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RIESGOS
ATLAS DE
RIESGOS
I. ANTECEDENTES Y JUSTIFICACIÓN 1
I.1. Antecedentes 1
III. OBJETIVOS 20
IV.1 Delimitación del área urbana y las subcuencas en las que se manifiesta o construye la amenaza, y
alcance de los riesgos naturales 22
i
IV.2.12 Servicios públicos municipales 89
IV.2.12.1 Vías de comunicación 89
IV.2.13 Conclusiones derivadas del diagnóstico estructural y funcional de las subcuencas del sitio de
estudio 90
IV.3. Recomendaciones derivadas del diagnóstico estructural y funcional de las subcuencas del sitio de
estudio 91
ii
V.2.4.4 Vías de evacuación en caso de inundación 158
V.2.4.5 Recomendaciones básicas a la población realizadas en el Plan Operativo de Atención de
Emergencia por Inundación de la CONAGUA 158
V.2.4.6 Estrategia de la Comisión Nacional del Agua para enfrentar inundaciones en la Ciudad de Valles
160
V.2.4.7 Estrategias de acción para las diferentes dependencias involucradas en la atención de una
inundación modificadas a partir de las recomendaciones de CONAGUA 171
ANEXOS 208
iii
Anexo 3. Ciclones Tropicales. 231
iv
I. Antecedentes y Justificación
I. 1 Antecedentes
1
En el siguiente esquema conceptual se presenta el flujograma de la metodología de
construcción del Atlas de Riesgos para Ciudad Valles, San Luis Potosí.
2
I.2 Antecedentes en el sitio y justificación
3
Puede observarse en el grafico anterior ver como los eventos (tormentas tropicales y
depresiones tropicales y huracanes) cada vez son más frecuentes y se presentan con
mayor fuerza.
17 al 21 de Septiembre
1955
27 de sept. al 02 de Octubre Huracanes: Gladis, Hilda y Janet
13 al 28 de Septiembre
1976 Frente Estacionario
4 al 14 de Octubre
4
En el área de estudio se ha generado un aumento en la población que sugiere la
necesidad de realizar una actualización al Atlas de Riesgos, a continuación se
presenta un gráfico donde se presenta el crecimiento poblacional hasta el año 2014.
En el área de estudio se presentan inundaciones de tipo lento por encontrarse en una
llanura y el mecanismo de generación es fluvial, principalmente, aunque
ocasionalmente llegan a presentarse inundaciones de tipo pluvial por la ocurrencia de
lluvias intensas (ver plano anexo).
Como puede verse los meses en los que se presentaron las mayores precipitaciones,
es en los meses de junio y julio, según el registro histórico.
5
A partir de fuentes hemerográficas se ha logrado completar la reconstrucción de la
siguiente cronología.
AÑO ACONTECIMIENTO
06-06-1951 PERDIDAS CAUSAN LAS FUERTES LLUVIAS QUE SE PRESENTARON EN CD. VALLES*
23-08-1951 CICLON PENETRA CON FUERZA A SAN LUIS POTOSI
26-10-1951 FUERTES AGUACEROS CAYERON EN CD. VALLES*
05-11-1952 AMENAZAN CON DESBORDARSE LOS RIOS DE LA HUASTECA*
15-09-1955 MUERTE Y DESOLACION, CUBREN LAS AGUAS A CIUDAD VALLES
22-09-1955 HURACAN HILDA ARRASA A CIUDAD VALLES
27-09-1955 DEVASTACION DEJAN LAS FUERTES LLUVIAS EN CARDENAS Y RASCON EN CD. VALLES
02-10-1955 ATERRADOR RASTRO SOBRE LA HUASTECA POR INUNDACIONES
24-06-1958 INCOMUNICACION POR LA LLUVIA, CON DAÑO EN LA ZONA HUASTECA
AVISOS DE CATASTROFES DE LAS LLUVIAS EN LA HUASTECA. POBLADOS HAN QUEDADO
20-06-1961 TOTALMENTE INCOMUNICADOS CON DAÑOS DE CONSIDERACION Y NUEVAS
INUNDACIONES EN EL SUR DE VALLES.
03-12-1964 DERRUMBES EN LA CARRETERA RIOVERDE-CD. VALLES POR LAS FUERTES LLUVIAS
15-07-1966 LAS FUERTES LLUVIAS INCOMUNICAN VARIOS MUNICIPIOS DE LA HUASTECA
13-10-1966 HORAS DE ANGUSTIA EN LA HUASTECA DEBIDO A LAS FUERTES LLUVIAS A CAUSA DEL
CICLON INES
01-09-1967 AMENAZA DE INUNDACION EN LA HUASTECA, LOS RIOS LLENOS A SU MAXIMA CAPACIDAD
19-08-1968 AMENAZA DE INUNDACION EN CD. VALLES CON EVACUACIONES EN LAS PARTES BAJAS DE
CD. VALLES
24-09-1974 EL DESBORDAMIENTO DE LOS RIOS AFECTAN A POBLADOS DE CD. VALLES, TAMUIN,
MATLAPA Y SAN VICENTE
08-04-1976 GRANIZADA EN CD. VALLES COMPAÑADA DE FUERTE VIENTO DERRIBO CASAS.
23-09-1978 FUERTES LLUVIAS DURANTE 24 HRS AFECTARON A LA REGION DE CD. VALLES HASTA LA
SIERRA DE ALVAREZ
28-09-1978 LA HUASTECA POTOSINA INUNDADA DEBIDO A INTENSAS PRECIPITACIONES
10-08-1990 FUERTES DAÑOS DEJO EL HURACAN DIANA EN LA ZONA HUASTECA
14-08-1990 SINIESTRADAS 27,215 HAS. EN LA HUASTECA POTOSINA POR EL HURACAN DIANA
09-07-1993 LA HUASTECA, BAJO CONTROL, HAY, 1,000 DAMNIFICADAS
02-07-1993 TIENDE A BAJAR SU NIVEL LOS RIOS EN LA ZONA DE HUASTECA
15-07-1993 DESASTRE AGRICOLA EN CD. VALLES, LAS PERDIDAS HACIENDEN A 46,000 HECTAREAS
13-09-1993 INTENSAS LLUVIAS OCASIONAN INUNDACIONES EN CD. VALLES
HURAVÁN GERT DEJA 18 DESAPARECIDOS Y 22 MIL DAMNIFICADOS, DEVASTANDO EL 80%
22-09-1993 DE LA ZONA HUASTECA.
10-11-1993 10 FAMILIAS DE TAMUIN CONTINUAN EN ALBERGUES SUS CASAS ESTAN BAJO EL AGUA
6
ALERTA EN LA HUASTECA ANTE LA CERCANIA DEL HURACAN MITCH, SE ESPERAN
27-10-1998
INTENSAS LLUVIAS.
20-10-1999 LLUVIAS CAUSAN DESLAVES Y DERRUMBES EN CARRETERAS DE LA HUASTECA.
INTENSA PRECIPITACION CAUSO DAÑOS Y CAOS EN CD. VALLES, PROVOCANDO CAIDA DE
29-04-2000 ÁRBOLES, ANUNCIOS Y APAGONES
HURACÁN “DEAN” DEJA 15,000 DAMNIFICADOS Y SE DACLARA DESASTRE NATURAL EN 17
05-09-2007
MUNICIPIOS
LLUVIAS INTENSAS PROVOCAN INUNDACIONES EN VARIOS PUNTOS DE LA CIUDAD Y
08-07-2008
FALLECEN 2 PERSONAS
LAS LLUVIAS PROLONGADAS PROVOCAN EL CRECIMIENTO DEL RIO CAUSANDO REFLUJO
08-07-2010
EN LOS ARROYOS
ALERTA POR PARTE DE LOS HABITANTES DE LA COLONIA “TETUAN” POR CRECIMIENTO EN
29-06-2010
EL CAUDAL DEL RIO
12-09-2013 HURACAN INGRID ELEVA LOS NIVELES DE LOS RIOS PROVOCANDO INUNDACIONES
Los ciclones tropicales que han incidido en la cuenca del río Valles han provocado
importantes avenidas durante el periodo 1955-2015. Para identificar la presencia histórica,
en la cuenca, de este tipo de fenómenos, y su importancia, se analizaron los registros de
lluvias máximas en 24 horas y los gastos diarios observados en la estación
hidroclimatológica Santa Rosa. Los nombres de los ciclones tropicales que afectaron a Cd.
Valles durante el periodo 1955-2015, fueron obtenidos después de trasponer la
información de lluvias máximas y de avenidas máximas con las fechas de desarrollo de
dichos ciclones (Servicio Meteorológico Nacional).
7
Avenida Escala
No. Nombre Fecha
m3/s m
1 Gladys Sep de 1955
Una vez analizados e identificados los ciclones que originaron las avenidas
máximas en el río Valles, estación Santa Rosa, se obtuvieron los gastos máximos
anuales con su correspondiente escala y fecha de ocurrencia para el periodo
1959-2007 (ver cuadro siguiente), para cada evento que provocó inundaciones en
la zona urbana.
8
ESTACION: SANTA ROSA CLAVE: 26263
CORRIENTE: RIO VALLES REGION: 26
CUENCA: RIO TAMPAON ESTADO: SAN LUIS POTOSI
GASTOS MAXIMOS ANUALES
GASTO MAXIMO LECTURA DE
AÑO MES DIA HORA
(m3/s) ESCALA (m)
1959 OCTUBRE 1 9 505.00 3.40
1960 SEPTIEMBRE 8 6 341.50 2.40
1961 JUNIO 19 10 728.00 3.80
1962 JUNIO 28 16 324.00 2.56
1963 JULIO 3 12 973.00 4.56
1964 OCTUBRE 20 14 145.20 1.74
1965 AGOSTO 8 3 360.00 2.75
1966 OCTUBRE 12 7 1,691.50 6.60
1967 SEPTIEMBRE 7 4 912.00 5.50
1968 AGOSTO 16 6 769.50 4.30
1969 AGOSTO 30 4 1,244.00 6.20
1970 SEPTIEMBRE 26 14 803.00 4.40
1971 SEPTIEMBRE 30 1 636.00 3.74
1972 JULIO 29 7 393.60 3.01
1973 AGOSTO 8 7 951.30 5.01
1974 SEPTIEMBRE 23 15 1,480.00 7.10
1975 SEPTIEMBRE 13 17 662.00 4.08
1976 JULIO 12 5 2,588.00 8.95
1977 SEPTIEMBRE 3 22 1,884.00 7.70
1978 SEPTIEMBRE 24 8 372.20 3.32
1979 AGOSTO 31 6 283.44 2.86
1980 OCTUBRE 2 18 161.75 2.25
1981 JUNIO 20 14 289.00 3.00
1982 OCTUBRE 10 6 64.94 1.33
1983 JULIO 19 10 524.95 4.03
1984 SEPTIEMBRE 15 21 461.67 3.86
1985 JULIO 8 21 361.34 3.42
1986 OCTUBRE 6 14 353.30 3.40
1987 SEPTIEMBRE 22 10 187.00 2.58
1988 AGOSTO 19 8 898.00 5.70
1989 AGOSTO 26 6 267.00 2.77
1990 AGOSTO 8 13 800.00 5.75
1991 JULIO 2 22 1,163.00 6.90
1992 JULIO 21 6 1,272.83 6.55
1993 JULIO 8 15 1,933.66 7.98
1994 SEPTIEMBRE 18 21 233.57 3.03
1995 AGOSTO 14 7 479.91 4.28
1996 AGOSTO 24 3 771.49 5.08
1997 OCTUBRE 14 21 221.92 2.78
1998 OCTUBRE 12 11 234.23 2.80
1999 JULIO 6 10 286.68 3.09
2000 JUNIO 11 10 663.11 4.75
2001 SEPTIEMBRE 11 10 307.02 3.38
2002 SEPTIEMBRE 17 7 222.67 2.84
2003 SEPTIEMBRE 28 9 347.83 3.51
2004 JUNIO 24 7 128.49 3.75
2005 JULIO 27 8 233.50 3.02
2006 SEPTIEMBRE 8 8 142.40 2.44
2007 SEPTIEMBRE 3 11 1,005.43 6.08
2010 JULIO 27 6 126.5 4.14
2011 JULIO 1 6 215.9 1.54
2012 SEPTIEMBRE 15 6 151.1 1.47
2013 AGOSTO 27 6 124.0 1.31
2014 JUNIO 24 6 111 1.96
2015 JUNIO 20 6 65.9 2.45
2016 JUNIO 10 6 102.0 0.90
FUENTE: Banco Nacional de Datos de Aguas Superficiales
ESCALA CRITICA: 5.50 m
9
Se analizaron los registros históricos (1959-2016) de las escalas observadas en la
estación hidrométrica Santa Rosa para identificar los niveles hídricos que
rebasaron la escala crítica de 5.50 m. Según la CONAGUA, la escala crítica indica
el nivel a partir del cual inician las inundaciones de la zona urbana de Cd. Valles,
S.L.P. y corresponde a la elevación 77.71 msnm, la principal referencia es el
parque Luis Donaldo Colosio, ubicado en la margen izquierda del río. Resultó
evidente que los ciclones no son responsables de todas las avenidas e
inundaciones históricas.
Inundaciones históricas registradas en la zona urbana de Cd. Valles (Estación Santa Rosa)
durante el periodo 1959-2016.
Lluvia Lluvia
Avenida Escala
No. Nombre Máxima Acum 3 Fecha
m /s m
mm mm
1 Inez 142.3 359.7 1,691.5 6.60 Oct de 1966
2 Beulah 132.3 522.7 912.0 5.50 Sep de 1967
3 146.5 391.3 1,244.0 6.20 Ago de 1969
4 ND ND 1,193.0 5.90 Sep de 1969
5 Fifí 178.0 429.8 1,480.0 7.10 Sep de 1974
6 118.1 1038.6 2,588.0 8.95 Jul de 1976
7 Anita 254.0 405.1 1,884.0 7.70 Sep de 1977
8 105.5 334.4 898.0 5.70 Ago de 1988
9 Diana 264.6 433.4 800.0 5.75 Ago de 1990
10 DT2 249.8 913.9 1,163.0 6.90 Jul de 1991
11 127.8 489.4 1,272.8 6.55 Jul de 1992
12 87.8 254.2 1,249.0 6.46 Jun de 1993
13 Gert 141.3 859.9 1,933.7 7.98 Jul de 1993
14 104.4 352.2 1,057.0 6.16 Sep de 1993
15 Dean 145.0 512.2 1005.4 6.2 Sep de 2007
16 215.9 558.5 ND 5.9 Jul de 2011
10
II. MARCO CONCEPTUAL
11
Fuente: Guía Básica para la Elaboración de Atlas Estatales y Municipales de Peligros y Riesgos, CENAPRED-SEGOB, 2004
12
En la mayoría de los fenómenos pueden distinguirse dos medidas, una de
magnitud y otra de intensidad.
Los fenómenos, por consiguiente, sólo tienen una magnitud, pero tantas
intensidades como sitios en los que manifiesten sus efectos. Por ejemplo, en los
sismos, la magnitud representa, en términos generales, la energía liberada por el
movimiento de las placas tectónicas, se mide con la escala de Richter; en cambio,
la intensidad sísmica se refiere al impacto que la energía liberada tiene en un sitio
dado, lo que es una función de la distancia al epicentro y de las características del
terreno en el sitio, y se mide con la escala de Mercalli.
13
La determinación de este intervalo promedio depende, por supuesto, de la
construcción de bases de datos confiables y que abarquen largos periodos de
tiempo; se debe anotar, que el periodo de retorno, no necesariamente implica que
el fenómeno se manifieste en forma cíclica.
En los casos en que no fue posible calcular los periodos de retorno, porque no se
cuenta con bases de datos, suficientes y depuradas, se recurrió a las escalas
cualitativas consideradas de más utilidad para cada una de las aplicaciones.
14
La vulnerabilidad física se expresa como una probabilidad de daño de un sistema
expuesto y es normal expresarla a través de una función matemática o matriz de
vulnerabilidad con valores entre cero y uno.
Cero implica que el daño sufrido ante un evento de cierta intensidad es nulo, y
uno, implica que este daño es igual al valor del bien expuesto. De dos bienes
expuestos uno es más vulnerable si, ante la ocurrencia de fenómenos
perturbadores con la misma intensidad, sufre mayores daños.
La razón por la cual esta vulnerabilidad es utilizada son simples: en los países en
desarrollo, como el nuestro, la iniquidad y la desigualdad son grandes, los
sectores marginados de la sociedad carecen de los elementos para enfrentar un
desastre, bajo esta perspectiva, la vulnerabilidad es directamente proporcional a la
calidad de vida; y depende de la dotación de servicios de salud, agua potable,
electricidad, drenaje, educación, vivienda y de la alimentación de la población
blanco.
Se han adoptado, para facilitar el cálculo del riesgo, los inversos de los grados de
marginación, determinados por AGEB, para Ciudad Valles, San Luis Potosí, en el
documento titulado, CONAPO, (2005). Índice de Marginación Urbana. Inverso de
Grados de Marginación (IGM):
Muy alto: 1; 1/1 = 1
Alto: 2; ½ = 0.5
Medio: 3; 1/3 = 0.33
Bajo: 4; ¼ = 0.25
Muy Bajo 5; 1/5 = 0.20
15
Los indicadores utilizados por el CONAPO para determinar los Grados de
Marginación por AGEB son los siguientes:
Porcentaje de población de 6 a 14 años que no asiste a la escuela.
Porcentaje de población de 15 años o más sin secundaria completa.
Porcentaje de población no-derecho-habiente a los servicios de salud.
Porcentaje de hijos fallecidos de las mujeres de 15 a 49 años.
Porcentaje de viviendas particulares sin agua entubada dentro de la
vivienda.
Porcentaje de viviendas particulares sin drenaje conectado a la red pública
o fosa séptica.
Porcentaje de viviendas particulares sin excusado con conexión de agua.
Porcentaje de viviendas particulares con pisos de tierra.
Porcentaje de viviendas particulares con algún nivel de hacinamiento.
Porcentaje de viviendas particulares sin refrigerador.
En otros estudios se han utilizado valores monetarios, para expresar el valor de los
daños, desgraciadamente esto es muy difícil de realizar con los datos disponibles,
razón por la cual se utilizarán el número de personas por AGEB que pueden ser
afectadas, de acuerdo a los datos estimados por CONAPO con base en el II
Conteo de Población y Vivienda 2005 (CONAPO 2005).
Riesgo =Te*IGM*Fe
a. Geológicos;
b. Hidrometeorológicos;
c. Químicos;
d. Sanitario-ambientales;
e. Socio-organizativos.
17
TABLA DE EFECTOS DE LOS FENÓMENOS
18
III. OBJETIVOS
III.1Objetivo general
Actualizar el Atlas de Riesgos para Ciudad Valles, San Luis Potosí; que incluirá el
conjunto de estudios, mapas y procedimientos que garanticen su funcionalidad.
19
IV. CARACTERIZACIÓN Y DIAGNÓSTICO DEL ÁREA DE ESTUDIO
20
IV.1 Delimitación del área urbana y las subcuencas en las que se manifiesta o
construye la amenaza, y alcance de los riesgos naturales.
176935
167713
156859
146604
143277
Población total
21
Gran parte de la circunscripción territorial del Municipio se encuentra en la Región
Geomorfológica Sierra Madre Oriental, las Sierras ubicadas en Ciudad Valles se
denominan con diversos nombres como: Sierra de La Pila, Sierra La Colmena y
Sierra del Abra-Tanchipa. La porción sur y centro del Municipio se localiza en la
Región Geomorfológica Planicie Costera (Rzedowski 1965).
Región
Hidrológica Cuenca Núm. Clave Subcuenca
7 (A)d Río Valles
(A) Río 10 (A)e Río Puerco
RH-26 Pánuco
Panuco 19 (A)f Río Mesillas
27 (A)g Río de los Naranjos
22
23
24
IV.2 Marco Físico
25
IV.2.1 Geología
La Sierra Madre Oriental se originó a fines del Cretácico y principios del Terciario,
debido a un proceso orogénico que plegó la base sedimentaria mesozoica,
constituida por anticlinales y sinclinales de estilo alpino muy estrechos, además
ocurrió una fuerte dislocación de los estratos con fallas inversas. Tales estructuras
tienen ejes de plegamientos orientados en dirección noroeste-sureste.
La Llanura Costera del Golfo Norte es una planicie sedimentaria cuyo origen está
íntimamente relacionado con la regresión del Atlántico, iniciada desde el Terciario
Temprano y debido al relleno gradual de la cuenca oceánica donde fueron
acumulados grandes volúmenes de material rocoso provenientes del continente.
IV.2.2.1 Hidrografía
Río Valles: Es el más importante afluente del río Tampaón, en lo que respecta a
los volúmenes de agua, siguiéndole en orden descendente los ríos Coy y Gallinas,
con volúmenes ligeramente inferiores. Su aportación media unitaria es de 0.009
m³/s/km².
29
como río El Salto y forma, a la salida de aquellos, la catarata conocida como El
Salto, en la que actualmente la Comisión Federal de Electricidad efectúa el
aprovechamiento hidroeléctrico por derivación, denominado “Camilo Arriaga” , con
una capacidad instalada de 18,000 kw,
con un gasto máximo de 20.0 m3/s.
31
Sobre esta corriente, el Banco Nacional de Crédito Agrícola, S.A., construyó la
presa Las Lajillas, con una capacidad de almacenamiento de 41.5 Mm³, para el
riego por aspersión de una superficie de 4,000 ha de pastos.
Régimen de Escurrimientos.
Conforme a la información de escurrimientos mensuales observados en la
estación hidrométrica Santa Rosa, se observa en la gráfica que el mayor
porcentaje del escurrimiento se presenta durante la temporada lluviosa, periodo
junio-noviembre, siendo su aportación del 84.6 %, contra 15.4 % durante el estiaje,
debido a que la zona en estudio está influenciada por la incidencia de ciclones
tropicales, principalmente. El estiaje se presenta durante los meses de diciembre a
mayo.
32
ESCURRIMIENTOS MEDIOS MENSUALES, EN Mm3
ESTACION SANTAROSA, CD. VALLES
PERIODO 1958-2002
300
251.9
250
211.2
200
173.3
ESCURRIMIENTO EN Mm 3
163.0
150
100 94.2
84.8
60.5
50 37.3
26.9
19.5 15.6 17.8
0
ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
Escurrimientos mensuales
Los escurrimientos mensuales observados en la estación hidrométrica Santa Rosa
obtenidos del Banco Nacional de Datos de Aguas Superficiales (BANDAS), consisten
de un periodo de observaciones que comprende los años de 1959 a 2002 y se
presentan en la siguiente gráfica (Hidrograma). El volumen de escurrimiento medio
anual es de 1,155.9 millones de m3 y equivale a un gasto medio de 36.517 m3/s.
33
GASTOS MENSUALES ESTACION SANTAROSA, CD. VALLES, S.L.P.
PERIODO 1959-2002
500.000
450.000
400.000
350.000
300.000
GASTO EN m3/S
250.000
200.000
150.000
100.000
50.000
0.000
AÑO
34
35
IV.2.2.2 Hidrología subterránea
En lo referente a la hidrología subterránea la información es escaza más del 90% de la superficie de la cuenca no ha sido
estudiada, en general se desconoce el estado de las cuencas hidrológicas.
36
37
IV.2.3 Topografía
La cuenca de Valles es poco anfractuosa favoreciendo las inundaciones lentas y disminuyendo el riesgo de riadas y
aludes.
38
39
IV.2.4 Edafología
Los principales tipos de suelo de la cuenca de Valles (INEGI, 1970) escala 1:250000, son,
además de Feozem, Luvisol y Cambisol (H, L, B respectivamente): Litosol (I, 41.6 %),
Rendzina (E, 18.4 %), Vertisol pélico (Vp, 16.9 %), y Regosol calcárico (Rc, 13.9 %).
Por unidad hidrológica predomina el Litosol (61.3 %), Vertisol (20.5 %) y Regosol (5.9 %)
en Río Naranjo; Regosol (53 %), Litosol (32 %), y Vertisol (12 %) en Río Mesillas;
Rendzina (46 %), Litosol (183 %, y Regosol (15.4 %) en Río Puerco; Rendzina (39.7 %),
Vertisol (26.7 %) y Litosol (20.6 %) en Río Valles.
Además de la importancia de conocer la superficie que ocupa el suelo principal, también es
muy importante saber la ocupación del mismo, y la ubicación en el paisaje para, con base
en ello, y propiedades propias de cada suelo, inferir la susceptibilidad a la erosión, aporte
de sedimentos, capacidad de almacenamiento de agua y su participación en el volumen de
agua escurrido. En forma general en la siguiente Tabla se dan algunas propiedades de los
principales tipos de suelo.
Ondulado Agricultura,
Regosol Media 0.04 Muy baja 0.35-0.3 Muy alto
plano pastizal
40
Cambisol, B. Del latín cambiare, cambio. Suelos con cambios en color, estructura,
consistencia, etc. debido a la intemperización in situ. Principalmente se forma de materiales
no consolidados – por lo tanto de muy baja estabilidad frente al cambio de uso o
deforestación-, de textura limosa y francosa.
Feozem, H. Del griego phaios, pardo-negruzco, y del ruso zmelja, tierra parda. Tienen una
capa superficial obscura, suave, fértil. Los menos profundos o en áreas inclinadas se
erosionan con mayor facilidad, aunque es posible su uso en ganadería extensiva, con el
manejo apropiado. Es un suelo con moderada a alta susceptibilidad a la erosión tanto eólica
como hídrica.
Litosol, I. Del griego lithos, piedra, suelos con roca dura o de muy poca profundidad.
Suelos de escasa profundidad, menor a 10 cm. Su susceptibilidad a la erosión depende del
lugar en que se encuentre y topografía, pudiendo ser de moderada a muy alta.
Luvisol, L. Del latín luvi, luo, lavar, suelo lavado, acumulación iluvial de arcilla. Son suelos
con alta susceptibilidad a la erosión, por lo que el plan de manejo debe contemplar su
conservación.
Regosol, R. Del griego rhegos, manto, cobija, por la capa de material suelto que cubre la
roca. Se forman de material no consolidado. Presentan susceptibilidad variable a la erosión,
pero por lo general es alta.
Rendzina, E. Del polaco rzedzic, ruido, connotativo del ruido que hace el arado sobre un
suelo delgado y pedregoso. Suelos poco profundos y pegajosos desarrollados sobre
calizas. Son suelos poco profundos y con alta velocidad de infiltración que les imponen
serias restricciones para su uso. Por su susceptibilidad a la erosión y posición en el paisaje,
lo más recomendable es que permanezcan con la vegetación natural.
Vertisol, V. Del latín verto, voltear. Suelo que se revuelve, que se voltea. Por lo general son
susceptibles tanto a la erosión hídrica como a la eólica.
41
La Tabla siguiente muestra la superficie ocupada en la región por los diferentes tipos de
suelo.
Principales tipos de suelo por subcuenca.
Naranjos Mesillas Puercos Valles Total
Clave Suelo principal
Ha % Ha % Ha % Ha % Ha %
Agua 136.9 0.1 27.9 0.1 875.5 1.3 1040.2 0.3
Poblado 535.3 0.4 58.3 0.2 80.9 0.1 582.4 1.1 1256.9 0.4
Bk/3 Cambisol cálcico 2402.9 1.6 4486.5 6.9 13.2 0.0 6902.6 2.3
Hc+Vp/3 Feozem calcárico 6160.9 4.1 845.6 2.7 6146.1 9.4 13152.5 4.4
Hh+I/2/L Feozem háplico 2482.8 1.7 2482.8 0.8
Hl+E/3 Feozem lúvico 1335.1 0.9 1335.1 0.4
Kk/2 Kastañozem
cálcico 294.9 0.2 294.9 0.1
I/2 Litosol 92035.5 61.3 9914.2 32.0 11968.2 18.3 11154.3 20.6 125072.3 41.6
Lc/3/P Luvisol crómico 161.3 0.1 161.3 0.1
Lf/3 Luvisol férrico 1198.8 0.8 1198.8 0.4
Rc+E+I/3/L Regosol calcárico 8845.7 5.9 16414.8 53.0 10087.3 15.4 6461.5 11.9 41809.3 13.9
E+Hc/3/L Rendzina 3745.0 2.5 30089.6 46.0 21476.3 39.7 55310.8 18.4
Vp/3 Vertisol pélico 30804.7 20.5 3751.1 12.0 1669.3 2.6 14453.0 26.7 50678.1 16.9
Total 150139.8 100.0 30925.8 100.0 65403.4 100.0 54140.6 100.0 300695.6 100.0
42
43
44
45
IV.2.5 Vegetación
Los principales tipos de vegetación existentes en la región son seis:
i. Selva baja caducifolia y subcaducifolia
ii. Pastizal inducido
iii. Bosque de encino
iv. Vegetación hidrófila
v. Selva alta y mediana perennifolia y subperennifolia
vi. Matorral submontano (xerófilo)
47
Selva Alta Perennifolia. La distribución principal de este tipo de vegetación se
localiza al sureste del estado de San Luis Potosí, donde se localizan los declives
orientales inferiores de la Sierra Madre Oriental a una altitud de entre 50 a 80 m.
La zona con este tipo de vegetación presenta gran densidad de población debido
a las condiciones climáticas favorables para la agricultura tropical, siendo las
actividades agrícolas las que mayormente han perturbado la selva. La ganadería
por otra parte al emplear el sistema de quema periódica y siembra de gramíneas
forrajeras introducidas, especialmente Panicum maximum perturban este tipo de
vegetación. Asimismo se produce la explotación de ciertas especies de árboles
para fines locales.
Las dos Tablas siguientes indican que las áreas dedicadas a la actividad agrícola,
en sus dos modalidades (temporal y riego), son las de mayor superficie (44.7%),
en segundo lugar se tiene a la selva baja caducifolia (32.28%), y el bosque de
encino (18.1%). Otros tipos de vegetación presentes son: matorral submontano
(xerófilo) (0.95%), pastizal inducido (1.7%) y selva alta perennifolia (0.8%).
48
49
Tipos de vegetación en ha al año 2000
Río de los
Río Mesillas Naranjos Río Puerco Río Valles Total
Agricultura de temporal 19627.545 36262.047 27964.878 29203.404 113057.874
Agricultura de riego y humedad 16213.879 5244.794 21458.673
Selva caducifolia y subcaducifolia 10019.618 36339.23 37390.486 13326.723 97076.057
Vegetación Hidrófila 1364.794 3824.73 5189.524
Bosque de latifoliadas 54158.983 54158.983
Matorral xerófilo 2875.069 2875.069
Asentamiento humano 465.830 48.056 3936.154 4450.04
Selva perennifolia y subperennifolia 2416.364 2416.364
300682.584
50
Erosión eólica respecto al total de las tres subcuencas
Mesillas Naranjos Puerco Total
Sin erosión 8.6 56.9 20.2 85.7
Ligera 3.9 2.2 6.3 12.4
Moderada 0.7 0.7
Alta 1.1 1.1
Muy alta 0.0
100.0
Feozem calcárico 2417.6 1.0 1238.7 0.5 9421.3 3.8 55.7 0.0 19.2 0.0
Litosol 6603.7 2.7 101405.8 41.2 4974.2 2.0 94.8 0.0 839.5 0.3
Rendzina 430.3 0.2 4516.9 1.8 19581.1 8.0 9263.8 3.8 42.5 0.0
Vertisol pélico 21315.1 8.7 12155.8 4.9 1924.0 0.8 255.4 0.1 79.6 0.0
51
Erosión hídrica por subcuenca y tipo de vegetación del año 2000 (Ha.)
52
Erosión eólica
140000
120000
60000
40000
20000
0
Sin erosión Ligera Moderada Alta Muy alta
Erosión eólica
100
90
80
Río Mesillas %
70
Río de los Naranjos %
60 Río Puerco %
50
40
30
20
10
0
Sin erosión Ligera Moderada Alta Muy alta
53
54
IV.2.7 Cambios de uso de suelo en las subcuencas de estudio
Las actividades humanas han modificado sustancialmente la vegetación natural de
la región, del estado y del país. La desaparición de la vegetación original o su
alteración son los signos más evidentes de ello. El crecimiento de las zonas
urbanas y rurales, el cambio de uso del suelo, principalmente para la agricultura y
la ganadería, y el crecimiento de la infraestructura (caminos y carreteras, tendidos
eléctricos y presas, entre otros) son los principales causales de estos cambios.
La agricultura y la ganadería son las que ocupan mayor superficie, en perjuicio de
la selva baja. La agricultura de temporal y de riego ocupan el 44%, cultivándose
principalmente caña de azúcar, y en menor escala maíz, frijol y naranja. La
agricultura de riego se desarrolla en valles intermontanos, a la orilla de los ríos, y
en algunos valles aluviales.
La ganadería se lleva a cabo en ranchos particulares o en granjas, pasando de un
sistema extensivo a intensivo, reflejándose en la transformación de pastizales a
zonas agrícolas.
La siguiente Tabla presenta los cambios de uso de suelo y cobertura vegetal
comprendidos en el periodo de 1976 al 2000. Este análisis se realizó mediante la
sobreposición de mapas de uso de suelo y vegetación del INE (1976 y 2000).
Asimismo, se calculó la tasa de cambio entre usos y tipos de vegetación. Los
valores negativos indican pérdida, y los positivos, recuperación.
55
Uno de los cambios más notorios se presentó en el asentamiento humano (Ciudad
Valles), que se incrementó en un 426%, pasando de 800 ha a 3 mil ha
aproximadamente. La superficie dedicada a agricultura de temporal y de humedad
se incrementó en 97% y 49%, respectivamente. La agricultura de temporal pasó
de 57 mil ha a 113 mil ha, mientras que la agricultura de riego pasó de 14 mil ha a
21.4 mil ha. Por el incrementó de esta actividad se perdieron 45 mil ha (31%) de
selva baja caducifolia y subcaducifolia. La totalidad del pastizal inducido y
cultivado (cerca de 21 mil ha), pasó a agricultura. La selva perennifolia y
subperennifolia se redujo en un 51% (2.5 mil ha), para aprovechamiento forestal y
agricultura. La vegetación hidrófila (de galería) disminuyó un 51%
(aproximadamente 6 mil ha).
27 (A)g Río de los Naranjos 56 616,48 37.71% 93 523,28 62.29% 150 139,77
56
57
58
59
60
61
Cadena de Markov Subcuenca Río Valles
62
Cadena de Markov Subcuenca Río Puerco
63
Cadena de Markov Subcuenca Río Mesillas
64
Cadena de Markov Subcuenca Río de los Naranjos
65
66
67
IV.2.8 Climatología y tendencias de cambio climático
De acuerdo a la clasificación de Köppen, modificado por E. García, el clima en Cd.
Valles es clasificado como Aw1'' (e) g, cálido subhúmedo intermedio, con lluvias
en verano, mostrando sequía interestival, con %PI = 5,5 extremoso. Su
temperatura media anual es de 25,9 ºC, con una máxima absoluta de 52.2 ºC
registrada el 30 de junio de 1965 y una mínima de 0 ºC registrada en los meses de
diciembre (1983, 1989 y 1997) y enero de 1975. La precipitación pluvial media
anual es de 1 235 mm. y la evaporación promedio anual es de 1 495 mm. En
promedio llueven 97 días al año, siendo los meses con mayor ocurrencia
septiembre, julio y junio, con 13,1, 12,6 y 11,6 días, respectivamente. Información
analizada de los datos de la estación hidroclimatológica Santa Rosa.
68
69
En doce estaciones climatológicas analizadas se observa una tendencia al
aumento de temperaturas máximas promedio por quinquenio con valores que van
de 1 a 4 oC, las temperaturas mínimas muestran una tendencia al decremento en
diez de doce estaciones analizadas. En lo referente a la precipitación no se
presentan tendencias claras. Es evidente que las tendencias climáticas marcan un
cambio de clima regional.
70
IV.2.9 Densidad Poblacional
La densidad poblacional de la cuenca es baja en toda su superficie excepción hecha de la traza urbana de la Ciudad de
Valles, el tipo de distribución es macrocefálica.
71
IV.2.10 Caracterización Socioeconómica
De acuerdo al XII Censo General de Población y Vivienda 2010 efectuado por el
INEGI, la población total del municipio es de 167,713 habitantes, de los cuales
81,226 son hombres y 86,487 son mujeres. La población total del municipio
representa el 6.50 por ciento, con relación a la población total del Estado. Su
densidad de población es de 69.44 habitantes por kilómetro cuadrado.
POBLACION
AÑO
Hombres Mujeres Total
1990 64,370 66,569 130,939
1995 70,658 72,619 143,277
2000 71,001 75,603 146,604
2005 75,347 80,007 155,354
2010 81,226 86,487 167,713
2014 S/D S/D 176,935
CRECIMIENTO POBLACIONAL
180000
176935
175000
170000
167713
165000
160000
156859
155000
150000
145000 146604
143277
140000
1995 2000 2005 2010 2014
Total
85
El municipio cuenta con diversas instalaciones de educación básica (preescolar,
primaria, secundaria), de nivel medio superior, capacitación para el trabajo y
superior.
Cuenta con la siguiente infraestructura escolar:
i. Ciento veintiún jardines de niños, tanto en el área urbana como rural.
ii. Ciento sesenta y nueve primarias en el área urbana y rural.
iii. Sesenta y tres secundarias en el área urbana y rural.
Ciudad Valles presenta en su circunscripción: diecisiete escuelas de nivel
bachillerato, ocho de capacitación para el trabajo y una escuela de nivel medio
superior, en lo referente al nivel superior existen una Unidad Regional de la
Universidad Autónoma de San Luis Potosí, el Instituto Tecnológico de Ciudad
Valles, la Escuela Normal de Estudios Superiores del Magisterio Potosino.
Instituciones privadas como el Instituto de Ciencias y Estudios Superiores de San
Luis Potosí campus Valles; y el Instituto Politécnico y de Estudios Superiores de
los Valles de Oxitipa (IPESVO).
86
De la población de 15 años y más se tienen 88,541 alfabetos contra 8,879
analfabetas que representan el 9.11% de la población.
Los servicios médicos en el municipio, son ofrecidos por organismos públicos y
privados, el Municipio cuenta con 26 unidades médicas:
87
87
IV.2.11 Traza urbana
Adelante se presenta la mancha urbana de Ciudad Valles y su relación estrecha con el río Valles.
88
IV.2.12 Servicios públicos municipales
La cobertura de servicios públicos del Municipio de Ciudad Valles
COBERTURA
SERVICIO
(%)
Agua potable, alcantarillado y saneamiento 70
Alumbrado público 80
Limpia (recolección de basura y limpia en vías públicas) 80
Mercados y centrales de abasto 80
Panteones 100
Rastros 100
Seguridad pública 45
89
Las principales vías de comunicación se dirigen al Norte del país a Ciudad
Victoria, al Este a Tampico, al Sur a Tamazunchale y al Oeste a la ciudad de San
Luis Potosí, S.L.P.
Ferrocarril
El municipio cuenta con el servicio de carga.
Medios de comunicación
Existen 4 radiodifusoras locales y además se escuchan otras con cobertura
regional y nacional por las noches, las estaciones locales funcionan en banda de
amplitud modulada.
Un canal de televisión local, además de las de cobertura nacional y por cable. Tele
Valles canal 8; 2 y 5 de Televisa; 13 de Televisión. Azteca y Sistema de Televisión
por cable TVC., que da servicio a 3 717 suscriptores.
Circula el periódico local, “El Mañana” y algunos provenientes de la capital del
estado: “El Sol de San Luis”, “Momento”, “Pulso” y “El Heraldo de México”,
además de revistas de diversa índole.
El municipio cuenta con una administración de Correos, ocho agencias de correos
y tres expendios de timbres postales.
Se cuenta con una administración de telégrafos.
Ciudad Valles presenta una infraestructura de 5,507 líneas con 10,476 aparatos
telefónicos. Y con 13 estaciones de radio aficionados en el municipio.
IV.2.13 Conclusiones derivadas del diagnóstico estructural y funcional de las
subcuencas del sitio de estudio
La problemática que se percibe en la región, desde el enfoque de manejo integral
de cuencas, implica:
Zonas montañosas desprovistas de vegetación (cambio de uso del suelo).
Alta capacidad erosiva y transporte de sedimentos por escorrentías en ríos,
arroyos y pendientes pronunciadas.
Efectos importantes en la cuenca a causa del incremento en la
infraestructura y la población urbana.
Disminución del potencial productivo de los recursos naturales renovables.
Intensificación de la competencia de los recursos hídricos.
90
La actividad agrícola en áreas localizadas en las márgenes de los ríos,
bajadas de las montañas y parte media de las mismas, están conduciendo
a la degradación ambiental, e incrementarán en un futuro cercano, el efecto
de los eventos naturales extraordinarios.
El riesgo depende de las condiciones específicas del sitio en estudio, en este caso
la Ciudad de Valles. Como ya se ha señalado, dos son los componentes
fundamentales del riesgo: La probabilidad de ocurrencia de los fenómenos
naturales que se manifiestan con intensidad variable, dependiendo de las
variables clave; y las condiciones de vulnerabilidad de las unidades territoriales
expuestas a la amenaza.
Por lo anterior el primer paso para la construcción de un atlas de riesgos es la
identificación y establecimiento de las categorías tipológicas de los diferentes
peligros o amenazas naturales, que han afectado y por lo tanto pueden
probablemente afectar el área de estudio.
En México, el Sistema Nacional de Protección Civil reconoce, de acuerdo con su
origen, los siguientes tipos de amenazas:
Geológicas;
Hidrometeorológicas;
Químicas;
91
Sanitario-ambientales;
Socio-organizativas.
La identificación de los fenómenos que afectan la zona de estudio, se realizó
utilizando diferentes fuentes de información tales como fuentes bibliográficas,
hemerográficas e información obtenida de la población mediante la aplicación de
cuestionarios.
La información anterior fue considerada como el punto de partida para la
integración del atlas, resulta de gran utilidad para la aplicación de las estrategias
para prevenir los efectos deletéreos de los desastres naturales; pues permite
ubicar las áreas de riesgo.
El presente Atlas de Riesgos considera exclusivamente las amenazas naturales
Geológicas; Hidrometeorológicas y Sanitarias.
V.1.1 Introducción
Las condiciones geológicas y geomorfológicas en las que se asienta cualquier
población son de gran relevancia para una adecuada planeación y desarrollo
urbano, tanto a nivel ciudad como en asentamientos rurales.
Los peligros geológicos son aquellos que ocurren en la corteza terrestre, tanto por
procesos superficiales como también ligados a procesos originados en la corteza
interna, o la combinación de ambos ya que, por ejemplo, un volcán el cual se
origina a profundidad tiene una componente superficial de flujos de lava, nubes
ardientes o lahares (flujos de lodo volcánico). La tipología de riesgos de carácter
geológico que pueden afectar al Municipio y Ciudad Valles, S.L.P., se ha
subdividido en dos grupos de acuerdo a su probabilidad de incidencia y contexto
geológico:
Procesos superficiales (o exógenos): los procesos superficiales causales de
peligros geológicos son aquellos procesos geológicos o geomorfológicos que se
generan en superficie o a pocos metros del suelo, incluyendo subsuelo y roca
madre. Algunos ejemplos incluyen deslaves, colapso de suelos, aluviones, flujos
de lodo y detritos entre otros.
92
Procesos subterráneos o tectónicos (o endógenos): los procesos subterráneos
son aquellos que tienen su origen a profundidades arbitrarias mayores a una o
varias decenas de metros y hasta kilómetros. Estos incluyen sismos, tsunamis,
volcanes y fallas geológicas regionales.
El presente estudio se enfoca en los procesos superficiales debido a la
localización geográfica de Ciudad Valles, en zona asísimica (Zona B de la
Regionalización Sísmica de la República Mexicana, CENAPRED, 2001), y fuera de
los límites de amortiguamiento del volcanismo actual de la Faja Volcánica
Transmexicana, los sismos y volcanismo activo son poco probables. Sin embargo,
no se descarta la afectación indirecta de la zona de estudio por erupciones
volcánicas o sismos en estados aledaños aunque con una menor probabilidad.
Procesos de remoción en masa, que incluyen deslizamientos traslacionales y
rotacionales de roca; deslizamientos superficiales como deslaves de suelos e
inestabilidad de laderas y terrazas fluviales
Hundimiento de calizas (disolución) o consiguiente agrietamiento del relleno
aluvial (extracción intensiva de aguas freáticas)
Fallamiento y/o agrietamiento estructural relacionado a procesos de
acomodamiento gravitacionales.
Flujos de lodo y detritos, ocasionados principalmente por precipitaciones
extremas y relacionadas a incendios, actividades antropógenas o cambios de uso
de suelo.
El objetivo de este capítulo es reconocer los tipos de riesgos de carácter geológico
a los cuales está expuesta la población de Ciudad Valles, S.L.P. y zonas rurales
aledañas. Esto con el fin de informar y presentar a las autoridades y sociedad civil
en general las zonas en las cuales se puede estar expuesto a algún tipo de riesgo
geológico, tales como derrumbes, subsidencia, inundaciones, agrietamientos,
avenidas y flujos de lodo entre otros.
Las observaciones y recomendaciones presentes en este estudio deben ser
tomadas en cuenta para cualquier plan de desarrollo urbano a futuro y para
mitigación de peligros en zonas ya expuestas a dichos fenómenos.
93
El carácter semicualitativo de este estudio establece las bases para futuros
proyectos con objetivos más locales en los cuales el uso de ensayes geofísicos
eléctricos, magnéticos o sísmicos podrían ayudar a definir la geología del
subsuelo, los acuíferos, las condiciones morfo-estructurales y rasgos de disolución
de las calizas que forman el basamento geológico (en el caso particular de Ciudad
Valles). Así mismo, estudios de geotecnia previos a construcción de edificaciones
mayores o infraestructura municipal como presas, canales, colectores pluviales
etc. Dichos proyectos requieren de estudios detallados de estabilidad de laderas,
mecánica de rocas y suelos, ensayes de permeabilidad entre otros.
La primera etapa consistió en documentación bibliográfica y cartográfica,
incluyendo análisis e interpretación de lineamientos y rasgos geomorfológicos en
fotografías aéreas escala 1:5,000 e imágenes de satélite (Landsat). Se revisaron
detalladamente estudios geológicos regionales, de semi-detalle y detalle en el
área del este y sureste del Estado de San Luis Potosí, dichos informes incluyen
cartografía geológico-minera y numerosos reportes del CRM (hoy Servicio
Geológico Mexicano), artículos en revistas científicas especializadas, estudios de
PEMEX e INEGI.
La segunda etapa fue de trabajo de campo, el cual se llevó a cabo en dos visitas a
la zona urbana y conurbada de la Cabecera Municipal de Valles, San Luis Potosí.
La recopilación de información geológica incluyó litologías, espesores, rasgos
estructurales de fallas y pliegues, rumbos y buzamientos, niveles de intemperismo,
evidencia y tipos de erosión y alteración local o extensa, muestreo, esquemas y
fotografías entre otros. Se realizaron caminamientos y secciones a lo largo del
cauce del río Valles en las zonas con asentamientos poblacionales y en los
lomeríos cercanos así como visitas de reconocimiento a zonas conocidas de
subsidencia como dolinas y otras estructuras de disolución y colapso. Se utilizó
GPS para posicionar cada punto de interés para su posterior localización en la
cartografía digital. Una segunda etapa de campo se llevó a cabo a mediados del
mes de Diciembre para complementar y corroborar datos previamente adquiridos y
visitas a zonas no contempladas en la primera excursión.
94
A lo anterior le siguió la etapa de interpretación de información y digitalización de
mapas y secciones. Con la complementación de información ecológica, hidrológica
y geográfica, junto con lo estructurado en materia geológica, se realizó la
zonificación de áreas con riesgo geológico. La etapa final consistió en la
integración, revisión y validación de los mapas y reporte final.
El Municipio de Valles, en el Estado de San Luis Potosí se ubica en la porción sur-
oriente de la provincia fisiográfica Sierra Madre Oriental (sub-provincia de Sierras
Altas y Bajas) y el límite occidental de la Planicie Costera del Golfo (Raisz, 1964).
Las elevaciones topográficas van de los 600 m.s.n.m. en la primera y lomeríos
suaves con altitudes inferiores a los 100 m.s.n.m. en la segunda.
V.1.2 Geología Local
Se realizaron dos vistas de campo con duración de una semana cada una
aproximadamente, en estas se verificaron localidades observadas en cartografía
geológica y topográfica existente así como los rasgos estructurales observados en
fotografías aéreas e imágenes de satélite. Con esta información se recopiló
información básica acerca de la geología local en donde se asienta la traza urbana
de Ciudad Valles.
El desarrollo urbano de Ciudad Valles ha sido claramente hacia el NE del cauce
del río Valles, esto probablemente por buscar las zonas más elevadas
topográficamente además de que la zona hacia el SW del río consiste de
cañaverales, ranchos privados y terreno ejidal, representando los asentamientos
con baja proporción de vivienda.
95
96
Se identificaron tres tipos de terreno característico en los cuales se asienta Ciudad
Valles y zona conurbada y rural de cercanías:
I. Lutitas y calcilutitas de la Formación Méndez y San Felipe
97
II. Terreno aluvial Cuaternario (conglomerados, aluvión y terrazas)
III. Calizas y lutitas calcáreas de las Formaciones El Abra y Agua Nueva
Hacia el NW del río Valles el subsuelo está caracterizado por pequeños lomeríos
de lutitas con plegamiento leve de las formaciones Méndez y San Felipe, les
sobreyacen gruesos paquetes de depósitos aluviales como conglomerados,
arenas y limos sobre todo en las cercanías del cauce del río Valles y partes bajas
de la ciudad.
A continuación se enlistan descripciones locales de las unidades geológicas
aflorantes en la zona urbana y conurbada.
a) Lutitas y calcilutitas
Hacia el área al noroeste del río Valles, en los límites de la mancha urbana,
aproximadamente a la altura del nuevo puente Santa Rosa y a unos 200 m aguas
abajo se encuentran espectaculares afloramientos de calcilutitas de hasta 20 m de
espesor, dichas rocas pertenecen a las formaciones San Felipe y Méndez.
Consiste de lutitas calcáreas y calcilutitas color gris que intemperizan a café ocre,
en estratos delgados, deleznables y altamente fracturados con dirección casi
perpendicular al rumbo. Es importante mencionar la presencia de un plano de falla
lateral con componente normal la cual corre a lo largo del escarpe natural que ha
dejado la incisión vertical del río Valles (ver figura). El fallamiento presenta un
rumbo preferencial N20°W con inclinación de 58° NE. Localmente, dicho
fracturamiento forma pequeñas vetillas rellenas de calcita formando delgadas
drusas ≤2 cm de espesor. El espejo de falla presenta estrías casi horizontales por
lo que el fallamiento se atribuye a periodos de extensión posiblemente hacia el
Terciario.
b) Terreno aluvial Cuaternario (conglomerados, aluvión y terrazas
Las rocas estratificadas del Cretácico que afloran en la rivera del río Valles se
encuentran comúnmente cubiertas discordantemente por gruesas capas de suelo
(≤1.5 m de espesor) en las partes altas y por depósitos fluviales hacia las partes
bajas sobre todo en la margen oriental del río, donde se desarrolla la planicie de
98
inundación. Estos depósitos corresponden a conglomerados, gravas, arenas y
limos de color café claro que van de masivos a finamente estratificados,
comúnmente con estratificación cruzada y alternancia de lentes y horizontes que
se auñan de gravas y conglomerados. La fase de grano grueso (gravas y
conglomerados) tiene una granulometría que va de 0.5 a 30 cm de diámetro, en
clastos redondeados a sub-redondeados y principalmente con litologías de calizas
y lutitas, aunque se encuentran esporádicamente clastos de rocas volcánicas. El
espesor de estos paquetes sedimentarios varía de 0.5 a 3 m de espesor
dependiendo las características y relieve del cauce.
c) Calizas y lutitas calcáreas de las formaciones El Abra y Agua Nueva
Hacia el noreste de Ciudad Valles, con rumbo hacia la salida a Laguna del Mante
(carretera federal No. 85) a la altura de Montecillos y hasta Los Sabinos, la
geología está caracterizada por pequeños lomeríos de 30 a 70 m de altura
formados por plegamiento de las lutitas y calizas que conforman el substrato. Los
lechos de los arroyos que cruzan las áreas urbanizadas en el norte de Ciudad
Valles presentan afloramientos principalmente de lutitas calcáreas y calizas de las
formaciones Agua Nueva y San Felipe, con estratos casi horizontales formando
placas donde el agua de los arroyos fluye libremente.
Las rocas de esta zona forman el flanco occidental del Anticlinal El Abra. La mayor
parte de los asentamientos se encuentran en el área de lutitas, margas y
calcilutitas, mientras que hacia el oriente comienzan a aparecer las calizas de la
Formación El Abra, las cuales consisten de rocas carbonatadas color gris claro
con microfauna y en estratos gruesos. Presentan comúnmente lapiez y karsticidad
a manera de grietas por disolución y dolinas de hasta 1 km de extensión en su eje
mayor. Dichas dolinas se originan por colapso de grutas subterráneas formadas
por disolución debido a flujo de aguas subterráneas. En la Sierra de El Abra –
Tanchipa estas dolinas o localmente llamados ‘sótanos’ presentan un rumbo
preferencial N-S.
V.1.3. Riesgos y procesos geológicos
Los accidentes naturales asociados a procesos geológicos han sido descritos
desde tiempos remotos, desde interpretaciones científicas del Diluvio Universal, la
99
erupción volcánica del Vesubio, en Italia, en el 79 A.C., la cual sepultó la ciudad de
Pompeya con una caída de ceniza y flujos piroclásticos. Acontecimientos recientes
incluyen el lahar (flujo de lodo volcánico) en el Nevado del Ruiz, Colombia, que en
1985 extinguió la vida de ~23,000 personas y el terremoto de la Ciudad de México
en ese mismo año.
Estudios basados en registros de los accidentes naturales producidos a lo largo de
todo el siglo XX, estiman que casi 4 millones de personas murieron como
consecuencia de desastres naturales, siendo el 83% del total de víctimas debido a
accidentes de naturaleza geológica (Committee for Disaster Research of the
Science Council of Japan, 1989). Estimaciones de la Agencia de Coordinación de
las Naciones Unidas para el Socorro de Desastres (Office of United Nations
Disaster Relief Coordinator – UNDRO) señalan también que los daños se
concentran en las últimas dos décadas, cuando los accidentes naturales habían
matado casi 3 millones de personas, afectado adversamente la vida de otros 800
millones y, provocado daños inmediatos superiores a los US$ 23 mil millones
(UNDRO, 1988).
102
Dentro de los programas de mitigación de desastres de la UNDRO (Filho et al.,
1991), incluyen una secuencia de actividades de prevención y preparación
sintetizadas en los siguientes puntos:
a. Identificación y evaluación de los riesgos
b. Análisis de riesgo
c. Definición de medidas de prevención de accidentes
d. Planificación para situaciones de emergencia
e. Información pública y entrenamiento
104
lava, expulsión y caída de ceniza; tienen solfataras y fumarolas, evidencias de
actividad hidrotermal y micro-temblores. La mayoría de estos volcanes se
encuentran en la Faja Volcánica Transmexicana e incluyen: el Popocatépetl, Pico
de Orizaba o Citlaltépetl, San Martín Tuxtla, Ceboruco, Volcán de Colima, Jorullo,
Sangangüey y Paricutín. Existen tres volcanes de tipo caldera en la misma región,
la caldera de Los Humeros, en Puebla, Amealco en Querétaro y La Primavera en
Jalisco. Otras estructuras activas fuera de la Faja son el Chichonal y el Tacaná, en
el sur del País y el Tres Vírgenes, en Baja California Sur. El Everman y el Bárcena
son volcanes-isla activos pertenecientes al archipiélago Revillagigedo y bajo
jurisdicción del estado de Colima.
Los edificios volcánicos de gran magnitud (o estratovolcanes) en México son de
gran peligrosidad, tanto por erupciones futuras como por colapso, lahares y
avalanchas. Sin embargo, otro riesgo latente son los volcanes de menor tamaño
pero de mayor frecuencia que podrían afectar zonas densamente pobladas. De
esto son evidencia los campos volcánicos monogenéticos como el de
Chichinautzin, al sur de la cuenca de México y la Meseta Tarasca, en el norte de
Michoacán.
La escala de peligrosidad de un volcán está en función de las evidencias
geológicas registradas por episodios anteriores en el record geológico y/o
histórico, es decir, la frecuencia de erupciones y su intensidad determinada por el
índice VEI (Volcanic Explosivity Index), y el tipo de productos expulsados
determinados por medio de análisis estratigráfico, petrológico y químico.
Se pueden diferenciar dos grandes tipos de riesgos volcánicos: riesgo primario y
riesgo secundario.
Riesgo primario: directamente relacionado con la actividad volcánica y procesos
ocurrentes al momento de la extrusión de magma, gases, bombas o ceniza.
Incluyen:
Flujos y coladas de lava. Son típicas (y dominantes) de las erupciones con bajo
índice de explosividad. Provocan importantes incendios (tanto forestales como
de otro tipo), entierran paisajes modificando la topografía, destruyen la
infraestructura y las comunicaciones.
104
Piroclastos de caída y de proyección balística. Durante las fases eruptivas
explosivas son lanzados a gran velocidad fragmentos de distinto tamaño más o
menos sólidos. Existe un evidente riesgo de impacto directo si se está lo
suficientemente cerca del centro emisor. Al estar a alta temperatura también
pueden provocar incendios forestales.
Emisión de cenizas (columnas o plumas eruptivas). Las erupciones Plinianas,
ultra-Plinianas e hidrovolcánicas se caracterizan por emitir poderosas columnas
eruptivas (chorros de gas de elevada temperatura y alta velocidad) que
transportan grandes masas de cenizas y piroclastos. Ascienden a gran altura
hasta que pierden momentum y colapsan provocando una lluvia de ceniza.
Estas cenizas pueden cubrir cientos de kilómetros cuadrados y depositarse a
gran distancia del foco emisor. Sus efectos son sumamente peligrosos y
nocivos para la salud, ya que pueden provocar:
o Muerte por asfixia
o Inutilizan todo tipo de motores impidiendo la evacuación o la llegada
de ayuda del exterior. Incluso los aviones y helicópteros pueden
verse afectados.
o Provocan cambios climáticos temporales (veranos fríos) lo que
muchas veces supone la destrucción de las cosechas. Uno de los
cambios climáticos más acusados ocurrió hace 75.000 años cuando
entró en erupción el volcán Toba (Indonesia). También el Pinatubo
(Filipinas) en 1991 provocó un brusco descenso de las temperaturas
estivales en todo el mundo.
o Eliminan la vegetación y destruyen los cultivos
o Contaminan los recursos hídricos y matan la fauna acuática
o Colapso de techos, tejabanes y azoteas al acumularse sobre los
tejados. Una capa de ceniza húmeda de 1 centímetro de espesor
supone un incremento del peso que tiene que soportar el tejado de
aproximadamente 2.500 kilos
Flujos piroclásticos. Son nubes ardientes cargadas de materiales
incandescentes que se desplazan cerca del suelo a gran velocidad, incinerando
105
todo lo que encuentran a su paso. Su temperatura oscila entre los 300 y los 800
grados y su velocidad puede superar los 160 kilómetros por hora.
Emanación de gases tóxicos. Los volcanes emiten grandes cantidades de gas,
antes, durante y después del cese de la actividad. Muchos de estos gases son
tóxicos y nocivos para la salud (anhídrido carbónico, dióxidos de azufre, sulfuro
de hidrógeno, sulfuro de flúor, etc.).
Tormentas eléctricas provocadas por los gases y cenizas emitidos por el volcán.
Los rayos pueden causar incendios y otro tipo de daños.
Explosiones laterales (‘lateral blast’). La erupción del monte Santa Helena en
1980 permitió observar una importante descarga lateral de los materiales del
volcán.
Riesgo secundario: no son originados directamente por el volcán pero se
generan debido a las condiciones geológicas, geomorfológicas o
hidrometeorológicas indirectamente relacionados con el área de influencia
volcánica. Incluyen:
Lahares o avalanchas de origen volcánico. Son uno de los riesgos que mayor
número de víctimas provocan. Son una mezcla de agua (procedente de la
fusión brusca del hielo y nieve o aportada por lluvias torrenciales) y cenizas con
materiales gruesos, que se mueven por las laderas bajo la acción de la
gravedad hasta que se canalizan a través de la red hidrográfica existente en la
zona. Pueden llegar hasta los 80 km de distancia, movilizando grandes masas
de sedimento.
Incendios. La lava y los piroclastos incandescentes o en estado de semifusión
pueden originar importantes incendios forestales y/o urbanos.
Tsunamis. Algunas erupciones explosivas (hidrovolcanes) o el colapso del
edificio volcánico pueden generar importantes tsunamis. Dos de los más
famosos son los provocados por la erupción del Krakatoa y del volcán Thera
(Santorini).
Cambios climáticos temporales y alteraciones del ecosistema. Las cenizas y
gases volcánicos afectan negativamente a los seres vivos, incrementando la
posibilidad de enfermedades, sobre todo relacionadas con el aparato
106
respiratorio y la piel. Además, contaminan la atmósfera, provocan el
enfriamiento global del planeta, contaminan los recursos hídricos.
Riesgos volcánicos en Ciudad Valles:
Por su localización, fuera del área de influencia del volcanismo activo en México
como lo es la Faja Volcánica Transmexicana, el campo volcánico de Tres
Vírgenes y el volcanismo del sur de México, el Municipio de Valles, San Luis
Potosí, se considera de bajo riesgo volcánico. Sin embargo, la región puede verse
afectada indirectamente por la erupción en un momento dado de algún volcán
activo de la Faja Volcánica Transmexicana, sobre todo en forma de caída de
cenizas, ya que debido a la distancia entre ambas provincias de
aproximadamente 400 km, es posible el alcance de caída de ceniza . Sin
embargo, esto es poco probable ya que se requeriría una erupción del tipo
Pliniana y que además los vientos predominantes tengan la dirección precisa para
que dicha nube afecte la zona de Valles, San Luis Potosí.
Se recomienda estar al pendiente de los boletines informativos y de emergencia
que en un momento dado pueden emitir instituciones tales como el CENAPRED,
UNAM, SGM, ISN y CNA entre otros. Así como organismos internacionales como
el boletín del Smithsonian Institute y el NOAA (ver ligas y URL de dichas
instituciones al final del documento).
Sismos
La litósfera o corteza terrestre está dividida en placas tectónicas, las cuales tienen
un desplazamiento continuo y diferencial. Los terremotos o movimientos sísmicos
pueden definirse como bruscas sacudidas del terreno provocadas como
consecuencia de la liberación de la energía acumulada en puntos o zonas de la
litosfera sometidas a intensas presiones, por ejemplo, en los límites o puntos de
convergencia entre placas tectónicas. El punto donde se inicia la ruptura se
denomina hipocentro, y el punto de la superficie terrestre donde llegan las
primeras ondas sísmicas (P y S) se conoce como epicentro.
Se estima que cada año tienen lugar en la Tierra más de 1,400000 terremotos. Un
elevado porcentaje de ellos no originan ningún daño e incluso, una parte
significativa de los mismos ni siquiera son percibidos por los seres humanos. La
107
mayoría de los sismos se relacionan con los bordes de placa (destructivos,
constructivos o transformantes), aunque también existen terremotos intraplaca,
terremotos inducidos (construcción de embalses y pantanos, inyección de fluidos
en el subsuelo, explosiones nucleares y de otro tipo, etc.) y terremotos asociados
a la actividad volcánica o a reajustes de fallas o terreno superficial activo.
Un primer indicativo para determinar el peligro potencial por sismos de una región
dada, sería conocer la distancia a las zonas de placas tectónicas que afectan al
territorio mexicano. Estas zonas son: Trinchera Mesoamericana (subducción de la
Placa de Cocos bajo la Placa Norteamericana), la zona del Río Colorado, con la
Placa de Rivera y la Falla de San Andrés, la Falla Polochic-Motagua en la zona
montañosa y costera de Chiapas y la Placa del Caribe. Afortunadamente, el
Estado de San Luis Potosí y mas concretamente, el Municipio de Valles, no se ven
afectados directamente por ninguna de estas zonas ya que su distancia es
suficientemente amplia.
El tamaño y la importancia de un sismo se definen por la magnitud y la intensidad.
La primera (Escala de Richter) se mide en grados y depende de la energía sísmica
liberada, se define como el logaritmo decimal de la amplitud máxima de un
sismograma registrado a 100 kilómetros del epicentro, mientras que la segunda
(Escala de Mercalli), es una medida subjetiva que se establece a partir de los
daños causados o la percepción de la población. Se recomienda emplear la escala
de Richter para medir este fenómeno geológico ya que tiene un fundamento más
científico.
La magnitud de un sismo se evalúa mediante la escala de Richter o escala de
magnitud local (ML), actualmente tiende a ser sustituida por otra más precisa
denominada magnitud del momento de Hanks y Kanamori, que puede definirse
como una escala logarítmica arbitraria en la que cada grado entero que
ascendemos supone multiplicar la amplitud de las ondas sísmicas por 10 y una
liberación de energía 30 veces mayor (por ejemplo, un terremoto de grado 1
equivale a la energía liberada por el estallido de 170 gramos de dinamita, mientras
que un sismo de magnitud 8 equivale al estallido de 6 millones de toneladas de
dinamita).
108
El CENAPRED, en el 2001 generó una regionalización sísmica para la República
Mexicana, basada en registros históricos y datos de aceleración del terreno. Se
hicieron 4 divisiones, A, B, C y D. Siendo la zona A la cual no ha reportado sismos
importantes en los últimos 80 años y la zona D la que ha presentado con más
frecuencia fuertes temblores. Las zonas B y C son intermedias y varían
dependiendo el porcentaje de aceleración y las magnitudes de los eventos. Es
conveniente recalcar que esta división es meramente indicativa para la apreciación
del peligro sísmico, por lo cual es necesario considerar estudios de mayor detalle
para la evaluación de zonas urbanas, considerando criterios como de mecánica de
suelos y rocas, consolidación y fracturamiento local o regional. Ciudad Valles se
localiza en la zona B, casi en los límites con la zona A, por lo que el riesgo
sísmico es de moderado a bajo.
Riesgos y daños causados por sismos:
Los daños causados por un sismo son sumamente variados y dependen de
diversos factores, pudiendo destacar:
a. Intensidad y duración del sismo. Resulta evidente que cuanto mayor es la
intensidad de la sacudida o mayor es la duración de la misma, mayores serán
los daños causados. Sin embargo éstos varían de un lugar a otro para un
mismo sismo, dependiendo de la geología local, del desarrollo tecnológico del
grupo humano afectado, de la calidad de los edificios y construcciones, de la
educación y de la distancia al epicentro
b. Profundidad del foco o hipocentro. Cuanto más profundo está el foco menor es
la intensidad y, por lo tanto, menor será la vibración en la superficie ya que las
ondas pierden gran parte de su energía antes de alcanzar dicha superficie.
c. Estabilidad, características y composición de los materiales que constituyen el
suelo/substrato. El comportamiento y composición de los distintos materiales
que integran el sustrato geológico de un lugar, pueden amplificar o atenuar los
efectos de un terremoto. Existen litologías poco estables que al ser sometidas
a una brusca sacudida pueden romperse o provocar deslizamientos o flujos o
colapsar, mientras que otras aguantan mejor las sacudidas y necesitan
vibraciones más fuertes para ceder.
109
d. Calidad de las construcciones y de los materiales empleados. En este apartado
hay que considerar dos aspectos diferentes; por un lado los daños dependerán
de la aplicación o no de normas y por otro de la utilización o no de materiales
adecuados, la realización de cimientos sólidos, etc. No es de extrañar que un
mismo terremoto genere daños mucho más elevados en un país
subdesarrollado, ya que muchas veces la calidad de los edificios, el control de
la edificación o simplemente la inexistencia de una legislación adecuada,
magnifica los daños generados por los terremotos.
e. Día y, sobre todo, la hora en la que se produce el suceso. El número de
muertos y heridos es mucho mayor si el terremoto tiene lugar por la noche, ya
que en esos momentos la mayor parte de la población está en sus domicilios
durmiendo, por lo que si éstos colapsan los atrapan en su interior.
f. Densidad de población de la zona afectada. Existen sensibles diferencias entre
el ámbito urbano y el rural, de ahí que el número de víctimas sea mayor en el
primer caso que en el segundo.
g. Grado de desarrollo socio-económico de la zona o región afectada. Los efectos
son mucho más destructivos en los países subdesarrollados o en vías de
desarrollo que en los desarrollados.
Los daños que genera un sismo pueden ser divididos en directos o indirectos.
Entre los daños directos se incluyen:
Sacudida del suelo o sustrato. Responsable del colapso de edificios e
infraestructura.
Ruptura del suelo. Aunque la mayor parte de las grietas originadas durante un
terremoto son consecuencia de procesos de licuefacción o de movimientos de
ladera, también pueden producirse otras relacionadas con la energía liberada
por el sismo.
Licuefacción. Al vibrar los sedimentos cargados/saturados de agua adquieren
características similares a las de un líquido, pudiendo fluir a través de grietas y
roturas del terreno. Este hecho puede provocar subsidencias, hundimientos y
colapsos e incluso desplazamientos laterales del suelo. A su vez estos
110
mecanismos pueden generar caídas de edificios, fallos de embalses, derrumbes
de puentes entre otros.
Elevaciones y hundimientos del terreno. Estas mismas sacudidas pueden
provocar también la elevación del terreno, lo que puede acarrear graves
consecuencias para las instalaciones portuarias y astilleros
Algunos daños indirectos incluyen:
Maremotos o tsunamis. Son olas oceánicas de gran tamaño originadas por un
terremoto. Pueden barrer la costa destruyendo todo lo que encuentran a su
paso.
Movimientos de ladera. Las fuertes sacudidas y vibraciones desestabilizan los
materiales que constituyen una ladera, provocando desprendimientos,
deslizamientos y flujos.
Incendios. Al destruir total o parcialmente las instalaciones de gas y electricidad
(o dañar refinerías, gasolineras, almacenes de combustibles, etc.) suelen
generarse incendios. Estos fuegos son muy difíciles de controlar ya que a
menudo los bomberos están desbordados, no hay suficiente presión de agua,
las calles están cortadas, etc.
Contaminación de recursos hídricos (por ejemplo mezcla de aguas fecales con
aguas potables, descomposición de cadáveres) y desarrollo de enfermedades.
Formación de lagos artificiales como consecuencia del bloqueo de los ríos
provocado por movimientos de ladera y escombros. Como solución se plantea
la posibilidad de abrir canales utilizando explosivos y maquinaria pesada para
trasvasar y drenar los lagos y embalses comúnmente inestables.
Los daños que genera un sismo disminuyen considerablemente si se diseña (o
aplica) una correcta normativa en zonas sísmicas. Desgraciadamente los
terremotos no se pueden predecir (actualmente se está investigando en este
campo pero los resultados distan mucho de ser adecuados), por lo que
únicamente podemos intentar reducir el nivel de daño que pueden causar los
movimientos sísmicos, combinando las reglas y normas para mejorar cualquier
tipo de construcción, con la educación de la población para que sepa convivir con
los terremotos. El mayor número de daños se produce en viviendas construidas
111
sin normas antisísmicas o en aquellas que se han edificado con materiales de
mala calidad. También se observan daños severos en construcciones localizadas
en zonas geológicamente inestables, como por ejemplo sobre fracturas activas o
al pie de laderas poco consolidadas. Evidentemente, todos estos aspectos
multiplican el número de muertos y heridos ocasionados por un evento de grandes
magnitudes.
Riesgo sísmico en Ciudad Valles
Como se mencionó anteriormente, el Municipio de Valles, San Luis Potosí, se
encuentra en una zona de regionalización sísmica intermedia (zona B del
CENAPRED) en la cual la ocurrencia de sismos con hipocentro y epicentro en un
radio de 100 km es muy improbable ya que no se encuentra afectada directamente
por alguna de las fronteras o fallas tectónicas regionales. Sin embargo, se debe
destacar la importancia que tiene la litología y sus propiedades mecánicas para
que las ondas viajen o no a determinada velocidad desde un sismo generado en la
zona costera o montañosa del sur de México. El Instituto Sismológico Nacional
(ISN) emite boletines mensuales desde 1990 con los sismos que ocurren a diario,
su fecha exacta, localización, magnitud y profundidad. Los sismos generados
antes de 1990 se han catalogado como sismos históricos ya que no se han
registrado en el boletín.
En el Estado de San Luis Potosí, desde 1998 a 2008 se han registrado 4 sismos
según el catálogo y los boletines del ISN. Tales sismos y sus características son
las siguientes:
Como podemos notar en la tabla anterior, los sismos que han ocurrido en el
Estado de San Luis Potosí en los últimos 10 años son relativamente pocos y de
magnitud menor a 5° en la escala de Richter, esperándose aceleraciones en la
112
roca menores del 10% por lo que el riesgo sísmico para Ciudad Valles es de
moderado a bajo. Se debe tener cuidado en zonas de dolinas (como en la Sierra
de El Abra-Tanchipa) y regiones kársticas, así como en áreas densamente
urbanizadas. Especial atención se debe tener en los asentamientos humanos en
serranías o laderas con pendientes pronunciadas, relieve accidentado y escarpes
en general.
Es importante mencionar que pueden ocurrir sismos leves debido no solo a
procesos tectónicos regionales, sino también a acomodamientos y reajustes de
talud y zonas de fallas y fracturas superficiales, así como también debido a la
acción del hombre en voladuras de minas y otras construcciones civiles.
113
114
V.1.4 Riesgos geológicos exógenos
Los riesgos geológicos exógenos se refieren a los procesos que se producen en la
parte más superficial de la litósfera o superficie de la corteza terrestre, estos
incluyen:
fallas y fracturas superficiales,
deslizamientos o procesos de remoción en masa,
subsidencia y colapso de suelos o rocas
flujos de lodo, aluviones o inundaciones repentinas
Los peligros que representan la incidencia de alguno de estos procesos son los de
mayor importancia para el catalogo de riesgos de Ciudad Valles, ya que debido a
su geografía y latitud estos representan un riesgo más frecuente. Cabe mencionar
que dichos procesos, la mayoría de las veces no ocurren de manera aislada sino
concatenada o directamente relacionados con eventos hidrometeorológicos como
periodos de huracanes, lluvias y tormentas extremas y duraderas, nevadas,
granizadas e inundaciones, entre otros.
Fracturas y fallas
Las fracturas son planos de discontinuidad en un amasa rocosa o material poco
consolidado las cuales se observan en superficie como una línea con una abertura
de un ancho el cual puede variar de algunos milímetros a varios decímetros. Las
fracturas, por sí mismas, no son detonadoras de desastres ya que no representan
movimiento o dinámica intrínseca, sin embargo, genera una debilidad en la roca o
sedimentos lo cual favorece su deslizamiento, derrumbe, caída, flujo o erosión, lo
cual puede afectar en cierto momento una zona urbana. El diaclasamiento
(fracturas por enfriamiento en rocas volcánicas) o fracturamiento común permiten
un mayor y más eficiente intemperismo físico y químico sobre la roca.
Una falla es un plano de discontinuidad de una masa rocosa o material poco
consolidado en donde se observa, a diferencia de las fracturas, un movimiento
relativo entre los bloques resultantes del desprendimiento inicial, es decir, la o las
fallas rompen una masa de roca y se desplazan diferencialmente. Las fallas
pueden ser pasivas (sin desplazamiento actual), o activas (con movimiento desde
imperceptible hasta súbito y violento), estas últimas pueden llegar a romper
115
tuberías, concreto, vías férreas y carreteras, así como desencadenar sismos y
deslaves o derrumbes en zonas cercanas a la estructura.
Las fallas pueden ser de tres tipos dependiendo su clase de desplazamiento: falla
normal, de movimiento vertical pendiente abajo; falla inversa, presenta
desplazamiento vertical pendiente arriba y; falla lateral, transcurrente o de rumbo,
contiene movimiento lateral u horizontal entre sus bloques, puede ser diestra o
siniestra. El peligro potencial que representa una falla es cuando un asentamiento
humano ocurre sobre o cercano a esta.
Riesgo por fallas y fracturas en Ciudad Valles
Las redes hidrológicas y patrones de arroyos intermitentes siguen, en la mayoría
de los casos, lineamientos geológicos causados por fallas y fracturas. El caso de
Ciudad Valles no es la excepción puesto que en ciertas zonas a lo largo del cauce
del río Valles, este está delimitado por una falla pasiva y conjunto de fracturas
paralelas y perpendiculares a la dirección preferencial (ver láminas). Sin embargo,
este ‘trend’ estructural de fallas y fracturas no representa ningún riesgo por sí solo.
El fracturamiento es evidente sobre todo en las lutitas y calcilutitas de las
formaciones San Felipe y Méndez, las cuales afloran en zonas de arroyos y en
gran proporción en los costados del cauce del río Valles a lo largo de la traza
urbana. Las lutitas son deleznables, por lo cual debe considerarse un estudio
geotécnico antes de la edificación en zonas cercanas a un talud o escarpe
constituido por estas rocas. Si los estratos presentan inclinación mayor a 30°, la
construcción en dichos sitios debe ser supervisada ya que las fuerzas de gravedad
pueden actuar con mayor eficacia debido a la carga y sobrepeso de ladrillo y
cemento. Preferentemente, los cimientos deben ser lo suficientemente profundo
para evitar en la medida de lo posible las capas más superficiales en una roca
fracturada ya que estos niveles sufren de un intemperismo fuerte el cual reduce
las capacidades de carga y calidad de la roca como sustrato de construcción.
Las áreas en Ciudad Valles con problemas de fracturas incluyen las laderas y
escarpes altos de lutitas en la zona de Santa Rosa y aguas abajo, así como en
zonas de barrancas y pendientes pronunciadas con afloramientos de lutitas
principalmente en el norte de la ciudad. Las calizas y relleno aluvial no presentan
116
problemas de fracturamiento excesivo aunque deben tomarse en cuenta otros
factores como colapso y agrietamiento de suelos por extracción de aguas
superficiales (de noria) o drenajes e infraestructura subterránea colapsada.
Procesos de remoción en masa (PRM): deslizamientos, derrumbes, deslaves
y caída de rocas por inestabilidad de laderas
Los movimientos de ladera son uno de los principales mecanismos erosivos y de
transporte en áreas de montaña y, al mismo tiempo, uno de los riesgos de mayor
impacto. Presentan una amplia distribución espacial y su incidencia sobre el medio
se ve acrecentada por las actividades humanas, hasta tal punto que en muchos
casos este es el principal factor que incide en su desarrollo. No existe un registro
completo de los movimientos de ladera, ya que muchos de ellos ocurren en zonas
deshabitadas o son pequeños y superficiales y los daños sociales y económicos
que producen son escasos, por lo que resulta complicado efectuar un inventario
exhaustivo de los mismos.
Debido a su complejidad, los movimientos de ladera o procesos de remoción en
masa (PRM) se han clasificado en varios tipos dependiendo de sus características
físicas, genéticas, geomorfológicas y geológicas. En condiciones normales, los
movimientos de ladera intentan establecer un equilibrio entre las diversas fuerzas
que actúan sobre una superficie. Cuando estas fuerzas se desequilibran decimos
que la ladera es inestable. Ogura y Soares (2000) diferencian entre movimientos
gravitacionales de masa y movimientos de transporte de masa. Los primeros se
definen como “aquellos que son inducidos por la aceleración de la gravedad”
(desprendimientos, vuelcos, deslizamientos, subsidencias y colapsos), mientras
que los segundos se refieren a los materiales transportados en un medio
cualquiera como agua, hielo o aire (flujos). En cualquier caso, la fuerza
responsable del movimiento es la gravedad.
De las numerosas clasificaciones existentes usaremos las empleadas por Varnes
(1984) y Hutchinson (1988), ellos definen 5 tipos principales, aunque se trate en
muchos casos de un sistema continuo y complejo en el cual el evento comienza
como un desprendimiento y evoluciona a un deslizamiento y finalmente un flujo
117
dependiendo de las características del sustrato y la masa en movimiento en
cuestión.
Desprendimientos: resultan del movimiento de una porción de suelo o roca, en
forma de bloques aislados o masivamente, que en gran parte de su recorrido
descienden por caída libre, chocando violentamente contra el suelo. Generan
depósitos caóticos en los que se entremezclan materiales de dimensiones
variadas. Son movimientos rápidos y peligrosos que se asocian a escarpes
verticales y/o subverticales (acantilados, taludes, fallas).
Deslizamiento: es el desplazamiento de una masa de suelo o roca (o ambas) a
partir de una o varias superficies visibles de rotura o que pueden ser inferidas
razonablemente. La velocidad del movimiento es sumamente variable y la masa
movida conserva, casi sin alterarse, su forma.
Vuelcos: son movimientos de rotación hacia el exterior de una unidad o de un
conjunto de bloques alrededor de un eje pivotante situado por debajo del centro
de gravedad de la masa movida. Pueden producirse tanto en formaciones
rocosas como en depósitos no consolidados.
Flujos: son movimientos más o menos rápidos que afectan (por lo general) a
masas de suelo saturadas de agua (también pueden afectar a masas rocosas).
El material se comporta como un fluido, pierde su forma original y adquiere
morfologías lobuladas. El sedimento se empapa en agua, rebasa su límite de
liquidez y comienza a moverse bajo la simple acción de la gravedad. Dentro de
los flujos se engloban la reptación, la solifluxión, las coladas de barro y las
corrientes y aludes de derrubios o detritos. La velocidad de estos procesos
varía desde unos pocos centímetros al año hasta 50 metros por segundo.
Expansiones laterales: afectan tanto a masas de roca como a suelos muy
coherentes y cementados, situados sobre materiales blandos y deformables. El
movimiento se produce cuando el material subyacente comienza a fluir bajo el
peso de los suprayacentes. También se puede producir por extrusión lateral de
arcillas húmedas bajo el peso de masas situadas encima (e.g. construcciones)
o si tienen lugar procesos de licuefacción.
118
Movimientos complejos: son movimientos de grandes dimensiones que no
obedecen únicamente a un mecanismo de rotura y transporte, sino que
normalmente combinan varios de ellos. Es muy frecuente que los
deslizamientos acaben generando flujos, que los vuelcos se combinen con
desprendimientos y así sucesivamente.
Factores y causas de los procesos de remoción en masa (PRM)
Para que se produzca la inestabilidad, desprendimiento y deslizamiento de una
masa de roca o suelo, es preciso que concurran diversas circunstancias que
alteren el equilibrio de la ladera. Estos factores pueden ser condicionantes y/o
desencadenantes:
Factores condicionantes:
Litología: se refiere no solo a la composición y tipo de roca sino también al
grado de alteración, cementación, textura, tamaño, forma y compactación de la
misma.
Estructura y presencia de discontinuidades: la distribución espacial de los
sistemas de discontinuidades (individualizan bloques más o menos
competentes), su orientación, disposición e inclinación determinan el desarrollo
de planos preferentes de rotura. La ruptura puede ser vertical o
desprendimiento horizontal sobre un plano de material de comportamiento
plástico, por ejemplo arcillas saturadas de agua.
Pendiente topográfica y morfología de la ladera: Cada tipo de material tiene una
altura y un ángulo máximo a partir del cual se pierde la capacidad de reposo del
mismo, regularmente oscila los 33° para materiales no consolidados, este
aumenta dependiendo la dureza de la misma. En consecuencia, las actuaciones
antrópicas o naturales sobre una ladera (socavación basal, desmontes,
acumulación de materiales) pueden romper el equilibrio e iniciar mecanismos de
inestabilidad.
Vegetación: se puede considerar que la vegetación arbórea tiende a proteger
las laderas ya que elimina una parte importante del agua de lluvia, impide o al
menos retrasa la escorrentía, favorece la infiltración lenta (impidiendo la
saturación del suelo) y además sujeta el suelo con sus raíces. La vegetación no
119
arbórea o bien no desempeña ningún papel significativo o ejerce un papel
negativo, sobre todo en el caso de prados y pastos (aquí los procesos
solifluidales son muy frecuentes).
Hidrología: la mayor parte de los PRM se producen por los efectos del agua en
el terreno, en especial por la generación de presiones intersticiales, por los
arrastres, por la erosión de los materiales que integran el talud, por la
circulación subsuperficial de agua, las filtraciones constantes, la mala
circulación hidráulica por el interior del suelo (hidromorfía), los cambios en el
nivel de base y en la escorrentía y las variaciones del nivel freático. Estos
factores inciden negativamente en la estabilidad de las laderas.
Se consideran factores desencadenantes a los procesos responsables de detonar
el evento de remoción de masas, estos incluyen:
Naturales: incluyen las precipitaciones intensas que tienden a saturar el suelo
eliminando los rozamientos y la cohesión entre las partículas; las vibraciones y
sacudidas provocadas por movimientos sísmicos y volcánicos; los procesos de
incisión fluvial, la acción de olas y corrientes marinas sobre los acantilados, los
cambios en el volumen del suelo ya sea como consecuencia de mecanismos de
humectación/desecación o hielo/deshielo y; cambios en el nivel del mar. El
desencadenamiento de los movimientos de ladera por causas meteorológicas y
climáticas está relacionado fundamentalmente con el volumen, intensidad y
distribución de las precipitaciones y con el régimen climático. Es importante la
respuesta del terreno ante los aportes hídricos, los cuales incrementan el peso
que soporta la ladera, provocan presiones intersticiales, erosionan y determinan
cambios mineralógicos significativos, lo que incide en las propiedades y
resistencia de los materiales.
Origen antrópico o inducidos: la actividad humana es uno de los principales
elementos de inestabilidad que existen en la naturaleza. Incide en ella de
múltiples formas, pudiendo citar, entre otras, la deforestación (incendios,
pastoreo, cultivo o retirada de la vegetación), la creación/excavación de taludes,
rellenos y vertederos de residuos, el aumento de peso en muchas laderas, los
desmontes y socavaciones basales con retirada de material, las actividades
120
vinculadas a la minería (explosiones y extracción de mineral y creación de
taludes artificiales), el tránsito de vehículos pesados que generan vibraciones,
los ensayos nucleares, el encharcamiento por exceso de riego, la rotura de
pantanos y embalses entre otros.
Daños ocasionados por procesos de remoción en masa
En las últimas décadas ha aumentado considerablemente la exposición y
presencia de asentamientos en zonas propensas a inestabilidad de laderas, es
decir, el número de personas, edificios, infraestructuras y otro tipo de bienes
expuestos a la acción de la dinámica de laderas se ha multiplicado, al menos por
10. Los daños causados dependen de la velocidad y magnitud de los procesos,
así como de la presencia o no de asentamientos civiles. Los movimientos rápidos
pueden causar víctimas y cuantiosos daños materiales, mientras que los lentos
rara vez generan pérdida de vidas humanas, aunque sí pueden provocar diversos
daños económicos.
Se pueden sintetizar las siguientes clases de daños:
Ruptura de muros, desalineación de postes y vallas, pérdida de suelos, daños
en el asfalto y tierras de cultivo y algunos tipos de solifluxión.
Pérdida de vidas humanas, ya sea por impacto directo del material o por
enterramiento y/o arrastre de vehículos y edificios.
Destrucción de viviendas, infraestructura, instalaciones industriales, portuarias,
vías de comunicación y otros.
Destrucción de campos de cultivo, invernaderos, caminos rurales y vías férreas
Si el material movilizado alcanza un cauce fluvial puede provocar importantes
represamientos (embalses temporales) y obstrucciones que, en sí mismas son
peligrosas para la población ya que pueden ceder bruscamente ante la presión
del agua generando una ola sumamente destructiva que arrastra todo lo que
encuentra a su paso.
Si la masa colapsada afecta al vaso de un embalse puede generar también olas
gigantescas susceptibles de desbordar por encima del embalse arrasándolo
todo aguas abajo.
121
Riesgos de contaminación de aguas sobre todo si el material movido procede
de escombreras, vertederos, basureros o jales de minas antiguas o recientes.
Procesos de remoción en masa en Ciudad Valles
Ciudad Valles se encuentra situada en un valle caracterizado por planicies
aluviales y de inundación así como por pequeños lomeríos de suave relieve. Sin
embargo, sí presenta zonas propensas a deslizamientos o movimientos de masas
sobre todo en las áreas de disección de arroyos las cuales cruzan la mancha
urbana y zona conurbada sobre todo hacia la porción norte de la ciudad. Debido a
esto el riesgo por derrumbes y deslizamientos es de moderado a alto. Sin
embargo, debido a lo poco accidentado del terreno no se han reportado procesos
de remoción en masa naturales en la mancha urbana. Únicamente se tienen
reportados eventos de movilización de suelos, material de construcción mal
dispuesta y caminos de terracería con pendientes menores sobre todo en la época
de lluvias.
122
123
La localización de la cabecera municipal entre dos serranías mayores, la de El
Abra-Tanchipa y La Colmena hacen que las faldas de dichas sierras sean zonas
con cierta densidad de asentamientos humanos pequeños (rancherías). De igual
forma, debido a la geografía del área, el mayor riesgo por deslaves está ubicado
en las inmediaciones de la red carretera de acceso a Ciudad Valles.
Se han reportado deslaves recurrentes en dos principales puntos de la red
carretera que conecta Ciudad Valles con diversas localidades. El primero
aproximadamente a la altura del km 15, carretera federal No. 70, tramo Valles-
Rioverde (ver mapa en página siguiente). Dichos deslaves son de menor escala,
con longitudes verticales≤15 m, sin embargo, son recurrentes y comúnmente
obstruyen la carretera lo cual puede generar accidentes directos e indirectamente
ligados al derrumbe. Se genera en lutitas y calcilutitas de las formaciones Agua
Nueva, San Felipe y Méndez, y pueden ser causados por varios factores:
inclinación de estratos paralela a pendiente pronunciada de corte carretero,
exceso de humedad en tiempo de lluvias y mal diseño de talud en costado de
carretera. El peso excesivo de transito de carga como tráileres y autobuses
también incrementa las vibraciones, las cuales pueden detonar los pequeños
deslaves.
El segundo punto en el cual se han reportado deslaves considerables que afectan
a la población es en la carretera Cd. Valles-El Naranjo, en el tramo entre El
Platanito y Micos (ver fotos previas y mapa en la siguiente página). Dicha carretera
se ve afectada por varios deslaves cada temporada de lluvias, aunque las
autoridades de protección civil mencionan que incluso en tiempo de secas los
deslaves son comunes. Estos ocurren en el contacto geológico entre calizas
brechadas, fracturadas y con disolución kárstica posiblemente de la Formación El
Abra, con lutitas de las formaciones superiores. Dichas rocas se desgajan y
desprenden formando escarpes de hasta 12 m de altura, removiendo bloques de
hasta 3.5 m de diámetro (10 tons.) ladera abajo, suficiente para aplastar y
desplazar un automóvil fuera del camino. 15 metros ladera arriba de la carpeta
asfáltica se encuentran corriendo paralelamente las vías del ferrocarril San Luis-
Tampico (ver fotos en lámina, página siguiente). En el tramo vertical entre las vías
124
férreas y la carretera es precisamente donde ocurren los derrumbes. Aunque es
sabido que dichos deslaves ocurren durante y después de las lluvias prolongadas,
también es factible que las vibraciones ocasionadas por el paso del tren de carga
y por la falta del adecuado mantenimiento a las vías, genere tales deslaves los
cuales podrán producirse más a menudo conforme las condiciones de la
infraestructura empeoran.
125
126
127
Hundimiento, colapso y agrietamientos del subsuelo
El proceso de colapso de define como el abatimiento, más o menos rápido, del
terreno por compresión del suelo, a partir del colapso de su estructura bajo
saturación, sin haber necesariamente aumento de cargas aplicadas en la
superficie (Ogura y Soares, 2000). Del mismo modo pueden definirse como
bruscos movimientos descendentes del terreno, provocados por el vaciado de los
materiales subyacentes. El resultado es la apertura de una oquedad en el exterior,
de dimensiones y trazado variable (la mayor parte de las veces es circular,
ovalada o elíptica) la cual rápidamente comienza a colapsarse por los costados
adquiriendo una morfología tipo embudo. La subsidencia es un movimiento lento y
gradual que genera una depresión topográfica, poco profunda, y sin ruptura
aparente con el sustrato. Estos procesos son sumamente abundantes aunque rara
vez originan víctimas mortales (el 4 de abril se produjo un hundimiento en San
Isidro de las Banderas, México, que provocó la muerte de 5 personas).
Pueden ocurrir por causas muy variadas, aunque a priori se pueden distinguir dos
clases, las que naturales y las que tienen que ver con alguna actividad humana.
Hundimiento y subsidencia de origen natural. Incluyen karstificación (disolución
de carbonatos, sulfatos y cloruros), la desecación de suelos orgánicos y la
compactación del suelo con eventos sísmicos.
Karstificación: es probablemente el mecanismo más importante, ya que las rocas
carbonatadas representan aproximadamente el 10% de la superficie terrestre.
Estas rocas al entrar en contacto con el agua cargada de ácido carbónico (o de
diversos ácidos de origen vegetal y/o animal) se disuelven, lo que determina el
desarrollo de diversas formas en el exterior (dolinas, poljes, lapiez) y de
numerosas cavidades en el interior. Con el paso del tiempo, el techo de estas
cavidades puede ceder, desarrollándose dolinas de morfología sumamente
variable. Cuando estas ventanas alcanzan el nivel freático, se llenan de agua
configurando los cenotes (como en el sureste mexicano en la zona de la Península
de Yucatán) y las dolinas inundadas. Este proceso puede acelerarse o
desencadenarse si se edifica encima (sobrecarga inducida) o si se acumulan
materiales procedentes de excavaciones o desmontes.
128
Tubificación o pipping: es el proceso de formación de conductos tubulares en
terrenos detríticos aluviales poco o nada consolidados. Este tipo de formas
alcanzan su máximo desarrollo en ambientes áridos y semiáridos, aunque también
pueden aparecer en medios templados. En estos casos, el agua se infiltra en el
suelo provocando un lavado de material de grano fino. El resultado es el desarrollo
de estructuras tubulares (son el resultado de una circulación concentrada de agua
con alto gradiente hidráulico) que, paulatinamente, se van agrandando (en
ocasiones son accesibles) hasta colapsar, generando depresiones circulares o de
morfología alargada con paredes verticales y/o a manera de embudo.
Suelos orgánicos: las zonas ricas en materia orgánica retienen grandes
cantidades de agua. Si estos materiales se secan experimentan una fuerte pérdida
de volumen y, en consecuencia, una importante compactación y subsidencia.
Posteriormente, la materia vegetal se descompone lo que agrava sensiblemente el
problema.
Hidro-compactación: la adición de agua provoca la compactación del suelo ya que
la tensión superficial del agua tiende a juntar más las partículas disminuyendo la
porosidad.
Otros: la licuefacción asociada a terremotos o al asentamiento de fallas. Cuando
las sacudidas sísmicas afectan a sedimentos no compactados, ricos en fluidos,
generan licuefacción o simplemente permiten su salida a través de fallas y grietas.
Todo ello determina el re-acomodamiento del sedimento y la consiguiente
subsidencia o colapso del terreno. El problema se agrava si se edifican casas o
cualquier otra estructura sobre ellos.
Hundimiento y colapso provocado por la acción humana:
Hundimientos de galerías mineras antiguas: la intensa explotación de minerales ha
generado una inmensa red de galerías subterráneas abandonadas, de trazado
muchas veces desconocido. El lento deterioro de los sistemas de sujeción
utilizados y, en ocasiones, la carga inducida que tienen que soportar, determina el
desarrollo de colapsos y hundimientos.
129
Extracción de fluidos: agua, gas o petróleo o mezclas de vapor y agua. Estos
fluidos ayudan a sujetar los materiales suprayacentes. Al extraerlos disminuyen las
presiones, se forman cavidades huecas, originándose la subsidencia. Existen
múltiples ejemplos que avalan estas afirmaciones. Podemos citar, entre otros, lo
ocurrido en el valle de San Joaquín (California), donde la extracción de agua ha
provocado una subsidencia de 19,25 metros. Cifras menos espectaculares se
registran en Ciudad de México. Así mismo, la ciudad de San Luis Potosí presenta
subsidencia y agrietamiento de suelos debido al abatimiento del nivel piezométrico
en el acuífero que subyace a la mancha urbana, debido este, a una excesiva
extracción de aguas subterráneas (Arzate et al., 2008).
Daños causados por subsidencia
Los principales daños que causan los hundimientos son hacia la infraestructura y
edificaciones en general, siendo muy raro que provoquen victimas. Los daños más
comunes y significativos son los siguientes: destrucción de edificios e
infraestructura; rotura de tuberías, red de alcantarillado y drenaje, tendidos y
ductos eléctricos; si el hundimiento se produce en zonas próximas a un río o a un
lago, dichas zonas pueden sufrir inundaciones importantes; contaminación de
recursos hídricos como consecuencia de roturas en el alcantarillado, fosas
sépticas y letrinas; pérdida de recursos hídricos por alteración de acuíferos entre
algunos otros.
Riesgo de hundimiento, subsidencia y colapso en Ciudad Valles
No se detectaron zonas de subsidencia evidente en la zona urbana y conurbada
por lo que el riesgo de subsidencia se considera bajo. Sin embargo, debido a la
geología general de la zona (rocas carbonatadas y lutitas) no se descarta la
posibilidad de procesos de karstificación subterráneos. Se han denunciado
también casos de colapso y agrietamiento de las calles en varios puntos de la
ciudad, aunque estos no sobrepasan los 3 metros de longitud y 1 m de
profundidad y se han debido principalmente a la mala construcción de drenajes y
al colapso de estos. Es importante mencionar que debido a las fuertes lluvias que
se presentan cada año en la zona y a los numerosos (más de 20) arroyos
intermitentes que cruzan la mancha urbana, dichas corrientes de agua se resumen
130
en veces por debajo del concreto generando segregación del material de relleno
(comúnmente ‘choy’) el cual está formado por arcillas, limos y rocas, provocando
el colapso local de ciertas calles y carreteras en las confluencias con arroyos y
corrientes esporádicas pero turbulentas.
En regiones rurales en las cercanías de Ciudad Valles, tal es el caso de las
rancherías que se ubican en las estribaciones occidentales de la Sierra de El Abra-
Tanchipa (ranchos El Huitote, Los Sabinos, Tampaspaque y otros asentamientos
rurales sobre las calizas kársticas de la Formación El Abra). Las dolinas, sótanos y
sumideros son muy comunes en las áreas altas de la Sierra de El Abra-Tanchipa,
al noreste de Ciudad Valles, sin embargo el área es poco poblada y se encuentra
protegida dentro de los límites de Reserva de la Biosfera por lo que el riesgo se
considera bajo. Las estructuras de subsidencia en esta zona llegan a tener los 2
km de largo, sobre todo en forma elíptica o semi-circular, presentan una
orientación aproximada N-S sobre el eje de la sierra y profundidades desde
algunos metros hasta más de 100 metros en zonas altas.
En la zona del corredor indígena o Circuito teének, cerca de los poblados de San
Antonio Huichimal y Rancho San Miguel, entre otros. Por su ubicación, en las
proximidades de la serranía, los arroyos han sido bloqueados por la actividad
humana y azolvados de manera natural debido a la construcción de caminos y
terrazas de siembra, lo cual ha causado el colapso de puentes, vados y
alcantarillados en épocas de fuertes lluvias.
Flujos de lodo, aluviones y flujo de detritos o escombros
Los flujos de lodo son movimientos repentinos de masas de suelo, arena, limo,
arcilla y agua que fluye pendiente abajo, cuando está asociado con actividad
volcánica se conoce como lahar. También pueden ser llamados flujos repentinos
(flash floods) definidos como “un flujo local y repentino o torrente de volumen
relativamente grande y de corta duración, que desborda los cauces de ríos en
valles secos o en zonas semiáridas transportando una enorme carga de barro y
fragmentos rocosos, generalmente vinculados a lluvias muy esporádicas, de corta
duración pero gran intensidad, cubriendo una área reducida y con morfología
empinada” (American Geological Institute 1950). Este tipo de procesos se incluye
131
en aquellas zonas en donde han ocurrido flujos de lodo saturados de agua,
favorecidos por los cambios fuertes de pendiente en los límites con las zonas de
valles (planicies).
El CENAPRED (2004) utiliza la siguiente clasificación para los flujos, basada en
sus características físicas y genéticas:
Flujos de lodo: se refiere a una masa de tierra y agua que se desplaza a gran
velocidad, con material básicamente arcilloso y saturado de agua.
Flujos de tierra y suelo: tiene características similares al flujo de lodo aunque
con la textura del suelo de al menos 50% de arena, limo y grava.
Flujos de escombro o detritos y avalancha de detritos: se define como un
movimiento rápido de masa saturada o no saturada de agua en la cual se
acumulan y combinan materiales finos como suelo, cenizas, arenas y limos con
bloques, gravas, vegetación y todo tipo y tamaños de rocas.
Creep: consiste de un movimiento muy lento, apenas perceptible al ojo humano
y con poca diferenciación de las geoformas resultantes del flujo
Lahar: flujo saturado de agua con orine volcánico y procedente de materiales
poco o no consolidado de erupciones recientes (no aplica para el Municipio de
Valles, S.L.P. debido a la carencia de volcanismo activo).
Daños por flujos de lodo
Los flujos de lodo y aluviones ocasionan fuertes daños a la infraestructura y han
ocasionado la pérdida de miles de vidas humanas a lo largo de las ultimas
décadas, sobre todo en zonas con volcanismo activo debido a lo poco consolidado
de los depósitos de caída (ceniza y lapilli). En zonas no volcánicas el riesgo es
menor aunque siempre latente, sobre todo por la acción humana, donde se ha
mermado la capacidad de retención, amortiguamiento y filtración de aguas en las
zonas de recarga y a su vez se tienen escorrentías mayores que llegan
violentamente a descargar en valles y planicies sin las medidas necesarias.
Debido a la densidad de los flujos de lodo y a su velocidad y capacidad de
acarreo, es común ver en áreas donde ocurren estos fenómenos, automóviles
volcados, troncos removidos, árboles arrancados de sus raíces, edificaciones y
132
puentes derrumbados así como poses de electricidad y comunicaciones cuesta
abajo.
Riesgo por flujos de lodo en Ciudad Valles
Ciudad Valles se encuentra en un valle con pequeños lomeríos y rodeada de
prominentes serranías, esto la hace propensa a fuertes corrientes de agua y lodo
en épocas de fuertes lluvias. Testigos verbales mencionan el acarreo de carros y
maquinaria (ver anexo fotográfico) por lo arroyos intermitentes que bajan a manera
de fuertes avenidas cruzando la mancha urbana para desembocar o inundar la
planicie y trazo de disección del río Valles. De acuerdo a las descripciones de
testigos, es obvio que se trata de flujos hiper-concentrados, o con cargas de
sedimento mayor al 5% del total del líquido, con lo que su poder de acarreo y
arrastre se incrementa de manera excepcional. Si a esto le agregamos la
existencia de abundantes tierras agrícolas aguas arriba de los lomeríos, la
resultante es una combinación de agua y lodo arrastrando a su paso coches,
gente e infraestructura. Ciudad Valles presenta riesgo de moderado a alto en
flujos de lodo sobre todo en temporada de fuertes lluvias.
La zona susceptible a flujos de lodo en épocas de lluvias torrenciales son las
zonas bajas de la ciudad y las orillas de arroyos intermitentes los cuales traen
consigo arenas y limos de aguas arriba, sobre todo cuando estos cruzan por áreas
de cultivo sin cubierta vegetal (ver mapa de zonificación por flujos de lodo). Las
zonas de desembocaduras de arroyos hacia el afluente principal (en este caso el
río Valles) también son de riesgo considerable debido a que tanto el ángulo de
entrada de los arroyos (en casos >45°), la mala urbanización y la alta carga del río
en época de lluvias, no permiten el ingreso de las aguas de arroyo al río Valles.
Los límites entre las serranías de La Colmena y El Abra-Tanchipa y sus
correspondientes valles aluviales son también zonas de posible ocurrencia de
flujos de lodo y aluviones. La abundancia de caminos de terracería y zonas de
cultivo abandonadas son otro factor clave en la generación de flujos hiper-
concentrados de limos y detritos.
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134
135
V.1.5 Medidas Preventivas para los riesgos y procesos geológicos y
geomorfológicos en Ciudad Valles, S.L.P. y zonas rurales aledañas
En esta sección se enlistan algunas medidas preventivas y de remediación parcial
o total para las zonas de Ciudad Valles, zona conurbada y cercanías rurales. Es
importante mencionar que estas medidas no son absolutas sino recomendables, y
que han sido identificadas con base en el análisis, interpretación y trabajo de
campo, con el fin de minimizar en la medida de lo posible los desastres por
procesos geológicos y geomorfológicos en la zona.
136
mecánica de las rocas en cuestión. Ciudad Valles se encuentra en la zona B de la
regionalización sísmica de México la cual constituye una zona intermedia y de baja
incidencia.
De igual forma, se sugieren ciertos aspectos que hay que reforzar, sobre todo los
que se basan en una cultura de la educación y prevención de riesgos.
Promover los criterios de construcción sismo-resistente y antisísmica
Capacitar acerca de los peligros de sismos y terremotos
Proponer obras de refuerzo en estructuras de carga y cimentación
Dar información de zonas o regiones con riesgo
Sensibilizar a la población acerca de la permanencia en el interior de viviendas
y edificios
Capacitar acerca de las posibilidades de reubicación de viviendas en riesgo
Gestionar y ejecutar la demolición de edificios y casas dañadas y abandonadas
en sismos históricos
Proponer la reubicación de viviendas identificadas en zonas urbanas de riesgo
Proponer cambios de uso de suelo en zonas de riesgo no mitigable
Dar información de zonas o regiones con riesgo no mitigable
Capacitar e informar a la población dentro de las zonas de riesgo no mitigable
acerca de los riesgos por la permanencia en el interior de dichas viviendas
137
Dar a conocer y capacitar acerca de los rasgos superficiales del terreno que son
síntomas de fallas
Proponer el reforzamiento de estructuras en obras civiles y vivienda cuando se
propone edificar en zonas de falla y/o fracturas
Reportar el rompimiento o agrietamiento de muros y calles sin relación con
sismos o temblores regionales
Medir magnitud y rumbo de agrietamientos y deformaciones del terreno tanto
como de infraestructura mediante inclinómetros, compás, extensómetros y
piezómetros
Dar información acerca de las zonas propensas a fracturamiento y/o fracturadas
Capacitar acerca de las medidas de autoprotección
Destruir viviendas dañadas por fallas y fracturas que han sido abandonadas
Proponer cambios de uso de suelo en zonas propensas a daños por fracturas
en el sustrato
V.1.5.4 Medidas preventivas para los riesgos por deslizamiento y otros procesos
de remoción
En este ámbito es importante aclarar que una vez conocidas las zonas más
problemáticas en cuanto a deslaves y deslizamientos, podemos actuar sobre ellas
ya sea mediante la aplicación de técnicas de estabilidad (prácticas de ingeniería )
y/o mediante la correcta planificación o uso del suelo, evitando la instalación de
asentamientos y actividades en zonas de alto riesgo. El costo de estos trabajos es
sensiblemente menor que los daños provocados por dichos movimientos
(corrección de daños y estabilización de la zona afectada).
A pesar de las mejoras en el reconocimiento, predicción, medidas preventivas y
sistemas de emergencia, los daños causados por estos procesos van en aumento.
Las razones que explican este incremento se vinculan al fuerte desarrollo
experimentado por las urbanizaciones, a la ocupación de áreas peligrosas, a la
deforestación y en general al cambio climático.
En el caso de Ciudad Valles (traza urbana), el riesgo por deslizamientos y otros
procesos de remoción en masa es de baja probabilidad. Esto debido
principalmente a que se encuentra en una zona de planicie con suaves lomeríos y
138
presenta pocos sitios con barrancos escarpados. Sin embargo, no se descarta la
ocurrencia de pequeños deslaves de suelo de pequeña escala en las zonas
urbanas mas elevadas en el noreste de la ciudad. En dichas zonas los lomeríos
están formados por lutitas y calcilutitas con inclinación de estratos menores a los
10° por lo que el riesgo de desprendimiento es menor que en zonas con pliegues
y estratos inclinados con ángulos > 30° y en dirección paralela a la ladera.
Las zonas más susceptibles a deslizamientos y en las que se debe poner mayor
atención en cuanto a inestabilidad de laderas ya que actualmente presentan
problemas de tal índole son las áreas de la Sierra de la Colmena entre El
Platanito y Micos, sobre la carretera al Naranjo y los taludes de la carretera
federal No. 70 aproximadamente en el km 15 tramo Valles-Rioverde. En estos
lugares los deslizamientos han sido influenciados por causas antrópicas como lo
es el mal estado de los taludes de carretera y la vibración generada por el paso
del tren en las vías férreas que pasan arriba de ciertos tramos de la carretera.
En la siguiente tabla se agrupan algunas obras de contención para lugares
identificados como de riesgo por deslizamientos (modificado de Ogura y Soares,
2000):
Grupos Tipos
Obras sin estructura de contención: Retaludamientos (corte y relleno)
Drenaje (superficial, subterráneo, de obras)
Protección superficial (naturales y
artificiales)
Obras con estructura de contención: Muros de gravedad
Gaviones
Atirantamientos
Rellenos reforzados
Estabilización de bloques
Obras de protección: Barreras vegetales
Muros de contención
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Algunas medidas preventivas para mitigar el riesgo en zonas de peligro por
procesos de remoción en masa incluyen:
Divulgar reportes de desastres históricos en zonas donde hayan ocurrido ya
deslizamientos previos.
Dar a conocer y capacitar acerca de los rasgos superficiales del terreno que son
síntomas de deslizamiento. Entre estos se destacan fracturas, grietas, ‘bulging’
o abultamiento del terreno, zonas de fuerte pendiente y deslaves menores.
Reportar rompimiento esporádico de muros sin relación con sismos o
temblores, abultamientos del terreno, árboles inclinados en un terreno con
pendiente, escarpes o escalones de gran tamaño en el terreno y movimientos
de bloques de roca o material sin consolidar.
Medir los agrietamientos constantemente y llevar un registro de su orientación y
extensión para analizar e identificar posibles áreas de inestabilidad de laderas.
Capacitar acerca de programas de reforestación y cuidado de suelos, canales y
cárcavas.
Dar información acerca de qué hacer en caso de deslizamientos inesperados y
ubicar albergues temporales y zonas de riesgo mitigable.
Informar acerca de las zonas de riesgo no mitigable y capacitar a la gente que
vive en dichas zonas para informarles de acerca de la actividad humana y su
influencia en el desarrollo de deslizamientos.
Capacitar acerca de los medios y procesos de reubicación de viviendas.
140
En el área de Ciudad Valles el riesgo por hundimiento es relativamente bajo ya
que no se extrae agua de pozos profundos en el área urbana por la ausencia de
esta debido a que la karsticidad subterránea evita la formación de acuíferos.
El colapso y subsidencia ha sido solo reportado para casos superficiales de mal
planeación de red de drenaje y ductos los cuales colapsan por falta de relleno
adecuado y generan agrietamientos del suelo y algunas viviendas. La zona más
susceptible a colapsos se encuentra fuera de la zona urbana y corresponde a la
zona de dolinas y sótanos que se encuentra en las estribaciones y partes altas de
la Sierra de El Abra-Tanchipa. En esta área, aunque la densidad de población es
muy baja, existe el turismo rural y la agricultura en baja proporción por lo que se
debe dar a conocer a la población los peligros potenciales de vivir en una zona de
disolución de rocas carbonatadas sobre todo para la planeación futura de
edificaciones.
V.1.5.6 Medidas preventivas para riesgos por flujos de lodo, de detritos y aluviones
Cada temporada de lluvias suceden en menor o mayor escala flujos de lodo o
flujos hiper-concentrados, de detritos y aluviones que afectan las zonas urbanas y
rurales de Ciudad Valles y cercanías. Estos originan crecientes violentas con altas
velocidades de escurrimiento y que transportan cantidades de material sólido que
se acumula en la planicie de inundación de la zona, provocando daños en calles,
canales de riego, drenajes, viviendas y cultivos.
141
Para minimizar los efectos de los flujos de lodo se necesita de un plan de acción el
cual incluya varios aspectos. A continuación se enlistan algunos de ellos:
143
V.2 Riesgos Hidrometeorológicos
V.2.1 Introducción
El presente apartado fue elaborado a partir de la información contenida en el Plan
Operativo de Atención de Emergencia por Inundación de Ciudad Valles elaborado
por la CONAGUA (2008 inédito); y en el Plan de Centro de Población de Ciudad
Valles 2000.
Arroyo Alameda: El cauce cuenta con dos arroyos tributarios sin nombre y tiene sus
orígenes al norte de la ciudad a una elevación de 175 m.s.n.m., su recorrido general
es con dirección sur-suroeste hasta confluir al río Valles por la margen izquierda en
las coordenadas geográficas 21° 59’ 16” L.N., 99° 01’ 40” L.W., a una elevación
de 76 m.s.n.m.
Arroyo Las Garzas (A. Puercos): De todo los arroyos que confluyen al río Valles
atravesando la ciudad, este escurrimiento intermitente es el principal afluente del río
Valles debido a la gran cantidad de colectores que lo conforman, entre ellos el
arroyo La Pimienta por su gran longitud y caudal que conduce. El A. Los Puercos es
afluente del río Valles por margen izquierda, a la altura del parque Luis Donaldo
Colosio, inmediatamente aguas arriba del puente vehicular, en las coordenadas
geográficas 21° 59’ 16” L.N., 99°01’ 18” L.W., a una elevación de 70 m.s.n.m.
144
Arroyo Las Cruces: Este arroyo tiene sus orígenes al Oeste de Cd. Valles a una
elevación de 140 m.s.n.m., su recorrido general es en dirección sureste hasta el
punto de su confluencia con el río Valles por margen derecha, en las coordenadas
geográficas 21° 57’ 54” L.N., 99° 00’ 52” L.W., a una elevación de 68 m.s.n.m.
Arroyo Sin Nombre: El cauce tiene sus orígenes al Este de la ciudad a una
elevación de 184 m.s.n.m., su recorrido general es con dirección sur-suroeste
hasta confluir al río Valles por la margen izquierda, a la altura del club río
Campestre, en las coordenadas geográficas 21° 58’ 02” L.N., 99° 00’ 26” L.W., a
una elevación de 67 m.s.n.m.
Se realizó un recorrido en lancha por el segmento del río Valles que cruza por
Ciudad Valles identificando los puntos en que el río se salió de madre.
145
146
Se aplicaron 96 cuestionarios en las colonias:
Tetuán.
Praderas del Río.
Santa Lucia.
Magisterial.
La Diana.
Colonia Dieciocho de Marzo.
Los Filtros.
Las colonias fueron seleccionadas debido a que resultaron las más afectadas en
la inundación de septiembre de 2008.
147
148
V.2.3 Análisis Probabilístico de escalas máximas anuales.
Se procesaron estadística y probabilísticamente las series anuales de escalas
máximas anuales de la estación hidrométrica Santa Rosa, ajustando las funciones
de distribución de probabilidades (FDP) Normal, Log normal, Gumbel,
Exponencial, Gamma y Doble Gumbel, utilizando el programa estadístico “Ax” del
Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED).
Las FDP utilizadas son las recomendadas en el Manual de Agua Potable
Alcantarillado y Saneamiento (MAPAS, 2001), libro 12 de hidrología, editado por la
Comisión Nacional del Agua.
La función de distribución que mostró el mejor ajuste fue la Doble Gumbel, por lo
que a partir de esta distribución se obtuvieron los resultados correspondientes a
los períodos de retorno de 2, 5, 10, 20, 50, 100, 200, 500, 1,000 y 2,000 años.
149
V.2.4 Medidas Preventivas para los riesgos Hidrometeorológicos en
Ciudad Valles, S.L.P.
151
COORDENADAS DE LOS PUNTOS DE RIESGO
LUGAR COORDENADAS
152
COL. LA ESTACIÓN 22.0025171,-99.0286056
153
155
V.2.4.2 Relación de puntos de inundación
Número Colonia
001 Praderas del Río
002 Palo de Rosa
003 La Feria
004 Ejido Tampaya
005 Hidalgo
006 Fraccionamiento del Sol
007 Frac. del Tepeyac
008 Arroyo Los Puercos
009 San Miguel
010 Gavilán 3
011 Doracely
012 Vergel
013 Frac. Tecnológico
156
157
V.2.4.3 Vías de comunicación amenazadas por inundaciones
a. Carretera al Ingenio, en el cruce de vías de FF.CC. en la Colonia Morelos.
b. Puente Negro con dirección a Valle Alto.
c. Boulevard y Calle Bocanegra.
d. Glorieta Pedro Antonio de los Santos, con dirección norte-sur.
e. Calle Taninul antes de llegar al Cementerio Municipal.
f. Puente de la colonia Gavilán II.
g. En el libramiento a la altura del entronque al Ejido Tampaya.
h. Carretera a Cd. Mante antes de llegar al Ejido Laguna de Mante.
i. Carretera México-Laredo a la altura del Pujal, se inunda y se presentan
derrumbes.
j. Carretera Valles-Rioverde en el km 33 y 67 provocando derrumbes.
V.2.4.4 Vías de evacuación en caso de inundación
I. Av. Fray Andrés de Olmos
II. Calle Damián Carmona
III. Av. Ciro C. Purata
IV. Av. Pedro Antonio de los Santos
158
¿QUE HACER EN CASO DE INUNDACIÓN?
TODOS LOS ALERTAMIENTOS Y AVISOS EMITIDOS POR EL SERVICIO METEOROLOGICO NACIONAL PRONOSTICAN:
SI USTED ATIENDE QUE HACER CUANDO UN CICLON O PRECIPITACIONES MUY INTENSAS AMENAZAN, PUEDE SALVAR LA VIDA DE
SU FAMILIA.NO SE PUEDE PARAR UN CICLON NI LAS LLUVIAS
NO PUEDE ESPERAR QUE LLEGUE PARA SABER QUE HACER PARA SOBREVIVIR.
ASEGURESE QUE SU FAMILIA ESTE PREPARADA.
MANTENGA LA CALMA Y ATIENDA A LOS AVISOS. NO SALGA HASTA QUE OFICIALMENTE SE AVISE QUE EL
BUSQUE EL LUGAR MAS SEGURO EN LA CASA. CICLON HAYA PASADO.
SI LA CASA EMPIEZA A DAÑARSE, PROTEJASE CON ESCUCHE LA RADIO.
COLCHONES, MANTAS O BAJO MESAS O CAMAS. SI HA EVACUADO, NO REGRESE HASTA QUE SE AVISE, USE
CUIDESE DE LA CALMA DEL OJO DEL HURACAN. LA RUTA OFICIAL SUGERIDA, TENGA CALMA.
NO SUPONGA QUE EL CICLON HA PASADO, SI EXISTE UN NO HAGA LLAMADAS TELEFONICAS INNECESARIAS.
PERIODO DE CALMA ES DEBIDO AL OJO, ES DE CUIDESE DE LOS POSTES DE ENERGIA, ÁRBOLES CAIDOS Y
ESPERARSE VIENTOS VIOLENTOS REPENTINAMENTE EN DE LAS CONSTRUCCIONES DAÑADAS.
LA DIRECCION CONTRARIA. EN ZONAS CERCANAS A RIOS Y CUERPOS DE AGUA, TENGA
PRECAUCION CON ZONAS INUNDADAS Y CRUCES DE RIOS.
LAS AVENIDAS O CRECIDAS DE LAS CORRIENTES DE AGUA
SE PRODUCEN DESPUES DEL PASO DEL CICLON, NO SALGA
A CONOCER QUE PASO.
159
V.2.4.6 Estrategia de la Comisión Nacional del Agua para enfrentar inundaciones
en la Ciudad de Valles
Antes de la emergencia la CONAGUA
160
desfogue de la presa Las Lajillas, manteniendo informado al Centro Estatal de
Operación.
161
Organismo Operador hasta el total restablecimiento de la red a fin de evitar o
controlar posibles brotes de enfermedades gastrointestinales.
ENCALAMIENTO
La presencia de huracanes, tormentas tropicales y precipitaciones puntuales
originan en los centros de población inundaciones y desabasto de agua potable.
Después de haberse presentado una situación de emergencia por inundación, es
necesario realizar algunas acciones encaminadas a reducir la propagación de
enfermedades que pongan en riesgo la salud de los habitantes afectados.
En algunos casos por falta de drenaje pluvial y la falta de capacidad del drenaje
municipal, las aguas negras salen de la red y se depositan en las vialidades y en
algunos casos hasta dentro de las casas habitación, razón por la cual es
fundamental llevar a cabo las acciones básicas de saneamiento en tiempo y forma
para evitar brotes de enfermedades que afecten a los habitantes.
162
FOCOS DE INFECCION
Letrinas
Basureros
Excretas humanas
Animales muertos
Lodo (zonas que hayan estado inundadas con aguas residuales)
RENDIMIENTOS
Por lo tanto, se tendrán diferentes escenarios para la determinación de
necesidades para realizar las acciones de encalamiento.
Cuando las superficies hayan sido inundadas por aguas saladas y aguas negras,
la densidad de cal por aplicar en ellas deberá ser mayor que en aquellas en donde
la inundación haya sido provocada por aguas de lluvia.
De acuerdo a lo anterior, tomaremos los casos extremos:
Cuando la inundación fue provocada por aguas de lluvia. La cantidad de cal se
determinará considerando aplicar 1 (uno) kilogramo de cal en una superficie de 6
metros cuadrados.
Cuando la inundación fue provocada por aguas negras municipales.- La cantidad
de cal se determinará considerando aplicar 1 (uno) kilogramo de cal en una
superficie de 4.0 metros cuadrados.
APLICACIÓN DE CAL
Momento idóneo para su aplicación. La aplicación de la cal deberá ser sobre
cualquier superficie húmeda o que contenga poca agua, nunca se aplicara la cal
cuando las superficies estén secas.
Desinfección de fuentes de abastecimiento (norias, pozos, etc.)
163
Escuelas
Clínicas y hospitales
164
HIPOCLORITO DE CALCIO
RECIPIENTE CON
HIPÓCLORITO DE CALCIO AL 65%
CAPACIDAD DE
RECIPIENTE CON
HIPOCLORITO DE CALCIO AL 13%
CAPACIDAD DE
165
En situaciones de emergencia, la Comisión Nacional del Agua proporciona en
cada domicilio una dotación de 5 pastillas de 7 gr c/u de hipoclorito de calcio,
como dotación única por familia y en donde se les indica cómo tienen que
utilizarlas.
166
DISTRIBUCIÓN DE AGUA EN VEHÍCULOS CISTERNA
Recomendaciones
Recomendaciones
Enjuagar bien las celdas antes de tomar la muestra, cuando menos dos
veces con el agua que se va a muestrear, el agua puede tomarse
directamente del tanque, de la parte de carga de la pipa una vez que
esta se ha llenado o en su cado de la llave de descarga.
Una vez que se ha tomado la muestra en la celda, seguir las
instrucciones de uso del comparador, en lo que se refiere a la adición
del reactivo DPD y tiempo de reacción para el desarrollo completo del
color.
Se deberá limpiar bien el exterior del comparador, con papel suave
antes de efectuar la comparación visual, para evitar que la suciedad o
167
huellas que provengan de los dedos impidan una buena lectura, y así
prevenir que se pueda rayar.
Efectuar la comparación visual, de preferencia en un lugar iluminado con
luz solar y con ángulo de contraste; es útil también efectuar la
comparación contra un fondo blanco.
Suministro de plata coloidal
168
169
V.2.4.7 Estrategias de acción para las diferentes dependencias involucradas en la
atención de una inundación modificadas a partir de las recomendaciones de
CONAGUA
Antes de la emergencia (Alertamiento)
El alertamiento se establecerá cuando la Comisión Nacional del Agua (CNA), a
través de la Dirección Local San Luis Potosí, informe a la Unidad Municipal de
Protección Civil, la formación, acercamiento o presencia de un fenómeno
meteorológico importante en el Mar Caribe o Golfo de México posibilidades de
dirigirse a costas nacionales o a la ocurrencia de sistemas lluviosos severos que
incidan en los escurrimientos sobre el río Valles.
a).- De considerarlo pertinente, la Unidad Municipal de Protección Civil notificará a
los integrantes de la organización de respuesta, la situación hidrometeorológica
prevaleciente.
b).- Cada Dependencia u Organismo, activará a sus áreas, con el fin de estar
preparados para la respuesta.
c).- Cuando la probabilidad de incidencia del fenómeno hidrometeorológico sea
mayor sobre la cabecera municipal de Ciudad Valles, la Unidad Municipal de
Protección Civil convocará a los titulares de la organización de respuesta a
reunión del Consejo para la evaluación de la situación; lo mismo realizará la
Unidad Estatal de Protección Civil, además se alistarán los recursos de apoyo.
Durante la Emergencia (Respuesta)
a).- La Dirección de Comunicación Social pondrá en marcha un operativo de
información a través de los medios masivos, la emergencia se presentará cuando
el río Valles alcance sus niveles críticos y comience su desbordamiento por ambas
márgenes en las partes más bajas del mismo, o bien cuando las intensas
precipitaciones empiecen a inundar las colonias ubicadas en zonas bajas.
b).- En el caso de que el municipio sea rebasado en su capacidad de respuesta
ante una emergencia severa, solicitará el apoyo del Gobierno Estatal.
c).- El Centro de Operaciones se ubicará en la Presidencia Municipal de Ciudad
Valles y coordinará a las Dependencias y Organismos participantes así como a las
Unidades Estatal y Municipal de Protección Civil, turnando los apoyos requeridos y
171
será el responsable de la información generada, emitiendo la necesaria a los
medios de comunicación, previa coordinación con CNA de las acciones que
realicen y convocará a sesión permanente a los representantes de la organización
de respuesta, quienes evaluarán la situación prevaleciente y dictarán las acciones
a seguir.
d).- El Centro de Operación CNA se ubicará en las oficinas de Ciudad Valles e
informará al Centro Estatal de Operaciones veraz y oportunamente de las
acciones, avances y situación prevaleciente;.
e).- La Unidad Municipal de Protección Civil darán el primer nivel de respuesta a la
población, apoyando y coordinando los trabajos de evacuación y rescate, serán
ellos los responsables de designar con anticipación los albergues y activarán los
que se consideren estratégicamente convenientes; enviarán a los Centros de
Operación Estatal y Regional la información, convocarán a reunión del Consejo
Municipal de Protección Civil, quien evaluará los daños, determinará prioridades y
verificará avances en las medidas de emergencia; controlará la información que se
genera y la emitirá a los medios masivos de comunicación, sólo con la
autorización del Centro Estatal de Operación.
f).- La Secretaría de la Defensa Nacional participará en la evacuación y asistencia
de damnificados, protección de la integridad física de los ciudadanos, sus bienes y
el patrimonio municipal y estatal; acordonamiento y señalamiento de zonas
restringidas y/o peligrosas, servicios estratégicos, apoyo en el reforzamiento en
obras de protección y obras de emergencia, etc.
g).- La Secretaría de Salud a través de la Jurisdicción Sanitaria y los Centros de
Salud existentes, intensificarán y fortalecerán sus funciones sobre: saneamiento
básico a la cabecera municipal, higiene en los albergues, desinfección del agua,
eliminación de los desechos y disposición de excretas, asistencia médica
prehospitalaria, hospitalaria, rehabilitación y atención médica de primer nivel en el
lugar del desastre.
h).- La SCT, La Junta Estatal de Caminos la Secretaría de Comunicaciones y la
Secretaría de Obras y Servicios Públicos, apoyarán y aportarán equipo,
maquinaria pesada y personal para la realización de obras de emergencia tales
172
como sobreelevación y reforzamiento de bordos de protección (en coordinación
con la Comisión Nacional del Agua), reapertura de caminos interrumpidos y en su
caso abrir caminos de emergencia, valorando ante todo la cercanía de la
maquinaria. La Secretaría de Comunicaciones a través de su dirección de
telecomunicaciones enviará a la zona afectada una brigada para establecer un
sistema de comunicación entre los miembros de la organización de respuesta y los
centros de operación correspondientes.
i).- La Policía Federal Preventiva y la Dirección General de Tránsito del Estado de
acuerdo a sus áreas de competencia, serán responsables del control de tráfico de
las diferentes carreteras y caminos que crucen la zona de emergencia, a fin de
evitar desgracias de automovilistas y camioneros al desconocer las condiciones de
dichas vías de comunicación. En el caso de la entrada de un huracán en la zona,
suspenderán el tráfico hasta que éste haya pasado. Deberán estar informando
constantemente al Centro de Estatal de Operación y recibir instrucciones del
mismo.
j).- La Dirección General de Seguridad Pública en el Estado mantendrá un
operativo de vigilancia en la zona afectada y brindará apoyo en la evacuación,
rescate, seguridad y apoyo de la administración de los albergues activados,
vigilancia al comportamiento del río y seguimiento del fenómeno, informando y
recibiendo instrucciones del Centro Estatal de Operación.
k).- Desarrollo Integral para la Familia (DIF) y Secretaría de Desarrollo Social
(SEDESORE) destacarán personal para evaluar y valorar la situación y determinar
las necesidades reales de la población afectada, apoyando a las familias con
alimentos, colchonetas, láminas de cartón, así como suministrar lo
correspondiente a los albergues activados.
l).- La Comisión Federal de Electricidad controlará la suspensión o reinstalación
del servicio de energía eléctrica, de comunicación, para mantener informada a la
opinión pública, así mismo orientará a la población afectada a través de los
medios de comunicación electrónica (radiodifusoras y televisoras), a fin de no
crear confusión y/o pánico y así optimizar de mejor manera todos los recursos.
173
m).- El Sistema Operador municipal de Agua Potable, Alcantarillado y
Saneamiento (DAPAS), suministrará a la población y a los albergues, agua
potable a través de pipas, cuando sea afectado todo el sistema correspondiente.
Garantizará la desinfección del agua de todo el sistema, a fin de evitar
enfermedades gastrointestinales y en forma coordinada con la Secretaría de Salud
y la Comisión Nacional del Agua, participarán en la desinfección de fuentes de
abastecimiento de las comunidades afectadas.
n) Las Asociaciones Locales de Agricultores y Ganaderos, así como las Uniones
de Transportistas de Materiales, apoyarán con sus equipos en la evacuación de
personas de zonas afectadas y con acciones inherentes al caso.
Después de la emergencia (Recuperación)
Se procederá cuando la Unidad Estatal de Protección Civil, reporta que la
situación ha vuelto a la normalidad.
a).- La Unidad Municipal de Protección Civil continuará en alerta y mantendrá
comunicación constante con la Unidad Estatal de Protección Civil y con los
miembros del Centro Estatal de Operaciones. Evaluará de forma parcial las
afectaciones, las pérdidas materiales y humanas y los apoyos entregados.
b).- Las Unidades Municipales de Protección Civil continuarán los trabajos de
recuperación, desactivarán los albergues y se mantendrá la vigilancia con apoyo
de la Dirección General de Seguridad Pública en el Estado, para que el retorno de
los afectados sea normal. Elaborarán resumen de afectaciones y daños
informando al Centro Estatal de Operaciones y se mantendrán en alerta.
c).- El Desarrollo Integral para la Familia Estatal a través de los sistemas
municipales, incorporará a sus programas de asistencia social a las familias
afectadas por el fenómeno hidrometeorológico hasta su recuperación.
d).- La Secretaría de Salud continuará de forma permanente con las actividades
de saneamiento básico, acciones de vigilancia epidemiológica y control de
enfermedades.
f).- La Secretaría de la Defensa Nacional continuará auxiliando a la población
afectada, realizando trabajos de recuperación, remoción de escombro, activación
de servicios, etc.
174
g).- El Sistema Intermunicipal de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento
(DAPAS) rehabilitará las redes de agua potable que hayan sido afectadas;
continuarán con al reparto de agua potable con pipas, hasta la normalización de
los servicios y apoyo en la desinfección de fuentes de abastecimiento.
h).- El resto de las Dependencias y Organismos, apoyarán según el requerimiento
que les formule el Centro Municipal de Operaciones, y la Dirección Estatal de
Protección Civil.
V.3 Riesgos Químicos
176
dependerá sustancialmente de las condiciones ambientales y socioeconómicas
que prevalezcan a un nivel local (comunitario).
Por otro lado, datos de la U.S. Foreing Disaster Assistance: Disaster history;
Agency for International Development (1995), los desastres naturales tales como
ciclones, huracanes, inundaciones, terremotos y erupciones volcánicas, han
cobrado aproximadamente 3 millones de vidas en el mundo durante los últimos 20
años; han afectado, por lo menos, a otras 800 millones de personas y han
ocasionado pérdidas por más de 50,000 millones de dólares por daños a la
propiedad.
En los diferentes estados del territorio mexicano, existen comunidades que se
encuentran en riesgo de padecer huracanes, inundaciones, derrumbes y sequías.
De acuerdo al primer reporte de la Dirección General de Salud Ambiental en
México (2002) de 1997 a 2001 los desastres naturales que se presentaron con
mayor frecuencia en 17 entidades federativas, fueron los hidrometeorológicos,
representando el 77% del total de desastres naturales registrados en dicho
período. Dentro de estos eventos, las inundaciones cobraron un total de 150
muertes anuales causadas principalmente por ahogamiento.
Solamente en el estado de San Luis Potosí, en el presente año, la Secretaría de
Gobernación publicó la Declaratoria de Emergencia para cinco municipios, entre
los que se incluye el de Ciudad Valles, que resultaron afectados por lluvias
atípicas e inundaciones los primeros días del pasado mes de julio.
Es importante señalar que ante este tipo de eventos hidrometeorológicos surgen
nuevos factores de riesgo que incrementan los daños a la salud y por tanto la
vulnerabilidad de las poblaciones humanas. Entre los principales factores de
riesgo emergentes por inundaciones señalados por la OPS (1997) se encuentran
los siguientes:
Aumento del riesgo potencial de enfermedades transmisibles que generan
muertes prematuras, incrementan la morbilidad y disminuyen la calidad de vida de
las personas.
177
Riesgo por escasez de alimentos y/o por consumo de alimentos contaminados o
en malas condiciones, que acarrea problemas severos de desnutrición aguda
principalmente en la población infantil.
Riesgo de un incremento de mortalidad y morbilidad por la incapacidad de los
servicios locales de salud para responder a las necesidades de la población
afectada.
Aumento de riesgos de mortalidad y morbilidad por la alteración en la prestación
de servicios de salud rutinarios principalmente de tipo preventivos para poder
atender las emergencias.
Aumento de riesgos psicosociales que incluyen el pánico generalizado en la
población, así como conductas de ansiedad, neurosis y depresión.
El aumento de las aguas superficiales durante los períodos de inundación,
favorecen la aparición de especies de mosquitos vectores de enfermedades, que
propagan básicamente la malaria, el dengue y la fiebre amarilla. En condiciones
larvales, los mosquitos necesitan aguas estancadas para reproducirse, y los
adultos necesitan un medio húmedo para sobrevivir. Temperaturas más elevadas
favorecen la reproducción de los vectores y reducen el periodo de maduración de
los microorganismos patógenos en su interior (OMS 2003).
El dengue es la arbovirosis más importante en el ser humano y se localiza en
regiones tropicales y subtropicales, sobre todo en el medio urbano, sin embargo,
el aumento de lluvias e inundaciones afecta su frecuencia, porque induce cambios
en las prácticas de almacenamiento doméstico de agua y en la acumulación de
aguas superficiales (OMS 2003).
Lo anterior fue demostrado por Hales (1996) en un estudio que realizó en el
Pacífico Sur durante los años de 1970 a 1995, encontrando correlaciones positivas
entre el aumento del número anual de epidemias de dengue y el aumento de
humedad y lluvias en dicho período.
En el caso particular de Ciudad Valles también hemos podido confirmar esta
asociación, ya que en este año, en el cual se registró un intenso período de lluvias
y la más fuerte inundación, también se registró, según datos reportados por la
Jurisdicción Sanitaria V, un aumento importante de casos de dengue con respecto
178
al 2007, año en el cual se presentaron 83 casos, contra 116 para el cierre de
2008. Esto representa un aumento en la incidencia de dengue del 28%.
Otras enfermedades transmitidas por roedores, garrapatas y hantovirus tales
como la leptospirosis, tularemia, virosis hemorrágica, enfermedad de Lyme,
encefalitis y síndrome pulmonar, también se asocian con las inundaciones (OMS
2003).
Por otro lado, muchas enfermedades diarreicas que varían con las estaciones
alcanzan su máximo durante la época de lluvias. De este modo, las inundaciones
aumentan el riesgo de enfermedades diarreicas por parasitosis intestinal. Las
principales causas de diarrea relacionadas con precipitaciones abundantes,
inundaciones y contaminación de agua de abastecimiento son: el cólera, las
criptosporidiosis, las infecciones por E. coli, las giardiasis, las shigelosis, las
amibiasis, las helmintiasis, la fiebre tifoidea y las virosis como la hepatitis A (OMS
2003).
Respecto a lo anterior, resulta importante señalar que según un reporte de
parasitosis del presente año, proporcionado por el Departamento de
Epidemiología del IMSS de Ciudad Valles, se presentó un aumento significativo en
las tasas de IRA (Infecciones Respiratorias Agudas), Amibiasis y Helmintiasis
durante el mes de julio de 2008, fecha en la cual se registró una fuerte inundación
en la ciudad (ver figuras incluidas en las páginas 182 y 183).
A todo lo arriba expuesto es necesario agregar los factores sociales adversos que
aumentan los riesgos en salud, así como la vulnerabilidad de las poblaciones
cuando se enfrentan a este tipo de eventos naturales. Desde luego las
condiciones de la vivienda (tipo y calidad de materiales), así como la
infraestructura de saneamiento (agua entubada, drenaje, energía eléctrica) y de
desarrollo social (pavimentación de calles, alumbrado público, servicio telefónico)
y el acceso a servicios de salud gratuitos de buena calidad toman gran relevancia
y determinan significativamente el impacto de los riesgos ambientales en
momentos de contingencia.
Un análisis realizado por el equipo de investigación responsable del Atlas de
Riesgos sobre las condiciones sociales prevalentes en Ciudad Valles muestran un
179
10.4% de viviendas en condiciones precarias (paredes y techo de madera, lámina,
palma y tejamanil), un 14.9% que carecen de drenaje, un 59.53% de la población
económicamente activa que percibe hasta dos salarios mínimos, 9.11% de
población analfabeta y 48.25% de población no derechohabiente a IMSS, ISSSTE,
SEDENA, u otros (Plan Municipal de Desarrollo de Ciudad Valles 2004-2006).
Por otro lado, Ciudad Valles, cabecera municipal, concentra el 72.11% de la
población total; el 74.1% del total de viviendas; el 76.45% de la población
económicamente activa y el 69.7% de la población económicamente inactiva (Plan
Municipal de Desarrollo de Ciudad Valles 2004-2006). A este respecto, es
importante considerar que la concentración de poblaciones humanas en zonas de
desastre, en este caso por inundaciones, representa un factor de riesgo
importante ya que las pérdidas humanas y materiales se multiplican y las
enfermedades se transmiten por contagio más rápidamente y a un mayor número
de personas (OPS 1997; OMS 2003).
Por otro lado, las cinco principales demandas de servicios de la población de la
cabecera municipal de Ciudad Valles, son en orden de importancia: pavimentación
de calles, alumbrado público, seguridad, recolección de basura y centros de
atención médica (Plan Municipal de Desarrollo de Ciudad Valles 2004-2006).
De acuerdo a lo anterior, dentro de la priorización de obras y servicios de la zona
urbana se establecieron como las tres primeras prioridades, la pavimentación y
asfaltado de calles, y la habilitación y construcción de drenaje.
Según datos de CONAPO (2000) referentes al índice de marginación urbana, la
zona urbana de Ciudad Valles consta de 79 AGEB de los cuales el 48.1% se
encuentran en condiciones de alta y muy alta marginación (niveles 4 y 5), siendo
los principales factores de riesgo, el bajo nivel de escolaridad (35.04%), el alto
porcentaje de población no derechohabiente a sistemas de salud (35.07%) y el
porcentaje de viviendas con piso de tierra (7.57%) (CONEVAL 2005).
A fin de complementar la información oficial recabada e identificar algunos otros
riesgos en salud y factores de vulnerabilidad prevalentes en algunas de las
poblaciones más afectadas por inundaciones, realizamos un sondeo en 5 colonias
de la zona urbana de Ciudad Valles (Praderas del Río, Santa Lucía, Tetuán, 18 de
180
Marzo y Magisterial), mediante la aplicación de un cuestionario validado y
estandarizado (n=96).
Los principales resultados arrojados por nuestros cuestionarios, confirmaron
algunos factores de riesgo previamente identificados y mostraron otros que sin
duda nos permitirán generar propuestas de prevención para futuros eventos.
A continuación se presentan los resultados en orden de importancia según nivel
de afectación en la población:
71% de la población tiene servicio de recolección de basura una vez por semana o
nunca.
68.4% de la población consume agua para beber o cocinar alimentos directamente
de la llave sin dar tratamiento alguno.
52.6% de la población almacena agua en sus casas, ya sea en cubetas, tambos,
piletas, otro.
47.8% practica la quema de basura.
47.4% vive en calles no pavimentadas.
44.7% utiliza barro vidriado para cocinar alimentos, lo que representa un riesgo de
exposición a plomo.
42.1% vive en condiciones de hacinamiento.
42.1% padece problemas de hipertensión.
39.5% no tiene acceso a clínicas de salud gratuitas.
38.15% no cuenta con instrucción postprimaria.
36.8% padece Diabetes.
28.9% percibe hasta dos salarios mínimos.
Los resultados presentados en esta primera fase serán el punto de partida para la
construcción de los escenarios de riesgo en salud y la generación de los
diagnósticos de vulnerabilidad correspondientes.
181
182
VI. ÁREAS AMENAZADAS POR PELIGROS GEOLÓGICOS EN LA ZONA DE
ESTUDIO
183
polígonos de detalle, en color naranja, a los que hemos denominado detalle D001
y detalle D002, se refieren a zonas donde se verificó la información geológica con
recorridos de campo. Los polígonos de riesgo RG_A, RG_B y RG_C en color rosa,
se refieren a zonas, donde bajo ciertas circunstancias, se podría presentar alguna
especie de riesgo geológico donde se vea afectada la población.
A continuación se explican las capas del mapa de riesgos geológicos,
comenzando por la geología local, áreas de detalle y polígonos de riesgo. Cabe
mencionar que los límites se refieren a una zonificación cualitativa y se han
plasmado a juicio del autor con base en recorridos de campo y observaciones de
la calidad de roca, pendientes, taludes y densidad de población.
Se identificaron tres tipos de terreno en los cuales se asienta Ciudad Valles, zona
conurbada y rural de cercanías:
a. Lutitas y calcilutitas de las Formaciones Méndez y San Felipe (KsCz-Lu)
b. Terreno aluvial Cuaternario, conglomerados, aluvión y terrazas (Qal/QCgp)
c. Calizas y lutitas calcáreas de las Formaciones El Abra y Agua Nueva (KiCz
y KsLu)
Hacia el NW del río Valles el subsuelo está caracterizado por pequeños lomeríos
de lutitas con plegamiento leve de las formaciones cretácicas Méndez y San
Felipe, les sobreyacen gruesos paquetes de depósitos aluviales representados por
conglomerados, arenas y limos sobretodo en las cercanías del cauce del río
Valles, arroyos, planicies de inundación y partes bajas de la ciudad.
VI.1.1 Rasgos estructurales
El principal rasgo estructural de la geología de Ciudad Valles son los lineamientos
con rumbo N20°W el cual coincide con el fallamiento que se observa en lutitas y
calcilutitas en los afloramientos al poniente de la ciudad, a la altura del Puente
Santa Rosa. Dicho lineamiento coincide con la dirección general del cauce del río
Valles, lo que hace suponer la presencia de una falla de carácter mayor por la cual
se habría encauzado el río originalmente. Esta falla lateral con componente
normal, no se trata de un rasgo tectónico activo y por lo tanto no se debe tomar
184
como una estructura que genere un riesgo geológico como tal, sin embargo, al
haber actuado sobre las rocas cretácicas (probablemente durante el periodo
Terciario) el fallamiento ocasionó fracturamiento excesivo en las rocas
carbonatadas, por lo cual son más propensas a la erosión, deslave y disminuye
sus propiedades mecánicas.
VI.1.2 Estratigrafía local
En Ciudad Valles los afloramientos de roca son escasos, ya que la mancha urbana
ha cubierto mayor parte de esta, y solo se aprecian en algunos cauces de arroyos
o en taludes ocasionados por actividad humana. La principal unidad que aflora en
la zona urbana consiste de depósitos aluviales del Cuaternario (Qal/QCgp). No se
cuenta con información litológica de pozos profundos perforados en la zona
urbana, sin embargo, la estratigrafía local concuerda con el orden geocronológico
de la carta geológica Las Palmas. La estratigrafía de Ciudad Valles es de la
siguiente manera (enlistando las unidades de más antigua a más joven):
a) Calizas de la Formación El Abra (KiCz): afloran en la zona noreste de la
zona conurbada de Ciudad Valles, al oriente de Montecillos y hacia las
estribaciones occidentales de la Sierra de El Abra.
b) Calizas de la Formación Agua Nueva (KsCz): afloran en las estribaciones
de la Sierra de El Abra. No se han encontrado afloramientos de esta formación en
la zona urbana y conurbada de Ciudad Valles.
c) Calizas y lutitas de la Formación San Felipe (KsCz-Lu): forman gran
parte del basamento de la geología de Ciudad Valles y zona rural. Afloran en
lomeríos hacia el este y sureste de la ciudad, así como en escarpes y lechos de
arroyos al norte y noreste de la misma. Corresponde a intercalaciones de calizas y
lutitas en estratos delgados a medios.
d) Lutitas de la Formación Méndez (KsLu): aflora intermitentemente hacia el
poniente de la ciudad y el río Valles. Se presenta en estratos delgados y
deleznables con alto intemperismo superficial y de coloración gris a ocre.
e) Relleno aluvial (Qal/QCgp): corresponde a la principal unidad en la zona
urbana y a la más joven, representada por limos, arenas, gravas y conglomerados
polimícticos. Los depósitos del Cuaternario se encuentran de poco a
185
medianamente consolidados y cubren las partes más bajas de la ciudad
descansando en discordancia sobre las lutitas del Cretácico Superior (Formación
Méndez y San Felipe).
186
Vivienda y letrina extremadamente cercanas a escarpe del río Valles a la altura del
puente Santa Rosa. El escarpe tiene aproximadamente 20 m de altura con ángulo
de entre 70 a 80°.
187
VI.2.2 Área de riesgo RG_B
Ocupa gran parte del norte y noreste de la zona urbana y áreas en proceso de
urbanización. Corresponde a una zona donde fluyen numerosos arroyos
intermitentes que en época de lluvias drenan hacia el río Valles. En dichos arroyos
se han reportado avenidas turbulentas (comunicación personal), con capacidad de
arrastre de carros, bardas, puentes peatonales etc. Dichas corrientes aumentan su
capacidad de arrastre por la gran cantidad de sólidos en suspensión que
transportan por lo cual la densidad del agua aumenta y por tanto su competencia.
El riesgo en esta zona se refiere a flujos de lodo, aluviones y corrientes turbulentas
de agua con gran proporción de sedimento. El sedimento proveniente de las zonas
de siembra en las colinas aguas arriba puede ser acarreado hasta las partes bajas
de la ciudad generando afectaciones a infraestructura y por su incidencia
repentina, afectación de la salud pública.
Esta zona se puede caracterizar de mediano a alto riesgo ya que la densidad de
población es alta. El riesgo es mitigable (RM), siempre y cuando se mantengan
libres los cauces de los arroyos, se respeten las laderas laterales de afluentes y se
informe adecuadamente a la población. El riesgo aumenta en época de fuertes
lluvias y se aconseja no permanecer cerca de dichas corrientes ya que aunque las
avenidas duran relativamente poco (de unos minutos a pocas horas), estas son
capaces de arrastrar fácilmente automóviles, ganado y personas.
VI.2.3 Área de riesgo RG_C
Se encuentra en la porción noroeste de Ciudad Valles, en una zona con baja
proporción de viviendas. La pendiente del talud es pronunciada y formada por
lutitas deleznables por lo tanto, se considera de mediano a alto riesgo por
derrumbes hacia el cauce del río. El riesgo es mitigable (RM) si se informa a la
población del peligro de construir en las cercanías al cauce. Se recomienda no
permanecer ni construir cerca de los escarpes en épocas de crecientes del río.
188
VI.3 Conclusiones
En el plano de riesgo geológico de Ciudad Valles se han caracterizado las
principales unidades de roca que conforman el basamento, dichas unidades son
principalmente calizas, lutitas y relleno aluvial.
Se identificaron tres zonas propensas a riesgo geológico (RG_A, RG_B y RG_C)
las cuales se consideran de riesgo medio a alto, acrecentándose el peligro en
época de lluvias fuertes y prolongadas. Los principales riesgos se presentan por
posibles derrumbes y avenidas o flujos de lodo en arroyos intermitentes. En
cuanto a derrumbes, se han identificado áreas propensas de mediano a alto riesgo
en zonas de escarpes y taludes con pendiente pronunciada, sobre todo hacia el
occidente de la ciudad y a orillas del río Valles, así como fuera de la zona urbana,
en taludes de carreteras. La densidad de población en esta zona es baja, sin
embargo, se debe informar a la población del riesgo que representa el
establecerse o conducir en áreas cercanas a un talud formado por rocas altamente
fracturadas, deleznables y propensas a derrumbamientos.
Los flujos de lodo y avenidas con alta proporción de sedimentos se han
presentado en arroyos que fluyen de NE a SW y drenan hasta el río Valles. Estas
áreas deben mantenerse libres de escombro, autos estacionados, basura y todo
tipo de material obstruyendo los cauces, así como también se recomienda no
permanecer cerca de estos en época de lluvias torrenciales.
De manera cualitativa y basándose en observaciones de campo, el riesgo
geológico para Ciudad Valles es de bajo a medio y se presenta ligado meramente
a procesos superficiales (exógenos). Se recomiendan estudios detallados de
geotecnia y geofísica para confirmar y establecer nuevas zonas propensas a
derrumbes y/o subsidencia respectivamente. A su vez, se enfatiza la necesidad de
dar continuidad a los esfuerzos de identificación de riesgos mediante
levantamientos de campo a detalle por parte de las autoridades para establecer
estrategias y nuevas zonas de riesgo ligadas a distintos procesos, por ejemplo
karsticidad subterránea en el subsuelo de Ciudad Valles, posible reactivación de
fallas antiguas y subsidencia del relleno aluvial por actividad antropógena. Se
considera que todas las zonas de riesgos geológicos son mitigables.
189
191
192
193
Información cualitativa para polígonos en Mapa de Riesgos Geológicos para Cd. Valles, S.L.P.
Nombre de Recopilación de
Geología general Densidad de población Peligrosidad
polígono información
Detalle 1 Relleno aluvial Caminamientos, Media a baja, esporádicos Por
(Qal/QCgp) recorrido en lancha caseríos, terrenos de siembra y derrumbes,
descansando por río Valles y en breña media a
discordantemente sobre verificación puntual alta.
lutitas del Cretácico de datos
Superior (KsLu)
Detalle 2 Depósitos aluviales del Caminamientos y Media a alta Por flujos
Cuaternario y reciente verificación puntual de lodo,
(Qal/QCgp) de información en media a alta
descansando campo en época de
discordantemente sobre lluvias
calizas y lutitas del
Cretácico Superior
(KsCz-Lu)
194
Tipología de
Recopilación de Densidad de
Polígono de riesgo geológico Geología general riesgo Peligrosidad
información población
geológico
RG_A Relleno aluvial Caminamientos, Media a baja, Exógeno, Media
(Qal/QCgp) recorrido en lancha esporádicos derrumbe de
descansando por río Valles y caseríos, rocas en escarpe
discordantemente verificación puntual terrenos de debido a
sobre lutitas del de datos siembra y en fracturamiento de
Cretácico Superior breña lutitas en ladera
(KsLu) occidental del río
RG_B Depósitos aluviales del Caminamientos y Alta a media Exógeno, flujos Media a alta (sobretodo en
Cuaternario y reciente verificación puntual de lodo, época de lluvias)
(Qal/QCgp) de información en aluviones,
descansando campo avenidas con alta
discordantemente densidad de
sobre calizas y lutitas sólidos en
del Cretácico Superior suspensión
(KsCz-Lu)
RG_C Relleno aluvial del Fotogeología con Baja Exógeno, Media (baja densidad
Cuaternario y reciente verificación puntual derrumbe de poblacional)
(Qal/QCgp) de campo rocas en
descansando pendientes
discordantemente pronunciadas en
sobre calizas y lutitas laderas de
del Cretácico Superior afluente del río
(KsCz-Lu Valles
195
VII. ÁREAS AMENAZADAS POR PELIGROS HIDROMETEOROLÓGICOS EN LA
ZONA DE ESTUDIO
De acuerdo a la metodología utilizada se elaboraron los siguientes mapas para
determinar el riesgo de inundación fluvial (esta metodología pudo aplicarse debido
a que se cuenta con información disponible):
1.- Evaluación de peligros de inundación fluvial, estableciendo tres escenarios
para los eventos frecuentes, cuyo periodo de retorno es de 5 años (Avenida
Máxima Ordinaria) y para los eventos poco frecuentes con periodos de retorno de
50 y 100 años. Los periodos de retorno fueron transformados a tasas de
excedencia, para que se reflejara la probabilidad del peligro.
a) Periodo de retorno de 5 años: 1/5 = tasa de excedencia 0.2
b) Periodo de retorno de 50 años: 1/50 = tasa de excedencia 0.02
c) Periodo de retorno de 100 años: 1/100 = tasa de excedencia 0.01
A cada polígono del SIG se asocio un valor de tasa de excedencia.
2.- Vulnerabilidad social, utilizando los valores de CONAPO 2005 de Marginación
Urbana para cada AGEB. Para el cálculo del riesgo se determina el inverso de los
Grados de Marginación (IGM):
a) Muy alto: 1; 1/1 = 1
b) Alto: 2; ½ = 0.5
c) Medio: 3; 1/3 = 0.33
d) Bajo: 4; ¼ = 0.25
e) Muy Bajo 5; 1/5 = 0.20
A cada polígono del SIG se asocio un valor de Vulnerabilidad Social.
3.- Factor de Exposición, determinada dividiendo la población de cada AGEB entre
mil y estableciendo los siguientes valores:
a) 0-1 = 1 Factor de Exposición.
b) 1-2 = 2 Factor de Exposición.
c) 2-3 = 3 Factor de Exposición.
d) 3-4 = 3 Factor de Exposición.
e) 4-5 = 5 Factor de Exposición.
A cada polígono del SIG se asocio un valor de Factor de Exposición.
196
Las AGEB en los que se presenta una tasa de excedencia equivalente a 0.2,
se consideran directamente de riesgo alto y por consiguiente se consideran
zonas de riesgo no mitigable.
Fe = Factor de exposición.
Te = Tasa de excedencia.
Con la finalidad de identificar las áreas en las que se deben concentrar los apoyos
para el caso de inundación fluvial.
En el mismo mapa se incluyen las zonas de riesgo por inundación pluvial,
desgraciadamente para este fenómeno no existen bases de datos que nos
permitan determinar el riesgo en forma cuantitativa, por esta razón, se procedió a
la determinación de los niveles de riesgo con base en una investigación
participativa en la que se recorrió en seis ocasiones, toda la ciudad, con
funcionarios municipales de diversas dependencias (Protección Civil, Catastro
Municipal, DAPA, Obras Públicas y Bomberos); adicionalmente se recorrió el sitio
con personal de Protección Civil del Estado de San Luis Potosí y de la Comisión
Nacional del Agua, el resultado de estas visitas fue un listado depurado de las
colonias donde se presentan inundaciones pluviales. Identificadas las colonias se
levantaron 96 cuestionarios, para conocer las cotas a las que llegaron las dos
últimas inundaciones (2007 y 2008). Posteriormente, en campo, se corroboraron
los datos de las máximas avenidas, identificando sitios donde los arroyos se salen
de madre, en todos los casos, se determinó que este fenómeno obedecía a la
alteración de los cauces naturales con diversas obras de infraestructura como
puentes, canales, desviaciones y túneles, inadecuadamente construidos (en el
mapa de Evaluación de Riesgos Hidrometeorológicos se presentan estos sitios
identificados con estrellas de color verde). Se considera que en estos sitios se
deben realizar readecuaciones a los cauces.
197
Adicionalmente, se identificaron las áreas de alto peligro de inundación (tasa de
excedencia de 0.2) en la periferia de la traza urbana, que no se encuentran
ocupadas, actualmente, se identificaron con color azul en el mapa de Evaluación
de Riesgos Hidrometeorológicos y son áreas donde no se puede permitir el
establecimiento de nuevos desarrollos (habitacionales, turísticos, comerciales,
industriales, etc.). Estas áreas, que actualmente no son urbanas, sólo podrán ser
destinadas a áreas verdes o a actividades de agricultura o ganadería extensivas, o
forestales.
198
199
209
201
202
VII.1 Zonas de riesgo hidrometeorológico no mitigables
203
204
VIII. BIBLIOGRAFÍA
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ANEXOS
208
Rasgos morfoestructurales.
Se identificaron tres morfoestructuras principales, al poniente, con una orientación
N-NW las sierras de La Colmena, El Corito, Palmillas y La Joya de la Tigra. Hacia
209
el este, con una orientación N-S la Sierra de El Abra–Tanchipa, que consiste de
una sierra alargada con ancho aproximado de 10 km, 28 km de longitud y 300 m
de altura. Su relieve es de moderado a suave en su porción oeste y con pendiente
abrupta hacia el lado oriente. Esta estructura consiste en un anticlinorio asimétrico
El Abra–Tanchipa formado por rocas calcáreas deformadas por la orogenia
Laramide, la cual ocasionó pliegues y cabalgaduras. En esta zona el relieve ha
sido labrado por procesos disolutivos. La tercera morfoestructura se localiza hacia
el oriente del área de estudio y forma parte de la Planicie Costera del Golfo, de
orientación N-S y está formada por lomeríos suaves y redondeados. Abanicos
aluviales y pequeñas cuencas endorreicas con depósitos lacustres caracterizan la
Planicie Costera del Golfo. Geomorfológicamente, el área de estudio se considera
dentro de una etapa de transición, de madurez a senectud temprana.
210
Descripción de unidades litoestratigráficas
En esta sección se describen las unidades litológicas que afloran y/o forman el
basamento de la zona de estudio. Las formaciones están listadas en orden
geocronológico ascendente, con la unidad más antigua al principio de dicho
listado. Cada unidad litológica contiene su definición formal, descripción de campo
y petrográfica, así como ambiente de depositación, sedimentología y rasgos
estructurales. Se agrega también al final de cada descripción, su relación (si esta
existe), con algún riesgo geológico debido a las características físicas intrínsecas
de cada unidad de roca en cuestión.
La información petrológica, faunística y geológica de cada formación fue
recopilada de varios estudios geológicos de la zona, incluyendo reportes de
PEMEX y cartas geológico-mineras del Servicio Geológico Mexicano.
Posteriormente, en cada localidad se corroboró en campo la litología puntual.
211
Formación El Abra (KiCz)
Las Calizas de El Abra (Garfias, 1915; Powers, 1925) se definen como las rocas
calcáreas que afloran en los campos petrolíferos de la Faja de Oro, las cuales se
correlacionan con las calizas de la Formación Tamaulipas. Posteriormente, las
rocas carbonatadas de la Formación El Abra han sido estudiadas por un gran
número de autores, quienes coinciden en que se trata de un complejo calcáreo de
tipo plataforma. Su localidad tipo se ubica en las canteras de la Sierra de El Abra,
aproximadamente 10 km al oriente de Cd. Valles, a un costado de la carretera
Valles-Tampico. La Formación El Abra, en las cercanías de Cd. Valles tiene sus
mejores afloramientos en los anticlinorios de El Abra-Tanchipa y Colmenas.
212
Litología: Originalmente, la Formación El Abra se dividió en dos facies: Facies
Taninul, de rudistas y la Facies El Abra de miliólidos (Muir, 1936). Posteriormente
Nigra (1951) identificó 4 litofacies: Facies Tamaulipas, Facies Tamabra, de pre-
arrecife, Facies El Abra de arrecife y Facies Tamiahua, de post-arrecife. Carrillo
(1971), subdivide la Formación en 3 litofacies dentro del rasgo paleogeográfico
Plataforma Valles-San Luis Potosí, término acuñado por él mismo y en el cual
distingue la facies pre-arrecifal (Formación Tamabra), una facies arrecifal
(Formación Tamabra) la cual en general consiste en calizas masivas de color
crema amarillento a gris crema; y una facies post-arrecifal (equivalente a la facies
El Abra) la cual es una gruesa secuencia de calcilutitas, calizas bioclásticas y
calcarenitas.
Microscopía: Las calizas de la Formación El Abra son regularmente color gris con
tonos amarillentos, microcristalinas, compactas y masivas con abundante calcita.
Son de textura aloquímica microcristalina formada por un mosaico levemente
orientado de espatita y microfósiles (foraminíferos). El porcentaje de terrígenos es
menor al 1% y está representado por cuarzo y feldespatos con cierto grado de
redondez. Está regularmente cementada por calcita micrítica y minerales
arcillosos.
La litología a detalle coincide con un ambiente de depósito donde las corrientes
fueron débiles o impersistentes y por consiguiente poco lavado de la matriz de
lodo micrítico. Debido a su sedimentología es posible que se haya formado en un
ambiente de aguas someras.
213
El espesor de la Formación El Abra es variable debido a su carácter arrecifal, sin
embargo, en la sección tipo, aunque su base no está expuesta, contiene de 200 a
214
300 m de espesor. Regionalmente llega a tener espesores de 1000 a 1500 m,
sobre todo en la margen occidental de la Plataforma. En pozos efectuados en el
área de la Plataforma Valles-San Luis Potosí se registran espesores de hasta 400
m (pozo Agua Nueva-1).
Las calizas de la Formación El Abra se han fechado con métodos paleontológicos
(por medio de su contenido faunístico o fósiles índice) con lo cual se ubican en la
época Albiano-Cenomaniano del Cretácico Inferior, el cual corresponde a entre
112 y 99 millones de años aproximadamente. Esta edad puede variar
dependiendo las distintas facies de la formación y su ubicación geográfica,
variando del Aptiano al Turoniano.
Estratigráficamente la Formación El Abra infrayace concordantemente a la
Formación Agua Nueva, sin embargo, en el frente de la Sierra de El Abra, al SE de
la Plataforma Valles-San Luis Potosí, le sobreyacen discordantemente las
formaciones Agua Nueva, San Felipe y Méndez debido a la abundancia de fallas
inversas. Cabe mencionar que en el borde oriental de la sierra Cucharas - El
Abra–Tanchipa (ver mapa geológico), la Formación El Abra se pone en contacto
discordante con la Formación Méndez, debido a las condiciones batimétricas al
momento de la depositación y a la falla de cabalgamiento ‘Cucharas’.
Propensión a riesgo geológico
a. Disolución kárstica: las calizas y calcilutitas de la Formación El Abra son
altamente propensas a procesos de disolución y por consiguiente a la
formación de zonas kársticas, las cuales se definen como áreas de rocas
carbonatadas expuestas a precipitación pluvial extrema en las cuales es
común la formación de grutas, cavernas, aperturas y dolinas de colapso por
disolución de aguas superficiales o subterráneas. La karsticidad es común a lo
largo de fallas o fracturas ya existentes, planos de estratificación, calizas
brechadas y fosilíferas, comúnmente donde el cementante calcáreo es más
rápidamente soluble a la escorrentía.
215
brechadas (e.g. carretera Valles-El Naranjo a la altura de Micos) y en zonas
con alternancia de horizontes de lutitas debido a las diferencias de
competencia entre ambas litologías. La inestabilidad también está en función
de la saturación hídrica de la roca, su nivel de alteración o intemperismo o la
ausencia de estos así como a los plegamientos y a la dirección e inclinación de
los estratos conforme a las pendientes pronunciadas. Los procesos
antropógenos son de suma importancia en la identificación de los factores que
causan y disparan los deslaves. Los cortes de carretera y vibraciones de
vehículos de grandes dimensiones, vías férreas y la vibración asociada al paso
de un tren, asentamientos humanos cerca de acantilados y áreas de
pendientes pronunciadas donde la cubierta vegetal ha sido removida por
distintos factores.
Formación Agua Nueva (KsCz)
La Formación Agua Nueva fue definida por Stephenson (1921), como una
secuencia de calizas arcillosas de color gris oscuro a negro con alternancia de
lutitas negras con escaso pedernal negro e intercalaciones delgadas de lutitas
carbonosas, con su localidad tipo en el cañón de La Borrega, sobre el flanco
occidental de la Sierra de Tamaulipas, cerca del rancho Agua Nueva. Está
expuesta en los alrededores de Xilitla y Ciudad Valles, en la sierra La Pila y en la
ranchería Moctezuma. Aflora en los núcleos de los sinclinales en la sierra El Jabalí
y en ambos flancos del anticlinal La Pila.
La litología de la Formación Agua Nueva está constituida por calizas arcillosas,
dolomitizadas y parcialmente recristalizadas, en estratificación delgada
(decímetros) y con un espesor aproximado de 200 m (Carrillo, 1971). Sobreyace a
la Formación El Abra y subyace concordantemente a la Formación San Felipe.
La edad de la Formación Agua Nueva se ha designado por medio de su contenido
de microfósiles en Cretácico Superior, Turoniano (Pérez, 1990). Se correlaciona
con las formaciones Tamasopo (miembro inferior), Soyatal, La Muralla e Indidura.
La sedimentología de la Formación Agua Nueva indica depositación en un
ambiente de aguas tranquilas de mar abierto, poco oxigenado y con condiciones
reductoras a las cuales se les atribuye la preservación de materia orgánica y con
aporte considerable de terrígenos a la cuenca.
216
Propensión a riesgo geológico:
El alto contenido de arcillas y su estratificación delgada las hacen propensas a
procesos de remoción en masa en zonas de relieve accidentado donde los
estratos se encuentran plegados y con inclinación de capas a favor de laderas
pronunciadas. Así mismo, por su condición deleznable y arcillosa forman lodos y
barros de carácter plástico en condiciones de excesiva humedad, dichos barros
son fácilmente removidos por inundaciones repentinas y avenidas en zonas de
inundación en arroyos intermitentes, produciendo posibles flujos de lodo con una
gran carga de sedimento.
Formación San Felipe (KsCz-Lu)
La Formación San Felipe consiste de una alternancia de calizas y lutitas color
verde olivo que afloran sobre el flanco occidental de la Sierra de El Abra, cerca del
rancho San Felipe (definición por Jeffreys, 1910). Las rocas sedimentarias de la
Formación San Felipe afloran en las inmediaciones de Ciudad Valles y las zonas
entre Xilitla y Tamazunchale. La Formación San Felipe está también expuesta en
la porción oriente de la Plataforma Valles - San Luis Potosí, principalmente al
occidente de la Sierra Cucharas-El Abra-Tanchipa y a lo largo de los flancos de los
anticlinales de la Sierra La Colmena. Se encuentra formando los flancos del
anticlinal de la Sierra de La Pila, así como del sinclinal La Morena.
217
218
Su litología consiste de calizas arcillosas con microfósiles e intercalada con lutitas
de color oscuro de estratificación delgada. Está constituida por Wackstones y
Mudstones arcillosos de microfósiles gris oscuro y gris claro, en capas de 20 a 40
cm de espesor, alterna con delgados horizontes de lutitas y bentonitas de color
gris verdoso. Su espesor ha sido calculado en aproximadamente 100 m en el
anticlinorio de Huayacocotla (Uribe, 1963). La roca está cementada por micrita y
minerales arcillosos, posiblemente montmorillonita y dolomita (identificados por
difracción de rayos x, XRD, petrografía hoja Las Palmas, CRM, 1996).
La Formación San Felipe descansa concordantemente sobre la Formación Agua
Nueva e infrayace de igual forma a la Formación Méndez. Por su contenido de
microfósiles se le ha designado una edad del Coniaciano-Santoniano (Pérez,
1990). Por su sedimentología, la Formación San Felipe debió haber sido
depositada en un ambiente marino de aguas profundas con sedimentación
calcárea y aporte de terrígenos. Las calci-lutitas de la Formación San Felipe se
han trabajado localmente en forma de pequeños bancos para la extracción de laja
para pisos y firmes debido a su estratificación delgada.
Propensión a riesgo geológico:
La estratificación delgada y alternancia de materiales carbonatados con horizontes
de terrígenos arcillosos la hacen propensa a presentar planos potenciales a
deslizamiento en laderas con inclinación de estratos concordante con pendientes
pronunciadas del terreno, sin embargo, es poco común encontrar los afloramientos
estratificados de la Formación San Felipe en inclinaciones mayores a los 40°. Su
condición deleznable y arcillosa la hacen propensa a generar gruesos bancos de
suelo y barros propensos a aluviones y flujos de lodo en época de fuertes
precipitaciones. Para la ubicación puntual de dichos riesgos en la zona de estudio
ver subtítulo ‘Riesgo por flujos de lodo en Ciudad Valles así como mapas y
láminas adjuntas.
Formación Méndez (KsLu)
La Formación Méndez adquirió su grado de formación por De Golyer (1915), quien
la definió como una alternancia de margas, lutitas y horizontes bentoníticos; citó
como localidad tipo un afloramiento situado a 300 m. al este de la estación
219
“Méndez”, sobre la vía del ferrocarril San Luis Potosí-Tampico. Esta formación se
extiende entre Ciudad Valles y Tamazunchale y de manera más extensa al este
del anticlinal de Cucharas y sierras de El Abra–Tanchipa y sobre la Planicie
Costera del Golfo.
Su litología consiste de margas y lutitas de color gris verdoso en capas de 5 a 40
cm de espesor, con fractura concoidal, en partes deleznable y alterna con
horizontes bentoníticos. Microscópicamente presenta una textura microcristalina,
aloquímica, compuesta principalmente por una matriz de calcita micrítica con
minerales arcillosos con microfósiles. En menor proporción contiene granos de
cuarzo subredondeado, minerales opacos, hematita y pequeñas inclusiones de
ortoclasa (muestra PV-14 de la cartografía geológico-minera Las Palmas, CRM,
1996)
El espesor de la Formación Méndez es aproximadamente 250 m (Muir, 1936).
Descansa concordantemente sobre la Formación San Felipe e infrayace de igual
forma a la Formación Velasco, es cubierta por depósitos delgados de aluvión y
conglomerados del Cuaternario. La fauna reportada permite establecer que la
edad de la Formación Méndez corresponde al Campaniano-Maestrichtiano, se
correlaciona con las formaciones Cárdenas, Mezcala y parcialmente con la
Formación Caracol.
La Formación Méndez se depositó posiblemente en un ambiente nerítico profundo,
con poca sedimentación calcárea y un incremento en el aporte de terrígenos
provenientes de levantamientos de la porción occidental del área, donde se inició
la fase orogénica de la revolución Laramide.
220
221
La condición arcillosa y deleznable de la Formación Méndez la hace propensa
para explotación de bancos de préstamo de arcillas y arenas para relleno.
Localmente, al producto del intemperismo de la Formación Méndez le llaman
‘choy’, usado ampliamente en construcción como un producto de relleno.
Propensión a riesgo geológico:
Debido a lo deleznable y quebradizo de las lutitas de la Formación Méndez, los
procesos más probables de afectación comprenden procesos superficiales de
remoción en masa en épocas de fuertes de lluvias y por su carácter impermeable
y de grano fino, la formación de barros muy propensos a aluviones y flujos de lodo
en avenidas que rebasan las terrazas de inundación de pequeños arroyos
intermitentes en las faldas de las serranías.
Depósitos del Cuaternario (Qal y QCgp)
Los sedimentos del reciente están representados por conglomerados y aluvión:
Conglomerado polimíctico (QCgp): son depósitos de origen continental
constituidos por fragmentos (gravas y cantos) de rocas sedimentarias y volcánicas
cementados por material arcillo-arenoso, en general,los fragmentos son
redondeados y varían de 1 a 50 cm de diámetro, se encuentran mal clasificados y
varían de bien a pobremente consolidado, sobreyacen discordantemente a las
unidades del Cretácico y Cenozoico. El espesor de los conglomerados es variable,
de 0.5 a 3 m ya que es resultado de procesos fluviales, formando lentes,
horizontes cóncavos y tabulares y comúnmente acuñándose lateralmente por
decenas de metros.
Aluvión (Qal): es producto de la erosión a que se encuentran sometidas las rocas
preexistentes que se hayan aflorando en el área de estudio, está formado por
gravas, arenas y arcillas, se localiza principalmente en los valles y en las partes
topográficas más bajas, así como a lo largo de los ríos y arroyos. El espesor del
aluvión es variable, entre 0.3 m a 2 m.
222
223
Propensión a riesgos geológicos:
El conglomerado polimíctico, por su condición heterogénea y cuando pobremente
consolidado y mal cementado, es susceptible a ser retrabajado por medios
fluviales, por lo cual el asentamiento de edificaciones en este tipo de depósitos
debe incluir estudios de mecánica de rocas y suelos. Así mismo, el deslave es
más propenso en zonas de terrazas fluviales con conglomerados poco
consolidados sobre todo en época de fuertes lluvias ya que el cementante es
fácilmente removido de entre los cantos redondeados que forman la fase de grano
grueso de dicha roca. Estos deslaves ocurren comúnmente en tiempos de
avenidas y afectan infraestructura básica a lo largo de toda la zona urbana
(bombas de agua, bardas, escaleras, caminos entre otros, ver anexo fotográfico).
El relleno aluvial en zonas de asentamientos urbanos y de extracción excesiva de
aguas subterráneas puede ocasionar el colapso y agrietamiento (riesgo medio) de
la superficie como respuesta de los proceso de ajustamiento de material de relleno
o infraestructura urbana (por ejemplo tuberías) a profundidad. El material aluvial es
también fácilmente removido por incisión de arroyos o inundaciones repentinas por
lo que en épocas de fuertes lluvias este puede ocasionar flujos de lodo
superficiales incluso en zonas relativamente planas (riesgo medio a alto sobre
cauces de principales arroyos que cruzan la zona urbana, ver mapa de
zonificación de flujos de lodo).
Geología estructural y tectónica
Ciudad Valles se localiza en el límite de dos unidades paleogeográficas
importantes, la Plataforma Valles-San Luis Potosí al occidente y la Cuenca
Tampico Misantla en la porción oriente, ambas unidades coinciden con las
provincias fisiográficas de la Sierra Madre Oriental y la Planicie Costera del Golfo
respectivamente.
Los estilos estructurales que presenta la zona de la Plataforma Valles-San Luis
Potosí (parte occidental del área), corresponden a estructuras caracterizadas por
la abundancia de anticlinales y sinclinales en ocasiones amplios y en partes
estrechos, sus ejes tienen una orientación general NW-SE, la mayoría muestra
vergencia al oriente con despegues en las zonas plásticas, sin llegar al
224
basamento, que dieron lugar a la formación de pliegues por gravedad así como
también estructuras apretadas asociadas a fallas inversas.
La porción hacia el oriente de Ciudad Valles, se caracteriza por contener pliegues
suaves, asimétricos y simétricos; con rumbo general NNW-SSE, con flancos casi
horizontales y afectados por fallas transcurrentes. También se aprecian
fallamientos y plegamientos que se encuentran afectando a sedimentos cretácicos
Estructuras importantes
Anticlinal El Abra: es un anticlinal de grandes dimensiones formado por la Sierra
Cucharas y su continuidad al sur, conocida como Sierra El Abra. Su eje tiene más
de 80 km de largo, por una anchura en la parte sur de unos 10 km y en el norte
más angosto, además se prolonga al Norte fuera de los límites del Estado. En su
núcleo exhibe rocas de la Formación El Abra y su orientación es aproximadamente
NW 25° SE.
Cabalgamiento Cucharas: se trata de una falla inversa de grandes dimensiones
la cual delimita el flanco oriente de la sierra (y anticlinal) del Abra-Tanchipa. Dicha
falla tiene una orientación general de NW 5°-10° SE, la cual fue originada por el
empuje y deslizamiento de los sedimentos hacia el oriente, por lo cual pone en
contacto rocas del Cretácico Inferior (Formación El Abra) con las lutitas del
Cretácico Superior (Formación Méndez).
Anticlinal La Colmena-Tampaón: tiene su mayor extensión hacia el norte de
Ciudad Valles, su longitud completa es del orden de 50 km, su amplitud es de 2 a
5 km. Se orienta 15° NW-SE, excepto al sur de la traza de la falla que lo corta,
donde se orienta prácticamente norte-sur. En la culminación de este anticlinal
aflora la Formación El Abra. En su flanco oriental se han medido inclinaciones que
varían entre 10° y 65° y en el occidental entre 5° y 50° se manifiesta como un
anticlinal asimétrico. En su porción media se encuentra cortado transversalmente
por una falla de desplazamiento horizontal cuya traza se orienta NE-SW, esta falla
desplaza hacia el oriente 90 m. el eje del anticlinal, el cual se encuentra afectado
también por una falla inversa que presenta su traza paralela al eje de la estructura
y es buzante hacia el occidente.
225
Anticlinal Nicolás Pérez: es un trend estructural de más de 70 kilómetros de largo,
donde se ubican las Sierras Tamalave, Nicolás Pérez y Cerro Alto. Es un anticlinal
que forma parte del anticlinorio de Gómez Farías, es asimétrico, está afectado en
la parte norte por numerosas fallas transversales y una gran falla inversa, su
porción axial está constituida por calizas arrecifales de la Formación El Abra, su
amplitud varía de 1 a 2 km. Su orientación es en general NW 10° SE, con flexuras
en toda su extensión.
Se han identificado dos periodos de actividad tectónica que han actuado en el
área de estudio, por una parte el Frente Tectónico Laramídico u Orogenia
Laramide, representado por una serie de eventos compresivos que generaron
anticlinorios y sinclinorios mayores los cuales en su conjunto forman la Sierra
Madre Oriental. También ha generado estructuras menores como la Sierra de El
Abra-Tanchipa al oriente de Ciudad Valles y el Cabalgamiento Cucharas, en el
abrupto flanco oriente de la sierra. El segundo evento se considera de extensión o
de liberación de energía en el cual se formaron fallas normales que afectaron a los
previamente plegados sedimentos cretácico
226
a una temperatura dada), alcanza una temperatura promedio que no
cambia. Considerando la distancia de la Tierra al Sol que es de 150
millones de kilómetros, y el hecho de que aproximadamente la emisión
227
la mayoría de la energía infrarroja emitida por la superficie de la Tierra
mantiene caliente la baja tropósfera. Siendo compuestos con absorción
selectiva, el H2O y CO2 emiten radiación en la misma longitud de onda, la
cual viaja en todas direcciones, una porción de esta radiación es absorbida
nuevamente por la superficie y vuelve a ser emitida. En los hechos, el vapor
de agua (H2O) y el bióxido de carbono (CO2) actúan como una capa
aislante que cubre toda la Tierra1, impidiendo que una fracción de la
radiación terrestre escape al espacio, en consecuencia la temperatura de
equilibrio radiativo de la parte baja de la atmósfera se encuentra 33 oC
arriba de la temperatura que tendría la Tierra en ausencia de atmósfera
(Ahrens 2001).
b) Las corrientes convectivas atmosféricas y oceánicas originadas por el
proceso de redistribución de la energía, que compensa los gradientes
térmicos del planeta (en particular el del ecuador con los polos). Los
gradientes se originan por la absorción diferencial de la radiación solar e
infrarroja en la superficie terrestre (Magaña 2004).
c) La interacción compleja, dinámica y multivariada entre diferentes masas de
aire de la atmósfera (con diferente temperatura, densidad, humedad), y
entre éstas y, los océanos, las capas de hielo y nieve (criósfera), las masas
continentales y la biósfera (Conde 2007, Magaña 2004).
El tiempo, en cambio, es el estado o condición cambiante de la atmósfera
terrestre, a corto plazo. Como en el caso del clima, la característica esencial del
tiempo es su mutabilidad. Esta variabilidad, para ambos componentes, es
originada por el efecto concurrente e inconstante de los moduladores climáticos
internos, como inestabilidades en la atmósfera y el océano; y forzamientos
externos como: cambios en el uso de suelo, modificaciones en la composición de
la atmósfera o variaciones en el balance radiativo (Zermeño 2008).
La principal diferencia entre el estado del tiempo y el clima radica en el tipo de
variabilidad. Considerando un modelo para la predicción del estado de la
1 El efecto invernadero del H2O y CO2 es mucho mayor que el del metano, oxido nitroso y otros,
por esta razón normalmente se considera la aportación de estos últimos despreciable.
228
atmósfera encontramos dos componentes que se expresan en diferentes escalas
temporales: uno de corto y otro de largo plazo:
1. El primero, correspondiente al tiempo, es de gran resolución, prácticamente
determinista; en esta escala, la dinámica de expresión de las variables es
muy inestable, lo que aumenta el número de valores que deben
considerarse, esto limita la capacidad del modelo para realizar pronósticos
a plazos de 3 a 7 días.
2. El segundo es de baja resolución, corresponde al clima y es esencialmente
probabilístico, considera valores de tendencia central obtenidos de múltiples
observaciones. Dado que las variables clave de un modelo de baja
resolución son relativamente pocas, en la actualidad se puede señalar que
se conocen bien algunas como, radiación solar, composición química de la
atmósfera, trayectorias de traslación y rotación; mientras otras de baja
frecuencia apenas se empiezan a conocer; el hecho importante es… que
el clima es predecible, esperamos cierto volumen de lluvias en agosto-
octubre, frío y días secos en enero, calor en mayo, y en general nuestras
predicciones basadas en la experiencia se cumplen, aunque, puede ser que
algún día de enero sea caluroso o lluvioso, o que en ciertos años el
volumen de lluvias sea excepcionalmente alto o bajo (Conde 2007,
Zermeño 2008).
229
Fuente (Magaña 2008)
230
Anexo 3. Ciclones Tropicales.
231
entre especialistas. Sea cual fuere el detalle del mecanismo en sí, produce el inicio
de un flujo circular, en sentido opuesto a las manecillas del reloj visto desde arriba,
alrededor de la zona convectiva (y de ligera baja presión). Este flujo giratorio
tiende a intensificar la convección, reducir aún más la presión y alimentar al
sistema de humedad. Pocas son las ondas tropicales que se transforman en
ciclones tropicales. En forma sencilla se puede pensar que todas ellas tienen el
potencial de hacerlo, pero solo aquellas afectadas por los factores de
intensificación, lo hacen. En este momento al sistema se le conoce como
depresión tropical y presenta vientos todavía menores a los 61 km/h. Para
identificar a una depresión tropical se utilizan números consecutivos en el año, en
secuencias distintas para el Atlántico Norte y para el Pacífico Nororiental (que son
las dos zonas de ciclones tropicales que afectan a México).
Cuando ya existe un flujo giratorio establecido, es bastante común que los
ciclones tropicales continúen intensificándose siempre que se encuentren bajo
condiciones favorables. Continúan con su movimiento general de Este a Oeste
con una ligera componente hacia el norte (en el hemisferio norte). Al rebasar los
vientos los 61 km/h se clasifica al ciclón tropical como una tormenta tropical,
manifestándose ya en los mapas meteorológicos con isolíneas de presión
cerradas alrededor del centro de giro y en las secuencias de imágenes de satélite
con un enroscamiento de las bandas nubosas alrededor del mismo. Al clasificarse
como tormenta tropical se identifica ya con un nombre de persona proveniente de
listas separadas para el caso del Atlántico Norte y del Pacífico Nororiental. Las
listas de nombres se encuentran preestablecidas por el Comité de Huracanes de
la Región IV de la Organización Meteorológica Mundial y se toman los nombres
consecutivamente conforme se van identificando tormentas tropicales. Para
facilitar el reconocimiento del número de tormentas tropicales o huracanes que se
han formado en la temporada, la lista de nombres se organiza alfabéticamente, un
nombre iniciando con cada letra del alfabeto. Los nombres de los ciclones vuelven
a utilizarse después de agotada la lista (cada seis años), por lo que siempre es
conveniente hacer referencia a los ciclones históricos con el nombre y las últimas
dos cifras del año en que ocurrió, por ejemplo Gert93 en lugar de Gert. Sólo los
232
ciclones de intensidad récord o que causaron daños muy importantes son
retirados de la lista. Por ejemplo Gilbert, Hugo y Andrew no volverán a repetirse.
Si la tormenta llega a intensificarse suficiente como para rebasar vientos de 119
km/h entonces se le clasifica como huracán. Todos los huracanes son ciclones
tropicales pero no todos los ciclones tropicales alcanzan la intensidad necesaria
para ser denominados como huracanes. Conforme se intensifica el ciclón, la
presión central (es decir la presión a nivel del mar sobre el centro de giro) se
reduce, alcanzando hasta déficits de presión del orden de 10 % de la presión
atmosférica normal a nivel del mar. Conforme se intensifica, su apariencia en
imágenes de satélite aumenta en cuanto a organización espiral y empieza a ser
obvio el centro de giro a través de una zona con nubes mas bajas o ausencia total
de ellas, coincidente con el llamado ojo del huracán. Ya en la categoría de
huracán, los ciclones se siguen clasificando de acuerdo a su intensidad en cinco
categorías de acuerdo a la escala denominada de Saffir-Simpson:
Vientos
Categoría
(km/h)
I Entre 119 y 153
V Mayores a 250
233
La fuerza de Coriolis debida al giro constante del globo terráqueo, es esencial en
el balance de fuerzas que permite a un ciclón tropical funcionar. Dicha fuerza de
Coriolis es nula sobre el Ecuador y aumenta paulatinamente en dirección de los
polos de la tierra. En combinación con la condición de temperatura del mar que
impone el estar cerca del Ecuador, impone la zona de ciclogénesis como aquella
entre las latitudes 5º y 25º, en el hemisferio de la tierra que presenta inclinación
hacia el sol (o sea que se encuentra en verano).
Los ciclones tropicales requieren además de un mecanismo que facilite la
convergencia del viento húmedo cerca de la superficie. Resulta que los vientos
Alisios, dominantes en la zona tropical de la tierra, soplan de Este a Oeste, con
una cierta componente hacia el Ecuador. En promedio, a lo largo del año
convergen hacia el Ecuador. Sin embargo, esta llamada zona de convergencia
intertropical se desplaza ligeramente durante el verano en dirección del polo
terráqueo que se encuentra inclinado hacia el sol, lo que le permite colocarse en
una zona donde la fuerza de Coriolis no es nula. El encuentro de los vientos
Alisios del Norte y del Sur sobre esta zona de convergencia intertropical (ZCIT) es
ya un mecanismo que facilita la actividad convectiva y desde imágenes de satélite
es fácilmente identificable por sus densas nubes. Las ondas tropicales,
predecesoras de los ciclones, viajan de Este a Oeste a lo largo de esta ZCIT, con
la actividad convectiva acumulándose en las partes que presentan una presión
más baja que en sus alrededores. Bajo estas condiciones, el inicio de un
movimiento giratorio por la incidencia (aleatoria) de corrientes locales de viento
puede iniciar el mecanismo autosostenible de un ciclón tropical.
Es importante puntualizar que las condiciones mencionadas son necesarias, pero
no suficientes. No todas las ondas tropicales en las zonas mencionadas se
convierten en depresiones tropicales ni evolucionan a tormentas tropicales o
huracanes. De hecho, la diferenciación entre los casos que sí lo hacen de los que
permanecen como ondas tropicales, representa actualmente una acalorada
discusión científica entre especialistas.
234
Anexo 4. Descripción de los tipos de suelo
Los principales tipos de suelo del estado de San Luis Potosí reportados por el
INEGI (1970) en la carta edafológica escala 1:250 000, y en la que utilizan la
Leyenda del mapa de suelos del mundo de la FAO/UNESCO de 1968, modificada
por CETENAL en 1970, son: Litosol, Rendzina, Xerosol, Vertisol, Castañozem,
Feozem, y Zolonchak; y los suelos que se encuentran en menor superficie son: el
Yermosol, Luvisol, Chernozem, Fluvisol, Cambisol, Gleysol y Solonetz (Tabla 1, y
Figuras 1 y 2), en ambos caso se nombran en orden descendente.
Además de conocer la superficie que ocupa el suelo principal, también es muy
importante conocer las fases existentes, tanto físicas como químicas. Las fases
son factores limitantes relacionados con rasgos superficiales o subsuperficiales del
terreno, no tienen que estar necesariamente relacionados con la formación del
suelo y normalmente sobrepasan los límites de unidades de suelo diferentes.
Pueden constituir un obstáculo para el uso del terreno. En sí, nos indican diferente
potencial y respuesta al uso y manejo; para las delineaciones se considera el
horizonte superficial y subsuperficial, ello atendiendo a su posible implicación en la
capacidad de uso del suelo, y por ende en su manejo y en el desarrollo de los
cultivos o vegetación en general.
El INEGI agrupa a las fases en físicas (49.6 % del estado) y químicas (6.3 %). Las
primeras implican restricciones físicas al desarrollo de las raíces en diferente
medida, de esta forma se tiene las fases cálcica, gípsica o gypsica, etc. las cuales
inciden en las características físicas y afectan la fertilidad del mismo del suelo en
diversas formas; por ejemplo, causando interacción con otros elementos (calcio
con microelementos al sustituirlos en el complejo de intercambio, o con potasio),
desbalance nutrimental, o disminuyendo la fertilidad del mismo (yeso); este tipo de
fases cubren cerca del 2.5 % del estado (dúrica, cálcica, pedregosa, Tabla 2 y
Figura 3). Cuando estas fases están a profundidad (a más de 50 cm) pueden tener
menor relevancia para el manejo del suelo, pero aún así se deben tener en
cuenta.
Aunado a las fases de párrafos anteriores, se tienen las que se presentan
endurecida (petrocálcica, lítica, petrogypsica) a tal grado que disminuyen
235
drásticamente la infiltración, la penetración de la raíz, constituyen un serio
problema para el desarrollo de las plantas, y dificultan el uso de maquinaria
agrícola, especialmente cuando están a escasos centímetros de la superficie.
Estos tipos de fases se tienen en el 42.9 % del estado
Cambisol, B. Del latín cambiare, cambio. Suelos con cambios en color, estructura,
consistencia, etc. debido a la intemperización in situ. En general tiene unidades
pedológicas uniformes, de color pardo, con espesor de 1.5 m. Ocurre
principalmente debajo de vegetación decidua, clima húmedo. Principalmente se
forma de materiales no consolidados de textura limosa y francosa, a menudo su
composición es básica, o calcárea. Alcanzan su principal desarrollo en sitios
planos estables o de pendiente suave.
En general son de textura media, con el contenido máximo de arcilla en el
horizonte superior, que disminuye en cantidad con la profundidad. El pH aumenta
con la profundidad con valores de 5 a 6.5 en el horizonte superficial. En el
horizonte superior la materia orgánica varía de 3 a 15 %, con razón C/N de 8-12
indicativo de alto grado de humificación. La capacidad de intercambio catiónico es
de 15 a 30 miliequivalentes, disminuyendo con la profundidad según decrece la
arcilla y la materia orgánica. Por lo general el calcio es el principal catión
intercambiable, aunque puede predominar el magnesio. El contenido de sodio es
muy variable y depende del clima, por lo común es alto en climas secos. La
cantidad máxima de arcilla en el horizonte superficial es indicativo de la actividad
de microorganismos que incorporan la hojarasca y la mezclan con el material
mineral, de la hidrólisis, y de la descomposición de la materia orgánica. Se tiene el
lavado de los iones sodio, potasio y magnesio, y el calcio es precipitado como
carbonato de calcio.
CASTAÑOZEM, K. Del latín castaneo, castaño, y del ruso zmelja, tierra, suelos
ricos en materia orgánica de color pardo o castaño. Se les encuentra en zonas
semiáridas o de transición a climas más húmedos. Suelen sostener vegetación de
pastizal o de matorral. En general muestran buena estructura variando de granular
a prismática fina. Presentan una capa superior de color pardo o rojizo oscuro, son
suelos fértiles por su alto contenido de materia orgánica –varía de 3 a 6 % en el
236
horizonte superior- y nutrientes; en el subsuelo suelen tener acumulación de yeso,
de carbonatos de calcio con ligera cementación o no.
FEOZEM, H. Del griego phaios, pardo-negruzco, y del ruso zmelja, tierra parda.
Son suelos que se pueden encontrar desde zonas semiáridas hasta templadas o
tropicales, y en terrenos planos a montañosos. Por lo mismo soportan vegetación
muy diversa. Tienen una capa superficial obscura, suave, fértil, semejante a los
Chernozem y Castañozem pero sin acumulación de carbonatos de calcio, ni de
yeso; aunque sí pueden presentar acumulación de arcilla a profundidad, o
propiedades hidromórficas. Los suelos profundos se utilizan en agricultura de
regadío o de temporal para producir granos (maíz, trigo, avena, soya), legumbres
y hortalizas con altos rendimientos. Los menos profundos o en áreas inclinadas
tienen rendimientos más bajos y se erosionan con mayor facilidad, aunque es
posible su uso en ganadería extensiva, con el manejo apropiado. Su uso también
va a depender de la subunidad de Feozem; así, el lúvico (arcilla) puede utilizarse
en la agricultura o forestería, sin olvidar que es un suelo con moderada a alta
susceptibilidad a la erosión tanto eólica como hídrica.
LITOSOL, I. Del griego lithos, piedra, suelos con roca dura o de muy poca
profundidad. Son suelos que se encuentran en todos los climas y con diversos
tipos de vegetación. Su principal característica es su profundidad menor a 10 cm.,
presentándose la roca, el tepetate o caliche. Se localiza en todas las sierras, en
laderas, barrancas, lomeríos y en algunos terrenos planos. Según el material que
los forman pueden ser, fértiles o no, arenosos o arcillosos. Su susceptibilidad a la
erosión depende del lugar en que se encuentre y topografía, pudiendo ser de
moderada a muy alta. Su uso depende principalmente de la vegetación que los
cubre y de su ubicación. En bosques y selvas tienen utilidad forestal; en pastizales
y matorrales como agostadero restringido; en pendiente moderada para frutales,
café y nopal con manejo diferenciado; la actividad agrícola es prohibida, y en
general estas áreas, por su inestabilidad y peligro latente a la erosión, se deben
dejar con la vegetación natural.
237
En la Soil Taxonomy (SSS, 2006), según sus características, pueden considerarse
en los Entisols; y en la WRB (2006) son tratados dentro del grupo de suelo de
referencia Leptosol (LP).
LUVISOL, L. Del latín luvi, luo, lavar, suelo lavado, acumulación iluvial de arcilla.
Suelos de zonas templadas o tropicales lluviosas, aunque no se descarta su
presencia en climas secos. Vegetación de bosque o selva. Presentan acumulación
de arcilla en horizontes inferiores, son frecuentemente rojos o claros, pardos sin
llegar a ser oscuros; el pH varía de 5.5 a 6.5 en el horizonte superior y de 4.5 a 5.0
en el arcilloso, y si es calcáreo puede ser de 7.5; en el horizonte superior la
materia orgánica puede ser del 5 %, en los demás horizontes por el estado
avanzado de descomposición disminuye mucho la materia orgánica; en los
horizontes con alto contenido de materia orgánica o arcilla la capacidad de
intercambio es alta. El potencial agrícola de estos suelos varía de moderado a
bueno, y suelen usarse con fines agrícolas con rendimientos moderados, el
aguacate puede presentar rendimientos altos, los pastizales cultivados pueden dar
buenos resultados, sin duda su principal uso es el forestal. Es necesario mantener
su productividad mediante encalado y fertilización. Son suelos con alta
susceptibilidad a la erosión, por lo que el plan de manejo debe contemplar su
conservación.
REGOSOL, R. Del griego rhegos, manto, cobija, por la capa de material suelto
que cubre la roca. Se desarrolla en diversos climas y vegetación. Se caracterizan
por no presentar diferenciación de horizontes, y en general son de color claro y
con parecido a la roca que les subyacen; se forman de material no consolidado,
excluyendo depósitos aluviales recientes, constituyen la etapa inicial de formación
de un gran número de suelos tales como: Podzoles, Luvisoles, Cambisoles,
Chernozems, Castañozems, Xerosles y Yermosoles. Se forman en laderas de las
sierras del estado por lo que suelen estar junto a litosoles y con afloramiento de
rocas o tepetate. Suelen ser someros, de fertilidad variable, y su uso agrícola está
condicionado a la profundidad y a la presencia o no de piedras. Se pueden utilizar
para el cultivo de granos con resultados moderados o bajos. Los ubicados en
238
laderas se usan en cuestiones pecuarias y forestales. Presentan susceptibilidad
variable a la erosión.
RENDZINA, E. Del polaco rzedzic, ruido, connotativo del ruido que hace el arado
sobre un suelo delgado y pedregoso. En Polonia así se designan a los suelos
poco profundos y pegajosos desarrollados sobre calizas. Se presenta en climas
cálidos a templados con vegetación de matorral, selva o bosque, topografía plana
a muy inclinada, áreas cársticas. Poseen una capa superficial rica en materia
orgánica (5-15 %) y por lo tanto con alta fertilidad, que descansa sobre roca caliza
por lo que el porcentaje de carbonato de calcio es alto y el pH suele ser superior a
8, con estructura granular o grumosa y alta actividad de lombrices. Son suelos
poco profundos y con alta velocidad de infiltración que les imponen serias
restricciones para su uso. Por otro lado, el alto contenido de calcio puede inducir
deficiencias de microelementos al reemplazarlos en los sitios de intercambio. Los
suelos que se ubican en lomeríos o llanos se utilizan para sembrar granos como el
maíz con rendimientos bajos. Cuando se utilizan en ganadería los rendimientos
son bajos o moderados, pero con alto peligro de erosión en laderas y lomas. Por
su susceptibilidad a la erosión y posición en el paisaje, lo más recomendable es
que permanezcan con la vegetación natural.
VERTISOL, V. Del latín verto, voltear. Suelo que se revuelve, que se voltea. Estos
suelos se presentan en climas cálidos y templados, con estación seca y lluviosa
muy marcadas, áreas planas o de pendiente suave. Soportan vegetación de selva
baja, pastizales o matorral, según el clima. Además de su alto contenido de arcilla
en todo el perfil (más de 30 %), se caracterizan por presentar grietas anchas
(centimétricas) y profundas (decimétricas) en la época seca, el contenido de
nitrógeno, fósforo y potasio sueles ser bajos, el contenido de materia orgánica
puede ser mediano a alto, la capacidad de intercambio catiónico es alta. Pueden
ser de color negro, gris o rojizo. Se usan en agricultura (caña de azúcar, granos)
de riego con rendimientos buenos. También son utilizados en ganadería, con
pastos naturales o cultivados. Su laboreo es difícil, debido a que cuando están
secos son muy duros y en húmedo son muy pegajosos, es decir el intervalo de
239
humedad para su cultivo es estrecho. Por lo general son susceptibles tanto a la
erosión hídrica como a la eólica.
Bosque de Encino
El bosque de encino existente en el territorio potosino, se constituye por
ejemplares arbóreos de entre 10 a 25 m de alto, cuyo diámetro no pasa de 40 cm,
las especies más abundantes en la región son Quercus polymorpha, y Q. oleoides
(éste último en zonas cercanas). En lugares protegidos, particularmente húmedos
se presentan Q. germana, Q. xalapensis, Q. rysophylla, Q. affinis.
Otros árboles que se asocian con la distribución de encinos son: Arbutus
xalapensis, Buddleia cordata, Prunus serotina virens, Persea americana, entre
otros. Asimismo, entre los arbustos asociados a estas especies se encuentra
Baccharis sordescens, Brahea dulcis, Ceratozamia mexicana, Dioon edule,
Erythrina herbacea, Eupatorium spp., Persea sp., entre otras.
Entre las plantas trepadoras se encuentran Smilax sp., Ipomoea spp., Passiflora
biflora, etc; mientras que entre las especies de epífitas se encuentran Epidendrum
spp., Tillandsia spp., entre otras.
Popal Tular
Los géneros reportados para este tipo de vegetación son Thalia geniculata,
Calathea y Heliconia, que forman agrupaciones puras o mezcladas con otros
componentes comunes como gramíneas y ciperáceas, además de ejemplares de
Bactris y Pontederia.
Las asociaciones de especies más frecuentes de tular son las dominadas por
Typha spp., Scirpus spp., Cyperus spp., Phragmites communis y Cladium
jamaicense, éstas dos últimas restringidas a zonas de clima cálido.
Selva Alta Perennifolia
La especie dominante es casi siempre una sola: Brosimum alicastrum. Otros
árboles del estrato, presentes a menudo en orden de importancia como Celtis
monoica, Bursera simaruba, Phithecolobium arboreum, Ficus cotinifolia,
240
Dendropanax arboreus, Sideroxylon tempisque, Pouteria hypoglauca, Ficus
padifolia, Ficus mexicana y Ficus glaucescens.
El estrato arbóreo, de unos 8 a 15 m de alto, tiene una cobertura de 30 a 80% e
importancia variable. La especies más constante en él es Protium copal, otros
elementos encontrados con frecuencia son Bursera simaruba, Carpodiptera
ameliae, Dendropanax arboreus, Faramea occidentalis, Pouteria durlandii,
Tabebuia pentaphylla, Zuelania guidonia.
Un estrato arbustivo de 2 a 5 m de alto, sólo es denso en sitios en que las
condiciones de luminosidad son mejores: Generalmente predominan en él las
Rubiáceas como Anisomeris pringlei, Faramea occidentalis, Psychotria
erythrocarpa, Psychotria sp., Rondeletia spp., Acalypha schelechtendaliana,
Bombax ellipticum, Chamaedorea sp., Decatropis bicolor, Gymnanthes longipes,
Laseacis spp., Odontonema spp., Piper spp., Tabernaemontana alba, Yucca
elephantipes, entre otras.
El estrato herbáceo de 20 a 100 cm de alto, es ordinariamente aún más modesto,
salvo en lugares rocosos, donde abundan especies rupícolas, como Begonia spp.,
Nama sp., Pilea microphylla, Pilea pubescens, Peperomia glutinosa, Zebrina
pendula, Aneilema karwinskyana, Campelia zanonia, Chamaedorea pringlei,
Costus ruber, Dorstenia contrajerva, Lithachne parviflora, Maranta divaricata, Olyra
yucatana, Spigelia sp., Spiranthes sp., Tripogandra cumanensis, etc.
Las trepadoras leñosas y las epífitas son muy abundantes en cuanto al número de
individuos, perteneciendo gran parte de ellas a la familia de las Aráceas, entre
estos ejemplares se encuentran Anthurium aemulum, Monstera deliciosa,
Philodendron hoffmanii, Philodendron robustum, Philodendron sagittifolium,
Syngonium podophyllum, Cydista aequinoctialis, Melloa populifolia, petrea
volubilis, Solandra nitida, Vitis tiliaefolia, Vitis sp., Aechmaea bracteata, Brassavola
nodosa, Epidendrum spp., Hylocereus undatus, Peperomia rotundifolia,
Pleurothalis tribuloides, Tillandsia schiedeana, Tillandsia usneoides, etc.
Ciertos terrenos planos o poco inclinados, con suelo constituido por arcilla
sustentan este tipo de vegetación con dominancia exclusiva de Quercus oleoides.
La altura de este tipo de selva varía entre 15 a 25 m, encontrándose árboles como
241
Brosimum, Bursera simaruba, Ceiba pentndra, Dendropanax arboreus, Protium
copal, Tabebuia pentaphylla, Zuelania guidonia.
Los árboles no forman suficiente espesura para crear debajo de ellos condiciones
de penumbra, por lo cual los estratos arbustivos y herbáceos se hallan bien
desarrollados. La mayor parte de sus componentes resultan ser ejemplares
francamente secundarios. Mientras que las epifitas y trepadoras son abundantes.
La vegetación resultante de la secundarización de esta vegetación reúnen
especies como Acacia cornigera, Acrocomia mexicana, Adelia barbinervis,
Bauhinia divaricata, Buddleia americana, Bursera simaruba, Calliandra hustoniana,
Calliandra portoricensis, Carica papaya, Castilla elastica, Cecropia obtusifolia,
Cedrela mexicana, Ceiba pentandra, Celtis iguanea, Cordia alliodora, Croton
draco, Croton niveus, Eugenia capuli, Eugenia fragans, Garcia nutans, Heliocarpus
spp., Inga sp., Leucaena pulverulenta, Muntingia calabura, Parathesis serrulata,
Piper spp., Piscidia piscipula, Pthecolobium dulce, Rapanea ferruginea, Sabal
mexicana, Saurauia sp., Solanum verbascifolium, Tabebuia pentaphylla, Trema
micrantha, Trophis racemosa, Urera alceifolia, Vernonia aschenborniana, entre
otras.
En las orillas de los ríos y de los arroyos destacan los siguientes elementos
leñosos Byttneria aculeata, Ficus spp., Guadua aculeata, Hasseltia mexicana, Inga
spuria, Platanus mexicana, Populus sp., Taxodium mucronatum, etc.
Selva Baja Caducifolia
En el estrato arbóreo suelen dominar una o dos de las siguientes especies:
Bursera simaruba, Lysiloma divaricata, Phoebe tampicensis, Acacia coulteri,
Beaucarnea inermis, Cedrela mexicana, Lysiloma acapulcensis, Zuelania guidonia,
Guazuma ulmifolia, Harpalyce arborescens, Piscidia piscipula, Sabal mexicana.
La mayor parte de los árboles presenta un porte característico: el tronco principal
se ramifica desde una altura de 1 a 34 m sobre el nivel del suelo y la copa es muy
ancha, de manera que el diámetro de la misma con frecuencia alcanza o
sobrepasa la altura del árbol.
Existe normalmente un estrato arbóreo inferior o arbustivo superior, de unos 4 a 6
m de alto, bastante denso, encontrándose entre otras especies Acalypha spp.,
242
Bombax ellipticum, Colubrina glomerata, Colubrina glomerata, Decatropis bicolor,
Eugenia capuli, Fraxinus sp., Huaya elegans, Karwinskia humboldtiana, Mimosa
leucanoides, Piper spp., Psonia aculeata, Psidium ehrenbergii, Randia rhgocarpa,
Wimmeria concolor, Yucca treculeana, entre otras.
En el caso del estrato arbustivo propiamente dicho con alturas de ente 0.5 a 2.5 m,
suele ser conspicuo e incluye algunas plantas espinosas, encontrándose entre
ellas Acalypha sp., Annona globiflora, Ardisia escallonioides, Brahea dulcis, Croton
niveus, Erythrina herbacea, Eupatorium spinaciaefolium, Hamelia erecta, Henrya
sp., Karwinskia humboldtiana, Lantana involucrata, Nopalea sp., Randia
laetevirens, Randia scoparia, Zanthoxylum fagara, etc.
Mucho menos desarrollado resulta el estrato herbáceo, que en condiciones de
ausencia de disturbio es casi nulo, donde prosperan Ayenia pussila, Blainvillea
tampicana, Chamaedora pringlei, Hechtia sp., Henrya sp., Lantana involucrata,
Leeersia hexandra, Pilea micrphylla, Sclerocarpus uniserialis, Scythanthus
americanus, Selenicereus spinulosus, etc.
Las trepadoras y epifitas se presentan menos conspicuas y frecuentes, su
abundancia varía en forma significativa de un lugar a otro, en relación
principalmente a la exposición, destacando Acanthocereus pentagonus, Celtis
iguanea, Cydista potosina, Dioscorea galeotiiana, Hylocereus undatus, Melloa
populifolia, Paullinia frutescens, Petrea volubilis, Selenicereus spinulosus, Vitis
berlandieri, Epidendrum radiata, Tillandsia polystachya, Tillandsia recurvata,
Tillandsia schiedeana, entre otras.
Las comunidades secundarias que se localizan dentro del área de selva son
numerosas, pues su composición y su estructura dependen de los factores
edáficos, de los factores del disturbio, de su antigüedad, etc. De las que tienen
aspecto de selvas son los aquichales de Guazuma ulmifolia, y los palmeras de
Sabal mexicana. Los primeros se desarrollan particularmente bien en suelos
someros sobre substrato margoso; los segundos existen de preferencia en lugares
más o menos mal drenados, con tierra oscura algo profunda. En algunos sitios
abunda Piscidia piscipula.
243
En los matorrales predominan generalmente Acacia amentacea, Croton niveus,
Karwinskia humboldtiana. Entre otros elementos leñosos de este tipo de
vegetación con cierto proceso de secundarización se encuentran Acacia
berlandieri, Acacia cornigera, Acacia farnesiana, Acacia pennatula, Adelia
barbinervis, Bernardia interrupta, Bromelia pinguin, Buddleia americana, Calea
zacatechichi, Calliandra houstoniana, Carica papaya, Cassia emarginata, Celtis
iguanea, Cestrum dumetorum, Colubrina greggii, Cordia alba, Croton cortesianus,
Dalea humilis, Ehretia elliptica, Erythrina herbacea, Eugenia capuli, Eupatorium
odoratum, Hamelia erecta, Lantana camara, Lantana hispida, Leucaena
pulverulenta, Mimosa albida, Mimosa pigra, Nectandra loeseneri, Nopalea sp.,
Parmentiera edulis, Pisonia aculeata, Pithecoctenium echinatum, Podopterus
mexicanus, Randia laetevirens, Sapindus saponaria, Thevetia peruviana, Trichilia
havanensis, Xylosma flexuosum, Yucca treculeana, Zanthoxylum fagara, entre
otras.
En las orillas de ríos y arroyos perennes, existe una vegetación ribereña más o
menos siempre verde, cuyo aspecto contrasta notablemente en la época seca con
los sitios circundantes, cuyos arbóles característicos son Chlorophora tinctoria,
Ficus mexicana, Guadua aculeata, Inga spuria, Platanus mexicana, Salix chilensis,
Taxodium mucronatum, Trophis racemosa, etc.
Selva Baja Subcaducifolia
Son dominantes casi siempre Pithecolobium flexicaule y Phyllostylon brasiliense, a
veces también Acacia unijuga aunque la abundancia de esta última especie
parece aumentar en condiciones de ligero disturbio. La pequeña epifita Tillandsia
ionantha y una especie de Usnea cubren en ocasiones por completo las ramas de
Phyllostylon. Otros arbóles altos existentes son Bumelia laetevirens, Bursera
simaruba, Ficus spp., Esenbeckia berlandieri, etc.
El estrato arbustivo superior tiene una altura de 2 a 4 m, formando una espesura
muy densa poco prenetrable. Abundando las especies espinosas, contemplando
entre sus componentes Acalypha sp., Bumelia verruculosa, Capparis incana,
Cephalocereus palmeri, Colubrina reclinata, Croton glabellus, Croton niveus,
Euphorbia schlechtendalii, Karwinskia humboldtiana, Morisonia americana,
244
Phyllanthus micrandrus, Phitecolobium brevifolium, Podopterus mexicanus, Randia
rhagocarpa, Schoepfia schreberi, Yucca treculeana, Zanthoxylum fagara, etc.
El estrato arbustivo inferior, no menos espinoso, en el cual destacan manchones
de Bromelia pinguin, incluyendo entre otros elementos Acanthocereus
pentagonus, Amyris madrensis, Ardisia escallonioides, Croton cortesianus,
Erythrina herbacea, Eupatorium spinaciaefolium, Hechtia chiesbreghtii, Jacobinia
incana, Lasiacis rugelii, Malpighia glabra, Rhacoma sp., Trichilia trifolia,
Phyllanthus micrandrus.
El estrato herbáceo se constituye de plantas relativamente poco importantes
ligadas con condiciones de disturbio como Boerhaavia erecta, Celosia nitida,
Cleome aculeata, Elytraria bromoides, Eupatorium microstemon, Henrya
scorpioides y Petiveria alliacea.Entre las especies presentes en condiciones de
perturbación se encuentran Acacia amentacea, Acacia cornigera, Acacia
farnesiana, Caesalpinia mexicana, Caeslpinia pringlei, Cassia emarginata,
Cnidoscolus aconitifolius, Cordia alba, Diphysa minutifolia, Eugenia sp., Guazuma
ulmifolia, Jacquinia racemosa, Malvaviscus arboreus, Nopalea sp., Opuntia
leptocaulis, Opuntia lindheimeri, Pluchea odorata, Pithecolobium dulce, Psychotria
erythrocarpa, Sapindus saponaria, Thevetia peruviana, Waltheria americana,
Xylosoma flexuosum.
Otra comunidad natural es la resultante de Crecentia alata, localizada
principalmente al Norte de Tamuín, siendo una asociación abierta con árboles de
Crescentia y Piscidia piscipula, con entre otros arbustos Acacia amentacea,
Cassia potosina, Cordia boisieri, Cordia pringlei, Croton cortesianus, Diphysa
minutifolia, Karwinskia humboldtiana, Randia rhagocarpa, Xylosma flexuosum,
Zanthoxylum fagara.
Vegetación Halófila
Se presentan dos agrupaciones de este tipo de vegetación:
Agrupación de Borrichia frutescens, asociado con Maytenus phyllanthoides,
Philoxerus vermicularis, Tidestromia lanuginosa, Asclepias aenotheroides,
Spartina spartinae, Oenothera drummondii, Distichlis spicata.
245
Agrupación de Distichlis spicata, Monanthochloe littoralis, Spartina spp. Esta
agrupación se desarrolla en sectores de inundación muy excepcionales, bien
drenados y poco salinos.
246
Anexo 6. Anexo fotográfico
Puente en la Colonia Praderas del Río en Panorámica del río Valles desde la Unidad
remodelación Deportiva “Praderas del Río”
247
Viviendas a orillas del río Valles Intersección del río Valles y el río Tampaón
donde se observan los depósitos de arena
Panorámica de los depósitos en la confluencia de Talud al margen de las vías del ferrocarril
los ríos Valles y Tampaón contiguas al acceso a Micos
248
Trazo de zonas Críticas con el Director de PC Ing. Ubicación de Riesgos Geológicos Dr. Pablo
Héctor Felipe Madrazo Rodríguez Dávila
249
Mosquitos Derrumbes a orillas del río
250
Paso del Arroyo La Lajita a través de una calle
Magisterial Magisterial
251
Anexo 7. Redes Climatológica e hidrométrica
Climatológica.
Cuadro No. 1. Estaciones climatológicas existentes dentro de las subcuencas del río Valles.
COORDENADAS
ESTACIÓN PERIODO DE
SUBCUENCA Altitud
CLIMATOLÓGICA Lat N Long W OBSERVACIÓN
msnm
24012 Cd. Valles 21° 58’ 99° 00' 95 1969-2007
Río Valles 24065 San Felipe 21° 59' 98° 55' 95 1972-2007
24076 Santa Rosa 22° 01' 99° 03' 70 1961-2007
24016 Ejido Abritas 22° 30' 99° 24' 1,250 1961-2007
24039 Maitínez 22° 23' 99° 17' 240 1961-2007
24043 Micos 22° 08' 99° 10' 310 1961-2007
Río Los Naranjos
24068 San Juan del Meco 22° 38' 99° 25' 1,270 1961-2007
24132 El Naranjo 22° 03' 99° 51' 1,020 1973-2007
24199 El Estribo 22° 26' 99° 18' 1,250 1990-2007
Río Mesillas 24028 El Tigre 22° 15’ 99° 07’ 160 1961-2007
24056 Ponciano Arriaga 22° 13’ 99° 00’ 280 1969-2007
Río Puerco 24123 Las Garzas 22° 02' 99° 03' 100 1972-1978 (Susp)
24156 Buenavista 22° 21’ 99° 02’ 215 1977-2007
Fuente: Elaborada por el grupo multidisciplinario del PMPCA con información de Eric III.
253
Resumen de datos anuales de sólidos en suspensión observados en la estación
Hidrométrica Santa Rosa.
1958
1959 712,542 77.81 0.01092
1960 522,508 112.30 0.02149
1961 1,139,027 765.41 0.06719
1962 498,741 43.07 0.00863
1963 748,253 110.95 0.01482
1964 597,348 25.46 0.00426
1965 810,943 53.22 0.00656
1966 1,872,230 294.60 0.01573
1967 1,473,363 516.32 0.03504
1968 1,161,171 73.85 0.00635
1969 2,028,066 360.84 0.01779
1970 1,771,512 305.13 0.01722
1971 1,477,654 250.76 0.01697
1972 1,495,993 133.27 0.00890
1973 1,929,050 290.98 0.01508
1974 1,197,386 183.96 0.01536
1975 1,508,334
1976 2,701,377 563.65 0.02086
1977 1,211,871 333.39 0.02751
1978 861,604
1979 618,290
1980 366,731 16.17 0.00440
1981 947,165 80.83 0.00853
1982 210,802 4.00 0.00189
1983 1,152,071 258.82 0.02246
1984 1,504,456 122.86 0.00816
1985 1,188,903 118.19 0.00994
1986 1,184,687 66.51 0.00561
1987 774,116 31.66 0.00408
1988 1,148,636 105.56 0.00919
1989 418,743 35.47 0.00847
1990 1,091,441 158.00 0.01447
1991 1,797,846
1992 1,184,717 123.01 0.01038
1993 2,871,244 531.72 0.01851
1994 791,298 73.33 0.00926
1995 835,682
1996 1,289,235 276.83 0.02147
1997 612,068 42.71 0.00697
1998 665,592 74.00 0.01111
1999 824,534 143.28 0.01737
2000 1,119,487 169.31 0.01512
2001 662,121
2002 881,139 119.91 0.01360
PROMEDIO 1,133,181 185.45 0.01452
Fuente: Banco Nacional de Datos de Aguas Superficiales, verificados en CONAGUA.
254
Sequías
Wilhite y Glantz (1985) mencionan que existen tres tipos de sequías y las definen
con las tres definiciones siguientes:
Sequía meteorológica; se define en términos de una disminución de precipitación
por debajo de lo “normal” o promedio. Existen diversos criterios para declarar la
ocurrencia de una sequía meteorológica: algunos se basan en el uso de un valor-
umbral dado, otros utilizan parámetros estadísticos. Este tipo de sequía es un
proceso totalmente natural, sin influencia humana.
Sequía hidrológica; ocurre cuando las fuentes de agua en la superficie y en el
subsuelo están por debajo del nivel medio. Este tipo de sequía se manifiesta en la
superficie como una disminución en escurrimientos, caudales de ríos y niveles de
almacenamiento de presas. Aunque resulta, en general, a consecuencia de una
sequía meteorológica, el manejo del agua (factor humano) puede llevar a que
ciertas regiones experimenten sequía hidrológica, es decir, no es totalmente de
origen natural.
Sequía agrícola; se refiere a una situación en la que la cantidad de agua
disponible en el suelo no satisface las necesidades hídricas de un cultivo en
particular. Este tipo de sequía depende de las condiciones de la sequía
meteorológica y afecta los cultivos más sensibles a este déficit de agua. Muchos
organismos oficiales toman nota de la sequía en esta etapa e inician los
programas para mitigar los efectos negativos. La ocurrencia de esta sequía
agrícola depende en cierta medida de las anteriores, pero sobre todo de la
vulnerabilidad del sector agrícola, es decir, de factores humanos.
Para determinar los periodos de sequías en Cd. Valles se utilizó la técnica de
promedios móviles de orden 5. Los periodos secos se detectan comparando la
línea de promedios móviles con la línea recta que representa la lluvia media anual
de todo el registro; durante los periodos de sequías, la línea de promedios móviles
estará por debajo del valor medio (Campos, 1992).
255
periodos de sequías, el primero de 1965-1967, el segundo de 1979-1992 y el
tercero de 1998-2005, siendo el más riguroso el segundo periodo, con una
duración de 14 años.
2,300
2,200
2,100
2,000
1,900
1,800
LLUVIA ANUAL EN MILIMETROS
1,700
1,600
1,500
1,400
1,300
1,200
1,100
1,000
900
800
700
600
500
1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005
Para prevenir contingencias, durante los periodos secos se debe realizar vigilancia
continua sobre el cauce del río Valles, apoyándose con personas voluntarias que
reporten cualquier anomalía observada en la corriente y cauce del río, por ejemplo
niveles muy bajos, descargas de aguas residuales, mortandad de peces, etc.
Uno de los efectos que producen las sequías en la zona son los incendios
forestales y basureros, bajos niveles del río Valles y sus afluentes disminuyendo la
disponibilidad para abastecimiento de agua potable y disminución de la capacidad
amortiguadora de contaminantes, por lo que cualquier alteración en la corriente
(alta temperatura, descargas de contaminantes, etc.) produce disminución del
oxígeno disuelto afectando a la vida acuática. Señala la CONAGUA que cuando
los niveles del río son menores a 0.60 m, se deben de realizar monitoreos
256
continuos al río Valles para verificar que la concentración de oxígeno disuelto sea
superior a 4 mg/l, requerido para la sobrevivencia de la fauna acuática.
Temperaturas Extremas
Temperaturas Máximas
Se consultó, analizó y procesó información de temperaturas máximas diarias del
Extractor Rápido de Información Climatológica (ERIC III), con el fin de obtener una
serie anual de máximos y posteriormente procesarla estadística y
probabilísticamente.
257
Temperaturas Máximas diarias que afectan a Cd. Valles, S.L.P.
FUENTE: Grupo de Investigadores de la Agenda Ambiental a partir de información del ERIC III.
258
En el cuadro anterior se puede observar que el periodo crítico en el que se
presentan las temperaturas máximas extremas, es del 23 de febrero al 31 de
agosto (solo se presentó el año de 1962), aunque de manera normal ocurre
regularmente del 4 de marzo al 30 de junio, siendo el periodo mas frecuente del 3
de abril al 31 de mayo. En el periodo de mayor frecuencia de ocurrencia de
temperaturas extremas es en donde se deberán tomar las debidas precauciones
para mitigar los efectos de las altas temperaturas.
En resumen (siguiente Cuadro), se presentan en Cd. Valles temperaturas
máximas extremas durante los meses de febrero a agosto, presentando una
estadística bimodal para los meses de abril y mayo con 20 y 16 eventos,
respectivamente, de un total de 48, representando el 41,7 % y 33,3 % de
ocurrencia de temperaturas máximas del orden de 38,0 – 48,5 °C. Existe
registrado un evento con 52,2 °C el 30 de junio de 1965.
259
que unas temperaturas más calurosas permiten a más parásitos madurar a tiempo
para que los mosquitos transmitan la infección.
Se conoce como ola de calor al período de tiempo consistente en más de tres días
durante los cuales las temperaturas alcanzan o superan los 32 º C. Una ola de
calor no es un enemigo visible, apenas se conocen sus movimientos y su efecto
no se siente hasta que pasa un tiempo. Ataca a sus víctimas lentamente, sobre
todo a la población más vulnerable. Ancianos, niños y personas con determinadas
enfermedades, como por ejemplo, las enfermedades coronarias. Sin embargo,
también los jóvenes y las personas que están sanas pueden sucumbir ante una
ola de calor. Diferentes situaciones durante una ola de calor pueden poner en
riesgo nuestra salud: beber alcohol, hacer ejercicio físico, tomar una medicación
que altere la habilidad del cuerpo a regular su temperatura, etc. Refrescarse es
una de las mejores soluciones para soportar las inusuales temperaturas.
260
Se observa en el cuadro que cada dos años (eventos de alta frecuencia) se
registran temperaturas máximas de 43.7 °C, mientras que para los eventos de
baja frecuencia (periodo de retorno de 50 años) las temperaturas observadas son
del orden de los 50.2 °C.
Temperaturas Mínimas
En la estación climatológica Santa Rosa, en el periodo histórico que abarca de
1961- 2007, solo se han registrado cinco heladas: el 14 de enero de 1975, 25 de
diciembre de 1983, 24 y 25 de diciembre de 1989 y el 14 de diciembre de 1997.
No se han registrado a la fecha temperaturas por debajo de los 0 °C. La frecuencia
de las heladas en Cd. Valles, es en promedio una vez cada 9 años. Las
comunidades más susceptibles son las de vegetación, principalmente los cultivos
agrícolas implementados para la producción de alimentos. Las comunidades de
los barrios más vulnerables son las que habitan en las colonias populares y
marginadas.
261
GERENCIA ESTATAL EN SAN LUIS POTOSI
SUBGERENCIA DE INGENIERIA
ID-3027
CONSULTIVO TECNICO
SEGURIDAD DE PRESAS
262
San Luis Potosí, S.L.P.. a 01 de octubre de 2001
PROGRAMA NACIONAL DE SEGURIDAD DE PRESAS
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES
INSPECCIÓN
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
ANEXOS
263
Fecha de elaboración del informe: 01 de Octubre de 2001
01 DE OCTUBRE 2001
INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES
264
En 1996 se realizó la rehabilitación el terraplén de la corona y de los 3
diques, además de desmonte de ambos taludes y rehabilitación de la caseta
de operación de la obra de toma incluyendo las válvulas de mariposa.
INFORME DE LA VISITA DE INSPECCIÓN
265
cristalinas, sin embargo en la zona por donde escurre se tiene un color
anaranjado.
La obra de Toma consta de una caseta de válvulas al pie del talud, se encontró la
puerta de acceso cerrada por lo que no se pudieron observar sus mecanismos de
operación, la caseta se encontró en buenas condiciones, se observa con bastante
monte alrededor y con bastante humedad, lo que dificulta su acceso para
operación de los mecanismos, el día de la visita se encontraba desfogando un
gasto de 3 m3/s.
266
LISTADO DE ANEXOS DIGITALES DEL INFORME
Elaboró:
Ing. Javier Llanas Rivera.
Ing. Miguel A. Velázquez Chávez.
Ubicación vivienda
267
No. COLONIA FECHA DIRECCION TELEFONO CP
025 Magisterial Andador Otilio Montaño 114 3810694 79020
027 18 de marzo Calle Bugambilias 3831573
029 Magisterial Andador Enrique C. Rebsamen
031 Tetuán Callejón Matamoros 4811234352
033 Tetuán Av. Ecuador
045 Praderas del río Rielo Duero (?) 3831949
057 Praderas del río Río Nazas y Sacramentos 302 3832225
060 Santa Lucía 10/12/2008 Calle Libra 318
062 Santa Lucía 10/12/2008 Piscis y libra 406
063 Praderas del río Nazas 307
064 Santa Lucía 10/12/2008 Piscis-Libra 410
065 Santa Lucía Calle 213
066 Santa Lucía 10/12/2008 Libra 478
067 Santa Lucía Calle Leo #226 3830566
068 Santa Lucía 10/12/2008 Calle Acuario esquina con libra #20 4811027966 79010
069 Santa Lucía Carretera a Ingenio #315 3811326 79019
070 Santa Lucía 10/12/2008 Calle Libra 411
072 Santa Lucía Libra #413
074 Santa Lucía Calle Libra esq. Cáncer
076 Magisterial 10/12/2008 Otilio Montaño 108 79020
078 Magisterial 10/12/2008 Otilio Montaño #107
080 Magisterial
082 Magisterial
084 Magisterial Otilio Montaño #109 4811027915 79026
086 Magisterial
088 Magisterial 10/12/2008 Andador Otilio Montaño #111 3830916 79020
090 Magisterial 10/12/2008 Andador Prof. Otilio Montaño #116
102 Tetuán 10/12/2008 Callejón Tetuán #16
104 Tetuán 10/12/2008
112 Tetuán 10/12/2008 Callejón Matamoros sin número
114 Tetuán 10/12/2008 Callejón Matamoros sin número
268
Datos demográficos
1.- Nombre completo del Padre o Tutor (se omite por razones de confidencialidad)
2.- Edad:
a) Trabaja por su cuenta. b) Empleado de tiempo completo c) Empleado de medio tiempo d) Negocio propio e) No trabaja.
a) 0 – 240 pesos. b) 240 – 480 pesos. c) 480 – 600 pesos. d) 600 ó más.
8.- Edad:
269
a) Primaria completa. b) Primaria incompleta. c) Secundaria completa d) Secundaria incompleta e) Preparatoria
completa. f) Preparatoria incompleta g) Profesional.
a) Trabaja por su cuenta. b) Empleada de tiempo completo c) Empleada de medio tiempo. d) Negocio propio.
e) Ama de casa.
a) 0 – 240 pesos. b) 240 – 480 pesos. c) 480 – 600 pesos. d) 600 ó más.
270
PADRE MADRE HIJOS
Años en Nivel Años en Nivel Emba-
No. Edad la loc. escolar Ocupación Ingreso Edad la loc. escolar Ocupación Ingreso razos Total Edades Fem. Masc.
Trabaja por su Toda la
011 54 10 - 20 SI cuenta 240-480 51 vida PI Ama de casa 3 3 20-33 3
Empleada de 600 o
012 30 5 - 10 PrC medio tiempo más 3 2 1a8 0 2
Toda la Trabaja por su
013 58 vida PI cuenta 480-600
Empleado de
014 33 5 - 10 SC tiempo completo 480-600 37 5 - 10 SC Ama de casa 2 2
015 69 0 - 5 PI No trabaja 88 0 - 5 PI Ama de casa 8 8
Empleado de
016 36 0 - 5 SC tiempo completo 480-600 35 0 - 5 SC Ama de casa 3 3
Entre 25 y
021 63 5 - 10 Pro Negocio propio 480-600 8 8 41 4 4
271
PADRE MADRE HIJOS
Años en Nivel Años en Nivel Emba-
No. Edad la loc. escolar Ocupación Ingreso Edad la loc. escolar Ocupación Ingreso razos Total Edades Fem. Masc.
37, 33, 31,
060 56 5 - 10 PI No trabaja 54 5 - 10 PI Ama de casa 5 5 30 y 23 2 3
productor de 600 o 30, 28, 21,
062 50 0 - 5 PC caña más 49 0 - 5 PC Ama de casa 5 17, 11 3 2
Trabaja por su 600 o Trabaja por su 600 o
063 10 - 20 SC cuenta más 32 10 - 20 SC cuenta más 1 1 3 0 1
No
064 57 10 - 20 tiene campesino 480-600 54 10 - 20 PI Ama de casa 6 3 34, 33 y 30 1 2
065 0-5 PI Ama de casa 3 3 9, 7 y 4 0 3
Empleado de 600 o
066 30 10 - 20 SC tiempo completo más 29 10 - 20 SC Ama de casa 2 2
272
PADRE MADRE HIJOS
Años en Nivel Años en Nivel Emba-
No. Edad la loc. escolar Ocupación Ingreso Edad la loc. escolar Ocupación Ingreso razos Total Edades Fem. Masc.
Toda la 600 o Toda la
084 45 vida PC Negocio propio más 48 vida PrC Ama de casa 2 2 16 y 10 0 2
Toda la Toda la
086 vida vida Ama de casa 2 2 11 y 12 2 0
Empleado de 600 o
088 55 10 - 20 Pro tiempo completo más 49 10 - 20 PrC Ama de casa 0 0
Empleado de 600 o Empleada de 600 o
090 42 10 - 20 Pro tiempo completo más 46 10 - 20 Pro tiempo completo más 2 2 21 y 10 1 1
No 600 o 23, 20, 16
102 48 10 - 20 tiene Negocio propio más 42 10 - 20 PI Negocio propio 240-480 4 4 y8 2 2
No 600 o
104 78 10 - 20 tiene No trabaja más 72 10 - 20 No tiene 9 6 61, 58, 56 3
Empleado de 600 o
112 43 10 - 20 Pro tiempo completo más 28 10 - 20 PC Ama de casa 3 3 2, 8 y 10 1 2
Toda la Trabaja por su Toda la
114 25 vida PC cuenta 240-480 20 vida SC Ama de casa 2 2 3y5 1 1
a) Adultos (15 – 49 años): b) Niños (0 – 14 años) c) Adultos mayores (50 años o más):
Sí . No .
273
17.- ¿Los niños trabajan y colaboran con el ingreso familiar?
# habitantes (por
edad)
Asisten Personas Agua Energía Material
No. 0-14 15-49 50 o + Trabajan Habitaciones Propiedad Drenaje Fuente agua Piso
escuela /habitación entubada eléctrica firme
002 2 2 0 Sí Nunca 2 personas Prestada Sí Sí Sí Sí Mosaicos
274
# habitantes (por
edad)
Asisten Personas Agua Energía Material
No. 0-14 15-49 50 o + Trabajan Habitaciones Propiedad Drenaje Fuente agua Piso
escuela /habitación entubada eléctrica firme
004 1 2 0 Sí Nunca 2 2 personas Propia Sí Sí Sí Río Sí Mosaicos
006 1 2 0 Nunca 3 3 personas Rentada No Sí No Otra Sí Mosaicos
008 2 6 0 Sí Nunca 4 2 personas Prestada No No Sí Otra Sí Cemento
010 3 1 0 Sí Nunca 3 3 personas Rentada Sí Sí Sí Río Sí Mosaicos
Agua
011 1 2 2 Sí Nunca 4 2 personas Propia Sí No Sí entubada Sí Cemento
012 2 2 0 Sí Nunca 2 4 o más Propia Sí Sí Sí Río Sí Mosaicos
013 Sí Nunca 5 1 persona Propia Sí No Sí Sí Cemento
014 2 2 0 Sí Nunca 6 2 personas Propia Sí Sí Sí Río Sí Mosaicos
015 4 2 personas Prestada Sí Sí Sí Sí Cemento
016 3 2 0 Sí Nunca 2 2 personas Propia Sí Sí Sí Río Sí Mosaicos
Agua
021 2 4 1 persona Propia Sí Sí Sí entubada Sí Mosaicos
Agua
023 0 5 0 6 2 personas Propia Sí Sí Sí entubada Sí Cemento
025 0 3 1 4 2 personas Propia Sí Sí Sí Sí Mosaicos
027 1 5 1 Sí Nunca 4 3 personas Rentada Sí No Sí Otra Sí Cemento
Agua
029 4 2 2 Sí Nunca 6 4 o más Propia Sí Sí Sí entubada Sí Cemento
Pocas Agua
031 3 2 0 Sí veces 3 2 personas Prestada Sí No Sí entubada No Tierra
033 1 1 2 2 personas Propia Sí Sí Sí Sí Cemento
045 2 4 0 Sí Nunca 4 2 personas Propia Sí Sí Sí Río Sí Mosaicos
Agua
057 1 6 0 Sí Nunca 5 2 personas Propia Sí Sí Sí entubada Sí Mosaicos
060 1 6 1 Sí Nunca 4 3 personas Propia Sí Sí Sí Río Sí Cemento
062 4 Sí Nunca 2 2 personas Propia Sí Sí Sí Sí Cemento
063 2 4 1 Sí Nunca 5 3 personas Propia Sí Sí Sí Agua Sí Mosaicos
275
# habitantes (por
edad)
Asisten Personas Agua Energía Material
No. 0-14 15-49 50 o + Trabajan Habitaciones Propiedad Drenaje Fuente agua Piso
escuela /habitación entubada eléctrica firme
entubada
Agua
064 2 8 2 personas Propia Sí Sí Sí entubada Sí Cemento
Agua
065 3 1 0 Sí Nunca 2 2 personas Rentada Sí Sí Sí entubada Sí Cemento
Agua
066 2 Sí Nunca 2 4 o más Rentada Sí Sí Sí entubada Sí Cemento
Agua
067 1 1 1 Sí Nunca 5 2 personas Propia Sí Sí Sí entubada Sí Madera
068 Sí Nunca 2 2 personas Propia Sí Sí Sí Sí Cemento
069 2 2 1 Sí Nunca 4 3 personas Prestada No Sí Sí Otra Sí Cemento
Agua
070 3 2 0 Sí Nunca 1 4 o más Prestada Sí Sí Sí entubada No Cemento
072 1 1 Nunca 3 2 personas Propia Sí Sí Sí No Cemento
074 1 3 Sí Nunca 3 3 personas Prestada No No No Otra Tierra
076 2 2 1 Sí Nunca 3 2 personas Rentada No Sí No Otra Sí Mosaicos
078 3 2 0 Sí Nunca 4 2 personas Propia No Sí No Otra Sí Mosaicos
080 No No No
082 No No No
Agua
084 1 3 0 Sí Nunca 4 3 personas Propia Sí Sí Sí entubada Sí Madera
086 2 3 0 Sí Nunca 4 2 personas Sí Sí Sí Sí Mosaicos
088 0 2 0 3 2 personas Propia No Sí Sí Río Sí Mosaicos
090 1 3 1 Sí Nunca 3 2 personas Propia Sí Sí Sí Sí Cemento
102 4 5 Sí Nunca 3 4 o más Propia No No Sí Río No Cemento
Agua Mitad y
104 4 2 4 o más Propia Sí Sí Sí entubada mitad Cemento
112 3 2 Sí Pocas 1 4 o más Propia Sí Sí Sí No Tierra
276
# habitantes (por
edad)
Asisten Personas Agua Energía Material
No. 0-14 15-49 50 o + Trabajan Habitaciones Propiedad Drenaje Fuente agua Piso
escuela /habitación entubada eléctrica firme
veces
114 2 2 Sí Nunca 1 4 o más Propia Sí Sí Sí Sí Madera
Servicios
26.- ¿Qué combustible utiliza para cocinar y calentar agua para bañarse?
a) Diario b) 3 veces por semana c) 2 veces por semana d) 1 vez por semana. e) Nunca pasa.
32.- ¿Existen clínicas de salud que den servicio gratuito y constante en su localidad?
Sí No
277
Recolec. Quema de Pavimento
No. Combustible de basura Periodicidad basura calles Servicio médico Clínicas
002 Gas Sí 2 veces por semana Ocasionalmente Sí IMSS No
004 Gas y leña 1 vez por semana Nunca Sí Ninguno No
006 Gas Sí 1 vez por semana Nunca Sí Sí
008 Gas Sí 2 veces por semana Nunca Sí IMSS No
010 Gas Sí 2 veces por semana Nunca Sí IMSS Sí
011 Gas Sí 1 vez por semana Ocasionalmente No Seguro popular No
012 Gas Sí 2 veces por semana Nunca Sí IMSS
013 Gas Sí 1 vez por semana Siempre No IMSS No
014 Gas Sí 1 vez por semana Nunca Sí IMSS No
015 Gas Sí 2 veces por semana Nunca Sí IMSS
016 Gas Sí 2 veces por semana Nunca Sí IMSS No
021 Gas Sí 1 vez por semana Nunca Sí IMSS Sí
023 Gas Sí 1 vez por semana Nunca No IMSS Sí
025 Gas Sí 1 vez por semana Ocasionalmente Sí ISSSTE No
027 Gas Sí 1 vez por semana Ocasionalmente No IMSS No
ISSSTE y Seguro
029 Gas Sí 1 vez por semana Nunca Sí popular Sí
031 Gas y leña Sí 2 veces por semana Ocasionalmente No Particular Sí
033 Leña Sí 1 vez por semana Nunca No Seguro popular No
045 Gas Sí 2 veces por semana Nunca Sí Seguro popular No
057 Gas Sí Nunca pasa Nunca Sí IMSS
060 Gas y leña Sí 1 vez por semana Siempre No Ninguno
062 Gas Sí 1 vez por semana Ocasionalmente No IMSS No
063 Gas Sí 1 vez por semana Nunca Sí Seguro popular No
064 Gas y leña Sí 1 vez por semana Siempre No Ninguno
065 Gas Sí 1 vez por semana Ocasionalmente No Seguro popular No
066 Gas Sí 1 vez por semana Siempre No Seguro popular
067 Gas y leña Sí 1 vez por semana Ocasionalmente No Seguro popular Sí
278
Recolec. Quema de Pavimento
No. Combustible de basura Periodicidad basura calles Servicio médico Clínicas
068 Gas Sí 1 vez por semana Ocasionalmente No Seguro popular Sí
069 Gas y leña No Frecuentemente IMSS Sí
070 Gas Sí 1 vez por semana Nunca No IMSS Sí
072 Leña Sí 1 vez por semana Nunca No Sí
074 Gas y leña Sí 1 vez por semana Siempre No Seguro popular No
076 Gas Sí 1 vez por semana Ocasionalmente Sí Seguro popular Sí
078 Gas Sí 1 vez por semana Nunca Sí IMSS
080
082
084 Gas Sí 1 vez por semana Nunca Sí IMSS e ISSSTE No
086 Gas Sí Sí Sí
088 Gas Sí 1 vez por semana Nunca Sí ISSSTE Sí
ocasionalmente
090 Gas Sí 1 vez por semana (hojarasca) Sí ISSSTE No
102 Leña Sí 1 vez por semana Siempre No Ninguno No
104 Gas Sí 1 vez por semana Siempre No Ayuntamiento No
112 Gas y leña No Siempre No Seguro popular Sí
114 Leña No Siempre No Seguro popular Sí
Alimentación
Sí . No .
a) Diariamente. b) 3 veces por semana. c) 2 veces por semana. d) 1 vez por semana. e) Nunca.
279
34.- ¿Cada cuando consumen pescado en su casa?
a) Diariamente. b) 3 veces por semana. c) 2 veces por semana. d) 1 vez por semana. e) Nunca.
a) Diariamente. b) 3 veces por semana. c) 2 veces por semana. d) 1 vez por semana. e) Nunca.
a) Diariamente. b) 3 veces por semana. c) 2 veces por semana. d) 1 vez por semana. e) Nunca.
a) Diariamente. b) 3 veces por semana. c) 2 veces por semana. d) 1 vez por semana. e) Nunca.
Sí . No .
Agua Barro
No. embotellada Carne Pescado Verduras Frutas Huevo y leche vidriado
002 Sí 3 veces por semana 2 veces por semana 3 veces por semana Diariamente No
004 Sí Diariamente 1 vez al mes 3 veces por semana 2 veces por semana Diariamente Sí
006 Sí 2 veces por semana Nunca 2 veces por semana 3 veces por semana 2 veces por semana Sí
008 Sí 2 veces por semana 3 veces por semana 1 vez por semana 2 veces por semana Diariamente No
010 Sí 2 veces por semana Nunca 2 veces por semana 2 veces por semana Diariamente No
011 Sí 2 veces por semana 1 vez por semana 3 veces por semana 3 veces por semana Diariamente No
012 Sí 2 veces al mes Nunca Diariamente 3 veces por semana Diariamente No
280
Agua Barro
No. embotellada Carne Pescado Verduras Frutas Huevo y leche vidriado
013 Sí 1 vez por semana Nunca 1 vez por semana 3 veces por semana 2 veces por semana Sí
014 Sí 2 veces por semana 2 veces por semana 2 veces por semana 2 veces por semana Diariamente No
015 Sí 2 veces por semana 1 vez por semana Diariamente 2 veces por semana No
016 Sí Nunca Nunca Diariamente 3 veces por semana Diariamente No
021 Sí 1 vez por semana Nunca 3 veces por semana 1 vez por semana Sí
023 Sí 2 veces por semana Nunca Diariamente Diariamente 3 veces por semana No
025 Sí 2 veces por semana Nunca 2 veces por semana 3 veces por semana 3 veces por semana No
027 Sí 1 vez por semana Nunca 2 veces por semana 2 veces por semana Diariamente Sí
029 Sí 2 veces por semana 1 vez por semana 1 vez por semana 1 vez por semana Diariamente Sí
031 Sí 2 veces por semana Nunca 2 veces por semana 2 veces por semana Diariamente No
033 Sí 2 veces por semana 1 vez por semana 2 veces por semana Nunca Sí
045 Sí 2 veces por semana 1 vez por semana Diariamente Diariamente 3 veces por semana Sí
057 Sí 2 veces por semana Nunca 2 veces por semana Diariamente Diariamente Sí
060 Sí 1 vez por semana 1 vez al mes Diariamente Diariamente Diariamente Sí
062 Sí 3 veces por semana Nunca 1 vez por semana 2 veces por semana Diariamente Sí
063 Sí 3 veces por semana Diariamente 2 veces por semana 3 veces por semana Diariamente Sí
064 No 2 veces al mes Diariamente Nunca Sí
065 Sí 1 vez por semana Nunca 2 veces por semana 2 veces por semana Diariamente No
066 Sí 3 veces por semana Nunca 3 veces por semana 3 veces por semana Diariamente Sí
067 Sí 2 veces por semana Nunca 2 veces por semana 2 veces por semana Diariamente Sí
068 Sí 1 vez por semana Diariamente 1 vez por semana Diariamente No
069 1 vez por semana 1 vez al mes 2 veces por semana 2 veces por semana 3 veces por semana Sí
281
Agua Barro
No. embotellada Carne Pescado Verduras Frutas Huevo y leche vidriado
070 Sí 2 veces por semana Nunca 1 vez por semana 1 vez por semana Diariamente Sí
072 Sí 1 vez por semana 1 vez por semana Nunca Diariamente No
para beber
sí, para
074 cocinar no 1 vez por semana Nunca 1 vez por semana 1 vez por semana Diariamente No
076 Sí 1 vez por semana 1 vez por semana 3 veces por semana 3 veces por semana 2 veces por semana No
078 Sí 1 vez por semana 1 vez por semana 1 vez por semana 1 vez por semana Diariamente Sí
080
082
084 Sí Diariamente 1 vez por semana Diariamente Diariamente Diariamente No
086 Sí
088 Sí Diariamente 1 vez por semana Diariamente Diariamente No
090 Sí 2 veces por semana 1 vez al mes 3 veces por semana 3 veces por semana Diariamente No
102 Sí 2 veces al mes 2 veces al mes Diariamente 2 veces por semana Diariamente No
104 Sí 2 veces por semana Nunca Diariamente 2 veces por semana Sí
112 Sí 1 vez por semana 1 vez al mes Diariamente 1 vez por semana Diariamente No
114 Sí 1 vez al mes 1 vez por semana Diariamente Diariamente Diariamente No
Zoonosis
282
a) Cucarachas. b) Chinches. c) Pulgas. d) Garrapatas e) Moscas. f) Mosquitos. g) Piojos.
h) Otras i) No tengo ninguna.
a) Diariamente. b) 3 veces por semana. c) 2 veces por semana. d) 1 vez por semana. e) 1 vez por mes.
No. Cucarachas Chinches Pulgas Garrapatas Moscas Mosquitos Piojos Otras Ninguna Insecticida Frecuencia uso
002 No No No No Sí Sí No No Raid casa y jardín 1 vez por semana
zancudos
004 Sí No No No No Sí No gigantes No Baygón y Ray 1 vez por semana
006 Sí No Sí No No Sí No No Ninguno
008 Sí No No No Sí Sí No No Baygon 1 vez por mes
010 Sí No No No No Sí No No Ninguno
011 No No No No Sí Sí No No H24 3 veces por semana
Chupilillos
012 Sí No No No No Sí No (cucarachas) No
013 Sí No No No Sí No No No RAID 1 vez por semana
014 Sí No No No No Sí No No Botecito 1 vez por mes
015 No No No No No No No Sí Raid 1 vez por semana
016 Sí No No No No Sí No No 1 vez por mes
021 Sí No No No No No No No Raid casa y jardín 2 veces por semana
023 No No No No No Sí No No Raid 1 vez por mes
polvo para
025 Sí No Sí Sí No No No No hormigas 1 vez por mes
283
No. Cucarachas Chinches Pulgas Garrapatas Moscas Mosquitos Piojos Otras Ninguna Insecticida Frecuencia uso
027 No No No No No Sí No No Raid casa y jardín 1 vez por mes
029 Sí No No No No Sí No No Raid 2 veces por semana
031 Sí No No No No Sí No No Ninguno
033 Sí No Sí No No No No No nada
045 Sí No No No No No No No Oko 3 veces por semana
057 No No No No No No No Sí
060 Sí Sí Sí No No Sí Sí No Raid 1 vez por mes
062 No No No No No Sí No No ninguno
063 Sí No No No No No No No Raidolito y Raid Diariamente
064 No No No No No Sí No No
065 Sí No No No No No No No Raid 1 vez por mes
066 No No No Sí No Sí No No ninguno
cuando hay dos veces al
067 No No No No No No No hormigas No DDT en polvo año
068 Sí No No No No Sí No No Baygon 1 vez por semana
069 Sí No No No No Sí No hormigas No Raidolitos Diariamente
070 Sí No No No No Sí No No Oko 2 veces por semana
072 No No No No No Sí No No Oko 1 vez por semana
074 Sí No No No No Sí No No H24 2 veces por semana
076 Sí No No No No No No No 3 veces por semana
078 Sí No No No No No No No Ninguno
080 No No No No No No No No
082 No No No No No No No No
284
No. Cucarachas Chinches Pulgas Garrapatas Moscas Mosquitos Piojos Otras Ninguna Insecticida Frecuencia uso
Marcas comerciales
084 No No No No Sí Sí No No en aerosol 1 vez por semana
086 No No No No No No No No
088 Sí No No No No No No No Baygón 1 vez por semana
090 Sí No No No No No No hormigas No Baygón y H24 1 vez cada 3 meses
102 No No No No No Sí No No No
104 No No No No No Sí No No No
112 No No No No No Sí No No Raidiolitos Diariamente
114 Sí No No No No Sí No No Raidiolitos 3 veces por semana
Factores ambientales
Si No .
285
46.- ¿En dónde almacena el agua?
Si No .
286
Fumadores Agua Servicio
No. Estacionalidad Almacenan Lugar Calidad Tratamiento Inundación Frecuencia
interior abundancia sanitario
010 Nunca Suficiente Nunca escasea Sí Tinaco Buena Ninguno Sí Frecuentemente Baño (taza)
011 Ocasionalmente Suficiente Nunca escasea Sí Tambos Regular Ninguno No Casi nunca Baño (taza)
012 Ocasionalmente Suficiente
013 Nunca Suficiente Nunca escasea Sí Piletas Regular Ninguno No Nunca Baño (taza)
014 Nunca Suficiente Nunca escasea Sí Tinaco Buena Ninguno Sí Casi nunca Baño (taza)
015 Nunca Escasa Nunca escasea No Regular Ninguno Sí Siempre Baño (taza)
016 Nunca Suficiente Nunca escasea Sí Tinaco Buena Ninguno Sí 9 de julio Baño (taza)
021 Nunca Suficiente Secas No Buena Ninguno Sí Casi nunca Baño (taza)
023 Nunca Suficiente Secas Sí Tinaco Buena Ninguno No Nunca Baño (taza)
025 Nunca Suficiente Secas Sí Tinaco Buena Ninguno Sí Frecuentemente Baño (taza)
027 Nunca Suficiente Secas Sí Cubetas Buena Ninguno Sí Casi nunca Baño (taza)
029 Ocasionalmente Suficiente Nunca escasea No Buena Ninguno Sí Frecuentemente Baño (taza)
031 Nunca Suficiente Nunca escasea Sí Cubetas Buena Ninguno Sí Frecuentemente Letrina
Le pone
033 Nunca Suficiente Secas No Buena cloro o lejía Sí Baño (taza)
Filtro o
045 Siempre Suficiente Secas No Buena purificador Sí Casi nunca Baño (taza)
057 Nunca Suficiente Secas Sí Tinaco Regular Ninguno Sí Casi nunca Baño (taza)
sólo el último
060 Nunca Escasa Estiaje No Regular Ninguno Sí año, antes no Baño (taza)
062 Nunca Suficiente Nunca escasea Sí Tinaco Buena Ninguno Sí Baño (taza)
063 Nunca Suficiente Secas Sí Tambos Mal sabor Ninguno Sí Frecuentemente Baño (taza)
064 Nunca Suficiente Nunca escasea No Buena Ninguno Sí Frecuentemente Baño (taza)
065 Nunca Suficiente Secas No Buena Ninguno Sí Casi siempre Baño (taza)
287
Fumadores Agua Servicio
No. Estacionalidad Almacenan Lugar Calidad Tratamiento Inundación Frecuencia
interior abundancia sanitario
066 Nunca Suficiente Nunca escasea No Buena Ninguno Sí Frecuentemente Baño (taza)
067 Nunca Suficiente Secas No Buena Ninguno Sí Casi nunca Baño (taza)
068 Nunca Suficiente Secas Sí Cubetas Regular Ninguno Sí Casi siempre Baño (taza)
069 Nunca Suficiente Nunca escasea Sí Piletas Buena Ninguno Sí Casi siempre Letrina
070 Nunca Suficiente Secas No Regular Ninguno Sí Siempre Baño (taza)
Filtro o
072 Frecuentemente Suficiente Secas Sí Tambos Regular purificador Sí Casi siempre Baño (taza)
Mala, mal olor,
mal color junio, julio y
074 Nunca Suficiente Nunca escasea Sí Tambos (amarillo) La hierve Sí agosto Letrina
Le pone
076 Nunca Suficiente Secas No Regular cloro o lejía Sí Frecuentemente Baño (taza)
078 Nunca Suficiente Nunca escasea No Tinaco Regular Ninguno Sí Frecuentemente Baño (taza)
080
082
084 Ocasionalmente Suficiente Nunca escasea Sí Tinaco Buena Ninguno Sí Casi nunca Baño (taza)
086
088 Nunca Suficiente Nunca escasea Sí Tinaco Buena Ninguno Sí Frecuentemente Baño (taza)
casi nunca
090 Nunca Suficiente Nunca escasea Sí Tinaco Buena Ninguno Sí (mucho riesgo) Baño (taza)
102 Nunca No hay No Mala La hierve Sí Siempre Letrina
104 Nunca Suficiente Nunca escasea No Buena Ninguno Sí Siempre Baño (taza)
Piletas y
112 Siempre Suficiente Nunca escasea Sí tanques Buena La hierve Sí Casi nunca Baño (taza)
288
Fumadores Agua Servicio
No. Estacionalidad Almacenan Lugar Calidad Tratamiento Inundación Frecuencia
interior abundancia sanitario
Tambos
114 Siempre Suficiente Nunca escasea Sí y piletas Buena La hierve Sí Casi nunca Baño (taza)
Si No .
Si No .
a) Temporal. b) Riego.
56.- ¿De dónde proviene el agua que utiliza en el riego de su parcela y/o huerta?
a) Pozo. b) Río. c) Aguas negras. d) Aguas tratadas. e) Aguas industriales. f) Otra fuente
.
69.- ¿Al final de la cosecha que hace con los rastrojos?
289
a) Entierra b) Quema c) Usa como combustible d) Lo come el ganado e) No hace nada.
70.- ¿Sus hijos le ayudan durante la siembra, cuidado y cosecha de sus cultivos?
Si No .
Si No ¿Cuáles? .
Nota: En el caso de esta tabla y la siguiente, sólo se presentan los registros para los cuáles aplican estas preguntas, es decir, los
que trabajan la tierra.
Fuente
Parcelas Ayuda Presencia
No. Agricultor Propiedad Tipo agua Cultivos Rastrojos Tipo
o huertas hijos plagas
riego
290
Siembra y exposición a plaguicidas, continuación
Si No ¿Cuáles? .
63.- ¿Quién lo asesora en el tipo de producto que debe aplicar, la frecuencia de uso, etc.?
Si No .
65.- ¿Cuál?
291
Si No .
a) Los quema b) Los tira c) Los entierra d) Los reutiliza e) Los usa como depósito de agua.
064 no
En el
De diversas mismo
marcas negocio
comerciales 1 vez cada En tiendas hay
(paration, que se autorizadas personal guantes,
malation, necesita Con para su que lentes, bodega, en el Los
084 sí etc.) Líquidos combatirlas aspersor venta asesora Sí mascarilla Sí rancho entierra
088 no
292
Exposición a plaguicidas
71.- ¿El personal del programa de control de Dengue y Paludismo aplica insecticidas en su casa?
Si No No sabe .
a) 3 b) 6 c) 9 d) 12 e) nunca
73.- ¿Sabe usted qué insecticida aplican?
No Si ¿Cuál? .
74.- ¿Aplican arenas o gránulos en sus depósitos de agua contra larvas de mosquitos?
a) No b) Sí c) No sabe
Programa
control Conoce Insecticida
No. dengue Frecuencia tipo Tipo en agua Frecuencia
002 Sí 3 meses No Sí 1-3 meses
004
006 Sí 3 meses No Sí 1-3 meses
293
Programa
control Conoce Insecticida
No. dengue Frecuencia tipo Tipo en agua Frecuencia
008
010
011
012
013 Sí
014
015 Sí 3 meses No Sí 1-3 meses
016
021
023 Sí 3 meses No son granulitos Sí 1-3 meses
025 Sí 3 meses No Sí 1-3 meses
027 Sí 3 meses No Sí 12 meses
029 Sí 3 meses No Sí 1-3 meses
031 Sí 3 meses No Sí 4-6 meses
033 Sí 3 meses No Sí 4-6 meses
045
057
294
Programa
control Conoce Insecticida
No. dengue Frecuencia tipo Tipo en agua Frecuencia
065 Sí 3 meses sal de granito Sí
066 Sí cada 15 días No Sí 1-3 meses
067 No
068 Sí 3 meses No Sí 1-3 meses
069 Sí 6 meses No polvito Sí 1-3 meses
070 Sí 3 meses No Sí 1-3 meses
072 No Sí 1-3 meses
3 en lluvias y 6 en no
074 Sí lluvias No Sí 1-3 meses
076
078
080
082
084 Sí 12 meses No Sí 1-3 meses
086
088 Sí 9 meses No Sí 9 meses
090 Sí 3 meses No Sí 1-3 meses
1 vez al mes en época de
102 Sí lluvias No Sí cada 3 días
1 o 2 veces por
104 Sí 1 o 2 veces por semana No Sí semana
112 Sí 1 o 2 veces al mes Sí DDT Sí 1-3 meses
114 Sí 3 meses No Sí 1-3 meses
295
76.- ¿Cuáles son los principales problemas y peligros que percibe en su Comunidad?
296
No. Percepción de problemas y peligros
Calles no pavimentadas, en inundación se incomunican, alumbrado vía
074 pública. Factores de riesgo: pandillas, drogadicción, ya no hay velador.
076
078
082
084 Las inundaciones.
088 Inundación por creciente de un arroyo.
090 Arroyo.
102 Pavimentación. El arroyo se inunda por los dos lados.
104 Muy a gusto
112 Inundaciones solar (reubicación)
114 Reubicación viviendas no les resolvieron
297
Riesgos de salud
PADECIMIENTO ACTUAL
Fecha Lugar Fecha Signos o Factores
No. Nombre Peso Altura Evolución Tratamiento
nacimiento nacimiento inicio síntomas de riesgo
002 18/08/1990 Cd. Valles José Luis Guzmán Infante 62
Hipertensión,
004 gastritis
Mayra Alejandra Flores
006 23/07/1988 Cd. Valles Olguín
Margarita Mascorro
010 01/01/1968 El Naranjo Escobar
012 60
Latidos y
015 04/11/1934 Cd. Valles Carlota Rojas Cedillo 01/09/2007 desesperaciones Blotex atenolol
016
021 50
023 25/03/1960 Cd. Valles 110
Fiebre, Ampicilina,
paracetamol
dolores
(medicamento
Escurrimiento de para la
025 02/04/1963 Nuevo León 80 1.6 08/12/2008 nasal cabeza. garganta).
Escurrimientos,
fiebres, dolor
garganta y
027 12/03/1921 Cd. Valles 49 1.5
cuerpo.
Pánuco, Gripa, dolor de
029 03/10/1965 Veracruz 67 1.65 08/12/2008 garganta
298
PADECIMIENTO ACTUAL
Fecha Lugar Fecha Signos o Factores
No. Nombre Peso Altura Evolución Tratamiento
nacimiento nacimiento inicio síntomas de riesgo
031 31/07/1978 Cd. Valles 60 1.6
Gripa,
escalofríos y
033 17/11/1938 Monterrey
estornudos
057 22/08/1987 Cd. Valles Filiberto Bautista Albino 120
Dolor
Artritis, dolores todo el
063 20/11/1976 70 de hueso. Inyecciones.
cuerpo.
065 06/01/1978 50
067 26/04/1936 Tampamolón 63
María de Jesús Sea
068 12/03/1966 Aquismón Ramírez
069 12/08/1959 Cd. Valles 54
María Guadalupe Colchado
070 04/07/1967 Cd. Valles Martínez 81 1.51
María Concepción Bautista
072 26/05/1958 R. 63
Infección
074 garganta Antibiótico
Haymeé Rodríguez
078 Fortanely
Juan Manuel Martínez
084 22/11/1963 Cd. Valles Curiel 74 1.77
088 04/11/1953 Tampico Carlos Corona Yáñez 84
299
064
063
062
060
045
033
031
029
027
025
023
016
015
014
012
010
006
004
002
No.
Diabetes
ANTECEDENTES HEREDO-FAMILIARES
Sí
mellitus
Sí
Sí
Sí
Sí
Hipertensión
Sí arterial
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Tuberculosis
Neoplasias
Sí
Sí
Cardiopatías
Sí
Colagepatías
Psiquiátricos
Otros
antecedentes
Convulsiones
Diarrea
Sí
Cefalea
Sí
Sí
Sí
Bajo peso
Problemas piel
Deformaciones
huesos
Estreñimiento
Sí Hernias
Obesidad
Sí
Problemas
ANTECEDENTES PATOLÓGICOS
audición
Deficiencias
visuales
Problemas ojos,
oídos, garganta
Sí
Anemia
Corazón
Sí
Sí
Sí
Asma
Sí
Sí
Pulmones y
bronquios
Sí
Sí Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí Sí
Alérgicos
Sí
Infecciosos
Paludismo
Dengue
Tuberculosis
Quirúrgicos
Sí Sí
Sí
300
Transfusionales
no
Ningu-
Otros
114
112
104
102
090
088
084
078
074
072
070
069
066
065
No.
Diabetes
ANTECEDENTES HEREDO-FAMILIARES
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
mellitus
Sí
Hipertensión
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
arterial
Sí
Tuberculosis
Sí
Sí
Neoplasias
Sí
Sí
Cardiopatías
Sí
Colagepatías
Sí
Sí hijos
Psiquiátricos
mudos
-
sordo
Otros
antecedentes
Convulsiones
Diarrea
Sí
Sí
Sí
Cefalea
Sí
Sí
Bajo peso
Sí
Sí
Problemas piel
Deformaciones
Sí
Sí
huesos
Estreñimiento
Sí
Hernias
Sí
Obesidad
Sí
Sí
Sí
Sí
Problemas
ANTECEDENTES PATOLÓGICOS
audición
Sí
Deficiencias
Sí
Sí
Sí
Sí
visuales
Problemas ojos,
Sí
oídos, garganta
Anemia
Sí
Sí Sí
Corazón
Sí
Asma
Pulmones y
Sí
Sí
Sí
bronquios
Sí
Alérgicos
Sí
Sí
Sí
Infecciosos
Paludismo
Dengue
Sí
Tuberculosis
Quirúrgicos
Sí
Sí
Sí
301
Transfusionales
Opera-
lumba-
hernia
Otros
ción
gia