del Canal de Tauste divulgativas de su trayectoria,
siempre en forma de folletos, el relato histórico siga al pie de la letra la redacción de Madoz, aunque sin citar
la procedencia, vid. Historia resumida del Canal de Tauste, [Tauste], Sindicato de Riegos del Canal de Tauste,
[1987], y Canal de Tauste 1987-2007…, óp. cit. Una pequeña observación: en estos dos últimos textos se constata
una errata en relación con el original de Madoz -y con la realidad-: el privilegio que dio lugar a la erección
definitiva de la Acequia data de 1529, no de 1524, como se presenta en estas publicaciones. El mismo yerro se
constata en FERNÁNDEZ ORDÓÑEZ, José Antonio (dir.), Catálogo de noventa presas y azudes españoles anteriores
a 1900, Madrid, Comisión de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo, 1984, p. 136. Aunque el dato
carece de indicación de procedencia deriva sin duda del texto anterior -o de una fuente común a ambos- pues la
frase utilizada es exactamente la misma. Considerando que se trata de un trabajo aureolado de cierto prestigio,
el error se ha debido transferir a muchas otras publicaciones. Probablemente sea el caso, pues se constata lo
mismo, de CORTES GIMENO, Rafael, “Las obras hidráulicas medievales. Algunos aspectos técnicos”, Paisajes
rurales y urbanos: métodos de análisis en Historia Medieval. III Seminario de Historia Medieval, Zaragoza, Universidad,
1994, p. 95, o el de SÁENZ RIDRUEJO, Fernando, “Ingeniería y obra pública civil”, en SILVA SUÁREZ, Manuel
(ed.), Técnica e Ingeniería en España I. El Renacimiento, Zaragoza, Real Academia de Ingeniería, Institución
Fernando El Católico (I.F.C.) y Prensas Universitarias de Zaragoza, 2004, p. 362, sin mención de autoridad, de
nuevo, en ninguno de los dos.
23 Para el mundo erudito del siglo XVIII el Canal de Tauste era un completo desconocido. Un trabajo tan atento
a las estructuras económicas de su entorno y tan interesado en documentar sus orígenes como la Historia de la
economía política de Aragón de Ignacio de Asso (Zaragoza, Francisco Magallón, 1798) es incapaz de aportar dato
alguno sobre sus antecedentes limitándose a adjudicarle una perduración inmemorial (p. 69). Lo mismo sucede
con el contemporáneo Viage de España de Antonio Ponz, óp. cit., una extensa descripción en 18 volúmenes de
la España de la época que dedica una gran atención a las obras públicas y sus avatares históricos, pero que, al
referirse a la nuestra, no pasa de describir el estado de las labores de ampliación que se estaban realizando en
aquellos momentos (t. XV, pp. 156-175). Ni siquiera la fuertemente localista Historia de Nuestra Señora de Sancho
Abarca del Padre Iturri, óp. cit., aporta dato objetivo alguno sobre lo que presenta, con razón, como uno de los
motivos más sobresalientes del orgullo autóctono (p. 70).
24 La Carta dedicada a Tauste fue, pocos años después, reproducida literalmente en la obra de Llauradó i Fábregas,
Tratado de aguas y riegos..., óp. cit., pp. 352-358, un título relevante y de gran influencia en su momento. Al filo
del Novecientos esta Carta sería extractada por Pablo Alzola en su Historia de las Obras Públicas en España, Bilbao,

123 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
El problema es que el tema apenas ha pasado de ahí, alargando la sombra
de estos textos de forma inusitada, hasta prácticamente nuestros días. Muchas
veces, no obstante, no de forma directa, sino a través de varios escalones de
intermediarios que, más a menudo de los que sería deseable, han silenciado
sus referencias. De esta manera se ha propiciado tanto un enmascaramiento
del auténtico origen de la información como la falsa sensación de que el tema
había recibido más tratamiento que el que era verdadero. Con un problema
añadido: con tantas transmisiones, además habitualmente acríticas, el más
pequeño error, incluso una simple errata en el lugar menos adecuado, ha
supuesto desviaciones que van -o pueden ir- popularizándose poco a poco y que
contribuyen todavía más a diluir el perfil de la obra, que en algunos de sus hitos
cronológicos llega a transmitir una impresión un tanto flotante25.
Poco es lo que realmente se ha aportado con posterioridad, no ya a nivel de
enfoques o planteamientos, sino ni siquiera de simple información adicional,
y además de una forma tan desperdigada como puntual. En este panorama tan
poco alentador cabe, con todo, destacar por su particular valor testimonial, el
artículo, ya casi centenario, El problema de la variación del clima en la cuenca del Ebro
de Andrés Giménez Soler que aporta algunas noticias de primera mano sobre
el Canal procedentes del Archivo Municipal de Tauste, presa de las llamas en
193426; no son demasiadas ni todo lo exactas que cabría desear, como tendremos
ocasión de comprobar, pero tienen el mérito de poner en valor por primera
vez los precedentes medievales de la obra. Igualmente, el primer acercamiento
Imp. Casa de Misericordia, 1899, p. 145, uno de los libros de cabecera de los estudiosos de la historia de la
ingeniería española durante varias generaciones, hoy considerado un clásico. De hecho, existen tres reeds.
posteriores de esta obra a cargo todas ellas del Colegio de Ingenieros, Caminos, Canales y Puertos (1979, 1994
y 2001). Una advertencia: tanto Llauradó como Alzola atribuyen las Cartas a Mariano Royo, véase al respecto
nota 13.
25 Vid. el ejemplo más notorio en nota 22. Otro caso: LÓPEZ GÓMEZ, Antonio, óp. cit., señala en p. 108 que
Buñuel consiguió participación en el proyecto en 1538, remitiendo como fuentes a Madoz, las Cartas sobre riegos
y el Catálogo de Fernández Ordóñez que coinciden en señalar para ello 1558. Etc. No siempre se trata de este
tipo de pequeños, aunque molestos, detalles, también se constatan errores de interpretación, en ocasiones de
bulto, como el de la obra dirigida por Cristina Segura, Historia de los regadíos en España…, que veíamos en la
nota 10.
26 Este trabajo apareció en las Memorias de la Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Zaragoza I (1923), pp. 1-138.
El trabajo de campo que realizó este autor para la elaboración de su estudio comprendió una visita a Tauste,
donde recibió todo tipo de facilidades, tanto para acceder a los archivos municipal y parroquial de la localidad
-a los que califica de interesantísimos- como para visitar las obras hidráulicas del término, gracias a los buenos
oficios del alcalde del momento. Su agradecimiento consta en el propio texto acompañado de un comentario
muy del gusto de la época: me complazco en manifestarlo por lo mucho que dice en pro de la cultura de aquella villa cuyos
vecinos sienten el patriotismo como muy pocos (p. 44).

Juan José 124


Morales Gómez
monográfico al Canal de Tauste, aparecido en el Catálogo de treinta canales
españoles anteriores a 1900 de Fernández Ordóñez, que se concentra sin embargo
en la descripción de la construcción existente, limitándose en el apartado
histórico a amalgamar los materiales ya conocidos27. Finalmente, el recentísimo
volumen que dedican al Canal de Tauste Montserrat Vega y Miguel Ángel
Pallarés; un texto notable, que maneja mucha información inédita y puede
calificarse sin exageración como la aportación más significativa al conocimiento
general del Canal desde hace siglo y medio, pero cuyos fines y planteamientos
no son científicos sino divulgativos, con un punto de evocación28.
En resumen, la historia del Canal de Tauste, hoy por hoy, descansa de
forma preponderante sobre materiales divulgativos o periodísticos, muchos
de ellos muy añejos, que si han sido útiles para resaltar la importancia de la
obra, carecen de auténtica proyección historiográfica y de soporte documental
verificable. El propósito de las presentes páginas es, precisamente, intentar
cubrir ese hueco, si bien de forma parcial, centrándonos en los primeros siglos
de andadura del Canal hasta su definitiva consolidación, que puede fijarse
hacia 1561. Se trata de reunir todas las noticias dispersas, contrastar con la
documentación disponible los datos hasta ahora manejados, depurándolos y
despejando eventuales incertidumbres, llenar lagunas hasta donde sea posible
y, en definitiva, avanzar en el conocimiento de la infraestructura y su encuadre
en el contexto histórico. Y, sobre todo, hacerlo con rigor, método y talante
crítico. No es un objetivo sencillo. Como se ha dicho en diferentes ocasiones, la
profundización en el pasado del Canal de Tauste choca con un grave problema
de fuentes. En este sentido, la virtual pérdida de los fondos históricos de los
archivos de los pueblos condueños, protagonistas eminentes de su construcción
primitiva, es un serio impedimento. Pero no es menos cierto que es algo que no
se ha intentado seriamente nunca.

27 Óp. cit., pp. 134-145.


28 VEGA MAS, Montse, y PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, Canales de Zaragoza: Tauste, Zaragoza, Diputación
Provincial, 2010, como es norma en este género de publicaciones, sin referencias documentales. La mayor
parte de los datos utilizados en este libro anteriores al 1600, referidos específicamente a la Acequia -que son
los que nos interesan-, son reunidos en un apretado compendio por PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel,
“Intervención de la monarquía en los asuntos municipales…”, óp. cit., pp. 143-148, pero sin avances dignos
de mención -ni siquiera a nivel de fuentes, que vuelven a silenciarse en la mayoría de las ocasiones-, fuera de
la transcripción de un texto del que hablaremos más adelante; este trabajo sí en cambio suministra material
novedoso de principios del Seiscientos.

125 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
3. La base documental
El punto de partida básico que utilizamos es la documentación del Archivo
del Sindicato de Riegos del Canal de Tauste (A.S.R.C.T.) que ha sido examinada
sistemáticamente29. Es el candidato más obvio y de hecho ya ha sido explorado
en el pasado por otros autores, si bien no de forma metódica. Pero a priori no es
el ideal. El Sindicato surge en 1849, inmediatamente después de la devolución
del cauce por el Estado, y, evidentemente, su archivo custodia documentación
primordialmente a partir de esa fecha. No obstante, también guarda alguna
anterior, aunque ciertamente escasa, sobre todo en su forma original. De esta
última modalidad, los ejemplares anteriores al último tercio del siglo XVIII
apenas suman una docena de ejemplares, generalmente relacionados con causas
judiciales. Los más antiguos fueron redactados en la década de 1570, si bien
a veces reproducen o extractan textos más pretéritos. Deben de proceder del
fondo municipal de Tauste de donde debieron extraerse en la segunda mitad
del siglo XIX o comienzos del XX, para servir de sustento documental a alguna
actuación o como simple curiosidad, y nunca fueron devueltos; en puridad,
una acción irresponsable desde el punto de vista administrativo o archivístico
pero que libró a ese puñado de papeles de la destrucción sufrida por el Archivo
del Ayuntamiento en 193430. De ese pequeño conjunto el documento más
relevante es el original en pergamino -el único de todo el fondo del Sindicato-
de la confirmación por Felipe IV en 1626 del privilegio para poder construir la
Acequia, concedido a Tauste primigeniamente por Carlos I en 152931.
La documentación empieza a abundar algo más, sin alardes, a partir de la
integración de la Acequia en el patrimonio estatal en 1781. Un buen volumen
son copias de escritos de fines del siglo XVIII y las primeras décadas del siglo
XIX de la administración de los Canales Imperial y Real de Tauste fruto, sin
duda, de las reclamaciones del Sindicato, uno de cuyos primeros actos fue
encargar a su Subdirector recoger de los archivos de la direccion del Canal Imperial
29 En diferentes visitas realizadas a lo largo del año 2010. La consulta de este fondo recibió todo tipo de facilidades
por parte del Presidente del Sindicato en esos momentos, D. José Francisco Berna Gil, y la encargada de la
Secretaría, Dª Rosa Giménez Lainez, a quienes quiero transmitir mi gratitud.
30 Posiblemente, el responsable de estas traslaciones sea Mariano Laborda Villoque, Secretario del Sindicato de
Riegos a fines del siglo XIX, una persona muy interesada en el pasado local: él es el que facilita los materiales
sobre el Canal para la pequeña historia de Tauste que publica el obispo Supervía en 1885 -vid. nota 21- y el que
redacta en 1902 el prólogo de las Memorias históricas de Fustiñana de Juan P. Esteban Chavarría, óp. cit., aunque
la obra no se edita hasta 1930.
31 Se transcribe en nuestro Apéndice, doc. 3.

Juan José 126


Morales Gómez
los papeles referentes a la Acequia, utiles y enseres que fueron de la Administración de
la misma32. Aunque también existe documentación de esas fechas procedente
de los municipios. La que resulta de mayor interés para nuestros fines es una
serie de demandas de los ayuntamientos a la administración de los Canales y
otros organismos e instituciones en relación, bien con la rebaja de la alfarda
exigida, bien con la restitución de la titularidad de Canal. Estos escritos, como
es natural, basan su argumentación en la enumeración de los viejos derechos
históricos de las villas. Particular aliciente ofrece una serie de transcripciones de
documentos, muchos de ellos del siglo XVI, realizadas en Tudela entre junio y
julio de 1847. Se trata de testimonios literales… que obran en los protocolos de escribanos
difuntos custodiados por Francisco de Paula Anchorena, escribano público
del número de Tudela, el cual certifica su fiel trasunto con sus originales. Son
piezas muy formales donde, invariablemente, se hace constar que se realizan
por orden de 1 de junio de 1847 del Juez de Primera Instancia de Tudela
atendiendo a la solicitud presentada en dicho Juzgado la víspera por Pedro
Sainz de Baranda, caballero de la Orden de Carlos III y regidor honorario de la
villa de Madrid, como propietario, mayor contribuyente y apoderado especial de las villas
de Buñuel, Fustiñana, Cabanillas y Tauste… para acompañar a una instancia que
tienen presentada a S.M. por el Ministerio y Secretaria de la Gobernación sobre la acequia
y Canal de Tauste incorporado en el Canal Imperial de Aragon. Se trata, sin duda,
de documentos que sirvieron para armar el expediente administrativo que dio
lugar finalmente a la restitución de 1848 y que, tras la constitución del Sindicato
al año siguiente, serían depositados en su archivo a título de antecedentes. Su
importancia para nuestros propósitos es difícil de magnificar.
A partir de las referencias que estos duplicados detallan ha sido posible
localizar algunas de las escrituras originales en el Archivo Municipal de Tudela
(A.M.T.), donde se guardan actualmente los protocolos notariales históricos
de esta población. Desgraciadamente, no de todas. No obstante el contraste de
las que sí se han hallado con las copias correspondientes de 1847 revela que la
calidad de éstas últimas es, considerando el tiempo y circunstancias en que se
realizaron, alta. Fuera de algunas malas lecturas y elipsis muy localizadas y de la
actualización al gusto del tiempo de la ortografía y la grafía de algunas palabras,
32 Acuerdo de la Junta ordinaria del Sindicato de 7 de noviembre de 1849, reiterado en Junta de 2 de octubre de
1850. A.S.R.C.T., Caja 78, sin signatura, Numero 1. Año 1850. Expediente para sacar del Archibo del Canal Imperial
copia de los papeles que correspondan y convengan a la Acequia…, s.f.

127 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
la fidelidad al texto primario es, en lo sustancial, poco menos que absoluta.
Su uso por tanto, fuera de las prevenciones más básicas, es tan legítimo como
fiable. Las pesquisas en el Archivo Municipal de Tudela, aunque distaron de ser
minuciosas, aportaron adicionalmente algún testimonio suplementario. Estos
materiales se han complementado con algunos documentos ya publicados y
otros hallazgos puntuales de otras procedencias. El corpus resultante, sin ser
especialmente nutrido, basta para aquilatar la larga y compleja génesis del
Canal de Tauste, si bien con fuertes desequilibrios, tanto temporales como
espaciales, pues, en general, la información sobre el tramo navarro, como la
correspondiente a la etapa renacentista, es mucho más rica que la relativa al
trecho aragonés y el periodo medieval.

4. El arranque. La primera Acequia de Cabanillas y


Fustiñana (siglo XIII)
La primera noticia documentada de regadíos en la ribera izquierda
tudelana data de 1203 en que el rey Sancho el Fuerte pactó con el concejo de
Tudela llevar agua del Ebro a la partida de Traslapuente, desde Mirapex hasta
el Congusto de Cabanillas, un topónimo éste último que va a ser frecuente en
estas páginas y que conviene identificar con precisión: se refiere a una rambla,
que puede identificarse con el hogaño denominado barranco de Tudela donde
en la Edad Media se localizaba el límite entre Cabanillas y Tudela (véase Mapa
1)33. Volviendo al proyecto de 1203, es posible que no se tratase de una nueva
iniciativa sensu stricto, sino de una empresa anterior de carácter local que,
por la razón que fuese, había quedado en suspenso y para cuya reactivación se
solicitó el auxilio regio34. A los efectos, el monarca se comprometía a levantar y
mantener a su costa una presa in Ibero -más bien azud, pues una presa en el Ebro,
33 La carta de población de Cabanillas, fechada en 1127, sentencia: et quod habeatis toto uestro termino sicut pertinet
ad Cabanillas: de illo congosto qui est de iuso Tudela usque ad Cabanillas et de Cabanillas usque ad illam alffondeqam
que est iusta Fostinianna, LEMA PUEYO, José Ángel, Colección Diplomática de Alfonso I de Aragón y Pamplona (1104-
1134), San Sebastián, Eusko-Ikaskuntza, 1990, doc. 169. La naturaleza de rambla del Congosto se declara
expresamente en un documento de 1474, vid. doc. 2 de nuestro Apéndice. Sin duda se trata del hoy conocido
como barranco de Tudela, una gran torrentera que baja desde las Bardenas, cerca de cuya desembocadura en
el Ebro se sitúan las lindes municipales actuales de Tudela y Cabanillas. No debe confundirse con otro barranco
homónimo que se encuentra en el término de la vecina Fustiñana, El Congosto fue también el nombre que
se dio, seguramente por extensión, a una partida entre Cabanillas y Tudela, amojonada en 1596, YANGUAS Y
MIRANDA, José, Diccionario histórico-político de Tudela, Zaragoza, Imprenta de Andrés Sebastián, 1823, p. 74.
34 Como cree ibid., p. 269, en nota.

Juan José 128


Morales Gómez
en el sentido de hoy en día, es algo en estos momentos impensable- y abrir una
acequia hasta la intersección con el camino de Arguedas; de ahí en adelante, el
tramo hasta el Congusto, corría a cargo de los tudelanos. Más allá de este punto,
la extensión de las obras quedaba a la voluntad del rey siempre y cuando, por
supuesto, sobrase caudal. En cualquier caso, si los propietarios de Cabanillas
accedían al riego debían contribuir conjuntamente con los de Tudela en el
mantenimiento de la acequia35. El experimento no debió resolverse de forma
demasiado satisfactoria, si es que tuvo algún efecto. En el mejor de los casos,
no tuvo una perduración excesiva. A mediados del siglo XIV se realizaron
importantes obras para traer agua del Aragón a las tierras de Traslapuente36
y, un siglo antes, los vecinos de Cabanillas, asociados con los de Fustiñana,
ensayaron una solución propia, que es el punto de partida del Canal de Tauste.
Toda la bibliografía sobre el Canal coincide en señalar que sus orígenes se
remontan a un privilegio otorgado por el rey de Navarra Teobaldo II en 125337.
Personalmente prefiero hablar de antecedentes. El Canal de Tauste fue el saldo
final de dos proyectos inicialmente independientes, aunque superpuestos, el de
Cabanillas y Fustiñana y la titular del dominio jurisdiccional de estas villas, la
Orden de San Juan del Hospital, por un lado38, y el del concejo de Tauste, por
otro. Acabarán confluyendo y convirtiéndose en uno, pero no antes de muchos
avatares.
35 Publica el documento MARICHALAR, Carlos, “Colección Diplomática del Rey Don Sancho VIII, el Fuerte, de
Navarra”, Boletín de la Comisión de Documentos de Navarra 1934, pp. 191-192.
36 Cf. LEROY, Béatrice, “Una riqueza frágil: el agua en la ciudad a fines de la Edad Media, el ejemplo de Tudela”,
en VAL VALDIVIESO, Mª Isabel del (coord.), Usos sociales del agua en las ciudades hispánicas a fines de la Edad
Media, Valladolid, Universidad, 2002, p. 308 y ss.
37 Es muy común no obstante su atribución a 1252. El error es antiguo. Figura ya en las Cartas sobre riegos y en los
textos de Madoz y Alcorisa, desde donde se ha difundido. Pero también en documentos de la primera mitad del
siglo XIX e incluso anteriores. Es comprensible. La data que se lee en el original -la referencia de su publicación
en la nota 39- es, literalmente, dada en Esteylla, lunes, vigilia de Santa Maria de março, en el aynno de mil et doscientos
et cinquanta et dos. Pero hay que tener en cuenta que la dinastía de Champaña, que se inicia precisamente
con Teobaldo I, introduce en la cancillería navarra un sistema de datación de procedencia franca que hace
coincidir el comienzo del año con el día de Pascua de Resurrección, cf. MARTÍN GONZÁLEZ, Margarita,
Colección diplomática de los Reyes de Navarra de la Dinastía de Champaña. Teobaldo I (1234 - 1253), San Sebastián,
Eusko-Ikaskuntza, 1987, pp. 10-11, de forma que finalmente el año correcto es 1253.
38 El origen del señorío se remonta a 1142 en que estas villas fueron donadas por García Ramírez, rey de Navarra,
a la Orden, la cual las puso al cargo de un comendador. A fines del siglo XII la encomienda se desdobló en
dos, una para cada localidad, aunque fue frecuente que la titularidad de ambas recayese en una sola persona.
GARCÍA LARRAGUETA, Santos Agustín, El Gran Priorado de Navarra de la Orden de San Juan de Jerusalén. Siglos
XII-XIII, vol. I, Estudio preliminar, [Pamplona], Institución Príncipe de Viana, 1957, pp. 91, 99 y 174-175. El texto
de la donación en id., vol. II, Colección diplomática, doc. 18.

129 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
El texto de este privilegio no se conserva en el Archivo del Sindicato,
no obstante es conocido39. Es tan sencillo como breve. El rey Thibalt, en
remisión de sus pecados y beneficio de las almas de sus antecesores, autoriza
a los frailes hospitalarios et todos aquellos qui son herederos -esto es, propietarios-
en Fostinnana et en Cabaniellas de abrir cequia et de sacar el agua de Ebro por las
termineras de Cabanniellas et de Festinnana… por regar nuestros campos et los campos de
los devanditos herederos, sin otras condiciones que la indemnización de los daños
causados a terceros al obrar la acequia y la apertura en la presa de una canera
que permitiese el paso de embarcaciones y que denota el vigor de la navegación
fluvial ya por estas fechas.
Esta concesión fue ejecutada. En el privilegio dado a Tauste en 1444,
precisamente para lo propio, una de las opciones que se barajan a la hora de
ubicar el nuevo azud es rehacer la existencia en Mosquera por do antiguamente fue
hecha por la Orden e los Concellos de Cabanillas y Fustiñana hasta Congosto, en aquella
parte que antiguamente fue hecha y esta señalada40. Ya hemos hablado del Congosto
de Cabanillas. Mosquera era una partida del término de Tudela situada justo
enfrente de aquel, al otro lado del río41. En otras palabras, el azud y toma de la
acequia medieval de Cabanillas y Fustiñana se encontraban, poco más o menos,
donde están los del contemporáneo Canal de Tauste.
El pueblo siguiente Ebro abajo es Buñuel, cuyo núcleo de habitación
se encuentra al otro lado del río, en la margen derecha, pero parte de cuyo
término se extiende por la izquierda, al menos hoy en día, aunque nada
podemos asegurar para la época de que estamos tratando pues el lecho del río
ha variado mucho con el correr de los siglos. Allí, el Hospital, aunque nunca
llegó a hacerse con la jurisdicción como en Cabanillas y Fustiñana, contó con un
patrimonio importante; lo suficiente como para justificar la fundación de una
encomienda en el lugar que se documenta de las últimas décadas del siglo XII en
39 Ha sido publicado por ibid., vol. II, doc. 341 (con data de 1252), y MARTÍN GONZÁLEZ, Margarita, óp. cit., doc.
157. También figura en ESTEBAN CHAVARRÍA, Juan P., óp. cit., doc. 2, p. 209, pero en una versión no íntegra
y además, en expresión del propio autor, desaliñada.
40 Véase la referencia de origen en nota 62.
41 El topónimo se conserva hoy en día, pero circunscrito a un área más reducida que la que designaba
históricamente. Sobre las partidas del término de Tudela y su localización en el siglo XIII, véase ORCÁSTEGUI
GROS, Carmen, “Tudela durante los reinados de Sancho el Fuerte y Teobaldo I (1194-1253)”, Estudios de Edad
Media de la Corona de Aragón 10 (1975), pp. 63-142. Incluye un mapa en pp. 58-59.

Juan José 130


Morales Gómez
adelante42. Considerando este vínculo y el peso de la lógica de la rentabilización
de esfuerzos, resulta tentador pensar que la acequia se prolongase hasta las
tierras de Buñuel, aunque tal cosa supusiera una vulneración de la literalidad
de las estipulaciones del privilegio. Pero si fue así, ninguna evidencia que lo
pruebe ha sobrevivido.
Nada sabemos igualmente de cuando la acequia entró en funcionamiento
ni de sus vicisitudes posteriores, fuera de que en 1444, como hemos visto, el
azud estaba fuera de servicio desde hacía tiempo -desde principios de siglo, si no
antes43 - y con él necesariamente todo el sistema que sustentaba44, aunque todavía
había memoria y señales de donde había estado enclavado. Pero, considerando
los protagonistas y el contexto, todo conduce a pensar que su construcción no
se demoró mucho con respecto a la promulgación del privilegio.
Los siglos XII y XIII fueron una época en el Valle medio del Ebro de
expansión de los sistemas hidráulicos, de la mano de un fuerte auge demográfico
y un acusado aumento de la presión humana sobre el territorio45. En este
proceso, uno de los protagonistas principales fueron precisamente las Órdenes
Militares -y en particular las del Temple y el Hospital- que se constituyeron
en agentes especialmente activos de la ampliación de los regadíos, en los que

42 GARCIA LARRAGUETA, Santos Agustín, óp. cit., vol. I, pp. 99 y 174-176.


43 En 1410 los vecinos de Cabanillas estaban construyendo dos norias, señal segura de que la parada ya no
funcionaba. En 1442 se documenta a los de Fustiñana también haciendo uso de estas máquinas. MONTEANO,
Peio J., Los navarros ante el hambre, la peste, la guerra y la fiscalidad. Siglos XV y XVI, Pamplona, Universidad Pública
de Navarra, 1999, pp. 123 y 116-117 respectivamente.
44 Ciertas obras realizadas en 1561 descubrirían en la zona vestigios de una antigua acequia enterrada con signos,
no tanto de destrucción, como de abandono, vid. nota 307. Posiblemente fuera ésta. Su dejación tras la ruina
del azud, combinada con las deposiciones sedimentarias de las avenidas del Ebro -y hubo varias en las primeras
décadas del Cuatrocientos que debieron ser espectaculares- acabarían sepultándola ocultando todo rastro de
su existencia.
45 Como se verifica, por ejemplo, en el entorno de la ciudad de Huesca o el señorío de Rueda, entre otros lugares,
cf. LALIENA CORBERA, Carlos, “Los regadíos medievales en Huesca: agua y desarrollo social, siglos XII-XV”,
en LALIENA CORBERA, Carlos (coord.), Agua y progreso social. Siete estudios sobre el regadío en Huesca, siglos XII-XX,
Huesca, Instituto de Estudios Altoaragoneses, 1994, pp. 22-30, y, del mismo, “El Císter en el valle medio del Ebro:
repoblación y roturaciones en el dominio del monasterio de Rueda”, Anuario de Estudios Medievales 16 (1986), p.
100 y ss. La mayoría del no excesivo número de trabajos disponibles sobre el tema se ciñen, sin embargo, a un
área concreta. A nivel de síntesis no cabe citar más que la teoría explicativa general enunciada por LALIENA
CORBERA, Carlos, “Agua y progreso social en Aragón, siglos XII-XVIII”, en ¿Agua pasada? Regadíos en el Archivo
Histórico Provincial de Zaragoza, [catálogo de exposición] Zaragoza, Gobierno de Aragón, 2008, pp. 59-66, y el
estudio de la fuerte implicación de la Orden del Temple en los regadíos de, fundamentalmente, los reinos
de Aragón y Navarra de FOREY, A. J., óp. cit., pp. 119-132. Para la situación concreta de las Cinco Villas vid.
PIEDRAFITA PÉREZ, Elena, “Infraestructura económica de los Concejos de las Cinco Villas: regadíos, molinos
y hornos (siglos XII-XIV)”, Aragón en la Edad Media 12, 1995, pp. 30-44 y, de la misma, Las Cinco Villas en la Edad
Media, siglos XI-XIII. Sistemas de repoblación y ocupación del espacio, Zaragoza, I.F.C., 2000, pp. 250-268.

131 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
Mapa 1. Tramo navarro del Canal de Tauste. Planta general
(Según J. A. Fernández Ordóñez)

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133 del Canal de Tauste
en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
debieron de ver un instrumento especialmente eficaz para la repoblación de
sus tierras y el incremento de sus rentas. No cabían muchas más opciones con
las condiciones climáticas de la zona, tan próximas a la aridez, sobre todo en
el fondo del Valle. Pero tratándose de infraestructuras muy costosas, tanto de
construcción como de manutención, y que requerían influencia en la corte, de
quien dependía la expedición de los permisos oportunos, así como, a menudo,
de acuerdos de colaboración entre varias instancias jurisdiccionales, el fuerte
poderío económico de las Órdenes y su no menor ascendiente político y social
fueron determinantes. Su capacidad en este ámbito fue tal que incluso tomaron
a su cargo el desarrollo y gestión de sistemas hidráulicos por cuenta de terceros,
a título de promotoras y/o administradoras, a cambio, por supuesto, de ciertas
compensaciones46. Es lo que sucede, por poner un ejemplo de las Cinco Villas,
en 1200 en Sos en que el concejo dona a los hospitalarios, que tenían una
encomienda en la cercana Castiliscar, un campo con la única condición de que
lo pusieran en regadío, significativamente sin siquiera fijar los límites de la finca,
que se extendería tantum quantum potest mandare et irrigare. El objetivo es claro:
implicar en la dilatación del regadío del término a los poderosos sanjuanistas
con la esperanza de que ello redunde, de un modo u otro, en el beneficio de
toda la comunidad47.
Pero en este ambiente tan dinámico la realización de la acequia de
Fustiñana y Cabanillas no es una obra más. Partía del Ebro, un río, como es de
sobra sabido, de copioso caudal y susceptible de grandes avenidas que constituía
un auténtico desafío para las posibilidades de las técnicas de derivación fluvial
contemporáneas. Como se ha señalado en infinidad de ocasiones, la desarrollada
hidráulica musulmana evitó en España de forma casi sistemática los grandes
cursos alimentándose primordialmente de ríos relativamente modestos y aun
de fuentes, pozos y aguas torrenciales. La conquista cristiana no modificaría
estos hábitos más que poco a poco y de forma, inicialmente, discreta. De hecho,
la noción de que el aprovechamiento sustancial del Ebro se demora hasta el
46 Sobre la actuación de la Órdenes en este terreno, en general, vid. LEDESMA RUBIO, María Luisa, Templarios y
hospitalarios en el Reino de Aragón, Zaragoza, Guara, 1982, pp. 196-202. Sobre la del Temple en concreto, FOREY,
A. J., óp. cit. Particularmente espectacular es la intervención de los frailes en el desarrollo y organización de
los regadíos del Valle del Cinca, CASTILLÓN CORTADA, Francisco, “Política hidráulica de templarios y
sanjuanistas en el valle del Cinca”, Revista de Historia Jerónimo Zurita 35-36 (1979), pp. 381-445.
47 PIEDRAFITA PÉREZ, Elena, Las Cinco Villas…, óp. cit., pp. 267-268.

Juan José 134


Morales Gómez
siglo XVI es moneda corriente entre los estudiosos48. De ahí, la trascendencia
de estas primeras obras de contención y distribución, sin duda modestas en
comparación con las que permitirán el gran avance de los perímetros irrigados
a partir del Quinientos -en Aragón la misma Acequia de Tauste y, por supuesto,
la Imperial-, pero que son los primeros ensayos sobre los que, sin duda, se
asienta la gran expansión posterior.

5. Tauste y el regadío del Arba en la Edad Media


La organización del regadío en el valle de los Arbas se remonta, como
mínimo, a la época musulmana, aunque es muy poco lo que sabemos al respecto
fuera de que la reconquista cristiana sancionó los repartos de agua -reales o
supuestos- que aquella había establecido. Las evidencias son sucintas pero muy
elocuentes. En 1124 Alfonso I concedía a los vecinos de Ejea el disfrute de
las aguas a partir de Luna además de las de illo termino de Unocastello, de Sancto
Aroman en adelante, en los mismos términos que illas solebat habere Exeya in
tempus de Molmozor49, que tal vez se trate de Almanzor (c. 938-1002)50. Por otra
parte, la carta de población de Tauste, otorgada conjuntamente por Ramiro II y
Ramón Berenguer IV en 113851, confirmaba la división del caudal del Arba entre
48 Especialmente radical se muestra en este sentido LEMEUNIER, Guy, “Hidráulica agrícola…”, óp. cit., p. 56 y ss.
49 LEMA PUEYO, José Ángel, óp. cit., doc. 135.
50 Muhammad ibn Abi Amir, más conocido por su título, al-Mansur bi-Allah (el victorioso de Dios), castellanizado
como Almanzor. Como es sabido Almanzor dirigió una serie de agresivas campañas contra los reinos cristianos
pirenaicos en las últimas décadas del siglo X. En una de ellas, en el 997, capturaría cincuenta caballeros
cristianos en Uncastillo, seguramente como resultado de la toma de la plaza. Si en los tiempos de Molmozor
se podía disponer de las aguas del termino de Unocastello a favor de la musulmana Ejea, eso solamente puede
significar que en aquellos momentos esa localidad debía, de algún modo, obediencia al califato. Y Uncastillo
volvió a la órbita cristiana, ya para siempre, en las primeras décadas del siglo XI, lo que deja muy pocas
opciones. Que yo sepa, nadie ha planteado esta hipótesis que, sin embargo, parece plausible si bien hace
que el fondo de la cuestión tome un cariz vidrioso. De ser correcto lo anterior, no deja de resultar llamativo
que en una localidad como Ejea, que tras la ocupación aragonesa conserva una población musulmana escasa,
aparentemente residual, se guardase memoria en 1124 de una situación cuya vigencia debía, como mínimo,
haberse devaluado hacía en torno a un siglo o tal vez más pero que resultaba tan beneficiosa para los intereses
colectivos. Sobre las alternativas de la frontera de los Arbas en el siglo X y comienzos del XI, una perspectiva
cómoda en PIEDRAFITA PÉREZ, Elena, Las Cinco Villas…, óp. cit., pp. 21-38.
51 El texto ha llegado a nosotros a través de transcripciones decimonónicas un tanto deficientes. Sigo la
reconstrucción realizada por PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “La carta de población de Tauste y la
frontera navarro-aragonesa a la muerte de Alfonso I el Batallador”, Aragón en la Edad Media 10-11 (1993),
Homenaje a María Luisa Ledesma Rubio, pp. 683-704. Más información en, del mismo, “Territorio y sociedad: La
carta de Población de Tauste de 1138”, Tauste en su historia. Actas de las I Jornadas sobre la Historia de Tauste (13 al
17 de diciembre de 1999), Tauste, Patronato de la Casa de Cultura - Ayuntamiento, 2001, pp. 62-103

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en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
Tauste y Ejea quomodo in tempore de Almoradir, con toda probabilidad Áhmad ibn
Sulayman al-Muqtadir, rey de la taifa zaragozana entre 1046-108252.
Seguramente en las Cinco Villas, como parece ser que fue la norma en el
Valle medio del Ebro, la ocupación cristiana no supuso en el ámbito hidráulico
ninguna ruptura: las infraestructuras fueron reaprovechadas y el statu quo
de los aprovechamientos respetado, al menos en principio, aunque con una
modificación profunda de su naturaleza, como es lógico, al tratarse de una
sociedad muy distinta53.
Pero estas pautas y otras que con certeza debieron existir, pero que no han
llegado a nosotros, no impidieron que en toda la comarca los conflictos por
el agua fueran frecuentes, como por otra parte sucede en todas las áreas de
regadío peninsulares durante la Edad Media y después. En el caso de Tauste, ya
tempranamente, Alfonso II tuvo que intervenir en 1175 para zanjar una disputa
surgida con los hombres de Pradilla y su señor Blasco Romeo, a los que el rey
reconoció su derecho a regar la torre de Aspro con toda el agua que descendit de
Exea inferius et transit per Taust dos días y una noche al mes, invocando los usos in
tempore christianorum et sarracenorum54. Pero los choques más severos fueron con
Ejea, con la que se mantuvieron diferentes pleitos entre los siglos XIV y XVI por
el levantamiento de nuevos azudes que amenazaban con trastocar las cotas de
agua establecidas55.
Con todo, los recursos hídricos de Tauste de estos siglos eran notoriamente
escasos. El Valle bajo del Arba observa en este ámbito un déficit muy acusado.
La climatología es muy parca en precipitaciones -en torno a los 400 mm.
anuales de media-, el río carece de afluentes y no hay prácticamente pozos ni
fuentes, solamente algunas pequeñas lagunas y balsas, habitualmente salobres
52 PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “La carta de población de Tauste…”, óp. cit., nota 30.
53 SARASA SÁNCHEZ, Esteban, “La economía hidráulica en el valle medio del Ebro ¿un ejemplo de pervivencia
o de nueva implantación tras la conquista cristiana?”, Aragón en la Edad Media 8 (1989), Al profesor emérito Antonio
Ubieto Arteta en homenaje académico, pp. 633-646. En Aragón donde mejor se ha estudiado este fenómeno es en
la cuenca del Aguasvivas, cf. SESMA MUÑOZ, J. Ángel, UTRILLA UTRILLA, Juan F., LALIENA CORBERA,
Carlos, Agua y paisaje social en el Aragón medieval. Los regadíos del río Aguasvivas en la Edad Media, Zaragoza,
Ministerio de Medio Ambiente, 2001.
54 SÁNCHEZ CASABÓN, Ana Isabel, Alfonso II Rey de Aragón, Conde de Barcelona y Marqués de Provenza. Documentos
(1162-1196), Zaragoza, I.F.C., 1995, doc. 200.
55 PIEDRAFITA PÉREZ, Elena, “Relaciones entre los Concejos cincovilleses en los siglos XIII y XIV: conflictos
y solidaridades”, Suessetania 13 (1993), p. 107. Para los siglos XV y XVI vid. JERICÓ LAMBÁN, José Luis, y
MENJÓN RUIZ, Mª Sancho, “La huella del agua”, La huella del agua en Ejea de los Caballeros, Ejea, Ayuntamiento,
Diputación Provincial de Zaragoza, 2003, pp. 29-33.

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Morales Gómez
y/o estacionales, útiles tan solo como abrevaderos. El único curso de agua
significativo es el propio Arba. Pero su aforo es tan exiguo como irregular: 5,85
m3/sg. de módulo absoluto y, hasta los actuales aportes del Canal de Bardenas,
durísimos estiajes estivales que podían llegar a dejar el cauce totalmente seco56.
Además, tras las sucesivas sisas de los pueblos aguas arriba, llegaba históricamente
a Tauste, en expresión de Giménez Soler en los años 20, mermadísimo y tan
profundo como la Huerva en Zaragoza57.
Los límites que ello impondría al regadío local, como igualmente los
problemas para la vida cotidiana en general, son fáciles de imaginar y hacen
comprensible que la vocación económica principal de Tauste, como la de todas
las Bajas Cinco Villas, fuera sin discusión la ganadería hasta prácticamente el
siglo XX. La descripción de Antonio Ponz de los trabajos de rehabilitación del
Canal de Tauste por Pignatelli a partir de 1781 habla de que, con anterioridad a
los mismos, con el Canal fuera de servicio, la tierras de la huerta alta de Tauste
por la escasez de las aguas del rio Arva, con que se regaban, eran pocos los años que la
sembraban, y aun en estos se les perdian las cosechas por falta de agua; esta insuficiencia
-añade- era tan acusada que afectaba incluso a la provisión de agua de boca, que
tenía que ser transportada desde el Ebro con mucho trabajo, pues el par de mulas
mejores no hacia sino dos viages en todo el dia al Ebro vendiendo publicamente el agua,
lo que afectaba hasta la limpieza de las casas, con mil desordenes christianos y politicos
que no podian evitar por la gran distancia58. Probablemente el autor está cargando
las tintas. Las fuentes que maneja para su relato proceden de la empresa de
los Canales que, en un lógico deseo de autojustificación, sobreponderarían las
dificultades preexistentes59. Pero tampoco creo que demasiado. En este sentido,
es muy sintomático que la última sentencia medieval por cuestiones hidráulicas
entre Tauste y Ejea, que data de 1442 y fue promulgada por la propia reina
María, lugarteniente general por Alfonso V, su marido, en el reino de Aragón
56 Para la climatología y régimen fluvial de esta parte de la cuenca véase FERRER REGALES, Manuel, El valle medio
y bajo del Arba, Zaragoza, Departamento de Geografía Aplicada del Instituto Juan Sebastián Elcano, 1958, pp.
19-30.
57 GIMÉNEZ SOLER, Andrés, “El problema de la variación del clima…”, Memorias de la Facultad de Filosofía…, óp.
cit., pp. 100 y 101.
58 PONZ, Antonio, óp. cit., pp. 169 y 170-171.
59 Según SÁENZ RIDRUEJO, Fernando, “Algunos aspectos poco conocidos…”, óp. cit., Ponz no hace otra cosa que
transcribir, con escasas modificaciones, un informe de 1784 de uno de los técnicos que trabajaban en las obras,
Fernando Martínez Corcín o Corrín, que se conserva en el Archivo del Canal Imperial de Aragón.

137 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
y en Cataluña -lo que da idea de la importancia que se concedió a la disputa-,
a la hora de hablar de la utilidad de la dita agoa para los de Tahust solamente
especifique expresamente bever e abevrar sus bestiares60. Aunque, desde luego,
existían contemporáneamente tierras en regadío en Tauste, queda muy claro
cuales eran las prioridades e, indirectamente, la situación general.

6. La Acequia de Tauste en el siglo XV. La construcción


y sus problemas
Es en el contexto descrito, marcado por la penuria y la carencia de
alternativas sencillas, en que hay que entender un proyecto, para la época, tan
atrevido como costoso: la traída al término de aguas provenientes del Ebro, algo
que, considerando la situación geopolítica de Tauste, lindante con la muga, y
la tendencia a la planitud del Valle Medio del Ebro, solamente podía partir de
Navarra. Es una de las partes más desconocidas de la historia del Canal.
La toma fue autorizada en 1444, mediante privilegio, por Carlos, Príncipe
de Viana y lugarteniente general de su padre Juan II, rey de Navarra, éste
último, a partir de la muerte en 1458 de su hermano, Alfonso V el Magnánimo,
también rey de Aragón. El A.S.R.C.T. guarda, desde luego, memoria de la
existencia de este documento pero no su tenor. De otras procedencias no
he podido dar más que con una cita parcial, más o menos textual, en un par
de historias locales. No ofrece plenas garantías pues, aparte de actualizar la
ortografía de forma evidente, carece de indicaciones de origen convincentes.
Pero no hay nada mejor y el fondo parece plausible. La reproduzco a
continuación literalmente. Para la correcta comprensión de este texto
conviene aclarar que, aparte del Congosto de Cabanillas, existe otro barranco
del Congosto o Congostos en el término de Fustiñana, que todavía se llama
así hoy61: se concede a los vecinos de Thaust facultad de hacer una presa dentro del
Ebro desde Cabanillas a Congosto -entiéndase, de Fustiñana-, donde bien visto les
sera, o rehacer la existente en Mosquera por do antiguamente fue hecha por la Orden e
los Concellos de Cabanillas y Fustiñana hasta Congosto -entiéndase de Cabanillas-,
60 Archivo Municipal de Ejea de los Caballeros, Pergaminos, A.5.2.
61 En 1561 también se le nombra como Congostillo, vid. nota 307.

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Morales Gómez
en aquella parte que antiguamente fue hecha y esta señalada o en cualquier parte que
mejor o mas sanamente entiendan que facer se deba62.
Los divulgadores decimonónicos de la historia del Canal de Tauste
fueron muy displicentes con sus antecedentes medievales en general y con los
eventuales resultados del privilegio de 1444 en particular. De hecho, Madoz y
las Cartas sobre riegos llegan hasta a silenciar la existencia de esta concesión, que
solamente es recogida en los trabajos de Supervía y Alcorisa, si bien negando que
tuviese consecuencia alguna apreciable63. Posteriormente, Esteban Chavarría y,
sobre todo, Giménez Soler, en su visita al Archivo Municipal de Tauste antes
de su destrucción, encontraron pruebas que apuntaban lo contrario, como
veremos en seguida, pero, por razones que ignoro, estas noticias no han tenido
casi ninguna repercusión, limitándose comúnmente la bibliografía actual a
prolongar los planteamientos del siglo XIX sin apenas matices64.
Podemos afirmar que un tramo, cuando menos estimable, sí llegó a
realizarse. El azud, que dio en llamarse de Taust, se levantó finalmente por
do antiguamente como preveía, entre otras posibilidades, el privilegio. Un
documento de 1474 lo localiza en el rio de Ebro, que afronta de una part con termyno
de Tudela llamado Mosquera e de la otra cont barranco del Congosto65. Los primeros
beneficiarios volvieron a ser de nuevo, por tanto, Cabanillas y Fustiñana y, más
allá, Buñuel y otros pueblos, aunque siendo el destinatario del privilegio de
Tauste, evidentemente, conforme a algún tipo de dependencia y a cambio de
62 ESTEBAN CHAVARRÍA, Juan P., óp. cit., p. 71. No da ningún dato acerca de la fuente de su información. Este
mismo pasaje aparece también en SIERRA URZAIZ, Francisco, “Compendio histórico de la villa de Cabanillas”,
Revista del Centro de Estudios Merindad de Tudela 5 (1993), p. 48, aunque cambia algunos detalles de la ortografía.
En este caso sí se incluyen referencias, otros dos trabajos de corte localista, pero que son inencontrables.
63 ALCORISA, Joaquín, Memoria sobre los Canales…, 1839, óp. cit., p. 57; SUPERVÍA LOSTALÉ, Mariano, “Tauste”,
en MONTSERRAT DE BONDÍA, Sebastián, y PLEYÁN DE PORTA, José, Aragón histórico…, óp. cit., p. 107.
64 Hasta donde alcanzo, solamente revindican las obras del Cuatrocientos VEGA MAS, Montse, y PALLARÉS
JIMÉNEZ, Miguel Ángel, óp. cit., p. 60 y ss. apoyándose en parte de la documentación que vamos a comentar a
continuación.
65 Vid. doc. 1 de nuestro Apéndice. El dique es también mencionado incidentalmente en 1471: con ocasión de
la donación por el rey a uno de sus fieles de una serie de inmuebles y derechos en Tudela se precisa que uno
de ellos, el molino y azud llamados de Arnalt Renalt, se encuentran entre el puente de la ciudad y el azud de
Tahut, IDOATE, Florencio, Catálogo del Archivo General de Navarra. Sección de Comptos. Documentos, T. XLVIII, Años
1461-1499, Pamplona, Diputación Foral de Navarra, 1968, doc. 399. En torno a este extremo, como en tantos
otros, la falta de datos documentados ha dado alas a todo tipo de especulaciones, incluida la de que la acequia
del Cuatrocientos no contaba con recurso de retención alguno y capturaba el agua por la simple inclinación
natural del terreno, una posibilidad apuntada por Andrés Giménez Soler, óp. cit., p. 102, a la que concedió
pábulo hasta una figura de la talla de José María Lacarra en su clásico Aragón en el pasado, Madrid, Austral, 1972,
p. 128.

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en el Archivo del
Sindicato de Riegos
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ciertas compensaciones que, sin embargo, desconocemos. La titularidad de la
obra, como puede constatarse, era municipal, una circunstancia absolutamente
común durante las Edades Media y Moderna, y los gastos, por tanto, corrieron a
cuenta del presupuesto concejil aunque, como es obvio, acabaran repercutiendo
de un modo u otro sobre los regantes.
Las obras debieron de empezar muy pronto y avanzar con una cierta
celeridad. Con anterioridad a mayo de 1447 la Acequia había alcanzado ya,
como mínimo, la raya con Aragón y estaba en funcionamiento: el 15 de dicho
mes y año Carlos, Príncipe de Viana, hacía donación perpetua a Pedro de Verayz,
consejero suyo y alcalde de la corte pamplonesa, en remuneración de sus
servicios, de aquella tierra blanqua que le pertenecía en el termino llamado del
Congosto de Fustinyana, que era muga con el termino de Taust y limitaba con el
dicho Congosto, con la cequia que va a Taust e con la carrera que va de Fustinyana a
Taust, especificando que dicha tierra solia ser mont et agora es regadio por razon de la
dicha cequia66. Este es el origen de la finca y casa de campo actualmente conocida
como Torre de Leoz, que se localiza, efectivamente, justo al lado del Canal, casi
en la frontera con Aragón y a unos 5 o 6 kms. al Este del barranco de Congostos,
aunque hogaño ya no pertenezca administrativamente al término de Fustiñana
sino a la Comunidad de las Bardenas.
Muchos años después, a fines del siglo XVIII, esta heredad, conocida
por entonces como Torre de Aperregui, era propiedad in diviso del teniente
coronel Francisco de Aperregui y su hermano Baltasar de Aperregui, regente
de la Real Audiencia de Aragón67. Estos personajes en 1782, con las obras de la
ampliación de la Acequia en plena efervescencia, dirigen una representacion al rey
quejándose de la empresa de los Canales y, en particular, de su rector, Pignatelli,
que pretende hacerles pagar cierta contribución por los aprovechamientos
hidráulicos que disfrutan. Como es habitual en este tipo de escritos, los
peticionarios se remontan a los antecedentes más remotos de sus derechos, que

66 Archivo General de Navarra, Sección de Comptos, Documentos, Caja 154, Nº 28. Es una copia de 1501. La
localización de este documento ha sido posible gracias a la regesta del mismo incluida en IDOATE, Florencio,
Catálogo del Archivo General de Navarra. Sección de Comptos. Documentos, T. XLVI, Años 1444-1450, Pamplona,
Diputación Foral de Navarra, 1967, doc. 646. Incluye una transcripción de este documento ESTEBAN
CHAVARRÍA, Juan P., óp. cit., doc. 4, pp. 211-213, pero con errores de lectura y sin dar referencia de origen.
67 La posesión de esta Torre, que también en algún momento se llamó de Veraiz, por la familia Aperregui se
remonta, como mínimo, a principios del siglo XVIII. Comprendía cincuenta cargas de tierra. ESTEBAN
CHAVARRÍA, Juan P., óp. cit., pp. 101-102 y 147.

Juan José 140


Morales Gómez
llevan, precisamente, a 1447, fecha desde la cual sostienen que siempre han
disfrutado del riego de la Acequia de Tauste sin pagar impuesto, ni carga alguna.
Afortunadamente para nosotros, la reclamación de los Aperregui, en línea
con las costumbres de su tiempo, es prolija y se recrea en todo tipo de detalles,
incluidas las circunstancias de la génesis de la Acequia, con precisiones de
gran interés. Algunas nos confirman lo ya conocido: su cobertura jurídica en
el privilegio de 1444 que consta que tubo efecto y que en el día se mantiene en pie la
-parte- correspondiente a Navarra y su Azud, o Presa, y que con el nombre de Azequia
de Tauste, estubo y esta corriente, por los años de 1447 hasta el presente68. Otras nos
aportan información muy reseñable: poco después de la apertura, no contenta
la Villa de Tauste de tener su Riego, pasando la Azequia y las Aguas por el Reyno de
Navarra (que dio principio en su territorio a la Presa o Azud y a la Azequia) quiso ser tan
absoluta Señor de uno y otro, que a pocos años fueron tales la controversias, las disputas,
las contiendas y aun las pendencias y desgracias, que motivaron aquella celebre sentencia
arbitral, dispuesta por el mismo Señor D. Juan Rey de Navarra, en el año 1457. En ella se
descubre la distincion con que aquellos Juezes miraron el asunto y el territorio, separando
el uno del otro -el tramo navarro del aragonés-, con lo que se esplicaron en la misma,
a la que se remite, exiviendo copia de los dos capítulos, que hacen al caso. Y que las tiene
en su Archivo la Villa de Tauste. Aunque hay que manejar esta fuente con cuidado
pues, como buen alegato de parte, es muy tendencioso y defiende sin disimulo
alguno el papel y los intereses navarros -que son los de los peticionarios- hasta
extremos que llegan a la fabulación69, en lo esencial parece bien informado.
En verdad, hubo conflictos prácticamente desde el principio. Siempre los
había con este tipo de novedades, que debían de levantar tales expectativas que
desataban el antagonismo más inusitado entre las comunidades interesadas70.
68 Se está refiriendo únicamente al tramo navarro pero aun así, la última apreciación, en lo que toca a la Torre de
Leoz, es una generalización que admite matizaciones, vid. nota 137.
69 El escrito no duda en sostener hechos tan inciertos como, por ejemplo, que la parte navarra del Canal se
encontraba en perfectas condiciones en el momento de la redacción, algo desmentido por las numerosas
reparaciones hechas por Pignatelli de las que nos informan las memorias de obras contemporáneas, vid. nota
5. O que la mayor parte del trazado discurría por Navarra (cinco leguas) y muy poco por Aragón (una legua),
cuando realmente más de la mitad del recorrido de la época corría por tierras de este último reino. Baltasar
de Aperregui, como regente de la Audiencia, debía tener mucha experiencia en este tipo de exposiciones. El
texto completo de la representacion ha sido publicado por SÁENZ RIDRUEJO, Fernando, “Algunos aspectos poco
conocidos…”, óp. cit., Apéndice II, no así el croquis que la acompañaba.
70 Un solo ejemplo: la entrada en funcionamiento de la Acequia de Manresa en 1383 dio lugar a tal cantidad de
pendencias entre esa población y los pueblos vecinos que Alfonso V, intentando atajarlos, puso la obra bajo la
protección real en 1428, FERNÁNDEZ ORDÓÑEZ, Fernando, óp. cit., p. 137.

141 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
Se constatan ya en documentación coetánea: hacia febrero de 1450 el recibidor
de Tudela escribe a los oidores de la Cámara de Comptos de Pamplona
disculpándose por no haber podido acudir a una comparecencia a la que le
habían convocado pues, a causa de ciertas quexas que al senyor rey vinieron de los
de Bunyuel diziendo por los Thaust serles fechas muchas fuercas e quebrantamientos en
cierto reguerio nuevo que en sus terminos ha seydo fecho, el senyor rey me mando que,
con don Pero Barayz -que ya conocemos- ensemble, oviesse a yr de comission suya a
ver a ojo los agravios fechos por los ditos de Thaust e fazer relacion de lo que havia
seydo fecho, con la repuesta (sic.) o desencusa que los ditos de Thaust darian71. Estos
enfrentamientos debieron de alcanzar grandes proporciones, hasta el extremo
de motivar la intervención directa del rey Juan II en 1457, a la que aludían los
Aperregui. Desafortunadamente, fuera de sus vagas apreciaciones, no contamos
con ningún dato suplementario, lo que hace muy arriesgado intentar avanzar
en el análisis. Lo único que parece claro es que el fallo fue favorable a los puntos
de vista de las villas navarras más que a los de Tauste; de otra manera el viciado
discurso de los Aperregui no se felicitaría de la justicia del rey.
Durante estos debates, las obras de la Acequia, que estaba todavía inconclusa
con respecto al plan original, debieron quedar detenidas, o poco menos.
Acusarían también, posiblemente, la grave situación de inestabilidad interna
que vivía contemporáneamente Navarra: la guerra civil abierta que enfrentó
a partir de 1451 a Juan II con su hijo y heredero, el Príncipe de Viana, como
cabezas visibles de los dos grandes partidos en que se había dividido el reino,
agramonteses y beaumonteses, con implicaciones incluso internacionales.
Estos enfrentamientos perdurarían de forma discontinua durante decenios,
aun después de la muerte tanto del príncipe como del monarca. Aunque la
ribera tudelana quedó sólidamente en manos del bando agramontés -que era
el del rey-, contando con el apoyo aragonés, y no conoció episodios bélicos
dignos de mención, la inseguridad reinante debió de ser un importante factor
coadyuvante. Ni siquiera Tauste, como el resto de las poblaciones de la comarca
-sobre todo las Altas Cinco Villas y la Valdonsella-, se vieron libres de alarmas,
71 Archivo General de Navarra, Sección de Comptos, Documentos, Caja 155, Nº 21, II. El documento, que
es original, no precisa el año. La atribución de 1450 viene dada por la de los manuscritos entre los que se
encontraba, siguiendo a IDOATE, Florencio, óp. cit., doc. 910. Una pequeña precisión: Idoate refleja como
única data documentada el 3 de enero. Efectivamente, es la que se lee en la carta, pero debe tratarse de un
error del redactor pues en el cuerpo de la misiva se hace alusión a hechos y circunstancias pasadas, pero más o
menos próximas, que tuvieron lugar los días 25 y 26 de enero; no puede tratarse por tanto del 3 de enero sino
de febrero.

Juan José 142


Morales Gómez
correrías y episódicos actos hostiles por parte de los beaumonteses y sus aliados
castellanos durante mucho tiempo72. Esta puede ser una de las razones por la
que la sentencia por las diferencias en torno a la Acequia, de las que la corona
navarra estaba informada como veíamos ya desde 1450, si no antes, se demorase
hasta 1457.
Despejada la cuestión, los círculos oficiales debían esperar que los trabajos
recuperasen ritmo. Pero no fue así. La reacción fue una resolutiva carta de Juan II
-un hombre muy autoritario- de 3 de mayo de 1458, que ha permanecido inédita
hasta hoy y constituye un testimonio particularmente expresivo de la situación en
esos momentos73. El mero hecho de que el rey de Navarra y lugarteniente general
del rey de Aragón intervenga directamente en una iniciativa puramente local,
que no beneficiaba ni perjudicaba señaladamente a ninguna de las propiedades
patrimoniales reales, ni en la que la monarquía realizaba inversión inmediata
alguna, ya es elocuente. El asunto es de envergadura y Juan II tiene fundadas
esperanzas en que su feliz término supondrá augmentar (la villa de Tauste) en
vezinos e pobladores en assaz grant numero e encreçer los drechos e regalias que´l senyor rey
ha e debe haver en aquella. En consecuencia, el rey quiere acabar a toda costa la
obra, que debe estar detenida ante el curso fluvial local, pues el texto establece
la necesidad de que el agua de Ebro passe sobre la Arba e riegue los terminos de la dicha
villa. Al efecto, nombra un delegado regio, Johan de Sada, habitante de Tauste,
un personaje perteneciente al estamento de la baja nobleza74, al que encarga
expresamente acabar la dicha cequia. Para ello le dota de amplias potestades -de
hecho, el poder e vezes del dicho senyor rey- y un no menor margen de maniobra:
el comisionado puede recurrir a todo tipo de medios, incluidas las captiones de
personas e… todos los otros remedios e compulsiones que vistas vos seran, para cumplir la

72 Un seguimiento pormenorizado del conflicto en LACARRA DE MIGUEL, José María, Historia política del reino de
Navarra. Desde sus orígenes hasta su incorporación a Castilla, Pamplona, Aranzadi, vol. III, 1973, p. 267 y ss. Para la
perspectiva local véase PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “Conto de los Caballeros del sueldo, hombres de a
pie y espías: gastos de guerra del año 1463 en Cinco Villas”, Suessetania 15-16 (1996-97), pp. 124-136.
73 Véase su transcripción en nuestro Apéndice, doc. 1. Debo la verificación de este texto y el servicio de la
reproducción oportuna a los buenos oficios de Dª Isabel Canellas Anoz, facultativa del A.C.A., a quien estoy
muy reconocido por su amabilidad.
74 El documento no especifica otra condición que la de habitant en la villa de Tahust, pero sin duda es el mismo
Johan de Sada que en 1461-62 cobra diferentes sumas por sus servicios como caballero a sueldo en la vigilancia
de la frontera navarra, un ministerio característico de los miembros del estamento militar, PALLARÉS JIMÉNEZ,
Miguel Ángel, “Conto de los Caballeros del sueldo…”, óp. cit., pp. 133, 134 y 136. En las últimas décadas del
Cuatrocientos se documenta a un escudero de ese nombre domiciliado en Tauste en PALLARÉS JIMÉNEZ,
Miguel Ángel, “Documentos notariales sobre la villa de Tauste a finales de la Edad Media procedentes del
Archivo Histórico de Protocolos Notariales de Zaragoza”, Suessetania 21 (2003), docs. 56, 87, 233, 369, 370, 371,
394 y Anexo II. Es, con toda probabilidad, el mismo o, a lo sumo, un descendiente directo suyo.

143 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
voluntad real; el concejo y oficiales de Tauste quedan expresamente sometidos
a sus órdenes so pena de una sanción muy considerable, 1.000 florines, para
los contraventores. El problema fundamental, al menos según la carta, viene
dado por las resistencias y divisiones internas de la propia comunidad, que han
debido condenar a la parálisis la acción del municipio: es la turbacion e storbo
(de) algunos singulares de la villa susodicha, movidos por algunas proprias passiones,
interesses e malos zelos, así como la oposición a contribuyr e pagar en l´acabament e
perfection de la dicha cequia e puentes de aquell.
¿Pero a qué obedecen esas desavenencias tan graves? Enlazamos aquí con
las informaciones de Giménez Soler. Según este autor, la obra era dirigida por el
taustano Juan de Rada, que tomó por su cuenta la construcción con ayuda de maestros
vizcaínos. Y se detuvo efectivamente al llegar al Arba pero, fundamentalmente,
por problemas técnicos -al hallarse ser necesario ahondar más la caja para llevar
el agua el otro lado del río- complicados con insolidaridades internas: los
egoísmos de los que ya regaban no querían que se continuase. Finalmente, como esto
traía grandes dificultades, se suspendió lo que restaba. Solamente el apoyo firmísimo
del rey Juan II, cuyas ideas respecto a la grandeza y riqueza de los pueblos parecen las
de un contemporáneo de gran ilustración, y la energía del taustano Juan de Rada,
alma de la obra, permitieron que la empresa siguiese adelante. La financiación
del proyecto fue aportada por el banquero de Zaragoza Luis de Santángel, padre
del que fue quemado vivo por judaizante y factor del asesinato de San Pedro Arbués,…
que Tauste se obligó a devolver en treinta y tres anualidades de diecinueve mil doscientos
sueldos cada una, lo que arroja un total de 633.600 sueldos jaqueses (ss. js.)75.
Esa cifra es descomunal para la época76, incluso para una infraestructura tan
ambiciosa como la presente, pero sobre todo resulta desproporcionada para
una población como Tauste, por entonces de menos de 300 fuegos fiscales en
conjunto77.
Destruida la documentación municipal histórica taustana, cualquier
posibilidad de comprobación de estos datos está descartada. ¿Qué credibilidad
podemos darles? Giménez Soler es un autor solvente en líneas generales, pero
75 GIMÉNEZ SOLER, Andrés, óp. cit., pp. 101-102.
76 Para hacerse una idea de lo que significaba en el contexto, baste decir que el rendimiento neto global anual del
impuesto del General de Aragón, la fuente de ingresos más importante de la hacienda del reino, no alcanzó en
ocasiones esa suma en los años centrales del Cuatrocientos, SESMA MUÑOZ, J. Ángel, “Trayectoria económica
de la hacienda del Reino de Aragón”, Aragón en la Edad Media 2 (1979), p. 195, en nota.
77 No tenemos datos ciertos sobre la demografía de Tauste a mediados del siglo XV, pero los más cercanos en el
tiempo permiten aproximarnos lo suficiente, vid. nota 140.

Juan José 144


Morales Gómez
en esta ocasión pecó un tanto de ligereza y bastante más de vaguedad, para
empezar porque prescindió de cualquier pormenor cronológico preciso. Desde
luego, algunas de sus afirmaciones son, no ya perfectamente plausibles, sino
hasta verificables. La misiva que hemos analizado anteriormente procede de
los registros de Cancillería del A.C.A. Sin duda cuando Giménez Soler habla
del apoyo firmísimo de Juan II tiene ante sus ojos el original, tal vez entre otros
materiales.
Otras son perfectamente razonables, como la justificación de la detención
de la obra por errores de nivelación que hacían necesario ahondar más la caja. El
encabezamiento de la carta de 1458, super reparanda çequia, y las alusiones en el
cuerpo, ya no al acabament de la Acequia, sino también a su perfection adquieren así
un nuevo sentido, nada retórico78. No tendría nada de particular. Toda obra de
regadío por gravedad en el Valle Medio del Ebro tiene que contar con un óbice
severo: la extraordinaria tendencia a la horizontalidad de todo este territorio
que exige un control de la pendiente exquisito79, algo que, cuando se trataba
de trechos extensos, requería, con el instrumental de la época, un alto grado
de pericia técnica que era más bien raro80. De hecho, constituyó una fuente de
problemas tan seria como relativamente corriente. Las inversiones realizadas
en el siglo XIV por los regantes del término zaragozano de la Almozara para
sacar agua del Ebro para sus tierras se perdieron, entre otras razones por la
falta de verificación cierta de una cota suficiente81. Sus solicitudes de ayuda al
concejo de Zaragoza fueron el punto de partida de la Acequia Imperial, ya en
el siglo XVI, que solucionó definitivamente el problema llevando su boquera
a Fontellas (Navarra). Aún así, la Imperial no se libró de complicaciones por
esta razón: nunca pudo pasar de los llanos de Pinseque -y hubo periodos que

78 Vid. Apéndice 1.
79 El desnivel actual del Canal de Tauste varía normalmente entre los 16 y los 4 cms. por km. aunque hay
tramos con valores menores, incluso nulos. El del Canal Imperial arroja unas cifras parecidas. FERNÁNDEZ
ORDÓÑEZ, Fernando, óp. cit., pp. 144-145 y 156 respectivamente.
80 El desconocido aragonés que escribió en el último tercio del siglo XVI uno de los primeros tratados sobre
ingeniería hidráulica que se conocen, los Veinte y Un Libros de los Yngenios y Maquinas, tenía una pobre opinión
sobre la formación, sobre todo teórica, de los técnicos del ramo de su tiempo llegando a sostener, al tratar de
la modulación de las conducciones hidráulicas, que la mayoría, si acaso aciertan, no es por artificio, mas es acaso
[azar] (f. 287). Un siglo antes no creo que la situación fuera mucho mejor. Esta obra también se hace eco
de las dificultades que envolvían la nivelación, cosa de mucho y mas artifiçio de lo que el vulgo se piensa (f. 49). El
manuscrito de este texto, que se conserva en la Biblioteca Nacional, permaneció inédito hasta 1983 en que
fue editado por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos a partir de una transcripción de José
Antonio García Diego. En 1996 fue editado de nuevo en facsímil por la Fundación Juanelo Turriano.
81 FERNÁNDEZ MARCO, Juan Ignacio, óp. cit., pp. 57-58.

145 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
no llegó ni allí-, al parecer a causa de una nivelación defectuosa82. A fines del
siglo XV la aljama mora de Cortes construyó una acequia que tomaba el agua
en el puente de Tudela; su planeamiento fue tan deficiente que jamás llego
a funcionar a pesar de que el monto de los gastos fue impresionante: 30.250
florines83. A escala peninsular, aun en la segunda mitad del Quinientos, con un
nivel técnico más desarrollado, algunas de las nivelaciones más delicadas fueron
encargadas a grandes figuras del mundo técnico y científico, como el relojero
y astrónomo Juanelo Turriano, a quien Felipe II encargó una tarea tan ardua
como la propuesta española para la reforma del calendario promovida por el
Papa Gregorio XIII, o el matemático y también astrónomo Jerónimo Muñoz,
autor del Libro del Nuevo Cometa, publicado en Valencia en 1573, que mereció los
elogios del gran investigador danés Tycho Brahe (1546-1601)84, lo que da idea
tanto de la complejidad que por entonces envolvía a estos trabajos como de la
incertidumbre que suscitaban.
Pero el relato de Giménez Soler, en otras ocasiones, más bien suscita
confusión. Da la sensación de que el paso de este investigador por los
archivos locales taustanos fue tan rápido como sumario y que se resolvió en
unas apresuradas notas, no siempre bien contrastadas, que debían más al
voluntarismo que al rigor. Sin despreciar su valor, su lectura debe ser crítica.
Resulta difícil admitir, por ejemplo, que Juan de Rada llevase la voz cantante en
la empresa por encima del comisionado regio Juan de Sada. Dada la similitud
de estos nominales lo más probable es que sean la misma persona y que Rada
no sea más que una mala lectura de Giménez Soler85.

82 Esa fue la causa aducida por diferentes dictámenes técnicos en el siglo XVIII, aceptada por la generalidad de
los estudios dedicados a la historia del Canal. Recientemente BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO
CAMPO, Severino, óp. cit., vol. I, p. 313 y ss., han propuesto una explicación diferente: no hubo tales vicios y la
Acequia Imperial no llegó físicamente a Zaragoza porque no era necesario; conectada con la red de acequias
preexistente, el agua que conducía -que era lo realmente importante- sí lo hacía. La hipótesis es ingeniosa y
sugerente, pero el caso es que las quejas por los enronamientos de la Imperial fueron poco menos que continuas,
lo que puede deberse a un defectuoso mantenimiento, pero también a esos problemas de nivelación, cf. PÉREZ
SARRIÓN, Guillermo, El Canal Imperial y la navegación hasta 1812, Zaragoza, I.F.C., 1975, p. 36 y ss.
83 MONTEANO, Peio J., óp. cit., p. 124.
84 Cit. Felipe II, los ingenios y las máquinas. Ingeniería y obras públicas en la época de Felipe II, [Madrid], Sociedad Estatal
para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 1998, p. 53.
85 Por nuestra parte podemos asegurar sin resquicio de duda que el documento de 1458 procedente del A.C.A.
que manejamos se dirige inequívocamente a Johan de Sada. Apoya lo dicho el que en la bibliografía local
y corpus documentales disponibles sobre la historia local taustana no sea excesivamente difícil encontrar
individuos llamados Johan de Rada residentes en la localidad, pero no he podido hallar ninguno en las décadas
centrales del Cuatrocientos con la edad y prestigio social que, sobre el papel, cabría esperar del fautor de un
negocio tan de altos vuelos como la Acequia; sí en cambio con el apelativo de Johan de Sada, como veíamos en
nota 74.

Juan José 146


Morales Gómez
El capítulo de la financiación todavía resulta más sospechoso. El Luis de
Santángel al que se refiere -hubo varios sucesivos- es un personaje histórico
bien conocido. Jurista de prestigio y acaudalado patricio zaragozano -aunque
no banquero, sensu stricto-, fue consejero y colaborador habitual del rey
Juan II y una personalidad muy influyente en su tiempo. Fallecido en 1467,
sus hijos serían efectivamente procesados y condenados por la Inquisición en
1486-87 y el primogénito, llamado precisamente Luis, ejecutado, aunque no
en la pira como señalaba el autor de El problema de la variación del clima, sino
por decapitación, conforme al privilegio de su status de caballero86. Como era
usual entre las familias pudientes de la época, los Santángel desarrollaron una
intensa actividad crediticia entre cuyos usuarios está perfectamente probado
que Tauste ocupó un lugar destacado. Pero el planteamiento de esas relaciones,
tal como son presentadas por Giménez Soler, es muy poco verosímil.
La deuda pública en el Aragón de fines de la Edad Media en el momento que
empezaba a barajar cifras mínimamente cuantiosas, se canalizaba habitualmente
bajo la forma de censales, préstamos en los que no se establecía el plazo de
amortización, el cual quedaba abierto a la libre voluntad del deudor siempre
y cuando pagase puntualmente los intereses o pensiones correspondientes. Lo
que Giménez Soler nos transmite, tomado al pie de la letra, es un contrato
extrañísimo para su tiempo, casi inédito. Por otra parte 633.600 ss. js., más de
30.000 libras, es una cantidad astronómica, como decíamos, difícil de movilizar
incluso para un hombre de tantos posibles como Luis de Santángel, y más
en metálico. Pero lo que se hace ya increíble es que, de reunirla, la pusiese
a disposición de una villa como Tauste, sin especial peso, de un solo envite, a
despecho de todo riesgo. A la inversa, no es menos dudoso que una población
con menos de 1.500 habitantes asumiese tan bruscamente semejante carga,
a sumar al resto de las obligaciones y gravámenes que ya gravitaban sobre
el concejo -que no debían ser pequeños-, por muy tentador que resultara el
objetivo perseguido. Semejantes posibilidades, sencillamente, no se sostienen.
La operación que tan resumidamente describe Giménez Soler, más que
un préstamo convencional, debía tratarse de una concordia de quitament,

86 Sobre la figura del zaragozano Luis de Santángel y su familia se ha escrito mucho. Y todavía más de su homónimo
valenciano. La síntesis más reciente acerca del primero en MOTIS DOLADER, Miguel Ángel, “El linaje de los
Santángel en el Reino de Aragón”, Aragón Separad, Zaragoza, Diputación Provincial, Ibercaja, 2004, pp. 251-302,
vid. especialmente p. 263 y ss.

147 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
el recurso que se utilizaba cuando el volumen de censales que obligaba a
un concejo era tan alto que amenazaba con asfixiarlo económicamente; el
equivalente a lo que hoy llamaríamos un plan de saneamiento hacendístico.
Consistía en alienar a un hombre de negocios, normalmente bajo la forma de
una arrendación, una serie de rentas y contribuciones vecinales durante un
periodo de tiempo determinado a cambio de que, a lo largo de éste, el tomador
fuese liquidando o, como se decía en la época, luyendo de forma escalonada
los censales previamente designados. Este es el esquema esencial, si bien los
detalles, que podían ser extraordinariamente complejos, eran susceptibles de
variar mucho87. El procedimiento a veces también se utilizaba, supletoriamente,
para conseguir dinero fresco para un fin u otro. En Tauste tenemos un muy buen
ejemplo unos pocos años posterior, relacionado además con la construcción
de otra infraestructura hidráulica, aunque mucho más modesta: la estanca de
Valdespartera88.
En 1479 el concejo de Tauste conviene con Paulo Ram y los hermanos Johan
y Luis de Johan Sánchez, mercaderes, ciudadanos de Zaragoza, la cesión de: el
producto de la primicia, vinteno e quaranteno de la dicha villa desde 1487 hasta
1504; la percepción del producto de la arrendación de esos mismos derechos
entre 1480 y 1487, que ascienden a 9.300 ss. js. anuales, los cuales la villa el año
1477, anticipadamente, había adjudicado a ciertos terceros; más, por último,
el cobro de 600 ss. js. anuales adicionales en metálico, que pagará el concejo
directamente a los tomadores para el mes de agosto de cada ejercicio de los 24
que está previsto dure el contrato, salvo el último año, 1504, en que serán 3.650.
A cambio los arrendadores: realizarán el quitament de seis censales que
obligan a Tauste y suman 110.660 ss. js. de principal y 5.533 de pensión anual
en tandas de 10.000 ss. js., la primera en 1483, la segunda en 1486 y a partir de
ahí, cada dos años; pagarán entretanto los intereses anuales de dichos censales;
finalmente, adelantarán, por subvencion e ayuda de la expensa fazedera en la estanca

87 Véanse diferentes ejemplos en ABELLA SAMITIER, Juan, “La deuda pública de los municipios aragoneses en
los siglos XIV y XV”, Anuario de Estudios Medievales 39, 1, (2009), pp. 47-64.
88 Este documento ha sido publicado por PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “Documentos notariales…”, óp.
cit., doc. 82, pp. 119-122. Un caso similar, aunque más tardío y con un componente técnico más importante, es
el concierto del capítulo de los herederos de la Acequia del Rabal de Zaragoza con Martín de Guinea en 1573,
por el se contrataba la reconstrucción del azud de esta Acequia y los trabajos de mantenimiento del mismo y
del cauce más la luición de un censal que obligaba a dicho capítulo en 18.000 libras de principal y 18.000 ss. j.
de pensión, BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino, óp. cit., vol. I, pp. 333-334.

Juan José 148


Morales Gómez
clamada de Val d´Espartera, 4.340 ss. js., de acuerdo con las instrucciones que
recibirán de cuatro diputados elegidos por la villa al efecto89.
Es conveniente advertir que la mayor parte de los censales que se pretenden
luir son propiedad del caballero Luis de Santángel, menor -el mismo que pocos
años después será ajusticiado-, titular de cuatro de ellos por un total de 88.660
ss. js., y que tanto estos censales como los dos restantes que engloba el contrato,
que son propiedad del mercader zaragozano Martín Bernat, fueron convenidos
originalmente a un determinado interés que fue reducido no obstante al
vintemil por mil -es decir el 5 %- por… concordia entre la villa e los dichos crehedores
fecha. No son las únicas cargas que pesan sobre la hacienda de Tauste en esos
momentos90, pero sí deben ser aquellas cuya amortización más urge pues el
documento habla de que la villa está obligada al dito mosen Luys a rebajar cada
año 5.500 ss. js. del capital que le adeuda.
El convenio entre Tauste y Luis de Santángel, mayor, debió ser seguramente
de este corte, al menos en lo fundamental, aunque a una escala mucho mayor.
Giménez Soler nos lo presenta excesivamente simplificado, dando a una parte
-la financiación de la obra de la Acequia-, el valor del todo. Lo más creíble
es que esas en torno a 30.000 libras -hay que descontar el previsible margen
de beneficio del tomador- no se refieran por tanto a los costes de la labra de
la Acequia sino al total, o poco menos, de la deuda viva de Tauste, más los
eventuales adelantos de líquido que prevé aportar Santángel en el momento,
que desgraciadamente Giménez Soler no especifica, en que se redacta el
contrato. Los gastos realizados o que se esperaban realizar en la Acequia debían
suponer un porcentaje importante de esa masa pecuniaria, pero no el conjunto.
Más allá de especulaciones, ciñéndonos a lo tangible, dos cosas están
probadas. Por un lado, Luis de Santángel, mayor, realiza en la década de
1460 pagos de pensiones censales a terceros en nombre de Tauste, en un
89 Esta última suma fue efectivamente librada en 1489 según consta en el oportuno albarán, PALLARÉS JIMÉNEZ,
Miguel Ángel, “Documentos notariales…”, doc. 214, pp. 140-141.
90 Otros censales la obligan, como por ejemplo los dos que en 1460 tomó de Pedro Lacabra, menor de días,
médico, ciudadano de Zaragoza, de 500 y 375 ss. js. de pensión anual respectivamente, pagaderos cada 12 de
febrero, y 7.500 de propiedad, en conjunto. Pedro La Cabra, al fallecer, dejaría heredero universal de sus bienes
a su padre Pedro Lacabra, mayor. Cuando este último redacta su testamento en 1491 dispone, entre otros
bienes, de estos dos censales que, obviamente, no han sido luidos. MARÍN PADILLA, Encarnación, Maestre Pedro
de la Cabra (médico converso aragonés del siglo XV, autor de unas coplas de arte menor), Zaragoza, 1998, pp. 64, 169 y ss. y
178 y ss. Entre la documentación reunida por PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “Documentos notariales…”,
óp. cit., se encuentran los albaranes de las pensiones de diferentes añadas de estos censales, hasta finales del
Cuatrocientos; los últimos los extiende María Lacabra, viuda de Pedro Lacabra, en 1497, ibid., docs. 393 y 397.

149 del Canal de Tauste


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Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
comportamiento típico de los arrendadores de rentas y tomadores de quitaments91,
lo que indica que el concierto tuvo efectivamente lugar, probablemente en algún
momento de la década de 1450. Por otro, que es uno de los grandes acreedores
del concejo, pues desde luego los censales que posee su hijo Luis que hemos
visto más arriba -y que solo son una parte de los que Tauste le adeudaba92- deben
ser heredados de su padre, si no todos, sí la mayor parte.
De todas formas el concierto, pasado un tiempo, debió suspenderse, no
obteniendo los resultados que perseguía. Desconocemos cual fue su grado de
cumplimiento pero, fuera cual fuese, todo debió irse al traste con la rebelión
catalana de 1462 contra Juan II, un acontecimiento que precipitó una larga y
costosa guerra, hasta 1472, que implicó, entre otras cosas, un fuerte y perentorio
incremento de la presión fiscal de la corona sobre los concejos aragoneses, que
no pudo ser atendida más que con la emisión masiva de deuda pública. Para
el erario taustano, cuya situación debía ser ya muy comprometida, significó el
colapso. En 1467 -el mismo año de la muerte de Luis de Santangel, mayor-
la propia reina tuvo que mediar entre el concejo y los acreedores de Tauste
con una sentencia de la que, una vez más, no sabemos positivamente otra
cosa que fue promulgada93. Es de suponer que de ella se derivaría la rebaja
de las intereses debitorios al 5 % que hemos visto con los censales de Luis de
Santángel y que debió aplicarse al conjunto de la deuda consolidada local94.
En 1468 y los años siguientes se documenta la intervención de Bartolomé de

91 En junio de 1462, por ejemplo, hace efectivo uno de estos pagos a favor de Pedro Lacabra, menor, MARÍN
PADILLA, Encarnación, óp. cit., p. 116. Posteriormente, los tomadores del quitament de 1479 realizarán actos
homólogos y, del mismo modo, otros arrendadores de rentas del concejo de Tauste, vid. ibid., p. 66, en nota, y
PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “Documentos notariales…”, óp. cit., docs. 105, 191, 200, 202, 205 etc.
92 La condena de Luis de Santángel, menor, por la Inquisición supuso, aparte de su condena a muerte, la
confiscación de sus bienes. El inventario de los mismos contempla en los últimos años de la década de 1480
todavía cinco censales sobre Tauste por un capital total de 78.060 ss. j., que producía un interés de 3.994 ss.
y 8 dineros (ds.) js. al año, aun después de las luiciones parciales contempladas en el quitament de 1479, que
algún tipo de efecto debieron tener. Y hay que contar que Luis de Santángel, menor, transfirió en 1479 a su
primogénito, llamado también Luis, con ocasión de su matrimonio con Ventura de Embún, entre otras rentas,
censales sobre el concejo de Tauste por valor de 16.067 ss. j. de principal y 803 ss. y 4 ds. js. de pensión. MOTIS
DOLADER, Miguel Ángel, óp. cit., pp. 270 y 274. Estos últimos censales fueron expresamente excluidos de la
confiscación inquisitorial, PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “Documentos notariales…”, óp. cit., doc. 159,
p. 133. Véanse los albaranes de las pensiones percibidas por la Inquisición de los taustanos, por razón de las
pensiones de estas obligaciones, en ibid., docs. 168, 173, 202, 203, 204, 230 etc.
93 La noticia en MARÍN PADILLA, Encarnación, óp. cit., p. 64, en nota.
94 Esta medida también interesó, por ejemplo, a los censales sobre Tauste que poseía el ya mencionado Pedro
Lacabra, ibid., pp. 64-65. La rebaja de las tasas de interés de los censales solía ser una de las consecuencias típicas
de los actos de conciliación protagonizados por la corona entre los concejos y sus acreedores, véanse ejemplos
en ABELLA SAMITIER, Juan, óp. cit.

Juan José 150


Morales Gómez
Reus, señor de Luceni, comisario designado por el rey en los fechos et negocios de
Tauste, en la liquidación y regularización de las pensiones censales atrasadas de
este concejo95.
Así pues, lo que latía bajo las resistencias a la continuación de la Acequia
documentadas en la carta regia de 1458, tal vez tuviera un componente de
los egoísmos particulares de que nos habla Giménez Soler, pero también una
sobrecarga debitoria y contributiva que, aunque sería mucho peor unos años más
tarde, debía ser ya agobiante y que se exacerbaba todavía más ante la tesitura de
los nuevos esfuerzos que requería, no ya la prolongación de lo ya realizado, sino
la enmienda de los errores técnicos preexistentes. Hasta el mismo comunicado
regio reconoce que la fabrica construyda por los hombres de la dita villa de Thaust,
lo ha sido no sin grandes trabaios e despesas de la dicha villa, officiales e singulares de
aquella96. Es un factor, sin duda, de peso. Pero posiblemente no el único.
El sufragio de los enormes costes resultado de la erección y mantenimiento
de las infraestructuras de riegos fue causa ordinaria de rebeldías y disensiones
en las comunidades tradicionales que se materializaban, sobre todo, en intentos
de elusión de alfardas y derramas. Son los que se detectan en Tauste cuando
el rey autoriza a Juan de Sada a usar cualquier tipo de coacción contra los
contradictores de sus órdenes, de forma que forçedes e compellezcades (a aquellos)
a contribuyr e pagar en l´acabament e perfection de la dicha cequia. Pero lo cierto es
que, por altas que fueran las expensas, estas indisciplinas no solía interferir
comúnmente en la marcha de las obras, ni precisaban de la intervención de
ninguna instancia de poder foránea, si la oligarquía que controlaba los puestos
de decisión del concejo estaba realmente decidida97. ¿Pero realmente lo estaba
en el caso de Tauste? Sin duda había fisuras y, posiblemente, desde el principio.

95 MARÍN PADILLA, Encarnación, óp. cit., pp. 64-65.


96 Véase para esta cita del documento y las siguientes Apéndice 1.
97 Por ejemplo, en La Almunia de Doña Gomina se acometió en el siglo XVI un ambicioso programa de
ampliación de regadíos que implicó grandes gastos. La reacción de muchos particulares fue oponerse a que la
acequia pasara por sus heredades -para no tener que contribuir-, ignorar el abono de alfardas y repartimentos
etc. La oposición del estamento clerical debió ser tan generalizada que una ordenanza de 1550 prohibió el
riego de las heredades de los clérigos que rehusaran pagar. Las obras, con todo, siguieron adelante. MARTÍNEZ
TORRES, Isabel, “Aproximación al estudio de los regadíos de La Almunia de Doña Godina en el siglo XVI”,
I Jornadas sobre el Estado Actual de los Estudios sobre Aragón (Teruel, 1978), Zaragoza, Universidad, 1979, p. 372.
Un comportamiento parecido se constata con ocasión de la apertura de la Acequia de las Fuentes, decidida
por los jurados zaragozanos en 1472: un grupo de propietarios interesados se negó a pagar la parte que les
correspondía de los gastos renunciando de antemano a hacer uso del agua de la acequia. FALCÓN PÉREZ,
Isabel, Zaragoza en el siglo XV. Morfología urbana, huertas y término municipal, Zaragoza, Ayuntamiento, I.F.C., 1981,
p. 136.

151 del Canal de Tauste


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Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
Las tensiones endógenas en los concejos bajomedievales aragoneses eran
moneda relativamente corriente. Motivos y ocasiones no faltaban. Pero en los
casos en que la documentación local ha desaparecido -como en Tauste- es difícil
rastrearlos, salvo cuando alcanzan proporciones lo suficientemente respetables
como para que las autoridades superiores tomen cartas en el asunto. Resulta
extraordinariamente sugerente en este sentido que uno de los no demasiados
conflictos de esta categoría que tenemos documentados en Tauste en la Edad
Media coincida con la anualidad en que la Acequia recibe el beneplácito oficial
de Carlos de Viana: 1444. Si el privilegio data del 25 de mayo de ese año, el 10
de junio siguiente la reina María, lugarteniente general del reino de Aragón,
escribe cuatro cartas desde Valencia a oficiales aragoneses que bosquejan un
ambiente tenso: Cristóbal Ortiz, justicia de la villa, denunciado ante la corte
por Pedro de Larraz y Sancho de San Juan, vecinos de Tauste, está siendo
investigado por el merino de Zaragoza, dice la reina, por las querellas que havemos
d´ell d´algunos excesos, injurias e que no se havia bien en su officio; también los
jurados de Tauste están siendo sometidos a inquisicion por el merino en virtud
de cierta comission del rey; finalmente, está siendo enjuiciado un tal Pascual de
Fago, natural de Tauste, por una causa que, aunque desconocemos, debe de
ser de enjundia pues el encargado de instruir el proceso es nada menos que el
Gobernador del reino, a quien escribe la reina recomendándole independencia
y equidad pues dizese que (la denuncia ha sido realizada) a instigacion de algunos
qui lo quieren mal, los quales se movrian mas por passion que por zelo de jusiticia e que
por contumacia e odio lo perseguirian98.
Nada prueba la conexión del proyecto de la Acequia con estos litigios, que
tal vez obedezcan a otro tipo de debates99, aunque la coincidencia cronológica
es tan exacta que es difícil resistir la tentación de relacionarlos. En cualquier
caso, es incuestionable que la actuación, en general, del equipo de gobierno
que negoció la obtención del privilegio de la Acequia -o al menos los pasos

98 A.C.A., Cancillería, Registro 3034, fs. 98v-99v. Informa de esta referencia FALCÓN PÉREZ, Mª Isabel,
“Ordenaciones reales a ciudades de Aragón en el siglo XV”, En la España Medieval 21 (1998), p. 282.
99 Ibid., pp. 271-292, los vincula a los disturbios y escándalos que, con cierta frecuencia, daba lugar la designación
de oficiales municipales en todo el reino, argumento que sirvió para justificar el cambio del sistema de elección
de estos cargos, que pasó de la cooptación, que era el vigente, al de la insaculación, impuesto por la realeza
precisamente por estas fechas. Pero no deja de ser una especulación, pues los textos nada pormenorizan sobre
los fundamentos de esas actuaciones, ni en este sentido ni en ningún otro.

Juan José 152


Morales Gómez
finales- suscitaba controversias y que la cohesión interna de la población en
vísperas de encarar un designio de tan altas miras y que iba a requerir -y eso
debía ser diáfano para todo el mundo- enormes sacrificios, no era neta, aunque
nos resulte imposible valorar la importancia y extensión de la fractura.
Vista la evolución de los acontecimientos, ese descontento no haría más
que aumentar. Y no estamos hablando de antagonismos aislados o irrelevantes.
Ciñéndonos ya específicamente a la Acequia, cuando Juan II en 1458 se lamenta
de la turbacion e storbo de algunos singulares de la villa no se está refiriendo, sin
género de duda, a gente común sino a individuos de peso, con capacidad de
bloqueo efectivo. Aunque la misiva no da más detalles, no es difícil adivinar
cual puede ser el núcleo principal de las obstrucciones: los beneficiarios de la
principal fuente de riqueza del lugar, los ganaderos.
Organizados en un ligallo o cofradía desde 1410, debían constituir uno
de los grupos de presión más importantes del lugar, con un fuerte ascendiente
en el concejo. En 1459 el acta de una reunión del capítulo de esta cofradía
anota el nombre de 22 miembros: son Ahe, San Juan, Ayerbe, Rada, Oblitas,
Frontín100… los mismos patronímicos que se reiteran en los cargos públicos del
municipio desde hace siglos101. Y los ganaderos no podían ver con buenos ojos
las limitaciones para la libre circulación de rebaños y la eventual roturación
de pastizales que suponía la Acequia102. Y aunque no cabe plantear la cuestión
en términos de una confrontación maniquea, simplista y sin matices -granjeros
versus pastores-, entre otras razones porque las elites pecuarias locales, por
mucho que dependieran sus ingresos de los rebaños, también tenían intereses

100 Cf. FERNÁNDEZ OTAL, José Antonio, “La Casa de Ganaderos de Tauste. Notas sobre su Historia Medieval y
Moderna”, Tauste en su historia. Actas de las I Jornadas sobre la Historia de Tauste (13 al 17 de diciembre de 1999),
Tauste, Patronato de la Casa de Cultura - Ayuntamiento, 2001, pp. 104-171, especialmente pp. 106-108. El
listado de cofrades de 1459 en p. 156.
101 Hoy en día no existe ningún estudio monográfico sobre el régimen de gobierno taustano ni sus munícipes, de
forma que los datos están muy dispersos. Los bloques de información más importantes en: CUELLA ESTEBAN,
Ovidio, y TARRAGONA, Rosa, Archivos parroquiales de la diócesis de Zaragoza II, Zaragoza, Diputación Provincial,
2001, pp. 155-302; PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “Documentos notariales…”, óp. cit.; PIEDRAFITA
PÉREZ, Elena, Las Cinco Villas…, óp. cit., pp. 337-339.
102 La conversión de partidas de monte reservadas al ganado en terrenos de cultivo -mediase a no el regadío- podía
ser causa de disturbios muy violentos, como los que tuvieron lugar en Cariñena en 1560. Uno de los motivos
que desencadenaron en el Aragón a fines del Quinientos los sangrientos choques entre pastores montañeses y
agricultores moriscos de la ribera del Ebro fue precisamente éste. COLÁS LATORRE, Gregorio, y SALAS AUSENS,
José Antonio, Aragón en el siglo XVI. Alteraciones sociales y conflictos políticos, Zaragoza, Universidad, 1982, p. 35.

153 del Canal de Tauste


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Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
en otras esferas y, por supuesto, la agricultura, no cabe duda de que era un
sector, en conjunto, al que no se le podía pedir ni mucha complicidad ni
demasiada abnegación103.
En 1444 la fuerza de un proyecto tan prometedor para el conjunto de la
comunidad -y que seguramente también beneficiaba a estos potentados, por lo
menos a algunos104 - debió de sobreponerse a sus prejuicios y desconfianzas, lo
suficiente al menos para que una partida prestase su aquiescencia. Pero dentro
de ciertos límites, en relación, sobre todo, con el monto y el reparto de los
gastos, que en 1458 debían estar ya desbordados. Nada sabemos de seguro al
respecto para la fecha, pero resulta muy revelador que un siglo después, con
la nueva labra de la Acequia de Tauste ya definitivamente encauzada, estos
conflictos sí estén plenamente constatados y alcanzado tal grado de virulencia
que obligan a intervenir al propio Gobernador del reino, que se desplaza a fines
de 1560 a la villa para poner asiento en ciertas disensiones y pasiones que havia entre
los labradores y ganaderos sobre quien havia de pagar los gastos que había supuesto
la fábrica105. Y hay que tener presente que la coyuntura económica general de
mediados del Quinientos era notablemente más positiva que la de cien años
antes. Las obras de fines del siglo XVIII se desarrollarán, de nuevo, en medio de
las protestas y resistencias de los dueños de rebaños, y no solo en el entorno del
Canal de Tauste sino también del Imperial106.
Las reticencias, como mínimo, de los poderosos ganaderos, los defectos
técnicos de la obra y los incrementos de costes que suponía su corrección, una
deuda concejil en camino de hacerse inmanejable, un fallo judicial reciente -el
de 1457-, si no lesivo para la villa, lejos de sus expectativas… Era demasiado.
La fuerza y calidad de los opositores a la Acequia hacia 1458, apoyada
sin duda por un descontento popular más o menos amplio causado por la

103 La postura de los ganaderos ante estos proyectos es más bien ambigua, no sólo en Tauste, también en otros
lugares. Pasó lo mismo, por ejemplo, en la huerta murciana bajomedieval donde la expansión del regadío
chocó frecuentemente con la primacía de los intereses pecuarios de la oligarquía. Pero como ésta simultaneaba
esas actividades con las agrícolas, su oposición nunca fue absoluta ni permanente. MARTÍNEZ MARTÍNEZ,
María, “Control, usos y defensa del agua en Murcia (siglos XIII-XV)”, en MARTÍNEZ MARTÍNEZ, María, et alii,
El agua en la Historia, Valladolid, Universidad, 1998, p. 26. Estoy convencido de que si los grandes cabañeros de
Tauste se hubieran opuesto, en bloque y frontalmente, a la obra de la Acequia desde el principio, es difícil que
ésta llegase siquiera a ser planteada.
104 El mejor ejemplo es el señor de Canduero, del que hablaremos más adelante.
105 Doc. 4 de nuestro Apéndice. Volveremos sobre la cuestión.
106 PÉREZ SARRIÓN, Guillermo, Agua, agricultura y sociedad en el siglo XVIII. El Canal Imperial de Aragón, 1766-1808,
Zaragoza, I.F.C., 1984, pp. 375-381. FERNÁNDEZ MARCO, Juan Ignacio, óp. cit., p. 97 y ss.

Juan José 154


Morales Gómez
intensificación de las exacciones, debieron resultar irresistibles y acabaron
invirtiendo la primitiva voluntad del concejo que dejó en suspenso el proyecto,
como nos transmitía Giménez Soler. Pero la facción defensora de la Acequia,
que también contaría con apoyos nada desdeñables, no se resignó y recurrió a la
corona. Sus argumentos debieron de ser muy persuasivos pues Juan II, informado
-no puede ser más que por los partidarios de la Acequia- que´l no dar perfection a la
çequia nuevament construyda por los hombres de la dita villa de Thaust… es dar occasion
a la destruction, depopulation e irreparable danyo de la dicha villa e hombres de aquella y
con el señuelo del incremento de los ingresos de la monarquía en Tauste, como
veíamos más atrás, decide tomar partido y opta por una medida de excepción:
asumir el impulso de la obra poniendo a su frente a un agente directo suyo,
Johan de Sada, a cuyo mandato -no puede ser casual- somete las autoridades
concejiles. El tono conminatorio y las alusiones a la eventual necesidad de
usar la coerción para compeller a oficiales y particulares en pro de l´acabament e
perfection de la dicha cequia dejan pocas dudas acerca de que el comisionado va a
encontrar muy poca colaboración para cumplir su misión en un amplio sector
de la población. Y no es para menos, pues el rey presta su autoridad pero nada
más: la financiación de la empresa siguen pesando íntegramente sobre la villa.
Sería muy interesante saber el lugar que ocupa ese delegado -acaso el
cabecilla más señalado de la opción a favor de la continuación- en el entramado
social y económico de Tauste. La información disponible no es excesiva ni
particularmente explícita, pero aun con todo resulta expresiva. Johan de
Sada desciende de un linaje de caballeros y escuderos107 arraigado en Tauste,
aparentemente, desde antiguo108, que ha tenido una cierta participación en
107 No es difícil encontrar personajes con ese apellido ostentando tal condición en la documentación local. Solo
un ejemplo: las diferentes listas de concejantes registradas en 1415 en relación con la resolución de ciertos
problemas del gobierno local incluyen a Martín de Sada, escudero, que también es justicia de la villa en aquellos
momentos, y a los caballeros Aznar y Ferrán de Sada, MARURI ORRANTIA, David, “Cinco Villas de Aragón.
Noticias genealógico-heráldicas de don Isidoro Gil de Jaz”, en Suessetania 17 (1998) Addenda, p. 233 y ss. Pero no
como infanzones: entre las más de setenta salvas de infanzonía de taustanos que se conocen entre 1200 y 1400
no se encuentra ni un solo Sada. Cf. FALCÓN PÉREZ, Isabel, Prosopografía de los infanzones de Aragón (1200-1410),
Zaragoza, Universidad, 2003, y, de la misma, Los infanzones de Aragón en la Edad Media, Zaragoza, I.F.C., 2008.
108 Ya en 1253 se documenta a dona Agnes de Sada como propietaria de un campo en el término, CUELLA
ESTEBAN, Ovidio, y TARRAGONA, Rosa, óp. cit., doc. 11, p. 158. Otras noticias posteriores de Sadas taustanos
en ibid., docs. 76, 80, 85, 92 etc. El problema es que son datos muy disgregados que no permiten asegurar si
estos Sada descienden de un mismo tronco común o pertenecen a familias diferentes, aunque homónimas, que
se suceden de forma más o menos casual a lo largo del tiempo. El que Sada sea, por estos siglos, un apellido
relativamente corriente en la comarca tampoco ayuda. Los Sada sí son en cambio uno de las estirpes más
relevantes a fines de la Edad Media de la cercana población de Sos; en su casa nace en 1452 el futuro Fernando
el Católico.

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el ejercicio de las responsabilidades públicas locales109. Pero no hay noticia,
significativamente, de que tenga relación alguna con la Casa de Ganaderos,
ni ahora ni más tarde110. Por otra parte, el patronímico desaparece pronto del
entorno de las clases rectoras locales, no mucho después del 1500111.

7. El alcance y el declive de la obra del Cuatrocientos


¿Pero, después de todo, fueron llevados a cabo los deseos del rey? ¿Cruzó
la Acequia de Tauste el Arba a pesar de todos los obstáculos? Si hemos de creer
a Giménez Soler sí112. Pero, una vez más, este autor se traiciona. Si así fuera,
encontraríamos en la documentación taustana posterior a, aproximadamente,
1460 alguna mención a la Acequia de Ebro o a una Acequia nueva en un área de
regadío reciente más o menos próxima a la villa. Y no hay ni el menor indicio113.
109 En 1395 Martín de Sada era jurado de Tauste, VISPE MARTÍNEZ, Joaquín, “Tauste en el siglo XIV”, Tauste
en su historia. Actas de las II Jornadas sobre la Historia de Tauste (27 de noviembre al 1 de diciembre de 2000),
Tauste, Patronato de la Casa de Cultura - Ayuntamiento, 2002, p. 88. En 1415 este mismo Martín de Sada
-o un homónimo suyo- ostentaba el justiciazgo, vid. nota 107. En otras ocasiones los Sada aparecen como
procuradores del municipio con misiones concretas: en 1283 Aznar de Sada es el representante del concejo en
relación con los sucesos de la Unión; en 1388 Martín de Sada, mayor de días, figura igualmente como tal en
una sentencia sobre límites; en 1496 Johan de Sada es nombrado sindico e procurador de Tauste ante la Junta de
Ejea. Vid., respectivamente, GONZÁLEZ ANTÓN, Luis, Las Uniones aragonesas y las Cortes del reino (1283-1301),
Zaragoza, C.S.I.C., Escuela de Estudios Medievales, 1975, vol. II, pp. 39, 118 y 119, ESTEBAN CHAVARRÍA, Juan
P., óp. cit., doc. 3, p. 210, y PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “Documentos notariales…”, óp. cit., docs. 369 y
370, p. 161 y ss.
110 Vid. FERNÁNDEZ OTAL, José Antonio, óp. cit.
111 Si en 1496 Johan de Sada representa al concejo ante la Junta de Ejea, vid. nota 109, en 1544 la confección,
supervisada por un comisario real, de la lista de vecinos que reúnen los requisitos para el desempeño de los
diferentes cargos públicos de Tauste no registra a nadie apellidado así, SAN VICENTE PINO, Ángel, Colección de
fuentes de derecho municipal aragonés del bajo Renacimiento, Zaragoza, Universidad, 1970, doc. 8. De ahí en adelante
tampoco hay rastros de Sadas entre la aristocracia taustana, cf. MARURI ORRANTIA, David, óp. cit., pp. 222-238;
BERRAONDO URDAMPILLETA, Mª Jesús, “Infanzones de las Cinco Villas”, Suessetania 11 (1990), pp. 47-50;
más específicamente, CORTES USÁN, Miguel Ángel, “Los Infanzones y la Heráldica de la Villa de Tauste”,
Tauste en su historia. Actas de las IV Jornadas sobre la Historia de Tauste (9 al 13 de diciembre de 2002), Tauste,
Ayuntamiento, 2005, pp. 85-142
112 GIMÉNEZ SOLER, Andrés, óp. cit., p. 102.
113 Hay ciertamente una alusión en 1472 a cierta viña en los Cascallos que limita con cequia de Camponuevo et con
cequia nueva et con cequia de los Cascallos, PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “Documentos notariales…”, óp. cit.,
doc. 28, p. 112. Pero los Cascallos, como Camponuevo, son dos pagos dentro del término de Tauste de regadío
antiguo. La acequia de los Cascallos está ya documentada en 1323, FERNÁNDEZ OTAL, José Antonio, óp. cit.
p. 122, mientras que Camponuevo está ya surcado por brazales en el siglo XIII, CUELLA ESTEBAN, Ovidio, y
TARRAGONA, Rosa, óp. cit., docs. 8 y 33, pp. 157 y 163. Probablemente sea el mismo curso que un documento
de 1378 identifica como la cequia nueva del Moliniello, ibid., doc. 90, p. 179. Tampoco deben confundirnos las
menciones contemporáneas a la cequia mayor, que debe nacer en el Arba, pues corre por Valdespartera, un área
al Norte del caserío, cerca del camino de Ejea, según se describe en un texto de 1494, PALLARÉS JIMÉNEZ,
Miguel Ángel, “Documentos notariales…”, óp. cit., doc. 323, p. 155. En otros documentos se habla de la cequia
mayor de Camponuevo, como por ejemplo en CUELLA ESTEBAN, Ovidio, y TARRAGONA, Rosa, óp. cit., doc. 116,
pp. 187-188.

Juan José 156


Morales Gómez
Todavía peor: el propio Giménez Soler, contradiciéndose implícitamente,
aporta una noticia del perdido Archivo Municipal de Tauste que se hace eco de
que la Acequia no estaba sirviendo para afianzar población y riqueza en el lugar,
como cabría suponer si todo fuera bien, sino para justo lo contrario: cuando esta
villa construyó su canal, temeroso el concejo de perder habitantes, braceros principalmente
-por el contexto, más se trataría de renteros-, por llamarlos señores o terratenientes de
otros pueblos de los beneficiados por la obra, acordó que el vecino de Tauste que cultivara
en términos que no fueran de la villa no regara del canal, y si lo hacía en cualquier mes
que no fuera el de abril o mayo que pagase setenta sueldos de multa, pero si lo hacía en
éstos, que perdiera la cosecha114. Una vez más hay que condolerse de que nuestro
transmisor prescindiera de otra concreción temporal que el siglo, el XV, lo
que empobrece cualquier interpretación. Pero lo que resulta indiscutible es
que los beneficios de la infraestructura en Tauste, en comparación con otras
poblaciones, eran menores, lo que no puede deberse más que a sus limitaciones
locales. Habida cuenta de la amplitud del territorio regable en Tauste por la
Acequia, si esta estuviese plenamente operativa, resulta dudoso que faltara
trabajo, se escatimaran salarios o se exigiesen rentas ingratas hasta el punto de
que la fuerza laboral del pueblo se emplease en otras partes. O, aún haciéndolo,
que los huecos generados no pudiesen ser rellenados, si no con facilidad -el
Cuatrocientos es un tiempo parvo en brazos-, sí sin complicaciones insalvables
por foráneos que acudiesen al reclamo de un agua de riego medianamente
abundante y accesible. La toma de las medidas represivas reseñadas es, por
tanto, un claro signo de debilidad de la Acequia en Tauste.
Esta disposición tiene otra vertiente de interés. Las restricciones se aplican
a los taustanos que cultivan tierras en otras partes pero que siguen manteniendo
la vecindad y están por tanto bajo la jurisdicción del concejo; de lo contrario
serían inmunes a su autoridad. Dejando aparte los casos en que el rentero
explotase las heredades a través de subarrendamientos, que serían los menos,
esas fincas tenían que estar relativamente cerca del caserío, pues de lo contrario,
por la ley de rendimientos decrecientes, la operación sería insostenible115. Y en
114 GIMÉNEZ SOLER, Andrés, óp. cit., p. 73
115 Tauste, con una población muy concentrada y un término municipal extensísimo, tuvo esa ley siempre en
contra hasta la fundación de los nuevos poblados de colonización ligados al Canal de Bardenas en el siglo
XX. La situación a fines del siglo XVIII es muy ilustrativa, cf. PÉREZ SARRIÓN, Guillermo, Agua, agricultura y
sociedad…, óp. cit., pp. 89-90.

157 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
el trayecto del Canal, antes de alcanzar el Arba, no había poblaciones próximas
a la plaza, ni siquiera casas de campo, con una sola excepción: Canduero, un
pequeño habitat rayano al Ebro, entre el Arba y la circunscripción de Novillas,
al S.O. de Tauste, cuyo término se benefició históricamente de la Acequia (véase
Mapa 2). Documentado ya en las primeras décadas del siglo XII116, en la Baja
Edad Media era un fundo con un núcleo de población mínimo, calificado de
torre o casa117 y asimilable, por consiguiente, al modelo de los mases fortificados
tan relativamente corriente en el agro medieval. En 1351, por donación
de Pedro IV118, se convirtió en un señorío particular que, a fines de la Edad
Media, era propiedad de los Íñiguez de Montagut o Monteagudo y más tarde,
por entronque familiar, de los Ximénez de Ayerbe, ambos ilustres apellidos
taustanos119. Es muy probable que la Acequia llegase hasta allí en la segunda
mitad del Cuatrocientos, como veremos enseguida. Y si lo hizo, su señor no
dejaría pasar la oportunidad de rentabilizar su heredad y realizar roturaciones
en sus tierras, que hasta ese momento no debían de estar dedicadas más que a
pastos, requiriendo una abundante mano de obra de la que no disponía y a la
que tuvo que atraer ofreciendo condiciones ventajosas -el mecanismo clásico
de rotas y repoblaciones-. Esos trabajadores acudirían preferentemente, como
es lógico, de lugares cercanos más desfavorecidos, generando la alarma entre
los potentados oriundos que verían peligrar, a su vez, la explotación de sus
posesiones, como parece ser sucede en Tauste. En rigor, todo esto no son más
que suposiciones, apoyadas tan solo en datos indirectos. Pero no deja de ser
muy sintomático que a mitad del siglo XVI sí esté bien documentada la fuerte
implicación del señor de Canduero en el proceso de refundación de la Acequia
de Tauste120.

116 Es ya nombrado entre las lindes de Tauste en la carta de población, PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel,
“La carta de población de Tauste…”, óp. cit., p. 686. Según este autor su origen pudo ser un puesto militar
de control del Ebro, como los que existieron en Gallur y Pradilla en la época de la conquista cristiana. Las
décimas de Canduero fueron donadas por Alfonso I (1104-1134) poco después de la definitiva toma de Tauste
a los musulmanes, que tuvo lugar hacia 1121, LALIENA CORBERA, Carlos, “Frontera y conquista feudal en el
valle del Ebro desde una perspectiva local (Tauste, Zaragoza, 1086-1200)”, Studia Histórica. Historia Medieval 23
(2005) p. 124.
117 En 1351, SINUÉS RUIZ, Atanasio, y UBIETO ARTETA, Antonio, El patrimonio real en Aragón durante la Edad
Media, Zaragoza, Anubar, 1986, doc. 1703, p. 283.
118 Ibid.
119 FERNÁNDEZ OTAL, José Antonio, óp. cit., p. 134.
120 Vid. nota 257.

Juan José 158


Morales Gómez
Decididamente, la Acequia no llegaba al Arba. Pero si alguna duda
cupiese, queda definitivamente despejada cuando en 1474 Juan II revoca, no
abiertamente pero sí de facto, la concesión de la toma y dispone del azud de
Taust a su albedrío, aun reconociendo que los del dicho lugar de Taust hayan fecho el
dicho azud o presa. Su justificación es que avemos seydo bien informados e certificados
como los del dicho lugar de Taust en manera nenguna pueden ni podrian gozar ni se
aprobechar del dicho azud p[ar]a el fin que dada les fue gracia e permiso de lo fazer, es
a saber, que mediante aquel dicho azut podiessen llevar agua p[ar]a regar los terminos
e tierras del dicho lugar de Taust. A continuación lo dona, en concepto de gracia
e merced perpetua en agradecimiento de servicios prestados, a Pierres de Peralta,
condestable de Navarra y conde de San Esteban, con el fin específico de que
pueda regar las tierras de su casa de Belver o Belber u otras cualesquiere. Pero
comprendiendo también todo tipo de aprovechamientos, lo que no puede
aludir más que a la facultad del condestable de repartir el agua del azud al resto
de los regantes de la Acequia tributaria, evidentemente contra la satisfacción
del canon correspondiente121. Belver, que era una adquisición reciente del
beneficiario122, se localizaba inmediatamente a continuación del bocal de la
Acequia de Tauste, antes de llegar a Cabanillas (véase Mapa 1)123.
Este texto, prácticamente desconocido124, es el más antiguo que se
conserva íntegro en el Archivo del Sindicato. No es de muy buena calidad y es
comprensible pues es una copia, como poco, de tercera mano, expedida por la

121 Vid. este texto en Apéndice 2.


122 En el completísimo estudio sobre las elites nobiliarias navarras bajomedievales de RAMÍREZ VAQUERO, Eloisa,
Solidaridades nobiliarias y conflictos políticos en Navarra, 1387-1464, Pamplona, Gobierno de Navarra, Institución
Príncipe de Viana, 1990, los capítulos dedicados a los Peralta (pp. 159-166 y 337-342) ignoran toda referencia
a este dominio. Deduzco por tanto que su incorporación al patrimonio de este linaje es posterior a 1464, fecha
límite del periodo que abarca la obra, y fruto también probablemente de la magnanimidad del soberano.
123 En 1552 se dice que el azud de nuestra Acequia se encuentra encima y junto a la cassa y termino de Belber en el dicho
Regno de Nabarra, Archivo Municipal de Tudela (A.M.T.), Protocolo notarial de Nicolás Pérez del Calvo, vecino
de Tudela, 1552, p. 883. Vid. otras alusiones similares de esas mismas fechas en notas 235 y 237. En 1564 Pedro
de Aybar, casero de la cassa de Belber, presta declaración en cierto proceso. La identificación del testigo precisa que
esta Belber entre Tudela y Cabanillas, A.M.T., Protocolo notarial de Nicolás Pérez del Calvo, vecino de Tudela, 1565,
p. 77. YANGUAS Y MIRANDA, José, óp. cit., p. 72, confirma que fue señorio con jurisdiccion particular correspondiente
al antiguo condestable de Navarra mosen Pierres de Peralta y lo sitúa en la orilla izquierda del Ebro confinante al Canal de
Tauste, de donde se riega, y… los terminos de Cabanillas, con una extensión de 1.900 robadas.
124 Este documento solamente había sido utilizado hasta hace poco por VEGA MAS, Montse, y PALLARÉS
JIMÉNEZ, Miguel Ángel, óp. cit., p. 62. Prácticamente ultimada la redacción de estas páginas, he tenido noticia
de su transcripción y publicación por PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “Intervención de la monarquía en
los asuntos municipales…”, óp. cit., doc. 3, autor con el que he debido trabajar de forma paralela. De todas
formas, sin afán de desmerecimiento alguno, me sigo quedando con mi versión.

159 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
Mapa 2. Tramo aragonés del Canal de Tauste. Planta general
(Según J. A. Fernández Ordóñez)

Juan José 160


Morales Gómez
161 del Canal de Tauste
en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
Administración del Canal Imperial sobre mediados del siglo XIX125. Pero en lo
esencial su lectura no admite dudas.
Así pues, según este testimonio, más allá de las dificultades financieras y
las querellas intestinas, lo que finalmente impidió la terminación de la Acequia
fueron los vicios de diseño, que se revelaron tan pertinaces que acabaron
persuadiendo al rey que su resolución era poco menos que imposible. Pero
la regia motivación tiene lagunas. En 1458 el propio rey Juan subrayaba la
necesidad perentoria de que la Acequia pasase el Arba. Dieciséis años después
pretende que no regaba el territorio taustano ni lo haría jamás. En puridad
sí había llegado al término: en 1488, el cauce de la Acequia, que nada indica
que estuviese fuera de uso, servía como referencia para fijar los mojones de
los términos de Tauste y Novillas, exactamente igual que hoy126. Y el trazado
intentaba ahorrar pendiente a toda costa -cierto pasaje de ese documento alude
a un lugar en que la ceyquia de Tahust si pone dentro la cantera- lo que garantiza
que todavía llegaba más allá127, probablemente hasta la partida de Canduero,
como comentábamos anteriormente. Pero, por lo que ya hemos dicho, no hasta
los terrenos tradicionales de huerta de Tauste en torno al Arba, que tal vez
es a lo que se esté refiriendo el soberano. Con todo, si el azud se mantenía
treinta años después del arranque de la obra en uso y suficiente buen estado
como para ser apetecible, no podía ser más que porque había recibido el
mantenimiento adecuado, lo que solo puede justificarse con algún tipo de
rentabilidad inmediata y no solamente en el tramo navarro, como demuestra el
alcance aragonés del álveo. Parece evidente que el rey está cargando las tintas
con un propósito: vestir una decisión muy discutible.

125 Fruto sin duda de las gestiones del recién nacido Sindicato, vid. nota 32. Para la tradición documental y los
detalles formales vid. nota 312.
126 Se trata de una sentencia arbitral que establece, entre otras cosas, que las mugas enpecen primerament desde donde
comienca el llano de Falset, d´ende el rio de Ebro fasta Mont Real el Viello, por el pie debaxo de la cantera, y despues que de
alli suban alto las mugas por la cantera fasta en el lugar donde la ceyquia de Tahust si pone dentro la cantera, segunt por
nosotros es estado senyalado, y de alli adelante sea la ceyquia vulgarment dicha la ceyquia de Ebro muga entre los dos dichos
terminos ata las canteretas pequenyas que estan cerqua la Val de Contienda. El documento no es original sino una copia
de 1513. A.H.P.Z., Pergaminos, Nº 221. El cambio de nombre no debe engañarnos. Se trata, inequívocamente,
de la misma Acequia.
127 Ibid. Sin duda se está refiriéndose a un tramo especialmente constreñido entre el farallón que cierra la llanura
fluvial y el río donde, en efecto, se sitúan las lindes vigentes de Tauste y Novillas. En este punto, hoy conocido
como la Cuesta de los Yesos (véase Mapa 2), también la caja actual muerde el escarpe para poder seguir
adelante, VEGA MAS, Montse, y PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, óp. cit., p. 91.

Juan José 162


Morales Gómez
A lo largo de la Edad Media se asiste a un proceso progresivo de
patrimonialización hidráulica. El agua, de ser un bien de pertenencia real o
señorial, pero de carácter esencialmente público, pasa a convertirse, de forma
cada vez más general, en una posesión privada de la que se dispone libremente
como un elemento más del propio peculio. En el caso de los monarcas se
convierte en una regalía, es decir, en un bien cuya pertenencia es inherente a la
condición de coronado y del que éste dispone sin trabas ni sujeción a ningún fin
o derecho de interés general128. Su instrumentalización con fines de recompensa
de adhesiones políticas se hará corriente, a veces en claro perjuicio de otros
interesados y del bien común129. Pero el caso presente supone un paso más allá:
el rey dispone no solamente del recurso sino incluso de las infraestructuras
asociadas al mismo realizadas por terceros, so color del incumplimiento del
fin para que el que habían sido autorizadas, sin plantear siquiera la posibilidad
de una indemnización, lo que resulta absolutamente desmesurado. No tengo
noticia de precedentes ni paralelos de algo así en los reinos hispánicos. Más
bien de todo lo contrario: privilegios de obras hidráulicas que, o bien no fueron
ejecutadas nunca, o bien tardaron muchos años -hasta siglos- en ser terminadas,
a veces hasta simplemente empezadas, sin que ello supusiera reversión alguna y
mucho menos incautación de ningún género130.

128 El trabajo más clásico sobre este tema es el de LALINDE ABADIA, Jesús, “La consideración jurídica de las aguas
en el derecho medieval hispánico”, Anales de la Universidad de La Laguna VI (1968-69).
129 Un caso muy expresivo es el de Riaza (Segovia), una población que pertenecía al obispo segoviano pero que en
1430 fue enajenada a la corona a cambio de un juro de heredad de 770 florines. Inmediatamente a continuación
fue transferida a la jurisdicción del todopoderoso condestable Alvaro de Luna, con todos los derechos anexos
y, especialmente, las mineras e veneros de fierro e ferrerias que son en el dicho lugar. Seguramente ése debía ser el
auténtico motivo de la donación, pues la carta real especificaba que el nuevo señor estaba autorizado a extraer
el mineral que quisiera y a usar a su placer las aguas de los ríos del término para esos menesteres. Pocos años
después, en 1438, el concejo se quejaría al rey de que, por le tomar las aguas de los dichos rios, éstos llegaban
tan mermados que la villa no tenían caudal ni para regar ni para impulsar molinos ni batanes, solicitando la
revocación de la donación al condestable para evitar la despoblación del lugar. El rey no solamente desoiría
esta súplica sino que, poco más tarde, confirmaría todas y cada una de las mercedes hechas en Riaza a Alvaro
de Luna. Cit. MARTÍN CEA, Juan Carlos, “La política municipal sobre el agua en los concejos de la cuenca
del Duero a fines de la Edad Media”, en VAL VALDIVIESO, Mª Isabel del (coord.), Usos sociales del agua en las
ciudades hispánicas a fines de la Edad Media, Valladolid, Universidad, 2002, pp. 86-87.
130 La Estanca de Borja, por ejemplo, fue sancionada por un privilegio en 1328, pero no fue construida hasta
más de dos siglos después, LOMBA SERRANO, Concepción, Borja, arquitectura civil, siglos XVI-XVII, Borja,
Centro de Estudios Borjanos, 1982. La escasez e irregularidad del aforo del Turia motivó que los regantes
de la Huerta valenciana buscaran aportes de agua suplementarios desde la Edad Media. Con estos fines, el
concejo valenciano consiguió en 1393 el permiso real para trasvasar aguas del Júcar, desde Tous, a su término,
un proyecto que, a pesar de que fue objeto de diferentes estudios y planificaciones, jamás fue ejecutado. Con
idéntico objetivo Juan I, en 1404, dará poder a Valencia y catorce lugares más para prolongar la Acequia Real
de Alcira hasta Catarroja o hasta el mismo Turia. La concesión apenas se materializó en nada tangible hasta

163 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
La decepción en Tauste debió ser descomunal. Seguramente daría lugar a
algún tipo de gestiones ante el trono, pero sin resultado apreciable. Juan II, que
mantuvo hasta el fin de sus días la titularidad de las coronas aragonesa y navarra
-aunque esta última cada vez de forma más nominal-, muere en 1479, dejando
paso en Pamplona a una nueva dinastía de ascendencia francesa, la casa de
Foix, desvinculada de la aragonesa, lo que marca distancias y hace todavía más
incierta cualquier reclamación. Pero entretanto el problema del agua en Tauste
sigue tan acuciante como siempre, mientras que la disponibilidad del abasto va
a peor.
Estamos muy mal informados de lo que sucede en las décadas finales del
Cuatrocientos, pero todo apunta a que la situación de la Acequia evoluciona de
forma cada vez más negativa. En la década de 1490 debe fraguarse algún tipo de
crisis, tan aguda, que los distintos implicados pasan a seguir su propio camino
al filo del 1500. Cabanillas y Fustiñana, envueltas en graves desavenencias con
el señor de Belver131, solicitan la confirmación del privilegio original de 1253 a
la infanta Catalina, lugarteniente de los reyes de Navarra, que emite en 1499 el
mandamiento correspondiente a la Cámara de Comptos pamplonesa, la cual
finalmente expide el documento en 1504132.
que el Duque de Hijar, arrogándose el privilegio, consiguió llevar adelante la empresa… en la segunda mitad
del Setecientos. Es la hoy conocida como Acequia Real del Júcar. GUAL CAMARENA, Miguel, Estudio histórico-
geográfico sobre la Acequia Real del Júcar, Valencia, Institución Alfonso el Magnánimo, 1979, pp. 69-77. La misma
Acequia Imperial no consiguió sensu stricto alcanzar lo que era su objetivo primario, el término de Zaragoza,
hasta fines del siglo XVIII; entra dentro de lo posible que por lacras técnicas, vid. nota 82. Solamente para salvar
el obstáculo que suponía el Jalón empleó cerca de cuarenta años, contando desde el comienzo de las obras,
BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino, óp. cit., vol. I, pp. 319-321. Bien es cierto
que la Imperial dependió siempre directamente de la corona.
131 Según las Cartas sobre riegos…, óp. cit., p. 53.
132 Desconozco si se conserva en alguna parte. Desde luego no en el A.S.R.C.T. donde, sin embargo, sí se detectan
diversas alusiones. La más detallada es una certificación de Francico de Paula Anchorena, notario público de
Tudela, por la que da fe de que entre las notas, protocolos y papeles de mi escribania y oficio se encuentran un trasunto
o copia por vidimus puesto en patente despachada por las gentes (sic.) oidores de la Camara de Comptos reales o jueces de
finanzas, un mandamiento mediante de Dña. Catalina, infanta de Navarra, lugarteniente por los muy egregios D. Juan y
Dña. Catalina, por la gracia de Dios reyes de Navarra, duques de Nemuse… firmado el uno, so el sello de la Chancillería,
en Pamplona a 16 de diciembre de 1499, en nombre de S.M. por Martin de Rutia y Martin de Alegria, sus secretarios, y
la otra en dicha ciudad, bajo el sello de la Camara de Comptos, veinte y ocheno dia del mismo mes y año 1504, por sus
oidores D. Gurpide, D. Pedro Marcilla de Caparroso y D. Irigoyen, en la cual se insiere e inserta una real carta de donacion,
merced, privilegio, poder o facultad real concedida y dada en Estella, pendiente el gran sello, signada de la real mano,
lunes, vigilia de Santa Maria de marzo, año 1252 -realmente 1253, véase nota 37-, por don Chilbat, don Tibaut o
don Tobaldo, por la gracia de Dios rey de Navarra. Esta certificación formaba parte de una reclamación de Tauste,
Cabanillas y Fustiñana dirigida las Cortes en 1822 dentro de la batería de quejas que, prolongándose en el
tiempo, llevaría finalmente a la devolución del Canal en 1848. Pero el expediente original no se conserva o
al menos no sabemos donde está. Lo cita anterior procede de un trasunto de ese expediente, certificado de
nuevo por el notario Anchorena en Tudela el 4 de julio de 1847, que se encuentra en el A.S.R.C.T., Caja 179,

Juan José 164


Morales Gómez
Paralelamente, el de Belver desaparece de escena, aunque a mediados del
Quinientos todavía pretende ostentar unos derechos sobre la obra que nadie
más reconoce133. Tauste, por su parte, debe otear un horizonte tan negro que
da un golpe de timón y gesta un proyecto alternativo tan espectacular como
temerario, tanto, que no puede ser entendido más que en clave de desesperación:
nada menos que traer agua de riego desde el río Aragón. Sorprendentemente
consigue involucrar en el mismo a Fernando el Católico que, acaso en un gesto
tácito -también poco costoso- de apaciguamiento tras los excesos de su regio
progenitor, se aviene en 1498 a dirigirse al monarca navarro en los siguientes
términos: fazemos vos saber como los de nuestra villa de Tauste d´este nuestro regno
d´Aragon nos han significado que, a causa de la grande necesidad que tienen de agua,
querrian facer cequia que saliese del río d´Aragon por los términos de Caseda, Gallipienzo
y Carcastillo, que son de vuestro regno de Navarra concluyendo con la solicitud
del permiso correspondiente134. En otras palabras, los taustanos soñaban con
una variante del actual Canal de Bardenas, hechura del siglo XX, una idea
absolutamente quimérica a fines de la Edad Media que, como no podía ser de
otro modo, no se materializó en nada positivo.
Como sabemos, uno de los beneficiarios del tramo navarro de la Acequia
de Tauste en el Cuatrocientos -y tras la nueva refundación de mediados del
siglo XVI, también después- es el pueblo de Buñuel, sobre todo la partida de su
término denominada el Espartal, que se localiza justo al lado de la Torre de Leoz,
anteriormente citada135. En 1514 el señor de Buñuel, Juan de Mendoza, llega a
una concordia con sus vasallos sobre los aprovechamientos del lugar. Una de las
cláusulas delimita los derechos de pasto del Espartal: el ganado menudo de los
vecinos podrá hacer uso de esas hierbas desde la Santa Cruz de Mayo hasta San
Martín y el ganado mayor todo el año; el resto del tiempo la pastura es del señor

sin signatura, Despojo de las 2 zequias, vieja y nueba. Tudela. Navarra. Año de 1822 (en el dorso), s.f. Dentro de los
trabajos decimonónicos clásicos sobre la historia del Canal de Tauste, estos datos en torno al 1500 solo son
reflejados por Madoz y, parcialmente, por las Cartas sobre riegos.
133 Vid. nota 237.
134 Cit. GIMÉNEZ SOLER, Andrés, óp. cit., p. 102, a partir de un documento perdido del Archivo Municipal
de Tauste. En esta ocasión no caben desconfianzas pues, aparte de la cita textual, recoge la referencia de
localización: año 1498, Arch. Mun. de Tauste, al f. 62 de un tomo en folio del legajo 8°. El dato había sido ya recogido
anteriormente por SUPERVÍA LOSTALÉ, Mariano, óp. cit., p. 113, pero de forma muy vaga. Esta noticia,
realmente excepcional, ha sido muy utilizada por los estudiosos posteriores de la hidráulica histórica aragonesa
y española.
135 No confundir con otra partida de la vecina Fustiñana llamada igual: el Espartal o el Espartalico.

165 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
que, posiblemente, la arrendará a pastores trashumantes montañeses136. Con
semejante uso, es obvio que el Espartal no recibe riego desde hace tiempo137,
lo que solamente puede significar que la Acequia de Tauste ya no da servicio
en este tramo y, por descontado, tampoco más allá. Según todos los indicios, en
algún momento a fines del siglo XV la Acequia ha dejado de funcionar y, desde
aproximadamente el 1500 o poco después, solamente Cabanillas y Fustiñana,
que tras la revalidación de sus viejos derechos han vuelto a abrir su Acequia
privativa, disfrutan del agua del Ebro. El contexto se retrotrae al del siglo XIII,
saldándose el proyecto cuatrocentista de la Acequia de Tauste con un fracaso
sin paliativos.

8. Las peculiaridades de la Acequia tardomedieval.


Hasta aquí los hechos desnudos de la crónica local. Pero ¿qué sentido
tienen a nivel global? Aunque a la postre la empresa naufragase, lo cierto es que
la intentona de Tauste en el siglo XV resulta extraordinariamente interesante
por lo peculiar de su desarrollo y circunstancias. En primer lugar por la
cronología. En las síntesis explicativas de la historia de los regadíos aragoneses y
españoles hoy en boga, la expansión de los sistemas hidráulicos tradicionales se
relaciona con etapas demográficamente expansivas138. La mayor necesidad de
alimentos, unida al alza de los precios, en un contexto en que los intercambios
y los mercados se van estructurando cada vez más, anima al incremento de la
producción agraria, tanto por medios extensivos -aumento de las roturaciones-,
como intensivos -intensificación de los regadíos-. Es lo que sucede en los siglos
XII-XIII, cuando se gesta la Acequia de Cabanillas y Fustiñana, y es lo que
se reitera en el siglo XVI, el momento del afianzamiento ya definitivo de la
de Tauste. Pero la Baja Edad Media es justamente lo contrario: una fase de
profunda depresión.
En el reino de Aragón, como en el resto de Europa, las catástrofes del
Trescientos se encadenan, provocando una caída brutal de la población que,
arrancando de mediados del siglo XIV, se extiende hasta principios del XV,

136 Cit. FERNÁNDEZ MARCO, Juan Ignacio, óp. cit., p. 69.


137 Y por tanto lo más razonable es que tampoco la Torre de Leoz.
138 Para Aragón véanse, entre otros, LALIENA CORBERA, Carlos, “Agua y progreso social en Aragón…”, óp. cit.,
y PÉREZ SARRIÓN, Guillermo, “Regadíos, política hidráulica y cambio social en Aragón, siglos XV-XVIII” en
PÉREZ PICAZO, Mª Teresa, y LEMEUNIER, Guy (eds.), Agua y modo de producción, Barcelona, Crítica, 1990, pp.
212-270.

Juan José 166


Morales Gómez
para pasar a un periodo de atonía en las décadas centrales de esa centuria y,
solamente en el último tercio del Cuatrocientos, empezar a mostrar síntomas
de recuperación, aunque las cifras demográficas anteriores a la Peste Negra
queden todavía lejos139. Y Tauste no es ninguna excepción. Al revés: si en algo
despunta es en la profundidad con que vive la recesión y en la lentitud de su
vuelta al ascenso poblacional. Si en el fogaje de 1405 contabilizó 262 casas,
incluidas las hebreas, en el de 1495, con los judíos ya expulsados, 272. El saldo
de prácticamente un siglo se reduce a un modesto incremento de menos de un
4 %, un porcentaje muy inferior a la media de la comarca y del propio reino
para el mismo periodo, que se situó en torno al 20 %140. Cabe asegurar que en
esta perdida de posiciones el fiasco de la traída de aguas tuvo su influencia: sus
consecuencias, nada neutrales -unas abultadas deudas comunes a cambio, a la
postre, de nada-, debieron potenciar la emigración.
Lo dicho no quiere decir que en los siglos XIV y XV la acometida de nuevas
empresas hidráulicas sea desconocida. Las hay, por supuesto, y aun de cierto
fuste, como la realización de la Acequia de Manresa141, la continuación de
la de Alcira -precursora de la actual Real Acequia del Júcar142- o, por poner
un ejemplo aragonés, la edificación de la presa de Malpasillo por el concejo
de Belchite a principios del siglo XV143. Solamente que son mucho menos

139 LALIENA CORBERA, Carlos, “La Edad Media”, en FERNÁNDEZ CLEMENTE, Eloy (dir.), Historia de Aragón,
Madrid, La Esfera de los Libros, 2008, pp. 330-331. El estado de la cuestión más reciente sobre la demografía
bajomedieval de la Corona de Aragón en FELIU, Gaspar, “Evolución y asentamiento de la población”, en
SESMA MUÑOZ, Ángel, La Corona de Aragón en el centro de su historia. Aspectos económicos y sociales (1208-1458)
(Zaragoza y Calatayud, noviembre de 2009), Zaragoza, Gobierno de Aragón, 2010, pp. 31-58.
140 ABELLA SAMITIER, Juan, Sos en la Baja Edad Media: una villa aragonesa de frontera, Zaragoza, I.F.C., 2012, pp.
35-37. El título de esta obra no debe llamar a engaño pues, aunque obviamente se centra en la historia de Sos,
dedica un muy aprovechable capítulo a la evolución de la población de las Cinco Villas en la Baja Edad Media.
Nada sabemos más preciso de la evolución demográfica de Tauste a lo largo de esos años. Sirva de punto de
comparación la de Sos, la única población de la comarca con la que contamos con más pormenores: tomando
como punto de partida la década de 1440, el decenio siguiente registra un pequeño repunte, que parece
obedecer a una coyuntura local muy específica, para hundirse en los años 60 y comenzar a ascender a partir de
los 70 de forma sostenida. Ibid., p. 144 y ss.
141 En funcionamiento todavía hoy, tiene una longitud de más de 25 kms. La obra recibió el visto bueno real en
1339, pero la construcción se complicó mucho, no entrando en servicio hasta 1383. Cf. SARRET LARBÓS,
Joaquim, La céquia de Manresa, Manresa, Estampa Católica, 1906.
142 Esta arteria de regadío nació como una iniciativa de la corona a mediados del siglo XIII. En algún momento
de la segunda mitad del siglo XIV el cauce salva la rambla de Algemesí mediante un sifón o cano, una obra de
ingeniería, para la época, extraordinaria. GUAL CAMARENA, Miguel, óp. cit., pp. 53-55.
143 Sus dimensiones son: 15 ms. de altura por 6 de longitud en la base y más de 5 de anchura. Se arruinó en la
primera mitad del siglo XVI. SESMA MUÑOZ, J. Ángel, UTRILLA UTRILLA, Juan F., LALIENA CORBERA,
Carlos, óp. cit., pp. 99-100. Los embalses, en el sentido estricto del término, son muy poco comunes en los siglos
medievales.

167 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
generalizadas que en otros periodos históricos, al menos en el estado actual de
nuestros conocimientos.
La Acequia de Tauste forma parte de este grupo de iniciativas un tanto
contracorriente, lo que constituye un punto de singularidad, aunque no
de excepcionalidad. Pero lo que sí ya resalta como francamente raro es que
Tauste obtuviera licencia para realizar la acometida de la Acequia en tierras
navarras, un estado al fin y al cabo extranjero, en un tiempo en que el proceso
de definición de la conciencia y fronteras nacionales de los diferentes reinos
hispánicos estaba ya muy avanzado144.
Uno de los escollos más serios a los que se enfrentaba el trazado de nuevas
infraestructuras hidráulicas durante los siglos medievales y modernos era la
extraordinaria fragmentación jurisdiccional, típica del Antiguo Régimen.
En el momento en que se planificaba un itinerario medianamente largo era
inevitable su paso por tierras de concejos y señoríos ajenos que podían plantear
-y de hecho lo hacían con entusiasmo- todo tipo de exigencias y obstrucciones,
que degeneraban muy habitualmente en inacabables pleitos antes, durante
y después de la ejecución de las obras. Pero, normalmente, siempre existía
algún vínculo, un marco de referencia: cuando menos, la obediencia a un
mismo señor o testa coronada o, más normalmente, la pertenencia a un mismo
reino o territorio con unas instituciones y un sustrato legal, aun dentro de la
multiplicidad de situaciones característica de aquellos tiempos, común. Una
iniciativa como la de la Acequia de Tauste, más allá de esos círculos, resulta casi
inusitada.
Cabe argüir, como se ha hecho en ocasiones, que la aprobación del
proyecto taustano por Carlos de Viana en 1444 se lucró de un cierto trato de
favor por los lazos consanguíneos entre los titulares de la coronas navarra y
aragonesa: Alfonso V, rey de Aragón, era hermano de Juan, rey de Navarra, y,
por tanto, tío carnal del Príncipe de Viana. Pero es una premisa muy débil. En
verdad, la eficacia de esos nexos de afinidad en el terreno de la cooperación
interestatal era muy escasa, por no decir nula. Prácticamente todas las familias

144 Véase el ejemplo aragonés en SESMA MUÑOZ, J. Ángel, “Estado y nacionalismo en la Baja Edad Media. La
formación del sentimiento nacionalista aragonés”, Aragón en la Edad Media 7 (1987), pp. 245-273, y, del mismo,
“El sentimiento nacionalista en la Corona de Aragón y el nacimiento de la España moderna”, en RUCQUOI,
Adelina (coord), Realidad e imágenes del poder. España a fines de la Edad Media (Madrid, noviembre de 1987),
Madrid, Ámbito, 1988, pp. 215-232.

Juan José 168


Morales Gómez
reales de la Península estaban emparentadas entre sí en mayor o menor grado,
lo que de por sí no propiciaba especialmente ningún tipo de entendimiento
y mucho menos de colaboración, a cualquier nivel. Podrían, acaso -y sólo
acaso-, haber tenido un papel si hubiera estado en ciernes algún tipo de unión
dinástica entre Aragón y Navarra. Pero en 1444, con el Magnánimo ciertamente
sin descendientes legítimos pero con menos de cincuenta años y gozando de
buena salud, semejante contingencia no era más que una probabilidad entre
muchas otras.
A todos los efectos, el privilegio a favor de Tauste fue una concesión a
un concejo de una potencia perfectamente reconocible como foránea que, en
puridad, abría una brecha en la integridad del concepto de la unidad territorial
y jurisdiccional del reino navarro y sus recursos, lo que no podía ser visto por los
regnícolas y, sobre todo, sus instituciones más que con suspicacia, cuando no con
hostilidad. En su género, es un acto del que encuentro muy pocos precedentes
en toda la Edad Media hispánica y ninguno equiparable, sobre todo en lo tocante
a magnitudes y grado de cumplimiento. Cabe citar, por ejemplo, el privilegio
concedido por Enrique II de Castilla con anterioridad a 1372 a la ciudad de
Valencia para derivar caudales por tierras de dicho monarca desde la cabecera
del río Cabriel, un afluente del Júcar, al Guadalaviar, que nunca pasó de la fase
de proyecto145. O, por citar un caso más cercano, la concesión en 1376, también
de Enrique II de Castilla, a favor de Tudela para beneficiarse de las aguas del
río Alhama -un pequeño curso que nace en la vertiente castellana del Moncayo
y que, tras fertilizar la vega de Ágreda, pasa a Navarra para desembocar en el
Ebro a la altura de Alfaro, de nuevo en tierras castellanas- que tuvo muchos
problemas para ser ejecutada, siempre pendiente de las cambiantes relaciones
diplomáticas entre las cortes respectivas146. Por otra parte, la distancia entre
Valencia, la urbe más pujante de la Corona de Aragón en la Baja Edad Media, o

145 El tenor del privilegio no se conoce pero en 1372, con ocasión del nombramiento por los jurados valencianos
de una comisión que estudiase el asunto, se dice que se encontraba en l´archiu de la sala de la dita ciudad. Publica
este documento GUAL CAMARENA, Miguel, óp. cit., doc. 35, pp. 121-122. Valencia también se interesó en el
siglo XIV y, sobre todo, el XV por incrementar el aforo del Turia con las aguas de un par de lagunas situadas
en los términos de Santa Cruz de Moya (Cuenca) y Tortajada (Teruel), en la cabecera del Guadalaviar. Es
decir, en territorios de los reinos de Castilla y Aragón. Pero debían ser operaciones de muy poca monta pues
las negociaciones se realizaron directamente con los lugareños y, de cualquier modo, no consta que llegaran a
cuajar en nada efectivo. GLICK, Thomas F., Regadío y sociedad en la Valencia medieval, Valencia, 1988, p. 162.
146 Cf. LEROY, Béatrice, óp. cit., p. 307. Al parecer, el pleno aprovechamiento de estos derechos por Tudela
se demoró hasta el siglo XVII, cf. FLORISTÁN SAMANES, Alfredo, La ribera tudelana de Navarra, Zaragoza,
Institución Príncipe de Viana, 1951, p. 120.

169 del Canal de Tauste


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(ss. XIII - XVI)
Tudela, la población ribereña más importante del curso superior del Ebro, con
Tauste, una simple villa -y, a nivel general, no de las mayores-, no puede ser más
llamativa.
Y es que, aun con el amparo de una resolución formal del rey o, en
este caso, de su lugarteniente, no cabe menospreciar las dificultades a las
que se enfrentaba el beneficiario de una gracia de este tipo. El ejemplo de
Zaragoza es muy expresivo. La obtención de agua de riego del Ebro era una
vieja aspiración de la ciudad. Ya en 1339 Pedro IV otorgó un privilegio a los
terratenientes de las partidas zaragozanas de Romareda, Miralbueno, Huerva
Vieja, Plano, Cantalobos y las Fuentes con ese fin. Sería revalidado en 1510,
esta vez ya a nombre del concejo, previendo la toma en Novillas o Gallur. Pero
en esos lugares el nivel era insuficiente. La única forma de garantizar el éxito
del nuevo curso era colocar la boquera en Navarra, como quedó patente en
los estudios técnicos preliminares encargados por la ciudad. Esa solución era
gravosa económicamente pero, sobre todo, muy compleja de articular política
y jurídicamente pues interesaba a muchas jurisdicciones diferentes y, sobre
todo, suscitaba profundos recelos en el reino vecino. La perspectiva se juzgó tan
arriesgada que, finalmente, los munícipes solicitaron a Carlos I que la corona
asumiese la infraestructura como propia, a lo que éste accedió en 1529; de ahí
el nombre de Acequia Imperial. No se engañaban los zaragozanos: aun a pesar
de esa vinculación, los problemas con las autoridades navarras empezaron de
forma prácticamente inmediata y serían una constante en toda la historia de la
Imperial147.
Es decir, que aquello que acobardó a la poderosa ciudad de Zaragoza en el
siglo XVI, con un rey común en Aragón y Navarra, fue emprendido ochenta años
antes por una villa como Tauste, sin particular influencia, en un contexto en que
la cohesión entre esos reinos, ya de por sí relativa en el Quinientos, era todavía
menor. Ciertamente la entidad de las obras no es plenamente equiparable,
pero la de los promotores lo es mucho menos. Es realmente sorprendente, casi
pasmoso. No puede entenderse dentro de los términos habituales, solamente
como resultado de una coyuntura excepcional.
En la primera mitad de la década de 1440 el poder en Navarra está en
manos de Carlos, el Príncipe de Viana por antonomasia, como lugarteniente

147 PÉREZ SARRIÓN, Guillermo, El Canal Imperial y la navegación…, óp. cit., p. 31 y ss.

Juan José 170


Morales Gómez
general del rey Juan II, su padre, el cual, absorbido por entonces por las luchas
de poder en Castilla, apenas interfiere148. Junto al Príncipe se alinean un grupo
de estirpes nobiliarias entre las que descuellan netamente los Beuamont, una
rama bastarda de la familia real navarra que surge en la segunda mitad del
siglo XIV y se va encumbrando progresivamente, alcanzando su cenit con,
justamente, el Príncipe Carlos. Criado entre ellos, el de Viana les entrega su
confianza y les colma de todo tipo de mercedes y honores, lo que, tratándose de
una personalidad como la del de heredero, cuya munificencia se hizo proverbial,
es mucho decir149. La cabeza visible del linaje desde 1432 es Luis de Beaumont,
conde de Lerín, pero probablemente el miembro del clan que alcanza mayor
privanza es Juan de Beaumont, hermano menor del anterior, que ejerció de
ayo del Príncipe durante su infancia y mantuvo con él durante toda su vida
una fuerte intimidad. Una de las principales dignidades de Juan de Beaumont
es la de Gran Prior de la Orden de San Juan en Navarra, cuyo nombramiento
formal recibe en 1441, aunque ya venía actuando como tal desde tiempo atrás.
A través de él controla el extenso patrimonio de la Orden en el reino, del que
forman parte, como sabemos, Cabanillas y Fustiñana, unas encomiendas sobre
las que Juan de Beaumont demuestra un interés personal muy vivo: en 1446,
muy significativamente, adquiere su titularidad directa por permuta150. Pero
estas encomiendas están pasando por una pésima coyuntura.
La crisis demográfica bajomedieval fue dura en toda Europa pero alcanzó
la categoría de catástrofe en la ribera tudelana que, para el periodo entre 1366-
1428, pasa por ser la comarca más deprimida de toda Navarra151. La situación
de debilidad es patente en Cabanillas y Fustiñana que se muestran incapaces
de sostener el sistema hidráulico que erigieron en el siglo XIII, teniendo que
recurrir desde principios del XV para seguir regando a norias -un recurso
siempre de mucho menor potencial- y aun con apuros y afanes. En 1410 el rey
Carlos III de Navarra perdonaba a Cabanillas cierto cargo impositivo en atención
al esfuerzo que estaba realizando la villa para construir dos de estos ingenios. En
1442 se aplicaba lo propio a Fustiñana para poder reparar los suyos, destruidos

148 LACARRA DE MIGUEL, José María, Historia política del reino de Navarra…, óp. cit., p. 250 y ss.
149 Una crónica muy documentada de la formación y ascenso de este linaje en RAMÍREZ VAQUERO, Eloisa, óp. cit.,
pp. 124-135.
150 Ibid., p. 133.
151 MONTEANO, Peio J., óp. cit., pp. 48-49.

171 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
por una crecida del Ebro el año anterior152. La devaluación de las rentas del
señorío debía ser notoria y la amenaza de la despoblación una posibilidad muy
real. En medio de tan desolador panorama, es plausible pensar que el proyecto
taustano fuese contemplado por Juan de Beaumont como una oportunidad de
revitalizar estas encomiendas que, obviamente, se beneficiarían de un curso que
iba a partir de su territorio. No era una opción muy ortodoxa, pero la gravedad
de la situación y la ausencia de otras alternativas, debió de decidirle. Contando
con su crucial apoyo ante el Príncipe, Tauste lograría el citado permiso de 1444.
Para redondear el negocio, en 1446, seguramente coincidiendo con la llegada
del agua a los campos del señorío sanjuanista, Juan de Beaumont obtenía el
patronazgo directo de las encomiendas en cuestión, como veíamos.
Por supuesto no se trata más que de una hipótesis, pero tratándose de
una proposición tan insólita no cabe otra explicación. Era muy difícil, por no
decir imposible, que semejante demanda de un concejo forastero y con un
ascendiente tan limitado tuviese la más mínima posibilidad sin el respaldo
de un valedor motivado y de mucho peso en la corte navarra, como Juan de
Beaumont.
Corrían malos tiempos para embarcarse en aventuras de calado, pero la
ocasión era irrepetible y Tauste se arriesgó. Mas la tarea se reveló superior a
sus fuerzas. Por si no bastasen las carencias financieras, las cortapisas técnicas
y las discordias internas, las específicas circunstancias que dieron lugar a la
concesión la hacían potencialmente muy vulnerable a cualquier modificación
del signo político, lo que en el convulso escenario de la historia navarra de la
segunda mitad del Cuatrocientos eran palabras mayores.
Juan II, frustradas sus aspiraciones y secuestradas sus rentas castellanas en
1444, se vuelve hacia el reino del que era titular y, a despecho de su condición
de mero monarca consorte, empieza a ejercer cada vez más como soberano
efectivo desplazando sin tacto ni miramientos al Príncipe y sus fieles. Carlos,
candidato directo en la línea de sucesión del trono navarro jurado como tal
por las cortes en 1421, al poco de su nacimiento, y heredero formalmente
designado por la reina Blanca, su madre -que expira en 1441-, de los bienes
y dignidades dinásticos, difícilmente podía avenirse a semejante postergación.
Las fricciones entre padre e hijo se fueron agravando hasta desembocar en 1451

152 Ibid., pp. 116-117 y 123.

Juan José 172


Morales Gómez
en una auténtica guerra civil en la que los Beaumont, como cabía esperar, se
decantan incondicionalmente por la causa del Príncipe. La muerte de éste en
1461 no implica apaciguamiento alguno, enconándose la pugna hasta fracturar
el reino en dos facciones irreconciliables, envueltas en una contienda banderiza
esclerotizada que, manipulada por Aragón, Castilla y Francia, perdurará de
forma difusa hasta prácticamente la ocupación castellana de 1512153.
Frente a los Beaumont y su bando se alzan los agramonteses, liderados
por los Navarra y, sobre todo, los Peralta, una estirpe esta última con sólidos
intereses en la ribera tudelana en la que Juan II se apoya tan ostensible como
ciegamente y a la que multiplica sus muestras de favor154. El caudillo principal
de este linaje es Pierres de Peralta, a favor de quien Tauste se ve desposeída del
azud de forma tan lesiva como tajante en 1474. Todo adquiere así sentido. Si
algo significa este acto es la categórica prevalencia de las necesidades políticas
de Juan II en la pugna por el poder en Navarra, por encima de cualquier
otra consideración, y el autoritarismo de su concepción de la majestad. Pero
también la total indefensión de Tauste, huérfana de todo apoyo en un país
profundamente dividido que, además, no es el suyo. Nacida la concesión como
una gracia regia a un tercero en la que Tauste tiene un papel poco menos que
instrumental, los derechos de la villa desaparecen del mismo modo y por la
misma lógica -la de la lucha partidista-, que en la agitada coyuntura navarra
contemporánea alcanza cotas despiadadas.

9. La Acequia de Fustiñana y Cabanillas en la primera


mitad del siglo XVI
La superación de la crisis bajomedieval arranca, como señalábamos
más arriba, en el último tercio del Cuatrocientos y eclosiona ya, con todas
sus consecuencias, en el siglo XVI, una época de esplendor económico y
crecimiento demográfico. Las instituciones, pletóricas de optimismo ante el
futuro, se comprometen en ambiciosos programas de obras públicas en los que
las hidráulicas tendrán un papel muy destacado. Las iniciativas surgen un poco
por todas partes155.

153 Véase detalladamente todo este periplo en LACARRA DE MIGUEL, José María, Historia política del reino de
Navarra…, óp. cit., pp. 257-434.
154 Sobre los Peralta vid. RAMÍREZ VAQUERO, Eloisa, óp. cit., pp. 159-166 y 337-342.
155 Para el Quinientos aragonés vid. específicamente COLÁS LATORRE, Gregorio, óp. cit., y MATEOS ROYO,

173 del Canal de Tauste


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En el caso que nos ocupa, esta reacción es ya perceptible en torno al 1500:
Cabanillas y Fustiñana se empeñan en resucitar su vieja Acequia propia, aquello de
lo que fueron incapaces en el Cuatrocientos156. Lo deben conseguir a principios
de la centuria, coincidiendo más o menos con la ratificación del viejo privilegio
del rey Teobaldo, aunque no he encontrado testimonios que lo prueben más
que de la década de 1530 en adelante. Se trata de una quincena de textos de
matriz notarial conservados en el Archivo del Sindicato relacionados con la
administración de la Acequia, ya consolidada, de los dos pueblos o de Cabanillas
y Fustiñana, aunque algunos actos individualicen el tramo correspondiente a
Fustiñana como la cequia mayor de esta localidad o, abreviadamente, la cequia de
Fustiñana157. Han llegado a nosotros en forma de copias, realizadas a mediados
del siglo XIX, casi todas bajo el elocuente encabezamiento de azequia vieja158.
Son de temática variada.
Las piezas más antiguas, redactadas en 1533, versan sobre las acciones
emprendidas por Cabanillas y Fustiñana contra el señor de Belver -con el que
parece que mantienen las mismas malas relaciones de fines del Cuatrocientos- y
su casero, el cual ha derribado dolosamente un pontigo de la Acequia cegándola
con los escombros, de forma que no les ba gota de agua para regar sus terminos y
panes159.

José Antonio, óp. cit. A nivel nacional, entre otros, LEMEUNIER, Guy, “Hidráulica agrícola…”, óp. cit., y, muy
especialmente, BERNABÉ GIL, David, óp. cit.
156 Una panorámica de la comarca para estas fechas en ORTA RUBIO, Esteban, “La Ribera tudelana bajo los
Austrias. Aproximación a su estudio socioeconómico”, Príncipe de Viana 43 (1982), pp. 723-868. Información
también aprovechable en FLORISTÁN SAMANES, Alfredo, óp. cit.
157 No cabe que se trate de un brazal del venero principal o de otra acequia distinta: un documento de 8 de mayo
de 1552 habla expresamente de que esta Acequia mayor viene del rio de Hebro (A.M.T., Protocolo notarial de
Nicolás Pérez del Calvo, vecino de Tudela, 1552, p. 457) y no tiene mucho sentido que Fustiñana asumiese el
costo de abrir un curso propio desde el río teniendo aprovisionamiento disponible con el que comparte con
Cabanillas.
158 Esta mención aparece como una pequeña nota identificativa, a modo de etiqueta, en una esquina del dorso de
estas copias, salvo en cuatro de ellas, que reproducen textos entre 1550-1552, en donde se trueca por azequia
nueba, que es una de las denominaciones que se da en esta documentación a la Acequia de Tauste propiamente
dicha. Es un error del copista pues su excavación no empezó hasta la publicación de la concordia entre la
Orden de San Juan, Fustiñana, Cabanillas y Tauste de, precisamente, 1552 y, por tanto, no pueden referirse más
que a la azequia vieja de Cabanillas y Fustiñana. Sobre estas reproducciones decimonónicas ya hemos hablado
anteriormente en el epígrafe dedicado a la base documental.
159 Son cuatro documentos: una carta testimonial del hecho, fechada el 26 de febrero, una procura a pleitos
del concejo de Fustiñana de ese mismo día y dos compromisos de los concejos de Fustiñana y Cabanillas de,
respectivamente, el 5 y el 12 de septiembre de dicho año poniendo en manos del licenciado Martín Jiménez,
vecino de Pamplona, la resolución del litigio en calidad de árbitro. Las cuatro piezas en A.S.R.C.T., caja 179,
sin signatura, Azequia vieja. Tudela. Navarra. Año de 1533. Poderes compromisales de las villas, vezinos y concejos de
Fustiñana y Cabanillas… (en el dorso), s.f.

Juan José 174


Morales Gómez
De fechas posteriores hay documentos relacionados con el azud, que en
1536 estaba necesitado de reparaciones urgentes: el 5 de noviembre de ese año,
tres oficiales de Fustiñana protestan ante sus homólogos de Cabanillas por su
desinterés en contribuir en los gastos para cerrar la azut o quiebra de aquel, de forma
que esta por acabar la dicha obra y se ha recrecido el daño que saben bien en el azut del
Ebro de los dos pueblos, declinando cualquier responsabilidad subsiguiente160. Se
localizaba en donde habían estado sus antecesores medievales, encima y junto a
la cassa y termino de Belber en el dicho Regno de Nabarra, en expresión de un texto
de 1552161. Su mantenimiento corriente se arrendaba, dando lugar a periódicos
ajustes de cuentas entre las partes, como el que tuvo lugar el 24 de julio de
1539, en las afueras de Tudela, junto al Ebro, en que, reunidas las autoridades
concejiles de Cabanillas y Fustiñana con Lucas de Ventán -tal vez de Uzcueta-,
Pedro Pardos y Antón de Ribaforada, canteros encargados de estas tareas,
confrontaron debes y haberes de los últimos cuatro años -contados desde el
mes de enero más cerca pasado-, resultando un saldo en contra de los canteros
de 9 ducados viejos162. La relación de estos artífices con la Acequia se remonta,
como mínimo, a 1533163.
También, como era habitual, se arrendaba la escombra de la Acequia,
que se solía hacer en torno al mes de agosto, lo que indica que los cultivos
predominantes eran de ciclo invernal, cereales sobre todo. En 1535 la limpia de
la cequia de los pueblos de Cabanillas y Fustiñana se adjudicó a Menaut de Olleta,
vecino de Cabanillas, por cuatro años. Debía realizarse cada año entre principios

160 A.S.R.C.T, col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Azequia vieja. 13º. Tudela. Navarra. Año de 1536.
Requirimiento y protexta de la villa de Fustiñana a la de Cavanillas… (en el dorso), s.f. Supongo que este documento
es al que da pie a VEGA MAS, Montse, y PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, óp. cit., p. 104, para hablar de que
en 1536 hubo ciertos roces entre las dos poblaciones a cuenta de la Acequia, sin más explicaciones.
161 La cita procede del preámbulo de la concordia pactada ese año entre Cabanillas, Fustiñana y Tauste; su
referencia, en nota 203.
162 A.S.R.C.T., caja 197, sin signatura, Azequia vieja. 15º. Tudela. Navarra. Año de 1539. Ajuste de quenta entre las villas
de Fustiñana y Cabanillas y 3 canteros… (en el dorso), s.f. El documento no precisa la procedencia de los obreros,
que debe ser Tudela, vid. nota siguiente. Entre los testigos del acto figura otro cantero, Pedro de Garmendia,
miembro de una familia de constructores de origen vasco muy activa en la Ribera tudelana durante el segundo
tercio del Quinientos, cf. TARIFA CASTILLA, Mª Josefa, La arquitectura religiosa del siglo XVI en la merindad de
Tudela, Pamplona, Gobierno de Navarra, 2005, especialmente pp. 109-110.
163 En la carta testimonial del derrocamiento del pontigo de 1533 que citamos en la nota 159 los testigos son Lucas
de Uzcueta, Pedro de Pardo, Anton de Ribaforada y Juan Salvatierra -el único que firma el documento pues los demás
no saben escribir-, todos vecinos de la ciudad de Tudela, sin indicación de oficio. Seguramente fueron convocados
para dictaminar, a título técnico, el incidente, en función de algún tipo de relación previa. Lucas de Uzcueta
y Lucas de Ventán son, sin duda, la misma persona: el contexto ya es sintomático, pero la reiteración de un
nominal tan poco habitual en la época como Lucas rebasa los límites de la casualidad. La diferencia de apellidos
debe obedecer a un error de lectura del transcriptor del siglo XIX.

175 del Canal de Tauste


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Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
de agosto y mediados de septiembre, sacando todos los nibeles del suelo de la cequia
y el anchario, como estaba antes, y echando la tierra de las vertientes afuera. A los
efectos, los pueblos se comprometían a suministrar al arrendador, si éste lo
precisaba, cien peones que serían requeridos, llegado el caso, el 20 de agosto.
El precio pactado fue 6 groses y 4 cornados por cahíz por cada un año de toda
la tierra que es uso y costumbre d´estar en la limpia de la cequia, la mitad a entregar
a los ocho días de empezada la escombra y el resto, una vez finalizada esta. La
recaudación corría a cargo de un colector que para el año 1535 fue Francisco
de Agramunt, vecino de Cabanillas, por 16 florines de Navarra de salario. La
gestión de Olleta no tuvo un comienzo muy brillante. El 4 de octubre de 1535
los jurados de Cabanillas y Fustiñana inspeccionaron la Acequia hallando en
algunas partes que estaba mal limpia, por lo que condenaron al dicho Menaut que ponga
entre año, siempre que menester fuere, cuarenta peones y estos haya de dar siempre que por
los jurados fuere requerido164.
Expirado el plazo de esta arrendación, en 1539 se convocó una nueva, de
la que se conserva el pliego de condiciones, muy similares a las anteriores, si
bien en esta ocasión el plazo se circunscribió estrictamente al mes de agosto, se
previó que los tomadores percibirán un adelanto a cuenta de 50 florines -de a
15 groses cada uno- y se fijó el ahondamiento mínimo: por lo menos, donde haya
inconveniente, haya de tener cuatro pies el suelo (es decir, sobre un metro), de lo que
se deduce que la profundidad normal debía ser mayor. En el mismo documento
se plasmó el precio del remate, cuatro tarjas y quince cornados por cahíz, y la
firma a los licitadores que fueron finalmente contratados, Martín Blázquez y
Pedro de Arnedo, en fe de su compromiso165.
También hay noticias de la construcción de infraestructuras asociadas. El 12
de enero de 1550 los jurados de Fustiñana hicieron pregonar las prescripciones
para la realización, bajo la forma de arrendación, de dos obras paralelas.
Por un lado, tres paraderas en la cequia de Fustiñana de piedra labrada y calcina
para sacar agua de la cequia a los brazales, cada una con sus correspondientes
pilares de piedra a cada lado y sus cerros para cerrar con la puerta, para que no pase
agua por la de abajo, y además cubiertas por losados. Se situarían: una en la puente,
otra en la portiguela y otra en el Espartal, ésta última contando adicionalmente

164 Estos dos documentos se localizan en A.S.R.C.T., caja 179, sin signatura, Azequia vieja. 12º. Tudela. Navarra. Año
de 1535. Arrendamiento de la limpia de la azequia de las dos villas... (en el dorso), s.f.
165 A.S.R.C.T., caja 197, sin signatura, Azequia vieja. 15º. Tudela. Navarra. Año de 1539. Ajuste de quenta entre las villas
de Fustiñana y Cabanillas y 3 canteros… (en el dorso), s.f.

Juan José 176


Morales Gómez
con un suelo del forado, para que no la afonde el agua. Además de lo anterior, dos
-aunque el traslado del XIX hable, de forma equívoca, también de cinco, en
ocasiones- albellones, es decir desagües, también de piedra y de calcina y cerrado[s]
con losas encima, localizados el uno en el molino y otro en la fila del olibar del molino de
viento. A entregar, todo terminado, el mes de marzo siguiente.
Por otro, un cerro de tierra… muy bien pisado con los pies por la parte de la
puente arriba, hacia el monte, por donde estaba marcado con estacas de tamariz.
De este modo se esperaba canalizar las avenidas de un barranco, que también
debía ahondarse, porque se haga mas espacioso… para que pare el agua, hasta el
nivel del suelo viejo. La tierra extraída engrosaría el cuerpo del dique. Dado que
el talud se interponía con el camino real, las cláusulas contractuales también
contemplaban facer buen bajadero, llano… para que puedan pasar los caminantes. El
plazo de ejecución previsto era hasta el mes de abril.
Estas obras fueron subastadas a candela ese mismo día, adjudicándose la
primera a mestre Juan de Jaso o Ichaso166, vecino de Fustiñana, por 7 ducados y
7 reales, y la segunda a Pedro de Cabanillas, también morador del mismo lugar,
por 47 ducados. La contratación fue solemnizada formalmente el 27 de enero.
La relación entre estos dos arrendadores era muy estrecha pues el uno figura
como fianza en el contrato del otro y viceversa167. Considerando que no hay
noticia alguna de que Pedro de Cabanillas estuviese implicado en alguna de
las muchas construcciones que por estas fechas se documentan en la comarca

166 El apellido de este personaje figura en el documento como Jaso pero en otras escrituras del Archivo del
Sindicato puede venir como Ychaso, Echaso, Chaso o Echasu.
167 Ambos textos en A.S.R.C.T., caja 197, sin signatura, Azequia nueba. Tudela. Navarra. Año 1550. Concierto mediante
subastas publicas entre la villa de Fustiñana y Juan de Jaso… (en el dorso), s.f. Los originales deben encontrarse
en el A.M.T. donde han sido vistos por BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino,
óp. cit., vol. I, p. 338, en nota, referencia que no he tenido ocasión de comprobar. Pero estos autores no han
interpretado bien estos documentos pues mezclan las dos obras hablando de las paraderas de un dique. Su
identificación del contratista, ibid., vol. II, pp. 608-609, también debe corregirse: lo relacionan con el reputado
alarife zaragozano Juan de Jaso, documentado entre 1504-1552, desde 1540 maestro de la ciudad de Zaragoza,
un personaje bien conocido gracias sobre todo al trabajo de GÓMEZ URDÁÑEZ, Carmen, Arquitectura civil
en Zaragoza en el siglo XVI, Zaragoza, Ayuntamiento, 1987, vol. I, p. 24, y vol. II, pp. 207-208. En realidad, se
trata de un maestro de obras navarro más modesto, aunque homónimo. Juan de Jaso o Ichaso aparece en la
documentación del Archivo del Sindicato avecinado en Fustiñana y comprometido, como tendremos ocasión
de ver, en diferentes obras asociadas con la Acequia de la década de 1530 en adelante. Estas noticias son
coherentes con las que aporta TARIFA CASTILLA, Mª Josefa, óp. cit., pp. 71, 471 y 475, que lo rastrea en
el A.M.T. caracterizado como obrero de villa residente en Fustiñana ya en 1531 y ocupado en la ampliación y
mantenimiento de las fábricas parroquiales de Cabanillas y Fustiñana en las décadas de 1530 y 1540. Una última
precisión: en las contrataciones de 1550 que hemos visto Juan de Ichaso no firma el documento pues manifiesta
no saber escribir. Sin embargo, al participar en 1562 en la tasación de ciertas obras de la Acequia en calidad de
maestro de villa (vid. nota 282), sí lo hace de su mano, lo que hace presumible que en esta ocasión se trate de una
persona diferente, probablemente un hijo suyo que heredó tanto el nombre como el oficio de su padre.

177 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
de Tudela -ni en ninguna otra parte- y que ni siquiera recibe el tratamiento de
maestre, característico de los profesionales del ramo, cabe pensar que en realidad
no es más que el fiador de la operación.
Pero la obra documentada más importante de estos años en relación con
la Acequia, evidencia también de la vitalidad de los tiempos, es la reedificación
del molino comunal de Fustiñana. Ya en 1538 el concejo nombra procuradores
al alcalde y jurados del lugar y a los vecinos Juan Navarro, Miguel Ortiz,
Juan Martínez, Juan de Almazán y maese Juan de Ichaso para que dirijan su
construcción en la cequia del pueblo, con poderes para ordenar cualquiera
reparticion que para el dicho molino fuere menester, asi en carros, como en peones, como
en reparticion de dineros168. Pero esta tentativa no debió obtener resultados pues el
8 de mayo de 1552, en vísperas del acuerdo para el alargamiento de la Acequia
hasta Tauste, el concejo de Fustiñana y los herederos del regadío del lugar
suscriben una concordia para hedificar, poner y hazer moliente y corriente, a perpetuo,
un molino farinero en el dicho regadio y canpo, donde mas hutil y conbeniente fuere, como
antigamente lo solian tener, sirviéndose de todas las aguas sobradas de la dicha cequia
mayor de Fustinyana. Quedan encargados de supervisar la edificación el alcalde
y jurados locales más el justicia Antón del Arco, menor, y, de nuevo, mestre Juan
de Ichaso, previendo su conclusión en un plazo cortísimo: tres meses169. Esta vez
sí fue adelante. Y con celeridad. A los pocos días, el 22 de mayo, el concejo de
Fustiñana nombra procuradores para que comparezcan ante los senyores alcaldes
de la Corte Mayor d´este Reino de Navarra, por causa de la denunciacion de nueba hobra
presentada ante ese tribunal por razón del dicho molino por el priorado de
San Juan, que seguramente debe sentir amenazados sus derechos señoriales170.

168 A.S.R.C.T., caja 197, sin signatura, Azequia vieja. Tudela. Navarra. Año 1538. Procurazion de la villa de Cabanillas
para reclamar del Gran Prior de Navarra… (en el dorso), s.f.
169 A.S.R.C.T., caja 197, sin signatura., Azequia nueba. Tudela. Navarra. Año 1552. Asiento, capitulacion y concordia entre
la villa, vecinos y herederos del campo regadio de Fustiñana… (en el dorso), s.f. El original se encuentra en A.M.T.,
Protocolo notarial de Nicolás Pérez del Calvo, vecino de Tudela, 1552, pp. 457-468.
170 A.S.R.C.T., col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Azequia nueba. Tudela. Navarra. Año 1552. Poder
para defender en los tribunales reales de Navarra una inibicion o denunciacion… (en el dorso), s.f. El original en A.M.T.,
Protocolo notarial de Nicolás Pérez del Calvo, vecino de Tudela, 1552, pp. 393-396. Tanta precipitación no
puede ser inocente. El 8 de marzo precedente, el concejo de Fustiñana nombraba procuradores para negociar
con Tauste la ampliaciación de la Acequia, A.S.R.C.T, col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura,
Azequia nueba. Tudela. Navarra. Año 1552. Carta perpetua de asiento, ajuste, concierto, capitulacion y concordia otorgada
entre el Prior de Navarra… (en el dorso), s.f. El acuerdo se cerrará el noviembre siguiente. Parece evidente que
los vecinos de Fustiñana quieren tener operativa su aceña sobre la Acequia antes de que Tauste vea reconocido
algún derecho sobre la misma, en previsión de que, cuando lo obtenga, pueda interponer algún obstáculo a su
construcción. Todo esto a sabiendas de que, si dicho engrandecimiento se realizaba, sería casi inevitable que el

Juan José 178


Morales Gómez
Noticias posteriores confirman la existencia de un molino en Fustiñana, del
mismo modo que otro en Cabanillas171.
Pero de todos estos documentos, el más relevante para la cronología de
la Acequia es el nombramiento el 5 de noviembre de 1538 de Lope de Alaba,
alcalde y vecino de Cabanillas, como procurador del municipio para reclamar
al Gran Priorado de la Orden de San Juan de Navarra ciertas sumas pendientes,
que se han ido acumulando de doce años a esta parte, por diferentes conceptos,
entre otros, los gastos que se han fecho, primeramente, en el pontigo de la cequia de los
pueblos de Cabanillas y Fustiñana, y mas de lo que se gasto en la cequia llamada el Soto,
entre Belber y Cabanillas, de la paradera y cequia del Sosal, y mas del gasto que se ha
hecho en el azut de los dichos pueblos172. Sugiere que la Acequia debía estar ya en
funcionamiento en la década de 1520 y, con toda probabilidad, también antes.
Debía tratarse de un curso modesto cuyo caudal no sobrepasaría, en el
mejor de los casos, los 700 litros por segundo, de los que correspondían a
Fustiñana las 6/10 partes y el resto a Cabanillas, proporción que también se
aplicaba al reparto de gastos e ingresos173.

molino sufriera perjuicios, como de hecho así fue, vid. nota siguiente.
171 En 1557 Fustiñana y Tauste solventan en una concordia una serie de cuestiones relacionadas con la ampliación
de la Acequia hasta esta última población. Al abordar una de ellas, como contrapartida de cierta concesión
de Tauste, la otra parte perdono e perdona los danios del molino y las faltas del regar causadas por los de Tauste.
A.M.T., Protocolo notarial de Rodrigo de Huarte, vecino de Tudela, 1556-57, p. 648. En 1561-63 el licenciado
Victoria, comisionado por el Real Consejo de Navarra para dirimir las discordias en torno a la Acequia de
Tauste, emitirá una larga serie de mandatos entre los que no faltan alusiones a los molinos de Cabanillas y
Fustiñana, A.S.R.C.T., col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Declaraciones hechas por el licenciado
Vitoria, comissario por su Magestad…, fs. 2v, 16v, 18r, 25v etc. El de Fustiñana, según una bareacion de 1562 se
ubicaba, siguiendo la Acequia, a unos 1.300 ms. antes del partidero de la Serna, cf. nota 295. En esta localidad
existió un molino concejil hasta el siglo XIX, salvo un periodo en que quedó bajo el control de la Empresa de
los Canales. Transferido a manos privadas, laboraba todavía, tras ser sometido a reformas de consideración,
en la década de 1930 bajo el nombre comercial de Fábrica de Harinas de Nuestra Señora de la Peña, ESTEBAN
CHAVARRÍA, Juan P., óp. cit., pp. 73 y 103. El edificio subsiste en la actualidad.
172 Además, el procurador debe exigir la cuota parte que a la Religion y al dicho señor Prior le cabe de pagar en todos los
pleitos que ha llevado la dicha villa de Cabanillas con el rey en defension de los montes y goce de aquellos, y por el gasto que se
hizo en el pleito que se llebo con Tudela, cuando ponia impedimiento en el plantar en el monte propio del pueblo, y en buscar
las escripturas y otras diligencias que se han fecho. A.S.R.C.T., caja 197, sin signatura, Azequia vieja. Tudela. Navarra.
Año 1538. Procurazion de la villa de Cabanillas para reclamar del Gran Prior de Navarra… (en el dorso), s.f.
173 La capitulaciones para la ampliación de la Acequia convenidas en 1552 con Tauste atribuirán a Cabanillas
una muela de agua (unos 260 ls. por segundo) y a Fustiñana una muela y media (en torno a 390 ls.), como
veremos más adelante. Véanse las pautas distributivas de debes y haberes aludidas, en ese mismo documento -su
referencia en nota 203-, caps. I, IIII y XXII.

179 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
10. HACIA LA CONFORMACION DEFINITIVA DE LA ACEQUIA
DE TAUSTE. LOS MOVIMIENTOS DE LA PRIMERA MITAD DEL
SIGLO XVI
Tauste, entretanto, participa también de la prosperidad y desarrollo
generales. El censo local se incrementa de tal modo que la visita pastoral de
Mateo Caballero, legado del arzobispo de Zaragoza D. Federico de Portugal
(1532-1538), ordena ampliar la iglesia de Santa María por quanto el pueblo
de la dicha villa ha crecido mucho, despues que la dicha iglesia parroquial se fizo, y
comodamente no pueden caber en ella los dias de domingo todas las personas de la dicha
villa para oyr los oficios dominicales174. Las actividades económicas, por su parte,
son lo suficientemente boyantes como para permitir la asunción de gastos
suntuarios del calibre del nuevo retablo mayor de la iglesia de Santa María,
pieza clave del Primer Renacimiento aragonés, cuya factura se elevó a la muy
respetable suma, para una fábrica de esta naturaleza, de 19.700 sueldos. Fue
labrado entre 1520-1524 por dos de los artífices más afamados del momento,
Gil de Morlanes el joven y Gabriel Joly175. En semejante contexto, la cuestión
del regadío era inevitable que volviese a resurgir. Pero Tauste tiene que partir
de cero y, sin posibilidad de elección, lidiar con el mismo tipo de obstáculos
con que se encontró en el Cuatrocientos: para empezar, conseguir la pertinente
licencia para realizar la toma en el vecino reino de Navarra, con todo lo que
ello implicaba.
No era una meta sencilla, como ya hemos expuesto, pero las circunstancias
habían cambiado un tanto. La vida era más fácil, el dinero fluía, los realizaciones
hidráulicas cundían y, lo que era más importante en esos momentos, la unión
dinástica de los reinos peninsulares había conseguido dotarlos de un interlocutor
común, atemperar sus beligerancias y normalizar sus relaciones -aunque cada
uno siguiese manteniendo su identidad y los mutuos recelos perviviesen-, aparte
de aquietar lo peor de las pasiones y confrontaciones políticas internas, al
menos de momento. Además, Tauste tuvo la inmensa suerte de que un agente
de mucho predicamento, la opulenta ciudad de Zaragoza, estuviese planteando

174 Cit. MENJÓN RUIZ, Mª Sancho, “El patrimonio artístico de la villa de Tauste”, Tauste en su historia. Actas de
las I Jornadas sobre la Historia de Tauste (13 al 17 de diciembre de 1999), Tauste, Ayuntamiento, 2001, p. 41.
Una valoración global de la demografía aragonesa en el Quinientos en SERRANO MARTÍN, Eliseo, “Aragón
moderno”, en FERNANDEZ CLEMENTE, Eloy (dir.), Historia de Aragón…, óp. cit., pp. 406-410
175 SARRIA ABADIA, Fernando, y MIÑANA RODRIGO, Mª Luisa, “El retablo mayor de la iglesia parroquial de
Santa María de Tauste”, Suessetania 17 (1998), pp. 10-19.

Juan José 180


Morales Gómez
ante el Emperador por aquellas fechas una idea muy similar a la suya, aunque de
mayor magnitud. Carlos I, persuadido de los beneficios de la expansión de los
regadíos para la prosperidad de sus reinos y el acrecentamiento de sus rentas176,
prestó, no ya su apoyo, sino incluso su implicación directa mediante cédula de
22 de junio de 1529: es el acta de nacimiento de la Acequia Imperial. Ya sea por
casualidad o por cálculo, Tauste debió realizar sus gestiones paralelamente a las
de Zaragoza y, lucrándose sin duda de ese precedente y de la buena disposición
regia, obtuvo, apenas un mes más tarde, el 27 de julio de 1529 el privilegio
para que del dicho rio de Hebro… podays façer una o muchas açut o açutes, cequia o
cequias o almenaras, fuentes e abrevadores177, con solo dos condiciones: indemnizar
convenientemente a los dueños de las tierras que afectase la apertura del nuevo
curso y no interferir en los açut o açutes, cequia o cequias, fechos o fazederos de y por
la ciudad de Çaragoça, lo que, aparte de significar la indudable prevalencia de
la capital, insinúa la relación que existió en el impulso de ambos proyectos.
La existencia de este privilegio era conocida, prácticamente, desde siempre,
pero no su contenido178. El texto se conserva en el A.S.R.C.T., incluido en una
confirmación original de 1626, y es publicado por primera vez en el Apéndice
de este trabajo179.
La motivación es clara: los oficiales y universidad de la villa de Tauste, dice
el preámbulo del documento, dessean y les conviene mucho, por el bien universal de
aquella villa, de sacar una cequia de agua del rio Hebro… que se deve facer pora regar
mucha parte de los terminos y montes de la dicha villa, que por falta de agua muchos
anyos se os pierden los panes y agora estan por arar y culturar, e facer açutes, fuentes e
abrevadores dentro y fuera de la dicha villa, lo qual seria aumentar y decorar la dicha villa
y acrecentar en muy mayor numero de vecinos. Ese deseo es satisfecho por el rey, que
les da licencia para sacar del río agua sin limitaciones, realizar a los efectos las
obras y construcciones que sean oportunas180, que quedan bajo el amparo del
soberano, y mudarlas tantas quantas vezes sera menester, así como llevar la Acequia
176 Al parecer, el Emperador estaba sinceramente ilusionado con las posibilidades del proyecto, cf. FERNÁNDEZ
MARCO, Juan Ignacio, óp. cit., p. 85.
177 Sobre el año de emisión de este privilegio se ha arrastrado tradicionalmente cierta confusión. Ya en el siglo XIX
ALCORISA, Joaquín, Memoria…, 1839, óp. cit., p. 57, lo data equivocadamente en 1527. Posteriormente ha sido
atribuido en obras recientes de cierta autoridad a 1524, de nuevo erróneamente, vid. nota 22.
178 Lo único que se sabía de su tenor, fuera del objeto principal, eran unas breves citas textuales, más bien poco
significativas, publicadas por SUPERVÍA LOSTALÉ, Mariano, óp. cit., p. 107.
179 Doc. 3.
180 Çequias abiertas… minas, gallipuentes... boqueras, siquiere embocadores, receptaculos de agua y otras qualesquiere obras y
edificios.

181 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
por qualesquiera tierras, terminos y montes, asi de realenco como de senyorio. El agua
que corra por la Acequia se declara perpetuamente propria de la dicha villa de Taust
para los riegos, abrevadores, usos d´ellos y d´ella y de sus terminos, sin que persona alguna
pueda poner impedimento ni tomar para regar ni para otros usos la dicha agua ni alguna
parte de aquella sin expressa voluntad de la dicha villa. Este discurso tan maximalista
tiene su parte de retórica: en todos los sistemas de riego tradicionales los
pueblos de aguas arriba siempre tenían mucho que decir. Ni siquiera una obra
como la Acequia Imperial, arropada por la máxima instancia de poder, se libró
de negociar las condiciones de su paso por el territorio navarro, no solo con las
instituciones de ese reino, sino incluso a nivel local181. Lo mismo le sucedería a
Tauste.
El alma de la operación ha sido Jaime de Rada, mensajero y portavoz de
las pretensiones del concejo de Tauste ante la corte, que ha cumplido su papel
de forma tan convincente que es incluso citado expresamente en el texto del
privilegio182. Es interesante consignar que los Rada son un linaje de infanzones
radicado en Tauste como mínimo desde el siglo XIII183, que forma parte, como
cabía esperar, de la elite gobernante autóctona184. Pero tal vez lo más notable es
que un cierto número de sus miembros forma parte de la Casa de Ganaderos

181 Las poblaciones de Ribaforada, Buñuel y Cortes plantearon en 1530 una serie de contraprestaciones que
iban desde la garantía de un cierto caudal para el riego de sus tierras hasta la construcción de los puentes
necesarios y de defensas en las márgenes del río, en previsión de cualquier modificación de su régimen a causa
del establecimiento de la presa. Fueron aceptadas en su mayor parte. Cartas sobre riegos…, óp. cit., pp. 25-26.
182 En 1486 Fortuño y Jaime de Rada, hermanos, escuderos habitantes de Tauste, tenían sendos sendos hijos
menores de edad que se llamaban Jaime de Rada, PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “Documentos
notariales…”, óp. cit., doc. 163, p. 134. Posiblemente el fautor del privilegio sea uno de ellos.
183 Las referencias a los Rada en la documentación parroquial de Tauste son abundantes ya desde fechas tempranas,
cf. CUELLA ESTEBAN, Ovidio, y TARRAGONA, Rosa, óp. cit. En el siglo XIV tres Radas domiciliados en Tauste
reclamaron y obtuvieron sus respectivas salvas de infanzonía: Andrés de Rada en 1318 y los hermanos Martín y
Ximeno Martínez de Rada en 1354, FALCÓN PÉREZ, Isabel, Los infanzones de Aragón en la Edad Media…, óp. cit.,
pp. 176 y 194.
184 En 1544, con ocasión de la confección de la matrícula de personas idóneas para la ocupación de cargos
concejiles, se insaculan en la bolsa de segundo jurado de infanzones, sobre un total de 34 candidatos, cinco
apellidados Rada, dos de los cuales repiten en la bolsa del clavario. El acto se realiza en presencia de los oficiales
en ejercicio, uno de los cuales es el jurado Juan de Rada. SAN VICENTE PINO, Ángel, óp. cit., doc. 8, pp. 85-
89. Juan de Rada era también jurado en 1538, PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “La Gabardilla y Mira, en
Tauste hace quinientos años”, Suessetania 18 (1999), doc. 22, p. 78. En septiembre de 1552, lo era Fortuño
de Rada, A.S.R.C.T, col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Azequia nueba. Tudela. Navarra. Año
1552. Carta perpetua de asiento, ajuste, concierto… (en el dorso), s.f. En 1421 igualmente Juan de Rada, GARCÍA
HERRERO, Mª Carmen, TORREBLANCA GASPAR, Mª Jesús, “San Miguel y la plaga de langosta (claves para la
interpretación del voto taustano de 1421)”, Aragón en la Edad Media 10-11, (1993), p. 303. Etc.

Juan José 182


Morales Gómez
taustana185, lo que podría indicar que el proyecto cuenta con el placet de, por
lo menos, una parte de los propietarios pecuarios que tanta influencia tienen
en la población186.
Tauste se pone en marcha de nuevo. Poco más tarde sus movimientos son
lo suficientemente notorios como para que los diputados del reino estimen
oportuno informar al Emperador, el 30 de diciembre de 1530, que a nuestra
noticia ha llegado como la villa de Tahust, una de las principales d´este Reino, visto la
gran seca y necesidad que ay de aguas en este Reyno, determina con muchos lugares a ella
anexos, por el bien universal de todos, de sacar una acequia del rio Ebro, tres leguas mas
abaxo de una que antiguamente se saco dentro del Reyno de Navarra y queriendo poner
por efecto su voluntad no ha faltado, segun somos informados, quien se lo ha querido
estorvar187.
Efectivamente, el concejo taustano estaba tratando la nueva toma de la
Acequia con Buñuel, el pueblo siguiente aguas abajo de Cabanillas y Fustiñana,
como ya se preveía en el privilegio, en que se barajaba para ello el termino de
Novillas o el termino de Bonell aunque, prudentemente, se dejaban abiertas otras
posibilidades: o donde mas commoda y perfectamente parecera.
El papel de Buñuel es otro de los puntos oscuros del pasado del Canal. La
información disponible, hasta ahora, sobre su participación era mínima188. Y
sin embargo la restitución por el Estado en 1848 incluyó a esa población como
condueña -condición que mantiene hoy- reconociéndola oficialmente como
partícipe de la erección original, en plano de igualdad con Cabanillas, Fustiñana
y Tauste, lo que ha causado extrañeza a más de un estudioso189. En realidad es
una historia, aunque no muy venturosa, con mucha trayectoria, que se desvela
185 FERNÁNDEZ OTAL, José Antonio, óp. cit., p. 138.
186 Como ya hemos señalado, la hostilidad de los ganaderos a los proyectos de irrigación no siempre era neta e
irreductible, cf. nota 103.
187 Biblioteca de la Real Academia de la Historia, Col. Salazar y Castro, ms. K-47, f. 59r. Esta referencia fue aportada
originariamente por COLÁS LATORRE, Gregorio, y SALAS AUSENS, José Antonio, óp. cit., p. 35, pero no me
limito a copiarla: he consultado el original y completado la cita que ofrecían estos autores. La data de 24 de
enero de 1531 atribuida en el Catálogo de la Colección Salazar y Castro -consultable en línea en http://www.rah.
es/biblioteca.htm (15-12-2012)- a este documento, nº de inventario 41.303, está equivocada; la correcta es la
que se señala. En relación a los agentes del estorbo a que se alude, ESTEBAN CHAVARRÍA, Juan P., óp. cit., p.
72, responsabiliza el fracaso final de esta nueva intentona a dificultades financieras y ciertos entorpecimientos
interpuestos por Cabanillas, Fustiñana y el Gran Prior sanjuanista de Navarra, pero no se con qué fundamento.
188 Tan sólo Madoz recoge su entrada, junto al conde de Buñuel, en la empresa con una séptima parte en 1558, sin
más, lo que aun siendo tan escueto ni siquiera es exacto, como tendremos oportunidad de verificar. Es la única
información manejada por toda la bibliografía posterior.
189 Como, por ejemplo, a SUPERVÍA LOSTALÉ, Mariano, óp. cit., p. 108.

183 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
ahora gracias a dos escritos de alegaciones de Tauste redactados a mediados del
siglo XVII en el curso de una causa judicial entre dicha villa y Buñuel. En ellos
se recogen, desde el principio, los lances principales de la agitada relación de
esas dos comunidades por causa de la Acequia, ofreciéndonos una oportunidad
magnífica para rellenar ese hueco de nuestros conocimientos190. El punto de
partida es justamente 1531. En sus propias palabras: queriendo pues Tauste disponer
la execucion d´este intento el año de 1531, para allanar la dificultad que se le ofrecia de
sus grandes gastos y con esperança de tener aiuda y algun alibio en ellos, comunicaron su
intento a la villa de Buñuel y al conde de Lodossa, señor d´ella, y conferida la materia, por
no haberse ajustado entre si las partes, dejaron sus diferencias en poder de arbitros que las
decidiessen, que fueron Juan Amigo, vecino de Tudela, y Juan Castillo, vecino de Alagon191.
Esta sentencia, que fue promulgada el 30 de marzo de 1531 y ratificada por
los interesados en los meses siguientes192, constaba de 24 apartados. Los alegatos
del Seiscientos no reproducen el texto íntegro, que debía ser muy extenso, pero
sí lo resumen e incluso copian algunos ítems -en concreto los 13º, 14º y 15º,
que se referían al reparto de gastos-, lo que basta para hacerse una idea cabal
de lo fundamental193. El bocal, según establece el punto 1º, se abriría enfrente
del barranco del Congosto de Fustiñana, que ya ha sido mencionado en estas
páginas. A continuación traspasaría la llanura fluvial, que en este punto es muy
estrecha, y se internaría en el farallón que la cierra por una mina o tunel que
desembocaría en la bajada de la Peña Roja -un topónimo que no hemos podido
localizar-, junto a Candepuerca, para continuar por el demas termino de Buñuel
hasta salir al Espartal194, que es termino de la mesma villa, aunque proprio del conde
de Lodossa195. Más allá nada se decía en este documento, pues siendo a cuenta
190 Forman parte de un cuadernillo constituido por diferentes piezas independientes de los siglos XVII y XVIII
agrupadas por un criterio temático: los pleitos entre Buñuel y Tauste por la Acequia. Se halla en A.S.R.C.T, col.
facticia (despacho de secretaría), sin signatura. Los documentos que nos interesan ocupan los fs. 23-42 y 43-62. Este
cuadernillo carece de título, no así los autos a que hacemos mención que figuran con los encabezamientos de: pleitos
y sentencias entre la villa de Buñuel y Tauste sobre derechos de la 1ª y obligaciones de la 2ª en la Acequia y agua que esta le dio a
aquella en virtud de concordias, el primero, y papel en derecho por la villa de Tauste sobre la Azequia de Ebro, el segundo.
191 Ibid., f. 46v.
192 Ibid., f. 32v.
193 Ibid., fs. 26r-32v y también, muy brevemente, 46v-47r. Los puntos que se transcriben, en fs. 26v-32r. Todas la citas
que se harán a continuación se localizan, de no mediar advertencia en contrario, en estas páginas a las que, para
evitar prolijidades, remito con carácter general.
194 El Espartal de Buñuel es la partida que, a principios del siglo XVI, hemos visto dedicada a pastos, vid. supra.
195 La mina aparece mencionada en estos textos en diferentes ocasiones pero su ubicación no aparece expresa. La
deduzco de la frase: principiando la çequia del barranco del Congosto o vocal y que la çequia discurra y buelba a salir a la
bajada de la Peña Roja (f. 46v). Debía ser la parte del trazado más espectacular pues sirvió, en un momento dado,
para identificar al conjunto, vid. nota 199.

Juan José 184


Morales Gómez
exclusivamente de Tauste, quedaba fuera del alcance y el interés del acto. Pero
debía tratarse de un itinerario muy colgado del escarpe de las elevaciones
circundantes pues una sentencia judicial posterior, que también compendia
una de las exposiciones del Seiscientos que estamos empleando, hablando de
esta intentona, la recuerda como la vez que intentaron llebar -la Acequia- mas alta,
por el monte y bardenas196.
En el cauce que corría por el término de Buñuel, las disposiciones de 1531
preveían abrir dos partideros, uno para los vecinos del pueblo, y otro, algo más
adelante, para D. Juan de Navarra y Mendoza, señor del lugar, con el que regaría
el Espartal. Absorberían, entre los dos, la quinta parte del agua del agua que
discurriese por la Acequia; el resto quedaba a libre disposición de Tauste. Pero
ese aforo solamente sería accesible cuando D. Juan y los de Buñuel pagasen a
Tauste, a cargo de quien quedaba la construcción, una fracción de las costas197:
- un quinto de la erección de los partideros, contribuyendo cada
beneficiario directo por el suyo.
- una octava parte de los gastos del azud, el bocal, el cauce, la mina etc.,
desde la toma hasta el punto en que los vecinos de Buñuel tomaran su
agua, a medias entre éstos y el conde de Lodosa.
- de ahí en adelante, del intervalo desde ese primer partidero hasta el del
Espartal, el de Mendoza correría con un quinto de la expensa.
Este esquema se repetía en el reparto de los costes de mantenimiento,
comprendida la limpieza: del primer tramo, un quinto entre Buñuel y D. Juan,
del segundo, hasta el partidero del Espartal, otro quinto a cuenta exclusivamente
del noble; finalmente, el entretenimiento de los partideros quedaba a cargo
exclusivo de sus usuarios.

196 Ibid., f. 40r.


197 En 1532 Juan de Sariñena, uno de los técnicos más reputados en el Aragón de su tiempo, nombra a un
procurador para capitular con el pueblo de Buñuel el trazado en su término de una acequia desde el Ebro.
PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “Intervención de la monarquía en los asuntos municipales…”, óp. cit.,
nota 189, piensa que podría tratarse de la Acequia de Tauste, lo que permitiría poner un nombre al director de
obras, además, de categoría. Pero quedando la construcción en manos de Tauste y ciñéndose la participación
de Buñuel a un plano puramente financiero, como acabamos de ver, tal posibilidad se hace muy extraña. Es más
verosímil que se trate de la Imperial que sabemos que se estaba labrando simultáneamente al otro lado del río
-el término de Buñuel se extiende por ambas márgenes- y en cuya planificación está probado que había tenido
que ver Juan de Sariñena unos años atrás. Es la propuesta de BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO
CAMPO, Severino, óp. cit., vol. I, p. 316.

185 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
La sentencia de 1531 se extendía sobre muchas otras cuestiones: la elección
de dos zabacequias por Tauste para regir la Acequia (punto 8º), el régimen de
apertura y cierre de los partideros y las penas aplicables a quienes lo vulnerasen
(puntos 4º al 7º), las pautas para dividir entre Buñuel y su señor el antedicho
quinto de agua (punto 10º), los plazos y el procedimiento que se había de seguir
para la escombra (punto 9º), la erección de puentes y gallipuentes que permitiesen
el paso de los ganados de Buñuel y el conde de Lodosa a los pastos de las Bardenas
(punto 16º) y hasta la largura y anchura que debía tener el cauce (punto
2º), entre otras, pero de las que apenas tenemos pormenores pues nuestros
transmisores del Sesiscientos se conformaron con su simple enumeración.
No funcionó. Y no es difícil imaginar por qué. Desde un punto de vista
técnico, si algo caracteriza a los sistemas hidráulicos tradicionales es su rigidez.
Las posibilidades del acuífero, la pendiente y las curvas de nivel, así como el
tamaño del perímetro que se pretende irrigar, determinan de forma poco
menos que absoluta los trazados hidráulicos históricos que apenas admiten
modificaciones y, realmente, se fosilizan en el tiempo198. La pretensión de
Tauste en estos momentos es precisamente lo contrario: llevar la captación
río abajo, hasta Buñuel, y trazar un nuevo itinerario intentando compensar la
correspondiente pérdida de desnivel mediante la perforación de un túnel en
la cantera y la sobreelevación del lecho de la Acequia por sus vertientes. Vanas
ilusiones. El proyecto empezó efectivamente a ejecutarse. El 24 de septiembre
de 1533 Johan del Saso, preso en Fustiñana, en la casa de Johan de Fornos,
lugarteniente del merino de Tudela, confiesa ante dicho lugarteniente que el
pasado 21 de septiembre yendo de Fustiñana a la mina de Tauste, a donde trabajaba,
robó en compañía de otro hombre cincuenta uvas de las viñas de Fustiñana. El
oficial le condena a una pena de vergüenza pública -permanecer en la plaza de
dicha villa, encima de una escalera, con una sarta de uvas al cuello durante media
hora- y al destierro de la localidad y sus términos durante doce meses, si bien,
considerando que´s honbre que gana su vida en la dicha mina, limita la prohibición
del barranco del Congosto a esta parte199. Pero no parece que la conducción fuese
198 BARCELÓ PERELLÓ, Miquel, “El diseño de espacios irrigados en Al-Andalus: un enunciado de principios
generales”, en CARA BARRIONUEVO, Lorenzo (coord.), El agua en zonas áridas. Arqueología e historia. Hidráulica
tradicional de la provincia de Almería, Almería, Instituto de Estudios Almerienses, 1989, pp. 2013-2047.
199 A.M.T., Protocolo notarial de Juan Martínez, vecino de Fustiñana, 1533, s.f. Por otra parte, en el relato de las
pendencias entre Buñuel y Tauste que nos hacen los antedichos textos del Seiscientos -la referencia en nota
190-, todavía salen a colación los gastos de la cequia vieja (fs. 50v y 54v) o de la cequia antigua que sacaron, que era
la de las minas (f. 59v).

Juan José 186


Morales Gómez
llevada a término, pues no hay una sola noticia de que llegase a dar servicio200.
Con todo, resulta comprensible que la villa aragonesa se dejase tentar. Le
sobraban motivos. El trazado desde Buñuel rebajaba el número de partícipes a
la hora de compartir el volumen hidráulico extraído y suponía un acortamiento
del curso y de las infraestructuras asociadas requeridas (puentes, acueductos,
almenaras, pontigos…) que significaría un ahorro de costes muy atractivo,
como se señalaba en el informe de los diputados de 1530. Pero además, y tal vez
lo más decisivo, Cabanillas y Fustiñana tenían pasablemente asegurada con su
Acequia privativa una cierta provisión de agua de riego -no era el caso de Buñuel-
que las colocaba en una posición muy cómoda para negociar sobre la materia
con cualquier población aguas abajo. Y aunque es dudoso que una propuesta
de ampliación de su comunidad de riegos les fuera indiferente -el gravoso
entretenimiento de las infraestructuras hidráulicas en el Antiguo Régimen hacía
que cualquier posibilidad de compartir esa carga fuera, en principio, digna de
consideración-, podían perfectamente imponer sus condiciones sin demasiadas
cortapisas. Es lo que la de Aragón debía querer evitar. Mas los imponderables
técnicos hicieron vacuas esas reticencias.

11. La gestación del proyecto. Las concordias de 1552 y 1553


Veinte años después, en los primeros meses de 1552, tras recuperarse del
último revés y presuntamente resignada ante lo inevitable, Tauste se puso en
contacto con las dos villas navarras y con la Orden de San Juan para retomar el
asunto. Esta vez sería la definitiva.
Los navarros dejaron muy clara su postura desde el principio. A la hora de
nombrar sus representantes para concertar el acuerdo, tanto Cabanillas como
Fustiñana expresaron, con escasas variantes, que el acto se realizaba en razon y a
causa que los dichos de Tauste quieren, segunt dicen, bolber a sacar la cequia de Ebro que
principiaron a sacar antigoamente y se les perdio, la cual cequia es ahora de Fustiñana
y Cabanillas, y piden a las dichas villas de Fustiñana y Cabanillas se les permita e
consienta y de lugar para poder sacar la dicha cequia. El Gran Prior sanjuanista de
Navarra no se quedó atrás: sus procuradores debían contratar y negociar con los
200 Las ordenanzas municipales de Tauste se renuevan en 1544 contemplando, entre las incumbencias de los
oficiales del concejo, velar por el buen estado y gobierno de la red de acequias del término; se habla de la
Estanca Baja, de las cequias principales, de las del término del Cardal, de las de Traslarba etc. pero en ningún
momento se menciona que alguna provenga del Ebro. Publica el documento SAN VICENTE PINO, Ángel, óp.
cit., doc. 7, vid. especialmente pp. 74-75 y 78.

187 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
procuradores que la villa de Tauste embia acerca de que la dicha villa de Tauste dice que
quiere llevar y sacar una cequia de agua del rio de Ebro y llebar aquella para regar los
campos y terminos de la dicha villa de Tauste, la cual dicha agua dice que ha de llebar por
la misma cequia que los dichos lugares y mis tierras se riegan, y porque la dicha agua no
se puede llevar ni pueden hacer sin el consentimiento de dichos lugares y mio y sin primero
contratar y concertarse con ellos y conmigo…201
La concordia alcanzada, que fue solemnizada el 10 de noviembre de 1552,
de consuno, por los notarios Juan Portolés, vecino de Tauste, y Nicolás Perez
del Calvo, vecino de Tudela202, regirá las relaciones entre los titulares de la
Acequia hasta su paso al Estado a fines del siglo XVIII, y es, por tanto, uno
de los documentos más trascendentes de la historia del Canal203. Su existencia
era conocida por la historiografía desde mucho tiempo atrás, si bien lo que
sabíamos de su contenido se limitaba a un muy somero resumen realizado por
el autor de las Cartas sobre riegos204, que se ha venido repitiendo machaconamente
desde el siglo XIX hasta prácticamente hoy205. Vale la pena dedicarle atención.
Se trata de un texto extenso y complejo, organizado en 24 capítulos, cuya
pretensión parece ser no dejar un cabo sin atar en previsión de futuros litigios,
que efectivamente se sucedieron ininterrumpidamente. Su desequilibrio es
patente: la mayor parte del articulado no es otra cosa que un largo listado
de los requerimientos impuestos a Tauste por las villas navarras, que se

201 Estos tres documentos en A.S.R.C.T, col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Azequia nueba. Tudela.
Navarra. Año 1552. Carta perpetua de asiento, ajuste, concierto, capitulacion y concordia otorgada entre el Prior de
Navarra… (en el dorso), s.f. También se incluyen aquí los poderes emitidos por Tauste para la ocasión, por
supuesto en un tono mucho más neutro. Se trata de copias de mediados del siglo XIX. Las datas originales son:
8 de marzo de 1552 para la procura de Fustiñana, 9 de marzo para la de Cabanillas, 21 de septiembre la de
Tauste y, finalmente, 24 de octubre la del Gran Prior.
202 La otorgaron: Oger Pasquier, justicia de Tudela, en su calidad de procurador del Gran Prior de Navarra,
Cristóbal de Artieda y Lope de Longares, por Tauste, Juan de Cabanillas -que es vecino de Tudela-, Pedro
Cabanillas, Antón del Arco, mayor, y Martín de Villava, por Fustiñana, y Pedro de Berrozpe -vecino de Tudela-,
Pedro de Milagro, menor, y Pedro de Alaba, por Cabanillas.
203 Prueba de ello son las numerosas menciones, sinopsis y transcripciones parciales que de él se encuentran en
los papeles históricos del Archivo del Sindicato, que sin embargo solamente conserva una versión íntegra,
expedida y certificada por nuestro ya viejo conocido Francisco de Paula Anchorena el 30 de junio de 1847. Se
localiza en A.S.R.C.T, col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Azequia nueba. Tudela. Navarra. Año
1552. Carta perpetua de asiento, ajuste, concierto, capitulacion y concordia otorgada entre el Prior de Navarra… (en el
dorso), s.f. La matriz notarial original se encuentra en A.M.T., Protocolo notarial de Nicolás Pérez del Calvo,
vecino de Tudela, 1552, pp. 881-906, con algún deterioro; es la que se voy utilizar preferentemente para las citas
textuales, por razones obvias, aunque para facilitar consultas en cualquiera de las dos versiones he preferido
remitir, en vez de a la foliación, al número de capítulo.
204 Óp. cit., p. 53. Hubo algunos anteriores, pero todavía más sucintos, vid. por ejemplo ALCORISA, Joaquín,
Memoria…, 1839, óp. cit., p. 57.
205 Los únicos que se apartan de él y aportan algo más de información, demostrando que han manejado
directamente la fuente, son VEGA MAS, Montse, y PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, óp. cit., p. 107.

Juan José 188


Morales Gómez
presentan constantemente formando un frente común206, como precio de su
imprescindible colaboración. Las cuestiones constructivas centran el grueso
de su interés, pero aún con todo, su perspectiva es amplia, alcanzando hasta
materias aparentemente nimias, como las artes permitidas para pescar en la
Acequia (cap. XV) o el derecho a lavar la ropa en la misma de los vecinos
de Cabanillas y Fustiñana (cap. VIII), lo que convierte a este documento en
una buena muestra de las prevenciones y posibles puntos de tergiversia que
envolvían los sistemas de regadío tradicionales de carácter intermunicipal.
Las capitulaciones de 1552 parten de una declaración de principios del tono
ya anunciado en las procuras: Cabanillas, Fustiñana y el Gran Prior en quanto al
uso y gozo que tienen en el dicho açut, gamella y cequia para sacar y llebar agua, acogen
a perpetuo a la villa y concejo de Taust, para que todos juntos saquen del rio de Ebro la
nueva Acequia (cap. II). Subrayemos la caracterización dada a la acción: acoger,
una simple palabra, pero que dará mucho juego en las controversias posteriores
de la Orden y las villas navarras con Tauste. En consonancia, la idea general que
subyace en todo el documento es que todas las mejoras y modificaciones que
se han de realizar en la Acequia se justifican fundamentalmente para dar riego
a Tauste, la cual, en buena lógica, debe sufragarlas prácticamente en solitario.
La de Aragón se convierte así en la responsable poco menos que única de la
fisonomía última de la Acequia, que es el argumento con el que contratacará la
interesada, llegada la hora de esos debates.
El objetivo era sacar del Ebro, a plena capacidad, un caudal de 8 muelas,
equivalentes a poco más de 2 m3 por segundo207, un aforo modesto para lo que

206 Prolongan incluso nexos de su antigua comunidad de riegos particular: si el agua escasea, Cabanillas y
Fustiñana compartirán la que les corresponda retomando la antigua fórmula de prorrateo que tenían por
costumbre (caps. IIII y XXIIII); lo mismo se aplica a la división de ciertos ingresos (cap. I); si Tauste no cumple
sus compromisos, Cabanillas y Fustiñana resucitarán sus viejos acuerdos para seguir explotando la Acequia en
el mesmo usso y costunbre que antes d´este capitulado tenian y lo abian ussado y acostumbrado (cap. XXII)…
207 La muela es la medida tradicional de potencia hidráulica más usual en Aragón, Cataluña y Navarra. Equivalía,
teóricamente, al agua necesaria para mover una determinada muela de molino, de ahí el nombre. Sin embargo,
como es usual en la metrología histórica, la muela no tenía el mismo valor en unos lugares que en otros. La
catalana, por ejemplo, se ajustaba a los 57 ls./sg., REAL SOCIEDAD ECONÓMICA ARAGONESA DE AMIGOS
DEL PAÍS, Proyecto de un código general de aguas precedido de un proyecto de módulo o medida legal de aguas corrientes,
Zaragoza, Imprenta y litografía de Agustin Peiró, 1860, p. 16, mientras que la usada en la comarca de Tarazona
lo hacía a los 180 ls./sg., según informa CASAS TORRES, José Manuel, Aragón. Cuatro ensayos, Tomo II, Los
hombres y su trabajo. La economía, Zaragoza, Banco de Aragón, 1960, p. 110, etc. El problema es que hoy en día es
un tema totalmente inédito, lo que me no me deja otra opción que dar por buena la correspondencia a 260 ls./
sg. que, adoptada por la dirección del Canal Imperial poco después de la asunción oficial en España del sistema
métrico en 1849, se normaliza en Aragón en la segunda mitad del siglo XIX, de forma tan generalizada, que es
incluso recogida en la voz oportuna de las ediciones del Diccionario de la Lengua Castellana de la Real Academia
de fines del Ochocientos (consultables en línea). Al parecer, esta equivalencia tiene relación con la muela

189 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
hoy estamos acostumbrados y que resulta casi ridículo si lo ponemos en relación
con el esfuerzo y la inversión que su trasvase suponía, pero que en la época era un
auténtico hito208. Por supuesto, se trata de una estimación puramente indicativa
que no tiene otro fin que facilitar el cálculo de la compartición de derechos y
cargas: de esas ocho muelas, una quedaba asignada a Cabanillas, una y media a
Fustiñana y las cinco muelas y media restantes a Tauste, contra la contribución
de cada socio a los gastos de conservación ordinarios -limpieza, sobre todo-
y extraordinarios -reparaciones y mejoras- de los tramos e infraestructuras
comunes en la misma proporción, como pauta general. Desde el azud y el bocal
hasta la muga de entre Cabanillas y Fustinyana, todo comprendido, se sostenía con
el concurso de las tres poblaciones en el porcentaje citado209; de ahí en adelante,
hasta el partidero que se ha de hazer devaxo la Serna de Fustinyana, del mismo modo,
pero entre Fustiñana y Tauste solamente, sin contar con Cabanillas; más allá
era cuestión exclusiva de Tauste (cap. II)210. Todo esto hablando en términos
generales, pues determinadas infraestructuras se regían por pactos específicos211.

zaragozana, definida en las Ordenanzas de los Montes y Huertas de 1593 de esa ciudad del siguiente modo: una
muela de agua para moler trigo en cequia o parte llana y que no tiene pendiente, ha de ser de ancho tres cuartas y de hondo
otras tres cuartas del codo de la ciudad de Zaragoza, es decir un cuadrado de 0,579 ms. de lado, un espacio por el
que efectivamente pueden pasar, cumpliéndose ciertas condiciones, 260 ls./sg., según calculó la SOCIEDAD
ECONÓMICA ARAGONESA DE AMIGOS DEL PAÍS, óp cit., pp. 17-22.
208 Baste decir que no hallo en el Aragón del Quinientos más que dos regaderas con un pronóstico de caudales
documentado mayor: la de Candeclaus, en el tramo bajo del Gállego, y la zaragozana del Arrabal, ambas con
diez muelas, vid., respectivamente, BOLEA FORADADA, Juan Antonio, Los riegos de Aragón, Huesca, Grupo
Parlamentario Aragonés Regionalista de las Cortes de Aragón, 1986, p. 124, y BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos,
y PALLARUELO CAMPO, Severino, óp. cit., vol. I, p. 334. Es posible que fuera el caso de algunas más, como
seguramente la Imperial, pero no consta. Pero tampoco muchas, pues lo más común eran cifras mucho
menores. En las visitas efectuadas en la segunda mitad del siglo XVI a los azudes y acequias del tramo final del
Jalón no se registra ninguna acequia con una corriente superior a tres muelas y sí unas cuantas con, incluso,
menos de una, ibid., vol. I, pp. 346-347. Hay que reconocer, sin embargo, que el Jalón es un río que ha soportado
históricamente una tremenda presión, con múltiples sangrados a lo largo de toda su cuenca que hacían que
llegase a menudo a su desembocadura, sobre todo en verano, prácticamente seco.
209 En este punto el cap. XI incurre en una contradicción. Hablando de la preservación de puentes y pontigos este
item lleva el compromiso de Cabanillas más adelante, hasta passado el puente y pontigo y barranco del Sosar, que esta
devaxo la [muga] del termino de Cabanillas, assi como lo han usado y acostumbrado pagar [y contri]buyr entre las dichas
dos villas de Fustinyana y Cabanillas. La disposición será rechazada por los interesados en el acto de loación de
la concordia, al final del documento, donde hacen constar que ay un capitulo que dize que an de contribuyr los de
Cabanillas en la linpia hordinaria de la cequia asta debaxo de la puente del Sosar, que, por quanto nunca an con[tri]buydo
sino asta la muga de Cabanillas y Fustinyana, que [tampoc]o de aqui adelante quieren contribuir sino asta alli, como [siem]
pre lo an acostumbrado.
210 Sobre este principio básico insisten tangencialmente los caps. VII, VIIII, XI (teniendo presente la corrección de
la nota anterior), XII, XVIIII etc.
211 La limpieza de los escorrederos, por ejemplo, es responsabilidad exclusiva de Tauste, estén donde estén (cap.
XIIII), menos el que canaliza el barranco de Santa Engracia hasta el Ebro, que se escota entre la aragonesa
y Fustiñana a medias (cap. XIII). También contribuye Fustiñana con Tauste, pero esta vez en sus cuotas
acostumbradas, en el sostenimiento del acueducto que cruza el barranco citado, que está un poco más adelante

Juan José 190


Morales Gómez
En realidad, la incertidumbre del volumen de agua real que podía discurrir
por la Acequia era alta. De hecho, la concordia lo único que determina realmente
es el alcance hidráulico de las villas navarras atribuyendo el remanente a Tauste,
ya fueran cinco muelas y media o más o menos (cap. II)212. En los casos más
acusados de escasez, cuando no corriese por el cauce más que una muela o
menos, el acuerdo se suspendía, siendo todo el caudal para los navarros, a
repartir conforme a la costumbre observada hasta ahora en su sociedad: dando seys
dias o seys partes d´ella a Fustinyana y quatro dias o quatro partes a los dichos de Cabanillas
(cap. IIII); cuando se alcanzasen las dos muelas, que dexen pasar la una muela para
la dicha villa de Tahuste y la otra muela se repartan, como dicho es (cap. IIII).
En contrapartida, como ya adelantábamos, se imputa a la villa aragonesa el
peso de la realización y financiación de la mayor parte de la obra nueva necesaria
y todo lo que de ella se derivase, al menos tal y como estaba planificado en
aquellos momentos:
- el agrandamiento del azud (cap. VIIII).
- el ensanchamiento y ahondamiento del álveo de la antigua Acequia de
Cabanillas y Fustiñana (cap. X) y, por supuesto, su prolongación ex novo
desde el partidero de la Serna hasta Tauste, trayecto que se esperaba
llebar hazia la parte del monte, si el peso diere lugar213 (cap. II), con todos sus
aditamentos: puentes, pontigos etc. (cap. XII).
- la reconstrucción, usando piedra picada o ladrillo, de los pontigos, por
donde se embocaban las avenidas de los barrancos214, y de los puentes
preexistentes que fuese necesario derribar para realizar lo anterior
(cap. XI).

del partidero de la Serna (cap. XII), aunque el del puente que franquea el paso de ese barranco es asunto
solo de Tauste (cap. XXI). Sin embargo, el buen estado del puente que se encuentra en la Serna de Fustiñana
es competencia únicamente del señor del término (cap. XII). La misma regla se aplica al mantenimiento del
presal de los Pozos, en tierras de Cabanillas (cap. XVI). Etc.
212 Esta pauta se reitera, aunque ampliando el supuesto a cualquier ocasión en que Cabanillas y Fustiñana no
reciban completos sus cupos de agua, en el cap. XXII.
213 Lo que el documento pretende expresar es que en esos momentos se aspiraba a aprovechar la caja de la
Acequia de Cabanillas y Fustiñana, convenientemente acrecentada, hasta donde se quería hacer el mencionado
partidero, para, a partir de este punto, abrir un lecho nuevo más alto -hazia la parte del monte- y dejar lo que restaba
del antiguo al servicio particular de los regantes de Fustiñana, como un cauce secundario paralelo al principal,
a modo de contracequia. Esta provisión no se cumplirá, seguramente por insuficiencia de cota, y prácticamente
todo el itinerario del caz primigenio será el del definitivo, lo que será considerado un incumplimiento doloso
por parte de Fustiñana en 1557, vid. nota 265.
214 Las barrancadas han sido y son una de las principales amenazas para la conservación del Canal de Tauste, sobre
todo en el trecho navarro, cf. VEGA MAS, Montse, y PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, óp. cit., p. 71 y ss.

191 del Canal de Tauste


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Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
- la erección de tres puentes nuevos en el término de Fustiñana, aptos para
el paso de carros y ganados mayores y menores, concretamente en el
paraje denominado el Salobrar, en el partidero de la Serna, antes citado
(cap. XII), y en el barranco de Santa Engracia, donde también había
de hacerse un restillo de pie[dra en] el caldero del barranco (cap. XXI); la
concordia dejaba abierta la posibilidad de otro puente, si fuere menester,
en el Congosto, donde el rey tiene amugado el abebradero para los ganados
(cap. XII)215.
- igualmente, de un acueducto o gallipuente para salvar el barranco de
Santa Engracia, en Fustiñana, tan grande que tome las dos cequias216, para que
la crecida del dicho barranco no pueda echar agua, postura ni piedras ni otra cosa
en las dichas cequias (cap. II), con su escorredero correspondiente hasta el
río (cap. XIII).
- asimismo, de todos los escorrederos y contracequias necesarios, hasta el Ebro,
por donde liberar los sobrantes de la Acequia que pudiesen causar daños
(cap. XIIII).
- el pago de las indemnizaciones correspondientes a los dueños de los terrenos
utilizados por cualquiera de estas obras y los desmontes y movimientos
de tierras que por ellas sobreviniesen (caps. X, XIII y XIIII), así como
por los desbordamientos y filtraciones de caudal desde la madre (cap.
XIIII), salvo, evidentemente, cuando fueran consecuencia de las paradas
interpuestas por los de Cabanillas y Fustiñana para sus usos (cap. XVI).
- responder de los daños causados por cualquier barrancada que pudiese
venir mientras, a causa de las obras, estuviesen desmontados los pontigos
originales -sin duda, una medida de presión para que los repusiesen con
celeridad- (cap. XI); del mismo modo, de cualquier quebranto causado
por las excavaciones emprendidas por Tauste a las gentes y edificios de
Cabanillas (cap. XXIIII), cuyo caserío se asentaba en un terreno que
parece muy inestable y proclive a corrimientos.

215 En 1557 y en 1562 se insistirá en la conveniencia de su levantamiento y en el de otras pasaderas, vid. notas 260
y 280.
216 Se está refiriendo a la madre, que como acabamos de ver se pretendía llebar hazia la parte del monte, y al ramal que
se ha desgajado de ella poco antes -que es el lo que queda del trayecto antiguo, vid. nota 213-, en el partidero de
debaxo de la Serna, por donde estaba previsto se derivase el agua para las tierras de Fustiñana.

Juan José 192


Morales Gómez
Además, los trabajos no debían realizarse durante las temporadas de riegos
de los navarros, para no interferir en la marcha de sus cosechas (cap. XXI), un
convenio de muy difícil cumplimiento so pena de resignarse a eternizar la obra;
el objetivo no debía ser otro que hacer viable la contingencia de que Cabanillas
y Fustiñana pudiesen reclamar perjuicios, como de hecho harían.
En todas estas obras los dos pueblos de aguas arriba no tenían otra
obligación que ceder los terrenos que fueran necesarios en el monte comun de
forma gratuita, a diferencia de los de propiedad particular (cap. X), y consentir
que los taustanos se surtiesen libremente y sin pagar cossa alguna de materiales
constructivos -piedra o lenya de romero… y tierra para hazer ladrillos y adobas- en los
comunes de sus términos, así como hazer para ello alli hornos de calçina, y ladrillo,
y yesso y los otros aparejos… para las dichas obras necesarias (cap. XXI).
Las únicas construcciones en las que habían de contribuir directamente
Fustiñana y Cabanillas eran el nuevo bocal principal, que se costearía entre las
tres poblaciones conforme al principio ordinario y debía estar finalizado en
un año y medio (cap. III)217, y en las construcciones desde donde tomasen sus
partes de agua de la Acequia, cuyo número y localización no quedaban fijadas
(caps. VI, VII e, implícitamente, XVI y XVII), lo que más tarde sería motivo
de conflictos. La concordia solamente individualiza tres: una paradera o presal
que alimente la fila de los Pozos, en Cabanillas, villa que será quien suministre
la piedra, si bien la subvención de la hechura recae en Tauste (cap. XVI);
el partidero de la Serna de Fustiñana, el más importante de ese municipio,
que pagarán Fustiñana y Tauste en las fracciones acostumbradas (cap. VII)218;
finalmente y también en ese último término, la embocadura de una fila abierta
directamente en la cequia mayor, para regar el termino llamado la Confraria, que es lo
postrero en su campo, que correrá a cuenta únicamente de Fustiñana (cap. VII).
Todas estas captaciones debían estar provistas de marcas, como las piedras agudas
y senyaladas de que se habla para los bocales de Cabanillas, para que se conozca que
no puedan tomar ni llebar más agua de la debida (cap. VI). No obstante, lo cierto
es que no es algo en lo que se insista gran cosa, lo que resulta extraño, pues la

217 La excepción es llamativa, lo que unido al establecimiento de un plazo -es la única vez en las capitulaciones
que se hace- y además relativamente corto, induce a pensar que la embocadura original debía estar en muy mal
estado y corría prisa renovarla.
218 Más tarde, en 1557, esta división de costas será revisada asimilándola a la establecida para la paradera de los
Pozos, vid. nota 262.

193 del Canal de Tauste


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Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
importancia que se concedía en la época a estos recursos de verificación de los
lotes hídricos era, como es fácil de entender, capital219.
Dentro de este entramado, el régimen de la paradera de los Pozos constituye
una excepción, asentada en una tradición observada ya, como poco, en la etapa
de la Acequia de Cabanillas y Fustiñana. Al parecer, independientemente de las
cuotas establecidas, el término de los Pozos solamente riega en los momentos
de mayor acopio hídrico, cuando la avenida de agua alcanza una altura
determinada que se consignará marcando un senyal en la fila de los mesmos Pozos.
Este acto, que debe efectuarse el anyo primero que principien a gozar (de riego) los
de Tauste, en la primera crecida de Ebro, se envuelve de cierta solemnidad pues
deberá ejecutarse a conoscimiento de los alcaldes de Fustiñana y Cabanillas y del
señor de Canduero220. Solamente cuando el agua llegue hasta ese indicador y
se mantenga -en el momento en que baje, la operación debe suspenderse- se
podrá montar la parada, como lo tienen de costumbre, con tablas y manta. Terminada
de regar la partida, el agua volverá a circular libremente, dentro de una ora y
antes si se pudiere, so pena de 60 ss. js., restaurándose el orden general previsto
(cap. XVI)221. Todas las filas más arriba de los Pozos, hasta el azud, pueden estar
abiertas en todo momento, esté operativa dicha parada o trabiessa o no (cap.
XVII).
La pormenorizada regulación de la paradera de los Pozos contrasta con
el escaso espacio que dedican las capitulaciones para describir las normas
generales de riego y el gobierno de la Acequia. Tan solo hay referencias a la

219 En situaciones especialmente conflictivas se llegaban a hacer de hierro -algo históricamente muy raro-,
buscando su máxima fidelidad y perdurabilidad. Como estableció en 1285 la madre del infante don Manuel
para acabar con un áspero pleito entre el consell y la morería de Elche por causa de un partidero, HINOJOSA
MONTALVO, José, La morería de Elche en la Edad Media, Teruel, Instituto de Estudios Turolenses, 1994, pp. 85-
86. En 1530 una sentencia arbitral que procuraba poner fin a los enfrentamientos entre Albalate del Arzobispo
y los lugares del Ducado de Hijar por las aguas del río Martín, consentía a los de Albalate conservar cierto
azud de nueva construcción que habían alzado, con la condición de que se hayan de hacer tres o cuatro o más
partidores o almenaras con puertas de hierro guarnecidas, por las cuales haya de entrar y pasar el agua pesada y medida,
RODRÍGUEZ LAJUSTICIA, Francisco Saulo, Historia del regadío en los dominios de la Casa Ducal de Hijar (Comarca
del Bajo Martín), Zaragoza, I.F.C., 2011, p. 71.
220 Sorprendentemente, sin contar con las autoridades de Tauste, aunque debe tratarse de un lapsus pues cuando
efectivamente se celebre la ceremonia, en 1561, los apoderados de esa villa estarán presentes. No así el señor
de Canduero que se encontraba ausente del reino, aunque se designó sobre la marcha un sustituto que hizo sus
veces. Vid. nota 289.
221 …Y del dicho termino de los Pozos avaxo puedan parar los dichos de Cabanillas y Fustinyana con tablas y mantas donde
quiere y quando quiere que tubieren necessidad de regar o moler, donde tendran sus filas y bocales, para tomar sus partes de
agua que esta capitulado han de haver, tomar y gozar (cap. XVI).

Juan José 194


Morales Gómez
forma de actuar en caso de emergencias y el modo de incrementar el caudal
de la regadera cuando éste sea demasiado corto (cap. IIII), la elección de
zabacequias (cap. XXIII) y el procedimiento a seguir y las penas a imponer en
los casos en que Tauste o Cabanillas y Fustiñana -no se contempla la posibilidad
de una actuación individual de las villas navarras- arrebaten o malbaraten la
porción de aguada que corresponde a la otra parte (cap. XXIII)222.
Desde su posición de predominio como titulares originales de la concesión,
Cabanillas y Fustiñana acotan además para su beneficio exclusivo los ingresos
por los derechos de paso de almadias por el azud y la arrendación de la pesca
en el mismo (Cap. I), que no debían ser despreciables223. También se aseguran
poder seguir utilizando la Acequia para abrevar sus ganados, donde quisieren y
pudieren alcançar agua, y como fuente de suministro doméstico, para beber, lavar
etc., como hasta aqui lo han siempre hecho y acostumbrado (cap. VIII).
En relación con los usos y fines del agua, el cap. V resulta de sumo interés.
Contempla la eventualidad de que Tauste disfrute de las cuotas de agua de
Fustiñana y Cabanillas si éstas no tuvieren necesidad de ellas, previa petición.
Pero es muy poco probable que tal cosa llegase a suceder. Es más, los vecinos de
Cabanillas -no así, extrañamente los de Fustiñana-, a la hora de loar la concordia
reniegan expresamente de este punto, pues en quanto a es[to] quieren ellos quedar
en su libertad para poder vender su [par]te de agua y darla a quien quisieren y hazer de
aquella a [su] voluntad. Ya hemos hablado anteriormente del imparable avance
de la patrimonialización hidráulica desde la Edad Media, que convierten las
ventas de agua en algo perfectamente asumido, como estamos viendo. No era
otro el destino de buena parte de la cuota de Tauste. Juan Bautista Labaña, el
conocido científico portugués, en los trabajos de reconocimiento del territorio
previos a la confección de su famoso mapa del reino de Aragón, visita Tauste el
11 de noviembre de 1610 y anota que la villa utilizaba dos muelas del agua de la
222 Este vacío dará quehacer al comisario Victoria, delegado del Consejo Real de Navarra para los asuntos de la
Acequia a partir de 1561, como veremos.
223 Aun hoy, la presa del Canal de Tauste recibe en ocasiones el elocuente nombre de la pesca, sin duda tradicional,
FERNÁNDEZ ORDÓÑEZ, Fernando, óp. cit., p. 138. La pesca, ya no en el azud sino en el curso de la Acequia,
era una actividad lo suficientemente importante como para que la concordia se ocupe de su regulación:
solamente se consiente con linya y anzuelo y [no con] otro ingenio alguno, so pena de la pérdida de los aparejos y
una multa considerable, dos ducados (cap. XV). Las mismas limitaciones se prevén para el tramo de Buñuel en
la capitulación de 1553, que vemos a continuación. En cuanto al tráfico maderero, su paso por el vecino azud
de la Acequia Imperial también se gravaba -y desde el principio-, signo evidente de su envergadura, aunque no
tenemos datos cuantitativos hasta fechas muy tardías, vid. PÉREZ SARRIÓN, Guillermo, El Canal Imperial y la
navegación…, óp. cit., pp. 93-94 y cuadro de p. 226.

195 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
Acequia vendiendo el resto del suministro que de ella obtenía a las poblaciones
limítrofes a un tanto por cahíz224, una práctica que también está documentada
en el siglo XVIII225.
La escombra del tramo navarro de la Acequia se aborda en el cap. XVIIII.
Para proceder a la misma, cada año se cortará el agua de la conducción la víspera
de la fiesta de Santiago (25 de julio), prolongando los usos de la vieja Acequia
de Cabanillas y Fustiñana226. Idealmente, comenzará en el azud para, desde ahí,
ir bajando. Debe estar finalizada, con la colaboración de todos los implicados
en las proporciones de que ya hemos hablado, el 10 de septiembre, so pena
para el contraventor del costo doblado; es la dobla, uso que se ha perpetuado en
la administración de la Acequia hasta el presente.
El 10 de septiembre es también el día en que los tres pueblos congozantes
están facultados para elegir, cada uno, uno o dos zabacequias o alamines para
regir y gobernar la[s dichas] aguas, con la misión de hazer verdadera relacion y dar a cada
[uno su dre]cho de agua y no hazer ni consentir que se aga fraude, dan[yo ni en]ganyo
a ninguna de las dichas tres villas ni a alguno de lo[s que en] ellas moran y moraran.
Los nombramientos, que tienen una validez anual, serán comunicados a las
otras villas a los dos días. Pero estos oficiales no juran su cargo más que ante
el concejo que los nombra y tampoco actúan de forma coordinada, mientras
que sus atribuciones son limitadas, pues los municipios retienen el control de
la Acequia en sus términos, incluso a la hora de imponer ciertas penas (cap.
XXIII). Dicho de otro modo: no existe una autoridad única en la Acequia,
como es habitual por otra parte en la hidráulica intermunicipal de la región.
La concordia se cierra con una serie de medidas a aplicar en el supuesto
que Tauste no cumpla cualquiera de sus compromisos: sanciones pecuniarias e,
incluso, la suspensión de su suministro (caps. XVIIII y XX), lo que testimonia
tanto la incredulidad de fondo que inspira la empresa, como la posición de
fuerza de los navarros, a los que la concordia habilita, si la abstención de Tauste

224 LABAÑA, Juan Bautista, Itinerario del Reino de Aragón, Zaragoza, Diputación Provincial, 1895, p. 13. Una
advertencia: de esta obra hay una traducción de Lourdes Eced editada en Zaragoza por Prames en el 2006 que,
en este pasaje en concreto (p. 18), se salta la palabra muelas (en el portugués original, môs) despojando a la
frase de sentido.
225 ALCORISA, Joaquín, Memoria…, 1839, óp. cit., p. 57.
226 En tiempos históricos debió ser siempre a finales de julio, con pequeñas variantes. En 1615 comenzaba el día
siguiente de Santa Ana (27 de julio), PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “Intervención de la monarquía en
los asuntos municipales…”, óp. cit., p. 146. En la actualidad el corte de agua se realiza en febrero, VEGA MAS,
Montse, y PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, óp. cit., p. 176.

Juan José 196


Morales Gómez
fuera reiterada, hasta a revertir el proceso y volverse a gobernar como antes d´este
[c]apitulado se solia hazer y se solian regir (cap. XXII). Este escepticismo no es solo
una impresión: la remisión a la Real Chancillería de Navarra de estas avenencias
para obtener su confirmación por el rey, por tal que a perpetuo queden e finquen mas
firmes e seguras e carezcan de todo bicio e nuledat, se demora hasta 1557, solamente
cuando es palmario que el asunto va inequívocamente adelante227.
Tras el concierto con Cabanillas y Fustiñana, el caz todavía tenía que pasar
por el término de Buñuel antes de llegar al de Tauste, lo que hacía imprescindible
llegar con este municipio a algún tipo de arreglo. Las negociaciones debieron
comenzar inmediatamente a continuación del cierre de la concordia anterior.
Cristalizaron en un acuerdo datado el 13 de septiembre 1553 que, no obstante,
nunca llegó a ser formalmente loado por los concejos respectivos ni se escrituró
de forma pública, lo que traería sus complicaciones, aunque más tarde los
tribunales le otorgarán plena fuerza jurídica. No he podido dar con el texto
completo pero sí con varios resúmenes, uno de ellos bastante generoso, en los
escritos judiciales cien años posteriores que ya hemos utilizado más atrás228,
material más que suficiente para hacernos una buena composición de lugar.
Se trataba de un texto bastante prolijo229 organizado, como el precedente,
en capitoles -14 en esta ocasión-, otorgado por los procuradores de las partes,
previo compromiso de hacerlo aprobar por sus representados en el plazo de
quince días, cosa que, como sabemos, nunca llegó a suceder. Los aspectos
abordados son muy similares a los de las capitulaciones anteriores, como no
podía ser de otra manera, aunque el tratamiento dado a los vecinos de Buñuel
es muy diferente a causa, en expresión del jurista a sueldo de Tauste un siglo
después, de ser meramente compradores y nuevamente acojidos en el agua y regadio de
la dicha cequia230.

227 El 3 de mayo de 1557, el mismo día en que se formalizan unas segundas concordias entre Tauste, Cabanillas
y Fustiñana que abordaremos oportunamente, los apoderados de Tauste y el concejo de Cabanillas nombran
procuradores para ese fin, entre otros. A.M.T., Protocolo notarial de Rodrigo de Huarte, vecino de Tudela,
1556-57, pp. 716-718. Sobre la fecha efectiva de esa confirmación ha habido diferentes propuestas: 1553, 1561...
La más razonable, a la vista del documento anterior, es el 26 de octubre de 1557 que sostiene, sin referente
documental, las Cartas sobre riegos..., óp. cit., p. 54.
228 Vid. su referencia de localización en nota 190. Estos compendios se encuentran en los fs. 32r-34v, 47v-48r y
53v-53r. A ellos remito de forma general, de no mediar advertencia en contrario, para toda la exposición que
sigue a continuación.
229 Ibid. introduce, en un momento dado, el documento en su discurso con el siguiente comentario: presenta la villa
de Buñuel otra escritura que dize hubo de conbenios… que por ser tan larga es fuerca resumilla brevemente (f. 32v).
230 Ibid., f. 48r.

197 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
Así, esta concordia autoriza a los vecinos de Buñuel el establecimiento de
abrevaderos en su término, a la parte alta de la dicha cequia, procurando causar
el menor daño posible (punto 11º), prohíbe la pesca en la Acequia a no ser con
linea y ançuelo (punto 14º), igual que en la capitulación de 1552231, asienta las
cautelas habituales acerca de la libre disposición de las cuotas de agua de cada
parte sin estorbo de la otra (puntos 6º y 9º) y las penas para el que se apropie
caudal indebidamente (punto 3º).
Pero los asuntos más cruciales son, como antes, los constructivos y los
relativos al mantenimiento de la infraestructura y al reparto del agua. En este
sentido, las claúsulas más importantes son la 1ª y la 2ª, sobre todo ésta última,
cuya redacción copia completa nuestra fuente del Seiscientos232. Por las mismas,
el concejo de Buñuel autoriza al de Tauste a abrir la Acequia por su término,
por donde más convenga, hasta la muga del Espartal, partida que linda con
el territorio de Tauste. El suelo necesario será cedido sin contraprestación
tratándose de comunales, pero satisfaciendo su justo valor en el momento en
que se trate de heredades privadas, como se ha venido repitiendo desde el
privilegio de 1529. La porción de agua que corresponde a cambio a Buñuel no
se calcula exactamente, pero se establece un máximo: un séptimo del horizonte
teórico del caudal total, es decir las cinco muelas y media atribuidas a Tauste
en la capitulación de 1552; si así lo manifiestan los vecinos de Buñuel podrá
ser menos, aunque esa decisión se posterga a cuando, una vez terminada la
Acequia, estos regantes quieran participar de sus aprovechamientos. Pero esos
derechos no serán efectivos hasta que los interesados paguen a Tauste, del total
de los gastos de la construcción hasta el Espartal, la misma proporción en que,
finalmente, quede fijada su parte de agua. Para prevenir malentendidos, la de
Aragón comunicará previamente el monto total de esas expensas (punto 4º).
Y para evitar dilaciones perversas, a la cifra anterior se sumará la alícuota de
los gastos de conservación hasta ese mojón durante el tiempo que tarden los
navarros en dar el paso descrito.
El porcentaje del gozo del agua que finalmente se determine, es el que
se aplicará a todos los demás conceptos: la división del caudal en caso de
escasez, tomando como unidad de reparto el día con su noche233 (punto 2º);

231 Vid. nota 223. La única diferencia reside en el monto de la sanción imponible a los infractores, que si en 1552
era de dos ducados, aquí se rebaja a menos de la mitad, un escudo.
232 En loc. cit., fs. 33r-33v.
233 Es decir, suponiendo la asunción efectiva del séptimo, correspondería a Buñuel un día completo por cada seis a
Tauste. La situación de carestía se acota al momento en que no discurran por el curso más que tres muelas o menos.

Juan José 198


Morales Gómez
la participación de Buñuel en los gastos de limpieza y manutención, desde el
azud del Ebro hasta el Espartal (punto 13º); lo mismo, en el supuesto de que
la dicha Acequia se viniere a perder y se hubiere de bolver a hazer (punto 10º); el pago
de las indemnizaciones pertinentes a los particulares a los que se expropien
terrenos para las excavaciones (punto 1º); finalmente, el costeamiento de todo
tipo de obras complementarias al caz propiamente dicho: los escorrederos que
sean precisos (punto 12º), los bocales desde donde los de Buñuel tomarán su
agua (punto 5º), un puente de piedra en el Espartal, allí donde los navarros
designen (punto 8º), más dos gallipuentes para poder reçevir el agua de los barrancos
(punto 7º)234.
Nótese que en esta ocasión se ha prescindido de incluir en el trato al
conde de Lodosa, en su calidad de señor del Espartal, al contrario que en
1531. Sobre el papel no era imprescindible pues, como sabemos, esa partida
se englobaba formalmente en el término de Buñuel, pero desde luego no era
lo más aconsejable. En rigor, Tauste y el aristócrata sí mantuvieron algún tipo
de contactos235, pero que no fructificaron en nada tangible. Constituiría otro
motivo de futuras querellas judiciales.

12. La construcción de la conducción (1553-1556)


Según nuestros informantes del siglo XVII, en 1553 se comenzó a fundar
y cargar la… pressa y en 1554 se empezó a abrir el álveo236. Documentos
contemporáneos confirman estas fechas como comienzo de la obras. Debieron
arrancar tras la recogida de las cosechas del año 1553, en torno a septiembre,
pues el 13 de dicho mes, en Tudela, Miguel de Anués, señor de Belver y vecino
de Sangüesa, nombra procuradores para presentar ante la corte de Pamplona

234 Por el sentido de la frase, más parece referirse a pontigos que a acueductos o gallipuentes. El uso de estos
términos, como el de puente -véase al respecto la nota 261-, es bastante ambivalente.
235 El 2 de agosto de 1554, en el termino llamado Almazan, termino de la villa de Cortes del Reyno de Navarra y dentro de lo
de Navarra, cabo la muga de Aragon y de Navarra que esta entre Mallen y Cortes, Rodrigo de Mendoza y Navarra, señor
de las villas de Lodosa y Buñuel, residente de presente en Mallén, nombra procurador a Lope de Antillón, infanzón
domiciliado en esa villa aragonesa, para concordar con el concejo de Tauste del abrir y hacer por mi tierra, la dicha
villa de Tauste, la cequia nueba que han principiado de abrir y sacar del Ebro, que principia encima y junto a Belber, para
por ella poder llebar agua a la dicha villa y terminos de Tauste y regar aquellos, y sobre el agua que, de la que llebaren por la
dicha cequia, me han de dar para regar todas las tierras que yo tengo en los terminos de la villa de Buñuel. A.S.R.C.T., caja
197, sin signatura, Azequia nueba. Tudela. Navarra. Año 1554. Poder para concordar en Tauste con la villa, su concejo y
unibersidad… (en el dorso), s.f. Es copia de 1847.
236 Fs. 58r y 56r, respectivamente. La referencia de este documento en nota 190.

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en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
una denunciacion de nueba obra en caso de que los vecinos de Tauste vinieren de hoy
en adelante a intentar alguna obra y hacer alguna reparacion, o edificios, o alguna otra
cosa en el azut, bocales y cequia que esta encima de Belber y son de Belber, y del comendador
de Fustiñana, y del dicho lugar de Fustiñana y del de Cabanillas, impidiendo las dichas
obras y edificios y reparaciones que los dichos de Tauste querran intentar en el dicho azut y
cequia y bocales de ella… por el perjuicio que a mi me viene y se me puede seguir e interese
que tengo en el dicho azut y cequia, como señor de Belber arriba dicho, y por el daño que
recibira mi termino de Belber en razon de las dichas obras, edificios y reparaciones237. La
denuncia será efectivamente interpuesta poco después238. Un año más tarde, el
2 de agosto de 1554, el señor de Lodosa y Buñuel, a la hora de delegar ciertos
poderes, hará mención de la cequia nueba que han principiado de abrir y sacar del
Ebro -los vecinos de Tauste-, que principia encima y junto a Belber239.
No debieron escatimarse medios pues la obra, para los parámetros de la
época, avanzó con gran celeridad. Debía de haber una voluntad decidida y
una buena disponibilidad de numerario procedente de un mercado crediticio
pujante y pleno de confianza, a tono con la amabilidad de los tiempos240. En este
contexto, una de las muchas dificultades a las que los responsables debieron
hacer frente fue la mano de obra. Las construcciones del Antiguo Régimen, en
general, se ponían en pie a fuerza de brazos, requiriendo centenares, cuando
no millares de trabajadores, normalmente muchos más que los que estaban
disponibles en los contornos. Las obras deciochescas de los Canales Imperial
y de Tauste, por ejemplo, llegaron a emplear puntualmente, en 1784, hasta

237 Como puede comprobarse el señor de Belver no ha olvidado la donación recibida por Juan II en 1474, si bien
a estas alturas sus pretendidos derechos deben carecer de auténtico contenido pues ninguno de los demás
implicados hace la menor alusión a ellos, ni ahora ni más tarde.
238 El 18 de septiembre se notificará a Cabanillas y Fustiñana una orden de hinibicion emanada por dicha corte,
que será respondida por los concejos el 23 y el 24 de dicho mes con la designación de representantes ante la
misma para apelar, con todo desparpajo, que lo único que hacen son las tareas de limpia acostumbradas de
la cequia de Fustinyana y Cabanillas, en su calidad de señores directos y poseedores que son de la dicha cequia. Llama la
atención que en estas dos procuras figura como testigo Lope de Longares, vecino de Tauste, al tiempo hallado
tanto en Fustiñana como en Cabanillas. La Corte Mayor de Navarra abrirá la correspondiente causa y diputará
un comisario para su instrucción, el doctor Martín Miguel de Munárriz, vecino de Tudela. Para tratar con él,
los de Fustiñana escogerán un nuevo apoderado el 10 de noviembre. Ignoro cómo acabó el asunto. Los tres
documentos reseñados más la procura del 13 de septiembre en A.S.R.C.T., caja 179, sin signatura, Azequia nueba.
Tudela. Navarra. Año 1553. Dos procuras de la villa y vezinos de Fustiñana… (en el dorso), s.f. Son copias hechas en
1847. He conseguido localizar los originales de dos de esos textos, pero no de los otros dos, en A.M.T., Protocolo
notarial de Nicolás Pérez del Calvo, vecino de Tudela, 1553, pp. 377-379 y 459-460.
239 Vid. nota 235.
240 Muchas iniciativas hidráulicas aragonesas de la época disfrutaron de una buena acogida similar por el sector
financiero, cf. MATEOS ROYO, José Antonio, óp. cit.

Juan José 200


Morales Gómez
más de 6.000 personas. Y aunque lo habitual fueron cifras mucho menores, la
demanda superó con mucho a la oferta obligando a echar mano, con el tiempo,
de presidiarios, levas forzosas en las poblaciones cercanas y hasta el concurso
del ejército241. Pero eso sólo fue posible porque Pignatelli estaba respaldado
sin reservas por el Estado borbónico. A mediados del siglo XVI las obras de la
Acequia de Tauste no contaban con ese sostén -aparte de que las posibilidades de
la Administración austriaca eran otras- de forma que su poder de convocatoria
debió ser mucho más limitado. Con todo, fue lo suficientemente importante
como para atraer jornaleros desde tierras distantes, sobre todo en las épocas del
año agrícola de menor demanda laboral.
El 6 de diciembre de 1557 tuvo lugar en la casa del difunto Juan de las Eras,
en Cabanillas, dedicada a hospedería por su viuda, Graciana Fernández, una
riña con efusión de sangre entre dos de esos obreros. Al día siguiente el alcalde
de Cabanillas abre la oportuna investigación. El herido es un tal Francisco
Gómez, vecino de Mansilla, de tierra de Aguilar242, que había llegado al lugar de
los hechos assi a las ocho despues de anochecido… juntamente con unos sus conpanieros
que querian cenar, porque entonces benian de trebajar de la cequia que hace la billa de
Taust. El agresor, que pertenecía a una cuadrilla diferente, es Juan Sánchez, alias
el soldado, también de 24 años, vecino que dijo ser de Tordehumos, de tierra de
Toledo, que con semejante sobrenombre y una procedencia tan distante es muy
posible que se trate de un vagabundo profesional. Juan Sánchez declara que
abia quatro o cinco meses de tiempo qu´estaba en la dicha villa de Cabanillas trebajando
en la cequia que face la billa de Tauste con otros conpanieros. Entre los testigos que
deponen ante el alcalde de Cabanillas hay tres compañeros de la víctima:
Diego de Redezillas y Diego de Nieba, vecinos ambos de Nájera, de 23 y 20
años respectivamente, y Juan de Menjares, de Turio, de 25 años243; estos lugares,
como el de Mansilla, se localizan en la comarca de Nájera, hoy englobada en la
C.A. de La Rioja, a más de 100 kms. de distancia de Cabanillas.

241 PÉREZ SARRIÓN, Guillermo, Agua, agricultura y sociedad…, óp. cit., p. 63. El Conde de Sástago en su Descripción
de los Canales imperial de Aragón i Real de Tauste…, óp. cit., p. 32, relata que entre 1786-1790, los años del mayor tesón,
la plantilla rondaba los 2.000 operarios, incluyendo personal especializado, soldados y conscriptos.
242 Se está refiriendo al señorío de los condes de Aguilar que, efectivamente, ostentaban la jurisdicción del lugar
en aquel tiempo.
243 El conjunto de la pesquisa en A.M.T., Protocolo notarial de Rodrigo de Huarte, 1556-57, pp. 623-632.

201 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
En un tiempo record, en torno a tres años y medio del inicio de las obras, el
agua fluía por la Acequia hasta Tauste244, aunque no tenemos ni el menor atisbo
de hasta qué parte del término -o más allá- llegaba concretamente245. La de
Aragón, que había sobrellevado todo el peso de la dirección y la financiación,
agobiada sin duda por los costes, se apresuró a presentarse ante sus socios
navarros para, pretendiendo cumplida su parte, revindicar que ellos cumpliesen
la suya. Con este fin los jurados taustanos comparecieron ante el concejo de
Buñuel el 30 de enero de 1557246; no mucho antes o después debieron realizar
lo propio ante los de Cabanillas y Fustiñana. Todos se excusaron.
Buñuel pretextó que la concordia de 1553 no fue otorgada ni consentida por la
villa de Buñuel y si algunos la otorgaron seria sin poder y, por tanto, la impugnaba247,
aparte de protestar por ciertos presuntos defectos técnicos248. No eran más que
meras argucias legales y buena prueba de ello es que no mucho después, el 15
de junio de 1558, esta comunidad llega a un ajuste con Rodrigo de Mendoza
y Navarra, dueño del Espartal -el interlocutor ignorado en los pactos de 1553-
sobre el aprovechamiento de la Acequia249. No es el modo más canónico de
conducirse con una infraestructura presuntamente deficiente y regida por un

244 Hasta ahora, la única noticia que se conocía del avance de la Acequia era una acotación de la carta de población
de 1560 de Novillas, que prohibía a los habitantes del lugar regar ni tomar el agua que yra y discurrira por la çequia de
Tauste que por los dichos terminos de Nobillas pasa o pasara sin licencia del comendador sanjuanista, señor del lugar,
SAN VICENTE PINO, Ángel, óp. cit., p. 169. Llama la atención sobre ella por primera vez COLÁS LATORRE,
Gregorio, óp. cit., p. 526.
245 El límite de los aprovechamientos de la Acequia modernista fue la partida de la Cuadrina, que pertenece al
término de Alcalá de Ebro y se encuentra junto a Remolinos. Entre la relación de pagos que se beneficiaban
de ella, a fines del siglo XVIII, es el más alejado, PONZ, Antonio, óp. cit., p. 158. Ya recibía riego de la Acequia
a principios del siglo XVII, PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “Intervención de la monarquía en los asuntos
municipales…”, óp. cit., p. 148.
246 A los 30 de henero del año 1557, en nombre de la villa de Tauste, fueron sus jurados a la de Buñuel y les requirieron al
alcalde, jurados, vezinos y concejo, estando juntos en la cassa de su ayuntamiento, y les hizieron saber como la Cequia
estaba vien y perfectamente acavada y el agua corriente, de manera que con ella se podia regar, y que assi tenian nombrados
alamines y cavacequias, que la viesen si querran gozar del agua, que ellos estavan prestos y aparejados de dalles la que estava
concertado, acudiendo tambien ellos de su parte a pagar su parte de costas que se havian echo e hiziesen aldelante. Nuestra
fuente de información es, una vez más, los argumentarios procesales de Tauste de mediados del siglo XVII -la
referencia en nota 190-, fs. 38v-39r.
247 Ibid. f. 39r.
248 Se escussan de reçebir la Cequia ni agua d´ella y de pagar la porcion de gastos que les tocan por ella porque responden y dicen
estas formales palabras: porque la dicha cequia no esta echa ni acabada y debiendola hacer alta y corriente y no perjudicial y
que tal que por ella han de yr çinco muelas y media de agua, la han hecho muy baxa, sin corriente, de manera que la que se
rebalssa en dicho rio es daño nuestro y de nuestro dicho termino, porque se ara todo manantio y no bienen por la dicha çequia
ni pueden caber dos filas y media de agua y aquella se sobra debiendola hacer alta y corriente. Ibid. f. 56v.
249 A.S.R.C.T., caja 197, sin signatura, Azequia nueba. 4º. Tudela. Navarra. Año de 1558. Escritura de asiento, tratados,
ajuste. capitulacion y concordia entre la villa de Buñuel y D. Rodrigo de Mendoza… (en el dorso), s.f. Es copia de 1847.
Es con seguridad esta escritura la que hace pensar a Madoz que Buñuel y el conde entran en la empresa en
1558, como comentábamos más atrás.

Juan José 202


Morales Gómez
pacto en entredicho. Da toda la sensación de que los vecinos de Buñuel tuvieron
la misma poca fe en el proyecto que los de Cabanillas y Fustiñana, aunque
optaron por un cómodo dejar hacer, y que su conclusión, fuese competente o
no, les cogió a contrapié.
Por este nuevo convenio los lugareños acogen -siempre la misma palabra-
al conde de Lodosa en la Cequia nueba que la villa de Tauste ha sacado y lleba por
los terminos de la dicha villa de Buñuel, compartiendo con él a partes iguales los
derechos y deberes que poseen sobre ella, es decir, tanto el disfrute del séptimo
de agua como la obligación de abonar la misma fracción de los costes250. Otras
cláusulas del pacto preveían: la realización del partidero o partideros pertinentes
a costas comunes, si bien, a partir de allí, las canalizaciones para llevar el líquido
hasta las tierras de cada uno de los firmantes -la partida de Candepuerca los de
Buñuel, la del Espartal el noble- corrían a la cuenta particular de cada cual; el
reparto del agua en tiempos de carestía: toda la disponible los diez primeros
días se destinaría a Candepuerca, los diez siguientes al Espartal; finalmente, la
multa exigible por los escamoteos de agua de una parte a la otra, un ducado
por cada vez.
Pero tal vez lo más interesante es que Buñuel reconoce en este acto que,
hasta el momento, no ha tomado ni goza su dicha septima parte de agua, y si alguna
agua ha tomado y goza es pagando el nobeno a la dicha villa de Tauste -la Acequia
funciona por lo tanto- y, en consecuencia, el presente tratado no puede ni debe
surtir su efecto hasta que la dicha villa de Buñuel se determine de tomarla y haya tomado
la dicha su septima parte de agua. No está claro que llegase a hacerlo nunca, lo
que, aparte de dejar este acuerdo sin efecto, tal vez sea la causa del particular
ensombrecimiento del papel de esta población en la historia del Canal. A
mediados del siglo XVII no lo había hecho todavía, aunque ciertamente Tauste
no se lo había puesto nada fácil, pues -al menos por entonces- pretendía haber
gastado en la construcción, solamente entre 1553-1557, nada menos que más
de 150.000 ducados, a los que había que sumar unos 1.000 ducados anuales
de media por los mantenimientos251. Esta suma no es que sea exagerada, sino
250 Aunque hay visos de que Tauste no va a ver con buenos ojos esta componenda: por quanto los de la villa de Tauste
pretienden que la dicha septima parte de agua no ha de ser libre de la dicha villa, sino que, acabado de regar los terminos de
la dicha villa, ha de bolber a la cequia de Tauste sin que la puedan dar a otro y se teme que pondran pleito a la dicha villa
de Buñuel sobre ello, diciendo que no pueden acoger al dicho termino del Espartal en el derecho de la dicha agua o en otras
maneras… Ibid.
251 La procedencia de la noticia es, de nuevo, las tesis procesales taustanas del Seiscientos -la referencia en nota
190-, f. 48v. En ibid., f. 53r, la estimación aun es superior: más de 155.000 ducados.

203 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
absolutamente desorbitada, y no cabe achacarla más que una hipérbole de
litigante252. En cualquier caso es perfectamente comprensible que Buñuel se
resistiese a aceptarla con todas sus fuerzas. Además, contradice otras valoraciones
contemporáneas que cifran los gastos, hasta 1560, entre 35.000 y 40.000
escudos, una cantidad importante, por supuesto, pero mucho más razonable253.
Con todo, es difícil dar una valoración siquiera aproximada del coste global
de una obra como esta, sujeta a constantes revisiones y perfeccionamientos
que, lógicamente, supusieron un incremento sucesivo de la cuenta final: algún
tiempo después, el concejo escribiría una misiva, desgraciadamente olvidando
consignar el año, a Felipe II -monarca reinante entre 1556 y1598- exponiéndole,
que la villa esta cargada y empeñada por haber fabricado, sacado y construido la dicha
cequia del rio Ebro, en la qual fabricar y construir ha gastado mas de setenta mil escudos254.
Las controversias con Cabanillas y Fustiñana no debieron ser menos ásperas
pero se solventaron, al menos momentáneamente, con una cierta rapidez
mediante sendas nuevas concordias suscritas el 3 de mayo de 1557, a los pocos
meses del requerimiento de Tauste255. Su justificación es muy expresiva: despues
de ser echas las dichas capitulaciones y echa y ensanchada la dicha cequia, pretendian los
de la billa de Taust aber echo y cunplido por su parte lo que la dicha billa hera obligada,
iusta tenor de la dicha capitulacion, y las dichas billas de Cabanillas y Fostinyana,
pretendiendo no abian los dichos de Taust cunplido conforme a la dicha capitulacion,
de lo que se deriva lo presente256. No hay que dudar que estas conciliaciones

252 Ninguna de las importantes infraestructuras hidráulicas aragonesas contemporáneas se acerca a semejante
presupuesto ni de lejos, cf. MATEOS ROYO, José Antonio, óp. cit. Y a nivel nacional muy pocas, véase Felipe
II, los ingenios y las máquinas…, óp. cit., Anexo 1, p. 395 y ss., con abundante información, no solo de costes
constructivos, sino de precios de bienes y servicios de todo tipo, que permiten apreciar lo que semejante
importe significaba coetáneamente. Como anécdota, reseñar que, aun esta cantidad desmedida, palidece
frente a los 300.000 escudos que ESTEBAN CHAVARRÍA, Juan P., óp. cit., p. 72, en nota, pretende -dando
crédito a un desconocido informante- que el Arzobispo de Zaragoza, en solitario, prestó a Tauste para las obras,
algo que entra ya en el terreno de la más desatada fantasía.
253 Vid. doc. 5 de nuestro Apéndice. El contraste de estas cifras con las manejadas para el Cuatrocientos no debe
sorprender pues, como es bien sabido, la primera centuria moderna es una época inflacionaria. Por continuar
con la comparativa que hemos utilizado para el siglo XV -vid. nota 76-, esos 35.000/40.000 escudos venían a
suponer aproximadamente la mitad del precio anual de la arrendación del impuesto del General en la segunda
mitad del Quinientos, cf. GÓMEZ ZORRAQUINO, José Ignacio, La burguesía mercantil en el Aragón de los siglos
XVI y XVII (1516-1652), Zaragoza, Diputación General de Aragón, 1987, cuadro 18, pp. 276-277.
254 En el Archivo Municipal de Tauste se conservaba esta carta en los años 20, según nos transmite GIMÉNEZ
SOLER, Andrés, óp. cit., p. 73.
255 Se localizan, la de Fustiñana, en A.M.T., Protocolo notarial de Rodrigo de Huarte, vecino de Tudela, 1556-57,
pp. 643-656, la de Fustiñana en ibid., pp. 703-715. Ese mismo día los representantes de Tauste y el concejo de
Cabanillas comenzaban los trámites para que las capitulaciones de 1552 recibieran el refrendo real, vid. nota 227.
256 Loc. cit., pp. 704-705. En términos prácticamente idénticos pp. 644-45.

Juan José 204


Morales Gómez
se alcanzaron bajo una cierta presión pues, en el calor de la confrontación, los
navarros debieron esgrimir la facultad de cortar la Acequia que les fue otorgada
en 1552: la contraprestación más habitual que consta en estos documentos para
que Tauste acepte tal o cual reclamación es, precisamente, que no se pondrá
impedimento para que el agua discurra libremente hasta su término. El momento
lo requería: mayo es un mes crucial en la vital temporada de riegos de primavera.
Básicamente, son un repaso de los puntos aprobados en 1552 cuyo
cumplimiento estaba pendiente, que constituyen un soberbio testimonio
del grado de ejecución de la obra. Representan a Tauste en estas nuevas
capitulaciones Juan Íñiguez de Montagud, señor de Canduero, y Cristóbal y
Salvador de Artieda, los dos primeros unos personajes con una participación
reseñable en el proceso de gestación de la Acequia257.
Los navarros echan en cara a Tauste que no ha cumplido con su obligación de
reparar y fortifficar l´acut. Hay también escorrederos sin zanjar, como el la Zarzuela
-o de la Laguna-, en Cabanillas258, o el muy importante del barranco de Santa
Engracia, donde también faltan el puente y el restillo inicialmente previstos259.
Por otra parte, los puentes y pontigos derribados para el ensanchamiento de
la Acequia no se han reconstruido en la piedra o ladrillo convenidos, sino en
madera, y la fundación de los nuevos se ha ignorado260, de lo que se han derivado
257 De Cristóbal de Artieda nos ocuparemos en la nota 289. Respecto al señor de Canduero, cabe señalar que,
aparte de en esta ocasión, también debió tener un cierto papel en los tratos de 1552 pues figura como testigo
del otorgamiento de la concordia el 10 de noviembre de dicho año por los concejos de Cabanillas y Fustiñana,
junto con el licenciado tudelano Pedro Corella. El interés directo de este gran terrateniente en la Acequia es
indudable. Ya lo vislumbrábamos en el Cuatrocientos. Y ya hemos visto que en las capitulaciones de 1552 se
requería expresamente su presencia para la grabación de la marca con la que se dilucidaban los riegos de la
partida de los Pozos de Cabanillas, en un palpable reconocimiento de su positiva incumbencia, aunque, llegado
el momento, no compareció por causas de fuerza mayor, véase nota 289. Pero Juan Íñiguez de Montagud o
Monteagudo no era solamente un señor dominial, sino una de las personalidades más prominentes del concejo
y la vida local de Tauste, como seguramente buena parte de sus ascendientes y descendientes. Recogiendo
solamente noticias de los sesenta años precedentes, Juan Íñíguez de Montagud fue uno de los comisarios del
proceso de expulsión de los hebreos taustanos y también jurado en 1496, PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel,
“Documentos notariales…”, óp. cit., doc. 431 y Anexo II, pp. 171-172 y 175 respectivamente; en 1538 se sentaba
en el sitial del justicia local, PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “La Gabardilla y Mira…”, óp. cit., doc. 22, p.
78; en 1544, anualidad en que también fue jurado, fue insaculado como uno de los nueve únicos candidatos
considerados hábiles para aspirar al justiciazgo de la villa y también incluido en la bolsa del jurado primero,
SAN VICENTE PINO, Ángel, óp. cit., docs. 7 y 8, pp. 59, 83 y 85. Por supuesto los señores de Canduero son
miembros de la Casa de Ganaderos de Tauste, FERNÁNDEZ OTAL, José Antonio, óp. cit., p. 134.
258 Loc. cit., pp. 706-707.
259 A realizar en el cahedero a donde a de caher el l´agua de dicho barranco, ibid., p. 649.
260 Los vecinos de Fustiñana piden que los dichos de Taust agan la puente del Sosar de piedra o de ladrillo, conforme a la
capitulacion, y mas otra puente en el Congosto de lo mesmo, donde el rey tiene amugado el abrebadero, y en la paradera del
Espartal agan otra de los mesmo, por que´s necesaria, e otra puente, que´sta de fusta, encima de la Confadria, lo agan de
piedra o de ladrillo, ibid., p. 648. Los de Cabanillas, por su parte, declararon que se an deribado en la cequia el puente

205 del Canal de Tauste


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Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
daños que no han sido compensados; en particular, a raíz de aber defecho el puente
del Sosar -en Fustiñana- los dichos de Taust, asi car el moler como en la falta del regar
y en la inmundicia que se a cargado en la cequia por el agua que cayo del barranco261.
Igualmente, no se ha construido el partidero de la Serna, en Fustiñana262, y es
preciso reformar la paradera de los Pozos, en Cabanillas, que es demasiado
baja y no está enlosada263. Tampoco se ha resarcido a los terratenientes de los
terrenos afectados por las obras ni, del mismo modo, a los que han sufrido
daños en las cosechas por los manantios o filtraciones y los cortes de riegos
durante las mismas. Por último, el recorrido del cauce más allá del partidero de
la Serna, que se preveía abrir en 1552 sobre terreno virgen, dejando el tramo
correspondiente de la antigua Acequia de Cabanillas y Fustiñana para uso de
los regantes de esta última población264, se ha realizado finalmente de forma
íntegra sobre el cauce de la conducción anterior, generando perjuicios265.
Tauste nada niega, si bien también tiene sus reclamaciones, aunque son
menos profusas: los navarros no han pagado lo que les compete de la obra de
la embocadura principal y tampoco de una intervención sobrevenida, huna obra
de piedra, para sostenimiento de la cequia mayor y muro a debaxo de Cabanillas266, y

del Congosto y la puente del Juchidero y la puente de la Tegeria, ibid., p. 705. Sobre esta cuestión se llega al compromiso
de que, una vez fijado el número de pasarelas a hacer, Tauste erigirá, de obra, una cada año, comprometiéndose
entretanto a correr con el sustento de las lígneas en solitario.
261 Ibid., p. 647. Sobre este punto en concreto se llegará finalmente a una transacción: los de Fustiñana perdonan
esos perjuicios a cambio de que la de Tauste linpie la cequia del dicho gallipuente a su costa, ibid., p. 648. Verificamos,
una vez más, que el uso del término puente en nuestra documentación es laxo, pudiendo emplearse tanto en el
sentido más familiar para nosotros como en el de pontigo o incluso el de gallipuente, de forma que en ocasiones
es difícil saber a qué se están refiriendo exactamente.
262 Concluyen en que ha de realizarse antes del próximo día de Santiago, con que la piedra traiga la dicha billa de
Fustinyana a su costa y que lo demas pague la dicha billa de Taust, y en lo demas se guarde el dicho capitulo por las dichas
partes, ibid., p. 646.
263 Está obligada la billa de Taust a d´azer mas alta la paradera de los Pozos, porque quando se para el agua cahe por los lados
de la paradera, y asi bien losarl´abaxo, porque el impetu y fuerca que el l´agua saca por debaxo de las tablas ahonda el suelo de
la cequia, de tal manera, que podra llebarse la obra, como se llebo el primer bocal que yzieron en la dicha cequia, ibid., p. 707.
Esta última acotación atestigua que la marcha de la obra, como es ineludible entonces y ahora, tuvo que lidiar
con fallos e incidentes imprevistos. La fuerza de socavación de las caídas de aguas fue una de las principales
causas de ruina de las obras hidráulicas históricas. De su extrema peligrosidad ya advertía, refiriéndose a los
azudes, el contemporáneo que escribió los Veinte y Un Libros de los Yngenios y Maquinas, fs. 168-169; la referencia
de esta obra en nota 80.
264 Véase nota 213.
265 Habiendo de abrir la cequia los de Taust del partidero de la Serna en baxo, por de fuera de su cequia, azia la parte del monte
-la expresión es idéntica a la de la capitulación de 1552 (cap. II)-, an la hubierto los dichos de Tauste en perjuyzio d´ellos,
por la mesma cequia de la dicha billa de Fostinyana, y l´an afondado y desanchado de manera que no pueden tomar el agua
para regar su termino, de lo qual reciben un grande perjuizio, que a[l] yr la cequia, como dicho es, por de fuera de la mesma,
quedara la suya para contracequia y gobierno de sus heredades, en la qual tenian sus presales conpetentes y tantos quantos
abian menester, y agora por la mesma razon, pues les defizieron su cequia y presales, piden ser desagrabiados. Loc. cit., p. 645.
266 Ibid., p. 708. También en p. 650. Ya en la concordia de 1552 se daba a entender que el solar donde se asentaba
el casco urbano de Cabanillas era inseguro y que la perforación de la Acequia podía afectarlo (cap. XXIIII).

Juan José 206


Morales Gómez
no han levantado los bocales para tomar su parte de agua de la Acequia como
estaba estipulado, con lo que Cabanillas y Fustiñana disfrutan de ella sin ningún
tipo de control, de forma abusiva267.
La vía arbitrada para la resolución de todos estos problemas fue nombrar
una comisión de representantes de las partes interesadas que, en un plazo breve
-por lo común hasta el próximo día de Santiago-, tasaran o declararan lo que
más procedente o conveniente, teniendo siempre presentes los acuerdos de
1552. Aunque en algunas ocasiones se pactaron medidas más directas268. Su
labor no debió tener mucho éxito pues las fricciones continuaron.
En conclusión, Tauste, en un gran esfuerzo, ha conseguido llevar el agua
a sus heredades con inusitada celeridad, en un obvio deseo de comenzar la
amortización de su inversión cuanto antes. Pero dando una prioridad absoluta
a lo más esencial, es decir, a la realización de la conducción propiamente dicha
y la erección de una boquera proporcionada y descuidando un tanto todo lo
demás, hasta el mismo fortalecimiento del azud. El resultado está a la vista: hay
promesas sin cumplir, daños por expiar y elementos en precario o con defectos,
cuando no íntegramente por hacer. Y esto en el tramo de cabecera, donde
existía la sujeción de unos compromisos formales; cabe imaginar que en el resto
del recorrido de la Acequia la situación sería incluso peor. Así pues, en 1557 la
Acequia cumple su función, desde luego, pero no puede considerarse, en sentido
estricto, terminada, como bien argumentaban Buñuel, Cabanillas y Fustiñana,
municipios que tenían muy pocos motivos para mostrarse transigentes.

13. El perfeccionamiento de la obra (1557-c. 1561)


En la segunda mitad de 1557 se siguió trabajando en la Acequia, como
veíamos más arriba, y seguramente en los años siguientes, aunque no tenemos
forma de precisar con qué intensidad. Pero los resultados distaron de ser
satisfactorios, al menos a criterio de los navarros. El 11 de septiembre de 1559,
en el más escrupuloso cumplimiento de la avenencia de 1552, los jurados
de Tauste, comparecieron ante el concejo de Cabanillas para presentar a los
alamines, siquiere cabacequias, de la dicha villa de Tauste, para tener cuenta y razon por
su parte de la hagua que por la cequia de la dicha villa de Tauste lleban. La corporación

267 La revindicación de estas boqueras por los taustanos no pretende otra cosa que sus socios no tomen mas de la agua
que pueden tomar, loc. cit., p. 650.
268 En las notas anteriores pueden verse ejemplos.

207 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
navarra no se dio por enterada, rechazando la presentación, so color de que
las demandas de dos años atrás seguían totalmente vigentes269, lo que equivalía
en la práctica a dejar el uso de la Acequia por los habitantes del lugar -como
seguramente pasaría también con los de Fustiñana- sin ningún tipo de
fiscalización externa, con el tipo de consecuencias de las que ya se quejaban los
taustanos en 1557. Es imposible determinar si la justificación de Cabanillas era
proporcionada o se trataba de una exageración interesada, pero lo que es más
que presumible es que el ambiente entre las comunidades implicadas se debía
estar agriando por momentos, degenerando hacia un escenario de enconos y
porfías que, a juzgar por el sinfín de pleitos posteriores, se hará crónico.
Pero la tensión también crecía en el seno interno de Tauste. La pesada
carga de la financiación de la Acequia empezaba a quebrar su cohesión social,
como sucedió en el Cuatrocientos y probablemente en términos parecidos.
La situación fue degenerando lentamente hasta alcanzar a fines de 1560 la
categoría de auténtico motín, desbordando las posibilidades de las autoridades
municipales y motivando la intervención de las reales. El 3 de diciembre de
ese año Juan de Gurrea, Gobernador de Aragón, se excusaba ante el rey por
no poder atender de inmediato cierto mandato suyo, pues tenía que partir sin
demora a Tauste, donde el reparto de los gastos de la Acequia era causa de
tales divisiones entre los vecinos que -dice, muy gráficamente- estan cada hora
y por cada negocio para matarse, y tanto, que ni temen la justizia ni aun osan ajuntar
el consejo para tratar de lo que cumple para beneficio d´esto. A fines de ese mismo
mes, el Gobernador vuelve a escribir al rey dándole cuenta del resultado de sus
gestiones. Su informe no puede ser más expresivo. El núcleo del problema era
el enfrentamiento entre ganaderos y labradores sobre quien havia de pagar treinta
y cinco o cuarenta mil escudos que se habian tomado para la fabrica de ciertas fuente y
çequia que an hecho estos dias. Como reacción, los labradores y la gente del pueblo,
en número de mas de dozientos o trecientos, se habían juramentado y, unidos y bien
organizados, habían acabado por intimidar a los ediles locales -¿representantes

269 Por quanto los dichos de Tauste no an cunplid[o] con todo lo capitulado como son obligados, ansi en reparar la presa y bocal
y poner la cequia en devido estado, como en hazer las puentes y pagar las tierras ocupadas y danyo de manantiales, como
son obligados por el capitul[ado], y que, cumpliendo los dichos de Tauste con lo sobredicho, ellos estan pre[stos] y aparejados
de cumplir, conforme a lo que esta tratado y capitulado y ellos obligados de cumplir, y que entretanto que lo sobredicho no se
cumple y efectua, que no admiten por alamines a los sobredichos. A.M.T., Protocolo notarial de Miguel de Agramont,
vecino de Cabanillas, 1559, pp. 697-698. El documento completo en pp. 695-698.

Juan José 208


Morales Gómez
de los intereses del partido de los ganaderos?-, que no se atrevían ni a celebrar
concejo ni a tomar resolución alguna, señaladamente sobre el asiento en las deudas
y censales de la villa, de manera que no havia mas justiçia de lo que los amotinados
querian. Juan de Gurrea consigue templar los ánimos asumiendo el papel de
árbitro entre ambas facciones, las cuales dejan todas sus diferencias en su
poder, pero la ruptura del orden establecido ha sido demasiado notoria como
para pasarla por alto y 16 o 17 taustanos -de los cuales 12 están presos, el resto
huídos- acaban procesados, lo que constituye un buen indicador de la gravedad
que debieron alcanzar los acontecimientos270.
Con todo, el resultado final fue contrario a los ganaderos, fuesen quienes
fuesen los que se agrupaban bajo esa etiqueta que, más allá de su sentido
económico y ocupacional, parece tener también un fuerte contenido social.
A partir de 1564 el concejo taustano saca regularmente a subasta al mejor
postor el grueso de los pastos comunales, las corralizas de Trasmontes (con
una extensión de unas 10.000 hctas.) y las de Traslarba (unas 18.000), algo
que, sin duda, debió ser vivido por los propietarios pecuarios locales como una
agresión de primera magnitud pues, hasta ese momento, esas hierbas se habían
mantenido, en palabras de un documento del siglo XVIII, sin coto y adhessamiento,
de libre usso y pasto para los ganados y vezinos271. Es más que probable que fuera una
medida impuesta por el Gobernador para aliviar los apuros de la hacienda local,
resultado de la mediación prometida en 1560.
Pero dejemos los asuntos internos de Tauste y volvamos a la Acequia. La
salida de la espinosa situación en que se encontraba se realizó en 1561 por dos
vías. Por un lado, la oficial. El Concejo Real de Navarra, al que llegan diversas
quejas y denuncias, toma cartas en el asunto y dicta ciertas sentencias y, para
supervisar su cumplimiento y poner orden, nombra un comisario, el licenciado
Victoria, dotado de amplios poderes. Por otro, Tauste, en busca de un alivio
para sus maltrechas arcas, entre otros motivos, renuncia a la gestión directa de
la Acequia a favor de un arrendador, Pedro Gómez de Peralta, vecino de Tudela.

270 Docs. 4 y 5 de nuestro Apéndice.


271 GÓMEZ ZORRAQUINO, José Ignacio, “Los bienes de propios en Tauste en el siglo XVIII”, Tauste en su historia.
Actas de las IV Jornadas sobre la Historia de Tauste (9 al 13 de diciembre de 2002), Tauste, Ayuntamiento, 2005, p.
63. La Casa de Ganaderos de Tauste consiguió en 1583 que las corralizas de Trasmontes -no así las de Traslarba-
no volviesen a salir a concurso, reservando su disfrute para los miembros de la asociación contra el pago de 500
libras anuales y el compromiso de ocuparse del mantenimiento de balsas y aguas, ibid.

209 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
De la primera estamos bien informados pues el A.S.R.C.T. conserva una
copia casi coetánea -de 1577- de las declaraciones hechas por este comisionado
en dos periodos distintos, abril de 1561, y entre fines de octubre de 1562 y
principios de enero de 1563272. Corresponden a varias encomiendas distintas
del Consejo Real. Sabemos las datas de dos de ellas -22 de marzo de 1561 y 30 de
octubre de 1562- aunque solamente nos consta el tenor textual de la última273,
pero debió de haber alguna más. En la que conocemos, la intervención ha sido
requerida por Tauste, que se lamenta de los daños irresponsables que los vecinos
de Cabanillas y Fustiñana y otras partes causan en la Acequia, buen reflejo de
ese ambiente enrarecido que se ha ido fraguando: que les an ronpido la cequia por
dibersas maneras, y en cerrar las almenares (sic.) y abrir las puertas del bocal, y entran
por encima de las paredes y hazen otros muy grandes daños, y los ganados granados y
menudos hazen assi bien muchos daños en andar sobre los caxeros, apacentando, y le[s]
hazen muchos caminos, que es caussa que se heche mucha tierra y caygan los ribacos y
caxeros de la dicha cequia, que es caussa que se ciegue aquella y queste mucho la limpia
d´ella y dexe la agua de difluyr.
El licenciado Victoria cumple su misión con celo, contribuyendo -es de
suponer- a que la situación se regularice poco a poco. Y aunque sus mandatos
no siempre se van a cumplir con la presteza que sería deseable, teniendo que
admitir aplazamientos y dilaciones, es muy patente que se comporta como la
cabeza rectora del sistema, que es precisamente la falta de la que más adolece la
Acequia. El abanico de cuestiones que aborda es muy amplio.
Decide en 1561 el número y ubicación de las filas y paraderas, todavía
pendientes, necesarias para regar los términos de Cabanillas y Fustiñana, donde
mejor y mas comodamente y sin daño y perjuyzio de la dicha cequia principal se pueden
hazer274, sin menoscabo del mandato de la apertura de nuevas fillas en 1562, ya

272 Se trata de un cuadernillo tamaño folio, de 30 hojas, que lleva por título Declaraciones hechas por el licenciado
Vitoria, comissario por su Magestad para las discordias y pretensiones que entre las villas de Tauste, Fustiñana y Cabanillas
havia sobre los drechos y demas cosas pertenecientes a la cerca de Ebro, en los años 1562 y 1563. Se trata de una copia
simple que se localiza en A.S.R.C.T., col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura.
273 Véase en ibid., fs. 20r-21v. La de 1561 la menciona SUPERVÍA LOSTALÉ, Mariano, óp. cit., p. 107, que la debió
encontrar en el Archivo Municipal de Tauste. Este autor vio en ella, aparte del nombramiento del comisionado,
la aprobación y ratificación por Felipe II de las capitulaciones de 1552, que nosotros creemos que más bien
tuvieron lugar en 1557, vid. nota 227.
274 En el caso de Cabanillas la resolución se dicta el 24 de abril de 1561, en el de Fustiñana el 29, ibid., fs. 25r-26r y
28v-29v respectivamente. Las costas debían ser sufragadas por los pueblos interesados, conforme a lo establecido
en 1552. Son relaciones muy prolijas, aunque de gran interés para el conocimiento de la microtoponimia y la
articulación de las redes hidráulicas locales coetáneas. Pero la ejecución se retrasó mucho, probablemente

Juan José 210


Morales Gómez
con carácter más puntual275. Hace tasar tanto el año 1561 como el 1562 los daños
recibidos en las heredades de Cabanillas y Fustiñana por los manantios, así como
las tierras ocupadas… en abrir y ensanchar la dicha cequia y regadio276. Vela por la
limpieza de los barrancos y de los escorrederos existentes y ordena la excavación
de otros nuevos y de las correspondientes contracequias vinculadas277. Tutela los
pases de cuentas entre las tres villas y su abono efectivo278. Resuelve la apertura
de caminos279. Está pendiente del reforzamiento del azud y de la construcción
de puentes280. Etc.

porque fue interferida por el ahondamiento del cauce que tuvo lugar poco después. El 18 de diciembre de 1562
las de Cabanillas todavía seguían sin haberse hecho, pues el comisario autorizó su aplazamiento hasta agosto de
1563, atendido que la villa de Cabanillas no puede hazer sus fillas y paraderas en sus terminos en el presente tiempo, porque
la obra no seria fixa, como son obligados conforme a las dichas sentencias y lo por el mandado, ibid., f. 10v-11r. Lo mismo
se concedió a los de Fustiñana, ibid., f. 10v.
275 Como la que ordena hacer en la zona del barranco de Santa Engracia el 18 de noviembre de 1562, ibid., f. 8r. El
18 de diciembre establece que el huerto del vicario de Cabanillas deje de regarse hazia el rio de Hebro en instancia
(sic.) de tierra de doze pasos, por razon que por remojarsse se caen las ribas del dicho huerto hazia el rio Ebro, y prescribe la
construcción de una filla de piedra para el servicio de la finca por la que tomen la agoa muy limitadamente, ibid., f. 9r. Etc.
276 Las alusiones son muy abundantes, ibid., fs. 2r, 2v, 3v-4r, 5r-v etc. En el caso de las filtraciones, en una ocasión
se precisa que el cálculo se realice d´estos dos años a esta parte, ibid., f. 27v, de lo que se deduce claramente que
se trataba de una evaluación periódica. La cuenta total no era despreciable: el 19 de noviembre de 1562 los
oficiales de Cabanillas presentan ante el licenciado el montamiento de los dichos manantios y tierras ocupadas que se
eleva, para el segundo concepto, a un ducado y 49 tarjas y, para el primero, a 170 robos y un cuartal de trigo y
un robo de cebada, que equivalen a 49 ducados y 3,5 tarjas, ibid., fs. 5v-6r.
277 El 11 de noviembre de 1562 el comisario es informado de que los escorrederos de los términos de Cabanillas
estan bien señalados y que no ay que mudar ninguno d´ellos, sino linpiar y aondarlos, lo que dispone hagan los de Tauste
inmediatamente, ibid., fs. 6v-7r. Al día siguiente, 12 de noviembre, organiza la limpieza del barranco del Sosar
y manda varearlo; aceptando seha por esta bez desde la puente hasta la Mensana -por Mejana- de Fustiñana, debaxo el
Sotillo, sin perjuysio del drecho de ninguna de las partes y de los capitulos y conbenios que ay entre ellos, resultan once varas
a cargo de Tauste y cinco a Fustiñana, conforme al goco de la agua y usso antigo, ibid., f. 7r-v. El 18 de diciembre
certificaba la correcta realización de esa tarea, ibid., f. 10r-v. El 13 de diciembre de ese año ordenó reconocer
si había necesidad de correderas en la partida de la Marquesa de Cabanillas, de lo que resultó la conveniencia
de hacer una nueva, que estaba ya comenzada, por toda la redonda de la pieca de la Marquessa, a[s]ta sacarlo al
escorredero del Perillo, que dispuso hiciesen los taustanos, ibid., f. 8r-v. El 18 de diciembre decreta se hagan los
escorrederos y las contracequias correspondientes del término de Fustiñana en el plazo de ocho días, siempre
a cargo de los aragoneses, ibid., f. 8v-9r. Etc.
278 Como el que tiene lugar en Fustiñana el 24 de diciembre de 1562 en que, reunidos los procuradores de las
tres villas, pasaron y abrigoaron (sic.) todas sus quentas, con un saldo final a favor de Cabanillas y Fustiñana de 57
ducados, 11 tarjas y 4 cornados que, a instancias del licenciado Victoria, fueron liquidados por Tauste el 2 de
enero siguiente, ibid., fs. 14v-15r.
279 El 24 de diciembre, atendido que los regantes de cierto escorredero en el termino de Prado Cepero, en
Cabanillas, pasan por una pieza de Pedro Aybar y le hazen camino por dentro de su dicha heredad causando daños,
manda a los oficiales del lugar que aderecen un camino para evitarlo y que la villa de Tauste haga una puente en
el dicho camino para serbicio de los vezinos de la dicha villa, ibid., f. 14v.
280 El 18 de diciembre de 1562 permite que el reforzamiento del azud con 1.500 carretadas de piedra, al que
estaban obligados los de Tauste, se retrase hasta los meses de agosto o septiembre siguientes, cuando el río lo
permita en mejores condiciones. El mismo día admite la misma prorroga para la obra del puente de piedra [o]
rejola de Cabanillas, junto a la Texeria, y también para las puentes y ovras de la puente de piedra o ladrillo entre los dos
vallipuentes, termino de la dicha villa de Fustiñana, digo del Gongosto (sic.), donde baxa la cañada del Rey, y la filla que
se ha de azer en el termino de la Confraria, y el puente de fusta de la dicha Confraria, y la puente de los Otinares y la fila [o]

211 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
Pero tal vez lo más notable es que certifica la terminación de obras que
estaban siendo reclamadas desde 1557, lo que prueba que las carencias de la
Acequia se van solucionando poco a poco. Señaladamente, la entrega por Tauste
en noviembre de 1562 de la canalización del barranco de Santa Engracia, que
ha sido guiada por la contracequia de la pieça nueba que los de Tauste abrieron y ba
a dar en la Cequia, y el aderezamiento del camino que comunica Fustiñana y
Tauste en ese punto, en cumplimiento de las dichas sentencias y lo por el dicho señor
comisario mandado281. En la misma línea, la realización de reparaciones y mejoras
en dispositivos ya en servicio, como las obras realizadas en el bocal, el puente
de Belver y la almenara y pontigo de Cabanillas, que el 23 de diciembre de 1562
el comisario ordena tasar por tres peritos elegidos por las villas: los canteros
Miguel de Aya -por Tauste- y Antón de Estrada -por Cabanillas- y el maestro de
villa Juan de Jaso -por Fustiñana-282. La impresión resultante es que, aunque
todavía hay compromisos pendientes283, las cuestiones constructivas están
resueltas, en conjunto, de forma cuando menos aceptable.
La labor del comisario tiene otra vertiente sustancial: el dictado de pautas
generales que pongan coto a los excesos de los navarros los años pasados,
lesivos para Tauste y para la conservación de la Acequia. Uno de los frentes
partidero en el barranco de Santa Engracia. Ibid., fs. 10v-12v. Pero el 2 de enero de 1563 cambia de punto de vista
y estatuye que, sin enbargo de lo por mi mandado que las puentes de Fustiñana se hagan por los de Tauste por todo el mes
de agosto, mando que la puente d´entre los dos gallypuentes, que se ha de hazer de fusta para el serbicio del Suesso y de las
Bardenas Reales, y la puente de junto a la filla de la Confraria se hagan dentro de quince dias. Ibid., f. 19v.
281 Ibid., fs. 7v-8r.
282 Se trata de la losado (sic.) de la parte de arriba del bocal con todos sus materiales y fundamento[s], l[a] losada de la parte
baxa con su materiales e fundamentos, la parte del caxero amedido (sic.) hazia el monte, la pared drecha de la parte de Belber,
de la puente de Belber, la obra d´encima de la almanera (sic.) de Cabanillas, la obra de la mesma almanera de Cabanillas
y la obra anadida del pontigo de Cabanillas. El resultado de la valoración es: los losados 5 ducados y 11 reales y 11
ducados respectivamente, el cajero añadido 7, siempre ducados, la pared del puente 22, la obra de encima de
la almenara 13 y medio, la de la almenara misma 34 y el complemento del pontigo 27. Ibid., fs. 12v-13r. Los
tasadores parecen unos artífices relativamente modestos, con una proyección puramente local, en consonancia
con la no excesiva envergadura de las obras evaluadas. De Juan de Jaso o Ichaso ya nos hemos ocupado en
la nota 167. Antón de Estrada era un cantero de origen francés procedente de Saint Simon que en junio de
1553 contrajo matrimonio con Francisca de Agramunt, vecina de Cabanillas, localidad en la que pasó a residir
desde entonces. Todavía activo en 1585, participa, junto con otros técnicos, en la supervisión de la cabecera
de la parroquia de la Asunción de Murchante. TARIFA CASTILLA, Mª Josefa, óp. cit., pp. 277 y 281, en nota.
Confirmando lo anterior, en la documentación del Archivo del Sindicato se rastrea a Antón de Estrada como
uno de los miembros del concejo de Cabanillas en 1559 y 1564, aunque sin caracterización de oficio. También
en textos de dicha procedencia se constata que Miguel de Aya fue concejante de Cabanillas en 1557 y 1559,
aunque de nuevo sin indicación profesional. No he podido dar con más información de este último constructor,
aunque es posible que descienda de Martín de Aya, cantero tudelano difunto en 1549 en cuyo inventario
de bienes -más bien humilde- se consignaron diferentes herramientas del oficio y una caja con libros viejos,
TARIFA CASTILLA, Mª Josefa, óp. cit., p. 61.
283 Véanse, por ejemplo, notas 274 y 280.

Juan José 212


Morales Gómez
más importantes, atendida la atención que se le presta, es el de las paradas
que, lucrándose de la ambigüedad de la concordia de 1552 en este punto, han
debido proliferar mucho en Cabanillas y Fustiñana dando lugar a todo tipo de
inconvenientes e importantes sustracciones de caudales. Victoria estatuye que
deben hacerse únicamente con manta y tabla o tabla sola y no con rama, tierra,
piedras o otros aparejos, que quedan prohibidos; la parada, una vez terminada de
regar, debe ser desmontada quedando el curso que sea -escorrederos incluidos-
expedito; no deben realizarse paradas allí donde se pueda regar sin ellas, para
evitar tomar mas agoa de la que les cabe por su drecho284... Finalmente, el 2 de enero
de 1563, el comisario, al que la materia le ha debido colmar la paciencia, decide
tajantemente cerrar el bocal durante tres días y desmantelar todos los presales
existentes en la madre, desembarazándola, ata que las dichas villas de Fustiñana
y Cabanillas quisieren regar y estonçes las paren con manta y tabla. Además veda que
ningún vecino de las dos villas sanjuanistas pare en la dicha cequia principal para
regar donde no hubiere paradera hecha e impone que se ahonden los brazales, tanto
quanto el pesso diere lugar, pues ha llegado a la conclusión de que, de este modo,
en muchas partes, los terminos y herededes de las villas de Fustiñana y Cabanillas se
pueden regar facilmente sin hazer tantas paradas para sacar el agoa de la dicha cequia.
También prescribe que las represas de las que se alimentan los molinos de
Cabanillas y Fustiñana, que son muy perjudiciables a la cequia y al discurso del agoa,
en especial la que se haze para el molino de Cabanillas, que restaña y entibia (sic.) el
agua hazi´atras en grande manera285, se dejen abiertas en el momento en que las
muelas dejen de trabajar286.

284 A.S.R.C.T., col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Declaraciones hechas por el licenciado Vitoria,
comissario por su Magestad…, fs. 13v, 14r y 16r-v.
285 Está haciendo referencia a que el embalsamiento de agua necesario para mover el mecanismo molinar, que
siempre es significativo, provoca un reflujo tan potente que desborda los márgenes de la acequia provocando
su deterioro. Fue un problema muy común y uno de los motivos típicos de enfrentamiento entre molineros y
regantes en el mundo tradicional. Vid. ejemplos valencianos medievales en GLICK, Thomas F., óp. cit., pp. 106-
108. Pero el retroceso del dique del molino de Cabanillas debía ser especialmente fuerte. En 1564, Domingo
de Alço, cantero vecino de Tudela, testigo en un proceso sobre el que nos extenderemos más adelante, declara
bajo juramento que, cuando se cerraba el entibo de ese molino, la agua bolbia atras y llegaba el restaño d´ella asta
Belber, A.M.T., Protocolo notarial de Nicolás Pérez del Calvo, vecino de Tudela, 1565, p. 96.
286 A.S.R.C.T., col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Declaraciones hechas por el licenciado Vitoria,
comissario por su Magestad…, fs. 16r, 17r-v, 18r-v y 19r respectivamente. La eficacia de todas estas medidas, en el
momento en que el comisario abandonó la escena, debió ser relativa. En 1564, en el contexto de un proceso
por la responsabilidad de los daños producidos por un corrimiento de tierras en Cabanillas, que los navarros
achacan a las filtraciones de la Acequia, la defensa de Tauste rebate esa interpretación con el argumento de
que si agua o remojamiento alguno obiera de ser causa del dicho undimiento y quebrantamiento de la dicha riba, lo obieran
seido las paradas y detençiones de agua que los dichos adversos (los vecinos de Cabanillas y Fustiñana) han hecho este

213 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
Pero el comisario también se ocupa de dar normas para proteger la caja y
los cajeros del paso de caminantes y caballerías y de los rebaños, que decreta no
pueden pacer ni abrevar en la Acequia, eceto en los abrebaderos y endreceras señaladas
al efecto. De mismo modo, establece el régimen para regar con buen orden, filla
enpues filla, respetando los turnos, de suerte que no se pierda agoa. Dispone que los
zabacequias de Tauste cumplan sus funciones -sigan el agoa en las dichas villas
de Fustiñana y Cabanillas y puedan hazer executar las penas que allaren-, sin que
los amenacen ni atemoricen, y contando necesariamente con la colaboración de
los oficiales navarros, lo que da idea de hasta qué punto llegó a degradarse la
situación. Para terminar definitivamente con la manipulación incontrolada de
las compuertas del bocal -abundamos en lo mismo- ordena que se contrate, a
cargo de las tres poblaciones y a voluntad de las mismas, una persona expierta
para hacerse cargo de su gobierno; en su poder quedarán las llaves de las puertas
de la cassa del dicho bocal y todos los aparejos que ay en la dicha cassa para lebantar y
cerrar las puertas del dicho bocal, cuyo manejo, así como el acceso a dicha casa,
queda proscrito a toda persona ajena287. Etc.
De todo este cúmulo de noticias extraordinariamente rico, vamos a destacar
dos por la importancia que tienen para la historia de la construcción. Gracias
también al comisario, tiene lugar, el 20 de abril de 1561, un acto previsto en la
cap. XVI de la concordia de 1552 para el anyo primero que principien a gozar (de
riego) los de Tauste, en la primera crecida de Ebro, pero que, ya fuese por lo defectos
técnicos detectados en 1557 o por las discordias e inestabilidad vividas los años
pasados, todavía no se había celebrado: la grabación de la paradera de los Pozos
de Cabanillas -que ya debe estar rehecha- de la marca que señalaba cuando
los campos de la partida de ese nombre podían recibir riego. Así, el dicho señor
comisario mando a mastre Joan de Landerry, maestro en canteria e que presente estaba,
hiziesse e señalasse en la dicha paradera de los Poços con que crecida de agua havian
de regar sus heredades los de la dicha villa de Cabanillas, el qual, cumpliendo con el
dicho mandato…, hizo cierta señal… d´esta manera: dos dedos mas baxo de la segunda

año passado, las quales lebantan el agua continuamente y estante d´ellas ocho palmos, y d´ellas nueve, d´ellas seis, como son
la parada que ha havido este año entre la almenarilla de encima de Cabanillas y la dicha riba contenciossa, y la parada del
Cabeçuelo, y la de la Muga, y la de la Peña, y la del Spartal y otras muchas paradas que en los terminos del un lugar y del
otro estan hechas con piedra y tierra y rama, fixas y continuas, no las podiendo hazer, por las capitulas y sentençias, sino con
tabla y manta y, acabado de regar, quitarla[s], y assi essa fuera causa muy prinçipal y evidente, A.M.T., Protocolo notarial
de Nicolás Pérez del Calvo, vecino de Tudela, 1565, p. 67.
287 A.S.R.C.T., col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Declaraciones hechas por el licenciado Vitoria,
comissario por su Magestad…, fs. 16v-17r, 18r-v y 22r-v.

Juan José 214


Morales Gómez
filada del cuchillo o puntera de medio de la dicha paradera, de la parte de baxo hazia
Cabanillas, en la pared hazia el monte, a donde se hizieron quatro agujeros en la dicha
piedra con un pico de yerro288.
El hecho, por lo que comporta, es de gran trascendencia y se realiza, aunque
bajo la tutela del comisario, en presencia y con la aquiescencia de representantes
de todas las partes involucradas289. Tiene un componente utilitario y positivo
muy cierto, por supuesto, pero también un relevante contenido simbólico, pues
significa, implícitamente, la inauguración de las funciones de la Acequia de
forma reglada; en cierto modo, el reconocimiento oficial -por fin- de su puesta
en marcha. A este respecto, conviene llamar la atención sobre el ejecutor directo
de la marca, Juan de Landerri, maestro de canteria, alguien que, considerando la
gravedad de la ocasión, en una época tan obsesionada por la procedencia y las
formalidades como es el Antiguo Régimen, no puede ser un operario vulgar.
Con toda probabilidad se trata de uno de los responsables técnicos de la obra,
tal vez el de máximo nivel, un tema sobre el que, más allá de conjeturas, no
sabíamos hasta ahora absolutamente nada.
Es perfectamente posible. Juan de Landerri -o de Landerrain, a veces290-
es el nombre de dos alarifes, padre e hijo, que sobresalieron en el panorama

288 Ibid., f. 24r-v.


289 Los onorables Miguel Sancho de Ayerbe y Miguel de Ayerbe, mayor de dias, Christobal de Artieda, procuradores de la villa
de Tauste, Joan Mays, Jheronimo Cabero, procuradores de la villa de Fustiñana, y Pedro Verges, procurador de la villa de
Cabanillas, y Pedro Milagro, alcalde al presente en la dicha villa de Cabanillas, y en lugar del señor de Canduero para el
dicho efecto fue nombrado a Christobal de Artieda por el dicho comisario, a boluntad de todos los dichos procuradores, por
quanto el dicho señor de Canduero estaba ausente d´este Reyno y no podia benir al presente a entender en el dicho negocio
y por ebitar costas, y Joan de Aybar, teniente de alcalde de la villa de Fustiñana, por Pedro Nabarro, mayor, todos juntos,
unanimes y conformes y presentes en la dicha endreçera, a una con el dicho comisario… Ibid., f. 24r-v. De todo este listado,
destaquemos a uno de los apoderados de Tauste, Cristóbal de Artieda, que ha seguido muy de cerca el desarrollo
de los acontecimientos y, probablemente, sea uno de los padres del proyecto: además de en esta ocasión, ha
representado a Tauste en el otorgamiento de las concordias de 1552 y 1557 e incluso comparecido en 1559 ante
el concejo de Cabanillas, en calidad de jurado de la aragonesa, en la fallida tentativa de presentación de los
zabacequias taustanos. Véanse las referencias supra. Es más, su relación de complicidad con otro de los grandes
implicados, el señor de Canduero -vid. nota 257-, es pública y notoria, como queda patente en el antedicho acto
de 1561. Los Pérez de Artieda son una destacada familia de notables locales en los siglos XVI y XVII, PALLARÉS
JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “Intervención de la monarquía en los asuntos municipales…”, óp. cit., nota 70.
290 A no confundir con otra estirpe coetánea de canteros, también apellidada Landerrain, arraigada en el vecino
pueblo de Los Arcos (Navarra) a partir de 1561, cf. PASTOR ABÁIGAR, Víctor, “Fábrica parroquial de Santa
María de Los Arcos. Vicisitudes histórico-arquitectónicas de sus dependencias”, Príncipe de Viana 193 (1991),
pp. 15-52. Pertenecen a ella algunos de los profesionales de la construcción más renombrados por entonces
en el reino de Navarra, cf. ECHEVERRÍA GOÑI, Pedro Luis, y FERNÁNDEZ GRACIA, Ricardo, “Arquitectura”,
en FERNÁNDEZ GRACIA, Ricardo, et alii, El Arte del Renacimiento en Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra,
2005, pp. 75-184. Cabe sin embargo reprochar a estos autores la atribución de obras a los Landerrain navarros
que en realidad se deben a sus homónimos aragoneses, cf. ibid., p. 118.

215 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
de la arquitectura aragonesa del siglo XVI como dos artífices especialmente
competentes y afamados. El padre, natural de Rexil (Guipúzcoa), desarrolla su
carrera en el segundo tercio de la centuria. Tras residir un tiempo en Zaragoza,
se traslada a las Cinco Villas hacia mediados de siglo, donde lleva adelante
sus obras documentadas más importantes. En 1550 contrata la erección del
magnífico claustro de la iglesia parroquial de Santa María de Uncastillo. Más
tarde trabaja en el del convento de las benedictinas de Jaca. Y desde 1554, año
en que sabemos que está avecinado en Sádaba, dirige la ampliación y reforma
del templo de San Martín de Uncastillo, que todavía le mantiene ocupado
en diciembre de 1557, momento en que se declara morador de esta última
localidad.
Juan de Landerri, el joven, cuya figura se confunde con la de su padre al
principio de su trayectoria, no es un profesional menos destacable. Nacido hacia
1531, mantiene la vinculación con las Cinco Villas heredada de su progenitor,
apareciendo a lo largo de su vida en diferentes ocasiones como vecino de
Sádaba y Uncastillo. Trabaja en diversos templos y edificios religiosos, como era
casi inevitable en su época, y es el responsable de la factura de la esplendida
casa consistorial de Uncastillo, que data de 1568. Pero concentra el grueso
de su actividad en obras de ingeniería, sobre todo hidráulica, lo que resulta
especialmente interesante para nosotros. En esta especialidad interviene, junto
con otros maestros, en proyectos tan importantes como la fábrica del puente
sobre el río Huerva, junto a la zaragozana Puerta Quemada (1575), la del de
Burbáguena, en el Jiloca (1576), también la del puente de Monzón, sobre el
Cinca (1577), y la de otro que pasaba el Gállego, en el término de Zaragoza
(1578), la remoción del camino de Zaragoza a Fuentes de Ebro (1578) y la
construcción de la estanca de Castiliscar (1580)291.
Además, se da la circunstancia de que en la biografía de estos dos técnicos
existía hasta hoy un vacío entre 1557-1566 que la noticia antes expuesta
permite empezar a llenar. Seguramente no se trataría del hijo, que en 1561
tendría unos treinta años, una edad, en principio, demasiado temprana para
que le fuese adjudicada una contrata de enjundia. Juan de Landerri, mayor, un

291 Una semblanza de estos dos personajes, junto con la relación detallada de las referencias documentales
que hasta ahora se tenía de ellos, en MARTÍNEZ VERÓN, Jesús, Arquitectos de Aragón. Diccionario histórico,
Zaragoza, I.F.C., 2000-2001, voces correspondientes. Para los negocios hidráulicos, véase, más específicamente,
BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino, óp. cit., vol. II, pp. 609-615.

Juan José 216


Morales Gómez
profesional maduro y con prestigio, es el candidato más idóneo. No obstante,
desconociéndolo todo acerca de la entidad de las obras que se estaban llevando
a cabo entonces, lo más prudente es no dar nada por sentado. Sí en cambio
parece seguro que la participación de Landerri, fuese padre o hijo, tuvo lugar
con posterioridad al arranque de la Acequia en 1553. La juventud del uno y la
arduas ocupaciones del mayor hasta, como mínimo, 1557 así lo sugieren.
Entre los dos tramos temporales de las declaraciones del licenciado Victoria
que tenemos documentados -abril de 1561 y a partir de fines de octubre de
1562- se verifica un hecho de entidad: en algún momento a lo largo de este
lapso Tauste pone la Acequia en manos de Pedro Gómez de Peralta, un
infanzón vecino de Tudela. Si en 1561 no se le nombra ni una sola vez, en
los apuntes de 1562 aparece de forma sistemática como procurador de Tauste
y responsable plenipotenciario de sus derechos y obligaciones292. No es para
menos pues, sobre el papel, ha comprado la Acequia. El 3 de enero de 1563
este personaje comparece ante el comisario y le solicita que, sin enbargo que de
ante tenia presentada ante el dicho comisario su titulo de compra y venta, cession hecha
en su favor por los dichos de Tauste sobre la dicha cequia y todas sus pertinencias anexas y
conexas a ella, presento su pedido le admitiesse, en nombre propio y como señor de la dicha
cequia, en todos los hussos y probechos que d´ella tenian y habian los dichos de Tauste, y no
en mas ni allende, antes que fuesse hecha la dicha benta y cesion en favor del dicho Pedro
Gomez293. Habida cuenta que de este cambio de titularidad no queda el menor
rastro a los pocos años -ya en la década de 1570-, es evidente que no se trata
más que de un acto formal, una garantía del verdadero trato al que ha llegado
con el concejo de Tauste. No tengo noticia de su contenido exacto, pero cabe
conjeturarlo con razonable verosimilitud.
Ya hemos comentado en diferentes ocasiones que, históricamente, la
inversión necesaria para la construcción o remoción de infraestructuras
hidráulicas a nivel municipal o intermunicipal era excepcionalmente alta, un
autentico handicap no siempre al alcance de las haciendas de los interesados. De
ahí que en ocasiones resultase inevitable recurrir a los servicios de un inversor
o promotor capaz de allegar los capitales necesarios a cambio de hacerse con la

292 La frase Tauste o en su nombre Pedro Gomez de Peralta se repite una y otra vez.
293 A.S.R.C.T., col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Declaraciones hechas por el licenciado Vitoria,
comissario por su Magestad…, fs. 15v-16r. El comisario admite la presentación pero no se compromete: le devuelve
la escritura y se inhibe, evacuando al Consejo Real de Navarra la deliberacion y declaracion sobre si el dicho Pedro
Gomez debe ser admitido por tal, en virtud de su dicho titulo.

217 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
gestión directa de las instalaciones, lo que llevaba aparejada la obtención de sus
márgenes de explotación, los cuales normalmente se incrementaban ex profeso
para la ocasión. Este modelo, que surge en fechas tempranas, perdurará hasta
fines del Antiguo Régimen. En la Alta Edad Media era un ámbito dominado
por las Órdenes Militares, como veíamos al principio de estas páginas, pero
a partir del ocaso medieval la primacía va a pasar a capitalistas y empresarios
de extracción burguesa, a tono con la evolución general de la estructura
socioeconómica.
Para el siglo XVI aragonés contamos con un espléndido ejemplo de este tipo
de convenios: en 1577 los vecinos de Pina de Ebro, que han sufrido importantes
pérdidas en las cosechas en los últimos años a causa del mal servicio del azud
con el que riegan su huerta, que está demasiado alto, careciendo de aquella
inteligencia que conviene al caso -y seguramente tampoco de los medios precisos-,
optan por arrendar a perpetuidad la administración de su red hidráulica a
Martín Ruiz de Moros, infanzón domiciliado en Alcañiz, al que se comprometen
a pagar una crecida alfarda, cuatro reales por cada cahizada de tierra; a cambio
el arrendatario deberá impulsar las obras y reparaciones necesarias para
satisfacer la única condición que se le impone: darnos… agua bastante y continua
todo el año, perpetuamente, para regar dichas heredades de la guerta que agora estan en
labor y las que rocaremos de aqui adelante en los sotos del dicho lugar… y assi mesmo el
campo de Concejo del mesmo lugar294.
El contrato de Tauste con Pedro Gómez de Peralta debió de ser algo
parecido, aunque en esta ocasión se recurrió a la figura de la enajenación,
impuesta seguramente por el tomador para dar más seguridad a una operación
que debía comprometerle jurídica y pecuniariamente de forma importante; un
expediente que, en aquel tiempo, no era inusual. El pacto debió de formalizarse
a fines de primavera o principios de verano de 1561 pues para la escombra de
ese ejercicio, que de acuerdo con la concordia de 1552, debía comenzar el día
de Santiago (25 de julio), estaba ya vigente: el 3 de noviembre de 1562 Pedro
Gómez reclama al licenciado Victoria haver linpiado al año de sesenta y uno en la
cequia, a su costa, en los terminos de la dicha villa de Fustiñana, d´ende el molino que al
presente muele hasta el partidero de la puente de la Serna, algo que no le correspondía
-al menos por entero- y de lo que solicita la compensación apropiada295. A partir

294 SAN VICENTE PINO, Ángel, óp. cit., doc. 51, pp. 429-434.
295 A.S.R.C.T., col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, Declaraciones hechas por el licenciado Vitoria,
comissario por su Majestad…, fs. 2v-3r. El comisario ordenará medir el tramo resultando 1.650 varas, algo menos
de 1.300 ms.

Juan José 218


Morales Gómez
de ese momento el tudelano asume los compromisos de Tauste en relación
a la Acequia en su totalidad. En esta calidad aparece en las declaraciones del
comisario de 1562 y 1563 en relación a las obras y entretenimientos, tanto
ordinarios como extraordinarios, que hemos repasado anteriormente. Pero,
obviamente, el núcleo principal de su compromiso era otro de mayor calado. El
cuadernillo de las declaraciones lo identifica perfectamente como ya realizado
en los últimos meses de 1562: el aondamiento de la Acequia, que ha debido de
ser muy importante, pues ha implicado el derribo de algunos anejos, como el de
cierto juchidero o abrevadero en Fustiñana296, y obligado al comisario a estudiar
la posibilidad de bajar la antedicha señal de la parada de los Pozos a una cota
inferior297.
Otra fuente que nos informa de este acontecimiento es la causa compromisal
que se instruye en los dos últimos meses de 1564 a causa del hundimiento de
cierta riba, cerca de Cabanillas, que ha provocado desperfectos en una casa y
tres corrales situados sobre ella, propiedad de vecinos del lugar, y ha cegado
parcialmente la Acequia 298. Los navarros imputan este desplome al reciente
agrandamiento del curso -aquí se habla tanto de profundización como de
ensanchamiento-, que ha socavado el pie de las peñas en que se apoyaba dicha
riba299. En consecuencia, invocando el cap. XXIIII de la concordia de 1552, que
preveía precisamente este tipo de incidentes, revindican que la aragonesa corra
con todos los gastos del desescombro subsiguiente, la fortificación del cauce

296 Por el que ese concejo reclama a Tauste los 15 reales empleados en su restauración en un pase de cuentas que
tuvo lugar a fines de 1562, ibid., f. 15r.
297 Aunque no llega a tomar la decisión. El 18 de diciembre de 1562, atendido que la dicha villa de Tauste, o en su
nombre el dicho Pero Gomez de Peralta, an aondado la dicha cequia, el dicho señor comisario mando que la parada de los
Poços del termino de la villa de Cabanillas por agora, quede assi, e si los dichos de Cabanillas no pudiesen regar [e] agoar
dando a la señal que por el dicho señor comisario esta mandado hazer y hecha en los tiempos y crecidas que ellos acostumbran
regar y suele subir la dicha agoa hasta la dicha señal, que en tal caso, se aya de baxar la señal un palma mas abaxo en la
dicha paradera, ibid., f. 8v.
298 El original en A.M.T., Protocolo notarial de Nicolás Pérez del Calvo, vecino de Tudela, 1565, pp. 46-110. El
Archivo del Sindicato custodia una copia de 1847 certificada, como siempre, por Francisco de Paula Anchorena,
en caja 197, sin signatura, Azequia nueba. Tudela. Navarra. Año 1565, 5 y 6. Causa compromisal y sentencia arbitraria
entre las villas de Tauste, en Aragon, Fustiñana y Cavanillas… (en el dorso), s.f. Según BLÁZQUEZ HERRERO,
Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino, óp. cit., vol. I, p. 338, pervive en estos mismos archivos otro proceso
coetáneo por la misma razón, pero entre Tauste y Buñuel. No lo he encontrado por ninguna parte. Pienso que
debe ser un error y tratarse de este mismo.
299 La acción de las acequias, combinada con la del propio río, debían hacer este tipo de sucesos relativamente
corriente en la llanura fluvial del Ebro. En el propio proceso se recuerda el desplazamiento muchos años ha,
mas hazia Tudela, (de) otro pedaço de riba, y el más reciente, de hace un par de años, de la riba del Congosto de
Fustiñana, que huyo por falta de pie y por remojamiento de agua, que se escorrio y huyo mas de cinquenta passos hasta
internarse en el Ebro, A.M.T., loc. cit., pp. 66 y 93.

219 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
en este punto y el pago de las procedentes indemnizaciones. Pedro Gómez de
Peralta, que como no podía ser de otro modo, representa a Tauste en la causa,
declina toda responsabilidad. Desde su punto de vista, el derrumbe ha sido un
fenómeno natural, agravado en todo caso por las malas prácticas de los propios
vecinos de Cabanillas, que -según él- levantan paradas de forma incontrolada,
hacen estercoleros cerca de la regadera y guían la evacuación de pluviales de su
caserío de la peor forma posible, favoreciendo la propagación de humedades
en detrimento de la preservación de la Acequia300.
En el proceso testifican personas que han tenido conocimiento muy directo
de la ampliación, como por ejemplo Pedro de Aibar, que es el casero de Belver,
o Francisco Laporta, labrador de 34 años, vecino de Biel, pero de presente abitante
en el bocal de la Cequia Inperial de su Magestad, el cual de siete años a esta parte, a
andado y passado por el lugar de los hechos muchas y dibersas vezes. Algunas incluso
participaron en la obra, como Pedro Vetalla, un cantero de unos cuarenta años
de edad natural de Toulouse -Tolosa, que es en Francia-, Domingo de Alço, otro
cantero de más de sesenta años, y el fustero cincuentón Martín Catalán, los tres
residentes en Tudela301. Sus declaraciones son prácticamente unánimes en
señalar que dichas obras tuvieron lugar hace unos tres años, coincidiendo con
los artículos de la defensa de Pedro Gómez, que precisan que la Acequia se labro
el año de sesenta y uno302. También ofrecen indicaciones estimativas de su entidad:
según el casero de Belver supuso una profundización, al menos en la zona de la
riba contenciosa, de asta una rudilla de pierna de honbre de hondo; de forma acorde,
Francisco Laporta habla de dos palmos, poco mas o menos303. Considerando que en

300 La sentencia, promulgada el 30 de diciembre de 1564, se inclinará por la tesis de Tauste y decretará que las
expensas se cubran entre las tres villas en los porcentajes acostumbrados, ibid., pp. 105-106. Los árbitros que la
emiten son los licenciados Victoria -que ya conocemos- y Corella, ambos vecinos de Tudela.
301 Son personajes oscuros cuyo papel debió reducirse al de simples oficiales subordinados. De Pedro Vetalla
no he podido localizar ninguna noticia adicional. Tampoco de Domingo de Alço, aunque sí de un posible
descendiente suyo homónimo, vecino de Cabanillas y también cantero, que en 1589 fiscaliza la fábrica del
hospital de Nª Señora de Gracia de Tudela y en 1591 es contratado para realizar ciertos trabajos en el monasterio
de la Oliva, TARIFA CASTILLA, Mª Josefa, óp. cit., pp. 58, 150, 320 y 441. Sí en cambio he podido documentar
al fustero ocupado en la carpintería y ensamblaje -que no la talla- de ciertos retablos de Tudela y Fustiñana en
las décadas de 1540 y 1560, CRIADO MAINAR, Jesús Fermín, “Relaciones entre la Ribera de Navarra y Aragón
durante la época del Renacimiento”, Cuadernos de la Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro 3 (2008), Presencia e
influencias exteriores en el arte navarro, p. 225, y, del mismo, Las artes plásticas del Segundo Renacimiento en Aragón.
Pintura y escultura, 1540-1580, Centro de Estudios Turiasonenses, Tarazona, 1996, pp. 282 y 479. Martín Catalán
manifiesta en el proceso que, durante las últimas obras de la Acequia, intervino en la construcción de la parada
del Espartal, por mandado del dicho Pedro Gomez; recuerda que tenía ocho o nuebe palmos de alto (p. 94).
302 A.M.T., loc. cit., p. 66.
303 Ibid., pp. 78 y 80.

Juan José 220


Morales Gómez
este tramo de la cárcava las paradas más altas -ya terminadas las obras- son de
ocho o nueve palmos304, lo que indica que la cota total de la Acequia no debe
ser mucho mayor, podemos calcular, grosso modo, que la iniciativa promovida
por Pedro Gómez ha supuesto, solo por este concepto, un aumento de las
posibilidades de captación potencial, como mínimo, en un 25 %305. En conjunto
sería bastante más, pues a lo anterior habría que sumarle el incremento por el
ensanchamiento de los márgenes, que no tenemos forma de cuantificar.
El litigio, del mismo modo, nos confirma que la obra respondía única y
exclusivamente a los intereses de Tauste y que, al respecto, la inhibición de
Cabanillas y Fustiñana fue completa306. Finalmente, nos acredita un detalle,
por desacostumbrado, muy interesante. La defensa de Pedro Gómez, para
demostrar sus tesis, echa mano de todo tipo de elaborados razonamientos.
Uno de ellos parte del hecho de que la Acequia, en el pasado, circulaba a un
nivel tan bajo o más que el actual con lo que, en buena lógica, la avalancha, de
obedecer a la acción del caz, tendría que haber sucedido mucho tiempo atrás y,
si no lo había hecho entonces, es que la sangradera no había tenido nada que
ver con la del día. Y para demostrarlo saca a colación que durante los recientes
trabajos salieron a la luz, en el fondo de la angostura, antiguas construcciones
hidráulicas soterradas y otras señales de un cauce más profundo, algo que es
corroborado por dos de los testigos que participaron en las obras307. Podrían ser
restos de la Acequia del Cuatrocientos. Es factible, incluso, que de la anterior y

304 Era la altura de la del Espartal, en Fustiñana, y la de otras en dicho término y en el de Cabanillas, vid. notas 285
y 301.
305 ¿A sumar a las 8 muelas en que se calculaba el caudal máximo en la concordia de 1552? Probablemente no lo
sabremos nunca de forma segura.
306 Dice el procurador de los navarros: los dichos de Cavanillas y Fustiñana no son tenidos ha los dichos ensanches y
afondamientos, ni han tenido ni tienen necessidad d´ellos, ni de que se hiziesse el de la dicha cequia… y aquello hizieron los
de Tauste por su provecho, A.M.T., loc. cit., p. 70.
307 En sus propias palabras: porque clara y manifiestamente se ha visto en la dicha cequia, por los que la ahondaron y por los
edificios que en ella se hallaron, haver estado mas honda la dicha cequia d´ende el bocal d´ella hasta Cabanillas y d´ende
alli hasta el Congostillo, en el termino de Fostiñana, como consta por un partidero de aguas que se hallo en derecho de la
viña de Belber, con sus regatas y cuchillos para poner tajaderas, y assi bien por la çequia que venia abierta por las Peñas,
d´ende debaxo de los Poços hasta junto a la dicha riba contençiosa que, aunque no venia tan ancha, venia tan honda y
mas que no ahora. Más adelante, añade que se encontraron en el término de Fustiñana, de forma similar, otros
edificios de repartimientos de agua con regatas para tajaderas sumidos debaxo del suelo de la çequia, despues de hecho todo el
ahondamiento de la cequia ultimo… en special, se hallo el dicho edifficio a sesenta passos, poco mas o menos, de la paradera
del Spartal. Ibid., pp. 65-66 y 67-68. Los testigos que ratifican estos extremos son Martín Catalán y Domingo de
Alço, en ibid., pp. 93 y 95-96.

221 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
hasta más probable, a tenor del abandono que se insinúa308. De cualquier modo,
queda patente que el recorrido de la Acequia debió de variar muy poco con el
correr de los siglos, remitiéndonos a la particular persistencia y perdurabilidad
de los itinerarios hidráulicos tradicionales, algo de lo que ya hemos tropezado
con otras evidencias anteriormente: el bocal siempre entre Mosquera y el
Congosto de Cabanillas, cerca de Belver, desde los orígenes más remotos, la
asunción poco menos que íntegra del trazado de la Acequia de Cabanillas y
Fustiñana en el de la taustana, denunciado en 1557 como un incumplimiento
de lo convenido en 1552…
Pero volviendo a la expansión de la conducción ¿Qué poderosa razón
empujó a la villa de Tauste a considerar tan apremiante la necesidad de
acrecentar el suministro de agua como para recurrir al concurso de este
emprendedor tudelano, que no cobraría baratos sus servicios? ¿La cortedad de
lo que ya recibía a causa de las, desgraciadamente, habituales lacras técnicas?
¿La ambición de dilatar el perímetro regado? Podría ser. Pero dentro de todas
las posibles causas justificativas de un alza de la demanda de agua para estos
años solamente contamos con indicios ciertos de una, aunque es imposible
de momento aquilatar cual fue su influencia en la gestación del proceso,
ni siquiera si fue realmente causa o más bien consecuencia sobrevenida del
mismo: la instalación en Tauste de un molino de regolfo.
Dentro de las construcciones históricas que subsisten hoy en día en el
entorno del Canal de Tauste, una de las más impresionantes es el edificio
del antiguo molino de Tauste, propiedad en la actualidad del Sindicato de
Riegos. Se encuentra a poca distancia de la localidad, en la margen izquierda
del Arba, junto a la carretera Tauste-Pradilla (véase Mapa 2). Aunque muy
modificado posteriormente, Blázquez y Pallaruelo, a partir del análisis de
su estructura y elementos, están seguros de que en origen fue de regolfo y
que fue erigido durante el periodo renacentista, hacia la misma época que la
Acequia de Tauste309.

308 La ruina de la Acequia de Tauste a fines del siglo XV no debió afectar al funcionamiento del tramo de
Cabanillas y Fustiñana, y si lo hizo fue transitoriamente. El colapso del azud de la primera Acequia de Cabanillas
y Fustiñana en torno al 1400 -o antes- sí implicó en cambio una inhabilitación prolongada del sistema, como
mínimo de cuarenta o cincuenta años, hasta la toma del testigo por Tauste a mediados de la centuria, vid. supra.
309 BLÁZQUEZ HERRERO, Carlos, y PALLARUELO CAMPO, Severino, óp. cit., vol. I, pp. 298-299.

Juan José 222


Morales Gómez
El molino de regolfo es una invención técnica que surge, justamente,
a mediados del siglo XVI y posiblemente en Aragón, donde su difusión
fue rapidísima. En los veinte años siguientes a 1555 sabemos seguro que se
obraron ejemplares en Pina, Huerto -sobre el Alcanadre-, Daroca, Zaragoza y
Calatayud y, ya entrando en el terreno de las probabilidades, en otros lugares,
entre los que se cuenta Tauste. Sus principales ventajas, con respecto a los
mecanismos de molturación preexistentes, eran que permitían aprovechar
pequeños desniveles totalmente inviables con los tipos tradicionales, lo que
les hacía especialmente apropiados para las rasas llanadas de la Depresión
del Ebro, y su gran productividad, que podía multiplicar, llegado el caso,
varias decenas de veces la de los sistemas anteriores. Sus inconvenientes: que
su construcción exigía una inversión importante y que requerían grandes
caudales310, lo que nos conecta con el aondamiento taustano de 1561. Además, el
molino de Tauste está situado lejos de la bocana de la Acequia, a más de 35 kms.,
lo que induce a potenciar la extracción de aforos, so pena de que el caudal, tras
las pérdidas por capilaridad en un trayecto tan largo y los sucesivos sangrados
de los brazales tributarios, no sea suficiente para accionar los rodeznos salvo,
acaso, durante los periodos de grandes crecidas, que tal vez es lo que sucediese
con anterioridad a 1561.
La intervención de Pedro Gómez de Peralta dejó positivamente cabos
sueltos. Era imposible no hacerlo en una obra tan compleja como ésta, sujeta
además a circunstancias cambiantes, el azar de los caprichos del río y los
barrancos, el clima y la erosión, cuando no los desasosiegos de los hombres.
Pero, ciñéndonos a lo esencial, podemos afirmar que, tras ella, la Acequia de
Tauste había adquirido, para mucho tiempo, su fisonomía definitiva.

310 Los costes del de Daroca, erigido entre 1564 y 1566, fueron calculados en un memorial de 1577 entre 140.000
y 160.000 ss. j., tal vez con cierta exageración. Solamente los gastos iniciales del encargado por el concejo de
Zaragoza, que fue realizado entre 1566 y 1570, se elevaron a más de 106.000 ss. j. Para todo lo relacionado
con los molinos aragoneses de regolfo del Quinientos véase ibid., pp. 249-307. Para el de Daroca vid. más
específicamente MATEOS ROYO, José Antonio, “Política municipal y desarrollo tecnológico en el Aragón del
siglo XVI: el Molino Nuevo de Daroca”, Llull 42 (1998), pp. 701-724.

223 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
Esta es la historia de los orígenes del Canal de Tauste hasta donde dan
de sí las fuentes disponibles. Hemos echado mano a materiales muy diversos
para armarla, incluso algunos no fiables del todo, lo que nos ha obligado a
autenticas disecciones para tratar de averiguar lo que había de verdad en
ellos. Aun así, a nadie se le debe escapar que el relato tiene lagunas y que, en
ocasiones, su urdimbre está meramente sujeta con deslavazados hilvanes. Con
todo, es más que suficiente para dar testimonio de la pugna secular y titánica de
unas comunidades ribereñas del Ebro, que pueden pasar por representativas,
por conseguir el acceso al agua y del ardor de esa lucha. Los desmesurados
sacrificios que implicó, las rudas pasiones que desató, las divisiones y rencores
que generó, los inmisericordes oportunismos que inspiró, la superación de los
obstáculos que se sucedían… Todo se justificaba y todo se soportó, sin desmayo,
una generación tras otra, desde la más porfiada obstinación, denotando la
importancia de lo que había en juego.
Para terminar, una frase de Joaquín Costa que, aunque está dedicada a
Tauste, pienso que bien puede aplicarse, de un modo u otro, a todos los actores
que intervinieron en esta gran obra hidráulica histórica: la ejecución del Canal
acredita a esta villa de heróica en el más alto grado y es un ejemplo de virilidad y fortaleza
que la generación presente haría bien en emular311.

311 COSTA, Joaquín, Política hidráulica (misión social de los riegos en España), Madrid, Biblioteca J. Costa Martínez,
1911 (uso la reed. de Madrid, Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, 1975), p. 139.

Juan José 224


Morales Gómez
Apéndice documental

1
1458, mayo, 23. Zaragoza.
Juan II, rey de Navarra, como lugarteniente del rey de Aragón, encomienda a Juan de Sada, habitante
de Tauste, la terminación de la acequia de Tauste dotándolo de los poderes correspondientes.
A.C.A., Cancillería, Registro 3317, f. 103r-v.

/103r/ Ville Thausti super reparanda çequia.


Don Johan etc., al amado nuestro Johan de Sada, habitant en la villa
de Tahust. Salut e dilection.
Porque somos informados que´l no dar perfection a la çequia
nuevament construyda por los hombres de la dita villa de Thaust, no
sin grandes trabaios e despesas de la dicha villa, officiales e singulares
de aquella, es dar occasion a la destruction, depopulation e irreparable
danyo de la dicha villa e hombres de aquella, assi como dar perfection e
acabamiento a la dicha cequia, haviendo consideracion a los fines e efectos
por los quales se faze, es grant servicio del senyor rey e dar grandissima causa
e avinenteza no solament a la conservacion de la dicha villa, mas encara
en fazerla augmentar en vezinos e pobladores en assaz grant numero e
encreçer los drechos e regalias que´l senyor rey ha e debe haver en aquella,
a lo qual dan turbacion e storbo algunos singulares de la villa susodicha
movidos por algunas proprias passiones, interesses e malos zelos, /103v/ lo
que, como dicho es, grantment redunda en deservicio del dicho senyor rey
e danyo de la dicha villa e hombres de aquella, nos, por aquesto, querientes
obviar a tanto inconvenient e danyo, por respecto del servicio del senyor
rey e beneficio de la dicha su villa, confiantes de la fe, lealdat e prohombria
de vos, dicho Johan de Sada, vos dezimos, acomandamos e mandamos
scientment e expressa que fagades acabar la dicha cequia compelliendo
ad aquello fazer a todos los officiales e hombres, concello e universidat de
la dicha villa e singulares de aquella por mandamientos simples e penales
e en otra manera segunt visto vos sera, e si alguno o algunos ni havra

225 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
contradictores, aquellos tales forçedes e compellezcades a contribuyr e
pagar en l´acabament e perfection de la dicha cequia e puentes de aquella
por exaction e exequcion de la dichas penas e encara por captiones de
personas e por todos los otros remedios e compulsiones que vistas vos seran,
por forma que el agua de Ebro passe sobre la Arba e riegue los terminos
de la dicha villa, car nos en e sobre todas e cada unas cosas sobredichas e
infrascriptas, con las incidientes, dependientes e emergientes de aquellas e
ad aquellas annexas e connexas en qualquiere manera, vos acomandamos
el poder e vezes del dicho senyor rey e nuestro plenament con la present,
por la qual mandamos a los justicia, jurados e otros officiales, conçello e
hombres buenos de la dicha villa de Tahust e a cada uno d´ellos, dius pena
de mil florines, que en las sobreditas cosas obedezcan a vos, dicho Johan
de Sada, e a vuestros mandamientos e aquellos cumplan e exsigan como
los del senyor rey e nuestros, e no res menos vos den en la execution de las
dichas cosas el concello, favor e ayuda que menester huvieredes e por vos
les sera demandado, cada e quando por vos o por parte vuestra aquellos o
alguno o algunos d´ellos requeridos ne seran.
Dada en Caragoça a vint e tres dias de mayo en el anyo de la Natividat
de nuestro Senyor mil CCCC LVIII. El rey Juan.

Juan José 226


Morales Gómez
2
1474, junio, 21. Barcelona.
Juan II, rey de Aragón y de Navarra, concede a perpetuidad el azud realizado en el Ebro por la villa
de Tauste, situado entre la partida de la Mosquera del término de Tudela y el barranco del Congosto,
a Pierres de Peralta, condestable de Navarra y conde de San Esteban, para que pueda regar las
posesiones de su casa de Belver.
A.S.R.C.T., col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura. Copia simple de mediados del siglo
XIX firmada por Francisco Sepulveda como interventor, a partir a su vez de otra copia. Un bifolio.
Sello de tinta del Distrito de Zaragoza. Caminos, Canales y Puentes (más otro posterior de Tauste.
Sindicato de Riegos del Canal)312.
Publ.: PALLARÉS JIMÉNEZ, Miguel Ángel, “Intervención de la monarquía en los asuntos
municipales…”, óp. cit., doc. 3 (con algunas diferencias de transcripción).

Don Johan, por la gracia de Dios, rei de Aragon e de Navarra, de


Sicilia, de Vallencia, de Mallorquas, de Cerdenya, de Corcega, conde
Barcelona, duque de Athenas e de Neopatria i, encara, conde de Rosellon
i de Cerdanya, a cuantos las presentes letras nuestras veran et oiran, salut.
Digna cosa arbitramos, que la dignidat real sea libera e pronta a
facer gracias e mercedes ad aquellos que meritos de v[ir]tudes adornan,
mayormente que por servicio de su rei e senor, con pronto animo, ponen
personas e bienes a todo p[er]iglo e arrisque, e nos, conociendo e avyendo
en memoria los muy luengos, continuos e agradables servicios e grandes
trabajos que con sincera boluntad el egregio noble, magnifico, fiel e bien
amado nuestro mossen Pierres de Peralta, condestable de Navarra, conde
de Sant Esteban, a fecho e face de cada dia e no menos co[n]ffiamos en
adelante fara, queriendole los servicios tan grandes en alguna manera

312 La mención de autoridad es, textualmente: al folio 417 del copiador de reales ordenes -de la Administración del Canal
Imperial de Aragón- se halla escrito el siguiente: real privilegio concedido por don Juan de Aragon i Navarra en 1474 al
condestable mosen Pierres de Peralta, haciendole merced del azud i presa de Tauste, original que existe en el archivo de don
Francisco Arnedo i Antillon: legajo 33, letra Nu, numero 18. Francisco Arnedo y Antillón era desde 1806 propietario
de la casa de Belver, por compra a los Duques de Granada, YANGUAS Y MIRANDA, José, óp. cit., p. 72.
La copia que manejamos no es de muy buena calidad, aunque esto probablemente no sea achacable tanto
al autor del presente documento, como al responsable de la transcripción incluida en el copiador de reales
ordenes. El contenido general es reconocible, pero se perciben fácilmente deficiencias: falta de desarrollo de
determinadas abreviaturas, malas lecturas e incluso, en ocasiones, omisiones. No obstante, para facilitar la
legibilidad y no perdernos en un mar en conjeturas, señalaremos solamente los defectos -y las propuestas de
lectura correspondiente- más importantes y/o evidentes.
No tengo noticia de que este copiador se conserve actualmente en el Archivo del Canal Imperial. Debió perderse
a fines del siglo XIX o comienzos del XX. FERNANDEZ MARCO, Juan Ignacio, óp. cit., p. 84, en nota, menciona
ciertas notas inéditas de Andrés Giménez Soler (1869-1938) que lamentaban la desaparición de ciertos tomos
de ese Archivo donde se copiaron los privilegios hidráulicos de Zaragoza. A fines del siglo XVIII la prolongación
de lo que hoy es la Acequia Real del Turia suscitó tantas dificultades (tumultos, destrucción de obras, pero,
sobre todo, un sinfín de pleitos) que Casamayor, Juez especial de la misma, secuestró todo el Archivo de la
Acequia, hoy totalmente ilocalizable, GUAL CAMARENA, Miguel, óp. cit., p. 76. Una curiosa coincidencia.

227 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
remunerar, agradezer, dar galardon e premio d´ellos, a fin que en adelante
aya mejor voluntad e otros tomen ejemplo e se animen e esfuerzen a bien
serbir, por los respe[c]tos susodichos e otras evidentes e claras cosas que
por servicio nuestro face e a fecho, con e por thenor de las presentes, de
nuestra cierta sciencia e auctoridat real, a dicho mosen Pierres de Peralta,
condestable, avemos fecho, otorgado e dado, facemos, otorgamos e damos,
gracia e merced perpetua, p[ar]a´gora e p[a}ra siempre ja/mas, p[ar]a
sus fijos legitimos herederos e p[ar]a los legitimos decendientes o causa
ovientes d´el o d´ellos, en la mejor forma e manera que a utilidat, seguridat
e probecho d´el o d´ellos, por drecho o fecho, se puede o debe decir o
interpretar [e] conviene, a saber, de la propiedat entera e del azud llamada
(sic.) de Taust, que a nos e a nuestros sucessores pertenece o pertenecer
puede e deve o devera, no obstant que los del dicho lugar de Taust hayan
fecho el dicho azud o presa, la avemos seydo bien informados e certificados
como los del dicho lugar de Taust en manera nenguna pueden ni podrian
gozar ni se aprobechar del dicho azud p[ar]a el fin que dada les fue gracia
e permiso de lo fazer, es a saber, que mediante aquel dicho azut podiessen
llevar agua p[ar]a regar los terminos e tierras del dicho lugar de Taust, e
por tanto a vos, dicho mossen Pierres, condestable, e a vuestros successores
e de vos causa avientes, otorgamos e facemos gracia e merced perpetua,
para siempre jamas, de la dicha propiedat nuestra e azut fecha en el rio de
Ebro, que afronta de una part con termyno de Tudela llamado Mosquera e
de la otra cont (sic.) barranco del Congosto, para que mediante aquellas vos
e vuestros legitimos herederos o causa ovientes, o a quien de vos o a ellos
bien visto fuere, podais e puedan [regar]313 todos e cualesquiere terminos
e posesiones que vos teneis en vuestra cassa de Velbeher, e aun mas,
que para de la dicha propiedat e azut vos e vuestros legitimos herederos
o succesores o causa ovientes podais gozar e aprovechar, trocar, vender,
empeñar, transportar, cambiar, alienar y fuera (sic.)314 d´ellas de todas
vuestras propias voluntades, como de cosa propia vuestra, e por thenor
d´esta presente carta de gracia e merce perpetua le damos e entregamos
la tenencia e posesion de todo lo sobredicho, para que el dicho mosen
Pierres, condestable, e sus legitimos herederos, sucessores e causa ovientes,
a perpetuo, lo hayan, tengan, posean e goarden, // tener, poseher,
guardar e se aprobechar puedan, sin facer otro acto alguno de possesion,

313 La frase carece de sentido sin un verbo. El interpuesto es una deducción, especulativa sin duda, pero la más
lógica.
314 Debería ser facer.

Juan José 228


Morales Gómez
e queremos e mandamos que esta nuestra carta de gracia o merced no aya
menester otra insinuacion315 ante juez ni alcalde, ca nos, asi como rei e
senor del dicho Reino de Navarra, la avemos por insinuada316 e publicada. E
iniungimos e, con toda afeccion, exortamos a la mui ilustre, nuestra cara e
bien amada fija, dona Leonor, princesa e logarteniente nuestra en el Reino
de Navarra, e a los sucesores nuestros que despues de nos suceyran e seran
reyes de Navarra, jus obtenimiento de nuestra gracia e benediccion, que
la presente carta de gracia e merced perpetua e todas e cualesquiere cosas
en ella contenidas al dicho mossen Pierres, condestable, o a sus legitimos
herederos, succesores o causa ovientes a perpetuo tengan, serven e guarden,
tener, servar e guardar fagan, firme e inviolablemente, e non contrafagan
ni contrabengan o alguno contrafacer ni contravenir permetan por causa,
razon o drecho que sea o ser pueda, posada (sic.), presente o futura. E por
las metmas (sic.)317 presentes mandamos a los fieles e bien amados nuestros,
las gentes de nuestro Consejo, [que] por agora son o por tiempo seran,
que la presente nuestra gracia o merced perpetua, segun, por et en ella se
contiene, tengan, gu[a]rden e observen, tener, guardar e observar fagan,
inviolablemente, dexen i consientan perpetuamente sin contradiccion
alguna al dicho mossen Pierres, condestable, e a sus legitimos herederos,
sucesores e causa ovientes gozar todas e cada una de las cosas sobredichas,
segun arriba mas especificadamente es notado, e non contravengan ni
contravenir permetan en cualquiera manera, jus pena de tres mil florines
de oro a nuestros cofres reales aplicaderos.
En testimonio de lo cual mandamos facer las presentes, firmadas
de nuestra propia mano e selladas con el sello de nuestro chanciller de
Navarra en pendiente, con filos de seda.
Dada en nuestra ciudad de Barcelona a vein/tiun dias del mes de
junio, año del Nascimiento de nuestro señor mil CCCC L[XX]IIII318.

315 Probablemente sea una mala lectura por iusmision.


316 Vid. nota anterior.
317 Probablemente nuestras, o alguna variante, en el original.
318 La fecha de 1454 es inaceptable: en el documento Juan II aparece como rey de Navarra y Aragón, trono este
último que no ocupó hasta la muerte de su hermano, Alfonso V el Magnánimo, en 1458. Por otra parte en
la referencia de la copia se anota claramente que la data es 1474, vid. nota 312. Además está perfectamente
documentado que el rey Juan II estuvo la mayor parte del año 1474 en tierras catalanas, sobre todo en
Barcelona, organizando la defensa del Rosellón contra una invasión francesa, no así en 1454, en que se repartió
entre Navarra y Aragón. El mes de junio de 1474 en concreto no se movió prácticamente de la ciudad condal
aquejado de serios problemas de salud. VICENS VIVES, Jaime, Juan II de Aragón (1398-1479). Monarquía y
revolución en la España del siglo XV, Barcelona, Teide, 1953 (uso la reed. a cargo de Paul H. Freedman y Josep M.
Muñoz i Lloret, Barcelona, Urgoiti, 2003), pp. 364-365.

229 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
3
1529, julio, 27. Barcelona.
Privilegio del rey Carlos I a la villa de Tauste para que pueda llevar agua del río Ebro a su término
mediante la construcción de un azud en el término de Novillas o Buñuel, o donde más convenga, y
la canalización correspondiente.
A. A.S.R.C.T, col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura. Copia inserta en una confirmación
de 1626. Pergamino.
B. A.S.R.C.T, col. facticia (despacho de secretaría), sin signatura, s.f. Copia auténtica del privilegio
original319 signada por José Estaregui y Germán, escribano público, vecino de Tauste, el 26 de enero
de 1780. Papel sellado. Dos bifolios. Sello de tinta de Tauste. Sindicato de Riegos del Canal320.

Nos, don Carlos, por321 la divina clemencia y (sic.) emperador de


romanos, siempre augusto, rey de Germania, dona Joanna, su madre, y
el mesmo don Carlos, por la gracia de Dios, reyes de Castilla, de Aragon,
de las Dos Sicilias, de Hierusalem, de Ungria, de Dalmacia, de Corcega,
de Leon, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de
Mallorca, de Sevilla, de Cerdenya, de Cordoba, de Corcega, de Murcia, de
Jaen, de los Algarbes, de Algezira, de Gibraltar322, de las Islas de Canaria,
de las Islas Indias y Tierra Firme del Mar Occeano, archiduque de Austria,
duques de Borgonya y de Brabante etc., condes de Barcelona, de Flandes
y de Tirol etc., senyores de Vizcaya y de Molina, duques de Athenas y de
Neopatria, condes de Rossellon y de Cerdanya, marquesses de Oristan y de
Goceano323, como, por diversos privilegios y otros documentos paresce, los
serenissimos reyes de Aragon, de inmortal memoria, antecessores nuestros,
haver otorgado y concedido a la villa de Tauste y a los habitadores d´ella
muchos privilegios, exempciones, preeminencias, prerrogativas y gracias,
assi de campos324, de montes y hierbas como de aguas, a fin que la dicha villa
fuesse mas populosa y en todo augmentada, e nos, siguiendo los vestigios

319 Según la nota de validación del notario, el original fue exhibido por el Ayuntamiento de Tauste y, tras su copia,
devuelto a su archivo donde se encuentra, por haora. No se conserva en la actualidad. Sería destruido en el
incendio del Archivo de 1934.
320 Entre las dos versiones disponibles del texto existen numerosas divergencias ortográficas, de cuyo detalle,
muy farragoso, prescindimos. A este respecto tomamos como punto de partida la versión A, la más cercana
cronológicamente al original.
321 Las primeras palabras del texto, hasta este punto, se destacan con una letra de mayor tamaño que la del resto
del documento.
322 Libul en B.
323 Lociano en B.
324 Amprios en B.

Juan José 230


Morales Gómez
de nuestros antecessores y havida consideracion a los muchos y senyalados
servicios que la dicha villa ha fecho y hara a nuestra real corona, desseando
que la dicha villa, pues es de las principales en el dicho nuestro Reyno y
tan fidelissima, y como al presente, vos, el amado nuestro Jayme de Rada,
a nos embiado por los justicia, jurados, concejo y universidad de la dicha
villa de Tauste, nos haveys fecho relacion, de parte sua, que dessean y les325
convienen (sic.) mucho, por el bien universal de aquella villa, de sacar una
cequia de agua del rio Hebro en el termino de Novillas o del termino de
Bonell o326 donde mas commoda y perfectamente327 parescera, que se deve
facer pora regar mucha parte de los terminos y montes de la dicha villa,
que por falta328 de agua muchos anyos se os pierden los panes y agora estan
por arar y culturar, e facer açutes, fuentes e abrevadores dentro y fuera de
la dicha villa, lo qual seria aumentar y decorar la dicha villa y acrecentar
en muy mayor numero de vecinos, suplicandonos fuesse nuestra merced
concederles licencia para sacar y traher la dicha cequia y agua del dicho
rio de Hebro.
Y nos, vista la dicha suplicacion y queriendo acerca lo en ella contenido
devidamente proveer al bien y augmento de la dicha villa, por tanto, con
tenor de las presentes, espressamente y de nuestra cierta sciencia y real
auctoridad, atorgamos e concedemos a vos, dichos justicia, jurados, concejo
y universidad de la dicha villa de Tauste licencia, permisso y facultad
bastante y cumplida que, libremente, sin impedimento ninguno, del dicho
rio de Hebro, sin periuizio de los açut o açutes, cequia o cequias, fechos o
fazederos de y por la ciudad de Çaragoça, en los dichos terminos de Novellas
o de Bonel329 o do bien visto vos sera, podays façer una o muchas açut o
açutes, cequia o cequias o almenaras, fuentes e abrevadores330, aquellos e
aquellas reparar y de nuevo facer e mudarlas tantas quantas vezes sera331
menester, para sacar y traer del dicho rio de Hebro toda aquella agua que
bien visto os sera y facer todas las obras y edificios que convendra, e de los

325 Las en A.
326 E en B mientras que A omite esta conjunción. Poco más adelante la frase se repite prácticamente de forma
exacta introduciendo o ambas versiones.
327 Perpetuamente en B.
328 Faltando el agua sustituye a por falta de agua en B.
329 Terminos de Bunuel e de Novillas en B.
330 Cabrevadores en A en vez de e abrevadores.
331 Ser en A.

231 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
açut o açutes tomar la cequia o cequias que sera menester y facer332 y pasar
aquellas por qualesquiera tierras, terminos y montes, asi de realenco como
de senyorio333 y de heredades agenas, pagando empero a los duenyos el
justo precio por el danyo que se les podra seguir, y que podays traer la dicha
agua assi por çequias abiertas como por minas [o] gallipuentes, faciendo
para ella los reparos, boqueras, siquiere embocadores, receptaculos de
agua y otras qualesquiere obras y edificios que necessarios e opportunos y
necesario sera334, la qual dicha agua sea perpetuamente propria de la dicha
villa de Taust335 para los riegos, abrevadores, usos d´ellos y d´ella336 y de sus
terminos, sin que persona alguna pueda poner impedimento ni tomar para
regar ni para otros usos la dicha agua ni alguna parte de aquella sin expressa
voluntad de la dicha villa, ni damnificar en alguna337 manera los dichos
açutes, boqueras, cequias, caxeros, minas338, gallipuentes, receptaculos de
agua e otros reparos e obras o edificios que por la razon susodicha se faran
por la dicha villa de Tauste, ca nos, con el mesmo tenor de las presentes,
d´ende agora para siempre, los dichos açutes, cequias, embocadores,
caxeros339, minas, receptaculos e otras340 cosas susodichas, e los laborantes341
e trabajantes en ellas, so nuestra salvaguarda y emparo real recebimos y
ponemos. Y mandamos expresamente a todos y cada unos oficiales reales
nuestros342, assi mayores como menores e a los lugartenientes d´ellos, que
agora son o por tiempo seran343, e a qualesquiere344 subditos nuestros
en el dicho nuestro Reyno de Aragon, constituidos y constituideros, so
incorrimiento de nuestra yra e indignacion e pena de diez mil florines
de oro de los bienes de los que el contrario hiziere exhigidores y a
nuestros cofres aplicaderos345, que en la execucion de todas y cada unas

332 Podais facer en B.


333 Asi realencos como de senyoria en B.
334 Y necesarios seran en B.
335 A omite de Taust
336 Y otros fosos de rios y d´ella en A.
337 Ninguna en A.
338 Maestries en A.
339 Caxereros en A.
340 Obras en B.
341 Labrantes en B.
342 Oficiales nuestros en B.
343 O que por tiempo seran en B.
344 Quales en B.
345 A nuestros cofres exigideros y aplicaderos en B.

Juan José 232


Morales Gómez
cossas susodichas no vos pongan, o poner permitan, impedimento,
o impedimentos o empachos346, alguno, antes vos den todo el favor,
consejo y ayuda que menester huvieredes. Y queremos que la presente
nuestra licencia sea siempre entendida e interpretada a todo provecho de la
dicha villa e de los vezinos de aquella e que aquella vos guarden y observen,
tener y guardar fagan, en todo y por todas cosas, sinse contradicion,
obstaculo o impedimento alguno e lo contrario no fagan ni facer permitan,
si nuestra gracia tienen cara347 y en la pena susodicha desean no348 incurrir.
En testimonio de lo qual mandamos dar las presentes con nuestro sello
comun, que usavamos antes que fuessemos elegido al Sacro Imperio, como
los otros no sean o son fabricados en pendiente sellados.
Dattum en nuestra ciudad de Barcelona349 a XXVII dias350 del mes
de julio del anyo de la Natividad de nuestro Senyor Jesuchristo de mil
quinientos y veinte y nueve i de nuestros reynos, a saber es, de la eleccion del
Sacro Imperio del anyo onze, de la reyna de Castilla, de Leon, de Granada
etc. veinte y seys, de Navarra quinze, de Aragon y de las dos Sicilias, de
Hierusalem y de otros catorze; nos, el rey de todos, catorze.
Yo, el rey.
Caesarea et catholica351 regia maiestas mandavit mihi, Joanni352
Ludovico Gonzalez de Villa simpliz visa Petri de Ferrera353, regentem
cancellariam, Michaelem Sanchez Dalmau, locumtenentem generalis
thesaurarii Ram eandem cancellariam regentem conservatorem et Petrum
Garcia, pro contra relatori generali354. In itinerum sigilli comunis VIIIº
folio CCXII. Locus sigilli (cruz).

346 Permitan impedimento o empacho alguno en B.


347 Tienen en cara en B.
348 B omite este no.
349 Barchinona en B.
350 A omite dias.
351 A repite dos veces seguida este et.
352 B omite este Joanni.
353 Visa de Ferrera en B.
354 De aquí en adelante, hasta el final, omitido en B.

233 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
4
1560, diciembre, 3 Zaragoza
Fragmento de la carta de Juan de Gurrea, Gobernador de Aragón, dirigida al rey Felipe II donde le
informa de ciertos problemas en Tauste.

Biblioteca Nacional, Sección de Manuscritos, Ms. 784, f. 224r.

/224r/ La carta de V.M. de 23 del pasado reçebi a 28 del mesmo y


por ella y lo que el comendador de la Fresneda me a dicho, entiendo en el
estado en que estan las cosas de Ariza y su tierra para donde -y a entender
en el remedio d´ellas- me uviera partido en la hora, como V.M. lo manda,
si no lo estorvara el estar a pique de yr a la villa de Tauste, para donde me
parto mañana, porque ay muy grande neçesidad de mi presencia en ella,
a causa de aver entre ellos grandes divisiones sobre la paga de trenta o
quarenta mil libras que an tomado para la fabrica de cierta cequia nueva
que an sacado del rio Ebro, lo que a sido causa de dañar y alterar los
animos de los vezinos de aquella villa, de manera que estan cada hora y
por cada negocio para matarse, y tanto, que ni temen la justizia ni aun osan
ajuntar el consejo para tratar de lo que cumple para beneficio d´esto y asi
me an ynstado muchas vezes fuese personalmente a poner remedio, en
todo lo qual a parescido hiziese a los del consejo, no embargante la nueva
necesidad de Ariza, por ser mayor esta que digo…

Juan José 234


Morales Gómez
5
1560, diciembre, 31 Ariza
Fragmento de la carta de Juan de Gurrea, Gobernador de Aragón, dirigida al rey Felipe II donde le
da cuenta de su actuación en Tauste.

Biblioteca Nacional, Sección de Manuscritos, Ms. 784, fs. 229v-230r.

/229v/ …Yo fui los dias pasados a Tauste, como a V.M. [e] escrito,
a poner asiento en ciertas disensiones y pasiones que havia entre los
labradores y ganaderos sobre quien havia de pagar treinta y cinco o
cuarenta mil escudos que se habian tomado para la fabrica de ciertas
fuente y çequia que an hecho estos dias, sobre lo qual havia entre ellos
tanta pasion y tan malas voluntades, que estaban a la puerta de seguirse
grandes inconvenientes, y los uviera havido sino se remediaran con mi
presencia, la qual fue tambien necesaria para castigar y poner orden en la
gente del pueblo y labradores que, so color de defender la pretension que
tengo dicha, se havian ajuntado mas de dozientos o trecientos y hechose
unos a otros procuras, tratando entre si grandes y muchos ajuntamientos y
conventiculos reprovados, estando tan en uno, que no daban lugar a que
se hiziese determinacion ninguna en conçejo, ni aun el justiçia y jurados
havia muchos dias que no lo osaban tener, por lo poco que los obedescian,
antes bien se desacataban a ellos y a sus mandamientos, de manera que
no havia mas justiçia de lo que los amotinados querian, y a mas d´esto

235 del Canal de Tauste


en el Archivo del
Sindicato de Riegos
(ss. XIII - XVI)
no daban /230r/ lugar a que se tomase asiento en las deudas y censales
de la villa. Y asi fue forçado, despues de haver hecho que dexasen todas
sus diferençias en mi poder, como las dexaron, apellidar a instancia del
procurador de la villa de 16 o 17 d´ellos, de los que fueron presos doze,
a quien se haze proceso de presencia, y a los otros quatro o cinco de
absencia, los quales seran castigados conforme a sus demeritos, y cierto
que lo merescen porque an pasado su mala determinacion bien adelante y
de manera que an traydo aquella villa en artos inconvenientes, pero confio
en Dios que, con su castigo y con el asiento que en la paga de las deudas
d´ella pondremos, quedaran con el sosiego que a su descanso y servizio de
V.M. conviene.

Juan José 236


Morales Gómez

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