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I. INTRODUCCIÓN
El príncipe feliz es un cuento de hadas escrito por el poeta, escritor y dramaturgo
irlandés Oscar Wilde. Fue publicado por primera vez en 1888 en El príncipe feliz y
otros cuentos. Fue escrito dos años después de haber nacido el último hijo del autor,
Vyvyan Holland. El cuento es una obra educativa moralista, la cual intenta
transmitir un mensaje de valores y principios éticos en niños y adultos.
II. CONTEXTO
II.1. ASPECTOS BIOGRÁFICOS DEL AUTOR
Nació el 16 de octubre de 1854, en Dublín, Irlanda (cuando todavía formaba
parte del Reino Unido). Su padre, William, fue un exitoso médico y su madre,
Jane, una mujer muy interesada en las artes. Wilde tuvo un hermano, y una
hermana que murió siendo niña. Se educó en prestigiosas universidades de
Dublín y Oxford, especializándose en los clásicos griegos.
En 1881, la publicación de sus Poemas le ofreció notoriedad, que aumentó
gracias a su carisma, su forma llamativa de vestir y sus charlas sobre el
esteticismo. De hecho, fue contratado para dar conferencias sobre este tema
en diversas ciudades de los Estados Unidos durante gran parte de 1882, con
una extensa cobertura mediática.
En 1884 se casa con Constance Lloyd, con quien tiene dos hijos. La familia
se instala en Londres, y Wilde escribe durante los siguientes once años varias
obras, aumentando su éxito literario.
Por un par de años dirige, además, una revista femenina.
En 1895, en pleno auge de su carrera literaria, sobreviene un hecho que
marcaría su desgracia. Lo que comenzó como una demanda por difamación
intentada por Wilde en contra del Marqués de Queensberry, luego de que este
lo tildara de homosexual (Wilde de hecho mantenía una relación con Lord
Alfred Douglas, hijo del marqués), terminó convirtiéndose en una acción
penal en contra del propio Wilde, puesto que en ese entonces la sodomía era
un delito.
Las relaciones de Wilde con otros hombres, no sólo amigos de su entorno
sino también jóvenes dedicados a la prostitución masculina, salieron a relucir
luego de que Queensberry pagase detectives privados que escudriñaron en la
vida privada del escritor. A consecuencia del juicio, Oscar Wilde es
condenado a dos años de trabajos forzados, que cumple en su totalidad.
Sobra decir que el juicio fue todo un escándalo para la sociedad conservadora
de la época y marcó también el rompimiento definitivo con su familia.
Constance (que muere en 1899) se niega a volver a verlo (aunque nunca se
divorciaron) y sus dos hijos deciden cambiarse el apellido Wilde por Holland.
En 1897 sale de prisión, destrozado física y emocionalmente, y en muy
precarias condiciones económicas. Adopta el nombre de Sebastian Melmoth y
marcha a París, donde muere el 30 de noviembre de 1900 víctima de una
meningitis. Sus restos se encuentran enterrados en el cementerio parisino de
Pére Lachaise..
IV. ESTRUCTURA
IV.1. Tipo de narrador
Narrador omnisciente
IV.4. PERSONAJES
Golondrina: principal, dinámico. Era un ave un poco frívola, ya que se
interesaba solo por sigo misma. No se detenía a pensar en los demás
Príncipe feliz: principal, estático. Era una estatua toda cubierta por laminas de
oro fino, sus ojos eran zafiro y la empañadura de su espada tenia un gran rubí.
Concejal: ambiental
Madre y su hijito: ambiental
Niños del Hospicio: ambiental
Maestro de Matemática: ambiental
V. Tiempo
V.1. Tiempo de lectura: Leída durante el mes de junio de 2018.
V.2. Tiempo de escritura: Se publicó en el año 1888.
V.3. Tiempo interno:
Lenguaje
En esta obra, el lenguaje es sobrio, llano y pulcro, y predomina el uso del estilo directo.
Se caracteriza por el realismo con respecto a la narración de los sucesos.
Efecto en el lector
Es ágil, sencilla y con bastantes adjetivos
VI. CONCLUSIONES
VI.1. Calidad Literaria y estética de la obra
El autor incorpora diálogos entre los diferentes personajes, que sólo se
interrumpen por pequeños párrafos descriptivos que dan cuenta de los lugares
que recorre la golondrina y de la vida triste e indigente de los habitantes del
pueblo, a quienes afanosamente quiere ayudar el príncipe:
“...Y la golondrina voló sobre la gran ciudad y vio a los ricos descansando en
sus elegantes residencias, mientras los mendigos se sentaban a sus puertas.
Voló por umbrosos suburbios y vio las pálidas caritas de los niños
hambrientos mirando hacia la oscuridad de los alrededores. Bajo los arcos de
un puente estaban acostados dos niños abrazados para calentarse...”
Algunos párrafos adquieren un profundo dramatismo en la descripción de las
escenas. Se puede hallar en ellos algo del romanticismo de Keats, de Hugo y
del fatalismo de Poe y Baudelaire.
Adjetivos calificativos, diminutivos, repeticiones, otorgan gran expresividad
al cuento. Las fórmulas se repiten, igual que en los cuentos de hadas:
“..Golondrina, golondrina, golondrinita: no te quedarás conmigo una noche
más?...”, repite el príncipe al ave cada vez que le solicita actúe como
mensajera.
Y la golondrina siempre responde:”...Me quedaré una noche más contigo...”
Son frases rimadas, a modo de estribillos, intercaladas en el transcurso del
cuento. Estas frases indican el comienzo y el final de cada viaje de la
golondrinita ante cada nuevo pedido del príncipe y ayudan a que el lector se
sitúe con mayor facilidad en cada episodio del cuento.
Así mismo la repetición deliberada de algunas palabras, o de frases –a veces
rimadas- tiene gran importancia porque provoca resonancias de índole
psicológica y didáctica.
VI.4. Reflexión
La historia del príncipe feliz es un cuento de miseria y tristeza tras tantas
alabanzas de ser una estatua hermosa e inconfundible esta no es feliz. Con la
llegada de una golondrina decepcionada del amor y retrasada en emprender su
viaje al Nilo llega a la ciudad del príncipe y creyendo que está lloviendo
descubre que el príncipe está llorando, lo que nos llevará a que ella en
realidad le ayude con el problema que tiene o no.Al príncipe feliz lo halagan
por su belleza y por la felicidad que demuestra, pero en realidad el príncipe
no es feliz, nunca se había dado cuenta de la vida de su pueblo así que le pide
a la golondrina que no le deje sólo con su sufrimiento.Luego de suplicarle el
príncipe feliz a la golondrina que se quede una noche y otra noche más, le
pide que le arranque todas sus piedras preciosas y el oro que lo hacía bello y
se los entregara a toda la gente que viera que sufriera por ser pobres para que
así pudieran ser felices. Al quedarse ciego el príncipe le pide a la golondrina
que ella vea por él a su pueblo así que ésta al ver su sufrimiento decide
quedarse para siempre con él.